Descubrimiento de un sepulcr odel siglo XIII, en Segovi a

Con motivo de las obras que se están realizando en l aIglesia románica de San Nicolás, restaurada por el Servicio d eDefensa del Patrimonio Artístico Nacional, bajo la dirección de lArquitecto Sr. Cabello, se ha llevado a cabo un interesant edescubrimiento arqueológico.

Consiste en un sepulcro, cuya estructura se adivina baj olas diferentes obras de reforma, efectuadas en épocas mu yposteriores a su construcción, por cuya parte decorativa quedab atotalmente cubierta por una capa de revoco- Al ser liberados lo smuros, apareció una decoración pictórica consistente en tripl earquería gótica, realizada por un procedimiento rudimentario e ntemple rojo con trazos negros. Bajo los arcos se cobijan,ejecutadas por el mismo procedimiento, sendas representacio-nes. En el primero, la imagen cedente de Nuestra Señora con e lNiño en los brazos, en forma muy semejante a la que aparec een las ilustraciones a las Cantigas de Alfonso X . Bajo el segund oarco, puede verse el alma del difunto, según la interpretación decostumbre, surgiendo de un sudario que sostienen dos ángeles ,y en el tercero, en el cual parece advertirse resto de una escen acoetanea a las anteriores, se ha dibujado, también en rojo ynegro, un pavés que simula estar colgado del lienzo . Por orlade la composición y en los mismos colores, hay una franja, d etema heráldico (cuyas armas describiremos luego), y sobre e lconjunto se repite el pavés colgado, en la misma forma que baj ola tercera arcada. Las armas que ostentan los escudos, son mu ysencillas : banda de sable en campo de plata y bordura de gule scargada de sotueres, al parecer de oro . Este blasón los utilizabacomo emblema, la Junta de Nobles Linajes de la Ciudad, pero e sde creer que perteneció a una familia determinada, pues aparec emuy repetido en la heráldica local desde los tiempos má santiguos . Quizá este escudo esté relacionado con la estirpe delos Viriles o en todo caso con sus alianzas . En la franja qu erodea la decoración, el tema aparece repetido y desglosada enforma de escudetes con la banda y de sotueres sueltos . Por

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estas figuras fué por donde comenzó el descubrimiento . Losescudetes medio borrados, parecían la letra O, y las aspas, X .Buscando una inscripción, se advirtió la existencia de imágene sal aparecer uno de los pies de la Virgen sedente . En eI fondodel arcosolío se expone una representación del entierro de l

_difunto. Es la más atrayente de todas, pintada con más vigor-_que las otras y no exenta de cierto realismo . Interesa tambiénpor su valor documental . En el centro, muy deteriorado, se vecadáver fajado, a quien rodean clerígos y plañideras de grande sojos almendrados, figuras todas muy expresivas . El arco ,románico, aún es de caliza, muy sencillamente labrado con lis aarchivolta de baquetón . Toda la obra pertecene a la décimotercia centuria . La parte alta, menos espontánea, corno de receta ,recuerda mucho a las miniaturas del Codíce de las Cantigas, yla escena de abajo a otras obras más viejas, por ejemplo, a lo sBeatos mozárabes.

La parte tumbal del sepulcro está construida de maneramuy firme, toda en sillares de caliza, sin inscripción alguna y d emanera que los que forman el timpano de arco (decorados co nla escena del entierro), cargan sobre los que sirven de tapa altúmulo, lo que dificulta la apertura de éste . Al excavar el suel ode la capilla, relleno de escombro, resultó el sepulcro bastantemás elevado sobre el piso de lo que a primera vista parecía .

No sin trabajo, por el temor de estropear la pintura, s eretiraron dos sillares del timpano para poder explorar el féretro ,retirando dos de las piedras que sirven de tapa, y por la apertur apudo observarse el ataúd : Es de madera de pino lisa, muy secay perfectamente conservada, sin más deterioro, que algunashendiduras producidas seguramente al menguar ésta . Alzada

-_sin dificultad la tapa de arriba, apareció el cadáver momificad ode un varón vigoroso, desnudo, salvo un fuerte lienzo arrollad oa la cintura y otro que le sujetaba la cabeza alrededor de e lcráneo y por la barbilla . Es posible que un sudario más fino s ehaya deshecho por la acción del tiempo . Sobre el pecho, quizáantes entre las manos, finas y aristocráticas, tenía colocada un acruz de cera muy sencilla, de brazos iguales retorcidos encaracol a los extremos . Esta cruz ha sido depositada en elMuseo Provincial de Bellas Artes ,, junto coa muestras del tejido

VARIA

encontrado. El resto se cubrió otra vez en la misma forma e nque se halló . También aparecieron, introducidos sin duda porlos intersticios de las piedras, dos cédulas de confesión del si-glo xvi y una vieja hoja de navaja .—L. F. P.

Un privilegio de nobleza, vinculadoa una fábrica de paño s

El Mercurio Histórico y político de febrero de 1787 ,publicaba la siguiente noticia : «En atencion al meríto contraíd opor D. Laureano Ortíz de Paz, y a los considerables gastos qu ele ha ocasionado el restablecimiento, aumento y mejoría de l afabrica de paños y otros texidos de lana, que le cedío y encarg oel Rey en la Ciudad de Segovia, proporcionando la manunten-cion, aplicación e industria de algunos millares de pobres d evarios pueblos de aquella Provincia con las escuelas de hílaza sy otros medíos, ha venido S . M. en aprobar la escritura d eVinculación que ha hecho de la expresada Casa Fabrica, nuevobatan enseres, utensilios y fondos actualmente invertido sen ella, con lós llamamientos y condiciones que contiene l amisma escritura : concediendo a este celoso y activo vasallo, y atodos los poseedores de Vinculo, a cada uno en su tiempo ycaso, eI privelegío de nobleza mientras mantuvieren la fábricaanexa a la Vinculación ; todo ello sin perjuicio pecuniario ni otr ogravamen o cosa alguna, y sin perjuicio de la nobleza d esangre, y sus derechos que puedan verificarse en algunos de lo sllamados y poseedores' .

La fábrica a que se refiere, es la que existió en el edifici ollamado Casa Grande, hoy Cuartel del Regimiento de Artillería ,que de D. Laureano pasó a su yerno D. Tomás Pérez de Estala ,inmortalizado por Goya, en un magnífico retrato, y cuyas hija scasaron una con el General Boulígny y otra con el Conde de losVillares.

El privilegio de nobleza aludido, fué bellamente ornamen-tado por el célebre pendolista Torio .—L. F. P .

El retablo de la Trinida d

En 1929, y en el Boletín de la Sociedad Española de

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Excursiones, publicó el Marqués dé Lozoya un estudio mu ydetenido sobre «La capilla de los Del Campo, en la parroqui ade la Trinidad, de Segovia» (1), y en él insertaba el contrato qu ela Sra. D . a Francisca de Cáceres, mujer de Juan de Cáceres ,hizo con los pintores Andrés López y Antón de Vega, par alabrar y pintar un retablo con destino a la capilla que est aseñora poseía en dicha iglesia . Los árboles genealógicos de l afamilia de Cáceres, que sirvieron para un laborioso pleito po rel señorío de Lobones, y las `Noticias genealógicas del linaj ede Segovia», publicadas bajo el nombre de D . Juan Román yCárdenas, nos permiten identificar algunas de las personas qu ese nombran en el citado contrato .

Doña Francisca de Cáceres, era hija de Antón de Cácere sy de D . a María Alvarez de Virues, y estaba casada con Juan d eCáceres, su primo, dueño de la heredad de Sauquillo, sobre l acual fundaron ambos un mayorazgo, que extinguida su descen-dencia, se incorporó en el de Lobones, de que gozaba la ram aprincipal .

Doña María de Olívera, a quien también alude el documento ,era la mujer de Francisco `Cáceres, hermano mayor de Doñ aFrancisca .

¿Qué relación hay entre estos personajes y los donante sde las tablas que hoy se conservan en la iglesia de l aTrinidad?—L . F. P .

Algo más sobre la hospitalari aOrden de San Antó n

La erudita pluma del Marqués de Lozoya nos traza en e lprimero número de esta revista un bosquejo histórico de l a«Hospitalaria Orden de San Antón» ; y al referirse concreta -mente al desenvolvimiento de ella en Segovia, confiesa, con s usencillez peculiar, la falta de datos sobre ello . Pocos, pudieradecir que ninguno, son los recogidos por mí en las continuada slecturas, que de documentos antiguos realizo . Sin embargo, po rsí pudiera ser de algún valor, extracto a continuación uno incluí-

(1) Marqués de Lozoya. «Un pequeño Museo de Primitivos. La capilla delos Del Campo, en la iglesia de la Trinidad, de Segovia» . Boletín de la Socieda dEspañola de Excursiones. 1929 .

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VARI A

do en el Protocolo número 516, correspondiente al Escriban ode Segovia, Pedro Ramos, el que nos da a conocer la existen-cia en nuestra Ciudad, de la Orden citada, allá por los último saños del siglo xvl, el nombre de su Comendador y aun el de lconstructor de la que, en aquel tiempo, sería nueva Iglesia de l aEncomienda .

El documento, que es una carta de «obligación y contra-to» (I), otorgada ante el dicho Escribano en «diez y ocho díasdel mes de marzo del año de mil y quinientos y noventa y u naños», está hecho por «Pedro de Brizuela (2) y Pedro de Ortiz=e Pedro de Prado, carpinteros todos vecinos de Segovia, com oprincipales deudores, e Francisco López, carpintero vecino d ela dicha Ciudad, como principal deudor», por el que se obliga na =Domingo Morales de Tapia, Comendador de las Casas yEncomienda del Señor Santo Anton de las Cibdades de Segoviae Abila, e Canonigo de Segovia» (3) para hacer «la yglesia delSeñor Santo Anton desta Cibdad» sobre unas casas «donde alpresente bibe y habita el dicho Comendador conforme a las con -diciones y traza que para hacer la dicha obra se an hecho ques-ta firmada del dicho Morales de Tapia y Pedro de Brizuela y l adicha traza questa en poder del dicho Morales de Tapia» .

A continuación de la escritura de contrato se encuentra nlas «Condiciones y orden con que se a de hacer la obra», la scuales omito, ya que en realidad, sin conocer la «traza», ní con-servarse la Iglesia, las considero de escaso valor. No obstante ,indicaré que en ellas se ordena el inmediato comienzo de la obr a«la qua] obra an de empezar luego y la darán hecha e acabadadentro de seis meses proximos siguientes de la fecha de la di -cha escritura del contrato y a contento de maestros e persona sdel arte» y que habrían de recibir por su ejecución Trescientosreales que valen cinquenta ysiete mili e ochocientos mara vedi s

(1) Escribano cit .—Arch. Hist.° Prov. de Segovia .(2) A los datos dados por el Sr. Qnintanilla, agregaré que Pedro de Bri-

zuela casó en 16 de febrero de 1586 en la Parroquia del Salvador, con María d eLosa, hija de. Francisco de la Losa . Libro 1 .° de casados, ect ., de la Parroquiacitada. fol. 9 ., p z 6 .' .

(3) El Comendador era hermano del regidor de Segovia Juan de la Ho zde Tapia, y aparece ya, como tal Comendador de la Orden, en algunos do -C umentos fechados en 1583.

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ESTUDIOS SEGOVIANO S

Nada, por el contrario, nos dice el documentó de la situació nde la Iglesia, sí bien no sería aventurado suponer que el estad ode ruina del «antiquísimo templo Parroquial de S . Anton» deque nos habla Colmenares al hacer la biografía de Lope Dez a(4), donde seguramente radicaría la Encomienda, hiciera nece-saria su restauración (5), o, mejor aún, la construcción de un onuevo para ella . A este respecto el Comendador cedería susCasas, situadas posiblemente en la colación de Santa Olalla ,sobre las cuales se fabricaría la Iglesia, que nuestros abuelo sIlegaron a conocer.—J. de V .

El enterramiento del Obispo Tell oMaldonado en la Catedra l

Colmenares, en su Historia de Segovia (1), nos dice que :«nuestro Obispo Don Luís Tello Maldonado, fallecío Doming oonce de junio, fiesta de S . Bernabe y fue sepultado en el Claus .tro de su Iglesia Catedral : donde yace en un sepulcro, y arc obien fabricado con este Epitafio :

HIC IACET LLIDOVICUS TELLO MALDONADO ,EPISCOPLIS SEGOVIENSIS, VIR INTEGERRIMUS ,RELIGIONE, PIETATE, ET LITTERIS INSIGNIS .OBIjT II. JUNIj ANNO 1581 . AETATIS SUAE 63 .

Y, en efecto, «embebido» en el muro siniestro, a la entrad adel lugar citado, existe un arco funerario, que actualmente en -marca una no muy buena pintura representando la Anunciació ndé Nuestra Señora, cuya construcción fué debida a la mano de lmaestro de cantería, Rodrigo del Solar (2), guiada, como hoy

(4) Diego de Colmenares . Vidas y Escritos de Escritores Segovíanos, et-cétera, añadido a la Historia de Segovia .—Ed. de 1637, pág. 752.

(5) Las condiciones, aunque no se específica, parecen más bien de restau-ración que de nueva obra .

(1) Obr. cít.—Edc . de 163 7. Cap . XLV, párr . XV., pág. 576 .—Sibl . Prov. deSegovia .

(2) El número de obras en que intervino Rodrigo del Solar, de las qu etengo referencia, es suficiente para suponerle un cantero de primera categoría .Vivió en Segovia, precisamente como inquilino del padre del Iicenciado Dieg oColmenares, en unas casas que éste tenía a la Parroquia de San Esteban, dond eterminó sus días a 18 del mes de diciembre de 1606, siendo sepultado en laiglesia según consta en el libro de difuntos de la citada parroquia .

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VARIA

diríamos, por un pliegó de condiciones que hasta el presentedormía olvidado en el Protocolo número 256 (3), pertenecient eal escribano de Segovia Juan de Junguíto, cuya lectura m epermite redactar las siguientes líneas .

Comienza el documento ordenando al maestro encargad ode la obra, del rompírníento y apertura de la parte del Claustroque ya de antemano estaba señalada, para «embeber y meter »

~en el hueco, el enterramiento =del Obispo questa en GIoria do nLuís Tello Maldonado=, recomendando que la labor se haga sinperjuicio de la «pared o edificio que a ello esta cercano», dejan -do todo lo realizado «bien ligado, firme, estable y bien recibidode manera que la obra no haga sentimiento alguno ní demos-tración de poca firmeza » .

Terminada esta primera parte de la fábrica, se haría la de-cantería, con arreglo a unas medidas y circunstancias que mi-nuciosamente se detallan, sobre `piedra de campo aspero (sic_ . )de la mejor que de aquellas canteras se suele traer a la Ciudad» ,combinada con otra del Parral, blanca, sín mancha, sin pel oque no sea heladíza» y todo ello Iabrado del «orden doríco com ola traza lo muestra en la qual se guardara exacta y precísamen-te, sín alterar, añadir o quitar miembro alguno de como Bíñol aArquitecto lo enseña en su libro de las cinco ordenes, excet o-que la baxa de las pilastras sea, no la quel dicho Bíñola le da ,-sino la atíca como muestra la traza y que las aristas que a d ellevar, que por frente secan en cada una siete huecas de abaj o

=arriba, no sean doricas, sino jonícas que tengan sus mochete spor hacerse en pilastra» .

En el cpedrestal», que había de ser construido de tres píe -zas, en el artesón de enmedio, se «habríran las letras que lefueren dadas y el hueco del arco iría adornado « por frente ypor lados, con unas flores de buena talla y las metopas delhueco con algunas letras relevadas o con algunas armas delObispo o otro ornamento segun sea ordenado» .

Es curioso observar, que sí en toda la obra se exige s ubuena ejecución, en lo que parece ponerse mayor interés es enla decoración heráldíca, pues se ordena que =sobre eI arco ce-rrado de medio punto, se formara un frontispicio apuntado y

(3) Arch. I -I.° Prov. de Segovia.

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ESTUDIOS SgáOVIÁNO S

encima del un escudo con las armas del Obispo —seis lunas(4), puestas en palo tres y tres, que es Tello ; partido de cinc oflores de lis en sotuer, que es Maldonado; el jefe cargado de unescudete que trae una cruz potenzada . Timbradas con el capel oepiscopal—«acompañado de dos figuras de buena escultura ,todo ello segun y de la forma y grandeza que en la traza se v ey se advierte «que cada una de las figuras colaterales al escud osea de dos piezas y el escudo todo de una y no pudíendose ha -cer por la dificultad de lo asentar no sera de una que de do spiezas, el capelo será de otra pieza de manera que todo el dich o

-ornato se liara en seis o siete piezas y el escudo esportara ysaldra fuera de la pared un pie y las figuras saldrán del dichoescudo y ternan de alto píe y medio . Estas dichas figuras y l odemas de la talla que hubiere en esta obra se declara que a d eser de muy buena mano a contento del Señor Don Francisco d eMonroy y de la persona que el nombrare para hacer la dich atalla» . Por sí esto no fuera bastante para la elección del escul-tor, todavía se hace constar que el Licenciado Monroy podr áelegir otro maestro, pagado por cuenta de Rodrigo del Solar ,caso de no satisfacerle la ejecución .

Las últimas líneas de la escritura son para la tasación d ela obra, según la cual quedó ajustada en «trescientos ducados »pagados por terceras partes, y la duración de ella, que serí aacabada y perfecta segun esta dicho dentro del plazo de sei s

meses de como la tomare» .Es lástima que el documento no se encuentre fechado y n o

-concrete la adjudicación de la obra, en Rodrigo del Solar . Sínembargo, respecto a lo primero puede asegurarse que se otorg óa mediados de 1590, ya que la escritura anterior a la que no socupa lleva la fecha de 18 de julio de dicho año ; y en cuanto alo segundo, no será separarse mucho de la realidad, sí asegura-mos, como lo hicimos anteriormente, que el monumento se deb eal cincel de Solar, pues no sólo pudiera apoyar nuestra tesis e lencontrarse su nombre en la escritura, sino que ésta está firma -da por el licenciado Monroy de Solíer y el cantero citado .—J. V .

(4) No fué muy feliz la interpretación de estas piezas heráldicas, ya que ,a no conocer las armas de los TeIlo sevillanos, más pudieran semejar rosa sque crecientes .

VARI A

Sobre el Retablo de la Iglesi ade Villacastín

No pretendo con la presente nota dar a conocer nada fun-damental sobre una de las obras de talla de mayor categorí aartística de nuestra provincia, pero sí consignar algunos deta-lles inéditos acerca de la misma, que considero de valor . Merefiero al hermoso retablo gótico existente en el altar mayo rde la iglesia de San Sebastián de Víllacastín, del cual fué con-certada su construcción por escritura de «contrato que paso ant euan Cortes, escribano del numero y concejo susodicho (Villa-castín) a benty nuebe días del mes de julio de mili e quiniento sochenta, y nueve», yen ella se consigna =quel dicho Mateo d eYnberto hara el dicho retablo en termino de quatro años» (1) ,y «que por ello os an de dar mili ochocientos ducados» .

Como siempre se observa en esta clase de contratos, el ar-tista había de tener fiadores de su trabajo y así, a los poco smeses, «en la cibdad de Segovia a catorze días del mes de Sep-tiembre del año de mili e quinientos y ochente y nuebe años» ,se encuentra en el Protocolo número 253, correspondiente a lEscribano Juan de Junguito, una «carta de oblígacíon y fianza»hecha por =Diego Hernandez, vecino de Segovia a San Salvado ry Alonso de Herrera, pintor, vecino desta Ciudad a la Parroqui ade San Andres y San Juan de Cogorza (2), vecino desta Ciudaden la Parroquia de San Miguel» en la cual se dice : « . . . que porquanto bos Mateo de Ynberto entallador vecino de la Ciudad d eSegovia questais presente estaís concertado con el Cura propi ode la Yglesía de bíllacastín y con el Cabildo, Concejo e Regido re Mayordomo de la Yglesia del dicho lugar de hacer un retablopara el altar mayor de la Yglesia de San Sebastian del lugar d ebillacastin en lo tocante a la arquitectura y traza . . . y todo ellolo habeís de hacer y componer de vuestra parte en la manera yplazos que se dan . . . »

Hasta el día, la investigación no me ha sido propicia e ncuanto al hallazgo de las condiciones de construcción, lo qu eno desespero lograr .—J. de V.

(1) Arch . H.° Prov. de Segovia . Sín cat .(2) Por diferentes datos que poseo, al cantero San Juan de Gogorza se

debe la obra del «frontispicio» de la Iglesia de la Compañía de Jesús, hoy Se-minario, en el año de 1589 .

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En el suelo, la central en situación, de las tres existentes e nla entrada del atrio de la iglesia de San Esteban por la puert adel mediodía, desgastada por la lima de los siglos, se encuentrauna laude blasonada con un escudo partido en pal, que trae :1 .0 , cinco flores de lis puestas en sotuer ; 2 °, tres bandas; y gra-bada en ella, una inscripción, de la cual tan sólo se conserva :

AQUI YACE TOMAS DANIEL DE BUENA MEMO -RIA EL QLIAL DOTO ESTE ARCO Y ENTIERRO

FUNDO._

Conocida es la existencia de enterramientos en diversos lu-gares del área parroquial, pero el hacerse constar en la lápid aque: «doto este arco y entierro», me indujo a pensar que la pri-mitiva situación de ella no debió corresponder a la . que hoyocupa .

Y así, la afición a revolver archivos, hizo caer en mis ma-nos un curioso manuscrito (1), ahecho por el Lído . Diego Gu-tíerrez e SaIazar, Cura Rector de la dicha Yglesía en el año de lNacimiento de Sor . Jesu Christo de 1624 años», que se encabezacon el nombre de : «Becerro e Ymbentarío de las capillas, Sepul-cros y Entierros de la Yglesía Parrochíal de S°r . S t- Estevan deesta Ciudad de Sagobia», en el cual se encuentran multitud d edatos (2) sobre la situación y propiedad de enterramientos d epersonajes del Segovia de antaño y en su folio 6 .°, vuelto, puedeleerse: «Altar y arco de San Gregorio (3) al lado de la Epistolacon quatro sepulturas al píe dél, que tiene sus adoquines es d eTomas Daniel dejo ocho ducados de renta a la Yglesía» .

(1) Pertenece al Arch. Parr. de San Esteban que hasta hace unos mese sse encontraba en el de San Miguel . Hoy, después de la catalogación llevada acabo durante este verano, está en la iglesia titular y corresponde al número 14 .

(2) En él se consignan los enterramientos que la familia Colmenares po-seía en la nave de la iglesia .

(3) El altar, según el libro citado, corresponde aI 2 .° del lado de la Epís-pistola . Su retablo tiene hoy una pintura central de N .' S .' de Belén, que nodebe de corre ;ponder a la primitiva obra . En su frontispicio está Iabrado en lapiedra : -15.MVERE I VIVIRAS—, y sobre él un campo heráldico sin armas ,una cruz y una calavera.

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VAiziÁ

Con la lectura anterior quedaban comprobadas mis sospe-chas y conocida la situación primera de la laude, que sin duda ,fué trasladada al atrio en alguna de las muchas reformas qu eha sufrido este templo. Ahora bien, con ello no conseguía sa-tisfacer por completo mí curiosidad, sino por el contrario, l aexcitaba a seguir una nueva investigación, en el sentido de co-nocer la personalidad de Tomás Daniel y, si posible fuera, l adel constructor o constructores, del «Altar, arco y retablo » .

En cuanto al primer punto, mi tesón me llevó a dar con eltestamento cerrado de «Tornas Daniel vecino que soy dest aCiud de Sega», hecho en 23 de agosto de 1586, «estando sano d ecuerpo e toda enfermedad sino es de vejez», ante el escriban oDiego de Aguilar y abierto a la muerte del otorgante, acaecid aen 8 de enero de 1587, a petición de Alonso Barahona, en virtu dde auto del «licenciado Juan Petrel Tte de Corregidor por el rreynro señor de la dha ciudad de Segovia y su tierra por ante m ípedro rramos escribano puco del num° de la dicha ciu d y sutierra» (4).

El texto del documento nos da a conocer la profesión d emercader ejercida por Daniel, su fortuna que no debía de serdespreciable, a juzgar por el número de casas que poseía en Se -govia, su enterramiento «en la yglesía parrochíal del señor sa nestevan desta ciudad de Segovia al lado de la sepultura dond eesta enterrada María de Cuellar mí mujer queste en gloría», y ,lo más interesante para nuestro fin, la fundación «de una Cape -llania de seis misas rezadas cada semana q se digan perpetua -mente ¿n la dicha yglesía del sr . San Estevan en el altar y reta -blo que yo tengo y dejo dotado en la dha yglesía» . Asimismo ,esta fundación atendería no sólo a las cuestiones del alma, sin otambién a las corporales y terrenas, ya que sus cargas no que -daban reducidas tan sólo a la celebración de las misas antedi -chas, sino que había de ayudarse a «casar cada año seis huerfa -nas que tengan necesidad y les den a cada una cinco mili mrs» .

O los siglos fueron ingratos con la memoria del fundador ,o su patrón y testamentario, Alonso Barahona, joyero v° destacíud de Seg a marido de susana Daniel mi sobrina y nieta de an a

(4) Consta el testamento y demás documentación en el Prot. de PedroRamos n.° 512, año 1587.—Arch . Híst. Prov. de Segovia .

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daníel mí hermana queste en gloría», no mostró gran diligenci aen el cumplimiento de las disposiciones de su pariente, ya qu eéste ordena: «que despues de mí fallecimiento mí patron hagahacer una tabla muy bien entallada en la qual dando gloría adios nro señor ponga todas las memorias que yo dexo fundadasy dotadas la qual dha table ponga en el señor san Estevan jun-to a mí retablo en donde a el mejor le pareciere ; nada de ésto ,sí es que se hizo, se encuentra en la actualidad ; precisamentesu falta—parece paradójico—es la que me ha llevado a reuni rcuantos datos van en esta nota .

Respecto al segundo punto, una serie de documentos halla -dos en el Protocolo número 251, correspondiente al escriban o'Juan de Junguíto (5) ; me pusieron en contacto con los autore sde las obras dichas, sobre las cuales se «quería mober pleito» ,y aunque no se especifique la razón, con toda seguridad serí apor cuestiones de precio .

Así, el primer escrito de la serie antedicha, corresponde aun mandamiento del «Dotor Villarreal Teniente de Corregidoren Segovia e su tierra por el rrei nuestro señor», fechado en 5de abril de 1588, según el cual se ordena a «Rodrigo del Salarcantero . . . y a vos García de Ocejo como personas nombradaspor parte de Alonso de Barahona y Bartolome de la Pedraja ,maestro de cantería, para que taseís lo susodicho. . .» . La formaen que aparece la tasación de lo «susodicho>, que nos dá aconocer los nombres de los maestros que labraron el `altar yarco», es corno sigue:

<Decimos Rodrigo del Solar y Garcia de Ozejo, maestro s»de cantería y Vos desta Ciudad de Sega por mandado del Doto r>Villarreal teniente de corregidor desta Ciudad q . emos visto, ta -sado e tanteado y valorado una obra de Cantería que bartolom e

»de la Pedraxa e p° de la Pedraxa an fecho en la Yglea de señorsan esteban desta ciudad e despues de la ver visto como dich oes ffallamos q. vale toda la dicha obra que Ios susodichos hicie -

'ron dos mili e doscientos diez y síete rreales contando toda l a»manpostería y materiales e pertrechos a costa de los dicho s»maestros que han hecho la dicha obra mas declaramos qu e

(5) Prot. citado año de 1588 .Arch. Híst . Prov, de Segovia .

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VARIA

»quedan obligados los dichos maestros -a pincelar todas la s»juntas de la dicha obra y a blanquear todos los lados della eamas an de losar por dentro e por fuera de la dicha Ygle a todas»las losas que parece estan hundidas por causa de la obra e d e'dejarlas a nivel de lo dunas losado e mas haran desbarazar a»su costa toda la faxina e despoxo de la dicha obra y hecharl o»donde se acostumbra hechar la dicha tierra y esto hallamo s»ques en justo balor e precio segun lo que dios nuestro S r•nosida a entender en los dichos nuestros offOS y arte de cantería y»lo firmamos de nuestros nombres e así Io juraron en forma e n>saga a siete de abril de ochenta y ocho . »

Y aún, al doblar el folio, bajo la misma forma de tasación ,hallamos otro escrito cuya letra nos despeja la incognita delrealizador del retablo:

«Por mandado de alonso de Barahona patrono y ju° Rodrí -»guez entallador el cual a hecho añadido un retablo en la Capí -»lla de Tomas daniel ques en la Yglesía de Señor S t- estaban y»por entrambas partes lo euros visto y tasado el dicho baltasa rSedano por parte del dicho ju° Rodriguaz y Mateo de Ynbert o

*entallados por pta . de los dichos herederos de Tomas daniel y»bísto con el cuidado q . se rrequiere hallamos q . bale talla y ar -=quítetura y madera beínte y seis ducados y esto es en dios y»en nuestras conciencias e sin hacer agrabio a nyng na de las»partes y pa la bardad lo firmamos de nuestros nombres en se-»govia oy sabado a siete de mayo de 1588.»

-a Sería prolijo e inútil, una vez conseguido el principal inten-to, seguir la transcripción de mayor námero de documentos .Baste decir, que el pleito termina con dos escrituras de «transa-cion y concordia» en las cuales se hace constar que los artista s«dixeron que confesaban haber recibido del dicho A° de Bara-hona daniel» los precios contenidos en las tasaciones con l oque «se dieron por pagados y contentos a su boluntat . . . y dixe-ron que de ello daban carta de pago en la ciudad de sag a a diezy siete días del mes de mayo de míll e quinientos ochenta eocho años»,—J . de V .

El pintor francisco de Urbirl o

Fray José de Sígüenza, al describir la bóveda de la celd a

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ÉSTUDIOS SEGOVIANO S

baja del prior en el monasterio de El Escorial, nos da noticias d esu autor: «Tiene una pintura al fresco y un grutesco excelente ,con grande estudio labrado, obra de un Francisco de Llrbino, íta -líano que desde mancebo se vino a España, y se casó en Segovia ;llevava principio de ser de los muy valientes, y su mucho estu-dio lo prometía, y el buen ingenio o índole que le avía dado e lcielo . Muríose luego en acabando esta obra, y assí no nos que-do de sus cosas mas desta de que se puede hazer memoria» .(Historia de la Orden de San Gerónirno, parte III, Madrid, 1605 ,libro 4.°, discurso VI) .

Ceán Bermúdez añade que el Bergamasco le trajo d eGénova, en unión de su hermano Juan María de Urbíno, tam-bién pintor, del estuquísta Pedro Milanés y del dorador Fran-cisco de Víana, para ayudarle en sus trabajos y que al falleci-miento del primero, en 1569, los cuatro discípulos continuaro nsus obras, por mandato de Felipe II, que les nombró sus cria-dos, con veinte ducados al mes arcada uno . Transcribe parte deuna carte del rey, de 15 de febrero de 1576, en donde manifiest aque había muerto la mujer de Ilrbíno, el cual había trabajad oen el palacio de Valsaín, en el mes de agosto anterior. Comoadición a lo escrito por el P . Sigüenza, nos dice Ceán que elitaliano pintó con Nicolás Granelo, por ochocientos reales, l abóveda de la sala que está entre los dos capítulos delmonasterio .

Los documentos del Archivo de Protocolos segoviano, no srevelan quién fué la mujer de Francisco de Urbino. Se llamabaIsabel Merino y era hija de un mesonero acomodado de la call ede Reoyo . Es probable que de paso para Valsaín, el genovés s ehospedara en el mesón y entonces conociera a su futura espo-sa, o también que el conocimiento se realizara por mediació ndel cuñado de Isabel, el pintor Alonso Castellano, al que trata -ría por razón del oficio . Del matrimonio, tan pronto deshecho ,nació un hijo llamado Lorenzo .

Alonso Merino y su mujer María Tomé, además de Isabel ,`tenían otros tres hijos, un varón, fraile en el monasterio de lParral, el P. Pedro de Losa, una hija casada con el mercade rPedro Muñoz, Ilamada María de la Cruz, y otra, Catalina Meri -

o-o Catalina de Losa, mujer del citado Alonso Castellano . A

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ésta la dotaron sus padres con más de doscientos ducados endinero y unas casas en la calle de Reoyo, junto a las suyas, ymás tarde, ya viuda, la dieron otros doscientos ducados par acomprar otra casa en las Arquetas de la Reina . Sabemos estasnoticias por una información autorizada por Luís Gonzále zVarillas, eI 22 de junio de 1583, y por el testamentó de Alons oMerino, otorgado ante el mismo escribano el 8 de noviembr esiguiente, en el que designa testamentario al hijo religioso yherederos a las dos hijas citadas y a su nieto el huérfanoLorenzo.

Alonso Castellano había muerto ya el 31 de octubre d e1578, fecha en que su viuda, por sí y por sus hijos, da pode rpara cobrar una obligación a favor de su difunto marido, por l apintura y dorado de un retablo para la iglesia de la Nava d eCoca. Castellano, además de pintor, debió de dedicarse a lcomercio, pues en otras escrituras aparece vendiendo alhajaso rubia .

Las relaciones del artista genovés con sus suegros n odebieron de ser muy cordiales, pues en sus últimos tiempos n ovivía con ellos, sino en la posada de Lorenzo Hernández, dondeestaba enfermo en cama el 6 de enero de 1577, en que di ópoder, ante el mismo escribano Varillas, al dorador Francisc ode Víana, su paisano, criado como él de Su Majestad y residen -te en El Escorial, para percibir cien ducados que se le debía npor su salario de cinco meses, de agosto a diciembre de 1576 ,en que había servido en el monasterio de San Lorenzo y en la sobras reales, y para cobrar otros diez ducados que le adeudab aBartolomé García. Poco después, seguramente moriría el infor-tunado italiano en la soledad de su hospedaje, con la nostalgi ade la patria lejana y la tristeza del hogar deshecho .—M. Q.

Un invenfario del palacio de Valsaí n

El 11 de octubre de 1609, con motivo de posesionarse de s ucargo de conserje de la Casa Real, Juan de Castañeda, éste co nsu fiador, Alvaro González, vecino de Segovia, ala plaza Mayor ,y el veedor del palacio, Yuste de Ribera, tomaron cuenta de lo sbienes custodiados al anterior conserje, Gaspar Molinguen y asu mujer María de Arroyo, en el bosque de Valsaín, ante el es-

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críbano Juan de Segovia Tercero, documento que se conserv aen el Archivo Histórico Provincial, y es interesante, pues revelala escasez de mobílario, compuesto en su mayoría de morillos ,tenazas, fuelles, badiles, herradas y candeleros, algunos rotos ,veintisiete escudos de armas, de hierro y un bufete de nogal . Laparte más curiosa del inventarío es la referente a veintidos líen -zas, guarnecidos de madera dorada y negra, que representaba nla batalla de San Quíntín, otro de San Quíntín, Xatelet, camin ode Caen, Gabríelínge, Horlieuse, una villa durante una fiesta ,un lienzo de Jesús, otro de Nuestro Señor jesucristo cuando lla -mó a San Pedro, otro de la misma hechura e historia, otro de lApocalipsis, de Jacob con Raquel, de la ciudad de Ayu, de l a

-casa de Gaspar Duche, vistas de Lovaína, Bruselas, Balduque ,Amberes, Yprés, Brujas y Gante, y otro que es la historia de un acasa, colocado sobre la puerta de la galería . Esta reducida co-lección aquí relacionada, puede ofrecer interés a los estudioso sde la pinacoteca de nuestros reyes y de nuestras relaciones conFlandes.—M . Q .

n recuerdo de San Alonso Rodríguez

De ningún segovíano se ha escrito más que de San AlonsoRodríguez . Aunque sus paisanos no le hayamos olvidado, e smayor la devoción de sus hermanos de la Compañía de Jesús ,primeros de sus biógrafos, y de los mallorquines, en cuya her-mosa isla se venera su tumba, quienes le han colmado de estu-dios y poesías, entre las que sobresalen las de los grandes líri-cos Juan Alcover y Miguel Costa y Llobera .

Una antigua y prestigiosa revista de Palma de Mallorca, e lBoletín de la Sociedad Arqueológica Luliana, con motivo de lacanonización del Beato Alonso Rodríguez, le dedicó un númeroespecial (octubre de 1888), en donde D . Estaníslao de K . Agul-ló, publicó sus Noticias bibliográficas sobre el santo, completa -das en la misma publicación, en noviembre de 1917, con oca-sión del tercer centenario de la muerte de aquél, por D . PedroSampol y Rípoll, hasta doscientos setenta números, solament ede impresos. Si tenemos en cuenta los artículos periodístico saparecidos desde entonces, la reedición de las Vidas antiguas ,otras de vulgarización en diversas colecciones hagiográficas .,y

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libros sobre el santo, hasta el último de que tenemos noticia, d eMabel Farnum, The Wool Merchant of Segovia (Milwaukee ,1945), podemos afirmar sin duda que el caudal bibliográfic osobre el hermano coadjutor es superior al de cualquier otr osegovíano .

El Marqués de San Juan de Piedras Albas, en sus Docu-mentos relativos a San Alonso Rodríguez, dió a conocer (Bole-tín de la Real Academia de la Historia, 1907, LXXI, 520-522) ,las partidas de bautismo de los hijos del futuro santo, Gaspa ry Alonso, y la copia de un contrato de arrendamiento firmad opor aquél, todos ellos del archivo parroquial del Salvador .Como modesta aportación a este acervo documental, copiamo sotra partida de bautismo en la que nuestro santo aparece com opadrino de una sobrina suya . Figura en el archivo de SanMartín, libro número 1 del Inventario, Baptizados, 15! 2-1618 ,folio 41, partida 1 .a. Se refiere al año 1566, y al margen estáescrito el nombre Isavel . (Martes XIX de hebrero baptíce yoPedro de Miramontes cura teniente en esta iglesia a Isabel hij adel licenciado Rodríguez y de María de Izcara su muger fue s ucompadre AIonso Rodríguez su tío» .

Tiene esta noticia además interés, como dato biográfico deljurista Diego Rodríguez de Alvarado, del que se tienen ta npocos. Descendiente suyo debió de ser el platero luan Rodrí-guez de Izcara, dueño de una casa frente a la Catedral, quearrendó el 4 de febrero de 1651, ante el escribano Francisc oLópez.—M. Q.

Las minas de Cerezo de arrib a

A fines del siglo xvl, se vió alterada la tranquila existenci ade Cerezo de Arriba, con la agitación que produce el ansia deriqueza . El 22 de febrero de 1585, se concedió licencia paralabrar dos minas de plata, cobre y otros metales, en dos paraje sde su término, Ríoseco y las HontanilIas . Los vecinos de la vill ano quisieron perder la oportunidad y se dedicaron a descubrirnuevos mineros, para explotarlos, pero cuidaron de asociarsecon personas adineradas o entendidas que Ies facilitasen l atarea. Así, Pero Fernández, empezó a cavar y registró a s unombre una mina de plata, plomo, azogue y otros metales, e n

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el Retamal y Ríoseco, pero más tarde, el 5 de marzo de 1587 ,dió gratuitamente la mitad de sus derechos a Juan Racionero ,empleado en el Ingenio de la Moneda, para que fueran a medía slos ingresos, así como los gastos de labranza, leña, carbón ,peones, oficiales, fundidores, diligencias y costas . Juan Racioneromanifestó que sabiendo que los vecinos de Cerezo de Arriba ,Luís Gómez, Andrés Martín, Luís de la Puebla, Juan Toledo yAndrés de Arcos, pretendían tener derecho a la mina, sí algun ole daba parte, cedería también la mitad a Pero Fernández. Laescritura de obligación fué autorizada por el escribanoBernardino de Buísán .

No parece que cumpliera su compromiso Racionero, pue spocos días después ; el 3 de abril, y ante el mismo escribano, s econcertó con Francisco Duarte, natural del Perú, y con el citad oLuis Gómez, descubridor de una mina de plata, en el mismotérmino, donde dicen Ríoseco, y otra en la Aceña, paraexplotarlas por terceras partes, ya que el último daba participa-ción a los primeros, a cambio de que ellos hicieran lo mismo s idescubrieran alguna nueva .

En el Registro y Relación general de minas de la Corona deCastilla, se indica que el 20 de marzo de 1587, se autorizó e lbeneficio de las situadas en el Retamal, probablemente l adescubierta por Pero Fernández, y en la cuesta de San Pedro,y otra de plata o plomo, en la Huelga, las cuales se volvieron aconceder a otros peticionarios en los años siguientes . En cuantoa la de Ríoseco, fué cedida en 1589, a la Corona, y se debió d eestimar importante, ya que se recompensó la cesión con milducados, a Juan Sanz, de Toledo (acaso el Juan Toledo de l aprimera escritura) y a sus compañeros .—M. Q.