De Lavaplatos a Empresario

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ALEJANDRO ÁLVAREZ AYALA

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Si Tú Puedes… YO puedo! Si yo puedo… TÚ puedes!

BIOGRAFÍA DEL ÉXITO


ÍNDICE

DEDICATORIA 4 AGRADECIMIENTOS 5 INTRODUCCIÓN 6 MIS ORÍGENES 7 CIEGO COMO UN TOPO 9 LA SIEMBRA SIEMPRE SERÁ ANTES DE LA COSECHA 11 QUERER NO ES SUFICIENTE! 13 Cómo Establecer Relaciones Enriquecedoras y Productivas? 14 Invertir en Tu Formación 15 SI SIGO ASÍ… 18 UN DESCUBRIMIENTO DE GRAN VALOR 20 SI TÚ PUEDES, YO PUEDO… SI YO PUEDO, TÚ PUEDES! 28 DOS CONDICIONES FUNDAMENTALES 29


Acerca de los Pensamientos 30 Comienza a Crear Tu Nueva Realidad 35 Una Estrategia en 4 pasos 40 EL PODER DE PENSAR 47 Rediseña Tu Vida / Define Tus Sueños 51 ¿QUÉ HACER CUANDO LAS COSAS NO FUNCIONAN? 54 DISFRUTA CADA UNO DE TUS LOGROS 55 MI INVITACIÓN PARA TÍ… 56


DEDICATORIA Este material se lo dedico con todo mi corazón a mi Madre María Ayala García. Muchas GRACIAS mamá por todo el amor que me has dado a mí, y a mis hermanos. Nunca podré recompensarte por todos los sacrificios que hiciste por mí cuando era pequeño y adolescente. Te quiero mamá, -Alejandro Alvarez Ayala


AGRADECIMIENTOS A mi primo Jaime Ayala, quien siempre me protegía de los otros niños que me querían pegar. Su cariño hacia mí, y ese espíritu protector fue el que lo hizo traerme de México a Estados Unidos, para tener un mejor estilo de vida. A Javier Rivero Díaz, porque él fue quien me dio la idea de crear este libro que ahora tienes en tus manos. Nunca dejó de motivarme para que lo produjera. Constantemente me preguntaba, ¿cómo vas con el libro? Hazlo ahora, no lo dejes para después. A mi mentor Alvaro Mendoza, porque honestamente a él le debo gran parte de mi éxito. Fui alumno de su club privado de marketing, y allí me enseñó cómo realmente se hacen los negocios en internet, de una manera sencilla y efectiva. Cuando empecé en los negocios online estaba todo perdido y confundido, porque no había nadie que me supiera orientar, hasta que apareció Alvaro en mi vida. A Juan Carlos Olaya Zapata, por ser un amigo de verdad que ha estado conmigo en las buenas y en las malas. Él me ha enseñado muchas de las cosas que ahora sé sobre la gestión empresarial, ya que Juan es administrador de empresas. Siempre me ha sabido apoyar con buena dirección, y le doy las gracias porque me ha mostrado el verdadero significado de enseñar con el ejemplo. Al Dr. Alejandro Figueroa, porque más que un amigo, él ha sabido ser como un hermano para mí, siempre creyó en lo que hacía, y me apoyó incondicionalmente. Además porque una gran lección que él me dio, fue que me demostró con hechos que querer es poder; Ya que mientras construíamos un negocio que le demandaba mucho tiempo y esfuerzo, él continuó con su formación yendo a la universidad hasta que se graduó, y obtuvo su título de médico cirujano. A Elizabeth Manjarrés, por su entusiasmo que contagia y su genuino deseo de colaboración para que las cosas salgan mejores. Cuando ella nos colabora y ayuda en algún proyecto, nos sorprende su capacidad, pero sobre todo su entrega y dedicación para hacer las cosas. Eli, siempre camina la milla extra.


INTRODUCCIÓN Al escribir el presente material, mi objetivo es compartir contigo, amigo emprendedor, algunas de las ideas y experiencias que me han permitido crecer e ir construyendo aquello que alguna vez fue solo un sueño, un pensamiento, una idea, y que hoy ha comenzado a cristalizarse en una hermosa realidad para mí. Mi intención es, que a partir de lo que aquí encontrarás, detones tu crecimiento y tu éxito, descubriendo todo el potencial que existe en tí, y aun más importante que eso, que comiences a movilizarlo para que construyas la vida que deseas y que sin duda, al hacerlo, habrás de conseguir. De antemano te digo que siento gran admiración por tí, porque tienes deseos de superación, ganas de salir adelante, y además porque has pasado a la acción, de lo contrario no estarías leyendo estas palabras.


MIS ORÍGENES Nací en el pueblo de Apatzingán, que está ubicado en uno de los más hermosos estados de la República Mexicana, el estado de Michoacán. Fue ahí, donde viví mis primeras experiencias, experiencias que habrían de ser fundamentales, aunque no las únicas, para llegar a ser el que ahora soy. Mis primeros años los pasé al lado de mis hermanos, de papá y de mamá. Mi padre, quiso ser un buen hombre, mas no pudo contenerse, ni resistirse, a las drogas, y el alcohol. Al final fueron esos vicios los que me obligaron a salirme de mi casa, y a irme a otro país (USA). Sin embargo esas amargas experiencias me sirvieron para comenzar a amasar una idea en mi interior: “Aprender a volar con mis propias alas” Mi mamá, una buena mujer que siempre se preocupó porque nosotros, sus hijos, creciéramos como gentes de bien, responsables y hechos a base del trabajo y del esfuerzo. De ella tengo gratos recuerdos y nunca olvidaré, que jugó un papel muy importante para que yo aprendiera a ser observador, disciplinado, a tener valores como el amor, el respeto hacia otras personas, la honradez, y a entender que todo lo que nosotros hacemos tiene una consecuencia, consecuencia que tarde o temprano aparece y nos pasa factura o nos ofrece reintegro. Recuerdo un día que estábamos de visita en la casa de unos familiares y junto con otros niños hicimos una travesura, discretamente se me acercó y me dijo: “en la casa nos arreglamos”, más tarde al regresar a casa, cuando para mí “todo estaba olvidado”, me llamó, era el momento de “pagar la factura” por mi travesura. De igual manera recuerdo con gran alegría, aquellos días en que después de hacer mis deberes escolares, me hacía acreedor a un “reintegro”, tenía el permiso para salir a jugar fútbol con los niños de mi barrio. Tienen un lugar especial en mí, todos esos detalles en los que me ha hecho sentir todo su amor y el interés que siempre ha tenido por mi bienestar. Su cariño y sus enseñanzas han sido de un gran valor para mí.


El trabajo y los ingresos de papá, permitían satisfacer las necesidades básicas, sin embargo, en ocasiones se hacía necesario que algunos de nosotros trabajáramos para ayudar a cubrir los gastos de la familia. De esta manera, comencé a trabajar siendo muy pequeño. Trabajé en el corte de limón. Este es un trabajo que en mi pueblo se considera solo para la gente de muy bajos recursos. Por esa razón, cuando algunos de mis familiares supieron que yo trabajaba ahí, fui objeto de burlas y comentarios mal intencionados. A pesar de ello, yo mantuve mi decisión de seguir trabajando en ese lugar, y cuando escuchaba esas burlas, esos comentarios, tan sólo pensaba: “no me importa lo que digan, yo sé que si trabajo es para ayudar a mi familia, y que es un trabajo temporal”. En aquel tiempo, no me daba cuenta que esa forma mía de “pensar”, cuando escuchaba aquellas burlas, sería uno de los factores fundamentales y más importantes para abrirme paso en mi vida. Más adelante te diré por qué.


CIEGO COMO UN TOPO… Ciego como un topo que se mueve “sin saber” con certeza hacia dónde se dirige, mas con el deseo ardiente de un águila por alcanzar grandes alturas. Desde pequeño aunque no sabía con claridad qué, ni cómo lo lograría. Tenía la certeza que mi vida sería diferente, que iba a hacer algo trascendente. Recuerdo que siempre me negué a aceptar la forma en que vivía como mi única realidad, en el fondo, yo “sabía” que las cosas podrían ser diferentes, que el vivir en las condiciones en las que yo vivía, no tenía por qué ser para siempre. Lo más importante de todo esto era, que yo tenía la certeza que podía aspirar a una vida mejor y estaba decidido a hacer lo necesario para que eso sucediera, para construir “mi realidad”. Desafortunadamente esa posibilidad permanece oculta para muchas personas, y cuando comienza a vislumbrarse, sucede que el medio, o las personas que nos rodean, “buscarán” hacerte desistir de ella, y tristemente, la mayoría de las personas terminan enterrándola. Expresiones como: “¡por favor! no sueñes”, “acéptalo, esto es lo que te tocó vivir”, “confórmate con lo que tienes”, “deja de soñar, pon los pies en la tierra” son -junto con algunas otras que posiblemente tú has escuchado- una de las formas en que el medio “hace su labor” para que te mantengas “ahí”, viviendo esa realidad que otros “han creado para tí”, y que tristemente muchos terminan aceptando. Por esa razón, es que suelo decir: “la gente es enseñada a pasar hambre”, a aceptar el estado de cosas o condiciones en las que vive, y se acostumbran a vivir de esa manera. Son programadas a vivir así. Como te dije líneas arriba, yo no aceptaría seguir viviendo así toda mi vida, yo aspiraba a vivir de forma diferente, a crear mi propia realidad. Cuando suelo hablar de esto con la gente, no falta quien me dice que reniego de mis orígenes y de mi gente. Mi respuesta es NO, no reniego ni de mis orígenes ni de mi gente.


Lo que me niego a aceptar es, que estés condenado a vivir de una manera en donde las posibilidades para vivir en mejores condiciones y disfrutar más de tu vida, sean limitadas o estén ausentes. Me niego a aceptar que otros decidan como ha de ser tu vida. Y aunque al principio estaba ciego como un topo, conforme avanzaba, se hacía cada vez más clara la imagen de lo que yo quería.


LA SIEMBRA SIEMPRE SERÁ ANTES DE LA COSECHA (NADA ES GRATIS, SE NECESITA PAGAR EL PRECIO) “Cuando deseas alcanzar algo, necesitas ofrecer algo a cambio, solo así, estarás en posibilidad de obtener lo que deseas”. Esta fue otra de las cosas que aprendí con mi primer trabajo, nada es gratis. Si yo quería ayudar a mi familia era necesario que hiciera algo para lograrlo, y trabajar era la respuesta. De igual manera, si yo deseaba hacer realidad la vida que quería, necesitaba tomar decisiones y pagar el precio requerido para lograrlo. Una de esas decisiones fue salir de mi país y dejar a mi gente. El precio era estar lejos de la familia, alejarme de lo conocido, dejar lo que tenía “seguro” para comenzar a moverme en un “mundo nuevo” y diferente para mí. Cuando fui empleado, en cada lugar en el que trabajé me fijé como objetivo crecer y avanzar, para lograrlo, requería disposición, dedicación, compromiso y tiempo, y siempre estuve dispuesto a pagar ese precio. Cuando descubrí el mundo de los negocios con base en el hogar, me propuse conocer, aprender y entender bien de qué se trataba esto, mi objetivo era tener un negocio exitoso, y para crear una diferencia en ello, requería invertirle tiempo y otros recursos. Aunque estoy seguro que la ley de la siembra y la cosecha pueden ser fácilmente entendidas, e incluso evidente para quien la lee o la escucha, desafortunadamente en la práctica, aun deseando obtener resultados sobresalientes, pocos son los que están dispuestos a sembrar, a pagar el precio para obtener la cosecha, el resultado que se desea. En mi tipo de negocio uno de los errores más grandes en el que incurren muchos emprendedores y patrocinadores es, creer -y hacer creer a otros- que todo será sencillo y que con un mínimo esfuerzo se puede “construir” un negocio exitoso. Nada más lejos de eso.


Si bien es cierto que siempre he defendido la idea de trabajar inteligentemente, también creo, y estoy convencido que es necesario nuestro esfuerzo, nuestra preparación, dedicación, y nuestro tiempo, para crear, formar y consolidar nuestros avances. De hacerlo así, no tengo dudas, construiremos un negocio sólido y exitoso, porque habremos pagado el precio. Recuerda: Nada surge de la nada. Si quieres construir algo realmente significativo, es necesario estar dispuesto a “ofrecer” algo igualmente significativo para lograrlo.


QUERER NO ES SUFICIENTE Mi motor para comenzar a transformar mi vida, fue: Por un lado, mi desacuerdo -mi insatisfacción- con la forma de vida que se había “planeado” para mí: seguir el mismo “camino” que habían seguido quienes me precedieron. Por otro lado, estaba mi deseo, el querer vivir de una manera diferente. Ambas fuerzas fueron determinantes para despegar, para comenzar a construir mi destino. Mi deseo generó el movimiento, me llevó a dar los primeros pasos para materializar mi sueño, y darle continuidad a mis acciones. Mi deseo me ha dado la fuerza necesaria para enfrentar con decisión los obstáculos cuando estos aparecen, y ha sido fundamental para mantenerme en el camino, aun en los momentos más difíciles. Mi deseo es el combustible que me llena de energía y aviva mi entusiasmo. Sin embargo, descubrí que el deseo por si solo no alcanzaba, no era suficiente para lograr mi objetivo. Necesitaba algo más, algo que me permitiera actuar con eficacia y hacer un mejor uso de mis recursos. Necesitaba prepararme, aprender y desarrollar nuevas habilidades. Muy pronto descubrí que el deseo y la preparación son una combinación poderosa para llevarte lejos, para alcanzar tus metas, para crear una notable diferencia en tu vida y en la vida de quienes te rodean. El deseo te mueve, la preparación te confiere poder. El deseo contagia, la preparación -el saber hacer- despierta el respeto y la confianza de los que te rodean, y además, incrementa tu valor. Desde siempre he tenido hambre de aprender y eso me facilitó mucho las cosas. Prepararme ha sido un factor fundamental en mi crecimiento, y en la creación de mi camino hacia el éxito.


A través de los años descubrí que además de la escuela, existen otras formas para adquirir conocimientos, para desarrollar habilidades y descubrir nuestros talentos. A continuación voy a hablarte de dos de ellas, que de aplicarlas pueden ofrecerte grandes dividendos: 1. CÓMO ESTABLECER RELACIONES ENRIQUECEDORAS Y PRODUCTIVAS? “El que con lobos anda, a aullar aprende” Las personas somos una extraordinaria fuente de conocimientos y experiencias. Relacionarte con personas que se han desempeñado de manera exitosa, en eso en lo que tú deseas lograr, y aprender de ellas, puede ser de un valor inestimable y de gran utilidad para ti. Hacerlo, puede ahorrarte muchos descalabros, prepararte de mejor manera para enfrentar los momentos difíciles y optimizar tu tiempo y tus resultados para alcanzar lo que deseas. Una observación importante Para que puedas sacar el mayor provecho de esta tipo de relaciones es necesario aportar dos ingredientes:

a) Autonomía al actuar Lo que para mí significa, que debes de tomar la iniciativa para aplicar lo aprendido y no volverte ni dependiente ni una carga para la persona de la que aprendes. Eres tú quien debe actuar para conseguir lo que te propones.

b) Aportar algo a la relación Las relaciones se construyen a través de un intercambio, en donde cada una de las parte aporta algo para alimentar y hacer valiosa esa relación. Esa es la base de relaciones sanas y duraderas, es el encuentro entre dos seres productivos y maduros. En consecuencia es importante que te preguntes: ¿Qué puedo yo aportar a la relación?


No han sido pocas las personas que, a lo largo de mi vida, han tenido a bien compartir conmigo conocimientos y experiencias, personas a las que estaré eternamente agradecido pues han contribuido a mi crecimiento personal y profesional haciendo más asequible la consecución de mi sueño. La otra forma en que puedes promover tu crecimiento es: 2. INVERTIR EN TU FORMACIÓN Años atrás, mientras veía un programa de televisión, presentaron un producto que atrapó mi atención, después de unos minutos, tomé la decisión de comprarlo. Esa decisión, ha sido una de las decisiones más importantes que he tomado pues se convirtió en un parte aguas en mi vida, en un antes y un después. Ese día adquirí mi primera computadora. He de confesarte que en esos momentos, mi economía no era muy buena y no disponía de un excedente para comprarla, por lo que fue necesario hacer algunos ajustes en mis gastos, aun así, decidí invertir en ella. Ha pasado el tiempo y puedo decirte que esa ha sido una de las inversiones más redituables que he hecho. Mi primera computadora me abrió las puertas a un mundo nuevo y lleno de posibilidades: Internet! Sin embargo, para poder aprovecharlo era necesario prepararme, comenzar un fuerte proceso de aprendizaje. Recuerdas: “El deseo no es suficiente”. Al principio, me hice de información y programas gratuitos que me ayudaron a entender y moverme dentro de este mundo. Pronto me dí cuenta que si bien eran útiles, su condición de gratuitos, los hace limitados y si seguía por ese camino, igualmente limitados serían mis resultados. Así, entendí que si realmente quería avanzar, obtener resultados importantes y hacer algo trascendente en Internet, tenía que hacer las cosas de manera diferente, se hacia imperativo invertir en mí, en mi formación, en mi negocio.


LO QUE SIGNIFICA INVERTIR Cuestiones culturales nos han llevado a desarrollar una actitud pasiva y dependiente. Si no todos, muchas personas esperan que las cosas les sean dadas, ejemplo de esto, es la gente que espera que el gobierno les resuelva todos sus problemas, o aquellos que no hacen nada por mejorar -incrementar sus conocimientos y sus habilidades- a menos que la empresa para la cual trabajan sea quien pague su formación. Existen personas que suelen quejarse porque la empresa en la que trabajan sigue pagándoles “lo mismo” que hace un año, irónicamente, ellos siguen haciendo exactamente lo mismo que han venido haciendo desde hace una año, no se han preocupado por prepararse e incrementar su valor. Otras más, suelen quejarse porque su negocio no les esta dando las utilidades que ellos esperaban. Una de las razones de mayor peso por la que las personas no avanzan o los negocios no logran crecer es la falta de inversión. Invertir significa para mí, crecimiento. Quien invierte, está abonando la tierra para una cosecha más grande, para un mejor producto. Por esa razón, si estás interesado en hacer crecer tu negocio, en alcanzar el éxito, es imperativo que comiences a desarrollar el hábito de invertir. Invertir en recursos y herramientas para hacer más efectivo tu negocio, para agregarle valor. Recuerda que la mejor inversión que puedes hacer, es invertir en ti, ten cuidado de mantener siempre en mente que, el mejor recurso que posees eres tú mismo/ a. De esta manera, cuando comencé a invertir en mí y en mi negocio, adquiriendo libros, eBooks, cursos, software, asesorías y más tarde una mejor computadora, comencé a crecer en forma exponencial y también con ello mi negocio. Era inminente que el éxito se encontraba cada vez más cerca.


SABER INVERTIR Generalmente, cuando iniciamos un negocio, no todos tenemos ni el hábito, ni la visión para invertir. Por ese motivo, podemos correr el riesgo de que algo que en un principio puede parecer una inversión, termine convirtiéndose en un gasto, lo que podría resultar en problemas para nosotros, sobre todo, cuando estamos iniciando nuestro negocio. La idea no es evitar invertir, sino ser cuidadosos al hacerlo, reduciendo con ello las posibilidades de error. Por esa razón es importante preguntarnos: ¿Destinar dinero a “esto” realmente producirá beneficios para mí / para mi negocio? De ser así ¿Cómo y en cuanto tiempo podría hacerlo? ¿Invertir en “esto” ahora es realmente oportuno y útil? ¿Puede ofrecerme un impacto positivo en el corto o mediano plazo? ¿Existe algo más que pueda ser prioritario y requiera inversión ahora? Si observas con atención, estas preguntas te ayudarán a invertir bien no sólo en recursos donde va de por medio el dinero, sino que también te ayudarán a saber si vale la pena o no invertir parte de tu tiempo en ciertas cosas. Recuerda: “La mejor inversión que puedes hacer, es invertir en ti mismo, invertir significa crecer”.


SI SIGO ASÍ… (Haz otra cosa) Aunque los resultados obtenidos en los diferentes trabajos en los que me había desempeñado me mostraban que estaba avanzando, pues de haberme iniciado como lavaplatos, llegué a ascender hasta ocupar puestos a nivel gerencial; en el terreno económico no lograba ver coronados mis esfuerzos con una situación desahogada que me permitiera vivir el estilo de vida que deseaba para mí y mi familia. Un día, sumergido en mis pensamientos acerca de mis logros y mis sueños, me dí cuenta que, aunque había hecho todo aquello que decían que me aseguraría obtener todo lo que yo quería: “trabaja duro y lograrás lo que quieras”, hasta ese momento no lo había logrado. Trabajaba duro, mi compromiso y mi disposición para con mi trabajo era total, lo mismo que mi tiempo y aunque no puedo negar que se reconocía mi trabajo y se me ofrecían incentivos económicos por él, no veía que esto pudiera llevarme a alcanzar el estilo de vida que yo deseaba. Recuerdo que me dije: “si sigo así, nunca voy a lograr vivir como yo quiero”. En ese instante tomé la decisión de que haría lo necesario para cambiar las cosas. De esta manera, si quería resultados diferentes, necesitaba hacer cosas diferentes. Algunas personas experimentan molestia y frustración cuando observan que, a pesar de sus esfuerzos, no logran mejorar sus condiciones de vida, aun así, muchas de esas personas continúan haciendo lo mismo, trabajando en el mismo lugar o “esforzándose de igual manera” en su negocio. Atrapados en la actividad, no logran darse cuenta que el problema está en lo que hacen, siguen recorriendo el mismo camino que no les llevará más lejos, haciendo las mismas cosas que sólo les reportarán los mismos resultados. La mejor forma de salir de esta trampa, es detenerse, darse el tiempo necesario para revisar, para preguntarse qué otra cosa podría hacerse para obtener los resultados que se desean. Y claro está, una vez identificado: comenzar a hacerlo!


Cuando adquirí aquella computadora, uno de mis objetivos era encontrar “nuevos caminos” para llegar donde yo deseaba. Lo primero que hice al comenzar a navegar por Internet fue buscar qué más podía hacer y buscando “cómo generar ingresos desde casa” fue como descubrí una nueva forma de hacer más dinero, en esta ocasión sin utilizar mi cuerpo, sin estar físicamente presente. Recuerda: “Si sigues caminando el mismo camino, terminarás llegando al mismo lugar”


UN DESCUBRIMIENTO DE GRAN VALOR (UNA IDEA REALMENTE VALIOSA) Durante mi proceso de formación, tuve la oportunidad de “cruzarme” con una información realmente valiosa que enriqueció notablemente mi forma de ver las cosas y ha sido de gran utilidad para mi crecimiento personal y para el éxito de mis negocios. Varias veces me había preguntado: ¿Cómo es que las personas, teniendo el potencial para lograr todo aquello que desean, terminan viviendo en la insatisfacción, la pobreza y la mediocridad? ¿Qué hace que una persona teniendo todo lo necesario para hacer crecer su negocio y llevarlo al éxito, se queda sin dar el paso requerido para lograrlo? Al nacer, salvo en contadas excepciones, los seres humanos llegamos al mundo con la disposición natural para aprender, somos como esponjas. Por esa razón, durante los primeros años de vida, el medio juega un papel fundamental en nuestro aprendizaje, en nuestro desarrollo y en la forma en que nos conduciremos los siguientes años. Aunque es cierto que una parte de nuestras conductas, tiene sus raíces en la herencia, la mayor parte de ellas, es producto de lo que hemos vivido, lo que solemos escuchar y ver en forma recurrente. Dicho de otra manera, la mayor parte de nuestras conductas son aprendidas. La forma en que actúan nuestros padres, las personas más significativas en nuestra vida y aquellas que han tenido más contacto con nosotros durante esos primeros años, sus expresiones cotidianas, así como su forma de responder ante determinadas situaciones, es información que graba nuestro cerebro y será “nuestra guía” al momento de actuar, lo sepamos o no. Así, si alguno de tus padres solía reaccionar en forma explosiva cuando las cosas no le salían bien, o si alguno de los dos tenía la tendencia a quejarse de todo o le costaba trabajo tomar acción, con mucha probabilidad aprendiste esa forma de actuar.


De igual manera, si una de esas personas, significativas para ti durante esa etapa, tenía la costumbre de criticarte cuando intentabas hacer algo y las cosas “no resultaban”, o te decía que eso no era para ti o que mejor no lo intentaras, es muy probable que eso haya generado una respuesta de inseguridad y temor en ti. Algo parecido sucede con las expresiones populares como los dichos o refranes que se repiten constantemente y que “sirven” para “educarnos”. Ejemplo de ello son: “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, “pan durito pero segurito”, “el que nace pa´ maceta del corredor no pasa”, -y estoy seguro que tú conoces algunas más- . De manera sutil, estas expresiones y otras que escuchamos repetidamente, van haciendo “su trabajo” para llevarnos a ver la realidad –en muchos casos- desde una perspectiva limitada y poco útil. Además de esto, el medio en el que nos desarrollamos se encarga de instalar en nosotros puntos de vista, formas de pensar y conductas que la sociedad se ha ocupado de definir y establecer como aceptadas, aunque no siempre resulten útiles o provechosas para nosotros. Ya lo dice Miguel Ruiz en su libro “Los cuatro acuerdos”: “aceptamos” acuerdos que nosotros no hemos acordado. Sin darnos cuenta – y eso es lo más peligroso- todo lo anterior ha desempeñado una fuerte influencia, limitando comúnmente nuestras posibilidades y nuestro potencial, y aunque el proceso tiene su mayor impacto durante nuestros primeros años, este no termina ahí. Claro está que no todo lo que aprendimos ha sido en contra de nuestras capacidades, también aprendimos cosas muy útiles y que pueden ayudarnos a expandir nuestras posibilidades, no obstante, lo que me interesa aquí, es llamar tu atención hacia aquellas cosas que, seguramente, te limitan y están obstruyendo tu crecimiento, el éxito en tus emprendimientos y en tu vida. Mi objetivo es que puedas, en primera instancia descubrirlas, para que después tengas la posibilidad de desecharlas o transformarlas.


Así, te decía que, en mi búsqueda de información y herramientas que me ayudaran a crecer y alcanzar mi sueño, me encontré con esta información que me ha permitido entender por qué muchas personas no logran “despegar”, y siguen caminando a ras del suelo o incluso “arrastrándose”, cuando podrían volar. Descubrí que todo tiene que ver con Paradigmas, nuestros paradigmas. Todo eso que vivimos y aprendimos, sobre todo, durante nuestros primeros años, que es cuando se arraiga más fuertemente. Nuestros paradigmas son las creencias, esquemas, modelos o patrones mentales que hemos desarrollado, y son el resultado de todo ese aprendizaje que hemos tenido. Son nuestros paradigmas, los modelos o marcos que utilizamos para dar significado a lo que vivimos, vemos o escuchamos, y a partir de ellos actuamos. Nuestros paradigmas son como los lentes a través de los cuales vemos la realidad. Si nuestros lentes son oscuros, de esa manera veremos las cosas, (todo es oscuro, lo quiere decir que generalizamos nuestras experiencias). “Nunca lo lograré” “Siempre es lo mismo cuando intento hacer algo” Si “nuestros” lentes tienen manchas, estás no nos dejarán ver el cuadro completo de la realidad, dejando fuera algunas cosas que pudieran ser útiles para nosotros y aunque están ahí, no alcanzamos a ver. Es decir que las eliminamos o no alcanzamos a distinguir información que puede ser útil. “Esa posibilidad no existe para mí” Otras veces, la graduación “que le pusieron” a nuestros lentes es tan mala que distorsiona lo que vemos (Distorsionamos la realidad). “Fue un error imperdonable”. Si consideramos que son nuestros paradigmas los que filtran nuestras experiencias, si mis lentes –paradigmas- tienen una visión limitada de las cosas, igualmente limitada será la interpretación que haga de las cosas y limitada mi actuación.


Tenemos paradigmas acerca de todo: de las personas, de las situaciones, de las cosas, sobre el trabajo o los negocios, acerca de mis posibilidades, sobre mis experiencias, etc. Ejemplos de ellos son: “las personas ricas son malas”, “solo la gente que va a la escuela tiene oportunidades de triunfar en la vida”, “nunca tendré un automóvil último modelo”, “mientras no tenga dinero no podré hacer un negocio”, “yo no soy inteligente”, “el dinero no es importante”, etc. Es por eso que los paradigmas, tus paradigmas, son tan importantes, porque influyen en todo lo que haces y en cómo lo haces. La mayoría de estos paradigmas “fueron instalados” como ya lo he dicho, durante los primeros años de vida y hemos seguido instalándolos a lo largo de ella, influyen para ellos: el tipo de gente con la que nos relacionamos, nuestras experiencias, lo que leemos, etc. Nuestros paradigmas son nuestros patrones de conducta –filtros de pensamiento– con los cuales evaluamos lo que vivimos, y se vuelven recurrentes o repetitivos, convirtiéndose en un estilo o forma de pensamiento que después guía nuestras acciones. “Actuamos en función de lo que pensamos” El Peligro de los Paradigmas Existen factores que hacen más peligrosos a estos paradigmas que nos limitan. Primero: los aceptamos como verdades, siendo esta la razón por la que difícilmente consideramos la posibilidad de cuestionarlos. “Así es y así ha sido siempre”. Segundo: podemos experimentar Parálisis Paradigmática. Cuando esto sucede, nuestro paradigma se convierte en El Paradigma, considerándolo como la verdad absoluta. Nos aferramos al paradigma.


De los dos factores, este último es el más peligroso. La parálisis paradigmática te vuelve mentalmente rígido/a, y aun cuando haya quien te ofrezca una perspectiva diferente desde la cual interpretar las cosas de una forma más útil, tu paradigma no te permite verla (la eliminas). Además, la parálisis paradigmática te lleva a “buscar” las “evidencias”, los argumentos que te “ayuden” a confirmar lo que tú crees, manteniendo así tu paradigma. La consecuencia: tu forma de ver las cosas sigue siendo la misma, y tus conductas no cambian, por lo tanto tus resultados siguen siendo pobres o nulos. Un peligro latente. Otro de los peligros que se tiene con estos paradigmas limitantes, y algunas veces suele suceder a un nivel inconsciente, es que para algunas personas, cambiar sus paradigmas puede ser sinónimo de traición (y este es un paradigma). Por favor permíteme profundizar un poco más en este tema: para algunos, dejar de pensar como lo habían hecho hasta ahora, es dejar de pensar como piensa “su gente”, es como renegar de ellos mismos, es como dejar de quererles, es traicionarlos. “Yo nunca voy a dejar a mi gente”, “así somos nosotros”. Esta interpretación puede generar en la persona que está comenzando a cambiar sus paradigmas o en quien está considerando la posibilidad de hacerlo, sentimientos de culpa, autogenerados o generados por otros a través del chantaje. Por ejemplo cuando te dicen: “como has cambiado, ya no eres el mismo”. Lo que puede hacer difícil el cambio o llevar a la persona a desistir de él. Para poder contrarrestar esto, ten en mente, que lo que estás cambiando es una idea en relación a un aspecto particular de tu vida, eso, no significa que traiciones a nadie, en última instancia, si no cambias, la verdadera traición sería hacia dentro y no hacia fuera, sería hacia tus ideales y tus sueños, estarías traicionando todo tu potencial.


Considero oportuno decirte que cuando inicias tu proceso de cambio alguien más puede sentirse “afectado o afectada”. La realidad es que tu intención no ha sido afectar a otros pero sucede que al cambiar tus paradigmas, comienza a cambiar tu manera de percibir las cosas, tu manera de actuar, y esto es lo que percibe la gente. Tal vez, uno de los motivos de que esa(s) persona(s) se sienta(n) así, es que posiblemente ya no respondes a sus intereses, ahora, has comenzado a pensar más en ti y a responder a lo que a ti te interesa. Quizá haya quien puede llamar a esto egoísmo, tal vez lo sea, para mí, es un sano egoísmo. Mi paradigma es que cuando tú comienzas a preocuparte por ti, a responder a tus sueños, a tus inquietudes, a tus necesidades, empiezas a producir tu crecimiento y tu bienestar, y eso es lo que puedes ahora compartir con los demás. Nadie puede estar bien con los demás si no está bien consigo mismo. Las personas maduras disfrutan ver crecer a otros La Alternativa Aunque muchos de tus paradigmas se originaron en tus primeros años, eso no significa que tengas que vivir con ellos el resto de tu vida, es más, algunos de estos paradigmas los has ido cambiando casi de forma desapercibida, mas no todos cambian de esa manera. Así que, si realmente deseas mejorar, deberás cambiar tus conductas, y esto en consecuencia cambiará también tus resultados. Es indispensable que empieces a hacerte a la idea, de que debes cambiar tus paradigmas. De otra forma, será difícil crear el cambio, y en el mejor de los casos, solo será temporal. Ejemplo de esto es el caso de las personas que, sin estar convencidas “inician un cambio”, y se mantienen así durante un corto tiempo, aunque al final, terminan regresando a sus viejos patrones de conducta. Veamos algunos ejemplos de lo anterior: *De los escenarios más conocidos están las personas que inician una dieta y pronto la abandonan, para regresar a su mismo estilo de alimentación.*


*También están los que deciden probar suerte emprendiendo algún tipo de empresa y poco tiempo después, buscan nuevamente un empleo.* *Lo mismo sucede con las personas que toman un curso, y “aprenden” una serie de nuevos conceptos e ideas, mas No hacen NADA. Es decir, que No ponen en práctica lo que aprendieron.* Esto se debe a que sus paradigmas siguen siendo los mismos, piensan de la siguiente manera: “si creen que van a sacar más de mí, solo por haberme enviado a este curso, se equivocan”. Cuestiona tus Paradigmas El PODER para cambiar esos paradigmas que te limitan está en ti. Una de las cosas que tienes que hacer para conseguirlo, es hacer una revisión de tus paradigmas para descubrir los que te han venido limitando, y de esta manera estar en posibilidad de transformarlos, pues recuerda que son la fuente de tus conductas. Si tus paradigmas son de carencia, imposibilidad y límites, así serán tus acciones y tus resultados!. Una vez que identificas tus paradigmas, es necesario que los cuestiones, que te preguntes si este tipo de ideas, percepciones o pensamientos, tiene un sustento realmente válido, aunque aun mejor es, que te preguntes si es realmente útil para ti que sigas manteniendo este tipo de ideas, de creencias, de paradigmas. Pregúntate: ¿Qué tan lejos puedo llegar teniendo esta idea? ¿De seguir pensando así, qué tanto puede mejorar mi negocio, mi vida?


¿Pensar de esta manera me ayudará a alcanzar lo que yo deseo? Si la respuesta es no, es necesario que busques qué podrías pensar en lugar de eso que venías pensando o si existe alguna otra forma de interpretar las cosas. Y es aquí donde puedes hacer uso de *El Poder del Pensamiento*, tema que abordaremos en breve para que puedas cambiar tus paradigmas. Recuerda: cuando cambias un paradigma, cambia tu manera de percibir las cosas, las situaciones y/o a las personas, al cambiar tu percepción, cambia tu forma de relacionarte con las cosas y con las personas, y cuando esto sucede, cambian tus resultados. Por ello, cambiar tus paradigmas es fundamental si quieres crecer y lograr el éxito en tu negocio y en tu vida. Cuando descubrí el poder del cambio de paradigmas, El Poder Del Pensamiento, comencé a trabajar en mis paradigmas, en revisar y cuestionar los que habían venido “guiando” mis acciones, y descubrí que algunos de ellos estaban saboteándome, dificultándome “volar” como yo lo deseaba, era como intentar despegar teniendo un sobrepeso o atado al piso. Cuando lo descubrí y decidí desatarme, mi vuelo comenzó a ganar altura y todo con solo cambiar mis paradigmas. Gracias a eso pude comenzar a volar…


SI TÚ PUEDES, YO PUEDO… SI YO PUEDO, TÚ PUEDES La expresión “Si tú puedes, yo puedo” la escuché por primera vez mientras participaba en un curso de Programación Neurolingüística. La idea central contenida en esta presuposición es la siguiente: si alguien fue capaz de lograr algo, significa que eso es posible y entonces, yo también estoy en posibilidad de conseguirlo, si estudio la forma como lo hizo (el “How-to”) y lo replico. Me he permitido cambiar la expresión para decirte: “Si yo puedo, tú puedes” Y si lo planteo de esta manera, es porque quiero que sepas que yo -como te lo he comentado- hace ya algunos años, me propuse cambiar mi condición de vida para vivir como yo deseaba, y estoy seguro que tú también deseas un mejor estilo de vida, de otra manera no estarías leyendo este material. Todo esto, hoy quiero compartirlo contigo porque como me dice un amigo: “eres un ejemplo de carne y hueso”, y sí, soy un ser igual que tú, que nació y creció en un ambiente que si bien es cierto me permitía vivir, no me ofrecía todo lo que yo quería para mí. Desde muy temprana edad, yo vislumbraba la posibilidad de una vida mejor, de esta manera, comencé por tener un sueño, y a este sueño le siguieron una serie de acciones que me llevarían a construir Mi nueva realidad, esta que hoy vivo y que sigo alimentando. Y sí, Si Yo Puedo, Tú Puedes. No importa cuál haya sido tu historia hasta el día de hoy, no importa cuál sea tu origen, tu nivel de estudios, los logros obtenidos o las experiencias desafortunadas que hasta hoy hayas vivido. Tu pasado no tiene por qué ser tu destino. Eres tú quien puede transformarlo, si realmente lo deseas.


DOS CONDICIONES FUNDAMENTALES Para mí, existen dos condiciones fundamentales para que tú puedas cambiar tu vida y sé que tú las posees. 1ra. Estar Vivo Mientras estés vivo, la posibilidad de transformar tu existencia y mejorarla existe. Esa posibilidad solo Tú tienes el Poder de hacerla realidad, si realmente lo deseas y comienzas a actuar ahora para que eso suceda. Estás Vivo y quiero preguntarte: ¿La vida que tú vives es tal como tú la deseas? Si tu vida no ha sido hasta ahora todo lo que tú has deseado, no tienes por qué seguir viviendo de esa manera, Yo creo que la vida nos fue dada para hacer de ella una grandiosa aventura y disfrutar de todo lo que nos ofrece, todo lo que tienes que hacer para lograrlo, es hacer un mejor uso de todos tus recursos. Comienza por la segunda condición fundamental, que es la siguiente: 2da. Pensar Pensar… tú tienes esa capacidad, puedes hacerlo. Pensar, es una de las capacidades que nos ha sido dada y que nos diferencia de otros seres. De todos nuestros recursos, me atrevería a decir que, el que tiene mayor poder sobre nuestras vidas es: *El Poder del Pensamiento* Nuestros pensamientos tienen el poder de sacar lo mejor de nosotros o anularlo, inducirnos la fuerza necesaria para movilizarnos, para sobreponernos a las más duras situaciones o paralizarnos y limitarnos aun sin haber motivo real para ello. Por eso, nuestros pensamientos juegan un papel muy importante en nuestras vidas, pues son tus pensamientos la fuente de todas tus acciones.


Acerca de los Pensamientos Un pensamiento es el resultado de nuestra actividad mental. Un pensamiento puede ser propiciado por una situación externa o darse como un proceso puramente mental, producto de nuestra imaginación. Ahora te explico: Cuando tienes un pensamiento, este puede generarse a partir de tu contacto con el exterior, una experiencia que estás viviendo, algo que viste, escuchaste o sentiste. O puede ser producto de algo que imaginas o recuerdas. Así, el primer caso es disparado por un estímulo externo. Ejemplo: ante un rechazo te dices: “nunca podré manejar esto”. El segundo caso se genera a partir de algo que imaginas. Ejemplo: “mientras piensas en la presentación que harás, te dices: “si se me olvida lo que voy a decirles será realmente bochornoso”. Es importante que te des cuenta que, independientemente que tu pensamiento sea “disparado” por un estímulo externo o por uno interno, ambos “cobran vida” en tu interior, en tu mente” Dos Tipos de Pensamientos Para nuestro propósito, diremos que existen dos tipos de pensamientos:

1. Positivos, útiles o potenciadores y 2. Negativos o limitantes

Los primeros son esos pensamientos que has desarrollado y se generan en un momento dado y dan paso a respuestas, sentimientos y conductas que te ayudan a utilizar lo mejor de ti, a tomar decisiones y acciones que te permiten aprender, crecer y propician tu felicidad y tu éxito.


Los negativos o limitantes, son aquellos que como su nombre lo indica, te llevan a experimentar sentimientos que te dañan y generan conductas limitantes que te impiden lograr lo que deseas. Si somos sinceros, todos en algún momento hemos tenido pensamientos negativos, eso es hasta cierto punto natural, el problema surge en aquellas personas que “disparan” este tipo de pensamientos en forma automática y repetitiva, convirtiéndose en su forma de pensar, en su estilo de pensamiento. Cuando tienes esta forma de pensar, este estilo de pensamiento –limitante- tu vida y tus resultados se verán afectados negativamente, pues esos pensamientos limitaran drásticamente el uso eficaz de tus recursos, dificultando o impidiendo tu crecimiento, tu felicidad y tu éxito. Pensamientos limitados dan paso a estilos de vida limitados. Si comienzas a prestar atención a tus pensamientos y a trabajar para identificar y transformar esos pensamientos que te limitan y te dañan, no tengo dudas de que pronto, estarás viviendo una realidad diferente a la que hoy vives. Para lograrlo, vamos a empezar por conocer: Cómo Pensamos? Una de las formas que tenemos para pensar, es utilizando para ello nuestro lenguaje, específicamente, nuestras palabras. Dicho de otra manera, nuestros pensamientos están conformados con nuestras palabras. Y es aquí, donde tiene más sentido y cobra su justa dimensión la siguiente expresión “de la calidad de tu comunicación depende tu calidad de vida”. La pregunta aquí es: ¿Cómo te comunicas contigo mismo/a? ¿Qué es lo que te dices de forma cotidiana?


Desafortunadamente, muchas personas no se dan cuenta de cómo se hablan a sí mismas, qué palabras utilizan al hacerlo, qué se dicen, y esto se debe sobre todo, a que esta comunicación se lleva a cabo a nivel interno, es por eso que le llamamos Diálogo Interno, y es este diálogo interno lo que conforma nuestros pensamientos. Si aún no has logrado obtener los resultados deseados en tu negocio, en lo profesional, en tus relaciones o en tu vida, muy probablemente se debe a cómo estás “usando” tu Diálogo Interno, cómo piensas. Pensamientos como: “no, yo no soy bueno para esto”, “sabía que no iba a resultar, siempre me pasa lo mismo”, se disparan en forma “automática” limitando tus acciones y afectando tus resultados. En nuestro día a día, en nuestra vida o en nuestro negocio, este tipo de pensamientos se presentan sin que nosotros les demos importancia, sin embargo, finalmente nos impactan de forma negativa. Estos son solo algunos ejemplos de ello: “Yo no sirvo para esto” “¿Será que este negocio funciona?” “Se ve interesante pero… ¿será que yo pueda hacerlo?” “Tengo mis dudas de si esto va a funcionar” “Ella nunca me va hacer caso” “Sabía que no iba a poder con esto” “Siempre soy yo quien lo hecho a perder” “Se ve interesante, mas no creo que a mí me resulte” “¿y si me dicen que no?” “Lo dicho: haga lo que haga esto no va a funcionar” “Esto es lo que me tocó vivir y tengo que aceptarlo” “No soy lo suficientemente listo para esto…” “No sé qué van a pensar cuando les hable de esto” “Lo sabía… esto no es para mí” “No creo que les interese” “Soy muy inseguro”


Como lo comentaba antes, los pensamientos negativos o limitantes solo te llevan –entre otras cosas- a: dudar de tus capacidades, disminuir la confianza en ti mismo, a la indecisión. Y todo esto deriva en la falta de acción o en una acción llena de inseguridad, desempeñándote por debajo de tus capacidades y con pobres resultados, que de seguir así, pueden llevarte a la insatisfacción, la frustración y muchas veces al abandono de tu emprendimiento, tus objetivos o tus sueños. El problema El problema de este diálogo interno, de la comunicación con nosotros mismos, es que se vuelve tan cotidiano que no le damos importancia, le vemos como algo “normal”, sin darnos cuenta de su capacidad limitante y devastadora. Si no tomas consciencia del impacto que tienen tus palabras y tus pensamientos, sobre tus conductas, difícilmente podrás hacer algo para modificarlos. Mientras sigas pensando lo mismo, seguirás haciendo lo mismo y tus resultados se mantendrán como hasta el momento. La pregunta que quiero hacerte ahora es: ¿Son esos los resultados que tú deseas para ti, para tu negocio, en tu vida? Tu vida puede mejorar notablemente si prestas más atención a tus pensamientos y trabajas para transformar esos pensamientos que te han venido limitando. Desafortunadamente poca gente se detiene a pensar en ello y tampoco sabe cómo hacerlo. Para Obtener Resultados Diferentes, es necesario hacer cosas diferentes… Pensar en forma diferente.


La Mente Inconsciente ¿Sabías que tu mente solo es capaz de percibir en forma consciente, una mínima parte de los estímulos e información que recibe? Solo nos damos cuenta -somos conscientes- del 1 al 5 % de lo que percibimos, hacemos o pensamos. El restante 95 al 99% lo procesa tu mente inconsciente, en otras palabras, de un alto porcentaje de lo que vivimos o hacemos no nos damos cuenta. Sin minimizar la relevancia que tiene tu mente consciente, es importante que dimensiones el valor y el impacto que tu inconsciente tiene en tu vida. Tu inconsciente se encarga de muchos de los procesos vitales para mantenerte con vida como son: la respiración, el latido de tu corazón, el proceso digestivo, el parpadeo de tus ojos, entre otros, y también, recibe y procesa, sin cuestionar, los mensajes que le envías –al hablarte, al pensar- y se pone en piloto automático en la dirección que le ofrecen esos mensajes, por esa razón, dependiendo de la información que le envíes, puede actuar a tu favor o en tu contra, como tu aliado o tu enemigo. La pregunta aquí es: ¿Cómo te gustaría que funcionara para ti? Características de tu inconsciente Tu inconsciente posee tres características que es importante tengas en cuenta, ellas son: Toma y acepta el mensaje tal cual se lo envías. Es literal Por esta razón no analiza ni interpreta lo que te dices, lo acepta como una

realidad. Las bromas que te dices o te dicen no son distinguidas como tales, sino

como una instrucción verdadera. Tu inconsciente no tiene sentido del humor.


Así, si te sigues diciendo que “no puedes” o “esto no es para mi” por darte algunos ejemplos, eso actúa como una orden que tu inconsciente se encarga de procesar. ¿Comienzas a darte cuenta por qué es importante cuidar la manera como te hablas/piensas? Está comprobado que nuestros pensamientos desencadenan reacciones no solo a nivel cerebral, sino a través de todo nuestro cuerpo. Al pensar, se movilizan una serie de químicos que generan cambios internos y respuestas corporales. Un ejemplo de ello es: cuando una persona comienza a tener pensamientos que le generan temor, puede tener problemas para moverse y puede comenzar a transpirar. Alguna vez al comenzar a preocuparte fuertemente por algo, ¿has sentido cómo tu estómago comienza a llamar tu atención? Nuestros pensamientos se materializan. Comienza a crear tu Nueva Realidad Tus pensamientos, tus palabras pueden crear tu realidad. “Para la mente es lo mismo pensar que hacer” Lo que quiere decir que tu mente no logra diferenciar si lo que sucede en tu “cabeza” es verdad o no, siendo así, aquello que te dices o imaginas repetidamente se convierte en “tu realidad” ejerciendo un gran impacto en tu vida. Tu pensamiento, una vez que se ha disparado, activa en tu cerebro, lo que se conoce como el Sistema Reticular Activador, un mecanismo que actúa como un filtro, determinando hacia dónde se dirige tu atención, buscando corroborar lo que piensas, de esta manera “crea tu realidad”. Si te dices/piensas: “este no va ser un buen día” o “siento que me va a decir que no” o “por más que haga esto no va a funcionar”, tu sistema reticular activador se enfoca en “la búsqueda” de las “señales” que te confirmen aquello que pensaste. Creando así tu realidad y preparándote para ella. Tu sistema reticular activador está a la caza de información que te permita corroborar aquello que te dices, sea verdad o no.


Además, como acabo de describirlo líneas arriba, tu pensamiento puede producir químicos que te llenen de fuerza y poder, o te debiliten. Nuestros Hábitos Nuestros hábitos juegan un papel importante en nuestras vidas pues ellos reflejan lo que somos. Somos aquello que hacemos o pensamos en forma repetida o consistente. Para que algo sea considerado un hábito debe cumplir con dos características:

1. Ser repetitivo y 2. Ser automático. 3.

Nuestros hábitos son producto de aquello que hemos visto, escuchado, y sobre todo lo que hemos vivido y hacemos en forma cotidiana a lo largo de nuestros días. De esta manera, las personas con las que hemos crecido y aquellas con las que nos relacionamos, así como las situaciones vividas, lo que vemos y leemos, influyen en el desarrollo de nuestros hábitos. Muchos de nuestros hábitos surgen a partir de conductas o pensamientos que creemos inofensivos o intrascendentes, y que por medio de la repetición los convertimos en eso: nuestros hábitos.


Tipos de Hábitos Voy a pedirte que pienses en cuando menos tres hábitos que puedas señalar. Con mucha seguridad, pensaste en cosas como: fumar, llegar tarde a las citas, comer en exceso, lavarte los dientes, saludar, hacer ejercicio, discutir, etc. Y sí, estás en lo correcto, esos son buenos ejemplos de hábitos, son hábitos conductuales. Sin embargo, además de estos, existen otros que “no se ven” y cuyos resultados son evidentes. Así como tus conductas, cuando se vuelven repetitivas y automáticas se convierten en conductas habituales, de la misma manera, tus pensamientos pueden convertirse en pensamientos habituales. Resumiendo podemos decir que tenemos: Conductas Habituales y Pensamientos Habituales

Es importante darnos cuenta que, de todos nuestros hábitos, algunos nos ayudan a obtener resultados positivos, otros por el contrario, nos generan resultados negativos. Mi objetivo aquí, es que comiences a enfocar tu atención en esos hábitos que, como lo dije anteriormente, no se ven aunque han estado repercutiendo en forma negativa en ti. Quiero que comiences a identificar esos Pensamientos Habituales que afectan tu actuación, la limitan y te llevan a generar esos pobres resultados que no deseas, comienza a identificar esos Pensamientos Habituales Negativos o Limitantes. Un pensamiento –negativo- habitual, se “dispara” en forma automática. Cuando esto sucede, ese pensamiento genera un efecto nocivo en ti y te lleva a actuar en forma inadecuada o Incompetente.


Ejemplos: Pensamiento Habitual: “no sé si pueda” Conducta Resultante: al actuar lo haces de forma insegura, el desempeño es pobre. Antes de una presentación Pensamiento Habitual: “no soy bueno para esto” Conducta Habitual: nerviosismo, vacilación, voz baja. Al comenzar una actividad propia de tu negocio Pensamiento Habitual: “no sé para que me metí en esto” Conducta Resultante: falta de compromiso y falta de entusiasmo al intentar hacer el negocio. Ante un rechazo: Pensamiento Habitual: “lo sabía, esto no iba a funcionar” Conducta Resultante: Inseguridad, Abandono Veamos un poco más en detalle lo que generan tus pensamientos… Proceso Contaminante El siguiente es el proceso que generan tus pensamientos: a) Surge el Pensamiento: “no creo que les interese” b) A partir de él se Genera un Sentimiento: Desmotivación, Duda c) Que te lleva a Actuar: con inseguridad, sin entusiasmo y poco convincente. d) El Resultado: pobre actuación, pobre resultado. e) Pensamiento resultante, “la confirmación”: “Lo sabía, no les interesa”


¿Puedes imaginarte como actuarás la siguiente ocasión? Transforma Tus Pensamientos Negativos Líneas arriba, te decía que el objetivo inicial era identificar tus pensamientos negativos, ahora lo importante es saber Cómo vas transformar esos pensamientos. Si te descubriste diciéndote cosas como: “no voy a poder”, “no sirvo para esto”, ”no creo que les interese”, “que tonto soy”, “no creo que funcione”. Si en verdad deseas mejorar tus resultados y con ello tu negocio y tu vida, es necesario que comiences a cambiar la manera como piensas o te hablas a ti mismo. Recuerda que: Tu Calidad de Vida depende de la Calidad de Tu Comunicación –contigo mismo-, dicho de otra manera, depende de tus pensamientos. Si tienes un pensamiento negativo y además es: repetitivo y automático, tu comportamiento se verá afectado por ese pensamiento, y estarás actuando por debajo de tus capacidades reales.


Una Estrategia en 4 Pasos (Cómo transformar tus pensamientos negativos) El primer paso para transformar tus pensamientos negativos en pensamientos que te capaciten y te llenen de poder es: 1. Identifica Identificar tus pensamientos limitantes es el primer paso para transformarlos. Seguramente te estés preguntando: ¿Y cómo lo voy a hacer si son inconscientes? Bien, algunos de esos pensamientos limitantes tú los conoces, desafortunadamente, muchos otros se disparan de manera “automática” en determinadas situaciones con sus respectivas consecuencias. Lo que va a suceder a partir de este momento, es que vas a estar más atento a ese tipo de pensamientos, tal vez pienses que exagero, no obstante, te darás cuenta que ahora es más fácil para ti identificar tus pensamientos negativos. No te preocupes, verás que no es tan difícil. ¿Que cómo sucede?, es algo parecido a lo que voy a decirte: presta atención, hasta que yo te lo diga, serás consciente de tu pie izquierdo, antes de eso, aunque estaba ahí, no eras consciente de él. De igual manera sucede con tus pensamientos. Ahora que has aprendido sobre ellos y del impacto que tienen sobre tus acciones y tus resultados, tu atención está dirigida hacia ellos, lo que hace más fácil que los “veas”. Por otra parte, ¿te acuerdas del Sistema Reticular Activador?, ahora entra en acción. Cuando has comenzado a detectar esos pensamientos, pasas de Inconsciente Incompetente a Consciente Incompetente, ahora ya te das cuenta de tus pensamientos, pensamientos que habían venido limitando tu actuación y tus resultados.


*¡Toma Acción Ahora!* Lo que tienes que hacer ahora es Mantenerte atento/a para “atraparte” pensando negativamente o en forma limitante. La idea es que comiences a ser consciente de en qué momentos surgen y cuáles son esos pensamientos. Anota esos pensamientos, será el material con el que vas a comenzar a trabajar. El siguiente paso: 2. Cancela Después que te has “atrapado” pensando negativamente, lo que vas a hacer es cancelar ese pensamiento en forma inmediata. Veamos cómo: Imagínate lo siguiente: estás a punto de hacer una presentación y unos minutos antes de iniciar, te descubres pensando/diciéndote; “No sé si voy a hacerlo bien”. Este pensamiento generará sentimiento de duda en ti, la consecuencia: un comportamiento por debajo de tu real capacidad. Una idea más: Imagina que al estar haciendo una presentación y te das cuenta que te equivocas, en ese momento piensas: “lo sabía… siempre me tengo que equivocar”. Así generas un sentimiento de incapacidad, y como tu presentación aún no termina, seguramente tu desempeño será aun más pobre. O está este otro ejemplo: estás a punto de llamar a uno de tus prospectos cuando te dices: “no creo que le interese, me dijeron que acaba de comprar un producto parecido”. Después de decirte esto ¿crees que harás la llamada? Una vez que te “atrapaste” diciéndote/pensado algo limitante o negativo, lo que haces en forma inmediata es decirte a ti mismo: Cancelado.


El Cancelar tiene el objetivo de interrumpir el proceso, es lo que se conoce como alto al pensamiento, ahí empiezas a modificar el resultado. ¿Por qué sucede esto? Porque al detener el pensamiento, al no seguir la misma ruta, “no llega” a causar su impacto. *¡Toma Acción Ahora!* A partir de este momento, comenzarás a cancelar tus Pensamientos Negativos. Una vez que te das cuenta que estás pensando/hablándote en forma negativa o limitante, de forma inmediata cancelas ese pensamiento. La idea es interrumpir el circuito cerebral que lo mantiene. Y bueno, aunque esto ayuda, no es suficiente, y es aquí donde viene el siguiente paso: 3. Sustituye ¿Por qué cancelar no es suficiente? Permíteme explicarte por qué: Cuando tienes un pensamiento, se establece una conexión entre varias neuronas, cada que tienes ese pensamiento, la misma conexión se establece. Así, después de repetirse varias veces, tu pensamiento –negativo o positivo- ha creado un surco o sendero neuronal y mientras más se recorra más fácil se hace la conexión y se “dispara”. Usaré una analogía para continuar mi explicación: Si caminas todos los días sobre el césped de un lugar, para llegar a tu destino, después de varias semanas, seguramente habrás creado en ese lugar un surco o sendero, si dejas de pasar por ahí el surco desaparecerá. Sin embargo, para dejar de pasar por ahí y llegar a donde deseas, tienes que haber definido una ruta alterna, ¿cierto?


Bueno, pues con el pensamiento sucede lo mismo, podemos detenerlo, sin embargo, a menos que creemos una opción, a menos que demos a nuestra mente una nueva ruta, pronto seguiremos recorriendo el mismo sendero neuronal. De ahí la necesidad de crear un pensamiento sustituto, un pensamiento que provoque una respuesta diferente, que genere en ti sensaciones de confianza, de seguridad y poder, habilitándote al momento de actuar. Así que, después de identificar y cancelar ese pensamiento que nos limita y nos resta poder es necesario ofrecer a nuestra mente una nueva ruta, un nuevo sedero que nos lleve a un nuevo destino y esto se logra a través de un pensamiento capacitador. Al definir el nuevo pensamiento –el sustituto- es importante que consideres lo que de verdad quieres, en lugar de lo que No quieres. Por ejemplo, alguien cuyo pensamiento negativo o limitante fuera: “siempre me equivoco” podría considerar como pensamiento sustituto: “ya no quiero equivocarme” o “ya no me equivoco”, en este caso, la manera como ha definido su sustituto –en negativo-, será poco útil para mejorar. Insisto, la cuestión es: qué quieres, siendo así, una definición útil sería: “cada vez lo hago mejor” o “estoy atento y lo hago mejor”. Otro ejemplo, de una definición poco útil sería: Pensamiento Negativo: “Tengo miedo”, el sustituto mal definido: “no quiero tener miedo” La definición útil podría ser: “Me siento seguro” o “tengo confianza en mí”.


Nuevamente, el pensamiento sustituto puede ser formulado como una pregunta, a continuación tienes algunos otros ejemplos: Pensamiento Negativo Pensamiento Sustituto

“no creo que les interese”

“¿cómo puedo hacerlo interesante para ellos?”

“siempre me sucede lo mismo”

“¿qué puedo aprender de esto?”

“no voy a poder”

“esta vez lo haré mejor”

“no soy muy hábil para esto”

“cuando practico me vuelvo más hábil”

“no se puede”

“¿cómo puedo lograrlo?” *¡Toma Acción Ahora!* Ahora, tu tarea es: comenzar a definir pensamientos sustitutos, pensamientos que te otorgan poder y te habilitan, pensamientos con los que ahora sustituyes esos pensamientos que habías venido teniendo. Recuerda hacerlo en positivo o en forma de pregunta útil y que te dé poder. Una vez que has definido tus pensamientos de poder, es necesario utilizarlos, “ponerlos a trabajar”, para ello tienes que hacer lo siguiente: Después de identificar y cancelar tu pensamiento limitante, para poder construir en tu mente esa nueva conexión neuronal y comenzar a crear el nuevo sendero, es necesario que inmediatamente después de que has cancelado, sustituyas, diciéndote a ti mismo el pensamiento capacitador que has definido. Ejemplos: Pensamiento Limitante: “no sé si hacerlo o no” Cancelas: Cancelado Pensamiento Potenciador: “hacerlo me ayuda a aprender y crecer” “hacerlo me acerca a mi objetivo” “puedo hacerlo ahora”


Pensamiento Limitante: (después de 3 rechazos) “tenían razón, esto no sirve” Cancelas: Cancelado Pensamiento Potenciador: “cada vez estoy más cerca de conseguir mi objetivo” “bien, aún no es su momento” “la experiencia me fortalece” Cuando esto está sucediendo y estás atento para hacerlo bien –teniendo el pensamiento potenciador-, te encuentras en el nivel de: Consciente Competente. Ahora que has dado estos tres pasos, lo siguiente es:

4. Fortalece El objetivo aquí es fortalecer el circuito cerebral que ha creado tu pensamiento potenciador, la repetición es un factor determinante en este paso. Por esa razón, para lograr que la conexión neuronal, que comenzaste a crear, se fortalezca, es necesario que establezcas, una serie de señales o recordatorios que activen esa conex ión. ¿Cómo se crea una señal? Las señales no son otra cosa que escribir y colocar en un lugar visible para ti –aunque discreto a la vez- el o los pensamientos de poder que has definido para ti. Ejemplos de esto pueden ser: tenerlo en el espejo en el que te ves por las mañanas, colocarlo en la visera de tu auto, al bajarla verás la señal, otro más podría ser tu cartera, de tal manera que cuando la abres aparecerá frente a tus ojos nuevamente el pensamiento. La repetición no solo se limita a estas ideas, tú puedes ser tan creativo como lo desees para promoverla.


La repetición del pensamiento conscientemente elegido, del pensamiento capacitador, juega un papel fundamental en el proceso de cambio, con ella se logra el condicionamiento de tu mente. Es a través de la repetición que logras instalar el nuevo hábito, y es en base a esta –a la repetición- que el pensamiento se vuelve automático. *¡Toma Acción Ahora!* Tu tarea es escribir y colocar tus “señales” en aquellos puntos –lugares- estratégicos para ti, que te permitirán fortalecer el circuito, y lo más importante, desarrollar un pensamiento habitual que te llene de poder para alcanzar el éxito y tu felicidad. Recuerda: “la repetición es la madre de la habilidad” Como lo dije anteriormente, para mí, Pensar, es de todos nuestros recursos, el que Mayor Poder nos ofrece, y si aprendemos a usarlo, puede crear una notable diferencia en nuestras vidas, sigamos ahora con:


EL PODER DE PENSAR Ya hemos visto que nuestros paradigmas actúan como filtros a través de los cuales interpretamos todo lo que vivimos, vemos, leemos o escuchamos, también hemos visto que nuestros pensamientos habituales afectan cómo nos sentimos y cómo actuamos y a menos que revisemos ambos y comencemos a cambiar o transformar aquellos que nos limitan y que no son útiles para nosotros, nuestros resultados seguirán siendo los mismos que han sido hasta ahora. Además de lo anterior, nuestro pensamiento, nos ofrece un poder que, si nos atrevemos a utilizarlo, puede transformar radicalmente nuestra vida. Tu pensamiento crea tu realidad. El Poder del Pensamiento te da: El Poder de Elegir y Decidir Quizá pueda sonar fuerte lo que voy a decirte pero: la vida, tu vida, el cómo vives hoy, no es más que el resultado de tus decisiones y de nada más. De esta manera, si las cosas te van bien, felicidades, eso quiere decir que has tomado buenas decisiones, esto no significa que todas tus decisiones han sido siempre las mejores, aunque al final, la balanza se inclina hacia el lado positivo. Si por el contrario, la vida que llevas no es la que quieres para ti, seguramente se debe a que tus decisiones no han sido de lo mejor. Una de las decisiones más comunes y que mayor impacto tiene en la vida de una persona, es aceptar que sean las circunstancias –actuales o pasadas- u otras personas, las que definan lo que ha de hacer y cómo debe vivir. Si realmente deseas mejorar tus resultados y cambiar la manera como vives, es necesario que te des cuenta que no importan las condiciones en las que hayas nacido, ni las cosas que hasta ahora has vivido. Lo verdaderamente importante es tu decisión para comenzar a transformar tu realidad, asumir que lo que sucede en tu vida es sólo responsabilidad tuya y de nadie más, siendo así, está en tus manos hacer de tu vida lo que tú deseas.


Todas tus decisiones, incluso las –aparentemente- pequeñas, juegan un papel importante en tu vida, pues van conformando lo que terminarás siendo. Mi decisión de trabajar cortando limón, me permitió darme cuenta que eso no era lo que yo quería para mí, y decidí que solo sería algo temporal, solo un escalón que me permitiría alcanzar lo que yo quería: “volar a grandes alturas”. Ahora quiero preguntarte: ¿Vas a permitir que sean las circunstancias las que determinen tu vida? ¿Vas a dejar que otros decidan por ti cómo puedes y tienes que vivir? O vas a dejar de quejarte y de culpar a los demás, para comenzar a tomar las riendas de tu vida y dirigirla hacia donde tú lo deseas. Si decides asumir la responsabilidad de tu vida, es importante que tengas en cuenta que estás expuesto a equivocarte, lo valioso de todo esto es que serán tus decisiones y no las de otros las que hayas puesto en marcha y muchas de esas decisiones han de llevarte a lograr lo que tú deseas. Recuerda: “No existen ni la solución correcta ni la respuesta correcta. Haz y aprende de lo que hiciste y disfruta de lo logrado” Alejandro Álvarez Ayala Tú Decides Muchas personas aceptan lo que viven aun sin estar satisfechas con ello, como si fuera lo único a lo que pueden aspirar. Otras más se quejan interminablemente de lo que les tocó vivir y no se dan cuenta que eso, lo único que hace es “prolongar su agonía”.


Hace algunos años un hombre llamado Viktor Frankl, fue recluido en un campo de concentración durante el régimen de Adolfo Hitler. Viktor Frankl fue despojado de todo: de su familia, de sus posesiones materiales y de su estatus profesional, mientras lo recluían se dijo para sí: “podrán quitarme todo, lo único que nunca podrán hacer, es despojarme de mi libertad interior de decidir…” su libertad interior para elegir cómo sentirte, cómo vivir!. Y es este poder, el poder de elegir y decidir, lo que crea la diferencia entre vivir una vida limitada e insatisfecha o una vida rica y llena de posibilidades, entre la mediocridad y el éx ito. Vivir quejándose o lamentando lo que sucedió, culpar a los demás o a las circunstancias que vivimos o hemos vivido y asegurar que es eso lo que nos impide alcanzar la felicidad o el éxito en la vida o en nuestros negocios, es responder de una forma realmente limitada, es renunciar a una de nuestras capacidades más preciadas: Tu Libertad Interior de Elegir y Decidir cómo quieres vivir. Es renunciar a tu capacidad para pensar, para crecer y mejorar, es no hacer uso del Poder del Pensamiento. Las personas exitosas saben que lo importante, “no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”. Lo importante es qué significado le das a lo que te sucede y lo que decides hacer a partir de eso. Ante un obstáculo, ¿qué ves (qué significado le das), un problema o una oportunidad? Al ingresar al campo de concentración, Viktor Frankl pudo haberse quedado lamentándose y llorando por su mala suerte y esperar su muerte, sin embargo, decidió que haría lo que estuviera a su alcance para mantenerse con vida, que esa sería una oportunidad para aprender todo lo que pudiera, y que mientras estuviera ahí ayudaría a los demás. Viktor Frankl, fue capaz de sobrevivir a esa experiencia, y no solo eso, hizo de ella una oportunidad para aprender y más adelante enseñar a los otros lo que ahí aprendió. A partir de todo lo que vivió, desarrolló lo que hoy se conoce como Logoterapia.


En mi caso, pude haberme quedado viviendo y quejándome de las condiciones y el ambiente en el que nací, y dejar que así transcurriera toda mi vida. A diferencia de eso, decidí que mi vida podría ser diferente y que haría todo lo que estuviera a mi alcance para que así sucediera. Así, comencé a construir mi destino. Aquí, quiero preguntarte algo: ¿La forma en que vives tú y los seres a los que amas, es la vida que merecen? ¿Crees que podría ser mejor? Pensar, usar el Poder del Pensamiento, te da la capacidad, el poder para transformar tu vida, para rediseñarla y convertirla en lo que tú deseas. El ser humano es el único ser capaz de evaluar su condición actual y a partir de ella definir su estado deseado. Ahora está en tus manos comenzar a construir tu realidad, de ti y solo de ti depende la transformación. Ten en cuenta que: El éx ito y el fracaso se inician en tu mente. Tómate el tiempo para definir lo que deseas, para crear el cuadro completo de tu nueva realidad. Seguir viviendo tal como vives ahora o mejorar, es tu decisión. Cuando defines el “cuadro” completo de lo que deseas alcanzar, le estás suministrando información clara a tu mente y pones en marcha el piloto automático que estará a la caza de aquello que tiene una alta prioridad para ti. Además, comenzarás a tener directrices que te permitan dirigir tus acciones. Al definir lo que deseas, ten presente que tener objetivos limitados te llevará a tener una vida limitada, así que ¿Qué es lo que realmente quieres para ti?


*¡Toma Acción Ahora!* Rediseña tu Vida / Define tus Sueños

1. Define qué es lo que quieres para ti. a. Ahora escribe: ¿Qué es lo que deseas en tu vida? Al hacerlo, no te preocupes por cómo vas a lograrlo, sólo date la oportunidad de escribir lo que deseas. Los límites son tan estrechos como tú lo decidas. Date un tiempo y define qué es lo que quieres en los diferentes ámbitos de tu vida: negocio, familia, estado físico, estado mental, finanzas, etc. b. Una vez que lo has definido, identifica 4 o 5 objetivos, los que sean más trascendentes o importantes para ti. Define en cuánto tiempo vas a alcanzarlos. Es importante que entre ellos haya un balance entre el mediano y el largo plazo. Esto es, que no sean solo objetivos de largo plazo. 2. Cambia tus creencias Una vez definido lo que quieres, revisa cuáles son tus paradigmas/creencias en relación a lo que has escrito: ¿Es posible lograrlos? ¿Es fácil o es difícil? ¿Es algo que mereces? (Estas preguntas no son las únicas que puedes hacerte) Si encuentras respuestas negativas, pregúntate ¿cómo fue que desarrollaste esas creencias? ¿Son tuyas o son heredadas? ¿Qué tan útiles resultan para ti, para alcanzar la vida que deseas? ¿Qué sucederá si no la(s) cambias? ¿Qué sucede ahora cuando las cambias?


Después de haberlo hecho seguramente encontrarás cosas interesantes, y lo mejor de todo, es que tú tienes el poder de cambiarlas, de adoptar las creencias que quieras y que sean más útiles para ti. Después de todo, como dice un amigo: “el mismo trabajo que cuesta tener creencias que te limitan, también lo es para las creencias que te son útiles y te potencian”. ¿Cuáles decides tener tú? 3. Pregúntate qué tipo de persona requerirías ser para alcanzar lo

que deseas. Qué características debes poseer para lograr lo que deseas: ser más disciplinado/a, más flexible, atrevido, tener más conocimientos, ser más persistente, más paciente, etc. Identifica y anota cada una de estas características. Ahora pregúntate: ¿Qué puedo hacer ahora para comenzar a ser ese tipo de persona que necesito ser para alcanzar mis sueños/objetivos? No termines el día de hoy sin haber hecho algo –por pequeño que sea- para comenzar a ser el tipo de persona que necesitas ser. Y recuerda Ser Consistente. “Somos aquello que hacemos repetidamente”.

4. Desarrolla un Plan de Acción Sin un plan de acción difícilmente lograrás alcanzar lo que deseas. Pregúntate: ¿Qué clase de acciones debo llevar a cabo para obtener los resultados que deseo? Una excelente forma para desarrollar tu plan es comenzar de atrás para adelante, esto es, como si ya hubieras alcanzado tu meta. Para ello puedes preguntarte: ¿Qué tuvo que haber sucedido para que esté aquí ahora?, después de contestarte, nuevamente hazte la misma pregunta y así sucesivamente hasta llegar al punto inicial, hasta el estado actual.


5. Entrénate para el Éxito Una vez que has identificado el resultado o desenlace deseado, que has comenzado a modificar tus paradigmas, has definido el tipo de personas que requieres ser para lograr tus objetivos, y has desarrollado el plan. Ahora voy a pedirte que uses el poder que te ofrece el pensamiento. Imagínate disfrutando de tus logros, eso que has definido para ti. Obsérvate con lujo de detalles, permítete ver todo lo que te rodea en este momento de logro, escucha todos y cada uno de los sonidos y voces que se generan ahora, y experimenta, siente lo que todo esto te produce, deja que tu mente y tu cuerpo respondan a esta experiencia. Disfrútalo!. Repite este ejercicio varias veces, al hacerlo, estás entrenando a tu mente y a tu cuerpo para el éxito y les estás dando información de que este, es un resultado posible en tu vida.

Recuerda: lo importante no es lo que te sucede, sino el significado que le das a eso que te sucede y lo que decides hacer en consecuencia.


QUÉ HACER CUANDO LAS COSAS NO FUNCIONAN? Como te dije anteriormente, comenzar a construir tu vida, implica tomar tus propias decisiones, lo que te expone a la posibilidad de equivocarte, y al mismo tiempo, te ofrece la oportunidad de crecer y alcanzar tus sueños. Hace algún tiempo, hablando con un buen amigo acerca de un proyecto me preguntó: “¿Ale, qué haces cuando las cosas no se dan como tú lo planeaste, cuando no resultan?” Mi respuesta fue: “cuando las cosas no salen como yo quería, pienso que aún no era el momento para que esto se diera” Mi amigo me dijo: “¿No te molesta no haberlo logrado? ¿No sientes que fracasaste?” “No puedo negarte que me siento un tanto contrariado, sobre todo si invertí recursos en él, mas no me quedo “atorado” en ese sentimiento, por otro lado, no siento que haya fracasado”, le respondí y continué mi explicación: “Mira, lo que hago, es que no desecho la idea, sé que la retomaré más adelante y, algo muy importante para mí, es que para ese momento ya sé mucho más de lo que sabía cuando inicié mi proyecto o mi emprendimiento. Lo veo como un proceso de aprendizaje que me permite crecer”. Cuando planeas hacer algo o alcanzar un resultado determinado, las cosas no siempre resultan como tú las planeas, a veces requerirás un poco más de tiempo, así que: se paciente. Por otro lado, puede que el resultado no sea el que tú deseabas, lo interesante es que puede ser aun mejor y si no es así, tranquilo, aún tienes la oportunidad de mejorarlo. ¿No es cierto? Esto me da la oportunidad para compartir contigo dos ideas interesantes que aprendí también de la Programación Neurolingüística y que están relacionadas con lo que acabo de decirte: “No existe el fracaso, solo información útil”


“El elemento del sistema con mayor flexibilidad, tiene mayor control sobre los demás elementos del sistema” DISFRUTA CADA UNO DE TUS LOGROS Ahora quiero compartir contigo algo que considero puede serte útil: Cuando inicias un proceso de cambio o un emprendimiento, es conveniente darte cuenta que consolidarlo te llevará algún tiempo. Algunas veces pudiera parecer que está más lejos de lo que realmente está. Ten paciencia, recuerda que las cosas buenas, tal como los buenos vinos requieren tiempo para madurar y ganar en riqueza y valor. Durante el proceso, quiero sugerirte que tengas muy en cuenta el disfrutar de todos y cada uno de tus logros por pequeños que parezcan. No importa lo que signifiquen para los demás, lo importante es qué significan para ti, qué tuviste que hacer o dejaste de hacer para lograrlo, cuál fue el precio que pagaste para alcanzarlo. Por eso, insisto, todos tus logros celébralos, felicítate por ellos, porque por pequeños que parezcan, finalmente, a partir de cada uno de ellos estás construyendo, dándole vida a tu sueño, cada una de esos logros te acerca cada vez más a tu meta.


MI INVITACIÓN PARA TÍ… Finalmente, quiero invitarte a compartir conmigo y que experimentes las sesiones virtuales que vienen incluidas con la compra de este producto. Son 4 conferencias que están en formato de video, y en las que hablaré sin tapujos de mi historia de vida. Ahí te revelare cosas más privadas e íntimas de mi vida, asi como tambien secretos y fórmulas que me han dado ¡Asombrosos! Resultados en mis negocios. Además compartiré contigo, fotos de mi familia, y de mis anteriores trabajos. Para acceder a ellas por favor da clic en el siguiente enlace: http://delavaplatosaempresario.com/curso/ Cuando pagaste por este producto, debiste haber recibido tu usuario y tu clave en tu correo electrónico. Bien, esos datos son los que debes utilizar en la parte que dice “Miembros”, para acceder a la segunda parte de este curso. Si olvidaste o extraviaste tus datos de usuario. Desde allí mismo los podrás recuperarlos automáticamente, y también podrás ponerte en contacto con mi equipo para que te ayuden en lo que necesites. Revelaré cada paso en mi camino, cada detalle, cada caída y cada nuevo despertar. Te ofrezco conocer mi vida al detalle, en éstas sesiones estará confesando intimidades que hasta el día de hoy se han mantenido en ¡Secreto! ¡Gracias y Enhorabuena por haber llegado hasta aquí… nos vemos en la siguiente fase!

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