AGUJERO NEGROEsa boca que devora el centro de la galaxia pero deja el borde azucarado para despus no es una boca: del agujero slo se puede decir lo que el agujero no es. No es boca ni dice, o lo que dice es palabra negra, pura implosin. Quin otro sino este dios cabeza de alfiler puede doblar as el espacio, pegar sin crujido todos sus vapores y metales, volverlo pauelo paloma y conejo en su galera de una sola va, moridero o esencia del arte de la desaparicin.DISTANCIASA lomo de culebra, de una bestia en cinta, viajamos. Vamos como piedra, de este dolor al otro, olvidados de la mano que despus de arrojarnos se escondi. A espaldes de un mono de tinta, a lo ciego tanteamos, una mano atrs, otra adelante, mientras las ruedas horadan el tnel del sbato, una herida limpia zanjando las mitades del mundo que nunca vamos a conocer. Las rayas amarillas sobre el lomo de la bestia avisan que uno de los extremos de la culebra es txico: algo afila sus colmillos en la piedra de toque de la distancia.(Ruta 26, Chubut, 26 de noviembre de 2011)HIDRARGIRIAEl diosito del pie alado avisa, y si avisa no es traidor: el mensaje es el veneno. La palabra cinabrio es cida y roja y nos hace agua la boca; de ese naufragio nos salva algo ms liviano que la lengua: el barco ebrio del ajenjo, la temperatura adolescente de la poesa. Mercurio te marca la fiebre a presin; la flecha de plata da justo en el taln de tu locura medida en grados (una muesca en el fro y otra en el punto de hervor: se vive en la escala que va de morir a morir). En el medio, los das se muerden la cola, y ni la noche es buen antdoto para el dolor: un metal que hierve y se evapora al calor de cuerpo tiene su costado animal, su sexo y su muerte.(23/1/14, Buenos Aires, S.T: 47C.)NEXOLo que va de un ojo a otro se mueve a la velocidad de la luz; lo que trepa del ojo al cerebro jadea por un camino de mulas: los tropezones de la marcha quiebran el pensamiento en dos. En esa refraccin el hilo de ideas muestra la hilacha; pensar es ilusin; cruzamos el abismo a los saltos, bloque a bloque, como osos asustados sobre heladuras repentinas de un ro. La diferencia de presin y temperatura entre el aqu y el all Mueve los molinos de la lengua: se habla por horror al vaco, pero slo la verdad puede romper la barrera de la luz.Slo un corazn puede incendiar la sangre que lo hace corazn.Bruno Di Benedetto (Puerto Madryn, 1955) CMARA DE NIEBLA (DelValleBajo Editora, 2015)