Determinación de propiedades físicas y químicas de suelos con ...
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Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera
Universidad Autónoma de Querétaro
Facultad de Ciencias Naturales Licenciatura En Biología
DETERMINACIÓN DE PROPIEDADES FÍSICAS Y QUÍMICAS DE SUELOS CON MERCURIO EN LA REGIÓN DE SAN JOAQUÍN, QRO., Y SU RELACIÓN
CON EL CRECIMIENTO BACTERIANO.
Que como parte de los requisitos para obtener el grado de:
Licenciado en Biología
Presenta: Hilda Edith Huerta Cantera
Dirigido Por:
Dr. Gilberto Hernández Silva
SINODALES Dr. Gilberto Hernández Silva Presidente Firma Dr. Juan Campos Guillen Secretario Firma
M. en C. Sara Solis Valdez Vocal Firma
M. en C. Joel Quesada Mejorada Suplente Firma
Campus Juriquilla Querétaro, Qro.
Septiembre del 2010 México.
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera
DEDICATORIAS
A mis Padres Hilda Cantera Jiménez y Genaro
Huerta Rico,
por todo el apoyo brindado durante mi vida y
llegar a concluir este trabajo,
por estar conmigo en las buenas y en las malas en
todo momento,
por su empeño en darme siempre lo mejor.
A mis hermanas Ariana y Nancy por preocuparse
por mí y hacerme reír .
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera
AGRADECIMIENTOS
Al Dr. Gilberto Hernández Silva por su poyo, paciencia y consejos brindados durante la realización de este trabajo.
A la Maestra Sara Solís Valdez por sus consejos y ayuda en todo momento tanto académico como moral.
A la Dra. Italia Mercado Sotelo por sus enseñanzas en el laboratorio.
Armando, por estar en estos momentos de mi vida.
Alejandro, por tu ayuda incondicional escuchándome, ayudándome cuando lo necesito.
A mis amigas Lulú, Jazmín por compartir muchos momentos buenos y otros no tan buenos.
A Fabián González Quijas, por su colaboración en el laboratorio de Edafología del Centro de Geociencias.
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera
1. INTRODUCCIÓN 1
2. ANTECEDENTES 5
2.1 El suelo 5
2.2 Propiedades del suelo 6
2.2.1 Propiedades físicas químicas y biológicas 7
2.2.2 Textura del suelo 7
2.2.3 Porosidad 8
2.2.4 Densidad Aparente 8
2.2.5 Densidad Real 9
2.3 Propiedades químicas 9
2.3.1 pH del Suelo 9
2.3.2 Capacidad de Intercambio Catiónico 11
2.3.3 Materia orgánica 11
3. METALES PESADOS EN SUELOS 12
3.1 Concentración de mercurio en suelos y sedimentos: límites máximos permisibles 14
4. CICLO DEL MERCURIO E INTERACCIÓN BACTERIANA 15
4.1 Biosorpción de Metales 18
4.2 Caracterización de la biota del suelo 19
5. DESCRIPCIÓN DE LA ZONA DE ESTUDIO 21
5.1 Medio físico 21
5.1.1 Localización 21
5.2 Geología 22
5.2.1 Orografía
22
5.2.2 Hidrografía 23
5.2.3 Clima 23
5.2.4 Unidades y uso de suelo 24
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5.3.1 Flora 24
5.3.2 Fauna 25
6. MINERÍA EN LA SIERRA GORDA 25
7. HIPÓTESIS 27
8. OBJETIVOS 28
9. MATERIALES Y MÉTODO 29
9.1 Trabajo de Campo 29
9.2 Métodos Analíticos 30
9.2.1 Conteo Bacteriano Unidades Formadoras de Colonias (UFC) 30
9.3 Método Estadístico
31
10. RESULTADOS 31
10.1 Caracterización de las muestras 31
10.2 Propiedades Químicas
32
10.2.1 Medición de pH
32
10.2.2 Materia Orgánica 32
10.2.3 Capacidad de Intercambio Catiónico 33
10.3 Propiedades Físicas 34
10.3.1 Velocidad de Infiltración y Densidad Real 34
10.3.2 Textura de Suelos 35
10.4 Propiedades Biológicas y Cantidad de Mercurio Total 35
10.4.1 Actividad Enzimática 35
10.4.2 Crecimiento Bacteriano 35
10.5 Análisis Estadísticos 37
11. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 39
12. CONCLUSIONES 47
13. LITERATURA CITADA
49
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RESUMEN El suelo desempeña funciones importantes en este planeta, actúa como medio filtrante
amortiguador y transformador; es hábitat de miles de organismos y es donde se llevan a cabo los
ciclos biogeoquímicos. El suelo puede llegar a contaminarse por la aportación de químicos, y
metales pesados debido a las actividades antropogénicas como la minería. La zona minera de la
región de San Joaquín, Querétaro ha sido explotada durante cientos de años produciendo grandes
cantidades de mercurio que han sido liberados al ambiente, convirtiéndose en un riesgo para la
salud no solo para las personas, sino también para la biota del suelo. El presente estudio consiste
en determinar la relación entre las propiedades físicas y químicas de los suelos con la
concentración de mercurio presentes en los mismos, y su influencia con el crecimiento bacteriano
edáfico. Para ello se llevó a cabo un muestreo de suelos en el municipio de San Joaquín
seleccionando 23 sitios georreferenciados. Se llevaron a cabo las siguientes determinaciones pH,
porcentaje de materia orgánica por el método de Walkley y Black (1947); Capacidad de
Intercambio Catiónico (CIC), por el método de versenato; textura por el método de Bouyoucos
(1963); velocidad de infiltración y densidad aparente siguiendo la metodología establecida en la
NOM-21-RECNAT 2000. Las propiedades biológicas determinadas fueron actividad enzimática
de la deshidrogenasa (Casida et al., 1964); crecimiento bacteriano y conteo de bacterias en medios
de cultivo Agar Luria-Bertani (LB) y en Agar Medio Mínimo (MM); se hizo un conteo de
Unidades Formadoras de Colonias (UFC) por cada muestra de suelo en los dos medios de cultivo.
Por otro lado, se llevó a cabo la determinación del contenido de mercurio total utilizando un
equipo de Espectrometría de Absorción Atómica modelo AMA 254. Los resultados para pH en
H2O muestran suelos que van de 7.5 a 8 considerándose de neutros a ligeramente básicos con
excepción del sitio 5, con 4,7. Los porcentajes de materia orgánica fueron muy variables; el valor
más bajo se encontró en el sitio 4 Santa Rita, con 0.2% de MO en comparación con la zona
arqueológica de Ranas 4 considerándose como un sitio rico con 21.9% de MO. La capacidad de
intercambio catiónico va de 7.59 a 77.97 cmol/Kg siendo de nueva cuenta el más bajo para Sta.
Rita, sitio 4 y el más alto para el sitio de Ranas 4, sitio 20. La velocidad de infiltración va de 75.1
mm/hr a 666.6 mm/hr; la densidad aparente de los suelos va de 1.7 para Toluquilla edificio 54,
sitio 23 y para Santa Rita de 3.09, sitio 4. La mayor parte de las muestras presentan una
granulometría franca, siendo solo el sitio 6 Santo Entierro y el Sitio 17 El Pacífico de textura
arcillosa. Entre las propiedades biológicas se encontró que la producción enzimática fue menor en
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el sitio 19 Ranas 1 con 1.93 TPF; la producción más alta se registro para Mesa del Niño con
614.79 TPF µg/g. Los suelos con un menor número de unidades formadoras de colonias (UFC/g)
corresponde a Ranas 1, sitio 19 con 10000 UFC/g en medio de cultivo LB; en Medio Mínimo
(MM) corresponde a Ranas 4 sitio 20 con 25000 UFC/g; en el medio de cultivo MM no
aparecieron UFC en los sitios de Calabacillas sitio 3 y La Fé sitio 13. Los sitios con una gran
formación de colonias bacterianas en agar LB y en agar MM corresponden a Trincheras sitio 21
para ambos con 10000000 UFC/g y de igual manera para Mesa de Agua Fría con 10000000 UFC/g
sitio 16. El resto de los sitios muestreados presenta un moderado crecimiento de colonias
bacterianas. La concentración de mercurio total va de 0.5 mg/kg en el sitio de Santo Entierro,
4164.0 mg/kg para Azogues siendo muy variable en los 22 sitios restantes. Entre las propiedades el
suelo, las mayores correlaciones estadísticas que se encontraron fueron la densidad real con
materia orgánica (r = 0.80), densidad real con capacidad de intercambio catiónico (r = -0.77),
actividad enzimática con capacidad de intercambio catiónico (r = -0.55), materia orgánica con
capacidad de intercambio catiónico (r = 0.87) y materia orgánica con actividad enzimática (r =
0.50), todos con un P≤ 0.05). La cantidad de mercurio total y crecimiento bacteriano
aparentemente no están correlacionadas estadísticamente con las propiedades físicas y químicas
analizadas. La cantidad de mercurio total y crecimiento bacteriano aparentemente no están
correlacionadas estadísticamente con las propiedades físicas y químicas analizadas en este trabajo.
Los sitios tomados en cuenta para el muestreo son considerados como sitios contaminados, debido
a que rebasan los valores límites de Hg permisibles establecidos en la Norma Oficial Mexicana
NOM-147-SEMARNAT/SSA1-2004.
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1. INTRODUCCIÓN
El suelo es un cuerpo natural, tridimensional, no consolidado, producto de la interacción de los
llamados factores formadores del suelo (clima, rocas, organismos, relieve, tiempo). Está
compuesto por sólidos (material mineral y orgánico), líquidos y gases, que se mezclan para formar
los horizontes o capas diferenciales, resultado de las adiciones, pérdidas, transferencias y
transformaciones de energía y materia a través del tiempo, y cuyo espesor puede ir desde la
superficie terrestre hasta varios metros de profundidad (Sposito, 1989 citado en Volke et al.,
2005).
El suelo desempeña funciones de gran importancia para el sustento de la vida en este planeta, es
fuente de alimentos para la producción de biomasas, actúa como medio filtrante, amortiguador y
transformador, es hábitat de miles de organismos, y el escenario donde ocurren los ciclos
biogeoquímicos. En el suelo se llevan a cabo la mayoría de las actividades humanas, sirviendo de
soporte físico y de infraestructura para la agricultura, actividades forestales, recreativas, y
agropecuarias, además la socioeconómica como vivienda, industria y carreteras (Volke et al.,
2005).
Tiene la propiedad de retener sustancias mecánicamente o fijarlas por adsorción; tiene la capacidad
de actuar como amortiguador y servir de acopio de materiales. Ambas características dependen
fuertemente del contenido de materia orgánica presente (Contreras, 2005).
Cuando la capacidad para almacenar materia se ve sobrepasada, ocurren muchos de los desastres
naturales como son las inundaciones, se impide o modifica el correcto actuar de la capacidad
tampón que presenta el suelo, convirtiéndose en un riesgo para la salud no solo de las personas,
sino también de todos los organismos que dependen y viven de él (Porta et al., 2003).
Como entidad viva, el suelo alberga organismos a los que les brinda nutrientes, sitio de desarrollo,
etc., y dentro de ellos una parte importante la constituyen los microorganismos Se consideran
microorganismos del suelo aquéllos que miden <200µm; en esta categoría se encuentran protozoos
y algunos nématodos, así como bacterias, actinomicetos, hongos y algas. Las bacterias son
organismos unicelulares cuyo tamaño no supera en general de 0.5 a 1 µm de diámetro y 2 µm de
largo; son las más numerosas en el suelo. El crecimiento microbiano más importante tiene lugar en
la superficie de las partículas del suelo, normalmente en la zona conocida como rizosfera. Se
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estima que en un gramo de suelo en buen estado se puede encontrar hasta 600 millones de
bacterias, correspondiente entre 15 y 20 mil especies (Contreras, 2005).
Los protozoos son invertebrados, heterótrofos, esencialmente unicelulares de (5 a 40 Pm). Se
hallan en los horizontes de la superficie del suelo asociados a restos vegetales en descomposición.
Los hongos son heterótrofos y aerobios, desarrollan estructuras filamentosas denominadas micelios
formando largas hifas individuales de 1 a 20 μm de diámetro, lo que hace que su biomasa llegue a
ser comparable a la de las bacterias, a pesar de ser menos numerosos (Porta et al., 2003).
Dentro de los factores formadores del suelo los microorganismos juegan un papel muy importante
pues son los encargados de la fertilidad del suelo y degradación de la materia orgánica; además,
gracias al proceso de degradación, se liberan ciertos elementos esenciales para la nutrición de las
plantas; así, la fertilidad del suelo se puede ver incrementada por la presencia de azufre, fósforo, o
manganeso entre otros (Porta et al., 2003), además de ser indispensable en los ciclos
biogeoquímicos tanto del carbono, nitrógeno, mercurio como de muchos otros elementos.
Para que exista un adecuado crecimiento orgánico en el suelo, deben cumplirse ciertas condiciones
y combinarse factores diversos, cuando algunos factores importantes, como temperatura, pH
extremo, o contaminación química se imponen en un ambiente natural, la biota del suelo se ve
afectada, así como los procesos que regulan estos microorganismos ( Oliveira y Pampulha, 2006).
El suelo puede llegar a contaminarse con metales pesados, por variedades de fuentes
antropogénicas como la minería una de ellas. Varios estudios han demostrado que los parámetros
microbianos pueden ser utilizados como indicadores de cambio de condiciones de suelo causadas
por contaminación química.
Las aportaciones de contaminantes químicos a los suelos y especialmente la referida a metales
pesados, se ha asociado entre otras, a las actividades mineras, México posee una rica historia en
yacimientos minerales. La génesis del mercurio en el Municipio de San Joaquín, Qro ha sido
relacionada directamente con el magmatismo cenozoico. La mineralización se manifiesta a través
de yacimientos de tipo hidrotermal, casi, siempre en el entorno de los cuerpos intrusivos que allí
afloran. La mena de mercurio, aparece en la naturaleza como sulfuro de mercurio (HgS) o
cinabrio. Este mineral se aloja en fallas y fracturas formando vetas, de donde se deduce que la
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mineralización ha sido controlada por un factor geológico de tipo tectónico-estructural. Las vetas
de cinabrio, que están encajonadas preferentemente en las formaciones carbonatadas del Cretácico
Inferior, son acompañadas por minerales de ganga como la calcita y el cuarzo, por lo que existe
también un factor geoquímico de tipo sílice-carbonato que parece controlar la mineralización del
mercurio en la región de San Joaquín (Martínez-Reyes et al., 2009).
La tradición minera en el país se remonta a la época prehispánica, con la explotación de
yacimientos ubicados principalmente en las zonas de Taxco, Pachuca, Guanajuato y Querétaro
(Cuapio et al., 2004). El distrito minero de San Joaquín, Querétaro ha sido una zona importante de
producción de mercurio durante distintas épocas. Se tienen indicios de minería incipiente durante
el periodo prehispánico evidenciado por tiros y socavones localizados al fondo de la barranca
aledaña a la zona arqueológica de Ranas, atribuidas a la cultura chichimeca serrana que fundó este
asentamiento. El mineral de mercurio que se explotaba como cinabrio era utilizado como pigmento
y como ofrenda (Cuapio et al., 2004).
En la Sierra Gorda la presencia del cinabrio y azogue (o mercurio nativo) propició que sus
habitantes desarrollaran técnicas mineras y metalúrgicas. La producción de éste en la región fue
variable durante la época prehispánica. Las minas resultaron irregulares ya que su desarrollo era
definido por la misma formación geológica; sin embargo, fueron perfectamente estables “como lo
prueba el hecho de que tantas y tantas obras mineras están aún abiertas desde hace 10, 20 o más
siglos en esta sierra”. La minería resurgió con irregularidad y muy lentamente durante el período
virreinal y alcanzó un auge muy importante aunque breve, en el tercer cuarto del siglo XX, entre
1954 y 1976 (Langenscheidt, 2006).
El impacto de la minería sobre el ambiente y la salud, se relaciona con la composición química y
concentración del mineral que se está extrayendo. En el caso del mercurio se conoce que ingresa al
suelo bajo la forma de mercurio metálico, puede llegar a oxidarse hasta la forma divalente (Hg2+),
una vez que el mercurio es oxidado interactúa con la superficie de los suelos a través de las
reacciones de adsorción, acomplejamiento entre otros, a fin de producir las diferentes especies
geoquímicas. (Carrasquero y Adams, 2003). Las especies de mercurio difieren grandemente en sus
propiedades, pero todas son tóxicas.
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El mercurio es un elemento muy dañino para la salud pública y el medio ambiente; es
relativamente raro en la corteza de la tierra que es liberado por procesos naturales tales como la
erosión y vulcanismo así como por la minería (Gochfeld, 2003). Debido a la actividad
antropogénica, el mercurio puede causar deterioro en los ecosistemas, dañando las tierras de
cultivo, contaminando cuerpos de agua, así como el ingreso y la acumulación del metal en la
cadena alimenticia.
La contaminación de suelos se asocia con la entrada de sustancias que, a partir de una cierta
concentración, deben de considerarse como no deseable. El suelo puede contener una gran
variedad de elementos químicos, por lo que puede parecer difícil establecer a partir de qué
momento, un mismo elemento deja de ser beneficioso o indiferente, para pasar a tener la categoría
de contaminante. Para determinar la extensión y naturaleza de un sitio contaminado se debe
caracterizar el sitio mediante actividades de muestreo y análisis esto proveerá las bases para
adquirir la información técnica necesaria para desarrollar, proyectar, analizar y seleccionar técnicas
de limpieza más apropiadas. La caracterización se realiza en etapas, debido a que su principal
objetivo es la toma de decisiones basadas en información existente (Volke et al., 2005).
En este sentido, la caracterización de los suelos con metales pesados, resulta ser fundamental para
entender el comportamiento de los contaminantes así como la influencia que ejercen tanto en el
desarrollo del suelo como en la interacción de este recurso con otros elementos del ecosistema,
como sería la población bacteriana del suelo.
Es necesario llevar a cabo una caracterización de suelos de la región minera de San Joaquín Qro,
ya que si bien se sabe de la existencia de mercurio en estos, tanto por la formación geológica del
lugar y como por la actividad minera, las propiedades físicas y químicas de estos suelos pueden
arrojar datos importantes en cómo está afectando al ambiente, y cómo influyen estos factores en la
biota del suelo, en este caso las bacterias.
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2. ANTECEDENTES
2.1 El suelo
Casi todos los suelos se forman a partir de roca (llamada roca madre) que es degradada
paulatinamente en partículas cada vez más pequeñas por procesos de intemperismo biológico,
químico y físico. Otros factores formadores del suelo son: el clima, los organismos vivos, el
relieve y el tiempo. Su acción determina la dirección, velocidad y duración de los procesos
formadores. La desintegración de la roca sólida en partículas minerales cada vez más finas y la
acumulación de materia orgánica en el suelo requieren un tiempo muy largo, por lo común de
miles de años. El suelo se forma de manera continua a medida que se va degradando la roca
madre. El espesor del suelo varía desde una película delgada hasta más de 3 metros (suelos
desarrollados) (Porta et al 2003).
El suelo está constituido por capas llamadas horizontes; el arreglo de los horizontes en el suelo se
llama perfil edáfico. Los horizontes se definen como una capa de suelo aproximadamente paralela
a la superficie, con características producidas por los procesos de formación, la textura, el espesor,
el color, la naturaleza química y la sucesión de los diferentes horizontes que caracterizan un suelo
y determinan su calidad. Los niveles que resultan de los procesos de formación de un suelo se
clasifican en seis grupos u horizontes principales O, A, E, B, C, R, los horizontes se observan en
la Figura 1 (Miller, 1994; Jaramillo, 2001 citado en Volke et al., 2005). La mayoría de los suelos
desarrollados poseen al menos los horizontes A, B, C, otros suelos no tan desarrollados carecen de
estos horizontes.
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Figura 1. Esquema que muestra un perfil de suelo y los distintos horizontes que lo conforman. Modificado de enciclopedia en carta 2009 (Fuente: www.microsoft.com/spain/encarta). 2.1 Propiedades del suelo
Una propiedad física química o biológica del suelo es aquélla que caracteriza al suelo; por
ejemplo, la composición química y la estructura física del suelo están determinadas por el tipo de
material geológico del que se origina, por la cubierta vegetal, por el tiempo en que ha actuado el
interperismo (desintegración por agentes atmosféricos), por la topografía y por los cambios
artificiales resultantes de las actividades humanas a través del tiempo (Sposito 1989), citado en
Volke et al., 2005.
El horizonte B (iluvial) incluye las capas en las cuales tiene lugar la sedimentación proveniente de las capas superiores y a veces de las inferiores. Es la región de máxima acumulación de materiales como los óxidos de hierro, aluminio y de arcillas.
Horizonte O, compuesto principalmente por hojas, desechos animales, hongos y otros materiales orgánicos parcialmente descompuestos.
El horizonte A, es una mezcla porosa de materia orgánica descompuesta (humus), organismos vivos y algunas partículas minerales.
Zona de lavado infiltración: Capa mineral en la que ocurren pérdidas de arcillas, minerales y cationes por lixiviación, generándose una acumulación de arena y limo.
Material parental, capa compuesta por rocas, difícil de penetrar excepto por fracturas
Horizonte C, material parental parcialmente descompuesto, zona poco afectada por procesos pedogéneticos, compuesta por sedimentos y fragmentos de roca; presenta acumulación de sílice, carbonatos y yeso.
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Las propiedades físicas de un suelo tienen mucho que ver con la capacidad que el hombre les da
para muchos usos. Las características físicas de un suelo en condiciones húmedas y secas para las
edificaciones, la capacidad de drenaje y de almacenamiento de agua, la plasticidad, la facilidad
para la penetración de las raíces, la aireación, la retención de nutrimentos de las plantas, etc. están
íntimamente conectados con la condición física del suelo (Porta et al., 2003).
2.2 Propiedades físicas
2.2.1 Textura del suelo
La textura de un suelo está determinada por las cantidades de partículas minerales inorgánicas
(medidas como porcentajes en peso) de diferentes tamaños (arena, limo y arcilla) que contiene. La
proporción y magnitud de muchas reacciones físicas, químicas y biológicas en los suelos están
gobernadas por la textura, debido a que ésta determina el tamaño de la superficie sobre la cual
ocurren las reacciones, además de la plasticidad, la permeabilidad, la facilidad para trabajar la
tierra, la sequedad, la fertilidad y la productividad que varían dependiendo de la región geográfica.
Las partículas de arena son comparativamente de tamaño grande (0.05-2mm) y, por lo tanto,
exponen una superficie pequeña comparada con la expuesta por un peso igual de partículas de
arcilla o de limo. La función que ésta tiene en las actividades físicas y químicas de un suelo es casi
insignificante, las arenas aumentan el tamaño de los espacios de los poros entre las partículas,
facilitando el movimiento del aire y del agua de drenaje. El tamaño de partícula de los limos va de
0.002 a 0.05mm, tiene una velocidad de intemperización más rápida y una liberación de
nutrimentos solubles para el crecimiento vegetal mayor que la arena. Los suelos limosos tienen
gran capacidad para retener agua disponible para el crecimiento vegetal. Las partículas de limo se
sienten suaves, semejantes a un polvo y tienen poca tendencia a reunirse o a adherirse a otras
partículas (Buckman y Brady, 1966).
El tamaño de partícula de los suelos arcillosos es menor a 0.002mm; tienen la capacidad de
retener agua contra la fuerza de gravedad. La fracción de arcilla, en la mayoría de los suelos, está
compuesta de minerales que difieren grandemente en composición y propiedades en comparación
con la arena y el limo. El componente arcilloso de un suelo es fundamental para determinar
muchas características de éste, debido a que las partículas de arcilla tienen un área superficial
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mayor. Cada partícula de arcilla tiene cargas eléctricas negativas en su superficie externa que
atraen y retienen cationes de manera reversible. Muchos cationes como potasio (K+) y magnesio
(Mg), son esenciales para el crecimiento vegetal y son retenidos en el suelo por las partículas de
arcilla.
2.2.2 Porosidad
Fracción agua/gases. Los espacios o poros que hay entre partículas sólidas (orgánicas e
inorgánicas) del suelo, contienen diversas cantidades de dos componentes inorgánicos clave: el
agua y el aire. El agua es el principal componente líquido de los suelos y contiene sustancias
minerales, oxígeno (O2) y bióxido de carbono (CO2) en disolución, mientras que la fase gaseosa en
los suelos está constituida por aire. Dependiendo del contenido de humedad del suelo, los poros se
encuentran ocupados por agua o por aire (Aguilera, 1989).
2.2.3 Densidad Aparente
La densidad aparente, es la medida en peso del suelo por unidad de volumen (g/cc), se analiza con
suelos secados al aire o secados en la estufa a 110˚C. La densidad aparente está relacionada con el
peso específico de las partículas minerales y las partículas orgánicas así como por la porosidad de
los suelos. Si se considera cierto volumen de suelo en sus condiciones naturales, es evidente que
solo cierta proporción de dicho volumen está ocupada por el material del suelo (Aguilera, 1989).
El resto lo constituyen espacios intersticiales que, en condiciones ordinarias de campo, están
ocupados en parte por agua y en parte por aire. El peso de la unidad de volumen de suelo con
espacios intersticiales es lo que da la densidad aparente (Wooding, 1967).
Casi todos los suelos minerales tienen una densidad aparente que varía de 0.4 a 2.0 g/cc. La
densidad aparente es importante para estudios cuantitativos de suelo. Los resultados de las
densidades aparentes son fundamentales para calcular los movimientos de humedad, los grados de
formación de arcilla y la acumulación de los carbonatos en los perfiles de suelo, Los suelos
orgánicos tienen muy baja densidad aparente en comparación con los suelos minerales (Aguilera,
1989).
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2.2.4 Densidad Real
Un medio de expresión del peso del suelo se manifiesta según la densidad de las partículas sólidas
que lo constituye. Normalmente se define como la masa (o peso) de una unidad de volumen de
sólidos del suelo y es llamada densidad de la partícula; aunque pueden observarse variaciones
considerables en la densidad de los suelos minerales, individuales; la mayor parte de los suelos
normales varían entre los límites estrechos de 2,60 a 2,7 g/cc. Debido a que la materia orgánica
pesa mucho menos que un volumen igual de sólidos minerales, la cantidad de ese constituyente en
un suelo afecta marcadamente a la densidad de partículas. Como consecuencia, los suelos
superficiales poseen generalmente una densidad de partículas más baja que la del subsuelo. La
densidad más alta en estas condiciones, suele ser de 2,4g/cc. También se le define como el peso de
un volumen conocido comparado con el peso de volumen igual de agua (Buckman y Brady,
1966).
2.3 PROPIEDADES QUÍMICAS
La química de suelos es la ciencia que estudia las propiedades químicas del suelo y de sus
componentes inorgánicos y orgánicos, así como los fenómenos a que da lugar la mezcla de esos
componentes. (Bornemisza, 1982). Algunas propiedades químicas del suelo son:
2.3.1 pH del Suelo
Una de las características del suelo más importantes es su reacción, ésta ha sido debidamente
reconocida debido a que los microorganismos y plantas superiores responden notablemente tanto a
su medio químico, como a la reacción del suelo y los factores asociados con ella. Tres condiciones
son posibles: acidez, neutralidad, y alcalinidad (Buckman y Brady, 1966).
Por lo general la acidez del suelo es común en todas las regiones donde la precipitación es alta, lo
que ocasiona la lixiviación de grandes cantidades de bases intercambiables de los niveles
superficiales de los suelos; en este caso, la solución del suelo contiene más iones hidrógeno (H+)
que oxidrilos (OH-). Los suelos alcalinos son característicos de las regiones áridas y semiáridas; la
alcalinidad se presenta cuando existe un alto grado de saturación de bases. La presencia de sales
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especialmente de calcio, magnesio y sodio en formas de carbonatos da también preponderancia a
los iones (OH-) sobre los iones (H+) en la solución del suelo (Millar et al., 1971).
Existen dos grupos de factores que provocan cambios en el pH del suelo: (1) los que resultan del
aumento del hidrógeno adsorbido y (2) los que aumentan el contenido de bases adsorbidas. Uno de
los factores que provocan la acidez en el suelo es la descomposición de la materia orgánica ya que
se forman ácidos tanto orgánicos como inorgánicos; el ácido orgánico que se encuentra con mayor
frecuencia es el ácido carbónico (CO3 H2). Éste ácido remueve grandes cantidades de bases por
disolución o lixiviación. Los ácidos inorgánicos, tales como ácido sulfúrico (H2SO4) y el ácido
nítrico (HNO3), son reservorios importantes de iones H en el suelo. (Buckman y Brady, 1966).
Cualquier proceso que pueda aumentar el contenido de bases intercambiables como el Ca, Mg, K y
Na, contribuirá a la reducción de la acidez y aumento de la alcalinidad. Uno de los procesos de
formación de bases es el intemperismo ya que extraen cationes cambiables de los minerales y los
hacen aprovechables por adsorción. Otro proceso es la adición de materiales que contienen bases
tales como las calizas; las aguas de riego son otro factor ya que el agua contiene sales minerales de
diferente tipo, siendo sus cationes adsorbidos por los coloides del suelo. Las condiciones que
permiten a las bases intercambiables permanecer en el suelo aumentarán también los valores de pH
(Buchkman y Brady, 1966).
Algunas de las fluctuaciones de pH ocurren durante las diferentes estaciones del año, por ejemplo
durante el verano el pH de los suelos minerales tiende a disminuir sobre todo bajo cultivo, debido a
los ácidos producidos. En invierno y primavera se observa un aumento del pH, seguramente a
causa de las actividades bióticas. Como resultado, la influencia de la alcalinización de la solución
tenderá a aumentar el pH. Los microorganismos del suelo son influenciados por las fluctuaciones
de la reacción de la solución del suelo. Las bacterias y los actinomicetos funcionan mejor en suelos
minerales con pH intermedios y elevados, siendo su actividad muy reducida cuando el pH
desciende por debajo de 5.5. Un suelo con pH intermedio, por ejemplo de 6 a 7, es el que presenta
mejor régimen biológico, ya que las condiciones nutrientes son favorables sin ser extremas y la
asimilación del fósforo está en el máximo (Porta et al., 2003).
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 11
De acuerdo a los valores de pH la clasificación de suelos puede variar entre los expertos de la
ciencia del suelo, sin embargo, de manera general se dice que un suelo es fuertemente ácido si su
pH es menor que 5.0 lo que indica que es muy deficiente en bases; moderadamente ácido, si el
suelo tiene un pH que varía de 5.0 a 6.0, lo que indica moderada deficiencia de bases; ligeramente
ácido cuando el suelo tiene un pH menor que 7.0 pero generalmente más que 6.0; neutro debido a
que tiene un pH de aproximadamente 7.0; básico cuando el suelo tiene un pH mayor a 7.0 y
alcalino cuando el pH es mayor a 8.5 cuando esto sucede indica la presencia de sodio. Esta
clasificación del valor de pH se ve influenciado por los procesos antes mencionados (Porta et al.,
2003).
2.3.2 Capacidad de Intercambio Catiónico
La capacidad de intercambio catiónico (CIC) de una muestra de suelo o de alguno de sus
componentes, expresa: el número de moles de iones de carga positivos adsorbidos que pueden ser
intercambiados por unidad de masa seca, bajo unas condiciones dadas de temperatura, presión,
composición de la fase liquida y una relación de masa-solución dada. Un mol de carga positiva
equivale a 6.02X1023 cargas de cationes adsorbidos.
En unidades SI la CIC se expresa en centimoles de carga positiva por kilogramo, cmol(+) kg-1 o
bien cmolc kg-1. Con anterioridad se venía utilizando como unidad el meq/100g, cuyo uso se halla
todavía muy extendido. El valor numérico es el mismo con ambas unidades (Porta et al., 2003).
2.3.3 Materia orgánica
La materia orgánica del suelo constituye la fracción orgánica que incluye residuos vegetales y
animales en diferentes estados de descomposición, tejidos y células de organismos que viven en el
suelo así como sustancias producidas por los organismos del suelo. La parte más estable de esta
materia orgánica se llama humus, que se obtiene de la descomposición de la mayor parte de las
sustancias vegetales o animales añadidas al suelo. La fracción orgánica del suelo regula los
procesos químicos que allí ocurren, influye sobre las características físicas y es el centro de casi
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todas las actividades biológicas en el mismo, incluyendo la microflora y la fauna (Bornemisza,
1982).
Los proceso químicos en lo que interviene la materia orgánica son:
1.- El suministro de elementos nutritivos por la mineralización en particular la liberación de
nitrógeno, fósforo, azufre y micronutrientes disponibles para las plantas.
2.- La estabilización de la acidez del suelo por su poder amortiguador.
3.- La contribución a la capacidad de cambio catiónico de los suelos, importante para los suelos de
textura arcillosa de tal capacidad de cambio y elevada retención de cationes.
4.- La regularización de los niveles de disponibilidad de nutrimentos principales y de elementos
menores mediante la formación de sustancias orgánicas que constituyen compuestos solubles, no
iónicos (complejos internos) con cationes de valencia variable, Estas sustancias llamadas
“quelatos”, móviles en el suelo, son también importantes en los procesos edafogenéticos. Se sabe
que los ácidos orgánicos del suelo influyen de manera apreciable en la solubilización y
movilización de componentes inorgánicos (Bornemisza, 1982).
5.- Los fenómenos de absorción.
La materia orgánica también afecta algunas propiedades físicas muy importantes del suelo como:
- La estructura del suelo; favoreciendo la formación de agregados individuales, reduciendo la
agregación global del suelo y disminuyendo la plasticidad del mismo.
- El uso más eficiente del agua; se sabe que la materia orgánica mejora la infiltración del
agua en el suelo (Bornemisza, 1982).
3. METALES PESADOS EN LOS SUELOS
El suelo como ya se mencionó es un recurso natural, de suma importancia del que depende el ser
humano; representa un historial casi permanente de dispersión, depósito y transformación de
elementos procedentes tanto de materiales geológicos como de actividades antropogénicas que
generan problemas del suelo o acentúan los ya existentes, como agotamiento de minerales, erosión,
salinización o adición de metales pesados; estos últimos se conocen como causantes de problemas
en las actividades agropecuarias, en la industria, en la salud pública y en las aéreas naturales
(Hernández et al., 2005).
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 13
Un metal es un elemento que es buen conductor de la electricidad, es flexible y posee brillo,
algunos metales son necesarios para los seres vivos, tales como el magnesio, cobre, manganeso,
hierro, zinc, y selenio, pero pueden llegar a ser tóxicos si rebasan ciertos límites de concentración
en el organismo. Químicamente se entiende por metal pesado aquel cuya densidad es mayor de
5g/cm3, pero la costumbre ha hecho que la connotación se emplee para aquéllos que son tóxicos y
que en realidad abarcan los grupos de transición y postransición (Cd, Cr, Cu, Ni, Pb, y Zn) al igual
que el de los metaloides (As, Hg y Se) (Jiménez, 2001).
El mercurio (Hg) es un líquido metálico 13.6 veces más denso que el agua, tiene un valor de
presión significante 1.22x10-3 mmHg a 20 °C y calor de vaporización de 14.7 cal mol-1 a 25 °C.
En la naturaleza, el Hg puede existir como metal o formando parte de compuestos orgánicos e
inorgánicos. Entre las características geoquímicas más importantes del Hg se encuentra la afinidad
para establecer uniones muy fuertes con el azufre (S) y forma compuestos organomercúricos
relativamente estables en medios acuosos. El sulfuro de mercurio (HgS), conocido como cinabrio,
es el mineral de mercurio más frecuente en la naturaleza.
Las especies de Hg inorgánico se presentan como divalente [Hg(II)], monovalente [Hg(I)] y sin
carga (Hg0, metal líquido). El Hg(II) forma complejos fuertes con el Cl- en ambiente oxidante,
intensificando la solubilidad y también muestra una alta afinidad por los sulfuros en ambientes
reductores, formando HgS insoluble. El Hg (II), pero no el Hg(I) es estable en solución acuosa a
pH neutro. El Hg(I) existe como Hg22+ en ambientes ácidos. El Hg(II) se encuentra frecuentemente
en forma gaseosa, en soluciones acuosas y forma complejos sencillos con Cl- a pH 7 produciendo
HgCl+ soluble, y HgCl2 incluso a bajas concentraciones de Cl-. A pH neutro y básico, el Hg2+
forma complejos fuertes con OH- Cl- y compuestos orgánicos, pero está presente únicamente en
cantidades traza en la mayor parte del medio ambiente (Davis et al, 1997).
El mercurio (Hg) se usa mucho en los sectores industrial, médico y agrícola. Se han registrado
más de 2000 aplicaciones distintas (Internacional Joint Comisión, 1993). En Estados Unidos se
emplea para la fabricación del cloro y sosa (28%), pilas (28%) y pinturas (12%). En Canadá, el
42% se emplea para aparatos eléctricos o industriales y el 58% para la fabricación electrolítica
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 14
(principalmente cloro y sosa). Es subproducto durante la combustión del carbón y el petróleo
(Jiménez, 2001).
En el sector industrial es utilizado para la fabricación de tubos fluorescentes y ciertos aparatos
eléctricos; en la fabricación de plásticos como catalizador, en la fabricación de espejos y acabado
de superficies, para la fabricación de conductores y baterías; en la industria farmacéutica para la
fabricación de termómetros, amalgamas, en el sector agrícola los compuestos del Hg orgánico eran
usados como fungicidas en el tratamiento de semillas.
El Hg que se encuentra en forma inorgánica, generalmente en agua potable, es deficientemente
absorbido y afecta al riñón. La forma inorgánica es como ion Hg2+, que tiene una afinidad muy
especial por enzimas y catalizadores del cuerpo humano y se sintetiza en la naturaleza, y por el
hombre, a partir de Hg inorgánico. El Hg es tóxico y no cumple con ninguna función fisiológica
útil para el hombre, destruye el tejido celular, ataca el sistema nervioso central, afecta los sentidos
y finalmente provoca la muerte. El Hg y sus compuestos inorgánicos no son rápidamente
absorbidos en el torrente sanguíneo cuando es ingerido, situación que no sucede cuando entra por
los pulmones.
Las consecuencias toxicológicas de exposición de Hg a humanos fueron ampliamente reconocidos
en los años cincuentas y sesentas en Japón e Irak. En Minamata Japón la población local sufrió
envenenamiento al consumir peces contaminados con mercurio por las descargas de este elemento
en las aguas locales. En Irak la población fue expuesta a altos niveles de Hg al consumir semillas
que habían sido tratadas con fungicidas mercuriales como conservadores. En ambos casos la forma
del mercurio no fue inorgánica (Davis et al., 1997).
3.1 Cantidad de mercurio en suelos y sedimentos límites máximos permisibles
La abundancia del mercurio en la corteza terrestre se ha reportado desde 0.08 ppm; la
concentración en suelos no contaminados llega a ser de 0.007 ppm, (Lutz, 2005).
En una revisión hecha sobre la geoquímica y bioaccesibilidad de mercurio en suelos y sedimentos
Davis et al, (1997) afirman que los niveles de Hg son generalmente <10 ng/g en materiales tales
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 15
como granito, feldespatos y arcillas mientras que, el nivel en suelos no mercurificos y sedimentos
en áreas no directamente impactadas por descargas antropogénicas o emisiones volcánicas pueden
tener un rango que va de 50 a 200 ng/g incrementándose con la proximidad a áreas urbanas.
Hernández et al mencionan (2005) que el contenido de mercurio en todas las rocas magmáticas es
muy bajo, no excediendo de 0.01μg·kg-1. En calizas y dolomitas, los rangos varían de 0.04 a 0.05
μg·kg-1; reportando una mayor concentración para rocas sedimentarias de origen terrígeno,
incluyendo sedimentos arcillosos, en particular en pizarras y esquistos ricos en materia orgánica,
de 0.20 a 0.40 μg·kg-1, además; de el contenido medio de Hg en el suelo puede ser considerado en
un rango de 50 a 300 μg·kg-1. Por consiguiente, los contenidos de Hg que sobrepasen estos valores,
pueden ser considerados como contaminación antropógenica o proceder de cualquiera otra fuente
(Kabata-Pendias y Pendias, 1992). Finnecy y Pearce (1986) establecen como concentración
máxima permisible para condiciones europeas 2.0 μg·kg-1; mientras que Page et al. (1988) sugieren
que para condiciones canadienses el límite permisible es 0.5 μg·kg-1 (Hernández et al., 2005).
Generalmente, los suelos orgánicos tienen una mayor concentración de mercurio que los suelos
minerales. Esto es debido básicamente, a la capacidad que tiene el humus de ligarse con el Hg
(Johansson et al., 1988). Datos reportados para distintos suelos en ambientes diversos señalan una
concentración media de Hg que no sobrepasa las 400 μg·kg-1. Los niveles medios más elevados se
reportaron en Histosoles de Canadá (400 μg·kg-1). En suelos inundados en Japón y Vietnam, se
reportaron para ambos suelos 350μg·kg-1. De igual manera, en suelos orgánicos y arcillosos de
Estados Unidos, las concentraciones promedio más altas se encontraron en Histosoles con un
contenido de 280 μg·kg-1 y en suelos limosos con 130 μg·kg-1. Probablemente los suelos orgánicos
y los inundados retengan una mayor cantidades de Hg (Hernández et al., 2005).
La norma oficial de México establece que la cantidad de mercurio permisible en suelo agrícola,
residencial o comercial es de 23 mg/kg; y para uso industrial es de 310 mg/Kg; el contenido limite
en agua es de 0.020 mg/L si se rebasan estas cifras se considera como sitio contaminado.
4. CICLO DEL MERCURIO E INTERACCIÓN BACTERIANA
Los elementos químicos transitan sucesivamente por los distintos compartimentos que integran el
ecosistema en el que se encuentren. Este compartimento da lugar a un ciclo cuyas características
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 16
son específicas para cada elemento. La intervención de los seres vivos en los ciclos de los distintos
elementos en la naturaleza lleva a denominarlos ciclos biogeoquímicos. En el ciclo
biogeoquímicos de un elemento, éste sufre cambios en su estado de oxidación y se mueve de un
compartimento a otro del sistema. El potencial de un ecosistema para actuar en el ciclo
biogeoquímicos depende de las características, cualitativas y cuantitativas de los microorganismos
de dicho ecosistema. Los microorganismo desempeñan un importante papel en el ciclo al degradar
y sintetizar compuestos orgánicos ya que al morir liberan la energía de sus constituyentes que
vuelve a ser disponible para el crecimiento de nuevos organismos en el sistema (Porta et al., 2003).
La causa principal de la existencia del Hg en la atmósfera son las emisiones naturales que se
derivan de la actividad volcánica y la combustión de combustibles fósiles; en suelos y sedimentos
es el intemperismo de rocas y suelos. Las entradas de Hg en el ambiente inciden en la cadena
alimenticia y por ello, actualmente es considerado como un riesgo a la salud en muchas áreas,
especialmente donde la industria es la fuente principal de contaminación de Hg. Sin embargo la
gran mayoría de los flujos de Hg son re-emisiones de la liberación de Hg a partir de fuentes
antropogénicas y depósitos transportados (Krabbenhoft et al., 2006).
El ciclo del mercurio se lleva a cabo en cuatro compartimentos conectados entre sí, (atmosférico,
terrestre, acuático y biótico) que controlan la especiación y el flujo del Hg. Éste es emitido a la
atmósfera en forma elemental (Hg0). La estimación actual de la emisión de Hg total post industrial
en la atmósfera es de cerca de 25Mmol, incluyendo mercurio de fuentes naturales y
antropogénicas; se estima que esta última fuente contribuye con cerca de un 70% del total. La vida
media del Hg en la atmósfera es de 1-1.5 años (Krabbenhoft et al., 2006). Nriagu y Pacyna (1998)
mencionan que la entrada de Hg antropogénico en el ambiente es de 6x106 Kg/año.
La estimación total de Hg producido y las descargas en el ambiente por fuentes antropogénicas y
naturales en el transcurso de la historia son impresionantes, las cifras estiman que se producen
638x106 kg de Hg y 741x106 kg de Hg es liberado a la atmósfera, así como 118x106 kg es
liberado en el agua y 806x106 Kg liberado en el suelo (Crock, 1996).
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Davis et al., (1997) afirman que la especiación de Hg de fuentes antropogénicas es alrededor del
53% como Hg0, 37% como mercurio gaseoso reactivo y 10% asociado a partículas Hg.
Las emisiones de mercurio de suelos terrestres y compartimentos oceánicos son casi
exclusivamente de Hg0 con trazas de formas iónica de mercurio divalente (Hg(II)). El mercurio
elemental gaseoso tiene una alta volatilidad, baja reactividad, y baja tasa de disposición comparada
con la forma oxidada Hg (II). La transferencia de mercurio entre la atmósfera y la superficie de la
tierra es controlada por la oxidación de Hg0 y la reducción de las especies de Hg(II). Los suelos
terrestres representan un almacén muy grande de Hg; la especiación del Hg es dominada por
Hg(II). Una vez depositado, el Hg es rápidamente absorbido por las plantas y la capa de humus del
suelo y posteriormente por los constituyentes minerales. La concentración de mercurio total
encontrado en los sedimentos de humedales tiende a ser similar a aquéllos que se encuentran en las
capas de humus de suelo del bosque (Krabbenhoft et al., 2006).
El mercurio aportado al ciclo anterior por las actividades del hombre es un orden de magnitud
inferior al aportado por causas naturales. Los suelos del bosque generalmente tiene una
concentración máxima de metil mercurio en humus de <0.5 ng.g-1 y concentraciones
insignificantes en la fracción mineral. Los sedimentos en humedales pueden tener elevadas
concentraciones de metil mercurio, llegando en algunos casos a 40 ng.g-1 como una consecuencia
de tasas altas de biometilación en situ. En suelos y sedimentos el Hg probablemente está asociado
con materia orgánica y óxidos de hierro bajo condiciones oxidantes y con la materia orgánica y
sulfuros bajo condiciones reductoras. La fuerte asociación del mercurio con la materia orgánica es
debido a la gran cantidad de ésta en suelos y sedimentos. La materia orgánica interactúa con
óxidos de Fe y sulfuros, así los ciclos de oxido reducción del hierro que impacta a la materia
orgánica también impacta al Hg asociado (Krabbenhoft et al., 2006).
La evasión de Hg0 de compartimento terrestre es un importante componente del ciclo del Hg, que
es fuertemente controlado por la humedad del suelo, la luz incidental y la temperatura de suelo;
estos controles han sido demostrados para ambientes que contienen un amplio rango de
concentraciones de Hg en suelos y otros parámetros del suelo (Krabbenhoft et al., 2006).
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Las bacterias se observan íntimamente involucradas en las conversiones de compuestos
inorgánicos y orgánicos del mercurio. El primer descubrimiento de tales actividades microbianas
fueron hechas por Jensen and Jernelo (citado en Lutz, 2005) quienes demostraron la producción de
metilmercurio a partir de cloruro de mercurio (HgCl2); después de este descubrimiento
establecieron que la metilación se producía por bacterias y hongos.
Las bacterias y hongos logran reducir el Hg2 a Hg0; el mercurio elemental es adsorbido por el
suelo, sedimentos y sustancia húmicas o perderse en la atmósfera. Una parte del Hg2 llega a ser
metilado a través de la acción de bacterias y hongos. Algunos de los iones de mercurio cargados
positivamente como el metilmercurio así como iones de fenilmercurio, son fijados por suelos
cargados negativamente, partículas de sedimento y por materia húmica y, en consecuencia, llegar
hacer inmovilizados. Esto explica cómo las concentraciones son mayores en el mantillo que en
subsuelo; los iones que no son fijados son diseminados con el movimiento del agua. Algunos iones
de metilmercurio se convierten en dimetilmercurio volátil, el cual escapa rápidamente de la
atmósfera, suelo y agua.
Algunas bacterias metilan el metilmercurio formando dimetilmercurio volátil; esto es una forma de
destoxificación cuando ocurre en suelos o sedimentos ya que este compuesto es insoluble en agua
y escapando a la atmósfera. Tanto el metilmercurio como el fenilmercurio son reducidos a Hg0 por
algunas bacterias. El fenilmercurio también es convertido microbianamente a difenilmercurio. Sin
embargo, esta reacción no es enzimática, puesto que los microorganismos capaces de metabolizar
el mercurio son generalmente resistentes a sus efectos tóxicos. El ciclo del mercurio en la
naturaleza está bajo la influencia de los microorganismos (Lutz, 2005).
4.1 Biosorpción de Metales
En el conjunto de los procesos biológicos del suelo, la actividad microbiana es la más destacada.
La superficie bacteriana adsorbe un gran número de metales; los grupos carboxilo y fosforilo son
importantes en la unión de metales, aunque el grupo carboxilo puede elevar el pH y el grupo amino
puede ser importante en la sorción de aniones. Las constantes de protonación y constantes de
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estabilidad de metal varían ligeramente entre especies diferentes. La superficie bacteriana puede
adsorber apreciables cantidades de metales (Ahmad et al., 2005).
Ledin y colaboradores (Ahmad et al., 2005) demostraron que los microorganismos constituyen
<2% del total de masa del suelo y absorben más de 35% del agregado total de Zn, Cd, y Hg.
Similarmente se ha demostrado que la actividad microbiana en suelo reduce la disponibilidad del
Cd. Los microorganismos facilitan el transporte de metales a través de suelos arenosos por medio
de la generación de exopolisacáridos y la adsorción celular directa. La adsorción del cadmio a la
célula bacteriana facilita o inhibe el transporte del cadmio a través de la columna del suelo. Es
difícil la cuantificación completa de estos vectores de microorganismos-metal, se sabe que los
metales contaminantes alteran el metabolismo microbiano y no son bien conocidos los procesos
metabólicos que controlan la unión mineral a la superficie.
Los microorganismos del suelo pueden impactar la geoquímica del metal por una gama amplia de
mecanismos directos e indirectos. Entre los mecanismos directos se incluyen: biosorpción,
producción de agentes quelantes y alteración metabólica directa del estado de oxidación. Los
indirectos surgen de las interacciones microbiológicas con el ambiente circundante del suelo y es
mucho más difícil de cuantificar. Entre los mecanismos indirectos se incluyen: alteración del
estado de oxidación del metal por las reacciones con el Fe (II) u otro reductor generado
microbianamente, causando alteraciones químicas en la superficie de aluminosilicatos vía
reducción microbiana del Fe (III) , precipitación de carbonatos por ureolisis bacteriana, disolución
de carbonatos vía microbiana, formación de minerales del sulfuro vía microbiana, y nucleación
mineral en las superficies bacterianas (Ahmad et al., 2005).
4.2 Caracterización de la biota del suelo
La biología del suelo es un componente significativo de la calidad del suelo y juega un papel de
suma importancia en la fertilidad del suelo y en la producción primaria a través de la
descomposición de la materia orgánica y el ciclo de nutrientes. Las pruebas biológicas son una
herramienta importante para estudiar los impactos negativos de los contaminantes y para
caracterizar la composición y el funcionamiento de la biota del suelo (Mikanova, 2006).
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 20
Los bioindicadores microbianos se basan en la diversidad funcional y estructural de la comunidad
bacteriana. La diversidad funcional se define como número, tipo, actividad y tasa en los cuales un
conjunto de substratos es utilizado por una comunidad bacteriana. Entre los indicadores de
diversidad funcional, la utilización del modelo del carbono y la medida de actividades enzimáticas
expresada por la comunidad bacteriana entera, se ha sugerido como la herramienta útil para evaluar
el estado de la tierra. La diversidad estructural se define como el número de partes o elementos
dentro de un sistema, indicado por medidas tales como el número de especies, genes, comunidades
o ecosistemas. Varios índices como la riqueza de la especie, diversidad y uniformidad son
utilizados para describir la diversidad estructural de una comunidad que supervisa los cambios en
la diversidad microbiana debido a las fluctuaciones del ambiente, manejo de uso y contaminación
de la tierra. La diversidad estructural de una comunidad bacteriana es muy sensible a cambios del
medio ambiente ya que reaccionan con una alteración en su composición. En varios casos, la
variación en la población microbiana y actividad, podría funcionar también como un indicador de
cambio en la salud del suelo Avidano (2005) concluye, que el uso de distintos indicadores
biológicos, como el perfil metabólico en el suelo, el modelo de actividad enzimática, la densidad
bacteriana, la diversidad y riqueza de especies bacterianas parece ser más eficaz e informativo que
el análisis de solo parámetros.
Mikanova (2006) señala que diferentes parámetros microbianos son buenos indicadores de los
niveles de contaminación de suelos por metales pesados. La actividad enzimática puede ser un
indicador sensitivo de la actividad biológica total en un suelo.
Las enzimas pueden tener varios orígenes y son localizados en distintos componentes del suelo;
por esta razón, la actividad enzimática reacciona de diferente manera a diferentes tipos de
degradación de suelo. La actividad enzimática del suelo depende de las características físicas y
químicas del suelo y de los contaminantes tales como los metales pesados ya que estos factores
causan cambios en la actividad enzimática.
Mikanova (2006) también menciona que la biomasa microbiana puede ser usada como un
indicador de cambios en la composición de la materia orgánica.
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 21
Oliveira y Pampulha (2006) midieron como parámetros microbiológicos claves la actividad
enzimática de la deshidrogenasa que es muy sensitiva para determinar los efectos de metales
pesados en la actividad fisiológica de la biomasa microbiana del suelo. Otro parámetro es medir el
contenido de ATP y el número de bacterias aeróbicas en un cultivo, como la cantidad de unidades
formadoras de colonias; con tales parámetros, los resultados obtenidos reflejan que ciertos grupos
de microorganismos del suelo son particularmente sensitivos a una contaminación a largo plazo.
Müller et al., (2001) llevaron a cabo un estudio sobre la adaptación de comunidades bacterianas a
la contaminación del mercurio utilizando cajas llamadas Biolog micotitre (Ecoplates) en presencia
de Hg (II) y se compararon con Ecoplates libres de Hg(II). El suelo se trató con cuatro diferentes
concentraciones de mercurio. La diferencia en el perfil de utilización de sustrato, como se muestra
en el crecimiento en diferentes sustratos de carbono 31 en el Ecoplato, sugiere una adaptación de la
comunidad del suelo que se correlaciona con el nivel de exposición de mercurio en el suelo. De
forma similar, el crecimiento en platos micotitre suplementados con LB y los datos obtenidos de
un cultivo en cajas petri mostraron una mayor tolerancia de la comunidad bacteriana a mayores
niveles de mercurio en el suelo.
5. DESCRIPCIÓN FÍSICA DE LA ZONA DE ESTUDIO
5.1 Medio físico
5.1.1 Localización.
El municipio de San Joaquín se localiza al Oriente del Estado de Querétaro, entre las coordenadas
geográficas 99° 28’ y los 99° 40’ de longitud Oeste, y entre los 21° 03’ y 20 ° 52’ de latitud Norte;
la cabecera municipal se encuentra a una altura de 2422 msnm. Al norte y poniente limita con los
municipios de Atarjea, Xichú y Santa Catarina, pertenecientes al estado de Guanajuato; al oriente
por el municipio de Pinal de Amoles y al sur los municipios de Cadereyta de Montes y Tolimán.
El municipio, está conformado por 37 localidades y ocupa una superficie de 499.0 km2 el cual
representa el 7.2% del territorio estatal.
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5. 2 Geología
San Joaquín se ubicaen la provincia de la Sierra Madre Oriental, dentro de la subprovincia Carso
Huasteco; se localiza en su totalidad en la porción central-norte de la entidad. Está formada
principalmente por rocas marinas de cuenca, plataforma y arrecifales; con edades desde el Jurásico
Superior (150 millones de años) al Cretácico Superior (70 millones de años). En menor proporción
por rocas ígneas extrusivas e intrusivas del Terciario (50 millones de años) y sedimentos
continentales cuaternarios (menos de un millón de años) (Gómez et al., 2002).
Estructuralmente la región se caracteriza por la presencia de grandes fallas inversas así como
pliegues anticlinales y sinclinales orientados al NW-SE los cuales afectan a las formaciones
marinas mesozoicas. Tuvieron su origen durante la Orogenia Laramide a finales del Cretácico y
principios del Paleógeno. El fallamiento y fracturamiento cenozoicos, juntamente con el activo
magmatismo de esta era geológica favorecieron la mineralización de esta parte de la Sierra Gorda,
especialmente la mineralización de mercurio en la región de San Joaquín (Martínez-Reyes et al.,
2009).
5.2.1 Orografía
San Joaquín se encuentra enclavado en la Sierra Gorda de Querétaro, entre zonas montañosas y
boscosas; por lo que su topografía es muy accidentada, con cerros que llegan a los 2680 metros de
altura y barrancas profundas de hasta 700 metros. Estas montañas siguen el alineamiento de la
Sierra Gorda que se interna al sur-oriente, tal como se observa en Gatos, Azogues, San Joaquín y
San Juan Tetla, entre otros.
Las mayores elevaciones las constituyen los cerros de Maguey Verde, Mojonero y San Antonio,
en la Tabla No. 1 se muestran las coordenadas y la altitud de estas elevaciones.
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Tabla 1. Las mayores altitudes presentes en el municipio de San Joaquín Qro.
Cerro Coordenadas Altitud
Maguey Verde 99° 34’ 15” - 20° 56’ 45” 2300
Mojonero 99° 31’ 28” - 20° 56’ 08” 2340
San Antonio 99° 35’ 30” - 20° 55’ 23” 2680
5.2.2 Hidrografía
La red hidrológica municipal se encuentra dentro de la cuenca del río Moctezuma, aunque
formando parte de la subcuenca del Extórax. Desde el sur del municipio, el Arroyo Grande,
después llamado la Orduña, capta múltiples escurrimientos entre los que se encuentra el de la
Zahúrda, y el de la misma cabecera, que sale de San Joaquín con rumbo a Noreste para llegar al río
Extórax.
5.2.3 Clima
En el municipio prevalece el clima de tipo templado-húmedo con verano fresco y una temperatura
media anual de 13.6° C; siendo los meses de abril y mayo los más calurosos, con un promedio de
30° C. La precipitación pluvial anual promedio va de 600-1000 milimetros. La estación invernal se
presenta en los meses de noviembre, diciembre y enero, al cambiar la dirección de los vientos del
Norte que propician el descenso de la temperatura que, en algunos días, está por debajo de los –3°
C; ocasionando las denominadas “candelillas”. En el municipio prevalecen cuatro tipos de climas
(Tabla 2).
Tabla 2. Características de los cuatro tipos de climas presentes en el municipio de San Joaquín Querétaro. Tipo de Clima Tiempo de duración (%)
Semicálido subhúmedo, con lluvias en verano, de humedad media 19.8
Semicálido subhúmedo, con lluvias en verano, de menor humedad 34.2
Templado subhúmedo, con lluvias en verano, de mayor humedad 33.00
Templado subhúmedo, con lluvias en verano, de menor humedad 6.9
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5.2.4 Unidades y Uso del Suelo.
En el municipio de San Joaquín se presentan 5 grandes grupos de suelo (Gómez et.al., 2002).
Luvisol crómico, Cambisol, Regosol, Rendzina y Litosol.
Luvisol crómico: Presentan niveles medios de fertilidad, de color rojizo, ácidos y con un
horizonte de acumulación de arcilla; son suelos delgados con un contenido de materia orgánica de
pobre a moderado.
Regosol: Suelo joven, con una capa superficial delgada de color claro y en algunas ocasiones de
color obscuro, tiene baja capacidad de retención de humedad y con fertilidad baja.
Litosol: Puede ser de color gris negruzco o amarillo rojizo, según la roca de la que se origine; es
delgado en su horizonte superficial (menos de 10 cm), arenoso o arcilloso, con alto contenido de
calcio o magnesio, pero bajo en potasio.
Rendzinas: Son suelos de pradera delgados, de color oscuro y desarrollados sobre rocas calizas
blandas, de pH neutro a alcalino (Buckman y Brady, 1966).
Cambisol: Suelos con una fertilidad elevada, se sitúan sobre materiales precámbricos.
La actividad principal en el municipio es agrícola, en la que predomina la siembra de cultivos de
temporal y en menor medida, cultivos de riego. Otro porcentaje más pequeño es utilizado para
vivienda, comercio, oficinas y espacios públicos (Gómez et al., 2002).
5.3 Flora y Fauna
5.3.1 Flora
La vegetación originaria de San Joaquín corresponde de manera predominante a matorral xerófilo,
representado principalmente por matorral submontano, bosque de encino y pinos, así como bosque
tropical caducifolio. En el municipio de San Joaquín se encuentran pinares del tipo piñonero de la
especie Pinus cembroides, así como encinos de ocho a doce metros de alto dominados por Quercus
mexicana y Quercus castanea. La principal vegetación en el 60 % de la superficie del municipio es
de tipo boscoso (Gómez et al., 2002).
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5.3. 2 Fauna
Consiste en pequeñas especies como: coyote, zorra, tejón, tlacuache, ardilla, algunas de las aves
registradas en San Joaquín son: Cathrus guttatus (mirlillo solitario), Catherpes mexicanus
(Saltapared barranquero), Colibri thalassinus (Colibrí de orejas azules), Empidonax difficilis
(mosquerito barraquero).
6. MINERÍA EN LA SIERRA GORDA
En México la producción de mercurio proviene de yacimientos que se localizan principalmente en
los estados de San Luis Potosí, Querétaro y Guerrero (Martínez –Reyes et al., 2009).
El distrito minero de San Joaquín, Querétaro ha sido una zona importante de producción de
mercurio durante distintas épocas. Se tienen indicios de minería incipiente durante el periodo
prehispánico evidenciada por tiros y socavones localizados al fondo de la barranca aledaña a la
zona arqueológica de Ranas, atribuidas a la cultura serrana que fundó este asentamiento. El
mineral de mercurio que se explotaba era el cinabrio utilizado como pigmento y como ofrenda en
la región del clásico Maya (Cuapio et al., 2004).
El aprovechamiento prehispánico de la riqueza mineral de la sierra Gorda estuvo acorde con las
circunstancias particulares de cada tiempo y lugar. Así, se puede asegurar que durante la etapa
lítica (aproximadamente desde 30 000 hasta 7 000 a.C.) los habitantes de la sierra tuvieron un
mundo rústico de vida, de cazadores recolectores que aprovechaban las rocas y minerales para
producir puntas de proyectil y lascas cortantes, además de raspadores. Durante la etapa siguiente,
en los periodos Cenolítico superior y protoneolítico (entre 7000 y 2500 a.C.), afinaron sus
artefactos tallados y elaboraron “muelas” con mano, vasijas de piedra y metates, en la medida en
que se dedicaban a la agricultura, sobre todo al cultivo de maíz; además que los grupos se hacían
sedentarios. La riqueza mineral del cinabrio y azogue, presentes por muchas partes de la Sierra
Gorda, propició que sus habitantes desarrollaran precozmente las técnicas mineras y metalúrgicas.
En la Sierra Gorda el cinabrio y el azogue (o mercurio nativo) tuvieron una producción variable
durante la época prehispánica desde el siglo X d.C. Debido a su importancia regional durante
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aproximadamente doce siglos de explotación, la minería merece una mención especial en la
historia prehispánica de la Sierra Gorda. Se localizaba el yacimiento con base a de indicios
superficiales y se trabajaba el acceso siguiendo los hilos de la veta, lo que configuró pasadizos,
galerías, pozos, contrapozos y aún salones cuando se daba un ensanchamiento del yacimiento. Las
minas resultaron irregulares ya que su desarrollo era definido por la misma formación geológica;
sin embargo, fueron perfectamente estables “como lo prueba el hecho de que tantas y tantas obras
mineras están aún abiertas desde hace 10, 20 o más siglos en esta sierra”. La minería resurgió con
irregularidad y muy lentamente durante el periodo virreinal y alcanzó un auge muy importante
aunque breve, en el tercer cuarto del siglo XX, entre 1954 y 1976 (Langenscheidt, 2006).
El auge minero de San Joaquín se da en la década de los 60 del siglo pasado, a pesar de las
condiciones insalubres en que laboraban los mineros, la falta de tecnología para el desarrollo de las
minas y la obtención de mercurio en hornos de retorta muy rudimentarios. En esta zona se alcanzó
a producir hasta 3.9 toneladas de mercurio semanalmente, lo que permitió que México llegara a
ocupar el cuarto lugar como productor. Quedan como evidencia las ruinas de las instalaciones
mineras. A partir de los 70´s las obras mineras se detienen debido a la baja de los precios del
mercurio provocado por las características tóxicas del elemento y a la búsqueda de sustitutos para
su aplicación industrial. Algunas minas de mercurio que se encuentran en San Joaquín son: La
Maravilla, El Otatal, La Perla, La Lana, Los Puerquitos y La Azteca (Cuapio et al., 2004).
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7. HIPÓTESIS
Se asume que, debido a la presencia de innumerables minas de mercurio que se localizan en la
zona de estudio, los suelos, tendrán una correlación significativa entre algunas propiedades físicas,
químicas y biológicas de los suelos, con la concentración de mercurio total y el crecimiento
bacteriano.
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8. OBJETIVOS
-Determinar la correlación entre las propiedades físicas y químicas y la cantidad de mercurio total
en suelos de San Joaquín Qro.
-Determinar si las características de estos suelos afectan el crecimiento bacteriano
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9. MATERIALES Y MÉTODOS
9.1 Trabajo de campo
Se llevó a cabo un muestreo en el municipio de San Joaquín seleccionando 23 sitios
georreferenciados. Para la ubicación de estos se tomaron en cuenta las diferentes unidades de
suelo, sus distintos usos y ubicación respecto a sus actividades; la colecta de muestras se realizó
considerando un muestreo mixto, para ello se tomaron 4 submuestras de cada sitio a una
profundidad de 25cm; posteriormente se mezclaron, cuartearon y homogenizaron a fin de obtener
una muestra representativa. A continuación se muestra el mapa y una tabla con los sitios de
muestreo.
Figura 2. Mapa de los sitios muestreados en el municipio de San Joaquín Qro.
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Tabla 3. Nombres de los 23 sitios de Muestreo del Municipio de San Joaquín Qro.
SITIOS MUESTREADOS
1 La Maravilla
2 La Maravilla
3 Calabacillas
4 Santa Rita
5 Vergel
6 Santo Entierro
7 Mesa del Niño
8 Lagunitas
9 Noreste Ovejas
10 La Esperanza
11 El Deconí
12 Las Ovejas
13 La Fe
14 La Fe
15 Azogues
16 Mesa de Agua Fría
17 El Pacífico
18 Zona arqueológica de Ranas I
19 Zona arqueológica de Ranas I
20 Zona arqueológica de Ranas 4
21 Trincheras
22 Zona arqueológica de Toluquilla mina II
23 Zona arqueológica de Toluquilla edificio 54
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9.2 Métodos Analíticos.
Las muestras de suelos fueron secados a temperatura ambiente (22–25ºC), cuarteadas y tamizadas
con un tamiz de malla de 10 mm de abertura. Para la caracterización de estos suelos, se determinó
el pH en agua y en cloruro de potasio (KCl) mediante los métodos AS-02 y AS-04, siguiendo la
NOM-21-RECNAT 2000; porcentaje de materia orgánica por el método de Walkley y Black
(1947); Capacidad de Intercambio Catiónico CIC, por el método de versenato; textura por el
método de Bouyoucos (1963), la velocidad de infiltración y densidad aparente siguiendo de igual
manera la NOM-21-RECNAT 2000. La caracterización de propiedades biológicas abarcó la
determinación de actividad enzimática de la deshidrogenasa (Casida et al., 1964) y crecimiento
bacteriano y conteo de bacterias en medios de cultivo Agar Luria-Bertani (LB) y en Agar Medio
Mínimo (MM) y se hizo un conteo de Unidades Formadoras de Colonias (UFC) por cada muestra
de suelo en los dos medios de cultivo. Por otro lado, se llevó a cabo la determinación del contenido
de mercurio total utilizando un equipo de Espectrometría de Absorción Atómica modelo AMA
254, (Bartha et al, 2009).
9.2.1 Conteo Bacteriano, Unidades Formadoras de Colonias (UFC).
Para el Conteo Bacteriano (UFC) se pesó 1g de suelo seco tamizado, se colocó en un tubo de
ensaye y se diluyó en 9 ml de buffer Cloruro de sodio al .85% posteriormente se agitó durante 5
minutos con un vortex, se tomó un mililitro de la mezcla y se diluyó en otro tubo de ensayo con 9
ml de la solución salina y así sucesivamente hasta llegar a la dilución 10-4; de estas diluciones se
tomaron las más representivas que fueron las diluciones 10-2 y 10-3, de las cuales se tomaron 20µl
de la dilución del suelo que se colocaron en cajas petri que contiene Agar Luria- Bertani (LB) y en
Agar Medio Mínimo (MM). Las muestras se incubaron a temperatura de 27˚C durante 24 hrs. Esta
metodología se empleo para los 23 sitios de muestreo y la siembra se hizo por duplicado;
posteriormente se llevo a cabo el conteo de UFC, utilizando la siguiente fórmula:
Número de UFC g-1 de suelo = (número de colonias) (factor de dilución)
dilución inicial (ml)
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9.3 Método Estadístico
Con los datos obtenidos se llevó a cabo un análisis estadístico, utilizando correlaciones y análisis
de regresión múltiple manejando el programa STATISTICA.
10. RESULTADOS
10.1 Caracterización de las muestras
En la Tabla 4 se señalan los resultados de los análisis físicos y químicos, el contenido de mercurio
total, así como el crecimiento bacteriano.
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Tabla 4. Características físicas y químicas del suelo
*DR= densidad real, *VI= velocidad de infiltración, *MO = materia orgánica, *CIC= capacidad de intercambio catiónico, *Hg mercurio total, *TPF= Actividad enzimática de la deshidrogenasa* AgarLB UFC/g= unidades formadoras de colonias, * Agar MM UFC/g = unidades formadoras de colonias
Propiedades *D.R *V.I
mm/hr
*TEXTURA *pH
en
H2O
*MO
%
*Hg
Total
mg/Kg
*CIC(cmol/Kg) *µg
TPF/g
*AgarLB UFC/g
*AgarMM
UFC/g
Sitios
La Maravilla 2.35 153.8
Migajón arenoso 7.5 1.9 28.3 26.45 10.5 3x10 4 2.50x 10 4
La Maravilla 1.82 418.2
Migajón arcilloso 7.7 10.1 314.0 41.86 80.26 1.7X105 8.95x 105
Calabacillas
1.67 221.4
Migajón arcillo arenoso 7.8 14.2 336.0 57.5 202.81 1.X 105 0
Santa Rita 3.09 296.2 Franco 8.0 0.2 69.6 7.59 5.38 1.75X 105 4.50x104
Vergel 1.55 247.0 Franco 4.7 10.9 270.0 69 412.8 6.25 x 105 1.60x105
Santo Entierro 2.19 75.1 arcilloso 7.5 3.5 0.5 26.45 65.78 1.1x 105 1.10x105
Mesa del Niño
1.83 666.6
Migajón arcillo arenoso 7.5 15.9 346.0 48.3 614.79 5X104 4.15x105
Lagunitas 2.17 414.9
Migajón arcilloso 7.6 5.6 88.9 24.38 75.9 3.5X 10 4 8x104
Noreste Ovejas 1.91 290.1 Franco 7.9 5.8 66.1 24.84 126.5 1.14x106 1.78x106
La Esperanza 1.79 371.1 Franco 7.9 7.0 164.0 24.38 32.89 4 X 10 4 5.50x104
El Deconí 1.93 208.3 Franco 7.9 8.5 595.0 25.3 455.4 1X 10 5 5x104
Las Ovejas 2.04 303.0 Franco 7.8 10.3 2000.0 25.76 120.68 6.6 x 105 9.25x105
La Fé 2.16 431.2
Migajón arenoso 7.9 5.4 1448.0 28.52 144.81 4.5 x 104 0
La Fé 2.12 491.1
Migajón arenoso 7.8 3.2 687.0 17.94 51.89 2.5 X 10 5 6.5x104
Azogues 2.35 263.0
Migajón arenoso 7.5 6.7 4164.0 40.71 217.22 6 x 104 3.7x105
Mesa de Agua
Fría 2.09 133.3 Migajón arenoso 7.9 4.5 60.8 25.53 144.81 1x107 1x107
El Pacífico 1.9 200.0 arcilloso 7.7 8.1 180.0 33.81 120.68 2.05x105 3.30x105
Ranas I 1.9 638.5
Migajón arcilloso 7.7 5.8 87.3 30.13 60.34 1.07 x 104 1x105
Ranas I 2.2 206.9 Franco 7.5 3.2 54.9 20.93 1.93 1 x 104 3x104
Ranas 4 1.51 465.1 Franco 7.3 21.9 57.5 77.97 132.74 3 x 10 4 2.5x104
Trincheras 1.37 346.2 Franco 7.6 18.2 45.4 60.72 168.95 1x107 1x107
Toluquilla mina
II 2.1 471.2
Migajón arcillo arenoso 7.8 7.0 392.0 30.59 31.37 5.775x105 2.22x105
Toluquilla
edificio 54 1.7 344.8 Migajón arenoso 7.5 16.0 133.0 47.61 236.53 1.55x105 1.60x105
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10.2 Propiedades Químicas
10.2.1 Medición de pH
Los valores de pH registrados señalan que las muestras van de neutras a ligeramente básicas,
siendo el Vergel (sitio 5) con un pH = 4.7 ácido, mientras que Sta. Rita (Sitio 4) fue el más básico
pH = 8.0 Figura 3.
Figura 3. Rangos de pH de los sitios de muestreo.
10.2.2 Materia orgánica
La concentración de materia orgánica en las muestras estudiadas es variable (Figura 4), de tal
manera que se encuentran sitios con una muy baja cantidad de materia orgánica (MO) como es el
caso de Santa Rita (Sitio 4) con 0.2% de MO en comparación con la zona arqueológica de Ranas 4
considerándose como un sitio rico con 21.9% de MO.
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Figura 4. Porcentajes de materia orgánica obtenidos en los 23 sitios de muestreo
10.2.3 Capacidad de intercambio catiónico
La capacidad de intercambio catiónico (Figura 5), va de 7.59 a 77.97 cmol/Kg siendo de nueva
cuenta el más bajo para Sta. Rita (sitio 4) y el más alto para el sitio de Ranas 4 (sitio 20).
Figura 5. Capacidad de Intercambio Catiónico
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 35
10.3 Propiedades físicas
10.3.1 Velocidad de infiltración y densidad aparente
La velocidad de infiltración va de 75.1 mm/hr a 666.6 mm/hr, (Figura 6); la densidad aparente de
los suelos va de 1.7 para Toluquilla edificio54 (sitio 23) y para Santa Rita de 3.09 (sitio 7), Figura
7.
Figura 6. Valores de velocidad de infiltración
Figura 7. Valores de densidad aparente
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 36
10.3.2 Textura
Con lo que se refiere a la textura, la mayor parte de las muestras presentan una granulometría
franca, siendo solamente dos sitos de textura arcillosa Santo entierro (sitio 6) y El Pacifico
(sitio17).
10.4 Propiedades biologicas y cantidad de mercurio total
10.4.1 Actividad enzimática.
Respecto a la producción de TPF µg/g (Trifenil Formazan) a partir de la prueba enzimática de la
deshidrogenasa (Figura 8), se encontró que la producción enzimática en el (Sitio 19)
correspondiente a Ranas 1 fue la menor con 1.93 TPF µg/g y la producción enzimática más alta
la registra Mesa del niño con 614.79 TPF µg/g .
Figura 8. Valores de actividad enzimática
10.4.2 Crecimiento Bacteriano
Los resultados obtenidos sobre el crecimiento bacteriano provienen de dos distintos medios de
cultivo: uno, con Agar Luria-Bertani (LB) un medio rico en nutrientes y, otro con una cantidad
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 37
mínima de nutrientes, por eso el nombre de Agar Medio Mínimo (Figura 9). Estos resultados
muestran que los suelos con un menor número de unidades formadoras de colonias (UFC/g)
corresponde a Ranas I (sitio 19) con 10000 UFC/g en medio de cultivo LB y en Medio Mínimo
(MM) corresponde a Ranas 4 (sitio 20) con 25000 UFC/g; en el medio de cultivo MM no
aparecieron UFC en los sitios de Calabacillas (sitio 3) y La Fe (sitio 13). En contraste, los sitios
con una gran formación de colonias bacterianas en agar LB y en agar MM corresponden a
Trincheras (sitio 21) para ambos con 10000000 UFC/g y de igual manera para Mesa de Agua Fría
con 10000000 UFC/g (sitio 16). El resto de los sitios muestreados presenta un moderado
crecimiento de colonias bacterianas.
Figura 9. Unidades formadoras de colonias en medio LB y MM
La concentración de mercurio total va de 0.5 mg/Kg en el sitio de Santo Entierro, 4164.0 mg/Kg
para Azogues siendo muy variable en los 22 sitios restantes. (Figura 10).
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 38
Figura 10. Cantidad de Hg total (mg/ kg) presente en los 23 sitios de muestreo (escala
logarítmica)
10. 5 Análisis estadísticos
Las correlaciones estadísticas muestran que existen relaciones entre las variables físico-químicas
siendo el contenido de materia orgánica, capacidad de intercambio catiónico y actividad
enzimática las que mostraron mejor relación (MO-CIC r = 0.87 con una P ≤.05 Figura11a), (MO-
TPF r = 0.50 con una P ≤0.50 Figura10b) y (TPF –CIC r= 0.46 con una P ≤.05 Figura 12). A pesar
de que existe relación entre las variables físicas y químicas, estadísticamente no se encontró
asociación alguna con la cantidad del mercurio total; de igual manera tampoco se obtuvo una
correlación estadística entre las propiedades físicas y químicas y así como el crecimiento
bacteriano (UFC /g) y cantidad de mercurio total; tampoco hay diferencia significativa entre los
medios de cultivo.
En la Tabla 5 se muestran los valores de las correlaciones significativas. Variables tales como
textura, velocidad de infiltración y crecimiento bacteriano tanto en Agar LB como en Agar MM no
muestran relación significativa.
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 39
Tabla 5. Valores de las correlaciones significativas entre las variables físicas y químicas.
Correlaciones Propiedades Físico-químicas
Valor de correlación (r) P≤.05
D.R- MO r = -0.80
D.R- CIC r = -0.77
TPF-CIC r= 0.46
pH H2O-CIC r = -0.55
MO-CIC r = 0.87
MO-TPF r = 0.50 DR= Densidad real, MO = Materia orgánica, CIC= Capacidad de intercambio catiónico, TPF= Actividad enzimática.
(a)
MO vs. CICMO = -1.490 + .27913 * CIC
Correlation: r = .87360
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
CIC
-2
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
22
24
MO
95% confidence
(b)
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 40
MO vs. TPFMO = 5.6454 + .01813 * TPF
Correlation: r = .50236
-100 0 100 200 300 400 500 600 700
TPF
-2
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
22
24
MO
95% confidence Figura 11. Relación entre (a) MO y CIC y (b) entre MO y TPF
TPF vs. CICTPF = 7.1299 + 4.1052 * CIC
Correlation: r = .46377
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
CIC
-100
0
100
200
300
400
500
600
700
TPF
95% confidence Figura 12. Relación entre TPF y CIC
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 41
11. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
Las propiedades físicas, químicas y biológicas (Tabla 4) varían ampliamente; los valores de pH en
su mayoría son mayores de 7.0, considerándose suelos básicos ya que contienen de altas a
moderadas cantidades de CaCO3; por lo tanto, los efectos de toxicidad de los metales pesados en
estos suelos serían mínimos, tomando en cuenta que a estos valores de pH hay una baja
disponibilidad, en especial por el mercurio puesto que éste es adsorbido a pH ácidos pues la
acidificación del suelo es el factor más importante en la sorción y desorción del Hg ( Gabriel y
Williamson, 2004); la adsorción del Hg se origina debido a la remoción de los iones H+ que son
reemplazados por iones metálicos. El pH es un parámetro importante junto con las concentraciones
del ion Cl- para determinar la especiación del Hg; Jing, et al., (2007) mencionan que muchos
factores ambientales interfieren en los procesos de adsorción y desorción del Hg los cuales
incluyen la especiación del Hg, además de otros factores como el contenido de materia orgánica,
los coloides del suelo y iones inorgánicos competitivos. Por ejemplo para el Hg2+ la desorción
comienza cuando se tiene un pH 7-9 y la mayor adsorción del Hg2+ se alcanza con un pH de 4-5.
La materia orgánica de estos suelos muestra contenido muy variable debido que provienen de
diversos usos y algunos son sedimentos, terreros, suelos agrícolas, suelos forestales y suelos dentro
de sitios arqueológicos.
La textura del suelo también presenta variación, con la siguiente frecuencia: franco≥ migajón
arenoso≥ migajón arcilloso≥ migajón arcillo arenoso≥ arcilloso. Los tipos de suelos presentes en
San Joaquin son, Luvisol crómico, Cambisol, Regosol, Rendzina y Litosol.
La actividad enzimática de la deshidrogenasa al igual que las variables físicas y químicas antes
mencionadas, presenta valores diversos; sin embargo, muestra una relación significativa positiva
con el porcentaje de materia orgánica ya que el suelo es un sistema viviente donde todos los
procesos bioquímicos se basan en procesos enzimáticos.
La actividad enzimática está asociada con la distribución de la materia orgánica en el perfil de
suelo y disminuye con la profundidad, que a la vez, depende del tipo de suelo. La actividad
enzimática es independiente de la población microbiana, pero la actividad de la deshidrogenasa se
correlaciona con la liberación de CO2 y nitrificación potencial (Tabatabai, 1994).
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 42
La oxidación biológica de compuestos orgánicos es generalmente un proceso de deshidrogenación,
que remueve electrones e hidrógenos; este proceso se lleva a cabo por una clase de enzima llamada
deshidrogenasa, la cuál es específica para un sustrato (Tabatabai, 1994; Nannipieri et al.,1990). La
actividad de la deshidrogenasa depende no solo de las bacterias sino también de la actividad
metabólica total de los microorganismos del suelo; por lo tanto, tiene una correlación positiva con
la medición de la cantidad de materia orgánica total y no con las unidades formadoras de colonias.
La actividad de la deshidrogenasa frecuentemente se correlaciona con la respiración microbiana
cuando se adhiere una fuente de C exógeno al suelo. Se ha encontrado que al adherir Fe2O3, MnO2,
SO2-4, PO3-
4 y Cl- se estimula la actividad de la deshidrogenasa, mientras que el NO3-, NO2
- y Fe3-
parecen inhibir la actividad, actuando como un aceptor de electrones alternativos (Tabatabai,
1994).
Como resultado de las correlaciones realizadas, también se muestra que existe una relación
significativa entre la MO y la CIC, las cuáles varían por el tipo de suelo de cada sitio analizado,
siendo los de textura arcillosa con mayor intercambio de cationes y los de textura arenosa con
reducida capacidad de cambio y baja retención de cationes. Yuan y colaboradores (citado en
Bornemisza, 1982) informan que la proporción en que la MO contribuye a promover dicha
capacidad en un suelo varia con el tipo de suelo.
La capacidad de intercambio catiónico muestra distintos valores en los diferentes tipos de suelos,
lo cual indica que la CIC evidencia grandes diferencias de unos a otros debido al distinto origen de
la carga. Para un mismo cambiador (minerales de arcilla y materia orgánica) la amplitud del
intervalo de valores se debe a los múltiples factores que influyen en la aparición de la carga:
tamaño de las partículas, cristalinidad y tiempo de tratamiento. Para el caso de la materia orgánica
la gran disparidad de valores se debe al distinto grado de descomposición-humificación que puede
presentar. Como valor medio se suele tomar 200 cmol(+) kg1- de materia orgánica oxidable. La
CIC de un suelo variará de horizonte a horizonte y en cada uno de ellos dependerá del contenido y
tipo de minerales de arcilla y de componentes orgánicos (Porta et al., 2003).
La velocidad de infiltración para cada muestra es variada y depende del porcentaje de materia
orgánica, debido a que mejora la infiltración de agua en el suelo. La densidad real muestra una
Licenciada en Biología: Hilda Edith Huerta Cantera 43
relación negativa significativa con la MO, ya que los suelos orgánicos tienen muy baja densidad
real en comparación con los suelos minerales, debido a que la materia orgánica pesa mucho menos
que un volumen igual de sólidos minerales. (Buckman y Brady, 1966).
Con respecto al crecimiento bacteriano UFC (Unidades Formadoras de Colonias) en los dos tipos
de medio de cultivo probados, no se muestra correlación con las variables físicas y químicas ni
como con la cantidad de mercurio total. En cada sitio muestreado hay variación en el crecimiento
bacteriano y no necesariamente el sitio con mayor porcentaje de MO, presenta el mayor
crecimiento bacteriano. Las bacterias y los actinomicetos funcionan mejor en suelos minerales de
valores de pH intermedios y elevados, mostrando una actividad muy reducida cuando el pH
desciende por debajo de 5.5 (Bornemisza, 1982).
La nitrificación y la fijación del nitrógeno se produce en los suelos minerales sólo a valores de pH
por encima de 5.5; un suelo con pH intermedio, por ejemplo de 6 a 7, presenta mejor régimen
biológico, ya que las condiciones nutrientes son favorables sin ser extremas y la asimilación del
fósforo está en el máximo. (Brooke, 1995), (citado en Yuan, et al; 2006) menciona que los metales
pesados disminuyen la proporción de la biomasa microbiana). Al parecer el contenido de Hg total
encontrado en cada suelo no afecta el crecimiento bacteriano (Figura 12), esto puede deberse
posiblemente a la adaptación de los microorganismos al medio ambiente del sitio; en donde
también hay que tomar en cuenta que el origen geológico de la zona aporta mercurio a los suelos,
lo cual debe de influir en los microorganismos, debido a la formación geológica de la zona de
estudio.
La resistencia a la toxicidad de los compuestos inorgánicos de mercurio en las bacterias es
atribuible a la capacidad de formar la mercúrico reductasa y para ciertos organomercuriales la liasa
mercúrica, Sin embargo, en algunas cepas de Enterobacter aerogenes la resistencia bacteriana a
algunos organomercuriales puede deberse a la impermeabilidad de la membrana y en Clostridium
cochlearium a la metilación seguida por la precipitación con H2S generado por el organismos. Los
genes que codifican la mercúrico reductasa y la liasa mercúrica usualmente se encuentra en los
plásmidos. El gen determinante a la resistencia de mercurio en el bacilo cirio RC607 fue mapeado
por Gupta et al., 1999 citado en Lutz, (2005). Excepto en Thiobacillus ferrooxidans, los genes de
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resistencia al mercurio (mer) en todas la bacterias se expresen en presencia de compuestos de
mercurio, es decir las enzimas son inducibles. Dependiendo de los organismos, la inducción de la
liasa mercúrica y la mercúrico reductasa puede ser coordinada; los dos genes están bajo un control
regulado común. En T. ferrooxidans, la resistencia mercúrica (Hgr) parece ser un rasgo
constitutivo. En un número de casos el rasgo a la resistencia al mercurio se ha encontrado que es
traspasable; es decir, el complejo del gene puede moverse a otras posiciones respecto en el mismo
u otro plásmido o el cromosoma bacteriano dentro de una célula dada. El determinante genético en
C. cochlearium para la demetilación de la precipitación de metilmercurio también se codifica en
plásmidos. Por otro lado, se han encontrado muchas bacterias grampositivas que son sensibles al
mercurio, al poseer el gen (mer A) que codifica para la enzima mercúrico reductasa. En la
naturaleza, la resistencia al mercurio la determina el plásmido, en las bacterias puede ser
transferido a las células susceptibles para hacerlas resistentes con la conjugación o la transducción
bacteriófaga entre organismos gramnegativos y con la transducción bacteriófaga entre organismos
grampositivos (Lutz, 2005).
No hay diferencia significativas en las UFC en los dos medios de cultivo, esto podría deberse a que
las UFC que se desarrollaron no necesitan de nutrimentos especiales y están adaptadas a medios
ricos y a medios minerales (Figura 13). Los resultados obtenidos muestran la importancia de llevar
a cabo la especiación química del mercurio puesto que esto influye en la resistencia de los
microorganismos al mercurio, así como, conocer las especies de cada una de las UFC de los sitios
de muestreo.
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Figura 12 (a) Comparación entre UFC en Agar LB y cantitad de mercurio total
Figura 12 (b) Comparación entre UCF en agar MM y cantitad de mercurio total
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Figura 13. Unidades Formadoras de Colonias en dos medios de cultivo Agar LB y Medio Mínimo Mineral (escala logarítmica).
No existe correlación entre las variables físico, químicas y la cantidad de mercurio total en los
suelos, la cantidad de mercurio presenta variación entre las muestras, rebasando todas ellas los
límites permisibles según la norma oficial en México que es de 23mg/Kg para uso agrícola,
residencial o comercial (aunque para uso industrial es de 310 mg/Kg) por arriba de tales valores se
consideran sitios contaminados con Hg, debido a la formación geológica del lugar así como la
actividad minera que existió en la zona. Como se menciono anteriormente no existe relación entre
las variables analizadas y la cantidad de mercurio total. Asimismo, es necesario conocer la
especiación del Hg pues se sabe que el contenido de pH y MO son dos de los factores más
importantes que afectan el comportamiento del Hg pues participan en la adsorción o desorción del
Hg (Gabriel y Williamson, 2004).
La adsorción de Hg a minerales y partículas orgánicas, se correlacionaron con el contenido de
materia orgánica, capacidad de intercambio catiónico y tamaño de grano, entre otras. Las
partículas coloidales y arcillosas ocupan una gran área de superficie y tienen una alta capacidad de
adsorción. En suelos, los adsorbentes orgánicos e inorgánicos para el Hg son los minerales
arcillosos, óxidos amorfos, hidroxilos, oxidrilos de Fe, y Mn; la materia orgánica es el sorbente
mas fuerte para el Hg en ambientes terrestres y acuosos (Gabriel y Williamson, 2004).
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Como se mencionó los minerales arcillosos son sorbentes para el Hg; por ejemplo, la ilita tiene un
mayor adsorción del Hg a un pH de 5.8 y 6.8; en contraste las arcillas menos efectivas son la
bentoita y caolinita. La caolinita adsorbe relativamente muy poco mercurio y la bentoita
comienza a perder su capacidad de adsorción cuando desciende el pH por debajo de 7.
Conociendo la CIC se puede percatar de qué minerales está compuesto el suelo; por ejemplo, un
suelo que muestra una CIC que va de 10-40 cmol(+) kg-1 su componente es la ilita; la caolita
tiene una baja CIC de 1-10 cmol(+) kg-1 (Porta et al., 2003). La presencia de otros metales aparte
del Hg en el suelo, llega a influir en la movilidad del mismo; por ejemplo, la desorción del Hg2+ se
incrementa cuando hay adherencia del Cu2+ o Zn+ pero el Cu2+ aumenta aún más la desorción
que el Zn+. En suelos minerales el ion hidroxilo es uno de los iones más abundantes en los
sistemas naturales y pueden resultar en formas de Hg como HgOH y Hg (OH)2. El Hg forma
enlaces covalentes OH-; este complejo es sumamente estable ya que minimiza los enlaces entre la
superficie mineral (óxidos y OH-) aunque disminuye como resultado la adsorción del Hg en las
superficies minerales (Gabriel y Williamson, 2004). Estos mismos autores concluyen que en suelos
ácidos con material orgánico es más eficiente la adsorción del Hg y en suelos neutrales alcalinos
los componentes minerales son los sorbentes más efectivos.
La forma en la que un contaminante se encuentra en un suelo o sedimento va a determinar las
propiedades significativas como su toxicidad, movilidad o biodisponibilidad. El mercurio no es
una excepción, y por ello, la capacidad para reconocer diferentes especies químicas de este
elemento se ha convertido en tema “popular” estudiado por un gran número de grupos de
investigación alrededor del mundo.
Sin embargo, debe tenerse especial cuidado al utilizar el término especiación química. Según la
IUPAC, la especiación química es la clara identificación y cuantificación de las diferentes especies
químicas de un mismo elemento presentes en una muestra o matriz real. La suma de todas esas
especies debe corresponder al contenido total del elemento en la muestra estudiada (Gaona, 2004).
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12. CONCLUSIONES
Se llevo a cabo la caracterización de los suelos de la región e San Joaquín, Querétaro. La mayoría
mostraron que, son suelos ligeramente básicos, con predominancia de texturas francas, migajón
arenoso y migajón arcilloso. Por razones naturales, los sitios clasificados como terreros resultaron
con contenidos bajos de materia orgánica, no así los diferentes suelos que mostraron elevados
porcentajes de materia orgánica (<6.1%), correspondientes a suelos forestales.
En términos generales, los suelos con contenidos elevados de arcilla y materia orgánica tuvieron
también alta capacidad de intercambio catiónico. Los rangos de densidad real oscilan entre los
rangos normales de acuerdo al material de origen.
Las fluctuaciones en el contenido de Hg total en los diferentes sitios muestreados, resultaron muy
grandes ya que van desde 0.5 mg kg en Santo Entierro (mina tipo Skarn) con Cd, Pb, Zn, Cu pero
no con Hg, hasta 4.164 mg kg en azogues que es una zona altamente mineralizada con Hg.
Entre las propiedades el suelo, las mayores correlaciones estadísticas que se encontraron fueron la
densidad real con materia orgánica ( r= -0.80), densidad real con capacidad de intercambio
catiónico (r = -0.77), actividad enzimática con capacidad de intercambio catiónico (r = -0.55),
materia orgánica con capacidad de intercambio catiónico (r = 0.87) y materia orgánica con
actividad enzimática (r = 0.50), todos con un P≤ 0.05).
En cuanto al crecimiento bacteriano, los sitios que resultaron con menor Unidades Formadoras de
Colonias (UFC/g) en medio LB, corresponden a los materiales muestreados dentro de los sitios
arqueológicos de Ranas; en medio mínimo corresponden a Ranas 4; en medio mínimo (MM) no
aparecieron UFC en los sitios calabacillas y La Fe. En contraste, los sitios con una gran formación
de colonias bacterianas corresponden a Trincheras y Mesa de Agua Fría. Lo anterior sugiere que
los sitios arqueológicos y los terreros no son ambientes propicios para un crecimiento bacteriano
adecuado, posiblemente a la alteración de sus condiciones naturales. En los sitios de Calabacillas y
Santa Fe no aparecieron UFC debió probablemente a la carencia absoluta de condiciones para el
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crecimiento bacteriano. En contraste, los lugares con mayor formación de colonias bacterianas
resultaron ser los sitios con poca alteración de las condiciones naturales de los suelos.
La cantidad de mercurio total y crecimiento bacteriano aparentemente no están correlacionadas
estadísticamente con las propiedades físicas y químicas analizadas en este trabajo. Los sitios
tomados en cuenta para el muestreo son considerados como sitio contaminados, debido a que
rebasan los límites de Hg permisibles por la Norma Oficial Mexicana, debido en buen medida a
que se trata de una región de alta mineralización de Hg y de la actividad minera que hubo en ese
lugar.
Aunque las propiedades físicas y químicas de los suelos analizados no están relacionados
estadísticamente con el contenido de mercurio total y el crecimiento bacteriano, los resultados
obtenidos en este trabajo, sugieren restringir y adecuar algunas propiedades de los suelos así como
tomar en cuenta solo suelos agrícolas y forestales y quizás arqueológicos. La hipótesis planteada
inicialmente no fue adecuada por lo que se sugiere replantearla más adelante.
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13. LITERATURA CITADA
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