Desmontando la siciliana 2

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Desmontando la Siciliana 2

Jesús de la Villa

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Primera edición en Andorra, noviembre 2009

Edita Esfera Editorial

Aparta! de Correus 2052

Principal d'Andorra

http ://www. esferaeditoria l. com

[email protected]

©Jesús de la Villa, 2009

© Esfera Editorial, 2009

ISBN: 978-99920-62-03-6

Depósito Legal: AND.716-2009

Impreso en Andorra por lmpremta Solber

Portada y maquetación: Esfera Editorial

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Desmontando la Sicilíana 2

Índice general

Introducción. 7

Parte 1. l.e4 es z.lbf3 11

Capítulo 1: 2 ... 4Jf6 Nimzovitch y otras jugadas 12 Capítulo 2: 2 ... b6 18 Capítulo 3: 2 ... a6 O'Kelly 22

Parte 2. l.e4 es z.lbf3 lbe6 3.d4 ed4 4.4Jd4 29

Capítulo 4: 4 ... i&b6 y otras 30 Capítulo S: 4 ... g6 Dragón Acelerado 38 Capítulo 6: 4 ... es Lowenthal 60 Capítulo 7: 4 ... eS S.l2Jbs d6 Khalasnikov 67 Capítulo 8: 4 ... 4Jf6 S.ttJc3 eS Pelikan 79

Parte 3. l.e4 es z.tbf3 e6 3.d4 ed4 4.tbd4 113

Capítulo 9: 4 ... -tcs; 4 ... i&b6; s ... .tcs y s ... Wb6 114 Capítulo 10: 4 .. . 4Jf6 S.ttJc3 .tb4 Contraataque Siciliano 121 Capítulo 11: 4 ... 4Jf6 S.tDc3 4Jc6 128 Capítulo 12: 4 ... 4Jc6 Taimanov 136 Capítulo 13: 4 ... a6 Paulsen 162

Parte 4. l.e4 es z.tbf3 d6 3.d4 ed4 4.lbd4 179

Capítulo 14: 4 ... eS; 4 ... 4Jf6 S.4Jc3 eS 180 Capítulo 1S: 4 ... tbf6 S . 4Jc3 id7 Kupreichik 186 Capítulo 16: 4 ... 4Jf6 S.l2Jc3 g6 Dragón 190 Capítulo 17: 4 ... tt:Jf6 s.l2Jc3 l2Jc6 Clásica 218 Capítulo 18: 4 ... tt:Jf6 S.l2Jc3 e6 Scheveningen 246 Capítulo 19: 4 .. . tt:Jf6 S.tt:Jc3 a6 Najdorf 273

Índice de variantes. 303

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Símbolos ajedrecísticos:

;t Pequeña ventaja blanca. ?? Muy mala jugada.

:¡: Pequeña ventaja negra. !? jugada interesante.

± Clara ventaja blanca. ?! Jugada dudosa.

:¡: Clara ventaja negra. 6 Con la idea de.

+- Decisiva ventaja blanca. X Debilidad 1 Mal ubicado.

-+ Decisiva ventaja negra. o Jugada única.

# Mate. a Es mejor.

00 juego incierto. 1±1 Centro.

00 Compensación. -9 Diagonal.

Iniciativa. = Columna.

--> Ataque. )) Flanco de rey. +=t Contrajuego. (( Flanco de dama.

e Ventaja de desarrollo. J.. Final.

o Ventaja de es pacio. @ Pareja de alfiles.

0 Zugzwang. � Alfiles de color opuesto.

Buena jugada. i/J Alfiles del mismo color.

? Mala jugada. ó Peón pasado. !! Excelente jugada. <il Tiempo.

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Introducción 7

Introducción

Este libro se ocupa del estudio de la Defensa Siciliana; sin embargo el desarrollo de la Teoría de Aperturas ha sido tan grande en los últimos años, que resulta una utopía abarcar todas las variantes de una Defensa tan popular. Por eso el libro se conforma con ofrecer un repertorio para el jugador de blancas, basado en l.e4 eS 2. lLlf3 seguido de d4.

La Siciliana es la defensa que más se emplea. Según diferentes bases de datos y diferentes épocas, el porcentaje pude variar, pero no se alejará mucho del 20%; si consideramos sólo las partidas que comienzan con l.e4 el porcentaje de Sicilianas puede llegar al 40%. Y estos porcen­tajes siguen creciendo en los últimos años.

Por ese motivo, propongo un repertorio basado en la variante abierta, la que comienza con 2.tt'lf3 y se complementa casi siempre con 3.d4. Pienso que es lógico dedicar los mejores esfuer­zos de nuestro estudio a una posición que se va a producir muchas veces en nuestras partidas y es mejor elegir variantes secundarias contra defensas que no jugaremos tan a menudo. Además una amplia experiencia indica que, contra la Siciliana, no hay muchas perspectivas de obtener ventaja con sistemas diferentes a 2.tt'lf3. La flexibilidad y el factor sorpresa es una cosa, y otra bien diferente, basar nuestro repertorio en líneas inofensivas.

Mi filosofía general para el desarrollo de un repertorio de aperturas, la baso en el siguiente enfoque: contra principal, principal, contra secundaria, secundaria y contra mala, refutación. Algunos aficionados me han preguntado qué quiero decir y trataré de explicarlo a continuación:

Las defensas principales suelen ser las mejores, además de las más frecuentes; por ser las más frecuentes es rentable prepararse bien contra ellas y por ser las mejores, es poco probable que encontremos ventaja en variantes secundarias.

Las defensas secundarias nos las van a jugar muchas menos veces, por eso es menos ren­table gastar mucho tiempo en su preparación y además se corre el riesgo de caer en una posición buena, pero que nuestro rival tiene mucho más fresca. Además, si la defensa es secundaria, es muy probable que haya continuaciones secundarias que también den buenas esperanzas de obtener ventaja.

Por último si una defensa es floja, entonces merece la pena buscar y aprender bien una refutación, porque esta nos servirá para toda la vida, y sobre todo porque dichas defensas nos las van a jugar casi siempre por sorpresa y es necesario estar preparado de forma contundente.

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Naturalmente este es un planteamiento esquemático y debe adaptarse a cada caso. Muchas veces variantes principales pueden pasar a secundarias y viceversa e incuso variantes malas se pueden rehabilitar, aunque esto último es mucho menos probable. Hay que adoptar una actitud flexible en todos los casos.

El estilo de juego también debe influir en la formación del repertorio, pero si nuestro estilo no implica jugar abierto contra la siciliana, entonces debemos plantearnos si l.e4 es nuestra primera jugada.

Aunque se eligen variantes principales, desde el punto de vista de la actualidad teórica, el repertorio presentado en el libro también intenta cumplir con el principio de economía y de coherencia, al elegir líneas que pueden trasponer entre sí, cuando eso es posible, o que tienen ideas estratégicas comunes, también cuando eso es posible.

De este modo, hay un esquema, que se presenta como dominante en este repertorio y que puede aplicarse (con importantes variaciones, claro está) contra un grupo amplio de defensas (Najdorf, Scheveningen, Clásica, Taimanov, Dragón, Kupreichik y algunas secundarias). Dicho esquema se basa en las jugadas f3, �e3, W! dz y 0-0-0.

El enroque largo siempre me ha parecido enormemente natural en la Siciliana abierta, pues­to que la torre se sitúa de inmediato en la única columna abierta (para las blancas).

Más discutible, es la posición del peón f. Durante muchos años la tendencia general y casi una regla sagrada, era considerar que las blancas no pueden jugar activo en la siciliana sin incluir la jugada f4. Este pensamiento está bien fundado en una amplia experiencia, pero a mi parecer, su aplicación de modo indiscriminado ha llevado a las blancas a dificultades en muchas variantes, porque facilita el contrajuego natural de las negras a través de la diagonal a8-hl, presionando en e4 y, a través de ese punto vulnerable, más allá, en el interior de la posición blanca.

En el esquema con f3, el punto e4 está sólidamente defendido y no es una preocupación para las blancas y su plan es muy claro y fácil de ejecutar. Esta puede ser una causa, si no analítica, sí práctica, de que los resultados de las blancas con este esquema hayan sido brillantes, en general. El comentario de Fischer, de que la Dragón era una defensa débil porque en ella, con el Ataque Rauzer, un aficionado con blancas puede derrotar fácilmente a un Gran Maestro, se puede ex­tender aunque sea con menos intensidad a las otras defensas.

Sobre la estructura del libro

He decidido presentar el libro en forma de partidas comentadas, porque pienso que de este modo el material resulta menos árido y además de como obra de consulta, el libro puede leerse también de principio a fin, como un modo de familiarizarse con las ideas tácticas, las trasposiciones, y los planes estratégicos que se producen de forma más frecuente.

Casi todas las defensas tienen su capítulo, aunque algunas de ellas tienen mucho menos material. En mi opinión, los sistemas de preparación y de competición actuales (estoy pensando

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Introducción 9

ahora sobre todo en los torneos abiertos y de ajedrez activo) obligan a un conocimiento preciso de determinadas refutaciones y favorecen el uso de variantes sorpresa, habiendo muchas de estas, que a pesar de su debilidad teórica, crean complicaciones casi insuperables en la partida viva. Además mi intención ha sido, que el lector tenga un repertorio completo y por lo tanto responder con claridad a la pregunta de que jugada hacer en todas las posiciones razonables.

Al principio y al final de cada capítulo, presento unas breves secciones, que pueden facilitar el estudio del material, aunque no son en rigor necesarias para el jugador experimentado.

Comienzan con el título del capítulo y con el diagrama que refleja la posición inicial a estudiar. Las estrellas son una valoración algo subjetiva, que puede orientar a los menos expertos, sobre la importancia de la variante en cuestión, y a los más, sobre el respeto que el autor siente por cada variante. Tratan de evaluar, la fuerza teórica, la importancia histórica, la frecuencia de uso y las virtudes prácticas de una variante determinada y por supuesto cada jugador podría tener su propia valoración. En mi opinión hay muchas variantes infravaloradas en la Siciliana (y unas pocas sobrevaloradas) y mi impresión, reforzada al escribir este libro, es que muchas de ellas se pueden jugar y dan verdaderos problemas a las blancas, si estas se proponen sacar ventaja.

La introducción intenta orientar sobre los motivos de la variante elegida y su relación con otras variantes.

La historia es un pequeño homenaje a aquellos que han hecho más por el desarrollo de la variante, pero por cuestiones obvias de espacio, no puede convertirse en una investigación profunda sobre el tema. Creo obligado hacer referencia aquí al auténtico padre de la Defensa Siciliana, Louis Paulsen (1833-91) nacido en Alemania y formado como jugador de ajedrez en los Estados Unidos. Paulsen investigó la mayoría de las variantes importantes y comprendió el sentido de contraataque que anida en esta Defensa. Es un resultado del flujo azaroso de Jos acontecimientos que la Siciliana no lleve su nombre.

Sería interesante haber profundizado más en las ideas de cada variante, pero el libro resulta ya demasiado voluminoso y me ha parecido más importante profundizar bien en algunas líneas.

En conjunto esta estructura debe permitir también al jugador de negras elegir algunas variantes para su repertorio, aunque si lo hace, debe completar su estudio con las líneas de ataque de las blancas que no presentamos en el libro.

En algunos casos las trasposiciones son frecuentes y, por una cuestión de claridad, las prime­ras jugadas no siempre se presentan por el orden real en que se produjeron en la partida, sino por el orden teórico más frecuente. Creo que es más adecuado advertir de ello aquí, que hacer referencia en cada caso al orden exacto.

Hemos tratado de presentar el material de forma muy clara, con árboles con poco ramaje y explicaciones de cada jugada (excepto aquellas que se repiten a menudo), puesto que pensamos que la comprensión de la posición y de los motivos de cada jugada es muy importante, para fijar la memoria y evitar que el estudio de las líneas sea inútil, al olvidarse estas a los pocos días o

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semanas. Pero en algunos casos ha sido imposible evitar una ramificación que puede resultar molesta.

El material es una reelaboración del estudiado en "Desmontando la Siciliana". No se puede hablar de segunda edición puesto que la mayoría del material ha sido no solo revisado sino cam­biado, algunos capítulos son completamente nuevos, y en los que se siguen recomendando las mismas variantes, muchas partidas modelo son más recientes y las sub-variantes recomendadas casi nunca son las mismas. Tampoco se puede hablar de un libro nuevo, puesto que la estructura y la base del material es la misma. En algunos casos, el cambio de recomendación ha sido debi­do a que nuevas variantes son claramente mejores o han puesto en duda las antiguas, pero en otros casos, la variante recomendada anteriormente sigue siendo igualmente interesante y los motivos del cambio han sido menos contundentes. En esos casos (y en algunos otros) hago refe­rencias al texto original, al que identifico con las iniciales "DLS". Por supuesto la comparación puede ser interesante, para los que dispongan de él.

A pesar de todas las horas dedicadas, me consta que algunas variantes no pasarán la prueba del tiempo, y espero la comprensión de los lectores en este punto, así como les animo a seguir investigando y completar su repertorio, cuando haga falta, consultando otras fuentes y anali­zando por su propia cuenta. Sin embargo confío que las recomendaciones del libro puedan ayu­dar a todos a mejorar su repertorio, les permitan alguna alegría competitiva y les hagan pasar un buen rato analizando partidas memorables y posiciones atractivas.

Jesús de la Villa García Pamplona, octubre del 2009

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Parte l. l.e4 eS 2.ttJf3

Capítulo 1: 2 ... lL!f6 Nimzovitch y otras jugadas

Capítulo 2: 2 ... b6

Capítulo 3: 2 ... a6 O'Kelly

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Capítulo 1

l.e4 es 2.ttJf3 tbf6

Variante Nimzovitch y otras jugadas

Valoración **

Este capítulo será el cajón de sastre donde estudiaremos todas las opciones en la jugada 2 de las negras que no tienen capítulo propio. De las cuatro jugadas que consideramos 2 ... lLlf6, 2 ... g6, 2 ... h6 y 2...'?9c7, una de ellas 2 ... g6 no tiene un capítulo propio, porque el sistema que propone­mos para las blancas, será estudiado en los capítulos dedicados a sus hermanos mayores en la simpática familia del dragón. Otras dos (2 ... h6 y 2 ... Wi c7) tal vez no lo merecen, pero el caso de la variante Nimzowitsch podría resultar un poco injusto, así que realmente consideraremos este el capítulo de la Nimzovitch y agruparemos en el las variantes irregulares.

La jugada 2 ... lL'If6 es perfectamente sana y ofrece buenas perspectiva de igualar, aunque no disfruta de una popularidad amplia. El motivo es difícil de entender; posiblemente influya que las blancas pueden elegir variantes diferentes y con ello el ritmo que tomará la partida. Por otra parte, uno de los atractivos de 2 ... lLlf6 puede ser provocar trasposiciones a variantes principales (la Najdorf por ejemplo) evitando líneas molestas como 3 . .ibs o 3.c3.

Precisamente por este último motivo, he creído eficaz recomendar dos variantes, una para aquellos jugadores que desean trasponer a las líneas principales y quieren jugar 3.ttlc3 sin so­bresaltos y otra para los que precisamente prefieren evitar esas trasposiciones y "castigar" el posible farol de su rival. Puesto que nuestro repertorio en las líneas principales incluye siempre la jugada lLlc3, nuestra línea principal debería ser 3. lLlc3 contra la Nimzovitch y así será en nuestra partida modelo.

Las refutaciones oficiales vía 3.e5 y 4.ttlc3, creo que son bastante discutibles y poco econó­micas al requerir un esfuerzo enorme, tener que superar un campo de minas y ofrecer al final una ligera ventaja.

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Capítulo 1: 2 ... li:Jf6 Nímzovítch y otras jugadas 13

Historia e ideas

La jugada 2 ... ll:lf6 es una más de las muchas aportaciones de la escuela hipermoderna a la teoría de aperturas, y una que cuadra muy bien dentro de sus ideas; las negras atacan el centro de peones blancos y provocan su avance para demostrar más adelante su debilidad. Nimzovitch la empleó en múltiples ocasiones con bastante éxito. Otros jugadores de la época como Rubinstein y Tartakover también la incorporaron a su repertorio. La aparición de la jugada 4.ll:\c3 y de las supuestas refutaciones disminuyó mucho su popularidad que ya nunca llegó a los jugadores de primera fila.

Recientemente algunos investigadores han reforzado diferentes líneas con las negras y ju­gadores más o menos bien informados la utilizan esporádicamente, pero parece que su destino es el de arma sorpresa.

La principal idea original es provocar el avance del peón central blanco para luego atacarlo. Los diferentes esquemas que se producen tienen una naturaleza muy diferente, pero los temas del juego abierto, rápido desarrollo y búsqueda de objetivos inmediatos, tienen preferencia.

PARTIDA 1.01 )akovenko D. - Llobel Cortell E.

San Sebastian, 2006

l.e4 es z.li:Jf3 li:Jf6

La provocadora jugada que caracteriza la variante Nimzovitch. Las otras alternativas negras que no tienen capítulo propio y mere­cen alguna atención son:

2 ... g6 3.d4 .ig7 Las negras pueden optar por este otro orden de jugadas, pero eso no altera nuestros planes puesto que después de 3 ... cxd4 4.tt:\xd4 las negras no tienen juga­das razonables excepto las que permiten la transposición al Dragón o al Dragón Acelera-

do. 4 ... ll:lc6 (4 ... .ig7 s.ll:lc3) s.ll:lc3, ver el ca­pítulo 6. 4.ll:\c3 Esta es la jugada más sencilla para trasponer a las variantes recomendadas contra el Dragón o el Dragón acelerado. Las negras están casi obligadas a capturar en d4. Como ya he señalado más arriba la transposi­ción me parece el método a la vez más eficaz y económico, pero para aquellos jugadores que desean profundizar más y dar un tratamiento especial a esta línea recomendamos la sigui­ente variante: 4.dxc5 WiaS+ 5.c3 WfxcS 6.ll:la3! aunque nuestro planteamiento nos impide profundizar en ella.

2 ... h6 (D)

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3.c3 las virtudes del tratamiento Alapin parecen reforzadas aquí. Las blancas se dis­ponen a formar el centro clásico de peones mientras la jugada h6, no se ve muy útil contra este esquema. 3.d4 cxd4 4./Llxd4 'Llf6 s.'Llc3 es 6./Lldbs d6 y la casilla gs está defendida, ilus­tra muy bien la principal idea de las negras. 3 ... e6 El hecho de que el principal abogado de la variante h6 pase a este esquema, donde la segunda jugada de las negras es muy poco útil, dice mucho. Veamos la alternativa más "ortodoxa": 3 ... gs 4.d4 cxd4 s.cxd4 ds es la reacción lógica. En otro caso las blancas re­forzarían su posición central con un desarro­llo activo y rápido. (s ... ig7 6./Llc3 'Llc6 7.ds liJes s.d6±) 6.exds tiJf6 7.'Llc3 !g7 (7 ... liJxds 8.h4 g4 9.tt:les±) 8.h4 g4 9.tt:les a6 (9 ... tiJxds?l 10 . .ib5+ y se pierde también el enroque, aun­que la verdad ya no servía para mucho) lO.ie2 (IO.�a4+!?) 10 ... hs n.o-o tt:lbd7 12.igs 'Llb6 13. �b3 0-0 No era posible todavía recuperar el peón. (13 ... /Llbxds? 14.ixf6+; 13 ... tiJfxds? 14.ltJxds /Llxds 1S.ic4+-) 14.1!fel± (14.1!ael potenciando el plan f3 o la directa 14.f3 pare­cen todavía más fuertes) 14 ... 'Llh7? 1S.ixe7?! (lS. liJg6!+-) 15... �xe7 16. �xb6 �xh4 Con al­gunas complicaciones. Sulava acabó ganando esta partida, lo cual debió ser un alivio para el "amigo" que le había recomendado 2 ... h6. 4.d4 ds s.exds s.esl?± trasponiendo a una especie de variante de avance de la Defensa Francesa con un tiempo de más, y en la cual las negras han estropeado un poco su posible contrajue­go con f6. s ... exds 6.if4 De nuevo 6.ie3 tras­pone a una variante favorable de la Alapin y; 6.ibS+ seguido de '\We2 no es ninguna tonte­ría. 6 ... tt:lf6 7.id3?! (7.ibs+!?; 7.ixb8?! l!xb8 8.�a4+ id7 9.'\Wxa7 l!a8 10.�xb7 gbg con contrajuego) 7 ... c4 8.ic2 id6 9.ixd6 'ªxd6 10.0-0 o-o 11.lL!bd2 lL!c6= Y finalmente las negras han logrado demostrar lo que querían, que un tiempo no es decisivo para la suerte de La partida. Dory-Bucker, Budapest 1984.

z ... ec7 3.c3 (D) De nuevo el tratamiento

"Alapin" debe ser lo mas eficaz contra la poco flexible salida de la dama negra.

a) 3.d4 cxd4 4.ltJxd4 'Llf6 (4 ... e6 acabaría trasponiendo) s.tiJc3 a6 con la intención de es, es uno de los puntos principales de la idea negra, lo cual no quiere decir que esta posi­ción no encierre dificultades para ellas, por ejemplo en la línea que comienza con 6.g4 pero en este caso disponen del interesante contra juego 6 ... ds!? sin el cual tal vez esta hu­biera sido la variante seleccionada para este libro. 7.tiJxds 'Llxds 8.exds '\WeS+ 9.ie3 �xds 10.1!g1 es un buen punto de partida para las investigaciones de los más ambiciosos, pero no hay ejemplos prácticos, y lo que es peor, no habrá muchas ocasiones de ponerlo en práctica.

b) 3.tt:lc3 Se acerca más a la transposición, pero las negras pueden resistirse a ella con 3 ... a6 (3 ... e6 4.d4 cxd4 s.lL!xd4 y las negras no tienen mejores jugadas que las que trasponen) 4. ttJds \19 as ( 4... � ds s.d4 e6 6. tiJc3 traspone) y ahora es muy desagradable 5./Lles; 3 ... tt:lf6l? Las demás jugadas permiten a las blancas es­tablecer su querido centro de peones clási­co. 3 ... d6 4.d4±; 3 ... e6 4.d4±. 4.es 'Llds s.d4 (s.lDa3 puede ser un intento de mejora, pero seguramente acabará en trasposición) 5 ... cxd4 6.cxd4 d6 Con la dama en c7, que puede acabar siendo hostigada, un tratamiento más lento sería irresponsable. 7 .lL!a3! El caballo blanco se dirige a la casilla es o bien a apo­yar el peón que se situará allí, pero su posi-

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Capítulo 1: ·2 ... l:iJf6 Nímzovítch y otras jugadas 15

ble excursión a bs crea molestias. 7 ... a6 [7 ... dxeS 8.lt'lbs \1{fb6 (8...�d8 9.dxe5 e6 No eran posibles ni �g4 ni a6 por la amenaza �ds. 10.�c4;!;) 9.dxes e6 10.i.d3;t] 8.�d3 e6 (8 ... dxes 9.dxes i.g4 10. �a4+ �d7 11.i.bs lL\c6 12.i.xc6;!;) 9.lLlc4 dxeS lO.lLlcxeS;!; (10.dxeS;!;) 10 .. .f6 (10 ... i.d6 11.i.d2 seguido de l3cl) n.lbc4 bs 12.lLle3 i.b7 13.0-0 i.d6 14.a4;!; Hazai-Csom, Budapest eh 1979.

3.l:i:Jc3 3.e5 lbds 4.d4!? (D) Esta era la reco­

mendación de DLS y en mi opinión sigue siendo suficiente para aspirar a una pequeña ventaja. Como ya hemos señalado en la introducción del capítulo, consideramos la variante de transposición la opción prefe­rente. Las líneas más teóricas comienzan con 4.lLlc3, pero requieren un gran esfuerzo, que solo considero rentable si alcanza una refuta­ción duradera, la cual no acabo de ver.

4 ... cxd4 Las otras alternativas son bas­tante flojas: 4 ... e6?! s.c4! lt'lb6 (s ... lt'lb4 6.a3 lt'l4a6 7.dxc5 �xcS 8.b4±; 5 ... lL\c7 6.i.g5 i.e7 7.1J.xe7 �xe7 8.dxcs �xcS 9.�d6!±) 6.�g5 i.e7 7.i.xe7 \1{fxe7 8.a4 La mala posición del caballo en b6 permite esta continuación tan directa que deja a las blancas con una venta­ja enorme. 8 ... d5 9.exd6 �xd6 10.b4!+- Geus Jan-Wonnacott IECC 1999; 4 ... d6?! 5.dxc5 dxcs 6.i.c4 e6 7.0-0 lL\c6 8.�e2± con un tipo de posición clásica donde la ventaja de espacio ofrece a las blancas un ataque cómodo en el

flanco de rey. 5.�xd4 e6 6.i.c4CtJc6 (6 ... lt'lb4 7. � c3 dificultando el desarrollo del alfil de fs. 7...�e7 8.a3 lLl4c6 9.0-0±) 7.Wie4 d6 7 .. .fs deja a las negras en una posición muy apreta­da. 8.�e2! lüde7 (Rybka opina que las negras igualan con 8 ... �b4+ y también con Wias, pero después de 9.c3 en ambos casos, las blancas tienen varias continuaciones que mantienen su ventaja) 9.lt'lc3 a6 10.h4 bs 11..�.b3± Tal­Zaitsev, Memorial Chigorin 1977. 8.exd6 lt'lf6 9.�e2 i.xd6 10.0-0 10.tDc3!? dificultando el plan con �c7, puede ser más exacto. 10 ... a6 11..�gs h6 12.�h4 bs 13.�ds (n.o-o-o!?) 13 ... i.b7 14.0-0-0;!; Tkachiev-Shirazi, Fran­cia 1996. 10 ... 0-0 Un poco más sutil puede ser 10 ... Wlc7!, retrasando el enroque y espe­culando con lües ll.lt'lc3 a6 12.l3e1 (12.igs bs 13 . .id3 lt'les 14.lt'le4 lt'lxe4 1S.ixe4 E!.b8=) 12 ... 0-o?! (lz ... bs! 13.lt'lds lt'lxds 14 . .ixds o-o 15.�e4 i.b7=) 13.lt'le4!;!; Savon-K.irov, Sukhu­mi 1972. ll.i.gs (D) Otra vez debe ser mejor el orden ll.lt'lc3!? a6 12.�gs trasponiendo a la partida, pero evitando algunas opciones para las negras. Y ahora:

a) ll...i\Yas me parece peligroso, por ejem­plo: 12.i.xf6 gxf6 13.tLlc3:! lt'le5 14.l3adllt'lxc4 15. �xc4 �b4 16. � e2 i.e7?! (16 ... i\Yxb2!?) 17.lt'ld4 es?! 18.lt'ld5+-Jansa-Regan, Budapest 1978.

b) ll ... h6 Es una jugada natural y es un buen argumento a favor del orden. 10.lt'lc3 a6 n . .igs 12.�h4 i.e7= Leventic-Majeric, Borovo 2005.

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e) l l ... ie7 12.gd1 (El orden fue 12.lt:Jc3 a6 13.gfd1! El detalle de colocar esta torre se verá en el comentario a la jugada 15. 13...Wfc7) 12 ... Wfc7 13.lüc3 a6 14.lt:Je4!? Una forma muy concreta de crear problemas. 14...b5 (14 ... lt:Jxe4 1S.Wfxe4 h6 16.ixe7 lt:Jxe7 I7.id3 fs 18.\Wes±) 1S.id3 lt:Jds (1s ... lt:Jg4?! 16.ixe7± lt:Jd4? Con la otra torre en d1 se­ría ganadora. 17.\Wel! lt:Jxf3+ 18.gxf3 Wfxh2+ 19.�fl y las negras no tienen compensación por la pieza. 1S ... lt:Jxe4 16.ixe7! y las negras pierden material) 16.c4! Debilitando la so­lidez de la estructura de peones negra y del punto fuerte en ds. 16 ... lt:Jf4?! (algo mejor es 16 ... bxc4 17.ixc4 lt:Jf4 18.Wfe3;t) 17.ixf4 Wfxf4 18.gac1?! (18.cxbs! axbs 19.ixbs± es suficiente) 18 ... b4?! (18 ... lt:Jb4 19.ib1±; 18 ... lüesl? 19.lt:Jxe5 \Wxes 20.c5t) 19.c5± gd8 20.lt:Jd6 gb8 2l.gc4!+- Santos-jones, cr. 1981.

3 ... ds!? (D)

La antigua variante 3 ... lüc6 4.d4 ds ha perdido todo su atractivo porque las blancas pueden elegir entre un final con ligera ven­taja o una posición más compleja con peón de más. s.exds lt:Jxds 6.lt:Jxds (6.dxcs es la línea ambiciosa, pero después de 6 ... lt:Jxc3 7.%hd8+ �xd8! 8.bxc3 f6t la ventaja no me parece tan grande) 6 ... Wfxds 7.ie3 cxd4 8.lüxd4 lt:Jxd4 (8 ... Wfa5+ 9.c3 lt:Jxd4 IO.b4 \'Hes u.Wfxdd no es muy diferente) 9. Wfxd4 1!;/xd4 10.ixd4 f6! es un final triste para las negras.

4.�bS+ La supuesta refutación 4.exds lt:Jxds

s.ibS+ id7 6.lt:Jes ixbs 7.\Wf3 f6!oo es un campo minado. Tal vez un análisis perfecto demuestre la ventaja de las blancas, pero no estoy seguro. Lo seguro es que la posición es peligrosa para ellas.

4 ... id7 s.es (D)

s ... hbs Lo más normal y más ambicioso. S ... lt:Je4 Permite un sacrificio similar a

la partida en mejores condiciones 6.e6! fxe6 [6 ... ixbs 7.exf7+ @xf7 8.lbxbs lbc6 9.0-0 h6 (Berelovich-Afek, Haarlem 2007) y aho­ra 10.ge1! a6 (10 ... e6 n.Wfe2 i':Vd7 12.d3 lt:Jf6 13.if4±) 1l.lt:Jc3 lt:Jxc3 12.dxc3t] 7.ixd7+ lüxd7 8.lüxe4 (8.0-0! para gel puede ser mejor) 8 ... dxe4 9.lt:Jgs lt:Jf6 (Sánchez Castillo­Calzetta, Turín 2006) y aquí 10.d3 exd3 1l.cxd3t da una buena iniciativa a las blancas.

s ... d4! Es lo más sólido. 6.exf6 dxc3 7. %Ye2?! (Una entrega de peón típica de un amante de la iniciativa, pero no del todo fundada. 7.fxg7 cxd2+ 8.ixd2 ixg7 9.Wfezt es algo mejor para las blancas) 7 ... cxd2+ 8.ixd2 gxf6 9.0-0-0 i':Vb6 10.ic4 lt:Jc6 u.ghel o-o-o 12.ixf7 eS= Motylev-Nisipeanu, Rumanía 2007. Las negras no tienen problemas.

6.ltlxbsltlfd7 7.e6! (D) Esta es la clave, si se permite a las negras

llegar a la estructura de francesa sin alfil de blancas no tienen problemas.

Page 17: Desmontando la siciliana 2

Cap{tulo 1: 2 ... l1Jf6 Nimzovitch y otras jugadas 17

7 ... fxe6 8.0-0l Parece que lo mejor es acabar el desarrollo

antes de hacer las jugadas agresivas tipo tt:lgs o Wg4, que pueden seguir luego. 8.tt:lgs Wb6!

8 ... es 8 ... Wb6 es la elección favorita de los mó-

dulos, pero 9.c4! fija a las negras una estruc­tura desastrosa: 9 ... tt:lc6 (9 ... a6 lO.tt:lc3 d4 ll.tt:le4 g6 12.d3 ig7 13.Wea) 10.13el! (peor es lO.tt:lgs dxc4 11.tt:lxe6 13c8 12.tt:lc3 tt:ld4+) 10 ... dxc4 (10 ... 0-0-0 1U�xe6 dxc4 12.Wa4 a6 13.tt:lc3± y va a caer también c4) ll.tt:la3 \Wa6 12.13xe6;t.

9.t1Jgs! Ahora la amenaza tt:le6 es mucho más

fuerte.

Esquema Resumen: l.e4 eS 2.tt:lf3

- 2 ... g6 Traspone a los capítulos 6 o 18.

Menos exacto es 9.13el Wb6 lO.tt:lc3 �d6 ll.tt:lgs a6 12.\Wg4 tt:lc6 13.d3 (13.\We6 tt:lf6 14.\Wf7+ �d7) 13 ... tt:lf6 14.\Wh3 tt:ld4 15.f4 exf4 16.tt:le6 gs! :¡: Landa-Ibarra, Villarrobledo 2007.

9 ... §'b6 9 ... tt:la6 10.c4! dxc4?! ll.'.Wf3+-10.c4! El verdadero golpe estructural, ahora es

muy difícil para las negras mantener sus peo­nes sin dejar grandes huecos en su posición.

10 ... t1Ja6 10 ... tt:lc6 n.\Whs+ g6 12.\Wf3 tOda

13.Wxd5±. 10 ... tt:lf6 ll.f4! exf4 12.tt:le6 tt:la6 13.Wa4

cJJf7 14.tt:lxf4±. ll.d3 g6 No hay otra forma de terminar el desarro­

llo. ll. .. h6 12. �hS+ g6 13. \Wh3±. 12.t1Jc3 12.Wff3! parece aun mas fuerte, por ejem-

plo: 12 ... tt:lf6 13.13el ig7 14.13xe5+-. 12 ... d4 13.t1Jds t«c6 14.t«f3 t1Jf6

1SJ3el o-o-o? Es normal que las negras pierdan la

paciencia en una posición tan incómoda. 16.tLlf7 1-0

- 2 ... h6 Con el tratamiento Alapin 3.c3, resulta inofensiva ;!;, - 2 ... �c7 Las blancas pueden elegir entre el tratamiento Alapin o trasponer a la variante Taimanov con 3. tt:lc3.

- 2 ... tt:lf6 3.e5 tt:lds 4.d4l? Asegura una pequeña iniciativa;!;. - 2 ... tt:lf6 3.tt:lc3 tt:lc6 4.d4 ds Es sólido pero con muy pocas perspectivas :t. - 2 ... tt:lf6 3.tt:lc3 ds 4.1bs id7 S.es tt:le4 Mejor estructura y muy cómodo para las blancas ±. - z ... tt:lf6 3.tt:lc3 ds 4.ibs id7 s.es .ibs Fuerte iniciativa para las blancas;!;. - 2 ... tt:lf6 3.tt:lc3 ds 4.ibs id7 s.es d4 Bastante sólido para negras, de nuevo poco

prometedor ;t.

Page 18: Desmontando la siciliana 2

18

Capítulo 2

l.e4 es z .ti:Jf3 b6

Valoración **

Historia e ideas

Desmontando la Siciliana 2

Se trata de una variante relativamente "moderna", aunque siempre se pueden encontrar partidas de la época clásica. Fue experimentada por el investigador Argentino Pelikan, recupe­rada por varios jugadores georgianos (sobre todo Alexandria) y relativamente popularizada por Psakhis en los años 80.

La principal idea es casi siempre sacar al rival de la teoría y llegar a una posición siciliana más o menos típica, similar a la Paulsen. Por ese motivo puede ser un arma ocasional muy ade­cuada para jugadores que tienen esa variante en su repertorio. Un síntoma es que algunos gran­des maestros la han usado de vez en cuando con buenos resultados, entre ellos Topalov, Vallejo o Korneev y actualmente los grandes especialistas son los grandes maestros Bauer y Cicak. La flexibilidad de la estructura de peones negra permite obtener posiciones muy diferentes, que tienen puntos de contacto con el Dragón y sobre todo con la Paulsen. Pero hay que decir que el desarrollo del alfil dama por fianchetto es algo lento y las negras deben tener cuidado de no quedar atrapadas con su rey en el centro.

Page 19: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 2: 2 ... b6 19

PARTIDA 2.01 Panchenko A. - Psakhis L.

Vilna, 1978

l.e4 eS 2.lDf3 b6 3.d4 cxd4 4.lbxd4 �b7 s.lbc3 (D)

Llegamos a la primera posición donde las negras tienen que tomar una decisión impor­tante. Es posible que la elección de muchos jugadores dependa de sus otras variantes sici­lianas, pero no todas las pseudo-trasposicio­nes tienen la misma validez.

5 ... d6 Aunque no me parece la mejor jugada,

elijo d6 como variante principal por dos motivos prácticos:

1) La variante que recomiendo contra S ... a6 que es la jugada más frecuente se ha jugado poquísimo y ...

2) El plan de las blancas contra d6 es el más estándar y merece la pena comentarlo un poco más.

s ... a6!? La jugada que lleva a posiciones similares a la Paulsen y es la causa de la resur­rección de esta variante, y la elección de los especialistas actuales Cicak y Bauer. 6.�gs! Ya recomendada en DLS, sigue sin alcanzar la popularidad que merece. Apenas hay teoría pero las dificultades negras para desarrollar­se con enormes. 6 ... V!fc7 (D) el mejor intento para desarrollar:

a) 6 ... h6 7.ih4 d6 [7 ... gs?! dejando huecos por todas partes (fs sobre todo) parece demasiado] 8.�c4 V!fc8 9.V!fe2 liJd7 10.0-0-0 g6 1l.f4 ig7 12.e5 dxes 13.fxes ltJxes 14.ids �xds 1S.liJxds V!fb7 16.0f3 liJc6 17.1:i:he1 (17 .\Yie3! ± con un ataque demoledor) 17 ... �f8 18. \We3 Moreno Carnero-Korneev, Dos Her­manas 2003.

b) 6 ... d6 7 . .ic4 \Wc7 8.V!fe2 da a las blancas un despliegue tremendo, demasiado incluso para una defensa tan flexible como la sicili­ana. 8 ... bs 9.ib3 h6 10.ih4 liJd7 ll.a4 bxa4 12.E:xa4 liJes 13.liJds 'ffd8 14.0-0! con todas las piezas en juego contra apenas un par, las blancas casi se cachondean. 14 ... gs 1S.ig3 e6 16.!!b4 exds 17.l::i:xb7+- Sulskis-Poulsen, Klaksvik 2008. 7 .liJds! Esta es la jugada clave, que implica la entrega de un peón, pero por una compensación evidente. 7 ... ixds (7 .. .'&es es la otra forma de ganar el peón. 8 . .ie3 e6 9.liJf3 V!!xe4 lO.liJc7+ rlle7 n.tLlxa8 ixa8+­Groszpeter-Berezjuk, Pardubice Czech Open 2000) 8.exds V!!eS+ (8 ... es? es un intento de­sesperado de continuar el desarrollo: 9.dxe6 fxe6 10.'fff3 !!a7 11.0-0-0 g6 12.\We3 �f7 13.�c4 ie7 14.ib3± Shaw-Sasikiran, Caleta 2005; aunque la jugada de la partida mantie­ne una gran ventaja, mucho más fuerte pare­ce 14.liJf3!+- y es dudoso que las negras pue­dan aguantar muchas jugadas) 9 . .ie3 �xds 10.ie2 es! (lO ... �b7 n.if3 liJc6 12.tLlxc6 dxc6 13. 'fid4± recuperando el peón con gran ventaja) ll.liJb3 'ffb7 (ll...V!fxdl+ debe ser

Page 20: Desmontando la siciliana 2

20 Desmontando la Siciliana 2

relativamente lo mejor 12.E:xdl bs 13.f4 y la compensación de las blancas es muy grande) 12.0-0 lüf6 13.f4 (13.a4!? buscando la apertura en el flanco de dama es otro plan prometedor) 13 ... e4 14.c4 ie7 15.g4! 0-0 16.g5 lüe8 17.f5 (y ahora con 17.Wd4!± las blancas recupe­ran el peón manteniendo todas sus ventajas) 17 ... lüc6 Rahal-Bauer, Clichy 2006.

5 ... lDf6 intentando que las blancas se de­finan antes de mover uno de los peones, pero las blancas devuelven la pelota, no defendien­do el peón. 6 . .igs! lüc6 (D)

a) 6 ... lüxe4? no es posible: 7.lüxe4 ixe4 8.Wez! ib7 9.lübs ds lo.if4+-; C\ B .. . �5!

b) 6 ... e6?! Tampoco es nada sana. 7.e5! h6 8.ih4 gs 9.ig3 lüe4 (9 ... /üds?! lO.ltJe4! ame­nazando lübs 10 ... .ie7U.lübs o-o 12.lübd6±) 10.lüxe4 ixe4 11.h4± Leitao-Limp, Brasil (eh) 2005. 7.lüfs molestando mucho el desarrollo negro. 7 ... h6 8 . .ixf6 gxf6 9 . .ie2 a6 10.i.hs lües ll.f4 e6 12.fxe5 exfs 13.0-0 Wfc7 14.E:xf5± Psakhis-Dizdarevic, Palma de Mallorca 1989.

5 ... lüc6?! Puede considerarse una de las ju­gadas más flojas de esta sección. Las negras en­cuentran problemas para desarrollarse después de la temática 6.if4! E:c8 (6 ... e6?! 7.lüdbs±; 6 ... d6?! 7.ibs Wfd7 8.es dxes 9.i.xe5 a6 10 . .ixc6 i.xc6 11.lDxc6 Wxc6 12.Wds±) 7.lüxc6 dxc6 8.Wif3 �d4 9.E:d1 Wcs lO.es± es realmente abrumador. Beliavsky-Quinteros, Viena 1986.

s ... e6?! Debilita demasiado las casi­llas negras: 6.lüdbs! d6? (6 ... ltJc6 7.lDd6+

.ixd6 8.Wfxd6 Wfe7 9.if4±) 7 . .if4 es 8.lüds! lüa6 9.ie3 ie7 10.ic4 lüf6 n.lüxf6+ gxf6 12.'!9h5+- O-O 13.ltJc3 lücs 14.ih6 lüe6 15. 0-0-0 'f9c8 16.ixe6 fxe6 17.E:d3 1-0 Hecht­Velimirovic, Budapest 1973.

s ... g6?! Una mezcla poco coherente, las blancas pueden elegir su esquema ideal (.ie3, f3, 0-0-0) y las negras han retrasado mucho su juego en el flanco de dama. 6 . .ie3! ig7 7.'f9d2 lüf6 8.f3 0-0 9.0-0-0 lüc6 10.g4±.

6.i.g5! (D)

Como en muchas otras variantes, esta jugada molesta de forma grave el desarrollo natural de las negras.

6 .. .lbd7 7 .i.c4 7.lüdb5! es una recomendación de

Moiseev que ofrece una ventaja muy forzada. 7 ... �gf6 8.lüds i.xds (8 ... lüxds? 9.lüxd6++-) 9.exd5± las casillas blancas son un colador y el desarrollo negro es difícil.

7 ... a6 7 ... lügf6 es la jugada de desarrollo natu-

ral pero después de 8.0-0 Wic7 (8 ... e6 9.f4 ie7 10 . .ixf6 lüxf6 ll.ibS+ ttJd7 12.f5+-y las blan­cas consiguen el sueño de muchas variantes de ataque de la siciliana, destruir la defensa en las casillas blancas d5-e6-f7) 9. 'f9e2 a6 10.f4± se hace difícil terminar el desarrollo.

sJWez bs?! 8 ... �gf6 9.0-0-0 el plan con 0-0 y f4 pa­

rece más contundente en esta posición. 9 ...

Page 21: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 2: 2 ... b6 21

bs (Novikov-Varchenko, Minsk 2005) y ahora lO.ids! como en la partida principal, pone los mayores problemas a las negras.

9 . .id5! Wfc8 10.0-0 éLlgf6 10 ... b4 ll.lüa4 e6 12.ib3 y ahora es más

difícil desarrollarse por 12 ... lügf6?! 13.�xf6! ± gxf6 14. Whs+-.

ll.l3adl ?! Una jugada de desarrollo demasiado

inofensiva. 1Ll3fel! e6 (11 ... b4 12.�xb7 W/xb7 13.lüds±) 12.ixb7 W/xb7 13.f4 con el plan habituaL

ll...e6 (D) Las negras dejan pasar una ocasión de

complicar la partida: 11...b4! 12.�xb7 (12.lüa4 lüxds 13.exds ixdsoo) 12 ... W/xb7 13.lüds lüxds 14.exds W/xdsi, aunque las blancas tienen una gran compensación.

1Z.éüxe6!?

Un sacrificio a \!,argo plazo, pero demole-dor en una partida práctica.

12.�xb7 Wxb7 13.�xf6 lüxf6 14.a3;!;. 12 ... fxe6 13.he6 Wfcs Contra 13 ... .ie7 Moiseev ofrece la varian­

te: 14.esl Wc6 lS.�ds! éüxds 16.lüxds ixgs 17. W/hs+ @fs 1S.e6 lOes 19.f4+- pero tal vez 14.if6! sea más clara.

14.éLlds .ixds 14 ... 0-0-0 15.b4 Wfa7 16.lüxf6 gxf6

17 . .ixf6+-. 15.exds o-o-o 16.l3d3! <i>b7 17 .l3c3

Wld4 18.a4! Wles 1S ... bxa4 19 . .ixd7 gxd7 20.gc6+-; 1S ... W/xa4 19 . .ixd7 gxd7 20.ixf6 gxf6

21. Wies b4 22. WlcS+ @a7 23.gc7+ l3xc7 24.'�xc7+ @as 25.\Wds+ @a7 26.Wfxf6+-.

19.�e3 éücs 19 ... lüxds zo . .ixdS+ W/xds 2Laxbs axbs

Z2.l3d1 Wlfs 23.g4!+-. zo.axbs as Zl.b6 �e7? 21... Whsl 22. W/c4! (22. Wlbs? Wes 23. Wlxas

gas 24.'11:'ib4 l3a4-+) 22 ... Wies 23.l3al gas 24.gca3 lüxe6 2s.gxaS!+-.

22.l3a1 l3a8 22 ... lüxds 23.ixds+ Wixds 24.ixc5+-. 23.Wbs l3a6 . 23 ... lüxd5 24.l3xc5 dxcs 25.Wfd7+ @xb6

26.ixds+-. 24.Wlc6+ <i>bs 25.Wc7+ �a8 26.b7+!

éLlxb7 27.Wlc8+ 1-0

Esquema Resumen: l.e4 es 2.ltJf3 b6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 J.b7 s.lüc3

- s ... e6 6.lüdbs Las negras están al borde del desastre. - 5 ... lüc6 6.if4 Las negras tienen muchos problemas. - 5 ... a6 6.igs Las negras tienen problemas para completar el desarrollo. - 5 ... d6 6.igs Lo mismo que en la línea anterior. - s ... g6 6.J.e3 Las blancas montan un esquema Rauzer en buenas condiciones.

Page 22: Desmontando la siciliana 2

22 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 3

l.e4 eS 2.CLJf3 a6

Variante O'Kelly

Valoración **

Historia e ideas

Como muchas otras ideas en las aperturas el precursor de esta fue el Gran Maestro polaco Saviely Tartakover que la estrenó en su match con Re ti en 1920, pero probablemente Tartakover no había descubierto las ideas básicas. Fue el jugador Belga Alberic O'Kelly el que la analizó y la comenzó a practicar en los años SO. Gracias al efecto sorpresa y a la eficacia de su idea básica, la variante logró buenos resultados durante algún tiempo e incluso gozó de cierta popularidad. Esta popularidad que se ha mantenido a ciertos niveles hace que la continuación 2 ... a6 sea la quinta más empleada después de las 3 grandes (d6, e6, ttlc6) y de g6 que normalmente traspone a otras. Pero poco a poco las jugadas 3.c3 y 3.c4 se fueron extendiendo en la práctica de torneos y los atractivos de la variante O'Kelly fueron desapareciendo, hasta acabar en el ostracismo en que se encuentra actualmente.

Casi todo el entramado de la variante se apoya en una ingeniosa idea. Las negras defienden por adelantado la importante casilla bs, y convierten la jugada 3.d4, característica de la variante abierta, en un error, debido a la secuencia 3.d4 cd4 4.lLld4 lLlf6 s.lLlc3 eS!, ahora el caballo blanco no puede ir a la casilla ideal bs, y tampoco a la casilla de reserva fs (debido al contrago-lpe típico 6 ... ds), además el alfil de casillas negras puede salir a b4 y como resultado de todo esto las negras asumen la iniciativa y tienen una partida muy agradable.

Todas estas virtudes desaparecen si las blancas retrasan la jugada d4 y ahí está el origen de las dificultades negras. Tanto 3.c3 (una Alapin mejorada) como 3.c4 (un Maroczy ideal) ponen serios problemas. Tras 3.c4 las negras a menudo se dirigen a continuaciones similares a la defen­sa Paulsen donde el prematuro a6 es un inconveniente pequeño. En otros casos las negras siguen

Page 23: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 3: 2 ... a6 O'Kelly 23

un camino característico de la O'Kelly, buscando un rápido desarrollo y la ruptura del centro. En este caso (ver la partida 3.02) la pérdida de la pareja de alfiles es el inconveniente principal de su posición. \

Hay un tercer grupo de variantes como 3 ... d6, que permiten a las blancas un juego muy cómodo con una importante ventaja de espacio .

Partida 3.01 Borkowski F. - Nazarov A.

Katowice op, 1990

l.e4 es z.ct.Jf3 a6 3.c4 (D)

3. c4 es nuestra recomendación para com­batir la variante O'Kelly. La idea es conseguir una formación Maroczy en condiciones favo­rables gracias a la pérdida del tiempo 2 ... a6.

Las blancas tienen otra continuación que goza de los favores de la teoría, 3.c3. Lo que deben evitar claramente es la jugada natural: 3.d4?! cxd4 4.tDxd4lZlf6 s.ltlc3 es! y las negras logran una versión favorable de la Pelikan gracias a tener controlada la casilla bs. Ahora las negras disponen de una elección bastante amplia en apariencia pero muy reducida en cuanto a eficacia.

3 ... d6 3 ... g6?! 4.d4 Lleva a una versión muy fa-

vorable del Maroczy contra el Dragón puesto que la jugada a6 no solo ha perdido un tiempo sino que ha debilitado la casilla b6. 4 ... cxd4 s . .!Llxd4 .ig7 6 . .!Llc3 .!Llc6 7 . .ie3 d6 8 . .ie2

.!Llf6 9.0-0 o-o lO.Wdz (lOJ�cl i.d7 ll.f3t es otro tratamiento de valor similar) 10 ... ltlg4 ll.ixg4 ixg4 12.f3 id7 13J'Udl !k8 14.b3 tDxd4 15.ixd4 ie6 16J�ac1 .ixd4+ 17.Wxd4 f6 18 . .!Llds;!; Vukic-Pfeiffer, Oberwart 1991.

3 ... b6 Lleva a posiciones similares a la Paulsen o al Erizo contra la inglesa, pero el orden negro es poco flexible y facilita la ta­rea de las blancas que en comparación con la Paulsen se ahorran la jugada a3. 4.ltlc3 ib7 5.d4 cxd4 (sino viene ds) 6.lZlxd4 e6 7 . .ie3! Wc7 7 ... ib4 Intentando aprovechar la ausen­cia de la jugada a3, es inofensiva, porque las negras no están en condiciones de ceder su alfil de casillas negras para comer un peón. 8. Wb3l ixc3+ (8 ... ics es relativamente me­jor 9.ie2 ltlc6 10.0-0-0±) 9.'�xc3 .ixe4 10. 0-0-0� y las blancas con la pareja de alfiles, la ventaja en desarrollo y la presión a través de las columnas centrales y de las diagonales negras, tien·en una compensación sobrada por el peón. 8.f3 ltlf6 9.ie2 d6 10.0-0 ie7 11.Wd2 o-o (D)

Esta partida ilustra un plan interesante, del que no nos ocuparemos exhaustivamen-

Page 24: Desmontando la siciliana 2

24 Desmontando la Siciliana 2

te, porque la posición pertenece más bien a la Apertura Inglesa. En comparación con la Paul­sen las blancas se han ahorrado el tiempo a3 y lanzan un asalto inmediato sobre el flanco de dama negro. 12J��fc1! Evitando tentacio­nes liberadoras con ds o bs. 12 ... li'lbd7 13.a4! Provocando inevitablemente debilidades en el flanco de dama negro. 13 .. J�fe8 14.a5 bxas 15.li'lb3 gac8 16.li'lxa5 .ias 17.li'lb3 \Wbs 18.li'ld4± Zvjaginsev-Fedorov, Samara 1998. Con la ventaja de espacio y la debilidad del peón a, las blancas tienen un futuro muy cómodo.

3 ... e6 4.li'lc3! Las blancas lo hacen me­jor no trasponiendo a la Paulsen. 4 .. .'�c7 Después de 4 ... li'lc6 las blancas ya pueden (y deben ante la "amenaza" es) jugar s.d4 cxd4 6.li'lxd4 trasponiendo a una línea que se ana­liza en la partida 3.02; 4 ... li'lf6?! s.es!±. s . .te2 d6 Leko-Zapata, Yopal 1997. Una idea dife­rente puede ser s ... li'lf6 con idea 6.0-0 es pero hasta ahora nadie ha jugado así. 6.0-0 lilf6 7.d4 cxd4 8.li'lxd4 b6 9 . .ie3 ib7 10.f3 .ie7 y hemos transpuesto al comentario a la jugada 3 ... b6. Para 3 ... li'lc6 Ver partida 3.02.

4.d4 �g4 (D)

Lo más interesante. Mucho más pasivo es 4 ... li'ld7 s.li'lc3 e6 6 . .ie2 lile7 7.0-0 lilg6 s.ie3 .ie7 9.\Wdz 0-0 lO.gadLt Las blancas tienen más espacio y desarrollo pero la posición negra es sólida y no es fácil concretar. 10 ... b6 ll.b3 Wfc7 12.'4?hl ib7 13.d5 es 14.lt:JgH Timmermans-Franklin, London 1997.

4 ... cxd4 s.lLlxd4 lilf6 6.lilc3 e6 normal­mente acabaría trasponiendo a la variante 3 ... b6 del comentario anterior.

s.dxcs ixf3 Cambiando ahora las negras obligan a la

captura con el peón. s .. .'��aS+ 6.lilc3 1!9xc5 7.'<!9b3!±.

6.gxf3! dxcs Intentando hacerse fuerte sobre las casi­

llas negras, especialmente d4. La alternativa no es mejor: 6 ... 1!9a5+ 7.lilc3! dxcs (7 ... 1!9xcs s.ie3 1!9as 9.'<!9b3±) 8.'<!9b3! lild7 9.'ªxb7 gbs 10.'ªc6 e6 ll.�a4± La compensación por el peón es casi inexistente. 11... Wxa4 12.lilxa4 lt:Je7 13.ie3 lilc6 14.0-0-0 g6 15.f4±

7.Wxd8+ @xd8 8.�e3 es La jugada es un poco chocante porque deja

abiertas todas las diagonales blancas, pero las negras ya están necesitadas de un buen consejo. 8 ... e6 9. lt:Jc3 lt:Jf6 10.0-0-0+! tt:Jfd7 (10 ... lt:Jbd7 11.e5 lilg8 12.f4±) ll.f4l Wc7 12.fs±; s ... lLld7 9.lLlc3 r$lc7 10.0-o-o �d8 1Lih3 e6 12.if4+±.

9.f4 9.lL:lc3 puede ser un orden más exacto. 9 ... f6 9 ... id6 10.¿i.k3 lLlc6 11.0-0-0+ (D)

ll. .. l2Jd4 El caballo intenta taponar todos los aguje­

ros, pero la superioridad en efectivos blancos es demasiado grande. 11 ... @es 12.fxes fxes 13.ih3 �d8 14.�xd8+ �xd8 15.:Bd1+±.

Page 25: Desmontando la siciliana 2

Cap{tulo 3: 2 ... a6 O'Kelly 25

12.fxes fxes 13.f4 exf4 14 . .txf4 <±>es 1s.éL\ds gds 16.i.c7 gd7 17.ih3 gf7 18.ghfl [18.ies!?] 18 ... éLlh6

18...�f6 19.e5; 18 .. Jhf1 19.laxf1 seguido de ic8.

19.ic8 Finalmente las blancas fuerzan la ganancia

material manteniendo todos sus triunfos. La partida está decidida.

19 ... b5 20.ixa6 bxc4 21.gxf7 <±>xf7 22.hc4 ie7 23.a4 ids 24.a5 hc7 25.éL\xc7+ <±>e7 26.a6 <±>d7 27.éL\e6 <i>d6 zs.éL\xd4 cxd4 29.ids éL\fs 30.a7 gc8+ 31.<±>bl éL\e3 32.gcl d3 33.gxc8 dz 34.ib3 1-0

Partida 3.02 Kondali - Letic

corr Dr. Dídmar (Mem), 1989

l.e4 eS 2.éLlf3 a6 3.c4 éL\c6 La continuación principal y la que más

limita las opciones de las blancas al plantear la inmediata amenaza posicional es que "se­cada" la partida.

4.d4 cxd4 s.éL\xd4 (D)

5 ... CL.\f6 Siguiendo los cauces más frecuentes, pero

las negras tienen otras dos alternativas muy razonables en este momento:

5 ... e5 Con una idea similar a la de la variante principal pero reservándose la op­ción de desarrollar el caballo por e7, lo que

parece útil en algunas variantes. 6.�f5 ds También merece consideración 6 ... d6 con idea de cambiar en fs y presionar"st>bre el peón en las próximas jugadas. 7.CDe3! �f6 (7...:il.e7 8.i.e2;!; y el caballo de e3 impide el cambio cómodo del alfil de casillas negras) 8.�c3;!; Se alcanza una posición muy favorable compa­rada con la similar de la variante Kalasnikov. El caballo está perfectamente centralizado en e3 en vez de estar en a3. 7.cxds ixfs 8.exfs �d4 9.�c3 lbe7 (D) Mientras que 9...ib4 10.id3 1!9xd5 11.0-0 '!9d7 12.lae1± (Sherzer­Polovodin, Filadelfia World op 1991) acelera el desarrollo de las blancas y naturalmente 9 ... �f6 traspone a la línea principal.

Hemos llegado a un momento crítico. Las blancas tienen muchas jugadas atractivas. Entre ellas recomendamos dos:

a) 10.id3 lbexfs 11.0-0 i.d6 12.f4 reco­mendada por Nunn en su libro "Beating the Sícilían". Menos clara es (12.'!9g4 g6! 13.'!9h3 0-0 14.CDe4 i.e7 15.g4?! lbd6 16.i.h6 lbxe4! 17.ixe4 lae8 18.i.e3 igs! 19.ixd4 exdH Vaskan-Kirilov USSR 1966) 12 ... exf4 13.ixf4 '!9b6 14.ixd6 lbbS+ 15. 'i!?hl lbfxd6± Santo Roman-Franco Ocampo, Las Palmas 1991.

b) 10.if4! Recomendada en "DLS" no ha sido empleada todavía. 10 ... �exfs (10 ... f6 11.1&h5+ <;f?d7 12.0-0-0±) n.ixe5 1&e7 12.f4 f6 13.d6 '!9e6 14. \Yia4+ �c6 1S.ic4 Wd7 16.0-0-0 fxes 17.fxe5 lüxesl 18.lahe1 0-0-0 19.laxe5 Wxa4 20.CDxa4 lbxd6 2Ltb3±.

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26 Desmontando la Siciliana 2

5 ... e6 Entrando en un terreno más típico de la Variante Paulsen. Las negras han adqlii­rido un compromiso muy grande al desarro­llar prematuramente su caballo a c6 y esta cir­cunstancia es la que aprovechan las blancas para lograr la ventaja. 6.ll::lc3 (D) y ahora:

a) 6 ... ll::lf6 pasa lo de siempre; 7.ll::lxc6 bxc6 8.e5±.

b) 6 ... d6 lleva a una posición similar a las otras variantes si no traspone. 7.ie2t.

e) 6 .. .'?Jlc7 7.ie2 tt:\f6 8.0-0 ib4 [8 ... d6 9.ie3 11.e7 lO.l:kl especulando de inmediato con el salto ttJds, lo que pone de manifiesto un de los defectos del sistema de desarrollo de las negras. 10 ... tt:\xd4 (10 ... 0-0 ll.tDds!±; lO ... ll::les l l.f4 tt:\ed7 el caballo ha llegado a su casilla natural pero ha derrochado dos tiempos que las blancas utilizan para adop­tar un esquema más agresivo. 12.if3 0-0 13.g;,hl gbs Galkin-Kalinichev, internet 2004 y ahora las bancas debieron desarrollar su iniciativa con 14.g4!±) 11.1iNxd4 0-0 12.gfdl .id7 13. �d2 gac8 14.if4!± obligando a las negras a importantes concesiones para de­fender el peón de d6] 9.igs (9.tDxc6 bxc6 10.�d3;!; es otro buen plan) 9 ... ixc3 [9 .. :�9d6 lO.ltJxc6 VNxdl ll.tDxdl (n.gfxdl!? es más ambicioso. l l ... ixc3 12.bxc3 tDxe4 13.ie3 bxc6 14 . .id4;;) ll...dxc6 12.e5t Rublevsky­Fominyh, Elista 1996] 10.ixf6 gxf6 [lO ... .ixb2! es lo mejor ll.lDxe6! (ll..ixg7 tLlxd4 12 . .ixd4 i.xa1 13.Wxaloo) l l...dxe6 12.ixb2t y las ne-

gras que echarán en falta su alfil de casillas negras pueden hacerse fuertes en algunas casiLlas centrales] ll.bxc3t Zvjaginsev­Malakhatko, Yugoslavia 2001.

d) 6 ... i.b4 7. tt:\xc6! bxc6 (Después de 7 ... ixc3+ las casillas negras deben sufrir mucho, pero no existen buenos ejemplos prácticos) 8.1iNd4 La clave, planteando de hecho una doble amenaza, la primera sobre g7 ... 8 .. .f6 [8 ... '?:lff6 9.es We7 (Evita es pero ocu­pa la casilla ideal del caballo. Aquí las blan­cas solo han jugado lO.id2 pero ahora tanto 10.ie3!?± como 10.a3! ic5 1l.�d3± parecen muy ventajosas para las blancas) 10 .. .f6 De la Riva 0.-Khamrakulov, Sanxenxo 2003] 9.cs! esta es la otra amenaza. Hay un hueco enorme en d6 y el alfil de casillas negras está condena­do a cambiarse o quedar descolocado. 9 ... Was 10.ie3 ixc3+ (10 .. J��b8!?) ll.bxc3 gbg 12 . .ic4 tt:\e7 13.0-0 VNc7 14.gabl Y ante la amenaza posicional gb6 las negras comienzan con las "locuras". 14 ... gbs!? lS . .ixbs cxbs 16.a4 ib7 17.axb5 axb5 18.c4! bxc4 19.1lNd6+- Tsarouhas­Gogolis, Atenas (tt) 1996 y no hay compensa­ción por la calidad.

6.ltJc3 es (D)

Internándose definitivamente en las líneas principales de la variante O'Kelly que tienen un cierto grado de complicaciones pero que no resultan satisfactorias, y son la causa del descenso de su popularidad.

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Capítulo 3: 2 ... a6 O'Kelly 27

Pero hay una alternativa aceptable aunque se aparta de las ideas típicas de la variante:

6 .. .'ªc7!? (D) Jugando con un cierto espí­ritu Paulsen, aunque con menos fle�ibilidad (otra vez el caballo en c6).

7.ie3 [7.ie2!? e6 8.0-0 las negras pue­den trasponer al comentario de la jugada S ... e6, o bien jugar 8 ... id6!? que se ha probado muy poco y plantea problemas inusuales. Por ejemplo: 9.Whl! ies (9 ... lüxd4 10.Wxd4 ies 11. 'ªd3 d6 12.f4! i.xc3 13.bxc3 bs 14.eS± Nataf­Hamdouchi, Reikiavik 2006 con una apertura del juego que favorece a las blancas) 10.ie3 if4 n.ixf4 'ªxf4 12.lüxc6! bxc6 13. Wid4 o-o 14.gad1 preparando es 14 ... es! 1S. Wld6 �xe4 16.lüxe4 'ªxe4 17.id3 'ªh4 18.lWxeS± Domínguez-Abreu Delgado, Cuba (eh) 2002 y las blancas tienen más desarrollo y mejor es­tructura] 7 ... e6 8.l�k1! Apostándose frente a la dama rival. 8 ... ib4 9 . .id3 liJes 10.a3 ie7 (10 ... lüxd3+!? 11. %Vxd3 �J. e?;!;; 10 ... id6 n.ie2 hs 12.h3¡) n.ie2 d6 (11. .. b6?! de inmediato es peor por 12.f4 lüc6 13.eS±; ll ... hs?! com­promete demasiado la posición. Seguir dentro de los cauces del esquema erizo era lo adecua­do: 12.h3 lüg6 13.lWd2 d6 14.0-0 id7 1S.b4 h4 16.gfd1 O-O 17.igs gfd8 18.lüf3± Sokolsky­Bastrikov, Kiev URSS sf 19S7) 12.f4 lüed7 para seguir con b6-ib7 (12 ... lüg6 13.0-0 0-0 14.b4 id7 1S. �b3;!; Jbarra-Epishin, Roquetas 2006.

6 ... e6?! Ahora es muy dudosa por 7.lüxc6± seguida de es.

7.lDfs ds 7 ... d6 8.lüe3! llegaría a la posición citada

en la variante S ... es. s.cxds A.xfs 9.exfs lDd4 {D)

Momento crítico de la variante. Las blan­cas tienen un peón de más y la pareja de alfi­les en una posición muy abierta. A pesar del caballo en d4 y de las posibilidades ciertas de recuperar el peón no parece que las negras es­tén en condiciones de igualar por completo el juego.

10.�d3 Es lo más frecuente. Pero existe un tra­

tamiento posicional que ofrece una ventaja más o menos equivalente con una posición tranquila. lO.igs!? ie7 11.ixf6 .ixf6 12.id3 Wd7 (lz ... o-o n.o-o bs 14. �g4±) n.lWh5t.

lO ... lDxds 11.0-0 �b4 Sin esta presión sobre c3 sería difícil justi­

ficar para qué han perdido las negras su alfil de casillas blancas y que piensan oponer a la presión del rival en la gran diagonal.

ll ... ie712.ie4! lüxc3 13.bxc3 tLlc614J�bl %Vc8 15. %Vg4 (15. %Vf3l 0-0 16J'hb7! es un lim­pio peón de más) 15 ... 0-0 16.ih6 if6 17.gxb7 Wh8 18.gb6 gxh6 19.gxc6 �d8 20.E:d1 W/e7 21.E:dd6 ggs 22.lWf3 ig5 23.f6 'ªes 24. W/f5 gg6 25.h4 ixh4 26Jk7 1-0 Matanovic-Pérez, Belgrado 1961.

12.�e4 lDxc3 12 ... 1xc3 13.ixd5! ixb2 14.ixf7+ �xf7

1S.ixb2±.

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28 Desmontando la Siciliana 2

13.bxc3 i.xc3 14J':!bl 0-0 16.%Vd3 gad8 17.ia3 Devuelve el peón y ofrece una posición

dominante a la torre blanca. Merece la pena investigar otras opciones:

14 .. ,l§¡bg 15. �g4 g6 (15 ... 0-0 16 . .ih6 �f6 17.-igs �d6 18.f6 con un ataque prometedor) 16.igs gxfs (16 ... �c8 17.i.f6! gxfs 18.i.xfs±) 17.ixfs f6 18. �hS+ Altschuler-Fink, cr. URSS 1961. Parece demasiado a cambio de un peón.

15Jhb7 Wfh4 Una jugada que había tenido cierto éxito

en torneos por correspondencia hasta esta partida.

1S ... l§¡c8 16.i.a3 l§¡e8 17.�hs �f6 (17 .. ,l§¡c7 18.f6±) 1s.i.ds g6 19.fxg6 hxg6 zo.lhf7 1-o Schreiber-Kunkel, cr. BdF /H 1976.

1S ... l§¡b8 Es una continuación lógica para eliminar la torre activa de las blancas. l6,l§¡xb8 �xb8 17. �g4l �d6 18.igs y no es posible evitar a la vez f6 debilitando el enroque y l§¡bJ, apoderándose de la columna crítica, por ejem­plo 18 .. .f6 19.ih6 l§¡f7 20.l§¡cl ias Zl.l§¡c8+ ida 22.g3±; 1S ... �d6 16.�g4 (16.igs! l§¡fes?! 17.�h5+-; 16.l§¡b3!? i.b4 17.gh3-+) 16 .. ,l§¡ac8 17.igs aS 18.i.e7+- Mastrangelo-Lupi, cr. 1983.

Esquema Resumen: l.e4 es 2.tt.:lf3 a6 3.c4

- 3 ... g6?! Dudosa. Maroczy agobiante ±. - 3 ... b6 Lógica. Erizo resistente t. - 3 ... e6 4.tt.:lc3! Una Paulsen algo peor ;l;,

La presión de las piezas bancas llega a su cenit.

17 ... tLlbs?! 17 ... l§¡fe8 18.�c4 �f6 19.i.ds obliga a las

negras a dar calidad. 18.g3!? 18.i.xf8! l§¡xd3 19.i.e7 f6 20.i.xd3 parece

dar a las blancas un ataque demoledor. 18 ... Wg4D De acuerdo con los análisis de Kondali en

Informator, las otras jugadas pierden. 18 ... �f6 19.i.xf8 l§¡xd3 zo.i.e7+-; 18 ... �hs

19 . .ixf8 l§¡xd3 20,l§¡b8+-. 19.gxf7!+-Y ahora esto deja la partida sentenciada. 19 ... éLlxa3 19 ... cJixf7 20. �c4+ cJíf6 21.i.e7++-; 19 ... l§¡fe8

20.l§¡e7 tt.:lxa3 21.i.d5++-. 20.�8+ !hf8 Zl.idS+ �h8 22.%Vxc3

tLlbs Z3.Wxes %Vxfs 24.f4 %Vf6 zs.gcl Wb6+ 26.�g2 Was 27.gcz %Vds zs . .ib7 h6 29.ie4 %Vd6 30.V:Vxd6 éLlxd6 31.i.d3 éLlbs 32.a4 éLld4 33.gcs gbg 34.h4 g6 3sJ;ds gbz+ 36.�h3 éLlez 37.ixg6 gb4 38.a5 gd4 39.:!':!e5 gdz 40.ge7 1-0

- 3 ... d6 4.d4 tt.:ld7 Mucho espacio para las blancas t. - 3 ... d6 4.d4 ig4 Incisiva, pero floja ±.

3 ... tt.:lc6 4.d4 cxd4 s.tt.:lxd4

- 5 ... e5 Insuficiente para liberarse t. - 5 ... e6 Una Paulsen algo peor ;!;. - s...lllf6 6.CLlc3 �c7 Una Paulsen algo peor t. - 5 ... lllf6 6. CLlc3 eS Obliga a cierta precisión a las blancas, pero es poco atractiva t.

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Parte 2. l.e4 eS 2.ttJf3 ttJc6 3.d4 cd4 4.ttJd4

Capítulo 4: 4 ... '1Wb6 y otras

Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado

Capítulo 6: 4 .. . e5 Lowenthal

Capítulo 7: 4 .. . e5 S.lt:Jbs d6 Khalasnikov

Capítulo 8: 4 . . . lt:Jf6 s.lt:Jc3 eS Pelikan

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30 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 4

l.e4 eS z.ét:Jf3 lt:Jc6 3.d4 cd4 4.etJd4 '\Wb6 y otras

Valoración **

Introducción, historia e ideas

A partir de este capítulo comenzamos a ocuparnos del grupo de variantes que comienzan con la jugada 2 ... t2Jc6. Dejamos para los próximos las 3 continuaciones más conocidas, eS, g6 y t2Jf6 y aquí tratamos las otras jugadas de las cuales la única importante es 4 ... 1!Nb6.

Una vez más el precursor de esta idea fue el padre de la Defensa Siciliana, Luis Paulsen, pero luego quedó olvidada hasta la década de 1960 cuando varios jugadores soviéticos, como Stein, Suetin, Gufeld empezaron a fijarse en ella y la usaron de manera ocasional. Después vino la etapa Armenia cuando Akopian, Anastasian y otros jugadores de esa nacionalidad hicieron de 4 ... W/b6 su principal caballo de batalla. Actualmente su popularidad ha disminuido sin que se pueda argumentar ninguna razón contundente, pero jugadores como Golod o Grivas la emplean asiduamente.

La idea básica de Wlb6 es desplazar al caballo blanco de la casilla d4, y a continuación jugar una siciliana normal retirando la dama a la casilla c7. A partir de aquí todos los planes frecuentes en la siciliana pueden producirse. Puesto que el caballo generalmente está menos activo en b3 que en d4, es difícil explicar porque esta variante no consigue sus objetivos. El motivo puede ser que adolece de cierta falta de flexibilidad.

Las blancas han probado muchos esquemas de desarrollo, la mayoría de ellos incluyendo el enroque largo, o un asalto de peones en el flanco de rey, a pesar de haber enrocado corto. Sin embargo en este capítulo recomiendo una idea muy específica y poco experimentada. Se trata de aprovechar la posición de la dama en b6, para tomar el control de la casilla d6, por medio de la jugada i.f4. Para esto es necesario prevenir la clavada mediante el avance a3.

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Capít)llo 4: 4 ... vtfb� y otras 31

En el caso de que las negras opten por el orden 4 ... ltlf6 s.ltlc3 '&b6, que es bastante más arriesgado, propongo una refutación táctica.

Es muy importante señalar que con el repertorio recomendado en el libro las blancas pueden esquivar esta variante jugando 3.ltlc3, aunque eso les obliga a estar preparados contra algunas jugadas negras, sobre todo 3 ... es.

Partida 4.01 Topalov V. - Morozevich A.

Dortmund, 2001

l.e4 es 2.lbf3 lbc6 3.d4 cxd4 4.lbxd4 �b6 (D)

Este es el orden correcto si se pretende jugar esta variante.

Consideramos por separado el orden 4 ... ltlf6 s.ltlc3 �b6 en la próxima partida, y recomendamos otra continuación, aunque las blancas siempre pueden trasponer. En las pró­ximas líneas nos ocupamos de las alternativas en la jugada 4.

4 ... ds?! (D)

La única jugada de cierta importancia de esta sección. Como tantas otras ideas en las aperturas el precursor fue Nimzowitsch que sorprendió con ella a Rubinstein en 1923. Aunque su reputación es pésima algunos ju­gadores, hace tiempo Brochet, y últimamente Szabolcsi, la han jugado con cierto éxito. Los rivales no suelen estar preparados y las reco­mendaciones teóricas no están muy trabaja-

das. Con un juego correcto las bancas pueden asegurarse una pequeña ventaja pero no más.

S.exds! Los finales resultantes de: s.ltlxc6 bxc6 6.exds �xds 7.ltlc3 o bien; s.�bs dxe4 6.ltlxc6 'ªxdl+ 7. �xdl a6 s.ia4 (s.lüd4+ axbs 9.ltlxb5 .ig4+ lO.�el o-o-o:¡: es incluso más prometedor para las negras) 8 ... id7 9.ltlc3 hc6 10 . .\txc6+ bxc6 11.ltlxe4 no dan prácti­camente nada, como se han encargado de des­cubrir muchos seguidores de recetas teóricas, para su frustración. 5 ... �xd5 6.ie3 e6 Segu­ramente la mejor opción práctica. 6 ... ltlxd4 es la jugada más prudente, aunque significa una capitulación teórica. El final es desagradable de conducir para las negras. 7.o!L\c3 Esta ganan­cia de tiempo es la sutileza esencial. 7 ... �es?! [Los programas, que todo lo calculan, prefieren estropear la estructura de peones blanca con 7 ... lbf3+ 8.gxf3 (8.Wxf3!? �xf3 9.gxf3± puede ser aun mejor dado lo interesante que resulta mantener el derecho a jugar 0-0-0 de un gol­pe) s...Wxdl+ 9.l3xdl id7 10.lübs (10.l3d2! a6 ll.ltlds± parece mucho más fuerte) 10 ... l3c8 11.ha7 gxc2 12.id4;!; Manik-Zambor, Cassovia op 1997] 8. �xd4 �xd4 9.hd4 No es

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32 Desmontando la Siciliana 2

un simple final con desventaja de desarrollo. Es incluso difícil no perder un peón de inmedi­ato. Los saltos del caballo de c3 son difíciles de controlar. 9 ... .id7 (9 ... a6? lO.tt:ldS+-; 9 ... ifs?! 10.tt:lb5 l3d8 ll..ixa7+-) lO.tt:lb5 :!!c8 ll.tt:lxa7 l3xc2 12.!d3!+- Korchnoi-Reshko, Leningrado 1951; la torre negra no tiene donde escon­derse. 7.tt:lc3 (7.tt:lb5 es una forma sencilla de poner en aprietos a las negras. Por ejemplo: 7 ... �xd1+ (7 ... We5 8.tt:ld2!+- no es posible con­trarrestar tt:lc4) 8. �xd1 �d8 y ahora la inédi­ta recomendación de Fritz 9. �e2!?;i; con idea de acelerar el jaque en d1 y dejando al alfil de blancas la gran diagonal, puede tener mucho sentido) 7 ... �b4 8.tt:ldb5! (D) La debilidad del punto c7 se deja notar. La inédita 8. �g4!?± es también prometedora.

8 ... \!Nes 9.a3 .ie7 No es cuestión de ceder el alfil ni de permitir el jaque en la casilla d6, aunque en la partida original las negras in­cluso ganaron. 9 ... ixc3+ 10.tt:lxc3 no se ve la compensación por la pérdida de su alfil, por ejemplo: 10 ... tt:lge7 u.id3 tt:ld5 12.tt:lxds exd5 13. \!Hez o-o 14.0-0-0± y las blancas acumulan varias pequeñas ventajas. Vucko­vic-Popchev, Belgrado 2000. 10.ie2 a6 Hay que expulsar el molesto caballo pero ahora la casilla b6 sufrirá. ll.tt:ld4 tt:lf6 (ll....íÍd7 12.tt:lf3 Wc7 13.tt:la4!;i; con un ojo puesto en la casilla b6. Por ejemplo 13 ... tt:lf6 14 . .ib6 Wf4 15.tt:lc5 ixcs 16.ixc5 \!Nfs 17.b4;i;) 12.if3 Fue la continuación de la partida Parma-

Knezevic, Titograd 1965; pero parece mucho mejor 12. tt:lxc61 ± bxc6 13.0-0 0-0 14. Wd4 \!Nxd4 15.ixd4 con la mejor estructura de peones a cambio de nada.

4 ... �c7!? Es una jugada muy interesante, pero después de s.tt:lc3 (D) las negras deben trasponer a la variante Taimanov con la ale­gría de haber evitado la formación Maroczy, que para muchos jugadores es una verdadera tortura. Si no lo hacen, las alternativas no son realmente serías, por ejemplo:

a) 5 ... g6? 6.tt:ldb5! Wa5 (6 ... Wbs 7.tt:lds+-) 7.id2+- seguido de tt:lds;

b) 5 ... tt:lf6 6.tt:ldbs Wlb8 7.tt:ld5±; e) S...a6?! 6.tt:lds Wes (6 ... Wld8 7 . .íÍe3+-)

7.id3 (7.tt:lf3+- también es buena) 7 ... Wxd4 (7 ... tt::lxd4 8.if4+-) 8 . .íÍe3 We5 9.ib6+-.

4 ... tt::lxd4?! Ayuda a las blancas a realizar su plan con 0-0-0. 5.�xd4 e6 Tal vez la úni­ca forma de justificar la jugada anterior. El caballo se dirige a c6 para ganar un tiempo y desplazar a la dama blanca de su excelente po­sición central, pero a pesar de los esfuerzos de Khrenov en sus partidas por correspondencia esta continuación no será nunca muy popular. 5 ... d6 6.tt::lc3 tt::lf6 7.ig5± ni siquiera tiene un sentido pues lleva a un Richter con tiempo de más para las blancas. 6.tt::lc3 tt::le7 7 .ie3 lüc6 8.W/d2 ib4 (8 ... !e7 9.0-0-0;!; es el tipo de es­quema que jugamos en otras variantes con

Page 33: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 4: 4 ... Wfb6 y otras l

33

algunas ventajas, ejemplo: 8 ... a6 9.0-0-0 .ib4 10.a3 .tas ll.ics± Azarov-Ortega Herrni­da, Las Palmas 2003) 9.a3 'f!las (9 ... .tas 10.b4 ib6 11.lLlbs±) 10.0-0-0 ixc3 11.'fllxc3 'f!lxc3 12.bxc3 b6 13 . .ie2± seguido del doblaje de torres en la columna d. f-

4 ... es, 4 ... g6 y 4 ... lLltt6 se estudian en los siguientes capítulos.

s.lL'lb3 Las blancas deben aceptar el desplazami­

ento de su caballo y tratar de demostrar que tiene también algunas ventajas.

5 ••. lL'lf6 Otras jugadas son muy poco frecuentes pero

al menos una de ellas tiene cierto veneno. 5 ... e6 Con la idea de asegurarse el desarro­

llo del alfil a b4. 6.ltlc3 ib4!? 7.W/g4! Poco ex­perimentada, pero muy fuerte. [7.id2Amplia­mente analizada en "DLS", sigue siendo viable y poco conocida. 7 ... ltlf6 8.id3!? lLles (8...0-0 9.a3 .ie7 10.0-0 d611. �h1 a6 12.f4 'f!lc7 13. 'f!lf3 Seguido de 13ae1 y un eventual 'f!lh3) 9.0-0 0-0 (9 ... ltlxd3 10.cxd3 0-0 ll.ie3;!;) 10.ie2 ltlc6 ll.ie3 Wc7 12.ltlbs 'f!lbs 13.a3 ie7 14.lLlc3;t es mejor para las blancas que las variantes habituales de la Scheveningen] 7... �fs (7 ... g6 s.'f!lf3 éües 9.Wg3 'f!lc7 10.id2±) s.id3 éüf6 9.Wh4 ltles 10.0-o±.

6.lL'lc3 e6 7.a3!? (D)

En esta ocasión recomiendo una variante muy marginal, pero sólo porque

estoy convencido de que no es inferior a las otras alternativas y requiere un esfuerzo de actualización mucho menor.

7 ... il.e7 Cuando se conoce la idea blanca (lo que

suele ocurrir la segunda vez que te juegan la variante) la tentación de impedirla con la inmediata retirada de la dama a c7 es casi irre­sistible, pero también hay otras alternativas.

7 ... 'f!lc7!? s.igs (D) Esta jugada, recomen­dada en DLS, se ha empleado sólo 4 veces des­de entonces, según mi base de datos, y queda mucho por comprobar. 8.ie3!? y jugar un desarrollo similar al del ataque inglés que tampoco se ha experimentado. Las negras tienen varias opciones:

a) 8 ... a6 da más opciones a las blancas pero debe trasponer 9.f4! (9.ixf6 gxf6 10. 'f!lhs la dama blanca está muy bien situada aquí en estas estructuras pero... 10 ... id6! 11.0-0-0 iesoo) 9 ... h6 (9 ... d6 10.ixf6! ahora si 10 ... gxf6 ll.Whs;t; con idea de fs-fxe6; 9 ... ie7 traspo­niendo) 10.ixf6 gxf6 ll.g3! bs 12.ig2 ib7 13.'f!ihS;!; Huerga-Kononenko, Cappelle la Grande 2009. El rey negro no tiene un lugar seguro y las blancas enrocarán corto y podrán pensar en acciones en el centro.

b) 8 ... d6 9.f4 también debe trasponer; e) 8 ... ie7 9.f4 (Con la aparente amena-

za es) 9 ... a6! [9 ... d6 es muy cómodo para las blancas 10.lLlbs! 'f!ld8 (10 ... 'f!lb6 n.i.xf6 gxf6 12 . .te2 13g8 13.g3 'f!lds 14. 'f!1 d2 a6 1S.ltl5d4 ±

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34 Desmontando la Siciliana 2

las piezas blancas tienen una disposición muy favorable para esta estructura) n.ixf6 gxf6 12.�hs a6 13.ltJSd4í; 9 ... h6 10.i.xf6 gxf6 (lo ... �xf6 1l.eS ie7 12.ltJe4) 11.�d2 a6 12.0-o-o bs 13.�b1 i.b7 14.lt:lds!? (14.iezt) 14 ... exds lS.exds �d6 16.dxc6 �xd2 17Jhd2 ixc6 18.lt:ld4 0-0-0 19.a4;i; Bruned B.-Roos M. Dresden 2007) 10.eS lt:lxes (10 ... lt:lds ll.lt:lxds exds 12.ixe7 tt:lxe7 13.i.d3±) n.i.xf6 ixf6 12.fxes �xes 13. �d3! ixh2 14.0-0-0 .if4+ 1S.Wb1 y decididamente la pieza blanca vale más que los 3 peones.

7 ... a6 8 . .if4! (D) Tomando bajo control la casilla d6 y amenazando eS.

8 ... es Casi única, pero debilita seriamente ds, y la dama queda mal colocada en b6. 9.ie3 Más fuerte que la natural 9 . .igs .ie7 10 . .ixf6 ixf6 11.tt:lds �d8 12.lt:ld2 (Tal vez la idea 12. �f3!? recomendada en DLS, sea más fuer­te 12 ... d6 13.�d1 igs 14.h4 i.e7?! 1S.l2Jxe7 Wxe7 16.i.c4 i.e6 17.i.xe6 fxe6 18.�h3 Filipek-Bezsilko, Gent Ill Masters 2001. Las blancas tienen una fuerte iniciativa) 12 ... bs 13.a4 �b8 14.axb5 axbsoo y a pesar de la opti­mista valoración de los módulos las negras se las arreglaron para conseguir contrajuego en las dos partidas jugadas hasta ahora. 15.c3 0-0 16.id3 b4 17.ltJc4 ie7 18.0-0 bxc3 19.bxc3 ics= Barua-Gofshtein, Dieren 2007. 9 ... �d8 10.g4 Hay muchas otras jugadas: 10.ie2!? d6 ll.g4 h6 12.h4 ie6 13.i.f3 ie7 14.lt:lds .ixds 1S.exds lt:las 16.lt:ld2 �c8 17.gS tt:ld7 18.gxh6

gxh6 (López Martínez-Zhang Pengxiang, Mérida 200S) y ahora 19.c3!±. 10 ... h6 (10 ... d6 lLgS lt:lg4 12.ic1 y el caballo tiene proble­mas) ll.f3 (1U3gl d6 12.h4 es una alterna­tiva a considerar) 11...d6 12.�d2 (12.ic4!?; 12.lt:la4!? ie6 13.lt:lb6 13b8 14.c4) 12 ... bs 13.0-0-0 i.e6 14.Wbl b4 lS.ti)dS bxa3? 16.ib6+­Heymann-Byhan, Leutersdorf op 2001.

7 ... d6 8.i.f4! lDes (8...�d8 9.�d2 h6 10. 0-0-0 es 11.ie3 a6± López Martínez­Spraggett, Sevilla 2007 y ahora parece mejor el plan 12.f3 seguido de g4 y h4 para apro­vechar el punto de ruptura en gs) 9.i.e3 Wic7 10.f4 lt:lc6 (10 ... lt:lc4 u.lt:lbs! importante in­termedia 1l...�c6 12.ixc4 �xc4 13.�d3±; 10 ... lt:leg4 ll.igl±) 11. �f3 (seguido de 0-0-0 y g4) 11...a6 y es realmente un dato curioso que sobre 23 partidas de mí base de datos que han llegado a esta posición, en ¡22! les tocaba jugar a las negras. El tiempo de ventaja debe ser útil para el ataque, del que aún no existen experiencias: 12.g4! h6 13.0-0-0--+.

8.i.f4! 0-0 Tratar de impedir es puede ser peor: 8 .. .

es 9.i.gs! [9 . .ie3!? �d8 10.g4 (10 . .ie2t) 10 .. . d6 11.13g1 h6 es menos claro) 9 ... d6 10.ixf6 ixf6 (10 ... gxf6 es demasiado fea) 11. �xd6 .ie6 12.�cS! y la compensación no parece suficiente.

9.i.d6 (D)

A la luz de las últimas experiencias,

Page 35: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 4: 4 ... W!b6 y otras ('

35

mucho mejor que 9.e5 tt:le8 10.id3 f6! (10 ... a6 11.0-0 Vfic7 12J!e1 g6 13.Vfid2 d6 14.exd6 .ixd6 1S.ixd6 vtixd6 16.l:!ad1 Vfic7 17.ltle4± Ljubojevic-Panno, Viña del Mar 1988) ll.exf6 ltlxf6 12.0-0 ds con posición de doble filo.

9 ... tLlg4 Muy evidente y sin embargo puede ser

mejor la humilde 9...�xd6 10. vtixd6 ltle8í, seguido de fs.

10.ig3! (D)

Esté alfil es el protagonista principal de la partida y de la variante. Ahora defiende f2 y el caballo de g4 queda "al aire" 10.Vfixg4?! .ixd6 11.id3 ltleS=.

lO ... étJgeS Contra 10 ... ltlf6!? el camino crítico que

las blancas aún no han querido contrastar es ll.eS! Ahora la posición del alfil en g3 es algo mejor que en f4. ll ... ltle8 12 . .id3 f6! 13.exf6 ltlxf6 14.0-0 ds 15.ltla4 vtids 16.c4!í y el cen­tro negro será destruido o bloqueado.

ll.f4 Wie3+ 11...lüg6 12.if2! Vfic7 13.g3 a6 14.ig2 bs

15.0-0 (15.h4 el plan con h4 es prometedor) 15 ... d6 16. vtidzt.

12.�e2 étJg6 12 ... ltlc4? 13.if2+-; 12 ... ltlg4 13.ltld2

(13.Vfid2!? seguida de 0-0-0) 13 .. .f5 14.ltlc4 Vfid4 1S.ixg4 vtixc4 16.ie2;t.

13.�d3! Forzando el paso al final que no solo no es

del gusto de Morozevich, sino que es muy pre-

cario para las negras con menos espacio y un caballo descolocado en g6.

13 ... �xd3 14.hd3;!; a6 14 ... d6!? 15.0-0-0 id7. 15.0-0-0 f6?! De nuevo es mejor 15 ... d6!? 16.tLle2! (D) Liberando al alfil de negras de la defensa

de f4. De nuevo el alfil tendrá un papel muy activo en la diagonal g1-a7.

16 ... bs 17 . .tfz gbs 18.g3! ttJhs! [1s ... d6 I9.ltled4±] 19.gdz tLlf7 zo.ghdl ge8 [2o ... d6 21.ltled4±] 21.c3

Las blancas aumentan la presión poco a poco. Ahora ceden una casilla al alfil para abrir la línea de sus torres y trasladarlo a b3 después de que el caballo salte a cS.

21...e5 22.c4;!; Aprovechando de inmediato la debilidad

creada en la diagonal a2-g8. Otra forma de hacerlo era 22.i.b1!?

22 ... b4 22 ... bxc4 23.ixc4 d6 (23...�b7 24.ltlc3±)

24.�c2±. 23.a4 ifs?! Mejor 23 ... d6! 24.f5í. 24.c5! Cede la casilla c4 al alfil. 24 ... exf4 zs.gxf4 d6 Ahora la liberación es imprescindible. 26.�bl hs?! Demasiado activo 26 ... i.g4 27 . .ixa6 �xe4

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36 Desmontando la Siciliana 2

28.id3 !!ee8 29.!!gl ie6 30.ibst; 26 ... dxc5 27.lüxcst.

27 Jkl± ib7 28.ic4 [28.lüg3! h4 29.lüfs±] 28 ... !!xe4 29.ids llJe7! [29 .. .l�ee8 30.cxd6 lücd8 31.d7±] 30.hf7+ [30.i.xe4 i.xe4+ 31. i'az±] 30 ... <;t>xf7 31.cxd6 llJds 32.llJcs llJc3+? [32 .. J3xe2 33.!!xe2 ixd6 34.!!dl±] 33.bxc3 bxc3 34.E:xc3 E:b4+ 3S.<;t>az ie4 36.@a3 as 37.llJd7! E:8b7 38.llJxf8 1-0

Partida 4.02 Vota va J. - Voloshin L.

CZE-chT, 1999

l.e4 es 2.llJf3 ltJc6 3.d4 cxd4 4.llJxd4 llJf6 s.llJc3 Wb6?! (D)

Algunos jugadores prefieren este orden para esquivar 6.lübs que ahora es fuertemen­te respondida por 6 ... a6 y si 7.ie3 Was.

Ahora las blancas pueden tomarse las cosas con calma y trasponer a lo que ya hemos analizado en la partida anterior, pero también pueden tomar el toro por los cuernos y tratar de refutar "del todo" esta variante con la con­tinuación de la partida.

6.ie3! Wxbz La continuación de principio, pero

también casi la única en vista de las siguientes variantes:

6 ... lüg4 7.lüds lüxe3 8.fxe3! (Se ha jugado mucho 8.lüxb6 llevando a posiciones de doble

filo, pero sin necesidad porque 8.fe3 da una gran ventaja) 8...Wa5+ (8 ... Wd8 9.lüb5+-) 9.b4! lüxb4 lO.lüb3! lüxc2+ 11.i'f2+- las blancas ganan como mínimo una pieza. 6 ... tbxd4 7.i.xd4 Was 8.es lüds 9.i.c4 lüb6 IO.i.b3±.

7.tL!cbs 7.tbdbs! Como se recomienda en DLS, pa­

rece mucho más fuerte: 7 ... Wb4 8.id2! (D)

8 ... E:b8 [8... füxe4 9.a3!+- füxc3 10.axb4 füxdl ll.lüc7+ Wd8 12.ftJxa8 lüxf2 13.Wxf2 e6 14.c3 b6 1S.ibs ib7 16.ixc6 hc6 17.gxa7 bs 18.i.f4 f6 19.!!dl 1-0 Rada-Vavra, Brno 2006; s ... Was 9.tbds+-; 8 ... Wd8 9.gbl Wcs Tudela Corbalán-Garcia Padrón, Santa Cruz de Tenerife 2006; y ahora lO.lüds! (amena­zando ie3) lO ... eS 11.ie3 lüd4 12.lt.Jxd4 exd4 13.ixd4 WaS+ 14.!c3+- es arrollador para las blancas] 9.!!bl Was 10.es!! (D) (lO.lüds Wa4 ll.lt.J bc7 Wd8 12.lt.Jc3 W d4 Lastin-Kononenko, Dagomys 2009 es mucho menos claro).

Page 37: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 4: 4 ... Wib6 y otras ¡(

37

Esta jugada rompe la coordinación defensiva entre las piezas negras y da ventaja decisiva. lO ... lilxes [10 ... lilg8 ll..tc4! lilxes (ll...g6 12.lilds �a4 13.lildc7+ �d8 14 . .txf7+- a6? 1S.lile6+ dxe6 16 . .ia5#) 12.lilds �a4 13.gb4 �as 14.lildc7+ @ds 1S.ixf7+-] ll.�e2! d6 (ll...lilfg4 12.h3+-) 12.f4 ig4 13.'&e3+-.

ll . .iaS+! b6 12. �xd4 lilxd4 13.lilxb6 lilxc2+ 14.@dz lilxal 1S.lilxc8+ @xc8 16.ia6++-) ll.id3 �c6 12 . .ie3 es 13.0-0 que aun prome­te alguna iniciativa a las blancas.

7 .. J��b4+ 7...�d8!? s . .idz Wia4! 9.ctJc7+ @ds 10.Cbxc6+ Es algo mejor 10.lilxa8 lilxd4 (10 ... �xd4?

10 ... @xc7! u.Cbd4 @ds ll...eS! 12.lilb5+ �b8 favorece a las

negras. lZ . .ibs Wa3 13.e5 ctJe4 14.e6 'Wd6

15.exd7 .ixd7 16.hd7 Wxd7 17 .o-o es 18.Cbf3 Cüxd2 19.Cbxdz .ib4 zo.Wez .ixdz Zl.�adl @c7 zz.WxeS+ @es 23.�fel .ixel Y2-�

Esquema Resumen: l.e4 eS z.lilf3 lile6 3.d4 exd4 4.lilxd4

- 4 ... lilxd4 Pasiva y cómoda para las blancas, pero la ventaja obtenida es ligera ;!;. - 4 ... ds S.ttxds �xds 6 . .ie3 lilxd4 Lleva a un final muy triste para las negras t. e.. - 4 ... ds 5.€xd5 �xds 6 . .ie3 e6 Las blancas tienen una cómoda ventaja ;!;.

l.e4 es z.lilf3 lile6 3.d4 exd4 4.lLlxd4 Wb6 s.lLlb3

- s ... e6 6.lilc3 .ib4 7. '& g4 Poco experimentada pero parece muy fuerte ±.

5 ... lLlf6 6.lLle3 e6 7.a3 y ahora:

- 7 ... d6 7.i.f4 Siempre muy prometedor para blancas ±.

- 7 ... a6 7.if4 Las negras tienen muchos problemas ±. - 7 ... ie7 7.if4 Las blancas tienen una posición algo más libre ;!;, - 7 ... �c7 7.-igs!? Terreno casi virgen para investigar ;!;.

l.e4 es z..!Llf3 lLlc6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 lLlf6 s.lLlc3 Wb6 6 . .ie3! Las negras deben capturar el peón y la posición es demasiado peligrosa ±.

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38 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 5

l.e4 es z.C2Jf3 é2Jc6 3.d4 cd4 4.l2Jd4 g6

Variante del Dragón Acelerado

Valoración ****

Introducción, historia e ideas

La variante del Dragón Acelerado, que algunas fuentes denominan variante Simagin, está firmemente asentada entre las líneas principales de la Siciliana. Se admite generalmente que resulta más sana que el Dragón Clásico y que ofrece excelentes perspectivas para jugar a ganar con las piezas negras. Además su sencillez estratégica, la hace más "simpática" que otras variantes principales como la Pelikan o la Najdorf. Por estos motivos forma parte del repertorio de jugadores noveles y también de grandes maestros y seguramente el lector se enfrentará a ella en multitud de ocasiones.

La variante que recomiendo para combatirla es la más coherente con el resto del reperto­rio propuesto en el libro. Aunque la formación Maroczy es considerada el "coco" del Dragón Acelerado, las expectativas de conseguir ventaja con la variante propuesta son similares y además puede trasponer a la variante propuesta contra el Dragón clásico con el consiguiente ahorro de esfuerzos en la preparación.

El Dragón Acelerado apareció con fuerza en la década de los 40 como respuesta al éxito del ataque Rauzer contra el Dragón clásico, y su principal valedor fue el maestro soviético Simagin. Se pueden encontrar muchas partidas de jugadores destacados, sobre todo Lasker, desde apro­ximadamente el año 1900.

Entre los grandes campeones sólo Botvinnik y de vez en cuando Petrosian, lo incluyeron en su repertorio. A partir de la década de los 60 ó 70, el Dragón Acelerado se convirtió en una variante muy popular, pero no formó parte del repertorio de los grandes campeones ni apareció en las batallas definitivas por el título mundial, de modo realmente curioso. La explicación debe

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Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado .

<'

39

ser que la formación Maroczy reduce a las negras a un juego pasivo si el jugador de blancas es un gran estratega.

Actualmente Tiviakov es el defensor acérrimo del campo negro, aunque jugadores de prime­ra fila como Shirov o Ivanchuk la emplean de vez en cuando.

Es bien conocido que la principal idea del Dragón Acelerado es evitar el peligroso Ataque Rauzer, lo cual se logra sólo a medias si las blancas insisten en seguir los senderos de la variante principal. En muchas otras trasposiciones al Dragón, las negras hacen uso del movimiento d7-d5 ahorrándose un tiempo sobre las variantes clásicas.

En el resto de cuestiones las ideas de las negras son las mismas que en el Dragón, el alfil de casillas negras es protagonista del juego tanto para bien como para mal, defiende a su rey y puede dejar las casillas negras muy debilitadas si es cambiado; apunta al flanco de dama que se convierte en el territorio del ataque negro. Muy a menudo el alfil se complementa con el juego por la columna e, el uso de la casilla c4 para el caballo y el clásico ataque de minorías siciliano, es decir el avance del peón b. Los trucos tácticos en la diagonal a7-gl deben tenerse en cuenta a menudo.

Partida 5.01 Madeja B. - Ponomariov R.

Zagan, 1997

l.e4 eS 2.tLlf3 éLlc6 3.d4 cxd4 4.éLlxd4 g6 (D)

La posición básica que vamos a analizar en este capítulo.

s.étJc3 La variante principal y mi recomendaci­

ón. No sostengo que sea mejor que la popular formación Maroczy, que se alcanza con 5.c4, y que también da a las blancas perspectivas de luchar por la ventaja, pero la he elegido por ser más coherente con el resto de variantes estudiadas en el libro.

s ... tLlf6?! Una jugada dudosa que da al rival la elecci­

ón entre trasponer a lo normal o "castigarla" con es. Jugada aquí no tiene ningún sentido, pero si lo tiene por el orden 4 ... c!lf6 s.lbc3 g6, porque evita la formación Maroczy, y ese fue el orden real de esta partida.

6.tbxc6! Resulta interesante 6.�c4!? para evitar la

variante c!lhs (dentro de bxc6) y la 8 ... \!?e8 (dentro de dxc6) que son bastante sensatas, pero las negras tienen una jugada aceptable que impide la transposición. 6 ... V:!/b6l (6 ... d6?l 7.lbxc6 bxc6 8.e5!± dxes?? 9.ixf7++- es una celada muy conocida, lo que no impide que en mi base de datos haya más de 700 partidas con 6 ... d6) 7.lt:Jxc6 dxc6 8.e5 lbg4 9.V:!fe2 fi.g7 10.e6 fs n.ib3 0-000 Lobron-Kagan, Randers 1982 lleva a una posición compleja que deberán investigar aquellos que prefieran el orden 6.ic4.

6 ... bxc6 (D) 6 ... dxc6!? Es una alternativa mucho me-

nos popular, pero seguramente algo mejor. Las blancas tienen un duro trabajo para conseguir una pequeña ventaja. 7. V:!/xd8+ Wxd8 8.i.c4! i.g7?! [8 ... '.t>e8!? esta continuación, que se puede evitar con el orden 6.ic4!? es la que da

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40 Desmontando la Siciliana 2

mejores opciones de igualar a las negras. 9.es c!Od7 (9 ... c!Og4?! 10.f4 hs n.h3 c!Oh6 12.ie3 c!Ofs 13.if2 h4 14. �e2± y la falta de comunicación de las torres negras acabará siendo un grave problema) 10.e6! fxe6 ll . .ixe6 lOes 12.ixc8 Ihc8 13.ie3;!; Adorjan-Díaz, Stockholm 1969. Las blancas se tienen que conformar con la mejor estructura, lo que no es mucho, pero la elección de apertura de las negras tampoco es apetitosa] 9.f4! bs 10.�d3 es [No es mejor 10 ... b4 ll.c!Oa4 es 12.a3! �e8 13.axb4 ex:f4 14.ixf4 c!Ods lS.0-0± con una agradable ventaja aun­que posiblemente lS . .igS+!? sea mejor aún] 11.0-0! exf4?! (ll...ie6 12.fs gxfs 13.exfs ids 14.c!Oxds c!Oxds lS.ixbs! cxbs 16.gdl± y las blancas tienen un buen peón de más; ll...c!Od7 12.fSj; f6 13.ie3 .if8;!; Ivanov-Shabanov, USSR 1986) 12.hf4 lllg4 (12 ... c!Od7 13.gadl f6 14.e5!-+) 13.gadl± con evidente ventaja, porque falla la táctica 13 ... id4+? (13 ... �e8? 14.c!Oxb5+-; 13 ... �e7J 14 . .ie2 lOes 1S.ie3± y el jaque en es es muy desagradable) 14.�h1 c!Of2+ 1S.gxf2 ixf2 16.-ixbS++-.

7.es lügs 7 ... c!Ohs!? es la típica alternativa fea e

infravalorada, que no es tan fácil de refu­tar. 8.ic4! c!Og7 (8... '?ffas 9.0-0 '?ffxes 10.ge1 V!fc7 11.V!ff3� da una compensación salvaje por el peón) 9.0-0 lLle6 10.f4 .ia6 1Lixa6 V!lb6+ 1Z.C�h1 V!fxa6 13.fS!± Argaya Urdaniz­Zamarbide B. Pamplona 2001; y las blancas tienen iniciativa y mejor estructura.

8.�c4 �g7 Esta es la continuación más habitual. En el caso de 8 ... V!fas las blancas pueden

entregar el peón con 9.0-0 pero no vamos a profundizar mucho en esta interesante entre­ga puesto que también pueden trasponer a la variante que recomendamos contra 8 ... ig7 jugando 9.if4 (9.if4 ig7 10.'?fff3).

9.ii.f4l? La variante 9. '?9f3 es también muy prome­

tedora, pero he elegido esta por su sencillez. 9 .... �a5 9 .. .fs 10. '?9d21 '?ffc7 11.0-0-0 ixes 12.ixe5

Vflxes 13.ghel Vflcs 14.'?9f4 c!Of6 1S.b4 '?9b6 16.�xe7+!+-.

10.Wff3 (D)

Las blancas desarrollan y se defiende de forma indirecta el peón.

Aquí también es posible la continuación 10.0-0 ixeS ll.ixeS YffxeS 12.ge1 '?9g7 pero las negras puede ofrecer tenaz resistencia con su peón de ventaja. La jugada de la partida les deja muy pocas opciones.

10 .. .f6?! No es la mejor jugada. Ponomariov la

abandonó después de esta partida, pero las alternativas no son tampoco satisfactorias.

10 ... .ixeS En su juventud, Ponomariov cambió a esta jugada, seguramente la más sólida, pero naturalmente la abandonó al comenzar a encontrarse con rivales más pe­ligrosos. Las otras jugadas son incluso peo-

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Cap(tulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 41

res. ll.ixf7+! Naturalmente las blancas no querían entregar un peón, con esa sencilla maniobra consiguen una considerable inicia­tiva y el juego de las negras carece de esperan­zas. ll ... �xf7 12.he5+ lbf6 13.'1Wf4! (D) Esta fue la novedad en esta partida. Anteriormen­te Ponomariov había logrado entablar la seca posición que se produce después de 13.ixf6 exf6 14.0-0i. Ahora las negras tienen varias alternativas:

a) 13 ... gs!? es un intento de cambiar el sig­no de los acontecimientos y lleva a posiciones menos definidas pero las blancas no pueden quejarse. 14.Wfxg5 (14.W/c4+ �g7 15.f4!?--.) 14 .. J�g8 15. �e3 �xg2 16.0-0-0±.

b) 13 ... d6? 14 . .txf6 exf6 15.0-0-0+-. e) 13 .. J�fs 14.0-o-o i>gs 15J:fhe1±. d) 13 .. . ds 14.0-0-0 if5 15.f3!± Con fuerte

presión. De la Villa-Ponomariov, Guardamar 1997.

10 ... e6?! 11.0-0 (11.0-0-0I? es igualmen­te eficaz) 11 ... ixe5 (11 ... lbe7!? 12.lbe4 ixe5 13.b4l Wfc7 14.lbf6+ 'it>ds 15.ixe5 W/xes 16.�fel± con una compensación enorme. Sedlak-Gazvoda, Ljubljana 2005) 12.b4! Wfc7 13.lbb5 �bs (13 ... cxb5 14.ixes Xtb7 15.ixc7 ixf3 16.ixb5+-) 14.ixe5 W/xe5 15.�fel �bs 16Jiad1 ds 17.i.xdsll cxds 18.�xds Wf8 19. W/c5+ �g7 20.�d8 ti.)f6 21.gxh8 lbd7 22.'ªc3+ es 23.ges W/xbs 24.gsxe5 1-0 Palac­Rausis, Kastel 1988.

u.e6! ds 12.-tbs!

Después de estas dos contundentes juga­das la posición negra no puede sostenerse.

12 ... cxb5 13.Wfxd5 ª'b6 14.W/xa8 Wlxe6+ 15.ie3+- t!Jh6 16.0-0 o-o 17 . .ixh6 ixh6 18.13fel V!!fs 19.t!Jds V!!xc2 ZO.t!Jxe7+ \!.lhs 21.t!Jxc8 l3xc8 zzJ:l:e8+ l3xe8 23.V!!xe8+ i>g7 24.V!Id7+ i>gs zs.V!!xbs V!!dz 26.V!Ib3+ 1-0

Partida 5.02 Szelag - Madeja B.

Poznan, 2005

l.e4 es z.t!Jf3 t!Jc6 3.d4 cxd4 4.t!Jxd4 g6 s.lLlc3 i.g7 6.ie3 (D)

Una jugada más adelante en nuestra ex­pedición al interior del Dragón Acelerado. Las negras responden casi invariablemente con la jugada de la partida, pero consideramos algu­nas alternativas menores.

6 ... ttJf6 6 ... d6!? Es una forma interesante de tras-

poner al Dragón normal, habiendo evitado variantes "molestas" como 3.�b5 jaque, o 4.W/d4, etc. No se me ocurre nada mejor que trasponer a las variantes recomendadas por medio de 7.ic4, 7.f3 o 7.'ªd2.

6 ... c!Llh6?! El caballo está muy mal coloca­do aquí 7.f3 d6 (7...0-0? s.ti.)xc6 dxc6 9.Wfcl+-) s.ti.)xc6 bxc6 9. �d2 ti.)gs 10.ic4±.

6 ... �a5?! se ha jugado a menudo pero tiene un escaso sentido: 7.c!Llb3! '1Wd8 (7 ... ixc3+

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42 Desmontando la Siciliana 2

8.bxc3 �xc3+ 9 . .id2 es demasiado arriesgado) 8.ie2 y las blancas tienen un tiempo más so­bre las variantes clásicas.

6 ... a6? tiene un aspecto horrible, pero es la alternativa más empleada entre las no oficiales (más de 250 partidas en mi base de datos) y sin embargo después de: 7.lLld5! la posición negra se viene abajo.

6 ... e6?! Otra alternativa anti posicional extrañamente popular 7.lLJdb5!+-.

7.ic4 d6 Intentando aprovechar cierta descoorcü­

nación que se produce en el orden de jugadas blancas, al forzar ahora f3.

7 ... 0-0 Es la linea principal y se analiza desde la partida 5.04 en adelante.

7 ... �a5 Es relativamente popular, para evitar 0-0-0 y se analiza en la partida 5.03.

7 ... a6?! 8.lLJxc6 bxc6 9.e5 lLJg8 10.�f3! f6 11.0-0-0± con aplastante ventaja en desarro­llo y actividad.

7...lLlas!? (D) Una jugada que tendrfa mucha lógica si no existiese una refutación concreta. Savchenko la ha empleado con cier­to éxito en los úJtimos tiempos.

8.hf7+! Las retiradas del alfil justifican la idea de lLla5, mientras que esta jugada de­sorganiza la posición negra, aunque no es una refutación total. 8 .. .';!;>xf7 9.e5 y ahora:

a) 9 ... d5 10.exf6 �xf6 11.�f3 e6?! 12.0-0-0 @g7 13.h4±;

b) 9 ... ttJhs!? La típica jugada de los mó­dulos de análisis: 10.g4 d6 (10 ... tLlc4 11.gxh500 �fs 12.hxg6+! hxg6 13. �f3+ 'it>es 14. Wfe4 lüxe5 15.0-0-0±) 11. Wf3+! 'it>es 12.gxh5 dxe5 13.lLlb3±;

e) 9 ... !Dc4 La única jugada que ha con­seguido cierto éxito, aunque d5 puede lle­var a las mismas posiciones. IO.exf6 .ixf6 1L�f3 (ll.�ez!?) ll...'it>g7! (n ... ds 12 . .ig5 (12.tüxds? lües! 13.We4 if5!-+) 12 ... e6 13.0-o-ot) 12.lüds (12.0-0 l!:\xb2 13.ttJd5 tüc4 14.8:fel 8:f8 15.lüxf6 8:xf6 16.�ds l!:\xe3 17.8:xe3 Wfs�) 12 ... l!:\xb2 (12 ... �es!) 13.l!:\xf6 exf6 14.0-0�.

7 ... �b6?! Plantea algunos problemas tácticos y no ha sido refutada. 8.0-01 (D)

Mi propuesta, basada en que las dos cap­turas de peón son falsas: 8... �xb2 (8... tüxe4?? 9.lt:Jfs Wxb2 10. tüxg7+ �f8 11.lLlxe4+-) 9.liJcb5 Wb4 lO.lLJc7+ �ds ll.lüxc6+! [11.lüxa8 Wlxc4 12.liJxc6+ bxc6 (12 ... �xc6) 13.ixa7±] 11 ... bxc6 12.lüxa8 �xc4 13.8:bl! (13.ixa7 ib7) 13 ... lüxe4 14.ixa7 Wlxa2 (14 ... ies 15.�e11 fs 16. Wfd31±) 1s.ib6+ 'it>es 16.tik7+ 'it>fs 17.8:b3±.

7 ... �c7 s.ib3 a6 9.f3 b5 10.Wd2 ib7 11. 0-0-0 0-0 12.h4± Pilnik-Rubinetti, Buenos Aires 1964.

7 ... tües!? Otra jugada poco conocida y lle­na de veneno. 8.ib3! (8.ie2 ds! 9.exd5 lüxds lO.ibs+ 'it>fs! n.lüxds �xds 12.0-0 ttJg4 13.ie2 lüxe3 � Areshchenko-Demkovich,

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Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 43

Alushta 2002) 8...lüeg4 9.if4! es?! (9 ... d6 10.h3 lües n.o-oí) 10.lüdbs exf4 (lo ... ds! 11.lüxds lüxds 12.1!Nxds Wxds 13 . .ixds exf4 14.lüc7+ We7 1s.tüxas �esoo) n.Wfd6! Wfas 12.o-o� con un ataque tremendo que debe valer más que la pieza entregada.

8.f3 �b6?! (D)

Una continuación ambiciosa, actualmente en desuso, aunque prácticamente obliga a las blancas a entregar un peón. Es la única que da cierta independencia a la línea 7 ... d6.

8 ... 0-0 Traspone al dragón normal. 8 ... id7 Acabará también trasponiendo a

líneas del capítulo del Dragón. 8 ... lüd7?! Es una idea recurrente en el

Dragón y en toda la Siciliana, que intenta coordinar la acción de los dos caballos sobre la casilla c4, pero parece poco inspirado ini­ciar la maniobra antes de que la dama blanca se sitúe en d2. 9.�b3! lüb6 10.h4 ttlas?! (10 ... hs ll.iüds lüxds 12.exd5í) 11.Wd3! lüxb3 12.axb3± Demasiados movimientos de caba­llo para acabar sin perspectivas en b6. 12 ... 0-0 13.hs ds 14.lüde2 ie6 1s.o-o-o );¡es 16.hxg6 fxg6 17 . .id4 dxe4 18.We3 ixd4 19.lüxd4 �d7 20. '*'h6 J::¡f7 21.lüxe4 Gheorghiu-Garcia, Tel Aviv (ol) 1964.

8 ... �a5 Es poco elástica, las blancas pue­den buscar la transposición mediante '*'d2 o ib3. 9.ib3 (9.1!Nd2) 9 ... 0-0 10.Wfd2.

8 ... a6 Es una jugada muy frecuente en estas

posiciones, pero imposible de encontrar a nivel magistral. Las blancas no deben preocuparse y seguir con sus planes habituales, con la convic­ción de que la jugada de las negras será muy poco útil en la carrera de ataques. 9. �d2;!;.

9.tt:'lfs! Las blancas están obligadas a entrar en

las complicaciones si quieren sacar algo de la apertura.

9 ... �xbz lo.tt:'lxg7+ �f8 11.tt:'lds tt:'lxds lZ . .ixds

También aquí se ha especulado con las complicaciones salvajes que se producen des­pués de 12.1!Nxd5?!, pero una vez más no es necesario ni económico profundizar en esta variante. 12 ... '*'xal + 13. @f2 Wf6 14.ih6 Wg8 15.lüe800•

1Z ... �xg7 13.0-0 �c3 Después de esta secuencia casi forzada, las

blancas tienen por fin una elección entre dos opciones importantes:

14.�cl (D)

Es mi recomendación, aunque sospecho que la alternativa 14.gel es de valor similar: 14.)::¡ell? Was (14 .. .f6!?) lS.Wcl h5 16.�b2+ f6 17.J::¡adl±.

La posición del diagrama se puede con­siderar básica para la valoración de este sis­tema. La debilidad de las casillas negras es crónica y las piezas blancas son muy activas. Por lo demás la posición negra es sólida y una tentación para jugadores de cierto estilo.

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44 Desmontando la Siciliana 2

Actualmente con los análisis detallados reali­zados por ordenador, me parece cuestión de tiempo y modas que esta variante se discuta más a menudo y a un nivel más alto. De todos modos, en una partida práctica, yo me sentiría más cómodo con las blancas.

14 ... hs 14 ... h6 Es la única alternativa lógica, por-

gue permitir la instalación del alfil blanco en h6 sería muy molesto. 15.�b1 f6 (ls ... tt:ld4l? 16 . .id2 'fl/cs 17.Wbz es 18 . .ie3 Wfc3! 19.i.xd4 exd4 zo.�fd1 Wfxb2 2l.�xb2t) 16.�b3 �as 17 .�b2 (�b7 es una amenaza) 17 ... V!ic7 18.f4 �bs 19.es!? (19.fsl gs zo.h4 wfs Zl.hxgs hxgs 22 . .ixgs±) 19 ... dxes zo.hc6 V!ixc6 Zl.fxes La compensación blanca vale más que un peón. 21...�f8 (2L.fs 22.e6+ Wg8 23.Wes �a8 24.�d4 �h7 25. V!ixfS!+-) 22.exf6+ exf6 23.�c3 �es (Gulko-Steinberg, USSR (eh) 1967) 24.ha7! �a8 25.�c7+ .id7 26.id4± con una iniciativa agobiante.

1S.l3b1 f6!? (D)

Que defiende las casillas negras es la alter­nativa crítica, pero normalmente cae bajo el empuje de la ruptura fs.

15 ... e6?! Debilita las negras y por tanto pa­rece mala: 16.l3b3 V!ias 17. Wb2+ Wh7 18. Wf6! V!ic7 19.�xc6 bxc6 20.f4+-.

lS ... V!ias Reagrupando la dama, es más lógica. 16.c4! El peón aislado también parti­cipa en la destrucción de la fortaleza negra. Es una buena continuación, pero no la única prometedora: 16.f4 f6 17.l3b3 V!ic7 18.Wb2�

traspone a líneas ya comentadas más arriba. 16 ... e6? Esto desmantela la defensa a través de. las casillas negras. A partir de aquí no se puede discutir que la ventaja blanca es enorme. Busquemos alternativas: 16 ... Wc7 17.c5 dxcs 18.'fl/xc5 id7 19.f4�; 16 .. .f6 17.c5 (17.l3dl!? y 17.f4 son mas ambicio­sas) 17 ... dxc5 18.V!ixcs Yffxcs 19.�xc5;!;. 17.ixc6 17.VlfbZ+l Wh7 (17 .. .f6 18.ixe6!; 17 ... Wg8 18.ixc6 bxc6 19.l3fd1+-) 18.ixc6 bxc6 19.Vlff6. 17 ... bxc6 18.c5!± Tukmakov-Kaplan, Madrid 1973.

16.l3b3 '\&as 17 .'l&bz Wc7 18.f4 h4 18 ... �f8 19.f5!? Aprovechando la debilidad

creada por hs. Algunas partidas han seguido el modelo de la partida Gulko-Steinberg de la variante 14 ... h6 y en ese caso el juego y la valoración son las mismas que con el peón en h6. (19.e5!?) 19 ... tt:les zo.fxg6 V!ids 21.c4 (21.i.xb7 ya es suficiente para alguna ventaja) ZL...id7 22.'fllc1!+- Mecking-Deze, Vrsac 1971. 18 ... b6?! Sugerencia de Rogozenko 19.fs! ±; 18 ... �b8 19.f5!.

19.h3 19.fs! gxfs (19 ... gs zo.ixgs) 20.exfs h3

21.c4±. 19 ... l3hs zo.l3bs b6 21.es ib7 zz.if3

l3hh8 23.exf6+ exf6 24.l3gs lbe7 2S.�xb7 'l&xb7 26.id4 l3af8 27.fS Wd7 28.fxg6 We6 29.Wc3 l3h6 30.Wc7 l3xg6 31.l3xg6+ @xg6 32.Wxa7 liJfs 33.if2 l3c8 34.l3el 'l&ds 3S.Wxb6 Wxa2 36.l3e4 l3c4 37.l3xc4 Wxc4 38.Wb3 Wf4 39.Wg8+ lDg7 40.Wb3 Wcl+ 41.@hz 'l&f4+ 42.@gl Wcl+ �-�

Partida 5.03 Anand V. - Van Wely L.

Wíjk aan Zee, 1999

l.e4 es 2.lDc3 liJc6 3.lbf3 g6 4.d4 cxd4 s.lDxd4 �g7 6.�e3 liJf6 7.ic4 '\&as (D)

Una alternativa bastante popular, que corta de raíz las intenciones blancas de enro­car largo. El defecto es que permite al caballo blanco retirarse ganando tiempo y las blancas

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Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 45

consiguen una versión algo mejorada de la variante clásica contra el Dragón.

8.0-0! Necesaria para esquivar los múltiples "tru­

cos". Por ejemplo: 8.tbb3? Wb4 y las blancas pierden un peón; 8. Wdz? tbxe4 9. ttlxe4 �xd2+ y de nuevo las blancas pierden un peón; 8.f3?! �b4 9.ib3?! (9.tbxc6 bxc6oo) 9 ... ttJxe4! y otra vez más pierden un peón.

8 ... 0-0 Una vez evitado el temido triple cero, las

negras siguen su desarrollo normal, existe una alternativa "truquera", pero poco reco­mendable.

8 ... Wb4?! 9.ib3 (9.�e2! es incluso mejor) 9 ... lL\xe4? coherente pero débil 10.tbxc6! bxc6 ll.a3! lLlxc3 12. �f3!+- Intermedia terrorífica que mandaría a la lona al mismísimo George Foreman. 8 ... d6 no tiene significado propio 9.tLlb3!

Tampoco es el momento idóneo para 8 ... tbg4 que tiene varias respuestas satis­factorias: 9.tLlb3! es la más fuerte [9.�xg4 lL\xd4 10. �d1 tbc6! (10 ... tLle6 11. � d3 0-0 12.lLlds± con terrible iniciativa) 11.Wd2;!;] 9 ... W/hs (9 ... Wb4 10.ixf7+ s!i>xf7 11.�xg4±; 9 ... lL\xe3 10.fxe3 �gs ll.ixf7++-) 10.if4 ies ll..ixes lL\cxes 12.h3 lL\xc4 (12 ... tbf6 13.ie2 �h4 14.f4±) 13.hxg4 �es 14.f4 W/d6 1S.�xd6 lL\xd6 16.tLld4± con un cúmulo de pequeñas ventajas: más desarrollo, más control central, mejor estructura, piezas más activas.

9.CLlb3 Wfc7 La retirada de la dama a esta casilla permi­

te a las blancas especular con if6 y lLlds, lo que dificulta notablemente el desarrollo de las negras. Aún así es la alternativa más popular.

9 ... �hs?! 10.ie2 Wh4 n.f3 d6 12. Wdzt y la dama negra tiene una incómoda posición.

9 ... �b4?! Da buen resultado según mi base de datos, pero yo no me fiaría. lO.id3! con la amenaza ics 10 ... �d6 11.f4±.

9 .. .'e'd8 La alternativa más lógica, en mi opinión incluso superior a Wlc7, aunque los dos tiempos perdidos por la dama negra, la hagan sospechosa. lO.i.gS! Cambiando al plan de colocar un caballo en ds, en el cual las blan­cas tienen tiempos de más sobre el dragón corriente. 10.1'!el es un orden similar: 10 ... d6 ll..igs. 10 ... d6 (10 ... a6 ll.a4! tLlb4 12.ie2 d6 13.�d2 b6 14.a5± Lupo-Ceterski, cr. 1998) 11.1'!e1 ttJd7 lZ.Wdz tbb6 13.iez ie6 14.ih6 �k8 15 . .ixg7 s!i>xg7 16.1'!adl (16.tLldS!? o bien 16.h4!?) 1 6 ... tbes 17.tbds .ixds 18.exds �c7 (Pérez Candelario-Malakhov, Sanxenxo 2004) y ahora 19.f4! (D)

garantiza una cierta presión sobre el peón retrasado de e7. Por ejemplo: 19 ... tLled7 (19 ... tLlec4 20.1Mlc3+ s!i>g8 21.1'!d4 1'!fe8 22.1'!e4 ±) 20.ig4 Etfe8 21. Wd4+ s!i>g8 22.Ete2!.

lO . .tgs! (D) Esta jugada es la clave del tema blanco. Se

impide la natural d6 debido a la amenaza ixf6 seguido de ttJds. Pero además dicha amenaza

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46 Desmontando la Siciliana 2

se planteará de forma directa después de f4. Las negras tienen que elegir entre jugadas poco adecuadas para sus planes, y el resulta­do es una posición apretada, aunque todavía jugable.

10 ... a6 La opción más natural; se prepara bs que

además habilita un jaque en a7, que retrasa la amenaza blanca. Las otras alternativas son:

lO ... as Obliga a las blancas a elegir entre ceder la casilla b4 al caballo negro o permi­tir la expulsión de su caballo pero ninguna de las dos cosas es preocupante. ll.a3! (11. a4 c!Db4 12.�e2 d6 13.lDdH seguido de tDcbs y c3 también garantiza una cómoda ventaja) ll...a4 12.tDd2 �as 13.c!Dds (13.�bs!? con las ideas .ia4 o c!Dc4) 13 ... d6 14.c3 (14.lDxf6+ exf6 1S.if4t) 14...f¡e8 (14 ... �e6!?) 1S.c!Dxf6+ exf6 16.�e3 tDes 17.idst Kupreichik­Veremeichik, Minsk SU eh 1976 y las negras no tienen compensación por el deterioro de su estructura de peones.

10 ... c!Das?! Cambia una pieza pero es la más pasiva de las blancas. 11.�e2 c!Dxb3 12.axb3t b6 13.f4 �b7 14.eS c!Dds 1s.c!Dxds �eS+ 16.f¡fz f6 17.c4 �xds 18.b4 �c7 19.exf6 1-0 Moreno Carnero-De la Riva O. Barcelona 2000.

10 ... e6 ll . .ie2 y es difícil encontrar una jugada más útil que ll ... a6 trasponiendo.

ll.�e2 e6!? Elimina radicalmente el salto del caballo

blanco, pero hace otras concesiones, sobre

todo la debilidad de la casilla d6, que las blan­cas van a explotar.

. En caso de 11. .. bS la retirada previa del alfil ha habilitado a las blancas para jugar 12.a4! con gran efecto 12 ... b4 13.ltlds �es es casi obligado entrar en las complicaciones (13 ... tt:lxds 14.exds �es 1S.1!{{d2±; 13...Wd8 14.�xf6±) 14.if4! Wfxe4 1S . .if3 Wic4 16.ig3 aS 17.ttlb6 (17.ttlxe7+! es una alternativa segu­ra si se percibe como poco clara la ganancia de calidad. 17...'it>h8 18.f¡e1±) 17 ... Wfa6 18.c!Dxa8 '1Wxa8 19.f¡el ds zo.ih4t Arizmendi-Braga, Mislata op 2000.

ll...h6?! tampoco es solución. El enroque negro queda demasiado expuesto. 12.ie3 bs 13.'1Wdz 'it>h7 (13 ... b4 14.ttlds '1We5 1S.ttlxf6+±) 14.a4 b4 1S.tt:lds tDxdS 16.exds ttle5 17.ics d6 18.ixb4±.

ll...d6!? (D) Parece un disparate, pero tiene el aval de !vanchuk.

12.a4! (12.ixf6 es lo lógico pero después de 12 ... exf6 no es fácil demostrar la ventaja de la casilla ds. 13. Wfdz tt:le7 14.f¡adl fs 1S.if3 .tes 16.exfs ixfs 17.ttld4 id7 18.tt:lds tDxds 19.i.xd5 ic6 20 . .ib3 '1Wb6 Zl.@h1 f¡ad8 22.f4 .if6 23.ttlf3 aS!+ Karjakin-!vanchuk, Warszawa 2005 y las negras han tomado la iniciativa) 12 ... ie6 13.f¡el f¡fe8 14.c!Dds (el tí-pico plan) 14 ... .ixds 15.exds tt:les 16.a5 ttle4 17.if4t c!Dc4?? 18. Wfd3 1-0 Areshchenko­Wippermann, Gibraltar 2008.

12.Wdz!

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Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 47

Previniendo el rápido avance ds que po­dría liberar las piezas negras "de golpe".

1Z ... b5 Ahora por el contrario 12 ... ds se encuen­

tra con 13.i.xf6 ixf6 14.exds ixc3 15. '?9xc3;!; con ventaja debido a la mejor estructura y a la posición concreta de las piezas para apro­vecharla.

13.a3!? El desarrollo posterior de la partida es sa­

tisfactorio para las blancas, pero 13.if4!? es una alternativa que sigue esperando estreno.

13 .. J�b8 13 ... i.b7 es una alternativa importan­

te que ha defendido con tenacidad Claudio Minzer. 14.'Llcs! 'Lld4 (14 ... 'Lles 15.'Llxb7 Wxb7 16.'?9f4! 'Llhs 17.ixhs gxhs 18.ih6±, Huerga-Tallarico, Mondariz 2007 consigue una clara ventaja para las blancas) 15.'Llxb7 'Llxe2+ 16.1�he2 Wxb7 17.'?9f3 'Llhs 18.g4 .ixc3 19. \Wxc3;!; y las casillas negras quedan feamente debilitadas. 19 .. .f6 ZO.gxhs (20.ie3!) 20 ... fxg5 1-0 Gómez Anadon-Arpa Pardo, Aragón 2005.

14.l�fdl b4?! Las negras intentan algún contrajuego,

aun a riesgo de debilitar su posición. Es una decisión lógica, en vista de lo pro­

blemático que resulta hacer cualquier cosa, por ejemplo: 14 ... .ib7 1S.'Llcs!±; 14 .. J;ds 15.'?9e3 d6 16.�d2±.

15.axb4 ttlxb4 16 . .ti4!± (D)

Finalmente las blancas han realizado la atractiva jugada cuando las negras no pueden interponer su caballo en es y están obligadas a concesiones posicionales más serias.

16 ..• e5 17.�g5! d6 Preparando el desarrollo del alfil a e6, la

alternativa es sacarlo por b7: 17 ... ib7 18.i.xf6 ixf6 19. 'Llas .ia8 20. 'Llc4±.

18.ttla5 �e6 19.b3 Preparando el uso de la casilla c4. 19 ... h6 zo.�xf6 hf6 21.ic4 �g5

zzJWez .ics?! Extraña retirada puesto que el peón de a6

no estaba amenazado. 23.tt::lds tt::lxds 24.hd5 gb5 25.ttlc4 Ahora el dominio posicional es aplastante. zs ... �g7 z6.ttlbz! Las blancas preparan el cambio de posicio­

nes de sus piezas menores, mejor el caballo en ds y el alfil en c4.

26 ... fs 27 .ic4 !k5 28.ttla4 gc6 29.tt::lc3 '1Wa7! 30.�hl ih4 31.f3 '!Wfz 32.'1Wd3 igs 33.exfs gxf5

Para el resto de la partida, que se sale de nuestro tema, usamos los comentarios de Anand para el Informator. 33 ... ixfs 34.CLle4± (34. '?9ds;!;).

34.tt::ld5 [6 �fl, f4-t] 34 .. .f4 3s.gdz? [3S.'Llb4! E:b6 36.'?9c3! (6i.ds±) 36 ... Wcs 37.'Llds E!c6 38.�as!±] 35 •.. '1Wc5 36.Wez ie6! 37J�ddl aS;!; 38.gdz [38.�a4!? ifs 39.�dal] 38 ... �f7 39JWdl gds?! [39 ... e4? 40.fxe4 f3 41.'?9xf3! (41.gxf3? i.hs 42.�d3 Wfz!) 41...i.xdz (41...ixds 42.�xd5+-) 42.'?9f6+ �h7 43.id3!+-; 39 ... ig6 40.'Llc3;!;; 39 ... id8;!;] 40.ga4 �cc8 4l.ctJc3! ig6 4z.gds '1We3 43.ttlez± if7 44.�d3 '1Wb6 45 . .ixf7 �xf7 46.ttlc3! 11..e7 47.ttle4 ggs? 48.c4? [48.'Llxd6+ .ixd6 49.�xd6 Wxd6 so.'ª'xd6 E!gds Sl.E!xf4+!+-] 48 ... �g6 49.gaz '1Wb4 5o.ga4 Wb6 51.:Bd5 :Bcg8 52.gaz a4 53.bxa4 Wc6 54.c5 [54.'?9b3 E!b8 ss.�bS!+-] 54 ... dxc5 55.:Bxe5 �d8 56.'\Wcl c4 57.h3 �e8 58.E!e2 E!d7 59.ttlc5 :Bc7 60.Wxc4 1-0

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48 Desmontando la Siciliana 2

Partida 5.04 Olivier J. - De la Riva O.

Montpellier op, 2000

l.e4 es 2.tLlc3 tLlc6 3.tLlf3 g6 4.d4 cxd4 s.tLlxd4 ig7 6.ie3 tLlf6 7.ic4 0-0 (D)

La jugada más elástica y la más emplea­da en esta posición. Las negras se reservan las salidas de su dama a b6 o aS, el movimiento del peón d a d6 o ds de un solo golpe, el salto del caballo a g4 e incluso un avance rápido (y algo anti posicional) del peón a. Las blancas quedan reducidas a una sola elección posi­ble si desean mantener en cartera el plan de enroque largo.

8.ib3! Sólo así las blancas pueden mantener la

amenaza del 0-0-0; las otras jugadas: 8.f3?! %Yb6 aprovecha la indefensión

del alfil de e3. 8.§'d2?! l.i.Jg4; 8.h3 permite 8 ... 11.Jxe41=. 8.0-0 Es normal pero lleva a líneas que no recomendamos en este libro.

s ... Was Un intento más de evitar el 0-0-0 del blan­

co, aplicado una vez que el caballo no puede retirarse a b3 ganando tiempo. Es una línea bastante popular que suele conseguir su obje­tivo de empujar a las blancas a enrocar corto, pero en mi opinión tiene un serio escollo en f3. En este momento las negras tienen un ver­dadero ejército de alternativas:

8 ... a5 analizada en la partida 5.05. 8 ... d6 analizada en la partida 5.06. 8 ... e6!? Una variante relativamente mo-

derna y de aspecto extraño, pero que pue­de llevar a una rápida iniciativa negra si las blancas se pasan de optimistas. 9.0-0! Sigue gustándome la jugada natural. (El tratamien­to moderno más ambicioso es 9.f4!? d6 10. %Yf3 pero no estoy seguro que después de 10 ... e5 1l.<!i)xc6 bxc6 12.fxe5 li:)g4! 13.exd6 li:)xe3 14. §'xe3 §'xd600 Carlsen-Malakhov, Sarajevo 2006. Las blancas puedan neutralizar la com­pensación que ofrece el poderoso alfil de ca­siiJas negras) 9 ... ds lO.exds.exds 11.h3! (D) Una vez enrocado corto esto me parece más natural que ll.f3, que no obstante, puede pro­meter una ventaja parecida.

l l..J�e8 (11....ie6 debe trasponer, por ejemplo 12.ge1 §'d7 13.§'d3!) 12J3e1 ie6 Esta jugada merece seria atención, pues las negras consiguen un desarrollo rápido, bue­na defensa de su peón aislado y algunos tru­cos sobre el enroque blanco. 12 ... a6 la única alternativa explorada y mucho menos lógi­ca 13.ge2 (13. %Yf3!?) 13 ... 1.i.Ja5 14J�d2 Con este plan las blancas crean una presión muy fuerte sobre el peón aislado y no es fácil para las negras contrarrestarlo y encontrar un plan activo a la vez. 14 ... li:)xb3?! 15.axb3 id7 16J3d3 ic6 17.li:)xc6 bxc6 18.li:)a4;!; Martín González-Hernandez Jiménez, Cataluña 2000. 13.'&d3! Una novedad, pero muy lógica pues

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Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 49

prepara la presión sobre d5, evitando de paso el sacrificio en h3. 13.�f3 es otra idea interesante que ya recomendé en la primera edición. 13.�d2 �d7 14J�ad1 �xh3! y las negras se aseguran las tablas, por ejemplo: 15.gxh3 (ls.l2Jxc6 �xg2!=) 15 ... �xh3 16.l2Jxc6 (16.f3?! gxe3 17.�xe3 1l:!Fg3+=) 16 ... 1l:!Fg4+ 17.'�f1 �h3+ y es muy peligroso iniciar la huida) 13 .. .'�fld7 (13 ... l2Jes 14.1l:!Fbs!; 13 ... i2Jb4 14.1l:!Fbs!) 14.gadl a6 (14 ... l2Jb4 15.�bs!; 14 ... �xh3? 15.gxh3 1l:!Fxh3 16.1l:!Ffl±) lS.�fl;!;.

8 ... �as? Una continuación ambiciosa cuya refutación se conoce desde los años 50 y se hizo famosa por el desastre que supuso para Reshevsky. 9.es! �es? (9 ... �xb3 10.exf6+-) 10.�xf7+! El detalle táctico que pasó desaper­cibido por algún tiempo. Actualmente apa­rece en todos los libros de celadas. lO ... gxf7 (10 ... i'xf7 11.i2Je6! i'xe6 12.�d5+ lleva al mate) l l.i2Je6+- Bastrikov-Schamkovitch, Sochi, 1958 y muchas partidas posteriores.

8 ... �g4 Aunque esta jugada proporciona a las negras la pareja de alfiles, la perfecta dis­posición centralizada de las piezas blancas y su mejor desarrollo le garantizan una ventaja muy cómoda. Actualmente es difícil encon­trarla en partida de alto nivel. 9.�xg4 l2Jxd4 10.�d1! Me gustaría recomendar el especta­cular y audaz sacrificio de dama de Nezmet­dinov 10.�h4!? �a5 11.0-0 if6 12.�xf6!! que es muy interesante, pero objetivamente la jugada de la partida es más fuerte. 10 ... tt:lxb3 (10 ... i2Je6 11.�d2±) 11.axb3 b6 De algún modo habrá que desarrollar las piezas. 11... d6 12.�d4! y el peón de a7 está amenazado. 12 ... b6 13.ixg7 i'xg7 14.1l:!Fd4+ f6 15.h4!± Tiviakov-Mantovani, Ischia 1998. 12.�d4 es Es lógico que las negras no quieran cambiar su pareja de alfiles, pero los huecos dejados en la columna d, dan a las blancas objetivos muy cómodos. 12 ... �b7 13.�xg7 �xg7 14. �d4+ f6 15.0-0-0 �c6 16.h4±. 13.�e3 ib7 14.0-0 fs 1S.f3 fxe4 16.fxe4 gxfl + 17 .�xfl �hs 18.�d3± Shamkovich-Veid, Moscú 1962.

8 .. .\Wc7?! Se juega a menudo pero permi-

te a las blancas seguir cómodamente con sus planes. 9.f3 a6 10. �d2 bs 11.0-0-0 .ib7 12.h4 gac8 13.h5 tt:las 14.hxg6 l2Jxb3+ 1S.l2Jxb3 fxg6 16.l2Jcs! ic6 17.i2Je2 as 18.l%h4 (El propio Ivanchuk propone 18.l2Jd4! como mejora con la siguiente variante 18 ... ia8 19.l2Jxb5 �b6 20.i2Jc3 gxcs 2l.e5!+- lo cual se jugó posteri­ormente en una partida Korneev-Pogorelov Madrid 2002) 18 ... ia8 19.l%dhl l%f7 20. @bU. También aquí las perspectivas blancas pare­cen mejores. Ivanchuk-Markowski, Polanica Zdroj 1998.

8 ... a6?! Similar a la anterior. No plantea problemas a las blancas, y por lo tanto estas pueden seguir sus planes y explotar su ven­taja. Veamos un ejemplo del propio Fischer: 9.h4 bs 10.hs b4 n.l2Jds l2Jxe4 12.hxg6 hxg6 13.�g4 e6 14.�h3 fs 1s.o-o-o l2Jas 16.�h7+ �f7 17.l%h6 l2Jxb3+ 18.axb3 ghs 19.�xg6+ @gs 20.l%xh8+ �xh8 2Lgh1+ i'g8 22.l%h7 �f8 23.ih6 1-0 Fischer-Reuben, Manhattan blitz 1963.

9.f3! (D) Esta es mí recomendación. Las blancas si­

guen preparando el 0-0-0 y calculan que las diferentes ideas negras con ds no acaban de funcionar del todo.

9.'"?d2?! pierde un peón después de 9 ... l2Jxd4 10 . .ixd4?! l2Jxe4!; 9.0-0 es jugable pero da la razón a las negras.

9 .. J�d8!? (D)

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50 Desmontando la Siciliana 2

Las negras pueden buscar un rápido ds o aceptar la transposición al capítulo 16.

9 ... d5 10.exd5 tDb4 ll.�dz lDbxds Esto lleva a un final muy triste, pero la alternati­va a:ds traspone al comentario a la jugada 11 y las otras jugadas sencillamente no recupe­ran el peón. 12.tDxds �xd2+ 13.'\t>xdz ttlxds 14.ixd5 l:!d8 15.c4! Ahora para recuperar la pieza las negras deben quedar con un al­fil muy pasivo. 15 ... e6 16.i.e4 .ixd4 (16 ... e5 17.�ds exd4 18.igs±; 16 .. .fs!? Un intento más reciente de hacer jugable el final. 17.i.d3 ixd4 18.ixd4 l:!xd4 19.'\t>c3 l:!d8 20.l:!hel!;!;) 17.ixd4 gxd4+ 18. \t>c3 gd7 19.l:!hd1!± la co­lumna d, mayoría y mejor alfil y mejor rey. Una verdadera tortura. El resto de la partida es interesante a pesar de ser una rápida, pero la discusión teórica termina aquí.

9 ... e6 Es lo más sólido y peligroso para las blancas si siguen empeñadas en enrocar largo, pero si cambian de idea, tienen una partida más cómoda jugando 10.0-0! ds ll.exds exds 12.�d2 l:!d8 (12 ... ge8 13.l:!adl y todavía no pasa nada en las casillas negras) 13.l:!adl ie6 14.tDcb5 �xd2 15.gxd2;!; Dely­Korchnoi, Budapest 1961.

9 ... d6 IO.�d2 traspone al Dragón.

10.\Wdz ds Las otras jugadas no son lógicas. ll.exds lüxds! Algo mejor que la alternativa mucho más

conocida. 11...tt:lb4? 12.0-0-0 tt:lbxd5 13.ttlxds

�xd2+ 14.a:xd2 lDxds lS.lDbs deja a las ne­gras indefensas.jansa- Hoelzl, 1969.

12.-ixds (D) 12.tt:lxds �xd2+ 13..ixd2 ixd4 14.0-

0-0 i.e6! (14 ... e6!? 1S.i.c3? gxds! 16 . .ixds .ie3++) 1S.l!Jc7 i.xb3 16.tDxa8 i.xa2 17.tt:lc7 a6 (17 ... ic4!?) 18.i.c3 ie3+ 19.-idz id4= (19 ... i.b6 zo.if4 gcs 21.ttlds ixds zz.gxds ttld4 23. '\t>b1±).

12 ... lüb4?! 12 ... hd4! es lo mejor 13.i.xd4 tDb4

14.i.e4! fs [14 ... es 15. l!Je2 exd4 16.a3 ttlc6 17.Wxa5 (17.0-o-O �b6;t) 17 ... l!Jxa5 18.0-0-0±] 15.0-0-01 ttlxa2+ 16. '\t>b1 l!Jxc3+ 17. �xc3 �xc3 18.i.xc3 gxd1+ 19.gxdl fxe4 zo.gds+ '\t>f7 21.fxe4;!; con un final algo mejor. 12 ... l!Jxd4? 13 . .ixd4 i.xd4 14.�xd4 e6 15.b4!+-.

13.lüb3 13.i.c4? ixd4 14.i.xd4 gxd4!+; 13.i.b3 eS! 13 .. .'\Wc7 13 ... i.xc3? 14.bxc3+-14.lübs 14.i.f4! Puede ser una solución más "hu­

mana". 14 ... es [14 ... ies lS.ixes! (ls.gd1 ixf4 16.ixf7+ Wxf7 17.�xd8 WíeS+ 18.'\t>fl i.e6 19. �d4 l!Jxc2 20. WxeS .ixes�) 15 ... �xe5+ 16.lL:Ie2 l!Jxds 17.c4 ih3! 18.gxh3 (18.cxds ixg2�) 18 ... ttle3 19.Wic3±] lS.igs ie6 16.i.xd8 gxd8 17.0-0-0 /Oxds 18./0xds .ixdS 19. Wbl y la compensación es insufici­ente. l4.0-0-0 ifs!� da a las negras una com­pensación tremenda por la pieza.

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Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 51

14 .. JWes 1S.c4! (D) 15.f4 no es suficiente lS...�xds! 16.�xb4

�xgz 17.�gl �xcz y las negras tienen una compensación tremenda por la pieza.

1s .. .l2Jxds Las negras mantienen las mayores compli­

caciones: 15 ... e6? sencillamente pierde 16.0-0! exd5

17.id4 +-.

15 ... �xd5 no logra suficiente compensaci­ón por la calidad 16.cxds tllxds 17. Wf2 tllxe3 18.�d8+ if8 19.�hel! Wds 20.Wxds tllxds±.

16.cxd5 E:xds 17 .tlJSd4? A partir de aquí la compensación de las ne­

gras parece difícil de desactivar. 17.f4! era la última oportunidad de luchar por la ventaja. Por ejemplo: 17...�xd2 18.fxes gxb2 19.tllc7! ig4! 20.tllxa8 �e2+ 2l.Wfl gxe3 22.tllc7±.

17 ... aS! 18.gdl 18.f4!? �d6 19.a4 bs 20.axbs a4 21.0-0

ib7+; 18.a4 �d6 19.f4!±. 18 ... Vfld6 19.0-0 id7! 19 ... es? 20.tllfs+-; 19 ... a4 20.tllcl ixd4

2l . .txd4 es 22 . .txe5!+-. ZO.f4 E:d8?? [20 ... ig4!+; 20 ... a4 21.tllcl

ig4+] 21.h3?? [21. \Wf2! a4 (2L.ia4 22.�d2! ±) 22. tllcl ig4 23. tllbs! ±; 21. tllxas! � a6 22. tllab3 ia4 23. \Wf2±] Zl...a4 [2L.iaH] ZZ.tt:lcl [22.tllas Wa6!+] zz ... ixd4! 23.hd4 ibs+ 24.tLlez ixe2 zs.Vflxez E:xd4 26.E:xd4 Vflxd4+ Z7,<j;lhz e6 zs.E:f3 E:ds 29.h4 hs 30.g3 Vfldz 3 1.E:fz Vflc1 32.Vflcz Wel

33.E:ez Wb4 34,<j;lh3 34 ... bs 3S.E:xe6 gdz! 36.E:e8+ <j;lg7 37.Wc8 Wxbz 0-1

Partida 5.05 Radjabov T. - Tiviakov S.

Wijk aan Zee, 2007

l.e4 es z.tt:lc3 tt:lc6 3.tt:lf3 g6 4.d4 cxd4 s.tt:lxd4 ig7 6.ie3 tt:lf6 7.ic4 0-0 8.ib3 aS (D)

Una jugada casi tan popular como la prin­cipal d6. Aunque debilita gravemente bs, se apoya en algunos detalles tácticos para conse­guir contra juego.

Las continuaciones 9.f3 y 9.a4 son intere­santes, pero en mi opinión la sana variante con 9.0-0 sigue siendo la mejor opción de las blancas para conseguir una ventaja sin dema­siado peligro. Para 8 ... d6 ver la partida 5.06.

9.0-0! Esta es mi recomendación. Es cierto que

ahora las blancas sí que renuncian a su plan más frecuente, basado en el 0-0-0, pero lo ra­dical de la jugada 9 ... a5 lo justifica con creces.

9 ... tt:lxd4 Se ha convertido en una jugada frecuente

en los últimos años, y su idea es adelantarse a tlldbs. Facilita algunps planes de las blancas, pero las negras tienen un juego muy sólido y no tan apretado como después de 9 ... d6.

Al principio la jugada preferida era 9 ... a4 pero luego las negras fueron comprobando

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52 Desmontando la Siciliana 2

lo desagradable de la posición resultante, por culpa de los huecos creados en la columna b. 10.tt:lxa4 tt:lxe4 ll.tt:lbs (D) La debilidad de las casillas bs y b6 queda al descubierto (11.c4 es una idea interesante para evitar la nueva idea ds). Las negras están en un importante cruce de caminos:

a) ll...d6 12.�b6 1l!id713.:Sel! �f5 14.tt:lc7 :Sxa4 15.ixa4 ixb2 16.g4! (Previamente re­comendada por Nataf) 16 ... '\!:lles 17.:Sb1 ic3 (Kosmo-Hume, Espoo 2000) y ahora 18.f4! Wxf4 19.tt:lds Wes 20J3xe4 Wxe4 21.tt:lxc3±.

b) ll ... :Sxa4 Se ha recomendado este sa­crificio de calidad, pero en mi opinión no es suficiente: 12.�xa4 ixb2 13.E:bl ig7 14.f3 'l!:llaS 1S.ib3 ltJc3 16.ltJxc3 �xc3 17.'\!:llel± (Bologan-Katz, Bastia op 1998) 17 ... Wes 18.'ªd2 ltJd4 19.:Sbd1 ttJfs 2o.if2 Wc7 21.We2 1-0 Karjakin-Jones, Creta 2007 (21.g4! ltJd6 22.'1!:llb4 bs 23.'\!:llcs±).

e) ll ... ds! es una idea reciente, intentan­do dominar el centro, pero también da a las blancas temas concretos. 12.�b6 'ªd7 13.ltJc7 :Sxa4. Este sacrificio es la clave de la idea ne­gra. 14.ixa4 ixb2 15.�xds ixa1 16.Wxe4!;!; (16.:Sa1 ltJc3! 17. Wd7 id7 18.�b3 �fs ]aracz­Jugeltd, Dresden 2009 es cómodo para las ne­gras a pesar de la pareja de alfiles) Y a pesar de la apariencia de igualdad, creo que las negras tienen que resolver todavía algunos proble­mas debido a la mayor actividad de las piezas blancas: 16...�g7 17.ttJds e6 18.ltJe3 f5 19.'1!:llh4 if6 20. Wc4 Wf7 21.:Sd1;t.

d) 11. .. :Sa6 12.c4! (impidiendo ds) 12 ... d6 13.We2 ltJf6 14.h3! (Y ahora impidiendo ltJg4. Las piezas blancas van tomando posiciones centrales y las negras están obligadas a una posición más pasiva) 14 ... ie6 15.:Sadl 1M'b8 16.ltJb6! :Sd8 (16 ... ltJd7 17.ltJxd7 .txd7 18.c5t) 17.ttJdsl± Nataf-Balduan, Biel 1999.

9 ... d6 lO.lüdbs! (D) Las blancas evitan los cambios de piezas que aliviarían la posición negra y ocupan de inmediato uno de los pun­tos débiles. Esta jugada ha acabado radical­mente con la popularidad de d6 que ha dejado de ser la línea principal en favor de tt:ld4. Las negras han probado al menos 4 jugadas:

a) 10 ... a4 11. ltJxa4 tt:lxe4 traspone al co­mentario de la jugada anterior.

b) 1 0 ... ie6 Elegida por Tiviakov deja a las negras una posición muy pasiva: ll.h3 ltJd7 12.:Se1 ixb3 13.axb3 ttJcs 14. 'ªd2 b6 15.�h6± Anand-Tiviakov, Bastia 2001.

e) 10 ... b6 ll.a4! ia6 12.f4 tt:ld7 13.'1!:llf3 ttJcs [13...�xc3 14.bxc3 ltJa7 (Zhang Zhong­Malakhov, Poikovsky 2004) y ahora 15.f5! para aprovechar la debilidad de las casillas ne­gras da a las blancas una poderosa iniciativa. 15 ... ltJe5 16.We2] 14.e5 ltJxb3 15.cxb3 ixbs 16.tt:lxbs ltJa7 (Kosintseva-Harika, Turín 2006) y ahora 17.ltJc3! dxe5 18.:Sadl Wfe8 19.ltJds±.

d) 10 ... tt:lg4 Lo normal es consultar al al­fil. ll.igs (1Lid2;t o incluso ll.�cl son al­ternativas de valor similar, poco exploradas por lo moderno de la variante) 1L.h6 12 . .id2 (12 . .ih4 gs 13.�g3;!; también es prometedor,

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Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 53

aunque las negras tienen tantos huecos que es difícil ocuparlos todos) 12 ... �h7 13.h3 (De acuerdo a los comentarios de Jaracz en In­formator esto sería más exacto que 13.a4 fs) 13 ... lt:lgeS 14.a4 (14.f4 meramente envía el ca­ballo donde quiere ir, es decir a cS. 14 ... lt:ld7 1S.�e3 lt:lcs) 14 .. .fs?! [Esto es muy debilitante y deja la batalla teórica aplazada para posteri­ores partidas. 14 ... lt:ld7!? es el plan lógico. En ese caso las blancas pueden jugar 1S.�c4 para reciclar el alfil (1S.�e3 lt:lcs 16.�c4;!; para contestar a fs con �es, parece mejor) 15 ... lt:lb6 16.�e2 fs 17.exf5co pero las piezas negras son entonces muy activas.] lS.exfs �xfs 16.lt:lds;l; Jaracz-Agdestein, Cappelle la Grande 2001. El nuevo agujero, creado en e6, da más preocu­paciones a las negras.

10.�xd4 d6 11.�e2 (D) Este es el nuevo plan de las blancas, espe­

culan con eS y con lt:lds gracias a la presión en las columnas centrales.

ll...id7 El alfil se dirige a c6. ll...�g4!? Provocar f3 puede ser una

buena idea, pero se necesitan más ejemplos prácticos. 12.f3 �d7 13.13ad1 a4 14.�c4 i.c6 15.a3 (1S.eS es peor que en la partida por 15 ... dxes 16.�xe5 '\Wasco) 15 ... lt:ld7 (Negi-Bajarani, Dubai 2008) y ahora las blancas debieron jugar el plan de la partida con 16.lt:lds pero la posi­ción del peón en f3 no ayuda.

12J!:adl a4

Esto debilita el peón ·y la casilla b4. Pero en caso de 12 ... �c6!? gana fuerza la opción 13.es! dxe5 14.hes '1Wb6 15.lt:la4;l;.

13.ic4 ic6 (D)

13 ... a3 Parece más coherente. 14.b3 �c6 (14 ... '\Was?! 15.ixf6 �6 16.lt:lds±) pero en la variante 15.f4! lt:ld7 16.eS dxes 17.fxes e6 18.b4! el avance b4 puede crear algunos pro­blemas a las negras.

14.a3 Las blancas se centran en el plan de colo­

car el caballo en d5 y presionar en la columna e. Pero existe otro muy interesante: 14.e5!? dxes 15.�xes '\Was (15 ... �c8 es una casi­lla peor para la dama y el peón de a4 sufre. 16.l3fel l3a5 17.�bs l3e8 18.13d4 lt:lhS 19.i.xg7 i.xbs 20.lt:lxbs lt:lxg7 y la posición más centralizada de las piezas mayores y la es­tructura más compacta le dan alguna ventaja; Carlsson-Robson, Reykjavik 2008. Propongo la continuación: 21.l3c4 '1We6 22.13e4 '1Wb6 23.c4;l;) 16.lt:lbs ixb5 17 . .ixbs a3 �-�. De la Villa García-Frois, Sanxenxo 2006; y ahora 18.b3!;!;.

14 .. J3as!? 14 ... lt:ld7 1S.�xg7 @xg7 16.lt:ldst Ahora el

caballo tiene también otro punto fuerte en b4. 16 ... .ixd5 17.exd5;l; debido al peón retrasado de e7.

15.ctJd5!? lbd7 (D) Los cambios no liberan por completo a las

negras. 15 ... lt:lxd5 16.exd5! i.xds (16 ... i.d7 17.i.xg7 �xg7 18J�d4!± seguido de la tripli­cación en la columna e o el paso de la torre

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54 Desmontando la Siciliana 2

a la casilla h4) 17 . ..txd5 !!xds 18.ib6! Wxb6 19.!!xd5 Wxb2 20.Wxe7 Wxa3 21.Wxb7t.

16J�fel �es 17.e3?! Esta jugada que deja el alfil de d4 raro es

inexacta según Tiviakov. Lo más sencillo es continuar el plan con 17.ixg7 �xg7 18. We3 (con idea de \Wc3) 18 ... ixds 19.exd5;!; y el caballo no puede neutralizar la presión en la columna e.

17 ... e6! 1S.Cbb4 ifs! 19.f3 V!fc7 19 .. .'�e7 zo.Wdz tt:les 21.ifU y la

posición negra sigue restringida. zo.V!!fz Cbes Zl.�dz V!fe7 Zl...ibs!? es otra sugerencia de

Tiviakov que tampoco parece igualar del todo. 22.ia2!t.

zzJ�dez �es Ahora no es posible 22 ... ibs? 23.lt:Jd5!

exds 24.ixbs !!xbs 25.exds tt:ld3 26.Wfl Wd7 27.gxe8 tt:lxe1 28.Wxel+-.

23.-iaz La sugerencia de Tiviakov 23.tt:lds! pon­

dría a las negras en problemas: 23 ... ixd5 (23 ... exds 24.exds Wds 25.dxc6 bxc6;!; Llds) 24.exds eS 25.f4 bs 26.ixcs bxc4 27.ib4!.

Z3 ... ibs Z4.�dz 24.c4! i.d7 2S . ..tc3;!; mantendría la posición

negra restringida de forma indefinida. 24 ... Cbd7 25.f4 ie4 26.ibl?! 26.ixc4 E:xc4;l; 26 ... lt:Jes 27 . .tez Cbb3 28.ixb3 .ixb3= De acuerdo con Tiviakov en que las negras

han acabado igualando. El resto de la partida se aleja de nuestro objetivo.

29J�d3 .ic4 30.�h3 es?! 3Lib6! �bs 3Z.fs f6?! 33.ie3± gxfs 34.V!lxfs-+ ie6 35.�g3+ �hs 36.V!ffz ig7 37.V!fdz �gs 38.�dl ifs 39.�xgS+ WxgS 40.ih6 ib3 41.�f1 �ks 42.�f3 1:ks 43.ttlds ixds 44.V!lxd5+ whs 45.ie3 ig7 46.V!fbs �as 47.ifz V!fc7 4S.�d3 ifs 49.�ds V!fc6 so.Wd3 !J..e7 Sl.�bs ids szJ3ds ie7 53.h3 �fs 54.�bs �a8 ss.�ds �g8 56. whz �g6 57 .e4 .!!gS 58.ih4 �g6 59.V!ff3 Wg7 60.cs?! dxcs 61.Wfs id6?? 62.We6 fsO 63.Wxfs V!fe7 64.ig3 �f6 65.Whs �e6 66.Wez wfs 67.Wd1 bs? 6S.V!ffl+ S:t>es 69.V!fxb5+ Wd7 70.We2 V!ff7 71.'1Mfa6 Wd7 n.Was+ S:t>f7 73.Whs h6 74.'!Mfh7+ S:t>es 75.'!Mfg8+ 1-0

Partida 5.06 Topalov V. - Tiviakov S.

Wijk aan Zee, 1996

l.e4 eS z.CL!f3 Cbe6 3.d4 exd4 4.Cbxd4 g6 s.Cbc3 ig7 6.ie3 Cbf6 7.ic4 o-o 8.ib3 d6 (D)

La variante principal del Dragón Acelera­do. Con su ingenioso orden de jugadas las ne­gras han conseguido que las blancas jueguen ..tb3 antes de Wdz y eso les da algunas posibi­lidades extras. Como todas las demás traspo­nen al Dragón Clásico, es de esas posibilidades

Page 55: Desmontando la siciliana 2

Cap{tulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 55

diferentes de lo único que nos ocuparemos por el momento.

9.f3 Siguiendo con el plan de 0-0-0. 9 ... id7 Esta jugada puede trasponer al Dragón o

bien iniciar el contrajuego característico de esta variante con ltld4 seguido de bs.

Las alternativas son muchas, pero poco frecuentes:

9 ... a5 ahora no es muy lógica, porque no amenaza a4, únicamente desanima a las blan­cas del 0-0-0. 10.ltldbs! evitando el cambio de piezas y ocupando la casilla débil de inme­diato. lO ... ttJd7 11.0-0! Es mi propuesta, no veo motivo para jugar a4 y el enroque largo ha quedado olvidado. 11...lDcs 12.1c4;!; Hay muchas piezas y las blancas tienen más espa­cio y mejores puestos para las suyas. Será fácil centralizar las torres y crear amenazas.

9 ... lt)d7 No es muy lógico iniciar esta ma­niobra que pretende entrelazar los caballos sobre c4, antes de que la dama blanca se haya situado en d2. 10.h4! lDcs (10 ... lDb6 ll.hs ttJas 12.hxg6 hxg6 13.1!9e2!±; 10 ... hs 11.Wd2 lDcS 12.0-0-0 ltlxb3+ 13.axb3 la variante con hs parece demasiado peligrosa sin el caballo defensor. No parece mucho lo que las negras pueden oponer a la ruptura g4-h5. 13 ... %Vas 14.ct>b1 1d7 15.g4 hxg4 16.h5± Con ataque demoledor. Sherzer-Larsen, Nueva York 1988) 11.h5 1!9as 12.hxg6 hxg6 Martin-Petursson, Biel 1985. Y el ataque blanco puede seguir su curso normal con 13. %Y d2 � seguido de los temas clásicos.

9 ... lt)xd4 Una continuación que se ha pues­to de moda muy recientemente. 10.1xd4 1e6 Mi recomendación para las blancas es tras­poner al Dragón con 11. 'l:Yd2 alcanzando una posición que se estudiará en el capítulo 16.

9 ... lt)as Aunque tiene sus partidarios, parece aquí un poco menos exacto que en la siguiente jugada. Las blancas se pueden con­formar con la transposición (por medio de 10.1!9d2) o intentar algo más. 10.g4! ttJxb3 (10 ...

hs ll.gxhs ltlxhs 12. 1!9d2 y después de o-o-o las blancas podrán lanzar un ataque muy pe­ligroso al enroque negro) ll.axb3t y ahora no es tan bueno (11.cxb3 ds 12.e5 ltle8 13.f4 f6 con contrajuego) 11...ds 12.lDdbs! y si 12 ... dxe4 13.1!9xd8 !hd8 14.ltlc7 gana material.

10JWd2 (D)

10 ... lüxd4 La partida se dirige por fin a la variante

que da sentido especial al Dragón Acelerado. Muchos libros (ECO entre ellos) incluyen esto en el Dragón pero yo creo que esa clasificaci­ón no es lógica porque casi siempre se llega en este orden. El resto de las continuaciones "se­rias" traspone al Dragón excepto tal vez una:

lO ... as!? Posiblemente sea el mejor mo­mento para hacer esta jugada ahora que las blancas ya han definido algo su desarrollo con f3 y 'l:Yd2. Sin embargo no hay muchos ejem­plos. ll.a4 11.ltldbs Pienso que sigue siendo una buena alternativa para evitar el cambio de piezas, aunque no hay buenos ejemplos. 11...ltles 12.a4 1!9c8 13.%Ye2 �e6 14.ltlds 1xds 1S.exds ge8 16.0-0 ltled7;!; (Hoffmann-Frois, Fígueira da Foz 2007) 17J::!fe1! tücs 18.ic4 !.Dfd7 19.tlJc3!?. l l .. J::!c8 Esperando el enro­que blanco. 11 ... tüxd4 12 . .ixd4 �c6 con idea de tüd7, puede encontrarse tal vez con 13.g4 �

Teschner-Gereben, Reggio Emilia 1993, pero todo esto necesita y merece muchas más pruebas. 12.0-0 (12.0-0-0 !.Desoo) 1Z ... tlJxd4 13.�xd4 �c6 Rowson-Shaw, Escocia 1999.

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56 Desmontando la Siciliana 2

Y ahora la sugerencia de Short 14.�hl! con idea de 14 ... tLld7 1S.fH parece un plan muy sensato.

lO .. .'�as 11.0-0-0 y; lO ... tLles 11.0-0-0 trasponen al Dragón normal.

lO ... tLlas!? (D)

Es un orden interesante que puede llevar a la variante China del Dragón. Las blancas deben jugar ll.h4 11.0-0-0 facilita la tarea de las negras 11... tLlxb3+!? (11...!3b8 traspo­ne al Dragón Chino) 12.cxb3! (12.axb3 as!+±) 12...�as 13.@bl !3fc8 14.g4 bs 15.tLlcxbs (15.a3!?) 15 ... �xd2 16.ixd2 a6 (16 ... tLle8!+) 17.tLla3? tLlxg4! 18.fxg4 i.xdH Socko-Bu Xiangzhi, Blitz Beijing 2008. 11 ... hs (11...tLlxb3 12.axb3) 12.0-0-0 tLlxb3+ 13.cxb3 �as 14.@bl E:!fc8 lS.�gs \Wcs 16.a3 bs 17.i.xf6 i.xf6 18.él:lds @g7 19.él:lez �e6 zo.él:lef4± Escobar Domínguez-Garrido Domínguez, Dos Hermanas 200S.

lO ... E:!bs para llegar a la variante china es inexacto por n.tLlxc6 bxc6 12.ixa7 y la com­pensación por el peón no es suficiente.

ll.ixd4 bs 11...a5 se ha intentado unas cuantas veces y

mi recomendación es jugar 12.a4 trasponiendo al comentario a la jugada anterior.

1Z.h4 12.a4!? Con la idea de cambiar el plan hacia

el enroque corto, es una alternativa promete­dora, que tiene buenos resultados y cada vez

más ilustres partidarios, recomendable para investigar, pero no nos podemos ocupar de ella.

lZ ... as Sólo esto justifica las jugadas anteriores.

Aun así se han probado: 12 ... b4?! 13.tLlds tLlxds 14.i.xg7! @xg7 1S.�xds �k8 16.hS± con fuerte ataque; lZ ... hs 13.g4! eS (13 ... hxg4 14.hs�) 14.i.e3 as 1s.i.gs (ls.gxhs!?) 15 ... a4 16.�d5 E:!c8 17.gxh5 gxhs 18.�h6+-; Klundt­De Greiff, Siegen (o!) 1970.

13.a4 bxa4 13 ... b4 no es tan mala como puede parecer

por su escasa aparición en la práctica. 14.tLlds tLlxds lS.i.xds E:!c8 16.i.xg7J (16.hS E:!xczoo) 16 ... @xg7 17.h5;J; y las negras tienen que ele­gir entre la fea ghs o dejar a la dama blanca entrar en h6.

14.ltJxa4 (D)

14 ... es Esta es la antigua linea principal. Después de la partida del texto, el interés

ha cambiado a 14 ... i.e6 pero en mi opinión las blancas tienen muchas opciones intere­santes aquí. 15.i.xe6!? Me parece un modo sencillo de crear problemas. 15.tLlb6 es la va­riante principal, analizada en DLS. 15 ... fxe6 16.0-0 E:!b8 16 ... Wic7 solo se ha jugado una vez con desastre para las blancas que deben jugar 17.E:!fcl;J; (pero no 17.ga3? tLlxe4!-+) 17 ... tLlhs 18.i.xg7 @xg7 19.c4 !3ad8 20. �e3 seguido de es, y las negras todavía tienen que resolver

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Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado 57

algunos problemas. 17.b3l?t Esta es la juga­da, con la intención de seguir con tDb2-c4. Me parece que las negras tienen todavía que de­mostrar que están bien aquí. Lo conocido era 17.�e3 tbd7 18.i.xg7 @xg7 19.b3 �c7 20J�f2 !!bs 2l.�c3+ �xc3 22.tDxc3 !!es 23.tDd1 !!b8 24.lDe3 !!b4 ]4-]4 Colovic-Vasovski, ohrid 2001. 17 .. .l��b4 (17 ... tbd7 18.ixg7 �xg7 19.lDb2! !!bs 20.tbc4t) 18.i.c3 !!bs 19.�d3 �d7 zo.lbb2t.

1s.ib6 Wbs 16.ie3! La antigua captura del peón 16.ixas?!

permitía un buen contrajuego a las negras 16 ... !!a6 17.ic4 ih6! 18.�xh6 !!xaS 19.b3 ds (19 ... ixa4!?) 20.-ixds tDxds 2l.exds ixa4� Caskovsky-Forintos, Sochi 1974. Pero la nueva idea, más posicional, deja a las negras, enfren­te de sus múltiples debilidades.

16 ... ie6 17J�a3 (D) El complemento necesario de la jugada

anterior, puesto que las blancas no quieren ni reforzar el control negro de la casilla ds con ie6 ni ceder dicho control con una prematu­ra excursión del caballo con lDb6-dS.

17 ... Wb4?! Esta fue la primera jugada, que el propio

especialista Tiviakov califica de dudosa. Luego han venido los intentos de mejoras:

17 .. J;a6 18.tDc3! !!d8 19.0-0 !!d7 20.!!fa1;!; Benares-Braga, Itau 2002.

17 ... �c7!? 18.g4 (18.tbc3t debe ser lo me­jor como recomienda Tiviakov o bien 18.0-0t)

18 ... �c6oo Criado-Fraga, Mondariz 2002. 17 ... E:d8?! 18.tbc3 (Los programas caen

directamente sobre la calidad con. 18.i.xe6! fx.e6 19.!!b3 pero hay cierta compensación con 19 ... �c7 20.i.b6 �c6 21.i.xd8 !!xd8t y hay que recordar que es una partida rápida) 18 ... tDhs?! (ls ... ds!?) 19.0-0 �c7 2o.ttJds±.

18.CZlb6! :aab8 Tiviakov hace un amplio análisis de la al­

ternativa principal, 18 ... �xd2+ llegando a la conclusión de que las blancas mantienen la ventaja. Mi opinión es la misma y me parece difícil que fuera de otro modo observando las debilidades negras en d6 y aS. 19. @xd2! E:a6 (19 .. J�ab8 20.i.xe6 fx.e6 2U��xa5±) 20J'¡hal 13b8 (20 ... i.xb3 2l.l'i!xb3±) 21.tDds!±.

19.Wxb4 Aunque mejora ligeramente la posición

el peón débil negro, retiene gran parte de las ventajas y elimina posibilidades de contra­juego. Es una lógica elección práctica, aunque analíticamente 19.c3, sea del mismo valor. 19.c3!? �bs 20.c4 (20.i.xe6!? fx.e6 21. �xd6! �xb2 22.0-0±) 20 ... \Wb4 (20 ... �c6 21. �xas ttJxe4?! 22.lüds!+-) 21.�xb4 axb4 22.Eia4!?±.

19 ... axb4 zo.gas! (D) Importa seguir controlando ds.

zo ... hb3?! El caballo blanco impide a las torres negras

tomar las columnas más activas y a pesar de la desvalorización de los peones, las blancas tienen un final muy favorable.

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58 Desmontando la Siciliana 2

zo ... ttJhs? 21.ixe6 fxe6 22.ltid7+-; Era me­jor 20 .. JUd8!? 21.<t!lf2! vigilando g3 (21.<t!le2 tDhs!?) 21...h6 zz.:!3bs±.

Zl.cxb3 :!3fds zz.@ez Da paso a la torre y tiene una buena res­

puesta preparada contra las amenazas en g3 y h4. 22. @fz!?

zz .. .lbhs?! 22 ... !h6 23.ixh6 .E!:xb6 24.:!3dl± 6. .E!:eS;

22 ... ds! 23.lDxds lDxds 24.exds:t. 23J�cl! Aprovechando el defecto del prematu­

ro cambio de alfil en b3. Podemos decir que la batalla teórica ha finalizado a favor de las blancas y la mejor confirmación es que nadie ha repetido hasta aquí con las negras.

Z3 .. .fs (D) Tiviakov analiza varias alternativas, pero

todo se resuelve siempre con las entradas en séptima o en octava de las torres blancas, la ocupación de la casilla ds y el cambio oportu­no del alfil por el caballo negro. Las variantes son simples.

23 ... .El:b7 24.!k8 13xc8 2S.lDxc8±; 23 ... lDf4+ 24.ixf4 exf4 (24 ... 13xb6 zs.ie3±) zs.lDds±; 23 ... .if6 24.:!3c7 ixh4 zs.gaa7±.

24Jk7! fxe4 zs.fxe4 lbf4+ 26.@dz! lbe6

26 ... ltixg2 27.:!3aa7±; 26 ... ih6? 27.lDd7+-. 27.:Se7 :Ses 27 ... lDd4 28.ixd4 exd4 29.lDds+-; 27 ... lDcs

28.ixc5 dxcS+ 29. lDd5+-. zs.lbds :Sxe7 29.lbxe7+ �fs 29 ... Wf7 30 . .El:a7+-; 29 ... Wh8 x�h8. 3o.lbds 30.lDc6!? gb7 31..El:a4 13c7!? 6. 32.lDxb4

.El:b7±. 30 ... :Sb7 30 ... lDd4 3l.ixd4 exd4 32 . .El:a4+-. 31.�a6 �d7 32.�b6 lüf4D 32 ... lDcs 33.ixc5 dxcs 34Jk6+-. 33 . .ixf4 exf4 34.lüxf4?! Las blancas pudieron rematar la parti­

da con 34.:!3xb4 ixb2 35.gb8+ (35.lDxf4+-) 35 ... @g7 36.b4+-.

A partir de ahora la partida entró en una fase de gran dificultad técnica que Tiviakov analiza con detalle en Informator.

34 . • . .ih6! 3S.@e3 ds 36.exds :Sxds 37J�xb4 �dl 38.g4 @gs 39.:Sb8+ 'itf7 40.:Sb7+ @gs 4l.gs ig7 42.b4 i.xbz 43.ttJd3? [43.bs!] 43 ... ic3 44.b5 :ShlD 4s.lüf4?! [4s.b6!?) 45 ... :Sxh4 46.lbds id4+! 47.@d3 @fsD [47 ... h6?? 48.lDe7++- 6.

lDfs] 48.ttJf6 [ 48.b6 ixb6 49.gxb6 h6=] 48 ... h6 49.�h7 .tes? [49 ... !xf6D=] 50.b6 gb4 51.ttJd7+?? [sl.gb70] Sl...�gs szJ�e7 .ig7D 53.gxh6 i.xh6= 54.lbf6+ [54.b7 if4] 54 ... @fs ssJ�e4 :Sb1 56.lbds igs 57.lüb4 ie7 58.b7 id6 59.@cz :Sal 60.ttJc6 :Sa6 61.lüds :Sas 62.:Se6 ihz 63.'itc3 gbs 64.@c4 :Sbz 65.:Sel i.c7 66.ttJe6+ 'itf7 67.lüxc7 :SXb7 68.ttJe8 :Sd7 69.@cs :Sdz 70.tbd6+ �g7 71.'itc6 gs Yz-Yz

Page 59: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 5: 4 ... g6 Dragón Acelerado

Esquema Resumen: l.e4 eS 2.CLJf3 CLJc6 3.d4 cxd4 4.lbxd4 g6 5.CLJc3

- 5 ... ttlf6?! 6.l!lxc6 bxc6 7.e5 Las blancas logran una ventaja cómoda ±. - 5 ... lbf6?! 6.lbxc6 dxc6 La partida es cómoda, aunque la ventaja más limitada.

s ... �g7 6 . .íie3 y ahora:

- 6 ... d6 Traspone por completo al Dragón. - 6 ... lbf6 7.ic4 CLJa5 Refutada, pero peligrosa si no se conoce ±. - 6 ... lbf6 7 .�c4 tt:les Parecida a la anterior ±. - 6 ... lbf6 7.i.c4 Wib6 Similar a las dos anteriores ±. - 6 ... CLJf6 7.ic4 '?ti as Sólida pero no da muchos problemas a las blancas t.

6 ... lbf6 7 .ic4 d6 Si es para trasponer sólida, si es para jugar 8.f3 �b6 especulativa y peligrosa ±.

6 ... lbf6 7.ic4 0-0 8.ib3 y ahora:

- 8 ... tt:las? Histórica, pero perdedora +-. - 8 ... tt:lg4 Pasiva, aunque sólida ±. - 8 ... a5 9.0-0 a4!? La nueva variante ds pone las máximas dificultades a las blancas ;!;. - 8 ... as 9.0-0 d6 lO.tt:ldbs Las negras están muy apretadas ±. - 8 ... as 9.0-0 tt:lxd4 Una de las variantes más sólidas del Dragón Acelerado t./=. - 8 ... e6 9.0-0! Interesante, pero las blancas pueden conseguir ventaja ;!;, - 8 ... '?ti as Trata de evitar el 0-0-0 pero no lo consigue por culpa de 9.f3! ;!;. - 8 ... d6 9.f3 id7 La variante crítica. Las negras se acercan a la igualdad, pero en el estado

actual de la teoría siguen teniendo algún problema ;!;/=.

59

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60 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 6

l.e4 es 2.ttJf3 ttJc6 3.d4 cd4 4.ttJd4 es s.lDbs a6

Variante Lowenthal

Valoración **

Introducción, historia e ideas

El verdadero pionero de la jugada 4 ... e5 fue La Bourdonnais que la jugó 3 veces en sus famosos encuentros con Mac Donell. Claro que Mac Donell respondia 5.ltJxc6 y las partidas no han sido estudiadas por su interés teórico, sin embargo una de las 3 partidas es la inmortal de La Bourdonnais en la cual coloca tres peones ligados en séptima.

Posteriormente Lowenthal la analizó y le dio su nombre aunque sus resultados con Morphy son peores que los de La Bourdonnais. Pero la línea con a6 y Wff6 parece deberse a Lutikov y Sajarov. Nunca ha gozado de una buena reputación y no ha aparecido más en los duelos al más alto nivel, pero ha mantenjdo una aceptación notable entre jugadores aficionados.

Al ceder el alfil de negras y debilitar la casilla ds, las negras hacen concesiones muy serias a largo plazo. Sólo un juego enérgico y activo en la primera fase de la partida les puede dar espe­ranzas. Las blancas han probado varios planes basados en explotar las casillas negras, sobre todo con las jugadas Wfc7 o Wfa3, pero el plan recomendado en este libro, aunque menos ambicioso, es el más sano. Las blancas se concentran en el control de la casilla ds y las negras se verán obli­gadas jugar activamente y casi siempre a entregar peones para evitar ser aplastadas posicional­mente. La consecuencia es que casi todas las ideas de las negras son tácticas.

Page 61: Desmontando la siciliana 2

Cap(tulo 6: 4...e5 Lowenthal 61

Partida 6.01 Gangully - Gillani ,T

Dhaka, 2007

l.e4 es z.lbf3 tbc6 3.d4 cxd4 4.lbxd4 es s.lbbs a6 6.lbd6+ hd6 7.�xd6 (D)

7 .. JWf6 La jugada casi universalmente empleada.

Las alternativas son casi estrafalarias. 7 ... fs?! Una jugada de apariencia horrible

que ha sido experimentada por correspon­dencia en partidas de Cordovil y Kondrak. Las blancas deben tener muchas continuaciones agradables. s.c!Llc3 Y5f6 9.Y5dl c!Llge7 10.ic4 bs n.c!Llds (n.ib3;t) n ... ti'd6 (u ... Y5g6 12.0-o bxc4 13.c!Llc7+ �ds 14.c!Llxa8 fxe4 1S.c!Llb6±) 12.ib3 (12.igs!? parece buena pero lleva a complicaciones) 12 ... ib7 (12 ... fxe4 13.ie3!) 13.-igs c!Llxds 14.Y5xds ti'xds lS . .txds±

7 ... Vffe7 Con ideas similares a la línea prin­cipal, pero la dama es más activa en f6. s.Vffdl c!Llf6 (s .. .fs?! 9.c!Llc3 fxe4 10.c!Llds Vffd6 ll.ie3 lt:\f6 12. c!Llb6 Vffxd1 + 13.l3xdl l3b8 14.ic4± Van Der Wiel-Theotokatos, Katerini 1992; 8 ... d6 9.lüc3 ie6 10.lüds '!Wd8 11.ie3 .txd5 12.exds Vffas+ 13.c3 lt:\ce7 14.Vffb3! \Wxds 1S.ic4± Moller-Luther, cr. 1984) 9.c!Llc3 h6 (9 ... 0-0 10.1gs±; 9 ... d6 10 . .tgs 1e6 n.c!Llds 1xds 12.exds lübs 13 . .1\ez lübd7 14.0-0 o-o 15.c4± Popovic-Nikolic, Belgrado 1992) 10 . .I\e3 0-0 ll.ti'd2 bs 12.0-0-0 ti'e6 13.f3 lt:\e7 14.ics l3d8 1S.'%M6 ti'xd6 16 . .ixd6 c!Llg6 17.a4 bxa4

18.c!Llxa4 c!Lle8 1 9 . .ib4 aS 20.c!Llb6 l3a7 21.ics ia6 22.lt:\xd7 gaxd7 23.ha6 c!Llf4 24.ib6 gxdl+ zsJ!xdl gas 26 . .1\c4± Svidler-Maze, Noyon 2005.

8.�dl! Otras continuaciones como 8. Vfff6, 8. Vffc7

y 8. Wa3 ofrecen también buenas esperanzas de conseguir ventaja, pero la jugada del texto está avalada por una amplia experiencia y no permite apenas contrajuego.

8 .. JWg6 Otra jugada casi imprescindible para crear

problemas gracias a la actividad. La presión sobre los puntos e4 y g2 y los "rayos x" sobre c2 condicionan mucho el desarrollo blanco. Las alternativas son muy pasivas y permiten a las blancas consolidar su ventaja.

s ... d6 9.lüc3 .ie6 10.lt:\ds Wds u.1e3± traspone a una variante del comentario anterior.

s ... c!Llge7 9.lüc3 o-o lO.ie3 d6 11.\Wdz bs 12.0-o-o gds 13. �b1 (13.h4!?±) n ... Wg6 14.f3 .ie6 15.c!Llds gac8 16.1d3 f6 17.gc1 Wf7 18.c4 gbs 19.ghd1 bxc4 20.1xc4± Gligoric­Rossetto, Santa Fe 1960.

9.tbc3 ds?! (D)

Esta jugada lleva a fuertes complicaciones y logró en su momento rehabilitar la variante Lowenthal. Una vez bien analizada resulta ser peor que la clásica 9 ... lt:\ge7 y solo sirve para sor­prender a adversarios mal preparados. Las otras alternativas se estudian en la partida siguiente.

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62 Desmontando la Siciliana 2

lO.�xds! La captura aparentemente limpia IO.%Yxds

permite una fuerte compensación: lO ... .ie6 11.'ªd1 gds 12.id2 I.Df6&;; IO.exds I.Dd4 n . .id3 'ªxg2"".

lO .. JWxe4+ n.ie3! �d4 11.../.Db4? 12./.Dc7+ rt1e7 13 . .id3 l0xd3+?!

(13 ... Wxg2 14 . .ic5++-) 14.'ªxd3 Wxg2 15. 0-0-0 rt1f6 16Jlhgl 1-0 Dahlhaus-Leschinsky, VK4 1997.

12.�c7+ �e7 13J�kl! (D)

\

La jugada que ha supuesto la tumba de 9 ... ds?!

13 ... ig4 Única para crear complicaciones. 14.�d3 �xd3 15.hd3 gdg En otro caso el caballo sale sin problemas.

Ahora las blancas harán bien en ser cuidado­sas porque su caballo de c7 puede ser fuente de disgustos. Pero si juegan con precisión les espera una posición ampliamente favorable.

16.h3l 16.f4 rtJd6loo; 16.f3 icS!oo. 16 ... ihs! La retirada más tenaz, a pesar de que el

alfil corre cierto peligro de ser atrapado. 16 ... .ic8 17.f4 �d6!? Es la jugada más mo­

lesta obligando al caballo blanco a un paseo poco habitual. 17 ... exf4 1S . .ixf4 l0e6 19.l0xe6 .ixe6 20.0-0± Las blancas han terminado con sus problemas y tienen la pareja de alfiles. El resto ya no es cuestión de conocimientos

teóricos. Liberzon-Franzoni, Biel l9SO. lS. !.Das f6 (1S ... ie6 19.fxe5+ rtJxes 20. I.Db6±) 19.c3 l.Dc6 2o.gd1 rt1e7 21.fxes fxes 22 . .ib6 gds 23./.Dc7± Dann-Wagner, Willingen 200S.

17.f4! Con la doble amenaza fxes y g4. 17 ... �d6! Es preciso molestar al caballo. 17 .. .f6 hace

las cosas muy cómodas para las blancas. 1S.g4!? if7 19.fxes fxes 20.0-0±.

18.�xa6! bxa6 19.g4 Las blancas recuperan la pieza, mantenien­

do la pareja de alfiles y mejor estructura, pero las negras tienen alguna compensación en la actividad de sus piezas.

19 ... ig6 2o.fs ixfs 20 ... ltJf6 21.c3 (21 . .ixd4 exd4 22.0-0;!;)

21.../.Dc6?! (Un poco mejor es 21...l0xfs 22.gxfs �c7 23 . .ic2 .ihs 24.ggl;!;) 22 . .ixa6 gas 23 . .ic4 Wc7 24. �e2± Salgado-Alonso, Padrón 200S.

21.gxf5 �e7 (D)

22.0-0 Mi recomendación es zz.gdl! explotan­

do la mala posición del rey negro. 22 ... /.Dds (22 ... Wc7 23.0-0 gd6 24 . .ixd4 exd4 zs.gf4 ;t) 23 . .icH, resguardando la pareja de alfiles para aprovecharlos en el futuro.

zz ... �d5 23.idz e4! Un buen intento de contrajuego. 23 .. ,gheS

24.gcel :!:'1bS 25.b3 :!:'1ecS 26.c4 l0b4 27 . .ibl lübc2 28.gda.

Page 63: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 6: 4...e5 Lowenthal 63

Z4 . .ixe4! CLleZ+ ZS.i>fz CL:lxcl Z6.gxcl ghe8 Z7.i>f3t

Las negras han ganado la calidad, pero la pareja de alfiles y los peones pasados todavía hacen la posición preferible para las blancas.

Z7 ... ctJf6 28 . .ib4+ 28.if4+ @d7 29.i.d3t zs ... i>d7 29 . .id3 CL:lds 3o . .idz CL:lc7?! 30 ... @c6 31..�xa6 gas 32.ic4 �es 33.ib3

ges 34.c4 ttJf6oo 31.a4 i>c6 32 . .ie3 g¿6 33 . .ie4+ i>d7

34.c4 g6 35.b4± gxe4? 35 ... tLle6! 36.b5 gxfs 37.ixfs± 36.i>xe4 gxfS+ 37.i>xfs gd3 38.i>e4

ga3 39.E:fl gxa4 40.l!l:xf7+ i>c8 41..idZ+­aS 42.bxaS gxc4+ 43.i>f3 E:h4 44.i>g3 E:hs 45.i>g4 gds 46.iel hs+ 47.i>h4 CL:la6 48.E:f6 éLlcs 49.a6 i>bs so . .ig3+ i>as si.ifz tLld7 sz.gh6 gfs 53.ghs+ gfs 54.gxf8+ lbxfs ss.i>xhs ébe6 56.i>g4 ébc7 57.h4 CL:lxa6 58.h5 tLlc7 59.h6 CL:lds 6o.i>gs 1-o

Partida 6.02 Hodges P. - McClure D.

corr USA, 1990

l.e4 es z.éLlf3 ébc6 3.d4 cxd4 4.éLlxd4 es s.éLlbs a6 6.lbd6+ .ixd6 7.Wfxd6 Wff6 8.Wfdl Wfg6 9.ctJc3 CL:lge7 (D)

La variante más antigua. Las negras espe­culan con un violento ds combinado con las

jugadas lLlb4 y .ifs y las blancas deben hacer jugadas exacta; para mantener la ventaja.

Además del ds analizado en la partida anterior se ha jugado 9 ... ttJf6?! que parece más activa pero se encuentra con 10.Wi'd6! que impide todo tipo de reacción. 10 ... Wi'g4 10 ... bs es uno de los intentos más recientes, pero basta con defender el peón amenazado con ll.f3 para mantener una cómoda ventaja. Por ejemplo: n ... b4 12.tLla4 lL!hs de algún modo habrá que enrocarse. 13.Wi'xg6 hxg6 14.<J/fz±. n.f3 Wi'e6 12.Wi'd1 éiJe7 13.igs! (impidien­do siempre ds) 13 ... 0-0 14.Wi'dz bs 15.a3 (1s.gd1!?) 1S ... i.b7 16.i.xf6 Wi'xf6 17.Wi'xd7 ic6 18.Wi'dz gfds 19.id3± Mikhaletz­Kazmin, Y alta op 1996.

10.h4! La primera de una serie de jugadas preci­

sas. Este peón se dispone a desplazar a la dama negra de su activa posición lo cual minimiza los efectos de la ruptura ds. Por otro lado el peón provee un importante punto de apoyo para el alfil en gS.

10 ... hs Las consecuencias de no impedir hs del

blanco son malas: 10 ... fs? es estratégicamente repulsiva,

pero se ha empleado en bastantes partidas. 11.h5 Wi'f7 12.b3 (12 . .ie3!?) 12 .. .fxe4 13.i.c4 ds?! 14.éiJxds éiJxds lS.ixds Wi'c7 16.ixe4+­Rodríguez-Herrera, Linares op 1994.

10 ... ds?! Es más lógica, pero no funciona bien aquí por culpa de n.hs! Wi'd6 12.éiJxd5 (12.h6!? puede ser incluso mejor) 12 ... éiJxd5 13.exds tLle7 14.c4+- bs 15.b3 ifs 16.ie2 bxc4 17.bxc4 0-0 18.0-0 gab8 19.Wi'a4 1-0 Illescas­Fernández, Esp jr-ch 1984.

10 ... 0-o?! n.hs Wfe6 12.éiJds W/d6 13.h6 (13.h6!+-) 13 ... g6 14.igs lLlxds 15.exds Wi'b4+ 16.c3 W/e4+ 17.ie3 éiJe7 18.c4± Adamski­johnsson, corr. 1988.

11.igs ds 11 .. .f6 12.ie3 y ahora la dama blanca ame­

naza situarse en d6. 12 ... d5 (12 .. .fs 13.exfs

Page 64: Desmontando la siciliana 2

64 Desmontando la Siciliana 2

ttlxfs 14.igs±) 13.ttlxds .ig4 (13 ... ttlxds 14.'ªxds y no es posible �e6) 14.ttlc7+ <;t>fs 1S.f3 �d8 16.�d3 �c8 17.�d2± Correas González-fenollar, Valencia 2002.

lZ.exds (D)

12 ... lt:Jb4?! La continuación clásica, que solo ofre­

ce a las negras un final de difícil defensa. La alternativa 12 ... ltJd4!?, que ha supuesto un pequeño resurgimiento de la variante, se estudia en la partida siguiente.

13.Axe7 Lo más simple, llevando la partida a un

final donde solo las blancas aspiran a ganar. 13Jkl!? es también una buena alternativa.

13 ... �xe7 13 ... ltJxc2+? 14. Wd2 tt:lxa1 1S.�a3+-14.id3 lt:Jxd3+ 15.'1Wxd3 '1Wxd3 No hay opción puesto que si 15 ... Wxg2?

16.0-o-o±; lS ... ifs? 16. �e2±. 16.cxd3 (D)

La posición de partida del final. Las blan­cas tienen un peón de más aunque doblado y mientras las negras se esfuerzan en recuperar­lo pueden abrir el juego para sus torres con f4 o d4. Las negras han probado muchas jugadas pero ninguna de ellas les garantiza un camino tranquilo hacia el empate, que es lo máximo a lo que pueden aspirar en esta posición.

16 .. J�h6!? 16 ... <;t>d6 17.0-o-o±; 16 ... bs 17.a3 ifs

18.Wd2 �h6 19.�hel Wd6 20.�acl �g6 2l.g3± Sveshnikov-Panchenko, USSR 1976.

17. <it>dzt Esta jugada que libera las dos columnas

para el juego de las torres blancas es la más prometedora.

17.0-0-0, jugada en muchas partidas, ofrece perspectivas parecidas a la del texto. 17 .. J!g6 18.13hel Wd6 19.d4 exd4 20.E:xd4 E:xg2 21.ttle4+ Wd7 22.d6 con clara ventaja blanca; Domanski-Halwick, Rook Postal 1980.

17 .. J!b6 En esta y las próximas jugadas se pueden

analizar diversas alternativas, con pocas es­peranzas de ser exhaustivos, pero alcanzando fácilmente la idea de que las blancas tienen muchas ideas para progresar, y que sus torres se hacen con las columnas abiertas con facili­dad. 17 ... fs 18.E:hel (18.f4!?) 18 ... Wd6 19.�e2 bs zo.�ael b4 Zl.ttldl+-; 17 ... :Sg6 18.g3 @d6 19.:Sacl bs?J zo.ttle4+ Wxds Zl.:ScS+ We6 22.ttlg5+ Wd6 23.:Shcl+-.

18.b3 gg6 18 ... ifs 19.:Shel (19. ttle4 E:d8) 19 ... Wd6

zo.�acl �d8 (20 ... �b4 21.ttle4+ Wxds zz.l3c5+ We6 23.ttlg5++-) Zl.f4! (21.ttle4+ Wxds 22.�c5+ We6 23.f4 f6 24.fxe5 fxes 25. ttlgS+ @f6 26J�exe5 �xd3+00) 2l...exf4 22.ttle2 �e8 (22...E:b4 23.E:c4±) 23.ttlxf4 gxel 24J�xel±.

19.g3 bs 19 .. .f6 zo.�acl .tfs 21.ttle4 �ds 22.�c7+

We8 23.1axb7 �xds 24.�cl±; 19 ... Wd6 20.�acl bs 21.E:hel±; 19 ... ifs zo.�acl �d6 21.E:he1 gcs 22. We3 Seguido de d4 o ttle4.

ZOJ�acl± b4

Page 65: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 6: 4...e5 Lowenthal 65

20 ... ib7 2Ulhe1± 21.lile4 fs 21...J.fs zz.gc7+!+-. 22.lügs Éid6 23.ÉicS .ib7 23 ... id7 24.ghcl 24.Éiel 24J:k7+l? g¿7 2SJ!xd7+ �xd7 26.ge1+-. 24 ... �f6 24 ... gxds?! zs.gc7++-.

2S.f4!+-Finalmente ha quedado claro que las

negras no van a recuperar el peón y las piezas blancas han tomado posiciones dema­siado activas.

2S ... exf4 zs ... ges 26.fxe5+ gxes 27.ltJh7+ 26.gxf4 Éiad8 27 .Éie6+ Éixe6 28.dxe6

ie4 29.Éic7! ÉiXd3+ 30.�e2 Éid6 3l.ÉiÍ7+ 1-0

Partida 6.03 Efimenko Z. - Vallejo Pons F.

FIDE WCup Khanty Mansyisk, 2005

l.e4 es 2.lilf3 lüc6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 es s.tübs a6 6.lild6+ hd6 7.\Wxd6 \Wf6 s.Wdl Wg6 9.lLlc3 lLlge7 10.h4 hs n . .igs ds 12.exds lüd4 (D)

Esta jugada produce posiciones más acti­vas que 12 ... ltJb4,y está menos estudiada, pero a la postre, las blancas tienen varios caminos para lograr ventaja.

13 . .id3 .ifs 14.hfs tüdxfs!? Una captura paradójica, que se justifica

por el análisis concreto. También tiene cierto interés 14 ... lbexfsl?

15.'1Wd3 f6 16.l\e3 eg4l Dificultando de zforma curiosa el desarrollo blanco.16 ... '?9xg2?! 17.0-o-o� es demasiado peligroso. 17.ixd4! ltJxd4 (17 ... exd4 18.ltJe2 '?9xg2 19.0-0-0 Wxf2 zo.gdz±) 18.lbe2! o-o-o 19.l!Jxd4 Wxd4 (19 ... exd4 20.0-0 '?9xh4 21.gad1 �bs 22.Wxd4± y las blancas terminan con un peón de más) 20.0-0-01 Wxf2 21.gdz;t Las blancas tienen mejor rey y los peones pasados algo más avanzados.

1S.Wd3 15. '?9 d21 Es una jugada inédita pero parece

suficiente para crear problemas a las negras. 1S .. .f6 16 . .ie3 Wxg2 (16 ... '?9 g4 17 .f31 ± ésta es la diferencia sobre 1S.§d3) 17.0-0-0 0-0-0 18 . .tb6±.

1S ... f6 16 . .ie3 \Wg4!? (D) De nuevo esta jugada, que dificulta el

desarrollo de las blancas.

17.g3?! Es difícil enfrentarse a nuevas ideas. Las

blancas tienen varias continuaciones prome­tedoras, y no es fácil decidirse por la mejor.

17 . .ics!? lbxh4 18.f3!? Lleva a una línea forzada. También es interesante 18.gxh4 Wxh4 19.0-0-0 con una fuerte compensaci­ón por la calidad. 18 ... Wg3+ 19.�f2 l!Jxg2+ zo.'it>f1 Wgs 21.gg1 lDf4 zz.'ªe4 (zz.gxgs

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66 Desmontando la Siciliana 2

ltJxd3 23.1::1xg7 ltJxfz 24. Wxf2 gds zs.ltJeH es también atractivo) 22 ... �fs (22... �h6 23.-ics;J;) 23.!!xg7 vtih3+ 24.<Jiel con una in­teresante iniciativa que precisa confirmación práctica.

17 ... lbxe3 Era mejor 17 ... 0-0-0! 18 . .ics ghe8

(18 ... gd7? 19.d6 Wb8 20.ltJe4! ltJc8 21.f3 �g6 22.0-0-0 ghd8 23. Wbl ltJfxd6 24.!xd6+ ltJxd6 zs.ltJcs+-) 19.ixe7 ltJxe7 2o.gd1 <Jibs y las negras tienen cierta compensación por el peón.

18.1Wxe3 l3d8 19.l3dl o-o zo.o-o lbfs 21.1We4 lbd4 zz.@gz Wxe4+

zz .. .fs!? 23.�xg4 (23.�xes vtlf3+ 24.Wh3 �g4+=; 23.1J:Vd3 f4 24.ltJe4 ltJfs 25.!!hl�) 23 ... hxg4 y es difícil ver como las blancas

consolidarán su peón de más. 23.lbxe4 lbxcz Las negras han recuperado el peón, pero

no han resuelto todos sus problemas. 24.d6!;t lbd4 25.f4 lbfs 26.l3d3 l3fe8

27.d7 l3e7 28.fxe5 l3xe5 29.l3cl @f7 30.l3c8

30. Wf3! seguido de !!c7 y los problemas de las negras persisten.

30 ... @e7 31.lbc5 Parece muy fuerte pero se encuentra con

una respuesta precisa. 31 ... lLld6! 32.�d8 Wxd8 33.b4 b6! Forzando el empate. 34.l3xd6 bxc5 35.bxc5 l3xc5 36.l3xa6

@xd7 37.l3a7+ @e6 38.l3xg7 gcz+ 39.@f3 �-�

Esquema Resumen: l.e4 es z.ltJf3 lLlc6 3.d4 cxd4 4.ltJxd4 es s.lLlbs a6 6.lLld6 hd6 7.�xd6

- 7 .. .fs Claramente anti-posicional aunque peligrosa ±. - 7 ... �e7 Más sólida que la anterior, pero pasiva y torpe ±.

7 .. .'fNf6 8.�dl vtlg6 9.ltJc3

- 9 ... ds Se puede jugar, porque es complicada y la ventaja blanca no es abrumadora ;!;.

9 ... lLlge7 10.h4 hs ll..igs ds lZ.exds y ahora:

- 12 ... ltJb4 La variante clásica que lleva a un final defendible, pero triste para las negras ;!;. - 12 ... ltJd4!? Una nueva idea con cierto veneno. - 12 ... ltJd4 13.id3 ifs 14.ixf5 ltJexfS Complicada, pero las blancas pueden obtener ventaja t. - 12 ... ltJd4 13 . .id3 ifs 14.ixfs ltJdxfs Algo más sólida ;!;.

Page 67: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 7: 4...e5 5. tLl bs d6 Khalasnikov

Capítulo 7

Le4 es z.étJf3 ttJc6 3.d4 cd4 4.ttJd4 es s.ltJbs d6

Variante Khalasnikov

Valoración ***

Introducción, historia e ideas

67

La popularidad de la jugada s . . . d6 es bastante reciente. A pesar de algunos experimentos de Minev y Larsen en los 50, y más tarde del MI austriaco Frank Hoelz, la jugada s ... d6 (a pesar de ser mucho más sana que S ... a6) no fue tomada en serio hasta que Sveshnikov comenzó a jugarla masivamente en 1987. Sus partidas, unidas a algunos artículos teóricos, dispararon su populari­dad y durante algún tiempo fue llamada Variante Sveshnikov 2.

Más adelante su impulsor la empleó cada vez más ocasionalmente mientras una verdadera legión de jugadores, '!a incluía en su repertorio. El éxito de la variante S ... d6 continúa hasta nu­estros días y el hecho de que todavía no tenga un lugar entre las variantes clásicas de la Defensa Siciliana se debe a unos pocos factores:

1) Su teoría es muy reciente. 2) El hueco dejado en ds sigue provocando alergia a muchos jugadores. 3) Y el más importante, las blancas pueden esquivarla moviendo de forma taimada sus caba­

llos, por ejemplo 2. tLlf3 tLlc6 3.tLlc3, aunque en este caso deben estar preparadas para enfrentar­se a 3 ... es, o bien z.tLlc3 tLlc6 3.tLlge2 aunque también aquí 3 ... e5 es jugable.

En cualquier caso el factor número 3 hace imprescindible tener otras variantes de la Sicilia­na en el repertorio y no jugar 4 ... es y s ... d6 como única opción.

No por ser el segundo vástago de Sveshnikov, sino porque la estructura de peones es la misma, esta variante tiene muchos puntos de contacto con su hermana mayor, la Pelikan. Las negras ceden la casilla ds, pero logran un activo desarrollo de piezas. En una primera etapa las

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68 Desmontando la Siciliana 2

blancas siempre intentaban castigar el orden de jugadas de las negras con el avance 6.c4 que asegura el control de ds, pero las negras demostraron que esto también tiene sus lados oscuros, sobre todo que disminuye el control de d4 y a menudo convierte al alfil de casillas blancas en una pieza desgraciada.

Otros esfuerzos negros se han centrado en hacer jugable el ambicioso avance fs que gana espacio a costa de debilitar más aún las casillas blancas, y en algunas ocasiones cambiar el alfil de negras con la maniobra ie7-g5, imposible en la Pelikan.

Aunque 6.c4 sigue siendo una de las líneas principales, recientemente los jugadores más fuertes se inclinan por nuestra recomendación 6. tt:nc3, que permite una transposición total de la primera variante de Sveshnikov. Cuando esta transposición no se produce, las negras solo pueden contestar al dominio blanco de la casilla ds cambiando el caballo que se sitúa allí. Esto produce posiciones con otra estructura de peones que tienen estrategias diferentes: una pe­queña ventaja de espacio en el caso de la captura simétrica (cxds) y un ataque directo al flanco de dama negro en el caso de la captura con el otro peón.

Por último si las blancas logran recuperar con una pieza en buenas condiciones en ds, enton­ces siguen con su estrategia clásica basada en el control de dicha casilla.

Partida 7.01 Anand V. - Shirov A.

Linares, 2002

l.e4 es 2.<�)f3 ttJc6 3.d4 cxd4 4.ttJxd4 es s.&lJbs d6 (D)

La jugada que constituye la variante Khalasnikov. Las blancas han experimentado con varias continuaciones, durante años la variante principal fue 6.c4 y sigue siendo una continuación ambiciosa, pero en los últimos años el péndulo de la moda ha girado hacia 6.ct:nc3, seguramente debido a que las negras, contra c4 se hacían muy fuertes en las casillas negras, sobre todo d4.

6.ttJlc3 a6 6 ... �e6?! es mucho menos lógica. 7.tLlds!

13c8 8.ie3 dificultando a6 8 ... tLlf6 y ahora en vez de c3, 9.f3! es un modo sencillo de mante­ner la presión sobre la posición negra. 6 ... tLlf6 traspone sin remedio a la Pelikan (ver el capítulo 8).

7.ttJa3 bs Algunos jugadores intentan trasponer a la

Pelikan ahora con 7 ... tLlf6 (D) pero las blancas pueden evitarlo con buenas perspectivas.

8.tLlc4! bs 9.tLle3 1l.e7 La captura del peón es peligrosa: 9 ... b4?! lO.tLlcds tLlxe4 ll .a3! bxa3 (Anand considera floja esta jugada, pero la alternativa es muy poco atractiva, l l...b3

Page 69: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 7: 4...e5 5.lDb5 d6 Khalasnikov 69

12.cxb3±) 12Jha3 El verdadero momento crí­tico donde cada una de las alternativas lógicas se encuentra con algún inconveniente:

a) 12 ... i.e7 13.i.bs! i.b7 14 . .ixc6+ .ixc6 15.�g4±;

b) 12 ... .ib7 13.i.c4 ie7? 14.�g4+-; e) 12...lt:Jf6 13.lt:Jxf6+ �xf6 14.1Mfds i.d7

(14 ... i.b7 15 . .ixa6!) lS.i.bs±; d) 12...l:!a7!? 13.b4 g6 14.b5±; e) 12 ... g6 13.c3 i.d7?! (13 .. .f5 crearía más

problemas pero las blancas tienen jugadas prometedoras. Anand señala b4 y lt:Jc4. Tal vez i.c4 es también una buena alternativa) 14.lüc4± (14.f3!?) 14 ... l:!b8 15 . .ie3 fs 16 . .ib6 l:!xb6 17.lücxb6+- Anand-Ponomariov, Wijk aan Zee 2003. 10.g3!? (D)

Anand que pudo ver la partida original de Shirov piensa que esta jugada le da mejo­res esperanzas de ventaja. De todos modos en 10 . .id3 también parece haber posibles me­joras: 10.id3 0-0 11.0-0 l:!b8 12.lt:Jcds lt:Jxds 13.exd5 (13.lt:Jxds!;t; también merece aten­ción) 13 ... ttJas 14.a4 b4 lS.i.dz fs 16.c3 bxc3 17.ixc3 e4 18.i.cz i.f6 19.g3 i.d7 20.l:!b1 tt:Jb7 �-� Shirov-Ivanchuk, Wijk aan Zee 2003. lO ... hs (10 ... b4 11. tt:Jcds lüxe4 es otra versión de la captura de peón igualmente prometedora para las blancas. Por ejem­plo: 12.i.g2 fs 13. lt:Jxe7 tt:Jxe7 14. lüc4 o-o 15. lt:Jxd6 i.b7 16. tt:Jxb7 1Mfxd1 + 17. @xd1 lt:Jxf2+ 18. �el lüxhl 19.i.xh1;!;) 11..ig2 h4 12.0-0 (12.lt:Jcds!? hxg3 13.hxg3 l:!xhl+

14.i.xhl ttJxd5 15.ltJxd5 i.e6 16.c3±) 12 ... tt:ld4 13.lt:Jcds lüxds 14.tt:lxds i.e6 1S.lüe3 hxg3 16.hxg3 "ªd7 17.c3 lüc6 18.l:!el l:!b8 19.a4 g6 20.axbs axb5 21.lt:Jd5± Anand-Radjabov, Linares 2003 con el habitual torniquete.

7 ... .ie6!? Es otra jugada secundaria que merece mucha atención, aunque se encuentra con el mismo tratamiento.

8.tt:lc4! bs 9.lt:Je3 lt:Jf6 Y los caballos blan­cos, aunque controlan bien la casilla clave ds, provocan cierto atasco en la posición de las otras piezas. 10.g3!? Empleada por primera vez en la partida Shirov-Bareev, se conside­raba una manera natural de controlar las ca­sillas claves y si las negras capturan el peón da una compensación muy característica. 10.i.d3, es una alternativa sólida, con un plan muy sencillo, 10 ... ie7 11.0-0 0-0 12.a4 b4 13. tt:Jcd5 seguido de i.d2 y c3. 10 ... b4 10 ... l:!c8 11.ig2 (ll.a4!? b4 12.lücds tt:lxe4 13.ixa6±) ll ... hs 12.0-0 h4 13.ttlcd5 lt:Je7 14.ttlxf6+ gxf6 15.a4 b4 16."ªd3;!; Shirov-Bareev, Tilburg 1993. n.ttJcds lüxe4 12 . .ig2 fs! Es la defen­sa crítica, como muestran dos recientes par­tidas de Grigore. Si 12 ... lüc5 13.0-0 (13.lt:Jf6+ gxf6 14.i.xc6+ lüd7 1S.i.xa8 es menos claro) 13 ... l:!c8 (Hermansson-Wiersma, Kallithea 2008) y ahora 14.b3! seguido de a3 da una gran compensación a las blancas. 13.0-0 l:!c8 (13 ... i.e7 14.lüfs! ifs 15.lt:Je3 1l.g6 16.1Mfds;t recupera la pieza con mejor estructura)

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70 Desmontando la Siciliana 2

14.a3 (14.g4!? destruye el centro de las ne­gras, pero no es claro que alcance para ven­taja: 14 ... g6 1S.f4 iüf6 16.fxeS dxeS 17.lt:lxf6+ V9xf6 18.gxfs gxfs 19.lt:lxfs ixfs 20. V9hs+ 1g6 21.!!xf6 �eS+ 22. @fl .ixhs 23 . .ixc6=) 14 ... b3 (14 ... bxa3 1S.!!xa3±) 15.c3 ttJcS 16.tt:lc4 con cierta compensación, pero es discutible si es suficiente.

s.ttJds C!Jf6 (D)

Una última oferta de trasponer a la Variante Pelikan, pero en este caso habiendo esquivado la variante más incisiva. Las blan­cas deben evitar 9.�gs si no la tienen en su repertorio contra la Pelikan, y no les quedan muchas alternativas.

Otra alternativa secundaria es 8 ... .ie7 a la cual las blancas reaccionan también con 9.c4! b4 10 .ttJc2 as (10 .. J:'¡b8 1Lie2 tt:lf6 12.V9d3 tt:ld7 13.V9g3 g6:t Dimitrov-Boensch, Wattens 1990 y las blancas deben tener algu­na ventaja, debido a las múltiples debilidades de la posicíón negra) ll .�e3 !!b8 1Z . .ie2 Cbf6 13.ttJ:xf6+!? (Timoschenko prefirió 13.V9d3!?) 13 ... �xf6 14.0-0 0-0:t Christiansen-Seirawan, 1997 que deja planteada una partida con lige­ra iniciativa de las blancas pero con una posi­ción muy sólida, aunque algo pasiva, por parte de las negras. El resto de la partida no es muy convincente pero se trata de una partida de S minutos.

Las alternativas principales 8 ... Cbge7 y

8 ... Cbce7 se estudian en las próximas dos par­tidas. 8 .. Jgbg es también una continuacíón popular, pero después de 9.c4 b4 lO.tt:lcz es difícil evitar trasponer a las variantes 8 ... ie7 o 8 ... lt:lf6.

9.c4 b4 Las negras tienen al menos dos alternati­

vas serias: 9 ... Cbd4!? 10.�gs ie7! (10 ... V9as+ n.id2

�Mfds 12.id3 tt:\xds 13.cxds Y las blancas han logrado una posicíón bastante típica de la va­riante con el pequeño regalo del tiempo idz. 13 ... ie7 14.0-0 O-O 15 . .ie3 fs 16 . .ixd4 exd4 17.exfs 1MI'b6 18.!!el .if6 19.lt:lc2 as zo.�Mfhs id7 21.g4 h6 22.!!e6 Kotronias-Beshukov, Agios Nikolaos 199S) 11.hf6 (n.tüxe7 tt:\xe4!) l l ... .ixf6 (D) y se llega a una posición de moda en la Pelikan, que debemos estudiar aquí, porque en el orden de la Pelikan no está en nuestro repertorio.

12.cxbs O-O 13.bxa6! (13 . .id3 es la con­tinuación más conocida 13 ... axbs 14.lüxbs tüxbs 1S . .ixbs IMfaS+ 16.lüc3 ds 17.exds e4�) 13 ... -tgs 14.h4 .ih6 (14 ... V9a5+ 1S.b4 1Mfxa3 16.hxg5±) 1S.tücz .ig4 16.Wd3 (16.f3 .ie6 17.lt:lxd4 �xds 18.exds exd4 19 . .id3 me pare­ce difícil de valorar, aunque es posible que las blancas puedan defenderse) 16 ... !!c8 17 .tt:lxd4 Was+ 18.Cbc3 exd4 19.1fixd4 .if4 zo.Wa4 V9b6 Zl..ibs !!es 22.0-0± y una vez alcanzado el 0-0, las negras no pueden compensar tantos

Page 71: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 7: 4 ... e5 5. éLl b5 d6 Khalasnikov 71

peones de menos. Martinovic-Saric, Nova Gorica 2007.

9 ... ttlxe4?! No parece funcionar, aun­que provoca cierta confusión. lO.cxbs! (Parece lo más fuerte) 10 ... ttle7 (10 ... axbs? 11. Wc2+-; 10 ... Wa5+ 1l.�d2 ttlxd2 12. Wxd2 axb5 13.ixb5±; 10 ... ti:ld4? ll.b6!+-) ll.b6

· tt:lxfz lZ.�xfz ti:lxds 13.Wxds Wxb6+ 14.ie3 �xbZ+ lS.ieZ+- y a pesar de los 3 peones por la pieza la posición negra es insostenible.

lO.lL'lxf6+ Vl!xf6 ll.tLlc2 Wg6 (D)

Dificultar un poco el desarrollo blanco pa­rece la única compensación posible por el feo hueco dejado en d5.

ll ... Wfd8 12.tt:le3 ie7 13.tt:lds o-o 14.ie3t Rytshagov-Sveshnikov, Riga 2004; l l...�b7 12.g3 (12.�d3!?t) 12 ... �e7 13.ig2 �d8 14.0-0 ib6 1S.tt:lxb4 tt:lxb4 16.Wb3 as 17.a3 !es 18.axb4 axb4 19.E!xa8+ �xa8 20.Wa4+ rJde7 21.�e3í Areshchenko-Tregubov, Moscú 2005.

12.Vl!d5!? La novedad de Anand en esta partida que

puso en crisis la variante. 1Z.ttle3!? se ha probado mucho más reci­

entemente, pero la idea de Radjabov parece resolver todos los problemas de las negras. 1Z ... ie7 En caso de 12 ... Wxe4 13.id3 Wd4 (l3 ... Wh4 14.tt:ld5 Wd8 15.�e4±) 14./t:lds E!bs 15. \Wez con idea de ie3, las blancas tienen una buena compensación. 13.g3 ttld4! (13 ... 0-0 14.�g2 �g5 15.0-0;!; Bologan-Tregubov,

Belfort 2002) 14.�g2 �b7 (Renovando la ame­naza sobre el peón de e4) lS.ttlfs!? (15.ti:lds ixds 16.cxd5 0-0 17.ie3 :1'í:fc8 18.hd4 exd4 19. Wxd4 !k2 da a las negras una buena com­pensación por el peón) lS ... WxfS! (Tan úni­ca como eficaz) 16.exf5 hgz 17 J�gl if3 18.Wd3 ds (18 ... ie2 19.We4 if3 Parece más sencillo obligando a las blancas a esconder la dama en bl so no quieren repetir) 19.cxd5 :Ses zo.ie3 ti:lcZ+ 21.�f1 e4 zz.Wfxa6 o-o Z3.:Sbl ttlxe3+ 24.fxe3 :Scz zs.h4 :Sds 26.Wb7 �fs Z7.a4 :Sdz zs.:Scl :Szxds Z9.:Sc8 :Sdl+ 30.@fz :Sld2+ 31.�el :Sdl+ 3Z.@fz :StdZ+ 33.�el :Sdl+ 34.rJdfz :SldZ+ Topalov-Radjabov, Sofía 2008.

12 ... .tb7 Nadie ha querido probar hasta ahora

12 ... �d7!? pero las causas no son claras, por ejemplo: 13. tt:lxb4 (13.g3! debe ser el trata­miento posicional más sano) 13 ... :1k8 14.tt:lc2 ie6 15.Wd3 f5! con buena compensación.

13.tLlxb4 (D)

13 . . Jk8?! 13 ... tt:ld8 Es una alternativa más critica

que se ha probado en algunas partidas poste­riores. Las negras recuperan el peón, pero las blancas controlan la casilla crítica ds y el ca­ballo negro debe perder algunos tiempos para regresar al juego. 14.Wdl (14.Wa5!? es una sugerencia de la primera edición que sigue inédita. 14 ... Wxe4+ 15.�e3 tt:lc6 16.Wa4 1J.e7 17./t:ldst) 14 ... Wxe4+ (14 ... �xe4?! 1S.Wa4+)

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72 Desmontando la Siciliana 2

1S . .ie3 .ie7 (15... tlJe6?! 16. �a4+) 16.lL!ds .hds 17.§'xds §'xds lS.cxds fs 19Jkl .if6 20.b3 o-o Van Haastert-Van der Wiel, Wijk aan Zee 2007. La partida terminó aquí en tablas pero las blancas tienen buenas expec­tativas de crear problemas con su pareja de alfiles y su mayoría en el flanco de dama.

14.ie3 Suficiente para una cómoda ventaja pero

Ftacnik señala también: 14.f3!? ie7 1S.lL!xc6 gxc6 16.te3±.

14 ... 1e7 1S.h4 De nuevo es posible 15.f3, por ejemplo:

15 ... 0-0 16.§'d2±. 1s ... o-o 16.hs Wg4 17.f3 Wg3+

18.@dl!? (D)

Aparentemente arriesgada, pero todo está bajo control. lS.ifz!?

18 ... igs 19.�xc6! ixe3?! 19 ... .ixc6 20. VNd2 1xe3 21. §'xe3 id7

22.h6±. zo.�e7+ @hs Zl.Wd3 igs 21...gc7? 22.lL!f5+-. 22.�xc8+-No hay compensación por la calidad y el

peón. zz . . Jhc8 23.h6 gxh6 24.�c2 ds?! 24 .. .f5!? propuesta por ftacnik, crea más

complicaciones. 25.exfs §'f2+ 26.ie2 ds±. 2S.exds ixds 26.'\Wxds gdg 27 .Wcs!

gdz+ 28.�b3 �g7 29.a3 e4 30.gh3 �f4 31.f:xe4 1-0

Partida 7.02 Kotronias V. - Nikolaidis

Atenas, 1993

l.e4 es 2.�f3 �c6 3.d4 cxd4 4.�xd4 es s.�bs d6 6.�1c3 a6 7.�a3 bs s.tüds �ge7 (D)

El desarrollo de este caballo parece la op­ción más natural, pero dado que las negras se encuentran casi obligadas a cambiar en ds resulta molesto tener que mover otra vez su colega de c6.

9.c4 Una vez más proponemos este avance

dando un apoyo extra al caballo de ds y un ca­mino para volver al juego al de a3.

9 .. . �xds La alternativa más frecuente es 9 .. .lod4

pero siempre traspone a la línea principal después de: 10 . .ie3 lL!xds ll.cxds.

9 ... b4?! es muy poco lógica porque des­pués de lO.llJcz el caballo en e7 (que ahora no desea cambiarse por el de ds), obstaculiza a sus piezas. lO ... gbs n.iez tlJxds 1Z.cxds llJe7 13.0-0 fs 14.f4! g6 15.fxes dxes 16.lLle3± Maus-Schmittdiel, Bad Woerishofen 1991.

lO.cxds �d4 (D) Las otras retiradas tienen un aspecto muy

feo: lO . .. lLle7?! 11.h41 (anticipándose a las dos formas lógicas de terminar el desarrollo del flanco de rey, lL!g6 o g6) 11...1d7 (11... g6?! 12.hs t; n .. .fs 1Z.id3 fxe4 13.ixe4 ifs

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Capítulo 7: 4...e5 5.lLl b5 d6 Khalasnikov 73

14.'!9d3t; 11...liJg6?! 12.hs) 12.ltJc2 hs (12 ... g6 13.hs �g7 14.�gs! o-o 1s.hxg6 hxg6 16.'!9d2t; 12 .. .fs 13.�d3t) 13.g3 g6 14 . .igz .ig7 1s.o-o o-o 16.liJb4;!; Bologan-Stripunsky, Wijk aan Zee B 1996.

ll..ie3 Preparando el cambio del caballo negro.

Un error típico es precipitarse con 11.liJcZ?! que se encuentra con 1l...�g4! 12.f3? 1!9h4+!+

ll...ie7 ll ... fs!? es una alternativa interesante

defendida por Grigore, pero parece demasiado optimista. 12 . .id3 fxe4 13 . .ixe4 ltJfs (Bluvs­htein-Miton, Bled 2002) y ahora 14.0-0! ie7 (14 ... ltJxe3 15.fxe3± y las blancas tienen una posición favorable debido a su total dominio de las casillas blancas) 15.ltJc2 0-0 16.1!9d3t seguido de ltJb4.

11. .. '!9a5+ ?! Se ha jugado en varias parti­das, pero no tiene lógica porque el cambio de damas favorece a las blancas. 12.Wd2! 1!9xd2+ 13.Wxdz g6 14J'kl .ig7 1S.!d3 o-o 16.!!c7± Muñoz Pantoja-Ayas, Sitges 2002.

1l...g6!? El último grito de la moda, de­fendido sobe todo por Kanarek, a pesar de sus buenos resultados hasta ahora, me parece inofensivo. lZ.ltJcz! y ahora:

a) 12 ... �g4 13.f3! ltJxcZ+ 14. W?xc2 .id7 15.Wd2!;!; Impidiendo el cambio del alfil de casillas negras con .ih6.

b) lZ ... WaS+ 13.!dz Wb6 14.ltJxd4 Wxd4 (14 ... exd4 15.a4J±) 15.Wc2 �d7 16.!d3t.

e) lZ ... liJxcZ+ 13.Wxc2 �d7 14.id3 �g7 15.0-0 0-0 16.l3acH Priyadharshan­Kanarek, Vung Tau City 2008 y en todas estas posiciones, la ventaja de espacio y la debilidad del flanco de dama negro son un buen punto de partida para el desarrollo de la iniciativa de las blancas.

12 . .id3 0-0 12 ... WaS+ 13.'!9d2± 13.0-0 (D)

13 ... 1d7 Aquí el alfil también deja paso a sus piezas

mayores y no choca contra el muro de granito de la cadena de peones blanca.

13 ... .ib7 La jugada más empleada en los primeros años de la variante. El alfil queda pa­sivo aquí y es normal que las negras hayan en­sayado después una serie amplia de alternati­vas: 14.V:Vdz (14.ltJc2!? puede ser suficiente para una pequeña ventaja, porque en el caso de 14...lt:Jxc2 15.Wxc2 igs!? 16.�xgs Wxgs 17.'�c7 �c8 la dama blanca molesta mucho y las blancas pueden sacudirse la ligera pre­sión negra con 18.l3fe1 ih3 19 . .ifH pero esta continuación está inédita) 14 .. .fs (La lógica secuela de .ib7. 14 ... '!9b6?! no parece lógico meterse en la clavada 1S.liJc2 .if6 16.f4! ± con idea de Wf2 o de fes y Wfz 16 ... exf4? 17.l3xf4 !es 18.'!9f2+-; 14 ... !f6 traspone a 13 ... if6) 15.hd4 (Con la dama en d2, lejos del con­trol de las casillas blancas, esta continuación

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74 Desmontando la Siciliana 2

no es tan contundente como contra 13 ... fs y la batalla teórica está abierta en las próximas jugadas. 1S.f3!? es una alternativa sólida) lS ... exd4 16.�c2 (D) y ante la amenaza de captu­rar en d4 las negras han experimentado todas las continuaciones lógicas:

a) 1·6 ... if6!? es lo más lógico, pero 17.�b4! [17.�ael!? Es una sugerencia de Finkel. 17 ... �c8 18.f4 fxe4 19.�xe4 �b6 20.�d3 g6 (zo ... �xc2? 2Lixh7+ @ha 22.�h3+-) 21. @hH finkel valora la posición como ligera ventaja blanca y debe llevar razón, porque después de 21...�f7 sugerida en la primera edición, puede seguir 22.�b4! �es 23.�c6;!; y las blancas es­tán mejor] 17 ... �as 18.a3 �ae8 (18 ... �ac8 mo­lesta más el plan blanco. 19.�ael;!; seguido de exfs) 19.�c2! f4 20.es (20.tt:lc6!?±) 20 ... ixes 21.�xh7+ @hs 22.�g6 �e7 23.�d3± Bologan­Degraeve, Francia 2001.

b) 16 ... igs?! No creo que provocar f4 vaya en interés de las negras. Además las retiradas de la dama blanca también pueden mejorar su posición. 17.f4 (17. �b4! if6 18.exfs! ±seguido de lt.Jd4 y el salto del caballo blanco a c6 o e6) 17 ... if6 (Simic-Pavasovic, Bled 199S) 18.�ae1 fxe4 19.ixe4 �b6 20.�d3;!; g6? 2Lixg6!+-.

e) 16 ... m6 y aquí Bologan sugiere un tra­tamiento sencillo basado en 17.exfsJ ixds 18.�ael �f6 (18 ... �ae8 19.lt.Jb4! ib7 zo.ieH) 19.ie4;!; que parece ser más claro que las partidas jugadas hasta aquí.

13 ... if6 Provee apoyo extra al caballo,

y neutraliza la amenaza posicional f4, pero abandona la posibilidad de fs. Las blancas de­b�n seguir su plan estándar, y con el simple cambio del caballo, tienen una ligera iniciati­va. 14.�dz! (Preparando tt:lc2) 14 ... id7 (14 ... g6 ha dado buenos resultados a Fedorov, pero no evita el simple plan de las blancas 1S.lt.Jc2!? id7 16.�acl il.g7 17.�xd4 exd4 18.il.f4í; 14 ... ib7 Ganguly-Bitansky, Canberra 2008 y ahora 1S.f4 �c8 16.fxes dxeS 17.lt.:lc2;!; con la ligera ventaja habitual) lSJ;acl (15. �c2!? lt.Jxc2 16.ixc2 �c8 17.a4;!; pero tal vez las negras no deberían precipitarse en cambiar el caballo) 15 ... �b8 (1S .. J3:c8 16.�xc8 �xc8 17.�cl �b7 18.�b4 �b8 19. �aS;!; Stripunsky­Votava, Miada Boleslav op 199S) 16.f4! �b6 1 7 .�fz± seguido de fes y lt.:lcz.

13 .. .fs?! Es la alternativa más emprende­dora, pero ha perdido el apoyo del público en los últimos años. 14.ixd4 exd4 lS.�cZ! if6 (1S ... fxe4 16.ixe4 if6 17.lt.:lxd4±; 15...�b6 16.exfs �es 17.�f3 ib7 18.i.e4 if6 19.�el!± Bratovic-Shaw, Bled 2002; 15 ... �b6 16.exfs) 16.exf5 ib7 17.�f3 (17.llJb4! �c8 18.�b3± seguido del salto a c6, parece muy fuerte) 17 .. Jk8 18.a4;!; Feigin-Moiseenko, jarkov 1997. Y ahora en vez de la continuaci­ón de la partida feigin propone para las ne­gras 18 ... �c5 pero la ventaja blanca es clara después de 19.llJb4 aS 20.lt.:lc6! ixc6 2l.dxc6 bxa4 22.�fcl±.

14.Wdz!

Page 75: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 7: 4...e5 5.4Jbs d6 Khalasnikov 75

14./0cz l0xc2 1S.�xc2 �gs! con igualdad; Fier-Gullaksen, Barcelona 2008.

14 .. Jk8 Andrianov y Nikolaidis recomiendan

14 ... %i'b8, con idea de .id8-b6, pero es arti­ficial y no parece suficiente. 15.f4! (lSJ!ael es menos claro por 15 ... �d8 16.ixd4 exd4 17,/l)c2 ib6!oo; 17 ... .if6 18.f4 aS 19.'1!Nf2± al ser imposible defender el peón por culpa de eS. Zezulkin-Moroz, Polonia 1994) 1S ... i.d8 (Tirard-Pap, Timisoara 200S) 16.fxe5 dxes 17.l0c2 l0xc2 18.§'xc2 �b6 19.ixb6 %i'xb6+ 20.%i'f2 %i'xf2+ 21.<!>xf2 gac8 22J�acli y el peón pasado unido a la mala posición de los peones negros del ala de dama garantiza un cómodo final a las blancas.

1S.f4 (D) Finalmente las blancas comienzan a luchar

contra el caballo de d4, que es el único orgullo de la posición negra.

1S ... i'b6 1s ... if6 16.Wfu seguido de laacl y /l)c2;

15 ... Wc716J!:acl (16.f5±) 16 ... '1!Nb617./l)c2±. 16.ttlc2 i.f6 17 .fxes! Es criticada por Andrianov y Nikolaidis,

pero parece mejor que su propuesta, 17./l)d4. 17 ... dxeS 18.ttlxd4 exd4 19 . .if4

�'ke8! 19 .. J!fe8? 20. Wf2!!+-. 20J�acl i.es 21.b4?! Después de 21.ixes! laxes 22. WbU las

blancas también tienen buenas perspectivas.

21..JWd6 22.hes �es 23.i'f4 f6 24.a3 h6! 2s.i'f2 E:hs 26.g3 ggs 27.�f4! E:es zs.gcz as (D)

28 .. .fS!? 29.exfs lhds es interesante pero las blancas mantienen un final algo mejor con (29 ... �xfs? 30.lae2+-) 30.ie4 E:es 31.�cs lf9xcs (31...�fe8 32.ic2 Wff6 33.'�:lfxd4 �xfs 34.Wlxf6 E:xf6 35.laxf6 gxf6 36. <!>f2;;!;).

29.bxaS 29J3c5!. 29 .. .'�xa3 30.�d2 fs!? 30 ... laa81? debe bastar para tablas: 31.E:a2

Wc3 32.Wxc3 dxc3 33J1bl fs! 34.ixbs ixbs 35.E:xb5 fxe400•

31.gaz i'c3 32.exfs ge3? Las negras no soportan la presión y caen

en un final triste. Lograban un contrajuego muy interesan­

te con 32 ... ixfsl 33. W!xc3 dxc3 34.E:af2 1xd3! 35.E:xf8+ <J?h7 36.E:cl! (36.d6? ixfl 37.d7 E:ds 38.d8iW �xd8 39.E:xd8 c2 40.E:c8 �c4-+) 36 ... b4oo como sugieren Andrianov y Nikolaidis.

33.Wxc3 dxc3 34 . .ic2± b4 3S.d6 .ibs 36.gf4! E:el+D 37.<it>g2 gez+ 38.<it>f3 gxc2 39.�c2 .id3 40.gcl b3 41.gxc3 bz 42.gb4 b1W 43.gxbl hbl 44.g4+- gds 4S.gc6 ges 46.gb6! .ie4+ 47.'i!?f4 .ihl 48.gbl! .ids 49.gdl .ic6 so.E:cl ge4+ SL�g3 ibs sz.gcs .ia4 S3.�c8+ cJ;>f7 S4.a6 ges ss.gxe8 c,!;>xe8 56.cJ;>f4 cJ;>d7 57.a7 .ic6 ss.cJ;>es .if3 S9.h4 .ic6 60.gs hxgs 6Lhxgs .if3 62.g6 1-o

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76 Desmontando la Siciliana 2

Partida 7.03 Feigin - Ivanov

Kharkov, 1997

l.e4 es z.�f3 �c6 3.d4 cxd4 4.�xd4 es s.�bs d6 6.�lc3 a6 7.�a3 bs s.�ds �ce7 (D)

La continuación de moda. Las negras quieren cambiar en ds y desarrollar sin prisas su otro caballo a la casilla más adecuada.

9.igs! Esta es mi recomendación. La jugada difi­

culta el desarrollo negro, pero implica la en­trega de una pieza. La continuación habitual es 9.c4, pero las negras están mejor preparadas para luchar contra ella con el caballo en g8.

9 ... h6 Obüga a un sacrificio de pieza que tiene

buena prensa pero muy malos resultados, hasta ahora.

9 .. .f6l? es una fea jugada que debilita la casilla e6 y en consecuencia toda la diagonal a2-g8, pero la refutación no es clara. 10.ie3 E!b8! (lO ... liJxd5?! es más frecuente pero más floja ll.V9xd5 gbs y ahora 12.V9b3! con idea de ic4, es una mejora importante. 12 ... ib7 13 . .id3 ds 14.0-o-ot) ll.c4 (n . .ie2 ltJxd5 12. V9xd51 por la debilidad de las casillas blan­cas) ll...liJxds 12.cxd5! (Las blancas consiguen una posición netamente mejor que la de la va­riante principal, 9.c4) 12 .. .f5 13.exf5 [13.�c2! acelerando la marcha del caballo blanco sobre

la casilla c6, parece muy fuerte. 13 ... fxe4 (13 ... f4?! 14 . .id2±) 14.l0b4 l0e7! (14 ... .id7 15 . .ie2 %Ya5 16.a3 l0f6 17.0-0 1J..e7 18.gcH seguido de l0c6) 15.ie2 as 16.l0c6 l0xc6 17.dxc6 ds 18.c7 V9xc7 19. �xds 1/..b4+ 20. @fU] 13 ... ixfs 14.il.d3 ixd3 1S.V9xd3 ie7 16.0-0 ltJf6 (Kurenkov-Yagupov, Moscú 2004) y ahora ya no hay excusa para no jugar 17.l0c2!!.

9 ... V9a5+ lO.idz �d8 ll.c4! Mejora la posición de la variante principal gracias al regalo del alfil en la casilla d2.

9 .. J1�bs!? 10.c4! b4?! (10 ... h6 ll.ie3 lOxds 12.cxd5 l0f6 13.f3t es una vez más algo me­jor que la línea 9.c4) ll.l0c2 as 12.id3 h6 13.idz lOxds 14.cxds ie7 15.a3!± Timofeev­Sveshnikov, Dagomys 2008; y esta vez la com­paración con 9.c4 no admite dudas.

lO.ixbS+!? (D)

Esta es la idea detrás de 9.igs. Las posiciones que se producen son puramente tácticas, por lo tanto sólo una práctica más frecuente podrá determinar la corrección de la idea. Sin embargo, las perspectivas de las blancas me parecen prometedoras.

lO ... axbs ll.�xbs Alcanzamos la posición crítica; las negras

han intentado 2 continuaciones diferentes: ll..J�a7 11 ... E!a6!? es algo más frecuente y estaba

obteniendo resultados excelentes hasta aho­ra. 1Z.l0dc7+ 'tt>d7 Y aquí:

Page 77: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 7: 4...e5 5.étJb5 d6 Khalasnikov 77

a) 13.�d2 Dio un disgusto recientemente a Sveshnikov, pero ... 13 ... tt:lf6 14.tt:lxa6 i.xa6 1S.tt:lxd6 t:JJe6? 15 ... Wa8! 16.i.c3 (16.tt:lxf7 Wxe4+ 17.ie3+ tt:leds 18.tt:lxh8 Wxg2 19.@d2 tt:lxe3 20. @xe3+ @es 21. @d2 tt:le4+ 22. Wc1 y las negras tienen tablas como mínimo) 16...tlJg6! (16 ... t:JJe6 17.ixes t:JJxe5) 17.tlJxf7+ We6 18.tt:lxh8 Wxe4+ 19.@d2 Wf4+= 16.Wf3 t:JJxd6 17.�a3+ con ventaja decisiva; Meister­Sveshnikov, Marianske Lazne 2008.

b) 13.ih4l (D)

Es la mejora que propongo. Veamos los análisis:

b1) 13 .. Jk6 Apartar la torre es Jo más lógico y seguramente lo mejor. 14.�f3 .ia6 (14 .. .fs 15.0-o-o gs 16.Wh5 gxh4 17.Wf7+-) 15.0-o-o hb5 16.llJxb5 W/bs 17.Wlh3+ f5 18.a4 tt:lf6 19.f4 Was 20.b3 llJxe4 21.fxe5 �es 22.exd6+-

b2) 13 .. .1�!b6 14.c4 y las negras quedan en una posición tan incómoda que tal vez su me­jor jugada sea entregar la dama por Jos dos ca­ballos blancos. 14 ... Wxc7!? (14 .. J�b5 15.tt:lb5 Wa5 16.@f1± tt:lg6?? 17.W/g4 1-0; Zamarbide D.-Reboté, Pamplona 2009) pero las blancas pueden consolidar su posición y el rey ne­gro queda mucho tiempo expuesto. 15.tt:lxc7 t:JJxc7 16.b3 tlJc6 17.0-0 ie6 18.f3±

b3) 13 ... llJf6 14.Wff3 gb6(14 ... tt:lg615. Wh3+ @c6 16.Wc3+ Wd7 17 . .ixf6 W/xf6 18.lbxa6 .txa6 19.Wfa5 ixb5 20. Wxb5+ t:JJe7 21.Wb7+ We8 22.g3± y con dos peones pasados y el

rey negro incomodo, la torre blanca tiene que ser superior a las dos piezas negras) 15.0-0-0 tt:lg6 16.W/h3+ t:JJc6 17.W/c3+ t:JJd7 18.ixf6 gxf6 19.Wh3+ t:JJc6 zo.W/b3 lbf4 21.�a4 id7 22.c4± con un fuerte ataque.

12.étJxa7 12.lbdc7+?! gxc7 n.lbxd6+ pero ahora la

entrega de la dama es por demasiadas piezas. 13 ... Wxd6 14.Wxd6 gc6 15.Wxe5 hxgs+.

12 .. JWa5+ 12 ... hxg5!? Solo Felgin e Ivanov han anali­

zado esta lógica jugada. 13.lbxc8 Wxc8 14.lbe3 (14.a4 lbxd5 15. Wxd5 t2Jf6 16. Wbs+ Wd7 17.\Mfbs+ Wd8=) 14 ... t2Jf6 (14 ... t2Jc6 15.Wd3 t2Jf6 16.c3t; 14 ... Wc6 15.Wd3 t2Jf6 16.f3 g4 17.ttlxg4±) 1S.Wd3;!; y en todos los casos la torre y los peones pasados deben superar a las piezas negras.

13.1.Wd2 �xa7 14.J.e3 �b7 15.etJb6! J.e6!

Lo mejor para mantener el importante al­fil de casillas blancas. 15 ... lbf6 16. Wxd6 t2Jc6 17.t2Jxc8 Wxc8 18.\Mfd3±.

16.a4 (D)

16 ... ds Felgin e Ivanov consideran esta jugada

única, pero tal vez la continuación crítica sea: 16 ... Wxe4!? 17.f3 W/c6 18.a5 tt:lf6 (18 ... tlJc8 19.Wc3! Wxc3+ 20.bxc3± y el peón a pare­ce que costará una pieza) 19.a6 t2Jed5 20.a7 lbxb6 21.ixb6 y el peón blanco es finaJmen-

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78 Desmontando la Siciliana 2

te bien bloqueado aunque en la séptima fila. 21...'�a8;!;.

17.a5!t (D) Con esta brillante jugada, las blancas sim­

plemente tratan de maximizar sus triunfos, ignorando el contrajuego de las negras.

17 ... d4 17 ... dxe4? 18.a6+-18.a6 Wia7 19.Wib4! tDc6 19 ... dxe3? zo.%l.rbs+ i>ds 21.!Edl++-; 19 ...

fs!? zo.%l.rbs+ i>f7 21.id2 l0f6 22.l0c4±. zo.Wibs ih4+ La única forma de conseguir cierto contra­

juego. 21.c3! tlJge7 22.cxb4

22.ixd4 exd4 23.cxb4± parece más sano 22 ... dxe3 23.fxe3 o-o 24.Wics tlJxb4 Según los análisis de Felgin e Ivanov,

los máximos problemas los ponía 24 .. J�b8! 2s.lbds ixds (2S ... tt::lxds 26.exds ixds 27.0-0 %l.rxcs 28.bxcs tt::la7 29.!!fdl ic6;!;) 26.exds lbxds! pero ahora infravaloran la variante 27.0-0! lbdxb4 28.Wxa7 lbxa7± que sigue dando muchos problemas a las negras.

zs.Wixb4 gbs 26.Wics 13xb6 27.0-0 tlJc8 28.gfcl!

28.b4!? !Exa6 29. %l.rxa7 l3xa7 30.!!xa7 lbxa7 31.EEc1 lbbs 32J!cs id7 33.!!xes �fs 34.!!cs rJle7 35.e5t.

28 ... i>h7 29.b4! 29.1lÉTc7!? l3xa6 30.Wxa7 !Exa7 31.l3xa7

lbxa7 parece tablas. 29 ... \Was! 30.a7 13b7 Y finalmente las negras han logrado elimi­

nar al máximo enemigo e igualar la posición. 31.b5 13xa7= 32.13xa7 ltlxa7! 33.b6

ltlcs 34.\Wc6 tLJxb6!= 35.Wixb6 Wixe4 36.\Wbl Wixbl 37.13xbl ifs 38.gbs f6 39.13b7 hs 40.g3 i>h6 41.13f7 i>g6 4Z.:Sfs ie4 43,ggs i>h7 44.13c8 i>g6 45.13c7 i>h6 46.h4 gs 47.13c8 i>g6 48.13h8 i>g7!? 49.13bs i>g6 so.i>fz gxh4 Yz-Yz

Esquema Resumen: l.e4 es Z.l0f3 lbc6 3.d4 cxd4 4.l0xd4 eS s . .!Llbs d6 6 . .!Lllc3 a6 7 . .!Lla3 bs s.lbds

- 8 ... l0f6 Las blancas no están obligadas a trasponer a la Pelikan y no basta para igualar t. - 8 ... ie7 Es cómoda para las blancas aunque sólida ;!;. - 8 ... ttJge7 Las negras han luchado mucho en esta línea pero no consiguen neutralizar la

ventaja posicional que las blancas consiguen con 9.c4 ;!;.

8 ... ttJce7 9.i.g5!? y ahora:

- 9 .. .f6!? Debilita la diagonal y aún así es jugable fs ;!;. - 9 ... l3b8 sólida y difícil de quebrar, pero cómoda para las blancas ;!;. - 9 ... h6 La línea crítica. Las blancas tienen que entregar una pieza, pero la compensación es

prometedora.

Page 79: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 8: 4 ... liJf6 5.liJc3 e5 Pelikan

Capítulo 8

l.e4 es 2.etJf3 lt:Jc6 3.d4 cd4 4.lt:Jd4 lt:Jf6 s.lt:Jc3 es

Variante Pelikan

Valoración *****

Introducción

79

La variante Pelikan se ha convertido en una de las Sicilianas más apreciadas. A pesar de su aspecto anti posicional, la actividad que consiguen las piezas negras la hace muy atractiva para jugadores de todos los niveles. Tal vez el único defecto, desde el punto de vista práctico, es que las blancas tienen varias opciones para jugar a tablas, cuando conocen un poco la teoría. Hasta ahora los intentos de refutarla han sido vanos y las variantes de moda han ido cambiando.

La variante que recomiendo en este libro es una de las principales y en ella se han librado algunas de las batallas teóricas más importantes de los últimos años. Si bien no puedo garantizar que las blancas consigan una ventaja apreciable en todas las variantes, si parece cierto que las negras se han visto reducidas, por la constante investigación teórica, a una estrecha variante en una fortaleza cada vez más asediada. En esa variante las blancas tienen, como mínimo un juego rico y lleno de posibilidades, lo cual me ha inclinado definitivamente por su elección.

Actualmente la principal batalla teórica ha pasado a la variante posicional con 9.t:Llds, pero el espíritu del libro era proponer líneas más concretas.

Historia

La variante que empieza con la jugada s ... es fue empleada ya en el siglo XIX por Mieses y Lasker, pero no tuvo continuidad. El jugador argentino, de origen Checo,Jiri Pelikan la empleó en los años 50, pero a pesar de algunos logros, su aspecto seguía siendo anti posicional. No fue hasta los años 70, cuando Sveshnikov comenzó a jugar la variante moderna incluyendo la ju-

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80 Desmontando la Siciliana 2

gada 8 ... bs, cuando la Pelikan logró la respetabilidad en las altas esferas. De pronto comenzó a surgir el debate de si no sería más importante la mala colocación del caballo blanco en a3, que la debilidad de la casilla ds y los buenos resultados logrados por las negras le dieron el empujón definitivo. Desde entonces su popularidad no ha hecho más que crecer y hoy es usada virtual­mente por toda la elite mundial, aunque algunos jugadores como Kramnik, y más recientemente Leko, la han defendido de forma mucho más constante que otros. Curiosamente todavía no se ha usado en los maches finales por el título mundial, tal vez porque debido a su naturaleza táctica, permite peligrosas preparaciones teóricas.

Ideas

La idea básica, como ya hemos citado de pasada, consiste en la actividad de las piezas gracias a la influencia lograda en el centro por el avance es, que debe compensar la debilidad de la ca­silla ds. Sin embargo en la variante principal algunas ideas típicas son más concretas: el caballo de a3 está descolocado durante mucho tiempo y muchas partidas se deciden porque no logra entrar en juego, o por el contrario se inclinan del lado blanco cuando el caballo llega al centro controlando la importante casilla dS. La pareja de alfiles negra, permite un juego muy activo y continuas entregas de peones para abrir el juego, también la mayoría central que se produce después del cambio en f6, puede convertirse en un elemento muy importante en el medio juego. Por parte de las blancas, su plan está casi siempre relacionado con el control de la casilla ds y no son pocas las partidas en las que las negras quedan estranguladas, una vez que las blancas logran situar sus piezas en las casillas ideales. También la casilla fs puede tener un papel de bloqueo en algunas variantes.

Partida 8.01 Hector J. - Karlsson L.

Elsinore, 2003

l.e4 eS 2.lt:lf3 lt:lc6 3.d4 cxd4 4.'Llxd4 lt:lf6 s.lt:lc3 es 6.'Lldbs (D)

Esta es la posición que estudiaremos en este capítulo. Las negras casi invariablemente

juegan 6 ... d6 analizada en las próximas parti­das, pero entre las alternativas hay algunas que merecen atención.

6 ... h6!? Una línea infravalorada que tiene sus vir­

tudes. Ulf Andersson la ha empleado en varías partidas de torneo y en miles de partidas rápi­das por Internet. Claro que las posiciones sin damas que se producen no son del agrado de todos, pero para aquellos jugadores a los que les gusta el "finalíto", puede ser una interesan­te arma complementaria. Otras alternativas:

6 ... a6?! Comparada con la línea de la partida principal, la falta de vigilancia de la casilla gS se demuestra un serio inconvenien­te. 7.tt:ld6+ �xd6 8.�xd6 �e7 9.�xe7+ tt:lxe7 (9 ... @xe7? lO.�gS+-) lO.�gs± bs Lo relativa­mente mejor. 10 ... tt:lc6?! ll .. bf6 gxf6 12.tt:lds Wd8 13.0-0-0+- Gag Poh Teo-Phillips, cr. 1999. 1 1.0-0-0 �b7 12.f3 0-0-0 13.gd6 tt:lfg8

Page 81: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 8: 4 • ..li.Jf6 5.tt:lc3 e5 Pelikan 81

14.ie2 @c7 15J3hdl f6 16.�e3 élJc8 17J36dZ lL\ge7 18.a4± Espineira-Vidal, Santiago 2002.

6 ... �b4 Una alternativa algo más sana que la anterior. 7.lL'ld6+ (7.a3 �xc3+ 8.cllxc3;;\; es un modo sencillo de lograr una mínima ven­taja) 7 ... hd6 La respuesta más frecuente pero en mi opinión no la más lógica. 7 ... @e7!? s.cl\xc8+ (8.lL'lf5+ @fs 9.�dz d5co no es tan claro) 8 .. J�xc8 9.�d3 ds lO.exds 1Wxds 11.0-0 ixc3 12.bxc3 �hd8 13.�a3+;;\; Y la pareja de alfiles, unida a la incómoda posición del rey negro da mejores perspectivas a las blancas, aunque las negras tienen algunos triunfos. Kudrin-Murrey, New York 1983. 8.W/xd6 �as 9 . .idz Wlb6 10.�d3 �b8?! (10 ... Wxb2?? no es posible 11.gb1+-; 10 ... Wb4 11.lt:lb5±) n.éüds! lL\xds lZ.exds �xbz 13.0-0 �d4 14 . .ie3 Wbz 15.dxc6+- Tirabassi-fortini, WCH1/5D1 1997.

6 ... �c5 Es extraña, pero no tan fácil de refutar. 7.�e3 d6 7...�xe3?! 8.lt:'ld6+ �f8 9.fxe3 �b6 10.Wfd2 \1tfxb2 11.�b1 �a3 12.�c4 cl\as 13.ixf7 �e7 14.lt:'lcb5 Wfc5 15.ib3 (15. �xa5+-) 15 ... cl\xe4 16.cllxe4 \1tfxb5 17. Wfd6+ @ds 18.cllg5 �es 19.if7+ 1-0 Roeberg-Loidl, Aschach 2000. 8 . .ixc5 dxcs 9.Wxd8+ @xd8 10.0-0-0+ �e7 ll.li:lc7 �bs 1Z.lt:l7d5+ lt:lxds 13.cllxd5+ @fs Dochev-Lindgren, Umel EL0-2ch 1997; y las blancas tienen solo una mínima ventaja en el final.

7.ie3! (D)

Esperando la jugada a6 para dar el jaque o la d6 para saltar con el caballo a ds.

7.lLlds lt:lxds 8.exd5 a6! 9.dxc6 axbS= y las negras quedan muy activas; 7.éüd6+ �xd6 8.1!9xd6 Wfe79.cllb5 �bs!co.

7 ... d6 7 ... a6? debilita demasiado las casillas ne-

gras 8.lt:ld6+ .ixd6 9.\1tfxd6 Wfe7 10.�c5!±. 8.a4 s.tüds!? es una alternativa prometedora,

puesto que la jugada ie3 tiene que ser más útil que h6 si comparamos con la variante similar, 6 ... d6 7 .lt:'ld5. Sin embargo lleva a algunas posi­ciones extrañas que requieren un análisis más detallado: 8 ... lt:'lxd5 9.exd5 clle7 (9 ... cllb8 10.c4 a6 11. Wa4 ±) 10.c3 cl\fs (10 ... lt:'lg6?! 11. Wa4 �d7 1Z.Wfb4±) ll.�xa7 .id7 (Fier-Lucena, Dois Irmaos 2008) y ahora propongo 12.id3 b6 13. \1tfa4 g6 (13 ... �e7? 14.�xf5!) 14.Wfa6 �g7 15.g4! y parece que la aventura de las piezas blancas termina bien.

8 ... a6 Es necesario expulsar el caballo, aunque la

debilidad de la casilla b6 es seria. 8 ... 1e7 9.clld5! ahora que el caballo no

puede retirarse a e7. 9 ... cl\xds lO.exds cl\bs ll.a5±; 8 ... ie6 9.clld5;!; y las negras tienen que ceder su alfil.

9.'Lla3 J.e6 10.lbc4! (D) El clásico reciclaje del caballo malo hacia

la casilla ds, esta vez a través de b6.

10 ... .ie7 10 ... lt:lxe4!? está muy cerca de igualar y

bien puede ser lo mejor. ll.lt:'lxe4 ds 12.cllb6

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82 Desmontando la Siciliana 2

dxe4 (12 .. .13b8 13.li:lcS!;t) 13.li:lxa8 "\M/xa8 14.c3 ien Ivanov-Hansen, Gausdal 1991; con cier­ta compensación por la calidad.

11.&Llb6 gbs 12.ie2 &Llb4 Las negras se esfuerzan por jugar ds. 12 ... 0-0 13.li:lbds ixds 14.exds li:lb4

IS.aS:t farago-Tomcsanyi, Hungría 1997, deja a las blancas con la clásica ventaja espacial en el flanco de dama y al caballo negro algo expuesto.

13.�f3! (evita ds) 13 ... 0-0 14.a5 Y!!e7 15.0-0 gfes 16.ga4 &Lle6 17.&Lleds±

Las blancas han consolidado su ventaja ocupando los puntos fuertes a placer.

17 . . .'�ds 1s.tik4 ifs?! 19.ib6! Ahora es forzado permitir la destrucción

de la estructura negra. 19 . . JWd7 zo.tbxf6+ gxf6 2Ltbe3 Reforzando el control de las casillas claves,

ds y fs. 21...tbe7 22.ga3 tbe8 23.ig4! tbxb6

Z4.axb6 ig7 zs.ifs Las blancas siguen paso a paso su plan de

ocupar las casillas blancas. zs ... �fs 26.gd3 gbds 27.tbe4?! 27.c4! "\M/c6 28. �b3+- con total dominio. 27 .. .'�e6 28.gxd6 .ixe4 29.�e6?

[29Jhd8±] 29 ... gxd1 30.gxd1 bxe6 31.gd7 gbs 32.b7 �gs 33.b3 �e6 34.ge7 ixfs 3S.exfs ifs+ 36.g;,fl es [36... s!?g7!+] 37.�e2 e4 38.�e3 id6 39.ge8+ g;,g7 40.gxb8 hbs 41.�xe4 e4 42.�ds cxb3 43.exb3 �fs 44.�e6 �e7 45.b4 �ds 46.�b6 �d7 47.�xa6 �c6 48.h3 �c7 49.h4 �c6 50.g4 1-0

Partida 8.02 Enders P. - Sermek D.

Ptuj zt, 1995

l.e4 eS 2.tbf3 e6 3.d4 exd4 4.tbxd4 &Llf6 s.tbe3 tbe6 6.tbdbs d6 7.�f4 es s.igs (D)

La jugada más popular. Las blancas si­guen la estrategia clásica en esta estructura:

control y ocupación de la casilla clave, "ds". Para lograr este objetivo el cambio del alfil de negras por el caballo es imprescindible.

8 ... a6 Hay que desplazar el caballo ahora mismo

para evitarse problemas. s ... i.e6?! 9.li:lds :!'l!c8 (9 ... ixd510.exds li:le7

ll.c3! con la amenaza %Ya4 pone a las negras ante serios inconvenientes, puesto que la cap­tura del peón es muy pelígrosa, por ejemplo: 11...li:lexds 12.%Ya4 �e7 13.0-0-0 a6 14Jhds axbs 15.%Yxbs± Dutrew-Ovezov, Estambul 2000) 10.c3 a6 u.li:la3 ixds 12.ixf6 gxf6 (12 ... %Yxf6 13. %YxdS;!; deja a las blancas con una ventaja cómoda, pero tal vez sea el menor mal} 13. %Yxds Was 14.ic4 l:k7 15. �xa5 li:lxas I6.ids ± )ansa-Danek, Checoslovaquia 1982.

9.tba3 �e6 El defecto de esta jugada es permitir el

rápido reagrupamiento del caballo despistado de a3. Sin embargo, las negras tratan de capi­talizar las pérdidas de tiempo para conseguir un juego activo de piezas, que aspira a com­pensar la debilídad crónica de ds. Las blancas están obligadas a tomar esta variante muy en serio.

9 ... ds?! Es un intento radical de resolver los problemas negros que fue experimentado por Velimirovic, pero abandonado finalmen­te. IO.li:lxds! .ixa3 1l.bxa3 %Vas+ 12.Wd2l con el cambio de damas la casilla c7 queda ame­nazada. 12 ... %Yxd2+ 13.ixd2 li:lxds?! (13 .. J3b8

Page 83: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 8: 4 ... CiJf6 5. CiJc3 e5 Pelikan 83

14.f3±) 14.exds ltJd4 15.0-0-0 i.fs 16.c3 Ek8 17.�b2+- Sax-Velimirovic, Rio de janeiro 1979. No hay compensación por el peón. 9 ... bs Se estudia en las próximas partidas.

lO.CiJc4 (D) El tratamiento lógico. El caballo abandona

su absurdo refugio de a3, y se sitúa a dos pasos de la casilla ideal ds.

1o .. J:ks La torre se activa rápidamente y crea algu­

nas amenazas en la columna c. Las otras alter­nativas son netamente inferiores.

lO ... ltJd4?! Ocupación prematura. Aho­ra los planes blancos se desarrollan de modo casi forzado. 11.ixf6! 119xf6 (ll ... gxf6?! crea otra debilidad en fs. lZ.ltJe3! ig7 13.id3 gc8 14.0-0 hS lS.ltJcds h4 16.c3 ltJc6 17.Wif3± Las blancas tienen la posición soñada con­tra la Pelikan: control absoluto de los puntos fuertes ds y fs, todas sus piezas trabajando coordinadamente sobre las casillas blancas. Hernández Malina-Ramos, Cuba cr. 1990) 12.ltJb6 gbs 13.ltJcds 1&ds 14.c3 ixds (14 ... ltJc6 15.1&a4!±) 15.ltJxds ltJe6 16.g3 ie7 17.a4 0-0 18.ih3±. El dominio de las blancas en las casillas de su color no tiene respuesta. Tal-Wade, Reikiavik 1965.

10 ... ie7?! Deja las piezas negras mal coor­dinadas tras 11.ixf6 gxf6 12.lLle3± cuando el alfil de negras haría mejor papel en h6.

lO ... bs?l Tampoco parece muy lógico después de no haberlo hecho una jugada

antes. ll.ixf6! gxf6 12.lLle3 ih6 13.id3 ixe3 14.fxe3 1&b6 1S.'&f3± Kovacevic-Kosanovic, Bucarest 1997.

11.CiJds!? Este es el orden que recomiendo. No es la

variante principal, pero me parece suficiente­mente molesto para las negras. La idea es no cambiar en f6 hasta que las negras no hayan cambiado también su alfil por el caballo de ds. En todos los casos las blancas logran un control de ds absoluto y las negras tienen que buscar reacciones basadas en la táctica.

l l .. . �xds Las negras no pueden pasar sin esta juga­

da. ll ...bS 12.ixf6 gxf6 13.ltJce3±. 12.�xf6! Este cambio intermedio para poder tomar

en ds con la dama y mantener la casilla con­trolada es la clave de la jugada anterior.

12 . . . gxf6 12 .. .'119xf6 parece más sana pero tiene

como resultado el control total de la posición por parte de las blancas. La dama es necesaria en d8 para poder iniciar el juego táctico de las próximas jugadas. 13.1&xds ie7 (13 ... ltJb4? 14. Wxb7 ltJxc2+ 15. Wdl :Q:xc4 16.ixc4 ltJxal 17.ixa6+-) 14.c3 o-o lS.ltJb6 �k7 16.ic4±.

13.�xd5 (D) En este momento las negras han probado

toda una serie de jugadas.

1 3 ... CiJd4 Veamos las alternativas:

Page 84: Desmontando la siciliana 2

84 Desmontando la Siciliana 2

13 ... bs La continuación crítica en algunas fuentes. La idea es acelerar las acciones tácti­cas, para cambiar el caballo o bien lograr otro tipo de compensaciones. En mi opinión es más floja que 12... ttld4, y no crea problemas a las blancas. 14.tt'le3 (D) y ahora:

a) 14 ... ttle7 1S.�d3! ih6 16.ie2 ixe3 17.fxe3 Aquí las negras han logrado también cambiar el potencial dominador de los aguje­ros en ds y fs, pero las blancas siguen contando con excelentes perspectivas. La columna f se ha abierto y si las negras intentan cambiar sus peones retrasados con las rupturas habituales ds o fs el alfil de las blancas será mucho más fuerte que el caballo negro. 17 ... ds!? (17...0-0 18.0-0 ttlg6± y las blancas pueden elegir en­tre atacar el peón de f6 o caer sobre el flanco de dama negro con 19.a4!?) 18.0-0-0 �d6?! (Entregando el peón sin suficiente com­pensación. 18...Wlc7 19.if3 dxe4 20.ixe4±; 18 .. Jks?! 19.if3 y tambien se pierde el peón). 19.exd5+- Korneev-Hernandez, Padrón 2002.

b) 14 .. .'�c7 15.c3 ttle7 16.�d3 ih6 17.tt'lg4 :Ji.g7 18.ie2 también es netamente más cómo­do para las blancas puesto que las negras no pueden liberar su juego.

e) ih6?! Lo más frecuente pero tal vez no lo mejor lS.lLlfs! ttlb4 (Ahora no hay más remedio que seguir por el sendero táctico marcado por la jugada anterior, pero con­duce a un callejón sin salida, como demues­tran los siguientes análisis esencialmente

debidos a Blatny. 1S ... if8 16.c3+- y la venta­ja posicional es aplastante) 16. ttlxd6+ �d7 (16 ... �f8 17.�xf7#) 17.\Wxf7+ (17.ixbs+ axbs 18.�xb5+ gc6 19.tt'lxf7 Wib6 20.gd1+ �e6 21. Wlxb6 ttlxc2+ 22. �fl li!xb6 23. ttlxh6+­Simic) 17 ... �c6 (17... �xd6 18.gd1++-; 17 ... Wle7 18.\Wxe7+ �xe7 19.ttlxc8++-) 18.\Wb7++­Smagin-Kharlov, EUCup 1991.

13 ... ttlb4 14.1!9d2 ds lS.exds ttlxc2•?! (15 ... \Wxds es más sana, pero deja a las blan­cas una pequeña ventaja sin complicacio­nes. 16. 'Mlxds ttlxds 17.0-0-0 li!d8 18.iez ih6+ 19.�bl @e7 20.if3± Rohl-González, Moscú (ol) 1994) 16. 1M/xc2 ib4+ 17. 'i!ldl WxdS+ 18. ci>cl! 0-0 (18 ... bs!? es peligrosa pero no fun­ciona. 19.a3! il.e7 20.tLld6+ �d7 21.lZ\xc8 E:xc8 22.ixb5+ Wxbs 23.E:d1+ id6 24.gxd6+ �xd6 25. Wxc8 Wf1 + 26. ci>c2+- Berndt-Thiel, Bun­desliga 1998) 19.a3 ics 20.1M/d3 id4 2l.Wbl gfd8 22.ie2 @f8 23.ttle3 Wcs 24.Wb3+- Y las complicaciones se han acabado sin que las ne­gras hayan recuperado el material. Sudakova­Zimina, S t. Petersburgo 2001.

14.0-0-0 (D) Se amenaza c3 y se especula con un posible

sacrificio de calidad en d4.

14 ... 1;We7 Defiende el peón de b7, para proceder a la

captura de la dama blanca con gcs. 14 ... \Wd7?! Algo sorprendente porque se

pone a tiro de ttlb6, pero son las blancas las

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Capítulo 8: 4 ... liJf6 5. éiJc3 e5 Pelikan 85

que se ven forzadas a sacrificar calidad, ante la amenaza 13c5. 15J�d4! exd4 16.'Llb6 La estructura de peones negros es un chiste, y eso da a las blancas toda una serie de conti­nuaciones atractivas, pero una cosa es tener una compensáción interesante y otra aspirar a la ventaja y para eso es necesario al menos recuperar un peón y controlar las rupturas en los puntos clave (d5 y f5). Por eso este salto del caballo que busca la casilla d5 es necesa­rio, aunque también puede hacerse en la ju­gada siguiente. 16 ... �g4 El detalle táctico que salva la torre debido a la amenaza de mate en dl. 17.�xd4 �gS+ (17 ... 13c6 18.l2lds !g7 I9.f3 �d7 20.!d3 13g8 21.13el @f8 22.\Wf2 \We6 23.g4 h5 24.h3± Mauro-Alderigi, Italia cr. 1998) 1s.'i!?b1 �es 19.§'xcs 13xcs zo.'Llds;!; Y las blancas mantienen el control dado que no es posible 20 .. .f5? por 21.b4!.

14 ... bs!? Una continuación poco inves­tigada, que pone las máximas dificultades a las blancas: 15.c3! bxc4 (15 ... 13c5 16. '1Wb7 bxc4 17.cxd4 \Wc8 18.'1Wxc8+ 13xc8 19.'i!?c2±) 16.cxd4 '?!ic7 (16 ... c3? 17.�xa6!+-) 17.\!?cz! Una jugada nada fácil, pero necesaria para evitar la apertura de líneas. 17.'i!?b1?! ih6! 18.dxe5 c3! 19.bxc3 '?fixc3 20.Wb3 '1Wc6 21.exd6 0-0�. 17 ... !h6 (17 ... c3 18.b3±; 17 ... !g7 18.dxe5 dxe5 19.%'d6±) 18.dxes dxe5 19.Wd6 �xd6 zo.l3xd6 'i!?e7 21.13ds! (21.13xa6 13hd8�) Zl..J3hds zz.'i!?c3 13xds 23.exds fs 24.ixc4;!; Ragger-Lenic, Herceg Novi 2006. Las negras tienen buenas probabilidades de tablas, aunque el final es triste.

1S.@bl! Preparando la pequeña combinación de las

próximas jugadas. Recomiendo esta continua­ción que ofrece un final muy agradable, sin ri­esgo alguno, pero para aquellos que no les gus­ta explotar mínimas ventajas técnicas existe una opción radicalmente diferente: 15.13xd4!? exd4 16. Wxd4 (Con una posición muy simi­lar a la de la variante 14 ... %'d7) 16 ... 13c6 17.f4 ig7 18. tt:\e3 0-0� (Ismagambetov-Kuderinov,

Astana 2007) y ahora 19.i.c4 da a las blancas una plena compensación.

15 ... E:c5 No se ha probado otra jugada, a pesar de

que esta solamente induce a las blancas a lle­gar al final que desean.

15 ... bs?! 16.c3± con una posición mucho más favorable que la de la variante 14 ... b5 que comentamos unas líneas más arriba. 15 ... 13c6?! La defensa natural de la amenaza blanca. 16.c3 'Lle6 17.g3± y las blancas tienen el control absoluto de la posición.

16.éiJxd6+ 15. %' d6 lleva a la misma posición; el resto de

las jugadas son desfavorables para las blancas. 16 .. .'&xd6 17.Wxd6 .txd6 18.c3 (D)

Las blancas recuperan la pieza con una es­tructura de peones netamente superior. Las negras solo tienen el consuelo de los alfiles de color diferente.

18 ... @e7 19.cxd4 exd4 20.i.d3 Las blancas se tienen que conformar con

las conquistas posicionales. Es demasiado pronto para capturar material: 20.13xd4?! ghc8 21.i.e2 (21.i.d3 if4 22.a4 gel+ 23.13xc1 gxcl + 24. 'i!?a2 l3dl! 25. gd5 13d2= con contra­juego suficiente) 21...gc2 22.!g4 l38c6 23.13fl gxbZ+!=; ZO.b4?! gc3 21Jgxd4 13hc8 22.!e2 l3c2 23.ig4 g8c6= también con contrajuego.

20 ... E:hc8 21.g3 Las blancas empiezan su labor de restric­

ción del alfil negro aprovechando su mejor estructura de peones.

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86 Desmontando la Siciliana 2

21...h6 zzJ5hel ghs 23.h4 ghcs 24.gez gsc7 zs.Ac2;!;

Ahora las blancas sí amenazan el peón de d4.

zs ... Acs 26.eSl? Un tratamiento más lento basado en a3,

J!td3 y l!tf3 es perfectamente posible. 26 ... fxes 27 .gxeS+ �fs 28.id3 ges

29.gds as 30.a3 b6 31.gfs �g7 32.�a2 y ahora el rey blanco puede volverse acti­

vo a través de las casillas blancas abandona­das por su rival en el flanco de dama.

32 ... ge6 33.�b3 gf6 34.gxf6 �xf6 3S.�a4 ge7 36.ifl ge4 37.id3 ge7 38Jkl ge6 39.b4!± axb4 40.axb4 i.e7 41.gc7 gd6

41...Étel?l 42.E!d7± y el peón d cae. 42. �b3 ids 43.gcs �e7 44. �c4

gd7 4S.gbs gd6 46.Ae4 �e6 47.f4 i.f6 48.�d3 Ads 49.bs cJle7 so.g4

La posición de las piezas negras es muy pa-siva y se convierte en crítica por momentos.

so ... cJle6 s1.gs hxgs sz.hxgs gd7? Un error en posición desesperada S3 . .ac6!+- gd6 S4.gb7 fs ss.g6 i.e7

56.g7 gds 57.gxe7+ 1-0

Partida 8.03 Anand V. - Lobron E.

Dortmund, 1996

l.e4 es z.ft!c3 ft!c6 3.ft!ge2 �f6 4.d4 cxd4 s.ft!xd4 e6 6.ftldbs d6 7.if4 es s.igs a6 9.ft!a3 bs!

La jugada de Sveshnikov, que ha conver­tido la variante con eS, antes despreciada por la teoría en una de las más populares de la siciliana.

10.ixf6 Esta jugada que ha sido históricamente la

variante principal y la más ambiciosa sigue siendo mi recomendación. Aunque la linea posicional lO.I:iJds es la más popular reciente­mente y tiene mucho menos riesgo.

10 ... gxf6 11.�ds Ag7 (D)

Esta jugada disfrutó de una popularidad considerable durante al menos una década a caballo entre los 80 y los 90 del siglo pasado. Actualmente el protagonismo ha vuelto com­pletamente a u .. .fs. Las negras pretenden evitar algunas líneas, entre ellas los violentos sacrificios en bs, y además se preparan a dispu­tar el control de ds con un inmediato l:iJe7. En muchos casos, sobre todo en las variantes deri­vadas de 12.c3 llega a trasponer a la línea prin­cipal. n .. .fs se estudia en siguientes partidas.

ll ...�e6 es la única alternativa realmen­te seria. Las negras se disponen a cambiar el alfil de casillas blancas por el caballo y luego expulsar la dama y romper en ds. La estrate­gia es dudosa porque el alfil de casillas blan­cas es muy importante. 12.c3 Preparando de inmediato el camino del caballo hacia e3. 12 ... ig7 13.l/Jc2 il.xds (13 ... 1:iJe7?! permite la consolidación 14.11Jce31 0-0 1S.id3 Wh8 16.'ªf3 1:iJg6 17.h4± Suarez-Barrio, ESP sub-20 1996) 14.'ªxds l/Je7 15.'ªd3! fs?! (lS ... ds es algo más sana. 16.0-0-0! ih6+ 17.Wbl dxe4 18.'ªe2 'ªb6 19.g4!± seguido de �g2 y ie4) 16.exfs ds 17.g4 Sostiene el peón de más y prepara el desarrollo del alfil a una diago­nal ideal. 17 ... 0-0 18.ig2 '?:Vb6 19.0-0 gad8 20.gad1 ih6 21.'ªf3±. Las blancas tienen un peón de más y el centro negro esta bajo presión; Thipsay-Saravanan, India 1993.

12.id3 ft!e7 La continuación lógica de la estrategia ne­

gra. El cambio de caballos minimiza la debili-

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Capítulo 8: 4...liJf6 5.liJc3 e5 Pelíkan 87

dad del punto ds. A partir de ahí, Jos avances ds o fs (a veces con entrega temporal de peón) se producen en cualquier momento. La venta­ja de las blancas, se basa en el dominio de las casillas blancas, y necesita para consolidarse de una posición central estable para el caba­llo, a veces es en ds, a veces en d4 (después del avance del peón negro).

12 ... i.e6 es poco elástica y como máximo acabará trasponiendo a líneas principales dejando abiertas más opciones a las blancas. 13.0-0 i.xds (13... tt:le7 14. tt:lxe7 Wixe7 tras­pone a la variante principal, donde la juga­da i.e6 es poco elástica) 14.exds tt:le7 15.c3 (15.Wig4!? es una idea interesante para difi­cultar el despliegue de la estructura de peones negra. 15...�f8 16.c4 Wfc8! 17.Wie2 b4 18.tt:lc2 fs 19.f3t) 15 .. .f5 traspone a las últimas parti­das del capítulo.

13.liJxe7 Wxe7 14.0-0 fs 14 ... 0-0 se analiza en la partida siguiente. 14 ... ds!? (D) es una entrega de peón temá-

tica, que merece más atención que la que se le ha dispensado hasta ahora.

15.c3! el tratamiento correcto de acuerdo a Amador Rodríguez. Si las blancas capturan el peón las negras tienen una compensación muy a largo plazo y difícil de calibrar porque consiste en la actividad de su trío de peones centrales y su pareja de alfiles. 15 ... dxe4 (15 ... fs 16.exf5t traspone al comentario de la juga­da 15 y 15 ... 0-0 16.tt:lc2 f5 17.exf5t En estas dos

variantes el centro de peones negros es más vulnerable al bloqueo que con la captura en d5) 16.ixe4 �b8 (16 ... �b7 el cambio de alfi­les de casillas blancas casi siempre favorece al primer jugador en la Pelikan. 17.ixb7 Wixb7 18.tt:lc2 f5 si no, llega el bloqueador. 19.tt:le3± y el caballo blanco ayudado por su dama se hará fuerte en fs) 17.Wff3!;!; se sigue la manio­bra tt:lc2-e3 y los peones negros quedan fijos. Rodríguez Céspedes-Espinosa, Mérida 1997.

15.exf5 (D) Esta es mi recomendación. Las variantes

15.c3 y 15 c4 son opciones de valor similar a la jugada del texto, pero el amplio desarrollo teórico permite a las negras enturbiar más las aguas. Ahora se encuentran ante una impor­tante decisión:

15 ... �b7 15 ... 0-0 es floja en este momento por

16.�e4 �b8 17.c3± y las blancas controlan la casilla ds.

15 ... d5 Movilizando de inmediato los peo­nes, pero sobre todo impidiendo el bloqueo es la alternativa más seria, y tal vez la jugada que pone dudas sobre el orden 14.0-0. 16.c3 b4 La jugada clave, antes de que el caballo se reci­cle y el centro negro empiece a mostrar sín­tomas de parálisis. 16 ... 0-0 17.tt:lc2 e4 18.ie2 l:id8 19. tt:ld4 Ahora las negras tendrán que ce­der un alfil para recuperar el peón. 19 ... i.xd4 (Psakhis-Dolmatov, Klaipeda 1988) y ahora 20.Wixd4 ixfs 2l.a4!± da a las blancas una

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88 Desmontando la Siciliana 2

iniciativa clara y fácil de conducir; 16 ... i.b7 17.gel e4 18.lLlc2 ies 19.ifl �d8 20.\Whs ggs 21.gad1 �d6 (Suleidis-Kalinichev, Sen­den 1998) Y ahora con 22.lLle3 ± las blan­cas están perfectamente preparadas para rechazar el ataque negro. 17.tDc2 La estruc­tura de peones blancos en el flanco de dama va a quedar destruida, pero el caballo ha ga­nado un tiempo para llegar a una posición ex­celente en e3. 17 ... bxc3 18.bxc3 e4 (18 ... 0-0 19.tDe3 i.b7 zo.l':jbU y el peón de más debe tener su importancia) 19.i.ez! Tocando ds. 19 ... Wcs 19 ... ixc3 es la jugada crítica 20.lLle3 d4 (20 ... ixal? 21. \Wxal +- y la doble amena­za Wh8 y lLlds, gana ) 21.lLlds Wes 22.lLlxc3 dxc3 23. gel O-O (23 ... i.xfs?! 24. Wa4+ i.d7 25. \Wb4 y no hay buena defensa del peón de c3) 24. Wb3í una vez cambiados el peón de fs por el de c3, la estructura blanca es más sólida y su rey está más seguro. ZO.tDe3 i.b7 Zl.�b3 ic6 (Di Berardino-Crosa Coll, Vitoria 2006) y ahora zz.�fdl gds 23.1':jabl o-o 24.\Wb6±.

16.gel Wl'gs?! (D)

Anand califica esta jugada de dudosa, pero a estas alturas las alternativas no aportan igualdad a las negras, aunque las experiencias prácticas son escasas y eso deja abierto espa­cio para la investigación.

16 ... ds 17.c3í traspone al comentario a la jugada 15.

16 ... 0-0 No se ha empleado en la práctica a pesar de ser la jugada más natural. Quien más

quien menos ha propuesto su refutación, pero no hay un acuerdo al respecto. 17 .c4 (D) Es mi propuesta. El objetivo no es original; como siempre se trata de reciclar el caballo a la vez que se contiene el centro negro. 17.\Wg4 pare­ce ser la recomendación de Ftacnik, pero no dispongo de más análisis. Después de 17 ... ds 18.c3 b4! 19.cxb4 e4ii5 a pesar de los dos peones de menos me parece que las negras tienen la típica posición de Pelikan: contra juego incon­tenible; 17.Whs e4 18.c3 b4! de nuevo 19.lLlc2 bxc3 20.bxc3 dsoo y las negras han creado un objetivo para sus piezas en c3.

17 ... e4 (17 ... bxc4 18.lLlxc4 el caballo viene y la repuesta evidente tiene una refutación tác­tica. 18 ... ds 19.lLlxe5 ixes 20.Wg4+ Wh8 2Lf6 i.xh2+ 22. Wxh2 Wxf6 23. Whs;!; la estructura negra tiene el máximo número de peones ais­lados posibles) 18.Wg4 Wh8 (18 ... Wf6 19.i.xe4 ixe4 zo.gxe4 Wxbz 21.�b1± además del peón las blancas toman la iniciativa) 19.he4 (19.�abl es posible pero pasiva) 19 ... ixbz (19...�fe8?! 20.�e2! i.xe4 21.�ael±) ZO.f6 �xf6 (20 ... ixf6 21.ixh7!+-) Zl.i.xb7 gab8

22Jaadl �b7 23.lLlcZí el caballo se centrali­za y de nuevo la estructura y la seguridad del rey están a favor de las blancas.

17.g3 Se cortan de raíz las amenazas en la dia­

gonal y ahora la posición de las piezas negras permite el bloqueo de sus peones centrales. Esta situación es casi siempre una condena en la Pelikan.

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Capítulo 8: 4 ... CiJf6 5. CiJc3 e5 Pelíkan 89

17 ... 0-0 17 ... ds? falla por la posición del rey 18.f4!

"§e7 19.fxes ixes 20.f6!+-. 18.c4 Preparando la próxima jugada. 18 .. J�ae8 18 ... bxc4 19.l!Jxc4± y aquí se comprueba

que la falta de la dama en e7 tiene efectos de­sastrosos sobre las casillas d6 y es.

19.j.e4! (D) Fuerza el cambio del alfil de casillas blancas

y el consiguiente bloqueo sobre dicho color.

19 ... ixe4 20.:!3xe4 W/xfs Zl.Wids± b4 22.CiJc2 aS 23J�dl

Es difícil elegir entre esta y la otra suge­rencia de Anand. 23.l!Jd4!? �xe4 este puede ser el motivo para no haberla jugado, pero la ventaja blanca es evidente. 24. Wfxe4 exd4 25.�d5± y caerá un peón.

23 ... W/g6 24.ttJe3 [24.)1¡ez±) 24 ... 'it>hs Si las negras logran jugar fs, la mitad del

bloqueo blanco se cae. zsJ�g4 W/hs 26J�h4 Wgs 27.Wif3! Impidiendo de nuevo fs. 27. V9xa5 fs

28.�xb4 f4 da a las negras cierto contrajuego. 27 ... fs!� Las negras toman su única oportunidad,

puesto que si una pieza blanca se sitúa en fs. serán aplastadas sin remisión.

28J�xd6 28.)1¡hs V9g6 29J!xfs e4 30.�f4+- es otro

tratamiento.

28 ... e4 [28 .. .f4? 29.�e4+-) 29.Widl f4 Buscando el contrajuego a toda costa, pero

las piezas blancas ocupan posiciones excelen­tes y no pueden dejarse intimidar.

30J3g4 30.E:hs V9e7 3l.l!Jfs E:xfs 32.E:xfs e3 con

algún contrajuego 30 ... Wes 31.gxf4 �xf4 32.�dz �xg4+

33.ltlxg4 W/gs 34.'it>hl hs?? Permitiendo una conjunción ideal sobre la

casilla hs. Se podía seguir ofreciendo resisten­cia pero las blancas tienen un peón más y sus piezas ocupan buenas posiciones.

Js.E:ds! W/h4 36.liJf6! 1-o

Partida 8.04 Garbisu U. - Gómez Gandara E.

ESP-ch Zamora, 1996

l.e4 es 2.ctlf3 Ctlc6 3.d4 cxd4 4.ltlxd4 ltlf6 s.ltlc3 es 6.ltldbs d6 7.j.gs a6 s.ltla3 bs 9.hf6 gxf6 10.ltlds �g7 ll.id3 ltle7 12.ctlxe7 W/xe7 13.0-0 0-0 (D)

La jugada más natural, manteniendo abi­ertas todas las posibilidades. Sin embargo de la experiencia con esta variante se deduce rá­pidamente que las negras pueden hacer muy poco sin fs, y ahora las blancas tratan de ser muy precisas en su orden de jugadas, para po­ner todas las pegas posibles a esta jugada.

14.Wf3 Esta es la jugada que recomiendo, a pesar

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90 Desmontando la Siciliana 2

de que las experiencias prácticas son muy po­cas. La dama blanca toma bajo control las dos casillas claves (fs y ds) y las negras están obli­gadas a actuar rápidamente (lo que significa entregar peones), antes de que el caballo de a3 complete su reciclaje y llegue a e3. Por su­puesto las blancas tienen una alternativa im­portante y sana en 14.c3, con lo cual se confor­marían con que el orden de jugadas 13.0-0 y 14.c3 (en vez del más habitual 13.c3 y 14.lüc2) habría limitado la elección de las negras. Muchas partidas se han jugado con ese cami­no, las ideas son las mismas que en la variante que nosotros seguimos, pero en el momento actual, la jugada de la partida me parece que enfrenta a las negras con mayores problemas.

14 ... f5 (D) Como ya decfamos casi ineludible, aunque

comienza la entrega de peones. Apenas hay experiencias con otras jugadas, pero vamos a

considerar las alternativas más lógicas. 14 .. Jffb7 Para doblar los peones blancos en

f3 después de la captura en fs. 15.c4 (1S.c3 fs 16.exfs?! �xf3 17.gxf3 ib718.ie4 ds+ justifi­caría la idea negra) lS .. .fs (1S ... bxc4 16.lüxc4± ayudan a reciclar el caballo; o 1S ... b4 16.lücz) 16.exf5 (16.cxbs ds! da un fuerte contrajuego) 16...�xf3 17.gxf3 bxc4 18.ie4 gbs 19.lüxc4 y el control de las casillas clave, más que el peón de ventaja ofrecen un ligero plus a las blan­cas. Por ejemplo: 19 ... ds (19 ... gds zo.gadl±; 19 ... ib7 20.l::tadl±) 20.ixds .bfs 2Lgfel Wh8 22.l::tadL!; Timmerman-Lemmens, En­schede 1993.

14 ... ds?l Una reacción temática que fa­lla por poco. lS.exds e4 (ls .. .fs?! 16.!xfs e4 17.!xe4 ixb2? 18.d6+-) 16.d6! Sin esta impor­tante intermedia la reacción táctica negra ten­dría éxito. 16 ... exf3 17.dxe7 ges 18.ie4 fxg2 19.l'!fdl! Este detalle es necesario. 19 ... ga7 20.ic6 gaxe7 2Lixe8 gxe8 22.�xg2±.

14 ... il.b7 l5.c4 gfd8 16.ltJc2± y con la in­mediata llegada del caballo a e3 la posición negra quedará sofocada.

14 .. J�b8!? Una útil jugada preparatoria

15.c3 fs 16.exfs b4 17.l!k4 bxc3 18.bxc3 ib7 19.ie4 ds 20.ixds e4 (Gastanares-Rahal, San Sebastián op 1994) y ahora con 2l.f61 las blan­cas se aseguran una clara ventaja.

15.exfs ds La consecuencia lógica de la jugada

anterior. En otro caso las blancas jugarán 1S.!e4 y no habrá reacción posible.

16.�xd5 i.b7 17.�b3 La dama blanca ha quedado momentáne­

amente fuera de juego y el caballo necesita varios tiempos para activarse. Pero las negras han entregado dos peones y han perdido la posibilidad de arrollar con su centro móvil al no tener peón d. Si las negras no concretan nada en las próximas jugadas la dama y el ca­ballo volverán al juego y mantendrán un sano peón de más.

17 ... e4 17 ... 'ªgs?! Amenaza antes, pero no con

más peligro y permite a las blancas mante­ner vivo su peón de fs. 18.f3 l::tad8 19.gadl �h4 20.c3 i.h6 21.g3 (Adelantándose a if4) 2l...ie3+ 22. Wg2 �hs 23. W/c2 gd6 24.ie4+- y la compensación se ha terminado Gutiérrez­Reinoso, Lima 2002.

18J�fel! (D) Una mejora a la partida básica Anand­

Kramnik. La idea es ceder la casilla fl al alfil para organizar mejor la defensa, y dar tiempo a las dos piezas despistadas en a3 y b3 de lle­gar al juego.

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Capítulo 8: 4...liJf6 5.liJc3 e5 Pelikan 91

lS . .iez '?;Vgs La idea es atacar el punto g2 para desorganizar la defensa de las casillas negras. 19J'1!adl e3 ZO.f3 Permitiendo a las negras realizar la segunda fase de su plan. Merece la pena considerar seriamente 20.g3!? defendiendo mejor las casillas negras. Aho­ra Kramnik propone la siguiente variante. zo .. J3ae8! (20 ... exf2+ 2Uhf2 13ad8 22.c3± y no parece haber suficiente compensación) 21.lDc4?! [Pero nadie dice nada de la natural jugada 21.c3 '?;Vxfs (21...exf2+ 22.13xf2) 22.fxe3 We4 23.13f3] 2l...exf2+ 22.13xf2 13;x:e2! 23.13xe2 \WgH. zo ... ies!� Zl.ltJc4 .if4 zz.l3d4 ids 23.l3xf4 i:lfxf4 24.%l/xe3 Wxfs 2s.id3 Wf6 26.liJb6 l3ad8 27.füxds 13xds zs.We4 '?;Vd4+ 29.Wxd4 13xd4 30.ge1 %-Yz Anand-Kramnik, Wijk aan Zee 1998.

18.gael!? con ideas muy diferentes, tam­bién parece una opción a investigar.

18 . . . Wfes La jugada lógica, tocando bz, y recuperan­

do de inmediato en fs. También se pueden considerar:

lS ... ies!? 19 . .if1 Wh4 20.g3 Wf6 21.c3 l3fd8!? (21...13ad8 22.füca el caballo ya llega y la dama no tiene problemas serios con .!ds) 22.tgz (22.lDc2?! .ids) 22...\Wxfs (22 ... 13dz? 23.ltJc4±) 23.\Wc2 la presión sobre e4 da un respiro a las blancas 23 ... 13d3 24. We2 y de nuevo el caballo está listo para reciclarse.

18 ... Wh4!? 19.g3?! (19 . .ifl directa y g3 solo cuando sea necesario parece lo más na-

tural) 19 ... \Wg4 20 . .ie2 (20.if1 13ad8 2l.CtJc4 Wxfs 22.CtJe3 Wf6 23.c3 E:d2 con enorme con­trajuego) zo ... i:lfxfs 2l.gad1 adelantándose a

la lucha por la columna d. 21...13ad8 22.1!!lb4 (22.c3?! e3! +) 22 ... 13fe8 Las negras han logrado un buen contrajuego Rodríguez López-Bernat, Szeged 1996.

19.c3 Wfxfs zo . .tf1 Las blancas preparan el reciclaje soñado

del caballo a e3 o d4. Si lo completan la partida estaría casi decidida, por lo tanto la situación alcanza el status de posición crítica.

20 .. J�ab8 Esto evita ltJc4 pero no pone demasiadas

pegas a la otra ruta del caballo. Veamos las alternativas:

zo .. J;fds 21. fücz (21. füc4!?;t) 21... 13d2 (21....ids?! 22.lDe3!±) 22 . .;ie2 E:ad8 23 .. ltJd4!t;

zo ... .ies 21.ltJc2 tds zz.l!!lb4 (22.füe3?? Whs-+) 22 ... We6 23.Wcst;

zo ... .ids!? 21.\Wb4 as (21....;ifd8 22.o!tJc2 .ifs 23.\Was ics 24.füe3;i;) 22.Wxbs 13fbs 23.\Wez a4 24.gedl gas 25.CtJc2 (25.g3l±) 25 ... 13xb2 1-0 Smikovski-Zherebukh, Voro­nezh 2007.

zo ... �h8!? 21.lt::lc2 Whs 22.13adl ies 23.g3 gae8 (D) Es uno de los planes más peligrosos. Las piezas negras apuntan hacia el enroque blanco y se prepara la ruptura f5-f4.

24.gd7! (Provocando la exposición del al­fil al salto del caballo, mantiene la defensa de las blancas. 24.c4 fs 2S.cxb5 f4 26.bxa6 e3� o

Page 92: Desmontando la siciliana 2

92 Desmontando la Siciliana 2

bien; 24.a4 fs 2S . .ig2 f4 � Tamayo-Oussama, Burguillos 2007 son buenos ejemplos de la facilidad que tienen las negras para desple­gar la iniciativa) 24 ... ic6 (24....ia8 2S.lüd4 fs 26.iüe6±) 2s.!td2 fs 26.iüb4! (26.iüd4 ias 27.iüe6 !tg8 28.f4;1; �h6 29.t0gs V9b6+00) 26 ... ib7 27.'?9da parece solidificar la posi­ción blancas, pero sólo nuevos ejemplos nos darán una evaluación fiable. 27 ... �h6 28. tüds l:ig8 (28 .. .f4? 29.l:ixe4!±) 29 . .ig2!.

21.ttlc2 V9gs 22J�adl;t (D)

Las blancas están terminando su reorgani­zación. El cabaUo puede ocupar una excelente posición en d4 y las torres están perfectamen­te centralizadas. Las negras tienen siempre una buena pareja de alfiles que les compensa ligeramente del peón que falta.

zz ... g,hs 23J�d7 �g6 24.ttld4 i.es?! 24 ... b4!? 25.�xb4 .ic6 26.t0xc6 l3xb4

27.iüxb4;!; 2S.V9b4± Las blancas están tomando la iniciativa. zs ... ias 26.V9cs gbe8 27.g3 fs zs . .ih3

V9hs? El error táctico que acelera la caída. 29.tLle6!+- f4?! 29 ... 'ªxh3? 30.�xe5+; 29 ... l:if6 lo relati­

vamente mejor 30.Iie7! !txe7 31.'?9xe7 V9f7 32.'?9xf7 l3xf7 33.ftdl+-

30.ttlxf8 V9xh3 31.fud17+ �xh7 32.ttlxh7 1-0

Partida 8.05 De la Villa J. - García Luque A.

San Roque, 1996

l.e4 es 2.ttlf3 tLlc6 3.d4 cxd4 4.ttlxd4 ttlf6 s.tLlc3 e6 6.ttldbs d6 7.Af4 es s.Ags a6 9.ttla3 bs 10.A:xf6 gxf6 11.tt:lds fs (D)

La jugada más natural y la que ha dado lugar a una de las variantes de más éxito en los últimos 30 años. Las negras se disponen a cambiar su peón doblado, abren líneas para su alfil de negras, que se situará en g7, y sobre todo minan el apoyo del importante caballo central.

12.id3 Por parte de las blancas también es difícil

encontrar una jugada más lógica y útiJ que esta. Desarrollan una pieza, amenazan exfs y evitan que las negras cambien el peón porque después de 12 .. .fxe4 13.ie4 el alfil de casillas blancas pasaría a ocupar una posición ideal. Lo cierto es que también tiene alguna desventaja, puesto que cierra la línea de la dama blanca que le permite vigilar ds.

12 ... ie6 La jugada que las negras eligen en aproxi­

madamente el 98% de las ocasiones, y que por lo tanto eclipsa casi por completo a las demás, y sin embargo existen dos alternativas que merecen seria atención.

12 .•. 'i:9'gs (D) Una jugada especulativa, que puso de moda Javier Ochoa en los años 80 del

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Capítulo 8: 4 ... Ci.Jf6 5. Ci.Jc3 e5 Pelikan 93

siglo pasado. Los módulos de análisis no le dan crédito, pero no es fácil de refutar sobre el tablero y las recomendaciones teóricas son bastante dudosas.

En resumen creo que es una jugada peli­grosa para las blancas si no están bien prepa­radas y merecedora de ser probada de vez en cuando. Y ahora:

a) 13.g4 Es la recomendación teórica, pero en mi opinión las cosas no son tan claras des­pués de: 13 ... Wd8 14.gxfs �xfs 1S.tbe3 (15. exfs?! Wgz) 15 ... �e6 16.'\Wdz i.h6 17.0-o-o (17 . .ixbs!?) 17 ... tbd4oo Lenski-Frilli, cr. 1984. La posición está llena de debilidades y defec­tos, pero las pieza negras son muy activas y por lo tanto no ceo que sus perspectivas sean peores.

b) 13.tbc7+ Wd8 14.tbxa8 Wfxg2 15J3f1 tbd4� solo se ha experimentado en la partida Vera-Ochoa, Cienfuegos 1977 pero la compen­sación negra parece abundante.

e) 13.exfs! es la jugada más sana y natural. ( �; .. 'Sa7 (13 ... Wxg2?? 14. tbf6+ Wd8

1S . .ie4+-; 13 ... Wd8 14.tbe3 ds?! 1S.i.e4+­Renet-Marco, Ulm 1984) 14.h4 Wfxg2? (14 ... Wh6 15.g4±) 1S.tbf6+ Wd8 16.�e4 Wg7 17.tbhs Wh6 18 . .ixc6+- Wendling-Murphy, USA cr. 1972.

12 . .. f4 Se intenta dejar sin valor la última jugada blanca y más adelante aprovechar este peón para lanzar un ataque al enroque blan­co, pero el defecto evidente es que el centro

blanco queda sin presión y les da manos li­bres para jugar con energía. 13.c4! (13.g3 es también una buena opción) 13 ... .ig7 (13 ... b4 14.Wla4+-) 14.cxb5 tbd4 15.bxa6 0-0 16.tbc2 la entrega de todo su flanco de dama por par­te de las negras es a veces temática, pero en este caso no parece justificada, puesto que el ataque todavía no ha comenzado y el caballo sigue firme en ds. 16 ... tbe6 17 .b4+- Nunn­Fedorowicz, Reikiavik 1990.

13.0-0 (D)

Esta es mi recomendación. Se puede co­menzar con 13. Whs y llegar a la misma posici­ón después de 13 ... ig7, pero no veo forma de refutar 13 ... 'Sg8.

13 ... i.g7 13 ... ixd5 Es la línea principal y se analiza

en las demás partidas pero hay otras alterna­tivas interesantes.

13 ... tbb8!? es una idea de Gurgenidze que no ha tenido seguidores. Unas fuentes la ig­noran, otras la dan como especulativa, pero nadie se molesta en refutarla, tal vez porque debido a su aspecto, nunca será popular. 14.c4 .ixds lS.cxds (15.exd5 e4!oo) 1S .. .tbd7 (15 ... fxe4 16.he4± no es lógico porque las blancas se adueñan de la casilla fs) 16.exfs .ih6 La ju­gada de la partida original Byrne-Gurgenidze. Es a considerar adelantarse a la jugada del tex­to de las blancas con 16 ... Wih4. 17.'\Whs Sobre defiende el peón de ventaja, impide la activa

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94 Desmontando la Siciliana 2

\Wh4 y se dispone a traer el caballo. 17.l0c2 \Wh4 18.g3 gg8 19. �h1 Wh3 20.a4 gg4!"" Byrne-Gurgenidze, Harare 1983. 17 ... §'f6 18.tilcz o-o 19.l0e3± Gerundino-Pantaleoni, Italia cr. 1987.

13 .. .f4?! Deja las manos libres en el centro y por lo tanto es muy cómoda para las blan­cas. l4.c4! �g7 (14 ... b4? 15.\Wa4+-; 14 ... ixd5?! 15.cxbs!±; 14...lüd4 IS.cxbs f3 16.g3 ixds 17.exd5 Wd7 18.ge1 y el ataque de las ne­gras ha resultado prematuro 18 ... axb5 19.l0c2 !Oxc2 20. \Wxc2± Sitnikova-Meski, Kapsokas 1978; 14 ... gg8 lajugada más peligrosa. Las ne­gras pueden crear amenazas rápidas contra el enroque blanco. 15.cxb5! �h3 16.g3 no hay que temer a la entrega de calidad, porque las casillas blancas quedan bajo total dominio y el caballo de ds pasa a ser el verdadero domi­nador de la partida. 16 ... l0d4 17.tilc2 tüxbs 18.ge1 ig4 19.ie2 �d7 20.a4 !Oc7 21.c!Llcb4 !Oxds 22.tüxds fxg3 23.hxg3± las amenazas negras han sido paradas y los defectos de su posición persisten. Dvoiris-jiri Nunn, Memori­al Rubinstein 1989) 15.cxb5 c!Lld4 16.bxa6 0-0 Como muchas veces ocurre en la Pelikan, las negras han entregado su flanco de dama para lanzar un ataque en el centro y flanco de rey comenzando con f5, pero sus operaciones ac­tivas van demasiado atrasadas. 17 .!Obs c!Llxbs 18.hbs fs 19.gcl (Amenaza c!Llc7) 19 .. ,ga7 zo.gc6 (Amenaza gd6) zo ... ct!:?h8 Zl.tilc3 fxe4 zz.l'&xd6 §'gs 23.l0xe4+- y no hay ninguna compensación. Kotronias-Krisafis, Korintos 1998.

13 ... gg8!? Con ideas similares a la varian­te anterior. 14.c4 b4 (14 .. .f4 traspone a 13 ... f4 15.cxb5) lS.li.kZ (15.\Wa4 il.d7!00) 15 ... a5 (15 ... f4 16.!0cxb4±) 16.exf5 hd5 17.cxds±.

14.e'hs! (D) Solo cuando el alfil ya está en g7 las blancas

trasponen a la variante clásica. La dama ejerce una fuerte presión desde h5 y casi obliga a las negras a cerrar el centro con f4.

14 .. .f4 14 ... h6 15.c3 Mantenemos esta jugada

como principal, aunque tal vez más promete­dora aún sea 15.c4!? ejemplo 15 ... �xd5 16.exd5 lüd4 17.ixfs \Wgs 18.\Wxgs hxgs 19.id3 fs (19 ... e4 es crítica 20.ixe4 lüe2+ 21. <l7h1 �xbz 22.:!�ael c!Llc3 23.tilc2 <J7fs 24.�d3!) zo.cxbs (20.f3!±) 20 ... e4 2l.ic4 ies 22.h3 'tt>e7� Kar­jakin-Milanovic, Playchess.com 2004. 15 ... 0-0 16.c!Llcz El caballo blanco está a punto de com­pletar su reciclaje. 16 ... fxe4?! Puesto que el posterior avance fs falla tácticamente, esta jugada permite a las blancas tomar el control estratégico de la posición. Lo más lógico sería impedir el acceso del caballo blanco a e3 con 16 .. .f4!? pero al desaparecer la tensión central las blancas pueden jugar libremente: 17.a4! y el flanco de dama de las negras se desmorona. 17 ... bxa4 18J�xa4 as 19.ic4í. 17.he4 fs?! Esto falla, pero es consecuente con las juga­das anteriores. 17 .. Jk8 18.tilce3!± con el su­percontrol ya conocido. 18.c!Llf4!± id7?! (18 ... exf4 19.ixc6 gcs zo.gfel ic4 21.ltlb4± y las blancas se hacen dueñas de ds) 19.id5+ ct!:?h7 zo.Wg6+ 'tt>h8 21.tilh5+- Las piezas blancas se han colado por todas las rendijas y se pierde material. Zl...%ie7 zz.l0b4 tüxb4 Z3.ha8 ggs Z4.cxb4 Spassky-Sveshnikov, Moscú 1973.

14 ... 0-0? es perdedora lo que no evita que haya 34 partidas con ella en mi base de datos, 15.exfs! �xd5 16.f6 e4 17.fxg7 ge8 (17 ... <l7xg7 18.\Wxds exd3 19.\Wxc6+-) 18.\Wxds ltlb4 19.Wb3+-.

Page 95: Desmontando la siciliana 2

Cap(tu/o 8: 4 ... l:¡jf6 5. t:jjcJ eS Pelikan 95

14 .. Jk8 Es una idea poco explorada y muy natural. Las negras tratan de hacer una ju­gada más útil que la de las blancas antes de cerrar con f4. 15.c3! Y las blancas renuncian a c4 para minimizar la efectividad de l3c5. 1S.l3fdl f400; 15.c4 fxe4 16.�xe4 lt:ld400• 15 ... h6 (15 ... 0-0? 16.exf5+- sigue siendo ventajo­so; 1S .. .f4 16.ltlc2 o-o 17.a4±) 16.tilc2 fxe4 (16 ... 0-0 17.lt:lce3±; 16 .. .f4 17.a4±) 17.ixe4 t0e7 18.ltlce3± y las blancas han logrado el clásico control estrangulador sobre las casillas ds y fs. Gullaksen-Selmer, Noruega cr. 1990.

15.c4 b4?! Parece lógico cerrar para aguantar más

tiempo en el flanco de dama y luego lanzar la ofensiva con fs, pero en realidad esto da a las negras una posición muy pasiva, debido al apoyo extra que recibe el caballo de ds. Las blancas disponen de varios planes promete­dores: pueden jugar en el flanco de dama con b3 y a3, en el flanco de rey con g3, �hl y la columna g y la maniobra lt:le1-f3-h4 puede aumentar el control de las casillas blancas. La variante ha perdido su encanto a alto ni­vel, pero es una elección muy lógica a un nivel medio, porque limita las montañas de teoría y da una lucha de doble filo.

15 ... 0-0 Es una continuación especulativa que no ha logrado alcanzar la respetabilidad deseada, pero que tiene su peligro: 16.cxbs t0d4 17.ltlc2 Es importante eliminar el peli­groso caballo. En lugar de esto 17.bxa6 .txds 18.exds fs deja la iniciativa en manos de las negras. 17 ... lt:lxbs? Algo mejor es 17 ... ltlxc2 18.ixc2 axbs pero las blancas consiguen el supercontrol con 19.l3fdl± (o 19.ib3± ). 18.a4 ltla7 (18 ... lt:lc7?! 19.lt:lcb4 id7 20.ltlxc7 Vfixc7 21./0ds �d8 22.b4± Prandstetter­Netskash, Decin 1976) 19.a5 ltlc6 20.lt:lcb4! t0xa5 (20 ... lt:lxb4 21.ltlxb4 �c8 22./0ds ixds 23.exds fs 24.l3fc1 �d7 25.l3c6± las negras tienen cierto contrajuego, pero no debe ser suficiente).

1S ... bxc4 La continuación principal se analiza en las partidas 8.06 y 8.07.

16 ... as La otra forma de defender el peón, lleva a

posiciones similares. 16 ... l3b8 Tiene ventajas e inconvenientes

sobre aS. La ventaja principal es la posibilidad de avanzar el peón a b3. La desventaja es que si las blancas no actúan pronto en el flanco de dama la torre meramente está defendien­do el peón de b4. 17.b3 (D) Lo más sencillo, una vez visto que la inmediata lla3 b3 no es clara para las blancas. Se fija el peón de b4 y se mantienen abiertos todos los planes. Por supuesto las jugadas alternativas por ejemplo lif,l3fd1!?, e incluso l'ªg3 que Sveshnikov ca­lifica de prematura, también han conseguido buenos resultados. Y ahora:

a) 17 ... a5 es casi una transposición a la par­tida guía. 18.l3ad1 0-0 19.g3! Comenzando el plan temático, la apertura de la columna dará

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96 Desmontando la S id liana 2

a las blancas buenas oportunidades de ata­que. 19 ... �d7 20.f3 fxg3 21.hxg3 (Zl.l0ce3!?) 21...fs 22.exfs �xfs 23 . .ixfs �xfs 24.�g4± el fuerte caballo en ds contrasta con el torpe alfil de g7.

b) 17 ... h6 18.i!adl Esta jugada se repite en el plan que recomendamos. La presión a lo largo de la columna d es muy eficaz, a pesar de la presencia de varias piezas por medio. Además la torre se aparta de la gran diagonal y refuerza el plan con g3. 18 ... a5 19.g3 �gs 20.�e2 Evitando hacer concesiones en las ca­sillas blancas, y preparando las amenazas al punto d6. 20 ... 0-0 21. 'it'h1 Preparando la aper­tura de la columna g y por lo tanto obligando más o menos el cambio de damas. 21... �xhs 22.ixhs fs?! 23.lüc7 �f7 El cambio del alfil de casillas blancas es un éxito para el primer jugador. Además los peones negros son muy vulnerables y el alfil de g7 no logra ver su di­agonal abierta. 24.�xf7+ �xf7 2S.l0bs fxe4 Z6.l0xd6 �d7 27.lüxe4 i!bds± Las blancas tienen alguna dificultad técnica debido al con­trol de la columna d por parte de las negras, pero su ventaja es indudable.

e) 17 ... 0-0 18.i!adl las blancas siguen el plan propuesto casi indiferentes a las jugadas negras. 18 ... 'it'hs 19.g3! '1Wd7 ZO.f3 fxg3 21.hxg3 (Zl.i0ce3!?) 21...fs 2Z.C;f;>gz! con el rey negro en h8, la ocupación de la columna h, es más eficaz que de costumbre. 2Z .. .f4 (22 ... fxe4?! 23.�xe4+-) 23.�h1 igs 24.g4± �f7 25. '1Wh4 as Z6.Elh2 l;tb7 27.l;tdh1 �as 28. 'l:igs lOe? 29.c5 1-0 Marczell-Branding, ICCF 1996.

16 ... 0-0 también es posible, porque tras 17.l0cxb4 l0xb4 18.l0xb4 las negras recupe­ran el peón. 18...'ªb6 19.l0ds �xb2 pero las blancas activan mucho sus piezas y tienen ventaja: 20.�abl '1Wd4 21.gfd1±.

17J�adl (D) Otras jugadas como 16.b3 o 16.g3 han teni­

do también éxito, pero la jugada de la partida mejora la posición de las piezas y deja abiertas todas las posibilidades.

17 .. J�b8 jugada ya con la intención de llevar la

dama a gs antes de enrocar. 17 ... h6 busca llevar la dama a gS, como en

la partida pero tiene un defecto táctico: 18.c5l (Se descubre uno de los puntos de gadl) 18 ... 0-0 (18 ... dxc5?! 19.ibs id7 20.lüxf4!+-) 19.ibs l0d4?! (19 ... lüa7 es mejor pero no está libre de problemas. 20.�a4 dxcs 21.l0xf4±) zo.l0xd4 exd4 2l.c6+- Tseshkovsky-Bos, Wisla 1992.

18.b3 Siguiendo el plan ya conocido. 18 ... h6 19 . .tez Con la idea de adelantarse a �gs. 19.g3!?

traspone al comentario a la jugada 16. 19 ... 0-0 19 ... '11:ig5 es un poco fea debido al jaque en

c7, pero en realidad es jugable. 20.i0c7+ 'it'e7 21.lOdS+ �es 22.g3±.

20.i.g4! Tratando de exprimir al máximo el tiempo

perdido por las negras con h6, para forzar el cambio de alfiles de blancas. Por supuesto el plan g3 sigue siendo prometedor.

20 .. J"�b7 zo ... 'l:igs? falla por 21.\Wxgs hxgs 22.ixe6

fxe6 23.l0c7+- y un peón cae. 2L§h3 ixg4?! Después de esta jugada que cede el control

absoluto de las casillas blancas la ventaja po­sicional del primer jugador es muy clara. Si las negras quieren luchar deben intentar soste-

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Capítulo 8: 4 ... li:Jf6 s.li:Jc3 es Pelíkan 97

ner su alfil en e6. 21...\1;id7?! zz . .ifs± seguido de g3; 21..J�e8 22.�f5 �gs es lo más tenaz 23.l3felt.

zz.Wxg4 Wg5 23.'ªez± Las blancas optan por reagruparse para

luego elegir entre el plan en el flanco de dama (a3) o el plan más frecuente en el flanco de rey (g3). Pero era también muy interesante 23. \1;ifs!?

23 .. J3a8 24.@hl 24.�d2! debe ser la más correcta. Z4 ... a4 25.Wfdz Esto gana un peón y se mantienen impor­

tantes ventajas posicionales, pero las negras consiguen algún contrajuego y el resto de la partida es muy tenso.

25 ... axb3 26.axb3 :Saz 27.:Sal :Sba7 28J3xa2! gxa2 29.'�·d3 [Controlando f3] 29 .. J�b2 [29 ... lLlas 30.lLldxb4 !lbz 31.lLlal+-] 30.CL!dxb4 lt:Ja5 31.li:Jal!+- (D)

El resto de la partida sigue siendo comple­jo, pero lo ofrecemos con ligeros comentarios porque se va alejando de nuestro tema.

31...Wfg4 32.li:Jbc2! [P,repara b4] 32 .. .f3 [Buscando contrajuego desesperadamente] 33.gxf3 Wfh3 34.ggl lt:Jc6 35.Wfdl CL!d4 36.:Sg3 Wh5 37.tt:'lxd4!? exd4 38.Wcl?! [38.lLlc2! 'it>h7 39.lLlxd4 i.es 40.'it>g2+- es el procedimiento más natural, menos complica­do y mejor] 38 .. Ji'ixf2!! 39.Wgl! [39Jhg7+? lleva a tablas 39...<;t>fs! (39 ... <;t>xg7 40.�gl+ Wgs 41.Wxf2 d3 42.�d4++-) 40.Élg8+ 'it>e7

41.�f4 l3xf3 4Z.Wd2 l3f1+43.l3gl �f3+ 44.�g2 l3xgl+ 4S.<;t>xgl �dl+ 46.\1;ifl �g4+ 47.�f2 �f4+= 48.�e2?? d3+ 49.Wel d2+-+] 39 .. J��a2! 40.gxg7+ i>fs 41.l3g8+?! @e7 42.:Sg3 d3! [42...�a543.�xd4 l3xa1+44.l3gl +-] 43.b4 We5 [43 ... d2 44.�dl Wes 45.lLlb3 �c3 46.Élg2+-] 44.li:Jb3 Wlbz 45.eS! Wfxb3 46.exd6+ i>d7? [ 46 ... Wxd6!;!; pondría a las blancas má­ximas dificultades] 47.We3 \Wdl+ 48.:Sgl \We2 49.\Wf4! \We6 SO.cS l3b2?! [Todavía 50 ... Élc2! ofrece muchos problemas. Por ejem­plo: Sl.:Sal!? dz 52.l3gl (52.l3a7+?? <;t>c6-+) sz...�ds 53.l3dl �e6 54.bs±] Sl.Wfd4+- Wez S2.c6+! @xc6 53.\Wc5+ @b7 S4.Wfc7+ i>a6 5S.i3al+ :Saz S6.Wc4+ @b6 57.\Wxaz dz 58.Wa7+ i>c6 59.Wc7+ 1-0

Partida 8.06 Short N. - Sax Gy.

Saint]ohn (m/1), 1988

l.e4 es z.tt:lf3 lL'lc6 3.d4 cxd4 4.lbxd4 tbf6 5.li:Jc3 es 6.CL!db5 d6 7 .igs a6 s.lüa3 b5 9.ixf6 gxf6 10.lbd5 f5 1Lid3 ie6 12.\Whs ll.g7 13.0-0 f4 14.c4 bxc4 (D)

Entrando en la variante que durante muchos años fue la principal de la Pelikan.

El aspecto es muy sospechoso porque el alfil blanco logra una ubicación excelente y el punto fuerte en ds parece eterno. Pero las negras lograban hacer mucho contrajuego apoyándose en los temas básicos: casilla d4

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98 Desmontando la Siciliana 2

para su caballo, ruptura fs y aprovechamiento de la pobre posición del caballo en a3. Ahora esta variante ha caído en desgracia, pero ha acumulado una gran cantidad de teoría. Las ventajas posicionales de las blancas han sido llevadas al éxito a través de análisis muy pre­cisos y las valoraciones parecen definitivas.

15.hc4 0-0 El enroque es lo más natural y con mucho

lo más frecuente, pero hay que tener en cuen­ta una interesante alternativa:

1S ... liJd4 La idea de esta jugada puede ser evitar el cambio del caballo adelantándose a tiJc2, o bien especular con algún eventual f3. Recibe escasa atención de los manuales teóri­cos, pero su refutación está lejos de ser clara. 16J:Ucl! (preparando liJc2) 16 ... 0-0 17.lúc2 lúxc2 18J%xc2 @ha 19.�ac1 �c8 20.�c3± y es difícil deshacerse del dominio de las piezas blancas en las casillas claves. Pedzich­Wehmeier, Miedzybrodzie 1991.

16.�acl (D) Las blancas se disponen a pasar la torre

por la tercera fila, a especular con la posición indefensa del caballo en c6, y pueden respon­der a ttld4 con lúc2. La directa ttlc2 permite la inmediata reacción fs. Las negras están ante un verdadero cruce de caminos.

16 ... CLle7 En todo caso parece más lógico cambiar el

caballo de ds que el de a3 (como sucede en la variante liJd4). Consideremos las alternativas:

16 ... ttld4 Va al encuentro de las intencio­nes blancas. 17. liJc2 ttJxc2 (17 ... ttJbs 18.a4 ttlc7 19.ttlcb4±) 18.laxc2 @h8 19.lafcl lac8 (19 .. .fs? vuelve a fallar por 20.lúxf4; 19 ... �a7 20.b4 fs 21.ttlxf4 exf4 22.ixe6 fxe4 23.ifs if6 24.lac8 Wle7 25 . .ixh7 r:JJg7 26.ifs .ibz 27.Wh7+ r:JJf6 28.�xf8+ Wxf8 29. Wg6+ @es 30. We6+ Perenyi­Sorm, Decin 1978) 20.b4 preparando la captu­ra en a6 (20.ixa6?! laxc2 21.laxc2 Wasoo) 20 ... aS 21.a3± y con el peón pasado en el flanco de dama y el control total de la posición no está en duda quien tiene la ventaja. Ulibin-Nunn, Sochi 1989.

16 ... laa7 La torre evita algún doble y se prepara para jugar en un futuró contra el enroque blanco, pero de momento que­da un poco tonta aquí. 17J�fdl Wb8 (17 ... fs? 18.lt:lb4!+-) 18.b3 lt:ld4 (18 .. .fs? 19.exf5+-) 19.ttlc2 lúbs 20.ttlcb4! Y no hay forma de evi­tar la pérdida de material mientras las blancas siguen manteniendo el control absoluto de la posición. 20 ... Wlb7 Zl..ixbs Wxbs 22.lúc6 �b7 23.a4 Wxb3 24.ttla5+- Sion-Remón, La Habana 1991.

16 ... fs?! falla por 17.ttlb4!±. 16 ... r:JJh8 Es una jugada frecuente pero

casi siempre traspone a la variante principal después de 17.lafdl! lab8 18.b3.

16 ... lab8 es la variante principal y se estu­dia en la partida 8.06 17.b3.

17.�fdl Manteniendo abierta la posibilidad de

tomar en ds con una pieza. 17 ... �c8 Casi todos parecen de acuerdo en hacer

esta jugada que dificulta las maniobras blan­cas. Pero alguna de las alternativas es muy lógica. 17 ... fs? falla ahora por 18. ttlc7+-; 17 ... laa7 18.�d3 c.t>h8 19.�cd1± Boudre-Er­dogan, Francia 1979; 17 .. J�b8 18.lt:lxe7+ Wixe7 19.b3± Van der Wiel-Haakman, Harlem 1992.

18.ctJxe7+ Wlxe7 19.�c3! (D) La torre se prepara tanto a doblarse en la

columna d, como a amenazar el enroque ne­gro por la tercera fila.

Page 99: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 8: 4 ... lüf6 5. CDc3 e5 Pelikan 99

19 ... �h8 Necesaria para preparar fs. De las otras al-

ternativas, solo una debe tomarse en serio. 19 .. Jk6?? 20 . .ilxe6 gxc3 ZL.ifS+-; 19 .. .f5? 20.exf5+-; 19 .. J:�fd8!? Una jugada útil, que sobre de­

fiende d6 y especula con algún eventual ds. 20.�e2 La dama apoya la lucha por las casillas blancas tocando c4 y a6. 20.b3?! revela uno de los puntos de la jugada negra. zo ... ds! Zl.exds ixds 22Jkd3 i.xc4 23.lüxc4 e4 con buen con­trajuego. Kuniyuki-Bauer, cr. 1991. zo .. .c�hs! Dificultando ie6y preparando fs. Por ejemplo: 20 ... a5?! 2Li.xe6! fxe6 (21...!hc3?! 22.ixf7+) 22.gxc8 gxc8 23.ClJc4±. 2l.�d3! (21.ixe6 gxc3 22.bxc3 �xe600 el caballo blanco no tiene un buen punto de apoyo, o mejor dicho está lejos de él) 2l...d5 Tal vez precipitado, pero las blancas estaban ya dispuestas a con­solidar su dominio con ie6 o .ids. 22 . .ixds �xc3 23.�xc3 .ixds 24.�xds �xds 25.exds e4 26.�c8+ ifs Peter-Rausz, Budapest 1988. Y ahora en vez de la glotona 27. Wla6 las blan­cas pueden casi forzar la victoria con 27.lDc4! por ejemplo: 27 ... W/b4 (27 ... @g8 28.W/g4++-) 28.�fl �g7 29.b3+- con idea de W/g4.

zo.b3 fs La jugada más deseada, pero justo ahora

permite molestas amenazas en h7. Veamos otras alternativas:

zo ... ds? Zl.exds .ixds zz.gxds §'xa3 23 . .id3+-; 20 ... id7!? Una sugerencia de Short que no ha sido puesta a prueba hasta ahora.

La idea, poco disimulada es jugar ds, pero los análisis del propio Short ponen en duda su corrección. 2LlDb1! evitando los trucos y dando un paso hacia ds. Zl...fs 22.ixa6±.

zo ... �gs 2l.gcd3 .ifs (21...�cd8 22 . .ixe6 Viixe6 23.ZL\c4±) 22 . .ixe6 Viixe6 (22 ... fxe6 23.lDc4±) 23.lüc4 l:!c6 24.vtifs vtig6 zs.'�xg6 !!xg6 Y el blanco ha alcanzado la posición­control deseada. Mukherjee-Kruse, cr. 1995.

21J3h3 h6 22be6 Wxe6 23J!hd3± (D) Con la maniobra de ida y vuelta de la

torre, las blancas han logrado varios objetivos estratégicos deseables: el cambio del alfil de casillas blancas, el control de la casilla ds y un punto de apoyo de paso para su caballo en c4. Está muy claro que el resultado de la apertura ha terminado en su favor.

23 .. Jkd8 23 ... fxe4 Podría ser la única jugada capaz

de complicar los asuntos, pero sigue 24.l:!xd6 Viie7 zs.lüc4 gcd8 26.Viig6± y las negras son incapaces de crear contrajuego.

Z4.W/ez Reagrupando para mantener el control ab­

soluto de las importantes casillas blancas e4 y ds. Como consecuencia de dicho control el alfil de casillas negras seguirá inactivo.

También es correcto 24.lüc4 fxe4 25.�xd6 gxd6 26.gxd6 §'e7 pero ahora no hay necesi­dad de capturar el peón de a6 y permitir cier­to contrajuego. 27.gxa6?! (27.Wg6; 27.h3) 27 ... e3! 28.fxe3 fxe3 29.Viie21:t.

Page 100: Desmontando la siciliana 2

100 Desmontando la Siciliana 2

24 ... fxe4 24 ... �g6 25.f3± y sigue manteniendo el

control. 25.V:Vxe4 f3!? Un intento lógico de crear complicaciones

antes de que el caballo blanco se centralice y la partida quede posicionalmente decidida.

26.¿¿jc4! 26J!txf3?! permite 26 ... ds con algún lío,

por ejemplo: 27. Wih4 e4 28.Rxf8+ Rxf8 29.l0c2 d4!� 30.l0xd4?! Wd6 3l.�xe4 Rda+.

26 .. JU4 26 .. .fxg2 facilita el trabajo blanco 27.Rxd6

Rxd6 28.Rxd6 Wff7 29.Wfxg2 Rg8 30.Rg6±. Z7.V:Vds V:Vg4 (D) Después del cambio de damas y la caída

inevitable del peón d6, la actividad de las negras no es suficiente.

28.Rxf3?! Provocando el paso a un final, que es más

tranquilo de conducir, pero difícil de llevar a la victoria en vista de la degradación de los peones blancos. 28.lt:le31 W!gs 29.g3 es una alternativa sencilla que mantiene el control de la posición.

zs .. J;xf3 29.V:Vxf3 V:Vxf3 30.gxf3 ds 31. c.tlf1 .if6 3Z.¿¿jb6 d4 33. c.tlez igs

33 ... �g7l? 34.¿¿jc4 if4 35.h3 E!:g8 La torre no hace nada por aquí. Algo mejor

sería 35...�g7 36.�d3 �f6 37.Rgl. 36.b4

Las blancas se disponen a hacer uso de su mayoría móvil en el flanco de dama.

36 ... E!:g2? Y las negras deciden írse con todas sus

piezas a la Patagonia, para no verlo. Mejor parece 36 ... Rbs±.

37.a4+- c.tlg7 38.bs axbs 39.axbs @f6 40.b6 c.tle6 41.b7 Rgs 4z.gbl gbs 43.gbs c.tld7 44.¿¿jas c.tlc7

44 ... �g5 45.Rxes i.d8 46.Rd5+ �e6 47.Rxd8

4S.c.tld3 c.tld6 46.h4 �c7 47J�b2 J.hz 48.c.tle4 .tf4 49J':kZ+ c.tld7 so.c.tld3! ihz SIJ;cl if4 52.E!:gl clld6 53.c.tlc4 1-0

Partida 8.07 Rittner,Horst - Privara,Igor

OlmlO cr., 1982

l.e4 es z.¿¿jf3 ¿¿jc6 3.d4 cxd4 4.¿¿jxd4 ¿¿jf6 s.¿¿jc3 es 6.¿¿jdbs d6 7.igs a6 s.¿¿ja3 bs 9 . .bf6 gxf6 10.¿¿jds fs ll.id3 ie6 12.V:Vhs .ig7 13.0-0 f4 14.c4 bxc4 15.hc4 o-o 16.gacl E!:b8 17.b3 (D)

Con 16 .. .1:!b8 hemos llegado a la variante principal, pero el verdadero cruce de caminos se produce en la jugada siguiente.

17 ... V:Vd7 Esta es la continuación más frecuente. Las

negras no amenazan de inmediato ig4 (por la respuesta �gs), pero la ponen en cartera y con la defensa del caballo y del aJfil de e6

Page 101: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 8: 4 ... li:Jf6 5. t2Jc3 eS Pelikan 101

están más cerca de la ruptura temática (y casi imprescindible) fs. Las otras alternativas no han tenido mucho éxito:

17 ... 'ªa5?! Esta jugada solo tiene sentido táctico y tuvo un éxito fugaz en los últimos años 80. 18.l!k2 (D)

18· ... �h8 El complemento lógico de la juga­da anterior sería 18 ... 'ªxaZ?! pero se encuen­tra con una fuerte respuesta táctica: 19.tL\cb4!! ttJxb4 (19 .. J�xb4 20.t2Jxb4 t2Jxb4 Zl.ixe6 fxe6 zzJ:k7 traspone) 20.lDe7+ <;!¡hs 2l.ixe6 fxe6 (21...:!:ib7 zz.i.f5 h6 23.lDg6+ fxg6 24. 'ªxg6 �g8 25.:!:ic3 Wfa5 26.:!:ifc1 ltla2 27.:!:ic8 tDxc1 28 . .ie6++- Khruschiov-Yagupov, Rusia Cup op 20o1) 22.tbg6• <;!¡gs 23.lDxfs :!:ixfs 24.:!:ic7 <;!¡hs (24...Wlxb3?! zs.gfcl+- y la amenaza :!:ig7 es imparable) 25. Wlg4! :!:ig8 26. Wfxe6 :!:if8 27.:!:ic8 h6 (Dgebuadze-Vandevoort, Eupen 2008) y ahora, como ya analizó previamente Lutz en Informator: 28.:!:ixf8+ .ixf8 29. Wff7 .ig7 30J:jc1 tDcz 31.Wf5+- gana. 19.:!:ifdl :!:ig8 Des­pués de renunciar definitivamente a tomar el peón de a2, las negras sufren el castigo por su improductiva excursión. 19 ... Wtxa2 es la alter­nativa lógica pero después de 20.Wfe2 la dama negra tiene problemas y el peón de a6 está condenado. 20 ... ixd5 (20 ... Wfa5 21.:!:ia1 Wfd8 zz.gxa6+-) Zl.:!:ixds Wbz 22.:!:icd1±. 20.b4! Wds 2 1..ixa6±. Las blancas deben neutralizar poco a poco los intentos negros y finalmente se imponen con su peón pasado. Short-Kuijf, Wijk aan Zee 1990.

17 ... hds?! Es un disparate estratégico, que se basa en la captura de un peón después de: 18.hds lDb4 1 9.:!:ifdl tDxa2 Sin embargo las blancas acaban recuperando el peón, por ejemplo: 20.E:c6! E:b6 (20 .. .'ªe7 21.lDc4 lDb4 22J:jxd6 tL\xd5 23.E:6xds E:xb3 24.lDd6± y el caballo blanco se dirige a f5 con ataque im­parable. Wolff-Bronstein, Wijk aan Zee 1992) 21 .E:xb6 Wlxb6 22.tLlc4 Wfc7 23.tLlxd6 lDc3 24.lDf5!± Stean-Sax, Las Palmas 1978.

17 ... lDd4?! Facilita los planes blancos al permitir el rápido cambio de su caballo malo. 18.lDcz! ttJxc2 19.E:xc2 'i!?h8 20.g4 (zo.E:dl!?±) zo ... E:gs z1.'i!?h1 .tfs zz.E:gl± Kotronias-Reinderman, Wijk aan Zee 1995.

1 7 ... �h8?! Se ha jugado a menudo, aun­que es inexacta por este orden. 18. tDxf4 ixc4 (18 ... exf4 19 . .ixe6 lDd4 zo . .ic4 f5 Idler­Reichel, cr. DDR 1989 y ahora con 2Lid3± las blancas mantienen su peón sin com­pensación) 19.gxc4 tDas 20.l2Jd5 (20.:!:ia4!? puede servir para los que no quieren entre­gar nada: 20 ... lDxb3 2Laxb3 exf4 22.:!:ixa6 E:xb3 23.Wds±) 20 ... ttJxc4 21.lDxc4± con una compensación tremenda por la calidad. Tischbierek-Staudler, cr. DDR 1990.

18.!3fdl (D)

La jugada más natural, poniendo en juego la penúltima pieza (no olvidemos el caballo) y previniendo la amenaza estratégica .ixds -lDb4, que puede seguir contra otras jugadas

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102 Desmontando la Siciliana 2

como por ejemplo Wh4. De nuevo las negras han intentado varias jugadas

1s ... <i>hs 18 ... tiJd4!? 19.tiJcz lilxc2 zoJ!xc2 �hs Es

difícil hacer algo activo sin esta jugada que pre­para como siempre 22 .. .f5 y 22 ... .ig4. Zl.Wh4! Esta jugada, puesta a prueba casi exclusiva­mente en partidas por correspondencia, es la causante de la caída en desgracia del esquema negro. La dama apoya los incordiantes saltos del caballo a e7 y f6. 21. .. fs?! Lógica, pero con defecto táctico. Algo mejor es 21...-ixds aunque hace fuertes concesiones posicio­nales y solo aspira al empate: 22.ixds �fes 23.�dcl �xc2 24.�xc2 as 2s.Whs �fs 26.g4± Luther-Nikolaidis, Aegina 1993. 2Z.tiJe7! El detalle táctico. 2Z ... ixc4 (22 .. .fxe4 23.lüg6+ �g8 24.lüxf8 �xf8 zs.Wg4 �e8 26.�cd2 �f8 27.ixe6 �xe6 28.Wf5+ �g8 29.Wxe4+-) 23.lilg6+ �gs 24.ttJ:xfs E:xfs 25.13xc4 fxe4 26.13xe4 ds La movilización de los peones ne­gros obliga a cierto grado de atención, pero no ofrece una compensación real. 27.\l!Yhs We6 28.13a4 Wc6 29.Wez! Obliga a entregar el peón de a6 para evitar el bloqueo. 29 ... e4 (29 ... �a8 30.Wd3 d4 31.f3+-) 30.�xa6 Wcs 31.b4 Wxb4 3Z.Wh5+- Oskulski-Ivanov, cr. ICCF 1994.

1s .. .fs?? 19.exfs �xfs zo.Wxfs+-. 19J�Yh4 (D)

Adelantándose a ig4. Ahora las negras tienen dos continuaciones muy diferentes a su disposición:

19 .. .f5 La jugada más lógica desde el punto de

vista estratégico. Esta posición se ha pues­to en práctica sobre todo en partidas por correspondencia y el grueso de los análi­sis ha ido filtrando la conclusión de que el contra juego negro puede controlarse. Además los módulos de análisis ofrecen una ventaja muy amplia a las blancas y eso desmoraliza a virtuales investigadores. Sin embargo, en la práctica es peligroso jugarla con blancas sin conocimientos muy precisos.

19 ... ixd5 Es tan frecuente como fs, a pe­sar de hacer una concesión posicional grave. zo.hds ttJb4 (D) Las negras esperan eliminar el alfil con este salto, pero es posible también 20 ... tild4, especulando con jugadas como f3 o lüez. 21.�c4! El propio Sveshnikov mostró el camino, lo cual merece la máxima confianza. Las blancas preparan el cambio temático ttJc2. 21. .. f5 (21. .. E:bc8 22.E:xc8 �xc8 23.Whs!± evi­tando lilez y seguido de ttJc4; 21...f3 abre el camino a fs al caballo blanco. 22. ttJc2 lüe2+ 23.�f1 �fes 24.lile3 lüc3 zs.gdz lüxds 26.�xds fxg2+ 27. �xgz± con absoluto control de la posición) 22.lüc2! fxe4 (Algo mejor sería lilcz) 23.lüxd4 exd4 24.ixe4 ies± Aún que­da trabajo por el peón pasado de d4 y el sólido anclaje del alfil, pero la estructura de peones de las negras es demasiado mala. Sveshnikov­Vyzmanavin, Moscú, 1987.

Zl.E:c3! fs Más delicada es 21...lilxa2!? pero

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Capítulo 8: 4 ... l:i:Jf6 5. l:i:Jc3 eS Pelikan 103

después de 22. gh3 h6 23.'llc4 las negras se en­cuentran ante la tesitura de aceptar una posi­ción pasiva o jugar fs en dudosas condiciones tácticas; por ejemplo: 23 ... gbd8 (23 .. .f5 24.exf5 Wxfs 25.lllxd6 Wc2 26. Whs± seguido de lllf7; 23 ... f6 24.Whs Bessenyei-Kulcsar, Hungría cr. 1991. 24 ... lllb4 zs.Wg6 ltJxds 26.&lxd5 Wc7 27.&lhd3± seguido de la captura inevitable en d6; 23 ... gfc8 24.g4 fxg3 25.gxg3 con un fuerte ataque contando con la participación del caba­llo por la vía e3-f5) 24.g4! fxg3 casi única ante la amenazags 25Jhg31 lllb4 26.étJe3± una vez más las blancas tienen un dominio absoluto de las casillas críticas. 22.gh3 �f6?! 22 ... h6 es la única alternativa, sin experiencias prácticas hasta el momento. 23.lllc4 tt:\xds (23 ... fx:e4 24.ixe4 &lf6 25.Wxf6! �xf6 26.:!3xh6+ 'i!;>gs 27.&lxd6+-) 24.gxds gf6 2s.exfs Wxfs 26.\Whs Wxhs (26 ... Wb1+?! 27.Wd1 Wxaz?? 28.E:td2+-) 27.&lxh5t; las negras tienen problemas para mantener el equilibrio material. 23.�e6! Todo esto ya está en el análisis de Renet a su partida con Kortchnoi. 23 ... We7 (23 ... ixh4? 24.ixd7 fl.e7 25.fl.xfs &lf7 26.E:td2+- pierde un peón limpio; 23 ... Wa7 24.Whs fxe4 2S.ifs l3f7 26.�xe4 tt:\xa2 27.lllc4+- con un ataque decisivo) 24.§'hs fxe4 2S.tt:lc4 e3 26.lllxd6+­Domínguez-Almeida, Cuba 1999.

zo.l:i:Jxf4! Este tratamiento táctico, no solo ha sido

exitoso hasta ahora, sino que es la única ma­nera de evitar que las negras se hagan con el mando de la partida. La próxima serie de juga­das es prácticamente forzada.

20 ... exf4 Zl.ixe6 Wxe6 22J�xc6 fxe4 23.�kxd6 Vfle8

Ahora las blancas tienen muchas alternati­vas, pero la que recomiendo es la lógica rota­ción del caballo hacia el centro de la batalla.

24.l:i:Jc4 Es buen momento para hacer balance, las

blancas han ganado un peón y sus piezas están situadas de forma casi ideal. Aún así, la posici­ón no es fácil, porque el alfil es muy fuerte en

posiciones de naturaleza tan abierta y la pare­ja de peones centrales son móviles y pueden producir un peón pasado muy desagradable.

24 ... e3!? La opción lógica y casi universal. No hay

motivo para retrasar la creación del peón pasado.

zs.fxe3 fxe3 26.gel! Es necesario poner todos los recursos en

la lucha contra el peón pasado. Las negras ya amenazaban e2 seguido de Wf7 y las otras defensas son más artificiales.

26 ... Wf7 Casi todas las partidas han seguido este ca­

mino, que es una muy lógica reorganización de funciones, al ceder la dama negra la casilla e8 a la torre menos activa. Solo otra jugada aparece en mi base de datos, pero considera­remos alguna más.

26 ... gb4?! es una defensa artificial del peón. 27.'1Wg3! captura el peón pasado en bue­nas condiciones. 27 ... e2 28. Wd3 aS 29.'�'xe2+­Aimasi-Mohr, Cto. Equipos Croacia 1996; 26 ... e2?! 27JidZ!+-; 26 ... gds?! 27 . .!3xd8 @'xd8 28.�xd8 l3xd8 29.tt:\xe3 id4 30.@f1+- y las blancas se zafan de la clavada.

27.etJxe3 gbe8 (D)

Dos peones de ventaja, pero las piezas negras superactivas, no es de descartar alguna simplificación que lleve a un final de tablas o incluso la pérdida del caballo si las blancas no tienen cuidado.

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104 Desmontando la Siciliana 2

28J�fl! Esta brillantemente calculada jugada, que

elimina la clavada y logra simplificar, parece el mejor camino de las blancas para realizar su ventaja material.

28.l!Jc4?! ge4!00 Es un ejemplo de lo que puede pasar si no se pone atención. 29. �g3 �d4+ 30.gxd4 gxd4 31. �eS+ Wig7 32. �xg7+ <i>xg7= Mierzynski- Walczak, cr. Polonia 1993;

28.h3!? parece buena también, pero des­pués de 28...�f6! 29.�c4 (29.�f2 i.gs! 30.�xf7 gxf7 31.gd3 gfe7 32. <i>fz gf7+ 33. <i>ez gfe7= y no se ve como las blancas pueden deshacer la clavada) 29 ... i.gs! es difícil deshacer la clavada: 30.�c3+ i.f6 31.�c4 i.gs 3Z.�c3+ i.f6 33.�c4 �-'h Wedberg-Kharlov, Skelleftea 1999.

28 ... Wa7 Este parece el motivo que hace la anterior

jugada blanca errónea. 28...�c7 29.gxf8+ gx[g 3o.gd1 �es 31.Wel �es 32.b4 �b6 33.<i>hl l:!e8 34.�d2 �h6 3S.�bZ+ i.g7 36.l!Jcl5!+­Gallinnis-Toro Solis de Ovando, cr. 1989.

29.gxf8+ i.xf8 29 ... gxf8 30.�el l:!e8 (30 ... i.d4 31.l:!e6)

31. Wfz! �d4 3Z.ge6! lleva a la partida. 30.Wf6+ $.g7 31.Wfz i.d4 3l...'�cs! Es lo más tenaz. 32.gds! �c3

33.l!Jfl l:!f8, pero las blancas retienen la ven­taja: 34.Wdz! �al 3S.Wdl �xaz 36.l!Jdz± de · camino a f3.

32.ge6! Única pero desagradable. 3Z ... Wd7 3Z ... l:!c8 33.g3 Wb7 34.�fs! y la presión se

acaba. 33J�e4! txe3 Las negras optan por recuperar un peón

pero abandonando toda su iniciativa. Otras jugadas pueden ser peores, pero en la prácti­ca esta jugada facilita la tarea blanca. 33 ... h6 34.Wf4±; 33 ... 'i:llds 34.'flf4±.

34.Wxe3 Wdl+ 3S.i>fz Wc2+ 36.i>f3 gxe4 37.Wxe4 Wxaz 38.1:l/c4±

Por supuesto las negras tienen opciones de tablas, pero su tarea es ingrata.

38 ... Wbl 39.%Vd4+ i>gs 40.Wds+ i>g7 41.h4 Wfl+ 4Z.i>g4 V:lleZ+ 43.i>h3 We3+ 44.1:l/f3 Wcs 45.1:l/f4 <i7g6 46.%Ve4+ <i7g7 47.b4 Wbs 48.i>g3 Wf1 49.1:l/g4+ i>hs so.hs Wel+ SL<i7hz Wes+ sz.g3 Wds 53.Wc8+ i>g7 54.h6+ i>f7 55.Wxa6 Wd2+ 56.i>h3 Wxb4 57.Wd3 Wbz ss.Wxh7+ i>fs s9.%Vfs+ i>gs 6o.<i7h4 Whz+ 61.Wh3 Wcz 62.1:l/g4+ i>f7 63.h7 Wxh7+ 64.1:l/h5+ 1-0

Partida 8.08 Asrian,K - Wang Yue Khanty Mansyisk, 2005

l.e4 es z.ét.Jf3 ét.Jc6 3.d4 cxd4 4.ét.Jxd4 ét.Jf6 s.CZ'lc3 es 6.ét.Jdbs d6 7.$.g5 a6 8.ét.Ja3 bs 9.ixf6 gxf6 1o.ét.Jds fs ll.id3 ie6 12.0-o hds (D)

La teoría de aperturas se mueve cada vez más deprisa. Y actualmente, en un periodo de pocos años, esta línea ha sustituido por com­pleto a la antigua variante 12 ... ig7. Como la mayoría de las decisiones en ajedrez, tiene puntos claros y oscuros, las negras pierden su mejor alfil, pero eliminan el caballo bueno de las blancas. En la posición con alfiles de di­ferente color que se produce, las blancas tra­tarán demostrar que pueden construir un ata­que debido a que las negras no pueden oponer una barrera de peones sólida en las casillas blancas.

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Capítulo 8: 4 ... l:i::Jf6 5. lLlc3 e5 Pelikan 105

Pero las negras tienen también sus triun­fos: ya no deben preocuparse más del punto ds y el caballo blanco necesita mucho tiempo para salir de su exilio en a3. La batalla teóri­ca es encarnizada y muchos jugadores han participado en ella, entre ellos los mejores del mundo (Leko, Topalov, Shirov, Kramnik, etc.), pero en los últimos años ha pasado a un discreto segundo plano, mientras la discusión teórica se centra en la línea posicional 9.ll'lds. Es un momento mejor para los aficionados, que pueden sacar un mayor rendimiento a sus investigaciones, sin la constante vigilancia de las partidas más recientes.

13.exds l:i::Je7 14.c3 Esta es la jugada más flexible y es la que

recomiendo, manteniendo abiertos los planes de atacar la cadena del flanco de rey con f3 o la del flanco de dama con a4, y de momento, preparando el reciclaje del caballo.

14.ll'lxbs por supuesto gana un peón y fue la variante principal durante mucho tiempo, pero actualmente se considera que las negras obtienen buen contrajuego.

14.gel ha logrado cierta popularidad re­cientemente, pero me parece menos fundada, porgue c3 cerrando "un poco" la diagonal del alfil negro, me parece necesaria tarde o tem­prano.

14 ... e4

El avance del peón es necesario tarde o temprano para abrir el juego al alfil, moles-

tar a las piezas menores blancas y movilizar el trío de peones activos de las negras (los dos de f y el de e), pero en realidad es más frecuente comenzar con el desarrollo del alfil que nosotros tomaremos como línea secunda­ria por una cuestión de claridad.

14 ... i.g7 El plan natural, preparando el enroque corto, antes de lanzar el juego acti­vo con la pareja de peones centrales y los dos del flanco de dama. Casi siempre traspone a 14 ... e4, pero nosotros usaremos esta sección para analizar únicamente aquellas variantes que no trasponen. lS.�hs Poniendo presión en el punto fs y haciendo compañía al futu­ro enroque negro. Si las negras se deciden por avanzar el peón e, entonces las blancas preparan la ruptura f3 y vienen al flanco de rey con el caballo y la torre lejanos. Esta ha sido la continuación más popular durante años y lo sigue siendo, pero el plan clásico de inmediato reciclaje del caballo con lLlcz está ganando partidarios y lo analizo en la siguien­te partida. 15 ... �d7 Intentando mantener la formación de peones. 16.gadl (D) La torre se prepara con tiempo a defender el peón ds. Las blancas confían en obligar a los peones negros a moverse con el reciclaje del caballo hasta e3. La alternativa 16.gael!?, que implica la entre­ga del peón de ds, es también atractiva.

16 ... gc8 La torre negra se dirige a eS sin permitir a las blancas completar su reorga­nización de forma cómoda. 16 ... 0-0 es menos

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lógica porque deja al caballo blanco llegar a e3. 17.-tbl! h6 18.g3 gac8 19.lilcz as zo.ltJe3 e4 21.i>h1! se trata de no permitir la cl<!vada después de f3 que de todos modos es jugable directamente. 21...f4?! Las negras se tiran al río; a cualquier otra jugada sigue f3 con buenas posibilidades de ataque. 22.gxf4 fs 23J3gl± Howell- Arakhamia, Port Erin 199S. 17 .ltJcz (17.ib1 gcsoo) 17 ... 0-0 Ahora, por el contra­rio, esta jugada es más útil que 13cs, como se puede ver comparando la partida del texto con la siguiente: 17 ... gcs 18.lile3 e4 19.i.b1! o-o (19 .. .f4 20.lilg4± y no se puede jugar fs. 20.g3!± preparando f3. La torre en eS resul­ta una pérdida de tiempo. Dolmatov-Chejov, Alemania 1992. 18.f3 Preparando el ataque al peón fs con ltJe3. En contraste con la vari­ante anterior, el ataque directo no funciona. Se puede intentar prepararlo con 18.g3!? e4 19.ie2 f4 20.f3!t con una posición realmen­te interesante, pero al alfil blanco no está en su mejor diagonal. Palac-Verdier, Montpellier 1998. 18 ... h6 Las negras intentan adelantarse al plan blanco que necesita gastar un tiempo con @h1 antes de llevar el caballo a e3. En ese caso ahora las negras están preparadas para jugar f4 seguido de fs con posición correcta. Esta jugada es tan lógica que es la única que se ha jugado. 18 ... gcs? 19.ltJe3 'f!fa7 20.Wh1+-; 18 ... ltJxds? 19.�xfs 1!Na7+ 20. Whl lilf6 21.1!Nh3 íkd8 22.lilb4+-. 19.f4! La sutileza preparada por Lutz es muy profunda. En la subsiguiente posición con alfiles de diferente color el peón esta mucho peor en h6 que en h7 y eso per­mite a las blancas una cierta iniciativa. 19 ... e4 zo.iez gcs Zl.ltJe3 'f!fa7 zz.@hl gxc3 Este sacrificio de calidad era bien conocido con el peón en h7 y es correcto ahora, pero no fun­ciona tan bien. Por otro lado si las negras no hacen algo muy concreto tienen que enfren­tarse a dos ideas peligrosas después de la con­solidación de la posición blanca: la ruptura g4 atacando, y la maniobra g3-if1-h3 poniendo cerco al peón de fs. 23.lilxfs! (23.bxc3 1!Nxe3 24.c4 b4� es realmente más prometedor para

las negras) 23 ... ltJxfs No hay experiencias con la alternativa 23 ... gc2 pero después de 24.ltJxd6;!; el peón d pasado debe ser peligroso. 24.Wxfs ge3 zs.Whs;!; con alfiles de distinto color la iniciativa adquiere mayor importan­cia. Ahora las blancas están mejor preparadas para atacar el enroque negro, pero la batalla está muy abierta.

14 ... Wd7 (D) Una idea de Rogozenko, preparando un plan ambicioso y con mucha lógica. La torre tomará la columna g y luego el rey puede ir hasta h8 si hace falta por sus medios. Las piezas negras estarán situadas más agresivamente. Sin embargo las blancas pueden aprovechar los defectos de la idea negra, esencialmente la incomunicación de las torres negras para acelerar su ataque en el flanco de dama.

15.lilc2! Creo que ahora tiene menos sen­tido llevar la dama a hs, donde puede ser hos­tigada y por el contrario es más eficaz acele­rar el ataque en el flanco de dama. 15 ... .ig7 (15 ... 13g8 16.a4 e4 17.ie2 f4 18.Wh1! el ataque negro está controlado y ya se amenaza axbs. 18 ... ltJfs?! 19.axbs ltJh4 zo.ggl �g7 2l.gxa6+­Talla-Sengupta, Legnica 2006) 16.a4! e4 17 .�e2 0-0 18.axbs axbs 19.'fffd2;!; Las negras tienen algunas debilidades muy claras (bs, la cadena f5-e4) y el caballo blanco tiene buenos puntos de apoyo (b4 sobre todo). Bologan-Ni Hua, Shanghai 2001.

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14 .. Ji:g8 Con el mismo plan que la alter­nativa 14... �d7 pero algo menos lógica, por­que la torre negra puede crear molestias adi­cionales a la dama blanca cuando esta ya se haya situado en hs. 1SJ3el ! Lógica puesto que ahora el rey negro está condenado a seguir en el centro y se deja sitio al alfil para defen­der el punto atacado por la torre negra. 15 ... e4 16.ifl �g7 17.ti.k2 Con esta jugada natu­ral del caballo las blancas abren perspectivas interesantes en el flanco de dama (con a4) y en el centro. 17 ... �e5 18.a4!± Wedberg-Bator, Estocolmo 2000.

1s . .tc2 1S . .ie2!? fi.g7 16."Llc2 o-o 17.a4! Traspone

a la siguiente partida y ha dejado mejores op­ciones a las blancas de desviarse; por ejemplo: 17.Wld2!?

1S ... ig7 16.'�Nhs (D)

16 ... 0-0 El orden correcto es, como casi siempre, la

jugada más flexible. Las negras esperan a ver la colocación de la torre de dama blanca antes de elegir entre las maniobras Wlc8-c5 o bien 8:c8-c5. Alternativas:

16 ... Wlas es una simple excursión a la caza de peones (amenaza ic3), que puede comprometer seriamente la posición negra, si las blancas siguen su plan con determina­ción: 17.8:ae1! 8:a7 (17 ... ixc3 18.bxc3 �xa3 19 . .ixe4! fxe4 20.8:xe4 8:a7 21.8:fe1 \Wxc3 22.�g5 Wlc7 23.h4± de acuerdo a los comen-

tarios del propio Kramnik en Informator) 18.@hl La inmediata 18.�b3!? �xc3 (18 ... 0-0 19.tLlc2±) 19.bxc3 Wxa3 20.f3 parece más clara aún. 18 ... �xc3 19.bxc3 Wxa3 zo.ib3 \Wbz 2l.f3 !Ig8 Kramnik se las ingenia para conseguir contrajuego, pero según sus pro­pios análisis sigue estando peor después de 22.g3 f4 (Polgar-Kramnik, Guarapuava 1991) 23.\Wh4!;!;.

16 ... Wlc8 Se ha jugado incluso más veces que 0-0, pero normalmente traspone y da una buena alternativa a las blancas: 17.!Iael! (17.8:ad1!? Hamdouchi-Handke, Pyramiden Franken Cup 1998 es ahora posible e intere­sante) 17 ... %ks (17...0-0 traspone a la partida principal) 18. @hl 0-0 19.f3 traspone a la par­tida principal, aunque 19.g4!? puede ser aún más fuerte.

17J3ael! La jugada más ambiciosa. Las blancas pre­

paran la ruptura de la cadena de peones ne­gros con f3, el paso de la torre al flanco de rey y una mejor circulación del caballo y el alfil en el flanco de dama. Su mayor defecto es el abandono total del flanco de dama a los golpes de las piezas negras.

17 ... Wfcs La respuesta universal llevando a una po­

sición clave donde las blancas pueden elegir entre muchas continuaciones.

17 ... 8:c8 falla por detalles tácticos: 18.ib3! B:cs 18 .. J�b8 a pesar de tener éxito en una partida, no puede ser lo mejor. 19."Llc2 (19. f3! castigando directamente los titubeos ne­gros, puede ser mejor) 19 ... a5 20.a3 !Ie8 2l.f3 tLlg6 22.fxe4 fxe4 (Timoshenko-Wang Yue, Moscú 2004) y ahora 23.\Wg4 �e7 24.8:f2± y las negras no pueden mantener su peón de e4. 19."Llc2 �d7 (19...lt'lxd5 zo.�xds �hds 21. 8:xe4!±) 20.f3! aS 2l.a3 exf3 22.1Mi'xf3 �es 23.g3 y en unas jugadas será posible jugar "Lle3 y el peón de fs caerá. Kovalev- Palac, Neu Isenburg 1992.

18.f3!? (D) Una continuación que sigue estando poco

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explorada, a pesar de ser la continuación nor­mal del plan blanco. Por supuesto, las negras pueden aprovechar la diagonal que se abre contra el rey blanco para dar algunos jaques, pero está por ver que esto sea importante.

18.�b3 Ha sido la jugada de moda muchos años y no podemos decir que esté refutada, pero tiene el defecto de que el alfil se marcha de la diagonal más lógica. lS.@hl es la jugada más frecuente, preparando f3, pero ¿es nece­sario prepararlo?

18 ... b4! 18 ... lllxds 19.fxe4 'ªeS+ zo.E:f2 llle3 21.exfs

±; De la Villa-Gómez, Matalascañas 1993. 18 .. .lt:lg6!? Es una entrega de peón temá­

tica y tal vez se convierta en la jugada crítica si esta variante se juega más. Me parece muy difícil evaluar la compensación en esta posici­ón con multitud de temas. Es necesario ana­lizarlo y jugarlo. 19.fxe4 f4 zo . .ibl Es difícil elegir una jugada para las blancas, puesto que las otras jugadas de alfil e incluso lllbl son in­teresantes, pero me inclino por mantener el alfil en la diagonal que apunta a h7 y dar paso al caballo. 20.E:f3!? es la alternativa más pro­metedora. 20 .. .\!�cS+ (20 ... b4? 21.cxb4 .ixb2 22.1!h3+-; 20 ... :!!e8 21.E:h3 h6 22.@hLt es di­fícil de valorar. Las negras tienen una gran casilla en eS, pero me parece mucho que com­pense por un peón y una estructura desastro-sa) 21.'it>h1 b4 22.cxb4 (22.lllbl!?) 22 ... Wxb4 23.E:bLt con otra posición extraña) 20 ... ixc3

Lo normal parece recuperar el peón y quedar­se con el gran caballo contra el alfil "malo". 2o .... :!!e8 21.fllc2 :!!es 22.':Wd1 l!gs 23.llld4±·y con el mal caballo de regreso a la partida las blancas deben estar mejor; 20 ... �eS+ 21. 'it>hl b4 22.cxb4 V9xb4 23.id3 ':Wxb2 24.lllc4 Wc3 zs.We2t. Zl.bxc3 WcS+ zz.'it>h1 Wxa3 23.e5! Cambiando el signo de las piezas menores. 23 ... dxe5 (23 ... Wa4? 24.1!e4 Was 25.E:exf4+-; 23 ... 'ªxc3 24.e6!-7) 24.1!f3! (24.l!xe5 Wxc3 2s.E:fs E:ad8! 26.!;gsxf4 gxds! 27. Wxds fllxf4 28.Wd6 ttle6 29.\Wxa6 ':Wc4=) 24 .. J�ae8 25.l!h3 y las negras necesitan hacer 25 ... 'it>g7 después de 26.!;gdl! la posición negra es muy peligrosa.

18 ... Wc5+ 19. Whl e3 zo . .ixfs (20.g4!? es más compleja pero puede ser más fuerte) zo ... lllxfs 21.Wxfs E:fe8 22.E:e2 .ixc3 23.bxc3 Wxa3 24.E:xe3 ilxe3 2S.':Wg5+ g¡.h8 26.Wxe3 Wxa2 27.Wd4+ g¡.g8i.

19.ttlbl bxc3 ZO.ltJxc3! (D)

Esta es mi sugerencia, las blancas plantean un ataque peligroso, pero es cierto que sus dos piezas menores no ocupan posiciones sólidas.

zo ... hc3 Resolviendo el problema de golpe. Otras

jugadas deben esperar su bautismo. 20 ... E:b8!?21.ib3! ixc3 (21...�d4+22. �hl

e3 23.llle2 �xb2 24.Wg5+ lLlg6 25.Wxe3±) 22.bxc3 Wxc3 23.fxe4 fxe4 24.E:xe4i.

Zl.bxc3 �xc3 zz.ibl El alfil necesita luego más trabajo para

volver a la partida. Por eso propongo 22.E:e2!

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Capítulo 8: 4...ltJf6 5.ltJc3 e5 Pelikan 109

con ideas similares: 22...lt:lg6 (zz...gab8 23.fxe4 fxe4 24.ixe4t da la iniciativa a las blancas) 23. Wxfs exf3 24. W!xf3 Es un poco tar­de para evitar el cambio de damas. 24 ... W/xf3 (24.. . Wld4+ 25. Whl gac8 26. Wffs gc7 evitando Dd7 27.h3t y las torres blancas se activarán con amenazas sobre el rey o el peón de a6) zs.gxf3 gae8 26.id3! y a diferencia de la par­tida las blancas pueden mantener una torre, que se coordina mejor con el alfil y hace el peón de a6 muy débil.

22 ... ltJg6! El sacrificio típico con la ventaja de que en

esta caso es una devolución. 23.1Mfxfs 23.fxe4! f4!"", pero no 23 ... fxe4?! 24.gxe4

con ventaja blanca. 23 ... exf3 24.1Mfxf3 Forzando el final, donde torres y alfil serán

superiores, pero.:. 24 ... 1Mfxf3 2SJ3xf3 E:ae8 26Jhe8 E:xe8

27 .<j;lf2 27 .id3 in.tentando mantener el alfil. Es

más lógica, pero después de 27 ... a5 28.'it>f2 gb8= la torre negra es demasiado activa.

27 .. J3b8 28.E:b3 La única forma de luchar por la ventaja. 28 .. J3xb3 29.axb3 ltJe7!= El caballo se dispone a crear una barrera

en el flanco de dama, junto con su peón de a. 30.i.e4 as 31.�e3 é!Jc8 32.g4 32. lt>d4 lLl b6 y no hay forma de pasar. 32 ... h6 33.�f4 �g7 34.h4 �f6 3s.ifs

ltlb6 36.�e4 a4 37.bxa4 l!Jxa4 38.�d4 ltlcs 39 . .ic2 fLla6 40.�e4 tLlb4 41.idl ltla6 42.�f4 tLlb4 43.�e4 �-Yz

Partida 8.09 Sadvakasov D. - Khalifman A.

Sochi, 2005

l.e4 eS 2.é!Jf3 tLlc6 3.d4 cxd4 4.ltlxd4 ltJf6 s.tLlc3 es 6.ttJdbs d6 7 .i.gs a6 8.ltJa3 bs 9 . .ixf6 gxf6 10.tLlds fs ll.id3 ie6 12.0-0 hds 13.exds ltle7 14.c3 i.g7

No debemos dejarnos confundir por el or­den de jugadas. Si las blancas desean hacer el plan de esta partida, siempre contestarán al avance de peón con iez y si desean el de la anterior con icz, pero ninguno de los dos planes puede evitarse.

1s.lt:lc2!? (D) Esta es la idea. Las blancas siguen con el

plan más tradicional, reciclando el caballo y preparando a4. Su mérito relativo comparado con Whs es más o menos equivalente.

15 ... 0-0 15 ... e4 casi siempre traspone pero tiene

significado propio en algunos casos: 16.ie2 Wb6!? Esta es la alternativa más lógica a 0-0,

porque dificulta a4. Las blancas se encuentran ahora con un montón de planes interesantes y solo 5 partidas en la base de datos. Una de los planes es insistir con la idea de a4, preparada mediante Wd2 o bien con lbe3 y algo de tácti­ca. Pero con la dama en b6 creo que tiene sen­tido cambiar al juego en el flanco de rey. 16 ... f4!? es una sugerencia de Rogozenko que no se ha probado. Puede seguir 17.a4 0-0 18.axb5 axb5 19J!xa8 Wlxa8 20.lt:lb4 con posiciones similares a la partida. 17 .W!dz 17.a4!? bxa4 18.lt:le3 o-o 19.lbc4 W!cs 20 . .'axa4t me parece algo favorable a las blancas, pero las negras tienen contra juego en varios lugares (ds, b2 y el flanco de rey). 17 ... 0-0 18.Wlg5 Este giro de la dama blanca es muy lógico, pero es el mo­mento de considerar otros planes interesan-

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tes que están inéditos. 18.g3!? para seguir con 1MI'gs de todos modos; 18.a4 bxa4 19.:1':'!:fbl00• 18 ... tLlg6?! Una entrega de peones demasiado sencilla. Más crítico debe ser defender el caba­llo: 18 ... 1MI'b7 19.lDe3 h6 (19 ... �d7 no logra de­fender el peón zo.lDxfs! Wfxfs 21.1MI'xe7 �xds 22.:Bfd1 1MI'es 23.'ªxd6±) 20.'�hs f4 (aquí se comprueba la utilidad de tener el peón en g3) 21.lDfs li'lxfs 22. 'ªxfs l!ae8 23. 'ªxf4 'ªxds 24.l!fdl �es 2S. Wd2t y la posición blanca es algo más sana, aunque las negras deben tener contrajuego suficiente. 19.%'xfs l!ac8 Galkin­Tregubov, Rethymnon 2003 y las blancas pue­den elegir entre capturar un segundo peón o consolidarse con 20.li'le3±.

16.a4 (D) Comienza el asalto típico a la pareja de

peones del flanco de dama. Es curioso el con­traste entre este plan donde el alfil blanco se sitúa en la diagonal fl-a6 enfrente de la pareja a6-b5 y el de la partida anterior donde se sitúa en la diagonal bl-h7 frente a la pareja fS-e4.

¿Cuál es el tratamiento más correcto?, es difícil contestar, porque probablemente de­pende de la eficacia del contraataque negro.

16 ... e4 Sin esta jugada no pueden pasar las

negras, pero veamos alternativas que se han empleado.

16 ... 'ªd7 Disponiéndose a defender la futura debilidad en bs. 17.lDb4! Parece me­jor mantener la presión y doblar torres an-

tes de abrir la columna a, aunque provoca la irritación del contrajuego negro. 17.axbs axbs U�.lDb4 e4 19 . .ie2;!; es sano pero algo más romo. 17 ... e4 18.�ez f4 19.�cz fs ZO.l!a3 �b7 Zl.l!fal El ataque blanco llega a su punto má­ximo. Zl. .. aS! 22.li'lc6 bxa4 (22 ... b4? 23.cxb4 axb4 24.1g(b3+- gana un peón) 23.tLlxe7+ �xe7 24.l!xa4 i.es 25.f3!oo y hay que seguir anali­zando las consecuencias del ataque negro en el flanco de rey, porque las blancas ya domi­nan sin respuesta en el flanco de dama.

16 ... '1Wb6 (D) Con ideas similares, pero no permitiendo la maniobra Wd2-gs del anterior comentario.

17 .axbs axbs 18.'11:ffdz Creo que las blan­cas pueden explotar el retraso de e4 con la secuencia. 18.'ªe2! e4 19.liJb4!;!; y el peón de bs va a caer, sin que parezca que el de ds lo compense del todo. 19 .. -l:hal zo.a:xal �es 21..�.xbs li'lxds 22.lDxds 'ªxds 23.a:dl V!lcs 24.ic4!. 18 ... e4 (18...Wb7 es otra forma de cambiar peones 19.li'lb4 lDxds 20.ixfs ¡g(xal 21.E:xal li'lxb4 22.cxb4 E:a8 23.E:dl;!; y la dife­rencia de los alfiles favorece a las blancas, aun­que parece testimonial) 19.iez li'lg6 ZO.%'gs Otra vez la dama desde aquí acaba comiéndose un peón lo que me hace dudar de la corrección de la idea Wb6. ZO .. .f4 21.l!xa8 l!xa8 ZZ.Wfs;t;; Galkin-Bogosavljevic, playchess.com 2007.

16 ... ba4 17.l!a4 a5 18.%'dZ! E:cs 19.li'le3 e4 zo.icz ¡g(cs Zl.g4! y con la caída de su pareja de peones, las negras se enfrentan a un

fuerte peligro. Salgado-San Segundo, Lugo 2009.

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Capítulo 8: 4 ... li:Jf6 5. li:Jc3 eS Pelikan 111

17.-iez bxa4 Las defensas del peón con la dama tras­

ponen a lo que hemos visto, mjentras que la defensa con la torre parece muy pasiva, sólo queda romper la baraja.

17 .. J�b8?! 18.axbs axbs 19.1Wd2 '?Nd7 2o.!Db4 ies 2Lg3±; 17 ... f4!? 18.axbs axbs 19.\Wd2!t.

18J3xa4 �b6 (D) 18 ... a5 19.Wd2t Dejando paso a la segun­

da torre y reservándose la decisión de saltar con el caballo a e3 o d4.

18 ... /Dg6!? 19.i!xa6 (19.Wd2!t evitando '@gs, es más prudente, puesto que f4 no es posible todavía. 19 .. .f4? 20.i!xe4) 19 .. .l3xa6 20.ixa6 Wgs 21.1Wc1 f4� y las negras logra­ron un adecuado contrajuego en Ivekovic­Kanmazalp, Heraklio 2004.

19,gb4 19.\Wal!? Plantea el interesante y temático

sacrificio del peón ds a cambio de las casillas blancas, pero no parece suficiente: 19 ... /Dxds 20.Eldl !De7 21./Db4 i!fdsoo Klovans-Roiz, Biel op 2006.

19 ... Wc5 20.ctJe3 gab8 Cualquiera de las dos jugadas de torre a b8

ofrece las mejores posibilidades de igualar a las negras.

20 ... Elfb8!? 2Uk4 (21.1f9b3 es menos efi­caz ahora 21...Elxb4 22.cxb4 \Wd4!) 21...Wb6 22.g4 (22.ihs!? para g4 después puede ser

mejor) 22 .. .f4! 23.gxe4 fxe3 24.gxe7 exf2+ zs.i>gz Wd8 26.:Be3 !!xb2 27.:Bxf2oo lleva a una posición con alfiles de distinto color que es difícil de valorar.

20 ... f4? es prematura; 21.Elxe4! y tampoco es posible prepararlo con !Dg6.

2LWb3!? 21.Elc4 es una alternativa equivalente:

21...Wb6 (21...\Was 22.:Ba4 Wcs 23.Wd2 f4 24.4Jda) 22.:Bb4 Wcs Las negras no están dispuestas a hacer concesiones para evitar las tablas y por lo tanto no hay más remedio que jugar con b4.

21...gxb4 22.cxb4 Wfcs?! La variante crítica debe ser 22 ... Wb6 (o

bien intercalando '?Nd4, i!dl) 23.:Bal :Bb8 (23 .. J3a8 24.b5 aS 25./Dc4±) 24.i!xa6 \Wxb4 25.\Wxb4 :Bxb4 26.i!xd6 !!xb2 27.Eid8+ �f8 28.iflt con un final en el que las negras siguen teniendo algún problema.

23.g3 23.Eial!? f4 24.ixa6 \Was 25./Dc2 Wxds

26.\Wxds ltJxds 27.Eld1=; 27.!b7 !Df6 zs.bs;& es como siempre en esta variante muy complejo, pero el peón de b parece más peligroso.

23 ... ctJg6 23 .. .f4!? Es una interesante propuesta

de Rogozenko: 24.gxf4 lüg6 pero ahora las blancas no deben devolver el peón con Wc4 si no jugar: 25.Wc4 (zs.fs! 4Jf4 26.ic4t) 2S ... lüxf4+.

24.Wc4?! ¿Porque ceder la tensión? Las negras todavía tendrían mucho traba­

jo después de 24./Dc4!t :Bd8 25.\We3 porque las blancas dominan el flanco de dama.

24 ... f4 24 ... \Wd7?! 'es floja por' 25.Wc6;!;. 25.�xc8 gxc8 26.gxf4 gbs Ahora sí que no hay nada que rascar.

26 ... lüxf4 27.ixa6 Elb8 28.b5. 27 . .ixa6 �-�

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112 Desmontando la Siciliana 2

Esquema Resumen: l.e4 es z.<lbf3 lüc6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 lüf6 s.lüc3 es 6.lüdbs

- 6 ... h6 Una variante sólida aunque algo pasiva. 7.i.e3! t. 1

6 ... d6 7.i.gs a6 s.lüa3 ie6 �;3>con las siguientes opciones:

- 8 ... ds?! Complicada pero floja ±. - 8 ... i.e6!? Las blancas pueden mantener el control jugando con precisión ±. - s ... bs 9.i.xf6 gxf6 10.lüds ii.g7 Las blancas logran controlar el contrajuego negro sin agobios t.

10 ... fs ll.i.d3 i.e6 12.0-0 i.g7 y ahora:

- 13. �hs o-o? Perdedora aunque bastante frecuente +-. - 13. �hs h6?! Las blancas logran controlar la posición ±.

- 13.�hs f4 14.c4 b4?! Pasiva. Deja las manos libres a las blancas ±. - 13.�hs f4 14.c4 bxc4 1S.i.xc4 lüd4 Complicada. Puede haber mejoras ±.

1S.ic4 0-0 16J��ac1 y ahora:

- 16 ... ltJd4?! Floja. Las blancas logran el control ±. - 16 .. J�a7?! Las blancas no tienen problemas ±.

- 16 ... lt:le7 Lógica para romper el control blanco, pero se queda a un paso de conseguirlo t.

16 .. J'!b8 y ahora:

- 17.b3 �as Complicada, pero ha perdido su encanto inicial t. - 17.b3 �d7 18J'gadl �h8 19.�h4 ixds Lucha por el control de ds, pero las blancas lo

mantienen ;!;. - 17.b3 \Wd7 18.i!adl �hs 19. �h4 fs La variante más tenaz, las blancas mantienen una

mínima ventaja ;!;.

10 .. .fs ll.i.d3 i.e6 12.0-0 i.d5! 13.eds lt:le7 14.c3 y ahora:

- 14 .. J�g8?! Ambiciosa pero imprecisa ±. - 14 ... \Wd7 Perfeccionando la idea anterior. Las blancas deben cambiar de plan t.

14 ... i.g7 lS.�hs con las siguientes posibilidades:

- 15 ... �d7 Sólida, incisiva y con terreno por investigar t/=. - 1S ... e4 16.i.c2 �as Especulativa y arriesgada ±. - 1S ... e4 16.ic2 �es Un orden impreciso t. - 1S ... e4 16.i.c2 O-O! Lo mejor. Después de 18.f3 la investigación debe seguir t/=.

14 ... i.g7 1S.liJc2 e4 16. i.c2 0-0 17 .a4!? Un plan sano y poco investigado ;t:;f=.

Page 113: Desmontando la siciliana 2

Parte 3. l.e4 eS 2.ctJf3 e6 3.d4 cd4 4.ctJd4

Capítulo 9: 4 .. . ics; 4 .. .'&b6; s ... ics y s .. .'�'b6

Capítulo 10: 4 ... lDf6 5.CtJc3 !b4 Contraataque siciliano

Capítulo 11: 4 ... lDf6 5.CtJc3 ltJc6

Capítulo 12: 4 ... CtJc6 Taimanov

Capítulo 13: 4 ... a6 Paulsen

Page 114: Desmontando la siciliana 2

114 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 9

l.e4 es 2.ttJf3 e6 3.d4 cd4 4.ttJd4 jugadas:

4 ... i.cs; 4 . . . Wfb6; s ... i.cs y s ... Wfb6

V al oración **

Introducción

He decidido incluir las variantes que comienzan con tes o Wb6 (en las jugadas 4 o 5) en el mismo capítulo por varios motivos. En primer lugar, las variantes que propongo para intentar la refutación a veces trasponen; en segundo lugar las ideas básicas son comunes y por último existen muchas otras trasposiciones entre ellas, también en el caso de que las blancas elijan un tratamiento diferente al propuesto en este libro.

Mis conclusiones teóricas no son nada halagüeñas para estas variantes, incluso podríamos considerar refutada 5 ... Wb6, motivo por el que he eliminado su capítulo propio. Sin embargo los resultados obtenidos en la práctica son bastante razonables. En mi opinión esto es debido a que los jugadores de blancas no las han tomado en serio y todas ellas tienen un alto potencial de contra juego. Si las blancas creen que basta con retirar el caballo atacado y luego siempre habrá una pequeña ventaja, pueden estar cometiendo un error y no sólo de naturaleza psicológica. En mi opinión la mayoría de las posiciones con la retirada del caballo blanco, sobre todo las deriva­das de 4 ... Wb6 ofrecen a las negras un juego lleno de posibilidades.

Historia

Las variantes 4 ... ics y s ... ics trasponen entre sí muy a menudo y tienen una historia para­lela. Como en tantas otras líneas de la siciliana el precursor fue Luis Paulsen que la empleó en varias partidas con Morphy. En aquellos años algunos otros jugadores la emplearon, pero pron­to cayó en el descrédito por la debilidad provocada a menudo en las casillas negras.

Page 115: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 9: 4 ... !c5; 4 ... Wfb6; 5 ... i.c5 y 5 ... Wfb6 115

En los años 70 el iconoclasta Basman la resucitó pero no logró seguidores. Por fin, a mediados de la década de los 90 el MI croata Srdjan Sale comenzó a jugarla de forma regular con excelen­tes resultados y finalmente publicó un artículo sobre la misma en NI C. A pesar de todo ello las variantes con ics no han logrado dar el paso de ser empleadas a un alto nivel.

Por el contrario la jugada 4 ... �b6, de aspecto más moderno, no hizo su aparición hasta la dé­cada de los 90, defendida sobre todo por el GM Kveinis que alcanzó unos porcentajes envidiables con ella. Como reacción a este éxito, jugadores de la élite como Judit Pelgar, Epishín, Khalifman o Short la han empleado ocasionalmente, curiosamente con unos resultados muy malos.

La variante 5 ... �b6 es la más sorprendente. Apareció en algunas partidas del jugador sueco Bengt Svensson a comienzos de los 90. Casi inmediatamente después empezó a jugarla el GM español Juan Manuel Bellón, que se ha convertido en su principal defensor en su corta historia. En las primeras partidas, esta idea provocativa no fue tomada muy en serio y varios jugadores intentaron una refutación directa, pero sin demasiado éxito. Actualmente la variante sobrevive pero creo que las dos refutaciones propuestas son muy convincentes.

Ideas

Las jugadas con !es parecen seguir una estrategia antigua, un rápido desarrollo de piezas y juego táctico. En su versión moderna las negras intentan mantener el alfil en la agresiva diago­nal a7-gl y desarrollar el flanco de rey con el esquema 'De7, 0-0 y fs para llevar a cabo un ata­que a través de la columna f. Si las blancas no se toman en serio esta idea pueden sufrir fiascos inesperados.

Las jugadas 4 ... �b6 y s ... Wb6, a pesar de las muchas trasposiciones, tienen una idea más elaborada y podríamos decir que es uno de esos casos en que el objetivo que parece secundario es el principal. Las negras intentan convencer a las blancas de que retiren el caballo de la casilla d4, para a continuación seguir un desarrollo clásico de la siciliana con �c7, a6, bs, i.b7, 'Df6, d6 y t!Jbd7. El problema surge cuando las blancas se resisten a retirar el caballo.

Partida 9.01 Teske - Dobosz

Austria, 2005

l.e4 c5 z.lbf3 e6 3.d4 cxd4 4.lbxd4 i.c5

5.!e3!? Recomendamos esta continuación puesto

que los análisis a día de hoy parecen indicar que es muy difícil para las negras mantener­se a flote. Sin embargo, si algún jugador desea una vía más tranquila le sugerimos estudiar la continuación: s.t!Jb3 ib6 6.t!Jc3 t!Je7 7.!f4, que coloca a las negras ante el dilema de per­mitir un alfil blanco en d6 o bien la continua­ción 7 ... ds 8.exd5 que da a las blancas un juego bastante cómodo contra el peón d aislado. No agotamos aquí los análisis de esta línea, pero el material a tratar es muy manejable.

5 .. . Wfb6 Las negras deben luchar por forzar la reti­

rada del caballo; las alternativas son flojas.

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116 Desmontando la Siciliana 2

s ... d6?! 6.ttlc3 ttlf6 (6...lüe7?! 7.ttldb5+-) 7.e5 dxeS S.ibS+ �d7 9.ttlxe6±; S ... b6?! 6.ttlc3 tLle7?1 7.tLldbs .ixe3 8.ttld6+ @fs 9.\1:Yf3+-.

s ... 1i.b6l? Ofrece a las blancas una amplia elección de jugadas agradables: 6.ttld2 Lo más sencillo. 6.ttlc3 tLlc6 7.tLlcbS;l; también es pro­metedora, pero quizá la mejor sea la inédita 6.ttlbs 1i.xe3 7.lüd6+ We7 8.f:xe3± si bien obli­ga a un juego de doble filo después de 8 ... \1:Yc7 9.\1:Yd4 I!:Vxd6. Y ahora:

a) 6 ... t0e7 7.tLlc4 �c7 S.es ixes (8 ... 0-0 9.t0bs±) 9.lübs 1i.f6 10.lübd6+ Wf8 11.id3�;

b) 6 ... lüc6 7.ttlc4 .ixd4 s.ixd4 t0xd4 9. \1:Yxd4+-;

e) 6 ... ds 7.exds Wfxd5 8. \1:Yg4±. s ... lüf6 No es tan mala como parece,

puesto que la evidente 6.tLlxe6? se encuentra con \!:Vas. Así las blancas deben jugar 6.tLlc3 ib4 después de lo cual tienen una agrada­ble elección entre trasponer a la variante de la clavada con 7.e5 (ver el capítulo 10) o bien intentar algo más con 7.lüdbs!?, por ejemplo: 7 ... lüxe4 (7 ... ds S.es ttle4 9.\1:Yg4 g6 10.id3 a6 ll.ixe4 axbs 12.id3;t) 8. \1:Yg4 lüxc3 9.bxc3 if8 10.\1:Yg3�.

6.tDa3! Una jugada muy lógica, en la línea de la ba­

talla por las casillas negras, y que ahora mis­mo me parece la más fuerte. No tengo moti­vos para pensar que la recomendación de DLS haya perdido su encanto, puesto que las ex­periencias recientes han sido muy favorables a las blancas y creo que se puede recomendar sin preocupaciones.

6 ... d5 La continuación natural, evitando t0c4. 6 ... \!:Yas+?! 7.id2 \!:Vds (7 ... %Yb6? s.lüc4!

Wds 9.lübs ds lO.exds exds ll.if4+- es un verdadero desastre) s.lüdbs a6 9.ie3± y no hay forma de defender la casilla d6.

6 ... ixa3?! Pierde un importante alfil y muchos tiempos de desarrollo. 7.bxa3 '!:VaS+ s.idz %Yes 9.lübs a6 10.ic3 %Yxe4+ 11.\!:Yez Wfxe2+ 12.ixe2+- Manik-Papp, Austria 2006; y las dos torres están amenazadas.

7 .i.bs i.d7 8.exds exds 9.0-o tüf6?! (D) Era difícil adivinar la repuesta preparada

por las blancas.

9 ... ttle7!? 10.b4 (lO.B:el! 0-0 11. \1:Yd2 y aho­ra sí, si 1 1 ... a6 12.b4!) lO ... ixb4 11.tLlfs W/f6 no es tan claro, pero las blancas se aseguran una agradable ventaja con lO.gel.

IO.b4! .ixb4 n.tüfs �as 12.tDxg7+ cJ?fs

No es mucho mejor 12 ... @ds 13.igs fie7 14.lühs tLlxhs 1S.ixe7+ @xe7 16.\1:Yxhs (16. '!Wxds) 16 ... ixbs 17. '!Wes++-.

13.ttJhs Axa3 14.W/d4 tüxhs 1 5.W/xh8+ cJ?e7 16.i.xd7 tüxd7 17.W/xa8 1-0

Partida 9.02 Solak,D - Djuric,S Vrnjacka Banja, 2000

Le4 es z.tüf3 e6 3.d4 cxd4 4.ttJxd4 Wlb6 (D)

Page 117: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 9: 4 ... 1cs; 4 ... Vffb6; s ... .ics y 5 ... Vffb6 117

s.1e3 También aquí, considero esta jugada la

más fuerte, aunque en este caso, creo que hay una variante que le puede hacer sombra, por motivos prácticos: s.tLlc3 .tes 6.tLla4 WiaS+ 7.c3 ixd4 8.Wfxd4 tt:lf6 9.l!lcs tt:lc6 10.Wid6! b6 11.l!lb3 tt:lxe4 12. Wixc6! dxc6 13.tt:lxas bxas 14.ie3;t con un final comodísimo.

s ... Wxbz Es necesario aceptar el desafío, pero ahora

todo depende de los análisis tácticos y hasta el momento parecen favorecer a las blancas. S ... ics es una transposición a la partida an­terior.

6.liJd2 a6 Es necesario evjtar el salto del caballo

blanco a bs, veamos porque: 6 ... tLlc6?! 7.tt:lbs y ahora hay dos opciones: a) 7 ... Ves 8.a3 ds (s .. .'§'b8 9.l!lc4±) 9.g3 gs

(9 ... V9b8 lO.exds exds 11..if4+-) 10.iüf3 'tib8 ll.exds exds 12 . .ixgS-+-.

b) 7 ... tLlbs l!lb4 sJzcl lüxa2 (8 ... Wfes 9.lüc4+-) 9.ibl Wfes 10.lüc4+-.

6 ... .ib4?! es aún peor 7.tt:lbs \Wes 8.f4! ixd2+ (8 ... \Wxe4? 9.lDd6++-) 9.s!?xd2+-.

7.id3 (D)

7 ... Wc3 7 ... lüc6 8.0-0! l!lxd4?! (s ... bs 9.lil2f3 iüf6

10.a4�; 8 ... ds 9.exds exds 10.ge1�) 9.lüc4 Wic3 10 . .id2 lilf3+ n.Wixf3 \Wd4 12.ie3±; 7 ... ib4?l 8.0-0±.

8.0-0 Vffc7

Las negras no tienen jugada mejor que la retirada de la dama, ante el peligro que re-presenta tt:lc4. 8 ... bs 9.a4! b4 10.tt:lc4±; 8 ... ds 9.exds exds (9 ... \Wc7 10.dxe6 fxe6 11 . \Whs+ Wff7 12. \Wh3 tt:lf6 13.gfel l!lc6 14.l!lxc6 bxc6 1S.ltk4 ie7 16.tt:lb6 ib8 17.l!lxc8 gxc8 18 . .igs+-) lO.lael ie7 u.tt:lzb3 s!?fs 12.id2 Wfc7 13.gcl l!lf6 14.c4±.

9.es! (D) Lo mejor parece dificultar el desarrollo

negro. 9J�bl!? tt:lc6 10.l!lxc6 dxc6 11..(i¡b6 Wfd7 12.l!lc4� . .

9 ... bs Hay pocas experiencias pero muchas

opciones para las negras, por ejemplo: 9 ... tLle7?! 10.lüc41 (10.ie4 l!lg6 Il.f4 ds

12..(i¡d3 lüc6 13.lüxc6 bxc6 14.c4 §'ds lS.cxds cxds 16J'!bl� 1-0 Plenkovic-Sax, Spüt 2008) 10 ... l!lds u. Wig4 hs 12. \We4 g6 13.a4 (13 . .if4!?) 13 ... ie7 14.a5 tt:lc6 1S.tt:lxc6 dxc6 16 . .ib6±.

9 ... d6!? Eliminando el puesto avanzado, es la continuación crítica. 10.exd6 .ixd6 n.tt:lc4 .ixhZ+ (n ... tt:lf6 12.lüxd6+ \Wxd6 13.l3el o-o 14 . .igs Wfd8 1s.Widz laes 16 . .ih4 l!lbd7 17.l3adl�) 12. 'it'h1 if4 13. Wig4! ixe3 14.fxe3 g6 1S.%lff4! La dama es el mejor defensor de las negras. lS ... %Vxf4 16.l3xf4 es 17.tLlxe5 tt:lh6 18.ic4 o-o I9J:laf1 lüc6 20.tt:lxf7 s!?g7 21.lüd6 l3d8 22.l!lxc8 l3dxc8 23.lüe6+ s!?hs Z4.ids;t.

9 ... %lfxes?l Facilita la llegada de las piezas blancas a las casillas negras (b6) 10.lilc4 %lfc7 11 .ltJxe6 dxe6 12.lilb6±.

Page 118: Desmontando la siciliana 2

118 Desmontando la Siciliana 2

9 ... d5 da más elección a las blancas 10.c4 (lo.exd6 traspone a d6) 10 ... !De7 ll.f4 �d7 12.!kLt.

10.f4 [10.a4!? b4 1l.'Dc4±] 10 ... tl:Je7 n.c4 bxc4 12.tt:Jxc4 ét:lds 13J�kl tt:Jc6 14.ie4 ttJxe3 15.ltJxe3 ib7 16.ltJxc6 i.xc6 17.ixc6 dxc6 18.1:�'a4±

Todas las piezas blancas están desplegadas y presionando la posición negra por un solo peón.

18 .. J�c8 19.f5? Precipitado, mejor es 19.Whl $..e7 20.fs!

y ahora el ataque es muy fuerte: 20 ... exfs? 21. 'Dxfs+-.

19 ... exfs zo.ttJxfs g6 Zl.ltJd4 1Wb7 22.e6 fxe6 23.ltJxe6 ib4 24.a3 1Wb6+ zs.�hl ie7 26Jkd1 1We3 27.ltJg7# 1-0

Partida 9.03 Galkin - Koster R.

Hoogeven, 2001

l.e4 es z.ltJf3 ét:lc6 3.tlJc3 e6 4.d4 cxd4 s.lüxd4 !es (D)

6.lüdbs! 6 . .\\e3!? Es una opción menos eficaz pero

tiene la ventaja de poder aplicarse contra las 3 variantes estudiadas hasta ahora en este capítulo. Lleva a una posición que parece prometedora para las blancas, pero es ex­tremadamente complicada. Recomiendo al que quiera jugar así dedicar algún tiempo a

revisar todas las variantes tácticas con un módulo de análisis. 6...�b6 7.'Ddbs ixe3 8.fxe3 Wf8 (8 ... �xe3+ 9.�e2 @ds 10.�dó 'Df6 1l.�c7+) 9.�d6+ !Dge7 10.0-0-0 �xe3+ 11.�b1¡;¡; Vovk-Marszalek, Warsaw 2008.

6 . . • VHb6 De nuevo la presión en la diagonal es lo

más lógico. El resto de alternativas son como mínimo extrañas:

6 ... d6 7.'Da4! a6 8.tLlxcs axbs (8 ... dxcs 9.�xd8+ �xd8 10.!Dd6±) 9.'Db3:t Rodríguez­Sanclemente, Open del Somontano 2001.

6 ... a6? Es la jugada más repetida en mi base de datos pero parece un verdadero dis­parate. 7. 'Dd6+ ixd6 8. �xd6± janowsk.y­Márquez Sterling, París 1900 y las negras no tienen ninguna compensación por la terrible debilidad de las casillas de su color.

Para 6 ... tLlf6 ver la partida 11.01. 7.-rHdz! (D) Defendiendo f2 y amenazando 'Da4.

7 ... ie7 7 ... a6 8.tLla4+- $..xf2+ 9.�dl �as 10.'Dd6+

rJ;;e? ll.�xf2 @xd6 12.tLlb6 1-0 Hamdouchi­Dimitrov, Montpellier 2004.

7 ... ib4 8.a3 ie7 9. �f4 �f8 10.ie3 es n.ixb6 (ll.�g3! �a5 12.0-0-0+- es aun más fuerte) ll...exf4 12.ic7 a6 13.'Dd6 'Dd4 14. 0-0-0 lüe6 15.�b6 ixd6 16.gxd6. Ibáñez Aullana-Buenafe Moya, Valencia 2003 y la po­sición negra es una verdadera ruina.

7 ... tLlf6?! 8. tLla4+-.

Page 119: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 9: 4 ... ics; 4 ... 'r9b6; 5 ... .tcs y 5 ... 'r9b6 119

s.Wf4 cJ;>fs 9 . .te3 Was 10.0-o-o Una vez más en esta variante, la posición

negra es desastrosa. 10 ... ltlf6 1LtiJd6 'r9e5!? El cambio de damas no debería aliviar a las

negras. 12.Wxe5 ttJxeS 13.ltJxc8?! Pero sí este cambio del poderoso caballo

por el inactivo alfil. Más fuerte es 13.h3l pre­parando f4 y sería un milagro que las negras sobrevivieran.

13 .. J�xc8 14.ha7±.tb4 15.Íl.d4 hc3 16.hc3 ttJeg4

Las negras buscan recuperar el material, pero su posición no permite esos esfuerzos.

17 .il.d4 liJes 18.-tbs ttJgf6 19 .es ttJds zo.il.xd7+- l1k7 ZL.ibs !ks zz.c4 ltJe7 23.@h1 1-0

Partida 9.04 Van der Wielj. - Lammens T.

Vlisssingen cr., 2000

l.e4 es z.tiJf3 e6 3.d4 cxd4 4.ttJxd4 ltlf6 s.ttJc3 'r9b6?! (D)

Exitosa durante unos años, a esta jugada parece haberle llegado el final.

6.es! .ics 7 . .ie3 7.tL\db5! es una jugada sorprendente, pero

muy fuerte, que puede considerarse una re­futación en toda regla: 7 ... �xf2+? (7 ... a6!? es lo más resistente pero aún no hay ejemplos

prácticos. a.exf6 axbs 9.fxg7 E:ga 10. %'f e2 E:xg7 11.lbds %Yd6 12.lbf6+ �ds 13.tL\e4± con pareja de alfiles, mejor estructura y rey más seguro) s.mez tL\g4 9.h3+- tLlxeS 10.%'fd6 lLJbc6 ll.lbc7+ mda lZ.igS+ f6 13.lbxe6+ mes 14.lbxg7+ mf7 15.%'fxf6+ mgs 16.ttJh5 lLJd4+ 17.mxfz lLle6+ 1S . .ie3 %'fxbz 19.%'fe7 1-0 Zenklusen-Bozinovic, Biel 2007.

7 ... llJdsl 7...lbg4 a.%Yxg4 %Yxb2 9.Wd2+-. s.ltlxds exds 9.tiJbs! (D) El caballo cubre el peón de b2 con su

cuerpo, lo que hace esta poco frecuente juga­da muy superior a 9.lbfs?! V!!xbzoo.

9 ... 0-0 9 ... he3!? Parece extraña, pero es la úni-

ca esperanza en esta línea. 10.lLJd6+! me7 Nadie ha probado esto a pesar de ser la con­tinuación favorita de los módulos. 10 ... �ds ll.fxe3 V!!xe3+ 12.ie2+-; 10 ... @fa 1l.fxe3! %'fxe3+ 12. %'fe2 V!!xe2+ 13.ixe2 lbc6 14.if3 liJxes 15 . .ixd5 f6 16.0-0 con clara venta­ja. 11.lbf5+ @da 12.tLlxe3 %'fxb2 13.lbxds (13.E:b1 V!!xe5 14.ie2 liJc6 15.0-0 d4!oo) 13 ... %Yxe5+ 14.ie2 gea y aunque la posición debe favorecer a las blancas, las negras pue­den causar serias molestias.

10.hcs 'r9xc5 11.Wd4! Wxd4 12. ttJxd4 ltJc6 13.0-0-0 ltlxes 14.ltJbs± ltJg4 1s.E:dz d6

El intento de obstaculizar el desarrollo con 1 5 ... gea se encuentra con 16.ie2l liJxf2

Page 120: Desmontando la siciliana 2

120 Desmontando la Siciliana 2

17. ltJc7 ttJxhl 18. ttJxe8 ttJfz 19 . .if3 ltJe4 zo.�xds ttJf6 Zl.�eS!+-.

16.f3 16.ltJc7 �b8 17.ltJxds± es también muy

cómodo. 16 ... tDe3 17 .tDc7 :Sbs lS.tiJxds ttJxds

19.:Sxds :Sds zo.id3± Presión sobre un peón aislado en un final

con mejor desarrollo, es todo lo que siempre soñaríamos lograr de la apertura.

20 ... ie6 21.:Sd4 :S bes 22.:Sd1 haz? Creándose otra debilidad. 23.:Sa4 J.e6 24.:Sxa7 :Sbs zs.ibs <j{fs

26.:Sd4 id7 27.id3 ic6 28.b4!

Esquema Resumen:

Con todas las piezas negras atadas, las blancas comienzan operaciones activas en el flanco de dama. .

28 ... ®e7 29.b5 id7 30.:Sc4 :Sdc8 31.:Sxc8 hes 32. <j{dz ®ds 33.b6! ie6 34,<j{e3

Por fin el rey viene, con efectos decisivos. 34 ... ids 3s.ibs :!ks?! 36.<j{d4 :Ses

37.c4+-El peón de b7 cae. 37 ... <j{cs?? Un final cómico, para una partida muy

triste para las negras. 38.:Sa8#

l.e4 eS z.tt:lf3 e6 3.d4 cxd4 4.lLlxd4 ies Interesante como arma sorpresa pero es arriesgada.

- s.ie3 �b6 6.tba3! Las negras sufren mucho en las casillas de su color ±. - s.tbb3 ib6 6.if4 Suficiente para una pequeña ventaja sin complicaciones ;!;.

l.e4 es 2.lLlf3 e6 3.d4 exd4 4.tbxd4 lLlf6 s.tbe3 .tes (Similar a 4 ... ics)

- s.tbdbs La refutación ambiciosa ±. - s.lLl b3 ib6 6.if4 La posicional ;!;.

l.e4 eS z.tbf3 e6 3.d4 exd4 4.tt:lxd4 �b6 La más sana de las tres jugadas. Las blancas deben emplearse con seriedad para conseguir algo.

- s.ie3 Compleja tácticamente ;!;. - s.tbe3 .tes 6.lLla4 Más modesta pero suficiente para ;!;.

l.e4 es z.tt:lf3 e6 3.d4 exd4 4.tbxd4 lLlf6 s.tbe3 �b6?! Pasa por malos momentos:

- 6.es .tes 7 . .ie3 ttJds 8. tbxds exds 9. tbbs ± Las negras están bajo una fuerte presión. - 6.lLldbs o bien 6.es .tes 7.lüdbs Parece una refutación total, aunque hay muy poco

material para afirmarlo categóricamente +-.

Page 121: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 10: 4 .. .lijf6 5. l2k3 ib4 Contraataque siciliano

Capítulo 10

l.e4 es z.l2Jf3 e6 3.d4 cd4 4.l2Jd4 l2Jf6 s.l2Jc3 �b4

Contraataque siciliano

V al oración **

Introducción

121

La variante de la clavada es bastante popular entre los aficionados y en el tipo de torneos actuales puede resultar una interesante arma sorpresa. El jugador de blancas a veces no está bien preparado para dar la batalla en las complicadísimas variantes principales y en ese caso las negras pueden igualar o asumir la iniciativa con facilidad.

Las blancas pueden intentar esquivarla jugando 3.lüc3, aunque esto limita sus opciones si las negras eligen la Paulsen, por ejemplo. También pueden encontrarse con una indeseada trans­posición a la Nimzowitsch. Lo más económico es estudiar la refutación y aplicarla, lo demás es aplazar el problema. Por parte de las negras el jugador que quiera emplearla debe amar el riesgo pero sobre todo estar dispuesto a investigar y analizar por cuenta propia.

Historia

Una variante con un aspecto tan activo no pudo pasar desapercibida mucho tiempo y juga­dores agresivos del siglo XIX como Anderssen o ]anovsky la utilizaron a menudo. En la prime­ra mitad del siglo XX, también de forma ocasional, la usaron jugadores de primera fila como Alekhine o Tartakover que provisionalmente le dio su nombre. A partir de los años 1940 desa­pareció de la circulación y quedó como una curiosidad en los libros de teoría, pero de pronto alrededor de 1980 varios jugadores entre ellos Nogueiras o Speelman parecieron descubrir la idea previamente empleada por el jugador por correspondencia Bryntse, incluyendo un sacrifi­cio de calidad, y esto revitalizó la línea durante algunos años.

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122 Desmontando la Siciliana 2

De nuevo la jugada 7.�d2 ha enfriado el entusiasmo por esta línea, pero es fácil encontrarla en torneos abiertos o de ajedrez activo.

Ideas

La línea se basa en un ajedrez muy directo de desarrollo y amenazas y no contiene grandes ideas estratégicas, pero se puede citar la entrega de calidad, a cambio de una posición sólida y la destrucción de la estructura de peones blancos, y por supuesto la necesidad por parte de los dos bandos de atender a la iniciativa, más que a factores materiales o estáticos.

Partida 10.01 Krogius N. - Korelov A.

Erevan SU eh, 1962

l.e4 es z.ébf3 e6 3.d4 cxd4 4.ébxd4 ébf6 s.ébc3 ib4 (D)

La posición que da comienzo a la variante de la clavada o contraataque siciliano.

6.e5 ébe4?! La jugada que analizamos en esta partida

tiene muy mala reputación teórica y en este libro no vamos a contradecir esa opinión. Sin embargo lleva a enormes complicaciones y eso la hace atractiva a ciertos niveles y ciertos ritmos de juego.

6 ... Wlc7? Lleva de modo forzado a una po­sición agónica para las negras. 7 .exf6 �xc3+ 8.bxc3 Wxc3+ 9.Wdz! Wxal 10.c3 (amena­zando lüb3 y �d3) 10 ... Wb1 n.id3 Wb6 1Z.fxg7 :Sg8 13.Wlg5! h6 (13...�d8 14.Wxd8+ @xd8 lS.igS++-) 14.Wf6 Wds 15.Wxd8+ <i>xd8 16.�xh6 fs 17.tt'lxfs! exfs 18.ic4

:Se8+ 19.<i>dz tt'lc6 zo.if7 (2o.E:el!+-) zo ... d6 Zl.:Sel lües ZZ.f4 <i>e7 23.g8W :Sxg8 24.ixg8+- Kozakov-Todorov, Valjevo 2000.

6 .. .'�as? 7.exf6 lleva a la misma posición que fic7.

6 ... lüds se analiza en la partida 10.02. 7.�g4! Ahora no es posible 7.idz, pero esta juga­

da ataca a la vez el punto g7 y el caballo y lleva a las negras a un callejón sin salida, aunque lleno de rincones peligrosos.

7 ... �a5 (D) 7 ... tt'lxc3 es la jugada más frecuente, pero

sin buenos motivos. 8.Wxg7 :Sf8 9.a3 Was Además de la jugada de la partida las negras tienen una serie de alternativas pero to­das ellas llevan a un desastre absoluto sin muchas complicaciones. 9 ... lüc6?! lO.axb4! ttlxd4 n.bxc3! es lo más contundente. 1l ... ttlxc2+ 12.cJ:?d1 ttlxal 13.igS+- Cabrera­Rodríguez, Camagüey 2000; 9 ... tLlbS+?! 10.axb4 ttlxd4 u . .tgs Wb6 12 . .ih6! Wxb4+ 13.c3 ttlfs 14.cxb4 ttlxg7 15.�xg7 E:g8 16.if6± y en igualdad material, el tremendo alfil de f6 es una ventaja enorme; 9 ... ias? 10.ih6 fie7 ll.ttlb3+-. lO.tt:lb3! Aquí las blancas tienen que actuar con más cuidado, pero también consiguen una ventaja decisiva. lO ... Wds ll.id3 �e7 12.bxc3 d6?! Las negras tienen algunos triunfos, pero la experiencia ha mostrado con crudeza que los defectos de su posición son más graves: 12 ... lilc6 13.if4 bs!? 14.a4!+-. 13.�f4 tt'ld7 14.c4 Wc6 1S.tt'ld4 Wb6 16.tt'lbS!+- Las negras están indefensas ante las amenazas planteadas por este caballo. 16 ...

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Capítulo 10: 4 ... tiJf6 5. tiJc3 ib4 Contraataque siciliano 123

dxes 17.i.xe5 lt.Jxes 18.'ªxe5 'ªaS+ 19.�e2 i,d8 20. gadl f6 21. 'ªhS+ @e7 22. 'ªxh7+ gf¡ 23.'ªg8 a6 24.ig6 1-0 Schmidt-Boidman, Bad Breisíg op 2000.

8J!Mxe4 Más contundente aún parece 8.�xg7!

�xc3+ 9.bxc3 �xc3+ lO.�ez b6 (lO ... ds!? su­gerida en DLS, parece refutada en Advanced Chess: ll.�xh8+ @d7 12.lt.Jb3 b6 13.i.e3! y el rey blanco escapa hacia adelante. 13 ... ia6+ 14.@f3+-) ll.�xh8+ @e7 1Z . .ie3 ia6+ 13.@f3 ib7 14.�g4! lt.Jc6 1S.lt.Jxc6+ ixc6 16.�g7 hs+ (16...�xal l7.id3 �xhl l8.ixe4 @ds! 19.ixc6 dxc6 20. �h3! �c8! 21. �f8+ �b7 2Z.�xf7+ �a6 23.'ªxe6±) 17.@xhs �xal 1S.id3 (18.f3!+-) lS ... 'ªxhl 19.he4 �xhZ+ ZO.�g4 ghs?? (20 ... d5!=) Zl.igS+ @es zz.�f6 'ªhs+ Z3.�f4 �h2+ 24.�e3 �fs ZS.�dS+ �g7 26.if6+ �h6 27.�xh8# 1-0 Spoelman-Kuling, Tilburg 2008.

8 • . . .txc3+ 9.bxc3 Wfxc3+ 1o.cj{d1 Wfxal ll.lZ'lbs ttJc6!

Las negras también hacen lo más razona­ble con esta jugada que les lleva a un final in­ferior pero jugable.

La mayoría de los análisis hasta ahora se han centrado en la jugada 11...ds?! pero en ese caso el ataque blanco parece decisivo: 1Z.exd6! 12. �b4?! es otra de las refutaciones oficiales, pero como señala Burguess puede llevar a tablas después de 12 ... lt.Jc6 13.lt.Jc7+

�d8 14.�d6+ id7 1S.lt.Jxa8 'ªd4+! provo­cando al alfil blanco a situarse en d3. 16.id3 �xes 17.if4 'ªal+!=. 12 ... lt.Ja6 13.d7+! hd7 14.lt.Jd6+ �e7 1S.ixa6 ic6 [15 ... bxa6? 16.lt.Jf5+ @f6 17.�h4+!+-; 15 ... �xd6!? es tal vez la jugada que plantea mayores problemas a las blancas pero después de 16. Wb4+! <klc7 17.Wxb7+ �d6 18.@e2! WeS+ 19.i.e3 rJJe7 20.gdl !!ad8 2l.c4! (con idea de ibs) 21... @es 22.c5 \as negras están indefensas ante el avan­ce c6] 16.lt.JfS+ �e8 (16 ... �d7 17.'ªd3+ @c7 18.Wd6+ @b6 19.�e2!+-) 17.�b4! gd8+ (17 . .. exfs 18.gel+ ie4 19.ibS++-) 18.lt.Jd6+ �e7 19.@ez �eS+ ZO.lt.Je4+ �eS Zl.ixb7 ixb7 2Z.�xb7 fs La única forma de recuperar el ma­terial pero el final es sin esperanzas. 23.igs �xe4+ Z4.Wxe4 fx.e4 zs.hds �xd8 26.gbl! �c7 27 .gb4+- Klundt-Taeger, Oberursel 1972.

12.ctJc7+ cj{ds 13.lZ'lxa8 Wfxe5 14.Wxes lLlxeS (D)

Un momento bastante importante. Las ne­gras tienen dos peones por la pieza y el caba­llo blanco está atrapado en el rincón. Las ne­gras podrían incluso ganar la partida, pero las

· blancas tienen una continuación muy precisa para ayudar a su caballo y obtener las mejores posibilidades.

15.�a3! El alfil apunta a la casilla d6 para liberar

el caballo. 1S.ie3?! es la jugada automática pero después de 15 ... b6! las blancas tendrán

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124 Desmontando la Siciliana 2

que dar el caballo por los dos peones y las ne­gras tienen una estructura más compacta que compensa la pareja de alfiles y el peón pasado de la columna a. 16.c.!fd2 �b7 17.lüxb6 axb6 18.�xb6+ c.t>e7+.

1s ... ds Liberando la casilla d7 se ponen algunas

dudas en la maniobra blanca. Otras continuaciones llevan a una libera­

ción sencilla para el prisionero de a8: 1S ... b6?! 16.�d6 f6 17.lüc7 lüf7 18.ig3+-.

16 . .id6 lüg4 Las maniobras son similares en otras

variantes, por ejemplo: a) 16 ... lüc6 17.tt:lc7 i>d7 18.ig3 a6

19.lDa8!± seguido del inevitable lüb6; b) 16 .. .f6 17.c.t>d2! (17.�b8 lüc6oo; 17.f4

tt:lg4 18. c.t>el b6oo; 17.lDc7!? c.t>d7 18.tt:lbs±) 17 ... b6 (17 ... c.t>d7 18.ib8 tt:lc6 19.�b5+-; 17...�d7 18.lüc7+-) 18. tt:lc7 c.!fd7 19.tt:lbs± y el caballo está libre.

17.�el .id7 18.lüe7 a6 19.iüa8! a4!? Convencidas de no poder atrapar el caballo

las negras capturan un tercer peón, pero las piezas blancas se activan y toman el mando.

19 ... bs 20.lüb6 ic6 21.il.e2 lüf6 22.ies lOes 23. �d2 f6 24.ibs c.t>e7 25.a4+-.

zo.lüb6! hez 21.f3 iüf6 zz.�dz ifs 23 . .ie2+-

Ahora todavía las blancas tendrán que jugar un final difícil.

Aquí daba menos problemas técnicos 23.ieS!+-.

23 ... lüd7 24Jkl ttJxb6 2S.ie7+ �d7 26 . .ixb6 Ek8 27J:;xe8 �xe8 28.�e3 �d7 29.f4 .ie4 30.g4 f6 31.�d4 �e6 32.ias gs 33.ids! gxf4 34.1xf6 f3 3S . .ifl as 36.a3 bs 37.ie7 iez 38.�e3 id1 39.id3 es 40.ixb7 d4+ 41.�fz �ds 4Z.igs+ �e6 43 . .if6 �d6 44.h4 b4 4S.axb4 axb4 46.hs d3 47.h6 dz 48.hes+ �es 49 . .if4 b3 so.ixdz bz sLih7 1-0

Partida 10.02 Hansen S. - Kristensen B.

Tastrup, 1998

l.e4 eS 2.iüf3 e6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 iüf6 s.lüe3 .ib4 6.es iüds!? (D)

La jugada más seria, que unida a la idea del sacrificio de calidad, causó un cierto resurgi­miento de la variante de la clavada. El juego de las blancas no puede ser tan contundente como en la variante anterior, pero los resulta­dos han ido girando a su favor en los últimos años y el plan de ataque ha ido adquiriendo todos sus perfiles.

7.-idz! Esta jugada ha sido la causa de la caída en

desgracia de 6 ... tüds. La antigua 7.�g4 0-0 s.ih6 g6 ofrecía un buen contrajuego.

7 ... lüxe3 La jugada más lógica. Se causa un daño a

la estructura de peones blanca y se mantiene el alfil, tan importante para defender las casi­llas negras. Pero la captura alternativa ha sido también experimentada.

7 ... hc3 8.bxc3 0-0 tenemos una posici­ón de doble filo, pero los peligros que se cier­nen sobre las negras en forma de dos alfiles depredadores y ataque, son más inmediatos. 9.c4 (9.il.d3 ha dado también buenos resulta­dos) 9 ... lüe7 (9 ... �b6 10.ib4 ges ll.il.d6±; 9 ... �b6!? lO.lDf3! Khalifman 10 ... �e7 ll.id3 fs 12.exf6 gxf6 13.0-0±) y ahora:

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Capftulo 10: 4 ... li:Jf6 5.li:Jc3 .tb4 Contraataque siciliano 125

a) 10 . .ib4?l . Esta jugada, que ha sido recomendada pero muy poco utilizada y que parece la más lógica, se encuentra con una respuesta típica: 10 ... ¿¡:¡bc6l ll .¿¡:¡xc6 ¿¡:¡xc6 12.�d6 (12 . .bf8 %7a5+�) 12 ... ¿¡:¡xes! (12 .. .f6!?) 13.c3 f6 14 . .bf8 %7xf8�;

b) Sin embargo si parece muy interesante la primera selección de los módulos, 10.�c3!? por ejemplo: 10 ... ¿¡:¡bc6 ll,¿¡:¡xc6 lDxc6 12.�d6±;

e) 10.�d3 lDbc6 11. %7hs! Provoca la debili­dad en las casillas negras que ya no pueden ser cubiertas por el alfil. 1l...g6 (ll ... ¿¡:¡g6 12.lDf3! �c7 13.0-0 y dado que las negras no pueden tomar en eS, la restricción de su flanco de rey es un peligro inmediato) 12.¿¡:¡xc6 ¿¡:¡xc6 13.We2± Unas jugadas de control, terminar el desarrollo y volveremos. 13 ... f6 14.exf6 %7xf6 15.0-0 b6 16.f4 .ib7 17.�e1 preparando la toma de la diagonal principal por parte del alfil de casillas negras. 17 ... ds 18.cxds exds 19.f5l (ya no es posible 19 . .ic3 d4, pero aho­ra el peón f causa daños muy graves en el en­roque negro) 19 ... gxfs 20J:txfs �d6 2U3g5+ �hs 22.ixh7 �U6 23J�hs gaf8 24.id3+ �gs 2S.gh8+ 1-0 Aseev-Steffens, Bad Woerishofen 1991.

8.bxc3 ie7 (D) La retirada natural y la más popular. 8 ... �as?! Parece más activa pero deja in­

defenso el flanco de rey y las blancas se lan­zarán allí. 9.�g4 0-0 10 . .id3 d6 11.igs!! El al­fil se une al ataque con efectos devastadores. ll....ixc3+ (11...�c7 12.0-0 dxes 13,¿¡:¡bs �c6 14.ih6 g6 15. �a4 ib6 16.ie4 �es 17. V9c4±) 12. �f1 fs (12 ... Was 13.if6 g6 14. �gs id2 1S.f4+-) 13.exf6 gxf6 14.ixf6 Wxf6 1S.ixh7+ �xh7 16.Wh3+ �g8 17.Wxc3+-.

8 ... -ifs?! Es extraña pero relativamente frecuente 9.�g4 a6 10.id3 hs (Yegiazarian­Sulskis, Budapest 1996) y ahora con 11 . �e2 d6 12.exd6 ixd6 13.¿¡:¡fs las blancas tienen una gran ventaja.

s ... ics?! 9.Wg4 g6 10.id3 Deja las casillas

negras agujereadas y facilita el taque blanco; por ejemplo: 10 ... d6 11.¿¡:¡b3 ib6 12.igs Wc7 13.exd6 Wxc3+ 14. �fl ¿¡:¡d7 lS.gel± Ott­Ryba, Alemania 2001.

9.Wg4 o-o Las negras insisten en su oferta temática

de la calidad, que las blancas harán bien en no tomar en cuenta. Las alternativas para defen­der el peón de g7 no son atractivas tampoco.

9 ... g6!? Es una alternativa con bastante sentido que aún espera la respetabilidad de la práctica a alto nivel. Las negras pueden contar con enrocarse largo. lO.¿¡:¡bs!? (Recomendada por Khalifman y en DLS, es estratégicamente lógica, pero pierde tiempos y permite a las negras contraatacar: 10 . .id31 ¿¡:¡c6 ll.¿¡:¡xc6 dxc6 12.0-0 �as 13.gfe1 es claramente lo más sano y mi principal recomendación) 10 ... 0-0 (10 ... ¿¡:¡c6!? ll.¿¡:¡d6+ ixd6 12.exd6;t con buenas chances de ataque, si bien las blancas han quemado sus naves y están obli­gadas a ser muy concretas; 10 ... a6?! ll.¿¡:¡d6+ ixd6 12.exd6 �b6 13. �b4± de acuerdo a Khalifman) 11.h4! ¿¡:¡c6 12. Wlg3 a6 13.lDd6 �c7 14.if4 f6?l (14 ... Was 15.¿¡:¡c4 �d8 16.h5±) 15.h5!±.

9 ... g5!? Es una continuación casi inédita. lO.¿¡:¡bs! {es lo mejor) lO ... hs (10 ... d6 ll.exd6+-) 1l.�e4! ¿¡:¡c6 12.id3 con clara ventaja blanca, de acuerdo con Khalifrnan.

10.ih6 g6 ll.h4! (D) Las blancas renuncian olímpicamente a la

calidad y comienzan un ataque brutal. Hasta

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126 Desmontando la Siciliana 2

ahora, y a pesar de que las negras lo han pro­bado casi todo, el éxito de la estrategia blanca ha sido completo.

ll..JWas l l ... d6? Es la lógica reacción central pero

no llega a tiempo. 12.h5 Was (12 ... dxe5 13.hxg6 fxg6 14 . .ixf8 exd4 (14...1f9xf8 15.lt:\xe6 Wf6 16.ic4+-) 1S.ixe7 �xe7 16.id3l id7 17J2:bl b6 18.cxd4+- Klovans-Schein, Graz op-A 1999) 13.lt:\bsl La jugada clave que retrasa el contra­ataque negro en el otro flanco, justo una juga­da, lo suficiente para que las blancas rematen al rey negro. 13 ... a6 14.hxg6 fxg6 1S . .ixf8 axbs (15 ... ixf8 16. Wh4+-; 15... c.t.>xf8 16.a:xh7 axbs 17. Wf3++-) l6.cbd2 ixf8 (16... �xf8 17.a:xh7+-) 17J!xh7!+- Lalic-Sulava, Pula 1997.

l l .. .'i;Vc7 12.1f9g3 a:es 13.h51 (Siempre el mismo tema) 13 ... if8 (13 ... d6 14.hxg6 fxg6 15.lt:\b5+-; 13...l¿jc6 14.hxg6 fxg6 1S.lt:\bs Wbs 16.lt:\d6+-) 14.hxg6 f:xg6 lS.lLlbs �es 16.id3 ixh6 17.a:xh6 Wfs 18.a:xh7 a:e7 19.Wxg6+ E:g7 zo.lf9hs 1-o Coelho-Yano, WJTC-2 1999.

ll ... lt:\c6?l También ataca en el cen­tro pero la refutación también es muy fá­cil. 12.lt:\xc6 bxc6 13.hs fs (13...\WaS 14.1f9g3l a:es 15.hxg6 hxg6 16.E:dl+- seguido de Wh2) 14.Wg3 (14.�h3l? gs 1s .. bfs ixfs 16.1f9e3+-) 14 ... g5 15.f4 g4 16.ixf8+- Lawson-Trottier, Quebec-ch 2001.

ll ... a:es? Intenta ceder la casilla fs al alfil pero también es lento. 12.h5 ifs 13.hxg6 fxg6 14.id3! no hay respiro 14 ... a:e7 lS . .igs '?1ic7

16.ixe7 WxeS+ 17.c.t.>f1 ixe7 18.a:xh7 1-0 Hellers-Ziska, Nordic-chT Pohja 1985.

12.\Wg3 d6 Las negras siguen con las jugadas más lógi­

cas. Aquí también hay alternativas aunque la oferta se reduce:

1 2 ... E:ds 13.h5 (Esto parece funcionar de sobra, pero las blancas disponen incluso de un tratamiento más sencillo. 13.igs!? a:es 14.lt:\bs±) 13 ... d6 14.hxg6 fxg6 1S.if4 dxes 16.ixes E:ds 17.f4 lt:\d7 (17 ... id6 18.ixd6 E:xd6 19. �h3! hs 20.lf9g3+-) 1S.ic4 t¿)xes (18 ... E:xe5+!? 19.fxes WxeS+ 20. �xes lt:\xes ZLib3±) 19.ixds �xds 20.fxes �e4+ 21.'it>d2 id7 2Z.a:ael lf9ds 23.1f9h3 (23.a:xh7!! cbxh7 24.a:hl+ cbg7 2s.Wh2 'it>f7 26.Wh7+ c.t.>es 27.'?1ixg6+ c.t.>ds 28.E:h8++-) 23 ... ig5+ 24.'it>dl h6 25.Wd3± Wedberg-Pokojowczyk, Kobenhavn 1984.

12 ... !0c6?! Esto, definitivamente, no lle­ga. 13.!0xc6! bxc6 14.hs d6 (14 ... a:ds 15.hxg6 fxg6 16.id3 1!9xc3+ 17.c.t.>e2+-) lS.ixfs ixfs 16.hxg6 hxg6 11.a:d1 ig7 18J�xd6 ixes 19.a:d8+ �g7 zo.a:h7+ Willemze-Smits, Hengelo open U16 1994.

I3.lDbs! (D) La conocida cortina para neutralizar la

dama pero comparado con variantes anterio­res, aqui las negras han logrado que las blancas hicieran una jugada (1!9g3) más pasiva que hs.

13 ... lDc6

Page 127: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 10: 4.Jof6 s.tbc3 ib4 Contraataque siciliano 127

A 13 .. J3d8?! sigue un tratamiento muy rápido 14.h5! dxes (14...lt:Jc6 15.hxg6 fxg6 16.exd6±) 1S.hxg6 hxg6 (15 ... fxg6 16.�xe5+-) 16.�g5 y las casillas negras son un coladero. 16 ... �xg5 17.�xg5+-; 13 ... lLld7 14.h5! y es obligado 14 ... lt:Jxe5 que traspone.

14.h5! tbxes Contra 14 ... !1d8?! sigue lo de siempre:

1S.hxg6 fxg6 (15 ... hxg6 16.�h3+-) 16.exd6 .bd6 (16 ... �f6 17.�h3+-) 17.�h3+-.

15.f4! (D) Es necesario desplazar el caballo antes de

tomar en g6.

15 ... .td7 La entrega de material tiene mucha lógica

y permite liberar definitivamente la posición negra. Sin embargo pronto se verá que no hay compensación suficiente por la calidad perdi­da. Por eso es la última oportunidad de consi­derar las retiradas de caballo:

1S ... �c6?! 16.hxg6 fxg6 17 . .ixf8 ixfs 18.�h4 h6 19.�f6+- con calidad e iniciativa.

15 ... �d7!? 16 . .id3! (Se prepara el golpe mortal en g6. El cambio directo no es tan cla­ro porque permite a la torre moverse hasta f6. 16.hxg6 fxg6 17 . .id3 :B:f6 lS.igs lt:Jcs 19 . .ixf6 lt:Jxd3+ 20.�xd3 1xf6oo) 16...ltlcs! para elimi­nar el alfil (16 ... .if6?! 17.hxg6 1xc3+ 18. @ez fxg6 19.ixg6! ixal 20.lt:Jxd6+-) 17.hxg6 lt:Jxd3+ 18. �xd3 fxg6 19.�xf8 ixfs 20.lt:Jxd6± y aquí tampoco está compensada la calidad.

16.fxes ixbs 17 .ixbs Wxbs lS.ixfs :Sxfs

18 ... hfs!? 19.hxg6 (19.exd6 :B:d8 zo.:B:d1 1l.g7 21. �d3 Czarnota-Sulskis, Warszawa ZOOS) 19 ... hxg6 20.exd6± es similar a la par­tida.

19.exd6 .igs zoJ3d1 h6 21.d1 Wfs zz.:Sd3 :Sds 23.hxg6 Wle4+ 24.�fz fs zs.Wif3 Wa4 26.Wie2 Wlf4+ 27.:Sf3 Wfd6 28.:Sd1 We7 29.:Sfd3 �g7 30.:Sel :Sxd7 31.:Sxd7 Wxd7 32.Wixe6 1-0

Esquema Resumen: l.e4 eS z.ltlf3 e6 3.d4 cxd4 4.ltlxd4 �f6 s.�c3 ib4 6.es

- 6 ... lt:Je4 7. �g4 lt:Jxc3 Realmente incorrecta aunque muy complicada +-. - 6 ... lt:Je4 7. �g4 �as También dudosa, aunque menos clara que la anterior ±. - 6 ... lt:Jds 7 . .id2 .ixc3 Muy delicada para las negras ±. - 6 ... lt:Jds 7.-tdz lLlxc3 8.bxc3 .!as Muy complicada, pero da a las blancas un ataque

tremendo ±. - 6 ... lt:Jds 7.�dz lt:Jxc3 8.bxc3 ie7 La línea más sólida pero las blancas continúan teniendo

un fuerte ataque ±.

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128 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 1 1

l.e4 eS 2.tDf3 e6 3.d4 cd4 4.ttJd4 tDf6 5.tDc3 tDc6

Valoración ***

Introducción

Estamos ante una variante que no ha logrado un lugar entre las grandes de la siciliana, pero que sin embargo se juega mucho en niveles que van desde aficionados hasta grandes maestros, incluyendo, aunque no muy a menudo, a la élite. Sus virtudes son que las negras pueden arre­batar fácilmente la iniciativa ante un juego poco decidido y que en las dos variantes de las blan­cas, que se supone que aspiran a conseguir ventaja, las negras tienen algunas compensaciones. En caso de 6.lbxc6 las negras tienen un interesante contrajuego en varias líneas y en caso de 6.lbdbs las negras pueden elegir entre trasponer a la Pelikan o jugar una posición algo inferior pero muy sólida con 6 ... �b4 que es precisamente la línea que vamos a estudiar. Si el blanco es un fuerte jugador de ataque o un teórico peligroso, esta variante puede desactivar sus mejores virtudes. Por estos motivos es conveniente ser un jugador completo y poder adaptarse a todo tipo de posiciones y situaciones.

Historia

En una variante llena de trasposiciones como esta, es difícil hablar de una historia inde­pendiente, porque la mayoría de los jugadores la han empleado para luego pasar a su variante favorita. Si nos centramos en las líneas independientes, podemos ver que este orden ya era muy apreciado en el siglo XIX y fue empleado por Anderssen, Paulsen (como no) y más tarde por Blakburne, Tarrasch y Mieses. Desde más o menos 1920 la variante fue pasando a un segundo plano y era empleada por jugadores de segunda fila. A partir de 1970, gracias a la popularidad de

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Capítulo 11: 4 ... l:i:Jf6 5. Ci:Jc3 Ci:Jc6 129

la Pelikan, muchos jugadores se fijaron en este orden para usarlo como alternativa al orden clási­co con la intención de esquivar alguna variante. Así es como entró en el repertorio de jugadores como Dolmatov, Nunn, Illescas, Krasenkov y sobre todo Leko, mientras que otros especialistas de la Pelikan como Kramnik, nunca quisieron saber nada de este orden. Sin embargo la variante independiente, que es la que estudiamos aquí, disfruta de una popularidad mucho más restringi­da, aunque ha sido empleada recientemente por jugadores como Grischuk o Kortchnoi.

Ideas

Una de las características de esta variante es que puede trasponer a casi todo. De hecho tal vez la principal idea del orden e6, lt:lc6 y lt:lf6 sea trasponer a la Pelikan esquivando variantes como el Rossolimo. Si nos centramos en las líneas independientes, una virtud esencial del esquema negro, es que si las blancas hacen una jugada "normal" como lo son 6.i.e2, 6.ie3, 6 . .\kc4 y otras, la clavada con ib4 resulta muy molesta. En la línea principal, 6. lt:ldbs .ib4, las negras pretenden tener un juego libre de piezas y evitar que su rey sea atacado como ocurre en la mayoría de líneas de la siciliana, aunque para ello deben hacer concesiones importantes como su pareja de alfiles.

Partida 11.01 Ehlvest J. - Romero Holmes A.

Logroño, 1991

l.e4 eS 2.Ci:Jc3 e6 3.ttJf3 ttJc6 4.d4 cxd4 s.tüxd4 tbf6

La popularidad de esta línea es muy gran­de entre jugadores de nivel medio. Se pueden encontrar bastantes motivos: el más simple es que plantea problemas concretos (con la con­tinuación .lkb4) y la mayoría de las jugadas no los resuelven, el más elaborado es que impi­de a las blancas desarrollar el clásico juego de ataque del bando blanco en la siciliana y eso puede contentar al jugador de negras.

6.�dbs (D)

6 ... i.b4 6 ... d6 Nuestra recomendación, 6.lt:ldb5,

permite esta trasposición a la Pelikan que tienen que considerar aquellos jugadores que desean evitar dicha variante. 7.if4 eS 8 . .ig5 (ver el capítulo 8).

6 ... .tcs Una variante con cierto veneno que ha defendido el maestro internacional alemán Hall y que se ha dado en denominar "La cobra". Las blancas harán bien en tomár­sela en serio y en conformarse con pequeñas ventajas. Los intentos de refutación pueden ser peligrosos. 7 . .if4! (7.lt:ld6+ �e7 8.lt:lxc8+ !hc8 9.id3 es un intento alternativo que puedo recomendar a los que no gusten de explotar pequeñas ventajas técnicas) 7 ... 0-0

s.ic7! Yf!e7 9.i.d6 ixd6 10.Yffxd6 Llevando la partida de modo forzado a un final en que la mejor estructura ofrece una vida más agra­dable. lO ... liJes La jugada patrocinada por el "impulsor" de la variante, ]esper Hall, con la cual él no ha perdido nunca, pero las negras han sufrido siempre. El intento de mantener las damas lleva a una posición muy apretada debido al dominio incontestable de la colum­na d y el punto d6 en particular. 10 ... Wds?! ll.lbc7! E:b8 12.ie2 b6 13.e5! liJes 14.lbxe8

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130 Desmontando la Siciliana 2

lixe8 1S.f4 �b7 16.tf3 liJe7 (16 ... liJaS es un poco más aguda pero después de 17.0-0! liJc4 18. �d4 �xf3 19.lixf3 ds 20.exd6 liJxd6 21.�dl;!; las blancas siguen manteniendo un dominio molesto) 17.�xb7 �xb7 18.0-0-0t Galkin-Kabanov, Kazan 200S. 11.Wxe7 liJxe7 1 2.0-0-0 fs!? Esta es la idea. Con el cambio en la estructura de peones, las piezas negras cobran actividad y se percibe que las blan­cas no están bien situadas para bloquear adecuadamente los peones colgantes que sur­gen en el centro. 13.liJd6 tiJxd6 14.�xd6 fxe4 15.tt:lxe4 liJfs 16.lid2 ds 17 .liJgs! El caballo se dirige a controlar eS. 17 ... !d7 O bien 17 ... b6 18.lt:lf3 lt:ld6 19.id3 lt:lb7 20.c3 lt:\cs 21.!c2 as 22J3e1 a4 23.lt:leS;!; Carlsen-Vidoniak, Gausdal 200S. 18.id3 g6 19.liJf3 liJd6 20.h4 (20.liel!?) zo ... !bs Zl.ixbs liJxbs zz.hs tiJd6 El caba­llo negro busca e4. 23.hxg6 hxg6 Z4.liJgs!t Tissir-Bellon López, Málaga 2003. No es mucho, pero todos preferiríamos jugar esta posición con blancas.

6 . . . a6?! Se ha jugado un montón de veces en partidas antiguas, pero no tiene ninguna lógica. 7.lt:ld6+ ixd6 8.Wxd6± y las blancas capturan las casillas negras a cambio de nada.

7 .a3 �xc3+ 8.tbxc3 ds 8 ... 0-0 Puede ser un intento de mejorar la

variante de lt:lds. 9.id3 ds 10.exds (10.0-0!? ahora puede trasponer a una variante muy sana evitando el final más igualado) lO ... liJxds (10 ... exds traspone a la partida) ll.lt:lxds �xds 12.0-0 �d8 13.ie3t y aunque las ne­gras tienen una posición razonable, la ventaja de la pareja de alfiles es persistente.

9.exd5 exds Se produce una de las posiciones más con­

trovertidas de la teoría de aperturas en el as­pecto estratégico. Las blancas tienen la pareja de alfiles y las negras un peón aislado. A pesar de ello, la constante práctica demuestra que no es fácil explotar estas ventajas. Los motivos se achacan siempre al juego libre de las piezas negras, pero yo creo que la pareja de alfiles

y el peón aislado son ventajas que no conju­gan bien, de hecho el mejor escenario para las bi<mcas en esta estructura de peones sería eli­minar sus dos alfiles a cambio de sus dos caba­llos negros y colocar el caballo en d4.

9 ... tt:lxds es poco popular. Las negras se li­bran del peón aislado, pero en la posición que se produce, la ventaja de la pareja de alfiles se explota mejor. 10.id2! 0-0 11. �hs!? lt:lxc3 (ll...g6 12.�h6 �b6 13.0-0-0-t con buen ataque; ll ... lt:lf6 12. '?:Vh4 '?:V d4 13. Wxd4 lt:\xd4 14.0-0-0;!;. De Vreugt-Ortega Ruiz,Avilés 2000 y la ventaja de la pareja de alfiles aumenta en el final) 12.ixc3 es 13.id3 g6 14.'?:Vh6 Wf6 1S.O-O;!; Tai-Liberzon, Kislovodsk 1964.

10.id3 0-0 10 ... d4 es mucho menos frecuente, por­

que aunque logra simplificaciones adicio­nales, facilita la explotación de las ventajas blancas. 1l.'?:Ve2+! (n.lt:le2 ifS!= es la idea negra) 11...ie6 (ll ... '?:Ve7 12.'?:Vxe7+ <!>xe7 13.lt:le2 �d8 14.ig5;!; añade incomodidades a la posición negra) 12.tt:le4 lt:\xe4 13.Wxe4 '?:Vds 14.if4t Illescas Córdoba-Sorokin, Palma de Mallorca 1989. Las piezas blancas ocupan excelentes posiciones centrales.

11.0-0 (D)

ll ... ig4 La idea de esta jugada (bien sea provocar

f3 o trasladar el alfil a g6) no está claro que ayude a la causa negra, pero obliga a cierta precisión a las blancas, como veremos.

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Cap(tu/o 11: 4 ... l:iJf6 5.lbc3 t:iJc6 131

ll ... d4! Es la continuación principal y se estudia en las partidas 11.02 y 11.03.

1 1 ... h6?! Es bastante frecuente a pesar de ser una extraña jugada. 12.if4! d4 [12 ... a6 13.l::{e1 d4 14.l!Je4;!; Areshchenko-Kuzmin, Kramatorsk 2003 y el peón de d4 corre peli­gro, por ejemplo: 14...tilxe4 (14 ... ltJd5 15. Wlf31 ltJxf4 16.\1Nxf4±) 15.i.xe4 Wlf6 16.ixc6!±] 13.ltJbs ltJds 14.ig3 ie6 (14 .. .fs?! se ha juga­do pero es demasiado ingenua. 15.c4! dxc3?! 16.ic4+-) 15.E:e1 Wld7 16.ltJd6 E:ad8 17.Wif3 La poderosa posición del caballo blanco crea muchos problemas a las negras. 17 ... '?9e7 (Polgar-Stein, Dortmund 1990; 17 ... ltJde7 18.Wie4 g6 19.\1Nf4 '?9c7 20.h3±) y ahora 18.ltJc41 con idea de E:ad1 y ltJes, aumentando la presión sobre el peón d4, da a las blancas una ventaja muy cómoda.

12.fJ �hs 12 ... .Ae6?! Es una decisión extraña porque

f3 es una jugada útil en el plan blanco excep­to que el caballo negro llegue a e3 o el jaque en b6 sirva para algo, circunstancias que no se dan aquí. 13.igs! '?9b6+ (13 ... d4? 14.l!Je4) 14-<�?hl;!; Wlxb2? 15.1!9d2!+-

13.�g5 Impidiendo la maniobra del caballo a e3 e

incluso la temática d4. 13 .. J�Jb6+ El jaque sirve para deshacer la clavada. 13 ... �d6 14.ixf6! Wxf6 15.ltJxd5± gana

un peón. 15 ... \1Nxb2? 16.c3!+-. 14.�hl lbe4 La clave de la idea negra, pero meramente

fuerza los acontecimientos para llegar a un fi­nal inferior.

15.&iJxe4 dxe4 16be4 Wtxb2 17.'&bl! Forzando el cambio de damas para no per­

der un peón y llegando a un final donde los dos alfiles blancos y la presión en la columna b, dan una considerable ventaja a las blancas.

17 ... '&xbl 18.�fxbl fs 19.�d3 b6 20.�b5í

20.É:!e1!? puede ser mejor en vista del comentario a la siguiente jugada negra.

20 ... �g6?! Muy pasiva. 20 ... ltJd4!? mejora el caballo

e impide la ideal coordinación de las pieza blancas. 2U'tb4 (2l.E:d5? l!Jxf3!=) 2l...ltJe6 22.i.hU.

21.�d1 a:ac8 22.�d5 Las torres blancas van tomando posiciones

dominantes y ahora pueden molestar con ia6 y a:d7.

22 ... f4?! forzando de nuevo los acontecimientos

sin necesidad. 22 ... ltJas 23.a:d7 gf7 24.a:d4;t. 23 . .ixg6 hxg6 24.h4 �c7 24 ... ltJa5 25J�d7 a:xc2 26.É:!xa7± 25.�d7 �xd7 26.�xd7± (D)

Y las blancas han consolidado una serie de ventajas y pueden mirar al futuro con op­timismo.

26 ... �fs 27 .�d6 lb es 28.�d4 lbc6 29.�c4!

Evitando el contrajuego. 29.E:xf4 E:c500• 29 ... &iJa5 30.�c8+ �f8 30 ... �h7 3l.Ék7±. 31.a:xfs+ �xf8 32.�xf4+-Con un peón de más y un buen alfil, la

partida está decidida. 32 ... lbc4 33.�cl �e7 34.�h2 �e6

35.�g3 �f5 36.a4 a6 37.c3 bs 38.axb5 axbs 39.�h3 tt.Jes 40 . .ia3 g5 41.hxg5 �xg5 42.�d6 tbd7 43.g4 tbb6 44.f4+ �f6 45.1e5+ �f7 46.�g3 tl.Jc4 47.�f3 g5 48.�e4 gxf4 49.1xf4 �e6 50.�d4

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132 Desmontando la Siciliana 2

�b6 s1.ies! �ds sz.ihs b4 S3.c4 �f4 54.ig7 �f7 5S.ih6 �eZ+ 56.�d3 b3 57 .idZ!+- �e6 S8 . .ic3 �f4+ S9.�d2 �d6 60.if6 �e6 61.�c3 �es 62.id4 1-0

Partida 11.02 Reínaldo R. - Ortega Ruiz].

ECh-u20 Avilés, 2000

l.e4 es z.�f3 e6 3.d4 cxd4 4.�xd4 �f6 s.�c3 �c6 6.�dbs �b4 7.a3 hc3+ 8.�xc3 ds 9.exds exds 10.id3 o-o 11.0-0 d4 (D)

La continuación más popular y por bue­nas razones. Las negras consiguen la casilla ds para sus piezas, un posible punto de apoyo en e3 y la restricción en la columna c. Las blancas tienen que ser muy flexibles y aplicar ideas sa­nas, pero también muy concretas contra cada uno de los sistemas de desarrollo negros.

12.�e2 :Ses (D) Además de esta jugada natural de desarro­

llo, las negras han probado virtualmente to­das las jugadas posibles en la posición:

12 ... h6?! Evita el desarrollo a gs, pero hay otra forma incisiva de poner en juego el alfil. 13.b4! un plan frecuente, una vez que el peón ha llegado a d4: todas las piezas blancas pue­den coordinarse contra el peón d4 y las negras deben pensar pronto en buscar contrajuego. 13 ... ig4 14.f3 (14.ib2 tLlds 15. �d2 ixe2 16.ixe2 tLlc3 17.ixc3 dxc3 18.�xc3 tLld4

1-0 Timoshenko-Begun, Minsk 1996 y ahora 19.ig4! ± también gana un peón por una com­pensación difusa) 14 ... ie6 lS.ibz �ds 16.b5 lbes 17.lbxd4!± ganando un peón y ahora las negras tienen mucho que demostrar.

1 2 ... �d6 Provoca la llegada del alfil a una buena casilla, para colocarse en ds sin ser mo­lestado por el caballo. 13.if4! �ds Una posi­ción excelente para la dama negra que apoya .llfs y lbe4, pero 14.c4! dxc3 15.lbxc3 �d4 16.lbe2 �ds 17.%Yc2 ie6 18.l'�adlt Ivanovic­Guimaraes, Budva 1981 y con el centro tan abierto, la pareja de alfiles es una ventaja cier­ta, aunque la posición negra es muy sólida.

1 2 ... �b6!? Poco empleada, pero no inferior a otras continuaciones. 13.b4 ig4 14.ib2 :Sad8 1S.�d2 :Sfe8 16.:SfeH con cier­ta presión sobre el peón de d4, que puede ser aumentada mediante %Yf4 y :Sadl.

12 ... .ig4 y 1 2 ... %Yds se estudian en la próxima partida.

13.b4!? Este plan de acumular efectivos contra el

peón d4, me parece eficaz aquí, aunque de igual fuerza debe ser la alternativa 13.igs!? con ideas similares como veremos en la variante 12 ... ig4.

13 ... �d5 Lo más frecuente y más lógico contra el

plan blanco. 13 ... ig4 14.f3 ihs 1s . .ibz lbds 16.�dz

traspone a la partida; 13 ... a6 14 . .ib2 ig4 1S.f3

Page 133: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 11: 4 ... tiJf6 5. tbc3 tiJc6 133

�e6 16.:!U2 'it>h8 17.b5 axbs 18.ixb5± parece ganar el peón, aunque sigue habiendo mucho trabajo por delante.

14.'\Wdz �g4 1s.f3 �hs 16.�bz (D)

La presión blanca está llegando a su mo­mento crítico y la decisión de las negras es por tanto crucial:

16 ... tiJe3?! La única experimentada en vivo, pero no

creo que sea la mejor: 16 ... �b6!? 17Jlfel! (17.gfz gad8co)

17 .. J3ad8 (17 ... a6?! 18. Whl y el peón cae: 18 ... E:ad8 19.lLlxd4l E:xel+ 20.E:xe1 lLldxb4 21.axb4 lLlxd4 22. �f2+-) 18.b5 Parece que va a ganar el peón pero todavía queda analizar: 18 ... ixf3! 19.gxf3 lLles 20. 'it>f2l �d6� algo especulativa, pero difícil de manejar.

16 ... ig6!? 17.lLlxd4 ixd3 18.lLlxc6 (18. �xd3?? lLlf4!-+; 18.cxd3? �b6+) 18 ... bxc6 19.�xd3 �gs;t con alguna compensación por el peón.

17.E&f2?! 17JHel! gana el peón en casi todas las va­

riantes con complicaciones mínimas: 17 ... ig6 18.b5! (18.lLlxd4 lLlxd4 19.E:xe3 E:xe3 20.�xe3 lLlxc2 21.�xc2 ixc2 22.�c3 �b6+ 23.Wh1 �g6 24.gc1 ifs 25.�c7;t) 18 ... lLles 19.lLlxd4 lLJSc4 20.ixc4 lLlxc4 21. �c3±.

17 ... !g6! 17...'ªb6 18.lLlxd4 gad8 19.E:el lLlxd4

20.E:xe3 lLlxf3+ 21.E:exf3!+-18.b5?!

Desaprovechando la segunda y última oportunidad de atrapar una ventaja concre­ta: 18.hg6! hxg6 19.lLlxd4 lLlc4 (19 ... 'ªb6 20.lLlxc6 Wxc6 2L�d4±) 20.�c3 lLlxb2 (20 ... lü6e5? 21.f4! lLlxb2 22.fxes lLla4 23. �c4 �d7 24.E:afl+-) 21.lLlxc6 bxc6 22.�xb2± con peón de más aunque con dificultades técnicas.

18 ... tiJes 19.!xg6 hxg6 zo.!xd4 tiJSc4 21.'1Wd3 iWgs zz.!xe3 tiJxe3 23.tiJd4 tiJds= 24.'\Wdz tiJf4 25.g3 E&ads 26.c3 tiJh3+ 27.�g2 Whs 28.E&e2 tiJgs 29.E&xe8+ E&xe8 30.h4 tiJe6 31.�e3 �fs 32.CLJxe6+ E&xe6 33.�d3 Wes 34.E&dl �g8 35J:i:d2 We1 36.a4 Wla1 37.Wc4 E&e1 38.E&d8+ �h7 39.Wxf7 E&e2+ 40.�h3 Wfl+ 41.c.t>g4 E&e4+ 42.f4 iWeZ+ 43.�h3 Wfl+ �-�

Partida 11.03 Tiviakov S. - Maliutin E.

Montecatine Termi, 1994

l.e4 es 2.CLJf3 e6 3.d4 cxd4 4.'iJxd4 tiJc6 s.CiJc3 CiJf6 6.CiJdbs ib4 7.a3 ixc3+ 8.4Jxc3 ds 9.exds exds 10.id3 o-o n.o-o d4 12.tiJe2 (D)

12 ... Wlds Una de las dos continuaciones más popu­

lares. La dama en este caso provoca el salto del caballo para perjudicar el desarrollo del alfil.

1Z ... ig4 Es la otra variante principal e incluso más frecuente que �ds, pero el plan que proponemos es ya muy conocido. 13.f3!?

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134 Desmontando la Siciliana 2

ihs 14.igs Buscando el ataque del peón d4 con todas las piezas, ahora el alfil puede ha­cerlo a través de f2 y mientras tanto molesta. Es posible también 14.b4 a imagen de la par­tida 11.02. 14 ... Wd6 lS.�dz ig6 Lo más na­tural puesto que el alfil no tiene otro destino. Más frecuente es 15 ... ct:lds pero en ese caso las blancas pueden aplicar una jugada lógica pero inédita hasta ahora: 16.c4! dxc3 17.ct:lxc3 '1Wc5+ 18.�f2 ct:lxc3 19Jkl h6 20.ie3 ifies 21. ifixc3� y tienen la posición idónea para explotar la pareja de alfiles) 16.laadl laad8 17.!xg6 hxg6 18.ie3!? Lo más directo pero es posible mantener la presión por medio de 18.�fel. 18 ... lafe8 19.ct:lxd4 �xe3 zo.Wxe3 ct:lxd4 Y ahora: Zl.<i>fz!? (en vez de 21.c3) lleva a un final más molesto. Zl...'&b6 ZZ.c3 ct:lc6 23.�xb6 axb6 Z4.laxd8+ ct:lxd8 2S.ladl lLlc6 26.g4;!; las blancas tienen alguna inicia­tiva, aunque parece difícil romper la barrera defensiva de los cabaUos negros.

13.tLlf4! Las blancas deben aprovechar la oferta negra

para ejecutar su iniciativa mediante otro plan. 13 .. .'�d6 I4.lt:Jhs (D) Completando la idea, el caballo vuelve a

dejar su puesto a las otras piezas blancas.

14 ... ttJxhs Lo más frecuente y lo más lógico, aunque

facilita el plan blanco, otras jugadas tienen defectos más claros:

14 . .. llJg4 15.if4! ifid5 16.lLlg3 ie617.�el

lLlf6 18.lLle4! Jugada inédita a pesar de que lleva a una posición casi idéntica a la estu­diada en la variante 12 ... h6. 18 ... lLlxe4 (es­quivar el cambio ahora es peor 18...lLld7?! 19.c4! dxc3 20.lLlxc3 Wa5 21.lLlb5±) 19.ixe4 ifid7 (19 ... ific5 20. '1Yid3±) 20. ifihs g6 (2o ... h6?! es muy peligrosa 2Lixh6 gxh6 22. ifixh6 f6 23.i!ig6+ Wh8 24.!!ad1 lLle5 25.\Wh6+ �g8 26.�e3±; 20 .. .f5 2Lid3±) 2l.�c5;t con posi­ción muy activa y mucha presión.

14 ... lLlds 15. �f3 �es (15 ... lLle5 16. '1Yig3±) 16.idz ie6 17.!!ael !!ad8 Las piezas blan­cas ya están situadas en posiciones excelen­tes y pueden mejorar fácilmente las partidas jugadas hasta aquf, por ejemplo: 18.!!e2!? (18.lLlxg7!? se puede investigar) 18 ... l!e7 19.�fel f6 20.if4! Wd7 (20 ... lLlxf4 21.\Wxf4!+-) 21. '1Yf g3 ± con la amenaza �e6.

15.Wfxh5 h6 La defensa lógica. g6 debilita las casillas

negras y fs es muy fea. 16J3el id7 17JWh4 17.g3!? Probada por Anand en una par­

tida semirápida, parece una alternativa pro­metedora: 17 ... �fe8 18.if4 '1Yif6 19.\Wd5 ih3 20.\Wd6!;!;

17 ... E:fe8 18.i.d2 (D) Mejor que la más aparente if4.

18 ... lt:Je5 18...�e6 19.�xe6 \Wxe6 20.!!el \Wg4

(20 ... \Wd6?! 21.\We4±) 21. ifixg4 ixg4± da a las blancas el final soñado.

Page 135: Desmontando la siciliana 2

19.if4 Con la amenaza �g3.

Capítulo 11: 4 ... li:Jf6 5.li:Jc3 li:Jc6

Zl.ixg6 fxg6 22.Wfxg6+­Pe6n de más y ataque.

135

19 ... Wfcs zo.Wg3! li:Jg6? Si otra partida llegara a esta posición, lo

cual es dudoso, se jugaría 20 ... lLlxd3 21.ixh6 g6 22.cxd3±.

zz .. J:hel+ 23.gxel ifs 24.Wfg3+­hcz zs.ixh6 Wffs 26J:3es Wh8 27 .idz Wif6 28.h4 E:c8 29.h5 ih7 30.igs Wf8 31.ge7 gel+ 32.Whz gcz 33.Wes 1-0

Esquema Resumen: l.e4 es 2.lLlf3 e6 3.d4 cd4 4.lLld4 lLlf6 s.lLlc3 lLlc6 6.lLldbs

- 6 ... ics Desconocida y peligrosa, pero las blancas con un juego tranquilo pueden garanti­zarse ;t

6 ... i.b4 7.a3 i.c3 s.lLlc3 ds 9.eds eds y ahora:

lO.id3 d4 las blancas tienen un final cómodo ;t lO . .id3 0-0 11.0-0 h6?! Da demasiada libertad a las piezas blancas ± 10 . .id3 0-0 11.0-0 i.g4 Esquivando algún detalle táctico, las blancas consiguen un final me­

jor ;t

10.i.d3 0-0 11.0-0 d4 12.lLle2 y ahora:

12 ... h6?! 12...Wi'd6 12 ... Wi'b6!? 12 .. J�e8 12 ... 1g4 12 ... Wl'ds

No pone ningún problema a las blancas ± Lleva a un final mejor para las blancas ;j;; Poco conocida y no peor que las otras ;j;;

Una de las variantes sólidas. Las blancas deben ir a por el peón d4 ;j;; Similar a la anterior, aunque con planes diferentes ;j;; Las blancas pueden forzar una interesante iniciativa ;j;;

Page 136: Desmontando la siciliana 2

136 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 12

l.e4 eS 2.tLJf3 e6 3.d4 cd4 4.tLJd4 tLJc6

Variante Taimanov

Valoración ****

Introducción

El orden con 4 ... lüc6, que denominamos Variante Taimanov, está fuertemente relaciona­do con el de 4 ... a6 (Paulsen), y comparten grandes ramas de variantes que se producen en las siguientes jugadas.

Los nombres aplicados a estas variantes de la Siciliana tampoco son del todo firmes y pode­mos encontrar otras denominaciones como Variante Kan, sobre todo en la literatura soviética. También comparte variantes con la Scheveningen, y es bien conocido que muchos jugadores lo usan para jugar una Scheveningen sin ataque Keres (6.g4), o incluso si es posible sin Ataque Inglés. La jugada 4 ... lüc6 tiene el principal inconveniente (sobre 4 ... a6) de permitir S.lübs que lleva a una formación de tipo erizo que no es del gusto de todos los jugadores. Por eso es muy interesante el orden 2 ... lüc6 y 4 ... 1!:Vc7 seguido de e6, que parece limitar los inconvenientes del salto del caballo blanco a bs. Por otro lado, la presencia del caballo negro en c6 ejerce una presi­ón inmediata sobre d4 y dificulta la construcción de la formación Maroczy de forma inmediata. Durante años se pensó que el esquema con �e3, 1!:Vdz y 0-0-0 no funcionaba aquí, pero en las dos últimas décadas no sólo se ha demostrado que es viable, sino que se ha convertido en la variante principal y es mi recomendación.

Historia

El orden 4 ... lüc6 fue empleado a menudo por Anderssen y algunos otros jugadores del siglo XIX, pero pronto cayó en desuso debido a la fuerza (aparente) de la entonces llamada variante

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Capítulo 12: 4 ... lüc6 Variante Taimanov 137

Szen, s.lbbs que en realidad provoca una formación Maroczy, que luego se aplicaría en muchas otras posiciones. Fue en 1960, cuando Taimanov, gran partidario de la Paulsen hasta entonces, aparentemente cayó en la cuenta de que este orden no era tan malo y además tenía sus venta­jas. A partir de aquí Taimanov defendió su variante con gran entusiasmo y a pesar de algunos desastres como el match con Fischer, fue añadiendo partidarios entre los jugadores de primera fila. Kasparov la empleó en los maches por el campeonato mundial, aunque la abandonó con posterioridad. Actualmente son muchos los jugadores de la élite que la tienen en su repertorio.

Ideas

En este apartado por una cuestión de claridad, quiero señalar las ideas comparando con su variante gemela la Paulsen. La idea básica común, es que gracias a la defensa del peón e6 (im­portante eslabón débil en muchas variantes de la siciliana), quedan parcialmente desactivados, los ataques blancos basados en el avance de los peones del flanco de rey.

Esta circunstancia hace de la Taimanov y la Paulsen defensas ideales para jugadores ambiciosos de estilo estratégico. Como otra idea común tenemos la presión en e4 a través de la diagonal, más fuerte en la Paulsen, por la ausencia del caballo de c6 y como características dife­rentes, el frecuente cambio de caballos en d4 seguido de la maniobra lbge7-c6 y la presión en d4 que impide la formación Maroczy de manera inmediata.

Partida 12.01 WaitzkinJ. - MaiwaldJ. U.

Bermuda, 1997

l.e4 es 2.lüf3 lüc6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 e6 s.lüc3 (D)

Algunos jugadores prefieren obligar a las negras a adoptar una formación erizo, pero nosotros nos centraremos en esta jugada, que no solo es la más frecuente sino sobre todo la más coherente con nuestro repertorio. Aho­ra las negras tienen una amplia e importante elección.

5 • . . a6 5 ... Wlc7, que será la jugada principal de

este capítulo, se estudia en las partidas 12.04 a 12.08.

5 . .. lbf6 traspone a posiciones estudiadas en el capítulo 11.

5 ... d6 6 . .ie3 y ahora lo normal sería jugar l!Jf6 y trasponer al capítulo 18 pero en algu­nas partidas recientes las negras, intentando desactivar el peligro del avance de los peones blancos del flanco de rey, han seguido otros caminos que consideramos ahora:

a) 6 ... .ie7 no tiene sentido independiente: 7 .1&d2 a6 8.0-0-0 y es difícil jugar sin lbf6;

b) 6 ... lbge7 7.lbb3 lbg6 (7 ... a6 traspone a la partida 8.f4 lLlg6) 8.f4 .ie7 9.1&f3 0-0 10.0-0-0 a6 11.h4!4;

e) 6 ... a6 7. '�d2 id7!? (Este es el plan in­dependiente que más se ha empleado. 7 ... l!Jf6 8.0-0-0 vuelve a trasponer; 7 ... Wc7 8.0-0-0 bs 9. l!Jxc6 �xc6 10.e5! ds n.lbe2 es una fran­cesa ideal para las blancas) 8.f3 Esta jugada no es todavía necesaria para llevar adelante el plan con el 0-0-0, pero las blancas plane­an algo diferente si el caballo no sale por f6.

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138 Desmontando la Siciliana 2

8.0-0-0 lt:lge7 9.lt:lxc6 (9.lt:lb3! puede ser aquí también una buena idea) 9 ... lt:lxc6 10.lt:la4 bs 11.lt:lb6;!; y la ventaja blanca de la pareja de alfiles es casi simbólica. Luther-Bischof, 2002. 8 ... lt:lge7 9.lt:lb3 bs (9 ... lt:lc8 10.a4 y en esta va­riante el caballo en c8 ha gastado más tiempos y no hace nada. 10 ... �e7 11..ie2 0-0 12.0-0 Wic7 13.f4;!; De la Villa-Yudasin, Pamplona 1991) 10.a4! b4 11.lt:la2 �b8 (11... �c7!?; 11... aS?! 12.c3±) 12.E:d1 lt:lg6 13.ics!± Reinaldo Castiñeira-De Firmian, Las Palmas op 1999.

6.ie3 ttJge7 6 ••. Wic7 traspone a las siguientes partidas. 6 ... ib4?! Es imprecisa aquí por: 7.lt:lxc6

�xc3+ (7 ... bxc6 8.�d4±; y 7 ... dxc6 8.Wxd8+ ci>xd8 9.0-0-0+± son demasiado cómodas para las blancas) 8.bxc3 bxc6 9.�d6 f6 10.E:b1!± y el dominio de las casillas negras es abrumador. 10 ... lt:le7 11.ib6 lt:lfs 12.exfs �e7 13. �xe7+ ci>xe7 14.fxe6 dxe6 1S . .ie2 E:e8 16.�f3 id7 17.�c5+ ci>ds 18.0-0 es 19.E:b7 ci>cs 20.E:fb1 e4 21.Sle2 ifs 22.ia7 e3 23.ixa6 1-0 Koller­Luffy, cr. 1987.

7.tiJb3 (D) Es natural impedir el cambio y posterior

despliegue del otro caballo en c6. Ahora las negras tienen que perder un tiempo tarde o temprano con el caballo de e7, y seguramente para llevarlo a una casilla peor que f6.

7 ... tiJg6 Tal vez demasiado pronto para definir la po­

sición de este caballo. Se han probado también:

7 ... d6 8.h4!? Por supuesto jugadas como 8.Sle2 con el plan de 0-0 o 8.�d2 con el plan de o-o-o son satisfactorias también. 8...b5 9.hs h6 No se puede permitir el avance del peón blanco hasta h6, pero ahora el flanco de rey ya no ofrece un refugio tranquilo al rey negro. 10. Wid2 ib7 n.o-o-o lt:lc8 I2.f4 lt:lb6 13.es ds 14.iWf2lt:ld7 (14 ... lt:lc4 15.�xc4! bxc4 16.lt:lcs±) 1s.ci>b1 ib4 16.ltle2 Wc7 17.lt:led4 lt:lxd4 18.lt:lxd4 0-0-0 19.E:h3;!; Y las blancas con más espacio en el flanco de rey y el firme control de la casilla d4 tienen mejores perspectivas. Tseshkovsky-Taimanov, Moscú 1999.

7 ... bs?! Permite el rápido contacto de los peones 8.a4! (Las blancas están sobradas de buenos planes por ejemplo: 8.�ez!? con in­tenciones claramente agresivas 8 ... lt:les 9. 0-0-0 Arizmendi-Corral, Mondariz 2002; o bien 8 . .ics, pero la continuación del texto es forzada y sencilla) 8 ... b4?! (8 ... bxa4 9.lt:lxa4± y la debilidad de la casilla b6 se deja sentir) 9.a5! lt:lxas (9 ... bxc3? IO.ib6+-; 9 ... ib7 10.lt:la4±; la inédita 9 ... lt:lfs!? puede ser la mejor jugada pero no resuelve todos los problemas de las negras: 10.�b6! �f6 ll.ltla4 lt:lh4 12.Wd2 d6 13.f4± y las piezas negras ocupan posiciones desacer­tadas) 10.lt:la4 lt:lxb3 n.ib6 ltlxa1 12.�xal±; Zaderman-Taimanov, New York 1992.

8.f4 d6 8 ... bs 9. �d2 d6 10. �f2 No tener que pre­

ocuparse por su peón e4 permite a las blan­cas maniobrar con comodidad. 10 ... id7 11.h4 Sle7 12.h5 lt:lf8 13.h6 g6 14.0-0-0± Djurovic­Portisch, Niksic 1962; 8 ... ie7 9.g3 y es difícil no trasponer a la partida.

9.g3;!; Con idea de avanzar el peón h para despla­

zar otra vez al caballo y crear debilidades en el flanco de rey.

9 ... 1e7 9 ... bs IO.h4 ie7 11.hs lt:lf8 12. �d2 ib7 13.

0-0-0 E:c8 14.ih3± Muir-Arkell, ENG-ch 1989. 10.h4 0-0 Una decisión extraña, impulsada por el

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Capítulo 12: 4 ... ltJc6 Variante Taimanov 139

deseo de dar una casilla de retirada al caba­llo. En cualquier caso las blancas, que tienen un refugio seguro en el enroque largo y una iniciativa prometedora en el flanco de rey, están algo mejor. lO ... hs? n.i.ez; 10 ... i.f6 n.'�dzt.

ll.hS l2Jh8 12.a4!? Un plan ambicioso que trata de explotar

también la debilidad de la casilla b6 relaciona­da con el alejamiento del caballo. La posición lo permite, pero los planes naturales también ofrecen ventaja, por ejemplo: 12.�d2±; 12.h6 g6 13.�d2±.

12 ... b6 13.Wdz Wc7 14.g4 id7 14 ... .ib7 1s. '&fz (1s.o-o-o!?) lS ... i.ds

16.gS±. lS.gs gfes 16.\Wfz Wb7!? Las negras encuentran un modo de no te­

ner que defender el peón, pero ahora el asalto de los peones blancos está demasiado avanza­do y el rey blanco puede dirigirse al flanco de rey. 16 .. J�eb8 17 . .ig2±; 16 .. J':l:ab8 17.ixa6±; 16 ... id8 17.i.g2±.

17.igz 17. ixb6?! Permite una cierta reacción con

17 ... ds! (D), por ejemplo:

18.eS? (18.i.e3 d4 19 . .ixd4 tt::lxd4 20.�xd4 es!�; 18.igz!? gab8 19.aS es�) 18 ... d4!+ y de pronto las negras ganan.

17 ... bs 18.axbs axbs 19.0-0 f6?! Es comprensible el deseo de las negras de

devolver al juego a su caballo, (supongo que

ahora estarían pensando en porque no lo ha­bían sacado por f6), pero esto no funciona.

Algo mejor era 19 .. J:�xal ZO. lilxal b4 (20 ... lila8 ZU!xa8+ 'l{íxa8 22.lt.:lxbs±) 21.tDe2 gag zz.gxa8+ �xa8 23.h6 g6 Z4.tlJedH.

20.gxf6 �xf6 21.e5!± (D) Abriendo una diagonal llena de piezas

negras con ganancia de tiempo.

21...gxal Zl...dxes? zz.lt.:lcs Wc8 (22... � c7

23.tt::lxb5+-) 23.lilxa8 Wxa8 24.tt::lxd7+-; ZL..i.e7 zz.lüas �c8 23.exd6 ixd6 24.lt.:lxbs±.

zz.gxal dxes 2Z ... fi.e7 23.exd6 i.xd6 24.h6 g6?!

25.�d2!+-. 23.ébcs Wfcs 24.ébxbs± Las piezas blancas son muy activas, aun­

que la debilidad de su retaguardia les obliga a ser cuidadosas con el cálculo de variantes.

24 ... ébf7 zs.gdl ?! Imprecisa. No parece haber motivo para

abandonar la columna del extremo. 25.fxes ixes (zs ... lt.:lcxes 26.lila8+-; zs ... tt::lfxes 26. ttJd6+-) 26.ttJa7 lüxa7 27.gxa7 gdg 28.b4±.

zs ... gds 26.c3 ies 27.gfl exf4 28.ixf4 es 29.ie3 ébe7

29 ... lüd6? 30.lüxd6 lilxd6 31.tt::le4 ge6 3Z.i.h3+-.

30.éba7 Wg4 La partida ha entrado en una fase pura­

mente táctica y no está claro que las blancas mantengan el control. 30 ... Wb8!? 31.tt::le4 tt::lds

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140 Desmontando la Siciliana 2

32.lbxf6+ lbxf6 33.lbc6 ixc6 34 . .ixc6;!;. 3l.'Oe4 .fili4 32.�f3 �xf3 33.ix.f3

lbds 34.-tcs 'Of4 35.b4 ltlh6 36.E!dl! 'Oe6 36 .. J�xdl+ 37 . .ixdl .ixhs 38.hhs lbxhs

39.bS±. 37 . .tfz /Ofs 38Jhd8 .txds 39.bs± Con la desaparición de las piezas mayores,

los peones pasados del flanco de dama cobran el protagonismo decisivo.

39 ... /0f4 40.ig4 g6 41.hxg6 hxg6 42.b6 lüd3 43.b7 ic7 44.'0f6+ cJif7 45./0xe8 cJixe8 46./0bs cJid7 47.ia7 i'c6 48./0xc7 cJixb7 49./0bs i>a6 so.iez e4 51.c4 cJias 52.'0c3 'Og3 53.c5 cJia6 54.ib6 i'b7 ss.id1 ltles 56.c;!;>fz /Ofs 57.ltlxe4 t!Jd7 ss . .tas c;!;>a6 59.c6+- ltles 60.c7 cJib7 61./0cS+ c;!;>cs 62.ie2 1-0

PARTIDA 12.02 Radjabov T. - Lutz Ch.

EU-chT 15th Gothenburg, 2005

l.e4 es 2.'0f3 e6 3.d4 cxd4 4./0xd4 'Oc6 s.'Oc3 a6 6.ie3 'Of6 (D)

Es un ingenioso intento de trasponer a líneas de la Taimanov o incluso de la Sche­veningen, evitando los esquemas del Ataque Inglés, puesto que ahora la continuación 7.Wid2 de las blancas es más dudosa, debido a la clavada ib4. Sin embargo, las blancas tienen muy buenos recursos que impiden a su rival llegar a las posicíones deseadas.

7.f4! Esta es la jugada que propongo, que inten­

ta aprovechar los defectos del orden de las negras entre los cuales destaca el escaso con­trol de es. Ahora las negras no pueden traspo­ner a variantes normales, aunque disponen de muchas alternativas:

7 ... ib4

7 ... d6!? Es la alternativa principal, inten­tando llevar la partida a los terrenos de la Schevenjngen, pero con 8. Wff3! Las blancas también aprovechan la falta de flexibilidad en el esquema negro y trasponen a una variante en la cual el caballo en c6 no combina bien con la jugada a6. Además esta variante se caracte­riza por violentos ataques, lo cual trataban de evitar las negras con 6 ... lbf6. Se estudia en la siguiente partida.

7 ... §'b6?! No se ha empleado aún en la práctica, pero es la típica jugada molesta que se le va a ocurrir a algujen en cualquier mo­mento. 8.�d2! �xb2 (tampoco intercalar el salto del caballo a g4 permite comer en b2 en condiciones. 8 ... lbg4 9.�gl Wxb2 10.:!'3bl �a3 ll.iez lbf6 12.E!b3 �e7 13.e5± y no es creí­ble que las negras puedan sobrevivir al ataque blanco) 9.E!bl §'a3 10.E!b3 Was (lO ... �e7 11 .e5 lbg4 12.lbe4 �d8 13.lbxc6 dxc6 14.§'xd8+ �xd8 1S.�b6+ 'it>e8 16.h3 lbh6 17.�f2± A pesar del cambio de damas la posición negra está aplastada) 11.lbxc6 dxc6 12.�b6 Whs 13.iez Wg6 14.eS lbds lS.lbds cds 16.0-o± y la posición de su dama va a dar demasiados problemas a las negras.

7 ... Wc7?! y otras jugadas permiten es. 7 ... ds!? 8.e5 l0d7 Traspone a una varian-

te de la Francesa muy favorable, en la cual las blancas han obtenido resultados excelentes con la jugada 9.Wg4!, por ejemplo: 9 ... lbxd4 lO.�xd4 g6 n.o-o-o Wfas 12.h4 hs 13.Wh3 �es 14.'it>bl ixd4 1S.E!xd4 con clara ventaja blanca; Dvoirys-Samarin, Podolsk 1992.

8.id3 (D)

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Capítulo 12: 4 ... ltJc6 Variante Taimanov 141

De nuevo las negras están ante una encru­cijada.

8 ... d6 8 ... §'c71? Se ha jugado poco, a pesar de ser

probablemente la jugada más lógica. Propon­go dos tratamientos diferentes, porque hay algunas trasposiciones que pueden moles­tar. Las blancas pueden aceptar una curiosa transposición a la Taimanov, según cuál sea el repertorio de su rival; o bien intentar un mé­todo más directo. 9.0-0 (D) [9. §'f3!? d6 (9 ... bs 10.§'g3 0-0 11.0-0 ixc3 12.bxc3 ib7 13.lLlxc6 Wxc6 14.id4±; 9 ... hc3+ lleva a una posici­ón de doble filo, donde la ausencia del alfil de negras es demasiado peligrosa para el se­gundo jugador. 10.bxc3 d6 11. Wg3 0-0 12.0-0 id7 13.eS! dxes 14.fxes± Wxes?? 1S.lüxc6+-) 10.0-0 il.d7 nJ�adl lüxd4 12.hd4 es 13.fxes ixc3?! (13 ... dxes 14.Wg3!±) 14.ixc3 ig4 1S.Wg3 hd1 16.exf6+- Kaiumov-Atamuradov Uzbekistan eh 1972) Y ahora:

a) 9 ... 0-0?! lO.eS ixc3 n.bxc3 tüds 12Jlf3!i;

b) 9 ... d6 10.lüa41 (mí recomendación) 10 ... eS (10 ... lüxd4 ll.c3! ixc3 12J!cl eS 13.tLlxc3�) ll.l2Jb3 ig4 12.ie2 ixe2 13.'ªxe2 ds (13 ... exf4 14.�hf4±) 14.c3 ie7 1S.ltlb6 E!d8 16.exds lLlxdS 17.tLlxd5 E!xdS 18.fS 0-0 19.l2Jd2±;

e) 9 ... lüxd4 10.ixd4 ics n . .txcs WxcS+ 12. @h1 d6 13.'�e1l es (13 ... bs?! 14.es dxes lS.fxes lüd7 16.lüe4 Wxes 17.Wb4; 13...0-0 14.e5 dxes lS.fxes lLld7 16.We4 g6 17.E!ael !'!b8 18.'�h4) 14.fxes Wxes 1s.l2Jdsí;

d) 9 ... ics! Esta es la forma de trasponer, y la mejor jugada. lo.lüfs ixe3+ 11.lLlxe3í d6 12.�hl b6!

8 ... \Wb6!? Plantea problemas muy con­cretos a las blancas y es extraño que se haya jugado tan poco hasta ahora. En mi opinión las blancas deben responder con 9.lLlfs!? que implica un sacrificio de pieza, del cual de mo­mento podemos decir que es muy prometedor, hasta que haya sufrido la prueba del tiempo. 9.�f2!? Recomendada con insistencia por al­gunos módulos de análisis, no es algo en lo que yo pueda creer todavfa, pero lo señalo por si alguien quiere profundizar. 9 ... l2Jxd4 lO.eS es la idea. 9 ... Wa5 10.ltlxg7+ 'it>fs 11.idz 'it>xg7 12.a3 ie7 13.lLlds Wd8 (13. .. Wcs!? 14.ie3 Wa5+ 1S.b4 Wds 16.ib6 Wg8 tiene un aspec­to horrible para las negras) 14.lLlxe7 Wxe7 lS.eS lLlds [1S ... lüe8 no parece mejor 16. Whs y las blancas tienen un fuerte ataque. No creo que un humano pueda defender esta posi­ción. 16 ... ds 17.g4 �g8 18.0-0-o h6 19Jldel id7 20. Wh3 lLlg7 21. Wg2 i!cs 22. 'it>bl� fs? 23.exf6 (23.gxfS! abriendo la columna parece más natural) 23 ... §'xf6 Motylev-Lutz, Katern­berg 2007) 16.c4 lLlc7 17.Whs h6 18.0-0 'it>f8 19.fs WcS+ zo.'it>ht d6 2l.exd6 Wxd6 zz.fxe6 he6 23.ic3 23J�adl! es incluso mejor y no hay buena respuesta contra la amenaza ic3. 23 .. J1�g8 24.ih7!+-l:lg4 zs.ig6 l:lxc4 26.i.xf7 @e7 27.ixe6 lLlxe6 28.Wf7+ 'it>d8 29.l:ladl 1-0 Recuero-Gago, Padrón 2008.

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142 Desmontando la Siciliana 2

8 ... ds?! Es la opción coherente con la ju­gada anterior, pero tal vez sea la más floja de las alternativas. 9.e5! �xd4 (9 ... �e4 10.�xc6 lLlxc3 1l.�g4! bxc6 12.�xg7 �f8 13 . .id2+-) lO.ixd4 <i:le4 11.0-0 (Mejor era 1Lixe4! dxe4 12.0-0 .ixc3 13 . .ixc3 �xd1 14.�fxd1 .id7 15.Wf2 ic6 16.We3 �d8 17.�xd8+ Wxd8 18.a4� con un final muy desagradable para las negras, que no aspiran a nada más que a de­fenderse) ll...ixc3 12.bxc3 id7 13. V9e2 bs� Rudd-Emms, Douglas IOM 2005.

9.ctJxc6 bxc6 10.0-0 (D)

1o.:.cs?! Después de esta jugada, la tarea de las

blancas es más fácil, pero consideramos algu­nas alternativas que demuestran el duro tra­bajo que tienen las negras por delante en esta posición:

lO ... es!? ll.h3 Una vez más 11.<i:la4!? plantea serios problemas a las negras 11 ... lLlg4 (11 ... 0-0 12.ib6! ics+ 13.ixcs dxcs 14.ic4 <i:lxe4 15.Wxd8 �xd8 16.lLlb6 l3b8 17.<i:lxc8 l3dxc8 18.fxes �c7 19.�adl±) 12.ib6 icS+ (12 ... \Wh4?! 13.h3 �b8 14.a3! hs 15.axb4 W/g3 16.hxg4 hxg4 17.Wlel Wh2+ 18.Wf2+-; 12 ... \Wxb6+ 13.�xb6 icS+ 14.Whl ixb6 1S.ie2!+-) 13.ixc5 dxcs 14 . .ie2t. l l...exf4 11...0-0 (Radjabov-Svidler, Fuegen 2006) y ahora 12. <i:la4 sigue siendo interesante. 12.ixf4 0-0 13.e5! ixc3?! (13 ... dxe5 14.ixes <i:lds deja a Jos dos alfiles blancos apuntando

al enroque, pero también mantiene el impor­tante alfil de negras. lS.Whs fs 16.l3ael�) 14.bxc3 dxes lS.ixes lLlds 16.W/hs fs 17.�ael \Wes 18.'&h4 Wds 19.Wd4!+- Wd7 20.c4 lLlf6 2Lid6 lLle8 22.c5 lLlxd6 23.cxd6 Wa7 24.Wxa7 l3xa7 25.Éte7 1-0 Radjabov­Navara, Sochi2008.

lO ... Was 11.id2 y las negras tienen algu­nos problemas para apartar su alfil y su dama de la mala diagonal donde se encuentran.

10 ... 0-0 11.e5 (11.<i:la4! y las negras no tienen nada mejor que eS trasponiendo a la variante anterior) 11...lLJds 12.lLlxds cxds 13. Wh1 ics 14.id2 (Shirov-Vega Gutiérrez, Benidorm 2008) y ahora las negras con 14 ... as seguido de ia6 pueden neutralizar el ataque blanco.

10 ... hc3!? (Es un intento radical de evi­tar el molesto <i:la4) ll.bxc3 eS 12.h3 (una mejora sencilla es 12.Étbl!? para contestar a 12 ... <i:lg4 ?! con 13.ib6) 12 ... V9c7 13. i>h1 <i:ld7 �-� Peng Xiaomin-Liang Jinrong, Calcuta 2001; pero las blancas deben estar mejor con 14.Wg4 0-0 15.f5t.

ll.eS!? .ixc3 11 ... dxes? 12.fxes ixc3 (12 ... <i:lds 13. \Wf3

0-0 14.�xds exds 15.c3+-; 12...llld7 13.\Wf3+-) 13.bxc3 lllds 14.ixc5+-

12.bxc3 CiJds 13.ifz (D) 13.id2 es interesante y similar a una

variante considerada más arriba.

Page 143: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 12: 4 ... lbc6 Variante Taimanov 143

13 ... 1b7 La captura del peón de c3 invierte tiempos

importantes y no resuelve el problema de fon­do de la posición negra que es la debilidad de sus casillas oscuras.

13 ... t0xc3 14.�el (14.�g41?t) 14...lLlds 1S.ie4 dxeS 16.fxes c4 (16 .. J'!b8 17.ixc5+-) 17.�cs�. La captura del otro peón, aunque elimina el centro blanco abre líneas muy peligrosas a las piezas blancas.

13 ... t0xf4?! 14.exd6 �b7 (14... �xd6 lS.ibS+ me7) 1S . .tg3±.

14.\Wg4� c!be7 Intenta hacer valer la diagonal de casillas

blancas para un contraataque. 14 ... 0-0 15.c4 t0c3 (1S ... t0e7 16J&adl±;

15 ... lLlb416.�h4+-) 16.hh7+ @xh7 17.�h3+±; 14 ... W/d7 lS.fS 0-0-0 16J%abl.

1sJ�ad1 hs 16.\Wgs c4?! 16 ... lLlfs 17.ixfs �xgs 18.fxgs exfs

19.1hd6± Deja a las negras con un final muy triste, pero a estas alturas era lo relativamen­te mejor.

17.1xc4 lLlfs 18.exd6 <j;ld7 Las negras se defienden con ingenio, pero

no solo tienen un mal rey, si no déficit de peones y piezas menos activas. La partida está totalmente decidida en favor de las blan­cas, aunque exige cierto grado de atención. 18 ... W/xgs 19.d7++-.

19.1d3 g6 20.\WxdS+ :8hxd8 21.c4 ic6 22.c5 :8db8 23.:8bl i.bs 24.ie4 ic6 zs.1xc6+ <j;lxc6 26J�b3 :8bs 27.h3 :8ab8 28.:8d1 :88b7 29.c4 :8xb3 30.axb3 <j;ld7

30 .. .1hb3 3l.d7; 30 ... a5 3U�al gtxb3 32.gxa5+-

31.b4+- f6 3l ... gtxb4 32.c6+ @xc6 33.d7+- y el peón

corona. 32.b5 La masa de peones blancos es ya impara­

ble. 32 ... axbs 33.cxbs :Bxbs 34.c6+ <j;lds

35.d7 1-0

PARTIDA 12.03 Lindhom E.- Wicklund Hansen G.

SNM corr, 2002

l.e4 eS 2.lLlf3 e6 3.d4 cxd4 4.lLlxd4 ttJc6 s.c!bc3 a6 6.ie3 t!Jf6 7.f4 d6 8.'i:Vf3 (D)

Preparando el 0-0-0 y un rápido g4. Las piezas negras no están en las mejores posici­ones para oponerse a este plan, sobre todo el caballo de c6.

8 ... \Wc7 La dama se aparta del futuro enfrentami­

ento con la torre blanca. Es la alternativa más temática y frecuente, pero hay varias otras:

8 ... ie7 9.0-0-0 y ante la amenaza eS es di­fícil esquivar la transposición con �c7;

8 ... .id7 y de nuevo es difícil jugar sin �c7, por ejemplo: 9.0-0-0 �k8 lO.@bl �e7 ll.eS! dxes 12.lLlxc6 bxc6 13.fxe5 lLlds 14.lLle4±;

8 ... es!? En principio la mejor continuación para evitar la carrera de ataques, pero deja a las negras con una mala estructura. 9.lLlxc6 bxc6 lO.fxeS (10.�c4!? directa puede ser me­jor) 10 ... dxes ll.ic4 �as 12.0-o ics 13.�f2 ixe3 14.�xe3 o-o 1S.h3 ges 16.ib3 ie6 17.lLla4;!; Shirov-Mamedyarov, Moscú 2008 y no parece que las negras compensen total­mente las debilidades de su flanco de dama.

9.0-0-0 ie7 (O) 9 ... .id7 Es una alternativa de la misma

importancia. 10.g4! este rápido tratamiento no tiene buena respuesta. lO ... lLlxd4 n.gtxd4

Page 144: Desmontando la siciliana 2

144 Desmontando la Siciliana 2

ds [11...e5 12.2!d2! 1xg4 13.'ªg3!� la defen­sa negra es muy difícil: 13 ... id7 (13 ... 1e6 14.f5! ixa2?! (14 ... .id7 1S.igs;t) 15./0xaz l!Jxe4 16.'ªg2 l!Jxd2 17.�xd2±) 14.fxe5 dxeS Martín-Ravikumar, Hastíngs 1984 y ahora en vez del espectacular sacrificio de calidad que siguió en la partida 1S.id4!± recupera el peón con ventaja] 12.exds (12.e5!? es una so­lución sencilla. 12 ... l!Je4 13./0xe4 dxe4 14.'ªf2 ic6 1S.ig2± y el peón de e4 cae, por ejemplo: lS ... ics 16.2!d2 .ixe3 17.'ªxe3) 12 ... /0xds 13.l!Jxds (13.2!xds ic6!oo) 13 ... exds 14.f5 (14.ig2±) 14 ... .ic6 1S.i.f4 Was 16.We3+ �d7 17.ic4 ics y ahora propongo 18.2!hd1! ixd4 19.Wxd4± y el ataque blanco por las casillas negras parece demoledor.

10.g4! �xd4 Las negras están casi obligadas a aceptar

el desafío, porque en caso contrario el ataque blanco va muy rápido.

10 ... l0d7 n.gs bs 12.h4 tOes 13.hs ib7 14.g6!± Conquest-Soderberg, Tanta 1997 des­truyendo el refugio del rey negro; 10 ... 0-0 11.gs /Od7 12.h4 bs 13.h5 ib7 14.g6!± y el ataque blanco es mucho más rápido.

n.hd4 es ll ... o-o?! 12.gs tbd7 y las blancas tienen

muchos caminos para acelerar su ataque, uno de los más sencillos puede ser: 13.2!g1 bs 14. V9hs b4 15.2!d3 !;!d8 (15 ... bxc3 16.!;!h3+-; 1S ... !;!e8 16.ixg7 '.!?xg717.f5+-) 16.ixg7 Wxg7 17.f5+-.

lZ.fxes dxe5 12 ... i.xg4? falla tácticamente: 13. �g3!

dxes 14.ixe5 Wc8 15.2!g1 ixd1 16.'ªxg7 !;!g8 17.'ªxg8+ l!Jxg8 18.l3xg8+ if8 19.id6+-.

13.�g3! .id6 13 ... /0xg4? 14./0ds Wd6 1S . .ic3+-. 14 . .ie3 ixg4?! 14 ... .ie6! (D) La alternativa más frecuen­

te y más prudente, pero las blancas tienen un fuerte golpe:

1S.ibS+!? (Merece la pena investi­gar 1s.igs o-o-o 16.ixf6 gxf6 17./0ds;t) 15 ... We7?1 (15 ... '.!?fa! es algo mejor, pero la posición de las negras será incómoda mien­tras su rey no se resguarde. l6.g5 /Oh5 17.V9fz !;!c8 18.ia4t Podlesnik-Mijovic, Sutomore 2004) 16.ia4 V9as 17. �b1? (17.g5!+- es mucho más fuerte) 17 ... !;!hc8 18.ib3 !;!xc3 19.bxc3 l!Jxe4 20.Y9h4+ f6 21.id2 ia3 22.Y9xh7 ixb3 23.axb3 /Oxc3+ 24.ixc3 V9xc3 2S.V9xg7+ ctt>e8 �-� Kinlay-Mestel, London 1978;

14 ... 0-0 1S.igsl ib4 16.ixf6 ixc3 17.g5!±.

15.h3! ixdl Las negras no tienen alternativas viables. Por ejemplo: 15 ... l!Jxe4?! 16.V9xg4 l0xc3

17.bxc3 ia3+ 18.Wb1 Y9xc3 19.Y9d7+ �f8 20. Y9xb7+-.

16.�xg7! if3 16 ... 0-0-0 17.Wxf6 y el alfil de d1 si­

gue perdido a pesar de un ingenioso truqui­to. 17 ... .tg4 18. /Ods!+- (18.hxg4? Y9xc3-+ );

Page 145: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 12: 4...ltJc6 Variante Taímanov 145

1 6 .. J3g8 17.�xf6 �e7 (17 ... ihs 18.t2Jbs!+-) 18.�fs! y el alfil de dl se pierde.

17.Wfxh8+ .if8 18.Wxf6 .ixhl 19.lt.Jds Wfd6 zo.Wffs+-

Después de una serie de jugadas forzadas, las negras mantienen la calidad de venta­ja, pero el fuerte caballo en ds no puede ser molestado, sobre todo porque el alfil de hl no puede regresar a la partida y es otra debilidad táctica.

20 .. J�d8 2L.td3 ig7 22.Wff1 i.h6 23.Wfxhl ixe3+ 24.ctJxe3 Wfh6 2S.Wff3 s!ffs 26.c;t>bl Wg6 27.a3 bs zs.tt.Jfs Wfgs 29.Wf2 Wf6 3ü.Wg3 �ks 3Liez E:ds 32.h4 2:d7 33.a4 bxa4 34.Wfa3+ s!fe8 35.Wfxa4 1-0

PARTIDA 12.04 Leko P. - Ljubojevic L.

Mónaco Blind, 2001

l.e4 c5 2.ctJf3 CtJc6 3.d4 cxd4 4.ctJxd4 e6 5.ctJc3 Wc7

El orden más característico del moderno sistema Taimanov, aunque su inventor prefe­ría a6 y el rápido desarrollo del caballo rey por la casilla e7, como vimos en la partida 14.01.

6.i.e3 (D)

El sistema que propongo para combatir la variante Taimanov. Se complementa de forma ideal con el sistema de ataque propuesto para combatir las variantes Najdorf y Schevenin-

gen. En los últimos años se ha convertido en la variante principal y el desarrollo teórico ha sido gigantesco.

6 ... a6 La continuación casi universal. No obs­

tante se han hecho algunos intentos para ahorrarse esta jugada y comenzar de forma inmediata la presión al punto e4 a través de las jugadas tDf6 y ib4.

6 ... tDf6!? 7 .f4 En este caso las blancas tienen que cambiar su. idea preconcebida de jugar con f3, no solo porque resulta menos efectivo, sino también porque ahora este avance, combinado con un oportuno salto a bs es más eficaz. Se amenaza un inmediato es.

a) 7 ... ttlxd4 8. \1:Vxd4 t2Jg4 (no hay tiem­po para a6, por la amenaza eS y 8 ... b6!? 9.es t2Jg4 lO.i.gl �es 11. \1:Vc4± también es favora­ble a las blancas) 9.0-0-0 tDxe3 lO.�xe3 ics ll.�g3 0-0 12.i.d3t el mejor desarrollo de las blancas debe ser más importante que la pa­reja de alfiles en una carrera de ataques. 12 ... a6 13.e5 d6? (13 .. .f5 14.exf6 !hf6 1S.t2Je4!;!;) 14.exd6 i.xd6 15.�xh7++- Raisa-Doda, Lenin­grado 1960.

b) 7 ... d6 8. �f3! y puesto que para las ne­gras será difícil jugar sin a6, lo normal es tras­poner a la partida anterior.

e) 7 ... i.b4 8. tl:ldbs 'l!t!as 9.e5 [9.id2!? es una opción más sencilla que promete alguna ven­taja. 9 ... a6 lO.eS axbs ll.exf6 �xc3 (ll ... gxf6 12.tDxbs i.xd2+ 13.�xd2 �xd2+ 14.s!?xd2! y la mejor estructura blanca es un buen punto de partida) 12.ixc3! b4 13.fxg7 �g8 14.i.d4 �ds 1S.ie3 �xa2 16.�xa2 '11t/xa2 17.ibst Kokarev-Grachev, Novokuznetsk 2008. Las blancas tienen una serie de pequeñas ventajas (pareja de alfiles, casillas negras, estructura) que hacen su posición más agradable, pero la posición negra no está exenta de contrajuego] 9 ... tl:lds (9 ... a6? lO.tl:ld6+ ixd6 11.'11t/xd6 t2Je4 12.'11t/d3 tDxc3 13.bxc3 bs 14.ie2 �c7 15.0-0± y las blancas pronto comenzaran las rupturas contra la cadena negra del flanco de dama. Beliavsky-Matulovic, Sombor 1972; 9 ... t2Je4?!

Page 146: Desmontando la siciliana 2

146 Desmontando la Siciliana 2

10.119 d3 lt:\xc3 11. tl:lxc3 �xc3+ 12.bxc3 0-0 13.�e2;!; no parece resolver del todo los pro­blemas de las negras) lO.idz tl:lxc3 1l.bxc3! lo más ambicioso (11.lt:\xc3 ds 12.a3 ie7 parece igualar) ll....ics 12.c4 119b6 13.gbl (Buscando el salto del caballo a d6, pero la inédita id3 merece atención) 13 ... 0-0 (13 ... if2+ ?! 14. @ez o-o 15.lt:\d6 119cs 16J:�b5 tl:ld4+ 17. @xf2 lt:\xbS+ 18.ie3 lt:\c3 19.�xc5 lt:\xdl + 20. @g3 lbc3 21..id3� Saric-Matlakov, Vung Tau City 2008. Y a pesar de la calidad de ventaja las pie­zas negras no pueden moverse) 14 . .id3 ie3?! 15.gb3 1xd2+ 16.119xd2 fs 17.lt:ld6± Sjugirov­Matlakov, St. Petersburgo 2008; las blancas tienen ventaja gracias a la fuerte posición de su caballo.

6 ... d6 es una forma poco flexible de tras­poner al esquema Scheveningen; 7.119 d2.

6 ... ib4?! 7.lt:ldbs 119b8 8.a3±.

7.'®'dz (D)

7 ... bs Una jugada bastante empleada y muy fre­

cuente en el esquema negro. Aunque a menu­do traspone a las líneas principales, tiene al­gunos puntos. La continuación más frecuente, 7 ... lt:lf6 se analizará en las próximas partidas.

7 ... lt:\xd4 ha obtenido muy buenos resulta­dos hasta ahora. Probablemente las blancas no deban buscar una refutación directa, sino sim­plemente seguir los planes habituales. 8.ixd4 lt:\e7 9.0-0-0 (9.119e3!?) 9 ... lt:\c6 10.ie3 y ahora

10 ... ie7 (lO ... bs traspone al comentario a la ju­gada siguiente; 10 ... d6?! es poco lógica, porque el ataque blanco se desarrolla con facilidad al no haber presión sobre e4) ll.f4 d6 12.g4 bs 13.Wbl ib7 14.119f2 0-0 15.h4 :Bfe8 16.g5-t Feygin-Werle, Holanda 2007.

7 ... d6 8.0-0-0 debe acabar trasponiendo a posiciones del capítulo 18 o de la primera par­tida de este.

8.0-0-0 .ib7 Un desarrollo aparentemente lógico, pero

que deja débil el punto d7 y permite que if4 sea mucho más fuerte.

8 ... b4!? 9.lt:\a4 lt:lf6 10.f3 En comparación con las posiciones normales del Ataque inglés, las blancas tienen la ventaja de poder saltar a b6 con su caballo; las negras a su vez pueden jugar ds de un solo golpe. Es difícil saber qué es más aprovechable sin analizar con atención las partidas jugadas hasta ahora. lO ... tl:les n.if4 (D) Trabar el caballo molesta mucho a las negras que tienen varias alternativas:

a) ll...d6? 12.Wxb4+-; b) 11...h6 es demasiado extraña y solo se

hace respetable al ser empleada por el mayor especialista de 8 ... b4, Bocharov. 12. @bl! ie7 13.lt:lb3 (Kurnosov-Bocharov, Khantiy Mansiysk 2008) y ahora 13.c3! bxc3 14.Wxc3 Wxc3 15.tl:lxc3 d6 16.tl:la4t deja a las blancas con una agradable iniciativa gracias a los agu­jeros negros en el flanco de dama y a su mejor desarrollo;

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Capítulo 12: 4 ... tLlc6 Variante Taímanov 147

e) ll ... Ab7 1V�b3 gbs 13. Wbl d6?! 14.%hb4! lt:!fd7 (14 ... ixe4 tal vez las negras contaban con esta jugada 15.�c3! �xc3 16.lt:!xc3 Ab7 17.lt:!as±) 15. �c3 �xc3 16.lt:!xc3 Motylev-Maletin, Novokuznetsk 2008 y las negras no tienen suficiente compensación por el peón.

s ... lt:!xd4 9 . .ixd4 lt:!e7 (9 ... Ab7 lO.iesl) lO.Wbl lt:!c6 ll..�e3 gbs (n ... lt:!es?! 12.f4 lt:!c4 13.ixc4 �xc4 14.id4!± Short-Pogore­lov, Gibraltar 2003. Una vez más el desarrollo debe imponerse a la pareja de alfiles en una carrera de ataques) 12.f4 ib4 (12 ... d6 13.g4!) 13.f5 lt:!e7 14.id3 es 15.f6 gxf6 16.�f2!± López del Álamo-Terán Álvarez, Sevilla 2004; con un fortísimo ataque.

8 ... lt:!f6 traspone a la próxima partida.

9.if4! Esta jugada es temática en esta variante y

funciona muy bien aquí gracias a la relativa indefensión de a casilla d7. 9.lt:!xc61?, analiza­da en DLS, no ha logrado una amplia popula­ridad, a pesar del empuje inicial de la partida Leko-Movsesian.

9 ... Wfc8 9 ... es 10.lDxc6! dxc6? (10 ... exf4 lleva a

un final favorable mediante una variante forzada. ll.lt:!a5 b4 12.lt:!xb7 bxc3 13.lt:!d6+ ixd6 14.�xd6 �xd6 15.gxd6!) ll.ixeS!+­Gritsenko-Herrera, Herceg Novi 2006.

9 ... '@ds es sólida, pero deja en entredicho el plan seguido por las negras, porque la dama regresa a su casilla inicial mientras las blan­cas han mejorado la distribución de sus pie­zas. lO.liJb3! ib4 (lO ... lL!f6 ll.eS±) ll.a3 ie7 12.id6 lL!f6 13.lL!cs± Boros-Horvath, Hungría 2007; con un dominio posicional aplastante.

10.f3 lO.liJb3 directa puede ser más precisa e

incluso la nueva idea; lO.liJf3!? parece fuerte, por ejemplo: 10 ... lt:!f6 ll.es lt:!hs 12.igs±.

10 ... füf6 ll.ltJbJ;i,; (D) La posición negra está apretada, sobre todo

por la tremenda influencia del alfil de f4.

ll...h6 ll ... ie7 12.g4!; ll...b4? 12.liJa4+-. 12.h4 ib4 13.a3 ie7 14.eS 14.g4 es el plan natural y parece muy fuer­

te, por ejemplo: 14 ... b4 15.axb4 liJxb4 16.ie2 seguido de gs.

14 ... tLlhs 1s.ih2 b4 16.lüa4 Permite una masa de complicaciones que

finalmente le lleva al error. Sencillo y ven­tajoso es 16.axb4 lDxb4 17.g4 .ixf3 18.ggl±, ganando 2 piezas por la torre.

16 ... bxa3 17.tLlb6 Wffc7 18.lüxa8 ixa8 19.g4 as?! Prepara a4, pero ... 20.ib5!+- a2 21.gxhs o-o 22J!hg1 lüb4 23.c3 �h8 24J!xg7 �xg7 zs.ggl + �h7 Z6.Wgz igs+ Z7.hxgs gg8 Z8.g6+ fxg6 Z9.hxg6+ �g7 30.if4 �8 31.�d2 a4 32.ha4? [32. cxb4 axb3 es incómodo pero ganador 33.�g3] 3Z ... Wfc4 33.ftlal?? Errores no tan extraños en las partidas a la ciega con poco tiempo. 33 .. JWxf4+-+ 34.�e2 %beS+ 3S.�fl gf8 36.idl ftld3 37 .Wfez gxf3+ 38.Wfxf3 .bf3 39.ixf3 Wffel+ 40.�g2 WffZ+ 0-1

PARTIDA 12.05 Goloschapov A. - Nikolov S.

Nova Gorica, 2003

l.e4 es z.lüf3 lbc6 3.d4 cxd4 4.ttlxd4 e6 s.tLlc3 Wffc7 6.ie3 a6 7.Wfdz lüf6 8.0-0-0 (D)

Fue esta jugada, que sustituyó a la antigua 8.f3, la que representó el nuevo auge de la

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148 Desmontando la Siciliana 2

variante. Las negras han probado aquí casi todas las jugadas lógicas.

8 ... b5 Era muy popular hasta esta partida. 8 ... ib4 la veremos en la partida 12.07 y

8 ... ie7 en la partida 12.08. 8 .. .lbg4 Disfrutó de una breve populari­

dad en los años 2002-03, pero ahora parece establecido que lleva a una posición difícil para las negras. 9.if4 ! tt.JgeS (9 ... es? lO.tt:lds Wds ll.h3! Arizmendi-Collutiis, Aosta 2003 ll ... tt:lf6 12.tt:lxf6+! Wxf6 13.�gs Wd6 otras son peores 14.tt:lfs �xd2+ 1S.:B:xd2±) 10.ig3 lllxd4 ll.�xd4 f6 Verse obligado a esta juga­da ya hace la variante lüg4 sospechosa. 11 ... d6?! 12.ixes dxes 13.�a4+ id7? (13 ... @e7) 14.:B:xd7! Wxd7 lS.ibs+-. 12.f4 ics 13.�d2 ét.Jf7 14.fs!? Banikas no ha mostrado aún qué piensa de esta jugada. Tal vez lo haga en las próximas partidas. 14 ... Wc6 (14 ... eS?! lS.ét.Jds±; 14 ... tt:les;t es por supuesto la jugada crítica, pero en ese caso la cuestión es cómo lograrán las negras acabar de movilizar sus piezas) lS.eS! Un violento tratamiento que se justifica por la ventaja en desarrollo de las blancas. lS ... fxes [lS ... tt:lxes 16.fxe6 d5 (16 ... 1!9xe6 17.lüds±) 17.ixes fxes 18.ic4!;t) 16.fxe6 dxe6 (16 ... Wxe6 17.tt.Jds! o-o 18.@b1 gbs 19.ic4 bs zo.ib3� y las blancas tienen una tremenda compensación por el peón) 17.id3 id4 (17 ... 0-0 18.ie4 1!9c7 19.:B:hfl y las piezas negras siguen muy atadas, a cam-

bio de una ventaja material ínfima) 18,ghel ixc3 19.bxc3 id7 [19 ... 0-0 20.ie4 (20.ge4!?) 20 ... � a4 21. � d3�] zo.ge4! El ingenioso paso de esta torre al ataque pone al descubierto la falta de efectivos negros para defender el flanco de rey. 20 .. J�c8 21.gg4 0-0 22.ih4 Con idea de if6. zz ... @hs 23.'!Nez! Con la amenaza gg7. 23 ... e4 24,gxg7!! exd3 zs.if6 y las negras están indefensas ante la máqui­na. 2S ... 1!9xc3 26.gg8+ 1-0 Ramesh-Kunte, Torquay 2002.

8 .. . lüxd4 9.Wxd4! (9.ixd4?! eS 10.ie3 ib4 es muy cómodo para las negras) 9 ... lllg4!? (D)

Un ambicioso intento de hacerse fuerte en las casillas negras que no debe estar justifica­do por la falta de desarrollo de las negras.

9 ... d6 es seguramente más sana, trasponien­do a una posición del Ataque Inglés, en la cual las blancas han capturado en d4 con la dama, que es menos eficaz en este caso. Hay muy poco material, aunque puede crecer rápidamente y es un interesante campo para la investigación. IO.f3 bs n.g4 (ll.a4!? es una idea no estándar, pero que plantea algunos problemas: ll ... bxa4 12.lllxa4 la captura con la dama también es po­sible. 12 ... ie7 13.lllb6 :B:b8 14.1!9c4;!;) ll ... ib7 12. <t>bl :B:c8 La idea de las negras es activar rápidamente el contrajuego en el flanco de dama. 13.gs tt.Jd7 14.a3 (14.'!Nd2!? cediendo la casilla ideal al caballo es una idea más agu­da. 14 ... b4 15.llle2 liJeS 16.llld4;!; Alsina Leal­Recuero Guerra, Mondariz 2007) 14 ... ét.Jes

Page 149: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 12: 4...lüc6 Variante Taimanov 149

1S . .ie2 tLlc4 16 . .ixc4 �xc4 17.h4 �xd4 18.ixd4 h6! Recuero Guerra-Balazs, Sibenik 2007 y las negras resuelven todos sus proble­mas. 10.Wb6 �c6 11..id4 eS Deja un hueco muy feo en ds, pero es la única jugada coheren­te con el plan anterior. 12.i.e3 tLlxe3 13.�xe3 i.cs 14.�g3 o-o 1S.tLlds! :Ses 16.�b1 bs 17.h4 (17.i.e2 seguido de i.g4 es otra idea que merece ser probada) 17 ... i.b7 1S.hs :SacS 19.h6 �g6 Y ahora 20.hxg7 mantiene una ligera iniciativa para las blancas, por ejemplo: zo ... hds (20 ... �xg3? 21. tLlf6+! ±) Zl.:Sxds �xg3 22.fxg3 d6 23.i.ez �xg7 24.i.g4 :Sc7 2S.a3;!;.

9 . .if4! (D) La novedad de Topalov en 2001 que puso

de moda la variante.

9 ... lL\e5 La respuesta más natural. Veamos qué

pasa con cada una de las otras: 9 ... d6? Pierde un peón después de: 10.

tLlxc6 1Mlxc6 n . .ixd6 ixd6 12. �xd6 Wxd6 13.1'3xd6 b4 14.tLld1 tLlxe4 15J:'ld4±.

9 ... es Se ha convertido en una alterna­tiva respetable. 10.tLlxc6 exf4 (10 ... dxc6? 1L.txe5+-) 11.eS dxc6 12.exf6 ie6 (12 ... gxf6 13.tLle4±) 13.tLle4! Una excelente jugada de Luther, preparando tanto Wc3 como tLlgs. 13 ... i.ds 14.c4! No dejando a las negras con­solidarse. 14 ... 0-0-0 (14 ... i.xe4 1S. Wd4! gxf6 16.1Mfxe4+ i.e7 17.g3±) 1S . .tez i.xc4 16.i.g4+

i.e6 17.Wc3 hg4 1S.l'3xdS+ e'xds 19.fxg7 hg7 zo.Wxg7 :Sgs 2l.e'xf7± Nisipeanu­Cosma, Bucarest 2008.

9 ... �b6!? Es la alternativa más seria. 10.eS �xd4 (10 ... tLlxd4? es mala por 1l.exf6! tLlc6 12.tLle4 ds 13.tLld6++- Kasimdzhanov­Polgar, FIDE GP-2 Moscú 2002) ll.e'xd4 tLlxd4 12.1'3xd4 b4!? Es lógico luchar por la casilla ds. 12 ... tLlg4 13.ig3 fs 14.b4!;!; evitando ics y preparando a4. 13.tLla4 tLlds 14 . .ig3 i.b7 1S.i.c4 Pero las blancas también luchan por esa casilla. 15 ... 1'3bs (1S .. J:!:ds 16.:Shd1 i.c6 17.i.xds! la próxima secuencia es forzada a partir de aquí. 17 ... ixd5 18.tLlb6 i.c6 19.i.h4 .tes 20.i.xd8 i.xd4 21.:Sxd4 cJixd8 22.1'3xb4± De la Paz-Rodríguez Guerrero, Mancha Real 2001; 15 ... tLle7 16 . .!t:\b6 1'3d8 17.:Shdl i.c6 Guadalpi-Nikolov, Portoroz 2004 y ahora 18.i.d3! impidiendo tLlfs y amenazando el peón de b4, garantiza una cómoda ventaja a las blancas) 16.1'3hd1 i.c6 17 .b3 aS 1S.hds hds 19.:Sxds (19.f3!?;t seguido de c4) 19 ... exds zo.l'3xds :SaS 21.tLlb6 1'3a7 22.ttlc4;!; Predojevic-Andonov, Obrenovac 2004.

9 ... Was 10.tLlb3 Wb6 11.es tLlg4 12.Wez!± tLlxf2? 13.i.e3+-

lO.CtJf3 ltJxf3 Peor es la jugada de la partida original,

10 ... .!t:lfg4?! que desaprovecha la ocasión de deshacerse de la clavada, lo cual en las próxi­mas jugadas será cada vez más difícil.ll.i.g3 f6 12.tLlxeS (12. tLld4! abriendo el camino a varias jugadas molestas como i.e2 y f4 parece más fuerte) lZ ... tLlxes 13.f4 tLlc4 14.hc4 Wxc4 (14 ... bxc4 15.f5±) lS.fS �f7?! (15 ... b4!? es ra­zonable: 16.fxe6 bxc3 17.exd7+ cJif7! 18.Wds+ Wxds 19.1'3xds cxb2+ 20.�b1 ie7 21.dxc8W 1'3hxc8 22.1'3d7t) 16.eS!? Buscando el castigo inmediato del rey negro. 16 ... b4 17.tLlbl exfs 1S.exf6 gxf6 19.i.d6 hd6 zo.Wxd6 :Ses 21.b3Wbs zz.:Shel .ib7 23.a4 �c6 24.Wxb4± Topalov- Movsesian, Sarajevo 2001.

ll.gxf3 V!fc6 (D)

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150 Desmontando la Siciliana 2

n ... §'as 12.@bl b4 13.c!De2 ds 14.igs ib7 1S.c!Df4! �d8 16.e5 h6 17.ih4 gS 18.exf6 gxh4 19.ih3! apuntando a e6 y las negras no pueden resistir con el rey en el centro.

12J'�gl ib7 12 ... b4?! Envía el caballo a la casilla

deseada: 13.c!De2 ds 14.c!Dd4 �a4 15.ic4! .ib7 16.ib3+-.

13.i'bl! La jugada propuesta en DLS, 13.�e2 ds!?

14.�d4 �b6 15.e5 también parece ventajosa. 13 .. J�c8 14.a3 ixa3 14 ... b4 es la otra alternativa natu­

ral: 15.axb4 ixb4 16 . .tes .tfs? (16 ... �hs 17. �gs!±; 16 ... d6!? 17.ixd6 �d8 pero las blan­cas se deshacen de la clavada con 18.ixb4! �xd2 19.�xd2 �b61 20.id6 �g8 21.ic4 �d7 22.�gdl�) 17.ic4 (17.�f4 es también muy fuerte) 17...�xc4 (17 ... d6 18.ib3!) 18.ixf6+­Goloshchapov-Mishra, Dhaka 2002.

lS.lüxbs! Dejando un punto débil en bs. lS ... axbs 16.bxa3 La posición es muy extraña, pero la ventaja

de las blancas es notable, debido a la columna abierta g y a su fuerte alfil de casillas negras.

16 ... ds 16...�hs 17.id6!±; 16 ... 0-o 17.id6 �fes

18.�xg7+!+-17 .ies lühs 18.exds 18.ih3! dxe4 19.�g5+-18 ... exds

18 ... �xd5, con todos sus defectos, era el mal menor.

19.ih3+- o-o zo.�gs f6 21.&rns fxes 2Z.hc8 �xc8 23.gxe5 gxf3 24.�e2 gfs zs.ge7 ic6 26.ggl gf7 27 ,gxf7 i'xf7 28.'��e5 g6 29.gg3 �d8 30.gf3+ 1-0

PARTIDA 12.06 Domínguez L. - Zapata A.

Capablanca mem, 2003

l.e4 es 2.lüf3 e6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 lüc6 s.lüc3 �c7 6.ie3 a6 7.�d2 lüf6 8.0-0-0 ie7 (D)

Podemos explicar el desarrollo histórico de esta variante de la siguiente forma. En un primer momento (hasta los años 30 del siglo XX) el plan con ie3, f3, Wid2 y 0-0-0 no era popular contra ninguna variante de la Sicili­ana; los esfuerzos de Rauzer lo convirtieron en el plan favorito contra el Dragón, pero se pensó que su éxito era solo debido al punto de ruptura en hs. Después comenzó a ser popu­lar contra el esquema Scheveningen y se ex­tendió, por afinidad estructural, a la variante clásica y a la Najdorf, pero aún parecía que no era aplicable al complejo Paulsen-Taimanov debido a la clavada del alfil en b4.

Una vez que muchas partidas demostra­ron lo interesante del mismo plan a pesar de la clavada, era solo cuestión de tiempo que alguien pensara desarrollar el alfil a e7 y tra­tar de aprovechar el tiempo ahorrado con el

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Capítulo 12: 4 ... tt:\c6 Variante Taimanov 151

peón. Naturalmente este nuevo plan puede trasponer a menudo a las posiciones estudia­das en el capítulo 18, y si no lo hace, el caballo de f6 tendrá que retirarse a algún lugar menos natural que "d7", pero de todos modos, se han jugado muchas partidas muy recientes que demuestran su viabilidad independiente.

Seguramente tendremos muchas partidas más en los próximos meses y las evaluaciones cambiarán, pero voy a intentar poner orden en las nuevas variantes.

9.f3 9.f4 puede tener sentido ahora, porque d6

se contesta con ie2 y g4, mientras que bs se puede contestar con eS, pero no va a ser nues­tra línea principal.

9 ... 0-0 La jugada más frecuente, aunque se puede

retrasar hasta que las blancas amenacen gs. A las negras no les faltan alternativas jugosas.

9 ... h5!? Ha sido empleada por Madeja no menos de S veces en el plazo de 3 meses. Impi­de g4, pero renuncia a un enroque tranquilo. 10.Wff2 La clásica jugada multiusos, apoya el movimiento del alfil a b6 y es, aparta la dama de la columna que se pretende abrir y prepa­ra h3 y g4 vigilando la casilla h4. 10. �b1 es interesante también: 10 ... bs ll.lDxc6 dxc6 (11...'�Yxc6 12.eS±) 12.Wff2 es (12 ... c5 13.Wig3 \Wxg3 14.hxg3;!;) 13.ie2 :i3b8 14.\Wg3 .ie6?). Y ahora:

a) 10 ... d6 ll.h3! (11. @bl iD es! 12.h3 bs 13.f4 ltJed700) 11...bs (ll...lDes 12.f4 lDed7 13.fs lDcs 14. \Wf3:t) 12.lDxc6 \Wxc6 13.id3 (Puesto que es muy difícil preparar b4, se pu­ede considerar seriamente 13.a3!?;!;) 13 ... b4 14.ltJe2 eS 1S.g4 ie6 16.@b1;!; Vachier Lagra­ve-Macieja, Solingen 2008 y las negras tienen ciertos problemas con la posición de su rey.

b) 1 0 ... ltJes?! Es prematura porque las blancas llegan antes a jugar f4 que las ne­gras b4. ll.h3 bs 12.f4 lDc4 13.!xc4 (13.e5?! lDxb2!) 13 ... \Wxc4 14.eS ltJds lS.lDxds \Wxds 16.lDfs!± con un verdadero festín por las casillas negras.

e) lO ... bs 11.lDxc6 dxc6 12.!b6 Wf4+ 13.!e3 Wlc7 14.!b6 Wf4+ 1S. @bl ltJd7 [15 ... 0-0 permite el plan típico con h3 y g4 16.h3! h4 17.!e3 \Wg3 18.\Wxg3 hxg3 19.lDe2 lDhs 20.es :i3d8 (20 ... !b7? zU!d7) 21.:!3xd8+ !xd8 22.h4; 15 ... e5? simplemente pierde por la mala posición de la dama. 16.!e3!+-] 16.id4 (16.ie3 \Wc7 17.f4!?;t; 16.g3 Wb8 17.�e3) 16 ... e5 17.!e3 Wlf6 18.h4 ib4 19.igs \We6 20.ltJe2 (Difícil de hacer pero interesante es 20.g3!? .bc3 2l.bxc3±) 20 .. .f6 2l.�e3 \We7 22.g4!± Edouard-Damljanovic, Andorra op 2008 y los defectos de la posición del rey negro son un problema de largo alcance.

9 ... b5 10.g4 y es difícil hacer algo diferente a 0-0 o d6 que trasponen, puesto que lO ... b4?! ll.lDa4 añade molestias a la posición negra por la debilidad de la casilla b6.

9 ... d6 traspone al capítulo 18.

10.g4 bs ll.gS! (D)

Lo más crítico. Si estamos de acuerdo en que el salto mo­

lesto del caballo es a la casilla hs tiene sentido el plan de la siguiente partida: ll.h4!? tDes?! (Pero habría que encontrar una mejora en esta secuencia. ll ... ib7 12.hs lDxd4 13.!xd4 es 14.if2 b4 15.lDa4 :!3ac8! seguido de ds) 12.h5 lDe8 13.g5 lDd6 14.\Whz f6 15.if4± López Martínez-Zherebukh, Plovdiv 2008.

11...tt:lhs En mi opinión el auténtico escollo de esta

variante, aunque los jugadores más fuertes,

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152 Desmontando la Siciliana 2

encabezados por Morozevich, se han inclina­do hasta ahora por la bizarra retirada a e8.

ll...lües 12.tbxc6! adelantándose a la idea negra de colocar esta caballo en es y el otro en d6. 12 ... dxc6 (D) y ahora alcanzamos una posición crítica en la cual las blancas tienen dos formas de conducir el ataque, igualmente interesantes:

a) 13.f4!? d6 14.�d3! (preparando es) 14 ... 1!b8 (No muy coherente con la siguiente jugada, pero otras jugadas tampoco neutrali­zan la fuerza de eS. 14 ... cs lS.eS! tbc4 16.�xc4 bxc4 17.We2;!;) lS.eS lllfs? [Permitiendo un ataque imparable basado en el sacrificio en f6. 1S ... lüc4!? es algo mejor, pero 16.We2 lüxe3?! (16 ... c5! con algún contrajuego a cam­bio del peón) 17.Wxe3 es 18.'&h3 g6 19.lüe4 c4 20.%Yh6!+- es también demoledor] 16.lüe4 �d8 17.Wf2 �ds 18.lllf6+!+- Recuero Guerra­Thorfinnsson, Budapest 2008.

b) 13.h4!? es 14.%Yf2 (14.hS Fritz 11) 14 ... �e6 1S.�h3 (lS.hS!? lüd6 16.h6 g6 17.%Yg3 f6 18.gxf6 �xf6 19.�h3±) 15 ... �xh3 16.1!xh3 lüd6 17.�cs lüc4 18.b3 lüd6?! (Una extraña decisión, cuando 18 ... �xc5 19.WxcS Wb6 20.Wxb6 lüxb6 21.1!d6 :!!ac8= parece llevar a un final igualado) 19.f4 lüb7 20.i.b6 �a3+ 21.�b1 W/e7 22.f5 as 23.f6 We6 24.1!hd3 (24.1!f3 ib4 2S.fxg7 �xg7 26. W/g3 lüd6 27.l'!f6 We7 28. Wlf2±) 24 ... g6?! (24 ... �b4 zs.fxg7 �xg7 26.lüe2±) 2S.h5 �b4 Leko-Morozevich, Moscú 2008; y solo el ritmo rápido de la partida

puede explicar que las blancas no remataran a su rival con 26.Wh2!+-, seguido de :!!hl y hxg6.

lZ.étJceZ (D) Molestar al caballo bloqueador de hs es una

idea no solo excelente sino imprescindible.

12 ... g6 Algo artificial, pero la amenaza lL!g3 es

difícil de responder. 1Z .. J!d8 13.lL!g3 ltJxd4 14.�xd4 y aho­

ra (14.lüxh5 ltJxf3 1S.W!f2 liJes 16.ib600 con cierta compensación por la calidad; 14.%Yxd4! ltJf4 1S.h4 ib7 16.%Yb6t) 14 ... lüf4 1S.i.e3 �xg5 16.l'!gl f6 Mekhitarian-Leitao, Porto Alegre 2008.

13.étJg3 étJxd4 13 ... tbg7 14.f4 pone de manifiesto los

defectos del plan negro y 13 ... lüxg3? 14.hxg3 no se puede ni considerar.

14.ixd4 étJf4 15.h4 eS 16.i.e3 gdg Preparando la ruptura ds, ante la inmedia­

ta amenaza de capturar un peón en f4. 17.étJez 17.hf4 exf4 18.ltJez ds 19.exds

�b7 20.W/xf4 W/as ofrece una buena compensación.

17 ... étJhs?! 17 ... lüxeZ+!? 18. W/xe2 ds! promete cierto

contrajuego, pero las amenazas blancas por la columna h son rápidas. Por ejemplo: 19.Wlh2 dxe4 20.:!!xd8+ W/xd8 21.fxe4 W/c7 22.h5 -t.

Page 153: Desmontando la siciliana 2

Cap(tulo 12: 4...lbc6 Variante Taimanov 153

18.lbc3! El curioso regreso del caballo blanco a

su puesto habitual, sirve para aprovechar la reciente debilidad de la casilla ds.

18 ... ib7 19.V:Vfz! füf4 Una concesión importante pero lógica,

puesto que si se defiende la calidad con 19 ... !Mc8 20.ih3!+- crea problemas más graves.

zo . .ib6 V:Yc6 21..ixds Tal vez la continuación puramente estra­

tégica sea más fuerte. 21.li:Jds! lt:Jxds 22.gxd5 Jades 23.ih3±.

21. .. -ics zz.Wldz zz.Whz±

22 .. J�xds 23.tbds tüxds 24.exds Wlb6 zs.mb1 .ie3 26.V:Ygz V:Ycs 27.hs!

Las blancas toman la iniciativa con la aper­tura de la columna h, y eso refuerza el papel de su alfil de casillas blancas.

27 ... V!Je7 28.hxg6 fxg6 29.id3 d6 30J�h4 hgs 3Lgg4 .tf6 3z.ghl

32.hg61 y 32.ifs! eran alternativas poderosas.

3Z ... mfs 33 . .ixg6 hxg6 34Jhg6+­hds 35J��hh6 .ig7 36.gh7 g¿7 37.V9g4 V!Jf7 38.ggxg7 V:Vxg7 39.gxg7 gxg7 40.V9c8+ mf7 41.b3 gg6 4Z.V!Jxa6 .ixf3 43.V9xb5 me7 44.a4 ggz 45.V9d3 e4 46.V9d4 ggs 47.V!Je3 gds 4S.mbz md7 49.b4 gdl 50.a5 ds 51.V!Ja7+ me6 52.a6 d4 53.V!Jb7 1-0

PARTIDA 12.07 Korneev O. - Horvath A.

Zalaegerszeg, 2004

l.e4 es z.lDf3 tbc6 3.d4 cxd4 4.tbxd4 e6 s.lDc3 V!Jc7 6 . .te3 a6 7 .V:Vdz tbf6 8.0-0-0 i.b4 (D)

La clavada sigue siendo la continuación fundamental de la variante, aunque no se ha mostrado muy eficaz, y actualmente compar­te protagonismo con otras jugadas.

9.f3 ltJe7 Esta jugada, cuyo primer ejemplo data ya

del siglo XXI, se ha convertido en la segunda opción más popular después de tt::les. Su mayor virtud es que en este caso, las negras si aspi­ran a doblar el peón blanco en c3 y jugar ds a continuación, el defecto es que la posición del caballo es incluso menos activa que en c6.

Las negras han probado en esta posición casi todas las alternativas naturales:

9 ... bs Es una jugada más o menos están­dar, pero no parece combinar muy bien con ib4. 10.'it>b1! Actualmente esta me parece la mejor jugada. Con la retirada del rey las blan­cas se disponen a contestar a liJes o li:Je7 con la desclavada violenta del caballo y el ataque negro llega a un punto muerto: el peón b no puede avanzar, el caballo de c6 no puede mo­ver y retirar el alfil de b4 sería perder un tiem­po. La jugada 10. if4 estudiada en DLS sigue manteniendo su interés. 10 ... ib7 [10 ... ie7 n.g4í y las blancas están jugando la posición de la partida anterior con el útil tiempo <it>bl; 10 ... li:Jes? n.lt:JcxbSI+-; 10 ... 0-0?! 11.li:Jxc6 V!Jxc6 (no es posible 1l ... dxc6? 12.li:Jxbs!±) 12.id4 ie7 (12 ... ib7 13.h4±) 13.e5! li:Jds 14.li:Jxds V!Jxds 1S.id3±] ll.g4 El blanco desarrolla su ataque con naturalidad, mien­tras el negro está atascado. Aunque no hay ejemplos de esta posición, la carrera de ata­ques parece favorable a las blancas. ll ... lac8 12.gs lt:Jhs 13.ih3 con clara ventaja blanca, amenazando ig4.

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154 Desmontando la Siciliana 2

9 ... l!Ja5 Esta jugada disfrutó de una breve popularidad después de sendas partidas de Anand contra Grischuk y Topalov, pero pre­cisamente fue una partida Leko-Anand la que dejó muy tocada su reputación: lO.�bl! Una de las ideas típicas de la variante. Las blan­cas amenazan saltar con el caballo clavado y no se preocupan del doblaje de sus peones en c3, considerando que la fuerza del alfil de negras compensará sobradamente todos los problemas. 10 ... ixc3 (obligado) ll.bxc3 ds!? La ruptura más lógica, para desarrollar el alfil y evitar el control de las blancas sobre d6. ll ... bs?! 12.if4 \Wb6 [La lógica 12 ... es?! se encuentra con una refutación táctica con­tundente 13./üfs!! exf4 14.e5 lüe4! (14...li:lhs 1S.l!Jd6++-) 15.fxe4 Vf/xe5 16.g3!fxg3 17. Wgs! ±] 13.lüb3! Poniendo un ojo en d6, pero otras ju­gadas como 13.ies!?t; 13.g4 también prome­ten buenjuego. 13 ... li:lc4 14.Vffd4 ds (El cambio de damas no alivio la posición negra. 14 ... \Wxd4 15.cxd4 ds 16.0cs;!;) 1S.ixc4! Forzando el cambio y centrándose en explotar el domi­nio absoluto de las casillas negras. 15 ... Wfxd4 16.cxd4 dxc4 17.l!Jas! ± Leko-Anand, Moscú 2004; una desventaja inusual para un jugador de élite después de la apertura. No es extraño que la variante perdiera sus fans. 1Z.l!Jb3 (D) y ahora:

a) 1Z ... dxe4!? 13.if4! Wb6 14.ies (ama­gando Wfgs) 14 ... e3 lS.Wel o-o 16.Vf/g3± Es muy difícil responder a las múltiples amena-

zas del alfil de casillas negras, ic7, if6 etc.; b) 1Z ... l!Jc6!? Es un intento bastante serio

de reactivar el caballo descarriado, pero las debilidades en las casillas negras se siguen no­tando. 13.if4! es (13...Wfe7 14.c4! dxe4 1S.id6 Wfd8 16.ie2�; 13 ... Wb6 14.id6 en todas es­tas variantes el protagonista es el alfil blan­co de casillas negras) 14.exd5 exf4 [14 ... li:lxds 1s.i.xes! (15. Vffxds exf4 +) 1S ... li:lxe5 16. Wxds o-o 17.Vf/cst] 1S.gel+ �f8!? (15 ... ie6 16.dxe6 li:le7 17.g3!± y el alfil blanco saldrá por h3 con gran fuerza) 16.dxc6 bxc6 17.Vffd4± el rey ne­gro sigue dando tumbos;

e) 12 ... 0-0 La jugada más reciente. 13.igs! lüd7?! (13 ... dxe4 14.ixf6 gxf6 1S.fxe4t pa­rece algo mejor, pero es dudoso que alguien se sienta gusto con semejante rey) 14.exds li:lc4 1S.ixc4 Vffxc4 16.dxe6 (16.ie7!?± E:e8 17.d6) 16 .. .fxe6 17.E:hel lüb6 18.ge4 Wbs 19.id8 li:la4 20.ic7 b6 21..tes ib7 (Corrales Jiménez-Guliev, Manresa 2007) y ahora con: 22.c4 We8 23.E:g4 E:f7 24. \1:llh6 \We7 2S.E:dd4+­las blancas hubieran unido un ataque demole­dor a su peón de ventaja;

d) 12 ... li:lc4?! Facilita el plan de las blancas. 13.ixc4 dxc4 (13 ... \Wxc4 14.id4t) 14.li:lcs (14.if4 es otra continuación interesante, aun­que menos ambiciosa. 14 ... Vf/b6 15. Wd4 Wxd4 16.li:lxd4 idn) 14 ... id7?! [14 ... b6? 1S.if4 Vffe7 (1S ... es? 16.ixe5+-) 16.li:la4!+-gana mate-rial; 14 ... 0-0! es lo relativamente mejor 1S.lüa4 li:ld7 16.\1:lld6 \1:llxd6 17.E:xd6 bs 18.li:lcs li:lxcs 19.ixcS;!; lleva a un final con ciertas esperan­zas de tablas para las negras] 1S.Wd6 0-0-0 (15 ... Wxd6 16.E:xd6 0-0-0 17.e5±) 16.\Wxc7+ �xc7 17.E:d4 ibs 18.a4! gxd4 19.cxd4;!;; Volokitin-Haba, Alemania 2005.

9 ... ds Es la ruptura temática de la Sicilia­na, y aquí se hace poniendo presión sobre la casilla e4, que defiende solo nominalmente el caballo clavado. Sin embargo las blancas tienen una continuación muy prometedora. 10.a3! (D) y ahora:

Page 155: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 12: 4 ... tLlc6 Variante Taimanov 155

A) lO ... .ias ll.lüb3! Esta es la clave de la falta de pegada de la ruptura temática ds. Las negras no pueden mantener su alfil de casillas negras en el tablero, y las casíllas de este color de su campo van a sufrir.

al) ll....ib6?! 12.i.xb6 �xb6 13.exd5±; a2) ll....ixc3 12.'�xc3 dxe4 13.fxe4

(13 . .ics!?) 13...0-o 14 . .id3!; a3) ll ... dxe4 lZ.lüxaS �xaS 13.lüxe4! Es

lo más simple. 13... �xd2+ (13 ... lüxe4 14. V:YxaS lüxaS 1S.fxe4 es 16 . .ib6 lüc6 17 . .ic4±) 14.Ihd2 (14.ltlxd2!?± Incluso impide el peón aislado) 14 ... lüxe4 15.fxe4 es 16 . .ic4± Pavel­Ladanyi, Balatonlelle 200S.

B) 10 ... .ie7 ll.exds llJxds 12.ltlxds exds 13 . .id31;

C) 10 ... .ixc3 ll.�xc3 dxe4 12.fxe4 Tam­bién se logra una compensación muy clara en la variante: 12.lDxc6!? �xc6 (12 ... bxc6?! 13.fxe4±) 13. �xc6+ bxc614.fxe4 ltlxe41S . .id3 ltlf6 16 . .ics�. 12 ... lüxe4 13.�d3 con las si­guientes opciones:

bl) 13 ... ltlf6 14.ltlxc6 bxc6 1S . .ics±; b2) 13 .. .f5 14.'�c4 es 1S.lüxc6 �xc6

16J�ds! V:Ye6 17.gas lL!d6?! (Tal vez sea más tenaz 17 ... �e7 pero la compensación de las blancas es muy clara después de 18.�ds!±) 18. �c3 (18. �xe6+ .ixe6 19.gxeS;t) 18 ... 0-0 19.gxes �a2 20.b3 �xa3+ 21.Wbl lL!bs 22.�el gd8 23 . .ic4+ �h8 24 . .id2 1-0 Polgar­Horvath, Halkidiki 2002;

b3) 13 ... ltlcs 14.�c4 �es (14 ... ltld7 15.ltlxc6 �xc6 16.\Wg4±) lS . .igl! (extraño,

pero lo más fuerte) 15...10xd4 16 . .ixd4 WgS+ 17.Wbl 10d7 18.h4 �h6 19.Wb4 es 20 . .ic3 as 2l.�a4 Wf4 22.�xf4 exf4 23 . .ibs f6 24J�hel+ Wd8 25.gxd7+ .ixd7 26.gdl 1-0 Recuero Guerra-Lluis, Benasque 2008.

9 ... 0-0!? (D) Otra de las variantes de moda cuya teoría se ha acelerado en los dos últimos años y en la cual todas las conclusiones serán provisionales. Las negras sencillamente si­guen la carrera de ataques y se preparan a re­tirar su caballo a e8, una extraña casilla, pero con algunas virtudes, como el paso a d6-c4.

10.g4 10.a3!? Tal vez en este orden el salto del caballo a e8 tenga menos sentido. 10 ... .ie7 ll.g4 bs 12.g5 10e8?1 13.h4 b4 14.ltlxc6! Wxc6 (14 ... dxc6 15.axb4 .ixb4 16.�d8 forzando un final agradable) 15.axb4 .ixb4 16.hS el ataque blanco va muy rápido pero se necesitarán bu­enos ejemplos para establecer una evaluación fiable. lO ... bs lO ... ltles?! Trata de evitar un posible cambio en c6, pero es prematura: ll.gS lt:le8 (n ... .ixc3 12. Wxc3 Wxc3 13.bxc3 liJes 14.f4t) 12.a3 .ie7 13.f4 lt:lc4 14 . .ixc4 %Yxc4 15.f5±. ll.gs lüe8!? Es la jugada de moda en esta variante. El caballo defiende, y en algunas variantes va a d6. Las negras combinan bien el posible doblaje de peones en c3 con la car­rera de ataques. ll...ltlhs 12.a3 1J.e7 Una vez más el alfil no puede mantener la clavada, y cuando esto sucede su excursión a b4 se con­vierte, en el peor de los casos en una pérdida

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156 Desmontando la Siciliana 2

de tiempos y en el mejor en una sutileza para provocar a3, que a pesar de dar a las negras un punto·de ruptura en b4, es una jugada que tiene un aspecto positivo, mantiene firme en c3 el caballo que controla ds. 13.lüce2! Ahora el caballo se dirige a g3 para poner en aprietos a su colega de hs, de modo similar a la vari­ante estudiada en la partida anterior. 13 ... lüas 14.lüg3 es!? Una medida radical en una situa­ción delicada. Las blancas contestan con una poderosa secuencia táctica, que debían haber calculado en la jugada anterior y que parece totalmente sana. lS.lüxhs! exd4 16.Wb1 dxe3 17.'�d4 f6 18.gxf6 ixf6 [18 ... gxf6!? es la jugada que obliga a un cálculo más preciso, pero ob­jetivamente es peor. 19.1!9xe3! Wh8 (19 .. J�f7 20.lag1+ Wh8 21.1f9h6; 19 ... 1!9a7 20.1!9h6 laf7 21..ic4 lüxc4 22.E1hgl+ Wh8 23.E!g7+-) 20.�h6 E!f7 21.E1g1 1!9cs 22J!g7+- Chulivska­Marchadour, Guingamp 2007] 19.iüxf6+ E1xf6 20.lf9d5+ laf7 21.1!9xa8+- Arizmendi-Arbakov, Linares 2003. 12.a3 ie7 Traspone a la nota a la jugada 10.a3!?; 12 ... lüxd4!? tiene cierto sen­tido en este orden. 13.ixd4 i.d6.

9 ... ttJes es la variante principal y se estu­dia en la próxima partida.

lO.lt:JdeZ! Prepara el acoso y cambio del alfil de ne­

gras, una vez comprobado que en este caso las negras quedan bien doblando peones y jugan­do ds de inmediato.

10 ... ds

La única alternativa es lO ... bs. Con otras jugadas la retirada del caballo a e7 quedaría fuera de lugar. ll.i.f4! Fuerza a las negras a debilitar la casilla ds. l l ... es (11... �b6 12. 'it>b1 ds 13.ies dxe4 14.ixf6 gxf6 15. �f4 exf3 16.lüe4�) lZ.i.gs ib7 12 ... �c6 es una de las jugadas más lógicas que aún no han sido empleadas pero las blancas tienen: 13. Wb1! para poder contestar a h6 con el cambio en f6 y la desclavada del caballo 13 ... h6 (13 ... ib7?! deja débil d7 14.ixf6 gxf6 15.g3± con la idea i.h3) 14 . .ixf6 �xf6 1s.lüds! ttJxds 16.Wxds E!a7 17.�b3! tes 18.lüc3 i.b7 19.lüds ixds 20. �xds:t. 13.Wbl ias (13 ... ds 14.ttJxbs �es 1S.lüc7+ �xc7 16.1!9xb4 lac8 17.�d2 dxe4 18 . .ixf6 gxf6 19.fxe4 ixe4 20.ttJc3!) 14.ix.f6! gxf6 15.1!9h6 Wb6! (1S ... iüg6 16.g3!; 1S ... E!c8 16.1!9xf6 lags 17.g3! b4 18 . .ih3 .ic6 19.ttJds .txds zo.exds lf9xc2+ 2l.�a1 Wxez 22.lahe1±; 1S ... b4!? 16.�xf6 lags 17.ttJa4! lac8 18.lad2) 16.g3l �e6 17 . .ih3± Anand-Polgar, San Luis 2005.

n . .tgs! Y ahora las negras no pueden evitar el

deterioro de su flanco de rey lo que deja a su monarca sin refugio seguro.

ll. .. dxe4 11....id7 12 . .ixf6 gxf6 13. �d4 .id6

14.exd5± Okkes-Peng, Hoogeveen 2006. 12.ixf6 gxf6 13.Wd4 exf3 13 ... hc3?l De todos modos este alfil se

cambia por un caballo, pero así es peor por­que deja colgando el peón de f6 y el jaque de la dama tiene otros defectos. 14.lüxc3 es (14 ... Wf4+ 1S. �bl ttJc6 16. �c4! o-o

17.lüxe4± Motylev-Tunik, Rusia 1986. No hay compensación por las debilidades del flan­co de rey) 15.Wxe4 0-0 16.'�'h4! El ataque al rey negro es gratis. 16 ... ifs 17. �xf6 laad8 18 . .ie2 !g6 19.h4 lüds 20.E!xds laxds 21.hS!+­Goloshchapov-Renette, Leuven 2003.

14.Wxb4 fxez lS.ixez fs (D) La única jugada experimentada y la mejor,

porque impide el acceso del caballo blanco a e4. Las negras han logrado salir con un peón

Page 157: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 12: 4 ... tbc6 Variante Taimanov 157

de más pero sus dificultades de desarrollo y su mal rey son un dolor de cabeza suficiente.

16J�d6! Este fuerte control de la importante colum­

na central, es la continuación más exitosa has­ta ahora, pero otros intentos están justificados. 16 . .if3!? o-o (16 ... id7 17.�xb7 �xb7 18 . .ixb7 �a7 19.if3;!;) 17.g4! f4 18J�d6 tlJg619.tlJe4�.

16 ... id7 Parece lógico apresurarse a desarrollar

el alfil antes de que las blancas doblen las torres y lo impidan por mucho tiempo.

16...0-0 17.�hdl t seguido de g4. 17J�hdl ic6 (D)

18.Wfd4 Obligando al enroque corto. 18 . .if3!? es una posible mejora: 18 ... �c8

(18 ... ixf3 19.gxf3� hace imposible el enroque corto) 19 . .ixc6+ tlJxc6 20. �f4� con muy clara compensación por el peón.

18 ... 0-0 1s ... �gs 19.ihs! tlJg6 zo.g4±. 19.g4 fxg4?! Facilita la iniciativa blanca. 19 .. J3fe8!? es una interesante mejora

de Ribli, pero las blancas siguen teniendo un buen ataque: 20.h4?! (20.�gl! es la conti­nuación más interesante 20 ... fxg4 21.�xg4+ tlJg6 22.h4 �ad8! 23.�xd8 �xd8 24.1Mlf6 Wd6 25.a3�) 20 ... �ac8 21.1Mlf4 tlJds 22.�g5+ Wh8 23.�6xds �-� Volokitin-Ribli, Bosna Hercego­vína 2005.

20.Wfxg4+ tbg6 zo ... whs?! 21.1Mid4+! <".!?gs (21...f6 22.laxe6

laad8 23.�f2 �xdl+ 24.ixdl±) 22.h4+- segui­do de �gl.

2Lh4 �ads?! La jugada lógica sería: 21. .. h5 22.�xhs

�ad8 23.�xd8 �xds 24.�gl (24.�xd8+? �xds 2S.id3 �xh4 26.ixg6 \1{ff4+ 27.Wbl �fl+ zs.tiJdl fxg6 29. �xg6+ wfs+); 21...whs 22.h5±.

22J�xd8 �xd8 23.�xd8+ Wfxd8 24.h5± Las blancas ganan pieza y el resto de la

partida, aunque ofrece ciertas dificultades no pone en duda la ventaja obtenida en la apertura.

24 ... fs zs.Wfg1! Wff6 26.a4 �g7 27 .hxg6 28.Wfcs Wff8?! 29.�e5+ �f6 30.'1Wc7+ Wff7 31.'1Wd6 f4 32.f0e4! f3 33.�e5+ 1-0

P ARTIOA 12.08 Vachier Lagrave M. - Vitiugov N.

Plovdiv, 2008

l.e4 es z.tbf3 e6 3.d4 cxd4 4.tbxd4 tbc6 s.tbc3 Wfc7 6.ie3 a6 7.Wfdz tbf6 8.0-0-o ib4 9.f3 tües (D)

La jugada que se mantiene como variante principal desde hace varios años. El caballo salta a una casilla activa y aunque no amenaza el cambio inmediato en c3, si refuerza la efica­cia de ds que se puede considerar la amenaza inmediata de las negras.

Page 158: Desmontando la siciliana 2

158 Desmontando la Siciliana 2

10.lüb3 En caso de 10. �bl, que amenaza la des­

clavada, 10 ... ixc3! ll.�xc3 �xc3 12.bxc3 ds! ilustra el plan negro, que obtiene buen juego.

1o ... bs lO .. . ds!? Es una alternativa sólida que me-

rece más atención de la que ha recibido hasta ahora. Las blancas pueden lograr cierta presi­ón aprovechando la posición expuesta del ca­ballo. 11 . .id4! o-o Preparando dxe4 que no es posible directamente, ll...dxe4?? 12.ixe5+-. lZ.C�bl Preparando a su vez �f4, así como �gs y exds. 12 . .. dxe4 Casi única. 13.Wf4! id6 14.lDxe4 tDxe4 15.Wxe4 Después de una serie de jugadas forzadas, las negras pueden elegir entre dos retiradas de su caballo, que será obligada después de la próxima ic3 de las blancas. 15 ... lDg6!? La más sólida ha sido defendida en solitario por Pogorelov, con suerte diversa. 15 ... lDc6?! La más activa se en­cuentra con un detalle táctico: 16.ib6l %Yxb6 17.!Ixd6;!; Acs-Fries Nielsen, Baden Oos 2005 y las blancas consiguen una posición dominan­te, aunque la posición negra, sin debilidades, es bastante creíble. 16.h4! Es lógico aprovec­har la posición del caballo para ganar tiempos en el ataque. 16 ... e5 17 .ic3 .ie6 18.lDas! jue-go concreto. 18 ... bs 19.h5 lDe7 20.b6 Las ne-gras se enfrentan a algunos problemas. 20 ... g6? 20 .. .f5! es la continuación crítica, después de 21.%Ye1! tDds 22 . .id2 g6 23.c4 tDf6 24.!Ica las debilidades en la gran diagonal ofrecen un juego más cómodo a las blancas. 21.lDb7 f6

22.ias Wb8 23.lDxd6 ga7 24.f4 gd7 zs.fxes Ms 26.�el tDc6 27.tDxfs e"xes 28.�d7 1-0 Solodovnichenko-Pogorelov, Albacete 2008.

10 ... 0-0?! Es ahora lenta y da a las blancas, tiempo para rechazar a las piezas negras sin ningún riesgo: ll.a3! .ie7 12.f4 lDc4 13 . .ixc4 Wxc4 14.e5 lDe4 15.lDxe4 Wxe4 16 . .ics!± Motylev-Tissir, Linares 2001; con un absoluto dominio posicional.

10 ... ixc3?! Falla ahora por: 11. V:Vxc3 Wxc3 12.bxc3 ds 13 . .id4 tDed7 y ahora: 14.e5 (14. exds tDxds 1S.ixg7 ggs 16.il.d4±) 14 ... lDg8 Wiegelmann-Suetin, Berliner Sommer 1993.

ll.Wfel! (D) Una poderosa idea que data de fecha tan

reciente como 2004. Las blancas amenazan tDbs y después de la retirada del alfil se dispo­nen a expulsar también a los caballos negros. En poco tiempo ha sustituido con diferencia a las anteriores jugadas y su desarrollo teórico sigue en plena efervescencia. Las antiguas ju­gadas como 11. �bl o Wf2 se han ramificado mucho por parte negra y oscurecido la eva­luación final, aunque siguen siendo opciones válidas. ll.%Yd4, recomendada por Khalifman, no parece muy ambiciosa después de ll ... tDc6 12.�b6 %Yxb6 13.ixb6 aunque este final se puede tratar de exprimir.

ll.. . .ie7 La retirada inmediata es lo más lógico. Las

otras alternativas naturales son:

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Cap{tulo 12: 4...lt:Jc6 Variante Taimanov 159

ll..J;bs!? Es una respuesta extraña, pero ha obtenido los mejores resultados hasta este año. 12J�'g3 ttJhs 12 ... 0-0 es la otra forma de defender las amenazas tácticas, pero lleva a una larga variante forzada. 13.id4! id6 14.f4 ttJhs 1S.fxes ttJxg3 16.exd6 Wxd6 17.hxg3 Wxg3 El resultado de la escaramuza es una posición muy inusual. Las negras tienen dama y dos peones contra las 3 piezas blancas, pero la enorme actividad de las piezas blancas, sobre todo de su alfil de casillas negras debe bastarles para ganar más material. 18J:i:h3! (18.ics �es 19.id6 WgS+ es menos claro) 18 ... %YgS• 19.ie3 %Ves 20.g3 V1/c7 (Kotronias­Bellón López, Caleta 2009) y ahora 21..tcst gana la calidad. 13.%Yf2 Las piezas blancas se preparan para el ataque, pero a la vez tienden una trampa diabólica. 13 ... hc3?! Cayendo en las redes blancas. Lo crítico debe ser 13 ... 0-0 14. s!>b1! ie7 (14 ... ixc3 sigue siendo mala por 1S.ics±) 1S.g4 ttJf6 16.ia7 gb7 17.id4t intentando gs seguido de f4 y el ataque blan­co parece ir más rápido. 13 ... ttJc4 (Farran Martos-Ivanov, Torredembarra 2009) tampo­co es una buena solución porque después de 14.ics! ic3 15.bxc3 d6 16.ib4! las negras no pueden evitar la caída del punto d6. 14.ics! ds 1S.bxc3 IS.exds! es más exacto: 1S ... ias?! (IS ... exds 16.bxc3±) 16.ttJxas V1/xa5 17.id6+-. 1S ... .ib7 16.Wh4 ttJf4 17 .Wg3 (17. s!>b1) 17 ... ttJfg6 18.f4 ttJd719 . .ib4 Wxf4+?! zo.Wxf4 ttJxf4 21.id6± Karjakin-Stellwagen, Wijk aan Zee 2009.

ll ... ixc3?! 12.Wxc3 Wxc3 13.bxc3 ds 14.id4! ttJed7 lS.exds ttJxds?! (15 . . . exds 16.ge1+±) 16.hg7 ggs 17.id4 y no hay bastante compensación. Iordachescu-Macieja, Bermuda 2003.

11 ... ttJc4?! Facilita mucho la iniciativa blanca. 12.id4 0-0 13.e5! hc3 Es una lás­tima ceder este alfil, pero la alternativa es 13...lüe8? 14.ttJxb5!+-. 14.hc3 ttJds 1S.id4 as 16.ttJcs a4 17.a3 f6 18.exf6 ttJxf6 19 . .id3 (19. V1/g3 es 20.ixc4+ bxc4 21. Vl!xes lleva real­mente a la misma posición) 19 ... e5 20.ixc4+

bxc4 21.Wxe5 d6 22.Wg3! .ifs 23 . .ixf6 (23.�hel!? poniendo las últimas reservas en juego, parece mejor) 23 ... �xf6 24.tLle4 gg6 25.�f4 �8 (25 ... ixe4 26. V1/xe4 gbs 27.�hel gxg2 28. We6+ Vf!f7 29. Wxd6;t) 26.Wd2 he4 27.fxe4 c3 28.bxc3 Wc4 29.Wd5+ (29.g3! Parece mejor dejando el cambio de damas para la próxima jugada porque si. 29 ... s!>hs 30.Wd4±) 29 .. .'ªxd5 30.exd5 lhg2 31.gdz gffz 32,gxfz gxfz;t Kryvoruchko-Matsenko, Paleochora 2008.

12.f4 tLlg6 12 ... ttJc4?! Deja de nuevo la opción de

un oportuno cambio en c4 del alfil pasivo de fl. 13.eS lüg4 14.id4 ib7 15.ixc4! bxc4 (1s ... Wxc4? 16.lüas Vf!c7 17.lüxb7 \1:Yxb7 18.h3! lüh6 19.g4± deja el caballo de h6 fuera de

juego) I6.lüd2 lüh6 (16 ... ds deja una estructu­ra fea para las negras y las otras jugadas pier-den el peón de c4. 17.h3 lüh6 18.g4t; 16 ... d6?! 17. '!We2 dxes 18.fxes l!Jh6 19.lüxc4±; 16 ... 0-0 17. We2! lüh6 18.l!Jxc4±) 17. \1:Ye2! gc8 18.lüde4 ttJfs (18 ... 0-0 19.g4±) 19.g4! l!lxd4 20Jhd4± Las blancas tienen una centralización excelen­te, que les da las mejores perspectivas de ata­que. Volokitin-Macieja, Bermuda 2005.

13.e5 tt:lg4 14.ttJe4 0-0 (D)

1 4 ... i.b7 Meramente da una opción más a las blancas ( l!ld6) porque no parece que 15.ics (15.l!ld6+!?) 15 ... ixe4 16. Wxe4 �k8 17.ixe7 l!lxe7 18.gd2 resuelva todos los problemas.

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160 Desmontando la Siciliana 2

14 .. .lilxe3 15. -etfxe3 0-0 16 . .Ad3 .Ab7 (Nezar-Iotov, Differdange 2007) y ahora 17.'i!lbl, antes de lanzar el asalto h4-h5, da una buena iniciativa a las blancas.

15.ic5 ib7 15 ... ixc5 16.lt:lexc5 f6 17.Wg3! &Llh6

18.id3 fxe5! (18 .. .fs 19.�e2±) 19 . .ixg6 hxg6 (19 ... exf4? 20.Wf3+-) 20.fxe5 as 21.lt:le4± Karjakin-Movsesian, España 2006. No hay compensación por los peones doblados y el hueco en d6.

16.h3 16.tild6!? Es una alternativa interesante

que lleva a grandes complicaciones tanto en la continuación 16 ... ic6 (como en 16 ... -Ads 17.gxd5 exd5) 17.h3 lt:lh6.

16 ... �h6 16 ... he4 espera su estreno, pero parece

que después de 17.hxg4! ixc5 18.Wxe4± la columna h debe dar La iniciativa a las blancas.

17 .he7 t0xe7 18.id3 (D) Sencillo desarrollo y posición más armó­

nica de las piezas. Aunque esta posición será discutida muchas veces en los próximos años, me parece difícil que la evaluación de ligera iniciativa blanca varíe.

18 ... �d5 18 ... f6 19.exf6 gxf6 (19 ... -etfxf4+ 20. <i!?b1

gxf6 21.gf1 +-) zo. -etfh4 ttJhfs 21. Wf2 tilg7;!; Ragger-Schlosser, Austria 2007 y las blancas pudieron intentar algo más que las tablas por repetición.

19.V9dz!? 19.gfl, de la partida Nepomniachtchi­

Vitiugov, Novokuznetsk 2008 es otra línea de investigación.

19.tilec5 &Llxf4 20.ixh7+ @xh7 21.gxd7 &Llxg2 22.gxc7 (22.\Wc3 Wc6 23.lt:ld4 lüf4 24.11h2 \1:\lcs 25J:Ixb7 &Llfs 26.lt:lxfs exfsoo) 22 ... lüxe1 23.11xb7 &Llf3oo.

19 ... l0f5 19 .. .f6 20.exf6 &Llxf6 21.gheU: deja a las

blancas con una pequeña ventaja estructural. zoJ::�hel f6 21.l0ecs 21.exf6;!; es lo mismo que el comentario a

la anterior jugada. El movimiento de la parti­da es más ambicioso.

21...fxe5 22.�xb7! V9xb7 23.E:xe5j; (D)

Ahora tenemos mejor estructura, pero también caballos negros inestables.

23 ... t0d6?! 23 ... lt:lfe7 24.ie4 gac8 25.g3;!;. 24.f5! La inseguridad de los caballos se manifies­

ta bruscamente. 24 ... l0c4 25.ixc4 bxc4 26.t0cs V9c7

27.�d4± Y ahora se gana material. 27 ... l0e7?! 27 ... d6?! 28.&Llxe6! dxes 29.Wxd5+-. 27 ... c3!? 28.bxc3 gac8 29.fxe6 dxe6 30.

lüxe6 \Wxc3 31.Wxc3 &Llxc3± es el final más resistente, aunque tal vez las blancas pueden optar por variantes más ambiciosas.

Page 161: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 12: 4 ... ltJc6 Variante Taimanov 161

28.ltJxd7!+- �xfs 29J!:xe6 ltJg6 30.ltJb6 �afs 31.�xc4 �ks 32.�b3 �bs 33.tLlds

�b7 34.�c4 @hs 3S.b3 �ks 36J:�del gfs 37.�xg6 hxg6 38.�h4+ 1-0

Esquema Resumen: l.e4 eS 2.tt::lf3 e6 3.d4 cxd4 4.tt::lxd4 tt::lc6 S.tt::lc3

- S ... a6 6.ie3 tt::lge7 Compleja. Las blancas pueden mantener la iniciativa, pero las negras tienen mucho juego y campo para mejorar ;;!;.

s ... a6 6.ie3 tt::lf6 7.f4! y ahora

- 7 ... d6 Traspone a la Scheveningen, pero las blancas tienen una línea muy agresiva 8.�f3 ;!;. - 7 ... ib4 8.i.d3 ds?! Estropea la posición ±. - 7 ... �b4 8.id3 d6 Las blancas tienen una buena iniciativa cambiando en c6 y 0-0 ;!;. - 7 ... ib4 8.�d3 �c7 Poco investigada pero interesante ;;!;. - 7 ... ib4 8.id3 �b6 Provoca fuertes complicaciones ;!;.

5 ... Vffc7 6.ie3 a6 7.Yffdz y ahora:

- 7 ... bs 8.0-0-0 b4 Ambiciosa y compleja con mucho campo para investigar i/=. - 7 ... bs 8.0-0-0 �b7 Sólida, aunque algunas variantes son violentas ;!;. - 7 ... lLlxd4 Sólida y con gran campo para la investigación ;;!;.

7 ... tt::lf6 8.0-0-0 con las siguientes posibilidades:

- 8 ... lLlg4?! Buenos resultados hasta ahora, pero sospechosa ;!;. - 8 ... bs Fuertemente contestada por la variante �f4 ;!;. - 8 ... ie7 Sistema de moda, muy peligroso, con carreras de ataques t. - 8 ... ib4 9.f3 bs Las blancas logran una fuerte iniciativa i. - 8 ... ib4 9.f3 0-0 Muy interesante, sin evaluación final t./=. - 8 ... ib4 9.f3 ds A pesar de su lógica, no funciona ±. - 8 ... ib4 9.f3 tt::le7 Sólida y muy cerca de la igualdad ;!;. - 8 ... ib4 9.f3 lLla5 Originales ideas pero poco que oponer a <i>bl t.

8 ... ib4 9.f3 tt::Jes to.tt::lb3 y ahora:

- lO ... ds Bastante sólida y poco investigada t/ =.

- 10 ... b5 ll.�el l3b8 Ha resistido mucho, pero la nueva idea de Karjakin es peligrosa para las negras ;!;.

- 10 ... b5 ll.�el ie7 La línea principal sólida y llena de recursos para ambos bandos ;!;.

Page 162: Desmontando la siciliana 2

162 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 13

l.e4 es 2.é2Jf3 e6 3.d4 cd4 4.l2Jd4 a6

Variante Paulsen

Valoración *****

Introducción

La variante Paulsen es una de las grandes ramas de la Siciliana, con una larga y exitosa historia, que ha resistido no sólo todos los intentos de refutación sino incluso los de garantizar a las blancas una ventaja cómoda, aunque fuera ligera. Las posiciones que se producen, complejas estratégicamente, son ideales para jugar a ganar contra todo tipo de rivales. Las blancas en su quinta jugada pueden optar por varias jugadas, pero dentro de ellas las más importantes son 5.�d3, s.lüc3, 5.�e2 y 5.c4.

Las variantes con un rápido te3 y el 0-0-0 no funcionan contra la Paulsen. Por eso he inten­tado buscar una variante, que siendo peligrosa para las negras, tuviera el mismo carácter que las estudiadas en los otros capítulos. Creo que la variante que recomiendo cumple los requisitos y crea los máximos problemas a las negras.

Historia

Luis Paulsen (1833-1891) fue uno de los grandes jugadores y teóricos del siglo XIX. De origen alemán, pasó gran parte de su vida en los Estados Unidos donde comenzó su carrera ajedrecis­ta. Un poco eclipsado, primero por Morphy y luego por Steinitz, participó activamente en el debate de las ideas y desarrolló su propio estilo, con una importante técnica defensiva y sobre todo una inagotable capacidad de proponer nuevas ideas teóricas principalmente en la Defen­sa Siciliana. Muchas variantes de esta apertura podrían llevar su nombre, pero finalmente la variante que lo lleva fue seguramente introducida por Anderssen en la década de los so.

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Capítulo 13: 4 ... lL!c6 Variante Paulsen 163

Paulsen la analizó y comenzó a jugarla unas décadas después, curiosamente como un refi­namiento para evitar la variante Szen, (1.e4 eS 2.lbf3 e6 3.d4 cd4 4.lbd4 lbc6 s.lbbs!), que había puesto en dificultades el orden que más adelante resucitaría Taimanov.

Maestros de la primera parte del siglo XX como Tartakower, la tuvieron en su repertorio, pero es tal vez su época más oscura. Alrededor del año 1940 comenzó a estudiarla y jugarla con éxito uno de los pioneros de la escuela soviética !lía Kan, motivo por el cual los rusos le dan ese nombre. Pronto se le unieron otros teóricos y entrenadores famosos como Koblenz, Furman o Suetin, y comenzó a ser utilizada por un amplio grupo de maestros de primera fila de la escuela soviética como Taimanov, Tal, Polugaevsky y un poco más adelante de otros países del este, como el húngaro La jos Portisch. Durante muchos años fue una de las armas más importantes de la escuela soviética hasta que el "boom" de la información en las últimas décadas del siglo XX la ha convertido en una variante popular a todos los niveles.

Ideas

En una variante tan compleja y de tan amplia historia se podrían llenar muchas páginas hablando de sus ideas. Pero podemos resumirlas en dos muy importantes:

1) Manteniendo el peón en d7 durante muchas jugadas las negras desaniman, casi por com­pleto, los ataques relámpago de las blancas al contar con una segunda defensa del peón e6 y además permiten salir al alfil de casillas negras a posiciones más activas que la clásica e7.

2) El rápido bs sin un caballo en c6 que cierre la diagonal pone una presión inmediata sobre el peón e4, hasta el punto de que en muchas variantes se considera que el alfil debe desarrollarse a d3 (en vez de la más típica de otras sicilianas ie2) para proveer una defensa segura a dicho peón. La fuerza del contraataque bs ha hecho incluso que el desarrollo rápido del caballo blanco a c3 sea visto como inexacto en algunas fuentes.

Partida 13.01 Adams M. - Kasimdzhanov R.

Trípoli (m/3), 2004

l.e4 es 2.lLlf3 e6 3.d4 cxd4 4A:Jxd4 a6 5.etJc3 (D)

La selección de esta jugada en todas las va­riantes permite a las blancas empezar la parti­da con 2.lbc3 o 3.lbc3 y especular con diversas trasposiciones, pero el motivo principal para su elección radica en el tipo de posiciones que se producen, muchas de ellas implicando rápidos desarrollos que incluyen el 0-0-0 y tienen puntos de contacto estratégicos con las variantes de otros capítulos.

s ... bs Una jugada clásica, para presionar rápida­

mente el peón de e4, que cobró nuevo impul­so gracias a la jugada siguiente. s ... �c7 es la jugada principal y se estudia en las siguientes partidas; s ... d6 6.ie3 debe trasponer al capí-tulo 18; 5 ... lbc6 traspone al capítulo 12.

5 ... lbe7 Es la típica jugada para apartar al rival de las líneas más teóricas, pero resul-

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164 Desmontando la Siciliana 2

ta inofensiva contra el esquema general que hemos diseñado, del cual solo nos separamos por sólidos motivos. 6.ie3l Siguiendo nues­tro esquema 6...�ec6 (6 ... �bc6 ver la partida 12.01) 7.�b3 Es lógico evitar el cambio para poner de manifiesto el atasco de las piezas negras. Las negras tienen que pensar ya en �a4. 7 ... d6 (7...bS S.f4 y es difícil no trasponer, teniendo en cuenta al caballo de bs) S.f4 bs 9.i.d3 ie7 10.0-0 �b4 ll.ie2!± Conquest­Giffard, Calvia 2004; con la fuerte amenaza a4.

s ... ics?l Tiene que ser peor aquí que en las jugadas anteriores. 6.ie3 d6 (6..."f!c7 7. "f!g4! obliga a las negras a una decisión bi­zarra) 7.'&d2 �f6 8.0-0-0 Se amenaza algún salto con el caballo de d4. 8...�bd7 9.�b3!± y el peón de d6 sufre.

s ... i.b4 Tiene una idea correcta (presión sobre c3 y e4), pero es prematura porque las blancas pueden desarrollar ocupándose del problema. 6.id2! �f6 [6...�c6 es algo mejor 7.�xc6 (7.a3!? tes s.ie3) 7 ... bxc6 s.i.d3 ds 9.0-0;!;) 7.es ixc3 8.bxc3! y se alcanza una posición del capítulo de la clavada en la cual las negras han gastado un tiempo en la inútil jugada a6.

6.id3 'e:Vb6 La idea que revitalizó la variante bs. Se in­

tenta expulsar el caballo blanco a una posición menos activa y luego seguir con el desarrollo habitual. Las otras alternativas son:

6 ... i.b7 La jugada natural, pero si no es en conjunción con '&c7 no ofrece el juego acti­vo que parece prometer. 7 .O-O �c6 (7 ... V1i c7 traspone a la próxima partida) 8.�xc6 ixc6 (8 ... dxc6 9.es! este es uno de los defectos de no haber jugado V!ic7. El peón blanco avanza, cede la casilla e4 a las piezas y dificulta el de­sarrollo negro. 9 ... V1ic7 lO.if4±) 9J�el Prepa­rando el salto del caballo a ds, que no tiene buena repuesta. 9 ... -efbs Prepara id6 que se opone a eS y permite terminar del desarrollo sin más contratiempos. 9 .. .'f1!c7? lO.�ds!±; 9 ... 1J.e7 lO.eS y las piezas negras no pue-

den salir; 9...�f6 lO.eS �ds 1l.�e4±. 10.a4 Creando primero alguna debilidad, antes del salto, aunque lO.eS es también una buena idea. 10 ... b4 11.�ds! (D) El caballo distorsiona el desarrollo negro desde esta casilla.

11...�f6 (u ... .td6 impide if4, pero ... 12.'ªg4 es muy fuerte: 12 ... .txh2+ 13.Whl WfS 14.�f4 .txf4 1S . .ixf4 eS 16 . .tgs con buena compensación, debido al alfil de casi­llas negras, al desarrollo y a la mala posición del rey negro) 1Z . .if4! id6 13.hd6 ti'xd6

14.�b6 gbs lS.aSl (lS.eS V1id4 da a las negras algún contrajuego) 1S ... ti'f4 (Lo más activo. 15 ... "f!d4 16 . .txa6l±) 16.ti'f3l± Berg-Morten­sen, Dinamarca 2006; con el cambio de damas se subraya la debilidad de los peones a6 y b4.

6 ... d6?! Es una jugada que combina muy mal con un rápido bs porque ahora los peo­nes del flanco de dama pueden ser acosados y les falta la defensa del alfil de casillas negras. 7.a4! b4 s.�a2 �f6 9.0-0 .tb7 lO.É!el ie7 (lO ... aS es más normal, pero después de 1l.c3 los problemas de las negras siguen) ll.�xb4 Vallejo Pons-Van Wely, Mónaco (rapid) 2006 y efectivamente el peón de b4 ha caído.

6 ... �e7 7.a4 No ha cosechado buenos re­sultados pero yo dirfa que es la continuación lógica. 7 ... b4 8.�ce2 �ec6 9.0-0±.

6 ... �cs Es otra forma de desplazar el ca­ballo activo, pero su defecto es que permite el golpe al peón de g7. 7.�b3 ie7 S.'f1Jg4 y aho­ra todas las opciones de las negras tienen de-

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Capítulo 13: 4...lL!c6 Variante Paulsen 165

fectos. 8 ... g6 (8 ... 11Jf6 puede ser el mal menor 9.'�xg7 ggs 10.'�h6 l1Jc6 ll.�d2 con insufici­ente compensación) 9.0-0 d6 y ahora es muy fuerte 10.eS! porque las piezas negras inde­fensas permiten algunos detalles tácticos. 10 ... dxes (10 ... ds ll.i1Jd4) 11. �e4 !3a7 12. �xes.

7.lL!f3! {D)

Una idea poco común en la siciliana, por­que el caballo obstruye el peón "f', pero que se ha demostrado muy eficaz en esta posici­ón concreta gracias a que consolida la gran ventaja de desarrollo y apoya el avance del peón a eS. Las negras han probado casi todas las jugadas posibles, pero hasta ahora no han encontrado una solución completamente sa­tisfactoria. De momento deben hacer frente a la amenaza posicional 8.a4 y si b4 9.as seguida de un futuro l1Ja4-b6.

7 ... Wlc7 La retirada de la dama, es la solución más

naturaJ y aumenta el control sobre eS. 7 ... l1Jc6 Es la otra solución, que además re­

fuerza el control sobre la casilla clave es. 8.0-0 �b8 Multiplicando la vigilancia de eS, además de tener en cuenta el salto del cabaJlo blan­co a d5, pero aún así, el tratamiento directo sigue siendo posible: 9.es! tt:lge7 (9 ... 11JxeS?! ha dado buenos resultados en la práctica, pero es una captura suicida. 10.l1JxeS �xes 11. �f3 �b8 12.�f4 �b7 13.�e4 �xe4 14.l1Jxe4 �d8 1S.a4 b4 Efimenko-Landa, Fuerth 1986 y

ahora, según notas de Efimenko, las blancas obtienen una gran ventaja con 16 . .1es! h6 17.c4! bxc3 18.�xc3 gc8 19.�g3 l1Jf6 20 . .1xf6 gxf6 21.gac1 E!xc1 22.E!xcl±) 10.gel .1b7 ll . .ie4 �c7 (ll...fs? 12.exf6 gxf6 13.l1Jh4!+-) 12.h4! Restringiendo el juego negro en el flan­co de rey y forzando prácticamente el 0-0-0. 1 2 ... h6 (12...0-o-0 n.lt:lgsl) 13.hs o-o-o 14 . .1le3 fs (Najer-Smirin, Moscú 2003) y aho­ra: 1S.exf6 gxf6 16.a4 ds 17.id3 con fuer­tes complicaciones en las cuales el rey negro parece más expuesto.

7 ... .ib7?! No hace frente a la citada ame­naza y efectivamente, después de: 8.a4 b4 9.as 'f!.lc7 10.l1Ja4 ± las blancas consiguen una con­siderable ventaja puesto que 10 ... 1M/xas?! se encuentra con 11.ie3! que gana material.

7 ... d6?! Tiene el mismo defecto. 8.a4 b4 9.a5 '&c7 10.l1Ja4 lt:ld7 ll.�e3!± �b7 12.l1Jb6 lt:lxb6? 13.axb6 1M/c8 14.0-0 l1Jf6 1S.c3 l1Jg4 16.cxb4 lt:lxe3 17.fxe3 �c6 18.11Jd4 �d7 19 . .1lc2+- David-Kriventsov, New York 2000.

8.0-0 .ib7 (D) 8 ... d6?! Deja las manos libres a las blancas

para empezar operaciones en el ala de dama. 9.a4 (9 . .id2! preparando el golpe, puede ser mejor) 9 ... b4 lO.l1Ja2 11Jc6 1l.�d2 1Mlb7 12.'�'e1 E!b8 13.c3! Como siempre, el resultado final de esta operación es la apertura de la columna c. 13 ... bxc3 14.�xc3 l1Jf6 1S.b4! y una mayo­ría móvil en el flanco de dama. 1S...eS 16.bS± Landa-Onischuk, Dusseldorf 2004.

8 ... tt:lc6 9J�e1 d6 Las últimas jugadas refle­jan la encarnizada batalla por la casilla es, pero ahora las negras con esta solución radical, han abandonado una vez más el control de b4 con el alfil de f8 y las blancas pueden comenzar el plan alternativo. 10 . .1f4 (Amenazando es por última vez) 10 ... tt:les (10 ... es? 11. tt:lds §'b7 12.ii.e3±) ll.a4! (El acoso al peón de b comien­za) 1l...b4 12.tt:la2 E!b8 13.c3 (y persiste ... ) 13 ... bxc3 14.lt:lxc3 La apertura de la columna e es un grave problema para las negras que están lejos de comunicar las torres. 14 ... !3xb2 1S.E!cl

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166 Desmontando la Siciliana 2

Wia716.gez gxe2 17.tLlxe2 tLlxf3+ 18.gxf3 id7 (18 ... Wid7 19. Wlb3± con idea de Wb8) 19. Wb3 tLle7 20.ie3 Wa8 21. Wb6 tLlg6 zz.gc7 Las píe­zas blancas van entrando en la posición negra de manera inevitable. 22 ... tLles 23.l3b7 tLlc6 24.tLld4 Friedel-Hansen, Tulsa 2008.

9J�el �es 9 ... ie7 Es la jugada más empleada, pero

resulta un poco extraña, puesto que condena el desarrollo el flanco de rey sí contamos que las blancas van a jugar es. lO.eS! fs (D) Nece­saria para impedir el salto del caballo blanco a e4. lO ... tLlc6 ll.�f4±.

1 1.M4 Lo más sano, aunque las blancas han experimentado varías jugadas atractivas como tLlh4 y tLlgs. 11...tLlh6 Sólo Felgaer ha defendido esta jugada, pero es la más creí­ble. Precisamente ahora no es el momento para desarrollar el caballo 11 ... tLlc6?! por cul­pa del fuerte sacrificio 12 . .ixfs exfs 13.tLlds

Wld8 14.ie3� con un fuerte ataque; ll...b4?! envía al caballo allí donde quiere ir. 12. tLlb1 tLlh6 13.tLlbd2. 12.a4!? Forzando el traslado del caballo a la casilla c4, pero merece la pena esperar a la próxima jugada del negro para responder a 0-0 con �h6 y a tLlf7 con una sorpresa, por ejemplo: 12.h3!? tLlf7 13.�xfs! exfs 14.e6 Wxf4 1S.exf7+ l!>xf7 16.tLle5++-. 12 ... b4 13.tLlb1 tLlf7 14.h4 h6 El intento más reciente. 14 ... 0-0 1S.tLlbd2 tLlc6 16.Wie2 ics 17.tLlb3 ia7 18.gac1!± Areshchenko-Felgaer, Gibraltar 2007. 15.tLlbd2 tLlc6 16.tLlc4 A consi­derar es la profiláctica 16.hS!t. 16 ... 0-0 17.a5 gs con cierto contrajuego.

9 ... d6?! Permite el plan habitual lO.a4 b4 ll.tLla2±.

9 ... tLlc6 No se ha jugado en este momento, tal vez por el temor a un eventual salto del ca­ballo a ds, pero en todo caso no evita eS, que llevará a posiciones similares a las estudiadas en otras variantes. lO.eS!.

lOJWdz No es la única jugada para perseguir la

ventaja. Tanto lO.eS como lO.�gs son inte­resantes también, pero la amenaza Wgs crea ciertos problemas a las negras y la jugada de dama tiene otras ideas ocultas.

10 ... ie7 ! Una solución radical, considerando que la

dama blanca esta peor en d2 que en d1, preci­samente porque no defiende su caballo de f3.

10 ... tLlf6? cae en las intenciones blan-cas: 11. Wgs o-o 12.es tLlds 13.1xh7+ l!>xh7 14. \WhS+ �g8 lS.tLlgS+.

10 ... tLlc6?! Tampoco es una buena soluci­ón: 11. Wgs 1f8 12.1f4±.

lO ... tLle7 Deja al descubierto la otra idea blanca. ll.b4! �xb4 12.tLlxb5±, y por último 10 ... d6? hace más fuerte esta segunda idea. ll.b4! ixb4 (ll...!b6 12.a4±) 12.tLlxbs±.

ll.b3 Todas las partidas han continuado así, pero

también merecen probarse tanto 1l.a4!? b4 12.tLle2 tLlf6 13.e5 tLlds 14.tLlf4 0-0 15.We2t;

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Capítulo 13: 4 ... lüc6 Variante Paulsen 167

como la sencilla ll.�ez, regresando al plan de es.

l l .. .liJf6 n ... d6 12.ib2 ttJf6 13.a4 b4 14.ttJa2 ltlc6

15.c3!. 12 . .tbz 12.es!? ixf3 13.gxf3 ltlhs 14.f4 ltJxf4

15.�xf4 %'fxc3 16.id2 %'fc7 17.a4�. 12 ... d6 12 ... 0-0?! es peligroso 13.e5 ltlds 14.ltle4 i

y todas las piezas blancas apuntan al flanco de rey.

13.a4 Aunque en condiciones algo diferentes, las

blancas repiten el automatismo de contestar a d6 con la inmediata a4.

13 .. . b4 13 ... bxa4? 14.13xa4 ltlbd7 15.13c4 �b8

16.ia3 0-0 17.e5 ltlds 18.exd6 ixd6 19.ixd6 %'fxd6 20.13h4� y una vez más las piezas blan­cas apuntan al enroque negro.

14.éba2 14.ttlez dirigiendo el caballo al flanco de

rey es una idea interesante, pero la captura del peón de e4 lleva a una posición confusa. 14 ... ltlxe4 1S . .ixe4 (1S.�f4!?) 1S ... i.xe4 (Fritz 11) 16. �d4 ixf3 17. %'fxg7 13f8 18.gxf300•

14 ... tiJc6 1S.llJd4! No es posible capturar el peón 15.ttlxb4

ltJxb4 16. %'fxb4 ds+; pero si es posible la rup­tura típica 15.c3!? bxc3 16.ixc3 0-0 aun­que aquí las negras sí han llegado a tiempo

de comunicar las torres. 17. %'fb2 (17J3ecl ds!; 17.ttJb4 ttles) 17 ... 13fd8 18.b4 ds 19.exds !!xdsoo Brodsky-Evdokimov, Cappelle la Grande 2006.

15 ... ébxd4 15 ... as?! Concede una casilla importante

en bs y hace que la ruptura c3 sea más atrac­tiva: 16. ltJbs (16.E!acl!?) 16 ... %'fd7 17.c3! bxc3 (17 ... ds?! 18.exds ttlxds 19.c4±) 18. ttlaxc3 o-o 19.13adH.

16 . .txd4 as 17J3acl! Se prepara la fuerte ruptura, pero el jaque

en bs es igualmente ventajoso. 17.ibS+! ic6 18.f3 ixbs 19.axbs O-O 20.c4!.

17 ... 0-0 17...e5 18.ib2 0-0 19.c3 bxc3 20.itlxc3

%'fb6 21.ltlbst de acuerdo a los comentarios de Adams.

18.c3 bxc3 19.ébxc3± '!Wds [19 ... %'fb8 2o.lZ:lbs±] zo.ébbs (D)

Las blancas han consolidado una pequeña pero persistente ventaja gracias a los puntos fuertes de sus piezas en el flanco de dama. El resto de la partida es muy interesante, pero lo completamos con ligeras notas basadas en los comentarios de Adams para Informator.

ZO ... es Z1.13c7 [2Lic31? ds 22.exds �xds 23.ifl %'fxb3 24.13xes ib4 2SJ3g5 g6 26. %'fd4±] 21. .. exd4 [21...ia6 22.ib6 '!9b8 23.13c6 ds 24.ic7 '!9b7 25.13b6 i.b4 26.%'fgs±] zzJ3xb7 ds 23.'1Wf4 .tb4 [23 ... dxe4 24.ixe4 lUxe4 25.%'fxe4 if6 26.lUc7 13b8 27.!!xb8

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168 Desmontando la Siciliana 2

�xb8 28.lüds;t] 24.gdl dxe4 25.he4 lüxe4 [2s .. J�e8 26.�f3 !'k8 27.lüxd4±] 26.'ªxe4 'ªf6?! [26 .. J'k8 27.g3 i.cs 28.lüa7 !:ta8 (28 ... !:tc7 29.lüc6 'ªd6 30.lüxas±) 29.lüc6 Wfd6 30.lüe7+ 'it>hs 3Llüfs;!;] 27.lüc7± gad8 zs.!Ods W/d6 29.Wlxd4 We6 30.g3 gd6? 31.gxb4!+- axb4 32.tDe7+ Wxe7 33.W/xd6 W!ez 34.gd4 hs 35.W/xb4 W/f3 36.h4 gcs 37.Wdz gc3 38.gf4 Wc6 39.�h2 gxb3 40.'ªd8+ �h7 41.'ªdl gb7 42.'ªxh5+ �g8 43.gd4 'ªf6 44.gdz ga7 45.a5 g6 46.Wbs �h7 47.Wb6 1-o

Partida 13.02 Baklan V. - Mastrovasilis A.

Khanty Mansyisk, 2004

l.e4 es z.lüf3 e6 3.d4 cxd4 4.!0xd4 a6 s.lüc3 'ªc7 (D)

La dama controla la casilla eS y deja para la sigujente jugada definir más el desarrollo, dejando en el aire los planes con un rápido bs y ib7 o el desarrollo previo del flanco de rey con lüf6 y diferentes jugadas del alfil de negras, que es el verdadero protagonista de esta variante.

6.id3 (D)

Defendiendo fuertemente el peón de rey, en previsión de la presión que puede venir con bs-ib7.

6 ... bs Es una de las jugadas más frecuentes, pero

probablemente es poco eficaz contra id3, puesto que la presión sobre el peón de e4 está neutralizada. Por el contrario el Alfil en d3 re­sulta torpe para ciertas variantes de ataque y es más útil para las negras ir pensando en la importancia de la casilla eS. Las principales alternativas, 6 ... .!Llf6 y 6 ... .!Llc6 1as veremos en las próximas partidas. Ahora vamos a conside­rar las opciones menos frecuentes:

6 ... .ics?! Con la idea de desplazar el caballo tiene una de sus peores versiones aquí, puesto que el defecto habitual de la in­defensión de la casilla g7 tiene una solución incómoda. 7 . .!Llb3 ie7 (7 ... ia7? es incluso peor 8. \Wg4+- y las negras se ven obligadas a concesiones importantes) 8.%ltg4! g6 8 ... .if6 es también artificial. En este caso recomiendo 9.�f4! ixc3+ (9 ... d6 10.�g3+-) 10.bxc3 \Wxc3+ ll..id2 �f6 12.f4± con una compensación tremenda a través de las casillas negras. 9.�gs hs 10J9h4 d6 11.0-0-0 .!Llc6 1Z.he7 ?Hxe7 13.?Hg3± Van der Wiel-Nijboer, Holanda 1996; y las negras han dejado muchas debilidades en las casillas de su color, especialmente d6 y b6.

6 ... id61? (D) Una jugada reciente, real­mente interesante, que se opone al avance blanco por las casillas negras (f4). Suele jugar­se después de lüf6, pero contra la variante que proponemos no podría hacerse más adelante.

7.Wdz! Otra respuesta específica. Las blan­cas consideran que es necesario preparar f4 a toda costa. 7 ... .!Llc6 7 ... ie7 8.We2 (8.\Wf4!?

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Cap{tulo 13: 4 ... éilc6 Variante Paulsen 169

id6 9.1l*h4 es una idea interesante que no se ha puesto en práctica todavía y si 9 ... .ie7 10. �g3! ± completa un baile inusual de la dama blanca) 8 ... d6 y ahora mi propuesta es 9.f4! con planes similares a la variante prin­cipal, por ejemplo: 9 ... �f6 (9 ... �c6 10.�xc6 bxc6 11.0-0í) lO.eS (10.g4 es interesante) 10 ... dxeS ll.fxes �fd7 12JH4± y las blancas tie­nen que estar mejor con el fuerte peón en es. s.ctlxc6 dxc6 9.1l*gs! f6 lO.VBhS+ VBf7 11.VBe2 (ll.'VBxf7+ Q?xf7 12.ie3;!; es suficiente para un final mejor en vista de los huecos en el flanco de dama negro) ll. .. eS 12.0-0 ctle7 13.gdl ics 14.ctla4 ia7 1S.ie3l± Charbonneau­Goletiani, Chicago 2006.

6 ... ib4?! Es poco eficaz cuando e4 está bien defendido puesto que el cambio en c3 rara vez es una opción. 7.0-0 (7.id2!?) 7 ... �f6 s.idz �c6 9.ctlxc6 bxc6 10.f4, seguido de es con ventaja.

6 ... g6!? Parece una broma y sin embar­go se ha jugado con cierta frecuencia. Al fijar demasiado pronto las debilidades en las casi­Uas negras facilita mucho el plan a las blancas que pueden buscar el simple cambio del alfil de casillas negras o preparar un ataque al enro­que pasando su dama a la casilla h4, como en la partida principal. 7.f4! ig7 8.�f3 d6 9.0-0 ctld7 lO.Q?hl �gf6 ll.a4 b6 (11. .. 0-0 12.as!?) 12.VBe1 ib7 13.idz 0-0 14.VBh4 y las blan­cas tienen una excelente disposición de ata­que, por ejemplo: 14 .. J�ae8 (14...�cs 1S.fS! �xd3 16.cxd3 exfs 17.exfs 1l*cs 18.�gs gxfs 19.gf4 1l*c8 20-l:�afl-+) lS.gael �es (1S ... es 16.fxes dxes 17.igs ge6 18.�d2!:t) 16.ctlgs! h6 17 .ctlf3 ds 18.e5 lL!fe4 19.ie3! fs 20.exf6 �6 21.<tles lL!xc3 22.bxc3 lL!xd3 23.cxd3± Iordachescu-González Zamora, Calvía (ol) 2004.

6 ... d6 7.f4 y es difícil no jugar 7 ... lL!f6, trasponiendo a la partida 13.03.

7.0-0 i.b7 A la elástica 7 ... �f6 proponemos respon­

der 8.VBe2 amenazando eS y si las negras no

trasponen (con ib7) tienen que jugar 8 ... d6 después de la cual sigue el plan característi­co de la Paulsen de destrucción del flanco de dama con a4: 9.id2! ie7 10.a4! b4 ll.�a2 as 12.c3!±

8.%Ve2 (D)

El mismo plan (especular con el salto �ds) puede perseguirse con la torre que es también una jugada interesante. Ahora las negras tie­nen muchas respuestas pero cada una de ellas tiene un defecto diferente.

8 ... tbf6 La jugada más natural. Veamos primero

las otras: 8 ... lLlc6 9.�xc6 �xc6 (9 ... dxc6 es clara­

mente mala lO.eS±; 9 ... ixc6 queda peor colo­cado para el salto inevitable 10.a4 b4 1l.�ds VBb7 12.if4± y ante la amenaza �c7, hay que hacer nuevas concesiones).

8 ... lL!e7? Evita meramente el fuego ( �ds) para caer en las brasas: 9.ixbsl± (9.gel!? de Carlsen-Kamsky es realmente una fuerte jugada, pero no veo motivo para no hacer esta) 9 ... axbs? 10.�cxbs VHcs ll.ie3+- y no hay defensa contra �e6.

8 ... d6?! Se puede castigar con el clásico e inmediato 9.a4 b4 lO.lLla2±.

8 ... ics Evita el problema inmediato, pero ayuda a las blancas en su plan, o mejor dicho en uno de sus planes, el de restringir la po­sición negra con eS. 9.l0b3! ie7 lO.eS! Una vez más el desarrollo del negro está atascado. lO ... b4 u.lL!d1 (ll.�a4!? puede ser mejor)

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170 Desmontando la Siciliana 2

11...itJc6 12 . .if4 gs!? Una reacción lógica en una posición con pocas opciones atractivas. 13..ig3 hs 14.h3 h4 1S.il.h2 g4 (Khusnutdinov­Zubarev, Nabereznye Chelny 2006) y ahora 16. Wxg4 ltJxeS 17J�el daría una gran ventaja a las blancas.

9.e5 El avance se justifica si posteriormente se

obliga al alfil negro a salir de su fuerte posi­ción como sucederá, gracias a la ventaja de desarrollo.

9 ... Cbds 9 ... b4 10.ct:lcbs! axbS ll.exf6 gxf6 12./i:lxbs

Wc6 13.f3± y la posición negra, si bien es bastante activa adolece de la solidez mínima necesaria.

10.Cbxds .ixds n.a4! b4 ll...li:lc6?1 12.ct:lxc6 dxc6 13.b3! amenazan­

do c4 13 ... b4 14 . .ixa6±. 1Z.c4! bxc3 13.bxc3 W!xc3 La captura del peón acelera la iniciativa

blanca, pero si no avanzaría a c4. 13 .. .l!lc6!? 14./i:lf3 .ics (14 ... 1xf3 1S. Wxf3 Wxes 16 . .if4 Was 17J�ab1�) 1S . .if4!;t amenazando c4.

14 . .ibz W!as 1sJUc1 Cbc6 16.Cbbs! 16./0cz seguido de /i:le3 es un tratamiento

más tranquilo pero eficaz. 16 ... Wib6 16 ... axbs? 17.axbs Wd8 18.bxc6 dxc6

19J�lxa8 Wxa8 20J�a1�. 17.ctJd6+ 17.l0c3! Es mucho más fuerte y el al­

fil de ds no tiene buena retirada. Veámoslo: 17 ... i.b3 (17 ... .ics 18.itJxds exds 19.gabl±) 18./i:le4 .ie7 19.ic3 o-o? zo.ct:lf6+!+-.

17 ... .ixd6 18.exd6 Cbd4 ?! No era posible 18 ... 0-0? 19.�xh7+ ª'xh7

20.Whs+ @g8 Zl.ixg7+-; pero después de 18 ... Wb4!? la posición seguía complicada.

19.W!dz! es 20.l3e1 f6 21.a5 Wfa7 zz.l3a4± Cbe6 23.l3h4 Wlb7 Z4 . .ixh7 �fs 25.l3b4 l3xh7 26.l3xb7 .ixb7 Z7.W/b4 .ic6 28.l3c1 Cbds 29.f4 exf4 30.Wfe1 l3h6 31.Wfe7+ �g8 32.Wfe8+ �h7 33.l3xc6 dxc6 34 . .id4 es 35.W/e4+ 1-0

Partida 13.03 Fressinet L. - V achier La grave M.

Francia, 2004

l.e4 es 2.Cbf3 e6 3.ctJc3 a6 4.d4 cxd4 5.Cbxd4 Wfc7 6 . .id3 Cbc6 (D)

Una de las variantes más sólidas, dentro del esquema fijado por las blancas con sus 2 últimas jugadas. Con el ataque al caballo, las negras provocan el cambio de la estructura de peones y en su sendero principal, la estructu­ra se acerca a la simetría.

7.Cbxc6 dxc6 Esta captura es la mejor. Las dos alternati­

vas tienen defectos: 7 .. .'�hc6?! La dama pierde el control de

es y queda mal colocada en la diagonal. Las blancas pueden aprovechar ambos temas gracias a su mejor desarrollo. 8.0-0 bs Deja al descubierto los problemas de la dama en la diagonal. 8 ... d6 se encuentra con el plan clásico de f4-e5: 9.f4 fi:lf6 10.@h1 �e7 11.es! l!ld7 12. Wez lOes 13.1e3 l!lxd3 14.cxd3 bs 15. gacl +-; Papaioannou-Gesos, Atenas 2001. 9.e5! �b7 10.ie4 Wc7 ll.Wff3 gb8 12 . .bb7 Wxb7 13.l0e4±.

7 ... bxc6!? Aunque refuerza el centro no parece combinar bien con la posición de la dama en c7. 8.0-0 (8. ?Ne2!? puede llevar a las mismas posiciones y tal vez tenga alguna ventaja contra la más normal itJf6, además de evitar ds. 8 ... l0f6 9.esl? !Ods 10.0-0 !Oxc3

Page 171: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 13: 4...lüc6 Variante Paulsen 1 7 1

ll.bxc3 ds 12J�el fl.e7 13.�g4±; De la Villa­Khamrakulov, Mallorca ch-ESP 2009) 8 ... tt:lf6 (8 ... ds!? es un orden interesante, que podíamos haber evitado jugando �e2 primero. 9.�e2 1l.b7 10.b3 intentando trasponer a 8 ... tt:lf6) 9.We2 ds (9 ... 1l.e7 10.es tt:lds u.tt:lxds cxds 12.if4±; 9 ... ib7 10.es!; 9 ... d6 10.f4 aquí tambi­én es interesante pasarse al plan tt:la4-c4. 10 ... es ll.fxes dxes 12.1l.e3 1J.e7 13. tt:la4t) 10.b3! (lO. gel ib7 ll.eS tt:ld7 12. tt:\a4 eS 13.c4 d400 no es tan claro) 10 ... ie7 ll.ib2 0-0 12.tt:\a4 i.b7 13.e5 tt:ld7 14.c4t. Hemos alcanzado una de las posiciones típicas de esta variante; las piezas blancas apuntan al flanco de rey, pero también, gracias a su importante peón de c4, dificultan la movilidad del centro negro.

8.0-0 lüf6 8 .•. e5 9.f4 lleva a la posición de la parti­

da casi siempre. 8 ... b5 es un orden impreciso porque permite la interesante 9.es!, por ejem­plo: 9 ... �xe5 lOJ!el �c7 ll.tt:le4 i.b7 12.�f3 tt:\e7 13.i.f4 con enorme compensación.

9.f4 eS! (D) Por supuesto no se puede permitir es de

las blancas. Si las negras juegan 9 ... 1l.cS+ es para seguir con es luego: 10. @hl hs (lo ... bs ll.es tt:\ds 12.tt:\e4 i.e7 13.Whs±) 11.es tt:\g4 12.tt:\e4 ia7 13.h3 i.d7 14.�el± y las blan­cas van desarrollando sus planes mientras las negras tienen que estar pendientes constan­temente de la captura y no encuentran buen sitio para su rey.

10 ... id6 Obliga a las blancas a cerrar, pero a continuación el alfil necesita otro tiempo para activarse. n.fs hs (ll ... ics 12. �f3 hs 13.ltla4 ia7 14.ie3;1; haciéndose fuertes en las casillas negras del flanco de dama) 12.i.e3! Adueñándose de la importante diagonal. 12 ... bs 13.a4 b4 14.ltlbl �e7 1S.tt:ld2± Lanka­Rodewis, Alemania 1992.

11.%'e1! Normalmente se alcanzan las mismas

posiciones con fs seguido de �f3, pero la dama es más elástica aquí.

ll ... ttJg4 ll ... bs?! Es prematura antes del cierre del

centro: 12.fxes! (12.a4 b4 13. �g3!?oo) 12 ... ltlg4 (12...'\Wxes 13.if4 We7 14.e5 tt:\ds 15.ltlxds cxds 16. �g3± pone a las negras al borde del desastre) 13.if4 ie6!? (13 ... b4? 14.e6!+-; 13 ... We7!? 14.e6! ixe6 15.e5± haciendo sitio para el caballo en e4) 14.h3! tt:lxe5 15.tt:\ds! Aquí se comprueba una de las virtudes de la posición de la dama blanca. 15 ... cxds 16.exds ltlxd3 17.cxd3 'l!fe7 18.dxe6 0-0!;!; las negras pierden un peón, pero en el final que se pro­duce tienen buenas opciones de tablas.

ll ... hs!? Deja muchas opciones abiertas a las blancas, desde la búsqueda de la trans­posición con fs, hasta la lucha por la diagonal a7-gl con tt:\a4 seguida de ie3 y también fxes con ideas similares a la variante anterior. Sin embargo, necesita experiencias prácticas para evaluar correctamente su valor.

1Z.Wfg3 hs 13.fs (D)

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172 Desmontando la Síciliana 2

13 ... Y9e7 Impidiendo el plan .igs seguido de �h4 y

h3 que puede ser bastante molesto. Las negras han probado muchas alternativas:

13 ... bs 14 . .ie21 (a por el peón) 14...lLlf6?! Forster-Cacho Reigadas, León 1996 y ahora las blancas realmente debieron capturar en g7 con ventaja; 14...�b7 1S . .ixg4 hxg4 16.\Wxg4 f6;!; con cierta compensación.

13 ... .id7 14 . .igs f6 ts . .ih4 o-o-o 16.h3 �h7;1; Realmente se alcanza una posición ex­traña, y por lo tanto delicada de valorar. Pa­rece que las blancas pueden progresar muy bien en el flanco de dama, con jugadas como lL:la4 y b4, mientras las negras están algo atas­cadas en al flanco de rey y en algún momento tendrán que retirar su caballo (normalmente en cuanto las blancas jueguen 119 el), pero una evaluación firme es arriesgada hasta no con­tar con más ejemplos prácticos.

13 ... �fs?! es demasiado artificial, 14 . .igs con una clara ventaja.

14.-tez Como en la variante bs analizada en el

comentario anterior, las blancas van senci­llamente a por el peón, y este primitivo plan parece suficientemente eficaz.

14 ... .id7 1S.hg4 hxg4 16.Y9xg4 0-0-0 17.Y9g3 i(hs 18.ie3 i(dh8 19.h3!;t (D)

19.hcs es una extraña decisión, aunque no mala. 19 ... �xh2+ 20.\Wxh2 �xh2+ 21.�xh2 \Wxcs 22.�f3 \We7 23.gdl Me parece que las

aspiraciones blancas a ganar son un poco mayores, pero la partida terminó en rápidas tablas. 23... �c724. �dfl\19 g5 25.a31f9 d2 26. glfz 1J9cl 27.b4 bs 28.�g3 1!9h6+ 29.gh3 \Wcl �-�

Tseshkovsky-Pikula, Zlatibor 2006. 19 ... g6 19 ... .ixe3!? 20. 1!9xe3 g6 deja a la dama

blanca algo peor colocada. zo.ixes Wxes 21.'1Wd3 Zl.gadl! gxfs 22.\Wd3 es un orden me­

jor, porque la torre está fuera de juego en cualquier caso.

21. .. gxfs zz.exfs 22.�adl! 1!9e7 23.exf5± 22 ... '1Wd4 23.\Wxd4 exd4 24.lüe4± Y las negras no pueden recuperar el peón. 24 .. .l�Sh6 [24 ... .ixfs?? zs.lL:ld6+] ZSJ!adl

es 26.lüxes hfs 27.lüd3 ie4 zs.@hz i(gs 29.i(dz fs 30.lüf4 zk6 3Li(ffz i(g7 32.lüe2 1-0

Partida 13.04 Iordachescu V. - Rublevsky S.

Trípoli (m/3-rapid), 2004

l.e4 es z.lüf3 e6 3.lüe3 a6 4.d4 exd4 s.lüxd4 We7 6 . .id3 lüf6 (D)

Por fin la jugada principal. Una vez situado el alfil blanco en d3, las negras se disponen a construir la que podríamos deno­minar estructura siciliana ideal consistente en: 1!9c7, lLlf6 y lL:lbd7, a6, bs, .ib7 y .ie7. Las

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Capítulo 13: 4...lbc6 Variante Paulsen 173

blancas deberían jugar de forma activa e im­pedir que se complete el montaje.

7.f4!? bs 7 ... .ib4!? Como ya dijimos es poco efi­

caz con el peón e4 bien defendido, pero en este caso especula con el peón colgado en f4. 8.0-0 8.�d2 no funciona bien, por la indefen­sión del peón de f4. 8 ... �xc3! 9.bxc3 (9.�xc3 �xf4 seguramente da cierta compensación a las blancas, pero no es claro) 9 ... d6 10.0-0 es 11. ltJb300• S ... ics Otras jugadas no jus­tificarían el desarrollo negro. Por ejemplo: 8 ... .txc3 9.bxc3 �xc3 10. ltJb3 con la intención de jugar e5 10 ... d6 n.ia3 Wc7 12.c4 b6 13.ic2 y no es posible resistir la presión en las casi­llas negras. 9.tbcez ltJc6 10.c3 d6 ll.'�hlt Lanka-Wahls, Hamburgo 2002.

7 ... �cs?! Muy blando, permite a las blan­cas realizar sus planes sin oposición. 8.tbb3 .ib4 (s ... ia7 9.es±) 9.0-0! d6 lO . .idz tbc6 ll.a3±, asegurándose la captura del impor­tante alfil.

7 ... tbc6 Mucho menos preciso que en la ju­gada anterior. 8.tbxc6! Wxc6 Comparadas con la partida anterior, las capturas con peón son ahora defectuosas, porque no consiguen su objetivo estructural, en un caso eS, en el otro ds. 8 ... bxc6 9.e5; 8 ... dxc6?! 9.e5±. 9.Wez .ib4 (9 ... bs?! 10.es tbds n.ttJxds± y las negras no pueden tomar con dama.; 9 ... ics 10.es ttJds 11./tJe4± el caballo blanco alcanza su casilla ideal, con ganancia de tiempos) lO.�dz d6 (10 .. . d5 es la forma de seguir presionando pero los cambios de las piezas desarrolladas negras favorecen a las blancas. ll .exds ltJxds 12./tJxds .txd2+ 13.�xd2 �xds 14.0-0-0± La ventaja de desarrollo es considerable y se ganaran más tiempos contra la dama negra) 11.0-0-0 (Las blancas van construyendo una posición agresiva con jugadas naturales) 11 ... �c7 (ll...es?! es la jugada que deman­da la posición, pero tiene un defecto táctico. 12./tJds!± impide �g4 y plantea varias ame­nazas) 12.'i!ib1 (12.a3 .tes 13.e5 es bastan­te atractivo) lZ ... .tas 13.E!hel (13.e5 es de

nuevo a considerar) 13 ... .i.d7 14.e5! (final­mente) 14 ... dxe5 15.f.xe5 i.xc3 16.hc3 tt:\ds 17 . .i.dz± Kovchan-Shtyrenkov, Noyabrsk 2003; el caballo no puede mantenerse en ds y el alfil de casillas negras dominará el tablero.

Para 7 ... d6 ver la próxima partida.

8.'�e2 Ahora las blancas planean jugar es. 8.e5 directa es una alternativa intere­

sante, pero las negras pueden mantener una posición compleja con 8 ... b4.

8 ... ib7 8 ... b4 es lógica, pero no ha se ha probado

todavía. Probablemente después de 9.tt:\a4 la mejor jugada de las negras sea trasponer, pero se pueden considerar también: 9 ... /tJc6 (9 ... Was?! empeora la posición de la dama. 10.b3 ib7 11.0-0 seguido de a3) lO.ItJb3 �e7 n . .te3 �bs 12.c4;l; .

9.!dz (D) Esta jugada puede servir como

introducción a dos planes. El primero y más natural el enroque largo seguido (o precedi­do del asalto de peones en el lado de rey). El segundo, las posibles rupturas (a4 o a3) en el flanco de dama para aprovechar el temprano bs de las negras.

9 ... b4 Lo más frecuente, aunque facilita el objeti­

vo en el flanco de dama. Las otras posibles ju­gadas de desarrollo se han probado casi todas:

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174 Desmontando la Siciliana 2

9 ... ics?! Una vez más alienta el desarro­llo del plan blanco. 10.ttlb3 iJ.e7 11.es tt:lds 12.ttle4;l; Tiviakov-Akesson, Batumi 1999.

9 ... d6?! Tiene el defecto de perder el con­trol de b4 con el alfil y hacer fuerte el golpe al flanco de dama. 10.a4! (10.0-0 es también muy interesante manteniendo en cartera el a4 y contando también con un posible éi:lf3 y eS) 10 ... b4 (lO ... bxa4 n.iha4±) n.éi:laz es ¿qué otra cosa? 12.éi:lb3 ttlc6 (12...a5 13.c3± con la poderosa y bien conocida apertura de la co­lumna e y la casilla bs débil) 13.éi:lxb4 éi:lxb4 14.!xb4 exf4 (Mortensen-Hellsten, Copenha­gue 1997) y ahora la sencilla lS.idz± hubiera ganado el peón sin compensación.

9 ... ttlc6 es ahora una de las jugadas más eficaces, aunque las negras renuncien a colo­car el caballo en la casilla más ideal d7. lO.lOf3 (10.ttlxc6 hc6 aquí no consigue mucho, aun­que es y ttle4 es posible; lO.éi:lb3!?) lO ... ttlb4 11.0-0 tt:lxd3 12.cxd3oo y las blancas tendrán juego por la columna c.

9 ... ie7 10.e5 tt:lds no se ha jugado nun­ca, pero la cosa no parece para tanto. ll.éi:le4 ttlc6 12.ttlxc6 ixc6 13.0-0;!;

IO.l0a4 ds Permite la estructura ideal de la francesa,

aunque el caballo negro pueda saltar a e4. Es natural preguntarse por otras opciones, aun­que todas ellas estén inéditas.

10 ... éi:lc6 ll.l'i:lb3t seguido de ie3 y la ca­silla b6 hará sufrir a las negras; 10 ... ie7 ll.c3! con problemas en la columna c.

11.e5! El avance del peón es lógico porque cierra

al alfil de b7 y asegura la casilla d4. Solamente hay que planificar bien como convivir con el caballo en e4. Vamos a verlo.

l l . .. tLle4 1Z.!e3 lbd7 El desarrollo natural vigilando los dos pun­

tos sensibles de la posición negra, eS y b6. 12 .. J�'as?!, aunque provoca b3, tiene el

eterno defecto de la mala colocación de la dama. 13.b3 éi:ld7 (13 ... !e7? 14.lüxe6 fxe6

1S.!b6+-) 14.0-0 !e7 (14...éi:ldcs lS.fs!±) 15.f5+- y el ataque es decisivo de acuerdo a los análisis de Iordachescu en Informator; 12 ... éi:lc6 13.lüb3!± con demasiados huecos en las casillas negras.

13.0-0 lbdcs El caballo en la banda es demasiado moles­

to y de un modo u otro hay que actuar contra el. La otra forma de hacerlo es 13 ... ic6, pero sigue: 14. tt:lxc6 �xc6 1S . .ixe4 dxe4 (15 ... Wxa4 16 . .id3;t L}.éi:lcs 17.fS-4) 16.b3 ie7 17.llacl± seguido de c3 y las blancas tienen un dominio absoluto de la posición.

14.lbxc5 hes 15.tLlb3 !xe3+ 16J�he3;!; (D)

Las blancas tienen la casilla d4 (tal vez también eS) y el mejor alfil, que puede cam­biarse en el momento oportuno por el caba­llo de e4, pero la posición requiere todavía un gran trabajo técnico. Lo que sí es cierto es que el resultado de la apertura para las negras no tiene ningún atractivo.

16 ... 0-0 17.a3! Un muy buen plan, que abre el juego para

las torres blancas en el flanco de dama y crea nuevos objetivos.

17 ... bxa3 17...aS 18.axb4 axb4 19.�d4 W/e7 20.Wlb6±

Iordachescu. 18J;xa3 .!!ab8 Las negras renuncian pronto a una defen­

sa pasiva de sus peones e intentan colocar sus

Page 175: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 13: 4 ... lbc6 Variante Paulsen 175

piezas activamente en las columnas del flanco de clama.

Otro plan muy diferente se basaría en la ruptura f6 y el contrajuego en el flanco de rey. Iordachescu analiza en detalle este plan en el Informator y concluye que las blancas mantie­nen la ventaja con la variante: 18 .. .f6 19.�xe4 dxe4 20.lt.Jcs ids 2l.c4! �ac8 22.cxds Wxcs 23.Wxcs! �xcs 24.dxe6 fxes (24 ... as zsJ!fal fxes 26Jhas �xas 27.�xa5 exf4 28.e7 �es 29J3es e3 30.g3 fxg3 3l.hxg3+-) 2s.fs±.

19.ctJd4! Con la sencilla idea �fal y ia6. 19.�fal

directa es más confusa por 19 .. .f6!? 19 ... Wfb6 ZOJ3b3 Wfcs Z1J3al g6 ZZ.h4

hs (D) 2 2 ... lt.:\d2 parece un intento, pero facilita

las cosas a las blancas porque obliga al cam­bio de damas. 23. �xd2 �xd4+ 24. Wf2 Wxf2+ zs.'it>xf2+-.

23J3a4 Wffe7 24.he4 dxe4 25J3ab4 Wlc7 26J3b6?!

Aquí también Iordachescu analiza en deta­lle fs que es la coronación lógica al plan reali­zado. 26.f5! exfs (26 ... as 27.�bs a4 28. �h6+-) 27.lL\xf5 �xeSD 28.�xb7 �xb7 29.tbh6+ g¡.h7 (29 ... Wg7 30.�xb7+-) 30.�xb7 �g7 3l.t2Jxf7 (31.Wf4 Wxh6 32Jgxf7+ �xf7 33.Wxf7+ Wh8;!;) 3l...�xf7 32.�xf7 Wxf7 33.Wxe4+-.

26 ... id5!t Con esta jugada las negras mantienen la

posición y llevan la partida a un final de difícil

realización por parte de las blancas. 27.�b8 gxbs 28.gxb8+ Wxb8 29.b3±

Wds 30.g3 \Was 31.�fz Wfal 32.c4 ib7 33.éLlez Wfhl 34.ctJc3 WhZ+ 35.i>el ic6 36.tLlez Wfhl + 37 /j(dz Wib1 38.Wfc3 as 39.ctJd4 ib7 40.cS+- ids 41.c6 e3+ 4Z.�xe3 \We4+ 43.�dz \WgZ+ 44.�cl i>g7 4S.c7 ib7 46.tiJc2 ic8 47.�b2 Wlfz 48.Wxas Wixg3 49.\Was id7 so.Wds \Wd3 51.c8Wi 1-0

Partida 13.05 Iordachescu V. - Ahmed E.A.

Bled (ol), 2002

l.e4 es 2.tLlf3 e6 3.d4 cxd4 4.éLlxd4 a6 s.tLlc3 Wc7 6.id3 ttJf6 7.f4 d6 (D)

La variante principal, donde las negras se oponen al avance es. Ahora las blancas han probado diferentes planes, unos basados en el 0-0 y el avance es (comenzando con las juga­das o-o o t2Jf3) y otros basados en el o-o-o (co­menzando con las jugadas ie3, W/ez o Wf3). También la profiláctica a4 ha tenido su opor­tunidad. De todos ellos elegimos uno basado en 0-0-0 y el posterior g4 sin garantizar que sea el mejor, porque es el que se adapta mejor a las variantes propuestas en el resto del libro. Bien es cierto que la abundancia de planes permitirá cambiar de uno a otro sin mucho esfuerzo de estudio en alguna ocasión.

s.Wf3!? bs

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176 Desmontando la Siciliana 2

Claramente la jugada más lógica, no solo avanzando el ataque de peones al previsible 0-0-0 blanco si no preparando también el desarrollo del alfil a b7 enfrente de la dama blanca.

s . ..lobd7 Ocupar la casilla natural de re­tirada del caballo de f6 simplemente anima a las blancas a lanzar el asalto: 9.g4 tOes (9 ... h6 es menos eficaz que en las variantes simi­lares de la Najdorf, debido a que la torre de hl está defendida. lO.h4 hs ll.gS tt::lg4 12.g6!± Ivanovich-Ortega Valle, Cullera 200S) lO.gs tt::lfd7 11.id2 En esta variante, la posición del alfil en d2 (defendiendo el caballo) suele ser más eficaz que en e3. ll.ie2!? Amenazando de inmediato b4, puesto que el caballo de es no tiene retirada, parece bastante fuerte. 1 1 ... b5 12 .b4 Prácticamente forzando el cambio en d3 y contando con aprovechar las columna e, mejor que usar ese sector para esconder el rey. Las piezas blancas van a ser muy activas y las rupturas en el flanco de rey dejarán al descubierto al rey negro, pero no hay que ol­vidar que el rey blanco está condenado a su­frir las corrientes de aire el resto de la partida. 12 ... tt::lxd3+ (12 ... tt::la4 13.l0xa4 bxa4 14.0-0 pa­rece muy prometedor, con la rápida irrupción en fs; 12 ... l0b7 es un desastre de casilla y las blancas tienen la fuerte jugada 13.a4±, pero tal vez no sea tan mala la inédita 12 ... ib7! 13.bxc5 dxcS;!; recuperando la pieza, si bien la devolución en bs gana un peón) 13.cxd3 ib7 14.0-0 g6 Intentando adelantarse a la ruptura fs, siempre precedida por 13acl y si es nece­sario i.e3. 15.13acl tvds 16.tt::ld5 Tratamiento a lo Tal. El desarrollo natural del ataque con 16.f5! y si 16 ... exf5 17.tvf2 parece muy fuerte. 16 ... exd5 17.exd5 ig7 18.13fel+ (18.ltJc6!?) 18 ... lile5? Las negras no resisten los nervios. La refutación del sacrificio blanco, si existe, estaría en 18 ... �f8!? 19.fxe5 dxes 20.lilc6± Stefansson-Velikov, Cappelle la Grande 2005.

8 ... ie7 9.g4 Es posible que en este caso la contenida 9.ie3 seguida de 0-0-0 y g4 sea una

continuación más sensata. Pero de momento la continuación de la partida ha cosechado resultados excelentes.

9 ... lilc6 9 ... bs lO.gS ltJfd7 ll.a3 (11.ie3 está más en el espíritu de la variante. 1l ... ltJc6 12.ltJxc6 tvxc6 13.ie3 13b8 14.lile2?! Con todas las consecuencias, las blancas debie­ron enrocar largo. 14 ... ltJcsoo lordachescu­Portisch, Linares 2000. lO.ltJxc6 Puesto que la defensa del caballo falla por lO.ie3 /t)xd4 ll..ixd4 es es lógico que las blancas utilicen la opción del cambio inmediato. 10 ... bxc6 10 .. .'�xc6 permitiría el desarrollo natural de la iniciativa con ll.gs ltJd7 12.ie3 seguido de 0-0-0 y las rupturas en el flanco de rey. ll.g5 /t)d7 12.b3 Ante la apertura de la columna b, el desarrollo del alftl por fianchetto es una bu­ena medida, aunque está por ver si las negras podrían aprovechar la columna, en el caso del desarrollo estándar. Por ejemplo: 12.ie3 13b8 13.0-0-0 tvb7 14.b3 tvb4 15.id2t con idea de i>bl y luego el salto del caballo. lZ ... Was?l La respuesta negra justifica b3. 13.id2 tvc7 14.h4 ds 1S.h5 ib7 16.g6 16.0-0-0! para se­guir con h6 o un g6 más fuerte en la siguiente jugada es suficiente y sano. 16 ... fxg6 17.hxg6 h6 Yegiazarian-Kalashian, Yerevan 2006; y ahora 0-0-0 con fuerte ataque al rey negro allá donde se esconda.

8 ... /t)c6 9./t)xc6 Como hemos visto en la variante de ie7, este cambio es satisfactorio, aunque en este caso si era posible la típica

Page 177: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 13: 4 ... ttJc6 Variante Paulsen 177

9.i.e3!? 9 ... bxc6 10.0-0 Ilustramos este plan alternativo, considerando que para el plan de 0-0-0, la jugada �e3 era más coherente, pero es perfectamente posible también en este mo­mento. 10 ... ib7 ll.es!? 11. �g3! preparan­do es, es fuerte, ejemplo: ll...eS lZ.fxeS dxes 13.ie3 y no es fácil desarrollar. ll ... dxes 12.fxe5 YNxeS 13.tLle4 0-0-0 13 ... �e7 parece la mejor defensa: 14 . .if4 �d4+ 1S.ie3 YNes 16.�ae1 con buena compensación. 14.if4! YNhs Ong-Le Quang, Yerevan 2006 y las blan­cas ya pueden elegir entre recuperar el peón en f7 o seguir el ataque.

8 ... g6 9.h3 ig7 10.ie3 ltlc6 n.Ylff2 id7 12.0-0-0 ltlb4 13.'�b1 0-0 14.g4 --t Iordaches­cu-Manolache, Galatzi 2007.

9.g4 (D) Es la jugada más lógica de acuerdo al plan

fijado. Otras jugadas posibles y experimentadas son 9.a3, adelantándose a b4 y ie3 acelerando el 0-0-0. Por último parece muy interesante, aunque tal vez cambiando de plan eS, pero de momento está inédita: 9.es!? ib7 10. Y1/g3 dxes n.fxes &Llfd7 (n ... ib4?! 12.0-o &Llh5 13. �gs g6 14.ltle4±) 12.if4t y ya se sabe que un fuerte peón en eS, unido a la columna f abierta es un considerable peligro contra el rey negro.

9 . .. ib7 El desarrollo natural, poniendo el alfil

frente al peón, la dama y la torre blancos. Las alternativas:

9 ... b4 10.llJce2 ds ll.eS llJfd7 (11 ... CLle4 12.CLlg3! y el caballo no puede mantenerse en e4) 12.il.e3 ib7 13.�g3 (13.0-0-0!?) 13...tt:lcs 14.0-0-0 lt:lbd7 15. @b1 0-0-0 16.�hf1 (16.�cl .con idea de c3 es bastante coherente con las disposición de las piezas importantes negras en la columna e) 16 ... ie7 17.CLlb3i Ganguly­Dudas, Budapest 1998.

9 ... tt:lc6?! Es mucho menos acertada, una vez se ha jugado bs, puesto que el cambio es útil para las blancas que descolocan la dama negra. 10.CLlxc6! �xc6 ll.gS tt:ld7 12.ie3 ib7 13.a3! (Ahora evitar b4 es importante, y las pi­ezas negras no están bien preparadas para la ruptura b4. 13.0-0-0 b4 14.CLle2 tt:lcs 15. tt:lg3 �c8t) 13 ... tt:lcs 14.f5! o-o-o 15.0-0-0± Van der Weide-Soderberg, Ámsterdam 2000 y la iniciativa blanca es agobiante.

9 ... tt:lfd7 Simplemente se adelanta a la ex­pulsión inevitable con gs y trata de ser más flexible con las otras piezas. lO.ie3 tt:lcs y ahora las blancas pueden elegir entre dos pla­nes: a3 y 0-0-0 o bien 0-0 que también per­mite romper con los peones en f5 y eventual­mente g6.

10.g5 ttJfd7 ll.h4 Esta jugada no parece muy necesaria en el

ataque blanco, al menos en este momento. Era más necesario terminar el desarrollo, eligien­do cualquiera de los dos enroques.

ll.ie3!?; ll.a3!? l l ... tLlc6 12.ie3 tLlcs 13.CLJxc6 El cambio temático, antes de enrocar,

sin embargo parece que en este momento era posible hacerlo directo. 13.0-0-0!? CLlb4 (13 ... ltJxd4 14.ixd4 b4 1S.tt:le2 �c8 16. @b1 ds 17.�xc5 ixc5 18.f5t) 14.@bl ltJbxd3 15.cxd3 b4 16. tt:lce2i y las blancas explotarán la columna c.

13 .. .'1Wxc6 14.a3 0-0-0?! (D) Renunciando de hecho al contrajuego so­

bre el 0-0-0 blanco. Este despliegue agresivo de las blancas tiene a veces un efecto psico­lógico. El tratamiento crítico sería: 14 ... tLlxd3+

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178 Desmontando la Siciliana 2

15.cxd3 �d7! 16.f5 (16.0-0-0 aS!) 16 ... exfs maniobra táctica que se vuelve en su contra. 17.0-000• 16 ... @b8 17.f5 g6±.

15.0-0-0± Ahora las blancas tienen una iniciativa

gratis en el flanco de rey, y aunque no esté el rey negro allí, las amenazas posicionales son también importantes.

15 ... \Wc7 16.\t>b1 ds?! . Las negras siguen precipitándose, con esta

17.exd5 l3xd5! 17 ... ixds? es peor por 18.lL\xds �xds

19.i.e2+-18.é2Jxd5 !xds 19.'1Wh3 .txhl

zo.Wtxh1 Las negras han aireado su enroque y cedi­

do la pareja de alfiles. Ahora intentan solucio­narlo con el cambio de damas.

zo ... Wfb7 20 ... lL\xd3? 21.1&a8++-Zl.Wfxb7+ Suficiente para una clara ventaja en el

final. Era posible también seguir jugando por el ataque. 21.�e1! lL\xd3 22.i!xd3+-.

Zl. .. i>xb7 zz . .teZ+- i>c7 Z3.c4! La ausencia del alfil de casillas blancas se

nota. 23 ... bxc4 Z·Uk1 <.!?b7 25J�xc4 é2Jd7

26.!f3+ <.!?b8 27.!c6 \t>c7 28.!a4+ 1-0

Esquema Resumen: l.e4 eS z.lLif3 e6 3.d4 cxd4 4.lL\xd4 a6 s.lL\c3

- s ... bs 6.id3 ib7 las blancas crean muchos problemas con la idea lL\ds ±. - s ... bs 6.id3 �b6 Las blancas crean problemas con la idea es ;!;.

s.lL\c3 f!c7 6.id3 y ahora:

- 6 ... id6!? Interesante idea pero f!d2 fuerza f4 y da algo a las blancas ;!;. - 6 ... g6 A pesar de su extraño aspecto, tiene veneno. Las blancas deben ser enérgicas ;!;. - 6 ... bs Tal vez un poco precipitada, pero sólida ;!;;.

- 6 ... lL\c6 Una de las variantes más sanas, si se toma con el peón d y se juega es t/ =.

6 ... tLlf6 7 .f4 y ahora

- 7 ... ib4 Más interesante que su reputación. Lleva a posiciones complicadas t/=.

- 7 ... bs A pesar del rápido contrajuego las blancas logran mantener el control ;!;;. - 7 ... d6 8.fff3!? Llevando a interesante posiciones de doble filo t./=.

Page 179: Desmontando la siciliana 2

Parte 4. l.e4 es z)t:Jf3 d6 3.d4 cd4 4)t:Jd4

Capítulo 14: 4 ... e5; 4 ... i2Jf6 S.i2Jc3 eS

Capítulo 15: 4 ... i2Jf6 S.i2Jc3 id7 Kupreichik

Capítulo 16: 4 ... i2Jf6 S.i2Jc3 g6 Dragón

Capítulo 17: 4 ... i2Jf6 S.i2Jc3 i2Jc6

Capítulo 18: 4 ... i2Jf6 s.i2Jc3 e6 Scheveningen

Capítulo 19: 4 ... i2Jf6 S.i2Jc3 a6 Najdorf

Page 180: Desmontando la siciliana 2

180 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 14

l.e4 es z.L{)f3 d6 3.d4 cd4 4.L{)d4 es o bien 4 ... L{)f6

S.ttJc3 eS

Valoración **

Introducción

La idea de un temprano eS en la Siciliana se ha hecho popular cada vez en más posiciones, pero en la variante que nos ocupa, se considera incorrecta debido al jaque en bs. En mi opinión las variantes más teóricas no son tan claras, y las negras pueden lograr un juego activo aunque sea a costa de un peón. En la variante recomendada las blancas se conforman con una ligera ven­taja pero las posibilidades de contra juego de las negras son muy limitadas y eso hace la variante con eS poco atractiva.

La variante apareció en los años 40 empleada ocasionalmente por Tartakower, a partir de ahí, en ningún momento ha logrado respetabilidad entre la élite.

Partida 14.01 Khairulin l. - Zviaginsev V.

Tomsk, 2006

l.e4 es z.tL'lf3 d6 3.d4 cxd4 4.tL'lxd4 es Esta jugada típica de la Siciliana, tiene muy

mala reputación en este momento, porque la debilidad de la casilla ds puede guiar el desar­rollo de las blancas con un objetivo claro. A menudo acaba trasponiendo a 4...lLlf6 s.ll:lc3 es, que analizaremos en la próxima partida

pero en este primer ejemplo vamos a ocu­parnos sobre todo de las continuaciones que no trasponen. Ambas continuaciones han ex­perimentado cierta recuperación en los últi­mos tiempos, probablemente debido a que las recomendaciones teóricas permitían cierto contrajuego a las negras.

5.ibS+! (D) Este importante jaque intermedio es la

única posibilidad de explotar el orden elegido por las negras. Las retiradas del caballo no re-

Page 181: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 14: 4...e5 o bien 4...lt:Jf6 5.lt:Jc3 e5 181

nuncian a luchar por una ventaja de apertura, pero lo hacen en el marco de transposiciones a líneas que no recomendamos en este libro.

5 ... tLld7 5 ... id7 Esta continuación de aspecto anti

posicional, pero de fácil desarrollo para las negras, no es fácil de refutar por completo. 6 . .ixd7+ �xd7 7.c!be2! Contra las otras juga­das, más ambiciosas, las negras han tenido cierto éxito aplicando rápida presión sobre el peón de e4. 7.c!Dfs c!Df6 8.c!bc3 c!Dxe4oo. 7 ... c!Df6 7 ... �g4?! Es una continuación ideal para tor­neos de partidas rápidas, pero si las blancas conocen la receta, termina en pérdidas de tiempo. 8. �d3! En realidad lo que sucede es que esta jugada defiende los dos peones. 8 ... �xg2? [Por supuesto es mejor 8 ... c!Df6 9.c!bg3 (9.c!Dbc3 �xg2ooes menos claro) 9 ... c!Dc6 lO.c!Dc3;!; pero las blancas tienen el cómodo control de d5 a cambio de nada] 9.Eig1 �xh2 10. �f3+-La dama negra corre un peligro inme­diato y aunque medidas ingeniosas logren su salvación será a costa de grandes concesio­nes. lO ... gs! (Lo mejor) 1l.ixg5 ih6 12.if6! (12.Elh1 �xh1+ 13.�xh1 ixgS 14.lübc3 lüc6 15.Eld1 o-o-o 16. �hs h6 17. �xf7 lüf6 18. �e6+ <;!?ba 19.Elxd6+- no deja ninguna duda sobre el destino de la partida) 12 ... c!Dxf6 13. �xf6 Elf8 14.�f3?! (14.c!Dbc3!+- y las blancas no tienen defensa adecuada contra las amenazas c!Dbs y gd1) 14 ... �h4 1s.gh1 �gs 16.�h3 ig7 17.Elg1 �h6 18. �c8+ <;!?e7 (Cherin-Mateo, Conegliano

2008) y ahora 19. �xb7+ c!Dd7 20.c!Dbc3+- man­tenía la ventaja decisiva. 8.t0bc3 y ahora:

a) 8 ... �g4 Es ahora menos popular, menos atractiva y menos ... incorrecta. Las blancas pueden elegir entre varios caminos, pero to­dos ellos conceden sólo una mínima ventaja. 9.c!Dds! Aún inédita es lo más sencillo. 9.c!bg3;�;, aunque tenga que mover el rey también es su­ficiente. 9 ... c!Dxd5 10.�xds c!Dc6 ll.c!bg3±;

b) 8 ... �c6 9.c!bg3 c!Dbd7 10.igs;t Dochev­Bojkov, Pleven 2005;

e) 8 ... c!Dc6?! Es poco elástica y permite a las blancas aplicar la maniobra temática contra la casilla ds. 9.igs ie7 10.ixf6 ixf6 n.lüds±;

d) 8 ... h6 Estratégicamente deseable, pero algo lenta para aspirar a igualar. 9.0-0 lüc6 10.ie3 ds?! (De nuevo lógica, pero simplemente cambia un problema por otro. 1o ... gd8!? u.lüg3 ds 12.exds lüxds 13.c!Dxds �xd5 14. '1Wg4;!; y la ventaja de desarrollo blan­ca se transformará pronto en algo más tangi­ble) ll.c!DxdS lüxe4 12.c4± Paehtz-Petrenko, Plovdiv 2003 con mejor desarrollo, un moles­to caballo en ds y la perspectiva inmediata de situar una torre en d1, poniendo en un aprieto a las negras;

e) 8 ... �e7 9.igs (9.0-0 o-o 10.c!DgH) 9 ... o-o 10.0-0 �e6 u.ixf6 ixf6 12.c!Dds i/.d8 13. '1Wd3;!; Grischuk-Grachev, playchess.com 2006. Las blancas han aplicado el tornillo temático y tienen un ventaja duradera basada en el control de la casilla ds y en la relativa ineficacia del alfil de casillas negras.

6.ti.Jfs Naturalmente es la jugada más ambiciosa.

Sin ella el jaque en bs estaría privado de su sentido.

6 ... a6 7.ia4! Con más motivo que en la variante geme­

la (con las jugadas c!Df6 y c!Dc3 incluidas), el cambio en d7 resulta ser una concesión muy importante.

7 ... bs Única ante la amenaza en d6.

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182 Desmontando la Siciliana 2

8.ib3 tLlcs 8 . ..fiJb6 Controlando ds, es la principal

alternativa, y la jugada normal siguiendo el criterio de "las casillitas". 9.tbc3 tbf6 (9 ... ixfs 10.exfs li:Je7 no funciona en vista de ll.igs!± f6? 12.�h5+ g6 13.fxg6 ltJxg6 14.Wf3+-) 10 . .igs ixfs n.exfs ie7 1Z.o-o! (D) 12 .. bf6 debe ser suficiente para una muy ligera ven­taja 12 ... ixf6 13.ids ltJxds 14.�xds o-o 15. 0-0-0 �b6 16.li:JeH Shavtvaladze-Nikolaou, Kallithea 2008; con una placentera posición de bloqueo.

12 ... 0-0 (12 ... �d7 13. �d3 0-0 14J�adH; 12 ... b4?1 13.ixf6 bxc3 14.ixg7 l:!g8 1S.ih6 cxbz 16.l:!bl igs 17 . .ixg5 Wxgs 18.Wf3±) 13.a4! b4 (13..."1Wd7 14.axbs axbs 1S."!Wf3;t) 14.ixf6 gxf6? Una jugada horrorosa que deja la ventaja indiscutiblemente en el lado de las blancas, pero con otras jugadas las negras tampoco resuelven del todo sus problemas: 14 ... bxc3 1S.ixe7 Wxe7 16.bxc3;!;; 14 ... ixf6 1S.liJe4! ds 16.ltlxf6+ "!Wxf6 17.a5±. lS.tiJds! liJxds 16.hds± Rodríguez-Cruz Lima, Cuba 1996.

8 ... liJdf6?! Es demasiado artificial 9.0-0 (9.lLlc3!?) 9 ... ixfs lO.exfs li:Je7 ll.f4 li:Jc6?! (Solo ll...liJxfs� merece investigación y la compensación blanca es tremenda) 12.ie3 ie7 13.ltlc3 0-0 14.liJds con clara ventaja; Stefansson-Johnsen, Gausdal 1990.

9.l2Jc3!? (D)

Un tratamiento más posicional que el pro­puesto en DLS, que se justifica por la lógica de no entrar en batallas teóricas en variantes tan poco frecuentes.

9.ids!? ixfs (9 ... .ib7?! 10.ixb7 ltlxb7 n.liJc3±; 9 ... l:!a7? 10.ic6+ id7 n.lL!xd6++-) lO.exfs l3c8 ll.g4!? (Esta ambiciosa jugada debe funcionar, pero para aquellos que no sean partidarios de tomar medidas tan drás­ticas contra variantes marginales, tenemos un tratamiento más sencillo. 11.0-0!?) 11 ... e4 (n ... liJe7 12.ig2;!;; ll ... hs!?oo merece atención) 12.b4!? (12.li:Jc3! liJf6 13.g5 ltJxds 14.Wxds "!We7 1S.ie3± seguido de 0-0-0) 12 ... "1Wf6! 13.bxc5 Wxal 14.ie3�.

9 ... b4 9 .. .tiJf6 traspone a la siguiente partida; 9 ... ixfs 10.exf5 li:Jf6 es razonable, aunque

sin experiencias. El plan clásico ll.igs ie7 12.ixf6 ixf6 13.0-0 0-0 14.liJdS;!; ofrece en este caso una ventaja mínima, aunque tal vez suficiente para disuadir a las negras, por la total ausencia de perspectivas.

1o.tLlds g6!? Una de las ideas modernas en esta varian­

te. Las negras desarrollan su alfil por g7, "ig­noran" a la muchedumbre de piezas blancas que controlan ds y sueñan con un posible fs. Filosóficamente interesante, pero difícil de lograr.

La normal lO .. .lLlf6 recibiría el clásico tra­tamiento de cambios y reciclaje hacia la casi­lla ds. n.li:Jxf6+ Vffxf6 12.li:Je3± puesto que el

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Cap(tulo 14: 4...e5 o bien 4 ... éi:Jf6 5. éi:Jc3 e5 183

peón es inmune: 12 ... 1!9g6 (12.../t)xe4? 13.Wlds! Wlxf2+ 14.�dl+-) 13.0-0 /t)xe4 14 . .ia4+! .id7 15 . .ixd7+ �xd7 16.f4+-.

ll.lüfe3 as 11 ... /t)xe4? 12 . .ia4+!+-. 12.ic4!? El alfil toma una diagonal importante.

12.0-0± también es posible. 12 ... ig7 13.'%'f3 Férreo control; 13 . .ibS+l? 13 ... tLlf6 14.tLlxf6+ Wxf6 1S.'%'xf6 .ixf6

16.ids ga6 17.a3! ie6 17 ... b3!? Da algún contra juego 18 . .ic4! (18.

cxb3 .ie6 19 . .ic4 ltlxb3 20.ixa6 /t)xaloo) 18 ... bxc2 (18 ... E:a8 19.cxb3 ie6 20./t)ds±) 19./t)d5! ida zo . .ibS+ id7 21.ixa6 /t)b3 22.ic4 ltlxal 23 . .ie3;!; y las negras deben entregar el peón para no perder el caballo.

18.axb4 axb4 19,gxa6 tLlxa6 zo.@ez;t Las piezas se han ido cambiando y el con­

trol de la casilla ds permanece. zo ... tLlcs zo .. . .igs!? Soluciona el problema prin-

cipal, pero deja que la rápida llegada de la torre a la columna a cree otros nuevos. 21..ixe6 fxe6 22 . .id2 �d7 23.E:al±.

Zl.idz b3 zz.ib4 bxcz 23.ixcs dxcs 24.he6 fxe6 zsJkl;t

y finalmente la constante transformación de ventajas ha llevado a un final con ciertas esperanzas de tablas, pero muy triste para las negras.

zs ... @d7 26.gxc2 gbs 27.tLlc4 @c6 zs.@dz gds+ 29.'j{c3 gd4 30.f3 ids 31.gcl ic7 32.gal 'it>b7 33.tLldz ib6 34.tLlb3 gb4 3S.tLlcl gd4 36.tLld3 gds 37.tLlxes ic7 38.lüc4 gs 39.h3 hs 40.@cz gfg 41.@d3 gds+ 42.@ez gd4 43.gcl h4 44.b3 gds 4S.tLlbz id6 46.gdl @c7 47.tLlc4 ig3 48.gxd8 @xd8 49.@d3 @c7 so.es @c6 Sl.@e4 @bs sz.tLld6+ @c6 s3.tLlf7 if4 s4.tLlhs @bs ss.tLlg6 @b4 S6.tLlf8 @xb3 57 .lüxe6 c4 S8.tLld4+ @b4 S9.@ds �-�

Partida 14.02 Liss E. - Uritzky M.

Tel Aviv, 1996

l.e4 es z.tLlf3 d6 3.d4 cxd4 4.tLlxd4 tLlf6 s.lüc3 es (D)

Este avance del peón era más popular que el de la partida anterior, pero se están equi­librando. En el tratamiento que propongo, las variantes suelen trasponer o al menos ser muy similares en contenido.

6.ibS+ De nuevo la única jugada que puede crear

problemas: 6 ... tLlbd7 6 ... .id7 7 . .ixd7+ Wxd7 8./t)de2!;t Dochev-

Bojkov, Pleven 2005; es una transposición a lo comentado en la partida anterior.

7.lüfs a6 Nos encontramos en el momento clave. Mi

recomendación es un tratamiento posicional en el cual las blancas parecen tener buenas chances de aprovechar la debilidad de la casi­lla d5. La continuación más teórica, que lleva a la postre a ganar un peón, ofrece un razonable contrajuego a las negras.

8.ia4! 8.hd7+ �xd7 9 . .ig5 /t)xe4 10.ltlxg7+

hg7 u.ltlxe4 o-o 12.Wxd6 (12./t)f6+?! se va de las manos, pero falla por motivos tác­ticos: 12 ... ixf6 13.ixf6 W!fs 14. 'i:Yxd6 �e4+ lS.@fl .ih3! ¡El detalle! 16.E:gl ie6co) 12 .. .f6

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184 Desmontando la Siciliana 2

13. Wxd7 .ixd7 14.id2 fs (14 ... .ic6!? también es interesante) 15. tt:lcs i?.c6 16. tt:le6 :gf7 17. 0-0-0 (Rodríguez-Nijboer, Ámsterdam 1989) y ahora 17 ... :ge8! da buen contrajuego a las ne­gras. 18.tt:lgs (18.tt:lxg7 gxg7+) 18 ... gd7 19.f3 i?.f6 20. tt:lh3 gg7�.

8 ... bs 9.ib3 ttJcs 9 ... tt:lb6 es la única alternativa y después

de 10.!gs trasponemos a variantes analizadas en la partida anterior.

lO.igs! (D) Siempre en lucha por la casilla ds. La una­

nimidad sobre esta jugada es total, aunque hay otras razonables como 0-0.

lO ... ixfs Es casi imposible seguir jugando con la

presencia de ese caballo en fs, pero al menos una de las alternativas, empleada por el es­pecialista de la variante Bator, merece aten­ción: 10 ... ib7!? n . .ids .ixds 12 . .ixf6 V!ixf6 13.tt:lxds (El tratamiento más concreto a base de 13. Wxds :gc8 no acaba de rematar la fae­na 14.gd1 We6! 15.Wxe6+ tt:lxe6 16.tt:lxd6+ ixd6 17.:gxd6 b4) 13 ... Wd8 14.0-0 (14.Wf3! es mi propuesta de mejora 14 ... g6 15.tt:lfe3 ig7 16.0-0 0-0 17.:gadl±) 14 ... g6 15.tt:lg3 !g7 16.b3 aS 17.We2 gb8 18.a3 0-0 y las negras tienen cierta actividad. Lindberg-Bator, Politiken Cup 1984.

l l.exfs ie7 12.ixf6 ixf6 Otro momento crítico. Las blancas han

aplicado el tratamiento habitual y han redu-

ciclo el contrajuego de las negras al mínimo, pero ahora deben demostrar que su posición vale algo más que unas tablas cómodas.

13.'!Nds Con esta alternativa, las blancas se confor­

man con una pequeña ventaja reduciendo el contrajuego de las negras al mínimo.

Es posible obtener también una venta­ja similar en la variante: 13.0-0 0-0 14./1Jd5 e4 [14 ... tt:ld7 (buscando lüb6) 15.a4! bxa4 16 . .ixa4 ttJ b6 17 . .ib3;!;] 15.c3 as (La casa Díaz­Vernay, Salou 2006) y ahora 16 . .ic2! b4 17.ge1 ge8 18. V!! ga.

13 ... 0-0 14.ctJe4! (D)

Ahora es necesario evitar e4. 14 .•. Wa5+ Las negras siempre han jugado esto y es

lógico porque molesta bastante. Veamos: 14 ... 11Jxe4 15.Wxe4 as 16.0-0 a4 17.i?.ds

gcs 18.!!adH. 14 ... tt:lxb3?! 15.axb3 Wd7 16.g4 y no hay

manera de contrarrestar a las dos piezas blan­cas centralizadas.

14 ... a5 15.a3 !!c8 16.0-0 a4 17.ia2 /1Jxe4 18.Wxe4 �h8 19.gad1 gcs 20.c3 g6 21.:gd3 V!le7 22.l3fdl :gds Z3.i?.ds �g7 Z4.gf3 gdcs 25.h4 hs 26.fxg6 fxg6 27.gg3 \Wes 28.ia2 ds 29 . .ixds gd8 30.!!gd3 !!cc8 3l.g3 !!d6 32 . .if7 1-0 López Martínez-Vernay, Salou 2006.

lS.<i>ez! El rey no corre mucho peligro aquí y de

momento es necesario evitar c3 para no dar

Page 185: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 14: 4...e5 o bien 4...li:Jf6 5.li:Jc3 eS 185

fácil contra juego a las negras. 1S.c3 b4 16.E1dl bxc3 17 .bxc3 E1ab8 18. ic4 ids! oo Zagrebelny­Vasilevich, AJushta 1994.

15 .. J:gac8?! Har zvi considera esta jugada dudosa

porque las blancas pueden capturar el peón. Si es así las alternativas negras son mejo­res, pero poco atractivas. 1S ... %'b4 16. @f3J lLlxe4 17.%'xe4 Wcs 18.E1hdl E1ac8 19.a4 Wb6 20.axbs axbs 2Lg3;!; Soffer-Bykhovsky, Israel 199S; 1S ... t0xe4 16.Wxe4 Wb6 17.E1hdlt.

16J!hdl Suficiente para una ligera ventaja, pero

analicemos la propuesta de Har Zvi: 16.lLlxd6!? lLlxb3 [16...gc7 17.lLlxf7

lLlxb3 (17 ... E1fxf7?? 18.Wa8++-; 17 ... gcxf7? 18.Wxc5+-) 18.lLld6+ <;!;>hs 19.Wxb3 Wb6 20.lLle4±] 17.Wxb3 E1c6 (17 ... E1cd8 18.E1hdl±) 18.lLle4 ie7 19.E:hdl E:c4 ZO.f3 E:fc8 21.c3± y la posición blanca es inatacable, por lo tanto el peón de ventaja es casi decisivo. Esta línea es fundamental para considerar que la varian­te s ... es está en sus horas bajas.

16 ... �xb3 17.Wxb3 gc4 18.f3 18.lLlxd6? E1b4 19.Wc3 (19.Wa3? Wxa3

20.bxa3 E:a4+) 19 ... e4 20. Wd2 e3!00; 18.lLlxf6+?! gxf6 19.E:xd6 Wc7'?.

18 ... �c7 19.c3 �c6? Entrega los peones sin suficiente motivo y

facilita la tarea blanca. 19 ... i.e7 20.E:ds E:ds 21.E:adH. zo.�xd6 e4 21.�xe4± .tes?! 21...E:xe4+ Es la continuación lógica de

la maniobra negra pero después de: 22.fxe4 Y9xe4+ 23. mfl± y no hay bastante compen­sación.

zz.Wcz! Evitando las posibles amenazas y prepa-

rando b3, por su parte. 22 ... Wfh6 22 ... b4 23.b3. 23.h3 �f4 24.E:ds+- i.c7 zs.gel .tds

26.Wfdz Wlbs Z7.gdl ih4 zs.gd6 ges 29.�fl ie7 3o.gd7 Wla8 31.Wds �xds 32.glxds gcc8 33.E:a7 ifs 34.f6 g6 35.i::!dd7 b4 36.gxf7 1-0

Esquema Resumen: l.e4 es z.lLlf3 d6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 eS

- s.i.bs i.d7 Anti posicional, y sin embargo bastante sólida ;!;, - s . .tbs lüd7 6.lLlfs a6 7.ia4! Acaba siendo pasiva para las negras también, aunque de

momento quedan más piezas :t.

l.e4 eS z.lLlf3 d6 3.d4 cxd4 4.lLlxd4 lLlf6 s.lüc3 es es un reflejo de lo anterior:

- 6.i.bs id7 Traspone a la variante de arriba. - 6.ib7 lübd7 7.lüfs a6 8.ia4 Las posiciones son similares a las de 4 ... e5 ;!;.

Page 186: Desmontando la siciliana 2

186 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 15

l.e4 e s 2.ttJf3 d6 3.d4 cd4 4.ttJd4 ttJf6 5.ttJc3 .id7

Variante Kupreichik

Valoración **

Introducción

La variante que comienza con la jugada 5 ... id7 es relativamente reciente en los torneos in­ternacionales. Su principal virtud es sacar adversario de la teoría desde muy pronto, y permite alcanzar posiciones típicas de otras variantes de la siciliana. No conviene subestimarla, como demuestran las estadísticas, pero tomándola en serio, y enfrentándola como a una variante más, con la ventaja de no tener que hacer grandes investigaciones teóricas, las blancas pueden obte­ner posiciones bastante prometedoras.

Historia

En los años 60, Lein la puso en práctica algunas veces, pero luego quedó en el olvido, hasta que fue rescatada en la década de los 90 por Viktor Kupreichik, un jugador de gran ingenio tác­tico deseoso de evitar largos duelos teóricos. Los buenos resultados de Kupreichik atrajeron la atención de algunos otros jugadores como Efimov, Kengis (curiosamente a partir de una derrota contra Kupreichik en el lado blanco), Heberla, Pavel Blehm y Predojevic. Su teoría está en paña­les, pero si consideramos la necesidad de amplios y variados repertorios de los jugadores de hoy, debería desarrollarse cada vez más deprisa en un futuro cercano.

Ideas

Es difícil pensar que una jugada tan poco flexible como s ... �d7 tenga alguna virtud, o por

Page 187: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 15: 4 ... ttJf6 5.tt:lc3 id7 Variante Kupreichik 187

Jo menos ventajas tangibles sobre s ... tt::lc6, pero cuando se profundiza se ve que tiene algunas. Por ejemplo la maniobra es seguida de �c6 en algunas variantes e incluso el apoyo al asalto de peones con bs, b4, aS, etc; contra el flanco de dama blanco. Con todo, me sigue pareciendo que su idea principal es sacar al rival de la teoría y jugar una siciliana relativamente normal. El jugador de negras que elige s ... �d7 debe estar preparado para trasponer a estructuras tipo Dragón, Scheveningen o Richter y eso le exige, no un gran conocimiento teórico, pero si un amplio dominio de la siciliana.

Partida 15.01 Zude,Arno - Kupreichik,Viktor

Bundesliga, 1993

l.e4 es 2.tLlf3 d6 3.d4 cxd4 4.tLlxd4 iLlf6 5.tLlc3 .id7 6 . .igs (D)

jugando con la posibilidad de doblar los peones en algún caso, pero sobre todo con la opción de llegar a posiciones similares a las del capítulo 17.

6 ... e6 La jugada normal, pero también se pueden

considerar las siguientes opciones: 6 ... c!Oc6 7.Wd2 traspone al capítulo 17. 6 ... ic6 Un extraño intento de Efimov, uno

de los ocasionales adictos a s ... �d7. 7 . .ixf6! gxf6 s.Whs Una posición ideal para la dama en estas estructuras. 8 ... c!Od7 9.ic4 tOes 10.ib3 c!Og6 ll.f4 El plan típico de las blan­cas se desarrolla rápido y sin inconvenientes. ll ... e6 12.fs Was!? Un ingenioso recurso para sobrevivir, pero no cabe duda de la ven­taja blanca. 13.0-0-0 (13.c!Oxc6 bxc6 14.0-0± y el caballo no puede irse sin permitir un

desastre) 13 ... 0-0-0 14.Wh3 c!Of4 15.Wf3 .ih6 16.@bl exfs Finalmente las negras tienen que hacer importantes concesiones para no perder de inmediato. 17 .c!Oxc6 bxc6 18.exfs± Kindermann-Efimov, Mitropa Cup 1998.

6 ... a6?! No parece coordinarse muy bien con il.d7 y permite al blanco una amplia elección de jugadas agradables, pero pode­mos conformarnos con jugar 7.'�d2 y no se ve como pueden jugar las negras aparte de e6 trasponiendo a la partida principal o bien 7 ... c!Oc6 trasponiendo al capítulo 17.

7.Wfd2?! En vista de la sensatez de la alternativa 7 ...

h6, analizada en el próximo comentario, me parece que el mejor orden para las blancas es 7 .f3! a6 8. Wdz.

7 . . . a6 7 ... �e7 8.0-0-0 c!Oc6?! (8...0-0 9.f3)

9.c!Odbs±. 7 ... h6!? 8 . .ixf6 (8.�e3?! c!Og4 justificaría

el orden elegido por las negras) 8 ... Wxf6! Y

ahora ninguno de los dos saltos de caballo ofrece mucho a las blancas y el resto de juga­das dejan a las negras con la pareja de alfiles a cambio de nada. 8 ... gxf6?l 9.c!Odb5 Wb6 10. o-o-o±. 9.c!Odbs (9.c!Ocbs c!Oc6! 10.c!Oc7+ @d8 11.c!Oxa8 Wxd4+ y el caballo de a8 está con­denado) 9 ... hbs 10.hbs+ (lO.c!Oxbs Wxb2 ll.�d1 lüa6 1Z.lüxd6+ �xd6 13.Wxd6 Wb4+ 14.Wxb4 c!Oxb4 lS.�bS+ @e7 16.�d7+ @f6+Z) 10 ... c!Oc6 11.0-0 (Simacek-Heberla, Pardubice 2006) y después de ll ... .ie7, seguido de 0-0, no parece que las negras tengan nada que temer.

8.f3!

Page 188: Desmontando la siciliana 2

188 Desmontando la Siciliana 2

Esta es una jugada clave y la única para alcanzar los esquemas del Ataque Inglés recomendados.

8.0-0-0?l h6! 9.�e3 lt.Jg4+. En esta variante la jugada �d7 resulta más adecuada que lt.Jc6 que permitiría el cambio en c6 segui­do de ics como veremos en el capítulo 17.

8.f4 h6! y las negras deben ceder el alfil lo que permite un juego razonable a las negras. 9.ih4? lt.JxeH.

8 ... .ie7 S ... bs es el otro intento para no traspo-

ner de momento, pero finalmente el caba­llo tendrá que salir por c6. Veamos: 9.0-0-0 b4 10.lt.Jce2 �b6?! (10 ... lt.Jc6 n.lt.Jxc6 �xc6 12.lt.Jd4±) ll.�e3± Nemeth-Manea, Baile Tusnad 2005.

9.o-o-o bs IO.h4 b4 (D)

Como en todas las jugadas anterio­res, 10 ... ¿¿)c6 es el movimiento natural, trasponiendo a la variante clásica.

10 ... h6!? ll .�e3 b4 12.lt.Jce2 es 13.lt.Jfs hfs 14.exfs ds (D)

14 ... lt.Jc6 15.g4 (15.c4 para asegurar el control de ds, o bien la flexible \tbl pa­recen alternativas más sanas) 1S .. Jk8?! [ls ... dsl? 16.�g2 �as (16 ... d4?! 17.f4!) 17.<;!?bl d4 18 . .ifH y no parece fácil es­quivar los efectos de gs o f4] 16. <;!?bl ds Timofeev-Predojevic, Sarajevo 2007 y ahora en vez de la impaciente gS parece suficiente para mantener la i.niciativa 17. tt.'lg3 d4 18 . .if2 �as 19.ic4± para seguir con gS.

lS.<;!?bt! De nuevo la jugada flexible da las mejores posibilidades. 15 ... tt.'lc6 (1S ... d4?! 16.�gl! tt.'lc6 17.f4 y el centro negro se cae) Yemelin-Predojevic, Budva 2009; y ahora mi recomendación es 16.g4:t y pronto estará disponible la amenaza gs.

10 ... Wc7 11.\tbl h6 12.�e3 b4 13.tt.'lce2 es 14.¿¿)fs �5 lS.exfs ¿¿)bd7 Curiosamente, por fin las negras justifican la larga perma­nencia del caballo en b8, pero con poco éxito: el ataque blanco progresa y el abandono de las casillas blancas no tiene contrapartida. 16.g4! ds 17 .�g2 d4 18.if2 gbs Demasiadas piezas en la diagonal h2-b8. Más lógico es 18 ... gc8!? 19.�g3! (19.g5 tt.'lds 20.f4 tt.'lc3+!? justifica la ideanegra) 19 ... �c520.tt.'lclllt.Jd521.tt.'ld3 �bs 22.gde1 ¿¿)e3 23.lt.Jxe5 lt.Jxes 24. Wxd4 lt.Jxc2 25. �xeS lt.Jxel 26. WxbS+ axbs 27 ,gxel;!; y pa­rece que las blancas tienen una compensaci­ón excelente por la calidad. 19 . .ig3 (19.gdel! La profilaxis suele ser lo mejor. La jugada de torre se adelanta al salto tt.'lds y prepara tan­to gs como ig3. 19 ... tDds 20.f4±) 19 ... tt.'lds 20.tDxd4 lt.Jc3+ 21.\tal tüxdl 22J�xdl Éld800 Diogo-fernandes, Vila Rea1 2005.

ll.fübl?! Finalmente hemos llegado al momento

crítico. La jugada empleada por Zude no es cla­ramente mala y la partida seguirá complicada durante muchas jugadas más, pero la conside­ro el primer paso en un camino erróneo.

Mi recomendación es la normal n.tüce2! que sigue estando inédita. ll ... as (ll...eS

Page 189: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 15: 4 ... lbf6 5.lbc3 id7 Variante Kupreichik 189

12.liJfs ixfs 13.exf5 liJc6 14.ixf6 gxf6 15.g4 es claramente mejor que las situaciones co­mentadas en las líneas anteriores, en las cua­les el alfil se había retirado ya a e3; ll...�as?J 12.a3; 11... �b6 12.ie3 '?9b7 13.g4t; n ... ds?J 12.es±) 12.@bl o-o (12 ... liJc6?! 13.liJbs; 12 ... liJa6 13.g4 a4 14.liJg3 a3 1S.ie31') 13.g4 lt:la6 14.lt:lg3 a4 1S.ie31' y el ataque de las blancas se desarrolla de acuerdo a esquemas bien conocidos.

n .. JWb6 Puede parecer una jugada extraña, pero es

una preparación casi necesaria de as. ll...a5?! 12.lt:lbst; 11 ... lt:lc6 12.lt:lxc6 ixc6 13.�xb4t.

12.h5 12.ie3! es la continuación temática y tras

12...�b7 13.g400, pero la posición del caballo en bl es poco armónica.

12 ... h6 13.ie3 �b7 14.�f2 es 15.lbb3?!

De nuevo animando el asalto de los peones negros, las blancas no están peor después de lS.lt:lfs ixfs 16.exfs lt:lds 17.lt:ldzoo.

15 ... a5 16.�g3 ie6 Planteando amenazas sobre el enroque

blanco y despreciando la incursión en solita-

río de la dama blanca. A partir de aquí solo recursos tácticos concretos pueden mantener a las blancas.

17 .lb3d2 17.\Wxg7 gg8 18.Wxh6 lt:lbd7� con la ame­

naza if8 17 ... lbbd7 18.lbc4 �c7 19.b3? Permitir la apertura de la columna a es una

concesión decisiva, si bien la posición de las blancas no es agradable después de: 19.liJbdz ds+.

19 ... a4!-+ zo.idz axb3 21.axb3 lbb6 22.hb4 ttlxc4 23.ii.xc4 ixc4 24.bxc4 �xc4

Una vez destruido el enroque blanco las negras podían tomarse las cosas con calma y jugar 24 ... 0-0-+ la jugada de la partida permite crear cierta confusión.

25.�el?! 2S.ixd6!? ixd6 26.:gxd6 0-0� 27.Wxe5

(27.:gxf6? :!!a2-+) 27 ... E:fc8--t. 25 ... 0-0 26.Wc3 Wbs-+ Todas las columnas abiertas contra el rey

blanco es demasiado. 27.ixd6 'Dxe4! 28.fxe4 igS+ 29J�d2

gfc8 30.Wxe5 Wc4 31.gh3 WxcZ# 0-1

Esquema Resumen: l.e4 eS z.tüf3 d6 3.d4 cxd4 4.lt:lxd4 lt:lf6 s.tDc3 id7 6.igs

Ligera ventaja con posiciones similares a las estudiadas en el Ataque Richter.

- 6 .. .'�Jc6 Traspone totalmente al Richter ;!;.

- 6 ... ic6 Extraña variante que no da problemas a las blancas ;!;, - 6 ... e6 7.f3 a6 8.�d2 ie7 Si las negras no trasponen al Richter tienen problemas similares o

tal vez mayores ;!;,

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190 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 16

l.e4 es z.tiJf3 d6 3.d4 cd4 4.'Dd4 'Df6 s.'Dc3 g6

Variante del Dragón

Valoración ***

Introducción

El Dragón es una de las variantes más populares de la Defensa Siciliana. Casi todos los jugado­res de ajedrez lo han tenido en su repertorio en algún momento. Es un arma idónea para buscar contrajuego y la estrategia del lado negro resulta, de lejos, mucho más natural que la aplicada en las variantes Najdorf, Paulsen u otras. Además se puede alcanzar por medio de muchas tras­posiciones, bien a través del Dragón Acelerado, del Hiperacelerado (2 ... g6), de los dos caballos con d6 y algunas otras menos ortodoxas. Me atrevo a afirmar que sería la variante principal de la Siciliana si no existiera el Ataque Rauzer y en el orden acelerado la formación Maroczy, pero ante estos poderosos muros sus virtudes declinan. Contra el orden clásico, que es el que estudiamos en este capítulo, es inevitable recomendar el Ataque Rauzer, no sólo por su fuerza teórica sino por su fácil conducción. fischer fue uno de los primeros en observar que con el Ataque Rauzer un jugador de fuerza media puede derrotar fácilmente a un maestro y podemos añadir que a menudo de forma contundente. La eficacia de este sistema hace que jugar el Dragón por el orden normal, no pueda ser recomendable para ganar partidas, aunque sin duda ofrecerá mucho placer a los investigadores y a los jugadores imaginativos.

Actualmente existe una disputa sobre si es más fuerte la variante con 9.0-0-0 o con 9.ic4. Yo no voy a entrar aquí en esa discusión, pero me he inclinado por 9.ic4 para recoger más fá­cilmente las trasposiciones procedentes del Dragón Acelerado. Tengo que recordar también que en la variante elegida, las negras tienen un violento contrajuego y es necesario mantenerse al tanto de las corrientes teóricas, pero normalmente, las mejoras para las blancas son más con­tundentes y duraderas que las de las negras.

Page 191: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 16: 4 ... l:iJf6 5. l:iJc3 g6 Variante del Dragón 191

Historia

Una vez más el precursor fue Luis Paulsen alrededor de 1880, pero a continuación muchos jugadores vieron sus virtudes. Se dice que el nombre proviene del parecido de la estructura de peones con la constelación del Dragón, pero no está confirmado. Entre los primeros campeones Botvinnik fue uno de sus partidarios más convencidos y llegó a emplearlo en sus maches por el Campeonato del Mundo. Pero la aparición del Ataque Rauzer en los años 40 supuso un golpe muy duro para el Dragón, que empezó a quedar reducido a partidas entre jugadores de segunda fila. El intento de Kortchnoi de darle una oportunidad en su primer match con Karpov acabó en histórico desastre.

Durante algunas décadas, los 70 y los 80, el entusiasmo de jugadores como Miles y la apa­rición de la llamada variante Soltis, basada en detener el avance h4 con hs, permitió cierta resurrección. Luego el mismo Kasparov sorprendió al mundo adoptándolo en su match por el título mundial con Anand. Y por último, ya en el siglo XXI, las estrellas ascendentes Carlsen y Radjabov lo han empleado en partidas importantes. Pero a pesar de ello, del agradable contra juego, del simpático nombre y de la admiración de muchos aficionados, el Dragón sigue en momentos diffciJes y obliga a sus partidarios a esfuerzos desproporcionados.

Ideas

La variante del Dragón hierve de ideas de contra juego, pero las principales son las más puras ideas sicilianas: ataque en el flanco de dama, ocupación de la columna c. Apoyado en la presión del alfil de g7, el ataque negro en el flanco de dama es más fuerte que de costumbre, y se conduce fácilmente; además la serie de trucos tácticos basados en esa diagonal y a veces en la de a7-gl se multiplican. En el lado negativo queda el peligro de que las casillas negras del enroque se debiliten con el cambio del alfil y también la debilidad de la casilla ds, que es difícil neutralizar con el avance e6.

Partida 16.01 Sutovsky E. - GunnarssonJ.

Gibraltar, 2007

l.e4 es z.CiJf3 d6 3.d4 cxd4 4.iLlxd4 CiJf6 s.CiJc3 g6 6.ie3 (D)

La posJcJOn de partida del esquema desarrollado por el teórico soviético Rauzer, indistintamente se puede comenzar con 6.f3.

6 ... ig7 Es dWcil seguir adelante sin ig7. Es co­

nocido que las negras no pueden molestar al alfil blanco con 6 .. .tbg4? debido a 7..�b5+!+-. Sin embargo existe una idea independiente comenzando con 6 ... tbc6 7.f3 (por extraña que parezca) 7...e5?! 8.tLlb3 ie6 9.'ªe2! ig7 10.0-0-0 0-0 11.<i>b1 'ªe7 12.g4!± las blancas se aseguran el control de la casilla ds.

6 ... a6 Es un esquema similar al estudiado en esta partida, pero retrasando la jugada ig7, Jo cual puede tener sentido para desactivar la idea ih6, pero deja en evidencia la jugada an­terior. Aún así ha logrado cierta popularidad

Page 192: Desmontando la siciliana 2

192 Desmontando la Siciliana 2

y no se puede tomar a broma. 7.f3 l0bd7 (7 ... bs?! parece un poco prematura por 8.a4! b4 9.lDds lDxds lO.exds i.b7 n.ic4 Wfc7 12.ib3 lDd7 13.Wfd2;!; Anand-Topalov, Wijk aan Zee 1999. Esta partida se jugó por el orden de la Najdorf S ... a6) 8.g4 i.g7 9.h4! Un tratamiento muy contundente. Las blancas ahorran juga­das para amenazar cuanto antes hs y las ne­gras están obligadas a tomarlo en cuenta. 9 ... hs (9 ... ds 10.hs es n.h6 ifs 12.gs t; 9 ... o-o?! 10.hs it:les 11. Wfdz± y el ataque blanco pare­ce muy rápido) 10.g5 l0h7 11.Wdz bs 12.f4! ib7 13.f5± Motylev-Carlsen, Wijk aan Zee JI 2006; el caballo de h7 tiene problemas para participar en la partida.

7.f3 a6 (D)

Un esquema muy poco empleado que es una especie de híbrido entre la Najdorf y el Dragón. Siempre se ha considerado esta juga­da lenta y torpe contra el Rauzer y seguramen­te sigue siendo así... si se juega más adelante. Jugándola ahora las negras se preparan para desarrollar las piezas de una forma completa­mente nueva: lDbd7, bs y i.b7, retrasando el 0-0. Es un sistema muy activo y sin teoría, ide­al para jugadores originales. Tal vez algún día este sistema tenga su propio lugar entre las variantes "respetables" de la Siciliana, pero por ahora no ha recibido la atención que me­rece y eso tal vez lo hace más peligroso.

Nosotros vamos a dar un pequeño paso para sistematizar la teoría de esta variante,

que si recogemos bien todas las trasposici­ones, llega a sumar más de 1000 partidas en las bases de datos. En mi opinión las blan­cas deben andar con cuidado si no quieren sorpresas.

sJ�dz lDbd7 8 ... bs?! es prematura por 9.a4! bxa4

lO.ltJxa4 0-0 ll.ie2 l0bd7 12.0-0 i.b7 13.c4 Wfc7 14.b4 )3fd8 1S.l0b3!± Boleslavsky­Ufimtsev, Leningrado 1947.

8 ... l0c6 traspone a la siguiente partida. 9.ic4 Una de las preguntas más inmediatas en

esta variante de teoría incipiente es si dejar el alfil en fl o situarlo en la diagonal a2-g8, operación que cuesta dos tiempos. La variante con 9.0-0-0 que renuncia a situar activamen­te el alfil está plenamente justificada, pero me parece que el esquema negro es bastante lento y merece la pena gastar los dos tiempos para que el alfil tenga influencia en casillas claves, como ds. Por otro lado, jugar el mismo esquema contra todos los planes negros, evita trasposiciones sorpresa.

9 ... bs 9 ••. Wfc7 es la principal alternativa. 10.ib3

h6?! (Gasta demasiados tiempos. lO ... hs n.o-o-o tDcs 12. @bl i.d7 13.igs±; 10 ... bs n.ih6!;t) 11.0-0-0 lOes (11...lDb6? 12.es! lDfd7 13.exd6+- Karjakin-Romero Holmes, Pamplona 2003 y ahora propongo la inédi­ta 12.)3he1!?, para seguir con f4 y eS) 12 ... bs 13.f4 l0c4 14.ixc4 �xc4 15.e5 b4 16.exf6 bxc3 17.�xc3 �xc3 18.fxg7±.

Io.ib3 ib7 n.i.h6 (D) El inmediato cambio del alfil negro asegura

al blanco tener siempre el rey mejor resguar­dado, lo cual es un buen punto de partida.

Sin embargo merece la pena citar breve­mente otro plan completamente diferente que también me parece prometedor. ll.a4!? bxa4 (11...b4 parece peor 12.l0ds as 13.ih6 o-o 14.h4 tDxds 1S.ixg7 @xg7 16.exds lDf6 17.h5± con un fuerte ataque. Nilsson-Hag-

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Capítulo 16: 4 ... liJf6 5.liJc3 g6 Variante del Dragón 193

man, Suecia, cr. 1989) 12.ltJxa4 �c7 13.0-0 O-O;!; Ostojic-lvanovic, Yugoslavia 1972 y aho­ra, en vez de c4, las blancas pueden mantener buenas perspectivas con varias jugadas entre las cuales me inclino por 14.ltJe2 aumentando el control de es y b6 y maniobrando hacia ds.

11...1xh6 La única alternativa seria al cambio es

11. .. 0-0?! pero está fuera del plan negro y cae bajo un fuerte ataque: 12.h4! liJeS 13.h5 ltJxb3 14.axb3 es 1S.ltJde2 ds intentando des­viar la atención de las piezas blancas. 16 . .ixg7 �xg7 17.exd5 .ixds 18.hxg6 fxg6 19.0-0-0+­Erbacher-Lachman,cr. 1971.

12.VlVxh6 liJes Natural para preparar el enroque, pero se

han empleado un par de alternativas: 12 ... �b6 13.0-0-0 liJes 14. 'i!lb1 ltJxb3

Necesaria para poder sacar al rey del centro, pero ahora la apertura de la columna e juega en favor de la actividad de las piezas blancas. 15.cxb3! 0-0-0 16.b41 Fijando un importante punto en as para el caballo blanco. 16 ... �b8 17.ltJb3 �c8 Botvinnik prefirió 17 ... �hg8 en una partida pero no parece necesaria todavía. 18.�g7 �cf8! (amenazando hs y �h7) 19.�h6 fk8 20.ltJaS .ias 2U�hel (Preparando el salto a ds del segundo caballo) 21... �a7?! Las negras están incómodas y acaban sin saber que jugar. 21..J;thg8 vigilando g7 para seguir con �c7 y doblar torres en e parece la forma correcta de buscar contrajuego. 22.�g7± Ivkov-Maskazi, Tel Aviv 1964.

1 2 ... b4?! No me parece lógica pues el salto a ds es un objetivo para las blancas. 13.lüds ltlxd514.exds �aS 15.�g7 �f8 16.0-0-0 .ixds 17.l';thel� con una fuerte presión a cambio del peón.

13.0-0-0 eS 14.liJde2 liJxb3+ 1S.axb3 b4 16.liJa4

Ahora las blancas amenazan sencillamente doblar torres en la columna d y ganar el peón. Las negras pueden oponerse de dos formas:

16 .. J�e8 16 ... Wc7 es un intento más activo: 17.l';td2

ds!? 18.�g5 �e7 19.exds (19.ltlb6! �ds 20Ji.�hdl parece ganar un peón porque si 20 ... d4 21.ltJc4±) 19 ... ltJxds 20.�xe7+ �xe7

21.ltlcs ic6 22.l';tel;t Timman-Shanava, Bakú 2008. Las piezas blancas ejercen cierta presión, pero las negras no están lejos de con­solidarse.

17.liJg3 17.l';td2!?± seguido del doblaje, parece más

natural. 1 7 .. Jk6 18J�d3 as 19Jihdl �e7?!

zoJ;3d2 i.a6 ZI.f4!± Esta apertura del juego sobre el rey negro

no tiene buena respuesta. 21..J:Ve7 22.fxes dxes 23.VlVgs ges

24J��d7+ VlVxd7 2S.gxd7+ �xd7 26.VlVxeS gxe2+ 27.�bl gze6 28.�a2 liJe8 29.VlVxas gbg 30.�dS+ �e7 31.Wxf7+ �d8 32.eS gbs 33.Wif4 ge6 34.Wd4+ �e7 3S.liJes ic8 36.liJxe6 .ixe6 37.liJe4 1-0

Partida 16.02 Ribli z. - Tabor J.

Kecskemet, 1972

l.e4 eS 2.liJf3 d6 3.d4 cxd4 4.liJxd4 liJf6 s.liJe3 g6 6.�e3 ig7 7.f3 a6

En esta partida nos vamos a ocupar de las variantes que combinan a6 con el desarro­llo del caballo por c6. En mi opinión resulta mucho menos lógico y menos peligroso para las blancas que el esquema estudiado en la partida anterior. Peor aún resulta la cosa si las

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194 Desmontando la Siciliana 2

negras enrocan demasiado pronto. Sin embar­go se pueden encontrar muchas partidas con este sistema y creo que conviene sistematizar un poquito el enorme lío de trasposiciones que representan en vez de citar una línea diferen­te cada vez que se presenta la alternativa a6.

8.\Wdz éLlc6 9.i.c4 (D)

Una vez más elijo esta jugada como línea principal, porque me parece buena, pero tam­bién porque es la única forma de responder de modo uniforme a todas las trasposiciones.

9 ... 0-0 Da un objetivo muy claro a las piezas blan­

cas, pero las otras continuaciones tampoco ofrecen mucho:

9 •.• 'Pl!c7 Una de las jugadas más frecuentes, pero resulta muy lenta contra la implacable maquinaria del Rauzer. 10 . .ib3 lüas 11.0-0-0 lüc4 12.ixc4 %'xc4 13. Wb1 bs?! 14.e5! dxes 1S.b3 %'c7? (15 ... %'b4 16.ttJc6±) 16.lüdxbs! Benítez-Bauza, Uruguay 1962.

9 ... lües 10.ib3 o-o 11.0-0-0 bs Esta mani­obra para cambiar el alfil de casillas blancas es lenta, pero sobre todo el efecto de la columna b es menor que el de la columna e, ya abierta. 12.h4 lüc4 13.ixc4 bxc4 14.h5± y mientras el ataque blanco progresa a gran velocidad las negras encuentran muchos problemas para aprovechar la columna b.

9 ... id7 10.ib3 l:k8 11.0-0-0 lües 12 . .ih6! Preparando el avance del ariete h4-h5 sin permitir la parada 12.h4 hs. Las blancas de­sarrollan su ataque como siempre y las ne-

gras acaban descubriendo que su a6 no ha servido para nada. 12 ... 0-0 13.h4 lüc4 14.ixc4 Étxc4 1S . .ixg7 Wxg7 16.h5 �g8 17.lüds lüxds 18.exds f6 19.hxg6 hxg6 20.lL1e6+! ixe6 21.%'h6+ Wf7 22.%'h7+ Wf8 23.dxe6+- Calvo­Campomanes, La Habana 1966; muchos años antes de que ambos rivales comenzaran sus batallas fuera del tablero.

10.h4! Una vez definida la posición del rey negro

no hay motivo para retrasar las amenazas. 10 ... éLles Está ya muy claro que esto llega tarde. Lo relativamente más resistente es lO . .. hs

n.o-o-o tües 12.ib3 bs n.ih6 lüc4 14.ixc4 bxc4 Y ahora sigue una maniobra de ataque muy conocida: 15.g4 hxg4 16.hs! ± Hernández­Nadal, Balaguer 1998.

1Li.b3 bs 12.hs éLlc4 12 ... lüxhs 13.ih6 e6 Intentando controlar

ds para evitar el cambio del caballo defensor de h7. 14.ixg7 Wxg7 15.g4 lüf6 16.'Pl!h6+ Wg8 17.0-0-0 aS Las blancas tienen muchas formas de obtener ventaja pero eligen una elegante y temática. 18.g5 tühs 19.ttJfS!+- Rivera-Trujillo, Uruguay 1982.

13.i.xc4 bxc414.g4 [14.ih6!?] 14 ... i.d7 15.i.h6 i.xh6 16.�xh6 E:b8 17.hxg6 fxg6 18.g5+-

El ataque blanco va sobre ruedas y sigue un guión mil veces visto.

18 ... E:f7 18 ... lühs 19.gxhs gxhs 20.g6+-19.gxf6 exf6 20.0-o-o �b6 Zl.b3 �aS

zz.<l/bz E:c8 23.éLlds i.e8 24.E:dgl c3+ zs.@al �a3 26.E:xg6+ @h8 27.éLlxc3 1-0

Partida 16.03 Fischer R. - Camara

Siegen, 1970

l.e4 es z.éLlf3 d6 3.d4 cxd4 4.éLlxd4 éLlf6 s.éLlc3 g6 6.i.e3 J.g7 7 .f3 éLlc6 8.�dz i.d7 (D)

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Capítulo 16: 4 ... liJf6 5.liJc3 g6 Variante del Dragón 195

Normalmente las negras juegan 8 ... 0-0 en este momento, pero como casi siempre conti­núan con id7,estajugada podría suponer muy a menudo una transposición. Y de hecho lo su­ele ser si las blancas continúan con 9.ic4, de ese modo las negras han esquivado la variante 9.0-0-0. En el estado actual de la teoría este atajo no tiene sentido porque 9.0-0-0 es más fuerte contra 8 ... �d7 que contra 8 ... 0-0, pero algunos jugadores lo aplican. Pero a nosotros nos interesa el caso en que las negras juegan 8 ... �d7 con intención de activar rápidamente el juego en el flanco de dama y retrasar el 0-0. Hace años era una variante muy inusual, pero disfrutó de un cierto éxito en las dos últimas décadas y eso justifica que le demos un trata­miento diferenciado. Además nos ocuparemos de algunas otras ideas secundarias:

8 ... O-O se estudia en Las partidas 16.04 a 16.10.

8 ... h5 Es una forma radical de dificultar el asalto de los peones blancos, apta solo para espíritus emprendedores. 9.ic4 9.h3 Para seguir con f4 es un tratamiento interesante pero las negras pueden esquivarlo con el or­den 8 ... id7. 9 ... hs 10.�b3 �k8 (10...liJas!? con idea de activar el juego de los peones en el flanco de dama en caso de 0-0-0 puede encon­trarse con un tratamiento diferente: 11.0-0! !'!c8 12.11::lds l1::lxds 13.exds Vf!c7 14. Wd3 11::lc4?! 15.11::le6! fxe6 16.dxe6 �xe6 17.Wxg6+ �d7 18. Vf!xg7+- Becerra-Shabalov, Virginia Beach 2003) 11.0-0-0 liJas (11 ... 11::les 12. �bl 11::lc4 13.ixc4 !'!xc4 14.11::lde2 el juego central sue-

le ser una buena receta contra jugadas como hs. 14...b5 15.11::lf4 0-0 Klovans-Starostits, Riga 2005; y ahora 16.e5! dxes 17.11::lfds amenaza ganar una pieza y fuerza a las negras amplias concesiones. 17 ... 11::lxd5 18.Vf!xd5 Ek7 19.11::lxbs e6 20.Vf!d2 !'!b7 21.11::ld6 !'!c7 22.11::le4±) 12.�bl a6 13.b3 Después de una paciente preparación, las blancas se preparan para ini­ciar el juego en el flanco de rey y en el cen­tro, bien con f4 o con g4. 13 ... h4 HJ:!hel !'!hs!? Parece extraño, pero después de la maniobra h5-h4 la torre solo puede ac­tivarse por aquí. 15.11::lde2 11::lc4 16.hc4 gxc4 17.b3 !'!es 18.11::lf4 (18.�d4i) 18 ... !'!es 19.11::lfds 11::lxd5 20.11::lxds± Las piezas blan­cas están magníficamente centralizadas y varias piezas negras tienen problemas. Khalifman-Shabalov, Moscú, 2001.

8 ... J.e6 Si se cree mucho en esta jugada es el momento de hacerla, antes de que el blan­co sitúe su alfil en c4. Tiviakov la ha jugado con cierto éxito un par de veces, pero no aca­ba de convencer. 9.11::lxe6 fx:e6 lO.g3!? Es mi sugerencia. El desarrollo del alfil por c4 es interesante, pero en esa diagonal el alfil pue­de ser cambiado con liJas. Desde h3 hace aún más daño. 10 ... 0-0 Permitiendo la trasposici­ón. 10 ... Vfi!d7 1Lih3 liJes 12. Vfile2± no parece mejor. 1 1.0-0-0 Siguiendo el sendero conoci­do de la partida citada, pero no se debe des­cartar esta otra idea: 11.J.h3 Vf!d7 12.0-0!?;t;. 1l .. Jfd7 12.J.h3 11::le5 13.'�Ve2 bs?! Acudiendo a medidas desesperadas ante lo agobiante de la presión en e6. 14.f4 (14. Vf!xbs!?) 14 ... 11::lc4 15.e5 liJes 16.J.d4 11::lc7 17.11::le4± La presión de las piezas blancas sobre los pones centrales negros es agobiante.

9 . .ic4 �k8 9 ... 0-0 traspone a las próximas partidas;

9 ... lüe5 10.ib3 y es difícil hacer algo diferente a 10 ... !'!c8 11.0-0-0 que traspone a la partida.

10.i.b3 Wfas (D) Esta es la versión de la variante Was sin

0-0, que es favorable para las blancas.

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196 Desmontando la Siciliana 2

La alternativa sería la variante con un rápido /Oe5-c4 sin enrocar: lO ... c!Oes 11.0-0-0 c!Oc4 12.ixc4 �hc4 13. �bl! Puesto que las negras pueden enrocar en cualquier momen­to, nosotros de momento nos mantenemos dentro de la línea que vamos a recomendar. 13...V:Yas 14.lt:lb3 Vlfc7 15.g4 hs 16.gs /Ogs 17.c!Ods V9b8 Nunes-De Souza, cr. 1978 y aho­ra 18.�d4 ixd4 19.Vlfd3!± y las blancas con­siguen una considerable ventaja gracias a su desarrollo e iniciativa.

n.o-o-o tlJes 1Z.h4 tlJc4 12 ... 0-0 13. <i>b1 traspone a la partida 16.11. 13.ixc4 !!xc4 14.t0b3 V!ic7 1S.id4! Con la temática amenaza if6 y lt:lds. 15 ... ic6?! 15 ... 0-0?! 16.ix:f6!±. 15 .. . 1e6 es la otra opción, pero el ataque

blanco se desarrolla sin problemas 16.g4! (16. es?! dxe5 17.ixe5 \Wc8 18.lt:las gb4 19.a3 gb6 20.id4 gd600) 16...0-0 17.h5±.

16.e51 Fischer comienza una maniobra forzada

que decide la partida. 16 ... dxe5 17.ixe5 Vfic8 18.Wez La posición indefensa de la torre es el

defecto de 15 ... ic6? 18 ... id7 18 ... bs 19. lt:las+-19.!!xd7! �xd7 zo.tübs+- V!ic6

zl.gdl+ �es zz.tüc7+ Wxc7 23.ixc7 gxc7 24.Vfic4 1-0

Partida 16.04 Anand V. - Georgiev K.

Belgrado, 1997

l.e4 es z.tüf3 d6 3.d4 cxd4 4.tlJxd4 tüf6 s.tüc3 g6 6.ie3 ig7 7.f3 o-o s.Wdz t0c6 (D)

Después de enrocar, el desarrollo del caba­llo es casi obligatorio. Aún así se han probado alternativas: 8 ... ds?! Una verdadera rareza, jugada a menudo y con cierto éxito por Afek. No debe dar ningún problema ante una reacci­ón precisa. 9.e5 c!Ofd7 (9 ... lt:le8 10.f4 f6 11.lt:lf3 fxes 12./0xes± Zemlyansky-Utnasunov, Elista 2006; ha debilitado los peones y casillas cen­trales negras sin compensación) 10.f4 c!Oc6 11.0-0-0 'Ob6 12.c!Of3! Con esta jugada clave, que presiona de inmediato en ds, las negras están ante serios problemas. 1Z ... ie6 (12 ... e6 13.h4 hs 14.ics lile? 1S.lt:lbs± y las piezas blancas se hacen dueñas de todas las casillas importantes; 12 ... lt:lc4 13.1xc4 dxc4 14.Vife2 \Wc7 1S.%hc4 1e6 16.lt:lds Vlfas 17.lt:lgs±) 13.h4 c!Oc4 (13 ... lt:las 14.\Wf2 lt:lac4 1S.id4i) 14.hc4 dxc4 1S.'ªf2 (15.\Wez!? tocando c4) lS ... 'ªas 16.h5 �!fd8 17.fud8+ fuds 18.hxg6 hxg6 19.c!Ogs Es posible que las negras no ten­gan buena defensa contra 19.V:Yh4!? 19 ... ifs zo.'@ez bs 2l.g4 !es (Palac-Afek, Werfen op 1991) y las blancas ganan con 22.icsl b4 En otro caso sigue simplemente gh4 y la triplica­ción en la columna h. 23.V:Vxc4!+

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Capítulo 16: 4 .. .t'iJf6 5.ltlc3 g6 Variante del Dragón 197

9.ic4 9.0-0-0 Es una variante igualmente fiable y

prometedora, pero las negras pueden esquivar esa jugada por el orden del dragón acelerado.

9 ... id7 La línea principal, que introduce las va­

riantes más importantes. En este momento las negras han probado muchas alternativas, aunque la mayoría de ellas son meras traspo­siciones sin mucha sutileza:

9 ... �d7 (D) Ambiciosa y en apariencia bastante imprudente continuación. El caballo busca reforzar el dominio de la casilla c4, pero gasta tiempos y abandona la defensa de su rey. jugadores emprendedores como Larsen, Stein o Kupreichik la pusieron en práctica, pero ac­tualmente ha caído en desuso.

10.h4! Las blancas procuran darse prisa, para llegar a cambiar en g6 antes de que las negras taponen en c4, y de este modo obligar a su rival a retomar con el peón h. 10 ... �b6 lO ... l!JaS ll.i.b3 l!Jes deja los caballos en peor posición y el cambio l!Jb3 casi nunca es desea­ble. 12.We2l id7 13.h5 �k8 (13 ... �xb3 cambi­ar antes del 0-0-0 es extraño. 14.axb3 a6 15.g4 e6 16.hxg6 fxg6 17. Wh2 l!Jxf3+ 18. l!Jxf3 I:lxf3 19. Wxh7+ g;.f7 Rojas-felgaer, Santiago 2005; y ahora con 20.0-0-0! ±las blancas tienen un ata­que decisivo) 14.hxg6 hxg6 15.g4! Itxc3 16.bxc3 Wc7 17.Wh2 Wlxc3+ 18.'it>f2 I:lc8 19.l!Je2 1-0 Klovans-Cherniaev, Biel 1996 es una victoria impactante. ll .ib3 lilas (ll ... l!Jes 12.\Wez!)

12.Wd3! Ahora curiosamente 12. �e2?! a6 con la amenaza eS. l2 ... lilxb3 Esto refuerza las de­fensas del enroque negro, pero se justifica por eliminar un importante alfil y por la inmedi­ata reacción central. Seguir la carrera de ata­ques es suicida: 12 ... id7?! 13.hs! !k8 14.hxg6 hxg6 15.0-0-0 l!Jbc4 16.igs! l!Jxb3+ 17.cxb3 �as 18.ixe7 l!Jes 19.Wcz! Itxc3 20.bxc3 I:lc8 21. 'it>b2!+- Wedberg-Sosonko, Haninge 1989. 13.axb3 ds!? (13 ... a6 parece demasiado lento 14.0-0-0 seguido de hs) 14.lildbs a6!? Una mejora que permite a las negras alcan­zar una posición con perspectivas. La más antigua 14 ... ie6?! lleva a un ataque muy fu­erte para las blancas: 15.0-0-0 dxe4 16. Wlxe4 lDd7 17.h5 \Was 18.hxg6 hxg6 19.'it>bl+- y es difícil parar las amenazas combinadas de Wh4 y l!Jd4 (entre otras menos directas). 1S.hb6 Wxb6 16.lilxds Wd8 17.lilbc3 bs Las negras consiguen un juego interesante, y de hecho han ganado la mayoría de partidas desde esta posición, pero en mi opinión no es suficien­te para compensar el peón de menos. 17 ... e6 18.l!Je3 Wlxd3 19.cxd3 Itd8 20. 'it>ea. 18. 0-0-0 e6 19.lile3 Esta parece la mejor retira­da pues se prepara un posible l2Jg4, combina­do con es o con hs y lilh6. 1 9 ... ª'as zo.'it>bl ib7 21.\Wd6! Con idea de b4, por ejemplo: 2l.. . .ixc3 (21...I:lad8 o 22.\We7!? ic8 23.\Wcs± con la amenaza b4) 22.bxc3 ª'xc3 23J�d3 �c6 (23 .. .'eias 24.l!Jg4±) 24.'ªe7 Itae8 2S.Wf6 Wlc7 26.lilg4 eS 27.lilh6# Vehi Bach-Pérez Mitjans, Monteada i Reixac 2008.

9 ... lila5 Puede ser un orden más venenoso que el empleado en la partida, puesto que en caso de que las blancas sigan con ie2, las ne­gras pueden prescindir de id7. lO . .ib3 .id7 (D) Una jugada flexible que especula con va­rios planes. En realidad esta posición se suele alcanzar a través del dragón acelerado y es la forma más normal de trasponer a la variante china, sin entregar el peón de a7. Sin embar­go, las negras pueden tener otras ideas, prin­cipalmente el cambio en b3, y es precisamente

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198 Desmontando la Siciliana 2

un jugador chino, Bu Xiangzi el que ha revita­lizado esta línea. 10...l0xb3 ll.axb3 a6 12.h4!± Spassky-Geller, Riga 1965; 10 ... a6 11.0-0-0 l0xb3+ 12.axb3 bs 13.h4 hs si no el ataque blanco va muy rápido 14.ih6 b4 1S .ixg7 �xg7 16.ltlds ltlxds 17.lüc6 Wb6 18.exd5i.

11.0-0-0 n.ih6?!, recomendada en DLS, parece lo más natural, pero se encuentra con un tratamiento cada vez más frecuente en el dragón: 11...1xh6! (11..J3c8 12.h4 lüc4 13.ixc4 lhc4 14.ixg7 <J;;xg7 1S.h5! el ataque blanco se desarrolla en la forma habitual de "piloto automático") 12.1Mfxh6 eS! Este es el tema, feo pero concreto, los caballos blancos no alcanzan con rapidez las casillas más favo­rables y las negras logran la ruptura deseada en ds. 13.l0de2 l0xb3 14.axb3 bs 1S.'tydz La dama sola no va a dar mate y acaba regresan­do para participar en el juego central, pero ni así. 15 ... b4 16.ltla2 ds! 17.exds as 18.0-0 1Mlb6+ 19. Wh1 Salgado López-Can, Herceg Novi 2008. Y ahora con 19 ... gfd8 para recuperar el peón de ds y si 20.c4 bxc3 21.ltlaxc3 ie6:j: las ne­gras no pueden quejarse del resultado de la apertura) ll ... lüxb3+ ll .. ,gc8 12. �bl y ahora o bien las negras saltan a c4 trasponiendo a la vieja variante principal que analizamos en la última partida de este capítulo o bien cambian en b3, haciendo poco elástica la jugada !k8. 12.cxb31M/as 13.Wbl gfc8 (13 ... gfd8!?) 14.g4! bs Y ahora recomiendo la inédita 15.a3!, con idea de b4, y si 15 ... b4 (15 .. J3ab8 16.b4 1Mfd8

17.h4;!;) 16.l0az es 17.l0ez §'bs 18.a4;!; Las blancas logran cerrar el flanco de dama y pue­den concentrase en su propio ataque.

9 ... l0es?l Acaba trasponiendo a las líneas principales, pero permite a las blancas un rá­pido ih6 que puede ser molesto. lO.ib3 id7 ll.ih6!?

9 .. .'e!c7 No tiene interés independiente porque las negras acaban jugando id7, aun­que a veces lo hagan después de la maniobra l0e5-c4 y por tanto trasponen a 9 ... il.d7 y 10 ... Wc7.

9 ... Was 10.0-0-0 y ahora o bien 10 ... id7 (o 10 ... ltlxd4 ll..ixd4 ie6) ll.ib3 gfc8 trans­poniendo.

9 ... a5?! Parece prematuro lanzar este peón cuando el blanco ni siquiera se ha enro­cado largo. Es una vieja línea de Donald Byrne, que no ha cuajado en la práctica. Las blancas detienen el peón negro en aS, enrocan corto y aprovechan las debilidades creadas. Como ejemplo debe servir el tratamiento con blan­cas del hermano del inventor, que debía sa­ber bien los puntos débiles de la idea. 10.0-0 De todos modos el orden 10.a41 es más exac­to. IO ... lües?l En las variantes con aS, casi siempre es preferible cambiar un caballo blanco y situar el alfil en c6. Además las negras pierden la ocasión de dar un paso más con su peón. 10 ... l0xd4 ll.ixd4; 10 ... a4! 11.ib3 id7 12.a4! Ahora todo está en orden. 1 2 ... l;c8 13.§'ez ltlc6 14.ltldbs! Evitando el cambio. 14 ... ie6 lS.lOds l0b4 16.ib6 §'d7 17 .'e!dz± Con un absoluto dominio posicional. Byrne-Kaplan, Puerto Rico 1967.

9 ... l0xd4!? Este cambio, combinado con el desarrollo del alfil a la casilla e6, es sin ningu­na duda, la variante más importante de este grupo. Fue popular en los primeros tiempos

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Capítulo 16: 4...!i)f6 S.!i)c3 g6 Variante del Dragón 199

del Rauzer, pero más tarde cayó en desuso, puesto que lleva a un final con pocas perspec­tivas. En algunas de sus líneas se han analizado con detalle finales de peones, pero sin llegar a una conclusión definitiva. Hay que reconocer que es una elección muy limitada para el juga­dor de las negras pero el de blancas debe estar muy bien preparado si quiere aspirar a algo. 10.�xd4 �e6 (D)

Con otras jugadas es difícil justificar el cambio en d4. La alternativa más frecuente es una transposición: 10 ... \Was 11.0-0-0 ie6 12.�b3 lleva a la misma posición. l l.�b3! Las blancas no quieren reforzar el control de la casilla ds y por el contrario invitan a que sea el negro el que cambie y "refuerce" su enroque. l l ... �as La fidelidad de las negras a esta jugada es casi absoluta. 11... �d7 (apo­yando los avances bs o a5-a4) 12.h4 as 13.h5 a4 14.ixe6 �xe6 15.hxg6 fxg6 16.0-0-0 (Me parece mejor 16.a3!?;!;, conformándose con un tratamiento más posicional) 16 ... �f7 17.Wb1 EEfc8 18.lüds lüxds 19.ixg7 Wxg7 20.�xds �f6 2l.a3 EEcs 22.1.1!/xb7 EEac8 23.e5 W!xes 24.EEdel EE8c7 25J�xe5 �xb7 26.�xc5 dxcs 27.EEh4 �a7 28. Wa2 con ligera ventaja. Santo Roman-Parmentier, Plancoet 2002; la torre blanca es más activa. 11...EEc8 12.0-0-0 i.xb3 13.cxb3 ds es una variante bastante sólida 14.exds (14.e5 lüd7 15.f4) 14 ... 1.1!/xds 15. Wb1 Wffs+ 16.Wid3 \Wxd3+ 17.EExd3±. 12.0-o-o bs 12 ... ib3 o 12 ... �fc8 pueden trasponer a la

variante principal. Los intentos de hacer un juego independiente son muy peligrosos, de­bido a la solidez del enroque blanco después de la captura "anti posicional" cxb3. Sin em­bargo hay una línea que si merece la pena in­vestigar: 12...�fc8 13. Wbl EEc6 (o bien con el cambio previo en b3) 14.h4 i.xb3 15.cxb3 (15. axb3?! l!a6t) 15 ... bs 16.ixf6 i.xf6 17.lüds 1.1!/xd2 18.l!xd2! (18.lüxf6+ Wg7!=) 18 ... @g7 19.g4 e6 (19 ... h6 20.f4) 20.lüb4 l!cc8! (20 ... :Bc7 21.:Bxd6 �e7 22.�c6±) 21.f4 con una cier­ta iniciativa. 13.Wbl EEfc8 14.EEhel! No hay nada en el final 14.ixf6 ixf6 lS.lüds W!xdz 16.lüxf6+ Wg7 17.lt:lhs+ gxhs! 18.:!hd2 EEcS= y es peligrosa la carrera de ataques. 14.h4 i.xb3 15.cxb3 b4 16.li:le2 EEc6!t. 14 ... hb3 15.cxb3 b4 16.i.xf6 bxc3 (16 ... i.xf6 17.lt:lds±) 17.i.xc3 i.xc3 (17...gxc3? 18.�e2!!) 18.bxc3 W!xc3 19.Wfxc3 EExc3 zo.EEcl EEac8 21.EExc3 gxc3 22.EEcl EExcl+ 23.Wxcl;\; (D) Somborski­Vujadinovic, cr. 1992.

Este es el final en el que desemboca muy a menudo esta variante. Creo que no es objetivo de este libro agotar el análisis de esta posici­ón, pero sí dar el mejor consejo práctico posi­ble. Casi todas las partidas que han llegado a esta posición han sido por correspondencia, y el porcentaje es muy favorable a las blancas. Las pocas partidas ganadas por las negras lo han sido por exceso de ambición de su rival. En resumen: yo no lo jugaría con negras, pero hay gustos para todo.

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200 Desmontando la Siciliana 2

10.0-0-0 (D)

lO ... l!Jas De acuerdo con el comentario de Anand a

esta jugada, si las negras no llevan el caballo por eS es que tienen otros planes, distintos a cambiarlo en c4 y tal vez merece la pena frus­trarlos. Consideremos primero las otras alter­nativas:

lO .. J!bS Se estudia en la partida 16.05. lO ... tt:\es traspone casi siempre a 10 .. Jk8

o a lO ... W/aS que se estudian a partir de la partida 16.06.

10 ... W/c7!? Tiene como idea principal ha­cer la maniobra típica de cambio en c4 y dejar situada en dicha casilla a la dama, que unida al avance b5-b4 crea problemas en a2. ll..ib3 y ahora:

a) Posiblemente no hay tiempo para situar la torre en c8 y da más esperanzas continu­ar con ll...tt:\as!? 12.ih6 tt:\c4 13 . .ixc4 'ªxc4 14.h4 bs 15.hg7 Wxg7 16. \t>b1 b4 y se llega a una situación crítica, donde las blancas deben entregar un peón para mantener la iniciati­va. 17.tt:\ds! tt:\xds 18.exds Wxds 19.h5 gxhs? (19 ... h6 zo.hxg6 Wgs 21.f4 Wxg6 22.g4±) 20.g4!+- Lammens-Afek, Alemania 2006;

b) u ... tt:\es?! 12.!gs tt:\c4 13. We2í; e) ll.JHcs 12.h4 tt:\es 13.h5 (Merece la

pena investigar el orden 13.ih6! porque si las negras siguen igual l3 ... .ih8 se encuen­tran con 14.h5 tt:\c4 15.hxg6!± y no pueden

capturar con el peón f, lo cual puede desem­bocar en un desenlace fulminante, por ejem­plo: 15 ... hxg6 16.ixc4 W/xc4 17.ifs í':!xf8 18Jhh8+ wxhs 19.W/h6+ @gs zo.tt:Jds E!fes 21.llJxf6+ exf6 22.í':!hl+-) 13 ... llJc4 14.ixc4 W/xc4 1S.ih6 !hs 16.!gs! El ataque blanco va muy rápido. 16 ... bs 17.hxg6 fxg6 18 .. bf6 ixf6 19.llJdsl !xd4 (19 ... W/xa2 zo.W/h6 'ªal+ 21. wdz Wxbz zz.llJxe7+!+-) zo.llJxe7+ <;!{f7 (20 ... Wf8 21. tt:Jxc8! 13xc8 22.c3+-) 21. 13xh7+ ig7 2Z.c3!±.

10 ... 'ªb8 Una variante de aspecto extraño, pero muy atractiva para jugadores emprende­dores. ll.h4 (D) El primer paso es iniciar rá­pidamente el asalto clásico al enroque negro. Y ahora:

a) 1 1...13c8 1Z.!b3 llJxd4 [lZ ... as 13.a4! hs

(13 ... llJxd4 traspone a 12 ... tt:Jxd4) 14.g4 hxg4 15.hs�] 13.ixd4 as 14.a4! bs lS.llJds! Es la refutación propuesta por ECO y que nadie ha puesto en cuestión hasta ahora. 15 ... llJxd5 (15 ... es?! 16 . .ixe5! dxes 17.llJxf6+ ixf6 18. Wxd7+-) 16.ixg7! lt:Jb4 (16 ... <;!txg7 17.!xds !c6 18.h5l+-) 17.h5 Wxg7 18.hxg6 hs 19.i':!xhs E!hs zo.E!dh1+-;

b) ll...h5 1Z.ih6 í':!c8 13.ixg7 Wxg7 14.tt:Jds llJes 1s.tt:Jxf6 exf6 16.!ez bs 17.g4± Swartz-Inarkiev, Children's Chess (ol) 1999;

e) l l ... bs La idea inmediata de la jugada de dama. 1Z . .ib3! (D) Las diferentes capturas del peón llevan a una fuerte iniciativa negra.

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Capítulo 16: 4 ... li:Jf6 5.li:Jc3 g6 Variante del Dragón 201

Por el contrario esta modesta retirada es capaz de sacar provecho del "amontonamiento" un poco antinatural de las piezas negras. Y ahora:

el) 12 ... a5!? Es la jugada más amenazadora y la que ha provocado mayor volumen de análi­sis, pero actualmente parece fuera de juego: 13.lüds! Planteando simples amenazas tácti­cas sobre las piezas negras. 13 ... lüxd5 (13 ... a4? 14.lüxc6! axb3 15.lüxb8 bxa2 16.lüxe7+ �h8 17.'?9b4 al '?9+ 18.�d2 \Waz 19J�al+-; 13 ... l::!e8 14.lüxf6+ ixf6 lS.hs a4 16.i.ds±) 14.ixd5 l::!c8 15.h5 Ahora las blancas reanudan su ataque, y en el enroque negro falta el impor­tante caballo. 15... '\Wc7 [1S ... b4 16.hxg6 hxg6 17.ixc6 (Seguimos unos conocidos análisis de Vulfson, pero no veo defensa contra 17.g4!? a4 18.Wh2+-) 17 ... ixc6 18.ih6 ies 19.lüfs '?9c7 20.if4!+-] 16.hxg6 hxg6 y ahora lo más senci­llo es capturar el peón: 17.lüxbs!?±.

c2) 12 ... lüas Es mucho menos conocida, pero quizás la última esperanza de resuci­tar 10 ... \Wbs. 13.h5 (13.lüds Si la siguiente idea de Golubev no es refutable entonces toma sentido esta recomendación de Miles y Moskow. 13 ... lüxb3+ 14.lüxb3 lüxd5 15.exd5;!;) 13 ... lt:lxb3+ (Sugerida por Golubev, pero sin confirmación práctica. 13 ... lt:lc4?! 14.ixc4 bxc4 15.ih6 '?9b7 Hartikainen-Kortelainen, FIN cr. 1980; 16.hxg6 fxg6 17.ixg7 �xg7 18.lt:lds±) 14.cxb3 (14.lüxb3!?) 14 ... b4 lS.lüds lüxds 16.exd5 '?9b7 17.hxg6 hxg6oo es una po­sición oscura que necesita pruebas.

c3) 12 ... �c8 13.hs lüas? (Temática pero ahora llega tarde. 13 ... lt:lxd4 14.il.xd4 eS 15.hxg6 exd4 16.gxf7+ �f8 17.\Wxd4±; 13 ... b4 14.lüds lüxds ts.ixds a5 16.hxg6hxg617.g4± con la amenaza imparable \Whz; 13 ... lt:lxhs 14.g4 lüf6 1S.lt:lds±; 13...a5 14.hxg6 hxg6 1S.ih6 il.h8 16.i.f8!+- una maniobra frecuen­te) 14.hxg6 ltJxb3+ 15.tt:lxb3 fxg6 (15 ... hxg6? 16.ih6 ih8 17.i.f8!!+-) 16.tt:ld5!+- Cambian­do los defensores, siempre con ganancias de tiempo que no permiten a la cortina de peones negros llegar a su destino. Pavlovic­Karapanos, Panormo (zt) 1998.

ll..ie2!? Tratando de quitar sentido a la maniobra

del caballo, que naturalmente puede volver al redil teórico cambiándose en c4. No hay motivo para rechazar de plano la retirada a b3, pero comparada con la recientemente estudiada variante 10 .. J�b8, las negras pueden cambiar en b3 y hacer una jugada más útil.

ll.ib3 traspone al comentario a la jugada 10 ... tt:la5.

ll..J�c8 12.<jrb1 a6?! Las negras intentan a toda costa mante­

nerse fuera del sendero teórico y resbalan. 1 2 ... tt:lc4 13.ixc4 �xc4 14.g4 traspone a la partida 16.07.

13.g4 bs 14.h4 (D) Como hemos visto muchas veces el plan

negro con a6-b5-b4 es lento y no liga muy bien con el desarrollo del alfil a d7 y la torre a c8.

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202 Desmontando la Siciliana 2

Mientras tanto el ataque blanco va avanzando de la forma habitual.

14 ... e6 Las negras controlan la casilla ds para

continuar con b4. Parece amenazador, pero las blancas tienen una respuesta adecuada y la operación resulta en la creación de nuevas debilidades.

14 ... tbc4 15.ixc4 .E!xc4 16.h5± Las jugadas a6 y bs no parecen muy útiles para el ataque negro; 14 ... b4 15.lt:lds lt:lxds 16.exds±.

IS.a3!± No es una jugada típica, pero en este mo­

mento resulta muy útil al cortar de raíz la amenaza b4.

lS ... hS Una vez parada su amenaza, las negras

deciden que no pueden permitir hs, veamos porque: 15 ... &Llc4 16.ixc4 1i!xc4 17.tbb3! ata-cando d6 17 ... lt:le8 18.�h6±; 15 ... e5 16.lt:lb3 (16.lt:lfs!?) 16 ... lt:lxb3 17 .cxb3 �e6 18. Wa2± (18. Wxd6!?).

I6 . .tgs! Con la clavada del caballo, la amenaza

gxhs gana en fuerza. 16 ... hxg4 (D) Permitiendo la ruptura en cadena típica de

estos ataques. La alternativa es desclavar el caballo:

16 .. .'�b6 17.ixf6 .ixf6 18.gxh5 t!Jc4 19.hc4 bxc4 (19 ... 1i!xc4 20.t!Jb3±) 20.hxg6±; 16 ... es 17.lt:lds! (17.lt:lb3!?) 17 ... exd4 (17 ... &Llc4

18.�xc4 bxc4 19.lt:le2±) 18.�xf6 ixf6 19.lt:lxf6+ Wxf6 20.Wxast.

17.hs! gxhs Hemos llegado al momento de las varian­

tes concretas y ninguna de ellas salva a las negras: 17 ... Wb6 18.h6! �h8 19 . .ixb5!+- (19. h7+!?); 17 ... gxf3!? 18.lt:lxf3 .E!xc3 (18 ... gxhs 19.Wxd6+-) 19 . .ixf6 ixf6! 20.bxc3±.

1sJ�xhs :!:ks 18 ... g3 19 . .E!h3!+-; 18 ... es?! 19 . .ixf6! ixf6

20.lt:lds 1i!e8 21. Wh6+-; 18 ... gxf3 19.ixf3 (19. &Llxf3 .E!xc3 20 . .ixf6 Wxf6 21. Wxc3 Wxc3 22.bxc3í) 19 ... lt:lc4 20.Wg2 &Llxa3+ 21.bxa3 1i!xc3 22 . .E!h6!+-.

19.fxg4! Una jugada práctica. Las blancas recompo­

nen la igualdad material y mantienen las ame­nazas, añadiendo algunas nuevas como &Llfs.

19 .. J�xc3!? Intentando aprovechar la "reciente" debi­

lidad de e4, pero encontrándose con una res­puesta sencilla.

zo . .txf6! 20.Wxc3 también debe dar ventaja pero

permite cierto lío. 20 ... lt:lxe4 21. We3± zo .. JWxf6 20 ... .E!xc2 21 . .E!h8+!; 20 ... ixf6 21.Wxc3 .E!e8

22 . .E!dh1+-21.Wxc3 tLJc4 Las negras se conforman con eliminar

el ataque blanco pero una calidad y un peón están difícilmente compensados.

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Capítulo 16: 4 ... ltJf6 5. ltJc3 g6 Variante del Dragón 203

ZZ.�xc4 bxc4 23.Wxc4+-!k8 24.Wxa6! We7 zs.gh3 �f6 Z6J:�b3 �es Z7.li.Jf3 if4 28.gb4 ds 29.exds Wcs 30.c3 1-0

Partida 16.05 Domínguez L. - Carlssen M.

Linares, 2009

l.e4 es Z.tLlf3 d6 3.d4 tLlf6 4.tLlc3 cxd4 s.t:tJxd4 g6 6.�e3 �g7 7.f3 o-o 8.Wdz tLlc6 9.ic4 �d7 10.0-0-0 gb8!? (D)

La variante que ha aumentado más su popularidad en los últimos años, a la que se ha denominado Variante China. La posición de la torre detrás del peón no ofrece una gran confianza, pero se justifica por los análisis y los resultados.

ll.i.b3 tLlaS Completando la idea de la jugada anterior,

el caballo se cambiará por el alfil y el peón b se dispone a avanzar. Il...ébes Es ilógica no teniendo el caballo apoyo en c4. 12.f4! li.Jeg4 13.h3 li.:lxe3 14.1llVxe3 y aunque se ha perdido el alfil de casillas negras, el avance eS va a de­sorganizar a las piezas negras. 14 ... e6 (14 ... es lS.fxes dxes 16.li.Jf3í el alfil de '67 queda enter­rado y las blancas tienen una buena casiUa en ds) lS.eS! dxeS I6.fxes li.Je8 (16 ... li.JdS I7.li.Jxds exdS 18.i.xds 1llVaS 19.lilf3±) 17.li.Jf3±.

12 . .ih6 El cambio del alfil sigue siendo el plan más

lógico de las blancas.

1Z ... ixh6 Es útil desplazar a la dama del juego en el

centro. 12 ... bs 13.ixg7 (13.li.Jds?! intentando

trasponer al comentario a la jugada 1S, se en­cuentra con 13 ... li.Jc4! 14.li.Jxf6+ exf6 1S.i.xc4 �xh6 16.1llVxh6 bxc4 17.c3 1llVas+) 13 ... @xg7 14.li.Jds li.Jxds (14 ... li.Jc4 tal vez sea lo mejor, pero no es atractivo para las negras. 1S.�xc4 bxc4 16.li.Jxf6 exf6 17 .1llVc3 y está claro que na­die quiere salir de la apertura así. Rodríguez Guerrero-Charbonneau, La Roche sur Yon 2006) 1S.exd5 li.Jc4 16.�xc4 bxc4 17.Wc3 @g8 18.gdel (No está mal presionar en la colum­na semiabierta, pero es discutible que esta torre sea la adecuada. 18.:!3helí; 18.h4! es otro plan, sano y ambicioso. 18 ... 1llVc8 19.h5 Wcs 20.l3hel± Wxd5?21.tt::le6+-) 18 .. J:k8 19.h4 gcs 20.h5! E:xds 21.hxg6± Pranav-Arribas López, Kemer 2007.

13.Wxh6 bs 14.g4!? (D)

Esta jugada ha gozado de éxito durante algunos años, pero precisamente la partida del texto pone algunas dudas sobre la ventaja blanca. La idea es apoyar un salto del caballo blanco a fs.

14.lt:'lds!? Es un tratamiento posicional, menos ambicioso, pero que puede ser bas­tante para incomodar a las negras. 14 ... e5 [14 ... li.Jxb3+ IS.lt:lxb3 es no parece muy sano; 14 ... e6 15.li.Jxf6+ Wxf6 16.h4í y las blancas

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204 Desmontando la Siciliana 2

tienen mejor estructura y un rey algo más seguro. 16 ... !!fd8 (16...1Mlg7 17.1M/gs! 1M/es, Kudrin-Shabalov ICC 2009, y aho­ra lo mejor parece 18.l3d2! preparándo­se para el final) 17 .hs 1M! g7 18. 1M! gs 1M! es 19.1Mixes? dxeS 20.l!Je2 ic6 Burnoiu­Georgescu, Bucarest 2008; 14...l!Jxd5?! lS.exdS;!; permitirá a las blancas presionar có­modamente a través de la columna e] 15.l!Jfs l!Jxb3+ 16.axb3 hfs 17.exfs l!Jxd5 18.l3xds l3b6 19.fxg6 fxg6 20J1�hdi;!; Kovacevic­Cebalo, Borovo 2005; y la mejor estructura de las blancas les ofrece un futuro apacible.

14 ... b4 14 ... l!Jxb3+ 15.l!Jxb3 y es difícil no tras-

poner, por ejemplo: lS ... aS 16.eS! dxes 17.gS l!Je8 18.l!Jcs l!Jd6 19.!!xd6 exd6 20.tt:\3e4 fs 21.tt:\f6+ !!xf6 22.gxf6+-.

14 ... es? justifica la idea blanca lS.l!Jfs! gxfs (lS ... ixfs es lo relativamente mejor 16.exfs l!Jxb3+ Casares Cabanas-Argandoña Riveiro, León 2006; 17.axb3! s!?hs 18.l!Je4±) 16.g5! l!Jxb3+ 17.axb3 l!Je8 18.l!Jds+- Gopal-Li Chao, Martuni 2007.

lS.�ds �xb3+ 15 ... e6 (D) es una extraña jugada, no tan

fácil de refutar.

16.l!Jxf6+! (solo se ha jugado 16.�e3 pero después de 16 ... s!?hs!oo amenazando tt:\gs, las blancas pierden tiempos para reorganizarse) 16 ... 1Mlxf6 17 .h4 y las negras deben adelantar­se al clásico plan de apertura de la columna

h. 17 ... 1Mlg7! 18.Wgs Wes 19.'ª'e3t pero la posición blanca es más sana.

16.�xb3 �xds 16 ... es y ahora en vez de h4 de Petr-Porat,

Brno 2006, que permite el cambio del caballo en ds, propongo 17.l!Je3! preparando el ata­que h4-h5 y especulando con el salto a fs. Por ejemplo: 17 ... .ie6 (17 ... .ibs 18.!!hgl seguido de l!Jfs; 17 ... We7 18.h4 as 19.hs l3bs zo.l!Jdz l3c8 21.gs l!Jxhs zz.�dc4 ds 23.gxhs! gxhs 24.�d6+-) 18.h4 Wc7 19.hs gbc8 zo.gdz l3fds 21.1Ml gs l!Je8 zz.f4 f6 23. Wh6 gs 24.fxgs±.

17 .exds gb6! (D)

La última mejora de las negras en esta variante, que pone la pelota en el lado de las blancas. Se defiende d6 para jugar eS y tomar con peón en e6. Ahora mismo hay muy pocas partidas con esta continuación (3 en mi base en el momento en que lo escribo), pero es fácil pronosticar que esta lfnea sufrirá un escruti­nio intenso muy pronto.

17 ... as?! Ahora la carrera es desfavorable 18.h4 a4 (18 .. .f6) 19.h5±;

17 ... es Es la principal alternativa, pero deja un claro objetivo en d6. 18.dxe6 he6 19.@bi! La solución modesta, porque las blancas no han conseguido su objetivo con los ambiciosos saltos del caballo: 19.l!Jd4!? .ixa2! zo.l3hel (20.b3 Was 21.l3d3 l3bc8 22.l3el Wa3+ 23.'tt>dl ib1 24.Wcl Wal 2S.@ez gfe8+ 26.@f2 !!xel 27.Wxel 1Mib2 28.Wxb4 .ixc2 29.1M/dz Wbl 30.gc3 gxc3 31.Wxc3oo y toda-

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Capítulo 16: 4...liJf6 5.liJc3 g6 Variante del Dragón 205

vfa es difícil de valorar) 20 ... �e6 21.tüc6 V!ic7 22.tüxb8 gxb8 23.V!id2 b3!�; 19.tücs Wic7! Un sacrificio de calidad similar al de la varian­te anterior. 20.tüa6 Ninov-Cabrera Trujillo, Huarte 2007 y ahora 20 ... Wi a5! 21.tLlxb8 gxb8� Otra vez cae el peón de a blanco. 19 ... ixb3 No se puede permitir que el caballo llegue a d4, con absoluto dominio posicional. 20.axb3 Wc7 21.Wd2! �fes 22.h4 La diferencia con otras posiciones de esta variante es evidente. El contrajuego negro ha quedado reducido al mínimo y las blancas tienen la mejor estruc­tura y un molesto asalto de peones. Las blan­cas tan solo deben estar atentas al paso de dos piezas mayores por las casillas aS y a6. 2 2 ... Wc6 23.f4 gbs 24.ghz! (amenazando ya V!id6) Z4 ... ds zs.Wd3 (zs.hs �as 26. Wixb4 '1Wa6?) 25 ... �a5 26.�e2;!;.

17 ... ia4 Es algo artificial y las blancas no se van a dejar cambiar el caballo. 18.tLld4! Wa5 19.h4! gfcs (19...\Wxds? zo.hs+-) 20.@bl! Wxds 2l.b3 .id7 Kritz-)ianu, Plovdiv 2008 y ahora 22.�hel! con la doble amenaza lLlfs y �e7 deja a las negras sin respuesta.

18J:!hel?! Solo visualmente se opone a es. 18.h4!? (D) Parece la jugada más lógica,

puesto que no se puede evitar eS.

18 ... e5 Maslak-Porat, Pardubice 2008; y ahora las blancas tienen dos planes muy dife­rentes, uno basado en el cambio de peones y

aprovechar la estructura más débil de las ne­gras y otro basado en mantener la estructura actual y llevar el caballo al ataque. El primero es el único que se ha jugado y analizado, pero probablemente el segundo sea más promete­dor: 19.tüd2!? 19. �bl con la misma idea es paradójica, porque después del movimiento de rey no es posible llevar el caballo al ataque 19 .. .fs!; 19.dxe6 fxe6 20.�d3 úugado en la par­tida o bien 20.�h3 Wf6 21.h5 �e8 zz.Widzoo; 20.lt:ld2 recomendado por Khalifman a lo que puede seguir 20 ... d5! que llevan todas ellas a una posición compleja). 1 9 ... ga6 zo.hs (20.lt:le4 solo lleva a tablas zo .. .fs Zl.lt:lgs Wie7 22.hs gf6 23.�bl '1Wg7 24.hxg6 Wxh6 25J'!xh6 gxg6 26.�xh7 ie8 27.gdh1 gxgs 28.gh8+ �f7 29.glh7+ @g6! 3o.gh6+ @f7=) zo ... gs 21.lt:le4 f6 22.@bl La dama blanca está atra­pada, pero no es posible capturarla y si las torres llegan a apoyar el ataque, será decisivo, por lo tanto es necesario cambiarla. 22 ... �f7 23.ghel �f8 24.Wfxf8+ gxfg 25.ge3 �g7 (zs .. .fs!? 26.lt:lxg5 fxg4 27.fxg4 g[4 28.lt:le6;!;; 25 ... h6 26.a3 fs 27.gxfs .ixfs 28.axb4;!;) 26.a3 bxa3 27 .gxa3 �xa3 28.bxa3;!; y las negras de­ben hacer un rápido contra juego ante la debi­lidad de su peón d6.

18 ... e5! 19.dxe6 fxe6 zoJ&e3 !:lf7 21.ctJd2?!

21.f4 '1Wf6 22J!ed3 Wxf4+ 23. Wxf4 gxf4 24.gxd6 �xd6 ZSJ�xd6=.

21...ds zz.étJb3 Wfc7 23.\t>bl !:lbs 24.!:ldel ik8+

Las negras toman claramente la inkiativa. 25.!:lle2 zs.c3 as 26.gcl Wb6+ 25 ... Wib6! [zs ... as?! 26.lt:ld4] 26.h4 d4

27.!:le5 d3! 28.cxd3 !:lxf3 29.d4 i.bs-+ 30J;ze3 id3+ 31.\t>al Wixd4 32.!:lxe6 !:lfl + 33.!:lel Wfxg4 34.!:lxfl Wixe6 35.ctJc5 Wfez 36.gcl �fs 37.Wff4 as 38.h5 Vffe7 39.Wic4+ i.e6 40.Wicz Wfgs 41.hxg6 hxg6 42.a3 bxa3 43.Wfc3 axb2+ 44.\t>xbz Vffds

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206 Desmontando la Siciliana 2

45Jk2 a4 46.�al a3 47.'&e3 �f7 48JMfc3 gs 49.'&e3 ges so.'&c3 gez Sl.l0b3 gxcz sz.Y:Vxc2 '&eS+ 53.�bl �g7 54.-&dz hb3 1-0

Partida 16.06 Kotronias V. - Ristic N en.

Cutro, 2004

l.e4 eS 2.lLif3 d6 3.d4 cxd4 4.l0xd4 lLif6 s.l0c3 g6 6.�e3 ig7 7.f3 o-o s.Y:Vdz l0c6 9 . .ic4 i.d7 10.0-0-0 gcs (D)

La variante que desbancó a la clásica 10 ... Wa5 que estudiamos en las partidas 16.09 y 16.10. El éxito continuado de �k8, se apoyó en varios complicados sistemas, pero sobre todo en la llamada variante Soltis (a base de hs) defendida con éxito por Miles y otros grandes maestros, pero actualmente está también en crisis.

ll.ib3 lLixd4 12.hd4 bs Una variante relativamente rara hace

unos años, pero que ha gozado de cierto éxi­to hasta conseguir situarse como la princi­pal alternativa a tt:les que estudiaremos en las próximas partidas. La idea no puede ser más lógica, cambiar el caballo y lanzar de in­mediato los peones a y b, y lleva a posiciones de gran tensión.

13.lLids Me inclino por recomendar este tratami­

ento posicional, porque la carrera de ataques, tan pronto parece favorecer a las blancas,

como llevar a posiciones oscuras y promete­doras para las negras.

13 ... lLixds 14.hg7 �xg7 lS.exds (D) La posición que las blancas buscan. El peón

en ds presiona el juego negro y las blancas pueden combinar dos planes: asalto a través de la columna h y presión en la columna cen­tral semiabierta. Las negras comprenden que tienen pocas posibilidades en el largo plazo y siguen su ataque en el lado de dama al mismo ritmo trepidante de la variante principal h4.

15 ... a5 16.a3 b4 La entrega de peón es la continuación crí­

tica. Puede parecer precipitada, pero las alter­nativas no han dado resultados.

16 ... ifs?! 17.g4! a4 En otro caso ifs es una pérdida de tiempo. 18.ha4 bxa4 (18 ... ixg4 19.fxg4 bxa4t) 19.gxfs±.

16 ... Wb6 17J;�hel �fes 18.�e2! gc7 19.g4 �ec8 20. Wf4 El rey negro da una impresión de soledad preocupante. El estrechamiento del ta­blero en la columna e divide a las piezas negras en dos zonas incomunicadas. 20 ... ie8 21.c;!;>b1 �b8 22.�d4 Las blancas toman medidas contra la continuación a4 seguida de b4. Las negras no logran abrir el enroque blanco y a largo pla­zo están condenadas. 22 .. .f6 23.h4 if7 24.h5 (24.g5!? puede ser mejor) 24 ... Wcs 25.c3 gs 26.We4± Bruzón-Felgaer, Bled (ol) 2002.

17.axb4 axb4 18.%Vxb4 �g8 Lo más elástico. Otras continuaciones: 18 ... Wc7 19J3he1 ifs zo.gez gbg

21. �c3+! ± con un final muy superior.

Page 207: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 16: 4 ... l1:Jf6 5.!1:Jc3 g6 Variante del Dragón 207

18 .. J�b8 19. �c3+l �g8 20J3d4 (20.E:helt es lo natural) 20 ... �b6 2U�hd1 E:fc8 22.E:c4 E:xc4 23 . .ixc4 �f2 24.g4 �xh200 Jakubowski­Mamedov, Bakú 2002.

19J!he1 ge8 zo.gd4! Con una doble intención, pasar a la colum­

na e o a la h. 20.E:e3!? puede ser similar pero no se ha probado a un nivel tan alto.

zo ... gcs zo ... E:as 21.<j¡d1!t; zo ... E:bs 2l.�c3 \Wb6

22.�dl .ibs 23.E:de4!t. 21.�d1 V!ic7 21...Wa8 22. <j{e2 V!ia7 23. V!id2 E:bs

(Korneev-Carlsson, Dos Hermanas 2006) y aho­ra las blancas deben elegir entre seguir man­teniendo la tensión con 24.E:b4?!, o pasar a un final con una ventaja simbólica tras 24.\We3l? .ib5+ 25.c4 .ia6 26.E:xb8+ �xb8 27.V!id3 �xb3! 28.\Wxb3 ixc4+ 29.V!ixc4 E:xc4=.

zz.V!idz a8 23.�ez El rey tiene que seguir huyendo, pero pron­

to encontrará un lugar más seguro en el flanco de rey. 23.E:e3! es una interesante sugerencia del Informator. 23 ... E:al + 24. <j{e2 ifs 25.c3 E:hl (25 ... E:bs 26.ic4l E:cs 27.id3±) 26.<j{f2l±.

23 ... i.fs 24.c3! 24.\Wh6?! es interesante pero no del todo

clara: 24 ... ixc2! (24 ... e5 25.dxe6 ixe6 26. �fl! ixb3 27.cxb3 E:c2 28.i!h4 fs 29.�e3 E:xb2 30.E:a4 E:xa4 31.bxa4±) 25.E:h4 gsl 26.Wxg5+ ig600•

24 ... V!ib7 24 ... E:bs 25.ia4t y las blancas están muy

cerca de consolidarse tanto en el flanco de rey ( �fl) como en el de dama (ic6 y b4).

zs.i.c4? Es imposible ser preciso durante muchas

jugadas en una posición tan molesta. Mejor parece 25.E:b4! E:bs 26.<j{fl [y ahora 26.ic4! E:xb4 27.cxb4 E:b8 28.b3 (28.b5 id7) 28...�xb4 29.V!ixb4 E:xb4 3o.<j{dz <j{fs 31.<j¡c3 E:bs 32.E:al± y el final es muy favorable] 26 ... E:b8 Housieaux-Bijaoui, Condom 2005.

zs ... es! 26.dxe6 gxc4 27.gxc4 V!ibs 28.exf7+ �xf7 29.Vfif4 gs?!

29...gc8! 30.b3 ds pone a las blancas en estado crítico.

30.V!ixd6 V!ixc4+ 31. �fz ga7 3Z.V!ies �g6 33.g4 i.c8?! [33 ... id3oo] 34.Vfid6+ 'i!lf7?

Ahora son las negras las que tienen una posición desagradable de conducir y el tiempo no les debía sobrar. 34 ... Wg7.

35.Vlih6 V!! eS+ 36.�g2 gc7 37.V!ixh7++­�f6 38.Vfih8+ �g6 39.ge8 V!ic4 40.gg8+ �f7 41.gg7+ �e6 4Z.Vfih6+ 1-0

Partida 16.07 Bologan V. - Fedorov A.

Calcuta, 1999

l.e4 eS z.CiJf3 d6 3.d4 cxd4 4.!1:Jxd4 lLlf6 s.lLlc3 g6 6.i.e3 i.g7 7.f3 !1:Jc6 8.V!idz o-o 9.i.c4 i.d7 10.0-0-0! gc8 1Li.b3 lLles 12.�b1! (D)

La jugada que recomiendo, era hace un par de décadas variante oscurecida por la uni­versal 12.h4. Su popularidad ha subido como la espuma y actualmente pone en duda la corrección de la variante 10 ... i!c8.

Otro punto a su favor es que elimina la necesidad de estar preparado en una jungla teórica cada vez más intrincada. El punto parece ser que las blancas hacen una jugada útil en la mayoría de las variantes y obligan a las negras a definirse primero.

1 Z ... lLlc4 Sigue siendo la jugada más frecuente, pero

los resultados para las negras han sido ma-

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208 Desmontando la Siciliana 2

los, 31% contra el 47%, de lZ .. .l'!es!? que es actualmente la principal esperanza de las negras y se estudia en la partida siguiente.

12 ... 'ªa5 Lleva a líneas similares a la variante lO ... 'ªaS en peores condiciones.

12 ... a5 Con la amenaza a4 provoca una po­sición más trabada y un desarrollo de la par­tida más estratégico, pero las blancas siguen estando arriba, gracias a las magníficas ubi­caciones de sus caballos. 13.a4! tLlc4 14.ixc4 �c4 15.b3 l:k8 16.c!Ddbs! Aumentando el control de ds y evitando algunos trucos tácti­cos basados en la indefensión de los caballos. Por ejemplo: 16.g4 (más frecuente) 16 .. .'�c7 17.c!Ddbs c!Dxe4!? 18.lüxe4 i.xbs 19.axbs ds 20.c!Df2 a4 con cierta confusión. Cornette­Petrosian, Heraklio, 2002. 16 ... ie6 17.h4 hs 18.id4 'ªd7 19.ghel Perfecta centralización y preparación del plan con la ocupación de ds. 19 ... @h7 zo.gez (20.ltJds directo parece posible: 20 ... c!Dxds 21.i.xg7 Wxg7 22.exd5 ifs 23.c!Dd4±) zo ... 'ªds 21.c!Dds c!Dxds zz . .i.xg7 @xg7 23.exd5 id7 24.�d4± Lanka-Bindrich, Leutersdorf, 2001.

12 ... a6 Una jugada difícil de creer, pues­to que estamos harto de considerarla floja en las jugadas anteriores, pero que se ha ganado un cierto respeto al ser utilizada repetida­mente por Carlsen y una vez por Radjabov. Con todo, me sigue pareciendo sospecho­sa. 13.h4 hs Es la única jugada lógica, pues­to que si se permite hs se entra en variantes en las cuales @bl es una jugada útil y a6 una pérdida absoluta de tiempo. 14.g4 hxg4 Tam­bién prácticamente obligada, aunque 14 ... gc3 se podría considerar. lS.hS El tratamiento temático. lS ... c!Dxhs (15 ... gxc3 16.h6 �xb3 17.axb3 c!Dxf3 18.�xf3 ltJxe4) 16.gdgl Was Intentando mejorar 16 ... gcs 17.i.h6 @h7 18.!xg7 @xg7 19.f4! ltlc4 20.!xc4 �xc4 2l.f5 (con la amenaza �hs) 21...e5 (zl...ghs 22.�xg4±) Topalov-Carlsen, Bilbao 2008; y ahora 22.fxe6! fxe6 23.b3 obliga a las negras a dar la calidad y después de 23...�xc3 (23 ... �c5

24. �xg4 ±) 24. 'ªxc3 es 25.ltlf5+ !xfs 26.exfs !'hfs 27.gxg4± el ataque continua. 17.i.h6 !f6 Todo muy peligroso, pero las alterna­tivas parecen peores: 17 ... gxc3?l 18.!xg7 @xg7 19J::!xhs gxb3 zo.Wh6+l @f6 21.Wg5+ @g7 22.ltlxb3 Wa4 ZH!ghl �g8 24.!lh7+ @fs 25.Wh6+ @es 26.gh8+; 17 ... i.h8?! Pare­ce llevar de un modo casi forzado a un final poco apetitoso para las negras: 18.fxg4 ltlxg4 19.!lh4 Wcs zo.ggxg4 ixg4 2l.i.e3 i.e6 22.�xe6 ixc3 23.bxc3 Wxc3 24.�xf8 Wxdz zs.i.xd2±) 18.fxg4 hg4 (18 ... c!Dxg4 19.ltJfsl con ataque demoledor. Por ejemplo: 19 ... i.xfs zo.exfs !xc3 21.Wgs Wxfs 22.Wxg4! Wxg4 23.ihg4+- y no hay defensa para todas las pie­zas atacadas) Karjakin-Radjabov, Sochi 2008; y ahora en vez de la jugada de la partida 19. i.f8, con 19.i.f4! las blancas se garantizan una considerable ventaja: 19 ... ltlc4 20.'ªh2 hd4 21.�g4 rJJg7 (21...ig7 zz.ggsl es 23.gxh5+-) 22.Wxhs± y una vez más la compensación en peones por la pieza es insuficiente.

13.ixc4 gxc4 14.g4! (D)

Aparentemente, una jugada como otra más de las posibles en el ataque blanco, pero perfectamente dirigida contra las ideas ne­gras de hs y bs, como solo los análisis concre­tos pueden demostrar. Las negras han proba­do virtualmente cada jugada razonable en la posición, pero a día de hoy parece que la solu­ción está enjugadas anteriores.

14 ... bs?!

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Capítulo 16: 4...l1Jf6 5.l1Jc3 g6 Variante del Dragón 209

A pesar de presentarla como variante principal, debido al volumen de teoría, esta entrega de peón (que no será aceptada) puede calificarse como dudosa. Echemos una ojeada a las otras alternativas:

14 ... Wfc7?! Como preparación del ataque negro es impecable, pero en estos tiempos de análisis con engendros informáticos, no se puede uno despreocupar de los peones como en la vieja era. 15.g5 [15.h4!? (D. �c8) 16.h5 bs?! 17.hxg6 fxg6 18.g5 ttJhs 19.tLlds Wfds 20.b3 g4c5 21.CDfs! Rhodes-Matthew Paul, cr. 2000 tampoco parece malo, pero hay que contar con 16 ... gc3!?] lS ... lLihs 16.lbds §'ds 17 .ttJez (La amenaza ctJg3 entorpece la defen­sa del peón de a7) 17 ... ie6 18.ha7! Bologan­Chatalbashev, Bourbon-Lancy 1998 y va­rias otras partidas. No hay compensación suficiente por el peón.

14 ... ie6?! Con una idea similar a Wfc7, apilar piezas contra el enroque blanco, y con todo resulta lenta. 15.h4 Was 16.lbb3 Wfa6?! (16 ... W/c7 tal vez sea mejor, pero na­die la ha experimentado hasta ahora. 17.tLlbs W/d7 18.ctJSd4 parece favorable a las blancas) 17 .ih6! Antes de la que la torre se vaya de fs. 17 ... ixh6 18.Wixh6 �c3 19.bxc3 �k8 zo.hs La entrega de calidad no ha parado la furia del ataque blanco, que tiene ahora temas también en la octava fila. 20 ... �c3 2U�h2! Tratando de evitar líos, porque 21.hxg6 fxg6 22.g5 É1xc2!1 y las negras no pueden perder. 21 ... �a3? (21...gxf3 22.hxg6 fxg6 23.e5 ixb3 24.cxb3 dxes 25.g5 gf1 26.:Sxfl �xfl + 27. Wb2 lbhs 28.:Sd2±) 22.hxg6 fxg6 23.e5!+- Llobeli­Gallagher, Lausana 2001.

14 ... �bs!? Una de las alternativas más ra­zonables, por su idea y por sus resultados. Las negras preparan :Sfc8 seguido del sacrificio temático :Sc3. 15.h4 :Sfc8 16.h5 �c3!? (D) Después de esta jugada las opiniones son bas­tante coincidentes. Las negras no deben tener compensación suficiente, pero en la práctica

no es fácil jugar con las blancas y los resulta­dos de las negras son buenos. Las otras posibi­lidades son sólo sufrir y sufrir: 16 ... bs 17.hxg6 fxg6 18.tLlds± ttJxds 19.exds W/b7 20.Wh2 h6 2l.ixh6 �xd4 22.�de1 ifs 23.ixg7 @xg7 24. W/h7+ Wf6 2s.gxfs gxfs 26.�e6+ 1-0 Al Sayed-Somev, Dubái 2001.

17.bxc3 �c7 18.hxg6 fxg6 19.tLlb3 ie6 Las negras no están preparadas para recuperar un peón: 19 ... Wxc3?! 20.�xc3 �xc3 21.�d3!± y deben elegir entre cambiar la torre o dejar que las blancas vuelvan a recuperarlo. 20.id4 if7 (20 ... as 2l.g5 ttJhs 22.ixg7 tLlxg7 23.f4 a4 24./l)d4 if7 zs.Wd3± para seguir con fs) Zl.Wfhz! (con idea de es) 21. .. es 2Z.ie3 as (22 ... Wxc3 23. :Sd3 Wb4 24.g5 /l)hs 25. W dz ±) 23.Wd2 a4 24.lLic1 dsl? Tratando de activar­se, pero con escaso éxito. Con otras jugadas las negras pueden mantener la posición tensa, aunque es difícil creer que la compensación sea bastante. (24 ... /l)es!?) zs.gs! liJes 26.exds lLid6 (Tseshkovsky-Kopjonkin, Presov op 2000) 27 .Wid3 lbc4 zs.ttJez±.

14 ... a6?l Adolece de la lentitud habituaL 15.h4 bs 16.h5 b4 17 .lLids lLixd5 18.exds Was 19.hxg6 fxg6 zo.Whz �f7 21.lL1fs (21.Wfe2!+­:Sc7 22.gxh7) 21...ixfs zz.gxfs :Shs 23.Wgz 1-0 Rodrfguez-Benvenga, ICCF Email 2001.

14 ... �a5?! Intentando trasponer a la variante lO ... Was en una versión concre­ta (con las jugadas g4 y �bl de las blancas),

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210 Desmontando la Siciliana 2

pero con un juego enérgico las blancas pue­den asegurarse la ventaja. 1S.l!Jb3 �a6 16.e5! El tratamiento directo. 16 ... Cl:lxg4 (16 ... CLJe8 17.Cl:lds±) 17.fxg4 ixg4 (17 ... ixes? 18.Cl:lds �e8 19.h3+- y las negras no tienen compen­sación. Bauer-Van Wely, Enghien les Bains 2001) 18.�dfl! (Parece más fuerte que 18.exd6 ixc3!00) 18 ... dxe5 18 ... 1xe5 19.Cl:lds -ªe8 (19 ... e6 zo.h3!±) zo.id4±. 19.Cl:lds! (19.ghgl ifs 20.ih6 ixh6 21.Wxh6 e6 22.CL!dz gb4 23.gg3 gds 24.ggf3 Wb6 2S.lüde4 gxb2+ 26.@al f6 27.lüxf6+ @f7 28.Wxh7+ Kaiumov-Solovjov, Alushta 2002) 19 ... ie6 zo.Cl:lxe7+ Wh8 21.gdl ges zz.Cl:lds±.

14 ... hs!? Una continuación con el induda­ble (y tal vez único) mérito de no haber sido analizada en detalle. Las negras tienen la ac­tividad habitual y las blancas necesitan unas jugadas para reorganizar su pieza cara a las nuevas debilidades. lS.gxhs Cl:lxhs 16.Cl:lde2! Solidificando c3 y preparando el cambio de al­fil de negras. 16 ... ie6 17 .ih6 Was 18.ixg7 Wxg7 19.ghgl gfc8 20.lüd4! Adelantándose a las amenazas en a2. zo ... &cc3?! Zl.CLJxe6+ fxe6 22.bxc3 Wxc3?! (22 ... gxc3) 23.�xc3+ -ªxc3 24.e5!? Con esta maniobra, las blan­cas no solo mantienen la ventaja material sino que toman la iniciativa. 24,gd3!? 24 ... ds (24 .. J?!xf3 25.exd6 exd6 26.gxd6+-) zsJ'!d3 gc7 26.gd4!+- Macieja-Gallegos, Curasao 2002.

15.b3! (D)

Esta novedad, debida a Topalov, cambió por completo la evaluación de la variante 12._@bl!, de inofensiva a demoledora.

15 .. .lk8 15 .. J3c5? es un error en el que han caído

muchos 16.Cl:le6!+-16.ébdxb5! Was La jugada más frecuente, que afloja un

poco el enroque blanco, pero queda a tiro de algunos temas tácticos. Otros intentos:

16 ... a6 17.lüd4 Wc7 18.Cl:lde2! ie6 19.id4 con esta reagrupación la presión de las negras sobre el enroque blanco queda neutralizada. 19 ... lüd7 20.ixg7 @xg7 21.h3 lüb6 22.f4± Goloshchapov-Korobov, Novgorod 1999.

16 ... ixbs?! 17.Cl:lxb5 a6 18.lüa7 gas 19.e5!+-; 1 6 ... CLJxe4? 17.fxe4 ixg4 18.lüe2+- es completamente insuficiente.

17.a4 a6 17 ... �a6 Mantiene las damas, pero es sim­

plemente truquera. 18.h4 (18.lüxa7?! gxc3 19.Wxc3 lüxe4�) 18 ... gb8 19.h5 1xb5 20.axb5 gxbs 21.hxg6 fxg6 22.ih6 (zz.lüxbS!+- lüxe4 23.Wds+ gf7 24.id4) 2z ... gas 23.1xg7 ga1+ 24.@b2 Wa3# 0-1 Villalba Izquierdo-Vallejo Díaz, ESP-chj U14 1999.

1s.t2Jds! (D) Las complicaciones siguientes se han

resuelto con ventaja para las blancas en muchas partidas, y los programas tampoco dan esperanzas.

18 ... 'Wxd2 19.t2Jxe7+ @hs 20J3xd2! �ke8

Page 211: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 16: 4 .. .liJf6 5.lüc3 g6 Variante del Drag6n 211

La única alternativa es 20 ... axb5, pero des­pués de 21.lüxc8 �xc8 22.�xd6+- las blancas tienen ya torre y 3 peones contra las dos pie­zas blancas, iniciativa y pueden cambiar fácil­mente una pareja de torres o el alfil de casillas negras.

21.tLlxg6+! Esta jugada parece garantizar cierta ven­

taja y 21.lüfs es interesante pero menos clara. Sin embargo me parece más convincen­te: 21.lüxd6! 13xe7 22.ics �es 23.ia3 ie6 (23 ... ic6 24.lüc4 13e6 25.�xf8 hfs 26.13d8 @g7 27.lüa5+- Bakre-Singh, Goodricke 2002) 24.lüb7 �k8?! [24 ... 13b8 parece mejor, es­perando 25.id6?! (pero es mucho mejor 25.lad8+ laxd8 26.lüxd8+- y no hay manera de evitar id6) 25 ... lüxe4!oo] 25.�b2 (2S.lad8++-) zs...ltld7 26.13hdl lac7 27.lDd8 lDfs 28.ixe5 ixe5 29.lüxe6 lüxe6 30.13d7 con ventaja deci­siva; Kolev-Hernández, Catalunya-ch 2000.

21...fxg6 22.lüxd6 lae6 23 . .ics!± (D) Con 4 peones por la pieza y posición más

compacta es indudable la ventaja de las blan­cas, pero aún queda cierta actividad en la posición negra.

23 . . • ic6 [23 ... hs 24.g5 lDh7 25.ltlfs!+-] 24.lüc4 lab8 25.lad6 gxd6 26 . .ixd6 lad8 27.ie7 lab8 [27 ... 13e8 28.ia3±] 28.lad1! ixa4 29 . .id6 gb7 30.lüas gbs [3o ... 13b6 31.ic7 lab4 (31...13bs 32.13d4 lacs 33.ib6 labs 34.id8+-) 32. @az ies 33.13d8+-] 31.ic7 lügs 32.@c1 ih6+ 33.@b1 ig7 34.gd3

gcs 3s . .tb6 labs 36.lüc4 gb4 37 .lüd6! Las blancas logran iniciar una maniobra

que aprovecha la mala posición del alfil de a4, y como consecuencia de su heroica defensora, la torre.

37 ... tbf6 38.ia5+- lab8 39.ic7 gb4 40.@az ibs [40 ... ic6 4Lc3+-] 41.c4 ic6 42.e5 lüd7 43.e6 tbes 44.tbf7+ tbxf7 45.exf7 hs 46J!d8+ @h7 47.ies gb7 48.f8'ª hfs 49.gxfs @h6 so.h4 hxg4 sLfxg4 gh7 sz.ggs! 1-o

Partida 16.08 Ponomariov R. - Tiviakov S.

Moscú (m/2), 2001

l.e4 es 2.lüf3 d6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 tbf6 s.tbc3 g6 6.ie3 ig7 7.f3 o-o s.�dz lüc6 9.ic4 id7 10.0-0-0 lües 1 1.ib3 gcs 12.@bl ges (D)

Esta jugada, que algunos han calificado de "misteriosa", es la que mejor ha resistido el empuje de 12. @bl. La idea puede ser: si las blancas hacen una jugada útil sin comprome­terse, las negras tratan de hacer lo mismo. Pero lo cierto es que 12. Wbl parece de lejos una jugada más útil que 12 ... 13e8.

13.h4! El orden más preciso por culpa del típico

sacrificio de calidad. 13.ih6?! ixh6 14.Wxh6 13xc3!00

13 ... h5

Page 212: Desmontando la siciliana 2

212 Desmontando la Siciliana 2

13 ... /¿)c4?l 14.hc4 gxc4 1S.g4 ti'as Lleva a posiciones similares a la variante antigua; ver la partida 16.09. 16,/¿)bJ ti'a6 (16 ... Vfic7 17.e5!; 16 ... ti' es Ha dado resultados excelen­tes, pero no parecen justificados por la posi­ción. 17 . .id4 Wle6 18.hS± Con un tremendo ataque Rachels-Wierzbicki, USA 1991) 17.eS /¿)xg4 18.fxg4 hg4 19J3dgl dxes (19 ... -ixes 20 . .id4!±) 20 . .ih6 .if3 (Kokarev-Rozkov, Kazan 2008) y ahora Zl..ixg7l �xg7 zz.gh3 gg4 23.ge1�.

14 . .ih6! (D) Ahora sí, una vez intercaladas las jugadas

h4 y hs, recomiendo el rápido cambio del alfil.

14 ... clüc4 14 ... .ih8?! 1S.g4 y el blanco ataca como

de costumbre. lS...VfiaS (1S ... hxg4 16.f4 lüc4 17.%Ye2 lüas 18.hs� Willemze-Molinari, Dieren 1999) 16.13dgl (16.gxhs!?) 16 ... %Ycs 17.gxhs lüxhs 18 . .ie3± tbc4 19.ixc4 ti'xc4 20.!Igs �h7 21.tbds f6? 22.b3 %Ya6 23.%Yg2!+­fxgs 24.Vfixg5 !:tes 2S.:Bgl i.g4 26.13xg4 Wlfl+ 27.icl Kodric-Malakhov, Bled 2001.

14 ... Vfias 1S.g4! Este tratamiento directo parece lo más fuerte. 15 ... 13xc3 16.ixg7 �xg7 17.bxc3 13c8 18.gxhs (18.gs?! es difícil enten­der la insistencia de los módulos en cerrar la posición en las carreras de ataques) 18 ... lüxhs 19.13hgl Vfixc3 20.'�gs tiJf6 21.h5± González A.-González Vida!, Oviedo 2008. Las blancas tienen calidad de más y un ataque que no parece fácil de parar.

15.hc4 gxc4 16.ig7 �g7 17.clüds! (D) Llegando a una posición clave que también

se puede alcanzar por el orden 13.ih6 y que ahora vamos a profundizar un poco más.

17 ... es 1 7 ... tiJxds 18.exds es 19.dxe6 .ixe6

20.13hel id7 21.1"3xe8 ixe8 22.Vfif4± Prie­Derieux, Cap d'Age 2002 con mejor estructura y un fuerte caballo en d4; 1 7 ... e6 18.lüe3 13c8 19.lüb3±.

18.clüxf6 Wxf6 19.clüb3! 19.lüe2 es un circuito más normal para

el caballo y parece que también ofrece pers­pectivas de ventaja: 19 ... i.e6 (19 ... !k6 20.lüc3 ie6 21.%Ye3 !Iec8 22.tiJbs;t) 20.%Yxd6 13ec8 21.c3 !Ia4 22.lücl 13a6 23.%Yd2 %Ye7 24.b3 Salgado López -Arribas López, Sanxenxo 2007; la compensación no parece suficiente.

1 9 ... ge6 19 .. ,gc6 20.lüas!±; 19 ... ie620.V!ixd6 13ec8

21.c3 1"34c6 (21...bS Leko-Carlsen, Miskolc 2008 es más floja, puesto que ni aS ni b4 son ame­nazas. Por ejemplo: 22.1"3d2! b4 23.cxb4 1"38c6 24.V!id8±) 22.%Yd2;1;. Las negras tienen alguna compensación por el peón, pero no debe ser suficiente.

zo.WaS! zo.ti'e3!? b6 21.lüc1 ic6 22.b3 !:tes 23.lüd3

!IaS 24.c4;!; Zorko-Nithander, Herceg Novi 200S. Pero da la impresión de que las negras pueden jugar mejor.

20 ... ga4

Page 213: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 16: 4 ... 1:i:Jf6 5.1:i:Jc3 g6 Variante del Dragón 213

20 ... a6 es la otra forma de defender el peón, pero obliga a entregar otro y 21. �b6 ds 22.1!tíxb7 �c6 23. \Wxa6 y la posible compensa­ción después de 23 ... ia4!� es insuficiente.

21.'1Wc3?! Y ahora la sugerencia de Ponomariov y

Komarov 21.1!tic7! ic6 22.sd2� parece garanti­zar un juego mucho más cómodo a las blancas.

21. .. '\Wds! Con esta maniobra Tiviakov mejora su

dama y equilibra el juego. 22.sd2 '1Wb6 23.1:i:Jc1 ibs 24.b3 ga6

25J�hd1 Wds 26.g3 gc6 27 .We3 Wb6 28.'1Wxb6 gxb6 29.<l?a1 fs 30.I:i:Jez fxe4 31.fxe4 ixe2 32.gxe2 ¡;f6 33.'�b2 gc6 34.gd3 <l?f7 3s.gg2 Yz-Yz

Partida 16.09 Golubev M. - Cebalo M.

SUI-ch Graechen, 1999

l.e4 es z.l:i:Jf3 l:i:Jc6 3.d4 cxd4 4.1:i:Jxd4 g6 s.l:i:Jc3 ig7 6.�e3 l:i:Jf6 7 . .ic4 0-0 s.ib3 d6 9.f3 id7 10.'1Wd2 Was n.h4 l:i:Jes 12.0-0-0 ¡;fes (D)

Uno de los esquemas más antiguos y tal vez más entrañables del Dragón. Todas las piezas negras toman posiciones muy natura­les para atacar al rey blanco, e incluso la torre le hace una casilla de escape al propio, por si tiene que salir huyendo de su castillo. Se ha discutido durante muchas décadas, y aunque puede recuperarse una y otra vez, y tiene

auténticos partidarios fanáticos, actualmente pasa por un momento crítico.

13.<l?b1 Esta jugada es verdaderamente universal

en todas las variantes con el Rauzer. 13 ... 1:i:Jc4 Miles de partidas han seguido esta vieja

receta del ataque, oscureciendo a todas las demás alternativas, pero actualmente no pa­rece lo mejor. Además del estudio especial de la alternativa de moda, vamos a dedicar unas líneas a las otras:

13 .. J�c4?! Una idea temática, que no es po­pular aquí. 14.1!tíel! Es mi sugerencia que ame­naza capturar la torre sin perder el importan­te alfil de casillas negras y coloca a las negras ante una decisión incómoda: retirar la torre que acaban de situar en c4 o perder la calidad con una compensación dudosa. 14.ixc4 lbxc4 15.1!ticl lbxe3 16.1!tíxe3�. 14 ... scs (14 ... sac8 1s.hs lbxhs 16.lbds \Wxel 17.shxel <;t>fs 18.ixc4±) 15.h5 ttJxhs 16.tiJfs!±.

13 ... h5 Esta jugada, tan popular en la variante de sc8, tiene poco éxito aquí. El mo­tivo es la situación expuesta de la dama negra y la indefensión del punto e7. 14.igs! Se ame­naza if6 seguido de ttJds. 14 ... scs 14...lL'lc4 1S.ixc4 sxc4 16.ltlb3! y según cuál sea la re­tirada de dama puede seguir if6 seguido de lbds o bien eS. 16 ... 1!tí eS la única que evita las dos amenazas, pero la dama queda expuesta. 17.shel±, preparando el eventual acoso a la dama negra. 1S.ixf6! exf6 Puesto que los pe­ones van a ser debilitados en cualquier caso, el menos mantener el alfil. 1S ... ixf6 16.ltlds \Wxd2 17.ltlxf6+±. 16.f4! Pero las blancas enti­erran el alfil negro con este avance. 16 ... tlJg4 (16 ... ih617.ltlde2 lL'lc418.ixc4 sxc419.1!tíxd6 ig4 20.g3 ixez 21.lDxe2 sxe4 22.ltlc3 se6 23. �d7± Stellwagen-Almeida, Morelia 2007) 17.fs ih6 18.1!tíe2 gxfs 19.tiJxfs± Galkin­Malakhov, Saint-Vincent 2000.

13 ... sc5 Otra idea interesante y lógica

Page 214: Desmontando la siciliana 2

214 Desmontando la Siciliana 2

(prepara el doblaje de torres) que no ha reci­bido mucha atención. 14.h5 lüxhs Un poco mejor es 14 ... E!xc3! 15.'ªxc3 'ªxc3 16.bxc3 lüxhs;!;. 1s.lLlfs! .ixfs (15 ... gxfs? 16.E!xhs! li:lc4 17.ixc4 E!xc4 18.ih6! if6 19.'ªf2 cj;>hg 20.gdh1 :l!b4 2l ..id2+-; 15 ... E!xc3? 16.li:lxe7+ �fs 17.'ªxd6+-) 16 . .ixc5 dxcs 17.exfs± Como en muchas otras posiciones del dragón, las negras tienen cierta compensación por la calidad, pero si las blancas mantienen la ini­ciativa deben llevar la mejor parte.

13 ... bs!? Se ha convertido en la tabla de salvación de esta variante y por tanto le dedi­camos una partida independiente, la 16.10.

14.i.xc4 gxc4 1S.ébb3! (D)

Esta consulta a la dama negra, que abre a la vez la columna d, y por tanto prepara detalles tácticos, se ha convertido en una pesadilla para las negras que han probado todas las retiradas sin alcanzar la paz.

15 ... �a6 junto con 15 ... 'ªc7, la retirada más popu­

lar, dejando la dama en funciones de ataque, pero algo alejada de los acontecimientos cen­trales. Veamos las otras:

15 ... 'ªe5?! Aquí la dama se convierte en un objetivo, y las partidas por correspondencia la han condenado: 16 . .id4 'ªe6 17.E!hel �ac8 18.e5! Muy directo y bastante convincente, aunque no único. 18 ... lüds (18 ... dxe5 19J!xes 'ªd6 20.'ªe2±) 19.exd6 lüxc3+ zo.ixc3Juga­da obvia, pero que mejora una anterior parti-

da del propio Fletwood con negras. zo ... .ixc3 Zl.gxe6 .ixdz ZZ.E!xe7 ifs 23.gxd2+­Edelstein-Fletwood, cr. 1993.

15 ... \lilds?! Las negras no se han recupera­do de un par de refutaciones de los años 60. Más bien sufren nuevos embates: 16.ih6 ihs (16 ... 'ªf8 17 . .ixg7 'ªxg7 18.g4 .ie6 19.lüd4 lüd7 20.h5 E!ac8 21.hxg6 hxg6 22.li:lce2 �4c5 23.c3 li:lf8 24.�dg1± Karpov- Whiteley, EU­chT 1973; con la amenaza f4-f5) 17.h5 E!ac8 18.hxg6 fxg6 19.e5! liJes (19 ... dxe5 20.li:ld5+-) ZO.exd6 e6 Zl.igs lüf6 ZZ.g4+- Ciocaltea­Drimer, Rumanía 1968. Con ventaja material y ataque.

15 ... 'ªc7 16.g4! Es menos claro 16 . .id4 .ie6 17.h5 as 18.a4 bsl??. 16 ... ie6 Necesario ante la amenaza es seguido de gs. 17.h5 as (17 ... E!c8 18.id4!± explotando la flexibilidad de la jugada 16) 18.lüd4! (D) Esta es la ventaja de no haber ocupado la casilla d4.

18 .. J1!xc3?! Medida demasiado radical, pero con otras jugadas las negras tienen también muchos problemas: 18 ... id7 19.hxg6 fxg6 20.g5 li:lhs 21.li:lds±. 19.lüxe6! fxe6 zo.\lilxc3 �xc3 Zl.bxc3 lüd7 (21...gxhs 22.g5+-) zz.ii.d4 �fs

Z3.E!df1 gs Z4.h6 .if6 zs . .ie3 iks Z6.ghs+­Macieja-Salmensuu, Saint-Vincent 2000.

16.h5 E!ac8 16 ... lüxh5 no es muy frecuente, pero la

refutación no es tan sencilla. 17.li:lds! (17.g4?! lüg3!oo) y las negras no tienen buena defensa del punto e7, por ejemplo: 17 .. J!e8 (17 ... Wf8

Page 215: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 16: 4 ... �[6 5. �c3 g6 Variante del Dragón 215

18.g4+-) 18.g4 lDg3 19.E:hgl±; 16 ... E:xc3 17.Wfxc3! lDxe4 18.1M'el lDf6 19.hxg6 fxg6 20.�g5+- y las blancas tienen la ventaja mate­rial y la iniciativa.

17 .hxg6 fxg6 17 ... hxg6? es un error conocido 18.ih6

ihs 19.-ifs!+- ILlhs 20.ixe7 ds 21.E:xhs gxhs 22.Wfxds �e8 23.1Llcs gxc3 24.tt:lxa6 gxc2 25.Wfg5+ �h7 26.'?:'ixhs+ Michiels-Roemhild, Bad Wildbad 2003.

1S.g4 Especulando con un posible es seguido de

gS, con gS y tt:lds y con el paso de la dama a h2. 1s ... bs 1 8 ... �e6 Parece la jugada más lógica, qui-

tando al alfil de su posición expuesta y si­tuándolo en una diagonal agresiva. 19.id4 bs (19 ... if7 se ha jugado varias veces, aun­que no le veo el sentido. 20.g5 lDhs 21.ixg7 �xg7 22.f4± y la diferencia en la seguridad de los reyes es patente) 20.g5 tt:lhs 2Lixg7 �xg7 22.tt:lds! ixds (22 .. J�xc2? 23. Wfd4+ �f7 24.ltlb4+-) 23. '?:'fxds �f8?! (23...�xc2? no funciona por 24.lLld4 y no hay buena retirada para la torre, por ejemplo: 24 ... E:g2 2S.tt:le6+ �h8 26.E:xh5+-. Lo más resistente puede ser 23...Wfc6 24.Wfe6 Wfe8 pero las blancas siguen al mando con 25.�h2±) 24.lLld4 ltlf4 2S.ltle6+ ltlxe6 26.Wxe6 �c7 27.Wfh3+- Socko-Sylvan, Helsingor 2008.

18 ... �xc3 es el recurso clásico, pero no es su­ficiente. 19.bxc3 ie6 20. Wlh2 E:xc3 21.e5! �xe3 22.exf6+- Tamayo-Hoffman, Ourense 2008.

19 . .ih6 19.e5! es una enérgica continuación que

parece refutar la variante, pero de la cual no existen ejemplos válidos. 19 ... tt:lxg4 (19 ... dxes 20.g5 ifs 21.gxf6 exf6 zz.Wfds+! ie6 23.Wd6+-) 20.fxg4 ixg4 2l.'?:'fd5++-

19 ... .ihS zo . .tgs! Preparando if6 y tt:lds 20 ... J.e6 20 ... b4?! 21.ixf6 ixf6 22.tt:lds �xc2

23.tt:lxf6+ exf6 24. Wfh6+-21.Wi'hz <.!?fs zz.es

En sus comentarios a una partida anterior, lstratescu-Golubev, lstratescu reco­mendó 22.E:d2!? pero es interesante que el propio Golubev el U a la continuación de la pro­pia partida. 22 ... b4 23.tt:lds ixds 24.exds±.

zz ... dxes 23 . .bf6 ixf6 24.'ffxh7 .if7 zs.gd7

Una vez más Istratescu recomienda 25.l3d2 mientras que Golubev sigue la partida.

25 ... Wi'c6?! 25 ... l3d4!? Istratescu-Golubev, y ahora sí la

recomendación de lstratescu 26.:Sxd4! exd4 27.ltle4±.

26.ghdl gd4 27 .�xd4 exd4 27 ... Wfxd7 28.lDdxbs Wlb7 29.g5 ixgs

30.ltle4 if6 31.Wlxf7+!+-. zs.g7xd4 hd4 29.gxd4+- 'ffxf3

30.WhS+ igs 31.Wfh6+ @es 32.1ltfxg6+ i.f7 33.1ltfh6 Wfl+ 34.gd1 Wlc4 3S.Wi'h8+ J.gs 36.Wi'h5+ J.f7 37.Wi'xb5+ Wxbs 3S.�xbs a6 39.�d4 gcs 40.b3 i.g6 41.<hbz ge5 4z.gdz ge4 43.ct:lc6 <hf7 44.gd4 gez 45.gf4+ <hes 46.gc4 ggz 47.�e5 1-o

Partida 16.10 Polzin R. - Roos M.

Dresden op, 1999

l.e4 eS 2.�f3 d6 3.d4 cxd4 4.�xd4 �f6 5.�c3 g6 6.i.e3 i.g7 7 .f3 o-o s.ic4 �c6 9.Wdz id7 10.h4 �es 1L.ib3 Was 12.0-o-o gfc8 n.<hbl bs (D)

Una jugada que se le atribuye a Kortchnoi.

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216 Desmontando la Siciliana 2

El sacrificio de peón es temático en el dragón y casi siempre poco exitoso. El especialista del Dragón, Ward, ha trabajado mucho en esta lí­nea con bastantes éxitos, pero objetivamente parece que las blancas mantienen su ventaja.

14.lt:lcxb5! (D)

14 ... '\Wxdz Es un cierto descanso comprobar que las

negras prefieren cambiar damas para demos­trar la compensación después. Hay que tener en cuenta que no se ha avanzado el peón g y la estructura de peones blancos es sólida. Aunque no se debe despreciar la actividad de las piezas negras, con un buen juego se puede neutralizar.

14 .. .'�a6 Es la jugada original, pero la dama no queda bien situada aquí. 15.lDc3 ttlc4 16.'?9d3 E:ab8 17.1c1 Las blancas oponen un verdadero muro de piezas delante de su rey y no renuncian al ataque: 17 ... E:b4 18.h5 1!9b7 19.hxg6 hxg6 zo.ih6± Karpov- García, Ljubljana-Portoroz 1975.

14 ... 1!9d8 Es un tratamiento más reciente y algo más peligroso de la entrega de peón: 1S . .ih6! .ixh6 1S ... .ih8 16.h5 (16.lDc3 puede ser mejor) 16 ... ttlxhs 17.E:xhs a6?! (17 ... gxhs 18.Wgs+ ttlg6 19.ixf7+ \t>xf7 zo.Wds+ e6 21.ttlxd6+ \t>g8 22.lZixe6 .ic6 23.lDxd8+ ixds 24.lZ\xc8 i.c4 y la ventaja blanca es discuti­ble) 18.lDxd6 exd6 19.i.gs Wb6 20.E:xh7!+­Zelcic-forster, Portoroz 1998. 16.Wxh6 E:ab8 17.a4 a6 18.ttla3 E:b4 19.hs ttlxhs zo.ttlfs!

ixfs 2l.exfs Wfs 22.Wgs ttlf6 23.fxg6 ttlxg6 24.'Was± Wang Lei-Ward, Beijing op 1993.

15.ixd2! Me inclino por recomendar esta jugada

que defiende la casilla c3, importante en algu­nas variantes tácticas.

15 ... lt:lc4 Esta jugada se reparte las preferencias con

la vez más complicada 15 ... E:ab8 16.ttlc3 ttlc4 que pone a las blancas ante una gran encru­cijada: 17 .hc4 Las alternativas igs y icl son interesantes, pero mientras no haya ar­gumentos en contra, creo que las blancas de­ben intentar simplificar la posición. 17 ... l3xc4 18.ttlb3 ie6 19 . .ie3 as?! 20.E:d4! Las negras se ven obligadas a aflojar la presión. Parker­Tan, Hastings 1994.

16.ixc4 E:xc4 17.b3! (D)

Con esta reorganización, la compensa­ción por el peón se limita a cuestiones testi­moniales como la pareja de alfiles, porque la posición blanca es muy compacta.

17 ... E:c5 17 ... E:cc8 18.c4 a6 19.lDc3±. 18.c4 a6 La jugada más frecuente. Otras alterna­

tivas: 18 ... E:b8 19.ie3 a6 20.lDa3±; 18 ... e5 para tomar en bs 19.ttle2 ixbs 20.cxbs E:xbs 21.i.e3± y la ventaja posicional es enorme.

19.lL'lc3 lt:lg4 Aprovechando la penúltima ocasión para

explotar la indefensión delcaballod4. 19 ... E:b8

Page 217: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 16: 4 ... liJf6 5.liJc3 g6 Variante del Dragón 217

peón de más para las blancas. es muy similar 20. �c2 tt:lg4 2l.fxg4 �xd4 (Reeh-Ward, Bern op 1993) y ahora zz.tt:lds!±.

zo.fxg4 .txd4 21.'üds hg4 21...ge8? 22.�b4+-22.liJxe7+ �g7 23.ih6+ �xh6

24Jhd4± Las complicaciones se han resuelto con un

Z4 .. J!es zs.'üds �g7 Z6.�bz fs 27.'L.Ic3 E:d8 zs.exfs gxfs 29.E:fl �g6 30.b4 �hs 31.E:hl �g6 32.c5 ds 33.a4 �f6 34.b5 �e6 35.E:cl axbs 36.axb5 E:c8 37.b6 .tez 38.b7 E:bs 39.c6 �d6 40.liJbs+ .txbs 41.c7 E:xb7 42.c8W E:eZ+ 43.�al 1-0

Esquema Resumen: l.e4 es z.tt:lf3 d6 3.d4 cxd4 4.tt:lxd4 tt:lf6 s.tbc3 g6 6.�e3 ig7 7.f3

- 7 ... a6 Un tratamiento moderno, razonablemente sano, que abre un campo de investigación t. - 7 ... 0-0 8.\Wdz a6 Con el enroque corto, el esquema negro es demasiado peligroso ± . - 7 ... tt:lc6 8.\Wdz .id7 Retrasar el enroque puede dar resultado pero no funciona ante una correcta preparación ±.

7 ... tt:lc6 8.\Wdz 0-0 9.ic4 y ahora:

- 9 ... tt:ld7?! Especulativa y peligrosa ±. - 9 ... tt:las!? Una línea poco conocida y no fácil de refutar t. - 9 ... tt:lxd4 10.�xd4 �e6 Sólida, pero a la postre pasiva t+.

9 ... id7 10.0-0-0

- 10 ... Wc7 Uno de los muchos intentos de contra juego. Interesante pero insuficiente ;t

- 10 ... \Wb8 Ha dado algún resultado pero es muy peligrosa t.

- 10 ... gb8 Tal vez la línea más sólida ahora mismo t/=. - lO ... lb as Como en la jugada 9, poco empleada y no tan mala ;!;. - 10 ... gc8 1l.�b3 tt:lxd4 Una línea moderna, peligrosa para los dos jugadores ;!;.

10 .. J�k8 11.ib3 tt:les Hace años la variante principal pero ante 12. �b1, en serias dificultades:

- 12 ... tt:lc4 El ataque blanco se lleva solo ±. - 12 .. J!e8 Lo relativamente mejor, con campo para investigar ;!;,

10 ... \Was n.ib3 gfcs También fue la variante principal en otros tiempos pero también en dificultades. 12.Wb1 tt:les 13.h4 y ahora:

- 13 ... tbc4 El ataque blanco se desarrolla muy fácil ±, - 13 ... b5 Da algún contrajuego pero no basta para igualar ;!;,

Page 218: Desmontando la siciliana 2

218 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 17

l.e4 es 2.étJf3 d6 3.d4 cd4 4.etJd4 étJf6 5.etJc3 etJc6

Variante clásica

V al oración ****

Introducción

La variante clásica, que tratamos en este capítulo, desde el punto de vista de las negras, es sobre todo un gran entramado de trasposiciones. Muchos jugadores la usan para llegar a sus de­fensas favoritas, evitando las continuaciones más molestas. Al elegir la continuación 6.igs, las blancas evitan las trasposiciones y le dan un carácter independiente, pero también muy agudo, lo cual puede provocar que muchos jugadores de negras eviten este esquema cuando esperan esa jugada.

Dentro de 6.igs este libro analiza, sobre todo, los esquemas en que las blancas aplican la jugada f3, que lleva a posiciones similares a las de otras variantes, pero con sus aspectos par­ticulares. Estos esquemas con f3, aunque subiendo en popularidad, son todavía mucho menos frecuentes que los que emplean la jugada f4. Puesto que la variante es prácticamente un cruce de caminos, vamos a obviar el apartado correspondiente a su historia y en el de las ideas, nos centraremos en las del esquema blanco.

Ideas

Los esquemas con el enroque largo y la jugada f3, tienen una serie de ideas comunes, que ya hemos citado en la introducción general del libro. La presencia de la jugada 6.igs imprime su propio sello: las negras deben estar atentas a un posible cambio en f6 seguido de la captura del peón en d6, aunque muy a menudo la cesión del alfil de casillas negras no compensa.

Otro aspecto independiente es que el avance ds, directo o preparado por la previa eS, es

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Cap(tulo 17: 4... liJf6 5. tiJc3 tiJc6 Variante clásica 219

mucho más difícil con el alfil en gs. A menudo el plan blanco consiste en mantener el alfil en gs, ejerciendo presión sobre la posición negra hasta que llega el momento en que su retirada a e3, abre el camino a un ataque directo.

Partida 17.01 Lahno K. - Atalik S.

Dresde, 2007

l.e4 eS 2.tiJf3 tiJc6 3.d4 cxd4 4.liJxd4 lüf6 s.lüc3 d6 6.igs (D)

6 ... .id7 Con mucho, la variante secundaria más

importante. Las negras aceleran el desarrollo del flanco de dama, sobre todo Ik8 y tratan de especular con un rápido ataque si las blancas enrocan allí. Sacrificios de calidad en c3, algún es directo, y si las blancas toman en f6, la es­peranza de jugar fs sostenido por el alfil son marcas distintivas de la variante. Casi todas las demás alternativas han sido probadas:

6 ... h6!? Una línea marginal, pero que tie­ne mucho sentido. Las negras quieren obligar a las blancas a capturar en f6 antes de jugar e6. De este modo luego podrán jugar fs y librarse de los peones doblados. El defecto es que retra­sa mucho el desarrollo, pero si las blancas no son capaces de aprovecharlo pueden quedar peor con facilidad. 7 .ixf6 gxf6 s.YMz �b6 Es necesario expulsar al caballo de d4, para luego jugar fs. 8 ... id7 traspone a 6 ... id7. 9.lbb3 fs [9 ... e6?! 10.lbbs id7 11.lbxd6+ ixd6 12. �xd6 0-0-0 (Palac-BernaJ Moro, Montpellier 1997) 13.�c5!±; 9 ... ig7 10.id3!i y ya no será posi-

ble jugar fs] lO.lbds! Y aquí viene la ofensiva por el desarrollo: lO ... '§'ds n.ibs (Amena­zando '&c3 y también lbas) ll...ig7 (ll ... a6? 12.Y9c3+-) 12.lbd4! (Con doble ataque a c6 y fs) 12 ... hd4 Importante concesión. 12 ... .id7?! 13.lLlxfs ixb2 14.gb1 y el alfil no tiene buena retirada, así que 14 ... 1xfs 15.exfs ig7 16.f6!± con fuerte iniciativa. 13.�xd4 0-0 14.�e3! Momentáneamente el desarrollo se ha iguala­do, pero el blanco solo necesita enrocar para comenzar a explotar la debilidad del enroque negro. 14 ... e6 (14...�a5+ 15.lbc3±) 1S.tt:lc3 '@gs 16.f4 �h4+ 17 .g3 Wf6 18.0-0-0± Szefer­Kowalska, Varsovia 1996.

6 ... a6 Una jugada normal, que no tiene una refutación clara, por lo tanto aplicaremos el principio de economía y nos conforma­remos con una transposición. 7.'§'dz lbxd4 Es la única forma de trastocar la intención blanca, aunque por supuesto es mucho más frecuente 7 ... e6 trasponiendo a la variante principal del Richter. 8.�xd4 es Parece que se gana un tiempo sobre otras variantes, pero las negras no están bien preparadas para esto todavía. 9.'§'a4+! 1d7 10.1xf6l? El orden más agudo, pero del mismo valor es 10.�b3 bs 1Lixf6, puesto que si ll...�xf6?! 12.a4! también crea serios problemas. 10 ... �xf6?! Parece algo mejor 10 ... gxf6 11. �b3 bsi y aho­ra las blancas tienen una agradable elección entre 12.lLld5, 12. ie2 o incluso 12.a4 direc­tamente. ll.ibs! Esta es la clave. Se cambia el alfil de casillas blancas y la casilla ds no tiene respuesta. 11...�d8 12.1xd7+ Wxd7 13.Wb3 fi.e7 14.tt:lds± Kotronias-Kovalev, Debrecen 1992.

6 ... g6?! Una extraña jugada, las negras consideran que su alfil de casillas negras com­pensa el deterioro de su estructura de peones.

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220 Desmontando la Siciliana 2

La realidad es que las blancas están obligadas a un juego cuidadoso y enérgico a la vez, pero pueden asegurarse una considerable ventaja. 7 .ixf6 exf6 8.ic4 ftacnik hace un excelen­te análisis de esta alternativa en CBM y mis recomendaciones siguen las suyas. 8.ibs es una alternativa reciente y más sencilla que aspira a molestar el desarrollo negro. 8 ... id7 9.ic4�. 8 ... ig7 9.liJdbs Cae el peón y las ne­gras pueden elegir entre cierta compensación a largo plazo basada en la pareja de alfiles o tratar de recuperarlo entrando en complica­ciones. 9 ... 0-0 10.�xd6 fs (10 ... a6 a pesar de ser la recomendación de algunos módulos es una alternativa triste. 11. Wfxd8 E!xd8 12. tDc7 E!a7 13.lD7ds bs 14.id3t y no hay mucho por el peón) 11.0-0-0 (D) y ahora:

a) ll...VNgs+ (es la "antigua") 12.f4 VNxg2 13.eS 1!Ng4 (13 ... ih6 14.E!hf1 §'xh2 1S. @b1 Se amenaza tDds 1S ... lDa5 16.ids±; 13 ... l:!d8?! 14.ixf7+! @xf7 15.'�c7+ @gs 16.E!xd8+ tDxd8 17.'�xd8+ if8 18.l:!d1 b6 19.lDc7 l:!b8 20.e6 @g7 21.lDe8+ @gs zz.tDf6+ @g7 23.§'c7+ 1-0 Kartsev-Smirnov, Dagomys 2004) 14.l:!hfl tüxes? (14 ... ixes 1S.!xf7+ 1!xf7 16.fxes±) 15.i.e2!+- García Gonzales-Estévez, Camagüey 1987.

b) ll...'�xd6 12.tDxd6 ixc3 13.bxc3 fxe4 14.tüxe4± y más importante que el peón de más es el desarrollo de las blancas;

e) l l...§'as Ha sido la jugada discutida más recientemente, pero tampoco parece su-

ficiente. 12.Wfc7! fxe4 [12 ... ixc3 13.bxc3 a6 (13...Wfa4 14.lDd6 ie6 1S.ib3 ixb3 16.axb3 Wfal+ 17.@dz Wa3 18.b4!! Waz 19.Wxb7 liJes zo.Wds! 1&'xd5+ Zl.exds E!fds 22.lDb7 E!xds+ 23.@e2+-) 14.1!d8 Wxc7 15.l:3xf8+ @xfs 16.tDxc7 1!a7 17 . .\!l.d3 bs 18.tDds ie6 19.@bz tües zo.lDf4 i.c4 2l.exfs gs 22.l:3el l:!e7 23.lDe6+ ixe6 24.l:3xeS+- Carlsen-Gurevich, Rishon Le Zion 2006] 13.Wxa5 tüxas 14.ids ig4 1S.l:3delí Volokitin-Carlsen, Biel 2006.

6 ... 1!Nb6 Una de las alternativas más serias de esta sección. Las negras quieren desplazar el caballo central, lo que limita la fuerza de los esquemas con f3 del blanco, y no temen a los peones doblados en f. 7.¿z¡b3 e6 8.if4! (D) Esta curiosa maniobra escalonada del alfil, que aprovecha los defectos de la posición de la dama negra en b6, es la forma más simple y directa de crear problemas. También promete­dora, pero más llena de teoría y típica de las in­tenciones negras es 8 . .\!l.xf6!? gxf6 aprovechan­do la presencia de la dama en la diagonal para jugar Whs o bien ie2 y un eventual ihs.

8 ... ¿z¡e5 (8...eS?! deja un feo hueco en ds y la dama mal colocada) 9.ie3! Preparándo­se a ganar tiempos sobre el caballo, reciente­mente "invitado" a venir a es. 9 •.• Wfc7 10.f4 tt:lc6 (10 ... tDeg4?! 11.!g1 y el caballo tiene problemas; 10 ... lDc4 11. tDbs! Wc6 12.ixc4 VNxc4 13. Wfd3± y las negras tienen problemas en la casilla c7; 10 ... tüed7!? casi inédito, pero

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Capítulo 17: 4 ... t:Df6 5. t:Dc3 t:Dc6 Variante clásica 221

muy lógico, las blancas deben seguir el mis­mo plan con 0-0-0 V!!f3 y g4) ll.g4! Lo más incisivo, aunque otros desarrollos como V!!f3 y 0-0-0 son también atractivos. ll . .. dS Lo más lógico, si se quiere impedir a las blancas mon­tar el esquema de ataque ideal, por ejemplo: ll...a6 12.gs liJd7 13. V!/d2 (13. V!!f3!?) 13 ... bs 14.0-0-0 ib7 15.f5 liJceS 16.fxe6 fxe6 17.liJd4 liJes 18.ih3± Vorobiov-Ramesh, Moscú 2006. 12.es liJd7 (12 ... liJe4? 13.liJxe4 dxe4 14.ig2 liJb4 1S.ixe4 V!/c4 16.liJd2+- y no hay com­pensación por el peón) 13.liJbs Wlb8 (13 ... V!/d8 14.h4 a6 15.liJSd4 liJxd4 16.V!/xd4± Ivanchuk­Delgado Ramírez, La Habana 2007) 14.g5! Im­portante para evitar la caída del centro blanco por un posible golpe en gs. 14 ... a6 1S.liJSd4 V!!c7 16.Vfff3!? No es malo, pero se pueden evi­tar complicaciones con la más natural l6.id3. 16 ... liJxd4 17 .liJxd4 ib4+ 18.@f2! Ahora este pequeño paseo es necesario. 18 ... .ie7 19.h4t Topalov-Smirin, Burgas 1994. Las blancas tie­nen la típica posición con ventaja de espacio y la casilla d4, pero su rey estaría más tranquilo en bl.

6 ... es?! Tal vez con la ingenua esperan­za de trasponer a la Pelikan. 7.ixf6! (el or­den exacto) 7 ... gxf6 (7 ... V!/xf6? 8.liJds V!/d8 9.liJb5+-) 8.liJfs .bfs 9.exfs± Geller-Ozsvath, Magyarorszag 1970. Las negras han cedido la casilla ds a cambio de nada.

6 ... V!/as!? Muy secundaria, pero el jugador español Corral ha demostrado a alto nivel que tiene sus virtudes. En primer lugar las blancas tienen que tomar una decisión sobre su alfil de gS. 7.ibs! Esta cortina permite a las blan­cas revertir la posición a esquemas habituales en el Richter. 7 ... .id7 8.liJb3 Ahora la dama negra es expelida de nuevo a su lugar de ori­gen. s ... V!/ds (8 ... V!!c7 9.ixf6 gxf6 10.liJds '?:Vds 11. V!/hs± Nikolic-Gufeld, Kislovodsk 1968) 9.�6 gxf6 lO.W!hs La dama blanca toma una posición ideal en esta estructura de peones, a la vez que impide la inmediata fs. 10 .. J�g8

10 ... a6 es la continuación natural, pero el alfil blanco no tiene problemas en retirarse una vez efectuada su misión en bs. ll.ie2 E:g8 12.0-0 liJes (12 ... e6 13.a4 E:g6 14.f4 E:h6 15. 1!flf3 Wlc7 16.a5 0-0-0 17. '?Nf2 Wb8 18.E:fd1± Campora­Mendoza, Bogotá 1980) 13.f4 ig4 14.ixg4 (14. Wlxh7!? E:g7 15. '?Nh4 y no se ve la compen­sación por el peón) 14 ... Wlb6+ 15. @hl liJxg4 16.1!flh4 e6 17.E:f3 ie7 l8.We1 hs 19.a4 E:c8 20.a5 V!!a7 21.1':'!:d1 bs 22.axb6 Wxb6 23.h3± J.1-J.1 Pérez Candelario-Korneev, Elgoibar 2006. ll.g3 E:gs Es importante desplazar a la dama blanca, pero esto permitirá jugar la deseable f4 ganando tiempos. 12.1!fle2 a6 (12 ... fs?! 13.f4 E:g6 l4.exfs ixfs lS.liJd4±) 13.id3 e6 Las negras renuncian definitivamente a fs. 14.f4 E:g7 1s.Wlhs Wlb6 16.o-o-o o-o-o 17'.@bl± Y las blancas han estabilizado una posición muy favorable en esta estructura. 17 ... Wbs?! Per­mite una maniobra forzada que gana un peón. 18.Wlh4! ies (18 ... ie7 19. Wh6) 19.1!flxf6 E:g4 20.Wlh8 ig7 21.Wixh7 ixc3 22.bxc3 aS 23 . .ie2 E:g6 24.f5 E:gs 2S.'f!fh6+- Topalov­Corral Blanco, España Equipos 2000.

7.\Wdz (D)

7 .. Jk8 Siguiendo la línea de contrajuego más po­

pular, al disponer la torre frente al enroque blanco. Se han intentado también:

7 ... liJxd4 8.1!flxd4 y ahora: a) 8 ... E:c8?! 9.f4 lleva a una trasposición,

pero tal vez se pueda comer en a7;

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222 Desmontando la Siciliana 2

b) 8 ... h6 Ha sido un intento reciente de Malakhov, pero es demasiado lento. 9.hf6 g:xf6 10.�bs �c6 n.o-o il.g7 12.!!ad1 'it>fs 13.'Wd3 'Wa5 14.ixc6 bxc6 15.ltle2! Las blan­cas comienzan a atacar maniobrando con su caballo hacia el flanco de rey y específicamente hacia fs. 15 .. .f5 (15 ... 'Wxa2 16.l!a1 We6 17.ltld4 Wd7 18.l!a6±) 16.exfs Wxa2 17.b3 Wa5 18.Wf3 �c8 19.ltlg3± Las negras no tienen compensa­ción por la mala posición de su rey. Grischuk­Malakhov, Elista 2007;

e) s ... Wias 9.f4 (D) y ahora:

el) 9 ... �c8 10.eS traspone al texto; c2) 9 ... h6 Malakhov y Dreev han expe-

rimentado también con esta jugada, pero de nuevo las blancas logran un esquema perfec­to. 10.�xf6 gxf6 11.0-0-0 l'k8 12. 'it>bl Wcs 13.Wd3 fs 14.exfs! ixfs (14 ... Wxfs 15.Wd4 !i:g8 16. Wxa7 ic6 17. Wb6 �g7 18.ltlbs <j;lfs 19.ltla7 l!a8 20.ltlxc6 bxc6 lnarkiev-Malak­hov, Torrelavega 2007; y ahora después de 21.g3!;!; la posición es bastante compleja, pero las blancas tienen mejores triunfos, aunque no deben descuidarse en la columna b) 1S. Wg3 'Wb4 16.l!ds ie4 17.Wg4!± Motylev-Dreev, España 2007. Las negras se esfuerzan en ha­cer juego activo, pero su rey en el centro es un problema constante.

c3) 9 ... es!? 10.'Wd2 �e7 11.0-0-0 ic6 12. <;t>bll Preparando los habituales tru­cos tácticos que castigan la prematura ex­cursión de la dama a as. 12 ... exf4 (12 ... Wc7

13.ltlbs!±; 12 ... 0-0 13.ltlds Wds 14.ltlxe7+ W!xe7 15.id3±) 13.�xf4 o-o? (Ahora es peor 13 ... 0-0-0 14.ic4;!;; 13 ... Wcs 14.ixd6 ixd6 15.Wxd6 Wxd6 16.�xd6;!; ltlxe4? 17.�xc6 lüf2 18.�bs+-) 14.l2Jd5!+- �ds 1S.ltlxf6+ gxf6 16. We3 Leko-Scarella, Buenos Aires 1994.

7 ... a6 Lo más probable es que acabe en una transposición. 8.0-0-0 l!c8?! (8 ... e6 es lo nor­mal y traspone a partidas posteriores de este capítulo) 9.f4l h6 (Se considera tarde para 9 ... e6 10.lüf3!± y la amenaza eS es desagradable) 10.�xf6 gxf6 11 . .ie2;;!; Las negras han perdido tiempos y han renunciado a un eventual enro­que largo. Su estrategia parece una mezcla de ideas poco coherentes. Ahora las blancas ame­nazan situar su alfil en la ideal casilla hs. 11 ... hs 12.<;t>b1 e6 13.1:!hf1 bs 14.ltlxc6! Eliminado el caballo, el avance fs no tendrá el inconve­niente de permitirle situarse en es. 14 ... !l:xc6 1S.if3 !ks 16.f5 W!as (16 ... b4 17.fxe6 fxe6 18.ll:le2±) 17.fxe6 fxe6 18.eS! En comparación a posiciones similares, es el peligro del rey en el centro el que condena a las negras. 18 ... !i:xe5 (18 ... fxes? 19.1f9g5+-) 19.Wf4¡;g (19.ll:le4!? Wxd2 20.!!xd2;!;) 19 ... 1:!fs (19 ... .ie7? 20.ltle4 l:!f8 21.ll:lxd6+ ixd6 22.!i:xd6 l:!el+ 23.1:!dl+-) 20.Wg3¡;g Spassky- Bilek, Moscú 1967.

8.f4! Esta es mi recomendación. La más ortodo­

xa 8.0-0-0 permite al negro una elección más amplia y un contrajuego más peligroso basado en el sacrificio de calidad en c3.

8 ... tbxd4 8 ... h6 es una buena oportunidad de evitar

las complicaciones de la línea principal que parecen favorables a las blancas. 9.ixf6 gxf6 lO.ll:lfs! Este es el principal inconveniente. Las negras tienen ahora problemas para desarro­llar su alfil de negras si no ceden el de blancas. 10 ... Was (lO ... .txfs ll.exfs con dominio abru­mador a través de las casillas blancas) ll.�d3 e6 12.ll:le3 a6 13.0-0 hs 14. <;t>hl �e7 15.a3!

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Capítulo 17: 4 ... lUf6 5. tUc3 tUc6 Variante clásica 223

Una vez más el problema de las negras es su rey en el centro. Ahora las blancas inician un ataque para abrir líneas en el flanco de dama. 15 ... Wcs 16 . .!De2 bs l7.b4 Wb6 18.c3 Y ahora una reagrupación para presionar en el centro, mientras a4 o c4 estarán siempre pendientes sobre la cabeza de las negras. 18 ... h4 19.h3 !!hs 20.ic2 .E:ds 2Lib3 ifs zz.l0g4 ie7 23.f5! (se amenaza cambiar y tomar en f6) 23 ... eS 24 . .!Dh6 @fg 2S . .!Dxf7 1-0 Kulaots-Krakops, Mezezers 2000.

8 ... V:Vas Sin cambiar los caballos tiene in­convenientes. 9.l0b3! Wc7 10.0-0-0 h6 (10 ... e6? no es posible 11.ixf6 gxf6 l2.tt:lb5+-; 10 ... a6 es muy lenta 11..ie2 e6 12.ixf6 gxf6 13.ihs±) 11.ixf6 gxf6 12 . .te2 (Iz . .!Dds!?) 12 ... hs (para evitar ihs) 13. Wb1 a6 14.ltJds Wds 15.We3! bs I6.f5 (Muy comprometida, aunque las blancas mantienen una fuerte ini­ciativa por la posición eterna del rey negro en el centro. Sencillo era eliminar el alfil de casillas blancas con: 16 . .!Db6 !!b8 17.ltJxd7±) 16 ... ltJes 17.Wa7 ic6 18.Wxa6 e6 19.l0b4± Fluvia Poyatos- Fernández Romero, La Algaba 2001.

9.�xd4 �as lO.es (D) Es necesario trasponer a una línea de la va­

riante 8 ... 0-0-0 que no tiene buena reputación.

No hay solución táctica para las negras, como vamos a comprobar, tras: 10 ... !!xc3?! ll.bxc3! (D) ll.Wxc3!? evitaría las complica­ciones, pero las negras tienen buena compen­sación después de 11 ... Wxc3+ 1Z.bxc3 l0e400•

ll.. . .!De4 Forzando la entrada en c3, pero las negras están peligrosamente retrasadas en desarrollo y las blancas lo van a aprovechar brillantemente. Existe una alternativa algo más sólida: 11....!Dds!? 12.exd6! Las blancas no temen la descubierta después de la captura en c3 y por lo tanto tienen tiempo de destruir la estructura negra antes de dedicarse a enrocar. Y ahora:

a) 12 ... .!Dxc3?! 13.dxe7!+-; b) 12 ... e6 13.ic4 vt/xc3+ (13 ... .!Dxc3 14.0-0

+-) 14. Wxc3 tt:lxc3 1s.fs! ixd6 (ls ... exfs 16 . .tf4± defendiendo el molesto peón de d6) 16.fxe6±;

e) 12 .. .f6 13 . .ic4 tt:lxc3 14.0-0 fxgS 15 . .E:ae1 Wb6 16.Wxb6 axb6 17 . .E:f3 .!De4 18 . .E:xe4 .tc6 19.ibs ixbs 20.dxe7+- Shabalov-Van der Weide, Willemstad 2003.

1Z.Wxe4 Wxc3+ 13.@fz Wxal 14.ibs! (14.Wxb7 Wd4+"") 14 ... vt/bz Lo más resis­tente es 14 ... Wc3 15.ixd7+ @xd7 16.Wxb7+ Wc7 (16 ... @e6 17.!!e1+-) 17J!b1!± con un fi­nal ganador. 1S.Wxb7! Wxc2+ 16.@g3 Wc3+ 17.@h4! ixbs lS.vt/xbS+ @ds 19Ji:di!!+-

lO ... dxe5 Gallego-Franco acampos, Ciutat d'Elx 1985. Peor aún es lO ... .!De4? 11.b4! ganando

Khukhashvili-Matnadze, Tbilisi 2002. ll.fxes e6!

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224 Desmontando la Siciliana 2

11...2.c6? es un error frecuente. Después de 12.b4+- las negras pierden una pieza.

12.0-0-0 .ic6 (D)

12 .. J!xc3 Tiene un aspecto atractivo, pero las blancas tienen una refutación muy pre­cisa. 13.2.d2! Wxa2 14.!xc3 g6 1S.b4! ttJds 16.!c4 ih6+ (16 ... Wa3+ 17.ib2 �e3+ 18.'it>b1 Wxd4 19.i;xd4 tlJb6 2o.l;hd1+-) 17.É!d2! lgfa3+ 18.ib2 Wxb4 19.!xds! Wxd2+ 20. �xd2 !xd2+ 21. @xd2 exds 22.e6!+- Beliavsky-Ubilava, URSS 1978. Una larga y precisa variante.

13.tLlbs!? ixbs 14.exf6 Las jugadas anteriores han sido bastan­

te forzadas pero ahora las negras tienen una elección muy importante.

14 ... .tc6 14 ... ia4?! Parece más lógica, pero resulta

que el ataque a c2 es ficticio. 15.h4! (1S.id2!? gana calidad, pero no parece suficiente para reclamar una ventaja sensible. 15 .. J!xc2+ 16. 'it>b1 É!xd2!=) 15 ... g6 (1S .. J!xc2+? 16. 'it>b1 +­y no ha defensa contra todas las amenazas) 16.id3 (16.id2 es algo mejor que antes por­que preserva el peón de f6, aún así 16 ... É!xc2+ 17. Wb1 É!xd2!;!; ofrece bastante juego a las negras) 16 ... ics 17.�g4 �b4 (17 ... hs 18.We2 y no hay demasiada diferencia con la varian­te 2.c6. Las negras tienen que convivir con la inseguridad eterna de su rey) 18.1gfxb4 hb4 19.hS!±justo a tiempo, esta ruptura, unida a la amenaza É1h4, crea un problema muy serio

a las negras. Almasi-Nogradi, Budapest Spring op 1996.

15.h4 g6 15 ... Wxa2? no es posible: 16.fxg7 Wa1+

17.@d2 lgfas+ 18.�e2+-. 15 .. J1gg8 Renuncia a esconder de for­

ma definitiva el rey y tiene consecuen­cias. 16.ic4 gxf6 17.l3hel fxgs 18.ixe6! ¡y estas son las consecuencias! 18 ... fxe6 (Kupreichik-Yudasin, Frunze 1981) 19. Wf6! con ataque decisivo.

16 . .ic4 .tes 17.Wfg4 hs 18.Wfez La recomendación de Khalifman, 18. Wg3,

también ofrece buenas perspectivas a pesar de los malos resultados prácticos.

18 ... 0-0 19.l3hf1!± .tb6 (D) Esta jugada mantiene el alfil activo y abre

la acción de la torre en la columna c. 19 ... ib4 Parece peor porque el alfil obsta­

culiza las maniobras de su dama en vez de apo­yarlas. 20. Wb1 (20.a3! obliga al alfil a volver a la misma casilla: 20 ... ics 21.l'!d3;!;) 20 ... ixg2 21.1gfxg2 l3xc4 22. Wxb7 !c3 (22 ... Wfes! con idea de l'!b8 es mucho más fuerte) 23.bxc3?! Sikula-Abergel, Nancy 2007.

zo . .th6?! Ignorando la sutil amenaza negra. ZO.g4?! No llega a tiempo todavía. 20 ...

hxg4 21. Wxg4 Wa4 con una clavada desagra­dable que obliga a 22. We2 if3! 23.l3xf3 Wfxc4 y las negras no tienen problemas.

Pero la profiláctica ZO.'it>bl!, preparando

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Capítulo 17: 4 ... l/Jf6 5.liJc3 liJc6 Variante clásica 225

g4 y también ih6 tiene difícil respuesta. Por ejemplo: 20 ... Axg2 [20 ... �es 2l.g4! (21.�h6!? gfd8 22.id3 con la amenaza ig6 y la idea de g4 ) 2l...if3 22.gxf3 �xc4 23. �xc4 gxc4 24.gxhS gxhS;!; con un final complejo, que ne­cesita ejemplos para ser bien valorado, pero que parece mejor para las blancas] 2l.ixe6 ixfl 22.Y9e4 �h7 23.1xc8 �:lxc8 24.gxf¡ y la mala posición del rey negro es un importante argumento, tanto en el medio juego como en el final.

zo ... .b:gz! 21.�xgZ 21..be6? 1xfl 22.Y9e4 �h7 23.ixfs gxfs

24,gxf¡ ges se resuelve en favor de las negras. Zl..J�xe4 2Z.ixf8 �xaZ! Con la mortal amenaza ie3. 23.ih6 �al+ 23 ... ias! renovando la amenaza de mate,

era definitiva. 24.c3 gxc3+ 2S.bxc3 Y9xg2-+. 24.@dz �xbz zs.@el?! zs.gcl es lo mas tenaz, pero después de

25 ... gd4+ 26. �el gg4 27. Y!/f3 gs!-+ Caben pocas dudas sobre la magnitud de la ventaja negra.

zs ... �eS+ 26.'f:Vez ge4 27.'f:Vxe4 f:Vxe4+ zs.@dz ias+ 29.e3 'f:Vd4+ 30.@ez f:Ves+ 31.ie3 ib6 3z.gd3 .1xe3 33.gxe3 f:VhZ+ 34J�f2 �xh4 3S.gd3 'f:Ve4 36.@e3 es 37.gd8+ @h7 38.gd7 �eS+ 0-1

Partida 17.02 Bologan V. - Ye

Beijing, 2000

l.e4 es z.l/Jf3 d6 3.d4 exd4 4.l/Jxd4 l/Jf6 s.l/Je3 l/Je6 6.-igs e6

La jugada más empleada. Las negras evitan los peones doblados de momento y luego dis­ponen de una amplia elección de planes, que se pueden clasificar en dos grupos:

1) Rey en el centro y rápido contra juego en el flanco de dama, o

2) Desarrollo ortodoxo, ie7 seguido de 0-0 y luego el contraataque.

En esta primera partida nos vamos a ocupar sobre todo del segundo plan, pero tam­bién de algunas continuaciones marginales.

7.�d2 (D)

7 ... ie7 Preparando el inmediato 0-0. Alternativas: 7 ... a6 se estudiará en las últimas partidas

de este capítulo. 7 ... h6 Una jugada con intenciones muy

concretas. Se desea llevar la partida a las es­tructuras con peones doblados y se considera que la posición de la dama en d2 no es idónea puesto que ya no puede ir a hs. De todos modos la posición blanca es muy flexible y dispone de buenos planes. 8.ixf6 gxf6 9.1e2! Personal­mente prefiero el plan con 0-0. Considero que el rey está más seguro en hl, y ayuda a defen­der el flanco de rey. Naturalmente el plan con 0-0-0 también se ha jugado y es del mismo valor aproximado. 9 ... h5 10.0-0 a6 1U�h1! Cuanto antes se aparte el rey de la diagonal, mejor. 11 ... .i.d7 12.f4 �c7 (12...'ªb6 13.lt:lb3 0-0-0 es otro plan, pero las blancas pueden molestar con el paso de las torres por la ter­cera fila y el control de la casilla b6. 14.a4 1J.e7 lS.aS 'ªa7 16.lt:la4±) 13.gf3! tbxd4 (13 ... 0-0-0?! ahora tiene que contar además con la maniobra temática: 14.tbxc6 1J.xc6 1S.lt:lds!±) 14.'ªxd4 §J.e7 1s.gd1 h4 16J�fd3 (Se especula con algún eS) 16 ... gds! (Van Oer Wiel-Piket, Leiden 1986) y ahora Van der Wiel propone 17 . .if3;!; manteniendo una ligera ventaja.

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226 Desmontando la Siciliana 2

7 ... Wb6!? Una de las variantes de moda. Las negras buscan el final. Las blancas pueden aceptar una pequeña ventaja en dicho final, jugando 8.0-0-0, pero también pueden inten­tar planes más ambiciosos. 8 . .ixf6! Llevando la partida a una estructura bien conocida, considerando que la dama en b6, como míni­mo deberá perder un tiempo para situarse en una casilla más conveniente. 8 . .ie3 lilg4!oo; 8.lildbs a6! 9 . .ie3 WaS=; 8.0-0-0!? es perfec­tamente sana, pero después de los cambios en d4 solo aspira a una mínima ventaja en el final. 8 ... gxf6 9.tbb3 a6 Llegando a una posi­ción que se puede alcanzar desde la Najdorf. 9 ... id7 10.0-o-o o-o-o ll.f4 @b8 12. <t>b1 lilas 13 . .ie2 tbxb3 14.axb3 Wcs 15.f5 Wes 16.ihs .ie8 17.g4 :gg8 18.:gheH (18.:ghf1!) 18 ... ggs 19. Wf2 VJ"as (Mchedlishvili-Benidze, Tbihsi 2009) y las blancas no aprovecharon la opor­tunidad de realizar el golpe temático 20.e5!±. 10.0-o-o id7 n.f4 o-o-o 12 . .ie2 hs 13.:ghf1 cj¡bs I4.cj¡b1 (D)

Las blancas llevan adelante un plan muy directo para explotar los defectos de la posición negra. La torre puede pasar por la tercera fila y atacar el peón de h. 14 ... .ie7 (14 ... tbas con el cambio de caballos las negras liberan un poco su posición, pero "activan" el peón a de las blancas. 15.:gf3 tbxb3 16.axb3 VJ"as 17.'?9d4 gg8 18.b4 Wfc7 19.lilds!± Smi­rin-Melia, Atenas 2008 con un fuerte ataque) 15.:gf3 gdgs 16 . .if1 h4 17 .VJ"eH Kamsky-

Ponomariov, Khanty-Mansiysk 2007. Ahora la dama se une al ataque del peón h. Las negras tienen ciertos recursos, pero están bajo una evidente presión.

7 ... .id7?! Una continuación muy poco lógi­ca, porque deja el peón d6 expuesto, pero que ha sido empleada con relativa frecuencia y no es tan fácil de refutar. 8.tbdbs! V9as 9 . .ixf6 (9.0-0-0! 0-0-0 10.'?9e3± es aún más fuer­te) 9 ... gxf6 10.tbxd6+ .ixd6 11.Wxd6 0-0-0 12.0-0-0 tbb4 13.a3 tbxc2 14 . .ibs hbs 15.'?9c5+ cj¡bs 16.V9xb5 tba1! Un escorzo es­pectacular, pero insuficiente para igualar. 17.gxd8+ (17.'?9c4! B:c8 18.'?9a2 gxc3+ 19.bxc3 V9xc3+ 20. <t>b1 lüb3 21. V9b2 V9c4 22.ghe1 y las negras no tienen compensación válida por la calidad) 17 ... B:xd8 18.i!d1 i!xdl+ 19.C�xd1 V9d8+ �-� Barczay-Szilagyi, Budapest 1964.

7 ... tbxd4 Una jugada que tiene poco senti­do sin la transposición a 7 ... .ie7 y a6. 8.Wxd4 ie7?! Permite a las blancas trasponer o alcan­zar un final ligeramente favorable de modo forzado. 8 ... a6 9.0-0-0 ie7 traspone a la par­tida 17.03. 9.ib5+ .id7 10.hd7+ V9xd7 11. 0-0-0 h6 1Z . .ixf6 ixf6 13.�xd6;!; y las negras solo aspiran al empate.

8.0-0-0 ttJxd4 Esta jugada es casi más popular que la

principal 0-0, debido a que así se evita la vari­ante lüb3, que durante un par de décadas ha sido el caballo de batalla de las blancas, pero actualmente ni lüb3 es temible, ni es la jugada que vamos a recomendar.

8 ... 0-0 antes de cambiar, da a las negras algunas opciones extras que debemos consi­derar. 9.f3! (D) Esta es la jugada que recomien­do. Se ha jugado menos que f4 e incluso lüb3, y por este orden algunas fuentes la consideran dudosa, por la inmediata reacción ds. Pero yo creo que 9 ... ds no iguala del todo, y esta ju­gada forma un todo coherente con las otras variantes propuestas en este libro. Y ahora:

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Capítulo 17: 4 ... éiJf6 5. éiJc3 éiJc6 Variante clásica 227

a) 9 .. .1oxd4 traspone a la partida principal; b) 9 ... �b6 ya no es oportuna por 10.ie3; e) 9 ... Was tampoco es lógica por lO.tLlb3; d) 9 ... a6 10.h4 y ahora las negras deben

elegir entre trasponer con 10 ... Wc7 o bien defender el caballo para poder seguir con bs: 10 ... id7 ll.�bl bs 12.lLlxc6! Esta maniobra temática es ideal aquí, el segundo caballo lle­ga ganando tiempo a d4 y después se lanza el ataque en el flanco de rey. 12 ... ixc6 13.tLle2 �es 14.tLld4 ib7 1S.g4 ds 16.e5 tLld7i Fedorchuk-Bernard, París 2008.

e) 9 ... Wc7 10.h4 a6 ll.�bl gds (n ... lLlxd4 una vez más traspone; ll ... bs 12.lLlxc6 �xc6 13.tLle2 deja con muy poco sentido para las negras haber renunciado al cambio en d4) 12.g4 gbs 13.hs especulando con h6 y re­trasando al máximo la retirada del alfil a e3, característica de esta variante. 13 ... h6 14.ie3 ds!? Contra otras jugadas la ruptura en gS puede ser fuerte. 15.e5!? Un interesante sa­crificio de peón para mantener cerrada la columna "d" mientras se lanza la ofensiva en el enroque negro. Parece la única posibilidad de aspirar a la ventaja porque lS.exds tLlxds 16.lLlxds �xds 17.Ac4 !!d8 18.�e2 tLlxd4 19.ixd4 bs 20.ib3 1i.b7 resulta cómodo para las negras. lS ... tLlxes (lS ... �xeS? 16.tLlxc6 bxc6 17.if4+-; lS ... tLld7 16.f4±) 16.g5 hxgs 17.ixgs lLlc4 No se pueden probar todas las jugadas a la vez y esta posición solo se ha juga­do una vez. La alternativa más lógica parece: 17 ... bs 18.h6 b4 (18 ... g6? 19.�f4 lLlhs zo.gxhs

gxhs 2l.ixe7+-) 19.hxg7--. con múltiples amenazas. 18.il.xc4 dxc4 19.h6 g6 Ahora es necesario 20.h7+ g;>h8 21. Wf4!+- �xf4 22.ixf4 tLld7 (22 ... ga8 23.ies) 23.tLlxe6 fxe6 24Jhd7 1-0 Arzumanian-Sharapov, Alushta 2001.

f) 9 ... ds lO.exds lLlxds ll .ixe7 lLldxe7 (n ... Wxe7 permite una pequeña ventaja me­diante 12.tLlxds exds 13.ibs�; ll...tLlcxe7 a pesar de su apariencia de solidez se encuen­tra con problemas para terminar el desarro­llo: 12.tLlxds lLlxds 13.ic4� tLlb6 14.ib3 id7 1S.�f4 Vf/f6 16.�xf6 gxf6 17.f4! !narkiev­Czarnota, Cappelle la Grande 2004) 12.lLlxc6 lLlxc6 (12... �xd2+ 13.gxd2 lLlxc6 14.ibS;t Harcovic-Liu Wenzhe, Malta 1980) 13.ibs (D) De nuevo las negras están en el borde de la igualdad, pero tienen algunos pequeños pro­blemas para terminar el desarrollo y solo as­piran a medio punto.

13 ... �b6 14.ixc6 Wxc6 15.'ªd6 W/xd6 16.gxd6 Es curioso que Popov, en el Informa­ter, valore esta posición como de clara venta­ja, y fuentes posteriores consideren igualdad. La verdad puede estar en el término medio. 16 ... e5 17.tLlds ie6?! (Popov sugiere 17 ... b6 18.ge1 f6 19J�e3 il.b7 sin valoración, pero aquí 20.tLle7+ �h8 2U�a3! plantea algunos pro­blemas) 18.tLlc7 gad8 19.�d8 gxd8 20.t0xe6 fxe6 21.gdl± Radulov-Inkiov, Bulgaria 1980.

8 ... a6 Viene normalmente seguida de t0d4 y traspone a esta partida o a la siguiente, pero

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228 Desmontando la Siciliana 2

permite a las blancas una opción extra que no ha sido muy valorada hasta ahora. 9 . .ixf6 Mí recomendación. 9.f3 lbxd4 traspone a la par­tida. 9 ... gxf6 (9 ... ixf6 10.lbxc6 bxc6 1l.'ªxd6 y no hay compensación por el peón) 10.ic4! El alfil está muy bien situado aquí contra los peones doblados negros, porque apoyará la presión del peón en fs contra la casilla e6. 10 ... ltlxd4 1 1.'ªxd4 bs 12.ib3 .id7 13.f4 Wfc7 14.f5 Wcs 15.'ªd3 Wfes 16.a3 o-o 17.Wff3 as 18.éi:lds!± Luther-Schweda, Oberwart 2003.

9.Wxd4 0-0 Es más popular 9 ... a6 que analizaremos en

la partida siguiente. IO.f3l (D) La jugada recomendada. Las blancas pre­

paran el clásico asalto de peones con h4-g4 etc. La presencia del alfil en gs tiene algunas connotaciones especiales, los peones tienen un obstáculo en su camino, pero a veces la presión sobre el punto f6 crea problemas dife­rentes a las negras. Al final es muy frecuente ver retirarse al alfil, para amenazar gS, pero cuando es una pérdida neta de tiempo, la po­sición debe estar madura para ello.

10 ... a6 En este orden la jugada más popular y casi

necesaria tarde o temprano. Es muy frecuente también la alternativa

10 ... Wías pero en mi opinión es prematura. l l.idz (11.'ªd2 seguida de Wb1 también es

prometedora) 11 ... Wc7 (11...Wd8 12.ie3 a6 traspone a una conocida posición del ata­que inglés; 11...es 12.'ªd3 ie6 13.ltlds Wd8 14.ltlxe7+ Wxe7 1S.ib4±; 11 ... %\fes es tal vez lo más sólido 12.WxcS dxcS 13.if4;!;) 12.éi:lbs! Wds (12...Wb8 13.�b4 es 14.Wxd6!±) 13.ib4 ds (13 ... e5 14.Wc3±) 14 . .ixe7 Wxe7 15.e5 tt:ld7 De la Villa-Vera, Leon 1996 y ahora en vez de capturar en a7 las blancas se deben conformar con una pequeña ventaja similar a las variantes de la francesa con 16.id3;!;.

n.h4 bs La más natural, flexible y seguramente la

mejor. Se ha probado a movilizar la dama a diferentes casillas:

l l ... Was?! 12.Wb1 �b8 13.Wd2! Buscan­do el defecto en la prematura salida de la dama. 13 ... Wh8?! (13 ... Wc7 sería reconocer que se ha perdido un tiempo. 14.g4±) 14.h5! h6 (14...�d8 15.h6+-) 1S . .ie3 (15.ixf6 es una tentación 1S ... ixf6 16.'ªxd6 id7! 17.ltJds! exds 18.e5 ixes 19.\Wxes±) 1S ... bs 16.g4 b4 17.ltJe2 ib7 18.ltJg3 !3fc8 19 . .id3;!; Hyldkrog­Stepanov, Konstantinopolsky mem cr. 9398. El ataque blanco parece más amenazador.

ll. .. Wc7 12. @b1 bs traspone a la partida principal.

12.�bl (D) También las blancas aplican la jugada más

flexible y ahora si llegamos a un importante nudo de decisiones.

12 . . . ib7

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Capítulo 17: 4 ... ti:Jf6 5. ti:Jc3 lLic6 Variante clásica 229

12 .. J:ib8 Una idea de Aseev que no ha reci­bido mucha atención. Las negras sencillamen­te preparan b4, seguido del avance salvaje de los peones. Y lo cierto es que llegan bastante pronto. 13.§'d2 Cediendo la casilla d4 al caba­llo, pero la verdad es que la otra jugada natural, g4, puede llevar a la misma posición en pocas jugadas. 13.e5!? es una idea que sigue inédi­ta. 13 ... dxeS 14.V:Yxe5 id7 (14...�b6?! 1S.lile4; 14 ... lild7 1S.V:Yg3) 1S.id3 b4 16.lile4;!; con al­gunas amenazas molestas. 13 ... b4 14.lile2 as 15.lild4 .id7 16.g4 Con una carrera incierta. 16 ... a4 17 . .ie3 lile8?! (17 ... a3!?oo) 18.gS lilc7 19.f4 cJ?hs zo.hs fs Zl.exfs es 22.h6 1-0 Naiditsch-Polajzer, Celje 2004.

12 .. .'&as Ahora ya está justificada, porque el posible b4 taponará las típicas descubier­tas con lilds, si la dama blanca se retira a d2. 13.V:Ydz! (se amenaza lilds) 13 ... b4 14.lilez es (14 ... ib7 1S.lild4 EHcs 16.id3 V:Yc7 17.g4 a5 1S . .ie3 eS 19.lilfs± !barra-Chapar, Peñíscola 2002) 15.c4! .ie6 16.lilg3 �Uds 17 . .id3 §'c7 (contra la otra jugada conocida, 17 ... gac8 Ari­zmendi propone el mismo plan: 1S.lilf1! ixc4 19.ixc4 gxc4 20.lile3�) 18.l0fl as 19.g4 @fs 20.o!Oe3;!; Arizmendi-Ermenkov, Andorra op 200S. El control de la casilla ds garantiza una ventaja posicional, pero también mejores chances de ataque.

12 ... §'c7 Tiene otra forma de preparar ds, se trata de jugar ib7 y ds gracias al control que la dama negra ha tomado de eS. Seguimos la receta de Bologan. 13.§'d2l Una vez más dejando la casilla d4 libre para la maniobra del caballo, y ahora:

a) 13 .. J!d8 Es una alternativa seria. 14.lile2 gbs (14 ... b4 1S. V:Yxb4! y no hay compensación; 14 ... es el caballo regresa al control de ds 1S . .ixf6 ixf6 16.l0c3;!;) 1S.lild4 es 16.l0fs ixfs 17.exfs ds 18.g4i;

b) 13 ... b4 14.l0e2 ds 15.e5! Un punto muy importante. El peón no se puede tomar y las blancas logran una estructura favorable.

1S ... liles (1S ... §'xes? 16.if4 V:Yf5 17.l0g3 �g6 18 . .id3+-) 16 . .ixe7 �xe7 17.l0d4±.

13.Wdz! Es un orden mejor y seguramente cambia­

mos como partida principal a Bologan-Ye. 13.g4?! es un orden dudoso por 13 .. J:�cS

14. V:Yd2b4! 1S.ixf6(1S.lile2l0xe4+) 1S ... .ixf6= Huerga-Recuero Guerra, Mondariz 2006.

13 ... Wc7 13 ... l!c8 14.id3 lild7 (Es una idea algo ex-

traña. 14...�c7 1S.lile2 gfdS 16.lOd4 traspone a la partida) 15.a3! f6 16 . .if4 lOes 17.h5 Wfc7 18.h6 g6;!; Salgado-Malakhov, Pamplona ZOOS.

14.ttJe2 g¡:ac8 1S.élJd4 (D) Completando la maniobra típica. Las ne­

gras tienen difícil jugar ds y las blancas están preparadas para el clásico asalto de peones.

15 ... gfd8 lS ... ds 16.eS! liJes 17.ixe7 V:Yxe7 1S.f4 f6

19J;el±. 16 . .td3 ttJes!? Es una jugada extraña, diffcilmente la

mejor pero no tenemos otros ejemplos de partidas jugadas.

16 ... h6 17.ie3 ds 18.eS! lüd7 19.f4 liJes 20.g4 -t parece un ataque peligroso; 16 ... ds 17.eS±; 16 ... es 17.lilfs ds lS.'ªel!;t

17.g4 if6 18.ie3! 1s . .ixf6?! lüxf6 19. V:Yez (19.hs ds 20.h6

dxe4 21.V:Ygs liJeS-+; 19.gS o!Ohs 20.f4? es) 19 ... Wb6 2o.l0b3=.

18 ... ds!? (D)

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230 Desmontando la Siciliana 2

La reacción normal pero se encuentra con una respuesta inesperada.

Si 18 ... es 19.liJfs ds 2o.Y#f2±

19.es!! Con esta excelente entrega de peón las

blancas consiguen dos cosas: evitar la aper­tura de las columnas centrales para las piezas negras y adelantarse en la carrera de ataques.

19 ... .ixes 19 ... Y#xe5 20.g5+-; 19 ... ie7 20.g5±. ZO.f4 .id6 20 ... ixd4 2l.ixd4 /üd6 22.h5 /üc4 23. �f2± 21.gs es zz.fxes hes 23.g6 Parece simple 23.h5! /üd6 24.g6 lüc4

25.gxh7+ �h8 26. Y#f2± con una indudable ventaja por el caballo en d4 y las columnas abiertas sobre el enroque negro. El resto de la partida es una buena demostración de ata­que y lo damos con algunas de las notas de Bologan en el !nformator.

23 ... é!Jd6!? 23 ... hxg6 24.h5 gxhs (24 ... gs zs.ifs)

zs.iidgl! /üf6 (2S ... g6 26J:�xhs) 26.Y#g2 /üg4 27.iixhs /üxe3 28.W/h3 g6 29./üe6! fxe6 30.iixg6+ �fs 31.Y#xe6+-.

Z4.gxf7+ Wfxf7 zs.iihfl Wfd7? zs ... Y#es 26.ifs tt:lxfs 27.iixfs iid7

28.iiel� Z6.�f3 .if6 27 .�gs �e4 zs . .hh7+

c,t>hs 29.Wfez Wfes 30.iixf6! gxf6 31.Ad4+­i:!e6 3Z.Wffz Wffs 33.�d3! i:!d7 34.Wffs i:!e7 3S.�h7! .tes 36.Wfhs V!if7 37 . .ig6 1-0

Partida 17.03 Korneev O. - Baches G.

España, l999

l.e4 es z.é!Jf3 é!Je6 3.d4 cxd4 4.é!Jxd4 �f6 s.é!Je3 d6 6.igs e6 7.Wfdz a6 s.o-o-o é!lxd4 9.Wfxd4 i.e7 (D)

Una mezcla curiosa de planes. Se diría que las negras esperan para decidirse entre 0-0 y bs, a que las blancas se decidan entre f3 y f4.

lO.c,t>bl! Un buen momento para la jugada de rey,

que especula con ideas derivadas de es y que normalmente lleva, después de un futu­ro f3 a posiciones similares a las otras líneas recomendadas.

10.f4!? Ha sido la continuación habitual que ha llegado a parecer refutación definitiva, pero la variante ha recuperado su viabilidad también contra esta línea. lO ... bs 11.ixf6 gxf6 12.es ds 13.�bl y ahora tanto 13...ggs como 13 ... id7 ofrecen seria resistencia a los inten­tos de refutación blancos.

10.f3!? Lleva casi siempre a una transposi­ción a la partida anterior, y con poco esfuerzo se puede completar el repertorio analizando las pocas Líneas en las cuales las negras no en­rocan. lO ... bs ll.h4 ib7 12.�bl 0-0 es la for­ma típica de trasponer.

10 ... bs Facilitando la idea de las blancas, pero las

otras jugadas tienen algunos inconvenientes:

Page 231: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 17: 4 .. .liJf6 5.lL!c3 lL!c6 Variante clásica 231

10 ... .id7 El alfil está mal aquí en los es­quemas de f3, porque ocupa la retirada ide­al del caballo. ll.f3! �c6 12.h4 h6 (12 ... Wc7 13.g4 bs 14.�e3 o-o lS.gs± De la villa­Lugovoi, Aosta 1999; con el clásico ataque de esta variante) 13.�cl hs (13 ... d5 14.exds tt:Jxds 1S.tt:Jxds �xds 16.�c4±) 14.igs Was 15.�c4 Wcs 16.Wd3 lüd7 17 .. be7 @xe7 18 . .ib3� Korneev-García Ilundáin, León 1998.

10 ... 0-0 11.h4! (ll.f3 parece un error por­que permite 11...lüxe4, pero no es tan claro que después de 12.lüxe4 �xgS 13.tt:Jxg5 Wxgs 14.Wxd6 id7! 15.h4 Was 16.�d3 las negras hayan igualado del todo. 16 ... ic6 17.hs h6 18.!'!h4 !!ad8 19.Wg3 E:ds 20.!!g4) ll...h6?! Intentando aprovechar la disponibilidad de la casilla g4. (ll...bS 12.f3 traspone a la partida anterior) 12.eS! dxes 13.Wxe5 id7 14.!'!h3± Con una iniciativa, en el flanco de rey, pero también en el centro, realmente poderosa.

ll.eS! (D) Esta es la idea de @bl. El avance a es está

siempre pendiente sobre la posición negra y en este caso la situación resulta ideal.

ll...dxes 12.Wxes id7 12 .. .'ªb6 13.ie2! �b7 14 . .ie3 �as 1S.if3

ixf3 16.gxf3 0-0 17.E:hgl con un ataque terrible.

13.lL!e4 lL!xe4 14 . .ixe7 Wxe7 1S.Wxe4 o-o 16.id3 fs

16 ... g6 es más o menos del mismo valor. 17.h4! b4 1s.hs ibs 19.hxg6 fxg6 zo.f3 !!fes

21.Wes ixd3 22.!!xd3 as 23.E:hdl± Ibarra jerez-Lupulescu, Peñíscola 2002.

17.Wes ic6 18.f3 Wf6 19J�hel Wxes 20J:l:xeS i>f7 zl.gdel (D)

Se ha llegado a una posición inhabitual en esta variante de enroques opuestos. Las blan­cas tienen una ligera ventaja en el final debi­do al dominio de la casilla es. Las negras están sólidas, pero aspiran a poco.

21...gfe8 22.a4! Buscando crear otra debilidad. zz ... gab8 23Jks gec8 24.gees ids 24 ... bxa4 2S.ixa6 .ib7 26.ic4 !!xcS

27.!'!xcs Wf6 28.!'!b5+-25.gxc8 gxc8 26.ixfs! gc4 27.ie4?! 27.axbs axbs 28.!d3 E:h4 29.ixbs E:xh2

30.c4+- hubiera sido el remate lógico de la partida.

27 ... ixe4 28.gxe4 gxe4 29.fxe4 i>f6 30.c4 bxc4 31.i>c2 i>es 32.i>c3 i>xe4 33.i>xc4 eS 34.b4 We3 3S.b5 axbS+ 36.axb5 e4 37.b6 i>dz 38.b7 e3 39.b8W e2 40.Wb2+ 1-0

Partida 17.04 Fressinet L. - Bacrot E.

Haute Vichy, 2000

l.e4 es z.ébc3 lt:Jc6 3.lL!f3 d6 4.d4 cxd4 s.tt:Jxd4 &Llf6 6 . .igs e6 7 .Wdz a6 8.0-o-o h6 (D)

Esta variante alcanzó su máxima cota de

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232 Desmontando la Siciliana 2

popularidad en las dos últimas décadas del pasado siglo, cuando varios jugadores de élite la incluyeron en su repertorio. Actualmente ha entrado en un periodo de crisis a medida que las blancas han ido encontrando sistemas interesantes de ataque, como por ejemplo el que estudiamos en esta partida. Aunque muy a menudo se convierte en una transposición a 8 ... id7, el sentido particular de esta jugada es jugar llld4, es y �e6 para seguir luego con un ataque temático y muy natural al enroque blanco.

9.ébxc6!? Esta jugada, combinada con la siguiente

es un tratamiento bastante original de esta posición, pero parece totalmente justificado por cuestiones de desarrollo y ha cosechado hasta el momento muy buenos resultados. Es una de las líneas cuya valoración ha perma­necido más estable en los últimos años y eso confirma la fuerza del plan blanco.

9 ... bxc6 10.if4 Esta es la jugada clave, las blancas atacan

el peón de d6, y como no se puede hacer es, la siguiente jugada negra es obligada.

10 ... ds ll.�e3 Clava el peón d y prepara el paso de la

dama a casillas activas frente al enroque ne­gro. Las negras se encuentran ahora ante un importante cruce de caminos.

ll. .. ie7 Es la jugada más frecuente. Parece lógico

desarrollar el alfil, la duda principal es si debe hacerse a la casilla más activa (b4).

n .. .1.�as desclava el peón y por lo tanto prepara un posible de4 seguido de lllds, pero también permite aumentar la presión en c3 por medio de ib4. IZ.iez! (D)

Siempre esta jugada, que termina el desarrollo y prepara �g3 y ahora:

a) La inmediata 12 ... dxe4!? ha provoca­do a las blancas, hasta ahora, a entregar un peón, con una compensación bastante fuerte, pero no del todo clara. 13.�g3 lllds 14.lllxe4! Lo más ambicioso y lo mejor si la captura en a2, como parece no funciona: 14.lllxds es la continuación habitual 14 ... cxds 15. @bi id7 16.f3 ibs 17Jlhe1 i.xe2 18J!xe2 �bs Newman-Otenwelier, cr. 2000 y ahora (18 ... exf3 19. �xf3� Zaragatski-Rau, Willingen 2003) 19.�e3! exf3 20.�xf3�. 14 ... �xaz (14 ... lllxf4 1S.�xf4 �a7 16.llld6+!+-) 15.c4! (ls.llld6+ �xd6 16.ixd6 '?N al+ 17. @dz �xb2 18.i.es �b4+ 19.c3 eb2+ 20. @el �g8 21.c4 �b4+00 Simmelink-Shishkin, LSS 2007. Es me­nos claro, aunque se puede investigar si la al­ternativac4 no convence) 1S ... V9al + (1S ... lllxf4 16.�xf4 �as 17.llld6+ ixd6 18.�xd6 �a7 19.�f3 f6 20.ixc6+ cJif7 zU�hel± con una fuerte iniciativa) 16.cJicz �a4+ 17.cJibi lllb4 18.ttlc3 �c2+ 19.cJial Hasta aquí el juego de la dama y el caballo negros ha sido muy aparato­so, pero ahora se desvanece el humo y comien­za el contraataque blanco: 19 ... as zo.�dz �b3

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Capítulo 17: 4 ... l:i:Jf6 5. l:i:Jc3 l:i:Jc6 Variante clásica 233

(20 ... Wh7 2Lif3 ie7 22.tt.le4 0-0 23.id6+-; 20 ... �g6 2l.�xg6 fxg6 22.ies±) 2l.ie3! Dando paso a la dama hacia c7. 21...id7 zz.@b1 a4 23.�c7 :Sds 24 . .ib6+-;

b) 12 ... .ib7!? Es una idea extraña, porque el alfil tapona la columna b y no ocupa una posición muy activa. Pero después de muc­has partidas viendo recibir mate al rey negro, alguien, en algún lugar, tuvo la idea de enro­carse largo. Las ideas bizarras no suelen ser correctas, pero de momento ha dado resul­tados razonables. 13.i>b1 (13. �g3!? 0-0-0 14.Wbl) 13 ... 0-0-0 14.ig3 ! Con la amenaza inmediata Wf4. 14 ... 0d7 15.Wf4 d4 (15 .. .f6? 16.exd5 cxds 17.lüxd5 ixds 18.:Sxd5 exds 19 . .ixa6+ es un remate picante) 16.�c4± Ce­diendo la casilla al cabaLlo y tocando e6. 16 ... dxc3?? 17J;ixd7 i>xd7 18.Wxf7++-.

e) 12 ... .ib4 13.�es! (D) y ahora:

el) De nuevo hay que considerar 13 ... dxe4 pero aquí parece muy fuerte la conti­nuación 14.Wg3! ixc3 1S.ic7!? (15 . .ixc3 es suficiente para lograr un final me­jor) 1S ... .ixb2+ 16. Wxb2 Wb4+ 17. Wal tt.lds 18.Wxg7 Wf8 19.Wd4 id7 20 . .ig3± Ponomariov-Bu, Lausana 2001. Y a pesar del peón de ventaja, las negras están en serias dificultades, porque su rey no tiene refugio seguro y el alfil de casillas negras de las blan­cas domina el tablero.

c2) 13 ... ie7 Parece ser la mejor jugada aquí, Jo cual es un argumento suficiente para hacerla en las jugadas anteriores. 14.exds

cxds 15.Wg3 0-0 16 . .!3d4;!; Antal-Magyar, Zalakaros 2001. Las blancas tienen un desplie­gue de piezas prometedor, pero es cierto que han asumido ciertos riesgos al ceder el centro y están obligadas a concretar con precisión.

c3) 13 ... ixc3 14 . .ixc3 Wxa2 15 . .id3! Pre­parando la fuerte amenaza Wg3, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de las negras por las casillas de su color. 15 ... dxe4 (15 ... Wa4?! 16.Wg3! 0xe4 17.ixe4 Wxe4 Zawadzki­Vovk, Warsaw 2007. 18.Wd6!+-) 16.Wg3! exd3 17.Wxg7 ggs 18.Wxf6 d2+ (18 ... Wa1+ 19.@d2 Wa4 20.We3!±) 19.@xd2 Wds+ 20.@cl WgS• 2l.�xgs hxgs 22 . .if6 ib7 23.h4± Balasov­Makarov, Rusia 2000.

ll...ib4 En principio más activo que la va­riante principal, pero si la amenaza a la casilla e4 no es real, entonces no sirve para mucho. 12.a3! esta jugada es lógica y fuerza los acon­tecimientos. Y ahora llegamos a una posición similar a la de la partida principal.

a) 12 ... ixc3 Es crítico, pero las negras necesitan una mejora en esta lfnea. 13. Wxc3 tt.lxe4 14.Wxg7 Wf6 15.Wxf6 tt.lxf6 y las blan­cas tienen la pareja de alfiles y una estructu­ra más flexible pero las negras han puntuado bien en este final. Veamos: 16.-ies! @e7 17.g4 (17J§:d4!?) 17 ... gg8 18.f3 as 19.h4 hs Baklan­Cvek,Jenbach 2008; y ahora: 20.gs 0d7 2l..ig3 ia6 22.!g2 es 23 . .!3hel f6 24.f4 e4 zs.ixe4! dxe4 26.gxe4+ Wd8 27.iel±.

b) 12 ... .tas Desde aquí el alfil puede pasar

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234 Desmontando la Siciliana 2

a c7 presionando el futuro peón blanco en es, pero el enroque negro queda peligrosamen­te solitario. 13.ie2! (prepara \Wg3) 13 ... 0-0 (13 ... ib7 14.\Wg3±) 14.eS lLld7 1S.\Wg3 c;t>hs [1S ... .ic7 16. c;t>b1! evitando f6 16 ... ib8 Esta posición se ha dado en solo dos partidas que se han resuelto con ventaja negra, pero el amon­tonamiento de piezas negras es sospechoso. Las blancas deben estar mejor, por ejemplo: 17.i.d3 (17.h4!?) 17 ... Whs (17 .. .f6? 18.\Wg6+-) 18.'!Wh3 fs 19.ghel± seguido de g4] 16.'!Wh3 c;t>gs [16 .. .f6 obliga a las blancas a demostrar la fuerza de su amenaza. 17.ixh6! lLlxeS y aho­ra 18 . .ie3+! c;t>gs 19.f4 (19.ics!? gf7 20.\We3) 19 ... ixc3 20.bxc3 liJf7 2l.id3� con un fuerte ataque] 17.ghel! (Preparando la sobre defensa del peón eS, antes de pasar la torre por la tercera. La inmediata 17. &ld3 no es tan clara 17 ... ic7! 18.&lg3 lLlxeS 19.�xh6 lLlg6oo) 17 ... ic7 18.-ifl.

e) 12 ... ie7 13.ie2 (de nuevo prepara \Wg3) 13 ... 0-0 14. '!Wg3 (14.h4!? �b7 1S.gh3 eS 16 . .ixh6± Belikov-Babaev, Alushta 2004) 14 ... @hs 1S.ies (1S.es!?) 1S ... id7 16.exds cxds 17.gd4 lLle8 18.id3 gcs 19.ge1 Las blancas apuntan al enroque negro con todas sus piezas, aunque de un modo que parece algo artificial. 19 ... gxc3?! (19 ... \Wasoo) zo.bxc3 ixa3+ 21. Wdl ie7 22. ge3 (siguen pasando las piezas) 22...�b6 23J3g4 ggs 24.gg6 (24.�f4!) 24 ... if6 25.&lxf6 gxf6 26.�h4 &lg7 27.�xh6+ Wg8 28.gh3+- Fedorchuk-Vuckovic, Wch UZO Calicut 1998.

12.ie2 0-0 La opción de dar refugio aJ rey para luego

poder actuar libremente con sus peones cen­trales o en el flanco de dama es respetable, pero tiene el inconveniente de permitir un ataque directo al enroque. Otras alternativas:

12 ... .ib7 13. \Wg3 La jugada clave de la va­riante. 13 ... g6 14.ic7! 1.Wc8 1S.if3 0-0 16.lLla4 lLld7 17.<t>bl aS 18.c4± Shekachev-Pochikeev, Smolensk 1997. Y las blancas dominan todo el tablero.

12 ... lLld7 Con idea de igs, se ha juga­do bastante, pero con resultados desastro­sos. 13.h4 ib7 (13 ... 0-0 traspone a 12 ... 0-0) 14.\Wg3 @fs 1S.@bl if6 16.ic7 \We8 17.f4± Kudrin-Finegold, San Diego 2006; con un fuerte ataque.

13.h4 (D)

Esta jugada, no solo prepara un posible paso de la torre por la tercera fila y una posible rup­tura con g4-gS, si no que especula con un sacri­ficio en h6. Las negras han intentado varias de­fensas, pero hasta el momento están sufriendo.

13 . . J� e8 13 ... liJe8 14. <i.>b1 lLld6 1S . .id3 &les 16. \Wg3

W h8 17. ies .ifs 18. &!he 1 ± con una excelente posición de ataque. Shchekachev-Lopushnoy, Tomsk 1998.

13 ... ib4 14.e5 ixc3 15.\Wxc3 lLle4 16.�e3 f6 17.f3 fxe5 18 . .txes liJf6 19.g4± con un ataque muy directo. Gofshtein-Khasin, Israel 1997.

13 ... lLld714. �g3 @h8 1S.ic7 �e8 16.:13he1 ib7 17.ihs �c8 18.i.d6 ixd6 19.\Wxd6 lLlf6 zo.if3 gds 2l.�f4 c;t>gs 22.g4± de nuevo con un magnífico ataque. Bluvshtein-Krush, New York 2003.

13 ... \Was 14.ixh6! gxh6 (14 ... lLlxe4 lS.lLlxe4 dxe4 16.�g3 if6 17.@bl±) 15.�xh6 lbh7 (Pfrommer-Oud, Bad Woerishofen 2003) 16.gh3! c;t>h8 17.exds cxd5 18.gg3 gg8 19.id3 fs zo.:i3xg8+ <!>xgs 21.1Mlg6+ @hs zz.ixfs exfs 23.'!Wc6 ia3 24.\Wxa8 Wxc3 zs.1.Wb8 lLlf6 26.bxa3 Wxa3+ 27.\Wbz±.

14.Wfg3

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Capítulo 17: 4 ... t:Df6 5. t:Dc3 t:Dc6 Variante clásica 235

14.g4 Lleva también a un ataque muy prometedor, por ejemplo: 14...�d7 15.Wg3 es 16.idz �es 17.g5 d4 18.gxh6 if6 19.hxg7 dxc3 20.ixc3 We7 21.We3 @h7 22.id2 ixg7 23.gdgl Wf8 24.gxg7+ W:/xg7 2S. �xcS+­Ziatdinov-Zabotin, Vladimir 2008.

14 ... Wh8 15 . .ic7! Esta jugada temática que descoloca la

dama, antes de situarse en la agresiva casilla eS, es una marca de fábrica de esta variante.

15 ... YNd7 16.ies ifs Intenta mejorar sobre una de las prime­

ras partidas de la variante y en la práctica lo­gra el éxito, como veremos. Lo que se había jugado era: 16 .. J�a7 17.f4 gg8 18. �f2 ib4 19.if3 �e7 ZOJ!hel :Sd7 2l.exds cxds 22.g4± Botvinnik-Kaz, Israel l997.

17.exd5� Seguramente es mejor no abrir líneas has­

ta no ver cuál es la respuesta de las negras a la fuerte jugada 17. �f4! amenazando en f6, pero sobre todo preparando el avance temá­tico g4-gS; por ejemplo: 17...�g8 (17...�e7 18.g4± Ragger-Ernst, Oberwart 2007) 18.i.hs! i!a7 19.g4±.

17 ... cxds 18.:Sd4 Todavía es buena 18.Wf4 i.b7 19.g4!±. 18 ... YNe7 (D)

19.id3?! Decididamente Fressinet no quería hacer

Wf4, que aun era una jugada muy fuerte que le daba ventaja.

19 ... t:Dd7! Como consecuencia de la omisión blanca

las negras preparan a la vez el avance de su centro con f6 eS, expulsando un alfil y la eli­minación del otro mediante �c5-d3.

20.f4 ib7 [zo ... lLlcs!?] 21.Wg4?! Las blancas siguen a la deriva y su ata­

que gradualmente desaparece, dando paso al predominio de la mejor estructura negra. 21.E:e1!?

21...t:Dcs zz.t:Da4 Comenzando con jugadas únicas, ante la

amenaza f6. 22 ... t:Dxd3+ 23J3xd3 f6 24 . .id4 YNb4?! 24 ... eS!? Sería la culminación lógica de la

estrategia negra. zs.i.cs �c7+. zs.ttlb6 E:ad8 26.a3 Wd6 27 .i!c3? Permitiendo de nuevo es y esta vez con

efectos nefastos. Era necesario 27.E:el! y si 27 ... es?! 28.fxes fxes 29.1:'í:de3 e4 30.lí:fl±.

27 ... e5! 28.ics YNxcs! Parece difícil pero las bancas debieron pa­

sar por alto esta jugada. 29J3xc5 hes 30.ctJa4 .ie3+ 31.Wb1

hf4 Torre pieza y peón es suficiente compen­

sación material por la dam� pero el fuerte centro de peones, los poderosos alfiles y las organizadas torres representan un ejército irresistible para las blancas.

32.t:Dcs .ics 33.Wfez e4 34J3d1 d4 35.g4 [3s.hs i.gs+] 35 ... e3f! [3S ... E:es!?+] 36.tiJd3?+

36.�b3!? ig3 37.gxd4 :Sxd4 38.�xd4 ixhH

36 ... ig3 37J3h1 La impetuosa 37.g5 puede pararse

37 ... ixh4 38.gxh6 gxh6 39. �hs igs+ 37 ... ib7-+ 38J3h3 .id6 39.g5 .ie4

[39 .. .fs!?) 40.gxf6 gxf6 41J�f3?? Es difícil entender esta jugada aunque la

posición blanca ya era difícil. a 4l.�el! 41...hf3 42.Wxf3 :Se6 43.YNg4 :Sde8

44.Wg6 ifs o-1

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236 Desmontando la Siciliana 2

Partida 17.05 De la Villa]. - Estremera S.

Zamora Cto. Esp, 1996

l.e4 es z.lDf3 d6 3.d4 cxd4 4.lDxd4 lDf6 s.lDc3 lDc6 6.igs e6 7.\Wdz a6 8.0-0-0 .id7 9.f3 (D)

Esta es la jugada que recomiendo. El pri­mer motivo es que es la más coherente con el resto de las variantes recomendadas en el li­bro. El segundo que los resultados son mucho mejores que con la alternativa 9.f4 (57% con­tra 51%). En el excelente libro sobre el Richter de Wells y Osnos, los autores llaman la atenci­ón sobre el éxito y la falta de conocimiento de esta variante antes de 1995. Desde entonces ha llovido mucho y la popularidad de 9.f3 se ha disparado, pero los resultados siguen sien­do buenos.

En mi opinión uno de los motivos es que el plan de las blancas es sencillo y peligroso: se trata de avanzar los peones del flanco de rey y romper el futuro enroque de las negras o atrapar a su rey en el centro. Como resultado de las muy diferentes estrategias negras para contrarrestarlo las blancas se ven forzadas a actuar de diferente manera, pero sus ma­niobras temáticas son solo unas pocas y han demostrado su versatilidad durante mucho tiempo. Estudiando el desarrollo y los análisis de estas partidas nos vamos a encontrar repe­tidamente con ellas, pero merece la pena citar algunas como introducción: La retirada del al-

fil a e3 para preparar gs, el cambio de caballos en c6 (cuando las negras no pueden retomar de peón) seguido de la maniobra del otro caballo a d4, el desarrollo del alfil a d3 como respues­ta a tt:les para seguir defendiendo la casilla c4 en caso de expulsión del caballo de c3 a e2, el cierre (con es) o la apertura del centro (con eds) como reacción adecuada en cada caso a ds de las negras, el control de la casilla ds (en caso de es de las negras), apoyado eficazmen­te por la posición del alfil en gS, y algunas ve­ces el cambio en f6 para doblar peones, tomar en d6 o sencillamente acelerar el avance gS.

Las variantes que vamos a estudiar en esta partida parten de esta posición y en general no emplean la jugada h6 como transposición, si no que si la hacen es ya con un objetivo con­creto. Muchas de ellas trasponen entre si, por lo que más importante que el orden exacto es asimilar bien las ideas temáticas y estar pre­parado para aplicarlas, cuando se produzca la situación más conveniente.

9 ... ie7 Tomamos esta jugada como variante prin­

cipal, porque se hace tarde o temprano y es más fácil ver las transposiciones, pero está al mismo nivel de varias otras:

9 .. .'�as?! David García experimentó a me­nudo con esta idea, pero la jugada de dama parece poco elástica. 10.h4 Defiende el alfil, la alternativa, muy interesante es 10.ie3. 10 .. Jk8 10 ... bs 11. <;!?b1 tt:les es el otro tra­tamiento típico, pero tampoco aquí la dama en aS ayuda mucho. 12.id3! la reacción na­tural contra tt:les, al permitir la retirada del caballo a e2 sin dejar de defender la casilla c4. 12 ... �e7 13.g4 i':lb8 14.ie3 dando paso a gS 14 ... b4 1S.tt:lce2 ds?! Precipitada, pero si no, llega gs de las blancas. 16.g5 dxe4 (16 ... tt:lhs 17.exds 1!9xds 18.�e4±) 17.gxf6 exd3 18.f:xe7 dxe2 19.tt:lxe2± Rodríguez-García Ilundáin, Castellón 1995. 11.i>b1 tt:lxd4 1Z.V9xd4 ie7 13.g4 o-o 14.'ªdz! (con la amenaza tt:lds!) 14 ... 'ªc5 15.h5 bs 16.ie3 Wc7 17.g5 Los

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Capítulo 17: 4...liJf6 5.liJc3 li:lc6 Variante clásica 237

peones blancos llegan antes a impactar en el enroque rival. 17 ... b4 18.tt.Jez tt::le8 19.tt::ld4 as zo.g6 (.6. fs�) zo ... .tf6! (zo ... fxg6 21.hxg6 hxg6 22.ih3±) Zl..ih3 (21.tt::lbs!?±) 21. .. �c4 ZZ.�hz a4 23.-tfl �c7 (Sutovsky-Tratar, Portoroz 1997) y ahora con 24.h6! las blancas logran un ataque decisivo.

9 ... �c7 lO.�bl Jugada casi automática en esta variante, donde la retirada del rey es necesaria y es importante dejar al rival que muestre primero sus intenciones. 10 .. J3c8 No muy lógica, porque el potencial desplegado en la columna e apenas tiene objetivo. 10 ... .ie7 traspone a 9 ... �e7; 10 ... b5 es demasiado pro­vocadora porque el sacrificio de la pieza por 3 peones en bs se produce en circunstancias idó­neas. 11..ixbs axbs 12.tt::ldxbs '?Nb8 13.tt::lxd6+ .ixd6 14. �xd6 �xd6 15J3xd6;!;. 1 1.lt.Jxc6 (11.h4 es por supuesto la jugada dentro de nuestro plan y no pude ser mala, pero nos faltan ejemplos concretos) ll . .. ixc6 1Z.ixf6! Siempre hay que estar preparado para pasar a esta estructura en circunstancias favorables. 12 ... gxf6 13 . .id3 hs 14.l3hel Was 1S . .ic4!;\; Leko-Piket, Tilburg 1996. El alfil blanco toma una diagonal excelente y el rey negro esta cla­vado en el centro, los planes con f4-f5 o bien con tt::lds están a la orden del día.

9 ... l3c8 Es casi inevitablemente una tras­posición a 9 ... �e7 porque después de 10. �bl las otras jugadas tienen poco sentido, por ejemplo: 10 ... tt::les?l (10 ... .te7 traspone; lO ... bs 11.lL\xc6 .ixc6 12.tt::le2±) n.f4 lLlc4?l 12.�xc4 l3xc4 13.e5+-.

9 ... tt.Jxd4 Esta jugada que obliga a tomar de dama no es mala en sí misma, pero parece muy poco lógica después de haber jugado .id7 en la jugada anterior, porque normalmente va combinada con eS y ie6. 10.Wxd4 .ie7 ll.h4 bs 12.g4 �c6 13 . .ie3 0-0 Y estamos casi en una posición del ataque inglés (que veremos en el respectivo capítulo), con la diferencia

del alfil negro en c6 en vez de en b7 lo que no es una gran ventaja. 14.g5 tt::ld7 lS.WdZ!? Para explotar al máximo la llegada del caballo a d4. La jugada propuesta en el Ataque lnglés 15. 'it>b1 también debe ser buena. lS ... lt.Jes 15 ... b4 16.tt::le2 d5 17.lLld4 �b7 y aquí por com­paración con la partida Short-Ljubojevic del Ataque Inglés (el peón negro esta en bs) tanto ih3 como hs deben ser buenas. 16.f4! lt.Jc4 17 . .ixc4 bxc4 18.h5± con un fuerte ataque. Gipslis-Martinovic, Vrnjacka Banja 1975.

9 ... bs 10. �b1 y de nuevo lo más normal es trasponer a .ie7 o a h6, por ejemplo: 10 ... tt::las (10 ... lL\e5 11.f4!) ll . .id3 lLlc4 12 . .ixc4 bxc4 13.f4 h6 14.�h4 l3b8 15.�a1 Wb6 16.l3bl±. El enroque blanco es inexpugnable. Speelman­Cardon, 1990.

10.h4 (D) Esta jugada evita algunos trucos, al defen­

der el alfil, y eso la hace la más frecuente.

10 .. Jk8 La jugada de la torre negra declara sus

intenciones de colocar un caballo en c4, pero peca de cierta falta de flexibilidad, al renunciar al 0-0-0 y, en algunas líneas dejar indefenso el peón de a6, después del inevitable avance b5-b4. En realidad las negras han proba­docasicualquierjugadalógicaenesta posición y tenemos que ocuparnos de ellas:

lO ... hs Es una versión inferior de la secuencia 10 ... h6 11.ii.e3 hs que estudiamos

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238 Desmontando la Siciliana 2

en el próximo párrafo, puesto que el alfil tras hs está muy bien situado en gs. 11.�b1 bs 12.1�Jxc6 hc6 13.tl:lez Maniobra temática, pero es a considerar si no es un orden más exacto �d3. 1 3 ... ib7 14.tl:ld4 '1Wb6 1S.id3 �f8 16.tl:lb3± Lanka-Redmann, Hamburgo 2001.

10 ... h6 Normalmente sería una trasposi­ción a las líneas estudiadas en la partida an­terior, pero últimamente se está jugando con una idea que justifica su inclusión en este mo­mento. 11.�e3 hs!? (O) Una idea muy intere­sante, que está ganando adeptos y que cambia radicalmente el mapa estratégico. Los peones blancos quedan parados en el lado de rey y la ruptura g4 es muy difícil de realizar. Los lados oscuros de la idea son también importantes: el alfil blanco queda muy firme en gS, (adonde recomendamos su inmediato regreso), es difí­cil enrocarse corto, y el avance f4, con las con­siguientes secuelas es o fs, tiene más fuerza.

1Z.igs El regreso inmediato del alfil es la jugada que recomiendo, aunque 12. �bl pue­de trasponer y 12.lt:Jc6 seguido de igs elimi­na uno de los posibles planes de las negras, por lo tanto ambas son jugadas a considerar. 12 ... tl:les Ha pasado a ser la jugada preferida de las negras, porque sin este caballo su posi­ción llega a ser muy seca. 12 ... '&c7 13. tl:lxc6! eliminar de inmediato el caballo me parece Jo más exacto 13 ... ixc6 14.�b1 bs 1S.id3 b4 16.4:Jez iWb6 17.E:hel as 18.ic4 l§:c8 19.b3 ibs

20.ixb5+ iWxbs 21.tl:lf4 a4 22.l§:e3;t es?! las negras están sufriendo las consecuencias de no _poder enrocar. 23.tl:ld3 0-0 24.iWxb4 iWc6 25.'&d2± Short-Murariu, Bazna 2008. 13.�b1 bs 14.id3 b4 (14 ... '&b6 15.lt:lce2! y se sue­le trasponer con b4, aunque no es obligado) 1S.lllce2 '&b6 16.Wfe3 (16.E:he1 ast) 16 ... '1Wb7 17 .lllg3 aS 18.'&ez Si no juega 18.f4!? debe temer 18 ... 4:Jeg4 pero después de 19.'&e2± seguido de eS, la iniciativa blanca es prome­tedora. 18 ... lllxd3 19.E:xd3 ibs zo.tl:lxbs Wxbs 21.f4 E:bs zzJ�e1 g6 23.'&dz E:ds 24.eS dxeS zs.E:xd8+ hd8 26.lbe4 1-0 Berelovich­Decoster, Holanda 2007.

1 0 ... 0-0?! Demasiado peligroso fijar la posición del rey frente a la avalancha blanca. n.g4 l§:c8 (11 ... 4:Jxd4 12. iWxd4 bs 13 . .ie3 '&as 14. �bl b4 1S.lt:Je2 eS 16. '&b6!í Gaponenko­Boidman, Trier 2002) 12.�b1 bs 13.ie3 tl:les 14.id3 tl:lc4 1S.ixc4 E:xc4 16.hs y el ataque blanco está lanzado. Korneev-Sherbakov, Novgorod 1995.

10 ... '1Wc7 Un poco más flexible que la ju­gada de la partida, porque reserva el o-o-o. ll.�b1 tl:lxd4 (en caso de 11...bs es molesta 12 . .ixb5!í) 12.iWxd4 bs 13.g4 E:bs 14.ixf6!? Una vez más este plan que parece gustar a Bologan. Las negras no tienen caballo y tam­poco un apacible enroque largo. Las partidas jugadas hasta ahora indican que las blan­cas tienen mejores posibilidades. 14 ... gxf6 1S.lt:lez Wcs 16.\Wdz b4 17.tl:lg3 as 18.b3! E:cs 19 . .ic4± Bologan-Van der Wiel, Wijk aan zee 1997.

1 0 ... tl:lxd4 Se ha jugado mucho, pero como ya hemos repetido varias veces, no guarda buena armonía con id7. ll.iWxd4 bs 1Z.�b1 E:b8 13.g4 b4 14.lLle2 '&as 1S . .ie3 Por supu­esto el plan de Bologan, 1S.ixf6, es también jugable aquí. 15 ... gxf6 16.lLlg3í. lS ... es 16.\Wdz .ie6 17.lllc1 o-o 18.gs lt:lhs 19 . .ih3í De la Riva-Abreu, Capablanca 1998.

Page 239: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 17: 4 ... 0,f6 5. 0,c3 0,c6 Variante clásica 239

lO ... bs 11.'i!?b1 Mi recomendación, que es también la jugada más típica y flexible. La alternativa 11.lLlxc6 seguida de lLle2 ha dado muy buenos resultados a las blancas. ll...lLles 1Z.id3 0-0 13.g4 l3b8 14.ie3! Ha llegado el momento de abrir paso a los peones. 14 .. .'&c7 lS.hS l3fc8 16.g5 lLle8 Rodríguez-Short, Lucerna 1997 y ahora además de la interesante continuación de la partida 17.l3dgl, también 17.f4 y 17.g6 dan buenas chances de ataque.

lL<;t>bl (D) No es necesaria todavía y por lo tanto se

pueden probar otras como 1l.g4, pero es di­fícil que las blancas pasen mucho tiempo sin esta jugada, así que el principio de flexibilidad la sugiere con claridad.

ll...b5!? De nuevo la jugada más elástica, pero tam­

bién aquí las negras han probado todas las alternativas y algunas de ellas como las que conducen el caballo hacia c4 parecen muy bien relacionadas con E:c8.

l l...lLles es lógica, pero las blancas no están obligadas todavía a jugar id3 y por lo tanto después de 12.g4 bs traspone a la línea de la partida principal.

ll ... lLlas se ha jugado muy poco y las blan­cas no han aplicado el mismo plan que si el caballo fuera a eS, que es el que recomenda­mos. 12.g4 bs 13.id3;!;.

l l ... h6 12.ie3 hs Es una versión menos flexible (por la posición de la torre ya defi-

nida en c8) de la idea de hs que comentamos en las alternativas a la jugada anterior. De nuevo creo que lo mejor es: 13.lLlxc6 ixc6 14.igs Wlc7 (intentando ds, que ahora sería contestada por es) 1S.i.d3 ds 16.exds lLlxds (Movsesian-Kozul, Sarajevo 2005) y ahora 17.lLlxds! ixds 18.c4 ic6 19.E:heH.

l l...h5 Lleva a un juego similar a 10 ... hs y es algo inferior respecto a la jugada del siguiente párrafo.

11 ... 0-0 Se ha jugado con cierto éxito, aunque yo siempre desconfío de esta localiza­ción prematura del rey. 12.g4 b5 13.ie3 lLlxd4 (13 ... lLles 14.a3!) 14.\Wxd4 ic6 15.g5 lLld7 16.h5! La entrega de peón abre paso a una ini­ciativa muy fuerte de las blancas. 16 ... ixg5 (16 ... b4!?; 16 ... lLles?! 17.h6!±) 17.ixg5 Wlxgs 18.h6 lLles 19.hxg7 \Wxg7 zo.iez l3fd8 2l.a3± Las torres tienen objetivos muy claros en las columnas de la derecha. Magem-Campos, Manresa 1997.

12.g4 ltles Completando el plan lógico iniciado con

id7. Las negras amenazan b4 seguido de lLlc4. Se ha probado otra idea menos ortodoxa:

lZ ... hs!? Destruye el avance ordenado de los peones blancos, pero a partir de ahora el rey negro no tendrá lugar seguro. 13.gxhs �xhs 13 ... E:xh5 14.ixbs?! un poco bestia, mejor (14.El:g1!;!;) 14 ... axbs 15.�dxbs lLle5 16.lt:lxd6+ ixd6 17. Wxd6 lLlc4 18. W1 d4 esoo Yaremko­Vovk, Lvov 2006. 14.E:gl g6 15.lLlxc6 E:xc6 (15 ... ixc6 16.ixe7 @xe7 17.id3;!;) 16.id3 b4 17.�e2 Wb6 18.ixe7 'i!?xe7 19.e5!± Tbarra-D'Costa, Peñíscola 2002.

13.�d3 b4 13 ... hs 14.gxhs E:xhs 15.f4 lLlxd3 16.cxd3

(16.Wixd3!? b4 17.lLlcezt) 16 ... b4 17.�ce2 Wb6 18.lLlf3 b3 19.axb3 Wlxb300 Del Rio­Romieux, Metz 2006.

14.ltlce2 a5 (D) Las negras siguen con su avance de la

forma más lógica; otras alternativas: 14 ... ds? 15.ixf6!; 14 ... �xd3 refuerza el centro blanco

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240 Desmontando la Siciliana 2

15.cxd3 '&b6 16.ie3 '&b7 17.h5; 14 ... lbc4?! 15.Wxb4.

1S.ie3 Wic7 lS ... ds? 16.g51 dxe4? 17.gxf6 exd3 18.fxe7+-. 16.tbg3! En este caso es importante evitar que el

avance de los peones blanco se vea bloqueado, y esta jugada parece funcionar tácticamente con ese objetivo. 16.g5 lbhsoo.

16 ... 0-0 16 ... ds?! Intentando aprovechar la

posición indefensa del caballo de g3, falla por: 17.g5 lbxe4 (17 ... lbxd3 18.cxd3 V9xg3 19.if4+-; 17 ... dxe4 18.gxf6 exd3 19.fxe7+-) 18.fxe4 lbxd3 19.cxd3 V9xg3 20.if4 V9g4 2U�dg1 V9hs 22.exds exds 23J�el�.

17.g5 tbes (D)

18.f4! Este peón corre ganando tiempos para

romper el enroque negro en f6.

18 ... tbc4 18 ... lbxd3 19.cxd3 lleva a una posición si-

milar, pero con el peón e4 defendido y menos posibilidades de romper para las negras.

19.i.xc4 Wixc4 zo.fs a4 20 ... e5 21.f6l gxf6 22.lbdf5 con un fuerte

ataque. 21.f6! La ruptura que hace más daño al enro­

que negro. La iniciativa blanca es muy fuerte y desde el punto de vista teórico, el resulta­do puede considerarse satisfactorio para las blancas, aunque las negras siguen teniendo muchos recursos, como demuestra el desarro­llo de la partida.

21. .. gxf6 22.gxf6?! Mucho más fuerte es 22.lbhs! y ahora

22 .. .fs (22 ... a3 23.gxf6 ixf6 24.lbxf6+ lbxf6 25.�h6+-; 22 ... esl? 23.gxf6 lt::\xf6 24.lt::\xf6+ .ixf6 25J3dgl+ whs 26.ig5+-; 22 ... Whs!? 23. V9f2�) 23J3hgl fxe4 (23 ... whs 24.lt::\xfs exfs 25.id4+ f6 26.gxf6 lt::\xf6 27.V9h6+-) 24.lt::\f6+ .bf6 25.gxf6+ whs 26.ih6+-.

zz ... M6 23.tbhs ies 24.tbf3! b3! zs.tbxes! bxc2+ 26.i>al cxdlWi+ 27J�xdl dxes

27 ... V9bs? 28.id4! dxe5 29.lt::\f6+! Wh8 30. V9h6 lt::\xf6 31. V9xf6+ Wg8 32J�gl#.

28.ih6 [zs.ics!? V9xc5 29.lt::\f6+ lt::\xf6 30.'&g5+ Wh8 3l.V9xf6+=] 28 ... i>h8 [28 ... f6?? 29.V9g2+l Wf7 30.:!3xd7#] 29.ixf8 [29.�gl V9cs 30.V9gs V9xgl+ 31.V9xgl 13gB+] 29 ... Wic2! 30.Wiel a3?l [30 ... ic6 31.'tYgl ixe4 32.ig7+ i>g8 33.ixe5+ ig6 (33 ... ig2 34.lt::\f4±;33 ... V9g234.V9xg2+ ixg2 35.:!3gl Wf8 36.ic3±) 34.lt::\f4 f6+] 3l.ixa3 1a4 32J;bl ibs! 33.b3 Wic3+ 34.Wixc3 É&xc3 3S.ibz;t gf3 36.he5+ [36.a4 ic6 37.:!3cl ib7 38.:!3dl �c6 39.:!3d8 f6 40.lt::\xf6! )3xf6 41.ixe5 Wg7±] 36 ... f6 37.ibs! <J?gs 3s.ggl+ <Jif7 39.gg3 gfl+ 40.i>bz es 41.gc3 gfz+!;t 42.i>a3 ghz 43.tbg3 gxh4? [43 ... id7!] 44.i>b4!+­i.a6 4S.i>as ib7 46.i>b6 ia8 47.i>a7 ixe4 48.gc4! fs 49.tbxfs gf4 so.hes gxfs sl.gxe4 i>e6 sz.ibS+! i>d7 53.a4

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Capítulo 17: 4 ... li:Jf6 5.li:Jc3 li:Jc6 Variante clásica 241

gf7 54.b4 li:Jf6 ss.gf4 <i>c8+ 56.<i>a8 <i>d7 57.ies 1-o

Partida 17.06 Vallejo Pons F. - Caruana F.

Wijk aan zee, 2009

l.e4 eS 2.li:Jf3 li:Jc6 3.d4 cxd4 4.li:Jxd4 li:Jf6 s.li:Jc3 d6 6.igs e6 7 .'&d2 a6 8.0-o-o id7 9.f3 h6 10.ie3 (D)

Esta es la posición que estudiamos en esta partida, pero las trasposiciones con la anterior son muy frecuentes y difíciles de sistematizar, por lo que hay que tenerlas en cuenta en cada jugada.

10 ... bs No solo la más frecuente, sino también la

más conveniente como variante principal, por recoger más cómodamente las trasposiciones. Para las negras es difícil hacer algo sin esta ju­gada que naturalmente es un preámbulo a un futuro b4, antes o después del cambio en d4 o del salto del caballo a eS. Pero se han intenta­do otras alternativas:

lO ... ie7 En este orden es demasiado len­to, porque la reciente jugada h6 ha alentado el asalto de las blancas en el flanco de rey. l l.g4! La ventaja de haber sido expulsado a e3 demasiado pronto es la fuerza de este avan­ce. 1 1...b5 (ll...gc8?! después de esta jugada, las negras ya no tienen tiempo de oponerse a la expansión blanca. 12.h4! tt:lxd4 13.ixd4 eS 14.ie3 Y9as 1S.ih3! las blancas han podido

ahorrarse 'it>b1, y ya preparan gS sin tener que preocuparse por las amenazas a su enroque. 1S ... bS 16.gS b4 17.ixd7+ @xd7 18.lLlb1! hxgs 19.hxgs lühs 20.a3 b3 21. t2Jc3! ± De la Villa­Sánchez Guirado, Torrevieja 1997) 12.<;t>b1 (12.h4?! permite la reacción típica 12 ... tbxd4 13.ixd4 b4 14.tbez es 1S.ie3 Y9as 16.@bl ie6 y las negras consiguen ds y toman la ini­ciativa) 1Z ... t2Jxd4 (12 ... lLles se contesta con la temática 13.id3 preparando h4 y gs) 13.ixd4 b4 (13 ... ic6) 14.tbez eS 1S.ie3 ie6 Parece llegar para preparar ds, pero las blancas tie­nen un brillante recurso táctico. 16.tbg3 ds 17.CL\hs! ttJxhs 18.exds±.

1 0 ... gc8!? Una jugada que parece poco flexible, porque abandona la posibilidad de un enroque largo o bien la de utilizar la torre en otra columna. Efectivamente la jugada es poco flexible en el plan negro de ttJes, pero está bien meditada si se va a seguir con lLld4-e5-ie6 y Y9 as y en ese orden ha obtenido bue­nos resultados. 11.@bl A menudo es la mejor jugada, al ser útil en todas las variantes y dejar a las negras una jugada más para definirse. La inmediata ll.g4 permite a las negras realizar de forma ideal la maniobra temática ll ... CL\xd4 1Z.ixd4 eS 13.ie3 W/as 14.@bl .ie6 y no pa­rece que las negras tengan problemas: 1S. ttJds Y9xd2 16J�xd2 tt:'lxds 17.exd5 id7= Van der Wiel-Bologan, Tilburg 1992) Y ahora:

a) ll .. .Cües?! 1Z.g4 bs 13 . .id3 es un sen­dero temático que en esta posición favorece a las blancas;

b) ll ... ie7 No es necesaria en este plan. 12.g4 tt:'lxd4 13.ixd4 es 14 . .ie3 Was (14 ... ie6 1s.tt:'lds! tt:'lxds 16.exds id7 17.h4t Milos­Ubilava, Elgoibar 1993) 1S.h4 ie6 16.ih3! y las negras están casi obligadas a entregar la calidad. 16 ... gxc3 17.'i9xc3 Y9xa2+ 18.'it>cl ds 19.icS d4 20.'i9a3 §'xa3 2l.ixa3;!; Kosteniuk­Nijboer, Wijk aan Zee 2005;

e) n ... CL\xd4 12.ixd4 es 13.ie3 ie6 14.h4 §'as 15.g4 bs 16.a3! ie7 (16 ... gxc3!? es temá­tico pero no ofrece una compensación total:

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242 Desmontando la Siciliana 2

17. Wxc3 �xc3 18.bxc3dS 19.a4 dxe420.axbs±) 17 . .ie2 (prepara gs) 17...'Lld7 18.'Llds± Marinkovic-Mijatovic, Belgrado 2004.

10 ... 'Llxd4 El cambio en este momento no es muy lógico, puesto que suele ir combina­do con un posterior es y ie6 y ahora el alfil negro ya ha gastado un tiempo. Además tam­poco tiene la "excusa" de obligar a captu­rar con la dama, pero de todos modos sigue siendo jugable. ll.ixd4 eS?! (11...bS 12. <;t>bl traspone a lO ... bs) 12.ie3 ie6 hace "oficial" la pérdida de un tiempo sobre otras variantes conocidas del Richter.

lO ... hs?! Permite a las blancas trasponer a otras variantes, estudiadas en la partida ante­rior, en que hs es más frecuente, generalmente cuando las blancas ya han jugado h4, pero tam­bién jugar de forma específica para aprovechar los defectos de hs, por ejemplo: n.<;t>bl W/c7 12.'Llxc6 hc6 13.'Lle2 ds 14.eS 'Lld7 1S.f4t Cheparinov-Al Modiahki, Sochi 2008.

ll.cJ?bl! La jugada que recomiendo. Deja a las

negras definirse, y los caminos a seguir son muy diferentes en un caso o en otro. 11.'Llxc6 es igualmente correcta.

ll ... l2Je5 Una vez jugado bs, este plan está más

justificado que el de cambiar en d4, y jugar-

lo de inmediato es lo más flexible, como se ve analizando las alternativas:

11 ... :Sc8 Es un intento interesante de irrumpir en el centro sin gastar un tiempo en ie7. 12.g4 '!:les 13.id3 La jugada temática, manteniendo el control de c4, pero creo que en este momento hay motivos para jugar 13.a3!? 13 ... b4 14.'Llce2 ds lS.exds ltlxds 16.ltJf4 con ataque. Toth-Abasov, Budapest 1997.

ll. .. ltlxd4?! Va mejor coordinada con un rápido eS, y aquí liega tarde: 12.hd4 b4 13.ltJe2 eS 14.ie3 �as (14...ie6?! 15. �xb4!±) 1S.c4!t Lanka- Berthelot, Montpellier 1995.

11...W/c7?! Permite una versión favora­ble del típico sacrificio de pieza por 3 peones. 12.hbs! (12.g4 es por supuesto posible) 12 ... axbs 13.'Lldxbs W/b8 14.tLlxd6+ hd6 1S.Wxd6 W/xd6 16.:Sxd6t Hasta ahora las negras han logrado siempre aguantar este final, pero con mucho sufrimiento. 16 ... tLlas 17.b3 :Ses 18.'Lle2 es 19.:Shdl ic6 20.c4 0-0 21.ltJc3 :Sb8 22. <;t>c2 :Sfc8 23.ia7 :Sa8 24.ib6 'Llb7 2S.:S6d2 ies 26. <;t>b2 @fs 27 .ie3 @e7 Los 3 peones por la pieza ofrecen buenas posibilidades de ganar, pero ahora las blancas perdieron la paciencia y jugaron 28.ltJd5+!? Iordachescu-Baklan, Baile Tusnad 200S. Pero 28.a4t manteniendo el trío y progresando poco a poco, parece mejor.

12.id3 (D)

De nuevo controlando la casilla c4 para poder retirar el caballo a e2.

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Capítulo 17: 4 .. .liJf6 5.lbc3 lbc6 Variante clásica 243

12 .• :t.l'c1 La principal alternativa es el inmediato

12 ... b4l? 13.lLlce2 ds 14.exds ll:lxds 15.lLlf4 y las piezas blancas ocupan una posición ame­nazadora, pero hasta el momento los ejemplos prácticos son mínimos y la evaluación no está definida. Por ejemplo: 15 ... ll:lxe3 (1S...t2Jxf4 16.ixf4 t2Jxd3 17.Wxd3 i.e7 es más floja por­que después de 18J:'�he1 las negras no pueden oponerse a la presión de las piezas mayores blancas en las columnas centrales 18 ... 0-0 19.'2Jfs exfs zo.Wxd7± Almasi-Templier, Cannes 2005) 16.V:he3 .id6 17 . .ie4! (17.lLldxe6!? .be6 18.'2Jxe6 fxe6 19.f4 t2Jxd3 20.Wxd3! 0-0 21.Wxd6t; 17.'2Jfxe6? fxe6) 17 .. J1lb8 18.'ªe2 'ªb6 19.'2Jc6!;!;.

1 2 ... lLlxd3 El cambio es ilógico porque refuerza el centro blanco y abre la colum­

na e para iniciar planes en el flanco de dama. 13.cxd3 b4 14.lLlce2 es 1s.lLlbJ (1S.ll:lfs ds!) 15 ... a5 16.d4í Iordachescu-Bagaturov, Momo­tov 1997.

13J�hel (D) Con la idea de evitar la ruptura temática

en el centro. Las blancas preparan con calma el asalto de sus peones al enroque rival. Este tratamiento me parece más natural que el conocido g4.

13 .. J�b8!? Seguramente la continuación más aguda y

sutil. Las negras "admiten" que el plan b4-d5

directamente no funciona y preparan el tema añadido, lLlc3 con jaque, lo cual les hace reno­var su amenaza estratégica.

13 ... b4?! Abrir el centro parece prematu­ro, pero merece un serio escrutinio: 14.lLlce2 ds 15.exds tlJxds 16.lLlf4 (D)

Todas las piezas blancas se acumulan frente al rey negro. 16 ... ll:lxe3 1 7 .'exe3 ll:lxd3 18Jibd3?! 18. V9xd3! es ganador: 18...id6 19.t2Jdxe6 fxe6 (19 ... .ixe6 20.t2Jxe6 fxe6 21.É1xe6+ .ie7 22.É1de1 +-) 20. t2Jxe6 .ixe6 21.É1xe6++. 18 ... É1c8! y ahora el sacrificio no da más que tablas. l9.'2Jfxe6 ixe6 20.lLlxe6 fxe6 21.\Wxe6+ .ie7 22.'eg6+ �-�De la Villa-Pérez, Sanxenxo 2006.

13 ... .ie7!? Cierra una vez más la columna y prepara b4. 14.g4 b4 1S.t2Jce2 ds 16.exds lüxds 17 .lüf4 lLlf6?l Esto facilita el ataque blanco. Es peor 17 ... lüc4? 18.hc4 V9xc4 19.lüfs!; pero es crítico 17 ... t2Jxe3! 18.W/xe3 t2Jxd3 19.É1xd3 0-000• 18.h4 lLlxd3 19.'ªxd3 gs? (19 ... o-o? 20.g5+-; 19 ... É1c8 20.g5±) zo.hxgs hxgs 21.i!Jfxe6 .ixe6 22.lüxe6 fxe6 23.'ªg6++- Volzhin-Gasimov, Aníbal op 1997.

13 ... lLlc4 14.hc4 'ªxc4 Provoca una carrera de ataques más típica. 15.g4 b4 16.lLlce2 as 17.h4 g6 18.gs hxgs 19.hxgs lLlhs Del Pilar-Ashley, Philadelphia 1996, pero ahora las blancas con 20.lüb3! a4 2 l.lLlc5-t ponen de manifiesto la inestabilidad de la posición negra.

14.f4! (D)

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244 Desmontando la Siciliana 2

Las blancas optan por un tratamiento cen­tral, cortando de raíz las intenciones negras.

Era también interesante 14.<Jíal impidien­do b4 y ds. Por el contrario 14.g4?! permite a las negras completar su plan: 14 ... b4! 15.ltJce2 ds 16.exds ltJxds! Fernández Romero-Baklan, Lorca 2006; amenazando ltJc3 y apoderándose de la iniciativa.

14 ... é!:k4 14 ... ltJxd3 será posiblemente una alterna-

tiva de emergencia, pero las blancas en esta posición están felices de reforzar su centro. 15.cxd3;t

15.hc4 1Mfxc4?! 15 ... bxc4!? Lleva a una estructura muy co­

nocida que suele ser inofensiva para las blan­cas, precisamente porque pueden defenderse de las amenazas a través de la columna b con un mínimo de efectivos, pero en este caso la amenaza doble con Wb7 es algo incómo­da de contrarrestar. 16.fi.f2 (16. 'it>a1 ?! Wb7) 16...Wb7 17.b3 a5 18.e5t

16.b3 1Mfc7 17.e5! (D) La ruptura en el centro es la coronación

lógica de las anteriores jugadas, ahora todo pertenece al terreno de la táctica, pero no parece que esta favorezca a las negras.

17 .. J:ks 1 7 ... b4 es la jugada típica para evitar que

el caballo salte a e4, pero después de 18.exf6 bxc3 19.fxg7 .txg7 20.Wf2± está claro que el rey negro está más expuesto; 17 ... dxeS?! es incluso peor 18.fxes ltJh7 19.lLle4 Wb7 20 . .tf4 fi.e7 21. Wf2 o-o 22. W g3+-.

18.exf6 Llevando a un final mucho más agradable

para las blancas. 18 ... 1Mfxc3 19.Wfxc3 gxc3 ZO;!bfs!±gxf6

21.ctJxd6+ .ixd6 zz.gxd6 �c6 23.gd3 Con la simple amenaza de doblar en d. 23 ... ic8 23 .. J3c8! es lo más resistente. 24.g4! !c6

2s . .td4 E!gs 26.h3± 24.id4 es?! 24 ... 'it>e7 2S.fi.c3± zs.fxeS+- �e6 26.ics gxes 27 .�edl

�xcs zs.gd8+ cile7 29.gxhg hs 30.cilbz Yz-Yz

Page 245: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 17: 4 . ..éi:Jf6 5.�c3 �c6 Variante clásica 245

Esquema Resumen: l.e4 es 2.lbf3 d6 3.d4 cxd4 4.lbxd4 lbf6 s.tLlc3 lbc6 6.�gs

- 6 ... a6 Sólida, acaba trasponiendo. - 6 ... h6 Poco conocida pero con cierto veneno ;!;. - 6 ... !fffb6 Trata de distorsionar, pero no es el mejor momento ;!;. - 6 ... Was Similar a 6 ... h6. Poco conocida pero venenosa í. - 6 ... �d7 La más popular de las alternativas a e6, pero teóricamente no mejor que otras í.

6 ... e6 7.vgdz con varias opciones:

- 7 ... h6 Obliga a una estructura concreta, pero no en las mejores condiciones ;!;.

- 7 ... ie7 8.0-0-0 0-0 Las negras aceptan todos los retos. Sana y ambiciosa ;!;/=. - 7 ... !J.e7 8.0-0-0 a6 Un orden muy sutil, que parecía refutado, pero vuelve a ser jugable ;!;.

6 ... e6 7.Wd2 a6 8.0-0-0 y ahora:

- 8 ... h6 Variante de moda algún tiempo, puesta en duda por 9./i)xc6 ;!;. - 8 ... id7 9.f3 §'as No combina del todo con �d7 ;!;. - 8 ... id7 9.f3 lbxd4 También parece poco coherente con id7 ;!;, - 8 ... id7 9.f3 !k8 Más lógica. Mucho contrajuego, mucha batalla, mucha investigación

pendiente í. - 8 ... �d7 9.f3 ii.e7 10.h4 É1c8 Parece lenta. Las blancas atacan muy fuerte ;!;, - 8 ... id7 9.f3 ii.e7 10.h4 h6 ll.�e3 hs!? Idea muy posicional. Necesita más ejemplos ;!;. - 8 ... id7 9.f3 bs La variante más elástica. Lo normal es trasponer a 9 ... h6 y la batalla

teórica debe continuar ;!;/=.

8 ... id7 9.f3 h6 10.ie3 Suele ser un reflejo de las variantes sin h6, y ahora:

- 10 ... ie7 Aquí es lenta con el punto de ruptura abierto en gs í.

- lO ... tLlxd4 El cambio no suele combinar con �d7, pero es sólido ;!;. - 10 ... Ek8 Interesante y poco investigada, pero no es lo más flexible ;!;. - lO ... bs 11. <i:t?bl /i)eS 12.�d3 Wc7 Es la variante crítica. La batalla teórica continúa pero

el plan con 13.ghel parece muy peligroso para las negras ;!;.

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246 Desmontando la Siciliana 2

Capítulo 18

l.e4 es z.l2Jf3 d6 3.d4 cd4 4.eLJd4 lDf6 5.eLJc3 e6

Variante Scheveningen

Valoración ****

Introducción e ideas

La variante Scheveningen tiene un parentesco evidente con la Najdorf, actualmente la variante principal de la Siciliana estudiada en el próximo capítulo. Seguramente la ligera preferencia que tiene la Najdorf es debida a dos razones: primera, el Ataque Keres 6.g4 contra la Scheveningen y segunda, las negras tienen abierta la opción de jugar es, mientras que difícilmente pueden pasar sin a6.

La variante que nosotros proponemos para combatir ambas defensas, es el esquema con f3 y 0-0-0, comúnmente conocido como Ataque Inglés. Esta variante funde prácticamente en uno ambos sistemas defensivos. En este capítulo nos ocuparemos de las variantes en que las negras juegan e6, y en el próximo de aquellas en que juegan cualquier otra jugada, casi siempre eS.

Las ideas más frecuentes en la Scheveningen son el ataque de minorías en el flanco de dama y la presión sobre el peón e4. Con el esquema elegido por las blancas, la presión en e4 pierde su importancia y la existencia de enroques de signo opuesto o del rey negro en el centro, obliga a que el juego en el flanco de dama de las negras sea más vivo. Además la ruptura liberadora ds, casi siempre precedida del avance b5-b4, está en el programa negro, a pesar de que en algunos casos abre líneas sobre el rey propio, todavía en el centro. También las maniobras de uno, o incluso los dos caballos, hacia la casilla c4 ocupan los pensamientos de ambos jugadores.

Page 247: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 18: 4 ... l0f6 5. l0c3 e6 Variante Scheveningen 247

Partida 18.01 Socko B. - González Garcíaj.

Beijing, 2008

l.e4 es 2.l0f3 d6 3.d4 cxd4 4.l0xd4 li.Jf6 s.li.Jc3 e6 6.i.e3 (D)

La posición a partir de la cual comienza nuestro estudio en este capítulo. En esta pri­mera partida nos vamos a ocupar de aquellas variantes en las cuales las negras retrasan por mucho tiempo la jugada a6, en las siguientes nos ocuparemos del caudal teórico principal, que la incluye.

6 ... li.Jc6 6 ... 1e7 Suele conducir a las mismas posi-

ciones, pero en mi opinión es un orden me­nos exacto porque la transposición al ataque Keres con 7.g4 es favorable. 7.f3 Casi siempre traspone a la partida pero vamos a conside­rar las jugadas independientes: 7 ... 0-0 (7 ... es 8.1bs+!±; 7 ... ds 8 . .ibs+! id7 9.es±) 8.�dz ds 8 ... es a pesar de la pérdida de tiempo no es un disparate porque las negras tienen fle­xibilidad total para desarroUar sus piezas. Mi recomendación es la inédjta 9.li)de2! (9.itJb3 ie6 10.0-0-0 aS es la continuación más ha­bitual y traspone a posiciones que estudia­mos en el siguiente capítulo) 9 ... 1e6 (9 ... li)c6 10.g4 y las negras deben olvidarse de jugar ds, en cuyo caso el caballo en c6 es un incon­veniente; 9 ... ltJbd7 10.g4 itJb6 1l.g5 ltJhs 12. ltJg3 ltJf4 13.0-0-0 y el ataque blanco puede de­sarrollarse con facilidad puesto que 13 ... -ixgS

14.lühs! es muy favorable a las blancas) 10. 0-0-0;!; seguido de g4 y ltJg3) 9.es ltJfd7 10.f4 ltJc6 1 1.0-0-0;t Con una estructura típica de la Defensa Francesa donde las blancas man­tienen una ligera ventaja debido a su dominio del punto d4. Ilincic-Bischof, Praga 1989.

7.Wdz! Este es el orden más exacto. 7 .f3 puede

Uevar a las mismas posiciones, pero hay que tener en cuenta dos jugadas molestas 7 ... ds y 7 ... \Wb6.

7 .•• !J.e7 El ataque con el caballo es prematuro

pero después de esta jugada de alfil se con­vierte en una amenaza. 7 ... ltJg4 ?! 8.-igs fi.e7 (8 ... �b6?! 9.itJdbsl ± a6? 10.ltJa4+-) 9.J\xe7 �xe7 10.ttJdbs (10.0-o-o!?) 10 ... ds?! (10 ... 0-0 n.iez! ltJges 12.0-o-o gd8 13.f4 ltJg6 14.lüxd6±) 11.\Wez! ltJf6 12.exdS+-.

8.f3 0-0 La jugada más natural, aparte de 8 ... a6 que

se ve en las partidas siguientes, pero veamos las alternativas:

8 ... ds?! Es prematura. Conduce a una posi­ción con el peón d aislado y pocos argumentos para compensarla. 9.ibs! id7 10.exds exds (lO ... ltJxds no parece lógico cambiar piezas con el peón aislado 1l.itJxds exds 12.itJb3 a6 13.ixc6 ixc6 14.0-0-0 0-0 15. \WaS;!; Horvath­Rossiter, Oakhan 1988) 11.0-0-0 0-0 12.itJb3 a6 13 . .ie2 .ie6 14.g4;!; Milov-Zatulovskaia, Berlín 1994.

8 ... id7?! Se ha jugado varias veces pero es claramente inferior. 9.li)dbs!±.

8 ... e5 Está ahora menos justificada que en la jugada anterior porque las negras ya han definido la posición de su caballo en c6. 9.li)de2 o-o 10.g4 ;!;.

9.0-0-0 Conviene observar que 9.g4 tampoco impi­

de 9 ... ds!, aunque es cierto que las blancas se están inclinando por esta opción recientemen­te. El motivo de no recomendar esta jugada es que me parece que su evaluación depende de

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248 Desmontando la Siciliana 2

pequeños detalles tácticos y cambia cada día. Pero es natural investigar ese camino.

9 ... ds!? (D)

La idea principal de este orden de jugadas. Las negras realizan la ruptura temática antes de que las blancas coloquen el tornillo con g4. La lucha para demostrar que las blancas sacan algo a partir de ahora sigue abierta, pero la variante nunca será muy popular porque las blancas pueden optar por variantes simpli­ficadoras que dejan muy pocas opciones de juego activo a las negras.

Alternativas: 9 .. .t!lxd4 10.'?9xd4 e5 11.'?9d2 .ie6 12. Wb1 a6 13.f4! ltlg4 14.f5± Garbisu­Cortés, Pamplona 1995; 9 ... a6 traspone a las siguientes partidas.

lO.exds Ciertamente no es la jugada más ambiciosa

y se aleja bastante del ideal sistema de ataque que proponemos en casi todas las partidas del libro. En cierto modo las negras pueden estar satisfechas de apartar a las blancas de sus planes primarios, pero lo hacen a costa de renunciar también ellas a parte de sus ambi­ciones. En definitiva recomiendo esta jugada por criterios de pragmatismo: considero que da expectativas razonables de ligera ventaja, y ahora mismo no conffo en las alternativas.

lO.�el Es la continuación ambicio­sa y mi anterior recomendación, pero la continuación lO ... es! 11.ltlxc6 bxc6 12.exds cxds! que todavía tiene muy pocas experiencias prácticas, me parece muy peli-

grosa, concretamente en la variante: 13.igs ie6 14.�xe5 (14 . .ic4 .ib4 15. Wi'xe5 .ixc3 16.1{xc3 ltld7=) 14 .. .'�as (14 .. J!b8!? que aún no ha sido experimentada, me parece otra opción peligrosa) lS.ltlxdS! (1S . .ic4? ltld7! 16. Wi'g3 ixgS+ 17. Wi'xgs h6+ ZhangPengxiang­Balogh, Taiyuan 2007) lS ... lLlxds 16 . .ixe7 gfc8 17 . .id3 �xa2 18 . .ia3 aS (18 ... ltlc3!? 19.gde1 gab8oo) 19.Wd2 ltlb4 20 . .ixb4 axb4 Zl.gal Wfxal zz.gxal gxal 23.f4oo Pino] Ful­goni-Antal, Barcelona 2003.

lO . .iez!? es una jugada que está ganan­do popularidad mientras el libro se estaba completando y que tal vez merezca mayor atención. Por ejemplo: 10 ... de4 ll.lDc6 bxc6 12.�d8 gdg 13.ltle4 ltlxe4 14.fxe4t y el final es más agradable para las blancas Papp-Antal, Lubbuck 2009.

lO ... éüxds A las negras claramente les interesa cam­

biar alguna pieza y no incurrir en debilidades estructurales. lO ... exds?! 11.g4!± pone de manifiesto los problemas de las piezas negras para circular cómodamente.

11.éüxds '?Nxds (D) ll...exds es un poco más saludable que

en la jugada anterior, pero ambos tratamien­tos, 12.<t!;>b1 (y también lZ . .ibst) deben ser suficientes para una ligera presión. 12 ... ge8 13..ib5 .id7 14.ltlb3!;!; Rodríguez-Sokolov, Pancevo 1987.

Page 249: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 18: 4 .. .l iJf6 5.lLic3 e6 Variante Scheveníngen 249

12.c4 Está por ver si el tratamiento "hipersa­

no", crea verdaderos problemas a las negras: 12.�bl!? lt:lxd4 (12 .. J3d8 13.l0xc6! bxc6 14.�c4 1&xd2 15.�xd2;!; es claramente más agradable para las blancas, aunque las chan­ces de ganar no son demasiado altas) 13.1&xd4 1&xd4 14.�xd4 gds lS . .ibs a6 16.�e2 bs 17.�b6 ges 18.c4!t Perunovic-Sedlak, Vrn­jacka Banja 2005; pero es evidente que este tipo de ventajas no son del todo satisfactorias, porque las opciones de tablas son muy altas.

12 ... �d6 La casilla más natural, evitando el deterio­

ro de la estructura (con lbc6) y preparando la retirada a b8. Al menos una de las alternativas es de nivel similar.

12 ... 1&as?! No hay motivo para hacer concesiones estructurales. 13.l0xc6! 1&xd2+ 14.gxd2 bxc6 15.c5;!; Shulman-Drogun, Minsk 1995; 12 ... %Ves!? 13.l0xc6 [13.f4 1&c7 14.lLlb5 Wb8 15.�e2 (15.1&f2! ;!;) 15 ... g¡dg 16.1&c2 �d7= Vallejo Pons-Anand, Monte Cario 2004] 13 ... bxc6 14 . .if4! 1&f6 15.h4 h6 16.1&e3;t Pashikian-Seeman, Moscú 2005.

13.lLixc6 13.l0bs 1&b8 14 . .id3 tal vez merece más

atención, pero no veo como contestar de forma convincente a la desagradable entrega de peón: 14 ... a6 15.l0c3 bs!?t

13 ... �xc6 14.id3 es (D)

14 ... gd8 15.Wc2t El juego de las blancas es algo más libre, pero es cierto que las negras

están sólidas y pueden neutralizar la venta­ja blanca y dormir la partida. 15 ... h6 16. �bl (16 . .ih7+! @hs 17.�xd8+ i.xd8 18 . .ie4:&) 16 ... .id7 17.f4 .ies 18.g¡hel g¡d7 19 . .ih7+ @hs 20.�e4 g¡xdl+ 2U3xdl 1&c7 22.1&e2 l:;cs 23 . .id3 l3ds 24.g4 @gs 25.gs hxgs 26.fxg5 1&es 27.h400 Vorobíov-Shipunov, Moscú 2000.

15.\Wcz fs 16J!hel ics?! El cambio que parece natural, facilita la

presión blanca sobre el peón de es, que final­mente puede caer.

Mejor es 16 ... .ie6 17.�f2 i.d6 y ahora las blancas pueden seguir manteniendo la pre­sión con 18.c5! (18. �b1 Socko-Movsesian, Kallithea 2008) 18 ... l3ac8 (18 ... �c7 19.i.c4 �xc4 20.1&xc4+ @hs 2L@bU) 19.cxd6 l&ds 20 . .ic4 Wxc4 21. Wxc4 gxc4+ 22. @b1 e4 23.b3 gc6 24.�h4;!;.

17.ixc5 Wxc5 18.Wc3 ges 19.ic2! 19.@bl tampoco está mal, por ejem­

plo: 19 ... b6 20.�c2 .ib7 (20 ... g6 21.l3d5+-) 2L.ixf5+-.

19 .. JWc7 zo.gds No hay manera de defender el peón de eS. 20 ... e4 21.fxe4 fxe4 22.g3± Defendiendo h2 antes de capturar. 22 ... ie6 23J!d4 ifs 24.ixe4 ixe4

25J3dxe4 gxe4 26.gxe4 gfg 27.\Wd4 a6 28.a3 h6 29.\!/bt @hs 30.@az bs?!

[3o ... gds±] 31.ge6 @h7 32.gxa6 bxc4 1-0

Partida 18.02 Littlewood J. - Shamkovich L.

London Peace, 1987

l.e4 eS 2.lLif3 d6 3.d4 cxd4 4.lLixd4 lLif6 s.l2Jc3 e6 6.ie3 a6 (D)

Esta y las siguientes partidas de este capí­tulo se ocuparán de la posición que surge de este diagrama. En todos los casos las blancas van a seguir con su rutina, f3, Wd2, 0-0-0, g4 etc. Por su parte las negras tienen dos planes principales, el primero basado en lbc6, ie7 y un rápido 0-0 y después lanzar el .contra­juego en el flanco de dama, el segundo con-

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250 Desmontando la Siciliana 2

sistente en un inmediato bs y la aceleración del contrajuego en el flanco de dama antes de enrocar. Estos planes serán estudiados en las últimas partidas del capítulo. En esta y las siguientes nos ocuparemos de algunas conti­nuaciones menos frecuentes.

7.V9d2 En mi opinión, un poco más precisa que

7.f3, aunque casi intercambiable. Las blancas incluso desean evitar algunas variantes con un rápido ds.

7 •.. V9c7 El desarrollo de la dama a esta casilla puede

considerarse poco flexible y prematura en esta variante, pero se produce a menudo, bien en esta jugada bien en las siguientes y todas las variantes que la incluyen vamos a intentar es­tudiarlas en esta partida. Las negras tienen un

amplio abanico de alternativas, pero las cuatro principales, que son .ie7, bs, tt.lc6 y tt.lbd7, se estudian o trasponen a las próximas partidas.

7 ... tt.lg4 no provoca molestias a las blancas. Más bien al contrario: S.�gs 'e!Ic7 (8 ... !J.e7? deja muy débil el peón de d6 y 8 ... Wb6 9.h3 ttlf6 10.0-0-0 es una versión muy favorable de cualquier otra variante) 9.We2! f!Ics 10.'e!ixg4 Wxd4 11.!J.e3 Wb4 12.0-0-0 tt.lc6 13.f4 bs 14 . .ib6 ds 1S.exds tt.les 16.'e!Ig3 tt.lc4 17 .ixc4 bxc4 18.dxe6 f!Ixb6 19.tt'.lds 'e!Ics zo.fs ga7 2l.e7 f6 zz.ghe1 gd7 23.tt'.lc7+ 1-0 Sax­Salazar, Dubái 1986.

8.0-0-0 $.e7

En estas líneas es interesante ahorrarse el tiempo .ie7, por ejemplo: s ... bs 9.f3 tt.lbd7 10.g4 tt.les?! (10 ... h6) n.gs tt.lfd7 12.f4 tt.lc4 13.hc4 'e!Ixc4 Pero todo este plan parece me­jor hacerlo solo con los caballos como veremos más adelante. Ahora el ataque blanco va muy rápido. 14.b3! 'e!Ic7 lS.fS tt.les 16.ghf1! .id7 17. tt.lce2! El caballo se dirige a f4 y no es po­sible defender el punto sensible e6. 17 ... f!Ib7 18.tt'.lf4 Wxe4 19.fxe6 fxe6 20 . .ig1 0-0-0 2 1.tt'.ldxe6+- Bindrich-Mozny, Alemania 2006.

9.f3 (D)

De nuevo se abren ante las negras un abanico de posibilidades.

9 ... tt.lbd7 9 ... bs 10.g;.b1 Preparando el sacrificio del

caballo, pero a la vez haciendo una jugada útil en todas las variantes. Por supuesto 10.g4 es lo normal. 10 ... .ib7 (lo ... 0-0 localiza demasiado pronto el rey negro; 10 ... tt.lbd7 permite el mis­mo sacrificio y 10 ... b4 ll.tt'.lce2 ds es prema­turo porque sigue 12.e5! Por último 10 ... ttlc6 traspone a posiciones de 9 ... tt.lc6) n.tt.ldxbs axbs 12.lüxbs Wc6 13.tt'.lxd6+ .ixd6 14.'e!Ixd6 Wxd6 15.gxd6 y en este final temático, las blancas tienen una situación idónea: estruc­tura de peones firme en el flanco de rey, pa­reja de alfiles y dominio de las casillas negras. Sharapov-Stromsky, Memorial Geller 2001.

9 ... 0-0 10.g4 bs n.h4 b4 (ll...tt'.lc6 traspone) 12.ttlce2 Was 13.g;.b1 gds 14.g5

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Capítulo 18: 4 ... li:Jf6 5.li:Jc3 e6 Variante Scheveningen 251

ltlhs 15 . .\\h3± con idea de ig4. Dutrew-Lutz, San Bernardino 1998.

9 ... ltlc6!? La alternativa más importante, porque se puede acceder a esta posición por diversos órdenes. 10.g4 bs 10 ... 0-0?! parece peligroso fijar la posición del rey tan pronto 11.gs ltld7 12.h4 bs 13.g6! (13.tLlxc61? W/xc6 14.lLle2;t) 13 ... lLlf6 (13 ... hxg6 14.hS) 14.gxh7+ �xh7 1S.ltlxc6 W/xc6 16 . .id3± y está cla­ro que el ataque blanco va muy por delante. Adams-Sheldon, Gran Bretaña 1997. l l.lLlxc6 Esto es lo más sencillo, porque la maniobra del otro caballo a la casilla d4 es inevitable en esta variante, pero algunos otros órdenes de jugadas llevan a posiciones con un conte­nido similar, por ejemplo: ll.h4 ib7 12. �bl 0-0 13.hS 13ac8 14.g5 ltld7 1S.g6 con fuerte ataque. Savko-Batakovs, Riga 1994. l l ... W/xc6 12.h4 Esta es mi recomendación, no empu­jando demasiado ponto al caballo negro hacia eS. Por ejemplo: 12.g5 lLld7 13.h4 tLlesoo con algunas molestias para defender el punto f3. 12 ... ib7 13.ltle2! (D) La maniobra típica; en d4 el caballo ocupa una posición ideal en esta variante: toca e6, permite responder a ds con eS, defiende f3 y en este caso gana tiempos.

13 .. .'flc7 (13 ... ds 14.ltld4 W/c7 1S.es!;t; 13 ... 0-0?! 14.g5 ltld7 15.lLld4 Vfic7 16.g6!±) 14.l0d4 l1k8 15.�bl ds 16.e5! La jugada temática para lograr la estructura de la fran­cesa. 16 ... l0d7 17 .f4 lOes 18.id3± Vorobiov­Veliev, St. Petersburgo 2000.

10.g4 Ahora los caballos negros se estorban y es

necesario atender a la amenaza gs. lO ... li:Jes Veamos las otras soluciones: lO ... lLlb6

n.gs tt:lfd7 12.f4 lOes 13.h4 id7 14.Wbl 0-0-0 15. W/f2;t De la Villa-Mateo, San Juan 1987; 10 ... h6 n.h4 bs (1L..ltles 12.ie2! se­guido de gS) 12.13g1! ib7 13.g5 hxgs 14.hxg5 ltlhs 15.g6+- Barissever-Esengin, Saraibah­ce 2002; 10 ... bs n.h4 ltlb6 12.gs tt:lfd7 13.hs ltlc4 14.ixc4 Wxc4 15.b3 Wlc7 16.g6!± Dib­Lukianenko, Kharkov 2003.

ll.g5 li:Jfd7 (D)

Las blancas imponen la máxima velocidad a las acciones de ataque.

12.f4! li:Jc4 13.hc4 §'xc4 14.f5 li:Jes 14...e5 1S.l0de2± punto ds; 14 ... tt:lcs!? 15.f6 gxf6 16.gxf6 .bf6 17J�hfl .ig7 17 ... ie7 18.igs tt:ld3+ 19. �bl ixgs

20.Wxgs Vfixd4 21.Vfihs (2LE:xd3! Vfies 22.Wh4± Análisis de Littlewood) 21...E:f8 22.E:xd3 Vf/es 23.Vfih4 con una clara ventaja blanca; Garbisu-Leko, Pamplona 1993.

IS.li:Jfs!! La auténtica clave de la posición. Como

confirman los módulos de análisis, no hay defensa satisfactoria para las negras.

18 ... exf5 19JWxd6 .ie6 19 .. .f6 20.l0ds+-. zo.li:Jds? Aparente, pero errónea. Las blancas tie-

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252 Desmontando la Siciliana 2

nen al menos una jugada decisiva. 20.exfs! es lo más contundente 20 ... lDc6 21.fxe6 �xe6 22.�xe6+ fxe6 23.lDe4+-. A pesar de la simpli­ficación las negras no pueden evitar perder un peón, como mínimo.

zo ... .txds-+ zLgxfs '1Wc6 zz.gxes+ !e6 Z3.Wfd4 '1Wc7 Z4.if4 �ds zsJWa4+ bs 26.gxd8+ '1Wxd8 27.'1Wxa6 0-0 28.gg5 Wff6 0-1

Partida 18.03 Baramidze - Rotstein

Austria, 2004

l.e4 es z.liJf3 d6 3.d4 cxd4 4.liJxd4 tbf6 s.tt:lc3 e6 6.!e3 a6 7.f3 ie7 (D)

Esta jugada suele ser el comienzo de uno de los dos planes principales de esta posición, el que incluye un rápido 0-0. Sin embargo en esta partida nos ocuparemos de las mezclas de planes, que son muy habituales en la práctica, pero crean pocos problemas a las blancas.

s.'\Wdz bs Aparte de esta jugada y de 0-0, que casi

siempre acaba trasponiendo, las otras alter­nativas que se han probado aquí no resultan muy inspiradas:

8 ... tDbd7?! Quita la casilla de retirada natural al otro caballo y después de 9.g4 las negras se ven forzadas a mover el caballo de nuevo o a jugar la poco deseable h6. 9 ... h6 (9 ... tDes?! lO.gS tDfd7 11.f4! lDg4? 12.ig1+- es

demasiado peligroso para el caballo negro) 10.0-o-o �c7 (10 ... bs?! n.tDc6) 11.h4 bs 12 . .td3± y gs está llegando.

8 ... id7?! es dudosa por el mismo motivo, 9.g4±.

8 ... ds 9.es tDfd7 10.f4 Lleva a una estructu­ra francesa en condiciones muy cómodas para las blancas. 10 ... tDc6 11.ie2 tDxd4 12.ixd4 bs 13.a3;!; Heller-Ljubojevic, Ámsterdam 1988.

8 ... 0-0 9.g4 y ahora las negras tienen muy difícil no jugar ni �c7 que traspone a la parti­da anterior, ni bs que traspone al comentario a las próximas jugadas, ni tDc6 que traspone a la partida siguiente.

9.g4 ib7 9 ... h6?! que trata de evitar la ruptura en

gs, pero renuncia al 0-0, no cuadra bien con ie7 que prepara precisamente el enroque. En todo caso 10.0-0-0 ib7 ll.h4 tDc6 12.tDxc6 ixc6 13.ih3! tDd7 14.g5± da un fuerte ataque a las blancas. Besukov-Obukov, Sochi 1993.

9 ... tDfd7!? Es una idea muy interesan­te empleada con éxito por Krum Georgiev. Combina el paso rápido de Jos dos caballos hacia las casillas que dominan c4 (b6 y eS), con la preparación del enroque corto. Como tantas otras ideas marginales no tiene una refutación clara y es imposible saber porque no se ve favorecida por la moda. Por el con­trario, su hermana gemela (la misma idea sin ie7) se ha convertido en una de las variantes principales. 10.0-0-0 .ib7 Mucho menos frecuente, pero igualmente interesante es la inmediata 10 ... lDb6?!, acelerando la mo­lesta amenaza lDc4, tiene un problema con­creto. 11.1lNf2! amenazando la descubierta y

aprovechando el hecho de que lD8d7 no es po­sible por lbc6. ll...lD6d7 12.id3t. 1 1.gs tDb6 11 ... tDcs no es el punto, porque este caballo no hace aquí nada útU. 12.h4 lDbd7 13.@bl b4 14. tDce2 1!9b6 15.h5 0-0-0 16J3h3! ± pre­parando g6. De la Villa-Modr, Barcelona 1992;

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Capítulo 18: 4 ... éi:Jf6 5. éi:Jc3 e6 Variante Scheveningen 253

ll ... lüc6 no es muy coherente con las juga­das anteriores y recibe el tratamiento habi­tual de cambio del primer caballo y reciclaje del segundo hasta d4. 12.lüxc6 1xc6 13.lüe2 lües 14.lüd4 !!c8 lS . .B:gl o-o 16.h4 ds 17.f4 lüc4 18.�xc4 dxc4 19.lüxc6 .B:xc6 zo.�dn Akopian-Gislason, Kallithea 2008. 1Z.h4 lü8d7 13.h5!? Las blancas deciden ignorar la "ame­naza" b4, debido a la rapidez de su propio ata­que. Aunque las siguientes jugadas son me­nos naturales que de costumbre, el éxito les acompaña. l3.�d3 .B:c8 14. Wbl lleva a una po­sición que consideramos en la partida 18.05. 13 ... b4 13 ... lües!? es una recomendación de Nikitin que lleva a una posición de doble filo después de 14.f4 (14.b3!) 14 ... lüec4 1S.�xc4 lüxc4 16.1l:Vd3 pero seguramente 14.b3 es una solución preventiva más eficaz. 14.lübl Aho­ra no hay otra casilla. 14 ... ds 15.Wgz dxe4 (15 ... es 16.lüfs d4 17.g6!+-; 1s ... lücs 16.g6-7) 16.fxe4 Y ahora g6 contra cualquiera: 16 ... Wc7 17.g6!± Anand-Georgiev Kr., Mallorca 1989.

10.0-0-0 éi:Jc6 (D)

La principal alternativa a 0-0 y en mi opi­nión una jugada mucho más flexible. Las ne­gras suelen continuar trasladando sus caballos a las casillas b6 y eS, pero la blancas pueden abortar ese plan de raíz.

10 ... Wc7 traspone a la partida anterior. 10 ... b4?! Es prematura, expone el peón y

se obliga al inmediato ds 11.lüce2 ds (ll ... as

12.lübs±; ll...tt:lbd7?! 12.1l:Vxb4±) 12.es lL\fd7 13.f4 lücs 14.�g2 lübd7 lS.�bl lüb6 16.�el lüc4 17.1cl 1l:Vb6 18.f5 0-0 19.lüf4 sfc8 20.:Sfl± Las piezas blancas, a pesar de estar situadas en la primera fila, están planteando un ataque muy fuerte sobre el enroque negro. Korneev-Sánchez, España 1994.

10 ... h6?! Claramente inadecuada, retrasa la rupturags una jugada, pero cuando llega, su efecto es muy superior. 11.h4 lübd7 12.:Sh3!? (Las otras jugadas que preparan gs también son fuertes. 12.ih3!?) 12 ... tt:lf8 13.g5± lü6d7 (13 ... hxgs 14.hxgs tt:lhs 1S.id3± seguido de f4) 14.gxh6 gxh6 15.ixh6+-; Potkin-Kachar, Moscú 2000.

10 ... 0-0 Una decisión muy comprometida. El asalto de Jos peones blancos está perfecta­mente dispuesto y las negras tienen que con­fiar ahora en una reacción central, porque en una carrera de ataques tienen las de perder. Queda por comprobar si la estrategia alterna­tiva de acelerar al contra juego antes de definir la posición del rey da mejores resultados: l l.h4 tt.'lc6 Las negras difícilmente pueden pasar sin esta jugada, que permite la maniobra temá­tica blanca: ll...dS?l 12.g5 b4 13.tt.'lcez tt:lfd7 14.ih3; 11...lübd7 12.g5 cohs 13.ih3 seguido de ig4. 12.tLlxc6 hc6 13.g5 tLld7 14.CLle2!? No es la única continuación pero si la más lógi­ca puesto que el caballo blanco debe llegar a d4 a tiempo de defender f3. 14 ... d5 [14 ... coe5 15.lüd4 �d7 (15 ... ib7 16.h5 con idea de g6-?; 15 ... .B:c8 16.Sh3t) 16 . .B:gl Sc8 17.f4 tLlc4 18 . .ixc4 bxc4?! (18 ... .B:xc4 19.f5-7) 19.Wc3!± El ataque negro está detenido por mucho tiem­po y el frente de peones blancos está llegan­do a su objetivo de destruir la fortaleza rival. Torrecillas-Esteban, Benasque 1997] 15.CLld4 ib7 Short-Ljubojevic, Reikiavik 1987 y ahora según análisis de Nunn, las blancas tienen una gran ventaja siguiendo con 16.h5! (D) con las siguientes opciones:

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254 Desmontando Ia Siciliana 2

a) 16 ... tL!es 17.g6! hxg6 18.hxg6 tL!xg6 19.�h2±;

b) 16 ... tL!cs 17.g6! fxg6 (l7 ... dxe4 18.h6!+-) 18.hxg6 h6 19.ih3+-;

e) 16 ... dxe4 17.tL!xe6 fxe6 18.�xd7 id5 19Jhd5 exd5 20.�e6+ Wh8 21.h6 ixgs (2l...!!g8 22.id4 ixg5+ 23.Wbl if6 24.hxg7+ �xg7 25.!!gl+ Wh6 26.ie3++-; 2l...!!xf3 22.hxg7+ wxg7 23.id4+ wfs 24.g6+-) zz.hxg7+ �xg7 23.�g4 :Sf5 (23 ... h6 24.f4±) 24.�xf5! ixe3+ 25. Wbl h6 26.fxe4±.

11.étJxc6! Evitando el baile de los caballos negros,

y atrayendo al alfil a una casilla de la cual se le expulsará, con ganancia de tiempo, más adelante, con la maniobra típica del segun­do caballo a d4. Con todo, las negras tienen algunos recursos, basados en la gran diagonal de casillas blancas.

11. .. hc6 12.étJe2 :Ses 13.étJd4 ib7 14.h4!

Una sutileza frecuente, se retrasa el avan­ce g5 para no empujar al caballo negro hacia una casilla a la que quiere ir.

14.g5 tL!d7 15.h4 ltJe5!00• Plantea la ame­naza tL!f3 y distorsiona el desarrollo normal de las blancas.

14 ... '@fc7 lS.i>bl étJd7 Finalmente el caballo se marcha

voluntariamente. 15 ... d5 16.e5!i; 15 ... 0-0 16.h5± seguido de g5 y g6.

16.g5 fiJes (D)

17.'@fgz! Una excelente jugada multiusos: la dama

defiende la amenaza tL!f3, defiende la torre para la ruptura g6 y se coloca frente al posible enroque negro.

17 ... étJc6 17 ... tLlc4 18.ixc4 �xc4 19.h5± seguido de

g6. 1s.hs ds?! Las negras optan por una estrategia curio­

sa: creándose nuevos problemas distraen a las blancas de su ataque. 18 ... tL!xd4 19.:Sxd4 d5 es más tenaz aunque las blancas deben estar mejor gracias a la gran espada de Damocles: la ruptura g6.

19.exds étJxd4 zo.hd4 !xds [20 ... 0-o 21.g6! fxg6 22.hxg6 h6 23.id3�] 21.h6! es? 22.hxg7+- :Sg8 23.ic3 :Sd8 24.'@fe2 ic4 25.:Sxd8+ '@fxd8 26.'@fel h.fl 27.'@fxfl :Sxg7 28.f4 id6 29.fxe5 b4 30.exd6 bxc3 31.'@fxa6:SXg532.:Sdl i>f833.d7f634.'@fc8 i>e7 35.'@fxc3 :Ses 36.'@fd3 hs 37 .a3 i>f7 38.'@fh7+ i>e6 39.a4 :Sgs 40.'@fe4+ :Ses 41.'@fc4+ i>e7 42.a5 :Sgs 43.a6 1-0

Partida 18.04 De la Villa García J. - Del Río G.

Andorra op, 2006

l.e4 es z.étJf3 d6 3.d4 cxd4 4.étJxd4 étJf6 s.étJc3 e6 6.ie3 a6 7.f3 étJc6 (D)

Este es el orden más preciso para llevar a cabo el segundo plan más popular de las

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Capítulo 18: 4 ... tiJf6 5. tiJc3 e6 Variante Scheveningen 255

negras contra el esquema planteado por las blancas. Aunque casi siempre se continúa con ie7 y 0-0, las negras dejan abiertas otras opciones, algunas de ellas muy interesantes, que iremos desgranando en los comentarios a las próximas jugadas.

s.'!Wdz il.e7 9.0-o-o o-o Completando la fase inicial del plan negro.

Una vez resguardado el rey todas las energías se concentrarán en crear contrajuego contra el rey blanco. Los recursos principales son: el avance del peón b, la ruptura ds y las manio­bras de los caballos a través de las casillas es y c4. El resto de las jugadas a disposición de las negras son trasposiciones a otras líneas o resultan flojas.

9 ... ds?! es prematura: lO.'� el! y las negras tienen problemas debido a la oposición de su dama y la torre blanca. IO ... es (10 ... ib4 1l.a3 i.xc3 12.\Wxc3±; 10 ... 0-0 ll.g4;!;; 10 ... i.d7 ll.exds exds 12.g4±) 11.ttJxc6 bxc6 12.exds (12.\Wg3!?) 12 ... cxds?! (12 ... ttJxd5 13.Wg3 i.f6 14.ltJe4±) 13.i.gS+- y las negras pierden un peón sin compensación. Magem-Lesiege, Matanzas 1993.

9 ... i.d7?! 10.g4 �1k8 n.gs CL:lhs Por cul­pa del alfil el caballo negro tiene que situarse en esta problemática casilla. 12.CLlxc6 hc6 13.f4! bs 14.iez b4 IS.CL:lds± De la Villa­Ljubojevic, Szirak 1987.

9 ... CL:lxd4!? Parece una inocente transposi­ción a 0-0, y de hecho así lo es, si las blancas

toman con la dama, pero tiene tma idea inte­resante si las blancas comen con el alfil. Veá­mosla: lO.hd4 (10.'1Wxd4!) lO ... bs 1l.g4 Was 12.�b1 b4 13.CLle2 es 14.ie3 ie6 IS.CLlcl h6! Después de una larga secuencia de jugadas serniforzadas, las negras evitan gs y en con­secuencia ganan un tiempo para preparar ds con :Sd8. 16.g5 (16.h4 :Sd8 17.id3 dsoo) 16 ... hxgs 17.hgs E:ds 18.\Wd3 ds 19.\Wxa6 Wxa6 20.ha6 dxe4 2l.i.bS+ CL:ld7 22.he7 �xe7 23.fxe4 CL:lcs y la actividad negra compensa el peón.

10.g4 (D)

Una vez enrocadas, las blancas inician el asalto de sus peones y alcanzan una de las po­siciones básicas de la variante, que es un cruce de caminos importante para las negras.

lO ... ttJxd4 IO ... CL:ld7 La principal alternativa al cam-

bio de caballos en d4. Las negras quieren jugar primero CL:les y molestar el normal desarrollo del ataque blanco gracias a la presión en f3. La dama blanca tiene que moverse para de­fender f3, pero la duda es a que casilla debe hacerlo. ll.h4 CL:ldes Esta es la idea de CL:ld7, otras jugadas trasponen. Ahora las blancas se encuentran ante una decisión importante; se han probado 4 formas de defender el peón f, pero las dos más naturales parecen también las mejores. 12.\Wfz (D) Elijo esta jugada que tiene la ventaja de controlar la casilla b6 y que

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256 Desmontando la Siciliana 2

es la que ha obtenido mejores resultados aun­que 12.�g2 es también atractiva. Y ahora:

a) 1Z ... �c7 13.gs bs 14.I:Xgl (14.<ilbl!? para seguir con hs es otra posibilidad igual­mente interesante 14 ... ÉXb8 15.tt:lxc6 �xc6 16.l!le2 l!lc4 17.icl es 18.tt:lg3 b4 19.ixc4 �xc4 20.l!lfs± Howell-Weindl, Hamburgo 1995; 14.l!lxc6 �xc6 1S.l!le2?! se encuentra con tt:lc4 1S ... tt:lc4+; 14.hSI? l!lxd4 15Jhd4 es también posible).

al) La recomendación de Nikitin 14 ... l!laS lS.<ilbl l!lec4 16.icl b4 17.l!lce2 ib7 puede responderse 18.h5! y si 18 ... ds?! 19.exds ixds 20.l!lf4 seguido de g6!;

a2) 14 ... b4 Crea algunos problemas a las blancas y puede ser un motivo para elegir 14. <ilbl 1S.l!lce2 (1S.tt:lxc6?! bxc3! 16.l!lxe7+ �xe7 17.bxc3 ÉXb8�) 15 ... l!lc4 16.tt:lxc6 �xc6 17.l!ld4 �c7 18.ixc4 �xc4 19. c;f;lbl y las blan­cas están preparadas para segujr hs y g6.

a3) 14 ... l!lc4?1 1S.ixc4 bxc4 16.f4 I:Xb8 17.f5 tt:les (17... Wb7 18. tt:lxc6 Wxc6 19.f6±) 18.f6!± Georgiev-Har zvi, Mamaia 1991.

b) IZ ... bs 13.tt:lxc6 lüxc6 14.g5 ÉXb8 (Ne­cesaria para controlar b6) 1S.f4 VHas (Necesa­ria para jugar b4; 15 ... b4 16.tLla4±) l6.1!lb1 b4 17.tLlez id7 (Vatter-Boris, Alemania 1992) Y ahora con 18.f5 y si 18 ... lües? 19.f6! las blan­cas tienen un fuerte ataque.

e) 1Z ... id7 Vigilando la casilla a4, impor­tante porque es el punto de paso del caballo hacia b6. 13.g5 bs 13 ... ÉXb8 puede tener el

mérito de retrasar el cambio en c6 una jugada más, pero después de 14.ÉXg1 bs 1S.f4! tLlxd4 (15 ... tLlc4 16 . .ixc4 bxc4 17.fs�) 16.ii.xd4 lüc6 17.ie3 �as 18. @bl ÉXfc8 19.hS el frente de peones blancos está listo para hacer impacto. De la Villa-Wang Pin, úbeda 1997. 14.lüxc6 i.xc6 1S . .id4?! Es más natural 15.Wbl!? para dejar un sitio al alfil en el y preparar la típica reagrupación del caballo por e2 a d4; también lS.ÉXgl parece estar justificada por detalles tácticos. Por ejemplo: 1S ... b4 16.tLle2 tbc4 17.id4 es 18.tLlg31 ibs 19.ics± Ambas jugadas me parecen más naturales que la de la partida. 1S ... �b8 16.ÉXgl Las blancas no están aún preparadas para 16.f4 por 16 ... b4!!i=. 16 ... b4 17.tLle2 as Ahora sería muy bonito tener libre la casilla d4, para el caballo, pero las ne­gras han logrado contra juego. Dvoiris-Lundin, Balatonbereny 1994.

lO ... ÉXb8 Una variante que tuvo cierta re­percusión inicial debido a su empleo por parte de Kasparov. Actualmente ha perdido su atrac­tivo y como mucho se utiliza para trasponer. ll.h4 tüxd4 1Z . .ixd4 lüd7 13.ia7! Con esta maniobra las blancas cambian su alfil de posi­ción sin perder tiempos. En e3 el alfil defiende el peón de gs para poder jugar hs y además deja libre la casilla d4 para el caballo. 13 ... ÉXa8 14 . .ie3 bs lS.gS �c7 16.h5 ÉXd8 17.g6± y el ataque blanco ha llegado mucho más rápido. De la Villa-Suba, Nueva York 1989.

ll.Wixd4!? (D)

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Cap{tulo 18: 4 . ..Cuf6 5.lbc3 e6 Variante Scheveningen 257

La jugada que ha sido más analizada por los jugadores españoles. Los años pasan y ll.�xd4 sigue siendo más popular, pero 11. W/xd4 cosecha resultados ligeramente superiores. En resumen, las 2 jugadas son aceptables, pero veo más económico estudiar la captura con la dama.

n . . . bs Es la alternativa más flexible y la principal,

pero también es muy lógico acelerar la llegada del caballo a la casilla es, para aprovechar la posición incómoda de la dama blanca.

n ... étJd7 12.h4 étJes La continuación lógi-ca. 12 ... bs 13.gs traspone a la partida princi-

pal. 13.�e2 bs 14.i>bl Importante medida profiláctica, en vez de 14.g5 étJc6 15.Wfd2?! (15.Wfb6=) lS ... W!as y las blancas tienen pro­blemas con la amenaza b4. 14 .. J3b8 Prepara b4. Menos exacto es 14...�b7 15.g5 l;k8 16.h5! y las negras están ante una decisión compli­

cada: comer el peón y abrir una columna pe­ligrosa, o bien dejar que el mismo peón gol­pee el enroque con g6. 16 ... étJc6 17.Wid2 W/as 18.�d3! (cediendo la casilla e2 al caballo) 18 ... b4 19.lt:lez étJes zo.lt:ld4 ds 21.g6!± Magem­Kalesis, Berga 1995; 14 ... W/as!? (amenaza b4) 15.f4 lt:lc6 16.Wfb6;!; Si cambian las damas, las negras tienen algunos pequeños problemas con el peón d6 y con la casilla b6 (si juegan b4). 16 ... i.d7 (Garbisu-Krush, Francia 2005) y aho­ra 17.Wfxa5! lt:lxas 18.�b6 lt:lb7 19.if3;!;. 15.f4 étJc6 16.'�dz Was (16 ... Wfc7 17.h5! gd8 18.h6i) 17.�f3 Wfc7 18.h5 18.g5!? Nunn 18 ... lt:la5 (18 ... b4 19.lt:le2 iDas 20.b3;!;) 19.b3 b4 zo.lüez �d7 2LhS;!;. 18 ... ttJas 19.b3 i.b7 zo.lüez E:fcs Zl.id4 es zz.�bz étJc6 Nunn-Ribli, Lucerna WCHT; y ahora es muy prometedor 23.h6! por ejemplo: 23 ... exf4 (23 ... g6 24.f5±) 24.ixg7 lües zsJ3hfl lüxf3 26.gxf3 ilgs 27.étJxf4 �xe4 28Jk3 Wfd8 29.Wfd4 gxc3 30.Wixe4�.

12.g5 ftJd7 (D) 12 ... lbhs No suele funcionar en este tipo

de posición, pero en este caso la refutación es muy concreta. 13.e5! ds (Arizmendi-Guliev, Li-

nares 2001) 14.Wih4! g6 15.lt::le4 Was (15 ... Wfc7 16.lt::lf6+ ixf6 17.exf6±) 16.ttJg3! lt::lg7 (16 ... Wxa2 17 .lt:lxhs gxhs 18.�d3 con ataque demoledor) 17. i>b1± Para las blancas parece muy fácil retirar la dama y continuar h4-h5.

13.h4 Was La jugada más activa y más compleja. Ame­

naza b4 pero mantiene un ojo en el peón gs. Algunas de las alternativas son interesantes:

1 3 ... gbs La más lógica alternativa a Wfas, preparando también b4. 14.i>bl Como en la variante 13 ... .ib7, las blancas preparan el avance hs sacrificando peón, pero también aquí la alternativa 14.\Wdz es posible. 14 ... b4 lS.lLiez ib7?! Puesto que esta jugada no hace gran cosa en la diagonal y deja indefen­so el caballo de d7 (importante en las varian­tes de la entrega del peón gs), no debe ser la mejor. lS ... lües 16.f4 lt:lc6 17.Wdz as 18.h5;!; Pinol-Weindl, Suiza 2002; lS ... aS 16.Wfdz ib7 17.h5 ds 18.g6 .if6 19.lbf4 étJes 20.gxf7+ gxf7 21.lt:lxe6± Brodsky-Levin, Hamburgo 2001; 15 ... Was traspone a 13 ... Wa5; lS ... lt::lcs 16.hs e5 17.Wd2 !e6 18.lt:lc1 lüa4 19.lt::lb3 aS 20.g6± Rodríguez-Ricardi, Villa Ballester 1996. 16.h5! El sacrificio funciona perfectamente aquí y eso permite a las blancas acelerar el ataque. 16 ... a5 (16 ... ii.xg5 17.ixgs Wxg5 18.h6± es?! 19.1!:Vxd6 g6 zo.ih3!+-) 17.g6 if6 18.gxf7+ gxf7 19.Wixd6 Wes zo . .ih3± De la Villa­Morozevich, Pamplona 1994.

13 ... ii.b7 14.i>bl Preparando el sacrifi­cio del peón de gs. 1 4 .. .l�k8 (14...li.Jes 15.f4

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258 Desmontando la Siciliana 2

tDc6 16. �d2 &k8 Llobel Cortell-Tissir, La Roda 2004; 17.h5!± seguido de h6 o g6) 15.h5! (1S.�d2 para jugar gS sin entregar el peón también es buena) lS ... i.xgs 16.Axgs �xgs 17 .h6± El enroque negro queda debilitado se­riamente, por ejemplo: 17 ... �fd8 18.hxg7! iD es 19.Ae2 tDg6 20.�f2 b4 21.iDa4 hs 22.i.d3 �c6 23.�dg1± Shomoev-Askarov, Sochi 200S.

13 ... tDes?! No es mala, pero pudiéndo­la hacer en la jugada anterior, que molestaba mucho más ... 14.f4 tDc61S. Wd2 �as 16. Wb1 b4 17.tDe2 i.b7 18.i.g2 (18.tDg3 y �d3 parece una distribución más lógica) 18 ... Wc7 (Kutuzovic­Medak, Croada 1994) y ahora 19.h5 para seguir con g6 es la continuación normal del ataque.

13 ... b4?! 14.�xb4 y aunque se ha jugado de vez en cuando no parece que haya com­pensación por el peón; 13 ... �c7?! 14.h5 y los peones blancos están llegando.

14.<i>bl Respetando la amenaza b4, aunque, como

analizo en el libro "El Ataque Inglés", las blan­cas pueden provocar un vendaval táctico gigantesco con la inmediata 14.h5!? b4 1S.h6 gxh6 16.E!gl hs!oo.

14 ... �b7 14 ... b4 provoca una cierta descoordinación

entre las piezas blancas. 15.tlJe2 (D) y ahora:

a) IS ... es 16.�d2 tDcs 17.lLlc1! Ae6 18.�h3 �c7 19.hs ixh3 20.�xh3 tDe6 21.g6± Rodríguez Vila-Milos, Santos 2005;

b) lS ... iDes 16.f4 tDg4 (16 ... tDc6 17.�d2± y el ataque blanco prosigue) 17 . .ig1 (17. �b6!? �xb6 18.Axb6t) 17...e5 18.�d2 exf4 19.tDxf4 ib7 20.ilJdst De la Villa-jiménez, Pamplona 1997;

e) 1S ... �b7 16.h5 tDes 17.h6 traspone a la partida principal;

d) 15 ... E!b8 16. Wd2 (En este caso el sacrifi­cio típico en gs es menos claro. 16.h5!? Axg5 17.ixg5 �xgS 18.h6 es! 19.�xd6 �b6 20.W!c7 �xh6 2l.�xh6 Wxh6 22.E!xd7 ixd7 23. �xd7 �hl oo con una posición muy compleja, pero no creo que sea inferior para las negras) 16 ... iD es (16 ... tDes 17.tlJd4t) 17.tDd4 id7 18.h5 E!fc8 19.g6± y una vez más el ataque blanco ha lle­gado antes. De la Vílla-Guliev, Linares 2003.

15.h5! (D)

El sacrificio temático; la idea es abrir co­lumnas y debilitar el enroque negro. Algunos detalles tácticos necesitan de la indefensión de las piezas en d7 y b7.

15 ... b4 No parece haber alternativa razona­

ble: IS ... tt:\es 16.h6! ±; lS ... es 16. Wd2 b4 17.tt:lds±.

16.lbez lbes 16 ... es 17.�d2 tDcs 18.g6 fxg6 19.hxg6

hxg6 20.iDf4!+-; 16 ... hg5 17.ixgs �xg5 18.h6 Esta es la clave, las negras solo pue­den evitar el cambio de peones con la jugada es que no funciona tácticamente. 18 ... �fd8

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Capítulo 18: 4 ... éi:Jf6 5. éi:Jc3 e6 Variante Scheveningen 259

(18 ... e5 19.�xd6 g6 20 . .ih3! li:lb8 2l.�xb4+-; 18...1l9es 19.hxg7±) 19.hxg7 �f6 Las negras planean defender a su rey con el peón rival y contestar a 1l9b4 con W/f3, pero si las blancas se concentran en su ataque, no deben tener muchos problemas para asegurarse una ven­taja considerable. 20.Wie3! ± De la Villa-Bauer, Lausanne 2001.

17.h6! (D) Esta jugada clava al caballo negro en es y

amenaza f4.

17 .. .'\Wcs 17 ... �fc8 18.li:lg3l (amenazando de nue­

vo f4) 18 ... gxh6 19.gxh6 f6 20.f4 li:lf3 21. Vfid3 ds 22.i.h3 @hs 23 . .ixe6 dxe4 24.Vfib3 E!ds 2S . .id7 l3f8 26. Vfie6 b3 27.axb3 .ib4 28.i.b6 1-0 Smirnov-Predojevic, Moscú 2006.

18.hxg7 18.f4!? W/xd4 19.l3xd4 li:lc6 20.hxg7 @xg7

2l.E!d2± f6 22.gxf6+ l3xf6 23.li:lg3 l3g6 24.l3h3 @hs 2s.fs exfs 26.lüxfs; Almasi-Cvitan, Sibenik 2006.

18 .. J�fc8! [18 ... @xg7 19.f4+-] 19.'1Wxc5 dxcs zo.igz l3d8 [2o ... @xg7 2Lli:lg3±] 21.éi:Jg3

21.b3! (evitando el salto a c4) 21... S:t>xg7 22.li:lg3 lleva a la misma posición limitando las opciones negras.

21..J3xdl+ [21...li:lc4!?] 22.13xdl S:t>xg7 23.b3 E:d8 24.E:xd8 ixd8 zs . .txcs±

Las blancas se han asegurado un final con peón de ventaja, aunque las negras tienen

buenas opciones de tablas debido a la debili­dad del flanco de rey blanco.

zs . . • ixgs 26.ixb4 éüg6 27.id6 fs zs.exfs?!

No había necesidad de aumentar la ventaja materiaL 28.-ifl fxe4 29.li:lxe4±.

28 ... exfs 29.tiJxf5+ �f6 30.ttJd4 ie3 31.c3 éüh4 3Z.ihl ixd4 33.cxd4 éi:Jxf3 34.�bz �e6 3S . .tbs .tds 36.igz éi:Jxd4 37.-tfl as 38.�c3 ttJc6 39.ih3+ �e7 Yz-Yz

Partida 18.05 Grischuk A. - Palac M.

Kallíthea, 2008

l.e4 es z.ttJf3 d6 3.d4 cxd4 4.éi:Jxd4 ttJf6 s.lt:lc3 a6 6.ie3 e6 7.f3 bs (D)

La continuación principal, tanto desde el punto de vista de las estadísticas, como de los resultados. La idea general de las negras es acelerar el contrajuego en el flanco de dama, y las específicas se concretan en el avance b4 seguido de ds y en las maniobras de uno o am­bos caballos hacia la casilla c4. La teoría sigue en ebullición en esta línea y la evaluación de las variantes puede cambiar rápidamente. Con todo, el plan general de las blanca es muy esta­ble, y se puede salir adelante con un buen sen­tido de la posición y un poco de investigación.

s.'!Wdz Actualmente recomiendo esta jugada,

puesto que la inmediata g4 (para dificultar el

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260 Desmontando la Siciliana 2

plan tLlbd7-b6) tiene otros inconvenientes, con­cretamente la variante: 8.g4 b4 9.tLlce2 h6oo.

8 ... b4 Una continuación popularizada por

Topalov a partir de 2005. Las negras obligan al caballo blanco a definirse antes de que su retirada a e2 sea cómoda. Las otras variantes menos principales son:

8 ... §'as Impide el 0-0-0, pero sitúa la dama de forma inadecuada contra otros pla­nes, por ejemplo: 9.�d3! Cambiando de inme­diato a la idea de 0-0. 9 ... �b7 10.0-0 tLlbd7 ll.b4! Una idea estratégica excelente basada en un detalle táctico, el ataque de las blancas contra los peones negros del flanco de dama se acelera. 1 1 ... %Yc7 (11...%Yxb4?! 12.a4 l!c8 13. tLlde2 ds única contra la amenaza l!fbl. 14.l!fbl §'d6 15.axb5±) 12.a4 (12.l!fbl previa puede ser mejor) 12 ... bxa4?! (12 ... ds!?) 13.bs axbs 14.tLldxbs §'bs 15.l!xa4 (15.tLlxa4! �e7 16.tLlb6 l!xal 17.l!xal 0-0!) 15 ... l!xa4 Tiviakov-Nisipeanu, Wijk aan Zee 11 2000.

8 ... hs Una idea muy empleada reciente­mente, para evitar g4, pero no parece ideal en esta posición puesto que una vez más las blan­cas no se han comprometido con el 0-0. 9.a41 b4 10.tba2 ds (lO ... es?! 1LtLlb3 ds 12.exds W/xds 13.tLlxb4 §'xd2+ 14.ixd2±) ll.e5 tLlfd7 12.f4 Con la típica y favorable estructura francesa. 12 ... tLle5 13.i.d3 a5 14.0-0 g6 15.tLlc1 id7 16.tLleb3 tLlba6 {16 ... tLlxa4? 17 .tLlxe6!+-) 17.ha6! l!xa6 18.tLlxe5 hes 19.tLlb3 ie7 20.�e5 heS+ 21.tLlxc5 l!c6 22.tLlb3 §'b6+ 23.tLld4±; De la Villa-Spraggett, Burguillos 2007.

9.tLla4 Después de 9.tLlce2 eS lO.tLlb3 y ambos

caballos blancos están algo descolocados lo que permite lO ... dS!=, aunque 10 ... tLlc6 ha sido más frecuente.

9 ... ttJbd7 (D) 9 ... ds es prematura por lO.eS!, pero tras la

jugada de caballo a d7, siempre hay que contar con ella. Ahora las blancas se encuentran ante una decisión crucial.

10.0-0-0 La continuación con el 0-0-0 es la que me­

jor encaja en los planes típicos de esta línea, pero el prematuro movimiento de los peones negros en el flanco de dama alimenta el ar­gumento a favor del enroque corto. Por eso propongo una segunda opción, 10 . .tc4!? {D) Preparando 0-0 seguido de a3 o c3, y ahora:

a) lO ... ds?! Justifica el plan blanco ll.exds tLles!? (ll...exds 12.ib3±) 12.ib3 tLlxds 13. 0-0-0 id7 14.l!hel± y todo el ejército blanco está desplegado;

b) 10 ... §'c7 ll.ib3 ib7 (1L.l!b8 12.c3 bxc3 13.tLlxc3:t y la dama negra deberá per­der más tiempos) 12.0-0 d5 13.exds tLlxds 14.ixds! El cambio del alfil por el fuerte caba­llo negro permite establecer un fuerte control de las casillas negras. 14 ... ixds 15.c4!? ib7 16J!fdL!;;

e) lO ... §' as ll.b3! y aquí: el) ll...d5 12.exds tLles (12 ... exds? 13.§'ez

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Capítulo 18: 4 ... I?Jf6 5. I?Jc3 e6 Variante Scheveningen 261

iJ.e7 14.lLlfs �; 12 ... lLlxd513.lLlc6 V!ic7 14.ixd5 exds 15.t!Jxb4±) 13.V!ie2 t!Jxc4 14.V!lxc4 �d7 15.dxe6±;

c2) l l ... lLles 12.ie2 ie7?! 13.a3 d5? 14.t!Jc6!+-;

c3) ll.. . .ib7 Preparando d5 con más fuerza, ante la amenaza blanca de a3. 12.a3 ds 13.exd5 t!Jxds (Ewaldt-Ftacnik, Hambur­go 2005) y ahora propongo: 14.�xd5! i.xd5 15.0-0 �c8 16.l:!fel i.d6 (16 ... i.e7 17. t!Jfs exfs 18.axb4; 16 ... tLle5 17.tLlfs±) 17.lLlfs!±.

10 ... Wfas La dama negra también se aprovecha de la

dudosa posición del caballo blanco. La jugada original lO ... ds?! abre el jue­

go demasiado pronto y permite a las blancas buenas oportunidades contra el rey negro. ll.exds! lLlxds 12 . .ic4 lLl7f6 13.igs fic7 (D) (13 ... ib7 14.l:!hel �e7 15.lLlf5! o-o 16.ixds ixds 17.tLlxe7+ Wixe7 18.t!Jb6 �ad8 19.lLlxd5 1.ilxd5 20. V!ixd5+-)

14 . .ixds lLlxds 15.�hel .ib7 16.V!iez! fid6 17.\!?bl (17.f4! t!Jxf4? 18.fig4 t!Jds 19.tLlxe6) 17 ... h6 (17 ... g6!?) 18.ih4 lbf4 19.fifz V!ic7 (Leko-Topalov, San Luis 2005) y ahora las blan­cas pudieron rematar su ataque con 20.tLlb6! �b8 (20 ... V!ixb6 21.lLlxe6 V!ixe6 22. Wia7!!) 21.t!Jfs .ic6 zz.V!ld4 ggs (22 ... t!Jg6 23.ig3 \Wxb6 24. fixb6 gxb6 25.i.c7+-) 23.tLlc4 g5 24 . .ig3 gds 25.t!Jcd6+ ixd6 26.tLlxd6+ gxd6 (26 ... Wf8 27 . .ixf4 gxf4 28.l:!xe6!) 27 .�xd6 �xd6 28.!'!xd6 ibs+-.

10 ... fic7 es lenta y permite a las blancas llevar adelante su ataque clásico. ll.g4! h6 12.h4 ds (Lastin-Petrushin, Sochi 2005) y ahora: 13.�g2! dxe4 14.g5+-.

ll.b3 i.b7 Preparando d5 que aún no es posible por

ll. .. ds? 12.e5! t!Jxe5 13.lLlxe6 ixe6 14.i.b6+-. lZ.@bl Preparando a3 y también tLlb2. 12 .. . e5 (D) Es una forma de preparar ds, pero el

segundo caballo blanco expulsado alcanza una buena casilla.

12 ... ie7 (Erdogdu-Sasikiran, Beijing 2008) 13.a3!±; 12 ... ds? Sigue fallando por motivos tácticos: 13.e5! lLlxeS 14.!Lixe6 fxe6 1S.ib6 atrapando la dama; lZ ... tLlcs 13.a3 !Lixa4 14.axb4 \Wc7 lS.bxaH parece algo mejor para las blancas que la variante que veremos en la próxima partida, pero aún así debe convertir­se en la variante crítica.

n.I?Jfs! ds 14.exds .ixds 14 ... V!ixds 15.ic4 \Wxd2 16J3xd2± Las

blancas tienen una gran ventaja de desarro­llo; 14 ... g6 tampoco es solución: 15.lLlh6 ixds 16.tLlg4! lüxg4 17.fxg4 ic6 18.�c4±.

15.f4 1S.i.d3± Terminando sencillamente el

desarrollo, da a las blancas mejor partida. 15 ... .ic6 15 ... e4 intentando cerrar, permite el asalto

16.g4!

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262 Desmontando la Siciliana 2

16.ti)d6+ .ixd6 17 .�xd6 ha4 18.bxa4 Wxa4

Sin poder enrocar y con todas las piezas blancas desplegadas, un peón es un magro consuelo.

19.-ics 19.id3+- seguido de fxeS. 19 ... tbxcs zo.Wxcs tLld7 Zl.Wc7 E:d8

zz.ic4 o-o 23 . .ib3 Wbs 24.fxes 1-0 Las negras no pueden mantener el caballo.

Partida 18.06 Mamedov N. - Suba M.

Bucharest, 2008

l.e4 es z.éLJf3 d6 3.d4 tbf6 4.etJc3 cxd4 s.éLJxd4 e6 6.ie3 a6 7 .f3 bs s.Wdz ébbd7

La jugada del caballo introduce los dos planes más conocidos de esta variante.

8 ... ib7?! Este orden es menos preciso, puesto que como máximo traspone y permite a las blancas un par de ideas atractivas. No­sotros proponemos la transposición mediante 9.0-0-0, pero tanto 9.a4 como 9.g4 ltlbd7 10.h4 son alternativas peligrosas para las negras.

9.g4 ébb6 El primer caballo vigila la casilla c4 y deja

a su colega la d7 como un posible paso para eS y también c4. Este baile de los caballos es se­guramente la alternativa más vigorosa y con más futuro de este capítulo.

9 ... h6 traspone a la próxima partida; 9 ... ib7?! No tiene sentido por lO.gS; 9 ... ltles

10.gs lt:lfd7 n.f4 ltlc4 (ll...ltlg4 12.igl±) 12.ixc4 bxc4 13.0-0-0±.

¡o.o-o-o ib7 10 ... ltlfd7 Lleva a una posición que se pro­

duce más a menudo por el orden antiguo, 8.g4 ltlfd7 9.�d2 ltlb6 10.0-0-0 ltl8d7. Durante algún tiempo el sacrificio en bs pareció una refutación, pero finalmente las negras han lo­grado sobrevivir. Lo normal es que las blancas intenten trasponer pero las negras tienen al menos una opción interesante: n.id3 ltles (merece más experiencias prácticas) 12. @b1 (lZ.igs es una jugada inédita con cierto vene­no, por ejemplo: 12 ... �c7 13.f4 ltlxg4 14.!;thg1 ltlf6 15.f5�) 12 ... ltlbc4 13. �e2 ltlxe3 14. �xe3 ib7 1S . .ie2 seguido de f4 con iniciativa, pero las opciones negras no son despreciables.

ll.gS Tomamos este orden como línea principal,

aunque la jugada gs empuja al caballo allí don­de quiere ir y no sería extraño que comenzar con .id3 o incluso con i>bl sea más exacto. ll..id3 !;teS 12. @bl!?

ll...ébfd7 1Z.id3 E:c8 Es la jugada universal en esta variante, di­

ficultando Wifz por el sacrificio de calidad en c3, pero el orden elegido por las blancas ofre­ce a las negras una opción que ha sido poco investigada a pesar de su innegable interés.

12 ... ltles 13.f4 ltlbc4 (13 ... ltlxd3+ ?! 14.cxd3 refuerza el centro blanco; 13 ... ltlec4 14.�f2 ltlxe3 15.�xe3;t y a pesar de la pérdida de su importante alfil, las piezas blancas están preparadas para la ofensiva) 14.�e2 ltlxd3+ 15. �xd3 (15.cxd3 b4 16.ltla4 ltlxe3 17. �xe3 es! parece satisfactorio para las negras) 15 .. Jk8 16. @bl W/c700 con chances mutuas.

13.�bl ébes (D) La continuación crítica y la más coherente

con la estrategia anterior, pero se han proba­do muchas otras:

13 ... i.e7 Natural, pero parece un poco len­ta 14.h4 ltles (14 ... b4!? 15.ltlce2 ds 16.h5!± y la amenaza g6 está ya preparada)15.f4 lt:lec4 16.W/f2 ltlxe3 17.�xe3 b4 (17 ... l3xc3!? es

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Capítulo 18: 4 .. .éiJf6 5.ttJc3 e6 Variante Scheveníngen 263

temático y aceptable aquí, pero no debe igua­lar del todo. 18.bxc3 lLla4 19.lLle2±) 18.lLlce2 Wlc7 19.hS lLlc4 20.Wg3! (provocando el 0-0) 20 ... 0-0 21.'&'h3!? (21.g6 �f6 22.gxh7+ @hs 23.�xc4 '&'xc4 24.eS±) 21...!!fe8 22.g6±; De la Riva-Gofstein, Castellar 199S.

13 ... b4 Buscando la liberación temáti­ca, pero tal vez sea prematura. 14.lLlce2 ds lS.exds lLlxds 16.g6!? (16.lLlf4!? preparando golpes en g6 y e6, merece alguna prueba) 16 ...

hxg6 17.lLlxe6 '&'as! (Intermedia necesaria; 17...Wie7 18.lD2f4 lLlxe3 19.\Wxe3 gS 20.Wa7 gxf4 21. Wixb7 �b8 22.Wc7 �h6 23.lLlxf8+-; 17 ... fxe6 18.ixg6+ @e7 19.lüd4±) 18.lLlxf8 'it>xf8 19.id4 lt:l7f6;!; Dembo-Vasílevich, Yugoslavia 2002. Una posición imposible de evaluar con un solo ejemplo, pero la posición blanca reúne más argumentos: pareja de alfiles, torres co­nectadas. 20.h4 Wc7 21..if2 Wg8 22.lt:ld400•

14.Wel! Una especialidad de Mamedov, que sigue

cosechando buenos resultados con ella. 14.f4 es la continuación más directa pero

después de la precisa: 14 ... lLlbc4! (14 ... lLlec4?! 1S.Wf2 lLlxe3 16.Wxe3 lDc4 17.Wih3!± con idea de g6, daría una buena iniciativa a las blancas) lS.W! e2 lLlxd3 16.cxd3 b4 17 .lLla4 Was De la Riva-Simutowe, Estambul 2000; las negras están mejor.

14 ... b4 14 ... lLlec4 (permite la reagrupación)

lS.icl! g6 16.h4 i.g7 17.lüce2 ds 18.hS '&'e7

y ahora es fuerte 19.h6! (19.hxg6 Papaio­annou-Graf, Bled 2002) 19 ... ies 20.f4 dxe4 (20 ... ic7 2l.eS±) 21.�xc4 �xd4 22.ixbS+ axbs 23. lLlxd4±;

14 ... �e7 1S.h4 ds!? Es una de las conti­nuaciones que ha dado mejores resultados a las negras, pero me parece que las blancas mantienen buenas posibilidades de ataque tras 16.'?:Vg3 (16.exds lt:lxd3 17.E:xd3 lLlxds Korneev-Corrales Jiménez, Bergamo 2009) por ejemplo: 16 ... lLlxd3 (16 ... lLlbc4 17.exds lLlxe3 18.Wxes lLlxd1 19.1':!xdl 0-0 20.dxe6 con gran iniciativa) 17.cxd3 0-0 18.hS con ataque.

lS.ltJcez ds (D) La reacción natural, pero en el futuro

veremos otras jugadas por parte de las negras. 1 5 ... lLlxd3 16.cxd3 ds 17.h4t; 1S ... lLlbc4?! 16.Wxb4!±.

16.h4 Sencillamente acelerando el ataque. 16 ... id6 16 ... dxe4 17.i.xe4 ixe4 18.fxe4± y a pesar

de la fuerte casilla eS, la iniciativa blanca es muy fuerte.

17.l2Jf4 0-0 17 ... dxe4 18.ixe4 ixe4 19.fxe4 0-0

20.liJdxe6! ±. 18.g6!? Llevando a grandes complicaciones, pero

poniendo a las negras a la defensiva. 18.lLlfxe6 lleva también a complicaciones

inmensas. 18 ... fxe6 19.lt:lxe6 We7 [19 ... We8

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264 Desmontando la Siciliana 2

zo.ll:lxf8 ll:lxd3! (20 ... 1Mfxf8 2l.ixb6+-) 2l.cxd3 ll:la4 22.ll:lxh7 �xh7] 20.ll:lxf8 ll:lbc4.

18 ... ttJa4?! Debilita demasiado el punto e6. Crítico es

18 ... hxg6 19.h5 gS pero el rey negro corre un gran peligro después de 20.h6!--+

19.gxf7+ :!3xf7 20.ttJfxe6 W!es 2U�g1± Parece que las blancas, además de la ven-

taja material tienen la iniciativa. 21...g6 22.hS :!3f6 23.hxg6 tüxg6 23 ... hxg6 24.ttJg5+- seguido de 1Mfh4 y �hl. 24.ttJgs .tes 2S.ttJxh7! Este caballo sigue su tarea de demolición

del entramado de peones negro. 2S .. .'i>xh7 26.exds ixds 27.Wlh4+

@gs 28.hg6+- :!3xg6 29.:!3xg6+ W!xg6 30.:i3g1 Wlxg1 + 31.hg1 :!3e8 32.WgS+ @fs 33 . .ie3 .if7 34.ttJc6 ig7 3S.!cS+ ttJxcS 36.WfxcS+ @gs 37.ttJe7+ <i>hs 38.Wlgs 1-0

Partida 18.07 Zhigalko A. - Kraemer M.

Pardubíce, 2006

1.e4 es 2.tDf3 d6 3.d4 cxd4 4.ttJxd4 tbf6 s.ttJc3 a6 6 . .ie3 e6 7.f3 bs s.Wd2 ttJbd7 9.g4 h6 (D)

Esta jugada, cuya idea es retrasar el avan­ce blanco gs, ha sido la variante principal du­rante muchos años y aún hoy es la más frecu­ente en las bases de datos, aunque está siendo desplazada por la más sana lt:lb6. Los defectos del avance de peón son evidentes, las negras

prácticamente están renunciando al 0-0 y al debilitar la casilla g6, cuando el peón blanco lleg1,1é allí, las consecuencias serán graves. La teoría está muy desarrollada y consiste en va­riantes muy concretas, no hay manera de es­caparse con alguna "ideilla" marginal.

10.0-0-0 ib7 Las negras siguen con sus preparativos de

la jugada liberadora ds. Esta actitud paciente está justificada, porque es el rey negro el que queda en el centro. Veamos las alternativas:

10 ... b4?! 11.li:lce2 ds (D) Puede volverse contra las negras, que no están del todo de­sarrolladas. A pesar de varios intentos, los resultados han sido pésimos para el segundo jugador.

12.exd5 li:\xds 13.li:lf4 y las blancas, que amenazan li:\e6, vuelven a su favor la apertura del centro. 13 ... li:\7f6 13 ... tDxe3 14.\�llxe3 (amenazando li:\e6) 14 ... 1Mlb6 1S.i.c4 (ls.ll:lfxe6! fxe6 16.1Mfe4 ib7 17.'1Wg6+ <JJe7 18.i.c4 parece ganador) 1S ... ib7 16 . .ixe6 fxe6 17.li:lfxe6 �f7 18.1Mfb3 �f6?! 19.h4+­Szabo-Guliyev, Zalakarosi 2008. 14.1c4 li:\xe3 14 ... ib7 lS.�hel tDxf4 16.1xf4 i.cs 17.1es± Vorobiov-Gabrielian, Moscú 2007; y las blan­cas tienen una fuerte ofensiva tanto en el cen­tro como en el enroque corto de las negras (si o-o sigue gS). 15.'1Mlxe3 ics Hay gue clavar en su sitio al menos a uno de los suicidas. Por ejemplo: 15 ... 1Mfc7? 16.1xe6! fxe6 17. ttJdxe6+-; 15 ... 1Mfas? 16.li:lc6+-; 15 ... 1Mfb6!? 16.�he1 ie7

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Capítulo 18: 4 ... éi:Jf6 5. éi:Jc3 e6 Variante Scheveningen 265

17.1d5 gbg 18.ic6+± Nevednichy-Vasiesiu, Bucarest 1997. Y ahora con 16.®'e5 1xd4 17 .gxd4 ffe7 18.gel!± parece muy difícil que las negras paren todas las amenazas, h4-g5, ltJd5 etc.

10 ... ®'c7 Con ideas similares a la anterior, parece lenta en una carrera de ataques. 11.h4 b4 lZ.ltJceZ d5 13.exd5 ltJxd5 14.ltJf4 lt:\7f6 1 5 . .id3 De nuevo con las amenazas de sacrifi­cios en e6 y el avance g5.

lO ... itJe5 (D) Puesto que las blancas pre­paran h4-g5, esta jugada no interfiere dema­siado en sus planes y se pone a tiro de f4. Ha sido defendida con insistencia por el jugador cubano Ortiz Suárez.

ll.a3!? Consolidar la posición del caballo en c3 está bien, pero propongo como más ambi­ciosa la inédita: ll.'ªg2!?, por ejemplo: 1l...b4 (1L..ib7 12.h4; 11...gs!? 12.h4±) 12.itJb1 f!a5 (12 ... .ib7 n.h4 g6 14.g5 hxg5 15.hxg5 :1!xh1 16.'ªxhl itJh5 17.f4 ltJg4 18.ig1 e5 19.'ªh4!±) 13.f4 ltJexg4 14.e5 itJd5 15. ffxg4 ltJxe3 16. �f3 itJds 17.ic4 (17.f5!?) 17 ... ib7 18.f5! (con un fuerte ataque) 18 ... 0-0-0 19.fxe6 lt:\b6 (19 ... lt:\c3 20. �h3!) ZO.&Lic6 'ªes 2L.ixa6+-. n ... ltJfd7 U ... i.b7 12.ggl ds 13.f4!± ltJexg4?! 14.e5 tDxe3 15. 'ªxe3 b4 (15 ... lDd7 16.f5±) 16.exf6+- Berescu-Dumitrache, Bucarest 2005. 12.gg1 (12.h4 puede ser más precisa) 12 ... g5 13.h4! gg8 14 . .ie2 (14.hxgs hxg5 lS.:i:!hl± pa-

rece la continuación lógica) 14 ... i.b7 15. <i>bl gcs 16.hxgs hxg5 17.ghl .ie7 18.gh6 ttlc4 19 . .ixc4 �hc4 20. 'ªh2 tDf8 21. 'ªd2? ttlg6 22.lL!de2 tDe5 23.:1!h3 :i:!c8 24.b3 W/as 25. <i>b2?! ds 26.exds? lL!c4+ 0-1 Sánchez-Ortiz Suárez, San)uan 2008.

ll.h4!? (D) La experiencia de muchas partidas parece

determinar que esta jugada es la más fuerte. En mi opinión ll..id3 sigue siendo una al­

ternativa prometedora.

ll...b4 La única forma de poner en cuestión la

veloz ofensiva blanca. Las otras alternativas han dado muy malos resultados a las negras.

ll...lL!es lZ.ieZ! (Me parece la mejor ju­gada, porque prepara de inmediato gS seguido de f4, pero una alternativa similar es 12.:1!gl) 1 2 ... %Yas (12 ... b4 13.lDa4 f!a5 14.b3± y vie­ne gS; 12 ... :1!c8 13.a3!± preparando los dos avances sucesivos gs y luego f4) 13.g5 hxg5 14.hxgs :i:!xhl lS.:i:!xhl lt:\fd7 16.a3 o-o-o 17.f4 lL!cs!? 18.tDb3! ltJxb3+ 19.cxb3± y las blancas tienen un fuerte ataque contra el debilitado rey negro. De la Villa-Novikov, Pamplona 1991.

ll. .. ®'as Con la idea de que el caballo blan­co no pueda ir a a4 refuerza la variante con la retirada a e2. Por ejemplo: 12.<i>b1 (12.lt:\b3!? Wc7 13.1e2) 1Z ... b4 13.lt:\ce2 ds 14.i.h3! Con

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266 Desmontando la Siciliana 2

la violenta amenaza de los sacrificios en e6. 1 4 ... dxe4 15.g5 hxgs 16.hxgs exf3 17 . .!bg3 Magem-Vera, Barcelona 1990. La partida ha llegado a un momento crítico y las negras optaron por entregar una pieza, pero en caso contarío la iniciativa blanca era feroz. 1 7 ... .!bds 18.g6! fxg6 1 9 . .!bxe6-7.

11 . . . .!bb6 Es una idea experimentada por Malískauskas que tiene puntos de contac­to con la variante considerada en la partida anterior: las negras controlan a4 y amenazan b4 seguido de .!bc4, pero sobre todo preparan el viaje de su segundo caballo hacia es. Sin embargo en este caso, la debilidad del flanco de rey hace la maniobra menos sana: 12.id3 .!Llfd7 13.Wlf2 (13 . .!bb3!? con idea de saltar a aS es una idea temática que puede funcionar bien aquí) 13 .. J-¡k8 1 4 . .!bce2 'f!c7 15.<i!?bl .!ba4 (Shabalov-Sorokin, Connecticut 2007) y aho­ra: 1 6 . .!bg3 .!bes 1 7 . .!bhs hace que el ataque blanco sea más peligroso. 17 ... .!bc4 18.hc4 bxc4 19.c3.

ll...Ek8 No hace nada por detener la ofen­siva blanca: 12.ih3! (viene gs)

12 ... .!bes 13.g5 b4 14 . .!ba4 (14 . .!bce2!? .!Llfd7?! lS. 'ffxb4±) 1 4 ... Wla5 15.b3 .!Llfd7 16.<i!?bl .!bc4?! 16 ... .!Llxf3 17 . .!Llxf3 ixe4 18 . .!bd4 (18.g6!?) 18 ... ixhl 19Jhhl hxgs 20.hxgs± y en el medio juego las dos piezas son muy superiores a la torre negra. 1 7 .bxc4 Wlxa4

18.g6!± y la iniciativa de las blancas hace que puedan aprovechar mejor las debilidades creadas alrededor del rey contrarío. Sergeiev­Pavlov, San Petersburgo 2000.

12.'Lla4 (D) La jugada más lógica ha sido confirmada

por la experiencia como la mejor.

12.' .. Wfas De nuevo es la jugada más crítica, que

intenta aprovechar los defectos del salto del caballo al borde del tablero.

Otra alternativa muy lógica es 12 ... ds pero se encuentra con 13.ih3! y las negras no han logrado resolver los problemas creados por la amenaza gS-g6: 13 ... 'f!a5 La inmediata 13 ... g5 no es mejor: 14.igz (amenazando hxgs) 14 ... gxh4 1S.!:!xh4 dxe4 (15 ... .!bxe4 16.fxe4 'ffxh4 17.exds exds 18.ixds! .txds 19 . .!bfs+-) 16.gs .!bds 17.!:'!xe4 Kasparov-Van Wely, Wijk aan zee 2000; y a pesar de lo complejísimo de la posición todo parece indicar que Kasparov la tenía perfectamente controlada, porque ha sido capaz de refutar todas las propuestas de las negras. Por ejemplo: 17 ... Wlas 18 . .!bxe6! fxe6 19.:ihe6+ <i!?f7 zo.'ffd3!!+- <i!?xe6 21.Wle4+ .!bes 22.ih3+ Wd6 23.ic5+ 'ffxcS 24 . .!bxcS Wxcs zs . .te6+-. 14.b3 y ahora:

a) 1 4 ... .!bc5?! lS.gS .!bxa4 16.bxa4 hxgs 17.hxgs Wlxa4 l8.<i!?b1! .!bd7 19.g6± Butunoi­Dumitrescu, Rumania 2000 y una vez más el refugio del rey negro queda destrozado;

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Capítulo 18: 4 ... 11Jf6 5.11Jc3 e6 Variante Scheveningen 267

b) 14 ... g5 lS.hxgs hxgs 16.es! tt:lxe5 17.ixgs tt:lfd7! (17 ... ie7 18J;del tt:lc4 19.1We2 seguida de tt:le6) 18. Wfe2--+ ic6 19.tt:lxc6 tt:lxc6 20.f4 il.e7 2l.ixe7 tt:lxe7 22.f5 es 23.g5± y las blancas tienen un terrible ataque sin inver­sión material. 23 ... Wbs 24.Wig2 (24.1Wf3!) 24 ... f6 25.gxf6 tt:lxf6 26.Vflg7 (26.Wfg3!) 26 ... l'!f8oo Zawadzka-Akesson, Warsaw 2006;

e) 14 ... dxe4 Aceptar el avance g5 es sos­pechoso, pero en esta posición hay que dar una demostración táctica: IS.gS hxgs 16.hxgs exf3 (16 ... lD ds? permite el clásico gol pe de gra­cía en g6 17.g6!+- l'!xh3 18.l'!xh3 tt:l7f6 19.gh8 o-o-o 20.gxf7 tt:lc7 21.Vflf2 Wids 22.tt:lb6+ Gajsin-Gabrielian, Internet 2006) 17.tt:lxe6! fxe6 (17 ... l'!xh3? 18.gxf6 tt:lxf6 19.ib6+-) 18.ixe6 l'!xh1 19.ixd7+ �f7 20.l'!xhl tt:le4 (20 .. .f2?! 21.í'!fl tt:le4 zz.gxf2+ rJle7 23.\Wd4 tt:lxf2 24.tt:lcS+-) 21.g6+! (La posición es enor­memente complicada para una partida, pero después de esta jugada de las blancas es du­doso que la posición de las negras sea apete­cible para repetir. 21. Wfh2 id6 22.g6+ rJle7+) 21 ...Wxg6?! (21...g¡.e7!? 22.Wid4 Vflds 23.Vfixd5 .ixds 24.tt:lb6 gas 2s.ghs! l'!xd7 26.tt:lxd7 �xd7 27.gxd5+ rJle6 28.gd4 �f5 29. rJld1 .ie7 30.rJlel .if6 31.gc4;t;) 22.Vflh2 rJJf7 23.Wif4+ tt:lf6 24.tt:lb6 ie4 Lutz-Sammalvuo, Calvia (ol) 2004; y ahora, de acuerdo al análisis de Lutz las blancas pueden conseguir una gran venta­ja con: 2S.id4!±.

13.b3 11Jcs (D)

De nuevo lo más crítico. Parece que las blancas tienen problemas

por la indefensión de su peón de a2, pero con un esfuerzo supremo, logran ganar un peón y mantener la iniciativa, aunque sea al enorme coste de debilitar gravemente el enroque.

13 ... ie7!? Interesante, a pesar de que pa­rece lenta, es un sutil intento de mejorar la posición y dejar definirse a las blancas, que de momento no ha sido claramente refutado, y puede ser una vía alternativa a la híper ana­lizada 13 ... tt:lcs. 14.l'!h3!? (D) Me inclino por esta jugada, de una oscura partida por e-mail, siendo consciente de que la corriente teórica puede salir por cualquier lado y debido a que las otras continuaciones no me convencen: 14.ih3 gS! 1S.ig2 l'!gsoo; 14. rJlbl liJes 15.a3 tt:lxa4 16.axb4 Wfc7 17.bxa4 d5 18.e5 tt:ld7 I9.f4 tt:lb6� Constantini-Arlandi, Italia 2001.

14 ... l'!c8 (14 ... tt:lcs?! 1S.a3! y la torre en h3 está muy bien; 14 ... o-o-o?l 1s.gs tt:lhs 16.g6!±) lS.gS tt:lg8 (lS ... tt:lhs 16. �bl y las blancas es­tán preparadas para responder a 16 ... tt:lc5 con 17.tt:lbz momento en que pueden reanudar su ofensiva y el rey negro parece en más peligro) 16.a3 ds 17 .rJlb1 (también es muy prometedo­ra 17.exds ixds I8.tt:lfs) 17 ... gds?! 18.g6 gbs 19.gxf7+ g¡.xf7 20.gg3 y las blancas tienen un fuerte ataque. Pugh-Jankowitz, email 2000.

13 ... ds 14 . .ih3! trasponiendo al comenta­rio a la jugada anterior.

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268 Desmontando la Siciliana 2

1 3 ... e5 Se ha probado poco, pero parece abrir líneas para el ataque rival: 14.ll:\fs ds lS.exds �xd5 16.i.gz± y está claro que el blanco lleva la iniciativa.

13 .. J1k8 14.@bl! Las blancas incluso se preparan mejor antes de comenzar las accio­nes decisivas, aunque 14 . .ih3 directa es inte­resante. 14 ... ll:lcs 1S.<!bxc5! Ahora las blancas tienen esta alternativa: lS ... dxcs (15 .. J:!xc5 16.ig2!± seguido de gs) 16.<!be2 .ic6 17.ll:lg3 (17.<!bf4!? seguido de ic4 y gS es también pro­metedor) 17 ... <!bd7 18.f4 ie7 19 . .id3 <!bb6 zoJ:Wfz <!Da8 Zl.gS± <!bc7 zz.<!Dhs <!bbs 23.-ixbs axbs 24.<!bxg7+ @fs zs.<!Dxe6+ fxe6 26.f5 @es 27.fxe6 Shirov-Svidler, Moscú 2002.

14.a3 Solo esta jugada que gana un peón puede

justificar el juego anterior de las blancas. 14 ... ttJxa4 14 .. Jk8 (D) Jugada cuyo primer ejemplo

data del año 2000, se ha convertido en una alternativa importante, y ha crecido en popu­laridad muy deprisa.

15.�xb4! �c7 (15... 'ªxb4 16.axb4 ll:lxa4 17.bxa4 ds 18.bs ia3+ 19. �b1 dxe4 20.bxa6 .ias 21.gs ll:lds zz . .tdz e3 23.ias �fs 24.�b5;!; Zivkovic-jardelholm, Olimpiada cr. 2000. La posición es muy compleja pero se siente que los desordenados peones blan­cos del flanco de dama son más peligrosos)

16.<!bxc5 dxcs 17 .�a4+ <!bd7 18.<!be2 Las blancas han ganado un peón, han cerrado la coh ,tmna e y han trabado las piezas negras. Pa­rece dudoso que la compensación pueda ser suficiente, pero las negras han hecho repeti­dos intentos por demostrar su punto de vis­ta. 18 ... c4 La más directa, pero seguramente no la mejor. 18 ... ic6!? 19. '&xa6 E!a8 20. 'ªc4 E!xa3 Gu Xiaobing-Sergeeva, Mundial subzo Femenino 2001. La posición es complicada pero parece que las negras no tienen sufi­cientes fuerzas para crear problemas al rey blanco. Por ejemplo: 21. �bz! 119a5 (21...Wa7 zz.<!bc3 <!bb6?! 23.'&d3 ie7 24.ixc5+-) 22.'ªc3 :SaZ+ 23.�bl Wia7 24.ll:lcl±. 19 . .if4! �c6 20.�b2! \:Wxa4 (20 ... cxb3 21. Wixc6 :Sxc6 22.cxb3±) 21 .bxa4 ie7 22.ie3 Me gusta más esta jugada de Timoschenko, aunque la partí­da Anand-Kasparov no es del todo satisfacto­ria para las negras. 22.lt:lc3 if6 23.�e2 lt:lb6 24.e5 ie7 Anand-Kasparov, Rusia 2002; y aho­ra 25. �aZ! lt:\d5 26.idz lt:\xc3+ 27 .ixc3 ic6 28.a5:t. zz ... <!Des 23.<!bd4 o-o 24.iez :Sfds ZS.gS;t Timoschenko-Maksimenko, Halkidikí 2002. Aquí se firmaron las tablas, pero en mi opinión las blancas reúnen varias pequeñas ventajas, aunque su última jugada podía ha­berse sustituido por 25. �a2 con idea de :Sbl.

14 ... �c7?! No funciona, porque 15. Wlxb4 sencillamente gana un peón.

15.axb4 Wfc7 16.bxa4 (D)

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Capítulo 18: 4 .. .l'iJf6 5.lt:Jc3 e6 Variante Scheveníngen 269

Es una situación extremadamente tensa e importante para valorar la variante. El enroque blanco es muy débil, pero tienen un peón de más y pueden atacar el rey negro en el centro. La disputa analítica que ha estado tensa duran­te años parece haberse calmado últimamente.

16 ... d5 El golpe en el centro es lo lógico. En su

lugar solo se ha probado 16 ... CZld7!? No solo lleva el caballo al flanco de dama, si no que prepara ds, sin tener que permitir el cierre del centro con es. Es una de las continuacio­nes más naturales y peligrosa para las blancas. Hasta ahora no hay una clara refutación, aun­que los jugadores más fuertes la han evitado. 17.<;t>bll? (D)

Es mi propuesta. El rey mejora ligeramente su posición y permite a sus piezas jugar tambi­én en la columna c. A pesar de ser una conti­nuación lógica y de haberse probado muchas jugadas, aún está inédita y serán necesarias muchas partidas para evaluar sus virtudes.

17.CZlb3 Hasta ahora es la jugada más fre­cuente. Las piezas blancas se van agrupando cerca del rey para minimizar las debilidades. 17 ... ds 18. i>b2 E:c8?! [Más natural parece 18 ... dxe4 19.f4;!; con posición complejísima, pero las blancas pueden tener mejor final (�c3 está en el programa), ataque con gs y más de­sarrollo) 19.c3 la inmediata (19.exds!? parece más lógica pero se encuentra con 19 ... i.xb4! 20.�xb4 �xc2+ 21.<;t>a3 �xdloo y es nece­sario un profundo análisis) 19 ... i.e7 20.exds

�xds 2l.ixa6 Cioara-Vorobiov, Pardubice 2001. Las blancas tendrán que superar muchas complicaciones pero sus ventajas materiales parecen decisivas. 17 ... CZlb6 17...lLles 18 . .ie2 ie7 (18 ... E:b8 19.tt:lb3±) 19.if4 0-0 2o.gs hs 21.E:hgl E:ab8 22.g6± y a pesar de su rey abierto, son las blancas las que llevan la inici­ativa. 18.a5! Obligando al caballo a definirse: 18 .. .ft:lc4 (18 ... tt:la4 19.c4!± el enroque blan­co, aunque inusual es resistente y el caballo negro tiene problemas) 19.�c3 E:c8 zo.ixc4 �xc4 Zl.�b3! �xb3+ 2Z.l2Jxb3 ds (22 ... .ie7 23.h5 E:c4 24.E:d4;!;) 23.CZlcs! hes 24 . .ixc5 dxe4 ZS.fxe4 he4 Z6J�hel± y la diferencia está marcada por la actividad de los alfiles.

16 ... e5?! Tiene cierta lógica, porque es deseable jugar ds sin permitir eS, pero de momento, esa forma de abrir el centro ex­pone más al rey de las negras. 17.CZlb3! Aquí el caballo defiende y puede saltar a impor­tantes casillas como as y eS (puesto que las negras van a jugar ds). 17 ... ds 18.exds E:ds (18 ... ixds 19.tt:lcs ixcS 20.ixcS ixf3 2Li.g2 .ixdl 22.E:xdl± y los alfiles blancos cortan el tablero. Mastrovasilis-Srnirnov, Patras 2001) 19.E:el! CZlxds zo.ics! El punto fuerte en es defiende al rey blanco y el negro no va a en­contrar refugio ni en el centro ni en el flanco de rey. 20 ... .ixc5 Zl.CZlxcS 0-0 ZZ .gS± con muy fuerte ataque. Álvarez-Siefring, cr. 2000.

17.e5 Lógicamente las blancas cierran el centro y

refuerzan el punto fuerte de su caballo en d4. 17 ... QJd7 17... V9xes? 18 . .if4+-18.f4 Ahora la amenaza fs está pendiente y es

difícil decidir que rey está más inseguro. 18 ... lt:Jb6 (D) El caballo negro tantea las dos debilidades

blancas. Naturalmente las blancas querrían jugar 19.b3, pero como no sea que el rival se levante a pasear y sea muy despistao ...

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270 Desmontando la Siciliana 2

19J;h3! El pasaje de la torre al flanco de dama, no

solo es muy lógico, sino que ha sido lo más eficaz hasta ahora. 19.f5!? se analizó hasta la saciedad y parece tablas.

19 . . J!c8 19 ... tilc4?! Las negras ciegan sus vfas de

ataque; esta jugada ha perdido partidari­os. 20.%Yc3! fk8 21..id2 (21.if2!?) 21...ie7 (21... tilxd2 22. '@xd2 -e,vb6?! 23.a5 y las negras no pueden tomar en b4, por "culpa" de la torre de h3) 22 . .iel;!; Las blancas han consoli­dado, dentro de lo posible su flanco de dama y si las negras enrocan, están en condiciones de abrir brecha. 22 .. J�b8 (Lógico, para apuntar a b4, pero afloja el control de c4. 22 ... '@d7!? 23.-e,vb3 o-o) 23.fs !es 24.hc4 dxc4 zs.ef3! .id7 Única para renovar la amenaza en b4. 26.fxe6 fxe6 27 .gs hxgs 28.hxgs gxh3 29.'exh3 'exes 30.�h5+ c;f{fs 31.tilf3 'ee3+ Kasparov-Topalov, Wijk aan zee 2001. Y ahora los análisis de Kasparov en el Informator 82 indican que debió jugar 32.!d2! con ventaja en las dos variantes críticas: 32 ... '@ a3+ 33. Wbl gxb4•! (33 ... !d6? 34.'@h8+ Wf7 3S.g6+ Wf6 36.igS+ 'i!?xg6 37.tilh4++-) 34.!xb4 '@xb4+ 35. mcl \1:Ya3+ 36.'i!?dz '@bz 37. �h8+ mf7 38. me3 ic6?! 39. \1:Yhs+ wgs 40.g6+-.

19 ... tilxa4!? Es difícil encontrar una ju­gada más lógica que la captura del peón que además toma el control de la casilla c3. 20.!f2 Dejando paso a la torre volante. 20 .. Jk8

21.ie1 (D) Reforzando el control de las casi­llas c3 y b4, y ahora:

a) 2l...gb8?! zz.ga3! �d7 23.f5± con una clara iniciativa;

b) 2L..ie7!? (puede ser lo mejor) 22.b51 E:a8 (22 ... 0-0 23.bxa6 !c6 24.V9a5±) 23.'@as �xaS 24.ha5 axbS 25.ixb5+ mfs 26.ixa4 gxas 27.E:b3 iba4 28Jlxb7! y la mala posición del rey negro da a las blancas alguna ventaja;

e) 21...h5 22.f5 hxg4 23.ila3 tilb6 24.fxe6± Libiszewski-Arlandi, Pula 2003;

d) 21...tilb6?! (El caballo busca c4) 22.f5! Más enérgico que E:a3 que fue la primera elección de las blancas 22 ... tilc4 (22 ... '@xes?! 23.fxe6 fxe6? 24.E:e3+-; 22 ... i.e7!? 23.fxe6 fxe6 24. '@d3 y aunque las amenazas "mate­riales" blancas son fuertes, las negras pue­den esconder su rey pagando un cierto pre­cio. 24 ... 0-000) 23.!xc4 \1:Yxc4 24.ilb3 [24.fxe6 fxe6 y sigue sin experimentarse la propuesta de DLS, 25.gf3!? esperando antes de tomar en e6, la única buena respuesta es 2S ... i.e7! (2s ... md7? 26.\1:Yf4+-; 2s...�a2?! 26.Wd3±; 25 ... E:c7? 26. tilxe6) 26. \1{fd3 'i9xd3 27 .E:dxd3 md7 28.gf7 gS 29.gdf3;!;) 24 ... ic6 2S.fxe6 fxe6 (Kovchan-Benza, Sochi 2007) y ahora 26. '@f4 ! , con las amenazas g[3 y gc3, pone en aprie­tos a las negras. 26...ib7 27.gf3 \1{fc7 28.id2 (para triplicar) 28... \1{fe7 29.gdfl i.c6 30.'�'g3 i.bs 3I.E:f7+-.

zo . .tfz tüxa4 (D)

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Capítulo 18: 4 .. .liJf6 5.lüc3 e6 Variante Scheveningen 271

20 ... h5!? Es un intento de aflojar (o cer­rar) el flanco de rey, antes de desarrollar la iniciativa en el otro lado, pero pierde un tiempo. 2l.f5! Lleva a terribles complicaciones analizadas en una partida por corresponden­cia. Posiblemente la sencilla 21.g5 mantenga todo en orden para las blancas. 2l...hxg4 (21...�c4 22 . .ixc4 hxg4 23 . .ixa6 gxh3 24.-ibS+ c¡tJd8 2S.fxe6 §'c3 26.§'xc3 �hc3 27.exf7 ixb4 28J:Ul h2 29.-iel ia3+ 30. 'i!ídl )3h3 31.)3h1± jakobetz L.; 21... �xa4 22.fxe6 hxg4 23.exf7+ c¡tJxf7 24. '11t/f4+ c¡tJgs 25. '11t/xg4 )3h6 26 . .ie1 '11t/xe5 27.)3a3 �b6 28 . .id2 )3f6 29J3eH Jakobetz) 22.)3b3 ttlc4 (22 ... ie7?! 23.fxe6 fxe6 24.'11t/e2 o-o 2S . .ig3±) 23.'1We2 exfs 24.�xfs '11t/d7 (24 . . . ttlxe5 25.id4 f6 26.l'!c3 '11t/xc3!? 27.ixc3 )3xc3 28.-igH) 25.�d6+! [25. '11t/xg4 '11t/xa4 26 . .ixc4 )3xc4 27. �xg7+ ixg7 28. \Wxg7 %Yxb3 29.'11t/xh8+ c¡tJ¿7 30.)3d2 '11t/a2 (30 ... \Wa3+ 31. 'i!íd1 )3xb4 32. \Wf6 §'al+ 33. We2 )3e4+ 34. Wf3 \Wxe5 35.'11t/xf7+=) 31.e6+ fxe6] 25 ... .ixd6 26.exd6+ c;!?fs 27J¡¡d4! )3h6 28.'11t/xg4 '11t/xa4 29.ixc4 dxc4 30.)3g3!±jakobetz-Cardelli, cr. 2002.

21.c4! Aunque la anteriormente conocida,

21..ie1, hizo su trabajo, es posible que la apa­rición de esta sorprendente jugada, difícil de entender sin los módulos de análisis ponga el cierre a 19 ... )3c8. Las blancas cierran las líneas sobre su rey, ¡avanzando todos los peones de su enroque!

21...dxc4 En otro caso el peón podría llegar a cs.

21...i.e7 22.'11t/c2 �b6 23.c5 �d7 24.l3a3±. 22.�c2! En realidad un malévolo doble ataque, al

caballo y a la casilla g6. 22 ... �d7 22...�b6 23.ttlxe6! fxe6 24.ixb6 %Yxb6

25. 'ªg6+ c;!?e7 26.f5+-. 23.f5 ids 24.fxe6 fxe6 25J�a3 zs.l3f3!? Es igualmente eficaz. 25 ... c;!?d8?

26.'ªg6 Wc7 27.l3f7+- 1J.e7 28.ll:lfs l3ce8 29J3xd5 §'xds 30.�xe7 '11t/h1 31.�d5+ c¡tJcs 32.�e3 \Wc6 33 . .ig2 'ªb6 1-0 Alsina Leal­Tattersall, León 2006.

25 ... hb4 26J�xa4 as Claro que en una posición así, una pieza

de ventaja no es motivo suficiente para estar tranquilo.

27.�g6+! �f7?! 27 ... �f8 Es fea, pero necesaria para a obli­

gar a las blancas a demostrar algo. 28.)3a2! c3 29.�c2+-.

28.�xf7+ �xf7 29.l0cz l3b8 30.l3d4 l3hc8 31..iel ic6 32.l3al .ids 33.l0xb4 axb4 34.l3a4 b3 3S.ixc4!+-

Ahora sí, la pieza blanca es decisiva. 35 .. J!c5 36.�b2 hc4 37.l3dxc4 l3xe5

38J�c7+ �g8 39.ic3 l3e2+ 40.�bl es 41.l3aa7 1-0

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272 Desmontando la Siciliana 2

Esquema Resumen: l.e4 es z.tt:lf3 d6 3.d4 cxd4 4.tt:lxd4 tt:lf6 s.tt:lc3 e6 6.ie3

- 6...ttlc6 (Sin a6) Muy sólida, aunque algo pasiva t/=. - 6 ... a6 7.f3 Wlc7 (con sus trasposiciones) El contrajuego es lento. Cómodo para las blancas t.

6 ... a6 7. Wldz tt:lc6 8.f3 con las siguientes posibilidades:

- 8 ... ds Sólida, pero pasiva t. - 8 ... ie7 9.0-0-0 ds Pasiva y algo incorrecta t.

- 8 ... ie7 9.0-0-0 0-0 9.g4 �b8 Poco flexible t. - 8 ... ie7 9.0-0-0 0-0 9.g4 tt:ld7 Compleja, pero la iniciativa blanca parece más fuerte t. - 8 ... ie7 9.0-0-0 0-0 9.g4 tt:lxd4 Una de las variantes principales, pero de momento las

blancas plantean muchos problemas a las negras con 9.Wlxd4 t.

6 ... a6 7. V!Jdz bs 8.f3 y ahora:

- 8 ... b4!? Moderna, emprendedora y compleja. Queda terreno por investigar t./=. - 8 ... Wlas Una idea interesante, pero las blancas desarrollan una iniciativa peligrosa t. - 8 ... hs quiere evitar g4, pero las blancas pueden cambiar al plan de 0-0 con 9.a4l t.

6 ... a6 7.Wldz bs 8.f3 tt:lbd7 9.g4 tt:lb6 Es la línea más fiable. Se necesita una buena preparación para sacar algo contra ella, si es que es posible t/=.

6 ... a6 7.Wldz bs 8.f3 tt:lbd7 9.g4 h6 La línea principal aunque parece en horas bajas. Las blancas deben seguir 10.0-0-0 ib7 ll.h4 y ahora:

- 11 ... tt:les Peligrosa, el ataque blanco es muy fuerte ±. - 11... Wlas Más peligrosa que la anterior ±. - 11...tt:lb6 Ingeniosa nueva idea pero el ataque blanco sigue siendo peligroso ±. - ll .. ,gc8 Similar a las anteriores ±. - 11...b4 12.tt:la4 ds Reacción lógica, pero las negras siguen en peligro ±.

ll...b4 12.tt:la4 Was 13.b3

- 13 ... ie7l? Una interesante idea, poco analizada y sólida t/=. - 13 ... es?! Provoca una apertura del juego muy peligrosa ±.

13 ... tt:lc5 14.a3 con las siguientes posibilidades:

- 14 ... gc8 Tal vez lo más sólido, pero las blancas se aseguran un final mejor t.

- 14 ... ttlxa4 15.axb4 V!fc7 16.bxa4 ttld7 Aún poco analizada pero después de 17. �b1! las blancas están mejor t.

- 14 ... tt:lxa4 15.axb4 Wlc7 16.bxa4 ds Lo principal. Hiperanalizado y todavía muy complejo pero difícil para las negras t.

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Capítulo 19: 4 ... ltJf6 5. t:iJc3 a6 Variante Najdorf

Capítulo 19

l.e4 es z.tt1f3 d6 3.d4 cd4 4.lLJd4 lLJf6 s.lLJc3 a6

Variante Najdorf

V al oración *****

Introducción

273

La Variante Najdorf es reconocida como la línea más importante de la Siciliana, y su gran mérito es haber mantenido esa consideración durante unas cuantas décadas. ¿Podemos señalar las causas? Sin duda el hecho de su viabilidad teórica es una de ellas, pero otra es su capacidad, por lo visto inagotable, para llevar a posiciones con enorme contenido táctico y estratégico, que garantizan la lucha y la posibilidad de jugar a ganar con las piezas negras.

Nuestra recomendación contra la Najdorf es el habitual esquema a base de f3, ie3, 'ªdz y el enroque largo, que de nuevo se disputa las preferencias con 6.i.gs. El desarrollo teórico es enorme, y es necesario estar al corriente de las últimas aportaciones teóricas, sobre todo en los torneos de élite.

Historia

La jugada s ... a6 debía parecer muy pasiva a los jugadores del siglo xrx, puesto que al con­trario de la mayoría de las variantes de la Siciliana, no encontramos partidas de ninguno de los precursores como Paulsen o Anderssen.

La primera que aparece en mi base de datos es Yates-Tartakower de Budapest 1926, pero Tartakower juega enseguida g6, pasando a posiciones típicas del Dragón, mucho más apreciado en aquel momento. Después tenemos partidas de los holandeses Van den Bosch y Notebom, en las cuales las ideas de un rápido bs, e incluso eS, ya están presentes. De aquí debió pasar a los jugadores checos, sobre todo Opocensky, que insistió en el esquema con es del negro. En los

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274 Desmontando la Siciliana 2

años 40 por fin el flamante argentino Miguel Najdorf comienza a usarla de manera regular, a obtener buenos resultados y, con su apabullante carácter, a contagiar a sus compatriotas y a algunos otros jugadores.

Es curioso que la escuela soviética (a pesar de algunas experiencias de Kotov y Alatortsev), en un primer momento se posicione en el bando de las blancas. Sus mejores representantes desarrollaron el temible ataque 6.igs, que durante varias décadas fue el azote de la Najdorf. Pero el ascenso definitivo al estatus de variante principal de la Siciliana, que todavía disfruta, se produce gracias a la adopción por parte de fischer, que hace de ella su arma principal contra el peón de rey. El temido ataque 6.�g5 tiene que enfrentarse a un sinfín de nuevos desarrollos, pero sobre todo se atasca frente a la audaz variante del peón envenenado, en la cual las ne­gras capturan con descaro el peón de b2 perdiendo varios tiempos con su dama. No sería has­ta los años 80, cuando un grupo de jugadores ingleses, particularmente Nunn, Short, Adams o Chandler, popularizaran un nuevo esquema que logró eclipsar a la vieja variante principal. Dicho esquema recibió el nombre de Ataque Inglés y es el que recomendamos en este libro.

Ideas

La idea original de la jugada a6 es controlar la casilla bs, lo que permite un posible eS, dis­putando el centro en aceptables condiciones y un futuro bs comenzando el clásico ataque de minorías, típico de la siciliana. Lo que no podrían adivinar sus primeros practicantes es que esas simples ideas iban a tener tan largo recorrido y ser durante muchas décadas la base de planes de contra juego para los mejores jugadores del mundo.

En el esquema que proponemos para las blancas, las ideas más frecuentes se parecen a las de otros capítulos, pero con algunos detalles característicos. La existencia de la casilla ds débil hace que muy a menudo las blancas no aceleren tanto su ataque al enroque corto, si no que se concentren en controlar el flanco de dama. Esto sucede, sobre todo, en las posiciones en que se transforma la estructura de peones, al cambiarse el caballo blanco situado en ds, y tomar el primer jugador con el peón. Las negras han desarrollado algunos esquemas (sobre todo hs) que pueden recibir una respuesta diferente a la habitual, en forma de enroque corto combinado con la jugada a4. Sin embargo, las carreras de ataques a los enroques opuestos, aunque muy poco frecuentes entre jugadores experimentados, están en la base del pensamiento de ambos bandos en todo momento.

Partida 19.01 Svidler P. - Grischuk A.

México, 2007

l.e4 es V�f3 d6 3.d4 cxd4 4.tt:lxd4 CL\f6 5.tt:lc3 a6 6.�e3 (D)

Esta es la posición que vamos a estudiar en este capítulo. El plan de las blancas ya es bien conocido: se defiende el punto e4 con f3, se enroca largo y se lanza una tormenta de peones en el flanco de rey, pero los detalles

exactos pueden variar. En esta misma jugada, las blancas podrían evitar la variante 6 ... ttlg4 jugando primero 6.f3. Ambas jugadas son po­sibles y se pueden utilizar dependiendo del repertorio del adversario y del propio. Me he inclinado por analizar el orden con 6.�e3 por pequeños detalles.

Actualmente la variante 6 ... lLlg4 pasa ma­los momentos por la nueva idea 10.h3, mien­tras que contra 6.f3 las variantes 6 ... �b6 y 6 ... bs me parecen bastante sanas.

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Capítulo 19: 4 ... li:Jf6 5.li:Jc3 a6 Variante Najdorf 275

6 ... li:Jg4 Dado que en esta partida vamos a estudiar

las continuaciones diferentes a 6 ... eS y 6 ... e6, es lógico tomar el salto de caballo como la varian­te principal, puesto que su interés sobrepasa en mucho al de todas las demás jugadas. De todos modos, vamos a dar un vistazo a esas alternati­vas, alguna de las cuales tiene cierto interés.

6 ... tflc7 Prepara bs, que directamente tiene algunos problemas, y trata de ahorrarse la jugada e6. Las blancas pueden seguir los es­quemas habituales, y es difícil para las negras evitar acabar jugando e6 o es trasponiendo a las posiciones conocidas. Sin embargo las blan­cas deben estar atentas para alcanzar traspo­siciones favorables y evitar en eS acertado. 7.ffld2 bs (7...eS 8.lüb3 traspone a la próxima partida y 7 ... e6 al capítulo anterior) 8.f3 �bd7 (s...es 9.lüfs!±) 9.0-o-o ib7 10.g4! �es 10 ... h6!? 11. c.tlb1 (11.a3 e6 12.h4 con el asalto clá­sico. ll.gs �fd7 12.f4 lüc4 13.1xc4 fflxc4 14.b3 e'c7 15.tl:lds!;t; Finalmente, el ahorro de e6 se ha mostrado como un inconveniente. 1S ... ixds 16.exds 2'k8 17.ghe1 g6 18.tl:lc6+­Zecevic-Kavsek, Portoroz 1994.

6 ... bs?! Lógica pero prematura por moti­vos tácticos: 7.a4! b4 (7...eS 8.tl:lb3 b4 9.tl:lds±; 7 ... bxa4 8.gxa4± deja una debilidad eterna en a6) 8./0ds !Oxe4?! La captura del peón es visualmente sospechosa y lleva al desastre. Algo mejor es: B...l:Dxds 9.exd5 ib7 10.ic4 W!c7 ll.ib3 l:Dd7 12.0-0 !Ob6 pero las blan-

cas mantienen un claro dominio. 13.gel (13.lüfs±) 13...l0xds 14.ixds .ixds IS.!Obs axbs 16. W!xds gb8 17.axbS+- Tseitlin-Durbán, Benasque op 1993. 9./0bsl �b7 10.tl:lbc7+ �d7 11.l0xa8 1-0 Edwards-Berzanskis, cr. 1988.

6 ... l0bd7 Es otro intento de preparar bs e iniciar el contrajuego ahorrándose la jugada e6, que ha merecido la atención de investi­gadores como Larsen o Ivanchuk. 7.g4! Pero este es el inconveniente, ahora el caballo de d7 quita la retirada natural a su colega.

7 ... ds!? (7 ... h6 es la otra jugada lógi­ca 8.ggl g6 9.h4 con iniciativa. Varga-Tate, Budapest 1997; 7 ... l0cs es una idea defendida por Larsen, pero el caballo aquí no tiene sen­tido contra un peón e4 bien defendido. 8.f3 h6 9.Wid2 eS 10.lüb3 ie6 11.0-0-0 W!c7 lz.<;!;>bl ie7 13.h4 0-0-0 14.l0ds!± Hansen-Larsen, Taastrup 1998. 8.�b3! Esta jugada ha puesto la variante 6 ... l0 bd7 fuera de juego. Se amena­za el peón ds y se aceleran los acontecimien­tos. 8 ... lüxe4 (8 ... dxe4 9.gS±; 8 ... h5l? 9.gs l0g4 10.g6!± De la Paz-G6ngora, Santa Clara 2000) 9.tl:lxds l0d6 (9 ... e6 lO.lOb6!±) 10.Wie2 e6 l l.i.f4 l0b6 12.l0xb6 fixb6 13.0-0-0± Sax­Radulov, Baile Herculane zt 1982.

6 ... l0c6 Otra jugada poco frecuente, pero muy lógica y sobre todo más flexible que las anteriores. Las negras se reservan la posibili­dad de cambiar en d4, seguido de es, de e6 o

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276 Desmontando la Siciliana 2

incluso de jugar ds directamente según cuál sea la jugada de las blancas. 7 .f3 Las blancas también esperan antes de mover su dama y obligan a las negras a definirse un poco más. 7 ... ds!? (D) Una jugada sana y que está cerca de igualar. 7 ... lDxd4?! 8.1&xd4 la dama sale a d4 de un golpe; 7 ... g6 traspone a una varian­te floja del dragón: 7...e5 8.lDb3 il.e7 9.�d2 Lleva a una posición que se puede producir en la variante 6 ... e5 pero el caballo en c6 está mal situado. 9 ... 0-0 10.0-0-0 il.e6 ll.lDdS!;!; La presencia del caballo en c6, multiplica la fuerza de esta jugada típica. 11...lDxds?! 12.exds .ixds 13.iWxds lDb4 14.�d2 ds 1S.@b1 d4 16.if2+- No hay bastante compen­sación. Hoffman-Gajate, cr. 1999.

8.�e2! El único intento serio de refutaci­ón. 8 ... es (8 ... lDxd4?! 9 . .ixd4 dxe4 10.0-0-0± las blancas tienen una enorme compensación; 8 ... dxe4 9.lDxc6 bxc6 lO.lDxe4;!; desarrollo y mejor estructura son los triunfos de las blan­cas; 8 ... e6 tal vez lo más sólido. 9.0-0-0 .ib4 lO.exds lDxds 11.lDxds Wxds 12.ltJxc6 Wxc6 13.1MlcH) 9.lDxc6 bxc6 lO.exds lDxds n.o­o-o il.e6 12 . .id2!? Una interesante mejora, adelantándose a la que sin duda traía Sutovsky. 12.1Mlc4!? 'Mlc8 13.lDxds il.xds 14. �a4± Llobel­Daubenfeld, Chalkidiki 2001. 12 ... Wc7 13.gel La jugada clave, que casi asegura a las blancas ganar la pareja de alfiles. 13 ... id6 (13 .. .f6?! 14.f4) 14.lDe4 ie7 (14 .. .f6?! 15.lDxd6+ 'f9xd6 16.f4±) lS.lDgs .ixgS (1S ... id7 16.f4) 16.ixgs

f6 17.id2;!; Shabalov-Sutovsky, Estambul (ol) 2000.

6 .... e6 traspone al capítulo anterior, mien­tras que 6 ... e5 se estudia en el resto de parti­das de este capítulo.

7.igs h6 s.ih4 gs 9.ig3 ig7 IO.h3!?

La jugada más reciente y en mi opinión la que pone más problemas a las negras.

Anteriormente se habían jugado, sobre todo, lO.ie2 y lO.�d2.

IO ... tiles lO ... lDf6 Ha sido la favorita sobre todo

de Judit Pelgar, pero el plan elegido por las blancas en esta partida es directo y claro. ll.�eZ!? Sigue habiendo pocos ejemplos, lo cual siempre provoca algunas dudas y obliga a estar vigilante, pero la dama parece mucho mejor aquí que en f3. 11...tlJc6 (1Lid7 12.0-0-0 tLlc6 13.lDxc6t seguido de es igualmen­te; ll...tLlbd7?! 12.tt:lfs±; 11...�b6!? 12.0-o-o lDc6 13.tLlfs ixfs 14.exfs o-o 15.h400 puede ser una de las líneas de discusión teórica fu­tura) 12.tLlxc6 bxc6 13.e5 dxeS 14.hes 0-0 y ahora:

a) El incansable analista Ftacnik propone un tratamiento posicional modesto, pero muy sano, que nadie ha querido probar hasta aho­ra: 1S.g3! ie6 (aquí no es tan fuerte lS ... as!? por 16.ig2 il.a6 17.1&e3 iWd7 18.iWd4 �xd4 19.il.xd4 es zo . .ixes gfe8 2Lf4 gxf4 22.gxf4 ttJds 23.ixds ixes 24.fxes gxe5+ 2S.il.e4 fs

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Capítulo 19: 4 ... éiJf6 5.lL\c3 a6 Variante Najdorf 277

26.13gl+ <ilf7 27.0-0-0 fxe4 28.13d7+±) 16 . .ig2 ifib6 17.0-0-0 (17.13bl seguido de 0-0 y un futu­ro b3, parece bueno también) 17 ... 13fds 18.f4;!;;

b) Lenier Domínguez puede incluso haber mejorado esta idea con 1S.g4!?, que además de preparar el desarrollo del alfil, evita .ifs y fija el peón negro en gs para atacarlo. Pero después de: lS ... aS 16.h4!? es tal vez demasiado ambiciosa. 16 . .ig2 .ia6 17.%Ye3 Y:Yd7 18.%Yd4t asegura una pequeña ventaja. 16 ... .ixg4 17.f3 ifs 18.hxgs hxgs 19.%Ye3 a4 zo.ifixgs ig6 21..id3 a3! y después de este molesto avance de peón las negras se aseguraron contrajuego, aunque la posición sigue siendo interesante para las blancas.

11.ftlfs La jugada más ambiciosa, ocupando de

inmediato uno de los huecos de la posición negra y obligando al segundo jugador a ceder uno de sus alfiles. En la posición que se produ­ce, las negras tienen un juego activo de piezas, pero parece que no compensan las graves de­bilidades en sus casillas blancas.

n ... .ixfs 12.exfs lübc6 12 .. .ft�bd7 Controla más la casilla f6, pero

no resuelve todos los problemas. 13.h4! Y:Yas (13... Y:Yb6 14.lüdsl) 14.V9ds! Y:Yb4 (14 ... Y:Yxds lS.ltJxds 13c8 16.0-0-0t y no hay verdadera compensación por la pareja de alfiles) 1S.i:Yb3 li.Jc6 16.0-0-0 13c8 1 7 .li.Jds V9xb3 18.axb3;!; tt:ld4? 19.f6! 13xc2+ 20.mb1 tt:lxf6 21.li.Je3+­Areshchenko-Nitin, New Delhi 2009.

13.ftlds e6 13 ... 0-0 14 . .ie2 e6 1S.fxe6 fxe6 16.ltJe3

traspone a 13 ... e6. 14.fxe6 fxe6 15.lDe3 W!aS+ 15 ... 0-0 16.ie2 ds 16 ... ifie7 17.0-0 13ad8

18.-ihs! �hs 19.13el (19.c4!?t) 19 ... ds 20.a4 lüc4?! 21.ltJxc4 dxc4 22.Y:Yg4± Kasimdzha­nov-Anand, San Luis 2005. Las negras sufren un verdadero calvario por la falta de su alfil de casillas blancas. 1 7 .o-o li.Jg6 18.c3! (18.c4 d4!00 y las negras pueden tener cierta activi­dad) 18 ... ttlf4 19.ig4! V9e7 20.13e1 tt:les (Che-

parinov-Sakaev, Dos Hermanas 2003) y ahora 21.ltJc2! abriendo la columna e y buscando la casilla d4. 21...ltJxg4 22.hxg4 Wcs 23.ttld4t.

16.c3 lüf3+?! Jugada varias veces por Ibarra jerez en

partidas que no se encuentran en las bases de datos, y finalmente contra Cheparinov en Roquetas 2004, sirvió a Topalov para sorpren­der y anotarse una victoria importante en el Mundial de San Luis. Los inevitables análisis posteriores obligan a ponerle un signo de dudosa. La decisión de Grischuk de repetir la variante precisamente contra Svidler parece imprudente.

16 ... 0-0-0 17.ie2 h5 18.a4 h4 19.ih2 %Yb6 20.b4!;!; y la posición del rey negro parece bastante insegura; 1 6 ... ds 17.ie2 0-0 18.0-0 13ad8 19.'ªb3!;!; Anand-Gelfand, Haifa 2000; es seguramente lo más sano, pero la debilidad de las casillas blancas en el campo negro, es un desagradable y persistente problema.

17.Wlxf3 hc3+ lS.c;!.>dl Wla4+ 1 8 ... hb2?! 19.%Ye4! (19.13cl!? .ixcl

20.lüc4 Wxa2 21. Wf6 %Yb1 22. Wxe6+ ttle7 23.ltJxd6+ Cheparinov-Ibarra, Roquetas 2004; 23 ... md8!=) 19 ... .txa120. Wxe6+ @ds 21. Y:Yxd6+ <!>es 22. i{fe6+ @ds 23 . .id3+-.

19.éiJc2 hb2 (D)

20J�cl! Llega la inevitable novedad de Svidler. La

partida famosa continuó con: 20. V9b3 Wxb3 21.axb3 .ixa1 22.lüxal <ile7 23.id3 13ac8

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278 Desmontando la Siciliana 2

24.13el /bd4oo Svidler-Topalov, San Luis 200S y las piezas negras tomaron posiciones domi­nantes.

zo .. . hcl?! Las negras apuestan el todo por el todo. 20 .. .<tt>e7 es seguramente la mejor juga-

da y después de 21.'1Wb3 '1Wxb3 22.axb3 �xcl 23. @xcH La posición es similar a la de la par­tida con Topalov, pero las piezas blancas son más activas; 2 0 ... 0-0-0 21.%Yg4!í.

El nuevo intento de revitalizar la variante con 20 ... :Sc8! esta más fundado, pero sigue pa­reciendo muy arriesgado: 2l..�d3 l3f8 22. '1Wg4 lbd4 23.l3el %Yxa2 24.l3e4 icl 2S.:Sd4 if4 26.�xf4 :Sxf4 27.l3xf4 gxf4 28.�g8 Vachier­Lagrave-Romain, Francia 2009, con una posi­ción en la cual sólo las blancas pueden ganar.

Zl.�f6 @d7 Otra posibilidad sería Zl.. . .ibz 22. Y�hb2 es

23.�d3 y la posición de las blancas, que han coordinado sus piezas menores, es amenaza­dora.

ZZ.@xcl �xaZ 22 ... l3ac8 23.id3 lD b4 24. %Y g7+ @c6

25.lDxb4+ %Yxb4 26.a3 %Yxa3+ 27.';!]d2�. 23 . .id3 .E!ac8 24 . .E!dl Con el desarrollo completo, las blancas es­

tán preparadas para reanudar su ataque sobre el rey negro y es dudoso que haya defensa.

Z4 ... ds 24 ... lDb4? 2s . .ibs+ axbs Z6.13xd6++-;

24 ... @c7 2S.ixd6+ @b6 26.%Yc3±. zs . .ifs .E!he8 Z6.�f7+ @ds Z7J:�el!! (D)

Con esta jugada cae el bastión negro de e6, mientras que el heroico caballo de c2 defiende los jaques de la dama y está sostenido por el alfil.

27 ... �a3+ Provocando una simplificación sin espe­

ranzas, pero las alternativas agresivas eran peores: 27 ... lDb4? 28. %Yf6+ :Se7 29. �f8+ Wd7 30 . .ixe6+ :Sxe6 31. �g7+ @ds 32. �g8+ 'i!?d7 33.'!Wxe6+ Wd8 34.�e7#; 27 ... lDd4 28.�f6+ \t>d7 29. %Yxd4+-.

28.ttJxa3 t!JeS+ 29. @dz ltJxf7 30 . .ixe6 +- l'k6 31..ixf7 �xe1 3Z.@xel bs 33.@dz b4 34.tlJcz b3 35.ltJd4 .E!b6 36.@cl as 37.hds a4 38.ies bZ+ 39.@bl a3 40.iaz �b7 4L.id6 �d7 4Z.t2Jbs 1-0

Partida 19.02 Anand V. - Kasimdzhanov R.

San Luis, 2005

l.e4 es z.ttJf3 d6 3.d4 cxd4 4.ltJxd4 liJf6 s.tlJc3 a6 6 . .ie3 eS 7 .ltJb3 (D)

En la primera época del Ataque Inglés se consideraba mejor 7.lDf3 que lleva a un juego más posicional centrado alrededor del control de la casilla ds, pero finalmente esta jugada que prepara el clásico asalto f3-g4 combinado con el 0-0-0, se ha convertido en la variante principal. El juego es muy diferente al de las partidas del anterior capítulo porque la pre­sencia del peón en eS y sobre todo la debilidad de la casilla ds introducen nuevos temas para los dos bandos.

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Capítulo 19: 4.JiJf6 5.tLlc3 a6 Variante Najdorf 279

7 ... 1e6 Las negras apenas pueden prescindir de

esta jugada, porque el control de la casilla ds es fundamental y el desarrollo a b7 tiene pro­blemas como vamos a ver en las alternativas.

7 ... V!Ic7 La dama negra puede ir a esta casilla más adelante, pero ahora facilita a las blancas el dominio de d5. s.Wd2 fl..e7 (s ... ie6 9.f4 ie7 1o.fs±; s ... bs 9.f3 �b7 10.0-o-o lübd7 11. Wf2t) 9.0-0-0 (9.f4!?) 9 ... 0-0 10.f4 lllbd7 ll.g4!± Smagin-Bukhtin, URSS 1982. La presencia de la dama en c7 impulsa el ataque blanco.

7 ... ie7 Es perfectamente jugable, pero casi siempre traspone a 7 ... ie6. 8.f3 0-0 8 ... lübd7 9.g4! tilb6 (9 ... h6 10.'tl9d2 bS ll.0-0-0 lllb6 12.lilast) 10.'tl9d2! puesto que las negras ya no pueden hacer bs, y ds no es fácil, las blancas no se precipitan con gS que mandaría al caballo negro a la casilla que quiere ir (hs). 10 ... 0-0 (10 ... ie6 es la jugada normal, tras­poniendo a 7 ... .ie6; 10 ... d5?! ll.ixb6 V9xb6 12.exd5±) 11.0-0-0 y difícilmente las negras pueden hacer algo diferente a 11 ...ie6, tras­poniendo. 9.V!/d2 lllbd7!? Esta es la única al­ternativa realmente seria al desarrollo del alfil en e6. La presencia de la dama en d2 per­mite a las negras una respuesta coherente aJ avance del peón g. 10.g4 bs ll.gs b4 Sin esta jugada, tácticamente compleja, el plan negro sería inocuo. 11...llle8 12.0-0-0±; 11...lühs 12.lüds ±. 12.gxf6 Si esta jugada no funciona lo mejor parece retirarse a e2. 12.llle2 llle8 13.lllg3;t. 12 ... bxc3 13.Wds lllxf6 14.V!/xa8 cxb2 1SJ�bl Las blancas se han comido una torre entera y seguramente la compensa­ción no es bastante, pero en la práctica es una posición difícil de conducir. 15 ... ds 16.V9c6?! (16.id3! dxe4 17.ixe4 lllxe4 18.'tl9xe4±) 16 ... dxe4 17.ib6 §'ds! y después de esta inespe­rada jugada las cosas no son fáciles. 18.§'xds lllxds 19.ics ih4+00 zo.fl..fz? lllc3!-+ Wang Zili-Lin Weiguo, Shenzhen 1992.

7 ... bs?! es prematura. 8.a4 s.lllds también es buena. 8 ... b4?l (8 ... bxa4 9J�1xa4±) 9.lllds y las negras como mínimo pierden un peón.

9 ... lllbd7 10.!ilxb4+- Thorhallsson-Angelov, New York op 1997.

7 ... lllbd7?! Es un orden inexacto: 8.g4! h6 9.h4 bs 10.a3 lllb6 nJ�gl .ie6 12.g5± De la Villa-Epishin, Dos Hermanas 1998.

8.f3 (D)

8 ... ltlbd7 Las negras eligen activar el juego en el

flanco de dama en vez de preparar el enroque. Ambas continuaciones se reparten las prefe­rencias por igual.

8 ... .ie7 Acelera el enroque corto y no da tiempo a las blancas para jugar g4. La estudia­remos en el resto de las partidas del capítulo. Otras continuaciones son menos interesantes. Veamos:

s ... ds Es sólida pero las blancas pueden mantener un ligero plus sin ningún riesgo. 9.exds lllxds 10.lllxds Wxds lO ... .ixds es si­milar ll.c4! ic6 (ll ... ib4+ 12. c¡!;>fz) 12. V!/xd8+ c;!;>xds 13.lüas ib4+ 14.id2 .ixd2+ 1S.i>xd2! Vescovi-Capellano, Paulista 2000. n.§'xds ixds 12.0-0-0 y las negras tienen problemas para no perder la pareja de alfües: 1 2 ... ie6 (12 .... bb3 13.axb3!; 12 ... ic6 13.c!llas±) 13.llla5! ics 14.lllc4;t.

8 ... lllc6 prepara ds, pero las blancas pueden evitarlo y el caballo queda mal en c6: 9.lilds! .ixds 10.exd5 llle7 1 l.c4t Shirov­Shabalov, North Bay 1994.

9.W/dz (D) Durante años las blancas han luchado por

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280 Desmontando la Siciliana 2

refutar la variante con la línea más directa g4, que no ha logrado sus objetivos máximos, aunque sigue teniendo sentido, pero este tra­tamiento más posicional ha logrado los me­jores resultados recientes, gracias a la idea temática ilustrada en esta partida.

9.g4 llJb6!? y no es posible volver al buen camino con lO.llff d2 por lO ... ds!

9 ... bs Para 9 ... hs, ver la próxima partida. 9 .. Jk8 es muy frecuente, pero es una ju­

gada poco elástica, porque la torre a menu­do está mejor en a8 o en b8. Como máximo puede trasponer a otras variantes, y en el peor de los casos, las blancas podrán apro­vecharlo de algún modo. 10.0-0-0 i.e7 ll.g4 o-o (ll...bS 12.gs llJhs 13.llJds! ixds 14.exds llJb6 1S.llJaS;!; de forma similar a la otra línea) lZ.<±>bl Una útil jugada de espera, para que las negras definan si jugarán con bs o no. 12 ... bs 12 ... llJb6 en este caso comienza la carrera de ataques. 13.h4! Wic7 14.h5! (14.g5 lt:lhs es me­nos claro) 14 ... llJfd7 1S.l3h2 de nuevo profila­xis antes de gs, se sobredefiende c2. 1S ... l3fd8 16.lLlds! Hay que impedir ds antes de seguir con el ataque. (16.gs?! ds!) 16 ... �xds 17.exds e4!? (17 ... llJc4 18.ixc4 llffxc4 19.g5± con mucha ventaja en lacarreradeataques) 18.fxe4 lLles 19.llffg2 (19.llJd4±) 19 ... lLlec4 zo.�d4 h6 2Lllfff2 lLld7 22.i.xc4 llffxc4 23.ll!ffs W!c7 24.l3fl l3f8 zs . .te3 l3ce8 26.l3g2 .tgs 27.ixg5 l3es 28.ixh6 l3xfs 29.gxfs @h7 30.i.xg7 l3g8 3Ll3fg1 Wid8 32.lLld2 lLlcs 33.f6 llffe8

34.l3g6 1-0 Motylev-Obolenskikh, Kazan 2005. 13.g5 (D) Una vez debilitada la casilla c6, las blancas aplican el plan temático de colocar un cabállo en ds y tomar de peón para dar un pun­to de apoyo al otro caballo en dicha casilla.

13 ... llJhs 14.ttlds i.xds lS.exds tLlb6 16.llJa5 'ffic7 17.i.h3!±, seguido de i.g4. En todas estas variantes se comprueba la poca utilidad de la torre en c8.

9 ... ttlb6?! Es menos eficaz que después de g4, donde se ha convertido en una alterna­tiva de moda. 10.0-0-0 1l.e7 11.Wifz! ttlfd7 (11... tLlc4 no es la idea que las negras persi­guen. 12.ixc4 �xc4 13.h4! y ya libres de ds y de molestos saltos del caballo las blancas pu­eden lanzar su avalancha de peones, además de especular con llJa5, por ejemplo: 13 ... bs 14.llJas!±) 12.f4 l3c8 13.fs �c4 14.f6 gxf6 1S . .txc4 l3xc4 16J�d3 hs 17.ttlas Shirov­Ivanchuk, Monte Carlo 1999.

10.0-0-0 10.a4 Era la vieja "lógica" variante, que

aprovechaba el prematuro bs, pero los análisis concretos han llevado a la conclusión de que es satisfactoria para las negras. 10 ... b4 n.llJds .ixds 12.exd5 ttlb6! 13.ixb6 llffxb6oo.

lO ... ctJb6 10 ... i.e7 ll.<±>bl (ll.ltJds .txds 12.exd5

lLlb6 13.ixb6 ll!fxb6 14.ltJa5 l3c8 1S.ltJc6 ltJxds 16.llJxe7 ltJxe7 17.ll!fxd6 W!xd6 18.l3xd6 ltJc6 19.c3i Leko-Anand, Morelia Linares 2008; es muy poca cosa, y no se considera peligroso para

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Capítulo 19: 4 ... li:Jf6 5.li:Jc3 a6 Variante Najdorf 281

las negras, pero el final es más agradable para las blancas y será del gusto de algunos lectores) 11...0-0 12.g4 traspone a la partida 19.06.

ll.vgfz! (D)

Esta idea ha puesto en duda por lo menos el rápido salto a b6 del caballo negro.

ll...tbc4 ll...tt:lfd7 se encuentra con la enérgica

respuesta: 12.f4! !k8 13.fS i.c4 14.ixc4 Etxc4 (14 ... tt:lxc4 lS.tLlds±) 1s.�d2 �c8 16.tLlas E:c7 17.g4 y las blancas que han logrado el favorable cambio del alfil de casillas blancas sin perder tiempos, van muy por delante en la carrera de ataques. 17 ... ie7 18.gS± Svidler­Gelfand, Armenia 2004.

11..J�b8?! permite 12. tOes tocando a6: 12 ... ic8 13.1iJd3± y el caballo "malo" se ha reciclado sin perder tiempo.

1Z . .ixc4 bxc4 Puesto que el caballo tiene buenos saltos,

me parece más lógica 1Z ... hc4 que no ha sido muy experimentada. Las blancas pueden ele­gir entre el tratamiento posicional y el asalto inmediato con los peones: 13.tLlasl (También aquí puede hacerse 13.g4?! b4 14. ttla4 ttld7oo; 13.h4!? b4 14./iJa4 /iJd7 1S.tLlb6 /iJxb6 16.ixb6 �d7 17.f4t) 13 ... .ie6 14.tt:lc6 �c8 1S.lt:lb4;l; con el clásico control de la casilla ds.

13.t2Jas El caballo se retuerce para acercarse a ds.

Una idea similar tiene la antigua 13./iJcs!? 13 .. Jk8

13 ... �xas? 14 . .ib6 '&b4 1S.a3+-, 13 ... tLld7 14.lt:Jc6 �c7 1S.ltlb4 �b7

16.tLibds Etbs 17.b3 cxb3 18.cxb3 i!.e7 (Bologan-Gelfand, Mérida 200S) y ahora Sakaev propone: 19. ttlxe7 Wxe7 zo.lt:ldS+ i!.xds 21.E:xds Ethc8+ 22. Wb2í.

13 ... '&d7 Trata de cortar los caminos del caballo rival, pero quita también la casi­lla natural al propio y después de 14.g4 1l..e7 (14 ... h6 15.h4 tan solo aumenta al problema de gS) lS.gS ttlhs 16.ttlds las negras tienen un serio problema con los caballos blancos que no parece resolver el tratamiento for­zado 16 ... �a4!? 17.�el! �xa2 18.'&b4 i.xds 19.exds 0-0 20.lt:lc6 E:fe8 21.E:hel± y la dama negra tiene problemas.

13 ... 1l:Vc8 Es seguramente la mejor jugada, pero aún así: 14.lt:lds lL!xds (14 ... !xds lS.exds c3 es una continuación inédita 16.b3 1J.e7 17.l:td3± y el peón de c3 es débil) lS.exds 1J.d7 16.f4!± Sadvakasov-Zhou Jianchao, Hydera­bad 2005; con fuerte iniciativa y amenazas inmediatas en el flanco de rey (Ethfl, �g3).

14 . .ib6 vgd7 15.g3!? (D)

Preparando f4, recomendación que todo el mundo ha seguido, pero merece la pena comprobar otras formas de llevar a cabo este lógico avance: 15.f4?! (tiene el inconveniente típico) 15 ... tDg4 16.�f3 exf4 17.Wxf4 il.e700 y el caballo negro puede ir a eS, por el contra­rio 15.h3!? y si 1S ... il.e7?! 16.f4 exf4 17.e5± es realmente molesto.

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282 Desmontando la Sicilíana 2

15 ... g6!? 15 ... Ae7 16.h3! seguido de f4. 16JMz?! Profilaxis excesiva 16.f4!? .ih6 17. <;!;>bU

amenazando fs, ya era posible. 16 ... ih6 17.f4 l!Jg4?! Tampoco es buena 17 ... tt:\hs?l 18,ghdl

exf4? 19.g4!±. Pero la jugada crítica es 17 ... 0-0! 18J!hdl

il.g419.gxd6 We7 20.tt:lc6 gxc6 21.gxc6 exf4+ y las negras tienen una compensación exce­lente. Esta variante reafirma más la necesidad de mejorar en la jugada 16 blanca.

Is.%Vf3 gbs? Completando el erróneo plan. 18 ... tt:lf6! 19.h3! ixh3 20 . .ie3! ig4 21.Wf1

tt:lhs 22.gxhs ixhs 23.tt:lxc4 gxc4 24. Wxc4 o-o 25. Wfa y las blancas suman algunas ven­tajas, sobre todo la casilla ds y la presión en la columna abierta, pero la activa pareja de alfi­les negros aun tiene mucho que decir.

18 ... exf4? 19.gxf4 tt:les 20.fxe5 ixd2+ 21. <;!;>xd2 dxeS+ 22. @el±.

19.h3! El caballo es el tema correcto y no el peón

de d6. 19.il.cs?! exf4! 20.gxf4 tt:les 21.Wf2 o-o

22.il.xd6 tt:ld3+ 23.cxd3 Wxd6 24.e5 Wc7 es menos claro.

19 ... lDf6? Como descubrieron varios comentaristas,

las negras tenían un recurso extraordinario que hubiera puesto la máxima resistencia, 19 ... tt:\h2!

zo.ics! Ahora todo está resuelto. 20 ... exf4 21.gxf4 �k8 zt...ifs 22.fs! gxfs 23.exfs il.xfs 24.gel+

<;!;>ds 25.tt:lc6++-. 21...0-0 22 . .ixd6 Wc8 23.tt:ld5+-. zz.ixd6 %Vds 23 . .ib4 �b6 24.a3 l!Jhs

zs.<.t>bl .bí4 26.l!Jds! ixds 27.gxds .tbs zs.ghdl c3 29J�d7 1-o

Partida 19.03 Le k o P. - Topalov V.

Wijk aan zee, 2008

l.e4 es 2.l!Jf3 d6 3.d4 cxd4 4.l!Jxd4 l!Jf6 S.CLlc3 a6 6.f3 eS 7.tLlb3 i.e6 8.i.e3 éLlbd7 9.%Vdz hs!? (D)

Esta jugada, con la sencilla intención de evitar {o aJ menos dificultar) g4, se hace cada vez más popular. No es de extrañar, puesto que esta misma jugada, con el mismo objetivo, ha logrado un lugar destacado en la varian­te Saemish de la India de Rey o en el Ataque Rauzer del Dragón. Las blancas han probado planes muy diversos, pero hasta ahora no puede decirse que tengan un camino claro hacia la ventaja.

Para aquellos jugadores que hayan visto las partidas de Geller o de Karpov, con la varian­te 6.ie2, el plan con 0-0 se presenta con una lógica aplastante. Veamos por ejemplo esta partida: 6.ie2 es 7.tt:lb3 .ie6 8.0-0 tt:lbd7 9.a4 ii.e7 lO.aS o-o n.ie3 gcs 12.f3 Wc7 13.Wld2 gfds 14.gfdl ds ts.exds tt:lxds 16./iJxds ixds 17.Wxds tt:lf6 18.Wc4 gxd1+ 19Jhd1 Vffxc4 20.ixc4 gxc4 21.c3 <;!;>fs 22. <;!;>f2 <;!;>es 23. <;!;>e2 gc7 24.gd3 gd7 zs.ics gc7 26.ia7 gc6 27. 'ít1d2 �-� Geller-lvkov, Palma de Mallorca 1970. ¿Qué cara hubiera puesto Geller si su ri­val, en la jugada 12 o 13 hubiera jugado hs? y sin embargo simplemente hubiera llegado a las posiciones que vamos a estudiar.

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Capítulo 19: 4...ti:Jf6 5. ti:Jc3 a6 Variante Najdorf 283

Recomiendo pues el plan con 0-0, que como máximo ofrecerá una pequeña ventaja posicional, pero me parece el más lógico para aprovechar los defectos de la jugada negra.

10.a4! Si se va a cambiar al plan de 0-0, lo mejor

es comenzar con esta jugada que restringe el juego negro en el flanco de dama.

10 ... ie7 10 .. J�c8 Es menos elástica. ll.aS ie7

(ll...�xc3 12.Wxc3 ds se jugó en una partida Grischuk-Topalov, Monte Cario 2006; pero la compensación parece insuficiente después de 13.�f2 dxe4 14 . .ic4±) 12.ie2 0-0 13.0-0 Vf!c7 (13 ... li.Jcs se ha jugado varias veces, y es sólida pero poco ambiciosa. 14.li.Jxc5 dxcs lS.�fdl Wxd2 16.�xd2 c4 17.g3 �fd8 18.�xd8+ !hd8 19. �[2;!;) 14.�fcl! Aprovechando la falta de flexibilidad de �ac8, las blancas preparan lüds a tiempo. 14.�fdl llevaría a posiciones simila­res al comentario siguiente; 14.�acl!? es tam­bién posible. 14 ... Vfic6 lS.�dl �fds 16.�acl Ahora la dama en c6 está un poco peor que en c7. 16 ... ic4 (16 ... Wc7 17.li.Jd5!;!;) 17.hc4 Wxc4 Las blancas han conseguido un objetivo estratégico importante, el cambio del alfil de casillas blancas y pueden de nuevo cambiar de plan. 18.-igs?! Con el peón en f3, el cambio del alfil en f6 es menos eficaz. 18.�al!;!; con idea �a4. 18 ... li.Jcs 19 . .ixf6 .bf6 zo.Wds Wb4= Almasi-Areshchenko, Torrelavega 2007.

11.-tez Wfc7 12.0-0 o-o 13J3fdl!? (D) Mientras la torre negra permanezca en

a8, tiene mucho sentido retener el avance aS, para no facilitar una posible reacción con bs, como la que se produce en la partida. De todas formas la alternativa 13.a5 es crítica.

13.a5!? �fes Impidiendo li.Jds. 13 ... �fd8 14.lilds li.Jxds lS.exds ifs 16.c4;!;; 13...�ac8 traspone a 10 .. J�c8. 14.�fdl (14.if2 es una jugada profiláctica aceptable, pero no hay experiencias; 14.E1fcl!? Wc6 lS.�dl a imagen de la partida Almasi-Areschenko, citada más arriba, tiene un problema: 15 ... h4 16.E1acl bs!

17.axb6 lilxb6= y la utilidad de la torre en a8 es patente) 1 4 ... Wc6 lS.ifz (lS.�acl sigue fallando lS...bS 16.axb6 lüxb6 17.�al ds! ?; 15.h3!? mejorando la posición, antes de actuar con las maniobras temáticas, �acl para li.Jds, o bien lilcl para li.Ja2-b4, merece una prueba) lS ... ifs y ahora:

a) 16.Whl g6 17 . .ifl 'it>h7 l8.'it>g1 V!fc7 19.ie3 �es 20.li.Jc1 �ac8 21..�e2 (21.li.Jd3!? ds 22.exds li.Jxds 23.li.Jxd5 .ixds 24.lilfz ie6 2S.li.Je4 ie700) 2L.E1ed8 22.�hl ie7 23.Vffel Wc6 24.Wd2 Wc7 25.Vffe1 Vffc6 26.Vffd2 V!lc7 27.Vfiel �-� Zhigalko-Tihonov, Minsk 2007. Es una curiosa partida, en la cual las blancas no acaban de afinar, pero causan la sensación de estar cerca de consolidar la ventaja;

b) 16.lilcl!? Es una de mis propuestas con la virtud de que hace mala la reacción 16...bs?! 17.axb6 li.Jxb6 18.�xa6±;

e) 16.E1acl bs 17.axb6 li.Jxb6 18.We3 lLlc4 19.ixc4 Wxc4 20.É1al ie?oo.

13 ... E1fd8!? Preparando el futuro ds. 13 ... li.Jb6 Es otra idea muy frecuente en

esta variante, pero no parece lógico permi­tir el cambio del pasivo alfil de casillas blan­cas, por otra pieza menor con mas influencia en ds. 1 4.a5! li.Jc4 15.hc4 Wfxc4 (1S ... ixc4 16. Wfz;t) y ahora las blancas tienen 3 alterna­tivas interesantes:

a) 16.li.Ja4 Es la menos convincente. 16 ... E1ad8 17.li.Jb6 Wbs 18.Vffd3 Wxd3 19.�xd3 dS!= 20.-ics dxe4 2Lfxe4 E1xd3 22.cxd3 :!les

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284 Desmontando la Siciliana 2

23 . .ixe7 E:xe7 24.lLlc5 E:c7 25.b4 Rytshagov­Astrom, Gothenburg 1999;

b) 16.-tcs!? Sí es una idea interesante, pero queda la duda de si las negras pueden formar una fortaleza después de entregar su dama. 16 ... dxc5 17.E:a4 \Wxb3 (17...�xa4 18.lLlxa4 E:fd8 19.'?9e2 E:xd1+ 20.\Wxdl±) 18.cxb3 ixb3 19.E:aa1±;

e) 16.ib6 Debe ser lo mejor. 16 ... '!Wc6 17.lLlcl! Iniciando la maniobra temática de Geller. 17 ... lLld7 18.ie3 fs 19.lLld3 fxe4?! (19 ... lLlf6 zo.lLlb4 '!Wd7 Zl.lLlbdS;!;) 20.lLlb4 '?9c4 21.lLlxe4+-Anand-Svidler, Monte Cario 2007.

14.a5?! Facilita el plan de liberación ideado por

Topalov. Es el momento de comprobar si las blancas pueden mantener la presión con alguna jugada.

1 4.lLlds!? es el salto temático: 14 ... ixds (14 ... lLlxds lS.exds ifs 16.c4 E:ac8 17.E:ac1 lLlf6 18.id3 %'d7 19.hfs '?9xfs zo.%'d3 %'d7 21.a5í) lS.exds lLlb6 16.�as '?9xc2 17 . .ixb6 \Wxe2 18 . .ixd8 ixd8 19. '?9c3 .ib6+ 20. Whlt.

14 ... bs!? Una entrega de peón, que Leko no acep­

tará, pero que consigue el objetivo de liberar la posición negra en cualquier caso. Después de esta jugada el objetivo de las blancas de lo­grar ventaja se puede considerar fracasado.

15.�d5 15.axb6 lLlxb6 16.E:xa6 E:xa6 17.ixa6 ds!

18.lLlbs �b8 19.lLlas id7 zo.exds lLlfxds�.

IS ... .ixds lS ... lLlxds parece suficiente también para

igualar. 16.exds ifs=. 16.exds E:ac8 17.c3 Wfb7 18.E:a3 g6

19.�al Leko busca la casilla c6, pero las negras

montan un contrajuego por las casillas de su color.

19 ... E:e8 19 ... e4!? es otra buena sugerencia de

Ftacnik, por ejemplo: 20.f4 lLles!? 21.fxes dxes 22.d6 (22.E:a2 lLlxds+) 22 .. .1hd6 23.'?9xd6 ixd6 24.E:xd6 lLldsoo.

zo.�cz ifs Zl.�b4 .ig7 zz.E:cl e4! 23.f4 [23.fxe4? lLlxe4 24.'?9el fs+] 23 ... �g4 24.ixg4 hxg4 zs.W/ez

25.lLlc6 lLlcs 26.ixc5?! dxcS 27.E:el �d7+; 25.E:f1 fs 26.E:aal oo.

25 ... �f6 26J3dl E:c4 27 .W/dz W/c8 28.E:aal g3!

La iniciativa negra se va haciendo peligrosa. 29.h3 29.hxg3?! lLlg4! 30.lLlcz �fs 3l.�fl gs!+. 29 ... �h5 30.E:acl ih6 31.b3 31.lLlc6?! para atrapar la torre, es

demasiado ambiciosa. 31...lLlg7! 32.b3 E:xc6 33.dxc6 �xc6 34.c4 lLlfs+.

31...E:c7 32.�c6?! 32.f5 ixe3+ 33.'?9xe3 �xfs 34.lLlxa6 es

más oscuro. 32 ... �g7 33.c4 bxc4 34.E:xc4 W/d7

35.W/cz E:b7 36.b4 36.E:xe4 E:xe4 37.'?9xe4 E:xb3 38.ib6 lLlfs

39.E:e1 'it>h7+. 36 ... �fs 37.icl e3 Topalov vuelve a aprovechar su oportuni­

dad de avanzar otro peón. 38.E:el E:bs 39JWd3 f6 40.E:e4 gxe4

41.Wfxe4 W/f7 42.�d4 \Wxds 43.'1We8+ �h7 44.�xf5 W/xfs 45.Wfxe3 E:xb4 46.\Wxg3 E:e4 47.E:xe4 W/xe4 48.'1We3 fs 49.Wxe4?

Finalmente Leko, acaba cediendo ante la presión continuada de Topalov. Podía man­tener la igualdad con: 49. '?9a7+! ig7 50. st>hz '?9c2 Sl .ie3=.

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Capítulo 19: 4 .. .liJf6 5.lÜc3 a6 Variante Najdorf 285

49 ... fxe4 so.\t>fz ds-+ Ahora el final con los dos peones centrales

pasados y perfectamente coordinados con su alfil, no ofrece esperanzas.

Sl.g4 d4 sz.ibz ig7 53.ia3 \t>gs 54.h4 \t>f7 ss.J.cs \t>e6 56.hs gxhs 57.gxhs d3 ss.\t>e3 ih6 59.!b4 \t>ds 60.idz .afs 61.icl ics+ 62.\t>dz \t>c4 63.h6 if2! 64.\t>dl e3 6S.ixe3 .axe3 66.h7 .ad4 0-1

Partida 19.04 De Vreugt D. - Calotescu C.

Kavala, 2002

l.e4 eS 2.tLlf3 d6 3.d4 tlJf6 4.tLlc3 cxd4 s.lLlxd4 a6 6.!e3 es 7 .c!bb3 ie6 8.f3 ie7 9.1&d2 tlJbd7 (D)

Esta mezcla de las dos jugadas (ie7 y it)bd7), que normalmente introducen dos planes diferentes, es muy frecuente y crea un verdadero laberinto de trasposiciones y de variantes paralelas. Para intentar introducir claridad, dedicamos esta partida a aquellas variantes que mezclan las dos jugadas, y re­trasan el enroque corto de las negras y las próximas a las variantes con ie7 y 0-0.

Las negras disponen de otras alternativas secundarias. Veamos:

9 ... Vc7 Casi siempre lleva a trasposiciones y es menos flexible que otras continuaciones. 10.g4 bs?l (la única jugada independiente; 10 ... h6 11.0-0-0 y las negras difícilmente evitarán 11...tLlbd7 trasponiendo; 10 ... 0-0 11.0-0-0 tam­bién traspondrá) 11.gs tLlfd7 (11...b4 12.tLlds tLlxds 13.exds ifs 14.�hb4± y las negras ni pueden recuperar el peón) 12.tLlds!±.

9 ... bs?l Permite una peligrosa debilita­ción del flanco de dama: 10.a4! b4 ll.tLlds /t)xds 12.exds ifs 13. \ltfxb4 ixc2 (Escandeii­Bonaveri, lntercorp 2001) 14.l'!c11 y las negras tienen que ceder el importante alfil de casillas blancas.

9 ... ds?l Sigue siendo prematura: 10.exds ti.:lxds 11. tLlxds \ltfxds (n ... ixds 12.0-0-0±)

12. \1tfxds ixds 13.0-0-0 (y las blancas ganan casi siempre la pareja de alfiles) 13 ... ie6 (13 ... .ixb3 14.axb3±; 13 ... �c6 14.tLla5±) 14.tLlas (lo más directo, aunque también lo­gra el mismo objetivo 14.tLlcs i.cB 1S.ic4 ti.:lc616.E!d2 0-0 17.tLld7 l3d8 18.ti.:lb6;!;) 14...b5 (14 ... �c8 15.tLlc4±) 1S.id3 fs 16.l'!hel it)d7 17.tLlc6;!;; Shirov-Ljubojevic, Linares 1995.

9 ... tLlc6?! El caballo no está bien en c6 en esta estructura, sobre todo porque cuando el caballo blanco salta a ds, es más incómoda su captura. 10.0-0-0 0-0 1l.g4 E!c8 12. c;!{b¡ bs 13.lüd5 ixds 14.exds tLlbs 15.h4 con ventaja, McShane-Bjornsson, Internet 2000.

Para acabar, 9 ... hs 10.a4 tLlbd7 traspone a la partida anterior.

10.g4 10.0-0-0 normalmente traspondrá, pero

permite una variante más: lO ... bs ll.g4 lüb6 aunque 12. \ltff2 es atractiva.

10 ... h6 Lo más frecuente y más coherente con el

retraso del enroque. Pero las otras jugadas naturales también se han experimentado:

10 ... l'!c8 11.0-0-0 tLlb6 12.h4 se estudia en la partida 19.02. Las blancas hacen bien en no precipitarse con gs, antes de que las negras jueguen ti.:lc4.

10 ... \ltfc7 Una jugada que puede trasponer a muchas otras, pero poco flexible en este momento. 11.0-0-0 (O también ll.h4, e inclu­so ll.gs tLlhs, aunque justifica el plan negro.

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286 Desmontando la Siciliana 2

12.0-0-0 0-0 13. @b1 traspone a la penúltima partida del capítulo) 11...0-0 (11..J�c8 12.h4; 11...lüb6 12.h4) 12.g5 traspone a la penúltima partida del capítulo.

10 ... lüb6?! Es de nuevo aquí menos lógica que en la jugada anterior contra g4, porque las blancas pueden impedir d5 con el enroque y no necesitan apresurarse con h5. 11.0-0-0! o-o (n .. J:l:c8 12. @b1 �c7 13.h4± y no es po­sible la planeada 13 ... d5? por 14.�xb6! �xb6 15.g5 d4 16.gxf6 dxc3 17.fxg7 gg8 18.�h6+­Prokopchuk-Kogan, Moscú 2002) 12.h4 gc8 (12 ... d5?! 13.g5 d4 14.gxf6 i.xf6 15. tt:Jxd4±; 1 2 ... a5!?) 13.h5! (D) Las blancas han evitado la molesta instalación del caballo en hs y están preparadas para las rupturas decisivas. Sólo falta comprobar que no funcione la ruptura temática.

13 ... ds 14.g5 d4?! Algo mejor es 14 ... lüxe4 Gashimov-Dvoirys, Estambul 2003; y ahora 1S.fxe4 d4 16. Wg2 lüd7 17.lüxd4 exd4 18.i.xd4 i.xgS+ 19. @b1;!;) 15.gxf6 ixf6 (15 ... dxc3 16.\Y!xd8! cxb2+ 17.@bl ixd8 18.fxg7 �xg7 19,gg1+ �h8 20.gxd8!+-. 16.lüxd4 exd4 17 .ixd4± No hay motivo para que las negras compensen un peón.

10 ... bs?! Parece igual que sin las jugadas ie7 (de las negras) y �d2 (de las blancas), pero resulta muy diferente. ll.a4! (D) Una muy vieja recomendación de Nunn. General­mente estoy en contra de este avance, cuando

ya se ha comprometido el flanco de rey con g4, pero en este caso el análisis muestra que funciona, aunque pocos jugadores se animan a probarlo. n.gs b4 12.lüe2 lühs 13.lüg3;!; tam­bién es mejor que en la otra variante, pero tal vez ll...itJhs sea más exacto.

11...b4 12.lüds hds 13.exds Wc7 13 ... ltJb6?! nos demuestra la diferencia con la variante paralela 14.a5 lübxd5? 15.g5 y las blancas ganan una pieza; 13 ... 0-0 14.g5 lühs 15.gg1 f5 16. VNxb4 f4?! 17.if2 ixgs 18. VNe4 con gran ventaja por las casillas blancas. Nunn-Morris, Manchester 1980; 13 ... h6!? 14. 0-0-0 ltJb6 15.ixb6 Wxb6 16.h4 lüd7 17. @b1 Stocek-Neverov, Prerov 2001; con una muy interesante batalla entre los alfiles de distin­to color, que requerirá algún ejemplo práctico más. De momento tanto Ftacnik como Stocek han recomendado aquí: 17 ... ltJcs! 18.lüxc5 VNxc5 19.id3 g6 con igualdad, pero 20.f4! tan­to aquí, como en las anteriores jugadas, da a las blancas una peligrosa iniciativa. 14.gs lühs 15.0-0-0 El enroque blanco se ve sólido a pe­sar del peón en a4. 15 ... ltJf4 16.h4 h6 17.gg1 hxgs 18.hxgs gh4 19.@bl VNd8 (19 ... lüb6? zo.\Y!fz! tt:Jbxd5 21.hf4+-) 20.ti:ld4!± Nunn­Sadler, Londres 1993.

n.o-o-o bs (D) La lógica continuación de h6, pero también

aquí se han probado las otras jugadas: 1l ...gc8 12.h4 bs (12 ... lüb6?! traspone

a ll ... itJb6) y ahora recomiendo la inédita:

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Capítulo 19: 4 ... 0.[6 5. l?Jc3 a6 Variante Najdorf 287

13.�gz (Para seguir con gs. 13. cJ;lb1 lDb6 14.1;Wfz permite la interesante y también iné­dita 14...¡;xc3oo) 13 ... lDb6 (13 ... ¡;xc3 es mucho más floja ahora. 14.bxc3 lDb6 15.gS! y las blan­cas van más rápido en su ataque) 14.g5 lDfd7 (14 ... hxgs lS.hxgs lDhs 16.Wg1 lDc4 17 . .ixc4 bxc4 18.lDcs±; 14 ... lDhs 1S.lDcs!) 1s.gxh6 gxh6 16.f4� con una violenta batalla, pero el rey negro parece en más peligro.

1 1 ... '%Yc7 Puede mezclarse sin importar el orden con gcs y t¿)b6, pero ese plan es flojo con h6. Tiene un sentido independiente si prepara el 0-0-0. 1Z.h4 lDb6 12...bs 13. cJ;lb1 (13.Wg2!?� defendiendo la torre y por tan­to preparando g5, pone en duda este orden) 13 ... lDb6 14.Wf2 gbs, traspone a 13 ... gb8. 13.'it>bl o-o-o 14.Wfz lDfd7 1S.lDds ixds 16.exd5 cJ;lbs 17 .c4± Lastin-Kunin, Moscú 1999.

1 1 ... lDb6?! 1Z.h4 �k8 Este plan es mucho más flojo con el peón en h6. 13.'it>bl lDfd7 14.�d3 Wc7 lS.gS hs 16.f4± Gagunasvili­Yildiz, Turquía 2002.

12.�bl! Recomiendo este orden, aunque no veo di­

ferencias importantes con 12.h4, que después de la jugada 14 blanca llevará a la misma posi­ción. 12.h4 lDb6 (12 ... b4 podría ser el inconve­niente de 12.h4) 13.1;Wf2 lDfd7 14. cJ;lbl.

12 ... l?Jb6 1Z ... b4 Solo tiene sentido si las negras

intentan capturar el peón que queda en ds. 13.lDds ixds 14.exds ll:lb6 15.c4!? (ls.Wxb4

también parece buena) 15 ... bxc3 16.1;Wxc3 0-0 17.Was± Tsevskovsky-Doroskievitz, Krasno­dar 1996.

12 ... Wc7 13.h4 lDb6 14.Wf2 gbs traspone a 13 ... gb8.

13.Wif2! Esta jugada que prácticamente obliga a

las negras a "soltar" el control sobre ds, es la clave del juego blanco.

13 . .. ttlfd7 13 ... lDc4 Es aquí bastante jugable y es el

posible argumento a favor del orden 12.h4, pu­esto que claramente en esta variante el peón en h4 sería más útil que el rey en bl. 14.hc4 bxc4 15.ttJcs Wc7 (D) 15 ... t¿)d7 16.lDxe6 fxe6 17.Wfl (17.f4l? intentando fs y si 17 ... exf4 18.ixf4 0-0 19.1;Wg3 eS 20.ie3± da a las blan­cas un dominio total) 17 ... Wc7 18.Wh3 gbs 19.g5í Sengupta-Evdokimov, Moscú 2006.

16.lDSa4 (16.lDxe6! fxe6 17.h4 aunque no se ha jugado me parece que causa los mayo­res problemas a las negras) 16 .. J1b8 17 .h4 Wc6 (17 ... lDd7 ha dado buenos resultados a Marjanovic, pero con 18.g5 hs 19.f4í las blan­cas tienen una fuerte iniciativa) 18.g5 tLld7 19.gxh6 gxh6 (Timman-Van Wely, Breda, 1998) zo.hsí.

13 ... �b8 14.h4 Reservando todas las op­ciones, dado que 14.lDcs directa no es del todo clara por 14 ... b4! 15.lDxe6 fxe6 16.t¿)e200. 14 ... b4 Parece natural, pero se encuentra con una reorganización inesperada de las piezas blancas. 14 ... Wc7 es la otra forma de evitar

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288 Desmontando la Siciliana 2

ttJcs. Las blancas han probado muchas juga­das ¿Cuál es la mejor? Desde luego una que prepare gs. lS.�gl (15.�h3!?) 15 ... ttJc4 16.g5 ttJxe3 17.Wlxe3 ttJhs 18.gxh6 gxh6 19.�d2± con una posición compleja en la cual el rey negro debe sufrir más. lS.ttJez! ttJc4 16.�cl as 17.!Llg3 a4 18.!Llfs! �xfs (18 ... axb3 19.ttJxg7+ Wf8 zo.!Llxe6+ fxe6 21.ixc4+-) 1 9.exfs !Llxbz (19 ... axb3 20.ixc4±) zo.ixbz axb3 21.cxb3± Bologan-Lutz, Alemania 1998.

14.h4 (D)

14.'.J3c8 14 ... �c7 Es un plan ligeramente diferente,

en el cual la torre queda en la columna "a" y se confía en la llegada de la otra torre al flanco de dama. Las blancas reaccionan como de costum­bre, en parte por falta de opciones. 15.ll:\ds! ixds 16.exds !Llc4 17.icl as (17 ... 1Mlb6 18.�el as y ahora propongo 19.�c3! a4 20.�xc4 bxc4 21.t2Jd2 o-o 22.g5 hs 23.ttJxc4±) 18.id3 a4 19.!Lldz �b8 20.!Lle4t Con las pie­zas menores bien situadas y la ruptura gs pen­diente sobre el enroque negro, está claro que las perspectivas de las blancas son más atracti­vas. Svidler-Savchenko, Rusia 1998.

14 ... !Llc4 15.hc4 Las blancas pueden optar por trasponer con 1S.ic1 seguida de ttJds. 15 ... bxc4 (1S ... ixc4 16.ttJds±) 16.!Llcl Las negras han abierto la columna b, pero las blancas pueden defender fácilmente el punto bz y el peón de c4 actúa como un defensor del

enroque blanco, al impedir la llegada de otras piezas. Este tipo de posición se produce a me­nudo y las blancas pueden preparar su ofen­siva con tranquilidad, como en esta partida. 16 ... �b8 17.!Llle2 �c7 18.icl �b7 19.@al �c6 20.�g3 !Llb6 21.f41 f6 ZZ.gS± Un boni­to ejemplo de la estrategia blanca. Adams­Szekely, Hastings 1987.

1s.ttJds Necesario ante :gxc3. lS ... !xds La cesión del alfil de casillas blancas es una

decisión importante, pero por lo visto hasta ahora nadie la ha cuestionado.

1S ... !Llc41? 16.ic1 a5 17.ttJd2y las negras tienen pocas opciones que no sean trasponer capturando en ds.

15 ... !Lla4?! 16.tLlxe7 Wxe7?! 17.�d2 ga­nando un peón.

16.exds ltJc4 17.i.cl �b6 (D)

La dama negra captura una buena diago­nal, puesto que el cambio les aliviaría del pro­blema del rey.

17 ... a5 18.tLld2 (el caballo blanco va a e4) 18 ... tLlxd2+ 19.ixd2 b4 20.id3 0-0 2l.i.fs (21. f4!?) 21...gb8 Konguvei-Gallagher, Calcuta 2001. Y ahora aunque el gS de la partida tam­poco está mal parece más fuerte. 22.f4! exf4 23.gs hs 24.ixf4±.

18.�el Y!fc7

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Capítulo 19: 4 ... li:Jf6 5.ltlc3 a6 Variante Najdorf 289

Las lógicas b4 y as no han dado resultado. Veámoslo:

18 ... tt.:lc5 19.f4!; 18 ... as?! 19.ixc4! bxc4 20.tt.:lxa5 c3

21.tt.:lc6 cxb2 22 . .ie3 Wa6 23.�b4 Kasparov­Huzman, Tel Aviv 1998. El poderoso caballo en c6 evita el ataque negro, y los finales son muy favorables, por ejemplo: 23 ... !!a8 24.a4! W/xa4 25. Wxa4 !!xa4 26. Wxb2± seguido de !!al;

18 ... b419 . .id3 Wbs2o. tt.:ld2 tt.:lxd2+2l.!!xd2 V9b7 22.ie4 tt.:lcs 23.!!g2± García-Cuartas, Colombia 2001.

19.�d3 g6 Adelantándose a la amenaza g5-g6. 19 ... a5 empleada en una partida por cor­

respondencia, es lo más lógico. zo.tt.:ldz! (Mi sugerencia) 20 ... tt.:lxd2+ [20 ... tt:ldb6 21. tt:lxc4 bxc4 (21...tt:lxc4 22.b3±) 22.ifs !!as 23.f4±] 2l.ixd2 b4 22.f4;!;;

19 ... hs Solovjov-Yandarbiev, S t. Petersbur­go 2003. Intenta destruir la estructura blanca, pero después de 20.g5! g6 2l.f4 es difícil evitar el avance del ataque blanco.

ZO.f4! Es el tratamiento más activo, aunque el tra­

tamiento posicional 20.h5 también da ventaja: 20 ... gs 21.ifs !!bs 22.tt:ld2 tt:lf6 23.tt:le4±.

20 ... if6 zo ... as Zl.fs!±; 20 ... exf4 2Lixf4 tt:ldes 22.tt:ld4± Zl.gs hxgs zz.hxgs �1 23.'1Wxhl

ig7 24.fS La tormenta blanca es imparable. Z4 ... gxfs zs.ixfs �bs Z6JWh7+- ifs

Z7.g6 fxg6 zs.igs 1-o

Partida 19.05 Alonso S. - Roeder M.

Club de Deportes ONCE, 2000

l.e4 es z.tt.:lf3 d6 3.d4 cxd4 4.ctJxd4 tt.:lf6 s.ttJc3 a6 6.ie3 es 7.ctJb3 ie7 8.f3 ie6 9.Wfdz o-o 10.0-0-0 (D)

Ahora es incorrecto el orden 10.g4?! ds!+.

1o.· .. bs Las negras se lanzan a la carrera de ataques

pero dejan a su caballo en bs, vigilando c6. Es una jugada muy natural y fue la variante prin­cipal por un tiempo. La actual variante prin­cipal, 10 ... lllbd7, se estudia en las próximas partidas. Pero hay algunas otras alternativas muy serias en este momento:

lO ... aS Es una alternativa que fue popu­lar en los primeros años de la variante, y que sigue atrayendo a jugadores incisivos, pero cuyos defectos posicionales (debilidad de la casilla bs) son evidentes. ll.ibs! (D)

Mi recomendación, que hace uso inmedia­to del hueco creado en bs y evita a4 sin inter­cambiar debilidades de momento. Y ahora:

a) 11...lüa6 Con la intención de molestar al alfil de bs y apoyar la "supercasilla" ds desde c7. 1Z.V9ez! Preparando un posible salto del caballo a eS y defendiendo bs por adelantado.

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290 Desmontando la Siciliana 2

12 ... 'ªb8 Se ha convertido en la alternativa principal, saliendo de la clavada y preparando li:Jc7. 12 ... \Wcs?! 13.li:Ja4± Sax-Quinteros, Mos­cú (izt) 1982 y es demasiado feo el hueco en b6; 12 ... li:Jc713.li:Jcs li:Jxb5 14.'ªxb5 'ªc8 15.li:Jxe6 fxe6 16.E!d3± Lastin- Dvoiris, Moscú 1999. 13.g4! Inicia su ataque ... 1 3 ... li:Jc7 14 . .ia4! y mantiene el bloqueo de bs. 14 ... E!d8! (14 ... bs?! es demasiado impaciente. 15.li:Jxb5 li:Jxb5 16.\Wxbs 1!Nxb5 17.ixb5 a4 18.li:Jd2 .ixa2 19.it.c4 .bc4 20.li:Jxc4 ga6 2l.gd3± lnarkiev­Freitag, Cesme 2004; con un final muy agra­dable) 15.gs li:lhs 16.i>bl ds! La única forma de liberarse. 17 .exds li:Jxds 18.li:Jxds .ixds 19.E!hel 1!Nc7 Anisimov-Kim, St. Petersburgo 2006 y las blancas pueden mantener una ligera presión con: zo.'ªbs! ic6 (20 ... .ixf3 21.í3xd8+ Wxd8 22. WxeS±) 2 1.1!Nc4t.

b) ll...li:Jbd7 El caballo puede ayudar des­de b6 12.1!Nf2! (D) y por eso las blancas lo impi­den. 12.a4 li:Jb6 13 . .ixb6 (13.Wf2 tt:\c4 14 . .ixc4 ixc4 15 . .ib6 1!Nc8 16.tt:\xa5 ie6�) 13 ... 1!Nxb6.

1 2 ... í3c8!? Aprovechando el alejamiento de la dama blanca para especular con í3c3. 12 ... tt:\e8 parece un retorcimiento excesivo 13. Wbl li:Jc7 14.a4 li:Jxbs lS.li:Jxbs las piezas blancas ocupan casillas ideales. Parece cla­ro el fracaso de la estrategia de as. 15 ... Wc8 16.tt:\xd6 ixd6 17.E!xd6 Vallejo Pons-Abreu, Capablanca 1999. Las negras no tienen com­pensación por el peón, ni pueden recuperar­lo 17...1!Nc4 18.E!hdl 1!Nxa4? 19J3xd7 it.xd7 20.tt:\c5+-. Y ahora propongo: 13.1!Nel! (13.g4

1hc3! este sacrificio de calidad es una buena decisión práctica, y no parece dudoso que consigue compensación suficiente. 14.bxc3 a4! 1S.ixa4 1!Na8 16 . .ixd7 tt:\xd7 17.i>b1 1!Na4 18.icl í3a8t Mista-)akubiec, Warsaw 2004; con una fuerte iniciativa) 13 ... %Vc7 (13 ... tt:lb6 14.tt:\xas!; 13 ... í3a8 14.i>b1 tt:lb6 15.tt:\cs!± esta es la diferencia) 14.i>bl Y ahora todas las jugadas agresivas o liberadoras negras impli­can la entrega de un peón (tt:\b6, a4, ds) y es posible que lo mejor sea regresar con 14 ... í3a8 1S.%Vf2! seguido del avance de los peones.

e) 11...li:Jc6 12.i>b1 En este caso la juga­da más elástica es la más eficaz. 12 ... li:Ja7!? Es extrañamente poco frecuente, porque las blancas no han demostrado nada claro hasta ahora. 12 ... 1Mlb8 favorita de Stangl, causa tam­bién una impresión claustrofóbica. 13.li:Jds! ixds 14.exds lüb4 15.c4 parece que aquí las blancas podrán ir progresando en su ataque sin oposición puesto que tienen el flanco de dama congelado. 1S ... b6 16.g4 %Vc7 17.h4 lüa6 18.hs li:Jcs 19.1Mlc2 lüfd7 zo.li:Jdz í3a7 2l.gs± Ramos-Craig, Email 1997; 12 ... li:Je8 favorita de Loginov) 13.id3 (13.�e2!± fue mí propuesta en DLS, pero 13 ... tt:\xbs 14.1!Nxbs .id7! da un buen contra juego a las negras. 15. '.Wb6 1!Nc8 16 . .igs í3a6 17. We3 a4 t Czarnota-Kempinski, Warsaw 2005) 13 ... li:Jc6 Quizá esta necesaria repetición sea una explicación de la escasa po­pularidad de li:Ja7. 14.a3!? Inédito, pero lógi­co impidiendo el avance hasta a3. 14 ... a4 (14 ... ds? no es aún posible) lS.li:Jcl í3as 16.1!Nfzt.

10 ... �c7 Suele trasponer a la partida siguiente,

pero tiene cierto veneno en este orden. ll.g4 (n.i>bl?! ds! y las negras no tienen nin­gún problema. 12.exds li:Jxds 13.li:Jxds .ixds 14.Wxds? í3ds+) n .. Jlks!? Acelerando la pre­sión sobre c2 y amenazando d5. 11...tt:\bd7 tras­pone. 12.g5 (12. i>b1 ?! es fácil jugar superficial y caer en esto 12 ... ds!) 12 ... li:Jhs (D) 12...tLlfd7 es una de las alternativas independientes, pero parece demasiado peligroso permitir el avance

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Capítulo 19: 4 ... l:¡jf6 5. {jjcJ a6 Variante Najdorf 291

del peón h. 13.h4 tt:lc6 14.@bll (14.h5 tt:lb4f!) 14 ... tt:las?! lS.tt:lxaS �xas 16.tt:lds± Motylev­Navrotescu, ROM-eh 2000.

13.'�bl bs (13 ... tt:ld7 traspone) 14.tt:lds ixds lS.exds Y ahora aunque el caballo de­fiende de momento la casilla c6, es difícil ha­cer una jugada que no sea tt:ld7, trasponiendo a la partida siguiente, por ejemplo. 1S ... b4?! 16 . .ih3!±.

ll.g4 b4 ll ... tt:lbd7 traspone a la partida 19.07. 11. .. tt:lc6?! es casi siempre inexacta con la

casilla ds débil. lz.tt:lds ixds 13.exds±. u.tjjds i.xds 13.exds as 14.Wbl (D)

14.�.Wc7 La jugada que se ha abierto paso, como la

mejor alternativa. Antes se había probado 14 ... a4 pero la

debilidad del peón b4 es un lastre para las

negras. lS.tt:lcl gaS Lo más popular, evitando ibs y tocando el peón de ds. Las otras jugadas crean aun menos problemas; 1S ... tt:la6 16.ibs! ±, seguido de ic6; lS ... �as 16.g5 tt:lfd7 (16 ... tt:lhs 17.ih3± y ig4) 17.h4 y el ataque blanco va muy rápido. 16.ic4 éba6 No hay compensación después de 16...�c7 17.�xb4 tt:lbd7 18 . .ibs gbs 19.c4 Tiviakov-Ye, Pekín 1997. 17.g5 ébd7 (17 ... ébhs?! 18.tt:ld3 gana un peón) 18.ébd3 tt:lb6 (D)

19.hb6! Esta mejora de Tiviakov (a una partida suya con Prasad) ha puesto la variante 14 ... a4 en cuarentena. Las blancas, más que concentrarse en ganar un peón, lan­zan un rápido ataque sobre el flanco de rey, aprovechando que las piezas negras quedan amontonadas y pasivas en el flanco de dama. 19 ... Wxb6 20.f4 exf4 21.Wxf4 tt:lcs zz.gdel ga7 23.h4 a3?! {23 ... b3 24.cxb3 axb3 2S.a3 ga4 26.tt:lb4±) 24.h5 axb2 25.h6+- Tiviakov­Bekker jensen, Gausdal 2000.

14 ... ébbd7 lS.gs tt:lhs 16 . .ibs se considera en la próxima partida.

15.g5 {jjfd7 lS ... éDhs?! No es aquí tan bonita como en

variantes anteriores porque 16 . .ih3 amena­za ig4, levantando el bloqueo. 16 .. .f5 17.gxf6 gxf6 18 . .ig4 tt:lf4 19.ébd4!±.

16.h4 tjjb6 La punta del plan negro es combinar el

avance b4 con el salto tt:lc4, que impedirá el atasco de su ataque.

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292 Desmontando la Sícilíana 2

16 ... fs!? Puede ayudar a parar el ataque blanco en el otro lado, pero el dominio de las casillas blancas, por parte del primer jugador, será incontestable. 17.gxf6 .ixf6 18.h5 tiJb6 19.ggl tiJ8d7 20J�g4 a4 21 .tiJc1 b3?! 22.cxb3 gfc8 23.-ibs!± Ivanov-Carroll, correspon­dencia 2000.

16 ... gc8 17.ih3 a4 18.liJcl liJa6 (D) Ha sido uno de los últimos intentos de revitalizar la variante, pero el ataque blanco llega muy rápido.

19.hs! l:1kbs 20.g6 if6 21.gxf7+ @xf7 2Z.ie6+ @fs Topalov-Van Wely, Wijk aan Zee 2007 y ahora tanto Ftacnik como Van Wely recomiendan 23.�d3!, aunque con distinta valoración. 23 ... liJacs (23 ... b3 24.cxb3 axb3 25.tiJxb3±) 24.�xh7 @e7 25.1!:!hgl ltJxe6 26.dxe6 @xe6 27 .h6± no hay perdón para el rey negro.

17.h5 a4 (D) 17 ... ltJc4 Meramente da a las blancas más

opciones. 18.ixc4 Wlxc4 19.gdgl!? (Es posi­ble ir a trasponer mediante 19.g6 porque las negras difícilmente pasarán sin 19 ... a4) 19 ... a4 zo.gg4 este pequeño detalle atasca el ataque negro 20 ... Wla6 Zl.liJcl b3 22.g6 y o bien las blancas atacarán más rápido o comerán sin peligro el peón negro. Bruzón-Delgado, Cuba 1999.

17 ... tiJ8d7 normalmente acaba trasponien­do después de 18.g6!

18.lDcl tLlc4 No parece haber otra manera de seguir, o

al menos nadie la ha intentado. 18 ... a3 19.b3 deja atascado el ataque. 19.i.xc4 'ª'xc4 ZO.g6! Los dos llegan casi al mismo tiempo, pero

las piezas blancas parecen mejor situadas, para cumplir la doble función de defender y atacar.

zo ... tL'ld7 El caballo deja paso a la torre y viene a

defender, es difícil imaginar algo más eficaz. zo .. .fxg6 21.hxg6 hxg6 (21...h6? zz . .txh6+-)

22.'&g2±; 20 ... b3 21.cxb3 axb3 22.gxh7+ debe trasponer.

Zl.gxh7+ <l?h8?! 2l...@xh7 es necesaria, pero las blancas

siguen estando mejor, por ejemplo: zz.ghgl a3 23J�g4 �c7 24.,!;dgl .if6 2S.b3±.

zz.ghgl Apunta a g7, pero también amenaza gg4.

No veo diferencias con zz.gdgl. 22 ... b3 zz . . . gfbs Z3.Wgz ifs (z3 . . . if6 24.igs+-)

24 . .ih6!+-. 23.cxb3 axb3 24.gg4! Prácticamente forzando al peón negro a

colocarse como escudo del rey blanco. 24 ... bxa2+ 25.�al V!lc7 Con otras retiradas de dama el ataque

blanco sigue igual. 26JMgl No hay manera de defender g7.

Page 293: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 19: 4 ... l:iJf6 5.1:iJc3 a6 Variante Najdorf 293

26 ... if6 26 ... lt:lf6 27.l3xg7 y las amenazas sobre el

rey negro (por ejemplo i.h6 seguido de l3g8) son muy graves.

27 . .ih6!+- Wfas 28 . .ixg7+ ixg7 Z9.W/gs if6 3o.Wh6 1-o

Partida 19.06 Svidler P. - Kempinski R.

Aeroflot open, 2003

l.e4 es 2.1:iJf3 d6 3.d4 cxd4 4.l:iJxd4 l:iJf6 s.lüc3 a6 6.f3 eS 7.lüb3 ie6 8.ie3 ie7 9.Wdz o-o 10.0-o-o lübd7 ll.g4 Yl!c7!? (D)

Con esta jugada las negras m1c1an un plan que se convirtió en la variante principal en los primeros años del nuevo siglo, y que mantiene cierta popularidad, aunque ha sido desplazado a un segundo plano por el de las próximas partidas. Las negras siguen un or­den muy preciso, con �e7 y 0-0 obligan a las blancas a enrocar y con esta jugada preparan el paso de la torre de rey a c8 (a veces a b8). La idea es hacer jugadas útiles para la carrera de ataque que se va a producir, a la vez que no comprometerse debilitando el flanco de dama con bs demasiado pronto, porque en ese caso las blancas, a menudo consiguen buen juego llevando el caballo a ds, tomando de peón y luego especulando con la posible entrada de un caballo en c6.

Otro punto esencial es parar el ataque blanco con lühs y, por último, en caso de que las blancas jueguen primero h4-h5 con idea de hacer luego gs, adelantarse en la carrera de ataque. Las blancas han desarrollado también varias ideas para castigar los puntos débiles del dispositivo negro.

12.�bl Me inclino por esta jugada flexible, puesto

que las negras aún tienen que definirse. Una idea que parece sutil es avanzar pri­

mero h4-h5, pero tiene algunos problemas: 12.h4 bs! Ahora las negras se lanzan a la carrera de ataques y en caso de la jugada po­sicional lLJds, tratan de aprovechar al máxi­mo la debilidad de g3. 13.g5 (13.lLJds ixds 14.exds l3fc8 15. �bl lLlb6 16.ixb6 �xb6+; 13.h5 l3fc8 14.g5 b4 1S.lüe2 l!:le8=i" y el ataque negro va ahora muy rápido) 13 ... l!:lhs 14.l!:lds iLxds 15.�xds l!:lb6 16. \1ffd2 lüg3 17.l3gl l!:lxfl 18.l3dxfl l!:lc4f.

12 .. J;fc8!? Las negras insisten en su estrategia de no

debilitarse con bs. Esta jugada es la verdadera clave del plan. Antes se jugaba 12 ... bs 13.g5 l!:lhs 14.lDds (D)

Esta jugada implica el temático sacrificio de peón a cambio del control de las casillas blan­cas que se ha convertido en temático en esta variante, y sigue pareciendo lo mejor. No se pueden ignorar los excelentes resultados de

Page 294: Desmontando la siciliana 2

294 Desmontando la Siciliana 2

una nueva idea: 14.f41? exf4 1S.�xf4 l!Jxf4 16.\Yixf4 gac8 17.l!Jd4 l!Jb6 18.�d3 'fffcs 19.l!Jfs gce8 (19 ... id8 es la mejora propues­ta por Karjakjn, pero sigue inédita) 20.lLlxe7+ �he7 21.eS!;t Karjakin-Alekseev, Khanty­Mansiysk 2007. 14 ... ixds IS.exds Las blan­cas se disponen a jugar lLla5-c6 y su dorruruo sería aplastante. 15 ... l0b6 (D)

16.l0as! A pesar de todo. Esta entrega de peón temática es la que ha inclinado a las negras por 12 .. JUc8. 16 ... t0xds 17.'�hds VBxaS 18.c4! jugando en el flanco de dama. El dominio de las casillas blancas parece compensar ampliamente el peón. 18 .. J�ab8 18 ... V9b4?! 19J�g1 gab8 20.cxbs axbs 21.a3 V9a4 22.gg4 Bologan-Fressinet, Pamplona 2001 y ahora es interesante la recomenda­ción de Ftacnik: 22 ... b4 23.gc1 V9d7 24.axb4 gfc8 pero las blancas siguen pareciendo un poco mejor debido a su peón pasado en la columna b. l9.id3! V9b4 zo.idz %Ya4 ZIJ�hel bxc4 zz.hc4 gbc8 23.b3 V9d7 24.ixa6 gas zs.�b5± Shirov-Areshchenko, Fuegen 2006; y las blancas han recuperado el peón mientras siguen dominando con mano de hierro las casillas blancas.

13.g5 Es difícil decidirse por esta jugada, puesto

que el caballo en hs va a obstaculizar el ataque blanco, pero la carrera de ataques no termina bien para las blancas. 13.h4 bs 14.g5 b4:;:.

n .. .lLihs 14J3gl! (D) Esta es otra jugada casi misteriosa, pero

con el mismo objetivo que las anteriores; las blancas siguen haciendo jugadas útiles y espe­rando a saltar con el caballo a ds al momento en que las negras hayan jugado bs.

De todos modos la inmediata l!Jds es po­sible y hay un gran campo para mejorar allí también.

14 ... a5 Las negras insisten en no jugar bs, pero

esta jugada crea otra debilidad y me pare­ce dudosa. Sin embargo hay dos alternativas muy serias:

14 ... l0b6 Posiblemente la jugada crítica. Las blancas tienen varios intentos. 15.1l=Yf2! �ds Topalov-Kasparov, León 1998. 15 ... lLlc4 16.i.xc4 Wfxc4 17.lLld5 ixd5 18.gxdS;t y las blancas dominan la importante casilla ds. Y ahora mi propuesta es: 16.f4! l0xf4 (16 ... exf4?! 17.�d4±) 17.ixf4 exf4 18.�xf4 l0a4 19.gg3 t0xc3+ zo.gxc3 �e7 zl.gg3i con la idea lLld4 xe6.

1 4 ... b5 15.l0ds! Ahora ya sabemos porqué esta jugada en este momento. La intercalación de las jugadas !ig1 y gfc8 no perjudica a las blancas. 15 ... ixd5 16.exds l!Jb6 17.l0a5! l!Jxd5 18.�xds V:Yxa5 19.ih3 Ahora c4 parecía peor pero hay este nue­vo tema. 19.�c4!? es otra idea que merece la pena profundizar. 19 ... !if8 20.ib3 Wh8 Nunn-Popovic, playchess.com 2003; 21. V9b7!

Page 295: Desmontando la siciliana 2

Capitulo 19: 4...li:Jf6 5.li:Jc3 a6 Variante Najdorf 295

�ds 22.-ids±) 19 .. J�fs zo . .ig4 fLlf4 Zl..ixf4 exf4 zzJ¡ggel± Las piezas blancas dominan el tablero.

14 ... g6 1S.�fz! bs 16.lüds .ixd5 17Jixds�.

15.a3 li:Jb6 16.f4 El juego que se produce en la partida es muy

interesante para las blancas, pero creo que tienen una jugada incluso mejor:

16.�fz! (D)

16 ... lüc4 (16 ... -ids? 17.lüb5+-) 17.hc4 �xc4 lS.lLlds i.xds 19J�1xd5 bs?! La conti­nuación lógica del contrajuego. zo.lücs! Esta jugada atrapa la dama si bien es cierto que las negras consiguen un material interesan­te para compensarla. zo ... dxc5 (20 .. Jhc5 21.b3 �c3 22J!d3±; 20 ... b4 21.b3 �bs 22.a4 �c6 23.iLld3± las negras salvan la dama, pero su posición ha perdido todo proyecto de ac­tividad) Zl.b3 �c3 22.1!d3 (22.idz!? �d4 23.1!xd4 cxdH) 22 ... �xd3 23.cxd3±.

16 ... li:Jxf4 16 ... exf4?! 17.i.xb6 �xb6 18 . .ie2±.

17 . .ixf4 exf4 18.�xf4 li:Jc4?! . La jugada crítica es 18 ... lüa4 19J�g3 lüxc3+

20.1!xc3 �b6 (20 ... �d8 21.1!g3 ds es una reacción interesante, pero todavía pueden las blancas reclamar alguna ventaja con 22.l2ld4! dxe4 23 . .ie2 .id6 24. !Oxe6 .ixf4 25Jhd8+ Eixd8 26.CLJxf4±) 21.1!xc8+ (21.1!g3! g6 22.l0d4 Eics 23.lüxe6 fxe6 24.�g4± y las blancas tienen una aplastante superioridad sobre las casillas de su

color) Zl...Eixc8 zz.lüd4 'ªes 23.h4 f6 24.�hz .ig4 25.Eid3 Lukin-Zagrebelny, Moscú 2003.

19J3g3 g6 zo.li:Jd4 .tfs?! zo ... id7? 2Lixc4 �xc4 22. lüds+-; 20 ... \Wb6

21.lüa4 �c7 22.!:tc3 bs 23.lüxe6 fxe6 24.�g4±. 21.ét:ldbs Y las blancas ganan un peón, aunque

materializarlo no es tarea fácil. 21...'Wb6 zz . .ixc4 gxc4 23.l2lxd6 Eid4

24.gxd4 'Wxd4 25.�db5 'Wb6 26.ét:lc7 Eids 27 .ét:l3ds .td6 zs.Wfl 'Wd4 Z9.ét:lf6+ ci>hs 30.lLlxe6 fxe6 31.gd3 'Wes 3Z.ét:lxh7 .ie7 33.gxd8+ .ixd8 34.\Wf7 'Wg7 35.'We8+ ci>xh7 36.'Wxd8 Wfes 37.Wfd7+ ci>gs 38.Wc8+ 1-0

Partida 19.07 Motylev A. - Odeev H.

Linares op, 2001

l.e4 c5 z.ét:lf3 d6 3.d4 cxd4 4.ttJxd4 lLlf6 5.li:Jc3 a6 6 . .te3 e5 7.ttJb3 .te6 8.f3 .te7 9.Wdz o-o 10.0-o-o tbbd7 ll.g4 bs (D)

Una vez enrocadas, parece que las negras deberían lanzar su ataque con rapidez, pero incluso aquí, algunas alternativas más lentas se han analizado profundamente.

ll...'ªc7!? ver la partida anterior. 11...1!c8 12.h4 (pero no 12.gs tühs) 12 ...

bs 13.h5 lüb6 (Ponomariov-Schneider, Do­nezk 1998) Y ahora 14.g5 b4 15.lüa4! l?lxe4 (1S ... lüxa4 16.gxf6 �xf6 17.�xb4;t) 16.fxe4 t0xa4 17.i.xa6 �a8 18.i.b7 :gbs 19.�d5í.

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296 Desmontando la Siciliana 2

ll...ti.Jb6 12.h4 y ahora las negras tienen poco más que 12 ... l::k8 que traspondrá al co­mentario anterior o a los de la partida 19.04. Por ejemplo: 12...lLlc4?! 13.ixc4 �xc4 14.g5 lLlhS lS.lLlds±; 12...�c7?! es un orden inexac­to y no traspone por 13.hs! -t.

12.g5 Ahora, una vez jugado bs, no importa que

el caballo negro salte a hs y detenga el avance de los peones, porque las blancas tienen una nueva estrategia basada en la debilidad de la casilla c6. Sin embargo, el salto a e8, analizado en la próxima partida, ha cambiado totalmen­te la valoración de esta variante y nos obliga a pensar que la jugada gs no es tan indiscutible wmo se creía hace pocos años. Por ese motivo, ofrecemos un par de alternativas interesantes sin ánimo de ser exhaustivos en su análisis:

12J�g1!? (D) Ha alcanzado cierta popula­ridad y excelentes resultados. La idea es espe­rar la jugada negra para saltar con el caballo a ds y seguir fiscalizando la casilla fs para el alfil negro.

12 ... ti.Jb6 12 ... b4?! Justifica la idea blanca. 13.lLlds! Ahora las negras deben ceder su alfil. 13 ... ixds 14.exds aS 14...lLlb6 a pesar del ata­que sobre ds, no evita que el caballo blanco sal­te a su casilla favorita. lS.�aS! lLlfxds 16.lLlc6 �c7 17.lLlxe7+ l{ffxe7 18.i.xb6 lLlxb6 19.1{9xd6 l{ffgs+ 20.�d2;t El alfil blanco es superior al caballo tanto en el medio juego, como sobre

todo en el final. 15.g5 lLlhs 16. 'kt>bl a4 (16 .. J!b8 17.h4 fs 18.�e2 a4 19.lLld2 l{ffc7 20.�c4 �fc8 21.%'xc7 �xc7 22.lLlc4 �a8 Anand-Moroze­vich, Monte Cario 2006 y ahora 23.i.d2! pone bastantes problemas a las negras. 23 ... �b7 24.g6 lLldf6 2S . .id3 e4 26.fxe4 fxe4 27.gxh7+ 'kt>xh7 28.�e2±) 17.lLlc1 1!9as 18.ti.Jd3 �fb8 19.l!g4± Domínguez Pérez-Van Wely, Foros 2007; y las negras no pueden defender ade­cuadamente el peón de b4. 13.lLlas! El caballo pone un pie en la casilla c6 y vigila c4. Ahora las blancas están en condiciones de acelerar el ataque en el flanco de rey. l3 ... !k8!? 13 ... �c7 14.g5 lLlfd7 (Aquí 14 ... lLle8?! funciona peor porque la dama negra ha perdido un tiempo. 1s.tt.Jds! tt.Jxds 16.exds i.d7 17.f4±) 1S.lLlds !xds 16.exds lLlxds 17.\Wxds 1!9xas 18.il.d3 Las blancas tienen la compensación típica por las casillas blancas y la tradujeron muy rápido en un ataque decisivo. 18 ... %'l' c7 19.g6! lLlf6?! (19 ... hxg6 20J�xg6 lLlb6 (2o ... @hs 2U�g3-t) 2L�dgl!+-) 20.gxf7+ 'kt>hs 2L:!'!xg7 'kt>xg7 22.1'!gl+ \t>hs 23.il.h6 lLlg4 24.1'!xg4 !:lxf7 25.�xa8+ 1-0 Anand-Van Wely, Monte Cario 2007. 14.g5 tl:les (14 ... lLlhs y también 14 ... lLlfd7 son posibles, pero no han sido probadas aún) 15.a3 Si no se puede saltar a ds esta jugada es necesaria para impedir b4. lS.lLlds!? lLlxdS 16.exd5 ixds 17 .1!9xd5 1!9xa5 18.ih3 lLlc7!oo y es cierto que el oportuno caballo disputa seriamente las casillas blancas. 1S ... I{ffc7 16.'kt>bl ds! 17.exds tt.Jxds 18.lLlxds ixds 19.ih3 �e6! 20.�xe6 fxe6 21 .§'d7 l:Yxd7 22J:!xd7 l3c7!= Leko-Svidler, México City 2007.

12.'kt>b1!? No ha tenido tan buenos resul­tados ni tan ilustres defensores, pero tal vez podría jugarse con la misma idea de E1g1 y me parece una línea interesante de inves­tigación, por ejemplo: 12 ... b4 Es ahora un poco mejor que contra E1gl. 12 ... lLlb6 13.lLla5 (13.gs!?) 13 ... 1!9c7 14.g5 lLlfd7 lS.lLlds lLlxds 16.exds ixds 17.\Wxds \Wxas 18.�d3;!; Caspi­Edouard, Kemer 2007; y las blancas tienen la

Page 297: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 19: 4 ... I1Jf6 5. 11Jc3 a6 Variante Najdorf 297

compensacwn habitual. 13.lllez (13.lt:lds?! �xd5 14.exd5 lt:lb6 15.ltla5 ltlbxd5 16.ltlc6 Wlc7 17.lt:lxe7+ Vfixe7 18.g5 ltlxe3 19.gxf6 lt:lxfl y ahora la captura en d2 sería con jaque) 13 ... a5 14.g5 lt:lhs 1S.lüg3 lüf4 (Sutovsky­Sadvakasov, Moscú 1999) y las blancas tienen la temática y atractiva 16.lüd4!t.

12 ... iLlhs Ha sido totalmente desplazada por la

variante 12 ... b4 seguida de ltle8 que analiza­mos en la próxima partida.

13.CfJd5 Después de este salto y el consiguiente

cambio, las blancas tendrán un fuerte control en el flanco de dama, basado sobre todo en las casillas blancas, y la velocidad del ataque ne­gro pasará a un segundo plano.

13 ... hds 14.exds (D)

14 ... b4 Preparando aS. Se ha jugado casi cualquier

otra alternativa posible: 14 ... ltlb6?! 1S.lüa5±; 14 ... as?! lS.ixbs a4 16.ltlas!±; 14 .. Jk8?1 No pone pegas al plan blanco 15.lüa5! ±.

14 ... Vfic7?! Es un poco más sutil: 15. tiJas lüf4 16.h4! (La entrega del peón de ds, cuando las negras ya han perdido su alfil de casillas blancas, es una maniobra estratégica tfpi­ca de la variante. 16. ltJc6 �xgsoo) 16 ... ltlxds 17. Wlxds Wlxas 18.h5± y parece difícil detener el vendaval por las casillas blancas.

14 ... fs!? Es una reacción lógica, las

negras son conscientes de su inferioridad en el flanco de dama, pero también han visto que en el flanco de rey las blancas tienen de­bilidades. 15.gxf6! La más lógica para poder explotar la ventaja principal de las blancas que no es otra que el alfil de ese color. Pero 15J'i:gl!? es también posible. 15 ... �6 (D) La captura más lógica que ha desplazado a la de torre. lS .. J3xf6 16. tiJas ltJf4 (16 .. J!xf3? 17.ltlc6 Vfie8 18.ie2+-) 17.ltlc6 Vfies 18.13el (ame­nazando if4) 18 ... 'it>fs (18 ... �f8!? 19.ixf4 !1xf4 20.Wlxf4 exf4 21.!1xe8 !1xe8 22.ih3�; 18 ... ltJg6 19.ih31') 19.!1gl Wlf7 20 . .ixf4 13xf4 21.ih3 con fuerte iniciativa. Malajov-Cvitan, Aosta 2002.

16.lüa5 La unanimidad a favor de esta maniobra mantiene inéditas otras ideas muy lógicas, como ih3-e6. 16 ... lüf4 17.ltlc6 Una vez instalado el caballo y taponada la columna d, el próximo paso es la ruptura posicional c4, aumentando la acción del alfil de casillas blan­cas. 1 7 ... Vfic7 18.c4 bxc4 (18 ... ltJb8?! 19.Wlas! y las negras tienen problemas. Svidler­Ponomariov, Sofía 2006) 19.hc4 (19.�bl!? lüb6 zo.Vfib4 ttJbxds 21.Wlxc4 \Yhs!oo) 19 .. )L!b6 zo.Wia5 (aunque un poco feo, parece necesario 20.ib3 as 21.a4�) 20 ... id8 2Lib3 lt:ld7oo Szabo-Nepomniachtchi, Plovdiv 2008.

lS.@bl as 16 . .ibs! El inconveniente del ataque negro, y parti­

cularmente del desarrollo del caballo a d7 (en

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298 Desmontando la Siciliana 2

b8 vigilaría c6). Las blancas dominan el flanco de dama y acaban sacando ventaja del ataque negro.

16 ... a4 16 .. .fbb6?! 17. V9f2 lbc818.i.c6 l:ib819.:Bhg1

Wic7 20.f4!± MUos-Kuczinsky, Moscú 1994. 16 .. .fs!? Sigue siendo una reacción lógi­

ca e interesante, que necesitará más ejem­plos prácticos. 17.gxf6 (17.ic6!? !k8 18.h4t) 17 ... lbhxf6 18 . .1c6 :Bc8 19.iWe2?! (19.:Bhg1!) 19 ... iWc7 20.:Bhg1 lbbs 21.ibs lbhs con una batalla abierta en todo el tablero. Bauer­Renet, Clichy 2001.

17.CLlcl a3 18.'1Wxb4 18.b3!? :Bb8 [18 ... lbcs 19.ic6! (19.iWxb4

i.xgS 20.�xc5 dxcs 21.iWxcs con peón de más pero cierta debilidad en las casillas ne­gras) 19 ... :Bb8 traspone] 19.ic6 liJes 20.:Bhg1 iWaS 21.:Bg4 g6 22.!k4± con un total dominio posicional. Ganguly-Shanava, Dubái 2004.

18 ... axbz 19.CLlb3± (D)

Las negras no pueden aprovechar la debilidad del enroque blanco, por el gran dominio de las piezas blancas en el flanco de dama.

19 ... g6 zo.y;hg1 cJihs zu;d3 f6 zz.ic6 y;bs 23.'\Was ttlb6 24.lLldz lLlf4 zs.gxf6 ixf6 26.hb6 y;xb6 Z7J'!b3 y;bg 28.'\Wxds gfxds 29.y;el ih4 30.ge4 ifz 31.cJixbz id4+ 32.c3 igl 33.cJic2 ixhz 34.geb4 y;xb4 35.cxb4 CLle2 36.gbl .if4 37.cJid3 ctJd4 38.bs ixdz 39.cJixdz lLlxf3+ 40.cJid3 CLld4 41.b6 1-0

Partida 19.08 Baramidze - Nielsen

Alemania, 2006

l.e4 es Z.ttlf3 d6 3.d4 cxd4 4.lLlxd4 lLlf6 5.CLlc3 a6 6 . .ie3 eS 7.CLlb3 ie6 8.f3 ie7 9.'\Wdz o-o 10.0-o-o ébbd7 ll.g4 bs 12.g5 b4

Dificultando el acceso del caballo blanco a la casilla fuerte ds.

13.CLleZ! (D) El caballo no va a ds pero se dispone a

molestar a su colega si va a hs. 13. tt.:lds tt.:lxds 14.exd5 J.fs 15.h4 as+ y las negras tienen la iniciativa.

13 ... CLle8! Esta jugada que evita los inconvenientes de

tt.:lg3, aunque permite f4, se ha convertido en los últimos años en la variante principal. Del mismo modo que antes de 2002 era desconoci­da, es posible que en 2015 nadie se acuerde de ella, pero actualmente su teoría se desarrolla velozmente y las blancas tienen muchas difi­cultades para reclamar incluso la más mínima ventaja.

13 ... lbhs?! 14.lbg3 lbf4 15.h4 as 16. Wb1 a4 17.lbd4!± Topalov-De Firmian, Polanica Zdroj 1995.

14.f4 (D) No solo la más frecuente y la preferida por

la élite, sino también la más lógica. Las blan­cas amenazan fs y si las negras cambian en f4, reactivan su caballo.

Page 299: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 19: 4 . . tiJf6 5. tiJc3 a6 Variante Najdorf 299

14 .. . as 14 ... exf4 Es demasiado complaciente, aun-

que capture un peón. 1S.l0xf4 Aunque la cap­tura con el caballo es estratégicamente desea­ble, también ofrece posibilidades de ventaja la sólida captura con alfil, por ejemplo: 1S.ixf4 liJes 16.ig2 l0xb3+ 17.cxb3 aS Zaitsev­Loginov, St. Petersburgo 2003 y ahora 18.l0d4! a4 19.bxa4 gxa4 20.b3 gas 21.hd. 15 ... hb3 16.cxb3 hgs 17.V9xb4 as 18.V9d2 l0ef6 19.'ªg2 ih6 zo.Wbl liJes 2 1J�g1t. Algo mejor rey y piezas más activas para las blancas, aunque las negras están sólidas, y tienen el punto eS. Baramidze-Lupulescu, Hengelo 200S.

1S.f5 (D)

15 ... a4 Aunque había algunas partidas anterio­

res, esta jugada, de fea apariencia (pierde el importante alfil de casillas blancas) irrumpió con gran fuerza el año 200S y se ha convertido

en la variante más discutida en estos momen­tos al más alto nivel.

1S ... .ixb3!? Está ganando partidarios y como mínimo demuestra que la posición de las negras es rica en posibilidades de contra­juego. 16.cxb3 a4 17.bxa4 gxa4 (D)

18.b3 La valoración de 18. <.!?b1!? depen­de del sacrificio 18 .. J:!xa2! (18...V9a8 19.lOcLt V9xe4+ zo.il.d3 Vffc6 21.il.c2 gas 22.f6±) 19.lücl (19.'it>xa2 pone las cosas fáciles a las negras: 19...'?9a8+ 20.Wb3 ixgs 2l.fid3 l0ef6 22 . .ig2 ixe3 23.ffxe3 Wc6 24.l3cl liJeS+ 2S.l3xcs dxcs;; Szelag-Bobras, Ustron 2007 y la posición negra es mas agradable y más fácil de conducir) 19 ... l3a8 y ahora propongo la in­teresante jugada 20.il.c4 intentando cubrir al rey blanco y apoyar el asalto al enroque negro, por ejemplo: 20 ... Vffas (20 ... lüb6 2l.il.b3 Vffc7 22. V:Vc2 '\Wxc2+ 23.'it>xc2 gc8+ 24. <.!?d3;; y la fuerza del alfil de b3 compensa ampliamente el peón de menos) 21.lüa2 l0b6 22.ib3 ds! de otro modo el ataque blanco empieza violenta­mente con f6. 23.f6 ics 24.ixcS Wxcs 2S.fxg7 l0xg7 26.exds lüfs 27. V9xb4;!;. 18 .. J�as! Apo­yando la liberadora ds. 18 ... ga3 19.Wbl± y una vez consolidado el enroque vendrá f6 o g6. 19.�g3 19.<.!?bl Tampoco impide: 19 ... ds! ZO.exds ics Zl.il.xcS �xcs 22.d6?! (22.f6?! Macak-Bobras, Brno 2008; 22 ... l0e4! 23.Vffxb4 gxds y las negras toman la iniciativa; 22. V9xb4!? lüd6 23.l0c3 es un intento razona­ble para las blancas, pero la complejidad de la

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300 Desmontando la Siciliana 2

posición hace difícil "pronosticar" a quien le irá mejor) 22...�a8 23.d7 lt:lxd7 24.lt:lg3 lt:lcs 25.g6 lt:lxb3!+ y de nuevo las negras toman la iniciativa. 19 ... ds! zo.exds .ics Zl.hcs Zl.@bl?! �a8 22.a4?! Las blancas caen en el pánico, pero no veo como pueden luchar seriamente por la ventaja: (22.i.gl!? �a7 23.ixc5 lt:lxcs 24.d6 lt:lxd6 25.g6 hxg6 26.fxg6 lt:lcb7oo) 22 ... bxa3 23.�a2 lt:ld6 24.f6 E!b8-+ Hillarp Persson-Wang Hao, Reykja­vik 2008. Z l ... lt:lxcs (Zl...E:xcS+ 22. @bl lt:ld6 23 . .id3 �e8 24.E!hel \!;Vas zs.�gZ;t) 22.d6 �a8 23.\!;Vxb4 lt:lxd6! 24.E:xd6 E:xa2 (con un terrible contrajuego) zs.�xcS :!ok8 26.\!;Vxc8+ �xc8+ 27 .ic4 �a8= forzando las tablas.

16.fxe6! 16.@bl?! axb3 17.cxb3 E:xa2!; 16.tt:lbd4!? Es la otra línea de investiga­

ción abierta hasta ahora, un ejemplo de una larga variante, con jugadas concretas que sólo se justifican por el anáJisis sería: 16 ... exd4 17.liJxd4 b3 lS.@bl bxc2+ 19.tt:lxc2 .ib3 20.axb3 axb3 21.liJa3 tt:les 22.h4 E:a4 23.E:h3 E:xe4 24.�g2 E:g4 25.�b7 �c7 26.�xb3 �d7 27. � cZ ds � y las negras finalmente logran contrajuego, aunque en algún momento las blancas pueden venir con alguna mejora.

16 ... axb3 17.cxb3 17.exf7+ gxf7 18.cxb3 gxa2 19.liJg3 gxfl

zo.Ethxfl E:al+ 2l.�c2 �c8+ zz.�d3 �a6+= lleva a las tablas.

17 ... fxe6 18.i>hl (D)

Hace unos años esta posición me pare­cía una ventaja estratégica clara para las blancas, pero las negras han demostrado ser capaces de crear mucho juego. La prueba es que tienen dos jugadas muy interesantes a su disposición.

18 . .ih3 es otro intento de demostrar que el alfil de casi!Jas blancas es una ventaja se­ria, pero lleva a una posición muy oscura. 18 ... E:xa2 19.ixe6+ @hs zo.tt:lg3 tt:lc7 2l.ic4 �a8 Olszewski-Czakon, Rewal 2007; y si las blancas tienen alguna mejora, debe ser en este momento: 22.g6!?

18 . .. !:txa2! Ahora considerado lo mejor, pero también

es difícil de refutar. 1 8 ... �a5 19.liJcl l2Jc7 Y ahora, en vez de

ninguna de las jugadas empleadas: 20.ic4 liJb6!� Cvek-Kalod, Brno 2006; ZO.ih3 tt:lcs!; ZO.h4 tt:lcs 2l.ig2 l2Jxb3! 22.axb3 gfc8-+, me parece más prometedora ZO.igZ! (D) que vigila ds y prepara la rápida lucha por la columna f, con las siguientes alternativas:

a) zo ... lt:lbs 2Lh4 E:fcs 22.ih3 y el alfil aprovecha ahora la indefensión de e6. 22 ... lt:lf8 23.E:hfl E:xcl + 24. @xcl V:Vxa2 25.E:xf8+ ixfs 26.he6+ @hs 27.�xb4±;

b) zo ... E:fcs 21.E:hf1 ttJbs zz.ih3! ttJfs (22 ... E:xcl+ 23. @xcl lt:lfs 24.a4!+-) 23.E:xf8+ E:xf8 24.ixe6+ @hs zs.g6�;

e) zo ... ttJcs 21.E:hfl l3xfl (21 ... lt:lxb3? aquí

Page 301: Desmontando la siciliana 2

Capítulo 19: 4 ... ltJf6 5.ltJc3 a6 Variante Najdorf 301

no funciona 22J�xf8+ ixf8 23 .axb3 �al+ 24.ci>c2 gcs zs.ifl±) 22.gxfl .g¡bs 23.Wc2t (preparando el final con .g¡c4) 23 ... d5 24.exds lt:\xds 25.ixc5 ixcs 26.Wd3 Wxd3+ 27.lt:\xd3 id6 28.É1el;!;.

19.ih3! (D) Puesto que no es posible capturar la torre,

solo esta jugada ofrece algunas esperanzas. 19. ci>xa2?! .g¡a8+ 20. ci>bl �xe4+ 21. �d3

.g¡xhl 22.ih3 .g¡c6 23 . .ixe6+ �h8+.

19 ... Wfas zo.he6+ <tt>hs Zl.ltJg3 Zl.ixd7 !!al+ 22. �c2 'ªc7+ Baramidze­

Lahno, Pulvermuehle 2006; no ofrece ninguna ventaja.

21...4Jcs 22.ic4 ltJc7 23J1hfl ?! 23.!xcs es necesario eliminar el peligro­

so caballo y concentrarse en el contrajue­go sobre las casillas blancas. 23 ... gal + (23 ... dxcs? 24.lt:\fs+-) 24.ci>c2 gxdl 2s.Wxd1 Wxcs 26.g6!? E:f4 (26 ... lt:\e6 27. �bl lt:\d4 28.E:fl! y en el juego de las diagonales el rey negro está en mayor peligro) 27.�h5 h6 28.'iYbl ds!? (28 ... lt:\bs 29.lt:\fs ifs 30.!!cl Wb6 31.Wdl± con un ataque terrible por las casillas blancas) 29.!e2i y las blancas tienen varias amena­zas interesantes como lt:\fs, E:cl o Wh3. Sin embargo las mejoras son posibles para ambos jugadores en cualquier momento.

23 ... E:as 24.ixcs Wfxcs zs.Wffz? Wxc4 0-1

Esquema Resumen: l.e4 eS z.ltlf3 d6 3.d4 cxd4 4.lt:\xd4 tt:lf6 s.tt:lc3 a6 6.!e3

- 6...b5?! Debilita peligrosamente el flanco de dama ±. - 6 ... �c7!? Interesante. Obliga a un tratamiento más posicional 'J;./=. - 6...ltlbd7 Ambiciosa, pero no 7.g4 impide que logre sus objetivos t. - 6 ... lt:\c6 Interesante. Puede igualar si las blancas no están bien preparadas t.

6 ... lt:\g4 Da mucho contrajuego y ahora: 7.!gs h6 8 . .ih4 g5 9.!g3 h6

- 10.h3 lt:\f6 Mucho juego para los dos bandos aunque da a las blancas mejores opciones t. - 10.h3 lt:\es La línea crítica pero después de ll.ltlfs la ventaja estratégica de las blancas es

indudable 'J;,,

6 ... es 7 . .!bb3 con las siguientes ramificaciones:

- 7...b5?! Debilita el flanco de dama ±. - 7 ... .!bbd7 facilita el ataque blanco ±. - 7 ... 1l.e7 (sin .ie6) Poco investigada. Parece inexacta, pero sólida t.

7 ... .ie6 8.f3 y ahora:

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302 Desmontando la Siciliana 2

- 8 ... d5 Sólida pero muy pasiva t. - 8 ... tLlc6 Poco investigada. Permite a las blancas ganar la pareja de alfiles t.

s ... tLlbd7 9. �dz

- 9 ... tLlb6 Muy poco eficaz en este orden t. - 9 .. Jik8 Poco flexible t. - 9 ... b5 10.0-0-0 tLlb6 ll.�f2 Las negras tienen muchos problemas t/±.

8 ... �e7 9.�dz

- 9 ... bs?! Sigue siendo prematura y debilitadora ±. - 9 ... ds?! Sigue siendo prematura y pasiva t.

- 9 ... tLlc6?! Peor que en la jugada anterior ±. - 9 ... hs!? Posicional y muy sana. Propongo cambiar de plan y jugar con o-o =/;!;.

9 ... tLlbd7 10.g4

- 10 ... bs?! Tampoco es el momento. Debilitadora ±. - 1o ... tLlb6?! Limita el contrajuego ±. - 10 ... Ek8 Poco flexible de nuevo t.

- 10 ... h6 Es una de las líneas críticas, pero las blancas tienen mucha iniciativa t.

8 ... �e7 9.�d2 0-0 10.0-0-0

- 10 ... as A pesar de su aspecto antiposicional, ofrece cierto contrajuego t.

- 10 ... bs Lleva a una batalla violenta, pero las negras necesitan mejorar en algún momento ;!;. - 10 ... tLlbd7 1l.g4 !k8 Como otros gcs pero menos flexible t.

- 10 ... tLlbd7 ll.g4 �c7 12. Wb1 bs Obliga a las blancas a una entrega de peón por las casillas blancas, pero la compensación es buena ;!;;.

- lO ... tLlbd7 1l.g4 Wic7 12. Wb1 gfc8 Interesante refinamiento. Las negras juegan por la iniciativa pero las blancas suelen conseguir cierto control de las casillas claves ;!;;,

s ... �e7 9.Widz o-o 10.0-o-o tLlbd7 ll.g4 bs 12.gs

- 12 ... tLlhs Da una iniciativa cómoda a las blancas t. - 12 ... b4 13.lt:le2 lOes! La variante de moda en la cual tanto 1S ... �b3 como 15 ... a4 dan buenas

expectativas de contrajuego a las negras t/=.

Page 303: Desmontando la siciliana 2

fndice de variantes 303

Índice de variantes

Parte 1: l.e4 es z.Ci)f3 (11)

- 2 ... g6 (13) - 2 ... h6 (13) - 2 ... Ci)f6 (13) - 2 ... Wlc7 (14) - 2 ... b6 (18) - 2 ... a6 (22)

Parte 2: 2 . • . Ci)c6 3.d4 cxd4 4.Ci)xd4 (29)

- 4 ... d5 (31) - 4 ... Wlb6 (31)

- 4 ... Wlc7 (32) - 4 ... e6 (traspone 136)

A) 4 ... g6 s.ll.k3 .ig7 (5 ... �f6 39) 6.�e3 lüf6 (6 ... d6 traspone) 7.�c4 (42)

- 7 ... �a5 (42) - 7 ... �e5 (42) - 7 ... W/b6 (42) - 7 ... d6 (42) - 7 ... Wla5 (44)

7 .•. 0-0 8 • .ib3 (48)

- 8 ... e6 (48) - 8 ... Wl as (48) - 8 ... �a5 (49) - 8 ... �g4 (49) - 8 ... W/c7 (49) - 8 ... a6 (49) - 8 ... a5 (51) - 8 ... d6 (54)

B) 4 ... es s.�bs (60) - 5 ... a6 (61)

5 ... d6 6.llJlc3 a6 (6 ... i.e6 68; 6...�f6 traspone) 7.llJa3 bs (7 ... �f6 68; 7 ... ie6 69) s.tt:Jds (70)

- 8 ... ttJ f6 (70) - 8 ... ie7 (70) - 8 ... tt:\ge7 (72) - 8 ... �ce7 (76)

e) 4 . . • tt:Jf6 s.tt:Jc3

- s ... d6 (traspone) - 5 ... \,Wb6 (traspone) - 5 .. . e6 (traspone)

Page 304: Desmontando la siciliana 2

304 Desmontando la Siciliana 2

D) 4 ... ftlf6 s.ftlc3 es 6.ftldbs (80)

- 6 ... a6 (80) - 6 ... h6 (80) - 6 ... ib4 (81) - 6 ... ics (81)

D1) s ... es 6.t!ldbs d6 7.igs a6 (7 ... ie6 82) 8.ftla3 (82)

- 8 ... ie6 (82) - s ... ds (82)

s ... bs 9 . .bf6 gxf6 1o.ftlds (86)

- 10 ... ig7 (86)

lO .. .fS 11.id3 (92)

- 11...\Wgs (92)

DZ) 11. .. ie6 12.0-0 ig7 (93) (12 ... ftlb8 93, 12 .. .f4 94) n.Whs f4 (13 ... h6 94, 13 ... 0-0 94; 13 ... !k8 95) 14.c4 (95)

- 14 ... b4 (95) - 14 ... 0-0 (95) - 14 ... bc4 1S.ic4 ttJd4 (98)

1S.ic4 0-0 16.�ac1 (98) 16J�ac1 t!le7 (98) 16.gacl �bs

17.b3 (100) 17.b3Wd7 (100)

D3) lZ ... ix:ds 13.exd5 ftle7 14.c3 (105)

- 14 ... Wd7 (106) - 14 ... �g8 (107)

14 ... .tg7 lS.Whs (107)

- 15 ... e4 16.ic2 (107) 16.ic2 o-o (107)

17J!ae1 (107)

14 ... ig7 1S.ftlcz (109)

Parte 3: 2 . .. e6 3.d4 cxd4 4.lbxd4 (113)

- 4 ... ics (115) - 4 ... Wb6 (116)

A) 4 ... ftlf6 s.ftlc3

- s ... .tcs (116) - s ... Wb6 (119) - 5 ... .tb4 (122)

B) s ... ftlc6 6.tüdbs (129)

- 6 ... d6 (129) - 6 ... .tcs (129)

6 ... ib4 7.a3 ic3 8.ftlc3 ds 9.exd5 exds (130)

- 10 . .td3 d4 (130) - lO . .td3 0-0 11.0-0 (130)

11.0-0 ig4 (130) 11.0-0 d4 12.lbe2 (132)

12 ... h6 (132) 12 ... Wd6 (132) 12 ... Wb6 (132) 12 ... ge8 (132) 12 ... ig4 (133) 12 ... Wds (133)

e) 4 ... ftlc6 s.ftlc3

- s ... .tcs (118) - 5 ... a6 6.ie3 (138)

Page 305: Desmontando la siciliana 2

fndice de variantes 305

6 ... lüge7 (138)

6 ... lLlf6 (140)

Cl) s ... Wfc7 6.�e3 a6 (6 ... lüf6 145) 7.�dz t2Jf6 (7 ... b5 146; 7 ... lüxd4 146) 8.0-0-0

- s ... bs (148)

- 8 ... lüg4 (148)

- 8 ... ltlxd4 (148)

- 8 ... ie7 (150)

8 ... �b4 9.f3 (153)

- 9 ... bs (153)

- 9 ... lüe7 (153)

- 9 ... tDas (154)

- 9 ... ds (154)

- 9 ... 0-0 (155)

- 9 ... lües (157)

D) 4 ... a6 s.lüc3 �c7 (s ... t2Je7 163, s ... bs

163, s ... ics 164, s ... �b4 164) 6.�d3

- 6 ... �c5 (168)

- 6 ... �d6 (168)

- 6 ... bs (168)

- 6 ... g6 (169)

- 6 ... lüc6 (170)

- 6 ... lüf6 (172)

Parte 4: 2 . . . d6 3.d4 cxd4 4.ttlxd4 (179)

- 4 ... es (180)

A) 4 ... �f6 s.�c3

- s ... es (183)

- 5 ... id7 (187)

B) 5 ... g6 6.�e3 ig7 7.f3 0-0 (7 ... a6 192;

7 ... lüc6 194) sJWdz �c6 9.ic4 id7 (9 ... ltld7 197; 9 ... tt:la5197; 9 ... tbxd4 198) 10.0-0-0 (200) - 10 ... 11:lfc7 (200)

- 10 ... 11:lfb8 (200)

- 10 ... lüas (200)

- lO ... E1b8 (203)

10 .. Jk8 1Lib3 (ll. .. lüxd4 206) lües 12.<!>b1 (207) - 12 ... tbc4 (207) - 12 ... a5 (208)

- 12 ... a6 (208)

- 12 ... E1e8 (211)

10 ... Wlas ll.ib3 E1fc8 12.<!>b1 �es 13.h4 (213) - 13 ... lüc4 (213)

- B ... hs (213)

- 13 .. J�k5 (213)

- 13 ... bs (215)

e) s ... tt:lc6 6.igs (219) - 6 ... id7 (219)

- 6 ... h6 (219)

- 6 ... a6 (219)

- 6 ... g6 (219)

- 6 ... Wlb6 (220)

- 6 ... W!as (220)

6 ... e6 7.Wldz (225) - 7 ... ie7 (225) - 7 ... h6 (225)

- 7 ... �b6 (225)

- 7 ... �d7(225) - 7 ... t2Jxd4 (225)

Page 306: Desmontando la siciliana 2

306 Desmontando la Siciliana 2

7 ... a6 8.0-0-0

- 8 ... ttJxd4 (230) - 8 ... h6 (231)

8 ... id7 9.f3 h6 (9 ... ie7 236; 9 ... Wfa5 236; 9 ... Wfc7 236; 9 ... !k8 237; 9 ... ttJxd4 237; 9 ... bs 237) 10.ie3 (241) - 10 ... bs (241) - 10 ... ie7 (241) - 10 .. J�c8 (241) - lO ... llJxd4 (242)

D) 5 ... e6 6.ie3 a6 (6 ... t2Jc6 247) 7 .Wfdz (250)

- 7 ... Wfc7 (250) - 7 ... llJg4 (250) - 7 ... ie7 (252)

7 ... ll:Jc6 8.f3 ie7 (8 ... d5 247) 9.0-0-0 o-o (9 ... ds 248) 10.g4 (255) - lO ... ttJd7 (255) - lO ... llJxd4 (255) - 10 . . ,gb8 (256)

7 ... bs 8.f3 (259) - 8 ... b4 (260) - 8 ... Wf as (260) - s ... hs (260)

8 ... ll:Jbd7 (8 ... ib7 262) 9.g4

- 9 ... t2Jb6 (262)

9 ... h6 10.0-0-0 ib7 (10 ... b4 264; 10 ... Wfc7 265; lO ... ttJes 265) u.h4 b4 (ll...llJes 265; 1 1...Wfas 265; 11...l2Jb6 266; 1 1...gc8 266) 12.éba4 (266)

- 12 ... ds (266) - 12 ... Wf as (266)

E) 5 ... a6 6.ie3 (274)

- 6 ... bs (275) - 6 ... ltJc6 (275) - 6 ... ttJbd7 (275) - 6 ... Wi c7 (275)

6 ... ll:Jg4 7.ig5 h6 8.ih4 g5 9.ig3 ig7 10.h3

- lO ... llJf6 (276) - 10 ... ttJes (276)

6 ... e5 7.ll:Jb3 ie6 (7 ... Wfc7 279; 7 ... ie7 279; 7 ... bs 279; 7 ... ttJbd7 279) s.f3 (279) - s ... ds (279) - 8 ... llJc6 (279)

s ... ll:Jbd7 9.Wfdz (280) - 9 .. Jk8 (280) - 9 ... t2Jb6 (280) - 9 ... bs (280) - 9 ... hs (282)

8 ... ie7 9.'%Vdz (285) - 9 ... Wfc7 (285) - 9 ... bs (285) - 9 ... ds (285) - 9 ... ltJc6 (285) - 9 ... hs (285)

9 ... ll:Jbd7 10.g4 h6 (lo .. J:ks 285; 10 ... 'ªc7 285; 10 ... ltJb6 286; lO ... bs 286) 11.0-0-0 (286)

9 ... 0-0 10.0-0-0 (289) - 10 ... as (289) - 1o ... bs (289) - 10 ... Wfc7 (290)

10 ... ll:Jbd7 1Lg4 bs (ll ... Wfc7 293; ll ... �c8 295; 11...ltJb6 296) 12.g5 (12.�g1 296)

- 12 ... ttJhs (297) - 12 ... b4 (298)

Page 307: Desmontando la siciliana 2

Otros títulos:

MI SEGUNDO LIBRO DE TÁCTICA

Jordi de la Riva

LA EsLAVA CHEBANENKO

Víctor Bologan

EL ARTE DEL ATAQUE

Zenón Franco

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