Designia Vol3 No1
-
Upload
mtr-phernando-martinez -
Category
Documents
-
view
31 -
download
1
description
Transcript of Designia Vol3 No1
Julio - Diciembre2014Vol. 3 Nº.1ISSN 2256-4004
Julio - Diciembre 2014Vol. 3 Nº. 1
ISSN 2256-4004
CONTENIDOS
Manuel Saga
Carlos Carreño
Cristina Mampaso
Juan Manuel Sarmiento,Felipe Andrés Bermúdez Peña
Adriana Hidalgo, Iván Torres, Julian Llanos
William Romero
Cementerio Muyahidín de Tetuán,estudio y propuesta sobre un paisaje patrimonial
Gestión de riesgos de colecciones. Dos casos de estudio en Tunja, Boyacá
Acciones para la salvaguardia del Cinema América en Travestere (Roma)
Patrimonio arquitectónico y sociedad en el Paisaje Cultural cafetero Análisis de la percepción social y relación de saberes
Identificación e incorporación de elementos del patrimonio urbano difuso tunjano al Ciberecomuseo “MUTUA”
La Imagen de mujer en la telenovela sicaresca a través de la mirada de los jóvenes
uniboyaca.edu.co/facultades/FABA/designiarevistasdigitales.uniboyaca.edu.co/index.php/designia
Resumen: Abstract
Palabras clave:
Key words:
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
13
pp. 1
2- 3
1
Sánchez, M. (2014). Cementerio Muyahidín de Tetuán, estudio y propuesta sobre un paisaje patrimonial, Designa, 3(1), 12 - 31.
Tetuán Muyahidín cemetery, research and proposal on a heritage landscape
*Arquitecto de la Universidad de Granada (España). Asistente graduado de investiga-ción del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Los Andes (Colombia). [email protected]
1 Artículo de investigación científica y tecno-lógica derivado del proyecto final de carrera del autor, denominado “Intervención en el Cementerio Muyahidín: Instituto de Gestión y Estudio del Paisaje Patrimonial”, pertene-ciente al taller “Arquitectura y Paisaje en el Litoral de Tetuán”, tutelado por el profesor Rafael de Lacour Jiménez, Universidad de Granada (España).
The research described in this article was ca-rried out in Tetuán, a Morocco northern city, particularly at its main 15th century muslim cemetery. Through urban analysis of the Me-dina of Tetuán’s fortified border, cartographic documents leading to an understending of the material and socioeconomic structure of the graveyard as an urban negative of the living’s city were developed. Across this area it is possible to find the Muyahidin mausoleums, where Tetuán’s founders were buried. These tombs are pyhisically well preserved, but they are threatened by an improper social conservation. In response to this issue, a multi-scalar project involving landscape, city and architecture was proposed. This project´s objectives are: stablishing new criteria for the funerary tissue management, reactivating its social structure and revaluing its historic heritage. In order to achieve these goals, the local schemes of urban manage-ment were studied as they represent a tool for developing solutions which point to the landscape social construction in accordance to this territory features and encompassing the heritage identity.
En la investigación presentada en este artículo se trabajó sobre la ciudad de Tetuán, en el norte de Marruecos, y su principal cementerio musulmán, originado en el siglo XV. A través del análisis urbano del límite fortificado de la Medina de Tetuán, se desarrolló docu-mentación cartográfica para comprender la estructura física y socioeconómica del área del cementerio como negativo urbano de la Medina. Sobre esta extensión se levantan los mausoleos de los Muyahidines (los funda-dores nazaríes de la ciudad) que a pesar de su buena conservación material se encuentran actualmente amenazados por su mala preser-vación social. En respuesta a esta problemá-tica, se elaboró un proyecto de investigación multiescalar (paisaje, ciudad y arquitectura) cuyos objetivos fueron establecer nuevos criterios para la gestión del tejido funerario, revitalizar su estructura social y conseguir la revalorización de su herencia histórica. Para ello, se estudiaron los modelos locales de gestión como herramienta para el desarrollo de soluciones sensibles con el carácter de este territorio, las cuales persiguen la construcción social del paisaje y encuentran en la identidad patrimonial su punto de partida.
Cultural Heritage, Landscape, Historic Cities, Morocco
Patrimonio cultural, paisaje, ciudad histórica, Marruecos
Recibido: 27-jun-- 2014 Aceptado: 26-sep- 2014
Manuel Saga*
Cementerio Muyahidín de Tetuán, estudio y propuesta sobre un
paisaje patrimonial1
INTRODUCCIÓN
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
14
La ciudad de Tetuán o Tetouan (su nombre en francés) está ubicada en la región Tánger-Tetuán, en el norte de Marruecos, y en 2004 registró una población de 320.539 habitantes. Frente a la estructura compleja de la Medina (su antigua ciudad islámica) y su cementerio, ambos de
fundación nazarí (del Reino Nazarí de Granada) (Campos & Duclos, 2003), se
planteó una investigación técnica capaz de ahondar en un conocimiento riguroso de
su realidad social y urbana, hasta ahora explorada tan solo de forma parcial por un
pequeño grupo de autores, con estudios de cierta antigüedad2.
El proceso de trabajo utilizó como fuentes documentales una selección propia de
bibliografía especializada, planimetría catastral del ayuntamiento de Tetuán, imágenes
de satélite y cartografía militar, tanto marroquí como española. Para la toma de datos
sobre el terreno se empleó la observación directa y la deriva de base situacionista
(Careri, 2002), junto al levantamiento fotográfico de las áreas seleccionadas. Esta
última herramienta también fue usada para la catalogación, conjuntamente con medición
directa de diferentes restos patrimoniales, fotogrametrización y dibujo vectorial a
escala. La metodología, de carácter principalmente gráfico, se estructuró en las
siguientes etapas:
1. Estudio de la evolución urbana de la Medina de Tetuán.
2. Estudio del límite amurallado de la Medina y sus accesos.
3. Estudio de planes de protección de la Medina y detección de áreas no protegidas.
2 La bibliografía utilizada proviene
principalmente del Doctor Guillermo
Gozalbes Busto, especialista de la
Universidad de Granada en estudios
moriscos, cuyas últimas obras fueron
publicadas en los años noventa.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
15
pp. 1
2- 3
14. Elaboración de un catálogo arqueológico de la agrupación de mausoleos nazaríes
conocida como Cementerio Muyahidín.
5. Levantamiento planimétrico completo del cementerio musulmán.
6. Estudio de la estructura socioeconómica y sociocultural del cementerio, sus áreas
circundantes, usos urbanos y flujos.
7. Elaboración de una propuesta.
Inicialmente se introducirán de forma breve los cuatro primeros puntos3, para centrar
luego la atención en la problemática detectada en el cementerio musulmán, la propuesta
generada y las conclusiones derivadas de ella, las cuales enfatizan en la pertinencia de
las estrategias multiescalares para la intervención en enclaves patrimoniales, la
reconstrucción social del patrimonio y la utilización de herramientas locales de gestión.
GENERACIÓN DE UNIDADES URBANAS: LA MEDINA Y EL
CEMENTERIO MUSULMÁN
Frente al avance implacable de Castilla sobre el Reino de Granada a finales del siglo XV, muchos nobles nazaríes prefirieron el exilio a vivir bajo
un gobierno cristiano. Este fue el caso de Al Mandari, alcaide del castillo de Píñar
(Gozalbes, 1996), quien rindió su fortaleza y emigró hacia África en 1482 junto
a 300 caballeros albencerrajes (Gozalbes, 1988). Tras su encuentro con el sultanato
de Marruecos en Fez y la jura de lealtad a su gobierno, el destino final de este
éxodo fue el valle del río Martí, en el extremo norte del continente.
La relativa autonomía política de Tetuán respecto al Sultanato de Fez, la herencia
singular de Al-Ándalus y la fuerte presencia de Al-Mandari en la memoria e
identidad locales, facilitaron la creación y sucesión de gobiernos y dinastías autónomas
(Gozalbes, 1992) −a modo de ciudad-estado− que dejaron su impronta en
la trama urbana a través de la construcción de distintas fortificaciones (Campos &
Duclos, 2003). Así, el primer trazado de la muralla de Al-Mandari (siglos XV -
XVI) estableció un núcleo centralizado, densificado rápidamente. De sus puertas tan
3 Explicados en profundidad en Sán-
chez, Hernández, Navarrete, Pavón,
Del Castillo (2012).
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
16
Por otro lado, entre las trazas fundacionales de Tetuán, el cementerio musulmán
apareció de forma directamente asociada a la Medina (figura 2). Sus características
son la típica tumba modular magrebí que, junto a su gran extensión vertebrada por
el antiguo camino de Ceuta (Campos & Duclos, 2003), contrasta con la evolución
urbana de la ciudad fortificada. Su área de 14.5 Ha y su avance en escalada sobre
el monte Dersa, adivinan su fuerte carácter paisajístico (De Torres, 2002).
solo se conserva en la actualidad la
correspondiente al camino de Ceuta,
Bab El-Maqabir, intrínsecamente
ligada a la fundación de la Medina
y el Cementerio. Posteriormente, la
ampliación del perímetro por parte de
la dinastía Luqash (siglos XVII-XVII)
determinó la estructura urbana de la
ciudad.(figura 1).
Figura 1. Esquemas del primer perímetro amurallado de Tetuán del periodo mandarita (S. XV), y del perímetro construido por la dinastía Luqash
(S.XVII-XVIII). Fuente: autor
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
17
pp. 1
2- 3
1
Sobre este cementerio se levanta una agrupación de mausoleos conocida como
Cementerio Muyahidín o “Tumbas Andaluzas” (figura 2), enterramientos de los
fundadores andaluces de la ciudad señalados en múltiples publicaciones. La estructura
más común entre ellas es la denominada qubba, un cuerpo de planta cuadrada
cubierto con una cúpula sobre pechinas (Gozalbes, 1992), modelo muy utilizado
en multitud de morabitos4 y pequeños sitios religiosos. Numerosos ejemplos se
encuentran a lo largo de la costa magrebí, aunque estos aparecen normalmente como
elementos aislados (Buckhardt, 1985, 1999). Así, el interés patrimonial de este
conjunto funerario radica en dos factores principales: por un lado, su condición única
dentro del territorio marroquí debido a su numerosa agrupación, y por otra parte, su
carácter representativo como eslabón entre el patrimonio arquitectónico nazarí a un
lado y otro del mediterráneo.
Figura 2. Cementerio musulmán de Tetuán. Al fondo se observa el barrio andalusí y la Alcazaba de los Adives, ambos pertenecientes a la Medina.
También se aprecia el conjunto de mausoleos nazaríes de los fundadores de la ciudad. Fuente: fotografía de Edén Ochoa Iniesta.
4 Morabito: 1. m. Musulmán que
profesa cierto estado religioso
parecido en su forma exterior al de
los anacoretas o ermitaños cristianos.
2. m. Especie de ermita, situada en
despoblado, donde vive un morabito.
(Diccionario de la Real Academia de
la Lengua Española, 22ª ed.).
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
18
URBANISMO Y PATRIMONIO TETUANÍ: DOCUMENTACIÓN EXISTENTE
Una vez constatada la importancia de este conjunto dentro de la historia y el paisaje de Tetuán, el primer movimiento fue analizar la cartografía existente al respecto y los posibles planes de protección que pudieran salvaguardar este patrimonio.
En la actualidad, los mausoleos muyahidines se encuentran registrados como lugar
de interés patrimonial de cara a su protección en el Plan d’aménagement et de
sauvergarde de la Médina de Tetuán (Agence Urbaine de Tetuán, 2009), aunque
la documentación allí presentada consiste tan solo de una ficha indicativa con una
breve descripción. A su vez, la cartografía incluida en este y otros planes similares
(Soltane, 2004), (Ghesquiere & Chaara, 2005), como también en los documentos
catastrales del ayuntamiento de Tetuán, muestra un gran vacío de información en el
área del cementerio musulmán. Tal ausencia contrasta drásticamente con la estructura
de la Medina, estudiada con gran detalle y minuciosidad (figura 3). Una carencia
documental así es síntoma del segundo plano en que ha quedado la necrópolis en
los procesos de patrimonialización y cualificación del casco histórico, a pesar de ser
parte indisoluble de su tejido urbano fundacional. Como consecuencia, se formulan
planeamientos cuyo objetivo es la protección del patrimonio y el paisaje funerario,
pero su desarrollo se efectúa sobre la total ignorancia de estos. Las operaciones
urbanísticas y los nuevos usos introducidos se basan en una estrategia de zoning5 que
apenas define las características funcionales o arquitectónicas y actúa de espaldas a la
morfología y el funcionamiento del cementerio.
5 Estrategia de planeación urbana
basada en la delimitación de áreas
con un uso específico. Cfr. Mancuso
(1980).
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
19
pp. 1
2- 3
1
Esta problemática podría resumirse en tres puntos:
- Una falta total de documentación apropiada que permita registrar las distintas
intervenciones y transformaciones realizadas sobre este bien.
- Una falta de atención por parte de los organismos responsables de la conservación
del patrimonio arquitectónico y urbano de Tetuán, los cuales se centran principalmente
en el área de la Medina y el Ensanche Español.
- La pérdida a lo largo de los siglos de la fuerte representatividad que el cementerio
Muyahidín pudiera tener en el imaginario colectivo tetuaní.
En una primera etapa de la investigación se realizó un análisis de la Medina a través
de su evolución urbana y sus siete puertas históricas. Este trabajo permitió encontrar
múltiples claves para operaciones de microurbanismo que respondieran a la situación
identificada6. En el presente artículo, la atención se centra en el estudio cartográfico
y socioeconómico del cementerio, de cara a la propuesta de un Plan General de
Gestión y Paisaje para este espacio.
Figura 3. Una de las dos cartas del Plan d’aménagement et de sauvegarde de la médina de Tetouan de 2009. Fuente: Plan d’aménagement et de
sauvegarde de la médina de Tetouan, 2009.
6 Gran parte del material obtenido
fue publicado en el libro de actas
del XI Congreso Internacional de
Rehabilitación del Patrimonio (García
et al., 2012), evento organizado por
el Centro Internacional para la Con-
servación del Patrimonio (CICOP) y
realizado en el verano de 2012 en
Cascais (Portugal).
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
20
Con estos datos se dibujó una hipótesis cartográfica de estructura del cementerio
(figura 5), labor en que además de la observación directa se usaron como base
fotografías de satélite, fuentes geográficas y topográficas, catastrales y militares.
Todas las tumbas detectables en la documentación fueron graficadas. Este minucioso
ejercicio permitió distinguir con claridad distintos sectores del cementerio.ESTRUCTURA FÍSICA Y TIPO-
LÓGICA DEL CEMENTERIO
MUSULMÁN DE TETUÁN
Junto al trabajo sobre los planes urbanos y las figuras de protección ya existentes, se estudiaron diversos patrones del
cementerio musulmán: agrupación de
tumbas, articulación de estas según la
topografía y respecto a la vegetación,
densidad de agrupaciones, grupos
familiares, entre otros. También se
analizó el módulo de la tumba original
y sus sistemas constructivos. Se ob-
servó que el aparente desorden en la
distribución de los enterramientos (fi-
gura 4) posee, sin embargo, criterios
estructuradores más cercanos a nocio-
nes asimiladas por la memoria colectiva
que a normas rígidas cuantificables,
propias de un urbanismo moderno.
Figura 4. Fotografías y croquis del cementerio musulmán de Tetuán Fuente: autor.
Diagnóstico
El sistema existente, diseñado específicamente para este territorio, ha sido altamente
optimizado a lo largo de los años, en consonancia con factores técnicos, paisajísticos,
socioculturales, socioeconómicos y patrimoniales. En cuanto al módulo de tumba
musulmán, posee dos características que condicionan el conjunto:
- En primer lugar, los enterramientos se producen siempre de forma individual y de
manera directa sobre el suelo. No hay tipologías de nichos u osarios.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
21
pp. 1
2- 3
1
ESTRUCTURA SOCIOECONÓMICA Y CULTURAL DEL CEMENTERIO
Como complemento al levantamiento físico, se elaboró una planimetría paralela con el fin de definir usos y áreas de importancia patrimonial y social (figura 6). De este modo, se localizaron todas las actividades con influencia
urbana que conforman un cinturón en torno al área estudiada.
Diagnóstico
El análisis de unidades urbanas y psicogeográficas (barriadas, ensanches, agrupaciones),
de elementos patrimoniales y usos variados, mostró el carácter estructurador del
cementerio musulmán tetuaní. Allí, sobre el enclave paisajístico, se vuelcan las
- En segundo lugar, las tumbas
ocupadas no se exhuman, de manera
que cuando un sector del cementerio
queda colmatado, nunca vuelve a
renovarse. Esto determina un creci-
miento en forma de mancha de aceite,
el cual viene produciéndose desde la
fundación de la ciudad en 1484.
Si bien se tiene consciencia del margen
de error que este método de trabajo
presenta, sus resultados han mostrado
una gran cantidad de información
no registrada hasta el momento. Por
ejemplo, es posible apreciar como
los nuevos planes organizadores del
cementerio han desdibujado por
completo su morfología, a pesar de
introducir evidentes mejoras en materia
de accesibilidad y gestión. Por otro
lado, su crecimiento no se produce de
forma unidireccional y se han detectado
frentes de expansión en los sectores
situados al oeste, los cuales aún se
rigen por los parámetros tradicionales.
Figura 5. Imagen general de la planimetría desarrollada. No solo se tuvo en cuenta el ámbito del propio cementerio musulmán, sino que el levantamiento se amplió a la Medina, los barrios circundantes y el cementerio judío, entre
otros espacios. Fuente: autor
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
22
Identificación de elementos patrimoniales
Para documentar con minuciosidad las características de estos elementos y su estado
de conservación, se elaboró un catálogo arqueológico de la agrupación, con un total
de 18 ejemplos analizados (figura 7). Se incluyó un levantamiento gráfico,
desarrollado mediante medición y croquización in situ de los mausoleos, que permitió
dibujar detalles arquitectónicos. A estos datos se añadió una memoria escrita que
abarcó descripción constructiva, estudio de patologías, hipótesis sobre las condiciones
de conservación, análisis crítico del bien dentro del conjunto de mausoleos y su
jerarquía en el entorno paisajístico.
Diagnóstico
Para examinar la conservación del conjunto, es posible comparar su estado actual con
el que se aprecia en fotografías históricas de los años sesenta y ochenta (Campos
& Duclos, 2003), (Asociación La Medina, 2003). Mediante esta comparación
se revela que, aparentemente, no se han registrado nuevas patologías constructivas
provocadas por causas naturales. Sin embargo, el expolio y la ocupación nocturna
han acabado por denostar este patrimonio. El síntoma más directo son los problemas
constructivos debidos a la acumulación de basura y hogueras. El síntoma indirecto
es la pérdida total de identidad del área, pues ha dejado de ser un símbolo de los
orígenes de la ciudad para convertirse en un lugar rechazado por sus vecinos. Esta
situación es, en parte, consecuencia de los conflictos sociales internos de las barriadas
circundantes, los cuales se vuelcan sobre este espacio de conexión.
actividades y los recorridos de los
habitantes que lo rodean. Se trata de
una rótula, una articulación que tras-
ciende la representación funeraria para
convertirse en lugar de convergencia y
reflexión. Por lo tanto, constituye un
elemento singular, generador de una
identidad local muy fuerte y arraigada.
Cuando el cementerio se ha ordenado
racionalmente, ha seguido lógicas ya
aplicadas a la ciudad en el Ensanche
Español. Cuando se ha enfrentado a
problemáticas de borde y topografía,
lo ha hecho del mismo modo que la
ciudad: con límites difusos. Mezquitas,
colegios, institutos, museos, parques
y paseos se abren a este impresionante
paisaje y hacen de él su seña de
identidad.
Figura 6. Estructura urbana, social y económica del cementerio musulmán de Tetuán Fuente: autor
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
23
pp. 1
2- 3
1
PROPUESTA DE UN PLAN DE GESTIÓN Y PAISAJE PARA EL
CEMENTERIO MUSULMÁN
Una vez entendido el paralelismo entre la ciudad de los vivos y la de sus difuntos, se abre un abanico de posibilidades para el diseño de proyectos urbanos. Ante todo, debe tenerse en cuenta que dar la espalda a
quienes ya han muerto es una práctica occidental sin relación alguna con la forma de
entender la muerte del pueblo tetuaní.
Figura 7. Alzados de ocho de los 18 mausoleos estudiados. Fuente: autor
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
24
Así, la propuesta busca combinar el
modelo de crecimiento tradicional de
este cementerio con los modos de
gestión y accesibilidad contemporáneos.
Para ello, se diseñó un sistema de
jardineras seriadas, cuyas dimensiones
pueden encajar posteriormente en el
módulo de tumba tetuaní. Si se colocan
según el patrón tradicional del cementerio,
es posible crear un gran jardín paisajístico
que funcionará como guía para la
expansión del tejido funerario. Esta
guía es adaptable a nuevos parámetros
no previstos y puede combinarse con
una operación de consolidación de los
senderos ya existentes para generar un
plan fácilmente gestionable y respetuoso
con la sensibilidad local (figura 8).
Figura 8. Nuevo modelo de crecimiento. Izquierda: módulo de jardinera adaptable a las tumbas tradicionales. Derecha: plan de gestión en una
fase intermedia, con los siguientes códigos: gris (tumbas existentes), verde (jardinera), rojo (nuevas tumbas), azul (jardineras de protección en torno a
los mausoleos muyahidines). Fuente: autor
La catalogación realizada sobre los mausoleos muyahidines mostró como a pesar
de la problemática social existente, la mayoría de las qubbas se encuentra en buen
estado de conservación material, pues estas sufren patologías fácilmente controlables
mediante intervenciones mínimas de restauración. Por esta razón, el nuevo plan busca
proteger y reactivar estos monumentos como base de la identidad patrimonial de la
zona alta del cementerio (figuras 9 y 10).
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
25
pp. 1
2- 3
1
Figura 9. Plan completo de gestión y paisaje, dividido en cinco fases de crecimiento, distinguidas por una gradación en rojo. La red de caminos
consolida las sendas ya existentes. En azul se distinguen las áreas de protección de los mausoleos muyahidines. En el límite suroeste se ha
desarrollado un parque urbano. Fuente: autor
Figura 10. Visualización del plan propuesto en su estado intermedio. Se combina la red de caminos consolidada, se crean nuevas tumbas y se
marcan aquellas futuras mediante jardineras. Fuente: autor con colaboración de Edén Ochoa y Fabio Roldán.
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
26
Figura 11. Detalle del plan en su límite suroeste, con el parque urbano de conexión. El punto de acceso a la Medina se encuentra al sur, con una plataforma-aparcamiento y un acceso peatonal. El perímetro
de la muralla derruida se ha marcado con jardineras y muretes. Pueden distinguirse las “qubbas sociales” como pequeños módulos rectangulares a lo largo del sendero peatonal. En el noroeste se ubica el IGEPP,
edificio semienterrado, una “muralla frente a la muralla” que envuelve el espacio público. Fuente: autor.
El plan fue trabajado de forma singular
en su límite con el centro histórico y
se propuso un proyecto de parque
urbano cuyo objetivo es consolidar
una nueva puerta a la Medina para
relacionar las barriadas más desfavore-
cidas del centro de Tetuán (Andalusí
al sur, intramuros, Yebel Dersa al norte,
extramuros, ambas generadas en la
segunda mitad del siglo XX) (Campos
& Duclos, 2003). De este modo se
facilita la conexión peatonal y se evita
la sectorización de la ciudad (figuras
11, 12 y 13). Este proyecto incluye
la creación de “qubbas sociales”,
pequeños módulos de nueva planta
dedicados al trabajo de desarrollo con
las comunidades locales.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
27
pp. 1
2- 3
1
Figura 12. Visualización de la propuesta sobre el área de los mausoleos muyahidines. Al fondo puede distinguirse el proyecto de parque urbano
de conexión que resuelve el entorno de la muralla y el acceso a la Medina. Fuente: autor con colaboración de Edén Ochoa y Fabio Roldán.
Figura 13. Visualización del parque urbano, en su recorrido paralelo a la muralla de la Alcazaba de los Adives. Fuente: autor con colaboración de
Edén Ochoa y Fabio Roldán.
Por último, se planteó la construcción del Instituto de Gestión y Estudio del Paisaje
Patrimonial (IGEPP) (figuras 14, 15, 16 y 17), dedicado al estudio arqueológico
del cementerio al igual que a su gestión y a la difusión de su valor patrimonial. Este
edificio se implanta en la topografía artificial existente (una antigua escombrera) y se
relaciona con la muralla de la Alcazaba de los Adives y con los antiguos cuarteles
del Tercio Español para crear un espacio público entre ambos. Tal plaza funciona a la
manera árabe, sin abrirse en su totalidad al paisaje y parcialmente oculta al exterior.
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
28 Figura 14. Vista de la cara exterior del IGEPP, completamente opaca y que corre de forma paralela a la calle de tráfico rodado. Toda su actividad se vuelca hacia el interior, para seguir así
lógicas arquitectónicas árabes propias de la herencia hispano-musulmán. Fuente: autor con colaboración de Edén Ochoa y Fabio Roldán.
Figura 15. Vista seccionada del IGEPP. Los espacios de gestión e investigación han sido distribuidos alrededor de patios interiores. Los cerramientos interiores son de vidrio, velados por
celosías de maderas artesanales. Fuente: autor con colaboración de Edén Ochoa y Fabio Roldán.
La cubierta del edificio es ajardinada y transitable, para actuar como un mirador
sobre el valle del Martíl. El proyecto prevee en su interior las oficinas de gestión del
cementerio (con una entrada privada por el extremo posterior de la construcción),
laboratorios, espacios para la investigación de restos arqueológicos y equipamientos
destinados a actividades culturales y formativas: aulas-taller, biblioteca, cafetería
cultural y un pequeño auditorio.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
29
pp. 1
2- 3
1
Como resultado, este conjunto de intervenciones funciona de forma conjunta para
establecer una sinergia mutua aunque no dependiente, de manera que se adapte a las
distintas etapas de desarrollo y acepte variaciones presupuestarias.
Podría decirse que mediante la combinación de una planeación flexible del cemente-
rio y la creación de espacios físicos de protección para los mausoleos muyahidines,
conjuntamente con un parque urbano de conexión y equipamientos para su protección,
estudio y difusión, se ha buscado consolidar este sector de la ciudad y reconstruir su
identidad patrimonial perdida para utilizarla como fuerza motriz del desarrollo social
en los barrios aledaños.
Figura 16. Vista del espacio público que da acceso al IGEPP. Envuelto entre éste y la muralla de la Alcazaba de los Adives, posee un carácter íntimo a pesar de su amplitud. La cafetería cultural,
la biblioteca y el auditorio se abren a esta plaza, para invitar a los usuarios a hacer uso de las instalaciones en su rutina diaria. Fuente: autor con colaboración de Edén Ochoa y Fabio Roldán.
Figura 17. Vista interior de la biblioteca del IGEPP. Se trata de un espacio sencillo, con la escala intermedia propia de una biblioteca de barrio. Su fachada se abre al área pública entre
murallas. Fuente: autor con colaboración de Edén Ochoa y Fabio Roldán.
MA
NU
EL S
AG
A /
/C
emen
terio
Muy
ahid
ín d
e Te
tuán
, estu
dio
y pr
opue
sta s
obre
un
paisa
je p
atrim
onia
l
30
CONCLUSIONES
El cementerio musulmán de Tetuán constituye un paisaje vivo, complejo, cuyas raíces históricas e identitarias se hunden en la Península Ibérica y Al-Ándalus.
El estudio de su estructura aparen-
temente desordenada aportó claves
que ayudan a comprender la profunda
conexión entre la ciudad funeraria y la
Medina, dos cuerpos simbióticos que
han crecido paralelamente a lo largo
de cinco siglos.
Para elaborar una propuesta efectiva
de actualización y gestión del
cementerio, es necesario usar como
base las características y sensibilidades
locales. En este sentido, se ha
presentado una posibilidad de
intervención para ser desarrollada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Agence Urbaine de Tetouan. (2009). Plan d’aménagement et de sauvergarde de la
Médina de Tetouan. Tetuán, Marruecos: Agence Urbaine de Tetouan.
Burckhardt, T. (1999). Fez, ciudad del Islam. Barcelona: José J. de Olañeta.
Burckhardt, T. (1985). La civilización hispanoárabe. Madrid: Alianza.
Campos, P. & Duclos, G. (2003). Evolución urbana de la Medina. II Plan regional
de centros históricos. Sevilla, España: Junta de Andalucía, Conserjería de
Obras Públicas y Transportes.
Careri, F. (2002). Walkscapes: el andar como práctica estética. Barcelona, España:
Gustavo Gili.
De Torres, R. (Coord.). (2002). La medina de Tetuán: guía de arquitectura. Sevilla,
España: Junta de Andalucía, Conserjería de Obras Públicas y Transportes.
Ghesquiere, B. & Chaara, M. (2005). Etude architecturale et plan d’aménagement
de la Médina de Tetouan. Tetuán, Marruecos: Reino de Marruecos.
Gozalbes, G. (1996). Los moriscos en Marruecos. Granada, España: Universidad
de Granada.
Gozalbes, G. (1992). Nuevas perspectivas en viejos documentos (los manuscritos
de redenciones de cautivos). Separata de homenaje a la profesora Elena Pezzi
(pp. 327-342). Granada, España: Universidad de Granada.
Gozalbes, G. (1988). Al Mandari, el granadino, fundador de Tetuán. Granada,
España: Caja Provincial de Ahorros.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
31
pp. 1
2- 3
1
Mancuso, F. (1980). Las experiencias del zoning. Barcelona: Gustavo Gili.
Pavón, B. (1970). Arte hispano-musulmán en Ceuta y Tetuán. Cuadernos de la
Alhambra, (6), 102.
Sánchez, M., Hernández, F., Navarrete, J. J., Pavón, E., Del Castillo, G. (2012).
La octava puerta de la medina de Tetouán: intervención sobre la muralla Luqash
y el cementerio musulmán tetuaní. En Centro Internacional para la Conservación
del Patrimonio (Ed.). Libro de actas del Congreso Internacional de Rehabili-
tación del Patrimonio Arquitectónico y Edificación CICOP 2012 (pp. 357-
374). Cascais, Portugal: Publicaciones de la Fundación CICOP.
Soltane, B. (2004). Plan Stratégique de la Médina de Tétouan 2004-2008 Te-
tuán, Marruecos: Commune urbaine de Tétouan.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Benaboud, M. (1998). Medina de Tetuán: Patrimonio mundial. Tetuán, Marrue-
cos: Reino de Marruecos.
Gozalbes, G. (1987). Antecedentes Andalusíes de Tetuán: Tabbín. Granada,
España: Universidad de Granada.
Pavón, B. (1970). Arte hispano-musulmán en Ceuta y Tetuán. Cuadernos de la
Alhambra, (6), 102.
Torres Balbas, L. (1981). Cementerios hispano-musulmanes. Crónica de la España
musulmana. Madrid, España.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
33
pp. 3
2- 5
7
Resumen: AbstractPalabras clave:
Key words:
Carreño, C.A. (2014). Gestión de riesgos de colecciones. Dos casos de estudio en Tunja, Boyacá, Designa, 3(1), 32 – 57.
Risk collections manage-ment. Two cases of study in tunja, Boyacá
*Profesional en Conservación y Restauración de Bienes Muebles, Universidad Externado de Colombia. Coordinador de la Red Departamental de Museos de Boyacá, perteneciente al Sistema Departamental de Cultura de la Secretaría de Cultura y Turismo de Boyacá. [email protected]
1 Estudio comparativo de los resultados arrojados por la investigación para la aplicación y adaptación de la Metodología de Gestión de Riesgos de Colecciones (ICCROM-UNESCO 2009), para la Casa Museo del Escribano Don Juan de Vargas (2011) y la Casa Museo del Fundador Gonzalo Suárez Rendón (2013) en Tunja, Boyacá. Esta es la primera experiencia regional de este tipo en Colombia. En el primer caso se trató del tema de trabajo de grado del autor para optar por el título de Profesional en Conservación y Restauración de Bienes Muebles de la Facultad de Estudios del Pa-trimonio Cultural de la Universidad Externado de Colombia. Por su parte, el segundo fue financiado por la Alcaldía Mayor de Tunja.
This paper shows the results of two sur-veys conducted by the author for the first ever implementation in Colombia of the Risk Collections Management (ICCROM-UNESCO 2009) in two regional museums such as Casa del Escribano Don Juan de Vargas (House of the Scribe Juan de Vargas) in 2011 and Casa del Fundador Gonzalo Suárez Rendón (House of the Founder Gonzalo Suárez Rendón) in 2013.
The importance of this methodology to renew the view of the collections conser-vation science in museums is highlighted. Initially, the concept of risk management is approached, then the research results from the perspective of the methodological phases proposed are explained. The results demonstrate that the museums mentioned are jeopardized by both environmental and anthropogenic agents which if not properly dealed betimes might represent a threat for the whole system of values being preserved. Finally, the conclusions regarding the effectiveness of the methodology applied, its requeriments for adaptation into the local context and the alarming situation of the museological assets preservation in Colombia are listed.
El presente artículo de reflexión derivada de Investigación relaciona los resultados obtenidos en dos investigaciones realizadas por el autor para la aplicación, por primera vez en Colombia, de la Metodología de Gestión de Riesgos en Colecciones (ICCROM-UNESCO 2009) en dos museos regionales: la Casa del Escribano Don Juan de Vargas (2011) y la Casa del Fundador Gonzalo Suárez Rendón (2013).
Se destaca la importancia de la metodología en cuestión para renovar la mirada de la ciencia de la conservación de colecciones en museos. Como punto de partida se toma el concepto de gestión de riesgos, para exponer luego los resultados a la luz de las fases metodológicas propuestas. De acuerdo con dichos resultados, se trata de dos entidades museales amenazadas tanto por agentes ambientales como antropogénicos que de no ser corregidos a tiempo atentan contra el sistema integral de valor custodiado. Se termina con una serie de conclusiones que giran en torno a la efectividad de la metodología implementada para los casos de aplicación, sus necesidades de adaptación al contexto local y la preocupante situación actual de la conservación de acervos museológicos en Colombia.
Cultural property preservation, museum buildings, disaster prevention.
Conservación de bienes culturales, edificio del museo, prevención de desastres
Recibido: 27-jun-- 2014 Aceptado: 26-sep- 2014
Carlos Andrés Carreño Hernández*
Gestión de riesgos de colecciones. Dos casos de estudio en Tunja, Boyacá1
INTRODUCCIÓN
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
34
Los problemas que en términos de conservación presentan las colecciones de objetos
han sido motivo de reflexión para la disciplina de la conservación y restauración de
bienes muebles y la han llevado a contemplar la necesidad de prevenir antes que en
intervenir. Dentro del devenir de las estrategias utilizadas para tal fin, la Metodología
de Gestión de Riesgos en Colecciones (2009), propuesta por el ICCROM y la
UNESCO2, aparece en la actualidad como una posibilidad para comprender las
situaciones que podrían presentarse en términos de riesgo.
Sus aportes radican en una nueva postura respecto a lo que se entiende por co-
lección y su relación directa con el contexto donde se encuentra. Además, brinda
referentes para fundamentar su valor como conjunto y otorga herramientas destinadas
a la identificación de determinadas causas y la proyección conceptual de las posibles
consecuencias de estas en caso que se presenten, lo cual involucra el concepto de
“administración” como objetivo para quienes custodian colecciones con potencial
patrimonial. De tal modo, se busca bloquear riesgos, mitigar daños probables y
lograr el máximo de “productividad cultural” del conjunto de objetos.
Este método sistemático implica, más que la aplicación de pasos predefinidos, un
proceso reflexivo y lógico para establecer claramente el contexto; identificar, analizar,
evaluar, tratar y monitorear los riesgos identificados con el fin de minimizar las
posibilidades de pérdida de valor, tanto de objetos como del conjunto. Además,
apunta hacia la concientización de todos y cada uno de los entes involucrados en
2 ICCROM: International Centre for
the Study of the Preservation and
Restoration of Cultural Property (Cen-
tro Internacional para el estudio de la
Preservación y la Restauración de la
Propiedad Cultural).
Unesco: United Nations Educational,
Scientific and Cultural Organization
(Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura).
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
35
pp. 3
2- 5
7
cuanto se refiere a la importancia
cultural de la colección y el carácter
fundamental de la salvaguarda de sus
valores. Esto implica un cambio en la
mentalidad del custodio de manera
que articule la conservación preventiva
como eje fundamental en sus prácticas
y procesos cotidianos en lugar de
concebirla como una actividad separada
o complementaria. Solo de este modo
se logra concretar la verdadera gestión
de riesgos en el plano institucional.
La aplicación de esta metodología es
nueva en el contexto colombiano y
dentro del ejercicio académico apenas
se está iniciando su conocimiento.
El presente documento expone los
resultados de su implementación por
primera en dos casos de estudio en
Boyacá: la Casa Museo del Fundador
Gonzalo Suárez Rendón y la Casa
Museo del Escribano Don Juan de
Vargas, ambos custodios de
importantes acervos museológicos
dentro del sistema integral de valor
portado por el centro histórico de la
ciudad de Tunja, pero con distinta
conceptualización de uso.
Figura 1. Casa Museo del Fundador Gonzalo Suárez Rendón Fuente: autor
Figura 2. Casa Museo del Escribano Don Juan de VargasFuente: autor
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
36
Si se tiene en cuenta que las colecciones están inmersas en un contexto cuyos niveles
afectan de una u otra manera la estabilidad de los objetos que las componen, la
denominada gestión de riesgos propone una mirada para abordar la intervención
desde los niveles de la protección. Así, se plantea como una estrategia que parte
de la intervención del foco del riesgo y no del posible resultado del mismo. Dicha
estrategia diferencia el concepto de “riesgo” del de “indicador”, constantemente
confundidos al abarcar el problema desde la conservación preventiva tradicional.
GESTIÓN DE RIESGOS
Al hablar de Gestión de Riesgos desde la Conservación de Bienes Muebles, es necesario
entender su conceptualización como
una construcción aún en proceso,
pues su aparición en el ámbito de la
conservación integral de colecciones
es relativamente reciente. Al respecto,
Cardona (2001) comenta:
La concepción del riesgo y
la terminología asociada a su
definición no solo ha variado con
el tiempo, también ha variado
desde la perspectiva disciplinar
desde la cual se ha abordado su
noción. Esto significa que a pesar
del refinamiento con el que se le
trata desde los diferentes ámbitos
del conocimiento, no existe en
realidad una concepción que se
pueda decir unifique las diferentes
aproximaciones o que recoja de
manera consistente o coherente los
diferentes enfoques (p. 1).Figura 3. Deterioro por xilófagos - colección de la Casa Museo del Escriba-
no Don Juan de Vargas. Fuente: autor.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
37
pp. 3
2- 5
7
Si se conoce y comprende lo anterior, se observa que la efectividad de la gestión de
riesgos y su aporte al campo de la conservación de colecciones radica en tomar como
punto de partida una evaluación de los valores implícitos en el objeto. Es preciso
considerar que el deterioro material trae consigo la posible disminución de dichos
valores en términos comunicantes, cuyo límite sería la pérdida total. La gestión se
entendería entonces como una estrategia planteada desde la conservación, encaminada
a bloquear una pérdida total. Al respecto, Garnica comenta:
Es allí donde actúa la conservación, tratando de evitar los cambios “negativos” en
la materia, elaborando las directrices para la conservación preventiva, proclives a
mantener el cambio “tan bueno” como nos sea posible. Luego, desarrollar métodos
para consolidar el cambio o incluso restaurar la condición material de lo que era
antes. Esto sería la optimización del valor de las colecciones (2010, p. 8).
En relación con los peligros que podrían generar una pérdida de valor, existen varias
posibilidades para evaluar su incidencia. Entre estas, el modelo predictivo propuesto
por Stephan Michalski en su trabajo sobre la preservación de colecciones pareciera
ser el más lógico y coherente con los conceptos básicos de la gestión de riesgos.
Según Garnica (2010), el modelo propuesto por Michalski se piensa como una
forma de prever los riegos antes de que estos aparezcan, a partir de una evaluación
que sigue un sistema de acción orientado a:
1. Decidir las prioridades y evaluar los riegos.
2. Reducir las pérdidas y el deterioro en los próximos 100 años o más, mediante
la medición de la probabilidad de pérdida basada en el deterioro progresivo y
acumulativo de las colecciones, el cual es provocado por los agentes involucrados e
identificados.
La palabra “riesgo” en conservación
siempre ha estado relacionada a peligros
inminentes, “generalmente relacionados
a desastres naturales, catástrofes como
el fuego, situaciones como los robos
o simplemente la caída de una pieza”
(Garnica, 2010, p. 7). Sin embargo,
la discusión generada en torno a la
valoración de los bienes muebles ha
llevado a reevaluar el sentido de dicha
palabra, pues los objetos no solo
poseen cualidades formales de materia
y forma que los cotizan en términos
de valores numéricos, sino que además
son depositarios de “su autenticidad,
su originalidad, su singularidad”
(Garnica, 2010, p. 8). Estas variables,
desde la conservación, implican una
evaluación de los riesgos en términos
de la colección como contexto
conceptual inmediato, es decir, que
el valor de una pieza esta íntimamente
ligado a sus posibilidades y su relevancia
discursiva dentro de la narrativa y el
sistema dialéctico del que haga uso el
museo como contenedor: “Bajo esa
línea de pensamiento (…) los bienes
incrementarían su valor a través de las
investigaciones al añadir información,
‘enriqueciendo’ así la colección”
(Garnica, 2010, p. 8).
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
38
Este modelo, según la metodología de gestión de riesgos planteada por el ICC, el
ICCROM y el ICN (Instituto Holandés para el Patrimonio Cultural), debe pasar
por varias etapas:
1ª. Reconocimiento del contexto. Se consignan todos los componentes de la
institución, entendiéndola como un sistema articulado, que afectarían directamente el
sistema de valor de la colección.
2ª. Identificación de los riesgos. Sistemáticamente se recopila información que
permita predecir los riesgos, determinar los datos visibles e invisibles y documentar
fotográficamente las observaciones a que haya lugar. Sobre esta etapa dice Michalski:
“Exige sentido común, un poco de inteligencia y una buena ojeada (…) aguzar el
sentido práctico pero también la imaginación, ya que es preciso imaginar todo lo que
saldría mal” (citado por Garnica, 2010, p. 9).
3ª. Planificación de las acciones a seguir en aras de mejorar las condiciones de
conservación. Se plantean cinco etapas para la reducción de los riesgos, “encontrando
soluciones particulares y luego soluciones comunes” (Garnica, 2010, p. 9).
3. Clasificar los riesgos de las
colecciones por medio del sistema de
Clasificación de causas, elaborado por
el ICC (Instituto Canadiense de
Conservación) y que describe 11
agentes de deterioro: fuerzas físicas,
robos y vandalismo, disociación,
fuego, agua, plagas, contaminantes,
luz visible, radiación ultravioleta e
infrarroja, temperatura incorrecta,
humedad relativa incorrecta.
En este punto se relaciona la
vulnerabilidad de la colección, su
jerarquización de valor y el peligro
que representa cada uno de los
agentes, para establecer así una escala
de importancia de los mismos.
4. Comprometer a todos los
funcionarios y las instancias del museo
o la institución para contrarrestar la
incidencia negativa de los riesgos en la
colección. En este sentido, se sigue el
concepto de responsabilidad preventiva
y se evita su fragmentación.
5. Plantear un ciclo de preservación
de la colección a partir de distintas
actividades.
Figura 4. Riesgo por sistema de almacenaje. Casa Museo del Escribano Don Juan de Vargas. Fuente: autor
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
39
pp. 3
2- 5
7
Según Garnica (2010), las primeras cuatro etapas tienen que ver con la prevención
del deterioro, en tanto la última se relaciona con la conservación curativa y la
restauración, las cuales son “necesarias en caso de que las etapas preventivas hayan
fracasado (…) cada etapa tiene un papel que desempeñar y una gestión eficiente
implica un justo equilibrio de las cinco etapas” (p. 10).
ESTABLECIMIENTO DEL CONTEXTO
El contexto para ambos casos de estudio es el centro histórico de Tunja, cuyas características geográficas, geomorfológicas, ambientales y
socioculturales determinan el espacio físico y humano que contiene y da sentido a
las colecciones. Es un detonante de memoria, un referente espacio-temporal y un
significante.
Contexto geográfico
La gestión de riesgos implica, desde su perspectiva investigativa, reconocer el caso
de estudio como resultado de su entorno geográfico inmediato, que para este caso es
Tunja. De tal modo, se delimita la mirada desde la “razón dialógica” (Salas, 2005)
que interviene en la relación inmueble-ciudad como una consecuencia comunicativa
entre las partes y exige una profundización acerca de la vinculación entre ellas.
Por su ubicación, Tunja se constituye en un eje importante de vías de tránsito hacia
Bogotá, Santander, Casanare y los departamentos del noreste de Colombia.
Los múltiples métodos utilizados por
los museos para reducir los riesgos
que amenazan sus colecciones pueden
“reagruparse en cinco etapas: evitar,
impedir, detectar, reaccionar, recuperar
– tratar” (Garnica, 2010, p. 10).
De tal modo se logra:
- Evitar las fuentes y los elementos que
atraen al agente.
- Impedir que el agente llegue a la
colección (si la etapa previa no ha
sido efectiva).
- Detectar al agente en el museo (si
las dos etapas anteriores no han sido
efectivas).
- Reaccionar si se detecta la presencia
del agente (para validar la etapa de
detección).
- Recuperar y tratar la parte de la
colección afectada por el agente (esta
etapa involucra procesos de restau-
ración e identificación de lo que no
funcionó, como también una previsión
de mejorías).
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
40
Geográficamente se encuentra sobre una pequeña meseta de la Cordillera Oriental
perteneciente al sistema montañoso de Los Andes, denominada por el Instituto
Geográfico Agustín Codazzi como unidad morfológica del altiplano cundiboyacense,
a los 0.5 grados, 32 minutos y 7 segundos de latitud norte y 73 grados, 22 minutos
y 0.4 segundos de longitud oeste. El casco urbano se encuentra ubicado a una
altura aproximada de 2775 m.s.n.m., en un piso térmico frío con una temperatura
promedio anual de 18 grados centígrados, humedad relativa del 56%, precipitación
media anual de 634 mm, velocidad de vientos de ESE de 13 Km/h y presión
atmosférica de 1023.4 mb, según datos del Clopad3.
Sus límites políticos son:
- Norte: Motavita, Cómbita, Oicatá, Chivatá y Soracá.
- Oriente: Oicatá, Soracá y Chivatá.
- Sur: Boyacá, Ventaquemada y Chivatá.
- Occidente: Samacá, Sora y Cucaita.
Según el Clopad, las características topológicas, de suelos, geológicas y geomorfológicas
de la ciudad la han hecho vulnerable ante amenazas de tipo natural, básicamente
aquellas asociadas con factores climáticos como erosión, inundaciones y deslizamientos.
Además, por estar cerca a superficies tectónicas críticas es susceptible de sufrir
movimientos de tierra que afecten la infraestructura urbana, lo cual representa la
principal preocupación de las autoridades.
Contexto social
La ciudad cuenta con una población urbana de 181.407 personas según datos del
Censo 2005 (proyectado a 2013) realizado por el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (DANE). Tiene 102 establecimientos de educación básica
y media, siete de formación tecnológica y profesional y 20 de formación para el
trabajo y el desarrollo humano.
Su historia la hace contenedora de un gran número de bienes muebles e inmuebles
de carácter patrimonial, ubicados en su mayoría en el denominado centro histórico,
dinamizados por manifestaciones inmateriales que los utilizan, como son el
3 Comité Local para la Prevención y
Atención de Desastres, dependencia
de la Alcaldía de Tunja.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
41
pp. 3
2- 5
7
Aguinaldo Boyacense, la Semana Santa, las Romerías de la Virgen del Milagro y del
Señor Caído, entre otras. Dicho patrimonio ha sido empleado por las autoridades
municipales y departamentales, a través de sus secretarías de cultura y turismo, como
dinamizadores del turismo regional, nacional e internacional. En este sentido, se ha
recurrido a estrategias de mercado que si bien no han logrado los objetivos previstos
a corto plazo han motivado las visitas de turistas “de todos los lugares de Colombia
y extranjeros, que vienen en busca de conocer gran parte del legado de la cultura
colonial e indígena que guarda el territorio”4.
Las mayores afluencias turísticas se presentan en Semana Santa, las romerías de la
Virgen del Milagro, el Aguinaldo Boyacense y el Festival Internacional de la Cultura,
cuando la población flotante que circula en el centro histórico para visitar los museos
e iglesias coloniales llega al 98%5.
Otra forma de dinamización del patrimonio mueble e inmueble se presenta, según el
Secretario de Educación de Tunja, Francisco Pulido6, mediante su utilización como
herramienta pedagógica: “el gran acervo cultural de la ciudad convierte a las iglesias y
los museos del centro histórico en espacios pedagógicos complementarios de los que
hacen uso los colegios para organizar permanentes visitas guiadas”. En el caso de la
Casa Museo del Escribano, son tres visitas al mes, con una participación de alrededor
de 60 niños y un profesor acompañante. Finalmente, cabe mencionar el uso cotidiano
de carácter religioso que aún se da a los bienes muebles de iglesias como Santa
Bárbara, San Ignacio, Santo Domingo, San Francisco y Las Nieves, entre otras.
4 Entrevista realizada el 14 de febrero
de 2012 a Julio Emiro López Liza-
razo, quien para el año 2011 era el
Secretario de Cultura y Turismo de la
Alcaldía Mayor de Tunja.
5 Según lo expresado por Julio
Emiro López Lizarazo en la misma
entrevista.
6Entrevista realizada el 20 de febrero
de 2012 a Francisco Pulido, quien
para el año 2011 era el Secretario
de Educación de la Alcaldía Mayor
de Tunja.
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
42
Público
Luego de un trabajo constante efectuado durante doce años en los museos casos
de estudio7, de entrevistas a los funcionarios, del análisis realizado a sus libros de
visitantes y de la relación de boletas vendidas, se estableció que los públicos de sus
exposiciones poseen características similares. Fue entonces posible manejar promedios
y resultados iguales para ambos casos, además de identificar la relación dialéctica que
para los visitantes tienen las dos visitas posibles.
Según los datos obtenidos, un 81.2% de los visitantes por mes en los últimos diez
años han sido estudiantes de primaria y secundaria de colegios. Este porcentaje es
seguido por un 10.15% de turistas provenientes de otras regiones del departamento,
del país y del extranjero. Luego, con 7.61% se encuentran las visitas de estudiantes
universitarios y en último lugar, las de investigadores, con un 1.01%.
Figura 5. Visitas guiadas para público infantil en la Casa del Fundador. Fuente: autor
7 El autor fue dinamizador de las
colecciones y guía especializado.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
43
pp. 3
2- 5
7La ciudad fue uno de los centros artísticos y culturales más importantes del entonces
Nuevo Reino de Granada. Actualmente, guarda un acervo artístico de obras
coloniales distribuidas en distintos espacios del centro histórico, como los templos de
Santa Bárbara, Santo Domingo, San Francisco y San Laureano, al igual que las dos
únicas casas-museo: la del Capitán Gonzalo Suárez Rendón y la del Escribano Don
Juan de Vargas. Estas presentan en sus artesonados y paredes ejemplos relevantes
de pintura mural que permiten comprender, junto al mobiliario, la pintura y demás
objetos de las colecciones, las lógicas de decoración arquitectónica doméstica que
presentaron las casas de personajes ilustres del período de dominación hispánica.
Los personajes
Ambos casos de estudio fueron residencia de importantes personajes de la historia
colonial tunjana. Pero curiosamente, al momento de investigarlos ninguno contaba con
una infografía consistente que permitiera establecer con suficiente amplitud la vida y
obra de sus residentes, de tal forma que se incrementara el valor histórico del edificio
en su condición de soporte del sistema integral de valor cultural custodiado por los
correspondientes acervos museológicos.
El trabajo desarrollado llevó a redescubrir la riqueza que en términos de fuentes
primarias se encuentra en distintos archivos: el General de la Nación, el Histórico
Regional y el General de Indias (Sevilla, España). Se transcribieron más de tres mil
folios que permitieron incrementar la información, tanto del Capitán Suárez Rendón
como del Escribano de Vargas Matajudíos. Los datos recolectados representaron la
base para comenzar a incrementar los valores culturales de ambos casos, además de
brindar mayores elementos para nuevos guiones museográficos.
Los inmuebles
Ambas casas se encuentran ubicadas en el centro histórico, a pocos metros de
distancia entre sí. Son referentes indiscutibles de la lectura urbana, estética y simbólica
del lugar, además de haberse convertido en sitios visibles de común manejo dentro
de la cotidianidad ciudadana.
Ambos museos realizan actividades
de sensibilización y apropiación de la
historia colonial de Tunja a partir de
visitas guiadas, dirigidas a particulares
y a instituciones educativas. A su vez,
la Red de Museos de Tunja, órgano
de la Secretaría de Cultura y Turismo
de la Alcaldía Mayor, los incluyó en
la programación lúdica de la Noche
de los Museos, evento que además
de las visitas ofrece dinámicas comple-
mentarias como conciertos, recitales y
cuentería.
Contexto histórico, cultural y
museológico
Tunja fue fundada el 6 de Agosto
de 1539 por el Capitán Gonzalo
Suárez Rendón, el día en que la iglesia
Católica, Apostólica y Romana celebra
la Transfiguración del Señor y un año
después de haberse fundado Santa fe.
El Acta de Fundación fue redactada
por el primer Escribano Real que tuvo
la ciudad, Don Domingo de Aguirre,
y su copia se encuentra actualmente en
el Archivo Histórico Regional de
Boyacá, en el tomo Actas del Cabildo.
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
44
Son de los pocos vestigios todavía existentes del desarrollo arquitectónico de la
ciudad, plasmado en el plano original de 16238 que reposa en el archivo del
palacio arzobispal de Tunja y del cual se han derivado varias investigaciones. Entre
estas se destaca la llevada a cabo por la historiadora Magdalena Corradine Mora,
Vecinos y Moradores de Tunja, 1620 – 1623, en que se relaciona el mencionado
documento junto al Censo realizado en Tunja en 1620, que según la autora.
Son los más antiguos de Colombia, porque los planos de reparto de solares de
la fundación de Villa de Leyva de 1572 y 1582 no cuentan por tratarse solo
de solares, en el caso de Tunja si se dibujan las casas e iglesias además de las
calles y otros aspectos de carácter arquitectónico, como el atrio de la Catedral,
las fuentes de agua o la cruz de piedra, y se señalan los propietarios o poseedores
de las casas para ese momento (Corradine, 2009, p. 130).
El plano muestra 13 de las 14 iglesias construidas en la Colonia, seis conventos y
grandes mansiones de caballeros peninsulares, que hicieron tallar en piedra sus
blasones en las portadas Platerescas y Renacentistas, punto central de atracción
de las fachadas; se dice que en la América Hispana, fue la ciudad que ostentó
el mayor número de escudos, que eran sin lugar a dudas símbolo de jerarquía,
posición de patronato y piedra fundamental de quienes tenían una jurisdicción
o encomienda, cabildantes de primer orden, justicias mayores, procuradores,
alcaldes ordinarios, o gobernadores (Mateus, 1995, pp. 14-15).
Los valores formales y tecnológicos de las viviendas han sido descritos por
investigadores como Gustavo Mateus Cortés, Marco Dorta, Francisco Gil Tovar,
Alberto Corradine y Germán Téllez, entre otros. Sus apreciaciones y publicaciones
han aportado de manera significativa a la valoración de estos edificios, los cuales han
entrado de manera contundente a la memoria arquitectónica del país.
8 Cuyo autor, según investigadores
como Gustavo Mateus Cortés,
Javier Ocampo López y Magdalena
Corradine, pudo ser Francisco Tenorio
de Castro.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
45
pp. 3
2- 5
7
Los inmuebles han sido objeto de restauraciones y adecuaciones que, por un lado,
han favorecido la recuperación y conservación de gran parte de los valores, aunque
por otra parte, han transformado los espacios y las lógicas de circulación originales en
los espacios internos.
Las instituciones
Ambas instituciones pertenecen legalmente a la Alcaldía Mayor de Tunja. Sin embargo,
mientras la Casa del Fundador existe como museo desde finales de la primera mitad
del siglo XX, cuando a partir del Decreto 1998 de 1946 el entonces presidente
de Colombia, Mariano Ospina Pérez, la declaró monumento nacional, para la Casa
del Escribano no existen documentos legales que le atribuyan una función museal,
aunque en el imaginario colectivo lo ha tenido desde su “creación” en la década
de 1960 por parte de Luis Alberto Acuña, cuando el maestro era presidente del
Instituto de Cultura Hispánica.
La situación de ambas entidades no ha interrumpido ni alterado su función como
referentes de memoria dentro de la cotidianidad de la ciudad. No obstante, se
observa más sólida la posición de la Casa del Escribano al mantener una
“independencia” entre la zona de oficinas administrativas (Fondo Mixto de Cultura
de Boyacá) con respecto a la exposición. En la Casa del Fundador esta división se
diluye por el uso inadecuado de los espacios expositivos por parte de las
dependencias que allí funcionan, tales como la Secretaría de Cultura y Turismo de la
ciudad, la Academia Boyacense de Historia y el Consejo Superior de la Policía.
La colección y la exposición
Una de las diferencias fundamentales entre los casos de estudio son sus colecciones
y la forma en que estas se articulan. Ambas presentan características particulares que
obedecen a los fines originales concebidos por quienes consolidaron los museos.
Del sistema integral de valor cultural
de ambos inmuebles hace parte
importante el conjunto de superficies
arquitectónicas decoradas, específicamente
los zócalos, paredes y artesonados, pues
presentan importantes vestigios de
pintura mural que data de los siglos
XVI, XVII y XVIII. Estas represen-
taciones evidencian, a partir de su
interpretación iconológica, la forma de
pensar de los ilustrados de la época.
Figura 6. Detalle de pintura mural - Casa Museo del Fundador. Fuente: autor
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
46
mitad del siglo XX, cuya función es ambientar a partir de seis áreas de exposición −
al estilo de los museos de este género en España y Francia− el tiempo en que vivió
Gonzalo Suárez Rendón, desde sus inicios en Málaga hasta su residencia permanente
en la hoy Tunja.
Aun así, algo tienen en común y es la
importancia de cuanto custodian. Por
un lado, en sus muros y artesonados se
conservan ejemplos de pintura mural,
testigos de un interés comunicativo
particular de la época basado en una
iconología aún en estudio por los
especialistas en la materia; por otro
lado, pequeñas muestras de material
cerámico de origen arqueológico
proveniente de diversos territorios del
actual territorio boyacense, especial-
mente del norte, occidente y la zona
correspondiente al Valle de Tenza.
A su vez, la Casa del Escribano
custodia una colección de bienes
muebles de época que recopila aspectos
formales, tecnológicos, estéticos y
simbólicos de los siglos coloniales
XVI, XVII y XVIII, como también
algunos ejemplos del siglo XIX, todos
articulados entre sí en siete espacios
expositivos cuyo propósito es narrar,
de manera un tanto fragmentada e
inconexa, la cultura material de la
ciudad en esas etapas de su historia.
Por su parte, la colección de la Casa
del Fundador está compuesta por pie-
zas de contextualización, elaboradas
en su gran mayoría durante la primera Figura 7. Imagen de vestir - colección Casa Museo del Escribano Don Juan de Vargas. Fuente: autor
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
47
pp. 3
2- 5
7Si bien las dos colecciones persiguen el interés común de contextualizar el período
colonial en Tunja y ser ejemplos de la cotidianidad hispana y criolla del Nuevo Reino
de Granada, su valoración ha de basarse en criterios diferentes. Esta cuestión determina
gran parte de la cuantificación y la caracterización de los riesgos que potencialmente
podrían disminuir los valores culturales portados por sus acervos.
VALORACIÓN DE LA
COLECCIÓN
Al seguir el planteamiento metodológico propuesto para la investigación y en pro de identificar las prioridades de conservación de las colecciones de ambos casos, se hizo necesario realizar una valoración de las mismas cuyo
punto de partida fuera su capacidad comunicante como dinamizador cultural en su
contexto social específico (Tunja). Para esto se abordaron componentes que dan
forma al discurso desde el cual se pretende jerarquizarlas en términos de importancia
gramatical dentro del planteamiento expositivo, que en definitiva es el reflejo y
soporte de su conceptualización, es decir, la directriz fundamental para conferirles su
relevancia patrimonial en la ciudad.
Aunque ambas colecciones contienen objetos de gran valor histórico, estético y
cultural, para un trabajo como el presente es preciso valorar el conjunto. Se trata
de dos grupos de bienes muebles unidos gracias a dos argumentos curatoriales que
direccionan ambos guiones museográficos, esto quiere decir que los objetos tienen
valor al aportar, como ejes articuladores, a la gramática total sobre la cual se fundamenta
la dialéctica de cada exposición y la conceptualización de las colecciones.
Perspectiva de valoración
Una vez aclarada la importancia del conjunto sobre la individualidad de los objetos,
identificados los intereses del público que visita las colecciones9 y reconocida la
función de estas en el contexto tunjano, es pertinente indicar que su valoración partió
de su significado cultural con base en su valor histórico, pues desde su planteamiento
expositivo, criterios curatoriales y conceptualización, ambas se presentan bajo un
9 Primordialmente un interés histórico
motiva las visitas de los estudiantes
de colegio y universidad, además de
los investigadores, que en conjunto
corresponden al 89.83 % de los
visitantes que mensualmente recorren
la Casa Museo.
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
48
lejana en el tiempo pero no en el espacio. Esa artificialidad se entiende como el
conjunto de artefactos producidos en un contexto específico, los cuales se convierten
en manifestaciones físicas de la cultura que los generó.
El valor histórico, entendido como eje referencial del proceso de valoración, se
sustenta en dos aspectos: tecnológico y estético. El primero se refiere a aquellos
elementos que, relevantes para la producción del objeto como forma, obedecen a
las lógicas constructivas y representativas de la época histórica en cuestión (la
Colonia en Tunja). El segundo, visto como una consecuencia plástica y visual del
primero, incluye aquellas características de estructura y composición formal propias
de las lógicas discursivas de dicho período que develan gustos y formas de pensar.
Referentes para la valoración
Para dar soporte a la valoración y establecer su marco de referencia, es preciso recurrir
a datos y revisar publicaciones que han abordado este proceso. De igual modo, se
obtiene así información valiosa para dimensionar la importancia de las colecciones.
En torno al contexto de los siglos en cuestión, la mayoría de autores, tales como
Magdalena Corradine, Germán Villate y Javier Ocampo, coinciden en lo expresado
por Vicenta Cortés al referirse a la primera mitad del siglo XVI: “Tunja pasa a ser en
un 90% española, con solo un 10% de indígenas, negros, mulatos y mestizos, que
se ubicaron en la periferia del asentamiento y se dedicaban a los servicios domésticos
de la gente de la ciudad” (citada por Wiesner, 2008, p. 48). La población
indígena fue desplazada hacia lugares como Sora, Cucaita y Motavita, en el entorno
de Farfacá y Ramiriquí (Pradilla & Villate, 2010).
Es significativo tener en cuenta esta realidad para vislumbrar la pertinencia de los
intereses conceptuales de las colecciones y sus correspondientes exposiciones en el
contexto Tunja, toda vez que constituyen la evidencia material de la entrada a un
espacio geográfico y de su posesión por parte de una sociedad de raíces europeas
que desplazó a los tradicionales habitantes nativos del otrora “Cercado Grande de
argumento narrativo de épocas
específicas: en la Casa del Escribano
Juan de Vargas, los siglos XVI, XVII
y XVIII, en tanto en la Casa del
Fundador Gonzalo Suárez Rendón,
la segunda mitad del siglo XVI y la
primera del XVII.
Respecto a dicho valor, Joseph
Ballart declara su relevancia como
fundamento de colecciones. Esto es
aplicable para los presentes casos de
estudio, pues el objetivo de ambos es
la “contextualización temporal de un
fenómeno materialista determinado,
bajo un interés narrativo desde sus
valores mismos como documento”
(Ballart, 1997, p. 20). Por su parte,
Schelereth (Citado por Ballart),
refuerza esta idea al mencionar que
las exposiciones materiales, como
son las existentes en las casas museo
de Tunja, basan su importancia en el
hecho de ser “puntos de contacto”
donde el público reflexiona en torno a
la necesidad artificial del uso objetual
por parte de una cultura determinada,
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
49
pp. 3
2- 5
7
En ambos casos la pintura mural es lo más valioso, pues no solo son las únicas piezas
originales del edificio sino que también constituyen un referente del público visitante
y un contexto sociocultural. Además, han sido los componentes más estudiados desde
hace varias décadas por los especialistas: Enrique Marco Dorta (1957), Carlos
Arbeláez Camacho y Santiago Sebastián (1967), Javier Ocampo López (1970),
Francisco Gil Tovar y Jorge Rueda (1983), Germán Tellez (1995), Gustavo
Mateus (1995) y José Miguel Morales Folguera (1998). Los investigadores
coinciden en que se trata de uno de los ejemplos más sobresalientes de este género
pictórico en la arquitectura civil del período colonial en el Nuevo Reino de Granada.
los Santuarios”, es decir, la antigua
Hunza para el mundo Muisca (Pradilla
& Villate, 2010).
Esa apropiación española dio como
resultado un cambio de uso del lugar.
Se reemplazaron los significantes y
significados; se construyeron templos,
conventos e iglesias sobre los cercados
de los jefes indígenas; se modificaron
las lógicas ritualistas; la figura de Cristo
adoptó el papel primordial en sustitución
de Goranchacha; la celebración
litúrgica y los monasterios tomaron el
lugar de las antiguas “cucas”, y así
podrían seguirse enumerando las
transformaciones. En este punto cabe
resaltar que exposiciones como las
presentadas por las casas museo no
tendrían la misma incidencia y relevan-
cia en otro punto geográfico, pues su
valor no solo radica en la materialidad
de los objetos integrantes sino también
en su articulación contextual, al ser
evidencias de procesos vividos por
territorios específicos. Figura 8. Pintura mural - Casa del Escribano Don Juan de Vargas.Fuente: autor
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
50
Criterios de valoración
Las colecciones tienen una función cultural en el contexto tunjano como referentes
simbólicos de la sociedad y partes activas dentro del imaginario colectivo. Además,
su interés por contextualizar una época específica, comprendida por los siglos XVI,
XVII y XVIII, significa un aporte para la comprensión de las bases que soportan
gran parte de la forma de pensar enraizada en la cultura tunjana. Como lo plantea
Fichter (1994), la cultura no nace de forma natural con el hombre sino que se
enseña y se aprende, “el individuo la deriva de sus antepasados (…) la cultura
interpreta los valores de la sociedad de modo que la gente reconoce y apropia lo que
tiene valor (…) Cada cultura se identifica desde su sistema de significantes y significados”
(p. 37). Dicho sistema, a fin de cuentas, es el núcleo fundamental de valores.
Dentro de esa función cultural, la Teoría del conocimiento histórico ofrece otro
fundamento para los criterios de valoración. La Historia tiene con la cultura un
nexo más íntimo e indestructible que otras disciplinas: “La Historia es la ciencia más
dependiente de todas. Ella precisa más que otra ninguna de continuos auxilios y
apoyos de otras muchas ciencias para formar nociones, para fijar sus normas, para
llenar sus fondos” (Sperber, 1988, p. 9).
En relación con la dependencia de la ciencia histórica en el contexto puntual de
Tunja, Magdalena Corradine (2009) destaca la colección de la Casa del Escribano
como una de las pocas en la ciudad que “permiten interpretar el pasado de la misma
desde los vestigios materiales, ya que la historia no es nunca un reflejo mecánico del
pasado sino una interpretación del mismo que requiere de puntos referenciales” (p. 43).
De la apreciación de Corradine se desprende otro elemento para ser articulado con
la función cultural de las colecciones en cuestión. Es la idea de estas como parte de
lo denominado por Sperber (1988) “organismo histórico”, pues ambas casas son
eslabones representativos que permiten configurar, junto con las iglesias y los otros
museos de la capital boyacense −validados, habitados y dinamizados por la ciuda-
Para los demás bienes muebles se marca
una distancia considerable entre los
dos museos. La Casa del Escribano
custodia objetos originales elaborados
durante la Colonia, en tanto la Casa
del Fundador construye su narrativa a
través de reproducciones contemporáneas
que retoman elementos formales,
tecnológicos y estéticos para generar
ambientes de contextualización. Esta
diferencia incide en el comportamiento
de la escala de valor, básicamente
porque para el primer caso las órbitas
de valoración gravitan en torno a
elementos intrínsecos a la materialidad
de los artefactos como documentos
históricos y portadores de estratos
propios de fenómenos espacio-
temporales, en tanto para el segundo
se determina a través de su papel de
detonantes imitativos, cuyo relieve
está sustentado por su dimensión
estética y simbólica, más que por su
forma y aspectos tecnológicos.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
51
pp. 3
2- 5
7
caso de Tunja de los 10 agentes de deterioro propuestos por el ICC, para analizar
su incidencia en las instituciones. Luego, se evaluaron los peligros detectados a
través de la construcción de escenarios de riesgo proyectados a 100 años. Así, se
encontró que el agente más preocupante para ambos casos es el fuego, entre cuyas
causas es posible enumerar: deficientes sistemas eléctricos, con cables descubiertos en
contacto directo con tensores, vigas y elementos de madera; ausencia de dispositivos
de seguridad contra incendio; y las propias colecciones, pues en un 95% se componen
de objetos constituidos por materiales altamente inflamables (madera, tela y papel).
Una conflagración podría consumirlas rápidamente y dejar pérdidas irrecuperables,
situación que demuestra la perentoriedad de reforzar los planes de atención y
prevención de desastres en las dos casas con el fin de mitigar esta amenaza.
danía−, “La representación de un
organismo histórico vivo como condición
necesaria no solo para poder aplicar el
concepto de evolución, sino también
en general para entender las formas de
la sociedad, sea en el presente, sea en
el pasado” (p. 69). Para la sociedad
tunjana ambos son significantes culturales
que posibilitan.
La aspiración de una cultura a
entender el sentido de su pasado
y dar a este una forma (…) el
hombre como tal, en su aislamiento,
no es nunca fenómeno histórico,
es solamente unidad biológica.
Unidad histórica y cultural solo
viene a ser en su posición en la
vida, en su conexión con su medio
ambiente, con su tiempo, en el
curso de su destino (Sperber,
1988, p. 73).
IDENTIFICACIÓN, ANÁLISIS Y
EVALUACIÓN DE RIESGOS
Para la identificación de los riesgos que podrían afectar las colecciones fue necesario, ante todo, reconocer el comporta-miento, el alcance y la aplicación al
Figura 9. Instalación eléctrica inadecuada- Casa Museo del Fundador. Fuente: autor
En orden de prioridad aparece a continuación el agente denominado por el ICC
como disociación. Este demarca un horizonte de riesgo que no afecta directamente la
materialidad sino que concentra la disminución de valor del conjunto por ausencia o
deficiente articulación de los objetos dentro del diálogo expositivo. En los casos de
estudio, la falta de un inventario de la colección, en los términos recomendados por
el grupo de patrimonio cultural mueble de la Dirección de Patrimonio Cultural del
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
52
Ministerio de Cultura, ha conllevado a concebir las colecciones como parte del listado
de almacén manejado por la entidad custodia (Alcaldía Mayor de Tunja). Esto
pone en evidencia la alta probabilidad de pérdida de objetos por deterioro, pues
no se cuenta con un sistema integral para garantizar la recuperación y el mantenimiento
de los valores, lo cual trae consecuencias negativas para la estrategia museográfica.
En la Casa Museo del Fundador se observó un potencial peligro adicional que atenta
contra el sistema integral de valor: disminución de los valores de los objetos por falta
de articulación efectiva en la dialéctica discursiva de la exposición. Esta problemática
ha sido motivada por la pérdida total de la lógica expositiva, tras décadas de malos
manejos en las salas que rompieron la articulación entre las piezas. Además, se
incorporaron objetos nuevos sin relación alguna con los intereses narrativos originales,
convirtiendo la exposición en una suma sin criterio gramatical ni lógicas espaciales10.
10 Para el momento de la implementa-
ción de la Metodología de Gestión
de Riesgos de Colecciones en la Casa
del Fundador, este museo no contaba
con un guion museográfico que hiciera
uso de la colección de manera acorde
con sus potencialidades. Posterior-
mente, con base en los resultados
de la investigación desarrollada, se
decidió elaborar un nuevo guion para
las salas permanentes, como parte del
cumplimiento del Plan de Acción para
la Gestión de Riesgos de Colecciones
de esta Casa Museo, documento
resultante de la investigación.
Figura 10. Riesgo de disociación por intervención temporal - Casa del Fundador. Fuente: autor
Los riesgos derivados del agente disociación hacen indispensable un registro legal
de las colecciones que obligue al custodio a mantener un sistema ordenado para la
conservación de los objetos, de manera consecuente con su importancia patrimonial.
En el caso de la Casa del Fundador se adiciona la necesidad de construir un nuevo
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
53
pp. 3
2- 5
7
guion museográfico que propenda
por la articulación efectiva entre los
objetos a partir de una conceptualización
destinada a rescatar las exigencias
discursivas del conjunto.
Se encuentran luego los riesgos
asociados a robos y vandalismo. Este
agente coincide en ambos casos, pues
las salas son vulnerables ante actos
vandálicos que atenten contra la
materialidad de los objetos o
conduzcan a su pérdida. Esto se
debe, principalmente, a problemas de
seguridad y protocolo para el manejo
de visitantes, a los vacíos en la
reglamentación para su ingreso a los
espacios de exhibición y a la ausencia
de mecanismos orientados a su
formación. Por lo tanto, es procedente
reforzar los programas de seguridad,
diseñar estrategias museográficas y
trabajo con públicos para garantizar la
salvaguarda de las colecciones.
Figura 11. Vandalismo - colección de la Casa del Fundador. Fuente: autor
Este primer grupo de prioridades es cerrado por los riesgos asociados al agente
fuerzas físicas. Se trata de un potencial peligro para la pintura mural y la estabilidad
de los edificios, pues el subsuelo de Tunja es inestable debido a sus características
sedimentarias, realidad preocupante si se relaciona con la ubicación de la ciudad en
una zona de alta probabilidad sísmica. A la Casa del Fundador se suma el problema
de las hondas de alta frecuencia producidas por los eventos realizados en la Plaza
de Bolívar, las cuales ejercen fuerzas negativas de carácter acumulativo que generan
tensiones diferenciales en la pintura mural del costado occidental del artesonado. De
esta forma se crean sistemas de grietas y fisuras que con el tiempo pueden producir
desprendimiento de fragmentos y su eventual pérdida total por choque y pulverización.
Figura 12. Riesgo por fuerzas físicas en la Casa del Fundador. Fuente: autor
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
54
Un segundo grupo reúne agentes no
tan preocupantes como los anteriores,
aunque factibles de generar problemas
a largo plazo si no se bloquean las
posibilidades de su aparición. En
orden de importancia, estos son la
humedad relativa incorrecta y las plagas.
En relación con este último, el manteni-
miento periódico de la colección de la
Casa del Escribano ha hecho la
diferencia, pues el retiro constante
de la suciedad en las superficies de
las piezas y los sistemas de exhibición
(vitrinas y estantes), ha evitado el
surgimiento de agentes fúngicos y demás
amenazas biológicas. La situación es
distinta en la Casa del Fundador. Allí,
la falta de mantenimiento recurrente en
el interior de las vitrinas ha generado
microclimas que sumados a la alta
higroscopicidad del polvo acumulado,
ha ocasionado en algunos textiles
el surgimiento de agentes como el
aspergillus, identificado en diferentes
estados vegetativos, cuya presencia afecta la estabilidad de las piezas. Esto demuestra
la necesidad de implementar un programa de conservación enfocado en neutralizar las
amenazas a partir de actividades puntuales de intervención en los objetos y del control
ambiental de los espacios de depósito y exhibición.
El tercer y último grupo reúne tres agentes que no generan mayor preocupación, pues
sus riesgos afectarían una mínima porción del valor total de la colección. Son amenazas
a largo plazo, fácilmente controlables y cuyos efectos podrían ser reversibles a partir
de acciones básicas de conservación. Se trata de los contaminantes, la luz y el agua.
El primero perjudica por igual a ambos museos al ocultar valores tonales de la pintura
mural. Los problemas vinculados con el segundo generan situaciones diversas: en la
Casa del Escribano el impacto se manifiesta en el deterioro de algunos objetos por
contacto directo con rayos de luz natural que debilitan y decoloran las fibras de
determinados muebles, en tanto en la Casa del Fundador la disminución de valor se
manifiesta en las dificultades para apreciar correctamente la estética de ciertas piezas
−con la consecuente disminución de la capacidad expresiva de la exposición− como
resultado del deficiente sistema de iluminación.
CONCLUSIONES
La Casa del Escribano Don Juan de Vargas y la Casa del Fundador Gonzalo Suárez Rendón son las instituciones museísticas más importantes del centro tradicional de Tunja ya que sus características arquitectónicas y los bienes muebles integrantes de su colección les permiten mantener vigente la memoria histórica de la ciudad. Por
consiguiente, su salvaguarda y protección es una labor fundamental para el
fortalecimiento de la identidad tunjana y boyacense.
La valoración de las colecciones de bienes muebles de ambos casos de estudio
muestra que, a pesar de estar configurados por piezas de distintas órbitas de valor,
constituyen sistemas articulados de objetos portadores de valores formales, tecnológicos,
históricos, estéticos y simbólicos que sustentan su inclusión y se validan dentro de
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
55
pp. 3
2- 5
7
posibilidad constante de llegar a resultados que incurren en sesgos, los cuales deben
ser identificados y manejados de manera adecuada para que no interfieran en los
intereses específicos del análisis requerido.
El trabajo de identificación, análisis y evaluación de los riesgos, a pesar de haber sido
planteado en tres fases diferentes, presenta flujos de información e insumos reflexivos
que impiden su clara separación en campo. Por tal motivo, es pertinente continuar
con un planteamiento metodológico de pasos separados pero con una constante y
necesaria interrelación.
Aunque se trata de dos colecciones protegidas y preservadas de manera incipiente
y en gran medida empírica, la investigación realizada ha evidenciado la urgencia de
construir los correspondientes planes de acción para la gestión de riesgos, a partir
de una perspectiva institucional basada en la conservación preventiva, actualizada
y en sintonía con las dinámicas museísticas contemporáneas. Según lo observado es
fundamental enfilar acciones, en primera instancia, hacia la prevención de desastres, la
seguridad de los objetos, el registro legal y la reglamentación para su manejo. Poste-
riormente se continuaría con la readecuación de los espacios de depósito, la corrección
de sus problemáticas de conservación, la evaluación e intervención de los sistemas de
exhibición en sala.
En términos de conservación, la situación de los casos de estudio está por encima del
promedio de la mayoría de instituciones museísticas regionales en el país.
Dada esta realidad, se puede deducir que el patrimonio mueble en Colombia sigue
en peligro de desaparecer por falta de un compromiso real tanto de los custodios
–en términos de conocer, entender y dar un manejo adecuado a las colecciones–
la capacidad discursiva del conjunto.
Cualquier alteración causada por una
pérdida, bien sea total o parcial de esos
valores, trae consigo una disminución
en la capacidad comunicativa de la
colección, en su condición de insumo
para el planteamiento de argumentos
expositivos o de detonante para
problemas de investigación.
La Gestión de Riesgos de colecciones
es un “método” efectivo que desde
la conservación preventiva permite
reconocer con precisión las posibles
amenazas para la unidad y la perma-
nencia de esos conjuntos de valores.
Su aplicación permite diseñar estrate-
gias destinadas a bloquear los riesgos y
mitigar sus posibles efectos, sin caer en
especulaciones causantes de excesos u
omisiones.
El paso propuesto para la valoración
de las colecciones demuestra la
complejidad y a la vez la utilidad
de realizar esta labor con el fin de
cuantificar los porcentajes de valor de
los objetos y posibilitar la operatividad
del sistema metodológico en sus fases
posteriores. La valoración realizada en
ambos casos también ejemplifica la
CA
RLO
S A
ND
RÉS
CA
RREÑ
O /
/G
estió
n de
ries
gos
de c
olec
cion
es. D
os c
asos
de
estu
dio
en T
unja
, Boy
acá
56
Ballart, J. (1997). El patrimonio histórico y arqueológico: valor y uso. Recuperado de
http://books.google.com.co/books/about/El_patrimonio_hist%C3%B3rico_y_
arqueol%C3%B3gico.html?id=HXfW8RwMdbkC&redir_esc=y
Cardona, O. (2001). La necesidad de repensar de manera holística los conceptos
de vulnerabilidad y riesgo. Una crítica y una revisión necesaria para la gestión.
Bogotá: Centro de Estudios sobre Desastres y Riesgos de la Universidad de
los Andes.
Corradine, M. (2009). Los Fundadores de Tunja. Tunja: Secretaría de Cultura y
Turismo de Boyacá.
Corradine, M. (2009). Vecinos y Moradores de Tunja 1620 - 1623. Tunja:
Gobernación de Boyacá.
como de los estamentos guberna-
mentales en lo concerniente a la
construcción de políticas culturales
públicas que, acordes con la realidad
nacional, faciliten herramientas para
fortalecer la salvaguarda integral de la
memoria material. De no asumirse esa
responsabilidad, se continuará con
“museos-bodega” donde se almacenan
bienes subvalorados, sin estudio y
cuya capacidad comunicativa se pierde
progresivamente por el deterioro
incontrolable de su materialidad.
Para que la preservación de una
colección sea efectiva en términos de
conservación preventiva, se requiere un
trabajo interdisciplinario que articule la
intervención con los aportes de personal
tanto interno como externo. Solo de
esta manera se puede garantizar la
sincronía del proceso y su existencia
dinámica institucional, elementos
fundamentales para la efectividad
de las acciones en procura de la
estabilidad y la permanencia de los
valores sobre los que se fundamenta la
importancia patrimonial de los objetos.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
57
pp. 3
2- 5
7
Fichter, J. (1994). Sociología, pautas de conducta. Barcelona: Herder.
Garnica García, I. (2010). La Conservación y sus inquietudes acerca de los últimos
parámetros sobre normas ambientales. Parte II. Argentina: INTI – Celulosa y
Papel.
Mateus, G. (1995). Tunja, Guía Histórica del Arte y la Arquitectura. Bogotá:
Gúmaco Ediciones.
Michalski, S. (2009) Preservación de colecciones. Instituto Canadiense de Conser-
vación.
Pradilla, H. & Villate, G. (2010). Catálogo de pictografías, moyas y rocas del Farfacá
de Tunja y Motavita, Boyacá (Colombia). Tunja: Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia.
Salas, I. (2005). El debate entre una fundamentación Ontológico-Hermenéutica y
una fundamentación Pragmática-Trascendental. Lectura de los textos principales
de la obra de Gadamer y Apel. Tesis de Maestría en Filosofía, Universidad
de Chile.
Sperber, D. (1988). El Simbolismo en general. Barcelona: Editorial Anthropos.
Wiesner, L. (2008). Tunja, ciudad y poder en el Siglo XVII. Tunja: Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
59
pp. 5
8- 7
3
Key words:
Palabras clave:
AbstractResumen:
Mampaso, C. (2014). Acciones Para la salvaguardia del Cinema América en Trastevere (Roma), Designia, 3(1), 58-73.
Actions taken for the safeguard of Cinema America In Trastevere (Rome).
Heritage, social movement, self-management, cultural legislation.
Referred to the 20th century’s cinemas, this study aims to illustrate the historical, technological and architectural significance of such venues for Rome’s cultural heritage. The case study selected is Cinema America, which was built by architect Angelo di Castro in 1954 and remains as the unique cinema that keeps intact all the architectural and spatial attributes of its typology. It was abandoned in 2000 and threatened from demolition, which leaded to its occupation in November 2012 by university students supported by the community, as a way to maintain its cultural activity and to restore it for the neighbourhood. The project for its safekeeping was developed in two phases: academic research and social-legal actions. Working out the nomination for the cultural centre’s inclusion into the Italian Ministry of Culture’s official list of cultural assets was the most significant action, among others undertaken. Following a peaceable building eviction by police in November 28th 2014, it was finally included into the list with both an artistic and historical protection, thereby setting a precedent for safeguarding the city’s modern heritage.
Patrimonio, movimiento social, autogestión, legislación cultural.
Este trabajo, dedicado a las salas cinemato-gráficas del siglo XX, tiene como fin ilustrar la relevancia histórica, tecnológica y arquitec-tónica que dichos espacios supusieron para el patrimonio moderno y cultural de Roma. Como caso de estudio fue seleccionado el Cinema América, construido por el arquitecto Angelo di Castro en 1954, por ser hoy en día el único que conserva íntegros todos los atributos arquitectónicos y espaciales de esa nueva tipología. Abandonado en el 2000 y ante la amenaza de demolición, fue ocupado en noviembre del 2012 por un grupo de estudiantes universitarios con el apoyo de la comunidad, con el fin de preservar la actividad cultural en su interior y restituir este importante foco cultural al barrio donde se encuentra. El proyecto para su salvaguarda se desarrolló en dos fases, una académica y otra de acción social y administrativa. Entre las acciones tomadas la más importante fue la preparación del documento para su inclusión en el listado de Bienes de Interés Cultural del Ministerio Italiano de Cultura. Finalmente, tras su desalojo pacífico por las fuerzas del orden, el 28 de noviembre del 2014 fue incluido en la lista del Patrimonio Cultural de dicho Ministerio (Decreto Ley 139-2014, Roma) bajo una doble protección (histórica y artística), con lo cual se estableció un precedente para la salvaguarda del patrimonio moderno de la ciudad.
Cristina Mampaso*
Acciones para la salvaguardia del Cinema América en
Trastevere (Roma).1
Recibido: 15-ago-- 2014 Aceptado: 2-dic- 2014
*Arquitecta de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSAM). Magíster en Restauración del Patrimonio de la Scuola di Specializzazio-ne in Beni Architettonici e del Paesaggio de la Universidad de la Sapienza (Roma, Italia). [email protected]
1 Artículo inscrito en la línea temática Experiencias en gestión y protección del patri-monio cultural. Sus contenidos se derivan, por una parte, de una tesis de investigación de fin de máster, y de otro lado, de la posterior puesta en práctica profesional de dicho trabajo.
INTRODUCCIÓN
CRI
STIN
A M
AM
PASO
CER
RILL
OS /
/A
ccio
nes
para
la s
alva
guar
dia
del C
inem
a A
mér
ica
en T
raste
vere
(Rom
a)
60
La realidad recurrente de la especulación inmobiliaria en los centros urbanos salpica nuestras ciudades casi sin darnos cuenta. De un día para otro aparecen solares vacíos o fachadas colgando de andamios, sin estructura en su interior. Allí surgen, en su mayoría, edificios anónimos que
siguen una lógica de estilo contemporáneo, poco relacionada con el contexto urbano
e histórico. Estos nuevos edificios, por lo general, no se destinan a compensar las
necesidades básicas de la ciudad o del barrio, sino que al ser promovidos por
intereses privados se convierten en viviendas de lujo, hoteles o centros comerciales
de marcas internacionales. Las antiguas construcciones, en su gran mayoría pertenecientes
al periodo comprendido entre finales del siglo XIX y los años setenta del XX, se
ven así afectadas, principalmente, por los motivos expuestos por Jokilehto (2003):
falta de reconocimiento social y de las instituciones; falta de protección de las
normativas urbanísticas y de patrimonio; y obsolescencia funcional, energética y
material de sus tipologías.
El Cinema América, construido en 1954 por el Arquitecto Angelo di Castro, es
único en su tipología y en sus atributos arquitectónicos en toda Roma, sin embargo,
fue abandonado en el año 2000 y estuvo amenazado de demolición. En su solar, la
sociedad Inmobiliaria Progetto UNO Srl preveía construir 40 miniapartamentos de
lujo, en una ciudad donde hay 245.000 viviendas vacías.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
61
pp. 5
8- 7
3
Afortunadamente, coyunturas políticas,
sociales y culturales permitieron recu-
perar la esperanza en las instituciones
públicas y paralizaron el proyecto de
demolición. Pero sobre todo, llevaron
a establecer un antecedente en materia
de herramientas administrativas,
legislativas y sociales que ponen al arte
y a la arquitectura del siglo XX a la
cabeza de la salvaguardia del patrimonio
de la ciudad.
Entre las acciones emprendidas se
desarrolló un proyecto cuya meto-
dología se dividió en dos fases: una
académica, centrada en el análisis
histórico y tipológico del inmueble, el
cual incluyó el análisis comparativo, el
diagnóstico del estado de conservación
y la propuesta de restauración; la
otra fase, de acción social, abarcó un
proceso de socialización con la
comunidad y las instituciones, orientado
a incluir el inmueble en la lista del
patrimonio moderno de Roma y evitar
así su demolición.
CONTEXTO HISTÓRICO Y URBANO
Cronología de los acontecimientos
El Cinema América se encuentra en la calle Natale del Grande, entre la Plaza de San Cosimato y la calle Francesco Rippa (figura 1), eje
vertebral de Trastevere desde la época medieval. La primera representación cartográfica
del solar donde se ubica la sala apareció en 1891 en las plantas de Roma del
Instituto Cartográfico Italiano, cuando la Calle Natale del Grande se abría paso
entre las huertas del Convento de San Cosimato para configurar un nuevo eje
urbano en su momento.
Figura 1. Localización del Cinema América (alzado general)Fuente: Arq. Cristina Mampaso Cerrillos
CRI
STIN
A M
AM
PASO
CER
RILL
OS /
/A
ccio
nes
para
la s
alva
guar
dia
del C
inem
a A
mér
ica
en T
raste
vere
(Rom
a)
62
Hoy en día el Cinema ocupa dos parcelas catastrales, una larga y estrecha que penetra
en la manzana y otra rectangular que permaneció sin edificar hasta la construcción del
Cinema Teatro La Marmora en 1923. Según fuentes históricas (entre ellas las del
Archivio Storico Capitolino), en ese año el Señor Icilio Amigoni, propietario del
solar, presentó un proyecto para construir una sala de proyecciones. La Marmora se
terminó en 1927 después de largas disputas con los habitantes del barrio, quienes
reclamaban más viviendas y menos espectáculos. Aunque fue un lugar de referencia
para el teatro de variedades de la escena romana, tuvo una vida corta. En 1954 se
demolió junto con la parcela adyacente para erigir el Cinema América, el cual debía
seguir los estándares constructivos definidos por la nueva normativa de 1951 para
edificios de público espectáculo del Ayuntamiento romano.
El proyecto, encargado al arquitecto romano Angelo di Castro junto al Ingeniero
Francesco Serventi, se inauguró en 1956 y se convirtió en la sala con la pantalla
panorámica y el techo retráctil más grandes de Roma. El cine permaneció activo hasta
el año 2000 cuando la crisis de la industria cinematográfica obligó a cerrar la mayoría
de las salas de la ciudad por los altos costos de adaptación a los nuevos formatos
(Intrieri, 2004). En 2004 la Sociedad Progetto UNO Srl compró la propiedad y
presentó un proyecto de demolición y posterior construcción de 40 apartamentos,
idea rechazada en 2008 tras una gran oposición de los vecinos. En 2012, ante
la amenaza de un nuevo plan para 20 apartamentos presentado por la sociedad, el
América fue ocupado pacíficamente por un colectivo de estudiantes universitarios
con el apoyo de la comunidad y del vecindario (figura 2).
2 Archivio Storico Capitolino - ASC
(1923). Costruzione di un cinema-tografo. Prot. 15080 / Via Natale
del Grande. Progetto di ampliamente.
Acceso en marzo de 2013.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
63
pp. 5
8- 7
3
Desde entonces y hasta la actualidad, el Cinema ha revivido su actividad y su función
cultural con y para la gente del barrio de Trastevere al ofrecer una intensa programación
mensual de conciertos, ciclos de cine y teatro. Así, se ha convertido en una referencia
cultural de la ciudad junto a otros espacios “ocupados” como el Teatro Valle
y el Cinema Palazzo.
Nacimiento y decadencia de una nueva tipología: el cinematógrafo en Italia
La nueva tipología arquitectónica que nació a finales de 1800 en Francia junto a la invención de la película, llegó a Roma a principios del siglo XX con la construcción en 1904 del Cinema Moderno, primera sala cinematográfica de la capital. Cabe también resaltar que en
pleno auge de las vanguardias en Italia, personajes como Giacomo Balla, Marinetti y
Arnaldo Ginna firmaron en 1916 el Manifiesto del Cine Futurista, cuyos atributos
artísticos y formales se verían reflejados a lo largo del siglo XX en el diseño
arquitectónico (Intrieri, 2004).
En 1915 el arquitecto Marcelo Piacentini realizó en la Plaza de San Lorenzo in
Lucina el Cinema Corso, obra que abrió por primera vez el debate en defensa de
la contemporaneidad y sus consecuencias, como el uso de materiales modernos o
el nacimiento de tipologías adaptadas a las nuevas exigencias tecnológicas. En un
artículo publicado en 1918 en la revista Architettura Italiana, Piacentini destacó la
necesidad de deshacerse de una inspiración disonante con su tiempo, que lo ponía
en un estado de inferioridad en relación con los siglos precedentes. Por eso resaltaba
que el teatro había sido construido libremente y respondía a una nueva sensibilidad.
Con determinación e ingenio estructural, el arquitecto sentó las bases de una nueva
tipología derivada de las salas teatrales, caracterizada por pocos pero significativos
elementos de diseño:
- La marquesina de hormigón en la fachada con pliegues geométricos que encuadra la
entrada.
Figura 2. Momento de la ocupación y asamblea pública. Fuente: Comitato per il Cinema America.
CRI
STIN
A M
AM
PASO
CER
RILL
OS /
/A
ccio
nes
para
la s
alva
guar
dia
del C
inem
a A
mér
ica
en T
raste
vere
(Rom
a)
64
- Las tipografías luminosas en neón
que aluden al espectáculo como un
hito nocturno en las ciudades.
- El techo retráctil de la sala para
ventilar el humo y refrescar durante el
verano.
- El uso del hormigón en soluciones
estructurales que permiten cubrir
grandes luces, así como la utilización
de nuevos materiales, entre ellos el
linóleum y las siliconas.
- La búsqueda formal y material de
una mejor acústica, como también de
la exaltación sensorial de los cinco
sentidos.
- La simbiosis del diseño arquitec-
tónico con el arte contemporáneo,
presente en el interior gracias a una
colaboración interdisciplinar entre
artistas y escultores.
En la construcción del Cinema
América, el arquitecto di Castro
(formado en el estudio de Piacentini)
reflejó cada uno de estos elementos,
característicos de esa nueva tipología
(figura 3). Así, optimizó el espacio
y la estructura de manera ejemplar
y convirtió al lugar en la única sala
monofuncional que reunía todas esas
condiciones tipológicas.
Sin embargo, la realidad actual es que de aproximadamente 120 salas (alrededor
de 300 fueron construidas en aquellos años), el 13% han sido reconvertidas en
teatros, el 23% están abandonadas y en muy mal estado de conservación, el 26%
se han transformado en tiendas o salas de juego y el 32% siguen funcionando pero
con el formato de multisalas (figura 4).
Figura 3. El Cinema América en los años noventaFuente: Fotografía de Fabrizio Fioravanti
Figura 4. Las salas cinematográficas del siglo XX en RomaFuente: la autora
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
65
pp. 5
8- 7
3
Cabe recordar que para el tiempo del
surgimiento del Cinema América y a
lo largo de los años cincuenta y sesenta
se produjo en Italia un boom de la
industria cinematográfica. Cinecittà, un
estudio fundado en 1937 por Benito
Mussolini con el eslogan “La Cinema-
tografía es el arma más fuerte”, llevó
a Roma a convertirse en la segunda
capital del mundo del cine, precedida
solo por Hollywood.
MARCO LEGAL EN ITALIA
El artículo 9 de la Constitución Italiana que entró en vigor en 1948 afirma: “La República tutela el paisaje y el patrimonio histórico artístico de la Nación”. Sin embargo, hasta 1974 el patrimonio
estaba tutelado por el Ministerio
de Instrucción Pública, según la ley
Bottai de 1939. En 1974 se creó el
Ministerio de Cultura que mediante el
Decreto ley 490 de 1999 logró
unificar la legislación en materia patrimonial en el llamado “Testo Unico”. No
obstante, este no hacía mención a las distintas expresiones del patrimonio contempo-
ráneo. Solo hasta 2004, año de aprobación del Decreto Legislativo 42 o Ley del
Patrimonio Cultural, la arquitectura contemporánea fue nominada por primera vez en
una ley nacional de protección.
Ámbito regional: Plan General de Roma del 2008
Antes de la aprobación del Plan General de Roma (PRG) en 2008, la manzana del Cinema América estaba catalogada como zona A, lo
cual incluía edificios de interés histórico, arquitectónico y monumental. Fue posible
parar el primer proyecto de la Sociedad Progetto UNO gracias a la deliberación
nro. 661 del 2005 del Ayuntamiento de Roma, que tutelaba los locales de interés
cultural y establecía una superficie máxima alterada del 50% y un mínimo del 20%
del espacio para servicios públicos. Pero un nuevo riesgo surgió cuando la Sociedad
presentó otro proyecto de 20 miniapartamentos y tres plantas de parqueaderos.
Uno de los documentos innovadores del PRG es la “Carta de la Calidad”, destinada
a catalogar y proteger las trazas, los conjuntos urbanos y edificios de la arquitectura
moderna. Aun así, la única sala cinematográfica romana que aparece catalogada es el
Cinema Airone del Arquitecto Adalberto Libera, construido en los años treinta y en
completo estado de abandono y degradación.
Hay que remitirse al plano de usos del suelo del PRG para ver identificado el solar
del Cinema América como Tejido Urbano T3, lo cual significa que pertenece a un
desarrollo urbano de los siglos XIX y XX. Al estudiar en detalle la normativa, al
interior del Tejido T3 está consentida la intervención DR1, es decir, se permite la
demolición con reconstrucción de los edificios erigidos después del Plan General de
1883, carentes de valor arquitectónico y que hayan alterado con volúmenes adicionales
y sustituciones la tipología y el trazado de la ciudad.
CRI
STIN
A M
AM
PASO
CER
RILL
OS /
/A
ccio
nes
para
la s
alva
guar
dia
del C
inem
a A
mér
ica
en T
raste
vere
(Rom
a)
66
Además de poseer un altísimo valor arquitectónico, la construcción del América no
ha alterado el trazado urbano, pues ese solar ha sido siempre del cine. Ahora, en
aras de profundizar en el concepto de valor arquitectónico y usarlo en favor de la
declaratoria de Bien de Interés Cultural, hace falta pasar a la normativa nacional3.
Ámbito Nacional. Ley del Patrimonio Histórico Nacional nro. 42 de 2004
En el artículo 10 de esta Ley, los bienes culturales son descritos como bienes muebles o inmuebles pertenecientes al Estado, las regiones
y los gobiernos locales, al igual que entidades públicas y privadas sin ánimo de lucro
con un valor artístico, histórico, arqueológico o etnoantropológico. Si bien el América
es una propiedad privada con fines claramente lucrativos, al leer con más detalle el
apartado del mismo artículo se especifica que la categoría también puede cobijar
aquellos bienes pertenecientes a cualquiera, con particular importancia por su relevancia
política, militar, literaria, científica, artística y cultural, representantes de la identidad
y la historia del país. Al mencionarse la palabra “cualquiera” se incluye la propiedad
privada. Además, se nombran los conceptos de identidad histórica y cultural.
En el artículo 11, apartado e, aparecen por primera vez como obras de especial
interés cultural aquellas de arquitectura contemporánea con valor artístico. A su vez,
el artículo 12 habla exclusivamente del proceso de reconocimiento de dicho valor y
específica que deben estar sujetos a tal proceso los bienes muebles o inmuebles de
autor no viviente realizados hace más de 50 años. Esa valoración, de resultar positiva,
se transformaría en la declaratoria de Bien de Interés Cultural. En consecuencia, ya
sea en el ámbito regional o nacional, todo se limita en esencia a demostrar el valor
arquitectónico y artístico del edificio.
En el caso del América, ya han transcurrido 60 años desde su construcción y su
arquitecto falleció en 1989. Por ende, el reconocimiento debió haberse iniciado
automáticamente de no ser porque en 2011 se aprobó el Decreto Legislativo 70
que modificó la edad de reconocimiento del valor artístico de un inmueble de 50
a 70 años desde el momento de su construcción. Esta deliberación, además de
3 La sigla BIC para hacer referencia
a los Bienes de Interés Cultural es
propia del contexto colombiano.
En Italia son más usados conceptos
como bienes culturales o tutela del
patrimonio.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
67
pp. 5
8- 7
3ser muy ambigua en el campo de la
propiedad privada, ha eliminado la
posibilidad de catalogación de toda la
arquitectura de la segunda mitad del
siglo XX.
El artículo 113, referente a la
propiedad privada, especifica que el
reconocimiento del valor artístico de
un bien privado debe iniciarlo el
propietario o la administración pública,
lo cual dejaba dos opciones para
realizar la solicitud: a través de una
sociedad con figura jurídica (por
ejemplo DOCOMOMO Italia), o
por medio de una institución como el
Ayuntamiento de Roma o la Región
Lazio. Finalmente se optó por la
segunda alternativa, dada la repercusión
política y social que suponía el
compromiso de estas instituciones.
ACCIONES CONTRA LA
DEMOLICIÓN
Fase de información pública y de
propuesta de restauración
Durante una Asamblea realizada el 17
de febrero de 2014 (figura 5) con el
respaldo de representantes del mundo
de la cultura, el cine y la arquitectura,
así como de DOCOMOMO Italia,
se presentaron a la comunidad los estudios y las propuestas de restauración y
revalorización de la estructura. El proyecto dio a entender cómo a través de la
documentación histórica y el análisis del estado existente es posible plantear una
opción viable contra la demolición, la cual podría convertirse en un modelo de
salvaguarda para este tipo de edificios del 1900 en Italia.
Figura 5. Acciones contra la demoliciónFuente: Comitato per il Cinema America (fotografía);
Jaime Rojas (infografía)
El estudio se articuló en tres fases:
- Análisis histórico del contexto urbano, cultural y socioeconómico del barrio de
Trastevere en relación con el Cinema América y con sus etapas de construcción y
desarrollo, desde la demolición del Cinema-Teatro La Marmora hasta el presente.
- Análisis comparativo con el resto de las salas cinematográficas del mismo periodo,
con el fin de identificar los atributos tipológicos y el valor arquitectónico del inmueble.
- Análisis y conocimiento de la obra, complementado con un levantamiento arqui-
CRI
STIN
A M
AM
PASO
CER
RILL
OS /
/A
ccio
nes
para
la s
alva
guar
dia
del C
inem
a A
mér
ica
en T
raste
vere
(Rom
a)
68
tectónico efectuado de forma directa
e indirecta con estación total, junto a
un examen del grado de conservación
de los materiales en el interior y en la
fachada.
- Diagnóstico del estado de conserva-
ción de la estructura, mediante el cual
se identificaron los sistemas constructivos
y materiales usados, al tiempo que se
valoró su capacidad de adaptación
a nuevas normativas y de respuesta a
nuevos usos.
- Fase de proyecto, que evaluó si el
edificio cumplía la normativa vigente
contra incendios en términos espaciales,
morfológicos, acústicos y materiales
(figura 6).
A su vez, se propusieron posibles
intervenciones que permitirían diversificar el uso de la sala, tales como:
- Adaptación de la pantalla a las dimensiones actuales.
- Creación de un pequeño escenario para representaciones teatrales y de un acceso
secundario (directamente de la calle a los camerinos) para actores y artistas.
- Recuperación de las luminarias y del efecto de luz indirecta en los pliegues de los
falsos techos diseñados intencionadamente por el arquitecto.
- Uso de la cubierta como espacio de agregación y reconexión del interior de la sala
con el exterior a través de una cúpula traslúcida que sustituiría el techo retráctil, pues
por normativa acústica este sería inviable.
Figura 6. Proyecto de restauración Fuente: la autora
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
69
pp. 5
8- 7
3
Una conclusión importante de este
estudio fue destacar que la sala se
ajustaba espacialmente a la Norma
Técnica 261 de 1996 emitida por el
Ministerio del Interior, referente a la
prevención contra incendios en locales
de público espectáculo. Este hecho
limita el alcance de la intervención,
excepto en los aspectos técnicos de
las instalaciones, el tratamiento de
las superficies internas y externas sin
grandes modificaciones en la estructura
y la morfología del lugar.
En la asamblea de febrero de 2014
se compartió la idea del Cinema
América no solo como un ejemplo de
la lucha por el derecho a la cultura
contra la especulación inmobiliaria,
sino también como un exponente único
de la tipología “cine”, revestido de
altísimo valor arquitectónico y social.
Preparación del dossier de
candidatura a Bien de Interés Cultural
Dentro del Ministerio de Cultura existe la Dirección General para la Protección del Paisaje, el Arte y la Arquitectura Contemporánea (PaBAAC)
que desde el 2002 desarrolla una iniciativa para el reconocimiento, la catalogación
y la salvaguarda de las obras con un interés artístico relevante de la segunda
mitad del siglo XX.
Son dos las modalidades a través de las cuales se puede solicitar el reconocimiento
de una obra: para el patrimonio mueble, por medio de la Ley de Derecho de Autor
633/41, en tanto que para el patrimonio inmueble se cuenta con la declaratoria de
Bien de Interés Cultural, según la Ley del Patrimonio Histórico Cultural. De acuerdo
con la PaBAAC, los requisitos mínimos para que una obra sea reconocida son:
1. Haber sido citada en al menos un estudio histórico sobre la arquitectura contem-
poránea nacional.
2. Haber sido publicada en al menos dos estudios históricos sobre la arquitectura
contemporánea regional.
3. Haber sido presentada en al menos dos revistas de arquitectura en el país.
4. Tener una reconocida importancia dentro del panorama de la arquitectura nacional
(o al menos regional) de los años en que fue construida.
5. Poseer un carácter sobresaliente en la evolución de la tipología que representa y
presentar un proceso innovador de carácter distributivo y funcional.
6. Introducir y experimentar de forma significativa con nuevos materiales y con nuevas
tecnologías constructivas.
7. Haber sido proyectada por una figura reconocida del panorama arquitectónico
local, nacional o internacional.
8. Representar un valor añadido en el contexto urbano donde se encuentra.
CRI
STIN
A M
AM
PASO
CER
RILL
OS /
/A
ccio
nes
para
la s
alva
guar
dia
del C
inem
a A
mér
ica
en T
raste
vere
(Rom
a)
70
Como se ha especificado, al tratarse de un edificio de propiedad privada, la solicitud
de protección del Cinema debía proceder del propietario o de la administración
pública, según lo establecido en el artículo 113 de la Ley del Patrimonio. Pero más
allá de los requisitos enunciados, la PaBAAC no brinda una información clara sobre
la documentación que un privado o un representante público tendrían que entregar
al Ministerio de Cultura. Aun así, junto con la arquitecta Claudia Tombini y profe-
sionales del sector, se elaboró un dossier con los documentos requeridos para valorar
el edificio, de manera que se dio una respuesta científica y sólida a los ocho puntos
citados. Este documento comprendía una descripción general del edificio, un análisis
histórico y de la obra de Angelo di Castro4, registros fotográficos y catastrales y el
levantamiento arquitectónico. Se incluyeron más de 5000 firmas y cartas de apoyo
de personajes e instituciones relevantes del mundo de la arquitectura y la cultura,
tales como Giovanni Carbonara, DOCOMOMO Italia y el Colegio de Arquitectos de
Roma. El texto fue presentado al Ayuntamiento de Roma y a la Región Lazio,
quienes después de varias reuniones aceptaron remitirlo en nuestro nombre al
Ministerio de Cultura, tras reconocer el valor del América como modelo de iniciativa
social y de salvaguarda del patrimonio moderno. Igualmente, la acción fue respaldada
por los principales medios de comunicación nacional e internacional en todos los
formatos de divulgación.
RESULTADOS Y CONCLUSIONES
El mayor logro obtenido ha sido conseguir unir al Ayuntamiento, a la Región y al mundo de la cultura con un discurso coherente. Se han
dado soluciones a problemas específicos y se reavivó el debate entre las instituciones
acerca de la vulnerabilidad del patrimonio moderno y de los espacios culturales en
los centros históricos. El proyecto de la sociedad Progetto UNO Srl se paralizó
gracias a una carta de la directora de la PaBACC, Maria Grazia Bellissario, en la
que se reconocía al edificio como un destacado ejemplo de la tipología del cine
italiano, debido a sus atributos arquitectónicos, su diseño, sus soluciones espaciales
y estructurales, su mobiliario y decoración interior. Además, se solicitó con carácter
4 Para tal fin se accedió a varias
fuentes, en especial al Fondo Archivio Di Castro Angelo, 1910-1989, ubicado en el Archivio Centrale dello
Stato, Soprintendenza archivistica del
Lazio (acceso en 2013).
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
71
pp. 5
8- 7
3
urgente adoptar las medidas
necesarias destinadas a su protección
y valorización.
Para completar la candidatura del
Cinema y para activar aún más el
debate, durante junio del 2014 se
presentó al Ministerio de Cultura otra
solicitud de Bien de Interés Cultural
por los mosaicos del interior del
edificio, realizados por el reconocido
escultor Pietro Cascella (Pescara,
1921 - Pietrasanta, 2008) junto a
su mujer, la pintora y escultora
Annamaria Cesarinni Sforza.
Durante una inesperada visita del Ministro de Cultura, Dario Franceschini, al América
en julio de 2014, en la cual le fueron enseñadas las obras de mantenimiento
efectuadas gracias a la autofinanciación (figura 7), el funcionario declaró que ambas
nominaciones estaban a punto de ser aprobadas para garantizar la continuidad del
lugar como cine. También señaló que el propietario del momento podía acogerse al
recién aprobado “Decreto Cultura”, pues este contempla la financiación de hasta un
30% de la restauración y actualización de las salas cinematográficas construidas y en
funcionamiento antes de 1980.
Figura 7. Resultado de las obras de mantenimiento (antes y después)Fuente: la autora
CRI
STIN
A M
AM
PASO
CER
RILL
OS /
/A
ccio
nes
para
la s
alva
guar
dia
del C
inem
a A
mér
ica
en T
raste
vere
(Rom
a)
72
No ha sido fácil llegar a este punto. Aunque las intenciones son buenas y el
patrimonio moderno “está de moda” entre las instituciones y los colectivos de
arquitectos, las acciones reales siguen reservadas a un círculo muy pequeño, la
normativa todavía permanece muy centrada en el concepto de “monumento” y se da
poco espacio para una amplia participación popular. Los procesos no son claros ni
directos y la propiedad privada no se compromete con determinación.
El Cinema América ha establecido un precedente en el modo de “hacer cultura”.
Simboliza el inicio de un cambio de sensibilización surgido desde abajo, comprometido
con la cultura, que servirá como modelo para experiencias similares en ciudades
donde el Patrimonio Moderno cumple un rol fundamental.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Intrieri, M. R. (2004). Itinerari Romani 2. Le sale cinematografiche tra Ricordo e
Attualità. Roma: Prospettive, Ordine degli Architetti di Roma e Provincia.
Jokilehto, J. (2003). Continuity and change in recent heritage. World Heritage
papers 5: Identification and documentation of modern heritage. Paris: Unesco.
Piacentini, M. (1918). Il Nuovo Corso “Cinema Teatro” in Piazza San Lorenzo in
Lucina in Roma. Architettura Italiana, 13, (5).
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Caccia, S. (2007). Luoghi e architetture del cinema in Italia. Pisa: ETS.
Carughi, U. (2012). Maledetti i vincoli. La tutela dell’architettura contemporanea.
Roma: Allemandi.
Pocas semanas después, el propietario
presentó un recurso en que apeló
al derecho de propiedad privada.
La sala, ocupada por estudiantes
universitarios de entre 16 y 21 años,
fue pacíficamente desalojada por las
fuerzas del orden. Pero la experiencia
no murió en ese momento, gracias
a la incondicional vocación civil de
los jóvenes, quienes trasladaron la
actividad cultural a las calles y plazas
de Roma. De tal modo, crearon una
mágica simbiosis entre los romanos y
el mundo del cine y la cultura. Incluso
el Presidente de la República escribió
personalmente una carta al movimiento
en la cual consideró como una acción
positiva el hecho de que en nombre
de la historia y la cinematografía
existieran personas entregadas a la
salvaguarda de teatros, espacios cul-
turales y cinematográficos en el centro
histórico de la ciudad. La consecuencia
inmediata fue la inscripción del Cinema,
el 28 de noviembre de 2014, en la
lista del Patrimonio Cultural del país,
dado su valor histórico, artístico y
arquitectónico. Además, se le dio el
nivel de protección máxima.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
73
pp. 5
8- 7
3
De Carlo, L. & Albisini, P. (1989). I luoghi della rappresentazione cinematografica. Per
una ipotesi di schedatura delle sale cinematografiche a Roma. Romacentro, (10).
Diniz Moreira, F. (2012). Os desafios postos pela conservação da arquitetura mo-
derna. CPC, (11), 152-187.
DOCOMOMO Italia (2008). Notizie dal moderno: Appello per il Cinema Ame-
rina in Trastevere a Roma. Recuperado el 1 de febrero de 2014, de www.
docomomoitalia.it
Finelli, L. & Foa, F. (2000). Angelo di Castro. Architetto Romano. Roma: Kappa.
International Council on Monuments and Sites. (2011). Approaches for the conser-
vation of twentieth-century architectural heritage. Recuperado el 5 de febrero
de 2014, de www.icomos-isc20c.org
Lavini, C. (1918). Il Cinematografo. Architettura Italiana, 13, (9).
Macdonald, S. (2013). Modern matters: Breaking the barriers to conserving Mo-
dern Architecture. Recuperado el 8 de marzo de 2014, de www.getty.edu
Mariano, F. (1983). Angelo di Castro, disegni, pitture, architetture: escritos de
Filiberto Menna, Paolo Portoghesi, Ludovico Quaroni. Roma: Kappa.
Muratore, G. & Veneziani, R. (1982). I Cinema nella Città, catalogo della mos-
tra documentaria sulla sale cinematografiche di Roma. Roma: Istituto per
l’Architettura Contemporanea.
Zevi, L. (2013). Il nuovissimo manuale dell’architetto. Roma: Mancuso.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
75
pp. 7
4- 9
1
AbstractResumen:Palabras clave:
Key words:
Sarmiento, J.M., Bermúdez, F.A. (2014). Patrimonio arquitectónico y sociedad en el Paisaje Cultural cafetero. Análisis de la percepción social y relación de saberes, Designa, 3(1), 74 - 91.
Architectural heritage and society in the coffee cultural landscape. Analysis of social perception and connection of knowledge
Architectural heritage, social appropria-tion of heritage, small town with cultural heritage value, participation of the local social groups.
This reflection paper is derived from research regarding the relationship between the people of Salamina (a Colombian town) and their cultural heritage, specifically their architectural heritage. Several studies supported by both the academia and government agencies have been carried out as part of the Colombian Coffee Cultural Landscape’s recognition. These surveys aim to define and characterize different aspects of that landscape from the technical view of experts. However, this knowledge has not been adequately confron-ted with the population’s daily wisdom. This limited participation of the local social groups results in the Cultural Coffee Landscape’s community having no awareness of itself as the living factor that guarantees the sustainability of such environment. In response to this reali-ty, the Universidad Nacional de Colombia´s School of Architecture Group of Heritage has undertaken two processes. Firstly, the identification of the inhabitant´s perceptions about the landscape and its architectural
Patrimonio arquitectónico, apropia-ción social del patrimonio, pueblos de valor patrimonial, participación comunitaria.
El presente artículo se presenta en la moda-lidad de reflexión derivada de una investi-gación con trabajo de campo sobre la forma como la comunidad de Salamina (Caldas) vive su patrimonio cultural en general, y específicamente, su patrimonio arquitectónico. Como parte del reconocimiento del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCCC) se han realizado múltiples estudios desde la academia y los entes gubernamentales, los cuales buscan definir y caracterizar los diferentes aspectos de ese paisaje a partir del conocimiento técnico de los expertos, aunque dicho conocimiento no se ha confrontado adecuadamente con los saberes cotidianos de la población. La escasa participación con los colectivos sociales locales deriva en que la sociedad integrante del PCCC no tenga real conciencia de sí misma como el factor vivo que garantiza la sostenibilidad de ese entorno. En respuesta a esta condición, el Grupo de Patrimonio de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (sede Manizales) ha desarrollado dos procesos.
Juan Manuel Sarmiento Nova1 Felipe Andrés Bermúdez Peña2
Patrimonio arquitectónico y sociedad en el paisaje cultural
cafetero. Análisis de la percepción social y relación de saberes3
Recibido: 22-ago-- 2014 Aceptado: 24-oct- 2014
*Artículo resultado de investigación en la línea “Investigación sobre Patrimonio Cultural: casos concretos”. Presentado como ponencia en el IV Seminario Internacional en Patrimonio: Gestión y Restauración, realizado en Tunja por la Universidad de Boyacá con la colaboración del Politécnico di Milano (Italia).
heritage. Secondly, the implementation of strategies leading to foster an enriching meeting between the technical knowledge and the everyday wisdom, as part of a joint work involving both the communities and the academy. One of those strategies is “Salami-na small feet”, a programme aimed to guide the children towards their cultural identity and the appropriation of their heritage. Thanks to all these experiences it is possible to conclude that in order to guarantee the conservation of the cultural heritage it is very important to assess such a wealth from the community perspective, involving the people in the processes. In this sense, implementing a pedagogical work in Salamina is a must.
AbstractEn primer lugar, un reconocimiento de las percepciones alrededor del PCCC y de su patrimonio arquitectónico en relación directa con los habitantes. El segundo consiste en la puesta en marcha de estrategias que propen-dan por el encuentro constructivo entre los saberes técnicos y los cotidianos, como parte de un trabajo conjunto con las comunidades y enriquecido con los aportes de la academia. Ejemplo de tales estrategias es el programa “Salamina para pies pequeños”, cuyo fin es orientar al ciudadano desde su niñez hacia la formación de una identidad cultural y la apropiación del patrimonio. Todo el trabajo ha permitido concluir la importancia de que la valoración del patrimonio cultural se haga inicialmente desde la perspectiva de la comunidad, la cual debe formar parte de ese proceso para garantizar la conservación de lo que se pretende proteger. En este sentido, es urgente implementar un trabajo pedagógico en Salamina.
Resumen:
1 Arquitecto Restaurador. Profesor Asociado de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo, Grupo de trabajo académico en patrimonio de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales. [email protected] 2 Arquitecto, egresado de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, en 2014. Su Proyecto de Grado “Estrategias para la apropiación social del patrimonio arquitectónico dentro del Paisaje Cultural Cafetero” fue dirigida por el Arquitecto Juan Manuel Sarmiento Nova. [email protected].
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
77
pp. 7
4- 9
1
INTRODUCCIÓN
El Grupo de Patrimonio de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia (sede Manizales) ha trabajado en el conocimiento y estudio del patrimonio cultural de la región del centro occidente colombiano (concretamente de Caldas) desde los años setenta del siglo XX cuando comenzó actividades. De hecho, este colectivo tomó parte, junto con la Gobernación del departamento,
en la gestación de la idea del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCCC),
en lo concerniente al estudio del territorio y la formulación del expediente que se
presentó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (Un¡esco)4.
En todo este proceso se ha tomado conciencia de la importancia capital de la
participación de la comunidad en la valoración de su patrimonio cultural, lo cual
no ha sido tenido en cuenta suficientemente cuando se ha estudiado el territorio
con miras al diseño de herramientas legales que pretenden conservar ese patrimonio.
Dichos estudios han sido elaborados desde la academia por expertos, sin que haya
mediado una real participación comunitaria en la construcción de esos instrumentos.
Esto ha derivado cierto rechazo, ante el desconocimiento de los propietarios de
inmuebles y de la comunidad en general.
En el caso concreto de Salamina, habitantes y propietarios tienen una vaga idea de
cuánto significa la declaratoria de la cual ha sido objeto su municipio. Saben que
eso tiene alguna repercusión en su forma de vida, pero nadie les ha educado
adecuadamente en los valores de la arquitectura y del urbanismo allí existentes,
tanto desde el punto de vista académico como desde el punto de vista social.
Desde la acción externa, quizá esa sea hoy la potencialidad más importante para
las viviendas del Centro Histórico del pueblo. Pero sobre el tema no existe
claridad ni suficiente información. ¿Cuál es el significado para los residentes de ese
Centro que sus viviendas y espacios públicos hayan sido declarados Bienes de
4 El PCCC fue declarado Patrimonio
Cultural de la Humanidad por la
Unesco en la sesión nro. 35 del
Comité de Patrimonio Mundial,
celebrada en París el 15 de junio de
2011 (Decisión 35 COM 8B.43).
78
//
Patri
mon
io a
rqui
tect
ónic
o y
soci
edad
en
el p
aisa
je
cultu
ral c
afet
ero.
Aná
lisis
de la
per
cepc
ión
soci
al
y re
laci
ón d
e sa
bere
s
MA
NU
EL S
ARM
IEN
TO /
FEL
IPE
PEÑ
A
Interés Cultural de carácter nacional?
La ausencia de participación ciudadana
ha derivado en que las políticas
planteadas para la conservación del
patrimonio, aunque cuentan con el
apoyo adecuado de la población, lejos
de conseguir una apropiación social de
los bienes patrimoniales generen cierto
tipo de rechazo.
Con el propósito de cerrar la brecha
entre la normatividad fría y la
comunidad, se diseñó una forma de
aproximación a la población del
común del municipio para identificar
así su conocimiento de esa arqui-
tectura que es objeto de estudios y
declaratorias, habitada y admirada por
los habitantes como parte de su vida,
así no terminen de comprender exacta-
mente en qué radica ese valor atribui-
do por expertos y académicos. Luego,
se elaboró un ejercicio de trabajo con
niños, orientado a introducirlos en
la apropiación de su patrimonio, de
manera que ello resulte algo inherente
a su vida, natural y casi congénito.
El método de trabajo escogido se basó en la experiencia directa con la comunidad,
para lo cual se diseñaron dos tareas relacionadas entre sí. De un lado, la revisión
bibliográfica, documental y de archivos, y de otro, el diálogo con la comunidad
mediante la realización de encuestas y entrevistas, como también una convivencia
durante un buen período en la población. De hecho, uno de los miembros del
equipo vivió en Salamina por un tiempo, participó en las actividades comunitarias
y festividades e incluso dictó talleres y seminarios a algunos grupos organizados del
municipio, como la Sociedad de Mejoras Públicas, la Corporación de Turismo y el
Comité de Cafeteros, entre otros.
ANTECEDENTES
La concepción de un Estado totalmente centralizado primó en Colombia hasta la promulgación de la Constitución Política de 1991, a partir de la cual se inició la descentralización regional y la participación
ciudadana. Una consecuencia de este proceso ha sido la implantación de estrategias
que acerquen a las comunidades hacia el logro del bien común, mediante la creación
de las Juntas Administradoras Locales (Ley 136 de 1994), la Veeduría Ciudadana
(Ley 850 de 2003) y las normas para la modernización de los municipios
(Ley 1551 de 2012).
De otra parte, antes de la Constitución del 91, lo referente al patrimonio cultural
era tratado como un tema de expertos, y por lo tanto, las determinaciones al respecto
se tomaban en instancias que involucraban, en algunos casos, a los administradores
locales, y principalmente, a la academia (investigadores de universidades) y a los
círculos del conocimiento. A su vez, cuando regía la Ley 163 de 1959 −antes
de la promulgación de la Ley General de Cultura (Ley 397 de 1997)− las
declaratorias de monumentos nacionales las hacía el Gobierno Nacional (Ministerio
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
79
pp. 7
4- 9
1de Educación), tras el concepto del
Consejo de Monumentos Nacionales.
Generalmente, esas declaratorias se
producían por solicitud de instituciones
académicas, centros de estudio,
autoridades municipales o personalidades
destacadas, sin que mediara un
examen profundo previo, sin contacto
alguno con la comunidad poseedora
del bien, y sin realizar procesos de
información y socialización con esas
comunidades.
La primera manifestación de interés
hacia la arquitectura de Salamina de
la que se tenga constancia se dio en
1975, cuando el arquitecto Álvaro
Gutiérrez, profesor de la Universidad
Nacional, solicitó asesoría al Instituto
Colombiano de Cultura (Colcultura)
para efectuar un ejercicio académico
en el Centro Histórico del municipio.
Poco después se llevó a cabo el
Estudio del patrimonio cultural de
Antioquia y el Viejo Caldas (Orozco,
1979), a cargo de la Universidad
Nacional - Sede Medellín y enfocado
en esas regiones del centro occidente
de Colombia. Posteriormente, una
comisión encabezada por un arquitecto
de Colcultura visitó Salamina e hizo un
reconocimiento de sus atributos patrimoniales. También se desarrollaron los trabajos de
James Parsons, La Colonización Antioqueña en el occidente de Colombia (1961), y
del profesor Néstor Tobón, Arquitectura de la Colonización Antioqueña (1986-1989).
En 1982 el Consejo de Monumentos Nacionales expidió la Resolución 002 del
12 de marzo mediante la cual se proponía al Gobierno Nacional que el Centro
Histórico de Salamina fuera declarado Monumento Nacional. Solo hasta el 2005,
mediante la Resolución 0087, el Ministerio de Cultura declaró dicho Centro como
Bien de Interés Cultural de carácter nacional, basado en la Ley 397 de 1997.
En 1990 la Alcaldía de Salamina contrató con la Universidad Nacional de
Colombia - Sede Manizales, el estudio y la elaboración de la reglamentación del
Centro Histórico, en cuyo proceso se hicieron algunos contactos con la comunidad.
Sin embargo, esta no llegó a entender el valor de su patrimonio cultural en general, y
específicamente, del arquitectónico y urbanístico.
En 2012 el Ministerio de Cultura abrió la licitación para el Plan Especial de Manejo
y Protección (PEMP), el cual se elaboró y entregó a dicha cartera. En su estudio, la
firma ejecutora realizó varios talleres con la comunidad, pero estos tuvieron muy baja
asistencia y respuesta, incluso de la administración municipal.
Ahora bien, desde el punto de vista conceptual, el desarrollo del proyecto de
apropiación social del patrimonio partió de una visión de este “como algo de todos
y que abarca lo que es heredado y nos rodea” (Querejazu, 2003, p. 48). Esta
concepción integral se aleja de la visión “monumentalista”, propia de la herencia fran-
80
//
Patri
mon
io a
rqui
tect
ónic
o y
soci
edad
en
el p
aisa
je
cultu
ral c
afet
ero.
Aná
lisis
de la
per
cepc
ión
soci
al
y re
laci
ón d
e sa
bere
s
MA
NU
EL S
ARM
IEN
TO /
FEL
IPE
PEÑ
A
cesa del siglo XIX, y le otorga valor a
la dimensión sociocultural como base
para estudiar y gestionar el patrimonio.
El objetivo de conservar un bien
patrimonial se configura entonces a
partir de la influencia positiva que
pueda tener en la comunidad. Esta
relación estrecha entre las políticas de
gestión del patrimonio y la partici-
pación de la población determina
que las percepciones sociales de los
habitantes influyan en los criterios
para definir cuáles bienes preservar y
cuáles no. Esto cambia el punto de
vista de la primera mitad del siglo XX,
cuando se otorgaba autonomía total al
criterio del Estado, representado en la
mayoría de los casos por académicos
expertos.
Esa visión sociocultural también ha
transformado los agentes que inter-
vienen en las políticas de conser-
vación, sumado a que “la cuestión
del patrimonio ha desbordado a los
dos responsables de estas tareas, los
profesionales de la conservación y el
Estado” (García Canclini, 1993,
p. 22). Se ha puesto de manifies-
to la importancia de otorgarle a la
comunidad un papel protagónico en los procesos de preservación, valorización y
difusión del patrimonio, como es el caso del arquitectónico. Solo una participación
así puede garantizar una sostenibilidad de ese acervo cultural: “Si la comunidad no
lo usa, si no está vivo, si no se inserta en su día a día, no le pertenece, y entonces,
estará condenado a la manipulación, el falseamiento, y a la larga, a la desaparición.”
(Querejazu, 2003, 49).
Para que la comunidad tenga un papel activo en la gestión del patrimonio es nece-
sario desarrollar procesos orientados a estimular la inclusión y la apropiación social.
De allí derivan los conceptos de construcción de saberes y apropiación social del
patrimonio. La búsqueda de una construcción de saberes promueve la identificación
y valorización de las percepciones y los conocimientos tradicionales en la investigación
y el reconocimiento de entornos patrimoniales que realiza la academia, así como
en la difusión y promoción de estos procesos. A su vez, la apropiación social del
patrimonio se encamina a otorgarle a la comunidad un papel efectivo en las políticas
de identificación, valoración, conservación y difusión de la riqueza patrimonial. La
socióloga Martha Helena Barco define así el término apropiación: “Apropiarse es
‘hacer suyo’ no desde la perspectiva de la propiedad del bien a alcanzar, sino desde
la perspectiva de la responsabilidad de su destino.” (2010, p. 1).
Alrededor de estos conceptos se han desarrollado las dos etapas del proyecto. La
primera fase fue de diagnóstico y la segunda correspondió a una experiencia práctica
de apropiación social en Salamina.
CONSTRUCCIÓN DE SABERES
En esta fase se tuvo como objetivo observar la percepción de la comunidad local alrededor de su patrimonio cultural, específicamente del
arquitectónico, existente en el PCCC. Se consideró pertinente tomar en cuenta las
impresiones de los habitantes al definir y caracterizar dicho patrimonio, pues se trata
del primer paso para conferir a la gestión patrimonial un carácter incluyente y
participativo. El entorno urbano y rural de Salamina fue el área de estudio escogida.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
81
pp. 7
4- 9
1
Se definieron grupos objetivo que
presentaban relativa homogeneidad en
cuanto a sus percepciones del
entorno. Su conformación se estableció
alrededor de los siguientes criterios:
edad, lugar de residencia (cercanía
con un centro densamente poblado),
y rol (oficio) dentro del paisaje.
Igualmente, se determinaron dos
metodologías para recoger la
percepción social:
- Cualitativa: se utilizó la entrevista
semiestructurada y la entrevista estruc-
turada; como también observación
directa y ordenación de imágenes.
- Cuantitativa: mediante la aplicación
de la encuesta.
Observaciones sobre el desarrollo de
la investigación
El trabajo se efectuó tanto en el casco urbano de Salamina como en su área rural (se visitaron ocho veredas). En general, la re-
cepción de la comunidad fue positiva
y solo en algunos casos hubo inconvenientes para desarrollar los estudios cualitativos,
si bien esto se debió a la falta de formación en temas sociológicos de los autores. A
continuación se presentan las preguntas formuladas, las tablas de resultados y unas
reflexiones puntuales sobre estos.
Hay un desconocimiento considerable por parte de la población local acerca del
término Paisaje Cultural Cafetero y lo que este implica. Incluso, en algunos sectores
la desinformación es absoluta. Ese grado de conocimiento se puede clasificar
alrededor de unos colectivos sociales con características comunes.
Ante la pregunta “¿Ha escuchado hablar del Paisaje Cultural Cafetero?”, un 59% de
las personas entrevistadas dijo hacer escuchado en alguna ocasión el término, en tanto
un 41% dijo no haberlo hecho. Para establecer qué características sociales determinan
el grado de conocimiento, las respuestas se clasificaron, igualmente, en función de los
siguientes factores: edad, ubicación (cercanía con un centro urbano) y oficio.
Tabla 1. Conocimiento del PCCC desde la edad del encuestado.Fuente: F. Bermúdez P., 2014.
82
//
Patri
mon
io a
rqui
tect
ónic
o y
soci
edad
en
el p
aisa
je
cultu
ral c
afet
ero.
Aná
lisis
de la
per
cepc
ión
soci
al
y re
laci
ón d
e sa
bere
s
MA
NU
EL S
ARM
IEN
TO /
FEL
IPE
PEÑ
A
El grado de educación no se con-
sideró aparte pues se encontró una
asociación bastante directa entre este
factor y la edad. De hecho, el nivel
educativo de los entrevistados era
común en ciertos rangos etarios. Como
se pone en evidencia, hay una relación
proporcional entre los dos factores: a
mayor edad existe un mayor
desconocimiento sobre el PCCC.
Esto está vinculado también con la
relación inversamente proporcional
entre los factores.
Cercanía con un centro urbano
Se consideró un valor en tiempo que tuviera en cuenta el sistema de movilidad utilizado por los residentes y reflejara la distancia entre su sitio de residencia y el centro urbano. Dicho valor indicó más claramente la
realidad de quienes deben desplazarse
a través de carreteras de tierra en
malas condiciones.
Es notable la relación entre la cercanía con el centro urbano y el grado de conoci-
miento. Esto puede tener dos explicaciones: los habitantes de sectores próximos a
ese centro desarrollan sus actividades de sustento en función de las dinámicas del
mismo, lo cual implica visitarlo con asiduidad. Segundo, los turistas que llegan allí
suelen ir a las poblaciones rurales ubicadas en sus inmediaciones y en consecuencia,
los residentes de estas áreas tienen un grado de conocimiento diferente del PCCC.
Tabla 2. Conocimiento del PCCC desde la ubicación de la residenciaFuente: F. Bermúdez P., 2014.
Tabla 3. Conocimiento del PCCC desde la propiedad de la tierraFuente: F. Bermúdez P., 2014.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
83
pp. 7
4- 9
1
Como se ve, el grupo conformado
por los propietarios de fincas grandes
y medianas está más familiarizado con
el término. En contraste, los jornaleros
son quienes menos conocimiento mani-
fiestan sobre el tema. A partir de esto
se puede concluir que hay personas
prácticamente sin referencia alguna
del PCCC. Este grupo presenta las
siguientes características:
- Distancia superior a una hora respec-
to al centro urbano (Salamina);
- Edad superior a los 50 años;
- Desempeño como pequeño
propietario o subordinado.
Respecto a los medios de difusión em-
pleados para informar a la población
acerca del PCCC, de acuerdo con su
importancia son los siguientes:
La idea que tiene la comunidad sobre el significado del PCCC es vaga y en muchos
casos distorsionada en relación con las definiciones formuladas por las comisiones
externas. Así, entre quienes afirmaron conocer el término, el 23,5% contaba con
una noción correcta de lo que era, en tanto el 76,5% poseía una apreciación
errónea o carecía de conocimiento alguno. Más aun, solo un 14% de la población
rural de Salamina tuvo una idea acertada. Algunas expresiones que ponen de
manifiesto su visión sobre el particular son:
- “Serán fincas cafeteras bien bonitas, muy tecnificadas, muy bien arregladitas”.
- “Será la cuestión de los caficultores”.
- “Yo entiendo que va a ser la octava maravilla del mundo. Y pues eso es puro
turismo…por las montañas llenas de café”.
Tabla 4. Medios para informar sobre el PCCCFuente: F. Bermúdez P., 2014.
84
//
Patri
mon
io a
rqui
tect
ónic
o y
soci
edad
en
el p
aisa
je
cultu
ral c
afet
ero.
Aná
lisis
de la
per
cepc
ión
soci
al
y re
laci
ón d
e sa
bere
s
MA
NU
EL S
ARM
IEN
TO /
FEL
IPE
PEÑ
A
En las zonas cercanas al casco urbano del municipio es recurrente la relación con el
turismo. Por el contacto con los turistas, la idea del PCCC está íntimamente ligada a
un tema de marketing turístico. Asimismo, los habitantes de esas regiones
confieren gran importancia a la construcción en guadua de las viviendas para
reforzar esa imagen de lo vernáculo a la que consideran un rasgo distintivo del sector
y atrayente principal para los visitantes.
Ante la pregunta “En caso de tener que volver a hacer su casa, ¿con qué material/
técnica constructiva la haría?”. Las opciones disponibles eran: material5, bahareque,
tierra. Entre los entrevistados un 76% escogió “material”, un 18% “bahareque”
y un 6%, “tierra”. Quienes seleccionaron “bahareque” tienen, en su mayoría, un
conocimiento del PCCC y coinciden, por lo tanto, con los grupos sociales descritos
en la pregunta “¿Ha escuchado hablar del Paisaje Cultural Cafetero?”. Casi todas
las personas que optaron por “material” no poseen referencia alguna del PCCC y
aunque en algunos casos la tienen, consideran de poca o ninguna importancia la
técnica constructiva empleada.
5 En la región, popularmente se cono-
ce como “material” a los elementos y
las técnicas de construcción diferentes
al bahareque, la tapia pisada, la tierra
cruda, la guadua y la madera. Así, el
término abarca a los productos resul-
tantes de un proceso industrializado,
entre los cuales se cuentan el ladrillo
cocido, el cemento, el concreto, el
hierro y el aluminio.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
85
pp. 7
4- 9
1
Comentarios en cuanto a las percep-
ciones sociales
En el casco urbano, un porcen-taje relativamente escaso de la población está orgulloso de sus inmuebles y les brinda un cuidado adecuado. Estas per-
sonas, generalmente pertenecientes
a estratos altos, reconocen un valor
cultural en sus viviendas pero no saben
necesariamente con exactitud en qué
radica ese valor ni tienen conciencia
de su condición como patrimonio
arquitectónico.
Un alto porcentaje de la población
residente en las áreas rurales no
posee autoconciencia del PCCC en
cuanto a sus características, atributos y
valores. Por consiguiente, no le otorga
un sentido patrimonial a su legado
arquitectónico.
En general, la población se siente muy identificada con la tipología de vivienda
tradicional en lo referente a su estética y espacialidad. Sin embargo, se le otorga
poco o ningún valor a la materialidad (guadua, madera, tierra) y a técnicas constructivas
como el bahareque, pertenecientes a su patrimonio arquitectónico. Consideran que
una vivienda construida con estas técnicas es más difícil de mantener y no ofrece
niveles apropiados de bienestar.
Existe cierta percepción negativa frente a las políticas implementadas para la conser-
vación del patrimonio. Esto es consecuencia de la normativa que
impide la intervención indiscriminada de las viviendas patrimoniales, así como de la
falta de incentivos económicos existente en la mayoría de municipios.
Comentarios en cuanto al grado de conocimiento
Hay un desconocimiento generalizado frente a las políticas de recono-cimiento y difusión del legado patrimonial del PCCC realizadas por los entes oficiales. El grado de conocimiento se asocia con las características de
cada grupo social.
El conocimiento sobre técnicas constructivas tradicionales se ha ido perdiendo. Cada
vez es más difícil encontrar a una persona con las nociones necesarias para construir
en tapia pisada o en bahareque. Los métodos para conservar las viviendas tradiciona-
les que antes eran muy populares han caído en desuso, lo cual repercute directamen-
te en el estado de los bienes inmuebles.
Comentarios en cuanto a las actitudes
Un porcentaje importante de la población muestra disposición para conservar los inmuebles patrimoniales si el Estado ofrece respaldo técnico y financiero.
86
//
Patri
mon
io a
rqui
tect
ónic
o y
soci
edad
en
el p
aisa
je
cultu
ral c
afet
ero.
Aná
lisis
de la
per
cepc
ión
soci
al
y re
laci
ón d
e sa
bere
s
MA
NU
EL S
ARM
IEN
TO /
FEL
IPE
PEÑ
A
En el ámbito rural existe un consenso
generalizado de la población alrede-
dor de la idea de proteger y preservar
la arquitectura tradicional de la región.
Sin embargo, un porcentaje conside-
rable estima valiosa la conservación
de la estética y la espacialidad, mas
no de la materialidad y las técnicas
constructivas.
Existe una relación entre el grado de conocimiento de los diferentes colectivos socia-
les sobre el PCCC y su postura frente a conservar o no la arquitectura tradicional.
Esto pone de manifiesto la importancia de difundir el conocimiento.
El trabajo de campo y los comentarios previos evidencian la amplia tarea por hacer.
Las influencias recibidas por la región, fruto de un mundo cada vez más globalizado,
han hecho caer en desuso aquellas actividades socioculturales que mantenían vigente
el legado arquitectónico. Es necesario realizar procesos de difusión y apropiación
social orientados a fortalecer el conocimiento de la comunidad sobre los atributos
de su patrimonio y las técnicas para conservarlo. Asimismo, es preciso desarrollar
políticas de conservación de los bienes arquitectónicos que otorguen un papel activo
a los grupos locales.
APROPIACIÓN SOCIAL
Salamina para pies pequeños
La siguiente fase de la investigación consistió en la puesta en práctica de una estrategia para la consecución de los objetivos planteados, ante la realidad que aqueja a los salamineños de la falta de conocimiento de su
patrimonio cultural. Se constató la pertinencia de acometer una gran campaña de
educación de la comunidad en varios frentes de trabajo: con niños, jóvenes, adultos,
tercera edad, campesinos, amas de casa, comerciantes, prestadores de servicios, au-
toridades y magisterio, entre otros. De todo este universo se comenzó con los niños
en una primera experiencia destinada a aproximarlos a la identificación del patrimonio
natural, cultural y arquitectónico. Naturalmente, este proceso debe continuar a
medida que el menor crece y profundiza sus conocimientos.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
87
pp. 7
4- 9
1
Metodología
Se conformaron dos grupos de 20 niños y niñas con edades entre 6 y 12 años, residentes en Salamina. Con ellos se desarrollaron 14 talleres de dos
horas de duración cada uno, en los que se efectuaron recorridos y experimentos.
Diseño de los módulos
Para el diseño de los módulos didácticos se consultó una base biblio-gráfica de la cual vale la pena destacar, entre otras publicaciones, el Manual
Guía para enseñar patrimonio cultural a jóvenes en Colombia (Ministerio de Cultura
de Colombia, 2012) y Proyectos Fascinantes (Colección de libros sobre ciencias
naturales para niños, 2006).
Tabla 5. Módulos de trabajo con los niñosFuente: J. M. Sarmiento N., 2013.
Esa experiencia fue el programa
de educación ambiental y cultural
“Salamina para pies pequeños”, el
cual pretendió acercar a los niños
del municipio al conocimiento de su
patrimonio cultural y natural, y de este
modo, generar en ellos un sentido de
identidad y pertenencia social
hacia el PCCC.
88
//
Patri
mon
io a
rqui
tect
ónic
o y
soci
edad
en
el p
aisa
je
cultu
ral c
afet
ero.
Aná
lisis
de la
per
cepc
ión
soci
al
y re
laci
ón d
e sa
bere
s
MA
NU
EL S
ARM
IEN
TO /
FEL
IPE
PEÑ
A
Para cada módulo se diseñaron
actividades como dibujarse a sí mismo
y al compañerito, dibujar animales y
plantas y coleccionarlas en un herba-
rio. También se hicieron experimentos
prácticos sobre diferentes temas: cómo
afectan la luz solar y el agua la vida
de una planta, la descomposición de
los residuos, las propiedades del aire,
entre otros. Se realizaron recorridos
arquitectónicos por el pueblo, en
los cuales los niños identificaban los
elementos y las formas que más les lla-
maban la atención. Los talleres sobre
juegos tradicionales de calle permitie-
ron a los pequeños conocer entreteni-
mientos desconocidos para ellos pero
tradicionales para las generaciones de
sus padres y abuelos, tales como el
trompo, el salto de lazo, el balero
y el diábolo. Para el acercamiento a
la naturaleza y al medio ambiente se
vieron las películas Happy Feet y la
Era del hielo y Narigota, seguidas por
cine-foros. Finalmente, se organizó una
Figura 1. Día de los aborígenes: los niños disfrazados de indígenas. Fuente: fotografía de J. M. Sarmiento
Figura 2. Día de los aborígenes: los niños en su visita al Museo Arqueológico de la Casa de la CulturaFuente: fotografía de J. M. Sarmiento
exposición de fotografías sobre las actividades del proceso. Esta muestra tuvo lugar
un domingo en el parque principal del pueblo y se aprovechó la salida de las misas
del día para que los menores guiaran a sus padres, familiares y comunidad en general,
a través de esas imágenes ilustrativas de cuánto habían hecho y aprendido.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
89
pp. 7
4- 9
1
Figura 3. Día de los colonos y la arriería: los niños en un recorrido por sitios representativos del pueblo. Fuente: fotografía de J. M. Sarmiento
Figura 4. Día de los colonos y la arriería: los niños con disfraces de la colonización antioqueña. Fuente: fotografía de J. M. Sarmiento
90
//
Patri
mon
io a
rqui
tect
ónic
o y
soci
edad
en
el p
aisa
je
cultu
ral c
afet
ero.
Aná
lisis
de la
per
cepc
ión
soci
al
y re
laci
ón d
e sa
bere
s
MA
NU
EL S
ARM
IEN
TO /
FEL
IPE
PEÑ
A
Este proyecto logró su objetivo de
fortalecer la conciencia de los niños
sobre su entorno ambiental y construi-
do, como también en relación con su
legado cultural inmaterial. Se reforzó
en ellos el sentido de identidad y
pertenencia hacia ese legado y se dejó
una idea, quizás de manera incons-
ciente, de que el desarrollo social en
el ámbito regional pasa por rescatar
esa riqueza cultural y ambiental.
CONCLUSIONES
Este trabajo no está terminado. Nuestro deseo es tener un mayor acercamiento con la comunidad y conocer su verdadero sentir hacia su patrimonio cultural y sus dinámicas. De este modo, pretendemos diagnosticar
mejor su realidad, para lo cual también esperamos contar con la participación de
profesionales de las ciencias sociales (Sociología, Trabajado Social) con experiencia
en trabajo con comunidades, etapa que no se ha iniciado aún.
Hemos detectado dos situaciones para las que es preciso encontrar soluciones:
- Falta fundamental de conocimiento por parte de la comunidad sobre su patrimonio
arquitectónico y urbanístico, e incluso sobre el patrimonio mueble (de uso doméstico
y religioso).
- Falta de conciencia ciudadana, de sentido de pertenencia por lo colectivo, de
compromiso con lo comunitario.
Consideramos que una forma de solucionar estos dos problemas es mediante la edu-
cación de los niños y los jóvenes en las instituciones educativas. Esto implica diseñar
programas curriculares transversales por niveles desde las ciencias sociales. Así, por
medio de una estrategia educativa se pretende:
- Aportar a la calidad de la educación básica primaria y media.
- Contribuir al proceso de formación cívica y al fortalecimiento de la cultura ciuda-
dana, condición indispensable para la transformación co-responsable de la sociedad
hacia desarrollos sustentables.
- Aplicar una pedagogía para el conocimiento, la valoración y apropiación de los
patrimonios naturales y culturales, requisito esencial para dar vía legal a los planes
participativos de manejo en las zonas declaradas.
- Crear metodologías participativas aplicables en las distintas zonas del territorio
nacional donde existan bienes declarados o por declarar.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
91
pp. 7
4- 9
1
Barco, M. H. (2010). Participación y apropiación, herramientas que viabilizan la
extensión de la jornada escolar en el nivel de básica primaria. Trabajo inédito.
Bermúdez, F. A. (2014). Estrategias para la apropiación social del patrimonio ar-
quitectónico dentro del Paisaje Cultural Cafetero. Proyecto de Grado para
optar por el título de arquitecto. Universidad Nacional de Colombia, Sede
Manizales. Trabajo Inédito.
Garcia Canclini, N. (1993). Los usos sociales del Patrimonio Cultural. En E. Aguilar
Criado (Ed.). Patrimonio Etnológico. Nuevas perspectivas de estudio (pp.
16-33). Andalucía, España: Consejería de Cultura, Junta de Andalucía.
Orozco, F. y otros. (1979). Estudio del Patrimonio Cultural de Antioquia y el Vie-
jo Caldas. Colombia: Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín,
COLCULTURA. Trabajo inédito.
Parsons, James. (1997). La colonización antioqueña en el occidente de Colombia.
Colombia: El Áncora Editores.
Querejazu, P. (2003). La apropiación social del patrimonio. Antecedentes y contex-
to histórico. En: Cuadernos de Patrimonio Cultural y Turismo, CAB, Somos
Patrimonio N. 3. Bogotá.
Sarmiento, J. M. (2013). Salamina para pies pequeños. Informe final del proyecto
realizado en la Escuela Taller de Caldas con el apoyo de CORPOCALDAS.
Colombia. Trabajo inédito.
Tobón B., N. (1986-1989). Arquitectura de la colonización antioqueña, Tomos I,
II, III, IV y V. Colombia: Universidad Nacional de Colombia.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
93
pp. 9
2- 1
21
Key words:
Palabras clave:
AbstractResumen:
Hidalgo, A., Torres, I.M., Llanos, J.A. (2014). Identificación e incorporación de elementos del patrimonio urbano difuso tunjano al Ciberecomuseo “MUTUA”, Designa, 3(1), 92 - 121.
Identification and incor-poration of tunja´s urban unknown heritage elements into the virtual-eco-museum “Mutua”
*- Adriana Hidalgo - Profesora Titular de la Universidad de Boyacá y directora del grupo de investigación Nodos. Arquitecta de la Universidad de Nacional de Colombia. Doctora del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, España.
This research article is derived from the project The virtual museum: a medium to recognize Tunja´s urban unknown heritage. The paper describes how significant elements pertaining to the urban unknown heritage of Tunja (a Colombian intermediate city) were selected for being incorporated into a virtual-eco-museum, which represented the project´s first aim accomplishment. The partial results exemplifies the process of identifying those elements along to their associated cultural ideas, as well as the usage of Information and Communication Technologies (ICT) for the dissemination, recognition and assessment of such stuff. The qualitative research that has been carried out comprises documentary re-vision, fieldwork, interdisciplinary discussion, analysis of criteria, user interface design, web development and principles of Virtual Lear-ning Objects. The process has demonstrated the TIC´s versatility and potential to propose didactic and communicative options leading to reflect about the values and the relevance of the heritage assets unveiled.
Este artículo resultado de investigación se deriva del proyecto El cibermuseo: un medio para reconocer el patrimonio urbano difuso de Tunja1. El texto da cuenta del recorrido seguido para dar cumplimiento al primer ob-jetivo propuesto, como es la incorporación al ciberecomuseo Mutua de distintos elementos representativos del patrimonio difuso de dicha ciudad intermedia colombiana. Mediante los resultados parciales se ilustra una experiencia de identificación y selección de objetos y de sus imaginarios asociados, como también de la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en su divulgación, reconocimiento y evaluación. La investigación desarrollada es de tipo cualitativa e incorpora acciones de consulta documental, indagación en terreno, discusión interdisciplinaria, evaluación de criterios, diseño de interfaz gráfica, desarrollo web y aplicación de principios de los Objetos Virtuales de Aprendizaje. El proceso ha evi-denciado la versatilidad y el potencial de los lenguajes y las herramientas de las TIC para proponer alternativas didácticas y narrativas que enmarcadas en una dinámica comunicati-va, conlleven a reflexionar acerca del valor y la pertinencia de los bienes identificados.
Cultural heritage, virtual museum, eco-museum, Information and Communication Technologies, territory.
Patrimonio cultural, Museo Virtual, Ecomuseo, Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), Territorio.
Recibido: 27-jun-- 2014 Aceptado: 26-sep- 2014
Adriana Hidalgo, Iván Torres, Julian Llanos*
Identificación e incorporación de elementos del patrimonio
urbano difuso tunjano al ciberecomuseo “Mutua”.
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
94
La investigación de la cual se presenta aquí una de sus etapas se orienta hacia el reconocimiento y la divulgación de testimonios y marcas referenciales inherentes a procesos urbanos e históricos registrados en la región centro-oriental colombiana, que debido a su significado pueden
considerarse como patrimonio aunque carecen de un amplio reconocimiento por parte
de la ciudadanía y las autoridades. En efecto, mediante el empleo de las TIC, el
Museo Territorial Urbano de los Andes Nororientales (Mutua) apunta a seleccionar
algunos de esos referentes y reproducirlos en su plataforma de internet con el fin de
otorgarles visibilidad, propiciar su estudio y diagnosticar su posible percepción por
parte de las comunidades con las cuales interactúan. Esto último, a su vez, constituye
una base aprovechable en eventuales programas oficiales o particulares de
planeación e intervención.
La investigación emprendida, de tipo descriptivo longitudinal y enfoque cualitativo,
consta de varias fases. Inicialmente los elementos integrantes del recorrido virtual
planteado se encuentran en el área urbana de Tunja, de tal suerte que al emprender
la primera etapa del proyecto, se buscó responder a esta pregunta: ¿cómo incorporar
al museo virtual los elementos representativos del patrimonio difuso de dicha ciudad
que sean identificados? A partir de este interrogante se examinaron diversos bienes
INTRODUCCIÓN
-Ivan Torres - Profesor asistente e Inves-tigador del grupo Nodos. Diseñador Gráfico de la Universidad Nacional, especialista en multimedia e internet, Magister en E.learning, certificado por Sun Microsystem en SCJP 310-035.
-Julian Llanos - Profesor asistente e Investigador del grupo Nodos. Comunicador Social.
1 Investigación liderada por el grupo Nodos de la Universidad de Boyacá y cofinanciada entre esta Institución y el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia (Colciencias), tras ser seleccionada en la convocatoria 609 de 2013 de Colciencias, “Arte, Cultura y diálogo de saberes”, enmarcada en el programa nacional de Ciencias Sociales y Humanas, en la línea “Patrimonio e innovación”. También hacen parte del proyecto los grupos investigativos Edutic, Giprocas y Ethos de la Universidad de Boyacá. A su vez, se encuentra articulado con la Red de Museos de Boyacá y la Red de Museos de Tunja y cuenta con el apoyo de la Fundación Santa Clara la Real. La propuesta consiste en la creación y puesta en funciona-miento del Museo Territorial Urbano de los Andes Nororientales (Mutua), actualmente concebido como un espacio que mediante su existencia en Internet apunta a posibilitar la recopilación, divulgación, valoración y eventual intervención de diferentes expresiones patrimoniales, tanto materiales como inmateriales, carentes de un reconocimiento masivo y de declaratoria monumental.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
95
pp. 9
2- 1
21
revestidos de carácter patrimonial, pero carentes de reconocimiento y afectados por
la relegación y el abandono. Tras reunir documentos y testimonios que brindaron
datos sobre sus posibles valores, se determinó de manera consensuada cuáles ingresa-
rían a Mutua. En cumplimiento de estas actividades se emplearon fichas de evalua-
ción y registros, se efectuaron entrevistas, reuniones y paneles con expertos.
Seguidamente, los elementos seleccionados se estudiaron con mayor detalle y se
indagó documentación adicional relacionada con ellos. De este modo, se obtuvo una
base sólida para elaborar las representaciones de dichos bienes, las cuales puedan ser
intervenidas por los visitantes en el espacio virtual. A su vez, se abordó el diseño de
actividades interactivas, simulaciones y modelaciones basadas en las TIC. Con el fin
de obtener un marco referencial suficiente para realizar este proceso, se examinaron
actividades y dinámicas afines desarrolladas por otros museos existentes en el cibe-
respacio, tarea en la que se utilizaron fichas de análisis y de contenidos. Finalmente,
para concluir esta etapa inicial se efectuó una prueba de diseño con el Aeropuerto,
uno de los objetos escogidos como exponente del patrimonio difuso urbano tunjano.
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
96
Ya que los primeros objetos del
recorrido virtual se encuentran en el
territorio de Tunja, la propuesta posee
una conexión con la idea del ecomuseo.
En consecuencia, es necesario, ante
todo, revisar este y otros referentes
teóricos, en especial aquellos
asociados con los museos virtuales y
la digitalización como alternativa para
la conservación y difusión patrimonial.
Asimismo, se presentan algunas
experiencias que han servido para
obtener una mirada contextual a los
antecedentes en este campo. De tal
forma, se realiza una aproximación a
la sustentación teórica y referencial
del trabajo. Hecho esto, se puntualizan los criterios −enmarcados en la noción de
patrimonio difuso− considerados en la escogencia de los elementos. Posteriormente
se reseñan las características de estos y los valores evaluados en su selección, para
finalizar con los ejes temáticos que sustentan el guion de la puesta en escena inicial
de Mutua.
FUNDAMENTOS TEÓRICOS, CONCEPTUALES Y REFERENCIALES
En la actualidad se presencian realidades contrarias en cuanto se refiere a la preservación y difusión de aquellas manifestaciones revestidas de valor histórico y cultural para un grupo social. Por una parte, no pocos
propósitos en esta dirección se ven soslayados cuando la agenda de los gobiernos
considera otras complejidades como merecedoras de una atención más prioritaria.
Asimismo, son evidentes y numerosos los episodios en que las expresiones
representativas de una identidad o de un acervo colectivo son olvidadas, relegadas
e incluso deliberadamente destruidas. No obstante, alrededor del planeta es posible
descubrir iniciativas de divulgación, protección y valoración de aquellos bienes
patrimoniales portadores de significados y probables identidades. En este terreno,
las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han posicionado como
herramientas versátiles, con un potencial en permanente expansión y de alcances aún
sorprendentes.
Esta presencia de las TIC posee distintas variantes. Así, en las sedes de los museos
–entornos siempre asociados con el patrimonio− se han implementado recursos
multimedia orientados a incrementar y diversificar el acto comunicativo entablado
entre la narrativa expositiva y los visitantes, pues como ha señalado Castellanos
(1998), “la estructura de un museo le convierte en un emisor de mensajes científicos,
de estímulos, cuyo interés es influir en los visitantes” (p. 4). También se ha
tornado constante que estas instituciones cuenten con un sitio web donde presentan
versiones digitalizadas de algunas de sus colecciones, proponen excursiones virtuales
y ejercicios interactivos, y ofrecen datos de interés para los visitantes o de
complemento sobre lo presentado en las salas.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
97
pp. 9
2- 1
21
Igualmente, han surgido espacios virtuales que mediante un trabajo en red caracterizado
por la discusión de experiencias, la circulación de información y la “visibilización” de
contenidos en múltiples formatos, potencian procesos de exploración, valorización y
gestión de la riqueza patrimonial. Algunos de estos entornos adoptan el carácter de
museos y asumen las tareas reconocibles y aceptadas para las instituciones museísticas
desde el advenimiento de la Nueva Museología (educación, servicio a una sociedad,
investigación, exposición) aunque su ejercicio se verifica exclusivamente en el ciberespacio.
Los museos en el ciberespacio.
Los museos son guardianes de variadas expresiones de la historia del mundo, y en
particular, de la existencia humana a lo largo de las épocas. Si bien esta función
primordial no desaparecerá, la forma como se realiza está cambiando y tal viraje
seguirá incrementándose en el futuro inmediato. En este sentido, las TIC han jugado
un rol, sustancialmente al haber conferido una amplia gama de opciones para la
presentación de las historias y la comunicación con los públicos.
Esta transformación comunicativa encuentra en internet uno de sus principales
escenarios, dada la coexistencia entre los sitios web de las instituciones museísticas
“reales” y aquellas cuya presencia se remite tan solo a la virtualidad. Estas últimas aún
generan inquietudes, esencialmente relacionadas con la validez de calificarlas como
museos cuando carecen de una materialidad, de un edificio donde preserven y
expongan sus colecciones. No obstante, como señalan Lynch y Cameron (citados
por Marty, 2007), aunque se trata de un debate en marcha e inconcluso, se ha
aceptado de manera mayoritaria que tales propuestas pueden cumplir las funciones
de las organizaciones tradicionales, en consonancia con la definición promulgada en
la XXII Conferencia General del Consejo Internacional de Museums (ICOM)2,
celebrada en Viena (Austria) en 2007: “un museo es una institución permanente,
2 La sigla ICOM se deriva del
nombre en inglés de la organización:
International Council of Museums.
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
98
sin fines de lucro, al servicio de la
sociedad, abierta al público, que
adquiere, conserva, estudia, expone
y difunde el patrimonio material e
inmaterial de la humanidad con fines
de estudio, educación y recreo”
(Artículo 3 - Definiciones de términos
- Sección I: Museo).
De ahí que desde las primeras
insinuaciones de museos en el
iberespacio hayan aparecido
definiciones, como aquella planteada
por Mc Kenzie en 1997, todavía
aceptable para caracterizar la
conformación de estos espacios:
Colección organizada de artefactos electrónicos y recursos de información,
virtualmente algo que puede digitalizarse. La colección puede incluir pinturas,
dibujos, fotografías, diagramas, gráficos, grabaciones, segmentos de videos,
artículos de periódicos, transcripciones de entrevistas, bancos de datos
numéricos y casi cualquier otro elemento que sea almacenado por un servidor
(sección definición de Museo Virtual).
Naturalmente, en medio de ese dilatado espectro de recursos potenciales, los
museos virtuales ofrecen una diversidad de formatos y grados de estructuración:
desde textos planos complementados por imágenes hasta despliegues más elaborados
de multimedia, compuestos por videos, audios, animaciones, modelados e interfaces
interactivas. Pero en general, los recorridos se caracterizan por disponer de una zona
de recibimiento, a la cual se ingresa tras digitar la dirección web y desde donde es
posible realizar desplazamientos hacia diferentes escenarios por medio de los recursos
habilitados, tales como íconos, indicadores de exploración, hipervínculos y listas
desplegables.
Ahora bien, más allá de la complejidad tecnológica, un común denominador es la
búsqueda de alternativas para incrementar las visitas a lo expuesto, hacerlo accesible
a audiencias heterogéneas e incrementar su interacción con los visitantes. Ciertamente,
gracias a la intervención de disímiles actores en la discusión de los relatos, en los
interrogantes y problemas a explorar, emergen otras miradas, modos múltiples de
comprender una misma realidad.
Estos sitios albergan entonces un profuso potencial para convocar y poner en diálogo
distintas voces. Así está concebido en Mutua, donde los visitantes se comunican
con la narrativa propuesta y dejan de ser espectadores para convertirse en
protagonistas. En consecuencia, la exposición de los elementos adopta un matiz de
progresivo crecimiento, dadas las adiciones y modificaciones potenciadas mediante el
puente tendido con quienes se interesan en las temáticas tratadas, sugieren
complementos y potencian reflexiones.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
99
pp. 9
2- 1
21
Adicionalmente, la interacción con
los temas por medio de ejercicios
enmarcados en lo que se conoce como
Objetos Virtuales de Aprendizaje,
corresponde a una dinámica de
educación no formal. Esta es una
condición destacada por Jones y
Christal (2002), quienes ven en
los museos virtuales ambientes para
el aprendizaje constructivista, donde
cada quien tiene la posibilidad de
tomar sus propias decisiones acerca de
cuanto quiere profundizar, al tiempo
que dispone de información para ser
usada permanentemente, en cada
acceso al sitio.
Reconocer la comunicación, la educación y la construcción conjunta de relatos como
aristas que otorgan a estos estos entornos de la red un carácter social y abierto,
encuentra congruencia con lo expresado por Mouliou (2012), al conceptuar que
los museos urbanos y sus sitios en internet, una vez adquieren la cualidad de agentes
instrumentales en la creación de conocimiento, pueden favorecer la conformación de
comunidades basadas en los principios de participación, reconocimiento y colaboración.
Referencias de museos en línea.
El número de museos existentes en el ciberespacio, ya sea bajo el esquema de
complementos de las instituciones tradicionales, o bien como creaciones de existencia
exclusiva en la red, es cada día mayor. A continuación se reseñan algunos de ellos,
examinados como referencias para el desarrollo del proyecto entre ese dilatado
universo de experiencias hoy accesibles. Su revisión ejemplifica el modelo general en
que se inscribe Mutua, la puesta en escena factible de ser construida, la gama de
recursos disponibles para presentar los relatos el marco de una lógica discursiva, y
las posibilidades de promover la participación e interacción de una comunidad en el
reconocimiento, la apreciación y valoración de su patrimonio cultural.
Es oportuno señalar que la mayoría de museos del mundo han creado sus sitios web,
en los cuales ofrecen recorridos virtuales, información general sobre sus servicios y
presentan tanto sus instalaciones como versiones digitalizadas de sus colecciones.
Así, actualmente es posible visitar en línea los Museos Vaticanos, el Hermitage,
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
100
el Museo Británico y el Louvre, solo para mencionar un puñado de instituciones
prominentes y de inmediata recordación que han adoptado este formato. En
Colombia sucede lo mismo con el Museo del Oro y el de Antioquia, en tanto
que el Museo Nacional ha dispuesto la “Sala 19”, conformada por exposiciones
virtuales de secciones de las muestras escenificadas en sus salas3.
Un ejemplo del uso de avanzados recursos para conformar una versátil interfaz
multimedia, es el recorrido virtual por el Museo Nacional Smithsonian de Historia
Natural (www.mnh.si.edu/panoramas/), perteneciente a la Institución Smithsonian,
uno de los más acreditados complejos museísticos y científicos del planeta. La visita
a través de Internet facilita el acceso a las colecciones para quienes difícilmente
podrían ir al edificio situado en Washington, la capital estadounidense. Es posible
ingresar a los montajes disponibles en el recinto o a aquellos efectuados en el
pasado, ya sea desde computadores de escritorio o dispositivos móviles, de manera
autoguiada y a través de todas las salas, mediante ayudas de navegación como
mapas de ubicación o flechas de conexión entre las galerías. A su vez, en
determinados puntos aparece el icono de una cámara que proporciona una vista
detallada de un objeto o de un panel.
Por su parte, un museo diseñado para existir únicamente en la red, carente de un
edificio físico y cuya exposición es solo accesible en línea, es el Museo del
Holocausto Negro en Estados Unidos (America’s Black Holocaust Museum, www.
abhmuseum.org). Allí se guía al visitante a través de varias secciones con contenidos
de carácter histórico y conmemorativo, relacionados con los crímenes cometidos
contra la población negra en el país norteamericano. Se utilizan infografías, fotografías
(de personas, documentos y objetos testimoniales) y audios como el que recoge el
relato de un sobreviviente a un linchamiento. Los hipervínculos conducen a galerías
que resaltan las luchas emprendidas, las acciones de dignificación y los debates en
torno a esta complejidad. Asimismo, se cuenta con áreas donde los visitantes tienen
la opción de proponer contenidos, entrar en contacto con algunos de los protago-
nistas de las historias, participar en discusiones y registrarse para distintos eventos.
3 Las direcciones virtuales de estas
instituciones, en particular de sus
recorridos virtuales, son: Museos Va-
ticanos: mv.vatican.va/3_EN/pages/
MV_Visite.html
Hermitage: www.hermitagemuseum.
org/html_En/08/hm88_0.html
Museo Británico: www.britishmuseum.
org/explore/online_tours.aspx
Museo del Louvre: www.louvre.fr/en/
visites-en-ligne
Museo del Oro: www.banrepcultural.
org/museo-del-oro/salas-del-museo-en-
bogota/360
Museo de Antioquia: www.museo-
deantioquia.co
Museo Nacional: www.museonacio-
nal.gov.co/exposiciones/virtuales
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
101
pp. 9
2- 1
21
La proximidad de Mutua con el ecomuseo.
Es posible ubicar el surgimiento de la idea de ecomuseo en Francia. En algunas zonas
del norte de este país, fuertemente afectado por el segundo conflicto mundial, las
actividades económicas se habían reducido de manera considerable como resultado
de los cambios industriales introducidos durante la posguerra, a tal punto que la
explotación de las minas de carbón y la siderurgia estaban causando desempleo y
migración hacia otras áreas con expectativas más auspiciosas. Este dramático
panorama llevó a pensar en recuperar instalaciones industriales abandonadas para
hacer de ellas lugares donde se preservara la historia local con una característica
especial: los habitantes se involucrarían en los nuevos proyectos, lo cual podría
brindarles opciones laborales y propiciaría una permanencia en sus regiones. Así,
en la primera mitad de la década de 1970 se forjó el ecomuseo de la Creusot-
Montçeau-les-Mines4, cuyo manejo fue asumido de forma conjunta por especialistas
en museos y residentes de los lugares aledaños.
También por aquella década, cuando la Nueva Museología reformulaba varios pilares
de la deontología museal, los planteamientos de los museólogos franceses Hugues
de Varine y George Henri Rivière dieron forma al concepto de ecomuseo. En este
se destacaba su carácter como un centro con fundamentos museísticos, sustentado
en la identidad de un territorio y en la participación de sus habitantes, orientado
a propiciar el bienestar y el desarrollo de una comunidad, aunque, como afirmó el
propio de Varine (1985), su significado variaba de un sitio a otro: “de centro de
interpretación a instrumento de desarrollo, de museo-parque a museo artesanal, de
conservatorio etnológico a centro de cultura industrial” (p. 185).
Con la aparición y evolución de experiencias similares, a esta acepción inicial se
sumaron otras, como la establecida por el Comité de Historia Natural del ICOM:
“institución que gestiona, estudia y valora (con finalidades científicas, educativas y
en general, culturales) el patrimonio general de una comunidad específica, incluido el
ambiente natural y cultural del medio” (citado por Engström, 2009, p. 217). Por
4 Este suele considerarse como el
primer ecomuseo, si bien para el
momento de su inicio ya estaban en
funcionamiento los parques naturales
regionales franceses, que bien equi-
valen a experiencias válidas dentro de
este modelo y de las cuales se deriva
el término. El Creusot también cuenta
con su sitio web: www.ecomusee-
creusot-montceau.fr
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
102
su parte, para Davis (2007) se trata
de un museo o un proyecto de
patrimonio que se basa en la comunidad
y apoya el desarrollo sostenible.
En estas interpretaciones sobresalen
tres componentes: el museo en sí
mismo, como una organización con
objetivos misionales; el territorio,
correspondiente no solo a una extensión
física, sino también a los elementos
ambientales, culturales y sociales que,
abarcados por esa superficie, definen
un patrimonio local; y la comunidad,
encargada de la atención y el desarrollo
de ese entorno plural.
Esta filosofía, al concebir un lugar,
un distrito o una región entera −con
sus unidades constitutivas− como
una propiedad cultural, representa el
trasfondo conceptual sobre el cual
se erigen las narrativas y acciones
de Mutua. Esto es así en la medida
que son objetos físicos del territorio,
conectados con sus imaginarios
culturales y valores inmateriales concomitantes, los integrantes del recorrido propues-
to al público mediante la versatilidad comunicativa del formato de museo virtual.
De este modo, se asocia con uno de los dos modelos de ecomuseo prevalecientes,
según señala Moutinho (2010): aquel orientado a presentar los recursos culturales
de un territorio al público más amplio posible.
Pero lejos de pretender la transmisión unidireccional de un discurso erudito e
irrefutable, de imponer la mirada “científica” a unos destinatarios que deben ser
“instruidos” −dada su carencia de conocimientos en lo concerniente a la apreciación
del territorio y sus riquezas− se busca potenciar un diálogo determinado por la
discusión, la oposición de impresiones, la elaboración conjunta de historias y la
sensibilización hacia esos bienes a partir de su reconocimiento colectivo. Claro está,
los aportes, las lecturas y las refutaciones resultantes de esa comunicación constituyen
insumos y argumentos para promover acciones de intervención, protección y
apropiación comunitaria de los elementos, es decir, para aplicar en el espacio
“real”, más allá del “ciberespacio”, acciones de salvaguarda e interpretación
patrimonial. Desde esta perspectiva cabe subrayar lo conceptuado por Rivière
(1985) sobre lo que es el ecomuseo:
Un espejo, donde la población se contempla para reconocerse, donde busca
la explicación del territorio en el que está enraizada y en el que se sucedieron
todos los pueblos que la precedieron (…) Una expresión del hombre y de la
naturaleza. El hombre es allí interpretado en relación a su ámbito natural, y la
naturaleza está presente en su estado salvaje, pero también tal como la sociedad
tradicional y la sociedad industrial la transformaran a su imagen (...) Un
laboratorio, en cuanto contribuye al estudio histórico y contemporáneo de la
población y de su entorno (…) Un conservatorio, en la medida en que c
ontribuye a la preservación del patrimonio natural y cultural de la población. Una
escuela, en la medida en que asocia la población a sus actividades de estudio y
de protección y la incita a tomar mayor conciencia de los problemas que plantea
su propio futuro (p. 183).
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
103
pp. 9
2- 1
21
También es pertinente lo señalado
por Kenneth Hudson en un artículo
de 1993 titulado “El gran museo
europeo”: “Yo veo cada ciudad, villa,
paisaje, país e incluso continente como
un gran museo, donde cada quien
descubre sus propias raíces y aprecia
cómo estas encajan en la cadena de
actividades que se expande en el
pasado, a lo largo de los siglos”
(citado por Friman, 2006, p. 57).
Estas visiones encuentran eco en el rol
de Mutua, cuyos objetivos y escenarios
se remiten al territorio, primero de
Tunja, luego de otros municipios y
paisajes de la región centro-oriental
colombiana, con el fin de impulsar
discusiones −y tomar parte en
ellas− concernientes a los cambios
observados en el ambiente construido
y en la vida social de las poblaciones.
Ese papel ha de ser desempeñado,
como acota Helena Friman (2006)
al referirse a los museos interesados en
las ciudades, “no solo recopilando y mostrando objetos y acciones, sino a través del
intercambio de ideas, la comunicación y la confrontación” (p. 57). Como ella misma
acota, estas instituciones están allí básicamente para hacer que los ciudadanos sientan
curiosidad por la ciudad.
Claro está, la discusión en torno a un territorio no significa pleno acuerdo, de ahí
que si bien otorgar visibilidad a sus complejidades es una tarea fundamental de la
propuesta, al mismo tiempo es preciso entender que en cada aproximación a un
bien y a su realidad circundante, afloran posturas opuestas y quizá incompatibles:
“la exposición permanente es la piedra angular del ecomuseo (…) Igualmente, la
participación de la población no debe entenderse como la expresión de un amplio
consenso, sino como el medio de poner al descubierto conflictos y contradicciones”
(Hubert, 1985, p. 189).
Así, al pretender visibilizar, valorizar y rescatar bienes culturales, paisajes urbanos y
marcas de la memoria que han sido objeto de relegación y olvido en un territorio,
por medio de dinámicas propulsadas a través del canal del ciberespacio para actuar
así como un vínculo entre pasado, presente y futuro, Mutua podría recibir una
denominación quizá arriesgada mas no carente de sustento: ciberecomuseo.
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
104
MATERIALES, MÉTODOS Y PROCEDIMIENTOS
Una vez identificado el formato para la puesta en escena y examinados los fundamentos teóricos, conceptuales y referenciales tras la concepción de Mutua, es preciso considerar las edificaciones materiales y los imaginarios
asociados a estas que son motivo de las representaciones y narrativas virtuales.
Como punto de partida, se examinaron trabajos relacionados con la Tunja del siglo
XX, particularmente de sus transformaciones y algunas de sus expresiones
patrimoniales (Hidalgo, 2010; 2012; Llanos, 2012; Del Carpio, 2014; Mesa
et al., 2010)5. Este primer acercamiento proporcionó una base para apreciar de
manera más detallada la ciudad y la presencia de potenciales “objetos” no reconocidos
aunque significativos allí presentes. Se elaboró entonces un minucioso escrutinio del
cual tomaron parte los investigadores del proyecto responsables del componente
patrimonial, como también asesores pertenecientes a redes y organizaciones cuya
labor se ejecuta o asocia con temáticas y procesos patrimoniales, especialmente en el
contexto de Boyacá y Tunja6. De tal modo, se llegó al siguiente listado de candidatos:
5 Estos trabajos son los resultados de
investigaciones desarrolladas por el
grupo Nodos y en el caso de Mesa
et al., por el grupo Pame de la Uni-
versidad de Boyacá. Dado su análisis
sistemático de diversas realidades,
asociadas con el patrimonio material
e inmaterial de la ciudad, al igual que
con la metamorfosis de esta a lo largo
del siglo XX, representaron las fuentes
iniciales para detectar aquellos bienes
vigentes, funcionales y significativos en
un determinado momento histórico,
pero luego relegados aunque no por
ello carentes de valor testimonial y
cultural.
6 Los asesores con quienes se realizó
la discusión interdisciplinar que derivó
en la consolidación de la selección
preliminar, fueron Ana María Molano
(coordinadora de la Red de Museos
de Tunja), Nancy Camacho (directora
de la Fundación Santa Clara la Real) y
Santiago Llanos (Magíster en Museo-
logía, coinvestigador del proyecto).
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
105
pp. 9
2- 1
21
1. Instalaciones del aeropuerto
“Gustavo Rojas Pinilla”
2. Batallón Bolívar
3. Casa de hacienda próxima a Clínica
Saludcoop
4. Casa de hacienda próxima al barrio
San Francisco
5. Instalaciones Industriales de la
Electrificadora de Boyacá
6. Fábrica de gaseosas
7. Industria Licorera de Boyacá
8. Normal femenina
9. Escuela Normal de Varones (hoy
Universidad Pedagógica y Tecnológica
de Colombia [UPTC] y Escuela
Normal Superior de Tunja)
10. Seminario Mayor
11. Puentes pétreos de la salida de
Tunja hacia el municipio de Oicatá
12. Silos de los antiguos INA e Idema
13. Urbanización Asís
14. Urbanización La María
15. Urbanización La Colina
16. Urbanización barrio Obrero
17. Urbanización popular Modelo
18. Urbanización Maldonado Calvo
19. Colegio La Presentación
20. Monumento al Trigo
21. Lavaderos de la fuente Chiquita
22. Barrio El Libertador y sus fritanguerías
Seguidamente, se emprendió una etapa focalizada en la búsqueda de datos
adicionales sobre estos elementos. Tras reunir, analizar y discutir documentos y
testimonios que brindaron mayor información referente a sus posibles valores
(estéticos, patrimoniales y referenciales), se efectuaron nuevas evaluaciones con el
equipo de asesores para determinar de manera consensuada, con el sustento de
fundamentos conceptuales y empíricos, cuáles ingresarían a Mutua.
Ahora bien, al no contarse con una definición plenamente establecida y sistematizada
para caracterizar el patrimonio difuso, fue pertinente elaborar un marco referencial que
otorgara criterios acordes a las concepciones existentes sobre esta denominación, los
cuales fueran aprovechables como hoja de ruta para la escogencia definitiva de los
elementos a partir de los ya candidateados.
Criterios del patrimonio difuso.
De antemano es oportuno subrayar que al formular los parámetros de selección
se tuvo en cuenta que estos abarcaran las relaciones entre el sujeto (entidad,
especialista, colectividad), el objeto (arquitectura, marca referencial, paisaje
cultural, poblaciones, ciudad) y el contexto (territorio sociocultural, territorio
geográfico, problemáticas) a lo largo de determinados períodos (Frondizi, 1972).
Es decir, los criterios enunciados denotan una confluencia entre los elementos,
su ambiente y los individuos dentro de una dinámica histórica de nexos y cambios
sociales, culturales o económicos.
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
106 En sintonía con esta premisa, los
planteamientos de Bernard Feilden
(2003) fueron igualmente involucrados
como coordenadas para la construcción
de los criterios. Este reputado
arquitecto conservacionista propone el
análisis de conjuntos históricos desde
las tres dimensiones que, junto a sus
características constituyentes, son
presentadas en la tabla 1:
Tras identificar elementos que a pesar de encontrarse en un estado de desconocimiento
y relegación, probablemente albergaban y todavía transmitían valores significativos en
el espectro esbozado por los anteriores lineamientos, en su condición de expresiones
de vínculos entre sujetos, objetos y ambiente a lo largo del tiempo, se formularon los
siguientes criterios para la selección final:
Criterio 1: no son monumentales. Como principio esencial para esta directriz se
considera que las edificaciones materiales poseedoras de valor en términos
arquitectónicos, documentales, tecnológicos, urbanísticos y arqueológicos, no son
únicamente aquellas de carácter monumental o con una declaratoria en este sentido.
Tabla 1. Dimensiones para la valoración de conjuntos históricos Fuente: los autores, con base en Feilden (2003)
Cultural. ¿Cuáles características, vinculadas con la interacción del hombre y su medio ambiente, posee el objeto en cuestión?
Emocional. El objeto, ¿genera sentimientos en el grupo social que lo apropia?
De uso. ¿Cuál es su función vigente en el marco de las dinámicas territoriales en que está inscrito?
Documental: ¿es referente para entender procesos técnicos, industriales, urbanos o sociales?Histórica: ¿está ligado a eventos significativos?Arqueológica: ¿es singular dentro del universo de muestras similares en pie?Estética: su lenguaje formal o su ornamentación, ¿representa un momento histórico en las construcciones de este tipo?Arquitectónico: la concepción y materialización de sus espacios, ¿permite entender las transformaciones espaciales de estas construcciones?Urbana: ¿hay continuidad en la interacción con el territorio donde se inscribió originalmente frente al actual?Tecnológica: ¿ha hecho aportes innovadores para el desarrollo arquitectónico?
Admiración: ¿en qué medida alberga cualidades excepcionales?Identidad: ¿es reconocido? ¿Otorga particularidades que son apropiadas por una comunidad?Continuidad: ¿posee funciones o cualidades formales que le hayan mereci-do su preservación a lo largo del tiempo?Simbólica: ¿es representativo para un grupo social? ¿Genera emociones que sean reconocidas?
Funcional: ¿mantiene su función original?Económica: su implantación o uso vigente, ¿generan valor en términos de rentabilidad económica?Político: ¿es emblemático para establecer nacionalismos o posiciones políticas?
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
107
pp. 9
2- 1
21
También es factible e incluso
procedente, según señalan Díaz et al.
(2008), incluir inmuebles, conjuntos
o lugares que, aunque individual u
orgánicamente sean calificados como
irrelevantes, posean vinculación
con determinados procesos o sean
emblemáticos de estos. A manera de
ejemplo, en un trabajo desarrollado
por Díaz et al. en Catalunya (España),
las construcciones estudiadas se
clasificaron en cuatro apartados:
edificaciones industriales del siglo XIX,
casas rurales, edificios residenciales
urbanos y ejemplos singulares.
Criterio 2: remiten a diversos momentos históricos y referentes culturales. Las
construcciones materiales pueden albergar otros objetos asibles (mobiliario, obras
artísticas, elementos utilitarios, maquinaria), los cuales aluden a relatos paralelos o
adicionales al transmitido por la estructura mayor que los contiene. Asimismo, esa
materialidad quizá referencie valores o acervos pertenecientes a la dimensión del
patrimonio inmaterial (tradiciones, costumbres, técnicas o prácticas), no siempre
admitidos por determinados sectores como memorable y superior dentro de la
historia oficial pero igualmente integrantes del tejido social. Al respecto, lo
enunciado por García-Canclini resulta aclaratorio:
Frente a una relación que privilegiaba los bienes culturales producidos por las cla-
ses hegemónicas (...) se reconoce que el patrimonio de una nación también está
compuesto por los productos de la cultura popular: música indígena, escritos de
campesinos y obreros, sistemas de autoconstrucción y preservación de los bienes
materiales y simbólicos elaborados por grupos subalternos (1999, p. 1).
Entonces, el valor simbólico de esos elementos tangibles e intangibles no se
fundamenta, necesariamente, en un “reconocimiento” o “selección” por parte de la
institucionalidad (por ejemplo, de un museo histórico). En consonancia con Villada
Cardozo (2011), pueden poseer un significado para una comunidad y es ese
“público” el que, mediante su interacción, otorga valoraciones patrimoniales.
En palabras de Aguirre (2007), este conjunto conformaría un “patrimonio
modesto”, también denominado “otro patrimonio” o “patrimonio vernáculo”, es
decir, aquel perteneciente a un grupo social, testimonio de sus tradiciones, su
economía y su historia íntima, pues habla de “modos de vida cotidianos” en los que
se descubren rasgos de identidad colectiva. Así, los “objetos” representados en
Mutua adquieren su mayor importancia por el hecho de corresponder con lo
conceptuado por Llull (2005) para definir el patrimonio cultural: son el resultado
de una construcción surgida de un complejo proceso de atribución de valores,
sometido al devenir de la historia y al dinamismo de las sociedades.
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
108
Otro punto para tener en cuenta
en este criterio es que una masiva
participación de la comunidad en la
valoración genera un efecto positivo,
representado en la posible sensibilización
hacia las realidades asociadas con
aquellas marcas que, enclavadas en
el tejido urbano, transmiten nociones
de memoria o atestiguan determinadas
expresiones culturales (Hugony &
Espada, 2009).
Criterio 3: pueden conllevar a
eutilizaciones y apropiaciones colectivas.
Las construcciones materiales, dada su
condición de huellas históricas y
culturales, revisten un potencial para
ser reutilizadas por medio de
intervenciones que conserven los
valores genuinos e incorporen nuevos
usos y atractivos, en el marco de
iniciativas destinadas a propiciar su
rescate y preservación.
Al respecto, es factible que a los bienes patrimoniales se les practiquen intervenciones,
gestadas y gestionadas por equipos profesionales, en ocasiones respaldados por
instancias gubernamentales o institucionales, con el fin de conservar total o
parcialmente los constituyentes representativos y los atributos originales en los
procesos de generación de funciones diferentes a la primigenia. De tal modo, la
antigua estructura eventualmente se acondiciona como centro social, comercial,
escuela o espacio residencial y de oficinas, entre otras alternativas, integrada incluso
a un área de protección especial. Igualmente, las readecuaciones pueden ser
impulsadas y alcanzadas gracias al empeño y el esfuerzo de las comunidades, con
una escasa o nula asesoría de expertos, a una escala menor y con énfasis en la
adaptación de áreas específicas.
Criterio 4: descentralizados y posiblemente dispersos. Los elementos no siempre
están ubicados en los centros históricos o en aquellas zonas usualmente tipificadas
por las administraciones locales bajo el carácter de patrimoniales o tradicionales, pues
quizá se han desligado de la trama originalmente constitutiva del territorio fundacional,
o bien siguen denotando una pertenencia a núcleos propios del tiempo de su
aparición pero inexistentes ante las sucesivas modificaciones de su entorno. Como
describe Aguirre (2007), se trata por igual de piezas integrantes de ambientes
urbanos y rurales, de la arquitectura industrial y del paisaje natural. Para ejemplificar
este amplio espectro, cabe mencionar que en los proyectos de restitución de
construcciones patrimoniales liderados por Díaz et al. (2008) en España, las
edificaciones a intervenir no solo se localizaban en las ciudades, sino también en las
proximidades de los cauces fluviales y en la trama del ensanche de Barcelona.
Igualmente, quizá han sido “invisibilizados” en la medida que la incorporación de
nuevos objetos urbanos los ha ocultado parcial o totalmente, o bien pueden pasar
desapercibidos ante los ojos de los habitantes a pesar de ocupar un lugar preciso y
todavía observable dentro del tejido territorial. En consecuencia, sus historias se
difuminan, soslayan u olvidan, al tiempo que su forma material se deteriora o en
ciertos casos pierde de manera irreparable.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
109
pp. 9
2- 1
21
Definidos los criterios, se construyó
una matriz de trabajo en la cual se
consignaron argumentos respecto el
grado de cumplimiento de dichos
parámetros por parte de las
edificaciones postuladas. Tras una
revisión adicional de fotografías y otros
documentos relacionados, finalmente
se efectuó una votación que llevó a la
discusión definitiva para seleccionar,
mediante consenso entre investigadores
y asesores, ocho elementos de ese
patrimonio urbano difuso. Su incorpo-
ración al ciberecomuseo plantea ejes
narrativos compuestos por historias
múltiples: los antagonismos inmersos
en un espacio donde conviven un
aeropuerto y un puente de piedra,
un silo y una casita rural, un colegio
que ya no puede serlo. Los objetos y
sus relatos dan cuenta de un contexto
resistido a una modernización soñada,
donde se guardan episodios entrelazados
sobre la población habitante y el
entorno rural circundante.
RESULTADOS
En este punto es pertinente indicar que definida la selección, se dio paso a la
construcción de la plataforma en línea con base en las oportunidades conferidas por
el diseño de software y la comunicación visual. De igual manera, para propulsar la
reflexión en torno a los bienes se concibieron ejercicios interactivos, en cuyo diseño
y sustentación el equipo educativo ha considerado principios del aprendizaje lúdico.
A continuación se relacionan los objetos escogidos, conjuntamente con una sucinta
descripción de las razones que, derivadas de la aplicación de los cuatro criterios,
llevaron a su inclusión como exponentes del patrimonio difuso urbano tunjano en el
primer recorrido propuesto por Mutua.
Instalaciones del aeropuerto.
Inaugurado en 1955 tomó el nombre de “Gustavo Rojas Pinilla” en honor a este
tunjano, presidente de Colombia. Es una referencia de un pretendido progreso, al
ser pensado y ejecutado en un momento histórico caracterizado por la intención –en
especial de los gobernantes– de modernizar la ciudad, facilitar su conexión con el
resto del país e impulsar un acercamiento hacia dinámicas e ideas que encajaran con
esa idea “moderna”. Asimismo, recuerda la expansión urbana hacia sectores distintos
al centro histórico.
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
110
Escuela Normal de Varones.
Este complejo educativo remite a varias historias. Por una parte se encuentran sus
edificios, representativos de la estética arquitectónica premoderna y moderna. El
primero de ellos fue diseñado en 1935 y entregado
antes de la celebración, en 1939, de los 400 años de la ciudad; en tanto el
segundo se levantó entre 1940 y 1957. Su estructura modular, de parca decoración
y planta simétrica, es el resultado del seguimiento de las recomendaciones formuladas
por el entonces Ministerio de Obras Públicas en lo concerniente a las dimensiones y
la orientación de las aulas, las cuales debían corresponder con un diseño preciso para
facilitar una enseñanza moderna. Hacia los años cincuenta se erigió otra edificación
con una estética decididamente moderna en donde en la actualidad sigue funcionando
un colegio de bachillerato, mientras que las demás construcciones pasaron a ser
universitarias. Por consiguiente, se conserva un uso afín al objetivo original.
El conjunto se asocia entonces con un momento de gran relevancia para Tunja, pues
su construcción definitiva fue impulsada por la conmemoración del IV centenario de
fundación. Además, recuerda la expansión de la ciudad al haber sido erigido en su
sector norte, lo que estimuló nuevos rumbos a la urbanización.
Simultáneamente, es un testimonio de la evolución del pensamiento y el quehacer
pedagógico, en particular de la introducción de teorías de corte moderno sobre el
aprendizaje que fueron puestas en práctica bajo la influencia de misiones alemanas,
entre cuyos miembros algunos trabajaron en la capital boyacense. Los docentes aquí
formados replicaron con sus alumnos una premisa de los gobiernos liberales, vigentes
durante la década de los treinta: la educación es vital para el pleno ejercicio de los
derechos de los ciudadanos como integrantes de una nación.
Desde el punto de vista arquitectónico
posee valor patrimonial al asemejarse
a una edificación ubicada a cientos de
kilómetros de distancia, considerada
una expresión esencial de la arquitectura
moderna: el Pabellón Alemán,
diseñado por Mies van der Rohe para
la Exposición Internacional de 1929
en Barcelona.
Pero también reviste otras lecturas.
Aunque, en general, las instalaciones
subsisten en condiciones aceptables,
en realidad es una obra incomple-
ta, nunca terminada, que desde su
apertura ha sido reinaugurada en dos
ocasiones pero escasa y esporádica-
mente utilizada, al haberse levantado
en un entorno donde el uso del avión
probablemente ha sido indiferente
y poco necesario. Por lo tanto, no
sería descabellado entenderla como la
huella de una modernización incom-
pleta y descontextualizada, pues esa
“incursión” en el progreso veía en la
adopción de la “tecnología” el fin
de los problemas, aunque tal vez no
analizaba a fondo las prioridades
de la población.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
111
pp. 9
2- 1
21y segundo por la conformación de ejes de crecimiento asociados a las construcciones,
donde se instalaron viviendas obreras espontáneas y redes de servicios básicos para
quienes se engancharon a la fuerza laboral.
Desde su comienzo se emplearon para el procesamiento y almacenaje de granos,
con lo cual, si bien insinuaron transformaciones en ciertas prácticas tradicionales de
producción agraria, se convirtieron en un patrimonio del campesinado boyacense.
Alrededor del año 2010 dejaron de operar con estos fines y su inutilización ha
dado pie a disímiles especulaciones sobre su futuro, desde su desmonte hasta la
asignación de nuevos usos como espacio lúdico.
Puentes pétreos de la salida de Tunja hacia el municipio de Oicatá.
Erigidos hacia finales del siglo XIX y la primera mitad del XX, desde la visión
arquitectónica referencian el uso de la piedra como material principal para la
construcción de esta clase de mobiliarios urbanos, técnica que podría considerarse
como tradicional al remontarse a la época de la Colonia y permanecer durante la vida
republicana, dada su funcionalidad y contundencia, hasta las décadas iniciales
de la centuria pasada.
También recuerdan la ciudad de aquellos tiempos, casi invariable en relación con la
colonial en cuanto a trazado, tamaño y la atmósfera conventual católica, determinante
de la vida de los pobladores. Las vías de comunicación con otras regiones eran
escasas y precarias, de ahí que estos puentes sugieren el propósito de facilitar la
necesaria conexión con los poblados más cercanos.
Siguen siendo funcionales al soportar el tránsito constante de los vehículos que
emplean la vía actual. Sin embargo, han sido alterados, en algunos casos afectados
estructuralmente y cubiertos con asfalto, de manera que quienes transitan sobre ellos
difícilmente perciben su diseño original y la estética pétrea aún sobreviviente. En
consecuencia, sus valores patrimoniales como referentes arquitectónicos y testimonios
históricos se mantienen, aunque amenazados.
Silos.
Exponentes de la masiva industrializa-
ción registrada en Boyacá durante la
década de los cincuenta del siglo XX,
como parte de un ambicioso
programa del gobierno nacional
que buscaba dotar a las regiones de
infraestructuras modernas, destinadas a
impulsar la productividad de distintos
sectores económicos y posicionar a
Colombia como un país en progreso.
La aparición de estas estructuras
constituye un hecho clave para Tunja,
pues con su inauguración en 1955 se
empezó a configurar la zona industrial
del norte, antes de que este carácter
fuera determinado para esa área urbana
por parte del planeamiento oficial en
1958. Así, la fisonomía del tejido
urbano varió con su introducción,
primero porque su contundencia y
gran tamaño sobresalen estéticamente,
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
112
Lavaderos de la fuente Chiquita.
Constituyen un documento histórico.
Por una parte, el manantial rememora
los tiempos prehispánicos, cuando los
indígenas se dirigían hasta dicha fuente,
denominada “Soja” en su lengua,
situada al Oriente de la ciudad en
un terreno por entonces pantanoso,
para recoger el agua cristalina que allí
brotaba abundantemente y transportarla
en recipientes hasta su poblado, en
las proximidades del actual centro
tradicional.
Durante la Colonia, hacia el siglo
XVII, se hicieron algunas obras para
facilitar las faenas de quienes iban a
lavar sus ropas, por lo tanto, se trata
también de una reminiscencia de una
práctica del periodo a la que se suma
otra más: el aprovechamiento del
paraje como sitio de esparcimiento,
donde la población súbdita de la
corona española acudía para bañarse.
A su vez, el lugar remite a los intentos de establecer políticas destinadas a dotar a
Tunja de servicios públicos. En efecto, entre 1868 y 1869 la municipalidad hizo
construir un baño de alberca y varios lavaderos. Esta introducción de un equipamiento
comunitario para el uso masivo del agua es un hecho significativo, pues la precariedad
en el suministro del líquido −con los consecuentes riesgos para la salud derivados
de esa insuficiencia− ha sido una constante en la historia local. Paralelamente,
desde la visión arquitectónica, las obras ejemplifican la técnica constructiva de
acueductos de mampostería, con aplicación de morteros de cemento, ladrillos
cocidos, calicanto y tejas de barro.
Otro valor patrimonial radica en la preservación de la funcionalidad: los lavaderos
fueron utilizados utilizados hasta finales del siglo XX por los habitantes del vecino
barrio El Dorado y de veredas aledañas. En esta continuidad histórica subyacen
matices de identidad, pues para dichas comunidades el lavado y el encuentro
asociado quizá representaban componentes de sus vidas que les permitían
reconocerse en torno a una costumbre. Si bien este uso se ha perdido y la fuente
ya no es observable, la cercanía a zonas residenciales otorga al conjunto un potencial
para integrar una ruta de interés cultural.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
113
pp. 9
2- 1
21
Monumento al trigo.
Con su inauguración en 1952 se
quiso señalar un paraje especial, aquel
que según los conceptos de varios
historiadores fue el escogido para
cultivar por primera vez este cereal
en el actual territorio colombiano.
Por medio de pequeñas columnas
cuadriláteras y una plataforma pétrea
se demarcó el espacio, mientras que
una placa de bronce resumió el suceso
fundacional allí ocurrido en 1540,
todavía en plena Conquista.
Este monumento poseía un valor
estético como construcción elaborada
esencialmente en piedra, aunque esas
condiciones originales se perdieron.
Aun así, sigue albergando un carácter
de marca de la memoria para algunos
de los vecinos con más tiempo de
residencia en los barrios La Fuente y
La Calleja, en cuya área fue erigido.
Estas personas recuerdan tanto el
suceso histórico aludido como el sitio
de encuentro que visitaban en
décadas pasadas.
Paradójicamente ha asumido otra función simbólica, pues su destrucción es un indicio
de la confluencia entre negligencia y desinterés. No obstante, se ha tratado de revivir
sus originales propósitos conmemorativos y documentales por medio de la r
econstrucción parcial de las ruinas que por años se observaron.
Barrio Libertador y sus fritanguerías.
La casa escogida, donde funciona la venta de fritanga, corresponde al tipo de
vivienda de los barrios obreros, edificada mediante subdivisión de propiedades y
autoconstrucción, casi siempre carente de planos modelos, permanentemente en obra
debido a reformas y ampliaciones. Tal imagen se aprecia en la mayoría de residencias
del barrio, iniciado hacia 1930 y paulatinamente construido a lo largo del siglo XX.
Por lo tanto, posee valor como ejemplo casi inalterado de la urbanización popular,
levantada entre zonas de cárcavas y sin planeamiento, aunque revestido de racio-
nalidad urbanística dado su trazado en damero, es decir, mediante el diseño de sus
calles en ángulo recto para crear manzanas (cuadras) rectangulares.
Ahora bien, un patrimonio principal es de tipo inmaterial, representado en la
preparación y venta de fritanga. Esta es una tradición proveniente de zonas rurales
próximas a la ciudad como la vereda de Runta, donde la crianza de cerdos y la
elaboración de chicharrones a partir de los animales, fueron oficios que permanecieron
arraigados por décadas entre el campesinado y aún subsisten en ciertas zonas. En
los años veinte, los campesinos bajaban a los barrios del sur de Tunja a vender su
producto que con el paso de las décadas, fue haciéndose frecuente en restaurantes
populares y se combinó con otras carnes, tal como se aprecia en la actual fritanga.
Puede simbolizar entonces una ruralidad urbanizada, en especial perceptible con la
expresión “vamos de Runta”.
Casa de hacienda próxima a la clínica Saludcoop.
Remite a la técnica vernacular de construcción en tierra, en la actualidad poco
practicada incluso en la ruralidad, de donde es característica. Aunque sus espacios
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
114
interiores son propios de viviendas
contemporáneas, su aspecto externo
campestre y su alejamiento del centro
histórico insinúan las transformaciones
de la ciudad en el siglo XX, cuando
zonas otrora periféricas, de hacien-
das y arrabales, fueron gradualmente
absorbidas por la urbanización. No
obstante, al no desaparecer en su
totalidad, se convirtieron en huellas de
épocas pretéritas, lo cual las revistió
de interés patrimonial y arqueológico.
Su absoluto estado de abandono,
deterioro y suciedad, sumado a la
presión inmobiliaria del área noro-
riental de Tunja, con su dinámica
de adquisición de terrenos para la
edificación de vivienda de estrato 5,
son factores que la amenazan y convierten en un símbolo más de olvido, pero no han
eclipsado totalmente su singularidad. Hasta cerca del año 2010 era empleada como
refugio y sitio de descanso por pastores de ganado vacuno, después fue escondite
para consumidores de alucinógenos y alcohol. Se ha especulado sobre la intención
de rescatarla y asignarle un nuevo uso, pero hasta 2014 nada se ha concretado.
El guion.
Finalmente, en la tabla 2 se presentan los ejes temáticos que fueron definidos para
reunir los elementos del patrimonio difuso en el guion de Mutua. Estas estructuras
narrativas ofician como rutas para el recorrido de los visitantes. A su vez, en la figura
1 se aprecian los elementos con su respectiva ubicación.
Tabla 2. Ejes narrativos del guion de MutuaFuente: los autores
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
115
pp. 9
2- 1
21Figura 1. Mapa de Tunja con la localización de los elementos del patrimonio
urbano difuso incorporados a MutuaFuente: Fabio Rodríguez
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
116
Creación de la interfaz gráfica de los
elementos en el ciberecomuseo
En cuanto al Diseño Gráfico del
ciberecomuseo, se presenta a conti-
nuación una puntual descripción del
trabajo efectuado para la construcción
del wireframe (estructura) de uno
de los objetos seleccionados, como
es el aeropuerto “Gustavo Rojas
Pinilla”. De esta forma se ejemplifica
la aplicación de las TIC en el marco
de los propósitos establecidos para el
reconocimiento del patrimonio difuso,
si bien se trata de un proceso en
permanente desarrollo y transformación.
De otros museos existentes en el
ciberespacio, utilizados como referentes,
se estudió su manejo estético en
los siguientes aspectos: propuesta
gráfica; dimensiones en proporción a
la resolución de pantalla; cantidad de
información visible en relación con el
volumen de esta; estructura reticular;
manejo cromático para la imagen corporativa, y tratamiento tipográfico (manejo de
jerarquía, interlínea y justificación para favorecer la lecturabilidad y la legibilidad).
Para la construcción del ciberecomuseo, el equipo de Diseño Gráfico planteó una
interfaz gráfica con estilo minimalista, amplias márgenes, textos cortos y predominio
del blanco, complementado con una paleta de tres colores básicos (rojo, verde,
amarillo). De este modo, se busca que la información transmitida por textos e
imágenes llegue al usuario con la menor distorsión.
Para el frontend (cuanto ve el visitante) se escogió la Suite de Adobe, pues esta
posee programas con amplios recursos y óptima integración entre sí: Illustrator para la
edición vectorial; Photoshop para el tratamiento digital de imágenes, y
Dreamweaver, tal vez el más robusto del mercado para maquetar sitios web, que
soporta la edición de archivos html, css, js y asp. Cabe destacar que la estructura
de Mutua se trabaja con el lenguaje HTML5 y Hojas de Estilo en Cascada (CSS)
vinculadas para un apropiado, eficiente y seguro tratamiento visual.
Como los usuarios, en su mayoría, usan una resolución de pantalla de 1024 por
768 pixeles, se escogió un ancho de 960 pixeles para ocupar la mayor parte de
dicha superficie y dejar un aire a ambos lados, disposición muy efectiva en la cons-
trucción de numerosos sitios web. La estructura básica consta de cuatro columnas
irregulares, la del extremo derecho permanece constante durante el recorrido y está
destinada a elementos de interés general para el visitante.
Para el desarrollo del site (Backend) se decidió optar por la tecnología .Net, dadas
sus ventajas en términos de usabilidad, respaldo y estabilidad. Esto implica que el
proveedor para el hospedaje del Cibermuseo debe soportar esta tecnología y ofrecer
bases de datos SQL Server.
En la figura 2 se aprecia la interfaz gráfica diseñada para el objeto aeropuerto, en la
cual se incorporan los componentes y parámetros indicados.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
117
pp. 9
2- 1
21
Figura 2. Interfaz gráfica para el aeropuerto en MutuaFuente: equipo de Diseño Gráfico, proyecto Mutua
CONCLUSIONES
Los actuales museos en internet no solo son opciones para el reconocimiento y la
valoración del patrimonio, sino también para fomentar su divulgación y preservación
por parte de públicos diversos. En consecuencia, pueden ser considerados como
aceleradores de iniciativas de diagnóstico e intervención de esta riqueza, sin llegar a
ser sustitutos de las instituciones tradicionales.
La denominación “ciberecomuseo” propuesta para Mutua puede resultar arriesgada
pero está inscrita en una realidad perfectamente viable en la actualidad, como es
el aprovechamiento de las TIC para acercar a las comunidades con su territorio e
invitarlas a realizar −a través del ciberespacio− el tipo de recorridos y dinámicas
habitualmente presentes en los ecomuseos. Claro está que el rango de vocablos para
abarcar los estudios de estos espacios y de las ideas vinculadas con ellos ha ido
ampliándose progresivamente, algo verificable, por ejemplo, con la adopción del
concepto “ecomuseología”.
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
118
Debe tenerse presente que en las
eventuales acciones de exploración,
intervención y rescate de los elementos
del patrimonio difuso inicialmente
integrantes de la narrativa de Mutua,
sería necesario seguir la orientación
de los ecomuseos en el sentido de
que sea la comunidad la encargada de
apropiarse de esos bienes dispersos
e invisibles en el territorio, con el
respectivo apoyo y tutoría de las
autoridades competentes. Por su
parte, a los equipos de asesores y
profesionales les corresponde enfocarse
en las tareas de investigación del
entorno y capacitación en las temáticas
disciplinares de cada proyecto.
La selección de los objetos para el primer recorrido propuesto por Mutua resultó
una tarea desafiante, y a la postre, está abierta a la discusión, pues es claro que
otras marcas del territorio urbano de Tunja podrían articularse con los criterios
formulados y ser motivo de atención. Aun así, igualmente se reconoce la validez
del análisis efectuado con base en dichos parámetros, pues la escogencia resultante
refleja distintas realidades de la historia tunjana bajo los ejes narrativos estructurados.
La inclusión de nuevos exponentes materiales e inmateriales, tanto de la ciudad como
de otras zonas de la región centro-oriental colombiana, es una motivante meta futura
para la continuidad del proyecto.
AGRADECIMIENTOS
A Nancy Camacho Pérez, Ana María Molano Bautista y Santiago Llanos por su participación en el proceso de selección de los ele-mentos del patrimonio difuso. De igual forma, a Carmenza Montañez Torres,
Christian Felipe Vera Gómez, Erika María Sandoval Valero, Fabio Nelson Rodríguez
Díaz, Liliana Paola Muñoz Gómez, Luis Oliverio Chaparro Lemus, Mónica Marcela
Sánchez Duarte, Clara Patricia Avella Ibáñez y Carlos Andrés Carreño, quienes
como integrantes del equipo de trabajo de este proyecto han brindado sus aportes
para la identificación de variables y la realización de los procedimientos conducentes
a la incorporación de los objetos del recorrido inicial de Mutua.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
119
pp. 9
2- 1
21Aguirre, B. (2007). Del concepto de bien histórico-artístico al de Patrimonio Cultural.
DU & P: revista de diseño urbano y paisaje, 4, (11), 1-34. Recuperado el
12 de abril de 2014, de http://www.ucentral.cl/dup/pdf/11_bien_histori-
co_artistico.pdf
Castellanos, N. P. (1998). Los museos como medios de comunicación: museos de
ciencia y tecnología. Revista latina de Comunicación social, (7). Recuperado el
30 de octubre de 2013, de http://www.ull.es/publicaciones/latina/a/71mus.
htm
Davis, P. (2007). Ecomuseums and Sustainability in Italy, Japan and China: Concept
Adaptation Through Implementation. En S. Hnell, S. Mac Leodand, S. Watson
(eds.). Museum Revolutions: How Museums Change and are Changed (pp.
198-214). Londres: Routledge
De Varine, H. (1985). El ecomuseo, más allá de la palabra. Museum, 37, (148),
185.
Del Carpio, C. U. (2014). Espacios públicos, identidad y segregación socioterri-
torial en el sector noroccidental de Tunja. En J. Llanos (Ed.). La Montaña
Sagrada de Tunja (pp. 13-21). Tunja: Universidad de Boyacá.
Díaz, C., Gumà, R., Rodríguez-Cid, J., Simancas, L., Torres, C., Cornadó, C.
(2008). Nuevos usos en el patrimonio difuso. Recuperado el 6 de febrero de
2014, de http://hdl.handle.net/2117/8235
Engström, K. (2009). The ecomuseum concept is taking root in Sweden. Museum
International, 37, (4), 206-210.
Feilden, B. M. (2003). Conservation of Historic Buildings (3rd ed). Oxford: Ar-
chitectural Press.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
AD
RIA
NA
HID
ALG
O, I
VÁN
TO
RRES
, JU
LIAN
LLA
NO
S /
/Id
entifi
caci
ón e
inco
rpor
ació
n de
el
emen
tos
del p
atrim
onio
urb
ano
difu
so tu
njan
o al
cib
erec
omus
eo “
Mut
ua”
120
Friman, H. (2006). A Museum without walls. Museum International, 58, (3), 55-59.
Frondizi, R. (1972). Manual para inventarios de bienes culturales inmuebles. Bogotá: Mi-
nisterio de Cultura.
García-Canclini, N. (1999). Los usos sociales del Patrimonio Cultural. En E. Aguilar
(Coord.). Cuadernos de Patrimonio Etnológico: nuevas perspectivas de estudio (pp.
16-33). Andalucía, España: Consejería de Cultura - Junta de Andalucía.
Hidalgo, A. (2010) Morfología y actores urbanos en la periferia urbana: el caso de Tunja.
Tesis Doctoral. Universidad Politécnica de Madrid, España.
Hidalgo, A. (2012). Momentos claves en la formación de la periferia urbana de Tunja. En
J. Llanos (Ed.). Miradas urbanas de Tunja en el siglo XX: aproximaciones a la ciudad
intermedia. Tunja: Universidad de Boyacá.
Hubert, F. (1985). Los ecomuseos de Francia: contradicciones y extravíos. Museum, 37,
(4), 186-190
Hugony, C. & Espada, J. C. (2009). Proyecto Patur: herramientas innovadoras para la
gestión participativa de la ciudad histórica. Trabajo presentado en V International
Conference Virtual City and Territory, Barcelona, España. Recuperado el 11 de marzo
de 2014, de http://hdl.handle.net/2099/11967
Jones, G. & Christal, M. (2002). The future of virtual museums: on-line, immersive, 3D
environments. Recuperado el 20 de abril de 2014, de http://created-realities.com/
pdf/Virtual_Museums.pdf
Llanos, J. (2012). Memoria y sentidos: esculturas públicas y monumentos de Tunja en
comunicación con la ciudad. Tunja: Universidad de Boyacá.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
121
pp. 9
2- 1
21
Llull, J. (2005). Evolución del concepto y de la significación social del Patrimonio Cultural.
Revista Arte, Individuo y Sociedad, 17, 175-204. Recuperado el 30 de mayo de
2014, de http://revistas.ucm.es/index.php/ARIS/article/view/6656
Marty, P. F. (2007). Museum websites and museum visitors: before and after the museum
visit. Museum Management and Curatorship, 22, (4), 337-360. Recuperado el 8
de septiembre de 2013, de Deakin University Library Database, en www.deakin.edu.
au/library/a-z/databases.php
Mckenzie, J. (1997). Building a Virtual Museum Community. Ponencia presentada en Mu-
seums & the Web Conference, Los Angeles, California, EE.UU. Recuperado el 25 de
junio de 2014, de http://www.fno.org/museum/museweb.html
Mesa, M. L., Molina, E., Guerrero, Y., Millares, R., Bonilla, J. (2011). Por los caminos
de la Ruta Libertadora [colección de cartillas]. Tunja: Ediciones Universidad de Boyacá.
Mouliou, M. (2012). City museums in the web 2.0 era: current challenges and possibilities.
En I. Jones, E. Sandweiss, M. Mouliou & C. Orloff (Eds.). Our Greatest Artefact: the
City. Essays on cities and museums about them (pp. 67-80). Estambul, Turquía: ICOM’s
International Committee for the Collections and Activities of Museums of Cities.
Moutinho, M. (2010). Ecomuseums for social harmony. ICOM News, 1, 9.
Rivière, G. H. (1985). Definición evolutiva del Ecomuseo. Museum, 37, (4), 182-183.
Villada Cardozo, D. C. (2011). Objetos convertidos en conceptos: la apropiación del
patrimonio arqueológico en el municipio de Nemocón. Tesis de Maestría. Universidad
Nacional de Colombia, Bogotá. Recuperada el 4 de noviembre de 2013, de http://
www.bdigital.unal.edu.co/5197
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
123
pp. 1
22- 1
35
AbstractResumen:Palabras clave:
Key words:
Romero, W.A. (2014). La imagen de la mujer en la telenovela sicaresca a través de la mirada de los jóvenes, Designa, 3(1), 122 - 135.
the picture of women in lhe sicaresca soap ope-ras through the teena-gers’ views
Soap operas, sicaresca, active audiences, youth, picture of woman, violence.
This article is derived from qualitative research conducted in a Bogota’s public school. The general objective was to analyse the cons-truction of the picture of woman in two Co-lombian soap operas (“Escobar, el patrón del mal” and “El capo II”) by perusing the opi-nions of six teenagers. Three major academic purposes guided this study. Firstly, weighing up youth as public since they are frequently stereotyped and underestimated, disregar-ding their symbolic creations and opinions. Secondly, recognizing the audiences which are usually silenced or limited to statistics and bar graphics without taking into account what they think and elaborate about what they watch in television programmes. Finally, resuming the soap opera as a serious object of study, in particular that termed sicaresca (related to the organized crime), putting it into context and understanding the distinct images of women conveyed by this sort of productions. Three categories were found in this research on the basis of the teenagers’ testimonies: victim woman visible/invisible; aggressive woman and accomplice woman object/counsellor. By considering both the adolescents’ points of view and the author’s analysis, these types were associated with the violence suffered by women in the patriarchal system.
telenovela, sicaresca, audiencias activas, jóvenes, imagen de mujer, televidencias, violencias.
Este artículo es resultado de una investigación realizada desde el enfoque cualitativo en un colegio distrital de Bogotá, donde se examinó la construcción de la imagen de la mujer en dos telenovelas sicarescas (“Escobar, el patrón del mal” y “El capo II”) por parte de seis jóvenes. En este trabajo sobresalen tres intenciones académicas: primero, ponderar a los jóvenes como audiencia, pues a menudo son estereotipados y subestimados en la medida que ni su voz ni sus elaboraciones simbólicas se han escuchado; segundo, visibilizar a las audiencias, frecuentemente silenciadas o limitadas a estadísticas y gráficas, sin tener en cuenta lo que piensan y elaboran a partir de cuanto ven en la televisión; tercero, retomar como objeto serio de estudio a la telenovela y en este caso particular a la sicaresca, matizándola y entendiendo la apa-rición de la(s) imagen(es) de la(s) mujer(es) en ella. Las categorías halladas, con base en los testimonios de los estudiantes son: Mujer Víctima visible/invisible; Mujer Victimaria y Mujer Cómplice adorno/consejera, las cuales se han relacionado con las violencias infligidas a las mujeres en un sistema patriarcal, desde los relatos de los jóvenes y la interpretación hecha por el autor.
William Alexánder Romero Díaz*
La Imagen de mujer en la telenovela sicaresca a través de
la mirada de los jóvenes 1
Recibido: 27-jul-- 2014 Aceptado: 24-oct- 2014
1 Este artículo se deriva de la investigación Construcción de la imagen de la mujer a partir de dos telenovelas sicarescas por parte de una audiencia juvenil.
*Magíster en Comunicación-Educación. Miembro del grupo de Investigación de Estudios Críticos de Políticas Educativas (Estupoli) de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. [email protected]
INTRODUCCIÓN
WILL
IAM
RO
MER
O D
ÍAZ
//
La
Imag
en d
e m
ujer
en
la te
leno
vela
sic
ares
ca a
trav
és d
e la
mira
da d
e lo
s jó
vene
s
124
BREVÍSIMO INTROITO
La pregunta producto del estado del arte y la reflexión que fue el punto arquimédico para desarrollar teórica y metodológicamente la apuesta investigativa fue: ¿cuáles imágenes de mujer construye una audiencia juvenil a partir de la televidencia de dos telenovelas sicarescas?
INMERSIÓN TEÓRICA
Telenovela: melodrama televisivo y exitosa mercancía
La telenovela se mira bajo dos ópticas: como melodrama y como mercancía. Es el más importante género televisivo de Latinoamérica, pues permite reconocer las realidades de esta parte del mundo y ha sido el motor
de la industria audiovisual desde los años setenta. Basada en la estructura y las
características del melodrama, entendido este como las narrativas populares puestas
en escena en espectáculos que pretenden ser “espejo de la conciencia colectiva”
(Martin-Barbero, 1989, p. 124), busca animar y movilizar la pasión y la emoción
del pueblo (Martin-Barbero, 1992; Ordoñez, 2012; Padilla de la Torre, 2004).
Para Martín-Barbero, citado por Medina y Barrón, las telenovelas “constituyen un
enclave para la producción audiovisual en Latinoamérica, no solo por el peso que
tienen en el mercado de la televisión, sino también por el papel que juegan en la
representación de los valores culturales de la audiencia local” (2010, p. 80). Estas
producciones se caracterizan por ser transmitidas por televisión de manera seriada,
con cortes comerciales y con temáticas de comunidad en escenarios de interacción
(casa, calle, iglesia, hospital). Poseen un inicio, un nudo (o nudos) y un desenlace,
con historias paralelas que se suceden y se resuelven (Padilla de la Torre, 2004).
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
125
pp. 1
22- 1
35
Desde la perspectiva de la industria
y de la telenovela como mercancía,
existen varias razones por las cuales
se ha difundido masivamente en el
mundo. Primero, por su carácter seriado,
permite cubrir una franja horaria
durante cinco o seis meses (incluso
más) sin que los programadores deban
pensar qué colocar semanalmente
(Mazzioti, 2006). Segundo, es
barata, aun más si se compra. Tercero,
es una plataforma para impulsar otros
negocios desarrollados en torno a ella.
Medina y Barrón (2010) manejan
causas adicionales de esta difusión
mundial, entre ellas, la privatización de
la televisión, que ha multiplicado los
canales y las parrillas de programación,
ahora con audiencias cada vez más
particularizadas.
Relatos marginales: la sicaresca en la pantalla de la narcocultura como telenovela
Sicaresca es un término polémico entre estudiosos de la comunicación. Ya sea en
cine, literatura y ahora en televisión, suele emplearse al “hablar de una serie de
producciones que se ocupan de los sicarios y de los sectores marginales,
principalmente de Medellín” (Suarez, 2010, p, 4). La palabra, acuñada por
Héctor Abad Faciolince, se origina en un juego semántico por sinonimia con la
voz “picaresca”. La relación entre la picaresca española del siglo XVI y las novelas
colombianas se basa, sobre todo, en la exposición de la vida de carencias y miserias
de jóvenes asesinos por contrato –antes conocidos como pícaros– y las peripecias
que realizan para sobrevivir en el submundo del crimen. El término ha evolucionado, ha
pasado del libro a las pantallas tras el reconocimiento de las violencias y los lugares,
de la diversidad no solo física sino también simbólica desde donde se ejercen
intimidaciones en Colombia. Aun así, generalmente ha estado centrado en la
violencia urbana, escenario central para los capos y jefes de las bandas, al tiempo
que periférico como origen y residencia para los sicarios.
La imposibilidad de seguir homogenizando este fenómeno social conlleva a considerar
que son los relatos marginales característicos de la sicaresca los que en la realidad de
la violencia están silenciados, marginados y perdidos en la memoria colectiva, así se
presencien y se consuman diariamente en las noticias y las telenovelas. A su vez, esa
violencia repercute en la imagen y el cuerpo de la mujer.
Televidencias: dando sentido(s) a un lugar simbólico
Orozco considera a las audiencias como “un conjunto segmentado desde sus
interacciones mediáticas y su recepción, en una interacción siempre mediada desde
diversas fuentes” (2001, p. 22). Las audiencias son básicas en los estudios y la
investigación sobre televisión. Son a quienes se debe acompañar, las que definen lo
cultural, lo educativo o lo divertido, quienes ven en este medio modos de
representación, autopercepción y referencia, una de sus experiencias más vitales y
una de las bases para su construcción de significados.
WILL
IAM
RO
MER
O D
ÍAZ
//
La
Imag
en d
e m
ujer
en
la te
leno
vela
sic
ares
ca a
trav
és d
e la
mira
da d
e lo
s jó
vene
s
126
Imagen de la mujer en la telenovela
sicaresca: ¿Batalla diversa de
imágenes o singularidad femenil?
Hoy, la televisión “define el juego, los
temas de los cuales se debe hablar,
qué personas son importantes y
quiénes no” (Bourdieu, 1996, p.
70). A esto se agrega su condición
de principal proveedora de imáge-
nes sobre el mundo de la vida, la
sociedad y el ser humano, al transmitir
“estereotipos diferenciados de hombre
y mujer que se van interiorizando poco
a poco hasta hacerlos nuestros, hasta
convertirlos en actitudes y conductas, maneras de ser, de estar y de comportarnos en
la vida” (Charles, 1996). Por medio de la imagen, dichos estereotipos son
reproducidos y divulgados entre las audiencias. Por lo tanto, es necesario
conceptualizarla como un resultado de la creación humana que responde tanto a las
capacidades innatas del individuo como a aquellas aprendidas socialmente. De ahí la
importancia de analizarla por su valor histórico y epistémico (Roca, 2004).
González Requena y Ortiz (1995) hablan de la seducción producida por la
imagen, al ser utilizada como código que apela a otros sentidos y se relaciona con
sensaciones de bienestar y satisfacción. La imagen seduce, no solo la de la mujer,
sino también la del sicario. En relación con esa atracción, González Requena y Ortiz
denominan imagen delirante a aquella que despierta el deseo más desenfrenado.
Este es, precisamente, el fenómeno sugerido en la representación de la relación del
“narco” con la mujer. Tal como está exhibida en la telenovela sicaresca, la mujer no
tiene que ver del todo con el hecho ilícito del narcotráfico, sin embargo, su imagen
vehicula la atracción hacía ese mundo, donde muchas veces se le presenta humillada,
vejada, explotada, víctima, victimaria, fotocopia de su cuerpo y sus partes atrayen-
tes, todo revuelto en el relato marginal subyacente a las producciones.
INMERSIÓN METODOLÓGICA
En la investigación se utilizó un enfoque cualitativo, dada la intención de encontrar significados para “sistematizar la vivencia y el conoci-miento que ellos (los individuos) tienen de su realidad” (Bonilla, p. 92). El paradigma cualitativo busca entender las complejas relaciones entre todo
lo existente, el tratamiento holístico de los fenómenos como un caso único y a la vez
común, pero con la comprensión de la unicidad de cada uno de ellos. Así, “percibe
lo que ocurre en clave de episodios o testimonios, representa los acontecimientos
con su propia interpretación directa y con sus historias” (Stake, 2005, p. 44).
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
127
pp. 1
22- 1
35
Para este trabajo se adoptó la
perspectiva del Interpretativismo,
definido por Sandín Esteban (2003)
como “una reacción al intento de
desarrollar una ciencia natural de los
fenómenos sociales (…) se rechaza
la idea de que los métodos de las
ciencias sociales deban ser idénticos a
los de las ciencias naturales”
(2003, p. 56).
Igualmente, se eligió el Estudio de
caso, “un método de investigación
para el análisis de la realidad social
(…) representa la forma más pertinente
y natural de las investigaciones orientadas
desde una perspectiva cualitativa”
(Sandín Esteban, 2003, p. 174). Su
característica es examinar un fenómeno
contemporáneo en un entorno real
mediante la utilización de varias fuentes
de datos y uno o varios sujetos.
Los instrumentos de recolección de información fueron dos: un formato de televidencias
(figura 1), en el cual los estudiantes podían contar sus percepciones, descripciones y
juicios sobre las actuaciones y los roles de los personajes de las telenovelas. Inicial-
mente, se indagó por el contexto en que se veía el programa (televidencia primaria),
para continuar con preguntas centradas en la mujer, sus acciones, vestuarios y relacio-
nes como personajes (televidencia secundaria). Después de completar 48 formatos
de “El patrón del mal” y 30 de “El capo II” se elaboró un protocolo de entrevista
semiestructurada (Tabla 2) que permitió ahondar en los hallazgos
derivados de las respuestas y formular las categorías de análisis.
Tabla 1. Conocimiento del PCCC desde la edad del encuestado.Fuente: F. Bermúdez P., 2014.
WILL
IAM
RO
MER
O D
ÍAZ
//
La
Imag
en d
e m
ujer
en
la te
leno
vela
sic
ares
ca a
trav
és d
e la
mira
da d
e lo
s jó
vene
s
128Tabla 2. Protocolo de entrevista semiestructurada
Fuente: el autor
RESULTADOS
Imágenes de mujer: hallazgos, sorpresas y retos
A partir de la pregunta investigativa principal (formulada en el introito de este
artículo) se generaron varias rutas de abordaje que ayudaron a responderla en un
lugar conceptual lejano de la imagen delirante y del objetivo de despertar el deseo
más desenfrenado (González Requena & Ortiz, 1995), aunque totalmente conectado
con la temática característica de la sicaresca: la(s) violencia(s). La pluralidad dinámica
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
129
pp. 1
22- 1
35
Figura 1. Respuesta en el formato 2 para “El Capo II” (estudiante JRm, líneas 7-9) Fuente: el autor
Figura 2. Respuesta en el formato 1 para “El patrón del mal” (estudiante RGh, líneas 9-10) Fuente: el autor
de los contextos socioculturales, las
narrativas melodramáticas puestas en
pantalla y los referentes teóricos de
la investigación, entraron en concor-
dancia con la multitud de violencias
halladas en las imágenes de la mujer
presentes en “Escobar, el patrón del
mal” y “El capo II”.
Las imágenes de mujer nacen de
las violencias ejercidas hacia ellas,
las cuales son testimoniadas por los
estudiantes y cuyo reconocimiento
está ligado con la realidad violenta
del país, mostrada ampliamente en
la televisión en un producto estrella
como es la telenovela sicaresca. Las
impresiones recogidas llevaron a con-
formar varios tipos de mujeres, según
la violencia aplicada en su contra.
Esto se encuentra en concordancia
con Albero (2011) quien plantea la
imposibilidad de hablar de consumo
televisivo sin desligarlo de las imágenes
de violencia.
Precisamente, el estudio de Albero (2011) coincide con los resultados de este
trabajo en el hecho de que los jóvenes reconocieron diferentes clases de violencia,
generadoras de las categorías de mujeres presentadas a continuación.
Mujer Víctima. Caracterizada por ser “aquella que se expone, padece daño o muere
por culpa ajena o causas fortuitas” (Echeburúa & Redondo, 2010, p. 19). Esta fue
dividida en dos subcategorías:
- Visible: víctima directa del abuso, la discriminación, los golpes, las amenazas, las
violaciones, los ataques verbales, en su mayoría por parte del hombre. Padece la
violencia de la manipulación.
- Invisible: recurre al silencio como estrategia para evitar más repercusiones violentas,
pues vive con un miedo constante que, además, la lleva a autoexcluirse de participar
socialmente. Así, se ve afectada por la violencia del silencio.
WILL
IAM
RO
MER
O D
ÍAZ
//
La
Imag
en d
e m
ujer
en
la te
leno
vela
sic
ares
ca a
trav
és d
e la
mira
da d
e lo
s jó
vene
s
130
Mujer Victimaria: Definida como un
“insólito cambio de roles respecto
al habitual esquema de violencia, en
donde la mujer es la agresora y el
hombre es la víctima” (Echeburúa &
Redondo, 2010, p. 101). En ella
se aplica la violencia de la reacción,
más psicológica que física, producto
de condiciones como la necesidad de
defenderse o sobrevivir en un contexto
violento, el amor incondicional a su
hombre o el simple interés de sobresalir
y conseguir algo para sí misma.
Mujer Cómplice. Participa o coopera de forma pasiva en los delitos, o simplemente,
conoce lo que el hombre va a hacer y le permite ejecutar las acciones ilegales sin
exhibir intención alguna de detenerlo, pues por el contrario, lo alienta a cometer esos
crímenes. Esta imagen tuvo dos variables:
- Mujer Cómplice Adorno: es un “acompañante u objeto secundario. Casi nunca
es central. Aparece pasiva, dependiente y en su papel de servir y gustar al hombre”
(Del Moral, 2000, p. 215). Sufre la violencia de la cosificación.
- Mujer Cómplice Consejera: Da instrucciones o consejos de apoyo al hombre, pero
en definitiva, carece de autonomía o mando respecto a él, e incluso, alcahuetea sus
acciones por amor o dinero. Sufre la violencia del engaño, plasmada en la falsedad
expuesta por el hombre respecto a su participación e importancia en un grupo o bien
cuando pretende intervenir discursivamente en una situación.
Figura 3. Respuesta en el formato 3 para “El patrón del mal” (estudiante SRm, líneas 15-17) Fuente: el autor
Figura 4. Respuesta en el formato 2 para “El patrón del mal” (estudiante JCh, líneas 15-17) Fuente: el autor
Figura 5. Respuesta en el formato 2 para “El patrón del mal” (estudiante JRm, líneas 16-17) Fuente: el autor
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
131
pp. 1
22- 1
35
CONCLUSIONES Y TRAZOS
A SEGUIR
Las producciones sicarescas lo son no solo por tener la violencia como eje principal, sino también
por su narrativa en que el sicario
es parte de la historia. Goodbody
afirma: “La novela sicaresca suele
abordar el género usando la violencia
como punto de partida e idea central”
(2008, p. 441).
En la sicaresca, la mujer fractura los estereotipos de la heroína del melodrama, no
desde la aparición de nuevas imágenes o roles sino desde su ausencia e irrelevancia
en la trama. Esta es una telenovela de tipo masculino, que aleja a la mujer de la
acción y la decisión y la presenta como un cuerpo que ejerce o recibe múltiples
violencias. Así, lo femenil es ocultado y sometido a la voluntad del hombre.
Por su falta de dinamismo y visibilidad, los espacios de acción de la mujer en la
sicaresca son muy limitados. Es un personaje secundario, irrelevante, manipulado y
temeroso, sin incidencia en la trama. En “El patrón del mal” y “El capo II”, su rol es
un repliegue silencioso de lo que generalmente ha sido en la telenovela colombiana:
minimizada, no solo por la violencia de que es víctima, victimaria y cómplice, sino
también por su marginalidad en la narrativa. Rupturas con esta tendencia, pues
marcaron cambios en los roles femeniles, son “Yo soy Betty la fea” (1999-2001),
cuya protagonista no correspondía al canon habitual de belleza, y “Café con aroma
de mujer” (1994-1995), historia de una recolectora de café quien por su propio
esfuerzo se convierte en ejecutiva exitosa. Estos son puntos de partida para futuros
retos investigativos en torno a este devenir femenino en la televisión nacional.
En efecto, la mujer es un relato marginal y marginado. Las categorías descritas apoyan
ese papel apartado de la acción, su limitada actuación, su lejanía del eje narrativo.
Aparece al margen de la trama y el accionar masculino, atrapada por la violencia, la
manipulación, el silencio y la complicidad que “marcan la distribución de los papeles
y las posiciones sociales” (Mazzioti, 2006, p. 24).
WILL
IAM
RO
MER
O D
ÍAZ
//
La
Imag
en d
e m
ujer
en
la te
leno
vela
sic
ares
ca a
trav
és d
e la
mira
da d
e lo
s jó
vene
s
132
Las televidencias permitieron que los alumnos discurrieran sobre sus contactos
televisivos, sus significados y evocaciones respecto a las telenovelas. La televidencia
de segundo orden posibilitó la aplicación de los instrumentos de recolección de
datos y la interpretación de los testimonios dados por los jóvenes, con base en sus
ritos y en la observación de la sicaresca. Así, fueron una audiencia activa, productora
de voces, que puede considerarse “desde la perspectiva cualitativa para indagar en
la construcción social de las significaciones una dimensión cultural y de comprensión”
(Padilla de la Torre, 2004, p. 10).
Con estas audiencias activas juveniles se potenció en el aula un acercamiento y una
articulación efectiva de la triada escuela-medios-estudiantes, pues mediante la
experiencia del presente trabajo se evidenció que los jóvenes televidentes toman
numerosos referentes de la pantalla, en la que reconocen roles, modelos o
estereotipos, los cuales comparan con cuanto ven en su cotidianidad.
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
133
pp. 1
22- 1
35
Lo educativo de este trabajo alude a Huergo (2006), quien plantea una alianza
entre las pantallas y la escuela como una forma de evitar la desvalorización acrítica de
la televisión. Por el contrario, realizar ejercicios de comprensión e interpelación de los
discursos televisivos produce sentido social. En particular, examinar cómo la cultura
juvenil da significados a los contenidos de la cultura mediática, los asocia y usa en
su cotidianidad, es una forma de dar voz a esa población, silenciada incluso por la
misma violencia, pero con pleno derecho de ser escuchada y vivenciada desde sus
modos de ser y estar en el mundo. En este sentido, Huergo cita a Paulo Freire para
proponer una autonomía que permita leer y escribir las posibilidades de las audiencias.
Estas lecturas deben posibilitarse desde las aulas, conjuntamente con los jóvenes y
en consonancia con su contexto. Tal ejercicio fue desarrollado en esta investigación
al potenciar un diálogo entre actores comunicativos por medio del cual se evaluó la
imagen de la mujer en un tipo de narrativa ampliamente consumido, experiencia a su
vez valiosa en los propósitos de reivindicación femenil.
Así, la escuela debe ser el eje articulador entre las impresiones de los estudiantes ante
la televisión y la significación sociocultural de este medio en los entornos juveniles.
En tal sentido, dejar de lado la satanización y pasar a la televidencia por parte de
los profesores, quienes como audiencia activa pueden acompañar a los alumnos en el
proceso de dar sentido a lo visto, de saberlo ver y de rescatar contenidos pertinentes
para su construcción de identidad, es una forma de tomar distancia de la manipulación
de los medios masivos y un punto de partida para generar productos comunicativos que
representen la voz de los jóvenes, hombres y mujeres, al igual que de la propia escuela.
WILL
IAM
RO
MER
O D
ÍAZ
//
La
Imag
en d
e m
ujer
en
la te
leno
vela
sic
ares
ca a
trav
és d
e la
mira
da d
e lo
s jó
vene
s
134
Albero, M. (2011). Televisión, violencia y sexo en la adolescencia. Barcelona:
Octaedro.
Bordieu, P. (1996). Sobre la televisión. Barcelona: Anagrama.
Charles, M. (1996). El espejo de Venus: una mirada a la investigación sobre mu-
jeres y medios de comunicación. Signo y Pensamiento, (28). Recuperado el
16 de septiembre de 2012, de: http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/
signoypensamiento/article/view/3075/2353
Del Moral Pérez, M. E. (2000). Los nuevos modelos de mujer o de hombre a través
de la publicidad. Comunicar, (14), 208-217. Recuperado el 12 de enero
de 2013, de: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=278233
Echeburúa, E. & Redondo, S. (2010). ¿Por qué víctima es femenino y agresor es
masculino? Madrid: Pirámide.
González Requena, J. & Ortiz, A. (1995). El spot publicitario. La metamorfosis
del deseo. Madrid: Catedra.
Goodbody, N. (2008). La emergencia de Medellín: la complejidad, la violencia y
la différance en Rosario Tijeras y la Virgen de los sicarios. Revista Iberoamericana,
74, (223), 441-454. Recuperado el 12 de julio de 2012, de: http://
revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/issue/view/196
Huergo, J. (2006). La relevancia formativa de las pantallas. Comunicar, (30),
73-77. Recuperado el 13 de julio de 2012, de: http://redalyc.uaemex.mx/
pdf/158/15811864012.pdf
Martin-Barbero, J. (1992). Televisión y melodrama. Géneros y lecturas de la tele-
visión en Colombia. Bogotá: Tercer Mundo.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Vol 3
No.
1 IS
SN 2
256-
4004
ww
w.u
nibo
yaca
.edu
.co/
facu
ltade
s/FA
BA/
desig
nia
135
pp. 1
22- 1
35Martin-Barbero, J. (1989). De los medios a las mediaciones. México: Gustavo Gili.
Mazzioti, N. (2006). Telenovela, industria y prácticas sociales. Bogotá: Norma.
Medina, M. & Barrón, L. (2010). La telenovela en el mundo. Palabra-Clave, 13,
(1), 77-97.
Ordoñez. M. D. (2012). Las “narcotelenovelas” colombianas y su papel en la cons-
trucción discursiva sobre el narcotráfico en América Latina. Tesis de Maestría.
Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, Ecuador.
Orozco, G. (2001). Televisión, audiencias y educación. Buenos Aires: Norma.
Padilla de la Torre, R. (2004). Relatos de telenovelas, vida, conflictos e identidades.
México: Universidad de Guadalajara.
Repoll, J. (2011). Estudio de audiencias multiculturales. Tesis doctoral. Universidad
Autónoma de Barcelona, España.
Roca, L. (2004). La imagen como fuente: una construcción de la investigación social.
Razón y Palabra, (37). Recuperado el 10 de octubre de 2012, de: http://
www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n37/lroca.html
Sandín Esteban, P. (2003). Investigación cualitativa en educación. Fundamentos y
tradiciones. Madrid: Mc Graw Hill.
Stake, R. E. (2005). Investigación con estudio de casos (3ª ed.) Madrid: Morata.
Suarez, J. (2010). Adicciones y adaptaciones: cine, literatura y violencia en Colom-
bia. Romance Quarterly, 57, (4), 300-312, Recuperado el 23 de agosto
de 2012, de: http://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/08831157.
2010.496348