Descubriendo La Plenitud Del Culto
Transcript of Descubriendo La Plenitud Del Culto
DESCUBRIENDO
LA PLENITUD DEL CULTO
Por Paul E. Engle
Trad. David Legters M.
TABLA DE CONTENIDO
Parte primera: El culto bajo el Antiguo
Testamento . . . . pág. 3
Cap. 1- Dios tomó la iniciativa . . . 4
Cap. 2- Tras el tesoro . . . . . . 15
Cap. 3- Un huerto y una tienda . . . 29
Cap. 4- De visita aL templo y sinagoga. 41
Parte segunda: El culto bajo el Nuevo
Testamento . . . . . 55
Cap. 5- ¡Cumplimiento! . . . . . . 57
Cap. 6- Sabor a cielo . . . . . . 69
Cap. 7- Libertad con reglamento . . . 81
Cap. 8- Los ingredientes correctos . .
Cap. 9- Gozo que rebosa . . . . .
Parte tercera: La historia del culto
Cristiano . . . . .
Cap. 10- Conoce tus raíces . . . .
Cap. 11- Viene la reforma . . . . .
Cap. 12- Cómo enriquecer el culto . .
-1-
PARTE PRIMERA
EL CULTO BAJO EL ANTIGUO TESTAMENTO
-3-
Cap. 1- DIOS TOMÓ LA INICIATIVA
En este capítulo veremos cómo el culto se
basa en la iniciativa divina, pues Dios revela su
nombre, su gloria, sus atributos y sus hechos; y
es en virtud a todo ello que se le debe rendir
culto.
Introducción:
¿Alguna vez has empezado a soñar en
pleno culto? ¿Tal vez has tenido problemas
para no cabecear? Quizás un codazo gentil
del vecino te ha vuelto a la realidad. En
verdad, quizás el culto del domingo no sea
para ti la hora más emocionante de la
semana. Es más, podrías estar pensando:
¿por qué me tomo la molestia de asistir?
Algo anda mal, y lo sabes, pero parece que
no hay nada que puedas hacer para remediar
la situación.
En un noticiero de televisión reciente
se mostró a cientos de jóvenes haciendo
cola. Era las seis de la mañana de un día
helado de invierno. Es que un muy conocido
grupo de rock estaba contratado para dar un
concierto. De modo que cientos de jóvenes
se levantaron temprano e hicieron cola en el
frío con el fin de comprar sus boletos para
el concierto. Este tipo de motivación no se
ve con mucha frecuencia de parte de
cristianos para entrar a la presencia de
Dios en un culto de adoración.
Una de las necesidades más grandes de
la iglesia hoy en día es la de volver a
descubrir el culto bíblico. Muchos líderes
de iglesias se han dado cuenta y ellos hacen
un llamado a la iglesia a renovar su interés
por el culto. Robert Webber ha señalado lo
grave que es el problema al decir lo
siguiente:
-4-
El área en la que menos reformas se han
hecho es en la vida de culto como
comunidad. Descubrí en una encuesta no
oficial que la mayoría de los laicos
evangélicos no tienen la menor idea de qué
es en realidad el culto en comunidad.
Cuando les pregunté: ¿por qué quiere Dios
ser adorado? o ¿qué significa la
invocación, o la bendición apostólica?, se
me quedaron mirando como aturdidos.
Esta cita apareció en una revista
evangélica, y concluyó así: “El problema en
parte es que hemos hecho de nuestros templos
centros de evangelismo y de instrucción. En
consecuencia, el enfoque de nuestros cultos
se centra en las personas y en lo que ellos
necesitan, no en Dios y en su gloria”.1
Redescubrir el culto centrado en Dios
debe ser el producto de un nuevo examen de
la enseñanza bíblica con respecto al culto.
La Biblia es libro de culto por excelencia.
¿Qué, pues, nos enseña este libro acerca del
propósito para el cual fuimos creados?
Una de las cosas que la Biblia enseña
con toda claridad, es que el culto depende
de conocer el Dios que se auto-revela. No
se hubiera podido dar un culto correcto, al
menos que Dios no haya tomado la iniciativa
de darse a conocer. Y éste es el principio
básico del culto que el Antiguo Testamento
pone en evidencia.
1.0- DIOS TOMÓ LA INICIATIVA PARA REVELARNOS
SU NOMBRE:
Algunos padres son muy especiales
cuando se trata de escoger un nombre para su
hijo o hija. Buscan en los libros las
listas de los nombres hasta dar con uno que
1 Webber, “Agenda for the Church: 1976-2000”, Eternity
(Enero, 1976, pp 15-16).
-5-
creen ser el adecuado. Así también los
hebreos de la antigüedad, fueron muy
cuidadosos a la hora de poner un nombre a un
niño o a una niña. Entendía que el nombre
es de cierta manera reflejo del carácter de
la persona. Por lo que el nombre puede ser
intercambiado con la persona misma.
Esto nos ayuda a apreciar mejor el alta
estima que los hebreos tuvieron para con el
nombre de Dios. Creían ellos que el nombre
divino estaba vinculado inseparablemente al
propio ser de Dios y su naturaleza. Por
ello, tuvieron gran reverencia hacia su
nombre. Lo mismo se puede decir de los
consonantes hebreos JHWH, que representan el
nombre Jehová, o Yahvé. Los hebreos no
querían ni pronunciar estas consonantes
divina. En su lugar, tomaron como sustituto
la voz „Adonai‟, que significa “Señor”.
Ahora, algunas versiones modernas traducen
JHWH como “Señor” en el Antiguo Testamento,
en lugar de Jehová, o Yahvé.
1.1- La auto revelación de Dios incluye
el haber revelado su nombre:
La revelación que Dios dio de sí mismo
a los hombres con frecuencia incluyó la
revelación de su nombre. Apareció a Jacob
(Gn 35:11) y le dijo: „Yo soy el Dios omni-
potente‟ (El-Shaddai). A Moisés, Dios se
reveló (Éx 6:2) diciendo: „Yo soy Jehová‟.
El que Dios revelase su nombre era revelarse
a sí mismo. Esta auto-revelación movió al
hombre a rendirle culto. Una vez que el
hombre conozca cuál es el nombre de Dios,
podía usarlo para invocar su presencia en el
culto. De hecho, la primera referencia en
la Biblia al culto está en Génesis 4:26,
„Entonces los hombres comenzaron a invocar
el nombre de Jehová‟. Y en otras partes de
Génesis aparece también la misma expresión.
-6-
1.2- Dios puso su nombre en ciertos
lugares simbólicos:
Dios no sólo reveló su nombre, sino que
designó ciertos lugares donde dijo „poner‟
su nombre, lugares que representaban que
Dios estaría presente de manera especial. Y
se rindió culto en estos lugares en tiempos
del Antiguo Testamento. El nombre de Dios,
por ejemplo, estaba vinculado a ciertos
altares. Dios dijo: „Altar de tierra harás
para mí, y … en todo lugar donde yo hiciere
que esté la memoria de mi nombre, vendré a
ti y te bendeciré‟ (Éx 20:24). De la misma
manera puso su nombre en Jerusalén (1° R 11:
36), y en Silo („donde hice morar mi
nombre‟, Jer 7:12). En virtud de ello, estas
ciudades llegaron a ser centros de culto
donde se reunía el pueblo para invocar el
nombre del Señor. (Ver también Éx 23:21; Dt
12:5; Mt 18:20; Hch 4:12; Ap 14:1 y 22:4).2
¿Has notado cuán frecuente es el uso de
los nombres divinos en los cultos de
adoración? En algunas iglesias, el ministro
da inicio al culto con una salutación en el
nombre de Dios: „Gracia a vosotros, y paz de
Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo‟.
2 Éx 23:21, Guárdate delante de él, y oye su voz; por-
que mi nombre está en él.
Dt 12:5, El lugar que Jehová vuestro Dios escogiere
de entre todas vuestras tribus, para poner allí su
nombre para su habitación, ése buscaréis, allí iréis
Mt 18:20, Porque donde están dos o tres congregados
en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Hch 4:12, Y en ningún otro hay salvación; porque no
hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres,
en que podamos ser salvos.
Ap 14:1, Después miré, y he aquí el Cordero estaba en
pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta
y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su
Padre escrito en la frente.
Ap 22:4, Y verán su rostro, y su nombre estará en sus
frentes.
-7-
Las oraciones se dirigen al Padre, en el
nombre del Señor Jesucristo, y con la ayuda
del Espíritu Santo. Muchos cultos terminan
con la bendición en la que se pronuncian los
nombres del Dios trino y uno.
El uso de los nombres divinos en el
culto tiene significado. Pues el mismo ser
de Dios, así como su presencia, se reflejan
en el uso que hacemos de sus nombres. De
modo que, cuando participes en un culto
público, trata de fijarte, para así adorar
del mismo modo que lo hicieron los hijos de
Israel de antaño.
2.0- DIOS TOMÓ LA INICIATIVA PARA REVELARNOS
SU GLORIA:
El culto depende de poder conocer al
Dios que se auto revela y que ha tomado la
iniciativa para revelarnos su gloria. Dios
reveló su gloria a Israel en diferentes
ocasiones. La primera fue cuando vieron la
gloria en el monte Sinaí. Los israelitas
recién habían sido librados de la esclavitud
en Egipto. Habían cruzado el mar Rojo, y
llegado al monte Sinaí, donde Moisés reunió
a toda la nación en asamblea. El cerro
estaba cubierto por una nube. La nube no era
de aquellas nubes normales. La Biblia nos
informa que „la gloria del Jehová reposó
sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió
por seis días; y al séptimo día llamó a
Moisés de en medio de la nube‟ (Éx 24:16).
Luego esa nube no era nada menos que la nube
de gloria del Señor.
El término español “gloria” es una
traducción de la voz hebrea „kabod‟, que
significa, literalmente, “ser o estar
pesado”. ¡La nube de gloria estaba pesada
con la presencia de Dios! Era una manifes-
tación visible de la presencia divina que
-8-
requirió la adoración. Dios estaba dando a
conocer la gloria de su presencia allá en
Sinaí, de modo que su pueblo reunido en
asamblea pudiera a su vez rendirle gloria.
Fig. 1
El ritmo del culto
La misma nube de gloria acompañó al
tabernáculo durante el viaje que el pueblo
de Dios realizó por el desierto hacia la
Tierra Prometida (ver Éx 29:43; 33:19-23;
40:34-38).3 Vieron de nuevo la nube cuando
3 Éx 29:43, Allí me reuniré con los hijos de Israel; y
el lugar será santificado con mi gloria.
Éx 33:19-23, Y le respondió: Yo haré pasar todo mi
bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de
Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que
tendré misericordia, y seré clemente para con el que
seré clemente. Dijo más: No podrás ver mi rostro;
porq. no me verá hombre y vivirá. Y dijo aún Jehová:
He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la
peña; y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una
hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta
que haya pasado. Después apartaré mi mano y verás
mis espaldas; mas no se verá mi rostro.
Éx 40:34-38, Entonces una nube cubrió el tabernáculo
-9-
llegaron a su nuevo hogar. La nube de
gloria fue revelada el día en que se dedicó
el templo de Salomón en el monte Sion:
„…entonces la casa se llenó de una nube, la
casa de Jehová. Y no podían los sacerdotes
estar allí para ministrar, por causa de la
nube; porque la gloria de Jehová había
llenado la casa de Dios‟ (2° Cr 5:13-14).
¡Con razón el pueblo respondió postrándose
sobre sus rostros en adoración y alabanza!
(7:3). Dios se había auto-revelado, y la
respuesta apropiada ante tal revelación era
el culto.
¿Alguna vez has observado que una nube
visiblemente descienda sobre un lugar de
culto hoy en día? ¿Querrá decir esto que
Dios ya no revela su gloria? Por el contra-
rio, la nube de gloria que apareció en el
Antiguo Testamente resurge en el Nuevo. El
término equivalente para „kabod‟ se usa con
referencia a Cristo en Jn 1:14, „Y aquel
Verbo fue hecho carne, y habitó entre noso-
tros (y vimos su gloria…)‟. La gloria de la
presencia divina estaba con Jesucristo, el
Hijo de Dios que era igual con Dios. Esto
se vio literalmente sobre el monte de la
transfiguración, donde los discípulos vieron
la gloria de Cristo: „…vino una nube que los
cubrió; …y vino una voz desde la nube, que
decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd‟ (Lc
9:34-35). Hoy en día Dios continúa revelando
su gloria en la presencia espiritual de
de reunión, y la gloria de Jehová llenó el taberna-
culo. Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de
reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria
de Jehová lo llenaba. Y cuando la nube se alzaba del
tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas
sus jornadas; pero si la nube no se alzaba, no se
movían hasta el día en que ella se alzaba. Porque
la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo
y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda
la casa de Israel, en todas sus jornadas.
-10-
Jesucristo, y esta es la base por la que
respondemos con culto verdadero, en el que
damos gloria al Dios que se auto-revela.
Fig. 2
La gloria de Dios („kabod‟)
3.0- DIOS TOMÓ LA INICIATIVA PARA REVELARNOS
SUS ATRIBUTOS Y SUS HECHOS:
El concepto que uno tenga de Dios es lo
que le da forma al culto que rinde. Suponte
que alguien te pide que describas cómo es
Dios. ¿Por dónde empezarías? Hay quienes
ven a Dios con canas y barba larga, como un
anciano sentado sobre un trono. Otros se
imaginan que Dios es un diligenciero cósmico
que está obligado a cumplirles todos sus
antojos. Otros más lo miran como un policía
celestial, inclinándose sobre el balcón del
cielo, listo para regañar a cualquiera que
se atreva a buscar su propio placer.
Es porque la manera en que uno ve a
Dios inevitablemente afecta la manera en que
le ha de rendir culto, que es tan importante
verlo tal y como es, y no como se le pudiera
imaginar. De modo que quienes aprenden más
de los atributos de Dios, y de sus hechos,
tendrán un poderoso estímulo para su culto.
-11-
3.1- Los atributos de Dios:
Considera la magnitud y la maravilla de
los atributos de Dios, tal como se revelan
en las Escrituras. Los Salmos en particular
están llenos de referencias a las cualidades
de Dios. Es porque entiende el salmista los
atributos divinos que le puede elevar su
alabanza. Por ej, el Sal. 100, tan familiar,
nos invita a entrar a los atrios de Jehová
con acción de gracias y alabanzas. ¿Por qué?
„Porque Jehová es bueno; para siempre es su
misericordia, y su verdad por todas las
generaciones‟. Los atributos de bondad, mise
ricordia y fidelidad motivan a rendir culto.
Imagínate que alguien te entregara un
papel en blanco. ¿Podrías hacer una lista
de 10 o 15 atributos adicionales del Trino
Dios? ¿Por qué no lo intentas ahora?
La Biblia es una mina de información
sobre el carácter de Dios. El Dios del uni-
verso, infinito y lleno de majestad, quiso
revelar su carácter a los seres humanos
finitos. Él, y sólo él, hace posible que
lo conozcamos y entendamos. Pero nuestro
entendimiento no es con el fin de acumular
datos cognitivos en el banco de la memoria.
Dios nos ha revelado quién es, de modo que
le obedezcamos y le rindamos la alabanza de
la que sólo él es tan supremamente digno.
3.2- Los actos de Dios:
La revelación que Dios hace de sí mismo
a través de sus actos en la historia también
es una base para nuestro culto. El A.T. está
lleno de los grandes actos de Dios. El hecho
redimir Dios a Israel de Egipto movió a
Moisés a escribir un himno de alabanza
(Éxodo 15:1-18). Moisés escribió otro canto
de adoración hacia el fin de su vida (ver Dt
-12-
31:30 a 32:43). Se trata de un relato lleno
de preces por los actos portentosos de Dios
a favor de Israel. Del mismo modo, Débora y
Barac rememoraron los actos justos de Dios
(Jue 5:1-11). Los Salmos es un libro repleto
de remembranzas de alabanza a Dios por sus
actos en la creación, por sostener al mundo
y librar a su pueblo de esclavitud.
Quizás encuentres de ayuda intentar un
experimento en tu devoción personal esta
semana. Lee un pasaje de la Biblia. Luego
vuélvelo a leer con papel y lápiz a la mano.
Busca referencias a los atributos y a los
hechos del Padre, del Hijo o del Espíritu
Santo. ¿Qué te enseña el pasaje acerca de
quién es el Dios Trino y lo que él ha hecho?
Escribe en sendas columnas la lista de estos
atributos y actos. Luego usa la lista para
tener un tiempo de oración, en el que expre-
ses tu gratitud a Dios por cada cosa escrita
en la hoja. Esto puede ser un buen ejercicio
para amplíar tu comprensión de Dios y pro-
fudizar tu experiencia de culto. ¡Inténtalo!
TEXTO BÍBLICO:_____________________
ATRIBUTOS - ACTOS
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
Fig. 3
Proyecto de culto privado
-13-
Preguntas de repaso:
1- ¿Cuál es el principio de culto fundacio-
nal presentado en este capítulo?
2- ¿Qué significado tiene el nombre de Dios
para el culto? (Ver Gn 35:11; 4:26;
Éx 6:2; 20:24; 1° R 11:36; Jer 7:12)
3- ¿Dónde apareció la nube de gloria en el
Antiguo Testamento, y qué significó?
(Ver Éx 24:16; 29:43; 33:19-23; 40:34-38;
2° Cr 5:13-14; 7:3)
4- ¿Dónde vemos la nube de gloria en el
Nuevo Testamento?
(Ver Jn 1:14; Lc 9:34-35)
5- ¿Qué relación tiene con el culto el poder
conocer los actos y los atributos de Dios
que nos han sido revelados?
(Ver el salmo 100; Éx 15:1-18;
Dt 31:30-32; Jue 5:1-11
Preguntas para discusión:
1- En muchas iglesias el enfoque del culto
es sobre el hombre y sus necesidades, en
lugar de sobre Dios y su gloria. ¿Estás
de acuerdo con esta aseveración o no?
Explica.
2- ¿Cuáles son algunas de las maneras en las
que se usa el nombre de Dios en el culto
en tu iglesia?
3- ¿Cómo debería reflejarse el „ritmo del
culto‟ en el culto dominical?
4- ¿Cuáles son algunos conceptos equivocados
comunes que la gente hoy en día tiene?
¿Cómo afectan éstos el culto?
5- ¿Cuáles son unos ejemplos de actos y de
atributos del Dios Trino por los que tú
le podrías rendir culto?
-14-
Cap. 2- TRAS EL TESORO
En este capítulo presentaremos evidencia
tomada del Antiguo Testamento que demuestra que
el culto es una asamblea del pueblo de Dios en su
presencia. También presentamos la evidencia que
da el A.T. con respecto al principio regulativo.
Introducción:
¿Te gusta la curiosidad, y explorar
territorio desconocido? ¿Es como territorio
desconocido el Antiguo Testamento para ti?
Quizás sea que para ti el Antiguo Testamento
es como un cuarto oscuro lleno de tesoros
valiosísimos. Pero un estudio fiel de estos
treinta y nueve libros arrojará luz sobre
estos tesoros preciosos y descubrirás una
riqueza de enseñanzas sobre el tema del
culto. Te invitamos a pasar con nosotros a
este cuarto, y descubrir los dos principios
básicos que rigen el culto.
1.0- UN ELEMENTO BÁSICO DEL CULTO EN EL A.T.
ES LA PRESENCIA DE DIOS ENTRE SU PUEBLO
REUNIDO EN ASAMBLEA:
A la mayoría nos gusta estar con otras
personas. El instinto gregario nos mueve a
juntarnos en clubes, conciertos, mítines
políticos y eventos deportivos. Del mismo
modo, la iglesia es una reunión de personas.
El término que se usa para iglesia en el
Nuevo Testamento, „ekklesía‟ equivale a la
voz hebrea „qahal‟ que significa „asamblea‟
o „congregación‟.
¿Qué tiene de especial la asamblea de
la iglesia? ¿Por qué esta asamblea es tan
diferente a los otros tipos de reuniones?
La iglesia es diferente, porque es una
asamblea del pueblo de Dios en su presencia
misma. La asamblea de la iglesia es una
reunión con Dios, además de con los hermanos
creyentes. La asamblea en la iglesia es un
-15-
evento insólito, es extraordinario y sobre-
natural. No es que Dios viene a la asamblea;
más bien es la iglesia la que se reúne ante
su presencia. Esto queda implícito por el
mismo término „ekklesía‟, “iglesia”.
Fig. 4
La asamblea de la iglesia en culto es insólita
-16-
El pueblo de Dios se reunió en culto en
forma regular durante el tiempo del Antiguo
Testamento, y Dios manifestó su presencia en
aquellas asambleas o reuniones (en el monte
Sinaí, en el tabernáculo y en el templo del
monte Sion). Dios declaró su presencia en
aquellas asambleas de varias maneras.
1.1- El nombre de Dios:
Ya hemos considerado el significado del
nombre divino como signo de la presencia
divina. Dios había dicho: „en todo lugar
donde yo hiciere que esté la memoria de mi
nombre, vendré a ti y te bendeciré‟ (Éx 20:
24). El nombre de Dios estuvo asociado con
ciertos lugares donde él se reveló a sí
mismo (es decir, reveló su nombre) a Israel.
Dichos lugares se convirtieron en lugares de
culto, debido a que estaba allí el nombre de
Dios. En virtud de estar en ese lugar
el nombre de Dios, Israel comprendió q. Dios
estaba presente allí de una manera especial.
1.2- La gloria de Dios:
Asimismo, hemos visto ya el significado
de la gloria de Dios, la „kabod‟, indicando
la presencia divina. En el monte Sinaí „la
gloria de Jehová era como un fuego abrasador
en la cumbre del monte‟ (Éx 24:17). Esta era
una manifestación visible del Dios omnipre-
sente, y presente de una manera especial con
su pueblo reunido en asamblea para culto.
1.3- El rostro de Dios:
Una tercera manifestación de la presen-
cia divina era lo que el Antiguo Testamento
describe como ver a Dios „cara a cara‟.
Cuando Moisés estuvo en el monte Sinaí, Dios
dispuso revelarle su rostro: „Cara a cara
habló Jehová con vosotros en el monte de en
medio del fuego‟ (Dt 5:4; compara con Éxodo
-17-
33:11).4 ¿Significa esto que podemos conocer
cómo es el rostro de Dios? No, no debemos
confundir el tipo de rostro que uno mira en
el espejo todas las mañanas con el rostro
del Dios infinito del universo. Él es un
espíritu sin miembros físicos. La referencia
al „rostro de Dios‟, pues, es una figura
retórica conocida como antropomorfismo. El
término no está sugiriendo una cara, sino
más bien la presencia real de Dios – una
presencia en la que se da una comunicación
verbal con él. ¿Y qué otra cosa puede el
ser humano hacer – cuando éste se halla
„cara a cara‟ ante el Dios Todopoderoso –
sino inclinar su rostro en adoración?
El culto, entonces, ha de entenderse
como la búsqueda del rostro de Dios, para
entrar de esta manera en su presencia inme-
diata. Como escribe el salmista: „Cuando
dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te
respondió: Tu rostro, Señor, buscaré‟ (27:8,
Biblia de las Américas).5 Este es un mandato
para que los cristianos nos reunamos en
culto con el fin de buscar el rostro de
Jehová. Semejantes asambleas para culto con
frecuencia terminan usando la muy conocida
bendición que habla del rostro de Dios:
Jehová te bendiga, y te guarde;
Jehová haga resplandecer su rostro sobre
ti, y tenga de ti misericordia;
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga
en ti paz. (Nm 6:24-26)
La próxima vez que te reúnas con el
pueblo de Dios en culto público, trata de
escuchar las referencias al rostro de Dios.
4 Éx 33:11, Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara,
como habla cualquiera a su compañero… 5 En la versión 1960, reza: Mi corazón ha dicho de ti:
Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová.
-18-
Un principio básico, pues, que se
aprende del Antiguo Testamento, es: culto
implica la presencia de Dios en medio de su
pueblo reunido en asamblea. (Se puede ver
este mismo principio también en el Nuevo
Testamento, como veremos en otro capítulo.)
Ahora bien, ¿qué implica este principio para
nosotros los cristianos contemporáneos?
Significa que cuando una persona entra a un
servicio de adoración, está entrando a la
misma presencia de Dios. Como decían los
textos en las paredes de nuestros templos de
antaño: „Mas Jehová está en su santo templo;
calle delante de él toda la tierra‟ (Hab 2:
20). De modo que cuando hacemos la oración
de invocación, no es tanto invocar la
presencia de Dios, pues él ya está presente;
más bien es invocar su gracia y bendición
sobre el pueblo reunido para culto.
Del mismo modo que Dios llamaba a Israel
y estuvo presente entre ellos de una manera
real, así también Dios está presente entre
cristianos cuando se reúnen en asamblea. Su
nombre está sobre ellos, su gloria se les
manifiesta (en Jesucristo) y él hace res-
plandecer su rostro sobre ellos.
Cuando suena el despertador domingo en
la mañana, ¡cuán fácil es ignorarlo y seguir
durmiendo! Fácil es pensar: sólo este
domingo voy a dormir tarde, luego veo un
programa religioso por cable, o leo mi
Biblia y oro en privado. ¡Cuán fácil es
olvidar que el culto comunitario es una cita
con el Dios viviente! El momento culminante
de la semana para ti debería ser cuando te
reúnas en asamblea con los del pueblo de
Dios para estar en la presencia inmediata de
tu Señor.
-19-
2.0- EL CULTO ES NORMADO POR EL DIOS TRINO
EN SU REVELACIÓN ESCRITA, LA BIBLIA:
Imagínate esta situación: Un día fresco
de octubre; el estado de fútbol repleto de
fanáticos; los dos equipos saltan al campo
listos para jugar. Pero no hay árbitros, ni
capitanes; todas las reglas de juego quedan
descartadas. El resultado es el caos, como
bien te puedes imaginar. El fútbol no se
puede jugar sin reglas que lo normen. Lo
mismo se puede decir del culto. El hombre
no está libre para inventar las reglas con-
forme va haciendo las cosas. El Dios Trino
– aquel quien es solo digno de todo culto –
ha instituido los principios bajo los cuales
se le ha de rendir homenaje. El principio
normativo del culto, pues, es la práctica de
hacer en el culto únicamente aquello que
puede derivarse de las Escrituras. Como lo
ilustra esta figura:
Culto verdadero: Culto falso:
Fig. 5
El principio normativo de culto
La Confesión de Fe de Westminster define
el principio normativo de culto como sigue:
El modo aceptable de adorar al verdadero
Dios es instituido por él mismo, y limitado
de tal manera por su voluntad revelada, que
no debe ser adorado según las imaginaciones
e invenciones de los hombres, o según las
-20-
sugestiones de Satanás, bajo ninguna repre-
sentación visible, ni según otro modo que
no sea prescrito en las Sagradas Escrituras
Dt 12:32; Mt 15:9; 4:9-10; Dt 15:1-20; Éx
20:4-6 (XXI:1).
El principio normativo tiene amplio
apoyo en las leyes ceremoniales y morales
del Antiguo Testamento. Tratándose de las
leyes ceremoniales, la voluntad de Dios para
su culto estaba especificado en detalle. Al
construir el tabernáculo, Dios les ordenó
que fuera hecho siguiendo un plan específico
el cual reveló con lujo de detalle (ver Éx
25-27). En otro lugar Jehová había dicho:
„No añadiréis a la palabra que yo os mando,
ni disminuiréis de ella…‟ (Dt 4:2).
Se da la historia sobrecogedora de dos
sacerdotes q. tuvieron en menos el principio
normativo de culto, e introdujeron a él sus
propias ideas. Nadab y Abiú „ofrecieron
delante de Jehová fuego extraño que él nunca
les mandó. Y salió fuego de delante de
Jehová y los quemó, y murieron delante de
Jehová‟ (Lv 10:1-2). Así confirmó Dios sus
requisitos a Israel de que adoraran sólo en
conformidad con su voluntad revelada.
Las leyes ceremoniales tenían incluso
reglamentos minuciosos con respecto al culto
en el tabernáculo y el templo, detalles que
hoy ya no siguen vigentes, pues Cristo vino
y cumplió la ley ceremonial. Pero esto no
quiere decir q. ahora el principio normativo
es obsoleto. Porque| también existe una ley
moral – los Diez Mandamientos – que detalla
la voluntad divina tocante a su culto. Y la
ley moral sí está vigente. En particular,
son los primeros cuatro mandamientos los que
gobiernan nuestro culto hoy en día.
-21-
2.1- El primer mandamiento:
El primer mandamiento define el objeto
del culto verdadero (Éx 20:3).6 El culto
verdadero se da exclusivamente al Dios ver-
dadero. No hay lugar aquí para el culto a
ídolos, santos, ángeles, la virgen María, o
a cualquier otra persona u objeto en todo el
universo creado.
2.2- El segundo mandamiento:
La noche del sábado antes del domingo
de Pascua, las iglesias ortodoxas rusas
acostumbran celebrar una vigilia. Se puede
ver, al abrirse la puerta del santuario, un
féretro que es cargado a hombros. Te acercas
al féretro, y miras en él una imagen del
Señor Jesucristo. Ahora bien, ellos no
quieren violar el segundo mandamiento, de
modo que la imagen no es de tres dimensiones
sino una figura en un cartón plano (icono).
¿Concuerda con el principio normativo esta
práctica de los ortodoxos?
El segundo mandamiento define que el
culto verdadero debe darse de manera espiri-
tual, no física. El culto no se hace median-
te representaciones visuales (Éx 20:4-6).7 La
explicación que da el Catecismo Menor reza:
En el segundo mandamiento se ordena que
recibamos, observemos y guardemos puros y
completos, todos los actos de culto y todas
las leyes que Dios ha establecido en su
6Éx 20:3, No tendrás dioses ajenos delante de mí. 7Éx 20:4-6, No te harás imagen, ni ninguna semejanza
de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la
tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad
de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen, y hago
misericordia a millares, a los que me aman y guardan
mis mandamientos.
-22-
palabra. Dt 12:32; Mt 28:20. El segundo
mandamiento prohíbe que rindamos culto a
Dios por medio de imágenes o por cualquier
otro medio que no esté autorizado por su
palabra. Rm 1:22-23; Col 2:18.
(Preguntas 50 y 51)
No se nos prohíbe crear y recrearnos
con las artes plásticas. Las artes creativas
no son pecaminosas en sí. Lo que se nos
prohíbe, sin embargo, es adorar a Dios por
medio de representaciones visuales. Pues lo
visual puede ser estorbo a la adoración
verdadera, por cuanto opaca la gloria de
Dios. Isaías dio al clavo con su pregunta:
„A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué
imagen le compondréis?‟ (40:18). No puede
haber respuesta para esta pregunta … ¡sólo
un silencio imponente! El Dios Trino no
puede ser representado en forma visible sin
que se opaque su gloria. Y por lo mismo, las
ayudas visuales pueden sugerir ideas
erróneas acerca del Dios Trino. Esto fue lo
que ocurrió con los israelitas en el monte
Sinaí, cuando crearon un símbolo visible
para representar a Dios, en la forma del
becerro de oro. Con ello violaron el segundo
mandamiento.
Reconozcamos el peligro que existe con
respecto a las representaciones visuales en
nuestros lugares de culto. Debemos estarnos
haciendo preguntas como éstas:
¿Podemos legítimamente incluir cuadros
de Cristo en nuestros vitrales o en los
murales de nuestros templos?
¿Cuáles son las consecuencias prácticas
del segundo mandamiento al pedir que el
culto verdadero sea espiritual en lugar
de físico?
-23-
¿Qué restricciones precisamente son las
que el segundo mandamiento impone al
prohibir que se haga culto mediante las
representaciones visuales?
¿Sientes la tentación de permitir que
estímulos estéticos y físicos vengan a
sustituir la realidad espiritual del
culto verdadero?
2.3- El tercer mandamiento:
El tercer mandamiento define la actitud
que pide Dios de nosotros en nuestro culto a
él (Éx 20:7).8 El culto verdadero exige una
actitud reverente ante Jehová el Señor. La
idea de reverencia está implícita en el más
común término que usa el Antiguo Testamento
para referirse al culto: „shahah‟. Equivale
al término griego „proskunéo‟ en el Nuevo
Testamento, y significa “hacer reverencia,
inclinarse”. 2° Crónicas 7:3 ilustra su uso,
pues allí se dice que… „Cuando vieron todos
los hijos de Israel descender el fuego y la
gloria de Jehová sobre la casa, se postraron
sobre sus rostros en el pavimento y adoraron
y alabaron a Jehová…‟
Dios desea que reconozcamos cuán digno
es, y nos postremos ante su santa presencia
a fin de mantener en alto su santo nombre.
Por ello, algunas iglesias instan a sus
feligreses a que se pongan de rodillas, como
parte de la liturgia. Como quiera que hagas,
ya sea que te hinques físicamente o no,
debieras cultivar una actitud de reverencia
en tu corazón cuando entres a la presencia
del Señor para el culto. Las iglesias harían
bien en estudiar las maneras en las que se
Éx 20:7, No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en
vano, porque no dará por inocente Jehová al que
tomare su nombre en vano.
-24-
puede promover la actitud de reverencia en
el culto público del domingo. Del mismo
modo, convendría que los padres instruyeran
a sus hijos sobre esto y que les den un buen
ejemplo a ellos.
2.4- El cuarto mandamiento:
El cuarto mandamiento define un cierto
tiempo para hacer culto (Éx 20:8-11).9 Es
muy cierto que todo nuestro tiempo debe ser
usado para glorificar a Dios. Con todo, el
culto verdadero requiere que se separe un
día de siete para el culto comunitario.
Dios nos da libertad con respecto a la hora
del culto, y cuánto debe tardar. Pero nos
ha prescrito el día.
Con la resurrección de Cristo, hubo un
cambio del séptimo día al primero. Los que
somos cristianos podemos reunirnos para
adorar en cualquier día de la semana. Pero
no debe faltar este propósito el primer día.
El Catecismo Menor lo explica así: “El
cuarto mandamiento exige que consagremos a
Dios todo el tiempo que él ha señalado en su
Palabra, y especialmente un día entero en
cada siete, como un descanso santificado a
él. (Lv 19:30; Dt 5:12, pregunta #58).
Ha habido muchos cambios en nuestra
sociedad moderna con respecto a la organiza-
ción de la semana. Se ve común la práctica
del comercio todos los siete días de la
9 Éx 20:8-11, Acuérdate del día de reposo para santi-
ficarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no
hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija,
ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
extranjero que está dentro de tus puertas. Porque
en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el
mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en
el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de
reposo y lo santificó.
-25-
semana. Ya el día domingo no es día de
reposo para todo mundo. No es que la gente
esté trabajando más horas; simplemente es
que diferentes personas tienen diferentes
días de descanso en la semana. Ante una
situación así, ¿sería preciso defender que
el domingo sea el día de culto cristiano?
¿Por qué no podríamos hacer que la iglesia
se reuniera el viernes por la noche, o bien
el sábado por la tarde? Nuevamente, pues,
es menester preguntarnos: ¿qué implica el
principio normativo de culto al respecto?
El paradigma que debemos usar para
evaluar los servicios de adoración no es la
tradición, ni la conveniencia del momento,
sino más bien la Palabra escrita de Dios
nuestro Señor. El culto verdadero debe
incluir todo aquello que se desprende de la
Biblia, y sólo lo que de ella se desprende.
Puede servirte de ayuda usar los cuatro
primeros mandamientos para tu devoción per-
sonal esta semana. Ora en base a ellos; así
lo hizo Martín Lutero. Él tomaba cada manda-
miento, y primero hacía una reflexión sobre
lo que Dios nos pide en él. Después hacía de
él un motivo para confesar su pecado. Luego
concluía haciendo del mandamiento una base
para una petición. ¡Inténtalo tú también!
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Manda- ¿Qué pide ¿Por qué ¿Qué ¿Qué
miento Dios? doy gracias? confieso? pido?
#1- - - -
#2- - - -
#3- - - -
#4- - - -
Fig. 6
Proyecto para oración
-26-
Preguntas de repaso:
1- ¿Cuál es el principio teológico que se
presenta en este capítulo?
2- Explica el significado del término
“iglesia” en lo que respecta el culto.
3- Describe tres maneras en las que Dios
indicó su presencia en las asambleas de
culto del Antiguo Testamento. (Ver Éx
20:24; 24:15-17; 33:11; Dt 5:4; Sal 27:8)
4- ¿Cuál es el principio normativo para el
culto?
5- Escribe unos ejemplos tomados del Antiguo
Testamento que apoyan el principio norma-
tivo de culto.
(Ver Éx 25:40; 20:1-15; Dt 4:2; Lv 10:2)
6- Explica el significado de los primeros
cuatro mandamiento de la ley moral con
relación al culto. (Ver Éx 20:1-11)
Preguntas para discusión:
1- ¿Por qué consultar el Antiguo Testamento
para conocer la naturaleza y la práctica
del culto? ¿No podríamos saltarlo y sólo
leer lo que nos dice el Nuevo Testamento?
2- ¿Qué se podría hacer para inculcar mejor
la importancia del culto comunitario?
(Hay quienes piensan, por ejemplo, que
pueden adorar mejor en privado.)
3- ¿Qué clase de artes visuales crees que
son apropiados para usar en los templos?
4- ¿De qué manera pueden las iglesias (y los
padres) ayudar la reverencia en el culto?
5- ¿Qué crees que debe hacer la iglesia ante
los cambios sociales y culturales que
hacen cada vez más difícil reunirse en
asamblea los domingos, como día de culto?
-27-
-28-
Cap. 3- UN HUERTO Y UNA TIENDA
En este capítulo presentaremos el contraste
entre el culto directo del Edén y los requisitos
revelados por Dios para el culto del tabernáculo.
También explicaremos el significado teológico del
tabernáculo y su liturgia.
Introducción:
Un canto popular de Joni Mitchell repite
la línea: “¡Hay que volver al huerto!” Miles
de intentos se han hecho en la historia para
tratar de volver al huerto, de regresar a
esa existencia original – de idilio – del
hombre. ¿Qué tenía de tanta atracción ese
huerto? Esta pregunta es la que vamos a
contestar en este capítulo al describir el
desarrollo del culto desde el Huerto del
Edén hasta el período del tabernáculo. El
tiempo que tú pases en culto debe resultar
para ti de mucho mayor significado, conforme
comprendas los inicios bíblicos del culto.
1.0- EL CULTO EN EL EDÉN:
Dios nos creó a su imagen, con la capa-
cidad de rendirle culto a él. Esto hace
diferentes a los seres humanos de toda otra
clase de vida, sea vegetal o animal. La
Biblia dice: „…a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó. …Entonces Jehová
Dios formó al hombre del polvo de la tierra,
y sopló en su nariz aliento de vida, y fue
el hombre un ser viviente‟ (Gn 1:27; 2:7).
Este culto original antes de la caída del
hombre, fue natural y de carácter inmediato.
Adán y Eva podían tener comunión directa con
su Creador y estar constantemente ante su
presencia divina. Gn 3:8 dice: „Y oyeron la
voz de Jehová Dios que se paseaba en el
-29-
huerto, al aire del día; y el hombre y su
mujer se escondieron de la presencia de
Jehová Dios entre los árboles del huerto‟.
Desde aquel día en adelante, el culto ya no
sería igual. Adán y Eva fueron echados del
huerto, y de su comunión inmediata con Dios.
A partir de entonces uno ve que son
necesarios los altares para sacrificio a fin
de poder acercarse a la presencia de Dios.
El primer capítulo después de la caída nos
informa de los sacrificios traídos por Caín
y Abel (Génesis 4:3-5). Debido a que no
había sacerdotes en ese tiempo, los mismos
patriarcas cumplieron el papel sacerdotal
ofreciendo los sacrificios para sus familias
respectivas. Esto fue así con Noé, Abraham,
Isaac, Jacob y Moisés, q. tuvieron que traer
sacrificios a un altar para poder acercarse
a Jehová y rendirle culto. Con toda proba-
bilidad, este tipo de culto público se dio
en forma regular, pues tenemos repetida la
expresión: „entonces los hombres comenzaron
a invocar el nombre de Jehová‟ (Gn 4:26;
12:8; 13:4; 21:33; 26:25). Éste fue el
inicio sencillo del culto comunitario.
2.0- EL CULTO EN EL TABERNÁCULO:
Si visitas un campamento en época de
vacaciones, probablemente veas una variedad
de tiendas de campaña de diferentes colores.
Se ha vuelto popular vacacionar así, y en
consecuencia muchos han tenido la experien-
cia de levantar una tienda de campaña. Los
israelitas de la antigüedad también tuvieron
la experiencia de levantar una tienda – la
tienda de Dios – a la q. se le dio el nombre
de „tabernáculo‟.
-30-
El Señor, después de liberar a su pueblo
de Egipto, los reunió frente al monte Sinaí.
Por conducto de su portavoz Moisés, emitió
órdenes divinas que incluían reglamentos
acerca del culto. Instruyó al pueblo a
construir una tienda especial que sirviera
de lugar de culto durante las travesías por
el desierto. Se colocaría en un patio
exterior de tamaño de la mitad de una cancha
de fútbol. Los materiales que se utilizarían
en la construcción incluirían:
…oro, plata, cobre, azul, púrpura, carmesí,
lino fino, pelo de cabras, pieles de carne-
ros teñidas de rojo, pieles de tejones,
madera de acacia, aceite para el alumbrado,
especias para el aceite de la unción y para
el incienso aromático, piedras de ónice,
y piedras de engaste para el efod y para el
pectoral (Éx 25:3-7).
Los detalles artísticos hechos con sumo
cuidado causarían un placer estético. Cada
detalle era de importancia, pues el taberna-
culo terrenal sería „figura y sombra de las
cosas celestiales‟ (Heb 8:5).
Fig. 7
Plano del tabernáculo
-31-
2.1 Significado teológico del tabernáculo
¿Cuál sería el significado teológico de
esta estructura portátil? Demostró verdades
espirituales en una forma visible. Hubo un
velo que separó el lugar santo del lugar
santísimo, al cual sólo podía entrar el sumo
sacerdote. Esta mediación que hacía dicho
sacerdote, así como el asunto del velo de
separación, sirvió como protección de la ira
ante la presencia santa de Dios. Ambos
fueron con el fin de que la ira de Dios no
recayese sobre su pueblo que era de cerviz
dura. Ellos ya no podían tener comunión
íntima con Dios como se tuvo en el huerto.
El tabernáculo sirvió, pues, como recorda-
torio gráfico a los adoradores de esta nueva
realidad en un mundo caído.
No obstante, tuvo otro significado el
tabernáculo. Era el lugar donde se podía
contar con la presencia divina. La realidad
de esta presencia divina se indicaba de
distintas maneras…
2.11- Sus nombres:
En primer lugar, los nombres para
designar el tabernáculo enfatizaron la
presencia de Dios. Se le llamó “Morada”
(Mishkán), porque era el lugar donde Dios
escogió para morar en medio de su pueblo.
La “Tienda de reunión” (Ohel-Mo‟ed) era otro
nombre. Este nombre indicó que Dios se
reunía con su pueblo en este lugar cuando
venían en asamblea para rendir culto. A
veces se le llamó “Lugar santo” (Mikdash).
Esto sirvió para recordar al pueblo que el
tabernáculo era un lugar apartado, en virtud
de estar en él la presencia santa de Dios.
-32-
2.12- La instrucción divina:
En segundo lugar, Dios habló claramente
sobre el propósito del tabernáculo: era para
que él pudiese estar con su pueblo: „Y harán
un santuario para mí, y habitaré en medio de
ellos‟ (Éx 25:8).
2.13- El arca del pacto
Por otra parte, el arca del pacto era
el símbolo por excelencia de la presencia
divina. Era un cofre pequeño recubierto de
planchas de oro. La tapa del arca se
conocía como el propiciatorio y representaba
en forma especial el lugar que escogía el
Dios omnisciente para hacer su morada. El
arca, pues, sugería el trono de Dios:
…En esos días, dice Jehová, no se dirá más:
Arca del pacto de Jehová … En aquel tiempo
llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y
todas las naciones vendrán a ella en el
nombre de Jehová en Jerusalén‟ (Je 3:16-17)
Sugería asimismo el estrado de sus pies.
Como dijera David: Yo tenía el propósito de
edificar una casa en la cual reposara el
arca del pacto de Jehová, y para el estrado
de los pies de nuestro Dios… (1° Cr 28:2;
ver Sal 99:5; 132:7). El arca y el propi-
ciatorio, pues, fueron símbolos del papel y
de la presencia permanente de Dios. Encima
del propiciatorio estaban dos querubines de
oro con alas extendidas (1° Cr 28:18). Esto
indicaba la morada de Dios, y se sabía que
„él mora entre los querubines‟ (1° Cr 13:6;
compara con Éx 25:22).10 Así, por ejemplo, la
figura 8, en la página siguiente.
10Éx 25:22, Y de allí me declararé a ti, y hablaré
contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos
querubines que están sobre el arca del testimonio,
todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.
-33-
Fig. 8
El arca del pacto en el Lugar santísimo
2.14- La nube de gloria:
Por último, la nube de gloria („kabod‟)
que en sí era una manifestación visible de
la presencia divina, llenó el tabernáculo
cuando éste fue dedicado: „Entonces una nube
cubrió el tabernáculo de reunión, y la
gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Y no
podía Moisés entrar en el tabernáculo de
reunión, porque la nube estaba sobre él, y
la gloria de Jehová lo llenaba‟ (Éx 40:34-
35). El tabernáculo quedó pesado por la
presencia de Jehová localizada allí. Dios
había antes dado su aprobación al tabernácu-
lo, e indicó su deseo de que el pueblo
viniera en asamblea allí ante su presencia
para adorarle. Esta misma nube acompañó al
tabernáculo en sus travesías por el desierto
(Éx 40:36-38). De modo que el culto estuvo
centralizado en esta estructura como una
tienda de campaña por varias décadas.
2.2- La liturgia del tabernáculo:
Suponte que pudieras entrar a una
cápsula del tiempo y regresar a los días del
tabernáculo. ¿Qué verías al asistir a una
-34-
de las asambleas de culto? Pues bien, lo que
verías allí sería algo significativamente
diferente a lo que los cristianos hacemos en
nuestro culto hoy en día. El centro del
culto en el tabernáculo era el sistema de
sacrificios establecidos por la ley ceremo-
nial. Este sistema de sacrificios tuvo su
base en las ofrendas de pacto que hiciera
Moisés al pie del monte Sinaí para expiar
los pecados del pueblo (Éx 24:4-8).11 Dios
luego dio instrucciones muy precisas sobre
cómo debían hacerse los sacrificios en el
tabernáculo.
Dicho sistema de sacrificios no era sólo
un ritual mecánico, diseñado para efectuar
cambios subjetivos en las emociones de los
que venían a adorar. Fue un sistema diseñado
para hacer expiación para los pecados que se
habían cometido en contra de Dios. El que
se derramaba sangre de un sustituto era para
expiar la ira santa de Dios que en justicia
recaía sobre los pecadores. En verdad, todos
estos sacrificios de expiación prefiguraban
la expiación perfecta que un día haría el
Señor Jesucristo en la cruz del Calvario.
De modo que el culto en el tabernáculo era
un anticipo del culto que nosotros hoy en
día experimentamos.
11 Éx 24:4-8, Y Moisés escribió todas las palabras de
Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al
pie del monte, y doce columnas según las doce tribus
de Israel. Y envió jóvenes de los hijos de Israel,
los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como
sacrificios de paz a Jehová. Y Moisés tomó la mitad
de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la
otra mitad de la sangre sobre el altar. Y tomó el
libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el
cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha
dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la
sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la
sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros
sobre todas estas cosas.
-35-
Un problema común en los cultos de
ahora es el tedio y el hastío. Mucha gente
está fastidiada de estar sentados y pasivos.
El sistema de una sola persona manejando el
„show‟ les frustra. No comprenden cómo la
doctrina bíblica del sacerdocio de los
creyentes pueda concordar con lo que ocurre
en su iglesia. Y están en lo correcto en su
apreciación. A los adoradores cristianos no
se les debe dejar parados en el atrio de
afuera, como sucedía con los que venían a
hacer culto ante el tabernáculo. Ese derecho
le correspondía exclusivamente a sacerdotes.
Una casta especial de sacerdotes se había
formado con Aarón y sus descendientes, todos
de la tribu de Leví (Éx 28,29).
Los sacerdotes tenían la responsabilidad de
representar al pueblo ante Dios ofreciendo
los sacrificios para expiación. Su trabajo
consistía en „…estar en el servicio del
tabernáculo de Jehová, y (estar) delante de
la congregación para ministrarles‟(Nm 16:9).
La voz „servicio‟ se traduce en la versión
griega del Antiguo Testamento (Septuaginta)
como „leiturgía‟, de la que se deriva la
palabra en español „liturgia‟. O sea, la
liturgia era el trabajo de los sacerdotes en
el tabernáculo.
Hoy en día han cambiado las cosas. Jesús
vino, y cumplió el papel de nuestro gran
Sumo sacerdote al hacer un sacrificio
perfecto una vez para siempre (Heb 7:27; 9:
12; 10:12). De modo que todos los que están
unidos a Cristo son sacerdotes, y pueden
hacer liturgia (1ª P 2:5; Ap 1:6). Dios así
lo había prometido allá en la asamblea ante
el monte Sinaí: „Y vosotros me seréis un
reino de sacerdotes, y gente santa…‟ (Éx 19:
6). Esta promesa ahora se ha cumplido en
-36-
Cristo. A diferencia de cómo se hacía en el
culto del tabernáculo, ahora los creyentes
pueden participar todos y entrar al lugar
santo para adorar al Señor. Tú tienes la
responsabilidad, pues, de ejercer tu propio
papel de sacerdote, y no quedarte afuera en
el atrio. ¡Gracias a Dios por el privilegio
de ser sacerdotes!
La liturgia del tabernáculo se llevó al
cabo en un cierto marco de tiempo, o sea, en
un calendario litúrgico que estableció Dios.
Este calendario se componía de tiempos de
reposo sabaticales y días de fiesta para los
peregrinos. Debían ser observadas con todo
cuidado. Las sazones (tiempos) sabaticales,
o de reposo, eran las siguientes:
Nombre: Tiempo: Referencia:
El día Séptimo día Gn 2:3; Éx 20:
sábado cada semana 11; 31:13-17
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
El sábado de Principio del Lv 23:24
la luna nueva año, en el
(La Fiesta primer día del
de trompetas) séptimo mes
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
El Día de Cada año en el Lv 23:26-32
expiación décimo día del
séptimo mes
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
El Año Cada séptimo Lv 25:1-7
sabático año
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
El Año Cada cincuenta Lv 25:10
de jubileo años
Fig. 9
Tiempos de sábados en la ley ceremonial
-37-
También se hacían tres fiestas anuales
para los peregrinos. Cuando los israelitas
ocuparon la tierra prometida, los que vivían
lejos debían reunirse en Jerusalén para
adorar y renovar el pacto en estos días
festivos. Son como sigue:
Nombre: Fecha: Referencia:
La Pascua y la Día catorce Éx 12; 13:3
Fiesta de los del primer -9; 23:15;
panes sin mes Lv 23:5;
levadura Nm 28:6-25
La Fiesta de Siete semanas Dt 16:9-12;
las semanas, o después de la Éx 23:16
de la siega, o Pascua
primeros frutos,
o Pentecostés
La Fiesta de Cinco días Éx 23:16
tabernáculos después del Día Lv 23:34
de la expiación
Fig. 10
Fiestas de peregrinaje en la ley ceremonial
El culto del pueblo de Dios en el A. T.
estaba regido por este calendario. Hoy en
día los cristianos no nos regimos por este
calendario. Era parte de la ley ceremonial
que halló su cumplimiento en la persona y
obra de Cristo:
Por tanto, nadie os juzgue en comida o en
bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna
nueva o días de reposo, todo lo cual es
sombra de lo que ha de venir; pero el
cuerpo es de Cristo. (Col 2:16-17)
El único día de culto vigente es el día
sabátical (de reposo) cada semana, en virtud
de ser una ordenanza desde la creación y
parte de la ley moral permanente. La iglesia
debe mantenerse en alerta por los peligros
de que se imponga un nuevo calendario de
-38-
culto. Algunas iglesias siguen el calendario
litúrgico en el que se celebran las fechas
de Adviento, Epifanía, Cuaresma, Pascua y
Pentecostés. Ello sí podría tener valor al
repasar cada año en forma regular los actos
portentos de Dios en Cristo. Pero debemos
estar conscientes como cristianos del peli-
gro de que se nos imponga un calendario
eclesiástico en forma legalista que nos hace
regresar a los aspectos ceremoniales del
culto pacto antiguo. Cada domingo celebramos
como cristianos el cumplimiento que Cristo
logró del culto anterior en el tabernáculo.
El entender ese culto primitivo puede enri-
quecer tu aprecio de lo que hoy gozas por
estar en Cristo Jesús.
¿Has aplicado personalmente la doctrina
del sacerdocio de todos los creyentes? Aquí
tienes un cuadro diseñado para ayudarte a
hacer esa aplicación. Completa el cuadro, y
toma las acciones conducentes para implemen-
tarlo.
Maneras en las que - Maneras en las que
estoy ejerciendo mi - puedo mejorar mi
sacerdocio en los - participación en el
cultos dominicales - culto comunitario de
en mi iglesia: - este domingo:
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
-
-
-
-
-
-
-
-
-
Fig. 11
Mi participación en el culto comunitario
-39-
Preguntas de repaso:
1- ¿Por qué se podía adorar en el Huerto del
Edén, y qué lo distinguió del culto des-
pués? (Ver Gn 1:27; 2:7; 3:8; 4:3-5)
2- Describe el significado teológico del
tabernáculo. (Ver Heb 8:5; Éx 25:8;
40:34-38)
3- ¿Cuál era el objetivo del sistema de
sacrificios de la ley ceremonial?
(Ver Éx 24:4-8)
4- Describe el sistema de sacerdocio en el
tabernáculo, y explica cómo se cumple hoy
en día. (Ver Éx 28 y 29; 19:6; Nm 16:9;
1ª P 2:5; Ap 1:6)
5- ¿Qué marco de tiempo regía las asambleas
de culto en la época del tabernáculo?
(Ver Éx 12; 20:11; 23:15-16; 31:13-17;
Lv 23:24-25:10)
Preguntas para discusión:
1- ¿Cuáles son algunas de las maneras en las
que la caída en el Huerto del Edén afecta
el culto comunitario hoy en día? Suponga-
mos que la caído no hubiera ocurrido.
¿Cómo sería diferente al culto de hoy?
2- ¿Cuáles son algunas de las razones por
las que la Biblia da instrucciones deta-
lladas sobre la forma y la construcción
del tabernáculo?
3- ¿Qué ves en el tabernáculo que anticipa
la obra que vino a realizar Cristo?
4- ¿Cómo crees que los cristianos debemos
ejercer nuestro sacerdocio en los cultos
dominicales de la iglesia?
5- ¿Piensas que los cristianos hoy en día
deben observar el calendario litúrgico
tradicional? ¿Cuáles son sus ventajas y
sus desventajas?
-40-
Cap. 4- DE VISITA AL TEMPLO Y SINAGOGA
En este capítulo versaremos sobre el signi-
ficado teológico de la liturgia del templo en el
monte Sion, y sobre el desarrollo de la sinagoga
y su influencia sobre el culto de la iglesia.
Introducción:
El avión „jumbo jet‟ aterriza en el aero-
puerto Lod de la ciudad de Tel Aviv. Otro
grupo de turistas desembarca para iniciar su
aventura en Israel. El clímax para muchos
de ellos será su visita a la antigua ciudad
de Jerusalén. Van a poder ver la Muralla de
los lamentos, o la Muralla occidental, que
fuera parte del muro de la corte del templo
de Herodes del siglo primero. Una de las
piedras descubiertas por los arqueólogos
mide 5 metros de largo por 4 de ancho. Es
más grande que un automóvil. Algunas de las
piedras pesan entre 80 a 100 toneladas. Los
judíos desde siglos atrás han acudido a este
muro para lamentar por la destrucción de su
templo sagrado. Es una experiencia que
conmueva el alma visitar este jugar. El
turista cristiano puede apreciarlo, pues el
templo tuvo mucha influencia formativa sobre
el culto de la iglesia primitiva cristiana.
1.0- EL CULTO DEL TEMPLO:
En el capítulo anterior vimos que el
tabernáculo era el centro del culto en la
primera parte de la historia de Israel. Esto
terminó cuando los israelitas ocuparon la
tierra prometida. El rey David quiso edifi-
car una casa permanente de culto, pero Dios
no se lo permitió. Sin embargo, sí reunió
los materiales para la construcción. A su
hijo Salomón le quedó la responsabilidad de
construir el primer templo sobre el monte
-41-
Sion en Jerusalén. El diseño que siguió
este templo fue similar al del tabernáculo,
excepto por su tamaño, y por sus decorados
más elegantes. Los muebles, como en el
tabernáculo, tenían significado simbólico,
representando una realidad espiritual que
más adelante en la historia del pueblo de
Dios quedaría revelada.
Fig. 12
Plano del templo de Salomón
-42-
Este hermoso templo fue destruido en el
año 586 a.C., cuando todos sus utensilios y
enseres fueron llevados a Babilonia. Al
regresar el pueblo del cautiverio, Constr.-
yeron un segundo templo, bajo el liderazgo
de Zorobabel, terminándose la obra en el año
515 a.C. El templo de Zorobabel fue similar
al primer templo, excepto que no tenía el
arca del pacto, que aparentemente quedó
destruido durante el exilio en Babilonia.
Posteriormente, el rey Herodes decidió
remodelar y agrandar el templo. El proyecto
comenzó entre los años 20 a 19 a.C., y
continuó hasta el año 70 d.C., fecha en que
el ejército romano, bajo el mando de Tito,
vino en contra de Jerusalén y destruyó el
templo. Éste era el templo que Cristo visitó
en varias ocasiones durante los días de su
encarnación. Hoy día, en este lugar se ha
construido el Domo musulmán de la Mezquita
de la Roca. Es el templo con el gran domo
dorado que con frecuencia se ve en los
anuncios de televisión que promueve la
secretaría de turismo de Israel.
1.1- Significado teológico del templo:
El significado espiritual del templo
consiste en que era el lugar donde el Dios
omnipresente escogió para que sirviera como
el símbolo de su presencia en el culto. Esta
presencia divina se indicó de varias formas.
1.11- La nube de gloria:
La „kavod‟ (o, nube de gloria) llenó el
templo en la ocasión de su dedicación, lo
que hizo constar en forma por demás clara a
la gente la presencia de Dios en ese lugar.
La Biblia, en 1° Reyes 8:10-13, refiere que…
-43-
…cuando los sacerdotes salieron del
santuario, la nube llenó la casa de Jehová.
Y los sacerdotes no pudieron permanecer
para ministrar por causa de la nube; porque
la gloria de Jehová había llenado la casa
de Jehová. Entonces dijo Salomón: Jehová
ha dicho que él habitaría en la oscuridad
(en la nube espesa). Yo he edificado casa
por morada para ti, sitio en que tú habites
para siempre.‟
¡Qué emocionante habrá sido estar en ese
servicio de inauguración! Los sacerdotes y
levitas estuvieron con sus vestimentas de
lino, había un coro de 288 voces entrenadas,
y 122 trompetistas, además de toda una
orquesta de címbalos, liras y arpas. Con
ello, cientos de músicos cantores e nstr.-
mentistas se unieron para alabar a Dios con
su música. 2° Crónicas 5:13 dice que:
Sonaban … las trompetas y cantaban todos
a una, para alabar y dar gracias a Jehová;
y a medida que alzaban la voz con trompetas
y címbalos y otros instrumentos de música,
y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es
bueno, porque su misericordia es para
siempre; entonces la casa se llenó de una
nube, la casa de Jehová.
¿Te imaginas tener una grabación en
estereo de ese servicio? Dios se agradó del
culto que se le rindió, y respondió con la
manifestación de la gloria de su presencia.
1.12- El arca del pacto:
Entre otras indicaciones de la presen-
cia de Dios en el templo, estaba el arca del
pacto, ubicado en el Lugar Santísimo. Dos
querubines de oro con sus alas extendidas
cubrían el arca, mostrando la realidad de la
presencia divina. El autor de 1° Reyes lo
relata así (8:4-8):
-44-
Y llevaron el arca de Jehová, y el
tabernáculo de reunión, y todos los
utensilios sagrados que estaban en el
tabernáculo, los cuales llevaban los
sacerdotes y levitas. Y el rey Salomón, y
toda la congregación de Israel que se había
reunido con él, estaban con él delante del
arca, sacrificando ovejas y bueyes, que por
la multitud no se podían contar ni numerar.
Y los sacerdotes metieron el arca del pacto
de Jehová en su lugar, en el santuario de
la casa, en el lugar santísimo, debajo de
las alas de los querubines. Porque los
querubines tenían extendidas las alas sobre
el lugar del arca, y así cubrían los
querubines el arca y sus varas por encima.
Y sacaron las varas, de manera que sus
extremos se dejaban ver desde el lugar
santo, que está delante del lugar
santísimo, pero no se dejaban ver desde más
afuera; y así quedaron hasta hoy.
1.13- El nombre de Dios:
También el nombre de Dios estuvo
asociado con el templo para recordar así la
presencia de divina. Dios dijo poner su
nombre donde escogía hacer su morada: „Yo he
santificado esta casa que tú has edificado,
para poner mi nombre en ella para siempre; y
en ella estarán mis ojos y mi corazón todos
los días‟ (1° R 9:3).
Además, el lugar donde estaba el templo
era de importancia significativa. El monte
Sion en Jerusalén había sido designado como
el lugar de la presencia divina. El salmista
exclamó: „¿Por qué observáis, oh montes
altos, al monte que deseó Dios para su
morada? Ciertamente Jehová habitará en él
para siempre‟ (Salmo 68:16). De modo que
los que venían a adorar podía acercarse con
la seguridad de que Dios estaría en ese
lugar.
-45-
Salomón estaba consciente de que la
presencia de Dios estaba en el templo: „Yo
he edificado casa por morada para si, sitio
en que tú habites para siempre‟ (1° R 8:13;
ver 2° Cr 6:2). Pero no era un inocente en
su forma de entender a Dios. Sabía que
Jehová no podía estar limitado al templo,
pues era el Señor omnipresente de todo el
universo. Salomón así lo reconoció en su
oración de dedicación: „He aquí que los
cielos, los cielos de los cielos, no te
pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que
yo he edificado? (1° R 8:27). Nuestro Dios
que es omnipresente escogió hacerse presente
de forma especial cuando su pueblo se reunía
para el culto en el templo.
1.2- La liturgia del templo:
¿Qué clase de actividades vería un
visitante en el templo? La liturgia fue muy
parecida a la del tabernáculo:
1.21- Los sacrificios:
Las ofrendas de sacrificios de la ley
ceremonial continuaban siendo ofrecidas. El
altar del holocausto ocupó un lugar promi-
nente en el patio de afuera, donde se reunía
el pueblo. El rey David había reorganizado
a los sacerdotes levitas en un nuevo sistema
de responsabilidades para el templo (ver 1°
Crónicas 23 a 26). Los sacerdotes debían
supervisar los sacrificios. Participaban en
el culto cotidiano del templo. La Biblia
dice que debían…
asistir cada mañana todos los días a dar
gracias y tributar alabanzas a Jehová, y
asimismo por la tarde; y para ofrecer todos
los holocaustos a Jehová los días de
reposo, lunas nuevas y fiestas solemnes,
según su número y de acuerdo con su rito,
continuamente delante de Jehová. (1° Cr 23:
30-31)
-46-
1.22- Los días de fiesta:
Los tiempos especiales para el culto en
el templo eran las tres fiestas anuales: la
Pascua, la de las Semanas y la de los
Tabernáculos (1° R 9:25). Éstas eran las
fiestas de peregrinaje cuando el pueblo de
Dios de diversos puntos geográficos concu-
rrían al monte Sion en Jerusalén. En el
viaje, mientras subían hacia la ciudad,
cantaban los famosos salmos graduales, o
salmos “de subida” (Sal 120-134). Éstas
eran las fechas de mayor regocijo en el
antiguo calendario litúrgico.
1.23- La música:
La música tenía un papel muy importante
en el culto del templo. El rey David fundó
un coro, y nombró como director a Saf (1° Cr
16). Había al menos 4,000 instrumentalistas
y 2,000 cantantes empleados en la música del
templo. Sus instrumentos incluían címbalos,
arpas, trompetas, liras, tamborines,
instrumentos de cuerda y flautas. El énfasis
era sobre la alabanza gozosa a Dios. El
culto del templo, pues, era retumbante y
espléndido. Considera la instrucción dada
al coro y a la orquesta en la ocasión de la
dedicación del templo de Salomón: „…alzaban
la voz con trompetas y címbalos y otros
instrumentos de música (para) alabar a
Jehová…‟ (2° Cr 5:13).
Las palabras que se usaron en la música
del templo consistía mayormente de salmos.
Se conservan en el salterio varias indica-
ciones de su uso litúrgico. Los salmos por
lo regular se cantaban en forma antifonal
por el coro y la congregación. Un hermoso
ejemplo de un salmo litúrgico es el conocido
salmo 150. Comienza y termina con „Aleluya‟,
que en hebreo es: “alabanza a ti, Jehová”.
-47-
La palabra „alabadle‟ o „aleluya‟ se repite
13 veces en el salmo; constituye su nota
predominante. Al adorador se le invita a
unirse al regocijo y la emoción q. se siente
al alzar la adoración a Dios. Dicha alabanza
se eleva no sólo en el santuario terrenal,
sino en la expansión del cielo (v 1). Como
razón del culto, se aduce los hechos y los
atributos de Dios (v 2). Se nos invita a
expresar la alabanza con todos los instru-
mentos posibles; y unir tanto instrumentos
de aliento, como de cuerda, y los de
percusión. Los adoradores deben tocar la
bocina, mover sus dedos sobre las cuerdas
del salterio y el arpa, soplar la flauta y
hacer sonar el pandero y los címbalos de
júbilo. Se ha sugerido que conforme se van
nombrando los varios instrumentos, se unen
éstos al coro de alabanza, de modo que va en
crescendo la música. Al llegar al verso 6,
el corazón del adorador – ya rebosando de
júbilo – canta „todo lo que respira alaba a
Jehová. ¡Aleluya!‟
Es triste decir que se ha perdido la
costumbre de cantar los salmos en el culto
congregacional de la iglesia contemporánea.
Si examinamos los himnarios, vemos que son
pocos los himnos tomados del salterio hebreo
(pero en el “Sólo a Dios la gloria” hay toda
una sección dedicada a los salmos). Iglesia
que menosprecia el canto de los salmos es
iglesia con un culto mermado. Tu deleite en
la alabanza al Señor puede ser amplificado
cuando cantas aquellos himnos que llenaron
el templo antiguo en Sion. Tienes, pues, en
el culto del templo una herencia rica de
donde puedes echar mano.
¿Por qué no usar esa herencia esta
semana? Quizás, como ayuda, puedas hacer el
siguiente proyecto: usa los salmos 120-134
-48-
(los salmos graduales) en tu culto familiar
o devoción personal. Lee con cuidado cada
uno de los salmos. Si quieres, consulta un
comentario para enriquecer tu comprensión
del salmo. Después de estudiar cada salmo,
busca en los himnarios si hay arreglo
métrico para cantarlo, y cántalo. Si tienes
el interés y el don, compón tu propio
arreglo usando los acordes de la guitarra.
2.0- EL CULTO DE LA SINAGOGA:
El templo de Salomón no duró. Aunque
era un edificio que causó admiración, estaba
destinado a ser destruido. Los ejércitos de
Babilonia cayeron sobre Jerusalén en el 586
a.C., destruyeron el templo y llevaron
cautivos a los judíos a Babilonia. Estuvo
el pueblo de Dios setenta años en una tierra
lejana de su preciado lugar de culto. Cómo
añoraron su liturgia, y más en las fechas de
las fiestas anuales, así como en los días
sábado. De modo que comenzaron a reunirse
en grupos pequeños en sus hogares. Esto fue
el comienzo de la sinagoga. La transición
del culto de templo a culto de sinagoga ya
se estaba dando.
Por fin, concluyó la cautividad después
de setenta años. Los judíos que regresaron
a Israel comenzaron a construir pequeños
edificios para sus sinagogas. La palabra
„sinagoga‟ viene del griego, y en ella se
combinan dos ideas: “junto” y “traer”. El
pueblo se “reunieron juntos” en estas casas,
y así las sinagogas se convirtieron en el
centro de la vida religiosa del judaísmo.
Los arqueólogos han descubierto algunas de
estas sinagogas primitivas. Los enseres eran
pocos, y sencillos. En un cuarto abierto y
amplio había un cofre que contenía rollos de
-49-
las Escrituras, una plataforma con una mesa
para lectura, lámparas, candelero, trombones
y trompetas, y bancas para los adoradores.
¿Y qué actividades se hacían en el
culto de la sinagoga? Esta es una pregunta
de suma importancia, pues el culto de la
sinagoga tuvo una influencia sobre el culto
presente de la iglesia que el culto del
templo. Entender el culto de la sinagoga,
pues, nos llevaría a una mejor apreciación
del culto comunitario contemporáneo que hoy
hacemos.
Fig. 13
La influencia de nuestra herencia
Jesucristo asistió regularmente a los
cultos de la sinagoga. Un día sábado, entró
a la sinagoga de Nazaret „conforme a su
costumbre‟ (Lc 4:16). Examinando ese culto,
notamos que lo centra de él era la lectura y
exposición de la Escritura. Esto se notaba
en forma física, pues el mueble principal
-50-
era el pequeño cofre donde se guardaban los
rollos del Antiguo Testamento. Era similar
al arca del pacto en el tabernáculo y en el
templo, que contenía las tablas de piedra de
la ley de Dios. El cofre en la sinagoga
hacía recordar al pueblo la importancia de
la Palabra de Dios. El alto valor dado a la
Escritura se ve también por el hecho de que
se hacían siete lecturas del Antiguo Testa-
mento en los cultos. Había también una
lectura especial hecha en los profetas del
Antiguo Testamento. En virtud de que Cristo
era un rabino visitante, le pidieron que lea
del profeta Isaías.
Otra cosa que realza la importancia de
la Escritura, era el que se nombraba en la
sinagoga a un “ministro” (Lc 4:20; en hebreo
„chazán‟), una persona encargada de cuidar
los rollos sagrados de la Escritura. Él se
encargaba de sacarlos del cofre, y volverlos
a poner en su lugar luego de la lectura.
Otra manera en la que se nota el alto
valor que tenía la Escritura era la forma en
que se leía. El lector siempre estaba de
pie para esta parte del culto. Cristo leyó
de pie la Palabra de Dios en la sinagoga de
Nazaret: „y se levantó a leer‟ (Lc 4:16).
Luego de la lectura, había la exposición del
pasaje leído. Después que Cristo leyó el
profeta Isaías, „se sentó‟ (verso 20) empezó
a explicar el pasaje. De modo que lo central
del culto en la sinagoga era la lectura y
exposición de la Escritura. De hecho, la
función básica de la sinagoga era el servi-
cio de la Palabra.
Lo mismo debe ser cierto hoy. La Escri-
tura debe estar presente en forma prominente
en los cultos de la iglesia. En cada culto
-51-
se debe leer y predicar la Palabra de Dios.
Pablo le hizo esta recomendación al joven
pastor, Timoteo: „…ocúpate en la lectura, la
exhortación y la enseñanza‟ (1ª Tm 4:13).
La razón para tener lecturas y predicaciones
de la Biblia no es sólo para relleno, para
pasar el tiempo, sino para reafirmar a la
iglesia firmemente en su fe. Se lee y se
predica la Biblia para que el pueblo de Dios
se nutra y sea edificada. Dios nos habla
hoy al través de su Palabra viva, y nosotros
respondemos ofreciendo a él nuestro culto.
Imagínate qué sucedería si se quitaran
de todas las iglesias cristianas sus Biblias
y un borrador electrónica borrase de la
memoria de los creyentes todo rastro de la
Biblia. ¿Podrías imaginar cómo sería el
culto dominical bajo estas condiciones? Si
quitas la Palabra de Dios, has quitado el
corazón y la vida del culto. Oremos que
esto nunca ocurra. La Palabra de Dios
escrita y autoritativa debe siempre tener un
lugar eminente en el culto. En tu iglesia,
¿es un ingrediente esencial la lectura y
exposición balanceada de la Escritura?
-52-
Preguntas de repaso:
1- Nombra los varios templos que se han edi-
ficado sobre el monte Sion en Jerusalén.
2- ¿Cuál era el significado teológico del
templo? (ver 1° Reyes 8; 2° Crónicas 5:1
al 6:2; 1° Reyes 9:3; Salmo 68:16)
3- ¿Qué constituyó la liturgia del templo?
(ver 1° Crónicas 16 y 23 al 26; 2° Cróni-
cas 5:13; 1° Reyes 9:25; Salmo 150)
4- Explica el origen de la sinagoga.
5- ¿Qué cosas podemos aprender de la visita
que hiciera Cristo a la sinagoga en
Nazaret? (ver Lucas 4:14-30)
Preguntas para discusión:
1- ¿Era correcto construir el templo de
Salomón con tanto esplendor y lujo? (2°
Crónicas 3 y 4) ¿Qué implica esto para
los comités de construcción hoy en día?
2- ¿Deberíamos hoy en día tratar de captar
nuevamente la característica de alabanza
gozosa que era tan evidente en el culto
del templo en el Antiguo Testamento?
¿Por qué sí, o por qué no?
3- ¿Cómo se podría usar el canto de salmos
en el culto hoy en día?
4- ¿Crees que el culto de la iglesia ha sido
influenciado más por el culto del templo,
o por el culto de la sinagoga? Explica
tu respuesta.
5- ¿Cómo se puede reflejar en el culto de la
iglesia el alto valor que se debe dar a
la Escritura como Palabra de Dios?
-53-
-54-
PARTE SEGUNDA
EL CULTO BAJO EL NUEVO TESTAMENTO
-55-
-56-
Cap. 5- ¡CUMPLIMIENTO!
En este capítulo presentamos la evidencia
bíblica que señala a Jesucristo como aquel quien
cumplió todas las formas y ceremonias del Antiguo
Testamento, incluyendo el tabernáculo, el templo
y los sacrificios ceremoniales. Por ello, hoy el
culto debe ser Cristocéntrico, y su principal
característica es la presencia de Cristo en medio
de su pueblo reunido.
.
Introducción:
¿Recuerdas la emoción que sentiste de
niño o niña, cuando se acercaba la navidad?
¿El arbolito con sus luces, regalos, la cena
de Nochebuena? Con el paso de los años el
aprecio de las festividades superficiales se
profundiza por la realidad espiritual que se
conmemora cada Navidad. ¡Qué vanidad es la
fiesta cuando no se recuerda la encarnación
de Jesucristo! El milagro de la divina
encarnación fue lo que cambió el mundo.
Asimismo la venida de Cristo al mundo cambió
en forma dramática el culto. En este
capítulo veremos cómo el advenimiento de
Cristo cambió y cumplió el sentido de culto.
Es a este culto – bajo el nuevo pacto – al
que tú y yo y todos los que somos cristianos
estamos llamados a participar.
1.0- CRISTO CUMPLE EL CULTO DEL A.T.:
Jesucristo es el cumplimiento de todas
las formas y ceremonias de culto en el
Antiguo Testamento. Ellas eran sombras que
apuntaban hacia el futuro, a Cristo. Pero
eran formas incompletas, hasta que se cum-
plieron al venir Cristo a morar con su
pueblo. En Cristo queda claro el significado
del culto y cómo éste debe practicarse.
-57-
1.1- Cumplimiento del tabernáculo:
Si hubieras vivido en tiempos de Moisés,
hubieras ido al tabernáculo para adorar. El
santuario, construido en forma de tienda de
campaña, acompañó al pueblo de Dios en todas
sus travesías por el desierto. Cristianos
de hoy en día ya no necesitan adorar en el
tabernáculo, puesto que Jesucristo ya lo
cumplió – el culto del tabernáculo sólo era
un cuadro de lo que vendría a hacer Cristo.
La preexistente segunda persona de la Deidad
vino a la tierra en forma humana. Juan en
su evangelio nos describe la encarnación
así: „Y aquel Verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros…‟ (Jn 1:14).
El verbo „habitó‟ en el griego es
„skenoo‟, que en la versión griega del
Antiguo Testamento (La Septuaginta) se usa
en forma sustantivada para decir „taberná-
culo‟. O sea, pudiera aquí traducirse como
„tabernaculó‟, o, „…hizo su tienda entre
nosotros‟. De modo que los cristianos no
tenemos necesidad alguna de levantar un
tabernáculo, en virtud de que Cristo ya vino
a hacer su tabernáculo entre nosotros. En
tiempos antes de Cristo, el tabernáculo era
el símbolo de la presencia de Dios con su
pueblo. Pero al venir Cristo en persona, ya
no hay más necesidad del símbolo. Dios vino
en la carne para morar con su iglesia.
1.2- Cumplimiento del templo:
De la misma manera, el pueblo de Dios
hoy en día no tiene necesidad de edificar un
nuevo templo sobre el monte Sion. El cuerpo
de Cristo ha venido a ser el nuevo templo,
con el que queda eliminado el de piedras
físicas. Así lo explicó un día Jesús, cuando
expulsó del área del templo a los mercaderes
-58-
que le exigieron: „¿Qué señal nos muestras,
ya que haces esto? Respondió Jesús y les
dijo: Destruid este templo, y en tres días
lo levantaré‟ (Jn 2:18-19). Los judíos
tomaron su respuesta en forma literal como
refiriéndose al templo de Herodes, y por
supuesto fueron incrédulos. La construcción
de este templo había comenzado en el año 20
a.C., y había durado ya 46 años, y todavía
estaba inconclusa la obra. De modo que,
¿quién era él para decir que podía destruir
ese enorme edificio y volverlo a construir
en tan sólo tres días? Pero Juan añade un
postdato a lo que Cristo dijo: „…mas él
hablaba del templo de su cuerpo‟ (v 21).
Cristo estaba usando una velada figura
retórica para indicar q. su cuerpo encarnado
aquí en la tierra era el nuevo templo de
Dios. Había venido, pues, a cumplir el
templo.
¿Qué sucedió, entonces, cuando el
cuerpo encarnado de Cristo ascendió al cielo
del planeta tierra? Siempre no había
necesidad alguna de volver a usar el templo
físico. Pues los que se unieron al Cristo
crucificado y resucitado vinieron a formar
el Cuerpo de Cristo, o sea, la Iglesia:
„Vosotros sois el templo del Dios viviente‟
(2ª Co 6:16). Pablo describe a este nuevo
templo en términos de estar en Cristo: „En
quien todo el edificio, bien coordinado, va
creciendo para ser un templo santo en el
Señor; en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en
el Espíritu‟ (Ef 2:21-22).
El templo en Jerusalén tenía siglos de
haber sido el centro de atención en cuanto
al culto. Pero cuando vino Cristo, enseñó
que ese punto de atención cambiaría. Dijo a
la mujer samaritana, junto al pozo: „Mujer,
-59-
créeme, que la hora viene cuando ni en este
monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre‟
(Jn 4:21). La hora cuando Cristo murió y
resucitó marcó el traspaso del templo como
el lugar de culto. El pueblo de Dios ya no
necesita de templo terrenal sobre el monte
Sion en Jerusalén. Pueden venir a Jesús a
Jerusalén la celestial, en asamblea gozosa
(ver Heb 12:18-24).12 Tampoco hay más
necesidad alguna de volver a construir un
templo terrenal sobre el monte Sion. Aun en
el cielo, Juan dijo: „No vi en ella (en la
ciudad) templo; porque el Señor Dios Todo-
poderoso es el templo de ella, y el Cordero‟
(Ap 21:22). De modo que el templo tiene en
Cristo su cumplimiento.
Restaurar el templo sería ofrecer de
nuevo razón de confiar en la carne, volver
a erigir el muro de separación y destruir
la unidad del pueblo de Dios. Nadie puede
poner otro cimiento: Cristo Jesús es el
templo final, el auténtico y verdadero.
Él es la gloria de Israel; a él deben
congregarse las naciones.13
12Heb 12:18-24, Porque no os habéis acercado al monte
que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la os-
curidad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido
de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los
que la oyeron rogaron q. no se les hablase más, por-
que no podían soportar lo q. se ordenaba: Si aun una
bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con
dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés
dijo: Estoy espantado y temblando; sino q. os habéis
acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo
Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos mi-
llares de ángeles, a la congregación de los primogé-
nitos que están inscritos en los cielos, a Dios el
Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos
perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a
la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. 13Edmund P. Clowney, “The Final Temple”, revista The
Westminster Theological Journal, XXV, pp. 156-189.
-60-
Esta verdad teológica tiene implicancia
práctica para el culto en la actualidad. El
culto cristiano, en virtud de lo anterior,
no debe estar centrado en los edificios.
¡Qué inútil es identificar un edificio con
el culto verdadero! Volvernos edificio-
céntricos sería revertir a la clase de culto
inferior del pacto antiguo. A los cristianos
se nos da libertad de adorar en edificios de
muchos estilos y formas. El medioambiente
social o del clima podría determinar mucho
sobre el estilo del templo. Algunos cristia-
nos incluso viven en países donde no les es
permitido edificar sus propios inmuebles
para el culto comunitario. Con todo, estos
creyentes aún pueden mostrar las marcas
clásicas de la iglesia: la predicación fiel
de la Palabra, la administración correcta de
los sacramentos, y el ejercicio oportuno de
la disciplina. Aun cuando no tuvieran un
“templo” material, pueden experimentar la
presencia del Cristo viviente, quien nos ha
prometido: „Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos‟ (Mt 18:20). De modo que lo
que nos une es más que un simple edificio.
El templo verdadero no es aquel hecho de
piedras, bloques o madera. Se compone de
hombres y mujeres que están unidos a Cristo
y que se congregan para adorar a Dios en el
día del Señor.
1.3- Cumplimiento de los sacrificios de
la ley ceremonial del A.T.:
Cristo subió al templo de Jerusalén los
días de fiesta, como son los de la pascua
(Jn 2:13), los tabernáculos (Jn 7:2), y la
dedicación (Jn 10:22). Sin embargo, no hay
evidencia alguna que haya ofrecido sacrifi-
cios ceremoniales en el templo. Hubiera sido
innecesario, ya que ¡él era su cumplimiento!
-61-
Cristo en su persona era el Cordero sin
mácula de Dios, el cordero de la pascua que
fue inmolado: „…porque nuestra pascua, que
es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros‟
(1ª Co 5:7). Él, en su carácter de nuestro
Sumo Sacerdote, entró al Lugar Santísimo con
el fin de ofrecer una vez para siempre el
sacrificio – con su propia sangre – por los
pecados de su pueblo (ver Heb 9:11 - 10:18).
La crucifixión es el meollo mismo del
cumplimiento que Cristo hizo de toda la ley
ceremonial. Imagínate que estuvieras en la
colina a las afueras del muro de Jerusalén.
En la distancia puedes divisar siluetas de
tres hombres pendientes de cruces de madera.
El cielo se cubre de tinieblas cada vez más.
La tierra debajo de ti empieza a temblar.
Sabes que es principio de terremoto, y huyes
para escapar por las calles angostas de la
ciudad. Corriendo hacia ti ves algunos de
los sacerdotes del templo gritando pavorosos
a todo pulmón: “¡Se rompió!” … „El velo del
templo se rasgó en dos, de arriba abajo‟ (Mt
27:51). Los tres evangelios sinópticos
registran este hecho, así como los historia-
dores Tácito y Josefo, y el Talmud.
Esa enorme cortina de casi veinte
metros por diez, gruesa como la palma de la
mano, había quedado desgarrada en forma
sobrenatural por parte de Dios el Padre. Él
lo sincronizó para q. coincidiera justamente
con la muerte de Cristo. El evento demostró
que todo el sistema ceremonial del Antiguo
Testamento con sus sacerdotes y sacrificios
había ya sido cumplido por Cristo Jesús.
„Así que, hermanos, teniendo libertad para
entrar en el Lugar Santísimo por la sangre
de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo
que él nos abrió a través del velo, esto es,
de su carne…‟ (Heb 10:19-20)
-62-
Fig. 14
El velo en el templo de Herodes
Cristo como Sumo Sacerdote nuestro ha
convertido a todo cristiano en un nuevo
sacerdocio espiritual, con derecho de entrar
al Lugar Santísimo y „…ofrecer sacrificios
espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo‟ (1ª P 2:5). Sacrificios nuevos
han venido a sustituir a los de la vieja ley
ceremonial. ¿Qué clase de sacrificio espera
Dios de sus nuevos sacerdotes?
Pide el sacrificio de uno mismo. Se nos
exhorta: „…presentéis vuestros cuerpos
en sacrificio vivo, … agradable a Dios,
que es vuestro culto racional‟(Rm 12:1)
Desea el sacrificio de dones monetarios
que son … „olor fragante, sacrificio
acepto, agradable a Dios‟ (Fil 4:8).
El sacrificio de alabanza también
agrada al Señor: „Así que ofrezcamos
siempre a Dios, por medio de él,
sacrificio de alabanza, es decir, fruto
de labios que confiesan su nombre‟ (Heb
13:15).
-63-
Y por último, se nos recuerda que… „de
hacer bien y de la ayuda mutua no os
olvidéis; porque de tales sacrificios
se agrada Dios‟ (v 16).
De modo que, Jesucristo es quien cumple
todas las formas y ceremonias de culto del
Antiguo Testamento. ¿Cómo afecta esto el
culto que ofrecemos hoy en día? Quiere decir
que la naturaleza del culto debe ser Cristo-
céntrico. La liturgia del culto debe siempre
señalar a Cristo y reflejar el cumplimiento
que él logró. Veamos cómo:
Varios de los himnos del N.T. celebran
la persona y la obra de Cristo: ver
Filipenses 2:6-11; Colosenses 1:15-20 y
1ª Timoteo 3:16.
Las oraciones ahora se hacen en el
nombre de Cristo: ver Juan 15:16;
Efesios 5:20 y Hebreos 13:15.
Las confesiones de fe reconocen la
soberanía de Jesucristo: ver Filipenses
2:11; Romanos 10:9 y 1ª Corintios 12:3.
El bautismo se hace en el nombre de
Cristo: ver Hechos 2:38 y 22:16; signi-
fica unión con Cristo en su crucifixión
y resurrección; ver Gálatas 3:27-28;
Romanos 6:2-6 y Colosenses 2:12.
La Cena del Señor se centra en la
muerte y el retorno prometido del
Cristo resucitado: ver 1ª Corintios
11:26-29.
Incluso el día semanal en el que nos
congregamos para adorar apunta a Cristo
pues el Día del Señor nos recuerda que
Cristo fue resucitado el primer día de
la semana: ver Mateo 28:1; Hechos 20:7;
1ª Corintios 16:2 y Apocalipsis 1:10.
De modo q. la naturaleza misma del culto del
Nuevo Testamento es estar centrado en Cristo
-64-
Los himnos, las oraciones, las confesiones
de fe, los sacramentos, las lecturas
bíblicas, todo apunta a Cristo que cumple el
culto. ¿Es así en tu iglesia?
2.0- EL TEMA CENTRAL DEL CULTO: CRISTO ESTÁ
PRESENTE EN MEDIO DEL PUEBLO CONGREGADO
A los cristianos se nos instruye a
congregarnos: „… no dejando de reunirnos,
como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos…‟ (Heb 10:25). El contexto
indica que el autor se está refiriendo a una
reunión comunitaria para culto. Esto se da
cuando los creyentes se acercan a Dios en el
Lugar Santísimo, mediante la sangre de Jesús
(Heb 10:19-22). Así que Cristo está presente
en nuestras reuniones, tal como lo prometió:
„Porque donde están dos o tres congregados
en mi nombre, allí estoy en medio de ellos‟
(Mt 18:20). Aun cuando no está presente en
forma física (Mc 14:7, „…a mí no siempre me
tendréis‟), pero está presente de una manera
especial cuando sus santos se reúnen para
culto. De modo que el “culto” privado, como
a algunos les gusta hacer en el campo de
golf, o en su casa de verano, o en frente de
la tele, nunca puede ser un sustituto de
provecho en lugar de la reunión comunitaria.
La realidad de la presencia espiritual de
Cristo le da una dimensión especial al culto
comunitario, que el “culto” personal no
tiene. El culto comunitario ha de ser, pues,
el momento culminante de toda la semana para
uno que es cristiano.
Como dice el título de este punto: el
tema central del culto es que Cristo está
presente en medio de su pueblo congregado.
Varias implicancias siguen de este principio
de entre las cuales dos son importantes:
-65-
2.1- Debe ser evidente:
Los cultos, pues, deben prepararse y
conducirse de modo que los cristianos puedan
estar conscientes de la presencia de Cristo
en medio de ellos. No se trata simplemente
de una emoción subjetiva. La realidad de la
presencia de Cristo se basa en la promesa de
nuestro Señor, que siempre es fiel. De modo
que el culto debe ser conducido de manera
que los adoradores estén conscientes de que
la presencia prometida está entre ellos.
2.2- Debe ser evangelística:
La presencia de Cristo tiene un carácter
evangelístico, en el sentido de que en el
culto esa presencia ha de ser patente para
los que pudieran estar en el culto y no son
creyentes. El N.T. menciona que cuando una
persona no cristiana entra a la reunión de
cristianos, „…postrándose sobre el rostro,
adorará a Dios, declarando que verdaderamen-
te Dios está entre vosotros‟ (1ª Co 14:25).
¿Podría llegar a una conclusión seme-
jante un no cristiano si entra al culto del
domingo en tu iglesia? Podrías, pues, usar
este tema como motivo de oración en el
transcurso de esta semana. Ora porque tanto
creyentes como no creyentes puedan estar
conscientes de la presencia divina de Cristo
en el culto dominical en tu iglesia. No sólo
añadas esto a tu lista de oración, sino haz
de ello un motivo especial de tu oración en
silencio antes de empezar el culto dominical
esta semana. ¡Cuánta gratitud debe haber
por la realidad de la presencia divina en
medio de las reuniones comunitarias para
culto! „Lleguemos ante su presencia con
alabanza‟ (Sal 95:2). ¡Que esta verdad nos
mueva a una mayor anticipación por acudir a
la cita que se nos da cada Día del Señor!
-66-
Preguntas de repaso:
1- ¿Cómo cumplió Cristo el tabernáculo del A.T.?
(ver Juan 1:14)
2- Explica cómo Cristo es el cumplimiento del
templo del A.T. el monte Sion (ver Jn 2:18-21;
Ef 2:21-22; 2ª Co 6:16; Jn 4:21; Ap 21:22)
3- ¿Qué pruebas puedes dar de que Cristo ya
cumplió los sacrificios de la ley ceremonial
del A.T.? (ver Mt 27:51; 1ª Co 5:7; Heb 9:11-
10:20)
4- ¿Cuáles son los nuevos sacrificios que Dios
espera que tú como sacerdote le entregues?
(ver Rm 12:1; Fil 4:18; Heb 13:15-16)
5- Di algunas de las maneras en las que el culto
del N.T. es de naturaleza Cristocéntrica.
(ver Fil 2:6-11; Col 1:15-20; Jn 15:16;
Heb 13:15; Rm 10:9; Hch 2:38; Rm 6:2-6;
1ª Co 11:26-29)
6- ¿Cuáles son algunas de las rezones por las que
decimos q. el tema central del culto ha de ser
la presencia de Cristo en medio de la congre-
gación de su pueblo? (ver Heb 10:18-25;
Mt 18:20; 1ª Co 14:25)
Preguntas para discusión:
1- No es necesario volver a construir un templo
terrenal sobre el monte Sion. ¿Estás de
acuerdo o no, y por qué?
2- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de que
una iglesia tenga su propio edificio donde se
pueda reunir para hacer culto?
3- ¿Qué ejemplos podrías dar de cómo el culto
refleja el cumplimiento que Cristo ha traído?
4- ¿Qué sugerirías para que los que están en un
culto puedan estar conscientes de la presencia
de Cristo?
5- El culto comunitario en el Día del Señor nunca
debe ser desplazado por las reuniones de
células o por el culto en privado. ¿Estás de
acuerdo, o no, y por qué?
-67-
-68-
Cap. 6- SABOR A CIELO
La Biblia enseña que los ángeles estuvieron
presentes en las reuniones de culto en el Antiguo
Testamento, y que continúan presentes en las
reuniones de hoy en día. En este capítulo
examinaremos cómo están entrelazados el cielo y
la tierra en los cultos de adoración, cuando los
creyentes entran por fe a Jerusalén la celestial,
en preparación para el culto de consumación
futura allá en el cielo.
Introducción:
¿Cómo son los ángeles? Muchos no creen
en ellos, pues los toman como supersticiones
productos de una época pre-científica. Ponen
a los ángeles en la misma categoría de los
duendes, Santa Claus y el ratoncito de los
dientes. Sin embargo, la Biblia enseña que
Dios creó una vasta compañía de seres ange-
licales. Son „millones de millones‟ en
número (Ap 5:11). Fueron creados para amar
a Dios y servirle. Al ojo humano son invi-
sibles, aunque en ciertas ocasiones se han
manifestado en forma visible. ¿Sabías que
esos ángeles guardan una relación especial
con el culto público en tu iglesia?
1.0- EL CULTO ES LA CONGREGACIÓN DEL PUEBLO
DE DIOS SOBRE LA TIERRA, QUE CUENTA CON
LA PRESENCIA DE ÁNGELES:
Los ángeles tenían en el Antiguo Testa-
mento un papel especial en las reuniones
para culto del pueblo de Dios. Después del
éxodo, Moisés reunió a los israelitas en una
asamblea al pie del monte Sinaí. Dt 33:3
describe que … „Jehová vino de Sinaí, y de
Seir les esclareció; resplandeció desde el
monte de Parán y vino de entre diez millares
de santos con la ley de fuego a su mano
-69-
derecha‟. La frase „diez millares de santos‟
se refiere a las huestes angelicales. ¡Los
santos sobre la tierra – los israelitas – se
reunieron con los santos del cielo – ángeles
– en la presencia de Dios!
En el tabernáculo en el desierto, los
ángeles también hicieron acto de presencia.
De manera oficial, estaban representados en
las figuras de los dos querubines de oro que
estaban sobre el arca del pacto (Éx 25:18-22
compara con 1° Cr 13:6; 28:18). La presencia
angelical también estaba representada en el
bordado de las cortinas, que tenían diseños
de querubines. Dios pidió que el tabernáculo
tuviera „…diez cortinas de lino torcido,
azul, púrpura y carmesí … con querubines de
obra primorosa‟ (Éx 26:1).
Por otra parte, en el monte Sion también
se demostró la presencia de los ángeles:
„Los carros de Dios se cuentan por veintenas
de millares de millares; el Señor viene del
Sinaí a su santuario‟ (Sal 68:17). La vasta
hueste de ángeles que había hecho acto de
presencia en Sinaí y en el tabernáculo,
ahora estaba en el lugar santo del templo
sobre el monte Sion. Nuevamente, estaban
representados los ángeles por los dos queru-
bines de oro y por los querubines bordados
en el velo del templo (2° Cr 3:10-14).
Fig. 15
Ángeles en las asambleas del A.T.
-70-
¿Dejaron de hacer acto de presencia los
ángeles cuando cesó el testamento antiguo?
La evidencia indica todo lo contrario. Los
ángeles tuvieron un papel prominente durante
el ministerio terrenal de Cristo. Estuvieron
presentes cuando nació, cuando la tentación
en el desierto, cuando sufrió en el huerto
de Getsemaní, cuando su resurrección y cuan-
do su ascensión. Continúan presentes con
los cristianos cada vez que se reúnen en el
nombre de Cristo para rendir culto. Por la
fe, tú ahora puedes entrar a Jerusalén la
celestial cuando adoras. Vienes por medio
de Cristo, y Hebreos explica que es „…a la
compañía de muchos millares de ángeles…‟ en
asamblea gozosa (Heb 12:18-24). El apóstol
Pablo estuvo consciente de la presencia de
ángeles en el culto, pues insta a las
hermanas de la iglesia de Corinto a que se
pongan velos cuando entren al culto, „…por
causa de los ángeles‟ (1ª Cor 11:10).
Si bien están presentes los ángeles en
las asambleas para culto, ellos mismos no
han de ser objetos de culto. Pablo amonestó
a los colosenses, diciendo: „Nadie os prive
de vuestro premio, afectando humildad y
culto a los ángeles…‟ (2:18). Recordamos
que cuando Juan se postró ante los pies de
un ángel en actitud de adoración, el ángel
le reconvino: „Mira, no lo hagas; yo soy
consiervo tuyo, y de tus hermanos que
retienen el testimonio de Jesús. Adora a
Dios…‟ (Ap 19:10).
El culto, entonces, es la congregación
del pueblo de Dios en la tierra, estando
también presentes los ángeles. Este princi-
pio tiene unas implicancias prácticas para
nuestro culto en la iglesia. Por una parte,
significa que en el culto suceden más cosas
que las que alcanzamos a ver con los ojos.
-71-
El culto es un evento sobrenatural. Cuando
te reúnes en asamblea para elevar alabanza a
Dios, se une al culto una hueste invisible
de ángeles. Por ello, el culto es un evento
verdaderamente sobrenatural; ¡es un evento
celestial!
Este principio teológico también explica
el por qué en las oraciones del culto se
hacen referencias a los ángeles. Podría ser
que el ministro en su oración diga: “Señor,
te alabamos, y unimos nuestras voces a las
de los ángeles y arcángeles, con toda la
compañía de las huestes celestes, para
adorarte y bendecirte…‟ Por lo mismo, son
varios los himnos que mencionan esta parti-
cipación de los ángeles. Trata de fijarte
de ello cuando cantes los himnos. Te hará
recordar que también los ángeles han hecho
acto de presencia en tu culto.
Ángeles y querubines,
ayudadme a cantar;
y vosotros, sol y luna,
que los cielos domináis,
todos juntos alabemos
y cantemos su loor
(SDG, #689, 4ª estrofa)
Te loamos, te glorificamos,
te confesamos eterno Dios y Padre.
Toda la tierra, con temor sagrado,
siempre te adora. Y los cielos
y los querubines, todos te ensalzan
con voces interminables.
Rey de los cielos, las eternas
huestes siempre te dicen:
„Santo, santo, santo Señor ensalzado,
Dios fortísimo, tu majestad y gloria
llenan los cielos, y te muestras
adorado sobre la tierra. Amén.‟
(SDG, #
-72-
2.0- EL CULTO TERRENAL EN EL PASADO Y EN EL
PRESENTE SE VINCULA DIRECTAMENTE CON EL
FUTURO CULTO CONSUMADO DEL CIELO:
“¡Pienso que me moriría de aburrimiento
en ese lugar!” Es el comentario de quien no
se muestra muy entusiasmado, que se diga,
del prospecto de la eternidad en el cielo.
Parece tener una idea de estar flotando
sobre nubes como en una cama, vestido de una
túnica blanca, tocando un arpa de oro y con
una impertinente aureola colgada sobre la
cabeza. ¡Alabado sea Dios de que no así va
a ser! Dios ha planeado realidades que van
mucho más allá de nuestra imaginación y
capacidad de comprensión. Pero ha hecho,
además, provisión para que podamos tener una
experiencia de lo celestial – en forma de
anticipo – ahora en el presente. Y si
entiendes esto, añadirá una dimensión nueva
para que aprecies más tu experiencia de
culto en el presente.
2.1- El culto en el pasado bajo el A.T.
fue una sombra del culto celestial:
Hemos comentado ya la relación existente
entre los ángeles celestes y el culto terre-
nal en el Sinaí, el tabernáculo y en Sion.
Esta unión del culto celestial y terrenal
estuvo ilustrada en forma impresionante, en
el sueño que tuviera Jacob:
Y soñó: y he aquí una escalera que estaba
apoyada en tierra, y su extremo tocaba en
el cielo; y he aquí ángeles de Dios que
subían y descendían por ella. Y he aquí,
Jehová estaba en lo alto de ella…
(Gn 28:12-13)
La escalera de Jacob representa en forma
visible el lazo q. vincula el culto terrenal
con el culto celestial bajo el testamento
antiguo.
-73-
Cuando acudían al tabernáculo, podían
recordar este vínculo. El tabernáculo era
„…figura y sombra de las cosas celestiales‟
(Heb 8:5), y los sacrificios que allí se
ofrecían también eran „…figuras de las cosas
celestiales‟ (9:23). Posteriormente, cuando
el templo en el monte Sion, las palmeras y
los querubines les hacían recordar el
paraíso. O sea, el culto del pasado bajo el
pacto antiguo era sombra del culto celestial
2.2- El culto en el presente bajo el N.T.
es una participación cumplida del culto
celestial a través de Cristo por la fe:
La escalera de Jacob vista en el A.T.
ha sido cumplida con la venida de Cristo
Jesús. Jesús le dijo a Natanael: „De cierto,
de cierto os digo: De aquí adelante veréis
el cielo abierto, y a los ángeles de Dios
que suben y descienden sobre el Hijo del
Hombre‟ (Jn 1:51). Cristo es el vínculo
entre el cielo y la tierra. Él es la esca-
lera de Jacob por medio de quien entramos al
cielo cada vez que hacemos culto.
Fig. 16
Jesús es la escalera de Jacob
-74-
Nuestro Sumo Sacerdote que fue crucifi-
cado y luego resucitó, ascendió y „se sentó
a la diestra del trono de la Majestad en los
cielos‟ (Heb 8:1). Entro al „…cielo mismo
para presentarse ahora por nosotros ante
Dios‟ (9:24). La obra que realizó Cristo
significa que ahora la barrera existente
entre la tierra y el cielo ha sido derribada
y por ello los cristianos podemos participar
por la fe en el culto celestial. Dios nos
ha resucitado „juntamente con él (Cristo), y
asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús‟ (Ef 2:6). De
modo que la unión entre la iglesia militante
sobre la tierra con la iglesia triunfante en
el cielo es una realidad actual, aun cuando
realidad imperfecta.
Si leemos con atención Heb 12:18-24,
esta verdad quedará clara. Los creyentes
pueden hoy en día acercarse a Jerusalén la
celestial y participar en la congregación
con gozo, por medio de Jesús el Mediador del
nuevo pacto. Esta es la realidad que le da
sentido a las asambleas terrenales del
presente en las que rinden culto los
cristianos. Cada vez que nos reunimos para
culto, entramos al cielo, no en forma física
pero sí por la fe. No tenemos que esperar
la muerte o la segunda venida para tener
esta probada del cielo. Por la fe, podemos
entrar en esa dimensión ahora mismo. Podemos
participar en esa adoración que sin cesar
rodea el trono celestial de Dios. ¡Qué gran
motivo de alabanza y regocijo!
Esta verdad teológica se refleja en el
culto de tu iglesia. Cada vez que se celebra
la Cena del Señor, ésta es un anticipo de la
fiesta de bodas del Cordero, que es parte de
la dimensión celestial (ver 1ª Co 11:26; Mt
26:29; Ap 19:9). Cada vez que se escucha la
-75-
oración “Marana-tá” (Ven, Señor), recordamos
la futura entrada de los santos a los
lugares celestes. La entrada hoy en día es
por la fe, pero un día será consumada,
cuando venga Cristo (1ª Co 16:22; Ap 22:20).
Cada vez que cantas himnos de alabanza,
participas con el coro celestial que rodea
el trono. El canto de himnos de loor da
testimonio de que la iglesia incluso ahora
puede participar en las realidades celestes.
Como se canta en la doxología conocida:
Tributad honor a Cristo,
la celeste multitud,
sol y luna, las estrellas,
con la gloria de su luz;
ángeles y serafines
den su amor con plenitud;
proclamad hoy alabanzas,
sin cesar, al buen Jesús.
(SDG, #431)
2.3- El culto celestial del futuro será
la consumación eterna del propósito
por el cual Dios creó al hombre:
La promesa que tenemos es el retorno de
Cristo un día en el futuro. Esta venida será
una asamblea final de los elegidos. La voz
griega que usa 2ª Ts 2:1 para describir esta
reunión es „episunagoges‟: „…con respecto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestra reunión con él…‟ La misma palabra,
pero en su forma verbal, se usa en Mt 24:31,
donde leemos que Cristo „enviará sus ángeles
con gran voz de trompeta, y juntarán a sus
escogidos, de los cuatro vientos, desde un
extremo del cielo hasta el otro‟. Esta misma
palabra se usa como sustantivo para hablar
de las asambleas de culto hoy en día aquí en
la tierra: „no dejando de reunirnos…‟ (Heb
10:25). De modo que nuestras reuniones en
el presente nos pueden preparar para la
asamblea de consumación final del futuro.
-76-
¿Y cómo será el culto de consumación en
el cielo? Apocalipsis 5 nos da una preciosa
descripción del culto en el cielo. Leemos
allí que es un culto centrado en el Cordero.
Jesucristo es el Cordero, el enfoque central
del culto, debido a que es digno de abrir el
rollo, ya que es el vencedor omnipotente y
omnisciente. Es digno también, porque es
co-igual con el Padre. Además, „como inmola-
do‟, es el Cordero que redimió a su pueblo.
Vemos, además, que el culto en el cielo
incluye cantos de alabanza. Se dice que los
cánticos serán “nuevos” (Ap 5:9). Quizás
sean cantos compuestos exclusivamente para
cantar en el cielo. O quizás el que sean
„nuevos‟ indica que habrá un sentido de
frescura nueva en los cantos del cielo. No
van a ser los antiguos himnos tradicionales
que a algunos aburren. Serán nuevos cánticos
de alabanza fresca que sólo con anticiparlos
se emociona uno.
No sólo serán cánticos nuevos, sino
serán teocéntricos, en lugar de ser antropo-
céntricos. Un ejemplo es: „El Cordero que
fue inmolado es digno de tomar el poder, las
riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la
honra, la gloria y la alabanza‟ (Ap 5:12).
En este canto se atribuye siete alabanzas,
amontonando palabra sobre palabra, que en su
conjunto es la expresión de la adoración a
Cristo. Otro ejemplo es el que se da en el
verso 13, „Al que está sentado en el trono,
y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la
gloria y el poder, por los siglos de los
siglos‟. Aquí son cuatro las loas que se
dan a Dios Padre y a Dios Hijo. Por tanto,
nuestro culto aquí en la tierra nos debe
preparar para el culto celestial, enseñándo-
nos a apreciar aquellos cánticos de alabanza
que se enfocan principalmente en los atribu-
tos y en los actos del Trino Dios.
-77-
Otra cosa que descubrimos de Apocalipsis
5, es que estos cánticos son progresivos.
Comienzan con los cuatro seres vivientes y
los veinticuatro ancianos cantando, ubicados
ellos en el primer círculo alrededor del
trono. A los ancianos se les une un coro
angelical en un segundo círculo alrededor
del trono. Es „la voz de muchos ángeles‟,
un coro que sobrepasa a todos los coros
habidos y por haber, „millones de millones‟
en número. Ni con una calculadora podemos
estimar el número exacto de los que integran
este coro. Se trata de un coro angelical de
un número vasto de voces, cantando todos al
Señor. ¿Puedes imaginarte cómo será esto?
Pero eso no es todo, pues se les une un
tercer grupo:
Y a todo lo creado que está en el cielo,
y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y
en el mar, y a todas las cosas que en ellos
hay, oí decir: Al que está sentado en el
trono, y al Cordero, sea la alabanza, la
honra, la gloria y el poder, por los siglos
de los siglos (v 13).
Probablemente es el compositor Jorge F.
Handel quien más cerca ha llegado de captar
el sonido de esa música, en su famoso orato-
rio “El Mesías”. Concluye Handel la obra con
una pieza hermosísima basada en Ap 5, que se
titula “Digno es el Cordero”. Se cuenta que
cuando Handel terminó de componer El Mesías,
su sirviente lo encontró bañado de lágrimas.
Explicó Handel: “¡Pienso q. pude ver delante
de mí todo el cielo, y al mismo gran Dios!”
¿Dijo alguien que el cielo será un lugar
aburrido? ¡Imposible! Allí todos vibrarán
de emoción cuando las huestes celestes se
unan a los creyentes de toda tribu, lengua,
pueblo y nación para adorar y alabar a Dios.
Será la asamblea consumada, en la presencia
del Rey de reyes y Señor de señores.
-78-
El principio que hemos venido exponiendo
es que el culto terrenal se vincula – tanto
en el pasado como en el presente – al culto
futuro del cielo. Ahora bien, esta verdad
tiene implicancias prácticas para tu culto.
Primera, conocer esta realidad celestial
presente del culto te debe motivar a darle
más prioridad a asistir a las reuniones
semanales de culto. Estas reuniones en el
presente son las que te preparan para la
reunión futura en el cielo. En verdad, Dios
creó a su pueblo con el fin de que lo glori-
fiquen y gocen de él para siempre.
2ª, conocer la realidad celestial pre-
sente te debe motivar a reflejar más el gozo
celestial en tu iglesia. El culto no debe
ser una lucha con el hastío. La realidad
sobrenatural de unirte por fe a las huestes
celestes se refleja en el gozo de tu culto.
Y 3ª, conocer el vínculo entre el cielo
y la tierra en el culto, te debe ayudar a
notar referencias a ello en las oraciones,
las lecturas bíblicas, y los himnos que se
usan en tu iglesia. Podría serte de ayuda
emprender un proyecto. Toma el himnario que
usa tu iglesia. Repasa los himnos y descubre
cuántos himnos de adoración hacen referencia
a esta unión de cielo y tierra en el culto.
Verás que esta experiencia te ayudará a
apreciar más la realidad celestial que hoy
gozas en los cultos de adoración.
Himno #: Título: Comentario:
- -
- -
- -
- -
- -
- -
Fig. 17
Estudio personal, himnos con vínculo cielo/tierra
-79-
Preguntas de repaso:
1- ¿Cuáles fueron las principales asambleas
de culto en el A.T., donde estuvieron
presentes los ángeles? (ver Dt 33:2;
Éx 25:18-22; 1° Cr 13:6; 28:18; Sal
68:17; 2° Cr 3:10-14)
2- ¿Qué razones hay para decir que están
presentes los ángeles en los cultos hoy
en día? (ver Heb 12:18-24; 1ª Co 11:10)
3- Da ejemplos del vínculo que hubo entre el
culto terrenal en el A.T. y el culto en
el cielo.(ver Gn 28:10-17; Heb 8:5; 9:23)
4- ¿Qué significa el que se diga que Jesús
es la escalera de Jacob? (ver Jn 1:51;
Gn 28:10-17)
5- Explica cómo es que creyentes hoy en día
participan en el culto del cielo. (ver
Heb 8:1; 9:24; 12:18-24; Ef 2:6)
6- Describe el culto de consumación en el
cielo. (ver Ap 5; 19:1-9; 21:1-22)
Preguntas para discusión:
1- ¿Qué implicancias prácticas da el princi-
pio que los ángeles están presentes en
los cultos de hoy en día?
2- ¿Cómo puede prepararnos el culto de la
tierra para el culto del cielo?
3- ¿Qué nos dice el contenido del culto del
cielo con referencia a nuestros cultos
hoy en día? (ver Ap 5; 19:1-9; 21:1-22)
4- Da unos ejemplos de las maneras en las
que el vínculo cielo/tierra se refleja en
los cultos de tu iglesia.
5- ¿Por qué tantos himnos hoy en día están
más bien centrados en el hombre en lugar
de en Dios?
-80-
Cap. 7- LIBERTAD CON REGLAMENTO
El culto del Nuevo Testamento está regla-
mentado por Cristo, quien nos ha revelado su
contenido correcto, y nos ha dado la Biblia a fin
de que todos los “elementos” o “partes” del culto
puedan tener una base bíblica, ya sea en forma
explícita o implícita. En este capítulo veremos
esta verdad, y concluiremos dando sugerencias
prácticas para aplicar el principio normativo de
culto.
Introducción:
Los ancianos de la iglesia tienen un
problema. Una hermana de la iglesia ha
pedido permiso para participar en el culto
del domingo con un número especial. Se trata
de una coreógrafa profesional que desea usar
su talento para la gloria de Dios. Ha creado
una danza para interpretar El Padre Nuestro,
y quiere presentarla como un acto de culto
en el servicio dominical. Si tú tuvieras
que decidirlo, ¿qué le dirías? ¿Qué criterio
usarías para determinar qué es permitido en
el culto público, y qué no?
El principio normativo (o principio
regulativo) del culto nos puede ayudar en la
toma de este tipo de decisiones. Según este
principio, Dios es el único que tiene el
derecho de reglamentar el culto que se le ha
de ofrecer. El culto verdadero incluye sólo
aquellos elementos que se pueden derivar de
la Biblia. Lo que la Biblia prohíbe, o que
no se deriva de ella, pervierte el culto y
lo hace inaceptable ante Dios. La Confesión
de Fe de Westminster define este principio
normativo como sigue:
Pero el modo aceptable de adorar al verda-
dero Dios es instituido por él mismo y está
tan limitado por su propia voluntad revela-
da, que no se debe adorar a Dios conforme a
-81-
las imaginaciones e invenciones de los hom-
bres, o a las sugerencias de Satanás, bajo
ninguna representación visible o en ningún
otro modo no prescrito en las Santas
Escrituras. (Dt 12:32; 15:1-20; Mt 15:9;
4:9-10; Hch 17:25; Éx 20:4-6; Col 2:23)
(Cap. 21, Sección A)
En el cap. 2 hablamos ya de la
enseñanza del Antiguo Testamento que
apoya este principio normativo. „Aun el
primer pacto tenía ordenanzas de culto‟
(Heb 9:1). Pero estas ordenanzas fueron
cumplidas en Jesucristo, y no se han de
tomar más como reglas de culto. Con
todo, el culto que se da en la iglesia
continúa bajo reglamentos divinos. El
culto en el Nuevo Testamento está
reglamentado por Cristo, y tenemos sus
instrucciones en las Escrituras.
Fig. 18
La transición de lo antiguo a lo nuevo
-81-
1.0- CRISTO EN SU CALIDAD DE CABEZA DE LA
IGLESIA, DIRIGE EL CULTO DE SU PUEBLO:
Suponte que hicieras una encuesta entre
los que asisten al culto un domingo cual-
quiera, y les hicieras la pregunta: ¿Quién
es el encargado del culto en esta iglesia?
Quizás las respuestas variarían: „El pastor‟
o „la comisión de liturgia‟ o „el consisto-
rio‟, o „el ministro de música‟, etc. Pero
el que en última instancia debería estar
dirigiendo el culto en la iglesia es Jesu-
cristo, el gran Sumo Sacerdote y Cabeza de
la iglesia. Bien, si Cristo es Cabeza, ¿cómo
dirige él el culto de su pueblo?
1.1- Revelándonos su contenido correcto:
Leyendo los evangelios, descubrimos
varios casos en los que Cristo participó en
cultos públicos. Su ejemplo, pues, sirve de
modelo para las generaciones siguientes de
creyentes.
Por ejemplo, Cristo enseñó el modelo de
cómo orar, en la oración conocida como
el Padre Nuestro (Mt 6:6-13). Este
modelo de la oración comienza con una
invocación, sigue con tres peticiones
sobre Dios y su gloria, y continúa con
tres peticiones más sobre el ser humano
y su bien. Concluye la oración modelo
con una doxología.
Cristo también nos dejó un modelo para
el canto de himnos de alabanza, pues
cantó con sus discípulos, después de
instituir la Cena del Señor (Mt 26:30).
En la sinagoga de Nazaret, Cristo nos
dio el modelo para la lectura y la
exposición de la Escritura (Lc 4:16-27)
Cristo instruyó que se hiciera el
bautismo, como parte de nuestro culto a
Dios (Mt 28:19).
-82-
Como Cabeza de la iglesia, Cristo
instituyó la Cena del Señor, para que
se siguiera observando en la iglesia
(Mt 26:26-29; 1ª Co 11:23-25).
De modo que estudiando el ministerio
terrenal de nuestro Señor, podemos descubrir
algo del contenido q. él quiere en el culto.
Pero no estamos limitados a lo que Cristo
practicó durante su ministerio terrenal.
Nuestro Señor también nos ha revelado su
voluntad con respecto al culto en el libro
de los Hechos, y en varias de las epístolas.
En resumen, no podemos decir que no hay
palabra autoritativa de nuestro Dios en lo
que respecta el contenido correcto del culto
cristiano.
1.2- Mediante el don de la Escritura:
Jesús enseñó la autoridad normativa que
tiene la Biblia para todos los aspectos de
la vida. Fue firme en su rechazo a todo
intento de sustituir los mandatos divinos
por tradiciones humanas (Mt 15:2-9; 21:12-13
y Jn 2:14-17). En una ocasión acusó a los
fariseos. „Bien invalidáis el mandamiento de
Dios para guardar vuestra tradición‟ (Mc 7:
9). Los fariseos tuvieron la costumbre de
cargar cada vez más al pueblo de Dios con
leyes creadas por los hombres, y al mismo
tiempo hacer a un lado la enseñanza clara de
los mandamientos divinos.
En lugar de leyes humanas, tenemos la
Biblia que es el regalo de Cristo para su
iglesia. Ella sola es la autoridad que
reglamenta todos los aspectos de la vida de
los que somos creyentes. „Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir
en justicia, a fin de que el hombre de Dios
-83-
sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra‟ (2ª Tm 3:16-17). El consejo
apostólico dado a un líder joven fue: „Esto
te escribo, … para que si tardo, sepas cómo
debes conducirte en la casa de Dios, que es
la iglesia del Dios viviente, columna y
baluarte de la verdad‟ (1ª Tm 3:14-15).
Como la Biblia fue dada para ser nuestra
autoridad, tanto en la iglesia así como en
toda la vida, el principio normativo para el
culto es un corolario consecuente con nues-
tra aceptación de la autoridad plena de la
Biblia. Es el reflejo de nuestra creencia
de que la Biblia es nuestra autoridad en
todas las áreas de la vida.
Fig. 19
La autoridad de la Biblia en todas las áreas
1.3- Mediante ‘en Espíritu y en verdad’:
Una mañana Jesús caminaba por los cami-
nos polvorientos de Sicar, un pueblo pequeño
en la provincia de Samaria. Se detuvo para
descansar junto al pozo de Jacob, en el
centro del pueblo. Empezó a conversar con
-84-
Una mujer que había venido a sacar agua.
Conforme avanzaba la plática, Jesús indagó
sobre su vida pasada, y tocó un nervio. La
mujer trató de desviar la conversación hacia
unos puntos técnicos sobre el culto, pero
Jesús simplemente continuó enseñándola y
hablando más sobre el tema que ella misma
había introducido. El Espíritu Santo nos ha
preservado detalles de esta conversación
junto al pozo. La podemos estudiar para
conocer mejor la mente de Cristo acerca del
culto. ¿Qué enseñó él en esta conversación?
1.31- Primero, Jesús enseñó q. el culto
ya no tiene restricciones en cuanto a lugar
(Jn 4:19-21). Entre judíos y samaritanos se
debatía dónde era el lugar correcto para el
culto. Los judíos estaban convencidos que
el lugar debía ser el templo sobre el monte
Sion en Jerusalén. Los odiados samaritanos
no podían estar más en desacuerdo. Creían
que el monte Gerizim, ubicado cerca del pozo
de Jacob, definitivamente era el lugar donde
se debía hacer culto.
Jesús no se puso del lado ni de Jerusa-
lén, ni del monte Gerizim. ¿Por qué no?
Porque en el culto, lo que más importa no es
la geografía. Llegado el día de la crucifi-
xión y de la resurrección de Jesús, perdió
importancia el asunto de la geografía. La
importancia central que había tenido la
Jerusalén terrenal quedó eliminada. A partir
de ese momento, los creyentes no tienen por
qué congregarse en la Jerusalén terrenal,
sino por la fe pueden entrar a Jerusalén la
celestial en cualquier día y en cualquier
lugar que se congregan para el culto (Heb
12:18-24). El asunto importante ahora no es
el local físico, sino la realidad espiritual
– no es el dónde, sino el cómo del culto. Ya
no habrá más restricción sobre el culto en
cuanto a lugar.
-85-
1.32- En segundo lugar, el culto ha de
estar enfocado hacia Dios. Basado como está
en el conocimiento („Vosotros adoráis lo que
no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos‟
Jn 4:22), ahora el culto está enfocado hacia
Dios: „Mas la hora viene, y ahora es, cuando
los verdaderos adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren‟.
De modo que el centro del culto no es el
hombre y sus necesidades, sino Dios y su
gloria. Damos culto a Dios el Padre, por
medio del Hijo, con la ayuda del Espíritu
Santo.