DESCUBRIENDO ARANTZAZU Y OTEIZA · Baina ez dugu aurkitu Arantzazu eta Oteiza bikotea soilik...
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Había encontrado libros que hacían referencia al Santuario de Arantzazu situado en Guipúzcoa, cerca de Oñati. Libros donde se relataba la historia del Santuario y cómo habían intervenido las numerosas personas que participaron en el proyecto a mediados del siglo XX. También encontré otras numerosas publicaciones que se referían a Oteiza, a su vida y a toda su obra. Pero ninguna que se refiriese exclusivamente a la conjunción Arantzazu y Oteiza. Estimé que esto debió ser un momento importante.
Sin embargo y tal como he indicado, no había encontrado un libro que presentase de
forma exclusiva el resultado de este encuentro.
Stefan Zweig escribió “Momentos estelares de la humanidad”. Hay momentos que son especialmente distintos y pienso que el encuentro Arantzazu y Oteiza lo fue.
Este era mi idea. Plasmar en un libro fotográfico lo que estimaba era el resultado de este encuentro.
Viajé previamente varias veces al Museo Oteiza en Alzuza y luego al Santuario, para obtener información que me permitiese definir el proyecto. Luego establecí la estructura del libro. Y finalmente, con el equipo elegido para hacer el trabajo,
llevamos a cabo los esperados viajes.
Los antecedentes bibliográficos ya se habían conseguido antes. Ahora lo que se trataba de hacer era recogerse en el Santuario y con Oteiza, para así fotografiar con intensidad las imágenes que nos inspiraba esta conjunción.
Los componentes de este equipo no pudimos estar presentes en los años 50 y 60, en la gestación del proyecto de Arantzazu, pero la obra permanece en el mismo lugar, tal como fue creada, lo que nos ha permitido acercarnos y recuperar estos momentos del pasado.
Arantzazu, febrero 2012.
El ORIGEN DE ESTE LIBRO
Luis Velasco
Nota. Las fotografías de este libro no han sido manipuladas mediante métodos informáticos. Todas son el resultado de la búsqueda paciente de los ángulos y de la luz, en el día o en la noche.
APROXIMACIÓN
Llegamos a Arrasate y seguimos hasta Oñati. Luego
ascendemos a través de un camino ondulante que
acaricia la montaña. Finalmente aparece en un recodo
el Santuario de Arantzazu.
EN EL SANTUARIO
Al llegar se abre ante nosotros una explanada que nos aporta la pers-
pectiva para ver la fuerza del Santuario, con sus torres y edificaciones.
A lo lejos, destaca la parte frontal de la Iglesia. Por la izquierda,
un camino que lo bordea para ascender a las montañas del entorno.
LOS APÓSTOLES
Mucho se ha escrito sobre los Apóstoles
de Oteiza y nada podemos añadir a lo
conocido. Solo la emoción de contem-
plarlos. En los días que estuvimos allí y
que convivimos con las esculturas, pla-
nificamos nuestras fotografías buscamos
los ángulos, las luces y sombras que de
forma personal nos inspiraban.
El apóstol central, que está situado de espaldas. Se ha arrancado la cabeza para no ver la violencia entre los hombres.El apóstol situado al lado izquierdo de la imagen, se tapa los ojos para no ver.El apóstol situado a la derecha, mira horrorizado.
LA PIEDAD
El trabajo fotográfico sobre la Piedad,
por la distancia a la que está situada,
presentaba algunos problemas para
captar su belleza.
Esta situada en la parte alta del
frontal de la Basílica y es de reducido
tamaño, lo que nos obligó a buscar
numerosos ángulos y emplazamientos.
Sin embargo, una vez alcanzada esta
aproximación, la belleza del detalle y el
magnífico contraste de luces y sombras,
nos aportaron encuadres estimulantes.
Finalmente, las sesiones realizadas en
una noche fría y clara, con luna llena,
nos permitieron obtener los encuadres
buscados donde su emplazamiento alto
permitía simultanear la figura y el cielo.
La Virgen no presenta la tradicional actitud sumisa de otras representaciones.Aquí se rebela y mira hacia el cielo.
Observar que la cabeza del Hijo está cortada y vuelta a colocar mirando al cielo con un giro de 90 grados.
La fachada inicialmente proyectada tenía numerosas f iguras situadas en el f rontal, que f inalmente desaparecieron en la versión def initiva.
Le hicieron a Oteiza el reproche de que había dejado la fachada “sin nada”, respondió que no era cierto, pues lo había dejado “con nada”.
LOS MUROS
Tallados
de forma piramidal
en piedra viva, se equilibran con la
contundencia agreste del entorno y adquieren
distintos tonos de color y sombras a lo largo del día.
Sáenz de OizaEstructura de arcos creada por Saenz de Oiza inspirada en la obra arquitectónica de Antoni Gaudí, del que era admirador.
MISTERIOA
Al llegar al Santuario, en lo alto a la izquierda, se encuentra el Gandiaga Topagunea (Centro de espiritualidad), un lugar de diálogo abierto a todos, sin condiciones.Situada cerca de este Centro está Misterioa.Misterioa es una pequeña construcción, presidida por una escultura de Oteiza, que representa a un miembro de la Hermandad de Arantzazu ofreciendo la virgen María y su hijo a la gente.Es un lugar de silencio, de meditación y de búsqueda. Allí encontramos compañía de unas insinuadas figuras en los muros. La entrada representando espino, agua y rocas.Misterioa está unida al Santuario por estrechos y ondulantes caminos, tal vez para que cada persona los recorra con lentitud y construya su propio camino.
OTROS ARTISTAS EN ARANTZAZU
Los descubrimientos hechos en el viaje no podían quedar ocultos, aunque fuesen ajenos al objetivo inicial del libro. Por este motivo hemos añadido un capítulo especial sobre los otros artistas de Arantzazu.
En la construcción de la Basílica, realizada durante varios años, participaron sucesivamente arquitectos, artistas, técnicos, artesanos y numerosas personas que se involucraron en el proyecto, tales como Néstor Basterretxea, Eduardo Chillida, Sáenz de Oiza, Lucio Muñoz y muchos otros no conocidos por nosotros, participaron sucesivamente en la obra, que es el resultado de la ilusión y el esfuerzo colectivo de todos.
Existen libros, revistas y crónicas que han estudiado y descrito la historia del Santuario con mucho detalle, por lo que no pretendemos aquí recopilar estos antecedentes. Simplemente nuestra intención era la encontrar la conjunción de Arantzazu y Oteiza.
Sin embargo, destacamos el especial descubrimiento que representó para nosotros la obra y la vida del franciscano Álvarez de Eulate, que nos entusiasmó por su discreto y abundante trabajo artístico. Autor de las vidrieras de la Basílica y a la vez escultor y pintor. Pudimos ver su obra en los sótanos donde se aprecia una evolución artística que discurre por diversas tendencias. Un libro monográfico dedicado a su obra ha sido publicado recientemente con la colaboración de los franciscanos del Santuario.
En esta breve referencia a algunos de otros artistas que han participado en la construcción de la Basílica, destacamos las vidrieras que dan paso a la luz, el altar que acoge en el interior, las pinturas excepcionales de la cripta y las puertas de entrada contundentes pero abiertas a todos.
En todos los casos la armonía equilibra la fuerza impactante de todas las obras.
La estética del ábside creado por Lucio Muñoz está inspirada en los barrancos situados alrededor del Santuario.
Lucio Muñoz Utilizó como material una madera especial enviada por Fraternidades Franciscanas situadas en Oriente. Por su extrema dureza tuvo que modelarse y cincelarse por los mismos artesanos que trabajaron la piedra de la que está construido el Santuario.
RESISTENCIA
Es conocida la odisea de Shackleton y del buque rompehielos Endurance en su viaje a la Antártida. El nombre del buque ya sintetizaba toda la aventura: Resistencia, sufrimiento.
Esta resistencia la encontramos en el Santuario. Tensión, fuerza y paciencia. Punto de encuentro de voluntades.
La historia se inicia cuando la Comunidad Franciscana se establece en Arantzazu, ya hace más de 500 años. Y allí permanecen. Habiendo superado las adversidades.
Imaginemos la dureza de la vida cotidiana en esta zona, no digo hace 500 años, sino tan solo hace 100. Un entorno montañoso, con barrancos, agreste, sin cultivos. Sólo accesible andando por angostos caminos.
Esta resistencia, esta fuerza, la encontramos en Oteiza. Y en los otros artistas, también irreductibles en ser fieles a su creatividad, que intervinieron en las obras finales del Santuario.
Las esculturas de Oteiza no agradaban en los años 60 del siglo XX. Estimaban eran demasiado duras. Poco convencionales. Pensaban debían modificarse.
No hubo acuerdo. Y allí quedaron tiradas en el suelo.
Nadie cedía.
Permanecieron abandonadas en el campo, cerca del Santuario por un tiempo superior a 10 años. Digo bien, más de 10 años. Hoy día una eternidad.
Luego los tiempos cambiaron. Las personas que decidían también. Reflexiones. Y finalmente al cabo de 15 años pudo terminarse la remodelación del Santuario.
De ello ha quedado una obra que marca un hito. La cultura, el arte y la concordia han podido prevalecer, en esta ocasión.
EL REGRESO
Una vez ya cumplido nuestro objetivo de situarnos en la conjunción que tuvo lugar de Oteiza con el Santuario de Arantzazu, se imponía al regreso. Existía sensación permanente de numerosos ángulos que habrán escapado a nuestra percepción. Sin embargo, tenemos la seguridad que otros los encontrarán. Así se avanza paso a paso.
No tenemos previsto repetir el trabajo, pero si el viaje. El encanto del lugar y de sus residentes nos anima a volver.
Finalmente indicar que en este viaje hemos encontrado un dato que nos puede permitir avanzar en otro proyecto que tenemos en curso, que se refiere al escultor y pintor Alberto Sánchez, uno de los fundadores de la Escuela de Vallecas. En efecto hemos hallado una referencia que nos puede informar sobre el alcance del conocimiento y relación que había existido entre Alberto y Oteiza.
Hemos tenido suerte. Como hemos dicho, un paso lleva a otro paso.
AGRADECIMIENTOS
A los frailes de la Fraternidad
Franciscana cuya acogida ha sido
extraordinaria.
Ayudaron, se abrieron a nosotros,
mostraron sus colecciones. Algunos
con edades del orden de los 90
años, nos favorecieron con su
memoria histórica vivida en directo.
Nos ayudaron en todo. Aportaron
información, fotos y lo más
importante, recuerdos.
Al mismo nivel estuvo la atención
que recibimos de lo otros residentes
del Santuario.
Al personal de la Fraternidad, a
los del hotel, de la librería. Todos
ayudaron. De forma especial Arrutzi,
que nos aportó fotos y comentarios
del Santuario que han mejorado
mucho el libro.
Aunque es tradicional incluir un
agradecimiento a los que han ayudado
en un proyecto, en este caso debe
decirse y en realidad es así, que sin
la ayuda entusiasta de la Fraternidad
y de todas las personas que están
involucradas en el Santuario, no se
hubiese podido hacer este libro.
Gracias.
Arantzazuko Santutegiaz hitz egiten zuten liburuak aurkitu ditugu. Liburu horietan, Santutegiaren historia kontatzen zen, baita nola pertsona askok parte hartu zuten XX. Mendearen erdian burutu zen proiektuan. Beste aldetik, argitalpen asko aurkitu ditugu Oteiza eta bere bizitza eta lan osoa, aipatzen zutenak. Baina ez dugu aurkitu Arantzazu eta Oteiza bikotea soilik aipatzen zuen libururik. Eta, hala ere, gure ustez garai horrek oso garrantzizkoa izan behar zuen.
Garrantzizkoa izanik ere, esan dugunez, ez dugu aurkitu liburu bat bera Oteiza eta Arantzazuren topaketa soilik
aipatzen zuenik. Stefan Zweig-ek idatzi zuen “Gizadiaren une izarrak”. Bai baitira zinez bereziak diren uneak eta uste dugu Arantzazu eta Oteizaren topaketa hala izan zela, berezia.
Ideia hori izan dugu abiapuntu: argazki-liburu batean topaketa horren emaitza moldatzea.
Taldekideok Alzuzako Oteiza Museora egin genuen aurrez bisita eta ondoren Santutegira, Oteizarengana eta Santutegira hurbilduko gintuen informazioa biltzeko asmoz. Lortutako informazioaz baliatuz, liburuaren egitura zehaztu genuen eta azkenean egin genuen, grinaz espero genuen bidaia.
Beharrezko osagai bibliografikoak aurrez egindako bidaietan lortu genituen. Orain egin beharrekoa zen, Santutegira eta Oteizarengana erretiratu eta biltzea, bien uztarketak inspiratzen zizkigun irudiak argazkitan gogo handiz jasotzeko.
Jende geldiezinez osaturiko taldekideok ezin izan genuen Arantzazuko proiektua sortu zeneko 50-60ko urteetan presente egon; baina egindako lana leku berean dago, sortua izan zen bezala, eta horregatik hurbildu eta errekuperatu ahal izan ditugu iraganeko une haiek.
Arantzazu, 2012ko otsaila.
LIBURU HONEN SORRERA
Luis Velasco
Nota. Las fotografías de este libro no han sido manipuladas mediante métodos informáticos. Todas son el resultado de la búsqueda paciente de los ángulos y de la luz, en el día o en la noche.
Oñatitik abiatzen gara, mendia laztanduz igotzen den bidean
zehar, eta azken bihurgunean Arantzazuko Santutegia
azaltzen zaigu.
Iristean zelaigune bat irekitzen da gure aurrean, Santutegiaren
sendotasuna sumatzeko ikuspuntua eskaintzen diguna, bere
dorre eta eraikinekin. Han urrutian azaltzen dira Elizaren aurre
aldean. Ezkerretik doa inguruko mendietara daraman bidea.
Piramide-formaz harri bizian zizelkatuak, inguruaren
sendotasun basatiarekin orekatzen dira eta egunean zehar
kolore-mota eta itzal desberdinez janzten dira.
Asko idatzi da Oteizaren Apostoluei buruz eta ezer gutxi
erantsi geniezaioke esandakoari.
Ikustean sentitzen den zirrara bakar-bakarrik. Han egon
eta eskulturekin bizi izan ginen egunetan, gure argazkiak
planifikatu genituen, pertsonalki inspiratzen zizkiguten
ikuspuntuak, argiak eta itzalak bilatuz.
Pietateari egin genion argazki-lanean, zailtasunak izan
genituen beraren edertasuna jasotzeko, urruti gelditzen
baitzitzaigun.
Eliz aurrearen gorenean jarria dagoenez eta txikia denez,
angelu eta kokaleku ugari bilatzera behartu gintuen. Hala ere,
behin beharrezko hurbiltasuna lortu genuenean, detailearen
edertasunak eta argi-itzalen kontraste bikainak enkuadre
animagarriak eskaini zizkiguten.
Azkenean, ilargi betea zen gau hotz eta garbian egindako
argazki-saioan lortu genituen bilatzen genituen enkuadreak,
irudia eta zerua bateratzea lortuz.
Bidaian egindako aurkikuntzak ezin genituen gordean
laga, liburuaren lehen asmoan sartzen ez baziren ere. Hori
dela eta, kapitulu berezia erantsi dugu Arantzazuko beste
artistei buruz.
Basilikaren eraikuntza egiteko behar izan ziren urteetan,
proiektuan arkitekto, artista, teknikari, artisau eta pertsona
ugari murgildu zen, hala nola, Nestor Basterretxea, Chillida eta
guretzat ezagunak ez diren beste asko; parte hartu zuten guztien
artean ilusio eta ahalegin kolektibo baten emaitza utzi zuten.
Bada liburu, aldizkari eta kronika ugari Santutegiaren
historia ñabardura ugariz aztertu eta azaltzen duena;
horregatik guk ez dugu horiek jaso eta biltzerik bilatzen.
Gure asmoa, Arantzazu eta Oteizaren arteko konjuntzioa
aurkitzea besterik ez da izan.
Nolanahi ere, nabarmendu nahi dugu nolako aurkikuntza
izan den guretzat Alvarez de Eulate frantziskotarraren lana
eta bizitza ezagutzea. Beraren artelan zentzuzko eta ugariak
harrituta utzi gaitu. Basilikako beirateen egilea da eta, aldi
berean, eskultore eta margolaria. Eraikinaren sotoan ikusi
ahal izan genuen beraren lana, joera desberdinen bidean
garatua. Eulateren lanari eskainitako liburu monografiko
bat argitaratu berria da, Santutegiko frantziskotarren
lankidetzaz.
LIBURU HONEN SORRERA
Basilikaren eraikuntzan parte hartutako beste artista
batzuei egindako aipamen honetan, argia galbahetzen duten
beirateak nabarmentzen ditugu, barruan dagoen altarea,
kriptako margolan harrigarriak eta sarrerako ateak, sendoak
baina denentzat irekiak.
Kasu guztietan lanen indar zirraragarria harmoniak orekatzen du.
Oteizak eta Arantzazuko Santutegiak izan zuten bateratzeaz
jabetzeko gure asmoa beteta, etxera itzuli behar. Gure
begiradak ikuspegi eta ikuspuntu asko galduko zituela
sentitzen genuen barruan. Seguru gaude, hala ere, guk
galdutakoak beste batzuek aurkituko dituztela. Horrela
egiten da aurrera pausoz pauso.
Ez daukagu lana errepikatzeko asmorik, baina bidaia bai.
Lekuaren eta bertako bizilagunen xarmak itzultzera
eragiten digu.
Azkenik esan, bidai honetan aurkitu dugula beste datu bat,
bideratzen ari garen beste proiektu batean aurrera egitera
bultzatzen gaituena. Alberto Sánchez eskultoreari dagokiona
da, Vallecas-ko Eskolaren sortzaileetakoa bera. Izan ere,
Alberto eta Oteizaren arteko ezagutza eta harremana
zenbaterainokoa izan zen adierazten digun aipamen bat
aurkitu dugu.
Zorte oineko izan gara. Esan dugun bezala, pauso batek
bestea ekartzen du.
Esker ona
Santutegiko fraideei, beren harrera apartagatik. Lagundu,
ateak ireki eta beren bildumak erakutsi zizkiguten. Behar
genuen guztia eman ziguten. Maila berekoa izan da
Santutegiko beste bizilagunen aldetik jaso dugun axola ere.
Anaidikoei, hotelekoei, liburutegikoei eskerrik asko. Denek
lagundu ziguten.
Esan beharra daukagu, eta benetan hala da, horien laguntza
saiatua gabe, liburu hau ez zela egingo.
Oteiza interesatzen zitzaigun eta bilaketa honetan Arantzazu
aurkitu dugu; ezagutu ezagutzen genuen, baina ez genuen
sekula bisitatu. Egonezinak mantentzen zaitu bizirik eta
egile, eta horrek eramaten zaitu gauzak aurkitzera. Kasu
honetan, Oteizaren bidez, berak Santutegiarekin izan zuen
elkartasuna aurkitu dugu.
Proiektua planteatu genuenean, taldekide guztiok gogo
handiz hartu eta geuretu genuen. Indar sendoz egin dugu
lan, arteak sustatuta.
Neurri berean egin dugu denok lan, ahalbideen arabera; hala
ere, bi argazkilarietako baten lana nabarmentzea gustatzen
zaigu, esperientzia eta profesionaltasun handiko gizon
argia; nahiz eta osasunez ahul samar ibili, bidaiak egin eta
Santutegian egon da argazkien ikuspuntu onenak eta argi
egokiena aukeratzen. Aipamen berezia merezi dute gauez
eta pazientzia handiz egindako argazkiek.
Havíem trobat llibres que feien referència al Santuari d’Arantzazu. Llibres on es relatava la història del Santuari i com hi havien intervingut les nombroses persones que van participar en el projecte a mitjan segle XX. També vam trobar una bona colla de publicacions que es referien a Oteiza, a la seva vida i a tota la seva obra. Però cap que es referís exclusivament a la conjunció Arantzazu i Oteiza. Per força devia ser un moment important.
Tanmateix, tal com hem dit, no vam trobar cap llibre que presentés de manera exclusiva el resultat d’aquesta trobada. Stefan Zweig va escriure
Moments estel·lars de la humanitat. Hi ha moments que són especialment diferents, i estem convençuts que la trobada Arantzazu-Oteiza ho va ser.
Aquesta era la nostra idea: plasmar en un llibre fotogràfic el resultat d’aquesta trobada.
Els membres de l’equip vam viatjar prèviament al Museu Oteiza, a Alzuza, i després al Santuari, per obtenir informació que ens permetés aproximar-nos a Oteiza i al Santuari. Amb la informació obtinguda vam establir l’estructura d’aquest llibre, i finalment vam emprendre l’esperat viatge.
Els antecedents bibliogràfics ja s’havien aconseguit en viatges anteriors. Ara es tractava de retirar-se i recollir-se al Santuari i a Oteiza, per fotografiar amb intensitat les imatges que ens inspirava aquella conjunció.
Els components d’aquest equip no vam poder ser presents als anys cinquanta i seixanta en la gestació del projecte d’Arantzazu, però l’obra continua al mateix lloc, tal com va ser creada, la qual cosa ens ha permès acostar-nos-hi i recuperar aquells moments del passat.
Arantzazu, febrer 2012.
El ORIGEN DEL LLIBRE
Luis Velasco
Nota. Las fotografías de este libro no han sido manipuladas mediante métodos informáticos. Todas son el resultado de la búsqueda paciente de los ángulos y de la luz, en el día o en la noche.
Finalment, les sessions realitzades en una nit freda i clara
de lluna plena ens van permetre obtenir els enquadraments
desitjats allà on l’emplaçament elevat permetia simultaniejar
la figura i el cel.
Els descobriments que havíem fet durant el viatge no podien
quedar amagats, encara que fossin aliens a l’objectiu inicial del
llibre. Per aquest motiu hem afegit un capítol especial sobre els
altres artistes d’Arantzazu.
En la construcció de la basílica, que es va allargar uns quants
anys, hi van participar successivament arquitectes, artistes,
tècnics, artesans i nombroses persones que es van involucrar en
el projecte, com ara Nestor Basterretxea, Chillida i molts altres
que no coneixem i que van anar participant successivament en
l’obra, que és el resultat de la il·lusió i l’esforç col·lectiu de tots.
Ja hi ha llibres, revistes i cròniques que estudien i descriuen
la història del Santuari amb tot detall, i per tant no pretenem
recopilar aquí tots aquests antecedents. La nostra intenció,
simplement, era trobar la conjunció d’Arantzazu i Oteiza.
Tanmateix, destaquem l’especial descobriment que va
representar per a nosaltres l’obra i la vida del franciscà Álvarez
de Eulate, que ens va entusiasmar amb el seu discret i abundant
treball artístic. Autor dels vitralls de la basílica i alhora escultor
i pintor. Vam poder veure la seva obra al soterrani, on s’aprecia
una evolució artística que discorre per diverses tendències. No
fa gaire s’ha publicat un llibre monogràfic dedicat a la seva obra
amb la col·laboració dels franciscans del santuari.
Vam sortir d’Oñati per un camí que puja acariciant la
muntanya, fins que darrere l’últim revolt apareix el Santuari
d’Arantzazu.
A l’arribar s’obre davant nostre una esplanada que ens
aporta perspectiva per veure la força del Santuari, amb les
seves torres i les seves edificacions. Destaquen de lluny a
la part frontal de l’església. Per l’esquerra, un camí que el
voreja per pujar a les muntanyes del voltant.
Tallats en forma piramidal en pedra viva, s’equilibren amb
la contundència agrest de l’entorn i al llarg del dia van
adquirint diferents formes de color i ombres.
Se n’ha escrit tant, sobre els Apòstols d’Oteiza, que nosaltres
no podem afegir res al que ja se sap.
Només l’emoció de contemplar-los. Durant els dies que
hi vam ser convivint amb les escultures, vam concebre les
fotografies, vam buscar els angles, les llums i les ombres que
personalment més ens inspiraven.
El treball fotogràfic sobre la Pietat, per la distància a què
està situat el conjunt, presentava certes dificultats per
captar-ne la bellesa.
Es troba a la part alta del frontal de la basílica, i les seves
reduïdes dimensions ens van obligar a buscar molts angles
i emplaçaments diferents. Tanmateix, un cop assolida
aquesta aproximació, la bellesa del detall i el magnífic
contrast de llums i ombres ens van aportar enquadraments
estimulants.
L’ORIGEN D’AQUEST LLIBRE
Agraïments
Als frares de la Fraternitat Franciscana, que ens van acollir d’una
manera extraordinària. Ens van ajudar, es van obrir a nosaltres
i ens van mostrar les seves col·leccions, sempre amatents a tot
el que ens calia. I no solament ells, sinó també tota la resta de
residents del Santuari.
A tot el personal de la Fraternitat, de l’hotel i de la biblioteca.
Tots hi han ajudat.
Cal dir, perquè és així, que sense la seva ajuda entusiasta aquest
llibre no s’hauria pogut fer.
Ens interessava l’obra d’Oteiza, i aquesta recerca ens va portar
a Arantzazu, que coneixíem però que mai no havíem visitat. La
inquietud et manté actiu i et permet trobar coses. En aquest
cas, a través d’Oteiza hem trobat la seva conjunció amb el
Santuari.
Un cop plantejat el projecte, tots els membres del grup ens hi
vam posar amb entusiasme. Hem treballat amb intensitat i per
l’incentiu artístic.
Malgrat que tots hi hem participat de la mateixa manera i
en funció de la nostra disponibilitat, volem destacar la feina
d’un dels dos fotògrafs, home optimista de gran experiència i
professionalitat, que malgrat el seu estat de salut va fer els viatges
i en acabat es va quedar al Santuari buscant els millors angles
per a les fotos i els moments de llum. Mereixen una menció
especial les fotos nocturnes, aconseguides amb paciència.
En aquesta breu referència a alguns dels artistes que han
participat en la construcció de la basílica destaquem els
vitralls que filtren la llum, l’altar que acull les excepcionals
pintures de la cripta i les portes d’entrada, contundents però
obertes a tothom.
En tots els casos l’harmonia equilibra la força impactant de
totes les obres.
Un cop acomplert el nostre objectiu de situar-nos a
la conjunció que va tenir lloc entre Oteiza i el Santuari
d’Arantzazu, era l’hora de tornar. No ens podíem treure de
sobre la sensació que hi havia molts angles que ens havien
passat per alt. Tanmateix, tenim la certesa que d’altres els
sabran trobar. Així s’avança pas a pas.
No tenim previst repetir el treball, però sí el viatge. L’encant
del lloc i dels seus habitants ens anima a tornar-hi.
Finalment, indicar que en aquest viatge hem trobat una dada
que ens permet avançar en un altre projecte que tenim en curs
sobre l’escultor i pintor Alberto Sánchez, un dels fundadors
de l’Escola de Vallecas. En efecte, hem trobat una referència
que pot abocar llum sobre l’abast del coneixement i la relació
que hi va haver entre Alberto y Oteiza.
Hem tingut sort. Com ja hem dit, un pas porta a un altre pas.
I had read books about the Sanctuary of Arantzazu, situated in Guipúzcoa, near Oñati, books that talked about the history of the Sanctuary and the contributions of the many people who participated in its renovation in the middle of the 20th century. I had also located numerous other publications that discussed Oteiza, his life and work, but none that dealt exclusively with the conjunction of Arantzazu and Oteiza, and this despite the fact that it was obviously very important.
Nevertheless, as I have said I had never come across a book that focussed exclusively on this encounter.
As Stefan Zweig states in his book Decisive Moments in History, there are some particularly outstanding moments and I think the meeting between Oteiza and Arantzazu is one of them.
My idea was this: to capture in a book of photographs what I considered to be the fruit of this conjunction.
First of all, I visited the Oteiza Museum in Alzuza several times, and later the Sanctuary to gather information that would help me define the project. I then designed the layout of the book. And lastly, with the aid of the team chosen to do this work we went on the planned expedition.
The bibliographical antecedents had been obtained previously. It was now a question of making ourselves comfortable at the Sanctuary and with Oteiza’s work, in order to photograph in detail the images inspired by this conjunction.
The members of our team could not be present in the 1950s and 1960s during the work at Arantzazu, but the result remains in the same place, exactly as it was created, which meant we could study it and revive those moments from the past.
Arantzazu, February 2012
LIBURU HONEN THE ORIGINS OF THIS BOOK
Luis Velasco
N.B.: The photographs that appear in the book have not been edited using computer software. They are all fruit of a patient search for the best angles and light, during the day and at night.
THE PIETA
In view of the fact that it is not possible to get up
close, the work of photographing the Pieta in all
its beauty presented some challenges.
It is situated near the top of the façade of the
basilica and is actually quite small, which obliged
us to try out numerous angles and positions.
However, once we found the right vantage points,
the beauty of the details and the magnificent
contrast between light and shadows resulted in
some stimulating compositions.
Finally, during the sessions completed on a cold,
clear night, under a full moon, we managed to
obtain some shots with the figure silhouetted
against the sky.
THE WALLS
Sculpted as a surface of pyramidal points in rough
stone, they strike a balance with the rugged
power of the surroundings, and their colours and
shadows change during the day.
THE ORIGINS OF THIS BOOK
FIRST CONTACT
After reaching Arrasate we continued to Oñati.
From there, we took the road that winds around
the mountain until the Sanctuary of Arantzazu
finally comes into view past a bend.
IN THE SANCTUARY
On arrival, the visitor is greeted by an esplanade,
whose position highlights the imposing size of
the Sanctuary, with its towers and various other
buildings.
The façade of the church stands out in the
background.
To the left it is skirted by a track that climbs into
the surrounding mountains.
THE APOSTLES
Much has been written about Oteiza’s Apostles
and there is nothing new we can add. Only the
thrill of contemplating them. During the time we
were there and spent alongside the sculptures, we
planned out our photographs, looking for the angles,
light and shadows that inspired us personally.
MISTERIOA
On arriving at the Sanctuary, the visitor finds the
Gandiaga Topagunea (Centre for Spirituality)
high up on the left, a place for dialogue open to
everyone, without conditions.
Misterioa is near this centre.
Misterioa is a small building with a sculpture
by Oteiza presiding over it, which represents a
member of the Arantzazu Brotherhood offering
the Virgin Mary and her child to the people.
It is a place of silence, of meditation and enquiry.
There we find ourselves in the company of
insinuated figures in the walls, the entrance with
representations of thorn, water and rocks.
Misterioa is connected to the Sanctuary by
narrow, winding footpaths, perhaps so that people
can follow them slowly and find their own way.
OTHER ARTISTS AT ARANTZAZU
The discoveries made on the expedition could not
remain unexplained, even if they were unrelated
to the initial goal of the book. For this reason we
decided to include a special, additional chapter
about Arantzazu’s other artists.
Architects, artists, technicians, craftsmen and
many other people were involved in the project
of the construction of the basilica, which took
several years to complete. These included well-
known figures such as Néstor Basterretxea,
Eduardo Chillida, Sáenz de Oiza and Lucio
Muñoz, and many others unknown to us, who
participated successively in the work, which
was fruit of the enthusiasm and joint efforts of
everyone.
There are books, reviews and chronicles that have
studied and described the history of the Sanctuary
in great detail, so we had no intention of covering
old ground. Quite simply, our objective was to
observe the conjunction of Arantzazu and Oteiza.
However, we would like to highlight how
special the discovery of the work and life of the
Franciscan friar Álvarez de Eulate was for us.
Creator of the stained glass in the basilica and
also a sculptor and artist, he delighted us with
his discreet but abundant artistic work. We were
able to view his work in the basement, where his
artistic progress through diverse styles can be
appreciated. A monograph dedicated to his work
has been published recently with the support of
the Franciscans at the Sanctuary.
Finally, in this brief reference to some of the
other artists who took part in the building of
the Basilica, we would draw particular attention
to the stained glass windows providing natural
light, the altar, the exceptional paintings in the
crypt, and the doors, of imposing dimensions but
still open to everyone
RESILIENCE
Shackleton’s odyssey on the icebreaker Endurance
in a voyage to the Antarctic is well known. The
name of the ship sums up the whole of that
adventure: resilience and suffering.
And we found this very resilience at the Sanctuary:
tension, fortitude and patience. Many people’s
strength of will at a meeting point.
The story begins when the Franciscans settled at
Arantzazu 500 years ago. And there they have
stayed, having overcome many adversities.
Imagine how tough day-to-day life was here
100 years ago, let alone 500: the mountains and
ravines, rugged and uncultivated, only accessible
on foot along narrow paths.
We recognised this resilience, this fortitude, in
Oteiza too. And in the other artists – likewise
unmoveable in the defence of their creativity – who
took part in the final work on the Sanctuary.
Oteiza’s sculptures were not well received in the
1960s. They were considered too unyielding. Too
unconventional. He was asked to modify them.
No agreement was reached. And there they
stayed, on the ground.
Nobody was prepared to give in.
They lay there abandoned around the Sanctuary
for over ten years. I repeat, over ten years. These
days, that’s an eternity.
Then the times began to change. The people who
made the decisions too. Deliberations. And at
last, after fifteen years, it was possible to finish
the renovation of the Sanctuary.
All this has created a work that became a
landmark. Culture, art and consensus prevailed
on this occasion.
THE JOURNEY BACK HOME
Once we had achieved our goal of exploring
the conjunction of Oteiza and the Sanctuary of
Arantzazu, we set off on our journey back home.
And although we had the nagging sensation that
numerous angles had escaped our notice, we are
sure that other people will find them. Progress is
gradually made in this way.
We have no plans to repeat our work, but we do
intend to go back, lured by the charm of the place
and its residents.
Finally, we would like to mention that we
unearthed some information on this expedition
that will contribute to another project in progress,
which concerns the sculptor and painter Alberto
Sánchez, one of the founders of the Vallecas
School. In effect, we located a reference to the
relationship between Sánchez and Oteiza.
We have been lucky. As we said, one step forward
leads to another.
ACKNOWLEDGEMENTS
We would like to express our gratitude to the friars of the Franciscan Order who gave us such an extraordinary welcome.
They helped us, let us in to their lives and showed us their collections. Some of them, who are around 90 years old, aided our research with their personal memories.
They helped us with everything. They provided information, photographs and, above all, left us with warm memories.
The reception we were given by the other residents at the Sanctuary was on the same level.
The staff who work for the fraternity, at the hotel, in the bookstore, all helped; and especially Arrutzi, providing photos and comments that greatly improved the book.
Although it is customary to acknowledge those who helped on a project, in this case it was an obligation, because the fact is that without the enthusiastic support of the friars and all the people connected to the Sanctuary, this book would not have been possible.
Thank you.
THE PROJECT TEAM
Our interest in Oteiza’s work and research led us to discover Arantzazu,
which we had heard about but never visited. A restless mind keeps you
active and leads to new findings. In this case, through Oteiza we learnt
about his work at the Sanctuary
When planning the project all the team members were very keen and
took it as a personal challenge. Just the artistic incentive was enough
to make us work hard.
Although we all participated on an equal footing, depending on our
availability, we would like to highlight the work of one of the two
photographers, a man of optimism, great experience and professionalism,
who despite his poor health came to stay at the Sanctuary to look for
the best angles and ideal lighting conditions.
And special mention should be made of the photos taken at night
with such patience.
Versión en euskara: Iñaki Beristain
Versión en catalán: Imma Falcó
Dibujos y maquetación: Antoni Cortada
Fotografías: Anton Oromí y Lluís Velasco
Ajustes fotográficos: Mª Elena López
Creación y producción: Luis Velasco
marzo
Edición Limitada.Presentamos nuestras disculpas por los errores que hayamos podido cometer, resultado de un trabajo de no profesionales en la edición.
Este libro no pretende ser académico, sino simplemente vital. Mantener la clásica tradición oral entre los pueblos. Con los errores que esto representa, pero que a la vez le aporta sinceridad.Agradecemos la información personal y directa proporcionada por los componentes de la Fraternidad y a su ayuda en la recuperación de antecedentes.