Del papel al social media - El caso de La Nación y su incursión en medios sociales.
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Del papel al social media: El caso de La Nación y su incursión activa en la web y en las redes sociales.
David Bolaños* Jose Antonio Elizondo Alexander Lawson Jorge Umaña-Castillo Ester Vargas
R E S U M E N
El presente artículo tratará de introducir, retratar y reflexionar los procesos
coyunturales que atañen a la praxis de La Nación como empresa periodística tradicional
y cómo a la luz de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación ha
realizado un proceso de remediación. Para la elaboración partiremos de un breve caso de
estudio a manera de contexto basado en el periódico La Nación y su cobertura del
sismo ocurrido en Cinchona el 9 de enero de 2009 a través de la web (nacion.com). A
la luz de las experiencias se analizarán factores comunicacionales que se ven en jaque
y, o que coadyuvan a la transformación llevada a cabo por la inserción del medio en
las redes sociales y lo que esto conlleva: un cambio en su dinámica particular y en la
manera en que establece un diálogo con su público, el cual tradicionalmente se ha
caracterizado por ser asincrónico y selectivo.
Palabras clave: periodismo, La Nación, remediación, redes sociales, Costa Rica, Internet,
Twitter, Facebook.
Introducción
El periódico, entendido no sólo como un producto físico, sino como el universo que conforma la
“actividad periodística: sus fundadores y dueños; sus directores, redactores e ilustradores; sus impresores y
distribuidores; y, claro está, su cuerpo de noticias y artículos de opinión y sus lectores y anunciantes” (Posada:
2000, 470), debe ser comprendido desde la perspectiva dialógica, es decir como una tribuna de opiniones,
contextos y acontecimientos que retratan posturas determinadas y prismas desde donde se analiza la esfera
pública, la cual Thompson (1998: 169) manifiesta como relativa, puesto que sin recurrir a la presencia física, y
a través el registro que hagan los medios (grabaciones), se puede igualmente crear una co-presencia que valida
y configura la información y su relevancia en función de su público.
El periódico como medio de publicación con un determinado alcance y trascendencia en la realidad
de quienes este trata (tanto protagonistas como consumidores) ha logrado convertirse en un medio de
* Estudiantes de Ciencias de la Comunicación Colectiva en sus distintos énfasis (Periodismo, Comunicación, Comunicación
Audiovisual y Multimedia, Relaciones Públicas y Publicidad) de la Universidad de Costa Rica. Presentado en el marco del curso de
Teorías y Tendencias de la Comunicación I en junio de 2012
2
comunicación que ha sobrevivido en su formato. Sin embargo las nuevas lógicas y dinámicas técnicas del
cómo hacer y cómo producir en medios de comunicación han venido a transformar el quehacer y la
periodicidad informativa que estos deben de ofrecer, teniendo una premura por orientar los esfuerzos a
desarrollar una comunicación que tenga presencia y que participe activamente de las configuraciones técnicas
de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTICs).
Muchos medios de comunicación impresos, que poseen un tiraje impreso de cantidad considerable a
nivel nacional, han hecho analogías digitales de su producción en rotativas, sin embargo, no es posible ser
teleológico al afirmar la muerte de la prensa a la luz de las NTICs, sino más bien es necesario entender que
estamos ante lo que Bolter y Grusin (2000) manifiestan como remediaciones: actos en donde un medio se
representa en otro. Cuando hablamos de remediaciones electrónicas nos encontramos ante un panorama en el
que salta una dicotomía crucial, la cual es expuesta por Bolter y Grusin al manifestar que
“Los creadores de otras remediaciones electrónicas parecen querer subrayar la diferencia entre medios, y no borrarla. En
estos casos, la versión electrónica se ofrece como una mejora, aunque lo nuevo se justifique siempre en términos del medio
anterior y siempre se busque la fidelidad al carácter del medio antiguo” (Bolter y Grusin: 2000, 18)
Desde la perspectiva de Bolter y Grusin, destaca el caso del diario La Nación, medio fundado en 1946
y que para el año 2009, según el Estudio General de Medios, hace circular un aproximado de 92.555
ejemplares, a través de los cuales logra un alcance aproximado de 590.314 lectores (de lunes a domingo)2. Esto
lo coloca como un referente noticioso fundamental en el imaginario colectivo del país, hecho que se muestra
en la Encuesta de Opinión Pública elaborada por el Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada
de la Universidad de Costa Rica en noviembre de 20113 en el cual obtuvo un 23.9% de preferencia de la
muestra encuestada. La Nación dio un paso al proceso de remediación hacia un formato digital e hipertextual
de una forma percursora en el país: el sitio web nacion.co.cr (hoy nacion.com) fue lanzado en abril de 1995 y
marcó no solo un acontecimiento particular respecto a la adopción tecnológica de la Internet en el país, sino
también un hito a nivel centroamericano pues es La Nación se convirtió en el primer periódico
centroamericano, y uno de los primeros medios de comunicación de América Latina, en crear su versión en
línea. Dos años antes, en 1993, el diario se convirtió en la primera entidad privada que tuvo acceso a Internet
en el país4.
El Grupo Nación S.A (propietario del diario La Nación), a lo largo de su historia reciente, ha hecho
una evidente inversión económica para colocarse a la vanguardia con innovaciones tecnológicas aplicadas a la
distribución digital de su principal diario, siendo el conglomerado de medios costarricense con mayor
presencia en la web tanto por factores tecnológicos como por sus características económicas, al ser una
2 Los números acá representados provienen de la información suministrada por Grupo Nación en su web corporativo: Historia. (s.
f.).Grupo Nación GN S.A. Recuperado junio 15, 2012, a partir de http://www.gruponacioncr.com/index.php/historia 3 Puede ver el detalle de la encuesta, así como la distribución de las respuestas en la página 12 del siguiente enlace con el estudio
completo titulado “: http://www.ucr.ac.cr/medios/documentos/2011/Encuesta-de-Opinion-Publica-2011-07-nov-11.pdf 4 Vargas, A. (2008, abril 17). Costa Rica cumple 15 años conectada a la red Internet. La Nación an Jose , Costa Rica. Recuperado a
partir de http://wvw.nacion.com/ln_ee/2008/abril/17/aldea1500219.html
3
empresa de comunicación masiva5. El desarrollo de Internet en Costa Rica y el aprovechamiento de las
ventajas que ésta ofrece, como se ha descrito brevemente, no les ha sido ajeno.
Para 1995, el estándar de programación base establecido por el World Wide Web Consorcium (W3C)
para generar contenidos hipertextuales en la incipiente web, conocido como Hypertext Markup Language
(HTML), permitía pocas capacidades multimedia de conformidad con lo novísimo que era la tecnología, así
como lo exclusivo que se consideraba tener acceso a la World Wide Web para la época. La primera versión del
sitio web de La Nación fue un claro reflejo de ello, como es posible apreciar en la Figura 1.
Figura 1. Primera edición electrónica experimental de nacion.co.cr (hoy nacion.com)
El panorama de acceso a Internet para la mitad de la década de los noventas era remotamente lejano
al crecimiento exponencial y acelerado de usuarios que hoy utilizan la red y sobre los cuales es necesario
reflexionar brevemente en función de contextualizar el cambio y consumo de los medios en la actualidad.
Según datos de CID Gallup (Marzo de 2009)6, en Costa Rica existían un promedio de 2 millones de usuarios
de Internet, teniendo así una penetración de un 45% de la población total del país. En esta encuesta para
Radiográfica Costarricense (RACSA), primer proveedor de servicios telemáticos en el país, es posible notar la
tendencia a la alza en el consumo de Internet: se da la duplicación, en un periodo de cuatro años, del uso de
Internet (20% en 2004 versus un 39% en 2008) dentro de la población costarricense.
5 Para profundizar más al respecto se encuentra el estudio realizado por Kooen y Robles titulado: “Los dueños de la palabra en un
contexto neoliberal” disponible en Revista Rupturas, 1(2), 144–161. Recuperado a partir de
http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/index.php/vol1num2/59-palabrareformaneoliberal 6 45% de los costarricenses acceden a Internet. (s. f.).Radiográfica Costarricense S.A. Internet Costa Rica Paginas Amarillas Costa Rica.
Recuperado junio 12, 2012, a partir de http://www.racsa.co.cr/racsa_noticias/penetracion_internet.html
4
En este marco coyuntural de cambios y adopción de tecnologías por parte de quienes producen y
quienes consumen las noticias, es importante destacar el grado de utilidad y necesidad construidos alrededor
del uso de la Internet por parte de quienes son sus usuarios asiduos; al respecto García Canclini (1999) afirma
que:
El carácter construido de las necesidades se vuelve evidente cuando advertimos cómo se convirtieron en objetos de uso
normal bienes que hace 30 o 40 años no existían: ¿Cómo podían vivir nuestros padres sin televisor, refrigerador ni
lavadora? (p. 33).
La penetración de la Internet en la vida cotidiana de los costarricenses trae consigo un proceso de
alfabetización, que a la luz de los nuevos desarrollos tecnológicos permite la adopción paulatina de los
mismos, como ocurre con las redes sociales en Internet y sus lenguajes. Es necesario entender que las redes
sociales existen desde el inicio de los tiempos, y tal y como menciona Manuel Castells (1999), esto es la clave
para comprender que lo que hoy conocemos como “redes sociales”, no son más que una mediación de un
aspecto social, de una parte de nosotros (visto desde la perspectiva McLuhiana) que se transcodifica en series
binarias para luego convertirse en unidades de sentido que serán reinterpretadas en función del lenguaje que la
red construye tanto en su jergón como en sus lógicas.
Así desde la perspectiva de Castells, la inserción de un medio de comunicación masiva “tradicional”
se constituye en la adopción de formas y técnicas propias de una herramienta informática que apela a
metáforas verosímiles de la comunicación humana, lo que permite acercar a los productores/sujetos de la
comunicación logrando relacionarlos intrínsecamente a través de un nivel de interacción enmarcado por la
mediación.
¿Como La Nación se inserta en el diálogo de redes sociales?
El viernes 08 de enero de 2009, al ser la 1:12 de la tarde ocurre un fuerte sismo de 6.2 grados Ritcher,
el cual tiene su epicentro en Cinchona, Alajuela. Luego del pánico colectivo ocasionado por el fuerte
movimiento sísmico las redes telefónicas, tanto fijas como móviles, colapsan de manera inmediata mientras los
medios de comunicación intentan recabar información, y en el caso de los medios televisivos, sostener una
transmisión basados en relatos telefónicos7. Es precisamente la necesidad de información sobre el paradero de
familiares, estado de carreteras y salud de allegados lo que lleva a cientos de costarricenses a consultar, de
manera infructuosa, los portales web de La Nación (www.nacion.com) y de Teletica (www.teletica.com); la
cantidad de page requests (usuarios/computadores que solicitan una página a un servidor web) sobrepasó las
capacidades técnicas de los servidores que alojan los sitios web hasta denegar el servicio a cientos de usuarios8.
7 Se puede revisar un extracto de las coberturas de Teletica y Repretel en el video publicado en YouTube por el usuario jorgeleuc a través
del siguiente link: http://bit.ly/sismocinchonatv 8 Rivas, H. (2009, enero 9). Terremoto de 6.2 Grados golpea Costa Rica. Harol’s Blog [ Costa Rica ]. Recuperado junio 13, 2012, a partir
de http://www.harolsblog.com/2009/01/terremoto-de-62-grados-golpea-costa.html
5
En una decisión basada en el interés público el equipo encargado de nacion.com, minimiza las
funcionalidades de la página web e instala y habilita la plataforma CoverItLive9, la cual funge como un chat en
tiempo real, el cual servirá como un medio de comunicación horizontal, pues tanto La Nación como sus
usuarios publican datos e informes basados en las experiencias y declaratorias oficiales de entes
gubernamentales que atienden la emergencia. La inmediatez10 y la cantidad de personas en busca de solventar
su necesidad de información convierten, por primera vez, a nacion.com en una plataforma horizontal siendo
esto un atisbo de lo que será la inserción total del diario en lo que hoy conocemos como redes sociales,
principalmente el dúo compuesto por Facebook y Twitter no siendo los únicos medios, pero si los de mayor
preponderancia en el uso a nivel costarricense, con un 97% y un 23% respectivamente, según datos de Unimer
basados en una muestra estadística de 811 000 hombres y mujeres costarricenses del Gran Area
Metropolitana11.
Las redes sociales tomaron principal protagonismo ante la emergencia, pues se constituyeron en una
red de información a toda hora luego del evento, siendo Twitter la red privilegiada por su configuración
orgánica: “inmediatez” y 140 caracteres. No es gratuito observar que La Nación abre su cuenta y la empieza a
utilizar en Twitter (http://www.twitter.com/nacion) 3 días después (11 de enero) del sismo de Cinchona y en
Facebook (http://www.facebook.com/nacioncom) abre su perfil el 12 de enero de 200912, con el fin de
participar del diálogo, solventar la necesidad del consumidor de informarse con una fuente que gozara de una
reputación consolidada, además de rastrear la labor incipiente de periodismo ciudadano que se ejercía desde la
iniciativa particular. Es la decisión de participar en redes sociales, una decisión que los coloca como punteros
dentro de los medios de comunicación costarricenses y que a la vez se compone como una estrategia que
cuestiona su rol como medio de comunicación como se analizará más adelante.
El terremoto de Cinchona, desde la perspectiva mediática costarricense, fue sin duda un punto de
quiebre en la resistencia y, o desconocimiento de los medios tradicionales, tanto prensa como televisión, a las
redes sociales. Uno de los factores que empujan a los medios tradicionales a participar de la dinámica de las
redes sociales está precisamente en su incapacidad de llevar de una manera eficaz y rápida la información ante
un público que ya lograba comprender la dinámica de las redes sociales, teniendo un proceso de prueba y
error para adaptarse en forma, contenido y lenguaje propio de los usuarios de las redes sociales.
Con el auge de las tecnologías de redes sociales, es destacable el aporte que hace Lev Manovich, al
reflexionar respecto al lenguaje de los nuevos medios de comunicación que primordialmente se basan en la
fusión de lo mediático con lo informático, trayendo este maridaje una reconceptualización cultural basada en:
9 El acceso al archivo del chat generado el día del sismo se puede acceder a través de
http://wvw.nacion.com/ln_ee/ESPECIALES/2009/enero/sismo/parte1.html 10 Hemos de entender “inmediatez” para el presente documento como una dimensión temporal en donde se privilegia la liberación y
socialización de información luego de que acontezca un suceso o hecho relevante para un grupo de personas en un lugar, contexto o
situación determinada. 11 Otros detalles de este estudio realizado para el periódico El Financiero en se pueden encontrar en
http://www.elfinancierocr.com/ef_archivo/2011/julio/31/enportada2850796.html 12 Ambos datos fueron recuperados desde las mismas plataformas a las que se hace referencia.
6
”...una transcodificación similar en relación con todas las categorías y conceptos culturales, que son sustituidos, en el
plano del lenguaje o del significado, por otros nuevos que proceden de la ontología, la epistemología y la pragmática del
ordenador. Por tanto, los nuevos medios actúan como precursores de este proceso de carácter más general de
reconceptualización cultural.”
(Manovich: 2009, 18)
La incursión de los medios tradicionales como el periódico La Nación en las redes sociales,
reconfigura el sentido de la percepción del espacio y tiempo. Esto en gran parte, viene a solventar la necesidad
por la inmediatez de la sociedad de consumo en la que se vive. De esta manera, se pueden seguir noticias en
tiempo real e incluso ser partícipe del proceso de divulgación de la misma –a propósito del periodismo
ciudadano-.
De la “verticalidad” a la “horizontalidad”
El periódico La Nación, al constituirse como uno de los medios de comunicación de mayor influencia
en Costa Rica y el más importante medio de prensa escrita en el país, logró establecerse a través de su historia
como un medio hegemónico, ejerciendo un gran impacto en el imaginario costarricense al colocar temas sobre
la agenda pública. La Nación es reconocible como medio hegemónico al poseer la característica dual de estar
inmerso y participar en un proceso social configurado a través de las visiones de la realidad propuestas por las
fuerzas sociales dominantes, las cuales llegan a ser aceptadas mutuamente por los individuos de la sociedad al
confirmarse de manera recíproca (Williams, 1977:130, 131, 132). Esta posición hegemónica que tiene La
Nación ha sido criticada y caracterizada por algunos autores, atribuyéndola al hecho de que el periódico
responde a los intereses de algunas clases poderosas.
Francisco Robles y Koren Voorend, por ejemplo, señalan que quienes controlan La Nación
pertenecen a algunos de los poderes económicos más grandes del país, relacionándose con importantes
industrias, banqueros e incluso partidos políticos mayoritarios como el Partido Liberación Nacional (PLN) y el
Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Se propone por ende que el medio se ajusta a los intereses de dicho
grupo en el tratamiento de diversos temas, como la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados
Unidos, frente a lo cual el periódico se mostró partidario con quienes buscaban su aprobación (corriente que
corresponde a los intereses de las industrias involucradas en el control del medio) (Robles y Voorend, 2012)
El papel de las redes sociales, como un punto de ruptura en la línea vertical de diálogo y relación con
los lectores, ha desafiado y permitido a los lectores/usuarios de La Nación construir agendas paralelas o debate
de diferente nivel inferencial a través de la presencia hoy activa en Facebook y en Twitter. Esto se debe a que
estas nuevas tecnologías de la comunicación se alejan del discurso tradicional que era el preponderante en la
prensa escrita, en el cual se publicaban artículos y opiniones y se podía o no contar con retroalimentación, a
pasar a un ambiente donde la relación con los consumidores de medios es de carácter dialógica, y por lo tanto
de respuesta inmediata y abierta a los puntos de vista y desaprobación por parte de estos. La ruptura del
diálogo en redes sociales, es hoy vista como una afrenta al modelo clásico establecido por la Teoría
Matemática de la Comunicación (conocida como teoría de la información) puesto que se ha llegado a lo que
7
afirma Bolter y Grusin a una transparencia de la mediación, en la cual el medio electrónico buscar ser como
remediación del medio antiguo, transparente: “El medio digital desea borrar su misma presencia, de modo que
el lector se halle ante el texto original” (2000: 18)
En un medio tradicionalmente reconocido como hegemónico, el esquema de poder se ve en choque
pues como menciona Ismael Nafría (2008) el usuario se ha convertido en el rey de Internet (131). La
introducción del diálogo en la concepción de la relación medio - consumidor la lleva a la forma más básica de
construcción del “yo” y el “otro” por parte de ambas partes (Bubnova, 2006: 102), por lo que La Nación
entabla un proceso de comunicación más próximo con sus consumidores a través de la mediación, con la
característica transparencia que anteriormente mencionamos, que constituyen las redes sociales. Por lo tanto,
esta nueva relación con los consumidores logra salirse del esquema tradicional que manejaba La Nación,
representando una fuerza alternativa al convertirse en una presión externa que propicia la alteración de la
manera en que este gran medio transmite sus discursos (Williams, 1977:134).
Las hegemonías se deben renovar y modificar constantemente para mantener su preponderancia
(Williams, 1977:134) por lo que frente al auge de las redes sociales como un nuevo e importante medio de
comunicación entre personas, La Nación se vio en la necesidad (y como resultado de sus experiencias con
casos como el terremoto en Cinchona) de incursionar en Facebook y Twitter, dos de las redes sociales más
utilizadas por los cibernautas. Estas redes colocan al periódico y a los consumidores en una analogía de la
relación “cara a cara”, la cual consiste en el prototipo de la interacción social y es por ende sumamente flexible
(Berger y Luckmann, 1964: 46-48). La utilización de perfiles personalizados y caracterizados por fotografías, y
la posibilidad de comentar y comunicarse en tiempo real, obteniendo vestigios de la subjetividad del otro,
constituyen características que dan este carácter a las redes sociales.
La Nación se ubica dentro de las redes sociales en un diálogo en el que los consumidores pueden
pronunciarse contra de sus discursos abiertamente y a la vista de muchos otros cibernautas, teniendo incluso
la posibilidad de iniciar un boicot organizado contra sus propuestas de contenido o su perfil, como ha
sucedido recientemente con los ataques llevados a cabo por cibernautas contra el perfil del diputado Justo
Orozco13. De esta manera, el periódico hegemónico enfrenta la amenaza de una contrahegemonía, la cual es
un factor común en el desarrollo de las hegemonías, al presentarse frente a éstas constantes resistencias y
desafíos por parte de grupos externos (Williams, 1997: 132-134). Frente a este panorama, la resistencia de La
Nación a unirse a las redes sociales fue prolongada, extendiéndose hasta enero de 2009.
Otro gran desafío que las redes proporcionan a la hegemonía del diario La Nación es la
horizontalización de la experiencia de crear noticias, ya que como fue evidente en el caso del terremoto de
Cinchona en 2009, mediante las redes sociales cualquier usuario puede ponerse en la posición de un periodista
y comunicar acontecimientos y posiciones. Sin embargo, las formas de diálogo propuestas por las redes
sociales también pueden ser favorables para La Nación, debido a que la manera rápida, sencilla y dotada del
uso de video, audio o contenido diverso como mapas que se transmiten en dichas redes las convierte en una
13 Ver: Hackean perfil de Facebook del diputado Justo Orozco. (s. f.).Telenoticias 7 - Nacionales. Recuperado junio 10, 2012, a partir de
http://www.telenoticias7.com/detalle_nacionales.php?title=Hackean-perfil-de-Facebook-del-diputado-Justo-Orozco&id=136773
8
plataforma mediante la cual los medios de comunicación y los grupos dominantes pueden transmitir los
mensajes afines a sus intereses a un diverso y numeroso público. Además, la rápida manera de acceder y emitir
estados de opinión, teñidos con los enfoques ideológicos, culturales y socioeconómicos de los usuarios,
proporcionan a los grandes medios información valiosa para conocer a sus consumidores y poder dirigir sus
contenidos.
El carácter abierto de las redes sociales propicia por tanto que éstas no sean un medio neutral. Existe
un número mayor de consumidores que de productores en las redes, sin embargo, la apertura de las mismas
las vuelve vulnerables a la acción de minorías muy activas (Nafría, 2008: 127), situación que La Nación es capaz
de aprovechar, al ser un grupo reducido en donde se configuran líderes de opinión que trascienden las redes
sociales en Costa Rica. Dentro del carácter abierto de las redes sociales, se encuentra la hoja de dos filos en la
que puede convertirse esta, por ello la moderación de contenidos y comentarios parte de los usuarios es otra
herramienta que el diario tiene a su disposición para controlar el contenido que los usuarios publican en los
perfiles administrados por La Nación dentro de las redes sociales al promover un control vertical de los
contenidos al indicar descargo de responsabilidad ante los comentarios, así como un método manual de
censura versus el método automatizado que contienen en sí mismas las redes sociales. (ver figura 2), lo cual
contradice la idea de que el Internet es un medio libre donde no debe haber ningún tipo de censura de
contenidos (Nafría, 2008: 127), siempre y cuando esta no riña en el daño moral hacia otro. Es así como se
reafirma lo dicho por Piccino (1990) al señalar que “el desarrollo electrónico parecería obrar más a favor del
control social, es decir, del ocultamiento de los datos, que de su difusión (en García Canclini, N., 1999; p. 27).
Figura 2. En la foto se muestran dos tipos de moderación aplicada por La Nación. La primera es una renuncia de responsabilidad y anuncio de moderación de ser requerida (Moderación manual de tipo vertical). La segunda es la dada por la plataforma de Facebook. En esta la moderación es horizontal y automatizada.
9
Con todos estos aspectos, se concibe cómo las redes sociales han sumergido el consumo que los
usuarios realizan de La Nación dentro de los confines de la interactividad. La interactividad es la selectividad y
el alcance que las tecnologías le brindan a los usuarios a la hora de escoger fuentes de contenido e
interacciones con otras personas (Lievrouw y Livingstone, 2002: 7, traducción propia), en este caso dentro de
las redes. El carácter interactivo brinda a las redes, y con ello a la interacción de La Nación con sus
consumidores, una inmediatez, posibilidad de respuesta y presencia social que no podía ser alcanzada a través
de los anteriores medios de comunicación masiva (Lievrouw y Livingstone, 2002: 7, traducción propia).
La interactividad por tanto abre la posibilidad para los usuarios de participar del producto brindado
por La Nación en redes sociales, lo que responde a lo propuesto por Néstor García Canclini (1999), cuando
señala que: “Cada objeto destinado a ser consumido es un texto abierto, que exige la cooperación del lector,
del espectador, del usuario, para ser completado y significado” (p 35) Esta interacción llega a conformar un
nuevo sentido de unidad y pertenencia por parte de los usuarios de redes sociales frente a un medio que por
años ha mantenido una participación prácticamente nula por parte de sus lectores. La libertad que brindan las
nuevas tecnologías para compartir historias hace a los individuos sentirse escuchados, lo que remite
nuevamente a García Canclini (2009), quien refiere que: “[…] narrar historias en tiempos globalizados,
aunque sea la propia, la del lugar en que se nació o se vive, es hablar para otros, no sólo contar lo que existe
sino imaginarlo fuera de sí” (p 52)
La web y el periodismo
En un primer momento las versiones digitales de los periódicos eran una plataforma donde se
importaban las noticias tal y como eran redactadas para las ediciones impresas (Camacho, 2010: 242). Sin
embargo, las ediciones digitales dieron paso a nuevas estructuras, rasgos estilísticos y funciones diferenciadas
de los géneros periodísticos impresos. Es así como La Nación comienza a requerir el desarrollo de nuevas
habilidades y técnicas dentro del perfil profesional del periodismo ante la red, la cual ha originado nuevas
formas de consumo y apropiación de los medios noticiosos. Internet se convirtió en lugar de producción de
nuevos sentidos en torno al uso de noticieros escritos, ya que le dio una nueva forma social; ésta origina la
inscripción de demandas y nuevos dispositivos de acción en los productos de consumo cultural (Martín-
Barbero, 1999: 12). Galerías fotográficas, Adobe Flash14, la posibilidad de adjuntar video y audio en una nota, y
sobre todo la llegada de las redes sociales, dieron a los cibermedios una personalidad propia y diferenciada
respecto a los soportes tradicionales.
La lectura en Internet no es vertical (Velásquez, 2005: 21). Para lidiar con la limitación del espacio, los
periódicos digitales se apoyan en otros soportes que facilita Internet, para así despiezar el texto principal y
ampliarlo con información fragmentada en enlaces (links). Los medios digitales poseen un carácter
hipertextual, permitiendo al lector el acceso a documentos que contextualicen o brinden antecedentes
relacionados con las noticias. Los enlaces, además de la economía de texto, proporcionan datos
complementarios, cuyo acceso se ajusta al grado de entendimiento de los acontecimientos que posee cada
14 Software desarrollado por Adobe Inc. y que ofrece capacidades de edición, animación y creación de experiencias interactivas de una
manera tan simple o compleja como se quiera.
10
lector. El hipertexto rompe con los límites de página y la organización lineal que estructura el discurso en las
ediciones impresas; el modo de lectura y la distribución de la información se personaliza de acuerdo al lector,
guiado por sus propias necesidades e intereses en la información. Néstor García Canclini (1999) advierte que
el consumo puede ser escenario de integración y comunicación (37). En este sentido y considerando el
potencial del hipertexto, la versión digital de La Nación permite la interacción entre diferentes grupos sociales
en una misma noticia, aunque su apropiación sea diferente.
Esta “liberación” de las diferencias es a su vez fragmentación del hábitat cultural (Martín-Barbero,
1999: 17), pues diferencia claramente la experiencia de informarse a través de manera digital respecto a los
medios impresos, y también porque diversifica el hábito de lectura, estructurado con un solo proceso lineal o
secuencial en los soportes impresos.
Hoy en día, el sitio web de La Nación publica noticias acompañadas de recursos de video o un audio
asociado. Asimismo, los reportajes se ven acompañados de galerías fotográficas que posiblemente en función
del medio impreso, serían obviadas. La web rompe con el tradicionalismo de los medios escritos, donde
muchos periodistas estaban acostumbrados solamente a escribir; ahora se enfrentan al reto de integrar medios
escritos, sonoros y audiovisuales en un único soporte. Las ediciones digitales de los periódicos son un nuevo
medio donde se integran productos y prestaciones propios de otros medios (Camacho, 2010: 239). La
multiplicidad de recursos multimedia en Internet también repercute en el periodismo digital, y claramente en la
forma en que los usuarios demandan y perciben las noticias; La Nación, gracias a su edición digital, se
transforma en un producto donde el usuario consume y se apropia de significados que antes encontraba en la
radio o la televisión, y no en las páginas de un diario.
Por otra parte, en cuanto a redacción, los periodistas de medios digitales deben considerar que los
lectores han dejado de ser meramente locales; el público del periodismo digital es multinacional (Velásquez,
2005: 21). La comunicación que está más allá de lo local puede contribuir a la ampliación del horizonte de
cada cultura nacional (García-Canclini, 1999: 55); sin embargo, muchas peculiaridades regionales del idioma
deben prescindirse, pues el público ha superado las barreras geográficas y el lenguaje debe ser comprensible
para los lectores de un mismo idioma. Además, la lectura de la edición digital de La Nación constituye un ritual
compartido que supera las fronteras al llegar a través de Internet a zonas donde la circulación de versiones
impresas sería imposible.
Cabe destacar la definición de consumo, que es visto como “el conjunto de procesos socioculturales en que se
realizan la apropiación y el uso de los productos” (García-Canclini, 1999: 34). Los visitantes de la edición digital de La
Nación inscriben en ella significados que le exigen como producto procurar la satisfacción de sus
consumidores. En el caso de La Nación un significado que posee ante la gran cantidad de información que
circula a través de redes sociales es la veracidad y la confiabilidad de las noticias que divulgan (Carranza, 2011,
noviembre). La información que La Nación publica en Internet se ve garantizada por una cabecera conocida y
registrada como una empresa periodística; dicha información ha sido tratada lingüísticamente por un
profesional del periodismo, siendo la característica principal para considerar una noticia como parte de un
género periodístico (Cantavella, Serrano, 2004: 75). Por lo tanto, informarse a través de un personaje de
11
relevancia pública en redes sociales, por ejemplo, no tendrá el mismo significado de utilizar las noticias de La
Nación, cuyo valor está socialmente construido y su apropiación es distinta.
La información y el conocimiento son insumos que en nuestra sociedad se catalogan como una
necesidad para las principales actividades cotidianas. Internet abre la posibilidad de vincular medios
informativos que hace varias décadas funcionaban y tenían sus propios significados por separado. Sin
embargo, no hay un acceso igualitario a estas fuentes de información y conocimiento. La llamada brecha
digital marca la diferencia en el acceso y apropiación de las nuevas tecnologías de la información entre
personas pobres y ricas (Crovi et al, 2006: 30).
El estrechamiento de este abismo digital ha sido tema de tratamiento dentro y fuera de las naciones,
ya que los países más desarrollados tienen ventaja sobre los países en vías de desarrollo. Una limitación ha sido
que los programas gubernamentales para reducir la brecha digital han considerado solamente el factor de
acceso a la infraestructura tecnológica, cuando esta problemática también se ve mediada por dimensiones
como la solvencia económica para acceder a las redes, las capacidades cognitivas de los individuos para
apropiarse de los medios digitales, y la política, que identifica a las iniciativas públicas sobre el acceso a las
redes y la voluntad de generar participación en torno a ellas (Crovi et al, 2006: 30).
El acceso a Internet, y claramente el acceso a la edición digital de La Nación, constituyen un producto
por el que grupos y clases sociales compiten por su apropiación. La desigual estructura productiva y los
deficientes métodos de distribución de la riqueza en las sociedades actuales sitúan a los resultados del
periodismo digital en medio de un conflicto entre clases; el consumo se aprecia como “un escenario de
disputas por aquello que la sociedad produce y por las maneras de usarlo” (García-Canclini, 1999: 36). La
utilización de periódicos en formato digital puede construir y comunicar diferencias sociales, no sólo de acceso
y disponibilidad a las redes y las nuevas tecnologías de información, sino también al nivel educativo y la
evolución generacional de una sociedad en el área de la información y el conocimiento. Además, tal y como
plantea García-Canclini (1999), “las diferencias se producen cada vez más no por los objetos que se poseen
sino por la forma en que se los utiliza”(p 36) Es decir, los estratos sociales, tanto dentro y entre los países se
ven diferenciados en sus formas de adquirir conocimientos e información por el soporte por donde acceden a
ellos.
La Nación y el periodismo ciudadano: Redes sociales como informantes
Como, según Noguera et al. (2011), menciona Castells los medios tradicionales se habían
acostumbrado a convivir con los gobiernos y viceversa. Pero esto no se pudo mantener con la llegada y la
divulgación de la Web participativa y las redes sociales (RRSS)
La Internet propició un lugar ideal para la entrada en juego de líderes de opinión. Esos líderes que,
según Lozano Rendón (2007), reconoció Lazarsfeld en la década de 1940, el impacto de los medios no
funciona como una aguja hipodérmica, este es muy limitado. Como Paul Lazarsfeld asegura, en su estudio
sobre las campañas políticas, la lealtad a cierto partido y las conexiones sociales se interponen a los mensajes
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de los medios masivos, en los que no se tiene tanta confianza como en la propia familia, los amigos y los
compañeros de trabajo. Lozano Rendón (2007) cita:
La influencia no va directamente de los medios al individuo, sino que llega a la mayoría de las personas a través de un
número pequeño de personas informadas que filtran para todos los demás (los llamados líderes de opinión). (p.28)
Esta es llamada por Lazarsfeld y sus compañeros investigadores, Berelson y Katz, el enfoque de
influencia personal (o enfoque de los efectos limitados), este destaca la trascendencia de los contactos
personales sobre la exposición a los medios de comunicación masiva. Donde también encontramos el flujo de
la comunicación en dos pasos (two-step-flow), que enfatiza el proceso de la “circulación de información y
opinión de los medios a los líderes y de estos a sus seguidores ” (Lozano Rendón, 2007, p 28)
De esta manera, las redes sociales se convierten en espacios primordiales para la entrada en acción de
diversos líderes de opinión. Los usuarios empiezan a actuar en contra de ese sistema que caracteriza Sánchez
(2011), unidireccional y dirigido por las élites políticas y económicas, siempre predecible (p.5). Pronto se
consideraron a las personas simples audiencias, la información se convirtió en entretenimiento, la ciudadanía
tuvo que conformarse con las interpretaciones de los periodistas. Bajo este panorama los periodistas han ido
perdiendo su potencial de acción social.
Es con la llegada de las NTICs que le llega la oportunidad a la población de desterrar a las audiencias
y surgir como públicos Como menciona ánchez (2011), “públicos autónomos que quieren y pueden convertirse en
protagonistas, que rompen los consensos impuestos y desean ser parte del proceso comunicativo” (p 5)
Con el auge del periodismo ciudadano, los usuarios no solo construyen las noticias, sino que
reconstruyen el consumo. Los usuarios de redes sociales que no solo siguen a La Nación, sino a otros medios
de comunicación tradicionales que se han sumado a esta nueva modalidad lo cual les da la libertad de
convertirse en partícipes de la construcción de noticias: pueden reconstruir hechos, compartir sus
perspectivas, cuestionar y con sus aportes, complementar e incluso superar la cobertura de un hecho; se
pueden quejar o reclamar ante una situación que lo amerita, por la noción de merecer algo mejor.
Las tecnologías han fortalecido la participación de la ciudadanía en la información. No es solo tiempo
de consumir, sino también de producir. La horizontalidad se ha convertido en el eje central de los sistemas
comunicativos de la actualidad. Se crea entonces la oportunidad de la ciudadanía de proponer los nuevos
temas en la agenda mediática. (Sánchez, 2011, p.7)
La gente se conecta de manera masiva, cada vez más personas publican en un blog, publican en
Facebook, twittean. Son herramientas para la salida de noticias que muchas veces el periodismo tradicional pasa
por alto, pero son estos, los ciudadanos que buscan el beneficio de la sociedad civil. Es así como el llamado
periodismo ciudadano ha influido en la agenda de los periódicos en Costa Rica, y como vimos anteriormente,
La Nación es un buen ejemplo de ello, así el caso más práctico de legitimación de un medio redactado de
manera anónima lo constituye el blog llamado “El Infierno en Costa Rica” el cual ha sido fuente, y propulsor de
distintas noticias en La Nación: “Fotos del policía fumando y con símbolos nazi” y el “Incumplimiento de un
convenio por parte de la Municipalidad con el Estadio Nacional”, son solo algunas noticias para mencionar la
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influencia causada por el blog y cómo el acontecer de los tiempos ha modificado las fuentes y el uso de las
mismas en función de generar una noticia.
Figura 3. En ambas noticias La Nación refiere al blog escrito bajo el seudónimo de El Chamuko como fuente principal de la información del contenido de la noticia.
Se pueden mencionar sucesos aún más cercanos, como lo fueron las manifestaciones contra el
nombramiento del diputado del partido cristiano Renovación Costarricense, Justo Orozco a la cabeza de la
Comisión de Derechos Humanos, debido a que mostraba abiertas tendencias a condenar los contra los
derechos de la población Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Intersexual. En Facebook y Twitter, cientos de
usuarios generaron un movimiento social para reclamar ante la decisión del nombramiento del señor Orozco.
La reacción de La Nación fue legitimar desde su postura hegemónica, la construcción de agenda setting que las
personas estaban realizando. La siguiente figura es posible de notar en cómo el medio transfiere y utiliza el
metalenguaje que los usuarios generan en Twitter para señalar un contenido de cierto tema en particular
(hashtag)
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Figura 4. Muestra de cómo La Nación incorpora un hashtag en un titular. Imagen por Cristian Cambronero A.
Eso pone en evidencia la teoría de Lazarsfeld, sí seguramente noticias como el nombramiento de
Justo Orozco llegó por medio de La Nación o algún otro medio líder en el país, pero son los usuarios de las
redes los que están comentando, criticando, cambiando la noticia, convirtiéndola en algo total y
completamente nuevo. Entonces, ¿es un flujo comunicativo de dos pasos? Tal vez sería correcto decir que sí,
este grupo de opinión ha respondido y ha cambiado la visión de muchas personas en el país, los ha llamado a
movilizarse, pero a la misma manera plantea un sistema circular y de retroalimentación. Los usuarios líderes
no se han quedado contentos con modificar la posición de otras personas sino que han logrado contestar a la
noticia con una nueva noticia, y ser protagonistas en la agenda mediática.
Ese mismo es el objetivo del periodismo ciudadano: incitar a cambios (Meso, 2005 p.6). Pero, cuál es
el porqué de que las redes sociales sean las que permitan esta actividad. Esta duda, la contesta Noguera et al
(2011) al citar a Randi Zuckerberg, responsable en Facebook de la relación con los medios de comunicación,
la cual asegura que:
Lo que los usuarios protagonizan a diario en esta red social es mucho más amplio que comentar la actualidad
informática: generan contenido propio de carácter multimedia, lo comentan, reenvían, editan, conversan y, en última
instancia, existe un repaso de la actualidad. (p.90)
Pero es importante plantearse además, lo que también proponen Noguera et al (2011), lo que el debate
global y descentralizado ha dejado como enseñanza, las redes sociales no solo sirven para hacer periodismo,
sino también para “re/producirlo” y re/plantearlo”, para pensarlo desde las nuevas caras del prisma, y
demostrar que el “caos organizado” o esa “voz de colmena” que supone la Web social puede ofrecer
resultados. (p.103)
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Sin embargo, ante esta ola de medios alternativos es primordial recordar que los medios participativos
no sustituyen a los medios tradicionales, ni los nuevos productores de contenido sustituyen a los periodistas,
aunque les están obligando a cambiar. Un ciudadano nunca va a tener el ojo, mente y análisis entrenado que
tiene un comunicador, no se los puede eliminar, no le convendría a la sociedad, lo que sí conviene es pedirles
que cambien, para que cumplan la verdadera tarea para la que son llamados, su tarea social.
Por tanto, es importante recordar, lo que recalca José Naranjo Noble (2011) al terminar su artículo:
Los periodistas somos contadores de historias. Y una buena historia necesita de personas capaces de contarla. Va a ser
difícil que esto cambie nunca. Pero las historias se tienen que contar completas, ricas en matices, en colores y sabores,
porque la realidad es siempre compleja. Por mucho que cambien los soportes y los formatos, por encima de los intereses
particulares o del interés de Estado, los contadores de historias, de buenas y complicadas historias que reflejen un mundo
indiferente ante el dolor ajeno, seguirán siendo muy necesarios. (p.14)
Balance general y tendencias a futuro
A la luz del contexto y análisis que fue brevemente expuesto en las páginas anteriores, es posible
notar la convergencia de los medios sociales y el medio impreso en la práctica periodística de La Nación, la cual
combina la cautela periodística tradicional, el cuidado de las relaciones públicas como empresa y la
dinamización de plataformas que transparentan la mediación y hacen imperceptible la presencia de ésta en la
comunicación con el público, permitiendo que la remediación se dé de una manera simbiótica, como
manifiesta Bolter y Grusin:
Finalmente, el nuevo medio puede remediar intentando absorber el viejo medio totalmente, de modo que las
discontinuidades entre ambos se minimice. El mismo acto de la remediación, empero, asegura que el viejo medio no se
borrará completamente; el nuevo medio sigue dependiendo del antiguo en formas reconocidas y no reconocidas. (19)
La estructura editorial está migrando a privilegiar como punto neurálgico de la sala de redacción al
departamento web, lugar en donde el diálogo horizontal (que tan beneficioso o perjudicial puede ser para una
marca en RRSS) se convierte en una herramienta tanto para el reporteo como para la generación de
experiencias que logren traspasar las barreras de la mediación.
La creación en La Nación de un departamento de editores web es sin duda la estrategia que le permite
adelantarse a su tiempo en función del entorno costarricense, sin embargo esta unidad tiene los retos claves
determinantes en una incursión en RRSS: generar diálogo respetuoso, evitar el abuso de su posición
hegemónica y por sobretodo saber cómo enfrentar crisis, puesto que es la imagen del diario resemantizar con
el lenguaje informático, la que está en un tú a tú constante en función tanto de los aspectos gramaticales,
ortográficos y, o contextuales desde donde se generan las publicaciones que hoy por hoy alcanzan en Twitter a
más de 72 143 seguidores (followers) y en Facebook a más 144 966 personas. No es fortuito pensar en
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Facebook como el hub o concentrador de la mayor cantidad de visitas al sitio web nacion.com15. El aspecto
viral de las redes sociales reconfigura el consumo y a su vez genera apropiación de los contenidos a partir de la
opinión pública desde sus diferentes grados y niveles inferenciales.
La producción de noticias para soportes digitales está en pleno desarrollo, con las amplias
posibilidades de interactividad y recursos multimedia que brinda Internet, así lectura de noticias se está
convirtiendo en una nueva experiencia que los usuarios adaptan constantemente a sus intereses y necesidades.
El consumo de periódicos digitales conlleva a una diferenciación en el uso de la información así como la
ruptura de barreras geográficas y otros limitantes que obstaculizan el alcance de La Nación.
En las redes sociales el factor de la inmediatez deberá ser contrastado con el criterio riguroso del
ejercicio periodístico el cual deberá de evitar delegar su principal labor como “curador de la información”, con
todo lo que el concepto implica y que anteriormente se expuso.
Aún queda mucho por relatar en cuanto a la dinamización o remediación de los medios tradicionales;
a la luz de los avances tecnológicos, sin embargo un factor que no se debe de olvidar es precisamente, el cómo
se construye la comunicación antes que privilegiar las formas, así es necesario siempre el estudio de la “palabra
dicha”, el discurso empleado, el cual, si bien se ha modificado por las formas tecnológicas mediáticas, no deja
de responder a diversas particularidades del entorno en donde se produce el relato noticioso. Evitar el
determinismo tecnológico es una clave oportuna para poder comprender el alcance de los medios tanto si su
origen se ve impulsado en la web y en las RR como si este parte de un medio “tradicional”
15 Dato proveído en entrevista a Juan Pablo Carranza. Editor de Nuevos Medios de La Nación . Carranza, J. P. (2011, noviembre).
Panorama del periodismo digital en nacion.com. Recuperado a partir de http://vimeo.com/26134028
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