De officiis De los oficios - Biblioteca Saavedra Fajardo...Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de...

CICERÓN

ALONSO DE CARTAGENA, (traductor)

De officiis De los oficios

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispano

Alfonso de Cartagena, Libro de los Oficios.

Normas de edición

1. Para facilitar la lectura no se registrarán las abreviaturas. El símbolo “&” se vierte como “y” para no repetir continuamente el“et”, que es una huella historicista inoportuna.

2. No se indicarán las lagunas en el texto, sino que se completarán

por lecturas procedentes de otras ediciones y manuscritos. 3. Se aceptarán todas las palabras en su literalidad, de tal manera

que se puedan mantener todos los elementos históricos en relación con la lengua y su evolución.

4. No se dotará de coherencia la aparición de las palabras,

manteniéndose las variaciones tal y como figuran en el manuscrito.

5. No se incorporan los signos de transcripción. 6. Se añadirá, cuando sea necesario, la puntuación de tildes, comas

y puntos para hacer fácil la lectura del texto, en la idea de que estos símbolos sólo marcan la forma de leer y no alteran el contenido del texto. Sin embargo, no se marcarán.

7. Los nombres propios aparecerán escritos con mayúscula, pues

son también señales decisivas para la comprensión del texto y su fácil lectura.

8. El encabezamiento de cada capítulo se pondrá en cursiva para

marcar la diferencia con el texto del capítulo propiamente dicho. 9. Se mantiene la serie de folios del manuscrito. 10. Las notas a pie de página se trasladan al final de documento.

Solo se marcarán las del editor con [Nde]; nunca las de Alfonso de Cartagena.

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Alfonso de Cartagena, Libro de los Oficios. BETA CNUM 4900. Madison TEXT-OFI. Cicerón; Alonso de Cartagena tr. De officiis; De los oficios. Madrid Nacional ms. 7815. CNUM 4900. Transcr. María Morrás. Marcus Tullius Cicero. De officiis (De los oficios) [tít. var.: Oficios; Libro de Tulio de los oficios]. Traducido al castellano del latín, 1422, en Lisboa. Tr. Alonso de Cartagena (obispo de Burgos); dedicado a Juan Alfonso de Zamora. TEXID 1445. Edición para la BSF de José Luis Villacañas Berlanga. Madrid: Nacional, 7815 (olim V-152). Copiado por Alonso de Cartagena (obispo de Burgos) y Juan Alfonso de Zamora [?], 1422 - 1500. Papel. 2 + 143 + 2 ff. Prov.: Juan Fernández de Velasco (condestable); Madrid: Biblioteca Real. Notas al MS: Glosas con letra de los ss. XV y XVI. ¿Hológrafo de Cartagena? MANID 1679. Ocupa ff. 30r-143v. Título en MS: 1r: Libro de Tulio de los ofiçios. [rubr inc. 30r] siguese el libro de tulio llamado de ofiçios e primera mente... [tr. pról. inc. 30r] Muy bien por çierto se ovo con nos la naturante natura en todos sus dones... [expl. 36v] ...por que alcançedes aquel bien verdadero por todos deseado. [pról. inc. 36v] Muy grandes dones graçias e merçedes por algunas presonas fueron fechas... [expl. 37v] ...Al su serviçio e a salud del cuerpo e del Anjma e Amj conbusco Amen. [rubr. 37v] prologo que tuljo fizo aeste ljbro. [texto inc. 37v] Commo quier que tu o marco fijo ha ya... [expl. 143v] ...mucho mas amado seras sy con tales enseñamjentos e mandamjentos te alegrares. [colofón 143v] aqui se acaban los libros de tulio çiçeron de los ofiçios. El MS también contiene: Marcus Tullius Cicero, Tulio de senetute (tr. Alonso de Cartagena), 1422. ff. 1r-29v. CNUM 960. Alfonso de Cartagena debió emprender su segunda traducción de un texto ciceroniano muy poco después de la del De senectute, puesto que en el momento de componer el Memoriale virtutum (verano de 1422) ya había vertido al castellano el De officiis. Como sucede con el Libro de senetute, dedica el Libro de los ofiçios a su compañero de embajada en Portugal, el escribano de cámara Juan Alfonso de Zamora. Las claves para la selección de la obra hay que buscarlas en el prólogo-dedicatoria del traductor, documento fundamental para estudiar sus ideas literarias y la primera fase de recepción de los clásicos en la Castilla cuatrocentista. Cartagena desea proporcionar a Juan Alfonso de Zamora --y a los que son como él, lectores laicos sin preparación profesional en el campo de las letras-- una obra que transmita una enseñanza moral a la par que atraiga por sus valores formales. Esta consideración del De officiis como reunión en equilibrio de elocuencia y filosofía acerca al traductor a una de las cuestiones más debatidas en el Humanismo italiano. De ofiçios se conserva en cinco MSS y una edición. En tres de éstos fue copiado junto a la versión del De senectute: Madrid, BN. MS 7815 ( N), ff. 29v-143r; Escorial (E), MS M.II.5, ff. 1ra-117ra; Londres, BL ( H), MS Harley 4796, ff. 2r-94r. Otros dos códices incluyen sólo De ofiçios: Madrid, Bibl. Bartolomé March, MS 20/4/1( M), 95 ff.; Madrid, Bibl. Real de Palacio, MS 1785 ( P), 171 ff. La edición ( S) fue impresa en Sevilla en 1501 por Joannes Pegniczer de Nuremberg Y Magno Herbst de Vils. De todos ellos, únicamente en N, M (muy deteriorado e ilegible en una gran parte) y S se hallan íntegros el prólogo-dedicatoria del traductor, la

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Alfonso de Cartagena, Libro de los Oficios. respuesta de agradecimiento de Zamora y la traducción. Del resto, E carece de los textos preliminares de Cartagena y Zamora; H contiene una refundición del prólogo de Cartagena y le faltan la respuesta de Zamora y el texto correspondiente a los ff. 15v-16v, suplidos de otra traducción; P queda truncado. Los testimonios se agrupan en dos familias, NMP y EH; S contamina. A pesar de la presencia de ciertas lagunas y omisiones de igual a igual, N contiene el mejor texto, con lecturas correctas cúnicas (cf. la introducción al De senetute para una descripción del códice). A juzgar por el número de glosas, mucho más frecuentes en las partes y MSS correspondientes al De ofiçios que al De senetute, esta obra debió despertar un mayor interés entre los lectores del s. XV. Ello no debe extrañar dado que se trata de una obra profusamente leída en la Edad Media, sobre todo a partir de su adaptación al Cristianismo por San Ambrosio en De officiis ministrorum. Ya sea por la existencia de esa tradición interpretativa, ya sea por un interés propio mayor en su contenido moral, ya sea porque habiendo traducido De senectute, Cartagena tenía una mayor soltura a la hora de enfrentarse con los largos períodos ciceronianso, el caso es que no faltan en De ofiçios las amplificaciones explicativas, no demasiado largas ni libres, que están ausentes en su primera versión. (Descripción de María Morrás, Universidad Autónoma de Barcelona) Bibl.: Cartagena (1989), Texto y Concordancias del De Officiis de Cicerón traducción castellana por Alonso de Cartagena MS. 7815, Biblioteca Nacional de Madrid, pp. 3-4; Madrid. Biblioteca Nacional (1953-88), Inventario general de manuscritos de la Biblioteca Nacional, p. 178, n. 7815; Morrás Ruiz-Falcó (1989), inspección personal; Gómez Moreno (1986), Inspección personal; Simón Díaz (1965), Bibliografía de la literatura hispánica, p. 314, n. 1965. Imagen de portada: Cicerón hablando ante el senado, Cesare Maccari (1840-1919)

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[fol. 1r.]

Siguese el ljbro de Tuljo llamado

De ofiçios y primera mente el prologo que fizo el

que lo romanço de latyn en nuestro lenguaje.

Muy bien por çierto se ovo con nos la naturante natura en todos sus dones y señalada mente en poner enlos coraçones humanos muy ardiente deseo del verdadero bien, al qual todos los actos delos omes tienden, onde Aristotiles dize que toda arte y dotrina y todo acto y elecçion paresçe desear algun bien y por ende fablaron bien aquellos que dixeron: el bien es aquello que todas las cosas desean y Boeçio dize que la nuestra natural entençion quiere el verdadero bien. Esto es lo que desean los buenos y perfectos varones y esto mesmo cobdiçian los malos y turpes omes. O maraujllosa cosa, hun fin mesmo desean los sabidores, los prudentes, los justos, los fuertes, los tenprados, los magnjficos, los magnanjmos, los ljberales y todos los otros virtuosos y los malos y maljçiosos, los engañadores, los jndiscretos y nesçios, los jnjustos, los temerosos, los luxuriosos, los para poco y de pequeño coraçon, los escasos y todos los malos y engañosos y pues commo esto es la costunbre [fol. 30v] delos que quieren vna fin ser tan diuersas y contrarias sy non que de aquello que quieren errando y sygujendo peruersas maneras se apartan, onde Boeçio dize que del verdadero bien nuestro error nos ariedra y escripto es: “Dios crio al ome derecho y el se enbolujo en jnfinjdas questiones y asy desujando se delos rectos camjnos por donde su fyn y el bien verdadero se puede y deue alcançar, non sola mente non alcança lo deseado mas avn jncurre y cae en su dapño y destrucçion, non por que non desean el bien, mas por que para lo alcançar dexan las verdaderas vias y sigen los camjnos asperos que gujan ala muerte”. Onde en persona delos tales es escrito: “andoujmos por las vias dyfiçiles”. Ca commo

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quier que la via dela maljçia a tienpo paresca ancha y deleytable. Ca escripto es: “ancha es la puerta y espaçiosa es la via que trae la perdiçion, pero la deleytaçion verdadera y durable muncho esta lueñe della”. Onde el Philosofo dize que los deleytes corporales por ser mas sentidos y conosçidos por todos los omes vsurparon para sy el nonbre dela deleytaçion, mas la verdadera deleytaçion enla obra dela virtud es, enla qual consiste aquella bien aventurança que enesta vida por el ome se puede aver, por la qual se gana la bien aventurança del siglo aduenjdero. Ca el vso delas virtudes muy gran deleytaçion tiene, njn se puede dezjr virtuoso [fol. 31r] el qual deleytable mente non exerçe los autos dela uirtud. Yeste mesmo philosofo dize que non es justo el que non vsa con deleytaçion delas obras dela justiçia. Mas por quanto esta manera de deleytaçion non se siente sy non por los omes abytuados enla virtud y la vertud, segund Aristotiles dize, consiste enlo difiçile, por ende por la mayor parte los omes refuyen dela virtud por la dyficultad y trabajo que hay en alcançarla non sentiendo la deleytaçion que enella es despues de alcançada y buscan otros camjnos para consegujr el fin deseado y commo por ellos non se puede alcançar consegujente cosa es que varien sus obras syn firmeza y constançia alguna.

Ca asy commo el camjnante que va por camjno derecho continua su camino syn mudança alguna fasta llegar al termjno que propuso y el que yerra el camjno muda munchos senderos y vias y alas vezes cuydandose allegar se ariedra del termjno, asy el que ljeua la carrera dela virtud terrna sus ovras costantes y el que della sale nesçesario es que mueua sus propositos a menudo. Ca cómmo puede ser costante qujen desea vna cosa y sigue otra. Ca razonable cosa es que fallado el error busque otra via y buscandola cae en otro y asy de error en error faze munchas mudanças y variaçiones por le paresçer graue el camjno derecho, el qual sy vsase le deleytaria [fol. 31v]. Onde Seneca dize que escoger deue ome la mejor manera de beujr que pudiere. Ca la costunbre la torrnara deleytable y sy la costunbre delos viçios nos faze deleytar muncho mas lo fara la dela virtud, la qual trae continua y pura y verdadera y durable deleytaçion y sy esta segujesemos alcançariamos aquel bien que nuestro coraçon a natura desea. Mas

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por quanto nos queriendo el bien con nuestras ymaginaçiones peruersas y errores diuersos nos alongamos del, segujendo desuariados camjnos, avn mas abundante graçia nos quiso fazer la soberana mysericordia dela exçelsa diujnydad. Ca non sola mente nos dio este deseo natural del bien verdadero mas avn dionos claro yngenjo para poder conosçer las vias derechas para la alcançar alunbro nuestros coraçones para que pudiesemos disçerner entre las osas contrarias y escoger lo que nos cunple. O maraujlloso resplandor dela luz perdurable, quan maraujllosa es la tu claridad, tu alunbras las nuestras voluntades, y tu clarificas los nuestros coraçones; donde tu estas todas las obras reluzen, de quien de ty se aparta todos los fechos son tenebrosos. Tu vençes el resplandor del sol y a respecto de ty pequena es la claridad dela luna y en tu conparaçion ohscuras son las estrellas y quien desta lunbre non sola mente deseara el soberano bien [fol. 32r], el qual es Dios, mas avn sabra conosçer y querra segujr las vias que para el ljeuan. Acostunbrando los camjnos derechos non le paresçera difiçile la carrera dela virtud, mas aquella le deleytara y aquella sera su plazer y el desujar della avera por trabajo y por soberana tristeza, njn consentira ser della sacado en quanto su poder bastare y bastara por çierto su poder.

Ca la virtud non puede ser tirada por fuerça njn se parte de quien por su voluntad non la dexa. O muy grand graçia, graçiosa mente dada que pueda ome disponer se para resçebyr la virtud y que non pueda ser arrancada por fuerça. Ca la yra delos poderosos prinçipes y delos espantables tiranos pierden contra ella su fiera braueza, las tormentas, los fuegos y los ynnumerables casos que los cuerpos vmanos y faziendas destruyen non pueden vigor alguno alcançar contra ella, pero muy gran parte delos omes ocupa su yngenjo, la lunbre del su entender en otras cosas y dexan de ynqueryr esto, vnos trabajando en sçiençias superfulas, otros despendiendo sus dias y noches en negoçios mundanos. Avn nos quiso mas abundosa mente proueer la perdurable fuente dela bondad. Ca fizo que los jngenjos de vnos abriesen camjno alos otros; por que lo que ome por sy non pudiese, o sy mas propia mente fablo, non quisiese trabajando y jnqueriendo, alcançar que exerçitado por otros y commo agujjonado con espuelas [fol 32v]

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mas ljgera mente lo conosçiese. Y puso deseo natural enlos coraçones delos exçellentes varones pasados que trabajasen para los que despues dellos vinjesen. Ca non sola mente para sustençion dela vida corporal nos aprouechan los hedifiçios y obras magnjficas delos que fueron enlos siglos pasados, mas avn muncho mas para lo spirituallas escrituras con enformaçion y exçitaçion nos ayudan. Y esta es por çierto la orden derecha que nos otros aprouechemos delos trabajos delos anteçesores y nos otros fagamos de que se aprouechen los suçesores. Por que non solo entre los omes vn tienpo, mas avn entre los que fueren en diuersas hedades sean comunjcadas las obras. E por que el coraçon delos omes por la mayor parte con todas las dotrinas y enformaçiones se leuanta floxo y perezoso alos avtos de la virtud. Avn mas nos quiso fazer la jnestimable clemençia dela muy alta dignjdad. Ca non solo las dotrinas, mas avn dionos enxenplos para segujr la verdadera carrera delos notables fechos delos muy perfectos varones. Onde muy fermosa mente dize Gregorio: el ome en quanto ome deuja conosçer a su fazedor mas por que por esto: La conservaçion dela virtud consiste enel conoçimiento de Dios criador soberano del cielo y dela tierra, el solo santo, el solo Dios y solo Altisimo. Porque non lo quesimos conosçer fueron dados los mandamjentos y por que estos non quesimos obedesçer fueron ayuntados los enxenplos. Y asy, el que [fol 33r] por la su mesma naturan no se quiere leuantar alos actos honestos, fagalo por las dotrinas, por que del todo non se diga que es ome syn prouecho. Onde Aristotiles dize que el que syn dotrina de otros, por su jngenjo propio, la virtud falla y sigue, este es diujnal varon; y el que por dotrina de otro lo toma, este es asaz loable; mas quien njn por sy lo toma, njn al que le da la dotrina sygue njn entiende, este es del todo varon syn prouecho. Por ende, muncho deue pugnar qual quier que la lunbre dela razon non quiere aver resçebido en vano, por oyr las aptas dotrinas y se enformar enlas carreras que dirigen al bien verdadero, onde Seneca dize que la enseñança y dotrina jnduze buenas costumbres, njn lo deue dexar avn que él por sy algun tanto entienda; ca segun dize Salamon: oyendo el que sabe sera mas sabidor y la sçiençia humana todavia ha mester yndustria y exerçiçio. Ca non puede ser muncha, onde

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Seneca dize que saber todas las cosas jnposyble es, mas conosçer algunas pocas es asaz loable, la qual cognjçion non se puede alcançar en la sçiençia adquesita syn aver enseñador y, por ende, dezia aquel eunuco Pheljpo: cómmo lo entendere sy alguno non me lo muestra y escripto. Es que del nuestro Redentor se maraujllauan diziendo: cómmo este sabe letras pues non las aprendio. Ca la comun adquesiçion dela sçiençia por aprender se alcança, saluo quando por alguna syngular causa la dyujnal [fol 33v] proujdençia la quiere ynfundyr. Y por ende de exerçitar es la voluntad y de abiuar el spiritu a lectura de las buenas dotrinas y a estudio de aquellos ljbros que atraen ala vertud. Ca non en todos es de poner ygual cuydado; onde Salamon dize de fazer ljbros non ay fin y es de trabajar prinçipal mente en la Santa escriptura y en los ljbros de los catoljcos y santos doctores, los quales contienen dotrina verdadera y saludable y syenpre aquellas propuestas, y non las partjendo delante los ojos del coraçon, es de recrear el spiritu con lectura de los sabidores antiguos, señalada mente aquellas que de las virtudes copiosa mente fablaron y los dichos notables de sacar son y a traer a nuestra dotrina; onde dizen los santos doctores que los dichos buenos de los gentiles de tirar les son para nos commo de ynjustos poseedores. Ca non sola mente nos deuemos aprouechar de los ljbros de nuestros doctores, mas avn las buenas dotrinas de los de fuera de la iglesias y consentaneas y concordes son a la razon natural y ayudan a la buena y catoljca ordenança de beujr. Acarrear las deuemos por que de todas partes sean nuestros actos çercados del muro de la virtud. Y por que vos el honrrado y discreto Juan Alfonso de Çamora, cauallero y secretario del muy esclareçido prinçipe y señor nuestro señor el rey, deseando veer algunas de las obras notables de los antiguos en lengua clara vulgar y materna [fol 34r] por que lo pudiesedes entender, me rogastes que vos romançase de lengua latina en nuestro lenguaje alguna obra en que pudiesedes algunas vezes leer y recrear vuestro esprito, paresciome que era cosa convenjente conpljr vuestro deseo y pense que por quanto las obras antiguas son ynnumerables, algunas dellas contenjentes sçiençia syn la dubçura de la eloquençia, las quales avn que se trasladen en la lengua vulgar non se podrian por el que non aprendio entender syn

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maestro; otras que contienen eloquençia syn conclusiones o con pocas conclusiones de sçiençia, las quales mager que deleyten en leyendo, leydas non dexan çierta dotrina en el coraçon, paresçiome que era bien tomar el medio y dar vos alguna obra mesclada en que oujese articulos de sçiençia engastonados en el gaston de la eloquençia y por que vn ljbro que fizo Tuljo Çiçeron, el qual yntitulo y llamo de los ofiçios, es desta guisa mesclado. Ca tracta en el de las virtudes asaz fermosa y sçientifica mente so stilo dulçe y retorico acorde de le pasar en nuestro lenguaje, el qual vos resçebid y con studio leed, reduziendo sus dotrinas al fyn del bien verdadero que es Dios, al qual plega de tal gujsa jnfundyr su graçia en vuestro coraçon y en el mjo y de todos los que oyendo y entendiendo las buenas y sanas dotrinas las pongamos de tal manera en obra por que alcançemos el soberano bien que todos a natura desean, el qual es ynefabile y eterno Dios bendito para sienpre.

[fol 34v] E por que las prefaçiones aprouechan muncho y

ayudan a entender los ljbros y este segund dixe non solo contiene eloquençia, mas tiene conclusiones de sçiençia, paresçe me que es bien que vos diga el modo de su proçeso en suma y general mente, por que lo podades mejor entender y vayades mas çierto a las materias que quisieredes. Y deuedes saber que las virtudes se distingujeron de munchas maneras pero la comun partiçion dellas es en tres partes; es a saber: theologicas, jntelectuales y morales. De las theologicas non se tracta aqui, ca non las alcanço Çiçeron, mas tractaron las los santos doctores muy copiosa y profunda mente en diuersos lugares que seria aqui muy proljxo de las allegar. Las jntelectuales tanjo muy breue, de las morales tracto algun tanto mas largo. La manera de su proçeso es esta. El fabla de los ofiçios y los ofiçios tanto quieren dezjr commo los actos de las virtudes y convenjentes al ome de obrar. Ca otra cosa es la virtud y otra cosa es el acto della. Ca la vertud mesma es el abito electiuo que consiste en el alma y el ofiçio es el acto que sale de aquella virtud y para el determjnar y declarar quales son los actos que salen de la vertud que se llaman ofiçios considera lo por çinco jnquisiçiones. La primera es sy es honesto o non; la segunda sy

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dos cosas son honestas, quál es la mas honesta; la terçera sy lo que ome quiere fazer es prouechoso [fol 35r] o non; la quarta sy son munchas cosas prouechosas, qual es la mas prouechosa; la quinta quando paresçe ser contrario lo honesto a lo prouechoso, cómmo se deue ome aver y qual deue segujr. La primera y segunda tracta en el primero ljbro; la terçera y quarta en el segundo; la quinta en el terçero. La primera presigue desta gujsa. Reduze todo lo honesto a quatro fuentes prinçipales; es a saber: a quatro virtudes cardinales de los ofiçios que pertenesçen a la prudençia, que es la primera, tracta en el capitulo quarto pero muy breue, mesclando algunas cosas que pertenesçen a otras virtudes jntelectuales. Y quien de aquellos quisiere ser bien enformado, vea con diljgençia a Aristotiles en el sesto de los ethicos. A la segunda, que es la justiçia, ayunta la ljberaljdad y largueza. De los ofiçios que pertenesçen a estas tracta en esta gujsa: de los que pertenesçen a la justiçia comjença a fablar en el capytulo quinto y presigue lo fasta el capitulo duodeçimo. De los ofiçios que pertenesçen ala ljberaljdad y largueza comjença en el capitulo duodeçimo e presigue lo fasta el capitulo quinto deçimo. De los ofiçios que pertenesçen a la terçera virtud, que es la fortaleza, tracta en el capitulo quinto deçimo fasta el capitulo viçesimo secundo, y en tractando de los ofiçios de la fortaleza mezcla los ofiçios de la magnanjdad. De los ofiçios pertenesçientes a la [fol 35v] quarta virtud cardinal, que es la tenprança, comjença afablar en el capitulo viçesimo secundo y presigue lo fasta el capitulo treçesimo terçio y en este tractado mezcla algunos avtos de otras virtudes asy commo de la afibiljdad y de la pasion de la uerguença, la qual avn que non sea uirtud pone se por buena y loable pasion y guardadora de las virtudes.

La segunda jnquisiçion prinçipal, que es quando son dos cosas honestas qual se deue dezir mas honesta, tracta en el capitulo treçesimo terçio fasta en fyn del ljbro primero.

La terçera jnquisiçion que consiste en jnqueryr qual es lo prouechoso tracta en el ljbro segundo lata mente fasta el capitulo quarto deçimo.

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La quarta jnquesiçion que es la conparaçion de las cosas prouechosas entre sy, tracta breue mente en el capitulo quarto deçimo fasta en fyn del ljbro segundo.

La quinta ynquesiçion que consiste en veer lo que se deue fazer quando lo prouechoso paresçe repugnar a lo honesto tracta en el ljbro terçero en esta manera: quando la question es entre aquello que paresçe prouechoso y paresçe repugnar a lo honesto en aquella espeçie de honestad que pertenesçe a la justiçia y muestra se prouechoso por aparençia de prudençia y discreçion, tracta desde el comjenço del ljbro terçero y señalada mente del quinto capitulo fasta el capitulo duodeçimo y de aquello que se ha por prouechoso y paresçe repugnar a lo honesto deçendiente de la [fol 36r] virtud de la fortaleza tracta en el capitulo duodeçimo fasta en el capitulo quarto deçimo y de lo que se ha por prouechoso y paresçe repugnar a lo honesto desçendiente de la tenprança tracta en el capitulo quarto deçimo fasta en fyn del ljbro.

Y por esta regla podredes mejor catar y entender cada cosa en su lugar. Plega al nuestro Redentor que por tal via lo catedes, estudides y entendades por que alcançedes aquel fyn verdadero por todos deseado.

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[fol 36v]

Siguese la respuesta fecha

al dicho prologo. Muy grandes dones, graçias y merçedes por algunas presonas

fueron fechas reconosçiendo benefiçios resçebidos. A aquellos de quien los resçibieron de que gran mençion se faze asy en la santa escriptura commo en otras avtenticas obras onde en el ljbro de Jusue dize que por que Raab la mesonera de Gerico encubrio y ascondio a los mensajeros que Josue enbiara a esculcar la tierra, que quando Josue gano y estruyo la dicha çibdad mando que Raab, con todas las presonas y bienes que en su casa estoujesen, fuesen ljbrados de muerte y de todo otro peljgro; jten en el primer ljbro de los Reyes dizede la gran remuneraçion que Daujd fizo a Abigayl, muger de Nabal por vn pequeno presente que le fizo. Ca absolujo y perdono al dicho Nabal de la condepnaçion de muerte y perdimjento de bienes en que lo auja condepnado y avn fue causa que, desque de su muerte murio Nabal, la tomo a ella Daujd por su muger; otro sy Valerio dize que por vn manto que ovo dado vn cauallero que llaman Sylosonto a Dario ante que fuese rey contenplando Dario desque fue rey en aquel benefiçio diole al dicho Sylosonto la çibdad y ysla con el reyno de Saramjsy. Pues quando yo considero que por tan pequenos benefiçios tan grandes remuneraçiones fueron fechas, angustias de gran question en el mj coraçon [fol 37r] se rebuelue por yo non por caudal njn por poderio nin por sçiençia njn por otras virtudes el presente benefiçio poder remunerar njn gradesçer. Non sola mente segund qualjdad de los dichos benefiçios, mas njn avn en respecto de lo que vale vna pequena meayuela a conparaçion de diez mjll mjllarias. Ca qué podria vn synplezillo ydiota y ynorante tan pequeno commo yo en semejante caso remunerar njn gradesçer a vos el muy honorable y reuerendo señor, el ante dicho dean y cetera en cuya graçia y merçedyo el todo vuestro ante escripto Juan Alfonso de Çamora me recomjendo a tantos benefiçios de vos resçebidos y en espeçial del presente ljbro. Amj sinple

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petiçion por vuestra merçed con todo trabayo y diljgençia romançado y Amj non digno yntitulado y enbiado por lo qual mj coraçon del todo se resfriaua y refuhia con temor y vergueña, para ante so silençio desymular que alo que amj era y es ynposible poner me a pagar; pero consyderando que la tal disimulaçion, segund dize Seneca, es muy graue error, y otrosy en commo segund nuestro Saluador dize sobre puja lo poquillo con buena voluntad alos otros mayores dones, y otrosy en commo dize san Geronjmo enel prologo primero Regum: “Enel tabernaculo de Dios, cada vno ofresçe lo que puede: vnos ofresçen oro y plata y otras piedras y joyas preçiosas, otros purpura y jaçinto y grana, bien nos va sy ofresçieremos [fol. 37v] cueros y pieles de cabras.” Por ende algun tanto me esforçando non sere del todo vazio de presente y çerca la pobreza de mjs fuerças y flaqueza de yngenjo. Estas pocas y synples letras eneste pobre papel escriptas de mano propia, con muy buena clara y sana voluntad y con tantas graçias commo yo de presente dar puedo en algun tanto de reconosçimjento, avuestra reuerençia ofresco, protestando y con todo coraçon prometiendo que commo yo sea rey, lo qual a Dios graçias esta en buenos termjnos, de non ser contra vos menos franco que Dario fue a Sylosonto. Y muy honorable y Reuerendo señor, la bendiçion del muy alto Dios y el Amor del su presçioso fijo y la graçia del Esprito Santo supla en vos las graçias y remuneraçiones que aqui fallesçen y aderesçe vuestros fechos al su serujçio y a salud del cuerpo y del anima y amj conbusco, Amen.

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Prologo que Tuljo fizo a este ljbro

Commo quier que tu, o Marco fijo, ha ya vn año que oyes a Cratipo [p.n.]1 y esto en Athenas razonable mente [fol. 38r] deues abundar de mandamjentos y enseñamjentos dela philosofia, por la soberana autoridad asy del doctor commo de la çibdad, de los quales Cratipo te puede acresçentar de sçiençia y ella de enxenplos. Pero commo yo para mj prouecho sienpre ayunte las letras latinas con las griegas y esto non sola mente lo fize enla philosofia, mas avn enel exerçiçio de la retorica, asy entiendo que lo deues tu fazer, para la qual cosa nos segund paresçe gran ayuda dimos a nuestros omes -alos de nuestra tierra y a aquellos que en esto nos quisieron segujr- que non sola mente los rudos enlas letras griegas mas avn los enseñados entjenden que alcançaron asaz para aprender y para juzgar. Y por esto aprenderas tu del prinçipe delos philosofos desta hedad y aprenderas quan luenga mente querras y tan luenga mente deues querer fasta que non te arepientas de quanto aprouechas. Pero leyendo lo nuestro, lo qual non discuerda muncho de los philosofos peripatheticos, ca nos anbos queremos ser socraticos y platonicos, delas cosas mesmas husa a tu juyzio, ca non te enbarga cosa. Mas la oraçion latina syn dubda la faras mas llena con nuestras lecturas y non quiero que piense alguno que esto es dicho soberuja mente. Ca yo otorgo lasçiençia de philosofia a munchos, mas lo que es propio del retorico: apta, distinta, fermosa mente dezjr [fol. 38v], por quanto en este estudio gaste mj hedad, sy lo tomo para mj paresçeme que lo deuengo commo por mj derecho, por lo qual con gran cuydado te amonesto, o mj Çiçeron, que non sola mente las mjs oraçiones, mas avn estos ljbros de filosofia, los quales ya se ygualaron poco menos conellas, con estudio leas. Ca la fuerça de la retorica mayor esta enellas, mas avn esto de honrrar es que es ljnaje de fablar ygual y tenprado. Y esto por çierto non veo que a alguno delos griegos aya acaesçido quevno trabajase en anbas maneras y siguese aquella forense y plaçera manera de fablar y esta manera folgada de disputar, saluo por auentura Demetrio Falerio puede ser aujdo en este cuento, que fue disputador sotil, mas retorico

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poco ardiente pero dulçe, de gujsa que bien podieras conosçer que era deçiplo de Theophastro. Y nos, quánto en anbas cosas aprouechamos, de otro sea el juyzio. Mas çierta mente anbas cosas segujmos. Y por çierto pienso que Platon sy quisiera tractar la manera forense y plaçera del fablar, podiera lo dezjr muy graue y muy copiosa mente y Demostenes, sy aquellas cosas que aprendio de Platon toujera y las quisiera pronunçiar, podiera lo fazer fermosa y resplandeçiente mente. Eso mesmo juzgo de Aristotiles y de Ysocrates. Cada vno de los quales deleytandose en su estudio menos preçio lo otro. Mas commo yo propusiese escreujrte algo [fol. 39r] eneste tienpo y munchas cosas despues, quise mayor mente de aquello començar que atu hedad fuese muy apto. Ca commo munchas cosas sean enla phjlosofia graues y prouechosas disputadas por los philosofos cuydosa y copiosa mente, pero muy ancha mente se paresçen aquellas que por ellos son dadas y mandadas enlos ofiçios, es asaber, enlas obras vertuosas. Ca njnguna parte de la vida, njn enlas cosas publjcas njn enlas priuadas, njn enlas forenses y plaçeras njn enlas de casa, njn sy contigo fagas algo njn sy fagas contracto con otro, puede estar syn ofiçio y en aderesçar el ofiçio esta asentada toda la honestad dela vida y enle menos presçiar esta la torpeza. Y esta question por çierto comun es de todos los philosofos y quién es que non dando algunos mandamientos de ofiçio se ose llamar philosofo. Mas son algunas disçipljnas2 que propuestos los fines delos bienes y delos males desordenan todo ofiçio. Ca el que asy establesçe el soberano bien, que piense que non aya cosa conjunta con la uirtud y lo mjde por sus prouechos y non por la honestidad, sy asy mesmo consiente y non es vençido alas vezes por la bondad de la natura, njn podra guardar amjstad njn justiçia njn largueza. Ca en alguna manera non puede ser fuerte el que juzga que el dolor es el soberano mal [fol. 39v] njn tenprado el que al deleyte ha por soberano bien.3 Y estas disçipljnas, sy son enellas plazenteras, non pueden fablar cosa de ofiçio. Ca njngunos mandamjentos del ofiçio, firmes, estables, conjuntos ala natura non se pueden dar sy non por aquellos que dizen que la honestad sola, o alo menos mas que otras cosas, por sy mesma es de desear. Y este es el primero mandamjento delos philosofos stoycos, academjcos y

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peripateticos. Ca de Ariston y Pirron y Erilo ya dias ha que es clara su sentençia, los quales averian su derecho de disputar enel ofiçio sy dexaran alguna deferençia enlas cosas por que podiera aver entrada la fabla del ofiçio. Y nos segujmos en este tienpo y prinçipal mente en esta question alos stoycos, non commo trujaman4 o trasladador, mas segund que solemos delas fuentes dellos por nuestro juyzio y aluedrio quanto nos paresçiere sacaremos Y por quanto toda la disputaçion de adelante ha de seer de ofiçio lo qual me maraujllo que fue dexado por Paneçio. Ca toda dotrina que de alguna cosa por razon se toma, deue començar dela difiniçion, por que se entienda que es aquello de que se disputa.

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[fol. 40r]

Capitulo primero Toda question de ofiçio es de dos maneras: ca de vna manera

es aquello que pertenesçe ala fyn delos bienes, de otra manera es aquello que es puesto enlos mandamjentos por los quales en todas las partes de la vida se pueda confirmar el vso. Dela manera primera los enxenplos5 son desta gujsa: Por ventura todos los ofiçios son perfectos, por ventura ay vn ofiçio mayor que otro, y quáles son de vna manera, y de aquellos ofiçios que se dan enlos mandamjentos maguer pertenesçen ala fin delos bienes, pero menos paresçe esto por que paresçen pertenesçer a enformaçion dela vida comun. Hay eso mesmo otra diujsion y partimjento de ofiçio. Ca ay vn ofiçio que se llama medianero y otro perfecto. El perfecto ofiçio pienso yo que llamemos la cosa derecha, lo qual llaman los griegos caterchoma, que quiere dezir syn partimjento. Este llaman comun ofiçio y estos ofiçios difinen asy: quelo que es cosa derecha aquello definen que es ofiçio perfecto y medio ofiçio dizen que es aquello delo qual se puede dar buena razon por que es fecho.

Y de tres maneras es segund paresçe a Paneçio la deljberaçion de tomar consejo. Ca dubdan alas vezes sy es honesto lo que se faze o turpe y esto cae en deljberaçion y en considerarlo munchas vezes los coraçones se parten en contrarias sentençias. [fol. 40v] Inquieren eso mesmo o toman consejo para el prouecho y alegria dela vida, sy aquello que deljberan sy ayuda ala facultad delas cosas; es asaber: a abondamjento, a riquezas, a poderio, conlas quales cosas se puedan ayudar asy y alos suyos o non, la qual deljberaçion toda cae so manera de prouecho. El iijo ljnaje de dubda es quando paresçe repugnar y ser contrario lo prouechoso alo honesto. Ca commo el prouecho paresca atraher asy y la honestad al contrario, faze se alas vezes que se derrame el coraçon en deljberar y trayga gran cuydado de pensamjento. Y commo en qual quier diujsion y partimjento sea gran viçio dexar alguna cosa

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enel diujdir, enesta diujsion son dexadas dos cosas. Ca non sola mente se suele deljberar sy es la cosa honesta o torpe, mas avn propuestas dos cosas honestas, qual es la mas honesta; y propuestas dos cosas prouechosas, qual es la mas prouechosa. Y asy la diujsion que penso Paneçio, que era de tres mjenbros, fallase que se deue partyr en çinco partes: la primera es delo honesto y esta en dos partes, y semejante partiçion se ha de fazer enlas cosas prouechosas, y despues es de declarar dela conparaçion delas vnas alas otras; es asaber: de las prouechosas alas honestas.

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[fol. 41r]

Capitulo ij Desdel comjenço es dado por la natura a todo ljnaje de

anjmales que defienda y guarde asy y asu vyda y a su cuerpo y se desuje delas cosas que le paresçieren ser enpeçibles y busque y enderesçe todas las cosas que son nesçesarias para beujr, commo mantenjmjento, moradas y las otras cosas desta manera. Y es eso mesmo comun de todos los anjmales el deseo dela conjunçion carnal por causa del engendrar y el cuydado delo por ellos engendrado. Mas entre el ome y la bestia fiera prinçipal mente esta diferençia ay: que la bestia sola mente en quanto es moujda por el sentido de fuera dase tan solo alo que paresçe y alo que esta presente, sentiendo muy poco delo pasado njn delo por venjr; mas el ome que es partiçipante conla razon, por la qual conosçe las cosas que se siguen y vee los prinçipios dellas y los progresos y quasi que sabe commo proçedieron de ante y conpare las semejanças, y alas cosas presentes ayunta y allega las por venjr, por esto larga mente vee el curso de toda la vyda y para la pasar bien aderesça las cosas nesçesarias.

Esta mesma natura, por la fuerça dela razon, ayunta el ome al ome ala conpañja dela vida y dela fabla y engendra primera mente vn señalado amor que ha ome a aquellos que son por ellos engendrados y jnduze que la conpañja delos omes [fol. 41v] se honrre entre sy y se obedescan vnos a otros y por estas razones aya cuydado de aderesçar las cosas conpljderas para el aparejo y para el mantenjmjento, y non solo para sy, mas para la muger y fijos y alos otros que ama y a quien deue guardar el cuydado. Despierta los coraçones y los faze mas osados para tractar la cosa famjljar. Y primera mente çercana y propria del ome es la ynquesiçion dela verdad y el buscar la y asy quando estamos vazios delos cuydados y negoçios nesçesarios, entonçe avemos de ver algo y oyr y aprender y trahemos la cognjçion delas cosas ascondidas y maraujllosas para beujr bien aventurada mente. Delo

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qual se da a entender que la verdad synple y ljnpia esta es cosa muy apta a la natura del ome. Y esta codiçia de veer y fallar la verdad esta junto vn deseo de prinçipar o mandar.6 Ca el coraçon bien enformado dela natura querria non ser sojuzgado a njnguno saluo al que le da dotrina o le enseña o al que por causa de prouecho justa y legitima mente jnpera o manda. Delo qual sale vna grandeza7 de coraçon y menospresçio delas cosas humanales. Nj es pequeña fuerça dela natura y dela razon que este anjmal solo es, es asaber el ome, siente qual es la orden8 y que es lo que se deue fazer enlos fechos y en los dichos y qual deue ser el modo; y de aquellas cosas mesmas que se sienten por vista non ay otro anjmal que sienta la fermosura y la buena conposiçion y la convenençia delas partes, la qual semejança la natura y la razon, pasando la de los ojos al coraçon, piensa que muncho mas se deue guardar [fol. 42r] la fermosura y la costançia y la orden enlos consejos y enlos fechos y guardar que non se faga alguna cosa fea o vil mente y en todas las opinjones y fechos que non faga njn piense cosa voluntaria mente. Delas quales cosas se fragua y se faze aquello honesto que buscamos, lo qual avn que non sea ennoblesçido njn loado, pero commo sea honesto verdadera mente, dezjmos que avn que non lo loe alguno, segund su naturaleza mesma es loable.

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Capitulo iij La forma mesma por çierto, o marco fijo, y commo la cara

delo honesto vees, la qual sy con los ojos corporales se viese, segund dize Platon, despertaria y traeria maraujllosos amores dela sabiduria. Mas todo lo que es honesto, esto nasçe de vna de quatro partes9. Ca o es enel catamjento10 y perseuerançia dela verdad, o en guardar o defender11 la conpañja delos omes y dar a cada vno lo suyo y en guardar la fe delos contractos, o enla grandeza12 y la fuerça del coraçon alto y non vençido , o enla orden y modo13 de todas las cosas que se fazen y que se dizen dentro enlo qual esta moderaçion y tenpramjento. Las quatro cosas ahun que sean en sy atadas y ayuntadas, pero de cada vna dellas nasçen çiertos ljnajes de ofiçios. Commo de aquella parte que primera es escripta, enla qual ponemos la sabiduria y discreçion, esta enella buscamjento y fallamjento dela verdad y desta virtud esta obra [fol. 42v]y ofiçio es propio. Ca en quanto qual quier mas conosçe y vee qual es lo muy mas verdadero en cada cosa y muy mas aguda mente y muy ayna y loable mente puede ver y declarar la razon14, este suele ser aujdo razonable mente por muy discreto y sabidor. Por ende a esta virtud es sugeta la verdad asy commo materia en que tracte y en que trabaje. Alas otras tres virtudes 15 son propuestas las nesçesidades para ganar las cosas y para guardarlas enlas quales cosas se contienen la obra dela vida por que sea guardada la conpañja delos omes y la conjunçion del parentesco y la exçelençia del coraçon y la graneza resplandesca en acresçentar las faziendas y en allegar los prouechos asy y alos suyos y muncho mas enlos despreçiar. La orden y la costançia y moderamjento y aquellas cosas que son semejantes a estas son de aquel ljnaje, çerca del qual es de poner alguna obra y non sola mente pensamjento dela voluntad. Y enestas cosas que se tractan en vida ponjendo algun modo y orden guardaremos la honestad y fermosura.

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Capitulo iiijo E de quatro lugares enlos quales partimos la natura y la fuerça

dela honestad, aquel primero lugar que consiste enla cognjçion dela verdad16 se allega mas ala natura humana. Ca todos somos traydos y jnduzidos a cobdiçiar la cogniçion y la sçiençia, enla qual sobre pujar pensamos que es cosa fermosa y caer y errar o non saber o ser engañados enella dezimos que [fol. 43r] es cosa mala y turpe. Eneste ljnaje natural y honesto dos viçios son de esquiuar: el vno que non tengamos las cosas non sabidas por sabidas y consintamos enellas loca mente. El qual viçio quien le quisiere fuyr, lo qual todos deuen querer, porrna para considerar las cosas tienpo y diljgençia. El otro viçio es que algunos ponen muncho grande estudio y muncho trabajo en cosas obscuras y difiçiles que non son nesçesarias, los quales viçios esquiuados, lo que enlas cosas honestas y dignas de cogniçion se pone de trabajo y de cuydado, esto es loado con razon, segund que oymos que fiziera enla estrologia Gayo Supljçio Galo y en geometria vimos que fazia Sesto Ponpeo y munchos en logica y asaz en derecho çevil, las quales artes todas consisten en jnquisiçion dela uerdad por estudio delo qual dexar las cosas que se deuen fazer es cosa contra ofiçio. Ca el loor dela virtud todo consiste en obra, dela qual munchas vezes se faze çesaçion mas munchas torrnadas ay alos estudios. Pero el pensar dela voluntad, la qual nunca queda, nos puede enlos estudios del pensamjento syn nuestra obra detener.17 Y todo pensamjento y moujmjento del coraçon deue trabajar o en tomar consejo delas cosas honestas y pertenesçientes a bien y bien aventurada mente beujr, o en estudios de sçiençia. Y de pensamjento dela primera fuente del ofiçio, lo suso dicho deximos.

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[fol. 43v]

Capitulo v De las tres que quedan18 clara mente se demuestra saljr la

razon por la qual la conpañja delos omes entre ellos y quasy la comunjdad dela vida se retiene. Las partes de la qual conpañja son dos: es asaber, la justiçia, enla qual es muy gran resplandor de vertud y dela qual se nonbran los buenos varones, y aesta es ayuntada el fazimjento delos benefiçios, el qual podemos llamar o benjgnjdad o largueza. Mas dela justiçia el primer don es que njnguno non enpesca a otro saluo agraujado contra razon y despues desto que vse delas cosas comunes commo de comunes y delas priuadas commo de suyas. Y cosas priuadas non ay njngunas por natura, mas o son fechas por vieja ocupaçion, commo aquellos que se entraron enlas cosas vazias; o por vitoria, commo aquellos que ganaron en guerra; o por ley, o por abenjmjento, o por condiçion, o por suerte . De lo qual viene que el canpo de Aripina se dize delos arpinantes y el Tosculano delos tosculanos y semejante es delas posesiones priuadas. Delo qual se concluye que, pues de aquellas cosas que por natura eran comunes se faze suyo de cada vno, que lo que a cada vno vino por alguna delas maneras suso dichas, eso se tenga . Y el que mas delo suyo querra, quebrantara el derecho dela humanal conpañja.19 Mas por quanto segund que muy clara mente es escripto por Platon, non sola mente [fol. 44r]20 somos nasçidos para nos mesmos, mas parte de nuestro nasçimjento ha nuestra tierra y parte nuestros amjgos y, segund plaze alos stoycos, todas las cosas que son engendradas enlas tierras son criadas para el vso de los omes y los omes son engendrados por causa delos omes, por que ellos mesmos entre sy vno pueda aprouechar a otro. Enesto deuemos segujr la natura asy commo nuestra gujadora y traer en medio los comunes prouechos y con comunjcaçion de los ofiçios, dando, tomando alas vezes con artes, alas vezes con trabajos buenos21, alas vezes conla fazienda, atar la conpañja delos omes entre los omes.22

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Capitulo vj El fundamento dela justiçia es la fe; es asaber: firmeza y

verdad delas cosas dichas y concordadas, delo qual, avn que esto paresca por ventura a alguno cosa mas dura, pero osamos segujr asemeyar alos stoycos, los quales con gran cuydado buscan donde son traydas las palabras23 y por ende es llamada fe por que creemos que se fara lo que es dicho. Mas dela injustiçia: dos ljnajes24 son. El vno delas cosas que se fazen, el otro es de aquellos que non defienden la jnjuria podiendo de aquellos a quien se faze.25 Ca el que jnjusta mente faze cometimjento contra alguno traydo por saña o por alguna perturbaçion, este paresçe poner sus manos en su conpañero, y el que non defiende njn registe sy puede ala jnjuria, asy es viçio, commo sy desanparase asu padre y madre o asus [fol. 44v] amjgos o asu tierra. Y aquellas ynjurias que se fazen asabiendas por causa de dañar, munchas vezes nasçen de mjedo, por que aquel que piensa dañar26 a otro, teme que sy non lo faze que resçebjra algun daño. Y muy gran parte delos que preçeden a fazer jnjuria, lo fazen por alcançar las cosas que codiçiaron, enel qual viçio clara mente paresçe estar la avarysçia. Y las riquezas son cobdiçiadas asy para los vsos nesçesarios dela vida, commo para vsar delos deleytes, y en aquellos en que es mayor coraçon, enestos la codiçia del dinero es a fyn de poderio y para poder fazer graçias, segund quel otro dia Marco Craso dezia: que njngun dinero non podia ser grande a aquel que quisiese ser prinçipe de la republjca sy por los frutos del dicho dinero non podiese mantener hueste. Deleytan eso mesmo los magnjficos y grandiosos aparatos y los enderesços dela vida con exçellençia y con abundançia, por las qual cosas se faze que sea jnfnjda la codiçia del dinero. Pero el ensanchamjento dela cosa famjljar que non dañe aalguno non es de denostar, mas es sienpre de fuyr de fazer ynjuria. Muncho son ynduzidos munchos a ser tomados del olujdo de la justiçia quando caen en codiçia de jnperios y honrras y gloria. Ca lo que dize Enjo, que non ay alguna santa o firme

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conpañja njn fe enel reynar, esto se muestra clara mente. Ca qual quier cosa que de tal manera es en que non puedan ser munchos exçellentes, enesto por la mayor parte se faze [fol. 45r] tanta contienda que es muy difiçile guardar santa o firme conpañja. Halo declarado bien agora el osado atreujmjento de Juljo Çesar, el qual trastorno todos los derechos diujnales y humanales por aver el prinçipado que por error de su opinjon deseo aver. Y es eneste ljnaje de viçio cosa muy triste que enlos muy grandes varones y muy resplandesçientes jngenjos munchas vezes estan las codiçias de honrra, poderio y glorja, y por ende es mas de guardar que non sea pecado enesta manera de jnjustiçia. Mas en toda ynjustiçia gran diferençia ay; es asaber,27sy se faze ynjuria con alguna perturbaçion del coraçon, que las mas vezes es breue y dura poco tienpo, o con consejo y deljberada mente. Ca mas ljgeras son las cosas que acaesçen por algun moujmjnto adesora que aquellas que son pensadas y aparejadas. Y dela ynjuria que se faze por el ome mesmo asaz auemos dicho.

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Capitulo vij De dexar la defension y desanparar el ofiçio munchas suelen

ser las causas. Ca los omes non quieren resçebyr enemjstad o trabajo o costa o son enbargados por su negljgençia o pereza o poquedad o por sus negoçios o por algunas ocupaçiones y dexan desanparados alos que deurian defender. Y por ende es de veer sy non es asaz bien dicho lo que dize Platon por los philosofos que, por que trabajan enla ynquesiçion dela virtud y menospreçian aquellas [fol. 45v] cosas y las tienen en nada, las quales los mas delos omes ardiente mente cobdiçian y por las quales se suelen entre sy acuchillar, por ende son justos. Ca alcançando la vna manera de justiçia; es asaber: que non fazen ynjuria njn daño aalguno, caen enla otra y enbargados con el estudio del aprender desanparan alos que deujan defender. Y asy piensa Platon que estos non deurian llegar a admjnjstrar la Republjca saluo apremjados, pero mas razonable era fazer se esto de su voluntad. Ca lo que derecha mente se faze, es justo sy es voluntario. Son eso mesmo otros que o por cuydado de sus fechos, o por alguna mal querençia delos omes, dizen que quieren fazer sus negoçios y paresçen non fazer ynjuria a njnguno, y estos escusando la vna manera de jnjustiçia, cahen enla otra. Ca desanparan la conpañja dela vida por que non ponen enella cosa de diljgençia njn de trabajo, njn de fazienda. Pues alas dos maneras de ynjustiçia propuestas ayuntamos las causas cada vna . Y primero deximos eso mesmo las causas en que se contiene la justiçia. Ljgera mente podremos juzgar el ofiçio y lo que se deue fazer en cada tienpo, saluo sy amamos muncho anos otros mesmos; es asaber, a nuestros prouechos. Ca el cuydado delas cosas agenas es difiçile, avn que Terençio piensa que cosa alguna humana non es agena, mas por quanto mas conçebimos y sentimos las cosas que son anos mesmas prosperas o aduersas, que las que acaesçen [fol. 46r] alos otros, las quales veemos commo puesto algun espaçio en medio. Por ende otra mente juzgamos delos otros y otra manera de nos mesmos. Por lo28 qual bien mandan los que viedan fazer cosa

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alguna la qual dubde ome sy es buena o mala. Ca la ygualdad o bondad por sy mesma reluze y la dubda algun pensamjento signjfica de jnjuria.

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Capitulo viijo Mas acaesçen munchas vezes tienpos en que aquellas cosas

que paresçen ser muncho dignas de ome justo29 y de aquel que llamamos buen varon se mudan y se fazen contrarias, commo non torrnar el deposyto y al loco non conpljr lo prometido. Eso mesmo algunas cosas que pertenesçen ala verdad y ala fe entre los omes, negar las alas vezes y non las guardar, es cosa justa. Ca conviene retornar a aquellos fundamjentos dela justiçia que puse en comjenço. El primero que non sea fecho mal a alguno. El segundo que cure ome del comun prouecho y quando estas cosas se mudan enel tienpo mudase el ofiçio y non es syenpre de vna manera. Ca puede acaesçer que la cosa prometida y concordada sea tal que non cunpla fazerse o a aquel a quien fue prometida o aaquel que la prometio. Ca segund que dize enlas fabljllas, sy Neptuno non cunpljera lo que prometio [fol. 46v] a Theseo, este Theseo non perdiera asu fijo Ypoljto. Ca delas tres cosas codiçiadas segund se escriue, esta es la terçera que Theseo estando sañudo cobdiçio la muerte a Ypoljto, la qual alcançada cayo en grandes lloros. Por ende non son de guardar las cosas prometidas que non son prouechosas o son dañosas a aquellos a quien lo prometieres, o sy dañan mas aty que aprouechan a aquel a quien lo prometiste. Y contra ofiçio es dexar el mayor bien por el menor30, commo sy prometieres aalguno ser abogado y yr presente asu negoçio y en tanto començare tu fijo graue mente a enfermar. Ca non es contra ofiçio non fazer lo que dixiste, mas ante aquel a quien fue prometido se parte del ofiçio de lo que deue sy se quexa commo sy por ty fuese desanparado. Ya quien es que non vee que non es de estar en aquellos prometimjentos que alguno prometio apremjado por mjedo o engañado por engaño, los quales por çierto por la mayor parte son quitos por el derecho pretorio y algunos se pueden querellar y reuocar por las leyes.

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Capitulo ix31 Fazen se eso mesmo ynjurias por vna manera de maljçia, es

asaber por muy sotil mas maljçiosa jnterpretaçion de derecho, delo qual se fizo aquel prouerbio ya envegeçido y traydo enla lengua que dize: el soberano derecho soberana [fol. 47r] ynjuria es, por la qual manera munchas cosas son erradas enla cosa publjca, commo aquel que tenjendo con los enemjgos tregua de treynta djas destruya de noche los canpos por que enlas treguas dezja dias y non dezja noches. Nj vn nuestro çibdadano es de loar sy es verdad agora sea Quinto Fabio Labeon o otro qual quier. Ca non he del otra çertenjdad saluo que lo oy, que seyendo dado por el senado juez delos termjnos entre los volanos32 y napoljtanos, quando vino al lugar donde auja de juzgar fablo con cada vno dellos aparte diziendo les que non se oujesen codiçiosa mente, mas que ante quisiesen quedar algun poco atras que non proçeder adelante enlos termjnos;33 y commo anbas las partes lo fiziesen, quedo algun poco de canpo en medio y el partio los termjnos segun que ellos dixeron y lo que en medio quedaua juzgolo para el pueblo romano. Esto por çierto engañar es, que non juzgar. Por ende, en todas las cosas tal sotileza es de fuyr.

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Capitulo x Son algunos ofiçios de guardar jnjuria avn contra aquellos de

quien oujeres resçebido jnjuria. Ca manera deue aver enel vengar y enel punjr y non se sy por aventura es asaz el que jnjurio arepentirse dela jnjuria que fizo, por que el non faga despues otro tal y los otros sean mas tardineros. [fol. 47v] Afazer ynjuria y enla cosa publjca, muncho son de guardar los derechos dela guerra. Ca commo sean dos maneras de contender, vna por disputaçion, otra por fuerça y la primera que es disputar, sea propia al omne, la segunda que es dela fuerça pertenesca alos anjmales fieros. Es de venjr ala segunda sy non puede vsar dela primera.34 Ca por ende son de resçebyr en paz syn jnjuria y alcançada la vitoria de guardar son aquellos que non fueron crueles njn jnhumanos enla guerra, segund que fizieron nuestros anteçesores alos pueblos tosculanos, eguos, bolstos, sabinos, emjcos los quales resçibieron a conpañja dela çibdad, mas a Cartadgo de Africa y a Numançia35 de fundamento las destruyeron. Non quisiera que lo fizieran a Corintho mas creo que algunos pararon mjentes, ala manera del lugar, por que non podiese en algun tienpo aquel lugar jnduzir aalgunos que fiziesen guerra. Mj sentençia por çierto es que sienpre es de ayudar ala paz que non tiene cosa alguna de asechanças; enlo qual sy amj fuera creydo, avn que non muy buena pero alguna cosa publjca ternjamos, la qual çierto agora es njnguna. Y a aquellos que por fuerça vençieres, de ayudar es. Ca aquellos que dexadas las armas fuyen ala fe y ala verdad delos duques, avnque por fuerça se entre el muro, de resçebyr son y con tanto cuydado çerca delos nuestros. La justiçia [fol. 48r] fue guardada que aquellos que las çibdades o las nasçiones vençidas por guerra resçibieron en su fe, segund costunbre de nuestros mayores eran defensores dellas. Y por çierto la ygualdad dela guerra muy santa mente por espeçial derecho del pueblo Romano es prescripta, delo qual se puede entender que non ay guerra razonable sy non la que se faze seyendo las cosas pedidas o que sea ante denunçiada o dicha. Enla hueste de Pompiljo enperador36

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andaua por ome de armas vn nueuo cauallero mançebo que era fijo de Caton y paresçio a Ponpiljo que era bien de enbiar ala tierra y dexar vna legion que es quadrilla de çierta gente y enbiola y en aquella que enbio era el fijo de Caton y el por amor de guerrear quedose enla hueste y Caton escriujo a Ponpiljo que sy queria asu fijo dexar quedar enla hueste que le obljgase por nueuo juramento de caualleria, por que ya era perdido el primer derecho para pelear y non podia yr pelear conlos enemjgos por que era enbiada su quadrilla, tan soberana era la guarda que fazian en mouer la guerra. Y la carta de Marco Caton el viejo ahun esta que escreuja a Marco su fijo commo oyera que fuera enbiado por el consul Pompiljo estando en Maçedonja commo cauallero sobre la guerra de Persses y amonestaua le que se guardase non entrase enla pelea. Ca non tenja derecho de pelear con el enemjgo quien non es asignado por cauallero.37 Y por çierto yo paro mjentes que otro tienpo, el que segund propiedad [fol. 48v] del vocablo era perdueljs, que quiere dezir porfioso enemjgo, se llamaua hostis, el qual vocablo otro tienpo se tomaua por el que nos llamamos agora huesped o peljgrino,38 por que la mansedad del vocablo amansase la tristeza dela cosa, y agora ya hostis quiere dezjr enemjgo. Muestran lo eso mesmo las doze tablas delas leyes39 “que se guarde el dia establesçido conel enemjgo” y “contra el enemjgo la perdurable avtoridad quiere que se guarde lo razonable enla guerra”. Qué se puede eñadyr aesta mansedunbre poner tan muelle nonbre aaquel con quien es guerra. Maguer que ya este nonbre la antiguedad lo fizo duro y ya non se entiende por pelegrino mas propia mente quedo en aquel que contra nos mueue las armas.

Y quando sobre el jnperio40 se contiende y se busca gloria por guerra, nesçesario es que aya causas algunas aquellas que yo poco ante dixe ser justas causas de guerra. Mas las guerras que se fazen por la gloria del jnperio deuen se fazer non cruel mente. Ca asy commo quando contendemos çeujl mente enla çibdad, de otra manera nos deuemos aver conel enemjgo y de otra conel conpetitor. Ca conel conpetidor tenemos contienda dela honrra y dela dignjdad y conel enemjgo dela vida y dela fama. Asy la guerra conlos çeltibirianos y conlos çinbros fazia se commo con enemjgos para ver [fol. 49r] qual podria mas, non para ver qual

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averia el inperio. Conlos latinos, conlos sabinos, conlos sanjtes, conlos africanos, con Pirro, era la contienda sobre quien averia el jnperio. Los africanos eran quebrantadores de fe y Hanjbal era cruel, los otros eran mas justos. Ca por çierto Pirro çerca de dar los catiuos aquella muy clara razon se dize que dixo: “non pido otro para mj non me dedes presçio. Ca non fazemos guerra commo recatones41 mas commo guerreadores. Por fierro, non por oro, anbas las partes contendemos defender la vida y sy querra la fortuna que regnedes vos o yo o qual desto sofrira la ventura, prouemos lo por la virtud; es asaber: por pelear. Y es de tomar el otro dicho que dixo coneste, diziendo çierta mente: yo perdonare ala ljbertad de aquellos ala vertud delos quales perdono la fortuna dela guerra la vida. Leuad los de graçia, dolos alos que los pedides conlos grandes dioses.” Syn dubda esta fue palabra real del ljnaje delos eaçidas.42

Eso mesmo sy los catiuos en algun tienpo prometieron algo al enemjgo de guardar es la fe, segund que fizo Artiljo Regulo enla primera guerra africana. Ca commo fuese tomado por los africanos y enbiado a Roma para trocar los catiuos y jurase de torrnar lo primero, commo vino enel senado, dixo que non se torrnasen los catiuos43 y despues retenjan le los parientes y los amygos y el quiso44 [fol. 49v] mas torrnar a resçebyr el tormento que quebrantar la fe dada al enemjgo. Y delos ofiçios que se deuen fazer enla guerra, asaz es dicho.45

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Capitulo xj Deuemos nos nenbrar que avn con los de baxa condiçion se

deue guardar la justiçia y commo es baxa la condiçion y la fortuna delos sieruos, non paresçen mandar mal los que mandan vsar asy de los sieruos commo delos serujdores asoldadados en fazer les trabajar y dar les justa raçion. Y commo de dos maneras se faga la ynjuria, es asaber, o por fuerça o por engaño. El engaño paresçe ser commo de rraposa y la fuerça commo de leon y qual quier destas cosas deue ser muy estrañada del ome. Mas el engaño es digno de mayor aborresçimjento y de todas las jnjustiçias. Non ay jnjustiçia peor que la de aquellos que quando mas engañan entonçes tienen manera por que sean aujdos por buenos omes. Dela jnjustiçia asaz es dicho.

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Capitulo xij46 De aqui adelante segund que era propuesto es de dezjr del

fazer bien y dela largueza. Ca por çierto non ay cosa mas prouechosa ala natura del ome, mas tiene munchas cosas en que se puede ome engañar y primera mente es de veer que non dañe la benjnjdad aaquellos mesmos [fol. 50r] aquien paresçe ser fecho el bien y aotros; y despues es de veer que non sea mayor la begnjnjdad que el poderio. Eso mesmo que sea dado a cada vno segund que lo meresçe. Ca este es el fundamento dela justiçia. Al qual todas estas cosas son de referyr. Ca los que fazen graçia aalguno y dañan a aquel a quien quieren que parescan querer aprouechar, non bien fechores njn largos, mas maljçiosos y ronçeros se deuen juzgar. Y los que dañan a vnos por ser largos aotros aquella mesma jnjustiçia cometen, commo sy las faziendas agenas traxesen para la suya.

Y son munchos por çierto codiçiosos de resplendor y de gloria que roban de vnos para dar a otros y piensan que son bien fechores en sus amjgos sy los enrriqueçen por qual quier manera. Y esto tan lueñe esta del ofiçio que non ha cosa que mas contraria pueda ser al ofiçio que esta. Por lo qual es de parar mjentes que de tal largueza vsemos que aproueche alos amjgos y non dañe a njnnguno. Por ende el traspasamjento delos dineros y faziendas que fizieron Luçio Sylla y Juljo Cesar pasando lo delos justos dueños alos ajenos non se deue aver por largueza. Ca non es cosa larga y ljberal la que non es justa.

El otro lugar en que ome se podria engañar es que la benjnjdad y largueza non sea mayor que la fazienda. Ca los que quieren ser mas begnjnos que la fazienda padesçe lo primero pecan enesto que fazen agraujo asus proximos [fol. 50v] o parientes. Ca lo que es mas razonable ayudar aaquellos y dexar les abundançia pasan lo alos agenos y con tal largueza, munchas vezes esta codiçia de robar y tirar contra derecho. Eso mesmo vee ome munchos que non son largos de naturaleza mas jnduzidos por codiçia de fama y por que parescan bien fechores fazen munchas

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cosas las quales mas paresçen nasçer de vana gloria que de voluntad y tal jnfingimjento mas es llegado a vanjdad que a largueza o honestad.

Lo terçero fue propuesto que conel fazer bien se cate dyferençia dela dignjdad, çerca lo qual son de parar mjentes las costunbres de aquel a quien se faze el benefiçio y la voluntad que tiene çerca de nos y la comunjdad y conpañja dela vida y las cosas que ante fizo para nuestro prouecho; las quales cosas es de codiçiar que concurran todas y, donde non, alo menos las mas causas y las mayores son mas de pesar.47 Y por que beujmos non commo omes perfectos y sabidores del todo, mas con aquellos los quales non fazen las cosas muy bien, mas son vnas ymagines de vertud, esto pienso que es de entender: que njnguno non deue ser menos presçiado en que paresca alguna señal de virtud. Es de honrrar cada vno mas quanto mas es hornado destas virtudes mas mansas, es asaber: moderamjento y tenpramjento y aquella de quien munchas cosas son dichas, conviene asaber justiçia; ca fuerte y gran coraçon munchas vezes es mas ferujente en ome [non] perfecto [fol. 51r] njn sabidor. Mas las dichas virtudes mas paresçen mostrar y llegar se al buen varon y estas cosas son quanto atañe a considerar las costunbres.

Dela bien querençia que tienen çerca de nos, lo primero esto es de considerar enel ofiçio: y que demos mas aaquel de quien mas somos tenudos; pero la bien querençia non la juzgemos a manera de mochachos por hun ardor de amorio, mas por firmeza y costançia. Y sy por aventura presçedieren meresçimiento de algunos, de gujsa que non es fazer graçia de nueuo, mas retornar la es de poner enello mayor cuydado. Ca non ay ofiçio alguno mas nesçesario que retornar graçia, es asaber: fazer ome aquien fizo por el. Y sy segund manda Esiodo: lo que resçibieres prestado sy lo podieres fazer, deues torrnar por mayor medida, qué deujades fazer quando fueres prouocado con bien fechos. Por ventura deuriades semejar alos canpos abundosos, que muncho mas torrnan que resçiben. Y sy non dubdamos fazer bien aquellos los quáles esperamos que nos aprouecharan, quales deuriamos ser en aquellos que ya nos aprouecharon. Ca commo sean dos maneras de largueza, vna de fazer de nueuo el bien fecho, otra de retornar a

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quien por nos fizo; y dar o non de nueuo, es en nuestro poderio, mas non torrnar non es cosa ljçita a buen varon. Ca faze enello lo que non deue y diferençia es de fazer entre los bien fechos resçebydos.

Ca non ay dubda que al mayor bien fecho [fol. 51v] es deujdo, mas pero enesto es de ponderar primera mente con que voluntad y bien querençia lo fizo. Ca munchos fazen munchas cosas con vna tastardia48 syn juyzio y manera atodos, o por ser jnduzidos por ynpetu del coraçon adesora, commo sy fuesen enpuxados por viento, los quales bien fechos non son de aver por ygual mente grandes con aquellos que son fechos con consejo y con deljberaçion y juyzio y firmeza. Mas en retornar la graçia y fazer el bien fecho, sy todas las cosas son yguales, esto es muncho de catar que aaquel ayude ome mas al que ha mester mas ayuda. Delo qual munchos fazen el contrario. Ca siruen mas aaquel de quien esperan aver muncho, avn que non lo aya menester.

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Capitulo xiij Muy bien la conpañja y ayuntamjento delos omes sera

guardada sy segund que cada vno fuere mas çercano, asy conel se vsare de mas begnjnjdad. Mas quales son los naturales prinçipios dela comunjdad y conpañja humana paresçe que es bien de repetyr los mas alta mente. Y lo primero que se vee enla conpañja del humanal ljnaje y el atamjento dello es la razon y la fabla, la qual enseñando, aprendiendo, comunjcando, disputando, juzgando faze amjgos entre sy los omes y ayuntalos por vna natural conpañja. Njn ay cosa en que mayor diferençia aya entre nos y la naturaleza [fol. 52r] delos fieros anjmales, enlos quales munchas vezes dezimos que ay fortaleza commo enlos cauallos, enlos leones, mas non dezjmos que ay justiçia o ygualdad, o bondad. Ca non han razon njn fabla. Y larga mente paresçe que alos omes entre ellos, y atodos entre todos, la conpañja es esta; es asaber: que de todas las cosas que la natura engendro a comun vso delos omes se guarde comunjdad. Y las cosas que son escriptas en las leyes y enel derecho çeuil, sean asy tenjdas segund que esta establesçido, delas quales cosas todo sea asy guardado, segund se contiene enel prouerbio delos griegos; es asaber: delos amjgos todas las cosas comunes. Todas las cosas paresçen comunes delos omes que son de su manera o ljnaje, lo qual fue dicho por Enjo en vna cosa y puede se dezjr por munchas; es asaber: del ome que muestra la carrera al ome que va errado faze semejante que aquel que de su lunbre da a otro que açienda. Ca non luze menos ael avn que el otro aya ençendido, delo qual asaz paresçe ser mandado que qual quier cosa que ome syn su daño pueda prestar, que lo de a qual quier, avn que non sea conosçido. Y por esto son comunes aquellas cosas, es asaber: non vedar a njnguno la agua que corre, dexar tomar lunbre del fuego y sy alguno quiere leal consejo, dar lo al que lo pyde; las quales cosas son prouechosas al que las resçibe y non son trabajosas al que las da y por [fol. 52v] ende es de vsar destas cosas y syenpre de traer algo al comun prouecho. Mas por quanto son pequeñas las copias de cada vno49 y es

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jnfinjda la munchedunbre de aquellos que estas cosas han mester, por ende la comun largueza es de referyr a aquel fyn que dezia Enjo que non alunbre menos ael; es asaber, que nos quede de que podamos ser largos alos nuestros.

Munchos50 grados son dela conpañja delos omes. Ca despues de aquella que deximos, la qual es general y ynfinjda entre todos, el mas çercano grado de conpañja es la que ha vna gente mesma entre sy o vna naçion o pueblos de vna lengua. Ca por ser vna la lengua, muncho se ayuntan los omes y avn mas çercana es la conpañja de vna çibdad entre sy mesma. Ca munchas cosas son comunes alos çibdadanos entre sy, commo la plaça, los tenplos, las portadas, las calles, las leyes, los juyzios, las ayudas, las costunbres, y de mas desto las conversaçiones y munchos contractos que vnos fazen con otros. Y mas estrecho ayuntamjento y atamjento de conpañja es la delos parientes y asy de aquella conpañja muy grande del humanal ljnaje vinjese a concluyr enesta pequeña y angosta conpañja que es entre los parientes. Ca commo esto sea natural mente comun de todos los anjmales que ayan deseo de engendrar, la primera conpañja es enel mesmo matrimonjo [fol. 53r] es asaber, entre marido y muger. La segunda y çercana desta es con los fijos y despues desto la terçera es enla casa. Ca en vna casa son todas las cosas comunes y este es el comjenço de las çibdades y la semjente delas cosas publjcas. Siguense despues los ayuntamjentos y la conpañja delos hermanos y despues dellos delos primos y despues delos segunos fijos delos primos, lo quales ya commo non puedan caber en vna casa, salen aotras casas commo a manera de aldeas. Siguen se despues casamjentos y cuñaderias, delos quales nasçen munchos parientes y este ensanchamjento y criança es engendramjento delas cosas publjcas y el ayuntamjento dela sangre y la bien querençia ata los omes con amorio. Ca gran cosa es tener esas mesmas ayudas delos anteçesores, es asaber: aver vnos mesmos anteçesores, vsar de vnas mesmas iglesjas, tener sepulcros comunes.

Mas de todas las conpañjas non ay njnguna mas fermosa njn mas firme que quando los buenos varones semejantes en costunbres son ayuntados en conversaçion. Ca aquella honestad que munchas vezes deximos, ahun que la veamos en otros pero

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mueue anos y faze nos amjgos de aquel en quien nos paresçe que esta.Y maguer que toda virtud atraya asy, y nos faze que amemos [fol. 53v] a aquellos en quien paresçe estar, pero la justiçia y la largueza lo faze mas. Ca non ay cosa mas amable njn mas ayuntable que la semejança delas buenas costunbres. Ca aquellos en que son vnos mesmos cuydados y vnas mesmas voluntades an, enestos acaesçe que ygual mente y tanto se deleyta cada vno dellos conel otro commo consigo mesmo y entonçe se faze lo que Pitagoras quiere que enla amjstad se faga; es asaber: que vno se faga de munchos y eso mesmo grande es aquella comunjdad que se faze delos bien fechos dados y resçebidos de vna parte aotra; los quales, quando son graçiosos y fechos entre amas partes, aquellos entre quien se fazen atanse con firme conpañja.

Pero quando todas estas conpañjas, con toda tu razon y con todo tu coraçon las considerares, de todas las conpañjas non hay njngunas mas rezia njn mas amada que la que cada vno de nos tiene con la cosa publjca. Amados son los padres, amados son los fijos y los parientes y los serujdores; mas todos los amorios de todos la tierra donde es el ome natural los tiene ayuntados, por la qual quál bueno ay que dubde desear la muerte sy asu tierra puede aprouechar. Por ende, la crueldad destos51 que despedaçaron nuestra tierra y son y fueron ocupados enla destroyr de fundamento, es mas aborresçible que todo malefiçio. [fol. 54r]

Y sy contençion alguna o conparaçion se faze sobre a quien se deue mas ofiçio dar, estos son los prinçipes y la tierra y los padres, alos benefiçios muy grandes delos quales somos obljgados. Y çercanos destos son los fijos y toda nuestra casa, la qual otea anos solos y non puede aver otra ayuda alguna; y despues los parientes bien concordes, los quales munchas vezes acaesçe que tienen comunes las faziendas, por ende las nesçesarias ayudas dela vida a estos mayor mente se deuen, que de suso dixe. Y la vida y mantenjmjento comun, los consejos, las fablas, los amonestamjentos, las consolaçiones, y alas vezes reprehensiones, enlas amjstades tienen muncho su fuerça y es muy alegre aquella amjstad que la semejança delas costunbres ayunto.

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Capitulo xiiijo.52 Mas en todos los ofiçios que se han de fazer es de parar

mjentes qué es acada vno lo mas nesçesario y qué es lo que puede cada vno alcançar con nos o syn nos, o qué es lo que non puede y asy non seran esos mesmos los grados dela conpañja y delos ofiçios. Y ay algunos ofiçios que son deujdos mas a vnos que a otros. Enxenplo: mas ayna ayudaras al vezino en cojer los frutos que atu hermano o atu serujdor, mas sy plejto han en juyzio ante ayudaras al pariente y al amjgo que al vezino. Por [fol. 54v] ende estas cosas y las semejantes son de parar mjentes en todo ofiçio y es de tomar costunbre y exerçiçio enello, por que podamos ser buenos contadores delos ofiçios y añadiendo y menguando podamos ver qué es la suma delo que queda, delo qual entenderas quanto es deujdo acada vno. Mas asy commo njn los fisicos, njn los otros letrados o mandadores, njn los retoricos ahun que sepan las dotrinas dela arte, non pueden fazer cosa digna de gran loor sy non han vso y exerçiçio.53 Asy los mandamjentos de guardar el ofiçio son por nos dados y estos por çierto segund que lo nos fazemos. Mas la grandeza dela cosa desea vso y exerçiçio. Y destas cosas que son enel derecho dela conpañja humanal commo se saque la honestad, dela qual sale el ofiçio apto, poco mas o menos asaz deximos de suso.

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Capitulo xv54 Commo sean propuestas quatro maneras delas quales el ofiçio

y la honestad mana, es de entender que paresçe cosa muy resplandesçiente aquello que se faze con gran coraçon y ensalçado y despresçiador delas cosas humanales. Y asy enlos males aquello paresçe mas feo, sy tal cosa se puede dezjr, commo dixo aquel poeta: “vos otros mançebos por çierto coraçon traedes de mugieres y aquella virgen coraçon de varon”55 y eso mesmo sy se puede dezjr cosa de tal manera: “o mançebo, da tus despojos syn sudor y syn sangre a Salmas”, la qual era vna mundaria56 [fol. 55r] y el contrario se faze enlos loores, ca las cosas que con gran coraçon se fazen fuerte y exçellente mente estas loamos non se de que manera, commo con boca mas llena. Y por esto es muncho loado aquello que se fizo del canpo Marcaton57 y delas plaças de Salmjna y dela batalla que fue fecha enel lugar de Termofiles; y es loado Estortocles y eso mesmo son muncho loados los dos Deçios y los Gneos y Publjos Sçipiones y Marco Marçelo y otros que non se podrian contar y el mesmo pueblo romano sobre puja en grandeza de coraçon y paresçese bien la honrra dela guerra enlas ymagines que ponjan delos caualleros.

Ca veemos las pintadas poco menos en abito de guerra.58 Mas este ensalçamjento de coraçon que consyste enlos peljgros y trabajos, sy non tjene justiçia y pelea, non por la salud comun mas por sus prouechos, viçioso es y non sola mente non es de virtud mas es de crueldad y tira toda humanjdad. Por ende bien definen los stoycos la fortaleza diziendo que la fortaleza es vertud peleadora por la ygualdad. Por ende, non ay njnguno que aya alcançado gloria de fortaleza que aya loor por asechanças y maljçia y es muy claro dicho lo que dixo Platon diziendo: “non sola mente la sçiençia que es apartada dela justiçia se deue llamar mas verdadera mente arteria que sabiduria, mas avn el coraçon aparejado [fol. 55v] a se poner a peljgro, sy se mueue por codiçia, o non por comun prouecho, mas deue aver nonbre de osadia que de fortaleza. Y por ende los varones fuertes y de gran coraçon,

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estos queremos que sean buenos y amjgos dela synple verdad y non engañosos, las quales virtudes son dela loor de justiçia.” Mas es cosa aboresçible que eneste ensalçamjento y grandeza de coraçon muy ljgera mente nasçe porfia y muy gran codiçia de prinçipar, segund que Platon dezia por los laçedemonjos que su costunbre era jnflamada con codiçia de vençer. Y asy commo cada vno sobre puja en grandeza de coraçon, asy quiere ser luego mayor que todos o prinçipar solo. Y difiçile cosa es el que codiçia ser mayor que todos guardar ygualdad, la qual es muy propia dela justiçia. Y por esto acaesçe que non se dexa ser vençido por razon njn por otro publjco o legitimo derecho. Hay eso mesmo enla cosa publjca munchas vezes algunos que son dadores y negoçiadores y jntricados en diuersos fechos por alcançar riquezas y quieren ser antes mayores por fuerça que yguales por justiçia. Mas lo que es mas difiçil aquello es mas fermoso y non hay algun tienpo que deua caresçer de justiçia. Por ende fuertes y de gran coraçon se deuen reputar aquellos, non los que fazen la jnjuria, mas los que la defienden. [fol. 56r] La verdadera y sabidora grandeza de coraçon, la honestad la qual la natura sigue, mas la juzga enlos fechos que enla fama, y mas quiere ser prinçipe que non ser aujdo por prinçipe. Y el que se descuelga y se rige por la munchedunbre nesçia, este non es de contar entre los grandes varones. Y muy ljgera mente se mueue a munchas cosas el que es de muy alto coraçon y tiene codiçia de gloria, y esto es cosa muy deleznable que mala vez se falla quien resçibiendo trabajos y ponjendo se a peljgros non desee la fama y la gloria, asy commo presçio y salario delas cosas por el fechas .

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Capitulo xvj El fuerte y gran coraçon de todo en todo en dos cosas

señalada mente se conosçe, delas quales la vna es enel despresçiamjento delas cosas de fuera. Ca el tiene por puesto que non deue codiçiar njn desear njn maraujllarse sy non de lo que es honesto y fermoso, njn se dexar caer por njnguno, njn por ome, njn por turbamjento de coraçon, njn por la fortuna. La segunda es que, sy asy eres dispuesto enel coraçon segund que dizen, que fagas cosas grandes, aquellas por çierto que son muy prouechosas y muy arduas y llenas de trabajos y de peljgros, asy para el vso dela vida commo de otras munchas cosas que ala [fol. 56v] comun vida pertenesçen.

Destas dos cosas es todo el resplendor y la abundançia y añado el prouecho enlas cosas que apostre dixe; es asaber: que la grandeza de coraçon en menos presçiar todas las cosas saluo lo honesto es cosa loable y resplandesçiente y el poner se alos grandes peljgros y procurar las cosas pertenesçientes a la vida comun es cosa loable y trahe prouecho. Y la causa y la razon que faze los grandes varones enlo primero, es asaber, enel menos presçio de las cosas, es aquella la que faze exçellentes los coraçones y menos presçiadores delas cosas humanales y esta es la philosofia moral y eso mesmo se puede ver en anbas cosas; es asaber: sy sola mente juzgas ser bueno aquello que es honesto, seras ljbre de toda perturbaçion del coraçon. Ca aquellas cosas, que a munchos paresçen grandes y muy claras, tener las por pequeñas y menos presçiar las con razon estable y firme, esto es de fuerte y gran coraçon; y aquellas que paresçen agras las quales son munchas y diuersas enla vida y enla fortuna delos omes sofryr las asy que non te partas del estado dela natura, njn pierdas cosa de la dignjdad de sabidor, esto es cosa de rezio coraçon y de gran costançia. Pues non es cosa razonable el que non es quebrantado por el mjedo y que se quebrante por la codiçia; y el que non es vençido por el trabajo que sea vençido por el deleyte. Por lo qual estas cosas que dixe son de parar mjentes y eso mesmo es de fuyr

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la codiçia del dinero. Ca non ay cosa que sea de tan angosto y tan pequeño [fol. 57r] coraçon commo amar las riquezas njn ay cosa mas magnjfica njn mas honesta que menos presçiar el dinero sy non lo tienes y sy lo tienes vsar dello en bien fazer y en largueza. Es otrosy de esquiuar la codiçia dela glorya segund que desuso dixe. Ca tira la ljbertad, es asaber: la dignjdad del coraçon que non sea sugeta a viçio, por la qual deue ser todo el trabajo delos omes de gran coraçon. Y los jnperios non son de codiçiar mas que esta ljbertad y avn algunas vezes non son de tomar por nonla perder y avn es de dexar los alas vezes. De dexar es de toda perturbaçion de coraçon, y codiçia y mjedo y flaqueza y deleyte dela voluntad y saña por que sea enel coraçon mansedad y seguridad, la qual trae constançia y dignjdad del coraçon.

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Capitulo xvij Munchos son y fueron que codiçiando esta mansedad que

digo se apartaron delos negoçios publjcos y fuyeron al oçio, entre los quales fueron los muy nobles philosofos y algunos prinçipes y algunos omes pesados y rigurosos que non podieron sofryr las costunbres del pueblo njn delos prinçipes y biujeron algunos enlas aldeas deleytando se en su cosa famjljar y estos este mesmo propisyto tenjan que tienen los reyes; es a saber: non aver menester cosa alguna njn ser [fol. 57v] sugetos a njnguno y vsar de ljbertad dela qual ljbertad propio es beujr commo quisieres.59 Por ende, commo vsar de ljbertad sea comun deseo delos codiçiosos de poderio y delos que dixe oçiosos, los vnos piensan que lo pueden alcançar sy oujeren fechas riquezas, los otros piensan que lo alcançaran sy son contentos conlo suyo avn que sea poco. Y non es de menos presçiar la entençion de cada vno destos, mas la vida delos oçiosos es mas ljgera y mas segura y menos dañosa y menos enojosa a los otros; pero la vida de aquellos que se dieron a gouerrnar la cosa publjca y a fazer las cosas grandes, es mas apta a alcançar claridad y grandeza de coraçon y de fechos por lo qual por ventura es de perdonar alos que non se dieron a gouerrnar la cosa publjca sy son de exçellente jngenjo y se dieron ala dotrina y sçiençia, o sy enbargados por enfermedad o por otra mas graue causa se apartaron dela cosa publjca y dieron el poderio y el loor dela admjnjstraçion della aotros. Mas los que non tjenen njnguna cosa tal, sy dizen que menos presçian los jnperios y los poderios delos quales otros munchos se maraujllan, a estos tales non sola mente non es de reputar a loor, mas avn es de reputar a viçio. El juyzio delos quales en quanto menos presçian la gloria y la tienen en nada es cosa difiçile non aprobargelo y loar, pero paresçen temer los trabajos y los enojos y los daños y las repulsas, asy commo vna desonra y jnfamja. [fol. 58r] Ca son algunos que enlas cosas contrarias son poco firmes y el deleyte muy rezia mente lo menos presçian, y en padesçer el dolor son muy muelles y menos presçian la gloria y son quebrantados con la jnfamja y

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esta resçiben la por çierto non asaz con constançia. Mas aquellos que de natura tienen ayudas para fazer los grandes fechos tirada toda dubda deuen resçebyr los poderios y admjnjstrar la cosa publjca. Ca en otra manera non se podria regyr la çibdad njn paresçer la grandeza del coraçon. Y alos que admjnjstran la cosa publjca yo non se sy se deue atribuyr menos o sy se deue atrebuyr mas grandeza de coraçon y menos presçiamjento delas cosas humanas que alos philosofos y aquella que munchas vezes digo mansedad y segurydad de coraçon, sy biujeren syn ansiedad y con graueza y constançia. Ca estas cosas son mas ljgeras alos philosofos por quanto enla vida dellos non ay munchas cosas que la fortuna fiera y han menester menos cosas; y sy alguna cosa aduersa venjere non pueden caer tan graue mente. Por ende non syn razon se puede dezir que mayores moujmjentos de coraçon se exçitan y mayores cosas alos que admjnjstran la cosa publjca que alos oçiosos y quietos, por lo qual la grandeza de coraçon y vaziedad delos enojos mas es de atrebuyr a estos.

El que comjença o se allega a fazer algun fecho60 pare mjentes que non sola mente consydere sy aquella cosa que quiere fazer es honesta, [fol. 58v] mas deue consyderar de mas desto: sy el tiene poderio para la fazer, enlo qual es de parar mjentes que non desespere loca mente por poquedad o non se esfuerçe muncho por codiçia. Y en todos los negoçios ante que los comjençes es de poner aparejo diljgente.

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Capitulo xviijo61 Mas commo munchos piensen que las cosas de guerra son

mayores que las dela çibdad, de menguar es esta opinjon. Ca munchos buscaron munchas vezes guerra por codiçia de gloria y esto acaesçe munchas vezes enlos grandes coraçones y jngenjos y esto vsan mas aquellos que son aptos para caualleria y son cobdiçiosos para fazer guerras. Pero sy verdadera mente queremos juzgar, munchas cosas se fizieron enla çibdad mayores y mas claras que las dela guerra. Ca maguer que Themjstocles sea loado con razon y sea su nonbre mas claro que el de Solon y aquella cantica que llaman Salmjs sea testigo de su muy claro vençimjento, la qual es ante puesta al consejo de Solon enel qual primera mente establesçio los Ariopagitas, pero non es de juzgar menos clara esta obra de Solon que aquella. Ca aquella vna vez aprouecho y esta sienpre aprouechara ala çibdad y por este consejo las leyes delos de Athenas y las costunbres delos anteçesores son guardadas. Y Themjstocles por çierto non dixo cosa en que ayudase a Ariopago mas Solon verdadera mente ayudo a Themjstocles. [fol. 59r] Ca la guerra fue fecha con consejo del senado, el qual senado fue establesçido por Solon. Esto mesmo se puede dezjr de Pilusaña y de Ljsandro. Ca commo quier que por los fechos destos el jnperio delos laçedemonjos piensan que sea ensanchado, pero non es la menor parte desto de atribuyr alas leyes y disçpljna de Ljgurgo, ca este ljgurgo fue el que fizo las leyes de laçedemonja. Ca por esta razon oujeron los dichos Pylusaña y Ljsandro las huestes mas obedientes y mas fuertes.

Amj por çierto njn quando era moço me paresçia que leuaua ventaja Gayo Mauro de Marco Estauro njn quando fuy ome y conuersaua enla cosa publjca, Gneo Ponpeo de Quinto Catulo. Ca poco valen las armas de fuera sy non ay consejo en casa. Njn Sçipion Africano syngular enperador aprouecho mas ala cosa publjca en destroyr a Numançia que es Zamora, que enese mesmo tienpo P. Nasica en matar a Grato, maguer que esta muerte de

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Grato non sola mente paresçe cosa domestica mas llegase a cosa guerrera por que fue fecha con fuerça y conla mano, mas fue fecha con consejo fecho enla çibdad syn hueste.

Y aquel dicho por çierto es muy bueno enel qual oyo que suelo ser reprehendido delos malos y enbidiosos; es asaber: den ventaja las armas ala toga ycetera.62 Y avn que yo dexe de contar los otros por ventura quando nos gouernauamos la cosa publjca non dieron lugar las armas ala toga. Ca nunca fue peljgro mas graue enla cosa publjca njn [fol. 59v] mayor mal querençia y por nuestros consejos y nuestra diljgençia delas manos delos muy atreujdos çibdadanos las armas mesmas cayeron. Pues quál cosa fue fecha en guerra tamaña o quál trihunfo es de ygualar; pues yo, o Marco fijo, çerca de ty gloriar me he, pues aty pertenesçe la herençia desta gloria y el semejar enlos fechos. Por çierto aquel varon lleno de loores de guerra, Ponpeo, oyendo lo munchos, amj atribuyo esto, diziendo que en vano troxera él el terçero trihunfo sy por mj obra y bien fecho non oujera enla republjca en que tryhunfase. Pues sigue se desto que son las fortalezas de casa63 non mas baxas que las dela caualleria enlas quales es de poner avn mas trabajo y cuydado que enlas otras; es asaber: dela caualleria.

Y64 aquella honestad que nos buscamos, la qual de todo en todo esta enel coraçon alto y grandioso, esta se faze por fuerça del coraçon y non por fuerça del cuerpo; pero es de exerçitar el cuerpo y asy de vsar que pueda obedesçer al consejo y ala razon en exerçitar los negoçios y en sofryr el trabajo. Y la honestad que nos catamos toda esta puesta enel cuydado y pensamjento del coraçon. En lo qual non traen menor prouecho aquellos que con togas rigen la cosa publjca65 que los que rigen las guerras . Ca por el consejo de aquellos munchas vezes se dexan las guerras y munchas vezes se fazen y ahun alas vezes se cometen, segund que por consejo de Marco [fol. 60r] Caton se cometio la terçera guerra africana, çerca la qual avn que Caton era muerto valjo su autoridad. Por ende, mas es de codiçiar la discreçion de proueer que la fortaleza de pelear.66 Mas es de esquiuar que esto que dezimos non se faga mas por fuyr del pelear que por razon del prouecho y la guerra sy se reçibiere deue paresçer que por ella non es buscada otra cosa saluo paz.

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Capitulo xjx Al fuerte y constante coraçon pertenesçe non ser perturbado

enlas cosas asperas njn, segund se dize comun mente, temeroso de caer de su estado, mas vsar de consejo de coraçon y non se partyr dela razon. Mager que esto pertenesca al coraçon; es asaber: non se dexar caer con flaqueza y aquello non solamente es de gran coraçon, mas es de gran jngenjo; conviene asaber: entender ensu pensamjento las cosas avenjderas y alas vezes dezir ante lo que despues puede acaesçer en cada vna parte delos consejos, y qué se deue fazer quando algo acaesçiere y non fazer cosa de que despues diga: non lo pense. Estas son obras de ome de grande y de alto coraçon y que confiante mente se rige con discreçion y consejo. Y andar enla batalla non consydera mente y pelear con sus manos conel enemjgo, esto es vna cosa crua y semejante delas fieras. Mas quando el tienpo y la nesçesidad lo demanda [fol. 60v] de pelear es conlas manos y la muerte es de ante poner ala serujdunbre y fealdad.

Cerca del destroyr y deribar las çibdades muncho es de considerar que non se faga cosa syn consejo njn cruel mente; y esto pertenesçe a gran varon: despues de acabados los fechos penar alos culpantes y conseruar la munchedunbre del pueblo. Y en toda fortuna retener syenpre las cosas derechas y honestas. Ca asy commo son algunos, segund que de suso dixe, que ante ponen los fechos de guerra alos fechos del regimjento dela çibdad y alos consejos delos sabidores, asy fallaras munchos aquien paresçen mas claros y mayores los consejos peljgrosos y engañosos que los pensamjentos folgados. Y del todo nunca es de temer cosa alguna por fuyr del peljgro por que non parescamos temerosos y couardes y omes que non son para guerra; mas tan bien es de fuyr que non nos ofrescamos alos peljgros syn justa razon, ca non podria ser cosa mas loca. Por ende, en nos poner alos peljgros deuemos segujr la costunbre delos fisicos los quales alos enfermos de ljgera enfermedad ljgera mente los curan y enlas dolençias mas graues husan de peljgrosas y dubdosas curas. Por lo qual quando estan los

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fechos [fol. 61r] mansos desear tenpestad contraria, obra de loco es; mas acorrer ala aduersidad por qual quier manera que sea obra de sabidor es. Ende mas sy es tal el negoçio que acabado alcançamos mas bien que el mal que dende puede venjr.

Y son peljgrosos los fechos en parte aaquellos que lo resçiben y en parte ala cosa publjca. Y son algunos que vienen al peljgro por la vida, otros por la gloria y por aver bien querençia delos çibdadanos; y mas prestos deuemos ser a resçibyr nuestros propios peljgros que los comunes y deuemos mas tenprada mente pelear por la honrra y por la gloria que por los otros prouechos.

Y munchos son fallados que fueron prestos a perder por su tierra non sola mente el dinero mas avn la vida. Mas estos mesmos, ahun que la republjca lo pidiese, non querian resçebyr vn muy pequeño daño enla gloria y fama, segund que fizo Caljcratidas, el qual, commo fuese duque de los laçedemonjos enla guerra de Athenas y fiziese munchas cosas notable mente, ala fyn destruyo todo lo que auja fecho. Ca non quiso obedesçer al consejo de aquellos que dezian que partiese la flota de Archjmjses y non pelease conlos de Athenas, alos quales el respondio quelos laçedemonjos, avn que aquella flota se perdiese, podrian fazer otra; mas fuyr non podian syn su desonrra. Y este fue daño mediano delos laçedemonjos [fol. 61v] mas aquel otro fue pestilençial.

Que commo Cleonbrato, duque delos laçedemonjos, por temor de inujda loca mente pelease con Epamjnunda, duque delos de Athenas67, las faziendas delos laçedemonjos cayeron. Quanto fizo mejor Quinto Fabio Maximo, del qual dize Enjo: hun ome solo retardando68 nos restituyo la cosa publjca.69 Non ponja este el dezir delas gentes ante dela salud y por ende agora resplandesçe mas la gloria deste varon. La qual manera de pecar es asaber: ante poner la gloria propia al prouecho comun es de esquiuar non sola mente enla guerra mas avn enlos fechos dela çibdad. Ca son algunos que lo que les paresçe, avn que sea muy bueno, non lo osan dezir por mjedo de jnujdia.

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CAPITULO XX Los que ala cosa publjca han de aprouechar, de todo en todo

tengan los dos mandamjentos de Platon . El vno que asy quieran y guarden el prouecho comun, que todas las cosas que fizieren refieran ael y olujden sus prouechos singulares. El otro que procuren todo el cuerpo dela cosa publjca, por que guardando la vna parte non desanparen la otra70 [fol. 62r] y aquellos que avna parte dela çibad aprouechan y otra parte se dexan, meten enla çibdad cosa muy dañosa; es asaber, bolljçio y discordia, delo qual sale que algunos son fauorizadores al pueblo y otros alos poderosos y pocos son atodos y por esta razon en Athenas fueron munchas discordias y en nuestra republjca non sola mente discordias, mas avn bolljçios y peleas pestilenciales, las quales cosas el discreto y fuerte çibdadano y digno de prinçipar enla republjca fuyra y aboresçera, y dar se ha todo ala cosa publjca y non andara tras las riquezas njn tras el dinero y toda la cosa publjca guardara de gujsa que atodos prouea y non traera a njnguno en aboresçimjento y jnujdia con crimes falsos. Y del todo asy se llegara ala justiçia y ala honestad, que conseruando la, ahun que faga graue mente enojo a otros, querra la muerte mas ayna resçebyr que desear aquellas cosas que dixe.

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Capitulo xxj Muy mesquina cosa es la desordenada codiçia dela honrra y el

debate sobre ella. Çierto, cobdiçia y sed de honor mesma cosa es, delo qual muy fermosa mente dize Platon que semejante cosa fazen aquellos que entre sy contienden sobre quien admjnjstrara la cosa publjca, commo sy los marineros debatiesen sobre quien gouernaria la nao. Y [fol. 62v] este mesmo Platon manda que aquellos ayamos por aduersarios que traen armas contra nos, non a aquellos que querrian por su juyzio guardar la cosa publjca, segund que fue entre Publjo africano y Quinto Metello vna discordia syn crueza.

Njn son de oyr los que piensan que se deue ome graue mente enseñar alos enemjgos y cuydan que esto pertenesçe a ome fuerte y de gran coraçon. Ca non ay cosa mas loable njn mas digna de grande y claro varon que es la mansedad y la clemençia.

Y enlos pueblos ljbres y enla ygualdad del derecho es tan bien de vsar de prestedad; es asaber, que sea ome ljgero de aver y que non sea ende alteza de coraçon. Por que ensañando nos o alos que allegan anos syn tienpo, o alos que ruegan desuergonçada mente, non cayamos en vn mal costunbramjento syn prouecho y aboresçible. Enpero es de alabar la mansedad y clemençia toda via dando se ala Republjca discreta seguridad, syn la qual non se puede bien admjnjstrar la çibdad. Todo dar pena y todo castigo deue ser syn jnjuria y non se deue referyr al prouecho de aquel que da la pena o de aquel que castiga con palabras, mas a prouecho dela Republjca.

Y es de guardar que non sea mayor la pena que la culpa y que por vnas mesmas causas non sean vnos punjdos y otros njn avn llamados sobre ello. Y es muncho de vedar la saña enel dar la pena. Ca el que viene [fol. 63r] sañudo a dar pena nunca guardara la medianeria que es entre lo muncho y lo poco, la qual plaze alos philosofos peripateticos. Y razonable mente les plaze con tanto que non loasen la saña y dixesen que fue dada prouechosa mente

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por la natura y estas cosas en todos los fechos son de repudiar. Y es de desear que aquellos que goujernan la cosa publjca sean semejantes alas leyes, las quales dan pena non con saña mas con ygualdad y avn enlas cosas prosperas de bien andança y que vienen anuestro deleyte deuemos fuyr con gran cuydado la soberuja y el desden y la vana gloria.

Ca tanbien es de leujdad non sofryr tenprada mente las bien andanças commo non sofryr las cosas aduersas. Es muy fermosa cosa que sea ygualdad en toda la vyda y syenpre vn rostro y vna cara segund que oymos dezir de Socrates y eso mesmo de Celjo Leljo y Feljpe rey de Maçedonja, avn que enlos grandes fechos y enla fama fue sobre pujado su fijo Aljxandre, pero enla mansedad y en ser manual y ljgero de aver veo que fue mayor que su fijo y asy Pheljpo fue muy grande y Aljxandre fue syenpre muy torpe. Y por ende bien paresçen mandar los que amonestan que quanto mayores somos tanto nos tractemos mas baxa mente. Panesçio dize que Africano su deçiplo y su famjljar solja dezir [fol. 63v] que asy commo alos cauallos fechos briosos y fieros por el muncho vso delas batallas suelen los omes dar aquien los dome por que puedan mas ljgera mente serujr se dellos, asy los omes desenfrenados conlas bien andanças y engrandesçidos en sy mesmos deuen ser traydos en derredor dela razon y dela dotrina por que vean la flaqueza delas cosas humanas y la variedad dela ventura. Y enlas grandes bien andanças muncho es de vsar del consejo delos amjgos y es les de dar mayor autoridad que primero y enestos tienpos es de guardar que non abramos las orejas alos ronçeros71 njn nos consintamos ronçear enlo qual es ljgera cosa de ser ome engañado. Ca entonçe cuydamos que somos tales que con razon deuemos ser loados de lo qual nasçen pecados syn cuenta. Ca los omes ensoberueçidos con opinjones torpe mente son escarneçidos y caen en muy grandes erores y esto sea dicho fasta aqui .

Es de juzgar que son muy grandes fechos y de muy grand coraçon los que se fazen por aquellos que rigen las cosas publjcas por que la admjnjstraçion dellas es muy grande y tañe a munchos. Es eso mesmo de juzgar que fueron munchos de grand coraçon tan bien enla vida oçiosa, los quales jnquirieron o prouaron grandes

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cosas y se contentaron y retoujeron enlos fines de sus faziendas o, puestos en medio entre los philosofos y aquellos que admjnjstrauan la cosa publjca, se deleytaron ensu fazienda non acresçentando la por quantas partes [fol. 64r] podiesen nin apartandola del vso della asus parientes, mas partiendo con sus amjgos y conla Republjca quando cunpljese, la qual seyendo primera mente bien ganada non por torpe manera njn aborresçible y aprouechando a munchos con tanto que sean dignos y despues acresçentandola con razon y con diljgençia y abstinençia que obedesca mas a argueza y a bien fazer que a voluntad de luxuria.

Quien esto que escripto es guardare, puede magnjfica y discreta mente y con gran coraçon beujr y avn synple y fiel mente con amjstad delos omes.

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Capitulo xxii Sigue se agora que digamos de vna otra parte que queda dela

honestad enla qual se vee la verguença y commo vna fermosura de vida y tenpramjento y moderamjento y toda çesaçion delas turbaçiones del coraçon y la medianeria delas cosas. Eneste lugar consiste aquello que en lengua latina se puede dezjr fermoso y en la lengua griega dizen pripon, que quiere dezjr fermoso. Y deste tenpramjento tanta es la fuerça que se non puede apartar dela honestad. Ca la cosa convenjente honesta cosa es y lo que honesto es cosa convenjente y qual es la diferençia entre lo honesto y lo fermoso mas ljgera mente se puede entender que declarar. Ca qual quier cosa que a ome convenga esta quando paresçe primero que ello vino la honestad y asy, non sola mente enesta parte dela honestad de que agora avemos de fablar, mas enlas [fol. 64v] tres de ençima se muestra aquello que conviene y es cosa fermosa. Ca vsar dela razon y dela fabla discreta mente y fazer lo que fizieres consyderada mente y en todas las cosas ver qual es la verdad y defender la, cosa convenjente y fermosa es. Y al contrario, ser engañado o errar o deleznar asy es cosa fea commo ser loco o tener perdido el seso. Y todas las cosas justas son fermosas y las ynjustas todas son torpes y feas.

Semejante es enla fortaleza. Ca lo que se faze con onbredad y con gran coraçon esto paresçe cosa fermosa y digna de varon y lo que al contrario se faze esto asy commo es torpe, asy es feo o non fermoso.

Y por ende atoda la honestidad pertenesçe esta fermosura que digo y tanto le tañe que non paresçe estar apartada por alguna razon, mas esta luego en promto. Ca ay vna cosa que se entiende en toda la virtud que es lo fermoso, lo qual mas se puede apartar dela virtud por pensamjento que non por el fecho mesmo. Commo la ljnpieza y fermosura del cuerpo non se puede partyr dela sanjdad, mas puede se entender aparte, asy esta fermosura de que fablamos toda esta mesclada con la virtud, mas apartase enla voluntad y enel pensamjento.

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Capitulo xiij E desta fermosura ay dos maneras: vna general, la qual es la

fermosura que entendemos que esta en toda honestad general mente [fol. 65r]; otra manera ay espeçial y sometida ala primera: esta es la fermosura que tañe a cada vna delas partes dela honestad. Y la fermosura primera asy se suele definjr: lo fermoso es aquello que concuerda conla exçelençia del ome en aquella parte en que la natura del ome es diuersa delos otros anjmales. Y la fermosura espeçial, que es sugeta ala general, asy la difinen los philosofos: lo fermoso es lo que es asy concorde ala natura, que enello paresçe moderamjento y tenpramjento con hun gesto ljberal.

Non72 podemos pensar ser entendidos de aquella fermosura que siguen los poetas dela qual en otro lugar munchas cosas se suelen dezir, conviene asaber, en obras de poetria. Mas estonçe dezimos que guardan los poetas lo que es fermoso quando se faze, y se dize aquello que es digno a cada presona segund su qualjdad. Enxenplo: sy Eaco o Mjnos dixesen aquellas palabras que son escriptas en vna poetria, las quales quieren dezir “aboresçen quando han mjedo”, o aquellas otras que quieren dezir: “el mesmo padre sea sepulcro asus fijos” paresçeria cosa fea y non fermosa por quanto estos Eaco y Mjnos oymos dezir que fueron omes justos; mas sy las dixese Atreo tirano, que oymos que fue cruel, todos los que lo oyesen averian plazer y reyrian por que tal razon es digna [fol. 65v] para tal presona. Mas los poetas segund la presona juzgan que es lo que les convenga o les sea fermoso y anos dio nos la mesma natura persona con grande exçelençia y ventaja de todos los otros anjmales, por ende los poetas enla gran diuersydad delas presonas veran lo que conviene acada vno, y avn alos malos. Mas nos, commo la natura nos aya dado obras y fechos de constançia, de moderamjento, de tenpramjento, de verguença, y la mesma natura nos enseñe que non seamos negljgentes commo nos deuemos aver conlos otros omes,

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concluyese desto que paresca y se vea quan larga mente es derramada la fermosura general que deximos que pertenesçe atoda honestad. Y la espeçial que deximos que esta en cada vna manera o ljnaje de uirtud. Ca asy commo la fermosura del cuerpo conla conposiçion delos mjenbros mueue y deleyta los ojos de quien lo vee, por quanto todas las partes del cuerpo entre sy concuerdan con vna suaujdad, asy esta fermosura que deximos que reluze enla vida mueue a loar la y aprouar la con su orden y constançia y tenpramjento de todos los dichos y fechos aaquellos con quien ome biue.

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Capitulo xxiiijo E de vsar es de vna reuerençia conlos omes, asy conel muy

bueno commo conlos otros. Ca menos presçiar que sienta o que diga [fol. 66r] cada vno de nos, esto non sola mente es manera de ome soberujo, mas avn de ome disoluto del todo. Es otrosy de pensar que dyferençia ay entre la justiçia y la verguença. Ca los mandamjentos dela justiçia son non dañar alos omes, los dela verguença son non ofender. Y asy avn mas manda la verguença que la justiçia. Ca la justiçia quiere non dañar y la verguença njn avn contristar, enlo qual se paresçe muncho el derecho dela fermosura.

Estas cosas declaradas, asaz nos paresçe entendido qual es aquello que es fermoso y el ofiçio que dello nasçe. Primera mente esta tiene la carrera, es asaber, aquella que nos trae aconvenjençia y conseruaçion dela natura y sy segujmos esta gujadora nunca eraremos y segujremos aquello que de natura es agudo y sotil y aquello que es dado para acompañamjento delos omes y aquello que es rezio y fuerte. Mas muy gran fuerça dela fermosura esta enesta parte de que disputamos y non sola mente los moujmjentos del cuerpo, mas avn muncho mas los moujmjentos del coraçon que son dados para nuestra naturaleza son de loar. Ca de dos maneras es la fuerça delos coraçones y dela natura: la vna parte esta puesta enel apetitu, que se llama en griego orme, la qual roba y atrahe al ome aca o alla; la otra esta enla razon, la qual enseña y declara que es lo que se deue fazer y que es lo que se deue fuyr. Y desto se sigue que la razon deue mandar y el apetitu le deue obesçer [fol. 66v] y en todo tienpo se deue ome guardar de dos cosas, es asaber: de osadia loca y de njgljgençia, njn deue fazer njnguna cosa de que non pueda dar causa razonable y esta es poco mas o menos la discripçion y declaraçion deste vocablo que llaman ofiçio, y es de fazer que los apetitus obedescan ala razon y non corran ante que ella njn por pereza del cuerpo, njn por flaqueza del coraçon la desanparen y sean mansos y quitos de toda turbaçion de voluntad, de lo qual luzira toda firmeza y todo

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tenpramjento.73 Ca los apetitus que se van luenga mente dela razon y van commo desterrados o cobdiçiando o fuyendo y non son della asaz retenjdos, estos syn dubda pasan el fyn y el modo. Ca dexan y desechan la obediençia y non obedesçen ala razon, ala qual son sugeptos por la ley de natura, delos quales non sola mente los coraçones son turbados, mas ahun los cuerpos. Podemos agora otear los rostros delos sañudos o de aquellos que o por alguna luxuria o por mjedo son comoujdos o por alguna gran deleytaçion son atraydos, delos quales todos los rostros, las bozes, los moujmjentos, los estados son mudados. De las quales cosas se da a entender por que tornemos ala forma del ofiçio que todos los apetitus son de restrinjr y de paçificar y es de despertar el castigo y la diljgençia por que non fagamos cosa presuntuosa o loca [fol. 67r] mente o ala ventura syn consejo y syn consyderaçion y njgljgente mente. Ca non somos asy engendrados por la natura que parescamos ser fechos para burla y juego, mas ante para rigurosydad; y para algunos estudios mas graues y mayores de burla y de juego podemos vsar, mas desto asy commo del sueño y delas otras folguras, es asaber, quando oujeremos satisfecho alas graues cosas y sosegadas. Y la manera del burlar non deue ser derramada njn desonesta, mas ljbre y donosa. Ca asy commo alos moços non les damos toda ljçençia de jugar, mas aquella que non es agena delas obras dela honestad, asy enel mesmo juego alguna lunbre de buen jngenjo deue reluzir.

Y dos maneras ay de burlar, vna non pertenesçiente a omes ljbres, soberuja y maljçiosa y suzia; otra fermosa, cortes y jngenjosa y donosa. Dela qual manera non sola mente nuestro Plauto y la antigua poetria de Athenas, mas avn los ljbros delos philosofos socraticos son llenos y munchos dichos donosos de munchos se cuentan, asy commo aquellos que fueron ayuntados del viejo Caton que llaman Apotheginata, que quiere dezjr cosas deleytables y dulçes. Y asy ljgera es la distynçion del juego ljbre y non ljbre. Ca el vno se faze en tienpo o quando esta el coraçon cansado y es digno de ome ljbre; mas el otro non es digno de ome ljbre sy alas torpezas delas cosas se junta suzidad de palabras. Y avn es de [fol. 67v] retener tenpramjento enel burlar por que non derramemos muncho todas las cosas y leuantados con deleyte nos

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deleznemos en alguna torpeza. Ayudan aesto nuestro canpo y los studios de caçar y los honestos enxenplos de veer.

Mas74 pertenesçe atoda question de ofiçio sienpre tener en promto quanto preçeda la natura del ome alas bestias y alas otras fieras. Ca aquellas non syenten cosa alguna sy non el deleyte y con toda su fuerça son ayuntadas ael. Mas la voluntad del ome aprendiendo otra mente y pensando syenpre, faze o busca alguna cosa y es atraydo por la deleytaçion del veer y del oyr. Y avn sy es alguno que sea mas jncljnado al deleyte, en tal que non sea dela manera de las bestias. Ca son algunos que non son omes de fecho, mas son lo enel solo nonbre. Mas sy es alguno algun poco leuantado alas virtudes, avn que sea tomado del deleyte, asconde y disymula el apetito del deleyte por la verguença. Delo qual se da a entender que la deleytaçion del cuerpo non es asaz digna dela exçelençia del ome y que cunple menos presçiar la y desecharla y sy ay alguno que quiera dar alguna cosa a la deleytaçion, diljgente mente deue guardar el modo de vsar della. Y el aparejo y el mantenjmjento del cuerpo sean referidos para sanjdad y para fuerça y non para deleyte. Y sy queremos consyderar qual es enla natura la exçelençia y la dignjdad, entenderemos quan torpe cosa es abundar en luxuria y beujr deljcada y muelle mente y quan honesta cosa es beujr tenprada y continente y rigurosa y casta mente.

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Capitulo xxv [fol. 68r] E es de entender que somos vestidos por la natura asy commo

de dos presonas delas quales la vna es comun. Ca todos somos partiçipes conla razon y de aquella exçelençia en que sobre pujamos alas bestias, dela qual es trayda toda cosa honesta y fermosa y dela qual se busca la razon de hallar el ofiçio. La otra es espeçial, que es dada propia y syngular mente acada vno y asy commo enlos cuerpos son grandes desemejança. Ca avnos veemos tener gran ljgereza para correr y a otros grande fuerça para luchar y enlos gestos enel vno paresçe estar dignjdad y en otros fermosura y ljnpieza. Asy enlos coraçones son avn mayores diuersydades . Era en Luçio Craso y en Luçio Philjpo muncha mansedad de palabra y avn mayor era y mas de proposito en Gayo Cesar fijo de Luçio y en estos tienpos en Marco Stauro y en Marco Druso el moço. y en cada vno destos auja rygurosidad, en Celjo Leljo muncha alegria y en su famjljar y conpañero Sçipion mayor ambiçion y voluntad de honrra y la vida mas triste. Y entre los griegos oymos dezir que Socrates era dulçe y donoso y de suaue palabra y en todo su fablar symulador, es asaber, que fablaua por el contrario, que llaman los griegos yronja. De contraria manera eran Pitagoras y Pericles, los quales aujan alcançado soberana avtoridad syn alguna alegria. Delos duques de Africa oymos dezir que Anjbal era artero. Delos nuestros duques Quinto [fol. 68v] Maximo oymos que callaua ljgera mente y encobria y disimulaua y ponja asechanças y antiçipaua los consejos delos enemjgos, enla qual manera los griegos ponen ante de todos a Themjstocles y al fiero Jason, y enlos primeros fue sagaz y artero aquel fecho de Solon, el qual por que fuese mas segura su vida y algun tanto mas aprouechase ala cosa publjca fingio se que era loco. Y son otros a estos muncho desemejantes los quales son sjnples y abiertos y piensan que non se deue fazer cosa ascondida mente njn por asechanças, honrradores dela verdad y enemjgos del engaño. Y son otros que qual quier cosa sofriran y aqual quier serujran con tanto que alcançen lo que quieren, segund que veyamos fazer a

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Sylla y a Marco Craso y enla qual manera oymos dezjr que era muy agudo y muy paçiente Ljsandro el de Laçedemonja. Al contrario era Caljcratidas el qual fue capitan dela flota, luego despues de Ljsandro y enlas palabras avno veemos que avn que sea muy poderoso faze fablando que paresca vno de munchos, lo qual vimos en Catulo, el padre y el fijo, y eso mesmo en Quinto Muçio. Oy alos mas viejos que esto mesmo auja Publjo Sçipion Nasica y el contrario auja aquel que vengo los atreujmjentos perdidos de Tito Grato, ca non auja njnguna fermosura de palabra y Senocrates fue por çierto muy riguroso entre los philosofos y por esto fue muy grande y muy claro.

Son otras desemejanças [fol. 69r] syn cuenta dela natura y delas costunbres.

Muncho75 son de guardar acada vno las costunbres proprias con tanto que non sean viçiosas para que mas ljgera mente se tenga aquella fermosura que buscamos. Y es de fazer que contra la vnjuersal natura en que todos concuerdan, en cosa alguna non porfiemos, pero esta guardada sigamos nuestra propia natura y avn que sean otras cosas mas graues o mejores. Pero nos nuestros studios mjdamos los conla regla de nuestra natura. Ca non cunple repugnar ala natura njn segujr cosa alguna que non puedas alcançar; delo qual mas paresçe qual es aquella fermosura de que fablamos y por ende non pertenesçe cosa alguna enla vida, segund que dizen, aqui contra dize y repugna la natura. Y sy alguna cosa es del todo fermosa non hay por çierto cosa alguna mas que la ygualdad de toda la vida y delas syngulares obras la qual non podras guardar sy semejando ala natura delos otros dexas la tuya. Ca asy commo deuemos vsar de aquel lenguage que es anos conosçido y sabemos, por que non seamos con razon escarneçidos, commo algunos que fablan mal las palabras griegas, asy enlas obras y en toda la vida non deuemos poner alguna discordançia.

Y esta diferençia delas naturas tanta fuerça tiene que alas vezes alguno se deua el mesmo dar la muerte y otros non. Por ventura fue en otra causa Marco Caton y en otra [fol. 69v] los otros que en Africa se dieron a Cesar. Por çierto a los otros por ventura fuera avido por viçio sy se mataran, por quanto fuera su vida mas ljujana y las costunbres mas ljgeras. Mas a Caton

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commo le oujese dado la natura graueza jncredible, la qual el esforço con perpetua firmeza y sienpre permaneçio enel consejo y proposito resçebido, ante le convino morir que otear el rostro del tirano. Quan munchas cosas padesçio Ujljxes en aquel eror de dia y de noche quando seruja muncho aaquellas mugeres sy son de llamar mugeres Circrue y Caljpso y en toda su palabra queria ser atodos plazentero y en casa sufrio ynjurias de sieruos y de sieruas por que alguna vez vinjese aaquello que deseaua. Y Ajax con grand coraçon se cuenta que codiçio mjll vezes la muerte mas que pasar aquellas cosas. Las quales cosas contenplando es de parar mjentes qué tenga cada vno en sy y aquello deue temprar y non querer prouar commo le pertenesçen las cosas agenas. Ca aquello pertenesçe muncho acada vno lo que es muncho propio del.

Y por ende cada vno conosca su engenjo y fagase juez diljgente de sus bienes y de sus viçios, por que non parescan aver mas sabiduria los aluardanes76 que nos otros. Ca aquellos non escogen las mejores fabljllas, mas las que son mas propias aellos. Ca los que son exçelentes en boz para cantar suelen dezir aquellas fabljllas que llaman Epigones y Medo y los que en fazer gestos aquellas que llaman Menaljpa y Cletimesta. Y munchas vezes dezia Rutiljus [fol. 70r] del qual yo me acuerdo, aquella que llaman Antiopa y non dezja munchas vezes Osofo aquella que llaman Ajaçe. Y pues vera el aluardan enla burla lo que non vera el varon sabidor enla vida.Y por ende en aquellas cosas en que somos muncho abtos prinçipal mente trabajemos y sy alguna vez la nesçesydad nos traxier aaquellas cosas que non son de nuestro jngenjo, es de poner todo cuydado, pensamjento y diljgençia por que sy non las podiermos fazer fermosa mente que alo menos las fagamos lo menos feo que podiermos. Y non es tanto de trabajar por segujr los bienes que non nos son dados commo por foyr los viçios.

A estas dos presonas que de suso dixe se ayunta la terçera,77 la qual algun caso o tienpo pone y ahun la quarta la qual nos por nuestro juyzio prestaremos a nos mesmos. Ca los regnos, los jnperios, las noblezas, las honrras, las riquezas, los dineros estas cosas asy commo vienen por caso asy se goujernan por los tienpos, mas nos mesmos de qual persona queremos vsar de

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nuestra voluntad nasçe. Y asy vnos se dan a philosofia, otros a derecho çeujl, otros a retorica y avn enlas mesmas virtudes vno quiere ser mas exçelente en vna que en otra y aquellos cuyos padres o anteçesores fueron exçellentes en alguna gloria, algunos dellos trabajan por ser exçelentes en aquella manera de loor, commo fizo Quinto Muçio fijo de Publjo enel derecho çeujl y el Africano fijo de Publjo enla caualleria. Algunos [fol. 70v] alos loores que resçibieron desus padres añaden algun loor suyo. Commo este Africano fizo, que ayunto la gloria dela caualleria ala eloquençia del fablar y eso mesmo fizo Timoteo fijo de Conon, el qual commo non fuese menor de loar de guerra que su padre aeste loor añadio gloria de dotrina y de jngenjo. Y acaesçe alas vezes que algunos dexando de semejar asus anteçesores segund su propio proposito y eneste trabajan munchas vezes aquellos que prueuan grandes cosas y son nasçidos de obscuros y baxos anteçesores. Y estas cosas todas deuemos tractar enel coraçon y enel pensamjento quando buscamos que es aquello que nos pertenesçe.

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Capitulo xxvj Primera mente es de pensar que tales queremos ser y en que

manera de vyda, la qual deljberaçion es muy mas dyfiçile que todas. Ca en començando la moçedad quando es mas difiçile de consejo. Entonçe cada vno determjna asy mesmo la manera dela vyda aquella que mas ama y asy ante que pueda juzgar qual es lo mejor se enbuelue en alguna manera y curso de beujr. Ca Ercoles dizen que fue desgastador dela vida enla njñez y segund que cuenta Senofontes luego que fue pubes, es asaber, que paso los catorze años, el qual tienpo es dado por la natura a elegyr que via de beujr cada vno deue entrar, saljo avna soledad apartada y ally asentado luenga mente muncho entre sy dubdo [fol. 71r], commo viese dos carreras vna de deleyte y otra de virtud, por qual dellas era mejor que fuese. Esto por ventura pudo conteçer a Ercoles, nasçido por engendramjento de Jupiter. Mas anos non queremos semejar aaquellos que acada vno de nos bien paresçen, y por las costunbres y maneras dellos somos traydos y munchas vezes acaesçe que enformados por los mandamjentos de nuestros padres somos ynduzidos asu manera y costunbre, otros son traydos por el juyzio dela munchedunbre y las cosas que paresçen ala mayor parte delas gentes muy fermosas aquellas desean muncho; enpero son algunos que o por alguna bien aventurança, o por bondad dela natura, o por disçpljna de los padres sigen la derecha carrera dela vyda. Aquellos son muy raros y pocos los que por exçelente grandeza de jngenjo o por muy claro enseñamjento y dotrina, o ornados de anbas cosas, oujeron espaçio de deljberar qual curso de vyda sobre todos querian segujr, enla qual deljberaçion todo el consejo es de traer ala natura propia de cada vno. Ca commo en todas las cosas que se fazen dela manera en que cada vno es nasçido, buscamos lo que le pertenesçe segund de suso dicho es. Muncho mayor cuydado es de poner en establesçer y ordenar toda la vida por que podamos perseuerar enla perpetuydad dela vyda y podamos concordar con nos mesmos y non fallesçer njn coxquear en algun ofiçio. Y para esta consyderaçion ha muy gran fuerça la

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natura y despues della la fortuna y de anbas y dos, natura y fortuna [fol. 71v] es de aver razon en escoger la manera dela vyda, pero mas dela natura. Ca es muncho mas firme y mas constante y la fortuna alas vezes commo mortal paresçe pugnar conla natura yn mortal. Por ende aquel que todo su consejo para escoger la manera del beujr, retornare ala su propia natura con tanto que non sea viçiosa, este terna constançia y firmeza y esto muncho le pertenesçe, saluo sy por ventura entendiere que erro en escoger la manera del beujr, lo qual sy acaesçiere, ca puede acaesçer, es de fazer mudamjento delas costunbres y delas maneras. Y este mudamjento sy ayuda se los tienpos, mas ljgera y mas prouechosa mente faremos sy non poco a poco y pie ante pie es de fazer; commo dizen los sabidores que las amjstades que non deleytan y non son buenas, mas conviene de desfazerlas poco a poco, que non cortar las a su ora. Y mudada la manera del beujr con toda la razon es de curar que esto paresca fecho con buen consejo.

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Capitulo xxvij Mas por quanto poco ante es dicho que es de semejar alos

anteçesores, el primero mandado es que enlos viçios non les semejemos y eso mesmo sy la natura delos fijos non trahe que algunos fechos delos padres se puedan semejar. Commo el fijo del Africano primero, el qual era engendrado de [fol. 72r] Paulo y el le porfijo por enfermedad de dolençia, non podia ser tan semejante asu padre commo el fuera del suyo. Por ende sy non podiere o defensar rezia mente las causas, o tener el pueblo con buenas razones, o fazer las guerras, deue dar de aquellas cosas que son en su poderio; es asaber: justiçia, fe, ljbertad, modestia, tenpramjento, por que menos le sea pedido lo que fallesçe. Y la muy buena heredad que por los padres se dexa alos fijos muncho mejor que todo patrimonjo es la gloria dela uirtud y delas cosas bien fechas. La qual herençia desonrrar o poner ome enella su desonrra es de juzgar por viçio o por cosa muy fea.

Y por quanto los ofiçios non son eso mesmo alas hedades diuersas y otros son delos mançebos y otros delos mas viejos alguna cosa es de dezir desta distinçion. Y pertenesçe al moço catar reuerençia alos mayores de hedad y destos amar alos muy buenos y priuados por consejo y autoridad delos quales se rija. Ca la ygnorançia y synpleza dela hedad que cresçe es de guardar y regyr por la sabiduria delos viejos y muncho es esta hedad de refrenar dela luxuria y es de exerçitar en trabajo y pasçiençia de coraçon y de cuerpo por que su yndustria se enfortalezca asy enlos ofiçios de guerra commo enlos dela çibdad. Y quando quisieren relaxar o soltar sus coraçones y dar se a alegria guardense de jntemperança [fol. 72v], es asaber, de deleyte y mjenbre se dela saña, lo qual sera cosa mas ljgera sy enlas cosas desta manera quisieren que los mayores de hedad sean presentes. Y alos viejos los trabajos del cuerpo son de menguar y los exerçiçios del coraçon paresçe que se deuen acresçentar y es de dar obra por que ayuden muncho con su consejo y discreçion alos amjgos y ala mançebia y mayor mente ala cosa publjca. Y non ay cosa mas de

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esquiuar ala vegez, que es que se non de a oçiosidad y pereza y la luxuria commo atoda hedad sea turpe, pero ala vegez es muy mas fedionda y, sy se allegare la jntemperança delas luxurias, doble mal es. Ca la vegez reçibe desonra y faze la jntemperança delos moços mas syn verguença.

Y aquello non es de dexar commo ageno dezjr delos ofiçios delos juezes y delas presonas priuadas y delos çibadanos y delos regnos y el propio ofiçio del juez o del que tiene señorio publjco, es entender que representa la presona dela çibdad y que deue sustener la dignjdad y honrra della y guardar las leyes y fazer derecho y menbrar se que estas cosas son cometidas asu fe. A la priuada persona pertenesçe beujr conlos çibadanos en ygual derecho, njn sometido y desechado, njn ensoberuesçido y vfano y deue querer enla cosa publjca las cosas que son mansas y honestas, ca al tal solemos dezir y aver [fol. 73r] por buen çibdadano. El ofiçio del peregrino es non fazer otras cosas saluo su negoçio y non jnqueryr de otra cosa njn ser enla agena republjca soljçito escrudiñador. Y asy poco mas o menos se fallaran los ofiçios quando se busca que es lo que pertenesca y que sea apto alas personas y alos tienpos y alas hedades y non ay cosa que tanto pertenesca commo guardar constançia y firmeza en fazer los fechos y tomar los consejos.

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Capitulo xxviijo78 Mas por quanto aquella fermosura de que fablamos enlos

fechos y en los dichos se vee enel moujmjento y estado del cuerpo, lo qual esta puesto en tres cosas: enla firmeza, enla orden, enel aparejo apto para la obra. Es difiçil para fablar, mas asaz ljgera mente se puede entender: enestas tres cosas se contiene aquel cuydado, es asaber, que seamos loados de aquellos con quien o çerca de quien beujmos y destas cosas sera dicho algun poco. Al comjenço de nuestro cuerpo, la natura mesma, es asaber, Dios, paresçe que ovo gran consyderaçion. Ca la forma nuestra y la figura en que ay fechura honesta puso la en prompto y que se pudiese ver ljgera mente; y las partes del cuerpo que son dadas para nesçesidad dela natura y avian de tener feo acauamjento y fechura en çerrolas y ascondiolas y esta tan diljgente [fol. 73v] fabrica dela natura ha segujdo la verguença de los omes. Ca las cosas que ascondio la natura estas todas los que son cuerdos las aparten delos oios delos omes y trabajan que, quando han de vsar dellas para nesçesidad que lo fagan muy ascondida mente, y estas partes del cuerpo los vsos delas quales son nesçesarios aellas njn asus husos non nonbran por sus nonbres y aquello que non es turpe fazer se con tanto que se faga secreto, pero dezjr se es cosa fea y asy njn la obra de aquellas cosas fecha manjfiesta mente se escusa de luxuria y molleza, njn la fabla dello abierta se escusa de torpeza y fealdad, njn son de oyr los philosofos conjçios njn los stoycos sy algunos fueron que reprenden y burlan, por que las cosas que non son turpes en fecho dezimos que son feas enlos nonbres y enlas palabras, y enlas cosas que son torpes de fecho nonbramos por sus nonbres; commo robar, engañar adulterar es cosa turpe en fecho, mas el dezjr non es feo y el fazer fijos legitima mente es honesto en fecho y el dezjr lo claro por su nonbre es cosa fea. Y munchas cosas desta manera se disputan por ellos contra la verguença, mas nos sigamos la natura y fuyamos de todo aquello que es aboresçido del acatamjento delos ojos y delas

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orejas. Nuestro estar, nuestro andar, el asentar, el acostar, el echar nuestros ojos y nuestros rostros y el moujmjento [fol. 74r] delas manos guarde aquella fermosura que deximos, en lo qual dos cosas son muncho de fuyr, es asaber, que non sea cosa mugeril o muelle y eso mesmo njn dura njn rustica. Y non es de otorgar alos juglares y alos retoricos que estas cosas tengan aptas y nos que las tengamos disolutas y por çierto la costunbre delos juglares tanta verguença tiene por la vieja desçepljna que njnguno non salljra a fazer juegos en plaça sy non esta çeñjdo de baxo. Ca ha mjedo que sy por algun caso acaesçiere que algunas partes del cuerpo se descubran que paresçeran desnudas fea mente. Y segund nuestra costunbre los fijos mayores de catorze años non se lauan enel baño conlos padres, njn los yerrnos conlos suegros y por ende de guardar es la verguença enlas cosas desta manera señalada mente, pues la natura mesma es maestra y gujadora.

Y79 commo dos maneras sean de fermosura, enla vna delas quales esta venustad80 que es vna ljnpieza resplandesçiente, enla otra dignjdad que es autoridad y ljnpieza del gesto. La primera que es resplandor deuemos la dezjr que es mugeryl y pertenesçe a muger, y la dignjdad pertenesçe a varon y por ende del gesto deue se aredrar todo aderesço que non es digno a varon y semejante viçio se deue esquiuar enel andar y enel mouer. Ca los moujmjentos que se fazian enel juego que se fazia enla palestra munchas vezes son aborresçibles y avn algunos gestos que fazen los albardanes [fol. 74v] non se escusan de fealdad y en anbas maneras aquellas cosas que son derechas y synples son loadas. Y la dignjdad del gesto del ome deue se guardar con bondad de color y la color es de ganar con exerçiçios del cuerpo y es de buscar ljnpieza non aborresçible njn muncho buscada, mas sola mente que sea tal que fuya negljgençia syluestre y canpesina y jnhumana y esta mesma razon es de guardar enel vestyr, enlo qual asy commo enlas mas delas cosas la medianeria es muy buena. Y es de esquiuar de vsar enel andar de pasos tardineros y muy muelles, por que non parescamos alos manjares de las fiestas, njn vsemos de tan gran priesa que resçibamos muy gran presura. Lo qual quando se faze mueuen se los resollos y muda se la cara y las fazes se atormentan, delo qual sale gran señal que non ay

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constançia. Pero muncho mas es de trabajar que los moujmjentos del coraçon non se partan dela natura, lo qual alcançaremos sy nos guardamos que non cayamos en turbaçiones y en enajenamjentos de voluntad y sy toujeremos actentos los coraçones a conseruaçion dela fermosura. Y los moujmjentos delos coraçones son de dos maneras: los vnos de pensamjento y los otros de apetito. El pensamjento se trabaja muncho en buscar la verdad, el apetyto enpuxa para oyr y es de catar que vsemos del pensamjento para las cosas muy buenas y el apetitu que lo fagamos obediente ala razon.

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[fol. 75r]

Capitulo xjx81 E por quanto es gran fuerça la dela oraçion, es asaber, dela

eloquençia, esta es de dos maneras: la vna de contençion y debate y otra de palabra llana. La contençion deue ser dada alas disçeptaçiones y disputaçiones de los juyzios y delos debates del senado. Dela palabra llana se deue vsar enlas otras disputaçiones y fablas delos amjgos y delos famjljares y eso mesmo enlas otras cosas comunes y conbites. Y dela contençion mandamjentos ay de retoricos, mas dela palabra llana non ay algunos que estudien y delas conpañas delos retoricos toda esta llena, maguer que los mandamjentos delas palabras y delas sentençias tan bien pertenesçen ala palabra llana. Y commo tengamos por mostradora y juez dela oraçion ala boz, dos cosas son de guardar enella. La vna que sea clara, la otra que sea mansa y suaue y anbas estas cosas son de pedyr dela natura, pero la primera, es asaber, la claridad dela boz, el exerçiçio la acresçentara; y la otra que es la suaujdad el semejar alos que fablan bien y llana mente. Y non fue otra cosa saluo la bondad dela boz en aquellos que llaman Catulos por que pensases que vsauan de muy sotil juyzio de letras avn que eran letrados. Pero otros letrados aujan, mas estos Catulos eran aujdos que vsauan muy bien dela lengua latina. Ca el sueno82 desu fablar era dulçe [fol. 75v] y las letras nyn esprimjdas por apartamjento delos labios njn opremjdas de gujsa que non fuesen bien espaçificadas y njn era escura cosa njn enojosa y la boz dellos era con contençion y njn flaca njn muy alta. Y mas abundosa oraçion era la de Luçio Craso y non menos donosa, mas la fama delos Catulos del bien fablar non era menor. Y Çesar hermano del padre de Catulo lleno de sal, de sabiduria y graçioso vençio en fablar atodos y este enla manera del fablar del juyzio vençia por su fabla las contençiones y oraçiones declamatorias delos otros.

Enestas cosas todas es de trabajar sy buscamos lo que es fermoso en todos los fechos. Por ende sea esta palabra llana y non

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porfiosa, enlo qual los socraticos muncho son exçelentes; y sea enella dulçedunbre y non excluda alos otros, asy commo sy fuese el fablar de su herençia. Mas commo enlas otras cosas, asy enel fablar comun dexe fablar alos otros por que se vse de viçissytudine, es asaber, que fable a vezes vno a vezes otro y pare mjentes primera mente de qué cosas fabla. Y sy es de cosas discretas y graues, ponga alguna rigorosidad, sy es de juego ponga dolçura. Y enlo primero pare mjentes que su palabra non muestre que ay algun viçio en sus costunbres, lo qual muncho suele acaesçer quando cuydosa mente se fabla delos absentes por causa [fol. 76r] delos menguar o por burla o mal dezidora o jnjuriosa mente. Y acaesçen munchas vezes las fablas o delos negoçios de casa o dela republjca o de studios o dotrinas delas artes y es de trabajar que sy la fabla se saljere desto y començare yr aotras cosas, sea retornada aello. Mas esto quando cunpljere. Ca njn en vnas cosas, njn en todo tienpo, njn de vna manera nos deleytamos y es de parar mjentes fasta quando dura que el fablar aya deleytaçion. Y asy commo con razon se deue començar, asy se tenga manera al acabar.

Y asy commo en toda la vyda es mandado muy razonable mente que fuyamos las turbaçiones del coraçon y los moujmjentos rezios que non obedesçen ala razon, asy el fablar se deue escusar destos moujmjentos y que non ayan enello saña njn alguna codiçia njn pereza, n delexamjento njn otra cosa tal. Y es muncho de curar que parezcamos honrrar y amar aaquellos con quien fablamos y alas vezes son nesçesarias algunas reprehensiones enlas quales por ventura es de vsar de mayor contençion de boz y de mas agra graueza de palabras, mas es de fazer que non paresca que lo fazemos sañudos. Mas asy commo a quemar y a cortar enlas llagas, asy aesta manera de castigo vernemos pocas vezes y contra nuestra voluntad y nunca saluo con nesçesidad, es asaber, sy non se falla otra melezina o remedio. Pero la saña sea lueñe dende conlo qual non se puede fazer [fol. 76v] cosa derecha njn consyderada mente. Y por la mayor parte conviene de vsar de castigo piadoso ayuntando ael graueza de gujsa que sea ende alguna rigorosidad y que sea tirada toda ynjuria y esto mesmo lo qual castigo toujere de agrura, es de dar a entender que se faze por

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causa y prouecho de aquel que es castigado. Y es cosa derecha ahun en aquellos debates que avemos con nuestros muy enemjgos, maguer oyamos o entendamos algunas cosas que non sean dignas anos, pero que retengamos la graueza y echemos la saña. Ca las cosas que se fazen con alguna turbaçion non se pueden fazer constante mente njn ser loadas de aquellos que estan presentes y es cosa fea loarse asy mesmo. Señalada mente de cosas falsas y con riso delos que lo oyen semejan aaquel cauallero glorioso que llaman Trasson.

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Capitulo xxx E por quanto todas las cosas presegujmos, ca por çierto

querriamos las presegujr, es de dezir qual nos paresçe que deue ser la casa del ome honrrado y que tiene poderio y de qué grandeza y la fyn y medida y termjno del hedificar, fasta que huso se deue reduzir y es de poner diljgençia y aver consyderaçion al prouecho y dignjdad. Y oymos dezir que le fuera causa de honrra a Gayo Octaujo que fiziera vna casa muy buena y llena de dignjdad enel lugar que llaman Palaçio, la qual [fol. 77r] commo fuese vista de munchos a menudo piensan que ayudo asu señor, avn que era de baxo lugar, para que fuese consul. Esta casa Estauro su fijo derribo en parte y acresçentola mas y el padre fue el primero que en su casa traxo el consulado y este fijo del soberano y muy claro varon enla casa acresçentada non sola mente traxo repulsa dela dignjdad, mas avn jnjuria y mjseria. Ca es de horrnar la dignjdad con casa, mas non es toda de buscar por la casa; njn el señor por la casa, mas la casa por el señor se deue honestar y honrrar. Y asy commo enlas otras cosas es de aver consyderaçion non sola mente de sy, mas avn delos otros, asy enla casa del claro ome enla qual son de resçebyr munchos huespedes y es de resçebyr munchedunbre de omes, de todas maneras es de aver cuydado que sea ancha razonable mente. Ca en otra gujsa la casa muy ancha munchas vezes desonrra asu señor sy enella es soledad y esta vazia y mayor mente sy alguna vez fue acostunbrada de morar por otro señor. Ca aborresçible cosa es quando dizen los que pasan: o antigua casa, ay, commo eres enseñoreada por señor non ygual, lo qual por çierto enestos tienpos se puede dezjr contra munchos. Y es de esquiuar señalada mente sy tu mesmo labras que non salgas enla costa y magnjfiçençia allende del modo y tenpramjento razonable, delo qual sale muncho mal enxenplo. Ca [fol. 77v] munchos con gran cuydado en esta parte, es asaber, enel labrar, quieren semejar alos fechos delos prinçipes, segund que munchos han semejado enla magnjfiçençia delas villas a Luçio Baculo soberano varon, enlas quales por çierto es de poner modo y de

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reduzir a medianeria y esta mesma medianeria es de traspasar atodo huso y aderesço dela vida. Y esto baste fasta aqui.

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Capitulo xxxj

En resçebyr qual quier obra son de guardar dos cosas: la primera que los apetitus obedescan ala razon, ca non ay cosa mas convenjente para conseruar los offiçios, es asaber, las obras virtuosas. Y dende es de parar mjentes quánta es aquella cosa que queremos fazer por que non se ponga enella mayor njn menor cuydado njn trabajo que la cosa demande. La terçera es que nos guardemos que aquellas cosas que pertenesçen a se fazer ljbre mente y ala dignjdad, sean con modo y tenpramjento. Ca el modo es muy buena cosa para tener aquella fermosura de que ante deximos y non pasar adelante mas delo que conviene.

Mas83 destas tres cosas, la muncho mejor es el apetitu obedesçer ala razon y despues es de dezir dela orden delas cosas y dela oportunjdad delos tienpos y enesta sçiençia se contiene aquella que llaman los griegos entaxia, non esta que nos [fol. 78r] jnterpetramos modestia, enla qual palabra se contiene modo, mas aquella es entaxia, enla qual se contiene la conseruaçion dela orden. Y asy para que esta nos llamemos modestia o moderamjento, asy es definjda por los stoycos: modestia es sçiençia de asentar en su lugar las cosas que se fazen o se dizen y asy paresçe que vna mesma fuerça es desta palabra ordenança y dela palabra collocaçion, que quier dezjr asentamjento delas cosas en su lugar. Ca la ordenança asy es difinjda, conviene asaber: la ordenança es conposiçion delas cosas en sus abtos y convenjentes lugares y el lugar dela obra es la oportunjdad del tienpo y el tienpo oportuno y convenjente para la obra se llama en griego ençena y en latyn ocasion; es asaber: que aquel tienpo es convenjente para los fechos quando se ayuntan y acaesçen las causas convenjentes aellos. Ca ocasion propia mente quiere dezir: ayuntamjento de causas y asy se faze que esta modestia y moderamjento que asy jnterpetran, segund dixe, es sçiençia dela oportunjdad y convenençia delos tienpos ydoneos y buenos para obrar. Mas puede ser esta mesma definjçion o declaraçion dela prudençia y discreçion dela qual deximos en comjenço, mas eneste lugar

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buscamos y queremos dezjr del moderamjento y tenpramjento y delas virtudes semejantes destas.

Y las cosas que eran propias dela prudençia y discreçion dichas son en su lugar, mas aquellas que [fol. 78v] pertenesçen aestas virtudes de que ha ya muncho que fablamos, las quales pertenesçen ala verguença y aque seamos loados y aprouados por aquellos con quien beujmos agora son de dezjr. Y tal orden es de poner enlas obras que asy commo enla oraçion o proposiçion buena y fermosa, asy enla vyda todas las cosas sean abtas y convenjentes entre sy vnas con otras. Ca cosa es muy turpe y viçiosa enel fecho reguroso dezjr alguna palabra deljcada y digna de dezjr se en conbite, y por ende dixo bien Pricles. Ca commo toujese por conpañero enel juzgado a Sofocles poeta y ellos estoujesen en vno para vsar de su comun ofiçio y acaesçiese que pasase vn moço fermoso y dixese el Sofocle: o Pericle, que moço fermoso; dixo el: o Sofocle, pertenesçe al juez non sola mente las manos mas avn los ojos tener abstinentes. Y por çierto, sy Sofocles esto dixera loando aalgunos mançebos que entrasen aprouar el cuerpo, non podiera ser justa mente reprehendido. Ca tanta es la fuerça del lugar y del tienpo que sy alguno tenjendo de razonar alguna causa va enel camjno andando y cuydando entre sy, o sy alguna cosa otra mas actenta mente piensa, non deue ser reprehendido, mas esto sy lo faze enel conbite paresçera ome jnhumano y que non sabe conosçer el tienpo. Mas las cosas que muncho discuerdan dela humanjdad, commo sy alguno cante [fol. 79r] enla plaça o faze otra gran nesçedad, gran mente se paresçen. Y esto non ha menester gran trabajo para dar le amonestamjento y mandado, mas las cosas que paresçen pequeños deljctos y non los entienden munchos, destas es con mayor diljgençia de desuyar, commo enlas cuerdas y en los jnstrumentos de boca, ahun que poco discuerden pero, el que lo sabe, suele lo conosçer. Y asy es de beujr enla vida que non discuerde cosa alguna y ahun muncho mas que enlos jnstrumentos, por que mayor y mejor es la concordia delas obras que delos sones.

Y84 asy commo enlas cuerdas las orejas delos tañedores sienten las cosas pequeñas, asy nos sy queremos ser agros y diljgentes corregidores delos viçios munchas vezes entenderemos

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por los pequeños los grandes viçios y por el acatamjento delos ojos o baxamjento o alçamjento delas çejas y por la tristeza y por la alegria y del huso y dela fabla y del callar y dela contençion dela boz y del abaxamjento della y delas otras cosas semejantes ljgera mente juzgaremos qual dello se faze apta mente y qual discuerda de ofiçio. Y enesta manera de viçio es cosa prouechosa juzgar por lo otros qual es viçio, y asy commo non pareçe bien enlos otros, asy nos guardaremos nos. Ca acaesçe non se por que manera que mas veemos enlos otros sy algo se yerra que non en nos mesmos. Y asy muy [fol. 79v] ljgera mente son corregidos aprendiendo aquellos cuyos viçios los maestros remedian. Y non es cosa estraña, ante es razonable para escoger aquellas cosas que son dubdosas, preguntar alos omes enseñados y vsados y saber dellos que es lo que les paresçe en cada manera de ofiçio. Ca la mayor parte poco mas o menos suele ser atrayda aaquello aque la natura lo atrae . Enlo qual es de catar non sola mente lo que fabla cada vno,mas ahun lo que siente y por que causa lo siente. Ca asy commo los pintores y aquellos que fazen las señales y ahun los verdaderos poetas quieren que su obra sea consyderada por el pueblo, por que sy alguna cosa fuere reprehendida por munchos aquella sea corregida, y estos consigo y con otros buscan aquello que es errado, asy por juyzio de otros munchas cosas deuemos fazer y munchas non fazer y mudar y corregir. Y delas cosas que se deuen fazer segund costunbre comun y leyes çeujles, destas non es cosa de mandar, ca mandado está segund enla costumbre y leyes se contiene; njn deue ser njnguno atraydo por el error, que sy alguna cosa Socrates o Aristypo contra el vso y costunbre çeujl fizieron o fablaron, que aquello piense que conviene ael. Ca aquellos philosofos ornados de grandes bienes esta ljçençia alcançauan, pero la razon delos philosofos que llamauan çenjcos del todo es [fol. 80r] de desechar. Ca es enemjga dela verguença, syn la qual non se puede cosa derecha njn honesta fazer. Y aaquellos cuya vida fue vista ser en cosas honestas y grandes y syntieron bien dela cosa publjca y alos que lo meresçieron bien o meresçen o tienen alguna honrra o jmperio, deuemos les guardar reuerençia y honrra y dar eso mesmo muncha honrra ala vegez y dar lugar aaquellos que tienen magisterio y juridiçion y catar

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difirençia entre el çibdadano y el peregrino, y entre los peregrinos sy vinjeron priuada mente o publjca, y en conclusion, por que non aya de dezjr de cada cosa, deuemos guardar y defender y amar la comun amjstad y aconpañamjento y consolaçion de todo el ljnaje delos omes.

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Capitulo xxxij

Delos artefiçios y ganançias quales son ljberales o ljnpios y quales son suzios, poco mas o menos ya esto oymos; es asaber, primera mente son denostadas estas ganançias que jncuren aboresçimjento delos omes, commo delos portadgeros y husararios. Y son non ljberales y suzias ganançias las de todos los jornaleros; es asaber, de aquellos cuyo trabajo solo se paga, non cuya arte y el presçio mesmo en aquellos es autorizamjento dela serujdunbre. Son eso mesmo de aver por suzios aquellos que conpran delos mercadores [fol. 80v] para reuender luego. Ca non pueden ganar sy non mjenten muncho y non ay cosa mas turpe que la mentira. Y todos los ofiçios de manos husan en arte suzia. Ca la botica destas cosas non puede tener cosa honesta y non son de loar las artes que son serujdoras delos deleytes y los valleneros o pescadores de pescados gruesos, y los carnjçeros, cozineros, aderesçadores de mesas y otros pescadores: todos husan de arte suzia segund dize Terençio.85 Y añade tu sy te plaze: los que fazen hunguentos y los albardanes y todo lo que pertenesçe al juego delos dados, mas aquellas artes en que esta mayor sotileza y discreçion, o por donde se ha gran ganançia, commo la fisica o carpinteria,86 o la dotrina delas cosas honestas, estas artes son buenas y honestas aaquellos omes a cuya orden y estado convienen y la mercaduria sy es delgada o pobre es de aver por suzia; sy es rica y grande y trae munchas cosas de todas partes y comunjca con munchos syn mentira, non es muncho de denostar y sy esta mercaduria farta ya dela ganançia, o mas propia mente fablando, contenta delo ganado asy commo munchas vezes vino dela mar alta al puerto, asy del puerto se paso alas heredades y posesiones, con muy gran razon me pareçe que deue ser loada y de todas las cosas de que algo se gana non hay cosa mejor que el labrar delas heredades, njn cosa mas farta njn mas dulçe njn mas digna de ome ljbre, delo qual, por quanto deximos asaz enel Caton Mayor, de ally tomaras las cosas que pertenesçen aeste lugar.

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[fol. 81r]

Capitulo xxxiij Cómmo son traydos los ofiçios destas partes que son dela

honestad, asaz paresçe ser declarado. Mas entre estas cosas que son honestas puede munchas vezes acaesçer disputaçion y conparaçion de dos cosas honestas quál es la mas honesta, la qual fue dexada y non tractada por Paneçio. Ca commo toda honestad mana y sale de quatro partes la vna delas quales es el conosçimjento delas cosas que se llama prudençia; la otra dela comunjdad que es justiçia; la terçera dela grandeza de coraçon que es fortaleza; la quarta de moderamjento que es tenprança. Y estas partes es nesçesario que munchas vezes se conparen entre sy en escoger el ofiçio, por ende plaze me de dezjr que de mas alta natura son los ofiçios que desçienden dela comunjdad, es asaber dela justiçia, que aquellos que desçienden del conosçimjento que es la prudençia. Y esto se puede prouar con tal argumento sy conteçiese tal vida avn sabidor que fuese enrriqueçido de grandes copias de todas las cosas, ahun que el contenplase y consyderase entre sy con soberano oçio todas las cosas que son dignas de conosçimjento, pero sy la soledad fuese tamaña que non podiese veer a ome alguno, nesçesario le seria saljr dela vida.

La prinçesa de todas las virtudes es aquella sabiduria que llaman los griegos sofia, que se dize en latyn sapiençia. Y la prudençia, que los griegos llaman fronesyn, la qual se puede llamar [fol. 81v] por mas claro vocablo discreçion, entendemos que es vna otra virtud, es asaber, que es sçiençia de que las cosas se deuen codiçiar o fuyr y aquella sabiduria que llame prinçesa es la sçiençia delas cosas diujnales y humanales enla qual se contiene que es la comunjdad que ay entre los dioses y los omes y la conpañja entre ellos mesmos. Y sy esta es muy gran virtud, segund que çierta mente es, nesçesario se sigue que el ofiçio y obra que desçiende dela comunjdad, es asaber dela justiçia, que este sea el mejor. Ca el onosçimjento y contenplaçion dela natura,

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manca y menguada y non acabada seria sy non se sigujese della alguna obra de fechos y esta obra se vee mas que en otras cosas en guardar los prouechos delos omes y pertenesçe ala conpañja del ljnaje vmanal, pues siguese que esta es mejor y de ante poner al conosçimjento que deximos. Y qual quier buen varon por la obra lo muestra y juzga. Ca qual seria tan codiçioso de tentar y conosçer la natura delas cosas que sy el tractando y contenplando cosas muy dignas de conosçimjento a desora le fuese mostrado peljgro y distruyçion de su tierra a que el podiese ayudar y acorrer que non dexase y desechase todas aquellas cosas por lo fazer, ahun que pensase que podia contar las estrellas o medyr la grandeza del mundo. Y esto mesmo faria en peljgro de su padre o de su amjgo, por las quales cosas se da a entender que los ofiçios y obras [fol. 82r] dela justiçia son de ante poner alos ofiçios y obras dela sçiençia.

Ca87 pertenesçen a prouecho delos omes y non deue ome cosa mas comun que el prouecho delos omes, y ahun aquellos cuya vida toda fue en conosçimjento y sçiençia delas cosas, non se partieron de acresçentar los prouechos delos omes. Ca enseñaron a munchos commo fuesen mejores çibdadanos y mas prouechosos en sus cosas y enlas publjcas commo fizo Ljsia pitagorico a Epamjnunda thebano y Platon a Diogenes el de Çaragoça de Seçilja. Y munchos enseñaron a munchos y nos mesmo qual quier cosa que de prouecho ala republjca troximos sy por ventura algo troximos, esto fezimos enformado delos doctores y dela dotrina; es asaber, dela sabiduria ala qual nos llegamos ornado, es asaber, delo moral. Y non sola mente biuos y presentes muestran y enseñan alos que quieren aprender, mas avn esto mesmo fazen despues de su muerte con sus ljbros. Ca non hay cosa alguna dexada por ellos delas que pertenesçen alas leyes y enformaçion delas costunbres y a disçipljna dela cosa publjca, de gujsa que su ofiçio y sçiençia paresçen aver dado para nuestro negoçio y prouecho. Y por esta razon es mejor fablar copioso con tanto que sea discreta mente que pensar muy aguda mente syn eloquençia. Ca el pensamjento en sy mesmo se torrna y la eloquençia y fabla conprehende aaquellos con quien [fol. 82v] estamos atados en comunjdad.

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Y commo fazen los enxanbres delas abejas, que non se ayuntan por causa de fazer los panales, mas commo sean ayuntables de naturaleza fazen los panales, asy los omes que son munchos mas ayuntables de naturaleza ponen grand jndustria en obrar y ayuntarse. Y asy, sy la vertud que consiste en defender los omes y enla conpañja del ljnaje humanal non esta çerca del conosçimjento delas cosas, el conosçimjento seria solo y vano y ayuno y syn fruto, y la grandeza del coraçon tirando della la comunjdad y la conjunçion humanal sera vna crueldat y cosa de fiera bestia. Y asy se sigue que la comunjdad y aconpañamjento delos omes es mejor queel estudio del conosçimjento, njn es verdad lo que se dize por algunos: que la comunjdad y conpañja delos omes es por causa dela nesçesidad dela vyda por quanto las cosas que la natura desea non las pueden los omes alcançar syn otro. Ca sy todas las cosas que pertenesçen para nuestro mantenjmjento y enderesços nos fuesen dadas commo se dize enel proberbio con vna verga diujnal,88 njn por ende el que fuese de muy buen jngenjo, dexados todos los negoçios, se daria todo al conosçimjento dela sçiençia; mas ante fuyria la soledad y buscaria conpañero de studio y querria enseñar y aprender y oyr y fablar. Y por ende todo ofiçio que pertenesçe a guardar el ayuntamjento y conpañja delos omes se deue ante poner aaquel ofiçio que consiste en conosçimjento de sçiençia.

Y aquello por ventura [fol. 83r] es de preguntar sy esta comunjdad que es muncho apta ala naturaleza sy es sienpre de ante poner el moderamjento y modestia y es de dezir que non. Ca son algunas cosas asy feas y maljçiosas que el sabidor nonlas fara njn ahun por causa de conseruar su tierra y estas cosas recogio por munchos enxenplos Pesydomo philosofo y son algunas cosas asy aborresçibles y asy suzias que non sola mente en fecho mas ahun en dicho son torpes, y tales cosas non fara alguno por causa dela republjca. y la republjca por çierto non querra que alguno las faga por ella. Mas muncho mejor se han los fechos, ca non puede acaesçer tienpo que cunpla ala republjca que el sabidor faga alguna cosa destas por ella. Y por ende se sigue que en escoger los ofiçios que esta manera de ofiçio que consiste en guardar la conpañja delos omes es mas exçelente que las otras. Ca despues

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del conosçimjento y discreçion se deue segujr la obra considerada y pensada y desto se sigue que obrar consyderada mente es mas que pensar sabidora mente. Y baste esto que es dicho fasta aqui. Ca demostrada es la dubda, de gujsa que non es difiçile veer en buscar los ofiçios qual deue ser ante puesto al otro. Y enlos mesmos ofyçios que son para la conpañja delos omes hay grados delos quales se puede entender qual es mejor ofiçio que otro. Ca los primeros ofiçios son [fol. 83v] deujdos a dios yn mortal, los segundos ala tierra donde es ome natural, los terçeros alos padres, dende de grado en grado alos otros delas quales cosas asy breue mente disputadas se puede entender que non sola mente los omes deuen dubdar sy la cosa es honesta o torpe mas avn propuestas dos cosas honestas suelen dubdar qual es la mas honesta y esto fue dexado por Paneçio segund de suso dixe, mas ya preçedamos alas otras cosas que quedan.

Acaba el ljbro primero. Siguese el ljbro segundo.

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Prologo del ljbro segundo ljbro ij

O Marco fijo, asaz pienso que es declarado enel ljbro de suso

commo los ofiçios desçienden dela honestad y agora con segujente cosa es que prosiga la manera delos ofiçios que pertenesçen al endereço dela vyda y ala facultad de aquellas cosas de que husan los omes commo faziendas y riquezas. Çerca delo qual dixe que se suele dubdar qual es cosa prouechosa y qual non prouechosa, delas quales començare a dezjr, mas dire algunas pocas cosas primero de mj costunbre y de mj juyzio. Maguer que nuestros ljbros moujeron y despertaron a munchos non solo a studio de leer, mas ahun de escreujr, pero alas vezes me temo que el nonbre dela philosofia sea [fol. 84r] aboresçido a algunos buenos varones y se maraujllen por que enella pongo tanto trabajo y tienpo y yo, en tanto que la republjca fue gouernada por aquellos aquien ella mesma se auja encomendado, todos mjs cuydados y todos mjs pensamjentos ponja enella; mas despues que so señorio de vno, es asaber, de Çesar, todas las cosas fueron traydas, njn era dado lugar a consejo njn a abtoridad y perdy los soberanos varones mjs conpañeros para guardar la Republjca, non me dy a cuydados syn prouecho los quales ya me oujeran destroydo sy nonles oujera registido y plugujera a dios que la republjca estoujera enel estado en que auja començado y non oujese caydo en omes cobdiçiosos, non sola mente de mudar las cosas de vno a otro mas avn delas destroyr. Ca primera mente segund que soljamos fazer quando la republjca estaua en su estado en fazer pornjamos mas trabajo que en escreujr y enlas escripturas, non las cosas de agora, mas nuestras obras pornjamos segund que munchas vezes fezimos; y commo la republjca enla qual todo mj cuydado y pensamjento y obra se solja poner fuese ya njnguna del todo, aquellas oraçiones delos juyzios y delas deljberaçiones delos senadores callaron. Y commo la voluntad non pueda estar syn fazer alguna cosa y yo oujese vsado enestos estudios de comjenço [fol. 84v]de mj hedad,

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pense que muy honesta mente se podian dexar los fechos dela republjca sy me torrnase ala philosofia. Ala qual, commo muncho tienpo por causa de aprender oujese dado quando moço, despues que començe a serujr alas honrras y me dy todo ala republjca, tanto espaçio auja la philosofia quanto sobraua delos amjgos y dela Republjca y este espaçio todo se gastaua en leer y para escreujr ljbros non auja vagar.

Y89 asy enlos muy grandes males este tamaño bien nos paresçe aver alcançado que escriujesemos enlos ljbros aquellas cosas que non eran asaz sabidas por los de nuestra tierra y eran muy dignas de se saber. Ca quál cosa por dios es dada mas deseable que la sabiduria, qual mas fermosa, qual mejor, qual mas digna del ome. Y los que esta desean son llamados philosofos njn es otra cosa la philosofia, sy quieres declarar el vocablo, saluo amor y deseo dela sabiduria. Y la sabiduria es, segund que los viejos philosofos la difinjeron, sçiençia delas cosas diujnales y vmanales y delas causas y prinçipios en que ellas se contienen, el estudio dela qual el que le denuesta por çierto non entiendo que es lo que piensa que se deue loar . Ca sy se busca deleytaçion del coraçon y folgança delos cuydados, qual cosa se [fol. 85r] puede ygualar conlos estudios delos philosofos, los quales sienpre ganan y alcançan algo que aproueche y vala para virtuosa y bien aventurada mente beujr. Y sy se busca razon de firmeza o de virtud o esta arte, es asaber la philosofia y regla, o del todo, non ay njnguna por quien la alcançemos; y dezir que non ay arte delas muy grandes cosas, es asaber, dela virtud, commo delas pequeñas cosas non aya njnguna que non tenga arte, esto pertenesçe de dezir alos omes que fablan con pequeña consyderaçion y yerran enlas muy grandes cosas. Y si es alguna disçpljna dela virtud a donde se buscara, sy desta manera de aprender, es asaber dela philosofia, te partieres, mas commo nos reduzimos a la philosofia, estas cosas mas diljgente mente y mas sotil mente se suelen disputar; mas eneste tienpo esto solo nos fue de declarar por que priuado delos ofiçios y delas honrras y dela republjca prinçipal mente nos dimos aeste estudio.

Y es nos preguntado por algunos varones sabidores y enseñados sy nos auemos fecho asaz constante y razonable mente,

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pues que dezimos que non se puede cosa alguna mandar y soljamos de otras cosas fablar y podriamos lo fazer agora y eneste tienpo prosegujmos los mandamjentos del ofiçio. Alos quales yo querria que fuese asaz conosçida [fol. 85v] nuestra entençion. Ca non somos nos aquellos cuya voluntad anda moujda y baldja con error y nunca tiene qué siga. Ca qué tal seria la voluntad o que tal la vida sy le fuese tirada la regla y razon del disputar y del beujr. Y nos, asy commo los otros dizen vnas cosas ay çiertas y otras non çiertas, asy nos dezymos que vnas cosas ay loables y otras por el contrario. Pues qué es lo que me puede enbargar que yo non syga aquellas cosas que me paresçen loables y reprueue las contrarias esquiuando me dela soberuja del afirmar y del determjnar y fuyendo la presunpçion, la qual es muncho diuersa dela sabiduria. Mas contra estas cosas se disputa por los nuestros academjos diziendo que esto loable non se puede conosçer sy non es fecha disputaçion delas causas de anbas partes. Mas estas cosas son declaradas asaz diljgente mente segund pienso enlos nuestros Academjos y mager tu Çiçeron mjo converses enla muy antigua y muy noble philosofia con Cratipo tu maestro el qual es muy semejante aaquellos que estas cosas muy fermosas fallaron. Pero estos nuestros mandamjentos muy convenjentes quise que fuesen por ty sabidos. Mas ya tornemos anuestro proposito.

[fol. 86r] Acaba el prologo

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Comiença el capitulo primero.

Cinco90 razones son propuestas de prosegujr el ofiçio. Las dos

delas quales pertenesçen ala fermosura91 y honestad y las dos alos prouechos dela vida y a las faziendas y alos dineros y al poderio de fazer las cosas. La quinta al juyzio de escoger quando acaesçiere que estas cosas parescan entre sy repugnar. Y la parte dela honestad es perfecta, la qual por çierto codiçio que sea por ty muncho conosçida, mas esto de que agora fablamos es aquello mesmo que se llama prouechoso, enla qual palabra la costunbre deleznando se y errando cayo en carrera non derecha. Y poco a poco a tanto es trayda la costunbre del fablar que piensan que se puede apartar la honestad del prouecho y que ay alguna cosa honesta que non sea prouechosa y alguna cosa prouechosa que non sea honesta. Y non se podria traer mayor error enla vyda delos omes que este. Ca los philosofos de soberana avtoridad rigurosa, sana y honesta mente distinguen y apartan estas tres cosas que estan juntas por el solo conosçimjento ; es asaber, enel entendimjento y non aca gruesa mente de fecho. Ca qual quier cosa que es justa entienden que es prouechosa y lo que es honesto es justo, delo qual se sigue que qual quier cosa que es honesta es prouechosa. Y los omes que poco paran mjentes enlas cosas marujllando se munchas vezes delos omes [fol. 86v]arteros y engañosos, juzgan la maljçia y arterya por sabiduria. El error delos quales les es de quitar y toda su opinjon y entençion es de traer aeste fyn; es asaber: que entiendan que las cosas que quieren pueden alcançar non por engaño y maljçia, mas con honestos consejos y justos fechos. Y las cosas que pertenesçen a conseruar la vyda delos omes algunas dellas son syn alma commo oro plata y las cosas que nasçen dela tierra, y las otras cosas desta manera, algunas dellas son anjmales que tienen sus moujmjentos y apetitos delas cosas.Y de las cosas que tienen alma, algunas ay que non tienen razon y otras ay que vsan de razon. Las que non tienen

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razon son commo cauallos y bueyes y los otros ganados y abejas, por el trabajo delas quales se faze alguna cosa que es buena para el vso dela vyda delos omes. Y delos anjmales que tienen razon dos maneras ay: vna es delos dioses y otra delos omes. Y alos dioses para que sean begnjnos anos otros, la piedad y santidad lo fara y despues dellos los omes alos omes pueden ser muncho prouechosos. Y delas cosas que dan alos omes esa mesma diujsion se puede fazer, mas por quanto los omes piensan que los dioses non dañan sacando aellos, piensan que los omes alos omes puedan muncho aprouechar o dañar. Y estas cosas dixemos que son syn alma [fol. 87r] munchas dellas son fechas por obra de ome, las quales nos averiamos sy manos y arte de ome non jnteruenjese njn husariamos dellas syn admjnjstraçion de omes. Ca njn cura de dolençia njn naujgar njn labrar las heredades njn coger njn guardar las mjeses y los otros fructos se podria fazer syn ayuda de omes y leuar las cosas que nos sobran y traer las cosas que nos menguan por çierto non se faria sy los omes non husasen delos trabajos. Y por esta mesma manera njn las piedras nesçesarias para nuestro huso se cortarian dela tierra njn el fierro, cobre, oro, plata que esta del todo ascondido, se cauaria syn mano y trabajo delos omes.

Y92 los tejados por los quales es enpuxada la fuerça delos frios y se amansan los trabajos delos calores donde se pudieran dar en comjenço al ljnaje humanal o sy cayeran por fuerça de tenpestad o por teremoto o por vegedad, commo se pudieran despues reparar sy la comun vyda non oujese aprendido pedyr ayuda alos omes. Para estas cosas, los traymjentos delas aguas, los regimjentos delos rios, el regar delos canpos, el poner molles y presas contra las hondas, los puertos fechos por mano, dónde la pudieramos o podriamos nos esto aver syn obra delos omes, delas quales cosas y otras munchas se paresçen clara mente: que los frutos y prouechos [fol. 87v] que se resçiben de aquellas cosas que non tienen alma non se podrian aver en alguna manera syn mano y obra de omes. Y pues delas bestias qué fruto o qué prouecho se podria aver sy los omes non ayudasen. Ca los prinçipales jnuentores que fueron del vso que podemos aver de cada bestia çierta mente fueron omes. Njn avn eneste tienpo podriamos syn obra de omes dar de comer alos cauallos y alos otros anjmales o

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domar los o guardar los o auer los frutos dellos en su tienpo. Y los omes mesmos matan los anjmales que dañan y toman alos que pueden aprouechar al huso, pues qué diremos dela munchedunbre delas artes syn las quales del todo nuestra vida seria njnguna. Ca commo seria acorrido alos enfermos o que seria el deleyte delos sanos o qual sera el mantenjmjento o enderesço o aparejo sy tantas y tan munchas artes non los admjnjstrasen por las quales cosas es honrrada y enderesçada la vyda delos omes y se aparta por muy grande diferençia del mantenjmjento y enderesço delas bestias. Y las çibdades syn ayuntamjento de omes njn se podrian hedificar njn morar njn vsar, delo qual son escriptas las leyes y establesçidas las costunbres y igual establesçimjento del derecho y çierta disçipljna del beujr, las quales cosas alcanço la mansedad delos coraçones y la verguença. Y por esto es fecho que la vyda nuestra sea mas guarneçida y dando y tomando y mudando las faziendas y los prouechos non nos fallesca [fol. 88r] cosa alguna.

Mas93 luengos somos en fablar eneste lugar que era nesçesario. Ca qual ome ay a quien non sean claras aquellas cosas que por munchas palabras se cuentan por Paneçio, es asaber; que njnguno njn duque de guerra, njn prinçipe en casa, pudo fazer grandes cosas prouechosas y sadudables syn studio y ayuda de omes, son contadas por el Stenudocles, Pericles, Ciro, Agresylao, Aljxandre, los quales dize que syn ayuda de omes non podieran fazer tamañas cosas commo fizieron. Y husa enesto Paneçio en cosa non dubdosa de testigos non nesçesarios. Y asy commo alcançamos munchos prouechos por ayuntamjento y consentimjento de omes, asy non hay tan mala y tan aboresçible pestylençia que non nasçe o pueda nasçer al ome por el ome. Y hay vn ljbro de Duaco, philosofo peripathetico grande y copioso varon, que fizo dela muerte delos omes, el qual ayuntadas todas las otras causas asi de rios y de aguas, de pestilençias, de destruycçion y sequedad de tierra y de munchedunbre de fieras bestias que dize que se ayuntaron adesora y mataron çiertos omes conparalo conlas muertes que vinjeron por omes y muestra que fueron mas omes destroydos y muertos por jnpetu de omes asy en guerras commo en otros rodos y por trayçiones, que en toda la otra destrucçion. Y commo esto non sea de dubdar que los omes

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aprouechen y dañen muncho alos omes esto digo que es propio [fol. 88v] dela uirtud allegar los coraçones delos omes y ayuntar los asus vsos y prouechos y asy todo lo que es fecho enlas cosas syn alma, y enel domar delas bestias prouechosa mente para la vyda delos omes, es de atribuyr alas artes fermosas y los studios delos omes que son promtos y aparejados para ensanchamjento de nuestras cosas, estos son exçitados y despertados por la sabiduria y virtud delos varones mejores.

Y por çierto, toda uirtud poco mas o menos se rebuelue y consiste en tres cosas: la vna es en acatar y conosçer en cada cosa qual es lo verdadero y ljnpio y qual es lo convenjente a cada vno y que es lo consegujente de que las cosas han nasçimjento y proçeder y qual es la causa de cada cosa. La otra es refrenar y retener los moujmjentos turbados del coraçon, los quales llaman los griegos pathos y eso mesmo las concupiçiençias las quales llaman los griegos hormas y fazer las ser obidientes ala razon. La terçera es vsar moderada y sabia mente con aquellos omes con quien somos ayuntados, por las obras delos quales ayamos conpljdas y multipljcadas aquellas cosas que la natura desea y sy por ellos algun daño nos fuere traydo que nos defendamos y nos vengemos de aquellos que prouaron anos dañar y tanta pena les demos quanta la ygualdad y humanjdad padesçe.

Y94 por quales razones podemos alcançar este poderio y sçiençia y facultad que ganemos las voluntades [fol. 89r] y studios y fauores delos omes y las tengamos, dezir lo hemos non muncho despues, mas ante son de dezir algunas pocas cosas. Quien es el que non sabe que ha grand fuerça la fortuna en anbas partes, asy enlas cosas de bien andança commo enlas cosas aduersas. Ca quando auemos bueno o prospero viento della alcançamos los fines deseados y quando avemos su viento contrario somos afljgidos. Y esta mesma fortuna los otros casos tiene los mas raros, es asaber, que vsa dellos mas pocas vezes y primera mente delas cosas que non tienen alma, tiene del agua las tormentas, del ayre las tenpestas y quebrantamjentos de naujos y tiene caydas de hedifiçios y fuegos y despues desto feridas y bocados y atreujmjentos delas bestias, mas estas cosas commo dixe son mas raras y acaesçen menos vezes; mas de destruyçion de las huestes,

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commo poco ha que acontesçio de aquellas tres,95 la fortuna vsa munchas vezes. Esto mesmo de destruyçion de munchos enperadores,96 commo acaesçio el otro dja del soberano y syngular varon Ponpeo,97 y de munchedunbre de ynbidia dela qual munchas vezes se siguen echamjentos, destruymjentos, fuydas delos buenos çibdadanos que muncho bien meresçieron. Y las cosas de bien andança mager que vengan por la fortuna, pero en vna parte njn en otra non se podrian fazer syn trabajo y diljgençia de omes [fol. 89v].

Esto asy sabido, es de dezir por que manera podriamos atraer y mouer los fauores y studio delos omes anuestro prouecho y sy fuere mas luenga esta razon conparese conla munchedunbre del prouecho y asy por ventura paresçeria mas breue que era menester. Y en todas las cosas que los omes al ome otorgan para le acresçentar o enrriqueçer o honrrar, o lo fazen por causa de bien querençia por que por alguna razon lo aman, o por causa de onrra y dignjdad sy acatan la vertud de alguno y entienden que es digno de gran bien andança, o lo fazen aaquel de quien han fe y piensan que les consejara bien en sus fechos o a aquel cuya riqueza y poderio temen o, al contrario, aaquellas de quien algo esperan, commo quando los reyes o los tiranos o otras personas priuadas fazen grandes dadiuas al pueblo o postrimera mente lo fazen por presçio o por salario, la qual razon es muy suzia y de sonrrosa, asy alos que la defienden commo alos que se acogen aella. Ca mal se ha el fecho quando lo que se deue fazer por la virtud se tienta o se faze por dinero. Mas por quanto algunas vezes esta ayuda es nesçesaria, diremos commo se deua vsar della desque oujeremos dicho destas otras cosas que son mas çercanas ala virtud. Y avn se someten los omes a jnperio y poderio de otro por munchas causas. Ca alas vezes traydos aello por bien querençia o por grandeza de benefiçio resçebido o por exçelençia de dignjdad o por esperança que les sea [fol. 90r] prouechoso, o por mjedo por que non sean agraujados de obedesçer por fuerça o por esperança de dadyuas o postrimera mente commo munchas vezes veemos en nuestra republjca alquilados por presçio.

Y98 de todas las cosas non ay cosa mas apta para conseruar y tener las riquezas y poderio que ser amado, njn peor que ser

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temjdo syn amor y muy fermosa mente dixo Enjo: al que temen los omes aborresçenle y al que ome aborresçe cobdiçia le peresçer y non aver riquezas njn poderio que pueda registyr a mal querençia de munchos. Sy fasta aqui non era sabido, el otro dia se sopo. Y non sola mente la muerte deste tirano, es asaber de Çesar, el qual sufrio la çibdad apremjada por arrmas, declara quanto pudo la mal querençia de los omes para matar, mas avn los semejantes acabamjentos delos otros tiranos, delos quales poco menos non ay njnguno que escape de tal muerte. Ca mal guardador es para que la cosa dure muncho tienpo el mjedo y por el contrario la bien querençia es leal para perpetuydad. Mas aquellos que rigen con jnperio alos que son apremjados por fuerça deuen vsar de rigurosydad commo los señores enlos serujdores o sieruos sy en otra manera non pudieren ser retenjdos en obediençia. Mas aquellos que enla çibdad ljbre se disponen de gujsa que sean temjdos non puede ser cosa alguna mas loca que esto. Ca maguer que sean tiradas las leyes por el poderio de alguno, y ahun que la ljbertad sea fecha temerosa, [fol. 90v] pero estas cosas salen alas vezes o por juyzios callados, o por ayudas ascondidas; y mas agros y mas fuertes son los remordimjentos y codiçia dela ljbertad algun tienpo perdida que los dela syenpre retenjda. Y por ende aquello que clara mente paresçe que aprouecha muncho non sola mente para seguridad y sanjdad, mas avn para riquezas y poderio, esto abraçemos; es asaber: que non aya ende mjedo por que seamos aborresçidos, mas que se retenga amorio por que seamos amados y asy muy ljgera mente alcançaremos lo que querremos, asy en las cosas priuadas commo enla republjca. Ca los que quieren ser temjdos nesçesario es que ellos teman aaquellos que los temen y de quanto tormento de temor entendemos que solja ser afljgido aquel Dionjsio primero, el qual por temor delas nauajas delos barueros se quemaua los cabellos con brasa ardiendo; y qué dire de Aljsandro Fereo, con que coraçon pensamos que biujo, el qual segund que leemos escripto commo amase muncho asu muger que llaman Thebem pero quando venja de comer y yua ala camara della mandaua yr delante sy avn baruaro; es asaber: vn estrangero matador el espada sacada enla mano y enbiaua primero aalgunos de sus serujdores y mjnjstros que catasen las arquillas

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delas mugeres por que non oviese entre las vestiduras alguna arma ascondida, o mesquino del que auja por mas leal al barbaro y conosçido matador que asu muger. Pero non fue engañado [fol. 91r] en su opinjon. Ca por ella fue muerto por causa de sospecha de fornjcaçion y non hay alguna fuerça de jmperio tamaña que pueda durar muncho sy ende esta el mjedo. Y testigo es desto Phalaris tirano, la crueldad del qual es mas divulgada que delos otros tiranos y non murio por asechanças commo este Aljsandro que agora dixe, njn fue muerto por pocos commo este nuestro, mas la vnjversal munchedunbre delos agregentinos fizo ynpetu enel con piedras. Qué fizieron los maçedonjos: por ventura non dexaron a Demetrio y se pasaron a Pirro. Qué fizieron los laçedemonjos: por ventura a desora non desanpararon todos sus conpañeros alos tiranos y se apartaron oçiosos a mjrar su mjseria syn les ayudar.

Y99 yo mas de buena mente en tal fecho commo este remjenbro los fechos estraños que los de nuestra çibdad, pero en quanto el jmperio del pueblo romano se tenja con benefiçios y non con jnjurias, estonçe se fazian las guerras o por sus conpañeros o por causa del jnperio y las fines delas guerras o eran mansas paçificando los aduersarios o nesçesarias dando les pena, y el senado era recurso y puerto delos reyes delos pueblos, delas nasçiones y nuestros juezes y nuestros duques enesta sola cosa trabajauan por aver muy gran loor; es asaber: sy defendiesen asus conpaneros y alas proujnçias con ygualdad y con fe. Y asy aquello mas verdadera mente se podia llamar defension de todo el mundo que jnperio. [fol. 91v] Y esta costunbre y disçipljna de asy ayudar, poco a poco ya le menguauamos ante; mas despues dela vitorya de Sylla del todo la perdimos y çeso de paresçer mala cosa alguna que se fiziese contra los conpañeros quando tanta crueldad se fazia contra los çibdadanos y asy eneste Sylla avn que paresçia aver causa honesta de pelear, pero sigujose vitoria non honesta, es asaber, que dezia que peleaua por defender la republjca y despues de aujda vitoria penaua avnos y a otros. Y este oso dezir, ponjendo almoneda en la plaça y vendiendo los bienes delos buenos varones y çibdadanos, que vendia su robo y prea. Y sigujose despues del aquel; es asaber: Çesar que ovo la causa del pelear jnjusta y la

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vitoria avn mas torpe que Sylla. Ca non sola mente publjco los bienes delas syngulares personas, mas conprehendio por vna manera de mjseria atodas las proujnçias y reynos y atormentadas y perdidas las naçiones estrañas para mostrar que era el jmperio. Perdido vimos traer enel trihunflo a Marsilja y trihunfar de aquella çibdad syn ayuda dela qual nunca nuestros enperadores oujeron trihunflo delas guerras de allende los Alpes y munchas cosas mas que estas remenbraria que fueron fechas aborresçibles y malas contra los conpañeros y sy cosa mas jndigna que esta el sol oujese visto y con razon por cierto [fol. 92r] somos atormentados. Ca sy nos non oujesemos sofrido los malefiçios de munchos syn dar les pena nunca vinjera tamaño poderio avno, la herençia del qual en quanto es ala fazienda por çierto vino a pocos. Mas la herençia de sus cobdiçias vino a munchos malos. Y por çierto, nunca la semjente y causa delas guerras çibdadanas fallesçera mjentra los omes malos se menbraren de aquella almoneda sangrienta y maljçiosa y esperaren alcançar semjente la qual commo Luçio Sylla fiziese, despues dende a veynte y seys años esta almoneda non se partio del mas malfechor que Sylla y aquel otro que en aquella dictadura de Sylla fue escriuano, enesta dictadura de Çesar fue questor dela çibdad. Delo qual se deue entender que dando se tan grandes gualardones alos tales fechos nunca fallesçeran guerras çibdadanas. Y asy las paredes dela çibdad agora estan y quedan y veen ya las postrimeras maldades, mas la republjca del todo la perdimos. Y aestas destrucçiones torrnando anuestro proposyto venjmos, por que mas quesimos ser temjdos que amados. Las quales destrucçiones, sy al pueblo romano jmperando non justa mente podieron acaesçer, qué deuen pensar las personas syngulares cada vno de sy . Lo qual commo sea claro la fuerça dela bien querençia ser grande y flaca la del mjedo, consegujente cosa es que declaremos por quales cosas podremos muy ljgera mente alcançar [fol. 92v] esto que diremos, es asaber, amor con honrra y fe que queremos. Mas este amor nonlo avemos menester todos ygual mente. Ca es de pensar para establesçmjento dela vyda de cada vno sy es nesçesario que sea amado de munchos o sy baste asaz que le amen pocos. Y esto sea cosa çierta: que primera mente muncho es nesçesario tener la famjljaridad delos amjgos

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que nos aman y aman nuestras cosas. Ca esto es vna cosa en que non ay muncha diferençia entre los soberanos varones y los medianos y por vnos y por otros es muncho de fazer por la ganar. Ca honrra y gloria y bien querençia de los çibdadanos por ventura non la han mester todos ygual mente, pero sy alguno las ha, ayuda en algo asy alas otras cosas commo a ganar amjstades.

Mas100 dela amjstad ya en otro ljbro es dicho que llaman Leljo. Agora digamos dela gloria, ahun que desta cosa dos ljbros nuestros ay. Mas tengamos algo por que para admjnjstrar las cosas grandes ayuda muncho.

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Capitulo iij La soberana y perfecta gloria consiste en tres cosas; es asaber:

sy la munchedunbre le ama, sy ha fe enel, sy con vna manera de maraujllar piensa que es digno de honrra. Y es asy de dezir synple y breue mente que estas cosas por aquellas maneras [fol. 93r] que se ganan delas presonas syngulares, poco mas o menos se ganan dela munchedunbre. Mas hay vna otra entrada ala munchedunbre por que podamos entrar y commo jnfluyr enlos coraçones de todos. Y primera mente destas tres cosas que dixe veamos los mandamjentos dela bien querençia, la qual por çierto lo primero se alcança faziendo muy grandes benefiçios, lo segundo mueue se la bien querençia y amorio por causa dela voluntad bien fechora, ahun que la fazienda por ventura non abonde para dar. Y muncho se mueue el amor del pueblo por la fama y reputaçion de largeza, de bien fechoria, de justiçia, de fe y de todas aquellas virtudes que pertenesçen a mansedad de costunbres y a buena conversaçion. Ca aquello mesmo que dezymos que es honesto y fermoso por quanto por sy mesmo nos plaze y por su naturaleza y fermosura mueue los coraçones de todos, mas luze enestas virtudes que agora nonbre. Por ende aquellos en quien pensamos que estan estas virtudes por la natura mesma somos apremjados alos amar y estas causas de alcançar amoryo son prinçipales y graues. Y para alcançar que sea a ome aujda fe por dos cosas se puede fazer, es asaber, sy fueremos reputados que tenemos prudençia y discreçion ayuntada [fol. 93v] con justiçia. Ca aaquellos damos fe que pensamos que entienden mas que nos y creemos que piensan y veen las cosas que han de venjr y quando a caso vinjese algun negoçio y debate que pueden desenpachar el fecho y tomar el consejo que entienden que cunple segunt el tienpo. Ca esta piensan los omes que es prouechosa y verdadera prudençia: y alos justos y fieles omes, es asaber, alos buenos varones estonçe les damos fe sy non ay alguna sospecha de engaño y de jnjustiçia y aestos tales pensamos que muy razonable mente les deuemos cometer nuestra salud y nuestras faziendas y nuestros fijos y destas dos uirtudes la justiçia resplandesçe mas para que sea a ome aujda fe. Ca la justiçia syn prudençia tiene asaz de autoridad, mas

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la prudençia syn la justiçia non vale cosa para que sea aujda fe . Ca quanto alguno es mas sagaz y mas engañoso tanto es mas aborresçido y mas sospechoso sy non tiene reputaçion de bondad de justiçia. Por ende, la prudençia ayuntada ala justiçia quantas fuerças quisiere tantas terrna para que le sea aujda fe. Y la justiçia syn prudençia mucho podra, mas la prudençia syn justiçia non podra cosa.

Y101 por que non se maraujlle alguno por que, commo entre todos los philosofos sea aujdo por çierto, y por mj munchas vezes ha seydo disputado, que quien vna vertud tiene todas las virtudes tiene, agora las aparto [fol. 94r] commo sy podiese ser alguno justo que non fuese prudente, es de dezir, que otra deue ser aquella sotileza de que se vsa en disputar quando la virtud mesma se ljma y se cata, otra quando el fablar se adapta ala opinjon del pueblo. Por ende, commo el pueblo fabla, asy nos fablamos eneste lugar dyziendo avnos fuertes, aotros buenos varones, aotros prudentes. Ca commo fablemos dela opinjon del pueblo, por palabras populares y vsadas es de fablar y desta manera lo fizo Paneçio.

Mas tornemos al proposyto y era delas tres cosas que pertenesçen a alcançar gloria. La terçera: que con vna manera de maraujllar los omes nos juzgasen ser dignos de onrra. Y maraujllan se comun mente por çierto los omes y todas las cosas que son grandes y allende de su opinjon, y espeçial mente de cada vno, sy veen enel algunos bienes non vsados y asy aquellos varones otean con maraujlla y los ensalçan con muy grandes loores en que piensan que veen algunas exçelentes y syngulares virtudes y menos presçian aquellas en quien piensan que non ay cosa de virtud, njn de coraçon, njn de fortaleza. Ca los omes non menos presçian atodos aquellos a quien tienen en mala reputaçion. Ca alos que piensan que son malos o mal dizientes o engañadores o soberujos y aparejados para fazer ynjurias aestos non los [fol. 94v] menos presçian, mas tienen los en mala reputaçion. Por ende, commo yo ante dixe, seran menos presçiados aquellos que commo se dize comun mente njn aprouechan asy njn aotro y en quien njn hay trabajo de exerçiçio njn yndustria njn cuydado y son bien quistos con maraujlla, aquellos que son reputados que preceden alos otros en uirtud y caresçen de toda desonrra y señalada mente

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de aquellos viçios alos quales los otros omes non pueden ljgera mente resistyr. Ca las deleytaçiones, muy blandas señoras, las mayores partes del coraçon tuerçen y disujan dela uirtud y quando los tormentos delos dolores se açercan a ome, munchas vezes son conmoujdos allende de razon. Y la vida, la muerte, las riquezas, la pobreza muy rezia mente mueuen atodos los omes y los que anbas partes, es asaber, prosperidad y aduersydad con en salçamjento y gran coraçon menos presçian y quando alguna cosa notable y honesta les paresçe, se convierten aella. Quién non se maraujllara del resplandor y fermosura dela uirtud y por ende este menos presçiamjento de coraçon faze enlos omes vna gran maraujlla y mayor mente la justiçia dela qual vna uirtud se llaman los buenos varones.

Y102 paresçen estas cosas maraujllosas al pueblo y non syn razon. Y non puede ser alguno justo que tema la muerte o dolor o pobreza [fol. 95r] o destierro o aquellas cosas que son aestas contrarias. Preponga ala ygualdad y justiçia y muncho se maraujllan los omes del que non se mueue por el dinero y al varon en que esto veen piensan que es digno que le acaten y se maraujllen del y asy aquellas tres cosas que fueron propuestas para alcançar gloria todas las faze la justiçia y la bien querençia. Ca por que la justiçia quiere aprouechar a munchos, por esta razon alcança que sea aujda fe y por que menos presçian y tienen en poco aquellas cosas aque munchos jnflamados con codiçia son atraydos alcança el maraujllar. Y por çierto, amj juyzio toda consyderaçion y establesçimjento de vida desea ayudas de omes y primera mente que aya con quien pueda fablar famjljar mente, lo qual es difiçile saluo sy delante ty traxieres aparençia de buen varon. Y por ende ahun el ome solytario y que faze la vyda enel canpo es nesçesaria la reputaçion dela justiçia y mas avn por que sy non la tienen seran aujdos por ynjustos y asy, desanparados de todas ayudas, seran atormentadas con munchas ynjurias. Y aaquellos que venden o conpran o ariendan o dan a renta y se ocupan en fazer negoçios, la justiçia es nesçesaria para fazer sus fechos, dela qual virtud tanta es la fuerça que por çierto ahun aquellos que se mantienen [fol. 95v] de malefiçio y maldad non pueden syn alguna partezilla de justiçia beujr. Ca sy alguno de

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aquellos que en vno furtan o roban toma algo asu conpanero, este njn ahun enel robar avera lugar y el que es capitan de cosarios sy non parte ygual mente el robo, o le mataran o le desanpararan sus conpañeros. Y leyes dizen que ay delos ladrones aque obedescan y que guarden y Bargulo de Yljrico ladron cuenta Trogo Ponponjo que ovo munchas riquezas por que partia ygual mente el robo y munchas mayores las ovo Veriato de Lusitanja, del qual fueron vençidas nuestras huestes y nuestros enperadores, al qual Celjo Leljo, aquel que comun mente se dize que era sabidor, quebrantó y amenguo y abaxo a tal su feroçidad que dexo alos otros nuestros duques la pelea conel ljgera. Y pues tanta fuerça es dela justiçia que ferma y acresçienta las riquezas delos ladrones, quanta fuerça deuemos pensar que es la suya entre las leyes y entre los juyzios y enlos establesçimjentos dela republjca.

103Y amj por çierto non sola mente çerca delos medos segund que dize Herodoto, mas avn çerca de nuestros mayores me paresçe que otro tienpo fueron los omes bien costunbrados establesçidos por reyes por causa de vsar de justiçia. Ca commo fuese apremjado el pueblo en tienpo de paz por aquellos que mayores riquezas tenjan, recorriase a algun exçellente en uirtud que vedase [fol. 96r] de fazer ynjuria, el qual commo vedase de fazer ynjuria alos mas flacos, en establesçer ygualdad de justiçia ayuntaua en ygual derecho alos soberanos conlos baxos. Y esta mesma causa fue de establesçer las leyes que de fazer los reyes. Ca el derecho sienpre fue buscado igual, njn seria en otra manera derecho. Y esto sy por vn justo y buen varon lo alcançauan las gentes eran conel contentos. Commo esto non contesçiese tantas vezes, son falladas las leyes las quales fablasen con todos sienpre por vna mesma boz y asy esto es clara cosa: que aquellos soljan ser elegidos para jnperar dela yndustria delos quales auja el pueblo grand opinjon104 y ayuntado esto que estos mesmos fuesen aujdos por prudentes y por discretos. Ca por çierto non auja cosa alguna que los omes entendiesen que non podian alcançar tenjendo tales regidores; es asaber: justos y prudentes. Y por ende con toda la razon es de amar y de guardar la justiçia asy por sy mesma. Ca en otra gujsa non seria justiçia, commo por ganar y acresçentar honrra y gloria.

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Mas del dinero non sola mente es de aver razon para lo ganar, mas ahun para lo guardar y reponer, de gujsa que ayude alas despensas perpetuas y non sola mente alas nesçesarias, mas ahun alas ljberales y largas. Ca asy es de buscar la gloria y de guardar con razon. [fol. 96v] Maguer que Socrates muy fermosa mente dezia que la via çercana y breue para alcançar la gloria era esta: sy ome trabajase por ser tal por qual querria ser aujdo105. Mas sy algunos con ficçion y con vana soberuja y con jnfingimjento non sola mente dela palabra, mas avn del rostro piensan poder alcançar gloria estable, muncho yerran. Ca la verdadera gloria rayzes faze106 y multipljca, mas ala jnfingida todas las cosas muy ayna se le caen asy commo florezillas, njn puede ser cosa jnfingida que dure muncho107 y testigos hay munchos de anbas partes, es asaber, dela verdadera gloria y dela jnfingida, mas por causa de breujedad seremos contentos con omes de vn ljnaje.

Tiberio Grato fijo de Publjo tan luenga mente sera loado quanto durara la memoria delos fechos romanos. Mas sus fijos njn fueron biuos loados por buenos y muertos tienen fama que fueron muertos con derecho.

Por108 ende quien quier alcançar verdadera gloria de justiçia, huse delos ofiçios dela justiçia y quales son estos dicho es enel ljbro de suso. Mas por que muy ljgeramente seamos aujdos por tales quales somos, ahun que eneste mandamjento esta muy gran fuerça que seamos tales commo querriamos ser reputados, pero algunos mandamjentos son de dar. Ca sy alguno de comjenço desu [fol. 97r] hedad tiene causa de fama y nonbradia o aujda de su padre, lo qual pienso que conteçio aty Çeçeron mjo, o por algun caso o fortuna, eneste los ojos de todos otean y enel acatan que faze y commo biue y commo sy estoujese toda via en vna luz muy clara, asy non puede aver njnguna cosa obscura en dicho njn fecho. Mas aquellos cuya primera hedad por su obscuridad los omes non la saben njn paran mjentes, estos despues que comjençan a ser mançebos deuen acatar alas grandes cosas y esforçar se aellas con derechos studios, los quales tanto lo faran con mas firme coraçon quanto aesta hedad non sola mente le han enbidia mas avn le dan fauor. Y el primero y prinçipal loor del moço para alcançar gloria es sy algun loor puede aver en fecho de

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guerra enlo qual munchos mançebos fueron loados çerca de nuestros mayores. Ca sienpre poco menos auja guerra, mas tu hedad se acaesçio en aquella batalla enla qual enla vna parte ovo muncha de maldad y enla otra poco de buena ventura. Pero en aquella batalla commo Ponpeo te fiziese capitan dela vna ala gran loor alcançauas asy del soberano varon commo dela hueste caualgando, lançando y sufriendo todo trabajo de caualleria y por çierto este tu loor cayo en vno conla republjca y esta razon es dicha por mj, non por ty solo, mas por todos los de tu manera. Por ende pasemos alas cosas que quedan.

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[fol. 97v]

capitulo iiij Segund que enlas otras cosas, mayores son las obras del

coraçon que del cuerpo, asy estas cosas que prosegujmos con jngenjo y razon son mas graues y mas abtorizables que conlas que se fazen conla fuerça.109 Y el primero loor nasçe dela modestia asy dela piedad conlos padres commo dela bien querençia de los suyos y muy ljgera mente y en muy buena parte son conosçidos los moços que se allegaron alos claros varones y sabidores que dauan buenos consejos ala republjca y sy amenudo vsan conellos dan opinjon de sy al pueblo que son semejantes aaquellos que escogeron para semejar. Y la casa de Publjo Muçio fizo loar la moçedad de Publjo Rituljo y la traxo a reputaçion de bondad y de sçiençia de derecho. Ca Luçio Craso commo fuese muncho moço non la alcanço de otra parte, mas el mesmo ganó asy gran loor por aquella acusaçion noble y famosa enla qual hedad los que se exerçitan suelen ser hornados de loores, segund que oymos de Demonestenes. Y enesta hedad de mançebia Luçio Craso mostro que fazia muy bien enla plaça y enel juyzio aquello que pensar lo en casa era de loar.

Mas110 commo dos maneras aya de oraçion, delas quales la vna es en palabra llana y la otra en contençion, non es111 por çierto dubda que la contençion dela oraçion [fol. 98r] ha mayor fuerça para aver gloria y esta es la que llamamos eloquençia, mas es difiçile de dezjr. Ca muncho ayunta los coraçones la mansedad y begnjnjdad de palabra y estan las otras de Pheljpo a Aljxandre su fijo y de Antipatro a Casandro su fijo y de Antigano a Pheljpo su fijo, tres omes muy prudentes segund que oymos, por las quales mandan que con palabra benjgna atrayan asu bien querençia los coraçones dela munchedunbre y alos caualleros atrayan y falagen con blanda palabra.

Y la oraçion que se faze con contençion enel pueblo munchas vezes trae muy gran gloria. Ca grande es el maraujllar de aquel que copiosa y sabydora mente fabla, el qual los que le oyen

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piensan que entiende y sabe mas que los otros y sy enla fabla es mesclada graueza y maduridad y autoridad de modestia non puede ser cosa mas maraujllosa y esto mas sy es en ome mançebo. Mas commo sean dichas las maneras delas causas que desean eloquençia, munchos moços enla republjca fablando çerca delos juezes y del senado alcançaron loor. Ca gran maraujlla es enlos juyzios delos quales ay dos maneras, ca consisten en acusaçion y en defension, delas quales avn que sea mas loable la defension pero la acusaçion munchas vezes es loada. Dixe poco ante de Craso y esto mesmo fizo seyendo moço Marco Antonjo y ala eloquençia de Publjo Sulpiçio la [fol. 98v] acusaçion la ennoblesçio quando traxo a juyzio a Gayo Norbano, çibdadano reboltoso y syn prouecho, mas esto por çierto non es de fazer munchas vezes y nunca es de fazer saluo o por causa dela republjca, commo fizieron los dos Luçios, o por ayudar, commo fezimos nos por los de Seçilja y por los de Çerdeña y fizo Juljo Çesar por Marco Albuçio y en acusar a Manjljo fue conosçida la jndustria de Luçio Fusio. Una vez y non munchas es de fazer por çierto, mas sy oujere aquien se faga munchas vezes, de fazer es este serujçio ala Republjca, delos enemjgos dela qual menguar la munchas vezes non es de reprehender, con tanto que se tenga modo y tenpramjento, ca a duro ome, o mas verdadera mente a aquel que mala bez es ome, pertenesçe poner peljgro de muerte a munchos. Ca esto es peljgro ael y avn suzio para la fama cometer por que seas llamado acusador. Lo qual conteçio a Marco Bruto naçido de soberano ljnaje, fijo de aquel que fue enlos primeros sabidor del derecho çeujl. Y este mandamjento de ofiçio es diljgente mente de guardar: que non acuses anjnguno que sea ynoçente de juyzio de muerte. Ca esto non se puede fazer en alguna manera syn maldad. Ca qual cosa ay tan cruel y contra humanjdad commo la eloquençia, dada por la natura para salud y conversaçion delos omes, retornar la para muerte y destruyçion delos buenos [fol. 99r] Y esto non es de fuyr: es asaber, que es de aver por reljgion defender alguno que sea culpante y mal fechor y malo, ca asy lo quiere la munchedunbre y lo padesçe la costunbre y lo sufre la humanjdad.

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Al juez pertenesçe sienpre enlas cosas segujr la verdad, al abogado alas vezes defender lo verisymjle, ahun que non sea verdadero, lo qual yo señalada mente por que escriuo de philosofia non osare escreujr saluo por que esto plaze a Paneçio, muy graue y maduro entre los stoycos. Y muncho se alcança honrra y graçia por los que defienden y tanto mayor sy alguna vez acaesçe que sea defendido aquel que paresçe ser engañado o apremjado por poderio de algun poderoso, segund que nos munchas vezes fezimos otro tienpo y, quando moço, por Sesto Roçio contra el poderio de Luçio Sylla que se enseñoreaua, la qual oraçion commo sabes esta en escripto.

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Capitulo v Mas112 declarados los ofiçios delos moços que aprouechan

para alcançar gloria, de aqui adelante es de dezjr dela bien fechoria y largueza dela qual ay dos maneras. Ca o se faze con trabajo dela presona benjgna mente alos que lo han mester o con dinero. Y mas ljgera es la del dinero señalada mente al ome rico. Mas la otra es mas loable y mas clara y mas digna de varon famoso y fuerte. Ca maguer que en anbas [fol. 99v] esta voluntad ljberal de fazer graçia, pero la vna sale del arca y la otra dela uirtud, y la largueza que se faze del dinero mengua la fuente dela begnjnjdad y asy por la benjgnjdad se tira la benjgnjdad. Dela qual, quanto mas oujeremos vsado con munchos, tanto podras menos husar della a munchos. Y por çierto, los bien fechores y largos de su obra y de virtud lo primero quanto mas han aprouechado a munchos, tanto mas ayudadores terrnan para fazer bien y dende por la costunbre del bien fazer seran mas aparejados y commo mas exerçitados para fazer por munchos. Y muy fermosa mente en vna epistola Pheljpo reprehende a Aljxandre su fijo por que queria aver la bien querençia delos maçedones con dadiuas de dinero, diziendole: qual mal dela razon te traxo aesta manera que pensases que seran aty leales los que corronpieres con dinero. Por ventura tu quieres que los maçedones non te ayan por rey mas por mjnjstro y por creedor lo qual es cosa suzia para rey. Y dixo mejor por que al dar llamo corronpimjento. Ca faze se peor el que lo resçibe y mas aparejado para syenpre esperar semejante. Esto dezia aquel asu fijo, mas pensemos que es mandado atodos. Por ende, por çierto non es dubda que aquella benjgnjdad que sale de obra y de yndustria es mas honesta y mas ancha y puede aprouechar a mas. Pero algunas vezes es de dar. Ca esta manera [fol. 100r] de begnjnjdad non es del todo de desechar y munchas vezes a omes ydonjos que lo han mester es de dar de la cosa famjljar, mas diljgente y tenprada mente. Ca munchos derramaron sus patrimonyos dando syn consejo y quál cosa ay mas loca que aquello que fazes de buena mente faze que non lo puedas fazer

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luenga mente. Y avn desta largueza siguen se robos. Ca commo dando comjençan a aver menester son apremjados a poner las manos enlos bienes agenos. Y asy, queriendo ser bien fechores por causa de alcançar bien querençia, non alcançan tanta bien querençia de aquellos aquien dieron commo mal querençia de aquellos aquien lo quitaron. Por lo qual nj es asy de çerrar la cosa famjljar que non la pueda abryr la benjgnjdad, njn asy de abryr que se entren todos. Y es de poner modo y este se deue referyr ala fazienda y deuemos nos menbrar lo que se dize comun mente por los de nuestra tierra y es traydo en costunbre de prouerbio, es asaber, el dar non tiene fondon. Ca quál modo puede ser commo aquellos que costunbraron resçebyr lo codiçian y eso mesmo desean otros.

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Capitulo vj Dos113 maneras ay de largos, delos quales los vnos son

llamados desgastadores y los otros ljberales. Los desgastadores son aquellos que en manjares y comeres y en dones de esgremjdores y en aparato de juegos y de caças [fol. 100v] derraman sus dineros en aquellas cosas delas quales dexaran memoria breue o njnguna. Los ljberales son aquellos que con sus faziendas redimen los catiuos o resçiben en sy debdas por causa delos amjgos o los ayudan en asentamjento o casamjento de sus fijas o acorrren a alcançar o acresçentar fazienda. Y asy me maraujllo que vino en voluntad a Theophastro philosofo en aquel ljbro que escriujo delas Riquezas enel qual escriujo munchas cosas fermosa mente. Y aquello contra razon es, asaber, que piensa que el fruto delas riquezas es enla magnjfiçençia y aparato delas dadiuas populares y de las semejantes costas. Y por çierto amj aquel fruto de ljberaljdad de que puse pocos enxenplos me paresçe muncho mejor y mas çierto. Quanto mas abtorizable y mas uerdadera mente nos reprehende Aristotiles: que non nos maraujllemos destos derramamjentos de dineros que fazen para falagar la munchedunbre. “Y los que son çercados por los enemjgos sy son apremjados a mercar vna medida de agua por vna mjna, esto ala primera oyda paresçeria cosa que non es de creer y todos se maraujllarian, mas quando lo consyderaren daran perdon ala nesçesidad. Y enestas grandes costas y ynfynjdas espensas non hay cosas de que nos muncho maraujllemos señalada mente quando por ellas non se acorre ala nesçesidad njn se acresçienta la dignjdad. Y aquella deleytaçion dela munchedunbre dura poco y breue [fol. 101r] tienpo y esta en algun ome muy ljujano enel qual en vno conla conpañja muere la memoria del deleyte. Y bien se paresçe que estas dadiuas pertenesçen bien alos moços y alas mugerçillas y alos sieruos y alos omes ljbres que son semejantes a sieruos. Mas por ome graue y maduro que pesa las cosas que se fazen con çierto yngenjo non pueden ser en alguna manera

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loadas,” maguer que veo que en nuestra çibdad se envegeçio ya que el resplendor delas dignjdades que se llaman ediljdades sea demandado por los muy buenos varones. Y asy Publjo Craso, que auja por sobre nonbre Rico con grandes copias, vsó del ofiçio de edil dando muy gran dadiua y poco despues Luçio Craso vsó de muy magnjfica ediljdad con Quinto Muçio, el mas tenprado que todos los omes, y despues Claudio, fijo de Apio Publjo y munchos despues y Ortensio Sylano y atodos estos de suso seyendo yo consul vençio Publjo Lentulo y aeste semejo Stauro. Y fueron muy magnjficos los dones del nuestro Ponpeo enel segundo consoladgo, en lo qual todo lo que amj plaze ya lo vees.

Pero es de esquiuar y guardar que non cayamos en sospecha de escaseza.114 Ca a Manerco ome muy rico la dexada dela hediljdad le traxo repulsa del consoladgo. Por ende, sy se demanda por el pueblo [fol. 101v], los buenos varones avn que non lo desean, mas aprouandolo deuenlo fazer con tanto que lo fagan segund las faziendas segund nos fezymos. Y sy alguna cosa mayor y mas prouechosa se alcança por las dadiuas fechas al pueblo, commo Oreste el otro dia alcanço gran honrra por la yantar que aparejo enel camjno. Njn por çierto es de reputar a Marco Seyo por viçio que enla careza del pan dio al pueblo el moyo de pan por hun as. Ca de muy grande y envegeçida enbidia, njn con grande njn con turpe daño, quando era edil se ljbro. Mas a soberana honrra fue el otro dia a nuestro Mjlon, que conprados los esgremjdores por causa dela Republjca, la qual era contenjda por nuestra salud, apremjo a todos los atreujmjentos y sañas de Publjo Clodio.

Y asy la causa dela largueza es sy o es nesçesario o prouechoso y enestas cosas la regla dela medianeria es muy buena. Y Luçio Pheljpo, fijo de Quinto, ome de muy gran jngenjo y muy claro se solja gloriar que syn alguna dadiua auja alcançado todas las cosas que eran aujdas por muy grandes y dezia lo contrario que Curio. Y nos podemos nos en alguna manera gloriar que, por la grandeza de los bienes los quales alcançamos con plazenteria de todos, acaesçio en nuestro año lo que non conteçio [fol. 102r] a alguno delos que agora nonbre, es asaber, pequeña costa dela ediljdad.

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Y estas costas mejores, los muros, los puertos delas naues, los traymjentos delas aguas y todas las cosas que pertenesçen al vso dela Republjca, maguer que lo que de presente se da enla mano es mas alegre, pero esto para adelante plaze mas: las lonjas, las portadas, los nueuos tenplos. Mas vergonçosa mente lo reprehendo por causa de Ponpeo. Mas los muy enseñados non lo loan segund que el mesmo Paneçio, al qual yo muncho he segujdo enestos ljbros delos ofiçios non jnterpetrando o trasladando y Falerio Demetrio non lo loa, el qual a Periçie, prinçipe de Grecia reprehendia por que echara tanto dinero en aquella fermosa Propilea. Mas desta manera toda de dadiua en aquellos ljbros que escreuj dela Republjca diljgente mente esta disputado y toda la manera delos tales desgastamjentos general mente es viciosa, mas lo nesçesario segund los tienpos reduziendo lo alas faziendas con medianeria es de tenprar.

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Capitulo vij En115 aquella otra manera de dadiua que sale de largueza non

nos avemos de aver de vna manera enlas cosas que non son yguales. Ca otra causa es la de aquel que es premjado con alguna aduersydad y otra la de aquel que busca mejores cosas [fol. 102v] Ca mas presta deue ser la benjgnjdad aquellos que son mjserables y estan en aduersydad saluo sy por ventura son dignos dela mjseria que tienen. Y en aquellos que quieren ser ayudados non deuemos en alguna manera ser estrechos, pero en escoger los pertenesçientes es de poner juyzio y diljgençia. Ca fermosa mente dixo Enjo: los bien fechos mal asentados por mal fechos los he y delo que es dado al buen varon y agradesçido non sola mente del se coge fruto, mas avn delos otros. Y quitando locura y yndiscreçion muy graçiosa cosa es la largueza, la qual munchos loan diljgente mente por que la bondad de qual quier soberano varon es comun refugio de todos los que han menester. Y es de dar obra que de tales benefiçios fagamos munchos por que non puedan ser desagradesçidos y todos aborresçen al que non se remjenbra del bien que resçibe y piensan que aellos se faze la jnjuria por quanto se mengua la largueza, y piensan que el que esto faze es comun enemjgo de todos los menesterosos y esta benjgnjdad es prouechosa ala Republjca. Redemjr los catiuos de serujdunbre y enrriqueçer los mas pobres, lo qual por çierto comun mente se solja fazer por los de nuestra orden, es asaber, por los senadores y consules116 y veemos lo escripto copiosa mente enla oraçion de Crasso y esta costumbre [fol. 103r] de benjgnjdad ante pongo yo ala dadiua delos dones syn nesçesidad y esta es delos abtorizables y grandes omes, aquella es delos que son commo ronçeadores del pueblo y commo atrahedores en deleyte dela ljujanidad dela munchedunbre.

Y es cosa convenjente enel dar seer largo y enel recabdar non ser reguroso y en todo contracto, vendiendo, comprando, arendando o dando a renta enlas vezindades y comarcas, ser ygual y manual y dexar munchas cosas amunchos de su derecho y çessar

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y aborresçer los plejtos quanto podiere y non se sy diga hun poco mas de quanto pudiere y non sola mente es cosa ljberal alguna vez dexar ome vn poco de su derecho, mas alas vezes es cosa fructuosa. Y es de aver cuydado dela cosa famjljar y dela fazienda, ca dexar la caer es cosa torpe y mala, mas de tal gujsa que non aya ende sospecha de escaseza o de codicia. Y poder vsar de largueza syn se despojar del patrimonjo, muy gran fruta es del dinero y razonable mente por Theofastro es loado el resçebyr delos huespedes y amj paresçeme muy fermoso que las casas delos claros omes sean patentes y abiertas alos claros huespedes y esto pertenesçe a buen hornamento dela Republjca que alos estraños en nuestra çibdad non les fallesca esta manera de largueza y esto es [fol. 103v] muncho prouechoso aaquellos que honesta mente quieren poder alcançar munchas cosas. Ca por causa delos huespedes alcançan poder y graçia entre los pueblos estraños. Y Theofastro escryue que Çenon en Athenas era muncho reçebydor en su posada delos laçiadas y mandaua asus renteros y caseros que diesen todas las cosas que oujesen menester a quales quier laçiades que por su villa pasasen.

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Capitulo viij Los117 benefiçios que consisten en obra y non en dadiua estos

fazense asy ala vnjversal Republjca commo alos cibdadanos syngulares. Ca enformar aalguno en derecho o ayudar le con consejo y por esta manera de sçiençia de derecho aprouechar a munchos ayuda muncho a acrescentar riquezas y a ganar graçia y fauor . Y en soberana honrra y en muy clara reputaçion de nuestros mayores quando estauan muy bien ordenados fue sienpre la sabiduria y jnterpetraçion y declaraçion del derecho çeujl, la qual por çierto ante desta confusion y destruyçion de tienpos los príncipes retoujeron y conseruaron en su posesion, mas agora asy commo las honrras, asy commo los grados de toda dignjdad, asy el resplandor desta sçiençia del derecho çeujl es tirado y esto es cosa mas jndigna por que acaesçio en aquel tienpo [fol. 104r] enel qual era aquel que atodos los antiguos alos quales era ygual en honrra ljgera mente vençiera en sçiençia.118

Estas graçiosas obras son dadas para ayudar a munchos y los obljgan a benefiçios y a esta arte es comarcana la mas notable y mas graçiosa y mas fermosa facultad del dezjr y fablar retorica mente. Ca qual cosa ay mas loable njn que mas alcançe el maraujllar se delos que lo oyen y que ayan esperança los menesterosos y graçia de aquellos que son defendidos que la eloquençia y aesta fue dado por nuestros mayores prinçipado en toda dignjdad. Ca los benefiçios y ayudas del ome eloquente y discreto que de ljgero trabaja y segund las costunbres de nuestros padres defiende, non enojosa mente, mas de graçia, las causas de munchos muncho se paresçen y son demostrados.

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Capitulo jx Amonestaua me la mençion que dela eloquençia he fecho que

en este lugar llorase la çesaçion della, por que non diga la destrucçion suya, sy non temjese que paresçeria que me quexo por mj mesmo. Mas veemos que las oraçiones destruydas en quan pocos quedo la aparençia del fablar y en mas pocos la sabiduria dello y en quan munchos la osadia y commo todos non puedan njn avn munchos ser letrados de derecho o retóricos, pero con su ayuda [fol. 104v] pueden aprouechar a munchos pediendo benefiçios por otros, encomendando los alos juezes y alos alcaldes y poderosos, pensando y velando por el negoçio del otro, rogando aaquellos que dan consejo o defienden, lo qual aquellos que lo fazen alcançan muncho amorio y graçia y muy larga mente se dysimulga su yndustria. Mas ya de aquello non son de amonestar, que está claro, es asaber, que paren mjentes que queriendo ayudar avnos non ofendan aotros. Ca munchas vezes acaesçe que dañan aaquellos que non deujan dañar o aaquellos que non cunple y sy lo fazen non sabiendo es njgljgençia y es de vsar de honesta escusaçion la mas onesta que podieres con aquellos que contra tu voluntad ofendieres, mostrando commo lo que feziste era nesçesario y que non lo podias en otra manera fazer y es de conpensar lo que dañaste con otros benefiçios y obras que les sean prouechosas.

Mas119 commo en ayudar alos omes se suele parar mjentes o alas costunbres y bondades del que es ayudado o al poderio y riquezas, es ljgero de dezjr y asi se dize comun mente que en fazer los benefiçios es de parar mjentes mas ala bondad y costunbres del ome que alas riquezas, mas quién ay que non ante ponga para trabajar por él la graçia y fauor del ome rico y poderoso ala causa del muy buen varon pobre. Ca aaquel en quien nos paresçe que esta mas clara y mas ayna el contar y gualardonar [fol. 105r] del benefiçio ahí nuestra voluntad por la mayor parte es mas jncljnada. Mas es de parar mjentes mas deljgente mente qual es la natura delas cosas. Ca el pobre sy buen varon es, avn que non

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pueda retornar la graçia con dinero, mas por çierto puede la tener y conosçer y prouechosa mente dixo qual quier que lo dixo lo que se sigue: quien tiene el dinero non lo dio, y quien lo dio nonlo tiene y mas el gradeçer quien lo tiene lo dio. Y aquellos que se tienen por ricos y honrrados y bien aventurados non quieren njn ahun obljgar se a benefiçio y piensan que han dado benefiçio ahun que ayan resçebido gran cosa por que sospechan que los otros les entienden demandar algo o esperan algo dellos y han lo por semejante de muerte sy es dicha que ellos oujeron ayuda de otros o son llamados criados de otros o obljgados por benefiçios. Mas aquel pobre, commo piensa que qual quier cosa que es fecha se fizo acatando asu presona y non asu fazienda, non sola mente aaquel que por el fizo, mas ahun aaquellos de quien espera resçebyr, y se encljna. Ca, por que ha menester amunchos, trabaja por paresçer ome gradesçido y non acresçentar con palabras lo que por su bien fechor faze si alguna cosa faze, mas amengualo enel fablar. Y es de parar mjente sy aalgun rico o poderoso defendieres, sy queda la graçia enel solo o por ventura en sus fijos, mas sy al pobre defendieres que sea bueno y tenprado. Todos los que non fueren malos y son de baxa manera, delos quales hay [fol. 105v] gran munchedunbre enel pueblo, piensan que les esta aparejada ayuda para quando la oujeren menester; por lo qual entiendo que mejor se asienta el benefiçio çerca delos buenos que çerca delos poderosos. Pero es de catar que a omes de toda manera podamos satisfazer, mas sy el fecho vinjere a contienda que non podamos satisfazer atodos, es de vsar dela autoridad de Themjstocles el qual commo le fuese demandado consejo por vno sy daria a su fija en matrimonjo ahun buen varon pobre o avn rico que non era tan bueno, respondio: yo mas quiero varon aquien fallesca dinero, que dinero a quien fallesca varon. Mas las costunbres son corronpidas y en malesçidas conel catar y maraujllar las riquezas, la grandeza delas quales quando pertenesçen avno de nos otros aaquel por ventura ayuda que las tiene y esto por çierto non syenpre, mas otorguemos que ayuda, esto es verdad, para que sea mas poderoso, mas para que sea mas honesto, cómmo ayudara.120 Y sy fuere buen varon, las riquezas non le enbargen aque sea ayudado, mas non le ayuden, y asy todo el juyzio es de retornar non a qué tan

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rico es, mas a qué tal es. Y el postrymer mandamjento en fazer benefiçios y trabajar por otro es que non contiendas cosa contra ygualdad y justiçia, njn fagas cosa por jnjuria. Ca el fundamento del perpetuo loor y fama es la justiçia syn la qual non puede ser cosa loable.

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[fol. 106r]

Capitulo x Mas121 por quanto es dicho de aquella manera de benefiçios

que tañen alas syngulares presonas, de aqui adelante es de tractar de aquellos que tañen alo vnjversal y ala Republjca y destos benefiçios parte dellos es de tal manera que tañen alo vnjversal solo y parte dellos alcança alos syngulares, los quales son avn mas plazenteros y graçiosos. Y es de trabajar sy puede ser en anbas maneras por que sea proueydo ahun alos syngulares, mas la cosa deue se aver asy que aproueche ala republjca o alo menos non la dañe. Ca la dadiua y largeza de Gayo Grato y la del trigo fue grande, mas menguaua el thesoro publjco, y la de Marco Octaujo fue pequeña mas fue tolerable ala Republjca.

Y nesçesaria al pueblo y asy fue saludable alas presonas syngulares y ala Republjca y primera mente es de parar mjentes por aquel que admjnjstra la Republjca que tenga cada vno lo suyo y non sea fecho toma njn menguamjento publjca mente enlos bienes delos syngulares. Ca muy mal se ovo Pheljpo enel tribunadgo quando fiz la ley que llaman agraria, la qual despues ljgera mente consentio que fuese reuocada y enesto se ovo muncho tenprada mente, mas commo fablando dixese munchas cosas popular mente en aquello dixo mal en que dixo que non auja enla çibdad dos mjll omes que toujesen la fazienda bien ganada, razon por çierto dapnable y mala y pertenesçiente aygualar [fol. 106v] los bienes. Y quál puede ser mayor pestilençia que esta. Ca por esta causa prinçipal mente por que cada vno toujese guardado lo suyo fueron establesçidas las Republjcas y las çibdades. Ca commo quier que por gujamjento dela natura se ayuntauan los omes pero con esperança de guardar sus cosas buscauan las fortalezas delas çibdades.

Y es de trabajar que aquello que muchas vezes se fazia çerca de nuestros mayores por la poquedad del tesoro y dela continuaçion de las guerras, es asaber poner tributo y pedido, que

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non se faga y para que esto non sea menester es muncho de ante proueer sy alguna nesçesidad acaesçiere a alguna Republjca. Ca mas quiero nonbrar aotra y ser aguero aotra que ala tierra y nj sola mente dela tierra, mas de toda Republjca dispuesto es de trabajar por que todos entiendan que les cunple obedesçer ala nesçesidad sy quieren ser saluos. Y todos los que goujerrnan la Republjca deuen prouer que sea copia enella de aquellas cosas que son nesçesarias, las quales commo se suelen y deuen traer y admjnjstrar non es nesçesario delo disputar por que esta en costunbre, mas sola mente fue de nonbrar.

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Capitulo xj Cabeça y prinçipal cosa es de toda gouernaçion de negoçio y

ofiçio publjco que sea esquiuada toda sospecha de avariçia avn que sea muy pequeña. La avariçia es el mayor enemigo dela largueça y liberalidad que debe sustentar y defender el recto gobernador que tiene a su cargo la mayoria del bien unibersal y ministerio publico, pues al paso mismo que la abaricia sigue avn ministro y al gobierno, a ese mismo a destar prebenidos el balor de la generosidad y la largueza pero unidos el balor y la generosidad que la aberguenze.Y dezya [fol. 107r] Gayo Ponçio: sanjte ploguiera a dios que para aquellos tienpos la fortuna me oujera guardado y estonçe fuese nasçido quando los romanos començasen a resçebyr dones, ca nonles sufriera mas jnperar. Y por çierto Ponçio non oujera para esto de esperar munchos siglos. Ca agora poco ha, ocupo este mal anuestra Republjca y por ende de mejor voluntad padesco que fue Ponçio estonçe, que sy fuera agora sy auja enel tanta fuerça commo voluntad, y non ha ahun çiento y diez años que se fizo la ley por Luçio Pison para cobrar los daños dados alos ofiçiales y ante non auja alguna y despues tantas leyes son fechas sobre esto mas duras y tantos omes acusados, tantos condepnados, tamaña guerra ytaljca es començada y leuantada, tamaño robo y menguamjento de patrimonjos y destrucçion delos conpañeros, tiradas las leyes y los juyzios es fecho que ya non valemos por nuestra virtud mas por la flaqueza delos otros.

Loa Ponçio a Sçipion africano que era abstinente de dinero y por que non sera loado mas, loé enel otras cosas mayores: el loor de su sabyduria non era solo de aquel ome, mas ahun de aquellos tienpos en que el fue. Y Paulo su fijo ovo tanta la riqueza delos maçedones la qual era muy grande y tanto dinero metio enel thesoro publjco que el robo deste solo enperador puso fyn alos tributos y este non metio cosa en su casa saluo la memoria perdurable de su nonbre y semejando aeste su padre Africano [fol. 107v] el mançebo su fijo non fue mas rico en destroyr a Cartadgo.

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Y ¿qué fizo Luçio Munjo que su conpañero enla çensoria. Por ventura fue mas rico quando estruyo por fundamento aaquella muy abundada çibdad122? Çierto non. Ca mas quiso orrnar a Ytaljca que asu casa, maguer que horrnada Ytalja su casa mesma me paresçe mas horrnada. Y non hay algun viçio mas espantable y mas malo por que nuestra Razon torrna adonde començo, que es el auariçia, señalada mente enlos prinçipes y enlos que goujerrnan la Republjca. Ca vsar dela Republjca para ganançia non sola mente es cosa torpe, mas avn es cosa maljçiosa y mala. Y asy aquello que dixo aquel ydolo que llamauan Apolo Fiçio que Spartaria çibdad de Greçia non auja de peresçer por otra cosa saluo por auariçia paresçe que nonlo dixo sola mente alos laçedemonjos, mas avn atodos los poderosos pueblos y non ay cosa alguna con que los que son prysidentes enla Republjca puedan mas ayna atraher asy la bien querençia del pueblo que con abstinençia y continençia.

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Capitulo xij E los que quieren ser populares y amados del pueblo y por

esta razon prouean el fecho delos canpos por que echen alos poseederos de sus posesiones o piensan que son de soltar las debdas alos debdores, estos destruyen los fundamentos dela Republjca y primer mente la concordia, la qual non puede ser quando tiran a vnos las faziendas y se dan aotros y lo segundo [fol. 108r] destruyen la ygualdad, la qual se tira toda sy cada vno non puede tener lo suyo. Ca esto es propio segund de suso dixe dela comunjdad o çibdad, que cada vno tenga ljbre la guarda delo suyo y non aya nesçesario de ser soljçito sobre ella y enesta destruyçion dela republjca estos non alcançan aquel fauor que piensan. Ca aquel aquien es tomada su cosa queda enemjgo y aquel aquien es dada desimula y da a entender que non la quisiera resçebyr y señalada mente quando se sueltan las debdas, el debdor encubre su plazer por que non paresca que non tenja de que pagar y el que resçibe la ynjuria mjenbra se y trae delante sy toda vya su dolor y ahun que sean mas aquellos aquien mala mente es dado que aquellos aquien ynjusta mente es tomado, por ende non valen mas para alcançar fauor y graçia, ca non se ha esto de juzgar por numero de omes, mas por peso y qualjdad dela causa. Y qué ygualdad es esta que el canpo munchos años poseydo ante o ahun munchos siglos, el que non le tiene que le tenga y el que le tiene que lo pierda.

Y123 por esta manera de ynjustiçia los laçdemones echaron de ssy a Lysandro y los agines mataron asu rey, lo qual nunca ante çerca dellos auja acaesçido. Y de aquel tienpo se sigujeron tamañas discordias que se leuantaron tiranos y fueron destroydos los grandes y muy buenos y las muy fermosas Republjcas [fol. 108v] desfechas y non sola mente a Laçedemonja vino destrucçion, mas atoda la otra Greçia destruyo pegando le sus males, los quales manaron mas larga mente delos laçedemonjos. Y qué dire de los nuestros Gracos, fijos de Tiberio Grato soberano varon y njetos de Africano el primero: por ventura non se

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perdieron por los debates agrarios, es asaber, el querer partyr delos canpos? Y Arato de Siçionja con razon es loado el qual commo fuese aquella çibdad ocupada por tiranos çinquenta años, partio de Argio y vino a Siçionja ascondida mente y con su entrada ocupo la çibdad y mato a Moclodes tirano que estaua desaperçebido y restituyo ala çibdad seysçientos desterrados, los quales aujan seydo los mas ricos dela çibdad y ljbro la republjca con su venjda y commo viese que auja gran dificultad enlos bienes y posesiones por quanto aquellos que el auja restituydo, cuyos bienes otros poseyan, era muy syn razon que quedasen pobres y mudar las posesiones de çinquenta años paresçiale que non era muy razonable por quanto en tan luengo tienpo munchas cosas eran traspasadas por herençias, munchas por conpras, munchas por casamjentos, juzgo este syn fazer contra derecho que njn alos poseedores fuesen quitados, njn los desterrados cuyas fueron quedasen syn satisfaçion y commo para esto fuese nesçesario dinero [fol. 109r] dixo que queria yr a Aljxandria y mando estar la cosa paçifica fasta su torrnada y el fue muy ayna a Tholome rey su huesped el qual era el segundo que ende regnaua despues de Aljxandria fecha y commo el declarase que queria ljbrar su tierra y le fiziese relaçion del caso ljgera mente el soberano varon Arato jmpetro del rey Tholomeo que era rico que fuese ayudado de gran contia de dinero y traxolo a Sçion su çibdad y puso en consejo a quinze delos prinçipales dende conlos quales conosçio delas causas de todos aquellos que tenjan lo ageno y de todos aquellos que aujan perdido lo suyo y puso aestos para estimar las posesiones y mandoles que jnduxiesen aalgunos delos que poseyan que quisiesen mas resçebyr la estimaçion y dexar las posesiones y aalgunos delos desterrados que entendiesen que les era mas prouechoso tomar su dinero que cobrar lo suyo y asy se acabo que se fizo concordia y todos se partieron syn querella. O gran varon y digno que fuese nasçido en nuestra Republjca. Y asy es convenjente cosa de fazer conlos çibdadanos, non commo nos ya vimos poner almoneda enla plaça y los bienes delos çibdadanos andar enla boz del pregonero, mas aquel griego fizo lo que era de varon sabidor y bueno, es asaber proueer atodos ygual mente. Ca esta es la buena razon y sabidora del buen çibdadano [fol. 109v]

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defender los prouechos delos çibdadanos y non destroyr los y guardar atodos en semejante egualdad. Y moren de balde syn ljçençia en lo ageno, qué cosa es esta: que lo conpré yo y lo labré y lo guardé y tu contra mj voluntad vses dello. Y semejante es tomar avnos lo suyo y dar aotros lo ageno y los contractos nueuos124 qué otra çertenjdad tienen sy non que merques tu con mj dinero la heredad ageno y la tengas tu y yo non tenga el dinero.

Y por ende non es de proueer desta manera avn que algun daño tenga la Republjca lo que por munchas maneras se puede proueer ahun que non se faga esto, que los ricos pierdan lo suyo y los debdores ganen lo ageno. Ca non ay cosa alguna que tan rezia mente guarde la Republjca commo la fe, la qual non puede ser alguna sy non se faze nesçesaria la paga delas debdas. Y nunca esto de non pagar alos creedores fue mas rezia mente prouado que quando yo era consul. Ca prouose por arrmas dentro enla çibdad y por tiendas fuera y por toda manera de omes y por toda orden alas quales yo resisty por que tamaño mal se tirase dela Republjca y nunca fueron mayores debdas que estonçe njn mejor y mas ljgera mente pagadas. Ca tirada la esperança de non pagar siguese luego nesçesidad de pagar y este que agora es vençedor y estonçe fue vençido [fol. 110r] acabó lo que estonçe auja pensado, commo ya nonle vinjese jnterese enello, mas tamaño fue enel el apetitu de pecar: que se deleytaua en pecar avn que non toujese causa por qué. Y por ende desta manera de largueza que es tirar avnos y dar aotros se apartarán aquellos que gouerrnaren la Republjca y primera mente trabajarán por que conla ygualdad del derecho y delos juyzios cada vno tenga lo suyo y njn los pobres sean apremjados por su flaqueza, njn alos ricos enbargue la jnujdia tener o cobrar lo suyo. Y por quales quier maneras honestas de guerra o de çibdad que podieren acresçentaran la Republjca en jmperio, en termjnos, en tributos. Y estas son obras de grandes omes y estas obras son vsadas çerca de nuestros mayores y los que siguen estas maneras de ofiçios con soberano prouecho dela Republjca alcançan grand amorio y loor.

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Capitulo xiij Enestos mandamjentos delas cosas prouechosas dezia

Antipater Stoyco, el qual el otro dia murio en Athenas, que dos cosas dexara Paneçio: es asaber, lo que tañja a curar dela salud y alcançar fazienda, las quales cosas pienso que fueron dexadas por el soberano philosofo Paneçio por que eran ljgeras de dezir y son por çierto prouechosas, mas la sanydad se sustenta conosçiendo ome su conpljsion y guardando y parando mjentes aaquellas cosas que suelen aprouechar o dañar y con tenpramjento [fol. 110v] y continençia enel comer y dexando los deleytes y postrimera mente por arte de aquellos, es asaber, delos fisicos a cuya sçiençia esto pertenesçe; y la fazienda deue se ganar por aquellas maneras en que non ay turpeza y deue se guardar con diljgençia y con tenpramjento enel gastar y por estas maneras se deue acresçentar y estas cosas muy prouechosa mente las tracto Xenofonte socratico en aquel ljbro que se llama Yconomjco, el qual nos quando eramos poco mas o menos enesta hedad en que tu agora estas trasladamos de griego en latyn.

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Capitulo xiiijo Mas125 la conparaçion delas cosas prouechosas entre sy, por

quanto esto fue el quarto mjenbro dexado por Paneçio, munchas vezes es nesçesaria. Ca los prouechos del cuerpo conlos de fuera y los de fuera conlos del cuerpo y los del cuerpo entre sy y los de fuera conlos de fuera se suelen conparar. Conlos de fuera se conparan los prouechos del cuerpo enesta manera: que mas quieres ser sano que ser rico. Los de fuera se conparan conlos del cuerpo enesta manera: que mas quieres ser rico que tener muy gran fuerça. Los del cuerpo entre sy se conparan desta gujsa: que mas quieres sanjdad que deleyte y mas fuerça que ljgereza. Los de fuera entre sy se conparan que mas quieras fama que riquezas y mas rentas dela çibdad que rentas delas aldeas.

Dela qual manera de conparaçion [fol. 111r] es aquello que dixo Caton el viejo: el qual commo le fue se preguntado por vno que era lo que mas conplja enla fazienda, respondiole bien mantener se. Preguntole que era lo segundo, respondio asaz bien mantener se. Preguntole mas que era lo terçero, respondio bien vestyr. Preguntole mas que era lo quarto, respondio arar. Y commo aquel que lo preguntaua dixese que es dar a vsura o resçebyr, dixo Caton qué es matar a ome.126 Delo qual y de munchas otras cosas se da a entender que se suele fazer conparaçion delos prouechos entre sy y que razonable mente fue ayuntada por nos esta quarta parte de buscar los ofiçios.

Mas de toda esta manera de buscar y asentar y de vsar dela fazienda mas prouechosa mente se disputa y tracta por algunos muy buenos varones que estan asentados oçiosos en meatad de sus puertas que por los philosofos enel escuela. Mas es de saber lo que los filosofos dizen que pertenesçe al prouecho, del qual eneste ljbro es disputado. De aqui adelante prosigamos las otras cosas que quedan.

acaba el ljbro segundo

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Siguese el prologo del ljbro terçero ljbro iij [fol. 111v]

Prologo

O Marco fijo: Caton escriujo que Publjo Sçipion Africano, aquel que primera mente fue llamado africano, aquien Caton era poco menos ygual, solja dezjr que nunca era menos oçioso que quando estaua oçioso, njn menos solo que quando estaua solo. O grandiosa boz digna de gran varon y sabidor, la qual demuestra que enel oçio pensaua enlos negoçios y enla soledad solja fablar consigo de gujsa que nunca çesaua y alas vezes non auja mester fabla de otro y asy dos cosas que alos otros traen flaqueza y tristeza aguzauan ael, es asaber oçio y soledad. Querria por çierto que nos podiesemos esto mesmo dezjr verdadera mente. Mas sy non podemos alcançar asemejar a tamaña exçellençia de jngenjo çiertamente enla voluntad çerca llegamos. Ca vedados por armas y jnperio y fuerça dela Republjca y de los negoçios delos juyzios, segujmos el oçio y por esta razon dexada la çibdad de Roma, andamos por las aldeas y munchas vezes estamos solos mas njn este oçio es de conparar conel oçio del Africano, njn esta soledad con su soledad. Ca aquel por recrear apartando se delos muy famosos ofiçios dela Republjca tomaua algunas vezes oçio y del ayuntamjento y munchedunbre delos omes apartaua se alas vezes ala soledad asy commo a puerto, mas nuestro oçio por mengua de negoçio, non por proposito de folgar se faze. Ca destruydo el [fol. 112r] senado y tirados los juyzios quál cosa digna ay que podamos fazer enla corte o enla plaça y enel juyzio. Y asy el que en muy gran fama y honrra enlos ojos delos çibdadanos otro tienpo beuja, agora fuyendo la vista delos mal fechores delos quales ay gran abundançia se asconde y munchas vezes es solo. Mas por quanto

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asy lo oymos delos omes enseñados que non sola mente delos males se deuen ascoger los menores, mas ahun delos males mesmos sy enellos hay alguna cosa de bien se deue cortar y sacar, por ende vso del oçio non tal qual deuria husar aquel que otro tienpo dio oçio ala çibdad. Y esta soledad que me traxo nesçesidad, non voluntad, nonla consiento estar de balde. Y mager quel Africano amj juyzio alcançaua mayor loor, pero non paresçen algunos actos de su jngenjo escriptos en letras njn alguna obra de su oçio, njn don de su soledad, de lo qual se deue entender que el Africano con exerçiçio de su boluntad y con buscamjento de aquellas cosas que pensando alcançaua nunca era oçioso njn solo, mas nos que non tenemos tanta fuerça que callado pensamjento y soledad nos astrayamos y apartemos de nos mesmos, convertimos todo nuestro studio y nuestro cuydado eneste trabajo de escreujr y asy mas cosas escreujmos en breue tienpo destruyda la Republjca que en munchos años ante quando la Republjca estaua en su estado.

Mas127 maguer que toda la philosofia, o Çeçiron mjo, sea fructuosa y llena de frutu y non aya [fol. 112v] parte enella que sea non labrada o disierta, pero non ay lugar alguno enella mas fructuoso njn mas abundoso que el delos ofiçios, delos quales se sacan los mandamjentos de firme y honesta mente beujr. Por ende maguer que yo confio que tu oyras y entenderas esto de Cratipo nuestro prinçipe delos philosofos deste tienpo, pero pienso que es cosa convenjente que en tus orejas suenen tales bozes de toda parte que sy ser podiese que non oyeses otra cosa lo qual commo todos deuan fazer aquellos que piensan fazer vida honesta. Pero non se sy hay alguno a que mas convenga que aty. Ca sostienes non pequeña esperança de semejar amj jndustria y grande de semejar anuestras honrras y alguna por ventura de aver semejante fama y otra carga graue, es asaber, de Athenas y de Cratipo, alos quales commo tu ayas ydo commo a mercaduria de buenas artes, torrnar vazio es cosa muy torpe y afear la avtoridad dela çibdad y del maestro. Por ende quando puedes conel coraçon prouar quanto contender conel trabajo sy al aprender es menester mas trabajo que voluntad, tanto faz por que lo acabes njn dexes cosa, por que commo todas las cosas te sean mjnjstradas por nos non paresca

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que tu fallesçiste ati mesmo y esto baste fasta aqui. Ca munchas vezes te avemos escripto munchas cosas por causa de te amonestar.

Agora tornemos nos ala parte que queda dela diujsion propuesta en comjenço.

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[fol. 113r]

Comjença el capitulo j Paneçio, el qual syn contienda disputó delos ofiçios cuydosa

mente y nos prinçipal mente le segujmos con alguna emjenda, propuestas tres maneras enlas quales los omes suelen deljberar y aver consejo sobre el ofiçio. La vna es sy es honesto o turpe lo que dubdan sy se fara, la otra sy es prouechoso o non, la terçera sy aquello que paresçe ser honesto repugna con aquello que paresçe ser prouechoso. Commo estas cosas se apartan delas dos maneras primeras que dixo enlos tres ljbros, dela terçera escriuio que diria adelante y non pago lo que prometio, delo qual me maraujllo mas por que escriujo Posidonjo su deçiplo que treynta años biujera Paneçio despues que aquellos ljbros conpuso, la qual parte me maraujllo eso mesmo por que fue tañjda breue mente por Posydonjo en algunas glosas, señalada mente por que escriue que non ay cosa tan nesçesaria enla philosofia. Y non concuerdo yo con aquellos que dizen que esta parte non fue mal dexada por Paneçio mas que la dexo asabiendas por que del todo non era de escreujr, por quanto nunca podia el prouecho repugnar ala honestad. De lo qual lo vno puede aver dubda, es asaber, sy esta parte que Paneçio pone por terçera ensu diujsion sy era de poner o dexar. Mas non se puede dubdar que Paneçio resçibio esta parte y sela dexo.

Ca quien dela diujsion de tres parstes tracta las dos, çierto es que le queda la terçera. Ende mas, que en su postrimero ljbro promete que dira adelante desta parte, llegase aesto vn testigo [fol. 113v] sufiçiente Posydonjo, el qual escriue en vna epistola que Paulo Rutilyo Rufo que oyera a Paneçio solja dezir que asy commo nunca fue fallado pintor que acabase aquella pintura de Venus que Apeles pintor dexaua començada por quanto la fermosura del rostro tiraua la esperança de poderle semejar enla otra parte del cuerpo, asy aquellas cosas que Paneçio dexara y non acabara por la exçellençia dellas njngun philosofo non las auja prosegujdo.

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Por128 lo qual del juyzio de Paneçio non se puede dubdar, mas sy ayunto raznable mente esta terçia parte, es asaber, la repugnançia delo prouechoso conlo honesto o non, desto por ventura se puede disputar. Ca agora lo honesto solo sea el bien segund que plaze alos stoycos, agora aquello que es honesto sea el soberano bien segund que paresçe alos varones peripateticos, por que todas las cosas de vna parte y de otra paresçen aver semejança mal a bez de muy pequeña diferençia o debate non es de dubdar que a las vezes el prouecho puede repugnar ala honestad. Y asy oymos que Socrates solja dezir mal de aquel que primera mente las cosas que de natura eran juntas por su opinjon auja apartado. El qual asy consienten los stoycos que dizen que qual quier cosa que es honesta es prouechosa y cosa que non sea honesta non es prouechosa. Y sy Paneçio fuese tal que dixese que la uirtud por ende era de segujr por que trahe prouecho, segund que fazen aquellos que mjden la codiçia delas cosas por el deleyte o por el menester, podiera dezir [fol. 114r] que el prouecho repugna alas vezes ala honestad. Mas commo sea Paneçio de aquellos que juzgan sola mente ser bien aquello que es honesto y por que allegamjento de aquellas cosas que repugnan al bien honesto y tienen vna aparençia de prouecho que la vida non se faze mejor njn por fallesçimjento della peor, paresçe que non deujera fablar de deljberaçion de tal manera en que se conpara lo honesto conlo que paresçe prouechoso.

Ca lo que los stoycos dizen que es soberano bien esto es beujr convenjente y con corde mente ala natura y esto segund pienso quiere dezir que sienpre biuamos con corde mente conla uirtud y las otras cosas que son segund la natura las deuemos escoger y tomar sy non repugnaren ala uirtud. Y commo esto asy sea piensan algunos que la conparaçion delo honesto conlo prouechoso que razonable mente non se deue fablar njn desta manera se deue dar mandamjento njn tractar. Y aquello honesto que verdadera y propyamente se dize, esto enlos sabidores solos es y nunca se puede apartar dela uirtud, mas en aquellos enlos quales non esta sabiduria perfecta, lo honesto perfecto non puede estar en alguna manera, mas pueden estar semejanças de honesto. Y estos ofiçios son aquellos que enestos ljbros disputamos y tractamos, los

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quales llaman los stoycos ofiçios medianeros. Estos son ofiçios comunes y paresçen larga y ancha mente los quales munchos por bondad de jngenjo y exerçiçio [fol. 114v] de aprender alcançaua.129 Mas aquel ofiçio que llaman los stoycos derecho, este es perfecto y apartado y segund ellos dizen tiene todas las perfecçines y non puede caher en algun ome saluo sabidor. Y commo alguna cosa se faze en que se conparan los medianeros ofiçios, esto paresçe perfecto plenaria mente, por quanto el pueblo non entiende del todo que es lo que fallesçe dela perfecçion y en quanto entiende piensa que non fallesçe cosa,130 segund que acaesçe enlas poetrias y pinturas y otras cosas munchas que nos deleytamos los que non sabemos, y loan aquellas cosas que non se deuen loar, lo qual creo que viene por esta razon: por quanto esta enellas alguna cosa de bondad que atraya alos que non saben, los quales non pueden njn saben juzgar que hay en cada cosa de viçio. Mas quando son enseñados por los que saben ljgera mente se parten de su opinjon.

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Capitulo ij

Estos ofiçios de que enestos ljbros tractamos dizen que son commo vnos segundos honestos non sola mente propios delos sabidores, mas comunes atoda manera de omes y asy aquellos todos en que hay jndustria de uirtud se comueuen aellos. Ca njn quando los dos Deçios o los dos Sçipiones son contados por varones fuertes, o quando Fabriçio o Aristides son nonbrados por justos, se deue pedyr enxenplo de fortaleza delos vnos njn de justiçia delos otros commo de sabydor. Ca njnguno dellos non fue sabidor segund que [fol. 115r] queremos entender sabidor, njn aquellos que son aujdos y nonbrados por sabidores, commo Marco Caton y Çeljo Leljo fueron sabidores, nj por çierto aquellos siete, mas por el vso delos ofiçios medianeros y comunes tenjan vna semejança y manera de sabydores. Por ende aquello que verdadera mente honesto es puede se conparar conla repugnançia delo prouechoso. Ca aquello que comun mente llamamos honesto, lo qual se guarda por aquellos que quieren ser aujdos por buenos varones, nunca es de conparar conlos prouechos y ganançias. Y aquello honesto medianero y comun que en nuestro entendymjento cahe, asy es de guardar y conseruar por nos commo aquello que propia y verdadera mente se dize honesto es de guardar por los sabidores. En otra manera non se podria tener comjenço alguno sy auemos fecho por la uirtud, mas esto por çierto dezimos de aquellos que guardando los ofiçios son aujdos por buenos.

Ca aquellos que todas las cosas mjden por las ganançias y prouechos131 y non las quieren pesar por el peso dela honestad, estos suelen deljberando conparar lo que es honesto conlo que piensan que es prouechoso. Mas los buenos varones nonlo suelen fazer y por esto pienso yo que Paneçio quando dixo que los omes soljan enesta conparaçion dubdar, que sentio esto mesmo que dezia, es asaber, que soljan non que deujan. Ca non sola mente pensar que lo que paresçe prouechoso vale mas que lo honesto, mas avn conparar lo entre sy y dubdar enello, es cosa muy torpe.

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Pues qué esto es que alas vezes suele traher dubda y paresçe [fol. 115v] que se deue consyderar? Creo, sy alguna vez acaesçe esta dubda de qual es aquello de que se consydera, que se faze segund el tienpo segund el qual munchas vezes aquello que suele aver por turpe es fallado que non es turpe.132 Pongamos algun enxenplo por que paresca mas claro: qual puede ser mayor malefiçio que matar non sola mente a ome mas asu amjgo, pero non cometio malefiçio quien mato al tirano avn que fuese su amjgo y por çierto al pueblo romano non le paresçe malefiçio el qual entre todos los fechos fermosos este entiende que es mas fermoso, es asaber, matar al tirano. Y paresçe que vençio el prouecho ala honestad y mas propia mente fablando al prouecho sigujo la honestad y por ende, por que syn algun error podamos juzgar sy alguna vez acaesçiere que aquello que llamamos prouechoso repugne aaquello que entendemos que es honesto, es de establesçer vna forma y regla la qual segujremos enla conparaçion delas cosas: nunca nos pararemos del ofiçio y sera esta forma concorde ala disçipljna y razon delos stoycos, la qual por çierto enestos ljbros segujmos. Por quanto maguer que por los viejos echademjcos y peripatheticos nuestros, los quales otro tienpo esos mesmos eran que los academjcos, las cosas que son honestas son ante puestas aaquellas que paresçen prouechosas, pero mas resplandeçiente mente se declaran estas cosas por aquellos, es asaber, los stoycos, alos quales qual quier cosa honesta les paresçe prouechosa y lo que non es [fol. 116r] honesto les paresçe non prouechoso, que por aquellos, es asaber, los achademjcos, alos quales paresçe que ay alguna cosa honesta que non sea prouechosa y alguna cosa prouechosa que non sea honesta. Y anos nuestra academja gran ljçençia da que qual quier cosa que nos paresca mas loable aquella podemos defender por nuestro derecho.

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Capitulo iij Tornome133 ala forma y regla que dixe: y algun ome tirar

aotro alguna cosa y con daño de otro acresçentar su prouecho mas es contra natura que la muerte, njn que la pobreza, nin que el dolor, njn que las otras cosas que pueden acaesçer enel cuerpo o ala fazienda. Ca tira el allegamjento y conpañja que los omes han de comjenço, ca sy asy somos efecçionados que cada vno por su prouecho despoje o dañe al otro, nesçesario es que se ronpa la conpañja del ljnaje humanal, la qual es muncho segund natura, commo sy qual quier de nuestros mjenbros oujese este sentido que pensase poder ser sano sy atraxiese asy la sanjdad del mjenbro çercano. Ca estonçe nesçesario era que todo el cuerpo enflaqueçiese y peresçiese. Asy sy qual quier de nos otros roba para sy los prouechos de los otros y por causa de su prouecho tira acada vno lo que puede, nesçesario es que se destruya la conpañja y comunjdad delos omes. Ca que quiera cada vno ganar mas para sy aquellas cosas que pertenesçen al vso dela vida que para otro, esto otorgado es y non repugna ala natura, mas aquello non padesçe la natura que con despojo delos otros acresentemos [fol. 116v] nuestras faziendas y riquezas.

Y non sola mente por la natura, es asaber, por el derecho delas gentes, mas avn por las leyes delos pueblos por las quales la Republjca es guardada, en cada vna delas çibdades desta manera es establesçido que non pueda alguno por causa de su prouecho dañar a otro. Y esto acatan las leyes y esto quieren que sea salua la conpañja y conjunçion delos çibdadanos y alos que la apartan o destruyen dan les pena o de muerte o de destierro o de carçel o de otro daño. Y esto muncho mas faze la mesma razon dela natura, la qual es ley diujnal y humanal ala qual quien quisiere obedesçer todas obedesçeran ael. Y quien quisiere beujr segund la natura nunca cometera que codiçie lo ageno y lo tome para sy lo que tirare aotro.

Ca muncho mas es segund natura la exçellençia y grandeza del coraçon y mansedad dela justiçia y largueza que deleyte njn vida njn riquezas. Lo qual, es asaber, deleyte de vida y riquezas menos presçiar lo y tener lo en poco, conparando lo conel

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prouecho comun, pertenesçe a grand y exçellente coraçon y tirar aotro por causa de su prouecho mas es contra natura que muerte njn dolor njn las otras cosas desta manera.

Y mas es segund natura por conseruar y ayudar atodas las gentes sy se puede fazer sofrir muy grandes trabajos y tristezas semejando aaquel Hercoles, al qual la fama delos omes, menbrando se de sus bien fechos, asento enla conpañja [fol. 117r] delos çelestiales, que beujr en soledad, non sola mente syn algunas tristezas mas avn en muy grandes deleytes y abondados de todas las cosas con exçellençia de fermosura y de fuerça. Por ende, qual quier que sea de muy bueno y muy resplandesçiente jngenjo aquella vida trabajosa muncho la ante porna aesta soljtaria. Delo qual se sigue que el ome que es obidiente ala natura non puede dañar aotro y quien aotro daña por que el aya algun prouecho o piensa que enello non faze contra natura, o que es mas de fuyr la muerte o la pobreza o el dolor o el perdimjento delos fyjos o delos parientes o delos amjgos que fazer ynjuria aalguno, sy piensa que non faze cosa contra natura en dañar alos omes, que has de disputar conel pues del todo quita y arrama al ome del ome sy piensa que es malo de fuyr dañar aotro, pero cree que es peor muerte o pobreza o dolor yerra enesto, que cuyda que hay algun viçio del cuerpo o dela fortuna mas graue que los viçios del coraçon.

Por134 ende vn proposito deue ser atodos, es asaber, que ese mesmo prouecho sea el de cada vno que es el de todos. Ca sy cada vno roba para sy el prouecho partir se ha toda la humanal conpañja y sy la natura tiene esto que el ome aqual quier ome que sea por esta causa sola que es ome le quiere que le vaya bien, nesçesario es que segund esta natura el prouecho de todos sea comun [ol. 117v] lo qual sy asy es siguese que todos somos tenudos por vna mesma ley dela natura. Y sy esto asy es siguese por çierto que somos vedados por la ley de natura de dañar aotros y verdadero es lo primero, es asaber, que por la natura ome quiere que vaya bien aotro, sigue se que es verdadero lo postrimero, que por la ley de natura es vedado dañar aotro. Y aquello que dizen algunos, que al padre o al hermano non se deue tirar cosa por causa de su prouecho, mas que otra es la manera que se deue tener

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con los otros çibdadanos, muncho es contra razon. Ca estos non establesçen ellos mesmos tener algun derecho o alguna conpañja de comun prouecho conlos çibdadanos, la qual sentençia derrama toda la conpañja dela çibdad. Y los que dizen que es de guardar la razon conlos çibdadanos y non conlos estraños, estos destruyen la comun conpañja del humanal ljnaje, la qual tirada de fundamento se toma la bien fechoria, la largueza, la bondad y la justiçia y quien estas cosas quita son de juzgar por malos non solo alos omes mas avn a Dios jnmortal, ca destruyen la conpañja por Él establesçjda entre los omes, dela qual conpanja el atadura muy rezia es. Que piensen los omes que es mas contra natura tirar el ome al ome algo por causa de su prouecho que resçebyr todos los dones dela fazienda y del cuerpo y ahun del coraçon que non sea contra justiçia. Ca esta vna uirtud es señora y reyna de todas las virtudes.

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[fol. 118r]

Capitulo iiijo Por ventura diria alguno: sy el sabidor es afljcto con fanbre,

¿non tomara la vianda aotro ome que non sea prouechoso para cosa alguna? Por çierto non. Ca non es amj la vida mja mas prouechosa que la tal voluntad del coraçon, es asaber, que non dañe aalguno por causa de mj prouecho. Y sy el buen varon puede despojar la vestidura a Falaris, cruel tirano y esquiuo, ¿fazer lo ha por quel non aya frio? Estas cosas son muy ljgeras para juzgar. Ca sy por causa de su prouecho tirares contra su voluntad alguna cosa al ome que non es prouechoso para cosa alguna, faras contra la humanjdad y contra la ley dela natura. Mas sy tu eres tal que quedando enla vida y biujendo puedes traer muncho prouecho ala Republjca y ala conpañja delos omes y por esta razon alguna cosa aotro tomares, non es de reprehender. Mas sy non es desta manera qual quier deue sufrir su daño ante que tirar delos prouechos de otro y non es mas contra natura dolençia o pobreza o otra cosa desta manera que tirar o codyçiar lo ageno.

Mas el desanparar el comun prouecho es contra natura, ca es jnjusto y la ley mesma dela natura, la qual conserua y contyene el prouecho delos omes, syn dubda quiere que del ome syn discreçion y syn prouecho las cosas nesçesarias para beujr sean traspasadas al varon sabidor bueno y fuerte, el qual sy peresçiese [fol. 118v] quitaria muncho del comun prouecho con tanto que asy lo faga, es asaber, que esta mesma causa non la traya para jnjuria y mal de otros creyendo bien de sy y amando se asy mesmo. Y asy sienpre vsara de ofiçio prouehiendo al prouecho delos omes y aaquella humanal conpañja que yo munchas vezes repito.

Ca lo que tañe alo que dizen de Falaris tirano muy ljgero es el juyzio. Ca non hay alguna conpañja entre nos y los tiranos, mas ante soberana diuersidad y aredramjento. Njn es contra natura despojar le sy podieres aaquel a quien matar es cosa honesta. Y toda esta manera pestilençial y mala es de destruyr y desechar dela

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comunjdad delos omes. Ca asy commo algunos mjenbros se cortan quando comjençan a caresçer de spiritu y de sangre y dañan alas otras partes del cuerpo, asy esta feroçidad y crueldad de bestia fiera que esta en figura de ome es de apartar y desechar dela comunjdad, asy commo dela humanjdad del cuerpo. Y desta manera son todas las questiones enlas quales se busca el ofiçio segund la qualjdad del tienpo.

Y135 creo que Paneçio las cosas desta manera prosegujera sy algun caso o ocupaçion non desatara su consejo y para estas dubdas y deljberaçiones enlos ljbros desuso ay asaz munchos mandamjentos por los quales se puede veer que es lo que por la turpeza se deue fuyr y qual es lo que non se deue fuyr por que non es del todo turpe.

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[fol. 119r]

Capitulo v Por quanto ala obra començada y poco menos acabada,

commo fyn le ya ponemos por ende commo suelen los geometras: non prouar todas las cosas, mas pedyr que les sean confesadas algunas cosas por que mas ljgera mente declaren aquello que quieren. Asy yo pydo aty Çiçeron mjo que me otorgues sy puedes que non ay cosa que por sy mesma se deua desear saluo lo honesto. Y sy esto non puedes fazer por causa de Cratipo, alo menos por çierto aquello me confesaras que lo honesto se deue desear por sy mas que otra cosa alguna y amj qual quier destas dos conclusiones que otorges me abasta. Y alas vezes la vna, alas vezes la otra paresçe mas loable, mas syn algunas destas conclusiones non ay cosa loable.

Y primera mente enesto es Paneçio de defender, es asaber, enlo que dixo que podian algunas vezes repugnar las cosas prouechosas conlas honestas. Ca esto nonlo podia bien dezjr mas aquello sy, es asaber, las cosas que paresçen prouechosas. Ca non aver lugar cosa prouechosa que non sea honesta njn honesta que non sea prouechosa munchas vezes Paneçio lo afirma y dize que nunca mayor pestilençia entro enla vida delos omes que la opinjon de aquellos que estas cosas apartaron. Y asy non por que en alguna manera ante pongamos las cosas prouechosas alas honestas, mas por que las juzguemos syn error alguno sy alguna vez acaesçiese, fablo Paneçio desta repugnançia [fol. 119v] que non es mas que paresçe ser entre lo que paresçe prouechoso y lo honesto y esta parte dexada acabaremos syn ayudas algunas y commo se suele dezir anuestra ventura. Ca non ay cosa alguna enesta parte declarada por alguno despues de Paneçio que por çierto amj bien paresca de aquellos que amjs manos vinjeron.

Y136 commo alguna apareçençia de prouecho sea mostrada, nesçesario es el ome comouerse. Mas quando enel coraçon lo consyderares y vieres que esta ayuntada torpeza aaquella cosa que muestra aparençia de prouecho, estonçe non es de entender que se

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dexa el prouecho, mas es de entender que non puede aver prouecho donde ay torpeza. Ca sy non ay cosa alguna tan contra natura commo la torpeza, ca la natura desea cosas derechas y convenjentes y costantes y menos presçia las contrarias y non hay cosa tal segund la natura commo el prouecho siguese por çierto que enla cosa prouechosa non puede estar torpeza. Y sy somos nasçidos para honestad, la qual o es sola de desear segund que paresçe a Çenon, o es mas madura y mas pesada en todo peso que todas las otras cosas, segund que plaze a Aristotiles, nesçesario es que lo honesto esto es sola mente bien o es soberano bien. Y lo que es bien esto por çierto es prouechoso y asy se sigue que qual quier cosa que es honesta esta es prouechosa. [fol. 120r]

Y por ende quando el error delos omes non buenos toma alguna cosa que les paresçe prouechosa, esto luego se aparta delo honesto. De aqui nasçe el matar los omes, de aqui el dar las poçoñas, de aqui los falsos testamentos, de aqui los furtos y el tomar del dinero dela Republjca y el furtar delas herençias y el robo delos conpañeros y delos çibdadanos, de aqui nasçe el enseñorear y el poderio que non es de sufryr delos que tienen grandes riquezas y postrimera mente por esto ay ahun enlas çibdades ljbres codiçias de reynar, delas quales non ay cosa que se pueda pensar mas mala njn mas suzia y veen la ganançia delas cosas por juyzios engañosos. Mas la pena non digo delas leyes, las quales munchas vezes ronpen mass dela mesma torpeza que es pena muy crua, non la veen, por lo qual esta manera de deljberar tire se de medio. Ca es toda maljçiosa y mala, es asaber, de aquellos que deljberan sy seguiran aquello que veen que es honesto o sy se ensuzian a sabiendas en malefiçio. Ca enla mesma dubda esta la maldad avn que non lo acaben de fecho. Y por ende del todo non es de deljberar en aquellas cosas en que la mesma deljberaçion es torpe y es de tirar toda ymaginaçion y esperança delo encobryr o asconder. Ca sy algo avemos aprouechado [fol. 120v] y aprendido enla philosofia deuemos entender que asaz nos es amonestado que avn que nos pudiesemos encobryr de Dios y de todos los omes non deuemos fazer cosa de auariçia njn de jnjustiçia njn de luxuria njn de jncontinençia.

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Y137 por esto contaua Platon de vno que llamauan Giges el qual commo partiese de su tierra tomaron le muy grandes aguas y desçiendo avna cueua y vio segund dizen las fabljllas vn cauallo de aranbre enlos costados del qual estauan vnas puertas y abiertas las puertas vio vn cuerpo de vn ome muerto de grandeza non vsada y vn anjllo de oro enel dedo y tiro gelo y puso sele y este Giges era pastor del rey y tornose ala conpañja delos pastores y quando boluja la piedra del anjllo ala palma dela mano el veya atodos y ael nonle veya njnguno y quando boluja el anjllo ala otra parte dela mano veyan le y vsando deste anjllo cometio adulterio conla reyna y ayudandolo ella mato al rey su señor y mato aquellos que entendia quele podian contrariar y enestos malefiçios nunca njnguno le pudo veer y asy en poco tienpo conel ayuda del anjllo fue fecho rey de Ljdia. Y este mesmo anjllo sy el sabidor le toujere non deue pensar que puede mas pecar que sy nonle toujese. Ca los buenos [fol. 121r] varones las cosas honestas catan, non las ascondydas y eneste lugar algunos filosofos non malos, mas non asaz agudos, dizen que esta fabljlla fue jnfingida y leuantada por Platon commo sy el defendiese que esto fue fecho o que se pudo fazer. Mas esta es la fuerça deste anjllo y deste enxenplo que sy nunca alguno sopiere njn sospechare quando algo fizieses por causa de riquezas, de poderio, de señorio o de luxuria, y sy esto por sienpre nunca fuese sabido por Dios njn por los omes, sy lo farias o non, njegan ellos diziendo que esto non puede ser ahun que puede. Mas pregunto yo esto que njegan poder seer sy ser podiese, qué farian. Afirman se rustica mente, diziendo toda via que non puede ser y enesta negaçion se afirman y non veen que fuerça trayga esta palabra y esta pregunta. Ca quando preguntamos sy lo podiesen encobryr qué farian, non preguntamos sy lo pueden encobryr, mas damos les commo vna manera de tormento por saber su voluntad. Ca sy respondieren que farian lo que paresçe prouechoso, confesaran que son malos y sy dixeren que non lo farian otorgaran que todas las cosas turpes por sy mesmas son de fuyr. Mas tornemos anuestro proposyto.

Y138 acaesçen munchas vezes munchos casos que conturban los coraçones con aparençia del prouecho. Non que se deljbere sy es de dexar la honestad por la grandeza del prouecho. Ca esto por

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çierto mala cosa es, mas dubda se de aquello sy puede lo que paresçe prouechoso [fol. 121v] fazerse syn torpeza. Quando Brutu tiraua el poderio a Colatino su conpañero podia paresçer que fazia ynjusta mente. Ca fuera conpañero de Bruto y ayudador de sus consejos enla echada de Tarquino, mas commo los grandes de Roma tomasen este acuerdo que se deuja tirar todo el parentesco de Tarquino el soberujo y el nonbre delos Tarquinos y la memoria desu reyno lo que era prouechoso, es asaber, proueer asu tierra esto era tan honesto que ahun al mesmo Colatino deujera plazer y asy el prouecho valjo por honestad, syn la qual por çierto non podiera ser prouecho. Mas en aquel rey que fundo a Roma non fue asy. Ca la aparençia del prouecho enpuxo su coraçon. Al qual commo le paresçiese que era mas prouechoso regnar solo que con otro, mato asu hermano. Dexo este rey la piadad y humanjdad por que podiese alcançar lo que le paresçia prouechoso y nonlo era, y apuso aparençia de honestad que lo fazia por razon del muro quebrantado, la qual njn era buena njn sufiçiente razon y, por ende, salua paz de Querino, Romulo digo que pecó. Y estos tales nuestros prouechos de dexar son, mas por su prouecho cada vno enlo que se puede fazer syn jnjuria de otro trabajar deue y sabidora mente Chrisipo dixo esto segund que munchas cosas conviene, asaber, aquel que corre enla plaça por aver el braujo, esforçar se deue y porfiar por que vença, mas engañar aaquel con quien contiende o enpuxar le conla mano [fol. 122r] non lo deue fazer en alguna manera. Asy es el nuestro beujr: que buscar cada vno lo que le cunple para su huso non es mal, mas furtarlo o tomarlo non es derecho.

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Capitulo vj Muncho se turban los ofiçios enlas amjstades. Ca non dar alos

amjgos lo que razonable mente puedes es contra ofiçio y darles lo que non es justo es eso mesmo contra ofiçio. Mas para todas las cosas desta manera mandamjento y regla breue y non difiçile se puede dar, es asaber, que las cosas que paresçen prouechosas commo honrras, riquezas, deleytes y las otras cosas semejantes estas nunca sean ante puestas ala amjstad. Mas cosa que sea contra la Republjca o contra juramento o contra fe el buen varon nonlo fara por causa desu amjgo, njn sy fuere juez de su amjgo fara cosa por el. Ca despojase estonçes dela persona de amjgo quando viste persona de juez, pero tanto dara ala amjstad que querrá mas que sea verdadera la causa desu amjgo y para tractar el plejto dará tienpo quanto segund las leyes pueda. Mas quando la sentençia fuere de dar mjenbra, se de poner a Dios por testigo, es asaber commo yo pienso que ponga por testigo asu voluntad. Ca Dios mesmo segund yo creo non dio al ome cosa mas diujnal que ella. Y muy fermosa costunbre y manera de rogar al juez oymos de nuestros mayores sy la guardasemos, [fol. 122v] es asaber que rogaremos al juez que faga aquellas cosas que podiere fazer salua la fe y este ruego pertenesçe aaquellas cosas honestas que yo agora poco ante dixe que se pueden otorgar al amjgo. Ca sy todas las cosas que los amjgos quisiren se han de fazer, non deuen ser las tales avidas por amjstades, mas por ljgas y monjpoljos. Fablo yo delas comunes amjstades. Ca enlos sabidores y perfectos varones non puede ser cosa tal. Cuentan que Damon y Finçias, disçipulos de Pitagoras, fueron de tal coraçon y amjstad entre sy que commo acaesçiese que Dionjsio tirano de Seçilja quisiese matar al vno y le señalase el dia dela muerte y el demandase plazo de pocos dias para disponer delo suyo, quedó el otro en refenes por que, sy non venjese aquel dia, que el muriese por el;139 y commo el tornase el dia señalado, maraujllose el tirano dela fe de aquellos amjgos y pidió quele resçibiesen ael por el terçero en aquella amjstad. Por ende, quando aquello que paresçe prouechoso

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se conpara enla amjstad con aquello que es honesto, yaga y dexese la aparençia del prouecho y valga la honestad. Y quando enla amjstad aquellas cosas que non son honestas se demandan, la reljgion y fe sea ante puesta ala amjstad y asy se guardara aquella diferençia del ofiçio que buscamos mas por la aparençia del prouecho.

Munchas140 vezes pecaron enla republjca segund que pecaron los nuestros enla destrucçion de Corintio y mas [fol. 123r] dura mente pecaron los de Athenas que mandaron cortar los pulgares alos de Egineta por que eran poderosos en flota. Ca por que era muncho çerca Egineta del puerto de Athenas paresçia estar mas alta y mas poderosa, mas non era cosa prouechosa la que era cruel. Ca ala natura delos omes, la qual deuemos segujr, muncho es enemjga la crueldad y mal dizen los que viedan alos estrangeros vsar enlas çibdades y los echan delos termjnos, segund que fizo en tienpo de nuestros padres Perenyo y fizo Papio el otro dia. Ca el que non es çibdadano husan por çibdadano esto es razon que le non sea consentido, la qual ley tiraron los muy sabidores consules Crasso y Sçeuola. Mas vedar el vso dela çibdad alos peregrinos y estrangeros esto es cosa non humana y son cosas muy fermosas aquellas en que la aparençia del publjco prouecho se menos presçia por la honestad y llena es nuestra Republjca de enxenplos que acaesçieron munchas vezes, pero señalada mente enla guerra africana segunda. Ca nuestra Republjca resçebida la desauentura de Cannas mayores coraçones touo que nunca toujera enlas cosas de bien andança y non fue fecha señal de temor njn mençion de paz. Ca tanta es la fuerça delo honesto que faze obscureçer la aparençia del prouecho y los de Athenas, commo non podiesen en alguna manera sofryr el poderio delos persas, ordenaron que dexada la çibdad y puestas las mugeres y los fijos en troçena, subiesen enlas naos y defendiesen [fol. 123v] enla flota la ljbertad de Greçia y avno que llamauan Çirçiljo que les amonestaua que quedasen enla çibdad y resçibiesen a Xerçes rey de Persia mataronle con piedras. Ca aquel paresçia segujr el prouecho mas non auja algun prouecho donde repugnaua la honestad. Themjstocles, despues del vençimjento de aquella guerra que los de Athenas aujan aujdo con los persas, dixo en consejo que el auja

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pensado vn consejo muncho bueno ala republjca, mas que non conplja que publjca mente se sopiese, pidio quel pueblo diese alguno con quien lo comunjcase y dieron le a Aristides y el dixole que la flota delos laçedemonjos estaua enel puerto de Gipteo y dezia ser quemada ascondida mente, lo qual fecho, nesçesario era quel poderio delos laçedemonjos se quebrantase y commo Aristides lo oyese y torno al conçejo donde le muncho esperauan y dixo quel consejo que Themjstocles daua era muy prouechoso mas que non era honesto. Y los de Athenas oydo esto entendieron que lo que non era honesto non era prouechoso y por ende autorizandolo Aristides refusaron todo aquel consejo avn que non lo avian oydo. Mejor fizieron estos que nos que tenemos alos cosarios ljbres y alos conpañeros tributarios. Por141 ende sea firme esta conclusion: que lo que es turpe nunca es prouechoso y non sola mente sy fazes aquello que paresçe prouechoso, mas avn esto solo pensar que es prouechoso lo que es turpe es cosa mala y mesquina. [fol. 124r]

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Capitulo vij Mas acaesçen commo de suso dixe munchas vezes casos en

que paresçe repugnar el prouecho conla honestad, de gujsa que es de parar mjentes sy repugna o sy se puede ayuntar conella y desta manera son estas questiones pongo enxenplo sy vn varon bueno partio de Aljxandria y traxo a Rodas grande contia de trigo estando todos en grande mengua y fanbre y en soberana careza de pan, sy este sabe que otros munchos mercadores partian de Aljxandria y aujan alçado sus velas y trayan las naos cargadas de pan y venjan a Rodas, dezjr lo ha esto alos de Rodas o callar lo ha, por que por su callar venda el pan por muy grant presçio. Y ponemos este enxenplo en sabidor y buen varon del consejo y deljberaçion del qual preguntamos y que sea tal que sy entendiere que esto es cosa turpe que nonlo enbiaria dezjr alos de Rodas, mas que dubde sy es turpe o non y enlas causas desta manera vna cosa suele paresçer a Diogenes de Babilonja, grande y maduro stoyco, y otra a Antipatro su desçiplo ome muy agudo, y Antipatro paresçe que todas las cosas son de descobryr de tal gujsa que non aya cosa que el vendedor sepa que non lo sepa el conprador. A Diogenes paresçe que el vendedor deue dezir los vyçios delo que vende en quanto por el derecho çeujl es establesçido y las otras cosas fazer las syn asechanças y syn engaño y pues vende, que deue querer vender lo mejor que podiere. Ca puede [fol. 124v] dezjr el vendedor: yo lo traxe y puse lo a vender y vendo lo mjo non por mas que los otros, mas por ventura por menos y, por yo tener mas aquien se faz jnjuria, nasçe la razon de Antipatro de otra parte diziendo: ¿que dizes tú vendedor, commo tu deuas proueer atodos los omes y serujr ala humanal conpañja y seas nasçido so esta ley y tengas estos prinçipios dela natura aque deuas obedesçer y segujr, que tu prouecho sea comun y el comun prouecho sea tuyo, encobriras alos omes aquello que les viene de prouecho y de copia? Respondera por ventura Diogenes asy: otra cosa es encobryr, otra cosa es callar. Ca yo agora non te lo encubrio sy te non digo lo que es la natura de Dios o que es la fyn delos bienes,

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lo qual por ty sabido te aprouecharia mas que el prouecho del trigo. Mas non todo aquello que aty es prouechoso de oyr es amj nesçesario de dezir, dira el conprador. Menbraste te commo entre los omes es por la natura ayuntada conpañja, dira el vendedor. Mjenbro me, mas por ventura esta conpañja es tal que non tenga ome alguna cosa suya y, sy asy es, non hay cosa alguna que se deua vender, mas es de dar todo de balde.

Vees142 que en toda esta disputaçion non se dize que se faga cosa alguna que paresca prouechosa ahun que sea turpe, mas dize se que es asy prouechosa sy non es turpe y dela otra parte se dize que lo que es turpe en fecho non se deue fazer y sy [fol. 125r] acaesçe que hun varon bueno venda sus casas por algunos viçios que el sabe, y los otros non lo saben, commo sy son pestilençiales y los otros cuydan que son sanas o sy saben commo en todas las maneras ay serpientes o sy son de mala materia y ljgeras de caher, mas esto non lo sabe otro saluo su señor, pregunto yo sy el vendedor non dixere esto alos conpradores y vendiere las casas muncho mas de quanto pensaua, sy faze jnjusta y mala mente o non, Antipatro dize que fizo mal, ca que otra cosa es non mostrar la carrera al que yerra, lo qual es vedado por las publjcas maldiçiones de Athenas sy esto non que es de dexar al conprador caher que caya por error en hun muy gran engaño y ahun mas es que non mostrar la carrera, ca asabiendas trahe al otro en error. Diogenes dize el contrario diziendo por ventura: te apremja aconprar, quien avn non te amoneste que conprases, aquel lo que nonle plazia en ageno, tu lo que te plazia conpraste. Y sy aquellos que venden la villa o alqueria y dizen que es buena y bien labrada non son aujdos commo quien engaña, avn que ella non sea buena njn labrada con razon, pues muncho menos los que la casa non loaron. Ca donde ay juyzio y discreçion del conprador, ally qual engaño puede aver del vendedor y sy todo lo que dize el vendedor non ha nesçesario de fazer verdadero y conpljr, ¿piensas tu que deue fazer verdadero y conpljr lo que non dize?, ¿qual cosa puede ser mas loca quel [fol. 125v] vendedor contar los viçios y tachas dela cosa que vende? ¿qual cosa puede ser tan contra razon commo sy el pregonero pregonase por mandado del señor: sabed que vendo casa pestilençial? Y asy en algunos casos dubdosos

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dela vna parte se defiende la honestad y dela otra parte se fabla por el prouecho, de tal gujsa que lo que paresçe prouechoso non sola mente sea honesto fazerlo, mas avn non fazer lo sea turpe, que non es esta aquella disension que munchas vezes paresçe ser entre lo honesto y lo prouechoso, las quales cosas deuemos aqui juzgar sy son prouechosas o non. Ca non las deximos para segujr las, mas para juzgar y declarar las. Y amj paresçe que aquel mercadero que traxo el trigo a Rodas y este vendedor delas casas que non deujan encobryr lo que deximos al conprador. Ca ahun que todo callar non es de encobryr mas quando lo que tu sabes quieres por causa de tu prouecho que nonlo sepan aquellos aquien cunple de saber, esta manera de encobryr que tal es y aque ome pertenesçe quien nonlo vee por çierto non pertenesçe a ome claro njn synple njn ljberal njn justo njn buen varon, mas a ome reboltoso obscuro artero engañoso maljçioso y agudo de mala agudeza y engañador sotil de mala sotileza.143 Pues caer ome en tantos mjenbros de viçios y otros munchos non es cosa syn prouecho y sy son de denostar aquellos que lo callan, qué deuemos entender de aquellos que non sola mente [fol. 126r] callaron, mas ante pusieron enello vanjdad de fablar. Cayo Canjo cauallero de Roma, ome bien cortes y asaz letrado commo fuese a Çaragoça de Seçilja por causa de folgar non por negoçiar segund el solja dezjr, dizen que queria mercar algunos vergeles para en que podiese conbidar asus amjgos y folgar syn que alguno le ocupase y commo esto sonase por la çibdad, vn canbiador que llamauan Piçio dixo a Canjo quel non tenja vergel para vender mas que tenja vno en que podia folgar Canjo sy le plogujese y conbidolo a çenar enel para otro dja asy commo en casa suya y Canjo otorgo gelo y Piçio, asy commo ome canbiador que vsaua con todos, era graçioso y bien quisto y llamó alos pescadores y rogoles que dende a dos dias fuesen a pescar delante sus vergeles y dixo les lo que queria que fiziesen. Y despues el dia establesçido vino Canjo ala çena y Piçio tenja aparejado su conbite y estando ellos asy vido munchedunbre de varcas de pescadores y cada pescador traya lo que auja tomado y echaua los peçes delante Piçio y estonçe Canjo pregunto a Piçio: qué cosa es esta Piçio, ¿tantos peçes y tantas barcas ay aqui? Respondio Piçio qué

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maraujlla, ca eneste lugar son todos los peçes que en Çaragoça ay, aqui es el pescar njn pueden los pescadores escusar este alqueria. Estonçe ençendido Canjo de codiçia, porfio por Piçio que le vendiese los vergeles. Piçio primera mente mostró que le era graue vender los y para qué dire munchas cosas [fol. 126v] alcançolo del. Y Canjo, ome codiçioso y rico, mercó los vergeles por tanto quanto Piçio quiso y fizo las casas y acabó el negoçio y dende a tres dias conbidio Canjo asus amjgos y vino el tenprano y non vido barca njnguna y preguntó al vezino mas çercano sy aujan alguna fiesta los pescadores por que non venjan ally algunos. Respondio el vezino: non que yo sepa, mas aqui non suelen pescar algunos y maraujllame ayer que auja acaesçido por que tantos pescadores vinjeron. Començo Canjo a ensañarse y contristarse, mas qué podia fazer. Ca avn non auja Aquilo, mj conpañero y mj famjljar, fecho las formas y reglas del engaño malo, enlas quales, commo yo le preguntase que cosa era el engaño malo, respondió: quando se jnfinge vna cosa y otra se faze y por çierto esto fue por él fecho sana y clara mente commo por ome sabidor. Y por ende Piçio y todos los otros que jnfingen vna cosa y fazen otra son desleables y non buenos y maljçiosos y fecho alguno suyo non puede ser prouechoso, pues es ensuziado de tantos viçios. Y144 asy la difinjçion y declaraçion de Aquilo que dixo del mal engaño es verdadera sigue se que el jnfingimjento y la disymulaçion es de tirar de toda vida y asy el buen varon non jnfjngira njn disymulara cosa alguna por que venda o conpre mejor y este engaño malo avn por las leyes era punjdo y dañado segund que enla tutela por las doze tablas [fol. 127r] y el engañar delos menores, y ahun syn ley era vedado enlos juyzios y acçiones en que se añade la fe buena. Y entre las otras acçiones estas palabras muncho son exçellentes enla acçion dela dote, es asaber, mejor y mas ygual y enel deposyto aquellas que se faga bien segund que entre buenos. Pues qual lugar puede aver el engaño donde se dize que se faga mejor y mas ygual; o cómmo se puede fazer cosa engañosa y maljçiosa mente donde se dize que se faga bien commo entre buenos? Y el engaño, segund que dize aquello, se contiene enel jnfingimjento. Por ende de tirar es toda mentira delos contractos y non deue poner el vendedor ome que apreçie njn el conprador ome que apreçie

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contra el y sy anbos vinjeren a fablar en vno, non fable cada vno mas de vna vez. Y Quinto Sçeuola, fijo de Publjo, commo pidiese que le mostrasen vna heredad que auja conprado, mostro gela el vendedor y dixo Sçeuola que entendia que valja mas y añadio çiento mjll dineros. Non hay njnguno que diga que esto non fue obra de buen varon, mas dizen que non fue de sabidor commo sy alguno vendiese lo suyo por menos de quanto podiese. Y esta es la maldad: que piensan que hay vnos buenos y otros sabidores, por lo qual dize Enjo que en balde sabe el sabidor sy non busca lo que le aproueche. Y verdad dixo por çierto, sy fuesemos Enjo y yo concordes en quál es lo que le aprouecha. Y veo enestos ljbros que Paneçio escriujo delos ofiçios que Hecaton de Rodas su disçipulo dixo a Quinto Tuberón [fol. 127v] que al sabidor pertenesçe aver cuydado dela cosa famjljar non faziendo cosa alguna contra buenas costunbres njn contra las leyes y establesçi mjentos. Ca non sola mente queremos ser ricos para nos, mas avn para nuestros fijos y parientes y amjgos y ahun mas para la Republjca. Ca las faziendas y averes y riquezas delos syngulares son dela çibdad y aeste Hecaton non podia fazer en alguna manera el fecho de Sçeuola de que poco ante dixe. Ca este del todo aquello sola mente njega deuer ser fecho por causa de su ganançia, es asaber, lo que es vedado y aeste njn le son de dar grandes graçias njn gran loor. Mas sy el jnfingyr y el disymular es mal engaño, muy pocas cosas son enlas quales este mal engaño non ande. Y sy buen varon es aquel que aprouecha alos que puede y non daña a njnguno, non fallaremos de ljgero varon bueno y justo derecha mente y por ende nunca es cosa prouechosa pecar, por que sienpre es torpe, y por que sienpre cosa honesta es ser buen varon, siguese que syenpre es cosa prouechosa ser lo.

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Capitulo viijo E145 del derecho delas heredades establesçido, es çerca de nos

enel derecho çeujl que en vender las heredades se digan los viçios que el vendedor les sopiere. Ca commo por las doze tablas fuese establesçido que era asaz que el vendedor fuese tenjdo de aquellos viçios que fuesen fallados por la lengua los quales el que los negase pagase pena del doblo. Los jurisconsultos despues [fol. 128r] establesçieron pena al callar y ordenaron que qual quier viçio que oujese enla heredad sy el vendedor lo sopiese y non lo dixese, que fuese tenjdo por ello. Y commo acaesçiese que los agoreros aujan de catar los agueros, enel capitulo quinto mandaron a Tito Claudio que deribase vnas casas que tenja en Çeljo monte por que la altura dellas non dañase al catar delos agueros y Claudio puso las a vender y vendiolas y conprolas Publjo Calfurnjo y fuele dicho por los agoreros eso mesmo que las derribase y Calfurnjo derribolas y supo commo Claudio las pusiera a vender despues que por los agoreros les fuera mandado que las derribase y llamolo a juyzio para que le cunpljese aquello que segund buena fe le deujera conpljr. Y Marco Caton padre deste nuestro Caton dio la sentençia. Ca asy commo los otros se nonbran delos padres asy este que aquella lunbre engendro se deue nonbrar del fijo y este juez asy pronunçio: pues que Claudio en vendiendo sopo aquello delos agoreros y non lo notefico al conprador, deue le pagar el daño, pues paresçe de claro pertenesçer a buena fe que el viçio que sabe el vendedor sea noteficado al conprador. Y sy Caton juzgó derecha mente, paresçe que aquel del trigo de Rodas y el vendedor delas casa non sanas que ante dixe non callaron derecha mente, mas el callar desta manera non se puede conprehender por el derecho çeujl y aquellas cosas que se pueden conprehender derecha mente [fol. 128v] son guardadas. Y Mario Marco Cratidiano nuestro pariente vendio vnas casas a Gayo Sergio Orato, las quales pocos años ante el auja conprado del mesmo Sergio. Estas casas deujan seruijdunbre a Sergio mas non lo dixo Mario enla venta. Fue trayda la cosa a

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juyzio. Craso abogado defendia a Orato y Antonjo defendia a Cratidiano. Craso estrecha mente allegaua el derecho afirmando que era tenjdo Cratidiano. Antonjo allegaua la ygualdad por quanto dezia que non fuera nesçesario dezjr lo, ca Sergio que auja primero vendido aquellas casas sabia aquel viçio y non era engañado pues sabia lo que conpraua de que manera era. Hasta146 quando bueluo esto por que entiendas que non plugujeron anuestros mayores los arteros. Mas en otra manera tiran las leyes las arterias y en otra manera los philosofos. Ca las leyes las tiran en quanto las pueden tener conla mano, los philosofos en quanto las pueden tener conla razon y conel entendimjento y la razon demanda que non se faga cosa alguna ynfingida njn engañosa mente njn con asechanças. Y son por ventura asechanças tender las redes, avn que non leuantes los venados njn los persigas. Ca ellos munchas vezes syn segujr los alguno caen enlas redes. Asy tu sy pones las casas avender por algun viçio, pones commo manera de red y cae enella alguno non sabiendo estas cosas. Avn que yo veo que por que se ha en maleçido la costunbre non son aujdas por turpes njn se juzgan por la ley o por derecho [fol. 129r] çeujl, pero por la ley dela natura establesçido es. Ca conpañja ay entre los omes, segund que munchas vezes es dicho y es de dezjr, mas vna muy ancha que es de todos entre todos y otra mas estrecha que es de aquellos que son de vna gente, y otra mas çercana entre aquellos que son de vna çibdad, y por ende nuestros mayores avno llamaron derecho delas gentes y aotro derecho çeujl y lo que es derecho çeujl non es luego por ende derecho delas gentes, mas lo que es derecho delas gentes deue ser derecho çeujl. Mas nos non guardamos njnguna firme njn expresa figura del verdadero derecho njn de su hermana la justiçia, mas vsamos de vna sonbra y semejanças y ahun aquellas plugujese a Dios que las sygujesemos. Ca desçienden delos muy buenos enxenplos de natura y dela verdad. Ca de quánta fuerça son aquellas palabras que se suelen poner en algunos contractos, es asaber: que por ty njn por tu fe non sea yo dañado njn engañado y commo son de oro aquellas otras palabras, es asaber, segund que entre los buenos se deue bien fazer y syn engaño, mas es gran question quién son buenos y qué cosa es bien fazer. Y por çierto

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Quinto Sçeuola muy gran pontifiçe dezia que soberana fuerça era en todos los juyzios en que se añadia esta palabra de buena fe y pensaua que este vocablo de buena fe se estendya muy larga mente y que auja lugar enlas cautelas y enlas conpañjas y enlos deposytos y enlos mandados y enlas cosas conpradas y vendidas y en los arendamjentos enlo qual se contiene la conpañja y en estos pertenesçia [fol. 129v] a gran juez determjnar que deuja cada vno pagar al otro. Señalada mente en munchos dellos ay acçiones contrarias, por ende las arterías son de tyrar y aquella maljçia que quiere ser aujda por prudençia y discreçion mas esta lueñe della y hay grande diferençia entre ella y la prudençia. Ca la prudençia esta asentada en fazer diferençia entre los bienes y los males y la maljçia, sy todas las cosas turpes son malas, ante pone los males alos bienes .

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Capitulo jx E non sola mente enlas heredades el derecho çeujl, dicho por

la natura,147 da pena y daña la maljçia y el engaño, mas avn enla venta delos sieruos. Por este derecho se tira todo el engaño del vendedor. Ca los que lo deujeron saber tenjdos son por el edicto delos ediles dela sanjdad delos sieruos, dela fuyda, delos furtos y otra causa es la delos herederos; de lo qual se da a entender que la natura es fuente del derecho y esto es segund natura que njnguno non faga cosa por donde robe con jnorançia de otro, njn se puede fallar mayor destruyçion dela vyda que jnfingimjento de entendimjento y discreçion enla maljçia, delo qual nasçen estas cosas que se non pueden contar enlas quales paresçen repugnar las cosas prouechosas conlas honestas y quién seria fallado que, propuesto non dar pena y que todos non lo sepan, pueda abstener de fazer jnjuria.

Pues148 pongamos nos en peljgro sy te plaze y enestos enxenplos en los quales piensa por ventura el pueblo [fol. 130r] que non es pecado. Ca non es eneste lugar de disputar delos matadores njn delos dadores de poçoña o falsadores de testamentos njn ladrones o tomadores delos dineros dela çibdad, los quales non son de castigar con palabras y disputaçion de philosofos mas con cadenas y carçel.

Mas consyderemos estas cosas que fazen aquellos que son aujdos por buenos. Vnos omes traxeron de Greçia a Roma vn testamento falso de Luçio Manjçio Basiljo ome rico y por que mas ljgera mente alcançasen lo que querian escriujeron por heredero en vno consigo a Marco Craso y a Quinto Ortensio, omes muy poderosos en Roma los quales commo oujesen sospecha que era falso y sabian que ellos non aujan culpa alguna en algun malefiçio non refusaron este don. Pues qué diremos desto, ¿fizieron por ventura asaz para que parescan non aver errado? Amj por çierto non paresçe que fizieron asaz, ahun que a Ortensio ame quando era biuo y a Crasso non le quise mal despues que muerto. Mas commo Basiljo quisiese que oujese su heredad Marco Satiro, fijo

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de su hermana, y le fiziese heredero diziendo estas palabras: este digo que sea defendedor del canpo Piçeno y Sabino. ¡O turpe manzilla! Ca non era cosa ygual el poderoso aver la fazienda del çibdadano, y a Satiro que el queria que fuese heredero non venja cosa saluo el nonbre. Ca sy aquel que non defiende la jnjuria njn la enpuxa delos suyos podiendo, faze ynjusta mente, segund que declare enel primer ljbro, porque tal es de aver aquel que non sola mente non defiende mas avn ayuda ala [fol. 130v] ynjuria. Y amj por çierto ahun las verdaderas herençias non me paresçen honestas sy son ganadas non con uerdad mas con ynfingimjento y con maljçiosos falagos de serujçios. Y por çierto en las tales cosas falsa mente suelen paresçer, que vna cosa es alas vezes prouechosa y otra honesta. Ca esa mesma es la regla del prouecho que dela honestad y de quien esto non vee nunca se apartará del algun engaño njn de alguna maldad. Ca el que asy piensa esto es honesto, pero esto otro cunple y es prouechoso, este fará con su error apartar las cosas que son ayuntadas por la natura, el qual error es fuente delos engaños y malefiçios y de todas las maldades. Y por ende sy el buen varon esta fuerça y poderio toujere que pueda con sus dedos sy quisiere escreujr su nonbre enlos testamentos delos ricos, non huse deste poderio avn que tenga por çierto que de todo en todo njnguno nonlo sospechara. Y sy dieses este poderio a Marco Craso que por meneamjento de sus dedos fuese escripto por heredero, ahun que enla verdad non fuese heredero, cree tu amj, enla plaça baylaria. Mas el ome justo y aquel que dezimos buen varon non tirara cosa aotro para que la traspase en sy y quien desto dubda confiese que non sabe que cosa es buen varon. Y sy alguno quisiere abryr la cognjçion ençerrada de su coraçon, ya el mesmo se enseña que aquel es buen varon que aprouecha a quantos puede y que non daña a njnguno saluo agraujado [fol. 131r] por ynjuria. Pues qué dire: ¿esto non daña el que con vna manera de poçoña faze tirar los verdaderos herederos por que el suçeda en lugar dellos? Çierto sy. Por ende non lo faga ahun que alguno diga que es cosa prouechosa, ante entienda que non cunple njn le es prouechoso lo que es ynjusto y quien esto non aprendiere non podra ser buen varon. Oy dezjr quando era moço que Finbria consul, que fuera juez de Lutaçio cauallero de Roma,

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por çierto honesto varon, el qual auja prometido aotro çierta contia si el mesmo non era buen varon y oy dezir que Finbria dixera que nunca juzgaria aquel negoçio por que sy juzgase contra Ltaçio e despojaria dela buena fama seyendo ome aujdo por bueno. Y sy juzgase por el declararia alguno non ser buen varon. Commo esta cosa consista en ofiçio y loores syn cuento y por çierto aeste tal buen varon que non sola mente Socrates, mas ahun Finbria sabia que era bueno, nonle puede en njnguna gujsa paresçer cosa prouechosa que non sea honesta y este tal buen varon non sola mente non osara fazer, mas njn ahun pensar cosa que non pueda publjca mente dezjr. Desto por ventura non es cosa turpe dubdar los philosofos delo que los rusticos non dubdan, delos quales nasçio aquel prouerbio que es ya quebrantado con vegedad. Ca quando loan la fe y bondad de alguno dizen que es digno para que conel resplandezcamos enlas tinjebras y [fol. 131v] este dicho qué otra fuerça tiene saluo aquella, es asaber, que non cunple cosa saluo la que conviene, ahun que lo puedas alcançar non repugnando njnguno. Pues vees agora segund este prouerbio que njn aaquel Giges pastor que de suso dixe puede njn deue ser dado perdon njn aeste que yo pongo ante fingia que conel menear de sus dedos podia mandar las herençias de todos. Ca asy commo lo que es turpe maguer que se asconda non puede en alguna manera fazer se honesto, asy lo que non es honesto non se puede fazer prouechoso contrariando y repugnando la natura, mas sale causa de pecar.149 Quando son muy grandes los gualardones commo fizo Gayo Mario el qual estaua lueñe de esperança de ser consul y oujese siete años que auja dexado la pretoria y paresçia que nunca auja de pedyr consolado y este commo fuese enbiado por enbaxador aRoma por Quinto Metello soberano varon y çibdadano que era su capitan, acusole y dixo mal del delante el pueblo romano diziendo que alongaua la guerra, mas sy fiziesen ael consul que en breue tienpo traeria a Vigurta, con quien era la guerra, biuo o muerto enel poderio Romano. Mas apartose dela fe y dela justiçia quien al muy bueno y maduro çibdadano, cuyo enbaxador era y por quien era enbiado, con jnbidia opuso falso malefiçio. Njn el nuestro Cratidiano por çierto vsó de ofiçio de buen varon quando era pretor. Ca commo los tribunos del pueblo

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ayuntasen alos pretores [fol. 132r] para que de comun voluntad y sentençia se establesçiese la cosa que deujan fazer. Ca en aquellos tienpos echaua se el dinero de tal manera que njnguno non podia saber lo que tenja y escriujeron en vno pretores y tribunos vn general mandamjento con pena y con juyzio y concordaron entre sy que todos vinjesen en vno despues del medio dia ala plaça y fecho esto cada vno delos otros fuese aotra parte y Mario del ayuntamjento fuese por derecho camjno ala plaça y lo que era ordenado comun mente por todos dixo lo el solo al pueblo y sy lo quisieres saber esto le fue causa de gran onrra. Ca por todos los barrios le fueron alçadas estatuas y puesto ençienço aellas y para que dire munchas cosas nunca alguno fue mas amado por el pueblo que El. Y estas son las cosas que conturbaron munchas vezes en deljberar quando aquello en que se quebranta la ygualdad non es tan grande y aquello que por ello se alcança paresçe muy grande, segund que a Mario paresçio non ser muncho turpe antiçipar y furtar el fauor del pueblo a sus conpañeros los pretores y tribunos y ser por esto consul, lo qual auja ya propuesto en su coraçon, paresçiale muy prouechoso. Mas de todas estas cosas vna regla es la qual yo codiçio que por ty sea muncho sabida, es asaber, que o aquello que paresçe prouechoso non sea torpe o sy turpe es non paresca prouechoso. Pues qué diremos: ¿podemos por ventura aaquel Mario juzgar por buen varon? O fijo, [fol. 132v] desenpacha y saca de tu entendimjento por que veas qual es enel la semejança y la forma y el conosçimjento de buen varon ¿y cae por ventura en buen varon mentyr por causa de su prouecho o dezir falsos malefiçios de otro o furtar el fauor o engañar? Por çierto non ay cosa que menos enél cayga y hay cosa que tanto valga o prouecho que tanto deua desear que pierdas por él el resplandor y nonbre de buen varon. Y qual cosa puede traer este prouecho que dizen que sea tamaño, quan maño tira sy robare el nonbre de buen varon y quitare la fe y la justiçia. Y que difirençia ay que se torrne ome bestia o que en figura de ome huse de crueldad de bestia fiera. Pues los que menos presçian las cosas derechas y honestas, por que alcançen poderio por ventura non fazen eso mesmo lo qual fizo aquel que quiso tener suegro por cuya osadia el fuese poderoso, paresçiale ser cosa prouechosa

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poder muncho con grandeza y aborresçmjento del otro. Mas quan jnjusta cosa era contra su tierra y quan torpe y quan syn prouecho nonlo vehia y el mesmo suegro traya sienpre enla boca vnos versos griegos del ljbro que se llama Prehesis,150 los quales yo dire segund que podiere por ventura non fermosa mente mas de gujsa que el efecto se pueda entender. Y querrian dezir esto.

Ca sy el derecho es de quebrantar por causa del reynar enlas otras cosas guarda la piedad.

Muerte meresçia Etheocles poeta que lo dixo, o mejor avn Euripides que esto solamente saco de su ljbro, lo qual era muncho mas maljçioso viçio que todos.

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[fol. 133r]

Capitulo x Para qué ayuntamos las cosas menudas, es asaber las

herençias, las mercadorias, las ventas engañosas. Ca catad vos aqui aquel que codiçió ser rey del pueblo romano y señor de todas las gentes y lo acabó y esta codiçia sy alguna la dixere ser honesta loco es. Ca loa la destrucçion delas leyes y dela ljbertad y el espantable y blasfemable abatimjento dellas piensa que es gloriosa y quien confiesa non ser cosa honesta regnar en aquella çibdad que fue ljbre y lo deue ser, mas que es prouechoso aaquel que lo puede fazer, aeste por que reprehension o mejor fablando, por que denuesto le prouare a tirar de tamaño error. Ca, o dios yn mortal, ¿puede ser cosa prouechosa a alguno la muy suzia y muy cruel y el muy espantable parriçidio y muerte y destruyçion desu tierra maguer que quien a este malefiçio se obljgo sea llamado padre por los abatidos y apremjados çibdadanos? Y por ende deue se gujar el prouecho por la honestad y por çierto desta gujsa que estas dos palabras honestad y prouecho discuerden enla boz, mas enel efecto parescan signjficar vna cosa. Agora desto desçiendo ala opinjon del pueblo dizen: ¿quál mayor prouecho puede ser que regnar? Y quando comjenço torrnar la razon ala verdad, fallo que non ay cosa mas syn prouecho aaquel que lo alcanço jnjusta mente. Ca pueden ser aalguno prouechosos los cuydados y ansiedades y angosturas y mjedos de dia y de noche y la vida muy llena de asechanças y de peljgros [fol. 133v]. Ca dize Actio poeta: munchos malos y rebeldes son al regno y pocos buenos. Y a quál regno piensas? ¿Aquel que tenja con derecho y ovo comjenço de Tantalo y de Pelope? Pues quanto mas piensas que deue ser aquel rey que conla hueste del pueblo romano abatió y apremjó al mesmo pueblo romano y ala çibdad non sola mente ljbre, mas ahun jmperadora, delas gentes apremjo serujr ael. ¡Y que tantas manzillas de conçiençia y que tales llagas cres que tenja en su coraçon! Y, cómmo puede ser su vida prouechosa aaquel, pues tiene tal condiçion que quien gela quitare ha de aver muy grande

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fauor de gloria. Y sy estas cosas non son prouechosas que lo mucho paresçen ser por que son llenas de desonrra y de torpeza, asaz deuemos aver por amonestado que non ay cosa prouechosa que non sea honesta maguer que esto enla guerra de Pirro asy fue juzgado por Fabriçio consul y otra vez por el nuestro senado.

Ca151 commo el rey Pirro moujese guerra al pueblo romano y fuese el debate del jmperio con rey noble y poderoso, pasose vno de Pirro alas tiendas de Fabriçio y prometiole que sy le diese gualardon que asy commo vinjera ascondida mente asy torrnaria ascondida mente al real de Pirro y le mataria con poçoña. Fabriçio non quiso, mas fizo le torrnar a Pirro y este fecho fue loado por el senado. Y por çierto, sy acatamos ala aparençia y opinjon del prouecho aquel vn ome que se pasó aquella gran guerra y graue [fol. 134r] aduersario de nuestro ynperio tirara. Mas fuera gran desonrra y malefiçio aaquel con quien era el debate sobre el loor vençer le non por virtud, mas por maldad. Pues quál era cosa mas prouechosa, o a Fabriçio que fue tal enesta çibdad qual fue Aristides en Athenas, o anuestro senado, el qual nunca partio el prouecho dela honestad pelear con armas o con ponçoña. Y sy por causa de gloria se dezia el jmperio, la maldad sea absente, enla qual non puede ser gloria. Y sy las Riquezas y poderio mesmo se desea, non pueden en alguna manera ser prouechosas con jnfamja. Por ende, non fue prouechosa aquella sentençia y entençion de Feljpo fijo de Quinto, es asaber, que fuesen otra vez tributarias aquellas çibdades que Luçio Silla por mandado del senado resçibiendo dellas dinero auja ljbrado y que non les tornasemos el dinero que aujan dado por su ljbertad y enesta sentençia consentio el senado, mas fue turpe cosa del jnperio romano. Ca mejor fue la fe delos cosarios que del senado: mas son acresçentadas las rentas, sigue se que es prouechoso. Fasta quando osarán dezjr que hay cosa prouechosa que non sea honesta y puede ser prouechoso a jnperio alguno, el qual deue ser firmado en gloria y bien querençia delos conpañeros, estar en aborresçimjento y jnfamja. Y yo avn conel, mj Caton, munchas vezes discorde por que me paresçia que muy aspera mente defendia el thesoro publjco y las rentas publjcas y todas las cosas negaua alos arrendadores y munchas cosas negaua alos nuestros conpañeros. [fol. 134v] Commo alos

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conpañeros deuamos ser bien fechores y conlos arendadores nos deuamos aver commo nos solemos aver con nuestros renteros, ende mas que aquel ayuntamjento de aquellas ordenes, es asaber, delos renderos y delos conpañeros, pertenesçia salud dela Republjca. Y mal dezia Curio quando dezia que la causa delos traspadanos era ygual y justa y añadia sienpre vençer el prouecho y mejor dixera sy mostrara que non era ygual, por que non era prouechosa ala Republjca, que dezir que era prouechosa y confesar que non era ygual njn justa.

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Capitulo xj

Lleno es el sesto ljbro delos ofiçios de Caton152 de tales questiones, es asaber: sy pertenesçe a buen varon en muy gran careza de pan non mantener asu conpaña y desputalo a anbas partes y ala fyn piensa que el ofiçio y obra se deue gujar por el prouecho mas que por la piedad; pregunta eso mesmo sy por tormenta han de lançar alguno enla mar, sy deuen lançar ante vn cauallo preçioso que vn sieruo vil y, eneste caso, otro quiere la cosa famjljar y otro la humanjdad y piadad; y sy quebrando la nao vn loco arebatare vna tabla en que se salue, tirar gela a el sabidor sy podiere, para que se salue el enella, dize que non, por quanto es contra derecho y razon; y el señor dela nao quitar gela ha para que se salue el, pues que es suya, non por çierto. Ca tan poco lo deue fazer commo echar al naujgante dela [fol. 135r] nao enla mar por que es suya la nao. Ca fasta que la nao venga al lugar donde deue non es del señor, mas delos navigantes. Y qué diremos sy non ay mas de vna tabla y son dos los navigantes y anbos sabidores, ¿deuen la dexar anbos, o dexar la el vno al otro? Dexe la el vno al otro. ¿Mas aquel a quién mas cunple beujr, o por causa suya o dela Republjca? Mas pongamos que estas cosas son yguales anbos y dos, non deue ser alguna disputaçion dello, mas tome la el que podiere commo por manera de suerte o contendiendo. El vençido dexe la al otro. Que diremos eso mesmo sy vn padre furta las joyas delos tenplos o quiere furtar el tesoro publjco: ¿fazer lo ha saber el fijo alos juezes? Por çierto maldad seria noteficar gelo, ante deue defender asu padre sy fuera acusado. Ca non en todos los ofiçios la tierra donde ome nasçio deue preçeder, mas ante ala mesma tierra cunple tener çibdadanos piadosos a sus padres. Y que diremos sy el padre prouare a ocupar tiranja o a dar la tierra alos enemjgos. Callar lo ha el fijo, ante le rogara que non lo faga y sy non quisiere acusar lo ha; ante le segujrá y ala fyn sy el padre acatare a destrucçion dela tierra ante porrna la salud dela tierra ala salud del padre. Pregunta eso mesmo sy vn sabidor resçibiere dineros falsos nonlos conosçiendo y despues lo sopiere, ¿pagar los

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ha por buenos aalguno sy los deue? Diogenes dize que sy, Antipater dize que non, conel qual yo acuerdo. [fol. 135v] Y sy alguno por non tener alguna cosa poçoñosa la venda sabiendolo, ¿deuo lo dezjr? Diogenes piensa que non es nesçesario, Antypater cree que pertenesçe a buen varon dezirlo. Estos son los debates y los derechos delos stoycos. Y enla venta del sieruo, ¿son de dezjr los viçios? Dizen algunos que non, saluo aquellos que son tales, que sy non los dixeres le puede desfazer la venta y torrnar el sieruo al vendedor, segund el derecho çeujl. Mas estos viçios commo sy es mentiroso, tafur o beudo al vno paresçe que se deue dezjr, al otro paresçe que non se deue dezjr. Y sy alguno vende oro y cuyda que es laton, dezjr gelo ha el buen varon que lo conpra que es oro o conpra por vn dinero lo que vale mjll dineros. Ya claro esta lo que amj paresçe y la contrauersia que es entre estos philosofos que yo agora nonbre, Diogenes y Antipatro, las convençiones y los prometimjentos que non son fechos por fuerça njn por mal engaño segund que los pretores suelen dezjr, son sienpre de guardar. Y sy algun fisico dio vna melezina aalguno para sanar del agua que se faze entre el cuero y la carne y fizo abenjmjento conel que sy sanase con aquella melezina que nunca mas vsase della, sy este enfermo con aquella melezina sanó y despues de algunos años cayó enesa mesma dolençia y el fisico que conel fizo la abenençia non le otorga que huse della, qué fara y cómmo sea cruel el fisico que esto non otorga y nonle sea fecho enello jnjuria alguna, proueer deue asu vida [fol. 136r] y salud. Y qué diremos sy vn sabidor fue rogado por vno que le fazia heredero y le dexaua muy gran contia que de dia claro publjca mente enla plaça baylase y prometió de lo fazer por que en otra manera nonlo fazia heredero, ¿fara lo que prometio o non? Non quisiera que el lo prometiera y aquello pienso que fuera seso y maduridad, mas pues lo prometio, sy entendiere que es cosa torpe baylar enla plaça, más honesta mente mentira sy non tomare cosa dela herençia que sy la tomare baylando, saluo sy por ventura diere a quel dinero para algun gran prouecho dela Republjca, de gujsa que proueyendo asu tierra ahun el baylar non sea cosa turpe. Y153 por çierto non son de guardar aquellos prometimjentos que non son prouechosos aaquellos a quien los prometieres y por que

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tornemos alas fabljllas dizen que el Sol prometio asu fijo Feronte que faria qual quier cosa que el quisiese y el demando que le leuasen enel carro de su padre y fue leuado y ante que se asentase quemose conla fuerça del rayo. Quánto mejor fuera que non fuera conpljdo el prometimjento del padre enesto. Y qué dire dela otra fabljlla enla qual se dize que Theseo fizo a Neptuno que le cunpljese lo prometido. Ca commo Neptuno otorgase a Theseo dele conpljr sus deseos, Theseo deseo la muerte de Ipoljto su fijo por quanto le era sospechoso con su madrastra y alcançando este deseo Theseo fue en muy grandes lloros. Y qué dire de Agamenon, que commo oujese fecho voto a Diana de qual quier cosa que fuese la mas fermosa que nasçiese en su regno en aquel año, sacrificó [fol. 136v] a Exiona su fija, por que en aquel año non auja nasçido cosa mas fermosa y mejor era non fazer lo prometido que cometer tan espantable malefiçio. Por ende los prometimjentos algunas vezes non son de conpljr njn son sienpre de torrnar las cosas dadas en guarda. Que sy alguno seyendo sano te diere en guarda vn cuchillo y telo demandare seyendo loco, torrnar gelo pecado es. Y torrnar lo es ofiçio y acto de virtud y sy alguno te dio en guarda su dinero y mueua guerra atu tierra, ¿torrnar le has el deposito? Nonlo creo. Ca faras contra la Republjca, la qual deue ser muy mas amada y asy munchas cosas que natural mente paresçen ser honestas, segund los tienpos son non honestas. Ca fazer lo prometido o estar por lo concorde y torrnar lo dado en guarda son cosas non honestas mudado el prouecho segund el tienpo y destas cosas que paresçen ser prouechos por semejança de prudençia y discreçion repugnando la justiçia asaz pienso que es dicho.

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Capitulo xij Mas por quanto enel primer ljbro deximos delos ofiçios que

desçienden delas quatro fuentes dela honestad, enellos fablaremos, quando mostraremos aquellas cosas que paresçen prouechosas y non lo son y son enemjgas dela virtud. Y dela prudençia, aquien quieren semejar la maljçia, y dela justiçia, la qual sienpre es prouechosa, ya es disputado. Quedan las otras dos partes dela honestad, la vna delas quales consiste enla grandeza y [fol. 137r] exçelençia del coraçon exçelente y la otra en la confirmaçion y moderamjento dela continençia y tenperança.

Paresçia154 ser prouechoso a Oljxas segund algunos poetas tragicos leuantaron. Ca çerca de Omero muy buen actor non hay alguna tal sospecha de Oljxas, mas acusan le las tragedias diziendo que con jnfingimjento de locura quiso fuyr la caualleria lo qual non era honesto consejo. Mas segund que alguno por ventura diria: era prouechoso regnar y beujr folgada mente en Ythaca su regno con su padre y con su muger y con su fijo. Y tú fijo, ¿piensas que ay alguna fermosura y honestad enlos trabajos de cada dia y enlos peljgros que conesta folgura se conpararon? Yo por çierto esta folgura entiendo que se deue menos presçiar. Ca la que honesta non es, pienso que non es prouechosa. Y qué piensas que oyera Oljxas sy en aquel jnfingimjento de locura perseuerara, el qual commo oujese fecho grandes cosas en guerra, pero oyera de Ajax estas palabras que se siguen: “este Oljxas solo menos presçio la fe de aquel juramento de que el fue prinçipal y ynfingió se ser loco por non yr conlos otros y sy la sotil discreçion de Palamedes non entendiera su maljçiosa osadia, perpetua mente engañara el derecho dela fe sagrada.” Y a este Oljxas por çierto non sola mente conlos enemjgos, mas avn conlas hondas155 commo fizo, le era mejor pelear que desanparar Greçia que acordaua fazer guerra alos enemjgos. Mas dexemos las fabljllas y las cosas estrañas y vengamos anuestros negoçios y anuestros fechos. Marco Actiljo Regulo commo otra vez fuese consul en [fol. 137v] Africa, fue catiuado por asechanças seyendo capitan

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Xandipo de Laçedemonja y enperador Hamulcar padre de Anjbal y fue por ellos suelto y enbiado al senado romano con tal juramento que le tomaron que sy non fuesen dados alos africanos vnos nobles que estauan catiuos que el mesmo tornase a Cartadgo. Y este commo venjese a Roma bien vehia la aparençia del prouecho suyo, mas juzgo la ser falsa segund que el fecho mostró, la qual aparençia era tal quedar él en su tierra y estar en su casa con su muger y con sus fijos y la desauentura que auja aujdo enla batalla juzgar la ser commo dela fortuna dela guerra, y tener el grado dela dignjdad consular. Quien njega estas cosas ser ael prouechosas, mas la grandeza del coraçon y la fortaleza lo njega.

¿Y156 quieres mas ricos actores que estos? Ca destas virtudes es propio non temer cosa alguna y menos presçiar todas las cosas humanales y pensar que non ay cosa que se non pueda sofryr de quantas al ome pueden acaesçer. Y asy este que fizo vino al senado, propuso lo que le era mandado y non refuso de dezjr su entençion deziendo que non era senador en tanto que era astreñjdo por el juramento a los enemjgos. Y avn esto diria alguno: o ome loco y contra diziente a su prouecho. Ca dixo que non se torrnasen los catiuos diziendo el que non era prouechoso por quanto ellos eran moços y buenos capitanes y el era ya decaydo con vegez. Y commo valjese su avtoridad, los catiuos fueron retenjdos y él torrnó a Cartadgo. Ca njn le retouo el [fol. 138r] amor de su tierra njn delos suyos y bien sabia que tornaua a muy cruel enemjgo y a tormentos non vsados, mas pensaua que era de guardar el juramento y por ende quando le matauan esta mejor que sy quedara en su casa viejo, catiuo, perjuro y consul. Y dirá alguno: fizo loca mente por que non sola mente non dixo que los catiuos se tornasen, mas avn amonesto que non se torrnasen y por que fizo loca mente, pues que non aprouechaua ala Republjca. Y ¿puede ser alguna cosa que non sea prouechosa ala Republjca y sea prouechosa aalgun çibdadano?

Desordenan157 los omes los fundamentos dela natura quando apartan al prouecho dela honestad. Ca todos codiçiamos el prouecho y somos atraydos ael, njn podemos fazer otra cosa en alguna manera. Ca quién es que fuya delas cosas prouechosas o quién ay que non sola mente non fuyr, mas avn que nonlas persiga

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con muy gran diljgençia. Mas por quanto nunca podemos fallar cosas prouechosas saluo enel fecho loable y enla fermosura y enla honestad, por ende aquellas dezimos ser soberanas y primeras y el nonbre del prouecho vsamos le non tanto por fermoso commo nesçesario. Y diria alguno: ¿qué es esto que esta enel juramento?, ¿por ventura tememos que se ensañe Jupiter? Y esto por çierto comun dicho es de todos los philosofos, non sola mente de aquellos que dizen que Dios non tiene cosa de negoçio njn da cosa aalguno, mas avn de aquellos philosofos que dizen que Dios sienpre faze y funda alguna cosa, que nunca se ensaña Dios njn daña aalguno [fol. 138v] ¿Y qué que mas podiera dañar Jupiter sañudo a Regulo que el daño asy mesmo? Y por ende non ay tanta fuerça enel juramento que tire tamaño prouecho. ¿O sy lo fizo Regulo por non fazer turpe mente? Y primera mente delos males son de escoger los menores y non tenja tamaño mal esta torpeza commo ovo aquel tormento. Y de mas puedese dezjr aquello que dezia Actio:158 ¿por ventura quebrantaste la fe? Njn la dy njn la do aalgun jnfiel.

Lo qual maguer sea dicho de vn cruel rey, pero es fermosa mente dicho. Y añaden mas que asy commo nos dezimos que paresçen algunas cosas prouechosas y nonlo son, asy ellos dizen que paresçen algunas cosas honestas y nonlo son. Commo esto mesmo paresçe ser cosa honesta, torrnar a que sea atormentado por guardar su juramento, mas non es honesto, por que lo que fue fecho por fuerça delos enemjgos non deuja ser firme. Y añaden mas: que qual quier cosa que es muncho prouechosa, esta se faze honesta avn que por la natura non paresçe asy.

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Capitulo xiij Estas159 cosas poco mas o menos se dizen contra Regulo, mas

veamos los primeros dichos. Non fue de temer Jupiter que con saña dañase, el qual njn se suele ensañar njn dañar. Mas esta razon non faze mas contra Regulo que contra todo juramento. Pero enel juramento non es de acatar que mjedo aya ome mas quál es la fuerça y efecto del. Ca el juramento es afirmaçion reljgiosa; y lo que afirmando commo con Dios testigo prometieres, de guardar es. Ca ya esto non tañe [fol. 139r] ala yra delos dioses que non es alguna mas ala justiçia y ala fe. Ca fermosa mente dixo Enjo: o fe santa y apta y juramento de Jupiter. Y por ende el que quebranta el juramento quebranta la fe, la qual quisieron nuestros mayores que estoujese vezina del muy bueno y gran Jupiter enel capitoljo segund se contiene enla oraçion de Caton. Y dizen: njn avn Jupiter sañudo dañara mas a Regulo que el mesmo se dañó. Esto por çierto seria sy non oujese otra cosa mala sy no el dolor. Y non sola mente non es el dolor solo el mal, mas njn ahun es mal segund que los philosofos afirman con muy grande avtoridad. Y ruego vos que non querades denostar aeste testigo dellos, el qual non es medianero testigo, mas non sé sy es muy leal, es asaber, Regulo. Ca quál mas rico buscamos que el prinçipe dela Republjca, el qual por causa de guardar el ofiçio dela virtud padesçió tormento voluntario.

Y lo que dizen que delos males los menores son de escoger, es asaber, que mas nos queramos aver turpe mente que pasar gran pena, ¿hay por ventura algun mayor mal que la turpeza?, la qual sy enla fealdad del cuerpo tiene algun enojo, quánto enojo deue paresçer enla maljçia y suzidad del coraçon que es fecho torpe. Y por ende, los que mas sotil mente estas cosas declaran, osan dezjr que sola mente es mal lo que es turpe y non otra cosa alguna y los que non tan sotil mente lo disputan avn estos non dubdan dezjr que la turpeza es el soberano mal. Y aquello que dizen njn dy njn do fe a algun jnfiel, esto por ende fue bien dicho por el [fol. 139v] poeta, por quanto se fallaua enla tragedia de Atreo y fue de serujr

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ala presona, es asaber, que deujo fablar segund la caljdad dela presona, mas sy estas cosas toman para sy y dizen que es njnguna la fe que es dada al ynfiel, vean que non sea buscada por aqui color o encobierta al perjurio.

Ca avn de la guerra derecho ay y la fe del juramento munchas vezes es de guardar conel engaño. Ca lo que asy es jurado conla voluntad conçebio que se deuja fazer, esto de guardar es. Lo que en otra manera es jurado esto sy non lo fiziere non hay enello algund perjurio. Commo sy alos robadores non pagaste el presçio que prometiste por que te dexasen a vida, non hay en ello engaño avn que lo jurases y non lo fizieses. Ca el cosario non se contiene enel cuento delos enemjgos que guerrean, mas es comun enemjgo de todos y coneste njn la fe njn el juramento deue ser comun. Ca non es el jurar falso perjurar, mas el non fazer aquello que juraste con sentençia de tu coraçon segund se conçibe enlas palabras en nuestra boca, esto es perjurar. Y asy dixo Euripides: “jure enla lengua mas enla voluntad non jurada la traygo;” mas Regulo non deujo las condiçiones y los abenimjentos dela guerra y delos enemjgos turbar los con perjurio. Ca con justo y legitimo enemjgo se fazia la cosa contra el qual todo el derecho saçerdotal y muchos otros derechos son comunes y sy asy non fuese nunca el senado Romano diera alos enemjgos los claros varones atados.

Y160 Titu Vetuljo y Spurio Postumo quando eran la segunda vez consules, por que seyendo mal peleado por ellos çerca del lugar que llaman Claudio y nuestras legiones metidas so yugo [fol. 140r] fizieron paz conlos sanjtes, fueron dados aellos por que syn mandado del pueblo y del senado fizieron la paz. Y eneste mesmo tienpo Tiberio Mjnuçio y Quinto Mjljo por que seyendo tribunos del pueblo por su avtoridad fue fecha paz, fueron dados alos enemjgos por que la paz delos sanjtes fuese refusada. Y ahun deste dar el mesmo Postumo, el qual era deujdo y se auja de dar fue amonestador y fazedor, lo qual munchos años despues fizo Gayo Mantinu el qual por que fizo amjstad syn avtoridad del senado conlos numantinos, es asaber conlos de Çamora, amonesto que se fiziese aquella ley que pronunçiaron Luçio Furio y Sexto Actiljo por decreto y mandamjento del senado, la qual resçebida fue otorgado alos enemjgos. Mas honesta mente fizo este Mantino

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que Quinto Ponpeyo, el qual commo fuese en semejante causa rogando sobre ello non fue resçebida la ley del entregar alos enemjgos y aqui valjo mas aquello que paresçia ser prouechoso que la honestad.

Mas açerca delos de suso, la falsa aparençia del prouecho fue apartada dela avtoridad dela honestad. Y dizen non deujera ser firme lo que era fecho por fuerça, ¡commo sy al fuerte varon podiese ser fecha fuerça alguna! Y dizen: ¿por que yua Regulo al senado pues que auja de amonestar que non se torrnasen los catiuos? La mas grande y mejor cosa que enél es, esta reprehendedes. Ca non estouo asu juyzio propio, mas resçebio la causa por que fuese el juyzio del senado y, sy el non fuera actor, los catiuos por çierto fueran peor [fol. 140v] torrnados, y Regulo se quedara en su tierra sano y saluo. Mas por que entendio que non era prouechoso asu tierra, por ende creyo que era cosa honesta aél sentyr aquellos tormentos y padesçerlos.

Y lo que dizen que es cosa honesta fazer lo que es prouechoso, ante digo yo que es honesto non lo fazer. Ca non ay cosa prouechosa que non sea honesta y por ende de munchos maraujllosos enxenplos qual quier diria que non se podria ljgera mente fallar enxenplo mas loable njn mas fermoso que este enxenplo de Regulo.

Mas161 de todo este loor de Regulo aquello vno es digno de maraujllar, es asaber, que dixo que los catiuos fuesen retenjdos por los Romanos. Ca por que torrnó alos enemjgos paresçe nos agora cosa maraujllosa, mas en aquellos tienpos non lo pudo en otra manera fazer, y asy este loor non es del ome, mas delos tienpos. Ca nuestros mayores quisieron que non oujese mas rezia njn mas estrecha atadura para astreñjr y guardar la fe que el juramento y esto muestran las leyes delas doze tablas y muestranlo las leyes delos pontifiçes y muestran lo las amjstades enlas quales ahun conel enemjgo se ata la fe, muestranlo los conosçimjentos y las sotilezas y penas dadas por los juezes los quales non juzgauan de cosa alguna mas diljgente mente que del juramento. Marco Ponpinjo tribuno del pueblo acusaua a Luçio Pauljo que quando fuera ditador que toujera la ditadura algunos pocos dias mas que deujera y que auja desterrado de entre los omes a Tito su fijo el

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qual fue [fol. 141r] llamado despues Torcato y le mandara morar en vn aldea y commo lo oyese el moço su fijo que este negoçio se començaua contra su padre vyno ayna aRoma y ala primera luz de gran mañana dizen que entro en casa de Ponpinjo tribuno y commo le fuese dicho a Ponpinjo que venja Tito cuydando que verrnja sanudo desu padre y que le diria algo para que opusiese contra el, leuantose dela cama y tirados todos testigos mandó llegar asy el moço y el commo entro luego saco su espada y juro que luego le mataria sy non fiziese juramento de enbiar absuelto asu padre y Ponpionjo apremjado con mjedo juro lo y despues dixo lo al pueblo y mostró por qué causa le era nesçesario de Çesar y fizo yr absuelto a Mauljo. Tanto valja en aquellos tienpos el juramento. Y este Tito Manjljo es aquel que llamado por aquel cauallero galo çerca de Amjen para pelear le mato y tirando aquel hornamento del cuello que llamauan torque ovo el sobre nonbre y fue llamado Torcato y enel terçero consolado deste fueron los latinos çerca de Vesery vençidos y derramados y fuyeron. Gran varon enlo primero y quien poco ante fue piadoso çerca de su padre fue cruel ensu fijo.

Mas162 asy commo es de loar Regulo en guardar el juramento asy aquellos diez los quales despues dela batalla de Canas fueron enbiados al senado con juramento que torrnarian al real de los africanos sy non jmpetrasen que fuesen redemjdos los catiuos sy non torrnaron son de denostar y de reprehender y destos non escriuen todos [fol. 141v] los autores por vna manera. Ca Poljbio buen autor escriujo que de diez muy nobles mensajeros que eran enbiados los nueue torrnaron non jmpetrado del senado aquello por que yuan y vno delos diez poco despues que saljo del real tornose al real commo sy alguna cosa se oujera olujdado y este torrnose aRoma. Ca por la torrnada que fizo al real dezia que era ljbrado del juramento y por ende perjurio fue la loca sotileza que semejaua mala mente ala prudençia. Y por ende el senado mandó que aquel engañador y artero fuese enbiado atado a Anjbal y aquello fue muy gran cosa. Hanjbal tenja ocho mjll omes catiuos, non que los oviese tomado en batalla njn que fuyesen de peljgro de muerte, mas aquellos que fueron dexados enel real por Paulo y Arson, consules. El senado acordo que estos non fuesen redemjdos

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avn que se podian redemjr con poco dinero por que fuese puesto en coraçon de nuestros caualleros de vençer o moryr. Y escriue Poljbio que oydo esto fue quebrantado el coraçon de Anjbal por que estando las cosas tan mal y tan baxas el senado y el pueblo Romano tenjan tan alto coraçon. Asy por conparaçion dela honestad las cosas que paresçen prouechosas son vençidas. Y Actiljo que escriujo en griego la estoria dize que fueron munchos de aquellos djez que torrnaron al real de Anjbal con aquella manera de engaño por que fuesen ljbrados del juramento y que fueron notados de toda ynfamja por los juezes.

Sea ya todo fyn aesto [fol. 142r]. Ca clara cosa es que las cosas que se fazen con coraçon temeroso y baxo y delexado y quebrantado, qual fuera aquel fecho de Regulo dixera enlo delos catiuos, aquello que paresçia ser prouechoso ael y non lo que ala Republjca, o sy quisiera quedar en su casa, que non son prouechosas por que son maljçiosas, suzias y turpes.

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Capit.ulo xiiijo Queda la quarta parte, la qual se contiene enla fermosura y

enel moderamjento y enla buena manera y enla continençia y enel tenpramjento, pues puede ser alguna cosa prouechosa que sea contraria al coro de tantas virtudes. Y Aristipo llama avnos philosofos çirenaços y armjçerios163 los quales pusieron y dixeron que todo el bien estaua enel deleyte y dixeron que la virtud por esto era de loar por que era fazedora de deleyte, los quales philosofos tirados floresçe Epicuro, el qual fue poco menos ayudador aestos y acresçentador de su sentençia y con estos verdaderos y eguales segund se dize deuemos disputar sy nuestro proposito es de retener y defender la honestad. Ca sy non sola mente el prouecho mas ahun toda la vida bien aventurada segund es escripto por Metrodoro se contiene en firme conposiçion del cuerpo y en esperança clara de su costituyçion y firmeza. Por çierto este prouecho, avn que es soberano segund lo que creen los epicuros, pugnara conla honestad. ¿Ca donde sera dado lugar primera mente ala prudençia?, ¿por ventura [fol. 142v] le sera dado lugar para que busque de todas partes deleytaçiones? O, ¡quán mesquinos los serujçios dela uirtud que siruen al deleyte! ¿y quál ofiçio y don puede ser dela prudençia? Por ventura para escoger los deleytes? Por que non aya cosa mas alegre, pues quál cosa puede pensar mas turpe que çerca de aquel que dize que el dolor es el soberano mal. ¿Qué lugar puede aver la fortaleza, la qual es menos presçio de los trabajos y dolores? Y maguer que en munchos lugares fable Epicuro segund que aqui dize asaz fuerte mente del dolor, mas non es de parar mjentes alo que dize, mas alo que conviene aél dezjr segund su opinjon. Pues determjno ser los soberanos bienes enel deleyte y los soberanos males enel dolor y maguer que yo le oya fablar dela continençia y dela tenperança.

Ca dize munchas cosas en munchos lugares, mas commo dizen de qual sentençia proçede. Ca cómmo puede loar la temperança el que pone el soberano bien enel deleyte. Ca es la tenperança enemjga delas luxurias y las luxurias son segujdoras

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del deleyte y enestas tres maneras, es asaber, prudençia, fortaleza y tenperança en aquella manera que pueden rebueluen se y non syn agudeza. Ca la prudençia dizen que es sçiençia que mjnjstra los deleytes, que tira los dolores, y la fortaleza en alguna manera la espiden. Ca dizen que ha razon y con syderaçion de menos presçiar la muerte y sofryr el dolor y avn la tenperança traen, mas por çierto non muy ljgera mente [fol. 143r] mas en aquella manera que pueden y dizen que por la grandeza del deleyte se faze menguamjento del dolor. La justiçia vaçila y coxquea o mas verdadera mente yaze y çessa y todas estas virtudes yazen y çessan que se veen y estan enla comunjdad y conpañja del ljnaje humanal. Ca njn la bondad, njn largueza njn mansedad puede estar, non mas que la amjstad, sy estas cosas non son por sy mesmas quistas, mas son retornadas al deleyte y al prouecho. Y tornemos estas cosas en pocas palabras. Ca asy commo mostramos que non hay prouecho alguno que sea contrario ala honestad, asy dezimos que todo deleyte es contrario ala honestad y por ende juzgo que son mas de reprehender Caljphon y Diomarco, los quales pensaron que tirarian este debate sy ayuntasen conla honestad el deleyte, asy commo vn anjmal brutu conel ome. Y non resçibe la honestad este ayuntamjento, mas menos presçiale y echale. Njn el fyn delos bienes y delos males el qual deue ser synple se puede tenplar y mesclar de cosas muy desemejantes, mas desto ay gran materia que se tracta en otros munchos lugares. Agora tornemos al proposito y cómmo se ha de juzgar sy acaesçier alguna vez que lo que paresçe prouechoso repugna ala honestad. Ca por que demos algo al deleyte por ventura tiene algo de suaujdad y de dolçura, mas por çierto de prouecho non terrna cosa alguna.

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[fol. 143v]

Capitulo xv

Tienes de tu padre, o Marco fijo, este don el qual amj juyzio es grande mas de tal manera será segund que le resçibieres. Maguer que estos tres ljbros entre las copilaçiones de Cratipo seran de resçebyr commo huespedes mas asy commo sy yo fuera a Athenas, lo qual por çierto asy se fiziera sy nuestra tierra de medio del camjno non me llamara con clara boz. Alguna vez amj tanbien oyeras asy, por que enestos volumenes mj boz va aty. Daras alos estudios deste tienpo quanto podras y podras quanto querras. Y commo yo entendiere que te gozas y alegras enesta manera de sçiençia, entonçe y yo presente contigo segund que espero ser ayna y quando fueres absente yo absente, te fablaré y sey sano y val y vaya te bien, o Çiçeron mjo y amonesta aty y faz creer que me eres por çierto mucho amado y que muncho mas amado seras sy con tales ensenamjentos y mandamjentos te alegrares.

Aqui se acaban los ljbros de Tuljo Çiçeron delos ofiçios.

Domjnus noster sit beneditus. Jhesus maria.

1 la p. y la n. que estan sobre puesto do dize Cratipo quiere dezir propio nonbre ca asy llaman a aquel philosofo y de aqui en adelante las asy fallares entenderas que es nonbre de ome o de lugar. 2 opinjones [N.d.e.] Es mejor lectura “opiniones”. De hecho debería decir “escuelas”. 3 Las quales cosas avn que asy sean firmes que non ayan menester disputaçion, pero son en otro lugar por nos disputadas. 4 [Nota del editor] Palabra que denominaba al intérprete que traducía entre moros y cristianos. 5 Aquí “ejemplos” quiere decir cuestiones o problemata. 6 esto se reduze ala virtud dela fortaleza 7 esta es magnanjdad que desçiende dela fortaleza 8 estas cosas que se sigen se reduzen ala virtud dela tenprança. 9 de quatro virtudes cardinales. 10 esta es la prudençia. 11 esta es la justiçia. 12 esta es la fortaleza. 13 esta es la tenprança. 14 esta es prudençia. 15 s. justiçia, fortaleza, tenprança. 16 esta es la prudençia dela qual comjenca agora a dezir.

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Alfonso de Cartagena, Libro de los Oficios. 17 [N.d.e.]Cf. la traducción y edición moderna de SANTA CRUZ TEIJEIRO, J.: MARCO TULIO CICERON. Tratado de los deberes. Madrid: Editora Nacional, 1975, p. 45: “la actividad del espíritu, que no cesa nunca, nos permite, aun sin trabajar, mantenernos en un estudio perenne.” 18 aqui comjenca a fablar dela justiçia. 19 jnjuria 20 No solamente somos nasçidos para nos mjsmos, mas el honbre no solo nacio para si, sino para los demas, a quien puede hacer bien, porque la virtud mas se engrandeçe comunicada con muchos que no solo. 21 honestos 22 El dolor y la virtud obran un efeto que quanto mas se reparte mas se alava, ensalça y glorifica. 23disposjcyon de fe moral mente. 24 estos lynajes son los de la jnjurya. 25 fe mente es creer lo que ombre no uee. 26 muchas vezes la jnjuria nasçe de mjedo. 27 deferençia entre jnjurya y jnjustiçia. 28cierto dela dubda en nuestras operaciones. 29Las cosas que pareçen dignas del honbre justo Se mudan con la variedad del tienpo. 30 contra el ofiçio es dexar el mayor bien por el menor. 31 [N.d.e.]En la numeración actual de Santa Cruz, cit., este capítulo no hace sino la continuidad del nº 10. Cf. ed. cit., pp. 50-51. 32 [N.d.e.] Nolanos 33 [N.d.e.] En el sentido de fronteras. 34 casi dicad que a fin de paz deue fazer la guerra. [N.d.e.] Esta nota es un fragmento del propio Ciceron, que dice: “siempre que la finalidad de la guerra sea asegurar a paz justa.” 35 que es çamora 36 [N.d.e.] Aquí traduce emperador como gobernador de una provincia de la cual tenía el imperium. 37 [N.d.e.] Aquí comienza nº 12. 38 [N.d.e.] Realmente “extranjero”. 39 estas son las leyes que troxieron los Romanos de Greçia las quales fueron dadas en diez tablas y ellos añadieron dos y asi fueron doze. 40 [N.d.e.] Véase la mala fama del imperio. 41 [N.d.e.] En el sentido de mercaderes. 42 [N.d.e.] Aquí comineza el nº 13. 43 esto dixo Artilio dando leal verdadero conseio ala çibdad delo que sobrello le fue demandado, lo qual non dexo de dezir por el grand jnterese que ael enello venja, ca si Roma aquellos catiuos soltara el quedaua eso mesmo ljbre del catiuerio enque avn estaua, mas quiso dar verdadero conseio ala çibdad que saluar su persona de muerte. [N.d.e.] Aunque introducido como nota, forma parte del texto. 44 por guardar la jura que auja fecho. Ca torno a Cartadgo y mataron lo de muy cruel muerte. 45 Cartagena no traduce todo el resto del punto 13. Cf. ed. cit., pp. 54-55. 46 [N.d.e.] Comienza aquí el § 14. 47 [N.d.e.] Comienza § 15. 48 [N.d.e.] Ligereza. 49 [N.d.e.] En el sentido de “medios”: “Mas por cuanto son pequeños los medios de cada uno...” 50 [N.d.e.] Aquí comienza el § 17. 51 dize por Silla y por Cesar 52 [N.d.e.] Comienza aquí el § 18. 53 syn exerçiçio es pequeño el loor que se puede ganar alguien. 54 [N.d.e.] Cartagena parte aquí el capítulo 18 con cierto sentido, pues se ha terminado su asunto. 55 [N.d.e.] Verso del libro IV de los Annales de Ennio, que escribe un elogio de Celia, una heroina de la guerra contra los etruscos, famosa por su valor. 56 [N.d.e.] En el sentido de algo despreciable. 57 [N.d.e.] Maratón. 58 [N.d.e.] Comienza el § 19. 59 [N.d.e.] Aquí comienza el § 21.

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Alfonso de Cartagena, Libro de los Oficios. 60 [N.d.e.] El sentido de este pasaje dice: “Cuando se accede a las magistraturas públicas”. De aquí que “fecho” tenga que ver aquí con la administración de la Res Publica. Esto tiene que ver con el sentido de “negocios”, de indudable resonancia pública, frente al ocio del filósofo. 61 [N.d.e.] Aquí comienza el § 22. 62 [N.d.e.] Es refrán clásico. Dice: “Cedan las armas a la toga, los laureles del general al mérito civil.” 63 el alto consejo açerca del gobiernamiento dela çibdad no es menos glorioso que la fortaleza açerca de las batallas. 64 § 23. 65Afirma el Tulio que asy bien prouechoso es el senyor con toga la qual es vna bestidura blanca con 66 la provjdençia es mas jnvençible que la manera del pelear 67 semejante manera desta tovo el Rey don Iohan por non pelear conel duque de Lancastre por lo qual quedo con su Reyno. 68 [N.d.e.] “Retardando” menta aquí “contemporizando”. Éste es el sentido que alaba Cartagena en D. Juan I. 69 esto dize por quanto este non quiso pelear con Anjbal, mas andaua con su hueste çerca del y non dandole batalla le fizo muy grand dapño y si gela diera postergada la republica en aventura y segund que los Romanos estonçe estauan quebrantados de otras batallas era versimile que fuera vençido. 70 Ca asy commo la tutela delos menores, asy el gouernamjento dela cosa publjca se deue vsar al prouecho de aquellos que son regidos y non a prouecho de aquellos a quien es cometido el regimjento. 71 [N.d.e.] Aduladores. 72 [N.d.e.] § 28. 73 [N.d.e.] Moderación 74 [N.d.e.] § 30. 75 [N.d.e.] § 31 76 [N.d.e.] En el sentido de cómicos. 77 [N.d.e.] § 32. 78 [N.d.e.] § 35. 79 [N.d.e.] § 36. 80 [N.d.e.] Esta palabra, en la edición moderna citadam se traduce por “dignidad”. 81 [N.d.e.] § 37. 82 [N.d.e.] En el sentido de tono. 83 [N.d.e.] § 40. 84 [N.d.e.] § 41. 85 [N.d.e.] Se refiere a Eunuco, II, 5, 26. 86 [N.d.e.] En el sentido de arquitectura. 87 [N.d.e.] § 44. 88 [N.d.e.] En el sentido de varita mágica. 89 [N.d.e.] § 2. 90 [N.d.e.] § 3. 91 Decoro. 92 [N.d.e.] § 4. 93 [N.d.e.] § 5. 94 [N.d.e.] § 6. 95 [N.d.e.] hace referencia a la derrota de los tras ejércitos de Farsalo, Tapso, Munda. El general derrotado fue Pompeyo. 96 [N.d.e.] En el sentido de general con mando en provincia. 97 [N.d.e.] En el sentido de destierro. 98 [N.d.e.] § 7. 99 [N.d.e.] § 8. 100 [N.d.e.] § 9. 101 [N.d.e.] § 10. 102 [N.d.e.] § 11. 103 [N.d.e.] § 12. 104 de elecçion 105 Socrates: breue vya es para alcançar gloria ser tal por qual querria ser abido. 106 la verdadera gloria rayzes faze. 107 cosa fengida no puede durar mucho.

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Alfonso de Cartagena, Libro de los Oficios. 108 [N.d.e.] § 13. 109 asi que mas venerables y de mayor abtoridad son las proseguidas por la razon que las fechas por la fuerça. 110 [N.d.e.] § 14. 111 es de notar commo son dos maneras de oraçion si que vna de palabra llana y otra de contençion. 112 [N.d.e.] § 15. 113 [N.d.e.] § 16. 114 [N.d.e.] Avaricia. 115 [N.d.e.] § 18. 116 con la orden del senado se entendia por los senadores y por los consules 117 [N.d.e.] § 19. 118 [N.d.e.] Se está refiriendo Cicerón al gran jurisconsulto Servio Sulpicio Rufo, cónsul el año 51. 119 [N.d.e.] § 20. 120 [N.d.e.] Texto muy confuso. Doy las versión moderna: “pero, desgraciadamente, nos dejamos deslumbrar por las riquezas, que son las que han corrompido nuestras costumbres. ¿Qué nos importa a nosotros la magnitud de las riquezas ajenas? Los bienes proporcionan utilidad –y no siempre- a los que los poseen, pero aun suponiendo que en general sean ventajosos, permitirán vivir más cómoda y holgadamente, pero no pueden por sí solos hacer al hombre digno y honesto.” Ed. cit., p. 143. 121 [N.d.e.] § 21. 122 esta fue Çamora 123 [N.d.e.] § 23. 124 [N.d.e.] Hace referencia a las leyes de proscripciones. 125 [N.d.e.] § 25. 126 [N.d.e.] La traducción literal es muy diferente. Df. ed. cit., pp. 151-152: “A esta especie de confrontación se refiere Catón, el viejo. Se le preguntó un día cuál era la riqueza patrimonial más estimable, y contestó: <La que consiste en tener buenos ganados.>. Al ser preguntado sobre qué riqueza seguía en orden a esta primera, respondió: <Tener ganados menos buenos.> Y preguntado por la del orden subsiguiente, dijo: <Tener ganados malos.> ¿Y la cuarta? <Arar>, contestó. Preguntado Catón sobre qué pensaba acerca de los que prestaban a interés su dinero, contestó preguntando a su vez qué opinión merecía el asesino.” 127 [N.d.e.] § 2. 128 [N.d.e.] § 3. 129 [N.d.e.] Pasaje confuso. El traductor actual dice: “Son los deberes comunes a todos, de extensa aplicación y patentes a los hombres que tienen una bondad natural o que han sido objeto de una progresiva educación ética.” Ed. cit.. 130 El pueblo ques el comun non entiende lo perfecto que los oficios deben contener y asi toca el estar en su conocimiento alos gobernadores dela Republjca que todo lo deben perfectamente conocer, saber y gobernar, porque el pueblo este sienpre del engañado y den alabança alos que gobernando con prudençia y muy ducho se hallan enlas cosas publjcas y comunes en fabor del bien uniuersal açertados y entendidos. 131 Los oficios que miran solo al probecho del que los usa y no al bien Comun no se rreputan ni se quentan entre los actos de virtud y onestidad que tienen su fin en la mayoria del bien unibersal y comun que origina y produce la publjca vtilidad. 132 [N.d.e.] Traducción confusa. Vid. texto moderno, ed. cit.: “pero ¿qué es lo que produce en nosotros perplejidad y parece requerir de nuestra parte un atento examen? Yo creo que es, sencillamente, aquello que no conocemos. El tiempo y las circunstancias hacen que lo que ordinariamente es vergonzoso deje de serlo.” 133 [N.d.e.] § 5. 134 [N.d.e.] § 6. 135 [N.d.e.] § 7. 136 [N.d.e.] § 8. 137 [N.d.e.] § 9. 138 [N.d.e.] §10. 139 gran fe de amigos. 140 [N.d.e.] § 11. 141 [N.d.e.] § 12. 142 [N.d.e.] § 13 143 [N.d.e.] § 14.

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Alfonso de Cartagena, Libro de los Oficios. 144 [N.d.e.] § 15. 145 [N.d.e.] § 16. 146 [N.d.e.] § 17. 147 [N.d.e.] Traducción confusa. Cf. ed. cit., p. 184.”Y no sólo en las relaciones jurídicas sobre inmuebles el Drecho civil, que es trasunto de la ley natural, castiga el fraude.” 148 [N.d.e.] § 18. 149 [N.d.e.] § 20. 150 [N.d.e.] Las Fenicias, de Eurípides 151 [N.d.e.] § 22. 152 [N.d.e.] Se refiere a Hecaton 153 [N.d.e.] § 25. 154 [N.d.e.] § 26. 155 [N.d.e.] En el sentido de “olas”. 156 [N.d.e.] § 27. 157 [N.d.e.] § 28. 158 [N.d.e.] Se refiere a Acctp, en su tragedia Atreo. 159 [N.d.e.] § 29. 160 [N.d.e.] § 30. 161 [N.d.e.] § 31. 162 [N.d.e.] §32. 163 [N.d.e.] Amicerenses.

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