de su identidad y decididas para la misión

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de su identidad y decididas para la misión

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de su identidad y decididas para la misión

Fam ilias co n sc ien tes su id en tid ad

d ecid id as p ara la

^JERCIC/OsC O A R E S M ^

CONTENIDOEJERCICIOS CUARESM ALES PARA ADULTOS

Primer día. Dios tiene un proyecto de amor para nosotros6 Hna. Ma. Teresa Felipe Isidoro CJC

Segundo día. El pecado destruye el proyecto del amor de Dios

Tercer día.12

Cuarto día.16

Pbro. Juan Ramón Sainz López _______

Jesús nos enseña a vivir en la familiaMaría Ascención Villegas Macías

Jesús resucitado, vida para las familias. Norma Jacqueline Ávila Orozco JA

Quinto día. Abrir las puertas de lafam iliaalaaccióndel Espíritu Santo g;20 Ma. de la Luz Cristina Madariaga Marín

Celebración penitencial24 Pbro. José Netzahualcóyotl Chávez Muñoz

Hora Santa26 Hna. María del Socorro Villanueva Suárez CJC

EJERC IC IO S C U A R E SM A LE S PA R A N IN O S Y A D O LE S C E N T E S

Primer día. Dios nos ama y nos da una familia30 María Ascención Villegas Macías

Segundo día. El pecado divide y destruye a las familias33 Guillermo Bañuelos Ortega y Ma. Noemí Medel Preciado

Tercer día. Jesús salvador nos libera y nos invita a formar familia36 Ma. Esther Mancilla R. y Esther Svetlana Velázquez M.

Cuarto día. La alegría de la familia, expresión del resucitado39 Hna. María del Socorro Villanueva Suárez CJC

Quinto día. El Espíritu Santo ilumina y santifica nuestras familias42 Hna. Verónica Navarro Barba CJC

Anexos45

PRESENTACIÓN

La Cuaresma es un tiempo de gracia y preparación para vivir la Pascua de Cristo.

A través de la Liturgia y diferentes medios, como los son estos ejercicios

espirituales, tenemos la oportunidad de revisar nuestro caminar y reflexionar sobre

el sentido que estamos dando a nuestra vida como cristianos y la manera como

estamos respondiendo al llamado a la santidad como hijos de Dios.

Ante la realidad que vivimos actualmente en nuestros ambientes, consideramos que

es necesario reflexionar sobre la familia, célula esencial de la sociedad. En ella el

ser humano se prepara para salir a formar otras comunidades. Necesitamos familias

cristianas que estén conscientes de su identidad y que decidan asumir la misión a

la que hemos sido llamados: hacer presente entre nosotros el Reino de Dios.

Dejemos que las orientaciones que se han preparado para estos ejercicios

cuaresmales, sean guiadas por el Espíritu de Dios que habla en nuestro interior,

sometiéndonos de manera especial a su acción y estando atentos a sus llamadas,

mociones e impulsos. Esto requiere también, de nuestra parte, examinar la

conciencia, meditar y contemplar el misterio de Dios, a través de su Palabra, que

nos invita a la conversión y sale a nuestro encuentro para rescatarnos del pecado y

de la muerte.

Iniciemos con gran esperanza este camino cuaresmal y pongamos en práctica la

oración, el ayuno y las obras de caridad.

INTRODUCCIÓN

Los ejercicios cuaresmales de este año, tanto para adultos como para niños y adolescentes, nos invitan a reflexionar sobre temas que si bien pudieran parecemos sencillos y conocidos son cuestiones de vital importancia en nuestros días si queremos hacer de las familias escuelas de la fe y auténticas comunidades de vida y amor, atendiendo a la proyecto de Dios para con la familia y a las enseñanzas del Papa Francisco en “Amoris Laetitia” .

El objetivo que les proponemos es el siguiente: Redescubrir y valorar el proyecto de amor de Dios para con la familia, para que conscientes de su identidad y misión, trabajemos todos en la tarea de construir una sociedad más acorde al proyecto de Dios partiendo de familias cristianas.

Para lograr dicho objetivo debemos recordar que se trata de ejercicios espirituales de cuaresma, no son una solamente “catequesis”, tampoco son “charlas” que iluminen la mente, no son “clases” o “conferencias” para estar comprender mejor ciertos temas; tampoco son parte de una tradición que vivimos año con año por un simple cumplimiento.

Los ejercicios espirituales, ante todo, son una actividad del Espíritu de Dios en nosotros. Es someterse de manera especial a la acción del Espíritu de Dios en el fondo de nuestro corazón. Es estar atentos a sus llamadas, sus mociones, a sus impulsos. Pero también son una actividad del espíritu del hombre, los ejercicios espirituales son todo modo de exam inar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar (bocal y mentalmente) y de otras operaciones espirituales. Es trabajar en nosotros mismos con toda sinceridad y honestidad, para dialogar con nuestro propio yo, pero sobre todo, es dialogar con Dios.

¿Para qué son los ejercicios espirituales? Son para hacernos dóciles a Dios, para aprender a dejarnos moldear, “como barro en manos del alfarero”. Para vencernos a nosotros mismos y ordenar la vida, sin dejarnos determinar por los afectos desordenados (en el yo, con los demás y con el mundo); para buscar y hallar la voluntad que Dios tiene para nuestras vidas y llevarla a cabo mediante nuestra mejor disposición.

Indicaciones practicas:£ f El hilo conductor de todas las meditaciones, se sitúa en el itinerario de Cuaresma a Pascua,

respetando el esquema “keñgmático” que nos ayudará a entrar en un proceso de conversión.£ f Es muy importante crear un espacio de oración y reflexión que favorezca la interiorización de los

temas, para lo cual, es necesario ambientar el lugar de manera que motive e invite al silencio y oración, propios de estos días.

£ f Aun cuando en las meditaciones no vienen señalados algunos silencios, es importante que el catequista o agente de pastoral, sepa intuir en qué momentos sería oportuno dejar espacio de silencio para reflexionar.

£ f Algunas meditaciones pueden presentar varias citas de textos bíblicos o de algunos documentos del Magisterio de la Iglesia, dejamos a consideración del catequista o agente para que elija aquellos más pertinentes, a fin de no leer todas las citas, si no se ve necesario.

£ f Se podría ambientar el lugar con algunas frases propias de los temas e imágenes alusivas al tema que corresponde. También puede favorecer el tener una música suave de fondo mientras van llegando las personas al lugar de la reunión.

£ f El esquema de los temas se puede enriquecer a consideración del agente también con videos, experiencias, otros cantos alusivos, etc., siempre y cuando no sean un distractor, sino que, al contrario, favorezcan a la interiorización de la temática.

Esperamos que los ejercicios espirituales de cuaresma que les invitamos a realizar en sus parroquias y comunidades, sean un tiempo de Gracia y de Conversión bien aprovechado, para que nuestras familias vivan cada vez más conforme al proyecto de Dios asumiendo más plenamente su identidad cristiana.

Dimensión Diocesana de Evangelización y CatequesisArquidiócesis de León

EJERCICIOS CUARESMALES PARA ADULTOS

Fam ilias conscientes de su identidad y

decididas para la m isión

PRIMER DÍA

DIOS TIENE UN PROYECTO DE AMOR PARA NOSOTROS

O bjetivoReflexionar en la identidad dei matrimonio, unión del hombre y la mujer, como proyecto

del amor de Dios, para valorarlo y comprometerse a realizarlo en la vida de familia.

M aterial£T Canción en audío: “Hasta mi final”£ f Hoja con la oración £ f Cartel con las frases:

“A imagen Dios los creó, hombre y mujer los creó”“El hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos se hacen uno solo”

ORACION INICIAL

Ven, Espíritu Santo, tú que estás presente en nuestra alma y corazón desde el día de nuestro

Bautismo, enciende con el fuego de tu amor nuestra vida y nuestra

familia para que, escuchando la Palabra,

estemos dispuestos a comprometernos con tu proyecto de amor. Ayúdanos a ser conscientes de nuestra identidad

cristiana y de nuestra misión como hijos de

un mismo Padre, para que juntos trabajemos en la tarea de construir

una sociedad en donde se practiquen

con alegría los valores evangélicos. Por Cristo,

nuestro Señor. Amén.

INTRODUCCIÓNBienvenidos a esta semana de ejercicios cuaresmales, dispongamos nuestra mente y corazón para escuchar lo que Dios nos quiere decir. Durante la semana iremos reflexionando diferentes puntos sobre la familia a fin de que podamos dar una respuesta comprometida que nos ayude a redescubrir y valorar el proyecto de amor que tiene Dios con la pareja y la familia; si somos conscientes de nuestra identidad y misión, trabajaremos todos en la tarea de construir una sociedad más acorde a su proyecto.

Dios revela su plan de amor“Y dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza...’ Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó” (Gn 1, 26.27). “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos se hacen uno solo” (Gn 2,24).

Lo característico de la “imagen” no consiste en lo que “se ve” o es meramente material. Lo fundamental de ser imagen de Dios es que hace referencia a algo que va más allá de su propia apariencia; por ejemplo, cuando observamos la imagen o pintura de una persona o un paisaje reconocemos a quién o qué representa, pero no son la totalidad de la persona ni del paisaje. Así, el ser “ imagen de Dios” expresa que el ser humano no está encerrado en sí mismo sino que remite a Otro, a su Creador. Está en íntima conexión con Dios, que entra en la historia a través de Él. Si contemplamos el misterio divino, podemos entrar en nuestro propio misterio: ser imagen de Dios Amor.

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El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: “Dios que ha creado al hombre por amor, lo ha llamado también al amor, vocación fundamental e innata de todo ser humano. Porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, que es A m or...” (CEC 1604).

Es significativo el hecho de que Dios haya creado al ser humano como hombre y mujer. Es en relación con el “otro” (hombre o mujer), con quien puede haber un encuentro de diálogo interpersonal que es vital para la existencia humana. Siendo hombre y mujer se genera vida, complementariedad y se fortalece el amor. El hombre y la mujer tienen la misma dignidad y son de igual valor, no sólo porque ambos, en su diversidad, son imagen de Dios, sino porque también el “nosotros” de la pareja humana es imagen de Dios.

Unión de hombre y mujerLos relatos de la creación nos presentan el ideal que Dios tiene sobre la pareja humana. Él presenta a la mujer como un gran don para el hombre, quien queda agradablemente sorprendido cuando expresa “ ...ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne...” (Gn 23). Del encuentro del hombre y la mujer brota una comunidad más fuerte que ninguna otra en la que los dos tienden a identificarse como un solo ser. La ayuda y la comunión no se refieren a una atracción meramente sexual sino al diálogo, al afecto, al apoyo y a la fortaleza que se dan uno al otro.

“ ...Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos se convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al hombre. Este amor es bueno, muy bueno, a los ojos del Creador. Y este amor que Dios bendice es destinado a ser fecundo y a realizarse en la obra común del cuidado de la creación. ‘Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla’” (CEC 1604).

Al crear al hombre como varón y mujer, Dios quiso que el ser humano se expresase de dos modos distintos y complementarios, igualmente bellos y valiosos. Ciertamente, Dios ama tanto a la mujer como al varón, ha dado a ambos la inmensa dignidad de reflejar su imagen.

Matrimonio y familiaLa Sagrada Escritura, además de presentar un relato sobre la creación del primer hombre y de la primera mujer, nos expresa que Dios los bendice y les manda crecer y multiplicarse para poblar la tierra (cfr. Gn 1,27). Y para que esto fuera posible de un modo verdaderamente humano, Dios mandó que el hombre y la mujer se unieran para formar una comunidad de vida y amor que es el matrimonio (cfr. Gn 2,19-24).

El matrimonio y la familia son una vocación de amor. Esta vocación cristiana al matrimonio nace desde que Dios llama a un hombre y a una mujer para que, distintos pero complementarios, se unan y se abran al don de la vida, en donde se engendren los frutos de ese amor que son los hijos.

La familia, que se inicia con el amor del hombre y la mujer, surge radicalmente del misterio de Dios. Esto corresponde a la esencia más íntima del ser humano, a su natural y auténtica dignidad de personas. La familia es un don precioso que forma parte del plan de Dios para que todos puedan nacer y desarrollarse en una comunidad de amor, ser sus hijos y participar del Reino de los cielos.

Ccnfocntmcs ccn Ui MaUiab

Aspectos positivosLa cultura cristiana ha influido para que en nuestra sociedad se promueva cada vez más una conciencia viva de la libertad y responsabilidad personal en el seno de la familia; el deseo de que las relaciones entre los esposos y de los padres con los hijos sean virtuosas; una gran preocupación por la dignidad de la mujer; una actitud más atenta a la paternidad y maternidad responsables; un mayor cuidado a la educación de los hijos; una mayor preocupación de las familias para relacionarse y ayudarse entre sí.

Aspectos negativosCon nuestro mundo globalizado, pareciera que son muchos y todos ellos revelan las consecuencias que provoca el rechazo al amor de Dios por parte de los hombres y mujeres de nuestra época. De modo resumido podemos señalar: un equivocado concepto de la independencia de los esposos; deterioros en la autoridad y relación entre padres e hijos; dificultades para que la familia transmita los valores humanos y cristianos; creciente número de divorcios y

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flcs mentimos con Diosde uniones no matrimoniales; el recurso fácil a la esterilización, al aborto y a la fertilización artificial; la extensión de una mentalidad antinatalista muy difundida entre los matrimonios; condiciones morales de miseria, inseguridad y materialismo; la emergencia silenciosa de gran número de niños de la calle fruto de la irresponsabilidad o de la incapacidad educativa de sus padres; gran cantidad de personas abandonadas por falta de familia estable y solidaria.

¿Qué podemos hacer para transformar los signos negativos?La única solución verdaderamente eficaz es que cada hombre y cada mujer se esfuercen por buscar a Dios y vivir en sus familias, con autenticidad, las enseñanzas del Evangelio.

Cada ser humano somos responsables de la manera como se desarrolla nuestra familia y nuestra sociedad. Los casados, deben responder por la familia que han formado para que tanto padres como hijos vivan según el plan de Dios; los que permanecen solteros, deben cuidar de aquella familia en que nacieron y seguir promoviendo en sus ambientes el valor de la misma. Los jóvenes y adolescentes tienen una particular responsabilidad de prepararse para construir establemente su futura familia.

Dios es Amor, y hace que el amor sea la vocación de todo ser humano, Él es dador de vida y quiere que el amor humano sea fecundo y colabore en su creación generando vida.

Reflexiona las siguientes preguntas y elabora un compromiso:

¿Qué significa para mí ser imagen de Dios?£T ¿De qué manera puedo hacer posible el plan

de Dios?£T ¿Qué voy a hacer para fortalecer mi familia con

los valores del Evangelio?

Después de haber reflexionado agradecemos a Dios su amor y le pedimos su gracia para vivir de acuerdo a su voluntad.

Guía: Vamos a escuchar la lectura del libro de Tobías 8, 5-7

(Guardamos un momento de silencio)

Guía: Tomando como base la oración de Tobías y Sara, oremos juntos:

“ ¡Bendito seas, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre por todos los siglos de los siglos! ¡Que te bendigan los cielos y todas tus criaturas por todos los siglos! Tú nos has creado hombre y mujer, para que nos apoyáramos mutuamente haciendo presente tu mandamiento de amor. ¡Gracias por la familia de la que nací y la que he formado!

Gracias por el proyecto de amor que tienes para nosotros, porque no estamos solos y juntos podemos llegara la santidad, apoyándonos mutuamente, padres e hijos, esposos y hermanos. Nos has concedido una ayuda semejante que vela por nosotros, nos anima y nos alienta a vivir en el amor. Gracias por el amor de mis padres, porque de esa unión yo he nacido para conocerte y alabarte, permíteme amarte y servirte hasta la vejez, ayudando a mi prójimo.

Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, te damos gracias y te bendecimos. Protege y concede amor a los esposos para que su entrega sea un don, a imagen de Cristo y de la Iglesia. Ilumínalos y fortalécelos en la tarea de la educación de sus hijos para que sean auténticos cristianos y constructores de amor. Haz que vivan juntos, en alegría y paz, para que sus corazones puedan elevarse siempre hacia ti, por medio de tu Hijo en el Espíritu Santo. Amén.

Guía: Ahora escuchemos la canción “Hasta mi final”.

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SEGUNDO DÍA

EL PECADO DESTRUYE EL PROYECTO DEL AMOR DE DIOS

O bjetivoMeditar cómo Dios nos ha creado en estado de santidad y justicia, con una libertad de la

que podemos hacer uso para que nos decidamos a elegir el bien y evitar el pecado.

M aterial£ f Imagen de la creación con la frase “Dios nos ha creado en estado de santidad y justic ia”£ f Imagen del pecado original con la frase: “Con el pecado destruimos el proyecto de amor que Dios

tiene para nosotros”

ORACION INICIAL

Ven, Espíritu Santo, tú que estás presente

en nuestra alma y corazón desde el día de nuestro Bautismo, enciende con el fuego

de tu amor nuestra vida y nuestra familia para que, escuchando

la Palabra, estemos dispuestos a

comprometernos con tu proyecto de amor. Ayúdanos a ser conscientes de nuestra identidad

cristiana y de nuestra misión como hijos

de un mismo Padre, para que juntos

trabajemos en la tarea de construir una sociedad en

donde se practiquen con alegría los

valores evangélicos. Por Cristo, nuestro

Señor. Amén.

INTRODUCCIÓNComenzamos nuestra segunda reflexión de estos ejercicios cuaresmales afirmando que el único motivo de la creación, es el amor libre y gratuito de Dios, que no necesita de la criatura para adquirir la felicidad o algo que antes no tuviera. El propósito de Dios, es hacer una alianza de vida y amor con el ser humano, incluida la participación ineludible de la libertad del hombre, libertad real, que no hace a un lado el riesgo de la negativa del hombre.

El hombre y la mujer, creados en estado de santidad y justicia“En el principio el varón y la mujer son creados a imagen y semejanza de Dios” (Gn.1, 27), en estado de santidad y justicia. El hombre ha sido llamado desde el comienzo de su existencia a la comunión con Dios. Desde la reflexión del origen en el libro del Génesis (Adán y Eva Gn 3), se muestra como el plan de Dios es que el varón y la mujer vivan en completa armonía con su creador, que les proporciona todo lo necesario para su plenitud, armonía entre sí con la total confianza y la complementariedad, armonía con la naturaleza con la que encuentran auxilio con su crecimiento y desarrollo.

El hombre fue creado en inocencia y pureza, enriquecido con un germen de la vida divina, abierto al diálogo con Dios. Pero debía sellar la alianza con un acto personal y expreso de su libertad, donde debía responder ante el ofrecimiento divino entre la aceptación o el rechazo, la vida o la muerte. La elección está en manos del hombre.

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Ante esta acción de la libertad humana, Dios permite la acción perversa de satanás. Él aprobó la tentación para el pleno despliegue de las libertades creadas y para acrecentar el mérito en el caso de que el hombre lo hubiera vencido.

La tentación de querer “ser Dios”El capítulo 3 del Génesis comienza con la tentación de la serpiente, símbolo del mal que más adelante será identificada como satán (Sab 2, 24). Hay una fuerza contraria a Dios y al hombre que aparece ya antes del pecado humano.

El pecado del ser humano rompió toda armonía ya que al “querer ser como Dios” , se vieron segados por tan atrayente propuesta haciendo a un lado su realidad y buscar lo inalcanzable por apetitoso. La soberbia los sedujo y su libertad los inclinó al mal y la soberbia ocultó el amor que Dios les tiene creyéndose creadores en lugar de su realidad de aceptar ser creaturas.

Adán y Eva, conquistados por la sugerencia diabólica desearon ser iguales a Dios, no por el camino de la obediencia y el amor. Sino que prefirieron poseer la divinidad por sí mismos, mediante el trámite del goce de la fruta (Gn. 3,6). Pensaron que para ser iguales a Dios bastaba con gozar plenamente del mundo. Rehusaron entregarse como ofrenda a Dios y tampoco quisieron recibirlo como regalo.

En el pecado original el hombre reprime la conciencia de pecado, la sepulta en el olvido, pues no tolera el recuerdo de Dios, no desea verlo, se pone de espaldas. Este es el origen de la vergüenza y la turbación. No soporta la visión de su conciencia al desnudo.

La persona necesita la relación con los demás. Y con el pecado, “el otro” o lo otro se percibe como aquello sobre lo cual es posible ejercer un dominio; ya sea sobre la naturaleza, sobre los demás hombres, o de la relación con la eternidad.

Consecuencias del pecadoLa ruptura de la amistad original con Dios se ocasiona porque el hombre hace mal uso de su libertad humana, no se trata de un destino fatal del hombre o algo que Dios quiera, solamente Él lo permite. Esto ocasiona en el hombre un egoísmo que le lleva a ver primeramente por su beneficio, dando la espalda al amor y corriendo el riesgo de vivir solamente para él haciendo uso de las demás personas mientras le sean gratas, sin una referencia a Dios que ama sin condiciones.

El pecado puede convertirse es un hecho colectivo y contagioso. El primer pecado acontece comunitariamente: Adán y Eva comparten el pecado, el pecado de uno influye y hasta facilita la caída del otro. El hombre descarga en la mujer su responsabilidad, ella a su vez en la serpiente. La serpiente es maldecida, más no el varón y la mujer que aunque sufren el castigo, no dejan de ser protegidos por Dios (Gn 3,15.21). Generalmente ante un pecado personal ubicamos en el exterior la responsabilidad del pecado, evadiendo hacernos responsables y ubicándolo en las personas, en las circunstancias, en el estrés, en la incomprensión, etc.

Con el pecado se les abran los ojos al varón y a la mujer, reconocen su fragilidad y su falta de autoridad, esto los lleva a ocultarse de Dios, tratando de evadir la responsabilidad, viviendo en la oscuridad, en la penumbra y en el ocultamiento. El pecado trae en sí mismo una consecuencia que es la expulsión del paraíso, es decir, la pérdida de la armonía en la que se encontraba con Dios y con el mundo. Con el pecado, el varón y la mujer evaden su amistad con Dios y pierden su bien principal; esto les trae una nueva situación, irreparable desde el punto de vista del hombre pero no desde la perspectiva de Dios.

Ccnfocntmós ccn la ualtiab

Esta reflexión sobre el pecado de origen nos puede ayudar a profundizar en el momento actual de la historia, ya que aunque es un escrito muy antiguo acerca del pecado original tiene las mismas características de la ruptura actual del hombre con Dios, con sus hermanos y la naturaleza.

Todas las relaciones humanas deben encaminarse hacia la comunión con Dios, la cual sustenta, de modo total y diferente, la comunicación entre las personas creadas. En el matrimonio, el varón y la mujer se reciben mutuamente como don de Dios para un proyecto de vida y de amor. Sin embargo, el demonio insinúa que Dios quiere la esclavitud del hombre para asegurarse a sí

mismo, presentando de manera distorsionada la realidad exaltándola, para que la libertad del ser humano se vea fascinada y la voluntad inclinada a buscar aquello que eleve su egoísmo y su orgullo.

La gran tentación de hoy es también el querer ser como dioses sin ninguna limitación y con absoluta libertad, donde nada ni nadie impida ser el primero, el único, el más sobresaliente, e incluso orgullosamente “el más malo”. Cuando la persona siente en sus manos el poder sobre Dios, su relación con los demás se vuelve utilitarista, es decir, en donde las personas son instrumentos que se utilizan para cumplir los propios objetivos en donde no importa el daño o la destrucción que se pueda causar.

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El pecado puede destruir el proyecto del amor de Dios, pero no aniquilarlo completamente. Dios, con su infinita bondad y sabiduría, siempre sale al encuentro del hombre que, aunque esté en ruinas por la destrucción que sufre, quedan trozos rescatables de donde Dios puede sacar lo mejor del ser humano para reconstruirlo.

Elaboremos un compromiso personal en base a las siguientes preguntas:

£ f ¿Qué pecado dificulta con mayorfrecuencia la armonía con mi familia?

£ f ¿Cuáles han sido las consecuencias de mis actos egoístas?

£ f ¿Qué acciones concretas quiero realizar para retomar el plan que Dios tiene para mi familia?

mcenltam m Dios

En el momento de encontrarnos con Dios en la oración,digamos a dos coros el siguiente salmo:

Hombres: Ten piedad de mí, oh Dios, por tu amor, por tu inmensa compasión, borra mi culpa; lava del todo mi maldad, limpia mi pecado.

Mujeres: Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado; contra ti, contra ti solo pequé; hice lo que tú detestas.

Hombres: Por eso eres justo cuando dictas sentencia e irreprochable cuando juzgas. Yo soy culpable desde que nací, pecador desde que me concibió mi madre.

Mujeres: Pero tú amas al de corazón sincero, en mi interior me enseñas la sabiduría. Rocíame con agua purificadora, y quedaré limpio, lávame, y quedaré más blanco que la nieve.

Hombres: Hazme sentir el gozo y ia alegría, y se alegrarán los huesos quebrantados. Aparta tu vista de mis pecados, borra todas mis culpas.

Mujeres: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, renueva dentro de mí un espíritu firme; no me arrojes de tu presencia, no retires de mí tu santo espíritu.

Hombres: Devuélveme la alegría de tu salvación, fortaléceme con tu espíritu generoso; enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores se convertirán a ti.

Mujeres: Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío, y mi lengua anunciará tu fidelidad. Abre, Señor, mis labios y mi boca proclamará tu alabanza.

Todos: Pues no es el sacrificio lo que te complace, y si ofrezco un holocausto no lo aceptarías. El sacrificio que Dios quiere es un espíritu arrepentido: un corazón arrepentido y humillado tú, oh Dios, no lo desprecias. Amén.

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TERCER DÍA

JESUS NOS ENSENA A VIVIR EN LA FAMILIA

O bjetivoContemplar a la familia de Nazaret y sus actitudes ante el proyecto de amor que Dios tiene para el ser humano, para que dejemos entrar la salvación a nuestras

fam ilias imitando sus valores y viviendo la alegría del Evangelio.

M aterial£ f Un poster de la Sagrada Familia y otro de una familia actual.£ f Algunas de las siguientes frases:

“En la familia hay que aprender el lenguaje amable de Jesús” ft* “La comunión fam iliar exige disponibilidad a la comprensión, a la tolerancia y al perdón”& “El amor tiene un sentido de profunda compasión que lleva a aceptar al otro como parte de este

mundo”“El amor beneficia y promueve a los demás”“El verdadero amor valora los logros ajenos”“Am ar es volverse amable”

«%■ “El amor va más allá de la justicia y se desborda en la gratitud”

INTRODUCCIÓNEstamos en nuestro tercer día de los ejercicios cuaresmales. El día de hoy vamos a contemplar a la familia de Nazaret y sus actitudes que son dóciles al proyecto de amor que Dios tiene para nosotros, de esta manera podremos estar en condiciones de dar una respuesta de libre y generosa para hacer vida los valores del Evangelio que Cristo viene a anunciarnos.

Contmylenos La

Escuchemos lo que nos dice la Palabra de Dios después que Jesús fue encontrado por José y María en el Templo, sentado en medio de los doctores de la Ley, quienes quedaron maravillados ante su inteligencia y sus respuestas: “Regresó con ellos, fue a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su Madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Jesús crecía en estatura, en saber y en gracia delante de Dios y de los hombres” (Le 2, 51-52).

Este pequeño texto del Evangelio nos invita a reflexionar en algunas actitudes que podemos poner en práctica en la familia, nos detendremos en tres cosas:

ORACIÓN INICIAL

Ven, Espíritu Santo, tú que estás presente en nuestra alma y corazón desde el día de nuestro Bautismo, enciende con el fuego de

tu amor nuestra vida y nuestra familia para que, escuchando la Palabra,

estemos dispuestos a comprometernos con tu proyecto de

amor. Ayúdanos a ser conscientes de nuestra identidad cristiana y de

nuestra misión como hijos de un mismo

Padre, para que juntos trabajemos en la tarea de

construir una sociedad en donde se practiquen con alegría los valores

evangélicos. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

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Jesús participa de nuestra condición humana(Se coloca el poster de la Sagrada Familia)

En este apartado vamos a reflexionar el primero. Jesús, el Hijo de Dios, ha querido participar de todos las actividades del ser humano, iniciando por la vida familiar. El evangelista san Lucas nos presenta un panorama general sobre los años de infancia y juventud de Jesús, en donde podemos contemplar cómo Jesús deja entrever el misterio de su consagración total a una misión derivada de su filiación divina cuando expresa: ‘¿No sabían que debo estar en los asuntos de mi Padre?’ (cfr. CEC 534). Sin embargo, Él se hace uno como nosotros y asume nuestra condición humana siendo parte de una familia.

Cristo, que estaba junto al Padre desde el principio (cfr. Jn 1,1), ha querido someterse a la autoridad de un padre humano y de una madre a quienes ama y obedece. Aquí descubrimos de dónde le viene la autoridad, de la cual habla la muchedumbre que se acercaba a Él, cuando ya siendo adulto predicaba el Reinode Dios, pues Jesús hace vida los mandamientos, en una obediencia total al Padre Celestial. En este texto vemos que toda la familia de Nazaret cumple a la perfección el cuarto mandamiento, llevando a cabo cada quien, la parte que le corresponde.

En este tiempo de cuaresma estamos invitados a hacer un alto en el camino y ver si nuestro actuar es conforme a la voluntad del Padre, recordemos que el cuarto mandamiento se refiere al amor, obediencia y ayuda de los hijos hacia los padres pero también al respeto y amor de los padres hacia los hijos. De esta manera, juntos podemos alcanzar la madurez humana, así como el amor fraterno y el apoyo mutuo entre hermanos.

Valores, virtudes y actitudes en la familiaEl segundo punto que nos invita a reflexionar el texto es la actitud de María Santísima y de san José. La Virgen María, todo lo meditaba y guardaba en su corazón. En otro pasaje bíblico José, es reconocido como hombre callado, justo, humilde, responsable, atento y obediente a la voluntad de Dios (cfr. Mt 1,18- 24). De esta manera, los dos muestran con su vida, actitudes que nos llevan a descubrir cómo debemos ser los discípulos de Jesús. Pues la meditación ante el misterio de Dios que alcanzamos a captar con nuestra mente, es una actitud propia del discípulo, igualmente meditar y reflexionar ante la Palabra que nos es anunciada y ante los acontecimientos que se presentan en la vida diaria, descubriendo en ellos cuál es la voluntad del Padre.

La reflexión desde la familia de Nazaret nos permite a todos entrar en comunión con Jesús a través de los caminos más ordinarios de la vida humana, así nos lo presenta el número 533 del Catecismo de la Iglesia Católica: “Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento de su Evangelio. Su primera lección es el silencio. Cómo desearíamos que se renovara y fortaleciera en nosotros el amor al silencio, este admirable e indispensable hábito del espíritu, tan necesario para nosotros. Se nos ofrece además una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable. Finalmente, aquí aprendemos también la lección del trabajo. Nazaret, la casa del “hijo del Artesano”: cómo deseamos comprender más en este lugar la austera pero redentora ley del trabajo humano y exaltarla debidam ente...” (Pablo VI, Homilía en el templo de la Anunciación de la Virgen María en Nazaret (5 de enero de 1964).

Este texto nos invita a ver a Jesús, el Hijo de Dios, a su Madre María y a san José, desde una óptica muy humana. Sabemos que hoy tenemos una diversidad de familias, en las que se encuentra la mamá o el papá con sus hijos; los jóvenes y niños con sus abuelitos o tíos, etc. Por lo tanto recordemos que sí en estos ámbitos fam iliares invitamos a la familia de Nazaret a permanecer con nosotros, a través de nuestra oración y actitudes acordes al Evangelio, ellos nos llenarán de bendiciones y nos conducirán a la plenitud de vida, que nos ha traído Cristo Jesús.

Es por ello que el Papa Francisco nos habla del Evangelio de la familia, pues la palabra Evangelio significa Buena Nueva, y el Padre Celestial nos ha donado la Buena Nueva en la persona de su Hijo. Por ello “se trata de hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera, porque en Cristo somos liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislam iento” (EG 1). Lo cual se logrará impulsando en cada uno de los miembros de nuestra familia la escucha y puesta en práctica de la Palabra de Dios, que nos lleve a descubrir desde Cristo la mejor manera de superar las dificultades.

La cuaresma es un tiempo propicio de la escucha de la Palabra, del discernimiento que nos lleve a encontrar la voluntad de Dios. En nuestras familias necesitamos ejercitarnos en la meditación, la

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escucha, en saber callar, aprender a guardar en el corazón las cosas bellas que compartimos y los aspectos negativos dejarnos de lado, sin darles demasiada importancia, todo ello nos llevara a que poco a poco vayamos convirtiendo nuestro hogar en un ámbito donde se vivan los valores y el respeto de unos hacia otros, donde hagamos vida el cuarto mandamiento, que aportará dicha a cada miembro de la familia.

Crecer en estatura, saber y gracia delante de Dios(Se coloca el poster de la familia actual)

El tercer aspecto que nos invita reflexionar el texto de Lucas es que “Jesús crecía en estatura, en saber y en gracia delante de Dios y de los hombres”. Con ello Jesús nos está enseñando que todo ser humano necesita de una pequeña comunidad para desarrollarse como persona y es la familia nuestra primera comunidad, el lugar más propicio para alcanzar la estatura a la que estamos llamados a crecer.

El Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Amoris Leatitia, fruto del sínodo de la Familia, nos dice: “Los padres siempre inciden en el desarrollo moral de sus hijos, para bien o para mal. Por consiguiente, lo más adecuado es que acepten esta función inevitable y la realicen de un modo consciente, entusiasta, razonable y apropiado. Ya que esta función educativa de las fam ilias es tan importante y se ha vuelto muy compleja” (AL 259).

Jesús crecía en estatura, en saber y en gracia, junto a sus padres José y María. Hoy los niños y jóvenes necesitan la figura de sus padres o tutores que los ayuden a crecer sanamente de manera física, psicológica, social y espiritual.

“Es necesario desarrollar hábitos. También las costumbres adquiridas desde niños tienen una función positiva, ayudando a que los grandes valores interiorizados se traduzcan en comportamientos externos sanos y estables. Alguien puede tener sentim ientos sociables y una buena disposición hacia los demás, pero si durante mucho tiempo no se ha habituado por la insistencia de los mayores a decir ‘por favor’, ‘perm iso’, ‘gracias’, su buena disposición interior no se traducirá fácilmente en estas expresiones. El fortalecim iento de la voluntad y la repetición de determinadas acciones construyen la conducta moral, y sin la repetición consciente, libre y valorada de determinados comportamientos buenos no se termina de educar dicha conducta” (AL 266).

Hoy los padres de familia se desviven en el trabajo, para que sus hijos tengan “lo mejor, lo que ellos no tuvieron”, pero ¿será verdad esta expresión?, pues tienen cosas materiales, pero les falta su cercanía, su acompañamiento y su guía.

Cenfoontmos con la ualíbab

La cuaresma es un tiempo de escucha de la Palabra, discernimiento y conversión, es por ello que hemos presentado algunas actitudes que nos pueden ayudar en este camino hacia la celebración de la resurrección de Jesucristo y sobre todo a la Pascua definitiva con el Señor, pues la conversión no se refiere sólo a dejar de lado los comportamientos y actitudes que son contrarios al Evangelio, sino a cambiar esos comportamientos de forma positiva, de tal manera que nos lleven por un camino hacia la santidad.

Vemos cómo hoy en muchas familias, hay división, envidias, individualismo, falta de comprensión, de escucha y muchos papás dejan la educación de sus hijos solo a la escuela, a las pantallas que ven en su cuarto, a los “am igos” que los invitan a distraerse un poco. Con todas estas acciones sólo se fracciona más la estabilidad de la familia y no hay un verdadero crecimiento y desarrollo de la persona.

El Papa, en el capítulo cuarto de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia nos invita a vivir las características del amor cotidiano, desde lo que nos dice san Pablo: “El amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia, no hace alarde, no es arrogante, no obra con dureza, no busca su propio interés, no se irrita, no lleva cuentas del mal, no se alegra de la injusticia, sino que hoza con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1Cor 13, 4-7).

Los invitamos reflexionar ¿qué aspectos de nuestra vida fam iliar requieren de una conversión al Señor? ¿Cuántas veces nos hemos detenido, para no dejarnos llevar por nuestros impulsos y evitar agredir? ¿Muestro mi amor hacia los demás con actitud de servicio, de donación sin medida? ¿Valoro los logros ajenos aceptando sin envidia, que cada persona tiene dones diferentes? ¿Evito hablar demasiado de mí mismo y pretender ser el centro de atención, dándoles su justo lugar a los demás?

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Como vemos, para iniciar un camino de conversión es necesaria la actitud de humildad, la cual es parte del amor, porque para poder comprender, disculpar, soportar, ser paciente, servir a los demás de corazón, es indispensable sanar el orgullo y cultivar la humildad. Como dice san Pedro: “Tengan sentim ientos de humildad unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes” (1 Pe 5,5) (cfr. AL 98).

/Vaí ccMpvcmtmes

Es importante que esto que hemos reflexionado no se quede sólo en un momento que pase sin dejar fruto, los invitamos a Nevarlo a la práctica en cada familia, comprometiéndonos a que durante esta cuaresma, como preparación a celebrar con Cristo su Pascua, propiciemos un momento de reunión fam iliar y juntos reflexionemos el himno al amor que nos presenta san Pablo en la Primera Carta a los Corintios, capítulo 13. Una vez que lo leamos y entendamos lo que dice el texto, sacamos un compromiso. Estas preguntas pueden ayudar ¿qué aspecto del amor tengo que trabajar más en mi familia para mejorar la armonía, la fraternidad, el apoyo, etc.? ¿Cómo voy a contribuir a que vivamos en un ambiente del Evangelio de la familia?

/V« menttames ten Di6i

Cerrando nuestros ojos, oremos a Dios con el salmo 128, 1- 6 :

“ ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos! Del trabajo de tus manos comerás, serás dichoso, te irá bien. Tú esposa, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos como brotes de olivo, alrededor de tu mesa.

Esta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida; que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz a Israel!” .

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CUARTO DÍA

JESÚS RESUCITADO, VIDA PARA LAS FAMILIAS

O bjetivoReconocer la paz que Cristo nos da como fuente de amor y alegría para que, superando

nuestras propias barreras, seamos capaces de vivir en la alegría de su resurrección.

M aterialImagen de Jesús Resucitado en presencia de sus discípulos.Imágenes que muestren familias desintegradas por la violencia, la falta de comunicación, la separación debida al uso excesivo de los medios de comunicación electrónicos. Personas en situación de calle y adultos mayores solitarios. (De preferencia que estas imágenes estén a blanco y negro o tonos grises).Otras imágenes que expresen lo contrario, fam ilias unidas, padres, hijos, abuelos comunicándose, divirtiéndose, demostrándose cariño, personas atendiendo a los más necesitados.

INTRODUCCIÓNEn los días anteriores hemos estado compartiendo desde la Palabra y algunos documentos de la Iglesia la importancia de hacer conciencia en nuestras familias que Dios tiene un proyecto de amor para nosotros y Cristo nos pone ejemplo con su vida, desde su vivencia en la familia de Nazaret. Hoy vamos a reflexionar sobre cómo Cristo, con su Resurrección, nos comparte la paz y la verdadera alegría que tanto necesitan las familias y la sociedad en la actualidad.

CóHtetHtoletHús la '’palabra

La Paz de Cristo fuente de amor y alegríaEscuchemos con atención las palabras del Evangelio de san Juan, el cual nos narra lo que vivieron los discípulos cuando Jesús Resucitado llega al lugar en donde ellos se encontraban. Los invitamos a ponerse de pie como señal de respeto y disposición para recibir la Palabra del Señor.

Del Evangelio según san Juan 20, 19-22“Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: ‘ ¡La paz esté con ustedes!’. Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: ‘ ¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes’. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió ‘Reciban al Espíritu Santo’. Palabra del Señor.

ORACIÓN INICIAL

Ven, Espíritu Santo, tú que estás presente

en nuestra alma y corazón desde el día de nuestro Bautismo, enciende con el fuego

de tu amor nuestra vida y nuestra familia para que,escuchando

la Palabra, estemos dispuestos a

comprometernos con tu proyecto de amor. Ayúdanos a ser conscientes de nuestra identidad

cristiana y de nuestra misión como hijos

de un mismo Padre, para que juntos

trabajemos en la tarea de construir una sociedad en

donde se practiquen con alegría los

valores evangélicos. Por Cristo, nuestro

Señor. Amén.

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(Se muestra o se proyecta una imagen de Jesucristo Resucitado en medio de sus discípulos)

Después de haber escuchado la palabra del Señor observemos la siguiente imagen para responder unas preguntas luego de unos momentos de silencio y contemplación.

£ f ¿Cómo estaban las puertas donde se encontraban los discípulos?

fó ¿Cuál era el estado emocional de los discípulos?

£ f ¿Qué les dijo Jesús al ponerse en medio de ellos?

fó ¿Qué les mostró Jesús?£ f ¿Cuál fue la reacción de los discípulos al ver

que era Jesús resucitado?£ f ¿Qué hizo Jesús después de haberles deseado

nuevamente la paz?¿Qué les dio al soplar sobre de ellos?

El encuentro con de Cristo Resucitado con sus discípulos disipó todo el tem or que el dolor de su muerte les había dejado, transformándolo en paz y armonía, que se manifiesta en alegría.

Su resurrección es culmen de nuestra fe, la fuerza de nuestra Iglesia y la razón de nuestra esperanza en la vida eterna.

Por eso al decirles a sus discípulos “la paz sea con ustedes” y mostrarles las marcas de su pasión y de su resurrección, se llenan de alegría. Contemplan en Él una gran transformación, despliega de Él una gran luz, la cual disipa toda oscuridad, todo temor, toda angustia, todo pesar. El deseo más grande de Dios es que cada uno de sus hijos vivía la plenitud de la paz.

Y así como el Señor envió a sus discípulos a llevar la paz, también la familia está llamada a ser portadora de la paz en el mundo. Una familia feliz irradia el amor y la misericordia de Dios. “Bajo el impulso del Espíritu, el núcleo fam iliar no sólo acoge la vida generándola en su propio seno, sino que se abre, sale de sí para derramar su bien en otros, para cuidarlos y buscar su felicidad” (Cfr. AL 324)

En nuestra familia la paz de Cristo es nuestra fuente de amor y alegría cuando transformamos el odio por amor, el individualismo por la comunión, la rivalidad en amistad, la soledad en compañía, el egoísmo por donación, el dominio por el servicio, la competitividad por colaboración, el despilfarro en ahorro y cuidado de las cosas, la falta de respeto en ternura y gestos de amor.

Cristo llega supera las barreras que ponemosEl Evangelio de san Juan nos dice que las puertas estaban cerradas, situación que no impidió que Cristo llegase a ellos para llevarles su luz, la cual es capaz de transformar la oscuridad de su encierro, en luz y armonía, que a su vez les infunde la fuerza y la seguridad para poder ser testigos de su maestro y hacer lo que les había pedido, ir por todo el mundo a llevar la Buena Nueva de su Palabra.

Para Cristo Resucitado no hay espacio, tiempo, ni lugar en el que no pueda entrar, Él atraviesa toda barrera que impida su cercanía con nosotros. En donde se hace presente lleva luz, paz y alegría. La alegría del amor que se transmite y se manifiesta gracias al influjo y a la acción del Espíritu Santo.

De esta misma forma, Cristo llega a nuestra vida aun cuando nosotros mismos le ponemos grandes barreras, y cuando de esto sucede recibimos el impulso que nos convierte en sus discípulos para que podamos compartir con los demás, especialmente con nuestras familias, esa luz que es la alegría del amor de nuestro Señor. La paz de Cristo es vivir en el amor y en la alegría, es la paz de la conciencia y del corazón. Esta paz es el Camino, la Verdad y la Vida de Cristo Resucitado.

El egoísmo y el individualismo es una gran barrera que ponemos en nuestros tiempos para el encuentro con Dios. Nos dice el papa Francisco: “El individualismo de estos tiempos a veces lleva a encerrarse en un pequeño nido de seguridad y a sentir a los otros como un peligro molesto. Sin embargo, ese aislamiento no brinda paz y felicidad, sino que cierra el corazón de la familia y la priva de la amplitud de la existencia” (Cfr. AL 187).

Cuando Cristo sale al encuentro de los discípulos, éstos son capaces de cumplir su misión, que no es solamente cambiar su propia vida, sino atreverse a llevar a los demás el mensaje de Salvación aún a costa de las dificultades. Nosotros también estamos invitados a dejar que Cristo entre en nuestra vida,y la transforme. La trasformación no resulta de un proceso evolutivo orgánico; es obrada por Dios (1Cor 15, 38.52.57), es gracia (2Cor 1,9; Col 1,4). Solo requiere de un corazón abierto dispuesto a recibir la vida que Dios nos trae.

La alegría de la familia, expresión del ResucitadoDios envió a su Hijo único, Jesucristo, que resucitó de entre los muertos para darnos vida y alegría. Con su resurrección venció la muerte, prueba de ello, son las marcas de sus manos, de sus pies y de su costado abierto, los cuales mostró para que ellos contemplaran que era el mismo Señor, que había Resucitado. De ese costado abierto brota la vida y una vida en plenitud.

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Ahora vamos a confrontar estas enseñanzas con nuestra realidad.

¿Cómo podemos lograr la resurrección en nuestras familias, es decir, pasar de la tristeza a la alegría, del odio al amor, del egoísmo a la generosidad? Honrando a nuestro padre y madre, a través del respeto a ellos y a nuestros hermanos. “Una sociedad de hijos que no honran a sus padres es una sociedad sin honor. Es una sociedad destinada a poblarse de jóvenes desapacibles y ávidos” (cfr. AL 189). La relación entre los hermanos se profundiza con el paso del tiempo, si se da en un clima de educación abierto a los demás, es una gran escuela de libertad y de paz. También a través de una convivencia nutrida por los afectos (cfr. AL 194).

Resplandece en nosotros la resurrección de Cristo en la paciencia, la ayuda mutua, el afecto de manera especial por los más débiles. Crecer entre hermanos brinda la hermosa experiencia de cuidarnos, de ayudar y de ser ayudados “Ese aprendizaje, a veces costoso, es una verdadera escuela de sociabilidad” (Cfr. AL 195). Los momentos de gozo, el descanso o la fiesta, y aun la sexualidad, se experimentan como una participación en la vida plena de su Resurrección. Los esposos con diversos gestos cotidianos de amor, amabilidad, comprensión pueden experimentar la presencia del Señor resucitado. Si la familia logra concentrarse en Cristo, él unifica e ilumina toda la vida familiar. Los dolores y las angustias se experimentan en comunión con la cruz del Señor, y el abrazo con él permite sobrellevar los peores momentos (Cfr. AL317).

La oración en familia es un medio privilegiado para expresar y fortalecer esta fe y alegría pascual. Se pueden encontrar unos minutos cada día para estar unidos ante el Señor vivo, decirle las cosas que preocupan, rogar por las necesidades familiares, orar por alguno que esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda para amar, darle gracias por la vida y por las cosas buenas, pedirle a la Virgen que proteja con su manto de madre. Con palabras sencillas, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la familia. Y de manera más privilegiada aún, vivir juntos de la Eucaristía. Alimento, fuerza y estímulo para vivir cada día como “ Iglesia doméstica” (cfr. AL318).

Las fam ilias alcanzan poco a poco, con la gracia del Espíritu Santo, su santidad. Hoy el papa Francisco nos invita abrir las puertas de nuestra vida para que permitamos que entre la luz de Cristo, se renueve nuestra vida y trasformemos nuestra sociedad.

Se colocan las imágenes de familias, primero las negativas y se deja unos momentos para que se observen. En silencio se les pide que piensen en lo que éstas les hacen sentir.

Cuando en un lugar las puertas permanecen cerradas hay oscuridad, la humedad se va haciendo presente y esto provoca mal olor y un clima de frialdad. En nuestros días hay fam ilias que tienen sus puertas cerradas, es decir viven en oscuridades como el egoísmo, la violencia, la mentira, el desorden, la falta de comunión, de compromiso de unos para con otros. Todo esto genera miedo, soledad, desasosiego, división y tristeza. En otras palabras son signo de muerte pero Dios no quiere la muerte del pecador sino que se arrepienta y viva.

Se muestran las imágenes positivas y de nuevo después de unos momentos pedimos que piensen en lo que les hacen sentir.

Si Cristo venció la muerte, ¿no será posible que venza también todo el mal que hay en nuestra vida? ¿No podrá destruir todas las oscuridades y temores que se viven en nuestras familias para que en ellas reine la armonía, el perdón y la paz? En Cristo resucitado tenemos vida. Con Él en el centro de nuestra vida, resucitamos a una vida nueva.

Después de que lo que hemos reflexionado durante estos cuatro días, pensemos si estamos dispuestos a permitir que la paz y la alegría de Cristo Resucitado llegue hasta nuestra vida, para que nos llene con la luz de su amor y permanezca en medio de nuestras familias.

Ahora es momento de comprometernos. Piensa ¿Qué es necesario cambiar en tu vida para ser signo de la vida de Cristo resucitado?

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De manera personal cada quien anotará en una hoja dividida en dos, primero las situaciones que están mal en su familia y en la otra mitad lo que se propone cambiar y cómo puede motivar a su familia y sus seres cercanos para ayudarles a sentir la alegría de Cristo Resucitado.

Mientras se realiza la actividad se puede poner como fondo el canto “Gracias por mi familia, Señor” o música instrumental tranquila.

Si alguien quiere compartir alguno de sus propósitos. Quienes escuchamos, nos unimos en oración para pedir con todo el corazón a Dios que le ayude a lograr sus compromisos.

/V<w menttmcs ten Ditt

Después de haber alimentado nuestro espíritu con la Luz de la Palabra y lo que hemos compartido, unámonos en oración para que con todo lo que durante estos cuatro días hemos reflexionado, seamos capaces de lograr una verdadera transformación en nuestra vida, que nos permita ser motor de cambio para nuestras familias y para la sociedad.

Decimos juntos:Señor, gracias por la familia que me diste, por el amor que nos une. Hoy te pido que seas bendición para cada uno, que abras caminos de paz, que nos des salida a los problemas que se presentan confiando en tu poder para poder lograrlo.

Señor, ayúdanos a estar unidos que crezcamos en amor y comprensión unos con otros, en consideración y aprecio, en cuidado y respeto. Quita de nosotros toda raíz de amargura, que el perdón llene nuestro corazón, bendícenos con tu paz y tu bondad.

Señor, hay momentos tan difíciles que no sabemos cómo afrontarlos, son situaciones que se escapan de lo que podemos hacer humanamente, ten piedad de nosotros y obra en nuestro favor, cuida de los indefensos y protégelos, que sean guardados de todo mal te lo pedimos con todo el corazón en el nombre de Jesús. Amén.

Cómo despedida entonemos unidos este canto agradeciendo a Dios por el don de ia familia y porque con su Resurrección nos dejó también su paz y la alegría del amor. Les esperamos el día de mañana si Dios así lo permite.

Canto: Oración por la familia

O se puede proyectar el video: GRACIAS POR MI FAMILIA, SEÑOR

Cuanto tengo, puedo agradecer afortunado soy Tengo, maravillosos padres y una esposa amante y te lo debo a ti.

Gracias, por mi familia, gracias por mis hermanos, gracias por darme tanto amor, gracias por los que me rodean soy parte de tu iglesia te quiero proclamar. Gracias, por darme un hogar.

Por mi propia fuerza, nada conseguí, lo proveiste Tú gozo, y amigos especiales grandiosos familiares y te lo debo a ti Jesús.

Gracias, por mi familia, gracias por mis hermanos...

Y aunque no comprendo porque me amas tanto Dios, sé que no lo merezco lo acepto y lo agradezco.

Gracias, por mi familia, gracias por mis hermanos...

Gracias, muchas gracias por darme todo lo que tengo, todo lo que soy. Gracias Señor

Presentación con letra en:h ttp s : //w w w .y o u tu b e .c o m /w a tc h ? v = v o a j_iAVC7g&list=RDvoaj_iAVC7g#t=78

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QUINTO DIA

ABRIR LAS PUERTAS DE LA FAMILIA A LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

O bjetivoReflexionar cómo el Espíritu Santo está presente en la vida de la familia para que cada miembro de

ella, se abra a su acción santificadora y se deje guiar, a fin de ser testimonio de amor ante la sociedad.

M aterial£T Copias con la hoja de reflexión y diálogo para cada participante $3" Imagen de la presencia del Espíritu Santo en la familia

ORACION INICIAL

Ven, Espíritu Santo, tú que estás presente

en nuestra alma y corazón desde el día de nuestro Bautismo, enciende con el fuego

de tu amor nuestra vida y nuestra familia para que,escuchando

la Palabra, estemos dispuestos a

comprometernos con tu proyecto de amor. Ayúdanos a ser conscientes de nuestra identidad

cristiana y de nuestra misión como hijos

de un mismo Padre, para que juntos

trabajemos en la tarea de construir una sociedad en

donde se practiquen con alegría los

valores evangélicos. Por Cristo, nuestro

Señor. Amén.

INTRODUCCIÓN¡Bienvenidos a este quinto día de Ejercicios Cuaresmales! Los días anteriores reflexionamos cuál es el proyecto de amor que Dios tiene para nosotros y cómo el pecado puede desviar ese plan de Dios, sin embargo Cristo viene a reconstruir la imagen de la familia y le da vida con su resurrección. El día de hoy, vamos a examinar nuestra conciencia, meditando y contemplando la acción del Espíritu Santo, pues Él se manifiesta día a día en nuestra familia de acuerdo como cada uno lo deja actuar.

Ahora, pongámonos nuevamente en la presencia de Dios dejando a un lado todo aquello que pueda distraernos, confiando en que Él ha permitido que estemos aquí en estos momentos para alimentarnos de su Palabra y confrontar nuestra vida para buscar la forma de hacer en todo su voluntad (silencio).

El Espíritu Santo presente en la vida de la familiaDios Trinidad es comunión de vida y de amor, no es una soledad, sino una familia porque lleva en sí mismo paternidad, filiación y la esencia de la familia que es el amor. Este amor en la familia divina es el Espíritu Santo. La familia está llamada a ser reflejo viviente de la Trinidad, puesto que no es ajena a esta esencia divina.

El Papa Francisco en la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” sobre el amor en la familia, nos dice que la presencia de Dios habita en la familia real y concreta, con todos sus sufrimientos, luchas, alegrías e intentos cotidianos. Cuando se vive en familia, allí es difícil fingir y mentir, no podemos mostrar una máscara. Si el amor anima esa autenticidad, el Señor reina allí con su gozo y su paz, a través de la comprensión mutua. El Espíritu Santo se hace presente en la familia por medio de muchos gestos reales y concretos. La

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variedad de dones que otorga a cada miembro de la familia hace que se madure la comunión entre ellos a pesar de la diversidad. Dios tiene su morada en la familia cuando los miembros de ésta se tratan con amor y respeto (cfr. AL 315).

En la familia se deja estar presente al Espíritu cuando cada uno de sus miembros evita dejarse arrastrar por su egoísmo y se abre a sus inspiraciones que lo lleva a una donación total por el bien del otro. Nos dice san Pablo: “Vivan como hijos de la luz -toda bondad, justicia y verdad es fruto de la luz-. Sepan discernir lo que agrada al Señor. No participen en las obras estériles de las tinieblas, al contrario, denúncienlas... No sean imprudentes, antes bien, procuren entender cuál es la voluntad del Señor... Llénense del Espíritu” (Ef 5, 8-11,17-18).

Cuando en la familia se vive en el amor y la comprensión, el actuar de cada persona es reflejo del amor divino que consuela con la palabra, la mirada, la ayuda, la caricia y el abrazo. Cuando comparten su vida cotidiana, unidos en la oración, la meditación de la Palabra de Dios y la Comunión Eucarística hacen crecer el amor y se convierten cada vez más en templo donde habita el Espíritu (cfr. AL 29).

Meditemos por unos momentos:¿Mi familia es un reflejo viviente de Dios Trinidad? ¿Mis gestos y actitudes son muestra de la presencia de Dios en mi familia? ¿Qué medios utilizo para hacer crecer el amor y la comprensión entre las personas que vivimos en la misma casa?

El Espíritu nos santifica y nos une como familiaYa que hemos reflexionado cómo es que el Espíritu Santo se hace presente en la vida de la familia, veamos cuál es el propósito de esta presencia entre nosotros.

Hemos sido creados para ser felices aquí en la tierra y, de manera plena, en el cielo; nuestra vida no solamente es terrena, es eterna. Nos dice la Sagrada Escritura “ ...si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, Aquel que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará también la vida a sus cuerpos mortales por su Espíritu que habita en ustedes” (Rm 8,11). Es decir, para llegar al Paraíso que Dios nos ha prometido es necesario vivir en un camino constante de conversión y santidad. Ésta es una tarea que no podemos hacer solos, el Espíritu Santo es quien nos impulsa y nos motiva a lograrlo.

La santidad no puede conseguirse de un momento a otro, es un proceso que hay que recorrer con fe, paciencia y humildad; utilizando medios como es la oración, los Sacramentos y las obras de misericordia con todos aquellos que nos rodean. El estado de gracia es permitirle a Dios que habite en nosotros, dejar que nos santifique y nos motive a actuar a favor de la unidad y del bien. Los vínculos de unión entre los miembros de la familia se renuevan, se fortalecen y se desarrollan día a día, invocando al Espíritu Santo para que nos dé su gracia en cada nueva situación y acontecimiento que se presenta (Cfr. AL 164).

El Papa Francisco nos dice en su Exhortación Amoris Laetitia: “ ...Las fam ilias alcanzan poco a poco, con la gracia del Espíritu Santo, su santidad a través de la vida matrimonial, participando también en el misterio de la cruz de Cristo, que transforma las dificultades y sufrim ientos en una ofrenda de amor...” (AL 317). Este texto nos hace reflexionar que no todo en la familia es “vida y dulzura”, hay momentos difíciles o injustos por los que pasa cada integrante de la familia, sin embargo, cuando se viven desde la certeza que Dios está con nosotros, esas dificultades e injusticias son llevaderas y se convierten en una ofrenda de amor a Él. Ésta actitud abierta ante el Espíritu va santificando a la persona y establece lazos de unión entre los miembros de la familia.

“Una comunión fam iliar bien vivida es un verdadero camino de santificación en la vida ordinaria y de crecimiento místico, un medio para la unión íntima con Dios. Porque las exigencias fraternas y comunitarias de la vida en familia son una ocasión para abrir más y más el corazón, y eso hace posible un encuentro con el Señor cada vez más pleno. Dice la Palabra de Dios que ‘quien aborrece a su hermano está en las tin ieblas’ (1Jn 2,11), ‘permanece en la muerte’ (1Jn 3,14) y ‘no ha conocido a Dios’ (U n 4,8)...” (AL 316). Por tanto, la humildad es necesaria para reconocer nuestros errores, pedir perdón y mejorar nuestra conducta, además "... el Espíritu nos viene a socorrer en nuestra debilidad... intercede por nosotros” (Rm 8, 26). Es importante que los papás eduquen a sus hijos en la alegría que produce las acciones realizadas para vencer el mal a fuerza de bien, porque de esta forma se va uniendo el propio espíritu a la Voluntad de Dios.

Meditemos por unos momentos:¿Estoy convencido de que he sido creado para ser feliz y vivir en santidad? ¿Qué tanto invoco a Dios y le permito que habite en mí? ¿Quiero revivir día a día mis vínculos de unión con cada miembro de mi familia?

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Nuestro actuar es fortalecido e impulsado por el Espíritu para ser testigos del amorAhora, después de reflexionar sobre la necesidad que tenemos del Espíritu Santo para lograr nuestra felicidad y santificación, viviendo en unidad y armonía con cada uno de los miembros de la familia, veamos qué misión tenemos en nuestras comunidades y ambientes.

Todas las personas que vivimos en este mundo, necesitamos de otras para subsistir y desarrollarnos. De alguna manera formamos parte de una gran familia humana. Sin embargo, como vimos en las reflexiones de días pasados, hay una gran variedad de ideologías que nos desvían de la Verdad, por eso es indispensable que seamos testigos de Aquél que es la Verdad para que todos aquellos que están confundidos, viendo nuestro testimonio, puedan creer “y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestro corazón por el don del Espíritu Santo” (Rm 5,5).

Jesús es nuestro modelo “ ...porque, cuando alguien se acercaba a conversar con él, detenía su mirada, miraba con amor (cf. Me 10,21). Nadie se sentía desatendido en su presencia, ya que sus palabras y gestos eran expresión de esta pregunta: ‘¿Qué quieres que haga por ti? ’ (Me 10,51). Eso se vive en medio de la vida cotidiana de la familia. Allí recordamos que esa persona que vive con nosotros lo merece todo, ya que posee una dignidad infinita por ser objeto del amor inmenso del Padre. Así brota la ternura, capaz de ‘suscitar en el otro el gozo de sentirse amado. Se expresa, en particular, al dirigirse con atención exquisita a los límites del otro, especialmente cuando se presentan de manera evidente’” (AL 323). Cuando otras personas observan la manera como nos relacionamos en la familia, pueden darse cuenta que Dios habita en ella y es una forma de proclamarlo abiertamente.

Muchas veces es difícil mantenerse en el testimonio del amor, pues “ese tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea bien que ese poder extraordinario procede de Dios y no de nosotros” (2Cor 4,7), pero es un esfuerzo y compromiso que debemos asumir día a día, siendo dóciles al Espíritu para dar frutos de “ ...alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio propio ...” (Gal 5,22).

El Papa Francisco nos ha pedido varias veces salir de nuestra propia “comodidad” como cristianos. En su Exhortación Apostólica, nos d ice :"... Cuando la familia acoge y sale hacia los demás, especialmente hacia los pobres y abandonados, es ‘símbolo, testimonio y participación de la maternidad de la Iglesia’. El amor social, reflejo de la Trinidad, es en realidad lo que unifica el sentido espiritual de la familia y su misión fuera de sí, porque hace presente el kerigma con todas sus exigencias comunitarias. La familia vive su espiritualidad propia siendo al mismo tiempo una iglesia doméstica y una célula vital para transformar el mundo’” (AL 324).

Meditemos por unos momentos:¿Qué tanto imito las actitudes de Jesús en la mirada de amor, la escucha atenta y acciones que demuestren a los demás que me interesan y los amo? ¿Quiero ser testigo del amor de Dios en mis comunidades y ambientes?

Cenfoónlmos ccn La MaUia)

Hemos participado en estos ejercicios espirituales de cuaresma para examinar nuestro actuar, para sentir, d iscernir y seguir las inspiraciones del Espíritu Santo. Dejaremos un espacio de tiempo necesario para dialogar con Él. Les sugerimos usar las papeletas que se les dieron, pueden guiarse con las siguientes preguntas y dejemos que Él hable en nuestro interior.

£ f ¿El Espíritu Santo está presente en la vida de mi familia? ¿En qué momentos siento su presencia? ¿Cuándo me percato de su ausencia?

£ f ¿De qué manera estoy permitiendo que el Espíritu Santo me santifique? ¿Cómo muestro mi interés por lo que les sucede a los miembros de mi familia? ¿Les ayudo en la medida de mis posibilidades?

£ f ¿Estoy dispuesto a salir de mi comodidad para ayudar a los pobres y abandonados, siendo testimonio del amor de Dios que habita entre nosotros? ¿Cómo lo puedo hacer?

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/Vaí cemtitemetmes“ ...Q uerer formar una familia es animarse a ser parte del sueño de Dios, es animarse a soñar con él, es animarse a construir con él, es animarse a jugarse con él esta historia de construir un mundo donde nadie se sienta solo” (AL 321.).

¡Animémonos a abrir las puertas de nuestra familia a las mociones del Espíritu Santo para ser testigos del amor!

De acuerdo al diálogo que han tenido con Dios Espíritu Santo, ¿qué compromisos están dispuestos a adquirir de ahora en adelante? Cada quien revise su hoja de diálogo y elija una acción que ayude a:

Mostrar la presencia del Espíritu Santo en la familia

£ f Ejemplos: Hablar siempre con la verdad, respetar y cuidar la vida propia y la de los demás, hacer oración con la familia

Demostrar mi interés por las personas con quienes vivo£ f Ejemplos: Apoyar a cada uno en lo que

necesite y sea para su bien, ofrecer una escucha atenta y platicar cómo les ha ido en su día

Ser testigo de amor con las personas pobres o abandonadas

£ f Ejemplos: Revisar lo que pueda regalar a otras personas, organizar visitas con mi familia a hospitales u orfanatos

Ninguna familia es una realidad celestial y confeccionada de una vez para siempre, sino que requiere una progresiva maduración de su capacidad de amar. Contemplar la plenitud que todavía no alcanzamos, nos permite relativizar el recorrido histórico que estamos haciendo como familias, para dejar de exigir a las relaciones interpersonales una perfección, una pureza de intenciones y una coherencia que sólo podremos encontrar en el Reino definitivo. No desesperemos por nuestros límites, pero tampoco renunciemos a buscar la plenitud de amor y de comunión que Dios nos ha prometido (Cfr. AL 325).

<3C /V<n mentimos ccn 7)íós

Es el momento de dialogar con Dios a través de la oración. Digamos a dos coros:Hombres: Padre Dios, nos dirigimos hoy a ti, en estos

ejercicios cuaresmales para agradecer tu presencia entre nosotros.

Mujeres: Ayúdanos a contemplar a Cristo vivo presente en tantas historias de amor, de entrega y de perdón que hemos experimentado como familia

Hombres: Queremos invocar el fuego de tu Espíritu sobre toda la humanidad, especialmente en las familias, para que seamos testigos de tu amor y tu bondad

Mujeres: Queremos abrir las puertas de nuestro hogar a la acción de tu Espíritu Santo para dejarnos guiar por Él y ser testimonio de tu amor en nuestra sociedad.

Todos: Gracias por acompañarnos día a día con tu presencia santificadora. Amén.

Cantamos juntos “Espíritu de Dios” (Hna. Glenda)

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CELEBRACIÓN PENITENCIALN otas pedagógicas£ f Este esquema puede ser utilizado para celebraciones penitenciales en las cuales no hay

sacramento de la Reconciliación. Los agentes de pastoral que ayuden a impartir las reflexiones cuaresmales con adultos y jóvenes deben ponerse de acuerdo con el sacerdote de ser posible, para que puedan confesarse la mayoría de las personas que participen en sus cuaresmales.

£ f Es necesario hacer un ambiente adecuado para la reflexión y la oración. Se debe tener a la mano la Sagrada Escritura para las lecturas de la celebración y preparar con tiempo a los lectores. Debe organizarse con el apoyo del sacerdote, para saber si habrá celebración del sacramento de la Penitencia.

£ f Después de unas palabras de bienvenida, buscando crear el ambiente adecuado a la celebración, puede valerse de un canto apropiado.

G u ía :Hermanos, iniciamos esta celebración penitencial reunidos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el contexto de estos cuaresmales, queremos unirnos en esta celebración penitencial para pedirle a Cristo, que fue crucificado por nuestros pecados, que nos haga dignos de recibir su perdón y su gracia, para que podamos ser partícipes de su resurrección.

Pongámonos de rodillas (o inclinemos nuestra cabeza ante Dios) y, en un momento de silencio, pidamos al Señor que disponga nuestro corazón y todo nuestro ser para escuchar su Palabra que es vida y salvación para todos.

Nos ponemos de pie y oramos:Señor, Dios y Padre nuestro, que nos diste la vida, por la Pasión de tu Hijo concédenos que por sus méritos y nuestra penitencia, merezcamos participar con todos los hombres de su Resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRAM o n ic ió n :El siervo del Señor, como manso cordero, toma sobre sí los pecados del pueblo, para que, en sus llagas, el pueblo sea curado. Los discípulos de Cristo pueden también llorar y expiar los pecados del mundo entero, mediante la penitencia.

P r im e r a l e c t u r a : I s 5 3 , 7 - 1 2

M o n ic ió n :El Señor escucha la oración de Cristo, que muere en la cruz por nuestros pecados. Su muerte llega a ser la vida del mundo entero. La penitencia, por la cual morimos a nuestros pecados, es una renovación de la vida en la Iglesia y en el mundo.

S a l m o 2 2 ( 2 1 ) 2 -3 ; 5 - 6 ; 1 0 - 1 2 ; 2 3 - 2 5R .l Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

M o n ic ió n :Si soportamos con paciencia las aflicciones que nos vienen de la naturaleza y de los hombres, podemos, a imitación de Cristo, extinguir el odio en el mundo, con nuestro amor, y vencer el mal con el bien, de manera que nuestra participación en la pasión de Cristo sirva para la vida del mundo.

S e g u n d a l e c t u r a : 1 P e 2 , 2 0 b- 2 5

M o n ic ió n :Jesús exhorta a sus discípulos a que sigan su ejemplo (bebiendo su cáliz), y sean así servidores de sus hermanos y entreguen su vida por ellos.

E v a n g e l io : M c 1 0 , 3 2 - 4 5

Frases para reflexionar la Palabra de Dios:£ f El pecado es una ofensa a Dios y también al cuerpo

de Cristo, que es la Iglesia, de la cual el bautismo nos hizo miembros.

f ó El pecado es una falta de amor a Cristo, que en su Misterio Pascual nos amó hasta el extremo.El pecado es una falta de solidaridad, una falta a la caridad, por tanto nos aleja del bien y nos conduce por la senda del mal.

£T Cristo tomó sobre sí nuestros pecados, para

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curarnos con sus heridas (cfr. Is 53; 1Pe 2,24)

£ f El sacramento de la reconciliación tiene una dimensión personal y otra social. La penitencia debe ser del mismo modo personal y eclesial, en orden a una verdadera conversión individual y de toda la comunidad.

£ f Debemos entender la celebración de la Pascua como fiesta de la comunidad cristiana, que se renueva por la conversión y penitencia de cada uno de sus miembros, para ser en el mundo una señal más clara de salvación.

EXAMEN DE CONCIENCIADespués de la reflexión se hace el examen de conciencia. Siempre debe haber un tiempo de silencio para que cada uno pueda hacerlo de una manera más personal.

G u ía :Cristo, el Señor, dice: “Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto”.1. ¿Cuál es la dirección fundamental de mi

vida? ¿Me anima la esperanza de la vida eterna? ¿Me esfuerzo en avanzar en la vida espiritual por medio de la oración, la lectura y la meditación de la palabra de Dios, la participación en los sacramentos y la mortificación? ¿Estoy esforzándome en superar mis vicios, mis inclinaciones y pasiones malas? ¿Me he levantado contra Dios, por soberbia o jactancia, o he despreciado a los demás sobrestimándome a mí mismo? ¿He impuesto mi voluntad a los demás en contra de su libertad y sus derechos?

2. ¿Qué uso le he dado a mi tiempo, a mis fuerzas, a los dones que Dios me dio? ¿Los he usado en superarme y perfeccionarme a mí mismo? ¿He vivido ocioso y he sido perezoso?

3. ¿He soportado con serenidad y paciencia los dolores y contrariedades de la vida? ¿He mortificado mi cuerpo para ayudar a completar “lo que falta a la Pasión de Cristo”? ¿He observado la ley del ayuno y la abstinencia?

4. ¿He mantenido mis sentidos y todo mi cuerpo en la pureza y la castidad como templo que es del Espíritu Santo? ¿He manchado todo mi ser con la fornicación, la impureza, con palabras o pensamientos impuros? ¿He mantenido conversaciones, realizado lecturas o asistido a espectáculos y diversiones contrarias a la honestidad humana y cristiana? ¿He incitado

al pecado a otros con mi falta de decencia? ¿Estoy viviendo de acuerdo a ley de Dios el sacramento del matrimonio?

5. ¿He actuado alguna vez contra mi conciencia, por temor o por hipocresía? ¿He tratado siempre de actuar dentro de la verdadera libertad de los hijos de Dios, según la ley del Espíritu, o soy siervo de mis pasiones?

6. En mi relación con los demás: ¿Pienso en el bien de los demás o sólo pienso en mí mismo? ¿Estoy dispuesto a ayudar a las personas en necesidad o calculo mis propios intereses? ¿Soy generoso? ¿Soy leal y fiel en mis relaciones con los demás? ¿Qué hago para ayudar a los más desprotegidos y frágiles, como los ancianos, los enfermos, los migrantes y los niños?

7. En mi vida familiar: ¿Hago todo lo posible para que haya una buena relación entre todos? ¿Qué hago para que los miembros de mi familia sean felices? ¿Soy respetuoso con mis padres, mis hijos, hermanos, esposa(o), etc.? ¿Busco el bienestar personal y espiritual de todos los que forman parte de mi familia? ¿Los amo con amor sincero?

ACTO PENITENCIALDespués del examen de conciencia, todos dicen al mismo tiempo: Yo confieso...

Donde las circunstancias lo permitan, después del Yo confieso... se puede hacer la adoración de la cruz, o el Vía crucis, si es posible celebrar el sacramento de la Reconciliación, éste sería el momento de hacerlo. Conviene ponerse de acuerdo con el sacerdote por si él sugiere confesar desde del comienzo de la celebración por el número de penitentes.

Posteriormente, quien preside invita a darse el saludo de la paz como signo de reconciliación con Dios y los hermanos.

Luego, como signo de conversión y de caridad, la comunidad se propone algo para el futuro, por ejemplo, ayudar a los pobres a celebrar con alegría la fiesta de Pascua, visitar a los enfermos, reparar alguna injusticia en la comunidad, etc.

- Finalmente, se puede cantar o rezar la oración dominical, o si estuvo presente el sacerdote puede concluir diciendo:

Líbranos, Padre, de todo mal, y por la santa Pasión de tu Hijo, a la cual nos unimos por la penitencia, concédenos participar con alegría en su resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Para terminar puede entonarse un canto apropiado y se despide a la asamblea con un saludo o una bendición.

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HORA SANTAIn tr o d u c c ió nQueridos hermanos, durante estos días hemos profundizado sobre la alegría de ser familia. Ella, es reflejo del misterio más íntimo de Dios, pues en el habita la paternidad, la filiación y la esencia misma de su ser, el amor.

Hoy postrados ante el Señor, venimos a adorarle, a agradecerle, a pedirle su perdón, pero, sobre todo, a poner nuestro corazón en sus manos y con él nuestra familia. Abramos nuestro corazón y dejemos que penetre su Ser en nuestro ser. Que lo colme con su ternura, su perdón, su gracia, su misericordia. Que, al estar frente a Él, nos dejemos mirar, cautivar, seducir e interpelar confiando que Él siempre desea lo mejor para nosotros. Dispongamos pues a recibirlo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMOCanto: Cantemos al amor de los amores.Guía: Alabemos y demos gracias a cada instante

y momento.Todos: Al Santísimo y Divinísimo Sacramento.Guía: Padre nuestro... Ave María... Gloria al

Padre al Hijo y al Espíritu Santo.Todos: Como era en un principio, ahora y siempre

por los siglos de los siglos. Amén.

LECTURA Y MEDITACIÓN DE LA PALABRAGuía: Pongámonos de pie para escuchar con

atención la palabra del Señor: Mateo 7, 1- 12 .

MEDITACIÓN Y ORACIÓN EN TORNO A LA VIDA FAMILIARLector 1: La familia es un don precioso porque

forma parte del plan maravilloso de Dios. Cada familia es un don para la humanidad, a través de ella recibimos la vida, la desarrollamos, crecemos en nuestras potencialidades y se nos prepara para realizarnos en el mundo. Es en ella en donde se nos siembra la fe, la esperanza y el amor. Por ello La familia es y será siempre una buena noticia, Dios ha venido al mundo, al encuentro con los hombres en medio de la familia.

El Señor en su Palabra nos dice: No Guía: juzguen, no miren la paja en el ojo de su hermano, no mídan porque con esa misma medida serán medidos. Cuiden de las cosas sagradas. La familia es el ámbito de la socialización primaria, porque es el primer lugar donde se aprende a colocarse frente al otro, a escuchar, a compartir, a soportar, a respetar, a ayudar, a convivir, a no jugar, a dar y a recibir. La tarea educativa en las familias tiene que despertar el sentim iento del mundo y de la sociedad como hogar, es una educación para saber «habitar», más allá de los límites de la propia casa. En el contexto fam iliar se enseña a recuperar la vecindad, el cuidado, el saludo. Allí se rompe el primer cerco del mortal egoísmo para reconocer que vivimos junto a otros, con otros, que son dignos de nuestra atención, de nuestra amabilidad, de nuestro afecto. (Cfr. AL 276)

En un momento de silencio reconozcamos todo lo bueno y bello que hemos recibido de nuestra familia. Agradezcamos este hermoso regalo, reconociendo que nuestros valores más profundos y sólidos los hemos recibido de ella. (Se deja un momento de silencio y posteriormente se invita a bendecir al Señor).

Unámonos en oración elevando nuestra alabanza a Dios, diciendo después de cada frase: Te alabamos y bendecimos Señor.

Todos: Te alabamos y bendecimos Señor.

Lector 1:£ f Por mi padre y mi madre que me han dado la

vida...£ f Por cada una de los valores que he recibido

de mis, padres, mis hermanos, mis tíos y mis abuelos...

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£ f Por haberme mostrado el camino a través de los consejos de mis padres y las personas con quienes vivo...

£ f Por los padres de fam ilias que muestran a sus hijos el rostro amoroso de Dios...

£T Por los padres y las madres que buscan involucrarse y comprometerse en la vida de sus hijos...

£ f Por los hijos que respetan, acogen y reciben amorosamente los consejos de sus padres...

Canto: Hoy Señor te damos gracias.

Lector 2: “La alianza de amor y fidelidad, de la cual vive la Sagrada Familia de Nazaret, ilumina el principio que da forma a cada familia, y la hace capaz de afrontar mejor las vicisitudes de la vida y de la historia. Sobre esta base, cada familia, a pesar de su debilidad, puede llegar a ser una luz en la oscuridad del mundo”. (AL 66) Sin embargo no faltan signos de preocupante degradación de algunos valores fundamentales de la familia.

Guía: En un momento de silencio, reconozcamos pecadores delante de Dios, y contemplemos aquello que hemos hecho o dejado de hacer con lo cual hemos oscurecido la felicidad en la vida de nuestras familias. Pidamos perdón a Dios con sincero corazón (Se deja un momento de silencio y posteriormente se invita a pedir perdón al Señor).

Ahora pidamos perdón a Dios, por aquellas cosas que en la vida de nuestras familias y de nuestra sociedad han oscurecido el plan de Dios. Después de cada petición, responderemos: Perdónanos Señor y viviéremos.

Todos: Perdónanos Señor y viviremos.

Lector 2:£ f Por las familias que han sacado a Dios se

su vida...fó Por los momentos en que hemos sido

portadores de intolerancia, violencia y agresividad...

Porque no hemos sido capaces de amar y perdonara quienes nos han ofendido...Por la falta de diálogo y de comprensión entre los miembros de mi fam ilia...

£ f Por el individualismo, la competitividad y la falta de ayuda mutua que destruye la comunión en la fam ilia...Por las veces que el hombre o la mujer han optado por vivir su amor fuera del m atrim onio...

£ f Por el rechazo y menosprecio a la maternidad... £ f Por los padres de familia que han abandonado

a sus hijos no sólo de manera física...Por la desigualdad que se genera en las fam ilias...

£ f Por el abandono, el maltrato, la falta de compromiso de los hijos para con sus padres...

Canto: Sáname Señor.

Lector 3: “La familia está llamada a compartir la oración cotidiana, la lectura de la Palabra de Dios y la comunión eucarística para hacer crecer el amor y convertirse cada vez más en templo donde habita el Espíritu” (AL 29) y donde se genera el amor. Amor que rechaza todo impulso de encerrarse en sí mismo y se abre a una fecundidad que lo prolonga más allá de su propia existencia” (AL 80).

Guía: Pensemos en un momento de silencio qué hace falta en mi familia, para que le de sostenimiento, fuerza y valor a mi vida fam iliar y sea así, instrumento de trasformación en la sociedad. (Se deja un momento de silencio y posteriormente se invita a elevar la oración de petición al Señor).

Después de cada petición responderemos: Infunde tu Espíritu, en nuestras familias, Señor.

Todos: Infunde tu Espíritu, en nuestras familias, Señor.

Lector 3:£ f Para que en las fam ilias se respete, cuide y

desarrolle la vida.£ f Para que en cada una de las fam ilias se busquen

y vivan momentos de oración.

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£ f Para que en cada una de las fam ilias se fortalezca el amor a través de la vida eucarística.

£ f Para que la lectura y meditación Palabra de Dios ilumine y acompañe el caminar de cada una de nuestras familias.

£T Para que en las familias se propicien momentos de convivencia, diálogo y fraternidad que fortalezcan los vínculos familaires.

£ f Para que cada uno de los miembros de las fam ilias propicien la ayuda, el compromiso y la solidaridad especialmente con los más débiles.

£ f Para que en las fam ilias se reconozca y viva el valor del trabajo, de la cooperación y la colaboración.Para que nuestras familias sean generadoras del cuidado de nuestra casa común.

£T Para que las familias abran sus puertas a los más necesitados y se comprometan en la vida de nuestra sociedad.

£ f Para que cada una de las familias busquen tener solo lo necesario y cuiden de todos los bienes.

Canto: Hazme un instrumento de tu paz.

Guía: “Caminemosfamílias, sigamos caminando.Lo que se nos promete es siempre más. No desesperemos por nuestros límites, pero tampoco renunciemos a buscar la plenitud de amor y de comunión que se nos ha prometido”. En silencio hagamos un pacto de amor con Dios. Respondiendo a la siguiente pregunta ¿Qué debo de hacer para responder a Dios al regalo y la oportunidad que me ha dado de tener una familia? ¿Cómo lo voy a realizar? (Se deja un momento de silencio para su compromiso con Dios)

Guía: Señor, Dios nuestro, tu nos has elegido paras ser tus santos y tus predilectos. Revístenos de sentim ientos de misericordia, de bondad, de humildad, de dulzura, de paciencia.

Ayúdanos a comprendernos mutuamente cuando tenemos algún motivo de queja lo mismo que tú Señor, nos has perdonado. Sobre todo, danos esa caridad, que es vínculo de perfección.

Que tu paz brille en nuestros corazones. Esa paz que debe reinar en la unidad de tu cuerpo místico. Que todo cuando hagamos en palabras o en obras sea para glorificar tu nombre y fortalecer tu vida en nuestra vida.

Todo esto te lo pedimos, con la oración que tú nos has enseñado.

Todos: Padre Nuestro...

DESPEDIDA Y BENDICIÓNGuía: Agradecemos al Señor, el habernos

permitido estar en su presencia, el habernos derramado su amor en cada uno de nosotros y confiando que él nunca nos abandona, sino que siempre nos da más de lo que merecemos, nos despedimos cantando con alegría.

Canto: Te doy gracias Jesús

Guía: Que el Señor nos bendiga, nos guarde de todo ma y nos lleve a la vida eterna.

Todos: Amén.

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EJERCICIOS CUARESM ALES PA R A N IÑ O S Y ADOLESCENTES

Fam ilias conscientes de su identidad y

decididas para la m isión

PRIMER DÍA

DIOS NOS AMA Y NOS DA UNA FAMILIA

O bjetivoDescubrir que Dios nos ama tanto, que nos lo manifiesta en el amor y comprensión de los miembros de nuestra familia, para que la valoremos y colaboremos a nuestra medida en la felicidad y bienestar de todos.

M aterialImagen de Jesús ayudando a san José y a María.

£ f 4 corazones para cada niño del tamaño de un cuarto de hoja.£T Una mesa con un mantel, un crucifijo, un cirio y flores (colocada desde el principio) £ f Frases:

Dios nos ama tanto y nos lo demuestra en su Hijo Jesús. fí* Nuestra familia es un signo del gran amor de Dios por nosotros.

B i e n v e n i d o s sean todos a estos Ejercicios C u a r e s m a l e s que vamos a vivir durante esta semana, como una preparación a la celebración de la muerte y resurrección de nuestro Señor J e s u c r i s t o . Durante estos días estaremos r e f l e x i o n a n d o juntos acerca del proyecto de amor que Dios tiene para cada uno de nosotros, el cual se realiza en plenitud cuando aprendemos a vivir, trabajar, orar y compartir con nuestra familia.

Para iniciar vamos a escuchar la siguiente narración:“Una fría tarde de otoño, una mamá pajarita y un papá pajarito se disponían a dormir a sus dos pichones bajo sus plumas calentitas, cuando todos escucharon a otro pajarito pequeño piando desesperadamente, de hambre y de frío. El más listo de los pichoncitos se acurrucó con su mamá mientras le decía: -¿Quién es ese que chilla tanto, mamá? Parece que no tiene nido como nosotros. - Sí, - dijo el papá - se trata de un pajarito que se cayó del nido, está muy débil y con frío. Yo lo vi esta tarde cuando les traía comida a ustedes. - ¿Qué podemos hacer por él? - preguntó la mamá a su familia, y agregó: - Le podríamos dar albergue y comida, si pudiéramos subirlo hasta acá. - No, mamá. ¡Déjalo ahí donde está! - dijo el pajarito - porque si le das comida va a querer comérsela toda, si lo traes para acá arriba, él va a querer arrimarse a ti para estar más calentito. Entonces, ¿dónde podré ponerme yo? El otro pichoncito dijo: - Sí, mamá; yo quiero que se calle, así es que baja tú y dale algo de comer, pero no lo traigas para acá, que este nido es muy pequeño y no cabe nadie más.

El papá pajarito, que escuchaba a sus hijos, con ternura los corrigió y les habló así: - Hijitos queridos: ese pajarito perdió a sus padres y tiene hambre. Su nido fue destruido por un señor muy malo que no se dio cuenta que él había quedado vivo. Aquí nosotros estamos alimentados y calentitos. Yo puedo ir a buscar al niño bueno que es mi amigo y que vive en aquella casa, él entenderá que tome al pajarito suavemente y lo suba hasta nuestro nido. Así lo podremos alimentar y darle calor. - Eso mismo pienso yo- dijo la mamá. - Entonces, si están de acuerdo ustedes dos, que son los que mandan, por ser la mamá y el papá, ¿por qué no lo han traído ya? - dijeron los pichoncitos. La mamá pajarita, llena de ternura, dio besos a sus hijos y otro a su esposo, quien inmediatamente voló hacia la casa del niño, su amigo, para pedirle subiera al nido a su futuro huésped. Al día siguiente amanecieron todos, los tres pequeños pajaritos y sus padres, muy acurrucados en el centro del nido, llenos aún de la cena de la noche anterior y cantando de felicidad.

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¿Nos gustó la historia? ¿Cómo era la actitud de cada miembro de la familia de pajaritos? ¿Alguno de nosotros se identificó con uno de los personajes? ¿Qué aprendimos de esta narración?

Esta historia nos narra la situación imaginaria que se vivió en ese nido, sin embargo, podemos darnos cuenta que en la vida real, también se repiten historias como esas. En la sociedad existen personas que no tienen una familia completa o no son acogidas por otros. También en nuestras familias podemos observar actitudes de envidia, indiferencia y egoísmo. Pero, ¿será esto lo que quiere Dios?

El amor de unos hacia otros, tiene que ser tan grande como el que nos tiene Dios, Él nos dice a través del profeta Isaías: “¿Acaso puede una madre olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque alguna lo llegara a olvidar, yo no te olvido. En la palma de mis manos te llevó tatuado” (Is 49, 15-16).

+ Se coloca la frase: “Dios nos ama tanto y nos lo demuestra en su Hijo Jesús".

Dios nos ama tanto que nos lo demuestra en su Hijo Jesús, quien al hacerse hombre, también quiso nacer y ser parte de una familia. Cuando era un adolescente fue con sus padres a Jerusalén y se quedó en el templo “en las cosas de su Padre”, sus papás, José y María lo buscaron, encontrándolo en el templo, escuchemos qué dice la Escritura: “Regreso con ellos, fue a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su Madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Jesús crecía en estatura, en saber y en gracia delante de Dios y de los hombres” (Le 2, 51-52).

¿Se fijaron en lo que dice? Que Jesús crecía en estatura, en saber y en gracia delante de Dios y de los hombres. Con ello Jesús nos está enseñando que todo ser humano necesita de una familia, que es nuestra primera comunidad, el lugar más propicio para alcanzar la estatura a la que estamos llamados a crecer, es decir, la estatura de la santidad.

Jesús el Hijo de Dios ha querido participar de todos las actividades del ser humano, iniciando por la vida familiar. Él siendo el creador del Universo, que estaba junto al Padre (Jn 1,1), ha querido someterse a la autoridad de un padre humano y de una madre a quienes ama y obedece.

Con su ejemplo de buen hijo, Jesús nos enseña a obedecer a nuestros padres y convivir con las demás personas, saber dialogar, ayudar y comprender a los miembros de nuestra familia.

Si leemos bien la Biblia, encontramos que Jesús amaba a sus padres entrañablemente, y que su familia era más grande, pues sabemos que no tuvo hermanos de sangre, pero la Palabra de Dios nos habla de otros parientes de Jesús, escuchemos lo que dice el Evangelio:

“Se le presentaron su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la gente que lo seguía, la cual era una multitud. Le avisaron: T u madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte ’. Pero él les respondió: ‘Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen’” (cfr. Le 8,19-21).

En este texto se nos habla de los hermanos de Jesús; si lo comparamos con lo que dice al inicio el Evangelio de san Mateo, vamos a encontrar que en realidad se trata de sus parientes, pues El al igual que nosotros tiene una ascendencia muy grande, ya casi al final del árbol genealógico que presenta san Mateo dice, “Jacob engendró a José, el esposo de María de la cual nació Jesús”.

¿Cómo se llamaba el abuelito de Jesús por parte de san José? Así es, se llamaba Jacob. Pues así como vemos que tenía abuelito, también tenía tíos, primos y primas, que fueron los que se presentaron junto con María, su mamá a donde estaba predicando (en su tiempo a los parientes también se les llamaba hermanos), si Él dice que su madre y sus hermanos son los que oyen la Palabra de Dios y la cumplen, con esto está exaltando a su madre, ya que ella es la que más fielmente ha cumplido la Palabra de Dios.

Además cuando Jesús inicia su vida pública, sus parientes que lo escuchaban hablar del Reino de Dios pensaban que estaba loco y por ello, llevaron a María para que lo regresara a casa, pero más tarde en la misma Biblia, encontramos que algunos de sus primos fueron sus seguidores.

También sabemos que Juan Bautista era su pariente, porque Isabel y María eran primas, y según la tradición, a sus abuelitos, por parte de su mamá, se les conoce con los nombres de san Joaquín y santa Ana. ¿Ustedes ya conocían todo esto acerca de Jesús?

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í¿xpetimia cristiana flcs cmytemlmes

+ Se coloca la frase: “Nuestra familia es un signo del gran amor de Dios por nosotros”.

De esta forma Jesús nos enseña que a través de la familia, Dios nos muestra su amor, pues “crecer entre hermanos brinda la hermosa experiencia de cuidarnos, de ayudar y de ser ayudados. Por eso, la fraternidad en la familia resplandece de modo especial cuando vemos el cuidado, la paciencia, el afecto con los cuales se rodea al hermanito o a la hermanita más débiles, enfermos, o con discapacidad...” , esto lo dice el Papa Francisco en su carta “La alegría del amor”.

Por lo tanto es importante convivir con todos nuestros familiares y tener un trato amable con ellos. Dios nos invita a tratar con mucho cariño, ternura y delicadeza a cada persona que forma parte de nuestra familia.

Pero nuestra familia, por gracia de Dios es aún más grande. Al igual ue la familia de Jesús no se redice sólo a papá, mamá, hermanos y parientes, el Papa Francisco nos dice que: “El pequeño núcleo fam iliar no debería aislarse de la familia ampliada, donde están los padres, los tíos, los primos, e incluso los vecinos. En esa familia grande puede haber algunos necesitados de ayuda, o al menos de compañía y de gestos de afecto, o puede haber grandes sufrimientos que necesitan un consuelo”.

Nosotros somos la gran familia de Dios que estamos bajo el maternal cuidado de nuestra Madre María. El evangelio de san Juan nos dice que cuando ya estaba Crucificado Jesús, miró a su madre y dirigiéndose al discípulo Juan le dijo: “Mujer he ahí a tu hijo” (Jn 19,26), es decir que en la persona del discípulo amado estamos cada uno de nosotros, que ahora, por el Bautismo, formamos parte de la gran familia de Dios en la Iglesia. Enseguida Jesús le pide a su madre María, que vele por nosotros, nos proteja y ayude, pues Él nos ha adoptado como hermanos.

A ejemplo de Él nosotros debemos acoger en nuestra familia a los parientes, amigos, a quienes más sufren o incluso aceptar que papá y mamá adopten un niño que ha quedado sólo y no tiene quien le brinde amor. Recordemos que si hemos recibido tantas muestras de amor de nuestro Padre Dios, nosotros sus hijos también debemos mostrar ese amor a los demás.

Vamos a pensar un momento en nuestra familia: papá, hermanos, tíos, primos, abuelitos y reflexionemos: ¿qué necesitan de mi cada uno de ellos?

Ahora vamos a tom ar cuatro corazones y en ellos vamos a escribir una frase de cariño y apoyo para cuatro miembros de nuestra familia.

En el momento de la oración sostendremos nuestros corazones en la mano, como ofrecimiento a Jesús, para que Él nos ayude a amar más a los miembros de nuestra familia y a ayudarlos en sus necesidades. En la primera oportunidad que tengamos, le entregamos este pequeño corazón a cada persona que corresponda, para que se sienta feliz por nuestro cariño hacia él o ella. Recordemos que es mejor dar todo el amor que podamos en vida, que quererlo demostrar cuando ya no está con nosotros esa persona.

CcUkumcs+ En el altar que hemos colocado desde el principio, colocamos también la imagen de la familia de Jesús.

Ahora nos vamos a reunir en cerca de este altar. Cerramos nuestros ojos y pensemos en el gran amor que Dios nos tiene como Padre, en el amor que Jesús, que ha querido que nosotros seamos sus hermanos, nos manifiesta al participarnos de todo lo que él tiene y en el amor tierno que nos muestra su madre María.

Ponemos nuestras manos con los corazones al frente y pensando cada palabra que pronunciemos vamos a proclamar despacio, como respuesta a ese gran amor, la oración que Jesús nos enseño. Padre Nuestro...

Ahora nos dirigimos a nuestra madre del cielo, con la oración del Ave María que tanto le agrada a ella.

Cantamos: Mi familia.

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SEGUNDO DÍA

EL PECADO DIVIDE Y DESTRUYE A LAS FAMILIAS

O bjetivoQue los niños comprendan que el pecado destruye y divide a la familia, para que aprendan a

convivir con ella, valorando sus virtudes y superando los obstáculos que la amenazan.

M aterialCirio pascualImagen de la Sagrada Familia y de una familia

f * Letreros que digan: ENVIDIA, MENTIRA, FLOJERA, DESOBEDIENCIA, EGOÍSMO, AGRESIÓN, NO DIÁLOGO.

Niños, nuestro día de cuaresmales estamos

este es segundo

ejerciciosy

muycontentos de poder e n c o n t r a r n o s reunidos para seguir reflexionando en lo que Dios nos quiere decir. Recordemos que ayer veíamos el grande amor que Dios nos tiene y por eso nos ha dado una familia. Hoy comentaremos de un tema muy importante: veremos cómo el mal destruye y divide a nuestras familias. C o m e n c e m o s escuchando la carta que ha escrito un abuelito, en la que nos platica cuál es su experiencia.

“CARTA DE UN ABUELO"Agradezco a Dios por tantos y tantos años de vida que me ha otorgado. Cumplí ya seis años en este asilo donde por mi propia voluntad he venido a vivir. Creo que fue un error el haber invitado a mi hijo y a su familia (que también es mi familia) a vivir en mi casa cuando murió mi esposa. Mi hijo no tenía un ingreso fijo y mis nietos corrían el mismo peligro que él, de quedarse sin estudiar. Por otra parte su esposa se había comportado con respeto hacia mí, por lo que decidí ayudarlos; yo me decía: “tal vez sea lo último que haga en mi vida” ...

Cuando ellos tomaron posesión de la casa, poco a poco fui perdiendo terreno, les molestaba que oyera mis canciones antiguas, e iban hacia mi consola y sin ninguna explicación las cambiaban por canciones modernas, que yo no aguantaba, pero que ellos preferían...

Poco a poco fueron desapareciendo los retratos de mis padres, de mi esposa, los de los niños de mis hijos, e incluso los míos. Les molestaba mi pequeña sordera (la cual no me impedía oírlos hablar en voz baja que yo era un viejo desaseado y latoso) y se lamentaban de que no me muriera pronto... Varios años pasé así y aunque a veces estaba a punto de estallar los disculpaba diciéndome que eran parte de mi fam ilia .. .No obstante mi sufrimiento, logré que mis nietos estudiaran una carrera y obtuvieran un título. No me dieron un agradecimiento y mucho menos fueron respetuosos conmigo. Antes de irme de la casa, ya me habían mandado a dorm ir al cuarto de servicio, ya no tenía mi recámara. Lugar que mi nuera me había destinado. En una ocasión en que me enfrente a esa mujer y le reclamé su actitud y su injusticia e incluso la amenacé con echarla de mi casa en compañía de sus hijos, me respondió que la propietaria de la casa era ella y que el que tenía que irse era yo...M i hijo me rogó que no ingresara al asilo, sin embargo, en casa, la que manda es ella; es por ello que perdí a mi familia y mi casa.

+ Se coloca la imagen de una familia

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¿De qué nos habla esta historia? ¿Quiénes son los protagonistas?¿Qué pasó con el abuelo? ¿Qué hizo el hijo por su papá? ¿Qué opinan ustedes de esto que acabamos de escuchar? ¿Algo de esto pasa en nuestra familia? ¿Qué pecados se cometen en esta historia para separar a la familia?

Pensemos: ¿Qué pecados se viven en mi casa y están haciendo daño a mi familia?

Qué importante es que en nuestra familia nos llevemos bien, que nos respetemos y nos valoremos. Eso es lo que Dios quiere para cada una de las familias: que todos tengamos un lugar importante y especial en el que nos amemos y nos ayudemos.

En esta historia hemos escuchado cómo una serie de pecados se van cometiendo y van haciendo un sinnúmero de injusticias que terminan dañando a unos, sobre todo a los más débiles.

En nuestra época, las familias se ven amenazadas por muchas cosas que poco a poco han ¡do destruyendo o lastimando la convivencia familiar. El Papa Francisco, se da cuenta de todo esto, y es por ello que ha escrito una carta muy hermosa que ha titulado “La alegría del amor”, en ella nos invita a rescatar lo más valioso de las personas y de la familia. Escuchemos con atención algunas de sus palabras.

El amor de las familias y de las parejas que se aman y que se manifiesta en la Sagrada Escritura en el Salmo 128 no niega una realidad amarga: es la presencia del dolor, del mal, de la violencia que rompen la vida de la familia y su íntima comunión de vida y de amor En la biblia podemos encontrar la historia de muchas familias, unas con grandes cualidades y virtudes, otras con sus propias dificultades y pecados. Sin embargo, también podemos observar la mano misericordiosa de Dios que ama y va guiando para que las personas encuentren un camino de reconciliación y de paz para que vuelvan nuevamente a estar unidos como hermanos (cfr. AL 19- 21).

Estas palabras del Papa Francisco nos recuerdan que no todas las fam ilias son ¡guales, hay algunas que han sabido vivir en convivencia y armonía, como la familia de Jesús.

+ Se coloca la imagen de la Sagrada Familia.

¿Saben ustedes quiénes son ellos? Así es, los llamamos la Sagrada Familia. ¿Y cómo creen que vivían ellos? ¿También tendrían problemas como nosotros? ¿Cómo se imaginan que los resolvían?

El Papa Francisco nos invita a dirigir nuestra mirada a la Sagrada Familia de Nazaret, que vive una alianza de amor y fidelidad. Ellos son una luz que ilumina a cada una de nuestras familias, pues nos dan ejemplo y nos ayudan a ser capaces de afrontar las dificultades y los problemas de la vida y de la historia. Si nuestras familias buscan parecerse a la familia de Jesús, José y María, podremos ser también nosotros una luz en medio de la oscuridad que a veces se vive en el mundo.

f¿xpetiencia cristiana

El Papa en alguna ocasión dijo que las familias perfectas no existen. Lo que sí existe son los esfuerzos que cada uno va haciendo por lograr que éstas sean cada vez mejores.

En la familia, los hijos como tú y como yo, somos una parte muy importante; somos un signo de plenitud, de continuidad de la misma historia de la salvación, es decir, que en nuestras familias Dios sigue presente y sigue actuando cosas maravillosas como lo hizo en el pasado. De ahí que debemos estar llenos de alegría y de vitalidad, para contagiar a las personas con las que convivimos.

Necesitamos evitar todo aquello que daña o lastima a las personas, es decir, el pecado. Es por ello, que debemos buscarel dialogo, el respetoy la obediencia. Todos alguna vez hemos experimentado cómo la envidia, las mentiras, el maltrato, las maldiciones, la flojera, etc. son acciones que nos hacen mal. De ahí que todos y cada uno de los miembros de la familia, debemos buscar la forma de evitar todo esto y buscar sólo el bien de todos.

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Con este tema hemos aprendido que mi disposición y mi comportamiento dentro de la familia también influye en la convivencia buena o mala que podamos tener. Pecados como desobedecer, no hacer la tarea, gritar, pegar, pasar mucho tiempo en el teléfono, en las redes sociales, en internet, en la tele, etc., me llevan a distanciarme de mi familia, y a no interesarme por lo que le pasa a cada uno. Es por ello que necesitamos comprometernos con nuestra familia, para cada día estemos más unidos y nos amemos, y la familia sea ese espacio en el que todos nos sintamos felices y seguros.

Pensemos: ¿qué me pide Dios para que en mi casa reine más el amor de Dios que el pecado? ¿Qué puedo hacer para ayudar a que en mi familia haya más armonía y comprensión?

+ Se coloca la imagen de una familia, alrededor se ponen los letreros de los pecados y el cirio pascual encendido.

Observemos los signos que tenemos al frente. ¿Qué nos dice esto que vemos? Una vez más nos damos cuenta que el pecado es la causa que destruye y divide a las familias. Pero también somos conscientes de que en medio de todo esto, hay una esperanza. La esperanza que nos da la vida que Cristo resucitado nos trae con su redención. Él es el amigo que viene a rescatar a nuestras familias, porque quiere que todos seamos felices en el amor.

En estos momentos vamos a pedirle perdón a Dios por todos los pecados que dejamos que lleguen a nuestras familias para destruirlas y dividirlas. Cada uno iremos diciendo perdón por...y mencionamos cuáles son los pecados que existen en las familias. Todos respondemos: perdón Dios mío, perdón.

+ Dejamos el espacio para que los niños se expresen.

¿Qué les gustaría decirle a Dios que en este día nos invita a renunciar al pecado, y nos invita a llenarnos de su amistad para que en nuestras familias reine la paz?

+ Se invita a la oración espontanea.

Canto: Si el pecado llega.

TERCER DÍA

JESUS SALVADOR NOS LIBERA Y NOS INVITA A FORMAR FAMILIA

O bjetivoQue los niños experimenten cómo Cristo, por su amor nos salva, nos libera

de nuestros pecados y nos invita a formar una sola familia.

M aterialLa Sagrada Biblia Mesa con mantel y cirio Imagen de Jesús y la Iglesia.

¿xperiencía •Humana

Hola niños,sean todos muy b i e n v e n i d o s . Estamos en el tercer día de nuestros Ejercicios Espirituales de Cuaresma. Sin duda en toda esta semana, nos hemos estado preparando de la mejor manera para gran fiesta de todos los cristianos, la pascua. Hoy vamos a seguir reflexionando en cómo Jesús nos salva, nos libera y nos invita a formar una sola familia.

Para iniciar, escuchemos la historia de un niño que no sabía valorar la importancia de una familia. Pongan mucha atención para después comentar.

“Juan era un niño que tenía muchos amigos, y a él le gustaba estar mucho en la calle, convivía muy poco con su familia y no escuchaba los consejos de sus padres. Los padres de Juan siempre estaban ahí para corregirlo y disciplinarlo, para enseñarle valores y para hacer de él una gran persona y nunca dejaron de preocuparse por él.

Un día se salió a la calle a jugar sin que sus padres se dieran cuenta. Estaba jugando con sus amigos, cuando de pronto se acercaron otros niños y los empezaron a molestar, los ofendían y les gritaban. Juan y sus amigos se enojaron tanto que respondieron con golpes y más ofensas, a Juan lo lastimaron mucho. En ese momento pasaba por el lugar un vecino de Juan y corrió a ayudarlo, como pudo lo tomó sobre sus hombros y lo llevó a su casa. Sus padres al verlo en ese estado se asustaron y pronto lo curaron.

Cuando Juan estuvo mejor, agradeció a su amigo que lo ayudó y a su familia que nunca lo abandonó, y por fin comprendió la importancia y el valor que tenía su fam ilia” . Comentemos lo que acabamos de escuchar:

£T ¿De qué trata la historia? ¿Qué les llamó la atención?£ f ¿Qué piensan de un niño que se comporta así?£ f ¿A ustedes les ha pasado algo similar? ¿Cómo se sintieron? fó ¿Qué mensaje nos deja esta historia?

Eso que hemos escuchado y que llega a nuestro corazón, es el testimonio de una persona, y seguramente a este niño se le hizo fácil desobedecer a sus padres y eso le trajo serias consecuencias. Sabemos que obedecer y escuchar los consejos de nuestros mayores no es fácil. En ocasiones pensamos que ellos exageran y que no

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nos comprenden porque no vivieron una infancia como la nuestra. Sin embargo, una cosa es cierta, que la experiencia que tienen nuestros padres y las personas adultas, es una escuela que les ha enseñado y por ello, ellos quieren ayudarnos.

Fíjense niños, que un día, nos cuenta la Biblia, también Jesús el hijo de Dios, cuando tenía 12 años, decidió seguir lo que le dictaba su corazón y le dio un buen susto a sus padres. ¿Quieren saber que le sucedió a Jesús en esa ocasión?

______Dlmtnmcs______Vamos a escuchar este relato con mucha atención: Le 2,41-52.

(Se lee la cita bíblica cuantas veces los niños necesiten para entender la lectura).

“Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando Jesús cumplió los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser. Al term inar los días de la fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran.

Seguros de que estaba con la caravana de vuelta, caminaron todo un día. Después se pusieron a buscarlo entre sus parientes y conocidos. Como no lo encontraban, volvieron a Jerusalén en su búsqueda. Al tercer día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas.

Sus padres se emocionaron mucho al verlo; su madre le decía “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos.” Él les contestó: “¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?” Pero ellos no comprendieron esta repuesta. Jesús entonces regresó con ellos. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón”.

¿A dónde iban los padres de Jesús cada año? ¿A qué fiesta iban?¿Qué edad tenia Jesús? ¿Qué le pasó a Jesús?¿Quiénes lo buscaron y en donde encontraron a Jesús? ¿Qué le dijeron sus padres? ¿Cuándo regresaron a Nazaret que hizo Jesús?

Así es, la Sagrada Escritura nos cuenta que a partir de ese momento, Jesús se fue a su casa y continuó siendo un hijo obediente a sus padres. Al llegar a la edad de 30 años, decidió comenzar su vida entregado al servicio de Dios su padre, llevando la Buena Noticia a todas las personas, sanando y consolando a los más tristes.

Y cuando llegó la hora de entregar su vida, por amor a todos los hombres, no dudó en cumplir la voluntad del Padre, se ofreció como víctima por nuestros pecados, y de este modo, nos salvó y nos redimió para siempre, de modo que todos los seres humanos, podemos ya vivir en amistad con Dios.

f¿xpcümcia cHstima

En la lectura pudimos escuchar una historia de Jesús sim ilar a la del niño Juan. Jesús también fue niño como todos ustedes, él también vivió situaciones que sus padres no entendían. Por ejemplo, cuando se “perdió” en el templo, él no les avisó a sus padres que se iba quedar, después sus padres se preocuparon mucho al no saber dónde estaba; pero también se alegraron y se emocionaron cuando lo encontraron.

Así como nosotros, Jesús fue niño y tuvo una familia como la que tienen ustedes.

£ f ¿Qué características creen que tiene una familia?

£ f ¿Qué hace una familia?

Cierto, así quiere Dios que sean las familias: unidas, solidarias, amorosas, comprensivas. Pero también en las familias debe haber reglas, de forma que nos puedan corregir, nos ayudan y nos guían por el mejor camino. Y así como tenemos una familia en nuestra, casa existe otra familia más grande, en la que Jesús es la cabeza. ¿Saben cuál es esa familia?

Así es, es la Iglesia y las personas que forman parte de ella son Jesús, José y María pero también son las personas que están bautizadas, nuestro prójimo (nuestros vecinos, amigos, familiares, etc.). ¿Ustedes se sienten contentos de formar parte de esta familia? Jesús nos ama tanto que Él dio la vida por nosotros para liberarnos y Él nos invita y quiere que seamos parte de su familia la Iglesia. Hay muchas formas de hacerlo, cumpliendo sus Mandamientos, acercarnos

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a Él por medio de la misa, no sólo los domingos, también podemos ir entre semana; leyendo la sagrada Escritura, asistiendo a la catequesis, amando a nuestro prójimo, ayudando en casa, a los vecinos, etc.

Hoy nos hemos dado cuenta que aparte de nuestra familia, hay otra familia en donde podemos sentirnos amados protegidos, consolados, y en donde también hay reglas (Mandamientos) que nos ayudan a estar cerca de Jesús. Él nos guía por el camino para llegar al Padre. Por eso en cada momento de nuestra vida, tenemos que estar cerca de Jesús y llenarnos de su amor, con nuestra buena conducta.

¿Tu qué puedes hacer para que tu familia, reconozca que Jesús es su salvador? Ese compromiso lo vamos a escribir y se lo vamos a llevar a nuestros papás, para que ellos sepan que Jesús los ama y los espera.

CcUkuMós+ Se coloca la mesa con el mantel, el cirio y la imagen de Jesús.

Hagamos un momento de oración para encontrarnos con Jesús y darle las gracias por que nos ha saivado con su amor y nos libera de todo aquello que no nos permite ser felices. Digamos todos juntos:

“Te damos gracias Señor Jesús, por nuestra familia, por habernos permitido estar contigo éste día, por dejarnos acercarnos a ti e invitarnos a formar parte de tu gran familia: la Iglesia”. Te pedimos por nosotros y por nuestra familia, que podamos aprender a estar contigo y seguir tus mandamientos.

Queremos dirigirnos a nuestro Padre del cielo, de todo corazón, con la oración que tú mismo nos enseñaste para que nos sintamos hermanos e hijos del mismo Padre: Padre Nuestro.

Canto: La solución es Jesús.

/Mos cóMpMmímcs

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CUARTO DÍA

LA ALEGRÍA DE LA FAMILIA, EXPRESIÓN DEL RESUCITADO

O bjetivoQue los niños descubran la alegría que nos da Jesús resucitado, para que en

sus familias se vea reflejado el gozo de vivir en la pascua del Señor.

M aterialftr Imágenes de una casa desordenada y sucia, un matrimonio agrediéndose, papá o mamá golpeando

a los hijos, niños peleando, anciano abandonado, familia dispersa por los medios de comunicación (de preferencia que estas imágenes estén a blanco y negro).Imágenes que expresen lo contrario: una casa ordenada, papás dialogando o mostrándose cariño, papás tratando con atención a los hijos, familia unida, atención a los ancianos.Llevar dibujada una carita triste y una carita feliz para cada niño.

<%» Cirio pascual.Una charola

Niños, ¿cómo están? Vamos ya en el cuarto encuentro esta semana de Ejercicios cuaresmales, en la cual, ustedes ya se habrán dado cuenta, que el tema central es la familia. Pero díganme, ¿cómo se han sentido? ¿Qué hemos aprendido en estos tres días? Sin duda alguna, que podremos llevarnos un mensaje de vida y esperanza para cada uno de nosotros, y para los miembros de nuestra familia.

Para iniciar nuestra reflexión del día de hoy, vamos a contemplar algunas imágenes (se colocan las imágenes negativas de las situaciones familiares). En silencio observemos cómo se encuentra la casa, cómo son las relaciones entre mamá y papá. Veamos cómo es la relación de los papás con los hijos, cómo se relacionan los hermanos, cómo es el trato hacia los ancianos.

¿Qué fue lo que observamos? ¿Qué expresan estas imágenes? ¿Qué tipo de familia nos refleja? ¿Qué sentim ientos provocó en nosotros?

Ahora vamos a contemplar otras imágenes (se colocan las imágenes de color) Nuevamente en silencio, observemos cada una de ellas.

¿Cómo se encuentra la casa?, ¿cómo son las relaciones entre mamá y papá? ¿Cómo es la relación de los papás con los hijos, cómo se relacionan los hermanos? ¿Cómo es el trato hacia los ancianos? ¿Qué expresan éstas imágenes? ¿Qué tipo de familia nos refleja? ¿A cuál de las dos familias nos gustaría pertenecer?

La violencia, el desorden, la falta de respeto, el egoísmo, la envidia, la vanidad, el miedo son signos de muerte, en cambio la alegría y el gozo que se vive en una familia son expresión de la vida, presencia del Señor Resucitado en medio de ellos. Escuchemos con atención las palabras del Evangelio de Juan, el cual nos narra lo que vivieron los discípulos cuando Jesús Resucitado llega al lugar en donde ellos se encontraban. Los invitamos a ponerse de pie como señal de respeto y disposición para recibir la Palabra del Señor.

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s a u x s ia is s

Evangelio según san Juan 20, 19-22

“Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por tem or a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: « ¡La paz esté con ustedes!». Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: « ¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes». Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo”.

Después de haber escuchado la palabra del Señor, vamos a retomar lo que nos dice el texto con las siguientes preguntas:

fó ¿Cómo se encontraban los discípulos?£T ¿Qué les dijo Jesús al ponerse en medio de ellos?

¿Qué les mostró?£ f ¿Cuál fue la reacción de los discípulos al ver que

era Jesús resucitado?£ f ¿Qué hizo Jesús después de haberles deseado

nuevamente la paz?£T ¿Qué les dio al soplar sobre de ellos?

El Evangelio de Juan nos dice que las puertas estaban cerradas. Cuando en un lugar las puertas permanecen cerradas hay oscuridad, la humedad se va haciendo presente y esto provoca mal olor y un clima de frialdad. En nuestros días hay familias que tienen sus puertas cerradas, es decir viven en la oscuridad: El egoísmo, la violencia, la mentira, el desorden, la falta de comunión, de compromiso de unos para con otros. Todo esto genera miedo, soledad, división y tristeza. En otras palabras son signo de muerte.

Nos dice el papa Francisco que: “El individualismo de estos tiempos a veces lleva a encerrarse en un pequeño nido de seguridad y a sentir a los otros como un peligro molesto. Sin embargo, ese aislamiento no brinda paz y felicidad, sino que cierra el corazón de la familia y la priva de la amplitud de la existencia” (cfr. AL 187).

La muerte provoca dolor, sufrimiento, angustia. Dios no quiere la muerte del pecador sino que se arrepienta y viva, es por ello que Dios envió a su Hijo único Jesucristo, el cual resucitó de entre los muertos. Con su muerte

venció la muerte. Prueba de ello, son las marcas de sus manos, de sus pies y de su costado abierto, los cuales mostró para que ellos contemplaran que era el mismo Señor, que había Resucitado.

Por eso, al decirles “la paz sea con ustedes” y mostrarles las marcas de su pasión y de su resurrección, se llenaron de alegría. Contemplaron en él una gran transformación, una gran luz que disipa toda oscuridad, todo temor, angustia y todo pesar. El deseo más grande de Dios es que cada uno de sus hijos vivía la plenitud de la paz. Sí Cristo venció la muerte, ¿no será posible que venza también todo el mal que hay en nuestras vidas? ¿No podrá destruir todas las oscuridades y temores que se viven en nuestras familias?

En Cristo resucitado tenemos vida. Con Él en el centro de nuestra vida, resucitamos a una vida nueva. En nuestra familia se puede vivir la resurrección cuando transformamos el odio por amor, el individualismo por la comunión, la rivalidad en amistad, la soledad en compañía, el egoísmo por donación, el dominio por el servicio, la competitividad por colaboración, el despilfarro en ahorro y cuidado de las cosas, la falta de respeto en ternura y gestos de amor.

f¿xMfmcía cristiana

Y así como el Señor envió a sus discípulos a llevar la paz, también la familia está llamada a ser portadora de la paz en el mundo. Una familia feliz irradia el amor y la misericordia de Dios. “Bajo el impulso del Espíritu, el núcleo fam iliar no sólo acoge la vida generándola en su propio seno, sino que se abre, sale de sí para derramar su bien en otros, para cuidarlos y buscar su felicidad” , eso es lo que nos dice el Papa Francisco en su carta que habla de la alegría del amor (cfr. AL 324) La familia animada e impulsada por un dinamismo interior e incesante la conducen a una comunión cada vez más profunda e intensa con la comunidad. Es ahí en donde se integran los tíos, primos, vecinos, amigos y las familias de los amigos, los cuales se apoyan mutuamente en sus dificultades, en su compromiso social y en su fe.

Pero también la oración en familia es un medio privilegiado para expresar y fortalecer la fe en Jesús

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resucitado. Todos podemos buscar en familia, dar unos minutos cada día para estar unidos ante el Señor vivo, decirle las cosas que nos preocupan, rogar por las necesidades familiares, orar por alguno que esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda para amar, darle gracias por la vida y por las cosas buenas, pedirle a la Virgen que nos proteja con su manto de madre. Con palabras sencillas, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la familia. Y de manera más privilegiada aún, vivir juntos de la Eucaristía, que es alimento, fuerza y estímulo para vivir cada día como “Iglesia doméstica” .

En fin, podemos decir que las familias pueden y deben alcanzar poco a poco, con la gracia del Espíritu Santo, su santidad; esto se logra siempre y cuando nos abramos a la luz de Dios, y estemos dispuestos a escuchar su Palabra y a vivirla, para que se renueven nuestras familias y esto se vea reflejado en una mejor sociedad.

/Vaí cm p M M ctm e s

Ahora es momento de confrontar nuestra vida con la Palabra de Dios. Pensemos, ¿qué es necesario cambiar en nuestra vida y en nuestras familias para ser signo de Cristo resucitado?

En estos momentos nos van a entregar dos caritas: en la que está triste, escribe todo aquello que te provoca dolor y angustia en tu familia, y en la carita feliz escribe aquello que podrías hacer para motivar a tu familia, para que la vida de Cristo Resucitado habite en ella.

CeUbtmes+ Se coloca al frente el cirio pascual encendido y una charola.

Ahora vamos a presentar a nuestro buen Dios, eso que hemos escrito en las caritas, porque le queremos pedir por cada una de nuestras familias para que continúe bendiciéndolas y acompañándolas.

Colocamos nuestras hojas de trabajo en una charola, y las ponemos a los pies de este cirio pascual que nos representa a Cristo que ha resucitado para darnos vida y esperanza.

Nos dirigimos al Señor con esta oración:

Señor, gracias por la familia que me diste, por el amor que nos une.Hoy te pido que seas bendiciendo a cada uno, que abras caminos de paz,que nos des salida a los problemas que se presentan confiando en tu poder para juntos vencer.Señor, ayúdanos a estar unidos que crezcamos en amor y comprensión unos con otros, en consideración y aprecio, en cuidado y respeto.Quita de nosotros toda raíz de amargura, que el perdón llene nuestro corazón, bendícenos con tu paz y tu bondad.

Señor, hay momentos tan difícilesque no sabemos cómo afrontarlos,son situaciones que se escapande lo que podemos hacer humanamente,ten piedad de nosotros y obra en nuestro favor,cuida de los indefensos y protégelos,que sean guardados de todo malte lo pedimos con todas las fuerzasen el nombre de Jesús, amén.

Terminamos escuchando el canto: La familia.

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_______________________ QUINTO DÍA_______________________

EL ESPÍRITU SANTO ILUMINA Y SANTIFICA NUESTRAS FAMILIAS

O bjetivoAprender a vivir en la amistad con Dios, dejándonos conducir por el Espíritu Santo,

para que nos ilumine como familias y nos ayude a vivir en la santidad.

Estamos llegando al final de esta semana de reflexión, gracias a Dios. Juntos hemos recorrido un camino que nos ha llevado al reconocimiento de la importancia que tiene la familia en la humanidad y en la sociedad. Desde el primer día, nos hemos dado cuenta que desde siempre Dios ha tenido un plan maravilloso para cada uno de nosotros y para todas las familias del mundo, se trata de un proyecto de felicidad.

Pongamos lomejor de nosotros en este día, para descubrir la acción de una persona muy importante, que viene a nosotros para conducirnos con su luz, hacia la voluntad de Dios que sólo quiere lo mejor para cada uno de sus hijos.

Hoy vamos a hablar de una persona muy importante y muy necesaria en nuestra vida. Una persona que ninguno de nosotros ha visto y que sin embargo, a diario tratamos con ella. Pero primero, para entender un poco de quién se trata y que hace en nosotros, vamos a hacer la siguiente dinámica:

Vamos a dividir el grupo en tres equipos. Cada equipo va a elegir a un representante, el cual tratará de adivinar con la ayuda de sus compañeros de equipo, quién es la persona de la cual le voy a decir algunas de sus características. Recuerden pues, que el equipo le puede “soplar” al compañero que es el representante.

a) Equipo 1£ f Es una persona muy importante, que está rodeada de mucha gente.£ f Es alguien en quien muchos hemos puesto la confianza para que ayuda a

mejorar la situación de vida de muchos pueblos.£ f Esta persona viaja mucho al extranjero para buscar que otros países ayuden a

mejorar la economía del país.Respuesta: Presidente de la República.

b) Equipo 2£T Personaje de la Biblia que recién nacido, un hombre poderoso quería matarlo,

pero una princesa lo salvó.£ f Fue educado como si fuera de la nobleza, aunque su origen era de familia

pobre.£3" Cuando creció ayudó a liberar a su pueblo de la esclavitud.

Respuesta: Moisés.

c) Equipo 3£ f Es una mujer de la que sabemos que cuando era apenas una jovencita le fue

encomendada una gran responsabilidad.£ f Es una mujer que a pesar de que nació hace muchísimos años hasta el día de

hoy sigue siendo joven y bella; y además es buscada por mucha gente. fó Ella ha estado presente en casi todo el mundo debido a su gran corazón y a que

siempre que alguien la busca, ella se hace presente con quienes la necesitan. Respuesta: María

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Muy bien, veamos cuál ha sido el equipo que con mayor facilidad pudo descubrir de qué personaje se trataba. Y ahora nos preguntamos:

f ó ¿Qué observamos en esta dinámica?</5 ¿Cómo se sintió cada uno de los representantes

de equipo al saber que contaba con la ayuda de su grupo? ¿Qué papel jugó el resto del equipo?

£ f ¿Qué pasaría si el representante tuviera que hacerlo todo él solo? ¿Qué aprendimos?

Como nos podemos dar cuenta, las personas son conocidas por lo que son y lo que hacen. Pero también descubrimos que cada uno de nosotros necesita a lo largo de su vida contar con personas que nos vayan ayudando en los diferentes momentos y circunstancias por las que pasamos. El tener la seguridad de que no estamos solos y que tenemos cerca de nosotros a “alguien” que nos ayuda, nos guía y acompaña, nos hace sentir bien. Este es el papel tan importante que juega la familia, cada una de nuestras familias. Sin embargo, no son sólo ellos, también Dios tiene un lugar muy importante en nuestra vida.

En el tema anterior vimos que, cuando Jesús resucita y se aparece a sus amigos, les deja un regalo muy hermoso, la paz y la alegría que nos dá su presencia. Pero junto con esos hermosos regalos, también nos hace una promesa, nos dijo que estaría con nosotros todos los días hasta el fin de los siglos.

¿Quieren saber qué fue exactamente lo que dijo? Bueno, entonces vamos a recibir la Palabra de Dios, la cual nos contará cómo es que Jesús estará para siempre con nosotros aun cuando ha regresado con su Padre que está en el cielo.

DlmtnmcsLeemos la cita de: Jn 14, 15-16.18. 25-26 Solamente cuando ha llegado la hora en que Jesús había de ser glorificado, nos promete la venida del Espíritu Santo, ya que su muerte y resurrección son el cumplimiento de la promesa. El Espíritu de Verdad al que Jesús llama “Paráclito”, es decir, el Consolador, fue enviado por el Padre por la oración de Jesús, enviado en nombre de Jesús. El Espíritu Santo ha venido a nosotros, y estará con nosotros para siempre; nos lo enseña todo y nos recuerda lo que Jesús nos ha dicho;

el Espíritu Santo es la persona que nos conduce a la verdad, es quien hace “equipo” en nuestras familias y nos “sopla" lo que necesitamos saber y lo que debemos hacer para vivir como quiere Dios, es decir, Él nos santifica.

Jesús en medio de los hombres abre el camino a la presencia del Espíritu Santo que es una presencia interior, una presencia en los corazones. Así se cumple la profecía de Ezequiel (36, 26-27) “Os daré un corazón nuevo, infundiré en ustedes un espíritu nuevo, infundiré mi Espíritu en ustedes”.

Escuchemos ahora el relato del momento preciso en que el Espíritu Santo se hace presente en la Iglesia, cuando desciende por primera vez a los apóstoles, los amigos de Jesús. Leemos la cita de Hech 2, 1-4.

£T ¿Recuerdan lo que acabamos de escuchar?£ f ¿En qué día estaban reunidos los discípulos? £ f ¿Qué se escuchó en el lugar en donde estaban

reunidos?£ f ¿Qué apareció sobre sus cabezas?£ f ¿Quién creen que era ese fuego?£ f ¿Qué te imaginas que decían los apóstoles

cuando se llenaron del Espíritu Santo?£ f ¿Cómo se sentirían?fó ¿Crees que a partir de ese momento seguirían

siendo ¡guales que antes de recibir al Espíritu Santo? ¿Por qué?

Al principio del tema dijimos que hoy conoceríamos a una persona muy importante para nosotros. Lo hemos visto, el Espíritu Santo ha venido para darse a conocer y para ayudarnos a seguir el camino que nos conduce al Padre como familias unidas. Pero, ¿cómo es el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo no tiene un rostro propio, no se encarnó ni tomó un cuerpo de hombre como lo hizo Jesús, ni siquiera tiene un nombre que nos haga pensar en una figura humana. Al Espíritu Santo sólo lo podemos conocer por lo que hace, por su acción, ya que nos da a conocer al Padre y al Hijo. Es como el aire, que no lo podemos tocar o atrapar, sin embargo, sabemos que existe porque lo podemos sentir y podemos ver los efectos que causa cuando está presente.

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f¿xpcHmcia cüsíiam

En este tiempo Jesús ya no está entre nosotros como lo estaba hace casi 2000 años. No lo podemos ver, ni contemplar, ni tocar con nuestras manos; pero está presente de otro modo: en su Palabra, en la Eucaristía, en los pobres y todo esto lo podemos creer y aceptar gracias a que el Espíritu Santo habita en nuestro interior y nos anima a tener fe en esa presencia que es más importante que la presencia física de Jesús, pues ahora ni el tiempo ni la distancia, ni la muerte puede separarnos de Él.

Jesús resucitado sigue presente hoy, en medio de nosotros y nos pide también hoy que seamos sus testigos, que seamos un ejemplo de familias que se quieren y se respetan. No pensemos ingenuamente que aquellas personas que siguieron a Jesús, la tuvieron más fácil que nosotros. Para ellos, aquella experiencia de encuentro con Señor, supuso un cambio muy importante, hasta este momento ninguno de ellos se había atrevido, a anunciar a Jesús, porque las consecuencias podrían ser muy peligrosas, ya que los que mataron a Jesús tenían puesta la mirada ahora en los discípulos. Pero la fuerza del Espíritu hizo que vencieran todas las dificultades y cumplieran la misión que Jesús les dio.

El don del espíritu Santo, no sólo es para alégranos sino que al igual que los discípulos, no podemos quedar indiferentes, pues donde está la fuerza del Amor, Dios se hace presente, y todo tiene que cambiar, porque es el Espíritu de la vida. No puede haber situaciones de muerte donde los testigos de Cristo, tienen esta fuerza del Espíritu Santo, y la hacen acciones y no sólo palabras. Muchas veces estamos como los discípulos, antes de recibir la fuerza del Espíritu, con miedos que nos esclavizan y nos hacen daño; miedos que no nos dejan actuar para que otros vean que es posible vivir de acuerdo a las enseñanzas de Jesús.

Dejemos que la experiencia de Jesús resucitado y la fuerza del Espíritu Santo, nos devuelva la vida y nos llene de alegría, para contagiar a otros y decirles con nuestro testimonio que es posible que existan familias santas. Para esto, necesitamos acercarnos a los sacramentos (especialmente en la Eucaristía), hacer oración, meditar la Palabra de Dios, pero también

salir al encuentro de nuestros hermanos (de manera especial los más pobres), es ahí donde podemos encontrar al Espíritu Santo que nos mueve a tener una nueva vida.

/Vos cmytcmtmcsAhora ya sabemos que Jesús ha cumplido su promesa de estar siempre a nuestro lado; que el Espíritu Santo es esa nueva presencia que nos conduce al Padre y vive dentro de nosotros; nos inspira y nos mueve a ser familias unidas donde reina el amor, el respeto, el servicio y la caridad.

Que nuestro modo de vivir sea el anuncio gozoso de que Jesús está vivo; de que el bien ha vencido al mal. Pero también es cierto que Dios quiere que cada uno de nosotros hagamos equipo con su Espíritu, por eso nos vamos a preguntar:

£ f ¿Qué puedo hacer para dejar que el Espíritu Santo me conduzca a ser mejor persona?

£T Como familia, ¿qué debemos hacer para que reine entre nosotros sólo el Espíritu Santo?

CcUbtmcsDespués de la resurrección de Jesús y la venida del Espíritu Santo, los apóstoles viven una profunda experiencia que los transforma: Pentecostés. La venida del Espíritu Santo los convierte en testigos infundiéndoles una serena audacia que los impulsa a transm itir a los demás su experiencia de Jesús y la esperanza que los anima.

También nosotros vamos a pedir en estos momentos al Espíritu Santo, que se quede para siempre con nosotros y con nuestras familias. Nos vamos a acomodar en círculo y cada uno puede expresar su oración en voz alta dando gracias a Dios por esta semana de Ejercicios cuaresmales y por su Palabra que nos ha descubierto hermosas y grandes cosas.

Terminamos con el canto: ¡Ya llegó, ya llegó el Espíritu Santo!

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ANEXOS

Fam ilias conscientes de su identidad y

decididas para la m isión

CANTOS PARA ADULTOS

1. HASTA MI FINALTu lugar es a mi lado hasta que lo quiera Dios hoy sabrán cuanto te amo cuando por fin seamos dos.

Y nunca estuve tan seguro de amar así sin condición, mirándote mi amor te juro cuidar por siempre nuestra unión.

Hoy te prometo amor eternoser para siempre,tuyo en el bien y en el mal.Hoy te demuestro cuanto te quiero Amándote hasta mi final.

Lo mejor que me ha pasado fue verte por primera vez y estar así de mano en mano es lo que amor, siempre soñé.

Hoy te prometo amor eterno...

Hoy te prometo amor eterno, amándote hasta mi final.

2. EN JESÚS PUSE TODA MI ESPERANZAEn Jesús puse toda mi esperanza, El se inclinó hacía mí, y escucho mi clamor (2).

Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; acento mis pies sobre la roca, mis pasos consolidó.

Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios, muchos verán y creerán, y en Jesús confiarán.

En tí se gozan y se alegran, todos los que te buscan; repitan sin cesar,¡qué grande es nuestro Dios!

3. ESTOY PENSANDO EN DIOSEstoy pensando en Dios,Estoy pensando en su amor (2). Olvida el hombre a su Señor y poco a poco se desvía, y entre angustia y cobardía va perdiéndose el amor;Dios le habla como amigo, huye el hombre de Señor.

Yo siento angustia cuando veo que después de dos mil años y entre tantos desengaños pocos viven por amor.Muchos hablan de esperanza, mas se alejan del Señor.

Todo podría ir mejor si mi pueblo procurase caminar sin alejarse del camino del Señor.Pero el hombre no hace suyos los senderos del amor.

Todo podría ir mejor si en fervor y en alegría fuesen las madres María y los padres San José, y sus hijos imitasen a Jesús de Nazaret.

4. ORACIÓN POR LA FAMILIAQue ninguna familia comience en cualquier de repente, Que ninguna familia se acabe por falta de amor.La pareja sea el uno en el otro de cuerpo y de mente y que nada en el mundo separe un hogar soñador.

Que ninguna familia se albergue debajo del puente y que nadie interfiera en la vida y la paz de los dos.Y que nadie los haga vivir sin ningún horizonte y que puedan vivir sin temer lo que venga después.

La familia comience sabiendo por qué y donde va y que el hombre retrate la gracia de ser un papá.La mujer sea cielo y ternura y afecto y calor y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor.

Bendecid oh Señor las familias, Amén. Bendecid oh Señor la mía también (2)

Que marido y mujer tengan fuerza de amar sin medida y que nadie se vaya a dormir sin buscar el perdón.Que en la cuna los niños aprendan el don de la vida, la familia celebre el milagro del beso y del pan.Que marido y mujer de rodillas contemplen sus hijos, que por ellos encuentren la fuerza de continuar.Y que en su firmamento la estrella que tenga más brillo pueda ser la esperanza de paz y certeza de amar.

La familia comience sabiendo...

5. ESPÍRITU DE DIOSEspíritu, Espíritu de Dios (2)en tu amor, en tu amor quiero vivir (2)

En tu paz, en tu paz quiero estar (2) hazme vivir en ti y en tu bondad hazme vivir en alegría, en mansedumbre y dominio de mi

En libertad, en libertad hazme andar en fortaleza,en fidelidad hazme andar (2)

Quiero dejarte hacer quiero dejarte actuar quiero que habites tu mi vida quiero, quiero que vivas en mi (2)

Espíritu, Espíritu de Dios (4)

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CANTOS PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES1. MI FAMILIAMama, papá, hermano, hermanita Dame la manita vamos a cantar (2).

Mi papá se llama así (...), mi mamá se llama así (...), yo tengo mis hermanitos y me siento muy feliz.

La familia que yo tengo, me la dio mi papá Dios, con ellos vivo contento, con ellos yo tengo amor.

Mi papá trabaja duro, mi mamá hace de comer,¡qué rica mi sopita!, y mi agua tomaré.

Mi hermana se va a la escuela, con ella yo voy también, mi hermanito se queda en casa, cuando venga jugaré.

Gracias doy por mi familia, que me quiere y que me cuida, rezaré siempre por ella y feliz yo creceré.

2. SI LA DUDA LLEGASi la duda llega a tu corazón y te dice: ¡déjame entrar¡ (2) dile no, no, no, Cristo vive en mí, y no hay lugar para ti (2).

Si el orgullo llega a tu corazón y te dice: ¡déjame entrar¡ (2) dile no, no, no, Cristo vive en mí, y no hay lugar para ti (2).

Si el pecado llega a tu corazón y te dice: ¡déjame entrar¡ (2) dile no, no, no, Cristo vive en mí, y no hay lugar para ti (2).

Si el hermano llega a tu corazón y te dice: ¡déjame entrarj (2) dile sí, sí, sí, Cristo vive en mí, y sí hay lugar para ti (2).

3. LA SOLUCIÓN ES JESÚSPor más oscuro que se encuentre tu camino,Él te acompaña, Él te alumbra y siempre está contigo.

No importa nada Él te escudará, y a tu enemigo vencerás,¿a quién podrás temer si solo nunca estás?

La solución es Jesús, la bomba más potente de amor, Es la fuerza de mi vida, la fuente de agua viva,Son rios de agua pura ¡Ven!, estallarías de amor.

Sí el corazón hablara, te diría:¡basta ya!,tú lo intentas todoaunque siempre sale algo mal,pero Él te esperasiempre está contigo,Él te ama es tu amigo,¿a quién podrás temer si solo nunca estas?

4. LA FAMILIADoy gracias a la vida, doy gracias a Dios por haberme dibujado una sonrisa al amor.Doy gracias a la vida, doy gracias a Dios por haberme hecho sensible en mi humilde corazón.

De mi padre y de mi madre por ellos estoy aquí en las buenas y en las malas, lo importante para mí, es estar unidos, es estar aquí, compartiendo el pan y el agua, tratando de ser feliz.

Es darnos la mano, es mirarnos bien, preguntar cómo has estado, platicar para saber,

ayudar a un amigo al hermano proteger y el consejo de los padres escuchar y prender.

Porque la familia es lo mejor, el lugar donde habitamos tiene fe, tiene amor; si también queremos que ese mundo sea mejor entre pobres y entre ricos cantemos esta canción

Un niño recién nacido necesita una razón, a sus padres, sus hermanos y también todo el amor.

5. YA LLEGÓ, YA LLEGÓYa llegó, ya llegó el Espíritu Santo ya llegó (2).

Lo siento en mis manos, lo siento en mis pies, lo siento en mi alma y en todo mi ser (2) .

Aquel que caminósobre las aguas (2)está aquí, está a mi lado (2),como un rayocayendo sobre mi (2),que quema,que quema,que quema (4).

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PRIMER DÍA PARA NIÑOS

DIOS NOS AMA Y NOS DA UNA FAMILIA

El primer y gran regalo que nuestro Padre Dios nos hace es la vida, el segundo igual de maravilloso se llama: FAMILIA.

¡A Dios le gustó tanto el invento de la familia, que El mismo quiso ser parte de ella, y por eso, Él es nuestro Padre!

Para decirnos lo grande que es su amor por nosotros, nos lo declara en su Palabra a través del profeta Isaías: “¿Acaso puede una madre olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque alguna lo llegara a olvidar, yo no te olvido. En la palma de mis manos te llevó tatuado” (Isaías 49, 15-16).

El regalo mas

arande que Dios

de es mifamilia

señor mío

esa gran

bendición.

Escribe tu propia oración para dar gracias a Dios por tu fam ilia...

SEGUNDO DÍA PARA NIÑOS

EL PECADO DIVIDE Y DESTRUYE A LAS FAMILIAS

En nuestra época, las familias se ven amenazadas por muchas cosas que poco a poco han ido destruyendo o lastimando la convivencia familiar. Actitudes como la violencia, la envidia, el individualismo, la falta de respeto, la desobediencia, etc., destruyen y divide a las familias.

El Papa Francisco nos invita a dirigir nuestra mirada a la Sagrada Familia de Nazaret, que vive una alianza de amor y fidelidad. Ellos son una luz que ilumina a cada una de nuestras familias, pues nos dan ejemplo y nos ayudan a ser capaces de afrontar las dificultades y los problemas de la vida y de la historia.

Por eso, qué importante es que en nuestra familia nos llevemos bien, que nos respetemos y nos valoremos. Eso es lo que Dios quiere para cada una de las familias: que todos tengamos un lugar importante y especial en el que nos amemos y nos ayudemos.

Observa los siguientes dibujos y escribe debajo de ellos cuáles son las actitudes que están destruyendo o construyendo a la familia, de acuerdo lo que corresponda:

Contesta:

¿Qué me pide Dios para que en mi casa reine más el amor de Dios que el pecado?

¿Qué puedo hacer para ayudar a que en mi familia haya más armonía y comprensión?

tEìTER'GTGIOS]

TERCER DÍA PARA NIÑOS

JESÚS SALVADOR NOS LIBERA Y NOS INVITA A FORMAR FAMILIA

La Sagrada Escritura nos cuenta que Jesús nació y creció en una familia, -como todos nosotros-, y vivió en total obediencia a sus padres María y José. Al llegar a la edad de 30 años, decidió comenzar su vida entregado al servicio de Dios su padre, llevando la Buena Noticia a todas las personas, sanando y consolando a los más tristes.

Y cuando llegó la hora de entregar su vida, por amor a todos los hombres, no dudó en cumplir la voluntad del Padre, se ofreció como víctima por nuestros pecados, y de este modo, nos salvó y nos redimió para siempre, de modo que todos los seres humanos, podemos ya vivir en amistad con Dios.

Contesta lo siguiente:

F N D K M Z 0 T V R

0 O U F G N A V U B

N Z Ñ 0 I Z R R K Ñ

G Y 0 P C u C O V G

Q D T F A M I L I A

F U 0 S R H R V N G

P L X X I C N U L K

L L K G Ñ M A R I A

L K L Q 0 Y Ñ B A G

2 0 E W Q U I E R E

0 V Q J 0 S E V X H

z E A E A V B H R B0 K A S S J H N 0 CH H V U K E R V Ñ R

Q B T s A L E G R E

Completa con las palabras de la sopa:

- Nos fiamos de n uestra__________que n o s ________ .

Los padres de-------y -----

se llaman

- Je sú s era un n iñ o_____familia había confianza y

en su

Pistas: MARIA, JOSÉ, CARIÑO, ALEGRE, FAMILIA, QUIERE Y JESÚS www.perejilypimienta, b lo gsp ot.com

fies mentimos con Dícsde uniones no matrimoniales; el recurso fácil a la esterilización, al aborto y a la fertilización artificial; la extensión de una mentalidad antinatalista muy difundida entre los matrimonios; condiciones morales de miseria, inseguridad y materialismo; la emergencia silenciosa de gran número de niños de la calle fruto de la irresponsabilidad o de la incapacidad educativa de sus padres; gran cantidad de personas abandonadas por falta de familia estable y solidaria.

¿Qué podemos hacer para transformar los signos negativos?La única solución verdaderamente eficaz es que cada hombre y cada mujer se esfuercen por buscar a Dios y vivir en sus familias, con autenticidad, las enseñanzas del Evangelio.

Cada ser humano somos responsables de la manera como se desarrolla nuestra familia y nuestra sociedad. Los casados, deben responder por la familia que han formado para que tanto padres como hijos vivan según el plan de Dios; los que permanecen solteros, deben cuidar de aquella familia en que nacieron y seguir promoviendo en sus ambientes el valor de la misma. Los jóvenes y adolescentes tienen una particular responsabilidad de prepararse para construir establemente su futura familia.

Dios es Amor, y hace que el amor sea la vocación de todo ser humano, Él es dador de vida y quiere que el amor humano sea fecundo y colabore en su creación generando vida.

Reflexiona las siguientes preguntas y elabora un compromiso:

£ f ¿Qué significa para mí ser imagen de Dios?£ f ¿De qué manera puedo hacer posible el plan

de Dios?£T ¿Qué voy a hacer para fortalecer mi familia con

los valores del Evangelio?

Después de haber reflexionado agradecemos a Dios su amor y le pedimos su gracia para vivir de acuerdo a su voluntad.

Guía: Vamos a escuchar la lectura del libro de Tobías8, 5-7

(Guardamos un momento de silencio)

Guía: Tomando como base la oración de Tobías y Sara, oremos juntos:

“ ¡Bendito seas, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre portados los siglos de los siglos! ¡Que te bendigan los cielos y todas tus criaturas por todos los siglos! Tú nos has creado hombre y mujer, para que nos apoyáramos mutuamente haciendo presente tu mandamiento de amor. ¡Gracias por la familia de la que nací y la que he formado!

Gracias por el proyecto de amor que tienes para nosotros, porque no estamos solos y juntos podemos llegara la santidad, apoyándonos mutuamente, padres e hijos, esposos y hermanos. Nos has concedido una ayuda semejante que vela por nosotros, nos anima y nos alienta a vivir en el amor. Gracias por el amor de mis padres, porque de esa unión yo he nacido para conocerte y alabarte, permíteme amarte y servirte hasta la vejez, ayudando a mi prójimo.

Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, te damos gracias y te bendecimos. Protege y concede amor a los esposos para que su entrega sea un don, a imagen de Cristo y de la Iglesia. Ilumínalos y fortalécelos en la tarea de la educación de sus hijos para que sean auténticos cristianos y constructores de amor. Haz que vivan juntos, en alegría y paz, para que sus corazones puedan elevarse siempre hacia ti, por medio de tu Hijo en el Espíritu Santo. Amén.

Guía: Ahora escuchemos la canción “Hasta mi final” .

8

CUARTO DÍA PARA NIÑOS

LA ALEGRÍA DE LA FAMILIA, EXPRESIÓN DEL RESUCITADO

¡Qué gran noticia, saber que Cristo ha vencido a la muerte y ha resucitado! Y con Él, todos tenemos una nueva vida. En nuestra familia se puede vivir la resurrección cuando transformamos el odio por amor, el individualismo por la comunión, la rivalidad en amistad, la soledad en compañía, el egoísmo por donación, el dominio por el servicio, la competitividad por colaboración, el despilfarro en ahorro y cuidado de las cosas, la falta de respeto en ternura y gestos de amor.

Y así como Jesús envió a sus discípulos a llevar la paz, también la familia está llamada a ser portadora de la paz en el mundo. Una familia feliz irradia el amor y la misericordia de Dios. “Bajo el impulso del Espíritu, el núcleo fam iliar no sólo acoge la vida generándola en su propio seno, sino que se abre, sale de sí para derramar su bien en otros, para cuidarlos y buscar su felicidad” , esto es lo que nos ha dicho el Papa Francisco.

Ayuda a esta familia a encontrar a Jesús resucitado:

sa a D c â ïâ ïs s

CUARTO DÍA PARA NIÑOS

LA ALEGRÍA DE LA FAMILIA, EXPRESIÓN DEL RESUCITADO

QUINTO DÍA PARA NIÑOS

EL ESPÍRITU SANTO ILUMINA Y SANTIFICA NUESTRAS FAMILIAS

Cuando Jesús resucitó y se apareció a sus amigos, les dejó un regalo muy hermoso, la paz y la alegría que nos da su presencia. Pero junto con esos hermosos regalos, también nos hace una promesa, nos dijo que estaría con nosotros todos los días hasta el fin de los siglos.

El Espíritu Santo ha venido a nosotros, y estará con nosotros para siempre; nos lo enseña todo y nos recuerda lo que Jesús ha dicho; el Espíritu Santo es la persona que nos conduce a la verdad, es quien hace “equipo” en nuestras familias y nos “sopla” lo que necesitamos saber y lo que debemos hacer para vivir como quiere Dios, es decir, Él nos santifica.

Dios quiere que cada uno de nosotros hagamos equipo con su Espíritu, por eso, vamos escribir dentro de estas figuras lo siguiente:

/¿ Q u é puedo hacer para dejar que el Espíritu Santo me

conduzca a ser mejor persona?

Junto con papá y mamá, responde esta pregunta ¿qué nos comprometemos a hacer para que el Espíritu Santo

esté presente en nuestra familia y nos dejemos santificar por Él?

QUINTO DÍA PARA ADULTOS

ABRIR LAS PUERTAS DE LA FAMILIA A LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

EL ESPÍRITU SANTO PRESENTE EN LA VIDA DE LA FAMILIA £ f ¿Mi familia es un reflejo viviente de Dios Trinidad?£ f ¿Mis gestos y actitudes son muestra de la presencia de Dios en mi familia?£T ¿Qué medios utilizo para hacer crecer el amor y la comprensión entre las personas que vivimos en

la misma casa?

EL ESPÍRITU NOS SANTIFICA Y NOS UNE COMO FAMILIA £ f ¿Estoy convencido de que he sido creado para ser feliz y vivir en santidad?£ f ¿Qué tanto invoco a Dios y le permito que habite en mí?£T ¿Quiero revivir día a día mis vínculos de unión con cada miembro de mi familia?

NUESTRO ACTUAR ES FORTALECIDO E IMPULSADO POR EL ESPÍRITU PARA SER TESTIGOS DELAM OR

¿Qué tanto imito las actitudes de Jesús en la mirada de amor, la escucha atenta y acciones que demuestren a los demás que me interesan y los amo?

£ f ¿Quiero ser testigo del amor de Dios en mis comunidades y ambientes?

LÍNEAS PARA EXPRESAR UN DIÁLOGO PERSONAL CON EL ESPÍRITU SANTO

PARA ABRIR LAS PUERTAS A LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO ME COMPROMETO A CON ESTAS ACCIONES

Mostrar su presencia en mi familia

Demostrar mi interés por las personas con quienes vivo

Ser testigo de amor con los pobres y abandonados

Dimensión Diocesana de Evangelización y Catequesis

COMISIÓN PROFÈTICA

LLAMA Representa al

Espíritu Santo, que ilumina nuestra acción,

es el alma y motor de la Iglesia

PERSONA Silueta del catequista o agente de pastoral

profètica que anuncia a Cristo

DIDEC

PEZUno de los símbolos más antiguos del cristianismo

(IX6YE) Cristo,Hijo de Dios Salvador

PALABRA Medio privilegiado con el que se comparte la

Buena Nueva

LIBRO Sagrada Escritura,

fuente esencial de la Evangelización y la Catequesis

Pedro Moreno 712, Centro, C.P. 37000, León, Gto. Teléfono (477)7 13 23 92

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