DESARROLLO DE UNA BEBIDA FUNCIONAL FERMENTADA A BASE DE …
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2020
Desarrollo de una bebida funcional fermentada a base
de soja
NICOLE MANAGÓ Directora: Carolina Iraporda Co-director: Julio C. Caione
Licenciatura en Tecnología de Alimentos
El presente trabajo de Tesis fue desarrollado como requisito para optar el
título de grado de Licenciada en Tecnología de los Alimentos.
Agradecimientos
A la Universidad Nacional del Centro y a todos los profesores de la Facultad de Ingeniería Olavarría
por permitirme formarme y capacitarme para obtener mi título de Licenciada en Tecnología de los
Alimentos, por adaptarse con tanta predisposición a nuestras forma de cursada y haberlo hecho
posible;
Al Departamento de Ingeniería Química y Tecnología de los Alimentos por permitirme desarrollar
mi Proyecto final de Tesis brindándome sus instalaciones, materiales y medios;
A Caro e Ire por guiarme y ayudarme durante estos dos años, por su paciencia, por brindarme todo
su conocimiento y comprometerse tanto con este proyecto, por estar siempre para despejar cada
una de mis duda, contenerme cuando me desbordaba y por su enorme apoyo;
A Julio por permitirme desarrollar el proyecto dentro de las instalaciones de su laboratorio,
brindarme materiales y medios para poder llevarlo a cabo;
A mi familia por haberme inculcado de chica la importancia de estudiar y tener una profesión, por
convencerme de que todo es posible cuando no lo podía ver, por haberme ayudado y acompañado
todos estos años, por sus palabras de aliento, por su contención y por su amor infinito;
A mi amor, Agustín, por su paciencia infinita, su cariño y amor, por apoyarme en cada decisión y
contenerme todos estos años, por estar siempre y por hacer todo más especial. Por cada viaje a
Olavarría que hizo posible este logro;
A Ro, por acompañarme estos últimos años de carrera, por su hermosa amistad, sus palabras de
aliento, su paciencia, su gran ayuda y apoyo. A tu familia hermosa que siempre estuvo para mí con
enorme predisposición y cariño;
A todos mis compañeros del Lab. por su buena energía y predisposición, por permitirme acaparar
las mesadas para desarrollar mi proyecto, por bancarme siempre.
A Cele, por abrirme las puestas de su casa, por alentarme a seguir, por su contención, por sus
interminables mates;
A cada uno de mis amigos por estar siempre, por cada palabra de aliento, por celebrar siempre mis
logros y alegrase por ellos, por hacerme reír cuando lo necesitaba y también escucharme en mis
peores días. A Meli por alojarme en su casa para que pueda viajar;
A todos ustedes, ¡Muchísimas Gracias!
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Índice
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Índice
Página
Índice 2
Resumen 6
Introducción 8
1. Alimentos funcionales 8
1.I. Prebióticos 9
1.I.i. Inulina 10
1.I.i.a. Efectos de la inulina a nivel fisiológico 11
1.I.i.b. Aplicaciones tecnológicas de la inulina 12
1.II. Probióticos 12
1.II.i. Mecanismos de acción de los microorganismos probiótico 14
2. Alimento con probióticos 15
2.I. Bacterias ácido lácticas 16
2.II. Probióticos en matrices vegetales 19
3. Soja 20
3.I. Bebida a base de soja 22
Hipótesis 26
Objetivos 28
Materiales y Métodos 30
1. Microorganismos y condiciones de cultivo 30
2. Evaluación del crecimiento de las bacterias ácido lácticas, acidificación
y pH en MRS y extracto de soja 30
2.I. Determinación de la acidez titulable 30
3. Actividad antimicrobiana de las bacterias ácido lácticas y sus
sobrenadantes de cultivo 31
4. Desarrollo de la bebida fermentada a base de soja 31
5. Caracterización de la bebida fermentada 32
5.I. Caracterización fisicoquímica 32
5.I.a.Determinación del contenido de humedad 32
5.I.b. Determinación del contenido de cenizas 32
5.I.c. Determinación del contenido proteico 33
5.I.d. Determinación del contenido de lípidos 34
3
5.I.e. Determinación del contenido de carbohidratos 35
5.I.f. Valor energético 35
5.II. Determinación de la actividad antioxidante 35
5.III. Determinación de la actividad antimicrobiana 36
6. Resistencia de las bacterias ácido lácticas en bebidas fermentadas
sometidas a la simulación de pasaje a través del tracto gastrointestinal 36
7. Determinación de la viabilidad de las bacterias ácido lácticas en la
bebida fermentada durante el almacenamiento 37
8. Análisis estadísticos 38
Resultados y Discusión 40
1. Caracterización de bacterias ácido lácticas y crecimiento en bebida de
soja 40
2. Actividad antimicrobiana de las bacterias ácido lácticas y sus
sobrenadantes 46
3. Bebida de soja fermentada 49
3.I. Características generales de la bebida fermentada 49
3.II. Análisis composicional y valor energético 52
3.III. Actividad antioxidante de la bebida de soja fermentada 53
3.IV. Actividad antimicrobiana de la bebida de soja fermentada 54
4. Resistencia de las bacterias ácido lácticas a las condiciones
gastrointestinales simuladas 58
5. Almacenamiento de las bebidas de soja fermentadas 59
Conclusión 66
Proyecciones 68
Anexo 1 70
Información nutricional de la leche de soja en polvo Nutrilon Soya 70
Anexo 2 72
Procedimientos para la observación microscópica de bacterias 72
Anexo 3 75
4
Composición y preparación de medios de cultivo y soluciones empleadas 75
Soluciones y reactivos para técnica micro-kieldahl 80
Reactivos para la técnica Soxhlet 81
Soluciones para la simulación del pasaje a través del tracto
gastrointestinal 81
Bibliografía 84
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Resumen
6
Resumen
Hoy en día existe una mayor conciencia por parte de los consumidores sobre la
estrecha relación entre la alimentación y la salud, reconociéndose los efectos beneficiosos
de la dieta sobre el desarrollo, la inmunidad, el crecimiento y la composición corporal,
entre otros. Esto conlleva a la demanda creciente de productos que contribuyan a un
buen estado de salud y por ende a un mayor bienestar y calidad de vida. Debido a ello, en
los últimos años se ha incrementado el interés de la industria alimentaria y el ámbito
científico por la investigación y el desarrollo de alimentos funcionales. Este tipo de
alimentos ejercen además de su función meramente nutritiva, una acción beneficiosa
sobre algunos procesos fisiológicos y/o reducen el riesgo de padecer ciertas
enfermedades. Entre los ingredientes bioactivos de mayor relevancia para la elaboración
de alimentos funcionales, se encuentran los prebióticos y los probióticos. La mayoría de
los alimentos comercializados con este tipo de componentes se basan en matrices lácteas
y por tanto ciertos sectores de la población, como los alérgicos a las proteínas de la leche,
veganos y/o intolerantes a la lactosa, no pueden consumirlos. Por ello, surge como desafío
explorar la incorporación de ingredientes prebióticos y probióticos a matrices no lácteas
para ofrecer a los consumidores una alternativa a los productos lácteos fermentados.
En el presente proyecto se desarrolló una bebida funcional fermentada a base de
soja (Glycine max L. Merr.) con la adición combinada de microorganismos probióticos,
como el Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 y
prebióticos como la inulina. Como objetivo se planteó establecer las condiciones de
elaboración del producto fermentado, el estudio de algunas de sus propiedades
funcionales y el efecto de la inulina sobre la viabilidad y la sobrevida de las bacterias en la
bebida fermentada de soja. Ambas bacterias ácido lácticas fueron capaces de fermentar la
bebida de soja. La bebida fermentada con L. plantarum presentó mayores recuentos
finales, pH más bajos, mayor porcentaje de acidez titulable, efecto bactericida frente a
cepas patógenas, mantuvo la actividad antioxidante de la bebida de soja sin fermentar y
presentó mayores porcentajes de sobrevida en el paso a través de tracto gastrointestinal
in vitro. El agregado de inulina aumentó la viabilidad de los probióticos en la matriz
durante el período de almacenamiento y se obtuvieron mejores resultados en la
simulación del pasaje a través del tracto gastrointestinal. De este modo, los resultados
obtenidos en el presente estudio contribuyen al futuro desarrollo de alimentos
funcionales basados en matrices vegetales.
7
Introducción
8
Introducción
1. Alimentos funcionales
El papel principal de la dieta es proporcionar suficientes nutrientes para cumplir
con los requisitos metabólicos, al tiempo que brindaría al consumidor una sensación de
satisfacción y bienestar. Sin embargo, el avance en investigación y tecnología ha logrado
que más allá de satisfacer las necesidades nutricionales, la dieta pueda modular varias
funciones fisiológicas y desempeñar papeles beneficiosos frente a ciertas enfermedades.
En este sentido, surge el concepto de alimento funcional (Granato et al., 2010), el que fue
utilizado por primera vez en Japón, en la década de los ochenta en referencia a los
alimentos de uso específico para la salud denominados FOSHU (Food for specific health
use), y que luego fue adoptado por otros países (Ramos et al., 2012). Actualmente, los
alimentos funcionales se definen como un alimento que es, o parece ser similar, a un
alimento convencional, que forma parte de una dieta estándar y se consume de forma
regular, en cantidades normales. Además, tiene beneficios para la salud comprobados
dado que reducen el riesgo de enfermedades crónicas específicas o afectan de manera
beneficiosa las funciones objetivo más allá de sus funciones nutricionales básicas (Bultosa,
2016). Estos alimentos pueden ser productos en los que uno o varios ingredientes son
añadidos, retirados o están presentes de forma natural y proporcionan efectos
beneficiosos en la salud de los consumidores o reducen el riesgo de padecer ciertas
enfermedades (Roberfroid, 2005). Los compuestos bioactivos se definen como
componentes de los alimentos que influyen en las actividades celulares y fisiológicas
obteniendo, tras su ingesta, un efecto beneficioso para la salud (Champagne et al., 2005).
Normalmente, estos compuestos están en cantidades muy pequeñas en los alimentos que
consumimos como parte de nuestra dieta habitual y en la mayoría de los casos, provienen
de fuentes alimentarias vegetales. Así como también, pueden añadirse de manera natural,
modificarse o mejorarse, con el fin de propiciar beneficios en la salud en cuanto a
desarrollo, defensa contra el estrés oxidativo, regulación de procesos metabólicos,
fisiología cardiovascular y gastrointestinal, rendimiento mental, cognitivo, físico y
deportivo. Entre ellos pueden mencionarse los siguientes (Lamos et al., 2018):
◆ Compuestos con actividad antioxidante: fenoles, ácidos fenólicos, antocianinas,
triterpenos, flavonoides, carotenoides, entre otros.
◆ Ácidos grasos esenciales: ácido grasos poliinsaturados como ácido linolénico,
docosahexaenoico, eicosapentaenoico (de la familia omega-3) y linoleíco (omega-
6), entre otros.
◆ Fibras vegetales: celulosa, hemicelulosa, lignina, pectinas y ceras.
9
◆ Prebióticos: fructooligosacáridos (FOS), galactooligosacáridos (GOS), inulina,
isomalto-oligosacáridos (IMO), xilo-oligosacáridos (XOS), almidón resistente y
oligosacáridos de soja (SOS), entre otros.
◆ Probióticos: Algunas especies de Lactobacillus, Bifidobacterium, Enterococcus,
Pediococcus, Propioniobacterium, entre otros.
◆ Vitaminas y minerales
1.I. Prebióticos
Los prebióticos son definidos como “sustratos que son utilizados selectivamente
por microorganismos hospedadores que confieren un beneficio para la salud” (Gibson et
al., 2017).
Para que un ingrediente alimentario o un alimento pueda considerarse como
prebiótico debe cumplir una serie de requisitos tales como (Roberfroid, 2007):
◆ Ser resistente a la acidez y a la hidrólisis por enzimas digestivas y no ser absorbido
en el tracto gastrointestinal (TGI) superior (esófago, estómago y duodeno) y, por lo
tanto llegar al colon prácticamente inalterados.
◆ Ser fermentado selectivamente por la microbiota intestinal y estimular
selectivamente el crecimiento y/o actividad de bacterias intestinales que
contribuyen a la salud y el bienestar.
◆ Ser capaz de inducir efectos fisiológicos beneficiosos para la salud.
Entre todos los componentes de los alimentos, los carbohidratos no digeribles
(oligo- y polisacáridos) son los candidatos más importantes para ser considerados
prebióticos. Estos carbohidratos pueden estar presentes de forma natural en alimentos
tales como leche, hortalizas, frutas, cereales (trigo, avena, etc.), legumbres y frutos secos,
aunque también se los puede obtener de diversas fuentes vegetales por métodos
químicos y enzimáticos para ser luego utilizados como ingredientes en formulaciones
alimentarias (Charalampopoulos y Rastall, 2012; Corzo et al., 2015).
Los carbohidratos no digeribles se clasifican en dos grupos, colónicos (fibra
alimentaria) y prebióticos (Weisstaub y Zuleta, 2013; Corzo et al., 2015). Los ingredientes
colónicos son carbohidratos que llegan al colon, sirven como sustrato para los
microorganismos que lo habitan originando energía, sustratos metabólicos y
micronutrientes esenciales para el hospedador. Dentro de este grupo se incluyen los
polisacáridos estructurales de plantas, tales como pectinas, hemicelulosas, celulosa,
gomas o algunos oligosacáridos derivados de la soja, glucooligosacáridos,
arabinooligosacáridos, etc. Entre los prebióticos más importantes se encuentran los
fructooligosacáridos (FOS), la inulina y galactooligosacáridos (GOS), mientras que los
prebióticos emergentes incluyen isomalto-oligosacáridos (IMO), xilo-oligosacáridos (XOS),
almidón resistente y oligosacáridos de soja (SOS), estos últimos aún en estudio (Heydari et
10
al., 2011; Charalampopoulos y Rastall, 2012). Los prebióticos realizan todas las actividades
mencionadas anteriormente, y además, estimulan el crecimiento selectivo de
determinadas especies beneficiosas de la microbiota intestinal, principalmente
bifidobacterias y lactobacilos (Corzo et al., 2015).
1.I.i. Inulina
La inulina se encuentra en la naturaleza como carbohidrato de reserva de diversos
vegetales siendo las principales fuentes el topinambur (Helianthus tuberosus L.) (89%),
achicoria (Cichorium intybus) (79%), dalia (Dahlia spp.) (59%), entre otras (Tabla 1).
Tabla 1: Contenido promedio de inulina en diferentes especies vegetales
(Adaptado de Madrigal y Sangronis, 2007).
FUENTE Inulina (g/100 g base seca)
Topinambur (Helianthus tuberosus) 89
Achicoria (Cichorium intybus) 79
Raíz de Dalia (Dahlia spp.) 59
Cebolla (Allium cepa L) 48
Puerro (Allium porrumL.) 37
Ajo (Allium sativum) 29
Yacón (Smallanthu ssonchifolius) 27
Espárrago (Asparragus officinalis L.) 4
Banana (Musa cavendishii) 2
Centeno (Secale cereale) 1
La inulina consiste en un polímero lineal de unidades de fructosa unidas mediante
enlaces glicosídicos de tipo β-(2→1)fructosil-fructosa, siendo el término "fructanos"
usado para denominar este tipo de compuestos. Las cadenas de fructosa tienen la
particularidad de terminar en una unidad de glucosa unida por un enlace α-(1,2) (residuo
D-glucopiranosil) pero también el monómero terminal de la cadena puede corresponder a
una unidad de fructosa (residuo D-fructopiranosil) (Figura 1) (Madrigal y Sangronis, 2007).
11
Dado que, durante la obtención de inulina de una fuente determinada, se pueden extraer
cadenas con longitudes variables, para la caracterización del compuesto obtenido se
calcula el grado de polimerización promedio (GPn) (Madrigal y Sangronis, 2007). Se refiere
en general, como inulina de “bajo grado de polimerización” cuando el GPn es menor a 10
unidades, de “alto grado de polimerización” cuando el GPn es mayor o igual a 23 y se
denominan fructooligosacáridos a los fructanos con grado de polimerización entre tres y
siete unidades (Apraez y Castillo, 2015, Shoaib et al., 2016).
Figura 1: Estructura química de la inulina (A) con una molécula terminal de glucosa (β-D-glucopiranosil) (B)
con una molécula terminal de fructosa (β-D-fructopiranosil) (Madrigal y Sangronis, 2007)
1.I.i.a. Efectos de la inulina a nivel fisiológico
Dentro de los efectos nutricionales de la inulina se destacan los siguientes (Aryana
y McGrew, 2007):
◆ Dado que no se digiere en el tracto gastrointestinal superior, no provoca un
aumento significativo del nivel de glucosa sérica, ni estimula la secreción de
insulina.
◆ Mejora la biodisponibilidad de minerales como calcio, magnesio y hierro.
◆ Estimula la actividad metabólica de bacterias beneficiosas e inhibe bacterias
dañinas en el tracto digestivo.
◆ Proporciona los beneficios para la salud normalmente asociados con la fibra
dietética, previniendo el estreñimiento y contribuyendo a la eliminación de
toxinas.
12
◆ Contribuye a reducir el colesterol en sangre y disminuir la incidencia de cáncer de
colon.
◆ Estimula el sistema inmunológico.
1.I.i.b. Aplicaciones tecnológicas de la inulina
Como ingrediente bioactivo comercial, se presenta como un polvo blanco, inodoro
y de sabor neutro. La funcionalidad tecnológica está determinada por los componentes de
la formulación donde se encuentre incluida, como así también por su grado de
polimerización (Shoiab et al., 2016). La inulina de bajo GPn se utiliza comúnmente con
fines endulzantes, mientras que la inulina de alto GPn se emplea como modificador de
textura, reemplazante de materia grasa, espesante, estabilizante de espuma y emulsiones,
entre otros usos (Franck, 2002; Shoiab et al., 2016). Además de las aplicaciones
mencionadas, la inulina se añade a menudo a alimentos que contienen microorganismos
con el objetivo de mejorar la viabilidad y resistencia de los mismos frente a condiciones
adversas del entorno como pueden ser pH extremos, la acción de las enzimas digestivas,
etc. (Casarotti et al., 2015).
1.II. Probióticos
El término probiótico define a los microorganismos vivos que, administrados en
cantidades adecuadas, confieren efectos beneficiosos para la salud del consumidor (Hill et
al., 2014). Entre los microorganismos utilizados como probióticos, los géneros
Lactobacillus y Bifidobacterium ocupan el lugar más destacado, pero también se utilizan
bacterias que pertenecen a los géneros descriptos en la Tabla 2.
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Tabla 2: Principales especies de microorganismos utilizados como probióticos en la
industria alimentaria (Adaptado de Champagne et al., 2005)
MICROORGANISMOS PROBIÓTICOS
Lactobacillus Bifidobacterium Otras
L. acidophilus L. bulgaricus L. casei L. crispatus L. delbrueckiisubsp. L. fermentum L. johnsonii L. lactis L. paracasei L. plantarum L. rhamnosus L. reuteri L. salivarius
B. adolescentis B. bifidum B. breve B. essensis B. infantis B. lactis B. longum
Enterococcus faecalis
Enterococcus faecium
Pediococcus acidilactici
Propioniobacterium freudenreichii
Saccharomyces boulardii
Streptococcus thermophilus
Para que un microorganismo sea considerado un probiótico, debe cumplir los
siguientes requisitos (Smith, 2014):
◆ Se debe poder identificar inequívocamente el género, la especie, subespecie y la
cepa.
◆ Debe ser inocuo para la salud del consumidor, es decir ser reconocido como GRAS
(Generally Recognized As Safe). No deberá presentar o promover la traslocación
bacteriana (pasaje de bacterias del intestino más allá de los nódulos mesentéricos)
en las concentraciones en que se encuentra en el alimento.
◆ Debe ser genéticamente estable.
◆ Las cepas probióticas no deben ser portadoras de genes de resistencia a
antibióticos.
◆ Deben presentar capacidad de adherirse a la superficie de la mucosa intestinal y de
colonizar el tracto intestinal.
◆ Deben poder obtenerse a escala industrial.
◆ Deben mantenerse viables en el producto en el que se incorporan, durante la vida
útil del mismo.
◆ Deben sobrevivir al pasaje por el tracto gastrointestinal, resistiendo al pH gástrico,
las enzimas digestivas y la acción detergente e inhibidora de las sales biliares y
permanecer viable en el intestino en la concentración exigida.
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◆ Deben ejercer efectos benéficos para la salud huésped, que hayan sido
científicamente demostrados.
1.II.i. Mecanismos de acción de los microorganismos probióticos
Dentro de los mecanismos de acción descriptos para las bacterias probióticas
podemos mencionar (Arribas et al., 2008):
◆ Competición con bacterias patógenas: Los probióticos pueden establecer una
competencia con bacterias nocivas (patógenos) tanto por los sitios de unión al
epitelio intestinal o por los sustratos disponibles, impidiendo así su desarrollo o
adhesión y de este modo, reducir las posibilidades de infecciones.
◆ Actividad antagónica frente a patógenos: Los probióticos pueden producir una
modificación del pH en el lumen intestinal, debido a la producción de ácidos
orgánicos derivados de su actividad metabólica, o bien compuestos
antibacterianos como pueden ser bacteriocinas o compuestos de bajo peso
molecular como peróxido de hidrógeno, diacetilo, dióxido de carbono entre otros y
así inhibir el desarrollo de bacterias patógenas (Hati et al., 2018).
◆ Mejora de la función de la barrera intestinal: Los probióticos pueden contribuir a
mejorar la función de barrera del epitelio intestinal mediante la inducción de la
expresión génica en favor de la proliferación celular de enterocitos y/o colonocitos,
así como por la estimulación de la síntesis de mucus y proteínas que forman parte
de las uniones estrechas, impidiendo el pasaje de potenciales factores dañinos
desde la luz gastrointestinal al medio interno (Turpin et al., 2010).
◆ Producción de vitaminas: Algunas cepas probióticas son capaces de producir
vitamina B, riboflavina, folato y cobalamina y de este modo su consumo ayudaría a
evitar posibles deficiencias vitamínicas promotoras de enfermedades graves
(Turpin et al., 2010).
◆ Digestión de nutrientes: los probióticos pueden contribuir con la digestión de
compuestos, como por ejemplo lactosa, así como también otros oligosacáridos y
proteínas, debido a la presencia de enzimas específicas (Turpin et al., 2010).
◆ Degradación de factores antinutricionales: Algunos probióticos son capaces de
descomponer factores antinutricionales que se encuentran en alimentos como las
legumbres, entre ellos por ejemplo lectinas, inhibidores enzimáticos, y quelantes
de iones metálicos aumentando la biodisponibilidad de los micronutrientes de los
alimentos (Turpin et al., 2010).
◆ Inmunomodulación: Los probióticos actúan sobre la inmunidad intestinal específica
e inespecífica. Dentro de los posibles mecanismos se encuentran la potenciación
de la actividad fagocítica, activación de células Natural Killer, producción de
inmunoglobulinas (por ejemplo IgA) y citoquinas. La IgA presente en la luz
intestinal posee la capacidad de aglutinar bacterias patógenas y virus promoviendo
15
su eliminación a través de las heces, impidiendo que dañen el epitelio intestinal
(Arribas et al., 2008).
Los mecanismos de acción pueden ser ejercidos en forma conjunta y/o
complementaria por diferentes cepas de microorganismos probióticos, es decir que una
única cepa probiótica no necesariamente cumple todas las funciones a nivel intestinal. En
la Figura 2 se ilustran los diferentes mecanismos de acción ejercidos por las bacterias
probióticas mencionados previamente.
Figura 2: Mecanismos de acción de las bacterias probióticas en el intestino (Herrera et al., 2018).
2. Alimentos probióticos
Según el Código Alimentario Argentino – Capítulo XVII – ALIMENTOS DE REGIMEN O
DIETÉTICOS – Artículo 1389 – (Res. Conj. SPReI N° 261/2011 y SAGyP N° 22/2011), con la
denominación de “Alimento con Probióticos”, se entiende aquel alimento con una carga
de células viables que deberá estar comprendida entre 106 y 109 UFC/g durante su
período de duración mínima.
Para el desarrollo de un alimento con microorganismos probióticos se deben tener en
cuenta los siguientes aspectos (Champagne et al., 2005):
◆ Selección de cepas: La selección de probióticos se basa en criterios microbiológicos
generales que se refieren a la seguridad, la funcionalidad tecnológica, el
16
rendimiento y los beneficios para la salud. En cuanto a la funcionalidad
tecnológica, debe estudiarse la posible producción de biomasa a gran escala, la
supervivencia a la congelación o liofilización, la capacidad de adaptación de las
cepas a las matrices alimentarias, así como a las etapas de elaboración a las cuales
se somete el alimento.
◆ Propiedades biológicas: El nivel de microorganismos viables en un alimento
probiótico debe mantenerse luego de su consumo y pasaje a través del tracto
gastrointestinal, para así permitir que los probióticos desempeñen su función
biológica en el intestino humano. De manera estratégica se pueden diseñar
combinaciones de cepas probióticas que permitan obtener un alimento con
funciones específicas para determinado grupo de consumidores, entre ellos niños,
adultos mayores, etc.
◆ Propiedades tecnológicas: Las características tecnológicas que deben poseer las
cepas probióticas para el desarrollo del cultivo para su comercialización consisten
en altos rendimiento de biomasa a gran escala, supervivencia al congelamiento y
secado. También, es necesario que las cepas no pierdan viabilidad durante la
elaboración o almacenamiento del producto. La viabilidad de los probióticos en la
matriz alimentaria está relacionada con factores como el pH, la temperatura de
almacenamiento, los niveles de oxígeno y la presencia de inhibidores o
microorganismos competidores (Granato et al., 2010).
2.I. Bacterias ácido lácticas
Las bacterias ácido lácticas (BAL) son un grupo heterogéneo de bacterias Gram
positivas que comparten la característica de generar ácido láctico como producto del
metabolismo fermentativo (Levin, 2003). Las BAL son anaerobias facultativas, no forman
esporas, son no móviles y carecen de la enzima catalasa. Son cocos o bacilos de longitud
variable y de grosor de 0,5-0,8 μm. Fisiológicamente son un grupo uniforme que carecen
de actividad respiratoria a causa de la ausencia de la enzima citocromo oxidasa, contienen
un grupo hemina que les permite poner en marcha la cadena respiratoria con el oxigeno
como aceptor de electrones (Huertas, 2010). Son microorganismos con una limitada
capacidad biosintética que requieren factores de crecimiento complejos como vitaminas
del grupo B, purinas, pirimidinas y aminoácidos (Hati et al., 2018). Las BAL no pueden
asimilar el nitrógeno inorgánico, pero son capaces de degradar proteínas y péptidos para
satisfacer sus necesidades de crecimiento (Shihata y Shah, 2000).
Dentro de las BAL, el género Lactobacillus está integrado por microorganismos de
carácter no patogénico, que han adquirido el status GRAS, resistentes a cambios de pH y
de amplia capacidad metabólica, constituye el principal representante de
microorganismos probióticos (Zamudio y Zavaleta, 2003).
17
Según los metabolitos finales de la fermentación de hidratos de carbono, las BAL se
pueden clasificar como homo o heterofermentativas. Las homofermentativas fermentan
la glucosa generando fundamentalmente ácido láctico con poca acumulación de otros
productos finales. En esta reacción el piruvato se reduce a ácido láctico por acción de la
enzima lactato-deshidrogenasa a través de la ruta Embden-Meyerhoff-Parmás o vía
glucolítica (Varela y Grotiuz, 2008). De esta forma se convierte 1 mol de glucosa en 2
moles de ácido láctico (Huertas, 2010) (Figura 3A) según en la siguiente reacción:
Glucosa (C6H12O6) + 2 ADP + 2 Pi → 2 Lactato (C3H6O3) + 2 ATP
En contraste, en las BAL heterofermentativas sólo la mitad de la glucosa
fermentada se convierte en ácido láctico y el resto se transforma en una mezcla de
anhídrido carbónico (CO2), ácido fórmico, ácido acético, entre otros productos. En esta
fermentación se emplea fundamentalmente la vía de las pentosas (Varela y Grotiuz, 2008)
y se convierte 1 mol de glucosa en 1 mol de ácido láctico, 1 mol de etanol y 1 mol de CO2
(Huertas, 2010) (Figura 3B), como se muestra en la siguiente reacción:
Glucosa (C6H12O6) + 2 ADP + 2 Pi → Lactato (C3H6O3) + Etanol (C2H5OH) + Dióxido de
carbono (CO2) + 2 ATP
18
Figura 3: Metabolismo (A) homofermentativo y (B) heterofermentativo, llevados a cabo por las bacterias
ácido lácticas (Rivero, 2019).
Dentro del grupo de las BAL heterofermentativas se encuentran cepas de las
especies Lactiplantibacillus plantarum y Lacticaseibacillus paracasei. A su vez, según la
temperatura óptima de crecimiento las BAL pueden clasificarse como mesófilas (con
temperaturas óptimas entre 30-35°C) o termófilas (con temperaturas óptimas entre 40-
45°C) (Huertas, 2010) siendo las especies Lactiplantibacillus plantarum y Lacticaseibacillus
paracasei, mesófilas.
Las BAL se han utilizado desde hace mucho tiempo para la fermentación de
diversos alimentos como carnes, cereales, verduras y frutas o leche, con el objetivo de
mejorar la conservación de los alimentos por medio de la acidificación o bien para el
desarrollo de sabores o texturas específicos (Champagne et al., 2005). La leche representa
una matriz beneficiosa para el desarrollo de bacterias probióticas, posicionándose como el
sustrato elegido para el desarrollo de alimentos funcionales. En particular, el yogur es una
leche fermentada con las bacterias Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y
Streptococcus salivarius subsp. termophilus y actualmente el 60% de los yogures
comerciales, se encuentran adicionados con bacterias probióticas individuales (monocepa)
o combinadas (multicepa) (Lin et al., 2004; Champagne et al., 2005). Sin embargo, se sabe
19
que la alergia a las proteínas lácteas junto con la intolerancia severa a la lactosa y el
contenido de colesterol, así como también el aumento de la práctica del veganismo o el
vegetarianismo estricto, son factores que limitan el consumo de productos lácteos. Este
hecho hace que resulte necesario el desarrollo de nuevos alimentos o bebidas probióticas
no lácteos para así poder satisfacer la demanda de los consumidores que, por cuestiones
de salud o idiosincrasia, no consumen productos lácteos. De este modo, se busca
reemplazar la leche y sus derivados por otras matrices, como por ejemplo matrices
vegetales (cereales, frutas y verduras) para el desarrollo de alimentos y bebidas con
probióticos (Granato et al., 2010).
2.II. Probióticos en matrices vegetales
Además de la respuesta a las tendencias actuales a dietas vegetarianas y veganas y
considerando también una alternativa para las personas con intolerancia a la lactosa,
existen tradiciones y razones económicas que limitan el uso de productos lácteos en
países como Japón, China y algunos países africanos, que impulsan la idea de reemplazar
los lácteos por matrices vegetales, como vehículos de microorganismos probióticos
(Granato et al., 2010). Como consecuencia, la investigación y el desarrollo de alternativas
de productos probióticos no lácteos es un área que se encuentra en constante
crecimiento. Los vegetales resultan atractivos como matrices alternativas dadas sus
propiedades nutricionales intrínsecas (por ser fuente de componentes nutricionales
fundamentales como vitaminas, fibra dietaria, minerales y fitoquímicos) a las que podrían
sumarse otras propiedades benéficas, aportadas por los microorganismos incorporados
(Castro et al., 2017). En este sentido, en la formulación de bebidas a base de vegetales con
probióticos, se debe garantizar su viabilidad, así como la bioactividad y estabilidad
fisicoquímica y sensorial del producto durante su vida útil. Por ejemplo, se han
desarrollado bebidas a base de uva adicionadas con orujo de uva (residuo de la fabricación
del vino blanco) fermentada con L. rhamnosus que presentó actividad bacteriostática
frente a bacterias patógenas responsables de enfermedades transmitidas por alimentos
(ETAs) (Dias et al., 2018). Por otro lado, se ha demostrado actividad antimicrobiana y
antioxidante aumentadas en un extracto de arándanos fermentado con B.
amyloliquefaciens, L. brevis y S. bombicola (Oh et al., 2017). También se han desarrollado
bebidas a base de vegetales como la remolacha adicionada con hojas de moringa
fermentadas con L. plantarum que mostraron actividad antibacteriana contra patógenos
transmitidos por los alimentos como B. cereus, E. coli, L. monocytogenes y Staphylococcus
aureus, y que también exhibieron actividad captadora de radicales libres (Vanajakshi et al.,
2015).
20
3. Soja
La soja es una leguminosa de ciclo anual que posee un alto valor nutricional y
representa una importante fuente de proteínas y aceites. Según el Código Alimentario
Argentino – Capítulo XI Artículo 886– (Res. Conj. SPReI N° 261/2011 y SAGyP N° 22/2011)
con el nombre de “Soya” o “Soja”, se entiende la semilla del Glycine max L. Merr. y sus
variedades. La soja, originaria del norte y centro de China, ha sido y continúa siendo un
alimento milenario de los pueblos de Oriente. Su expansión a gran escala se efectuó en la
cuarta década del siglo XX en los Estados Unidos, quien en la actualidad sigue liderando la
producción de esta leguminosa. En la Argentina, la producción se incrementó
notoriamente en los años setenta hasta alcanzar en la actualidad el tercer puesto como
productor mundial, siendo el rubro de exportación de mayor incidencia y el mayor
generador de divisas. Actualmente el cultivo ocupa una amplia zona ecológica que se
extiende por todo el país, concentrándose principalmente en la región Pampeana (Ridner,
2006). La soja, para su producción no requiere de suelos muy ricos en nutrientes, se
desarrolla en suelos neutros o ligeramente ácidos, con un pH de 6-7. Tiene una cierta
resistencia a la salinidad. Es especialmente sensible a los encharcamientos del terreno, por
lo que en los de textura arcillosa con tendencia a encharcarse no es recomendable para su
cultivo. Sin embargo, es una planta que requiere mucha agua, por lo que en los terrenos
arenosos deberá regarse con frecuencia. Su temperatura de crecimiento óptima es de 30
°C, pero puede desarrollarse adecuadamente en temperaturas comprendidas entre 20 y
30 °C (Salvagiotti, 2009). El menor costo de la proteína de soja respecto a las alternativas
de origen animal y los bajos requerimientos de suelo y clima, probablemente son las
principales razones de la gran distribución geográfica de la soja.
La soja y sus subproductos han sido ampliamente utilizados en la alimentación
humana desde hace miles de años en países asiáticos. Sin embargo, su gran difusión y el
conocimiento de sus propiedades nutricionales posicionaron a la soja y sus diversos
subproductos como alimentos ampliamente utilizados para la alimentación humana y
animal a nivel mundial. El grano de soja contiene, en promedio, un 36,5% de proteínas,
20% de lípidos, 30% de hidratos de carbono, 9% de fibra alimentaria, 8,5% de agua y 5%
de cenizas (Ridner, 2006). Además, la soja es fuente de minerales como hierro, potasio,
magnesio, zinc, cobre, fósforo, manganeso y vitaminas del complejo B (Penha et al., 2014).
Dentro de los nutrientes más importantes del grano de soja se destacan:
Proteínas y aminoácidos esenciales: La soja es la legumbre que contiene mayor
porcentaje de proteínas, de alta calidad y es de gran interés para la alimentación por sus
altos niveles de aminoácidos esenciales (Penha et al., 2014). Posee proteínas de elevado
valor biológico (cantidad de nitrógeno que aportan al cuerpo y que puede emplearse para
el mantenimiento y crecimiento) y con una gran digestibilidad (proporción de nitrógeno
que es absorbida por el organismo) (Garay, 2006).
21
Hidratos de carbono: La soja aporta 9% de fibra alimentaria, que principalmente
consiste en lignina, celulosa y hemicelulosas. La cáscara de la soja contiene la mayoría de
la fibra del grano (87%). Los hidratos de carbono de la soja se clasifican en solubles e
insolubles. Los carbohidratos hemicelulosas, celulosa, lignina, pectinas insolubles y otros
polisacáridos no digeribles, constituyen la fracción de fibra dietaria insoluble de la soja.
Los solubles son mayoritariamente oligosacáridos como galactooligosacáridos (GOS),
rafinosa, estaquiosa y verbascosa; y polisacáridos solubles, que comprende la fibra soluble
(principalmente pectinas). Los GOS, junto con la rafinosa y la estaquinosa no son
hidrolizados por las enzimas del tracto digestivo de los mamíferos, y por ello llegan
intactos al colon donde son fermentados por la microbiota, produciendo gases y, en
ciertos casos, esto conduce a la distención abdominal y flatulencias (Rinder, 2006).
Lípidos: El aceite de soja es rico en ácidos grasos poliinsaturados y se destaca por
su elevado contenido de ácido linoleico (51%) y su proporción de ácido linolénico (7 a 9
%), un ácido graso esencial precursor de los ácidos Omega 3 (ω-3), cuya función es reducir
el colesterol LDL. Ambos ácidos grasos son importantes para el crecimiento y desarrollo
del cerebro. Además, contiene ácidos grasos monoinsaturados (ω-9) y en menor
proporción ácidos grasos saturados. Otros compuestos de interés en la fracción lipídica de
la soja son los tocoferoles, los cuales actúan como antioxidantes naturales y tienen
funciones de vitamina E (Rinder, 2006).
Vitaminas y minerales: La soja contiene minerales como calcio, hierro, cobre,
fósforo y zinc, sin embargo, la biodisponibilidad de estos micronutrientes es baja debido
que también contiene fitatos, los cuales actúan como antinutrientes, quelando los
minerales y disminuyendo su biodisponibilidad. Las vitaminas son, fundamentalmente
tiamina (B1), riboflavina (B2), piridoxina (B6), niacina, ácido pantoténico, biotina, ácido
fólico, provit-A, inositol, colina y ácido ascórbico (vit-C) (Rinder, 2006).
Isoflavonas: Las isoflavonas son componentes bioactivos presentes en los
vegetales (fitoquímicos) que tienen importantes efectos beneficiosos para la salud.
Forman parte de una subclase de un grupo mayor de fitoquímicos de naturaleza fenólica,
llamados isoflavonoides. La soja y sus derivados contienen grandes cantidades de
isoflavonas que se encuentran como una mezcla compleja de conjugados de glucósidos,
siendo los más abundantes los glucósidos de genisteína y daidzeína. Dentro de los
múltiples beneficios que aportan, las isoflavonas también pueden actuar como
compuestos con actividad antioxidantes (Rinder, 2006).
La soja representa actualmente el cultivo a partir del cual se obtienen numerosos
productos alimenticios, tales como los que se describen en la Tabla 3.
22
Tabla 3: Aplicaciones del grano de soja en la alimentación humana (INTA-Rafaela)
POROTOS VERDES
Ensaladas Platos calientes Conservas - Encurtidos Sopas – Salsas Guisos - Locro - Puchero Ensaladas - Rellenos Dulces Mermeladas Tortas- Licuados
POROTOS SECOS
LECHE DE SOJA
Bebidas - Cuajada o Queso - Dulces - Flanes - Budines - Papillas - Tortas - Postres - Salsas - En polvo - Condensada
BAGAZO DE LECHE DE SOJA
Masitas - Panqueques -Croquetas - Budines - Tortillas - Pastos
Soja tostada Soja frita Como sustituto del café
HARINA DE SOJA
Pan - Pastelería - Alimentos infantiles y p/diabéticos - Salsas, pizzas, rellenos - Polvos p/helados - Bollos - Pastas alimenticias - En embutidos, sustituyendo la carne
BROTES DE SOJA Frescos - enlatados congelados
3.I. Bebida a base de soja
La bebida a base de soja, comúnmente llamada “leche de soja” hace referencia al
extracto acuoso obtenido a partir de la molienda del grano de soja crudo, y que contiene
un alto contenido de proteínas, de alto valor biológico. Además, la “leche de soja”
contiene componentes funcionales tales como vitaminas, isoflavonas, saponina,
fitosteroles, lecitina, ácido fítico e inhibidores de proteasa, que desempeñan funciones
importantes en la nutrición humana (Fakuda et al., 2017; Hati et al., 2018). Este extracto
acuoso, no contiene colesterol ni lactosa y solo una pequeña cantidad de ácidos grasos
saturados y por lo tanto puede ser consumido por personas intolerantes a la lactosa
(Wang et al., 2003). El término “leche de soja” no resulta totalmente adecuado, dado que
por definición del Código Alimentario Argentino – Capítulo VIII – ALIMENTOS LÁCTEOS –
Artículo 554 – (Res. Conj. SPRyRS N° 22 30/01/95) “con la denominación de Leche sin
calificativo alguno, se entiende el producto obtenido por el ordeño total e ininterrumpido,
en condiciones de higiene, de la vaca lechera en buen estado de salud y alimentación,
23
proveniente de tambos inscriptos y habilitados por la Autoridad Sanitaria Bromatológica
Jurisdiccional y sin aditivos de ninguna especie”; sin embargo la denominación de “leche
de soja” ha sido ampliamente difundida, y en adelante se referirá con este término al
extracto acuoso obtenido del grano de soja o sus derivados. Debido a la calidad nutricional
de la soja y sus derivados y sus efectos terapéuticos, los productos a base de soja se
encuentran en auge dentro del mercado de alimentos funcionales. De hecho, los
productos a base de soja representan una categoría de gran crecimiento en el sector
alimentario (Bhatnagar et al., 2017). Además, los productos de soja se consideran un buen
sustrato para el desarrollo de alimentos funcionales fermentados, ya que mediante la
fermentación se reducen los niveles de los carbohidratos que pueden ser responsables de
la producción de gas y molestias intestinales y además, se contribuye a aumentar la
diversidad en la población bacteriana del tracto intestinal. Durante la fermentación de la
leche de soja, muchos compuestos orgánicos se descomponen en moléculas más
pequeñas por las enzimas microbianas que luego ejercen varios efectos fisiológicos
(Fakuda et al., 2017), por ejemplo los glicósidos de isoflavonas se pueden convertir en sus
correspondientes agliconas mediante la acción de glicosidasas, mejorando su absorción en
el intestino. Además, las proteínas de soja se pueden hidrolizar mediante proteasas
microbianas, con la consecuente liberación de péptidos bioactivos que podrían ejercer
efectos antihipertensivos, antioxidantes, antiobesidad, inmunomoduladores,
antidiabéticos, hipocolesterolémicos y anticancerígenos. Por otro lado, los fitatos
presentes en la leche de soja pueden ser hidrolizados durante la fermentación mejorando
la biodisponibilidad y absorción de minerales (Fakuda et al., 2017). El sistema de
bioconversión de los componentes funcionales de la leche de soja durante la
fermentación se resume en Figura 4. Con el objetivo de utilizar bacterias ácido lácticas
para fermentar leche de soja, las cepas deberían ser capaces de emplear los azúcares u
oligosacáridos presentes en dicho medio como fuente de energía. Para poder hidrolizar
los azúcares, las bacterias deben contener una enzima llamada α-galactosidasa que actúa
hidrolizando los enlaces α-D-galactosídicos y reduce los oligosacáridos en azúcares simples
que luego son empleados como sustrato para su metabolismo (Mital y Steinkraus, 1974;
Hati et al., 2014). En particular, la fermentación de leche de soja con bacterias ácido
lácticas podría contribuir a aumentar el valor nutricional, mejorar su sabor, aumentar la
biodisponibilidad de las isoflavonas y calcio, ayudar a la digestibilidad de las proteínas
presentes, aumentar la actividad antioxidante del producto y reducir el contenido de los
oligosacáridos responsables de ocasionar problemas digestivos (Wang et al., 2006; Rekha
y Vijayalakshmi, 2008; Božanić et al., 2011; Zhao y Shah, 2014; Rani y Pradeep, 2015;
Bhatnagar et al., 2017).
24
Figura 4: Sistema de bioconversión de componentes funcionales de la leche de soja durante la fermentación
por BAL
La leche de soja se comercializa en estado líquido, en polvo o como aislado
proteico. La proteína aislada de soja se obtiene a partir de un proceso de refinación de los
concentrados o de las harinas, posee alta digestibilidad y se usa para mejorar la calidad y
cantidad de proteína en las dietas y también por sus propiedades funcionales (Pérez et al.,
2009). En el mercado existen productos a base de soja como aislados proteicos o leche de
soja, de diversas marcas, los cuales están destinados principalmente a la alimentación en
la primera infancia, como por ejemplo el polvo comercial, Nutrilon Soya (Nutricia Bagó,
Argentina). Esta fórmula infantil consiste en un aislado proteico de soja, recomendado
para lactantes desde el nacimiento. Dentro de sus componentes, cuenta con el agregado
de carbohidratos (jarabe de glucosa) y aceites vegetales (palma 35 %, girasol 25 %, canola
20 % y coco 20 %) (ANEXO 1). En el presente trabajo esta matriz fue empleada como base
para el desarrollo de una bebida funcional fermentada.
25
Hipótesis
26
Hipótesis
Es posible desarrollar una bebida fermentada a base de soja mediante la adición de
Lacticaseibacillus paracasei BGP1 o Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 en
combinación con inulina de achicoria, con actividad antioxidante y antimicrobiana,
manteniéndose la viabilidad de las cepas en el producto durante su almacenamiento
refrigerado.
27
Objetivos
28
Objetivo general El objetivo general del presente trabajo de tesis fue desarrollar una bebida
fermentada a base de soja con la incorporación de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 o
Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 combinada con inulina de achicoria y estudiar
propiedades indicadoras de su funcionalidad.
Objetivos específicos
◆ Analizar el crecimiento de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y Lactiplantibacillus
plantarum CIDCA 8327 en la bebida de soja a diferentes temperaturas.
◆ Caracterizar fisicoquímicamente la bebida fermentada obtenida y determinar su
perfil nutricional.
◆ Determinar la actividad antioxidante y antimicrobiana de las bebidas fermentadas.
◆ Evaluar la sobrevida de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y Lactiplantibacillus
plantarum CIDCA 8327 en la bebida fermentada frente a condiciones
gastrointestinales simuladas.
◆ Evaluar la viabilidad de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y Lactiplantibacillus
plantarum CIDCA 8327 durante el almacenamiento refrigerado de las bebidas
fermentadas.
29
Materiales y Métodos
30
Materiales y Métodos
1. Microorganismos y condiciones de cultivo
Se utilizaron las siguientes cepas de bacterias ácido lácticas (BAL): Lacticaseibacillus
paracasei BGP1 (CLERICI-SACCO, Cadorago, Italia) y Lactiplantibacillus plantarum CIDCA
8327, aislada de gránulos de kéfir (Gangoiti et al., 2017). Los cultivos de BAL puros se
conservaron a -20 °C en medio Man, Rogosa, Sharpe (MRS) (Britania, Argentina) con leche
bovina descremada (La Serenísima, Argentina) (1:1). Las cepas fueron activadas en caldo
MRS y se incubaron en estufa para cultivo bacteriológico (40/60-H, Faeta, Argentina) a
37 °C durante 24-48 h. Se verificó la pureza de los cultivos mediante observación de
morfología macroscópica en agar MRS y microscópica mediante coloración de Gram
(ANEXO 2).
Se utilizaron los siguientes microorganismos patógenos indicadores: Escherichia
coli, Staphylococcus aureus y Salmonella sp. aisladas de cultivos bacteriológicos realizados
en el laboratorio para diagnóstico veterinario “Laboratorio 9 de Julio” ubicado en la
Ciudad de 9 de Julio. Los mismos se almacenaron a 4 °C en medios específicos para su
desarrollo: agar Mac Conkey (Britania, Argentina), Chapman (Brizuela, Argentina) y
Salmonella Shigella (Britania, Argentina), respectivamente y luego se incubaron en caldo
Nutritivo (Britania, Argentina) a 37 °C durante 24 h (ANEXO 3).
2. Evaluación del crecimiento de las bacterias ácido lácticas, grado de acidificación y pH
del medio de cultivo
Se estudió el crecimiento de BAL en MRS y en extracto de soja (Nutrilon Soya)
rehidratado según las especificaciones del fabricante. Para ello se tomó 1 mL de cultivo
crecido 24 h en MRS a 37 °C, se centrifugó (Biofuge pico, Heraeus, Alemania) (9500 xg, 10
min) y se lavó el pellet obtenido, dos veces con buffer PBS estéril (ANEXO 3). Luego, se
resuspendieron 0,5 mL del pellet en 5 mL de caldo MRS o extracto de soja estéril y se
incubaron a 37 o 42 °C, en aerobiosis. Se analizaron el número de microorganismos viables
mediante recuento en placas de agar MRS y se midió el pH cada 2 h, durante 24 h. Los
resultados se expresaron como unidades formadoras de colonia por mililitro (UFC/mL) en
función del tiempo de incubación en cada medio. Asimismo, a cada tiempo también se
evaluó la acidez titulable producida en ambos medios.
2.I. Determinación de la acidez titulable
La acidez titulable se determinó como el volumen de solución de NaOH 0,11 M
utilizado para titular 1 mL de cultivo en presencia de fenolftaleína. El resultado de acidez
titulable se expresó como porcentaje de ácido láctico (% AL), según la siguiente fórmula:
31
Dónde: 90 g/mol es el peso molecular del ácido láctico.
3. Actividad antimicrobiana de las bacterias ácido lácticas y sus sobrenadantes de
cultivo
Se evaluó la capacidad inhibitoria del crecimiento de microorganismos patógenos
indicadores, tanto de las cepas Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y Lactiplantibacillus
plantarum CIDCA 8327 como de sus sobrenadantes de cultivo en MRS, mediante ensayo
de difusión en agar. Para ello, se colocaron gotas de 10 μL de cultivo BAL crecido 24 h a 37
°C sobre placas de agar MRS y se incubaron a 37 °C durante 24 h. Luego se colocó una
capa de 10 mL de agar nutritivo templado, inoculado previamente con 100 µL de una
solución de cada patógeno indicador en solución fisiológica ajustada a 0,5 de la escala
McFarland (ANEXO 3). Se incubaron las placas nuevamente a 37 °C durante 24 h.
Finalmente, se determinó la presencia/ausencia de halos de inhibición y se midieron sus
diámetros.
Por otro lado, se determinó el efecto antimicrobiano de los sobrenadantes de las
BAL obtenidos por centrifugación (9500 xg, 10 min) de una alícuota del cultivo en MRS
como se muestra en la Figura 5. Luego, se sembraron 30 µL de sobrenadante en pocillos
de 5 mm de diámetro generados sobre placas con 10 mL de agar nutritivo (ANEXO 3),
previamente inoculado con 100 µL de una solución ajustada a 0,5 de la escala McFarland
del microorganismo patógeno indicador. Se incubaron las placas a 37 °C por 24 h, se
determinó la presencia/ausencia de halos de inhibición y se midieron sus diámetros.
Figura 5: Obtención de sobrenadantes por centrifugación de una alícuota de cultivo de las
bacterias ácido lácticas (BAL) en MRS.
32
4. Desarrollo de la bebida fermentada a base de soja
Se utilizó extracto de soja comercial en polvo (Nutrilon Soya) que se reconstituyó
con agua destilada de acuerdo a las instrucciones recomendadas en el envase del
producto y se esterilizó en autoclave (15 min, 1 atm de sobrepresión, 121 °C). El extracto
se soja estéril se almacenó refrigerado, en envases plásticos herméticamente cerrados. En
la fermentación se utilizaron cultivos activos de las cepas de BAL para inocular 50/100 mL
de extracto de soja estéril al 1 % (aproximadamente 106 y 107 UFC/mL). El extracto
inoculado se incubó a 37 °C durante 8 h, se midió el pH, la acidez titulable y se realizaron
recuentos de microorganismos viables, siguiendo las técnicas descriptas previamente.
Posterior a la fermentación, se ajustó el pH a 4 con ácido láctico y se adicionó
inulina de achicoria (GR Beneo-Orafti, Bélgica, GPn≥10 o HP Beneo-Orafti, Bélgica, GPn>23)
al 3 % p/v. Las bebidas obtenidas con o sin inulina, se almacenaron refrigeradas, en
envases plásticos herméticamente cerrados, hasta su uso.
5. Caracterización de la bebida fermentada
5.I. Caracterización fisicoquímica
5.I.a. Determinación del contenido de humedad
Para la determinación de humedad se llenó un cristalizador de vidrio con
aproximadamente 15 g de arena calcinada con una varilla de vidrio pequeña y se secó en
estufa de circulación forzada (CHRFI, Dalvo, Argentina) a 103 ± 2 °C, luego se dejó enfriar
en un desecador y pesó (M0). Seguidamente, se colocó la muestra en el cristalizador con la
arena, se mezcló con la ayuda de la varilla y se pesó (Mi). Se llevó nuevamente a la estufa
hasta verificar peso constante (Mf) (3-5 h).
La humedad se calculó según:
Donde:
M1 = peso de la muestra húmeda (Mi - M0).
M2 = Peso de la muestra seca (Mf- M0).
5.I.b. Determinación del contenido de cenizas
Para la determinación de los elementos minerales, se realizó la destrucción de la
materia orgánica por vía seca basada en el método AOAC 942.05 (2000). El residuo
inorgánico de la bebida de soja es lo que se denominó ceniza y se expresó como
33
porcentaje en peso seco de bebida de soja. Los crisoles utilizados se colocaron en la mufla
(CDM-4007R, Estigia, Argentina) durante 30 min. Luego se colocaron en desecador
durante al menos 1 h y una vez enfriados a temperatura ambiente, se pesó cada crisol (p).
Luego se pesó con exactitud hasta el mg más próximo alrededor de 2 g de producto en
cada crisol (M). Se colocaron las muestras previamente secadas por liofilización, dentro de
crisoles, para luego llevarlos a una placa caliente bajo campana, y se elevó gradualmente
la temperatura hasta que cesó la emisión de humo y las muestras aparecieron totalmente
carbonizadas. Se sometió a la combustión de la materia orgánica hasta obtener un residuo
blanquecino, libre de carbono para lo cual se colocaron los crisoles en la mufla y se
incineró durante 3 h a 550 °C. Se sacaron los crisoles de la mufla y se colocaron en un
desecador durante al menos 1 h, hasta que enfriaron completamente. Se volvió a pesar
cada crisol con sus cenizas hasta el mg más próximo (P). Se calculó por diferencia el peso y
el porcentaje de cenizas.
Donde:
P: Peso del cristalizador más la muestra calcinada.
p: Peso del cristalizador.
M: Peso de la muestra.
5.I.c. Determinación del contenido proteico
Para la determinación del contenido proteico de la bebida de soja el método
utilizado fue Kjeldahl, empleando un digestor y destilador Büchi (AOAC, 1990;
Guiragossian, 1977). La bebida de soja seca se digirió con ácido sulfúrico concentrado
utilizando sulfato de cobre/sulfato de potasio como catalizador, para convertir el
nitrógeno orgánico en iones amonio. Se añadió álcali para liberar el nitrógeno, el que se
destiló en exceso de ácido bórico. El destilado se tituló con ácido clorhídrico para
determinar el amonio absorbido por el ácido bórico (ANEXO 3).
Digestión de la muestra
La muestra de bebida de soja seca se colocó en el tubo del digestor Büchi junto con
10 g de catalizador. Seguidamente, se añadieron 25 mL de ácido sulfúrico concentrado y
se procedió al calentamiento. Se preparó en forma paralela un blanco de reactivos. Una
vez que la solución se aclaró, se prosiguió el calentamiento por 30 min más, con lo que se
aseguró que toda la materia orgánica se encontrara oxidada. Se retiró y se dejó enfriar.
Luego se agregaron cuidadosamente 100 mL de agua.
34
Destilación
Se preparó una solución de ácido bórico al 4 % p/v, a la que se le añadió una
solución indicadora (5 mL por litro de ácido bórico al 4 % p/v). Se colocaron 50 mL de
dicha solución ácida, preparada en un Erlenmeyer de 250 mL y se situó a la salida del
condensador para recoger el amonio destilado. Se añadió a la muestra digerida, hidróxido
de sodio al 30 % para liberar el amonio, hasta que la solución tomó una coloración azul
intensa, como resultado de la formación de un complejo entre iones amonio y cobre,
indicando que la cantidad de NaOH fue suficiente para neutralizar el exceso de ácido
sulfúrico. La destilación se llevó a cabo hasta recoger aproximadamente 100 mL de líquido
en Erlenmeyer colector (3 min). Para determinar el amonio absorbido por el ácido bórico
se tituló el destilado con ácido clorhídrico 0,1 N. Paralelamente se realizó la titulación del
blanco de reactivos (ANEXO 3).
Para la determinación del contenido proteico total, primero se calculó el
porcentaje de nitrógeno (N) y luego el contenido de proteínas con la aplicación del factor
F= 6,25.
Cálculo del porcentaje de nitrógeno:
Donde:
MHCl: Molaridad del ácido clorhídrico empleado en la valoración.
Vm: mL de HCl consumidos en la titulación de la muestra
Vb: mL de HCl consumidos en la titulación del blanco
P: peso de muestra en gramos, expresado en base seca
El porcentaje de proteína bruta se determinó según el cálculo:
% Proteína bruta = % N x 6,25
5.I.d. Determinación del contenido de lípidos
La determinación de grasas totales se realizó por el método de Soxhlet utilizando
n-hexano como solvente en cantidad necesaria, siguiendo la norma IUPAC 1.122 (IUPAC,
1992). Para ello, se pesaron 5 g de leche de soja fermentada seca y se colocaron en
cartuchos de papel. El proceso de extracción se efectuó durante 6 h a ciclos de reflujo
continuos a 80 °C. Cumplido este tiempo, el solvente fue evaporado en rotavapor (R-114,
Büchi, Suiza) a 45 °C y luego, los cartuchos se colocaron en estufa a 105 °C durante 1 h.
35
El contenido de grasas totales fue determinado gravimétricamente y se expresó
como porcentaje en peso sobre base seca, según la ecuación:
Donde:
Pb+g: peso balón con grasa (g)
Pb: tara del balón (g)
Pms: peso de la muestra seca (g)
5.I.e. Determinación del contenido de carbohidratos
El contenido de hidratos de carbono se calculó como la diferencia entre 100 y la
suma del contenido de proteínas, grasas, humedad y cenizas.
5.I.f. Valor energético
El valor energético proporciona una medida de la cantidad de energía que aporta
una porción del alimento. Se calculó a partir de la suma de la energía aportada por los
carbohidratos, proteínas y grasas. Se expresó en kilocalorías (Kcal) o kilojoules (KJ) cada
100 mL de producto. Para determinar la energía que proporcionó cada nutriente, se
consideró que:
◆ 1 g de carbohidratos aporta 4 Kcal/17 KJ.
◆ 1 g de proteínas aporta 4 Kcal/17 KJ
◆ 1 g de grasas aporta 9 Kcal/37 KJ
5.II. Determinación de la actividad antioxidante
La actividad antioxidante de la bebida fermentada se evaluó siguiendo el método
de captación de radicales 2,2-Difenil-1-Picrilhidrazilo (DPPH). El DPPH es un radical libre
estable de color violeta, que al aceptar un átomo de H en presencia de compuestos
antioxidantes, se convierte en una molécula DPPH diamagnética incolora o amarillenta
(Rani y Pradeep, 2015). El análisis se realizó mediante la adición de 100 µl de diluciones
apropiadas de muestra a una solución de DPPH en etanol (100 µM). A continuación, se
midió la absorbancia a 517 nm. La absorbancia de DPPH sin antioxidante (control) se
utilizó como línea de base. La capacidad de las muestras de bebidas para captar los
radicales DPPH se calculó como porcentaje de inhibición en comparación con un blanco
que contiene etanol, después de una incubación de 30 min. El porcentaje de inhibición se
calculó según la siguiente fórmula:
36
Donde:
AM: Absorbancia de la muestra medida a 517 nm.
AB: Absorbancia del blanco medida a 517 nm.
5.III. Determinación de la actividad antimicrobiana
Se evaluó la capacidad inhibitoria del crecimiento de microorganismos patógenos
de la bebida fermentada y sus respectivos sobrenadantes, mediante el ensayo de difusión
en agar, según lo descripto en el ítem 3. Por otro lado, se estudió el crecimiento de los
microorganismos patógenos indicadores inoculados en las bebidas fermentadas con
Lacticaseibacillus paracasei BGP1 o Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327. Para ello, se
adicionaron a 5 mL de bebida, 200 µL del cultivo del patógeno crecido en caldo nutritivo
(24 h a 37 °C) y se incubó 24 h a 37 °C, realizándose un recuento de microorganismos
viables inicial y luego de 24 h, en placas de agar selectivo para cada uno de los patógenos
estudiados. Se empleó Agar Salmonella-Shigella, Agar Mac Conkey y Agar Chapman para
Salmonella sp., Escherichia coli y Staphylococcus aureus, respectivamente (ANEXO 3). Los
resultados se expresaron en UFC/mL.
6. Resistencia de las bacterias ácido lácticas en bebidas fermentadas sometidas a la
simulación de pasaje a través del tracto gastrointestinal
La resistencia de las BAL en las bebidas fermentadas, frente al pasaje a través del
tracto gastrointestinal se analizó mediante un tratamiento de digestión in vitro. Para ello,
se realizaron dos incubaciones seriadas de las bebidas fermentadas (sin y con agregado de
inulina al 3 % p/v), simulando las condiciones gástricas e intestinales, según Grimound et
al. (2010) (Figura 6).
Para el ensayo se tomaron 2,5 mL de bebida fermentada y se colocaron en 2,5 mL
de solución gástrica (2X), se ajustó el pH a 2,5 y se incubó durante 90 min a 37 °C. Luego se
añadieron 5 mL de solución intestinal (2X), se ajustó el pH a 8 y se incubó, nuevamente,
180 min a 37 °C (ANEXO 3). Se realizaron recuentos de microorganismos viables al inicio y
al final del tratamiento secuencial, en placas de agar MRS (37 °C, 48 h, en aerobiosis). El
porcentaje de sobrevida se calculó según:
37
Donde:
UFCfinal: Recuento hallado luego del tratamiento secuencial.
UFCinicial: Recuento inicial en la bebida de soja fermentada.
Figura 6: Esquema del ensayo de simulación gastrointestinal sobre la bebida de soja fermentada con BAL.
7. Determinación de la viabilidad de las bacterias ácido lácticas en la bebida fermentada
durante el almacenamiento en refrigeración
Para analizar la viabilidad de las cepas Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y
Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 en las bebidas de soja fermentadas, se
realizaron recuentos bacterianos luego de la fermentación (inicial) y cada 10 días, durante
30 días, para observar el comportamiento de las cepas durante el almacenamiento
refrigerado. La Figura 7, ilustra el procedimiento llevado a cabo para la determinación de
la viabilidad de BAL durante el almacenamiento de la bebida fermentada. Para los
recuentos bacterianos, se realizaron diluciones decimales seriadas de la bebida de soja
fermentada con L. paracasei o L. plantarum adicionada o no con inulina al 3 %,
respectivamente, almacenadas a 4 °C, y se sembraron diluciones apropiadas en placas de
agar MRS que se incubaron a 37 °C por 48 h. Además, se estudió el pH de las bebidas
fermentadas a cada tiempo.
38
Figura 7: Esquema del ensayo de viabilidad de las cepas probióticas durante el almacenamiento del
producto final.
8. Análisis estadísticos
Los ensayos fueron realizados por triplicado. Los resultados fueron analizados
mediante ANOVA y las medias obtenidas fueron comparadas mediante el test de
comparaciones múltiples LSD Fisher, empleando el software InfoStat (Versión 2018e). Los
resultados de diferencias con valores p<0,05 fueron considerados estadísticamente
significativos.
39
Resultados y Discusión
40
Resultados y Discusión 1. Caracterización de bacterias ácido lácticas y crecimiento en bebida de soja
Las bacterias ácido lácticas (BAL) son Gram positivas, no formadoras de esporas, no
móviles y catalasa negativas. Se pueden encontrar en forma de cocos o bacilos de
dimensiones variables. No contienen la enzima citocromo oxidasa por lo que carecen de
actividad respiratoria. Son anaerobios tolerantes y en medios de cultivo sólidos forman
colonias en presencia de oxígeno. La mayoría de las especies de BAL requieren
aminoácidos y vitaminas del grupo B para su crecimiento. Son quimoorganotróficos y en
general, crecen solamente en medios complejos. Pueden emplear hidratos de carbonos
fermentables o alcoholes como fuente de energía para sintetizar ácido láctico
(homofermentativos) y otros productos como acetato, etanol, CO2, formiato o succinato
(heterofermentativos) (Huertas, 2010). La especie L. paracasei está conformada por
bacilos de entre 2,0 y 4,0 μm de largo, a menudo con extremos cuadrados, no móviles y se
disponen individualmente o en cadenas. Su temperatura de crecimiento está
comprendida entre 5 y 45 °C (Collins et al., 1989). Esta especie posee un metabolismo
anaerobio facultativo, heterofermentativo, producen ácido láctico como principal
producto final de la fermentación y no generan gas a partir de la glucosa. En condiciones
de glucosa limitadas, producen ácido acético, etanol y ácido fórmico (Montecinos, 2007).
Por otro lado, la especie L. plantarum está conformada por bacilos con extremos
redondeados y dimensiones comprendidas entre 0,7 y 1,6 μm (Zapata et al., 2009) y se
presentan de forma individual o agrupada en cadenas cortas (Todorov y Franco, 2010). Es
una bacteria anaerobia facultativa, heterofermentativa y tiene la capacidad de absorber y
utilizar diversos azúcares. Fermenta generalmente hexosas a través de la vía metabólica
Embden Meyerhof Parnas y pentosas, resultando en la formación de ácido D- y L-láctico y
acético (Melgar-Lalanne et al., 2012). En la Figura 8 se puede observar la morfología de las
cepas L. plantarum CIDCA 8327 y L. paracasei BGP1, utilizadas en el presente trabajo en
preparados obtenidos a partir de cultivos líquidos, teñidos mediante coloración de Gram.
Las cepas presentaron marcadas diferencias en el modo de agrupación, mientras que no
mostraron diferencias en su morfología, observándose bacilos rectos, en ambos casos.
41
Figura 8: Fotografías tomadas con microscopio óptico (1000X) de los preparados teñidos mediante
coloración de Gram de las cepas Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 (A) y Lacticaseibacillus paracasei
BGP1 (B).
El azúcar mayoritario presente en la bebida a base de soja es sacarosa, con un
contenido que varía entre 41-67 % de los azúcares totales, seguido de estaquiosa (12-35
%), fructosa y rafinosa entre 5 y 16 % (Božanić et al., 2011). En particular, el extracto de
soja empleado en este trabajo consiste en un hidrolizado proteico con agregado de jarabe
de glucosa. Además la bebida de soja contiene proteínas de alta calidad, no contiene
colesterol, ni lactosa y solo una pequeña cantidad de ácidos grasos saturados (Wang et al.,
2003). Estas características composicionales, la califican como una matriz base
conveniente desde el punto de vista nutricional, sumado a que constituye un medio
potencialmente adecuado para el desarrollo de BAL, aspecto que permitiría obtener un
alimento funcional fermentado.
En el presente trabajo, en primera instancia, se analizó el crecimiento de las cepas
L. paracasei y L. plantarum, la modificación del pH y la acidez producida durante la
incubación a 37 y 42 °C en bebida de soja, en comparación con MRS, este último medio de
cultivo fue utilizado como control positivo de crecimiento. Los resultados de estos análisis
se muestran en las Figuras 9 y 10.
42
Figura 9: Curvas de crecimiento (UFC/mL vs. t) de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 en bebida de soja (A) y
MRS (B) a 37 °C (∆) y 42 °C (□).
Curvas pH vs. t de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 en bebida de soja (C) y MRS (D) a 37 °C (∆) y 42 °C (□).
Curvas Acidez titulable expresada como % de ácido láctico (g/L) vs. t de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 en
bebida de soja (E) y MRS (F) a 37 °C (∆) y 42 °C (□).
A B
C D
E F
43
Figura 10: Curvas de crecimiento (UFC/mL vs. t) de Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 en bebida de
soja (A) y MRS (B) a 37 °C (∆) y 42 °C (□). Curvas pH vs. t de Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 en bebida de soja (C) y MRS (D) a 37 °C (∆) y
42 °C (□).
Curvas Acidez titulable expresada como % de ácido láctico (g/L) vs. t de Lactiplantibacillus plantarum CIDCA
8327 en bebida de soja (E) y MRS (F) a 37 °C (∆) y 42 °C (□).
A B
C D
E F
44
En la Figura 9 A y B se puede observar que L. paracasei BGP1 creció
satisfactoriamente en la bebida de soja a las dos temperaturas estudiadas. El conteo
máximo obtenido en bebida de soja a ambas temperaturas, fue menor que en MRS y en
ambos medios, los recuentos máximos a 37 °C fueron mayores que a 42 °C. La bebida de
soja presentó inicialmente un pH de 6,5 y luego de 24 h de fermentación disminuyó hasta
valores menores a 5,5 para ambas temperaturas. Mientras que para el mismo tiempo de
fermentación, en MRS los valores de pH obtenidos fueron menores a 3,5. Esto indica que
la actividad metabólica fermentativa de la bacteria generó productos ácidos. De acuerdo
con estos resultados, se puede observar que las diferencias en el descenso de pH se
corresponden con el aumento de la acidez titulable en la bebida de soja, ya que para el
tiempo final de fermentación (24 h), los valores de acidez obtenidos en la bebida de soja,
fueron menores a los encontrados en MRS.
Por su parte, la cepa L. plantarum fue capaz de crecer en la bebida de soja a ambas
temperaturas, alcanzando recuentos finales cercanos a 109 UFC/mL, similares a los
obtenidos en MRS (Figura 10). Los valores de pH finales obtenidos luego de 24 h de
fermentación de la bebida de soja con L. plantarum fueron cercanos a 3,5, para ambas
temperaturas y no se detectaron diferencias significativas respecto a los obtenidos en
MRS. No obstante, la acidez titulable obtenida luego de la fermentación de la bebida de
soja a 37°C, fue menor que a la obtenida en MRS, mientras que a 42°C no se registró un
incremento en la acidez titulable en ninguno de los medios analizados. Otros autores
hallaron porcentajes de ácido láctico (medido por acidez titulable) entre 0,3 y 0,5 % en
bebida de soja fermentada por 24 h a 37°C con S. thermophilus MD2, L. helveticus, L.
rhamnosus, L. rhamnosus V3, NS6 y NS4 (Hati et al., 2018). Mital y Steinkraus (1974),
hallaron que la cepa L. plantarum B-246 presentó mayor crecimiento y producción de
ácido en leche de soja que en leche de vaca a 30°C por 16-18 h debido a su capacidad para
utilizar sacarosa.
La relación entre el crecimiento de BAL y la producción de ácido láctico en bebida
de soja, se encuentra estrechamente vinculada a la capacidad de utilizar los azúcares
disponibles (Angeles y Marth, 1971; Mital y Steinkraus, 1974; Wang et al., 2002). En el
presente trabajo tanto la curva de descenso de pH de la bebida de soja como sus valores
finales alcanzados por la fermentación con L. plantarum fueron diferentes y menores,
respectivamente, que los obtenidos con L. paracasei, indicando diferencias metabólicas
entre estas cepas. Marazza et al. (2009) reportaron que el pH de leche de soja fermentada
con L. rhamnosus CRL981 disminuyo rápidamente entre las 6 y 12 h de incubación a 37 °C
y los recuentos alcanzaron valores de 8,85 log UFC/mL después de 12 h. Otros autores
demostraron que el cultivo mixto ABT5 (Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium sp., y
Streptococcus thermophilus) produjo un descenso de pH de la bebida de soja fermentada
a 42 °C hasta valores de 4,6 en un tiempo más corto que a 37 °C, estas diferencias pueden
45
deberse a las características de las BAL en el cultivo mixto cuyas temperaturas óptimas de
crecimiento serían superiores a las de las cepas utilizadas en el presente trabajo. En
contraste, Wang et al. (2002) indicaron que las cepas L. acidophilus CCRC 14079 y L.
bulgaricus CCRC 14009 no produjeron una disminución significativa del pH de la bebida de
soja cuando se fermentó 24 h a 37 °C debido a la ausencia de la enzima α-galactosidasa y
la consecuente incapacidad de fermentar los azúcares presentes en la bebida de soja.
La baja capacidad amortiguadora de pH de la bebida de soja, con respecto a otras
matrices, por ejemplo leche, fue indicada por varios autores (Farnworth et al., 2007; Wang
et al., 2009). En el presente trabajo se observó que la bebida de soja fermentada con L.
plantarum a 37 °C, presentó menores valores de pH y mayores porcentajes de acidez
titulable respecto a la bebida fermentada con L. paracasei, indicando una menor
capacidad de adaptación al medio, de esta última cepa (Figura 10). En concordancia
Božanić et al. (2011) informaron que Lactobacillus acidophilus presentó una débil
capacidad de crecimiento en bebida de soja.
A partir de las curvas de crecimiento obtenidas, se calculó la velocidad de
crecimiento de las cepas en los diferentes medios y los resultados se presentan en la Tabla
4.
Tabla 4: Velocidad de crecimiento de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y
Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 en MRS y bebida de soja durante la
fermentación a 37 y 42 °C.
CEPA µ MRS(h-1) µ Bebida de soja (h-1)
37°C 42°C 37°C 42°C
Lacticaseibacillus paracasei BGP1
0,45 ± 0,02Aa 0,33 ± 0,03Ba 0,32 ± 0,04Aa 0,18 ± 0,06Aa
Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327
0,50 ± 0,01Ab 0,23 ± 0,03Ba 0,40 ± 0,01Aa 0,24 ± 0,06Aa
μ indica la velocidad de crecimiento (unidad). Valores promedio ± desviación estándar. Análisis de varianza
seguido de Test de comparación múltiple (LSD-Fisher). Los superíndices con letras mayúsculas indican
diferencias entre temperaturas en el mismo medio (p<0,05). Letras minúsculas indican diferencias entre
medios a igual temperatura (p<0,05).
La velocidad de crecimiento de ambas cepas en la bebida de soja a 37 °C fue mayor
que a 42 °C, sin embargo estas diferencias no fueron estadísticamente significativas. La
cepa L. paracasei no presentó diferencias en la velocidad de crecimiento en bebida de soja
en comparación con MRS a cada temperatura, mientras que la velocidad de crecimiento
46
de L. plantarum en bebida de soja a 37 °C, fue significativamente menor que en MRS
(Tabla 4).
Estos ensayos indicarían que estas cepas podrían emplearse como straters para el
desarrollo de una bebida fermentada a base de hidrolizado proteico de soja, dada la
evidencia de su capacidad de desarrollo en esta matriz empleando 37 °C, como
temperatura de incubación.
2. Actividad antimicrobiana de las bacterias ácido lácticas y sus sobrenadantes
Dentro de los beneficios que aportan los microorganismos probióticos, se
encuentra la capacidad de inhibir el crecimiento de bacterias patógenas a través de
diversos mecanismos, por ejemplo mediante el descenso de pH del medio, la competencia
por nutrientes o sitios de adhesión, la estimulación del sistema inmune y la producción de
sustancias antimicrobianas, como ácido láctico y otros ácidos de cadena corta,
metabolitos como peróxido de hidrógeno, diacetilo y bacteriocinas (Tabasco, 2009). En el
presente trabajo se evaluó la actividad antimicrobiana de las cepas L. paracasei BGP1 y L.
plantarum CIDCA 8327, así como de sus sobrenadantes de cultivo, frente a los siguientes
microorganismos patógenos indicadores Gram negativos: Escherichia coli y Salmonella sp.,
y Gram positivo: Staphylococcus aureus. Las cepas patógenas indicadoras utilizadas fueron
seleccionadas por su importancia en la industria alimentaria, siendo unas de las
principales causantes de Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETAs). Su presencia
en los alimentos podría deberse a su incorrecta manipulación, falta de higiene, malos
hábitos, entre otros motivos.
En el presente trabajo, mediante el método de difusión en agar, se observaron
halos traslúcidos en la zona periférica a las colonias desarrolladas por las bacterias lácticas
sobre placas de cultivo conteniendo a los patógenos. Esto indica que las BAL ejercieron un
efecto inhibitorio del crecimiento de los patógenos estudiados (Figura 11). Este efecto
podría atribuirse a alguno/s de los diversos mecanismos de acción mencionados
previamente.
47
Figura 11: Halos de inhibición del crecimiento de los patógenos: A) Staphylococcus aureus. B) Escherichia
coli. C) Salmonella sp., ejercido por las bacterias probióticas, obtenidos mediante el ensayo de difusión en
agar.
En la Tabla 5 se muestran las medidas de los diámetros de los halos de inhibición
(mm) producidos por las cepas L. paracasei y L. plantarum frente a los microorganismos
patógenos indicadores.
Tabla 5: Halos de inhibición (mm) producidos por las cepas probióticas crecidas en
caldo MRS frente a los microorganismos patógenos indicadores.
CEPAS
Halos de inhibición (mm)
Salmonella
sp.
Escherichia
coli
Staphylococcus
aureus
Lactiplantibacillus plantarum CIDCA
8327 34,2 ± 5,2A 30,6 ± 1,7A 28,1 ± 3,9A
Lacticaseibacillus paracasei BGP1 29,9 ± 1,8A 34,3 ± 5,5A 29,7 ± 3,6A
Valores promedio ± desviación estándar. Análisis de varianza seguido de Test de comparación múltiple (LSD-
Fisher). Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p>0,05).
Los resultados obtenidos indicaron que no existieron diferencias significativas
entre el efecto inhibitorio de las cepas de L. paracasei y L. plantarum frente a los tres
patógenos indicadores (p>0,05). La actividad antimicrobiana de las BAL podría deberse a
la presencia de compuestos liberados durante el proceso de fermentación, los cuales
permanecerían en los medios de cultivo, aún si los microorganismos pierden viabilidad o
bien son separados por métodos físicos. En la Tabla 6 se presentan las medidas de los
halos de inhibición producidos por los sobrenadantes obtenidos por centrifugación, de los
cultivos de las BAL en caldos MRS, frente a los patógenos indicadores. La presencia de
halos traslúcidos generados por los mismos, en el ensayo de difusión en agar evidencia un
48
efecto inhibitorio por parte de los sobrenadantes, frente al crecimiento de los patógenos
estudiados.
Tabla 6: Halos de inhibición (mm) producidos por los sobrenadantes de las
bacterias lácticas crecidas en caldo MRS frente a los microorganismos patógenos
indicadores.
SOBRENADANTES
Halos de inhibición (mm)
Salmonella
sp.
Escherichia
coli
Staphylococcus
aureus
Lactiplantibacillus plantarum CIDCA
8327 11,0 ± 1,3A 12,2 ± 0,9A 9,7 ± 0,6A
Lacticaseibacillus paracasei BGP1 12,5 ± 0,5A 12,7 ± 0,6A 8,8 ± 0,4A
Ácido Láctico 1% 7,0 ± 0,0A 9,0 ± 0,0A 8,0 ± 0,0A
Análisis de varianza seguido de Test de comparación múltiple (LSD-Fisher) entre promedios de diámetros
(mm) para cada microorganismo indicador. Medias con una letra común no son significativamente
diferentes (p>0,05).
Figura 12: Halos de inhibición del crecimiento de los patógenos: A) Staphylococcus aureus. B) Escherichia
coli. C) Salmonella sp., ejercido por los sobrenadantes de las bacterias probióticas o por el ácido láctico,
obtenidos mediante el ensayo de difusión en agar.
PARA: Lacticaseibacillus paracasei BGP1. PLANT: Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327. C ácido láct:
Solución acuosa de ácido láctico 1 % p/v.
Uno de los principales metabolitos producidos por las bacterias lácticas durante su
crecimiento en MRS es el ácido láctico, alcanzando valores de 1 a 3%. Una solución de
ácido láctico al 1 % se analizó como control positivo de inhibición. Los mayores diámetros
de halos de inhibición generados por los sobrenadantes de las BAL con respecto a los
49
obtenidos con la solución de ácido láctico (Tabla 6), demuestran que la inhibición no solo
fue provocada por la acción del ácido láctico, sino que también serían responsables otros
metabolitos bacterianos presentes en el medio. De acuerdo a los resultados obtenidos, el
efecto inhibitorio de los sobrenadantes de las bacterias lácticas frente a Escherichia coli y
Salmonella sp., demostró que existe una sumatoria de efectos: por un lado, la producción
de ácido láctico y por otro lado la contribución de otros productos metabólicos con
actividad antimicrobiana en el medio, sin embargo, estas diferencias no fueron
estadísticamente significativas. En contraste, los halos de inhibición de Staphylococcus
aureus, producidos por los sobrenadantes de las BAL no presentaron diferencias
significativas con el producido por el control de ácido láctico, indicando la ausencia de
otros metabolitos con capacidad inhibitoria de este patógeno. En concordancia con los
resultados obtenidos, Zamudio y Zavaleta (2003) hallaron que los sobrenadantes de varias
cepas de Lactobacillus presentaban actividad antimicrobiana frente a E. coli y Listeria
monocitogenes, destacándose entre las especies con mayor capacidad inhibitoria a L.
plantarum CECT 748. Bao et al. (2011) reportaron que los sobrenadantes de cepas de L.
plantarum (IMAU70004, IMAU70042, IMAU40126, IMAU10156, IMAU70089, IMAU60171,
IMAU40005, IMAU10120 e IMAU60042) crecidas en MRS, ejercieron un efecto inhibitorio
del crecimiento de varias cepas patógenas acidófilas Gram positivas y Gram negativas,
atribuyendo esta capacidad a la producción de bacteriocinas. Sharma et al. (2017)
evaluaron la actividad antimicrobiana del sobrenadante de la cepa L. paracasei CD4
incubada toda la noche en caldo MRS frente a aislados clínicos de E. coli y Shigella sp.
mediante el método de difusión en agar. Los resultados mostraron efectos antibacterianos
altamente significativos contra estos patógenos y concluyeron que pudo deberse a ácidos
orgánicos y metabolitos secundarios sintetizados durante la fermentación.
3. Bebida de soja fermentada
3.I. Características generales de la bebida fermentada
A partir del análisis del crecimiento de las cepas de BAL en bebida de soja a ambas
temperaturas se seleccionaron las condiciones para la obtención de bebidas fermentadas
que se adecúen a las normativas vigentes establecidas en el Código Alimentario Argentino
para el desarrollo de un “alimento con probióticos” (CAA, Cap. XVII Art. 1389).
Para las dos BAL utilizadas en el presente trabajo se realizaron estudios
preliminares de curvas de crecimiento a 37 °C con distintos inóculos iniciales (1x105 y
1x107 UFC/mL, respectivamente), con el objetivo de analizar los tiempos de fermentación
para la obtención del producto final. Las cepas empleadas como starters fueron
previamente incubadas en caldo MRS por 24 h a 37 °C y sometidas a 2 lavados
consecutivos con PBS. Los resultados obtenidos a partir del análisis de las curvas de
50
crecimiento con diferentes inóculos iniciales, indicaron que partiendo de un inóculo inicial
de 1x107 UFC/mL, luego de 8 a 10 h de fermentación a 37 °C se alcanzó un recuento
cercano a 1x108 UFC/mL, y la velocidad de crecimiento a esta temperatura fue mayor que
a 42 °C. En base a estos resultados, se definieron las siguientes condiciones de obtención
de la bebida fermentada a base de soja: 8 h de fermentación a 37 °C, en aerobiosis, con
inóculo inicial 1x107 UFC/mL de L. plantarum CIDCA 8327 o L. paracasei BGP1 y ajuste final
de pH a 4,0 con ácido láctico (Tabla 7).
Además, el porcentaje de inulina adicionada al producto luego de la fermentación
(3% p/v) fue establecido de acuerdo al informado en por otros autores para matrices a
base de soja (Bedani et al., 2013).
Tabla 7: Condiciones estandarizadas para la elaboración de la bebida de soja
fermentada.
VARIABLES Condición
Cepas Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 o
Lacticaseibacillus paracasei BGP1
Inóculo (UFC/mL) 1x107
Tiempo (h) 8
Temperatura (°C) 37
pH 4,0
Inulina (%) 0 o 3
El producto fermentado en estas condiciones con L. plantarum presentó un valor
de pH 4, mientras que la bebida fermentada con L. paracasei presentó valores superiores
a 4,5. Rekha y Vijayalakshmi (2008) y Do Santos et al. (2019), expusieron que tanto la
estabilidad como las características organolépticas de la leche de soja fermentada
dependen del pH. Los compuestos volátiles de la leche de soja le aportan un flavor
particular indeseable, que puede ser enmascarado por los productos de fermentación de
las bacterias lácticas, especialmente compuestos como ácido láctico, acetaldehído y
diacetilo. Además, cuando el pH del producto es cercano al punto isoeléctrico (pI) de las
proteínas de soja (4-5,5) se observa la formación de coágulos que afectan negativamente
51
la apariencia del producto, mientras que a pH mayores o menores al pI, no se produce la
formación de coágulos perceptibles (Serrano y Mariela, 2015; Noguera et al., 2018). Las
bebidas fermentadas a base de soja obtenidas con ambas cepas presentaron un aspecto
líquido, blanco, homogéneo sin coágulos, ni separación de fases, con olor aceptable y
mejorado respecto al del producto no fermentado y con apariencia semejante a la de la
leche de vaca (Figuras 13 y 14). Cabe destacar que el agregado de inulina (tanto de bajo
como de alto grado de polimerización) luego de la fermentación, mantuvo la apariencia
uniforme, el olor agradable de la bebida fermentada con ambas cepas, sin producir
modificaciones perceptibles de la viscosidad. En este sentido, otros autores realizaron una
evaluación sensorial de leche de soja fermentada con cepas de L. plantarum IMAU10156 y
IMAU10120 y concluyeron que el aroma y sabor del producto fue estable en el tiempo y
que la fermentación aumentó su aceptabilidad (Bao et al., 2012). Božanić et al. (2011)
describieron que la leche de soja fermentada con cultivos mixtos de Lactobacillus,
Bifidobacterium y Streptococcus presentó brillo de porcelana y color claro, con menor olor
y sabor a porotos. En contraste a los resultados obtenidos en el presente trabajo, Marazza
et al. (2009) expusieron que la reducción del pH durante la fermentación de la leche de
soja a 37 °C durante 24 h con L. rhamnosus CRL981 produjo la coagulación y en
consecuencia un cambio de apariencia del producto fermentado. Esto indica que las
características de las bebidas fermentadas a base de soja dependerán tanto de las
condiciones de fermentación como de las características metabólicas de las cepas
empleadas como starter.
Figura 13: Apariencia de las bebidas de soja sin fermentar (A) y fermentadas durante
8 h por BAL (B). L.pa: Lacticaseibacillus paracasei BGP1; L.27: Lactiplantibacillus
plantarum CIDCA 8327.
52
Figura 14: Apariencia de las bebidas de soja sin fermentar y fermentadas durante 8 h
por BAL. L.pa: Lacticaseibacillus paracasei BGP1; L.27: Lactiplantibacillus plantarum
CIDCA 8327
En las Figuras 13 A y B se puede observar la apariencia de las bebidas de soja sin
fermentar (t=0), y fermentadas por 8 h a 37 °C con las cepas de L. plantarum y L.
paracasei. La apariencia no se ve afectada por la fermentación y no se evidenciaron
cambios de color, consistencia, ni separación de fases (Figura 14).
3.II. Análisis composicional y valor energético
Los resultados de la composición centesimal de la bebida a base de soja
fermentada y sin fermentar y sus respectivos valores energéticos se presentan en la Tabla
8. A partir del análisis composicional de las bebidas, fue posible detectar que la
fermentación produjo una disminución significativa del porcentaje de carbohidratos y
grasas totales. Se detectó además, un aumento del porcentaje de proteínas y no se
encontraron diferencias significativas en los porcentajes de cenizas entre la bebida
fermentada y sin fermentar. Por otro lado, se observó una disminución en el valor
energético como producto de la fermentación.
53
Tabla 8: Composición química y valor energético de la bebida de soja fermentada
con Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y sin fermentar.
Bebida sin
fermentar
Bebida
fermentada
Valor energético (Kcal / KJ /100 mL) 72 / 301 57 / 236
Humedad (g/100 mL) 86,5A 87,90 ± 0,14B
Hidratos de carbono (g/100 mL) 7,7A 6,90 ± 0,03B
Proteínas (g/100 mL) 1,7A 2,10 ± 0,01B
Lípidos totales (g/100 mL) 3,8A 2,90 ± 0,02B
Cenizas (g/100 mL) 0,248A 0,243 ± 0,01A
Los resultados se presentan como porcentaje en base húmeda. Valores correspondientes a bebida sin
fermentar, son los registrados en el envase del producto por el fabricante (Nutricia-BAGO, 2019).
Análisis de varianza seguido de Test de comparación múltiple (LSD-Fisher). Medias con una letra común no
son significativamente diferentes (p > 0,05).
Según el porcentaje de ingesta diaria recomendada (IDR) por el ente regulador
nacional (CAA, Res. Conj. 149/2005 y 15/2005) con base a una dieta de 2000 Kcal / 8400
KJ, 100 mL de la bebida fermentada aportarían un 3 % del valor energético, 2 % del valor
de carbohidratos, 3 % del valor de proteínas y 5 % del valor de grasas totales. Según el
Código Alimentario Argentino – Capítulo V – NORMAS PARA LA ROTULACIÓN Y
PUBLICIDAD DE LOS ALIMENTOS – Artículo 235 quinto - (Resolución Conjunta SPReI N°
161/2013 y SAGyP N°213/2013) – la bebida fermentada desarrollada en el presente
trabajo podría declararse “bajo o reducida en grasas” ya que contiene menos de 3 g de
grasas cada 100 mL del producto listo para consumir.
3.III. Actividad antioxidante de la bebida de soja fermentada
En la Tabla 9 se pueden observar los resultados de la actividad antioxidante
obtenida para la bebida de soja sin fermentar y fermentada con las dos cepas de BAL
estudiadas.
54
Tabla 9: Medida de la capacidad de inhibición de radicales libres de DPPH de la
bebida de soja sin fermentar y fermentada con L. plantarum CIDCA 8327 y L. paracasei
BGP1.
BEBIDA DE SOJA Inhibición DPPH (%)
Lacticaseibacillus paracasei BGP1 24,35 ± 1,8A
Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 25,33 ± 1,8AB
Sin fermentar 27,34 ± 1,0B
Análisis de varianza seguido de Test de comparación múltiple (LSD-Fisher). Medias con una letra
común no son significativamente diferentes (p > 0,05).
La bebida de soja sin fermentar presentó una actividad antioxidante que se
mantuvo luego de la fermentación durante 8 h a 37 °C con L. plantarum CIDCA 8327,
mientras que con L. paracasei BGP1 disminuyó significativamente. Sin embargo, la
actividad antioxidante de las bebidas fermentadas no presentó diferencias significativas
entre sí. Otros autores encontraron que el porcentaje de inhibición de radicales libres
DPPH de la leche de soja disminuyó luego de 40 h de fermentación a temperatura
ambiente con cultivos de kéfir, sin embargo, la actividad antioxidante aumentó luego de
48 h (McCue y Shetty, 2005). Zhao y Shah (2014), hallaron que el pH de las leches
fermentada con L. acidophilus CSCC2400, L. paracasei CSCC 279, L. zeae ASCC15820 y L.
rhamnosus WQ2 incide sobre la actividad antioxidante del producto final. En particular, las
leches fermentadas que presentaron un pH de 3,85 exhibieron una capacidad
antioxidante más alta que las muestras con pH superiores a 4,15. Rani y Pradeep (2015)
hallaron que la capacidad de captación de radicales libres de la leche de soja aumentó
cuando fue fermentada con L. paracasei KUMBB005 (a 37 °C durante 48 h) con respecto a
la leche sin fermentar. Rekha y Vijayalakshmi (2008) hallaron aumentos significativos en la
actividad antioxidante de leche de soja fermentada con una combinación de bacterias y
levaduras, en comparación con la leche de soja sin fermentar. Las diferencias observadas
al contrastar los resultados obtenidos en el presente trabajo con los de otros autores,
podrían atribuirse a numerosos factores entre ellos las condiciones de fermentación
(cepa, tiempo, temperatura, etc.) y las características de la matriz.
3.IV. Actividad antimicrobiana de la bebida de soja fermentada
La actividad antimicrobiana de las bebidas de soja fermentadas o acidificada
artificialmente y sus respectivos sobrenadantes, fue evaluada mediante la técnica de
difusión en agar (Figuras 15 y 16). Los resultados obtenidos no permitieron evidenciar la
posible inhibición del crecimiento de los patógenos de estos productos, ya que se
55
observaron halos turbios alrededor de los pocillos donde se colocaron las muestras de las
bebidas o sus respectivos sobrenadantes. Por lo tanto, esta técnica no resultaría útil para
determinar la actividad antimicrobiana de estas muestras, ya que no fue posible definir si
la turbidez observada alrededor de los pocillos de siembra fue debida a una mayor
densidad de microorganismos patógenos o bien a componentes de la bebida (o sus
sobrenadantes) difundidos parcialmente a través del agar.
Figura 15: Determinación de actividad antimicrobiana de la bebida de soja mediante ensayo de difusión en
agar. A) Escherichia coli B) Salmonella sp. C) Staphylococcus aureus. PARA: Lacticaseibacillus paracasei BGP1.
PLANT: Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327. C s/f: Control de bebida de soja sin fermentar. C ácido
láctico: Bebida de soja pH 4.
Figura 16: Determinación de actividad antimicrobiana del sobrenadante de la bebida de soja mediante
ensayo de difusión en agar. A) Escherichia coli B) Salmonella sp. C) Staphylococcus aureus. PARA:
Lacticaseibacillus paracasei BGP1. PLANT: Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327. C s/f: Control de bebida
de soja sin fermentar. C ácido láctico: Bebida de soja pH 4.
Frente a estos resultados, se aplicó una técnica alternativa para dilucidar la
actividad antimicrobiana de las bebidas fermentadas, en la cual se analizó el crecimiento
de los patógenos inoculados en ellas. En la Figura 17 se muestran los recuentos iniciales y
finales obtenidos para cada patógeno indicador, en las bebidas estudiadas. Se observó
que la bebida de soja fermentada con L. plantarum tuvo un efecto inhibitorio significativo
56
en el crecimiento de las tres cepas patógenas luego de la incubación. En cambio, la bebida
fermentada con L. paracasei presentó actividad antimicrobiana frente a E. coli y
Salmonella sp. y no se observó dicho efecto para la cepa de Staphylococcus aureus, dado
que los recuentos finales obtenidos para este patógeno no presentaron diferencias
significativas respecto a los iniciales.
Figura 17: Recuento (Log UFC/mL) inicial (t=0 h) y final (t=24 h) en bebida de soja: fermentada (B.S.F.) con
Lacticaseibacillus paracasei BGP1 o Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327, sin fermentar acidificada (B.S.
pH 4) y control sin fermentar (B.S. S/F) de A) Escherichia coli B) Salmonella sp. C) Staphylococcus aureus.
Las barras con una letra común no son significativamente diferentes (p>0,05)-
ANOVA seguido de Test de comparación múltiple (LSD-Fisher).
En la Figura 17 A se observa que la bebida de soja fermentada con las BAL ejerció
un efecto bactericida sobre E. coli. Los recuentos finales de E. coli en leche fermentada
con L. paracasei resultaron significativamente inferiores a los iniciales, mientras que no se
detectó presencia de E. coli luego de la incubación en la bebida fermentada con L.
plantarum. En contraste, tanto en la bebida de soja acidificada con ácido láctico (pH 4),
como en el control sin fermentar, los recuentos de E. coli luego de 24 h fueron mayores a
los iniciales y no presentaron diferencias significativas entre sí. Esto demuestra que el
medio es propicio para el crecimiento de dicha cepa patógena y que también puede
crecer en el medio acidificado. Por lo cual, el efecto bactericida observado sobre este
patógeno, se podría atribuir a la producción de otros metabolitos o metabolitos
secundarios derivados de la fermentación de la bebida de soja.
En la Figura 17 B se observa que en la bebida de soja fermentada con L. paracasei
el recuento de Salmonella luego de 24 h de incubación disminuyó hasta niveles del orden
de 104 UFC/mL, del mismo modo, en la bebida fermentada con L. plantarum el recuento
de Salmonella disminuyó hasta niveles no detectables. Los recuentos finales de Salmonella
en la bebida de soja acidificada con ácido láctico, luego de la incubación, demuestran un
efecto bacteriostático de este producto. Por otro lado, existen diferencias significativas
entre la capacidad inhibitoria de la bebida fermentada por las BAL, entre sí y respecto a la
bebida acidificada con ácido láctico, lo que demuestra que el efecto bactericida sobre este
57
patógeno no se debe sólo a la producción de ácido láctico, sino a la liberación de otros
productos durante la fermentación. Los recuentos finales hallados en la bebida control sin
fermentar fueron superiores a los iniciales, demostrando que este producto constituye un
medio de cultivo propicio para el desarrollo de Salmonella.
En la Figura 17 C se muestra un efecto bacteriostático frente a Staphylococcus
aureus ejercido por la bebida de soja fermentada con L. paracasei. Mientras que, la bebida
fermentada con L. plantarum presentó un efecto bactericida, dado que se observó una
disminución en el conteo hasta aproximadamente 102 UFC/mL. Los recuentos finales de
Staphylococcus aureus obtenidos luego de la incubación en la bebida acidificada con ácido
láctico, demuestran que la acidificación del medio ejerce un efecto bacteriostático. Este
hecho indicaría que la fermentación de la bebida con L. plantarum también genera otros
metabolitos que podrían contribuir al efecto bactericida. Por último, se observó que la
cepa de Staphylococcus aureus pudo desarrollarse en la bebida de soja control sin
fermentar, indicando la posible presencia de componentes que promueven el crecimiento
de este patógeno, así como la ausencia de componentes que inhiben su desarrollo.
Do Santos et al. (2019) hallaron una disminución en la densidad celular de S.
aureus y E. coli en presencia de leche de soja fermentada con gránulos de kéfir,
mostrando una inhibición parcial de estas cepas patógenas. En tanto, Hati et al. (2018)
hallaron que la leche de soja fermentada con L. helveticus V3 durante 24 h a 37 °C, mostró
inhibición contra microorganismo indicadores (S. aureus, P. aeruginosa y S. typhi).
Rodríguez et al. (2019) evaluaron la actividad antimicrobiana de una bebida de suero con
agregado de jugo y pulpa de origen vegetal fermentada a 40 °C con un cultivo mixto de
probióticos (L. delbrueckii subsp. bulgaricus, S. thermophilus, L. acidophilus y Bifidobacterium
spp.), contra E. coli, Salmonella enteritidis, S. aureus y Listeria sp. Los efectos
antimicrobianos de la bebida se evaluaron a partir de la técnica de difusión en agar y los
resultados arrojaron que presentó actividad antimicrobiana contra E. coli, Salmonella
enteritidis y Listeria sp., mientras que para el caso de S. aureus no se observó inhibición.
Con respecto a los resultados obtenidos en el presente trabajo, las bebidas
fermentadas con L. plantarum y L. paracasei presentaron actividad antimicrobiana frente
a las cepas patógenas indicadores considerando que el control sin fermentar resultó un
medio propicio para su crecimiento. Además, el efecto bactericida presentado por la
bebida fermentada con L. plantarum frente a las tres cepas patógenas y la bebida
fermentada por L. paracasei frente a las patógenas Gram negativas se puede atribuir a
metabolitos producidos por las cepas durante la fermentación con posible actividad
antimicrobiana.
58
4. Resistencia de las bacterias ácido lácticas a las condiciones gastrointestinales
simuladas
Los porcentajes de sobrevida de las cepas en la bebida fermentada sometida a las
condiciones gastrointestinales simuladas y el efecto de la adición de inulina se muestran
en la Tabla 10.
Tabla 10: Sobrevida luego del tratamiento gastrointestinal simulado, de las cepas
Lacticaseibacillus paracasei BGP1 y Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 en la bebida
de soja fermentada con adición de inulina (3 % p/v).
BEBIDA DE SOJA FERMENTADA Sobrevida (%)
Lacticaseibacillus paracasei BGP1
Sin inulina 50,7±1,9A
Inulina GR 45,2±2,6A
Inulina HP 68,8±13,1B
Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327
Sin inulina 86,3±4,5A
Inulina GR 93,4±6,8A
Inulina HP 94,3±3,0A
Valores promedio ± desviación estándar. Análisis de varianza seguido de Test de comparación múltiple (LSD-
Fisher). Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p>0,05). Letras mayúsculas
indican diferencia entre los valores de sobrevida de cada cepa.
Cuando se encuentran presentes en la bebida de soja fermentada, ambas BAL
sobrevivieron a las condiciones gastrointestinales simuladas, no obstante L. plantarum
presentó mayor porcentaje de supervivencia (86,3 ± 4,5%) que L. paracasei (50,7 ± 1,9%)
lo que demuestra diferentes grados de resistencia a las condiciones de ensayo y de
adaptación a la matriz empleada. En este sentido, Grimoud et al. (2010) halló que la cepa
L. plantarum R1012 incubada en caldo MRS a 37 °C en anaerobiosis resistió a las
condiciones gastrointestinales simuladas con un porcentaje de supervivencia de alrededor
del 90 % al final del tratamiento. La adición de inulina de diferentes GPn, no presentó un
efecto significativo en la sobrevida de L. plantarum en la bebida de soja fermentada. En
contraste, la adición de inulina de alto GPn a la bebida fermentada con L. paracasei
aumentó significativamente la sobrevida de esta cepa frente a las condiciones
gastrointestinales. En concordancia con este resultado, Bedani et al. (2013) demostraron
59
que la incorporación de inulina GR al 3 % a un producto de soja fermentado con B.
animalis subsp. Lactis Bb-12 y L. acidophilus La-5, no logró mejorar la viabilidad de las
cepas luego del tratamiento gastrointestinal simulado atribuyendo la falta de protección
por parte de la inulina a su bajo GPn (≥ 10).
De los requisitos exigidos para poder nombrar probiótica a una cepa bacteriana, la
supervivencia al paso a través de sistema gastrointestinal es uno de los más importantes,
debido a que las cepas deben llegar viables al colon en una concentración determinada
para que le permita ejercer su función beneficiosa. Diversos estudios indican que el
agregado de inulina a los productos puede ejercer una función de protección a las cepas
probióticas (Grimoud et al., 2010; Bedani et al., 2013; Adebola et al., 2014). Los resultados
del presente trabajo demuestran que sólo la cepa de L. plantarum en la bebida de soja
fermentada, con y sin agregado de inulina, llegaría viable en una concentración adecuada
para poder ejercer sus beneficios en el colon según el Código Alimentario Argentino. En
cambio, la cepa de L. paracasei presentó un porcentaje de sobrevida bajo y solo con el
agregado de inulina de alto grado de polimerización se logró un aumento significativo de
su sobrevida.
5. Almacenamiento de las bebidas de soja fermentadas
Con el objetivo de evaluar la viabilidad de las BAL durante el almacenamiento
refrigerado de la bebida de soja fermentada, se realizaron recuentos a los 0, 10, 20 y 30
días, respectivamente. En la Figura 18 se puede observar la viabilidad y el efecto del
agregado de inulina a la bebida de soja fermentada con L. paracasei BGP1 durante el
almacenamiento a 4 °C.
60
Figura 18: Recuentos (UFC/mL) de Lacticaseibacillus paracasei BGP1 en la bebida
fermentada durante el almacenamiento a 4 °C.
Las barras con una letra común no son significativamente diferentes (p>0,05)- ANOVA seguido de Test de
comparación múltiple (LSD-Fisher). En minúscula se presenta el análisis entre los tiempos de
almacenamiento en cada muestra. En mayúscula se presenta el análisis comparativo de los recuentos entre
las muestras, a 30 días.
B.S: Bebida de soja; I. GR: Inulina GR; I. HP: Inulina HP
La adición de inulina a la bebida de soja fermentada contribuyó a conservar la
viabilidad de L. paracasei durante los 30 días de almacenamiento refrigerado del
producto. Los recuentos de L. paracasei obtenidos luego de 30 días de almacenamiento de
la bebida de soja fermentada adicionada de inulina no presentaron diferencias
significativas respecto a los recuentos iniciales. En cambio, la viabilidad de esta cepa
disminuyó significativamente en el producto sin inulina (control), presentando recuentos
significativamente menores a los iniciales y también menores con respecto a los hallados
en la bebida de soja con las distintas inulinas, luego de 30 días. Estos resultados se
condicen con las variaciones de pH de la bebida de soja fermentada detectados durante el
almacenamiento (Tabla 11).
61
Tabla 11: Variación del pH durante el almacenamiento a 4 °C durante 30 días de la
bebida de soja fermentada con Lacticaseibacillus paracasei BGP1
BEBIDA DE SOJA FERMENTADA
Tiempo (días)
0 10 20 30
Sin inulina 4,06±0,0A 4,08 4,09 4,02±0,1A
Inulina GR 4,04±0,1A 3,74 3,60 3,74±0,2A
Inulina HP 4,08±0,0A 3,72 3,59 3,79±0,3A
Valores promedio ± desviación estándar. Análisis de varianza seguido de Test de comparación múltiple (LSD-
Fisher). Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p>0,05).
En la bebida de soja fermentada con L. paracasei adicionada con los dos tipos de
inulina, el pH disminuyó por debajo de 4 durante el almacenamiento, evidenciando la
acidificación del producto debido a la actividad metabólica de la cepa durante el
almacenamiento, sin embargo no se encontraron diferencias significativas entre el pH
inicial y el registrado a los 30 días. El pH de la bebida de soja fermentada sin inulina
(control) tampoco presentó diferencias significativas entre el valor inicial y final,
observando que se mantuvo prácticamente constante durante los 30 días de
almacenamiento a 4 °C.
En la Figura 19 se puede observar la viabilidad de L. plantarum en la bebida de soja
fermentada sin inulina (control), y en el producto adicionado con inulina durante el
almacenamiento bajo refrigeración.
62
Figura 19: Recuentos (UFC/mL) del Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 en
la bebida fermentada durante el almacenamiento a 4 °C.
Las barras con una letra común no son significativamente diferentes (p>0,05)- ANOVA seguido de Test de
comparación múltiple (LSD-Fisher). En minúscula se presenta el análisis entre los tiempos de
almacenamiento en cada muestra. En mayúscula se presenta el análisis comparativo de los recuentos entre
las muestras, a 30 días.
B.S: Bebida de soja; I. GR: Inulina GR; I. HP: Inulina HP.
Los recuentos de L. plantarum en los las bebidas de soja fermentadas adicionadas
con inulina, luego de 30 días, fueron significativamente superiores a los hallados en el
producto sin inulina (control), al igual que lo observado para la cepa L. paracasei. Esto
demuestra que el agregado de inulina ejerce un efecto positivo en la viabilidad de estas
cepas durante el almacenamiento de las bebidas fermentadas. En contraste, Bedani et al.
(2013) demostraron que la adición de inulina no tuvo efecto sobre la viabilidad de L.
acidophilus La-5 y B. animalis Bb-12 en un producto fermentado de soja almacenado a 4
°C. Por otro lado, los recuentos de L. plantarum, en la bebida fermentada sin inulina y
almacenada, resultaron mayores que los registrados para la cepa L. paracasei, pudiendo
evidenciar que la capacidad de adaptación a esta matriz es cepa dependiente.
La bebida de soja fermentada con L. plantarum (con y sin inulina), presentó valores
de pH prácticamente contantes durante los primeros 20 días de almacenamiento y luego
de 30 días disminuyeron hasta valores de 3,3 (Tabla 12). En todos los casos se encontraron
diferencias significativas entre el pH inicial y final, pudiendo observar que la cepa siguió
acidificando la bebida de soja con y sin el agregado de inulina, durante el
almacenamiento.
63
Tabla 12: Variación del pH durante el almacenamiento a 4 °C durante 30 días de la
bebida de soja fermentada con Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327.
BEBIDA DE SOJA FERMENTADA
Tiempo (días)
0 10 20 30
Sin inulina 4,02±0,1A 3,98 3,86 3,44±0,3B
Inulina GR 4,00±0,1A 3,91 3,75 3,25±0,3B
Inulina HP 4,02±0,1A 3,94 3,80 3,31±0,3B
Valores promedio ± desviación estándar. Análisis de varianza seguido de Test de comparación múltiple (LSD-
Fisher). Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05).
Dos Santos et al. (2019) demostraron que la viabilidad de los lactobacilos
presentes en leche de soja fermentada con gránulos de kéfir almacenada a 7 °C, aumentó
significativamente con el agregado de 3,5 % inulina (ORAFTI Beneo S/A, Mannheim,
Germany) luego de la fermentación. Además, los autores informaron que tanto el pH de la
bebida fermentada y adicionada de inulina como el control sin inulina, disminuyó
significativamente a los 14 días de almacenamiento. Bao et al. (2011) demostraron que
cepas de L. plantarum (IMAU10120, IMAU10156, IMAU40126, IMAU70004, IMAU60042 e
IMAU60171) conservaron la viabilidad en leche de soja fermentada y además, acidificaron
este producto hasta valores cercanos a 3,5 durante 28 días de almacenamiento a
temperatura de refrigeración. Aking et al. (2007) demostraron que la adición de inulina
aumentó la viabilidad de Lactobacillus acidophilus y Bifidibacterium lactis en un helado
adicionado con leche fermentada con dichas BAL y almacenado por 90 días a -18 °C. En
este sentido es importante tener en cuenta la viabilidad de las cepas en cada matriz a las
que se incorporan, y considerar que podría depender de la especie y cepa utilizada, el pH y
la concentración ácidos orgánicos en el producto final (Bernal Castro et al., 2017). Božanić
et al. (2011), analizaron la viabilidad de un cultivo mixto ABT5 en leche de soja por 28 días
a 4 °C, y hallaron que el pH de la bebida fermentada a dos temperaturas distintas (37 y 42
°C) se mantuvo constante durante todo el período de almacenamiento. Además, los
autores hallaron que de las cepas presentes en el cultivo mixto, los lactobacilos fueron los
que presentaron menos viabilidad, obteniendo recuentos finales más bajos que
bifidobacterias y estreptococos. Según Donkor et al. (2007) el agregado de inulina para la
obtención de un yogurt con probiótico, da lugar a un mayor crecimiento microbiano
durante la fermentación y a la conservación de la viabilidad durante el almacenamiento.
Aryana y McGrew (2007) hallaron que los recuentos de L. casei en un yogur disminuyeron
con el tiempo de almacenamiento, ya sea en el control o en el yogurt adicionado con
64
distintos tipos de inulina. También informaron que el pH de todos los productos al finalizar
el almacenamiento en frio había disminuido, observando que para el tipo de inulina con
cadena más corta, la disminución del pH era significativamente mayor que con los otros
tipos de inulina.
Es común encontrar en bibliografía trabajos donde se reportan productos
fermentados en los que se agrega inulina como sustrato de fermentación, donde este
compuesto interviene en el metabolismo de las cepas y además contribuye a la
conservación de su viabilidad. En cambio, en el presente trabajo la adición de inulina fue
posterior a la fermentación, por lo que el aumento de la viabilidad observado para las
cepas L. paracasei y L. plantarum en las bebidas fermentadas adicionadas con inulina
podría deberse a un efecto de protección física por parte de la este polisacárido sobre las
células bacterianas. Además, el agregado de inulina post-fermentación contribuye a
mantener parcialmente inalterada su estructura y así ejercer su efecto prebiótico a nivel
intestinal.
65
Conclusión
66
Conclusión
La incorporación de probióticos y prebióticos es una estrategia empleada en el
desarrollo de alimentos funcionales. En este sentido, fue posible obtener un producto que
responde a las características de los mismos en cuanto a las propiedades funcionales y
nutritivas, que al mismo tiempo constituye una alternativa frente a los productos lácteos
funcionales. Ambas cepas probióticas empleadas en este trabajo (Lactiplantibacillus
plantarum CIDCA 8327 y Lacticaseibacillus paracasei BGP1) fueron capaces de
desarrollarse en el hidrolizado proteico de soja utilizado y permitieron obtener un
producto fermentado con actividad antimicrobiana frente a patógenos Gram negativos y
positivos y con capacidad antioxidante conservada. En cuanto a las características
nutricionales del producto desarrollado, podría encuadrarse dentro de la categoría de
productos “reducidos en grasas”. La bebida de soja resultó una matriz favorable para
contribuir a la viabilidad de las bacterias durante el almacenamiento refrigerado del
producto fermentado, así como a su sobrevida frente a las condiciones gastrointestinales
in vitro. En particular la cepa L. plantarum CIDCA 8327 presentó las mejores características
frente a los parámetros evaluados in vitro. El agregado de inulina favoreció la viabilidad de
ambas cepas durante el almacenamiento del producto, así como también mejoró la
sobrevida de L. paracasei BGP1 frente a las condiciones gastrointestinales. En tanto, dado
que la sobrevida de L. plantarum CIDCA 8327 en la bebida de soja fermentada sometida a
dichas condiciones fue elevada, el efecto protector del agregado de inulina no fue
evidenciado. No obstante, la incorporación de inulina al producto fermentado también
contribuiría a las propiedades benéficas del producto desarrollado.
Frente a todo lo expuesto, puede aceptarse la hipótesis de trabajo planteada,
resaltando además que la cepa Lactiplantibacillus plantarum CIDCA 8327 dada su
capacidad de adaptación y resistencia, resultaría un probiótico promisorio para la
aplicación en el desarrollo de bebidas funcionales fermentadas no lácteas, dado su
capacidad de adaptación y las propiedades antimicrobianas que aportaría a los productos.
Finalmente, el agregado de inulina como ingrediente bioactivo aportaría beneficios
adicionales para la salud.
67
68
Proyecciones
69
Proyecciones
El presente trabajo conduce a plantear las siguientes proyecciones con el objetivo
de completar el estudio de las bebidas a base de soja fermentadas obtenidas:
◆ Analizar la reología de las bebidas fermentadas con ambas cepas.
◆ Evaluar la estabilidad durante el almacenamiento de la inulina incorporada a la bebida
fermentada.
◆ Analizar la vida útil de las bebidas fermentadas.
◆ Realizar un análisis sensorial del producto desarrollado.
◆ Evaluar la incorporación de ingredientes que contribuyan al desarrollo de mejoras en
los atributos sensoriales del producto fermentado.
◆ Evaluar la actividad antioxidante de las bebidas fermentadas luego de la simulación del
pasaje a través del tracto gastrointestinal.
70
Anexo 1
71
ANEXO 1
Información nutricional de la leche de soja en polvo Nutrilon Soya de Nutricia Bagó.
72
Anexo 2
73
ANEXO 2
Procedimientos para la observación microscópica de bacterias
COLORACIÓN DE GRAM
Es una herramienta fundamental para la taxonomía e identificación de bacterias.
Esta coloración permite la clasificación de las bacterias en Gram positivas y Gram
negativas según la composición de su pared celular. La diferencia de la reacción entre
bacterias Gram positivas y Gram negativas es atribuida a diferencias químicas y físicas de
su pared celular.
Reactivos:
◆ Violeta de Genciana: Solución de violeta de genciana (cristal violeta) 0.2 %,
en mezcla de Etanol / Agua.
◆ Lugol: Solución constituida por iodo bisublimado en solución de hidróxido
de sodio.
◆ Decolorante: Solución constituida por mezcla de alcohol / acetona: 70,5 /
29,5.
◆ Safranina: Solución de safranina 0.25 %, en mezcla de Etanol / Agua.
Las bacterias Gram positivas presentan una gruesa capa de peptidoglicano como
estructura fundamental por sobre la membrana citoplasmática mientras que las bacterias
Gram negativas presentan por sobre la membrana citoplasmática una delgada capa de
peptidoglicano a la que se superpone una capa de lipopolisacáridos-lipoproteína
denominada “membrana externa”. En la coloración de Gram, el violeta de genciana es
captado en la pared celular de bacterias Gram positivas y Gram negativas y luego se forma
un complejo con el lugol. El decolorante actúa extrayendo los lípidos de la membrana
externa de la pared celular de las bacterias Gram negativas lo que produce un aumento en
la permeabilidad y se pierde el complejo formado entre el violeta de genciana y el lugol. Al
agregar la safranina, las bacterias Gram negativas toman el color de este contracolorante
y se observan de color rosado. A diferencia de estas, en las bacterias Gram positivas el
agregado del decolorante produce disminución de la permeabilidad e incrementa la
retención del complejo del violeta de genciana-iodo y se observan de color violeta por la
retención del mismo.
Procedimiento:
1. Preparación de extendidos:
◆ Utilizar portaobjetos limpios y desengrasados.
◆ A partir del medio líquido con crecimiento microbiano tomar un alícuota del
mismo y depositar en el portaobjetos. Esparcir con un ansa y generar el
extendido.
74
◆ Secado de extendidos: Colocar los portaobjetos en posición horizontal
dentro de la estufa de cultivo o sobre la corriente de aire caliente de un
mechero.
◆ Fijado del extendido a la llama: se efectúa pasando 3 veces el lado del
portaobjeto que no tiene la preparación sobre la llama del mechero.
2. Coloración:
◆ Cubrir el extendido con Violeta de Genciana. Dejar actuar 20 segundos.
◆ Lavar con agua corriente durante 10 segundos.
◆ Cubrir con Lugol. Dejar actuar 30 segundos.
◆ Lavar con agua corriente durante 10 segundos.
◆ Cubrir con Decolorante. Decolorar durante 10 segundos.
◆ Lavar con agua corriente 10 segundos.
◆ Cubrir con Safranina. Dejar actuar 20 segundos.
◆ Lavar con agua corriente durante 10 segundos.
◆ Secar el extendido.
◆ Leer la coloración en el microscopio con aumento total 1000X, empleando
aceite de inmersión.
75
Anexo 3
76
ANEXO 3
Composición y preparación de medios de cultivo y soluciones empleadas
CALDO MRS (Man, Rogosa, Sharpe) (BRITANIA)
Su formulación permite el adecuado desarrollo de lactobacilos y otras bacterias
acido lácticas.
Composición (en gramos por litro de agua):
PROTEOSA PEPTONA N°3 10,O EXTRACTO DE CARNE 10,0 EXTRACTO DE LEVADURA 5,0 GLUCOSA 20,0 SORBITÁN MONOLEATO 1,0 mL FOSFATO DIPOTÁSICO 2,0 ACETATO DE SODIO 5,0 CITRATO DE AMONIO 2,0 SULFATO DE MAGNESIO 0,2 SULFATO DE MANGANESO 0,05 pH FINAL: 6,5 ± 0,2
En el medio de cultivo, la proteosa peptona, el extracto de carne, el extracto de
levadura y la glucosa constituyen la fuente nutritiva ya que aportan nitrógeno, carbono,
vitaminas y minerales. El monoleato de sorbitán, las sales de sodio, magnesio y
manganeso proveen cofactores para el crecimiento bacteriano y pueden inhibir el
crecimiento de algunos microorganismos. El citrato de amonio actúa como agente
inhibitorio del crecimiento de bacterias Gram negativas.
Preparación:
Suspender 55,25 g de polvo en 1 L de agua purificada. Dejar reposar 5 min.
Calentar con agitación frecuente y llevar a ebullición durante 1 o 2 min para disolución
total. Distribuir en recipientes adecuados y esterilizar en autoclave a 121°C durante 15
min.
Almacenamiento:
◆ Medio de cultivo deshidratado: 2-8°C
◆ Medio de cultivo preparado: 2-8°C
AGAR MRS (Man, Rogosa, Sharpe) (BRITANIA)
Se elabora a partir de CALDO MRS, con la incorporación del 1,5 % de agar
bacteriológico a la preparación. Se incorpora junto con el polvo, antes de llevar a
ebullición.
77
El agar bacteriológico actúa como agente solidificante.
Almacenamiento:
◆ Medio de cultivo deshidratado: 2-8°C
◆ Medio de cultivo preparado: 2-8°C
AGAR BACTERIOLÓGICO (BRITANIA)
El agar-agar es unhidrocoloide obtenido a partir de algas marinas de la clase
Rhodophyceae a través de un proceso de extracción que deriva en un polvo homogéneo y
seco. Es utilizado como agente gelificante en los medios de cultivo microbiológicos.
AGAR MAC CONCKEY (BRITANIA)
Este medio se emplea para el aislamiento de bacilos Gram negativos de fácil
desarrollo, aerobios y anaerobios facultativos.
Composición (en gramos por litro de agua):
PEPTONA DE CARNE 1,5 PEPTONA DE GELATINA 17,0 TRIPTEÍNA 1,5 LACTOSA 10,0 MEZCLA DE SALES BILIARES N°3 1,5 CLORURO DE SODIO 5,0 ROJO NEUTRO 0,03 CRISTAL VIOLETA 0,001 AGAR 13,5 pH FINAL 7,1 ± 0,2
En el medio de cultivo, las peptonas aportan los nutrientes necesarios para el
desarrollo bacteriano, la lactosa es el hidrato de carbono fermentable y la mezcla de sales
biliares y el cristal violeta son los agentes selectivos que inhiben el desarrollo de gran
parte de la flora Gram positiva. El agar es el agente solidificante.
Preparación:
Suspender 50 g de polvo en 1 L de agua purificada. Dejar reposar 5 min. Calentar
con agitación frecuente y llevar a ebullición durante 1 o 2 min para disolución total.
Distribuir en recipientes adecuados y esterilizar en autoclave a 121°C durante 15 min.
Distribuir en placas de Petri estériles.
Almacenamiento:
◆ Medio de cultivo deshidratado: 10-35°C
◆ Medio de cultivo preparado: 2-8°C
78
AGAR MANITOL SALADO (CHAPMAN) (BRIZUELA)
Medio selectivo para el aislamiento de estafilococos patógenos.
Composición (en gramos por litro de agua):
POLIPEPTONA 14,0 CLORURO DE SODIO 75,0 MANITOL 10,0 ROJO DE FENOL 0,025 AGAR 13,0 pH FINAL 7,4 ± 0,2
La mayoría de los microorganismos, que no sean estafilococos, son inhibidos por la
alta concentración de cloruro de sodio. Por lo general los estafilococos coagulasa positivo
fermentan el manitol, haciendo virar el medio al amarillo.
Preparación:
Suspender 112,02 gramos del polvo en 1 litro de agua purificada. Dejar reposar 5 a
10 min a temperatura ambiente. Llevar a ebullición durante unos min agitando de vez en
cuando. Esterilizar 15 min a 121°C. Distribuir en placas de Petri estériles.
Almacenamiento:
◆ Medio de cultivo deshidratado: 10-30°C
◆ Medio de cultivo preparado: 2-8°C
AGAR SALMONELLA SHIGELLA (BRITANIA)
Medio de cultivo selectivo y diferencial utilizado para el aislamiento de Salmonella
sp. y de algunas especies de Shigella sp.
Composición (en gramos por litro de agua):
PLURIPEPTONA 5,0 EXTRACTO DE CARNE 5,0 LACTOSA 10,0 MEZCLA DE SALES BILIARES 8,5 CITRATO DE SODIO 8,5 TIOSULFATO DE SODIO 8,5 CITRATO FÉRRICO 1,0 VERDE BRILLANTE 0,00033 ROJO NEUTRO 0,025 AGAR 13,5 pH FINAL 7,0 ± 0,2
79
En el medio de cultivo, la pluripeptona y el extracto de carne aportan los
nutrientes para el desarrollo microbiano. Las sales biliares y el verde brillante inhiben el
desarrollo de una amplia variedad de bacterias Gram positivas, de la mayoría de los
coliformes y el desarrollo invasor del Proteus sp. La lactosa es el hidrato de carbono
fermentable. El tiosulfato de sodio permite la formación de SH2 que se evidencia con la
formación de sulfuro de hierro. El rojo neutro es el indicador de pH y el agar es el agente
solidificante.
Preparación:
Suspender 60 g del polvo en 1 L de agua purificada. Dejar reposar 5 min y mezclar
hasta homogeneizar. Calentar con agitación frecuente y llevar a ebullición durante 1 min
para disolución total. No esterilizar en autoclave. Dejar enfriar y distribuir en placas de
Petri estériles.
Almacenamiento:
◆ Medio de cultivo deshidratado: 10-35°C
◆ Medio de cultivo preparado: 2-8°C
CALDO NUTRITIVO (BRITANIA)
Medio de cultivo utilizado para propósitos generales, para el desarrollo de
microorganismos con escasos requerimientos nutricionales.
Composición (en gramos por litro de agua):
PLURIPEPTONA 5,0 EXTRACTO DE CARNE 3,0 pH FINAL 6,9 ± 0,2
En el medio de cultivo, la pluripeptona y el extracto de carne constituyen la fuente
de carbono y nitrógeno y aportan los nutrientes para el desarrollo bacteriano.
Preparación:
Suspender 8 g del polvo en 1 L de agua purificada. Dejar reposar 5 min y calentar
con agitación frecuente, llevando a ebullición para disolución total. Distribuir en tubos u
otros recipientes apropiados y esterilizar en autoclave 121°C durante 15 min.
Almacenamiento:
◆ Medio de cultivo deshidratado: 10-35°C
◆ Medio de cultivo preparado: 2-8°C
AGAR NUTRITIVO (BRITANIA)
Se elabora a partir de CALDO NUTRITIVO, con la incorporación del 1,5 % de agar
bacteriológico y 8 g de CLORURO DE SODIO a la preparación. Se incorporan junto con el
polvo, antes de llevar a ebullición.
80
El agregado de cloruro de sodio sirve para mantener el balance osmótico. El agar
bacteriológico actúa como agente solidificante.
Almacenamiento:
◆ Medio de cultivo deshidratado: 10-35°C
◆ Medio de cultivo preparado: 2-8°C
BUFFER PBS (Solución salina tamponada con fosfato)
El Buffer PBS por suosmolaridad y concentración de iones (Cl-, Na+ y K+) es muy
semejante a la del líquido extracelular de los mamíferos. Es una solución isotónica y se
emplea como vehículo para bacterias, ya que no modifica el perfil de expresión y
funcionamiento celular normal, para el lavado de células a través de centrifugación, entre
otros.
Composición (en gramos por litro de agua):
FOSFATO MONOPOTÁSICO (KH2PO4) 0,14 FOSFATO DISÓDICO (Na2HPO4) 0,79 CLORURO DE POTASIO 9,0 pH FINAL 7,4 ± 0,2
Preparación:
Diluir todas las sales en 1 L de agua purificada. Colocar en un recipiente adecuado y
esterilizar en autoclave 121°C durante 15 min.
Almacenamiento:
◆ Solución preparada y esterilizada: 4-8°C
SOLUCIÓN FISIOLÓGICA (0,85%)
Diluyente isotónico utilizado para diluir las células bacterianas con el fin de
proporcionar una concentración adecuada para observación al microscopio, determinar
recuentos de células, analizar propiedades genéticas o metabólicas, lavar las células en
preparación para su estudio o preparar inóculos normalizados, entre otros. Se utiliza de
manera sistemática como diluyente, para ajustar la turbidez de las suspensiones de
células bacterianas y así mantener la integridad y viabilidad de las células.
Composición (en gramos por litro de agua):
CLORURO DE SODIO 8,5
Preparación:
Diluir 8,5 g de la sal en 1 L de agua purificada. Distribuir en tubos u otros
recipientes apropiados y esterilizar en autoclave 121°C durante 15 min.
81
Almacenamiento:
◆ Solución preparada y esterilizada: 4-8°C
SOLUCIÓN PATRÓN DE MCFARLAND 0,5
Los patrones de McFarland se utilizan como patrones de turbidez en la preparación
de suspensiones de microorganismos. El patrón 0,5 de McFarland tiene una aplicación
especial en la preparación de inóculos bacterianos para la realización de pruebas de
sensibilidad antimicrobiana.
Composición (en mililitros cada 100 mililitros de solución):
ÁCIDO SULFÚRICO 0,18M 99,5 CLORURO DE BARIO 0,048M 0,5
Los patrones de turbidez se preparan mezclando productos químicos que generan
precipitación para formar una solución de turbidez reproducible. Los patrones de
McFarland se preparan añadiendo ácido sulfúrico a una solución acuosa de cloruro de
bario que produce la formación de un precipitado de sulfato de bario suspendido. El
patrón 0,5 de McFarland corresponde a aproximadamente una suspensión homogénea de
Escherichia coli de 1,5 x 108 UFC/mL.
Preparación y conservación:
◆ Preparar las soluciones de ácido sulfúrico y cloruro de bario con agua
purificada.
◆ Introducir los volúmenes correspondientes de cada solución.
◆ Verificar la densidad del estándar con un espectrofotómetro
◆ Distribuir en tubos tapa a rosca transparentes.
◆ Agitar vigorosamente el estándar antes de su uso para obtener una
turbidez homogénea.
◆ Verificar mensualmente la confiabilidad de los estándares.
Almacenamiento:
◆ Solución preparada:10-35 °C al abrigo de la luz.
Soluciones y reactivos para técnica micro-kjeldahl
ÁCIDO SULFÚRICO CONCENTRADO
Ácido sulfúrico de Peso específico: 1,84 y exento de nitrógeno.
CATALIZADOR
82
Se prepara a partir de una mezcla al 7% de sulfato de cobre pentahidratado
(CuSO45H2O) con sulfato de potasio anhidro (K2SO4).
SOLUCIÓN DE ÁCIDO BÓRICO AL 4%
Preparación:
Pesar 40 g de HBO3y disolverlo en un volumen de agua purificada (alícuota del
volumen final) agregarlo a un matraz aforado de 1 L y enrasar con agua purificada.
SOLUCIÓN INDICADORA MIXTA
Preparación:
Se prepara a partir de la disolución de 2 g de rojo de metilo y 1 g de azul de
metileno en 1 L de etanol 96% v/v. El cambio de color de esta solución indicadora se
produce a pH 5,4. La solución indicadora se almacena en una botella color topacio en
lugar oscuro y fresco.
SOLUCIÓN DE HIDRÓXIDO SÓDICO AL 30%
Preparación:
Pesar 500gde hidróxido sódico puro y se diluyeron en 1 L de agua purificada
SOLUCIÓN DE ÁCIDO CLORHÍDRICO 0,1 N
Preparación:
El HCl grado reactivo tiene una concentración de 36.5 a 37.5%, lo que equivale a
una solución 12 N. El volumen necesario para realizar un 1 L de solución 0,1 N es de 8,33
mL de HCl fumante. Valorar la solución con solución estandarizada de NaOH y
fenolftaleína como indicador.
Reactivos para la técnica Soxhlet
HEXANO
n-hexano de grado analítico, CAS Nº110-54-3
Soluciones para la simulación del pasaje a través del tracto gastrointestinal
SOLUCIÓN GÁSTRICA
La solución gástrica se preparó con cloruro de sodio (NaCl) 125 mM, cloruro de
potasio (KCl) 7 mM, bicarbonato de sodio (NaHCO3) 45 mM y pepsina (SIGMA-Aldrich)
0,3% p/v ajustando el pH final a 2,5 con ácido clorhídrico (HCl) concentrado.
Preparación:
83
Disolver todas las sales en agua destilada y esterilizar a 121°Cpor 15 min, dejar
enfriar y luego agregar la pepsina.
Almacenamiento:
◆ Solución preparada y esterilizada: 4-8 °C por 7 días.
SOLUCIÓN INTESTINAL
Preparación:
La solución intestinal se preparó con cloruro de sodio (NaCl) 22 mM, cloruro de
potasio (KCl) 3,2 mM, bicarbonato de sodio (NaHCO3) 7,6 mM, pancreatina (SIGMA-
Aldrich) 0,1% p/v y sales biliares (SIGMA-Aldrich) 0,15% p/v, ajustando el pH a 8 con
hidróxido de sodio(NaOH).
Preparación:
Disolver todas las sales en agua destilada y esterilizar a 121 °C por 15 min, dejar
enfriar y luego agregar la pancreatina y las sales biliares.
Almacenamiento:
◆ Solución preparada y esterilizada: 4-8 °C por 7 días.
84
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