Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

14
Luis Diego Cascante Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta) H(. .. ) la Tierra es un planeta de tamaño medio que gira alrededor de una estrella corriente en los subur- bios exteriores de una galaxia espiral ordinaria, la cual, a su vez, es solamente una entre billones de galaxias del universo observable (. ..) ¿Qué lugar queda, entonces, para un creador?" S. Hawking Resumen: Este ensayo no es una inter- pretación metafísica del universo, sino de una interpretación científica, en donde la física con- temporánea aparece como un sistema evolutivo y el universo como un sistema en expansión. Se pretende simplemente "averiguar si la imagen del universo físico que se forma la ciencia actual reclama o conduce a admitir la existencia de una realidad propia en y por sí misma, distinta real- mente del universo y sin la cuál éste no podría existir ni ser lo que es"(A. González). Palabras clave: Universo medieval. Copér- nico. Galileo. Einstein. Relatividad especial y general. Mecánica cuántica. Hawking. Singula- ridad. Cosmología. Big Bang. Vía cósmica. Dios. Abstraen This essay is not a metaphysi- cal interpretation of the universe, but rather, a scientific interpretation, where contemporary physics is shown as an evolving system and the universe as an expanding system. The aim is lo simply "find out whether the image of the physi- cal universe that modern science develops for itself claims or leads to admit the existence of an inherent reality in and of itself, really difierent from the universe and without which the universe could not exist or be what it is " (A. González). Key words: Medieval universe. Copernicus. Galileo. Einstein. Special and generaL relativity. Quantum mechanics. Hawking. Singularity. Cos- moLogy. Big Bang. Cosmic way. God. El filósofo y matemático inglés Bertrand Russell (1872-1970) finaliza una de sus obras señalando que "sabemos muy poco, y sin embargo, es asombroso lo mucho que cono- cemos" (Russell, 1985, 185). El juicio lo hizo a propósito del conocimiento que actualmen- te se tiene del mundo físico, gracias al nuevo modelo propuesto por Albert Einstein, a saber la teoría de la relatividad. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIlI (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 IISSN: 0034-8252

Transcript of Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

Page 1: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

Luis Diego Cascante

Del Big Bang al Dios escondido(De Copérnico a Hawking y vuelta)

H(. .. ) la Tierra es un planeta de tamaño medio quegira alrededor de una estrella corriente en los subur-

bios exteriores de una galaxia espiral ordinaria, lacual, a su vez, es solamente una entre billones degalaxias del universo observable (. .. ) ¿Qué lugar

queda, entonces, para un creador?"S. Hawking

Resumen: Este ensayo no es una inter-pretación metafísica del universo, sino de unainterpretación científica, en donde la física con-temporánea aparece como un sistema evolutivoy el universo como un sistema en expansión. Sepretende simplemente "averiguar si la imagendel universo físico que se forma la ciencia actualreclama o conduce a admitir la existencia de unarealidad propia en y por sí misma, distinta real-mente del universo y sin la cuál éste no podríaexistir ni ser lo que es"(A. González).

Palabras clave: Universo medieval. Copér-nico. Galileo. Einstein. Relatividad especial ygeneral. Mecánica cuántica. Hawking. Singula-ridad. Cosmología. Big Bang. Vía cósmica. Dios.

Abstraen This essay is not a metaphysi-cal interpretation of the universe, but rather, ascientific interpretation, where contemporaryphysics is shown as an evolving system and theuniverse as an expanding system. The aim is lo

simply "find out whether the image of the physi-cal universe that modern science develops foritself claims or leads to admit the existence of aninherent reality in and of itself, really difierentfrom the universe and without which the universecould not exist or be what it is " (A. González).

Key words: Medieval universe. Copernicus.Galileo. Einstein. Special and generaL relativity.Quantum mechanics. Hawking. Singularity. Cos-moLogy. Big Bang. Cosmic way. God.

El filósofo y matemático inglés BertrandRussell (1872-1970) finaliza una de sus obrasseñalando que "sabemos muy poco, y sinembargo, es asombroso lo mucho que cono-cemos" (Russell, 1985, 185). El juicio lo hizoa propósito del conocimiento que actualmen-te se tiene del mundo físico, gracias al nuevomodelo propuesto por Albert Einstein, asaber la teoría de la relatividad.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIlI (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 IISSN: 0034-8252

Page 2: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

52 LUIS DI EGO CASCANTE

Prenotandos

Llámese ésta relatividad -o evolución-, todateoría es una elaboración metacientífica -homo-génea-, hija directa de los resultados de la obser-vación, aunque ciertamente distinta de ellos. Lavalidez de toda teoría científica estriba en la veri-ficabilidad de la misma; en la confrontación conlos hechos manifiesta sus límites y sus posibilida-des; lo contrario equivale a su reformulación. Enciencia, resulta una condición atenerse a las cosasmismas (Zubiri, 1978, 15).

Ineludiblemente, toda teoría científica es unesfuerzo ingente por discriminar las posibilida-des sugeridas desde el campo de la realidad conel fin de formularla. Es una búsqueda profundade "la realidad" de la cosa estudiada, evitandola imprecisión del "sería" para afirmar tempo-ralmente el "qué" es realmente. Los resultadosque arroja toda teoría científica, claro está, sonaproximaciones a lo físicamente real; búsquedade razones de lo real actualizado. La ciencia,pues, es una actividad humana inconclusa, abier-ta, problemática e histórica de la inteligencia; un"esfuerzo unívoco por conquistar intelectualmen-te la realidad de las cosas" (Zubiri, 1978,64 Y65).Cuanto más avanza y se descubren nuevas formasde ser, más se ensancha el horizonte científico ... yla búsqueda del "qué" problematiza al ser huma-no hasta inquietarlo. .

Cuando la física clásica trató de explicarconceptual mente lo que sucede a escala atómicao a velocidades comparables a la de la luz, no des-cribía adecuadamente los fenómenos. Para lo pri-mero, se requiere de la mecánica cuántica. Paralo segundo, se recurre a la teoría de la relatividad.

El universo medieval

El Occidente moderno es fruto de cuatrograndes pilares: la filosofía griega, el cristianis-mo, el derecho romano y la ciencia moderna.Cada uno de ellos, a su vez, cumbre, a la que seha llegado laboriosamente y jadeando.

Con la delicia de ser una obra literaria,Dante Alighieri (1265-1321) se inmortaliza con

La divina comedia. Sobresale el virtuosismo conque la cosmología se hermana con la fe y con lasdemás ciencias. La herencia griega es rescatada:no hay división departamental del conocimiento.Pero esto llevó su tiempo. Después de una épocaagitada para el cristianismo primitivo, conse-cuencia de la opresión romana, los perseguidosrepudian la "filosofía pagana" -es decir, greco-rromana-. Se basan, ahora, íntegramente en laBiblia. La Tierra vuelve a ser plana y los epiciclosde Tolomeo son sustituidos por ángeles. Mientrastanto, los árabes conservan y traducen la culturagriega. Llegado el siglo XIII, Tomás de Aquino(1225-1274) redescubre a Aristóteles (384-322a.C), el Filósofo, y lo reivindica, aceptando sinmás su sistema del mundo.

El universo medieval colocaba una serie deesferas, unas dentro de otras, y en el corazón delsistema mismo, la Tierra en estado de reposo(Aristóteles, 1994). La materia común quedaconfinada a la Tierra y sus alrededores, es decir,al mundo sublunar; esta materia tiene la carac-terística primordial de estar sujeta al cambio y ala decadencia, a la generación y a la corrupción.Ésta la componen una serie de cuatro elementosordenados según su nobleza: tierra, agua, aire yfuego. La tierra y el agua poseen gravedad; el airey el fuego, ligereza. A todos corresponde un lugarnatural hacia el cual tienden para hallar estabili-dad y reposo. Pero, desde el momento en que estánmezclados y fuera de su lugar (las esferas que lesson propias), están condenados a la inestabilidad.Además, estos tienen movimientos: hacia arriba,hacia abajo y en línea recta. El cielo (las estrellasfijas) gira, por el contrario, con las estrellas, estosúltimos están compuestos por una materia muysutil que escapa a los avatares del funesto cambioy de la despiadada corrupción. Incluso las leyesfísicas son distintas en el mundo supralunar y elsublunar: su único movimiento -que correspondea los entes formados por la quintaesencia- es elcircular, la perfección del girar sobre sí mismos.Cielos y Tierra se separan tajantemente; es undogma mantener la heterogeneidad del cosmos.Sin embargo, este universo medieval, montadosobre el aristotelismo, tenía su talón de Aquiles:un excesivo empirismo que imposibilitaba unateoría matemática de la naturaleza.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIJI (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 I ISSN: 0034-8252

Page 3: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

DEL BIG BANG AL DIOS ESCONDIDO (DE COPÉRNICO A HAWKING y VUELTA)

El cosmos copernicano

La situación astronómica cambia cuandoNicolás Copérnico (1473-1543), un sacerdotepolaco, asume la cosmología de Aristarco deSamos (310-230 a. C.), lo que significa un rom-pimiento. (A Copérnico se le debe el sistemacomo más o menos hoy se conoce, por lo menossinópticamente.) En su tiempo, la propuesta searroja como una reorganización de los cielos.Prueba de ello es que mantiene en el Comenta-riolus, breve bosquejo astronómico, el principiode circularidad y uniformidad. Curiosamente,mirando con detenimiento el puesto que ocupael heliocentrismo, resulta claro que es secundario(Coronado, 1987, 191). (Si la teoría copernicanano fue aceptada inmediatamente, ello se debióa que, en parte, no resultaba más simple a nivelpráctico que el sistema de Tolomeo.) Sin embar-go, a Copérnico le faltaba el aparato erudito yde observación de los cielos de un Tycho Brahe(1546-1601), el desarrollo matemático de unJohannes Kepler (1571-1630) y, por supuesto, el ascon que contaba Galileo (1564-1642) a la hora deprobar sus observaciones: el telescopio.

La revoución epistemológica deGalileo

Galileo inaugura un modelo o forma dehacer ciencia. Esto se debe, como apunta ErnstCassirer (1979,191), a la idea de que Galileo here-da los frutos tempranos de Renacimiento italiano,a saber: la división entre la trayectoria interiordel pensamiento y las múltiples formas y mani-festaciones de la vida exterior. El Renacimientoes una época de escisión entre la interioridad y laexterioridad del sujeto, las cuales se encontrabanunificadas durante la Edad Antigua y Media.Además, la visión de mundo preña también laciencia con el rompimiento de la unidad delconocimiento. El hombre se divide porque lo queexplica el mundo -su macrocosmos- se fractura.Las ciencias, pues, cobran sustantividad, que secentra en la búsqueda de la realidad inmanente:las ciencias están basadas, en su fundamento,

53

sobre principios naturales, aunque matemáticoscomo Kepler heredaron un compromiso, másbien, un criterio de verdad que identifica, o almenos lo busca, los logoi (conceptos) con losprágmata (objetos) y viceversa.

Ya en El mensajero de los astros, Galileodice:

"(... ) lo que supera con mucho toda admi-ración, y primeramente me movió a censu-rar a todos los astrónomos y filósofos, eshaber descubierto cuatro estrellas errantespor nadie observadas y conocidas antes quepor mí, las cuales, a semejanza de Venusy Mercurio alrededor del Sol, cumplen susrevoluciones en torno de un astro insigneentre los conocidos, al que a veces precedeny otras veces siguen, sin separarse de él másallá de ciertos límites. Todo esto ha sidodescubierto y observado con el auxilio deun anteojo inventado por mí hace pocos días(... )" (1964, 36-37).

Lo interesante de estas observaciones es queGalileo deduce de ese microcosmos el macrocos-mos, logro indiscutible a partir de los datos acu-mulados y a la utilización del telescopio, unidoa la diestra capacidad galileana para dirigirlo alos cielos. (Las fases de Venus también apuntan,según él, de manera contundente a favor delcopernicalismo.)

Galileo provee (Coronado, 1987) a la cienciauna nueva base empírica (nuevos datos) y unanueva dimensión epistemológica (el telescopio),es decir una nueva forma de conocer. Los datos yel instrumento le dieron las armas para convertirel copernicalismo en un dogma científico. Porsupuesto que Galileo no creía en el copernica-lismo como una simple manera de explicar exhipothesi el orden del cosmos. "Así, pues, nopropuso (Copérnico) esta hipótesis para satisfacerlas exigencias del astrónomo puro, sino más bienpara plegarse a la necesidad de la naturaleza"(Galileo, 1983, 78). Pero, con el fin de demostrarla autoridad del maestro, señala que él sostuvo elsistema heliocéntrico más como una verdad -sinpruebas suficientes- que como una hipótesis.Galileo, entonces, reemplaza el cosmos heterogé-neo de Aristóteles por el universo copernicano.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIII (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 ¡ISSN: 0034-8252

Page 4: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

54 LUIS DIEGO CASCANTE

De este modo, el cosmos unificado de Galileo,utilizando analogías con objetos familiares, podíaexplicar propiedades de la Luna y los planetas(Shea, 1983, 147). Las matemáticas dispersanla bruma del conocimiento y le permiten a lamente humana el ascenso hasta el umbral de laeternidad. El visionario ya no es el filósofo sinoel matemático.

Sin embargo, la propuesta galileana no con-mociona solo la física, sino absolutamente todoslos ámbitos del saber humano y, lamentablemente,para desgracia de Galileo, el conocimiento teoló-gico no fue la excepción. Para prueba, un botón:en 1610 el copernicalismo es declarado herejíaporque, entre otras cosas, negaba toda una visiónde mundo. Pero, se debe recordar que, ademásde las razones apuntadas, la Reforma Protestantetambién presiona para que el copernicalismosalga de circulación. Martín Lutero (1483-1546),por su parte, manifiesta que un tal astrólogo adve-nedizo anda proponiendo estupideces sobre elorden del firmamento y el estado de la Tierra, lascuales contradicen lo que enseñan las Escriturascuando Josué (Josúe 10, 13) "ordenó al sol; y noa la tierra, que se parara" (Kuhn, 1978,245-295).Por otra parte, Juan Calvino (1509-1564) sostiene,en su tiempo, que "la tierra también es estable, nopuede gozar del movimiento" (Salmo 3,90) -y sepregunta- "¿quién osará colocar la autoridad deCopérnico por encima de la del Espíritu Santo?".La actitud protestante sería beligerante respectodel geodinamismo.

Eisntein y la relatividad

Galileo había indicado que el principio derelatividad implica que todo movimiento es rela-tivo al sistema de referencia en el cual se observasin que cambien las leyes de la física de un sis-tema a otro. Sin embargo, a mediados del sigloXIX, surgen las primeras dificultades de la relati-vidad galileana, cuando J.e. Maxwell (1831-1879)formuló la teoría matemática de los fenómenoseléctricos y magnéticos. Maxwell demostró quela electricidad y el magnetismo son dos modosde un mismo fenómeno: el electromagnetismo.

(La luz es una vibración electromagnética que sepropaga como onda.)

En el annus mirabilis, 1905, Albert Eins-tein (1879-1955) postula que las ecuaciones deMaxwell del electromagnetismo son válidas encualquier sistema de referencia. Dicho de otromodo, la relatividad acaba con los conceptos deespacio absoluto y de tiempo absoluto. Ambosconducen a la ecuación más famosa de Einstein.De este modo, las leyes básicas de la física sonlas mismas en todas partes y para todos losobservadores, independientemente del lugar y dela velocidad con que se muevan. En un segundomomento, Einstein declara que existe una cuartadimensión -el tiempo- equivalente a las tresdimensiones del espacio. Lo interesante de estoes que la contracción del tiempo no es el únicoefecto sorprendente que predice la teoría de larelatividad. Einstein también demostró que existeuna equivalencia entre la energía y la masa, segúnla famosa fórmula:

Donde E es la energía equivalente a unamasa m de materia. La manera más eficiente detransformar masa en energía y viceversa es por laaniquilación de la materia con la antimateria. Alentrar una partícula en contacto con su antipar-tícula, las dos se aniquilan totalmente quedandosolamente energía en forma de rayos gama (laeficiencia de este proceso de transformación demateria en energía es del ciento por ciento). Pero,salvo la luz misma, según la teoría de la relati-vidad, ningún cuerpo puede alcanzar o superarla velocidad de la luz, pues se necesitaría unaenergía infinita para que el cuerpo alcance dichavelocidad, en virtud de la equivalencia de la ecua-ción anterior. Como la luz está constituida porfotones y la masa del fotón es nula, puede viajara la velocidad límite c. La velocidad de la luz esuna barrera insuperable de la naturaleza. Mate-máticamente podría aceptarse que existe toda unafamilia de partículas que se mueven más de prisaque la luz, a condición de que nunca redujeransu velocidad demasiado. En otras palabras, estaspartículas tendrían también la velocidad de la luzcomo límite o barrera, "por debajo de la cual no

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIII (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010/ ISSN: 0034-8252

Page 5: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

DEL BIG BANG AL DIOS ESCONDIDO (DE COPÉRNICO A HAWKING y VUELTA)

podrían moverse. Tales partículas se denominantaquiones (... )" (Chaisson, 1990,54).

En Einstein, el espacio (tridimensionalidad)y el tiempo se funden en un concepto unifica-do: espacio-tiempo, en el que el tiempo es lacuarta dimensión (describir la posición de unobjeto supone cuatro coordenadas). Para incluirla gravedad en la relatividad, Einstein desafió elsentido común al postular que el espacio-tiempoes curvo y la gravedad es la manifestación de esacurvatura -o deformación-; campo gravitatorioy curvatura son la misma cosa. La presencia deuna masa o energía deforma el espacio-tiempoy el concepto de recta pierde sentido. Dicho deotro modo, todo cuerpo con masa contribuye ala curvatura del espacio-tiempo. Los objetos queavanzan "de frente" en el universo son obligados.a seguir caminos curvados. En un espacio-tiempocurvo, una partícula se desplaza a lo largo deuna geodésica (curvas de menor longitud sobreuna superficie curva). La relatividad general sípredice cómo se mueve la luz bajo la acción de lagravedad. Einstein calculó que un rayo luminosodebe desviarse un ángulo de 1.75 segundos dearco al pasar cerca del Sol.

Es interesante que la teoría de la relatividadgeneral (1915) predecía que el universo se expan-día. Sin embargo, Einstein estaba segurísimo deque no era así, a tal punto que revisó su teoríay le añadió una "constante cosmológica" paraequilibrar la gravedad. Sin ésta, la teoría predecíaque el universo se está expandiendo. El universose rige por leyes inmutables, no por ilusiones.Quizá la idea de ruptura espontánea de simetría(cosmología inflacionaria) resultaba un tantoespeculativa.

La incomodidad que le producía a Eins-tein la mecánica cuántica tiene que ver con queintroduce un elemento inevitable de incapacidadde predicción. La teoría cuántica tiene dos con-ceptos centrales a la hora de concebir el mundoatómico: el principio de incertidumbre de WernerHeisenberg (1901-1976) y el principio de comple-mentariedad de Niels Bohr (1885-1962). Las par-tículas tienen un estado cuántico, el cual es unacombinación de posición y velocidad. Las leyesde la física cuántica son de naturaleza estadística(Einstein/Infeld).

55

Ciertamente el mundo cuántico no gozadel mismo carácter objetivo que el mundo de laexperiencia diaria. Los entes del mundo cuánticoson "curiosamente evasivos" y, en cuanto tal, lateoría cuántica proporcionaría un algoritmo paracomputar probabilidades de eventos macroscópi-coso Indeterminación no significa imprecisión. Enla mecánica cuántica, cada estado del átomo estádeterminado por "la participación simultánea delátomo en todos los posibles estados del sistemaclásico" (Zubiri, 1978). El átomo está a la vez entodos los posibles estados. Dicho estado no es unafunción del tiempo y de las coordenadas del lugar,sino que es una función de funciones; o un estadode estados. Zubiri hace una labor de síntesis aeste respecto:

"A cada partícula va, pues, asociada una cier-ta probabilidad. Esta probabilidad adquieresentido físico, si suponemos que su valordepende, en cierto punto, además de otrascondiciones, de las fuerzas que actúan sobreél. Tendremos así una función continua, queconduce a la ecuación de Schrodinger, y quedetermina la ley conforme a la cual esta pro-babilidad se propaga ondulatoriamente en elespacio. Las ondas de materia serían ondasde probabilidad (... ) Visto desde otro puntode vista: un estado estacionario del átomoes una nube de probabilidad acumuladaen torno al núcleo, y a las antiguas órbitascorresponden condensaciones de probabili-dad. Es decir, si intento hallar dónde está elelectrón, me encuentro con que esa probabi-lidad recae, durante unos estados, en ciertaregión del espacio, y durante otros, en otra."

Es interesante, la luz determina el límite dela velocidad tope en la realidad. La gravitacióndetermina la curvatura. Y la acción que, defini-tivamente, no se sabe lo que determina, ni lo quedeterminará en el futuro (es la 'deslocalización',ocupando todo el espacio de modo continuo).Esto es la mecánica cuántica.

Frente a esto, algunos adoptaron una res-puesta positivista. Niels Bohr, precursor del tema,afirmó: "No hay mundo cuántico. Sólo hayuna descripción físico-cuántica abstracta". Sinembargo, las entidades cuánticas poseen de suyoposición y momento, uno de los cuales es posible

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIll (123-124), 51-64, Enero-Agosto 2010 / ISSN: 0034-8252

Page 6: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

56 LUIS DIEGO CASCANTE

actualizar en el acto de la observación, pero noambos simultáneamente (principio de superpo-sición de P. Dirac). Bohr indicaría que no hayentonces objetos atómicos, sino fenómenos comoaquella información comunicable sin ambigüe-dad (esto es, contraria sunt complementa). Así, latesis de la condición cuántica plantea el cuantode acción (M. Planck) como un descubrimientoempírico -no una invención- universal y ele-mental, de tal modo que la constante de Plancksería la medida universal de la indeterminaciónintroducida en las leyes naturales por el dualismoonda/partícula. La indivisibilidad de los fenóme-nos es lo que Bohr llamó "el postulado cuántico",De este postulado se sigue la discontinuidaden los fenómenos y en la idea de los procesosfísicos. Asimismo, toda observación implicaríauna interacción "incontrolable" -y a la vez insu-perable- entre los sistemas físicos y el aparatode medición. [Sin embargo, pareciera que la pro-puesta de Hawking no obliga a renunciar -comose verá en el siguiente apartado- a la coordinacióncausal de los procesos atómicos espaciotemporal-mente y, además, desarrolla un marco conceptualmás amplio al conciliar (tiempo imaginario) lateoría general de la relatividad y la mecánicacuántica.] Bohr prioriza la epistemología.

El principio de incertidumbre de Heisenbergaparece por la naturaleza de las entidades con lasque uno ha de tratar, no por una falta de destrezapara investigarlas (J. Polkinghorne). Parece queHeisenberg pensó que estas entidades cuánticas-como portadoras del de suyo- son menos realesque los objetos representables de la vida diaria.En este sentido, la incertidumbre del mundocuántico no surge del carácter intrínsecamenteindeterminado de su mundo, sino de la ignoranciahumana respecto de su funcionamiento detallado.Lo nebuloso está en el observador que no logradescifrar lo que está sucediendo. El experimentoEPR (por Einstein, Podolsky y Rosen) señala que,una vez que dos entidades cuánticas han interac-tuado, retienen cierto poder -el de suyo dar de sí-de influencia mutua y simultánea. Estos físicospensaron que el experimento mostraba el carácterincompleto de la teoría cuántica. Sin embargo,experimentos recientes (A. Aspect) han reveladoque precisamente tal efecto de "no-localidad"se encuentra en la naturaleza. Las partículas "se

comportan independiente unas de otras una vezque han dejado la fuente, y dan las correctasprobabilidades cuánticas conjuntas cualquieraque sea la combinación de posiciones (... ) Elpunto importante es que las partículas tienen queimitar las predicciones de la mecánica cuántica"(R. Penrose). Más que incertidumbre habría quehablar de enlazamientos cuánticos.

Para David Bohm (1917-1992), otro de losgrandes físicos del siglo XX, el principio deincertidumbre no tendría ninguna ingerenciarespecto de las medidas que pudieran realizarseen niveles más profundos (Bohm, 1959, 107),aplicable solo en el nivel cuántico. Los aspectosondulatorio y corpuscular resultan complemen-tarios entre sí, no contradictorios (Bohr); el pasoesencial de Bohr consistió en "demostrar que lasleyes de la teoría cuántica nos permiten renun-ciar consecuentemente a la noción de modelosconceptuales definidos en forma unívoca y pre-cisa, en favor de las parejas complementarias demodelos definidos en forma imprecisa" (Bohm,1959, 141). Las partes refieren a un todo o campo(que responde a la dualidad onda/partícula), elcual dispone un potencial cuántico y éste, a suvez, proporciona condiciones al campo, es decir,mientras los potenciales en la teoría clásica 'con-ducen' la partícula a lo largo de la trayectoria,el potencial cuántico 'organiza' la forma de lastrayectorias en términos de condiciones experi-mentales (González y Roldán, 2003, 168). En elpotencial cuántico, las partes (partículas) recibenla "información activa" signadas para que varíende acuerdo al estado cuántico del sistema (o todo)en tanto el significado estadístico de la funciónde onda -o campo objetivo- puede ser considera-do una propiedad secundaria sin la posición. Elpotencial cuántico es lo holístico, el cual es unaentidad no-local -justamente por su indivisibili-dad-o Éste es el nivel subcuántico. (El potencialcuántico proporciona así las condiciones para quebajo las condiciones del sistema, se presente ladistribución de interferencia que se presenta enel experimento de dos rendijas.) A este esfuerzose le llama la teoría de las variables ocultas, unnuevo modelo conceptual. En esta interpreta-ción causal es imposible subdividir el fenóme-no cuántico, pues es una totalidad indivisible.Habría que conceptuar los niveles estructurales

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVlll (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 ¡ISSN: 0034-8252

Page 7: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

DEL BIG BANG AL DIOS ESCONDIDO (DE COPÉRNICO A HAWKING y VUELTA)

rigurosamente articulados, pues toda la realidad-también la cuántica- es respectiva en cuantorealidad. Bohm proporciona una ontología.

Sin embargo, los fisicos teóricos a la fechano se han interesado en un nivel mecánico sub-cuántico debido fundamentalmente a la imposi-bilidad de postular la existencia de entidades noobservables mediante los métodos que se tienena disposición (Bohm, 1959, 145-146). Aceptar lahipótesis de un nivel mecánico subcuántico quecontiene variables ocultas obligaría a considerarque "el carácter estadístico de la teoría cuánticacorriente tiene su origen en las fluctuaciones alazar de nuevas clases de entidades que existen enel nivel más profundo" (p. 159). Los movimientosopuestos y contradictorios constituirían la reglaen el universo entero, y que éste es un aspectoesencial del propio modo de existencia de lascosas.

Stephen Hawking y la singularidad

Este matemático y físico teórico británico(1942-) ha revolucionado la física al igual queEinstein. A partir del principio de incertidumbre,el mundo de las partículas elementales no soloparece incierto sino que es realmente incierto. Noobstante lo anterior, los físicos se han redefinidoel objetivo de la física: la Teoría del Todo (Theoryof Everything) será un conjunto de leyes que per-mitan predecir los sucesos hasta el límite estable-cido por dicho principio, lo cual nos hace pensarque toparemos con probabilidades estadísticas yno con respuestas concretas.

Edwin Hubble (1889-1953), en los años vein-te, demostró que todas las distantes galaxias sealejan de nosotros. Aquello que parecía nebulosas(manchas tenues), eran en realidad galaxias. Lapequeñez y debilidad luminosa de las galaxiasmostraban que la distancia a la que se encon-traban era tan grande que la luz había tardadomillones o miles de millones de años en llegarhasta nosotros. Pero un dato interesante, además,fue que los astrónomos, mediante el análisis de laluz de las otras galaxias, podían averiguar si lasgalaxias se estaban acercando o alejando. Casitodas las galaxias se estaban alejando. A gran

57

escala, el universo se estaba expandiendo. Proba-blemente este descubrimiento es el más notablede la cosmología moderna.

Por la entropía (cantidad de desorden que hayen el sistema y que es directamente proporcio-nal al flujo del tiempo) se sabe que el desordensiempre aumenta y nunca disminuye. Durante elproceso los sistemas se desordenan y alcanzanun estado final estable caracterizado por teneruna temperatura uniforme y con la totalidad delas partículas desplazándose al azar (Gribbin,1989, 307). La expansión se da en el espacio y enel tiempo. En el modelo de A. Friedmann (1888-1925), tanto el tiempo como el espacio no soninfinitos y, por ende, pueden ser medidos. Haw-king indica que al contrario del espacio, el tiempotiene límites, esto es, un principio y un fin.

Los movimientos de recesión de las galaxiasprueban que el universo entero se encuentra enmovimiento, es dinámico. "El cosmos no sólo seexpande, sino que además lo hace de un modo noaleatorio, direccionado," (Chaisson, 1990,26) Sinembargo, Einstein, en 1917, no sabía nada de laexpansión del universo. Fue hasta los años treintaque Hubble y otros astrónomos establecieronexperimentalmente la recesión de las galaxias.Las ecuaciones de campo de Einstein habíanadmitido la posibilidad de una expansión (o deuna contracción) del universo, pero él no le diomucho crédito. Influenciado de algún modo porla filosofía aristotélica, Einstein retocó simple-mente sus ecuaciones de campo, introdujo unfactor para eliminar la expansión prevista y forzóasí al universo a permanecer estático.

El descubrimiento de la expansión del uni-verso llevó a Hawking y a Roger Penrose (1931-)a demostrar que la teoría general de la relatividadde Einstein implicaba que "el universo debiócomenzar en una tremenda explosión" (Hawking,2002). Aquí está la razón de porqué ningunaestrella podría haber estado brillando más de 10ó 15 mil millones de años (tiempo transcurridodesde la gran explosión), en virtud de lo cual seentiende que el cielo nocturno sea oscuro. (Laidea que el universo ha existido siempre es insos-tenible después de los progresos científicos. Ununiverso infinito y eterno estaría en un estadode desorden completo y a la misma temperatu-ra. El cielo nocturno sería tan brillante como

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIJI (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 IISSN: 0034-8252

Page 8: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

58 LUIS DlEGO CASCANTE

la superficie del Sol, lo que, a todas luces, nosucede.)

Sin embargo, los cálculos efectuados porHawking y Penrose no podían ser usados paraaveriguar cómo empezó el universo. La relati-vidad general carece de valor cerca de la granexplosión, pues no incorpora el principio deincertidumbre, el elemento aleatorio de la mecá-nica cuántica que Einstein rechazó porque para él"Dios no juega a los dados".

En 1981, en el Vaticano, Hawking propuso laposibilidad de que no hubiese un comienzo parael universo. El universo había comenzado con unasingularidad, un punto de densidad y curvaturaespacio-temporal infinitas o, lo que es lo mismo,un alargamiento infinito del espacio-tiempo, enel que toda la materia del universo se hallaríaen la superficie de sí misma. (Por la hipótesis dela censura cósmica las singularidades siempreestarán en el futuro o bien en el pasado, como elBig bang.)

La historia de la materia comenzaría en elmismo Big bang, en un universo con tamañonulo y, por tanto, infinitamente caliente. Durantelos primeros tres minutos (Weinberg, 2009) eluniverso estaba constituido por radiación, la tem-peratura era lo suficientemente alta como paraque los electrones y positrones más rápidamentede lo que podrían surgir nuevamente a partirde los fotones y los neutrinos. Toda la energíagenerada a partir de todas estas partículas hizoque disminuyera temporalmente la velocidad deenfriamiento del universo y la temperatura conti-nuó disminuyendo hasta llegar a los mil millonesde grados Kelvin.

"Al final de los tres primeros minutos, el uni-verso contenía principalmente luz, neutrinosy antineutrinos. Había también una pequeñacantidad de material nuclear, formado ahorapor un 73 por ciento de hidrógeno y un 27por ciento de helio, aproximadamente, ypor un número igualmente pequeño de elec-trones que habían quedado de la época delaniquilamiento entre electrones y positrones.Esta materia siguió separándose y se volviócada vez más fría y menos densa. Muchomás tarde, después de algunos cientos demiles de años, se hizo suficientemente fríacomo para que los electrones se unieran a los

núcleos para formar los átomos de hidrógenoy de helio. El gas resultante, bajo influenciade la gravitación, comenzaría a formar agru-pamientos, que finalmente se condensaríanpara formar las galaxias y las estrellas deluniverso actual" (Weinberg, 2009).

¿Dios eligió la configuración inicial deluniverso? ¿Tal vez eligió dejarlo evolucionar deacuerdo con leyes que pudiéramos entender? Lascondiciones de contorno caóticas suponen o bienque el universo es espacial mente infinito o bienque hay infinitos universos.

El universo es lo que es porque existimos loshumanos. Una pequeña variación haría que noestuviéramos aquí (principio antrápico}. Dios síjuega a los dados y, en una de las tiradas, cayerona nuestro favor, dice Hawking. La pregunta porel "dónde" y el "cuándo" se aplica de maneraampliada no solo a un espaciotiempo único,sino al conjunto completo de los espaciotiem-pos posibles (Penrose, 2007, 1018). Ese favoren el tiempo son las leyes vigentes que nosotrosescrutamos (como que la masa del neutrón seasolo ligeramente mayor que la del protón) y quedenominamos 'comienzo' o Creación. (Hawkingcortó de manera definitiva el nudo gordiano: lasingularidad. En la singularidad el espacio-tiem-po se emborronan, es decir, pierden identidad (eltiempo se "espacial iza" y lo correcto sería hablarde un espacio cuadridimensional. Entonces, si eluniverso no tiene límites sino que es autoconte-nido ... "Dios no habría tenido ninguna libertadpara decidir cómo empezó el universo" -apuntaHawking-.)

La singularidad del Big bang parecía coin-cidía con la visión judeocristiana de la creación,sin embargo su propuesta -ya que no puede serdeducida de ningún otro principio- de no fronteradejó sin trabajo al Creador. Poniendo entre parén-tesis los efectos cuánticos, el universo puede serfinito en el tiempo imaginario, sin fronteras nisingularidades. (Lo imposible, se imagine comose imagine, es posible en mecánica cuántica.) Lamateria puede crearse en un universo de cual-quier tamaño a partir de la energía gravitatoria ...más tarde el resultado pueden ser galaxias, estre-llas, planetas y, porqué no, la vida. "( ... ) el Bigbang es un comienzo que viene requerido por las

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIII (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 / ISSN: 0034-8252

Page 9: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

DEL BIG BANG AL DIOS ESCONDIDO (DE COPÉRNICO A HAWKING y VUELTA)

leyes de la dinámica que gobiernan el universo."Por ende, es algo intrínseco al universo, y nodepende de nada exterior a él.

El salto imaginativo en el uso que haceHawking de la "euclideanización" trata de unir larelatividad general con la mecánica cuántica. Esla superposición cuántica ("integrales de camino"aplicadas de manera exótica -como el mismoHawking indica- cerrando las cosas sin fronteray definiendo el "comienzo" como el extremo delcierre) de "espaciotiempos". Ésta es la propuestade ausencia de frontera. Fuera del Big bangdomina un espaciotiempo lorentziano, pero enla propia región del Big bang son las métricasriemannianas con "ausencia de frontera las quedominan". (Penrose, 2007,1032-1033,1042-1043)Un universo finito tanto espacial mente como en.tiempo imaginario implica que se re-colapsaráeventualmente -en no menos de 15 mil millonesde años-o

Hawking ha popularizado la idea de un uni-verso sin singularidades, lo cual hace que su pro-puesta contenga un modelo de universo basado enla teoría cuántica de la gravedad y en virtud de locual el universo podría ser finito temporalmente,pero sin ningún borde espaciotiempo en el cualse tuviese que recurrir a Dios. Es decir, 'la con-dición de contorno del universo es que no tieneninguna frontera'. "El universo estaría completa-mente auto-contenido y no se vería afectado pornada que estuviese fuera de él. No sería creadoni destruido." Simplemente sería. El universono tendría un punto de inicio absoluto, pues unregreso en el tiempo produciría el efecto de vol-vemos de vuelta hacia el presente (una curva).Esto es realmente interesante. El universo comen-zaría estrictamente de la nada. En el tiempoimaginario no es necesario que el universo hayatenido un comienzo. "El tiempo imaginario secomporta como otra dirección espacial más." Elcontorno del universo en tiempo imaginario sonsuperficies cerradas, como la superficie terrestre.La superficie de la Tierra no tiene fronteras nibordes, justamente porque la gravitación curvael espacio-tiempo. Como sugiriera Feynman, enel tiempo imaginario, a cada posible superficiecerrada le correspondería una historia, y cadahistoria en el tiempo imaginario determinaría unahistoria en el tiempo real, o dicho de otro modo,

59

el universo es una esfera diminuta y ligeramenteaplanada, como una nuez.

Los modelos construidos a partir de ellaintroducen números imaginarios, como ya se dijo.El problema consiste en que se tiene un tiempoimaginario que no es tiempo (sino un espaciode cuatro dimensiones). Se tiene una situaciónintemporal que va a abolir el devenir y que nocorresponde a la realidad. Ésta evita matemática-mente las singularidades. El tiempo de Hawkingha de ser tratado como tiempo real. "Al hacerlo,reaparecen las singularidades. De este modo,nos vemos remitidos a un tiempo real en el quesí hay ineludiblemente un estado inicial que nose explica desde otra configuración anterior deluniverso. [Y entonces nos seguimos encontrandocon un universo que no reposa sobre sí mismo"(A. González) y no tiene realidad por sí mismo.]

Ahora bien, siguiendo a S. Weinberg (1933-),si hubiera algo en la naturaleza que nos diese laposibilidad de entenderla como obra de Dios, ten-drían que ser la leyes finales de la naturaleza, conlo cual, como lo afirma Hawking, "conoceríamosel pensamiento de Dios" (1988, 224). La cienciano enseñaría que el universo no tiene sentido,sino más bien que el propio universo no sugiereningún sentido (Weinberg, 2003, 202).

¿La vía cósmica?

La vía cósmica (González, 2005, 91-107)parte no de una interpretación metafísica deluniverso, sino de una interpretación científica, endonde la física contemporánea aparece como unsistema evolutivo y el universo como un sistemaen expansión. Xavier Zubiri (1898-1983) simple-mente quiere "averiguar si la imagen del universofísico que se forma la ciencia actual reclama oconduce a admitir la existencia de una realidadpropia en y por sí misma, distinta realmente deluniverso y sin la cual éste no podría existir ni serlo que es".

La teoría de la gran explosión retrotrae losdistintos estados del universo a un "estadio ini-cia]". Para Zubiri, "es perfectamente posible quela materia misma haya tenido existencia antes deese estadio inicial". Los estadios iniciales de la

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIlI (123-124), 51-64, Enero-Agosto 2010 IISSN: 0034-8252

Page 10: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

60 LUIS DlEGO CASCANTE

materia en nada influirían en el estadio inicial nitampoco son determinantes del estado actual delmismo. Sin embargo, retrotraerse a un estado ini-cial y volver a expanderse de nuevo, es demasiadoimprobable, en virtud de que los cálculos sobre lamasa del universo y la entropía permitiría osci-laciones infinitas. "Esto no obstaría, claro estápara que pudiera haber varios universos parale-los, como burbujas surgiendo de una "espumacuántica" primordial." (González, 2005, 97) Locual indica que se admite la posibilidad de unapluralidad de universos, y la posibilidad de que elestado inicial de la gran explosión no resuma delcomienzo temporal de la materia. Si hubiera dosuniversos ("universos-burbuja") ambos pertene-cerían al mismo mundo, por ser reales, aunquesus contenidos no estuvieran vinculados entresí. (Vale la pena indicar que la palabra 'cosmos'aquí significaría la unidad de las cosas en virtudde los contenidos. Contrariamente, el mundo es launidad de las cosas por el carácter de realidad.)

No obstante las afirmaciones de Hawkingsobre las singularidades, él mismo ha señalado,en su Historia del tiempo, que lo que él hace esmanejar números imaginarios utilizados en lamecánica cuántica de manera instrumental, comoun recurso. Por eso su propuesta no sería una des-cripción realista del universo, sino la expresiónmatematizada para evitar las singularidades. SiHawking trata el tiempo imaginario como tiemporeal, reaparecen las singularidades. A este .res-pecto no obstante la observación de A. González,quizás haya que escuchar a Pascal cuando propo-nía que si nuestra visión se detiene ahí, dejemosque nuestra imaginación vaya más lejos. O dichopor G. J. Whitrow: "El universo es una hipótesis",nuestra idea del universo en su conjunto es toda-vía un producto de la imaginación.

La cosmología actual, entonces, plantea elproblema tanto científico como metafísico de siel cosmos lleva a postular la realidad de Dios,una realidad distinta realmente del Universo ysin la cual éste no podría existir ni ser lo que es(Zubiri). El universo ¿'reposa sobre sí mismo', notiene necesidad de ninguna cosa para ser lo quees y para tener realidad?

La ciencia actual se ha formado una imagendel Universo como un sistema de realidades de la

más variada índole. (Cf. Zubiri, 1964, 419-424)Éste comprende ante todo los astros y sus distintasagrupaciones (estrellas múltiples, asociaciones,cúmulos, etc.), aunque también el gas y el polvointerestelares. Este Universo posee dos caracteresfundamentales para la ciencia actual. En primerlugar, es un sistema evolutivo. Las galaxias sonmasas gaseosas en configuración de turbulencia.Esto significa que se dan dos procesos esenciales:uno, el proceso mismo de la galaxia (en cuanto seconsume el gas, cambia la configuración a espiraly de ésta a elíptica); otro, el proceso principal seinicia con una secuencia de reacciones nuclearesque la hacen pasar a gigante y de ésta a otras con-figuraciones distintas (pulsante o no pulsantes),para finalizar por contracción o explosión (super-nova) en la configuración de enana blanca. Con laexplosión se puede iniciar una nueva generaciónde estrellas. Este proceso depende de dos facto-res: por una parte, de las leyes estructurales dela materia (incluyendo en ella a la energía): leyesgravitatorias, leyes de las partículas elementales,leyes electromagnéticas y leyes termodinámicas;por otro, una configuración, dado el juego de lasleyes estructurales (por ejemplo, el manejo de losnúmeros imaginarios utilizados en la mecánicacuántica por S. Hawking para evitar las singu-laridades y reemplazándolas por una condiciónde no contorno, en virtud de la cual no hay unasingularidad inicial, siendo el Universo finitopero sin bordes o fronteras). Asimismo el Uni-verso es un sistema en expansión (E. Hubble y sudescubrimiento del desplazamiento hacia el rojo,verdadero efecto Doppler). La expansión tienedos componentes: "una explosión material y muyprobablemente una expansión del propio espaciogeométrico" (Lemaitre).

Con lo anterior la Física actual pretendepostular el comienzo temporal del Universo.Sin embargo, lo que hace es retrotraernos delos estados actuales de Universo a un "estadoinicial" (Big bang) o, dicho de otro modo, laFísica nos habla de que los posibles estadosanteriores en nada influyen ni tienen que ver conel origen del estado actual. Hasta aquí la Física.Solo metafísicamente se puede hacer un esbozode un fundamento absoluto para que el Universo(o Multiverso) sea lo que es y para que tenga

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIll (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 / ISSN: 0034-8252

Page 11: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

DEL BIG BANG AL DIOS ESCONDIDO (DE COPÉRNICO A HAWKING y VUELTA)

realidad. Las estructuras materiales y las confi-guraciones del cosmos mantienen en suspenso larealidad de las cosas, lo cual contradice el hechoque el Universo existe, pues no puede venir de lanada,ya que si hay densidad uniforme y apariciónconstante de materia, es imposible evitar la nece-sidad de una realidad ultracósmica.

Pareciera que la raíz de la que proceden lasestructuras y las configuraciones remite a unaprocesualidad radical, que va más allá de la pro-cesualidad evolutiva física; "una procesualidadque consiste en que el estado inicial emerja a larealidad, de una raíz transfísica que el Universoentero llevaría en sí mismo" (Zubiri). Dios seríala 'realidad mundificante'. El estado inicial delUniverso no reposaría sobre sí mismo, sino que suunidad remitiría a algo en cierto modo ortogonal(no homogéneo) al plano de ese estado. Ningunacosa intracósmica reposa sobre sí misma. (Tam-bién es pensable que nuestro universo es el últimoeslabón de una serie de realidades trans-físicas.)La fontanalidad divina haría que el universo estéen evolución (en cambio), como un de suyo dar desí. Este argumento no lleva al Dios monoteísta,sino únicamente a un Dios trascendente, funda-mental y único. Se está hablando del dios de lafilosofía: impersonal y sin pertenencia a ningunareligión.

El universo no puede reposar sobre sí mismoy, en este sentido, el reposo ha de entenderse demanera más profunda: no es solo no tener nece-sidad de otra cosa, sino para tener realidad. Lagran explosión indica que el universo no reposasobre sí mismo en el sentido de que no se basta así mismo para ser como es. No tiene realidad porsí mismo. Un cosmos sin singularidades no esreal por sí mismo.

Tal vez resulte más apropiado decir que loque Hawking ha indicado no pone fin a la Físicasino a la Metafísica como saber 'absoluto'. Sonlos metafísicos los que han perdido el empleo,como se deduce de la conferencia dictada enel Vaticano en 1981. La muerte no es de Dios(Nietzsche) sino de la metafísica, ultrajada porla Física teórica, al pretender explicar el cosmoscon la Sustancia divina sin más ... Esto significaque el destino de la humanidad está inevitable-mente ligado al destino de las estrellas y a la

61

capacidad de sobrevivencia de nuestra especie(autodestrucción).

El Dios escondido

En nuestra experiencia histórica no existe"la" religión, sino las religiones. Hay religionesmonoteístas y religiones politeístas. Qué seala religión incluye una vasta lista de definicio-nes. Ciertamente la experiencia religiosa es unhecho complejo. Sin embargo, donde hay religiónencontramos cuatro elementos: doctrina, ética,culto y comunidad. Pero, buscando un análisisde los hechos, un análisis de la realidad humanaen cuanto tal, tomada en y por sí misma, debe-mos decir otro tanto. Si en la realidad descubri-mos alguna dimensión que de hecho envuelvaconstitutiva y formalmente un enfrentamientoinexorable con la ultimidad de lo real, esto es,con lo que de una manera nominal y provisionalpodemos llamar Dios, esta dimensión sería loque llamamos dimensión teologal del hombre(Zubiri). Esta dimensión consiste justamente enque el hombre se encuentra fundado en el poderde lo real. Desde la inteligencia, la culminaciónde la experiencia intelectiva del fundamento dela realidad, o de la realidad fundamental. Es unaprobación física y una expresión conceptual. Elproblematismo de la realidad-fundamento no esalgo que lleva al problema de Dios, sino que es elproblema mismo. El problema de Dios pertenecea la dimensión de la persona religada al poder delo real. (La diferencia entre el agnóstico, el ateoy el teísta está en la solución a la que se lleguerespecto al problema que ese hecho abre.)

La cuestión no es si el fundamento de lo reales un Dios escondido, sino si es ocioso, sin interésalguno por las cosas del mundo y las humanas. Sieste Dios fuese ocioso, entonces la vida de todoser humano se torna anónima, pues ni el universosabe que estamos aquí ni 'Dios' se ocuparía delmundo. El paso ulterior sería tratar de superarla crisis -nerviosa, por supuesto- que implicaríaestar solos en la galaxia y, dada la inmensidaddel universo, incapacitados de tener contacto convida inteligente por las insalvables distancias quenos separan.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIII (123-124), 51-64, Enero-Agosto 2010 ¡ISSN: 0034-8252

Page 12: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

62 LUIS DlEGO CASCANTE

Otra cuestión es la crisis de las religionesen su institucionalidad. En el libro Repensar lareligión, de la creencia al conocimiento, Aman-do Robles señala que la crisis de la religión esproducto de que durante los últimos siglos sehan producido una sociedad y una cultura no"estructuralmente teísta". Actualmente, el interésdel autor por el tema de la religión lo sitúa en elesfuerzo teórico por comprender los límites yalcances del lenguaje religioso, es decir, en cuan-to conocimiento. Por eso A. Robles afirma que ellenguaje religioso es una forma de conocimientoporque pretende comunicar 'algo' sagrado (quésea eso no es la cuestión en este momento). Acla-rando, entonces, el lenguaje sería una forma deconocimiento, ni siquiera la primera ni única, esosí, una forma de conocimiento. A ésta le acompa-ña -ojalá- la razón, la percepción y la emoción.Ésta última -la emoción- mediaría para que lasformas simbólicas originen una espiritualidad.Dicho de otro modo, los valores no solo derivande la ética (religión), sino también de la estética(belleza), el mundo de las formas, pero tambiéndel de las no-formas (la mística). Suficiente sobreel análisis sociológico de la religión.

Pensemos más bien en uno desde la filosofíadel lenguaje (su sentido). Ineludiblemente vienea la memoria L. Wittgenstein (1889-1951), cuyaseriedad filosófica se expresa con la tremendafranqueza del que busca claridad a toda costa. En1937 escribía en su diario: "Me gustaría discutircon Dios." El esfuerzo de Wittgenstein está mar-cado por una purificación de sí mismo (al estilounamuniano de la pasión religiosa) pasando porpurificar el lenguaje.

En el Tractatus Logico-Philosophicus, elmundo está compuesto de hechos lógicamenteindependientes entre sí, cuya articulación (el pen-samiento es una figura -es una imagen, represen-ta- lógica de los hechos -moleculares, estados dehechos o hechos atómicos que son una combina-ción de objetos-) se lleva a cabo inexcusablementea través del lenguaje, esto es, el alcance de lateoría del significado del Tractatus. Lo pensablees también posible (Tractatus, 3.001). Al estable-cer el alcance de la posibilidad hemos de afirmarque no existe una figura verdaderamente a priori(2.225). De esto se sigue que no podemos enten-der que exista algo cuya verdad sea necesaria.

Toda proposición que exprese cierto sentido debeser contrastada con la realidad. Preguntarse porel sentido de la vida, como experiencia límite,está fuera del mundo, wittgensteinianamente enel cambio de actitud hacia él (del dominio desí). Que Dios no se manifieste en el mundo noes otra cosa que afirmar que no se puede hablarde Él en el contexto de la posibilidad (D. Pears)."De lo que no se puede hablar hay que callar" (7).Por ende, los límites del lenguaje son los límitesdel mundo. La realidad es lo que ocurre, no loque debe ocurrir. En virtud de esto, un juiciode valor no trata sobre la realidad y, por ende,no puede tener significado. Los filósofos del"sentido moral" han asumido que la bondad debeser una propiedad de algún tipo y que debemos"verla" en algún sentido del término (Y. Camps).Los símbolos son hijos del tiempo. Son media-tos y, como tales, históricos, esto es, juegos dellenguaje.

Sin embargo, no solo cabe la lectura de lafilosofía anglosajona (G.E. Moore, B. Russell yL. Wittgenstein) del siglo XX sobre los símbolos.Lafenomenología permite otra lectura. El pensa-miento no es algo "interior" capaz de existir fueradel mundo y fuera de los vocablos (Merleau-Ponty), es decir, fuera de la praxis humana. Lossignos dan significado a las actuaciones. En elcaso de los símbolos lingüísticos, "este signifi-cado adquiere un carácter positivo. De ahí que elanálisis de lenguaje sea particularmente apto paraestudiar el sentido de nuestras actuaciones" (Gon-zález, ]997, ]22). Así, la reflexividad el lenguajeno se agota en los llamados "metalenguajes".

Epílogo

La ciencia no aspira a establecer verdadesabsolutas, sino a llegar a la verdad por aproxima-ciones sucesivas, sin pretender que ha conseguidoninguna etapa final ni una exactitud completa.Para lograr esto, la vida intelectual pretendemanejar la realidad con el máximo de sencillezcreando progresivamente fórmulas -muchas deellas 'matemáticas'-.

La interpretación de los datos y del devenirlleva a la ciencia a otro problema, cual es sostener

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIll (123-124), 51-64, Enero-Agosto 2010 / ISSN: 0034-8252

Page 13: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

DEL BIG BANG AL DIOS ESCONDIDO (DE COPÉRNICO A HAWKING y VUELTA)

equivocadamente un dualismo entre las cosasque son y el devenir. Es decir, señala que lossujetos son cambiados externamente por "fuer-zas" (leyes), esto es que las cosas están sujetas aldevenir. La enorme variedad de datos sensiblesson reducidos por ella a unas cuantas relacionessencillas que proyectan el curso de los fenóme-nos. Es decir, la ciencia reduce sencillamente -yhasta donde es su cometido- la naturaleza a unsistema de leyes que somete las cosas.

Por el contrario, parece que el devenir no esla procesualidad a la que están sujetas las cosassegún la ciencia. Las acciones son acciones de unsujeto en distintas conexiones con el mundo. Larealidad (o mundo) no es subjetual sino estructu-ral. Esto significa que el devenir (léase evolución)no es algo que le acaece al sujeto, sino algo que.se inscribe en las estructuras mismas de lo real-cósmico-. La realidad es realitas in essendo,'realidad que es', es "de suyo", es decir, tiene unmomento activo que consiste en dar de sí. La rea-lidad es dinámica y activa por sí misma. Este "desuyo" se debe a que es formalmente activa. El darde sí es, pues, un momento intrínseco y formal dela estructura de las cosas. Por ende, la realidad esestructural mente dinámica. Y no se trata de undinamismo consecutivo sino constitutivo. (Ya A.Oparin, en su obra El origen de la vida, apuntabaque todo ser vivo es un sistema dinámico, comoconsecuencia del materialismo dialéctico. Sinembargo, Oparin no explora hasta las últimasconsecuencias la "dinamicidad". Reduce todo amateria, y la vida resulta ser una nueva cualidadde la misma al ir escalando peldaños cada vezmás complejos y perfectos. Pero esto no restamérito a la célebre labor investigativa de Oparinsobre la obtención de aminoácidos a través dedescargas eléctricas sobre un medio con nitró-geno, amoníaco, vapor de agua, etc., antecedenteclave para la síntesis de materia viva.)

La historia de la cosmología ha sido unlento camino hacia la vigilia de la razón, con unaprogresiva toma de conciencia acerca de nuestrasoledad en la Vía Láctea. Quizás a muchos lesgustaría un 'dios' más democrático que tirara losdados donde podamos verlos. A cambio, debemoscontentamos con lo que tenemos: en la historia dela materia -que es la historia del tiempo- todo haacontecido en el presente, nada sucedió excepto

63

el presente mismo. Como se ha visto, preguntarsepor el tiempo antes del comienzo del universono tiene significado, salvo que estemos pensandoque antes de la existencia del universo Dios esta-ba preparando el infierno para aquellos que sepreguntaban tales cuestiones, como dijera Agus-tín de Hipona. Pero, ¿tendrá un final el universo?,¿cómo acabará?, ¿cuándo?

En virtud de la expansión del universo, lle-gará un momento en el que alcanzará un tamañomuy grande y finalmente colapsará de nuevo, adecir de Hawking, en lo que parecería una singu-laridad en el tiempo real. Será una singularidad oBig crunch en el final del universo o, de no ser así,una singularidad en algunas regiones que se colap-sarían para formar agujeros negros. Pero, si eluniverso tiene 13.700 millones de años, de comen-zar el Big crunch que revierta el estado actual delcosmos, se requerirían de otros 13.700 millonesde años. Estas cifras nos superan no solo comoindividuos sino además como especie. La verdadle queda mucho tiempo al universo para su final.

Si la contracción del universo comenzaraahora mismo -hipótesis-, el desorden continua-ría porque no hay frontera. Sin embargo, nadiemoriría antes de nacer ni rejuvenecería conformeel universo se contrae. Entonces, nos asalta lapregunta: ¿por qué aumenta el desorden en lamisma dirección del tiempo (entropía) en la que eluniverso se está expandiendo? Si es cierto lo quela no frontera del universo predice en las etapastempranas del universo, entonces el universo seestá expandiendo a una velocidad muy próxima ala velocidad crítica a la que evitaría colapsarse denuevo y, por suerte, no colapsaría pronto. Cuan-do esto suceda, las estrellas habrán quemado sucombustible, y los protones y neutrones se habrándesintegrado probablemente en partículas ligerasy radiación. El desorden habrá aumentado tantoque será casi completo. Sin flecha termodinámicahacia adelante es imposible la vida inteligente.Si los seres humanos queremos vivir, debemosalimentamos (forma ordenada de energía) y con-vertir el alimento en calor (forma desordenada deenergía). Así es, la vida inteligente no será viableen la fase de contracción del universo. Nuestravida estará condicionada por la de las estrellasque nos rodean, empezando por el Sol y porlo que suceda con la Tierra. La no frontera del

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVllI (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 / ISSN: 0034-8252

Page 14: Del Big Bang al Dios escondido (De Copérnico a Hawking y vuelta)

64 LUIS DlEGO CASCANTE

universo hace que el desorden aumente y que lascondiciones para la vida inteligente se den solo enla fase expansiva.

Somos polvo de estrellas ...

Bibliografía

Aristóteles. (1994) Metafísica. Madrid: Editorial Gre-dos, S.A. (Introducción, traducción y notas deTomás Calvo Martínez.)

Bohm, David. (1959) Causalidad y azar en la físicamoderna. México: UNAM.

Cascante, Luis Diego, "Galileo y el catolicismo. Unacercamiento al problema". En Revista Comuni-cación, vol. 10, No. 3, diciembre 1998, pp. 12-18.

Cassirer, Ernst. (1979) El problema del conocimiento.México: FCE.

Chaisson, Eric. (1990) Relatividad, agujeros negros yel destino del universo. Barcelona: Plaza & JanésEditores, S.A.

Copérnico, Nicolás. (1983) Comentariolus. Madrid:Alianza Editorial.

Coronado Céspedes, Luis Guillermo. "Los orígenes dela ciencia moderna y la revolución copernicana".En Revista de Filosofía de la Universidad deCosta Rica, XXV (62), 1987.

Davies, Paul. (2001) Los últimos tres minutos. Con-jeturas acerca del destino final del Universo.Madrid: Editorial Debate.

Ferguson, Kitty. (1992) Stephen Hawking: su vida ysu obra. Hacia una teoría del todo. Barcelona:Crítica.

Galilei, Galileo. (1983) Consideraciones sobre laopinión copernicana. Madrid: Alianza Editorial.

Galilei, Galileo. (1964) El mensajero. Buenos Aires:EUDEBA.

González, Antonio. (1997) Estructuras de la praxis.Ensayo de una filosofía primera. Madrid: Edito-rial Trotta/Fundación Xavier Zubiri.

González, Antonio. "La vía cósmica hacia Dios segúnXavier Zubiri". En The Xavier Zubiri Review, Vol.7,2005, pp. 91-107.

González, E. y Roldán, J., "La aproximación causaly usual frente al problema interpretativo de laTeoría Cuántica". En Revista Colombiana deFilosofía de la Ciencia, Vol. 4, Nos. 8 y 9, 2003,pp. 155-174.

Gribbin, John. (1989) En busca del Big Bang. Madrid:Ediciones Pirámide, S.A.

Gribbin, John. (2000) El nacimiento deL tiempo. Bar-celona: Paidós Transiciones.

Hacyan, Shahen. (1995) El descubrimiento deL univer-so. México: FCE.

Hawking, Stephen. (2002) EL universo en una cáscarade nuez. Barcelona: Crítica/Planeta.

Hawking, Stephen. (1988) Historia del tiempo: del bigbang a Los agujeros negros. Barcelona: Crítica.

Hoyle, Fred. (1967) EL universo: gaLaxias, núcleos yquasars. Madrid: Alianza Editorial, S. A.

Kuhn, Thomas S. (1978) La revolución copernicana.Barcelona, Editorial Ariel, S.A.

Landau, Lev y Rumer, Yury. (1992) ¿Qué es la teoríade La reLatividad? Chile: Editorial Universitaria.

Navarro Rojas, Óscar. "El marco conceptual de lacomplementariedad y el realismo: Niels Bohr y elideal de descripción de la naturaleza". (Tesis deLicenciatura en Filosofía, Universidad de CostaRica, Facultad de Letras, Escuela de Filosofía, 4de agosto del 2003.)

Penrose, Roger. (2007) ELcamino de la reaLidad. Bar-celona: Random House Mondadori, S. A.

Russell, Bertrand. (1985) ABC de la relatividad. Bar-celona: Ediciones Orbis, S. A.

Robles, Amando. (2001) Repensar la religión, de lacreencia al conocimiento. Heredia: EUNA.

Shea, William R. (1983) La revolución intelectuaL deGalileo. Barcelona: Editorial Ariel, S.A.

Weinberg, Steven. (2009) Los tres primeros minutosdel universo. Madrid: Alianza Editorial.

Vázquez, Juan. (1986) Lenguaje, verdad y mundo.Modelo fenomenológico de análisis semántico.Barcelona: Editorial Anthropos.

Stachel, John (Ed.). (1998) Einstein 1905: un año mila-groso. Barcelona: Editorial Crítica.

Whitrow, G. J. (1956) La estructura del universo.México: Fondo de Cultura Económica.

Wittgenstein, Ludwig. (1990) Tractatus Logico-Philo-sophicus. Madrid: Alianza Editorial Universitaria.

Zubiri, Xavier. (1999) Estructura dinámica de la reali-dad. Madrid: Fundación X. ZubirilSociedad deEstudios y Publicaciones.

Zubiri, Xavier. (1978) Naturaleza, Historia, Dios.Madrid: Editora Nacional.

Zubiri, Xavier. "Respectividad de lo real". En Realitas1Il-1V: 1976-1979, trabajos del Seminario XavierZubiri, Madrid, 1979, pp. 13-43.

Zubiri, Xavier. "Trascendencia y física". En GranEnciclopedia del mundo (Ed. Durvan), Bilbao,vol. 18, cols. 419-424.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVIlJ (123-124),51-64, Enero-Agosto 2010 / ISSN: 0034-8252