Devocional Alza tus ojos

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De los devocionales de DesarrolloCristiano.com ENCUENTROS DIARIOS DEL LÍDER CON DIOS

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Este hermoso libro de devocionales para líderes, invita a la reflexión y provee inspiración para seguir adelante. Alza tus ojos apela a una vida espiritual más intensa. Nos invita aún en medio de las múltiples responsabilidades a tener una cita diaria con nuestro Dios. 365 lecturas diarias creadas especialmente para líderes cristianos. Alza tus ojos le llevará a iniciar cada uno de sus días en la mejor de las compañias... la de nuestro Padre Celestial.

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De los devocionales de DesarrolloCristiano.com

ENCUENTROS DIARIOS

DEL LÍDER CON DIOS

ALZA TUS OJOSENCUENTROS DIARIOS DEL LÍDER CON DIOS

CHRISTOPHER SHAW

(!) DESARROLLOCRISTIANO

• INTERNACIONAL

ALZA TUS OJOSEncuentros diarios del líder con Dios

Por Christopher Shaw

Editado y publicado por:Desarrollo Cristiano Internacional

Apartado 204-2150 MoraviaSan José, Costa Rica, Centroamérica

[email protected]

© 2005 - Derechos reservados

A menos que se indique lo contrario,las citas bíblicas corresponden a la versión

Reina-Valera, revisión 1995 © Sociedades Bíblicas Unidas

Diseño de portada: Karin PiedraDiseño de interior: Alejandro Casal

ISBN 13: 978-9-968881-08-2

Código de Barras: 9789968881081

1 2 3 4 5 edición laño 09 08 07 06 05

Primera impresión: septiembre, 2005Primera reimpresión: mayo, 2006

Segunda reimpresión: mayo, 2007Tercera reimpresión: abril, 2008

Cuarta reimpresión: febrero, 2009Impreso por Editorial Buena Semilla

Impreso en Colombia/Printed in Colombia

(!) DESARROLLOCRISTIANO

• INTERNACIONAL

Dedicado, con profunda gratitud, a mIs padres,Kenneth y Elaine.

PREFACIO

En los últimos días que compartió con los discípulos, nuestro Señor abriósu corazón acerca de los motivos de su ministerio. «Estas cosas os hehablado,» les dijo, "para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea

completo» On 15.11). En su oración sacerdotal reiteró la misma realidad: "Peroahora vuelvo a ti, y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo completoen sí mismos» On 17.13). La frase pone en relieve el sentido esencial por el quefuimos creados, que es tener amplia participación en el gozo de Dios. Del mismomodo que nosotros no podemos callar la alegría de algún dichosoacontecimiento en nuestras vidas, así también Dios ha querido compartir con elhombre la incomparable hermosura y profundidad de la comunión que el Padre,el Hijo y el Espíritu dbfrutan entre sí.

En su sentido más puro, el ministerio representa una invitación a uniresfuerzos en esta extraordinaria empresa, que es la de estórzarse por restaurar enel ser humano el gozo que es producto de una estrecha relación con el Creador.De hecho, el apóstol Juan, en su primera epístola, hizo suyas las mismas palabrasde Cristo: «Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea completo» (l Jn1.4). En otra carta confesó abiertamente lo que más impulsaba su ministerio:«No tengo yo mayor gozo que oir que mis hijos andan en la verdad» (3 Jn 1,4).La incontenible manifestación de gozo en la vida cotidiana, entonces,constituye el factor que más motiva y mueve a quienes hemos sido incorporadosa los proyectos del Creador.

No obstante, el ministerio frecuentemente se torna una fuente detristezas, frustraciones y desilusiones. Las personas no entran en la plenitud devida que deseamos compartir con ellos. La verdad no es recibida con lamansedumbre y humildad necesarias para las más genuinas experiencias detransformación. Luchamos con el letargo natural que produce la rutina de unavida meramente religiosa. Con el tiempo, encontramos que lentamente se hadisipado el gozo que alguna vez fue el motor y la principal causa por nuestravocación ministerial. Nuestros esfuerzos por despertar en otros una experienciamas íntima con Dios no prosperan porque el desánimo se ha instalado ennuestro propio espíritu.

Sin duda usted, como yo, seguirá soñando con que el Señor traiga unmaravilloso renuevo a su pueblo. Es evidente, sin embargo, que él debe iniciarprimeramente esta obra en la vida de los que hemos recibido mayorrespomabilidad dentro de la casa de Dios. El principio que determina laefectividad de un ministerio sigue siendo el mismo de siempre: Solamentepodemos reproducir en otros lo que existe como realidad cotidiana en nuestraspropias vidas. Ningún líder, entonces, puede darse el lujo de descuidar eldesarrollo de su vida espiritual, pues la salud de aquellos que se le han confiadodepende directamente de la vitalidad de su propia relación con Jesús.

Estas reflexiones diarias nacieron de un deseo de animar a quienestienen responsabilidad ministerial entre el pueblo de Dios. Cuando me refiero aministros, no estoy pensando solamente en aquellos que cumplen una función«oficial» dentro de la iglesia, sino en todos los que han entendido que tododiscípulo debe, eventualmente, convertirse en alguien que invierte en eldesarrollo y bienestar de otros. Mi intención ha sido examinar, a la luz de lasEscrituras, algunos de los temas y desafíos más comune~ que enfrentan los quedesean invertir en la vida de otros. En el proceso de escribirlas intenté compartir

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experiencias, identificar desaciertos, clarificar dudas, y presentar alternativas.En todo, y salvando las limitaciones propias de mi humanidad, mi objetivo hasido animar su corazón y estimular los procesos de transformación en su vida yministerio.

Encontrará que cada reflexión gira en torno de la Palabra. Esto no essimplemente una cuestión de estilo, sino el resultado de una inamovibleconvicción espiritual de que la Palabra es la fuente de la sabiduría que tantonecesitamos en nuestra vida cotidiana. En un momento en el cual la iglesia hasido asediada por una infinidad de filosofías provenientes de la culturaposmoderna, creo que es necesario y acertado una vuelta a las Escrituras. Enmás de veinticinco años de ministerio no me he cansado de descubrir lasincomparables riquezas del tesoro revelado de Dios.

Quisiera animarle a que no lerl estas reflexiones como las conclusionesacabadas de quien tiene resuelto los temas relacionados a liderazgo y elministerio. Más bien, he deseado volcar en estas páginas las perspectivas yconvicciones que pesan sobre mi corazón en este momento particular de miperegrinaje espiritual. El movimiento propio de la vida, sin embargo, exige queestemos dispuestos continuamente a evaluar nuestras convicciones a la luz delas experiencias y relaciones que marcan nuestro paso por esta tierra.

Quisiera animarle a creer que lo mejor en su vida está aún por delante.Con el pasar de los años he comprendido que gran parte de lo que ocurrió enlos primeros años de mi vida ministerial no era más que una preparación para loque venía por delante. Aún cuando Cristo me ha permitido vivir muchasexperiencias profundas y enriquecedoras, tengo convicción de que estoy en uncamino que promete mayores tesoros que los obtenidos hasta el momento. Estamisma convicción es la que comparte Pablo, cuando declara: «pero una cosahago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que estádelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en CristoJesús» (Flp 3.14). Aunque ya estaba terminando la carrera, el apóstolcontinuaba con los ojos firmemente ruestos en el futuro.

No viva de los recuerdos de pasado. El Dios que lo ha acompañadohasta este momento lo invita a creer que la aventura apenas está comenzando.Atrévase a echar mano, una vez más, de sus sueños más alocados, y camineconfiado, con Aquel con quien está juntamente sentado en los lugares celestes.

¡Qué el Señor, en su misericordia, permita que usted alcance la plenitudde su gozo!

Christopher ShawJulio 2005

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La fuerza del gozoNo os entrzstezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.

Nehemías 8.10

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El camino hacia la reconstrucción de los muros de Jerusalén había estadorepleto de obstáculos. El pueblo tuvo que luchar con rumores, condivisiones, con oposición y con fatiga. En más de una ocasión habían

sentido el fuerte deseo de desistir dc la tarea que tcnían por delante, la tentaciónde «tirar la toalla».

Un panorama tan duro es más que propicio para el desánimo, tierra fértilpara que el agobio se instalc en nuestros corazones y andemos con el semblantetriste y abatido. Estas son las respuestas normales del alma a situaciones dondela adversidad parece no tener fin. Jesús mismo, frente a la inminencia de la cruz,comenzó a entristecerse y a angustiarse, confesando: «Mi alma está muy triste,hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo» (Mt 26.37).

El líder sabio no se engaña a sí mi&mo en cuanto a sus verdaderossentimientos. Sin embargo, sabe que estos sentimientos deben ser tratadosinmediatamente para no afectar su vida espiritual. Jesús no perdió tiempo enconvocar a sus tres amigos para que le acompañaran mientras oraba. Sabía quela tristeza que se instala en forma permanente en nuestras vidas afectaprofundamente la manera en que vemos y hacemos las cosas. Nos lleva aactitudes negativas y de desesperanza; nos invita a que dejemos de luchar,porque comenzamos a creer que nuestra &ituación no tiene arreglo. Nos conduceindefcctiblemente hacia el camino de la depresión, porque nadie puede vivir enforma indefinida con falta de esperanza. El hombre desanimado ya estáderrotado, porque ha perdido la voluntad de seguir peleando.

Jesús, al igual que Nehemías, sabía que era esencial reavivar el gozo, quees la fortaleza del hombre espiritual. Su agonía en Getsemaní no terminó hastaque lo había recuperado. Debidamente fortalecido «por el gozo puesto delantede él sufrió la cruz» (Heb 12.2). Este tipo de gozo no cs un sentimiento sino unaconvicción cspiritual. Las circunstancias pucden ser advcrsas cn extremo, peroel gozo viene cuando conseguimos sacar nuestros ojos de las cosas que se ven, yponerlos firmemente en las cosas que no se ven (2 Ca 4.18).

El líder cuyo corazón está lleno de gozo realmente cs imbatible, porquesu vida está nrmemente anclada en las realidades eternas del reino, y no en lastemporales de este mundo. Tiene una convicción inamovible de que hay unDios que reina soberano sobrc todas las cosas, y que la especialidad de ese Dioses utilizar la adversidad y la derrota para traer bendición a su pueblo.

No permita que la crisis lo entristezca. Si es necesario, derrame su almadelante de Dios, como Cristo en Getsemaní. Pase lo que pase, recupere el gozode ser parte de los que vencen. El pueblo que está con usted necesita ver a unpastor que no le tiene miedo a las dificultades, porque sabe que nuestro Padrecelestial siempre tiene la palabra final en todas las circunstancias.

Para pensar: IL _

¿Cuál es su reacción normal a las dificultades y a las criSIS que se le presentan? ¿Quépasos toma para remediar los sentimientos de abatimiento y desánimo? ¡Cómo puedecultivar el gozo en forma cotidiana?

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Enfrentar la derrotaJehová respondió a Josué: ¡Levántate!¿Por qué te postras así sobre tu rostro?

Josué 7.10

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Sospecho que nuestras derrotas SOl) mucho más serias para nosotros quepara el Señor. No hemos sido preparados para vivir con el fracaso, puesnuestra cultura demanda que avancemos siempre de victoria en victoria.

Cuando, ocasionalmente, experimentamos la derrota en proyectos y situacionesministeriales, nuestra autoestima se ve afectada y fácilmente nos envuelve unanube de desánimo y pesimismo.

Los israelitas, eufóricos por el tremendo triunfo que Dios les habíaconcedido sobre la indestructible fortaleza de Jericó, se habían lanzadoconfiadamente a conquistar un pueblito que no tenía ni la décima parte deltamaño de Jericó. Cuán rápidos somos para adueñarnos de las victorias que nosha concedido el Señor. Intoxicados por la derrota de Jericó, los israelita~ vieroncomo presa fácil el próximo objetivo militar de la conqubta, el pueblo de Hai.

Bien conocemos la humillante derrota que sufrieron en ese lugar. Y laderrota nunca es tan amarga y difícil de digerir como cuando estábamos segurosde que todo iba a ser un mero trámite. Josué se sintió profundamentede~ilusionado, hasta traicionado. Se tiró en el piso y exclamó con amargura:<<Í Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!» (Jos 7.7).

En tiempos de derrota podemos perder mucho tiempo lamentándonospor las decisiones tomadas. No hay duda que es importante aprender de loserrores cometidos. Sin embargo, todas las recriminaciones del mundo nopueden deshacer lo que ha ocurrido. Cuando estamo~ tumbados, debemo~ponernos de pié y resolver lo más rápido posible la situación que nos llevó a caer.h)r esta razón, el Señor le preguntó a Josué: «¿por qué te postras así sobre turostro?» (Jos 7.10). Lo animó a levantarse y hacer lo que tenía que hacer:limpiar al pueblo de su pecado.

Cuando usted cae, el enemigo quiere que usted se mantenga allí,sintiendo lástima por sí mismo y renegando por la situación que vive. Su Padrecelestial, sin embargo, lo quiere otra vez en pie. Si hay cosas que confesar,confiéselas. Si hay personas que enfrentar, enfréntelas. Si hay situaciones quecorregir, corríjalas. Pero no pierda mucho tiempo lamentándose por losacontecimientos que le han tocado vivir.

Richard Foster, en su excelente libro La Orución nos recuerda:"Cometemos errores -muchos de ellos; 1Jecamos, nos caemos, y con frecuencia- 1Jerocada vez nos levantamos de nuevo y comenzamos otra vez... Y una vez más nuestrainsolencia y obsesión con nosotros mismos nos derrota. No importa. Confesarnos ycomenzamos de nuevo... y de nuevo... y de nuevo».

P;-;~-pen~-;'~------------------ _Sea enérgico en las situaciones donde sus sentimientos lo lTlvitan al desánimo. Su gentenecesita ver que ~ted no es una !JersoT!a que pueda ser fácilmente derrotada. No setrata de dar la apariencia de ser invencible, sino de actuar decidIdamente a la horu demanejar los contratiempos de esta vida. Todos pasamos por SItuaciones adversas. Peroel líder es!)iritual se caracteriza por no permitir que esas situaciones condicionen suavance hacia las metas que el Señor le ha trazado.

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Una cuestión de", .optlca e d I .~ l' I i]l ~ I d"uan o se e apareclO e ange (e e lOva y e !JO:

Jehová está contigo, hombre esforzado y valiente... Gedeón le respondió denuevo: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es

pobre en Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre. Jueces 6.12, 15

C uando Jehová se le presentó a Gedeón, éste estaba totalmentedesanimado. Hacía tiempo ya que los madianitas le amargaban la vidaal pueblo de Dios. Saqueaban las tierras de los israelitas y se llevaban

lo mejor de la cosecha. En ese mismo momento Gedeón estaba trabajandopara esconder el trigo.

Note el marcado contraste entre el saludo del ángel de Jehová y larespuesta de Gedeón. El ángel se refiere a él como «hombre esforzado yvaliente>,. Pero el joven israelita no se sentía ¡ni valiente ni esforzado! Alcontrario, solamente podía pensar en que su familia era pobre y ljue él era elúltimo de la casa. Al igual que David, no sería la persona naturalmente e,cogidapor la familia para cualquier proyecto importante. Estaba acostumbrado a quenadie le tuviera en cuenta. Mirando, entonces, sus recursos, exclamó con todanaturalidad: «icon qué salvaré yo a Israel?».

He aquí uno de los misterio, de la obra de Dio,. Pan:¡ tener éxito en losproyectos que él nos propone, no es importante cómo nos vemos, ni cómo nossentimos. ¡Lo importante es cómo nos ve Dios! Sara se veía Lomo una ancianaestéril, sin perspectivas ya de engendrar hijo,. El Señor la veía como la madrede una multitud. Moisés se veía como un tartamudo, útil solamente para cuidarovejas. El Señor lo veía como el hombre ideal para liherar al pueblo del yugoegipcio. Pedro se veía como un torpe pescador de Galilea. Cristo lo veía comola roca, un líder con un rol clave en la fórmaci(m de la nueva Iglesia. Ananía,veía en Saulo a un hombre dedicado a la persecución violenta de la iglesia. ElSeñor veía en este hombre a un instrumento escogido para llevar el evangelio alos gentiles.

¡Cómo se ve usted, pastor? ¡Se ve como un pobre desdichado que tienepocas capacidade, y aun meno, recursos? ¿Cree que Dlos lo ve de la mismamanera? ¿Cómo le saludaría el ángel de Jehov(¡ si se le apareciera hoy?

p ~;;-p~-~;-~·~~1_.__ __ ._______ __ __ __ _ __ .. _'IerlO'a en cuenta (jue puede ser verdad que usted es pobre y tiene pocos recursos.Gedeón era de veras miembro de una familia pobre. La dificultad no está en lascondiciones que tenemos. El l)roblcma está en creer que estas condiciones ycircunstancias limitan la actividad y los proyectos de Dios. El Señor no ve nuestrarealidad corno impedImento para sus planes, porque es él el que hace la obra, norUJsotros. El ángel le dijo a Gedeón: vé con tu fuerza. No le estaba j)idiendo quebuscara más recursos, ni que echara mano de tesoros que no l)()seía. Simj)lemcntequería que pusiera su incaj¡aciLlad en manos del Dios todopoderoso. ¡Un siervo inútilen las manos de Dios, l)uede ser un aTIna por demás poderosa!

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«El líder que aspira a ser eficaz en públicodeberá invertir en su vida cuando está a solas.»

LZA TUS OJOSA lza tus ojos apela al fuerte deseo que tienen muchos pastores y líderes de

una vida espiritual más intensa. Los invita para que, aún en medio delas múltiples responsabilidades y los variados desafíos que acompañan

al ministerio, participen de una cita diaria con el Señor. Les propone ademásque, en cada encuentro cotidiano, tengan un momento de reflexión alrededorde las Escrituras con el cual enriquezcan su vida y su trabajo.

Más de veinticinco años de experiencia ministerial permiten al autor compartirprincipios de liderazgo sobre temas muy variados: desde los desafíos de la evan­gelización, la restauración de los caídos, la resolución de conflictos y el trabajoen equipo, hasta la selección de buenas ilustraciones para una enseñanza.

La orientación sencilla y práctica de los devocionales aquí incluidos animaránlos corazones y estimularán al lector a seguir buscando la excelencia en elministerio que se le ha confiado.

Alza tus ojos fue primeramente difundido en el portal cristiano de InternetDesarrolloCristiano.com y con el tiempo, se ha convertido en una de lassecciones más visitadas por miles de pastores y líderes de habla hispana.

SOBRE EL AUTORChristopher Shaw es el director de Desarrollo Cristiano Internacio­nal y director editorial de la revista ApLmtes Pastorales. Cuenta conamplia experiencia en la formación de líderes, la cual incluye diezaños como profesor titular en el Instituto Bíblico de Buenos Aires,donde terminó su Bachilleraro en Teología. Obtuvo una Maestría yun Doctorado en Misiones en la Escuela de Misiones del SeminarioTeológico Fuller, en Los Ángeles, California. Está casado con Iris ytiene tres hijos: Melanie, Timoteo y Jonathan. Vive, junto con sufamilia, en su país natal, Argentina.

ISBN 13' 978-9-968881-08-2

DESARROLLOCRISTIANOINTERNACIONAL 9789968881081