DEL LIBRE CAMBIO AL PROTECCIONISMO -...
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DEL LIBRE CAMBIO AL PROTECCIONISMO
Romeo FLORES C A B A L L E R O
E l Colegio de México
E S P A Ñ A Dio LOS PRIMEROS PASOS hacia el desarrollo del l i b r e comercio en sus colonias, cuando, por decreto de 1765, permitió que algunas provincias efectuaran intercambios comerciales entre sí. 1 Poco t iempo después, e l 12 de octubre de 1778, con la expedición de l a "Ordenanza o pragmática de l i b r e comercio" , exterminó el m o n o p o l i o comercial ejercido t rad i c i ona lmente por Sevilla y Cádiz. 2 Pero, en 1796, el p r i v i leg io comercial d is frutado por los peninsulares comenzó su desintegración de f in i t i va , cuando el Rey dispuso que los americanos podían comerciar l ibremente en los puertos de l a metrópoli . F ina lmente , en ese mismo año, a l romperse las hosti l idades entre España e Ing la ter ra , el Consulado de Cádiz "sugirió" a la Corona que p e r m i t i e r a l a part i c ipación de las potencias neutrales al conf l icto , en el comercio de l a co lonia ; para evitar de esa manera perderlo por completo . 3
E n consecuencia, fácil es suponer el aumento de las acti vidades mercanti les coloniales en toda l a América en general y en p a r t i c u l a r de l a Nueva España. C o n el la también se formó u n nuevo grupo de comerciantes, que, como anota
1 Eduardo A R C I L A F A R Í A S , El siglo ilustrado en América: reformas económicas del siglo X V I I I en Nueva España. Contribución al estudio de las instituciones hispanoamericanas (Caracas: Ministerio de Educación, 1 9 5 5 ) , p. 9 5 .
2 Migue l L E R D O D E T E J A D A , Comercio exterior de México desde la conquista hasta hoy (México: Impreso por Rafael Rafael, 1 8 5 3 ) , p. 1 9 .
3 Eduardo A R C I L A F A R Í A S , op. cit., pp. 1 0 8 - 1 1 0 .
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E d u a r d o A r c i l a Farías, desplazó a l ant iguo que se caracter izaba p r i m o r d i a l m e n t e por obtener ganancias excesivas con el mínimo riesgo. 4
E n el período comprendido entre 1784 y 1789, a r r i b a r o n a l a Nueva España 485 embarcaciones extracontinentales. De 1790 a 1799, l legaron u n p r o m e d i o aprox imado de 99 anuales. 5 De este comercio, buques españoles condujeron l a m i t a d de las mercancías. E n 1797, menos del ocho por ciento de los productos importados procedían de l a Península. 6 D u r a n t e todo este período, l a Nueva España recibía p r i n c i p a l mente : abarrotes, vinos, h i e r r o , papel y mercur io . 7 Mientras que de la Co lon ia , los metales preciosos constituían el 95 p o r ciento de los productos exportados. 8
E l amanecer de l siglo XIX encuentra el comercio amer i cano i n v a d i d o p o r mercancías extranjeras. A pesar de la g r a n diferencia de impuestos pagados entre los productos españoles y los extranjeros, di ferencia que f luctuaba de 9 1/2 p o r ciento por los pr imeros y 45 por ciento por los segundos; 9 los comerciantes de l a N u e v a España, en su mayoría españoles, p r i n c i p i a r o n a presionar con el f i n de obtener u n a mayor protección o f i c ia l para la distribución de sus productos.
Los productos importados y sus precios no eran accesibles a la mayoría de los habitantes de l a Colonia . Éstos, por
4 Ibid., p. 115. 5 Robert Sidney S M I T H , "Shipping i n the Port o£ Veracraz, 1790-1821",
Hispanic American Historical Review. Vo l . X X I I I , No. 1 (February, 1943), p. 11.
6 Ibid., p. 12. 7 Pablo M A C E D O , La evolución mercantil, comunicaciones y obras pú
blicas, la hacienda pública. Tres monografías que dan una idea de una parte de la evolución económica de México (México: J . Bailesa! y Cía., 1905) , p. 36.
s Ibid., p. 32. 9 John E . B A U R , " T h e evolution of a Mexican Trade Policy, 1821-
1828". The Americas. V o l . XIX, N ? 3 (January, 1963), p. 225.

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l o general, seguían abasteciéndose de los productos fabricados en l a Nueva España, o en su defecto, de los que ellos mismos fabricaban con sus manos. Los ind ios por su parte nada gastaban, e ignoraban lo que era el comercio u l t r a m a r i n o . 1 0 Además, los productos que fabr icaban no podían comp e t i r con los fabricados en Europa .
E l a is lamiento a que fue conf inada l a Nueva España d u rante las guerras napoleónicas, y en par t i cu lar por la guerra entre I n g l a t e r r a y España, permitió l a expansión de l a i n dus t r ia t e x t i l y con ella el surg imiento de los part idarios de l proteccionismo que necesitaba esa indust r ia . Cada u n a de las guerras sostenidas contra I n g l a t e r r a , decía Juan López Cancelada, ha incrementado las manufacturas de la N u e va España. L a ausencia del comercio, con la China , había hecho aumentar l a producción de l ienzos. 1 1 A este auge de l a i n d u s t r i a t e x t i l , c ontr ibuyeron algunos comerciantes españoles. Éstos, no sólo dedicaban sus actividades a la d i s t r i buc ión de tejidos y materias pr imas , sino que par t i c iparon e n l a producción m i s m a , 1 2 sabedores ele l a existencia de u n mercado i n t e r n o ajeno a l a competencia exterior .
López Cancelada era p a r t i d a r i o de l a protección, pero había otros que favorecían la l i b e r t a d de comercio, siempre y cuando éste no fuera apoyado sobre mezquinos intereses privados, sino en los fundamentos del b i en común. E l l i b r e comercio era para éstos " l a p r i m e r a y más abundante fuente de l a prosper idad pública, el que da nuevo ser a l a agri c u l t u r a , e l que perfecciona y m u l t i p l i c a las artes, el que enriquece a los e s t a d o s . . . " 1 3
1 0 Juan L Ó P E Z C A N C E L A D A , Ruina de la Nueva España si se declara el comercio libre con los estranjeros. Exprésame los motivos. Quaderno segundo y primero en la materia por D. Juan López Cancelada... (Cádiz: Imprenta de Manuel Santiago de Quintana, 1811) , p. 10.
n Ibid., p. 16. 12 Robert A . P O T A S H , El Banco de Avío de México: el fomento de la
industria (1821-1846) (México: Fondo de Cul tura Económica, 1959), p. 2. is Florencio P É R E Z Y C O M O T O , Representación que a favor del libre
comercio dirigieron al excelentísimo señor Don Juan Ruiz de Apodaca

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Otros, po r su parte , eran part idar ios del comercio l i b r e , siempre y que su l i b e r t a d no fuera absoluta. Es decir, que no per jud icara a los productos agrícolas y fabriles de la N u e va España, n i tampoco a los de la metrópoli. Así que abogaban por que se p r o h i b i e r a l a entrada de los productos extranjeros que compi t i e ran con los que se fabr icaban en l a Nueva España. 1 4
E n general, España fue incapaz de detener l a par t i c ipa ción de los extranjeros en el comercio de su colonia, a pesar de haber lo i n t e n t a d o en 1809. Los países que más se benef ic iaron con l a l i b e r t a d de comercio i m p l a n t a d a fueron p r i n c i p a l m e n t e los Estados Unidos , Francia e Ing la te r ra . E l p r i m e r o por la cercanía, el segundo por las simpatías con que contaba entre los habitantes y el tercero por su poderosa m a r i n a y los productos de l a revolución i n d u s t r i a l . L a participación de los extranjeros en el comercio de l a Nueva España en 1805, era aprox imadamente de u n 14.4 por ciento . E n 1807 se registró el máximo alcanzado de 60.5 por ciento. Después comenzó a decaer paulat inamente hasta a l canzar l a c i f ra mínima de 2.7 por ciento, u n año antes de consumarse la independencia . 1 5 De estas cifras, está descontado el contrabando que aumentó en proporción inversa a l decaimiento comercial legal en este período.
A pr inc ip ios de l a tercera década del siglo XIX, la Colon i a estaba en armoniosa calma. Los rebeldes, después de
Virrey, Gobernador y Capitán General de la Nueva España doscientos veinte y nueve vecinos de Veracruz (Habana: Oficina de Arazora y Soler, 1818) , en Colección de documentos para la historia del comercio exterior de México (México: Publicaciones del Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A., 1959), Yo l . I I I , pp . 200-201.
1 4 José María Q U I R Ó S , Ideas políticas y económicas del gobierno. Memoria de Instituto, formada por D. José María Quirós, Secretario de la junta gubernativa del Consulado de Veracruz. Con cuya lectura han de abrirse sus sesiones en el año venidero de 1822 (Veracruz: Imprenta del Gobierno Imper ia l , 1821) en Colección de documentos para la historia del comercio exterior, Op. cit., Vo l . I I I , p. 226.
13 Robert Sidney S M I T H , op. cit., p . 14.

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diez años de lucha, se habían reducido al mínimo y n o ofrecían franco pel igro a l a marcha del gobierno. E n estas circunstancias, se recibió l a no t i c ia del t r i u n f o l i b e r a l en la Península. E n consecuencia, los españoles y criollos, que form a b a n el g r u p o aristócrata t rad i c i ona l , unidos a la iglesia y a l ejército, cambiaron de a c t i t u d hacia l a independencia política de l a Nueva España. Por encima de todo consider a r o n necesario mantener su status quo. Para realizar sus planes, era necesario considerar opuesta a sus intereses l a in f luenc ia de los liberales en el gobierno de l a metrópoli . Dec id ieron, por l o tanto , aceptar bajo sus condiciones y d i rección l a independencia de l a Colonia .
Agustín de I t u r b i d e saldría a s imular una lucha contra l a insurgencia sureña. Sólo había que esperar el desembarco de l último gobernante español, J u a n O 'Donojú , y conminarl o a que la aceptara. L a consumación de l a Independencia se selló el 27 de septiembre de 1821. E l pueblo entonces se sometió a l P l a n de Igua la , y después a los Tra tados de Córdoba. Juntos pretendían ser la solución de todos los pro blemas.
Después de once años de lucha, l a economía del país estaba en ru inas . L a a g r i c u l t u r a comercial y la minería en completo abandono. E l comercio, si no se había paralizado, estaba en manos de los contrabandistas. E l f u t u r o del nuevo gobierno n o ofrecía confianza. Contaba en p r i n c i p i o con u n fondo de $42.00 para d i r i g i r los destinos de l a naciente monarquía . 1 0
E L P R I M E R GOBIERNO I N D E P E N D I E N T E habría de enfrentarse con tres problemas que requerían su atención inmedia ta : p r i mero , en el aspecto económico, d ictar las medidas necesarias para conseguir fondos para l a marcha del gobierno; segundo, en el aspecto político, rea f i rmar la forma de gobierno
! 6 Lucas A L A M Á N , Historia de Méjico desde los primeros movimientos que prepararon su independencia el año de 1808 hasta la época presente. (Méjico: J . M . Lara, 1849-1852), Vo l . V , p. 811.

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con que comenzaba la independencia; y tercero, en el aspecto social, l a pacificación del país mediante el p r i n c i p i o de unión entre los europeos y los americanos.
E l estado del país a l consumarse l a independencia fue descrito dramáticamente por l a J u n t a Provis ional Gubernat i v a : E l I m p e r i o había quedado sin fondos; obstruidas todas las fuentes de la r iqueza; recargados los pueblos de graves contribuciones, por l o que ya se habían acostumbrado a defraudarlas ; sin seguridad el p a r t i d o que tomarían los empleados públicos; sin poder cont inuar los antiguos impuestos por ser ruinosos, m a l combinados pero sin poder supr i m i r l o s del todo por no tener o t ra fuente de ingresos para pagar los sueldos de los civiles y mi l i tares que debieron aumentarse con la independencia . 1 7
E l gobierno consideró varias sugerencias tendientes a col a b o r a r en l a solución de este prob lema. E n t r e ellas, l a del Semanario político y literario de Méjico, el que entre otras cosas proponía la implantación de l a l i b e r t a d de comercio . 1 8
Las decisiones de l a J u n t a Provis ional debían tener presente que ya n o era el interés de l a metrópoli el que estaba en juego . Por el contrar io , debían l legar a u n a decisión que e q u i l i b r a r a los intereses, tanto de los part idar ios en romper con todo vestigio de la Colonia , como los de los comerciantes cr io l los y españoles que habían aumentado sus ganancias desde el r o m p i m i e n t o del m o n o p o l i o comercial peninsular.
Anal izadas estas circunstancias, l a J u n t a aprobó el 15 de d i c i embre de 1821, u n arancel i n t e r i n o para l a administrac ión y política de las aduanas marítimas durante la vigencia de l comercio l i b r e declarado por el naciente I m p e r i o . Me d i a n t e él, se restableció el pago de u n 25 por ciento como derecho de entrada sobre el va lor de los productos impor -
1 7 J . A. C A S T I L L Ó N , ed. República Mexicana. Informes y manifiestos de los poderes ejecutivo y legislativo de 1821 a 1904 (México: Imprenta del Gobierno Federal, 1905), Vo l . I , p. 10.
is Semanario político y literario de Méjico (21/11/1821), Vol . I V , N? 1, pp . 16-17.

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tados; de jando a l a inte l igencia de los vistas, algunos artículos que no cubrían el arancel. Entre ellos: drogas, yerbas, raíces, cortezas, semillas, t intes, medicinas y otros artículos análogos; muebles, artículos de hueso, concha, m a r f i l , crist a l y v i d r i o , metales comunes, oro, p lata y maderas.
E n el capítulo tercero, el arancel nombraba los artículos que estaban sujetos a prohibición: tabaco en r a m a (excepto puros labrados y rapé por los que se cobraba dos pesos por l i b r a ) , algodón en rama, cera labrada, pasta en fideos, galones, encajes, p u n t i l l a s blondas de meta l o en mezcla, lentejuelas y canut i l los de telas comunes y seda, algodón h i l ado NT < ? 60, c in ta de algodón blanca y de colores. E l mismo arancel permitía la l i b r e importación de aquellos artículos que contr ibuyeran al desarrollo i n d u s t r i a l , m i n e r o y agrícola, o de aquellos que fac i l i ta ran la tarea educativa, menos los l ibros contrarios a la religión y a las buenas costumbres. 1 9
Comparado con otros aranceles posteriores, este de 1821 es el más l i b e r a l de todos los de la p r i m e r a m i t a d del siglo XIX. Sin embargo, n o parece haber satisfecho a u n cierto sector de l a población dedicado a l a pequeña i n d u s t r i a y que dependía de l comercio i n t e r i o r . Cuando hablamos de indust r i a , nos referimos a los productos del ta l ler artesano que contaba únicamente con u n maestro y varios oficiales que tenían su c l ientela y para quienes elaboraban artículos "sobre m e d i d a " . 2 0 S in embargo, los talleres artesanos eran la i n d u s t r i a t e x t i l que florecía p r inc ipa lmente en México , Puebla, Guadala jara y otros lugares que contaban con quince
19 Manuel D U B L Á N y José María L O Z A N O , Legislación mexicana o, colección completa de las disposiciones legislativas expedidas desde la independencia de la República. Edición o f i c i a l . . . (México: Imprenta del Comercio, a cargo de Dublán y Lozano, hijos [etc.] 1876-1904) , Vo l . I , pp. 552-553. Algunos comentarios podrán encontrarse en Lucas A L A -M Á N , op. cit., p. 418 .
20 Luis C H Á V E Z O R O Z C O , " L a industria de transformación mexicana (1821-1867) en Colección de documentos para la historia del comercio
exterior de México (México: Publicaciones del Banco de Comercio Exterior, 1962), Vo l . V I I , p. 15.

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o más empleados en sus talleres. Así pues, "semiartesana, semimanufacturera pero m u c h o más artesana era la indust r i a nac ional en 1 8 2 1 " . 2 1
C o n el arancel de 1821, se pensaba proteger esta indust r i a , pero desgraciadamente, a pesar del 25 por ciento cobrado p o r derechos de importación y el 8 por ciento pagado por alcabala i n t e r i o r , el costo de las telas importadas era infer i o r y su cal idad superior a l o manufac turado en el país. Así que este arancel n o p u d o asegurar el mercado i n t e r i o r a los textiles nacionales. De aquí se deduce que, si consideramos las necesidades de l erario , los derechos cobrados por l a importación, especialmente sobre textiles de algodón, 2 2 se habían calculado para ayudar a resolver el problema f i n a n ciero del gobierno.
L a política l i b e r a l de l I m p e r i o habría de cambiar m u y p r o n t o . E l 14 de enero, a casi u n mes de haberse aprobado el arancel anter ior , se prohibió l a importación de harinas y l a extracción de oro y p lata en pasta. 2 3 A l mismo t iempo, se h a b i l i t a r o n los puertos de Guaymas y Mazatlán, para aum e n t a r el. comercio en el Pacífico, previendo el establecim i e n t o de aduanas marítimas en ambos puertos . 2 4 E l 20 del m i s m o mes y año, debido a problemas en que se ha l laba el erar io , l a J u n t a Provis ional Gube rnat iva decidió aumentar a 20 por ciento los derechos de internación pagados por los aguardientes y vinos extranjeros, cobrando a l mismo t iempo 12 por c iento más a los nacionales. 2 5
L a i m p o r t a n c i a del comercio, tanto i n t e r i o r como exter i o r , había aumentado considerablemente. Lucas Alamán, e n l a Memoria de Relaciones presentada en 1823, hacía not a r que estando el comercio en decadencia, no podían f lo -
2 1 Ibid., pp . 15-16. 22 Robert P O T A S H , op. cit., p. 32. 23 Manuel D U B L Á N y José María L O Z A N O , op. cit., Vol . I , p. 588
N? 263. 2 4 ibid., p . 590, N? 267. 25 ibid., p. 596, N? 274.

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recer las manufacturas. Aclaraba, por o t r a parte, que éstas n o estaban en condiciones de compet ir con las europeas, por l o que era necesario i m p l a n t a r u n arancel b ien combinado que las pusiera en e q u i l i b r i o j u s t o . 2 6
Por su parte el m i n i s t r o de Hac ienda en 1823 explicaba que el ob jeto p r i n c i p a l de las aduanas marítimas no era únicamente rec ib i r los impuestos pagados por el comercio extran jero , sino también proteger y v i g i l a r el desarrollo de las producciones nacionales. Agregaba que estaba por resolverse l a conveniencia de la l i b e r t a d y f ranqu i c ia absoluta del comercio . A l mismo t iempo, aclaraba que el 25 por ciento pagado p o r las importaciones sería bastante equi tat ivo , si las aduanas estuvieran en manos de i n d i v i d u o s fieles y celosos. Las aduanas marítimas, decía, adquieren u n a gran i m p o r tancia si tomamos en cuenta que "somos dueños de los f r u tos más preciados y embidiados del orbe" , por l o mismo deberían ocupar toda la atención de l gob ierno . 2 7
Sin embargo, a pesar de l interés y del op t imismo , el comerc io decaía considerablemente, l o que se recibía legal o i le -galmente afectaba a l a inc ip iente i n d u s t r i a mexicana. E l comerc io marítimo, el más i m p o r t a n t e de todos, había bajado el p roduc to de sus ingresos de $17 244 569, en 1821, a $6 259 209 en 1823. 2 8 E l m i n i s t r o de Hac ienda calculaba que l a aduana de Veracruz se hal laba en t a n malas condiciones que n o podía dar más de $20 000, o 30 000 anuales, y el resto de las aduanas sólo producían l o necesario para sus distr itos .
E N 1824 E L PAÍS Y A H A B Í A visto l a caída de la Monarquía y presenciaba el amanecer de la república. Ésta, desde el p r i -
26 México, Ministerio de Relaciones Exteriores. Memoria, 1823 (México: Imprenta del Supremo Gobierno en Palacio, 1823) , p. 49.
27 México. Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Memoria, 1823 (México: Imprenta del Supremo Gobierno en Palacio, 1823), pp . 15-16.
£ 8 John E . B A U R , op. cit., p. 233.

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mer momento , afrontó los mismos problemas económicos de la monarquía. Respecto a l a política comercial todavía estaba por resolverse l a a c t i t u d que tomarían sobre l a l i b r e importación de mercancías y l a protección exigida para sus productos por los artesanos mexicanos. E l gobierno, por su parte , preparaba el ambiente para u n a reforma i m p o r t a n t e ese año.
Después de haber aprobado u n tratado comercial con Col o m b i a en febrero, el Congreso aprobó la ley de 20 de mayo de 1824, aumentando con ella el número de prohibic iones a las importaciones. L a l ista incluía comestibles, licores, aguard iente de cualquier clase menos de uva, ajos, cebollas, p i mientos y chile, alubias, guisantes, anís, cominos, arroz, azúcar y mieles de caña, café, calabaza, cardos, coles, carne salada o ahumada, chocolate, fr i jo les , f r u t a verde, manzana, uvas, galletas, gall inas, habas, harinas (exceptuando a Y u catán) , huevos, jamón, jabón, pemi les de cerdo, pastas en fideos, r o n , sal común, tocino, algodón en rama, lana, pelo y seda, todo t i p o de pieles, productos de barro , cobre, p l omo , o ro y plata, charreteras, galonerías, y maderas de toda clase. 2 9
Los esfuerzos oficiales por promover el comercio, cont i n u a r o n después de mayo. E n octubre, se decretó l a desaparición de los consulados, re l iquias de l sistema mercant i l i s ta español que empleaban a u n gran número de peninsulares. E n noviembre se estableció u n a receptoría en T a m p i c o , y el gobierno concedía atención a u n proyecto para comunicar los dos océanos por el istmo de Tehuantepec . 3 0 Posteriormente , en dic iembre, expidió u n decreto aprobando el cobro de u n 3 por ciento sobre el consumo de efectos extranjeros . 3 1
E n general puede decirse que los mexicanos favorecían el comercio l i b re . A lgunos intelectuales lo respaldaban decidi damente. Tadeo O r t i z consideraba que uno de los deberes
29 Manuel D U B L Á N y José María L O Z A N O , op. cit., Vo l . I , p p . 706-708, N? 404.
30 Ibid., p . 738, Nos. 429, 431 y 432. s i Ibid., p . 748, N? 447.

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más esenciales de los mexicanos era su fomento como fuente de ac t iv idad para l a i n d u s t r i a ; era u n a obligación de l gob i e r n o proteger lo . 3 2 Lucas Alamán opinaba, por su parte, que para desarrollar el comercio era necesario restablecer la r iqueza de l país. 3 3 E n 1825, creía que la minería era la verdadera fuente de l a r iqueza de la nación, aclarando que todo l o que se decía en contra de este p r i n c i p i o había sido rebat i d o por l a experiencia, y que la agr i cu l tura , el comercio y la i n d u s t r i a , seguían los progresos o fracasos de las m i n a s . 3 4
Para fines de 1824 el comercio con España había decaído de manera considerable, p r inc ipa lmente porque la metrópoli se resistía a reconocer la independencia de México, por la an i madversión que existía en el pueb lo hacia los españoles, y porque , aún estando en posesión del Cast i l lo de San J u a n de Ulúa, l a Península obstaculizaba el comercio de la c iud a d de Veracruz, puerto cuyas entradas reportaban antes el 80 por ciento de las recaudaciones marítimas del país. Suf r i endo el erario federal, el gobierno decidió intensif icar las medidas hostiles contra España y evitar que abasteciera de víveres a l a guarnición de l Cast i l lo de Ulúa, Conseguido este ob je t ivo , los españoles c a p i t u l a r o n en 1825. Mientras el comerc io estuvo i n t e r r u m p i d o con España, México se surtía p r i m o r d i a l m e n t e de mercancías angloamericanas, inglesas y francesas, a pesar de no haber sellado con ellas u n tratado d e f i n i t i v o de comercio.
De par t i cu lar i m p o r t a n c i a para México era c imentar legalmente las relaciones diplomáticas y comerciales con I n glaterra . C o n el lo , el país adquiría personalidad internac io n a l , que mucho necesitaba, y disminuirían los temores de
32 Tadeo O R T I Z D E A Y A L A , México considerado como nación independiente y libre (reproducción del original) (Guadalajara: Ediciones del Ins t i tuto Tecnológico de Guadalajara, 1952) , Yol . I , p. 66.
33 Moisés G O N Z Á L E Z N A V A R R O , El pensamiento político de Lucas Ala-man (México, E l Colegio de México, 1952), p. 67.
34 México. Secretaría de Relaciones Exteriores, Memoria, 1825 (títu lo varía) (México: Imprenta del Supremo Gobierno en Palacio, 1825) , p. 37.

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que l a Repúbl ica fuera invad ida por España. Para Ing la ter ra , el interés p r i m o r d i a l descansaba en que México constituía u n excelente mercado para vender el excedente de su producción.
Los pr imeros contactos diplomáticos entre estos dos países comenzaron a l poco t iempo de consumada la independencia. E n d i c iembre de 1822, salió con destino a México el doctor P a t r i c k Mackie , en cal idad de agente oficioso. Éste, a pesar de los contactos que tuvo con algunos funcionarios , no llegó a u n acuerdo o f i c ia l con ellos. L a fórmula del gobierno m e x i cano era m u y simple: cualquier negociación que se estableciera sería bajo el reconocimiento de l a independencia. A cambio de esto, México ofrecía las ventajas comerciales de que disponía. 3 5 Sin embargo, Ing la ter ra , deseosa de que se le concediera u n trato especial para su comercio, pospuso la realización de l tratado.
Las relaciones con los Estados U n i d o s t u v i e r o n características u n tanto diferentes. Antes de 1825 fueron m u y i n formales, a pesar de que Agustín de I t u r b i d e había enviado a José M a n u e l Zozaya a Wash ington en 1822, como respuesta a la v is i ta ele Joel R. Poinsett. Las diferencias entre las relaciones con Ing la te r ra radicaban en que los Estados U n i dos estaban interesados en resolver, j u n t o con u n tratado de comercio, u n tratado de límites entre los dos países. Además, consideraban que por haber sido el p r i m e r país en haber reconocido l a independencia de jacto, gozarían de ventajas especiales en el comercio, ventajas que esperaban no rec ibieran las potencias u l t r a m a r i n a s . 3 6
A l i g u a l que las relaciones con los Estados U n i d o s e I n -
35 Carlos B O S C H G A R C Í A , " E l primer tratado comercial angloamericano: intereses económicos y políticos". E l Trimestre Económico. Vol . X I I I , N? 3 (octubre-diciembre, 1946), pp. 496-498.
36 Carlos B O S C H G A R C Í A , "Discusiones previas al pr imer tratado de comercio entre México y los Estados Unidos: 1821-1838". E l Trimestre Económico. Vo l . X I V , N? 4, pp . 330-333. Carlos B O S C H G A R C Í A , " D O S
diplomacias y u n problema". Historia Mexicana, Vol . I I , N? 1 (julio-septiembre, 1952) , pp . 46-65.

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giaterra, los contactos diplomáticos con Francia comenzaron inmediatamente después de consumada la independencia. Los productos franceses entrarían a l mercado mexicano en competencia con los ingleses. A l i gua l que las potencias citadas, los tratados estuvieron condicionados a l reconocimiento de jure de l a independencia, a pesar de que ya lo habían efectuado de hecho, a l aceptar u n intercambio m e r c a n t i l con la República. O t r o compromiso que adquiriría Francia era m a n tenerse n e u t r a l en los asuntos pendientes que México tenía con España. Los contactos formales que empezaron en 1826, t e r m i n a r o n con u n tratado provis ional , por no tener la debida autorización los enviados franceses para hacer u n convenio d e f i n i t i v o . 3 7
U n examen somero de las relaciones internacionales entre México y las tres potencias mencionadas, nos muestra que esas potencias n o estaban interesadas en el reconocimiento de la independencia de México. Por encima de las relaciones meramente diplomáticas, contaban con los beneficios económicos de las relaciones comerciales con u n país que n i siquiera contaba con u n a m a r i n a mercante, con el que se podían celebrar convenios m u y ventajosos.
E l t ratado con I n g l a t e r r a se interrumpió porque ésta esperaba u n t ra tamiento preferente para su comercio. Los Estados Unidos , por su parte , i n t e n t a r o n desde temprano obtener ventajas en la demarcación de límites, Francia estaba todavía compromet ida con España. Sin embargo, las tres se benefic iaron del mercado mexicano y l a riqueza m i n e r a que México ofrecía a cambio de los productos importados .
E l pueblo mexicano estaba convencido de que poseía una riqueza excepcional y que podía darse el l u j o de sólo negociar con países que estuvieran dispuestos a reconocerle su cal idad independiente . T a l vez esta a c t i t u d fue l a que pro-
37 Carlos B O S C H G A R C Í A , "Las primeras negociaciones comerciales entre México y Francia". El Trimestre Económico. Vo l . X I I , N<? 4 (enero-marzo, 1946), pp. 696-704.

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vocó que u n periódico inglés considerara extravagante l a i m p o r t a n c i a política que los mexicanos atribuían a su país. 3 8
A pr inc ip i os de 1826, fueron abiertos todos los puertos d isponibles tanto del Go l fo como del Pacífico. De esa manera se contó con los servicios de Veracruz, T a m p i c o , A l v a -rado , Campeche, Sisal, Isla de l Carmen, Bacalar, Tabasco, Coatzacoalcos, H u a t u l c o , Acapulco , San Blas, Manzan i l l o , M a -zatlán, Guaymas, Galveston, Pueblo V i e j o , Matamoros y Soto l a M a r i n a . Sin embargo, las facilidades n o estaban a la a l t u r a de las necesidades. E n su mayoría, no estaban b ien ubicados y no contaban con personal capaz. De allí que, cuando los españoles fueran expulsados de San J u a n de Ulúa en 1825, e l p u e r t o de Veracruz se convir t iera nuevamente en el más i m p o r t a n t e del país, ya que contaba con las mejores fac i l i dades portuarias .
O t r a medida tomada por el gobierno en 1826, con la esperanza de aumentar l a producción nac ional , fue l a de perm i t i r la l i b r e exportación de todos los "géneros, frutos y efectos nacionales", con excepción del oro y l a p la ta por los que se seguía cobrando u n dos y u n tres por ciento, respectivam e n t e . 3 9
Hasta mediados de l a administración l i b e r a l moderada de Guada lupe V i c t o r ia , la situación política nacional fue más o menos estable. Esa estabi l idad puede achacarse a l hecho de que ocuparan carteras minister iales miembros de los diversos grupos disidentes, y a la existencia de fondos, producto de los ingresos de las aduanas marítimas y los préstamos extranjeros . Sin embargo, la estabi l idad n o tuvo larga v ida , se deterioró p r o n t o .
P r i m e r o fue la animadversión que el pueb lo manifestaba hacia los españoles y su subsecuente expulsión del país. Luego v i n o el anuncio de la bancarrota de las casas prestamistas
33 Annual Register, 1825, p. 205, citado por John E. B A U R , op. cit., p. 258.
39 Manuel D U B L Á N y José María L O Z A N O , op. cit. Vo l . I , p. 781, No 477.

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inglesas que todavía poseían algunos fondos importantes pertenecientes a México. A eso siguieron el poder a d q u i r i d o por los yorkinos y su participación en las elecciones presidenciales de 1828, e l temor de una invasión española de reconquista y l a decidida presión ejercida por los artesanos p id iendo pro tección arancelaria para sus productos.
E n parte por la in f luenc ia de los artesanos, el Comité de Hac ienda de l a Cámara de Diputados hizo en 1827 las consideraciones necesarias para re formar el arancel de 1824. L a idea prevaleciente entre los diputados era la de aprobar u n a ley, con impuestos lo suficientemente altos para aumentar las arcas de la nación, y lo suficientemente bajos para evitar el contrabando. E l Comité, además, se declaraba en teoría p a r t i d a r i o del l i b r e comercio, pero restr ingiendo a la vez algunas industr ias nacionales. 4 0
E l resultado de sus gestiones fue la aprobación del arancel de nov iembre de 1827, por v i r t u d del cual aumentaba la l ista de los artículos prohib idos , y se reducía el pago de los impuestos de internación, avería, e importación, que juntos excedían a l 48 por ciento, a uno solo de 40 por ciento ad valorem. L a l ista de artículos prohib idos fue la siguiente: aguardiente de caña o cualquier o tro que no fuera de uva (excepto la g i n e b r a ) , almidón, anís, cominos o alcarabía, azúcar mascabado, dorado, terciado o blanco, re f inado o en p i l o n c i l l o , arroz, baquetas y badanas de todos colores, botas y medias botas de p ie l , bridones, café, carne salada o ahumada, cera labrada, chocolate, chales o paños de rebozo, de algodón o seda, charreteras, cintas de algodón blancas o de colores, colchas, colchones, cordones, cortinas, costales de l ienzo, carpetas, cortes de p ie l para botas, coyundas, cubiertas de todos géneros para zapatos, cobre en b r u t o o en p lan chas, estampas obscenas, galletas, galones ele seda, gamuzas, guarniciones hechas, harinas (excepto para Yucatán) , h i l o , hi laza de algodón del número 20 para abajo, jabón, lentejas, loza de barro , l ibros prohibidos , manteca de cerdo y oso, m i e l
4o Robert P O T A S H , op. cit., pp. 46-47.

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de caña, maletas de todos géneros, paños ord inar ios y de segunda , pergaminos, p l o m o en b r u t o , pasta o municiones, pastas en fideo, ropas exteriores o interiores, sal común, sebo, sombreros de suela, lana y algodón, sarapes, frazadas, tabaco en r a m a y labrado en puros, cigarros, po lvo y rapé, t r igo y toda clase de semillas, tocino curado, salado y toda clase de destrozos de cerdo y zapatos de todas clases. Esto es, los artículos producidos en la República, o que se pensaba produc i r . Los artículos mexicanos, por lo contrar io , eran l ibres de exportación como quedó indicado anter iormente , excepto la exportación de monumentos y antigüedades mexicanas. 4 1
Las diferencias con el arancel de 1824, que quedaba automáticamente e l iminado , son mínimas. E l nuevo permitió la entrada de algodón en rama e h i l o f ino para beneficio de la i n d u s t r i a t e x t i l y de hortalizas, maderas y algunas pieles, y prohibió las estampas obscenas, l ibros prohibidos , sombreros, tabaco labrado en puros, po lvo y rapé.
Los contactos diplomáticos mexicanos con Europa, cont i n u a r o n con la esperanza de c imentar l a independencia y expand i r las relaciones comerciales. J u a n José Espinosa de los Monteros , m i n i s t r o de Relaciones, in f o rmaba en la M e -moría anual presentada ante l a Cámara de Diputados en 1828, la realización de tratados de amistad, navegación y comercio con los Países Bajos, Prusia, Hannover , las repúblicas "Anseáticas" de Lubec, Bremen y H a m b u r g o y con Dinamarca .
Hac ia fines de 1828, l a balanza comercial , según cálculos de Lerdo de Te jada , ofrecía las siguientes cifras: de 1824 a 1828, el valor de las importac iones ascendió a $60 mi l lones y las exportaciones en ese mismo período a poco más o menos $40 m i l l o n e s . 4 2 México cont inuaba i m p o r t a n d o productos manufacturados y cont inuaba exportando pr inc ipa lmente o ro y p lata . Sin embargo, las exportaciones de estos metales
41 Manuel D U B L Á N y José María L O Z A N O , op. cit., Vo l . I I , p. 26, No 536.
42 Miguel L E R D O D E T E J A D A , op. cit., p. 48.

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decayeron considerablemente de 1827 a 1828. E n este año el v a l o r de sus exportaciones decreció de 3.4 mi l lones de pesos a 1.4.4 3
Según datos oficiales, los productos líquidos obtenidos en las aduanas durante el año económico de 1827 ascendieron a $8 529 621. De este ingreso, $7 828 208 correspondían a i m puestos pagados en las aduanas marítimas. De estos 7.8 m i l l o nes recaudados, 5.3 mi l lones se rec ib ieron en Veracruz y 1.1 mi l l ones en la aduana de T a m p i c o . E l t o ta l de los ingresos de las aduanas marítimas era responsable de las 3/5 partes d e l presupuesto general para ese mismo año . 4 4 Los países que más comerciaban eran Ing la te r ra en Veracruz y los Estados U n i d o s en T a m p i c o .
E n el año económico correspondiente a 1828 los ingresos de las aduanas marítimas se r e d u j e r o n considerablemente. Éstas o b t u v i e r o n u n producto l íquido de 5.6 mi l lones de pesos, de los cuales 3.8 se recaudaron en Veracruz . 4 5 Esta canti d a d representaba u n tercio del presupuesto que el min i s t ro de Hac ienda Esteva calculó para 1829.
E N A B R I L DE 1829 se inauguró el período de Vicente Guerrero , como consecuencia de las agitaciones derivadas de las elecciones presidenciales de 1828, l a división de los yorkinos y los sucesos de la Acordada que c u l m i n a r o n con el saqueo de l Parián. Vicente Guerrero fue elevado a l cargo de presidente con l a aprobación popu lar y el respaldo de los artesanos del país. Éstos en par t i cu lar se habían opuesto a la l ibert a d excesiva del comercio desfavorable para ellos y benéfico para u n reducido g r u p o de importadores y exportadores. Los artesanos tenían razón, si se m i r a l a postración a que habían llegado sus industr ias en 1829. Según Lucas Alamán, la t e x t i l
43 ibid., p. 57. 4 4 México. Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Memoria,
1828 (México: Imprenta del Aguila, 1828) , véanse apéndices Nos. 4 y 5. 45 México. Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Memoria,
1829 (título varía) (México: Imprenta del Agui la , 1829), véanse apéndices Nos. 4 y 5.

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se encontraba igua l , no quedaba en el país u n solo telar de tej idos de algodón, y ciudades como Puebla y Querétaro estaban reducidas a la miser ia . 4 6 Esta situación fue l a que trató de corregir en parte el arancel de 1827, sin conseguirlo.
L a administración de Guerrero sufriría dos factores de t i p o f inanc iero que dificultarían su tarea. U n o , el de haberse suspend ido el pago de la deuda inglesa, y el o tro c u b r i r los gastos de l M i n i s t e r i o de Guerra y M a r i n a , que según el presupuesto para ese año sería 11 182 566 de los 15 624 005 del t o t a l . 4 7
Este presupuesto pud iera estar hasta c ierto p u n t o j u s t i f i cado, hab ida cuenta que se temía u n a invasión española de reconquista y se necesitaba tener preparado el ejército. Pero, los ingresos de las aduanas marítimas estaban comprometidos en préstamo. E l gobierno había encontrado u n a solución simp l i s ta a l grave prob lema f inanciero que afrontaba. Éste consistía en empeñar las aduanas de t a l manera, que los prestamistas daban a l gobierno cierta cant idad en metálico, con l a que adquirían derechos sobre varias aduanas, rec ibiendo a l término de seis meses u n a cant idad cinco o seis veces super ior a l a que habían prestado. 4 8
Lorenzo de Zavala, m i n i s t r o de Hacienda, hizo u n a descripción de l a situación económica de l país en general : las aduanas marítimas producían una m i t a d menos que durante los años de 1826 y 1827 y "sus productos empeñados con los que h a n hecho el triste tráfico de dar créditos, que no tenían más valor que el diez o veinte por ciento, u n a m i t a d y o t ra en n u m e r a r i o para rec ib i r l ibranzas contra ellos, por el valor íntegro, y cuando mucho , con u n descuento de quince por c i e n t o " . 4 9
46 Lucas A L A M Á N , op. cit., Vo l . V , p. 420. 47 México. Minister io de Hacienda y Crédito Público, Memoria,
1829 (título varía) (México: Imprenta del Aguila, 1829) , pp . 193-195. 4 8 Lorenzo de Z A V A L A , Albores de la República (México: Empresas
Editoriales, 1949) , pp . 193-195. 4 9 México. Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Exposición del
despacho de Hacienda... 1829 (México: Imprenta del Aguila, 1829), p. 6.

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E n tales circunstancias se aprobó una nueva ley arancelar i a que tenía por objeto restr ing ir aún más las importaciones a f i n de aumentar l a producción de la industr ia nac ional . N o bastaba con p r o h i b i r l a importación de h i l o para que los comerciantes se t ransformaran en industriales; era necesario p r o h i b i r la importación de tej idos porque los productos i m portados seguían siendo más baratos que los fabricados en el país, incluso las mantas . 5 0
L a crecida in f luenc ia de los artesanos había quedado manifiesta en 1828 con su a c t i t u d hacia el Proyecto Godoy. Este proyecto consistía en conseguir la autorización en exclusiva del Congreso General para la importación de materiales preparados de lana y algodón, declarada de ilícito comercio por el arancel de 1827. Godoy y sus socios ingleses, por su parte, se comprometían a establecer 1 000 telares, d istr ibuyendo 900 en el D i s t r i t o Federal y el resto en C o l i m a y los estados que los sol ic itaran. C o n e l lo pronosticaban u n aumento de hasta dos mi l lones de pesos en las recaudaciones. Sin embargo, los artesanos se opusieron tenazmente arguyendo que el proyecto era una maquinación inglesa, que engendraba la desocupación tanto en los talleres de las ciudades como en los campos algodoneros, y en última instancia, para evitar l a crisis consecuente de la revolución i n d u s t r i a l , y por razones de orden pol í t ico . 5 1
E l Congreso aprobó u n nuevo arancel de comercio el 22 de mayo de 1829. E n él, el número de prohibiciones sobre la ley de 1827 aumentaba en los siguientes artículos: acicates, espuelas de h ie r ro o de meta l , todo t i p o de aguardientes extranjeros, a lmohadi l las , ani l los , aretes, añiles, a lambre grueso de h ie r ro y de cobre, azadones, hoces, rejas y toda clase de instrumentos de labranza; bayetas y bayetones ordinar ios ,
so Jan B A Z A N T , "Evolución de la industria text i l poblana (1554-1845) ", Historia Mexicana. Vo l . X I I I , No 4 (abril - junio) , p. 509.
si Luis C H Á V E Z O R O Z C O , Historia económica y social de México: ensayo de interpretación histórica (México: Ediciones Botas, 1938) , pp. 119-120.

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brochas para p i n t a r , candados, chapas y cerraduras de h ierro , cuerdas para instrumentos musicales, dulces, peines y peinetas de madera, pasta y carey, estaño en greña, faroles y l i n ternas de lata y papel, frenos y bisagras de h i e r ro y ord inar ios de bronce, herraje para bestias, hi laza de lana y estambre, l i b ros en blanco de papel , maderas de todas clases, oro volador f i n o y falso, oropel , obleas, sillas de m o n t a r y toda clase de talabartería. 5 2
Esta ley fue la consecuencia n a t u r a l de los deseos de u n gobierno decidido a promover el desarrol lo i n d u s t r i a l del país. Hasta esta fecha, la República se había concretado a la exportación de metales preciosos. México contaba con una i n d u s t r i a cuyos productos no estaban en condiciones de comp e t i r con la cal idad y precios de los artículos importados. Quizá la idea del gobierno de Vicente Guerrero , de corte nacional ista, era la de hacer que resurgiera una industr ia capaz de abastecer el mercado nac ional y poder estar en condiciones de competir con los productos extranjeros. Pero, para poder llegar a esta etapa, era necesario protegerla. E l gobierno era el único capaz de hacerlo y las prohibic iones el único medio .
N o había o t ro camino. E l país carecía ele capitalistas, y si los había, los sucesos políticos no eran t a n alentadores como para arriesgar sus capitales. De ahí que no haya sido u n "draconiano decreto", como lo l l a m a r a Pablo Macedo. 5 3 T a m poco fue expedido con el objeto "de a d q u i r i r p o p u l a r i d a d " , como cree M i g u e l Lerdo ele T e j a d a , 5 4 y f ina lmente , a pesar de las lesiones que sufriría el erario y u n sector impor tante ele los consumidores, la política seguida no fue " t a n irrazonable como desenfrenada", según lo a f i rma u n histor iador contemporáneo. 5 5
52 Manuel D U B L Á N y José María L O Z A N O , op. cit., Vol . I I , p. 109, No 643.
53 Pablo M A C E D O , op. cit., p. 49. 54 Migue l L E R D O D E T E J A D A , op. cit., p. 33. 55 Robert P O T A S H , op. cit., p. 52.

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E n 1830, después de consumado el golpe ele estado encabezado por e l vicepresidente Anastasio Bustamante, las aduanas marítimas cont inuaban siendo una de las pr incipales fuentes de ingreso para el erar io federal. Los productos líquidos adquir idos ascendieron a $6 497 288, y los pr incipales puertos por los que entraban las mercancías extranjeras seguían siendo en orden de i m p o r t a n c i a Veracruz, responsable de 4.3 mi l lones de pesos, T a m p i c o 1.2 mi l lones de pesos y Soto L a M a r i n a , San Blas y Campeche con menos de $217 000. 5 6
E n consecuencia, l a administración encabezada por Guerrero consideró conveniente extremar las prohibic iones con e l f i n de resolver la desesperada situación de l artesanado en especial y promover el desarrollo de otras industr ias . Además era una administración progresista, interesada en in terven i r directamente y ayudar a los particulares en el desarrol lo i n d u s t r i a l de l país. U n a de las medidas que tomó hacia t a l f i n , fue la ley de 1829. México carecía de capitales interesados en i n v e r t i r , y si existían los desalentaba la i n t r a n q u i l i d a d política.
México fue u n país proteccionista cuando en todas partes florecía el l ibera l i smo económico. Este proteccionismo tendía a beneficiar tanto a l erario como a la i n d u s t r i a nacional . E l comercio en este m o m e n t o tenía todas las características de u n comercio de inversión. Además, trató de diversificarse, de no quedar sujeto a u n a sola nación, como en la época de l a Colonia . E n general, dada la inexperiencia de los funcio narios de l a nueva República, los métodos y prácticas comerciales s iguieron los patrones coloniales.
56 México. Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Memoria, 1830 (México: Imprenta del Agui la , 1830), véanse apéndices Nos. S> y 6.