de reluciente armadura 31/10/2018 Begoña iba a venir nunca ......que ningún caballero de...

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Aquí la princesa se salva sola amanda lovelace en traducción de Irene X y Aixa Bonilla

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  • Aquí la princesa se salva sola

    aman

    da

    love

    lace

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    la p

    rin

    cesa

    se

    salv

    a s

    ola

    amanda lovelaceen traducción de Irene X y Aixa Bonilla

    12/11/2018 BegoñaDISEÑO

    REALIZACIÓN

    SELLO

    FORMATO

    SERVICIO

    Planeta

    12,5 X 19 cm

    xx

    COLECCIÓN Fuera de colección

    Rústica con solapas

    CARACTERÍSTICAS

    x

    -

    IMPRESIÓN

    FORRO TAPA

    PAPEL

    PLASTIFÍCADO

    UVI

    RELIEVE

    BAJORRELIEVE

    STAMPING

    GUARDAS

    -

    x

    x

    -

    -

    -

    x

    INSTRUCCIONES ESPECIALESx

    CORRECCIÓN: SEGUNDAS

    CORRECCIÓN: PRIMERAS

    EDICIÓN

    DISEÑO

    REALIZACIÓN

    31/10/2018 Begoña

    12 mm

    Diseño de la cubierta: Planeta Arte & DiseñoFotografía de la autora: © Olivia PaezFotografía de las traductoras: © Aixa Bonilla

    10232193PVP 14,90 €

    9 7 8 8 4 6 7 0 5 4 6 5 1www.espasa.com

    www.planetadelibros.com

    Ésta es la historia de cómo aprendí que ningún caballero de reluciente armadura iba a venir nunca a salvarme, y que era yo la que tenía que salvarme a mí misma.

    Amante de los libros y de los cuentos de hadas, sólo era cuestión de tiem-po que Amanda Lovelace empeza-ra a escribir. Licenciada en Literatura Inglesa con un grado en Sociología, vive en Nueva Jersey con su marido, un gato lunático y una biblioteca que necesitaría una casa propia.

    www.amandalovelace.com

    ladybookmad ladybookmad ladybookmad

    Irene X es una periodista y poe-ta española. Lleva años llenando su blog y sus redes sociales de versos, fotografías, canciones y ví-deos. Ha publicado cinco poema-rios: El sexo de la risa, Grecia, No me llores, Fe ciega y Single, y ha resultado ganadora del I Premio Espasa es Poesía en 2018. Además de Aquí la princesa se salva sola, ha traducido Ámala (Siempre) Li-bre de Atticus en colaboración con Aixa Bonilla, nacida en Lanzarote en 1988, filóloga, traductora, ilus-tradora y cofundadora de Tyrannos Collective junto a Irene X, de quien ha ilustrado la obra Fe ciega.

  • Aquí la princesa se salva sola

    amanda lovelaceen traducción de Irene X y Aixa Bonilla

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  • Título original: the princess saves herself in this one

    © Amanda Lovelace, 2017© por la traducción, Irene X y Aixa Bonilla, 2019 © Editorial Planeta, S. A., 2019 Avda. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona (España)

    Por esta edición: Espasa Libros, S. L. U., 2019 Avda. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona (España) www.espasa.com www.planetadelibros.com

    Primera edición: enero de 2019 ISBN: 978-84-670-5465-1Depósito legal: B. 21.347-2018Composición: Realización PlanetaImpresión y encuadernación: Huertas Industrias Gráficas, S. A.Printed in Spain - Impreso en España

    El papel utilizado para la impresión de este libro es cien por cien libre de cloro y está calificado como papel ecológico.

    No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Puede contactar con CEDRO a través de la web www.conlicencia.com o por teléfono en el 91 702 19 70 / 93 272 04 47.

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  • Índice

    I. La princesa 17

    II. La doncella 53

    III. La reina 113

    IV. Tú 167

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  • I. LA PRINCESA

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  • 18

    La princesa Yo

    nací una devoradora de libros.

    Podían encontrarme acariciando sus lomos,

    encerrada dentro de mi torre habitación.

    Todo el tiempo esperaba que mis libros

    dejasen caer sus exquisitas palabras

    sobre la frondosa alfombra verde

    y así poder recogerlas

    una por una.

    Y saborearlas como bayas dentro de mi boca.

    — Siempre he coleccionado palabras.

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  • 19

    Cuando no tenía ni un amigo

    buscaba dentro de mis queridísimos libros

    y esculpía alguno

    en Times New Roman 12 pt.

    — Y era casi suficiente.

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  • 20

    La pequeña no te está escuchando.

    Está demasiado ocupada mirando fijamente

    a través de la ventana,

    fantaseando con un mundo de mágicos accidentes,

    cartas voladoras,

    búhos cantarines,

    gigantes amables,

    escobas que hacen algo más que barrer,

    amigos siempre fieles

    y un tren que la llevará

    a un lugar encantado

    lejos, lejos, lejos,

    muy lejos de aquí.

    — Bajo un hechizo de por vida.

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  • 21

    La reina

    Mi madre

    sonrió

    como ofreciéndome un terrón de azúcar

    en la palma de su mano.

    Ansiosa, acepté.

    Cogí uno,

    sólo uno,

    lo acerqué a mi boca

    colocándolo delicadamente

    en el centro de mi lengua

    y me quedé paralizada.

    Sal.

    Eso es un abuso.

    Saber que seguirás recibiendo sal

    mientras esperas azúcar durante diecinueve años.

    — Puede que te hayas ido, pero todavía

    me duele el estómago.

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  • 22

    Una noche la princesa

    yo

    la princesa

    yo

    la princesa

    yo

    la princesa despertó al notar su castillo tambalearse.

    Atrás y adelante.

    Atrás y adelante.

    Atrás y adelante.

    Atrás y adelante.

    Atrás y adelante.

    Atrás y adelante.

    Atrás y adelante.

    Atrás y adelante.

    Atrás y adelante.

    Primero pensó

    que se acercaba un huracán,

    pero estaba equivocada.

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  • 23

    ¿Adónde van todos los recuerdos,

    los que escondemos lejos,

    con llave y candado,

    y, aun así,

    siguen moldeándonos de todos modos?

    — ¿Pasó realmente si no puedo recordarlo?

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  • 24

    A los once años

    el doctor me pesó,

    y, después,

    mi madre me dijo

    que estaba demasiado gorda,

    que necesitaba

    comenzar una dieta

    inmediatamente.

    Durante ese año,

    la comida apenas rozó

    mis labios.

    Ni siquiera me permití

    tomar un sorbo de agua,

    porque quería estar tan delgada

    que la más mínima brisa pudiera hacerme volar.

    Desaparecer.

    Perdí 30 kilos

    en muy pocos meses.

    Tuve que usar manga larga

    para cubrir mi única catarsis.

    — Sin embargo, todos me dijeron lo guapa

    que estaba.

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  • 25

    Hay algunas madres que te advertirán

    que nunca

    (nunca, nunca)

    toques el brasero;

    pero hay otras madres

    que te arrastrarán sin miramientos hacia él

    mientras gritas y pataleas

    y ellas ríen mirando las llamas

    lamer la punta de tus dedos.

    — Cuando te enseñan a ver el mundo a través del

    fuego, nada parece seguro.

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  • 26

    [Solicitud de amistad de __________]

    a) La chica que dijo que eras fea.

    b) La chica que dijo que desentonabas.

    c) La chica que ignoró defenderte.

    d) La chica que se rio de ti a tus espaldas y a la

    cara.

    e) La chica que te quitaba el dinero del almuerzo

    cada día porque decía que no necesitabas

    comer.

    f) La chica que te llamó gorda incluso después

    de pasar hambre hasta rozar la muerte.

    g) La chica que se suponía que era tu mejor

    amiga.

    h) Todas las anteriores.

    — Sigue clicando «Ignorar», encanto.

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  • 27

    Gorda

    Del lat. gurdus, voz de or. hisp.

    Adjetivo

    1. Palabra descriptiva.

    No tiene un significado más profundo.

    No debería determinar el valor

    (o la falta de él)

    de un ser humano.

    — Lo que sé ahora desearía haberlo

    sabido entonces.

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  • 28

    Los palos y las piedras

    nunca rompieron mis huesos,

    pero las palabras

    me hicieron morir de hambre hasta que pudisteis ver cada uno de ellos.

    — Piel y hueso.

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  • 29

    Mi hermana y yo

    pasábamos nuestras noches

    pidiendo deseos a aquellas estrellas de plástico

    pegadas a nuestro techo.

    — Después de todo, lo conseguimos.

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  • 30

    Nunca

    había suficiente alcohol

    para mantener a mi madre caliente

    en una casa tan fría como ésta.

    — Pero seguiste intentándolo, ¿verdad?

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  • 31

    Nunca deberías amar nada

    más allá

    de lo que amas a tus propios hijos.

    Nunca deberías amar a nadie tanto

    como amas a tus propios hijos.

    — ¿Cómo pudiste?

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  • 32

    Ahora que lo pienso,

    ella siempre se aseguraba

    de que yo estuviera mirando

    mientras arrancaba

    el globo de mi mano

    y lo dejaba

    salir volando.

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  • 33

    Hubo una vez

    seis cinco chicas

    que compartían

    cada parte de sí mismas.

    Sangre

    y

    secretos

    y

    amantes,

    e incluso un diario.

    Pero una chica

    sólo puede sangrar tanto

    antes de su muerte.

    — Te veré en California.

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  • 34

    ¿Cómo puede alguien

    ser demasiado joven

    para estar enamorado

    cuando fuimos creados de

    olas del océano y luz de estrellas?

    — Amor inocente.

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  • 35

    Una mañana

    me desperté

    con mis sábanas favoritas de mago

    pegadas con la sangre

    que supliqué no llegara nunca.

    Y, de repente,

    fue como si mi cuerpo

    ya no fuese mío,sino de todos los demás.

    — Nada ha cambiado mucho desde entonces.

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  • 36

    Mi primer beso:

    forzado,

    paralizada.

    Una boca repitiendo:

    no, no, no.

    Después:

    hematomas

    y

    el sabor inconfundible de la sangre.

    — Nunca te perdonaré.

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  • 37

    Tú has sido la protagonista

    de todas y cada una de mis pesadillas.

    — Te fuiste, pero sigues aquí.

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  • 38

    Siento si no fui la hija

    que imaginaste.

    — Sólo quise hacerte sentir orgullosa.

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