Sobre un lecho, forrado con descuido con una sábana blanca de satén y un cobertor negro,

también de satén, extendido especialmente sobre la cabecera y la mitad de la cama, reposa el

cuerpo blanco y delgado de una mujer desnuda. La mujer, de cabeza mediana y cabellos oscuros

recogidos, se encuentra de espaldas al observador del cuadro, apoyando su brazo y buena parte

del lado derecho de su torso en el espaldar del lecho. De la parte izquierda del torso, al aire, solo

puede percibirse el hombro que rosa una mantilla de color café.

Las caderas y las extremidades inferiores reposan sobre la cama. La pierna izquierda se

encuentra ligeramente doblada, mientras que la derecha está completamente flexionada, posición

que impide ver la pierna derecha de la mujer. La única parte posterior que puede observarse de

ésta, es su cara reflejada en un espejo, situado diagonal a su rostro. Dicho espejo refleja una

imagen borrosa, en la que se aprecia una mujer de facciones muy simples, pero rozagante.

El espejo cuadrado y de bordes color café, se encuentra sostenido por el lado derecho por ángel

desnudo, de piel blanca, cabellos oscuros, cabeza mediana y abdomen protuberante. Dicho ángel

se encuentra provisto de dos cintas, una negra que le rodea el torso y una rosada que le sostiene

sus manos y muñecas y apoya en el espejo. Se encuentra completamente arrodillado con su

pierna izquierda y parcialmente inclinado con su derecha.

Diagonal la cabecera de la cama, adorna la instancia una cortina roja de satén, que al estar

semiabierta permite observar la pared café del fondo del cuadro.