Defensa escandinava bauer

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Juegue la Escandinava

Christian Bauer

Primera edición en Andorra, octubre 2011

Edita Esfera Editorial

Apartat de Correus 2052

Principat d'Andorra

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info@esferaeditorial. com

© Christian Bauer, 2011

© Esfera Editorial, 2011

ISBN: 978-99920-62-08-1

Depósito Legal: ANO. 1201-2011

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juegue la Escandinava

Índice general

Introducción. 7

Capítulo l. Las anti-escandinavas 9

Capítulo 2. La variante 2.�c3 21

Capítulo 3. 2.exd5 �xd5: las blancas evitan 3.tLlc3 29

Capítulo 4. 3.tLlc3 �as: las blancas juegan 4.b4 o 4.g3 63

Capítulo 5. Las blancas retardan d4 o negras evitan 5 ... ifs 77

Capítulo 6. El sistema Short: 4.ic4lbf6 s.d3 91

Capítulo 7. La variante 4.d4 tLlf6 s.ic4 107

Capítulo 8. La variante 4.d4 y s.idz 127

Capítulo 9. 4.d4 (4 ... tLlf6 5.tLlf3): desviaciones 147

Capítulo 10. Saltos precoces de caballo 167

Capítulo 11. 5.tLlf3 ifs 6.ic4 e6: desviaciones 183

Capítulo 12. La variante principal con 8.'.We2 ib4 201

Capítulo 13. La variante principal con 8.tLle4 223

Capítulo 14. La variante principal con s.ttJds 239

Conclusión. 265

Índice de variantes. 267

5

Símbolos ajedrecísticos:

;;\; Pequeña ventaja blanca. ?? Muy mala jugada.

:¡: Pequeña ventaja negra. !? jugada interesante.

± Clara ventaja blanca. ?! Jugada dudosa.

:¡:: Clara ventaja negra. 6. Con la idea de.

+- Decisiva ventaja blanca. X Debilidad/ Mal ubicado.

-+ Decisiva ventaja negra. o Jugada única.

# Mate. o Es mejor.

00 juego incierto. l±l Centro.

00 Compensación. -? Diagonal.

t Iniciativa. = Columna. _. Ataque. )) Flanco de rey.

;% Contra juego. (( Flanco de dama.

e Ventaja de desarrollo. .l Final.

o Ventaja de espacio. @ Pareja de alfiles.

0 Zugzwang. ¡ji Alfiles de color opuesto.

Buena jugada. .. Alfiles del mismo color. ? Mala jugada. ó Peón pasado. !! Excelente jugada. $ Tiempo.

Introducción 7

Introducción

Como réplica a l.e4, la Defensa Escandinava es la única apertura que crea una tensión central inmediata. En este sentido, difiere de la mayoría de otras aperturas donde la noción de la estruc­tura de peones juega un papel fundamental. Esencialmente en las aperturas en las que la cadena de peones es rígida, como en algunas posiciones de tipo francesa, por ejemplo (donde la falange blanca d4-eS bloquea a su homóloga dS-e6), o sino, en posiciones de la Siciliana con un centro fluido, donde las maniobras estratégicas de las piezas están en primer término.

En contraste, en la Escandinava, las negras imponen de entrada una rotura de la cadena de peones. Veremos, en efecto, que Z.exds constituye la única replica digna de las bEancas, así que los jugadores que usan la Escandinava se aseguran obtener su esquema favorito. Esto debería subrayarse, ya que representa un caso único entre las aperturas relacionadas con l.e4.

Un jugador de Siciliana deberá estudiar multitud de sistemas secundarios, como la Alapin (l.e4 eS 2.c3), el ataque Gran-Prix (1.e4 es 2.lLlc3 seguido de 3.f4) o la Siciliana Cerrada (l.e4 eS 2.lüc3 seguido de 3.g3). Los adeptos de la Caro-Kann, por otro lado, necesitarán además dedicar­le tiempo al Ataque Panov (l.e4 c6 2.d4 ds 3.exds cxds 4.c4), así como a otras líneas menores que son lo bastante ricas, como: l.e4 c6 2.d3, o l.e4 c6 2.d4 ds 3.f3, por mencionar algunas. Incluso la Defensa Alekhine (l.e4 tt:lf6) contiene un margen interesante que pide una cierta cantidad de trabajo extra al negro.

La Escandinava prioriza la actividad de las piezas y este factor es predominante en la prime­ra fase. Ciertamente, la estructura de peones habitual, d4 para el blanco contra el dueto negro e6-c6, tiene pocas posibilidades de evolucionar en un futuro próximo. Como veremos a lo largo de este libro, la evaluación de la posición depende en gran medida de las circunstancias en las que se consiga el avance ds. A menudo las negras van ligeramente atrasadas en el desarrollo y por tanto deben ser espe�ialmente cautas con esta ruptura central, ya que abrirían el juego a favor de las piezas blancas.

La principal desventaja de la Escandinava es el retraso en el desarrollo, fruto de la salida precoz de la dama negra (no trataremos la variante 2 ... tt:lf6, a todos los efectos también jugable). Esta es la razón por la que durante mucho tiempo esta apertura ha tenido una reputación dudo­sa. Es cierto que las negras desobedecen desde el inicio dos principios importantes del ajedrez: comprometen pronto a su dama (2 ... �xds), y después mueven la misma pieza en la apertura (3 ... �as).

8 juegue la Escandinava

A pesar de estos pecados, la Escandinava no se debería despreciar, y las ventajas que ad­quieren las negras desde la línea principal, introducidas por 3 ... V9 aS (la única estudiada en esta obra, aunque 3 ... 'ªd6 es una opción válida según el estado actual de la teoría), son numerosas. Esquemáticamente las negras anhelan obtener una Caro-Kann mejorada (l.e4 c6 2.d4 ds 3.ttJc3 dxe4 4.ttJxe4 ifs etc.) al haber evitado varias líneas de las blancas en el tercer movimiento, en particular la variante del avance. Si tienen éxito en el desarrollo de su alfil de casillas blancas y después completan su desarrollo sin daños, las negras tendrán una sólida posición, sin ninguna pieza "mala".

Otro elemento que se debe mencionar a favor de la Escandinava, además de economizar la necesidad de estudiar varios sistemas como la variante del avance de la Caro-Kann, afecta al peón e blanco. Una vez el caballo de dama ha perseguido a la dama rival desde el centro, deja al peón e atado a su casilla original. Como consecuencia se sucede un potencial menor en la actividad blanca comparado con la línea principal de la Caro-Kann, y así hay dificultades para aprovechar los tiempos extra.

Antes de entrar de lleno en las variantes, unas breves palabras sobre el orden de jugadas. La Escandinava permite una cantidad tal de transposiciones que es prácticamente imposible identificarlas todas, Jo que en cualquier caso sería muy fastidioso. He mencionado algunas en el texto, pero para homogeneizar la presentación de las variantes, he estandarizado el orden de jugadas en función del camino que recomiendo para llegar a la posición base de la variante prin­cipal: l.e4 ds 2.exds V9xds 3.ttJc3 'ªas 4.d4 ttJf6 s.ttJf3 ifs 6.ic4 e6 7.�d2 c6. Tengan en cuenta que llegaremos a esta posición con más frecuencia, la cual será el tema de los tres últimos capí­tulos, jugando ... c6 rápidamente (en ocasiones en la 44 jugada), pero veremos que es interesante mantener la opción de un desarrollo agresivo mediante ... ttJc6 y ... 0-0-0 cuando las blancas no se muestren muy emprendedoras.

l. Las anti-escandinavas

l.e4 ds

El primer capítulo de este libro hablará sobre los esquemas "anti-Escandinava" que no sean 2.tt:lc3, que será el tema del próximo capítulo. Así, veremos la tímida l.e4 ds 2.d3, después la cobarde l.e4 ds Z.es y por fin los optimistas gambitos Blackmar-Diemer y Tennisson, respecti­vamente adjuntos a los movimientos l.e4 ds z.d4 y l.e4 ds z.tt:lf3.

Sin detenerme en el tema, puedo adelantar ya que cada una de estas líneas secundarias sufre serias desventajas, y que el negro dispone de varias maneras de alcanzar un buen juego.

Dicho esto, y puesto que el ajedrez conlleva una gran parte de psicología, la reacción del negro a alguno de esos subsistemas, no debería ser inocente. Por ejemplo, entrar en un final ni­velado después de l.e4 ds 2.d3 dxe4 3.dxe4 �xdl + 4. �xdl no es aconsejable contra un jugador al que le gustan las posiciones simplificadas.

Por la misma razón, aceptar el gambito Blackmar-Diemer (l.e4 ds 2.d4 dxe4 3.l0c3 tt:lf6) es probablemente la mejor opción del negro, pero quizás no la más apropiada delante de un rival tácticamente más cualificado.

10 juegue la Escandinava

Le4 ds (D)

El orden de estudio de las variantes será el siguiente: A) 2.d3, B) 2.es, C) Z..i)f3 y D) 2.d4.

A) z.d3 (D)

Al) z ... tLlf6 Para aquellos que desean eludir el final

más bien aburrido que surge tras 2 ... dxe4, esta jugada representa una alternativa perfecta­mente válida. Aquí va un ejemplo: 3.es 4Jfd7 4.f4 es s . .tez tLlc6 6.4Jf3 e6 7.e4 f6

7 ... ie7 con la de idea 8.lLlc3 lLlb6, es me­nos comprometida. 8.exd5 exd5 9.0-0

9.e6 lLlb6 lO.fs parece más prometedo­ra. Las negras no se pueden permitir minar el peón de fs con ... g6, debido a ll.lLlh4 lüd4 12.!g4 y en consecuencia tendrán que tolerar un peón protegido en e6.

9 ... fxes lO.lLle3 tLlb6 ll.lLlxeS �d6 La posición está sensiblemente igualada,

las blancas errarán más tarde. 1Z.a4 as 13.tLlbs o-o 14.�b3 tLlb4 lS . .tdz ie6 16.�xb4 axb4 17 .as hes 18.fxes B:xf1+ 19J�xfl gxas zo.�d6 Wfgs Zl.d4 exd4 zz.tLlxb7 gas 23.�xb4 '&e3+ 24.gfz d3 ZS.�e3 0-1;

Seret-Teske, Naujac 2004. La conclusión sería 25 ... dxe2 26. %Vxe3 gal +, seguido de mate en2.

AZ) Z ... dxe4 3.dxe4 �xdl+ 4.'ii>xd1 eS (D)

Este final, o más bien medio juego sin da­mas, está totalmente nivelado. El hecho de que el blanco haya perdido el derecho al enro­que no cambia nada ya que su rey encontrará un refugio seguro en c2. Por supuesto, un fi­nal igualado no prohíbe un resultado decisivo, como fue aquí el caso. s.ie3 ie6 6.e3 tLld7 7 .i>ez �es s.ixes tLlxeS 9.f3 aS 10.lLld2 f6 1Lie4 'ii>e7 12.tLle2 tLlh6 13.b4 tLla4 14 .i.xe6 'ii>xe6 15.lLlb3 axb4 16.exb4 b6 1 7 .�e3 tt:lxe3 18.'ii>xe3 ga4 19.a3 tLlf7 zo.tLlas es 21. 'ii>b3 bs ZZJ�ad1 tt:'ld6 23.bxes tt:lxe4 24.tLlb7 tLlfz zs.gd6+ q¡e7 26.gfl ga7 27J!b6 tLld3 zs.gd1 tLlf4 Z9.c6 'ii>f7 30.e7 1-0; Vorotnikov-Zakharov, Moscú 1999.

B) Z.eS (D) Al liberar inmediatamente la tensión en

el centro las blancas no pueden tener serias

Cap(tulo 1: Las anti-escandínavas 11

esperanzas de obtener alguna ventaja en la apertura. Por el contrario, su segundo mo­vimiento permite a su oponente desplegar cómodamente sus piezas. Dependiendo del punto de vista la posición será parecida a una Defensa francesa mejorada, el alfil de casillas blancas está "fuera" de la falange de peones e6-d5, o similar a la variante del avance de la Caro-Kann, donde las negras consiguen la ruptura ... c7-c5 de una vez, en lugar de dos.

Bl) 2 ... 1fs 3.d4 e6 Las blancas se decidirán ahora entre Bla)

4.id3 y Blb) 4.tlJf3, decisión que no altera fundamentalmente la evaluación de su posi­ción. Veremos una partida ilustrativa con el movimiento del alfil, así como una respuesta razonable a su alternativa.

Bla) 4..id3 .ig6 s.lüe2 c5 6.c3 li)c6 7.o-o lüge7 8.dxc5 hd3 9.Wxd3 lüxes 10.Wg3 lüd7 11.b4 b6 12.cxb6 lüfs 13.Wh3 axb6 (D)

Las negras disfrutan ya de una marcada ventaja debido a su dominio central y las de­bilidades en el flanco de dama de su rival.

Veamos como continuó la partida: 14.lüd2 ie7 1S.lüb3 0-0 16.a4 Wc7 17.�ed4 �xd4 18.lD xd4 .if6 19.lDbs Wc6 zo.Wg3 liJes 21.i.gs .txgs 22.Wxgs lüc4 23J3a2 ga6 24.h4 Wd7 2s.hs h6 26.Wg3 gcs 27.gfal We7 zs.tLld4 gaa8 29.a5? bxas 30.bxa5 ga6 31.'?N f3 gcs 32.Wd3 gcxa5 33.gxas gxas 34.�as lüxas 3S.Wa6 lüc4 36.lüc6 We8 37 .f4 lüd6 38.lües li)e4 39.c4 dxc4 40.Wxc4 lüg3 41.lüf3 Wbs 42.lües lüxhs 43.li)d7 Wa7+ 44.lücs lüxf4 4S.�hl lüds 46.Wbs lüf6 47.Wc6 Wal+ 48.�h2 Wes+ 49.g3 We2+ 0-1; Welz-Slobodjan, Bad Wiessee 2002.

Blb) 4.lüf3 es s.ie3 Las blancas no están preparadas para 5.c4

dxc4 6.ixc4 tlJc6, mientras que s.c3 las limi­taría a un papel defensivo. s ... Wb6 6.lüc3 lüc6 7.lüa4 �aS+

7 .. .'f:fc7 también merece atención: 8.tiJxc5 �xc5 9.dxc5 ltlge7 y el peón es caerá pron­to. Después de esto el juego equilibrado ha desaparecido y aparecen oportunidades recí­procas. 8.c3 cx d4 9.lüxd4 lüxd4 10.hd4 lüe7 (D)

Seguido de ... ltlc6; las negras no tienen de qué quejarse sobre la apertura.

12 juegue la Escandinava

BZ) 2 ... c5 3.lbf3 a6 Evitar la salida del alfil a bs es útil pero no

obligatorio. La obvia 3 ... ltlc6 es así mismo aceptable:

4.1bs ig4 (4...id7, intentar s ... lt.Jxes, es más silencioso. Sin embargo parece que las ne­gras no deberían temer las complicaciones si­guientes) S.h3 �hS 6.g4 �g6 7.e6 (Las blancas se están debilitando en vano) 7 ... fxe6 S. lOes y aquí la ocasión se resuelve en torno a 8 ... �b6 y la más espectacular 8 ... ltlf6, con idea de con-tinuar finalmente con 9 ... ltld7. Tras la secuen-cia 8 ... l0f6 9.ltlxc6 �b6 10.ltlxa7+ @f7 (D)

Las negras recuperan la pieza sacrificada con una posición superior. En efecto, disfru­tan de una sólida empuñadura en el centro y su rey está a salvo. Si las negras tienen tiempo de desenredarse, mediante ... e6-e5 y después ... e7-e6, su rival no tendrá ningún plan em­prendedor. 4.c3 lbc6 s.d4 .ig4 6.-iez e6 (D)

Las negras cuentan con una posición muy saludable, que resulta objetivamente más fácil de jugar, por lo que no deberían tener ningún problema.

C) 2.ttJf3?! Un gambito dudoso y sin fundamento.

De hecho con el peón e negro en es, y no en c7, uno alcanzaría un gambito Budapest con los colores inversos. Este detalle no es tan relevante para la posición cuando las negras aceptan el reto: las blancas tienen que luchar por la igualdad. 2 •.. dxe4

2 ... e6 y 2 ... c6 únicamente transpondrían a líneas secundarias de la Defensa Francesa y la Caro-Kann respectivamente. ¡Las negras de­ben mostrar más ambición! 3.lbgs

Cl) 3 ... e5 (D)

Una jugada sencilla que también merece atención. 4.lbxe4 fs

Seguido de s ... .ie6, ya que el caballo debe­rá retirarse a g3 o c3. El desarrollo óptimo del alfil enemigo a c4 está prohibido, dejando a las blancas sin un contra juego adecuado a cambio de haber cedido el centro: el juego del negro es más prometedor.

CZ) 3 ... lbf6?!

Capítulo 1: Las anti-escandinavas 13

La otra manera de proteger el peón junto a 3 ... .ifs, pero llevaría a perder la ventaja. Des­pués de 4 . .ic4 las negras se verían obligadas a obstruir la diagonal de su alfil de casillas blan­cas.

La posición resultante de 4 ... e6 S.tiJc3 il.. e7 6.0-0 o-o 7.llJgxe4 (D)

Sería similar a una Francesa Rubinstein, l.e4 e6 2.d4 ds 3.tDc3(d2) dxe4 4.tLlxe4, donde las negras desde luego no tienen de qué pre­ocuparse, pero tampoco tienen ventaja.

C3) 3 ... ifs (D)

C31) 4.llJc3?! 4 . .ic4?! e6, ganando un tiempo importan­

te mediante el ataque al llJgs. Ciertamente, tras esta continuación "normal" las blancas experimentan la peor de las dificultades para recuperar el peón sacrificado. 4 .. .tbf6 s.ic4 e6

jugar con el espíritu de gambito (Después de todo, ¡las blancas están completamente preparadas para ello!) no trae más alegría: 6.f3 exf3 7.'.Wxf3 tLlc6 y ahora la tentadora 8.tLlxf7, intentando aprovechar la clavada en el caso de que las negras tomen el caballo, se contrarres­ta severamente (No es mejor 8 . .ibs '.Wd6 con un peón extra y una clara ventaja): 8 ... Wd4! 9.ltlxh8 V9xc4. El caballo está atrapado y pere­cerá después de ... .id6 y .. .'tle7, dejando así a las negras con dos piezas menores contra una torre, es decir una ventaja decisiva.

Tras 6.f3, la continuación táctica 6....ics también parece favorecer a las negras: 7.fxe4 tLlxe4 8.tLlcxe4 ixe4 9.d4 (o 9.l2Jxe4 '.Wh4+ re­cuperando la pieza con un sólido peón extra además de una cierta exposición del rey blan­co) 9 ... .ixd4 lO. tLlxe4 ll9h4+ ll.éilg3 .ies (D)

La clave, gracias a este ataque doble las negras mantienen su ventaja. 12. Wd3 ixg3+ 13.'.Wxg3 Wxc4 14.'.Wxg7 '.We4+ seguido de 15 .. J�f8, ... llJd7(c6) y ... 0-0-0. Las blancas han perdido el derecho al enroque y se pierde un peón. 6.\W ez tiJc6 (6...�d4!?) 7.lLJgxe4 lLJxe4 8.llJxe4 llJ d4 9.\Wd3 \Wh4 10.V9xd4 \Wxe4+ ll.Wxe4 ixe4

Y se hace efectivo el ataque doble sobre g2 y c2, ganando un peón.

C32) 4.g4!? Este enérgico, pero debilitador ataque,

puede muy bien ser el menor de los males, al menos para enturbiar el agua.

14 juegue la Escandinava

4 ... .ig6 O incluso 4 ... lLc8!?, ahora que las blancas

han admitido una debilidad en el flanco de rey. s . .tg2 �f6 6.�c3 hs 7.�gxe4

7.h3 puede resultar un poco mejor, ya que después de la secuencia 7 ... hxg4 8.hxg4 gxh1+ 9.i.xh1 lüc6 10.lügxe4 el blanco parece más o menos bien. 7 ... �xe4 8.�xe4 hxg4 9.Wfxg4

9.lücs?! no es recomendable. En este caso la sencilla 9 ... c6 10. %Vxg4 e6 resulta embarazo­sa. El caballo está atacado y no puede capturar ni en b7 ni en e6, respectivamenbe, a causa de 11.�xb7 Wfb6 y 11.tiJxe6 Wfe7. 9 ... tiJc6 10.d3

Y aquí el salto: lO ... tlJd4!

Hace la defensa de c2 problemática. 1 1 .Wfd1 i.hs (D)

Es molesto, mientras que 11. �d2 tampoco es un placer. Resumiendo, el Gambito Tenni­son no es recomendable. Las negras adquieren una ligera ventaja con medios simples, tanto cuando le dan inmediatamente la espalda con 3 ... es, o incluso mejor cuando se aferran al peón mediante 3 ... ifs.

D) El gambito Blackm ar-Di emer

2.d4?! (D) Esta jugada nos introduce en el Gambito

Black:mar-Diemer, cuya incorrección no ofre-

ce ninguna duda. Si esta opinión tiene con­senso, también lo tiene la peligrosidad de este sacrificio.

La línea principal, quizás la mejor desde el punto de vista de las negras, consiste en: 2 ... dxe4 3.�c3

3.f3?! es menos precisa debido a 3...e5! 4.�e3 (4.d5 .tes o 4 ... ttJf6 no son mejores) 4 ... exd4 s . .txd4 lüc6 6 . .tbs .td7 7.1e3 .td6 8.lüc3 lüf6 (D)

Y ahora, 9. %Vd2 %Ve7 10.0-0-0 0-0-0, deja a las blancas sin compensación por el peón. El extracto es idéntico para 9.fxe4 tilxe4 10. tt:Jxe4 %Vh4+ n.lüf2 %Vb4+ 12.c3 %Vxbs. 3 . . . �f6 4.f3 exf3

o 4 ... .tfs s.fxe4 lüxe4 6. %Vf3 lüd6 7.1f4 e6 8.0-0-0. 5.�xf3 ig4 6.h3 (D)

Y aquí la elección se vuelve sólida con 6 ... �3 7.ªxf3 c6 8.1e3 e6 y más acrobática tras 6 ... .ths 7 .g4 i.g6.

Capítulo 1: Las anti-escandinavas 15

En todos estos casos, saber que la compen­sación de las blancas por el peón es escasa no será útil para quien esté frente al tablero.

En la práctica el riesgo de extraviarse al in­tentar neutralizar la iniciativa de las blancas es bastante alto. Por lo tanto, yo me centraría en la línea secundaria 3 ... es, que, en mi opinión, ofrece a las negras una cómoda igualdad.

Lem berger

l.e4 ds z.d4 Notemos que normalmente se alcanza esta

posición por el orden de jugadas 1.d4 ds 2.e4, y ya que estamos comentando este orden de jugadas, haremos una pequeña digresión so­bre el "Lamberger inverso":

Ld4 ds 2.a3 es? 3.dxes ltlc6 4.e4: la jugada a3 representa un valioso tiempo en un Lem­berger con colores opuestos y rápidamente provee a las blancas de una gran ventaja, en lugar de la "usual" agradable igualdad. 4 ... dxe4 S.'ª'xd8+ @xd8 6.ltlc3 ifs 7 . .if4 ltlge7 8.0-0-0+ Wc8 9.!!el liJg6 IO.ig3 ltlgxes ll.ltlxe4 .ig6 12.f4 ltld7 13.ltlf3 �!Des 14.ltlc3 .id6 lS.lLlbs ltle4 16.ltlh4 fs 17.id3 ltlxg3 18.hxg3 �f8 19.ltlxg6 hxg6 20.tt:lxd6+ cxd6 21.�h7 a6 22.�xg7 bs 23.�e6 1-0; Prié-Gua­dalpi, Val d'Isere 2004. 2 ... dxe4 3.ltJc3 es! (D)

Las blancas se encuentran ante un cruce de caminos. En este momento se oponen varios enfoques:

- jugar en busca de un ataque mediante 4. 'ª'hs.

- Continuar al estilo del gambito, pero sin quemar los puentes, con 4.ds?!, 4 . .ie3, 4.ltlge2 o 4.lt::Jxe4.

- Intentar "limitar el daño" pasando al fi­nal mediante 4.dxe5.

Dl) 4.d5?! Después de este avance, clavar el caballo

con 4 ... �b4 (D) es una réplica adecuada.

Pero, las negras también pueden embar­carse en 4 ... c6!?, donde una continuación ilustrativa consiste en: S. 'ª'hs cxds 6. 'ª'xeS+ ie6 7.lt::lbs lt::lc6! 8.'ª'g3 (8.ltlc7+ �d7 9.ltlxe6 ltlxes 10.ltlxd8 �xd8 con un sólido peón ex­tra. 8 ... gc8 9.if4 lt::lf6 y ahora 10.ltld6+ ixd6 n.ixd6 ltld4 es francamente malo, mientras que lO.ttJc7+ @d7 11.ltlxe6 fxe6 (D) deja a las blancas luchando por demostrar una compen­sación tangible por el peón.

16 juegue la Escandinava

Ciertamente el rey negro está a salvo, res­guardado por su infantería, mientras que re­bosan las oportunidades para activar su arma­da: ... liJd4(b4), ... �b6, ... liJhs, etc.

D2) 4.ie3?! Desarrolla una pieza mientras simultánea­

mente protege el peón atacado. Sin embargo, 4.liJge2 es más juiciosa. 4 ... exd4 5.'?9xd4

s.!xd4liJc6! (S ... �f6!?) 6.ibsid7 7.�ge2 �h4! La salida de la dama en h4 cumple varias funciones: ejerce presión en el flanco del rey enemigo, defiende el peón e4 y acelera el 0-0-0. Este último factor es particularmente impor­tante debido al vis a vis latente, l'!d8-'ª'dl. 8 . .ic4 (8.liJg3 o 8.c!Llds o-o-o 9 . .ixc6 �xc6 no son mejores) 8 ... 0-0-0! 9.ixf7 ig4 (D)

Las negras liquidan ya la partida. 10.ids (o 10.g3 �gs n.h4 Wifs 12.ixg8

l'!xg8) lO ... liJge7 11.g3 �hs 12.i.xc6 liJxc6 13.�d2 ics 14.liJbs ixe2 o-1; Polly-Hick­man, cr. Temático 1992. 5 ... '?9xd4 6 . .ixd4 /Oc6 7.0-0-0

7.�bs ii.d7 8.0-0-0 0-0-0 no soluciona el problema de las blancas. 7 ... /0xd4 8J3xd4 /Of6 (D)

Y ahora parece que 9.liJbS eS 10.l'!dl rlle7 no es peligroso para las negras que continua­rán con ... g6. En consecuencia, solo queda 9.tLlxe4 ie7, lo que significa que las negras tendrán la pareja de alfiles por nada.

03) 4.ti)ge2 (D) La variante que ha dado a las blancas sus

mejores resultados.

4 ... ti)c6 4 ... exd4?! (cooperando con el rival)

s.'�hd4 �xd4 6.�xd4 ib4 7.liJdbs ias 8.if4 liJa6 9.0-0-0. Esta es la típica posición que las negras deben evitar: sus piezas están mal situadas y no conseguirán ni siquiera man­tener el peón de e4. Así es como terminó la miniatura Rasmussen-jangaard, Tacoma 1991;

Capítulo 1: Las anti-escandinavas 17

¡abróchense los cinturones! 9 . . . lLlf6 10.ies ifs u . .ixf6 gxf6 12.lL\ds c6? (1Z ... .ig6 13.h4 h5 14.lLlxf6+ �f8;t) 13.lLld6+ y 1-0. Después de 13 ... �f8 14.lL\xfs cxds 1S . .ixa6 bxa6 16.1hds el final sería una calamidad para las negras. s.ds

Si s.lL\xe4 fs! da a las negras cierta ventaja: 6.igs .ie7 7.he7 lL\gxe7 8.lLlcs ti'd6! 9.lLlb3 .ie6 con un desarrollo mucho más armonio­so en la partida por correspondencia Da Riva Alonso-Klausen, 1995. 5 ... 4:lce7 6.4:lg3 4:lf6!

Lo más simple. La alternativa 6 .. .fs es sin duda mejor, pero

solo daría al jugador de Blackmar-Diemer lo que suspira: compensaciones en una posición salvaje (después de 7 . .igs). 7.ibs+ (D)

Si 7.igs? lLlexds se vuelve a favor de las negras, como en la partida por e-mail Chance­Uhlig, 1995. Tras la jugada correcta las negras no pueden aferrarse a su botín.

7 ... .td7 7 ... c6 8.dxc6 \:Wxdl+ 9.�xd1 bxc6 10.ia4

ig4+ ll.'it>e1 0-0-0 y ahora 12.h3 recupera el peón llegando a un final poco claro. 8.ic4 4:\fs 9.4:\gxe4 4:\xe4 10.iüxe4 4:\d6 les concede una confortable igualdad.

D4) 4.4:\xe4 exd4 Por supuesto, 4 ... ti'xd4!? también es posi­

ble.

s.4:lf3 La muy poco convincente s . .ibS+ fue el

tema de Malzahn-Froemmel, cr. 1986: 5 ... .id7 6. 'ftiez Wffe7 7.lLlf3 lL\c6 8.0-0 0-0-0 9.-igs lLlf6 10.lüxf6 gxf6 11. ti'xe7 ixe7. La estructura de peones de las negras está desbaratada pero mantienen su peón extra. s ... 4:\c6 (s ... .tfs!?) 6 • .ic4

6 . .ibs ti'ds 7.Wiez .ie6 8.0-0 merece in­vestigaciones más amplias. Después de la lógi­ca 8 ... 0-0-0 ambas, 9.c4!? y 9.lüeg5, son poco claras. 6 ... ifs 1.0-o

7.lL\egs?! se queda corto; 7 ... ti'e7+ seguido de 8 ... lLlh6, y las negras obtienen una marcada ventaja. 7 ... ixe4 8J�el (D)

En este momento las negras deben decidir entre 8 ... lLlf6 y 8 ... .ie7. El tercer mosquetero, 8 .. .fs?! sigue siendo, probablemente, demasia­do temerario.

8 .. . ie7 a) s .. .fs 9.ti.Jgs ib4 (9 ... ti.Jf6!?) 10.c3 dxc3

y ahora la partida Pape-Rasmussen, cr. 1992 continuó: 11. Wffb3 c2 12.if7+ cJJe7 13.ihs Wid7 14.lLlxe4 fxe4 15.1:!xe4+ cJJds 16 . .ig4 Wd6 17.if4 Wf8 18.a3 lüf6 19.axb4 lüxe4 zo.Wds+ lüd6 21. We6 We8 22 . .ig5+ lLle7 23J3e1 lLldc8 24.Wds+ lL\d6 25.Wes lL\dc8 26.Wxg7 y con la amenaza 27.Wd4+ las negras no tuvieron otra elección que abandonar a pesar de su torre extra.

18 juegue la Escandinava

b) s . . .lM6 9.igs ie7 10.ixf6 ixf3 1Lixe7 ixdl 12.ixd8+ Wxd8 (o 12 ... Wd7 13J�axdl �axd8 14.ixf7 �d6) 13.�axdl l3e8 14.iJÚ7 �hel+ 15.l3xel Wd7. En ambos casos las negras deberían poder mantener este fi­nal, pero tienen muy pocas posibilidades de conseguir el punto completo. 9.&re4 lüf6 10J;e2 o-o ll.Wfd3 (O)

Las blancas tienen una compensación ra­zonable por el peón. Mania-Prié, Val d'Jsere 2006.

os) 4.Y9hs (o) Tras esta salida artificial de la dama, las

negras tienen tres respuestas razonables a su disposición. Mi preferida es la opción 4 ... lüc6.

4 ... lüc6 a) 4 ... exd4 La jugada principal que sin

embargo empieza una incierta táctica de es­caramuzas. s.ic4 V9e7 6 . .ig5 (6.ltlds? es igual

de malo 6 ... lüf6 7.11Jxe7 lüxhs 8.lüxc8 11Jc6. El 11Jc8 está perdido y las negras conservarán un sólido peón de más) 6...11Jf6 7.ixf6 V:Yxf6 8.11Jxe4. Aquí 8 ... V9 g6 puede estar bien para las negras, pero corre riesgos innecesarios.

b) 4 ... 11Jf6!? gira la tortilla. Tras s. V;YxeS+ il.e7 y probablemente son las negras quienes continuarán con el ataque. Al menos es así después de 6.ltlxe4 o-o, pero 6 . .if4 c6 7. V;Yc7!? es interesante.

s.dxes s.ds? 11Jf6 y s.ibs? exd4 sin duda no viene

al caso. 5 ... ib4 6.id2 g6

Las negras no pueden pasar sin esta juga­da. Las debilidades que crea son el centro del debate de esta variante. Creo que la pequeña ventaja en el desarrollo que adquieren, y la iniciativa unida a ella, prevalecen sobre las consideraciones estáticas. 7.Y9e2

7. �dl l:iJxeS 8.11Jxe4 ixd2+ 9. V9xd2 V9xd2+, seguido de lO ... ifs y ... 0-0-0. 7 ... lüd4 s.W/d1 Ms

Amenazando ... e3. 9.ie3

9.�cl!? �d7, seguido de 0-0-0, también se debería probar ya que parece de 1 agrado de las negras. 9 ... c5! (D)

Sosteniendo al caballo, después de lo cual no parece que las blancas sean capaces de igualar.

Capítulo 1: Las anti-escandinavas 19

lO.'LlgeZ En caso de 10.a3, la réplica 10 ... i.xc3+

ll.bxc3 �as! 12. '?Nd2 lLic6 seguido de 13 .. J3d8 es fuerte. lO ... Wfas! ll.a3 (1Lixd4 o-o-o) 11...0-0-0 12.1Mfc1

12.axb4? �xa1 13. �xal ltJxc2#. 12 ... ixc3+ 13.'Llxc3 'Lle7 14.kc4 'Llec6

Con una poderosa iniciativa de las negras.

D6) 4.dxe5 Esta captura es sobre todo una concesión

psicológica. Las blancas esperaban aprove­char la oportunidad de obtener la iniciativa empleando un gambito y acaban defendién­dose en un final ligeramente inferior. 4.Wfxdl + (D)

s.'Llxdl Mantener la posibilidad del enroque es lo

menos malo. Después de la otra captura, S. �xdl, las

blancas experimentan dificultades: s .. .lZlc6 6.ibs (6.if4 J.fs 7.ic4 tt:lge7

8.ig3 ltJg6 9.f4 ics; 6.ll:\bs? sería un disparo en la oscuridad debido a 6 ... ig4+ 7.f3 0-0-0+) 6 ... i.d7 7.e6?! ixe6 8.ixc6+ (Los peones do­blados son totalmente irrelevantes aquí en comparación con el asalto a su rey que tendrán que soportar las blancas blanco. En la partida por correspondencia Canal Oliveras-Montoya Bello, Copa Española 1995, las blancas sólo resistieron quince movimientos más. 8. ltJxe4

0-0-0+) 8 ... bxc6 9.lLixe4 0-0-0+ 10.i.d2 ids 11.f3 ixe4 12.fxe4 lt.Jf6 13. �e2 ltJxe4 14 . .ie3 i.cs! lS . .ixcS tt:\xcs 16.lt.Jf3 ghe8+ 17. �fl ltJa4 18.b3 (18J�bl ltJxb2) 18 ... lt.Jc3 19.a4 �e2 20.�cl gs! 21.g4 (21.lLixg5 �dd2) 21... fs! 22.!í:g1 (22.gxfs g4 23.lt.Jgl !!edz 24.f6 !í:f8

2S. �el �d6 26.h3 g3) 22 .. .fxg4 23J�xg4 �f8, ganando el tt:lf3 y la partida. 5 ... 'Llc6

Sin duda aquí las negras están bien, es­pecialmente si consideramos que 6.lLic3, al­canzando una posición totalmente simétrica con un tiempo de menos, es lo mejor para las blancas. Parece, sin embargo, que la ventaja del negro es puramente simbólica. 6.'Llc3! (D)

6.f4?! dejaría a las blancas con un peón aislado. Aquí tenemos un ejemplo práctico de ello: 6 ... exf3 7.lLixf3 .ig4 8.-ibs lt.Jge7 9.tt:le3 ixf3 10.gxf3 a6 ll. .ixc6+ lt.Jxc6 12.f4 0-0-0 13.id2 ics 14.ltJfs g6 Is.lt.Jg3 if2+ 16.�e2 ixg3 17.hxg3 ltJd4+ 18. �f2 lüxc2 19J3adl hs 20.ic3 !í:xdl 2l.!í:xdl !í:d8 22.!í:xd8+ Wxd8

23. �e2 es 24. �d3ll:\b4+ 2S.ixb4 cxb4 26. �c4 as 27. Wbs �d7 28. �xas �e6 29. �xb4 �fs 30.�cs �g4 31.�d6 �xg3 32.�e7 �xf4 0-1; Zauner-Maljutin, Werfen 1992. 6 ... -ifs

Las negras pueden intentar desequilibrar la posición de varias maneras, pero ninguna de ellas parece alcanzar su objetivo.

a) 6 ... ib4 7.id2 o 7.lLige2 con idea de

20 juegue la Escandinava

7...ll:lxes 8.a3 �xc3+ 9.ll:lxc3 seguido de 10.�f4xc7 si las negras cubren e4.

b) 6 .•• .!Llxe5 7.i.f4, y ahora 7 ... �d6 8.ll:lxe4 ll:ld3+ 9.il.xd3 �xf4 obtiene los dos alfiles pero a cambio las negras van retrasadas en el de­sarrollo.

e) 6 ... ll:ld4 7.i.bs+ (7Jübs!?) 7 ... id7 8.�xd7+ @xd7 9. @dl. 7 . .tbs

Si 7.i.f4?!, 0-0-0 es un poco molesto. 7 ..• lLlge7

Y ahora ambas, s.igs y s.'Llgez o-o-o

9.ll:lg3 deberían ser aproximadamente igual­dad.

Las negras parecen desenvolverse muy bien por las complicaciones tácticas del gam­bito Lemberger. Las blancas pueden, si lo de­sean, hacer un cambio de velocidad, e ir a por el final igualado que surge después de 4.dxes vtfxdl + 5.ltJxdl, pero ¿quién desearía iniciar una partida de esta manera conduciendo las blancas?

Conclusión:

A través de este capítulo, parece muy claro que las negras no deben temer las divergen­cias blancas en la segunda jugada. Cuando ini­cian gambitos dudosos (2.ll:lf3 y 2.d4), las ne­gras tienen una elección agradable entre una continuación que les asegura una confortable igualdad (z.ll:lf3 dxe4 3.ll:lgs es por ejemplo) y otras continuaciones claramente tácticas más complejas. Estas últimas comportan su parte de riesgo, pero una buena preparación permi­tirá al conductor de las piezas negras obtener rápidamente ventaja.

La otra categoría de jugadas secundarias, introducidas por los movimientos 2.d3, 2.e5 y z.ll:\c3, no son molestas. Los esquemas obteni­dos son más pacíficos y permiten un amplio abanico de reacciones por parte de las negras. En este caso, sin embargo, las blancas no de­ben batirse inmediatamente por la igualdad.

2. La variante 2.étJc3

l.e4 ds 2 .étJc3

Este segundo capítulo estará dedicado enteramente a z.lLlc3. Este movimiento avanza una pieza al tiempo que protege el peón e4, siendo así más lógico que los esquemas "anti-escandi­nava" tratados anteriormente. Por otra parte representa una posibilidad interesante, bajo mi punto de vista, ya que las blancas mantienen sus posibilidades de obtener una ventaja de aper­tura contra un oponente preparado de manera insuficiente, o si no un juego central rico sin demasiada teoría.

A parte de las transposiciones, aportadas por ejemplo con 2 . . . c6 o 2 ... e6, las negras pueden replicar de dos maneras autónomas a este movimiento del caballo.

La captura 2 ... dxe4 favorecerá el juego de piezas, a priori un enfoque más dinámico, mien­tras que después de z ... d4 la estructura central de peones debería permanecer congelada por un tiempo. En este último caso los dos temas siguientes requieren una atención especial:

- Las blancas intentan socavar el centro enemigo mediante c3 y/ o f4. - La cuestión sobre cómo desarrollar el ifl, cuya salida por la diagonal fl-a6 será a menudo

propicia para molestar al avance d4-d3.

22 Juegue la Escandinava

l.e4 ds 2.lüc3 (D)

A) 2 ... dxe4 Es cuestión de gustos elegir entre esta

réplica y 2 ... d4, pero ambas son, sin duda, opciones más fuertes que las transposicio­nes derivadas de 2 ... e6, que lleva a la Defensa Francesa, 2 ... c6 a la Caro-Kann y 2 ... l0f6, a una AJekhine. 3.lüxe4 (D)

Las negras cuentan ahora con una amplia variedad de posibilidades a su disposición, pero no todas ellas llevan a la igualdad. 3 ... fs?! 4.lüg3 es 5.�c4 se puede descartar rápi­damente al ser demasiado débil.

Al) 3 ... �ds?! Insistiendo en el debate sobre la Escandj­

nava, pero el caballo blanco no tiene que re­tirarse a c3. 4.lüg3!

4. �f3?! no es recomendable: 4.../t)c6 s.lt)ez fs! 6.V9hS+? (6./t)gs llJf6 con solo una ligera ventaja para las negras era mejor) 6 ... g6 7.llJ4c3 VNcs s.V9h4 es 9.d3 f4! (D)

Obstaculizar el desarrollo de las blancas es más importante que conceder una fortaleza en la casilla e4. La partida Kenworthy-Prie, París-Londres 1994 se saldó con una rápida derrota de las blancas. 4 ... tt:lc6 s.tt:lf3 es?!

s ... il.g4 6.1J.e2 o-o-o 7.0-0 �f6 s.h3 ixf3 9 . .ixf3 V9d7 10.c3 eS llJ�el �d6 12.d3;!;. 6.b3! i.e7

Quizás 6 ... l0d4!? es una tentativa mejor. Después de 7.ic4 l0xf3+ 8.gxf3 las blancas llevan una cierta ventaja en el desarrollo a cambio de su dañada estructura de peones. Sin embargo no es seguro que puedan sacar un provecho substancial de ello 7 .ib2 lüh6 8.ic4 �d6 (D)

Rauber-Prié, Erevan (o!) 1996.

Capítulo 2: La variante 2.ltJc3 23

9.h3! Con idea de 9 ... .ie6? 10.i.xe6 �xe6 11. 'f9e2

f6 12.d4± con una clara ventaja a las blancas.

AZ) 3 ... lt:ld7 4.d4 La difícil 4.ic4 (D) mantiene la partida

más viva pero aún así equilibrada.

4 ... e6 (4...lt:lgf6? lleva a pérdidas de ma­terial después de la secuencia S.�xf7+! Wxf7 6.lt:lg5+ <;t>g8 7.CiJe6 �e8 8.lUxc7 Si entonces las negras optan por 8 ... W d8 9 .lt:lxa8 o 8 ... W g6 9.�xa8 Wxg2 10.Wf3 Wxf3 11.lt:lxf3 b6 12.lt:lc7 ib7 13. We2 no cambia gran cosa: la compen­sación es insuficiente) S. We2 (en caso de s.d4 lt:lgf6 las negras obtendrían una versión favo­rable de la Francesa Rubinstein, l.e4 e6 2.d4 ds 3.lt:lc3/ lt:ld2 dxe4) s ... lt:lgf6 6.�gs lt:lb6 7.ib3 h6 8.lt:lsf3 (Las negras se han ahorrado de nuevo el tiempo ... c7-c6 en comparación con la Caro-Kann, en la variante l.e4 c6 2.d4 ds 3.lt:lc3 dxe4 4.lt:lxe4 lt:ld7 s.ic4) y la parti­da Bauer-Vaisser, Aix-les-Bains 2007 continuó como sigue: 8 ... as (8 ... cs 9.d3 id6 10.lt:les 0-0 ll.f4 Wc7 12.�gf3 (D)

Alcanzó una original posición en la partida Morozevich-Malakhov, Moscú 200S) 9.a4 .id6 10.d4 es ll.dxcs ixcs 12.lt:les o-o 13.lt:lgf3 lt:lbds 14.0-0 b6 1S.ic4 ib7 16.id2 Wc7 17.c3 lt:lhs 18.g3 a:fe8 19.lt:ld4 lt:lhf6 2o.ibs �xd4 2l.cxd4 �ec8 22.�fel Wd6 23.ic4 �c7

24.b3 gd8 2S.f3 a:e8 26. Wf2 �d8 27.h4 E:e7 28.g4 lt:ld7 29.lt:ld3 �f8 30.hS lt:lh7 31.'f9h2 Wxh2+ 32. Wxh2 �gs 33.<;t>g3 lt:lf6 34.lt:les lt:ld7 3S . .ie3 lt:lxes 36.dxes lt:lxf3 37.ixb6 E:a8 38.a:e3 lt:ld2 39.ibs ids 40.a:dl gb7 4Uhd2 E:xb6 42.a:c3 E:bb8 43J�dc2 1!f8 44. Wf4 fs 4S.exf6 a:xf6+ 46. Wes )g¡afs 47.id3 .if3 48.a:c7 ixg4 49.l3g2 )g¡f4 so.E:a7 Wh8 Sl.�g3 l3b4 S2.ic4 l3f5+ S3.�d6 )g¡gs S4.l3a8+ Wh7 ss.l3xg4 l3xg4 S6 . .id3+ g6 57.hxg6+ Wg7 58.l3a7+ Wg8 59.l3a8+ Wg7 60J!a7+ Wg8 61.l3a8+ y se acordaron las tablas. 4 ... lt:lgf6 s.id3 lt:lxe4 (5 ... e6) 6.ixe4 lt:lf6 7.if3 c6=

A3) 3 ... ifs Apunta a una Caro-Kann donde las negras

se han ahorrado la jugada c6. Tras la continua­ción clásica: 4.lt:lg3 ig6 s.h4 h6 6.lt:lf3 lLJd7 7.d4 e6 s.hs ih7 9.id3 ixd3 10.Wxd3 lt:lgf6 (D)

Las negras conseguirán el avance ... es de un solo golpe y resuelven así sus problemas de apertura. La partida Mestrovic-Pavasovic, Nova Gorica 2000, ilustra esta afirmación: ll..idz es 12.0-0-0 Wc7 13J;hel o-o-o

24 juegue la Escandinava

Aquí o después del siguiente movimiento de las blancas sería juicioso asegurar al /t)f6 un bonito puesto avanzado, mediante 13 ... c4! 14.We2 it)ds. 14.�e2 Ad6 lS.tLles ghfs 16.liJxd7 gxd7 17.tLle4 if4 18.�xf6 gxf6 19.g3 ixd2+ 20.�xd2 cxd4 2 1.�xh6

Las blancas mantienen de momento una agradable ventaja, que se extenderá en un fi­nal de torres hasta un trágico desenlace ... 21..JUd8 22.�xf6 �as 23J�es �xa2 24,gcs+ �b8 zs.vtfeS+ �a8 Z6J�as �c4 27 .�es �xcs 28.�cs b6 29.ggs ghs 30.g4 f6 31.gg6 fs 32.f3 es 33.h6 fxg4 34.fxg4 e4 3SJ��e6 �ds 36.ghl ggs 37,gh4 gh7 38.�d2 �b7 39.gxe4 gg6 40.gxd4 ghxh6 41.gxh6 gxb6 42.�e3 gh3+ 43.�f4 ghz 44.gc4 bs 4S.gc3 b4 46.gc4 as 47.gS?? gh4+ 0-1

A4) 3 ... �c6 4.�f3 También es posible 4.ic4 if)f6 s./t)xf6+

(s.lt)gs e6 6./t)sf3 con un juego nivelado parece mejor. Ahora seguiremos la partida Roques-Prié, Vílleneuve Tolosane 1993) S ... gxf6 6./t)f3?! (6.Whs!, intentando 6 ... /t)es 7.1b3 ig4? 8.ixf7+ Wd7 9. W/h4 habría elu­dido el asalto que surge ahora) 6 .. J!g8 7.g3? (Esta debilidad es demasiado para que las blan­cas la puedan soportar. La siniestra 7.0-0 1h3 8./t)e1 habría limitado los daños) 7...Wd6 8.d4 ig4 9.c3 /t)xd4!! 10.'�a4+ (o 10.cxd4 W/b4+) 10 ... bs n.ixbS+ /t)xbs 12. W/xbS+ c6 13. W/b7 gb8 14.'�'xa7 ixf3 15.0-0 1'!d8 16.gel W/e6 (D) y las blancas arrojaron la toalla.

4 ... Ms 4...fS?! S./t)c3 y sigue 6.ic4 o 6.ibs según

la réplica de las negras; la posición blanca pa­rece favorable. s.ttlg3 Ag6 6.h4 h6 7.hs ih7 s..tbs '1Wd6 (D)

8 ... �ds?! 9.c4 We6+ (En el caso de 9 ... Wd6, la inserción de los movimientos 8 ... '\Wds y 9.c4 probablemente favorecerá a las blancas, de modo que buscar un final ligeramente peor es un mal menor. 10.d4) 10. We2 Wxe2+ 11. c;!,lxe2 e6;!;; Guyot-Prié, Copa Francia 1993. Las blan­cas pueden doblar un peón que quedará par­cialmente compensado por el par de alfiles.

Después de 8 ... �d6 las negras están listas para un juego activo basado en ... 0-0-0, ... eS, etc. Sus posibilidades no son inferiores.

B) 2 ... d4 3.ttlce2 La caprichosa 3./t)bl también es posible.

Después de la retirada inusual de su caballo las blancas podrán desarrollar su alfil a c4, fuera de la cadena de peones. Esto debería permitir­les mantener una aproximada igualdad, pero de ninguna manera reclamar algo más. 3 ... es (D)

Este avance central representa la mejor opción para las negras.

3 ... /t)c6 es posible, pero 3 ... es puede ser un orden de jugadas más preciso ya que las blan­cas podrían intentar aquí 3.ibs. En la partida Baudson-Prié, Chamalíeres 2007, prefirieron; 4.ic4 /t)f6 s.d3 eS 6./t)e2 (6./t)f3 rescataría

Capítulo 2: La variante 2.GtJc3 25

la pareja de alfiles, pero. a costa de bloquear el peón f, ralentizando así el contrajuego po­tencial vinculado a su desarrollo) 6 ... lDas. Las negras aprovechan su pareja de alfiles y con­templan el futuro con más confianza. El hecho de que la posición se encuentre de momento cerrada disminuye la importancia de la des­ventaja, pero no la anula por completo.

3 ... c5, por supuesto, es posible, pero des­pués de 4.lDg3 el alfil de f1 se asegurará alcan­zar c4 o bs, lo que siempre será un alivio para las blancas en este sistema.

Así pues, nos concentraremos ,en el avance del peón e, después de lo cual existen cuatro réplicas posibles: 4.d3, 4.f4, 4.lDf3 y 4.lDg3. Podemos descartar rápidamente la primera, 4.d3, condenable ya que encierra de forma vo­luntaria el alfil de casillas blancas. Las blancas no contarían entonces con ninguna contra­partida a su falta de espacio.

Bl) 4.f4?! Inicia una actividad arriesgada. Efectiva­

mente las piezas blancas están faltas de espa­cio, pero avanzar el peón f lo Único que consi­guen es que el rey se sienta menos seguro. 4 •.• ltJc6 5.d3 (D)

O s.lDf3 ig4! 6.lDxe5 (Si las blancas cap­

turan con el peón su rival puede establecer un bloqueo en las casillas negras: 6.fxe5 ixf3 7.gxf3 ttlxes 8.lDg3 Vfif6 9.ie2 o-o-o 10.d3 lDg6, seguido de ... id6 o ... ib4+ y la ocupa­ción de la casilla f4. El alfil de e2 está bastante aburrido y no hay ninguna duda sobre la eva-

luación de la posición) 6 ... lDxe5 7.fxe5 Vfih4+ 8.g3 Vfihs 9.igz o-o-o con una marcada ven­taja para las negras.

5 . . . ig4! 5 ... id6 6.f5?! (6.fxe5! ixeS 7.lDf3 ig4

8.lDxe5 ttlxeS 9.if4 devolvería la igualdad) 6 ... g6 7 .g4 hs Tras este nuevo soplo el flanco de rey blanco se desmorona. Wantiez-Prie, Eynatten 2006, continuó como sigue: 8.lDg3 (8.fxg6 no habría mejorado el destino de las blancas. Bas­ta con decir que tras 8 ... ixg4 9.gxf7+ @xf7, el ordenador sugiere 10. Vfidz Vfif6 11. V!Jgs lDb4 12.Vfid2 como la mejor apuesta de las blancas. En ese caso las negras jugarían sencillamen­te 12 ... �f8, planeando 13 ... @es, y obtendrían mucha ventaja) 8 ... ib4+ 9. @fz hxg4 10. Vfixg4 lDh6 11.ixh6 �xh6 12.h4 gxfs 13.exfs Vfif6 14.lDf3 id7 1S.ih3?! (15. Vfig8+ dio mejores opciones de salvación: 15 ... if8 16.lDe4 Vfixfs 17.ih3 Vfif4 18.ixd7+ @xd7 19.Vfig5 El cam­bio de damas es inevitable y las blancas reci­ben una compensación bastante decente por su peón perdido. Efectivamente si las negras cambian en gS el caballo quedará sólidamen­te anclado en e4, mientras que en el caso de Vfixf4 exf4 el peón extra será devalu.ado) 15 ... 0-0-0 16.lDe4 Wh8 17.a3 13g8?! (Evitando la sutil 17 ... ie7! 18.ttleg5 13f8 19'.13ag1 y ahora 19 ... 13g8!, con una gran ventaja) 18.ttleg5 ie7 19.Vfie4? (19.lDxf7 E:xg4 20.ltJxh8 con gran­des posibilidades de sobrevivir, era tentador) 19 ... ixg5 zo.lDxgs :!!xh4 0-1.

26 juegue la Escandinava

6.h3 �hs 7 .fxes lilxes Con un caballo muy bien centralizado y

una pequeña pero duradera ventaja.

B2) 4.ttlf3 f6 Después de 4 ... ttlc6 s.lllg3 ie6 6.ibs las

blancas consiguen avanzar su alfil con venta­ja, y, si lo desean, generar unos peones dobla­dos a su rival. 6 .. .f6 7.�xc6+ bxc6 8.d3 eS 9.b3 aS 10.a4; Rashkovsky-Kutirov, Strumica 199S. Las posibilidades de las blancas, unidas a la preparación de la ruptura f4, son preferibles. s.lilg3 �e6 (D)

B21) 6.c3 d3! (D) Aprovechando el orden de jugadas de las

blancas, ya que aquí falta el recurso Y!/f3. Tras la inferior 6 ... cs?! 7.1bS+ (o 7.V9a4+

llld7 8.1c4, como en la partida Bauer-Van Wely, Kuppenheim 200S; las blancas están mejor) 7 ... llld7 8.�e2.

7.lilh4 El sacrificio 7.lllxes?! puede parecer se­

ductor, pero es erróneo: 7 ... fxe5 8. V9hS+ @d7! [8 ... 1f7?! es menos precisa. Después de la se­cuencia 9. �xeS+ llle7 10. V9bS+ lt:'lbc611. �xd3 Wxd3 12.ixd3 las blancas poseen tres peones por la pieza, infantería que pondrán en movi­miento después de 1ez(c2) seguido de d4 y/o f4] 9. �xes 'Lic6 10. �bs 1d6! (10 ... �es? nos llevaría a una situación análoga de la que se deriva tras 8 ... 1f7?!) ll.V9xd3 ªxd3 12.1xd3, o sino 11 ... 1d6 12. V9e3 lllf6 13.d4 lllg4 14.V9gs. En el segundo caso las blancas ya han movilizado sus peones centrales, mientras en el primer caso tienen que retirar antes su al­fil. La posición es poco clara. 11. �xd3 Y!/h4, o 11.1xd3 a6 12. Y!/a4 Y!/hH Ahora, por otro lado, las piezas activas de las negras evitan que la armada enemiga se organice. Las blan­cas carecen de tiempos para poner sus peones en movimiento y se sienten superadas. 7 ••• c5! (D)

Después de la superflua precaución 7 ... g6!? las negras perderían el orgullo de su posición, pero no sin compensación. 8.\Wf3 1c4 9.b3 Aa6 10.c4 y ahora la sencilla 10 ... ltk6 o la más aguda 10 .. .fS 11. lllhxfs hs! no son claras.

8.�a4+ La única manera de justificar el juego de

las blancas. s ... lilc6 9.\Wbs c4 10.\Wxb7 tbas 11.\WbS+ i.d7 12.\Wa6 \Wb6!

Capítulo 2: La variante 2. CLlc3 27

12 ... ic8 13. �b5+ lleva a tablas por repe­tición. 13.Wxb6 axb6

Las negras amenazan ahora con 14 ... ltJb3, que fuerza 14.l:lb1. Las compensaciones por el peón son evidentes, ¡es suficiente con echar una ojeada a los ridículos alfiles blancos!

B22) 6.ib5+ c6 7 .ia4 l0a6 8.i.b3 hb3 9.axb3 d3! (D)

10.0-0! La presencia del peón negro en d3 supone

mucha presión para la posición rival, por lo tanto 10.c3?, empleada en la partida Pytel-Prie, Rochefort 2006, es errónea: 10 ... �d7 1l.b4 ltJe7 12. V:Yb3 h5 13.h4 ltJg6 14. ltJf5 ltJf4 15. ttJe3 (15. g3 ltJe2) 1S ... ltJxg2+ 16.ltJxg2 %Yg4 17.0-0 �xf3 18.�e6+ ie7. Las negras disfrutan de una có­moda ventaja. La conclusión fue: 19.l:lxa6 bxa6 20. �xc6+ <;!.>[7 21. �d5+ <;!.>g6 22.ge1 �hds 23. �e6 ifs 24J!e3 �dl + 25. <;!.>h2 �h7 26.gel �g4 27.�xa6 fs 28.f3 \Wxf3 29.ge3 �f2 30.�g3 �d6 31.�b7 �ad8 32.exfs gf6 33.�f3 �e2 34.b3 e4 35.gg3 gxf5 36.'?Nc7 gd6 37.V!ixa7 gg6 38.�xg6 Wxg6 39.V:Yc7 gf6 0-1. 10 ... dxc2

O lO ... ltJb4 ll.ltJel dxc2 12.ltJxc2 ltJd3 13.lDel! insistiendo en desalojar al intruso. 11. V;Vxc2 lO b4

La ventaja de haber colocado este caballo en a6 en lugar de d7. 12.Wc4 bs

12 ... V:Yd3?! 13.�e6+ ttJe7 14.ltJfs.

13.Wc3 es 14.d3 El desarrollo de las blancas, cuantitativa­

mente superior, debería dar contrajuego a su debilidad estructuraL Por ejemplo:

14 ... V;Vxd3 1S.ie3 Wxc3 16.bxc3 l0c2 17J!as lüxe3 18.fxe3 (D)

Y las blancas recuperarán la igualdad ma­teriaL

B3) 4.tLlg3 Lo más preciso. Las blancas renuncian a

su ambicioso avance f4, pero por otro lado aumentan sus posibilidades de desarrollar su alfil de casillas blancas sin problemas. Sobre este último punto, por cierto, todo el mérito es gracias su esquema de juego, o al menos su compensación por la concesión de espacio que han hecho. 4 ... i.e6 s.c3 (D)

s ... cs

28 juegue la Escandinava

s ... d3? 6.�f3 ic4 7.b3 ia6 8.c4: el peón d cae, lo que no compensará totalmente la de­bilidad de la casilla d4. Se ha alcanzado una posición anál oga a la que surge tras 4.tDf3 f6 s.tDg3 ie6 6.lDh4 g6, pero bajo circunstan­cias favorables a las blancas. 6.i.bS+

6.lDf3 Normalmente este movimiento solo constituye una trasposición, pero la salida de la dama por a4 en lugar de e2 implica algunos matices: 6.�a4+ tDc6 7.ibs tDge7 8.tDf3 f6 9.cxd4 cxd4 lO.ic4 �d7 ll.d3 a6 12.id2 (D) Bauer-Van Wely, (blitz) Kuppenheim 2005, con una posición aproximadamente nivelada.

6 ... tLld7 7.tLlf3 f6 8.Vfe2 tLle7 9.0-0 Vfb6 (D)

Seguimos ahora la partida Spice-flear, Sunningdale 2007. 10.a4 a6 n.!c4 g6 12.a5 Wd6 13J�Ml (13.d3!?) 13 ... tLlc6

Como suele suceder en esta variante, las

blancas conseguirán el intercambio del buen alfil enemigo a costa de una posición ligera­mente apretada. 14.tLlfl

14.ixe6 �xe6 15.d3 seguido de 16.tLld2-c4 es interesante. 14 ... i.e7 15.he6 Wxe6 16.d3 i.d8 17.cxd4 cxd4 18.idz Vfb3 19.iel tLlcs zoJ�a3 Vfbs?!

20 ... �f7 2l.b4 tDe6, con una pequeña ven­taja para las negras que habrían evitado pro­blemas. 21.b4 tLlxb4 22.E:b1 has?

22 ... tDcxd3 habría mantenido a flote la po­sición, por ejemplo: 23.ixb4 tLlxb4 24. VfxbS+ axbs 2S.E:xb4 ie7 o 23.lhd3 Wxd3 24.�b2 ixas 2S.ixb4 ixb4 26. �xb4 �bs. Ahora, por el contrario, es demasiado tarde. 23.E:xas Wxas 24.ixb4 §'b6 zs.Waz tLlxd3 26.ias Wc6 27 .E:b6 'ªd7 28.E:xf6 �es 29.�e6+ cj{fs 30.Wfa3+ �es 31.�xes Vfd6 32.tLlld2 �g7 33.tLlc4 §'c6 34.ttlxd4 '?9f6 35.E:xc5 E:hds 36.E:xc8 gxc8 37.ttle3 1-0

Conclusión:

En este capítulo hemos visto que con 2.tLlc3 no se pueden plantear problemas importantes para las negras.

Después de 2 ... dxe4 3.tLlxe4, se busca una versión mejorada de la Caro-Karm con 3 ... tLld7 o 3 ... ifs (con la perspectiva de jugar ... es de golpe) o pueden orientarse hacia un esque­ma más agresivo mediante 3.)tlc6, donde se obtiene un fácil desarrollo. La única trampa a evitar es la de invitar a las blancas a volver a un esquema tradicional de la escandinava, ya que tras 3 ... '%Vds, 4.tLlg3! es prometedora.

Otra opción consiste en ganar espacio me­diante 2 ... d4 3.l2ke2 es, con un tipo de parti­da completamente diferente y posibilidades compartidas.

3. 2.exd5 �xds: las blancas evitan 3 .ttJc3

2.exd5 �xds 3.d4/etJf3

En este concentrado capítulo nos sumergiremos en el laberinto resultante de l.e4 d5 Z.exds �xds 3.d4 y de l.e4 ds Z.exds �xds 3.ll:Jf3. Estos dos órdenes de jugadas se fundirán en la ma­yoría de ocasiones, pero al empezar con el desarrollo de su caballo, las blancas evitan la intere­sante 3 ... es.

Al diferir la jugada natural 3. ttJc3, las blancas intentan establecer la pareja de peones c4-d4. Esto controlaría bien el centro, y conferiría a las blancas una cierta iniciativa, a menudo unida al avance ds. Este tándem de peones constituyen, de hecho, la clave de la variante 3.d4/ tt:lf3, ya que proporcionarán también a las negras su fuente de contra juego.

Ahora se verá claro que la respuesta más eficaz por parte negras será presionar el centro rival con un rápido desarrollo. Por lo tanto, l.e4 ds z.exds �xds 3.d4 ll:Jc6 4.lL:lf3 �g4 S.�ez 0-0-0 nos introducirá en la línea principal de este capítulo. La presencia de las torr,es rivales dará lugar, generalmente, a luchas encarnizadas en posiciones desequilibradas.

El plan del capítulo será el siguiente: A) 3.d4 ds B) 3.d4 ll:Jc6 4.tt:lf3 es C) 3.ll:Jf3 ig4 4.�e2 ctJc6 5.d4 0-0-0 6.c3 D) 3.tt:lf3 �g4 4.�e2 ctJc6 s.d4 o-o-o 6.ie3 E) 3.ctJf3 ig4 4.�ez ltJc6 s.d4 o-o-o 6.c4 F) Líneas raras G) 3.ll:Jf3 ttJc6 4.ctJc3 'ªas

30 juegue la Escandinava

l.e4 ds 2.exds "xds Si se desea evitar la teoría inherente a

3.'t:lc3 las blancas sólo tienen dos réplicas sen­satas, 3.d4 o 3.lilf3. Estas dos variantes meno­res a menudo se mezclan si las negras deciden dar respuesta con ellas mediante el esquema ... lt:lc6, ... ig4, ... 0-0-0, pero también contie­nen sus propias particularidades.

Antes de sumergirnos en el estudio de es­tas líneas, echemos una breve ojeada a cómo reaccionar frente 3.c4 o 3. 'f!lf3.

3.c4?! (D)

Este movimiento de aspecto inquietante (d4 se debilita en el acto) puede ser una op­ción en una partida rápida. Bueno, lo es si las negras no optan por 3 ... ti'e4+! ya que su rival conseguirá, generalmente, atacar con d4. Por ejemplo, después de 3 .. .'eas 4./t:lf3 continua­ría ie2, 0-0, y d4, quizás con la inclusión de lt:lc3 si las blancas tienen que parar ... e5-e4 en algún momento.

Por desgracia, tras 3 ... 'ffle4+ las blancas se ven tristemente forzadas a 4.'ffie2, ya que des­pués de 4.lilez? 'fflxc4 o 4.ie2?! 'fflxg2 s.if3 'fflg6 no se obtiene una clara compensación por el peón. El final que surge tras 4 . . . §'xe2+ s.ixe2 lilc6 6.lilf3 es es muy agradable para las negras.

3."f3 (D) Extrañamente las blancas se sienten más

atraídas por 3.c4?! (97 partidas en mi base de

datos) que por este modesto movimiento que, sin embargo, mantiene el equilibrio (67 oca­siones).

Después del tercer movimiento blanco la partida puede continuar como sigue: 3 ... lilf6 4.lilc3 'ti'as (4 ... 'fflxf3 s.lilxf3 es nivelado) s.h3!? lilc6 6.ibs id7 7.lilge2 o-o-o, con chances mutuas.

La posición que requerirá por más tiempo nuestra atención en el presente capítulo es la que se alcanza bien tras l.e4 ds 2.exds 'fflxds· 3.d4 lilc6 4.lilf3 ig4 s . .ie2 o-o-o, bien por l.e4 d5 z.exds trxds 3.lilf3 ig4 4.ie2 lilc6 s.d4 o-o-o (o)

Antes de empezar su estudio, con las va­riantes 6.c3, 6.ie3 y 6.c4, examinaremos las alternativas donde las negras juegan rápida­mente ... es. De este modo veremos las desvia­ciones posibles de los dos bandos para termi-

Capítulo 3: 2.exd5 Vfixd5: las blancas evitan 3.ttlc3 31

nar con la variante 3.tL'If3 tL'Ic6 4.lbc3 Wfas, AZ) 4 . .ae3 (D) que hará la transición con los sistemas donde las blancas juegan 3. tL'Ic3.

El plan del capítulo será el siguiente: A) 3.d4 ds B) 3.d4 �c6 4.�f3 eS C) 3.tt:lf3 �g4 4.�ez tt:\c6 s.d4 o-o-o 6.c3

D) 3.tt:lf3 �g4 4.�ez tt:\c6 s.d4 o-o-o 6 . .ie3 E) 3.tt:lf3 .ig4 4 . .iez tt:lc6 s.d4 o-o-o 6.c4

F) Líneas raras G) 3.tt:lf3 tt:\c6 4.tL'Ic3 Wfas

A) 3.d4 es (D)

Esta enérgica acción en el centro lleva habitualmente a simplificaciones. Puede ser recomendable para el jugador que anhela una posición menos compleja que las que surgen tras 3 ... lüc6.

En este momento las blancas tienen cua­tro posibles reacciones: Al) 4.lüf3, AZ) 4.�e3, A3) 4.lüc3 y A4) 4.dxe5.

Al) 4.lDf3 exd4 S.'�xd4 Para s.lüc3 ib4 y s.tüxd4 lüf6 6.lüc3 ib4,

ver la línea A3, 4.lüc3. s ... lDf6 6.lDc3 Vfixd4 7 .l2Jxd4

Las blancas parecen tener una ligera ven­taja a primera vista, pero después de la lógica: 7 ... .acs s.étJdbs

8.ie3 invita a 8 ... lüg4. 8 ... lDa6 9 . .if4 o-o o 9 ... -ifs!?

Se demuestra que era una ilusión.

4 ... l2Jc6 Lo más emprendedor, pero aclarar la ten­

sión central también es igualmente bueno: 4 ... exd4 s.lüc3 W/as (s ... ib4?! es menos preciso. Tras 6.Wxd4 Wfxd4 7.ixd4 lüf6 8.0-0-0 las blancas están un poco mejor. 5 ... Wd7 podría, por otro lado, ser bastante aceptable, como en la partida siguiente: 6. Wxd4 Wfxd4 7 .ixd4 �c6 8.ie3 ib4 9.if4 �f6! 10.ic4 lbas n.ibs+ c6 12.id3 ie6 13.�ge2 0-0-0 �H4; Gaponenko­Varga, Balatonlelle 2008) 6:�xd4 lbc6 7.ibs id7 8.ixc6 ixc6 9.0-0-0 lüf6 10.lüf3 id6! (10 ... 1e7?! ll.Wfes Wfxe5 12.lbxe5 es mejor para las blancas, como demostró la partida Andersson-Fierro Baquero, Guingamp 2006. Después de 12 ... ixg2?! 13.:!3hgl ih3 14.:!3xg7 1e6 lS.lübs id8 16.igs Wf8 17.ih6 ctJe7 se podría haber concluido con 18.lüxf7! ixf7 19.l3el+, ganando un peón mientras que las piezas blancas están todas mejor colocadas que sus rivales) ll.igs 0-0-0 12.ixf6 gxf6 13. W/xf6 Whs con suficiente compensación por el peón sacrificado.

Ciertamente, en esta posición abierta los alfiles dominan a Jos caballos, y después de la lógica ... l3hg8 la presión sobre el flanco de rey se hará bastante fuerte. s.l2Jf3

Las negras no tienen nada que temer a s.c4 1!9aS+ 6.�d2 �b4 7.d5 lbd4, mientras que tras s.lbc3 sigue la clavada ... ib4.

32 juegue la Escandinava

5. ttJe2?! es claramente artificial. Después de 5 ... ig4 las negras se desarrollan conve­nientemente y están listas para el 0-0-0. 6.f3? i.xf3 7.gxf3 '?Nxf3 (O)

s ... ig4 6.ie2 0-0-0 7 .ftjc3 Y lo más seguro ahora es 7 ... '?N aS con una

transposición a l.e4 ds 2.exds '?Nxds 3.d4 ttJc6 4.ttJf3 ig4 s.iez o-o-o 6.ie3 es 7.ttJc3 '?Nas (línea 04 de este capítulo). 7 ... ib4 (D)

De von Balla-Gereben, Budapest 1935; desequilibra más la posición pero también pa­rece correcto.

8.0-0 ixc3 9.bxc3 Wahls juzga que la posición del blanco es

preferible, pero después de: 9 ... tlJf6

Yo hablaría de oportunidades recíprocas. Por ejemplo: 10.c4 (lOJ�bl '?Nxa2) 10 .. .'&e4 l l.id3

ll.ds es lo mismo: ll...ixf3 12.gxf3 '?Nh4. ll...ixf3 12.gxf3 Wh4 13.ds ltld4!?

Con la posible conclusión 14.c3 ttJe6 15.dxe6 e4 16.fxe4 �xd3 17.'?Nxd3 '?Ng4+

18.@hl '?Nf3+=,

A3) 4.tLlc3 (D)

Este intento de atacar a la dama enemiga en el centro falla por la clavada. 4 .. . ib4

Después de: s.tt:Jf3

En caso de S.a3?! ixc3+ 6.bxc3 la pareja de alfiles no compensa totalmente los peones doblados. 5 ... exd4 6.tLlxd4

O 6. '?Nxd4 Wxd4 7. tüxd4. Las negras igualan con 6 ... ttle7 o 6 ... ttJc6,

pero la natural 6 ... ttJf6?! sería aquí inexac­ta. Tras 7.We2+! se transpondría a la partida Sevillano-Wahls, Biel 1993, donde las negras tienen que elegir entre dos males: 7 ... ie6 o 7 ... @f8 En la mencionada partida anterior se optó por una tercera alternativa, 7 ... We4 pero después de 8.id2 Wxe2+ 9.ixe2 se encontra­ron defendiéndose ante un desgraciado final. En efecto, las blancas enrocarán largo, situa­rán su torre en el y sus alfiles en f3 y f4, desde donde apuntarán al flanco de dama enemigo.

A4) 4.dxe5 (D) Y ahora las negras disponen de dos alter­

nativas, A4a) 4 ... Wxdl+ y A4b) 4 ... Wxe5+.

Capítulo 3: 2.exd5 Wfxd5: las blancas evitan 3.lt:\c3 33

A4a) 4 ... Wfxdl+ Capturar en d1 y jugar por la iniciativa es

la opción más ambiciosa. 5.�xdl lt:lc6 (D)

s ... .ics!? es una interesante alternativa. En la posición del diagrama, 6.lUf3 deja

a las negras una elección agradable entre 6 ... .ig4 o 6 ... -ics. Ahora las blancas disponen de varias posibilidades:

A4al) 6.-tbs ig4+ O 6 ... id7 7.lUf3 lUxeS con igualdad.

7.f3 o-O-O+ s . .tdz i.d7 9 . .txc6 (9 ... tlhes) 9 ... i.xc6 10.lt:lh3 h6

Evitando tUgs y entonces e6. Ahora, des­pués de: ll.lt:lfz gs 12.gel lt:\e7

Lo siguiente en la agenda es ... ig7, ... tDg6 y después ... 1!he8. Si las blancas no toman me­didas su rival recogerá simplemente el peón de eS y se quedará con los dos alfiles y las pie­zas mejor situadas.

A4a2) 6.f4!? Este movimiento es el único para mante­

ner con toda certeza el peón eS. Crea serias debilidades en el campo blanco y por tanto ha sido criticado por varias fuentes. Aunque in­cluso las negras adquieren á menudo compen­saciones adecuadas simplemente continuan­do .. .f7-f6, aquí o más adelante, no creo que avanzando el peón flas blancas comprometan ya irremediablemente su situación. 6 ... .tfs

o 6 ... ig4+ 7.ie2 0-0-0+ 8 . .id2 tDh6 9.lUf3 ics 10. Wcl seguido de 11.lLlc3. Las blancas intentarán aligerar su tarea defensiva ofre­ciendo cambios de piezas, mientras que a la vez detienen posibles amenazas de su rival. 7 .lt:lf3

7.c3 es menos sólida, como se vio en el duelo De Firmian-Granda Zúñiga, Ámsterdam 1996: 7 ... 0-0-0+ 8. We1 f6 9 . .ibs fxes 10.ixc6 bxc6 n.fxe.s ics 12. lUf3?! (Era necesario 12.b4, con buenas oportunidades de escapar) 12 ... lLlf6! (D)

13 . .igs h614 . .ih4 g5 1S.if2 ixf2+ 16. Wxf2 tDg4+ 17.@g3 hs! 18.h4 gxh4+ 19.lUxh4 ih7! zo.lUf3 1!hg8 21.1!xhs? lUf6+ 22.1!gs tDe4+ 23.@h4 tDxgs 24.lLlxgs i'!d1 25.e6 1!gl26.lUd2 �xal 27.lUdf3 .ie4 28.lUd4 es 29.lUb3 �gl 0-1. 7 ... o-o-o+ s.idz (D)

Obviamente las negras tienen suficiente por un simple peón, pero no hay manera de demostrar más que una agradable compensa­ción. Por ejemplo:

34 juegue la Escandinava

a) 8 ... tDh6 9.h3 tbb4 lO.CDel (lo.tDa3!?) lO ... .ics n.a3 tbds 12. �el.

b) 8 ... CDb4 9.CDel (9.tt:la3 �es 10.ic4 o 9 ... tt:lds 10.id3) 9 .. .f6 10.ic4.

e) 8 .. .f6 9.ic4 (Devolver el peón para con­seguir más libertad es otra opción: 9 . .id3!?).

En todas estas líneas con 6.f4 las blancas están un tanto pasivas, pero mientras se man­tengan alerta, no se encuentran objetivamen­te en peligro.

A4a3) 6.if4 ifs Desarrollar el otro alfil también demostró

ser correcto en Movsesian-Istratescu, Francia 2003, que siguió: 6 ... ics 7.tt:lf3 ltJge7 8.l2Jbd2 ig4 9.ig3 o-o-o 10.id3 tt:lfs ll.h3 tt:lxg3 12.fxg3 .ixf3+ 13.l2Jxf3 ghe8 14.�d2 lL\xes lS.lüxes gxes y se acordaron las tablas. 7.c3 O-O-O+ s.ttldz ttlge7 9.ttlgf3 (D)

9 ... h6 9 ... lüg6 10 . .ig3 f6 es interesante: ll.exf6

gxf6 12.ibs Tscharotschkin-Giacopelli, Tue-

bingen 2007. Ahora, en lugar de la continua­ción de la partida, 12 ... l2Jce5, que permite la molesta 13.lüd4! las negras deberían haber centralizado su otro caballo y continuar con ... lüd3 y/o ... .ih6, donde habrían obtenido una total compensación por el peón. 10.ic4 ttlds ll.ig3 gs 12J�e1 ig7 13.ib3 ghe8 14.h3 a6 15.a3 ig6 16.icz ttlde7 17 .ixg6 lbxg6 18. <hez lbgxe5=;

Guezennec-Bratanov, Fouesnant 2003. No fue todo forzado, pero tengo la sensación de que las negras tuvieron suficiente por su peón en las últimas diez jugadas.

A4b) 4 ... Wxe5+ s.iez ig4 (D)

6.liJdz Después de 6 . .ie3? parece que las negras

pueden arrebatar fríamente el peón de b2: 6...�xb2 7 . .id4 (7.ixg4 �xal 8.ic8 �b2 y 7.tLld2 ifs tampoco impresiona) 7 ... �b4+ 8.c3 �e7 con un saludable peón extra. 6 ... ttlc6 7 .lbgf3 We6

Con una partida equilibrada, donde las piezas negras pueden alcanzar incluso mejo­res lugares que sus colegas.

Conclusión: Si las negras no quieren molestarse en

aprender los laberintos de 3.d4 tt:lc6 4.CDf3 ig4, entonces 3 ... e5 constituye una alterna­tiva perfectamente viable. Las negras conse­guirán un buen desarrollo de piezas por un

Capítulo 3; 2.exd5 W!xd5: las blancas evitan 3. tbc3 35

peón tras 4.dxe5 Wlxdl +. 5. *xdl ltlc6, o una posición simplificada y nivelada tras las otras continuaciones.

B) 3.d4 tbc6 4.�f3 e5 (D) Ahora que las negras han optado por

3 ... tbc6, realizar esta jugada es un poco ex­traño. Dicho esto, no hay nada malo en este movimiento.

5.tbc3 La inserción de 3 ... tbc6 y 4.tbf3 ha privado

a las negras de la posibilidad .JWxd4. s.dxes Wlxdl+ 6.�xdl .tg4 transpone a 3 ... e5 4.dxe5. 5 ... ib4 6.idz ixc3 7.ixc3 e4 (D)

Por supuesto, abrir la diagonal con 7 ... exd4? no sería inteligente.

Bl) 8.tbe5 El salto hacia adelante lleva a una ventaja

simbólica de las blancas después de: 8 ... ttJxe5 9.dxe5 tbe7 (D)

En efecto, tras el cambio de damas, la ame­naza ... ltlxc3 ganará un tiempo. Si se persigue al caballo de ds, mediante c4, saltará con­venientemente hacia f4 o b4. Debe notarse también que las negras podrán proteger e4 mediante ... .ifs, mientras podrán atacar al in­truso en eS. La reciprocidad con el peón e4 es menor. lO.Wez!?

Seguimos ahora la partida Gofshtein-Pytel, Le Touquet 2007: 10. '?Nxds ltlxds n.ias ie6 12.c4 ltlb6 13.b3 0-0-0 con aproximada igual­dad, ya que el par de alfiles no parece tan ate­rrador. 10 ... Wic6?!

10 ... �e6 era mejor, no permitiendo el en­roque largo con tanta facilidad. 1 1.0-0-0 ie6 12.Wbs Wxbs 13.hb5+ c6 14.iez ttJds ls.idz o-o-o 16JMel h6?!

Era más apropiado hacer frente a la idea blanca con: 16 .. J%d7 17.-ths fs (17 ... ifs?! 18.c4 ltlb6 19.b3 y a las negras les espera una dura defensa) 18.exf6 ltlxf6. 17.ihs! fs 1s.exf6 ttJxf6 19.ig6

En comparación con la línea ofrecida tras 16 .. J!d7, el alfil de casillas blancas ha encon­trado un lugar ideal en g6. La superioridad del blanco aumenta. 19 ... ids zo.ic3 ghfs

Otra inexactitud, pero después de lo mejor, 20 .. J�!hg8 21.i%hgl �c7 22.�xf6 gxf6 23 . .txe4, la posición blanca también sería técnicamente ganadora.

36 juegue la Escandinava

2Lib4 l:ihs 22 . .ie7 l:idgs 23.b3 bs 24.lihg1 lL!d7 2S.h4 rtlc7 26 . .ixe4 .ixe4 27 .lixe4 g6 28.)3d1 l:ih7 29.id6+ rtlb7 30.ig3 lif7 31.lid6 hs 32.liee6 lL!fs 33.l:ie8 ligg7 34.lies l:id7 35.lie8 lidf7 36.ies �h7 37.f3 �fs 38.f4 ghf7 39.g3 1-0

B2) s.tLJd2 Esta retirada representa la réplica más

ambiciosa. 8 ... lL!f6 9.lL!c4 (D)

9 . .ic4? Wgs es, obviamente, inapropiado.

9 ... ie6 9 ... 1g4!? Zhukhovitsky-Baile, Tbilisi 1957

es sensiblemente equilibrado tras 10.Wd2 o-o-o ll.lt:le3 Wgs 12.h3 ie6 13.0-0-0 l!d6 14.ic4.

También es posible 9 ... 0-0, intentando ha­cer frente a lO.It:le3 �g5 ll.ds con ll ... l!d8. 10.lL!e3

En Van der Wiel-Reinderman, Wijk aan Zee 1998, las blancas optaron por lo más fuerte, 10.Wd2. Tras la secuencia 10 ... 0-0 ll.b3 !!fds 12.0-0-0 Whs 13.i.e2 Wg6 14.tt:le3, las negras lanzaron consecuentemente su ataque me­diante: 14 ... a5 que dio lugar a una partida con oportunidades equiv�entes. El gran maestro alemán Karsten Mueller analizó con mayor detalle el final de esta partida para Chessbase. Aquí está lo más "tosco": 1S.f4 lt:lds 16./t:lxds ixds 17.We3 a4 18.i.b2 axb3 19.axb3 llJb4 20.c4 (D)

2o ... !!a2!? 21.cxds !!das 22.fs Wxfs 23.l!hfl Wg6 24.ic4 !!al+! 2S . .ixal? (2s.cj;ld2!) 25 ... !!xal + 26. cj;lb2 !!a2+ 27. cj;lcl i!c2+ 28. cj;lbl �xg2 29.1e2 i!xe2 30.Wc3 i!c2 3l.�al ga2 32.Wc3 !!al+ 0-1. 10 ... V:M7 11..ibs a6 12.i.a4 o-o?!

12 ... 0-0-0 era mejor, pero la línea crítica consistía en: 12...b5 13 . .ib3 Axb3 14.axb3 b4 1S . .id2 Wxd4 16./t:lfs. Ahora las negras dis­ponen de dos alternativas, atrapar un peón, mediante 16 ... Wxb2 17.llJxg7+ �f8,y 16 ... 'EYe5 17.llJxg7+ cj}fs (17 ... cj;le7) 18 . .ih6 !!g8. En am­bos casos el rey negro me parece bastante a salvo, así que en general, la posición debería ser correcta. 13 . .ixc6 \Wxc6 14.ib4 gfe8 15.c4 \Wd7

Por supuesto, no 15 ... ixc4?? 16.i!cl. 16.ds .tfs 17 .h3 ig6 18.i.c3 \We7?!

Las negras deberían haber dejado rodar su peón f, con 18 ... /t:lhs! 19.Wd4 fs. 19.\Wd4 eS 20.dxc6 bxc6 21.0-0-0 (D)

Ahora las blancas tienen ventaja que su­pieron convertir debidamente tras:

Capítulo 3: 2.exd5 Wfxd5: las blancas evitan 3. tbc3 37

21...�ed8 zz.Wfes Wfxes 23.hes 'Des 24.gxd8 �xd8 zs.�dl gxdl+ 26.<i?xdl fs 27.l2Jc2 eS 28.<i?dz <i?f7 29.b4 me6 30.if4 if7 31.bxcs <i?f6 32.<i?c3 gs 33.ib8 f4 34.l2Jb4 as 3s.l2Jds+ <i?e6 36. <i?d4 l2Jg7 3 7 .c6 1 �o; Rozentalis-Petrov, Atenas 2003.

e) 3.l2Jf3 ig4 4.iez l2Jc6 s.d4 (D) Recordemos que a menudo se alcanza la

misma posición por el orden: l.e4 ds 2.exds �xds 3.d4 lt::!c6 4.lt::!f3 �g4 s.�e2.

s ... 0-0-0 s ... e6?! permite respirar a las blancas si lo

comparamos con la línea principal donde de­ben prestar una atención inmediata a su peón d que se encuentra bajo ataque. Además, las negras se privan de la oportunidad de atacar con ... e7-eS de golpe, según las circunstancias. 6.h3 (6.0-0 también es posible, aunque impe­dir ... �hs puede resultar útil más adelante) 6 ... �hs 7.0-0 (Tras la sencilla 7.c4 las negras esquivarán 7...�as+? 8.�d2 �b4 9.g4 �xd2+ 10.lt::!bxd2 �g6 ll.a3 �b6 12.ds tbd4 13. �a4+ Meessen-McPhillips, Fuegen 2006, donde las blancas quedaron claramente superior. En lugar de la textual, 7 ... �b4+ o 7 ... �d7, pla­neando enfrentarse a 8.ds con ... exds 9.cxds .llxf3 lO . .\lxf3 lt::!es, parece jugable) 7...0-0-0 [7 ... �d8 es también la mejor respuesta contra 8 . .1le3, mientras que después de la alternati­va 7 ... lt::!f6 8.c4 �d8 9. lt::!c3 (9.i.e3!?) se llega a una posición con una ventaja ligera, pero sin riesgo. La partida Afek-Ly, La Fere 200S,

continuó así: 9 ... �xf3 lO.ixf3 lt::!xd4 ll..llxb7 �b812.�a4+ lt::!d7 13.ic6 lt::!xc6 14.�xc6 �b6 1S.�f3 �d6 16.�dl (D)

Las blancas han logrado una superior es­tructura de peones a cambio de nada] 8.ie3 lt::!f6 9.c4 �d7 10.lt::!bd2; Michielsen-Reed, ]yvaskyla 2009. El blanco ha completado con éxito su desarrollo a la vez que cubre d4. Sus posibilidades de un asalto al flanco de dama son más elevadas que las negras en el otro. 6.c3?! (D)

Un tímido movimiento que no evita las complicaciones tras la reacción natural negra. 6 ... es 7.ie3

7.c4 no es mejor: 7 ... �e4! (7 ... �aS+ 8.id2 .llb4 sólo transpone a 6.ie3 es 7.c4 �aS+) 8.lt::!bd2 .llb4 9.ds y ahora, 9 ... lt::!d4, indica­do como defectuoso por Wahls en 1997, es de hecho más que correcto para las negras: 10.lt::!xd4 exd4 ll.f3 �xf3!! (La omisión del ex­perto alemán en la escandinava) 12.gxf3 �h4+

38 juegue la Escandinava

13.<.!?f1 �h3+ 14. 'it>g1 (14.@f2 falla por lo mis- 8 • . . he2 9.lbxe2 fs lO.lbdz lbf6 (D) mo, mientras que 14. <i:t>e1? hubiera sido inclu­so peor por: 14...�g2 15JH1 ges y el blanco ya puede abandonar) 14 ... d3 15.lüe4. forzado para evitar un desagradable jaque desde cs. 1S ... dxez 16. V:Vxez liJf6 y la posición blanca hecha pedazos deja pocas esperanzas de sal­vación. 7 •.. e4!

En su lugar, las negras eligieron una po­sición abierta mediante 7 ... exd4?! en el due­lo Boudre-Hauchard, Besan�on 1999. 8.cxd4 lLlf6 (8 ... �d6!? fue una sugerencia de WahJs en Chessbase. Entonces rechazó 9.0-0 debi­do a la continuación 9 ... .ixf3 10.ixf3 lLlxd4 11.!xd4 �xd4 12. �b3 �b4 13. �xf7 �xb2, pero falló en que después de: 14.lüc3!! �xc3 15.l!abl b6 16.�e6+ <i:t>b8 17. gfc1 el monarca negro está irremediablemente debilitado, ha­ciendo que 17... �xf3 sea la única jugada. Eso significa que 13 ... V:Vxb2 es demasiado codicio­sa. Como consecuencia las negras se limitan a 13 ... lLlf6 o 13...lüh6, donde las blancas no están peor) 9.lLlc3 §'hs?! lO.h3 i.d6 11. �a4 id7?! lZ.lües! §'fs (lZ...lüxes? también per­día: 13.§'xa7 .ig4 14.dxes ixe2 15.exd6 ia6 16.dxc7 con un ataque decisivo}. Las blancas disponen ahora de una gran ventaja y lo más sencillo consiste en 13.lLlxf71, con cambios fa­vorables. s.lbgl

8.lLlfd2 no cambia mucho, excepto que las blancas encontrarán más difícil desarrollar su lLlb1 a una casilla decente. 8 ... ixe2 9.§'xe2 fs (D)

Con una posición considerada por Wahls como ligeramente mejor para las negras de­bido a su ventaja de espacio, una opinión que comparto.

D) 3.lbf3 i.g4 4.iez lbc6 s.d4 o-o-o 6.ie3 (D)

Las blancas protegen el peón d mientras que, al mismo tiempo, desarrollan una pieza. También continúan flexibles con respecto a su peón e y al caballo del flanco de dama. Pueden contribuir a un planteamiento agresivo me­diante c4 y lbc3, o ser parte de la sólida cons­trucción c3/lbbd2.

Después del sexto movimiento, las negras tienen un amplio surtido de posibilidades lógicas. En primer lugar examinaremos 01) 6 .. .i.xf3 antes de echar un ojo a mi recomen­dación, 02) 6 ... lüh6, y luego veremos las más

Capítulo 3; 2.exd5 Wlxds: las blancas evitan 3.ltlc3 39

comunes D3) 6 ... e5 y D4) 6 ... 4Jf6. 6 ... e6 trans­pone, tras 7.0-0 lüf6 a la línea D4b3.

Dl) 6 ... �xf3!? 7 . .ixf3 Wbs (D)

Esta extraña continuación necesita una mayor investigación. Su lógica es clara como el agua: en contrapartida a los dos alfiles, las negras eliminan un defensor de d4, le compli­can el enroque a su rival y atacan b2. La idea lüxd4 seguido de ... es o ... cs también está en el aire. A continuación tenemos un fresco ejem­plo práctico: 8.c3

Las blancas parecen tener una compensa­ción decente por el peón después de 8.lüc3!? 'ªxb2, y por esa razón Korneev lo intentó, dos años después, en su partida contra Prié. 9.lDe2 [9.lüa4 también es interesante. 9 ... 'ªbs 10.lücs (mejor que 10.c3?! eS 11.�b1 �c4) 10 ... e6 1U�b1 'ªc4 12.ixc6 (12.'ªd3 'ªxd3 13.lüxd3 puede ser jugable, pero obviamente aquí las negras no están peor) 12 ... bxc6 13. olt:\d3 'ªc3+ y ahora o 14.�e2 o 14.id2 'ªxd4 15.0-0] 9 ... e6 10.0-0 lLles n.ie4 c6 12J'3bl \Wa3 13.i'3b3 \Wa6 14.olt:\f4 olt:\f6 1S.olt:\d3 lüc4 16.i.f3 tt:lds 11.i.gs i'3d7; Korneev-Dolzhíkova, Gjovik 2008. En mi base de datos la partida finaliza aquí con el re­sultado 1-0, mientras que las negras todavía tienen una partida muy jugable. 8 ... e5

8 ... 'ªxb2?! 9. olt:\d2 parece muy arriesgado. 9.ixc6 W/xc6 10.W/g41- �b8. u.dxe5 ltlh6 12. Y:!tf3

12 . .txh6 es crítica para establecer si las negras pueden igualar completamente. Tras la textual lo consiguieron. 12 .. .'��e6 13.ltld2 tt:lg4 14.0-0 tt:lxe5 15.W/g3 lLld3 16.id4 Wg6 17.ltlc4 id6 18.4Jxd6 lhd6 19.b4 Y:!txg3 zo.hxg3 f6 21.f4 ltlxb4 22.ics �-�;

Korneev-Prie, Villeneuve Tolosane 2006.

D2) 6 . • . tbh6 (D) Las negras se desarrollan sin miedo a ixh6

(obtendrían dos alfiles y la columna g semia­bierta) y están preparadas para intensificar la presión sobre d4 mediante ... olt:\fs. Como ha demostrado la práctica, no está claro si las blancas tienen nada mejor que 7.c4.

7.c4 7.lübd2!? lüfs (7...es?! 8.c4 �as 9.ds;

Izoria-Stopa, Richardson 2007 se mostró des­agradable para las negras) 8.c4 y ahora, tanto 8 ... \Wd6 como s...'&as 9.0-0 .ixf3 10.lüxf3 e6 deberían ser correctas. 7 ... W/a5+ 8.tbc3

8.id2 \Wb6?? (8 ... \Wfs puede transponer a la línea principal con el tiempo extra ... lüh6: 9.ie3 ixf3 10.ixf3 lüxd4 n.hd4 '&e6+ 12.ie2 'ªe4, etc.) 9.cs 'Wxb2 10.i.c3; Y. Gon­zález-R. Pérez, Habana 2002. Las blancas han atrapado a la dama enemiga con ventaja de­cisiva. s ... ltlfs (D)

Seguimos ahora la partida L. Domfnguez­Kogan, La Habana 2002. Los análisis adjuntos a

40 juegue la Escandinava

esta partida son del GM Karsten Mueller para D3) 6 ... eS (D) Chessbase.

9.ds lüxe3 9 ... .ixf3!? lO.ixf3 ltlxe3 ll.fxe3 ltles tam­

poco estaba mal. 10.fxe3 e6 n.lügs hez 12.'�xe2 liJes 13.0-0 .ib4

13 ... exds!? es una posible mejora, ya que las blancas no disponen de demasiadas opcio­nes. Después de: 14.ltlxf7 ltlxf7 15J�xf7 dxc4 16.Y{fxc4 VHes las negras están muy bien. 14.lüx:f7

Las blancas contaban con dos alternativas plausibles a su disposición:

a) 14.dxe6 fxe6 15.lüxe6 gd6 16.lüxg7 ixc3 17.bxc3 Y{fxc3; las negras han perdido un peón, pero amenazan tomar venganza apo­derándose de c4, además de penetrar en d2 o incluso doblar sus torres por la columna g.

b) 14.ltlbs exds 15.lüxf7 ltlxc4 (no 15 ... lüxf7 16.gxf7 donde las negras tienen problemas) 16.lüxh8 VHxbs. 14 ... lüxf7 1SJ�xf7 .ixc3

El final con piezas pesadas que sigue está igualado y continuará así hasta el final. 16.bxc3 \Wxc3 17 J�dl exds 18.cxds ghe8 19.e4 c.!?bs zo.c.!?hl \Wes 21.\Wc4 �e7 zz.gxe7 \Wxe7 23.\Wd4 ges 24.gel �es zs.f:Vfz a6 26.h3 hs 27 .f:Vf7 ge7 28.�f8+ ge8 29.\Wf7 ge7 30.�f8+; y se acordaron las tablas.

7.c4 7.ltlc3 Esta jugada conduce a simplificacio­

nes: 7 .. .'&as (Para 7 ... ib4!?, ver la sección A3-3.d4 es 4./¡)c3) 8.lüxes ixe2 9.Wxe2 (9.lüxc6? solo concede los dos alfiles y un peón aislado: 9 ... i.xdl 10,/¡)xas ixc2) 9 ... ltlxe5 lO.dxes VHxes ll.gdl gxdl+ 12.g,xdl ltlf6 13.Wc4 %Ye6 14.%Yxe6+ �·H�; Reinderman-Tiviakov, Hilversum 2008. En la posición final las ne­gras se encuentran con un peón aislado en e6, pero pueden protegerlo fácilmente con g,d7. En consecuencia, la ventaja blanca es tan solo marginal.

7.dxe5 constituye, también, una buena manera de secar la partida: 7 ... ixf3 8.ixf3 Wxes 9.lüd2 ics (9 ... Wxb2? es obviamen­te temerario) lO.ixc6 ixe3 ll.ixb7+ Qfb8 12.fxe3 Wxe3+ 13.We2 Wxe2+ 14.Qfxe2 Qfxb7; Pokojowczyk-Hansen, Esbjerg 1981. El final está prácticamente igualado. 7 .•. %VaS+ 8.id2 ib4

8 ... Wlb6? se encuentra con la bonita va­riante 9.c5 .ixcs lO.dxcS Wxb2 n.ic3 gxdl+ 12.g,xdl. La dama está atrapada y el blanco continúa con una pieza de ventaja.

Aunque parece sospechoso, el otro movi­miento "legal" de la dama es interesante y se probó en Pap-Bogut, Bosnjaci 2009: 8 ... Wa6 9.c5 bs (Con 9 ... ixf3 10.gxf3 bs se habrían reducido las opciones posteriores del blan­co) lO.ds gxds ll.ltlc3 ixf3 12.gxf3 gxcs 13./¡)xbs (D)

Capítulo 3: 2.exd5 Wixd5: las blancas evitan 3. ttlc3 41

Las blancas han reaccionado y surge una posición crítica. La partida continuó con 13 ... �b7?! (En lugar de la continuación de la partida, hay dos posibilidades que merecen atención: 13 ... �b6 14.ie3 a6 y 13 . . J�xbs 14.a4 lLld4 lS.ixbs �b7. En ambos casos es difí­cil formular una evaluación definitiva y son necesarios análisis posteriores) ].4. Wf a4 @bs 1S.ie3 13ds 16.0-0 lLlf6 (16 ... lLlge7 era más te­naz) 17.13ac1 a6 18.lLlxc7! @xc7 19.ixa6 �a8 zo.tbs ics Zl.ixcs �xa4 22.ixa4 con una

gran ventaja blanca que impusieron al final. 9.ds 1xf3

9 ... e4?, jugada en Kiik-Rasch, Gibraltar 2009, no cumple claramente las necesidades de la posición: 10.lL!g5 ixe2 11.�xe2 lLld4 12.Wfd1 e3 13.fxe3 lLlfs 14.0-0. Las blancas po­seen un saludable peón extra que convirtie­ron en victoria en el movimiento 28. 10.hf3 (D)

D3a) 10 ... 'L\d4 ll.ll:lc3 Wa6 11 ... �es también sería aceptable. 12.ie2

lL!f6 13.0-0 c6 (D) Las negras deben actuar así

para poder activar sus fuerzas, incluso aunque implique debilitar la posición del rey.

14.igs (Con una gran ventaja para el blanco según el ganador de la partida Movse­sian-Papaioannou, Bled (ol) 2002. Aún siendo verdad que las negras deben andar con cuida­do, no puedo, sin embargo, estar de acuerdo con esta evaluación demasiado optimista) 14 ... �as?! (14 ... ixc3! 1S.bxc3 lLle6 habría forzado las cosas debido a la presión sobre ds) 1S.ig4+ �b8 16.13c1 [La sugerencia de Movsesian, 16.f4, se podría neutralizar eficaz­mente con: 16 ... cxds 17.ixf6 (o sino, 17.lLlxdS lLlxds 18.ixd8 13xd8 19.cxds e4; donde las negras capturarán ds y tendrán un fuerte peón pasado a cambio) 17 ... gxf6 18.lLlxd5 �es 19.�hl �xc4 y las negras no están peor] 16 ... hs?! [16 ... h6! era una mejor opción: 17.ixf6 gxf6 18.a3 ixc3 19.bxc3 y ahora, sea 19 ... hs 2o.ixhs lLle6 2Lixf7 lLlf4, o 19 ... lLle6 20.Wff3 lLlf4 2l.g3 13hg8 22. @h1 lLld3. En ambos casos la situación continua incierta, mientras que en el curso actual de la partida las blancas queda­ron con ventaja] 17.ih3 lLle6 ll8. �e2! lLlxgs 19.Wfxe5+ Wfc7 20.Wxg5 ixc3 2l.bxc3 cxdS 22.�xg7 lLlg4 23.g3 dxc4 (Forzada al estar f7 colgando, pero ahora el alfil es desplazado de la diagonal) 24J3b1 lLles? (La más obstinada, 24 ... B:dg8l 2S.�d4 B:d8 26.�e4 B:he8 27.�c2 13d3 28.ig2 b6 habría complicado las cosas) 2S.ig2 lLlc6 26.�f6 13cs 27.13bs 13hes zsJafb1 b6 29.h4 B:e6 30. �f3 Vf!e7 31.13xh5 13f6 32.B:fs 1-0. 12.b3 (D)

42 juegue la Escandinava

12 ... �a5 Esto mantiene al blanco ocupado en el

flanco de dama. Transferir la dama al flanco de rey, prelu­

dio del contraataque, también tiene sus mé­ritos: 12... 1!9g6 13.0-0 lüf6 14.a3 id6 1S.ie2 e4 (ls ... hs!?) 16.�cl 1!9fs 17.f4 exf3 1S . .ixf3 lüxf3+ 19.�xf3 \Whs 20 . .if4 .ixa3 21.�b1 ab4?! [Hasta aquí las negras estaban muy bien, y pueden incluso plantearse tomar en a3 antes del momento en que lo hicieron. Pero ahora, sin embargo, perdieron el hilo de la partida. 21...ic5+ 22. @hl lüg4 23.lüe4 ib4 era lo mejor para conseguir el punto: 24.\Wd4 �heS 25.1Mixa7 (25.h3 1!9g6 no cambia nada) 25...�xe4 26. 1!9aS+ @d7 27.1Mixb7 gxf4 2S.1M!c6+ 'it>cs 29.1!9aS+ con tablas por jaque perpetuo] 22.119 d4 lüd7 23.@ hl �hes? (Deberían haber probado: 23 ... g5 24.ig3 ics 25.\W e4 �des 26.\Wfs 1Wg6. Las blancas están un poco mejor, tanto si toman en f7 de inmediato o empie­zan con 27.b4/lübs, pero al menos las damas se cambiarán pronto) 24.lübs ics 25.1Wal tües 26.b4! Tras esta jugada el ataque blanco se estrella contra la posición rival. 26 ... tüxf3 27.bxc5 �e4 2S.c6 �xf4 29.lüxa7+ 1-0; Movse­sian-Grafl, Bundesliga 2006. 13.!kl fs 14.o-o 'Df6 1S.g3

Las blancas están, en cierto modo, ata­das a la defensa de su caballo. Necesitarán desentrañar varios tiempos, pero primero deben preocuparse por la amenaza ... e4 ls ... @bs 16.igz ghes

Ivanchuk adopta una estrategia central que parece más adecuada que la directa 16 ... hs!? Ciertamente, no resulta trivial continuar con la ofensiva después de 17.h4. 17,gel h6 18.ge3 a6 19.h3 'Dd7 zo.iel liJes (D)

Zl.@hl! Un movimiento profiláctico necesario. La

impetuosa 2l.f4?? saldría cara a las blancas: 21...exf4! 22.:l!xeS gxeS 23.Wxd4 tüxb3 (D) y la amenaza 24 ... ics es devastadora.

2l...g5 22.f4 Ahora esto funciona y la igualdad se man­

tendrá hasta el final de la partida. 22 ... exf4 23.gxe8 gxe8 24.�xd4 gxel+ zs.gxel ixc3 26,ge8+ @a7 27.�fz fxg3 28.�xg3 id4 29.d6 cxd6 30.�xd6 �c3 31.@hz �a1 32.�b8+ @b6 33.�d8+ @a7 34.�b8+ @b6 35.�d8+ @a7 tablas;

Leko-Ivanchuk, Mukachevo (rápidas) 2009.

Capítulo 3: 2.exd5 Wfxd5: las blancas evitan 3.ttJc3 43

D3b) 10 ... �xd2+ 11.ltJxd2 lüd4 12.0-0 W/b4 13.E:el (D)

13.l0b3, que se jugó en Rogers-Matamoros Franco, Hamburgo 1999, demostró ser inofen­sivo para las negras.

13 ... lbf6 Acabar el desarrollo parece más razonable

que la recomendación de Wahls: 13...Wxb2?! 14.�bl Wxa2 (D)

1S.d6! [Este obvio movimiento, que abre la diagonal del alfil, es una mejora sobre 1SJ3a1 ? ! En el análisis del gran maestro ale­mán, este concluye que el final que se alcan­za tras lS...Wcz 16.�xa7 Wxd1 17.�xd1 t0f6 18.�b1 bs (o 18 ... b6) 19.d6! es equilibrado] 15 ... c6 16.�xe5. Las negras tienen ahora mu­chas opciones, pero ninguna de ellas parece igualar:

a) 16...�xd6 17.�e8+ rJlc7 18.c5 �e6 (Si 18 ... t0xf3+? 19. Wxf3 :Sxdz 20. \Wf4+ rJld7 21.�be1 echa la cortina) 19.m8 �c2 zo.Wxc2 !Oxcz 2Lig4. La torre negra está atada a la

amenaza de �c8 mate y después de 2L.l0h6 22.�xh8 t0xg4 23.�xh7 el blanco tiene una neta ventaja.

b) 16... Wfcz 17. \Wxcz tthcz 18.�as �xd6 19.l0e4, seguido de 20.�xa7. Las blancas tie­nen un venenoso ataque, incluso sin las da­mas.

e) 16 ... l0xf3+ 17.Wxf3 \Wxdz? 18.\Wfs+ @bs 19.�xf7 seguido de mate.

d) 16...ttlf6 17.ig4+ t0e6 18.ixe6+ fxe6 19.c5. El peón d6 es una espina en el campo negro. Combinado con la amenaza �a1xa7 asegura a las blancas una compensación más que adecuada. 19 ... l0d7 20.�gs! 14.b3 E:he8 15.a3 (D)

15 ... W/c3! Es importante ralentizar los peones del

flanco de dama. 16.i.e4?!

16J:!:a2! \Wd3 es más o menos igualdad. 16 ... lbxe4 17 .E:xe4 c6 18.E:cl ?!

Era mejor defensa 18.�e3 \Wlbz (o 18 ... Wc2 19.l2Jf3 �xdl+ 20J:1xdl cxds 2Lcxd5 l2Jxf3+ zz.�xf3 y las blancas deberían mantenerse) 19.�b1 Wxa3 zo.:Sal V:Jfe7 2Uha7. Las negras pueden ganar un peón con ZL.cxds, pero en contrapartida, su rey es más débiL La presen­cia de los caballos aumenta el potencial de las blancas. 18 ... �bz 19.E:e3 tj;>bs zo.lüf3 cxds Zl.cxds E:xds 22.lbxd4 E:xd4 23.W/el f6 24.h3 Wxa3;

44 juegue la Escandinava

Las negras tienen dos peones de ventaja; el resto no merece comentarios. Predojevic­Sermek, Portoroz 200S.

D4) 6 ... �f6 (D)

Remarcamos que se puede alcanzar igual­mente la posición del diagrama tras el orden de jugadas l.e4 ds 2.exds tt:Jf6 3.d4 �g4 4.lt:lf3 �xds s.ie2 ll:lc6 6.ie3 o-o-o.

En este momento las blancas pueden elegir entre la rara D4a) 7.c4, la popular D4b) 7.0-0 y la interesante D4c) 7 .lt:lbd2. Las otras op­ciones son dudosas: 7 .h3?! �xf3 8.�xf3 Wbs ver 6 ... i.xf3, con casi un tiempo extra para las negras, ya que 6 ... lt:lf6 es mucho más útil que 7.h3. 7.c3?! eS!

D4a) 7 .c4 (D)

7 . .. �f5! Para 7 . . . Whs 8.tt:Jbd2, ver la línea 04c)

7.lt:lbd2.

Es posible 7 ... Wa5+ 8.tt:Jc3 (Si s.idz \Wfs! es fuerte) 8...eS 9.ds ixf3 10.ixf3; ahora, des­pués de lO ... i.cs o 10 ... tt:Jd4 n.a3 \Wcs, la po­sición negra parece jugable. Sin embargo, tras 10 ... Wb4? a las negras les espera una trampa diabólica: ll.a3!! �xc4 12.ie2 Wlh4 13.h3 (D)

La amenaza es 14.g3, contra la cual las ne­gras no pueden responder con 13 ... li:le8 por 14.'1Mfcl! 8.�c3

8.0-0 eS 9.ds e4 viene a ser, más o menos, lo mismo. 8 ... e5 9.d5 e4

Y debería trasponer a la línea D4b4 con 7.o-o 1Mffs.

D4b) 7.0-0 (D)

Ahora las negras disponen de las siguien-tes opciones: D4bl) 7 ... Wfd7, D4b2) 7 ... Whs, D4b3) 7 ... e6 y D4b4) 7 ... Wffs.

Capítulo 3: 2.exds V!fxds: las blancas evitan 3. tbc3 45

D4bl) 7 ... Wfd7 s.ttJbdz ttJds 9.e4 ttJxe3 10.fxe3 e6 ll.a3

Las blancas están planeando la expansión habitual en el flanco de dama. ll...g6 (D)

12.Vfie2 i.h6 13.Wfe3 Seguimos la partida Movsesian-Rogers,

Enschede 2005. Con su maniobra de dama las blancas han evitado 12.b4 ih6 13. "=Yb3 lüxd4! Aquí retienen una buena ventaja y ganaron una interesante batalla. 13 ... We7 14J�ael Ag7 15.b4 .ixf3 16.lt�xf3 ttJbs 17 .es es 18 . .te4 e4 19.ttJdz fs zo.bs e6 21.Was �d4 zz.exd4 i.xd4+ 23.'it>hl .txes 24.Vffe3 gds 2S.ttJxe4 fxe4 26,gf7 Wd6 27.Wh3+ ttJd7 28.bxe6 bxe6 29.ie6 e3 30,gxh7 .tb6 3 1.ig4 i.d4 32.gdl es 33.Wxe3 'it>bs 34.\Wb3+ tbb6 3S.Wff7 y las negras abandonaron.

D4b2) 7 ... Wfhs s.h3 es (D)

9.ttJbd2! Esto es todo lo que tienen que hacer las

blancas, abstenerse de aceptar el regalo de su rival demasiado pronto.

En su lugar, 9.hxg4? lüxg4 (D) parece con­ceder al menos una plena compensación y la iniciativa a las negras.

10.lüh4 [o 10.lübd2 fs! 11.igs (En el caso de ll.dxes las negras tienen una bue­na alternativa entre: ll...tLlxe3 12.fxe3 ics y 11...lücxes 12.if4 tLlxf3+ 13.1xf3 id6 14.ixg4 fxg4 1S.ig3 :She8 16.:Se1 ixg3 17.fxg3 WcS+ con jaque perpetuo en cs/hs) ll. .. :Sxd4 12.c3 :Sd6 (o 12 ... :Sd7!? retirando la torre una casilla más las negras pueden espe­rar dar a su alfil un papel más ofensivo, en d6 o cs. Por otro lado un eventual .. Jah6 está fuera de cuestión) 13. "=Yc2 c;f;>bs! Dejando a las blan­cas sin el jaque y protegiendo indirectamente fs debido a 14 .. J':lxd2! La posición aún parece poco clara, pero yo preferiría conducir las ne­gras. La precipitada 13 ... e4? permitiría a las blancas recuperar cierto control de la situa­ción mediante 14.lüxe4 fxe4 lS. %1/xe4] lO .. .fS ll .ixg4 (ll.Wfd3 no supone una mejora: 11... g6 12.g3 ie7 13.ixg4 \Wxg4 14. "=Ydl y la ini­ciativa negra dura hasta el final tras 14 ... \Wxdl 15.:Sxd1 f4 16.icl ltlxd4) ll ... fxg4 12.g3 exd4 13.icl gs 14.lüg2 1cs (o 14 ... lüe5 15.lüd2 d3) 15. "=Yd3 :Shf8 16J:tel :Sd6 De aquí en adelante el negro fue aumentando su ventaja en Hresc­Wahls, Velden 1996: 17.lüa3 :Sh6 18.ltlh4 :Shf6 19.hgs \Wxgs zo.:Se2 ltles 21.V:S'd2 �hs 22.V:S'e1 :Sfs 23.lüc4 lüxc4 24.lüxfs �xfs 25.b3

46 juegue la Escandinava

c!De3 26.fxe3 dxe3 27.b4 ib6 28J�dl §'es 29J�d3 gf2 0-1. 9 ... .td6

Como ya quedó demostrado por Wahls, las alternativas tampoco son un paseo:

a) 9... <i!?b8 lO.hxg4 (lO. gel!?) lO ... llJxg4 11.c!De4 seguido de 12.< !Dg3, repeliendo a la dama.

b) 9 ... exd4 10.hxg4 c!Dxg4 11.ia.f4 y la pieza extra lo dirá pronto.

e) 9 ... ixf3 Objetivamente la mejor op­ción disponible, pero después de: 10.ixf3 Wfs n.ixc6 exd4 12.c!Db3! bxc6 (12 ... dxe3? 13.ixb7+!) 13.lüxd4 la posición negra es poco atractiva. 10.hxg4 lüxg4 ll.lüe4 lüxd4 12.ixd4 exd4 13.lüxd6+ !!xd6 14.lüh4! f5 15.ixg4 fxg4 16.g3 gs (o 16 .. J!h6 17.Wxd4) 17.lüfs;

Y las blancas están ganando. Agter-Meijer, Hengelo 1997

D4b3) 7 ... e6 (D) Una posición a la que también se llega por

6 ... e6 7.0-0 lilf6.

8.c4 8.ltlbd2 (8.h3 parece menos precisa:

8 ... ixf3 9.ixf3 �d7 10.c3 eS las negras tu­vieron un contrajuego razonable en Alavkin­Genba, Moscú 2005, que continuó: 11. Wb3 e4 12.ie2 c!DdS 13.c4 lüxe3 14.fxe3 g6 1S.lüc3 fs) 8 ... Whs 9.h3 id6. Ahora, lO.lLlc4 fue un poco mejor para las blancas en S. Alonso-Cabanas Jiménez, Madrid 2000, pero 10.c4, con idea

de 10 ... ixh3 n.lüeS!, quizás era incluso más fuerte. 8 ... �a5

8 ... Wd7 9.c!Dbd2, transpone a Michielsen­Reed, sin la inclusión de las jugadas h3 y ihs (5 ... e6 en la introducción a la línea C del pre­sente capítulo). 9.lübd2 ib4 (D)

10.h3! La manera correcta de asegurarse una

ventaja. lO.cS? pierde simplemente un peón:

10 ... ixf3 11.lüxf3 (o ll..ixf3 ltlxd4) ll...ixcs; Heika-Lau, Regensburg 1998. 10 ... ixf3

Retirar el alfil tampoco resulta satisfac­torio: 10 ... ihs ll.g4 (ll.lüb3?! Wfs con un juego poco claro, es menos preciso) ll ... lüxg4 (ll...ixg4 12.hxg4 ltlxg4 13.c5! o ll ... ig6 y de nuevo 12.c5!, con idea de capturar a Su Majes­tad con lilc4 (d6+) es bastante fuerte) 12.hxg4 .ixg4. Las negras tienen dos peones por la pie­za y el rey rival un poco desnudo. Sin embar­go, la siguiente secuencia clarifica las cosas: 13.d5 exds 14.c!Db3 Wa4 lS.cxds ltle7 16.Wd4 y las blancas están claramente mejor. n.lüxf3 ics 12.�d3 <it>bs

Las negras querrían tomar en d4 y recupe­rar su pieza con ... es, pero se encuentran con WfS+ lo que justifica la jugada profiláctica de rey. 13.a3!

· Capítulo 3: 2.exd5 Wixd5: las blancas evitan 3. tbc3 47

Desgraciadamente pa�a ellas, su dama está demasiado mal situada para conseguir que se haga realidad el mencionado sueño. Las blan­cas amenazan 14.b4 y su ventaja no deja lugar a dudas.

D4b4) 7 ... Wif5! (D)

Esta casilla es a menudo la correcta en esta variante. 8.c4

Después de 8.h3?! ixf3 9.i.xf3 t!Jxd4 10.i.xd4 eS (D), Krapivin-Ponkratov, San Pe­tersburgo 2007, las negras quedaron muy bien.

8 . . . e5 9.ds e4 10.l!Jd4 Retroceder es inferior: 10. t!Jfdz t!Jes

ll.t!Jc3 ixez 12.Wxe2 id6; Loeffler-Liardet, Cannes 2000, y las negras están bien. Aquí te­nemos algunas variantes de ejemplo: 13.ixa7 t!Jf3+ 14.l!Jxf3 exf3 15.Wxf3 Wxf3 16.gxf3 b6; o 13.c5 t!Jf3+! 14.gxf3 (14.l!Jxf3?! exf3 15.Wxf3 Wxf3 16.gxf3 i.es era peor) 14 ... ixh2+ lS.i>xhz Whs+; con jaque perpetuo en hs/g6.

lO ... étJxd4 1 L.ixd4 (D) 11.i.xg4? solo pasa la iniciativa a las ne­

gras: ll...t!Jxg4 12.�xd4 �d6; Vogt-Liardet, Suiza 1999.

11.. . .id6 12.ébc3 Yo calificaría las posibilidades de las blan­

cas como superiores. Por ejemplo después de: 1Z ... ib3!?, el sacrificio de calidad 13.t!Jbs es prometedor: 13 ... Wgs 14.l!Jxa7+ <J?bs 15.g3 ixf1 16.�1.

D4c) 7.tLlbd2 (D)

La textual parece una alternativa segura a la jugada principal, 7.0-0. 7 ... Wifs! (D)

Dirigido contra 8.c4 seguido de 9.ds. Veamos por qué este movimiento profiláctico es aquí la mejor réplica pasando revista a las otras opciones: a) 7 ... es, b) 7 ... �hs y e) 7 ...

e6.

48 juegue la Escandinava

a) 7 ... e5? La reacción central natural, pero aquí no resuelve los problemas de apertura de las negras: 8.c4 �as 9.ds ixf3 (9 ... e4 no es ninguna mejora: 10.tLlgsl ixe2 11.�xe2 tLles 12.0-0. El peón e4 caerá, con lo que las blancas están mucho mejor) 10.ixf3 La posición actual se obtuvo en Bruzón-Ribeiro, Cienfuegos 1997. Ahora lo menos malo era 10 ... tLld4 dejando a las blancas con una agradable alternativa entre 11.0-0 y 1l.ixd4 exd4 12.0-0.

b) 7 . . . �hs?! (Como en la línea principal, 7.0-0 '!Whs, redistribuir la dama a hs no es sa­tisfactorio) 8.c4 (Después de 8.h3 las negras trataron de desviarse de manera artificial me­diante 8 ... e5 9.0-0 en J. Gonzales-R. Antonio, Quezon City 2001, aunque pronto obtuvieron una desastrosa posición: 8 ... g5?! 9.c4 tLld7 10.c5 tLldb8 11.'!Wa4±) 8...e5 9.d5 tLle7 (o 9 ... tLld4 10. tLlxd4 exd4 n.ixg4+ tLlxg4 12.ixd4 y las negras no tuvieron suficiente compensación en la partida Morozevich-Rogers, Bundesliga 1999) 10.ixa7 Y como tras 10 ... b6?! 1l.c5 �b7 12. '!Wa4 los días para el rey negro están conta­dos, Wahls concluye justamente que el blanco queda mucho mejor.

e) 7 ... e6 8.h3 (8.0-0!?) 8 ... ih5 9.c4 [9.0-0 podría dejar a las negras más esperanzas de encontrar actividad preparando el avance g5: 9 ... h6 (Antonio-Laylo, Quezon City 2001) o 9 ... �g8 Zagrebelny-Mevel, Cappelle la Grande 2006] 9 ... '!Wd7 10.a3 h6 1l.b4; J. Gonzales-La­ylo, Quezon City 2001; las blancas van bien en su asalto contra el rey enemigo.

8.0-0 En Kolev-Laylo, Chicago 2008, el GM búl­

garo experimentó con 8.c4, pero después de la reacción estándar, 8 ... e5 9.dxe5 tLlxe5 10. �a4 a6 no obtuvo absolutamente nada. 8 ... e5

La más exótica 8 ... h5!? 9. tLlc4 (9.id3!?) 9 ... e6 10.c3 tLl d5 (Solak-Vukovic, Herceg No vi 2001) también merece atención. 9.lüxe5

Si las blancas desean mantener la partida más viva entonces 9.c3 es la jugada. 9 ... e4?! (Yo prefiero la más dinámica 9 ... exd4!) 10.tLlg5 y ahora, 10 ... id6 fue la continuación de Ne­vednichy-Laylo, San Marino 2006. En este mo­mento parece que las blancas podrían haber­se asegurado ventaja con: 11.tLldxe4! ixh2+ 12.�xh2 ixe2 13.�xe2 tLlxe4 14.tLlxf7 �xf7 15. '!Wg4+, o 14 ... tLlxc3 15. �f3 �xf3 16.gxf3 tLlds. Las negras tienen obvias compensacio­nes por la calidad, en forma de un excelente caballo en d5 y los peones blancos doblados, pero ¿son suficientes para mantener el final? Si no, las negras deberían probablemente que recurrir a: lO ... ixeZ n.'!Wxe2 �d7, donde la línea crítica debería ser 12.f3 exf3 13.tLldxf3 �g4 14.h3 '!Wg3. 9 ... lüxe5 lO.dxeS hez ll.'?Nxe2 '?Nxe5 (D)

Ni Hua-Smerdon, WCh UZO, Goa 2002. Se han cambiado dos piezas menores y la

estructura de peones es nuevamente simétri­ca. La posición está nivelada.

Capítulo 3: 2.exd5 Wixds: las blancas evitan 3.lüc3 49

E) 6.c4 (D) En esta posición 6 .. .'!!�d7?! es demasiado

pasiva. Tras: 7.d5 �xf3 8 . .\txf3 lües, las blan­cas eligieron acertadamente el sacrificio de un peón para obtener la iniciativa en Becerra Rivero-Sarkar, Stillwater 2007: 9.0-0! lt:lxc4 10.lt:lc3 lLlf6 11. 'ªe2 lLld6 12.ie3 <i!?bs 13.a4 y llega 14.lLlbs.

Examinaremos más en detalle las otras opciones de la dama negra, El) 6 ... §'hs, EZ) 6 ... Va5+ y E3) 6 ... �fs.

El) 6 ... Wihs?! 7 .ie3 es s.ds e4 Para 8 ... lLlf6 9.lLlbd2, ver la línea D4c,

6.3l.e3 lLlf6 7.lLlbd2. 9.lLlgs ixe2 10.�xe2 'ªxe2+ ll.�xe2 lües 12.lüd2 !!es 13.Eihcl (D)

13 ... h6?! 13 .. .f5 evita perder un peón, pero inclu­

so así el final continua siendo favorable a las blancas tras: 14.id4 lt:lh6 15.lLle6 ltJhf7 16.f3.

14.lügxe4 fs 15.lüg3 f4 16.M4 lüxc4+ 17.lüde4 (D)

Esta postc1on se alcanzó en Guseinov­Stefanova, Dubái 1999, pero el orden de jugadas fue: l.e4 ds 2.exd5 Wxds 3.d4 tLlc6 4./tJf3 ig4 5.c4 'ªhs (5 .. . §' a5+!) etc. Esto puede explicar por qué las negras eligieron la dudosa 6 ... 'ªhs y aterrizaron en una posición inferior.

E2) 6 ... �a5+ 7.tbc3?! 7.id2! 'ªfs 8.3l.e3 transpone a 6 ... 'ªfs. Sa­

crificar el peón central, como en Barrio Pare­ja-Tiviakov, El Sauzal (Rápida) 2008, parece un poco optimista 7 ... M3 8.i.xf3 tüxd4 9.0-0 tbf6 10.i.e3 tbxf3+

Prefiero 10 ... e5!, ya que como se demostró, la continuación de la partida es bastante peli­grosa para las negras. ll.�xf3 e6 12.tbb5 a6 13.b4 1Wa4 14.tba7+ �b8 15.b5 (D)

50 juegue la Escandinava

15 .. JM3 Quizás 15 ... \Wxc4. Abrir nuevas líneas

frente al rey resulta, por supuesto arriesgado, pero las negras habrían logrado una útil casi­lla avanzada en ds. 16J�ab1 .ics 17.bxa6

No está claro si las blancas habrían obteni­do más posibilidades después de 17.ltlc6+ �c8 (no 17 ... bxc6?? 18. \Wxc6, con amenazas decisi­vas) 18.ltles ga3 19J�fdl. 1 7 ... 'ª'xa6 18.l0c6+ �c8 19.l0es �a3 zo.'ª'g3 lOes 21.lO:xf7

La posición es compleja. Finalmente las negras ganaron tras: 21...�f8 22.!0gs i.xe3 23.fxe3 �xf1+ 24.�xf1 'ª'xc4 25.'ª'f2 �xa2 26.'ª'f8 'ª'c6 27.e4 b6 28.l0f7 'ª'eS+ 29.VUxc5 bxcs 30.�c1 h6 31.�xc5 �d7 32.l0e5+ �d6 33.�bs �a4 34.l0f7+ �e7 3S.l0es �xe4 36.l0f3 l0d6 37.�b1 gc4 0-1

E3) 6 ... 'ª'fs 7 . .ie3 hf3 (D)

Introduciéndonos en lo que hoy en día se considera la línea principal tras 6.c4. Otras al­ternativas son:

a) 7 ... e5!? 8.d5 lüf6 9.lüc3 (9.0-0 transpo­ne a 6 . .ie3 ltlf6 7.c4 \Wfs, mientras que des­pués de 9.ltlbd2 las negras tienen 9 ... ltlb4) 9 ... a6 (9 ... e4 es también interesante y lo mismo va por: 9 ... .ixf3 10 . .ixf3 ltld4 ll . .ixd4 exd4 12.%Vxd4 eS o 12 ... ge8+; las negras tienen una decente compensación por el peón) lO.ltlh4 Whs ll.il.xg4+ ltlxg4 12.h3 'ªxh4 13.Wxg4+

�xg4 14.hxg4. Todo esto se jugó en Nguyen Ngoc Truong Son-Czebe, Budapest 2007. Aho­ra, en lugar de 14 ... ltlb8 1S.ltle4, las negras de­berían haber probado 14 ... ltlas 1S.b3 bs, con idea de: 16.cxbs .ib4 17 . .id2 axbs.

b) 7 ... ltlf6 8.ltlbd2 e6 (Una alternativa válida a la usual 8 ... e5) 9.a3 (Puede ser, sen­cillamente, 9.0-0) 9 ... ltle4 (La muy creativa 9 ... �hs?! no obtuvo el resultado necesario en la partida Borisek-Nevednichy, Nova Gorica 2007. Después de 10.h3! ig6 11.gcl las negras solo habrían conseguido perder tiempos. Des­pués probaron: ll...hS 12.b4 h4 13.Wa4 ltld7 14.bS ltlb6 1S. \Wb3 ltle7 16.a4; las blancas se habrían expandido con éxito y continuaron asf hasta ganar) 10.h3 ixf3 ll.ltlxf3 ics 12.0-0 (12.1!Nd3 no habría rechazado la amenaza del rival: 12 ... ltlxd4 13.ltlxd4 ixd4 14.ixd4 es 1S.f3 ltlg3! 16.%Vxfs exfs) 12 ... ltlxd4 13.ltlxd4 ixd4 14.il.xd4 eS 1S.ig4 %Vgs y ahora, en lu­gar de, 16.1JNa4? cxd4 17. '?9xa7 (Spraggett-Mu­ñoz Pantoja, El Sauzal rápida 2006) que no está claro tras 17 .. . %Vcs! Las blancas podrían haber obtenido una ventaja pequeña y sin riesgo mediante: 16.Wf3 gxd4 17.�xf7. 8 . .bf3 (D)

8 ... �xd4! Este pseudo-sacrificio es la razón por la

que las negras ceden voluntariamente su pa­reja de alfiles. 9.hd4

9.ig4 representa una alternativa decente: 9 ... ltlc2+ 10. Wxc2 'ªxg4 11.0-0 e6 (ll ... a6? solo

Capítulo 3: 2.exd5 Wfxd5: las blancas evitan 3.lt:\c3 51

proporciona un objetivo a las blancas, 12.b4 t

Timofeev-Ovetchkin, Krasnoyarsk 2007. Ade­más de ll ... e6, las negras también pueden ju­gar 11...lt:lh6;y ll...�g6 12.�a4 V9a6 13.Wfxa6 bxa6 14 . .ixa7 e6). Ahora 12.ixa7 parece erró­nea: 12 ... b6 13.a4 �fs 14.�xfs (14.�c3 ics!, amenazando la terrible 15 ... Wfxf2+) 14 ... exfs 15.a5 �b7 16.axb6 cxb6 con una gran ventaja negra, por ejemplo: 17.lt:lc3 �d2 18.lt:lbs lt:lf6 19.�fd1 �xdl+ 20.�xd1 icS-+. 9 .. . Wfe6+ lO.i.ez (D)

E3a) 10 ... c5 Se probó enjurkovic-Nevedníchy, Bizovac

2008, y demostró ser una opción segura. ll.tLlc3

Las blancas pueden forzar tablas con ll.�a4! (D) pero no creo que puedan esperar más.

1l...cxd4 12.�xa7 lt:lh6! [Pero no 12 ... d3? 13.lt:lc3 dxe2 (13 ... lt:lf6 14.0-0-0!) 14.�a8+ �d7 15.�xb7+ �e8 16.lt:lds �c8 17.lt:lc7+ �xc7 18. Wfxc7 y solo el blanco tiene posibili-

dades de victoria] 13.lt:la3 d3 14.�a8+ (En el caso de 14.0-0, las negras tienen que elegir en­tre: 14 ... �a6, 14 ... dxe2 y 14...\Wxe2) 14...�c7 1S.lt:lb5+ (D)

15 ... �c6 16.lt:la7+ �c7 17.lt:lbS+=. ll...cxd4 12.tt:Jds Wfd6 13.'�xd4 e6 14.Wxa7 exds 15.c5

Las negras se decidieron por lo seguro, pero podrían haberse protegido la espalda con, por ejemplo, 15 ... Wfe7.

15 ... Wfxc5 16.Wxc5+ hes 17Jkl b6 18.b4=

E3b) 10 ... Wie4 11.0-0 O bien n.lt:lc3!? �xd4 12. Wic2 e6 13.0-0

�es. Como en la mayoría de las líneas, las blancas llevan la delantera en el desarrollo a cambio del peón. Deben actuar rápidamente si no quieren ver evaporarse la compensación. ll ... Wxd4 12.Wia4 e6

12... �xbz?? 13. �xa7 es un suicidio. 13.tLlc3 (D)

52 juegue la Escandinava

E3b1) 13 ... lüf6 14.lübs?! (D) zs.c6 ghds 26.V9f3 �bs 27.ha6 1-0 Este agresivo salto de caballo se vio en

Vuckovic-Milanovic, Belgrado 2006. Objeti­vamente 14J!fdl '1Wb6 15.:Sxd8+ (15.b4!?) o 15 ... c;t>xds 16.b4 debería ser mejor, pero el ata­que blanco fue coronado con éxito en la men­cionada partida.

14 ... V9b6 15.b4 c6 16.c5 cxbs 17 . .ixbs V9c7 18.l'xa7 lüds 19.E!fc1 �bs 20.I'a4 lüc7 21..ie2 §'as zz.V9b3 .ie7 23.a4 (D)

23 ... gd4?! De momento las negras se habían defendi­

do bien. Aquí tendrían que haber continuado con 23 ... :Sd2! 24.!f3 ghds. A pesar de alguna incomodidad, su dama está notablemente fue­ra de lugar; la ventaja material debería otor­gar la diferencia a largo plazo. 24.a5 lüa6??

Después de este disparate la partida está acabada. Por el contrario, tras 24 ... :Shd8, esta­ba todo por jugar.

E3b2) 13 ... V9b6 Una jugada ensayada en Brandenburg­

Tiviakov, Hilversum 2008. 14J�adl gxdl lSJ�xdl éiJf6 (D)

16.b4! .ixb4 17.gb1 as 18.a3 .ixc3 19.�b6 cxb6 20.c5 bxcs

Las blancas decidieron acabar la partida con un jaque perpetuo mediante 2l.�a6 bxa6 22. '%ic6+ c;t>bs 23. '%ib6+.

En su lugar, el GM Leonid Kritz sugirió que las blancas podrían continuar con 2Lif31 en sus análisis para Chessbase, que se reprodu­cen aquí parcialmente: 2L.if3! gds

21...lL!ds 22.!xds exds 23.'%ig4+ fs (23 ... c;t>bs?? 24.'%ig3++-; 23 ... �d8?? 24.'%ig3+-) 24. '%ixfs+ c;t>bs 25. '%ixds id4 26. �fl (D)

Kritz cree en una clara ventaja blanca, y este es el único punto en el que estoy en des­acuerdo con él. No creo que las negras deban

Capítulo 3: 2.exd5 W!xd5: las blancas evítan 3.ltJc3 53

estar mucho peor, y no sé, incluso, sí esta po­sición es más dura que la que resulta de la lí­nea principal de Kritz tras 27. �xh7. 22.\Wbs ltJds 23.\WxcS+ 'it>bs 24.g3! b6 zs.W!bs 'it>b7 Z6.Wid3 if6 27.\Wxh7 (D)

Las blancas están ligeramente mejor y pueden continuar jugando sin riesgo.

E3b3) 1 3 ... id6 Desarrollar el alfil es aquí la mejor opción,

especialmente porque a menudo un posterior ... �es ganará un tiempo. 14.ttlbs (D)

14J!fdl �es 1S.g3 (D)

a) 1S ... a6? Es ahora un serio error. 16.�acl [16.cS!? ixcS es lo menos malo. {16 ... �xcs?! 17.tt:\e4 �b6 18.etJxd6+ cxd6 19. �acl+ �b8 20.�d4 la actividad blanca es compensación más que suficiente por la pérdida de los dos peones, aunque no estoy seguro de que exis­ta una victoria forzada: 20 ... tt:\f6 21.�b4 �a7 22.�c6 -22.if3!? ds 23.�c6 <.t>as 24.�c7-

22... �e4!) 17.�xd8+ �xd8 18.�dl+ id619 . .if3 tt:\f6 20.ixb7. Las blancas vuelven a recoger su peón, pero tras 20 ... �e7, su ventaja no debería ser tan importante] 16 ... cs (o 16 ... tt:\f6 17.b4!) 17.if3 ltJe7 18.�b3 �d7 19.tt:\a4 (Robson-fi­gler, Boca Ratón 2008; la ventaja blanca es casi decisiva) 19 ... Wb8 20. tt:\b6 �hd8 21. ttJxd7+ �xd7 22.�a4 �c8 23.b4 tt:\fs .24.bxcs �xcs 2S.�bl tt:\d4 26.hb7+ �xb7 27. �xa6 1-0.

b) 1S . . . �b8! 16.tt:lbs (Si 16 . .if3, las negras tienen 16 ... c6 o 16 ... tt:\e7 17.tt:\b5 tt:\c8 18.�b3 etJb6 19.a4 �es) 16 ... a6 (Después de la codi­ciosa 16 ... �xe2? 17.�xa7+ �c8 18.�aS! es letal) 17.tt:\xd6 cxd6 18 . .if3 tt:\f6 (18 ... tt:le7!?) 19.�d3 etJd7? (Las negras deberían haber ce­rrado la diagonal con 19 ... d6-dS. En la partida Michna-Prie, San Sebastián 2009 pronto fue­ron cuesta abajo) 20J'!b3 tt:\cs 21.�b4 �d7 22.�e3 �f6 23.�dl �c8 24.�a3 �dds?! (El blanco está preparado para b4 y 24 ... es 2S.ig4 ltJe6 26.�xd6 definitivamente no era la solu­ción, pero 24 ... as podría ser todavía jugable) 2S.b4 etJd7 26.bs ttJcs 27.bxa6 lt:lxa6 28.ixb7 Wxb7 29.�b3+ �c7 30.�xa6 Las negras están abrasadas y solo un milagro les haría escapar. 30 ... �d7 31.�xd6+ We8 32.�bd3 �f8 33.�d7 �e8 34.�d6+ �g8 3S.cS �al+ 36.�dl �c3 37.�d8 hs 38J !xe8+ �xe8 39.�d7 l:!a8 40.c6 l:!xa2 41.c7 l:!c2 42.�e8+ �h7 43.�xf7 �es 44. �f3? y se acordaron las tablas. Todavía se debería haber probado 44.�d7 �el+ 45. �g2 � e4+ 46. Wff3.

54 juegue la Escandinava

14 ... %Ves 15.lLlxd6+ cxd6 16 . .if3 @bs 17 J�!fel %Ves 18.b4 V:Vc7!

Una mejora sobre 18 ... '?:Yxc4?! 19 . .ixb7l (Brunello-Prié, Arvier 2007) jugado algunas rondas antes. 19 ... tt'le7 y ahora, en lugar de 20.if3?!, el blanco podría haber ganado una clara ventaja con: 20 . .ia6! '.Wc6 21.b5 'ªb6 22Jiacl.

19J�acl tLle7 zoJ;e3 V:Vd7 21.%Vd1 gcs 22.c5 ghd8 23J�d3 V:Vc7

Las negras han digerido bien su peón extra y quedaron ligeramente mejor. D'Amore- Prié, Arvier 2007.

F) Líneas raras

En esta sección analizaremos: Fl) 3.d4 tt:lc6 4.tt:lf3 .ig4 s.c4?! F2) 3.tt:lf3 .ig4 4 . .ie2 tt:lc6 S.h3 F3) 3.tt:lf3 .ig4 4�e2 tt:lc6 S.l!k3

Las diversas variantes en las que las blan­cas desarrollan su caballo por c3 en la cuarta jugada se examinarán en la siguiente sección.

Fl) 3.d4 lLlc6 4.lLlf3 .ig4 5.c4?! (D)

s ... Was+! Atraer al alfil a d2 es útil para las negras,

ya que en algunas líneas d4 no estará cubierto. Por lo tanto, S ... 'ªfs es menos precisa, mien­tras que la acrobática S ... 'ªe4+ 6.ie3 ixf3 7.gxf3 \Wh4 8.ds o-o-o 9.tt:ld2 tt:ld4 (D) requie­re un análisis más profundo.

6.lLlc3?! Tras 6 . .id2 '?:Yfs! la posición es similar a

la línea principal 1.e4 ds 2.exds §'xds 3.tt:lf3 ig4 4.ie2 tt:lc6 S.d4 0-0-0 6.ie3, pero parece que las negras pueden apartarse favorable­mente de esa línea. Veamos cómo después de a) 7.ie3, b) 7 . .ic3 y e) 7 . .ie2.

a) 7 . .ie3 Ahora 7...0-0-0 entra en la línea principal, pero 7 ... e5 y 7 ... .ixf3 son más pro­metedoras.

b) 7.ic3 ixf3, o 7...0-0-0 8.ds es. e) 7.ie2 .ixf3 8.ixf3 tDxd4 9 . .ixb7 tt:lc2+

(9 ... :Sb8? es peor por: 10. '?9a4+ 'it>ds 11. '?9xa7 tt:lc2+ 12. @e2 y como se puede comprobar, las complicaciones favorecen al blanco) 10. @e2 tt:ld4+, y las negras tienen, al menos, las tablas en el bolsillo, mientras que después de 10. 'it>fl Vff d3+ es más bien el blanco quien corre pe­ligro: 11. @g1 (11. Vfie2 Vfixe2+ 12.<;t>xe2 :Sb8 13 . .ic6+ @ds 14 . .ic3 tt:lxa1 1SJ3dl + @cs. Las negras están con calidad de ventaja en el fi­nal) ll ... :Sb8 12 . .ic6+ Wd8 13.h4 tt:lxa1 14.:Sh3 '.Wd6 1S.ie4 tt:lf6. La posición está revuelta, pero son las blancas quienes deben probar su­ficiente compensación por la torre invertida. 6 ... 0-0-0 7.d5 e6 s.id2 exds 9.�xds i.b4 10.ie2

10.tt:lxb4 parece dar miedo, pero las blan­cas pueden esperar: 10 ... tt:lxb4 11. Vfib3 �hd2 (ll....ixf3!?) 12. @xd2 tt:le7. Las negras no tienen nada por la descubierta, así que traer refuerzos es lógico. 13. @el tt:lec6 14.a3 y aho­ra, después de: 14 ... :Sd8 15. Vfic3, o 14 ... ifs 15.'ªc3, o finalmente 14...l":1e8 1S . .id3, no existe nada decisivo.

Capítulo 3 : 2.exd5 Wfxd5: las blancas evitan 3. tDc3 55

10 ... hf3?! Esto echa a perder la mayor parte de la ven­

taja negra. Después de 10 ... .txd2+! 11. %'xd2 1!Nxd2+ 12.lDxd2 lDh6 (D), las blancas habrían sufrido.

11.i.:xf3 ixdZ+ 12.Wixdz WfxdZ+ 13.@xdz liJes 14.@c3 c6

Y se acordó el empate, ya que tras 15.lDe3 lDxf3 16.gxf3, no hay mucho para las negras.

FZ) 3.tDf3 ig4 4.iez lilc6 s.h3 ixf3 6.i.:xf3 ffeS+ 7.'Wie2 W!xe2+ 8.�xe2 lild4

También se juega 8...0-0-0. 9.id1 eS (D)

Las blancas tienen los dos alfiles a cambio de menos espacio. Estos dos aspectos deberían neutralizarse entre sí. 10.0-0 (10.c3!?) 10 ... 0-0-0 11.d3

ll.:gel es un poco más acertada, pero fun­damentalmente no cambia gran cosa: ll...f6 12.d3. 11...g6 12.f4 ih6 13.lila3 ixf4 14.hf4

e:xf4 1SJ!:xf4 fs 16.:gf1 tLlf6 17.c3 tLlc6 18.icz tLlds 19.gae1 ghes zo.@fz a6 21.gxe8 gxe8 zz.:ge1 gxe1 23.@xe1 'h-'h;

Beikert-Prié, Francia 1997.

F3) 3.tiJf3 ig4 4.iez ttJc6 s.'üc3 (D)

Aquí las negras deben abstenerse a reti­rar su dama a hs. En su lugar, la tradicional s ... lM! aS es jugable (y conducirá a posiciones tratadas en el capítulo 5), y lo mismo va para s ... Wd7. s ... 'Wid7

s ... '!Nhs 6.h3 o-o-o 7.0-0 i.xf3 [El sacrificio 7 ... lDf6? 8.hxg4 lDxg4 es erróneo. 9.d3 (Sim­plemente, no 9.lDh4? fs 10.g3 g5 ll.i.xg4 fxg4 12.lDg2 liJes 13.lDel :gd6). Las blancas amena­zan lO.i.f4 por ahora y después de 9 ... e6 o 9 ... es lO.lDe4 ganan] 8.ixf3. La pareja de alfiles otorga a la posición blanca una ligera ventaja. 6.0-0 0-0-0 (o 6 ... lDf6) 7.b4!? lilf6 8.a4?!

8.bs ixf3 9.i.xf3 lDd4 debería ser equili­brado. 8 ... ixf3 9.i.xf3

En la partida Guerra Bastida-Prié, San Se­bastián 2006, las negras decidieron que era hora de tomar en b4, ahora que el caballo ya puede ser repelido mediante a3. 9 ... ttJxb4 10.a5 e6

Las negras están mejor y al final ganaron. ll.a6 tbxa6 12.ia3 c6 13.hfs ghxfs 14.'\Wb1 ffc7 15.ie2 gxdz 16.gxa6 bxa6 17.'\Wb4 gd6 18.ixa6+ @d7 19.gb1 @e7 zo.Wfcs gbs 21.gd1 tild7 zz.'Wia3 es

56 juegue la Escandinava

23J�el 'ªb6 24.ifl m4 zs.Val <j}fg 26.tbe4 gds 27.c3 Vb6 28.Ac4 ges 29.Afl tLlf6 30.tbxf6 fu:el 31.tbxh7+ <j}gs 32.tbf6+ gxf6 33.Vxel as 34.'ªe4 Va7 35.h4 a4 36.h5 a3 37.h6 <j}fg 38.'ªf4 �e7 39.ic4 gbl+ 40.�h2 W/a4 0-1

Acabaremos este capítulo con una varian­te bastante provocativa, que invita a las blan­cas a decidirse por desarrollar rápidamente su caballo de dama, y veremos en su camino algunas desviaciones precoces de las que aún no hemos hablado.

G) 3.ltlf3 tbc6 (D)

En el caso de 3 ... lüf6 4.il.e2 o 4.d4, las ne­gras se han comprometido con el prematuro desarrollo de su caballo de rey. Como ya he­mos visto, otra disposición de piezas puede ser preferible en respuesta a la formación blanca c4-d4.

Si las negras no tienen objeción en alcan­zar la línea principal del presente capítulo, es sin lugar a dudas preferible la respuesta 3 ... lüc6, o en el caso de que las blancas jueguen 3.d4, y contra 3.lüf3, optar por 3 ... il.g4. En este caso, en efecto, 4.lüc3 no es un problema y lleva a un final igualado tras 4 ... 1!9 e6+ S.§' e2 V:i"xe2+ 6.il.xe2. Las negras tambjén pueden, tras 3 ... ig4 4.lik3 desviarse con 4 ... %Yas y, tras s.d4, preferir s ... lüc6, que traspone a l.e4 ds 2.exds '?Nxds 3.etJf3 tbc6 4.ltJc3 '?Nas s.d4 ig4 (con igualdad como veremos en esta sec-

ción) y 5 ... lüf6 nos lleva a l.e4 ds 2.exds §'xds 3.lüc3 �as 4.d4 iüf6 s.iüf3 .ig4, una variante ventajosa para las blancas (capítulo S, línea C). De todos modos con s.d4, las blancas general­mente prefieren s.ie2 o s.h3, transponiendo a las posiciones tratadas en el capítulo S. 4 ... tbc3

No está claro si las blancas pueden apro­vechar el orden de jugadas 3 ... lüc6!?. En efec­to, 4.d4 transpone a 3 ... ig4, y 4.c4?! es, como mínimo, poco convincente: 4 ... �a5 s.lüc3 y ahora, tanto ... es como ... .ifs están bien para las negras. 4 ... Wias (D)

Esta línea podría etiquetarse como "Va­riante Vlassov". Ciertamente, el maestro in­ternacional Nicolai Vlassov tiene una prolífica experiencia en esta extraña variante a la que a menudo se llega por el orden de jugadas l.e4 ds 2.exds V9xds 3.iüc3 V9aS 4.lüf3 iüc6.

Señalar que 4... 'i;Yhs?! está "refutada" por S. lO bs! que fuerza a 5 ... Wd8. Perder el dere­cho al enroque es, con diferencia, una desven­taja muy grande por los dos tiempos que ha pagado el blanco.

Las blancas deben realizar ahora una pri­mera elección crucial. En efecto, tanto s.d4 como s . .ibs parecen atractivas, pero parece que la primera hace que la ventaja se desva­nezca.

Gl) s.d4?! ig4 6.ibs

Capítulo 3: 2.exd5 Vfixd5: las blancas evitan 3. t[)c3 57

O 6.h3 .ixf3 (En el caso de 6 ... �hs?!, 7 . .ibs es problemático) 7.'efxf3 0-0-0 8.ie3 !Oxd4 9.ixd4 E:xd4 10.�xf7 !Of6 (D), con igualdad.

6 ... 0-0-0 7.hc6 bxc6 (D)

8.h3 Deshacerse de la clavada del alfil mediante

8. �d3 permite a las negras aprovecharse de otra clavada. 8 ... cs 9.ds !Of6 (o 9 ... e6!? 10.0-0 c4 11. �xc4 .ixf3 12.gx:f3 exds; Mastrovasilis­Vlassov, Varsovia 2008, con igualdad) 10.0-0 c4 11.�xc4 ixf3 12.gxf3 !OxdS=. 8 • . • Vf/h5

8 ... ihs?! es torpe después de 9.g4 �g6 10./0es;t; Hanasz-Sygulski, POL-chT 1987. Las blancas continuarán 11.�f3 y 12.�e3 con una iniciativa peligrosa. 9.ti'e2

9.�d3 es imprecisa en el sentido de que aumenta las posibilidades negras. 9 ... ixf3 10.gxf3 (D) y aquí, tanto 10 ... e6, como 10 ... es son buenas. Por ejemplo:

a) 10 ... e5 ll.ds !Oe7 12. �a6+!? [En lugar de 12.id2?! {Iordachescu-Vlassov, Moscú 199S) que llevó a una posición donde solo las negras tenían posibilidades de victoria: 12 ... cxds (12...tt:lxds!?) 13.�a6+ @bs 14.tt:lbs tOes 15. �c6 id6 16.0-0-0 \Wxf3 17.ie3 \We4 18.E:hg1 �c4 19.�xc4 dxc4 20.E:xg7 fs y así sucesivamente] 12 ... Wd7 13.dxc6+ !Oxc6 14.ie3 \Wxf3 1S.E:d1+ .id6 16.E:g1; Fischer­Porth, Alemania 1988. Es poco claro; ambos reyes tienen sus preocupaciones; (16.0-0!?).

b) 10 ... e6 1Lidz (1Lif4!?) ll...ti:le7 (Aquí, o en el siguiente movimiento, el traspaso de la dama, 11... �aS, era más seguro) 12.0-0-0 tt:lfs?! 13./0e41 E:xd4? (13 ... /0xd4? era igual­mente malo por 14.ie3 eS 15.\Wa6+, pero después de la correcta 13 ... 'tt>b7! no es seguro que las blancas puedan ganar de manera for­zada. 14.�b3+ 'it>c8 1S.�c4 \Wxf3 16./0gs �hs 17.\Wxc6 @bs. La posición negra es sospe­chosa y las blancas pueden obtener las tablas en cualquier momento, ¿pero tienen más?) 14.\Wa6++-; Losev-Vlasspv, Rusia 1999. 9 .. . �xf3 10.gxf3 e6 (D)

10 ... E:xd4? es demasiado codiciosa: n.ie3 E:d6 12./0e4 E:d5 13.�a6+ @d7 14.tt:lc5+ E:xcs lS.ixcs; Smikovski-Solodovnichenko, In­ternet 2004. Ya que 15 .. .'�xcs se tropezó con 16.0-0-0+ @e6 17.%Vc8+ y las blancas están ga­nando.

Por otro lado, 10 ... /0f6 es una opción vá­lida. 1l.�a6+ @d7 12.�d3 e6 13.id2 ib4 14.E:gl 1xc3 1S.ixc3 E:hg8 16.0-0-0 �bs 17.d5 'efxd3 18.dxe6+ @xe6 19.cxd3 (Asrian­Summerscale, úbeda 1999). Ahora, después de 19 ... E:d6 el final sería solo para tablas.

58 juegue la Escandinava

Las blancas han probado varias jugadas en la posición actual, pero ninguna de ellas pare­ce ofrecer ventaja: ll.lüe4

ll.il.d2 (Chehlov-Vlassov, Yalta 1995) 11 ... c;!lb7=.

1Lie3 ib4 12.0-0-0 ixc3 (o 12...�a5 13.gd3 �a6) 13.�a6+ @d7 14.bxc3 I!Je7 (Pieper-Vlassov, FIDE.com 2001). El sacrificio de peón, 14 ... �bs 15. �xa7 I!Je7 puede ser in­cluso mejor. Las negras instalarán su caballo en fs y solo deben tener cuidado con la ruptu­ra d4-d5 que abriría líneas. ll..J�xd4 12.!e3 WfaS+ 13.c3 (D)

13 ... ga4 14.0-0 14.b3?? gxe4 15.fxe4 %ixc3+ 16.@f1 �xa1+

17.@gz �eS-+. 14 ... �bs lS.�cz lüf6 16.b3 gas 17.b4 (17.lt:Jgs) 17 ... �a4 18.W/ez?

18.�b3 �xb3 19.axb3 !1xa1 20,gxa1 I!Jds habría sido equilibrado.

1s ... ghs 19.lüg3 gxh3! zo.<i!?gz gh4 Zl..igs (D)

21...lüds zz.gfdl h6!! Z3.�ds ghz+! o-1; Riff-Bauer, Suiza (tt) 2009. No era demasiado tarde para equivocarse:

23 ... hxgs?? 24.gas+-. Después de 23 ... ghz+ las blancas no tienen nada mejor que: 24.@xh2 hxgS+ 25. @g2 cxds lo cual es desastroso.

GZ) S • .ibs �d7 (D) S ... ig4?! se contestaría con la antipática

6.h3!

Nuevamente las blancas se encuentran en una encrucijada tras 5 ... id7. Mi impresión general es que las negras obtendrán sus posi­bilidades en todos los casos, excepto en la lí­nea principal, 6.d4. Examinaremos: G2a) 6.a3, G2b) 6.�e2, G2c) 6.0-0 y G2d) 6.d4.

GZa) 6.a3 0-0-0 7,gbl (D)

Capítulo 3: 2.exd5 Wixd5: las blancas evitan 3. ltJc3 59

7 ... ig4!? 8.b4 8.i.xc6 parece natural, pero si uno com­

para la posición que surge tras 8 ... bxc6 con la resultante después de s.d4 ig4 6.ibs o-o-o 6.�xc6 bxc6, las negras no deben temer nada. s ... Wfb6 9.iez

La secuencia 9.ixc6 �xc6 lO.tües ixd1 11.lüxc6 �xc2 12.lüxd8 @xd8 13.1'!b2 i.d3 deja a las negras con una bonita compensa­ción por su mínimo déficit material. 9 ... hf3 10.ix.f3 ltJd4=;

Kholmov-Vlassov, Varsovia 1991. Las blancas no tienen ataque en el flanco

de dama, y realmente tampoco pueden contar con su pareja de alfiles.

GZb) 6.W/ez (D)

6 ... a6!? 6...0-0-0 7.0-0 a6 (7 ... lüf6) 8.ixc6 (En el

caso de la inmediata 8.b4!?, las negras podrán probablemente abstenerse del cebo y jugar

8 ... �b6. Ciertamente, la sigui ente variante ilustra los peligros que afrontaría la captura: 8...�xb4?! 9.1'!bl �as 10.ixc6 ixc6 ll.lües ie8 12. �f3! �xes 13. Wxb7+ @d7 14.ia3 i!c8 1s.í'He1 �fs 16.lübs axbs 17.1'!xbs �xbs 18. \WxbS+. Las blancas deberían triunfar ya que las piezas de su rival están demasiado alejadas para ayudar a su monarca) 8 ... ixc6 9. tt:les i.es 10.b4 Wb6 11.1!e1 f6 12. lüc4 Wd4eo; Kruppa-Vlassov, Ucrania 1994. 7.ia4

O 7.ic4 ig4 8.ids tt:lf6 9.ixc6+ bxc6=; Galkin-Vlassov, Nóvgorod 1995. 7 ... 0-0-0 8.0-0 é2Jd4

8 ... tt:lf6!? 9.hd7+ :Sxd7 lO.ltJxd4 :Sxd4;

Saltaev-Vlassov, Moscú 1996. Con una ven­taja marginal para las blancas.

G2c) 6.0-0 (D) Ahora es cuando las negras tienen dónde

elegir. Aparte de la flexible 6...0-0-0, se han probado otras opciones.

GZcl) 6 ... 4Jf6 7 .d3 a6 s.ia4 Wihs?! Preparar la salida del if8 con 8 ... e6 era ló­

gico, pero probablemente las negras aún so­ñaban con i.d7-g4. 9.4Jez o-o-o lO.ttJg3 Wias ll.c3 ltJes 12.ixd7+ �fxd7 13.d4 ltJxf3+ 14.Wixf3 �f6 lS.:Sel e6

o 1s...�ds 16.Wez. 16J'&es Wib6 17 .b4;

60 juegue la Escandinava

Mueller-Gross, Alemania 1991. Las blancas tienen ventaja de espacio y algunas perspecti­vas de ataque en el flanco de dama.

G2c2) 6 ... e6?! Una jugada ensayada en Reti-Rubinstein,

Toeplitzer Schoenau 1922. No parece acerta­da, y la verdad es que las negras fueron rápi­damente cuesta abajo. 7.d4 �b4

7 ... 0-0-0 no resuelve los problemas: 8.�d2 a6 (Si 8 ... .ib4 9 . .id3, seguido de 10.a3, es mo­lesto) 9.�c4 Wb6 10.tt:la4 Wfa7 11.ie3 ¡La dama negra en a7 no presagia nada bueno! 8.Wd3 hc3 9.bxc3 a6 10.i.c4 tt:lge7 ll.l::i:bl .!:i:b8

En el caso de 11...0-0-0, la misma manio­bra de caballo, mirando es (12.lDgs), es des­agradable. 12.li:lgs VNfs 13.Wg3! VNxc2 14.�d3 Wxc3 (14 ... Wxa2 15. tt:le4 t) 15.tt:lxf7! ctJf5 16.ixf5 VNxg3 17 .fxg3 0-0

17 ... Wxf7 no era mejor: 18.i.xh7+ <!>es 19 . .ig6+ Wd8 20.E!f7 seguido de 21.�xg7 y los transeúntes del flanco de rey empiezan a mo­verse. 18.d5! exfs 19.dxc6

Las blancas están ganando, ya que tienen una pieza extra por solo dos peones.

G2c3) 6 ... a6 7.ixc6 ixc6 8.d4 (D)

s ... Whs

Después de 8 ... e6 9.tt:les .id6 (Deviatkin­Vlassov, Moscú 1999), las blancas podrían ha­berse asegurado cierta ventaja con 10. tt:lxc6 bxc6 11. W g4, pero 8 ... 0-0-0 era la correcta. 9.d5

9. tt:les! 'tVxdl lO.á:xd1 e6 11. tt:lxc6 bxc6:t. 9 ... 0-0-0 10.�f4 ixds n.li:les Wxdl 1 2 . .!3fxdl i.e6 13.tt:le4

Con tres piezas negras atascadas en sus ca­sillas originales la compensación por el peón sacrificado es suficiente. Tras la próxima ju­gada se vuelve abrumadora. 13 ... li:lh6?

13 ... E!xd1+ 14.E!xdl f6 15.tt:lcs ixa2oo era necesario. 14 . .!:i:xd8+ <!>xds 15.tt:lc5 <!>es 16J:i:dl tt:lfs 17 .tt:lxe6 fxe6 18 . .!3d7+-;

Felgaer-Vlassov, Moscú 2004.

G2c4) 6 ... 0-0-0 7 .a3 La partida Golubovic-Zelcic, Pula 1996,

continuó así: 7.�el e6 8.a3 tt:lf6 9.i.fl \Whs 10.d4 E!gs!? 11.i.e2 gs 12.ie3 (Capturar el peón con 12.tt:lxg5 era arriesgado, pero ju­gable. 12 ... Vffg6 13.g3 i.e8 14. tt:lf3oo) 12 ... g4 13.lLld2 id6 14.tt:lf1 lL!e7 (D) con un juego equilibrado.

7 ... a6 o 7 ... tt:lf6 8.E!b1 \Wb6 9.h3 e6 10.d3 tt:lds

11.id2 ie8 12.ic4 ti:ld4 13.b4 tt:lxc3 14.i.xc3 lL!xf3+ 15. \Wxf3 W!c6 16. W!xc6 Yz-Yz; Khalifman­Minasian, Ereván 1996. 8.b4 tt:lxb4 9.hd7+ .!:i:xd7 10.axb4 '\Wxal n.li:les li:lf6 12.'1We2 e6 13.li:lxd7 tt:lxd7

Capítulo 3: 2.exd5 V!i xds: las blancas evitan 3. tbc3 61

14.'We4 es lS.bxes tt:Jxes! 16.V!if4 V!ias 17.'Wxf7 'We7 18.V!ie8+ �ds 1 9.V!ihs 'Wd4

Esta posición parece igualada. Al final ga­naron las negras tras una excitante lucha: 20.Vfie8+ @e7 21.i.b2 V!ixdz 22Ji:dl �xcz 23.'�·ds+ <j;lc6 24.ial ªfs zs.i!bl bs 26.Vfie8+ @b6 27J�dl Vfif4 28.V!id8+ Vfie7 29.Vfid4 �e7 30.'1We3 gfg 31.g3 Vfie6 32.gel Wlf3 33.Wlel @b7 34.gbl tbd3 3S.V!ie4+ V!ixe4 36.tbxe4 tt:Jcs 37 ,gel tbxe4 38.gxe4 �f6 39.gf4 aS 40.g4 h6 41.h4 ie7 42.ge4 ixh4 43.�xg7 ggg 44.ixh6 �gs 4S.�xgs gxgs 46.@fl b4 47.@e2 gd5 48.ge3 @e6 49J��xe6+ @es so.ga6 @e4 Sl.ge6+ @bs sz.ges b3 S3.gbs+ @e4 S4.ge8+ @b4 ss.gbs+ @a3 s6.f4 bz S7.gs gd4 ss.g6 gxf4 s9.@dz gb4 60.gxb4 axb4 0-1;

Groszpeter-Vlassov, Passau 1994.

GZd) 6.d4 0-0-0 (D) 6 ... a6?! 7.ixc6! ixc6 8.0-0 transpondrá a

6...0-0-0. 6...lüf6 transpone a la línea 3.lüc3 1M! aS

4.d4 lüf6 s.lüf3 lüc6. Las negras han evitado 6.id2, pero por otro lado no podrán replicar a 6.ibs tt:le4 (o 6 ... lüds). Ahora, 7.ds es inte­resante pero complicada, mientras que 7.i.d2 0-0-0 8.a4 1Mlb6 9.ie3 parece molesto.

7.0-0 7.id2!? ig4 [7 ... a6?! 8.a4! (amenazan­

do 9.tt:lds) 8 ... 1M/b6 9.a5 1Mla7 10 . .ixc6 .ixc6 11.tt:les ie8 (11 ... \!f1xd4? no funciona. 12.lüxf7

�xg2 13.Eí:gl if3 14.1Mlxf3 1M/xd2+ 15.�fl y ganan) 12 . .ie3; con la dama negra expatriada en a7 las negras tienen evidentes problemas] 8.ixc6 bxc6 9.1Mle2. Las blancas han ganado un importante tiempo comparado con s.d4 ig4 6.ibs. Dicho esto, el lado negro conti­núa siendo completamente defendible tras 9...lLlf6. 7 ... a6?

7 ... lüf6! Esta es la única manera que veo para que la posición negra sea jugable. 8.id2 e6 (8 ... a6? 9.a4!) 9.a3 a6oo. 8 . .ixe6!

Los otros movimientos no impresionan. 8.ie2 es! 9.lüxes (O 9.ds y las negras dis­

ponen de 9 ... ie6 10.ic4 lüf6 n.tt:lgs h6!) 9 ... lüxes 10.dxe5 1M/xe5=.

8.ia4 e6; Gajsin-Solodovnichenko, In­ternet 2004. Este movimiento es mejor que 8 ... 1M/hs? 9.ds o 9.lüe4 b5 10.lüg3 \!f1g6 ll..ib3 ig4 12.c3 hs 13.h3 h4 (Balashov-Vlassov, Pas­sau 1994) y ahora 14.lüxh4! habría sido deci­siva, por ejemplo: 14 ... ixd1 15.lüxg6 ixb3 16.lüxh8 ids 17.lühs+-. El lüh8 habría sido rescatado, dejando a las blancas con una cali­dad y un peón de ventaja. s ... .be6 9.tbes .ies 10.b4! (D)

10 ... Vfib6 Capturar el peón parece muy arriesgado: 10 ... 1M/xb4 11.1Mlf3 1M/xd4 12.gb1 c6 13 . .if4

gs!? 14.ig3 ig7 15J�fdl .ixes 16.Eí:xd4 ixd4 17. WfS+ Eí:d7 18.lüe4. El material está iguala-

62 juegue la Escandinava

do, pero las piezas negras están muy mal si­tuadas para repeler el asalto. ll.�e3 e6

11...'ªxb4 es nuevamente errónea: 12.tLle4 e6 13.á:bl +-, seguido de 14. 'ªf3. 12J�b1 f6 (12...tüf6 13.'ªf3) 13.qjc4 'ªc6 14,qjas \Wxc3 15J�b3 ixb4 16J��xc3 hc3 (D)

17,qjxb7! �xb7 18.�bl+ �as 19.�b3 ixd4

19 ... 1as 20. 'ªa3, con la amenaza 21. 'ªfs que va a ganar toda una torre. zo . .bd4 ibs 21.c4 ic6 22.'1Wa3 ib7 23.\Wcs �bs 24.gbl �es zs.\Wa7 1-0;

Emms-Kristensen, Esbjerg 1996.

La línea principal de la "Variante Vlassov", l.e4 ds 2.exds §'xds 3.lüc3 §'as 4.lüf3 lüc6 s.1bs Ad7 6.d4 o-o-o parece errónea. No creo que las negras puedan realmente mejo­rar la partida Emms-Kristensen, donde fueron aplastadas. Queda 7.0-0 lüf6 s.idz e6, que po­dría ser jugable.

Conclusión:

l.e4 ds 2.exds 'Hfxds 3.d4, o 3.lüf3 en pri­mer lugar, para descartar 3 ... e5, es una alter­nativa bastante seria a 3.lüc3. Después de lo más usual, 3 ... lüc6 4.tLlf3 ig4 s.iez o-o-o,

ambos bandos tienen varias posibilidades para evitar la línea principal 6.c4 Wfs 7.ie3 ixf3 7.ixf3 lüxd4, que es bastante buena para las negras según el estado actual de la teoría. Las blancas pueden, por ejemplo, optar por la me­nos forzada 6.ie3, donde mi recomendación es la rara 6 ... lüh6. En su lugar, Ivanchuk eligió la más frecuente, 6 ... e5 en su partida rápida contra Leko (Mukachevo 2009) y rápidamente obtuvo una buena posición.

Las variantes secundarias, 3.lüf3 ig4 4.ie2 o 4.lüc3 pueden resultar molestas. Un final igualado puede entonces surgir tras 3.lüf3 ig4 4.ie2 lüc6 s.h3 ixf3 6.ixf3 'Hfe6+ 7. 'Hfe2 §'xe2+ 8 . .ixe2 o tras 4.lüc3 §'e6+ S. 'Hfe2 'Hfxe2+ 6.ixe2. En el segundo caso, las negras pueden estar en mejor situación para luchar y decidir así mantener las damas en el tablero, bien con 4 ... 'Uf as o 4 ... Wd7.

4. 3 .ét)c3 Wfas: las blancas juegan b4 o g3

3.ctJc3 'Was 4.b4/g3

El dudoso sacrificio l.e4 ds z.exds �xds 3.lDc3 �as 4.b4 y la tranquila l.e4 ds z.exds �xds 3.lDc3 V!! aS 4.g3 serán el tema del cuarto capítulo. Estas dos líneas marginales no las estudiaremos en profundidad desde el punto de vista teórico.

En el primer caso la razón es bastante obvia, ya que diremos que la compensación de las blancas por el peón sacrificado es insuficiente sobretodo contra la formación de las negras que incluye el fianchetto en el flanco de rey.

En el segundo, por otro lado, es apropiado un cierto conocimiento de lo que puede molestar a las negras. Aunque estas pueden igualar de varias maneras, deben sin embargo actuar con pre­cisión. Así, un desarrollo prematuro del ic8 se podría encontrar con el ataque b4, que esta vez no perdería material y aumentaría el alcance del .ig2. Las blancas también deben permanecer cautas porque en algunos casos la secuencia b4-bSxc6 se encontraría con la sencilla respuesta tl:lxc6, ayudando solamente a su rival a completar el desarrollo.

El plan de este capítulo será el siguiente: A) 4.b4 B) 4.g3: introducción C) 4.g3 g6 D) 4.g3 lDf6 s.igz: las negras juegan ... .ig4, ... tbc6 y ... 0-0-0

64 juegue la Escandinava

A) 4.b4?! (D)

Este gambito, que ocasionalmente se pro­bó en exhibiciones de simultáneas de Lasker o Capablanca, es estratégicamente infundado. Cierto que las blancas pueden activar su torre de dama por b1, y así poner obstáculos al desa­rrollo de su rival, pero no vale la pena por un peón. La posición de las negras no tiene debi­lidades y recogiendo el guante consiguen una cierta ventaja. Lo más notable es que ningún jugador con un ELO superior a los 2400 ha usa­do nunca este gambito en una partida clásica. 4 ... �xb4 5J�bl �d6 (D)

6.d4 a) 6.lilf3 viene a ser lo mismo. Las blan­

cas lo tienen difícil sin hacer un movimiento o el otro. Aquí tenemos dos ejemplos prácticos con esta posición. En el primero las negras di­gieren fríamente el material, pero solo ganan por un juego incorrecto de su oponente. En

el segundo, derivado de una partida rápida, su tratamiento menos sólido de la apertura debería haber dado como resultado una rá­pida derrota. 6 ... lilf6 7.d4 e6?! 8.ii.d3 a6 9.0-0 lilbd7 10J�e1 (10.ii.gs intentando ih4-g3, y quizás también tt:le4, merecía consideración) 10 ... .ie7 11. �e2 es (D)

12.ds!? [La alternativa 12 . .ia3! mantenía un cierto equilibrio dinámico. Las negras per­derían un tiempo para consolidar su posición y hacer valer su peón extra. Aquí tenemos un ejemplo de posibles continuaciones: 12 ... 0-0 13.lile4 �c7 14.dxc5 /üxe4 (En el caso de que las negras recapturen inmediatamente el peón e, un final lógico sería: 14 ... lLlxc5 1S.ixc5 ixc5 16.'üxf6+ gxf6 17.ixh7+ Q;>xh7 18.V9e4+ seguido de un jaque perpetuo en h4-g4, o g5, si las negras responden 18 .. .fs) 15. '!Wxe4 g6 16.c6! ixa3 17 .cxb7 Las blancas han restablecido la igualdad material y después de 17 .. J�b8, por ejemplo, la posición está nivelada] 12 ... /üxds [12 ... exds?? es visiblemente defectuosa. Des­pués de la secuencia forzada 13.if4 '.We6 14.\Wd1 Vfic6 15.tiJb51 (D)

Capítulo 4: 3.lt:lc3 W!aS: las blancas juegan 4.b4 o 4.g3 65

Capturar al caballo llevaría a la pérdida de la dama negra. En consecuencia las negras deberán renunciar al enroque corto y sufrir] 13.tLlxds \Wxds 14 . .ie4 Wfd6 [La codiciosa 14 ... \Wxa2?! era peligrosa. Después de 1S.if4 las negras deberían pensar en repatriar su dama, incluso posponiendo más el enroque. Ciertamente este movimiento comportaría costes materiales si se ejecuta inmediatamen­te: 15 ... 0-0?? 16.�a1 �b2 17.�eb1 \Wc3 18.id2 �f6 19.igs] 15.il.xb7?! [15.g3!, con idea de .if4, era más prometedora. En este caso, des­pués de la plausible 15 ... \Wc7 16.�dl .if6 (pla­neando responder a 17 . .if4 con ... es) 17.lt:.lgs las blancas disfrutarían de cierta iniciativa por los dos peones sacrificados] 1S ... ixb7 16.�xb7 �c6 17.�e4 \Wxe4 18.�xe4 tt:.\f6 (D)

19.�a4?? (Un terrible error, consideran­do que tras 19.�e1 la torre en la séptima fila habría asegurado un contrajuego adecuado) 19 ... 0-0-0; 0-1 Lendwai-Sommerbauer, Voits­berg 1995.

b) 6.ic4 lt:.lf6 7.lt:.lf3 a6 8.d4 bs?! 9 . .ib3 ib7 10.0-0 e6 11.�e1 ie7 12.tLlg5! (D)

12 ... ttJds (12 ... Wfc6? Es cierto que gana­ría una pieza, pero después de la obvia 13.d5 �xc3 14.dxe6 el monarca negro pasaría un mal rato) 13.tLlce4 �d7 14.�hs ixgs? (Debe­ría haberse jugado 14 ... g615. Wh6 tLlc616.ttJcs .ixcs 17.dxc5 0-0-0 con oportunidades mu­tuas) 15.tLlcs lt:.lf6 16.\Wxgs Wc6 17.ixe6? (17.tLlxe6! habría acabado el debate inme­diatamente) 17 ... 0-0 18 . .ib3 tLibd7 19.lt:.lxb7 fixb7 20.�g3; Nakamura-Har Zvi, ICC 2007. Las blancas tendrían que dar las gracias al par de alfiles y finalmente ganaron . 6 ... lt:lf6 7.ctJf3 a6 8.�d3 g6! (D)

Iniciando la mejor disposición de la es­tructura de las negras. Como hemos visto, las blancas parecen arreglárselas para igualar si su rival desarrolla su alfil a la casilla e7. 9.0-0 �g7

Seguido de 10 ... 0-0, tras lo cual las negras continuarán de acuerdo con la reacción de su rival, ya sea mediante ... tLlc6, ... es o ... bs. La compensación de las blancas por el peón sa­crificado es claramente insuficiente.

B) 4.g3: introducción

4.g3 El fianchetto del alfil constituye un trata­

miento original e interesante por parte de las blancas. Así, el primer jugador se ahorra es­tudiar un montón de teoría, mientras que se mantiene un juego rico. Ciertamente, los cam­bios iniciales de piezas y peones son raros en

66 juegue la Escandinava

este sistema, y cada bando puede desarrollar sus piezas según diferentes esquemas. Incluso si la disposición de las blancas no es de natu­raleza peligrosa, su flexibilidad les hace posi­ble obtener una cierta ventaja tras la apertura contra un oponente no preparado.

4.tlJge2, siguiendo el mismo objetivo, es precisamente menos flexible. Incluso, aun­que el caballo acabe aquí en la mayoría de las líneas después de 4.g3, a veces podría estar mejor situado en f3. Las negras pueden, por ejemplo, trasponer a nuestra partida estrella, Anand-Ivanchuk, mediante 4 ... tlJf6 S.g3 eS. 4 ... tbf6 s . .tgz (D)

BI) s ... es Una alternativa rara que ilustraremos

con la siguiente partida, Anand-Ivanchuk, Intel-GP Londres 1994. Si las negras desean jugar con ... es no es indispensable restringir el alcance del alfil de g2, mediante c6. Al con­trario, como la partida demostrará, puede re­sultar útil mantener la casilla c6 libre para el desarrollo del caballo de dama. 6.tl:Jge2

6.lLif3 implica dificultades para avanzar posteriormente el peón f, y no ofrece ninguna ventaja tangible. Vamos a recordar este co­mentario después de la octava jugada negra. 6 ... i.d6 7.0-0 0-0 8.d4 tlJc6 (D)

Las negras se han desarrollado de forma natural y no tienen ninguna preocupación en particular.

Aquí, la diferencia entre haber colocado el caballo en f3 en lugar de e2 en la sexta juga­da, podría aparecer en la variante 9.ds lLib4 (para 9 ... tt:lb8 y 9 ... tt:le7 ver la nota siguiente) 1 o .lLI h 4!? (Protege ds y amenaza 11. id2 segui­do de a3; en caso de lO.lLidz?, con idea de b3 o c4, 10 ... i.g4 resulta irritante). Sin embargo, después de 10 ... �g4 1l.�d2, ll...e4!? ofrece chances recíprocas. Tras la captura del peón e4, las negras pueden continuar con ... gae8, y habrían activado todas sus piezas a cambio de un simple peón. Además, el caballo de h4 y la dama en dz estarían mal situados.

9.�g5 9.ds lLibs (9 ... lLie7 10.i.gs i'.fs es también

jugable, pero permitir i.xf6 gxf6 no es del gusto de todos) 10.h3 .ifs n.g4 .ig6 12.lLig3 (La mejor manera de continuar con el asalto. La alternativa 12.f4 exf4 13.lLI.xf4 ges es infe­rior) 12 ... h6 (Un mal necesario, con el fin de rescatar al alfil de g6, pero las blancas pueden ahora abrir líneas en el flanco de rey) 13.h4 lLibd7 14.g5 hxgs lS.hxgs lLih7 (15 ... lLie8 me­rece consideración) 16.i.e4 fs 17.gxf6 gxf6 (Ambos reyes están expuestos, pero el exilio de la dama negra en as es un factor preocu­pante) 18.1!Ne2?! (Demasiado blando. ¿Porqué no acercarse al rey? 18.�g4! lilhf8 y ahora 19.igs o 19.tt:lhs i.xhs 20.'&xhs; en am­bos casos, la posición blanca es preferible) 18 ... �b4 19.i.d2 ixe4 20. �xe4 gaf8 21. �gz i.xc3 22.ixc3 �es (D)

Cap(tulo 4: 3.llJc3 W! aS: las blancas juegan 4.b4 o 4.g3 67

23.�b4?? [Este error pierde inmediata­mente la partida. Tras la correcta 23.f3 las blancas aún podrían defenderse: 23...lDg5! (o 23 .. Jif4 24. Wlg6 Wlxd5 25.�ad1 Wff7 26. \�hf7+ �8xf7 27.ltJe4 con una compensación más que decente por el peón) 24. Wlg4 �xf3 25. Wlxd7 (25. Wlxg5? falla por: 25 ... �f2+ 26.�xf2 �xf2+ 27. @h3 Wlxd5 28. Wld8+ -es necesario defender a la vez 28 ... Wle6+ y 28 ... Wlg2- 28 ... @f7 29.ltJe4 Wlxe4 30.W!xd7+ @gs 31.Wle8+ �fs 32.Wle6+ @h7 33.�g1 �f3+ 34.�g3 �fl 35J�xg7+ @xg7 36.ixe5+ @h7 37.Wle7+ @g6 38.V9g7+ @h5 39.Wlh8+ @g5 y, según el ordenador, las ne­gras tendrán éxito interponiendo su dama en g6 o h7, tras por ejemplo: 40.Y9d8+ @h6 41. Wlh8+ WfhH) 25 ... Y9e3 26. Wlg4 �f2+ 27.�xf2 �xf2+ 28. @h1 Wf3+ 29. Y9xf3 ltJxf3 30.ltJfl e4 (Amenazando e3-e2) 31.ib4 �xc2 32.d6 cxd6 33.ixd6 �xb2 Con tres peones por la pieza y el activo binomio torre+caballo, las negras no tienen nada que temer, pero no es seguro que puedan ganar] 23 ... �xf2+ 24. @h1 �b6 25.a:xf2 �xf2 26.ltJf5 Wlf6 27.ltJe7+ @f7 28.@g1 �f4 0-1; B. Lepelletier-Prié, Auxerre 1996. 9 ... exd4 10.i.xf6 dxc3 n . .txc3 W!hs

La posición está igualada y lo seguirá es­tando durante algunas jugadas más. Sin lugar a dudas la situación del match incitó al juga­dor hindú a tomar más riesgos. 12.llJf4 W!xd1 13J�axdl Ms 14.�d2 .hf4 15.gxf4 �ad8 16.�fdl?!

16.ixc6 con igualdad.

21.f5?? 21.ixe6 debería ser todavía suficiente

para compartir el punto. 21...l!Jgs zz.ig4 hfs-+

Gracias al doble en f3, si las blancas captu­ran el alfil, las negras ganan un segundo peón. El resto no es más que una cuestión de técni-ca. 23.ie2 ie4 24.ib8 a6 25.f4 llJe6 26.�f2 fs 27.�e3 h6 28.h4 gs 29.fxgs hxgs 30.h5 �g7 31.a4 �h6 32.a5 c!Llg7 33.�d4 c5+ 34. �xcs llJxhs 35. �b6 g4 �-�

Las bases de datos indican la partida como tablas. Probablemente este resuJtado era sufi-dente para Ivanchuk para clasificarse a la fase siguiente ya que las negras tienen la partida ganada.

B2) 5 ... c6 (D)

16 ... hc2 17 .�d8 �d8 18.a:xd8+ llJxd8 Esta réplica es la más frecuente en esta po-19.ie5 c6 20 . .th3 llJe6 (D) sición.

68 juegue la Escandinava

A continuación veremos la partida Sha­balov-Minasian, Nueva York 1998, donde se jugó l.e4 ds 2.exds �xds 3.lDc3 Was 4.ltJf3 lDf6 S.g3 c6, un orden de jugadas que hace que un rápido ... es sea menos apropiado que en la partida de referencia Anand-Ivanchuk. De hecho, los cambios centrales como resultado de d4 exd4 serían favorables a las blancas, lo que sin duda les permitiría obtener una ligera ventaja. 6.tt:lf3 ifs

El desarrollo de este alfil representa un paso más lejos representa, con 6 ... g6, otra op­ción válida. Tras un futuro h3, las negras debe­rán elegir entra la sólida ... ixf3, que concede la pareja de alfiles, y la más compleja ... .ihs. Veremos una muestra de lo que puede suce­der en ambos casos:

6 ... ig4 7.b4 (7.0-0 e6 8.h3 ixf3 9. Wxf3 ie7 10.a3 o-o nJib1 �c7 12.b4 a6 13.d3 ltJbd7 14..�f4 id6 15 . .id2 aS 16.Wle2 .ie7 17.f4 �fe8 18.g4 if8 19.�f3 (D)

Rozentalis-Khalifman, Alemania 1993. Las negras no tienen problemas a corto

plazo, pero en un futuro no hay que deses­timar a la pareja de alfiles) 7... Wlc7 8.0-0 e6 9.bs?! (9.É1b1 es más juiciosa) 9 ... a6! 10.bxc6 ltJxc6 11.h3 .ihs 12.ltJe2 id6 13.ib2 es 14.d4 0-0 1S.g4 ig6 16.dxes ltJxes 17.ltJxeS ixeS 18.ixes �xeS; Baklan-Gelashvili, Batumi 2002. Las negras están un poco mejor debido a que el enroque rival está debilitado. Tras 19.ixb7 É1ad8 recupera el peón. 7.b4!? V9c7 8.0-0 e6 9.gbl i.e7 IO.b5 0-0

ll.d3 lLlbd7? La causa de los próximos problemas.

· Tras lo mejor, ll ... a6, en realidad el avance b6 no era de temer, y una continuación posible sería entonces: 12.b6 \Wd8 13.if4 aS 14.ic7 Wcs 1S.lDd4 ig6 seguido de 16 ... lLia6. Si las blancas protegen su peon con 12.a4, entonces las negras como mínimo pueden embarcarse en la variante de la partida sin tener que pre­ocuparse por ltJbs. 12.bxc6 bxc6 13.tt.Jd4 ig4 14.V9el tt.Jds (D)

lS.ttJxdS?! lS.ixds! habría refutado la tentativa ri­

val de enturbiar las aguas, como indicó el GM Karsten Mueller en Chessbase: lS ... cxds 16.lDxds exds 17.�xe7 É1fe8 18.if4. A pesar de la desaparición del ig2 la compensación por el peón sacrificado es insuficiente. 15 ... cxd5 16.h3

Probablemente Shabalov no vio o subesti­mó la siguiente jugada de las negras.

Todavía había un camino para mantener una ventaja sin riesgos: 16.ixds! B:ab8 (16 ... exds transpone a lS.ixds) 17J::Xxb8 [Lo más seguro, ya que 17.if4 lleva de nuevo a com­plicaciones: 17 ... \Wcs 18.É1xb8 (Tras 18.ixb8? Wxd4 los dos alfiles están colgando) 18 ... lDxb8 19.ixe6 (O bien 19.lDxe6 �xds 20.ltJxf8 lDc6 con una posición compleja) 19 ... ixe6 20.ltJxe6 fxe6 21. Wxe6+ @h8; con tres peones por el la­mentable lDb8 las blancas no están peor, pero es necesario actuar con rapidez antes de que

Capítulo 4: 3.lLlc3 WfaS: las blancas juegan 4.b4 o 4.g3 69

llegue ... lLlc6-d4. Por lo tanto lo más pruden­te puede ser: 22.d4 l&c8 23.1&xe7 �xf4 24.gxf4 1& g4+ con tablas por jaque continuo] 17 ... lLlxb8 18.ig2 es. El gran maestro alemán deja aquí sus análisis, con la afirmación de que las ne­gras tienen suficiente contrajuego. Parece, de hecho, que tras 19. \We4! exd4 20. \Wxg4 Wxc2 21.'1Wxd4 Wxa2 22.ie3, seguido de ids-E:c1, las piezas blancas están mucho más activas. Las negras podrían sobrevivir, pero no sin su­frir un poco más. 16 ... if6! 17 .lLlbs Wfxcz 18.�a3 Wfxaz 19.hxg4 gfc8 (D)

Las negras sólo poseen dos peones por una pieza, pero las fuerzas enemigas carecen de coordinación y su horizonte es limitado. En concreto, el lLla3 y igz, están muy restringi­dos en sus movimientos. zo.'&as?!

Un poco aventurada. Las blancas habrían conservado una lige­

ra ventaja, con o sin las damas, a través de 20.'�e3!?; o 20.Wd2 Wxd2 2Lixd2. En este segundo caso habría sido posible movilizar todos los peones como muestra la variante: 21...lLles 22.g5 ie7 23.d4 lLlc6 24.l!Jc2; aunque concretar la ventaja sea una ardua tarea, las blancas están en el lado bueno para las tablas. zo .. .ébcs 21.gs .tes zz.i.e3?! lLlxd3 23J;fdl i.c3!

23 ... E:c3 24.E:a1 Wbz es confuso. 24.'&a6 lt:\b4 zs.'&a4 as 26J�b3?!

La más armoniosa 26.E:bcl era mejor, ya que 26 ... i.b2 27.E:xc8+ E:xc8 28.1.&d7 favorece a las blancas. 26 ... lt:\cz 27 Jkl?

Ahora se equivocan las blancas. La más tenaz 27.gdbl lLlxe3 28.fxe3 ib4 29.ifl deja algo de esperanza. 27 ... lt:\xe3 28.fxe3

28.E:bxc3? E:xc3 29.E:xc3 '1Wa1+ gana. zs ... '&dz 29.gcz '&xe3+ 3o.@hz Wfes 31.Wlg4 i.b4 32.gez Wfd6 33.lt:\bs '&b6 34.lLla3 ik3 3S.gxc3 hc3 36.'&f3 gcs 37.gcz (D)

37 ... gc7?? Un terrible error en los apuros de tiempo,

cuando 37 ... '1Wb3 38.E:f2 E:c7 39.lt.'lcz a4 era ga­nador. 38.if1??

¡Pero las blancas devuelven el favor! 38.E:xc3 habría ganado una pieza por nada con ventaja decisiva. 38 ... i.d4 39.lLlc4 Wfb4 40J;dz gxc4 0-1

C) 4.g3 g6 Las negras también han experimentado

dos respuestas más exóticas, aunque solo en pocas ocasiones.

La agresiva 4 ••• hs?! parece inapropiada con toda la armada negra aún en los puestos de salida. s.tt:Jf3 lLlc6 6.i.g2 h4 La continua­ción lógica, pero las negras jamás tendrán su­ficiente a cambio del peón. 7.l2Jxh4 gS 8.lLlf3

70 juegue la Escandinava

ih3 9.ixh3 :Hxh3 10.d3 Tras este sencillo movimiento, cubriendo incluso gs, el plan negro se muestra dudoso. 10 ... g4 ll.tLlgl �hs 12.tLlxh3 �xh3 13.i.e3 �g2 14.<!>d2! Van der Wiei-Saptarshi, VUssingen 2006. Las blancas están claramente mejor y continuaron hasta la victoria: 14 ... ih6 15.1xh6 tt::lxh6 16. V9fl �f3 17.:He1 o-o-o 18.<it>c1 tLld4 19.:Hxe7 bs 20.:He4 b4 21.:Hxd4 :Hxd4 22.tLle2 :Hds 23.ltlf4 :Has 24.�b1 �c6 25.�g2 �a4 26.�a8+ 'i!?d7 27.:He1 �xa2+ 28.�cl �al+ 29.�d2 �xb2 30.ltlds tLlfs 31.V9e8+ �d6 32 .'�d8+ 'i!?cs 33.V9xc7+ 'i!?bs 34.1l9c4+ 1-0.

4 ... id7!? Por el contrario, esto parece una idea muy razonable; las negras quieren neutra­lizar el ig2 de inmediato. Veremos el princi­pal inconveniente de este concepto en la par­tida Caruana-Muñoz Pantoja, Badalona 2006: s.ig2 ic6 6.ltlf3 lüf6 7.0-0 e6 8.a3! La manera adecuada de proceder. La dama negra no podrá retirarse cómodamente a c7 después de ... c6, y, a la vez, el peón b desalojará al alfil de casillas blancas. 8 ... tLlbd7 9.:Hb1 V9hs 10.b4 (D)

10 ... 0-0-0?! [Este movimiento no cuestio­na la superioridad de las blancas. En su lugar 10 ... a6 ll.a4 ltlg4 ofrece, en mi opinión, más oportunidades para igualar. 12.h3 (o 12.:He1!? ltldes 13.tLlh4 hg2 14.'i!?xg2 ltlg6) 12 ... lüges 13.tLlxe5 V9xdl 14.:Hxdl (14.ixc6?! �xfl+ 15. 'i!?xf1 bxc6 16.ltlxc6 las blancas tienen un peón y algo de compensación posicional a cambio, pero ciertamente no pueden recla­mar ninguna ventaja) 14 ... tLlxe5 15.d4 1xg2 16. �xg2 ltlc4 y las negras están bien en el

final] ll.d3 id6 12.h3 i.xf3 13. �xf3 V9xf3 14.i.xf3. Las blancas tienen la pareja de alfiles y una ligera ventaja sin riesgos. Más adelante jugaron mejor que su rival para ganar el pun­to. 14 ... ie5 1S.id2 h5 16.:Hfel g5 17.ig2 :Hhg8 18.a4 h4 19.g4 �de8 zo.as if4 Zl.ie3 ixe3 zz.fxe3 :Hgfs 23.ltlbs a6 24.ltld4 c6 25.c4 ltles 26.:Hfl ltlfd7 27.ie4 es 28.lüf3 fs 49.ttJxes fxe4 30.tLlxd7 �xd7 31.dxe4 :Hxfl+ 32.�:xfl 'i!?d6 33.bxc5+ 'i!?es 34.:Hxb7 :Hes 3S.:Hg7 <it>f6 36.l::ta7 :Hxcs 37.:Hxa6 !lxc4 38.:Hb6 <it>es 3'9. <;!tez ,lla;t 40.a6 :Hal 41. �d3 !la3+ 42. 'i!?c4 mxe4 43.�6+ �f3 44.e4 'i!?g3 4S.!lb6 !la4+ 46. mb\s :Hal 47.e5 �xh3 48.e6 �bl+ 49. �c6 �el SO. 'i!?b7 'i!?xg4 51.a7 h3 52.a8V9 h2 53.:1:¡b4+ 1-0.

s . .ig2 ig7 6.tbge2 En caso de 6.d4 tLlf6 7. tLlf3 las negras cuen­

tan con una interesante opción, 7 ... lüe4!? a su disposición, como en la partida Schmittdiei­Wahls, Gladenbach 1997, que continuó 8.0-0 tLlxc3 9. V9dz tLlc6 10. �xc3 W/xc3 ll.bxc3 ifs 12. llJe1 lüas 13.ltld3 o-o-o (D)

Cap(tulo 4: 3.lDc3 Wfa5: las blancas juegan 4.b4 o 4.g3 71

(Objetivamente este final debería estar equilibrado, pero los peones doblados del blanco le fuerzan a buscar recursos dinámi­cos. Para evitar que haya cualquier inconve­niente se puede empezar con 6.lü f3 lü f6 7.0-0) 14J3bl b6 15Jlel llhe8 16.h3 ild7 17.tües

ie6 18.a4 ixes 19J:�xe5 lüc4 20.!lel ids 21.�fl! (Por supuesto las blancas deben re­chazar este cambio que les dejaría con un alfil de casillas negras completamente dominado. Por esta razón, y a pesar de la mejora subsi­guiente en su estructura de peones, la deci­sión de las blancas en las jugadas 23-24 fue dudosa) 21...lüas 22.h4 f6 23.ibs .ic6 24 . .if4 (24 . .ia6+) 24 ... .ixbs 25.axbs :!:!ds 26.:!:!b4 c6 27.bxc6 lüxc6 (D)

Este final es unilateral. Las negras tienen un peón pasado alejado, además de una es­tructura de peones superior y una mejor pieza menor. El resto es bastante fácil: 28.1lbbl lüa5 29.:!:!al Wd7 30.c4 :!:!xd4 31.c5 gc4 32.cxb6 axb6 33.)'gebl j'gc6 34 . .id2 lüc4 3S.ib4 !leeS 36.!lel lües 37J�led1+ �e8 38.c3 j'g8c7 39.f4 lüc4 40,j'gel Wf7 41.:!:!a8 j'ge6 42.!ldl !le2 43.:!:!dds lLle3 0-1.

6 ... lL!f6 7.0-0 (D) El cambio de los peones b inducido por 7.b4

§'xb4 8,)'gb1 §'d6 9.)'gxb7 no ofrece demasiado a las blancas.

Tras la secuencia 9 ... c6 10.!lb3 .ie6 ll.ia3 §'d7 12.j'gb2 o-o 13. §'bl lüa6 14.!lb7 lüc7 (Pa­yen-Neidig, Pardubice 1998) las negras empu­jarán de vuelta a la torre mediante ... ic4-a6 o ... lüfe8-d6. La posición está bastante nivelada.

7 ... c6 8J�bl O 8.d3 0-0 9.:!:!bl (9.h3 inicia una acción

completamente diferente, esta vez en el flan­co de rey. 9 ... lübd7 lO.id2 §'c7 11.g4 a6?l Ex­traño, pero la idea es comprensible: las negras quieren colocar su alfil en b7 sin permitir lLl bs. 12.lüg3 b6 13.g5 lüe8 14. §'e2 ltld6 1S . .if4 eS 16.ie3 �b7 17.f4 con iniciativa de las blancas, Becerra Rivero-Bruzón, La Habana 1997) 9...e5 10.b4 §'c7 ll.bs .ie6 12.a4 Yudasin-Herman, Parsippany 2006. Las blancas están ejerciendo una ligera presión en el flanco de dama rival, que sin embargo no es fácil de intensificar.

s.d4 o-o 9.h3 lübd7 10.!lb1 §'ds u . .if4 lüb6 12. §'el ie6 13 . .ih6 .ids 14 . .ixg7 �xg7 lS.lüxds cxds (D)

Sommerbauer-Kotronias, León 2001. El juego de las blancas no fue muy consis­

tente. Su torre en bl es ridícula y la estruc­tura de peones negra es superior. 16.!lel e6 17.lüf4 §'d6 18.c3 !lac8 19.h4 !lfe8 20.h5 Aun­que en la partida le salió el tiro por la culata,

72 juegue la Escandinava

tratar de crear algo de juego en su flanco es correcto. Ciertamente las negras tienen una vida sencilla en el flanco de dama y pueden lanzar tranquilamente un ataque de minorías. 20 ... lüc4 21.hxg6 hxg6 22.Wlc2 Wla6 23J�ez lüd6 (¿Porqué no 23 ... Wlxaz?) 24.�bel lüfs 2s. Wlb1 �ha 26.�h3 lüe4 27 . .!g2 iüf6 28.ih3 �ce8 29.Wg2?! (La actividad en el flanco de rey blanco ha llegado a un punto muerto, so­bretodo porque lüxe6+ era insuficiente. Por lo tanto tiene que cambiar a tareas defensivas, y esto se conseguía mejor con 29.ixfs gxfs 30.f3 donde el caballo negro estaría privado de las casillas clave es y g4, e incluso aunque g3 se haya debilitado las blancas deberían so­brevivir) 29 ... �h6 30.ixfs gxfs 31.�hl �xhl 32. Wlxhl �ha 33. �el tt:lg4 34.b3 gh2+ 3S. Wgl eS! 36.f3 Wlh6 37.lüe6+ fxe6 38. �xh6+ �xh6 39.fxg4 exd4 40.gS �g6 4l.cxd4 Wf7 42.�c2 gxgs 43.gc7+ Wf6 44J:�xb7 gxg3+ 4S. Wf2 gd3 46.�xa7 gxd4 47.gb7 0-1. Las blancas abanr donaron sin esperar 47 ... gclzxa2. 8 ... 0-0 9.b4 19c7 10.d4

Se puede aconsejar a las blancas avanzar su peón sólo una casilla, transponiendo así a esquemas similares a los que surgen tras 8.d3. 10 ... .ie6 nJ3el gdg 12.if4 Wlc8 (D)

Rozentalis-Kogan, Montreal 2000.

Las negras puede estar satisfechas con el resultado de la apertura: completarán su desa­rrollo con ... lüd7-b6 y podrán, en consecuen­cia, esperar sacar provecho de la debilidad de la casilla c4.

n.igs?! Conjuntamente con la siguiente decisión

parece cuestionable. Ciertamente, más ade­lante las blancas no tendrán ninguna contra­partida por la cesión de los dos alfiles. 13 ... h614 . .ixf6 ixf6 1SJ1Nd2 ig7 16.�e3 ltld7 17.gbdl lLlb6 18.lLlf4 ig4 19.lLlce2 gs!

Restringiendo la caballería blanca. zo.lLld3 lLlc4 21.19cl aS! (D)

Abriendo el flanco de dama las negras acti­van su última pieza pasiva. 22.c3 axb4 23.lLlxb4 '?fffs

Las blancas están paralizadas, lo que ex­plica su siguiente intento de conseguir algo de juego. 24.f3?! .txf3 zs.gf¡ g4 26.gd3 es! 27.gdxf3 gxf3 28.gn3 �e4 29.gfz �e3 30.�xe3 lLlxe3 31.dxc5 gdl+ 0-1

Impresionante exhibición de Kogan contra un rival tradicionalmente ultra sólido.

D) 4.g3 lLlf6 s.ig2: las negras juegan ... .ig4, ... lLlc6 y •.. 0-0-0

4.g3 lLlf6 s.igz Vamos a detenernos en un sistema poco co­

mún, que sin embargo está dentro del"espíritu de la Escandinava". En efecto, mediante ... .!g4 y ... lüc6 las negras aceleran su desarrollo y dan prioridad a un juego de piezas dinámico, Con el enroque largo revelan sus bélicas intenciones.

Capítulo 4: 3.lD c3 VB a5: las blancas juegan 4. b4 o 4.g3 73

5 • . . J.g4 (D)

Jugar 5 ... lL\c6 en primer lugar no presen­ta grandes diferencias. 6 . .ixc6+?! bxc6 dejaría un flanco de rey muy débil, mientras que 6.h3 parece perder un tiempo.

Ahora, cuál de las dos opciones de desarro­llo del caballo es la mejor no está muy claro.

l'!b6, y la táctica 10 ... .ixe2 11. c.t>xe2!? '&fs 12.l'!bl l'!b6, con una partida compleja. La re­captura natural con el caballo, en la jugada 11, es inferior: 1LtLlxe2?! '&a4! 12 .. tLld4?! (12.0-0 '&xc2 aunque esta sea la mejor opción par alas blancas, estas no tienen gran cosa por el peón perdido) 12 ... c5 13.tLlb3 c4 14.tt::ld4 es 15.-&ez id6 16.0-0 O-O 17.lL\fs lL\xc2 (D) y las negras emergen de las complicaciones con una buena ventaja.

Dl) 6.ctJge2 ctJc6 7 .h3 ( ) 8 ... 0-0-0 D Si 7 .0-0?!, 7 ... Whs es casi tan molesto

como después de 6.lL\f3. 8.f3 no es desastro­sa, pero tampoco es lo que sueñan las blancas, y 8.d4 0-0-0 conduce a un juego agudo en el cual prefiero las chances de las negras. Que­da 8.-&el que se tropieza con 8 ... lDb4! En ese caso 9.tLlf4 Wa5 10.ixb7 tLlxc2 11 . .ixa8 tLlxel 12.l'!xel (D) es difícil de juzgar y podría ser ju­gable para las blancas.

7 ... ihs 8.o-o La directa 8.b4?! no resulta convincente:

8 ... lL\xb4 9.i.xb7 l'!b8 10.i.g2 y ahora, la elec­ción gira en torno a la tranquila 10 ... e6 ll.l'!bl

9.d3 Las alternativas son inferiores: 9.b4?! lL\xb4 lO.l'!bl c6 no impresiona.. Tras 9.l'!bl es 10.a3 lL\d4, o bien 10 ... e4

se pone en duda la utilidad de la torre en hl. Veamos algunas posibles continuaciones, to­das ellas satisfactorias para las negras: a) 1l.g4 i.g6 12.tLlg3 hs; b) ll.lL\xe4 tt::lxe4 12 . .ixe4 lL\d4 13.g4 .ig6 14.i.xg6 tLlf3+ 15, i'g2 ltJh.t+; e) ll.b4 '&es 12.l'!el if3 13.d3 axgz 14.�xg2 Wfs.

74 juegue la Escandinava

9 ... e5 10.a3 (10 . .te3!?) 10 ... ttld4 ll.g4 ,ag6 (D)

Esta posición augura un medio juego com­plicado y chances mutuas. Se alcanzó en la partida Rozentalis-Milos, Tilburg 1992, que continuó: 12.f4 exf4

12 ... hs merece seriamente su atención: 13.gs (13.fs? es errónea: 13 ... hxg4! 14.fxg6 gxh3 1S.ie4 'ªb61 Con la idea 16. c.!?h1 'Oxe4 17.'0xe4 �xg6) y ahora 13...lDd7, o 13 ... ics 14. �h1 lDd7. 13.hí4 �xe2+ (13 ... lDe6!?) 14.Vfxe2 i.c5+ 15.<;!;>hl Ad4 16.'lff3 c6 17J�ael '8he8 18.Ag3

Las blancas contemplan -eflf4 con un ata­que mortal, pero las negras se muestran a la altura de las circunstancias. 18 ... �d7 19.b4 '?Hb6 20.�e4 (D)

zo ... i.es?

El primer verdadero error de esta partida, que habría continuado incierta tras: zo ... lDes 21.�f4 f6 22.�d2 (22.c3? ixe4!) 22...�a6. z1.�d6+ hd6 zz.hd6 '?Hd4 23.Ahz

Objetivamente 23.ie7! era netamente más fuerte, dejando claramente el control a las blancas después de: 23 ... lDes 24 . .txd8 lDxf3 zsJ3xe8 '.!?d7 26.l3g8 lDes 27.ih4.

En la partida, las negras no podrán sopor­tar la presión ejercida por la batería .th2-�g3 por mucho tiempo. 23 ... �es 24.'?Hg3 f6 zs.gs '8f8 26.gxf6 gxf6 Z7.h4 'lfd6 zs.'ªf4 'Bf7? Z9.hs <;!;>bs 30.hxg6 hxg6 31.'8xe5 '8h7 32.'8e2 '?Hxf4 33.'8xf4 'Sdhs 34.'8h4+ <;!;>es 3SJ�xh7 '8xh7 36.'8e6 '8f7 37.Ah3 1-0

D2) 6.�f3 �c6 7.h3 Pero no 7.0-0? -ef!hs y las blancas ya se en­

cuentran en problemas. 7 ... -ihs s.o-o o-o-o 9.d3 gs! (D)

El mayor inconveniente de tener el caba­llero colocado en f3 se hace evidente: las ne­gras amenazan abrir líneas en el flanco de rey mediante ... g4.

9...e5 (Day-Rositsan, Toronto 1998) pue­de ser igualmente aceptable, pero las líneas siguientes parecen favorecer a las blancas: lO.�dz �b6 ll.l3bl ib4 [Si ll ... id6, inten­tando 12 ... lDd4 o 12 ... e4 13.dxe4 ixg3, las blancas replican 12.g4 ig6 13.gs lDd7 14.b4 o 14.lDds -efla6 (o 14 ... 'ªbs 15.c4 �a6 16.b4)

Capítulo 4: 3.lL!c3 V!iaS: las blancas juegan 4.b4 o 4.g3 75

1S.b4] 12.a3 (Probablemente mejor que la ju­gada debilitadora elegida en la citada partida, 12.g4?!) 12 ... ixc3 13.bxc3 �es [13 ... �a6? falla por 14.g4 ig6 lS.li:Jxes! (¡Esta vez el caballo se revela muy útil en f3!) lS ... tt:lxeS 16.!xb7+ Wxb7 17.�xb7 cJ?xb7 18.f4 y 19.f5, ganando material] 14.�el. Las blancas tienen la pareja de alfiles y sus chances de ataque sobre el en­roque rival son de lejos mucho más elevadas. 10.g4

Las blancas disponen aquí de una larga gama de posibilidades. Por ejemplo:

a) 10.a4 g4 ll.hxg4 ixg4 12.tt:lbs a6 13.id2 �b6 14.ie3 1!9as y ahora lo mejor es 1S.id2, mientras que 1S.c3?! axb5 16.b4 1!9a6 17.c4 bxc4 18.bS 1!9as 19.bxc6 b6 resulta favo­rable para las negras.

b) 10.1!9el!? .ixf3 ll.ixf3 l2ld4 12.idl �fs con aproximadamente igualdad.

e) lO.�dz!? h6, o 10 ... ixf3 n.ixf3 tt:ld4 lZ . .tgz g4 y las negras están bien. 10 ... .ig6 ll.i.d2

Sobre 11. tt:lxgs o n . .ixgs las negras obten­drían la iniciativa con ... hs, pero 11.tt:ld2 era una alternativa digna. Podría seguir 11...�a6, n ... tt:ld4 o ll ... hs, pero cada una de estas juga­das necesita investigaciones más detalladas. n ... hs (D)

12.b4! Payen no estaba visiblemente satisfecho

con 12.tt:le4?! (Payen-Prié, Cannes 1992). Su mejora permite a las blancas jugar

un papel activo en la partida al iniciar el

contrajuego necesario en el flanco de dama. Veamos el desarrollo de la partida, "100% fran­cesa": 12...'ªa6 13.tt:lfxgs hxg4 14.hxg4 tt:lxe4 1S.tt:lxe4 e6 16 . .if4 ixe4 17.ixe4 fs! (D)

Sacrificando un segundo peón con el fin de despojar completamente al monarca enemigo. 18.gxfS (Sino ... .tes y ... É1dg8 de todos modos) 18 ... exfs 19.ixfs+ �b8 20.�g2 (Tras la otra defensa posible, 20.l3el !es 21.ie4 É1hg8+ 22. Wf1, las negras continuarían con 22 ... É1df8 con una presión enorme) 20 ... tt:ld4 21..ie4 id6 22 . .ig3 g¡dg8 23.g¡hl ixg3 24.\Mlg4? (Tras la correcta 24.fxg3 \Mld6 2S. �g4, no es seguro que las negras puedan ganar) 24 ... ixf2 0-1. Un abandono prematuro, aunque 2S.g¡xhs g¡xh8 26. \W g7 %tc8 27. �xf2 \Wb6 no es diverti­do para las blancas. 12 ... Vfixb4

Tras la otra captura 12 ... tt:lxb4, puede con­tinuar: 13.É1b1 hxg4 14.hxg4 lbxg4 lS.tt:lxgs y en este momento las negras pueden elegir entre lS ... tt:lf6, 1S ... tt:les y también lS ... tt:lh2!? Esta caótica posición necesita, evidentemen­te, un análisis más profundo. 13J��bl

Es interesante 13.tt:le4!? 13 ... V!Jas 14.gbs

Otra opción consiste en 14.tt:lxgS hxg4 1S.hxg4, preparándose para recibir 15... �eS con 16.%tel. 14 ... V!ia6 lS.Vfibl b6

1S ... tt:ld7, que previene ideas relacionadas con tt:les, también tiene su interés. 16.lLle2 (D)

76 juegue la Escandinava

Payen-Peredy, Budapest 1994. Lamenta­blemente en esta posición llena de suspense se acordaron las tablas. En lugar de la jugada de la partida 16J�xg5 hxg4 17.hxg4 era igual­mente posible.

Tras la jugada elegida por Payen, una posible variante es 16 ... hxg4 17.hxg4 l0xg4 18Jhgs l0f6 19.i:Vb3 (D), con el espíritu de zoJixg6 fxg6 21. i:Ve6+.

La partida continúa incierta.

Conclusión

El tema principal en este capítulo es el avance b4. Este es prematuro en la cuarta ju­gada ya que después de 4.b4 Wxb4 s.gbl i:Vd6 la compensación por el peón es insuficiente. En este caso, el esquema de desarrollo inclu­yendo g6-ig7 es lo más razonable para las negras.

Por otro lado, avanzar el peón resulta más fuerte cuando las blancas han desarrollado su alfil de casillas blancas por fianche'tto. Desde g2 este presiona sobre b7, y en el caso de ... c7-c6, la secuencia de movimientos b4-b5xc6 am­pliará su horizonte. También es notable que el movimiento preparatorio gbl no siempre sea necesario, pero puede resultar útil. Así, en la línea l.e4 ds 2.exds Y:Vxds 3.ttJc3 %Vas 4.g3 l0f6 s . .ig2 ig4 6.l0ge2 c6 7.b4 V!fc7, la pre­cipitada 8.bs?! se enfrentaría a 8 ... a6, ya que 9.bxc6 ttlxc6 ayuda a las negras a acabar su desarrollo. En su lugar, después de 8.gbl e6 9.bs a6, las blancas dispondrían de 10.a4.

El sistema con un rápido g3 puede ir bien a jugadores creativos que están deseando evitar la pesada teoría, como el Gran Maestro lituano Rozentalis. Hemos visto que las negras tienen numerosas maneras de responder y su elec­ción es principalmente una cuestión de estilo. Para los que están deseando intentar agitar a su rival les recomendaría el esquema típica­mente "Escandinavo" de desarrollo mediante l0c6/ i.g4 y 0-0-0.

5. Líneas raras: las blancas retardan d4 o las negras evitan s.,tfs

Tres variantes componen el quinto capítulo de este libro. La primera, l.e4 ds 2.exds Wxds 3.tlJc3 Was 4.tlJf3, o 4.h3 primero, es peligrosa debido a su

aspecto inocente. Las blancas quieren conservar alguna flexibilidad respecto al futuro de su alfil de fl y el peón d.

La segunda y tercera variantes son una elección por parte de las negras. En efecto, tras los movimientos l.e4 ds 2.exds Wxd5 3.tlJc3 '<&as 4.d4 lt:lf6 s.tlJf3 no están forzadas, en absoluto, a optar por s ... c6 o 5 ... 2-fs. A riesgo de matar todo el suspense, yo iría más lejos añadiendo que 5 ... tlJc6 es sospechosa y además con muy pocas esperanzas de rehabilitación, dadas las reduci­das posibilidades de las negras de desviarse después de 6.id2.

Aunque tiene una mala reputación, la continuación 5 ... 2.g4, que este servidor ha utilizado ocasionalmente, ofrece a las negras muchas más opciones de éxito en la práctica. La prueba es que ninguno de mis cuatro rivales, todos titulados, eligió la línea crítica que pronto veremos.

El orden de variantes del capítulo será el siguiente: A) 4.tlJf3: sistemas con h3 y/o iez B) 4.d4 lbf6 s.lbf3 lbc6 e) 4.d4 lDf6 s.tlJf3 2.g4

78 juegue la Escandinava

A) 4.lLlf3: sistemas con h3 y/ o i.ez

4.lt:lf3 Si las blancas desean evitar la clavada

... .ig4 a toda costa, entonces 4.h3!? (D), según la partida A. David-Mueller, Bundesliga 1999,

es su jugada.

4....ifs s.b4 'ªb6 6J�bl e6 7.ltJf3 ltJf6 s . .iez l2Jbd7 (8 ... .ie7 transpondría a Naiditsch-Kos­teniuk, Wijk Aan Zee 1999, donde en realidad el orden de movimientos fue l.e4 ds 2.exds 'ªxds 3.l2Jc3 'ªas 4.l2Jf3 l2Jf6 s.!ez !g4 etc.) 9.0-0 c6 10.bS eS ll.d3 h6 12.l2Jd2 .ie7 13.l2Jc4 Wic7 14.a:b3!? (El inicio de una original dispo­sición de piezas) 14 ... 0-0 1S . .ib2 gad8 16. 'ªal ltJb617.ltJe3 .ig6 18.a4 (D)

18 ... c4!? (En otro caso a4-aS seguido de ltJc4 y bS-b6 daría a las blancas algo de inicia­tiva) 19.dxc4 l2Jbd7 20 . .ia3 ltJcs 2l.a:bbl l2Jfe4 22.l2Jxe4 .ixe4 (La mayoría del flanco de dama está bloqueada y las negras tienen un juego de piezas fácil. La compensación por el peón sacri­ficado me parece adecuada) 23.ib2 f6 24 . .ic3

.id6 2S.E:bdl .ih2+ 26.'i!?hl .if4 27 . .id4 b6 28.'ªa3 .id6 29.'ªal if4 30.'ªa3 id6 31.'ªal (Las blancas no pueden mejorar su posición de una manera significativa y se contentan con una repetición. Esta última es rechazada, pero la partida permanece equilibrada) 31...E:d7 32.f3 ih7 33.aS bxas 34.ic3 l2Jb7 3S . .id3 .ics 36.l2Jg4 .ixd3 37.cxd3 es 38.d4 exd4 39.ixd4 E:fd8 40 . .ixcs ltJxcs 41.a:ds E:xds 42.cxds E:xds 43.'ªa2 'ªf7 44. Wxas hs 4S.l2Je3 E:es 46.Wic3 Wb3 47.Wc4+ 'i!?fs 48.f4 W!xc4 49.ltJxc4 a:e4 so.l2Jd6 a:d4 s1.E:c1 E:ds sz.l2Jc8 l2Jb3 S3.E:bl E:xbs S4.l2Jxa7 a:b7 ss.l2Jc6 E:c7 S6.E:xb3 E:xc6 S7.E:bs E:c4 ss.E:xhs E:xf4 S9.E:cs E:f2 y se acordó el empate. 4 . . . lLlf6

Tras 4 ... .ig4!? (D) la partida podría tras­poner a una línea mencionada en la sección G del capítulo 3, l.e4 ds 2.exds Wxds 3.l2Jf3 ig4 4.l2Jc3 Was. Las blancas habrían evitado enton­ces la problemática 3.l!Jf3 i.g4 4.l!Jc3 We6+.

Aquí tenemos un original trato de la po­sición por parte de las blancas: 5.h3 ihs 6.g4 ig6 7.ig2 l!Jc6 8.0-0 0-0-0 (D)

Capítulo 5: Líneas raras: blancas retardan d4 o negras evitan 5 ... if5 79

(En este momento la posición se parece a las que surgen tras l.e4 d5 2.exd5 Wxd5 3.l0c3 �as 4.g3. El desarrollo del flanco de rey de las blancas se ha realizado ganando tiempos, pero ha creado debilidades. En consecuencia las negras también disponen de posibilidades razonables) 9.a3 es?! [Una réplica en el centro es generalmente una buena opción contra el ataque de flanco. Aquí, sin embargo, un contra ataque en el flanco opuesto era más eficaz: 9 ... hs! 10.gS (lO.b4 lüxb4 1U�b1 l0c6 No es convincente para las blancas, mientras que tras lOJ�bl? su asalto podría llegar demasiado tarde, según sugiere, por ejemplo, la siguiente línea: 10 ... hxg4 11.hxg4 l0f6 12.b4 �b6 13.l0a4 1!Na6! 14.li.ks 1!Nc4)] 10J�b1 �es (D)

ll.d3 (Probablemente las blancas rechaza­ron la tentadora ll.b4! en vista de 11... VHxc3 12.dxc3 lhdl 13J�xd1 i.xc2, pero enton­ces 14.bS demuestra ser muy poderosa. Por ejemplo: 14 ... l0d8 1SJi:xd8+ 'it>xd8 16Ji:b2 se­guido de 17.lOxeS con una gran ventaja para las blancas) 11...e4 12.lüh4 (No 12.ie3?1 exf3 donde las negras tendrían tres piezas menores por la dama) 12 ... exd3 13.llJxg6 dxc2 14. \Wxc2 hxg6 1S.ie3 VHes (1S ... VHc4 era quizás un in­tento defensivo mejor) 16J�fe1 ics 17.b4 ixe3 18Jhe3 En este punto la iniciativa de las blancas es abrumadora. La partida acabó de una bonita forma: 18 ... �f6 19.VHa4 l0ge7 20.l0e4 VHf4 21.bs �d4 22.�c2 lüds 23.bxc6 l0xe3 24.cxb7+ 'it>b8 2S.l0cs 1lN d6 2 6.fxe3 lhh3 27.l0a6+ 1!Nxa6 28.'�hc7+ i>xc7 29.b8VH+ 'it>d7 1-0; Chiburdanidze-Klaric, Banja Luka 198S.

s . .tez (D) Este tímido movimiento permite a las

negras más opciones que la continuación es­tándar s.d4. Realizar el fianchetto del alfil de casillas negras, por ejemplo, viene a ser per­fectamente válido.

Ahora veremos las siguientes opciones: Al) 5 ... g6, A2) 5.c6, A3) S ... ig4 y A4) 5 ... ltk6.

Al) s ... g6 6.o-o O 6.d4 ig7 7.0-0 0-0 8.l0e5 ie6 9.if3

c6 10.1!Ne2 1!Na6!? ll.�e3 �d8 12.�d1 lübd7 13.lt:ld3 ig4 14.ixg4 l0xg4 15.�xe7 ixd4; Emms-Westerinen, Gausdal 1995 con una po­sición nivelada. 6 ... .ig7 7J�el 0-0

7 ... c6?! parece menos preciso. 8.if1 VHc7 9.'ª'e2 y en este momento las negras tienen que hacer una concesión, bien 9 ... ig4 10.h3 .txf3 11. VHxf3, o 9 ... e6 Luther-Lau, Binz 1994, donde el alcance del ic8 es bastante limita­do. s . .ic4 .ig4 (8 ... l0c61?) 9.h3 i.xf3 10.V:Vxf3 �c6 ll.d3 �d4 12.�d1 e6;

Glek-Van der Werf, Porto San Giorgio 1998. Las blancas tienen la pareja de alflles pero menos influencia en el centro y de momento sin objetivos claros. La posición está práctica­mente igualada.

AZ) 5 ... c6 (D) La clave de este movimiento es propor­

cionar una retirada conveniente a la dama

80 juegue la Escandinava

en caso de que las blancas jueguen b4. Su pe­queño inconveniente, en comparación con la inmediata s ... ig4, es que ahora las blancas pueden responder 6.h3.

6.h3 6.0-0 ig4 (Después de 6 ... ifs 7 .d4 e6 8. tlJh4

ig6 9.tlJxg6 hxg6 10.if4 tlJbd7; Aginian­Khasaeva, Wch U16 Szeged 1994, las blancas se han ahorrado el tiempo h2-h3 comparado con la partida Short-011. Deberían, por lo tan­to, estar un poco mejor tras ll.a3) 7.b4 Vfic7 8.bs (O también 8J3bl e6 9.d3 tt::lbd7 10J3e1 ie7 Saric-Vojinovic, Budva 2003 con una partida equilibrada) 8 ... e6 9.l3b1 [Las blancas intentaron 9.h3 ihs lO.tlJd4 en Dgebuadze­Nieuwenbroek, Ghent 2009 pero no consiguie­ron mucho tras 10 ... .ixe2 11. Vfixe2 a6 12.bxa6 l3xa6 (12 ... tlJxa6!?) 13.l3e1 ie7 14.ib2 o-o] 9 ... ie7 10.h3 ihs ll.d4 o-o 12.tlJes ixe2 13.Vfixe2 (D)

Ahora seguimos la partida Areshchenko­Papaioannou, Budva 2009. 13 ... tlJbd7 (No

creo que las negras experimenten autén­ticos problemas más adelante, pero había alternativas, a saber 13 ... c5 y 13 ... a6 14.b6 VfidB 15.l3d1 tlJbd7 Hunt-Rogers, Gold Coast 2000. En todos los casos la ventaja blanca se reduce al mínimo) 14.bxc6 bxc6 15.if4 id6 16.tlJxd7 tlJxd7 17.ixd6 Wxd6 18.tlJe4 Vf!c7 19.Vf!a6 l3ab8 20.l3b3 eS 21.dxe5 tlJxes 22.l3c3 h6 23.f4 l3b6 24.Vf!a4 tlJd7 25.Vfid4 eS 26.tlJxcS tlJxcS 27.l3xcS l3c6 28.l3xc6 Vfixc6 29.f5 Vfixc2 30.Vf!xa7 f6 31.a4 l3d8 32.a5 l3d2 33.Vf!a8+ 'tt>h7 34.a6 Vf!cS+ 35.'tt>hl l3a2 36.V!ib7 Vfic4 37.l3f3 y se acordaron las tablas. 6 ... ifs 1.0-0 tLlbd7 s.d4 e6 9.tLlh4 ig6 lO.tLlxg6 hxg6 ll . .if4 (D)

ll .. J�!:d8?! Inexacto. Short sugirió ll....ib4 12.Vf!d3

VfifS=, mientras que lo más agudo 11. ..0-0-0?! 12.a3 gS es más bien peligroso para las negras. Por ejemplo 13..ig3 eS 14.b4 Vf!c7 1S.dxes tlJxes 16.Vf!cl! con las amenazas 17.Wxgs y 17. Vfie3. 12.a3! tLlb6 13.ies lbbd!s 14.tLlxds exds?! (14...'?9xds) 15.b4 V9b6 16.c4!

Con el rey negro pegado en el centro el GM británico abre razonablemente na posición. 16 ... dxc4 17.ixc4 ie7 18.Wc2!

Previene el enroque corto debido a 19.Vf!xg6. 18 ... cj;lfs 19.�ael lbds zo.�e2 �f6 21.�fel cj;lgs 22.�e4 �h4?

Esto pierde material, pero los buenos con­sejos ya se acabaron.

Cap(tulo 5: Líneas raras: blancas retardan d4 o negras evitan 5 ... il.fs 81

Z3.ixds cxds 24J�xh4 ixh4 25;i.c7 :Ses 26.:5e8+! :Sxe8 27.hb6 axb6 28.Wfl :Sa8 Z9JWb3 :Sds 3o.wez if6 31.Wd3 wfs 32.'1Wa4;

Las negras abandonaron porque iban a per­der uno de los peones b. Su rival crearía enton­ces simplemente un peón pasado en el flanco de dama y ganaría. Short-011, Pamu 1996.

A3) 5 ... ig4 (D)

Aquí las blancas disponen de dos buenas continuaciones, A3a) 6.b4 y A3b) 6.h3.

A3a) 6.b4 Wfb6 7.a4 (D)

7 ... c6 7 ... e6 8.as W/d6 9.bs �e7 10.h3 .ihs ll.!!a4

(Las blancas muestran actividad pero no se­rán recompensadas por ello) 11...W/d8 12.g4 �g6 13.h4 h6 14.lDes �h7 15.g5?! (1s.�f3! intentando 1s ... l2Jds 16.lDxds exds 17.a6 bxa6

18.!!d4 y una gran ventaja para las blancas, era la manera correcta de proceder) 1S ... lDfd7 16.a6 bxa6 17.�f3 (Valía la pena prestar­le atención a 17.lDxf7!? Wxf7 18 . .ihS+ @g8 19.g6 o 18 ... g6 19 . .if3 e igual que en la partida la situación es nebulosa) 17... �xes 18 .. ba8 axbs 19.lDxbs c6 20.l2Jc3 W/c7 21.d3?! (Las blancas deberían haber intentado 21.d4 lDed7 22.gxh6 gxh6 23.�f3!? �xc2, con un juego revuelto) 21...lDed7?! (Devolviendo el favor. Era mejor 21...lDbd7! con la idea 22.d4 lDb6! 23.dxes W/xeS+) 22. W/e2 aS 23.:!:!c4? (23.gxh6 gxh6 24 . .if4 Wia7 2S . .ixb8 Wixb8 26.ixc6 .ib4 27 .lhb4 axb4 era bastante igualado mientras que ahora el blanco pierde material) 23 ... �a7 24.g6 �xg6 2sJ:!g1 W/xa8 26.h5 �fs 27.!!xg7 lDb6 28J3f4 �f6 y las negras, al final, ganaron en Filipek-Nezar, Bélgica 2002. 8.h3 ihs 9.0-0 e6 lO.bs .ib4?! 11 .:Sb1 ixc3 (D)

12.ia3 Un movimiento estético, aunque es más

fuerte que la normal 12.dxc3. 12 ... c5 13.dxc3 o-o 14.lLJdz ixe2 15.'1Wxe2 �bd7 16.c4;

Seret-Tasic, Cannes 1993. Las blancas tie­nen una posición más que agradable.

A3b) 6.h3 ihs 7.b4! (D) 7.d3 no supone una presión real sobre las

negras; 7 ... c6 8.�d2 'ff!c7 9.lDh4 i.xe2 10.�xe2 lDbd7 11.0-0-0 0-0-0=; Campora-Rogers, Biel 1996.

82 juegue la Escandinava

7 ... Vffb6 7...�xb4? 8.fgb1 �d6 9.fgxb7, amenazan­

do tt:lbs. 8.0-0 e6

Esta fue la continuación de la partida Naiditsch-Kosteniuk, Wijk aan Zee 1999.

En partidas anteriores las negras intenta­ron 8 ... c6 (D) pero no resolvieron sus proble­mas de apertura:

9.fgb1! e6 10.bs �c7 (o 10 ... cs 11.tt:les .ixe2 12.�xe2 .ie713.�f3 lilbd7 14.lilc4 �c7 15.d3 tt:lb6 16 . .if4 Forster-Stefanova, Londres 1997; las blancas están mejor y continuaron hasta ganar) 11.d4 id6 12.bxc6 bxc6 13.tt:les (13.tt:ld2!?) 13 ... ixe2 [13 ... ixe5 no era me­jor: 14.ixhs ih2+ (14 ... tt:lxh5? 15.dxe5 WfxeS 16.ia3 sería catastrófico) 15. i>h1 lilxhs 16.\ltfxhs id6 17.tt:le4 seguido de 18.fgb3-f3 o g3] 14. Wfxe2 0-0 15.tt:lc4 lt'lbd7 16.lilxd6 �xd6 17.gdl tt:lb6 (Si 17 .. ,fgab8 sigue 18.fgb3;!;) 18.fgb3 fgfe8 19.�f3 lilbds 20.tt:la4 �c7 21.c4 lt'le7 (21...lilb6? 22.if4!) 22.lilcs Short-Rogers,

Tilburg 1992. Las blancas tienen un buen con­trol de la posición y quedaron mucho mejor. 9J�1bl i.e7 10.d4 c6 u.bs ttJbd7 12.bxc6 Vffxc6 13.gb3 o-o

Las negras salieron bien de la apertura y posteriormente se acordó el empate.

A4) 5 ... tbc6 (D)

6.0-0 .1g4 Me gusta menos 6...e5?! 7.�bs id6 8.d4

o-o 9.ixc6 bxc6 10.dxe5 .ixes ll.tt:lxes �xes 12.fge1 (Campora-)erez Pérez, Andorra 1999) que dio a las blancas una mejor estructura y una ventaja fuera de riesgos. 7.h3 i.hs 8.a3 o-o-o 9.b4? tbxb4 10.gb1 tbbds n.gbs tbxc3 lZ.E:xaS tbxdl 13.gxdl i.xf3

14.fgxhs tt:lxhs lS.liles era la amenaza. 14.ixf3 a6 lS . .tbz e6 16.i.xf6 gxf6

La presencia de alfiles de diferente color complica la materialización del peón extra. Sorprendentemente, a partir de aquí las blan­cas pierden rápidamente la objetividad de la posición.

17.d4 c6 18.c3 id6 19.c4?! gd7 ZO.g4 h6 21.a4?? es zz.dxes hes 23.gbl �c7 24.iez gas 0-1

A. Wilson-Prie, West Bromwich 2004. Las blancas abandonaron porque la

desafortunada colocación de la torre en as les costará muy caro.

Capítulo 5: Líneas raras: blancas retardan d4 o negras evitan 5 ... i.[s 83

B) 4.d4 lüf6 s.lüf3 lüc6J! (D)

Esta variante tiene mala reputación debido a la respuesta 6.id2. Así, en comparación con la línea principal introducida por S ... c6 o bien ... �fs, las negras no pueden retirar convenientemente su dama a c7 o ds si lo necesitaran. La amenaza de lübs seguido de c4-c5 fuerza a las negras a perder un valioso tiempo, permitiendo a su rival adelantarse en el desarrollo y sacar ventaja.

Antes de mirar la "refutación" de S ... iüc6 mencionaré que 6.�bs no es mala, pero ofrece a las negras más perspectivas de alcanzar una posición decente después de 6 ... lüds o

6 ... lüe4. Por contra, 6.�c4?! que transpone a la par­

tida Nakamura-Bauer, Le Port Marly 2009, es un error: 6 ... .1\g4 7 . .ibs!? (Ahora 7 . .1\d2 llega demasiado tarde: 7...0-0-0 s.lüds �a4, y des­pués de 9.b3 �a3 o 9 . .ib3 �a6 la posición de las blancas se derrumba como un castillo de naipes. 10.lüxf6 exf6!) 7...lüds 8.Wd3 lüdb4! (8...lt:lxc3 es casi igual) 9.�e4 axf3?! (Des­acertado. Después de la valiente 9 .. .fs! las ne­gras habrían acabado mejor) 10 . .ixc6+ bxc6 ll.gxf3 e6. Las negras todavía están bien pero finalmente me vi superado. 6 . .id2l (D)

Después de la modesto sexta jugada blan­ca, las negras cuentan con dos posibles répli­cas: Bl) 6 ... .ig4 y B2) 6 ... a6.

Bl) 6 ... �g4 La salida del alftl conduce a un final favo­

rable para las blancas tras la siguiente secuen­cia: 7.lübs �b6 8.c4 i.xf3 9.Wxf3 lüxd4 10.lüxd4 �xd4 ll.�xb7 �e4+ 12.�xe4 lt:lxe4 13 . .ie3 (D)

Las blancas han obtenido la pareja de al­files y una superior estructura de peones. Los riesgos de perder son prácticamente inexis­tentes y pueden torturar a placer a su rival. 13 ... e6

O 13...e5 14.g3 .l\b4+ 15.�e2 lüf6 16 . .ig2 e4 17.c5 c6 18.gac1 con una marcada venta­ja para las blancas en Stripunsky-Khudiakov, Smolensk 1991. 14.g3! fs?!

Vamos a seguir ahora la partida Macieja­Myc, Sopot 1997. En sus anotaciones a esa par­tida, el GM Finkel concede a esta jugada el sig­no ?!. Aún siendo verdad que 14 .. J3b8!?, según

84 juegue la Escandinava

la partida Ruiz-Ramiro Ovejero, Zaragoza 1996 y 14...0-0-0 Wagner-Bandza, Múnich 1992 son menos comprometidas, la tarea de las negras sigue siendo, en todo caso, poco envidiable. 15.ig2 0-0-0 16.i.xe4! .ib4+ 17.<i!le2 fxe4 18J�hdl a6 19.c5!

El peón de e4 está condenado por lo que el resto de la partida resulta sencillo. 19 ... c6 20J�xd8+ gxds 21.gcl J.as zz.gc4 ic7 23J3xe4 es 24.gh4 ghs 2s.gg4 ggs 26J:�h4 ghs 27.<i!?d3 <i!ld7 zs.gb4 as 29.gb3 gfs 30.<i!lc4 g6 31.a3 gas 32 . .ih6 <i!?e6 33.gf3 gds 34.b4 a4 35 . .igs gd4+ 36.<i!?c3 ids 37.ixds gxds 3s.gd3 gfs 39.gd6+ <i!le7 40.f4! exf4 41.gxf4 gxf4 42.gxc6 gf3+ 43.<i!lc4 gxa3 44.gc7+ <i!?e6 45.ga7 gal 46.<i!?bs a3 47.<i!lc6 hs 48.b5 1-0

B2) 6 ... a6 (D) Esta precaución parece la opción menos

mala. También aquí las negras a menudo debe­rán vérselas con un peor final, pero continúan teniendo más posibilidades que tras 6 ... �g4.

7.ic4 Wfhs s.lbes Wxdl+ 8...ltlxe5 9.'?Nxh5 ltlxhs 10.dxe5 es igual

de mala, pero 8 ... �g4!? merece alguna aten­ción. Tras 9.ltlxg4 [9.i.xf7+? es erróneo ya que después de 9... Wfxf7 lO.ltlxg4, (En el caso de 10.ltlxf7?! �xd1 11.ltlxh8 �xc2 las negras tienen buenas oportunidades de quedarse con dos piezas menores por una torre) 10 ... Wfe6+ 11.ltle3 ltlxd4. El negro no está de ninguna

manera peor] 9 ... W!xg4 10. Wxg4 ltlxg4 ll.�e2 (11.h3!?) 11...ltlf6 12.�e3 Agopov-Schneider, Berlín 2009. Las blancas tienen la ventaja ha­bitual conectada con los dos alfiles. 9.gxdl e6

O bien 9 ... ltld8 10.0-0 Maus-Djurhuus,

Gausdal 1993. Las negras han evitado que su estructura de peones se desbarate, pero al precio de una obvia pasividad. lO.tLlxc6 bxc6 ll.ttla4

Evita ... es y mantiene una ligera ventaja. Por ejemplo: 11. .. tt:lds 12.ttlcs

12.id3?! ltlb4! 12 ... e5 13.0-0

Y ahora, después de 13...�d6, 13 .. .f6 o 13 ... exd4 las blancas responderían 14.ltlb3 con una duradera ventaja.

e) 4.d4 ttlf6 s.tLlf3 ig4 (D) Esta variante, favorita del GM Australiano

Ian Rogers, fue bastante popular en Jos 80. En la actualidad se emplea rara vez, pero muy poca gente juega lo que, en mi opinión, es la variante crítica del sistema.

Aquí veremos las siguientes variantes: Cl) 6.�e2 y C2) 6.h3.

La rara 6.�d2 transpone a la línea B2 del capítulo 8.

Cl) 6.ie2 Una continuación modesta que deja libre

la elección a las negras. 6 .. .liJc6

Capítulo 5: Líneas raras: blancas retardan d4 o negras evitan 5 ... if5 85

Las negras acentúan .la presión sobre el peón d4 y preparan el enroque largo. También pueden optar por la segura 6 ... e6 7.0-0 lilbd7. 7.h3 (D)

De nuevo las negras tienen que decidir en­tre la segura Cla) 7 ... .ixf3, y la más ambiciosa Clb) 7 ... .ihs. Examinemos estas dos posibili­dades.

Cla) 7 ... .ths s.g4 8 . .id2 0-0-0 no cambia nada.

s ... ig6 9.idz o-o-o! (D)

Es demasiado tarde para volver atrás. Des­pués de 9 ... a6? 10.a3 e6 11.b4 Wl'b6 12 . .ie3 lLJds 13.l2Jxds exds 14.c4 la dama negra se encuen­tra en una situación precaria. 1o.¿¿¡bs

10.gs!? vería bailar los caballos: lO ... lLJds 11.l2Jbs l2Jdb4 12.c4 a6 13.a3 (13.dsl?) 13 ... l2Jc2+ 14.WI'xc2 (14.Wfl? Wl'a4 es catastró-

fico para las blancas) 14 ... .ixc2 1S.lt:la7+ Wd7 16.lt:lxc6!? (Después de 16 . .ixas?! lilxas pue­de que el blanco no pierda una pieza al estar también incómodo el lOas, pero no hay duda de que las negras acabarán mejor) 16 ... Wi'b6 17.t0fe5+ �e8 18.t0xd8 Wxb2 19.0-0 o 19.B:cl .ig6 20.lt:lxb7 \Wxb7 21.0-0. En ambos casos las negras saldrán con ventaja de material, pero su rey puede sentirse solo contra la ar­mada blanca movilizada al completo. 1o ... Wb6

10 ... lt:lb4? no es aconsejable, ya que después de la sencilla 11.0-0 las negras experimentan serios problemas. 11....ixcz?! 12. Wi'el +-. ll.a4

Insertar ll.a4 aS parece útil para las blan­cas. Ciertamente, debilita un poco al rey rival y estabiliza el lt:lbs. Después de 11.c4 las ne­gras estarían obligadas a reaccionar con un espíritu similar. ll. .. a5

La compensación por el sacrificio ll...lüxd4?! 12.lüfxd4 �xd4 es insuficiente. Después de 13.lt:lxd4 \Wxd4 14.ic3 las blan­cas están tirando de las cuerdas. Por otro lado lZ ... es? es sencillamente malo a causa de 13.a5 Wlcs 14. lt:lb3+-. 12.c4 t!Jxd4 13.¿¿¡bxd4

o 13.lt:lfxd4 es! 14.lt:lb3 lt:le4 15.0-0 .ib4 y las negras están bien. 1S ... lt:lxd2 también es jugable.

Esta variante no sería posible sin intercalar las jugadas ll.a4 aS, ya que entonces 14 ... .ib4? se encontraría con 1S . .ixb4, ganando tres pie­zas por la dama. Tras la captura en dz una línea ejemplo puede ser: 16.c5 1M/f6 17.lLlxd2 V9f4 18.\Wb3 �xd2 19.lt:la7+ Wb8 zo.lDc6+ Wc8 con tablas por jaque perpetuo. 20 ... Wa8?? 21..ia6+-. 13 ... e5! 14.t!Jb3 t!Je4 15.0-0

y ahora: 15 ... t!Jg3

Amenazando 16 ... lt:lxe2+ 17. Wxe2 Wlxb3, incita a la repetición de jugadas mediante: 16.:Bel t!Je4

86 juegue la Escandinava

Clb) 7 ... hf3 8.hf3 0-0-0 (D) conservar supeón mediante 10 ... b6,o rebajar­se con 10 ... lt.k6. Echemos un viistazo a ambas

Las negras consienten que se doblen sus peones, pero a cambio completan su desarro­llo y adquieren un punto de apoyo en ds. 9.ixc6 bxc6 lOJWf3 Wfa6 ll.�e3 e6

Las blancas podrían obtener ventaja si consiguiesen enrocar corto, pero en el caso de 12.ltJe2 W!aS+ 13.c3 Wds la posición está bien para las negras.

cz) 6.h3 ihs Tras 6 ... 1J.xf3 7. Wxf3 c6 las negras tienen

una sólida posición, pero esto no compensa la pareja de alfiles enemigos. 7.g4 i.g6 (D)

C2a) 8.b4 Un sacrificio de peón muy venenoso.

8 .. .'&b6 Recoger el guante con 8 ... Wxb4?! pare­

ce ofrecer a las blancas una fuerte iniciativa: 9.idz Vfid6 lO.E:bl y ahora las negras pueden

opciones: a) 10 ... b6 ll.ig2 ltJbd7 (Cerrar la diagonal

larga no aporta ningún alivio: l l ... c6 12.ltJes lilfd7 13.lilbs cxbs 14.ltJxg6 hxg6 15.ixa8 con ventaja de las blancas) 12.ltJes l;k8 (Si 12 ... ltJxe5 13.ltJbs! es molesto) 13.ltJxg6 (13.ltJbs!? Vfie6 también puede parecer venta­joso para las blancas, pero gracias al recurso ... !e4 no parece tan claro) 13. .. hxg6 14.ltJbs Wfe6+ 1S.Vfie2 Wxe2+ 16.@xe2 a6 17.ltJa7 l:!d8 18.if4. Las blancas recuperan su peón con di­videndos.

b) 10 ... ltJc6 11.E:xb7 a6 12.-igz y aquí des­pués de 12 ... e6 13.0-0 ie7, o 12 ... hs 13.g5 ltJe4 14.0-0 ltJxdz 15. Wxd2 e6 las negras pueden continuar, pero yo no lo juraría. 9.-E:bl

9 . .ig2?! (Parligras-Hernando Rodrigo, Bar­celona 2005) es menos preciso. En lugar de la continuación de la partida, 9 ... e6 10.a3 ltJbd7 11.0-o Vfic6? 12.ib2 ltJe4 13.dsl, el negro de­bería haber atacado directamente al peón d4 mediante 9 ... ltJc6! Las siguientes líneas pare­cen, entonces, correctas para las negras: lO.bS ltJb4; 10.a3 o-o-o n.ds ltJxds! (1L.ltJe4!?) 12.ltJxds Wbs 13.ltJd4 Vfic4; 10.0-o o-o-o. 9 ... ttJbd7

Aquí, o en el próximo movimiento, segu­ramente las negras deberían haber jugado 9 ... e6. 10 . .ig2 (D)

Capítulo 5: Líneas raras: blancas retardan d4 o negras evitan 5 ... if5 87

lO ... lL!e4?! ll.lLixe4 ixe4 12.0-0 0-0-0 12 ... V!ic6 13J��b2 no habría mejorado el

destino de las negras. En ese caso las blancas habrían continuado bien 14J��e1, amenazando 15.lües, o 14.c4. 13.'�ez fs 14J�b3

14.gxf5! era incluso más fuerte. Después de 14 ... lüf6 1s.lügs o 14 ... �xfs 1s.lügs V!if6 16.'1Wf3 c6 17.b5 en ambos casos el blanco aca­ba mucho mejor. 14 ... g6 15.c4 ig7 16.d5;

Kalegin-Azarov, Kazan 2007. Las blancas tienen una clara ventaja. Pue­

den empujar sus peones del flanco de dama o tratar de jugar con tt:lgs.

czb) s.lL!es Las blancas deben jugar enérgicamente

para poder aprovechar su ventaja de desarro­llo. Con este salto preparan h4-h5, mientras que las opciones l0c4 o V:Vf3 también están en el aire. 8 •.. e6 (D)

Las alternativas parecen inferiores: a) 8 ... lübd7?! 9.lüc4 V!ia6 10.if4 V!ie6+

11.lüe3 V!ib6 12.lüc4 V!ie6+ 13.�e3 Wb6 y ahora 14.�g2! V!ixb2?1 (14 ... e6 15.0-0 c6 pue­de ser jugable, pero no 15 ... V!ixb2? 16. We1! seguido de 17. gb1) 15.lücd5 lüxds 16.lüxds gc8 17.0-0 proporción una fuerte iniciativa a las blancas en la partida Galkin-Nadanian, Cappelle la Grande 1999. Esta continuo: 17 ... c6 18.lüc7+ @d8 19.lab1 V!ic3 20.gxb7 Las blancas ya están ganando y el resto no es más que una agonía. 20 ... ixc2 21. Wc1 lüb6 22.�g3 V!ic4 23. Wla3 ia4 24Jk1 es 2s.ih4+ f6 26.laxc4 ixa3 27.lüe6+ @es 2S.lüxg7+ 'i!tfs 29.lüe6+ @es 30.lüg7+ @fs 31.lüe6+ @es 32.i!c3 �b4 33.lüg7+ @fs 34.lüe6+ @es 35.ixf6 exd4 36.tt:lg7+ @fs 37.gf3 1-o.

b) S ... c6?! 9.h4 lübd7 10.lüc4 Wc7 11.h5 ie4 12.lüxe4 lüxe4 13. Wf3 Las blancas tienen los dos afiles y un juego fácil; están claramen­te mejor.

Ahora examinaremos C2bl) 9.ig2!? y czbz) 9.h4!

Otras posibilidades, como 9.id2 lübd7 y 9.lbc4 Wa6 10.if4 Wc6 no deben temerse. En el reciente ejemplo Karim-Heinis, Gibraltar 2009 las negras estaban más que bien: 11 .gg1 ib4 12.id2 lübd7 13.We2 ixc3 14.ixc3 lüds 1S.id2, donde incluso podrían haber optado por la arriesgada 15 ... �xc2.

CZbl) 9.igz!? Continuar con el desarrollo también es ló­

gico, pero por mi propia experiencia creo que no debería molestar demasiado a las negras. 9 ... c6 10.h4 lL!bd7! (D)

10 ... ie4?! ll.�xe4 lüxe4 12. 'f/f3 lüd6 13.id2, Chandler-Rogers, Nis 1983, es ligera­mente mejor para el blanco. n.lL!xd7

La alternativa 11.lüc4, como se jugó en Karpov-Larsen, Mar del Plata 1982, resultó ser

88 juegue la Escandinava

una partida poco clara después de 11...�a6 12 . .if1 bs 13.hs ixc2 14. 'ªxc2 bxc4 1S.gS ltlds. ll ... c;!txd7 (D)

Las negras deben capturar de esta forma para poder rescatar su alfil. Esto, por supues­to, es una concesión, pero obtener provecho de la situación del rey negro no es trivial en absoluto.

12.i.dz La continuación más frecuente y lógica. En caso de 12.hs ie4 13.f3 .ids 14.gS ltlg8

o 14 ... ltle8 las consecuencias positivas de la expansión blanca en el flanco de rey aún de­ben probarse.

Otra opción es 12.dS exds 13.hS ge8+ 14.g;,f1 �a6+ y ahora 1S.ltle2 gxe2 16.�xe2 �xe2+ 17. g;,xe2 .ixc2 no es peor para las ne­gras, mientras que 1S. g;,g1 acaba en una posi­ción confusa: 1S ... i.e4 16.f3 .icS+ 17. �h2 .id6+ 18. g;,h3 (18. �g1? �b6+ 19. g;,f1 ig3 ganando) 18 ... ig6 19.if1 �b6 20. @g2 (Las blancas ob­tienen una pieza por dos peones pero su rey no está seguro) 20 ... !xhs!? 21.gxhs g6. 12 ... h6 13.g5

o 13.ltlds!? vtla4 14.b3 [14.iDe3?1 ltlds (14 ... V9xd4!) 1S.hS ih7 16. vtlf3 �xd4 17. �xf7+ ie7 18.ltlxd5 cxds 19.vtlf3 �eS+ 20 . .ie3 .ie4 21. 'ªh3 .ib4+ 22. Wfl i.xc2 Safarli-Bauer, Es­paña (tt) 2009. Las negras tienen un solvente peón de más y su rey no está peor que su ho­mónimo] 14 ... Wxd4 1S.ltlxf6+ gxf6 16.ixh6 i.d3!1 (D)

Contra otras jugadas las blancas po­drían contar con una mínima ventaja. Ahora 17. �xd3 �xd3 18.cxd3 ixh6 (Zapata-Soppe, La Habana 1991) es prácticamente forzado y bastante igualado. 13 ... hxgs 14.hxgs gxhl+ lS.ixhl �es 16.d5

Es perfectamente normal abrir la posición dada la situación precaria de la pareja real negra. Sin embargo, sorprendentemente, no ofrece nada tangible a las blancas. 16 ... cxds 17.qjxd5 'ªa4 (D)

"Esta compleja posición es crítica para toda la variante" según el gran maestro Michael Roiz en sus comentarios para Chessbase. Solo puedo estar de acuerdo con esta afirmación pero añadiré que aquí las negras parecen igualar en todas las líneas.

a) 18.ltlf4 ixc2 19.'1'9e2 ttJd6 20.g6 es (o 20 ... ixg6!? 21.ltlxg6 fxg6) 21.ttJd3 ixd3 22.Wxd3; Shaw-Zeidler, Inglaterra 2000. Si las negras jugaran ahora 22 ... e4 23. Wds fs ha-

Capítulo 5: Lfneas raras: blancas retardan d4 o negras evitan 5 ... i.f5 89

brfan conseguido una ligera ventaja. b) 18.ib4 id6 (La sencilla 18 ... ixb4+

19.lt:lxb4+ lt:ld6 era igualmente buena) 19.b3 Wfa6 (19 ... ixc2 era otro sendero hacia la igualdad: 20.bxa4 ixd1 2l.É1xd1 exds 22.gxds É1C8"') 20.'üe3 .i\hs! 21.Wd2 We2+ No es forza­do pero tuve la sensación de que mi rey era más débil y no me importaron las simplificaciones. 22. W!xe2 ixb4+ 23. Wf d2+ ixd2+ 24. �xd2 lt:ld6 !-H4: Volokitin-Bauer, Biel 2005.

e) 18.lt:le3 lt:ld6 19.c4 Wfxd1+ (Las negras también pueden mantener la dama con un rico juego mediante 19 ... Wa6) zo.gxd1 ihs?! (20 ... É1c8!) 2l.É1c1 gcs 22.c5 lt:lbs 23.lt:lc4; Eg­ger-Cortes Moyano, Santiago 1995, o 23.b4t y las blancas tienen una cierta presión en el final.

C2b2) 9.h4! (D)

9 ... ib4 9 ... lt:lbd7?! es menos apropiada. 10.lt:lc4

[10.lt:lxd7?! deja escapar la ventaja. Después de 10 ... /üxd7 o bien lO ... @xd7 11.id2 (n.hs ie4) 11...h5 12.g5 lüds Vlad-Ignatescu, ROM-chT 1992. Las negras no tienen nada de lo que que­jarse] 10 ... Wfa6 ll.hs ie4 12.É1h3!? [1Z.lt:lxe4 también es suficiente para obtener alguna ventaja: 12...ttlxe4 13.Wff3 Wfc6 (o 13 ... lt:ld6 14.ttlxd6+ Wxd6 15.c3) 14.lt:ldz!t; Cejkova­Karnik, Praga 1992] 12 ... ids (12 ... ib4 no re­suelve los problemas del negro n.gs ixc3+ 14.bxc3 lt:lg8 1S.if4 bs 16.ttles) 13.lt:lxds exds

14.É1e3+ ie7 1S.lt:ld2 Wb6 16.g5 y nuevamen­te las blancas tienen una posición superior. 10 . .td2 (D)

10.É1h3 ixc3+ (10 ... lt:lbd7!?) ll.bxc3 lt:lbd7 12.ttlxd7 (O 12.ttlxg6 hxg6 13.É1bl 0-0-0

14.É1b5 Wa4; Lobron-Rogers, Biel 1984; la posición es poco clara) 12 ... lt:lxd7 13.h5 ie4 14.id2 0-0-0; Timman-Rogers, Reggio Emi­lia 1984. En mi opinión parece más fácil jugar desde el lado de las negras.

10 .. .lt)bd7 Las negras tampoco igualaron tras

10 ... Wfb6 según la instructiva partida Motylev­Horvath, Izmir 2004. ll.hs ie4 (11 ... Wxd4 1Z.lt:lf3) 1Z.lt:lxe4 ttlxe4 13.c3 lüxd2 14. Wxdz id6 (14 ... ie7 Bouaziz-Rogers, Lucerna 1982 quizás ofrece mejores oportunidades para neutralizar la presión blanca) 15.0-0-0 lt:ld7 16.f4 c6 17.g5 Wc7 18.�b1 lt:lb6 19.ih3 0-0-0

20.g6 hxg6 Zl.hxg6 ixes zz.fxes É1h6 23.gxf7 W!xf7 24. W!gs lt:lds 2s.gdf1 1J!ie7 26. Wfxe7 lüxe7 27.ig4 gg6 zs.ihs ggs 29 . .if7 �d7 30.É1hgl É1xgl 31.É1xgl g6 32.�fl es 33.dxcs lt:lc6 34.ixg6 lt:lxes 3S.ie4 @c7 36.@cz gd7 37 . . iH6 É1e7 38.b4 ttld7 39.gh6 b6 40.cxb6+ axb6 4l.�b3 @d6 42.�c4 lt:leS+ 43.@bs gc7 44.ifs É1xc3 45.É1xe6+ @ds 46.gxb6 lüc6 47.É1xc6 1-0. ll.ttJxd7 (ll.lt:lc4 Wfa6) ll ... @xd7 12.h5

En caso de jugar 12 . .ig2 las negras replica­rían con 12 ... h5! (D)

90 juegue la Escandinava

Tras 13.ixb7 gab8 14.gxhs �xhs 1S . .if3 'ªfs las blancas tendrían demasiadas debilida­des para confiar en conservar su botín. 12 ... .ie4 13.�xe4

13.gh3?l i¡c6, Nikolin-Maric, Belgrado 199S, está bien para las negras. 13 ... �xe4 14.c3 .id6 15 . .ie3í

Las blancas tienen la pareja de alfiles y continuarán con i¡d3(g2) y/o Wb3(f3).

Conclusión

Si después de la serie de movimientos l.e4 ds z.exds 'ªxds 3.l0c3 'ªas 4.l0f3 l0f6 las blancas se limitan a la modesta s.i¡ez, su rival dispondrá de un mayor rango de posibles ré­plicas que tras la principal S.d4. En ese caso es cuestión de gustos elegir entre s ... c6, S .. ,i¡g4, s ... l0c6 o incluso s ... g6, pero todas ellas son perfectamente jugables. Desde el punto de vista de las blancas, el interesante avance b4 puede ofrecer alguna iniciativa en el flanco de dama, una vez que las negras hayan desarro­llado su alfil de casillas blancas.

Las líneas secundarias l.e4 ds 2.exds 'ªxds 3.l0c3 'ªas 4.d4 l0f6 s.lt:lf3 l0c6 y s ... ig4 es­tán prácticamente olvidadas hoy en día. Las blancas son conscientes, generalmente, de lo desagradable que resulta 6.id2 en respues­ta al primer caso, lo que les lleva, de manera prácticamente forzada, a un agradable final. Por el contrario, nunca me he enfrentado con­tra la variante crítica tras s ... ig4 en cuatro partidas clásicas delante de 3 grandes maes­tros y 1 maestro internacional, lo que sugiere que esta variante puede servir como un arma sorpresa bastante decente.

6. El sistema Short

4 . .ic4 etJf6 s.d3

Examinaremos ahora el llamado "Sistema Short", caracterizado por los movimientos l.e4 ds 2.exds \Wxds 3.lt'lc3 \Was 4.!c4 lt'lf6 5.d3 y popularizado por el gran maestro británico que le dio su nombre. En comparación con las variantes estudiadas hasta ahora, la salida del alfil a c4 introduce una disposición blanca más bien agresiva y flexible. Después de d2-d3 el blanco normalmente continuará con un rápido �d2, seguido finalmente por We2 y 0-0-0, pero un plan basado en el enroque corto también es posible. En este caso, según la reacción de las negras, las blancas priorizaránjugar f4 y lt'lf3, o sino '?Jf3/ lt'lge2 sin tocar el peón f.

Las negras se encuentran incómodas en su búsqueda de contrajuego inmediato debido a la ausencia del peón blanco en d4 y por el hecho de que el !c4 está protegido. Así, el movimiento ... lt'lc6 no les causará ningún mal debido a que no existe la habitual amenaza, típica en otras líneas, ds, pero tampoco atacará al peón dama rival. Las negras, por otro lado, aprovecharán a menudo la desprotegida casilla es, por la cual sus piezas podrán transitar, tanto si responden como si no con la respuesta más frecuente, 5 ... ig4.

El avance del peón d sólo una casilla presenta sus más y sus menos desde el punto de vista de las blancas: por un lado el alfil de casillas blancas está protegido, se ha habilitado un futuro lt'lc3-e4 y no habrá presión enemiga contra el peón central. Por otro lado un peón en d4 es útil para controlar las importantes casillas negras es y es. Esto implica que las negras pueden usar estas dos casillas para sus piezas, y también que su dama correrá menos peligro después del usual �cl-d2.

92 juegue la Escandinava

Antes de entrar en el meollo de la cues­tión, remarcaremos que las blancas pueden diferir la jugada s.d3 en beneficio de s.lüge2 y de un enroque rápido, una continuación ex­traña que revela muy temprano la posición del caballo y que normalmente no es más que una transposición. Una reciente partida nos servirá de ejemplo y aperitivo:

s.li:Jge2 tt'lc6?! s ... �g4 es más flexible: 6.0-0 e6 7.h3 ihs

8.a3 c6 9.b4?! \Wc7?! [9...�xb4! Objetivamen­te nada se opone a la captura de este peón, a pesar de sus riesgos aparentes: 10.axb4 (10.E:b1 ixc3 ll.dxc3 Wfc7 12.g4 ig6 13 . .if4 es con una compensación insuficiente por el peón sacrificado) 10 ... \1líxa1 11.g4 aS! (o 11...bs 12.lüxbs cxbs 13.-ixbS+ lübd7 14.gxhs E:b8 y las negras tienen ventaja en ambos casos] 10.d3 id6 11.igs lübd7=; Movsesian-Rogers, Praga 1999.

S ... c6 el desarrollo escandinavo tradicional se adapta perfectamente: 6.0-0 ifs 7 .d3 e6 8.�d2 \Wc7 etc.; Upleger-Speelman, Alemania 2003. 6.0-0 .ig4 7 .d3 e6 8.f3

8.-ibs! habría proporcionado una lige­ra ventaja a las blancas. Las negras tienen problemas para evitar los peones e doblados a causa de la amenaza �dz y lüds, o ie3 si la dama se retira a b6. 8...�d6 9.h3 ihs? (9...�xe2 10.�xc6+ bxc6 11. W!xe2!) 10.g4 ig6 11.lüd4±. s ... .ifs 9.ltJg3?!

No aporta nada a las blancas ya que el ca­ballo controla la útil casilla d4. 9.a3! es mejor. 9 ... .tg6 1o . .tdz '&b6+ 11.c;t>hl o-o-o+ 12.a3

12.lüa4 Wld4 13.c3 W!d7. El caballo a4 des­centralizado es un problema y las blancas de­ben encontrar un remedio al avance del peón h rival. lZ ... hs 13J�el h4 14.ie3?!

La continuación de la idea iniciada por 13.E:e1, pero tras el movimiento del lüg3 las negras continuarían con ... h3 seguido de ... lües, ... ihs etc. con un peligroso ataque. 14 ... hxg3! (D)

1S.ixb6 lhhZ+ 16. c;t>gl axb6 La decisión de sacrificar la dama era fácil

de tomar: las negras tienen casi un material equivalente con dos piezas menores y un peón, tienen unas serias e inmediatas amenazas y fi­nalmente las blancas carecen de contrajuego. 17.b4

Forzada para evitar ... �eS+. Ahora, la di­recta 17 ... lüd4 falla, pero las negras no tienen necesidad de precipitarse. 17 ... .td6

17 ... lüd4 18.lüe2 lüxe2+ 19.\Wxez �eS+ 20.bxc5 E:dh8 21.�xe6+ ya que después de 21... �b8 22.ih3 y sí 21...fxe6 22. \Wxe6+ �b8 23. @f1 y las blancas sobreviven. Is.tt:lbs if4

Las blancas ya no tienen defensa satisfac-toria contra ... lüds, o también ... �fs seguido de ... E:dh8 y ... lüg4.

Capítulo 6: El sistema Short: 4.j,c4 t:Df6 5.d3 93

19.d4 tüds zo . .ixds exds 21.Wtez <i>d7! 21..J!dh8 22. We8+ �xe8 23. �xe8+ �d7 por

supuesto también gana, pero 21... Wd7 priva a las blancas de esta posibilidad. zz.tLld6 <i>xd6 0-1;

Zinchenko-Bauer, Metz op 2010

Vayamos a la variante principal, S.d3 (D)

Donde veremos dos jugadas, A) 5 ... c6 y B) 5 ... !g4.

A) s ... c6 (D)

Una vez alcanzada esta posición las blan­cas tienen diversas maneras de continuar: Al) 6.f4, A2) 6.h3, A3) 6 . .!Llge2, A4) 6.We2 y AS) 6.id2.

Al) 6.f4 �g4 (D) Hemos alcanzado la misma posición que

tras 5 ... ig4 6.f3 id7 7.f4 �g4!? pero con un movimiento extra, ... c6. Este tiempo es, por

supuesto, generalmente útil para las negras, pero en caso de jugar un futuro ixe2 faltará el recurso ... .!Llc6-d4.

7 .tLlgez e6 s.h3 hez Para nada 8 ... ihs es errónea.

9J9xez tübd7 10.0-0I De este modo las blancas adquieren una pe­

queña ventaja. En su lugar, 10.�d2 Wc7 ll.g4 0-0-0 12.0-0-o bs 13.ib3 lLlcs (G. Hernández­Del Rio, Albacete 2004) solo fue igualdad. 10 ... 0-0-0

Conociendo la continuación se revela que lO ... i.cS+ 11. Whl o-o era más seguro. 1 1.�dz Wfb6+ 12.<i>h1 g6 13.a4 Wfc7 14.�e3

A lo largo de los próximos diez movimien­tos las blancas mejorarán poco a poco su po­sición mientras que su rival no encontrará un buen plan. 14 ... as 1s.Wffz �g7 16.ctJe4 ttJds 17 .�dz tiJ7f6 18J3ab1 b6 19.c3 gd7 zo.Wf3 <i>ds

Una mala señal, lo que indica que la parti­da acabará pronto. 21.b4 axb4 zz.cxb4 <i>e7 23J�fc1 Wa7 24.a5 pxas 25.bxa5 gbs 26.a6 �b1 27.gxb1 Wd4 28�cl es 29.�bz Wfe3 30.Wfxe3 ctJxe3 3Lhf6+ hf6 32.gb7 1-0

Milos-Conquest, Vila Real 2001.

AZ) 6.h3 (D) Así las blancas no se ven forzadas a tocar

su peón f, y también desanima a las negras al desarrollo del alfil por la diagonal h3-c8.

94 juegue la Escandinava

6 ... ttJbd7 Las negras también consiguen igualar con

la sencilla 6...b5, según Magem Badals-Prié, La Reunión 1997: 7.�b3 �b7 8.id2 (o sino s.lüf3 ltJbd7 9.�e3 e6 con idea de 10 ... ltJcs) 8 ... W/c7 9.a4 a6 lO.liJf3 y se acordó la paz en pocas ju­gadas debido a 10 ... ltJbd7=.

Después de 6...ifs?! 7.f4 e6 8.g4 �g6 9.Wle2 la posición sería delicada para las negras. 7.lilf3 e6 s.o-o ie7 9.\Wez bs 10.i.b3 ttJcs n . .tgs h6 1Z.ih4 b4 13.tbe4 ttJcxe4 14.dxe4 ia6 15.i.c4 i.xc4 16.\Wxc4 �b5=; Galego-Hodgson, Linares 1995.

A3) 6.tbge2 Como en algunas otras líneas tranquilas

de la Escandinava aquí se puede elegir el fian­chetto. 6 ... g6 7.0-0 ig7 (D)

s.if4 Esto da a las blancas (bueno, quizás tam­

bién a las negras) más opciones que 8.id2.

8.ltJg3 se probó sin éxito en Leenhouts-De­graeve, Gent 2005: 8...0-0 9. Vfle2 Wlc7 10J:�e1 e6 1l.a4 ltJbd712.a5 ltJds 13.id2 l3b814.ib3 liJes. Las negras ya disfrutan de una cómoda igualdad y finalmente ganaron: 1S.i.xd5exd5 16.W/f3 lüe6 17.ltJge2 i.d7 18.ltJa4 E:fe8 19.c3 Vf/xa5 20.ltJf4 ltJxf4 21. \W:xf4 E:xe1 + 22.l3xe1 E:e8 23.l3xe8 ixe8 24. Vf/b8 W/xa4 25. \Wxe8 i.f8 26. W! e2 W! c2 27.b4 d4 28.cxd4 ixb4 29.Vf!e8+ ifs 0-1. s ... ttJds

o s...o-o 9.Vfld2 ltJbd7 lO.liJg3 bs n.ib3 ib7 Belk.hodja-Chabanon, Le Port Marly 2009; con una partida bastante igualada. 9.i.dz \Wds 10.\Wcl o-o n.ih6 c!bxc3 12.c!bxc3 tbd7 13.gel lilf6 14.ixg7 @xg7 15.\We3 ge8 16.a4 as 17.\Wf4 \Wd6=;

Arizmendi Martínez-Matamoros Franco, Cala Galdana 1999.

A4) 6.\Wez (D)

Después del sexto movimiento blanco las negras están en una encrucijada; tienen nu­merosas réplicas razonables: A4a) 6 ... ifs, A4b) 6 ... ttlbd7, A4c) 6 ... e6, A4d) 6 ... g6 y A4e) 6 ... i.g4.

A4a) 6 ... -tfs 7 . .tdz 7.h3?! es menos preciso 7 ... e6 8.id2 y aho-

ra las negras disponen de 8 ... ib4=; Aronian-Seel, Deizisau 2002. 7 ... Wc7 8.h3 e6 9.g4 ig6 10.f4 ie7 ll.c!bf3 (D)

Capítulo 6: El sistema Short: 4.�c4 l1Jf6 5.d3 95

1 1 ... !1Jbd7? Después de este descuidado movimiento la

amenaza fs evitará el 0-0 y deja al negro en una situación incómoda.

Lo más adecuado, ll ... bs, habría mante­nido el equilibrio: 12.ib3 as 13.a4 b4 14.ltJe4 .ixe4 15.dxe4 ltJbd7 seguido de 16 ... ltJcs. 12.0-0-0 !1Jb6

Si 12...b5 13.f5 ofrece a las blancas las me­jores opciones. 13J�del (13.l3hel!?) 13 ... c.!?fs 14 . .ib3 �d6 1S.l:iJes hes 16.'?9xe5

Debido a situación del rey negro mantener la dama parecfa más lógico, pero Short man­tendrá (y aumentará) la ventaja sin permitir ningún contrajuego. 16 ... Yfxes 17 .fxes l1Jfd7 18.l0e4 �gs 19.d4 hs zo.gs he4 21J�xe4 l:iJds zzJ�f1 g6 (D)

Contemplando 23 ... ltJe7-f5, que motiva el siguiente cambio.

23.hds cxds O 23 ... exd5 24.l3ef4 l3h7 25.1\b4! En la última parte de la partida las blancas

sólo necesitan cambiar su alfil por el caballo enemigo y tendrán una gran ventaja en el fi­nal de dos torres. 24J�ef4 gh7 zs.1b4 l:iJbs 26.�d6 t0c6 27.g1f3 gds 28.b3 gd7 29.c.!?dz t0e7 30.i.xe7 gxe7 3 1.l3c3 c.!?g7 32.gcs ghs 33.gxhs �xhs 34.gf3 �gs

El final de peones derivado de 34 .. J:!c7? 35J3c3 l3xc3 36. �xc3 es, por supuesto, un final perdido. Esto implica que las negras de­ben quedarse pasivas y están obligadas a la derrota. 35.gc3 �fs 36.a4 �es 37J�cS+ �d7 3S.gas a6 39.�c3 �c6 40.�b4 gc7 41.c4 dxc4 42.bxc4 �d7 43.gbs �c6 44.aS �d7 4S.ds exds 46.cxds l3c1 47.�b7+ �es 4S.ga7 �fs 49J�xa6 gh1 so.gf6 �3 S1.e6 gg3 sz.gxf7+ �es 53.a6 1-0

Short-Liu Ded, Calvia (ol) 2004.

A4b) 6 ... !1Jbd7 Así es como continuó la partida Short-R.

González, Banyoles 2007: 7.1dz '?Mes s.a4 '?MxeZ+ 9.!1Jgxe2 as (D)

Este tranquilo final degenerará pronto.

10.0-0 e6 ll.l:iJe4 1e7 12.f4 l:iJcs 13.!1Jgs o-o 14.!1Jg3 b6?! ts.fs h6 16.!1Jf3 exfs 17.l1Jd4 i.d7 ts.l:iJdxfs �ds 19.i.c3 l1Jxa4?!

96 juegue la Escandinava

Las negras estaban bajo presión y decidie­ron entrar en unas dudosas variantes tácticas para enturbiar las aguas. Salieron mucho peor pero de alguna manera al final consiguieron medio punto. 20J�xa4 bs 21.?bxg7 bxa4 22J!xf6 i.xf6 23 . .ixf6 gab8 24,qJe4 ie6 2S.qJxe6 fxe6 26.ixe6+± ci>h7 27.ie7 gfe8 28.ifS+ ci>g7 29.if6+ ci>fs 30.id7 ge7 31.ixc6

31.�xe7+ @xe7 32.�xc6 !l;xb2 33.!xa4 debería haber sido suficiente para ganar. 31...ge6 32 . .ba4 gb4 33.b3 gbxe4 34.dxe4 gxf6 3S . .tbs ci>e7 36.g3 ci>d6 37 .ci>g2 ci>es 3S.id3 gfs 39.h4 gf7 40.ci>h3 gg7 41.ci>g2 gf7 42.ci>h3 gg7 43. ci>hz gc7 44. ci>g1 gf7 45. ci>g2 gfs 46.ci>h3 ggs 47.ci>gz gfs 48.ci>h3 ggs 49. ci>g2 �-�;

Las negras tienen tres peones por la cali­dad pero apenas pueden avanzarlos.

A4c) 6 ... e6 Esto implica que el alfil puede acabar en

b7, lo que no es lo ideal, pero tampoco una tragedia. 7 .id2 'JJ!c7 8.f4 id6 9.qjh3 o-o 10,qJe4 tLlbd7!? (10 ... �e7) n.qjxd6 'JJ!xd6 12.0-0

No estoy convencido de que el blanco hu­biese tenido mejores perspectivas tras 12.a4!? pero ahora el juego negro se vuelve fácil. 12 ... bs 13.ib3 ib7 14.?bgs es 1S.gae1 gae8 16.c3 h6 17 .tL'lf3 �-�;

Predojevic-Kovacevic, Kusadasi 2006.

La deseable 17.lt:le4?, se encuentra con 17 ... lt:lxe4 18.dxe4 ixe4, lo que significa que las blancas tenían que retirar su caballo a una casilla peor. En la posición final se podría haber continuado con la lucha, pero objeti­vamente los dos alfiles solo dan una ventaja simbólica.

A4d) 6 ... g6?! (D) Bajo estas circunstancias exactas no me

gusta este movimiento. Ciertamente, las ne­gras alcanzan una versión peor de l.e4 ds 2.exds Wxds 3.lt:lc3 Was 4.lt:lf3 lt:lf6 s.ie2 g6.

7.qJf3 qjbd7 7 ... ig7 8.0-0 e6 era seguramente más ra­

zonable. Ahora las negras experimentan pro­blemas rápidamente. s.idz 'JJ!hs?! 9.h3 bs 10.ib3 liJes n.o­o-o tLlxb3+ 12.axb3 i.g7 13.igs!

Amenazando 14.g4. 13 ... ih6 14.ixh6 'JJ!xh6+ 1S.ci>b1

Las negras aún no puede enrocar sin per­der e7. De hecho nunca podrán hacerlo: 1S ... Wff4 16.?bes ib7 17 .�g4 c!bxg4 18.hxg4 as 19J&de1 V!ic7 20.gh3 a4 21.ge3 e6 zz.gxe6+ ci>fs 23.ge7 'JJ!bs 24.V!if3 fs zs.'JJ!e3 1-0;

Cicak-Hernando Rodrigo, Sants 2006.

A4e) 6 ... i.g4?! Esta jugada produce una extraña impre­

sión especialmente si las negras se embarcan según sus principios.

Capítulo 6: El sistema Short: 4.�c4 éi:Jf6 5.d3 97

7.f3 .ths s.g4 .tg6 9.f4. (D)

Las blancas continuarán con IO.fS y 9 ... e6 no ayuda en nada a la clavada. Mover el peón h es forzado para rescatar al i.g6, que parece­rá tonto en h7. En cualquier caso, el ordena­dor parece confiar en los recursos defensivos de las negras, por ejemplo:

a) 9 ... h6 lO.fS �h7 11.�d2 Wlc7 12.0-0-0 tt:\bd7 13.h4 g6? Tras 13 ... tt:\es! 14.g5 ltlxc4 15.dxc4 tlJd7 la posición negra aún parece sospechosa, pero yo no veo ninguna crisis inmediata. Ahora, en lugar de 14!.fxg6?! (Go­reskul-Kochetkov, Kiev 2004) 14.g5 sería más fuerte y habría ofrecido una limpia ventaja a las blancas: 14 ... ltlh5 15.l::!:e1 0-0-0 (o 15 ... tlJg3 16 . .ixf7+ �xf7 17.�e6+ �e8 18.fxg6 �g8 19.g7+-) 16.�g4 lüg7 17.�xf7.

b) 9 ... hs 10.fs i.h7 11.h3 �gs! [n ... ltlbd7?! 12.lüf3 igs (Libens-Hernando Rodrigo, Fran­cia 2002) demostró ser peor: 13.l::!:g1!? (13. gs!) 13 ... hxg4 14.hxg4 bs IS.ib3 it:lcs 16.�d2 t!Jxb3 (16 ... b4!? 17. t!Je4 t!Jfxe4 18.dxe4 t!Jxb3 19.cxb3 eS) 17.cxb3 0-0-0 18.tlJes Wa6 19.Wg2 �b7 20.a4 e6 2l.axb5!! W/xa1 + 22. �e2 W/xb2 23.l::!:bl W/a3 24.bxc6+?? (Un gran error. 24. Wxc6+ �b8 25. ltlc4 hubiera sido fatal para las negras, principalmente porque sigue �f4+. Por ejemplo: 25 ... l::!:h2+ 26. �el �es 27.�f4+ es 28.ixe5+ W/xe5+ 29.ltlxe5 l::!:c8 30.tlJd7+ t!Jxd7 31 .'1Wxd7 l::!:xc3 32.'1We8+ y 33.'1Wxf8+ o 32 ... l::!:c8 33.'1We5+ ganando) 24...�c8-+] 12.g5 ltlds 13.!xds cxds 14.ltlf3 t!Jc6 Las blancas

deben parar ... d4. Entonces ... 0-0-0 seguido de ... e6(e5). La situación es poco clara.

AS) 6 . .tdz 'fic7 (D) 6 ... ltlbd7 Sedlak-Savic, Bosnjaci 2005; no es

malo pero un poco triste para el !c8.

7.'fie2 7 .f4 representa otro interesante intento

para obtener alguna ventaja. 7...$ifs (7 ... ig4!?) 8.lM3 e6 9.0-0 �d6 10.ltlgs tlJbd7 ll.a4 it:lb6 (11...0-0 era más seguro) 12.�b3 0-0-0 13.a5; Conquest-Saptarshi, Mumbai 2004 y las blan­cas están mejor.

7. t!Jf3 ig4 8.h3 (Milos-Campera, San Nico­lás 1993) y ahora 8 ... ihs habría sido correcto para las negras. 7 ... é!Jbd7

7 ... ig4?! Short-Reprintsev, partida rápi­da en internet 2000 que acabó rápidamente en una derrota de las negras: 8.f3 �fs 9.g4 ig6? 10.f4 hs n.fs �h7 12.gs tt'lg4 13.�xf7+ �xf7 14.g6+ �es 15.gxh7 W/es 16.ltlf3 Wxe2+ 17.@xe2±.

7 ... g6 es cl�ramente mejor que en 6. 'IW e2, y después de la secuencia 8. ltlf3 il.g7 9.0-0 o-o lO.l::!:fel e6 1l.a4 b6 12.d4 t!Jbd7 13.�gs ib7 14.l::!:adl; Mortensen-Hansen, Tonder 1993. Las blancas sólo están marginalmente mejor. 8.a4

Las alternativas 8.d4 y 8.t!Jf3 tampoco pa­recen dar a las blancas una ventaja sustan­cial:

98 juegue la Escandinava

a) s.d4 lLlb6 9.ib3 .tfs (9 ... !g4!?) 10.li:lf3 e6 11.lLles o-o-o 12.g4 ig6 13 . .if4 i.d6 14.h4 lLlbds lS . .tgs li:lxc3 16.bxc3 h6 (16 . . . cs!) 17.li:lxg6 fxg6 18.i.xe6+? (Demasiado arries­gado. 18.i.xf6 gxf6 19. �xe6+ �b8 20.0-0-0 era bastante igualado) 18 .. . �b8 19.idz gde8 20.�fl !!e7 21.!!e1 !!heS 22.�c4 if4 23.g5 tLlhs 24.gxh6 gxh6 zs.ds ixd2 26J:'1bl cxds 27.'?9xds 0-1; Karpatchev-Akobian, Nóvgorod 1999.

b) 8.lLlf3 bs [o 8 ... e6 primero si se quiere evitar 9.i.xf7+. 8 ... lLlb6?! 9.ib3 (Baumegger­Moser, Austria 2006) fue incómodo para las negras que no pudieron colocar conveniente­mente el alfil de dama fuera antes de mover ... e7-e6: 9 ... i.fs (9 ... i.g4?? 10.ixf7+) 10.li:les e6 11.g4 i.g6 12.h4] 9.ib3 (9 . .ixf7+ i>xf7 lO.tLlgS+ �e8 ll.tLle6oo) 9 ... e6 ... lt:\cs seguido de ... i.b7, con posibilidades recíprocas. 8 ... e6 9.lt:\f3 ib4 10.0-0 0-0 ll.d4 b6 12.id3 as 13J;&fe1 ib7 14.li.Je5 .txc3 1S.ixc3 eS 16.lbxd7

Las blancas tenían algo en mente, que sin embargo no les traería más que un empate. De todas formas aquí la ventaja de los dos alfiles no era demasiado grande. 16 ... lbxd7 17.dxcs lbxc5 (D)

18.hh7+ i>xh7 19.'Wh5+ i>g8 20.ixg7 'it>xg7 Zl.'Wgs+ @hs zz.'Whs+

22.!!a3! era más fuerte. 22 .. .f6 23.!!h3+ '?9h7 24.!!xh7+ Wxh7 25. '?9h4+ (o 25. �hS+ Wg7 26.!!e3 !!f7 defendiéndose eficazmen­te) 25 ... i>g7 (No 2S ... i>g6? 26.�g3+ i>h6

27.!!e3+-) 26. '?9g3+ Wh8 y el resultado más ló­gico es tablas. zz ... 'it>g7 Z3 . . 'Wgs+ @hs Z4.'1Wh6+ 'it>gs zs.E:a3 fs?!

Después de lo más razonable 2S ... !!fd8! 26.E!h3 Wes! (D)

27.!!g3+ Wxg3 28.hxg3 ie4 las blancas ha­brían podido luchar por el empate. 26.E:g3 'Wxg3 27 .hxg3 E:ads 28.'Wg6+ @hs 29.�h6+ 'it>gs 30.�g6+ 'it>hs 31.g4 gd7 32.E:e3 E:g7 33.'Wh6+ @gs 34.g5 f4 35J�es mt7 36.'Wg6+ gg7 37.'Wh6 E:h7 38.'Wg6+ E:g7 39.�h6 E:h7 40.Wg6+ E:g7 �-�;

Benjamin-Bartholomew, Filadelfia 2003.

B) 5 ... ig4 (D) Esta respuesta intenta provocar algunas

debilidades en el campo rival, mientras que a la vez reduce sus opciones. Lo cierto es que la auto clavada 6.lLlf3 no es inteligente, debido a la posibilidad ... 'ªhs, lo que significa que sólo Bl) 6.lLlge2 y B2) 6.f3 son razonables.

Capítulo 6: El sistema Short: 4.i.c4 li:Jf6 5.d3 99

Bl) 6.lbge2 La alternativa al movimiento principal

6.f3. Por el momento las negras tienen las ma­nos libres ya que el alfil no está atacado, pero deben estar preparadas para enfrentarse a f2-f3 en cualquier momento.

6 ... lUc6?! traspondría, tras 7.0-0, a la par­tida Zinchenko-Bauer, Metz 2010, vista en la introducción de este capítulo. Ahora veremos Bla) 6 ... e6, Blb) 6 ... c6 y Blc) 6 ... tUbd7.

Bla) 6 ... e6 Tras esta jugada las blancas pueden tener

mejores posibilidades de conseguir una venta­ja de apertura que tras las otras opciones. 7.h3

o 7.f3 ifs 8.g4 ig6 9.h4 h6 1o.ttJf4 ih7 11.id2 c6? (ll...'IWeS+! es solo un poco mejor para las blancas) 12. '1We2 tübd7 y ahora, en lugar de 13.0-0-0 '�Wes (Papp-Mate, Budapest 2008) las blancas podrían haberse asegurado una gran ventaja siguiendo con: 13.g5! hxgs 14.lUcd5 '1Wd8 1S.tüxe6 f:xe6 16.'1Wxe6+ ie7 17.tt::lxf6+ tt::lxf6 18.hxgs. 7 ... -ihs

Si 7 ... ixe2!? 8. '1Wxe2 lUc6 (Con la inten­ción de saltar rápidamente a d4) 9.i.bs es más agradable para las blancas. Por ejemplo 9 ... '1Wb6 10.ie3 ics (D)

ll.d4! .ib4 (ll....ixd4?? 12.tt::la4 'IWaS+ 13.�d2+-) 12.0-0 ixc3 13.bxc3. s.idz §'b6 9.o-o;

Seguido de lO.'IWel y ll.lUf4 y las blancas obtendrán la pareja de alfiles. A cambio su ri-

val tendrá una sólida posición. Kucherenko­Kislinsky, Lvov 2003.

Blb) 6 ... c6 7.f3 7.h3 ihs 8.0-0 sería lo mismo que 6 ... e6.

7 ... �fs s.g4 (D)

8 ... �c8!? Las negras están lo bastante satisfechas

con la debilidad creada por el avance de los peones blancos. 8 ... ig6 representa, por su­puesto, la reacción estándar. 9.lbg3 e6 lO.§'ez ie7 ll.idz §'c7 12.gs lbds 13.lbhs o-o 14.o-o-o bs 1S.ib3?!

Creo que las blancas están malgastando tiempos y es preferible lS.i.xds exds 16J!hgl. 15 ... b4 16.lÜe4 �h8 (D)

17.ixds? Demasiado optimista.

17 ... cxd5 18.if4 §'d8 19.ies gg8 zo.lbef6 gxf6 21.lbxf6

100 juegue la Escandinava

o 21.gx:f6 itd6 22.o!!hg1 .!!g6 23.ltlf4 �xes 24.ltlxg6+ hxg6 2S. WxeS ltld7. Con dos piezas menores por una torre y un rey bastante segu­ro las negras están claramente mejor. Zl..J�xgS 2Z.f4 gg6?

Lo correcto, 22 ... ms 23.lLlg4+ f6 24 . .ixb8 �d7, habría sido rechazar el ataque del blanco y asegurarse una gran ventaja. 23 .lLJxds +??

Las blancas pierden una oportunidad de oro: 23.ltlxh7+! <;!;>g8 24. Whs era demoledor ya que las negras no tienen fuerza contra 2S.ltlgs o 2S . .!!hgl. Ahora, por el contrario, son las ne­gras quienes ganan. 23 .. .f6 24.tbxe7 W/xe7 zs.ghgl ib7 26.f5 gxg1 27.gxgl lLlc6 28.i.f4 es 29 . .th6 ggs 0-1; Satyapragyan-Filippov, Hyderabad 200S.

Blc) 6 .. .!übd7 7.id2 c6 8.f3 (D)

s ... ifs Este movimiento ha sido severamente cri­

ticado por Wahls en base a la partida Morten­sen-C. Hansen que veremos a continuación, una evaluación que yo no comparto.

Las negras eligieron 8 ... iths en Wohl-Belli­ni, Schwarzach 200S, pero erraron justo des­pués de 9.ltlf4 es? (9...�g6 era mejor, dejando a las blancas con una ventaja mínima después de 10.We2 'i!/es n.h4 'V9xe2+ 12.ltlcxe2 ltlb6 13.ib3 as 14.a3 es 1s.ltlxg6 hxg6) 10.ltlxhs ltlxhs n.ltle4 (12. ttJgs seguido de la captura sobre f7 que es imparable. El resto no tiene

un verdadero interés) 11...ib4 12.ltld6+ <;!le7 13. ltJxf7 ixd2+ 14. '!Wxd2 V9xd2+ lS. �xd2 .!!hb8 16 . .!!ae1 �f6 17.g4 ltlf4 18.gS+ �fs 19.ltld6+ �g6 20.h4 hs 2l.d4 bs 22.if1• �h7 23.dxes .!!d8 24.g6+ ttJxg6 2S.�xg6+ <;!lxg6 26.f4 ltlb6 27. 'it>cl 'it>h7 28.f5 lüc4 29.lt:'lf7 :E!f8 30.e6 �ae8 31.l:!hg1 .!!e7 32.l:!gs g6 33.l:!eg1 1-0. 9.lbds

En respuesta a 9.g4 ig6 10.h4 (D)

Las negras pueden elegir entre: 10 ... h6 11.lüds Wds 12. ttJdf4 ltles y lO...ltles ll.ltlf4 ltlxc4 12.dxc4 W!eS+

13.V9e2 (Después de 13.�f1 hs 14.ltJxg6 fxg6 la situación del rey blanco compensa la per­judicada estructura de peones) 13 ... V9xe2+ 14.�xe2 eS 1S.ltJxg6 hxg6. En ambos casos la partida está equilibrada. 9 ... W/ds 1o.lbxf6+

En el caso de 10.ltle3?l .ig6 las blancas po­drían alcanzar el avance f4-fS sin demasiados esfuerzos. 11.f4 e6 12.0-0 ltJb6 13.ib3 �cs. Las negras están bastante bien. 10 ... gxf6

10 ... ltlxf6 es más natural y casi igualado, pero la textual no es mala. ll.lbg3 ig6 12.f4 fs 13.ic3 ggs (D)

Las negras tienen una estructura de peo­nes peor y un estúpido alfil en g6. Aún así, la posición ofrece oportunidades mutuas.

Ciertamente, las negras completarán su desarrollo mediante ... 'V9 c7, ... 0-0-0, ... e6 y en­tonces tratarán de llevar su caballo a ds. Las blancas, por otro lado, tienen más dificultades para mejorar su posición.

Capítulo 6: El sistema Short: 4.�c4 I?Jf6 5.d3 101

14.�f3 �c7 15.0-0-0 e6 16.h4 h6 17 .hs 17.,![Jez o-o-o 18.g3 id6 (18 ... ie7 inten­

tando 19 ... ,![Jf6 era, quizás, más adecuado) 19.a4 !'!ge8 (19 ... ,![Jb6 zo.ias!? gge8 y .. .f7-f6 seguido de ... e6-e5 podría ser lo siguiente en la agenda) 20.a5 a6 21.<llb1 1ie7 22.h5 1ih7 23.,![Jc1 ,![Jf6 24.,![Jb3 ,![Jds?! Yo creo que a las negras les ha faltado precisión, pero si aquí hubieran optado por 24 ... ,![Jg4, su posición se habría convertido en un hueso duro de roer. Después de zs.ies, sin embargo, las blancas llevaron definitivamente la iniciativa en la partida Mortensen-C. Hansen, Graested 1990. 17 ... �h7 18.1?Je2 0-0-0 19.g3

Y aquí se acordaron las tablas en la partida Kuporosov-Varga, Budapest 1991.

B2) 6.f3 (D)

La respuesta obvia al último movimiento negro, incluso a pesar de la debilidad en la diagonal a7-g1 no debería subestimarse. Aho-

ra las negras deben decidir entre B2a) 6 ... ifs y B2b) 6 ... id7. La retirada 6...ihs sólo limita sus posibilidades, mientras que en realidad no hay ninguna razón para detener f3-f4.

BZa) 6 ... .if5 Nuevamente las blancas disponen de va­

rias alternativas en este momento, B2al) 7.,![Jge2, B2a2) 7.g4?! y B2a3) 7.idz.

B2a1) 7.l?Jge2 (D)

Esta jugada se empleó en la partida Belkhodja-Chabanon, Marsella 2001. 7 ... e5

Puede ser una imprecisión. En su lugar 7 ... ,![Jc6 8.idz �es 9.a3 pare­

ce más agradable para las blancas, pero tras la flexible 7 ... ,![Jbd7! las negras podrán elegir después entre ... e6 y ... es. La posición debe es­tar, más o menos, igualada. S)Llg3 i.g6 9.�d2 lL\bd7

Ahora, en lugar de 10. \Wez?! 0-0-0 que sólo lleva a la igualdad, la inmediata lO.f4! ha­bría asegurado una ventaja para las blancas: 10 ... exf4 u.,![Jds \Wcs 12.\WeZ+ @ds 13.,![Jxf4 id6 14.0-0-0.

B2a2) 7.g4?! Parece demasiado precipitada, especial­

mente porque las blancas siempre dispon­drían de esta opción más adelante. 7 ... .ig6

102 Juegue la Escandinava

7 ... .ic8!? y 7 ... �d7 son interesantes, inclu­so aunque en el segundo caso las negras deban retirar su caballo a una casilla incómoda tras 8.�d2 \Wb6 9.g5. s.idz

8.tüge2 eS 9 . .id2 c6 10.h4 h6 (Galego-Ro­cha, Caldas de Felgueira 1998) es bueno para las negras. 8 ... e6 9.h4 hs (D)

La siguiente secuencia de movimientos por supuesto no es obligada, pero subraya los comentarios adjuntos a las jugadas sa y 6a de las blancas. IO.lLlds V!Vcs II.ib4 V!Vxds!! IZ.hds ixb4+ 13.c3 lLlxds 14.cxb4 lLlxb4 (D)

Las negras se quedarán con dos piezas me­nores, dos peones y la iniciativa contra la po­bre dama blanca.

B2a3) 7.idz (D)

7 ... V!Vb6 7 ... c6 también es jugable. 8. �e2 (8.tüds

\Wd8 9.tüxf6+ gxf6 Sammalvuo-Wegner, ]yvaskyla 1993 no debe temerse. Las negras obtendrían entonces la misma estructura que con la Caro-Kann: l.e4 c6 2.d4 ds 3.tüc3 dxe4 4.tüxe4 tüf6 s.tüxf6+ gxf6, donde habrían evitado el horrible sistema mediante g3-i.g2) 8 ... \Wc7 [Después de algo un tanto artificial como 8 ... h5 (Klima-Blazkova, Czechia 2007) 9.f4 tiene sentido] 9.g4 ic8 10.0-0-0 b5 1Li.b3 as 12.a4 b4 13.tt:le4 tt:lbd7 con posibilidades recíprocas en Hasangatin-Peredy, Heves 1997, que continuó: 14.tügs?! lt:ld51S.d4 ia6 16. \We4 lt:l7f6 17.\Wes e6 18.�xc7 tüxc7 19.tüe4 0-0-0 20.c3 lt:lcds 21.c4 lt:lb6 22 . .igs fi.e7 23.tüd2 es

y la paz se firmó a pesar de la ventaja negra. s.lLlgeZ

8. We2 tL!c6! (Este recurso dinámico es la razón por la que las negras no deberían jugar automáticamente ... c7-c6 en esta variante. En todo caso es ciertamente mejor que 8 ... e6?! 9.g4 ig6 10.0-0-0 tübd7 11.h4 Jerez Pérez­Pérez Mitjans, Sitges 2007 que dio la iniciati­va a las blancas en el flanco de rey) 9.0-0-0 (9. tüa4 � d4 en esencia descolocaría al caballo blanco) 9 ... e6 10.g4 tt:ld4 11.Wg2 ig6 12.tüge2 (12.h4 hs estaría bien para las negras. Tienen una versión mejorada de la mencionada par­tida en la nota 8 ... e6?!; la dama está peor en g2, el caballo negro bien posicionado en d4, mientres que d.7 está vacante para su compa­ñero) 12 ... tüx.e2�·13.Wxe1 0-G-0 14.h4 hs (La

Capítulo 6: El sistema Short: 4.il.c4 éi:Jf6 5.d3 103

columna d medio abierta es más útil que su vecina y las negras pueden decidir un opor­tuno ... hxg4. Al menos tienen la igualdad) lS.�gs ie7 16.ib3 �he8 17.ie3 �a5 18 . .id2 �a6 19 . .ic4 �b6 20 . .ie3 ics 21..ixc5 �xcs ZZ.�del a6 23.llle4? Las blancas se han queda­do visiblemente sin ideas constructivas pero su posición era todavía bastante sólida. ¡Pero no después de esa jugada! 23 ... ixe4 24.fxe4?! (24.dxe4 podía constituir la recuperación y deja oportunidades razonables para sobrevivir tras 24 ... hxg4 25.fxg4 �d4 26.�d3 o 2S...ltlxg4 26.ixe6+ E:xe6 27. V9xg4) 24...lLlxgH 25.�efl �d7 26.E:h3 E:ed8 27. 'i!?b1 'i!?b8 28 . .ib3 �es 29.a3 fs 30.Wa2 g6 31.�e1 es 32.exfs �xel 33.E:xel exfs 34.E:hh1 f4 35.�hf1 gfs 36.E:e6 f3 37.E:xg6 f2 38.E:g8 É!xg8 39 . .ixg8 E:e7 40 . .ids E:el 41..ig2 E:xfl 0-1 Del Dotto-Belotti, Bratto 2002. 8 ... e5 9.lt:Jg3 il.e6=;

Sammalvuo-Westerinen, Gausdal 1994.

B2b) 6 ... .td7 (D)

Hasta ahora las blancas han probado va­rios movimientos, pero ninguno de ellos pare­ce darles una ventaja evidente.

Daremos una ojeada a las opciones: BZbl) 7.ll:lge2, B2b2) 7.f4, B2b3) 7.�e2?! y final­mente B2b4) 7 .idz.

B2bl) 7.lt:Jge2 e6 La retirada preventiva 7 ... �b6 (Treguer­

Prié, Gap 2008) dirigida contra ic1-e3, man-

tiene la partida en territorio de la Escandina­va. Esto es aplicable a la provocativa 7 ... ll:lc6!? 8 . .id2 o-o-o. En este caso, 9.a3 �hs o 9. ds �es parecen poco claras. 8.0-0 (8 . .ie3!?) 8 ... ie7 9.cj{hl c5 lO.�el Wi'd8

Eludiendo la torpe 10 ... 0-0?! ll.ll:lds! ll..ie3 0-0 12.�f2 b6 13.d4 cxd4 14.lt:Jxd4 (D)

Benjamín-R. González, San Diego 2004. La posición es parecida a una Siciliiana donde las negras no parecen sufrir serios problemas. Más tarde las blancas consiguieron robar la pareja de alfiles, pero su ventaja se mantuvo dentro de unas proporciones soportables a lo largo de la partida: 14...ltlc6 lSJ!adl ltlxd4 16 . .ixd4 �c7 17.�e2 ic6 18.ies �c8 19.tDbs ixbs 20.ixbs �es 21..id4 V9c7 22.tes �es 23.id4 �c7 24.�c4 �xc4 2S.ixc4 �fd8 26.c3 Wf8 27.E:fel .ics 28 . .ies 'i!?e7 29.ic7 E:xd1 30.E:xdl ltle8 3Lif4 �d8 32.E:xd8 'i!?xd8 33.g4 h6 34. 'i!?g2 gs 3S.idz 'i!?e7 36.f4 f6 37.h4 gxh4 38.b4 id6 39. Wh3 fs 40.id3 ltJf6 41.gxfs exfs 42.ixfs ltJds 43. 'i!?g4 h3 4!4. 'i!?xh3 ixf4 4S . .ie1 .tes 46.c4 .ic3 47.ih4+ tüf6 48.a3 .ib2 49.a4 .ic3 so.bs Wd6 s1..if2 ll:ld7 sz . .ixd7 'i!?xd7 53.ig3 id2 54. 'i!?g4 'i!?c8 ss . .tes 'i!?b7 56. <.Yhs y aquí los rivales se dieron la mano.

B2b2) 7.f4!? (D) Popovic-Cornette, Subotica 2005. Ya que

la diagonal a7-g1 se había debilitado de to-

104 juegue la Escandinava

das formas, proporcionar una bonita ventaja al l0g1 en la casilla es puede ser una buena idea.

7 ... ftJc6 Insistir con 7 ... .ig4!? merece tenerse en

cuenta. Después de 8.l0f3 lüc6 (Pero no 8 ... e6 9.h3 ihs?? 10.g4 .ig6 ll.�e2 donde las ne­gras serán azotadas) 9.h3 ixf3 10. �xf3 0-0-0; las negras tienen buen aspecto. Por ejemplo ll.i:xf7!? l0d4 12. �f2 y aquí tanto 12...e5, como 12 ... e6 13.ie3 ics 14.0-0-0 gd7 1S.fs exfs 16 . .ic4 con igualdad. 8.tt:lf3 '!Wb6 9.llJe5 e6 10.i.b3

Planeando deshacerse de la dama negra mediante ll.l0a4 o ll.l0c4. En el caso de 10.l0xd7 lüxd7 las blancas tienen prohibido el 0-0 temporalmente que es un factor más relevante que los dos alfiles. lO ... tt:lxeS?!

Un movimiento perezoso. Si las negras hubiesen continuado con 10 ... l0d4, o 10 ... a6, manteniendo la dama en la crítica diagonal, habrían podido contar con una ligera ventaja. n.fxes tt:lds 12.tt:lxds exds 13.'!Wf3?!

13.d4! era una mejora para las blancas. 13 ... ie6 14.1e3 ics lS.ixcs Wxcs 16.'!Wf4 y tablas.

B2b3) 7.We2?! (D) Como muestra la siguiente jugada, las

blancas no están preparadas para "dar la bien­venida" al caballo en d4.

7 ... tt:lc6 s.Adz? 8. �f2 seguido de 9.l0ge2 habría limitado

los daños. s ... tt:ld4 9.\Wdl Wb6 10.tt:lge2 tbfs ll.tbe4 e6 12.a4 as 13.c3 tt:lds 14.hds exds 15.llJ4g3 tt:lh4 16.�fl iJ.e7

Con una gran ventaja para las negras en Philippe-Prié, Europeo Rápidas, Ajaccio 2007.

B2b4) 7 .Adz Wb6 (D)

s.VNez 8.f4 e6?! (Según Prié, las negras deberían

haber optado la refinada 8 ... .ie6 9.ib3 ixb3 10.axb3 e6 11 .l0f3 l0c6 con igualdad. Tam­bién 8 ... ig4 era viable) 9.l0f3 id6 10. 'r9e2 o-o 11.l0es tes (n .. J�ds!? 12.g4 lOds 13.0-0-0 l0xc3 14.ixc3 l0c6 era ligeramen­te mejor para el blanco) 12.g4 es 13.gS lOds? (Comprensiblemente las negras persiguen el contrajuego, pero esto solo ayuda a su rival a desarrollar su ataque. Todavía habrían podi-

Capítulo 6: El sistema Short: 4.�c4 li:Jf6 5.d3 105

do buscar contrajuego, gracias a la debilidad del flanco de rey, mediante 13 ... ixe5 14.fxes l0fd7 seguido de 1S ... l0c6) 14.ixds exds 1s.l0xds 1l:Yd8 (D)

16.ic3?! [16. ltJg4! con idea de sacrificar un caballo en f6 ya era decisivo: 16 ... ic6 (16 ... @hs 17.ltJgf6 no cambia gran cosa) 17.ltJgf6+ @h8 18.1l=Yhs h6 19.�c3 o 18 ... gxf6 19.l0xf6 1l:Yxf6 20.gxf6 ixh1 21. @f2 ic6 22J�g1. En ambos casos el negro no tiene defensa] 16...lüc6 17.l0g4? [Este error es aún más serio, visto que después de 17.ltJc4 o 17.1l:Ye4 las blancas encontrarían la manera de consolidar su peón extra] 17 ... l0d4 18.ixd4 cxd4 19.0-0-0 ic6? [En este caso la preventiva 19 ... �h8! ofrecería una enorme diferencia: 20J�hf1 (20. ltJgf6?? gxf6 2LltJxf6 ixf4+ 22.'�b1 ixgS-+) 20 ... 1l:Ya5 21.l0gf6 gxf6 22.ltJxf6 1!9fs. Las negras están mejor pero después de 23.1l=Yf2 hay cierta es­peranza] 20.l0gf6+ @ hs 21.1l:Yhs (21.l0xh7! era más directa, como demuestra la siguiente línea: 21... �xh7 22.1l:Yh5+ Wg8 23.ltJf6+ gxf6 24.gxf6 ixf4+ zs.@bl 1l:Yxf6 26,ghg1+ 1l:Yg7 27,¡:;xg7+ @xg7 28.1l:Yg4++-) 21...h6 22.l3hg1 ixds 23.ltJxds �as 24.gxh6 g6 25.�g5 V9d8 26.gdel gcs 27.CiJe7 �xe7 28.gxe7 1l:Yd6 29.1l=Ye5+ 1!9xe5 30.fxes. Las blancas cuentan con una gran ventaja en este final y lo ga­naron debidamente después de: 30 ... gce8 31.gxb7 gxes 32.gg2 @h7 33J:�xa7 Wxh6 34.gd7 gs 35,gxd4 fs 36.'i!?dz f4 37.a4 Whs 38.b4 f3 39.l3f2 g4 40.c4 ¡:;fes 41.gds gxds 42.cxds gds 43.a5 gxds 44.a6 1-0; Short-Prié, Copa Francia 2004

8 ... li:Je6 9.0-0-0 li:Jd4 lO.VBes e6 ll.lüe4 lüxe4 12.dxe4 VBes (D)

El medio juego sin damas que surge, es equilibrado.

12 .. .f6 13.1l:Yh5+ g6 14.1l:Yh4 es habría sido más entretenido, ¡razón por la cual segura­mente las negras la rechazaron!

13.V9xcs hes 14.if4 0-0-0 1S.c3 lüc6 16.b4 �e7 17.lüe2 M6 18.a4 a6 19.�b3 hs

Las blancas cuentan con una clara ventaja de espacio en el flanco de dama, así que su ri­val necesita expandirse por otro lado.

La partida continuará equilibrada durante un tiempo hasta que las negras quiebren bajo la presión. zo.�cz h4 21.h3 ies 22J3al ghs 23.ie3 es 24.gadl �dl zs.gxdl �gs 26.ifz li:Je7 27 .c4 lüg6 28.bs lüf4 29.lüxf4 ixf4 30.�e3 igs 31.bxa6 bxa6 32.g¡,b4 ie7+ 33.es gh6 34. �as gg6 35 . .ic4 gxgz 36 . .ixa6+ �bs 37.gbl+ s!>as 38.�e3 c6 39 . .ic8 í!a2 40.í!b4 í!a3 41.icl í!c3 4Z.ibz gxes+ 43.g¡,a6 ids 44.�b7+ �bs 4s.hc6+ �es 46.ib7+ �b8 47 .�c6+ @es 48.�bs ie6 49.gb3 �b7+ so.@a7 ie7 Sl.�d7+ �xd7 S2.�xb7 �k4 S3.gd3+ �e6 S4.gc3 gb4+ ss.g¡,xc7 &cbz s6.ge6+ �e7 57.as 1-0;

Mamedyarov-Prié, Francia (tt) 2007.

106 juegue la Escandinava

Conclusión:

El "Sistema Short", l.e4 ds 2.exds Wxds 3.tl:lc3 \Was 4 . .ic4 tl:lf6 s.d3, puede llevar a una temprana batalla de escaramuzas. Esta irá unida a la provocativa salida del alfil negro a g4, contra la cual las blancas normalmente responden con una incursión de doble filo en el flanco de rey.

En comparación con las líneas donde se incluye el avance d4, la dama negra dispone a menudo de las casillas es y es. Como con­secuencia corre un menor riesgo de ser atra­pada.

Desde el punto de vista teórico, las negras pueden obtener posiciones decentes, pero de­ben prestar atención a los detalles cuando se embarquen en ... g6 o ... c6 antes de jugar .ig4. Las partidas Cicak-Hernando Rodrigo (línea A4d) y Short-Reprintsev (línea AS) ilustran perfectamente esta afirmación.

7. La variante 4 .d4 tlJf6 5.�c4

Este capítulo es la continuación del precedente, ya que las blancas también desarrollan su alfil a c4, pero luego continúan con el avance d4. Como se pudo notar a lo largo del capítulo 6, a las negras les interesaba provocar a su rival jugando ... �g4. Con ello ganaban un tiempo para el desarrollo y obtenían la debilidad de la diagonal a7-gl en el caso de la réplica f3. Este será el caso aquí también.

La variante l.e4 ds 2.exd5 W!'xds 3.tt:lc3 1M! as 4.d4 lt:lf6 s.ic4 se puede mirar desde diferentes puntos de vista cuando se juega con negras, pero no se pueden evitar las complicaciones tácti­cas, que se producen desde el principio. Estas culminarán en lo que se puede considerar la línea principal, S ... �g4 6.f3 �hs 7.tt:lge2 tt:lc6 8.id2 0-0-0 9.a3 tt:lxd4, que a veces lleva a posiciones que son difíciles de evaluar, como en la muy compleja partida Morozevich-Tkachiev, Campeo­nato del Mundo FIDE 2000. ¡Es un campo apropiado para probar las habilidades tácticas!

En la posición principal la jugada más popular es 5 ... c6. Por trasposición conduce a las va-riantes contempladas en el capítulo 9 y posteriores.

En este capítulo veremos las siguientes variantes: A) Desviaciones B) 5 ... �g4 6.f3 C) s ... tt:lc6 6.tt:lge2 ig4

108 juegue la Escandinava

A) Desviaciones: S.ie4 ll:\e6 (D) Las negras intentaron s ... g6?! en Aleksic­

Drazic, Bosnjaci 2002. La idea funciona muy bien cuando las blancas ponen su alfil en e2, pero aquí es dudosa. Ahora, sin embargo, en lugar de 6.lüge2 ig7 7.h3 c6 8.id2 Wds 9.ib3 l0bd7 que está bien para las negras, la natural 6.l0f3 ig7 7.0-0 0-0 8.ªe1 habría sido desagradable.

S ... ifs!? Tiende a trasponer a las variantes principales tras 6.l0f3 o 6 . .id2. 6.l0ge2 [6.d5? es inofensiva (Bolzoni-Tolk, Antwerp 1999). Es infundada y pronto dará ventaja a las ne­gras: 6 ... c61 7.Wd2 Wcs 8 . .i\b3 l0e4 9.We3 %l/xe3+ 10.ixe3 lLlxc3 con una mejor estruc­tura de peones sin ningún contra juego] 6 ... e6 7.0-0 lLlbd7 (O 7...1le7 8 . .i\d2 Wb6 9.a4 0-0 10.a5 Wd6 1L.if4 %l/d8=; Gruenfeld-Ricardi, Novi Sad 1990) 8.id2 'itib6 9 . .ib3 ie7 10.a4 as ll .lObs c6 12.l0a3 ixa3 13.ªxa3 0-0 14.Wc1 Wa6 1S.tLlg3 ig6 16.c3 eS 17.dxcS lOxcS=; Van der Weide-Dutreeuw, Leeuwarden 1993.

Las negras tuvieron éxito con la experi­mental s ... a6?! (Fleitas-Mirzoev, España 2002) 6.lLlf3 ig4 7.h3 .ihs (o 7 ... ixf3 8.'�xf3 l0c6 9.0-0 (9 . .ie3!?) 9 ... 0-0-0 10.ds con ventaja blanca) 8.g4 ig6 y ahora, en lugar de 9.l0es?! li}bd7 10.ltJxd7 l0xd7 1Lif4 e6 12.a3 hs+, 9.id2! habría sido delicado de afrontar.

Aquí, 6.l0f3? ig4 transpone a l.e4 ds 2.exds Wxds 3.l0c3 Was 4.d4 l0f6 s.l0f3 l0c6 6.1lc4 ig4; Nakamura-Bauer, Le Port Marly 2009, del capítulo S.

Ahora veremos las siguientes opciones: Al) 6.a3, A2) 6 . .ie3, A3) 6.l0ge2 sin 6 ... ig4 y M) 6.ds.

Al) 6.a3 ig4 7 .f3 (D)

7 ... i.e6 s . .tbs .tds?l (8 ... Wb6!) 9.ie3 La acertada 9.b4! Wb6 10.l0ge2 0-0-0

11.Wd3 a6 12.lOxds lOxdS 13.ia4 habría dado ventaja. 9 ... 0-0-0 10.¿¿¡ge2 es ll.b4 �b6 12.�d3 ¿¿¡xd4 13.¿¿¡xd4 exd4 14.ixd4 es 1S.bxe5 hes 16.lba4?

Después de 16.0-0-0=i=, las blancas podrfan resistir.

16 ... tfe6+ 17. 'i!?fz hd4+ 18.tfxd4 hf3 19.tfxa7 gdz+ zo.'i!?fl hg2+ 21.'i!?g1 ih3 22.�a8+ 'i!?e7 23.�a5+ 'i!?bs 0-1;

Gaston-Hernando Rodrigo, Francia 2002.

A2) 6.ie3 ig4 7.¿¿¡ge2 0-0-0 8.f3? (D)

Capítulo 7: La variante 4.d4 CiJf6 5.i.c4 109

Un movimiento descuidado donde 8.a3 es 9.ds todavía era aceptable para las blancas. s ... es!l 9.ds

9.fxg4 exd4 10.ltlxd4 .ics+. 9 ... ie6 10.id2 l!Nes

Las negras también podrían capturar un pe6n mediante lO ... ltlxds n.ltlxds Y:Ycs. 1l.dxe6 l!Nxe4 12.exf7 .tes 13. l!Ne1 rus

13 ... e4! habría sido más rápido pero la vic­toria negra no se cuestionará. 14.ie3 �d4 1S.b3 l!Na6 16.0-0 ia3 17.l!Nbl �xe2+ 1S.�xe2 l!Nxe2 19.gel l!Na6 20.b4 l!Ne4 21..tes gxf7 22.ge3 ttld7 23.�hl �xes 24.gxa3 tbe6 2S,gxa7 �bs 26.ga3 gdz 27.l!Nel gfd7 o-1;

Petursson-Danielsen, Reikiavik 2008.

A3) 6.CfJge2 .te6!? O 6 ... il.fs, mientras que 6 ... il.g41 transpone

a s ... ltlc6 6.ltlge2 .ig4, línea C. 7 .he6 fxe6 8 . .ie3 0-0-0 (D)

9.a3!? 9.0-0 e5 10.%Yd3! ya hemos visto esta posi­

ci6n con el pe6n en f3. En el caso actual es más sencillo jugar contra la estructura enemiga. 10 ... exd4 (o 10 ... e611. %Yc4 ltld5 12.a3) ll.ltlxd4 lLlxd4 12 . .ixd4 es 13.�f5+ lLld7 14 . .ie3;!;.

9 ... l!Na6 10.1!Ne1 es ll.dxes tt:lxes 12.0-0 �f7?

12 ... e6 13.i¡,d4 ltlc6 era la mejor manera de mantenerse. 13.a4! es 14.tbbs c6 1S.e4 l!Nas 16.�xa7+! �bs 17.�bs cxbs lS.axbs l!Nb4 19.l!Nc2 �d7 20.ga4 l!Nd6 21.b4 �b6 22.e5 l!Nc7 23.gaz �ds 24.gfal �es 25.e6 1-0;

Maze-Olsen, Calvia 2005.

A4) 6.ds La jugada principal, pero como en los otros

intentos de las blancas no da ventaja. 6 ... �b4! (D)

Mover el caballo parece acrobático, pero 6 ... ltles?! es peor: 7 . .ib3 ifs (O 7 ... .id7 8.'i:Ve2 ltlg6 9 . .id2;t; Mueller-Biolek, Buekfuerdo 1995) 8. 'ee2 ltled7 9.id2;!;. En ambos casos las negras deben preocuparse por su ifs.

Ahora 7.lt::lge2? pierde material: 7 ... ifs s.ltld4 ltlbxds 9.il.xd5 ltlxds 10.'ªf3 ltlxc3 n.bxc3 'i:VeS+ 12 . .ie3 ie4+; Dirr-Mueller, Alemania 2003.

Las blancas disponen aquí de dos conti­nuaciones posibles: A4a) 7 . .id2 y A4b) 7.a3!?

110 juegue la Escandinava

A4a) 7.idz ig4! Un refinamiento comparado con 7 ... flcs

s.�bS+ �d7? (8 ... c6 9.ie3 "f:Vd6 lO.dxc6; las blancas acabarán mejor debido a su supe­rior estructura) 9.�xd7+ @xd7 10.�e3 "f:Vd6 11.\Wez �d8 12.a3 �a6 (lz...tLlbxds? 13.tLlxds

ltJxds 14J:!dl+-) 13.0-0-0 '?9xe2 14.l2Jgxe2 l2Ja6 lS.ltJbs±; Lazic-Hernando Rodrigo, Cha­lkidiki 2002. 8.�f3 .ixf3 9.gxf3 (D)

Hernández León-Hernando Rodrigo, La Laguna 2007.

A pesar de su peligroso aspecto, las negras tendrían que haber optado por 9 ... 0-0-0 10.a3 (o lO.ltJbs c6 11.dxc6 bxc6) lO ... 'ªcs ll.axb4 '?9xc4 12J:!:xa7 ltJxds.

A4b) 7.a3!? c6 8.axb4 8.dxc6 !Oxc6 con igualdad.

8 ... %Vxal 9.�f3 Si 9.l2Jge2, cubriendo el icl, las negras

responderían 9 ... es! 9 ... e6 10.d6?

En lugar de 10.dxe6 ixe6 ll.�xe6 fxe6 12.0-0 que no estaba claro; una línea ilustrati­va sería: 12 ... hb4 13.%?e2 0-0 14. Y:Vxe6+ @hs lS.ltJazoo.

10 ... ixd6-+; L. Pérez-Hernando Rodrigo, Albox (rápi­

das) 2002.

B) 5 ... i.g4 6.f3 (D)

Para 6.l2Jge2, ver la sección C. ...

Ahora las negras tienen que decidir entre Bl) 6 ... .id7, B2) 6 ... �hS y B3) 6 ... .ifs.

Bl) 6 ... id7 (D) Las negras no tienen ninguna razón para

replegarse tan modestamente, aunque no re­sulta obvio demostrar que las blancas obten­gan ventaja.

7.�ge2 e6 8.0-0 Ae7 9.st>hl Las blancas no parecen llegar a tiempo de

detener la jugada liberadora ... es, ya que des­pués de 9.a3 o-o lO.�f4 es ll.ds exds 12.l2Jxds

ltJxds está bastante igualado. Intentar usar el peón f para 9.l2Je4 puede,

por otro lado, resultar una mejor idea. 9 ... �bs (En el caso de 9 ... cs?! lO.ltJxcS hes ll.dxcs Y:VxcS+ 12. "f:Vd4 las blancas estarían mejor en el final gracias a su pareja de alfiles) 10.ib3 Y:V a6 11.ge1 .ic4 12 . .ixc4 %?xc4 13.b3 '?9c6 14.c4 o-o [Comer el peón mediante 14 ... l2Jxe4?!

Capítulo 7: La variante 4.d4 tiJf6 5.J.c4 111

15.fxe4 �xe4 es, por supuesto, arriesgado: 16 . .!Llf4 �fs (o 16 ... Wc6 17.d5 Wb6+ 18. Whl

o-o 19.�b2) 17.ges Wf6 18 . .!Llhs Wg6 19J�e3. En ambos casos el blanco tiene compensación más que suficiente] 1S.ibf4 (D)

Kulaots-Holmsten, Finlandia 2004. Con la amenaza ds las blancas tienen la iniciativa. 9 ... o-o 10.if4 bs n.id3 es 12.dxcs ixcs 13.a4 (13.a3!?) 13 ... b4 14.�e4 �xe4 IS . .he4 �c6 16.Yfd3 .he4 17.%Vxe4 �d7;

Kasimdzhanov-Milov, Bastia (rápida) 2007. Las negras, más o menos, han igualado.

B2) 6 ... ihs Una alternativa muy satisfactoria.

7.�ge2 e6 7 ... lbc6 transpone a 6.lbge2 lbc6 7.f3.

8.1/.dz %Vb6 9.g4 ig6 IO.h4 h6 (D) 10 ... �xb2? pierde por ll.�b3, amenazan­

do simultáneamente 12.h5 y 12.c!Llbs seguido de gbl.

B2a) 11.a4 a6 Incluso 11 ... .!Llc6 12.a5 Wxbz, que no reco­

miendo, es confuso. 12.�b3 (D)

12.a5? l!:ltc6!+.

12 ... �bd7 Prefiero 12 ... .!Llc6 13.a5 �a7 14.�a4 (¿qué

si no?) 14 ... 0-0-0 15.�xc6 bxc6 Las negras continuarán con c6-c5 y tienen una enorme actividad de piezas. Es imposible que el blan­co pueda aprovechar la débil situación del rey rival. 13.as %Va7 l4.1/.e3 0-0-0;

Con oportunidades mutuas y un complejo juego en el centro por delante. Rosito-A. Ro­dríguez, Villa Gesell l997;

B2b) n.ib3?l �c6 12.ie3 o-o-o 13.V;Vdz ib4 14.0-o-o �ds 1s.ifz �as I6.hs ih7 (D)

112 juegue la Escandinava

Las blancas han jugado lo mejor a lo largo de la última media docena de movimientos. Su próxima jugada parece un desesperado inten­to para generar cierta actividad. 17.g5 tL!xb3+ 18.cxb3 hxg5 19.�xg5 \Was zo.'ilxds exds 21.a4 �he8 22.'ixg7 �xe2 23.Wxh7 gxfz 24.\Wfs+ c;t>bs zs.Wf6 gcs 26.gd3 Wb6 o-1;

Movsesian-Kogan, Nova Gorica 2000.

BZc) ll.tLlf4 (D) Esto debería, en el mejor de los casos para

las blancas, alcanzar un final con una posición bastante igualada.

B2cl) ll ... .ih7?! No es lo más razonable, pero es necesario

que las blancas encuentren la mejor continuación. 12.d5!

Es peor, 12.%!fe2?! lüc6 [Si 13.lüxe6 fxe6 14.%!Fxe6+ <hds Las blancas tienen dos peones y algo de juego, pero con ... .tgs o el salto lüc6, confío en que los recursos defensivos sean superiores. Por otro lado 13.tLla4 1M/xd4 14.i.xe6 %Ves o 14.0-o�o %Ves 1S.ie3 i.d6 (ls ... lüb4!?)] 13.ibs, sería al menos igualdad para las negras, como se puede observar en la siguiente línea: 13 ... 0-0-0 14.lüa4 %!fxd4 (la llamativa 14 ... %!fxbs!? 15.%!fxbs tüxd4 merece atención) 1S . .txc6 bxc6 16.Wa6+ Wb8 17.0-0-0 i.d6 18. %!Fxc6 .txf4 (Si las negras no están contentas con el empate pueden intentar 18...lLld7!? o 18 ... lüds, dejando la casilla ds

libre para su dama) 19.%!fbs+ l!?c8 20.%!Fa6+ �b8 �-�; Aliavdin-Danielsen, Barlinek 2008. 12 ... es 13.\Wez tLlbd7 14.0-0-0 o-o-o 15.tLld3 \Wd4;

Thuesen-Fries Nielsen, Copenhague 1991. Ahora 16.lüf2 habría dejado una ligera

ventaja a las blancas.

B2c2) ll...tLlc6! (D)

12.tLlxg6 Si 12.dS lüd4 13.lüxg6 fxg6 14.i.e3 lüxc2+

1S. %!fxc2 %!fxe3+ 16Jlfíe2 Wxe2+ 17. Wxez exds 18.lüxds id6 con ligera ventaja negra; Nij­boer-Milov, Haarlem 2006. 12 ... fxg6 13.tLle2

O 13.tZla4 %!fxd4 14.%!Fe2 Wes; Berg-Kova­cevic, Kusadasi 2006. 13 ... e5 14.c3 exd4 1S.V9b3 Wxb3 16.hb3;

Movsesian-Azarov, Dresden 2007. En ambos casos las blancas tienen dos alfi­

les y una estructura de peones superior como consolación por el peón de menos.

B3) 6 • . . -ifs Esta retirada implica que las negras tienen

interés en evitar transponer a la línea s ... lüc6 6.lZ\ge2 ig4 7.f3 ihs!?, línea CZ. 7.tLlge2 (D)

La agresiva 7.g4 no es brillante pero tam­poco parece romper el equilibrio: 7 ... i.d7 s.idz %!fb6 9. %Vez lüc6 10.ds lüd4 11. %!fd3

Capítulo 7: La variante 4.d4 ltJf6 5.i.c4 113

o-o-o 12.0-0-0 eS 13.lüge2. Sin embargo aquí, en lugar de 13 ... lüxe2+ 14. �xe2 id6 (Mack­Prié, West Bromwich 2004), las negras podrían haber probado 13 ... ics o 13 ... hs.

También es posible 7.�d2 �b6 (7 ... c6 también es jugable, pero menos dinámica) s.lLlge2 .!tJbd7 (Tras 8 ... e6 no estoy conven­cido de que el blanco tenga nada mejor que entrar la línea 9.g4 �g6 10.h4 h6 11.lüf4 lüc6 y así sucesivamente) 9.ib3 e6 10.0-0 0-0-0 (10 ... �d6) 11.�el Las blancas podrían estar aquí un poco mejor, pero la posición es tan rica que igualmente las negras tienen opor­tunidades decentes. ll...hS 12.a4 a6 13.a5 �d6 14.�f4 �e7 1S.h4 (lS.�gs!?) 1s ... lüe8 16.�f2 g6 17.gfe1 Yi.g7 18.:9:a4 Yi.f6 19.ig3 gs 20.hxg5 �xgS 2l.d5 h4 22.�f4 .txf4 23.gxf4 �gs 24.dxe6 fxe6 2S.lüe4 �xe4 26.gxe4 lüd6 27.gg4 �xaS 28.�xe6 �b8 29.b4 �a4 30.gxh4 lLlb6 31.gxhs gxhs 32.�cs �es 33.lüf4 gfs 34.lüd3 �g6 3S.�g4 lübc4 36.�d4 �h6 37.lücs ghs 38.�h3 :9:gs 39.�f2 �g6 40.ge2 �g3+ 41. �fl lLlb6 42.lüe4 lüxe4 43.gxe4 �gs 44.f4 �h4 4S.fs �gs 46.�e3 �ds 47.gd4 �f6 48.c3 gfg 49.�gl lüc8 SO.�e6 ªh8 51.�h2 lüd6 52.:9:xd6 cxd6 53.�xd6+ @as 54.�d4 �h6 SS.c4 �c6 56.c5 �c7+ 57.1l;Vd6 1l;Vc8 58.g4 �e8 59.�e6 �b8+ 60.�d6 �e8 61.�e6 �b8+ 62.�d6 �·H�; Boudre-Prié, Francia (tt) 2008.

Después del 7° movimiento blanco existen varias réplicas apropiadas. La dudosa 7 ... lüc6 se ha tratado por inversión de jugadas en

6.lLlge2 ltlc6 7 .f3 �fs (línea C2). Ahora vere­mos B3a) 7 ... c6, B3b) 7 ... tübd7 y B3c) 7 ... e6.

B3a) 7 ... c6 8.g4 .ig6 9.l!Jf4 O 9.h4 h6 10.ltlf4 ih7 11. �e2 ltla6! 12.ie3

lüb4 13.ib3 0-0-0 (En lugar de 13 ... lüfds?! 14.lüfxds ltlxds 15.�d2 lüxc3 16.1J.xc3!; Pa­lac-Prié, Niza 1994) 14.0-0-0 e6=. 9 . . . l!Jbd7 10.h4 es n.hs (D)

ll . . . ixc2! Las negras eligieron la más débil ll...�fs?

12.gxfs exf4 en Yudasin-011, Dos Hermanas 1992, que habría sido desagradable después de 13.�e2+!

12.1Mfxc2 exd4 recuperando la pieza, con un peón extra, en una posición poco clara.

B3b) 7 .. .éübd7 8.g4 i.g6 9.h4 (D) 9.lLlf4 e5 10.lüxg6 hxg6 11.g5? ltlhs 12.�d2

(Perdomo-Peredy, Budapest 1995) 12 ... �b6+.

114 juegue la Escandinava

9 ... h6 10.ltlf4 10.id2 tampoco debe temerse: 10 ... 0-0-0!?

[O 10 ... Wb6 11.l!)f4 0-0-0! (De nuevo las ne­gras tienen una alternativa a su disposición: 11...es!? 12.dxes l!)xes 13. '1We2 o-o-o 14. '\Wxes �xd2 15. Wxd2 id6oo) 12.h5 (o sino 12.tDxg6 fxg6 13.'1We2 es 14.dxes ll:lxes 1S.O-O-O l!)xc4 16.%Vxc4 ib4=) 12 ... .ih7 (12 ... %Vxd4!?) 13.%\lez (13.ixf7 es) 13 ... e6 14.0-0-0 c6 y las negras están bien] n.hs .ih7 1Z . .\bf7 es 13.d5 Wb6. lO . .. es 1 1.ltlxg6 fxg6 12 . .id2 o-o-o! (D)

13.d5 13.lLlds? %\la4 14.ib3 %Va6 1S. %\fez V!fxe2+

16. Wxe2 exd4 17.ll:lxf6 gxf6+. 13 ... ltlb6!

13 ... ib414. W!e2 (Kavalek-Larsen, Beverwi­jk 1967) también es correcto para las negras, pero entonces deberían haber continuado con 14 ... ll:lb6 y no 14 ... e4. 14.§'ez

14.ll:lbs ib4 1S.c3 l!)xc4; 14.ib3 ib4 1S.a3 ixc3 16.ixc3 Wlcs 17.ib4 Wle3+.

14 ... l!Jxc4 1S.§'xc4 l!Jxds:¡: �-�; Cornette- Prié, Copa de Francia Z004.

B3c) 7 ... e6 8.g4 La aburrida 8.0-0 lleva a la igualdad tras:

8 ... ll:lbd7 9.ll:lg3 .ig6 10.V!!e2 0-0-0 ll.a3 eS=; Lemmer-Mann, Alemania 200S. 8 ... .ig6 9.h4

Habiendo dicho "a", las blancas se com­prometen a decir "b".

En lugar de 9.l!)f4? (Brochet-Bauer, Van­doeuvre-les-Nancy 2008) que rápidamente se convirtió en una pesadilla. 9 ... l!)c6 10.h4 En conjunto esto no ayuda a mantener la posición blanca, pero incluso la mejor alter­nativa, lO.ibs, era triste. 10 ... 0-0-0 ll.hS :il:xd4 12.V!!ez ixc2 13.ie3 .id6 14.ll:lgz ig3+

15.�f1 (D)

15 .. Jhc4 16.W!xc4 lües 17.W!cs id3+ 18. tDe2 ixe2+ 19. �xe2 V!fa6+ 20. �d1 gd8+

0-1. 9 ... h6

9 ... '1Wb4?l es inferior: 10 . .ib3 h6 1l.a3 V!fe7 1Z.l!)f4 .ih7 13.W!ez l!)c6 14.ie3 0-0-0 (14 ... es? Gelman-Kvasov, Kstovo 1994 resultó ca­tastrófica por: lS.lüfds! lüxds 16.lüxds W!d7 17.dxes 0-0-0 18.0-0-0+-) 15.0-0-0. La armada blanca está movilizada y las rupturas ds y gs están en la agenda. 10.ltlf4 .ih7

10 ... l!)c6? Esta jugada funciona bien tras la inserción de las jugadas idz y %Vb6. Aquí re­sulta un desastre: 11.lüxg6 fxg6 1Z.ixe6 :il:d8 13.ds id6 14. %Vd3 lüe7 lS.idz c6 16.0-0-0 bs

17.dxc6 b4 18.lLJbs ic7 19.Wic4 a6 20.lLJxc7+ W!xc7 Zl..if4 1-0; Berg-Lariño Nieto, Calvia Z007. ll.ds (D)

Si n.idz la siguiente línea conduce a una posición donde las negras tienen una peli­grosa actividad a cambio de la pieza sacri­ficada. 11 ... Wlb4 12 . .ib3 W!xd4 13. %\fez lüc6 14.g5 hxgS lS.hxgs id3 16.%Vgz %\les+ 17.�dl :il:xhl + 18. %\lxhl ia6 19.gxf6 0-0-0.

Capítulo 7: La variante 4.d4 liJf6 5.i.c4 115

11...lLlxds! La mejor respuesta. Las negras no igualan

tras: ll...exds? 12. '!We2+ !e7 13.g5 dxc4 14.gxf6 gxf6 1S.lLifds lt)c6 16. lt)xf6+ �d8 17.lt)xh7, ni ll...eS 12.'1We2 lt)bd7 13.lt)d3 o-o-o 14.id2 �b6 15.0-0-0;!;. 12 • .ixd5 (O 12.lt)fxds exdS=) 12 ... exd5 13.liJfxds lLlc6

13 ... c6? 14.V9e2+ �d8 (D)

pierde por 1S.!f4!1 cxds 16.0-0-0+-. 14JWe2+ @d7 (D)

Las negras enrocarán artificialmente, me­diante .. J!e8 y ... c;!.lcs, y no estarán peor.

e) s ... liJc6 6.lLlge2 .ig4 (D)

También se puede alcanzar esta posición por otro orden de jugadas: 5 ... �g4

En lugar de s ... lt:lc6. En ese caso las blancas no están obligadas a continuar con 6.lt)ge2, pero lo cierto es que las alternativas no son muchas. 6.lLlge2

Si las blancas son reacias a debilitarse in­mediatamente con 6.f3, entonces este movi­miento es el único que vale la pena.

En efecto, 6.lt)f3?! lt)c6 transpondría a una mala línea de l.e4 ds 2.exds Wxds 3.lilc3 V9a5 4.d4 lt)f6 s.lt)f3 lt)c6; 6.�d2?! es bastante pe­culiar y 6. V9 d3? trae problemas a las blancas después de 6 ... lt)c6. 6 • . . lLlc6

Acelerar el desarrollo y al mismo tiempo presionar d4 representa el enfoque más ambi­cioso para las negras. Ahora hemos alcanzado la posición del diagrama anterior.

Sin embargo, no hay nada malo en la mo­desta 6 ... e6, que fue el tema de Vajda-Papaio­annou, Plovdiv 2008: 7.0-0 lt)bd7 8.f3 !fs 9.lt)g3 il.g6 10.lt:lce4 il.e7 ll.c3 c6 12.�e2 0-0 13.a4 Wc7 14.a5 eS lS.dxcs lllxe4 16.lllxe4 lllxc5 17.lt)xc5 heS+ 18.�h1 gac8 19.b3 il.d6 20.ie3. Las negras han igualado pero aquí co-

116 juegue la Escandinava

metieron un disparate increíble: 20 ... .ixh2?? 21.f4 ig3 22. fi g4; el alfil está perdido y el res-to no necesita comentarios. 7.f3 (D)

Este movimiento es, por ahora, virtualmen­te forzado. Las complicaciones que suceden tras 7.0-0? 0-0-0 (O) son favorables a las negras:

a) 8.f3 !fs (8 ... ie6?! es peor y sobre todo innecesario: 9.ixe6+ fxe6 10. fid3 con un jue­go poco claro) 9.ie3 e5 10.ds ics 11. fic1 l2Jb4 12.ib3 ltJbxds (12 ... i.xc2! era incluso mejor. Las negras tendrían posibilidades de acabar con dos peones extra en lugar de solo uno) 13.ttlxds ltJxds 14.ixds É!xds 15.lDc3 gd7 16.l2Je4 ixe4 17.fxe4 f6 18.Whl ghd8 19.h3 W/b6 20.ixcs 1/Nxcs 21.gf3 gd2 22.gc3 \Wf2 23. W/g1 fixg1 + 24.gxgl gez 0-1; Belmonte­Soppe, Salta 1995. Las blancas abandonaron ya que tras 25. gc4 gdd2 perderán más material.

b) 8.ixf7 ll:lxd4 9.Wxd4 (La mejor opción práctica, pero sin duda la torre y el caballo no pueden competir aquí contra la dama)

9 .. J!xd4 lO.ltJxd4 es 11.ttlb3 fib4 12 . .ie3 a6 13.l2Jds W/d6 14.l2Jxf6 gxf6 1s.f3 \Wd7 16.fxg4 \Wxf7 17J�fs ie7 18.l2Jd2 W/g6 19.h3 hs! Las blancas no podrán contener la pareja de peo­nes negros, sobre todo después de esta juga­da. 2o.gxhs gxhs 21.gxhs fixhs 22.gf1 'rNe2 23.ih6 e4 24.gfs e3 2s.l2Jf1 ics 26.gf3 Wxf3 0-1; Dubois-Sulskis, Cappelle la Grande 2001.

Cl) 7 ... �e6 (D) Esta inusual retirada del alfil parece más

simple que sus alternativas y también es buena.

Ahora 8.ds? es claramente mala: 8 ... 0-0-0 9.l2Jf4 (o 9.id2 ltJxds lO.ltJxds 1/Ncs) 9 ... ixds 10.ixd5 ltJxds ll.ltJfxds e6. En ambos casos las negras sólo acaban con un peón extra.

A continuación veremos las siguientes op­ciones: Cla) 8.he6 y Clb) 8.ibs.

Cla) 8.he6 fxe6 (D)

Capítulo 7: La variante 4.d4 lb {6 5. ic4 117

Ahora las negras consiguen cambiar rápi­damente e6 por d4. Se quedan con un peón e aislado, pero a cambio consiguen un buen jue­go de piezas. 9.0-0

9.ie3 0-0-0 lO.'�cl (Bologan-Tomczak, Varsovia 2006, una partida más o menos igua­lada que termina con un final brutal) lO ... es n.dxes �xes (11 ... �xesl?) 12.0-0 �c4 13.�f2 e5 14. �gs �xb2 1SJ�abl ib4 (Es dudoso si las blancas tendrían suficiente compensación tras 1S...�c4l) 16Jhb2 ixc3 17,gb3 �d2 1S.�xg7 ghfs 19.�g3 (19.gd3l) 19 ... �xa2 20.�e4 (20.icsl) 20 ... �xe4 21. � g4+ gd7 22. �xe4 c6 23. �xeS �xc2 24.ig3 if4 25.ixf4 gxf4 26.�eS+ gds 27.�e6+ <Jibs?? (27 ... gd7 habría llevado al siguiente final de torres: 2S.gxb7 �eS+ 29.<Jih1 �ds 30.�xd7+ �xd7 31.gxd7 <Jixd7 32.ga1 eS 33.gxa7+ @c6; creo que es tablas, pero no lo juraría) 2S. �e7 1-0. 9 •.. o-o-o 10.Y9d3 es

10 ... lt:lb4 11. �c4 lt:lxc2?1 12.gbl. ll.Y9f5+ �h8 12.dxe5 füxes 13.�hl füc6 14.t\Vxa5 füxas ls.j.f4 e6 16J�adl .ics 17.h3 ti)c6 18.ti)a4 �-�;

Gross-Milov, Alemania 2003.

c1b) s.ibs (o)

8 ... 0-0-0 s ... �b6 puede ser más apropiada. 9.lt'lf4

0-0-0 o 9 ... a6 también es bueno para las ne­gras. El blanco puede probar 9.ie3 0-0-0 10. �d2 donde 10 ... lt:lds parece satisfactorio.

9.hc6 bxc6 10.id2 V!Va6 lO ... �fs, seguida de l l ... e6 o ... es, podría

ser una mejora. 11.0-0

Las blancas frustraron primero cualquier potencial amenaza de su rival en Sturua­Soppe, Yerevan 1996, mediante ll.b3 ifs 12.lt:la4 e6 13.�cl. Después aprovecharon una duradera ventaja: 13 ... lt:lds (13 ... id6!) 14. <;t{f2 lt:lb6 15.�c5 ixcs 16.dxcs �d7 17.ie3 eS 1s.gd1 ig6 19.c4;t fs 20. @g1 f4 21.if2 �f6 22.�b2 gxdl+ 23.gxd1 ges 24.a4 @bs 25.h3 �es 26.b4 �fs 27.gcl @as zs.bs e4 29.�b4 e3?l (Este peón pasado apoyado nunca causará ningún daño. Las negras deberían haber man­tenido la opción ... exf3) 30.ie1 \Wd7 31.lt'lxf4 e2 32.bxc6 �xc6 33. \Wbs �xbs 34.axbs ttld7 35.c6 �es 36,gc3 �a4 37.ga3 ic2 3S.@f2 �dl 39,ge3 g¿s 40J3es �b2 4l.�xe2 a6 42.�c3 �c2 43.�ds 1-0. ll ... cs (u ... hsl?) lZ.dxcs ic4 13.%Vel

Las blancas podrían haberse colgado de su peón extra con 13.b3! ixe2 14.lüxe2 y a con­tinuación 1S.b4.

13 ... es 14 . .ie3 füds lS.ti)xds gxds 16.ti)c3 �es (D)

La partida, por ahora, está equilibrada y continuará así hasta el final.

17.%Vfz gas 18JUdl .ib4 19.a3 hc3 zo.bxc3 gds zl.gxds i.xds zz.gel t\Vxa3 23.ha7 t\Vxc3 24.%Vg3 ges zs.ifz t\Vxcz 26.%Vg4+ .ie6 27 .t\Vxg7 t\Vg6 28.%Vxes .id7

118 juegue la Escandinava

29.'ªal �el+ 30.i.xel i.c6 31..ig3 hs 3Z.'ªh8+ c;t>b? 33.'ªh2+ c;t>cs �-�;

Socko-Sulskis, Polonia 2007.

C2) 7 ... -ifs?! (D) Curiosamente, el mayor inconveniente de

este movimiento es que el alfil no protege el peón "f" negro. Este detalle se hará evidente en la línea principal y hace 7 ... ifs inadecua­da.

s.idz! (D) s.ie3 lDb4 (Este salto de caballo mantie­

ne la partida más complicada que S ... es 9.dxes tDxe5 10.ib3 �d8 11. 'ªel icS=; Szabo-Hasan­gatin, Budapest 1997) 9.ib3 e6 10.0-0 0-0-0 n.if2 (Una retirada profiláctica encaminada a evitar una pérdida de tiempo si el lDb4 se centraliza en ds) ll ... cs 12.'ªc1 lDc6 13.�d1 cxd4 14.lDxd4 tDxd4 1S.�xd4 �xd4 16.ixd4 ics y las negras igualaron en Fries Nielsen­Danielsen, Aalborg 2000 que continuó: 17. Vli e3 ixd4 18. 'ªxd4 �ds 19. �e3 a6 20. <;!;>f2 'ª'7 21. c;t>gl h6 22.l!el gs 23J�es �xe5 24.l!xe5 bs 25.a4 lDd7 26J�e2 b4 27.lDe4 rJJc7 28.a5 lbbs 29.g4 he4 30.�xe4 lbc6 31.ia4 lbd4 32. mfz gds 33. c;!;le3 eS 34.c3 bxc3 35.bxc3 fs 36.gxf5 lbx:fS+ 37.me2 gxas 38.gc4+ mb7 39.ic6+ <;!;>b6 40 . .id7 lDe7 41.h4 �ds 42.ia4 �es 43.gxc5 <;!;>xcs 44.hxgs hxgs 45. md3 lbds 46.id7 lDf6 47.ia4 g4 48.fxg4 lbxg4 49.rJJe4 <;t>d6 SO.c4 lbf2+ 51. We3 lbh3 52. rJJe4 lDgS+ 53. c;!;ld3 <;t>cs 54 . .idl as ss.ia4 'i!;lb4 56.id7

lbh7 57.ibs lbf6 58. Wc2 lbe4 59.ia6 a4 60. <;!;>b2 a3+ 0-1

Para 8.g4 ig6 ver la línea C3, 7 . .. -ihs.

CZa) 8 ... 0-0-0 9.a3! (D) 9.�7?! permite contra juego después tan­

to de 9 ... lbxd4 10.lbxd4 �xd4 ll.�e2 eS; Ro­lletschek-Donegani, Schwarzach 1999, como de 9 ... es lO.dS lbd4; Schuette-Mossakowski, Alemania 2007.

9.lbds también es insuficiente para re­clamar alguna ventaja: 9 ... 'ªa4 10.ib3 �a6 ll.lbe3 (Rasmussen-Steckner, Aarhus 1993) y ahora ll...ig6 hubiera sido bueno para las negras.

9 ... �xd4 10.�xd4 gxd4 ll.iübs 'ªb6 O 11 ... �xd2+ 12. Wxd2 gxd2 13.'iflxd2. Esta

posición existe con el alfil en hs, que no altera su evaluación: las blancas acaban ligeramente mejor. 12.�xd4 'ªxd4 13.ixf7!

Capítulo 7: La variante 4.d4 ti:Jf6 5.ic4 119

Las negras no obtendrán suficiente com- C2c) 8 ... lüb4 (D) pensación después de esta captura, como se probó en la partida Kulaots-Seeman, Estonia 2004: 13 ... 'ªxb2 14.ib3 eS lS.0-0 icS+ 16. i>hl gds 17.§'ez+

C2b) 8 • . . 'ªb4 9.ib3! (D) 9.b3 es peor y solo lleva a un juego poco

claro tras: 9 ... 'i:id6 10 . .if4 'i:id7 ll.lDbs !!c8 [o bien 11...0-0-o!? 12 . .ixc7 a6 13 . .ixd8 axbs 14.ib6 (14.1xbsl? §'xd8 1S.ixc6 bxc6) 14 ... bxc4 1S.bxc4 lDb4. Aquí, en lugar de 16.0-0? 1We6+ (Kirillov-Kabanov, Novosibirsk 2002) las blancas deberían haber probado 16.1Wd2. Tras 16 ... lDxc2+ 17.�f2 lDxa1? 18.'i:ias es malo para las negras. Esto significa que 16 ... e6 o ... es están más acorde con la posición y mantienen el juego confuso] 12.a3 (12.ds?! lDb4) 12 ... a6 13.lDbc3 e6=; Sofrigin-Oonegani, Schwarzach 1998.

9 ... 0-0-o 1o.ds �es 10 ... lDas? pierde material: u.lDa4 1Wh4+

12.g3 o 11...1Wb5 12.lDd4. ll.lüg3 id7

O 11...e6 12.1We2 1d6 13.lDge4+. 1 2.W/e2 lüg6 13.0-0-0;

Yejiangchuan-Varga, Budapest 1992. Las negras no pueden acabar conveniente­

mente el desarrollo y su dama se siente inse­gura. Están claramente peor.

9-l:kl! Las alternativas no son muy claras: 9.ib3

'i:ia6 o 9.0-0 1xc2 10.\Wc1 id3 11.b3 ixe2 12.ixe2 lDc6. 9 ... Wib6

Un intento por evitar 9 ... 0-0-0 10.a3 lDc6 donde 11.!!a1!? transpone a 8 ... 0-0-0 9.a3. 10.a3 ti:Ja6 1 1..abs+!?

ll.b4

ll ... �d7 (D) Después de n ... c6 12.lDa4 1Wd8 (12 ... 1Wxbs?

13.c4) 13 . .ixa6 bxa6 las negras también están peor.

12 . .ixd7+ tüxd7 13.lüds?! 13.b4! era lo correcto.

13 ... W/c6?! 13 ... 'i:ixb2 14J��b1 'i:ixa300•

14.c4 e6 1S.lüe3 es 16.b4 exd4 17.�d5 liJes 18.bs lüd3+ 19.i>fl e'd7 20.bxa6

120 juegue la Escandinava

tL!xcl 21.axb7 �b8 22.hcl Con dos piezas por torre las blancas están

mucho mejor y sólo necesitan incorporar la ghl a la lucha.

22 ... c5 23.\Wel ie7 24.\Wg3 �xb7 25.\Wxg7 �f8 26.c!>fz d3 27.tLlec3 dz zs.hdz �bz 29.lbe4 fs 30.\Wxbz fxe4 31.'1Wb8 1-0;

Riff-Lagunes, St Chely d'Aubrac 2005.

C3) 7 ... ihs (D)

C3a) 8.g4?! Una jugada debilitadora y no parece que

las blancas les puedan sacar provecho. 8 . . . ig6

El sacrificio de pieza con 8 ... 0-0-0?! es muy optimista, incluso después de 9.gxhs lt:les 10.id3 (o lO.dxes !hdl• 11. �xdl %hes 12.ixf7) 10 ... lt:lxf3+ 11. �f2 lt:lxd4 12.lilxd4 gxd4; Duras-Mieses, Karlsbad 1907. El ex­puesto rey blanco casi dio a las negras una su­ficiente compensación. 9.h4

El intento de capturar la dama negra me­diante 9.a3?! 0-0-0 10.�f4 (Aagaard-johan­sen, Ringsted 1995) fracasa estrepitosamen­te. Si 10.id2 existe lO ... lDxd4 11.lilxd4 gxd4 12.lilbs Y:llb6 13.lt:lxd4 \Wxd4 14. \We2 que es una mala versión de 8.�d2 para las blancas. 10 ... es n.b4 \Wb6. Las blancas seguramente planeaban 12.lila4, pero entonces 12 ... �xb4+ 13. �f2 '?U as 14.axb4 Y:llxb4 recupera uno de

los alfiles con un beneficio de dos peones. Des­pués del último movimiento consecuente de las blancas, las negras pueden reaccionar de varias maneras.

Tras la consistente última jugada blanca, 9.h4 (D) haremos un repaso a las siguientes opciones: C3al) 9 ... 0-0-0, C3a2) 9 ... hs y C3a3) 9 ... e5.

C3al) 9 ... 0-0-0 lO.hS tL!xd4 n.tL!xd4 es 12.hxg6 exd4 13.i:xf7??

De momento las blancas han manejado la situación correctamente, pero ahora la otra captura era obligada. 13.gxf7! �es 14. Y:llez dxc3 15.b300 (O)

La seguridad del rey blanco es una preocu­pación pero f7, defendido por el �c4, es un poderoso triunfo. 13 ... ib4 14.�fl dxc3 15.\Wez hxg6

El panorama ha cambiado de forma dramá­tica y las negras pueden atacar gratuitamente. La partida acabó abruptamente:

Capítulo 7: La variante 4.d4 lt:Jf6 s.ic4 121

16.:Sxh8 :Sxh8 17.bxc3 i.d6 18.1We6+ �b8 19.Wfe3 :Sh1+ zo.�ez :Shz+ o-1 ;

Chernetsky-Sherstiuk, Odessa 1997.

C3a2) 9 ... hs?! 10.gs l!Jd7 n.l!Jf4! (D) En el caso de 11..id2, 11...0-0-0 es sólido.

Tanto 12.lLlds �a4 o 12.lLlbs �b6 equivale a dar palos de ciego. Si nada lo contradice, las negras continuarán 12 ... lLlxd4 13.lLlxd4 �es o 12...�fs.

11...0-0-0?! 11...ifs! tenía que probarse para no que­

dar paralizadas como en la partida. 1Z.l!Jxg6 fxg6 13.i.e6 �b8 14.ie3 l!Jc5 (D)

15.if7?; Lupu-Andreescu, Bucarest 1993. Este error debería haber sido fatal para

las blancas a causa de 1S ... lLla4!, mientras que el sacrificio de dama con 15.dxcs!! ¡era sim­plemente ganador!: 15 .. J�xd1+ 16J�xd1 \Wb4 .(Sino 17.a3) 17J�d7 �xb2 18.'�d2 \Wb4 19.a3!

y tras 19...�xa3 20.l'l:xc7! o 19...�as 20.l'l:b1, las negras pueden abandonar.

C3a3) 9 ... e5! Una novedad según mis conocimientos.

10 . .idz exd4 10 ... tbb4 parece más turbia. 11.l'l:c1 exd4

12.lLlbs amenazando tanto 13.a3 como 13.h5. 11.l!Jds

si 11.lLl bs .ib4. 11...1Wc5 1Z.l!Jxc7+ �d7 13.l!Jxa8 1Wxc4 (D)

El caballo blanco está atrapado en la es­quina gracias al ataque sobre c2 y las negras tendrán un tiempo para salvaguardar su .ig6. Creo que están claramente mejor.

C3b) 8.i.dz 0-0-0 (D)

Ahora las blancas pueden elegir entre: C3bl) 9.lLlds?!, C3b2) 9.lLlbs y la jugada prin­cipal C3b3) 9.a3.

122 juegue la Escandinava

A) 9.tLlds?! Este salto da una ligera ventaja a las ne­

gras: 9 .. .V�'a4 10.i.b3

10.b3 W/a3 ll.ltlxf6 gxf6 12.ltlf4 (Rogic-Go­lubovic, Pula 2000) acabó aquí con el reparto del punto, pero las negras, podrían haber con­tinuado con 12 ... �g6. 10 ... '@a6 n.ttJxf6 gxf6 12.ds (D)

La inserción de los movimientos 12.c3? es demostró ser más útil para las negras que pronto capturaron un peón: 13.d5 lt:las 14J�cl lt:lc4 1S.hc4 W/xc4 16.W/b3 Wxb3 17.axb3 �xds; ]antzen-Danielsen, Alemania 2000. Con la pareja de alfiles y un peón extra en el final, el caso queda cerrado.

12 ... ttJas 13.tLlf4 ig6 14.�e2 �xe2+ 15.\:t>xez

Ahora, la partida Hamdouchi-Tkachiev, Francia (tt) 1999, acabó: 15 ..• ttJxb3 16.axb3?! a6?! 17 .c4 y tablas.

10 ... ttJxd4 11.tLlbxd4 eS ll...E:xd4 12.ltlxd4 W/xd4 es la partida

Mitkov-Golubovic con el peón en a4 en vez de a3. Ver el orden 9.a3 lt:lxd4 lO.ltlbs Wb6 ll.lt:lbxd4 �xd4 etc. En realidad no parece existir una auténtica diferencia. 12.a5!?

Las blancas también pueden seguir con la misma línea que en las partidas con 9.a3.

12 ... �c5 13 . .ie6+ <i!?bs 14.tLlb3 �e7 15 . .ic4 e4 16.0-0 e3 17.a6 exdz 18.axb7

Con oscuras consecuencias.

C) 9.a3 ttJxd4 (D)

En efecto 16.cxb3 era correcta y las ne­gras podrían haber continuado con 16 ... �xc2! 17.1!hcl �xb3 18.1!xa7 es (o 18 ... Wb8 19.1!a3 �xds 20.lt:lxds E:xds 21.1!cal) 19.dxe6 fxe6. En ambos casos las blancas tendrían que lu-char por el empate. lO.tlJb5

B) 9.�bs �b6 10.a4 (D) En su lugar, las blancas pueden hacer ta­

blas por repetición, ante lo cual su rival ape­nas puede desviarse: 10.lt:lec3 lt:lxd4 ll.lt:la4 Wa6 12.lt:lcs Wlb6=.

10.lt:lxd4 1!xd4 (Si 10 ... �cs las blancas tie­nen 11.lt:le6!, donde también ganan un peón en el cambio o adquieren una ventaja posicional después de ll ... fxe6 12 . .txe6+ Wb8 13.1We2) ll.lt:lbs 1!xd2!? (Una opción extra compara­da con lo que las negras pueden hacer tras

Capítulo 7: La varíante 4.d4 ti:Jf6 5.i.c4 123

10.ttJbs. Sin embargo me parece que en ese caso las perspectivas negras son más limita­das. 11 ... �b6 transpone a 10. ttJbs) 12. Wxd2 Wxd2+ 13.�xd2 c6 14.ltJc3 e6 (D)

Las negras han conseguido un peón a cam­bio de la calidad sacrificada, la pareja de alfiles y una sólida posición. Tienen opciones de ta­blas bastante razonables, pero objetivamente están peor. 10 . . . �b6 ll.él)bxd4

ll.ltJexd4?! es inferior. Además de la ha­bitual 1L...!!xd4, las negras también pueden confiar en ll ... a6 o 11...eS. ll . . J�xd4

Esto es crítico para la viabilidad de la lí­nea, especialmente si las blancas recurren a 10.ltJxd4. Ciertamente, las negras tienen aquí una alternativa muy interesante, el sacrificio de pieza con ll ... es (D)

Algunos de los siguientes análisis son de Karsten Mueller para Chessbase.

a) 12.ttJfs e4 13. ttJeg3 �es [13 ... exf3 14.gxf3 )3e8+ 1S. �f1 �c6. El gran maestro

alemán concluye que las negras tienen sufi­ciente compensación, lo que es cierto. Aquí tenemos algunas posibles continuaciones: 16.i.d3 (16.i.e2 )3xe2 17.ltJd4 .!!xd2 (17 ... i.cs 18.ltJgxe2 �xd4 19. ttJxd4 Wc4+ 20. �g2 �xd4) 18.�xdz Wds) 16...�xf3 17.ltJd4 �g2+ 18.�f2 �es 19.�e3oo] 14.b4 [14.ltJxhs? es demasiado acrobática: 14 ... e3 1S.ltlhxg7 exd2+ 16. �fl �xb2 17 . .!!a2 Wes (D)

La armada blanca está muy desorganizada. Las amenazas son 18 ... .!!hg8xg7 y luego ... We3 o 18 ... ttJds] 14 ... �f2+!?; 14 ... igl 15. We2 exf3 16.ltJe7+ @bs 17.gxf3 .!!xdz 18.Wxd2 (18. @xd2? es inferior: 18... �d4+ 19.�d3 �xal. Las negras tienen un peón de ventaja y el alfil de ig1 está contrarrestado por el aventurero caballo en e7) 18 ... ixf3 19.)3d1 i.xd1 20.�xd1 i.e3 21.Wd3 ltJg4 22.ltJe4 ttJes 23.�ds if4; Palac-Tkachiev, Pula 1999 acaba aquí con el resultado de 1-0, lo que significa que las negras debieron perder por tiempo. En lugar de su último movimiento 23 ... ltJxc4 24.�xc4 :i;d8+ también era equilibrado.

b) 12.g4 (D)

124 Juegue la Escandínava

bl) 12...ltlxg4! 13.fxg4 Axg4 14.ltlbs a6 15.ltlbc3 �e7 16.V9cl V9c6, con compensación según Morozevich. Parece, en efecto, que lo mejor para el blanco resulta bastante horri­ble. 17.�d5 lhds 18. ltlxd5 V9xd5 19.ltlg3 fs+. Si las blancas no son capaces de mejorar la variante, entonces 12.g4 merece una "?". En vez de eso, el fascinante duelo Morozevich­Tkachiev, Nueva Delhi/Teherán 2000 conti­nuó asf:

b2) 12...�g6 13.g5 ltlhs!? (13 .. Jhd4 es muy bueno para las negras) 14.ltlb3 V9c6 15.�d3 �xd3 16.cxd3 �xd3 17.�cl V9xf3 18.�fl V9e4 19.V9c2! {Parece que 19J:!xf7 solo trajo un empate después de 19 ... ltlf4 20J�cxc7+ \!;>d8 21.�cd7+ @es 22Jhf4 exf4 23.�xd3 Whl+ 24.ltlgl Wxgl+ zs.@ez V9g2+ 26.@el �gl+=) 19 ... c6 20.ltla5 ie7 21.V9c4 �d4? {21...Wxc4 y luego 22 .. .f6 era más tenaz, ya que ahora las blancas parecen haber afianzado la victoria) 22.Y:Yb3? (22.!/bs! �d7 23.li)xc6 bxc6 24.�xc6+ �c7 25Jtfa6+ @bs 26.�xc7 @xc7 27.V9xa7++-) 22 ... �d7 23.\Wh3 �hd8 24.ltlc4 tt:lf4 25.ixf4 exf4 26.�xf4 �hl+ 27.�fl \Wds 28JUs V9e6 29.\Wfl? (29.ltle5! era mejor: 29 ... g6 30.ltlxd7 gxfs 31.ltlf6±; Kasparov) 29 ... h6 30.�e5. Las negras podrían haberse asegurado una gran ventaja con 30 ... \Wg4, pero en su lugar se acor­daron las tablas.

b3) 12 ... �xd4 13.lL!xd4 \Wxd4 (D)

Hemos alcanzado la partida Mitkov-Golu­bovic, desde ll...E:xd4, con la inserción de g2-g4 y e7-e5. Esto no puede ser ventajoso para las blancas, así que aquí las negras pueden es­tar muy bien.

e) 12.lL!b3!? e4 13.lL!f4 (13.\Wcl exf3 14.gxf3 ixf3 15J:ifl Es difícil evaluar adecua­damente, pero ciertamente las negras tienen una compensación decente por la pieza) 13 ... e3 14.id3 exd2+ 15.V9xd2 Debería ser igual­dad. 15.c.t>fl e3 16.id3 exd2 17.\Wxd2 ixg3 18.hxg3; seguido de 19. \Wfz y las blancas no deberían sufrir demasiado con la incómoda situación de su rey.

Volvamos a la posición principal después de ll...�d4 (O)

12.'�xd4 W/xd4 13.\'Nez W/xb2 14.0-0 e6 (D)

Esta posición se alcanzó por primera vez en Mitkov-Golubovic, Pula 2000.

Las negras tienen dos peones por la cali­dad pero su rey está bastante solo durante un tiempo. Las negras necesitan consolidarse y como mínimo habrán igualado, como lo de­mostraron los siguientes ejemplos prácticos:

Capítulo 7: La variante 4.d4 l:iJf6 5. i.c4 125

lSJ��abl! Las blancas probaron más tarde 15. 'f!ffz y

más recientemente 15.�b4. Curiosamente, tu­vieron el mismo tipo de desgraciado final en ambos casos:

1s.'i!Vf2 tt:ld7 16.ie3 �c3 17.ibs c6 18.id4 §'xd4 19. \Wxd4 ics 20. \Wxcs lt.Jxcs; Rowson­Hodgson, Southend 2001.

1S.ib4 lt.Jd7 16.<j{ht \Wes 17.'�d2 �d6 18.ixd6 %Yxd6 19.\Wa5 'f!fcs 20.'f!fxc5 lüxc5 (D)

Abdil-Saric, Neum 2008. En este tipo de fi­nal las negras pueden mejorar poco a poco su posición y presionar para conseguir una vic­toria sin riesgos. En ambos encuentros convir­tieron su ventaja. ls .. JWd4+

Si lS ... �cS+ 16.Whl \Wd4oo. 1 5 ... 'ti'xa3?! parece demasiado arriesgada:

16.ie3 (pero no 16J!a1? icS+ 17. <j(hl \Wbz) 16 ... a6 (En el caso de 16 ... ics la siguiente secuencia parece convincente: 17J!b3 'f!fas 18J�bs he3+ 19. \Wxe3 \Wa4 20. 'f!fd4 \Wxc2 2U3d1 (D)

Las negras no pueden soportar la doble amenaza de 22J�xhs lt.Jxhs 23.'ti'd7+ l3b8 24. %Yd8+ l3xd8 25.l3xd8 mate y 22.l3bb1 se­guido de 23.\Wxa7) 17J!fd1 ics 18.l3d3 'f!fas 19.l3db3 y en breve temblará la protección del rey negro. 16 . .ie3 Wes (D)

t7JNfz? Las blancas podrían haber decidido la

partida en este momento con 17.ia6! bxa6 18. %Yxa6+ Wd7 19. 'f!fa4+ <j{c8 (19 ... <j{e7 no es mejor: 20. \Wxa7 li.Jd7 y ahora la tranqui­la 21.l3fd1 deja indefensas a las negras con­tra 22.l3b7xc7) 20.\Wxa7 Wd7 21.\Wa4+ Wc8 22.l3fdl!! id6 (Tomar el alfil con jaque tam­poco ayuda: 22 ... 'f!fxe3+ 23. Wh1 �d6 24Jhd6! cxd6 25.\Wc6+) 23J3xd6 \Wxd6 24.�a8+ Wd7 25.%Yxh8+-. 17 ... .id6 18.g3 ig6 19 . .id4 Was 20J�b3 b6 21 . .ibs li:)ds 22.c4 es 23.cs .ie7?

23 ... exd4 24.cxd6 lt.Je3 era más resistente. 24 . .axes .axc5 2S.id4 ixd4 26.Wxd4 E:ds 27 Jkl es zs.ifl?

28. l3xc5+! era matadora: 28 ... bxc5 29. %Yxc5+ %Yc7 30.ia6+ <j(d7 31.l3b7+-. 28 ... /L)c7?

28 .. .f6! mantiene el resultado incierto. 29 . .ih3+ /L)e6 30.W!xg7 �a6 31.Wes

Wa4 32.1xe6+ fxe6 33.!hc5+ bxcs 34.\WxcS+ 1-0

126 juegue la Escandinava

Conclusión:

Las negras cuentan con varias maneras de enfrentarse al sistema 4.d4 y s.ic4. Pue­den optar por la solidez, mediante ... c7-c6, y después seguir con ... ig4 o ... ifs; o bien re­tar inmediatamente a su rival con 4 ... lt:\f6 y s ... ig4. Esta réplica, conectada a menudo con un rápido ... lLlc6 y ... 0-0-0, lleva la partida a posiciones donde las blancas, generalmente, tienen que debilitarse con f2-f3.

Como hemos visto, de acuerdo con el es­tado actual de la teoría, las complicaciones parecen satisfactorias para las negras. En es­tos momentos la pelota está en el tejado de las blancas.

8. La variante 4.d4 y 5.�d2

Ahora echaremos una ojeada a la variante l.e4 ds 2.exd5 Wfxds 3.l2lc3 Wfas 4.d4, seguido de s.idz, que puede transponer frecuentemente a las líneas derivadas de s.ic4 o s.l2lf3.

El especialista francés de la Defensa Escandinava, el gran maestro Eric Prié, recomienda acertadamente un desarrollo basándose en un rápido ... l2lf6 seguido de ... ig4. En este caso las negras deberán ser precavidas, ya que la continuación 4.d4 l2lf6 s.idz ig4 6.f3 ifs 7.g4 ig6 se encuentra con el golpe 8.f4 e6 9.f5! Examinaremos una salida de emergencia que por suerte existe, a saber, la retirada 6 ... .id7.

Tras l.e4 ds Z.exds Wxds 3.lüc3 Wfas 4.d4 l2lf6 s.idz la respuesta s ... c6 es de largo la más frecuente y transpone a variantes que veremos en el capítulo 9.

En este capítulo examinaremos: A) Desviaciones B) 5 ... ig4 sin 6.f3 e) s ... ig4 6.f3

128 juegue la Escandinava

A) Desviaciones:

4.d4 tbf6 Al igual que en el capítulo anterior, las ne­

gras se abstendrán de mantener su caballo de rey demasiado tiempo en la cas.illa original, en el caso de que se decidan por 4 ... c6 en lu­gar de 4 ... tüf6. Ciertamente, eso concedería a las blancas opciones extra, como la venenosa expansión en el flanco de rey mediante g4, seguido de h4 o f4 según las circunstancias. Veremos con más detalle estas variantes en el capítulo 9, variante E. s . .tdz (D)

Aquí vamos a discutir brevemente las res­puestas negras alternativas a 5 ... �g4. Estas son marginales. El material que veremos a continuación se basa mayoritariamente en los análisis de Eric Prié para ChessBase . 5 . . J�'b6

S ... �fs?! sería un error a causa de 6. �f3. s ... tüc6 (D)

6.�b5! [También 6. tüf3 es bastante buena; ver 3 ... �a5 4.d4 tüf6 s.tüf3 tüc6? 6.id2! (ca­pítulo S, línea B) La jugada del texto es de lejos más eficaz. Las blancas amenazan la temática 7.lLlds (xc7+)] 6...'!9b4 (6 ... Wb6 7.ds a6 8 . .ia4 también pierde material. Sigue 6 ... Wd8 ¡que no merece comentarios!) 7 .ds! (7 .lLlge2 se jugó en Delchev-Dimitrijevic, Subotica 2003. El mis­mo comentario para el movimiento anterior blanco se aplica aquO 7 ... a6 8.ia4 bs 9.tüxbs! Después de este golpe la táctica es favorable a las blancas y las negras están prácticamen­te sentenciadas. 9 ... �xa4 [O 9 ... We4+ 10.�e2 axbs (El negro es aplastado tras: 10 ... Wxg2 11.tDxc7+ 'it>d8 12.lLlxa8 �xh1 13.0-0-0) 11. Wxe4 tüxe4 12.�xbs, con dos peones ex­tra] 10.lLlxc7+ 'it>d8 11.tüxa8 tüxds (11...tLld4 no es mejor: 12.b3 Wa3 13.�e3) 12.tüe2 �b7 13. tüc3+-. El tüa8 saldrá de su esquina, dejan­do a las blancas con una clara ventaja de ma­terial y el rey enemigo a la deriva. 6.tbf3 1g4 (D)

6 ... c6 7.�c4 como en Kramnik-Malakhov, Francia 2004; que transpone al capítulo 9, lí­nea C.

Al) 7.1c4?! e6 8.h3 1xf3 9J�*fxf3 tbc6 Con el avance ds evitado, ahora esto resul­

tajugable. lO.dS?

lO.ibs 0-0-0 ll.�xc6 Wxc6 12.Wxc6 bxc6=, seguido de 13 ... c5. lO ... ttJes ll.Wfez tbxc4 12.Wfxc4 0-0-0!?

Capítulo 8: La variante 4.d4 y 5. !d2 129

Más comprometida que la insípida 12... A2) 7.h3! (D) exd5 13.lüxd5=. Es más precisa, como pronto notaremos. 13.dxe6 VNxbz

13 ... gd4 14.'&e2 '&xb2 1s.gb1 '&xc2 16.gcl era poco claro después de 16 ... '&g6. 14J�bl Wxcz lS.igs? (D)

1S . .if4! habría mantenido e[ equilibrio. 1S ... id6 16.ixd6 gxd6 17.0-0. Ahora las ne­gras pueden ganar una pieza con 17 ... gc6?, pero después de 18.l&b4 deberían enfrentarse con algunos problemas. En cambio, 17 ... l&d3 18.1&cs E:c6 19.1&xa7 l&a6 es más o menos igualdad, y 17 ... fxe6!? no es fácil de evaluar: 18.gfcl l&d3 19.lübs Wxc4 20.lt.Jxd6+ cxd6 21.gxc4+ Wb8. Las negras tendrían posibilida­des de ganar si les tocase mover, pero después de 22,gbcl su rival estará bastante activo. 1s ... ttJds! 16.o-o

16.ixd8 también pierde: 16 ... '&xc3+ 17.'&xc3 lüxc3 18.gb3 (o 18.e7 ixe7 19.ixe7 lüxbl 20.ib4 E:e8+ 21. �dl E:e4!) 18 ... Wxd8 19.E:xc3 ib4+-. 16 ... lbxc3

Gracias a la amenaza 17 ... lüe2+, las negras mantienen la pieza extra. 17.Wg4

17.Whl '&d3. 17 .. . fs 18.Wh4 E:d4! 19.Whs g6 zo.Wf3

lbxb1 21.!f6 lbdz 22.We2 VNd3 0-1 Navarro Pérez-Hernando Rodrigo, Castell­

defels 2005.

7 ... ihs Si 7 ... ixf3 8. '&xf3 lüc6? 9.ds! es fuerte.

9 ... lüd4 10.Wd3 es ll.lüa4. Ante la amenaza 12.c3, las negras cometieron un error con: 11 ... e4? 12.1&c4; 1-0 Lanzani-Ricci, Milán 2004. Sin embargo, las alternativas no eran mucho me­jores: ll ... '&a6 (o 11. .. Wd6 12.c3 bs 13.cxd4 bxa4 14. Wbs+ lüd7 15.0-0-0±) 12. Wxa6 bxa6 13.0-0-0 ttlxds 14 . .ixa6±. s.!c4 lbbd7

8 ... ttlc6? se encuentra con 9.g4 seguido de 10.lüa4, ganando una pieza. 9.g4!? (D)

Este comprometido movimiento no es es­trictamente necesario ya que las negras toda­vía no amenazan ... ixf3 seguido de ... Wxd4, pero es normal comprobar la viabilidad del desarrollo negro. Este ha demostrado ser im-

130 juegue la Escandinava

permeable, así que las alternativas 9.'ªe2 y 9.a4 merecen atención. 9 ... .ig6 lO.gS tbhS!

Mientras que 10 ... "?f!c6? 11. Wie2 .ihs 12.ds es malo para las negras, 10 ... lt::le4!? parece bastante jugable: ll. lLlds l!fic6 12.ttJes lLlxes 13 . .ib5 0-0-0 14.�xc6 lbxc6 15.lbf4 .ifs!oo (D)

Las negras continuarán con 16 ... e5 o to­mando en d4, según las circunstancias.

La impaciente 1S .. Jhd4? era inferior por: 16.lüxg6 hxg6 17.Wie2 !ixd2 18.'ªxe4 o 17 ... lbxd2 18.0-0-0. En ambos casos, las blan­cas deberían ganar a largo plazo. n.tbds Y:Vd6

11 ... W:fe6+? 12.lbes no sería muy inteligen­te. 12 . .ih4 Y:Vc6 13.tbes tüxes 14 • .ibs

Las blancas han puesto todas sus energías en atacar a la dama enemiga, pero al hacerlo han descuidado totalmente la armonía de su posición. 14 ... 0-0-0 1S.ixc6 tbxc6 16.c4 e6

16...!ixds? 17.cxds lbxb4 18.%h4. 17 .ixfs �hxfs;

Es interesante 17 ... exd5!? Esta posición debe valorarse como poco

clara, pero después de 18 ... lbxd4 yo preferiría llevar las negras.

B) s ... ig4 sin 6.f3

l.e4 ds z.exds Wxds 3.tbc3 Y:Vas 4.d4 tbf6 s.idz ig4 (D)

Si las blancas quieren navegar sobre aguas menos turbulentas que tras 6.f3, tienen varias posibilidades para hacerlo. Vamos a estudiar: Bl) 6.lbe4?, B2) 6.lbf3, B3) 6.lbge2 y B4) 6.ie2.

Bl) 6.tbe4? Esta errónea jugada lleva a un final donde

las blancas deben luchar por las tablas. 6 ... .ixd1 7.li)xf6+ gxf6 s.ixas hc2 (D)

9Jkl o 9.�xc7 lt:Jc6 lO.dS? !ic8 1l.!ic1 ie4

12.dxc6 !ixcH. 9 .. . ie4 10J3xc7 tbc6 ll.f3 .ids

El �as está atacado y la torre blanca se­parada de su campo. Después de 12.�b5 a6! 13.ixc6+ �xc6 o 12.ic3 gbs, las blancas tie­nen problemas.

BZ) 6.tbf3!? (D) Esta autoclavada lleva por transposición

a la variante l.e4 ds 2.exds '�Wxds 3.lbc3 '�Was

Cap(tulo 8: La variante 4.d4 y 5. id2 131

4.d4 ltJf6 s.ltJf3 _ag4 (capítulo S, línea C9) si, por este último orden de jugadas las blancas juegan 6.id2, un movimiento secundario, que no se trata en el capítulo S y que trataremos aquí. Las negras deberían arreglárselas para igualar con cierta facilidad.

6 ... �bd7 6 ... l0c6? transponer a una línea floja, Le4

ds z.exds Y:Vxds 3.lLic3 Y:Vas 4.d4 ltJf6 s.ltJf3 l0c6 (ver capítulo S, línea B) sería por supues­to absurdo.

6 ... Y:Vhs?! tampoco sería recomendable: 7.ie2 ltJc6 8.h3 o-o-o 9.0-0 ixf3 (9 ... es?! lO.dsl) 10.ixf3 Y:Vfs 1Lixc6 bxc6 12.Y:Ve2 con ventaja blanca.

6 ... c6 7.h3 ihs ver el capítulo 9, lfnea D. 6 ... e6 también parece correcto. Entonces,

tras 7.h3 ihs 8.g4 ig6 9.ltJes llegaríamos a la posición básica de la variante antes mencio­nada, donde las blancas habrían optado por 9.id2, en lugar de 9 . .ig2 o 9.h4 (capítulo S, línea C2b). Las negras disponen entonces de 9 ... Wfb6 O 9 ... ltJbd700• 7.h3

Ahora 7.ic4 permite opciones extra. Apar­te de 7 ... 0-0-0, se pueden contemplar 7 ... Y:Vfs o 7 ... Y:Vhs, donde s.ltJbs? es, como mínimo, temeraria: 8 ... 0-0-0 9.ltJxa7+ �b8 lO.ltJbs eS. s.ixf7?! es! 7 ... ihs s.ic4 o-o-o?!

Jugando con fuego. 8 ... Wlb6! está bien para las negras, como se ve en s.id2 1Mfb6 (línea A2).

9.g4 9.l0bs es interesante pero no convincente.

9 ... Y:Vb6 10.a4 �b8 ll.g4 .ig6 12 . .af4 lOes y las negras habrían conseguido desplegarse mien­tras repelían las piezas enemigas. Por ejem­plo: 13.\We2 a6 14.a5 \Wc6 15.tDc3 e6 16.0-0, o 16.0-0-0 .ib4 17.ds exds 18.ltJxds id6=. 9 ... .ig6 lO.t;'ez (D)

10 ... e6?! De nuevo, la cobarde 10 ... Wb6, viene más

al caso. 11.�ds!

11.0-0-0?! justifica el juego negro: ll ...ib4 12.a3 ixc3 13.ixc3 Y:Vb6 León Hoyos-Prié, Vi­lleneuve-Tolosane 2006. Las negras tienen un buen control de las casillas blancas a cambio de los dos alfiles. Como señaló Prié, general­mente las negras alcanzan esta posición con un peón en c6 y no en c7. Aquí d6 no está de­bilitada y se puede usar la casilla c6 para sus piezas. ll ... Wa4 12.�xc7!

La jugada crítica y aparentemente exce­lente para las blancas.

12.b3? es menos razonable por 12 ... §' a3 13.ic1 exds 14.ixa3 ixa3 y la combinación de amenazas, ... dxc4, .. J�he8 y ... ib2 hace la posición negra bastante buena. 12 ... a6 (D)

El equino sale impune, mientras que 12... �xc7?! 13.ibs Ytfxc2 14.!'k1 gana la dama.

132 juegue la Escandinava

13.i.bs!! Este martillazo concede una marcada ven­

taja a las blancas. En su lugar, 13.if4?! ie4 sería muy aceptable para las negras. 13 ... axb5 14.b3 Wia3 (O 14...'ªb4!? 1S.lt:lxbs!+-) lS.liJxbs W/b2 16.0-0!+-

En ambos casos, las negras deben enfren­tarse a la combinación �c4+, if4 y preocu­parse de su dama en peligro.

B3) 6.liJge2!? lLlc6 6 ... l0bd7!? 6 ... e6? esta vez es errónea, contrariamente

a la posición donde las blancas han colocado su alfil en c4 antes de lt:lge2. 7.f3 ifs 8.l0f4! (amenazando 9.lt:lds) 8... �b6 (O 8 ... ib4 9.g4 ig6 10.h4 con consecuencias parecidas) 9.g4 ig6 10.h4 'ªxb2 (El contrajuego 10 ... 'ªxd4 n.hs ics falla después de 12.�e2 ixc2 13.i':k1 o 12.gh2 'ªgl 13.ggz 1f9hl 14.hxg6 hxg6. Las negras tienen solo dos peones por la pieza y acaban claramente peor) n.gb1! 'ªxc2 12.h5 �xd1+ 13.gxd1. Ahora, 13 ... .ic2 14.gcl ltlc6 1S.i.bs! proporciona una gran su­premacía a las blancas. 7.f3

7 .h3 ixe2 Las siguientes anotaciones tam­bién son de Eric Prié, resultando ambas muy relevantes: "Simple, pero las negras segura­mente pueden esperar más, sea con 7 ... .ths!? o con 7...id7". 8.l0xe2 �ds 9.c3 0-0-0 10.lt:lf4 'ªd6 "seguido, de forma inevitable, por ... e7-e5, que equilibra la posición" (10 ... �e4+? ll . .ie31).

7 ... ifs 8.a3l (D)

B3a) 8 ... a6 Según Prié, con quien estoy de acuerdo en

este punto, la desventaja negra debería ser pe­queña tras esta jugada. 9.g4

Las negras igualan fácilmente si su rival no se atreve a jugar este emprendedor mo­vimiento: 9.b4 �b6 10.i.e3 eS 11. mfz exd4 (11...0-o-o? 12.dxe5!! gxdl l3.:!3xd1; la dama negra se ha quedado sin casillas, lo que signi­fica que las blancas ganan la calidad) 12.lt:lxd4 l0xd4 (12 ... 0-0-0?? 13.l0xf5; ver la anotación adjunta a 11...0-0-0) 13.ixd4 �d6=. 9 • • • �g6 10.b4

Incluir 10.h4 h6 no altera demasiado. 10 .. ."6'b6 ll.i.e3 (D)

Las alternativas no son más fuertes: ll.gS lt:lxd4 (Pero no ll...lt:lhs? 12.ltlds)

12.lt:lxd4 �xd4 13.gxf6 �h4+ (13 ... 0-0-0!?) 14.@e2 0-0-0 lS.'ªel �xf6 Con dos peones por la pieza y el rey blanco expuesto, la com­pensación debería ser adecuada. Si ll.tLla4 Vfia7 12.lt:lcs o-o-o, seguido de ... es.

Las blancas se han expandido por todos los flancos, creando asf muchas debilidades. La posición es rica pero por encima de todo muy concreta, ya que las negras están visiblemente preocupadas por su dama fuera de juego.

Ahora deben elegir entre: B3a1) 11 ...e5 y B3a2) ll ... e6.

Capítulo 8: La variante 4.d4 y 5.id2 133

B3a1) 11...e5 12.g5 exd4 13.ll::lxd4 13.iüa4 V!fbs 14.c4 se encuentra con 14 ... V!ffs.

13 ... ltJxd4 (D) 13 ... l3d8? 14. V!fe21 lüxd4 1S.i.xd4+ V!fe6

16.0-0-0±. 14.'ªxd4!

La manera más segura de estar en el lado bueno de las tablas.

14.i.xd4 V!fe6+ 1S. �f2 (O también 15. V!fe2 lühs 16.0-0-0 V!fxe2 17.ixe2 0-0-0 y las blan­cas tienen una mala versión del final que sur­ge en la línea principal) 1S ... iühs (1S ... lüd7!?) 16 . .ibS+ axbS 17.l3el 0-0-Q 18J�xe6 fxe6 (D)

Las negras tienen una torre y un alfil más otras ventajas adicionales por la dama . ... es es inminente, así que la mejor chance blanca puede ser el contraataque mediante 19.lüxbs eS 20.c4. 14 ... 'ªxd4 15.hd4 ttJhs

Después de la más débil, 1S...�d7?! 16.0-0-0 0-0-0 17.h4, o 17 . .ih3, las blancas disfru­tan de cierta iniciativa. 16.0-0-0;!;/=

B3a2) 11. .. e6 Esta jugada se probó en Hector-Milov,

Núremberg 2006. 12.lüa4

Si 12. �f2 lüe7, o 12 ... lüds, neutraliza el avanceds. 12 ... 'ªa7 13.c4 bs

13 ... 0-o-o?! 14. �f2 parece sospechoso para las negras que pronto estarán obligadas a retirar su dama a ¡aS! 14.ltJec3!? (D)

14.lüac3 bxc4oo. 14 ... bxc4

Aceptar el regalo es lo más crítico, pero las negras se pueden perdonar por haber sido cautas.

Ciertamente, incluso con la comprensión retrospectiva, es difícil llegar a una conclu­sión clara: 14 ... bxa4 1S. V!fxa4 V!fb6 16. �f2 (16.i.f2? es mala ya que f3 cuelga: 16 ... iüd7 17.d5 lüd4 18.cS i.xcs 19.bxcs lLlxf3+ 20. �e2 V!fb2+ 21. �xf3 V!fxc3+-+) 16... tLld7 [16 ... �d8 es extraña, especialmente si uno cuenta con que de todas for

_mas las negras no pueden afe­

rrarse a su pieza extra. Aún así, aquí las cosas también están poco claras: 17.d5 (17.gdl;;) 17...�d4 18.cS i.xcS 19,gdl00] 17.d5 iüd4 18.dxe6 fxe6 19.c5 hes 20.bxcs V!fb2+ 2l.i.e2 llhe2! 22.�xe2 id3 23.gael00• 15.i.xc4 i.d6

lS ... gdg puede ser mejor. 16.0-0 0-0 17.'ªd2;!;

134 juegue la Escandinava

B3b) 8 ... .ig6! (D) El signo 1 supone la corrección de la línea

que sigue. Sin embargo, si las negras pueden pasar sin este movimiento será mejor, por tanto, probemos 8 ... �g6.

9.g4 E:d8 10.h4 10.b4 �b6 ll.tlJa4 tlJxd4 12.tiJxb6 (Si las

negras hubiesen jugado 9 ... 0-0-0, en lugar de la "antinatural" 9 .. Ji:d8, ¡esta captura ha­bría llegado con jaque!) 12 ... tlJxf3+ 13. �f2 tlJxd2¡:;¡¡. 10 ... h600 (D)

lO ... hs? parece peor: ll.b4 �b6 12.gS.Las negras pueden ensayar 12 ... tlJxd4 13.tLlxd4 �xd4 14.gxf6, pero la presencia de su rey en el centro vuelve el sacrificio peligroso.

B4) 6 . .te2 "Evitando complicaciones y ganando

negras también acelerarán su desarrollo me­diante ... tLlc6 seguido de ... 0-0-0. 6 ... ixe2 (D)

B4a) 7.'V!lxe2 B4b) 7 .tücxe2

7.tLlgxe2?! es la peor recaptura y crea dis­cordia entre las fuerzas blancas. Las negras continúan con 7 ... tLlc6 8.a4 %Vhs! (8...0-0-0? 9.tLlbs V9b6 lO.c4 Nesterenko-Redko, Minsk 2006) y sólo después ... 0-0-0, con una ligera ventaja para las negras, ya que sus piezas es­tán mejor situadas.

B4a) 7.'V!lxe2 Esta jugada natural no causa ningún pro­

blema. 7 ... lüc6 8.lüf3 (D)

tiempos a corto plazo" (Eric Prié). Sin em- B4al) 8 ... 0-0-0? bargo, esto no puede ser criticable ya que las Aquí el enroque largo es erróneo:

Capítulo 8: La variante 4.d4 y 5.!d2 135

9.élJbs Wb6 (D)

1o.tt::lgs! E:ds En caso de 10 ... a6 las blancas simplemen­

te ganarán la calidad; su caballo sale sin pro­blemas: 11.lüxf7 '\Wxbs (Si 1l...axbs 12.'1We6+ �b8 13.lüxh8± ya que 13 ... lüxd4 '1Wxb6, o 13 ... gd6 14.'1Wf7 gds 15.0-o-o) 12.'\Wxbs axbs 13.lüxh8±. ll.c4

Después de este movimiento las negras es­tán claramente peor en todos los casos, como demuestran las siguientes variantes: ll ... tüxd4

11... l:!xbs 12.cxbs lüxd4 13. 'IW c4+-; ll...l:!xd412.lüxf7 l:!g813.lüxd4 lüxd4 14. '1Wd3 We6+ 1S.ie3+-; 11...1:!xgs 12 . .ixgs a6±. 12.tt::lxd4 E:xd4 13.0-0-0± Wcs 14.lDxf7 E:e4

Si 14 .. J��xc4+ 1S . .ic3. 1S.J.e3+-

B4a2) 8 ... Whs Contrariamente al inmediato enroque

largo esto resulta bastante jugable. 9.0-0-0 o-o-o lO.tügs Wfg6 n.Wd3

Ahora sí las negras deben temer la com­pensación que obtiene su rival tras: l l ... gxd4 12. '1Wxg6 fxg6 13. lüe6. Pueden optar por: ll...Wxd3 12.cxd3 E:xd4 13.J.e3 E:d7 14.lDxf7 E:g8 (D)

Esta posición parece equilibrada; cada bando tiene un peón débil.

B4a3) 8 ... e6! (D)

9.0-0 9.0-0-0 0-0-0 10. 'tt>bl i.b4 ll.a3 ixc3

12 . .ixc3 \1{tdS= Berkes-Torma, Paks 1995. 9 ... Whs

Seguimos ahora la partida Perlis-Mieses, Viena 1908. 9 ... 0-0-0!?; 9 ... '\Wfs!? lO.lDe4 0-0-0 ll.c3 élJxe4 12.Wxe4 J.d6 13.E:fel gs!?

El experto francés en la Escandinava acre­dita este movimiento con "!!", pero mi orde­nador piensa diferente. 14.g4!

14J3ad1 Así fue la partida antes mencio­nada. Después de 14 ... g4 1S.lües ixeS 16.dxe5 l:!ds+ las negras acabaron un poco mejor. Pero la inmediata 14.ixg5 se encontraría con 14 ... �xh2+. 14 ... Wh3 lS.élJxgS!

¡Muy cibernético! Prié solo analizó: 1S.ixg5 hs! (ls .. J!hg8? 16.E:e3) 16 . .ixd8

136 juegue la Escandinava

hxg4 17.l!Jes .bes 18.dxes �xh2+ 19.mfl 1!xd8 20.1!adl 1!g8 21.�g2 �h7 (D)

Concluyendo correctamente en una com­pensación excelente para las negras debido a la duradera exposición del rey rival y la vulne­rabilidad del peón eS. 15 .. .'�xh2+ 16.g;,fl (D)

7 ... '!Wfs! 7 ... W!ds?! s.l!Jf3 e6 9.0-0 c6 10.lüf4 �da

ll.c4;!;; Riff-Lagunes, St Chely d' Aubrac 200S. 7 ... Wlb6?! 8.lüf3 ll:lbd7 9.0-0 e6 10.c41 ie7

(10 ... �xb2 ll.ltlc3�) 11.b4!? 0-0 12.a4 c6 (12 ... .ixb4? 13.aS+-) 13. �c2 Wlc7 (Con idea de igualar en el centro mediante la ruptura ... e6-es) 14.1!fel b6 (14 ... es?! 15.ll:lg3) 1S.a5 1!fb8t/=; Karpov-Larsen, Montreal 1979. s.ft)f3

8.lLlg3 �e6+! 9.lLlle2 lLlc6. 8 ... li)c6 9.0-0 0-0-0

El resultado de la apertura es bastante igualado, ya que ahora las negras desean con­tinuar con lO ... es.

10.c4 es lógica. Tras: 10 ... e6 se evitan b4 y ds. Las blancas pueden preparar bs más ade­lante, y las negras ... g4.

Las blancas simplemente quieren capturar en f7, pero también disponen de la amenaza C) S ... .tg4 6.f3 (D)

posicional 17. c;!;>ez, seguida de 18. 1!hl. Su rey solo puede ser molestado por la dama negra, así que el blanco no arriesga demasiado.

Este es un ejemplo de línea que muestra lo que las negras deben evitar: 16 ... gdfs 17.mez ie7 1S.if4 §'h4 19.f3! y las blancas ganan la dama.

B4b) 7.li)cxe2 (D) Una recaptura de aspecto extraño la idea

de la cual es liberar el peón c. Extrañamente, nadie ha jugado aquí lo más activo:

6 ... �fs

Capítulo 8: La variante 4.d4 y 5.id2 137

Las negras no tienen porqué conformarse con algo menos activo como 6 ... .td7?!:

7.ic4 Wb6 8.c!Llge2 e6 9.0-0 [Planeando 'i!?h1 y We1. Las negras no pueden seguir con 9 ... c!Llc6 a causa de 10.c!Lla4. Ahora la única me­dida activa que sugiere Prié es ... Ab4. 9.ie3?! c!Llc6 10. ti'd2 c!Llb4! (Paci-Prié, Chartres 2005) es bastante agradable. La partida acabó muy rápidamente: 11.ib3 0-0-0 12.c!Lle4 c!Llbd5 13.if2 c!Llxe4! 14.fxe4 c!Llf6 15.c!Llg3 h5 16.e5 c!Llg4 17.ig1 ic6 18.h3 c!Llxe5l 19.dxe5 �xd2 20.ixb6 �xg2 0-1] Así, después de: 9 ... ib4 10.a3 [10.c!Lle4 representa una alternativa vá­lida: 10 ... ie7 11.a4! (Con una ligera ventaja blanca. En su lugar ll.Wh1?1 ic6 12.c!Llxf6+ ixf6 13.ic3 ib5; Bedouin-Prié, Chartres 2005 es igualdad) 11...a5 (11 ... c5?! 12.a5 Wc6 13.ig5!) 12.c3] 10 ... ixc3 ll .bxc3 ib5 (Prié: "Si no las blancas moverán l'lb1, id3, c4") 12.�b1 ixc4 13.1'!xb6 axb6 14.-icl (D)

Las negras tienen una ligera desventaja de material, con el caballo y la torre por la dama enemiga, aunque se benefician de algunas características posicionales, como una mejor estructura de peones y una fortaleza para el caballo en d5.

Prié analiza ahora una dudosa salida del caballo para capturar en c3, pero la sencilla 14 ... 0-0 no debería dar al blanco más que una pequeña ventaja. 7.g4 (D)

7.ic4!? transpone a una variante vista en el capítulo 7, línea B3.

Cl) 7 ... .td7 Ahora que las blancas han debilitado su

flanco de rey, este movimiento tiene más sen­tido. 8.g5!

Pero las negras no tienen de qué preocu­parse.

s . .tc4 Wb6 9.We2 (9.c!Llge2? Wc6J Sánchez­Prié, Villeneuve Tolosane 2006) 9 ... c!Llc6 10.d5 c!Lld4 n.Wd3 o-o-o 12.0-o-o eS=; ver Mack­Prié, capítulo 7. s ... tühs (D)

8 ... c!Lld5!? también parece jugable: 9.c!Lle4 ti'a4 10.c4 (10.c!Lle2!?) lO ... Wxdl+ ll.�xd1 c!Llb6 12.if4 c!Lla6; la posición blanca es, pro­bablemente, un poco mejor por la ventaja de espacio, pero nada más.

Ahora tanto Cla) 9.f4, como Clb) 9.c!Llge2 y Clc) 9.ic4 vienen a la mente. Creo que las negras pueden obtener un juego equilibrado en todos los casos.

138 juegue la Escandinava

Cla) 9.f4 g6 (D)

9 ... ic6?? pierde por 10.d5 ixds n.b4 Wfxb4 12.lüxd5 Wfe4+ 13.1e3.

Ahora ambos bandos pueden desviarse en cualquier momento, así que la siguiente línea tan solo debería considerarse de forma ilustrativa: lO.igz (10. Wff3!?) 10 ... tib6 (10 ... c6) 11.füds tie6+! (11 ... Wfd6? 12.ib4 Wfe6+ 13. ci>d2 füa6 14. Wff1±) 12.Wfe2 t0a6 13.0-0-0 0-0-0=.

Clb) 9.ttlge2?! En conjunto, este tranquilo movimiento

no parece coherente con el juego que le pre­cede. 9 ... e6 lO . .igz ttlc6! ll.tile4 �b6 12.c3 0-0-0 13.'ªc2

Después de 13. Wfb3 las negras molestarían los planes de su rival con 13 ... Wfa6. 13 ... h6 14.b3 hxgs lS.ttlxgs ies 16. o-o-o tilas 17 .c4 (D)

17 ... ttlxc4!! 18.'ªxc4 ibs 19.'ªc3 hez zo.tt:lxf7

Boudre-Prié, Narbonne-Plage 2005. Ahora, como si la partida no estuvie­

ra lo bastante revuelta, las negras eligie­ron 20 .. .'�Ya6, en lugar de 20 ... ixdl 2Ulxdl id6+.

Clc) 9.ic4 (D)

Clcl) 9 ... 'ªb4 (D) Por una vez, las sospechas indican que esta

incursión en territorio blanco también podría ser apropiada. 10.�e2

10.b3 Wfd6 11.lt:lge2 e600• 10 ... ttlf4

La justificación del movimiento previo. La siguiente secuencia es virtualmente forzada: ll.ctJdS

11.Wff1?! Wfxb2 12.)Jb1 Wfxc2 13.)Jc1? Wffs y las negras tienen dos peones más sin contrajuego.

ll.�xf4 \Wxb2 12. Wd2? [12.o�)d5 \Wxal +

13.Wfdl? (13.�f2 transpone a 11.füds) 13 ... Wfxd1 + 14. �xd1 füa6 1S.ixa6 o-o-o+; si el blanco retira su alftl sigue 16 ... ic6] 12 ... Wfxa1; las blancas no tienen compensación por el material sacrificado. ll...'ªxbz 12.ttlxc7+ Wd8 13.J.xf4 'ªxal+ 14.'i!?fz V9xd4+ 1S.�g3 es 16.ie3 �xc7 17.hd4 exd4

En términos materiales la posición está

Capftulo 8: La variante 4.d4 y 5.iJ.d2 139

igualada. Dado que las negras pueden desa­rrollarse rápido y jugar contra el expuesto rey blanco, deberían tener sus posibiüdades.

Clc2) 9 ... W/b6 (D)

10.W/e2 W/xd4 10 ... l0c6? es mala: n.l0d5 �xb2 12.�c3

�a3 13.l0xc7+ Wd8 14.l0bs �a4 1S.ib3 V9a6 16.a4. Las blancas esconderán rápidamente a su rey, mientras que la precaria situación de su homónimo seguirá siendo una desventaja. n.o-o-o!

Si n.lüds, las negras tienen 11...'.Wh4+ 12. c;!¡lf1 wds! ll ... �f4 12.W/fl;;

C2) 7 ... .ig6 (D) Ahora miraremos las siguientes opciones:

C2a) 8.h4, C2b) 8.g5, C2c) 8.l0ge2, y CZd) 8.f4.

C2a) 8.h4 h6 9.f4?! Ashton-Prié, Cap D'Agde 2008. Parece que la inclusión de 8.h4 h6 va bien

para las negras. Ciertamente, no necesitan ju­gar 9 ... e6, ya que pueden consentir dejar a su alfil temporalmente encerrado.

9.ic4 '.Wb6! (9 ... c6? no es una buena idea: 10.l0h3 e6 n.l0f4 ih7 12.\Wez �b4 13.g5! hxgs 14.l0xe6!± Spangenberg-Oral, World Ch UZO 1995) 10.l0ge2 e6 ya nos hemos encontra­do con esto en el capítulo 7, línea 82, y hemos visto que es correcto para las negras. 9 ... �c6 lO.fS .ih7 (D)

El peón d4 está colgando y g4 podría estarlo pronto. Las negras están listas para el enroque largo y pueden romper el flanco de rey blanco mediante ... e6 o ... hs. Las blancas no pueden estar muy satisfechas con su apertura. 11..ibs

11.l0f3 realmente no es mejor. 11...0-0-0 [Aunque arriesgada, ll ... tt.Jxg4 merece aten­ción: 12.l0bs 1Mib6 13.c4 e6 (13 ... e5), intentan­do 14.c5 .txcs lS.dxcs �xcs] 12.lt:lbs Wb6, y ahora 13.c4 l0xd4 14.l0fxd4 gxd4 15.l0xd4 1M/xd4 es bueno para las negras. 11...0-0-0 12 . .ixc6 bxc6 13.1U3

En este momento, en lugar de 13 ... e6, 13 ... �d4! con idea de 14.\Wxc6 'iHb6 15.1M/a8+ 1M/b8, habría sido, sin duda, claramente mejor para las negras.

czb) s.gs tüdsl 9.ibs+

140 juegue la Escandinava

9.l0e4 �a4 10.c4 llevaría a un final como el mencionado tras 7 ... .id7 8.g5 lOds. La pre­sencia del alfil en g6, en lugar de d7, es más favorable para las negras. 9 ... c6 lO.ltlxds 'ª'd8 (D)

Curiosamente, a pesar de su pieza extra, aquí son las blancas quienes deben tener cui­dado para igualar. ll.c4 cxbs 12 . .if4

Después de 12. �b3? e6 13. �xbS+ l0c6 14.�xb7 E:cs las negras continuarán con 1S ... l0xd4 y mantendrán la iniciativa. 12 .. .fila6 13.'1Wb3 e6 14.'1Wxb5+?1

14.cxbs �xds 15.�xds exds 16.bxa6 bxa6=. 14 ... '?Nd7 15.'?Nxd7+ �xd7 16.ltlc3 lüb4

Las negras recuperarán su peón gracias a las horquillas potenciales en c2 o d3. Entonces quedarán con la pareja de alfiles y una ventaja duradera.

C2c) 8.ltlge2 (D)

8 ... e6? Tras s ... l0c6!, parece que las blancas no

tienen nada mejor que trasponer a la línea B3b con 9.a3. 9.h4 hs

Si 9 ... h6, lo mismo 10.l0f4 id6 11./0bs! sería fuerte. n.ibS+?! , por otro lado, es menos clara. 11.../0c6 (n ... c6? 12./0xg6 fxg6 13.ic4±) 12./0xg6 fxg6 13.�e2 0-0 14.�xe6+ �hs 1S . .ixc6 bxc6 y las negras tienen alguna compensación debido a la precaria situación de la pareja real blanca. 1o.ttJf4 i.d6 n.lLlbs!

11./0xg6?l ofrece a las negras suficientes posibilidades de lucha. 11...Ag3+ 12. í!?e2 fxg6. En este momento, en lugar de 13.ie1? (Bokan­Muhutdinov, Moscú 1990) que habría sido me­jor para las negras tras 13 ... ixel, las blancas podrían mantener el equilibrio con: 13.E:h3 �a6+ (13 ... id6!?) 14.\ile3 �d6 15./0bs /OdS+ 16.c;t>d3 /0f4+ 17.\ile3=. ll...'?Nb6 12.c4

Después de 12./0xd6+?! las blancas logran demoler la estructura de peones enemiga, pero a costa de un frági l rey: 12...�xd6 13.g5 /Ods 14./0xg6 �g3+ 15. l!?ez fxg6 16.E:h3 �d600• 12 ... ixf4 13.ixf4 lLla6 14.c5 '?Nc6 1S.liJc3 (D)

Las negras no cuentan con una defensa satisfactoria contra 16.ibs y deben buscar su mejor posibilidad práctica. Desde lue­go, 15 ... �d7 no lo es por 16.c6!, pero tanto

Capítulo 8: La variante 4.d4 y 5. id2 141

1S ... i.c2 16.1!Nxc2 1!Nxf3 17.ibS+ c6 18J;f1 1!Nxg4 19.ixa6 Wxh4+ 20.�f2 bxa6 21.0-0-0, como 1S ... ttJds 16.ibs Wxbs 17.ltJxbs ttJxf4 conceden una clara ventaja a las blancas.

czd) s.f4 Prié: "La línea crítica, y aquí es donde las

dos ramas, s.idz y s.ic4 divergen. Aquí el al­fil no está expuesto y el blanco está preparado para enrocar largo después de un movimiento de dama". 8 ... e6 (D)

Ahora las blancas disponen de tres opcio­nes: C2d1) 9.i.g2, C2d2) 9.1!Ne2?! y C2d3) 9.f5.

CZdl) 9.igZ V9a6 (9 ... Wb6!?) lO.fS!? Este sacrificio de peón parece más em­

prendedor que la aburrida 10.g5 ttJfd7 ll.ds (Lanka-Bacrot, Linz 1997) que conti­nuó 11...id6 12.1!Ne2 Wxe2+ 13.ltJgxe2 exds 14.ltJxds ltJc6=. 10 ... exfs Il.gxfs �hs

Las consecuencias de la más atrevida, 1l...ixfs,sonoscuras: 12. Wf3 id7(12 ... We6+?! 13.tt:lge2 c6 14.0-0-0 también parece arriesga­da. No comprobé con precisión si 14...lLla6, esperando 15 ... 0-0-0, o 14... '.Wd7, intentando 1S ... ie7 y 16 ... 0-0, son factibles, pero tengo la sensación de que a las negras les faltarán tiempos debido al inminente ds) 13.0-0-0 (13.Wxb7 Wxb7 14.ixb7 ic6 es igualdad por­que las blancas tienen que conformarse con 1S.ixc6+) 13 ... ttJc6 14.�e1+ �d8 (D)

Por supuesto las blancas tienen una com­pensación decente por el peón invertido, pero el rey negro está bien rodeado por sus propias piezas y, de momento, bastante a salvo. lZ.tLldS! (D)

tz ... @ds Un poco incómodo, pero en caso de

12 ... ltJxds?! 13.Wxhs lLlf6 14.1!Ne2+ Wxe2+ 1S.tt:lxe2, las blancas disponen de dos alfiles y una ventaja sin riesgo en el final. 13.if3

Ahora, después de 13 ... ltJxds 14.i.xhs, o 13 ... ixf3 14.Wxf3 las blancas deberían estar un poco mejor.

C2d2) 9.Wfe2?! Solo se ha probado una vez, ¡hace más

de 100 años! Fuerza a las negras a sacrificar material, pero, por desgracia para su rival, la compensación parece más que suficiente. 9 ... tLlc6! (D)

En lugar de 9 ... ie7?! 10.ig2 tt:lc6 11.ttJds (Leonhardt-Mieses, Carlsbad 1907), donde

142 juegue la Escandinava

ahora, más que 11...'?;1la4?!, las negras podrían C2d3) 9.f5 (D) haber obtenido una aproximada igualdad me­diante: ll...�xds! 12.�xds lüxd4 13.�xb7 lüxe2 14.�c6+l lüd7 15.lüxe2, o 15.�xa8 lüd4.

lO.ltJbs Wlb6 11.fs a6 12.fxg6 hxg6! 13.g5

O 13.lüc3 lüxd4, con un peligroso ataque. 13 ... axbs

13 ... lüds?! 14.lüc3 es poco claro. 14.ltJf3

Lo más seguro, aunque las blancas acaban ligeramente peor. Después de 14.gxf6?! lüxd4 15. �e4 gxf6 16.lüf3 lüfs el negro tendría tres peones y la iniciativa por la pieza. 14 ... ltJd7 15.d5 tüds 16.dxe6 ltJxe6 17.Wfxbs (D)

El balance de material se ha restaurado, pero después de 17 ... e'a7! el rey blanco será un problema permanente.

9 ... exfs lO.WfeZ+ lO.gS (O) Es más o menos lo mismo des­

pués de lO ... lüfd7! ll.�e2+ Wd8. Demos una rápida ojeada a sus alternativas:

a} 10 ... lüg4? Después de este salto el ca­ballo sucumbirá a un ulterior h3. La manera más precisa de continuar consiste en: 11. f:Ve2+ 1l.e7 12.�g2 �a6 13.h3+-.

b} lO ... lühs? ll.�bS+! (Una importan­te sutileza. En su lugar, ll.�e2? lüc6 habría sido mucho menos claro) ll ... c6 (ll ... lüd7? 12.lüds) 12 . .ie2+-.

e} lO ... lüds? ll.�e2+l (No n.ibs+?! Wd8! 12.We2 ib4. Después del jaque, las negras obtienen sus mejores oportunidades de salva­ción moviendo su rey. Esto es lo que sucede en caso de la réplica natural} ll...�e7 (o ll ... lüe7 12.ig2 c6 13.h4 f4 14.lüe4 Wc7 15.lüh3} 12.�b5+ �xbs 13.ixb5+ c6 14.lüxds �da 1S.ia4 bs 16.�b3 as 17.a4; en ambos casos la situación resulta desesperada para las negras.

Cap{tulo 8: La variante 4.d4 y s.id2 143

d) lO ... iügs (D)

dl) ll.h4!? (Skytte-Danielsen, Helsinge 2003) ll...hS 12 . .ig2? (Ahora las negras están a salvo. Habrían sufrido mucho después de 12 . .ic4!; por ejemplo 12 ... c6 13. Wf.e2+ lüe7 14. 0-0-0, o 12...1Mlb4 13.1Ml e2+ 1M! e7 14 . .ie3. Por un simple peón las blancas han adquirido una ven­taja decisiva en el desarrollo) 12 ... 1Mfa6 13. V:'ff3 lüc6 14.V:'fe3+?! (Esta tentadora idea será muy contraproducente. El blanco debería haber continuado 14.lüge2) 14 ... lüge7 1S.ifl (D)

15 ... lüb4!! 16.ixa6 lüxc2+ 17. �f2 lüxe3 18.-ibS+ c6 19.he3 cxbs zo.lüxbs iüds y las negras tienen una gran ventaja que convirtie­ron convenientemente: 21.�kl �d7 22.iüf3 f6 23.gxf6 gxf6 24.�d2 .if7 25.a3 �g8 26.�c2 a6 27.iüc3 .id6 28.iüe2 �ae8 29JJhcl f4 30.ib4 lüe3 3l.ixd6 �g2+ 32. �el lüxc2+ 33J�xc2 �xd6 34. �f1 �gxe2 35Jhe2 ic4 0-1.

d2) 1l.'l9e2+ .ie7 12 . .ig2! c6 [12 ... lüc6?! Este heroico contraataque no trae el resul­tado deseado: 13.iüds V:'fa4 14 . .!Llxc7+ �f8 (14 ... �d8?! habría sido peor, ya que realizar la captura en d4 sería incluso más peligro-

so) 1S.iüxa8 iüxd4 16.b3! V:'fe8 (Después de 16 ... V:'fd7 17.'1Wc4 b5 18.'1Wc3 f4, las blancas ga­nan con 1.9Jk1 o con 19.iüf3) 17.lüc7 lüxe2 18.lüxe8 lüd4 19.il.c3! lüxc2+ 20. �d2 lüxa1 2l..�.xg7+ �xe8 22.ixh8 .ixg5+ 23.�c3 (D)

El "intercambio de prisioneros" es senci­llamente, un sueño lejano para las negras. Esto quiere decir que continuarán con una torre de menos] 13.h4 h6 14.h5 ih7 (D)

15.gxh6 (Un paso en la dirección equivo­cada según Prié quien sugiere que 15.0-0-0, o 15.d5, habría sido demoledor) 1S ... iüxh6 (Si 15 ... gxh6, habría seguido 16.d5 V:'fc7 17.0-0-0 tt)f6 18.tt)h3 tt)e4 19.if4+- con doble captura en e4) 16.ltlds? El comienzo de una secuencia dramática de la que fueron testigos los que en aquel momento se encontraban en Remagen jugando la Bundesliga: 16 ... V:'fd8 17.ixh6 gxh6 18. '!Wes �d7! 19.0-0-0? (Las blancas estaban probablemente disgustadas, razón por la que no optaron por lo más tenaz: 19.ltlxe7 Wfxe7 20.V:'fxe7+ �xe7 21.ltle2) 19 ... .id6 20.1Mlf6 cxds (Las negras tienen una pieza de ventaja y ga-

144 juegue la Escandinava

naron tras las siguientes jugadas) 21. 'ªxf7+ 'i9e7 22. §'xds lbc6 23.lDf3 �c7 24J�hel Wg7 2SJ�e6 gad8 26.lbes .ixes 27.gxc6+ �b8 28. §'f3 .ixd4 29.gel ghe8 30.gce6 gxe6 3l.gxe6 .ixb2+ 32. �bl .ial 33.c3 f4+ 34. �xal l3dl+ 3S.Wb2 gbl+ 0-1; Boidman-Mann, Re­magen 2006.

Volvamos a la posición tras 10.V!Ve2+ (D)

10 ... �d8 El único movimiento, porque 10 ... ie7?

ll.gS lbds transpone a lO.gS lbds, y 1l ... lbfd7 12.ig2 c6 13.h4 es desastroso para el negro. ll.gS t!Jfd7 12.ig2

Si 1 2.0-0-0 (D)

lo mejor es disputar la iniciativa median­te 12 .. .f4! (En su lugar, 12 ... lbc6?! 13.d5 lbceS 14.h4, sería incómodo para las negras) 13 . .ig2 (13 . .ih3 y, sobretodo, 13.h4 intentando 13 ... lDc6 14.ixf4 ib4 1SJ:!h3 necesita más in­vestigación) 13 ... lbc6 (D), con varias opciones para las blancas:

a) 14.ixc6 bxc6 Abrir la columna b no pa­rece muy inteligente.

b) 14.ixf4 (Como en Koepke-Kislinsky, Kharkiv 2006, tiene sus ventajas. Sin embargo parece que las negras mantienen sus opcio­nes) 14 ... lbb4! (D)

lS.lbbs [1S.a3 se dirige hacia complicacio­nes que acaban con ventaja negra: 1S ... lbxc2 16.lbbs gc8! 17.ixb7 lbxa3 (Esto parece más fuerte que la jugada de Prié, 17 ... lbb4. Tras 18. axb4? ixb4 19.ie4 ges 20.ies ixe4 21. \Wxe4 §'xbs es claramente malo para las blancas, mientras que 18. \Wc4 tt:la2+ 19. §'xa2 'ªxbs 20.§'ds §'xds 21. ixds id6 limita la ventaja negra a proporciones tolerables. Por otro lado, 20.ixc8? es catastrófica: 20 ... §'a4! zLgdz Wc6+, o 21. �d2 ib4+ 22. �e3 §'xdl-+) 18.lbxa7 \Wxa7 19.ixc8 lbb6 20.ia6 lbds de acuerdo con el ordenador, aquí las negras disfrutan de una marcada ventaja] 15 ... id6 16.lbxd6 (Después de 16.ixd6 cxd6 17.lbxd6 gb8 es adecuado para las negras) 16 ... cxd6 17.ixd6 (La inferior 17J�e1? fue la continua­ción de la partida mencionada anteriormente:

Capítulo 8: La variante 4.d4 y 5./J.d2 145

17... 'it>c7 18. 'i:Vc4+ 'it>b6! Las blancas quedaron indefensas contra el inminente aterrizaje de la torre en c8. La agonía fue corta: 19.�d2 )lac8 20. 'i:Vxb4+ 'i:Vxb4 21..ixb4 )lxc2+ 22. 'tt>d1 )lxg2 23.l0h3 )lxb2 24.ic3 )lxa2 2S.lof4 gcs Z6.'ilds+ '.!lbs o-1) 17 .. J�e8! 18.�xb4 (18.Wd2 )lc8 19.ii.cs pierde por la asombrosa 19 ... l0xc5 20.dxc5+ l0d3+!! 21.cxd3 )lxcS+-+) 18 ... 'i:Vxb4 19. 'i:Vd2 )les 20. �xb4 Deshacerse de la dama es Jo mejor para las blancas. En su lugar, 20.c3?? llevaría a una rápida derrota: 20 ... �c4 21.ii.f1 �ds! 22. �g2 'i:Vxa2-+. 20 ... )lxc2+ 21. 'it>b1 )lc4+ 22. 'r!la1 )lxb4 +.

e) 14.)le1 id6 15. 'i:Vbs Wb6l 16.ixc6? (Era necesaria 16. l0ge2, con una compensación de­cente. Ahora las negras obtuvieron una gran ventaja en Houard-Prié, St-Affrique 2007) 16 ... bxc6 17.�c4 )lb8 18.l0d1 �b5 19.�xb5 gxbs

20.l0h3 )lds+. 12 .. .lLk6 13.hc6

Esto se jugó en Golubev-Kislinsky, Kharkiv 2006.

Las blancas eligieron 13.lilf3, seguido de esconder al rey, en Levushkina-Bensdorp, Plovdiv 2008. Después de 13 ... .ib4 (13 ... .id6 puede ser mejor) 14.0-0 ge8 1S.'!�f2 tuvieron una compensación duradera debido a la posi­ción del rey enemigo, pero las negras también tuvieron sus oportunidades. 13 ... bxc6 14.0-0-0 gbs 15.gel ib4 (D)

Puede parecer posible mejorar el análisis siguiente, pero el sentimiento general es que las negras tienen un serio ataque en el flanco

de dama. Si tienen que resolver problemas de apertura, en consecuencia es más posible en la línea 12.0-0-0 f4 13..ih3 o 13.h4. 16.lLlh3 �es

Aunque las blancas también tuvieron un paso a la igualdad más tarde, seguramente la habrían encontrado más fácil si su rival hu­biera decidido forzar las cosas con 16 ... ixc3 17 . .ixc3 Wxa2. En este caso, 18./t:lf4 l0b6 19.h4 l0a4 2o.hs, es el antes mencionado paso a la salvación: 20 ... )lxb2 21..ixb2 V!lxb2+ 22.�d2 'i:Vb4+=. 17.lL!f4 gds! 18.W/c4

18.h4! habría permitido a las blancas gene­rar sus propias amenazas más que esquivar las de su rival. 18 ... ixc3 19.ixc3 W/xa2 20.h5. El alfil está atrapado, pero ... 20 ... l0cs!oo (D)

18 ... c5 (D)

19.lL!fd5? Tras este movimiento las blancas están ob­

jetivamente perdidas.

146 juegue la Escandinava

En su lugar, 19.a3! habría mantenido el equilibrio. 19 ... lL!b6 (Extrañamente la tentado­ra 19 ... �xa3? ¡pone la ventaja en manos blan­cas! 20.bxa3 �xa3+ 2UYdl E1b4 22.�a2 Wfxa2 23.lt:lxa2;!;; las negras tendrán tres peones de­valuados por la pieza y acabarán con un ridí­culo alfil) 20. Wi'a2 (20. �b3?! es peor; 20 ... ixc3 21.�xc3 Wfa6 22.dxcs?! lL!a4! 23.�b4 lL!xcs y las blancas sufren dificultades insuperables para evitar 24 ... E1xb4; 24.Wi'c3 enfrentándose a 24 ... lL!e4) 20 ... �xc3 21.ixc3 �a4 22.b3 Wfc6 23.dxcs lL!ds 24.lt:lxds E1xds 2S.�xg7 f4 26.b4 E1xgS=. 19 ... éüb6! 20.éüe7+ @b7 21.'1We2 ixc3 22.hc3

22. Wi'f3+ lt:lds no cambia nada. 22 ... \Wxa2 23.'1Wf3+ éüds! 24J�e5 c6 25.b3 f4! 26.ib2

26.lL!xg6 hxg6 27.dxcs f6 no era mejor. 26 ... .1xc2! 27.éLlxd5

Capturar la pieza le hubiese llevado a una derrota más rápida: 27. �xc2 lt:ib4+ 28. �el (o 28.�c3? cxd4+ 29.�xb4 @a8+ 30.@c4 Wfa6+, seguido de mate) 28 ... E1xd4 La amenaza 29 ... lt:ld3+ es letal. Por ejemplo: 29.E1dl E1bd8 30.E1eel E1d3! 31. �f2 Wfxb3, o 31. Wi'fl E1c3+ 32.ixc3 Wi'c2#, o finalmente 31.Wi'e2 f3-+. 27 ... '\Wbl+ 2s.ri!?d2 \Wxb2 29J;e7+ @a6 30.éüb4+

30.Wffl+ �d3+ 31.'iYxd3 E1xds 32.Wi'al+ �xal 33.E1xal+ �b6 34.E1axa7 cxd4 3S.E1xf7 �es y las negras deberían ganar el final. 30 ... @as 31.éüxc6+ cbb6 32.cbel

Al igual que después de 30.Wi'fl+, con 32. Wfc3 el resultado es un final desespera­do: 32 ... Wi'xc3+ 33.@xc3 �xc6 34.@xc2 gxd4 3SJ!xf7 E1b7-+. 32 .. J3e8??

32 ... E1xd4! 33.lt:lxd4 Wfxd4, di.o una gran ventaja a las negras. 33.\Wxf4??

33.dxcS+ habría cambiado el resultado por un empate, siendo la manera más fácil 33... �bs 34.lt:lxa7+ �as 3S.lL!c6+ cbbs=. Para el registro, 33 ... @xcs también debería ser igual-

dad según el ordenador: 34.b4+ E1xb4 3S.E1xe8 ia4!, o 34 ... cbb6 3S.�f2+ @bs 36.�e2+ @a4 37;E1xe8 E1xe8 38.Wfxe8 �d3! 33 .. J�xe7+ 34.tt:lxe7 \Wc3+ 35.\Wd2 Wi'al +

36.cbf2 \Wxd4+ 37.'1Wxd4 cxd4 0-1 Las blancas dieron la partida por acabada.

¡Una lucha fascinante!

Conclusión

jugando s.id2 como respuesta a 4 ... lt:lf6, las blancas empujan al alfil de dama negro a colocarse inmediatamente en fs. Es recomen­dable evitar la provocadora s ... lbc6 a causa de 6.ibs!, pero las negras tienen la elección de preparar la salida del alfil mediante s ... c6 (lle­vándonos a las variantes que estudiaremos en los próximos capítulos) o optar por las líneas independientes S ... V9b6 o s ... ig4.

Después de S ... ig4, las variantes críticas implican el avance f3, que puede jugarse en­seguida o tras 6.lt:lge2.

El juego se vuelve entonces tenso tras, por ejemplo, 6.lt:lge2 lt:lc6 7.f3 i.fs 8.a3! �g6! 9.g4 E1d8 o 6.f3 ifs 7.g4 ig6 8.f4 e6 9.fs exfs 10. Wfe2+ 'iYds, pero las negras parecen estar bien tras un juego preciso y disponen de al­ternativas menos arriesgadas como 8 ... a6 en el primer caso (que deja una ligera ventaja a las blancas) y 7 ... id7 en el segundo.

9. 4.d4 (4 .. .tt:Jf6 5.etJf3): desviaciones

En este capítulo 9 empieza a aparecer la línea principal de la Defensa Escandinava: l.e4 ds 2.exds \Wxds 3.lDc3 \Was 4.d4 lDf6 s.lDf3 ifs 6.ic4 e6 7.id2. Aquí cubriremos las diversas des­viaciones, de un bando o del otro, al 6° movimiento de las negras.

Empezaremos por las desviaciones de las blancas y examinaremos las modestas 6.ie2, 6.id3 y 6.id2 sin 7.ic4 donde veremos porqué S ... ifs parece más precisa que s ... c6.

A continuación examinaremos dos sistemas para las negras que en general están asociados a un precoz ... c6 y que constituyen dos respuestas posibles a un rápido idz de las blancas. Nos encontramos con la posición tras 4 ... lDf6 s.lDf3 c6 6.id2, y ahora la réplica 6 ... \Wb6, que no está exenta de inconvenientes, y la rara 6 ... ig4, que cayó en desuso aunque parece jugable.

Un punto importante de este capítulo radica en la constatación que la concepción recomen­dada por el gran maestro Matthias Wahls, "Konigspringerzurückhaltungspolitik" (política de no desarrollar el caballo de rey) sufre de un inconveniente esencial: ofrece a las blancas la oportu­nidad de apoderarse del espacio en el flanco de rey, lo que aumenta sus opciones sin ninguna contrapartida para las negras.

Remarcar que las desviaciones que implican la aparición rápida de un caballo en e4 o en es se tratan en el capítulo 10. El plan del capítulo será el siguiente:

A) 4.d4 lbf6 s.lbf3 ifs 6.id3 o 6.iez B) 4.d4 lbf6 s.lbf3 .ifs 6.-idz e6: las blancas renuncian a 7.ic4 e) 4.d4 lDf6 s.lbf3 c6 6.idz 11Nb6 D) 4.d4 lbf6 s.lDf3 c6 6.id2 �g4 E) 4.d4 sin ... lbf6 (la "Konigspringerzurückhaltungspolitik")

148 juegue la Escandinava

A) 4.d4 tiJf6 5.ll:lf3 i.fs (D)

Veremos ahora que las negras pueden ele­gir entre dos enfoques muy diferentes en res­puesta a las modestas Al) 6.id3 y AZ) 6.ie2. Pueden optar por una disposición ultra sólida, como en la partida modelo Maus-Hansen, o ser más ambiciosas. Al respecto, haber jugado ... ifs antes de ... c6, permite un desarrollo di­námico basado en ... tt::\c6 y ... 0-0-0.

Al) 6.i.d3 tüc6 Es mi preferencia, pero 6 ... tt::\bd7 jugado en

Maus-C. Hansen, Hamburgo 1991, es perfecta­mente bueno: 7.0-0 e6 8.if4 c6 9 .tt::\es ltJxes lO.ixes ig6 ll.a3 ie7 12.b4 \W d8 13. � e2 ixd3 14. Wlxd3 o-o lS.�fdl ttJds 16.tt::\e2 bs 17.c4 bxc4 18.�xc4 �b6 (D)

Ambos bandos tienen peones más bien débiles. Tras un posterior ... a7-a5, como en la partida, las blancas se quedarán con un peón aislado. Su peón a pasado es un objeti­vo rnás que un activo, lo que explica porqué

las blancas fueron superadas. El manejo de la posición de Hansen es notable: 19.�d3 as 20.bxa5 �xas 21. �g3 f6 22.if4 '& a6 23. '& c2 ixa3 24.ih6 i!f7 25.id2 ib4 26.�xa5 \WxaS 27.ixb4 �xb4 28. �el �b7 29.h3 Wlb1 30. <it>hz ®xcl 31.tt::\xcl �bz 32. l!f3 g5 33. �g3 �f7 34.�b3 �dz 35. ttJd3 <lt>g6 36. <it>f3 h5 37 .g3 <it>f5 38.g4+ <lt>g6 39. tt::\c5 tt::\f4 40. <it>e3 i!e2+ 41. <it>f3 i!c2 42.tt::\d7 lt:lxh3 43.gxh5+ Wfs 44. <lt>g3 tt::\f4 45.h6 Wg6 46.lLlf8+ �xh6 47.�b7 lLlhS+ 48. wgz ttJg7 49.�f7 fs so.l!f6+ <it>hs 51.l!g6 tt::\e8 52.�xe6 ltJc7 53.i!e5 lt:lds 54.ltJe6 \t>g4 55.\t>fl tt::\f4 56.f3+ <lt>g3 57.lt:lxgs i!fZ+ 58.\t>el tt::\d3+ 59.\t>dl lt::lxes 60.dxes �a2 0-1. 7.0-0

7.ixfs \Wxfs 8.ie3, seguido de Wie2 y 0-0-0 es triste, pero quizás más seguro. 7 ... 0-0-0 8.i.e3

Si 8.a3 ig4! es fuerte. 8 ... ixd3

Es interesante 8 ... ig4!? 9.Wfxd3 e6 10.a3 Wfhs (D)

La posición es similar a las que surgen tras l.e4 d5 2.exd5 Wlxds 3.tt::\c3 �as 4.d4 lZ'lf6 s.idz ig4 6.ie2 ixe2 7.�xe2 (capítulo 8, línea B4a). Aquí las negras no tienen ninguna preocupación.

AZ) 6.i.ez e6 (D) 6 ... tt::\c6 7.id2 (Esto constituye una prue­

ba crítica para la último jugada de las negras. En su lugar, 7.0-0 0-0-0 es bueno para las

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... t:tJf6 5. t:tJ{3): desviaciones 149

negras, lo que es cierto también para 7.�bs lLlds 8.�dz lLlxc3 9.�xc6+ bxc6 10.�xc3 �a6 o 10 ... 1.1:Vds) 7 ... a6! (7...0-o-o? Proporciona a las negras una versión peor de la línea l.e4 ds z.exds 1.1:Vxds 3.lLlc3 1.1:Vas 4.d4 lLlf6 s.�c4 lLlc6 6.lLlge2 �g4 7.f3 �fs tratada en el capítulo 7, línea CZ: 8.lLlbs 1.1:Vb6 9.c4. Las negras estarán obligadas a sacrificar una calidad por el peón d4, pero aquí las blancas no han debilitado su flanco de rey) 8.a3 �g600• Liberando la quinta fila para la dama. Las alternativas 8 ... 0-0-0 y 8 ... Wib6 también son difíciles de evaluar: en este último caso, tras 9.lLla4 Wia7 10.ie3 lLlds, o 10 ... :Sd8oo la dama puede sentirse incómoda en a7, pero las negras disfrutan de un buen juego de piezas.

7 .o-o lLlbd7 8.�f4 c6 Todavía no es un error pero, 8 ... �d6 pare.­

ce más sencillo. 9.lLld2 �d8 10.lbc4 lLlb6 11.lLle3 .ig6

Veamos otro ejemplo donde las negras también tuvieron éxito:

12.a3 ii.e7 13.ii.f3 o-o 14.h4 h6 lS.hs ih7 16.�e2 lLlbds 17.lLlxds cxds+, Illijin-Wahls, Berna 1995; el alfil de f3 es absurdo y las ne­gras pueden iniciar un ataque de minorías (en esta partida, el orden de jugadas fue: 6. if4 ifs 7.lLles -capítulo 10, línea Bl - 7 ... lLlbd7 8.lLlc4 1.1:Vd8 9.�e2 lLlb6 10.lLle3 ig6 11.0-0 e6). 12.�es i.b4 13.lLlbt!?

Creativo y acertado. El caballo volverá una vez el peón e haya dejado su casilla de inicio.

13 ... 0-0?! 13 ... �d6, o 13 ... ie7 son más prudentes.

14.c4 es? 1S.a3 cxd4 16.axb4 dxe3 17.f3!

17.fxe3 habría recuperado el peón de in­mediato, pero a costa de una estructura daña­da. Minasian calculó que el negro no podría aguantar su peón e3, y demostró tener razón. El resto de la partida muestra un final arduo para salvar, y por último una victoria blanca. 17 ... �xd1 18J;xd1 gfds 19.lLla3 É!d2 zo.É!xdz exdz 21.gd1 É!d8 zz.ci!?fz <i!?fs 23. <i!?e3 lLlcs 24.g4 hs zs.h3 lLlh7 26.lbbs f6 27.i.d4 eS 28.i.cS+ <i!?f7 29.l!lxa7 b6 30.lLlxc8 bxcS 31.lLlb6 cxb4 32.c5 gbg 33.É!xd2 tt:\fs 34 . .ibs lLle6 3S.i.c4 gb7 36.É!d8 É!e7 37.c6 1-0;

Minasian-Relange, París 1994.

B) 4.d4 lLlf6 s.lLlf3 .tfs 6.idz e6 (D)

En esta ¡posición resulta extraño que las blancas eviten entrar en la variante principal con 7.ic4. Veamos algunos de sus ensayos: 7 .lb es

7.lLle4 '&b6 no es nada especial para las blancas.

Las blancas utilizaron un tiempo para evi­tar ... ib4 en Ljubojevic-011, Antwerp 1994, que continuó: 7.a3!? c6 8.lLle4 �b6 9.lLlxf6+ gxf6. En este momento el alfil no tenía nada que hacer en c4, así que la continuación de la partida, 10.b4 lLld7 ll.c4 es consecuente y po­siblemente un poco mejor para blancas.

150 juegue la Escandinava

7 ... Wb6 s.Wf3! (D) 8. '&e2?1 ltJc6l (Santo Roman-Prié, Clichy

1993) ya dio a las negras una ligera venta­ja. Después de 9.ltJxc6 \19xc6 10. �bs o-o-o 11. \19xc6 bxc6 12.1a6+ �b8, tanto d4 como c2 están atacados.

Hemos tomado prestados la mayoría de los análisis que siguen de los comentarios de la partida Timman-van Wely, Breda 1998 (ver 8 ... \19xd4?) realizados por Karsten Muller en ChessBase Magazine.

Por otro lado, no es posible 8 ... \19xb2?? por 9 . .Etb1 Y9xc2 10.Y9xb7+-.

Bl) 8 ... hc2?! Este movimiento de aspecto sospechoso

probablemente solo lleva solo a una pequeña ventaja blanca. El final, sin embargo, sólo fa­vorece a un bando, lo que debería desalentar a las negras a entrar en él. 9J�kl �g6

9 ... \19xd4? pierde rápidamente por 10.!b5+ fj]e7 11.Wxb7 WxeS+ 12 . .ie2.

9 ... .ifs, en cambio, es una historia com­pletamente diferente: 10. ltJc4 Y9 c6 11. ltJd6+ ixd6 [11... We7? 1V(jxfS+ exfs 13.ds! (Más fuerte que la de Mueller, 13. \19xfs, aunque las negras puedan cambiar la dama: 13 ... Y9e6+ 14.\19xe6+ fxe6 15.ltJbs ltJc6 16.ltJxc7 .Etc8 17.ltJa6!!±, pero no 17.ltJbs? �f7 seguido de 18 ... a6) Tras 13.d5 las blancas acabarán su de­sarrollo y unirán sus fuerzas contra el pobre

rey rival. 11... Y9xd6? 12. \19xb7+-] 12 . .ibs 0-0 13 . .ixc6 ltJxc6 (O)

Las negras sólo tienen dos p.iezas menores y un peón por la dama, pero su posición es compacta y d4 es débil. La supremacía blanca no me parece que aquí sea tan grande. lO.ltJxg6

Si 10.ltJc4?! \19c6 n.ltJd6+ �e7!00 es la di­ferencia comparado con 9 ... 1fs. 10 ... hxg6 ll.�a4 Wxd4 12.Wxb7 �e4+ 13.Wxe4 ttJxe4 14J�xc7 ttJxd2 15.<;!;>xd2 ib4+ 16. <;!;>cz o-o;

Las negras podrán desaJojar la torre infil­trada mediante ... id6, pero esto no asegura que igualen.

B4) 8 ... Wxd4? 9.ibS+! (D)

9 ... ttJbd7 El resto no era mejor 9 ... �e7 10.0-0-0

c6 (10 ... Y9xe5? ll.Y9xb7+-} 1Lif4 o 9 ... c6 10. ltJxc6 ltJxc6 ll . .ixc6+ ltJd7 12.ie3 \19b4

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... li:Jf6 5.li:Jf3): desviaciones 151

13.�xd7+ <ct>xd7 14.0-0-0+; En ambos casos el ataque es demoledor. lO.liJxd7 liJxd7 ll.Wfxb7 �M8 12.0-0-0 Wfb6

12...'ªxfz? 13 . .ixd7+ gxd7 14.Wc8+ gds 15.Wxd8+ �xd8 16.ie3++-. 13.Wfxb6! cxb6 14.�f4 �es 15 . .ic7 @e7 16.�xd8+ gxds 17.f3+

Las blancas están claramente mejor en el final y casi seguras de cambiar pronto las torres. Incluso sin la técnica de Timman, con­vertir la ventaja no debería ser difícil:

17 ... h518,ghe1 lilf6 19.gxd8 �xd8 20 . .id3 g6 21.a3 We7 zz.ixfs gxfs 23.<;tJdz h4 24.lilbs a6 25.b4 �xb4+ 26.axb4 axbs 27.gal lilds 28.c3 f4 29.gas lile3 30.Wd3 fs 31.gbs h3 32.gxh3 lilc4 33.h4 Wf7 34.h5 �g7 35.ge8 Wf7 36Jk8 liJeS+ 37.�e2 <j{g7 38.ge8 <j;lf7 39J:fb8 lilc4 40,gb7+ Wf6 4l.h6 1-0; Timman-Van Wely, Breda 1998.

B3) 8 ... liJbd7!? 9.liJc4 9.0-0-0?l lilxes lO.dxeS lilg4 parece bien

para negras. Por ejemplo: n.ibs+ c6 lZ.lilds y ahora se puede ser aventurero con: 12 ... exds 13. Wxfs lilxf2, o consentir un empate si­guiendo: 12... Wd8 13.i.as Wgs+ (13 ... Wxas?? 14.ixc6+ bxc6 1S.lilf6+ y las blancas ganan) 14.idz Wds 1s . .ias etc. 9 .. .'ªc6 10.e'xc6 bxc6;!; (D)

Las blancas tienen una superior estructura de peones, pero su rival puede usar ds como plataforma para su caballería. Es más, las ne-

gras pueden deshacerse de su peón doblado con el subsiguiente ... es sin mayor problema.

B4) 8 ... c6 (D) Transponer a la partida Kovalev-Westeri­

nen, Helsinki 1992, parece ser la mejor elec­ción que en la actualidad se ofrece a las ne­gras, como uno puede juzgar por comparación con las variantes anteriores.

El orden de jugadas de la partida en cues­tión fue 6.liles c6 7.�dz Wb6 8.Wf3 e6.

9.0-0-o liJbd7 lO.ttlc4 Wds O 10 ... Wxd41? ll.if4 (Sino, ll...Wg4 es po-

sible) 11 ... Wc5 12.�e3 We7 Esto parece un tan-to incómodo, pero las negras amenazan ... �g4 o ... lilds, mientras que 13.lild6+ �xd6 14.gxd6 i.xd6 (D) es perfectamente aceptable.

n.h3 liJds 12.g4 �g6 Las blancas tienen sin duda más espacio,

pero no están suficientemente coordinadas para plantear problemas reales a las negras,

152 juegue la Escandinava

cuya fortaleza es muy sólida. Por ejemplo, la partida mencionada continuó: 13.lbe4 lb7f6 (13 ... Wc7!?) 14.lbg3lbb6 (14 ... lbb4!?) lS . .ias?! Wds con una aproximada igualdad. Las negras acabaron perdiendo, pero después de 16.Wc3 ¿¿je4 17.tDxe4 ixe4 18J�gl ie7 19.f4 tDxc4 20 . .ixc4 Wd6 21.We3 �ds 22.i.d3?! �xaz+ 23.Wes?! WxeS 24.fxes b6, estaban mejor.

e) 4.d4 tDf6 s.lbf3 c6 6 . .idz 'Mfb6 El tiempo gastado en este movimiento es

más importante que evitar ltJds (e4) xf6+. Por otro lado, las negras no amenazan realmente con capturar en b2 porque estarían fatalmen­te atrasadas en el desarrollo.

El siguiente análisis es del gran maestro Eric Prié para ChessBase Magazine: 7.ic4 (D)

Una posición que se puede alcanzar por numerosos órdenes de jugadas, por ejemplo:

l.e4 ds 2.exds Wxds 3.ltJc3 ®as 4.d4 c6 s.�c4 ltJf6 6 . .id2 Wb6 7.ltJf3.

Cl) 7 ... W/xbz? 7 ... ig4? peca de trivial: 8 . .ixf7+ <it>xf7

9.ltJe5+ <it>g8 10.ltJxg4 Wxd4 y ahora 11.lDe3 o ll.ltJxf6+ exf6 12.0-0 otorga a las blancas una ventaja considerable. s.tDes!

8J!b1! es equivalente. 8 ... e6 9.0-0 .ie7 lOJ�bl �a3 ll.�el!

11.t2Jbs? atraparía a la dama, pero el pre­cio que hay que pagar es muy elevado: 11...

cxbs 12.ixb5+ id7 13.tLlc4 Wxa2! 14.1ilb2 .ixbs 15.1ilxa2 .ixc4-+. 11-...0-0 12.lbe4 (D)

Eliminando uno de los escasos defensores del enroque negro, mientras prepara el paso de la 1i!b1 por la tercera fila.

La armada blanca al completo apoyará el asalto contra el rey enemigo y ya no hay de­fensa satisfactoria. 12 ... tDxe4

o 12 ... ltJbd7 13,:gb3! Wa4 14.ltJc3 Was 15.ltJxd7 ltJxd7 16.ltJds Wds 17.ltJxe7+ Wxe7 18.ib4 es 19.dxcs ltJxcs 20. '&hs b6 (20 .. .fs 21.-ªh3 g6? 22.ixc5) 21.1ilh3 h6 22.-ªg3+- Las nubes que se acumulan sobre el monarca ne­gro pronto estallarán en forma de Wxh6, ic3 o .id2xh6. 13.�xe4 �d6

13 ... bs 14.-ªb3 Wd6 lS.Whs! Saibulatov­Geirnaert, Bélgica 2006, ¡tuvo exactamente el mismo final que la partida francesa jugada 4 meses antes! 14.Wfhs! bs 15J�b3 f6 16.gg4! fxes 17J::hg7+! �xg7 18.gg3+ �hs 19.id3 1-0;

Degraeve-Tomczak, Cappelle la Grande 2006.

Las negras tiraron la toalla por la variante 19.�d3 e4 20.�xe4 1ilfs 21.�xfs exfs 22.We8+ .ifs 23.�f4! Wxf4 24.Wxf8#.

CZ) 7 ... .ifs 8.�e2! (D)

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... éi:Jf6 5. éi:Jf3): desviaciones 153

C2a) 8 ... hc2 9.éi:Jes ig6 9 ... e6? lO.ttJxf7 <J/xf7 11.\Wxe6+ <J/g6

12. V9f7+ <;i>fs 13.ie6#. 10.h4 \:Wxbz (D)

O 16 ... gxf6 17.ie6+!! fxe6 18. V9xe6+ rJlc7 19.if4+ gd6 20 . .ixd6+ exd6 21. 'f9xf6 y la do­ble amenaza 22. V9xh8 y 22. ttJdS+ gana. 17.\:Wg4+ �c7

17 .. Ji:d7 18.icl+-. 18.if4+ id6 19J:�xd6! fucd6 20.ixd6+

�xd6 21.\:Wd4+ �c7 zz.éi:Jds+ cxds 23 .\:Wxbz dxc4 24.Wb4 1-o;

Spal-Svoboda, República Checa 2003.

czb) 8 ... e6 (D)

Veremos las desventajas de la pronta reti­rada de dama en la partida modelo Kramnik­Malakhov, Copa Francia París 2004 la cual se alcanzó con el siguiente orden de jugadas: 4.d4

uJ�dll! ttJf6 s.idz tib6 6.ttJf3 c6 7.ic4 �fs 8.\Wez e6. Cubre el id2 pero sobre todo prepara un

truco diabólico para capturar a La dama ne­gra. ll...éi:Jbd7 lZ.hs éi:Jxes 13.dxe5 icz

13 ... ttJxh5 objetivamente es mejor, pero después de 14.E:xhs ixhs 15.\Wxhs o-o-o

16.ixf7 el blanco está claramente al volan­te. Por ejemplo: 16 ... gxd2? 17. %Yh3+! <;i>b8 18.gxd2, o 16 ... <Jib8 17. tigs, descarga la gdl. 14.0-0 hd1 15J�xd1 0-0-0

15 .. J:�d8 realmente no es mejor: 16.exf6 gxf6 17.ttJbs! E:d7 18.'f9g4 y las btancas gana­rán material muy pronto, por ejemplo: 18 ... cxbs 19.ic3 E:xdl + 20. 'fSxdl \'9xc3 21.ixb5+ V9c6 22.V9dS!+-. 16.exf6 exf6

Algunas de las anotaciones que siguen se han tomado de Prié para Chessbase Magazine. 9.0-0-0 i.b4

Este es el problema: ambos peones, b2 o c2, son difíciles de capturar así que las blan­cas se desarrollan normalmente sin ningún problema. Como resultado, las negras han perdido un tiempo vital. Ahora deberían jugar 9 ... ttJbd7, controlando es sin temor a la aper­tura de líneas basada en ds. 10.éi:Jes! éi:Jbd7

Sorprendentemente, 10 ... \Wxd4?! no pier­de inmediatamente, pero la agonía se extien­de durante el final: n.ttJbs! cxbs 12.ixb4 \Wf4+ 13.�d2 \We4 14.ixb5+ tbc6 1S.ixc6+ bxc6 16.%Yxe4 ixe4 (16 ... ttJxe4 17.�e3, inten-

154 juegue la Escandinava

tando 17 .. J�k8 18.f3 lüf6 19 . .ixa7) 17.f3 �g6 18.c4!± (D)

Las debilidades negras en el flanco de dama no se podrán mantener a largo plazo. En su lugar, 18.lüxc6? perdería buena parte de la ventaja por 18 ... .ixc2, pero no 18 .. J:k8? 19.lüd4 es zo.E:hel•-. ll.ttlxd7 ttlxd7 12.d5! hc3

Las blancas ni siquiera necesitaron perder tiempos con a3 para capturar la pareja de alfi­les y además obtienen la larga diagonal negra abierta. 13.hc3 cxds 14J�xds o-o-o lS.E:ddl ttlf6 16.f3 (O)

Las negras están luchando por permane­cer a flote en el medio juego, donde su rival tiene dos alfiles y un mejor rey. 16 ... hs 17.b3 V!:Vcs lS.<;t>bz ghgs 19.a4 ttlds zo . .id4 V!:Vas 21.g4! .ig6 22J�hg1 hxg4 23.fxg4 ghs 24.hg7+ gh3 zs . .id4 f!:Vc7 26 . .ies V!:Vcs 27.gg3 (D)

Las blancas también mantienen una venta­ja razonable eliminando el molesto caballo de ds: Z7.�xds!? E:xds zs.E:xds 'ªxds 29.E:dl. 27 . . J�xg3 28 . .ixg3 tbe3 29.gxd8+ <;t>xd8 30J��d2+ �e7 31.ibs V:Vxc2+

Vengarse con el otro peón tampoco re­solvería las preocupaciones de las negras, aunque convertir la ventaja habría sido más difícil: 31...lüxg4 32.h3 a6 (o 32 ... lüf6 33 . .if2) 33 . .ih4+ �fs 34 . .ixa6 bxa6 35.hxg4±. 32.f!:Vxc2 ttlxc2

La captura alternativa, 32 ... .ixc2, espe­rando 33.�fz? lüdl•, se afronta de la mejor manera con 33. �c3l donde las negras todavía habrían sufrido. 33.if2 b6

En caso de 33 ... a6? 34 . .ie2 probablemente el caballo negro perecería pronto. 34 ... lüb4? 3S . .icS+, 34.�c3 !Da3 3S.id3 ttlbl+ 36.�c2 !Da3+ 37.�c3 lDhl+ 38.�c2 tL!a3+ 39.�d2 lDbl+ 40.�e3 !Dc3 41.ih4+ �e8 42.hg6 fxg6 43.�d4lDe2+ 44.�e5 �f7

El contraataque tampoco les habría sal­vado: 44 ... lücl 45. @xe6 lüxb3 46. \t>f6 liJes

47. @xg6 lüxa4 48 . .ig3; la carrera está perdida. 4S . .igs lDgl 46.�e4

Las blancas tienen una enorme ventaja en la posición actual, combinando un peón pasa­do, la fragilidad de la oposición del flanco de dama y las dificultades del caballo negro para volver al juego con eficacia. 46 ... !De2 47.ie3 �f6?

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... ttJf6 5. ttJf3): desviaciones 155

El ultimo error, pero de todas formas si­guiendo con 47...ll:\c3+ 48.�e5 �ds 49.igs lüb4 50. �d6 lüc2 51. �c7, las blancas debe­rían regresar con el punto entero. 48. c,f;>f3 1-0

D) 4.d4 ttJf6 s.tiJf3 c6 6.Adz Ag4 7.h3 i.hs

7 ... .ixf3 8. V9xf3 ll:\bd7 ofrece a las negras una sólida posición, pero las blancas acaban un poco mejor debido a su pareja de alfiles. 8.ic4 (D)

Dl) 8 ... tiJbd7?! (D)

Dla) 9.g4 Esta jugada directa también es posible,

pero la dama blanca se colocará en e2 de to­das formas y las negras podrán trasponer si lo desean. 9 ... ig6 lO.'ªeZ Wc7

10 ... e6 transpone a la línea Dlb.

n.ttJes e6 12.h4! 12.lüxd7?! es inexacta ya que después de:

12 ... ll:\xd7 13.h4 h5 14.ixe6 0-0-0!�. las ne­gras escapan. 12 ... tiJxe5

Laotramaneraderescataral ig6, 12 ... ib4, no resuelve los problemas de apertura. 13.hs ixc3 (13 ... ixc2? 14.ll:\xf7+-) 14 . .ixc3 ie4 15.f3 ids 16.h6! g6 17.id3 ll:\xes 18.Wxe5! \WxeS+ 19.dxes ll:\d7 20.ie2, con un final muy malo. 13.dxes tiJd7 14.h5! hez lSJkl bs (D)

16.tiJxb5!! Este sacrificio temporal de pieza aporta el

beneficio de la enmascarada clavada entre la l'!cl y la Wc7. Las blancas acabarán las compli­caciones con, al menos, un sólido peón extra. 16 ... cxbs 17.ixb5 a6

O 17 ... l'!b8 18.l'!h31 ie7 19.l'!c3 V9b7 20.ic6 \Wc7 2l.ixd7+ V9xd7 22.l'!lxc2; o finalmente 17 ... ie7 18.0-0 0-0 19.ixd7 1f9xd7 20.l'!xc2. 18.hd7+ c,!;>xd7 19J�h3 ie7

19 ... Wc6 no modifica la evaluación: 20.igs! ib4+ 21. �fl l'!hc8 22. l'!xc2!! W/xc2 23. l'!d3+ �es 24.l'!d8+! l'!xds 25.1f9xc2±. Gracias a las amenazas 26.ixd8 y 26.V9a4+ las blancas re­cogerán el peón h7. Con dama y dos peones contra las dos torres su enorme predominio será indiscutible. zoJ3c3 Wb7 21JHxc2 §'hl+ zz.Wfl We4+ 23.c,!;>dl ghb8 24.Wd3+ Wxd3 25J�xd3++

Ott-Roth, Moglingen 1989.

156 juegue la Escandinava

Dlb) 9.'�ez e6 10.g4 .ig6 ll.ds Las cosas no están claras después de ll.gS?!

tLlhs 12.ds cxds 13.tLlxds 'ªcs. l l . .. cxds lZ.lt:Jxds (D)

Dlbl) 12 ... 'ªd8?! Me extrañaría que las blancas no pudieran

conseguir ventaja aquí, pero las siguientes lí­neas indican que las negras no están faltas de recursos: 13.tt:lxf6+

13.tLlf4!?, intentando sacrificar en e6 o deshacerse del molesto .ig6. 13 ... Wxf6

13 ... gxf6 14.0-0-0 [O 14 . .ic3 (Van den Doel-Stefanova, Amberes 1997) que continuó: 14 ... ie7 15.0-0-0 'ªc7 16.tLld4 o-o-o 17.tLlbs 'ªb6 18.f4. La ex-campeona del mundo erró ahora con 18 ... ics?, y se habría encontrado frente a problemas insalvables después de 19.b4+-. En lugar de 18 .. . a6 parece jugable para las negras: 19.tLld4 id6 20.f5 exfs 21.tLlxfs (En caso de 21.gxfs ghe8, y la dama blanca no puede vigilar hs sin permitir ... tLles) 21...ixfs 22.gxfs ies] 14...1Mfc7 1S.ic3. Emms juz­ga esta posición como claramente favorable para las blancas en "The Scandinavian", pero yo no comparto su opinión. 15 ... 0-0-0 16. �bl ics?! (16 ... ie7, por supuesto, era más ade­cuada) 17.ibs .ie7 18.g5 ihs 19.ixd7+ gxd7 20.gxd7 'ªxd7 21.gxf6 ics 22. 'ªes. Las blan­cas capturaron un peón y obtuvieron una gran ventaja tras: 22 ... ixf3?! 23. 'ªxcS+ 'ªc7 24.'ªxc7+ �xc7 25,ggl; Emms-Brady, Du-

blín 1991. Si las negras hubiesen optado por 22...Wds! 23.Wxds exds 24.tLld4 ges, sin em­bargo, un empate habría sido más posible que la victoria blanca. 14.0-0-0 (D)

Que yo sepa, esta posición se probó sólo una vez, y las negras cometieron inmediata­mente un error con 14 ... gcs?? lS.igS+-. john Emms analiza una posición similar, con el alfil negro de casillas blancas en fs y los peones del flanco de rey blanco en sus casillas iniciales. Como veremos, esto induce a algunos matices: 14 ... h3 15.c3 .id6!

La primera diferencia, igs ya no gana la dama debido a ... .if4+. 16.h4 (D)

Seguido de inmediato por la segunda: las blancas pueden ganar terreno en el flanco de rey y acosar al alfil enemigo.

16 ... h6 17.h5

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... lDf6 5.lDf3): desviaciones 157

Mantener la opción gs, con 17.il.e3, puede ser más acertado, mientras que 17.il.xh6 gxh6 18.gxd6 �f4+ 19.gdz o-o-o proporciona a las negras una compensación decente por el peón, dejando el campo blanco un tanto perdido. 17 ... ih7 18.ie3 ic7 19 . .ibs o-o-o 20.ixa7

Las blancas han atrapado así al peón, pero son vulnerables a un jaque en f4.

Tras 20 ... lilb6 la situación es incierta.

Dlb2) 12 .. .'�cs (D)

Este parece ser un mejor intento defensivo que 12...�d8. 13.b4

O 13.il.b4 �c6 14.il.xf8 gxf8 y 1 en breve as negras conseguirán enrocar largo. 13 ... tfc8 14.lllf4 .id6 1S.tllxg6

En caso de 1S.ixe6?! 0-0 16.lilxg6 (O)

Incluso son las negras las que salen con ventaja siguiendo con: 16 ... ge8! 17.lügs fxe6 18.lilh4 �xc2.

1s ... hxg6 16.gs lllhs Las negras han sobrevivido y el rey blanco

sufrirá problemas de seguridad debido a las dos alas desmadejadas.

D2) 8 ... e6! (D)

9.g4 .ig6 10.lllds El movimiento por principios, por analo­

gía con la línea principal, pero algunas alter­nativas merecen atención:

a) 10.�e2 ib4 11.0-0-0 [11.lües parece prematura: ll ... lilbd7 12.0-0-0 0-0-0 13.h4? (13.lüxg6 hxg6=; transpone a lO.lües lilbd7 11.lüxg6 hxg6 12.�e2) 13 ... tt:lxe5 14.dxe5 gxdz! 1S.�xd2 ixc3 16.bxc3 (16.�xc3 �xc3 17.bxc3 lilxg4 es también bastante bueno para negras) 16 ... �a3+ 17.Wb1 lileH; Roth-Rogers, Baden 1999] ll...li:lbd7 12.a3 .ixc3 13.ixc3 �c7 14.lües lüds [14 ... lbe4?! (O)

1S.ixe61! lüxe5 16.ifs lüxc3 17.bxc3 ixfs 18.gxf5 f6 19.dxe5 fxe5 20.�c4; Magomedov-

158 juegue la Escandinava

Amonatov, Dushanbe 1999. Con clara ventaja para las blancas según el GM john Emms en "The Scandinavian"] 1S.id2 lLixeS 16.dxe5 0-0-0 17 .f4 hs Las blancas tienen un tiempo más, comparado con la variante de la antigua línea principal (ver el capítulo 12). Esto es suficiente, sin embargo, solo para conseguir una pequeña ventaja: 18. \Wf2 vt/b6 19J�hfl �xf2 20.�xf2 hxg4 21.hxg4 l!lb6 22.ie2 .ie4 23.�e1 g6 24 . .ib4 �d7 zs.b3 lLJds 26.idz l!lb6 21.id1 ih1 28.�ffl igz 29.�g1 ids 30 . .ib4 �h3 31.�gf1 igz 32.�f2 ih1 33.c4 �d4 34. @bz l!ld7 35.ie2 es 36.ic3 �e4 37.if1; �-� Adams-Rogers, Groningen 1990.

b) 10.t0es l!lbd7 u.t0xg6 hxg6 12.g5 [En 12. �ez ib4 13.0-o-o liJb6 14.ib3 tObds o 13 ... 0-0-0 14.a3 ixc3 15.1xc3 'V!ic7 16.�f3 (Cramling-Rogers, Biel 1984) y ahora 16 ... gs, intentando 17.id2 eS!, es casi igualdad] 12 ... llJhs 13.liJe4 \Wfs!? (Esto podría ser una mejora sobre 13 ... Wc7 14.Wf3;!;; Almasi-Ma­gem Badals, Pamplona 2000) 14.�g4 liJb6 1S.id3 (1S.ib3 liJds) 15 ... V9dsoo. IO ... WfdS II.f0xf6+ gxf6

Como señalaba acertadamente Emms, ll ... §'xf6? cae por 12.'V!ie2! Pero sobretodo no 12.igs? ixc2. Entonces 12 ... ixc2?! 13.�c1 §'g6 14.if4 ib4+ 15.�fl ib1 16.�xb1!! §'xb1+ 17.@g2 §'g6 18.id3 f5 19.ixfs (Chan­dler-Rogers, Hong Kong 1984) es aplastante para las blancas. IZ . .ib3! (D)

12.c3 t0d7 13.�e2 llJb6 14.id3 as lS.liJh4 a4 igualdad, Zhang Zhong-Rogers, Sídney 1999. El hecho de que Rogers usara la línea de nuevo después de su derrota frente a Bologan significa probablemente que el aún cree en ella. 12 ... h5?!

No estoy convencido con este avance, ya que las blancas se benefician de la apertura del flanco de rey.

12...a5 13.a4 lLia6 14. lt:Ve2 lDb4 o 12...l!ld7 13.\Wez V9c7 me parece mejor, y no veo por­qué las negras tienen una versión peor que en la línea principal. 13.g5 a5 14.a4 h4 15.We2 Cba6 16.0-0-0 l0c7 17J�hgl .ihs lS.gdei Ab4 19.c3 id6 zo.g6 hg6 21.ixe6 <i>fs

21...tOxe6 tampoco era buena: 22.�xg6 fxg6 23. 'V!ixe6+ �fs 24. %V g4 ±. 22.d5 §'es 23.Wic4 fxe6 24.dxe6 <i>e7 25.l0xh4 gxh4 26.Wixh4 ¿¿¡xe6 27 .f4 g;,d7 zs.Vtlxf6 id3 29.f5 ic4 30.fxe6+ <i>c7 3I.if4 �Ms 32.hd6+ gxd6 33.Vtlf4 1-o;

Bologan-Rogers, Bundesliga 1995.

E) 4.d4 sin ... l0f6 (la "Konigspringer­zurückhaltungspolitik")

4.d4 c6 s.Ac4 ifs (D)

Examinaremos ahora como las blancas pueden sacar provecho de la ausencia del ca­ballo enemigo en f6.

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... ttJf6 5. ttJf3): desviaciones 159

En este momento pueden elegir entre El) 6.idz y EZ) 6.Wie2, mientras que 6.tLlf3 solo daría a las negras posibilidades adicionales, como un posterior ... tLle7. Muchas líneas de esta sección provienen de análisis de Prié y Maté, para Chessbase Magazine.

El) 6.id2 e6 (D)

En este momento las blancas disponen de un amplio abanico de posibilidades. Veamos:

Ela) 7.'!Wf3!? ib4 7 ... ixc2?! 8.d5 (o 8.�c1 primero) es evi­

dentemente arriesgado, pero las negras pue­den esperar después de 8 ... tLld7. 8.�g3 ig6 (D)

9.0-0-0 Otras jugadas no son molestas: 9.tLlf3 tLld7 10.a3 ltJgf6 11.0-0 ixc3

12.ixc3 �b6 13.ib4 as 14.id6 tLle4 15. W/f4 lDxd6 16.1!lixd6 tLlf6, intentando .. J'!d8.

9.tLlge2 tLlf610.a3 0-011.0-0 ixc3 12.ixc3 W/b6 13.lDf4 tLle4 14.�f3 lDxc3 15.�xc3 Wc7 16. tLlxg6 hxg6=; Nisipeanu-Mueller, Hambur­go 1998. 9 ... étJf6 10.a3 ha3! (D)

10 ... ixc3 da una versión inferior de 9.tt:lf3, pero de todas formas parece jugable.

11.lüds? Una decisión equivocada en esta aguda po­

sición. ll.bxa3 Wxa3+ 12. <;t>bl W/b4+ también era malo, ya que las negras recuperan la pieza y quedan con dos peones más, pero ll.tt:lbs y sob

.retodo 11.tt:la2, eran correctas: ll.tLlbs ixb2+ 12. <;t>xb2 Wb613.ias Wxas

14.tLlc7+ <;t>e7 15.lDxa8 tt:lbd7 16.tLlc7 tt:le4 y las negras quedan ligeramente mejor.

ll.lDa2! Wa4 12.ib3 Wa6 13.bxa3 tLle4 14. Wf3 lL\xf2! El caballo es inmune debido a ... Wa3+xb3+, pero después de 15.ib4 tLlxhl 16.tLle2 (D) la situación es incierta.

II. ..ib4+ 12)Üc7+ @d7 13.hb4 �al+ 14.@d2 lüe4+ 15.@e3

160 juegue la Escandinava

lS.Wel �xdl+ 16.�xdl tt:lxg3 17.hxg3 Wxc7 es igualmente ganadora. 15 .. .'&xdl 16.'1Wes Wcl+ 17.'j{f3 f6 18.Wxe6+ Wxc7 19.ctJh3 Wxc2 20.d5 �e8 21.d6+ wds o-1;

Klinova-Stefanova, Elista 1998.

Elb) 7.Wfe2?! i.b4! (D) La característica principal del dispositivo

de las negras.

8.0-0-0 8.g4 �xc2!? (8...�g6 transpone a 6.�e2

e6 7.g4) 9.a3 ig6 10J3dl (10.f4!?oo) 10 ... ixc3 ll.ixc3 \Wc7 12.ds cxds 13.ixg7 dxc4 14.ixh8 �d3�. 8 ... lLlf6 9.a3 i.xc3 10 . .ixc3 'V!ic7 ll.ds cxd5 12.i.xd5 tt.Jxds 13.�xd5 0-0 14.�d2 CDc6 15.CLlf3 �fd8=;

De Fírmian-Nakamura, San Diego 2004.

Ele) 7 .g4 .ig6 (D)

Además de 8.�e2, que transpone a 6.\We2 e6 7.g4, las blancas pueden optar por: Elcl) s.h4, Elc2) s.ds o Elc3) s.lbge2.

Elcl) s.h4!? hs 9.ds Wcs 9 ... cxd5 lO.li)xds \Wd8? ll.ctJf4±.

10.We2 cxds ll.ctJxds (D)

ll...CLld7! Para poder disponer de .. .lk8. Es peor ll...hxg4?! que cede ventaja al

blanco: 12.�f4 id6 (12 ... tt:lc6?? 13.tt:lc7+ We7 14.lt.Jxe6! 1-0 Leyva-Matamoros Franco, Vara­dero 2000) 13.b4 \Wd4 14.c3!? (O sino 14,gdl �e4 1S.ixd6 exds 16.ixds �xe2+ 17.lt.Jxe2 li)c6;!; según el GM Finkel y Mueller para Chessbase. Ciertamente, después de 18.b5 el fi­nal es malo para las negras) 14 .... \We4 1S.ixd6 exds 16.ixds \Wxe2+ 17.tt:lxe2 tt:lc6 18.tt:lf4 ic2! 19. Wd2 0-0-0 20. Wxc2 gxd6;!;. 12.CLlf4 CLle7oo

Elc2) s.ds cxds 8 ... llfics también parece jugable: 9.llfie2

cxds lO.tt:lxds lbd7 con posibilidades mutuas. En lugar de 10 ... tt:lf6? ll.�b4 Wc8 12.tt:lxf6+ gxf6 13.�c3, Rasmussen-Mukic, Saint Vincent 2000, que fue problemático para las negras. 9.tt.Jxds Wd8 10.Wez lLlf6! 1LCDxf6+ Wxf6 12.0-0-0 tDc6 (D)

La posición se parece a la que surge des­pués de 7.ds cxds 8.tt:lxds �d8 9.1Mfe2 tt:lf6 (lí­nea Ele) que es buena para las negras.

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... l1Jf6 5. l1Jf3): desviaciones 161

Elc3) 8.!1Jge2 !1Jf6! 8 ... ib4?l 9.a3 ixc3 10.ttlxc3 es peor y

8 ... '?9b6? claramente mala: 9.h4 hs 10.tt:lf4 ih7 11.'?9e2 hxg4 12.dsl cxds 13.ttlfxds Wfds 14.if4+-; Rohl-León Hoyos, Mérida 2005. 9.!1Jf4 .ib4 (9 ... \Wb6!?) 10.f3!? (D)

10.Wfe2 ttld5 (10 ... ixc2!?) n.ixds (1Ltt:lfxds cxds 12.ixds tt:lc6 13 . .ixc6+ bxc6�) ll...cxds 12.tt:lxe6 (El blanco llega de­masiado tarde después de 12.h4? tt:lc6) 12 ... fxe6 13. 'ªxe6+ 'o!ld8 Jurkovic-Mukic, Kastav 2002. Ahora, en lugar de 14.0-07 lLld7, que vio al blanco luchando por demostrar una compensación suficiente por la pieza, era mejor repetir movimientos con 14.-igs+ <llc7 1S.if4+ 'o!ld8 16.igS+.

10 ... !1Jds Las negras parecen llevarlo bien tras otras

réplicas: 10 ... tt:lbd7 ll.h4 ixc3 12.bxc3 eS (12.ixc3 'ªc7) o 10 ... 'ªb6 11. 'ªe2 tt:lbd7. ll.hds cxds 12.h4 h6oo

Eld) 7 .!1Jge2 l0f6 8.l0g3 Se ha llegado a la partida Nedev-Slovine­

anu, Turín (ol) 2006 por otro orden de movi­mientos. s ... .ig6 9.h4 h6 10.tt.Jds "ªds 11.tOf4 Ü7

ll...�xd4? 12.ttlxg6 fxg6 13.'ªe2 está fue­ra de cuestión para las negras, por supuesto. 12.'ffe2 (D)

Las blancas cuentan con un tiempo extra comparado con una línea de la Caro-Kann, a saber l.e4 c6 2.d4 ds 3.tt:lc3 dxe4 4.tt:lxe4 �fs s.ttlg3 ig6 6.h4 h6 7.ic4 e6 s.tt:lge2 tt:lf6 9.'ªe2.

Este argumento puede suavizarse a pesar de los fanáticos de la Escandinava, pero hay otra manera de mirar esta molesta observa­ción. Ciertamente, las negras están puntuando bien en la posición teórica (es decir con el al­fil todavía en el) porque la posición blanca es únicamente amenazadora desde un punto de vista óptico. Los sacrificios en e6 son normal­mente erróneos, lo que hace que la posición negra sea bastante sólida. Sí es cierto que el tiempo extra es muy valioso, ya que las blan­cas pueden enrocar largo más rápido, pero la partida antes mencionada no está nada clara: 12 ... .id6 13.l0ghs tt.Jxhs (u ... o-o!?) 14.l0xhs :Sgs 1s.o-o-o l0d7 16.he6!?

16.ds cxds 17.ixd5 i'!ic7 18.ic3 0-0-0 no es nada especial. 16 ... fxe6 17.%be6 'ffe7! 18.:Sdel �d8 (D)

162 juegue la Escandinava

18 ... Wf8? es peor debido a 19. Wfb3 Wff7 20.�e6. 19.V9b3 Wffs zo.V9xb7 gks 21.g4

Dirigida contra un posterior ... Wffs. 21. Wfxa7 ic7 no está claro; en diversas va­

riantes las blancas acaban con cuatro peones contra pieza pero el ih7 es poderoso, el tt:\hs inestable y f2 cuelga. 21 . . .Wff7

21... tt:\b6 era posiblemente mejor: 22. Wfxa7 (22.ixh6 �c7 -22 ... gxh6 23.'�xh7 gxg4 24.ge600- 23.Wfb8+ Wd7 24.Wfxf8 gxfgoo) 22 ... tt:\c4oo. zz.�bl .ig6? (22 ... Wfxf2!?) 23.§'xa7 ixhs 24.gxhs+

Las blancas tienen por ahora cuatro peo­nes y ataque por la pieza sacrificada.

Ele) 7.ds (D) Mientras que es natural aprovechar la oca­

sión para abrir la partida, en mi opinión la po­sición queda poco clara.

7 . .. cxds s.�xds Wfds 8 ... Wfc5!? 9.ibS+ tt:ld7 o 9J�e2 tt:ld7 10.b4

Wfc6 (o incluso la de aspecto sospechoso, 10 ... Wfd6, intentando 11.1f4 es, es a tener en cuenta ya que b4 cuelga) 11.tt:'lf3 gcs. Después de 8 ... V9d8 se necesita más investigación para evaluar correctamente la posición. 9.�e3

9.Wfe2 tt:lf6! [9 ... tt:'le7? es, con diferen­cia, menos razonable. 10.tt:'le3 tt:lbc6 11.ic3! Wlc7 (11... tt:ld4? 12.ixd4 Wfxd4 13.ibS+ tt:lc6 14.tt:\xfs Wfxb2 1S.ixc6+ bxc6 16J:!d1 con una clara pieza extra) 12.0-0-0±; IKogan-Gausel, Bergen 2001 sólo duró once movimientos más: 12 ... ig6 13.tt:'lf3 a6 14.h4 h6 1s.hs ih7 16.g4 ie4 17.tt:\g2 .txf3 18.'�9xf3 gd8 19.tt:\f4 gxd1+ 20J�xd1 tt:\ds 21.'1'9e4 Wfc6 (D)

zz.i.as! b6 23.Wfd4 1-0] 10.tt:lxf6+ Wxf6 11. tt:\f3 (11.0-0-0 debería ser lo mismo, ya que 11...tt:lc6 12.g4 �g6 no impresiona) 11 ...lüc6 12.0-0-0 (12.1c3? ib4 13.ixb4 Wfxb2!) 12 ... i.a3 13.c3 i.cs 14.igs Wfg6 y ahora, tanto 15.h4 como 15.Wfd2, llevan a posiciones equi­libradas:

a) 15.h4 h6 16.lt:le5 lt:lxe5 17.V9xe5 0-01 18.Wfxc5 gac8 19.Wfe7 gfe8 (19 ... hxgs!?) 20.h5 WfxgS+ 21. Wfxgs hxgs y el final está cerca del empate.

b) 1s.Wfd2 o-o 16.tt:'lh4 Wfhs 17.1e2 (o 17.tt:\xfs exfs; sin las damas la ventaja de los dos alfiles y la mejor estructura de peones mandarán, pero el rey blanco está más ex­puesto que su colega) 17 ... ig4 18.f3 h6!=. 9 ... .ig6 (D)

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... éi:Jf6 5. éi:Jf3): desviaciones 163

10.éi:Jf3 10.We2 (Seguimos ahora la partida Ser­

mek-Mikac, Pula 1996, en la que el orden real de movimientos fue 9.We2 tLlf6 lO.tLle3 .tg6) 10 ... tLlf6 n.o-o-o tLlc6 12.ib4 \Wb6 u . .txfs i>xf8 14. tLlf3 i>e7 (Conectando las torres. Ambos bandos podían mejorar, pero aquí las negras no deberían preocuparse) 15.g4 E:hds 16.h4 ie4 17.g5 tLlhs 18.tLlg2 ixf3 19.Wxf3 g6 20. tLlf4 tLlxf4 21. Wlxf4 E:xdl + 22. E:xdl E:ds 23. �f6+ @es 24. �h8+ i>e7 25. �f6+ si> es 26.E:xd8+ tLlxd8 27.b3 tLlc6 28. �h8+ y se acor­daron las tablas. 10 ... tild7 ll.�c3 étJgf6 12.ltles lbxes 13.hes?

13.�xd8+ E:xd8 14.ixe5=. 13 .. :�a5+ 14 . .ic3 .ib4 15.hb4 1Wxb4+ 16.c3 1Wxb2 (D)

Las blancas no obtuvieron nada por el peón perdido y cayeron rápidamente en Batyte-Dubkov, Salzburgo 2004:

17.1Wa4+ lbd7 18J�d1 0-0-0 19.0-0 1.Wb6 zo . .tez lbcs Zl.Vfia3 a6 zz.tilc4 1Wc7 Z3.E!:d4 es 24J:�h4 �bs zs.lbas gdz 26 . .ihs .id3 27 .E: el e4 28.ge3 �k8 0-1

EZ) 6.'We2 (D)

6 ... e6 6 ... tLlf6 7.id2 e6 8.ds! transpone a 6.id2

e6 7.ds cxds s.tLlxds (línea Ele). 7.g4!

¡Ya está! Expandiéndose en el flanco de rey. Las blancas amenazan al alfil rival y pre­tenden abrir la posición. 7 ... .ig6 s . .idz .ib4 (D)

9.f4! 9.0-0-0?! Introduciendo una amenaza

indirecta contra g7, basada en 10.a3 ixc3 ll..ixc3, seguido de ds. Este movimiento es menos incisivo y las negras parecen estar a tiempo de evitar serias molestias. 9 ... tLlf6

164 juegue la Escandinava

[O 9 ... hs!? lO.ds?! (Si 10.lt:lf3 lt:ld7 neutrali­za u.lt:les y asegura a las negras una sólida posición) 10 ... cxds u.lt:lxds .txd2+ 12.�xdz lt:lc6 13.lt:lf4 lt:lge7=; Koch-Prié, Chambéry 1994] lO.lt:lh3 lt:lbd7 11.ttlf4 lt:lb6! 12.ib3 (La opción 12.h4!? conduce al revuelo después de 12 ... tt:lxc4 13. �xc4 lt:lxg4 14.lt:lxe6 lt:lxf2 15.h5, o 15.tt:\xg7+) 12. .. 0-0-0 (D)

Por un lado las negras han conseguido evi­tar el sacrificio en e6 y por otro ser molesta­das por el avance h4-h5. Las líneas que siguen ilustran el hecho de que están bien: 13.h4 (Si 13.a3 ixc3 14.ixc3 '11fllgs es adecuado) 13...:!3xd4 14.f3 id6, o 14.h5 .ie4. 9 ... tbe7 10.0-0-0 (D)

Las negras disponen de muchas posibilida­des en esta situación, pero ninguna es satis­factoria. La paradoja es que las casillas fs y ds son las más controladas del tablero, mientras que es precisamente la ruptura de peones en esas casillas ílas que harán daño! lO ... tLld7

Veamos los otros ensayos de defensa: ) • \l.!t ?1 f ' 1 ' . 1 a Si lO ... sc7 . . 11. S. parece o mas s1mp e.

(En su lugar 11. tt:lh3 0-0 representa una ver­sión mejor de 10 ... 0-0 para las negras, y puede ser jugable) ll...exfs 12.gxfs �xfs 13.�xf7+ �xf7 14.Wc4+ Después de 15.Wxb4 la paridad de material quedará restablecida mientras el rey negro seguirá plantado en el centro.

b) Insertar lO . .. bs ll .ib3, antes de jugar 11. .. '11fl!c7, evita la combinación mencionada, pero siguiendo con 12.h4 hs 13.f5 exfs 14.gxf5 .ixfs 15.l!fl �d7 16.ttlf3 las blancas obtienen un ataque abrumador.

e) 10 ... 0-0?! ll.h4 parece realmente dar miedo. Las negras deben jugar ll...h6, donde su rival podrá abrir líneas tranquilamente en el flanco de rey. ll.a3 hc3

En caso de l l ... ixa3?, la manera más limpia de consolidar la pieza es 12.f5! exfs 13.tt:la2±. 12.�xc3 Wc7 (D)

EZa) 13.f5?! Esta jugada intempestiva pa.rece dar al ri­

val muchas oportunidades de contra juego: 13 ... exf5 14.gel

14.gxfs ixfs lS.l!el tt:lb6. Ahora, tanto 16 . .ib4 como 16.ias son lógicas, pero poco convincentes:

a) 16.ib4 16 ... lt:lxc4 17.W/xe7+ (17.W/xc4? ie6) 17...Wfxe7 18.:!3xe7+ �d8; Alvim-Dijks­man, e-mail 1999 con un final bastante igua­lado.

Capítulo 9: 4.d4 (4 ... éiJf6 5. éiJf3): desviaciones 165

b) 16.ii.as o-o-o 17 . .ixb6 'ªxb6 18. V:'ixe7 V:'fxd4 19.ii.b3 ªd2+ 20. 'it>bl !!he8 21. ªxe8 !!xe8 22.!!xe8+ 't!?d7 23.!!e2 %'1 dl + 24. �a2 bsoo; Onder-Haug, e-mail 2002. 14 ... éiJb6 15 .i.a2

1S.ib4 0-0-0 16.ixe7; Albers-Onasch, Willingen 2006. Aquí, se adaptan 16 .. J�xd4 o 16...lL!xc4: 17.�xc4 (pero no 17.i.xd8? ªf4+ 18. 't!lbl lLld2+ y 19 .. J�xd8, donde las negras no tienen un gran juego a cambio) 17 ... !!he8! 18 . .ixd8 gxel+ 19. �d2 Vk'f4+ 20. 'it>xel �e4+ 21. 'it>f2 �xhl 22.igs �xh2+ 23. �f1 oo.

15 ... fxg4 16.i.b4 tLlbc8 16 ... %Yf4+? era inapropiada por 17.�b1

0-0-0 18. Wxe7±. 17.Wfxg4 (D)

Las blancas tienen una total compensa­ción por un simple peón, pero puede que nada más.

EZb) 13.tiJh3!

Un excelente movimiento preparatorio. 13 ... tLlb6 14.d5! (D)

14 ... exd5 Una decisión muy arriesgada de Nakamura,

pero las negras no tenían manera de igualar. 14 ... cxds 1S.hg7 (D)

1S ... gg8!? [15 ... lL!xc4 también da opcio­nes de enturbiar el agua, aunque después de 16 . .ixh8 i.e4 17.ghe1 gcs l8.<!Jb1! las blan­cas mantienen una limpia ventaja. El final que surge tras 15 ... ªxc4? es bastante sombrío para las negras: 16.'&xc4 tl:Jxc4 17.ixh8 tl:Je3 18.f5! lL!xd1 (o 18 ... exfs 19J�d3±) 19.fxg6 lL!xg6 (19 ... lL!e3?! 20.gxh7 lL!g6 2l..id4 es todavía peor) 20.id4 es 2l.ii.g1 lL!xb2 22,<;!;>xb2 y las blancas deberían ganar con cierta facilidad] 16.ibS+ lLlc6 17 . .ies We7 18.f5 (18.ghfl ?! es inferior por 18 ... 0-0-0 19 . .ixc6 bxc6 zo.fs exfs 2Lgxfs lL!c4! 22.fxg6 hxg6 23.gfe1 !!de8 y las negras recuperan la pieza debido a la clavada) 18 ... exfs 19.g5 0-0-0 20.if6 �xe2 21..ixe2t.

166 juegue la Escandinava

Con una ligera ventaja gracias al par de alfiles blancos y a la hundida estructura de peones negra, por no hablar del torpe i.g6. 1S.ixg7 ggs 16.ies Vffd7 17.�d3?!

Era mejor mantener el alfil en el tablero con una fuerte iniciativa: 17.ib3! 17 ... ixd3 18.Vffxd3 gxg4+±;

Hector-Nakamura, Malmo 2005.

Bajo mi punto de vista, la "Konigspringer­zurückhaltungspolitik" no ha sido refutada, pero las negras caminan por la cuerda floja para mantenerse con vida. Pueden esperar atraer a su rival hacia caminos más pedrego­sos y confundirlo, lo que es una idea razona­ble desde el punto de vista práctico. Aparte de esto, un jugador de Escandinava no consegui­rá ningún beneficio en mantener su lLlg8 en casa, y se priva de útiles recursos.

Conclusión:

·La mayoría de las líneas trazadas en este capítulo están pasadas de moda y abandona­das por la teoría actual que considera inofen­sivas las desviaciones blancas de las líneas A y B, y malas para las negras las tentativas de etas últimas de desviarse de la variante prin­cipal.

Esta evaluación es bastante acertada en al­gunos casos, como l.e4 ds 2.exd5 �xds 3.lLlc3 Wlas 4.d4 c6 s.ic4 lLlf6 6.i.d2 \Wb6. La parti­da Kramnik-Malakov, donde las negras jamás pudieron remontar, ilustra que una pérdida de tiempo puede comprometer la solidez de la formación negra. Recordar por tanto, que la dama negra debe tener cuidado de volver a mover a no ser que una descubierta del caba­llo de c3 o el avance ds sean amenazantes.

Yo creo, sin embargo, que las negras cuen­tan con muchos recursos por explorar en otras líneas, como después de 6 ... ig4, en lugar de la habitual 6 ... ifs. Dada su mala reputación y su rareza, estudiar esta línea puede ser una in­versión provechosa en la práctica.

10. Saltos precoces de caballo

4 .d4 éüf6 s .éüf3

Empezaremos este capítulo por el relativamente reciente intento de insuflar aire fresco a la Escandinava, mediante l.e4 ds 2.exd5 �xds 3.t2Jc3 �as 4.d4 t2Jf6 s.ltJf3 t2Je4. Como en muchas líneas marginales, básicamente esta no parece razonable. El jugador que la usa puede, sin em­bargo, contar con su efecto sorpresa.

Tras los movimientos l.e4 ds 2.exds �xds 3.ltJc3 Was 4.d4 t2Jf6 s.ltJf3 c6 (o s ... �fs) el tem-prano salto de caballo 6.ltJes acaparará nuestra atención. Tras la tradicional 6 ... ifs (o 6 ... c6) llegaremos a la encrucijada, donde las blancas tienen que elegir entre, nada menos, que 6 conti­nuaciones razonables. Algunas tienen rasgos posicionales; las blancas apostando por su ventaja de espacio para tratar de extraer una pequeña ventaja: 7.i.e2, 7 . .id3, 7.i.f4 y 7.lilc4. Las otras dos, 7.i.c4 y 7.g4, inician una escaramuza táctica después de la cual las negras podrían intentar explotar la debilidad blanca en el flanco de rey, ¡siempre y cuando hayan sobrevivido hasta entonces!

En este capítulo trataremos las siguientes variantes: A) s ... ltJe4 B) s ... c6 6.lDes sin i.c4 C) s ... c6 6.ltJes ifs 7.ic4 e6 8.g4

168 juegue la Escandinava

A) 5 ... tile4 (D)

Mover dos veces la misma pieza en la aper­tura va en contra de un principio fundamen­tal. El caso actual no es una excepción y lógi­camente las negras pagarán el precio por su dudoso salto de caballo. 6.id3!

La continuación más fuerte. Las blancas ignoran la amenaza de su rival y apuestan por un desarrollo rápido de sus fuerzas. Otros in­tentos dan a las negras buenas posibilidades de alcanzar un juego decente. Por ejemplo:

6.�d2!? lüxd2 7.�xd2 e6 (7 ... g6!?) 8.�d3 ib4. Yo preferiría poner este alfll en e7 o d6 porque después de que haya desaparecido el flanco de rey estará desierto. 9.0-0 lüc6 10. �f4 ixc3 ll.bxc3; Chandler-Spain, Oakland 2008; con mejores perspectivas para las blancas.

6.ic4!? ltlxc3 7.V9d2 b6!? 8.bxc3 ia6 (D)

Karpatchev-Prié, Rochefort 2005. La parti­da está equilibrada; las blancas no sufren to­davía su peor estructura de peones, pero esta

podría jugar un rol importante a largo plazo. 6 ... ttJxc3 7.bxc3 g6

Desarrollar el alfil por la otra diagonal no garantiza a las negras una vida más llevadera: 7 ... e6 8.0-0 �e7 9J�el ltld7 10.�d2 c6 ll.c4 'ff!c7 12.a4 0-0 (D)

La posición negra es sólida pero pasiva, sin contrajuego aparente. Las blancas tienen va­rias maneras de lanzar un asalto al flanco de rey con un oportuno ltlgs que además es una alternativa decente al enfoque de la siguiente partida: 13.a5 es 14.c3 gds 15. Wie2 ltlfs 16.h4 id7 17.h5 f6 (17 ... h6!? o 17 ... �f6 quizás era mejor) 18.ltJh4 �e8 19.ds �f7 20.dxe6 �xe6 21.ifs ixfs 22. ltlxfs id6 23. V9g4 �ha? (23 .. J�d7 oponía más resistencia) 24.ge7 �xe7 25.ltJxe7 ixe7 26.gel gd7 27.h6 g6 28.'ff!f3 ges 29.ig5 1-0; Nevednkhy-Tratar, Cannes 2005.

Tras 7 ... Y9xc3+ s.id2 las blancas gozan de una obvia compensación por un simple peón. 8.0-0 ig7 9J�el (D)

Capítulo 10: Saltos precoces de caballo 169

9 . . . 0-0 9...tLlc6 10.h3 (10.�d2 debería transpo­

ner a 9 ... 0-0 10.�d2) lO ... !fs nJ'!:bl !xd3 12.�xd3 0-0-0 13.\Wc4 e6 14J�b5 �a6 15.�f4 �d7 16.�ebl lt:la5 17.�d3 lt:lc6 18.�xb7 �xd3 19.cxd3 f6 20.d5 1-0; Nevednichy-Afek, La Fere 2006; ya que después de 20 ... exds segui­ría 21.lt:ld4. 1o.idz

10.�xe7 (D) también es buena:

10 ... lt:lc6 1U'!:e3 �xc3 12.id2 \Wb2 (D)

13.c3! [En lugar de la tentadora 13.!xg6? (Groszpeter-Reprintsev, Pardubice 1998) 13...tt.:\xd4 (El alfil era tabú por 14J!b3 que atrapa a la aventurera dama) 14.�bl lt:lxf3+ 15.�xf3 �xa2 16.ixh7+ Wxh7 17.!!b4? (El ordenador sugiere que la última esperan­za era 17.�g3! donde 17 ... �f5 18.�h5+ Wg8 19.�xg7+ Wxg7 20.�el no es fácil para las ne­gras. Si quieren continuar batallando lo mejor parece ser 20 ... \Wb2! 21.�xfs !!fes) 17 ... !!d8 18.h3 �al 19.�xal ixal 20.!!g3 id4 y el blanco está acabado]

Después de 13.c3, las negras no parecen ca­paces de igualar, como testifican las siguientes ilustrativas líneas: 13 ... �h6 (o 13...�g4 14.h3 ixf3 1S.i!xf3, o finalmente 13 ... !e6 14.i!bl \Wxa2 1S.!!xb7) 14.l3el !xdz 15.�xd2 �xd2 16.tt.:\xd2 ie6 17.tt.:\e4 lila5 18.lilc5;!;. 10 . .. ttlc6 (D)

10 ... !!e811.!!bl lild7 12.c4 �hs?? 13. �e4+-; Perelshteyn-R. González, Las Vegas 2006.

n.h3! a) ll.c4?! '1Wa3 (El final que sigue tras

ll...�a4?! 12.c3 �xdl 13.!!axdl es más agradable para el blanco) 12.c3 (12.d5 lilb4) 12 ... lt:lxd4! (Desmantelando el centro rivaL Las siguientes líneas provienen de Prié para ChessBase Magazine) 13.lt:lxd4 ixd4 14.cxd4 �xd3 15.�xe7 ifs! (sobre todo, no 15...�xc4? 16.ih6 �d8 17.�el! �c6 18.ds! �a4 19.�e5, o 15 ... \Wxd4? 16.�h6) 16.�h6 �fd8=.

b) ll.ie4?! (Dranischnikov-Prié, Alema­nia 2005, demostró ser una pérdida de tiempo) ll...tilds 12.c4 �a4 13.�d3 �g4 14.c3 �xdl 15Jhxdl es 16.ie4 �c8 17.h3 ixf3 18.ixf3 cxd4 19.cxd4 ixd4 20.�h6 i.g7 2l.ixg7 Wxg7 22.�xe7 �xc4 23.ixb7 ltJxb7 24.�xb7 �a4 25.�dd7 �-�.

11...-tfs 12.c4 '\Wa6 13.ixfs gxfs 14.d5! ttld4

14 ... �xal? es desastroso por lS.�xal±. 15.ttlxd4 ixd4

Las negras pueden mantenerse tras 16.c3 �f6 17 .�b3!, pero no sin sufrimiento.

170 juegue la Escandinava

B) s ... c6 6.lües .ifs (D) En este momento las blancas tienen toda

una gama de posibilidades. A parte de 7.g4 y la línea que cubriremos en la sección C), 7.i.c4 e6 8.g4, las opciones tienen un carácter mar­cadamente posicional.

Daremos una ojeada a: Bl) 7 .if4, B2) 7.l0c4, B3) 7.g4, B4) 7 . .id3 y BS) 7.ie2.

B1) 7 . .if4 e6 7...llJbd7 s.ltk4 '?:Vds 9.ie2 llJ b6 nos lleva

de nuevo a la partida Minasian-Relange, del capítulo anterior (línea A2). 8.g4 �g6

8 ... ie4?! es inferior: 9.l0c4 �ds 10.l0xe4 l0xe4 11. �f3 l0f6 [11... �xd4? 12J�d1 (12. c3?1 no es tan fuerte 1Z...�ds 13J�d1 lt:lgs Un recurso táctico, incluso así las blancas sólo tienen opciones en el final siguiendo con 14.1Mlxds cxds 15.-ixgs h6 16.ih4 gs 17.ig3 dxc4 18.1xc4) 12 ... ib4+ 13.c3 ixc3+ 14.bxc3 1Mfxc3+ 15.Wlxc3 l0xc3 16.�d2 (D)

Las negras tienen tres peones por la pieza, pero solo uno pasado. La armada blanca está mucho mejor coordinada, confiriéndole una clara ventaja] 12.0-0-0 hs? (12 ... %Vds era in­dispensable) 13.g5 Wlds 14.Wib3+- bs 15.gxf6 �xhl 16.fxg7 ixg7 17.l!Ng3 ih6 18 .. bh6 �xh6 19.�e5 Wlds 20. Wg8+ rJle7 21. V:Vxf7+ rJid6 22.c4 1-0; Adams-Ryan, Dublín 1993. 9.h4 (D)

La posición actual es similar a las que sur­gen de la variante l.e4 ds 2.exd5 Wlxds 3.l0c3 Wlas 4.d4 �f6 s.l0f3 ig4, tratada en el capí­tulo 5. 9 ... .ib4 1o.idz V!Vb6?!

10 ... �bd7! debería ser más o menos igual­dad. ll.hS .ie4 12.lüxe4 lüxe4 13.c3 lüxdz 14.V!Vxd2 .id6

En comparación con la partida Motylev­Horvath, lzmir 2004, las negras tienen un tiempo extra muy útil, c6. Sin embargo, esto no es suficiente para reclamar una igualdad total. 15.0-0-0 V!Vc7 16. �b1 ?!

16.f4!;t 16 ... hes 17.dxes lüd7 18.f4 o-o-o 19.V!Vez lüb6 zo.igz V!Ve7 Zl.c4?? e'b4 22.b3 lüa4 0-1;

Gavrilakis-Papaioannou, Rhodes 2008.

BZ) 7.lüc4 (D)

Capítulo 10: Saltos precoces de caballo 171

B2a) 7 .. .V!fc7 Esta retirada es posible, aunque en el fu­

turo if4 permitirá ganar un tiempo sobre la dama. 8.g3

8.�f3 e6 9.if4 �d8. Ahora, la partida Collas-Prié, Pau 2008 acabó pacíficamente tras 10.�d1 ie7. Las blancas podrían ha­ber probado 10.liJe3, esperando 10 ... 1Mlxd4?! 11.llJxfs exfs 12Jr!d1 (D)

Seguido de 13.id3 con iniciativa. Sin em­bargo, después de la más cauta, 10 ... ig6, la posición queda nivelada. 8 ... e6 (8...t!Ja6!?) 9.ig2

9.if4 Wlds no aporta gran cosa. 9 .. .tüds 10.0-o �d7?!

10 ... .ie7 era más segura, ya que ahora las blancas pueden abrir líneas hacia el rey ene­migo. ll.�xds cxd5 12.�e3 .ig6 13J�el 0-0-0

El peón d5 está colgando, ya que 13 ... ®ds no es realmente una jugada candidata.

14.c4 dxc4 (D)

15.�xc4!! 15.\Wa4 tt:lb6 16.1Mlxa7 E!xd4 es confuso.

15 ... Wfxc4 16.if4? Pero esta continuación es errónea. En su

lugar, 16.igsl± habría obtenido una gran ventaja blanca. 16 ... ll.ks! 17.J.es?

Este Segundo error inclina la balanza hacia las negras. Lo mejor, 17Jkll, habría llevado a una situación poco clara: 17 ... Wlb4 (17 ... 1M! xd4 es más arriesgada: 18.vtlb3 gd7 19.E!c4 o 19 . .ie3 \Wd3 20.E!c3) 18. Vfff3 E!xd4 19.a3 1Mlxb2 zo.J.es gd3 21.ixb2 E!xf3 22.ixf3 (D)

Las negras tienen dos peones por la cali­dad y una sólida posición. Unas tablas son el resultado más probable. 17 ... �d3?

17 .. .f6! es ganadora; el peón d4 es indefen­dible. 18.ge3?

172 juegue la Escandinava

18.ifll Tras esta jugada, objetivamente mejor, las negras habrían tenido que encon­trar 18 ... id6 19.ixg7 ghg8 20.if6 (D)

20 ... if4JI:¡: para retener la ventaja. 18 ... !d6?

La manera correcta de neutralizar el i.es consistía en lB...liJxeS! 19.ik3 @bs 20,gxc4 ltlxc4+, donde la dama blanca lucha contra un caballo, un alfil y una torre y no puede ata­car b7 eficazmente. 19.ixg7 ghgs zo.!f6 .if4?

20 ... gd7 con igualdad. 21.Vf3 gds zzJ�xd3 hd3 23.Vxf4 gfs 24.Vdz <!>bs zs.gcl+- Vbs 26 . .ie5+ <!>as

26 ... gxe5 27.dxe5 gc8 era "la opción de muerte lenta". 27.gcs Vb6 zs.Vc3 as 29.Vxd3 Vb4 30.Va6# 1-0;

Gruenfeld-Buscara, Bastia 2009.

BZb) 7 ... Vds (D)

s.tbe3 En relación con la siguiente jugada esta es

la opción más agresiva. 8.i.e2 g6 9.0-0 ig7 10.if3 0-0 ll.gel ltla6

12.i.f4 ltJb4 13.ltJe3 ie6; Frolov-Prié, Moscú 1994; con aproximada igualdad. 8 ... ig6 9.h4 h6 (D)

10.g4 Las blancas abrieron el juego antes

del avance ... e6 en Sutovsky-Rogers, West Bromwich 2005, pero fueron más bien las ne­

gras quienes se beneficiaron de esta acción: lO.hs i.h7 ll.dS cxds 12.ltlexds ltJc6

13.ibs ltlxds 14. �xds Wlxds lS.liJxds o-o-o 16.i.xc6 bxc6 17.ltJe3 es (D)

Y la pareja de alfiles es más importante que Jos peones divididos. 10 ... e6 u . .tgz !b4!?

Una forma interesante de tratar la situa­ción, pero no obligatoria. Mover el ltlb8 tam­bién era adecuado, mientras que en respuesta

Capítulo 10: Saltos precoces de caballo 173

a la sugerencia del ganador, ll ... ie7 12.h5 ih7 13.f4, la sencilla 13...tLlbd7 está bien. 12.a3 hc3+ 13.bxc3 ttJbd7 14.ttJc4 Wc7 15.a4 0-0-0 16.a5

16.ia3 tt:lb6 desvía el salto del caballo a d6 y es bueno para negras. Generalmente la es­trategia blanca en esta partida es arriesgada porque su rey no tiene un refugi<a seguro. La posición negra es sólida y las posibilidades de contrajuego numerosas. 1 6 ... ttJd5 (D)

17.idz Quizás las blancas deberían haber inserta­

do 17.h5, aunque en ese caso las negras dis­pondrían de ... g6. 17 ... h5

Ahora, o en el próximo movimiento, 17 ... eS!? merece atención. 18.g5 ifs 19.Wcl ?!

Hubiera sido razonable debilitar el enro­que enemigo, con 19.a6!? b6 20.tt:le3. 19 ... ttJf8 20.ttJe3 ttJxe3

Las negras disponían de otras dos opciones válidas, a saber: 20 ... tt:lf4 2Lif3 tLI8g6 y la in­mediata 20 ... tt:lg6. 21.he3 ttJg6 22.c4

De nuevo insertar 22.a6 era útñl. 22 ... es! 23.d5 cxds!

En lugar de 23 ... tt:lf4?! 24.ixf4 exf4 25.0-0=; Glek-Hansen, Copenhague 1995, que solo fue igualdad. 24.cxd5

o 24.ixds E:xds! 25.cxds �c3+ 26.'i!?f1 �c4+, con una tremenda compensación por la calidad. 24 .. .'119c3+ zs.cJifl

25.id2? �c4 es incluso peor. 25 ... @b8+ (D)

Las blancas no tienen ataque, sus piezas están mal coordinadas y están a punto de per­der c2y d5.

B3) 7.g4 (D)

7 ... ie6 Como en la partida Adams-Ryan, vista en

la línea B1), las negras no tienen porqué op­tar por 7 ... ie4?! 8.tLlc4 �d8 9.tt:lxe4 tt.Jxe4 10.�d3, Madl-Repkova, Sibenik 2006, donde las blancas disfrutan de una agradable venta­ja. 8.ttJc4

8.ic4?! (D)

174 juegue la Escandinava

S...c!Oxg4! 9.ixe6 ltlxes 10J�c8 'f!lc7 ll.ixb7 'fflxb7 12.dxes e6 es, por lo menos, igualdad para negras. 8 ... ixc4

El enfoque más sólido, pero 8 ... 'f!lc7 tam­bién es buena: 9.ltle3 g6 10.ig2 ig7=; Herbre­chtsmeier-Mueller, Bundesliga 1993. 9.ixc4 e6 10.\We2 .ib4 ll.id2 (D)

11...lL!ds 11. .. ltlbd7 (Hector-C. Hansen, Kertemin­

de 1991) fue criticada por Karsten Mueller, pero yo no veo nada malo en ese movimien­to. 12.gg1!? 0-0-0 (O 12 ... ltlb6 primero) 13.a3 c!Ob6! (13 ... c!Ods fue la continuación de la par­tida mencionada anteriormente: 14.c!Oxds ixd2+ 15.'f!Jxd2 'fflxd2+ 16.�xd2 cxds 17.id3 hs?! 18.g5 g6 19.a4;!; y el jugador sueco conti­nuó hasta ganar el final) 14.ia2 ixc3 1S.ixc3 'f!Jgs, o 15 ... 'f!Jbs!? Los alfiles no son superiores a los caballos en este caso, pudiendo estos úl­timos saltar a ds, e4 (después del cambio de damas) e incluso algunas veces a a4. La partida está igualada.

12.lL!xds Otros movimientos no tienen más éxi­

to: 12.ltle4 ixd2+ 13.Wxd2 'f!Jxd2+ 14.';!;>xd2 We7=; 12.ixds cxds 13. 'f!JbS+ Wxbs 14.c!Oxbs ixd2+ 15. �xd2 Wd7=. 12 ... cxds 13.id3 ixd2+ 14.1�hd2 tlJc6 lS.'ªxas lL!xaS (D)

Moldovan-Ardeleanu, Calimanesti 1999. Las negras tienen una versión mejor del final de Hector-Hansen y la partida acabó pacífica­mente en unos diez movimientos más.

B4) 7 . .id3 ixd3 8.\Wxd3 (D)

Su caballo centralizado parece conferir a las blancas cierta iniciativa, pero en la prácti­ca esta normalmente se desvanece pronto. La posición debería considerarse igualada, como los siguientes ejemplos tienden a confirmar.

A continuación veremos B4a) 8 ... e6 y B4b) 8 ... ltlbd7! pero también podemos mencionar:

Cap(tulo 10: Saltos precoces de caballo 175

s ... Wa6!? 9.tWg3 tübd7 10.lüd3 tüds n.o-o e6 12.lbe4 �c4 13.c3 lbsf6 14.lbxf6+ gxf6 1S.lbf4 �d6 16. �g7 @e7oo; Stojanovíc-Savíc, Sarajevo 2008. 8 ... g6!?, Fedorchuk-Drabke, Seefeld 2003.

B4a) 8 .. . e6 9.0-0 (D)

B4al) 9 ... ie7? Esta jugada, que se realizó en fvanchuk­

Khalifman, Tilburg 1994, es un error conside­rable. 10.�g3 g6 ll.ih6 lLlbd7 lZJ:!adl lLlxeS 13.dxes lLlds (D)

Sí 13 ... lbd7, intentando 0-0-0, 14. �f4l es irritante.

14.lLlxd5

14 ... cxds 14 ... exd5? pierde en el acto por: 15.e6! fxe6

16.\Wes o-o-o 17.�f4+-. 15.c4 dxc4

15 ... 0-0-0 no es mejor; 16. �f3 dxc4 17.'&xf7 e6 cae, dejando a las blancas con una clara ventaja. 16 . .ig7 ggs 17.if6 �es

Otros intentos defensivos también fallan: 17 ... \'9xa2 18 . .ixe7 @xe7 19.Y?ig5+ (pero no 19.tWf3? ggdS=) 19 ... We8 2o.gd6 §as 2l.gfdl 'f!Jc7 22.\Wd2 gs 23.gd7 'f!ib6 24.Wc3+-; 17 ... gs es relativamente mejor: 18.�f3 �bs 19.�xe7 Wxe7 20. 'ffif6+ @fs 21.gd6 ges 22.gfd1 gg7 23.h4 (23.gds?! gg6 es poco convincente) 23 ... gg6 (23 ... gxh4? 24.gds :!'3g6 2s. 'f!JhS+ ggs 26.'f!Jxh7+-) 24.V!Jh8+ ggs 2S.'f!Jxh7 'f!Jxes 26J:1d7±; Las blancas recobrarán el peón per­dido y mantendrán su iniciativa acosando al rey rival. 18.VNf3 VNc6 19.�h3 hs

19 ... �xf6 20.exf6, intentando 21. 'ffia3. zo.ixe7 rJlxe7 Zl.�a3+ <it>es zz.gd6 �bs?

22 .. .'�c7 23.gfd1± representaba lo menos malo. 23J�fdl a6 24.�f3

Y las negras abandonaron por la decisiva amenaza 25.'�f6, seguida de 26J3d8+.

B4a2) 9 ... lLlbd7 (D)

14.lLle4 era una alternativa válida. Enton­ces, tras 14 ... 'f!Jxa2, evitando el avance c2-c4, 1S . .igs ofrece a las blancas una compensación tangible porque su caballo pronto conseguirá acceso a d6. 10.�g3

176 juegue la Escandinava

lO.lüxd7 �xd7!? ll.lüe4 lüxe4 12.1!9xe4 1!9d5; Medina García-Larsen, Las Palmas 1974 es igualdad. Quedan muy pocas piezas en el tablero como para causar problemas al rey negro. 10 ... V:lfc7

Las negras están jugando con fuego. 10 ... lüxe5 1l.dxe5 lüd7 era más sano. 11.:!3e1 g6 12.lbxd7

12.j.f4! era más prometedor. En este caso las negras deberían evitar 12 ... tL.Jh5? a causa de 13.lüxf7 Wxf4 14.1!9xf4 tL.Jxf4 15.lüxh8 �e7 16.ge4 j.h6 17.g3. 12 ... \Wxd7 13.'1Wf3

Después de 13.1!9es!? �g7 14.lüe4 lüh5= las negras resisten. 13 ... ie7 14.ih6 \Wxd4 15.ig7 (15.gadl 1!9h4!) 15 ... :!3gs 16.:!3e4 V:lfds 17 .ixf6 hf6 18.:!3dl ffe7 19.:!3e3 ixc3

19 ... gd8 era quizás una manera más apro­piada de jugar a ganar. 20.:!3xc3 :!3d8 21.:!3cd3 &d3 22.V:ll'xd3 (D)

Breyther-Wahls, Bern 1995. Las negras tienen un peón de ventaja pero su rey está en problemas. Convertir la ventaja material no fue nada fácil.

B4b) 8 ... lbbd7! (D) Desafiar tan pronto como sea posible al

poderoso lüe5 me parece lo mejor. Las blan­cas han probado aquí diversas alternativas, B4bl) 9.�f4, B4b2) 9.lüxd7, B4b3) 9.f4 y B4b4) 9.lüc4.

B4bl) 9.if4 e6 9 ... lüds también debería igualar: lO.'&dz

(lO.�d2?! lleva a ventaja negra: lO ... lüb4 11.1M'f5 lüxe5 12.dxe5 e6 13.1Mie4 0-0-0!) 10 ... lüxf4 n.1!9xf4 lüxe5 12.dxe5=. 10.0-0

o lO.lüc4 1M'h5 n.o-o l!:\b6 12.lüd6+ �xd6 13.ixd6 0-0-0; Olivier-Prié, Pierrevert 2007; con oportunidades recíprocas. 10 ... et)b6 ll.a3 et)bds 12.lbxd5 cxds 13.b4 V:lra4 14.c4 dxc4 15.lbxc4 V:lfd7

Las negras están por detrás en el desarro­llo, pero su fortaleza en d5 aligera la impor­tancia de este factor. 16.ie5 ie7 17.f4 0-0 18.f5 (D)

Con una partida bastante igualada; el peón aislado de. las blancas está compensado por sus piezas más activas. Gormally-Nakamura, Gibraltar 2005.

B4b2) 9.tt:lxd7

Capítulo 10: Saltos precoces de caballo 177

Una jugada insípida que realmente no B4b4) 9.tLlc4 (O) pone mucha presión a las negras. 9 ... tLlxd7 10.0-0 tLlf6

O 10 ... e6 n . .if4 fi.e7 lz.gfel 0-0 13. tt:Je4 gfes 14.c3 �fs 15.1l:Vg3 tt:Jfs 16.id6 tt:Jg6 17.ixe7 �-�; Sokolov-Prié, Noyon 2008. ll.id2 Wc7 12.tLle4 tLlxe4 13.Wxe4 e6 14.c4 ie7 1S.ic3 0-0 16.d5 �-�;

Nijboer-C. Hansen, Groningen 1992.

B4b3) 9.f4 (O) Esta ambiciosa jugada conlleva una parte

de riesgo para las blancas nada despreciable, especialmente si después optan por el enro­que largo.

9 ... e6 10.id2 :Sdsn.tLle4 Wb6 (n ... §'ds!?) 12.tLlc4 W/c7 13.tLlgs ie7 14.0-0-0 h6 15.tLlf3 c!ücs 16.W/e2 tLlce4 17 .ie3 tLlds 18.c!üfes bs 19 . .id2 tLlxd2 20.lDxd2 o-o

20 ... tt:Jxf4! seguido de 2l..,gxd4 era clara­mente mejor para las negras. Esto significa que se debe encontrar una mejora para las blancas a lo largo de la última media docena de movimientos. 21.g3 es 22.dxcs .ixcs 23.tLlb3 id6 (23 ... ib6!) 24J:!hf1 as 25.tLld4? tLlc3-+ 26.bxc3 Wxc3 27 .EM3 .ia3+ 28. g;,d1 gxd4 29.W/d2 :Sxd3 30.tLlxd3 W/a1 + 31.g;,e2 Wxa2 32.Yffc3 ib4 33.:Sa1 Wds 34.W/es W/g2+ 35.tLlf2 :Ses 36.�e4 Wxe4+ 37.tLlxe4 :Sxc2+ 0-1;

Shchekachev-Prié, Francia 1996.

9 • • • Wfc7 10.Wlf3 tLlb6 La incorrecta 10 ... e6?! lleva a problemas:

ll.if4 1f:Vd8 12.tLld6+ ixd6 13.fi.xd6; Delgado­Matamoros, Santa Clara 1999. Las negras no pueden enrocar con facilidad y tienen una mala versión de Olivier-Prié (línea B4bl). 1Lif4 �d7 12.c!ües!? Wfxd4 13.:Sd1 Wcs 14.0-0 tLlc4

14 ... e6 puede ser mejor. 15.:Sfe1 e6 16.b4 (O)

Esto no es obligatorio, aunque el juego continúa equilibrado.

16 • . . Wxb4 17.tLlxc6 Wlb6 18.tLles tLlxes 19 . .ixes W/c6 20.W/xc6+ ?!

Las blancas permiten una pequeña desven­taja en el final, cuando 20. Wg3 ie7 21.ixf6 ixf6 22.tt:Je4 les habrfa proporcionado sufi­ciente juego por el peón. 20 ... bxc6 21.:Sb1 tLld7 22 . .ig3 tLlb6 23.a4

178 juegue la Escandinava

ie7 24.a5 ttlc4 25.a6 ttlb6 26.ic7 ids 27.id6 i.e7 28.ic7 ids 29.id6 ie7 30.ic7 X-X;

Kristiansen-Kamaras, Ballerup 1985. Las negras podrían haber continuado lu­

chando, pero convertir su peón extra requiere un trabajo duro.

BS) 7.1e2 (D)

7 ... ttlbd7 8.ttlc4 Vfic7 9.g3 ttlds lO.ttlxds cxds n.ttle3

Desarrollarse ganando tiempos es acerta­do, pero después de ll.�f4 1!9c6 1V!De3 �h3 las blancas tampoco consiguen nada. 11 ... 1e6 12.c4!?

Parece juicioso abrir la partida antes de que las negras estén completamente movili­zadas, pero esto solo aclarará la posición. 12 ... dxc4 13.d5 1h3 14.�d4 ttlb6 15.ttlxc4 ttlxc4 16.ix:c4 0-0-0 17 .ifl ixfl Is.<;t>xfl es 19.Vfie4 V!id6 20.ie3 Vfixds 21.Vfixds gxds 22.Axa7 gbs 23Jkl+ <;t>d7 24.gcz 1d6

Después de 24 ... ga5 25.J\b8 las blancas también deberían estar a salvo.

zs.ie3 gcs; Tisdali-Berg, Aarhus 1983, y aquí se acor­

daron las tablas.

e) 5 ... c6 6.ttles 1fs 7.1c4 e6 8.g4 (D) También se puede alcanzar la presente

posición por el orden de jugadas 6 . .ic4 .ifs 7.ltJes e6 8.g4. Por ejemplo, 8 . .id2 transpone

al capítulo 11, línea C6. Para 8. 1!9 e2, ver Pol­zin-Steiner, capítulo 11, línea Al.

Este avance de doble filo lleva a un tipo de posiciones completamente diferentes a las de 6.ltJe5 �f5 7.g4. Ciertamente, ahora el alfil debe retirarse a g6, y las negras se ven obli­gadas a ponerse en acción antes de sucumbir a h4-h5. 8 ... ig6 9.h4 (D)

Las negras disponen de varias réplicas adecuadas para resolver el tema de su alfil.

Aparte de las dos que veremos a conti­nuación 9 .. �b4!? también es posible: 10.�d2 ltJbd7 (Tras 10 ... ltJe4?! 11.f3! Campora-Han­sen, Palma de Mallorca 1989 y las negras están peor) 11.ltJxd7 �xd7 12.h5 �e4 Esta posición recuerda a la que surge en la variante l.e4 ds z.exds 'ªxds 3.ltJc3 1!9a5 4.d4 ltJf6 s.t!Jf3 �g4 (capítulo 5, línea C2b1). Aquí también el rey negro parece lo bastante seguro y la posición equilibrada.

Capítulo 10: Saltos precoces de caballo 179

Cl) 9 ... i.d6!? (D) Una sugerencia de Matthias Wahls en "Mo­

demes Skandinavisch", que no se había critica­do hasta ahora.

lO.hS En general las negras estarían felices de

eliminar el ltles y continuar con ... hs, así que este consecuente movimiento me parece crí­tico.

a) 10.if4 lüe4 [Concede más oportuni­dades de error a las blancas que lO ... �xes ll.ixes ltlbd7 (Mahjoob-Zelcic, Calvia (ol) 2004) o ll.dxeS?! ltle4 12J�h3 hs! (Friedel­Becerra Rivero, Connecticut 2004)] 11J�h3?! (ll.ltlxg6!=) ll...ltld7 12.�e2?! ltlxes 13.dxes ib4 14.C�f1 1xc3 1S.bxc3 hs; Vega Gutiérrez­fierro Baquero, Benasque 2001. Las blancas tienen debilidades por todas partes y nada a cambio.

b) lO.�ez!? ixes u.dxes ltle4 (Sudako­va-Repkova, Rijeka 2004) fue un intento in­teresante, pero ahora, en lugar de 12.�h3?! hs, 12.id2, intentando, 12... ltJxd2 13. Wxd2 W/xeS+ 14.1e2 h6 15.0-0-0, procura a las blan­cas una buena compensación. 10 ... ie4 1 1.0-0

Vale la pena intentar ll.f3 (fernández­González, Lindsborg 2004}, pero después de ll...id5 12.id3? es errónea. En su lugar, 12.h6 g6 13.if4 o 12 ... ixe5 13.dxe5 ixc4 14. �d4 g6 1S.exf6 ids dan oportunidades mutuas.

11Jl�h3!?, Mazariego-Fierro Baquero,

Ecuador 2003, parece menos natural pero también jugable. n ... ixes

O ll ... id5 12.id3 ixes (12 ... ltlbd7 13J�e1 g6 14.'ªe2 hes 1S.dxes ltlg8 16 . .id2 'ªc7 17.lüxds cxd5 18.c4 Karjak.in-Nakamura, Cuernavaca 2004 es sospechoso para las ne­gras, aunque al final ganaron) 13.dxes ltlfd7 14. We2 (Schneider-González, Minneapolis 2005) y ahora, en lugar de la continuación de la partida, 14 ... 'ªd8?l que las blancas debe­rían haber afrontado con 1S.ie4, 14 ... ltlcs era poco claro. 12.dxe5 V9xe5 13J3el ¿¿jbd7 (D)

Una posición acrobática donde el alfil ne­gro está clavado por el precio de tan sólo un peón. Hay que añadir que el flanco de rey se ha debilitado, haciendo más difícil sacar pro­vecho de la clavada. La partida puede conti­nuar como sigue: 14.'?He2

En caso de 14.g5, las negras pueden elegir entre un empate forzado, con 14 ... 'ªfs, y un final poco claro, siguiendo con 14 ... ixc2:

a) 14 ... Wfs 1s.gxf6 !f3 16. �d6 'ªg4+ 17.'ªg3 Vf!xh5 18.Wlh2 Vf!g4+ 19.'19g3=.

b) 14 ... ixc2 15.�xes ixd1 16.�as!?(La más convencional, 16.�el, es jugable pero no per­mite eliminar el alfil negro) 16 ... 1xhs 17.gxf6 ltlxf6 18.ie3 a6 19.ltle4 ltlxe4 20J!xh500• 14 ... bs 1S.ib3

También es interesante 1S.g5!? 15 ... ¿¿jcs 16.g5 (D)

180 juegue la Escandinava

16.f4 podría ser más precisa ya que la dama no puede acceder a f5. Después de 16.g5 las ne­gras pueden jugar 16 ... l::tg8 (Wahls), o 16 ... b4, con un juego complejo en ambos casos.

CZ) 9 ... fiJbd7 (D) Esta es la elección más popular.

lO.fiJxd7 ftJxd7 ll.h5 ie4 1ZJ�h3 12.gg1 ?! La torre está aquf menos expues­

ta, pero también es inútil. 12...tt:lb6 13.ie2 lLla4 14.id2 lLlxc3 15.bxc3 h6!f; Apicella-Prie, Bruselas (zt) 1993.

12.0-0 es, por otro, lado interesante: 12 ... id5 13.lLlxd5 cxd5 14.id3 .id6 15.c3 g6; Westerinen-Prié, Andorra 1994, o 15 ... Wc7, con aproximada igualdad. lZ ... igz (D)

No hay nada malo en la inmediata 12 ... ids y después de 13.id3 las negras tienen varias maneras de lograr una posición satisfacto­ria: 13 ... c5 (Wahls); 13 ... l/9b4!? (Radic-Savic,

Zenica 2005); 13 ... id6 14.id2 l/9c7 15.lLlxd5 cxd5 16. l/9ez .if4 17 .o-o-o o-o-o?? 18 . .ixh7! ± Ochoa de Echaguen-Denker, Nueva York 1989; o finalmente 13 ... 0-0-0 14.1d2 �b6 15.lLlxd5 exds= Rublevsky-Lastin, Elista 1995.

CZa) 13.E1g3 Tras esta jugada, un posterior ... .id6 ga­

nará un tiempo, pero como ha demostrado la práctica, las negras igualan de todas formas. 13 ... ids 14.ixd5 (14.1e2 1d6) 14 ... cxd5 1s.i.dz �ds?!

15 ... Wb6 era más preciso, pero las blancas devolvieron el favor. 16.�ez?!

16.lüxd5! habría mantenido el equilibrio: 16 ... .id6 (16 ... exd5? 17J�e3+ 1e7 18.ib4+-; 16 ... lLlb8?! 17.lLlc3 �xd4 18.�e2 deja a las blancas con una peligrosa ventaja en el desa­rrollo) 17.lLlf4 �f6 18.l::tf3 l/9xd4 19.1c3 �e4+ 20. �e2 l/9xe2+ 21.lLlxe2. 16 .. .i.d6 17.m3 0-0 18.g5 fiJb6 19.b3 a6 (D)

Capítulo 10: Saltos precoces de caballo 181

20.g6?! El inicio de los problemas. Las blancas de­

berían haber optado por la obvia 20.0-0-0, donde 20 ... tl.k4!? 21.bxc4 ia3+ 22. �b1 �b6+ 23.lt) bs axbs 24.cxds exds 25. t!f1 es o 24.c5 � a6 2S.if4 parece peligroso, pero en realidad es­tán bien. zo .. JWh4! 21.0-o-o t!fixhs zz.We3?

22.gxh7+ era mejor 22 ... �xg6-+;

Fedorov-Hauchard, Belfort 1999.

czb) 13J�e3 (D)

C2bl) 13 ... ltlb6 14.�d3! (14 . .ib3?! es!) 14 ... tt:lds 1S.f3

Asistimos ahora al encuentro entre Anand­Lautier, Biel 1997, que por entonces puso a la lfnea negra bajo sospecha.

La mayoría de los análisis son de Karsten Mueller para Chessbase.

15Jgg3 lt)xc3 16.bxc3 .ids 17 . .id2 t!fia4 18. �e2 bs 19.h6 0-0-0 no es peor para negras; Bauer-Prié, Auxerre 1996,. 15 ... .tb4?

Las consecuencias de la escaramuza tácti­ca que sigue no eran fáciles de prever. A pos­teriori, las negras tenían dos opciones supe­riores:

a) 15 ... lt.:lxc3 16.bxc3 �xc3+ 17.id2 t!fixd4 18. �f2 i.xf3 19. �xf3 .ics 20. Wg2 o-o-ooo; con tres peones por la pieza y el rey blanco abierto.

b) 15 ... lt.:lxe3 16.ixe3 ia3 17.i.c1 (17. bxa3 ixf3 18.�d2 ixg4 19.h6oo) 17...'!9b4 (Este movimiento cibernético parece más apropiado que 17 ... ib4 18. Wf2 ixc3 19.bxc3 t!fixc3 20.id2 �xd4+ 21. �xg2t) 18.�b1 t!fixd4 19.bxa3 0-0-0, con una compleja partida. 16.r;t>fz! hc3

16...tt:\xc3? 17.bxc3 i.xc3 18.�bl ixd4 19. �xg2 ixe3 20.ixe3±. 17.bxc3 �xc3 18J�bl �xd4

18 ... lt.:lxe3 representa la última oportu­nidad práctica, incluso después de 19.ixe3 i.xf3 20. �xf3 0-0-0, no hay duda sobre la su­perioridad blanca. 19.gxb7 gdg

a) 19 ... i.h3 (D)

20.l'!xf7! eS 21.l'!fS!! lt)xe3 (21...c4 22.l'!f4+-) 22.ixe3 �bz 23J%xcs o-o 24. �g3!+-.

b) 19 ... lt)f4 20.ie2+-. e) 19 ... es 20.c4 o-o-o (o sino 20 ... tt:lf4

21.i.b2 t2Jh3+ 22. �xg2 t!fixe3 23. �xh3 �d8 24.'!9e2+-) Zl.cxds Wxb7 22.dxc6+ �c7 23.�xg2+-.

d) 19 ... 0-0-0 20.l3xf7 �b8 21.'!9g1+-. 20.h6! gxh6?

20 ... tbxe3 era más tenaz: 21.i.xe3 t!fies 22.hxg7 l3g8 23.�g1 ixf3 24.�xf3±. 21.ig6!!

!Un bonito final! 21...tt:le7

21...�xd1 22.�xe6+ �f8 23.ixh6+ �g8 24.ixf7#. 22.�xd4 gxd4 23JM3 gdg 24.fud8+ r;t>xds zs.id3 1-0

182 juegue la Escandinava

C2b2) 13 .. J�Vc7! (D)

14.f4?! Debilitando más el flanco de rey. Las blan­

cas deberían renunciar a toda ambición de conseguir ventaja y pasar a defenderse, me­diante 14.:1:Eg3, aunque 14 ... �ds es bueno para negras.

Las alternativas, 14.f3? '<Mlh2 y 14.d5? l0b6, son, por otro lado, incluso peores. 14 ... tt:lb6 ls.ib3 o-o-o 16.�fz ids 17.tt:lxds tt:lxds 18.:Sf3

O 18.l3e4 ltJf6 19.l3el g5!, con idea de 20.fxg5? '<Mlh2+ 21. �f3 '<Mlh3+. 18 ... tt:lf6 19.�g3?!

19.ÉM3 era más resistente. 19 ... g6-+ 20.hxg6 hxg6 21.g5 tLle4+ 22.�g2 tt:lxgS! 23.:Sd3

23.fxgs?! '<M!h2+ 24. Wfl '<Mlhl + 25. 'tt>e2 l3h2+-+

23 ... tLle4 24.%Vf3 tt:ld6 25.ie3 tt:lfs 26.ifz id6 27 .ds exds zs . .ixds tt:lh4+ 29.ixh4 :Sxh4 0-1;

f4 está a punto de caer y el ataque negro continúa. Moriuchi-Prié, San Sebastián 2005.

Conclusión:

La línea l.e4 d5 2.exd5 '<Mlxds 3.l0c3 Was 4.d4 ltJf6 5. ltJf3 ltJe4 es dudosa. Las blancas pueden obtener ventaja con un juego preci­so, a su rival le costará desviarse de la partida Nevednichy-Afek o del análisis de 11.h3! que mejora la partida Dranischnikov-Prié.

Después de l.e4 ds 2.exds Wxds 3.l0c3 iWas 4.d4 ltJf6 s.ltJf3 if5 6.ltJe5 c6 1as blancas cuentan con una gran variedad de posibilida­des. La más fina, 7.ic4 e6 8.g4 i.g6 9.h4, ha sido investigada profundamente por la teoría, y las negras han encontrado varias maneras de obtener un juego decente. Las líneas meno­res, como la directa 7.g4, o 7.l0c4, han pasado de moda y tampoco son de temer. Las negras pueden alcanzar un juego equilibrado con cierta facilidad contra todas estas variantes secundarias.

11. 5.etJf3 i.fs 6.i.c4 e6: desviaciones

Llegamos a la posición básica de este capítulo tras la serie de movimientos l.e4 ds 2.exds Wxds 3.l2k3 Was 4.d4 lt:\f6 s.ltJf3 ifs 6.ic4 e6.

En este momento la jugada más común es 7.�d2, para desclavar el ltlc3 que en un futuro desplazamiento amenazará a la dama negra, y con la intención de efectuar un rápido enroque largo.

El principio de este capítulo estará dedicado a las alternativas blancas a 7.�d2, siendo las más frecuentes 7.'f!ie2, 7.ltle5, y 7.0-0. Estas líneas, insuficientes desde el punto de vista teórico para obtener ventaja, presentan el interés de ser menos analizadas que las que veremos más adelante.

Tras 7.�d2 nos interesaremos en primer lugar por el desarrollo acelerado del flanco de rey negro mediante la extraña, y si duda subestimada, 7 ... .ib4.

Para concluir avanzaremos un paso adelante, y estudiaremos después de 7 . .idz c6 líneas que son secundarias en comparación con las habituales 8. Vff e2, 8.lLle4 y 8.ll:lds, que se tratarán en los dos últimos capítulos de este libro. Nos encontraremos de nuevo con ltJes y 0-0, pero esta vez también con la maniobra 8.ltlh4, destinada a cambiar el alfil enemigo de casillas blancas.

El orden de las variantes será el siguiente: A) 7.Vfle2, 7.ltJes?! o 7.0-0 B) 7 . .id2 .ib4 C) 7 .�d2 c6: desviaciones

184 juegue la Escandinava

A) 7.Vffez, 7.ctJe5?!, o 7.0-0

Al) 7 .Vffez c6 s.idz El prematuro salto, 8.lLies, debería llevar

a simplificaciones. A pesar de que las blancas tuvieron éxito en la siguiente partida, debido a la diferencia de nivel entre los adversarios, no sacaron nada en la apertura. 8 ... lbbd7 (La más activa, 8 ... �b4, transpondría seguramente a 8.�d2) 9.0-0 �d6 10J�e1 0-0 ll.lLixd7 lbxd7 12.lDe4 ie7 13.if4 ig6 14.lDd6 Vffc7 15.lLifs '?9xf4 16.lLixe7+ �h8 17.lbxg6+ hxg6 (D)

Las negras no estuvieron del todo acer­tadas en la fase de apertura, pero de todas formas la partida está prácticamente nive­lada. 18.l3ad1 ltJf6 19J!d3 l3ad8 20.c3 lLids 21.l3f3 Wgs 22.Wc2 Vffe7 23.l3e4 �g8 24.l3h3 fs zs.l3es bs 26.ib3 cJif7 27.�xds l3xds 28.l3he3 l3xe5 29.l3xe5 l3d8 30.a4 a6 31.Vffe2 i!ds 32.gxds exds 33.%he7+ �xe7 34.axbs axbs 35.f4 cJid6? 36. �f2 eS 37 .b4 cxd4 38.cxd4 cJie6 39. �g3 �f6 40. �h4 1-0; Polzin-Steiner, Augsburg 1995.

8 ... ib4.9.ctJe5 tlJbd7! (D) Las negras hacen bien ocupándose del do­

minante caballo antes de enrocar. Así evitan simultáneamente la avalancha de peones g4, seguida de h4, mientras mantienen la opción de enrocar largo.

10.0-0 O 10.lLixd7 ttJxd7 ll.a3 �xc3 12.ixc3 Vffc7

13.0-0-0 0-0-0 (D) Sammalvuo-Relange, Halle 1995.

Las negras están aquí muy sólidas mien­tras que la pareja de alfiles no cuenta dema­siado. La partida continuó: 14.f3 lLib6 1S.ib3 ttJds 16.iel Vfff4+ (16 ... ltJf4 17. Vfffl hs era probablemente una mejor idea, para neutra­lizar un futuro ie1-g3 y estabilizar el alfil de casillas blancas) 17.i!d2 \We3 18.\Wfl (Cam­biar damas habría dado una ligera ventaja a las blancas, pero después de 18. Wxe3 lLixe3 19.g4 ig6 zo.�h4 gd7 21.ge1 ttJds 22.�g3 hs las negras parecen tener suficientes recursos)

Capítulo 11: 5.Ci:Jf3 i{S 6.ic4 e6: desviaciones 185

18 ... @b8?! (18 ... hs!) 19 . .ifz. �h6 zo.h4 f6 21.g4 �g6 22.�el ghe8 23.�g3+ @a8 24.�f2 .if7 zs.gel g5 26.hxg5 �xgs 27.�h2 7H�.

En este momento las blancas tienen una cierta ventaja, pero deben haber pensado que tras 27 ... h5 esta no habría sido suficiente para asegurar la victoria. lO ... I?Jxes ll.dxes i?Jds 12.!xds cxds 13. a3 hc3 14.hc3 Wa6 15.Wxa6 bxa6= (D)

Solozhenkin-Bagirov,)yvaskyla 1994. Los peones doblados no suponen obstácu­

lo alguno, y las negras tienen las columnas "b" y "e" semi-abiertas para sus torres. Están un poco más activas, pero la presencia de alfiles de diferente color deja escasas opciones de presionar seriamente.

A2) 7.tbes?! (D) Nuevamente resulta demasiado precipita­

do, particularmente debido a que el caballo no puede retirarse a c4.

1 ... tbbd1 s.M4? Apoyar al caballo no es una buena idea.

8. tL\xd7 tL\xd7=, era más sano. 8 . .. ib4 (8 ... �a3!?) 9.Wf3 �e4 10.We3 ixg2 ll.ggl .ixc3+ 12.Wxc3

Mantener las damas no habría dado me­jores chances a las blancas. 12.bxc3 ttheS 13.dxes (o 13.ixe5 tLlg4, seguido de 14 ... tt:lxe5) 13 ... tL\ds 14.�xds �xds 15.gxg7 o-o-o (D)

Se restaura el equilibrio material, pero el rey blanco es, con diferencia, más débil que el rival. 12 ... Wxc3+ 13.bxc3 ids (13 ... tt:lhs!?) 14. tbxd7 �xd7 1S . .ib5+ c6 16.id3 tL'lhS+ (D)

Large-Oliver, Londres 1982. Las negras tienen un peón de ventaja y la

compensación es insuficiente, por lo que con­tinuaron hasta ganar.

A3) 7.0-0 (D)

186 juegue la Escandinava

7 ... 1b4. Desarrollar este alfil induce que las negras

seguramente efectúen el enroque corto. Si se sienten más belicosas pueden optar por las más flexibles, 7 .. . c6 o 7...tt:'lbd7.

7 ... 1d6!? (Una extraña parada para el alfil de casillas negras en la Escandinava. Fue pro­bada en la partida de simultáneas Karpov-Yip, Singapur 1997) 8.id2 c6 (8 ... 'ªb6 habría resca­tado al id6, pero de manera superficial parece que las negras no tuvieron demasiados proble­mas en la partida) 9.tt:'lbs 'ªd8 10.tt:'lxd6+ 'ªxd6 11.c3 0-0 12J�e1 tt:'lbd7 13.h3 'ªc7 14.'ªe2 es 1s.igs h6 16.ih4 tt:'lhs 17.tt:'les tt:'lf4 18.'ªf3 tt:'lg6 19.lüxg6 ixg6 20.ig3 'ªc8 2U�ad1 tt:'lb6 22.if1 c4 23.h4 lüds 24.h5 ifs zs.ih4 lüb6 26.g4 ic2 27.gdz ia4 28.'ªg3 'ªbs 29.f4 'ªc7 30.g5 hxgs 3Lfxgs 'ªxg3+ 32.1xg3 ic6 33.gfz gads 34.ies ids 3S.ih3 tt:'ld7 36.id6 gfes 37Jief1 fs 38.ic7 gcs 39.ig3 bs 40.ih4 gfs 41.gel gce8 42JHe2 a6 43. �f2 as y se acordaron las tablas. 8.lüe2

s.id2 habría redireccionado la partida ha­cia caminos familiares, ya que tras un poste­rior a3 las negras tendrían que ceder la pareja de alfiles retirando su dama. En ese caso, 8 ... c6 9.a3 1xc3 lO.hc3 'ªc7 y 8 ... lüc6 9.a3 1xc3 10. lhc3 'ªb6 son adecuadas. 8 ... c6 9.lüg3 �g4

Yo prefiero 9 ... .ig6. 10.h3 1xf3 ll.'&xf3 lübd7 12.i.f4 gs!? 13.i.es ie7 14.lühs tlJxes 1S.lüxf6+ hf6 16.'&xf6 lüg6 17J�fel

La brutal 17.1xe6!? no está clara después de 17 ... fxe6 18.gfe1 �d7. 17 ... Wds 18.'&f3

Tras 18.Wg7!? 'ªd7! evita la desagradable 19.d5 cxds 20.ibS+ y parece lo bastante segu­ro para las negras, que están a punto de enro­car largo. 18 ... 0-0

Kaminski-Olbrich, Alemania 1998. La partida está bastante igualada ya que

las blancas no pueden conseguir beneficios de las debilidades en el flanco de rey de su rival.

B) 7 . .id2 _¡¡b4 (D)

Una idea extraña pero razonable. Como su "hermana mayor", con la inclusión de 'ªe2 y c6 (ver el capítulo 12), esta línea ve a las ne­gras preparadas para echar su pareja de alfiles por la borda a cambio de un buen control de las casillas blancas y una sólida posición. 8.a3 J.xc3 9.i.xc3 '&b6 (D)

Capítulo 11:5. t1Jf3 i.{s 6.i.c4 e6: desviaciones 187

B1) 10.t1Jes tDc6 n.ib3 .o-o-o! 12.<�c4 La obvia 12.tlJxf7?! lleva a problemas

para las blancas: 12 ... tDxd4 13.tüxd8 :!3xd8! (13 ... tüxb3? es con diferencia lo menos eficaz: 14.cxb3 :!3xd8 15. %'f3, intentando 15 ... :!3d3 16.%'e2) 14.\Wc1 \Wc6, con amplia compensa­ción o incluso la peor 14.ixd4? E!xd4 15.\Wc1 :!3e4+ 16.Wf1 tlJg4! 17.�d2 :!3d4 18.%'e1 :!3f4 19.f3 tDe3+. 12 ... \Wa6 13.0-0 eS 14.d5 tLlxds (14 ... :!3xds!? 15. Wf3) 15.Wf3

lS.ixeS era relativamente mejor, incluso aunque después de 15 .. .f6 16. Wf3 g6 17.ic3 ixc2! las negras tengan ventaja. lS ... ixcz 16.ixc2 Wxc4 17 .Wxf7 ghf8 18.We6+ 'it>b8 19J�fel gd6?!

Este movimiento no estropea demasiado, pero después de 19 ... %'c5! las negras deberían haber tomado f2, o capturado el ic3, simplifi­cando la conversión de su ventaja. 20.�h3 ¿¿¡f4 21.�e3 a6 22.ie4 �d4 23.i>hl gh6 24.gadl Wf7 25.hd4 gxh2+??

Una alucinación. La normal 25 ... exd4 era ligeramente mejor para las blancas. 26. i>xh2 WhS+ 27. i>gl exd4 28 . .if3 tLlh3+ 29.i>h2 Wh4 30.We4 tLlf4+ 3Li>g1 1-0;

Maslak-Prié, Bastia 2009.

B2) 10.0-0 tlJc6! Evitando ib4 y empezando a poner pre­

sión sobre d4. Las negras colocan su caballo en su mejor casilla ya que su dama no está en peligro y ll.dS? es inoperante debido a 11...0-0-0. ll.a4

ll.�el (Naiditsch-Papaioannou, Novi Sad 2009) no aportó nada tras: 11...0-0 12.b4 ie4 13.tügs ifs 14.lDf3 i.e4 1s.tüd2? Era más in­teligente repetir jugadas, ya que después de: 1S ... ixc2 16.i.e2 a6 17.tlJc4 %'a7, las blancas no tienen compensación por el peón. 11. .. as 12.ibs o-o 13.tLld2 tüb4 14.tLlc4 Wa7 15.tLle3 ig6 (D)

Bruned-Strikovic, Pamplona 2005, fue casi igualdad y se mantuvo durante un tiempo has­ta que finalmente las blancas fueron supera­das: 16.b3 :!3fd8 17. \We2 tlJe4 18.ib2 c6 19.ic4 es 20.c3 cxd4 21.cxd4 es 22.ds f6 23. Whl tüd6 24.:!3ad1 :!3ac8 25.f4 exf4 26J3xf4 :!3e8 27.id4 Wb8 28. �f1 ttlxc4 29.bxc4 lt:lc2 30. tüxc2 i.xc2 31.:!3c1 id3 32. Wfz l:!xc4 33.:!3xc4 i.xc4 34.i.a7 Wc8 35.d6 i.ds 36.\Wdz Wc6 37.:!3d4 :!3es 38.d7 Wxd7 39.ibs Wffs 40. wg1 Wfb1 + 41. wf2 E1fs+ 42.if4 ic6 43.:!3d8+ Wf7 44.g4 :!3c5 4S.l:!d7+ 'it>g6 46.h4 hs 47.gxhs+ :!3xhs 48.:!3d3 :!3xh4 49.E:g3+ Wh7 so.l:!g1 �fs Sl.Wg3 :!3g4+ o-1

B3) 10.We2 0-0 11.0-0-0 ctJc6 (D)

12.g4?! Por supuesto las blancas consideraron la

acción combinada de la torre en g1 y el alfil en c3, tras un posterior ds. Esto será un sueño, así que el sacrificio es objetivamente dudoso. 12 ... i.xg4 13.ghgl gfe8!

Desvía el mencionado avance.

188 juegue la Escandinava

14.id3 gads 1S.h3 ifs 16.ggs hd3 16 ... lüd5 también era fuerte.

17.ti'xd3 gds 17...e5? 18J�dg1 g6 19Jhg6+ fxg6

20.:!hg6+ i;h8? 2Utxf6 es peligroso para el negro, mientras que 20 ... hxg6 21. �xg6+ Wf8 22. 'I!:Vxf6+ <;!.lg8 acabaría en jaque perpetuo ya que el blanco no puede alimentar el asalto. 18.h4 ti'a6 �-�;

Andriasian-Papaioannou, Budva 2009. A pesar de la ligera ventaja negra en la po­

sición final.

B4) lO.dS (D)

Esta jugada tan directa necesita precisión por parte de las negras para neutralizar la li­gera iniciativa rival. Conduce, de nuevo, a una simplificación de la posición. lO ... exds

10 ... lübd7 también se puede jugar, en cuyo caso solo 11.lüd4 (D)

Podría dejar la esperanza de alguna ven­taja a las blancas (11.dxe6 �xe6 12.§'e2 0-0 13:�xe6 gae8l= o 11.�d4 es! son inofensivas). 11...0-0-0 (11...ig4? 12.f3 exds 13.fxg4 dxc4 14. §'e2+ i;f8 15.0-0-0 es claramente malo para las negras ya que su rey será una preocupación permanente) 12.lüxf5 (en caso de 12.dxe6, las negras pueden resolver sus problemas tácti­camente gracias a 12 ... lüxe5! 13.e7 gd7!) 12 ... exfs 13.0-0 y ahora sea 13 ... ghe8, sea 13 ... §'d6 con idea de 14 ... lüg4(e5) y 14 ... lüb6. Las blan­cas tienen la pareja de alfiles, pero su peón d5 podría caer pronto. lL.ixdS 0-0

ll ... lüxds?l no iguala debido a 12. �xds We6+ 13.Wxe6+ ixe6 14.�xg7 (14.ll:lg5!?) 14 .. J'!:g8 15.ie5 gxg2 16.ixc7.

1l...�e61? representa en contrapartida une alternativa digna de su nombre, las negras se guardan la opción de realizar el enroque lar­go: 12.ixf6 gxf6. 12.hf6 gxf6 13.0-0 ti:lc6 14 . .ixc6 ti'xc6

14 ... 1%ad8!? merece atención: 15.ids c6 16.'11:Vd4 �xd4 (eliminar las damas es, sin duda, más seguro que 16 .. J:i:xd5 17.�xf6 ixc2, en cuyo caso la cobertura del rey negro se dañará, pero podría tener una importancia relativa) 17.ll:lxd4 gxds 18.ll:lxfs l:!xfs con ex­celentes chances de tablas.

Tras la jugada del texto, la partida Ma­gem Badals-Prié, Francia (tt) 2010 continuó: 15.ll:ld4 'I!:Vd7 16.ll:lxfs §'xfs 17. �dz l:!ad8 18. Wc3 l:!d6?! (18 ... c6) 19. V:Vxc7 gb6 20.b4 gc8 2l.§'g3+ Wg6 22.'11:Ve3 !!xc2 23.'11:Ve8+ ilg7 24.gad1 l:!c3 25.'11:Vb8 gd3 26.gde1 gxa3 27.�e8 'ii>h6 28.�g8 \We4 29.Wf8+ 1-0.

C) 7.id2 c6: desviaciones (D) Trataremos 8. '�!:Vez en el capítulo 12, mien­

tras que los saltos de caballo, 8.lüds y 8.ll:le4, son los temas del capítulo final.

Para tener una visión completa de las op­ciones blancas, vamos a considerar las répli­cas menores Cl) 8.0-0, CZ) 8.lüh4, C3) 8.h3, C4) 8.a3, es) s.ds y C6) s.ll:les.

Capítulo 11: 5.1:i:Jf3 �f5 6.ic4 e6: desviaciones 189

Cl) 8.0-0 Aquí veremos Cla) 8 . . Jf!c7 y Clb) 8 ... i.b4,

mientras que 8 ... Wb6!? también es interesante.

Cla) 8 ... 'Wc7 (D)

Ahora que las blancas han mostrado sus cartas enrocando corto, las negras pueden permitirse perder tiempos.

Clal) 9J3el id6 lO.il.gs 10.h3 0-0 11.ll.:\es Socko-Montero Martínez,

Internet ICC 2000, es una manera de manejar ia posición. Sin embargo las negras no se en­frentaron a auténticas dificultades, y siguien­do con ll...bS 12.i.d3 ixd3 13.ltlxd3 ll.:\bd7 14. '!Wf3 a6 1S.E:ad1 eS se equilibró la partida. 10 ... t2Jbd7 n.ds?! (D)

Este intento de sacudir la posición negra se vio en Iuldachev-Nazarov, Shenyang 1999. A pe­sar de acabar con resultado positivo, las negras deberían haber logrado evitar todo peligro.

ll ... tt:lb6 La alternativa 1l...cxds! era mucho más

simple: 12 . .ixds (12.ll.:\ bs?! Wb6 y las blancas no tienen nada por el peón) 12 ... i.b4, evitando 13.tbbs, las negras están listas para enrocar y no tienen preocupaciones. 12.ixf6 gxf6 13.dxc6 t2Jxc4 14.t2Jbs?

Tras la correcta 14.ll.:\ds! Wxc6 15.ll.:\xf6+ el ordenador cree que las blancas disponían de suficientes recursos para compensar su déficit material. Aquí tenemos el ejemplo de un esco­llo que las negras evitarán: 15 . . . We7 16.ll.:\d4 Wcs? 17.b4! 14 ... 'Wxc6 15.lLlfd4 1Mfb6 16.lbxfs ies 17.b3 E:ds tsJWhs E:d2 19.�h4 exfs?!

Era mejor tomar la calidad: 19 ... ixal! 20.bxc4 .ies 21.ll.:\g7+ Wd7-+. La dama blanca está atada a la protección de f2 y el rey rival encontrará refugio en su flanco. 20.bxc4 E:gs

20 ... 1!xc2. 21.tiJc7+?

21. '!Wf4! gxc2 22. Wxfs E:xc4 habría sido poco claro. 21...i>ds zz.lbds Wfd4?

Echa a perder la ventaja que habría reteni­do con 22 ... E:g4!+. 23.'Wxd4 .ixd4 24.E:edl

La partida se detiene aquí, con el resulta­do 1-0, en mi base de datos. Aún siendo cierto que las blancas están mucho mejor en caso de 24 ... E:xf2 25.g3 lad2+ 26. Wh1 ixa1 27.laxd2, la situación todavía no era desesperada.

190 juegue la Escandinava

Cla2) 9.%Ve2 (D) También es válida, ya que las negras difí­

cilmente pueden tomar en c2 debido a la reac­ción temática gac1 seguido de ds.

9 ... ie7 10.ib3 tLlbd7 11.tües hs!? Para prevenir el avance g4 una vez que las

negras habrán cambiado en eS. 12 . .if4 tLlxeS 13.dxe5

Las blancas debieron haber lamentado esta captura. En su lugar, 13.ixeS id6 era igualdad. 13 ... tlJd7 (D)

14Jife1?! 14./0e4! era necesaria, e incluso muy juga­

ble para blancas: 14 ... i.xe4 (14...li)xes? no ha­bría sido muy buena: 1S./Og3 f6 16./0xfs exfs 17.gadl, con compensación más que suficien­te por un simple peón) 15. %Vxe4 gS 16.idz tLlxes (16 ... �hes?! es inferior: 17. %Vxes tLlxes 18.ic3 if6 19.f4 y las blancas recuperan su peón) 17.ixe6!! (La "obvia" 17.ic3?!, se en-

cuentra con 17 ... /0g4 18.g3 i.f6, donde las negras mantienen su peón extra y su ventaja) 17 ... fxe6 18.ic3 id6 (Después de 18 ... /0f7?! 19.ixh8 /Oxh8 20. Wixe6 las negras obtie­nen un caballo y un alfil por una torre y un peón, pero su débil rey es una preocupación) 19,gfel o-o-o zo.ixes ixes 21. �xes �xes 22J!xes gdz (D)

Las blancas no pueden jugar sencil1amen­te 23.gc1 gfg 24.f3 a causa de 24 ... g4!, de tal manera que las negras están ligeramente más activas en el final de cuatro torres. Dicho esto el resultado lógico debería ser tablas. 14 ... g5 1S.icl?

Demasiado pasiva. 1S.ie3, con idea de, 1S ... %Vxes 16. %Vd2 representaba la última es­peranza para continuar la lucha. 15 ... 0-0-0 16.a4 aS 17.ic4 h4 18J�b1 g4 19.M4 tLlfs zoJ�bd1 tLlg6 21.�d8+ �ds 22 . .ic1 icS+

El peón eS está condenado y la ofensiva negra en el este tiene excelentes oportunida­des de dar sus frutos. La victoria es una cues­tión de tiempo. 23.g3 hxg3 24.hxg3 ghs zs.igs gh3 26.tLle4 %Vxe5 27 .tLlxcs \Wxcs 28.%Vdz gxg3+ 29.�fl %Vxc4+ 30.gez id3 31.fxg3 heZ+ 32.%Vxe2 0-1;

Herrera-Matamoros, La Habana 1999.

C1a3) 9.tLle2?! Transferir el caballo al flanco de rey no es

una idea brillante, especialmente si tras un fu­turo i.b3 las blancas no pueden usar su peón e libre.

Capítulo 11: 5. CiJf3 !{5 6. �c4 e6: desviaciones 191

9 ... id610.l2Jg3 i.g6 11.E1el l2Jbd7 1Z.ib3 0-0-0 13.�e2 (D)

La posición actual recuerda a Salov-Mue­ller, visto bajo 8.h3, línea C3. Las negras no pueden operar a lo largo de la columna h, pero su i.g6 es fuerte y el tt:lg3 invita a: 13 ... hs! 14.i.gs

La forma "mecánica" de poner fin a ... h4 también merece atención: 14.tt:lh4 ih7 y aho­ra, 15.a4, para iniciar un cierto contrajuego. 14 ... i.f4 15.1xf4 Wxf4 16.CtJfl h4 17.h3 i.hs l8.étJ1d2 (18.Wdz!?) 18 ... ,gs 19.�e3 �xe3 ZOJ,'!xe3 ghg8 (D)

21.ctJc4?! Un intento equivocado de conseguir ac­

tividad. Las blancas deberían halber seguido consolidándose, mediante 2l.c3. En ese caso el lado negro quizás habría sido ligeramente más agradable de jugar, debido a las posibles rupturas ... g4 y ... es, pero no más.

21...@c7 zz.l2Jce5 l2Jb6 23.c4 Evitando un salto de caballo a ds, pero al

mismo tiempo fragiliza seriamente d4. 23 ... l2Jc8 (23 ... g4!) 24.E1dl ?! l2Je7 zs . .tcz g4 26.hxg4 l2Jxg4 27.l2Jxg4 E1xg4 28.E1e4?

28.!:1es! habría confinado la ventaja negra a proporciones bastante soportables, mien­tras que ahora la partida está acabada. 28 ... E1xe4 29.1xe4 fs 30.ic2 i.xf3 31.gxf3 l2Jg6 32.d5 cxds 33.cxds E1xd5 34J�xds exds 35.1xfs l2Jf4 0-1;

Player-Prié, West Bromwich 2005.

Clb) 8 ... J.b4 (D)

Clbl) 9.a3 En este tipo de disposición de piezas las

blancas pueden obtener la pareja de alfiles en cualquier momento mediante este avance de peón. Veamos un ejemplo: 9 ... 1xc3 10.ixc3 �c7 n.ib3

La retirada 1Lid3 (Grischuk-Sebastiane­Ui, Porto San Giorgio 1999) parece menos ló­gica: ll....ig4 (¿porqué no ll...ixd3?) 12.h3 ihs 13.E:el tt:lbd7 14.b3. Ahora, en lugar de 14 ... tt:lds lS.idz que era un poco mejor para las blancas, las negras podrían haber conti­nuado con 14 ... 0-0 y esperar el avance c4 para responder ... cs. ll...l2Jbd7 12.Wez o-o 13 .ttJes ltJxes 14.dxe5 l2Je4

14 ... tt:lds lS.idzt, es similar a 9.tt:les tt:lbd7 12. Vf!e2 0-0 ll.a3.

192 juegue la Escandinava

1S.g4 l2Jxc3 16.bxc3 �g6 17.f4 �fes 18.�ae1 (D)

18 ... '1We7? 18 ... h6! 19.f5 representa una manera más

adecuada de defender; el ih7 está incómoda­mente situado, pero las blancas .apenas pue­den intensificar la presión sobre e6 o atacar con eficacia al rey enemigo. El ib3 podría en­contrarse fuera de juego. 19.fs exfs zo.gxfs Wfgs+ 21.�g2 Wfxg2+ 22.<i>xg2 �hs 23.<i>g3 g6 24.<i>h4 <i>g7 2S.f6+ <i>h6 26.<i>g3!

Ahora las negras deben proteger f7 y tener en cuenta la ruptura e6. El final es desagrada­ble para ellas. 26 ... gs 27 .�e4?!

Ahora, o en el próximo movimiento, 27.e6! era probablemente más fuerte, incluso aun­que sea posible que las blancas no tengan su­ficiente ventaja después de 27 .. .fxe6 28.f7 gfg 29.gxe6+ ig6 30.ge7. 27 ... �ad8

27 ... ig6! primero era más adecuado. 28.h4 gxh4+?

Aumentando la supremacía blanca, mien­tras que la posición negra continuaba siendo defendible tras 28 ... gg8. 29.�xh4 �xes 30.hf7 �f8 31.<i>f4 �gs?!

31...gcs es más tenaz pero seguramente también insuficiente: 32.ixh5 gxf6+ 33. @g3 laxc3+ 34.if3+, o 34.gf3 y al final las blancas deberían ganar.

32.�g1 �es 33.�xhs+ �xhs 34.hhs <i>xhs 3 s. <i>fs 1-o;

. Gruenfeld-Berg, Gausdal 1982.

C1b2) 9.ltJeS (D)

9 ... l2Jbd7 10.\Wez 10J�el seguramente permitirá a la dama

blanca acercarse a l rey rival. Sin embargo, no está claro si esto significa una gran diferen­cia. 10 ... 0-0 ll.a3 ixc3 12 . .ixc3 VNc7 13.ib3 gad8 14.VNf3;!;/=; Gdanski-Gechkov, Antwer­pen 1992.

Por otro lado, la seca lO.tLlxd7?!, es inocua: lO ... @xd7 ll.a3 ixc3 12.ixc3 VNc7 13.id3 (13.f3!?) 13 ... ixd3 14. VNxd3 laad8=; Splinter­Rosenfeld, Chicago 1994. 10 ... 0-0

Para lO ... tLlxeS (Solozhenkin-Bagirov, )yvaskyla 1994), ver 7. VNez (línea Al). 11.ib3

ll.a3 ixc3 12.ixc3 VNc7 13.tt:\xd7 VNxd7 14.gfdl tt:\ds 1S.ieH/=. Grischuk-Rozanov, Moscú 1995. Las blancas tienen los dos alfiles pero la posición negra es dura de roer. l l ... �ad8 12.a3 hc3 13.hc3 Wfc7

Seguimos ahora la partida Gurevich-Mo­rozevich, Londres 1994. La siguiente secuen­cia de movimientos no es, por supuesto, obli­gada pero de todas maneras el juego parece equilibrado. 14.�fd1 h6 lS.�el aS 16.a4 b6 17.f3 ltJxeS 18.dxes ltJds 19.�g3 1'il:d7 20.�d2 �fd8 21.�adl=;

Capítulo 11: 5. tiJf3 i{s 6. ic4 e6: desviaciones 193

El poderoso ttJds vale un alfil. Explotar la debilitada casilla d6 implica jugar c4, lo que concedería algunas casillas en el campo blanco.

C2) 8.tLlh4 (D)

cza) 8 ... i.g4!? 9.f3 .ihs Las negras también pueden elegir 9 ... Whs:

10.g3 ih3 11. We2 (mejor que ll.l0e21? id6). Las blancas están listas para enrocar largo y reubicar su caballo fuera de juego vía g2. Uno puede preguntarse qué hace aquf el dueto de dama negra y el alfil de casillas blancas. 10.Wlez tiJbd7 n.g4 i.g6 12.0-o-o

Las blancas se abstendrán de forzar las co­sas, ya que 12.d5?! cxds 13.ltJxds Wcs no es claro. 12 ... i.b4 13.�b1 tiJb6

O 13 ... 0-0-0 14.a3 hc3 15.ixc3 y el alfil de casillas negras pronto cambiará su itinera­rio hacia g3. Las blancas tienen mejores pers­pectivas. 14.i.xe6!

En otro caso las negras están bien. 14 ... fxe6 15.'!Wxe6+ �fs 16.a3 i.e7 17.tLlxg6+ hxg6 18J�he1

18.g5?! ttJfds tiene menos sentido. 18 .. Jge8 19.g5

Ahora las blancas recuperan la pieza in­vertida con cierta ventaja tras 19 ... ixa3 zo.Wb3, mientras que 19 ... ltJfds?? 2oJ;es y simplemente las negras están perdidas ya que no pueden evitar Wxg6, seguido de gfs+.

czb) s ... i.g6 Esto es, probablemente, más razonable

que la provocativa 8 .. J¡g4!? 9.tLlxg6 hxg6 (D)

czb1) 10.h3 tLlbd7 n.Wez i.b4 1Z.a3 o-o-o?!

Después de lo más preciso 12 ... ttJds, o 12 ... ltJb6, la partida continúa igualada. 13.0-0 hc3 14.hc3 Whs 1s.Wxhs tLlxhs t6.:Sfdt tLlb6 17 . .ifl liJf4 t8.b3 gs 19.ibz liJbds zo.c4 tLle7 zt.ds f6 22.dxe6 :Sxdl 23J�xdl B:d8 24J�xd8+ �xd8 25.g3 tt::lxe6;

Con una ventaja duradera y libre de ries­go en el final. Petrosian-Bauer, París (rápida) 2009.

czbz) to.liJds?! Wlds 1t.tLlxf6+ gxf6 (D)

Las negras han mejorado gratuitamente su estructura de peones. Cuentan con un plan

194 juegue la Escandinava

muy simple, .. .fs y ... lDd7-f6; incluso podrían mostrar cierta ambición si consiguen cambiar los alfiles de casillas negras. 12.c3 tiJd7 13.W/f3

13.tve2 (Prié-Motwani, Clichy 1991) vemos al gran maestro francés en el lado blanco de una Escandinava ¡para variar! Bueno, de hecho no por mucho tiempo ... 13 ... Wfc7 14.g3 0-0-0 15.0-0-0 ih6 16.f4 f5 17.tvg2 lDf6 18.ie2 y la partida acabó en tablas. 13 .. .f5 14.0-0-0 ft:)f6 lS.�bl W/c7 16.h3 o-o-o 17.igs ie7 18.g4 ttJds 19.icl gh4 zo.ib3 gdhs 21.c4 tiJf6 zz.if4?!

Las blancas están sobrevalorando su posición. Deberían haberse inclinado por la liquidación, 22.d5=. 22 ... W/as 23.ds fxg4 24.W/e2

Especulando con la debilidad de la diagonal h2-b8 al avecinarse problemas con el tiempo. En caso de 24.hxg4 �xh1 2S.�xh1 �xhl + 26. tvxhl cxd5 las negras sólo tendrían un peón de ventaja. Z4 ... gxh3 zs.ihz gds Z6.icz?!

Las blancas tenían más posibilidades de engañar mediante 26. Wff3 o con 26. tv es lDd7 27.tvg7. 26 ... cxds 27 .cxds ft:)xds 28.hg6 ltJb4

Otra manera de mantener la ventaja consistía en 28 ... lDc3+, donde la siguiente secuencia de movimientos es virtualmente forzada: 29.bxc3 gxd1 + 30.�xdl (30. tvxd1? fxg6) 30 ... tvxc3 31. tvc2 gb4+ 32. Wc1 igS+ 33.f4 ixf4+ 34 . .ixf4 tvxc2+ 3S.ixc2 �xf4 (O)

Las negras están decididamente mejor, pero pueden no ganar. 29Jkl + etJc6 30.W/f3 id6

30 ... fxg6l? 31.�xc6+ Wd7 32.�c7+ We8. 31.ie4 ixhz 32.gxhz W/es 33.ixc6 bxc6 34.�xc6+ �b8 35.a3 �e4+?

La última ocasión de luchar era 3S ... tvd6l 36. �bS+ Wa8. El peón h negro es una gran trampa pero su expuesto rey da al rival opor­tunidades decentes de escapar. 36.1Nxe4 gxe4 37 ,gxh3 gf4 38.gb3+ �as 39.f3 gbs �-�;

Hamdouchi-Prié, Montpellier 2006.

C2b3) 1o.VNf3 W/fs n.W/ez (D)

ll ... W/g4 En Kudrin-Waitzkin, Modesto 199S, las ne­

gras se aventuraron con 11... tvxc2!?, que pa­rece bastante jugable. 12.id3 (12.ds?l lDxds no resulta convincente, pero 12.�c1 puede resultar una mejora) 12 ... tvxb2 13.gb1 Wfa3 14.d5 lDxds (Natural y buena, aunque 14 ... cxds 15.lLlb5 Wie7 16.�f4 Wd8, de aspecto amedrentador, no es tan claro) lS.lDxds cxds 16.gxb7 !i.e7 17.ibs+ Wf8 18.0-0 l2Jc6 19.�c1 lDd8 20.�d7 gh4 (20 ... a6l era más fuerte, pero en la partida también las negras consiguieron consolidar su ventaja de material) 21.!i.d3 if6 22.g3 gd4 23.�c3 tvxa2 24.�cc7 Wg8 2S.Wg2 as 26.Wfe3 a4? (Las negras comienzan a per­der el rumbo. 26 ... es!, intentando 27 ... lDe6, era mucho mejor. La partida acabó finalmen-

Capítulo 11: 5.li:Jf3 i{5 6.ic4 e6: desviaciones 195

te en tablas) 27.�c3 �xd3 28.�xd3 .ixc3 29.\Wxc3 ¡g¡b3 30.�c5 �d3 31.�c8 �e4+ 32.f3 �e2+ 33. 't!.>h3 �xc8 34. �xc8 �h7 35. �xd8 �f1+ 36.'t!.>g4 �c4+ 37.'t!.>h3 �f1+ 38.'t!.>h4 \Wxf3 39.g4 �f2+ 40. �h3 ¡g¡f3+ 41 . 't!.>h4 �f2+ 42. Wh3 �f3+ �H�.

12.f3 1Nh4+ 13.1Nfz 13.g3? �xg3+ 14.hxg3 �xh1 + 15. 'i!.>f2 �h2+.

13 ... id6 Amenazando 14 ... !g3.

14.ttJeZ 1NxfZ+ 1S. @xfz tiJbd7 16.if4 ixf4 17.ttJxf4 gs (D)

Las negras han igualado con cierta facili­dad y no sucedió nada especial antes del re­parto del punto. 18.ttJd3 g4 19.fxg4 �xg4+ zo.@f3 �gf6 Zl.h4 as 22.a4 @e7 23.g4 g6 24J:�ae1 �ds zs.ib3 �ags 26.gs @d6 27.c3 �h7 zs.@g4 ttJe7 29.�f2 �fs 30.icz �ghs 3Lixfs exfS+ tablas;

Polgar-Hansen, Biel (izt) 1993.

C2b4) 10.1Ne2 Esto no modifica fundamentalmente la

evaluación de la posición. 10 ... .tb4 11.0-0-0

o ll.g3 ttJbd7 12.0-0-0 ttJb6 13 . .ib3 0-0-0 14.a3 ixc3 15.�xc3 �f5=; Enders-Votava, Schoeneck 1996. 11...�bd7 12.@b1 �b6 (D)

12 ... 0-0-0 puede ser un poco menos preci­so, pero de todas formas las negras mantienen una formación sólida como una roca.

A partir de esta posición veremos dos ejemplos:

a) 13.a3 hc3 14.hc3 V!fc7 1S.h3 �b6 16.ib3 V!!f4 17 J!d3 V!!e4 18.�e1 1Nxe2 19.�xe2 �h4

Molestando el plan .ie1 seguido c4. 20.g3 ge4

20 ... �xh3?! 2l.�xe6 i!hl+ 22.�e1; aun­que no haya pasado nada dramático desde el punto de vista negro, el alcance del �b3 se ha abierto y así las blancas han mejorado su po­sición. 21.gxe4 .!Dxe4 22.ie1 ghs 23.f3 �d6 24.h4 tiJbc4 2S.g4 bs

Comenzando a instalar de forma durade­ra los caballos. Sin ruptura de peón posible, la ventaja de los dos alfiles se quedará en algo simbólico. 26.ig3 @d7 27 .c3 �b6 28.�dl �dc4 29.@cl as 30.�el a4 31.icz �ds 3Z.id3 gh6 33J3hl �hs 34.ghz gh6 3S.gez �hs 36.ghz �-Yz;

Luther-González, Barcelona 2007.

b) 13.ib3 0-0-0 14.a3 hc3 1S.hc3 1Nfs 16.f3 li:Jfds 17 .idz �f4 1s.V!!fz gs

Como en el ejemplo anterior, los caballos en realidad no son más débiles que los alfiles.

Las negras continuaron cómodamente en Luther-Speelman, Hastings 1996. 19.ic1 gd7 20.h4 l3xh4 21.l3xh4 gxh4 zz.V!!xh4 éüez 23.V!ih8+ @c7 24.1Nh4 Wc8 zs.V!!hS+ @c7 26.V!fh4 @es 27.1Nh8+ �-�

196 juegue la Escandinava

C3) 8.h3 (D) Junto con 8.a3 (línea C4) este movimiento

debería considerarse útil, pero no crítico. Las blancas excluyen respectivamente ig4 y ib4 y pueden comenzar a pensar en los avances g4 y b4, aunque más tarde tienen sus pros y sus contras, mientras que el avance natural de las negras no está obstaculizado. Aquí tenemos un ejemplo de un cambio de acontecimientos desde el punto de vista de las negras:

zo.fxg3 E:xh3 ZLifz ltlhs (2L.i!h2!) zz.@gz ltlf4+ 23.gxf4?!

. 23. Wf1 era más tenaz, incluso después de 23 ... �h1+ 24.ltlg1 ltJhs o 24.ig1 l2Jxe2 25. Wxe2 ixg3 las negras imponen su ley. 23 .. J;xf3 24. <;!ná3 gxf4 2s.l�h1 �gs 26J�hs gs 27.E:g1 VNas zs.E:g4 fs (D) o-1

Salov-Mueller, Bremen 1999. ¡Un final pintoresco!

8 ... ltlbd7 9.0-0 VNc7 10.ltlh4 ig6 11.ltlxg6 C4) 8.a3 (D) hxg6 12.VNf3 0-0-0 13.ib3 gh4 14.ltlez id6 15.c3?

Este descuidado movimiento permite la si­guiente salida del caballo. Si las blancas hubie­sen elegido la más prudente 15J��ad1, cubrien­do el �d2, su rival no habría podido activar su caballería debido a 16. �xf7. 15 ... ltle4! 16.ie3 ltldf6 17 J�fd1

17.�c2 realmente no supuso una mejora. Las negras cuentan con 17 ... �h2+ 18.@h1 gs y 17 ... g5. En este segundo caso, la tentado­ra 18.g3 continúa siendo bueno para negras: 18 .. .:i'!xh3 19.�xe4 g4 20.�g2 .\!dh8, ame­nazando 21..J�h2 22. '1Wxh2 �xh2 23. @xh2 lbxe4, mientras que 21.i.c2? '?Nas!, seguido de 22 ... '!Whs, es desesperado para las blancas. 17 ... gs 18.icz E:dhs!

Las blancas están impotentes contra ... g5-g4, incluso 19.�xe4 no cambia nada. 19.g3 ltlxg3

19 ... �xh3 quizás era incluso más fuerte: 20.ixe4 g4 21.'1Wg2 .\!h2.

8 ... VNc7 Retirar la dama no es forzado: 8 ... l2Jbd7.

9.h3 h6 Otro cauto movimiento, o ¿es que las ne­

gras se vuelven ambiciosas no permitiendo el inevitable cambio de su alfil después de 10.l2Jh4? 10.We2 ltlbd7 11.g4 ig6 12.0-0-0 0-0-0 13.ltles ltlxes 14.dxe5 ltld7?!

Capítulo 11: 5. lüf3 �f5 6 . .ic4 e6: desviaciones 197

Esta retirada ofrece ventaja a las blancas. En su lugar, 14...lDds! (D)

presentaría similitudes con las líneas que trataremos en el próximo capítulo. La diferen­cia está en que las negras no necesitan cam­biar su alfil de casillas negras. 1s.f4 hs 16J�hfl hxg4 17.hxg4

Las negras deben contar con f4-fS en cual­quier momento, y su presión sobre es no basta para evitarlo. 17 ... �e7?!

17 ... lüb6 18 . .\\b3 .tes mantendría la venta­ja blanca en proporciones aceptables. 18.\Wgz?!

18.f5! ya era bastante fuerte: 18 ... exf5 19.if4 lOes 20.e6 �hd1 + 21.lüxd1 id6 22.ixd6 'ªxd6 23.exf7±. 18 .. J3h4 19 . .iel gh7 20.�g3 V9a5?! 21.f5 exfs zz.gxfs .ihs 23.e6 fxe6 24.fxe6 t!Jf6 25J!xd8+ Wxd8 (D)

26.Vfz?

Pasando por alto la espléndida 26.'ªxc6+!! bxc6 27.ia6#. 26 ... id6 27 .ixd6 Wxd6 28.Wxa7+-;

Lamoureux-Ledger, Oakham 1993 y al final las blancas ganaron.

es) s.ds?! (D) Básicamente dudosa, ya que apenas ayuda

contra el desarrollo negro. En todo caso, la po­sición queda equilibrada.

8 ... Y;Vcs 9.dxc6 t!Jxc6 10.We2 La opción más segura aquí es:

10 ... ie7 A la espera de ver de qué lado enrocarán

las blancas es la opción más segura. Las más audaces, 10 ... 0-0-0 y 10 ... i.xc2, podrían igual­mente ser jugables.

C6) s.t!Jes (D)

8 ... t!Jbd7 9.We2 (D)

198 juegue la Escandinava

Atrayendo al menos el alfil enemigo a b4. La insípida 9.lt:lxd7 (Mainka-Wahls, Mú­

nich 1993) fue pronto igualdad: 9 ... lt:lxd7 10.'!We2 o-o-o n.lt:lds '!Wa4 12.lt:le3 ig6 13.c3 Was 14.a4 id6 1S.id3 Wic7 16.h3 es 17.ixg6 hxg6 18.d5 tt::Jcs (18 .. .fs!?) 19.b4 tt::lb3 zo.�bl lt:lxd2 21. '!Wxd2 e4 22.bs cxbs (22 ... cxds! 23.b6 axb6 24.lt:lxds Wc6) 23.1:!xbs a6 24.1:!b3 if4?! (24 ... 1:!hs zs.o-o �h2+ 26.'it>h1 �f4=, con idea de 27.c4?? Wd7 28.'it>g1 �xh3) 2s.o-o Wcs 26.c4 �d7 27.�fbl �es 28.\Wbz ies 29.\Wcz �d4 30.d6? Por supuesto las blancas no vie­ron la respuesta de su rival. Ciertamente, en la partida no deberían haber podido poner su caballo en ds, ni avanzar cs. 30 .. Jl:eS! 31.\Wez (31.lt:lds?? �xds) 3l...ixe3 32.fxe3 Wxd6 (32 ... �e6! representaba una manera más lim­pia de ingerir el pe6n condenado) 33. Wlb2 Wbs? (33 ... Wc7 34.Wa3 Wds Era más opor­tuno, evitando la penetraci6n Wf8+ y cance­lando 35.c5 a causa de ... :gdl+) 34.Wa3 :gee7 3S.cs '!Wes 36.c6 bxc6 37.�b6 es 38.\Wb3 �d3? (38 ... 1:!d6 según las máquinas aún era suficien­te para empatar) 39.�c6+ �c7 40.Wb8+ 'it>d7 41.�xc7+ Wxc7 42.�b7 1-0.

9 ... ib4 lü.Cbxd7 10.0-0-0 tt::lxes n.dxes tt::Jds= l Z.ixds (En

caso de 12.lt:lxd5, varios senderos conducen a la igualdad, siendo uno de ellos 12...�xd2+ 13.'!Wxd2 Wxd2+ 14.�xd2 cxds ls.id3 Y.-Y.;

Grosar�Kindermann, Ptuj 199S) 12 ... exds 13.a3? (Un error. Era más apropiado 13.g4

programando fs, ofrece a las blancas una com­pensaci6n adecuada. Por otro lado, después de l6.fs?! d4! 17.ixd4 0-0-0 es ligeramente mejor para las negras) 13 ... ixa3 14.Wf3 �e6 15.lt:la2 ib4 16.ixb4 '!Wxaz 17.'!We3 o-o-o 18.id6 b6 19.'¡tldz Wxbz 20J�b1 d4 2Uhb2 dxe3+ 22. 'it>xe3+; Polgar-Hansen, Groningen 1993. 10 ... lbxd7 (D)

C6a) n.o-o-o o-o? El ataque blanco llegará claramente an­

tes en la configuraci6n surgida con enroques opuestos.

Era preferible 11...lt:lb6 12.ib3 lt:ldS=, o 12 ... 0-0-0 13.a3 ixc3 14.ixc3 \Mlbs, donde en caso de 15. '!Wxbs cxbs su excelente control so­

bre las casillas blancas debería garantizar a las negras una igualdad aproximada. 12.g4 ig6 13.h4 hs 14.a3 (D)

ie6 14.f4 ixc3 1S.ixc3 '!Wxa2 y ahora 16.b3, 14 ... ixc3?!

Cap(tulo 11: 5.li::Jf3 �f5 6 . .ic4 e6: desviaciones 199

Había que probar 14 ... ixa3!, jncluso aun­que las blancas mantengan una cierta ventaja. 15.bxa3 (Parece que las negras pueden defen­derse después de 15.lDbl ib4 16.ixb4 Wxb4 17.gxhs ixhs 18.�xh5 �xc4 19.!lhgl fs) 15 ... Wxa3+ 16. Wb1 V:Yb4+ (16 ... llJb6!?) 17. Wa1 ixc2 18.!lc1 (D)

El rey blanco, rodeado de los suyos, no corre auténtico peligro. La captura gxh5 está prevista y la pieza extra parece superar a los tres peones. 15.hc3 §'a4 16.gxh5

16.ib4! era incluso más fuerte, pero de todas formas las negras está en malas condi­ciones. 16 ... hcz 17.Eidg1 Ms 18.h6 g6 19.hs 'i!?h7 zo . .id3 Eiae8 21.hxg6+ fxg6 (D)

22.fucg6! ¡Decisivo!

22 ... hg6 23.hg6+ �xg6 24.§'g4+ �f6 25.d5+ 1-0;

jansa-Konopka, Olomouc 1995.

C6b) 11.0-0 (D) Este capítulo es rico en transposiciones y

en posiciones presentando a menudo matices insignificantes entre ellas.

Aquí tenemos un ejemplo, ya que esta po­sición es parecida a la de Gdanski-Gechkov, Amberes 1992 y Grischuk-Rozanov, Moscú 1995, y ambas pertenecen a la sección 8.0-0 (línea Cl).

11...0-0 1Z.a3 .ixc3 13 . .ixc3 §'c7 14.g4 .ig6 15.f4 li::Jf6 16.Eiael Eiad8 (16 ... !lfe8!?) 17.§'g2

La inmediata 17.f5 merecía así mismo con­sideración: 17 ... exf5 18.gxf5 ihs 19.�e5, con una pequeña ventaja para blancas. 17 ... gfe8 1s.c;!th1

Si 18.!le5, las negras tenían 18...�b6!, con­templando el sacrificio de calidad ... !lxd4. 1s ... li::Jds?!

Las negras deberían detener el avance f4-f5 mediante 18 ... �d7!, invitando a su rival a buscar otro plan. 19.fs exfs zo.gxfs gxel Zl..ixel tbe3??

Esta torpeza acorta la partida. En su lugar, 2L..ih5 22.ig3 era bueno

para las blancas, pero lejos del final 22.�gs!? llJf6 23.i.g3 �e7 24.ies !lxd4!! zs.ixd4 �e4+ 26.�g2 �xd4oo. 22.fxg6 1-0;

Gallagher-jakob, Zurich 1989.

200 Juegue la Escandinava

C6c) ll.a3 (D)

l l ... lbf6 12.0-0 hc3 13.hc3 Wlc7 14.f3 o-o 15 . .iel lbds 16.ig3 Wld7 17 . .ib3 bs!

Pegando el caballo al centro. 18.a4 a5 19.Wld2 lLlb6 20.Wlc3 bxa4 21..ixa4 lbxa4 22.Eixa4 c5!

Así las negras obtienen contrajuego y se las arreglan para conservar dinámicamente su peón a aislado. La ventaja de las blancas no será más que ligera en el resto de la partida.

23.E!fal cxd4 24.llxd4 Wlb7 25 . .ic7 E! fes 26.Eic4 h6 27 .E!aa4 W!ds 28Jk5 Wldl + 29. �f2 ga7 30.gaxa5 llxa5 31.gxa5 ixc2 32.b4 id3 33.h3 ifl 34.gaz .ibs 35.�g3 W!ds 36.E!a7 gas 37,gxa8+ V;i'xas 38 . .ies W!fs 39.Wd4 f6 40.id6 Wles �-�;

Stefansson-Vovsha, Cappelle la Grande 2000.

Conclusión

Este capítulo nos enseña diversos elemen­tos dignos de interés:

a) El apresurado salto del caballo a es no es de temer. En general será neutralizado por el movimiento natural de desarrollo ... lLlbd7.

b) Las negras tampoco tendrán miedo del cambio lLlh4x.ig6. Ciertamente, es habitual que obtengan perspectivas de ataque en la columna h, o sencillamente una sólida posi­ción. En ambos casos, después de la recaptura ... hxg6, las opciones están equilibradas.

e) Una característica importante del próximo capítulo ya interviene aquí. Una vez que el �f8 ha salido a b4, las blancas pueden conseguir la pareja de alfiles en cualquier mo­mento con a3 (�xc3 �xc3). Este triunfo será compensado por un dominio rival de las casi­llas blancas. Las blancas sufrirán dificultades para alcanzar el avance c4, lo que evitará que se rompa el equilibrio.

12. La variante principal con 8.Wfe2 cib4

En este capítulo estudiaremos la posición que se produce tras l.e4 ds 2.exd5 VNxds 3.ltk3 Wia5 4.d4 lbf6 5.lbf3 ifs 6.ic4 e6 7.id2 c6 8.�e2 ib4.

Como en el caso de los capítulos 6 y 7, este guarda gran relación con el anterior. Trataremos un tema importante en la Defensa Escandinava, a saber, cómo se defenderán las negras una vez cedan su pareja de alfiles, tras a3.

9.a3 es, de hecho, la elección blanca más frecuente. Si planean hacer el enroque corto, no hay una diferencia significativa, ya que realmente las blancas no pueden jugar sin e[ avance de su peón. Pero si tienen en cuenta el enroque largo, en comparación con el inmediato 9.0-0-0, como veremos eliminan la opción 9 ... lbds?

En la posición del diagrama, o después de 9.a3, las blancas deben decidirse por el enroque corto o el largo, siendo este último el más popular. Las blancas también pueden jugar 9. tües, que traspone tras 9 ... lbbd7 10.lbxd7 lt:lxd7 al capítulo anterior (línea C6).

Aquí encontraremos numerosas partidas jugadas en la Bundesliga en los años 90. La razón es probablemente el impulso realizado por el gran maestro Matthias Wahls, quien en su momento tuvo bastante éxito con esta defensa. El plan de estudio del capítulo será el siguiente:

A) 9.0-0 B) 9.a3 C) 9.0-0-0: las negras evitan 9 ... lbbd7 D) 9.0-0-0 tübd7: líneas secundarias E) 9.0-0-0 lübd7 10.a3: introducción F) La variante principal: 9.0-0-0 tübd7 10.a3 ixc3 n.hc3 �c7 12.tües

202 juegue la Escandinava

A) 9.0-0 (D)

Este modesto enfoque es menos crítico que las variantes basadas en el enroque largo. 9 ... 0-0 10.a3 i.xc3 ll.i.xc3 V!Ic7 (D)

Las blancas cuentan obviamente con una amplia variedad de movimientos razonables aquí, como 12.g¡ad1, la útil 12.h3, o 12.ft:les (que traspone, tras 12 ... ft:lbd7 al capítulo 11, línea Clb2). Veamos otras dos opciones:

Al) 12.idz ttlbd7 (12...�xc2? 13 . .ib4) 13.igs h6 14.ih4 Y!!f4 151;acl

No es muy impresionante, pero 1S.i.g3 W/e4 es igualdad. 15 ... ig4 16.Y!!e3 tbds 17.Y!Ixf4 ttlxf4 18.ig3 lbb6 Yz-Yz;

Rytshagov-Westerinen, Vantaa 1994. Las blancas no pueden mantener la pare­

ja de alfiles por la horquilla en e2. Después de 19.ixf4 ft:lxc4 20.tDes ft:lxes 21..ixes la posi­ción es de tablas muertas.

A2) 12.ib3 tbbd7 13J�adl ig4?! Una decisión poco inspirada. ·En su lugar, 13 ... c5?! habría abierto ilógica­

mente el juego con una ligera ventaja blanca tras: 14.dxc5 ft:lxcS 1S.i.es;!;. Las negras, sin embargo, tienen movimientos apropiados de espera, como por ejemplo 13 ... a5, 13 ... g¡ad8 o 13 .. J�fe8. 14.h3 .ihs (D)

15.g4 ig6 16.ttles ttlxes 17. Wxes 17 .dxes ft:lds 18.f4 era una alternativa in­

teresante. 17 ... Wxe5?!

El final resultante será unilateral. Las ne­gras deberían haber intentado 17 ... �d7. 18.dxe5 tbe4?

18 ... ft:lds 19.id2 era ventajoso para blan­cas, pero mucho más tenaz. 19 . .id4 tbgs? zo.f4 ttle4

Si las negras hubieran hecho la simple 20 ... ft:lxh3+ ?, 21. �g2 capturando el caballo. 21.ie3 gfds zz.gxd8+ gxd.s 23.f5 exfs 24.gxf5 ihs 25.e6 b6 26.gf4 tbf6 27.ga4 tbds 28.gxa7!+- fxe6

Si 28 ... ft:lxe3 29.g¡d7, planeando 30.e7 y 31.l::1d8, es decisivo. 29.fxe6 ge8 30.id4 :gxe6 3 1.gxg7+ <.!?fs Jz.gxh7 gg6+ 33.<.!?fz ggs 34.gb7 ttlf4 3S . .txb6 tbxh3+ 36.<.!?e3 :gg3+ 37.<.!?d4 :gg4+ 38.<.!?cs ggs+ 39.<.!?b4 E:bS+ 40.'�a4 .tes 41.i.c4 ghs 42. <.!?b4 tbf2 1-0;

Nunn-Madsen, Vejle 1994.

Cap{tulo 12: La variante principal con 8. W! e2 ib4. 203

B) 9.a3 (D)

Como se mencionó en la introducción, este orden de jugadas tiene poca influencia si las blancas realizan el enroque corto, pero cuan­do se continúa con el enroque largo se redu­cen las opciones negras.

Aqui veremos que las negras tienen interés en continuar con 9 ... �bd7, que transpone a las siguientes secciones, porque las desviaciones son poco eficaces: B1) 9 ... �ds? y BZ) 9 .. .i.g4?!

Bl) 9 ... ft)ds? Este salto de caballo al centro, que gene­

ralmente constituye una alternativa válida, es aquí erróneo. lO . .bds cxds

Si 10 ... ixc3 la intermedia 11.ixc6+! gana un peón. ll.Vflbs+ Y:Yxbs tz.ft)xbs ixd2+ 13.@xdz tba6 14.tbd6+ @e7 ts.ft)xfS+ exfs+ (D)

Las negras intentarán sostener este infe­rior final, pero pocos jugadores querrían en­trar en él a propósito.

BZ) 9 ... �g4?! Artificial.

10.V9e3! 10.h3 ixc3 u.ixc3 '&hs 12.0-0-0 ixf3

(Psakhis-Kurajica, Sarajevo 1981) justificó el juego negro y demostró ser poco claro tras: 13.gxf3 �bd7 14J!dg1 o-o-o 1s.idz �b6 16.ib3 ghgs. to ... M3

Sino �es puede ser desagradable. tl.§'xf3 tbds

ll...�bd7 12.0-0-0 ofrece a las blancas una versión favorable de Luther-Speelman, Hastings 1996, tratada en el capítulo 11 (Hnea C2b4). 12.0-0 Axc3 13.bxc3 (D)

204 juegue la Escandinava

Las blancas retienen una clara ventaja. La

presencia de los peones doblados no es una molestia en absoluto porque las negras no pueden anclar su caballo centralizado. Cier­tamente, las blancas retirarán su alfil de c4, protegerán a su hermano, jugarán c4, y sim­plemente repetirán este mismo plan en caso de ... bs.

C) 9.0-0-0: las negras evitan 9 ... ltlbd7

Ahora veremos las siguientes opciones: Cl) 9 ... b5?1, C2) 9 ... 0-0? y C3) 9 .. )bds.

Cl) 9 ... bs?! Este movimiento pseudo-agresivo parece

prematuro. 10.ib3 ltlbd7 (D)

Tras estas jugadas naturales las blancas disponen de varias continuaciones promete­doras. Mi elección sería la directa 11. tLlh4.

Veamos sus alternativas:

Cla) u.ds!? cxds 12.ltlxds 12.tLlh4 transpone fácilmente a n.lüh4.

12 ... i.xd2+ 13Jltxd2 ltle4 Quizás 13 ... 0-0 14.lüe7+ @h8 1S.tl:lxfs exfs,

intentando ... lOeS y luego ... lüfe4. 14J�ddl exds

La mejora del autor de "The Scandinavian" sobre la partida Rowson-Shaw, Escocia 1995, que continuó 14 ... tLldcs 1S.lüd4 exds 16.ixds 0-0-0 17.tLlxfs; las blancas obtuvieron una clara ventaja. 15Jltxds!

Emrns solo considera 15.�xds o-o 16. tLld4 lüdf6 17.lüxfs gae8, lo que no está claro, mientras que la errónea 17.i.xa8?? gxa8 18.lüxfs \M/xa2 sería fatal para el blanco. 15 ... i.g6 16Jltxbs V!ic7 17 .tLldz

Las blancas recuperan la pieza gracias a la clavada, y tras 17 ... 0-0 18.lüxe4 gfe8 19.f3 acaban mejor.

Clb) ll.'tt>bl!? 0-0 12.ltlh4 i.g6 (12 ... gfe8!?) 13.ltlxg6 hxg6 (D)

14.h4! ¡El inicio de un ataque implacable que el

siguiente movimiento negro descuida! 14 ... Vfib6?! lS.hS gxhs 16.g4 hxg4

En aquella época Eric era conocido por capturar todos los peones que tenía a mano. Hay que decir que los buenos consejos ya ha­bían salido caros. 17.f3 g3 18.Wig2 �Hes 19.V!ixg3 ltlfs 20.�gs iJ.e7 21.ltle4 ltlxe4 22.Wih3 fs

Capítulo 12: La variante principal con 8. Wie2 i.b4. 205

23.ixe7 llld2+ 24J�xd2 ihe7 25.Wxf5 gf7 26.ixe6 1-0;

Apicella-Prié, Chambéry 1994.

Clc) 11.ctJh4! (D)

1L .• ig6 12.'Llxg6 hxg6 13.a3 ixc3 14.ixc3 Wb6 15.d5 cxds 16.i.xds gcs

Si 16...tLlxds 17J�xd5, atacando simultá­neamente bs y g7. 17.id4 Wc7 18 . .ib3 a6 19.�b1 0-0

19 .. J!xh2?? acortaría las discusiones. 20.¡;gxh2 Wxh2 21.ixe6! 20.h4 eS

20 ... lllc5 parece más apropiada, ya que los acontecimientos se precipitarán a partir de ahora. Las blancas podrían elegir entre la posicional 21..ia2 :gfd8 22 . .tes Wc6 23.f3+=, y la salvaje 22.h5 lllxhs 23.g4 lllf4 24. '%V e3 gs 25.f3, preparando :gd2-h2. 21..ic3 gfe8 22.h5 'Llxhs

22 ... gxh5 23.:gxh5 no hay una enorme di­ferencia. 23.gxhs gxhs 24.Wxhs+ 'Llcs 25.ias �b7 26J�h1 �fs 27.'\Whs+ �e7 28.�xg7 'Lle6 29 .ib4+ 1-0;

Fercec-Mukic, Kastav 2002.

C2) 9 ... 0-0? Esta jugada constituye un serio error.

10.tües! (D) Las blancas pueden sacar una cierta ven­

taja tras la inferior 10.a3, pero probablemen­te nada más. Por ejemplo: 10 ... ixc3 ll.ixc3

Vfic7 12.4Jes lllbd7 13.g4 tt:\xes 14.dxes tt:\xg4 1s.:ghg1 tLlh6 16.idz �hs 17.�xh6 gxh6; Steingrimsson-Prié, Reikiavik 1993, con una posiciónjugable para las negras.

10 ... lllbd7 Si 10 ... tLld5 Emms mostró el camino a pro­

ceder: ll.g4! ixc3 12.ixc3 lllxc3 13.bxc3 .ig6 14.h4 'fixc3 1S.@b1±. 11.CLlxd7 'Llxd7 12.g4 �g6 13.h4-+

Hemos traspuesto a Jansa-Konopka, Olo­mouc 1995, del capítulo 11 (línea C6a).

C3) 9 ... llld5 (D)

Una opción perfectamente viable, como ya indicó Emms en "The Scandinavian". lO.'Llxds �xd2+ n.'Llxd2

Más emprendedor que 11. "fixdz 'fixd2+ 12.:gxd2 cxds 13.ib3 @e7=; Schleicher­Michaelsen, Hamburgo 1993. n ... cxds 12.'Llb3 Wds

206 juegue la Escandinava

12 ... 1!Nxa2 13.�xds lüc6 14.g4 �g6 15.�xc6+ bxc6 16.f4 0-0 17.h4 h6 18.h5 �h7 19.g5; Ljubojevic-Kurajica, Bugojno 1980, dio a

las blancas un peligroso ataque. 13.ib5+ �f8!

La poco atractiva 13 ... �€7?! 14.g4 !g6 15.f4; Morawietz-Wacker, Alemania 1995, concedió a las blancas una clara iniciativa. 14.�bl

Si 14.g4? 1!Ng5+ aparece el matiz entre los dos movimientos del rey. 14 ... hs IS.h3 h4 16.g4 hxg3 17.fxg3 éüd7 18 . .id3 ixd3 19Jhd3 gh6 20.h4 �g8 (D)

Polgar-Magem Badals, Pamplona 1999. Al final las negras acabaron perdiendo,

pero la posición del diagrama estaba práctica­mente igualada.

D) 9.0-0-0 éübd7: líneas secundarias

lO.lües lüxes 11.dxes lüds transpone a la línea C6 del capítulo 11.

Aquí veremos: D1) 10.lL1h4 y DZ) 10.@b1!?

Dl) 10.éüh4 (D)

Dla) 10 ... .tg6 ll.�bl n.lüxg6 hxg6 12.Wb1 o-o-o 13.a3 !xc3

14.�xc3 1!Nc7; Vasilevich-Repkova, Sibenik 2006, se parece a Dolmatov�Wahls, vista bajo 10. @bl 0-0-0, línea DZ. 11 . . • 0-0-0 12.a3 1xc3 13.1xc3 Vfic7 (D)

Seremos ahora testigos de lo que puede pasar si las blancas retrasan demasiado el cambio ltJxg6, a través de Zatonskih-Stefano­va, Sovata 1998. 14.f3 éüds lS.iel ltJf4 16.V!ie3 tt:lb6 17.1az tt:Jbds 18.Vfidz

Los caballos negros están bailando al tiem­po que mejoran su situación. Las negras, sin embargo, no deberían dormirse en los laure-

Capítulo 12: La variante principal con 8. Wie2 i.b4. 207

les sino el par de alfiles enemigos podría ulti­mar su supremacía. 18 ... él:lf6 19.ig3 ttl6hs 20 . .if2 es (2o ... lLlf6) 21.�hel �he8 22.g4?!

22.g3! lüh3 23 . .ie3 era mejor para blan­cas. 22 ... ttlf6 23.Wicl

Por el momento las blancas no estaban equivocadas en diferir la inevitable lüxg6, pero aquí pierden la oportunidad de obte­ner una pequeña ventaja mediante 23.lüxg6! fxg6!? 24.gS tt:l6hS 2S.E!e4. 23 ... exd4 24.ig3? (24.l2Jxg6!=) 24 ... d3! 25.ttlxg6

Lo menos malo, ya que [as siguientes lí­neas lo demuestran: 2S.cxd3? lüxd3 26.ixc7 ltlxc1+ 27.lt'lxg6 l3xd1 28Jhd1 lt'lxaz+; zs . .ixf4?? dxcz+-+, 25 ... l3xel 26.hel (26.E!xe1?? d2-+) 26 ... dxc2+ 27 .Wixc2 fxg6+

Dlb) 10 ... i.g4! (D)

ll.f3 ixc3 12.bxc3 12 . .ixc3? %'gs++.

12 ... ihs 13.g4 13.�b3!? (Smagin-Levin, Nóvgorod 1995)

llevó a una posición poco clara: 13 ... 0-0-0 14. i>b2 %'c7 1S.g4 ig6 16.l2Jgzoo. Las negras podrían desviarse con 13 ... gs!?, donde tras 14.g4 gxh4 15.gxh5 Wxhs 16J�hgl h6 parecen estar muy bien. 13 ... ig6 (D)

14.él:lxg6 14.<±>bz y 14.�b3 son otras alternativas

válidas. Aquí tenemos dos ejemplos de la se­gunda:

a) 14 ... bs 1S. i>b2 La posición es bastante rica, así que este y los próximos movimien­tos no son ni mucho menos únicos. 15 ... %' c7 16.tt:lg2 aS 17.a3 tt:lds 18.h4 h6 19.f4!?oo (Dwo­rakowska-Hunt, Elista 1998) 19 ... 0-0!?

b) 14 ... Wfa3+ 1S. <±>b1 as 16.tt:lfs Rytshagov­Westerinen, Parnu 1996. Con una posición muy compleja antes de que las blancas erraran: 16 ... a4 17.lüxg7+ i>d8 18.�cl (18.�c4 también era confuso: 18 ... bs 19.id3 �g8 20.�xg6!? hxg6 21.lüxe6+ fxe6 22. Wxe600) 18 ... %'f8 (D)

19.ih6?? (Era necesario 19.lüxe6+ fxe6 20.ixe6 con una posición difícil de calcular) 19 ... axb3 20. ltlxe6+ fxe6 21.�xf8 bxc2+ 22. i>.al cxdl Wf+ 23.�xd1 �xf8-+. 14 ... hxg6 15.ib3 (D)

Otras jugadas tampoco perturban a las ne­gras:

208 juegue la Escandinava

a) 1S.f4? lbb6 16.ib3 �a3+ 17.Wb1 lba4 18.!xa4 Wfxa4 19.f5?! (Acelera el final) 19 ... gxfs 2o.gxfs ghs 21.gdf1 o-o-o 22.ghg1 gds 23.igs gh3 24.gg3 gxg3 2S.hxg3 lbe4 o-1; Santo Roman-Prié, París 1994.

b) 1s.�b1 lüd5 16. �al bs (16 ... gs!?) 17.!b3?! (Parece que ahora las negras con­siguen una posición superior. En su lugar, después de 17.ixds cxds 18.gb1 tendrfan que haber tomado la opción de sacrificar su peón b para intentar traer su caballo a c4, o sino 18 ... a6 19.c4 Wfb6 20.c5 '!9c600) 17 ... lbxc3 18.�e1 b4 19.ixc3 bxc3 20.f4 gh3? (Cambian­do la suerte, mientras que 20 ... lbf6 era mejor para negras) 2l.ixe61 0-0-0 [Se podrfa haber intentado 21...fxe6 22.1lf!xe6+ � f8 (pero no 22... �ds? 23.'!9g8+) 23. �xd7 1!9 ds con opcio­nes de mantenerse] 22.ixd7+ (22.ixf7! ±) 22 .. ,gxd7 23.gb1 �c7 24.Wfe8+ gds 2S.�e4 gd6 26.f5 gxfs 27.gxf5 �d7? (27 .. ,fgh8 era obli­gada) 28J3hgl (28.'11:Ve2!•-) 28 .. .f6? 29.gxg7+-1!9xg7 30.�e8+ gdg 31.'iUxc6+ 'f!lc7 32.�a6+ 1-0; Apicella-Relange, Nantes 1993.

15 .. J��a3+ 15 ... lbb6 no es tan buena, especialmente

si las negras se apresuran en atacar: 16. �bl lbfds?! (16 ... 0-0-0) 17. �d3 lba4?? 18.c4+-. 16.@bl as 17.icl Wd6 18.a3 tüds 19.Wd3 bs

19 ... gxh2 era también bastante jugable, con la posible continuación 20.c4 ltJSf6 21.g5

20.c4 bxc4 21.Wxc4 0-0 21...a4 22 . .ia2 gh3!?

22.'�al gfbg 23.ia2 tLl7b6 24.'11:Vcs �xcs 24 ... �d7! 25.h4 '!9b7 es ligeramente ven­

tajoso para las negras según Dolmatov, con quien estoy de acuerdo. Este constituye, bajo mi punto de vista, una mejor elección prácti­ca, dada la precaria situación del rey blanco. zs.dxcs tLla4 26J3d4

Barua-Speelman, Calcuta 1996. Ahora, en lugar de 26 ... lbac3?!, las negras podrían ha­berse asegurado una ligera ventaja gracias a 26 ... lbxcs! y tras 27.gc4 lbd7 28.gxc6 liJes 29.�xds exds 30,gcs lbxf3 31.gxds gcs (D)

Las blancas no pueden proteger conve­nientemente c2 y g4, por ejemplo: 32. Wb1 gab8+ 33.ib2 gb7.

DZ) lO.@bl!? (D)

lbhs 22.c5 �g3 23.gxh2 Wxh2 24. Wfe4 lbg3 La idea detrás de este movimiento es con-25. �f4 �e200• tinuar con ll.lbh4 sin ser molestados por

Capítulo 12: La variante principal con 8. Wi e2 �b4. 209

ll....ig4 12.f3 .ixc3, donde las blancas deben capturar con su peón en c3. lO ... lLlb6!

Comienza la estrategia sobre las casillas blancas, famosa desde que se jugó la siguiente partida modelo. Las negras consiguen de esta manera un juego confortable, pero existen al­ternativas.

a) 10 ... 0-0?! 11.lDh4 (11.a3!? �xc3 12.ixc3 Wic7 13.lLle5) 1l...b5 12 . .ib3 (Se ha llegado a la misma posición como en Apicella-Prié, ver 9 ... bs. La continuación de Van Welytampoco igua­ló, aunque esta fuerte partida acabó en tablas) 12 ... ixc3 13.�xc3 b4 14.lDxfs (14! . .id2!?) 14 ... bxc3 15.lLle7+ Wh816.lLlxc6 W:ic7 17.lLle5 lLlb6 18J1d3 ttJbds 19.E:f3 as 20.a4 �ab8 21.g4 E:fc8 22.gs :gxb3 23.cxb3 c2+ 24. Wc1 tlJb4 25. W:lc4 Wib7 26.lLlxf7+ Wg8 27.lLlh6+ <Jihs 28.lLlf7+ Wg8 29.lLlh6+ Wh8 30.lLlf7+ \.H�; Kindermann­Van Wely, Garmisch Partenkirchen 1994.

b) 10 ... 0-0-0!? ll.a3 �xc3 12 . .ixc3 Wic7 13.�d2 ttJds (13 ... h6! habría limitado la ven­taja blanca al mínimo) 14.tLlh4 J.g6 1S . .ib3 lü7f6 16.lüxg6 hxg6 17.g3:t (D) Dolmatov­Wahls, Bundesliga 1993.

Las blancas tienen una versión ligeramen­te mejorada de Luther-Speelman del capítulo 11 (línea C2b4).

Ahora veremos dos opciones: D2a) ll.lües y D2b) ll.ib3.

DZa) ll.lLles (D) Esta interesante jugada se realizó en

Nijboer-Rogers, Hertogenbosch 1999 contra la cual las negras reaccionaron mal.

ll ... ixc3? ll ... lLlxc4 12.lüxc4 Vfic7=.

12.�xc3 V:*fa4 13.ib3?! Las blancas obtendrán "solo" la misma po­

sición que en Hjartarson-Hansen con un tiem­po extra.

13.b3! era mucho más prometedora: 13...'1Wa3 14.g4 ig6 15.h4 o 13 ... lüfds 14 . .ie1 %Va3 15.g4 .ig6 16.h4. 13 ... Wbs 14.Wxbs cxbs lS.i.as

Para evitar lS ... aS. Es difícil imaginarse que a partir de ahora

las blancas caerán en solo 20 movimientos. lS ... lLlbds 16.h3 b6 17.idz lLle4 lS.iel h6

Las negras quieren liberar una casilla para su alfil en caso de g4. 19.f3

19.g4 .ih7 20 . .ixds exds 21.f3= era una al­ternativa más segura. 19 .. .l2]ef6 zo.�dz �es 21.�cl ih7 22.a4?

22. Wal, intentando c4. Incluso aunque las blancas queden con un peón de dama aislado no deberían estar en peligro. 22 ... a6! 23.axb5 axbs

Los peones b doblados están ahora incluso más aislados, pero no es importante. Su rival se ve obligado a la pasividad y tiene una gran preocupación: ¿cómo afrontar el plan de do­blar torres en la columna a? 24.g4 �c7 zs.lLld3 o-o 26.lLlb4 �as 27.ixds lLlxds 2S.b3 lLlxb4 29.�xb4

210 juegue la Escandinava

�ca7 30.i.c3 �a3 31.�b2 b4! 32.i.xb4 �a2+ 33.�bl?

33. @c3 !!c8+ 34. @d2 �xc2+ aunque bas­tante sombrío, era la única oportunidad. 33 ... hc2+ 34.�xc2 �al+ 35.�b2 !!8a2+ 0-1

D2b) ll.ib3 (D)

ll ... hc3 ll...tt::lbds?! (D) es menos apropiada:

a) 12.ttlxds (Las blancas cambiaron pri­mero caballos en Luther-Kindermann, Bun­desliga 1995, pero no es· obligado) 12 ... cxds 13.ttlh4 �g6 14.tt::lxg6 hxg6 1S.c3 �e7 16.c4 \Wa6 17.ghel gd8 18.-tgs o-o (18 ... :gxhz!? es posiblemente mejor) 19.cxds ttlxds 20.�xa6 bxa6 2l.�xe7 ttlxe7 22.d5! ttlxds 23.�xds exds (23 ... !!xds no cambiaba nada el resulta­do del final, un poco mejor para blancas sin riesgo alguno de perder: 24.É!xds ·exds 2S.ges gd8 26. 'i!lc2 y así sucesivamente) 24.!!eS;!;.

b) 12.ttlh4 ig4?! (12 ... �g6!) 13.f3 �xc3 14.bxc3 ihs 1S.'i!lb2 \Wc7 16.c4 y las blancas están al volante de la situación. Stangl-jacke­len, Bundesliga 1993. 12.hc3 §'bs 13.Wfxbs cxbs 14.tLles

14.d5!? (D)

Esta medida radical, activando el alfil de casillas negras, está condenada por varios recursos. Como demuestra la práctica, las blancas consiguen, sin embargo, un juego decente por el peón, y su posición es más fá­cil de manejar que tras 14.tt::les. 14 ... tt::lbxds 15.ixf6· ttlxf6 16.ttld4 �e4 17.ttlxb5 �xg2 18.!!hgl if3 19.ttlc7+ 'i!le7 20.!!del! !!ag8 21.ttlxe6 fxe6 22.!!xe6+ @f8 Las torres negras parecen estúpidas por el momento, lo que aparentemente da a las blancas. una compen­sación completa por la pieza sacrificada. Por ejemplo: 23.!!gel (23.É!d6?! ic6! 24.É!e1 ttle8 25.gd4 g5 26.ixg8 !!xg8+; Wedberg-Sjodahl, Harplínge 1998) 23 ... 'i!lf7! (Las negras optaron por la inferior 23 ... ids? en Bologan-Wahls, Biel 1993, que continuó 24.ge7 ixb3 25.axb3 hs 26.!!xb7 gh6. Ahora, tras 27.gxa7, seguido del avance de los peones del flanco de dama, dejaría a las negras en una situación delicada) 24.:g6e4• 'i!lg6 2s.gf4 !!e8 26.!!gl+ ig4 27.h3 hs 28.f3;t;/=. 14 ... a5! (D)

14 ... ttlbds!? es también jugable: 15.�d2 ttle4 16.ie1 f6 (Las negras no pueden estar seguras de que no desaparecerá su alfil, pero 16 . . .f6 es OK!) 17.g4! ig6 18.ttlxg6 hxg6 19.a4 a6 20.axbs axbs (D)

Cap(tulo 12: La variante principal con 8. Wfe2 ib4. 211

Ha surgido un final parecido al de la parti­da Luther-González del capítulo anterior.

A pesar de la pareja de alfiles blancos y de una estructura superior, las oportunidades es­tán equilibradas porque las negras tienen un firme control de las casillas clave. 15.a3 ie4 16.�hel o-o 17.f3 ids lS.ixds �fxds 19.id2 �c4 zo.icl �fes 21.f4 b4 22.�xc4 �xc4 23.�d3 bxa3 24.�xa3 bs (D)

La supremacía negra ha tomado forma; su caballo es con diferencia más fuerte que el alfil rival. Hansen ya podía capturar un peón con 24 ... �xd4!?, pero su elección no es peor. 2s.fs b4 26.�d3 exfs 27.�e5 gdg 28.�5

a4 29.id2 f6 30.h3 @f7 31.g4 g6 32.�ff3 ges 33.c3 gez 34.cxb4 lüxb4 35.�c3 gxd4 36.�c7+ @e6 37.icl gdl 38.gcc3 ged2 39JU4 �d3 40Jk6+ �ds 41.gfxf6 �b2+ 42.�al gbs 43.gfd6+ <!>es 0-1

Hjartarson-Hansen, Reikiavik 1995.

E) 9.0-0-0 �bd7 10.a3: introducción

10 ... ixa3? es completamente falsa: ll.ll:lds (o 11.ll:la2 ixb2+ 12. �xb2 1l:Vb6+ 13. c.tJcl±) ll...�b4 12.�xb4 V:llal + 13. c.tJd2 \';Yxb2 14.ib3

(Las blancas amenazan con capturar a la dama enemiga y así mantienen una gran venta­ja) 14...l!Jxds 15,gbl Wxbl l6.gxb1 ll:lxb4

17.ll:lh4, o sino 14 ... ixc2 1S.ixc2 cxd5 16.gbl

Wa2 17.gal.

Antes de interesarnos por la variante prin­cipal, 10 ... hc3 ll.ixc3 Wc7 12.l!Je5, vere­mos en esta sección las siguientes desviacio­nes: El) 10 ... lbb6!? y E2) 10 ... l\xc3 n.hc3

'ªc7 12�d2.

El) 10 ... �b6!? (D) Una jugada sorprendente que es bastante

jugable.

¡Otra impresionante lección posicional del ll.axb4 jugador danés! a) ll.ibes Una sugerencia de john Emms,

212 juegue la Escandinava

que comenta el gran maestro Serbio Solak. 11...�xa3 (11...�xc3? 12.�xc3 �a4 13.�b4 es desastroso para negras) 12.bxa3 '1Wxa3+ 13.@bl 1!!lb4+ 14.@a1 (14.@c1 1f!la3+ repite) 14 ... ixc2 15Jk1 ig6. Las negras tienen tres peones por la pieza. La posición ofrece posibi­lidades mutuas.

b) ll.ib3 ixc3 12.ixc3 WbS=, recuerda a Hjartarson-C. Hansen, Reikiavik 1995, tratada en la variante lO.@bl (línea D2b). ll...�al + 12.lüb1 l2Ja4 n.�c3 l2Je4 14J3d3 as (D)

15.bxa5 a) 15.d5!? lt:lexc3 16.bxc3 axb4 (La alter­

nativa era 16 ... 0-0, con idea de 17.dxe6 i.xd3 18.exf7+ @h8 19.cxd3 �xb1 + 20. @xb1 lL!xc3+ 21. @b2 lt:lxe200) 17.dxe6 0-0? Una posible me­jora es 17 .. .f6, ya que ahora, tras: 18.exf7+ @h8 19.1f!les, Zlatic-Saric, Novi Sad 2005; las blan­cas han tomado las riendas.

b) 15.b5 que yo sepa esto no se ha proba­do; las negras pueden contestar con 15 ... 0-0 o 1S ... lt:lexc3 16.bxc3 Wib2+ 17. @d2 cxbs 18.ib3 0-0 con inciertas consecuencias en ambos ca­sos. 15 .. Jhas

1S ... lt:lexc3 16.bxc3 !has viene a ser lo mismo. 16.�b3 l2Jexc3 17 .bxc3 0-0

17 ... \Wb2+? 18.@d2 0-0 (18 ... .ixd3 19.\Wxd3 es obviamente mejor para blancas) 19.ge3 gd8 20J3dl lL!cs 21. Wc4 (21. @el era más fácil: 21...ttJxb3 22.cxb3 ic2 23.c4±, seguido

de 24.lt:lc3 o gc3, dependiendo de la respues­ta negra) 21...gbs 22 . .ia4 gas 23.ib3? �H�;

Smeets-Vovsha, Oropesa del Mar 1998. Las blancas consienten las tablas cuando tenían la victoria en la punta de los dedos: 23. Wb4l liJxa4 24.1Wxa5 1Wxc2"' 25. @el b6 26. Wb4 es (o 26 ... lLlb2 de inmediato, lo que no cambia gran cosa: 27.gd2 �xb1 + 28. @e2) 27. �bs lL!b2 28J!d2 \Wxb1 + 29. �e2+-, 18.ghdl?!

Seguimos ahora Fercec-Sermek, Rabac 2003, aunque la partida continuó confusa tras el siguiente movimiento, no era necesario entregar dos calidades. En su Jugar, 18. @d2 merecía atención, mientras que continuando con 18.E:e3 E:bs 19. @d2 E:xb3 20.cxb3 1f!lb2+ 2l.@e1 .ic2!! 22.@fl 1!!lxb1+ 23.lLlel ixb3 las negras habrían disfrutado de una bonita compensación, por la modesta inversión de un peón. 18 ... gbs 19.c.t>dz ixd3 zo.�xd3 lbbz 21.�e2 llJxdl 22.'�xdl oo

EZ) 10 ... bc3 (D)

11 .hc3 �c7 lZ.idz!? El alfil de casillas negras tiene un papel me­

nor en c3, así que esta jugada tiene sentido. 12 ... bs 13.ia2

13 . .id3 .ixd3 14. �xd3 0-0; Huebner­Wahls, Bundesliga 1993. Es aproximadamente igualdad, pero el alfil puede sentirse más tar­de incómodo en a2.

Cap{tulo 12: La variante principal con 8. Wie2 .ib4. 213

13 ... a5 (13 ... ie4!?) 14.!0es Preparando el avance g4.

14 ... hs 14 ... 0-0!? 15.g4 ie4 16.f3 id5.

1S.f3 !Oxes 16.dxes !Ods 17.g4 .ig6 (D)

Enders-Michaelsen, Bundesliga 1993. A la pareja de alfiles blancos les cuesta

expresarse aquí, mientras que el tándem de dos piezas menores negras ocupa posiciones estables. Ciertamente, perseguir el 'üd5 con un peón enemigo es como poco, difícil, mientras que el plan h3, ghf1 y luego f4-f5 parece largo. La única sombra para las negras es su rey, que será vulnerable dondequiera que se esconda. La posición concede ocasiones recíprocas.

F) La variante principal: 9.0-0-0 !Obd7 10.a3 hc3 ll.i.xc3 Wc7 12.tües

Las negras tienen aquí la independiente Fl) 12 ... bs!? y dos jugadas que normalmen-

te trasponen entre ellas, F2) 12 ... lbxes y F3) 12 ... lbds.

Fl) 1z ... bs!? (D)

Fla) 13 . .ib3 ie4! 13 ... 'üe4?! Parece menos adecuado, al te­

ner las blancas una buena elección entre la suculenta 14.'üxd7 lüxc3 15.bxc3 \Wxd7 16.g4 ig6 17.d5, con iniciativa, y 14.ie1 lihe5 lS.dxes \Wxes (o 15...0-0 16.g4 .i.g6 17.f3 lbcs 18.2-az) 16.f3 ll9f4+ 17. �b1 lbc5 18.ia2l con amplia compensación por el peón. 14.!0xd7

14.ghe1 ids fue evaluado como igualdad por Dautov en Chessbase, y ciertamente la partida Span-Jens, Leiden 1999, acabó pacífi­camente en el movimiento 25 (me gusta me­nos 14 ... lbb6? 15.ib4 �d5 16 . .í\xd5 lbbxd5 17.ic5±; Kraut-Lau, Bundesliga 1995). Des­pués de la sutil 15.'üxf7, mencionado por ]ohn Emms en "The Scandinavian". Las blancas no tienen más que tablas: 15 ... Q;lxf7 16.ixd5 exd5 17.\We6+ (17.\We7+? pierde por: 17 ... �g6 18.!1d3 !1he8 19J�g3+ \Wxg3l-+) 17... *g6 18.g4, y ahora 18 ... h6 19. \Wf5+ �f7 20. \We6+ es una repetición, pero las negras pueden ser más ambiciosas con: 18 ... ghe8 19. \Wfs+ r;!{f¡ 20.gs g6 21. V9f3 ge4. 14 .. :e�txd7 1s.ib4 ids (ls ... a5!?) 16.i.xds �xd5 17.�es!

Después de la desacertada 17.f3?! las ne­gras agotan la partida mediante 17 ... a5 18 . .í\c5 lbd7=; Toth-Friedrichs, Budapest 1999.

214 juegue la Escandinava

17 ... as o 17 ... 0-Q-0 18.i.e7 �xes 19.dxe5 �xd1+

20.�xdl lt:lds (o incluso con 20 ... t!Jd71?) 21.1l.cs; Las blancas están un poco mejor en este final. Pueden contemplar un traslado de torre sobre la cuarta (o tercera) fila, y disponen de la po­sibilidad de desalojar al poderoso caballo me­diante b3-c4. Dicho lo cual, las negras tendrían que mantenerse con un juego preciso. lS.j,cs %Vxe5 (18...�a2?? 19. Y9c7+-) 19.dxe5 tbds

Las negras no tienen prisa por instalar su equino en ds. Una alternativa de defensa con­sistía en 19 ... t!Jd7 20.id6 0-0-0, o 20 ... h5. 20J�d4 f6 (20 ... a4!?) Zl.:Bel �f7 22.b3 :Bhds 23.c4 fxes 24.:Bxe5 tbf6 (D) -!/=

Zagrebelny-Danielsen, Schwerin 1999. Más adelante las negras estuvieron bien,

pero al final sucumbieron.

Flb) 13.j,d3 (D)

13 ... 0-0 13 ... .bd31?; 13 ... t!Jxe5!?

14.ixf5 exf5 15.%Vf3! tbds No 15 ... t!Jxe5? 16.dxe5 t!Jds 17.Wxfs t!Jxc3

18.bxc3, tras lo cual las negras no obtienen gran cosa por su pe6n sacrificado. 16.%Vxf5 tLlxc3·17.tLlxd7

Este movimiento pone a las blancas en el lado bueno en un final de tablas, que no es el caso de 17.bxc3?1 t!Jb6, con idea de .. .f6 y lue­go ... t!Jc4. 18.�d3 Wd6! (Manteniendo c6 vi­gilada. Este movimiento es una mejora sobre la recomendación de Dautov, 18 ... Y9e7, tras la cual sigue: 19.c4! bxc4 20.�h3 h6 21. t!Jxc6 que es un poco mejor para las blancas. Otros movimientos favorecen al negro: 19 . .Elh3? g6 20.'�f4 f6 21.lt:lxc6 Wxa3+ 22. @d2 �aes+; 19. @b2?1 lt:lc4+! 20.t!Jxc4 bxc4 2l.�e3 �ab8+, y ya que 22. @a2?? �b7 pierde, las blancas tie­nen que decidirse por 22. �el �xa3+ ). 17 ... tbxdl

El intento de retrasar esta captura fa­lla: 17 ... g6?1 18.t!Jf6+! (Preludio de una larga secuencia que al final favorece a las blan-cas. 18. Wf3?1 es inferior 18 ... lllxd1 19.lt:lxf8 lt:lxf2 20.�xf2 E!xf8=) 18 ... Wg7 19.lt:lh5+ �h6 zo.�d3 t!Jxdl (o 20 ... t!Jds 21.t!Jg3 y las blancas mantienen su peón extra) 21. Y9d2+ �xhs (2L.gs?? 22.h4 �gs 23.t!Jf6+-) 22.g4+ �xg4 23.�g1+ �fs 24.Wg5+ @e6 25.�e1+ �d7 26.�e7+ �c8 27Jhc7+ @xc7 28. Y9e7+ @b6 29.�c5+ @b7 30.d5 �fes 3l.dxc6+ E!xc6 32. �xbS+ @c7 33. Wa5+, y luego 34. @xdl. 1s.tbxfs :Bxfs

18 ... g6? 19.lt:le6! (19. Wf3?! transpone a 17 ... g6 18. �f3) 19 ... 'ªd6 20. \1fff6 fxe6 2l.�xdl �f8 22.�h4 y como indicaba Dautov, las blancas tienen un peón de menos sin ninguna com­pensación. 19.gxdl

19.@xdl �d8 20.�e4 eS Zl.@cl cxd4 22.�bl h6=. 19 .. . W/xh2 (D)

Tablas; Almasi-Dautov, Altensteig 1994.

Capítulo 12: La variante principal con 8. Wie2 ib4. 215

20.Wie4 Si 20.g3 lo mejor para negras puede ser:

20 ... �h6+ 21. �bl �e6 22. �xe6 fxe6, que pro­porciona una ventaja simbólica para blancas. En su lugar, 20 ... l3d8?! da una pequeña ventaja a las blancas: 2l.�bl �g2 22.l3el i!f8 23.b3; Mastrovasilis-Papaioannou, Atenas 2002. 20 ... Wi'h6+ 21.f4 Wig6

2l...�e6 es nuevamente válida, mientras que 2l...f5?! resultó mejor para blancas en una partida entre ordenadores: 22.�e5 �g6 23.d5 i!e8 24.�c7 cxds 25.�xa7;t; Rebel_Ti­ger 1-Century, Cadaqués 2000. 2S ... �xg2?? 26.l3gl+-. 22.E:el

22. \Wxg6!? fxg6 23.d5 (23.g3 l3fs) debe­ría acabar en tablas, por ejemplo: 23 ... cxds 24.l3xds i!xf4 2SJ��xbs l3fl + 26. i>d2 l3f2+ 27.i>d3 gxg2 28.l3b8+ �f7 29.l3b7+ i>f6 30.c4. 22 ... Wi'g3

22...�xe4 23.l3xe4 l3d8 era más fácil, pero quizás las negras querían mantener algunas posibilidades de victoria. 23.E:e3 Wif2 24.b3 h6 25.E:c3 f5= 26.Wfe6+ c;t>h7 27.g3 Wxd4 28.Wxc6 aS 29.Wfc5 Wif6! 3o.c;t>bl a4 31.b4 E:ds 32.E:d3 E:xd3 33.cxd3 VBe6 34.@cl �el+ 3S.@cz VBeZ+ 36.c;t>c3 Wiel+ �-�

Brynell-Hodgson, Alemania 2002.

F2) 12 ... ttlxe5 (D) Esta jugada traspone habitualmente a

la lfnea principal tras 13.dxes tLlds 14.id2 (12 ... tLlds, línea F3). Capturar de inmediato el

molesto caballo concede a las blancas la op­ción extra de situar su alfil en d4, lo que con­lleva pros y contras: a7 es atacado pero el alfil puede ser golpeado mediante ... cs. Es más, f4 no está cubierto, por lo que realizar el plan habitual g4, seguido de f4, es más difícil de conseguir.

13.dxes lbds 14.id4 Wfas 14 ... 0-0-0? 1S.ixa7.

1S.g4 .tg6 16.E:hfl hs 17.h3 hxg4 18.hxg4 E:hz 19.Wdz WxdZ+ zoJExdz lbb6 21.ib3 o-o-o 22.a4 lbd7 (22 ... l3g2!) 23.ixa7 (D)

Kosintseva-Repkova, Biel 2004. Ahora, en lugar de 23 ... l3dh8?, las negras

no podían recuperar su peón con 23 ... tLlxe5 24.i!xd8+ i>xd8 2s.ib8 f6 26.ixe6, pero si hubiesen continuado con 23 ... l3g2 24.E:fdl ie4, intentando 2S.ib6 if3 26.ixd8 ixdl 27.l3xdl i>xd8 28.f3 i>c7 29.l3el tLlcs, su com­pensación habría sido suficiente.

216 juegue la Escandinava

F3) 12 ... tt:lds (D)

n.idz tbxes 14.dxe5 (D) 14. Wxes!? sería equilibrada después de

14 ... 0-0-0, o 14 ... Wxe5 lS.dxes o-o-o; el ma­jestuoso caballo en el centro no es inferior a un alfil.

14 ... 0-0-0 Las negras no se pueden permitir gastar

un tiempo para evitar g4. Ciertamente, tras la fea 14 ... hs?! 1S.igs!, la seguridad de su rey estaría comprometida. Schoenthier-Forchert, Alemania 1996 continuó: lS ... bs 16.id3 (Da­das las circunstancias las blancas no son rea­cias a quedarse con su par de alfiles. 16.ib3 as) 16 ... ixd3 17.l3xd3 l3b8 18.l3hdl es 19.l3h3 c4 20.c3 (20.l3xhs ya era tentadora, pero las negras pueden frenar el ataque siguiendo con 20 ... l3xhs 21.Wxhs Wxes 22.f4 g6 23.Wh7 Wd6 24.Wh8+ �d7 zs.Wg7 Wfs) zo ... b4 (20 ... g6 21.g4 no soluciona el problema de las ne-

gras, mientras que después de 20 ... as 21.l3xhs podría haber seguido una secuencia parecida a zo.l3xhs. Esta vez las blancas también podrían probar suerte en el final: 21...E!xhs 22.Wxh5 Wxes 23.f4 g6 24.fxes gxhs 25.l3d4, amenazan­do simultáneamente 26.a4 y 26.�h4) 2l.axb4 aS zz.bs con una marcada ventaja para las blancas según Wahls, opinión que comparto. Por ejemplo: 22 ... l3xbs 23.l3d4 o 22 ... a4 23.l3d4 a3 24.bxa3 l3xb5 25.Wxc4±. 1S.g4 ig6 16.f4 hs!

Para las negras es crucial poder cambiar su l3h8, potencialmente menos activa que su contraria en hl. Es más, la apertura de la co­lumna h será fuente de contrajuego en nume­rosas ocasiones. 17.h3 (D)

En este momento las negras disponen de tres opciones, F3a) 17 ... We7?!, F3b) 17 ... 1&b6 y F3c) 17 .h3.

F3a) 17 ... Wfe7?! Una jugada inferior debido a:

1s.Wffz! que apunta sobre a7 al tiempo que respal­

da el avance fs. 18 ... hxg4 19.ixds exds 20.'�xa7 gxh3?

Después de la mejor, 20 ... ie4!, no está claro si las blancas púeden ganar: 21.l3hel (o 21.1&a8+ �d722.Wxb7+ �e8 23.1Mfxc6+ 1&d7oo) 21... Wc7 zz.ias. En caso de 22.hxg4 b6, el rey negro ya no estaría en peligro. Si añadimos la

Capítulo 12: La variante principal con 8. W! e2 ib4. 217

presencia de alfiles de distinto color, siendo el negro dominante, hace que el peón blanco ex­tra sea insignificante. 22 ... b6 23. �xb6 �xb6 24.ilxb6 gxh3 2S.ilxd8 y ahora, 2S ... h2 26.ib6 hl � 27Jhhl �hhl 28J�xhl ilxh1 o 25 .. Jhd8 26J�dz gha 27.ghz gh4. 2 1..tas 1::ides? (21...�e4 22.gh2±) 22.W!a8+ �d7 23.W!xb7+ �e6 24.Wxc6+ �fs zs.W!xds 1-0

Ulibin-Hauchard, Andorra 1996.

F3b) 17 .. .'�b6 (D)

18J�hfl 18J3df1 ?! (Parece menos lógica ya que las

negras pueden retrasar el avance fs) 18 ... hxg4 19.hxg4 gxhl (19 ... W/d4!? Wahls) 20.gxh1 Wd4 21.c3 �es 22.b4 We7 23. �b2 Wd7 24.icl llJxc3 25.�xc3 Wd4+ 26.�b3 bs 27.gh3 bxc4+ 28. �xc4 �-�; Luther-)ackelen, Bundesliga 1994. 18 ... hxg4 19.hxg4 W!cs!

La receta tradicional en esta posición bien analizada: el alfil, pendiente de las casillas blancas, permite a las negras mejorar la posi­ción de sus piezas y fuerza a las blancas a des­viar el avance planeado en el flanco de rey.

a) 19 .. .'ed4?! 20.ilb3! (Wahls) es peor para las negras, contrariamente a los intentos directos de aprovechar el cara a cara, gdl­Wd4: 20.fs?! exfs 21.igs Wxg4 22.ixd8 Wxe2 23.�xe2 gxd8; K. Georgiev-Henrichs, Rec­klinghausen 1998, fue equilibrado; 20.ias? llJxfH.

b) 19 .. J!h3 2o.fs! [Después de 2o.gde1?! (Nijboer-Hodgson, Holanda (tt) 1995) dirigien­do el salto ... llJe3, las blancas se hundieron rá­pido. 20 ... Wd4 21.�a2? (2Lib3=) 21...ixa3!! 22.ib1 (22.bxa3 �al+ 23.ibl �xa3+ 24.�dl lDc3#) 22 ... 'ªa4 23.f5 gal 24.c3 exfs 25.gxf5 �hs 26. W/xhs W/a2 27.<;t?c2 Wlc4 28.b3 liJb4+ 29.�cl gxbl+ 0-1. Por otro lado, 20.gf3 es también demasiado lenta: 20 ... ixf3 21. �xf3 �d4 22.�b3 �e4 23.�g3 lDb6=; Mueller­)ackelen, Bundesliga 1995] 20 ... exfs 21.e6! (Emms/Wahls) 2l...f4 22.ixds cxds 23.exf7 i.xf7 24 . .ixf4 (D)

El material está equilibrado; las negras po­drían incluso confiar en los alfiles de diferente color para empatar, pero la debilitada diago­nal b8-h2 hace su situación poco envidiable. 20.i.b3 ih3 21.if3

o 21.�f2 Wxf2 22.ixf2 ie4 23.f5 if3 24.ggl gdh8=; Isaev-Safin, Doha 2003 (24 ... ixg4!?=). 21..J3dh8 22.idfl

Un enfoque más directo no perturbaría el equilibrio: 22.f5 gh2 (Las negras pueden tomar primero en fs, pero entonces tienen que ju­gar de todas formas 23 ... gh2: 22 ... exfs 23.gxfs .ixfs? 24.ib4+-; Wiersma-Remmel, Ámster­dam 2000) 23. W/c4 (No 23. \Wfl? exfs 24.gxfs ihs+; Shmirina-Hoffmann, Dresden 2002) 23 ... Wxc4 24.ixc4 exfs 2S.gxfs ilhs 26.ixds cxd5 27.gc3+. En una posición de apariencia inocente recomiendo en contra de la intuición 27 ... �b8, ya que 27 ... �d7 (�-� en Garay-Rate­ring, cr. 1998) parece dar a las blancas algunas

218 juegue la Escandinava

posibilidades después de 28.e6+ fxe6 29.fxe6+ �xe6 30.gel+ 'tt>f6 31.gc7. 22 . . J�h2 23.§'el (D)

23 ... '1Wd4 23 ... g8h3? john Emms señaló acertada­

mente que este movimiento constituye un error en "The Scandinavian". Reproduzco aquí una buena parte de sus análisis: 24Jhh3! (24. fs?! gxf3! 2s.gxf3 exfs 26.gxf5 �hs, o 26.e6 y aquí bien 26 .. .f4, o 26 ... fxg4 27.gf¡ f6 28.Wg3 ghs 29. yt{xg4 l0e7; todo parece aceptable para negras) 24 ... gxh3 2S.f5 Las negras no tie­nen más de cuatro continuaciones plausibles aquí, pero ninguna de ellas es adecuada:

a) 2S ... exfs 26.gxfs �hs (Si 26 ... .ih7 la bonita 27. 'tt>bl!, delicada de encontrar, 27.ghl gxb3 28.gxhs gf3 29.e6±.

b) 2S ... gxb3 26.fxg6 fxg6 27,yt{h4 b6 28.Wh8+ <;t>b7 29. yt{xg7+ �a6 30. yt{xg6±.

e) 25 ... �xfs 26.gxfs gxb3 27.fxe6 fxe6 28. Wh4 :Sxb2, esperando 29. @xb2? yt{bs. La más limpia ahora es la asombrosa 29.�h8+ Wc7 30.ias+l! Wlxas 3UU7+ �b6 32.1!Nd8+ �a6 33. yt{xa5+ @xas 34. @xb2+-.

d) 25 ... ih7 26.ghl±. 24.fs exfs zs.gxfs �hs 26J�d3 §'g4 27.hds

27.c4;t; (Psakhis, en el Informador 56). Pue­de ser una evaluación correcta, pero las ne­gras cuentan con varias opciones defensivas. Yo etiquetaría esta posición de "poco clara". 27 ... l0e7 (27 ... l0b6; 27 ... ge2).

27 .. J3e2 28.§'dl! (D) Psakhis-Wahls, Baden-Baden 1992 con­

tinuó: 28.Wg3 cxds 29.gc3+ <;t>bs 30.b3 Wa8 31.e6 yt{xg3 32.gxg3 fxe6 33.fxe6 gxe6 34.gxg7 :Ses 3s.gfgl gec6 36.c3 d4 37.c4 bs 38.:glg5 ie8 39.:gxbs :gxc4+ 40.bxc4 ixbs 4l . .ib4 .ixc4 42. <;t>dz ibs 43J�gs a6 44.a4 ixa4 4S.ics gds y se ftrmaron las tablas.

28 .. . cxds 29.�e3 §'gz a) 29 .. .'ªe4!? (Emms) no resuelve todos los

problemas negros: 30.ixa7 :Sf2 31.ghl .ixdl (o 31...:Sxf5 32.:Se3 Wg2 33.\Wel y el rey negro es con diferencia el más débil) 32.:Sxh8+ 'tt>d7 33.e6+!? fxe6 34.fxe6+ yt{xe6 3S . .txf2 �g4 (D)

El par de torres es más fuerte que la dama y las negras tienen peones divididos. Pueden mantenerse pero ciertamente sufrirán.

b) 29 ... b6? permite una secuencia bas­tante divertida: 30.gc3+ <;t>bs 31.yt{xds Wxfs 32. Wd6+ (32.:Sxfs?? :S el+ 33. c.t?d2 :Sdl#) 32 ... Wa8 33.Wc6+ @bs 34.yt{c7+ @as 35.gdl

Capítulo 12: La variante principal con 8. Vlie2 !b4. 219

}3xe3 36. �c6+ ¡Da marcha atrás! 36 ... Wb8 37.�d6+ Wa8 38.}3c7 y 38 ... �c8±; es triste­mente forzado. 30.:Sgl Wle4 31.ixa7 �f4+ 32.�bl :Sxe5 33.:Sc3+ �d7 (D)

34.ie3!! ixdl 34 ... }3xe3?? 35. �xdS+ gana inmediata­

mente. 35.ixf4 :Sxfs 36.:Sc7+ �e6 37 .:Sel + �f6 38.ie3

Valade-Gruber, cr. 2000. Las blancas tienen una agradable ventaja

que convirtieron debidamente.

F3c) 17 ... hxg4 (D)

Las negras preferirían posponer esta cap­tura, pero parece que la pelota está en su teja­do para demostrar la igualdad tras 17 ... �b6. 18.hxg4 :Sxh1 19.:Sxhl Wlb6 (D)

19 ... �e7?l es de nuevo, y por la misma ra-

zón que los dos movimientos anteriores, erró­neo tras 20. 'Wf2l

Ahora las blancas disponen de dos opcio­nes, F3cl) 20.c3!? y F3c2) zo.E:fl

F3cl) 20.c3!? Una novedad destinada a privar a la dama

negra de la casilla d4 introducida en la partida Hautot-Lahtinen, Chalkidiki 2002. Sin embar­go, la fuerza del �g6 aumenta y la valoración de la línea no varía. zo ... Wlas 21.:Bf1

Las blancas están preparadas para fs, que ya no se puede evitar. 21...Wla4

a) 21...lt.Jb6 22.f5 lt.Jxc4 [22 ... exfs? no es razonable por: 23.e6 �a4 24.e7 ges 2S.ie6+! fxe6 26. 'Wxe6+ lt.Jd7 (D)

27.if4!! (No contemplada por Karsten Mueller quien solo analiza la línea de tablas 27.\Wxg6 gxe7 28.�xf5) 27 ... l3xe7 28.\Wd6! .!Des 29.ixe5 gxeS 30.�xe5 V:!'xg4 31.�e6+

220 juegue la Escandinava

<Jlc7 32. �e7+. Si 32... �eS 33J�dl es fuerte, mientras que 32 ... c.!?b6 se inclina ante 33. �e3+ <Jla6 34.:ggl �hs 3S. �gs] 23. �xc4 exfs 24.e6 La posición parece peligrosa para las negras, pero no para el ojo cibernético después de: 24 .. .f4 2S.exf7 Yfl es 26. gxf4 gfs, contemplando . . .'�e7 y luego ... :gxf7, o sino 24 ... Yflds 2S. Yflxds �:Ixds 26.gxfs ihs 27 .c4 gds. La posición está igualada a juicio del ordenador.

b) 21...�e7? Un poco pasiva, pero la des­ventaja principal de este movimiento es que no detiene f4-fs: 22.f5! exfs 23.gxfs ixfs 24.1gs, o 23...�xfs 24.e6 �g3 2S.�g4, con ventaja decisiva en ambos casos. 22.f5 (D)

22.1el ?? lLle3-+.

zz ... exfs 23.gxf5 Aunque las blancas tuvieron éxito en esta

partida, 23.1gs! era objetivamente el me­jor intento para conseguir ventaja: 23 .. J!e8 24.ixds cxds zs.gxfs ih7 (D)

El material es reducido, pero las blancas todavía pueden crear dificultades a su rival. 26.e6! y en este caso las opciones se deciden entre: a) 26 ... fxe6, b) 26 ... Yf!c4 y e) 26 ... 1g8.

a) 26 ... fxe6 27.fxe6 d4!? 28.e7 dxc3 29J:�dl Las blancas cuentan con un gran triunfo bajo la forma del peón avanzado pero su rey está expuesto.

b) 26 .. .'�c4 27.�xc4+ dxc4 28.f6! gxe6 29.fxg7 gg6 30 . .if6 c.!?d7 (D)

De esta manera las negras eluden la tra­viesa 31.ghl. El monstruo de g7 está momen­táneamente bien bloqueado, pero garantiza compartir el punto.

e) 26 ... ig8 27.if4 Yf!c4 28. �es!! �xfl +

29. �c2 Las negras deberán sacrificar su dama para evitar el mate. Que puedan escapar en esta posición después de 33 ... fxe6 es otra cues­tión: 29 ... Yflf2+ 30. �bl �fl + 31. c.!?a2 Yflc4+ 32.b3 Yflxf4 33. Yflxf4 fxe6.

Volvamos a la partida:

Capítulo 12: La variante principal con 8. Wfe2 ib4. 221

23 ... .ihs! 24.YNe4 24. �xhs �xc4 también sería igualdad.

Karsten Mueller ofrece entonces la siguiente repetición como conclusión lógica: 25. �h3 f6 26.e6 �e2 27.E:hl I?Je7 28.E:h2 V9d3 29. Wxd3 l!xd3 30.l!h8+ l!d8 3Ll!hs l!ds. 24 ... tLlxc3?

Este optimista sacrificio no funciona. En su lugar las negras podrían mantener el equilibrio mediante 24 ... 1?Jb6 25.�d3 �xe4 (25... �b3!?) 26.1xe4 �c4 27.if4 I?JxeS 28.1xe5 E:e8=. 25.bxc3

Por supuesto, no 2S.i.xc3?? E:dl+ 26.E:xdl �xdl#. 25 ... 'Wxa3+ 26.@c2 'Wa4+ 27.@bl (D)

El id2 es inmune por 28 . .ie6+ y 29.Y9xa4. Las blancas salieron mucho mejor y consiguie­ron convertir su pieza extra en victoria.

F3c2) 20J�fl (D)

20 ... Wid4! Como veremos las negras se protegen in­

directamente de fs y contemplan en algunos casos ... We4.

21..ib3 En este momento las blancas también han

intentado: a) 21.c3 � e4 22.f5 (22. Y9xe4 i.xe4=) 22 ...

exfs 23.gxfs ixfs 24. Y9xe4 he4 2S.E:xf7 E:h8! (Buscar contrajuego asegura una vida mejor que 25 ... E:e8 26.ifl, intentando i.h3+ y/o c3-c4) 26. <;!.ldl E:hl + 27. �e2 E:h2+ 28.'it>el E:hl + 29. �e2 E:h2+ 30. �el E:hl + �-�; Golubovic­Wahls, Bern 1995.

b) 21.fs?! exfs 22.gxfs ihs! 23.�xhs Wxc4 24.�h3 Wa2=1=; Guenther-Dergatschova Daus, Alemania 1998. Ha surgido la misma posición que después de 20.c3 Y9as 21.E:f1 Y9cs 22.fs exfs 23.gxfs ihs 24.Y9xhs Wxc4 25.Y9h3, con el peón e blanco en c2 en lugar de c3. Ya que 25.c3 de momento es forzado, las negras pue­den responder 25 ... f?Jb6 con cierta iniciativa. 21...E:e8 22. 'Whz (22. Wfz!?) 22 ... ie4 23.:Bel :Bd8 24.Wle2 ih7? (D)

Morovic Fernández-Wahls, La Habana 1996. Tras jugar un rato al gato y el ratón las blancas tomaron ventaja con: 25.Wff3!+

En lugar del defectuoso movimiento 24, el mismo Wahls sugirió 24 ... ig6 25.�f3 :Bh8, donde las negras obtienen suficiente contrajuego.

222 juegue la Escandinava

Conclusión

En la posición básica de este capítulo, a saber después de l.e4 ds 2.exds �xds 3.tt::lc3 Vf!as 4.d4 tt::lf6 s.tt::lf3 ifs 6.ic4 e6 7.�dz c6 8.1!9ez .ab4, el plan más prometedor para las blancas, y también el más frecuente, está uni­do al enroque largo. Para ello, 9.a3 priva a las negras de la opción 9.0-0-0 tt::lds, pero al mis­mo tiempo las blancas muestras sus cartas. De hecho, las interesantes líneas secundarias 9.0-0-0 t!Jbd7 10. tlJh4 y 10. Wb1 desaparecen.

La línea principal, l.e4 ds z.exds Vf!xds 3.tt::lc3 Vf!as 4.d4 t!Jf6 s.t!Jf3 c6 6 . .ac4 ifs 7.idz e6 8. �e2 ib4 9.0-0-0 t!Jbd7 10.a3 �xc3 1l .ixc3 �c7 12.t!Jes pide una gran precisión por parte de las negras. En efecto el segundo jugador está en la cuerda floja siguiendo con 12 ... t!Jds 13.idz ttJxes 14.dxes o-o-o 1S.g4 ig6 16.f4, ya que el plan con fs constituye una amenaza permanente. En ese caso, 16 ... h5 17.h3 hxg4 18.hxg4 �xhl (19.�xh1) parece ser la manera de proceder, más que 18 ... 1!9b6. Si las negras desean ahorrarse los fastidiosos conocimientos teóricos inherentes a esta va­riante, entonces 12 ... bs representa una alter­nativa de emergencia válida.

Finalmente, se ha demostrado que 9.0-0 no es crítica, las negras obtienen fácilmente la igualdad en un medio juego complejo.

13. La variante principal con 8.ttJe4

Los dos últimos capítulos están dedicados a los saltos de caballo que, explotando un ataque en descubierta sobre la dama negra, permiten a las blancas realizar el cambio en f6. Tras 8./t:lds (capítulo 14), la dama negra es forzada a volver a d8, pero 8.tt:le4 deja a las negras la elección de la retirada, y veremos que en este caso es mejor evitar justamente esa casilla. La partida toma entonces otro giro.

Después de l.e4 ds z.exds �xds 3.ttlc3 �as 4.d4 t!Jf6 s.t!Jf3 �fs 6.�c4 e6 7.�d2 c6 8.lüe4 veremos las siguientes variantes:

A) s ... Wds?!

B) 8 ... �c7 C) 8 ... �b6

224 juegue la Escandinava

A) 8 .. .'�d8?!

Al elegir esta casilla, las negras están cla­ramente a la espera de 9.ltlxf6+, que transpon­dría a 8.ltlds 1!9d8. La dama, sin embargo, está peor situada en su casilla original, lo que per­mite a las blancas evitar la transposición, 9.lüg3! Ag6

9 ... ig4 es más sólida. Nos encontraremos esta posición con la dama en b6; en ese caso las negras cuentan con más posibilidades, como la captura ... 1!9xb2. 10.c3 ltlbd7 (lo ... ltlhs?! 11. Wb3 ltlxg3 12.hxg3 ixf3 se intentó en Go­lod-Sergeev, Hlohovec 1994. Ahora, en lugar de 13.1!9xb7 ixg2 14.É1h2 ltld7 1S.É!xg2, que es suficiente para una limpia ventaja, 13.gxf3! parece incluso más prometedora. Por ejem­plo: 13 ... 1!9b6?! 14.�xe6! fxe6 1S.1!9xe6+ iJ.e7 16.0-0-0 con un furioso ataque) ll.h3 iJ.xf3 12.1Wxf3 id6 Se llega a una posición análoga a aquellas que pueden surgir de una Caro-Kann, o desde la variante "Fort-Knox" de la Defensa Francesa: l.e4 e6 2.d4 ds 3.ltlc3 dxe4 4. ltlxe4 id7. La fortificación negra es dura de abatir, pero la pareja de alfiles confiere a las blancas una ligera ventaja libre de riesgo. 13.ltle2 if!c7 14.g4 (D) Las blancas no tienen porqué actuar tan enérgicamente. Otra opción era la sencilla 13.0-0 0-0 14.É1fel, pero entonces un movi­miento natural como ltle4 facilitaría la tarea negra después de ... tt:lxe4.

Aquí tenemos dos ejemplos prácticos don­de las negras lo hicieron bien:

a) 14 ... 0-0 1S.g5 ltldS 16.o-o-o bS 17.id3 es

18.�b1 c4 19.ie4 ltl7b6 20.h4 É!ae8 2l.É!dgl b4�; Bologan-Ionov, Kazan Rusia (tt) 199S.

b) 14 ... ltld5 1S.a4 aS 16.gS tt:lsb6 17.�b3 es 18.h4 c4 19.ic2 tt:lds zo.hs !-1-!-1; Movsesian­Istratescu, Ohrid 2001. 10.h4!

Las blancas no dan tregua. La tímida 10.c3?! sólo alcanza la igualdad tras 10 ... ltlbd7. to ... tühs

Las negras se desviaron más tarde con: a) 10 ... h6, pero sin demasiado éxi­

to: 11.tt:les ih7 (ll...if!xd4? 12.ltlxg6 fxg6 13.1We2±) 12.if!e2 (D)

Alcanzamos ahora la partida Nedev-Slovi­neanu del capítulo 9 (línea Eld) con el caba­llo blanco en eS en lugar de f4. En la situación actual tiene un aspecto más amenazante, así que las negras están en mal estado. 12 ... ltlds (12 ... iJ.d6? 13.ltlxf7! �xf7 14.\Wxe6+ 'it>g6 lS.hS#) 13.0-0-0 (13. if!hs!? también parece peligrosa) 13 ... ltld7 14.f4 tt:lxes (Relativamen­te lo mejor. 14 ... �e7?! lS.ltJhs 0-0 16.1Wg4 g6 17 .ltlg3 es claramente poco apetecible para

Capítulo 13: La variante principal con 8. lüe4 225

negras) 1S.fxes (15.dxes?! echaría a perder buena parte de la ventaja: 15 .. .'ªc7 16J�hf1 0-0-0 17.f5; Arakharnia-Olbrich, Erevan {ol-w) 1996. Ahora, en lugar de la continuación de la partida, 17 ... .ixfs 18.tbxfs exfs 19.l!xfs g6 zo.laf3 ig7 Zl.e6!, que dio a las blancas una gran ventaja, las negras podrían haber ob­tenido un juego decente mediante 17 ... <i!?b8! 18.%Vg4 .ics) 15 ... 1!9c7 16.l!hf1 o-o-o 17.l!f3 bs (Esta medida radical debilita el flanco de dama negro, al tiempo que asegura el puesto avanza­do tbds. La alternativa consistía en una defen­sa pasiva, 17 ... <i!?b8 18.l!df1 l!d7) 18 . .id3 igs? (Las negras pronto estarán abrumadas en el flanco oeste después de este feo movimiento. 18 ... ixd3 19.Wxd3 fs 20.exf6 gxf6 parece me­jor para las blancas, pero ciertamente no es decisivo) 19.c4 bxc4 20.ixc4 ie7 2l.tbe4 lbb6 22.ias ixh4 23.l!c3 1-0; Emms-Dunnington, Londres 1997. Aquí las negras decidieron tirar la toaJla debido al inminente ibs.

b) lO .. .hs? daría a las negras una versión inferior de 10 ... h6: ll.tbes ih7 12. V:Ve2±.

e) lO ... id6!? Probablemente lo menos malo. 11.h5 ie4 (ll...ixg3?? 12.hxg6 ic7 13.gxf7++-) Ahora, o 12.h6!?, o 12. tbxe4 tbxe4 13.c3 (13.h6!?) es ligeramente mejor para blancas. 11.'t:Ye2 ltJd7

Cambiar de inmediato en g3 aumentaría las opciones blancas: 1l...tbxg3?! 12.fxg3 tbd7 [12 ... hc2? pierde con rapidez: 13.tbgs! ie7 14.tbxf7 <i!?xf7 15.1!9xe6+ @es 16.l!cl i.a4 (o 16 ... ig6 17.hs) 17.1!9f7+ <i!?d7 18.b3 ibs 19.ixbs cxbs 20. V:Vfs+ <i!?es 21.�k8+-] 13.0-0-0 tbb6 14.h5 !fs 1S.!b3; Intentando tbes, seguido de g3-g4, mientras que si 1S ... ig4 hay 16J�h4 ixf3 17.gxf3 con una gran venta­ja blanca. Ahora las negras pueden continuar 1S ... as 16.a3 a4 17 . .ia2, pero de ninguna ma­nera esto resuelve sus problemas. 12.0-0-0 id6 13.ltJes! lüxg3 14.fxg3 hes 15.dxes hs

Mejor que 1S ... h6, ya que las blancas no pueden hacer ningún progreso, al menos sig-

nificativo, en el flanco de rey y el alfil gana estabilidad. 16.ib4! (D)

Puede que ya sea demasiado tarde para que las negras puedan escapar, como sugiere el resto de la partida. 16 ... 'i:Yb6 17 .V9e1 Afs

17 ... 0-0-0 18.i.as V:Vc5 19.'ftlc3!± (D)

Con la amenaza !xd8 y si la torre se mueve sigue 20.l!xd7 que gana inmediatamente: 20 ... @xd7 21!xe6+ (19.ixd8?? 1!9xc4-+ ). 18.gfl g6

Las blancas amenazaban 19J3xfs. Otros intentos también habrían resultado

inútiles: 18 ... tbxes? 19Jhfs tbxc4 20.l!xf7!+-; 18 ... 0-0-0 19.ias %Ves 20.%Vc3±;y finalmente 18...a5 19.id6±. 19.'&c3 tLlcs zo.gf4

La precipitada 20.ias? habría desperdi­ciado casi toda la ventaja blanca: 20 ... tba4 21.Wb4 V:Vxb4 22.ixb4 tbb6;!;.

226 juegue la Escandinava

zo ... ¿¿je4 20 ... a5 no habría mejorado el destino de

las negras: 2l.ia3 liJa4 22.'�el o 2l...liJd7 22.gfd4 0-0-0 23.ie7; en ambos casos la vic­toria blanca era cuestión de tiempo. 2l.f9el gh7 22.ia5 §'es 23.id3 �xg3 24.ib4 1-0; Svidler-Oll, Ter Apel 1996.

B) 8 ... V9c7 (D)

Aunque la dama no presiona ni en d4 ni en b2, esta retirada está bastante bien. Cierta­mente, las negras no deberán derrochar más tiempos con su dama y pueden enrocar largo tras ... liJd7. 9.¿¿jxf6+

9.liJg3 (Comparada con la variante anterior, 8.liJe4 %Vds, las negras tienen un tiempo extra completo, lo que hace este intento inofensivo) 9 ... .ig6 10.h4 liJhs Las negras ya están amena­zando ... liJxg3. Otro efecto de la situación de la dama negra es que las blancas no pueden em­plazar su caballo en es mucho tiempo. ll.liJes liJxg3 12.fxg3 liJd7 13.if4 liJxes 14.-txes id6 Se cambian demasiadas piezas para que las blancas puedan contar con ventaja. 15.%Ve2 o-o-o!? (Glek-wahls, Bundesliga 1996 conti­nuó: 15 ... h5 16.0-0-0 if5 17.%Ve3. Ahora, en lu­gar de 17 ... 0-0-0 18.ixg7 ixg3 19,gdf1 ghg8 20.if6, que no fue fácil de manejar para las negras, Wahls sugirió 17 ... gg8. Sin embargo el remedio es peor que la enfermedad, ya que después de 18.hd6 %Vxd6 19.d5!, con idea de 19 ... %Vb4 20.gd4, 1as negras tienen problemas)

16.h5 (16.0-0-0?! ixes 17.dxe5 hs es al menos igualdad) 16 ... ixe5 17.dxe5 ifs 18.g4 ixg4 19.'&xg4 �xe5+ (D)

Las blancas pueden elegir entre consen­tir las tablas, con 20.%Ve2 �xb2 21.0-0 %Vd4+ 22.�h2 �h4+ 23.�g1 %Vd4+, o embarcarse en la complicada 20.ie2!? fs (20 ... �xb2 21.0-o fs) 21. �b4 gd4 22. Y:Vc3 ghd8oo. 9 ... gxf6 (D)

10.V9ez a) 10.c3 fue la elección de grandes nom­

bres como Psakhis y Bologan. Sin embargo, al ser el peón e blanco tabú después de 10. �e2 no alcanzo a ver el interés de esta jugada.

b) 10.0-0 liJd7 ll.liJh4 Las blancas permiten el asalto de las torres enemigas, ya que después de 8.liJe4 'ªb6, la nueva localización de la dama debería ser bastante beneficiosa para las negras. 11...ig6 12.g3 o-o-o 13.c3 id6 14. Y:Vf3 gdg8 (O) Mephisto Portoroz-Becher, Porz 1989.

Capítulo 13: La variante principal con 8. ltJe4 227

El último movimiento de las negras prepara .. .fs-f4, o ... lt:lf6 sin permitir la clavada igs. La posición ofrece oportunidades mutuas.

e) lO.lüh4 .ig6 ll.f4 (1Llt:lxg6 hxg6 12.g3 id6=) 11 .. .fs! [Como volveremos a ver más adelante, este avance constituye a menudo la respuesta apropiada contra f2-f4. Las ne­gras contemplan explotar la debilitada casilla e4 con la maniobra ... lüd7-f6-e4, y esperan reactivar su alfil moribundo mediante hs. ll ... ie4? es un grave error: 12.f5! exf5 13. §'hs Oukic-Marinsek, Ljubljana 1996) Las blancas contaron con una amplia compensación en la partida, pero 13. �e2! era incluso más fuerte] 12.ie2 [Un intento para evitar la antes men­cionada reactivación del alfil de casillas blan­cas. Si 12. �e2!?, lo más sencillo es 12 ... ie7, mientras que después de 12 ... lüd7 13.lt:lxg6 hxg6 14.ixe6 fxe6 1S.§'xe6+ �ds 16.�xg6 (D), la situación es incierta]

12...lLld7 (12 ... .ie7 13.g3 no ayuda a las negras ya que tras 13 ... ixh4?! 14.gxh4 deben tener cuidado con h4-h5) 13.if3 0-0-0. Segui­do de ... lt:lf6 y ... es con un buen juego para las negras; Grazinys-Turcan, e-mail 1998.

10 ... !Lld7 10 ... ixc2? es demasiado peligrosa: 1U�cl

ig6 12.ds cxds (o 12 ... es 13.0-0 lLlh4 y f4, con una iniciativa duradera a cambio de un simple peón) 13 . .ibS+ [13.ixds echa a perder toda la ventaja: 13 ... lLlc6 14.ixc6+ (o además 14.lt:ld4 1!9d7) 14 ... bxc6 1S.lt:ld4 es 16. �bS+ '1Wd7] 13 ... lt:lc6 14.lt:ld4 y las blancas casi ganan, por ejemplo: 14 ... a6 15J��xc6!, etc. 1 1.0-0-0 0-0-0

ll...lt:\b6!? 12.ib3 (D)

a) 12 ... 0-0-0, traspone a 12.lLlh4 ig6 13.1l.b3 4Jb6 (línea Bzb).

b) 12 ... cs?! 13.lLlh4l c4 (Las complicacio­nes tácticas son favorables a las blancas, pero 13 ... ig6 tampoco es genial: 14.dxcs ixcs 1S.ic3 con una ventaja blanca considerable. IS...§'f4+? 16.�b1 §'xh4 17.§-bs+) 14.lt:lxfs cxb3 15.axb3 0-0-0 16.lt:le3 l:hd4 17.ic3 �xd1+ 18.�xdl y las negras experimentan ciertos problemas, por ejemplo: 18 ... ie7 I9.§'hs!

e) 12 ... a5?! 13.a3 (13.a4!?) 13 ... a4 14.ia2 lt:lds 15.g3 con idea de c2-c4. 1s...bs? 16.ixds cxds 17. \�hbS+. 12.!Llh4

1Z.ib3 lüb6 13.g3?! (Demasiado lento. 13.lLlh4! transpone a 12.lüh4 ig6 13.ib3 lt:lb6, ya que 13 ... �xd4? no es recomendable: 14.lt:lxfs exf5 1S.§'e8+ �d8 16.§'xf7±) 13 ... ig6 14 . .if4 id6 15.ixd6 �xd6= 16.lt:lh4 as 17.a4 lt:lds 18. '1Wf3 'f!fe7 19.�he1 �hds 20.c3 �H4.

Las blancas no tienen ventaja y se acordaron las tablas; David-Tkachiev, Cannes 1999.

228 juegue la Escandinava

12 ... .ig6 (D)

Bl) 13.g3 También es posible 13.c3 es?! (13 ... Wb8,

o 13 ... lLlb6 eran mejores: 14.ib3 eS lS.dxcs ixcs 16.lLlxg6 hxg6 con juego equilibrado) 14.d5 lLlb6? (14 ... exd5 lS.ixds ltlb6 16.if3;!; habría reducido el daño) 15.lt:lxg6 hxg6 16.dxe6! (Psakhis-Gausel, Ohrid 2001) y gra­cias al truco 16 .. J�e8 17. �g4! las iblancas cap­turan un peón por nada. 13 ... li)b6 14.ias (D)

14 ... .ig7 14 ... i.h6t ?! no es acertado; las blancas se

alegran de poner su rey en bl. 15. -;!;>bl fs 16.f4 il.g7 17.c3 �d7 18.lLlg2 ghd8 19.lt:le3 es (Las negras pierden la paciencia. La cauta 19 ... Wb8 era mejor) zo.il.bs �d6 21.lLlc4 gds 22.lLle3 (Las blancas podría haber mejorado la posi­ción de su torre, mediante 22.�hel!? Cierta­mente, después de 22 ... cxd4 23.cxd4 la difícil

situación de la pareja negra prohíbe la cap­tura en d4 o bs: 23 ... gxb5 lLlxb6+, o 23 ... ixd4 24.�xd4 �xd4 25.�cl) 22 .. J�Sdl6 23.�cl <i>bs 24.�hd1 a6 2S.dxcs? (2S.il.a4!, tratando 25 ... cxd4 26.cxd4 �e7 27.i.c6!! era necesario para mantener la ventaja) 25 .. ..lhdl 26.ixb6 �xcl+ 27.@xc1 �e7 28.il.xd8 \'9xd8 29.i.a4 Was 30. �c4 il.fB 31. �d4 ixc5=; Chandler­Hodgson, Scarborough 2001. 1s.<i>b1 fs 16.c3 f4+ 17.<i>al <i>bs 18.ib3 gd7

18 ... �he8, con idea de ... es, merece consi­deración aunque más adelante las negras no corren peligro. 19.'1Wf3 fxg3 20.hxg3 \Wd8 21.Wi'f4+ <i>a8 22.\Wg4 \Wc8 23.hb6 axb6 24.f4 ghd8 25.'1Wf3 eS 26.tt:lxg6 hxg6 27 . .ia4 ge7 28.dxc5 gxdl+ 29.gxdl \Wxcs 30.gd8+ <i>a7 31.\Wdl bs 32 . .ib3 gc7 �-�;

Illescas-Speelman, León Eu-tch 2001.

B2) 13 . .ib3 (D) Aquí también es aceptable una política de

espera con 13 ... @bs, como en las líneas resul­tantes de 8.lLlds �d8 que veremos en el últi­mo capítulo.

Si quieren ser más emprendedoras, las ne­gras deben elegir entre las siguientes posibi­lidades: BZa) 13 ... .id6, BZb) 13 ... lLlb6 y BZc) 13 ... cs!?

B2a) 13 ... .id6 14.g3 tt:lb6 14...�he8 lS.�hel fs? (D)

Capítulo 13: La variante principal con B.lD e4 229

Una decisión equivocada ya que la casilla e4 puede cubrirse con f3. Después de 16.lüg2 (Nunn-Conquest, Hastings 1996) las blancas disfrutan de una clara ventaja.

14 ... c5 15.d5 lüb6 16.�a5;!; es idéntico a Tkachiev-Ricardi (línea B2c), que incluye mo­vimientos como g3 y ... �d6, o sea, un poco mejor para las blancas. 15.c4!? c5 16.dxc5 �xc5

O 16...�xc5 17.�c3 �e7, con ventaja para las blancas.

B2b) 13 ... lüb6!? (D)

14.Wf3 ie7 14 ... �g7?! 1S.�f4 Wd7 16. !í:hel lüds

17 . .ig3 es incómodo para negras, que tendrán que hacer frente a un plan como c2-c4 y des­pués d4-d5, precedido quizás por lüxg6 y/o @bl. 15.if4 '!Wd7 16J��hel lüds 17 . .ig3 fs!

Seguimos ahora Reichmann-Westphal, Bremen 1998. En comparación con la posición que surge tras 14 ... �g7?!, las negras pueden

conseguir contrajuego gracias a las inestables piezas blancas en el flanco de rey. 18.c4 ig5+

18 ... lüf6 (D) también es aceptable, como demuestran las líneas siguientes:

a) 19.c5!, amenazando '&f4. 19 ... lühs [19 ... lüds?! 20.!xds igs+ (21.'&f4 es bastante molesto) 21.if4 ixf4+ 22. Wxf4 Wxds 23. @bl; las negras pueden mantener esta posición, pero su alfil no inspira confianza. 19 ... b6!?] 20.tüxg6 hxg6 21.ies if6 22.Wc3 We7 23.g3. Con un ligero predominio para las blancas, ya que tras cambiar en es, una torre aterrizará en d6.

b) 19.ds!? ihs (19 ... lüe4!? 20. @bl igsoo) 20.dxe6 (2o.1k!Ff4 tampoco perturba el equili­brio: 20 ... id6 21. Wxd6 Wxd6 22.ixd6 �xdl 23.ies ixb3 24.axb3 lüe4 25.�xh8 !í:xh8=) 20 ... Wxdl + 21. Wxdl �xdl 22. lüxfs �b4 23.ixdl !í:de8!, pero no 23 ... �xel?? 24.lüe7#.

e) 19.lüxg6 hxg6 zo.ds lüe4, o 20.ies !í:h4. 19.st>bl (D)

230 Juegue la Escandinava

19 ... ltlc7 19 ... f4+? es abortada por 20.lüxg6 hxg6

21.cxds exds 22.h4+-, pero 19 ... lilf6l? era tam­bién válida. 20.lt:lxg6 hxg6 21.d5

Las blancas no estaban obligadas a forzar los acontecimientos. En lugar de esto podrían haber puesto a prueba la posición enemiga mediante 21..iesl?, como sugería Karsten Mueller en Chessbase. 21...exds 22.cxds

22 . .ies, planeando 22 .. .f6 23 . .ixc7 Wixc7 24.cxds con una ligera ventaja blanca. 22 ... f4! 23.h4

23.dxc6 llevaba a oscuras consecuencias: 23 ... Wifs+ 24.�c2 �xd1 + 2S. Wixdl (En caso de 2S.�xdl? Wies! 26.cxb7+ <;!?b8, la pieza que van a ganar las negras va a tener más peso que los tres peones rivales) 2S ... Wics 26. V9 g4+ tLle6 o 26.cxb7+ @b8 27.h4 fxg3 28.hxgs gxf2. 23 ... fxg3

23 ... cxds 24.hxgs fxg3 2S. Wixg3;!;. 24.hxg5

Hasta aquí las negras habían estado a la al­tura, pero ahora titubearon. En lugar de 24 . . . gxf2? 2S. Wixf2! ±, tendrían que haber intenta­do 24 ... cxd5 o 24 ... ti:\xd5.

B2c) 13 ... cs!? (D)

14.ds! 14 . .ie3 permite una igualdad más sencilla:

14 ... cxd4 (14 ... lilb6!?) 1S.�xd4 .tes 16.�ddl .ixe3+ 17.Wixe3 llJcs, o 16J��c4 'i!?b8 17.if4

es 18 . .ie3 Wib6 19.�c3 �xe3+ 20.�xe3 ti:\cs 21.tLlxg6 fxg6. 14 ... ltlb6! 15.ltlxg6

Este cambio empezaba a ser necesario. 1S.dxe6? eH; 1S . .ias?? Wf4+ 16. @b1

Wxh4 17.ixb6 axb6 18.dxe6 igH. 15 . .. hxg6 16.ias es

16 ... Wf4 17. @bU; no resuelve los problemas. 16 ... exd5 17.ixds:t (D)

Alcanzando la partida Tkachiev-Ricar­di, Villa Martelli 1997, que continuó: 17 .. .fS 18. Vfff3 .ig7 19.c3 �d7 20 . .ixb6 Wxb6 21.ic4 E:hd8 22.E:xd7 �xd7 23.E:d1 E:xd1+ 24.Wixd1 Wic7 2S.g3 Wie7 26.Wid5 .ih6+ [Sobre todo, no 26 ... Wie1+? 27.@c2 Wixf2+ 28.@b3 .ih6 29. Wixf7+- Las negras no tienen tiempo de 29 ... .ic1 ya que su rival golpeará primero de manera decisiva] 27. i>c2 i>c7 28. Wixf7 Wixf7 29 . .ixf7 gs. Las blancas han ganado un peón pero no pueden superar la tendencia a tablas de los alfiles de color contrarío. 17.c4 �h4!?oo (D)

Cap(tulo 13: La variante principal con 8.lüe4 231

Para obstaculizar el avance enemigo en el flanco de rey.

La continuación ofrecida por Wahls, 17 ... ,ad6 18.h4 fs, también está bien (19.hSoo).

C) 8 ... Y:fb6 (D)

Cl) 9.lüg3 Si las blancas lo prefieren, también pue­

den desviar su caballo a g3, pero en ese caso la dama enemiga demostrará estar bien situada en b6. En efecto, tras 9 ... ig4 la presión sobre d4 y b2 será real, contrariamente a la que se producía en Degraeve-Tomczak y Kramnik­Malakhov del capítulo 9 (respectivamente, líneas Cl y C2b). 9 ... .ig4

9 ... ig6 también es totalmente jugable. 10 . .ib3

a) 10.c3 ixf31? (10 ... ltJbd7) 11. W/xf3 Wxb2 12. @e2! (Este sorprendente movimiento pa­rece más apropiado que 12J��d1. En este caso, tras 12 ... ltJbd7 13.0-0 id6 14.igs W/b6 (D)

El gran maestro Ian Rogers cree que las blancas tienen suficiente por su peón inverti­do, mientras que Prié lo duda. Aquí estoy más a favor del juicio de mi compatriota) 12 ... W/b6 13.�ab1 Wc7 14.if4 %Yc8 (Las blancas recu­perarían su peón tras 14 ... id6 15.ixd6 Wxd6 16J�xb7) 15J�he1, seguido de 16. 'i!lfl. En este caso preferiría conducir las blancas.

b) 10.0-0!? (En realidad las negras no pue­den aceptar el envenenado regalo lO ... ixf3?! 11. Wfxf3 Wxd4?! 12. W/b3 W/b6 13.ixe6! y por lo tanto tienen problemas) y la natural 10 ... ltJbd7 es aquí posible, tanto como la más atrevida 10 ... Yfíxb2, con idea de 11.13b1 ixf3. 10 ... a5

10 ... ixf3!? ll.Wfxf3 Yfíxd4 12.0-0-0 ltJbd7. Según Karsten Mueller no es claro, lo que pa­rece cierto. Las blancas no pueden usar de ma­nera eficaz el latente bis a bis 13d1-W/d4, mien­tras que su oponente está listo para enrocar pronto y obstruir la fila d mediante ... ltJds. 13.ltJfs? W/e4!+, pero sobretodo no 13 ... exfs? 14.13hel+ ie7 1S.if4 %Yb6 16.id6±. ll.c3 a4

ll...i:xf3!? 12. %Yxf3 a4 13.ic4 V=Yxb2 14. @e2� sería parecido a 10.c3 Axf3 etc. 12 . .ba4 (D)

12 ... ixf3! 12...%Yxb2?! 13.13b1 Y=Ya3 [De nuevo era

preferible 13 ... Axf3, aunque el final que surge es mejor para las blancas: 14.13xb2 i.xd1 1S.i.xd1 bs; 13 ... V=Yxa2? 14.13a1 V=Yxal (14 ... %Yb2? pierde inmediatamente por

232 juegue la Escandinava

1S.ixc6++-) 15.\Wxa1 bs 16.lt:les. Gracias a su iniciativa las blancas tienen aquí una ventaja significativa] 14.ib3 id6 15.h3 ixg3? [¡El caballo equivocado! En su lugar, 1S ... ixf3 16. Wxf3 lt:lbd7 17.0-0 era algo más agradable para las blancas debido a su pareja de alfiles, pero las negras están lejos de estar perdidas] 16.hxg4! ic7 17.g5 lt:lds [17...ttle4 tampoco era mejor: 18.g6 fxg6 (18 ... lt:lxd.2? 19.gxf7+) 19.\Wez lt:lxdz 20.lt:lxd2±] 18.g6!; Benjamín­Waítzkin, Nueva York 1998. Las negras experimentan serias dificultades que fueron incapaces de superar. 13.gxf3'1Mfxbz 14J3b1 1Mfxa2 15.ga1 1Mfxal 16.VNxal bs 17.1Mfbz gxa4 18.0-0 ia3 19.1Mfb3 !l.e7 (D)

Las negras tienen una versión mejorada de 12 ... \Wxbz?! 12J!b1 Wxa2? y están muy bien.

CZ) 9.lLlxf6+ gxf6 (D)

Las blancas deben decidir ahora dónde proteger su rey. Moverlo al flanco de rey con­lleva mayor cantidad de riesgo al disfrutar su rival de una columna g semiabierta.

10.ic3?! Desplaza el alfil a una casilla in­cómoda al obstaculizar el plan c4 seguido de ds. 10 ... lt:ld7 11.'1We2 o-o-o 12.0-0-0 '1Wc7=; Erler-Ochs, Alemania 1995.

Ahora veremos CZa) 10.ib3, czb) 10.\Wez y CZc) 10.0-0.

CZa) 10.ib3 (D)

10 ... a5! Prefiero esta manera de continuar an­

tes que 10 ... ltld7 11.We2 ig4?! (Las negras son reacias, con bastante razón, a capturar el peón d4. Por lo tanto, la normal 11 ... 0-0-0 seguida de 12 ... id6 era claramente preferi­ble) 12.0-o-o o-o-o 13. �b1 (13.h3 ihs 14.g4 ig6 1S.if4 me parece más preciso) 13 ... id6 14.h3 ihs 15.g4 ig6 16.lt:lh4 Wc7 17.\Wf3 es 18.lt:lxg6 hxg6 19.dxc5 ies (19 ... ixc5) 20.c6 Wxc6 21. Wxc6+ bxc6 22.ie3 lt:\b6 23J:1xd8+ �xd8 24.h4. Las blancas están visiblemente mejor y ganaron la partida; Berelovích-Tikka­nen, Hoogoveen 1999. ll.a4 lLla6 (D)

Este caballo se dirige a b4 y después, posi­blemente, a ds. Sí las blancas continúan con c3 en un momento dado, para cubrir su peón d y así liberar a su caballo, el ib3 será inestable.

Estos factores, combinados con las columnas

Capítulo 13: La variante principal con 8.lL'Ie4 233

d y g semiabiertas, hacen que las perspectivas negras sean, desde mi punto de vista, bastante interesantes.

Veamos algunos ejemplos prácticos que ilustran esta afirmación:

C2a1) 12.lL'Ih4 ig6 13.J.e3 (D) 13.Wf3 (Parligras-Hamdouchi, Cannes

2009) provocó tempranas simplificacio­nes: 13 ... Wxd4 14.lbxg6 hxg6 15.0-0-0 lbcs (lS ... �cs!?) 16.�gs lbxb3+ 17.Wxb3 [17.�bl? Tomar primero en f6 y sólo entonces recupe­rar el lbb3 es un error, ¡y por muchas razo­nes! Hicham Hamdouchi me sugirió la crea­tiva 17 ... ig7!?, pero la acrobática 17 ... fxgs es igualmente adecuada: 18J%xd4 lbxd4 19.Wf6 ¡::¡h4 20.g3 ie7. finalmente, la ínsensible y mejor 17 ... Wxa4! rebate completamente la idea blanca: 18.cxb3 Wbs 19.Wxf6 Wfs+, o 19.�xf6 ¡::¡hs y luego .. J3ds] 17 .. .'&b4 18.Wxb4 axb4 19.�xf6 ghs �-�.

13 ... 0-0-0 14.0-0 lL'Ib4 15.h3?! Este movimiento no parece muy útil. Era hora de buscar la igualdad, y la si­

guiente ruta, señalada por Prié, parece ade­

cuada para servir a este fin: 1S.Wf3!? �xc2 16.d5 (16.�xf6 id6) 16 ... c5 [16 ... �c7?! lleva a problemas 17.�xc2 lbxc2 18.gacl lbxe3 (18 ... lbb4! es más fuerte) 19.dxc6 lbxfl 20.cxb7+ 'it>b8 21.gxc7 'it>xc7 22. 'it>xfl±] 17.Wxf6 id6 18.ixc2 lbxc2 19.gadl lbxe3 20.fxe3 exds (D)

Ahora, después de bien 21.g3, o bien 21. �hl las blancas recuperarán su peón, con un juego aproximadamente igualado. 1S ... Wfc7 16.c3 lL'Ids 17 .ixds fu:ds 18.c4 �hs 19.lL'Ixg6 hxg6 zo.Wff3 (D)

zo ... fs Prié pensó tras la partida que 20 ... gs!? era

más fuerte. Las blancas no pueden cambiar alfiles, aunque no estoy convencido de que las negras puedan reclamar ventaja alguna

234 juegue la Escandinava

después de 21.d51 (21. %Yxf6? g4 22 . .if4 %Yd7 es, por otro lado, peligroso para blancas) 21... fs 22.dxc6 bxc6 (O 22 ... %Yxc6 23.%Vxc6+ bxc6 24.!d4 l38h7 2S . .ib6) 23 . .id4 g4 24.'?9ez l38h7 2S.!es; es cierto que las negras podrán jugar ... gxh3 pronto, pero después de la réplica g3 no les proporcionaría gran cosa. Zl.�f4 �d6 zz . .txd6 �xd6 23.d5! exds

23 ... g5! Daba mejores opciones prácticas para presionar por la victoria, insuficiente sin embargo contra una adecuada defensa: 24.%Vc3! (24.dxc6 '?9xc6 y 24.dxe6 g4 25.%Vg3 %Ye7 26.l3adl fxe6 son ambas un poco me­jor para negras) 24 ... g4 zs.cs!, con idea de 25 ... \Wxds?? 26.l3fdl \We4 27.gd4 '?9e2 28.l3adl+-. Las negras deben jugar 25 ... %Vd7 y si 26.d6 f4 con probables tablas. 24.cxds W/xds zs.�xds cxds 26J�fdl f4 27 J�acl + <c!ld7 28J�k5 b6;

Y aquí se acordaron las tablas en Slaby­Prié, figueres 2005.

CZa2) 12.h3? (D)

12 .. J;gs! 13.�h4 ie4 14.ie3 o-o-o Al analizar esta partida Prié ofrecía la re­

finada 14 .. . ib4+! 15.c3 ie7 "con idea de f6-f5 y la dama blanca no puede ir a hs a causa del .ib3 colgando". 15.0-0 W/c7

En caso de 1S ... ie7, las blancas contesta­rían como en la partida, 16.f3 pero lS ... cs!? merecía una seria consideración. En este caso, después de 16.c3 las negras podrían usar la

casilla c6, y pueden beneficiarse del ib3 des­protegido en algunas líneas. 16.f3 .tg6

16 ... '?9g3 no evita 17.%Yel! Wíxh3? 18.fxe4 .id6 19.e5 . 17.�xg6 hxg6 18.-e9ez �b4;

Tan-Prié, West Bromwich 2005 fue bastan­te cómodo para las negras.

C2a3) 12.0-0 (D)

12 ... .ig4 o 12...lüb4 13.lüh4 ig6 14.ie3 lüds

lS.hds!? cxds 16.c4 dxc4 17.d5 V:Yc7 18.dxe6 fxe6 19.lüxg6 hxg6 20.h3 (D) Gurevich-Rein­derman, Alemania 2004.

El rey negro, algo desprotegido, concede a las blancas una compensación razonable por su peón, pero nada más. 13.h3 �hs 14.gel o-o-o 15J�e4 .ig6

1s .. .fs!? 16.l3h4 ixf3 17.V:Yxf3 ig7. 16.ge3 �b4 17.hb4 (17.c4 es) 17 ... .ixb4

Capítulo 13: La variante principal con 8.itJ e4 235

18.c3 id6 19.ltld2 ibs 20.etJc4 V!ic7 21.g3 E:hg8 22.V!if3

La posición blanca no es mala en sí misma, pero pronto se hará evidente que no existe un plan constructivo disponible. 22 ... ifs 23.E:ae1 hs 24.h4 E:g4 2s.cJif1 E:dg8 26.id1? (D)

Era necesario jugar la artística 26. �hl. En ese caso no veo nada decisivo para las negras.

Tras el movimiento de la partida, por el contrario, ¡las negras rematan con estilo! 26 ... E:xh4!! 27.gxh4 V!ih2 28.E:e4 E:g3!!-+ 29.V!ixhs Wfhl+ 30.�e2 V!ixe4+ 31.�d2 if4+ 32.ltle3 V!id3+ 33.�c1 V!ib1+ 34.�d2 V!!xb2+ 35.ic2 V!!xc2# 0-1;

Schmidt Schaeffer-Vidoniak, Zúrich 2002.

C2b) 10.V!ie2 etJd7 1 1.0-0-0 0-0-0 12.ltlh4 ig6 (D)

Esta posición es bastante parecida con la dama en c7 en lugar de b6 y el alfil de las blan­cas en la casilla b3, que es lo que se suele obte­ner en la línea 8.lüds �d8. La evaluación no se altera: una mínima ventaja para las blancas.

13.g3 ib4 (13 ... c5!?) 14.if4 (14.c3!?) 14 ... V!!as 15.etJxg6 hxg6 16.a3 ifs 17. <i!?b1 ih6 18.id6 if8=;

Cornette-Prié, Evry 2008.

C2c) 10.0-0 (D)

En esta posición las negras tienen que to­mar una decisión importante: pueden forzar las cosas, capturando el peón b, o completar su desarrollo. Ambas opciones me parecen adecuadas y deberían llevarles a un final igua­lado. 10 ... V!ixb2

a) lO .. .lÜd7 11.b4 �d6 12.13el 13g8 13. @hl 0-0-0 14.�fl Las blancas no estaban obliga­das a jugar @hl y �fl, pero esta retirada, protegiendo g2 y abriendo paso para c4, debe tenerse en cuenta. Ciertamente, optar por 10 . .ib3 para cubrir b2 parecía natural, pero en ese caso un plan conectado con el 0-0 ha­bría sido menos adecuado. Encontramos esta mezcla en Schmidt Schaeffer-Vidoniak, don­de la ausencia del alfil se hizo notar en su ala original. 14 ... es (14...�g4 15.c3 �c7) 15.c4? (Simplemente perdiendo el peón b. En lugar de la textual, 15.a4! aún era casi igualdad) 15 ... .ixb4! 16.:ge3 .ixd2 17.�xd2 exd4 18.13b3 �es 19.�b2 lüb6-+; Dworakowska-Houska, Alemania 2000.

b) 10 ... gg8 n.:gel lt:ld7 12.b4 o-o-o 13.a4 .ig4 14.a5 '?!c7 lS.bS (1S.a6!?) 15 ... �d6 (15 ... es!?) 16.'i!�hl �f4! (D)

236 juegue la Escandinava

17.i.e3 (17.bxc6?! era peor 17 ... ixd2! 18.cxd7+ lhd7 19.Wxd2 �xf3, o 19 ... Wxc4 con ligera ventaja negra en ambos casos) 17 ... cxbs 18.i.xbs ggs 19.i.fl (19.hd7+! gxd7 20.a6 b6 21.h3 ghs 22. �gl i.h2+ 23. �hl=) 19 ... �xe3 20.gxe3 gxas 21.'@el gxal 22.Wxa1 �b8 23.gc3 '@d6 24. tt:ld2 tt:l b6 2S. tt:lb3 es+ 26. '@as? (26.gd3 era más tenaz, aunque también triste después de 26 ... e4) 26 ... exd4 27.tt:lxd4 '@xd4! 28.gd3 Wxf2 29.gxd8+ �c7 30.WcS+ Wxcs 0-1; Glek-Bauer, Suiza (tt) 2009.

Volvamos a lO .. Jffxbz (D) ya que ahora las blancas disponen de CZcl) ll.ib3!?, CZcZ) ll.�ez?! y C2c3) ll.gbl.

CZcl) ll.ib3!? Sin duda más prometedor que 11.gbl,

ya que contrariamente a esa jugada permite mantener las damas, en el tablero. l l...Wia3

11 ... "t:ld7 12.a4 ie4 y ahora ambas, 13.gel y 13.c3, serían favorables a las blancas, al su­gerir las siguientes variantes de muestra:

13.gel (13.c3 ggs 14.tt:lh4 ids 1S.ixd5 cxds 16.gbl �a2 17.gxb7;!;) 13 ... ixf3 14.�xf3 �xdHS.ic3 vtfh4 (D)

16.ixe6! fxe6 17.gxe6+ �f7 18.�fs '@gs 19.gxf6+ Wxf6 20. '@xd7+ '@e7 21. '@fs+ �g8 22.ge1 '@f7 23.Wxf7+ �xf7 24.�xh8;!;. 12.tt:lh4 .ig6 13.W/f3 tt:ld7 14.W/h3

Amenazando lS. tt:lxg6, y en algunos casos ixe6. 14 ... ihs (14 ... i.g7? 1S . .txe6!) Is.tt:lfs ig6 16.ctJh4;

Y la repetición parece el resultado lógico.

czcz) u.W/ez?! (D)

n ... Wfxcz lZJ�fel (D) La jugada del texto se realizó en Nísípeanu­

Prié, Montpellier 2006. Impide ... '@e4 y es óp­ticamente peligrosa para las negras que están muy atrasadas en el desarrollo. El ordenador, sin embargo, cree que el segundo jugador tie­ne aquí recursos suficientes. Por otro lado, sí 12."t:lh4 "t:ld7 13.gfel �a3!.

Capítulo 13: La variante principal con 8. ttJe4 237

12 ... tt:ld7? Esto lleva a problemas. Sin embargo las

negras tienen dos opciones más fuertes: 12 ... .tg4!? y 12 ... ia3 13.d5 cxds 14.ib5+ @e7 (o 14 ... llJc6) 1S.lUd4 �e400• 13J3acl \Wbz 14.lbh4 ig6??

14 ... 0-0-0 15. tüxfs exfs, con idea de 16 ... ib4, era obligado. 15.ixe6+- 0-0-0 16.ixd7+ S:xd7 17.'We8+ E:d8 18.E:xc6+ bxc6 19.Wxc6+ �b8 zo.if4+ id6 2 1.ixd6+ E:xd6 zz.Wxd6+ �a8 23.lbxg6 fxg6 24.'�xf6 �k8 25.\We6 �b7 26.\Wds+ �bs Z7.g3 1-o

C2c3) ll.E:bl (D)

11 ... \Wxcz 12.\Wxcz Si 12. Wez?! las negras llegarían a una ver­

sión mucho mejor del mismo final con 12 ... bs 13.gbc1 (13 . .ib3?? �d3-+) 13...\Yie4 14.ixbs �g8 15.g3 \Wxe2 16.ixe2 ie4. 12 ... ixc2 13.E:xb7 (D)

La actividad blanca compensa su déficit de peones y las negras deberían ser cautas en sus próximos movimientos. Creo que pueden calmar la iniciativa rival para poder igualar siempre y cuando eviten las trampas en su camino. 13 ... ttld7

El siguiente es un perfecto ejemplo de las mencionadas trampas: 13 ... ie4? 14.!!el! ixf3? (D)

1S.ixe6!! fxe6 16J:1xe6+ 'tt>d8 17 . .ia5+ Wc8 18.:1:k7+ 'tt>d8 19J!f7+ Wc8 20.l3e8#. 14.l3e1

14 . .ias llJb6!? (Este movimiento no es forzado, pero las negras tendrán una buena compensación) 1S . .ixb6 axb6 16.l3xb6 id6 17.l3xc6 'tt>e7.

14.d5? es errónea a causa de 14 ... exds!, pero no 14 ... cxds?? 1S . .ib5+- o 14 ... tücs?! 15.dxc6 tüxb7 16.cxb7 l3b8 17.l3cl ia4 18.ia6 Wd7 19.lüd4 eS zo.gc4; 14...�b6!? 15 . .ie2 tüxds 16.�d4 .ie4 y un divertido final po-

238 juegue la Escandinava

dría ser 17.ltlxc6 ltle7 18.ltlxe7 hb7 19 . .ibS+ Q?xe7 20 . .ib4+ Q?ds 2LiaS+=. 14 . . . .id6!oo

Con idea de neutralizar 1S . .ixe6, que ha dado algunos éxitos a las blancas, contra otras jugadas.

Si 15.ixe6? fxe6 16J'�xe6+ .ie7 17 . .ib4 0-0-01 y las negras ganan.

Conclusión:

Hemos visto en este capítulo las diferen­tes maneras a disposición de las negras para contrarrestar 8.ltle4. Claramente deben evi­tar 8.llle4 '<Wd8?!, a causa de 9.�g3, donde las blancas obtienen ventaja en la apertura.

Retirarse a b6 y c7 parecen, por otro lado, plenamente satisfactorias; en b6 la dama ne­gra está colocada de forma más agresiva, pero en c7 está menos expuesta.

14. La variante principal con s.t2Jds

Hemos llegado al final de este libro y ya podemos tratar la posición más debatida en la De­fensa Escandinava en la actualidad: l.e4 ds Z.exds Wxds 3.lbc3 �as 4.d4 ltJf6 s.liJf3 ifs 6.ic4

e6 7.idz c6 s.lbds. ¿Por qué es tan popular esta continuación para las blancas? Probablemente porque continua

con el cambio de caballos en f6 y, bien consiguen una mejor estructura de peones, o bien man­tienen cierta ventaja en el desarrollo. Hay que añadir que la posición blanca es sólida y, durante las siguientes jugadas, fácil de manejar. Para las negras, el argumento más importante es la solidez de su estructura de peones.

Tras 8.ltJds, que contrariamente a su alternativa 8.ltJe4 no permite ni 8 ... �c7, ni 8 ... Wb6, las negras deben batirse en retirada con 8...V:Vd8. Entonces sigue 9.tLlxf6 y las negras se enfrentan al dilema de cómo recapturar. Veremos porqué el estado actual de la teoría inclina la balanza a favor de 9 ... gxf6. Parece que entonces, muy a pesar de su estructura de peones ligeramente dañada, las negras están muy cerca de la igualdad.

240 juegue la Escandinava

8 ... �d8 9.túxf6+ Ahora las negras se encuentran con el di­

lema de la recaptura y deben elegir entre A) 9 .. .'119xf6 y B) 9 ... gxf6.

El estado actual de la teoría recomienda la segunda opción, pero en cualquier caso invito al lector a examinar ambas opciones para que pueda sacar sus propias conclusiones.

A) 9 ... �xf6 La captura de dama en f6 ha estado con­

siderada como perfectamente viable hasta la reciente partida Sanduleac-Prié, Créon 2007. Tras esa debacle, las negras cambiaron a 9 ... gxf6 donde, como veremos, sus oportunidades son bastante aceptables. lO.�ez (D)

La jugada más común es 10 ... i.g4. Las ne­gras pueden desviarse, pero, como vamos a ver las alternativas no garantizan la igualdad: Al) lO ... i.d6?!, A2) 10 ... �d7?! y A3) 10 ... ig4.

Al) 10 ... id6?! (D) Las blancas se ahora encuentran en un

cruce de caminos.

11.0-0-0 Aparte de esta ambiciosa respuesta, pue­

den optar por la relativamente sencilla ll.igs, que parece suficiente para poder obtener una ligera ventaja. Las otras opciones disponibles, n.ds y 11. liJes, permiten, en cambio, que las negras igualen.

a) ll . .igs!? �g6 12.d5 (Una novedad teó­rica según mi base de datos. La serie de movi­mientos que sigue a continuación es bastan­te forzada) 12 ... cxds 13.ixds lüc6 (13 ... lüd7 14.ixb7 gbs 15.0-0-0 y no creo que las ne­gras tengan bastante por el peón) 14.ixc6+ bxc6 lS.�dz! �c7 16.�h4 YUhs 17.lüxfs exfs 18.'ª'e3+ Wd7 19.f3 gae8 zo.o-0-0+ @es Zl.�dzt (D) Las blancas tienen una ventaja estable, ya que cuentan con mejor estructura y un rey más seguro.

Capítulo 14: La variante principal con 8.lbd5 241

b) ll.dS?l cxds lZ.ixds O-O! La manera más fácil, alcanzando un juego equilibrado después de 13.ic3 Wfe7. 12...Wie7?! no es tan buena debido a 13.lt:ld4!, donde después de 13 ... ig6? 14.�bs las blancas tienen una ver­sión ganadora de la dudosa 13. �b5+ ?! tLld7 14.i.xb7? (14.ib3! ie4 todavía está bien para blancas) 14 ... llb8 15.tLld4 ie4! (La diferencia con 13.lt:ld4 ig6: 16. tLlc6 es menos eficiente) 16.lt:lc6 ixc6 17.Wixc6 0-0 18.ia6 (D)

Ahora, 18 ... llb6 19. �d4 tLlcs 20.ie3 no está claro, pero siguiendo 18 ... tLlc5 19.ie2 l3fc8 20. Wif3 l3xb2 21.0-0 l3xc2 las negras acaban con un peón extra.

e) ll.lt:les?! lt:ld7! (n ... ixe5!? 12.dxe5 Wig6oo) 12.lt:lxd7 @xd7 13.0-0-0 llad8 (D)

Obviamente las blancas son incapaces de romper con d5, y la posición está totalmente igualada, por ejemplo: 14.h4 h6 15.g4 .ig6=.

Volvamos a la posición tras 1 1.0-0-0 (D). Ahora 11... �e7?! es dudosa por 12.lt:le5!,

seguido de g4.

Ala) 1 1 ... .ig4?! lZ.dS! (D)

Tras esta ruptura el alfil negro está incó­modo en d6. Su situación ya es crítica. 12 ... ixf3

o 12 ... cxd5 13.ixds tLlc6 14.i.c3 Wie7 15.i.xc6+ bxc6 16.i.xg7±; Neukirch-Cording, Dresden 2003

Y también: 12...e5 13.h3 (13.�d3!?) 13 ... ixf3 14.gxf3 cxd5 15.ixds lt:lc6 16Jihgl; y el monarca negro no dispone de un refugio seguro. 13.gxf3 cxds 14.ixds tbc6 1S.ic3 if4+

15 ... Wif4+? Esta resulta una desafortuna­da decisión que, con la siguiente, aceleran la caída. De todas formas las negras ya estaban en un serio peligro. 16. @bl 0-0 17 . .ixc6 bxc6 18.lld4 '?!fes 19.�d3 1-0; Movsziszian-Prié, Marsella 2005. Amenazando llg4, que, por cierto, ¡era más bonita directamente!: 19.llg4! Wixe2 zo.llxg7+ @hs 21.llg8+ @xg8 22.llg1+ ig3 23.llxg3#.

242 juegue la Escandinava

16.�bl e5 17.hc6+ bxc6 18 . .ib4! (D)

Con su rey clavado en el centro las negras no sobrevivirán demasiado tiempo.

18.ixe5? ixe5 19.:!':!hel 0-0 20. W/xes Wlxf3 solo sería igualdad.

Alb) 1 1 ... 0-0! (D) Esta fresca jugada me parece que ofrece a

las negras las mejores perspectivas en lugar de sus alternativas.

12.ttJes bs 13.ib3 as 14.a3 a4! En lugar de 14 ... b4? (Azarov-Repkova, Var­

sovia (blitz) 2009), que las blancas deberían haber sentenciado con 15.g4! ig6 16.h4, ame­nazando simultáneamente .igs y hs. 1S . .ia2 .ixes 16.dxes e'g6

Las negras atacan a la vez c2 y g2. Si se les diera tiempo transferirían su caballo a ds, y parecen obtener una partida correcta tras las siguientes líneas ilustrativas: 17.�b4

eS 18.ics l:k8 19.c3 �xgz o 17 . .if4 �xg2 18.ghgl Wle4 19.�xe4 .ixe4 20 . .ih6 ig6 21 . .ie3 lt:la6 22.gd6. Las blancas tienen sufi­ciente compensación por el peón sacrificado, pero seguramente nada más.

A2) lO .. . tLJd7?! 11.0-0-0 (D)

La prematura ll.ds? hace que la ventaja se escape: ll...cxds 12 . .ixd5 ie7= (12...�xb2!?); Nataf-Waitzkin, Bermuda 1999.

Lo mejor para las negras es ahora ll.. . .ig4, que transpone a 10 ... .ig4.

Veamos las refutaciones de 11 ... .id6? y 11...lt:lb6? a través de dos partidas modelo.

A2a) 1 1 ... i.d6? (D)

12.�g5! 12 . .ic3? �e713.lt:leslt:lxesl4.dxes .ic5=/'!

�-�; Bauer-Hauchard, Besanr;on 1999. 12 ... e'g6 13.d5!

En este caso la ruptura es decisiva.

Capítulo 14: La variante principal con 8.liJd5 • 243

13 ... cxds 13 ... �e5 no rescata a las negras: 14.h4

�xf3 (O 14 ... i.xc2 15.�xe5 ixdl 16.!i:xdl Wffs, y aquí lo más limpio debería ser 17.dxc6! �xes 1S.cxb7 E:bs 19.i.bs+ @fs 20. �xes ixes 21.!!d7+-, intentando ie3xa7) 15.gxf3 cxd5 16.i.xd5 !i:cS 17.Wfb5+ �fS 1S.i.c4 (D)

Las blancas están ganando; por ejemplo: 1S ... ie7 19.ixe7+ @xe7 20.!i:d7+ @f6 2l.Wfb4 �he8 22.h5. 14Jl:xds ie7

14 ... ig4 1S.!i:xd6 ixf3 16.1!Ne3+-. 1S.ixe7 exds 16.-txds;

Ye)iangchuan-Hauchard, Belfort 1999. Las negras se encuentran impotentes con­

tra id6( +) seguido de ixb7 y abandonaron en la jugada 25.

A2b) 1 1 ... liJb6? (D)

12.!gs! Pero no 12.ib3? i.g4 13.ds ixf3 14.gxf3

cxds lS.i.xds o-o-o 16.i.e4 i.cS= (Wahls).

12 ... vtfg6 13.ds! lLlxc4 14 .V9xc4 exds lS.!l:hel + ie6 16.!l:xds

Con idea de !!:des seguido de E:dxe6+. 16 ... ie7 17.i.xe7 cxds 18.V9b4 !l:c8 19.CLld4 !l:c7

Una ligera mejora sobre 19 ... Wh6+? (Robson-González, Miami 2008) que vio el abandono de las negras tan solo cinco movi­mientos después, pero la situación es, en todo caso, desesperada. 20.!d6

Este es el camino más corto hacia la vic­toria, aunque también he encontrado una bonita y más estética alternativa: 20. Wf d6!? !i:d7 (20 ... E:xe7 pierde tras una larga y li­neal secuencia: 21.WbS+ @d7 22.1!Nxb7+ @es 23.Wb8+ �d7 24.Wxa7+ @es 2S.'ªa8+ @d7 26.Wc6+ @da 27. 'ªd6+ @es 28.liJc6 WgS+ 29.f4 E:d7 30. 'ªb8+ gdg 3Lfxgs E:xb8 32.�xb8+-) 21.Wes hs!? 22.ib4+- (D)

Las negras no tienen defensa contra las amenazas tt.Jfs y 'ªb8+, intentando combinar gds con Wxb7. 20 .. J�d7 21.f4! �d8?!

21... Wi'h6 habría ofrecido algo más de re­sistencia, aunque tras 22. Wcs el resultado no estaría en duda.

La presente posición se alcanzó en Maeser­Kuehn, Suiza 2002, y ahora la manera más rá­pida de ganar habría sido: zz.fs! ixfs

22...Wgs 23.@bl no cambia nada. 23.CLlc6+!

Seguido de mate en pocas jugadas.

244 juegue la Escandinava

A3) 10 ... ig4 (D)

Llegamos finalmente a la alternativa más importante. Una vez más les recuerdo que se puede alcanzar esta crítica posición por el otro orden de jugadas, empezando con 10 ... lüd7, como he comentado anteriormente. ll.dS!

11.0-0-0?! Dejaría respirar a las negras. 1l....ie7! 12.h4 (1Z.@b1 lüd7 13 . .ic3 �f4=; Collins-Prié, 4NCL 2006) 12... �fs 13. �e3 (13. hs lüd7 14.h6 g6=; Salgado López-Prié, Elgoi­bar 2006) 13 ... lüd7 14 . .ie2 0-0-0 15.lügs ixgs 16.hxg5 ixe2 17. �xe2 (Landa-Bauer, Bundes­liga 2007) y ahora 17...1Mids asegura a las ne­gras una partida igualada. ll ... ixf3 12.gxf3 cxds 13.hds tt:ld7

13 ... lüc6?! Deja menos espacio para po­sibles mejoras ya que la partida adquiere un carácter forzado: 14 . .ixc6+ bxc6 15.1Mie4 �k8 (15 ... e5 16.0-0-0 es también mejor para las blancas, por ejemplo 16 ... ics 17.ic3 0-0 18.ixe5 �e6 19.id6!? ixd6 20.1Mixe6 fxe6 2U�xd6) 16.0-0-0 ia3 17.c3 ics 18J:l:hg1 0-0 (18 ... ixf2?? 19 . .igs! �g6 20. �xc6+! 1-0; Marciano-Prié, Narbonne 1997) 19.igs! (19.if4?! solo lleva a tablas: 19 ... .ixf2 20.l'!g2 ib6 2Lies 1Mih6+ 22..�f4 W/f6 23.ies W/h6+ 24 . .if4 W/f6 �·H�; Fontaine-Prié, Narbonne 1997, se jugó dos días después de la debacle con 18 ... ixf2??) 19 ... �g6 20.1Mih4 �h8 2l.b4 ib6 22.ie7 �fs 23.ixf8±. 14.0-0-0 0-0-0 (D)

1S.ie4 1S.ixb7+?! @xb7 16.�e4+ Wa6 (Los in­

tentos de jugar por más, 16 ... Wc7 y 16 ... @cs 17 . .ie3 eS 18.�a8+ lüb8 19 . .ixa7 Traub-jung, Alemania 1998, conllevan más riesgos y ne­cesitan extensas comprobaciones) 17.�a4+ (17.ic3 �gS+ 18.f4 �bs 19.a4 W/b6 como en Al Sayed-Cornette, Moscú 2006, está bien para las negras) 17...c;!¡¡b7 18.ti'e4+ l!ta6 19.�a4+ l!tb7 �-�; Yejiangchuan-Malakhov, Moscú 2004. 15 ... 'ª'e5! (D)

Se necesita urgentemente a la dama en su flanco original, ya que si no 1Mibs sería fatal.

16.ic3! 16.f4 f!c7 17.f5 exfs 18 . .ixfs g6! 19 . .ixd7+

[19.ic3!? se intentó en Holzke-Mueller, Bundesliga 2007: 19 ... ih6+ 20. l!tb1 gxfs (20 ... 13he8!? 2l.ixd7+ 1Mixd7 22.13xd7 l3xe2 23.13xf7 l3d7 con probabilidades de tablas) 2L1Mihs 1Mif4 Ahora, en lugar de la continuación de la partida, 22.id2?! 1Mixd2 23.:Bxd2 ixd2

Capítulo 14: La variante principal con B.liJds 245

24. '?f/xfs, que fue un poco mejor para las ne­gras, una opción más fuerte es 22.ixh8 E!.xh8 23.'?9xf7 lüb6 24.E!.hg1oo] 19 .. J�xd7 20.ic3 �h6+ 2l.Wb1 E!.xd1+ 22Jhd1 E!.d8 23.E!.xd8+ '?9xd8= (D) Carmeille-Prié, Montpellier 2004.

El rey negro está un poco más expuesto, pero con tan pocas piezas en el tablero apenas tiene importancia. 16 . . .'ªc7 17.�bl

17.E!.hg1 f6 18.h4!? lOes 19.E!.xd8+ \Wxds 20.'1Wc4 Wfc7 2Lid4 parece ligeramente me­jor para las blancas, pero puede ser soporta­ble después de 21...e5 22.ie3 lüxe4 23.VNxe4 wbs. 17 ... f6 18J:�hgl!

a) 18.f4 id6 19.fs exfs 20.ixfs Wbs 21.h4 lüb6 22.h5 lüa4 23.id4 ics 24.c3 (D)

24 ... VNb6 (Mí ilustre rival no vio 24 ... .ia3!? según confesó en el post-mortem. Yo había rechazado esta opción, al considerarla "lio­sa" después de 2S.h6. De hecho el ordenador muestra una igualdad aproximada siguiendo 2s...lüxb2 26.hxg7 VNxg7 27.E!.de1 VNc7 28.El.h4) 25. VNc2 ixd4 26.cxd4 E!.xd4 27.E!.xd4 '?9xd4

28.El.cl a6 29.b3 lüb6 30. Wfc7+ e;!;> a? 31. Wxg7 (D); Shirov-Bauer, Pamplona 2006.

Ahora, la manera más fácil de compartir el punto era 31...lüa4! 32.bxa4 \':'ib4+ 33 .c.!>a1 VNd4+, ya que 33.Wc2? Etd8 34.id7 VNe4+ es malo para las blancas.

b) 18.id3 lües!? (Este inusual salto demos­tró ser adecuado para mantener el equilibrio en Zhang Zhong-Bauer, Internet 2004) 19.ibs (19.ixe5 "xes 20. W/xes fxes 2l.ic4 ics 22.ixe6+ Wc7=) 19 ... ics 20.f4 lüg6 21.VNxe6+ Wb8 22.f5 ltJf4 23J�e4 llJh3! 24.\':'fg2 l0xf2 25J!xd8+ lhd8 26J�el llJdl! 27.id2 li)e3! 28.ixe3 �H�.

e) 18.a4!?; Apicella-Prié, Francia 1995. 18 ... lLlc5

18 ... 'it>bs!? Podría ser una mejora: 19.f4 lOes (19 ... VNxf4 pierde al instante por 20.ixb7! 'it>xb7 Zl.iaS+-, ya que si el ifs mueve, 22.E!.xg7 hará daño. 19 ... g6 también puede ser jugable: zo.if3 id6 21. Wxe6 ixf4) 20J�xd8+ 1Mfxd8 21.ih1!? (Para establecer una batería con '!Wf3, dadas las circunstancias) 21... lüa4 22 . .td2 W/b6 23.b3 g6 24. 1!9 c4 lücsoo (D)

246 juegue la Escandinava

19.E:xd8+ @xd8 Quizás 19 ... �xd8, intentando 20.�c4 @b8

2l.�d4 tt:\xe4 22.fxe4 es 23.�e3 �d7 y las ne­gras deberían esperar. zo.�d4! @es (D)

20 ... id6 21.ixcs [21.1f9c4!? tt:lxe4?! (21... Wc8 sería parecido a 20.�d4 Wc8: 22.�xcs!) 22. �xc7+ ixc7 23.fxe4±, atacan­do simultáneamente sobre a7 y g7] 2l...ixc5 22.1&c4 E:e8 23.ixb7 E:e7 24.i.e4 �xf2 (O 24 ... Wxh2 zs.E:fl; Cornette-Bartholomew, Montreal 2008) 25. �xc7+ Wxc7 26.E:g2 ib6 27.ixh7. En ambos casos las negras tendrían que luchar con fuerza para lograr tablas.

21.�e4 a6 Zl...�xhz? 22.E:d1 Vffc7 23.�xc5 ixcS

24.b4! ixf2 25. Wxe6+ @bs 26.E:d7 Vffb6 27.\We7! 1-0; Sanduleac-Prié, Créon 2007.

Zl...eS? 22.�xc5 ixcS 23.b4! con clara ventaja blanca, por ejemplo 23 ... �f8 24.\We6+ �d7 (24 ... Wb8? 2S.E:dl+-) 2S.ixb7+. zz.hé:s hes 23.�xe6+ @bs 24.a3 g6!? zs.�xf6 E:ds;

Y las negras podrán recuperar bien en f2 o en hz.

Otra alternativa es 24.E:dl E:d8 25.E:xd8+ �xd8 26.a3 g6. Las blancas pueden continuar jugando sin riesgo alguno pero la presencia de los alfiles de distinto color supone un impor­tante factor de tablas.

Cuando optan por la captura 9 ... �xf6 las negras se quedan prácticamente sin posibili-

dad de desviarse del camino teórico. De esta manera se condenan a un papel defensivo, con muy pocas posibilidades de jugar por más que tablas. Dicho esto, se puede hacer una preparación profunda, y con un juego preciso, las negras podrían neutralizar la ventaja de su rival en las líneas críticas.

BZ) 9 ... gxf6 (D)

Tomar con el peón g conlleva el defecto obvio de perjudicar la estructura de peones. Esto, a menudo, volverá el enroque corto pro­blemático, o en general comprometido. Tam­bién hay claramente pros al abstenerse de la natural 9 ... Wxf6. Las negras logran la columna g semiabierta para operar en ella, y no pier­den tiempos moviendo de nuevo su dama. Es más, no hay peligro para las negras en enrocar largo, al estar su rey protegido con seguridad en el flanco de dama.

Hemos llegado a una encrucijada bastan­te importante donde vamos a analizar cinco movimientos principales. Aparte del gambito Bl) lO.Wez hez, pueden elegir BZ) 10.c3, B3) 10.0-0, B4) 10.if4 y finalmente la línea principal, BS) 10.ib3.

Bl) lO.�eZ (D) Tras esta agresiva jugada las negras deben

tomar una importante decisión. Vamos a con­siderar Bla) 10 . .. tt:\d7, Blb) 10 ... ie7 y la más principal B232) lO ... �xcZ!?

Capítulo 14: La variante principal con B.li:Jds 247

Bla) 10 . . .tüd7 Este movimiento parece jugable, pero en­

tonces las negras deben andar con cuidado. 1 1.0-0-0

1l.d5?! facilita la tarea de igualar: 1l...cxd5 1Z.ixds !l:Yb6 13.0-o (13.0-o-o!?) 13 ... 0-0-0 14.ie4 .ixe4 15.1Jh'xe4 f5 16.!l:Yc4+ IJ:Yc5 17.!l:Ya4 E!:g8 18.b4?! (18.E!:fd1=) 18 ... !l:Yds=i=; Vouldis­Tzermiadianos, Grecia 1998. 1 1 ... '1Wc7?!

ll ... i.e7 traspone a 10 ... .ie7 (línea Blb). Una alternativa más segura es 11...lt:lb6!

12.�a5 !l:Ye7 (12 ... Wd6!?N parece mejor en cuanto a la coordinación de piezas) 13.i.b3 o-o-o 14.lt:lh4 .ig6 lS.'it>bH; Sark-Tomczak, Vung Tau City 2008. 12.ttlh4 .ig6 (D)

13.he6! 13.f4 también es interesante, pero siguien­

do la misma idea: 13 .. .fs (13 ... 0-0-0 probable­mente es el mal menor, aunque después de

14.f5 exfs 1s.Wfz!, o 14.g4 lt:lb6 15 . .ib3 las blancas mantienen la ventaja) 14.i.xe6! (Cla­ramente más fuerte que 14.g3?! 0-0-0 15.lt:lg2 lt:\f6=; Timofeev-Woerdemann, Internet 2004) 14 ... fxe615. V!ixe6+ 'it>d816.lt:lxg6 hxg6 17.E!:hel (o 17. \Wxg6!?; seguramente las blancas saldrán del combate con cuatro peones y la iniciativa por la pieza, es decir una sólida ventaja).

Las blancas no aprovecharon la falta de precisión de su rival en el reciente encuentro Nezad-Kritz, Biel 2009 que continuó:

13.g3?! 0-0-0 14.�b3 i.d6 15.E!:he1 'it>b8 16.'it>bl E!:c8 17.lt:lxg6 hxg6 18.h4 fs llevó la partida hacia la igualdad, aunque al final ga­naron las negras. 13 . . . fxe6 14.'1Wxe6+ @ds

14 ... i.e7? pierde rápidamente: lS.E!:hel o-o-o 16.Wxe7 Wxhz 17.E!:hl, o 1s ... Wd8? 16.i.b4 eS 17.lt:\xg6 hxg6 18.dxc5; en ambos casos la ventaja blanca es decisiva. 15.lt:Jxg6 hxg6 16.�hel id6 17.d5 (D)

17 ... es Con el centro cerrado las negras esperan

mantener las piezas enemigas lo suficiente­mente lejos de su rey.

17 ... cxds!? 18.!l:Yxd5 es, sin embargo, in­teresante donde el ordenador indica: 18 ... a5 19.�c3 :t;¡a6 como la mejor apuesta defensi­va negra. Las alternativas no son brillantes: 18 ... 'it>c8 [18 ... E!:c8 19.i.c3 .if4+ (19 ... -ies no cambia nada) zo.'it>bl i.es 2L!l:Yf7 !l:Yc6 22.f4! .ixc3 23.bxc3 (D)

248 juegue la Escandinava

24.ge8 Wfas 25.h4!+-La creación de un peón pasado alejado

combinado con las amenazas contra el rey enemigo serían muy difíciles de controlar.

25.gxd8?! �xd8 26.gel lües 27.1Mie6+ �b8 (27...lüd7? 28.f4+-) 28.f4 lüc6 29. �ds±; Egger­Papaioannou, Estambul 2000. 2S ... gxe8 26.Wfxe8 Wfd8 27 .Wfxg6;

Y las blancas deben ganar.

La amenaza es 24.gxd7+ �xd7 25.�xf6+ Blb) 10 ... i.e7 (D) �c7 26. :Be7. Las negras no pueden evitar cam­biar su dama y su caballo por el par de torres blancas. Por ejemplo 23 ... �c7 24. :gxd7+ �xd7 25.ge7±] 19.ias (19.ge3!? Karsten Mueller) 19 ... if4+ 20.�bl �c6 21.�f7 b6 22.ge6 �c7 23.ic3±. Las negras vuelven a estar atadas y en una difícil situación. 18.i.h6

18. �f7!? también es prometedora. 18 ... J.f4+

Obviamente, no 18 ... gxh6?? 19.�e8#. 19.ixf4 Wfxf4+ 2o.<.t>b1 (D)

20 ... <.t>cs Por supuesto, ir por un insignificante peón

estaba fuera de cuestión. Lo cierto es que ha­bría permitido a las blancas separar a la dama de su base: 20 ... �xh2? 21.1Mie7+ �c8 22.d6 gdg 23.gd3+-, intentando 24.:gc3xc5+, donde después de 24 ... b6 25. �e4 @b8 26. �c6 es de­cisivo. 21.d6 gdg 22.Wff7 Wfg4 23.f3 �a4

23 ... �xg2? 24.:Be8+-.

Este es el movimiento más sólido, y el que yo recomendaría a los jugadores que, por cual­quier razón, no deseen tomar el peón de c2. La siguiente partida es una buena ilustración de las posibilidades negras. 12.ghel

12.ltJh4 era más temática. Centralizar la torre es bonito, pero si las blancas no consi­guen romper con ds puede ser simplemente inútil. 12 ... ttlb6 13.ias Wfd6 14.i.b3 tlJds 15.g3 b6 16.id2 aS 17 .ttlh4 i.g6 18.ttlxg6 (18. a3!?) 18 ... hxg6 19.h4 a4 20.ic4 bs 21.id3 b4 22.ic4 <.t>d7 23. Wff3 ghbs 24J�hl ?!

Presumiblemente las blancas fueron rea­cias a jugar 24. �bl con ... lüc3+ en el aire, pero justo ahora la táctica le iba bien: 24 ... lüc3+?! 2S.ixc3 bxc3 26.�xc3. 24 ... b3 25.cxb3 a3 26.<.t>c2?

La defensa correcta consistía en 26. �bl! axb2 27.b4,con idea de que la obvia 27 ... ltJxb4?? topa con 28.if4+.

Capítulo 14: La variante principal con B.liJd5 249

26 . . . axb2 27J�bl 27.a4 era incluso peor: 27 .. .'�a3! 28.i.c3

E:xa4!! 29.ixds cxds 30.bxa4 �xa4+, seguido de 3L.E:b3-+. 27 .. J3xa2 28.�b2 gxb2+ 29.@xbz liJb6+;

Roos-Prié, Francia (tt) 2006.

Blc) lO ... ixcz (D)

La reacción principal, sin la cual las blancas podrían haberse ahorrado un tiempo en com­paración con la "variante principal", 10.ib3. ll.gcl

Poner la torre en el permite posterior­mente un eventual E:c3-g3, o h3 y demuestra ser más adecuada que la inmediata 11.0-0 (D), que fue la que eligió el ganador de la presente partida, Nisipeanu-Stefanova, Krynica 1998.

1L.i.e7 12.i.h6 ig6 13Jhdl 4..'ld7 14.ds!? cxds lS.i.xds �b6! [Este movimiento es más sencillo que el materialista: lS ... exds!? 16.E:xds �b6 17J:i:fdl! (17.E:el?! permite consolidar a las negras con 17 ... �e6 18.�bs,

o 18.'�dl ie4 19.E:xe4 �xe4 20.E:xd7 E:ds+, y gradualmente las negras deberían ganar. 18 ... a6! 19.�xb7 E:b8 20.E:xe6 E:xb7 21.E:xa6 E:xb2-+) 17 ... E:d8 18.E:d6 �c7 (D)

19.i.f4 (Karsten Mueller da 19.i.g7?! E:g8 20.ixf6 ltlxf6 21.E:xd8+ \Wxd8 22.E:xd8+ i>xd8 23.'�e5; es poco claro, pero después de 23 ... ie4, o 23 ... ltld7 24. W!aS+ b6 25. �xa7 ie4 sólo las negras cuentan con opciones ganar) 19 .. .'�c2 (19 ... 0-0?? 20.W!xe7 E:fe8 21.E:xd7+-) 20.E:6d2 �e4 21.E:el!! y en este caso la po­sición está muy liada] 16.ie4 (16.ib3!?) 16 ... ltlc5 17.ixg6 hxg6 18.i.e3 a5 19.�c2 E:c8 20.ltld2. Aquí se firmaron las tablas, pero des­pués de 20 ... 0-0!, las negras podrían haber in­tentado que su peón extra fructificara. 11. . .1l.g6 12.0-0 Xl.e7 13J�:fel 0-0 14.lLlh4 ge8

Las negras no pueden permitirse ser de­masiado codiciosas: 14 ... Wxd4? 15.ltlxg6 hxg6 16.ih6 E:e8?! (D) pierde abruptamente.

Las negras estarían bien si pudiesen sacri­ficar la calidad por dos peones, pero ¿ cómo de­sarrollarse entonces? 17 .ixe6! fxe6 18. �xe6+

250 juegue la Escandinava

�h7 19.'ªf7+ �xh6 20.'ªxe8 .td6 (20 ... �cs no cambia gran cosa: 21. 'ªh8+ <t!?gs 22J!xcS+ 'ªxcs 23.h4++-) 21. 'ªhS+ �gs 22.Ikdl+-. 1S.li:)xg6 hxg6 16.ixe6! (D)

16 ... fxe6 16 ... �f8!? también habría sido equili­

brado en caso de un juego perfecto por am­bas partes: 17.'ªd3 fxe6 (17 .. .lhe6? 18J:!xe6 fxe6 19.'ªxg6+ �g7 20 . .ih6 �e7 2L.ixg7 'ªxg7 22.'ªe8+ 'ªfs 23.'ªxe6+ Wff7 24.'ªc8++-) 18.'ªxg6+ �g7 19 . .ih6 13e7 20.13xe6 tt:ld7 21.13cel tt:lfs 22.13xe7 tt:lxg6 23.13xg7+ �hs 24.13xg6 �h7 (Las blancas no están peor ni mucho menos) 2S.l3g4 'ªas [O 25 ... �xh6 di­rectamente, que viene a ser lo mismo. 26.13e3 �hs 27.13g7 �h6 28.13g4= ¡Una divertida repe­tición!] 26.13e7+ �xh6 27.13e3 �hs 28J�g7=. 17.ª'xe6+ �g7 18.Ék3

18.'ªe3? gs 19.h4 (19.�b4? es 20.-ixcs ltlc6+) 19 ... ltld7 20.hxgs fxgs 21.'ªg3. Las blancas cuentan con algunas opciones prác­ticas debido a la fragilidad del rey enemigo, pero siguiendo con 21... tt:lfs, o 21. .. if6, las ne­gras están ciertamente mejor. 18 ... ª'd7 (D)

lS ... 'ªds? 19.'ªh3 'ªhs 20.V9e6 'ªfs 2Lih6+! (Mueller se lo saltó, y enfocó su aten­ción en la línea de tablas 21. Wlxfs gxfs 22.13g3+ �f7 23. 13h3 id6 24Jih7+ �g8 2SJ�txe8+ �xh7 26.13d8 ic7 27.13c8=) 21... �xh6 22. Wff7 y las negras están perdidas ¡a pesar de sus dos pie­zas extra! Por ejemplo: 22 ... ib4 23. 'ªxe8 �g7 24.13cS!!+-.

19.ª'e2! 19 . .th6+? es aquí errónea: 19 ... �xh6

20.'�f7 13f8 21. Wlxe7 'ªxe7 22.13h3+ �g7 23.13xe7+ 13f7 24.13h7+ �xh7 25.13xf7+ �gs+. 19 ... tLla6 zoJ�e3 �f7

o también 20 ... �fs 21.13h3 <;!>g7 22.13e3=. Zl.�c4+ �ds (D)

22.�d3? Si las blancas hubiesen elegido 22. Wie2!

seguramente la partida habría acabado con un punto de diferencia: 22 .. .'� d7 (22 ... 'ª d6 23J�e6 Wd7 24.�c4 �ds 25.We2 �d8 26.'�1c4=) 22 ... 'ªd8?! (Parece demasiado peli­groso) 23.h4! tt:lc7 24.h5 tt:lds 25.hxg6+ �g7 26.13e6 (23. 'ªc4+=). 22 ... .ib4?! (22 ... tt:lc7!-+) 23Jih3?!

23.13xe8 13xe8 24.13xe8 �xe8 2S. 'ªxg6++. 23 .. J:�xel +-+ 24.i.xel ifs zs.l3g3 fs 26.h4 l3e8 27.i.c3 id6 28.l3f3 �e4 29.�dl t2Jc7 30.hs ttJds 31.hxg6+ �xg6 3Z.l3h3 �ez 33.�cl if4 o-1;

Capítulo 14: La variante principal con B.l?Jds 251

Zhang Zhong-Nisipeanu, Cap d'Agde (blitz) 2000. ¡Una lucha fascinante!

BZ) 10.c3 l?Jd7 ll.l?Jh4 (D)

BZa) ll...i.g6?! Concede ventaja a las blancas.

12.Wf3 fs (D) 12 ... \Wc7 13.0-0 .id6 14.g3 o-o-o 15.a4 fs

¿qué sino? (lS ... es y lS ... cs son claramente de­masiado debilitadoras) 16.a5 a6 17. :Bfel tLlf6 1s.igs ie7 19.tLlg2 (19.�xf6!? ixf6 2o.ll:lg2) 19 ... ll:le4 20.ixe7 \Wxe7 2LlLlf4 eS! La últi­ma ocasi6n antes de que 22.ll:ld3 acabe con cualquier esperanza de contrajuego. 22.dxe5 l3d2?! (22 ... \WxeS! habría sido sostenible para negras) 23.:Be2 :Bhd8 24.h4 hs 25.e6; So-Mega­ranto, Jakarta 2008 con una considerable su­premacía blanca.

13.Wh3 Prié también indica 13.g3!? l!Jf6 14.igs!

!g7 (No 14 ... ihs? 1S.ixf6 ixf3 16.ixd8

ixhl 17.if6 :Bg8 18.f3±, donde las blancas acabarán con dos piezas menores contra to­rre y pe6n) 1S.ixf6 ¿Por qué cambian inme­diatamente las blancas? 1S ... \Wxf6 16.ll:lg2. Es cierto que el alfil de g6 es tonto, pero ¿están realmente mejor las blancas? 13 ... i.g7 14.0-0! (D)

14 ... l?Jb6 1S.i.b3 es (15... \Wd6!?) 16.l?Jf3! c4

Parece razonable, cerrando el centro y asegurándole al caballo de b6 un puesto avan­zado limpio en ds, pero las negras lamentarán más tarde su pe6n c4 expuesto. Por lo tanto, 16 ... cxd4 17.ll:lxd4 0-0 era mejor, esperando resucitar algún día al alfil de g6. 17.idl Wc7 18.Wh4 f6 19J3el ª'f7 zo.if4 Wd7 Zl.iez E:ac8 22.l?Jdz E:hes 23.a4 es

23 ... as topa con 24.b3! cxb3 2S.ibs \Wds 26.ixe8+ @xe8 27.tLlxb3! con una gran ven­taja blanca. 24.dxes fxes zs.i.h6

Las blancas también amenazan aS, ixg7 y luego ll:lxc4. 2S ... f4

2S ... ixh6 26.\Wxh6 aS 27.ihs no habría resuelto los quebraderos de cabeza negros. 26.E:edl i.f6 27.igs i.xgs 28.Wxgs 1-0;

Las amenazas son demasiado numerosas, particularmente en una partida por corres­pondencia; Lecroq-Danielsen, cr. 2000.

252 juegue la Escandinava

BZb) ll...lÜb6! (D)

Una jugada intermedia crucial. 1Z . .ib3 .id3! (D)

En este momento vuestro servidor eligió 12 ... .ig6?!, y sufrió una de las derrotas más do­lorosas de su carrera: 13.Wf3! 1i.e7 14.g3 Wd7 15.0-0 f5?! 16.ltlg2±; Grischuk-Bauer, Francia (tt) 2005. El alfil de casillas blancas continúa siendo un mero espectador de todo el juego y las negras están virtualmente con una pieza de menos.

BZbl) 13.if4 13 . .ih6 ixh6 14.Wxd3 Wc7; González de

la Torre-Prié, Elgoibar 2008 es más o menos igualdad. 13 ... .ia6 14.icz

14. Wh5!? ltld5 15 . .\ig3 fs (con idea de ... tt:lf6) 16.ies (16.ltlf3!? ltlf6 17.Wh3) 16 ... E:g8! 17.Wxh7? E:g4 18.tt:lf3 l3e4+ 19.Wd2 E:e2+ 20.'.t>c1 Was+. 14.Wf3 necesita mayores

comprobaciones y podría fácilmente consti­tuir una mejora sobre 14.ic2. 14 .. .lüds 1S.ig3 Wb6 16.ib3 éLlb4 17.Wf3! (D)

17.ic2? 0-0-0 18 . .1ie4 ih6+. El rey blanco está plantado en el centro mientras que toda la armada rival está movilizada y lista para ac­tuar.

17 ... éLld3+ 17 ... tt:lxa2? 18.E:xa2 Wxb3 19.E:xa6+-; 17 ... ltlc2+? 18.ixc2 Wxb2 19. '.t>d2 0-0-0

2o.ltlfs! ±. 18.<j(dz .ie7!

"Mr. Escandinava" optó por la más débil, 18...0-0-0? en Libiszewski-Prié, Aix-les-Bains 2007: 19. Wfxf6 ltlcs 20. Wc1 lDxb3+ 21.axb3 Wxb3 2Z.ltlfs id3 (22 ... exf5 23.E:xa6! We6 24. Wxe6+ fxe6 25.E:xa7 con un saludable Peón extra) 23.tt:le3 a6 24.Wxf7 E:d7 25.We8+ E:d8 26.Wf7 E:d7 27.Wh5 E:d5?! Ahora en lugar de 28.Wdl? E:bs 29.Wxb3 E:xb3, que dejó a las negras con una compensación casi adecuada por el peón sacrificado, las blancas tendrían que haber elegido 28.ie5! id6 29. Wdl Wxdl + 30.E:xdl ixe5 31.ltlxd5+-. 19.<j(cz es zo.dxcs

La mejor apuesta blanca. zo.E:hd1 c4 Zl..ia4+ '.t>fs parece prometedor para las ne­gras, aunque todavía no tan claro. zo ... Wxcs 21.E:ad1 o-o-o zz.<j(bl fs 23 . .icz Wds;

Con una pequeña ventaja negra.

Capítulo 14: La variante principal con B.liJd5 253

BZbZ) 13.\19f3 ic4 (D)

Esta posición debería considerarse aproxi­madamente igualada, tal y como la práctica ha demostrado. 14.icz

Las blancas también han probado: 14.0-0-0 ie7 15J��he1 �ds 16.�xds

cxdS=; Cheparinov-Bauer, Kemer 2007. 14.hc4 l!Jxc4 1S.ic1 �ds 16.�e2 ggs

11.0-0 o-o-o 18.g3 l!Jd6 19.ge1 hs 2o.l!Jg2 �fs 21.a4 �h7 22.b4 h4 23.b5!; Mullon-Prié, Créon 2007. Esta posición está todavía equili­brada y la partida acabó pacíficamente, pero aquí los tres resultados son posibles. 14 ... ids ls.\19g3

o lS.�hs!? l!Jc4 16.ic1; Wahls, con posi­bilidades recíprocas. 15 ... �d7

Si 15 . .. id6?! 16. �g7! es irritante, pero 15 ... l!Jc4 16.ic1 fs también merece conside­ración. 16.b3 0-0-0! 17.c4?

17.0-0 mantiene el equilibrio. 17 ... ie4 18.he4 1.19xd4 19.0-0 \19xdz+

B3) 10.0-0 (D) De este modo las blancas consiguen una

versión favorable de la línea 8.l!Je4 �b6 9.ltlxf6+ gxf6 10.0-0. En efecto, las negras de­berán usar un tiempo para ... �c7 (o %Vd6) para poder evacuar su rey al flanco de dama.

Dicho esto, de todas formas la dama no es-

taba del todo estable en b6, y aquí las negras también disponen de contrajuego suficiente.

lO ... liJd7 lO ... ggs!? ll.l3el ig4 12. @hl �d6! (Con

todos los trebejos en sus casillas de salida 12 ... ixf3? 13.�xf3 �xd4 era, por supuesto, suicida. La refutación habría sido 14.ixe6! fxe6 15Jhe6+ y el rey negro pronto será cortado en pedazos) 13.b4 l!Jd7 14.b5 cxbs lS.�xbs o-o-o l6.gb1 �ds 17.if4?! (La tran­quila 17.ie2! habría reforzado el caballo y despejado la columna b para la torre. En ese caso la posición sería ligeramente favorable para las blancas) 17 ... ixf3 18.gxf3 l!Jb6 19.c3 �d6 20 . .ig3 'ªhs 21.f4? �ds+ 22.@gl ixf4 23.c4 'ªxd4-+ 24. 'ªf3 ixg3 2S.hxg3 (D)

25 ... �cs?! (2s .. .fs! habría mantenido a las negras con un control total) 26.a4 l!Jd7 27.ia6 lüb6?? (27 .. Jtxg3+ 28. Wxg3 bxa6 seguía sien­do defendjble) 28. 'ªxb7# 1-0; Gashimov-Ham­douchi, Ourense (blítz) 2009.

254 juegue la Escandinava

uJ;el Vf!c7 IZ.ds!? Este es el principal intento de las blancas

para usar su tiempo extra respecto a las dos líneas mencionadas en la nota tras la déci­ma jugada blanca. No otorga ventaja para las blancas, pero 12.lüh4 �g6 también es correc­to para las negras. IZ ... cxds

12...lüb6 13.�a5! es torpe. 13.hds o-o-o 14.ie4 ig6 IS.V!!ez id6 16.ic3 fs! 17.id3 ghg8 18.lt::les lt::lxes 19.ixe5 f4

Las negras han obtenido un prometedor contrajuego y en la partida las blancas eligie­ron repetir jugadas. zo.if6 ie7 zi.ies id6 zz . .tf6 Yz-Yz;

Sutovsky-Ivanchuk, Sochi 2006.

B4) IO.if4 lt::ld7! (D)

El último movimiento blanco no es real­mente impresionante y las negras pueden mostrar más ambición que con 10 ... �d6 ll .ig3 ig4 (Amenazando 12 ... ixf3 13.1!9xf3 ixg3, y luego ... 1!9xd4) 12.c3 1!9c7 13.1!9ez lüd7 14.0-0-0 0-0-0=; Stefanopoulos-Papaioannou, Grecia 2003. 11.0-0! (D)

Esta es la jugada blanca más prometedora. Son posibles otras jugadas, pero las negras es­tán bien en todos los casos.

Los siguientes comentarios y variantes están basados en los análisis de Prié para Chessbase.

a) ll.ii.d3 ixd3 12.1!9xd3 1!9aS+ 13.c3 0-0-0 14.0-0 1!9hs! con buenas posibilidades para las negras.

b) 11.\Wdz hs!? Cuando la dama blanca ya no se fija en hs, las negras pueden usar este movimiento para preservar su alfil contra la maniobra �h4. 11...lüb6!? es una alternati­va razonable. 12.ib3 1!9b6 13.0-0-0 h4 14.g3 hxg3 1S.hxg3 !!xh1 16.!!xh1 0-0-0=; Kuklin­Becker, Alemania 2003.

e) 11 .1!9ez lüb6 12.ib3 as! Introducien­do un podleroso recurso escondido: 13.a4 [13.a3 a4! (Liberando la casilla aS para la dama) 14 . .ia2 lüds 1S . .ig3 (1S.idz? ixc2) 1S ... 1!9 aS+! y se fuerza 16. @f1 para no perder el peón e] 13 ... lüds 14.ig3 ib4+ 1S.lüd2 (1S. c3? lüxc3 16.bxc3 ixc3+ 17.@f1 ixa1-+) 1S ... hs+; Wallner-Lau, Viena 1998.

Curiosamente, la posición del diagrama se ha alcanzado varias veces en la Caro-Kann, normalmente por el orden de jugadas: l.e4 c6 z.d4 ds 3.lüd2 dxe4 4.lüxe4 lüf6 s.lüxf6+ gxf6 6.lüf3ifs 7.�c4 e6 8.0-0 lüd7 9.�f4. ll...ctJb6 12.ib3 id6

12 ... ig4.!? no es una mala alternativa. Sin embargo, las negras deben evitar

lZ ... lüds?! El problema es que aquí el caba­llo está expuesto a c2-c4. 13.ig3 ih6 14.lüh4 ig6 1S.c4 lüf4 16.ds! cxds (16 ... ihs 17.f3 cxds 18.cxds lüxds 19.ixds Wxds 20. Wxds exds 21.lüfs if8 22.:!':l:ac1!± Intentando 23J!fel+ @d8 24.ih4) 17 . .ixf4 ixf4 18.cxds exds (D)

Capítulo 14: La variante principal con 8. ti:Jds 255

19J�e1+! (De este modo las blancas ob­tienen una versión favorable de 19.g3?! 2.e5 20.ixd5 y se acordaron las tablas en Vallejo Pons-Akopian, Ohrid 2001) 19 ... ®fs 20.2.xd5 \Wd6 2Lg3 E:ds (o 21....ie5 22.Wf3 .ixbz 23.E:ad1 con una peligrosa iniciatiiva) 22 . .ixb7 idz 23.E:e2 'it>g7 24. \Wb3 A pesar de que con­vertir el peón puede resultar difícil, después de 24 ... \Wb4, o 24 ... Wc5, las blancas tienen una clara ventaja. 13 . .ig3 (D)

Esta posición se alcanzó en Kais-Brandys, Oberschwaben 1995 (según el orden de juga­das de la Caro-Kann). Aquí el siguiente nove­doso enfoque parece interesante: 13 ... ig4 14.a4 gg8!?

La sugerencia de Prié, 14 ... ixf3?! pare­ce más débil: 15. Wxf3 2.xg3 16. Wxg3 Wxd4 17.E:ad1 Wb4 (17...\Wes?? ¡Golpeando! 18.\Wg7 r:JJe7 19 . .ixe6!+-) 18.Wg7. Las blancas recupe­ran el peón con una buena ventaja. 15.a5 ti:Jds

Con una compleja posición.

BS) 10.ib3 ti:Jd7 (D)

Ahora las blancas pueden contemplar el traspaso de su dama al flanco de rey mediante B5a) 11..!Llh4 o desarrollarla simplemente por e2, B5b) 11.§'ez.

BSa) ll.ti:Jh4 ig6 12.Wf3 (D) 12.f4?! f5! La manera común de evitar f5.

Al precio de un muy feo alftl en g6 las negras le aseguran a su caballo un lugar seguro en e4. 13..!Llf3 (13.g3?! .!Df6) 13 ... .ih5=.

12 ... a5! parece lo mejor, pero otras conti­nuaciones son también totalmente jugables. Por ejemplo, 12 ... Wc7 13 . .if4 .id6 14 . .ixd6 Wxd6 15.0-0-0 0-0-0 16.g3t/=; Ninov-Exizo­glou, Kalamaria 2006. 16.E:hel!? f5 17.h3! .!Df6 18.g4 E:he8oo; el peón f negro está clavado, pero las blancas tampoco pueden tomar gxf5 por la respuesta ... .ih5. No es obvio como cada bando mejorará su posición.

256 juegue la Escandinava

BSal) 12 .. .fs (D)

13.Wh3! 13.g3?! permite a las negras igualar con fa­

cilidad: 13...lDf6 (Intentando ... ih5) 14.lDxg6 [14.'ªe2? Akopian-Bauer, Paris (blitz) 2009; simplemente pierde un peón. 14 ... 'ªxd4 15.0-0-0 (15.�c3 .ib4!) 15 ... �e4 16. 'ªf1 0-0-0 17,ge1 gxd2! 18.�xd2 (18,gxe4 lDxe4 19.f3 ih6!) 18 ... \Wd4+ 19. �el (D)

19 ... lDe4 (Me fijé en la terrible 19 ... ia3!!, pero sin poder calcular todas las lfneas que siguen: 20.bxa3 �al+ 21. @d2 !1 d8+ 22. c.!le2 -22.'ªd3 gxd3+ 23.�xd3 �b2+- 22...'i=Yc3 23. 'i:Yh3 ih5+! 24.f3 -24. �f1? %Yxe1 + ¡bonito final!- 24 ... gdz+ 25. �f1 ixf3-+) zo.lDf3 ih6+ (20 ... �f6!) 21. �b1 ffxf2. A pesar de varias ocasiones perdidas las negras todavía acaba­ron claramente mejor, pero la partida finalizó en tablas] 14 ... hxg6 15.0-0-0 ih6!=; Landa­Prié, Ajaccio (blitz) 2007. 13 ... ig7 14.c3;!;

Landa-Prié, Bastia (blitz) 2007 (14.lDf3?! lDf6 15.0-0 ih5=). Después de 14.c3 las blan­cas mantienen cierta flexibilidad y al contra­rio que en la mayoría de las posiciones en las que las negras han jugado .. .f6-f5, la casilla e4 no está permanentemente debilitada.

B5a2) 12 ... ie7 (D)

13.g4!? Una de las tres opciones plausibles aquí;

todas ellas llevan, más o menos, a un juego nivelado.

Veamos las otras dos: 13.ffh3!? lDfs! 14.0-o-o �d6 15.lDxg6

lDxg6 16.ffe3 0-0-0 17.d5 cxd5 18.�xa7 liJes; con contrajuego según el maestro internacio­nal griego Tzermiadianos.

13. o-o-o f5 14.lDxg6 hxg6 1s.�b1 lDf6 16.if4, con las ideas c4-d5 o h3-g4. 13 ... Wb6

13 ... fs? 14.lDxf5!±. 14.0-0-0 0-0-0

14 ... ffxd4!? (D)

Capítulo 14: La variante principal con B.ltJds 257

Parece peligrosa pero podría ser me­jor que la natural 14 ... 0-0-0. Por ejemplo: 1S.tt::lxg6 hxg6 16.ic3 \Wcs 17.h4 o-o-o 1s.gs !'!hs! (17 .. J!xh4? es, por otro lado, inapro­piado. 18.!'!xh4 \WgS+ 19.id2! 't:Yxh4 20.!'!hl ttles 2Uhh4 ttlxf3 22.gh8+ if8 23.ib4 �d7 24.!'!xf8 !'!xfs 2S.ixfs tt::les±. "Afortunada­mente" las negras arrancan un tercer peón por la pieza, pero su tarea defensiva continua siendo inviable. 15J3hel Ad6!,

Akopian-Tzermiadianos, Rethymnon 2003. O 1S.ttlxg6 hxg6 16.h4 eS o finalmente

15.ttlfs ifs!oo.

B5a3) 12 ... as! (D)

13.a4 fs! Una mejora sobre 13 ... \Wb6?1 (Landa-Nisi­

peanu, Bundesliga 2007) aunque el movimien­to del excampeón de Europa no tuvo conse­cuencias dramáticas:

14.ic3 ig7 15.0-0-0 o-o-o 16.�bl \Wa6 17.lüxg6 hxg6 18.h4 lüb6 19.h5 gxhs 20.lhh5 ttlds 21..\Íi.xds cxds 22.id2 fs 23.igs ladgs 24.!'!xh8 ixhs?! (24 ... !'!xh8!) 25.\Whs \Wd6 26.g3; ahora, en lugar de 26 ... e5? 27.id2±, las negras podrían haberse mantenido con 26 ... \Wd7! 14.�h3 (14.g3!?) 14 ... Ag7;

Aquí 15.c3? \Wb6 no es bueno para las blan­cas, mientras que tras 1S.lüf3 ttlf6 debería ser igualdad.

BSb) ll.�e2 (D)

ll ... Wfc7 a) 1l.. . .ie7?! 12.0-0-0 \Yic7 13.lüh4 ig6

14.lüxg6 hxg6 1S.h4 0-0-0 16.hS;t; Hommeles­Prié, Montpellier 2006.

b) ll ... as?! [Sólo el desarro1lo del caballo por a6 puede justificar esta idea (Prié). Este avance funciona bien después de n.lüh4 ig6 12. \Wf3, pero aquí las blancas no están obliga­das a jugar c2-c3. Como consecuencia su ib3 ocupa un puesto estable, haciendo de la salida de la dama a b6 un tiro en la oscuridad] 12.a4 J.e7 13.0-0-0 lüb6 14.c4! (D)

Esta fue la continuación de Bologan-Hau­chard, Belfort 1999. Viorel valoró correcta­mente que este comprometido movimiento tenía más pros que contras; las negras no po­dían aprovechar la debilidad alrededor del rey enemigo. 14 ... lüd7 15.if4 \Wb6 16.ic2 ixc2 17.\Wxc2 ttlf8 18.@bl lüg6 19.ih6 0-0-0 20.h4 ifs 2L.ie3. Las blancas tienen el control y al final ganaron.

258 juegue la Escandinava

12.0-0-0 B5b1) 14.f4 fs! (D) 1Z.d5?! no es de temer: 12 ... cxd5 13.i.xd5 En caso de 14 ... i.d6 1s.fs! exfs, 16. W/f2

\Wxc2!?. Es más segura 13 ... 0-0-0, que también concede ventaja a las blancas. resulta satisfactoria: 14.ie4 (14 . .tb3? lt:\cs) 14 ... ixe4 (14 ... i.g6!?) 15. Wxe4 i!g8 16.g3 ics y las negras están bien. 12 ... 0-0-0

Comenzar con 1Z ... .id6 no conlleva una gran diferencia, a excepción de que las negras no deben apresurarse en el desarrollo de su alfil de casillas negras tras el habitual 12 ... 0-0-0. Entonces, 13.ds?! protagonizó un intento equivocado de castigar el orden de movimien­tos negros. 13 ... cxd5 14.lt:\d4 �g6 1S.lt:lxe6? fxe6 16.Wxe6+ ie7 17.ia4 bs 18.Wxd5 i!c8 19.i.c3? bxa4 20.i!he1 lt:\b6-+ 0-1; )onkman­Smeets, Zwolle 2000. 13.�h4 ig6 (D)

Aquí existen diversas continuaciones po­sibles:

14.g4 id6 15.lt:\xg6 hxg6 16.h4 Las blancas pueden crear un peón pasado mediante h4-h5 en cualquier momento. Después del siguiente cambio de los alfiles de casillas negras, este peón puede, sin embargo, convertirse en una responsabilidad en lugar de una fuerza ma­yor. 16 ... i.f4 17.Wb1 i.xd2 18.Wxd2 c5 19.Wc3 cxd4 20. \Wxd4 c;Yb8 21.f3 tt:les 22. 'ªf4 �-�; Ra­gger-León Hoyos, Budapest 2006.

14.lt:\xg6 hxg6 15.h4 i.h6! 16.ixh6 i!xh6 17 .g3 fs=; Grosar-Rukavina, Bled 1999.

15.h3 O si no, 15.g3 ie7 (1S...tt:lf6!) 16.tt:lxg6

hxg6 17.d5 cxds 18.-ixds i.f6=; Savanovic­Tzermiadianos, Korinthos 1999. 15 ... �f6!

15 ... ie7?! (Corrales-Prié, Barbera 2008) es igualdad, como mínimo, para las negras tras 16.ltJf3?! ihs, pero 16.lt:lxfs! habría dado la vuelta a esta evaluación: 16 ... ixfs 17.g4 ig6 [Como confesó más tarde, la inferior 17 ... ixc2?! era la intención de Prié: 18. c;Yxc2 lt:lf6 (Si 18 ... eS, ambas 19.f5 y 19.d5, planeando 19 ... tt:lb6 20.dxe6 c4 2l.i!c1! son favorables a las blan­cas) 19.lahfl! I:!xd4 (20.f5 pondrá a las negras bajo una gran presión) zo.ias V!! d7 (20 ... WxaS 21.laxd4 representa lo menos malo) 21.i.c3 I:!xd1 22.i!xd1 Wfe8 23.i.xe6+! f:xe6 24. \Wxe6+ c;Yc7 25.g5 tt:\ds 26.�xh8 Wfxh8 27.�xd5+-] 18.f5 lt:lf6 19.fxg6 hxg6 20.�df1!;t (D)

Capítulo 14: La variante principal con B.tiJds 259

El peón d4 es inmune debido a 20 .. J�xd4 21.ic3 E:f4 22.-tes E:xf1+ 23.E:xf1 �d8 24.g5. Las blancas amenazan gs y retienen la iniciativa. 16.t0xg6

16.g4? es mala por 16 . ..ll)e4 17.gxf5 exfs y las blancas no pueden cubrir d4, f4 y la casilla g3. 16 ... hxg6 17 .%Yf3

17.ixe6+?! fxe6 18.�xe6+ l0d7 19.�xg6 id6. Las blancas pueden cambiar otro par de peones con 20.�xf5 E:hfs 21.�d3 ixf4, pero todavía prefiero el caballo a los tres peones. 17 ... t0e4 18.ie3;

Con aproximada igualdad.

B5b2) 14.g3 (D) Este ágil movimiento se ha convertido en

la principal opción posicional de las blancas.

14 ... �b8! Un útil movimiento en todos los casos que

evita algunas combinaciones mediante ixe6 con jaque.

a) 14 ... id6 15.lDxg6 [Las dos partidas que siguen tienden a demostrar que 1S.E:he1 es, como poco, inútil: 15...�b8 16.�b1 E:c8! 17.l0xg6 hxg6 18.h4 @as 19.E:hl �·H�; Fedo­rov-Papaioannou, León Eu-tch 2001; 15. �b1 E:he8 16.E:he1 �bs 17.a3 @as 18.�f3 E:c8 19.li)xg6 hxg6 20.h4 fS=; Adams-Radjabov, Praga (blitz) 2002] 15 ... hxg6 16.h4 fs [16 ... es 17.d5! (17.ie3?! no es nada especial para blancas: 17 ... li)b6 18.c4 cxd4 19.ixd4; Dembo-

Repkova, Calvia (ol-w) 2004. Las negras conti­nuaron con la correcta 19 ... e5, pero 19 ... ies 20.ie3 fs, intentando 21...f4, también era bas­tante adecuado) 17 ... li)b6 18.iaS;!;; se parece a Tkachiev-Ricardi de la sección 8.li)e4 �c7 9. lDxf6+ gxf6 10.'�e2 l?ld7 11 .0-0-0 0-0-0 1Z.li)h4 ig6 13.ib3 es] 17.igs! [Otra idea consiste en 17.@bt E:de8 18.c4!] 17 ... E:de8 18.h5 gxhs 19.E:xh5í; Kasimdzhanov-Papaio­annou, Bled (ol) 2002.

b) 14 ... li)b6 (D) Hemos llegado a la posi­ción de Reichmann-Westphal (Ver 8.li)e4 �c7 9.li)xf6+ gxf6 10. ve e2 li)d7 11.0-0-0 0-0-0 12.li)h4 ig6 13.ib3 li)b6) con un tiempo ex­tra, g2-g3, lo que harfa 14 ... li)b6 dudosa, pero curiosamente parece jugable.

bl) ts.�f3?! ig7 16.if4 �e7 (16 ... es?! es inferior: 17.dxes fxes 18.igs) 17.�bt li)ds; Las blancas no pueden continuar ig3 en la situación actual, y después de 18.idz fs las opciones son similares.

b2) 15.f4!? (D)

lS .. .fS [15 ... E:xd4 lleva a problemas: 16.f5!

260 juegue la Escandinava

exfs 17.�f4 :B:e4 lo menos malo, pero el si­guiente final es bastante triste para las ne­gras. (17 .. J::!xf4?? 18.�e8+ �d8 19.Wxd8#; 17 ... :B:xd1+? 18.l3xd1 Wie7 19.1J9xe7 ixe7 20.ft)xg6 hxg6 2Lixf7+-) 18.Wixe4 fxe4 19.'tlxg6! hxg6 (19 ... fxg6? 20.ie6+ �d7 21.!lxd7 ft)xd7 22.:B:d1+-) 20 . .txc7 Wxc7 2Lixf7 y la calidad extra decidirá más pronto que tarde] 16.ias i.g7 17.c3;!; (D)

b3) IS.ias i.d6 16. Wbl Wb8 17.'tlxg6 hxg6 18.h4; Efimenko-Nakamura, Caleta 2005 daba a las blancas una ventaja sin riesgos. Aquí las negras quedan limitadas por la cla­vada de su caballo; la maniobra .. .fs, ... lüd7-f6 es imposible.

e) 14 ... e5!? 15.d5 el) 15 ... ft)b6?! 16.i.as! Ya, con tiem­

pos extra. Las negras luchan por la igualdad [Con el tiempo extra g2-g3, 16.dxe6? es ten­tadora, pero al final errónea: 16 ... c4 17.if4 cxb3! 18.ixc7 ih6+ 19. Wbl bxc2+ 20. Wixc2! (20. Wal :B:xd1 + 21.l3xd1 cxdl Wi+ 22. �xd1 Wxc7) 20 ... ixc2+ 21. Wxc2 Wxc7 22.lüfs fxe6 23.ft)h6, o 22 ... igs 23.exf7 :B:hfs 24.h4 con igualdad en ambos casos] 16 ... e5 17.lL\xg6 hxg6 18.h4 fs 19.c4 e4 (19 ... :B:hs!?) 20.hs ig7 21. Wbl Wb8 22.:B:h3!? Vf!e7 23.:B:dh1±; Vicary­González, San Diego 2006.

e2) 15 ... e4 16.ixc4 (Ir al final probable­mente disminuye las posibilidades de ga­nar de las blancas: 16. Vf!xc4 Wxc4 17 .i.xc4 lüb6 18.ft)xg6 hxg6 19.�b3 ft)xdS=) 16 ... lüb6 17.lüxg6 hxg6 18.ib3 ft)xds 19.Wb1 ics 20.h4;!; /= (D)

Las blancas tienen los dos alfiles y un rey ligeramente mejor, pero las negras no tienen grandes problemas.

Volvamos a la variante principal tras I4 ... <i>bs! (D)

15.ttJg2 Liberando al peón h para poder hostigar al

alfil de g6. a) 15.lüxg6 hxg6 16.h4 �h6! 17.h5 ixd2+

18.l3xd2 gxhs 19.:B:xhs fs, seguido de ... lüf6 con igualdad.

b) 1S.if4?! id6 16 . .ixd6 �xd6 17.f4 fs! (Comparado con Grischuk-Bauer, el alfil vol­verá pronto a la vida, ¡seguramente desde hs!) 18.c4 ft)f6 19.ic2 ihs 2o.ft)f3 :B:d7! (Las ne­gras continúan ocultando el destino final de su dama, dirigiéndose a la casma b4) 21.l3d3 l3hd8 22.:B:hd1 Wa8 23.l3b3 Wfs!; Ady-Prié, Bruselas 2006. Con una buena posición para las negras que están concentrando sus fuerzas hacia el peón d4 (La dama puede aterrizar en

Capítulo 14: La variante principal con B.liJds 261

h8) y listas para cambiar ... .ixf3 a su debido tiempo.

e) 1s.<;!?b1! ? .id6 (lS ... <;t>as y lS ... cs, inten­tando 16.d5 eS 17.c!L\xg6 hxg6 18.h4 c!L\b6 19.c4 .ih6, también son válidas) 16.ic3?! (16.c!L\xg6 hxg6 17.h4t/=) 16 ... 1'!he8 17.tüxg6 hxg6 18.h4 fs 19 . .id2 c!L\f6 20 . .igs .ie7 2Lif4 �-�; Edo­uard-Prié, Cap d'Agde 2006.

Tras 15.tLig2 (D) las negras disponen de dos opciones principales, B5b21) 15 ... .id6 y Bsbzz) lS ... es!?

Si 1S ... c!L\b6 la clavada habitual, 16 . .ias!, proporciona a las blancas chances ligeramen­te superiores. (16 . .if4?! id6=; Arakhamia-Re­pkova, Triesen 2007) 16 ... c5 17.d5 (o 17.dxcs hes 18 . .ic3) 17...eS 18.@bl00/;t

B5h21) 15 ... id6 (D)

en la reciente partida Carlsson-Papaioannou no llegó a alcanzar la igualdad. I6.h4 hs

16 ... h6!? 17.c!L\f4 .ih7. 17.lüf4 Ms lS.liJxhs es (D)

Las blancas han conseguido un peón, pero su caballo está temporalmente apartado. Es más, las negras han iniciado una enérgica ac­ción en el flanco de dama.

19.g4 Lo más seguro, aunque jugar con fuego me­

diante 19.tLig7!? también tiene su encanto: 19 ... .ih7 20.ds c!L\es (D). Prié describe esta

posición como bastante peligrosa para las blancas, sobre todo por la idea ... c5-c4 segui­da de ... c!L\d3 jaque. Esto es cierto, pero como muestran las siguientes lfneas, vale la pena analizar cuidadosamente la posición.

a) 2L.ic3 c4 22 . .ia4 l'!dg8 23.c!L\hs id3 24.cxd3 cxd3 2S. %Vd2 l'!xh500•

b) 21.dxe6 c4! [21...1'!dg8 22.ih6 c4 Constituye la opción más analizada, pero (22 ... ig6?? 23.hS l'!xh6 24.hxg6 l'!xhl 2SJ�xhl

262 juegue la Escandinava

ganan blancas) 23 . .ia4 (También se puede optar por la captura en f7: 23.exf7!? V!ixf7 24.ia400, ya que 24.gxd6?! parece peor: 24 ... cxb3 25.axb3 ixc2 (25 ... gc8!?) 26. i>xc2 V!ic7+ 27.i>bl V!ixd6 28.lLlfs Wd7 29.�e4 lLlg4 y las negras están mejor) 23 ... id3 (23 ... if8? 24.exf7±) 24. V!idz (24. V!ie3? lLlg4!) 24 ... bs! y ahora 25.exf7!? (2S.ixbs? pone la ventaja en manos negras tras 25 ... c3 26. Wxc3 V!ixc3 27.bxc3 ia3+ 28.i>bl ixbs; 25.cxd3 bxa4 26.e7!?oo) 2S ... V!ixf7 26.ixb5 c3 27.Wxc3 �c8 28.gxd3 gxc3 29.gxc300 (29 ... gxh6?! 30.tLlfs)] 22.ia4 lLld3+ 23. i>bl V!ib6 24.icl oo. Consi­derándolo todo las negras parecen tener sus opciones después de 19.lLlg7, pero la posición está tan liada que no se puede pronunciar una evaluación final. 19 .. -l:�xhs

Las negras no pueden permitirse dudas, sino que por el contrario deben actuar con resolución.

19 ... ig6? 20.ds lLles 21.lL:lxf6 (21.dxe6? c4 22.!a4 lLlxg4 es poco claro) 21...c4. En esta situación, 22.ia4? lLld3+ 23. Wbl ies es ventajoso para las negras, pero 22.ic3!! cxb3 23.axb3 refuta su jugada 19. zo.gxfs

20.gxhs cxd4 21. �bl lLles (D)

Las negras cuentan con una posición com­pacta, sus piezas están bien centralizadas. Los peones blancos de h no representan todavía un gran peligro, al contrario que la inminente amenaza ... d3. La compensación por la calidad sacrificada es adecuada.

zo .. J�xfs Zl.ie3 cxd4 zz.hd4 22.gxd4?! !eS 23.gc4 ixe3+ 'lH�; Van

Linde-Forchert, Alemania 2004. 22 .. J�h8 (D)

Las negras se abstienen de cambiar dema­siadas piezas ya que aumentarían la importan­cia del peón pasado. Así, después de 22 ... lLlcs 23.h5! lLlxb3+ 24.axb3 !!h8 25.h6 .if4+ 26.ie3, o 22 ... ic5 23.ixc5 tLlxcS 24.�xd8+ V!ixd8 25.h5; Ponomariov-Papaioannou, Plovdiv Eu­tch 2003, su tarea defensiva puede volverse pronto insostenible.

23.h5 i.hz! 24.h6 E:xh6 zs.he6! Después de la imprecisa 25. �bl ?! las ne­

gras pueden neutralizar la iniciativa rival. 25 ... lLlcs! [2S ... if4? Carlsson-Papaioannou, Heraklio Eu-tch 2007, se encontró ante el mar­tillazo: 26.�xh6 ixh6 (D)

27.ixe6!! fxe6 28. V!ixe6 (La falta de armo­nía entre las unidades negras resulta fatal) 28...�f3 29. V!ie8+ V!ic8 30.ixa7+ �c7 31. V!ihs

Cap{tulo 14: La variante principal con 8. tt:Jds 263

lües 32. V:Yxh6+-] 26.�e3 (26J�dgl ?! !lhs! 27J3g2 lüxb3 28.axb3 Wids, o también 28.ixf6 l3xf6 29.1lhxh2 !lds+; 26.ic4 a6=) 26 .. J�h8 27.f4 l3fhs 28.Wig2 a6! 29.ixcs Wlxcs 30.!ld7 \Wb6 31.a4! ixf4 32J3xhs l3xhs 33.\WgS+ 'tia? 34. VNxf7 13hl + 35. 'llaz .tes 36. Wixe6 %YcSI=; Libiszewski-Prié, Marsella 2007, ya que 37.ids?? pierde por: 37 ... l3al+ 3S.c;t>b3 !la3+ 39.bxa3 V:Yc3+. 25 ... fxe6 26.'ªxe6

Como en Carlsson-Papaioannou, las pie­zas negras son inestables y se encuentran con problemas en la última fila. La siguiente se­cuencia es virtualmente forzada: 26 .. JUhs 27.'ªg8+ 'ªes 28.ixa7+ @xa7 29.'ªxe8 if4+ 30.@bl tt:Jb6 31.E:xhs ébxe8 32.E:xh6 i.xh6;

Si bien la evaluación exacta de la posición no es del todo clara, lo que sí es obvio es que las negras no tienen opciones de 1 uchar por la victoria.

B5h22) lS .. . es!? (D)

La última moda. 16 . .ie3

16.dxe5 fxes 17.f4 id6=; Okhotnik-Prié, Gap 2008. Las negras están lo bastante activas como para compensar su estructura de peo­nes, ligeramente inferior. 16 ... exd4!

16 ... .ih6+ 17. c;t>bl E: hes? (Se precipita ha­cia una auto clavada) 18.E:hel (Seguido de f4 y ¡las negras están en malas condiciones!)

18 ... lüb6 19.f4 es 20.dxcs l3xdl+ 21.E:xdl V:Yxcs 22.lüh4 V:Yc8 23.fxes fxes 24.lüxg6 fxg6 2S.ixeS+ �a8 26.V:Ybs a6 27.Wa5? (27.\Wxb6! l3xes 28.idS+-; con la doble amenaza Wxa6+ y .ixb7) 27 ... Wig4 28.E:el Wid7 29.if4 lhel+ 30. �xel ixf4 31 .gxf4 �d4t; Bosiocic-Bauer, Zúrich 2009. 17 .i.xd4 ics lSJ!:hel

18 . .!Df4 E:he8 19.%Yg4 lües=. 18 ... .ixd4 19J�xd4 liJes (D)

Los peones doblados en f no suponen una gran desventaja, y las negras pueden incluso usar la casilla es para sus piezas. La posición está equilibrada pero difícil para la victoria de cualquiera de los dos bandos.

Conclusión:

Contra la popular s.lüds, la continuación 8 ... \Wds 9.lüxf6+ gxf6 se ha convertido en la línea principal, sustituyendo a la captura 9 ... Wixf6 que quedó en cuestión desde la parti­da Sanduleac-Prié.

Mientras que puede ser posible mejorar esa partida, 9 ... gxf6 parece en la actualidad bastante segura por lo que la pelota está en el campo de las blancas que deben demostrar una ventaja tangible.

Conclusión 265

Conclusión

Al final de este trabajo, aparece la lógica que sostiene el desarrollo de la teoría de la Defensa Escandinava:

- Las blancas no se benefician de ninguna ventaja en las variantes donde no intentan apro­vechar el precoz avance del peón dama negro para atraer a la dama rival al centro mediante 2.exd5. Así, entre las alternativas en la segunda jugada (capítulos 1 y 2), la única que parece relativamente interesante es 2.ltJc3, pero entonces las negras pueden elegir el carácter que van a imprimir a la partida, si deciden abrir el centro mediante 2 ... dxe4 o cerrarlo con 2 ... d4, verda­deramente no se encuentran bajo presión.

- Una vez la dama negra está en d5, las blancas pueden elegir explotar su posición para ganar espacio con el avance c4 en lugar que mediante el desarrollo ltJc3. Pero la variante principal 3 ... ltJc6 4.ltJf3 ig4 5.ie2 0-0-0 6.c4 V9fs 7.ie3 ixf3 7.ixf3 ltJxd4 es entonces muy satisfacto­ria para las negras. Ambas partes disponen de tempranas desviaciones, pero no existe nada que pueda llegar a suponer un serio desafío para las negras (capítulo 3).

- Después de 3.ltJc3 V9as, existen múltiples maneras de jugar sin d4 o de retardarlo (capítu­los 4 y 5), pero sólo el sistema Short con 4.ic4 y s.d3 (capítulo 6) es en realidad venenoso. Las negras se encuentran privadas de su contrajuego habitual contra el peón d4, pero su dama está menos expuesta ya que dispone de las casillas eS y eS a la vez que pueden incitar a las blancas a debilitarse mediante 5 ... .ig4, invitando a 6.f3. Entonces, cuando el alfil se repliegue a f5 o a d7, los dos bandos disponen de numerosas posibilidades y las opciones son compartidas.

-Tras 4.d4, las negras pueden optar por 4 ... c6, pero no tiene mucho interés retrasar la salida de su caballo de rey y se privan de la posibilidad ... ltJc6 en algunas líneas (capítulo 9).

- Cuando las negras juegan 4 ... ltJf6, la experiencia ha demostrado que el plan más promete­dor para las blancas es el rápido desarrollo mediante una combinación de ltJf3, ic4 y id2. Son posibles múltiples desviaciones, pero en esencia estas son demasiado tímidas o bien parecen justamente ampliar la elección de las negras. Así, s . .ic4 les da a elegir entre un enfoque sólido con 5 ... c6 seguido de ... .ig4 o ... ifs y un esquema agresivo combinando ... ltJc6 y ... .ig4 {capítulo 7), y s.id2 permite 5 ... Wb6 o S ... ig4 (capítulo 8). Esto no significa que todas las pruebas de las blancas para desviarse de la variante principal sean inofensivas, y es mejor estar bien prepara­dos para rebatir el aterrizaje del caballo de rey blanco en eS asociado, sea con idz (capítulo 9), sea con ic4 cuando las negras hayan jugado ... c6 en lugar de ... e6 (capítulo 10), pero las negras han encontrado continuaciones satisfactorias.

- Por su parte, tras s.ltJf3, probablemente las negras tengan interés en adoptar el plan con ... if5 asociado a ... e6 y ... c6. En efecto, ni 5 ... lDc6 (capítulo 5), ni 5 ... ltJe4 (capítulo 10), ni los re­pliegues precoces de la dama a b6, por ejemplo después de 5 ... c6 6.id2 (capítulo 9), son satisfac­torios. Sin embargo, la salida ... ig4 constituye un arma sorpresa decente, ya sea en la 5' jugada (capítulo S) o tras S ... c6 6.id2 (capítulo 9).

266 Juegue la Escandinava

- Por lo tanto, la práctica se ha orientado hacia la posición que se obtiene vía l.e4 ds 2.exds �xds 3.t!Jc3 �as 4.d4 t!Jf6 s.t!Jf3 .ifs 6.i.c4 e6 7 . .id2 c6 o por un orden diferente de movimien­tos. Las blancas disponen de una gran variedad de elección, pero las negras no se encuentran con dificultades en las líneas secundarias examinadas en el capítulo 11. Los planes más peligro­sos consisten en realizar rápidamente el enroque largo o infligir a las negras peones doblados en la columna f explotando un ataque a la descubierta sobre la dama expuesta en a5.

La teoría ha explorado profundamente la continuación 8. �e2 i.b4 9.0-0-0 t!Jbd7 10.a3 i.xc3 1Lixc3 �c7 12.t!Jes t!Jds 13.idz t!Jxes 14.dxes o-o-o 1S.g4 ig6 16.f4, que exige une sólida preparación, pero 12 ... bs es una alternativa interesante y menos conocida (capítulo 12).

Después de 8.t!Je4, las negras deben evitar 8 ... �d8?!, pero tanto 8...�c7 como 8 ... �b6 son jugables. El ligero debilitamiento resultante de 9.t!Jxf6+ gxf6 se acompaña del control y el for­talecimiento del centro para las negras y de una columna g semiabierta que sin duda podrán explotar si las blancas renuncian enviar al alfil de fs a g6 descentralizando su caballo mediante t!Jh4 (capítulo 13).

Finalmente, parece más prometedor para las blancas enviar a la dame negra a d8 mediante 8.t!Jds, en la medida que las negras sufren después de 8... �d8 9.t!Jxf6+ �xf6 10.'&ez .ig4 11.dS! ixf3 12.gxf3 cxds 13 . . bds t!Jd7 14.0-0-0 0-0-0 1S . .ie4 �es 16 . .ic3! y por lo tanto es preferible doblar sus peones con 9 ... gxf6. En este último caso, la práctica ha favorecido la continuación 10.ib3 t!Jd7 11. �e2 �c7 12.0-0-0 0-0-0 13.t!Jh4 ig6 14.g3, donde recomiendo 14 ... �b8! tras la cual me parece que las negras se encuentran cercanas a la igualdad (capítulo 14).

Espero haberles convencido a lo largo de este libro de que la Escandinava merece algo mejor que su dudosa reputación. Esta apertura puede llevar a posiciones salvajes, como en las varian­tes donde las blancas difieren de su desarrollo del caballo de rey o las negras aprovechan para utilizar su provocadora ... ig4, o por el contrario demuestran una probada solidez, como en los casos en que la estructura de peones obtenida es la misma que en la Caro-Kann, es decir cuando el peón d4 blanco se enfrenta al muro c6-e6. ¡Muchas y variadas aventuras por delante!

Índice de variantes

Índice de variantes

Capítulo l. Las anti-escandinavas (9)

A) 2.d3 (10) B) 2.e5 (10)

e) 2. cuf3 dxe4 3. 'Ugs (12) D) 2.d4?! El gambito Blackmar-Diemer (14)

Capítulo 2. La variante 2.'Üc3 (21)

A) 2 ... dxe4 (22) B) 2 ... d4 (3.'Uce2 es) (24)

Bl) 4.f4?! (25) B2) 4.'Uf3 (26) B3) 4.lt:lg3 (27)

Capítulo 3. 2.exd5 �xds: las blancas evitan 3.ltlc3 (29)

A) 3.d4 eS (31) B) 3.d4 lüc6 4.'Uf3 es (s.cuc3 �b4 6.�d2 ixc3 7.ixc3 e4) (35)

Bl) s.cues (35) B2) 8.cud2 (36)

C) 3.'Uf3 ig4 4.ie2 'Uc6 5.d4 0-0-0 6.c3 (37) O) 3.'Uf3 ig4 4.ie2 'Uc6 s.d4 o-o-o 6.ie3 (38)

01) 6 ... ixf3 (39) 02) 6 ... lüh6 (39) 03) 6...e5 (40) 04) 6 ... 'Uf6 (44)

E) 3.cuf3 ig4 4.ie2 lt:lc6 s.d4 o-o-o 6.c4 (49) El) 6 .. .'�hs?J (49) E2) 6...�a5+ (49) E3) 6 ... �fs (so)

f) Líneas raras: (54) Fl) 3.d4 lt:lc6 4.'Uf3 ig4 5.c4?! (54) F2) 3.lt:lf3 ig4 4.ie2 'Uc6 5.h3 (55) F3) 3.lt:lf3 ig4 4.ie2 'Uc6 s.cuc3 (55)

G) 3.'Uf3 lt:lc6 4.CUc3 �as (56) G1) s.d4?! (56) G2) s.ibs (58)

267

268 juegue la Escandinava

Capítulo 4. 3.lbc3 Wfas: las blancas juegan b4 o g3 (63)

A) 4.b4 (64) B) 4.g3 (65) C) 4.g3 g6 (69) D) 4.g3 ttJf6 s.!g2: las negras juegan ... �g4, ... ttJc6 y ... 0-0-0 (72)

D1) 6.lüge2 (73) D2) 6.ttJf3 (74)

Capítulo 5. Líneas raras: las blancas retardan d4 o las negras evitan S .. . .ifs (77)

A) 4. ttJf3: sistemas con h3 y/ o iez (78) Al) 5 ... g6 (79) AZ) s ... c6 (79) A3) 5 ... ig4 (81) A4) 5 ... tbc6 (82)

B) 4.d4 lüf6 5.ttJf3 tbc6 (6.i.d2!) (83) e) 4.d4 lüf6 s.ltJf3 �g4 (84) Cl) 6.ie2 (6.ttJc6 7.h3) (84) C2) 6.h3 (86)

Capítulo 6. El sistema Short, 4 . .ic4 ¿¿¡f6 s.d3 (91)

A) s ... c6 (93) Al) 6.f4 (93) A2) 6.h3 (93) A3) 6.ttJge2 (94) A4) 6. � e2 (94) AS) 6.id2 (97)

B) 5 ... i.g4 (98) Bl) 6.lüge2 (99) B2) 6.f3 (101) BZa) 6 ... ifs (101) B2b) 6 ... id7 (103)

Capítulo 7. La variante 4.d4 ¿¿¡f6 s.i.c4 (107)

A) Desviaciones (s ... lüc6) (los) B) s ... ig4 6.f3 (no)

Bl) 6 ... i.d7 (no) B2) 6 ... -ths (111) B3) 6...i.fs (112)

C) s ... ttlc6 6.ttJge2 i.g4 (7.f3) (115) Cl) 7 ... �e6 (116) C2) 7 ... i.fs?! (118) C3) 7 ... ihs (120)

fndíce de variantes

Capítulo 8. La variante 4.d4 y s . .tdz (127) A) Desviaciones (5 ... Wb6) (128) B) s ... ig4 sin 6.f3 (130)

Bl) 6.�e4? (130) B2) 6.�f3!? (130) B3) 6.�ge2 (132) B4) 6.�e2 (134)

C) 5 ... �g4 (6.f3 �f5 7.g4) (136) Cl) 7 ... id7 (137) C2) 7 ... �g6 (139)

C2a) 8.h4 (139) C2b) 8.g5 (139) C2c) 8.ltJge2 (140) C2d) 8.f4 (141)

Capítulo 9. 5.tLlf3: desviaciones (147)

A) 4.d4 ltJf6 5.ltJf3 if5: 6.�d3 o 6.�e2 (148) B) 4.d4 ltJf6 5.ltJf3 if5 6.id2 e6: las blancas renuncian a 7.ic4 (149) C) 4.d4 �f6 5.�f3 c6 6.id2 Wb6 (152) D) 4.d4 tt:lf6 5.�f3 c6 6.id2 ig4 (7.h3 ih5 8 . .ic4) (155)

Dl) 8 ... �bd7?! (155) DZ) 8 ... e6! (157)

E) 4.d4 sin ... �f6 (la "Konigspringerzurückhaltungspolitik") - 4.d4 c6 5.ic4 if5 (158) El) 6.idz e6 (159)

Ela) 7. Wf3!? (159) Elb) 7.1M'e2?! (160) Ele) 7.g4 (160) Eld) 7.�ge2 (161) Ele) 7.d5 (162)

E2) 6. We2 (163)

Capítulo 10. Saltos precoces de caballo (4.d4 lDf6 s.tt:lf3) (167) A) 5 ... ltJe4 (168) B) 5 ... c6 6.ltJe5 (6 ... if5) sin ic4 (170)

Bl) 7.�f4 (170) BZ) 7.�c4 (170) 63) 7.g4 (173) B4) 7.id3 (174) B5) 7.ie2 (178)

C) 5 ... c6 6.ltJe5 �f5 7.i.c4 e6 8.g4 (8 ... i.g6 9.h4) (178) Cl) 9 ... �d6!? (179) C2) 9 ... ltJbd7 (180)

269

270 juegue la Escandinava

Capítulo 11 . 5.ltJf3 ifs 6.ic4 e6: desviaciones (183) A) 7.ltle5, 7.0-0 o 7.'ªe2 (184) B) 7.!d2 i.b4 (186) C) 7.id2 c6: desviaciones (188)

Cl) 8.0-0 (189) C2) 8.lllh4 (193) C3) 8.h3 (196) C4) 8.a3 (196) es) s.ds (197) C6) s.CZ\e5 (197)

Capítulo 12. La variante principal con 8.We2 ib4 (201) A) 9.0-0 (202) B) 9.a3 (203) C) 9.0-0-0: las negras evitan 9 ... ltlbd7 (204)

c1) 9 ... b5?! (204) C2) 9 ... 0-0? (205) C3) 9 ... ltld5 (205)

D) 9.0-0-0 ltlbd7 (206) Dl) 10.ltlh4 (206) D2) 10. �b1!? (208)

E) 9.0-0-0 ltlbd7 10.a3 (211) El) lO ... CLlb6!? (211) E2) 10 ... ixc3 (212)

F) 9.0-0-0 ltlbd7 10.a3 ixc3 1l.ixc3 'ªc7 12.ltle5 (213) Fl) 12 ... b5!? (213) F2) 12...CLlxe5 (215) F3) 12 ... ltlds (13.i.d2 CZ\xes 14.dxe5 o-o-o 15.g4 i.g6 16.f4 h5! 17.h3) (216)

F3a) 17 ... 'ªe7?! (216) F3b) 17 ... 'ªb6 (217) F3c) 17 ... hxg4 (219)

F3c1) 20.c3!? (219) F3c2) 20JH1 (219)

Capítulo 13. La variante principal con 8 .ttJe4 (223) A) 8 ... 1W ds (224) B) 8 ... 'ªc7 (226)

B1) 13.g3 (228) B2) 13.ib3 (228)

C) 8 ... Wb6 (231) Cl) 9.CLlg3 (231) C2) 9.CZ\xf6+ gxf6 (232)

C2a) 10.ib3 (232) C2b) 10.We2 (235) C2c) 10.0-0 (235)

fndice de variantes

Capítulo 14. La variante principal con 8.tild5 (8 ... \Wds 9.tilxf6+) (239) A) 9...�xf6 (10.�e2) (240)

Al) 10 ... �d6?! (240) A2) 10 ... li.:ld7?! (240) A3) 10 ... ig4 (244)

B) 9 ... gxf6 (246) Bl) 10. �e2 (246)

Bla) 10 ... li.:ld7 (247) Blb) 10 ... �e7 (248) Blc) 10 ... i.xc2 (249)

B2) 10.c3 li.:ld7 11.lLlh4 (251) B2a) 11...!g6?! (251) B2b) ll...lLJb6! (252)

B3) 10.0-0 (253) B4) 10.i.f4 (254) 85) 10.ib3 (255)

BSa) ll.lLJh4 (255) Bsb) ll.�e2 (n ... �c7 12.0-o-o o-o-o 13.lLlh4 ig6) (257)

BSbl) 14.f4 (258) B5b2) 14.g3 (259)

271

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