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“Me sentí profesor por un día …”

Articulación entre la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA y los Clubes de Ciencias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Mesa temática: Universidad y acción pedagógica emancipadoraMarina Rubinstein. Programa de Actividades Cientìficas. CABASusana Underwood. Facultad de Ciencias Veterinarias. UBA

marurub@yahoo.com.arinclusión@fvet.uba.ar

ResumenEsta ponencia relata una experiencia conjunta entre la Secretaría de Extensión Universitaria

de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (FCV-UBA) y

Clubes de Ciencias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), realizada en el año

2017.

En un contexto neoliberal, en el que la educación pública se ha transformado en espacio

propicio para el mercado, el trabajo en conjunto de la escuela y la universidad como

instituciones primordiales para la distribución y producción de conocimientos, adquiere vital

importancia. Ambas son instituciones críticas, comprometidas con la comunidad, habitan y

producen desde lo social. El trabajo interdisciplinario enriquece, la reflexión conjunta abre

perspectivas, amplía enfoques y horizontes de intervención.

La FCV-UBA, reflexiona constantemente sobre su rol en la sociedad redefiniendo

aportes que propendan a la inclusión social. La función de la Extensión Universitaria apunta

a que el conocimiento académico se vincule con los saberes de la sociedad.

Los Clubes de Ciencias de la CABA constituyen espacios gratuitos y optativos que

funcionan en escuelas públicas . El enfoque lúdico, el trabajo en equipo, la circulación de la

palabra, el respeto , la curiosidad, el compromiso, la alegría y el placer por el aprendizaje

son parte de la labor cotidiana.

Luego de un año de trabajo conjunto queremos destacar dos aspectos que sostenemos

desde nuestros espacios educativos: la importancia de aquellos saberes resignificados a

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partir del contacto directo con la realidad, y la responsabilidad ineludible de la educación

pública en la construcción colectiva de una sociedad más inclusiva

DesarrolloLa Universidad de Buenos Aires, al igual que otras universidades públicas argentinas,

sostiene los ideales de la Reforma Universitaria de 1918 pero a su vez, y como institución

que se piensa a sí misma, tiene la obligación de revisar y reflexionar su rol en la sociedad y

redefinir los aportes y acciones que propendan a la inclusión social.

La función de Extensión constituye uno de los tres pilares de la Universidad, junto con la

Docencia y la Investigación. Sin embargo, como la Extensión no acredita con suficiencia en

los concursos de cargos, se suelen priorizar las otras dos funciones. La Extensión

universitaria pretende que el conocimiento académico no se concentre en la universidad

sino que se vincule con los saberes de la comunidad, e interactúa, junto con la Docencia y la

Investigación, a través del diálogo con el territorio.

Durante el neoliberalismo, se priorizó la utilización económica de la función de Extensión a

partir de vender ese desarrollo a actores privados. Sin embargo, ésta es una visión muy

limitada, propia de los años 90 y principios de este siglo, en los que los bajos salarios de los

trabajadores universitarios impulsaron su participación en actividades de transferencia a la

industria y a particulares, completando los ingresos con los recursos que entraban a través

de esas actividades. Esta visión limitada, que aún persiste en muchos ámbitos

universitarios, invisibiliza la función relevante de la Extensión, que es la intervención con la

comunidad, no en la comunidad. Desde hace varios años la Extensión universitaria se

resignificó, se adecuó al tiempo, repensándose un poco a sí misma y entendiendo que la

universidad no puede producir conocimiento por fuera de la sociedad, que el conocimiento lo

produce por dentro; que para que este conocimiento tenga un sentido social tiene que,

además, producirse a la par de la comunidad. Empieza a pensar también que no es que la

universidad tiene un conocimiento que extiende a la sociedad, una visión predominante en

otros tiempos que se propone cuestionar. Y reflexiona que la comunidad tienen ciertos

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potenciales, la universidad tiene otros y que en este trabajo conjunto se puede alcanzar una

sociedad más justa y solidaria.

Desde hace más de 20 años la FCV-UBA realiza prácticas solidarias, tan relevantes y

destacadas por su valor formativo que fueron incorporadas al currículo de la carrera a partir

de 2007 a través de la materia Sociología y el Taller de sociología urbana y rural y Prácticas

solidarias.

La propia Misión de la Facultad sostiene el compromiso social al promover la formación de

profesionales con amplios conocimientos científicos y técnicos, desde una perspectiva de

formación ética, ciudadana, contextual y socio-comunitaria, siempre en pos de una premisa

esencial como es el compromiso social de la universidad. El trabajo se realiza bajo una

fuerte articulación en red de las diferentes organizaciones sociales, académicas y políticas

interesadas en el tema, y el impacto de su valor formativo ha sido tal que, como

mencionamos antes, la institución decidió incorporarlas al currículo de la carrera de

Veterinaria a partir de 2007.

A través de este compromiso los estudiantes de veterinaria pueden incorporar otros

aspectos de la profesión, como por ejemplo trabajar con otros profesionales de la salud, la

educación y las ciencias sociales, involucrados en la temática de la educación y la inclusión.

La formación para el trabajo en equipos constituidos por diversas disciplinas es

indispensable a fin de establecer estructuras de colaboración mutua, respetar áreas de

competencia, generar comunicación fluida en ambientes de consenso, mejorar la dinámica

de los grupos.

CLUBES DE CIENCIAS DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRESAl poco tiempo de la caída de la dictadura militar y la vuelta a la democracia, se inicia un

período de revisión de la Educación en la Argentina. Circula bibliografía que promueve un

nuevo enfoque en relación a la enseñanza de las ciencias naturales. Se percibe un cambio

de paradigma, tanto en la perspectiva epistemológica como en la propuesta pedagógica

didáctica (Rubinstein, 2014)

En este contexto se crean los Clubes de Ciencias para niños y niñas de escuelas primarias

en la Ciudad de Buenos Aires, como programa dependiente de la entonces Secretaría de

Educación, hoy Ministerio de Educación. Estos Clubes constituyen espacios

extracurriculares, gratuitos, de asistencia voluntaria, que funcionan en escuelas públicas de

la Ciudad.

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Una vez por semana los chicos y chicas de diferentes edades y procedencias se reúnen

para realizar actividades científicas acordes a la edad, siempre dirigidos por docentes

especializados.1

En los clubes, el enfoque lúdico, el desarrollo de la autonomía, el fomento del trabajo en

equipo, la circulación de la palabra, el respeto al otro sin impugnaciones ni estigmas, el

despertar inquietudes, el promover la curiosidad, el preguntar y preguntarse, la alegría y la

sorpresa por el aprendizaje son parte de la labor cotidiana. No hay contenidos prescriptos de

antemano, los tiempos de desarrollo de cada actividad están marcados por el grupo y el

coordinador, los recortes y ampliaciones en los abordajes son producto de acuerdos, a

veces explícitos, otras veces tácitos.

Con estas características podríamos afirmar que los Clubes de Ciencias ponen en cuestión

ciertos aspectos naturalizados de la gramática escolar, como por ejemplo el aula graduada,

ya que en los Clubes se relacionan chicos y chicas de diferentes edades. También interpela

el currículum único, ya que cada club aborda actividades y contenidos según decisiones

propias. Se atienden, entonces, heterogeneidades, diversidades, aceptando diferencias, en

un terreno que apunta a la inclusión, a la vez que amplía el universo de los conocimientos.

Puede darse que en un mismo club grupos de niñas/ niños y niñas desarrollen diferentes

proyectos y/o investigaciones.

En ese sentido, tomamos en consideración el debate planteado por Flavia Terigi (2013) en

relación al cuestionamiento de cierto formato escolar y a la búsqueda de formas alternativas

y más flexibles que propendan a la inclusión.

Nos proponemos democratizar el universo de conocimientos y posibilidades desde el

espacio de lo público, resignificando lo público (Cullen, 2003). La escuela como institución

primordial para la distribución y producción de los conocimientos. La escuela como

institución crítica, comprometida con la comunidad, como institución que habita y produce

desde lo social, que aspira a la equidad, escuela de calidad para todos y todas, escuela que

incluye y se enriquece con las diferencias.

En ese marco nos paramos desde los Clubes de Ciencias, y año a año recorremos los

barrios para invitar a los niños y a las niñas a participar.

1 El equipo de Clubes de Ciencias de CABA es interdisciplinario: maestras/os de primaria y de nivel inicial, profesoras/es de Cs naturales, licenciados en química y biología. Esta diversidad en la conformación enriquece el

trabajo al interactuar diferentes miradas y enfoques.

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¿POR QUÉ EL VÍNCULO CON LA UNIVERSIDAD?En principio, tanto la Universidad de Buenos Aires como los Clubes de Ciencias habitamos y

defendemos el espacio de lo público, de lo democrático, de lo inclusivo.

Porque ambas instituciones compartimos una concepción de acerca de la

popularización del saber.

Porque desde los Clubes queremos traspasar las fronteras del aula, del laboratorio y

de la escuela.

Porque queremos que todos conozcan espacios públicos de producción del

conocimiento y sepan que se los pueden apropiar, entre estos, obviamente, la

Universidad.

Porque el trabajo en conjunto, donde se entrelazan formaciones diferentes,

enriquece.

¿POR QUÉ VETERINARIA?Los niños y niñas que transitan por los Clubes de Ciencias viven en un ámbito urbano, sin

contacto con animales, ni espacios abiertos. Consideramos que los contenidos que se

pueden abordar desde el territorio son viables en convertirse en aprendizajes significativos,

(Ausubel, 2009), logrando un impacto diferente en la subjetividad de los chicos y chicas. En

el transcurso de las múltiples visitas, nos dimos cuenta que el impacto en la subjetividad se

produjo también en la comunidad de veterinaria, tanto estudiantes como trabajadores,

evidenciándose en comentarios, acciones y propuestas.

¿CÓMO EMPEZAMOS?Iniciamos el trabajo con reuniones de planificación entre la Coordinación del Programa de

Clubes de Ciencias y la Secretaría de Extensión de la FCV-UBA. Fue necesario conocernos,

entender nuestras perspectivas, tanto institucionales como personales, coordinar nuestros

tiempos y aprender sobre las limitaciones y obstáculos

En principio marcamos pautas y objetivos amplios de trabajo, aunamos criterios.

Coincidimos en los objetivos de:

Acercar la facultad a los chicos y chicas y a sus familias, poner en conocimiento qué

se hace, cómo es, qué se estudia

Mostrar cuál es el colectivo que conforma la universidad, su trabajo, sus roles

Reflexionar sobre los múltiples espacios de aprendizaje

Vincular saberes académicos/científicos con saberes del campo popular

Respetar los tiempos y características de los grupos de niños y niñas.

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Ampliar las miradas en relación a las incumbencias profesionales de los veterinarios

y veterinarias.

Acordamos también que las recorridas no iban a ser todas iguales ya que, al tratarse de

espacios que tienen que ver con seres vivos, influyen cuestiones imponderables, períodos

estacionales y aún climáticos.

Asimismo, nos propusimos que el trabajo realizado en la facultad sería sistematizado

posteriormente en los laboratorios-sedes de los Clubes de Ciencias.

¿QUÉ HICIMOS?Las actividades que se realizaron en cada visita, tal como mencionamos, eran diferentes y

se iban combinando tanto en función de la época del año y del clima, como de los intereses

de los niños y niñas, ya que nos habíamos propuesto que pudiesen experimentar y disfrutar

los momentos, adecuándonos, en la medida de lo posible, a sus tiempos y curiosidades.

En cada espacio se observaron animales, describieron características, observaron

comportamientos, compararon machos y hembras, compararon procesos de ordeñe manual

y mecánico, escucharon sobre esquila. Visitaron aulas y laboratorios

Todas las visitas incluían el momento de socialización, de juego y de picnic, de risas ,

alegrìas y camaradería.

En todas las recorridas hubo, además de los objetivos específicos, cuerpo y emociones para

crear vínculos afectivos, recuperar lo poético, lo humanizante y artesanal del trabajo

educativo (Becerra, 2018). En la mirada y el oído atento a las preguntas y a las sonrisas.

Como diría Giani Rodari… Señor maduro con una oreja verde.

El trabajo en conjunto durante todo un año nos llama a la reflexión, a ampliar objetivos y

acciones. Renovar propuestas, aumentar intervenciones del equipo docente y de extensión

universitaria. Socializar experiencias, iniciar el proceso de escritura.

ALGUNAS REFLEXIONES FINALES

Retomando a Risieri Frondizi (1971), coincidimos que la primera obligación de la

Universidad es formar profesionales con conciencia social. En este sentido, no debe

conformarse con atender las necesidades inmediatas sino que su acción debe ir más allá y

proyectarse, sabiendo que los resultados se verán quizás muchos años después. Los

conocimientos generados por el diálogo bidireccional con la comunidad, enmarcados en

principios éticos, redundarán en beneficios concretos para todos los actores intervinientes

en forma directa y también indirecta. Como instituciones públicas, sostenemos la

importancia de aquellos saberes resignificados a partir del contacto directo con la realidad.

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Referencias bibliográficas Ausubel, David (2009)Psicología educativa, un punto de vista cognoscitivo.Editorial Trillas,

México.

Becerra, Manuel(2005)Apología de la Ternura en Revista Anfibia, UNSAM, febrero 2018

Clubes de Ciencias de la Ciudad de Buenos Aires (2005) Marco teórico

Cullen, Carlos(2003) La construcción de un espacio público como alternativa a la violencia

social en el contexto de la globalización.En: Felferberg, M. (comp.)Los sentidos de lo

público. Reflexiones desde el campo educativo. Noveduc.

Durston, John (2002) El capital social campesino en la gestión del desarrollo rural. Díadas,

equipos, puentes y escaleras. CEPAL. En Ojea, Baltazar (2013) Op.cit.

Frondizi, Risieri (1971) La Universidad en un mundo de tensiones. Misión de las

universidades en América Latina. EUDEBA, Buenos Aires, Argentina, 2005 (1ª edición en

EUDEBA)

Ojea, Baltazar (2013) Herramientas para la Construcción Consciente de Capital Social en la

Universidad Material del Curso Latinoamericano de Gestión del Voluntariado Universitario,

Programa de Responsabilidad Social y Voluntariado Universitario, Universidad Tecnológica

Nacional

Quintar, Estela(2008) Didáctica no parametral, IPECAL, México.

Rubinstein, Marina(2014) Clubes de Ciencias en la Ciudad de Buenos Aires, 30 años de

historia y presente. Ponencia presentada en el Primer Congreso de Enseñanza de la

Ciencia, Tandil

Terigi, Flavia(2013) Lo mismo no es lo común.En:Educar, Posiciones acerca de lo común,

Frigerio, Graciela, Diker, Gabriela, Editorial El Estante, Buenos Aires

Zemelman, Hugo (2006)Pensar teórico, pensar epistémico, los retos de las Ciencias

Sociales Latinoamericanas,