DEL ANONIMATO AL PROTAGONISMO: MEMORIA SONORA DE …
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DEL ANONIMATO AL PROTAGONISMO: MEMORIA SONORA DE LA
AVENIDA CIUDAD DE LIMA, BOGOTÁ
AUTOR
JUAN DAVID RINCÓN CALDERÓN
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE COMUNICADOR
SOCIAL
ÉNFASIS EN PRODUCCIÓN RADIOFÓNICA
DIRECTOR
GILBERTO EDUARDO GUTIÉRREZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
COMUNICACIÓN SOCIAL
BOGOTÁ DC
2020
ARTÍCULO 23
“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por los alumnos
en sus trabajos de grado, solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la
moral católicos y porque el trabajo no contenga ataques y polémicas puramente personales,
antes bien, se vean en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia”.
3
Bogotá, 27 de mayo de 2020
Doctora
MARISOL CANO BUSQUETS
Decana
Facultad de Comunicación y Lenguaje
Pontificia Universidad Javeriana
Estimada decana,
Me permito presentarle mi trabajo de grado titulado “Del anonimato al protagonismo:
memoria sonora de la Avenida Ciudad de Lima, Bogotá” con el fin de obtener el título de
Comunicador Social con énfasis en producción radiofónica.
Espero que sea de su interés y que cumpla con las exigencias requeridas por la Pontificia
Universidad Javeriana para su aprobación.
Atentamente,
Juan David Rincón Calderón
Estudiante Comunicación Social
Pontificia Universidad Javeriana
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TABLA DE CONTENIDOS
Anexos…………………………………………………………………………………....7
Introducción…………………………………………………………………………….10
PRIMERA PARTE…………………………………………………………………….11
La memoria sonora y la memoria colectiva…………………………………...15
La historia oral………………………………………………………………….18
Consideraciones parciales……………………………………………………...21
SEGUNDA PARTE……………………………………………………………………23
LA CALLE 19: AVENIDA CIUDAD DE LIMA…………………………….23
DE OCCIDENTE A ORIENTE EN LA CALLE 19…………………………28
EL EPICENTRO DEL ENTRETENIMIENTO……………………………..31
Las casetas de la 19……………………………………………………..31
La Calle 19 y la radio…………………………………………………..33
La Calle de la farándula…………………………………………….....35
LA CALLE QUE SUENA A PROGRESO…………………………………..38
El edificio Cudecom……………………………………………………38
Los nuevos negocios: “La zona del silencio”………………………….43
Los restaurantes………………………………………………………..46
Los bares y discotecas………………………………………………….48
Ventas por época……………………………………………………….52
Las ópticas de la 19…………………………………………………….54
Elecciones presidenciales………………………………………………56
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LA CALLE DE LOS MERCADOS…………………………………………59
Mercado de las nieves…………………………………………………59
Plaza de mercado de Paloquemao……………………………………60
Pasaje comercial La Macarena…………………………………….....62
Consideraciones parciales………………………………………………….…63
TERCERA PARTE…………………………………………………………………..65
CONCLUSIONES………………………………………………………….....65
REFERENCIAS……………………………………………………………………...69
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ANEXOS
Imagen 1. La Calle 19: Avenida “Ciudad de Lima”. Tomado de: Periódico el
Tiempo 27 de junio de 1968.
Imagen 2. Publicidad de la recién inaugurada ‘Casa de la Greca’ en 1970. Imagen
tomada del libro ‘Fenalco 70 años’ 2015.
Imagen 3. Cartografía de sectorización Bogotá 1963. Tomada de la colección de
cartografías de la Universidad Nacional.
Imagen 4. Ampliación Avenida Ciudad de Lima 1974. Tomada de Museo de
Bogotá.
Imagen 5. Juntos pero sí revueltos” 1965. Calle 19 como escenario. Imagen tomada
del libro Manuel H: setenta años de reportería gráfica en Bogotá
Imagen 6. Edificio Cudecom recién trasladado. Imagen tomada de internet. Fuente:
Antonio Páez Restrepo
Imagen 7. Planos de paisajismo Avenida Ciudad de Lima. Tomada de revista
Escala 1973
Imagen 8. Planos de paisajismo Avenida Ciudad de Lima. Tomada de revista
Escala 1973
Imagen 9, 10, 11. Preparativos para la puesta en marcha del desplazamiento del
edificio CUDECOM
8
Imagen 12. Tienda de vehículos usados ‘Auto Caldas’.
Imagen 13. ‘Empanadas de la 19’. Tomada de internet
Imagen 14. Álbum oficial de Panini, mundial de México 1986.
Imagen 15. Bogotá Calle 19 entre carreras 9 y 10, 1968
Imagen 16 “Elecciones presidenciales” 1982. Imagen tomada del libro Manuel H:
setenta años de reportería gráfica en Bogotá
Imagen 17. Las casetas con destino a las votaciones del domingo en la Calle 19.
Imagen tomada por Alfonso Ángel y publicada por el diario EL TIEMPO el 29 de mayo de
1982.
Imagen 18. Mercado de la plaza de las Nieves 1906. Tomado de: Libro Azul de
Colombia Página 478
Imagen 19. Aerofotografía Bogotá 1963. Tomada de la colección de cartografías
de la Universidad Nacional
Imagen 20. Plan Piloto Bogotá 1970. Tomada de la colección de cartografías de la
Universidad Nacional.
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En este texto, el lector encontrará una serie de testimonios que podrá escuchar al
mismo tiempo que realiza la lectura. Para encontrar los testimonios, es necesario que el
lector escanee los códigos QR que encontrará a lo largo del proyecto. Cada una de las
entrevistas ayuda a contextualizar al lector y lo involucra en el relato de la Avenida Ciudad
de Lima.
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Introducción
La Avenida Ciudad de Lima en Bogotá (En adelante Calle 19) tiene una historia
reciente en la línea del tiempo de la capital. Su apertura oficial se da en el año 1968 y desde
ese momento, la Calle 19 se convertiría en un referente de desarrollo y sociedad bogotana.
Para recorrer el extenso paisaje de la Calle 19 habría que comenzar en la Iglesia de
las Nieves, su más antiguo antecedente. A lo largo de la avenida, el recorrido demuestra las
dinámicas económicas y sociales de la ciudad en los años 70’s y 80’s y se encuentran
importantes establecimientos como la ‘Plaza de Mercado de Paloquemao’ y el histórico
edificio ‘Cudecom’1 que fue trasladado para abrir paso a la Calle 19 en 1974.
Por muchos años, la Calle 19 también fue uno de los epicentros de entretenimiento
de Bogotá, albergando los títulos musicales y obras de grandes artistas en sus recordadas
‘casetas’. Así mismo, los bares de la 19 eran el punto de encuentro favorito entre los
periodistas, actores, cantantes y demás personajes del entretenimiento que trabajaban a
pocas cuadras en los estudios Gravi, o años atrás, en Caracol Radio.
Mientras se recorre de oriente a occidente, la Calle 19 va cambiando su color y se
logran diferenciar los personajes y ambientes que la construyen, entre ellos, los más
marcados son los innumerables locales de tecnología, las tradicionales ópticas, las tiendas
de Grecas y “la zona de los refrigeradores”. Ningún local que se encuentre sobre la Avenida
es ajeno, todos los negocios tienen una amplia variedad de competencia, las calles son
1 El edificio ‘Cudecom’, ubicado en la Avenida Calle 19 con Caracas, fue el primer edificio en
Latinoamérica que es trasladado. Exactamente 29 metros a su izquierda.
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ampliamente transitadas y, presuntamente, los restaurantes pactaron un precio en común
para sus almuerzos.
Todas las dinámicas económicas que se pueden encontrar en la Calle 19 adquieren
relevancia pues a través de ellas podemos construir una parte de la memoria bogotana. No
es gratuito que la Calle 19 tenga negocios que puedan asociarse con la modernización ni es
un secreto que las voces más importantes que se encuentran sobre sus andenes sean de
adultos mayores en busca del reconocimiento de su pasado. ‘La Calle de la Rana’, como era
conocida a principios de siglo, alberga historias y testimonios que nunca antes se han
contado, memorias que pueden apelar a lo sonoro y que, en definitiva, pueden re significar
la perspectiva que tenemos de este lugar.
Para entender cómo la memoria sonora permite la re significación de un espacio, la
autora Analia Lutowicz recuerda la experiencia concentracionaria en Argentina. En esa
época, los capturados por la dictadura eran vendados y dejados en campos de concentración
por varios días, esto les obligaba (A través de la escucha atenta) a identificar sonoramente
el espacio y el único vínculo entre el individuo y el entorno era lo que escuchaba. Esa
relación particular entre la memoria y lo sonoro se puede trasladar a momentos y contextos
menos radicales a los que ella propone, la memoria sonora2 permite construir una memoria
colectiva, donde la historia de un lugar en específico puede ser contada por sus
protagonistas.
Además de la memoria sonora y colectiva, otro concepto fundamental para la re
significación del imaginario de la Calle 19 es la historia oral. A través de la voz de los
2 Para Analia Lutowicz la memoria sonora es una construcción personal a la que recurrimos para
significar los sonidos que percibimos.
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protagonistas de la historia se puede construir un relato en común de lo que fue la Calle 19
en Bogotá, es a través de esos testimonios que se pueden generar más memorias y poner
esta avenida en el panorama histórico de la capital.
Al cerrar los ojos podemos ignorar las imágenes, sin embargo, lo sonoro siempre
está presente y rodea al individuo. La Calle 19 es una avenida que suena desde sus
orígenes, un espacio que permite construir relatos a través de la escucha: Los pregoneros
ofreciendo la lotería, las rutas de servicio público que poco han cambiado, los vendedores
ambulantes, el murmullo de la gente. Los paisajes sonoros que han estado presentes en la
Calle 19 han construido una memoria en cada uno de los individuos que la han recorrido a
lo largo de su historia. Según Analia Lutowicz
El estudio de los paisajes sonoros que nos rodean no sólo se erige como
elemento de valor histórico, también la lectura e interpretación del texto que
constituye aporta un nivel de análisis que permite distinguir una gran cantidad de
características e información tanto sobre el individuo como sobre la sociedad,
basándonos en la memoria sonora que nos permite reconocer las marcas que le son
propias y los diversos significados que adquieren los sonidos que conforman dicho
texto. (Lutowicz, 2012)
Se han construido memorias de la Calle 19, algunos ejemplos son los diversos
artículos del traslado del edificio Cudecom o crónicas de lo que fueron las casetas de la 19,
sin embargo, hace falta un relato completo, una construcción a partir de la memoria
colectiva que permita poner la historia de la Calle 19 en boca de muchos y que adquiera,
como bien define Analia Lutowicz, un significado diferente.
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Así pues, el objeto de estudio de este proyecto es la construcción de una memoria
colectiva de la Calle 19 a partir de la memoria sonora. Abordaremos la construcción de un
relato en conjunto para situar esta avenida en la historia de Bogotá y evaluar la importancia
de la memoria sonora como el puente para re significar espacios. Eso será posible sólo si
entendemos los elementos sonoros: las marcas, los testimonios y los paisajes sonoros, es
importante poner el sonido en primer plano para entender contextos y la importancia de los
mismos.
Ahora bien, al establecer un relato en común de la Calle 19, la memoria colectiva se
convertirá en un mecanismo para recoger memorias ocultas o nunca visibilizadas. En el
texto ‘La memoria colectiva’, Maurice Halbwachs propone que si el individuo reconoce
testimonios y memorias similares, podrá reconocerse en un mismo grupo y es capaz de
establecer un contacto. Así pues, a través de una red de testimonios y relatos orales de la
Calle 19, los individuos que en algún momento la conocieron o vivieron de cerca, podrán
hacer parte de la memoria colectiva y reconocerse como parte de su historia.
Según las propuestas de la memoria colectiva, este concepto se convierte en una red,
pues los testimonios de un individuo no sólo incluirán sus propios recuerdos y sentimientos
sino que podrá incluir los de otros. En la Calle 19 se ha evidenciado la necesidad de tomar
las memorias fragmentadas y hacerlas parte de un solo grupo, pues la importancia de esta
avenida radica en su historia como un conjunto, como la idea de modernización que tenía y
por las dinámicas que se relacionan a pesar de no ser muy visible.
Así pues, para construir una memoria colectiva de la Calle 19 en Bogotá, es
necesario abordar el argumento desde tres puntos fundamentales. El primer punto es el
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desarrollo y la construcción de la memoria sonora y colectiva como el camino para la re
significación de espacios. Aquí se abordará la temática desde lo sonoro, pues este elemento
ha sido fundamental en la historia de la calle 19 y permitirá recordar de manera mucho más
cercana lo que fue esta avenida en su pasado. En un segundo punto, se hará un relato
conciso y coherente de lo que fue la Avenida Calle 19 en su pasado, esto se realizará
gracias a un extenso proceso de investigación y una bitácora donde se recogen importantes
testimonios y textos que ayudan a poner en una línea del tiempo lo que fue la Calle 19
desde principios de siglo hasta los años finales de la década de los 80’s. Aquí es importante
hacer énfasis en las memorias recogidas a través de la historia oral, pues los relatos, por
más que se escriban, no dejarán de sonar. En una tercera parte se establecerán las
conclusiones derivadas del análisis y proceso investigativo, así mismo, se abrirá la
posibilidad de seguir construyendo memoria.
En conclusión, este proyecto plasma la construcción de la memoria colectiva de la
Calle 19 a partir de los testimonios de algunos de sus protagonistas y abre al lector la
posibilidad de encontrar nuevos testimonios que lo hagan parte de la misma. Al terminar,
las formas en que se recogieron las memorias de la Calle 19 serán plasmadas en el
documento y los testimonios quedarán como la historia de la avenida que nunca se contó.
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PRIMERA PARTE
La memoria sonora y la memoria colectiva
En su texto ‘La memoria colectiva’, Maurice Halbwachs propone el debate entre la
memoria individual y la memoria colectiva. Para Halbwachs, el individuo siempre está
relacionado a un colectivo: sea a la sociedad o a un grupo de personas específicas, es por
ello que los recuerdos y memorias están siempre ligados a los recuerdos de los demás.
Como individuos, nuestros recuerdos tienen mayor validez o confianza si son coherentes
con los de los demás aún si fuimos protagonistas (Halbwachs, 2004). Si pensamos en la
Calle 19, muchos de los testimonios que se recogen están pensados en colectivo: “Cuando
yo tenía una caseta en la 19 mis compañeros…” “En los días que hacíamos las
radionovelas…”, la importancia y el valor de la historia de la Calle 19 es que a través de la
construcción en conjunto de un relato, se puede crear una identificación en conjunto con
esta avenida y, por qué no, cambiar la perspectiva individual que se tiene de esta.
Para construir una memoria colectiva es necesario apelar a otro tipo de memorias,
por ejemplo, la individual. Al reconocer las similitudes entre memorias individuales se
puede construir un relato en conjunto. Así pues, podríamos realizar el relato completo de la
Calle 19 a partir de memorias individuales que se han realizado y a través de archivos
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independientes. Sin embargo, el peligro de las memorias individuales es que no son
reconocidas en conjunto, ese es uno de los problemas que tiene la historia de la Calle 19, la
masiva fragmentación de sus historias ha permitido tener distintas versiones de lo que es
esta avenida y, en últimas, construir una memoria no tan real o muy insignificante para lo
que debería ser. Por otro lado, si apelamos a la memoria sonora nos situaremos ante una
experiencia que es pensada en colectivo, la memoria sonora tiene una estrecha relación con
el otro. Analia Lutowicz postula que la memoria sonora es la forma en que pensamos y
significamos nuestro entorno tanto social como colectivo:
Un mismo evento auditivo, en una misma situación de escucha puede tomar
valores diferentes para cada individuo que lo percibe, porque cada uno recurre a esa
memoria para significarlo más allá del hecho físico en sí mismo. A su vez, ese
cúmulo de significaciones particulares pueden ser afines entre distintos sujetos
construyendo así la memoria sonora de una comunidad (Lutowicz, 2012)
El valor de la memoria sonora en la memoria colectiva es que pone en primer plano
la significación del entorno. Un ejemplo claro es el de los bares de la 19. Fernando
Garzón3, propietario de ‘Buscando América’, un famoso café y círculo cultural ubicado en
la Calle 19, recuerda la música que pedían algunos de los trabajadores que ejercían sus
labores cerca de su negocio. Esa relación que tiene entre el sonido, la música, y sus clientes,
permite construir un relato mucho más amplio y colectivo de las dinámicas sociales y
culturales.
3 Realizada el 12 de febrero en el café ‘Buscando América’ ubicado en el edificio ‘Procoil’ de la Calle
19
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Así mismo, podemos pensar en la percepción del sonido como fenómeno físico:
todo el que haya pasado o vivido la 19 debió escuchar los paisajes sonoros que la rodean.
Uno de los recuerdos que más se vienen a la cabeza de quienes cuentan memorias de la 19
son los de los tradicionales buses que recorrían a lo largo de la avenida. Esa percepción de
tráfico puede ser un lugar común entre los que recuerdan algunas de sus historias, aun así,
muchos relatos pueden construirse a partir de este rasgo de la memoria sonora. En su
trabajo de grado, Laura Melissa García reconstruye lo que sería un día normal en un
conocido Café de la ciudad de Manizales, en su proyecto, encuentra que la percepción
también puede ser parte de la construcción de un espacio (García, 2014), muchas marcas
sonoras características de la Calle 19, como los buses cebolleros o los pregoneros, podrían
ayudar a construir relato.
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La historia oral
“Para ser conservada y comunicada, e incluso sólo para ser conocida, la historia
oral tiene que ser escrita” (Ferratoti, Franco, 1986)
La historia oral se ha convertido en los últimos años en una alternativa
metodológica interesante para las ciencias sociales, a través de la historia oral el
investigador tiene la posibilidad de acercarse a la realidad de su objeto de estudio a través
de la entrevista (Antúnez & Lara, 2014). Entre los elementos más interesantes de la historia
oral en la investigación de la Calle 19 está el componente participativo, para reconstruir la
memoria de esta Avenida ha sido de vital importancia la comunidad, pues a través de las
conversaciones es posible encontrar historias similares y construir relatos.
Sin embargo, el proceso de investigación a través de la historia oral no sólo tiene
importancia al momento de la entrevista sino en todo el proceso comunicativo. Desde el
primer encuentro, así como en las conversaciones, el investigador debe estar atento a lo
implícito: los silencios, lo invisible y el lenguaje corporal, todo esto constituyen en
elementos esenciales al momento de la investigación (Como se cita en Antúnez & Lara,
2014). Así pues, reconstruir la memoria de la Calle 19 a partir de la memoria sonora y la
historia oral es un proceso de recorrer sus calles, hablar con los personajes, identificar las
dinámicas y hacer parte del día a día de sus rutinas.
La historia oral tiene además un componente social, esta metodología busca que el
investigador se relacione con su objeto de estudio y con sus entrevistados, así, se pueden
establecer relaciones entre las comunidades y se pueden hacer construcciones mucho más
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precisas desde lo colectivo. Cabe recalcar que el proceso se centra en gran medida en la
interacción, Antúnez & Lara (2014) proponen:
Al hablar de la historia oral, estamos en presencia de una tendencia
historiográfica que centra su acción en la práctica y en la teoría, es decir, este tipo de
historia se construye desde la interacción sujeto investigador-sujeto investigado;
ambos confluyen en un diálogo común que busca el acercamiento a un pasado lleno
de vivencias, cosmovisiones, tradiciones, labores y cualquier otro rasgo
significativo del hombre en sociedad (P 53)
Los primeros registros de historia oral que se tienen de la Calle 19 datan de su
fundación, el periódico ‘El Tiempo’ hace el cubrimiento de la inauguración de la más
reciente y moderna Avenida Ciudad de Lima el 29 de junio de 1968. Para ese momento,
fueron invitados a la celebración el presidente Lleras Camargo, el alcalde de Bogotá
Virgilio Barco y el alcalde de la capital peruana Luis Bedoya. En su reportaje, el periódico
inmortaliza las palabras del presidente de la república y las del alcalde de Lima:
Habla el alcalde le Lima: El mandatario de la capital peruana, visiblemente
emocionado, tomó la palabra para hacer la entrega oficial del monumento de don
Ricardo Palma a Bogotá y en discurso improvisado de grande altura intelectual dijo
que resulta humanamente imposible no emocionarse si escuchar en tierra lejana,
aunque sea humana, las notas del himno nacional de su patria (Cabrera, 1968)
Esas palabras, escritas y conservadas al pasar del tiempo, es la intención que tiene la
historia oral en la reconstrucción de relatos. La inauguración de la Avenida Ciudad de
Lima, nombrada así en homenaje a la capital peruana, se escribe y recuerda en la historia
20
como un evento de modernización de la ciudad. Así mismo, el artículo recuerda las
palabras del alcalde de Bogotá, Virgilio Barco, y las inmortaliza bajo el título Habla Barco
Vargas4.
Desde el momento en que la ‘Moderna Avenida Ciudad de Lima’ fue presentada, la
Calle 19 se convertiría en una imagen de progreso y avance de la ciudad, trayendo consigo
una gran variedad de inversores, quienes construirían y diseñarían una avenida comercial y
de vivienda muy importante para la época. La metodología de la historia oral no sólo nos
permite construir relatos sino que tiene un componente social que no se puede ignorar y que
permite hacer homenaje a los entrevistados y a los protagonistas. Laura Benabida, a
propósito de la importancia de la historia oral en la memoria afirma:
Así como Semprún expresó que no era preciso haber estado dentro de los
campos para comprender cómo eran, y que era necesario que la literatura se
apropiara de esa memoria para que pueda formar parte de la Memoria Colectiva,
nosotros pensamos que la construcción de fuentes orales puede salvar- como
Semprún también decía, a la Memoria, de la Muerte. (Benadiba, 2007)
La historia oral, comprendida como metodología de investigación, nos permite
construir un relato coherente y colectivo de la memoria de la Calle 19, sin embargo, es la
oportunidad de dar protagonismo y , sobretodo, re significar lo que ha sido esta parte de la
capital a lo largo de los años. Para el proyecto, el contacto con los personajes, la
investigación participativa y el registro de valiosos testimonios, es la oportunidad, como
dice Benabida, de devolver al entrevistado lo que nos da con su testimonio.
4El artículo, publicado el día posterior a la inauguración de la 19, recoge los discursos de los alcaldes
de Bogotá y de Lima
21
Consideraciones parciales
La memoria sonora permite, como Analia Lutowicz propone, la construcción de una
memoria colectiva. Para recoger las memorias individuales se hace necesario, en primer
lugar, entender la historia oral como un elemento fundamental a la hora de construir un
relato. En segundo lugar, es necesario apelar a identidades y marcas sonoras que despierten
en el individuo recuerdos del lugar y del contexto. Así pues, la memoria sonora en
conjunto, sería la oportunidad de darle significado a un lugar y se convertiría en el espacio
de encuentro de recuerdos no visibilizados. El investigador José Luis Carles recopiló
información acerca de la identidad sonora urbana en un artículo que propone que
Los sonidos forman parte de nuestra experiencia y su escucha puede
desencadenar asociaciones inconscientes y hacer surgir de la memoria impresiones e
imágenes, ayudando a recuperar vivencias del pasado. El sonido puede llegar a ser
un estímulo cargado de significados. Así, la escucha de una frase musical, de
determinadas voces o de sonidos vinculados al pasado de una persona puede hacer
emerger con fuerza sentimientos, sensaciones y recuerdos que por su propia riqueza
y expresividad pueden superar la propia realidad vivida. (Carles, 2004).
Para construir una memoria colectiva y coherente se apelará al sonido5 y a los
mapas. Reconstruir la historia de la calle 19 es un trabajo que se extiende en dos
dimensiones: La temporal y la espacial, en la primera, se abordarán los sonidos que
nacieron con la avenida, se recordarán las fechas específicas y momentos que marcaron la
5 Entre el sonido se tomarán en cuenta: Testimonios, archivo, música, marcas y paisajes sonoros.
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Calle 19 y de forma cronológica se entenderá la memoria de este lugar. En la dimensión
espacial, se identificarán los sonidos propios a los diferentes recorridos de la avenida: La
calle 19 es una mezcla de dinámicas sociales que se van construyendo en conjunto y de ahí
la posibilidad de construir una memoria colectiva.
A través de ‘mapas de historias’, se podrán navegar los puntos y sonidos más
importantes de la Calle 19, esto permite al espectador tener una perspectiva espacial de la
avenida y tener la posibilidad de navegar entre los testimonios y las marcas sonoras. Es
importante que el relato se acompañe de dichas producciones, pues se espera que a través
de la memoria sonora, el lector se vea incluido y motivado a recordar, sentir y construir sus
propios relatos. La posibilidad del internet abre la oportunidad de involucrar al lector con el
proyecto, le permite navegar en el tiempo y el espacio desde una perspectiva auditiva y se
espera que la motivación de la memoria sonora permita construir una memoria colectiva
digna y nutrida de la Avenida Calle 19.
En la introducción del artículo académico ‘Evocando la memoria sonora de Bogotá’
se plantea que “el ejercicio de recuperación de la memoria debe pasar por una evocación
sonora que permita recordar y darle un nuevo sentido a los estímulos que han acompañado
esa vivencia cotidiana de la ciudad” (Rojas, Suarez, & Betancour, 2012) La forma en la que
este proyecto recuperará la memoria de la Calle 19 es a través de evocar testimonios y
sonidos. Se invita al lector acompañar la lectura del texto junto con el mapa de historias
para así evocar a la memoria sonora y construir sus propios relatos.
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SEGUNDA PARTE
LA CALLE 19: AVENIDA “CIUDAD DE LIMA”
El jueves 27 de junio de 1968 el periódico ‘El Tiempo’ publica en su portada una
fotografía de la recién ampliada Calle 19 (Figura 1). Para desarrollar la obra fueron
demolidos varios edificios y casas que habían estado durante años: “cayeron casas que hace
30 años mal contados eran más o menos residencias y que se convirtieron en inquilinatos de
mala muerte o de mala vida” (Abella, 1968). La recién inaugurada Avenida Ciudad de
Lima había cambiado por completo la cara de la ciudad y prometía convertirse en un
corredor vial perfecto para el comercio y, según el alcalde de la época Virgilio Barco,
citado en el artículo: “Es la columna vertebral de la remodelación urbana de Bogotá”.
Imagen 1. La
Calle 19: Avenida “Ciudad
de Lima”. Tomado de:
Periódico el Tiempo 27 de
junio de 1968.
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Antes de 1968 la Calle 19 sería un espacio mucho más residencial, entre los planos
que se encuentran en el archivo de la Universidad Nacional se puede envidenciar que la
Calle 19 estaba completamente colmada de viviendas y que su extensión no sobrepasaba la
Carrera décima. Para el momento de su inauguración, esta zona de la capital habría
cambiado por completo su identidad sonora, lo que sería un barrio tradicional bogotano se
convertiría en el epicentro de ruidosas maquinarias encargadas de la construcción y
ampliación de la Calle 19.
Para la misma década, la Calle 19 se convertiría en el epicentro de las grandes
maquinarias de construcción, dando paso a algunos de los proyectos más importantes de la
época: El edificio del ICETEX (1964), el edificio del centro Colombo Americano, el
proyecto de vivienda Residencial Sabana (1965) y el edificio Ángel de la Carrera 7ma, así
mismo, la llegada de nuevos locales comerciales, bodegas y edificios en altura con
tendencia comercial.
La eficacia de la construcción y ampliación de la Avenida Calle 19 fue impulsada
por la esperada visita del sumo pontífice de la Iglesia Católica el Papa ‘Pablo VI’ quien
recorrería las calles bogotanas. Estos eventos permitieron que la cadena de hoteles ‘Dann’
llegara al país, abriendo su primer edificio en la Avenida Calle 19, una muestra de cómo la
nueva Avenida abría paso al progreso y el avance.
La capital solo contaba con un hotel grande en el centro y fue entonces
cuando empresarios colombianos decidieron invertir en la construcción del Hotel
Dann. La llegada de miles de peregrinos generó una importante oferta hotelera. Se
25
obtuvo una ocupación de más de 100% y fue la plataforma perfecta”. (Benavides,
2017)
Otros importantes negocios que llegaron a la Calle 19 (Y que explican las dinámicas
de comercio de hoy en día) fueron La Óptica Alemana y la Casa de la Greca (Imágen 2). En
cuanto a la Óptica Alemana, este fue entonces el primer y único negocio de ese tipo en el
sector, abriendo la posibilidad a la llegada de las más de 600 ópticas que se encuentran hoy
en día. Por otro lado, después de dos años de su inauguración, comenzaron a llegar los
primeros vendedores ambulantes quienes surtían sus puestos de negocio con los libros más
vendidos para la época.
Imágen 2. Publicidad de la
recién inaugurada ‘Casa de la
Greca’ en 1970. Imágen tomada del
libro ‘Fenalco 70 años’ 2015.
Seis años bastarían para que la Avenida Ciudad de Lima se convirtiera en el centro
de atracción del país. El 6 de octubre de 1974 el edificio ‘Cudecom’ fue trasladado por más
26
de 24 metros para lograr la ampliación de la Avenida Calle 19 y conectarla con el tramo de
occidente. Fueron 10 días en los que los martillos, taladros y maquinaria retumbaban en los
oídos de los trabajadores aledaños y en las transmisiones en vivo que se realizaban en
televisión y radio. El traslado del edificio fue realizado por el Ingeniero Antonio Páez
Restrepo y permitió la conexión de la Plaza de mercado de Paloquemao y el barrio de San
Façon.
El ruido de las construcciones (Y el progreso) no finalizarán en la primera mitad de
los años 60’s pues se comenzarían los trabajos de adecuación de andenes y separadores de
la Avenida Ciudad de Lima y la construcción de conjuntos de mayor escala como el
Conjunto Residencial Barichara, el Conjunto Comercial y Residencial Procoli, las Torres
de Fenicia, El Emperador y el edificio Coopava, todos con dinámicas de relación entre el
pasaje comercial en niveles, las oficinas y las viviendas. (Varela, 2018)
Pensar en los finales de los años 60’s y el comienzo de los 70’s permite reflexionar
sobre la historia de la Avenida 19, pues fue a través de este corredor vial que se comenzó a
pensar en la idea de avance de la ciudad y conectó lo que sería el occidente de la capital con
el centro. La ‘época del progreso’ de la Avenida Ciudad de Lima abre la posibilidad de
pensar la importancia del lugar, atendiendo a sus primeros sonidos y el significado de la
Calle en el día a día de los que fueron sus protagonistas.
27
El 28 de junio de 1968 el presidente Carlos Alberto Lleras, el alcalde de Bogotá Virgilio Barco
y el alcalde de Lima Jorge Bedoya inauguraron la ‘Avenida Ciudad de Lima’ llamada así en honor a la
capital peruana.
28
DE OCCIDENTE A ORIENTE EN LA CALLE 19
Cuatro meses antes de la visita del Papa Pablo VI a Colombia, la Avenida Ciudad
de Lima se abiría paso hasta la Avenida Caracas. La ampliación, que en su momento fue un
proyecto rápido y eficiente, proyectaba a la Calle 19 como una de las futuras avenidas más
importantes de Bogotá. Años más tarde, en la administración de Virgilio Barco, se pensó
en la Avenida Ciudad de Lima como el punto de conexión con los barrios San Façon:
Barco propuso el proyecto de renovación urbana de San Façon, para proveer
de vivienda multifamiliar en altura y servicios complementarios a un sector en
deterioro donde habían crecido de manera desordenada la vivienda, la pequeña
industria, talleres, bodegas y locales comerciales, en inmediaciones a la estación
terminal de los ferrocarriles. (Varela, 2018)
Así pues, la Calle 19 se fue encontrando de occidente a oriente. Para su
construcción fue necesaria la demolición de barrios muy populares de la ciudad, entre ellos,
los barrios de La Favorita y El Liston que hacia el año 1963 eran ampliamente poblados.
(Imagen 3) La demolición de los barrios y la apertura de la nueva avenida hizo que la Calle
19 diviera en dos esta parte de la ciudad y se evidenciara una división baldía de lo que antes
eran casas y bodegas. En la (Imagen 4) se puede observar el proceso de demolición de las
estructuras hasta el edificio Cudecom, el cual sería transladado en el año 1974.
29
La nueva Avenida Ciudad de Lima, que conectó la Plaza de Mercado de
Paloquemao, la estación del ferrocarril de las nieves y el centro de la ciudad, era una de las
nuevas propuestas por conectar y estructurar la capital, su identidad sonora que antes era
social y residencial, cambiaría para siempre.
Imagen 3.
Cartografía de sectorización Bogotá 1963. Tomada de la colección de cartografías de la
Universidad Nacional.
30
Imagen 4.
Ampliación Avenida Ciudad de Lima 1974. Tomada de Museo de Bogotá.
31
EL EPICENTRO DEL ENTRETENIMIENTO
Las Casetas de la 19
Con sus vías recién pavimentadas y diseñadas, la Calle 19 comenzaría a recibir un
numeroso grupo de comerciantes, los famosos libreros fueron los primeros en tomarse los
andenes de la avenida y en sus casetas azules de madera iniciarían el comercio de libros y
música. Entre los primeros locales se encuentra ‘La musiteca’, un local donde llegaría
música del extranjero y donde, según Sergio Álvarez, se podían encontrar los más valiosos
artículos de la cultura musical.
En conversación con Sergio Álvarez, actual propietario de ‘La Musiteca’, el
melómano recordó lo que era este espacio cultural de la capital, recuerda que todo el tiempo
sonaba música y que los clientes preguntaban por los discos más difíciles de encontrar, así
mismo, las casetas que se dedicaban a los libros estaban recibiendo día a día novedades que
no se encontraban en ningún otro sitio:
Lo que se frecuentaba bastante era literatura y música, entonces tú venías a
la 19, buscando últimos libros que han salido y música. En esa época no teníamos la
ventaja de hoy en día del internet entonces nos tocaba estar preguntándole a las
personas que venían del exterior qué bandas estaban sonando por allá y buscar la
forma de traer los vinilos para agrandar nuestra colección y ofrecerle a las personas
en nuestra caseta las novedades (S. Álvarez, comunicación personal, 16 de
septiembre de 2019).
Para los protagonistas de las casetas de la Calle 19 lo más importante es la música,
tanto así, que hoy en día se pueden encontrar los negocios comerciales llenos de discos y
32
vinilos en sus tiendas, ubicadas en un moderno edificio que remplazó lo que eran los
puestos ambulantes en los andenes hacia los años 70’s y 80’s. Los libreros y melómanos
que alguna vez ofrecieron sus productos en la Avenida Ciudad de Lima fueron un gran
colectivo y fueron un grupo fundamental en la creación de una Calle 19 cultural.
Así sonaban las casetas de la 19: Relato de Sergio Álvarez, La Musiteca.
33
La Calle 19 y la radio
Una de las épocas donde el sonido fue indispensable para la Calle 19 fue sin dudas
cuando en uno de sus edificios se construyó la sede de la emisora Caracol Radio. “En 1958
Caracol trasladó su sede a la calle 19, donde construyó un edificio con radio-teatro, estudios
de producción, transmisión y grabación.” (El Tiempo, 1998). Los estudios de la emisora
fueron testigos de la construcción y ampliación de la Avenida 19, así mismo, fue testigo de
las dinámicas que tuvieron lugar en la Calle 19.
Imagen 5. Juntos pero
sí revueltos” 1965. Calle 19 como escenario. Imagen tomada del libro Manuel H: setenta años de reportería
gráfica en Bogotá.6
6 Como se cita en Relatos de Calle. Construcción biogrtáfica de la Calle 19. Bogotá 1958 -1982,
(2018).
34
Al fondo de la anterior fotografía, con un blanco impecable, se alcanza a ver el
edificio que albergaba las instalaciones de Caracol Radio. La emisora fue por muchos años
la casa de las más importantes del país, sin embargo, lo que más se recuerda de las épocas
de Caracol en la 19 son sus radionovelas. Todos los días, sin falta, se emitía por la radio un
pedazo de lo que era la Calle 19: Sus personajes, sus historias y lo que pasaba en el día a
día, Caracol Radio tenía un lugar muy importante entre los bogotanos pero también lo
tendría para la Avenida Ciudad de Lima.
Silvio Ángel trabajó por muchos años en las instalaciones de Caracol en la Calle 19,
recuerda con mucho cariño el trabajo que tenía y los días en que las radionovelas eran
ampliamente escuchadas. Silvio recuerda como un día dos estudiantes de comunicación
social de la Universidad Javeriana golpearon las puertas de la emisora en busca del
fantástico personaje que él representaba: “El de la portería me llamó ‘Don Silvio aquí están
esperando a Tamakún’, cuando bajé yo les dije ‘¿Perdón ustedes a quién están esperando?’
me dicen ‘A Tamakún’ y yo soy Tamakún” (S. Álvarez, comunicación personal, 02 de
noviembre de 2019).
35
Los personajes de la Calle 19: las Memorias de Silvio Ángel y Tamakún
36
La calle de la farándula
Caracol Radio no fue el único epicentro de la farándula en la Calle 19, más arriba,
hacia la carrera cuarta, Los Estudios de Grabaciones Audiovisuales o Estudios Gravi fueron
una de las salas de grabación más importantes del país donde las producciones más
recordadas son ‘Sábados felices’, ‘Naturalia’ de R.T.I. Producciones y el ‘Deportivo
Caracol’. Los estudios son muy importantes no sólo en la historia de la Calle 19, pues
mucha gente la visitaba en búsqueda de uno que otro famoso que por allí transitaba, sino
que también para la televisión colombiana.
“El caso de Gravi abrió el camino para otras productoras independientes,
modelo que se abrió camino hasta que fue una competencia para la tradicional
Inravisión. Más adelante, en 1979, lograrían la introducción del sistema NTSC de
televisión en color, así como la transmisión desde unidades móviles.” (Vizcaíno,
2004).
La Calle 19 sería, finalmente, el lugar perfecto para conocer a los personajes más
importantes de la farándula colombiana en la década de los 70’s, 80’s y 90’s. Muchos
recuerdan las largas filas que se hacían en los estudios Gravi para lograr hacer parte de
producciones como ‘Sábados Felices’ que siempre necesitaba público. Así pues, la 19 no
sólo será recordada por sus libreros o por sus bares, sino que también por haber sonado
diariamente en el televisor o en el radio de muchos colombianos.
“A raíz de la existencia de los estudios Gravi en la zona, muchas
programadoras situaron a lo largo de la Avenida Ciudad de Lima (Calle 19) sus
37
oficinas entre la Avenida 3ª y la Carrera 7ª, estableciendo así la ya conocida
“Avenida de la televisión y la farándula” 25; una calle mucho más relevante dada su
continuidad hacia el Occidente y con una vida bastante bohemia en la cual el
naciente grupo de libreros, restaurantes y cafés, se constituían en el complemento
perfecto de las nacientes actividades culturales del sector.” (García, 2014)
38
LA CALLE QUE SUENA A PROGRESO
El edificio ‘Cudecom’
Era un día como cualquier otro en la ciudad, el seis de octubre de 1974 muchos
colombianos se levantarían con la noticia de que un edificio sería trasladado por más de 29
metros, una idea que para la época sonaría descabellada pero que, en el fondo, significaría
un momento de progreso para la capital. Según un artículo de El Tiempo
“Esta labor tomó cerca de un año de negociaciones, diseños y construcción
para poder, el 6 de octubre de 1974, trasladar este edificio de ocho mil toneladas de
peso la distancia descrita, en un tiempo de nueve horas y a una velocidad promedio
de movimiento de veinte centímetros por minuto.” (Restrepo, 1999)
La decisión de trasladar el Cudecom se da en el contexto de la ampliación de la
Calle 19, pues en el trabajo de abrir la avenida de occidente a oriente, los ingenieros se
toparon con el imponente edificio de ocho mil toneladas. El día del evento todos los medios
de comunicación dirigieron su atención al traslado, tanto así que este fue televisado en vivo
y contó con un numeroso grupo ansioso de ver la hazaña. La tan esperada apertura de la
Calle 19 debió cambiar para siempre la identidad sonora, pues lo que antes era una corta
avenida que iba hasta la caracas ahora parecía un desierto que no terminaba nunca, la
demolición del barrio anterior al Cudecom debió dejar la sensación de vacío entre las
personas que transitaban a diario la 19.
39
El traslado del Cudecom no solo significa la inauguración de la Calle 19, desde este
momento, la avenida se convertiría en un lugar pensado hacia el desarrollo, por ejemplo, las
primeras tiendas de Grecas se establecerían a la altura de la Caracas y cientos de ferreterías
se establecerían a lo largo de la Calle 19 como símbolo de la industria y el avance. El
encargado del proyecto ‘Cudecom’ fue el ingeniero Antonio Páez Restrepo quien no sólo
trasladaría el edificio sino que sería el encargado del diseño de la renaciente Avenida
Ciudad de Lima.
Imagen 6. Edificio Cudecom recién trasladado. Imagen tomada de internet. Fuente: Antonio Páez Restrepo
Para 1975, la Calle 19 tomaría la forma que hoy conocemos, una amplia avenida
que recorre de oriente a occidente la ciudad y que va cambiando sus formas y dinámicas,
con autos y buses transitando constantemente sus calles y con una gran cantidad de
40
personas que recorren sus calles de arriba abajo. En la imagen anterior podemos observar
los separadores que dividen la Calle 19 y los primeros coches que lograron recorrer sus
calles. Esos separadores, esa amplitud que nació con la 19 también tienen sonidos y marcas
características.
Imagen 7. Planos de paisajismo Avenida Ciudad de Lima. Tomada de revista Escala 1973
La imagen 7 muestra los planos que se utilizaron después del traslado del edificio
Cudecom para la organización de la Calle 19, en ellos, podemos observar el tipo de suelo y
de bienes naturales que fueron utilizados al momento de inaugurar la avenida. El diseño,
que fue encargado a la firma Restrepo & Uribe Ltda., propone los tipos de árboles que
fueron sembrados a lo largo de los separadores de la Calle 19, así mismo, los tipos de
suelos que fueron necesarios para la creación de andenes. Recordemos que antes de su
apertura, la Calle 19 era un barrio tradicional bogotano, en el que se podían encontrar casas
41
antiguas e inquilinatos para los que recién llegaban a la ciudad, por lo tanto, fue necesario
el diseño por completo de cómo se vería la Avenida Ciudad de Lima.
Imagen 8. Planos de paisajismo Avenida Ciudad de Lima. Tomada de revista Escala 1973
Imagen 9. Preparativos para la puesta
en marcha del desplazamiento del edificio CUDECOM
42
Imagen 10. Preparativos
para la puesta en marcha del desplazamiento del edificio CUDECOM
Imagen 11. Preparativos
para la puesta en marcha del desplazamiento del edificio CUDECOM
43
Los nuevos negocios: la zona del “silencio”
Varias personas están de acuerdo que la Calle 19 a partir de la Avenida Caracas y
casi que hasta el ferrocarril es una parte muy silenciosa de la ciudad, sin embargo, guarda
dinámicas que están muy alejadas de lo que podría ser el silencio. A lo largo de este
recorrido podemos encontrar grandes ferreterías y tiendas de grecas, así como las
tradicionales tiendas de congeladores que por muchos años han sido las preferidas de los
comerciantes. Entre los registros de las primeras tiendas de refrigeradores está ‘Polo Norte’
un establecimiento que, según su página web, está en la calle 19 desde 1981 y, por otro
lado, ‘La Casa de la Greca’ que abrió sus sedes en 1970.
Pensar en cómo la Calle 19 se volvió el lugar preferido para este tipo de
establecimientos comerciales es pensar en la forma en que conecta el centro de la ciudad
con el occidente. La Avenida Ciudad de Lima fue pensada para que poco a poco se
conectara con la Avenida de las Américas, que fue construida varias décadas atrás
Tras las décadas de los 30, 40 y 50 hasta el día de hoy se inició la
construcción de grandes avenidas como la autopista Norte, Las Américas y la
continuación de la carrera séptima, entre otras. Algunas se construyeron a partir de
pequeños pasajes, como sucedió con la Alberto Lleras Camargo, que es una avenida
colonial cuya ejecución se inició con un tramo corto y luego se fue extendiendo.
(Periódico El Tiempo, 2016)
La Calle 19 conectaría entonces el centro de la ciudad con una zona residencial en
nacimiento, por lo que seguramente se convertiría en un corredor comercial muy
44
importante de la capital colombiana. Algunos de los negocios que tomaron los primeros
locales comerciales fueron las ferreterías que años después se convertirían en un referente a
la hora de hablar de la Calle 19. Esta amplia cantidad de establecimientos especializados
hace, a diferencia de la parte más central de la avenida, que muchas menos personas
transiten los andenes, así mismo, la prostitución tuvo la oportunidad de expandirse hacia la
19 gracias a las pensiones que quedaron en pie luego de la ampliación.
“En la carrera 16 con calle 19 quedaba el primer establecimiento para la
prostitución homosexual. “Era el edificio de Guillermo, el dueño de Tabaco y Ron.
Ahí vivíamos hacinadas porque no nos arrendaban muchos sitios tampoco. (…) la
policía muchas veces llegaba con escaleras y se nos metían al edificio, nos sacaban
y nos arrestaban” (Piñeros, 2010).
Durante el recorrido también es fácil identificar establecimientos de comercio que
ofrecen grecas, una dinámica heredada de las ‘Casas de Grecas’ que surgieron junto con la
Calle 19 a la altura de la Avenida Caracas, y que demuestran la idea de comercio que tenía
la Avenida Ciudad de Lima en sus inicios. Antes de llegar a la estación de las nieves
también se encuentra la tienda de vehículos usados ‘Auto Caldas’ que muestra la
importancia de las dinámicas económicas de la Calle 19.
45
Imagen 12. Tienda de vehículos
usados ‘Auto Caldas’.
46
Los restaurantes
Mucha gente compara lo que hoy en día es la 72 con lo que la Calle 19 fue algún
día: Un lugar lleno de oficinas, de comercio y de sucursales bancarias donde las calles se
llenaban de gente y los restaurantes sacaban sus mejores pregoneros. En la Calle 19 se dio
un fenómeno muy importante en la década de los años 60 y fue el de la construcción de
edificios híbridos entre residencial y de comercio
“En la mayoría de los casos, se trata de edificios en altura que plantean una
relación significativa con la ciudad y con el peatón a través del recurso de la
plataforma, lo que en su momento se constituyó como pauta para la elaboración de
otras obras arquitectónicas sobre todo en el eje de la Carrera 10ª.”
William Medina trabajó por muchos años en el edificio Barichara, ubicado en la
Calle 19 con Carrera 3ra, y recuerda que el edificio era referente por tener oficinas de
empresas muy reconocidas. Estas dinámicas de comercio y oficinas llevaron a que la Calle
19 se llenara de todo tipo de restaurantes, desde los más económicos hasta grandes cadenas
de comida como Burger King y Wimpy. Hoy en día la oficialmente llamada Avenida
Ciudad de Lima conserva la tradición de ser una Calle con una diversa oferta gastronómica,
sin embargo, en los años 70’s y 80’s era muy común encontrarse con un restaurante tras
otro y con sus pregoneros ofreciendo el menú del día a todo grito.
Desde lo sonoro, la calle 19 tiene una identidad propia, aun así, cada restaurante
tiene la posibilidad de tener un paisaje sonoro diferente. En el texto ‘Memoria colectiva y
documental radiofónico’, Laura García propone que el ser humano tiene la capacidad de
47
captar distintas fuentes sonoras incluso si estas corresponden a un espacio determinado “Lo
que significa que cuando el oído capta muchos sonidos diferentes que provienen no sólo de
diferentes fuentes sonoras sino también de diferentes espacios, el cerebro tiene un
mecanismo de decisión que funciona según la lógica de la mayoría” (García, 2014) sin
embargo, reconoce que la voz humana es mucho más fácil de reconocer los paisajes
sonoros
“si en el Café La Cigarra el sonido de la voz humana siempre era más fuerte,
desde las mesas, que los sonidos cotidianos de este tipo de recintos, tales como el
agua, la greca o el chocar de los platos; lo primero que el oyente va a tener en la
percepción es la voz humana.” (García, 2014)
Los restaurantes tienen identidades sonoras propias, desde el tipo de comida hasta la
forma en que están construidos pueden afectar el sonido de un lugar específico, imaginar la
Calle 19 es pensar en cómo las dinámicas de trabajo hacían que los restaurantes fueran un
lugar ideal de conversación entre compañeros, allí, las noticias del día eran discutidas y los
transeúntes encontraban un lugar para descansar. Fernando Garzón, quien era cliente
frecuente de estos restaurantes cuando trabajaba en su caseta de libros, recuerda una
explosión muy fuerte en uno de estos restaurantes dejando varias personas fallecidas.
No sólo los restaurantes tuvieron su época dorada en la Calle 19, los puestos de
comida callejera eran de los favoritos entre los colombianos, muchos recuerdan, por
ejemplo, las empanadas que se vendían en la puerta de Caracol Radio, donde algunos
aseguran que hasta los más famosos eran clientes frecuentes de los fritos.
48
Imagen 13. ‘Empanadas de la 19’. Tomada de internet
Los bares y discotecas
Así como los grandes edificios llenos de apartamentos y oficinas vieron oportunidad
de triunfar en la Calle 19, los centros comerciales encontraron en el lugar la posibilidad de
reunir diferentes tipos de comercio. Vía Libre, por ejemplo, fue inaugurado en la década de
los ochentas y desde su inicio se ha caracterizado por reunir una gran cantidad de jóvenes
amantes del rock y arte corporal.
De los centros comerciales más recordados para la rumba en Bogotá está ‘Nutabes’,
pasar por el lugar era escuchar un “zumbidito” constante y la gran cantidad de jóvenes
universitarios que iban a bailar y tomar hacían que la 19 tuviera una identidad muy
particular.
49
“Es particular la procesión que se ve de subida y de bajada por las rampas
del centro comercial en las noches de fin de semana, parejas de brazo, hippies de
mochila, muchachas alternativas, intelectuales y hasta oficinistas de sastre. Suben y
bajan en busca de un lugar que se acomode a sus preferencias. Cafés, bares para
hablar y tertuliar como Imágenes, o sitios de rock clásico o alternativo como
Rapsodia Bar y la Taska. Pero, en géneros predomina la salsa, y no solo la salsa,
sino la salsa-trance: coctel musical de mucha salsa y, de vez en cuando, tandas de
trance. Es la modalidad que se está imponiendo en los rumbeaderos, pues aunque se
trata de ritmos opuestos tienen algo en común: su capacidad de prender la rumba.
Así que la formulita está ganando público y así lo demuestra la opinión de los
administradores de bares inicialmente salseros que están acudiendo a ella con más
frecuencia.” (Periódico El Tiempo, 1998)
El periódico El Tiempo en una publicación del 18 de enero de 2000 titula ‘Seguirá
el ruido en las discotecas de Nutabes’, haciendo referencia a la música que retumbaban en
los locales comerciales desde la época de los 80’s. Por otro lado, Nutabes no sólo era
epicentro de la rumba y los cafés, según (Periódico El Tiempo, 1998)
“Vale la pena ascender las rampas, también evadir a las personas que se
recuestan como polillas frente a las coloridas bombillas de los bares del Centro
Comercial Nutabes. La recompensa está en el último piso: allí, explota La Farra, el
sitio de rumba más grande del centro de la ciudad.
El sonido de rumba no sólo estaba en los locales de Nutabes, también se escuchaba
en las calles gracias a los clientes de los bares que salían a beber en los andenes, así mismo,
50
una gran cantidad de cafés se fueron ubicando a lo largo de la zona comercial de la Calle
19, donde se podría ir a conversar después del trabajo o ver un partido importante como la
final de la Copa Libertadores.
“Nosotros normalmente cuando había eventos bajábamos al bar que estaba
en la esquina del edificio (…) en el año 87 que América de Cali iba a jugar la final
de la copa libertadores y yo quería que perdiera el América. Yo tengo un amigo
muy amigo hincha de millonarios y fuimos esa noche, la gente estaba muy
emocionada, los carros pitaban y había mucho alboroto. Los hinchas gritaban
‘Campeón Campeón’ (…) y nosotros calladitos con mi amigo Jairo, cuando en el
minuto 92 el jugador Aguirre de Peñarol se escapó e hizo gol y mi amigo y yo nos
paramos y gritamos ¡Gol! Y todos al unísono nos gritaron ¡Hijueputas!” (W.
Medina, comunicación personal, 01 de mayo de 2020).
51
La final de la copa libertadores en 1987: De la alegría a la rabia en la Avenida Calle 19
52
Ventas por época
Uno de los recuerdos más nostálgicos en la Calle 19 es el de la infaltable feria del
juguete que se organizaba sobre la Calle 19, en estas ferias se conseguían desde los
tradicionales carros de madera hasta juguetes importados. Las ferias del juguete que allí
tenían lugar podrían ser uno de los únicos lugares con una identidad sonora infantil, pues
muchos aseguran que ir a comprar los regalos para navidad era un plan en familia.
“la feria comenzó con los jugueteros tradicionales, que vendían los juguetes
de madera y las muñecas elaboradas en la casa. Con el tiempo llegaron los carros de
pilas, de control remoto y también los productos importados. Sin embargo, todavía
se siguen vendiendo muy bien los juguetes artesanales. Los balones, mini billares y
futbolines fabricados a mano no han pasado de moda después de tantos años”
(Vega, 2017)
Así mismo, los intercambios de ‘monas’ eran un plan infaltable en la Calle 19 en
épocas de los mundiales, los vendedores, expertos en el mundo del fútbol y de los álbumes,
gritaban nombres de jugadores imposibles de conseguir, atrayendo a los fanáticos para que
pudieran hacer la compra e intercambio.
53
Imagen 14. Álbum oficial de
Panini, mundial de México 1986.
Así mismo, algunos lugares que tuvieron lugar fueron las apuestas de carreras de
caballos que reunían a los amantes del deporte frente al televisor para hacerle fuerza a su
favorito, los lugares de intercambio de revistas de cómics y los cientos de vendedores
ambulantes que día y noche recorrían los andenes de la Calle 19.
“A Hípicos J.B., en la calle 18 con carrera 9, en el centro de Bogotá, todos
los días llega Jorge Paz con un grupo de viejos apostadores a mirar las carreras de
caballos por televisión. En otra época, hace 20 años, era a Jorge a quien miraban. En
ese entonces, él galopaba uno de esos veloces equinos. Pero ahora, de la silla de
carreras de esos días gloriosos debe conformarse con ocupar la silla del penumbroso
café de apuestas.” (Guevara & Suárez, 2001).
54
Las ópticas de la 19
Más de 580 ópticas habían abierto sus puertas en la década de los 90’s, el negocio
de la optometría encontró en la muy moderna Calle 19 la oportunidad de atraer un amplio
público. El primer negocio que funcionó fue la Óptima Alemana que había llegado al país
en 1914 pero que trasladó sus instalaciones a la Calle 19 en 1968 (Periódico El Tiempo,
2014), el mismo año de la inauguración oficial como ‘Avenida Ciudad de Lima’.
La optometría es una es una disciplina muy compleja y que demuestra la
modernidad del ser humano, pero también, es muy útil y común. No es gratuito que en la
calle que se había proyectado como un corredor comercial, residencial y de oficinas
llegaran los centro especializados de optometría. A pocos metros de allí, sobre la carrera, se
encuentran los laboratorios donde se fabrican los lentes y en la Calle 19 se ofrecen a buenos
precios.
Imagen 15. Bogotá Calle 19 entre carreras 9 y 10, 1968
55
Gonzalo Barbosa recuerda estar recorriendo por la Calle 19 cuando un ventarrón
levantó piedras pequeñas y una de ellas le cayó en el ojo, en ese momento, Gonzalo se dio
cuenta que no podía ver ni abrir el ojo. En cualquier otro caso esto habría sido un evento
desafortunado, sin embargo, recordó que en la 19 encontraría una óptica y que allí podría
buscar ayuda. “Me tocó dirigirme a una óptica y ahí en la Calle 19 hay muchas ópticas y
entré a la primera que pude (…) el médico me atendió de emergencia y me dijo que se me
rayó la retina” (G. Barbosa, comunicación personal, 02 de febrero de 2020).
56
Elecciones presidenciales
En 1982 la Calle 19 fue escogida, por su visión de progreso, como el lugar para
ubicar los puestos de votaciones de las personas que no habían inscrito su cédula en
ninguna localidad de la ciudad. La contienda, en la que participaron los candidatos
Belisario Betancourt, Carlos Galán y Alfonso López Michelsen fue expuesta por El Diario
el Tiempo como una muestra de madurez.
Una característica de la jornada de ayer en la Calle 19 fue la madurez que
mostraron los huestes de uno y otro candidato. En forma entusiasta pero pacífica
desfilaron los seguidores de los aspirantes a la Presidencia de la República. Los más
fervorosos eran los galanistas, pero no tuvieron ningún incidente con los partidarios
de López Michelsen ni con los belisaristas. La fuerza pública, ubicada en sitios
estratégicos, controló en forma prudente los excesos de esperar entre los electores.
Lo que sí quedó de manifiesto es el obsoleto del sistema electoral. (Varela, 2018)
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Imagen 16 “Elecciones
presidenciales” 1982. Imagen tomada del libro Manuel H: setenta años de reportería gráfica en
Bogotá
Imagen 17. Las casetas con destino a las votaciones del domingo en la Calle 19. Imagen tomada
por Alfonso Ángel y publicada por el diario EL TIEMPO el 29 de mayo de 1982.7
7 7 Como se cita en Relatos de Calle. Construcción biográfica de la Calle 19. Bogotá 1958 -1982,
(2018).
58
La Avenida 19 en la capital colombiana, el principal sitio de concentración de electores. Reviva
aquí el ambiente que se vivió este importante día en la historia de Colombia.
59
LA CALLE DE LOS MERCADOS
Mercado de las Nieves
A comienzos de siglo la Calle 19 era un simple corredor vial, era también conocida
como la Calle Verde, La Calle Tapada de las Nieves o La Calle de la Rana ( Periódico El
Tiempo, 1993). Los primeros antecedentes que se tienen de la Calle 19 son la Iglesia de Las
Nieves en la carrera 3ra y el mercado campesino que se hacía frente a la iglesia cada
domingo. Los primeros sonidos que acompañaron la ahora conocida Avenida Ciudad de
Lima fueron los campesinos que ofrecían sus productos en el suelo.
Imagen 18. Mercado de la plaza de las Nieves 1906. Tomado de: Libro Azul de Colombia Pag 478
60
Plaza de Paloquemao
Fue la Empresa de Ferrocarriles Nacionales la financiadora para que en las
inmediaciones de lo que hoy es la Calle 19 con Carrera 30 se construyeran las primeras
bodegas de la minorista Plaza de Paloquemao. Era 1968 y la Calle 19 recién iba a ser
inaugurada hasta la Avenida Caracas, por lo que el terreno donde se construiría la plaza de
mercado era un amplio potrero. En la siguiente aerofotografía se puede observar el barrio
que fue dividido por la Calle 19 y el espacio donde fue construido Paloquemao.
Imagen 19.
Aerofotografía Bogotá 1963. Tomada de la colección de cartografías de la Universidad Nacional.
61
“El sector de Paloquemao recibe este nombre porque según cuenta la historia, había
un árbol seco a los alrededores de la Av. 19 y que por razones que se desconocen, se
quemó.” (Plaza de Paloquemao, s.f.) La historia de la Plaza de paloquemao se remonta a los
planos realizados en 1962, los cuales tardaron seis años en ser ejecutados que finalmente,
por problemas legales, no pudieron ser culminados.
En el Plan Piloto que se desarrolló en 1970 (Imagen 16), cuatro años antes del
traslado del edificio Cudecom, la Calle 19 era proyectada para finalizar en la estación de
Las nieves y continuar su rumbo por la Calle 18, sin embargo, el desarrollo de los planes
residenciales desde los barrios de San Facon hizo que finalmente la Calle 19 se construyera
por el costado sur de la Plaza de Paloquemao y que conectara directamente con la Avenida
de las Américas.
Imagen 20. Plan Piloto Bogotá 1970.
Tomada de la colección de cartografías de la Universidad Nacional.
62
Pasaje Comercial La Macarena
Justo al lado del edificio de Caracol Radio se abría un paisaje comercial que
conectaría las Calles 19 y 20, se trata del Paisaje Comercial La Macarena o La Plaza de Las
nieves, como es conocida por algunas personas. En su interior, tradicionales restaurantes
que ofrecen los platos típicos más bogotanos, así mismo, furtas y verduras de cualquier
tipo. Muchos restaurantes que se ubican en el pasaje comercial tienen inicios desde 1968 y
la larga lista de clientes que ha pasado por los establecimientos es interminable.
Hace muchos años aquí se vendia mucho, llegaban los oficinistas o los que
trabajaban en Caracol y pedían siempre los almuerzos. En esa época como era tantos
los restaurantes nos tocaba decirle al muchacho (mesero) más bonachon que nos
ayudara avisandole el menú a la gente (G. Flórez, comunicación personal, 16 de
noviembre de 2019).
El pasaje comercial La Macarena era, al igual que los demás restaurantes de la
época, el espacio de esparcimiento y debate de la vida diaria. La identidad sonora que
tendría el pasaje contrastaba con el ruido de afuera y atravesar el pasaje comercial desde la
Calle 19 hasta la Calle 18 era cambiar completamente de ambiente sonoro. Gloria Flórez
recuerda también los grandes periodistas de Caracol Radio recorrer la plaza en busca de
aromas y sabores que los cautivaran.
63
Consideraciones parciales
En esta segunda parte se recogieron los relatos más importantes que constituyen la
memoria sonora de la Calle 19, desde inicios de siglo con el mercado campesino de la
Iglesia de las Nieves hasta las diferentes dinámicas económicas que dejan ver la
importancia de este corredor vial y la forma en que fue construido como un sinónimo de
progreso para la capital colombiana.
Según (Alarcón, 2011) “el plus que la memoria (…) puede ofrecer es finalmente
una disposición de la conciencia, despierta a advertir, por medio de su naturaleza
metafórica, analogías entre dos tiempos, dispuesta a recuperar, no lo que pasó, sino “el
antes en el ahora”, este proyecto se fundamenta en la importancia de la búsqueda y
recolección de memoria, pues es a través de los relatos en común, de la producción de
historia oral y la conformación de la memoria colectiva, que podemos hacer una mayor
recolección de memoria y construir un relato coherente e incluyente.
Si la memoria sonora es el camino para construir una memoria colectiva (Lutowicz,
2012), la Calle 19 ofrece la oportunidad de construir relatos a partir de los testimonios y los
paisajes sonoros. No es un secreto que la Calle 19 ha sido por muchos años ignorada o
reducida al concepto de la ‘Calle de tolerancia’, sin embargo, es evidente la carga de
memoria tan significativa entre aquellos que, como Gonzalo Barbosa o William Medina,
recorrían sus calles diariamente.
Recoger los testimonios era un proceso de investigación participativa, de recorrer
las calles de la Avenida 19 en busca de pistas sonoras, de personajes y de momentos que
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dieran la oportunidad a la construcción del relato. Todos los testimonios que se registraron
abrieron la posibilidad de la construcción del relato completo y a pesar de que están
transcritos, el lector tiene la posibilidad de escuchar las entrevistas al mismo tiempo que
recorre las páginas de este texto, esto responde principalmente a la importancia de la voz y
de las grabaciones a la hora de documentar la historia oral:
No necesitamos repetir acá que la escritura representa el lenguaje casi
exclusivamente por medio de rasgos segmentarios (grafemas, palabras y oraciones).
Pero el lenguaje también está compuesto por otro conjunto de rasgos, que no pueden
ser contenidos dentro de un solo segmento pero que también son portadores de
significado. La variedad de tono y volumen y el ritmo del habla popular llevan un
significado implícito y connotaciones sociales que no son reproducibles por escrito,
salvo, y entonces en forma inadecuada y poco accesible, como notación musical. La
misma declaración puede tener significados muy contradictorios, según la
entonación del que habla, lo que no puede representarse objetivamente en la
trascripción sino describirse aproximadamente en las propias palabras del
transcriptor. (Portelli, 1991)
Estos testimonios, recogidos o encontrados en archivo, hacen en primer lugar un
homenaje a los protagonistas de la Avenida Calle 19 y, en segundo lugar, abren la
posibilidad de que el lector al escuchar las palabras e involucrarse en las anécdotas, pueda
encontrar en su memoria un recuerdo de la Calle 19 y comenzar construir sus propios
relatos, en este texto quedan muchas cosas por contar pero seguramente los lectores podrán
continuar alimentando el relato a medida que van conociendo lo que se sabe de la ‘Avenida
Ciudad de Lima’.
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TERCERA PARTE
CONCLUSIONES
La memoria sonora y la historia oral fueron dos elementos claves para construir el
relato de la Calle 19. Estos dos conceptos permiten entender la historia como una
herramienta no sólo de construir un relato pasado sino como la actividad constante de
búsqueda de memoria. La ciudad no es la misma para todos. Sus espacios cobran sentido en
la evocación de la memoria cuando una imagen o un sonido trae rastros de lo que fue
nuestra relación con ese elemento (Rojas, Suarez, & Betancour, 2012), aun así, la
construcción de un relato único a partir de varios testimonios permite construir una
memoria colectiva.
En entrevista con Fernando Garzón, quien por muchos años tuvo una de las
famosas ‘Casetas de la 19’ y que hoy en día es propietario de un círculo cultural en la Calle
19 con 3, recordaba a sus compañeros de trabajo en las casetas y las anécdotas, algunas más
parecidas que otras, eran muy similares a las que Sergio Álvarez de La Musiteca contaba.
La memoria sonora tiene el componente de ser analítica y reflexiva, pues el sonido no
puede conocerse de la misma manera como se ve (Rojas, Suarez, & Betancour, 2012), así
que el trabajo de su recuperación es adentrarse con los personajes y ayudar a generar
memoria a través de las memorias del otro.
La Calle 19 es una excusa para entender la importancia de la memoria sonora,
Analía Lutowicz investigó este campo de la memoria para reconstruir el relato de la época
concentracionaria en Argentina (Lutowicz, 2012) y aquí se construyó el relato de la
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Avenida Ciudad de Lima, sin embargo, la memoria permite ser evocada en cualquier
contexto y lugar. Como la autora propone, los oídos son los únicos que no podemos cerrar
y el sonido estará presente en todos los espacios que recorremos, sólo basta un empujón
para que la memoria salga a flote y comience a contarnos desde otro punto de vista las
experiencias de un territorio en específico.
La historia oral es el camino más interesante para recoger la memoria sonora, no es
un secreto que la voz es mucho más fácil de recordar que los paisajes sonoros, por lo que
los testimonios y su forma de contar ayuda a evocar una época específica de la historia.
Silvio Ángel, que por muchos años interpretó a Tamakún en Caracol Radio, recordó cuando
dos jóvenes fueron a buscarlo con la expectativa de encontrarse al personaje de dos metros
de altura y fortachón, esas voces particulares son las que fomentan los relatos, sus historias
y anécdotas personales permiten entender las dinámicas sonoras que tenía la Calle 19.
Por otro lado, existen lugares de la Calle 19 que parecen silenciosos, que sus
dinámicas y sociales han llevado a que no sean muy recordados, sin embargo, las
experiencias en esos recorridos también están llenas de sonidos, no todas las memorias
tienen que ser positivas, pero entender la identidad sonora del lugar permite incluir las
partes más complicadas de la Calle 19 en el relato: la Avenida Ciudad de Lima aunque
parecer estar dividida en secciones, está construida como un todo, donde cada espacio
afecta de manera histórica el total.
Una de las experiencias que fueron tomadas para la construcción de este relato fue
la propuesta de (Rojas, Suarez, & Betancour, 2012) en el texto ‘Evocando la memoria
sonora de Bogotá’, allí, se propone que la memoria sonora puede ser fácilmente recogida si
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el entrevistado tiene claros los contextos a los que se le pregunta y se le ayuda recordando
momentos claves. “De igual forma, las personas participantes identificaron elementos
sonoros referidos a la vivencia personal de la época que se propuso como marco para el
ejercicio de evocación”, la importancia de construir un relato completo de la Calle 19
radica en que puede ayudar al lector a recordar y evocar memorias propias de su
experiencia en esta avenida y, por qué no, ayudar a agrandar la historia.
Finalmente, el proyecto da a los protagonistas la oportunidad de ‘volver a vivir’, en
el espacio de historia oral y memoria sonora es muy importante el entrevistado, es una
forma de darle voz y de abrirle la oportunidad de que sus anécdotas y experiencias sean
escuchadas.
El simple hecho de darle voz a las personas mayores y prestarles escucha a
sus historias, a su evocación personal y a los aportes que desde su saber pueden
hacerle a personas de otra generación y a las instituciones de la ciudad, fue valorado
por aquellas como un ejercicio de participación y un derecho; valoraron también la
posibilidad de aportar a la construcción de la identidad cultural de la ciudad desde
su saber, y el disfrutar de espacios para revivir y compartir experiencias. (Rojas,
Suarez, & Betancour, 2012)
Este ejercicio de evocación de memoria sonora y de recolección de datos es la
oportunidad para que los protagonistas de la Calle 19, que muy pocas veces fueron
escuchados, ayuden a construir un relato completo de esta parte de la ciudad y que su
aporte sea valioso para la identidad del centro de la ciudad. La memoria colectiva y la
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búsqueda de un relato en común fueron los motores para que ‘Del anonimato al
protagonismo’ se desarrollara de la forma en que se hizo.
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