De Raíz,

cortometraje

de Carlos

Carrera Por Emilio MuruagaMárquez

Carlos Carrera es un cineasta mexicano ampliamente reconocido por sus numerosos trabajos, sobre todo en el área de cortometrajes.

Sus historias suelen ser protagonizadas por personajes un tanto solitarios y aislados que de alguna forma logran o han logrado crear un vínculo afectivo que más tarde se convertirá de alguna forma en un parte aguas directo o indirecto de la trama para llegar al desenlace.

Ésta vez Carrera nos presenta su cortometraje De raíz. Un trabajo realizado en 2004, con una historia cuya trama se centra en cómo un personaje con individualidad y creatividad sobresale constantemente al estar expresándose.

Sin embargo, en cierto momento, es notado por un ser grisáceo, robusto y obscuro que se desplaza mediante orugas motorizadas, el cual decide ir a apreciar mejor que es lo que el protagonista esta haciendo. Al darse cuenta de sus actividades destruye cada una de sus obras, por más mínimas que sean, sin embargo percatarse que por más que siga no logrará detenerlo, decirle quitarle la vida con una espada.

Esto es una clara forma de expresar una crítica social, posiblemente orientada dentro del contexto mexicano del cineasta, hacia la violencia empleada muchas veces para oprimir los cambios o alteraciones que pueden provocar una concientización mayor y quebrantar la pasividad y aceptación media de la sociedad contemporánea, o en sí también como a veces la misma sociedad busca reprimir ciertas formas de originalidad y espontaneidad al considerarlas inaceptables por ir en contra de sus preceptos ideológicos, morales, etc.

Después de retirarse aparece el único personaje femenino de la historia, el cual, como es normal en muchas de las historias de Carrera, es quien tiene un vínculo afectivo con el protagonista. Ella, toma sus restos y los entierra, provocando que de éstos nazca un árbol con muchas cabezas idénticas a las del protagonista.

Siendo una forma de expresar como a pesar de que aquel hombre grande y grisáceo trato de eliminar de raíz sus ideas y originalidad para desaparecerlas completamente, éstas volvieron a resurgir, brotando en más y más personas, representando entonces un cambio en la sociedad.