De La Totalidad Al Lugar - Milton Santos (1)

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Un clàsico de la geografìa actual

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  • 10 / De la totalidad al lugar

    gran fractura norte-sur, ha sido puesta en prctica por MiltonSantos en este tiempo. Este libro es un buen ejemplo de ello.

    Bajo el ttulo de la totalidad al lugar, pretende incluirsu pensamiento crtico, que analiza el fenmeno de laglobalizacin desde un punto de vista crtico y propone lareinsercin de lo local como defensa de la diversidad y delpatrimonio histrico.

    En el primer captulo analiza las relaciones entre lasociedad y el espacio, en lo que constituye una ampliarevisin bibliogrfica sobre el concepto de formacin socialen relacin con la crisis del marxismo. En el segundocaptulo presenta sus reflexiones sobre el estado nacin desdeun punto de vista ms pragmtico, muy interesante en elmomento en que tanto se habla de la crisis del estado.

    En una segunda parte, introduce el estudio de ladivisin social del trabajo. El captulo tercero es un anlisis delas ciudades y de la urbanizacin en el Tercer Mundo, en elque realiza una crtica a los modelos tericos importados enel anlisis tradicional El cuarto captulo supone una brevereflexin terica sobre la nueva terciarizacin, en la queplantea la inadecuacin de las clasificaciones y el maluso delas estadsticas El qu'no captulo, bajo el ttulo de las ciudadeslocales en el Tercer Mundo, permite una definicin deciudad, presentando lo local como modelo de consuno y suevolucin histrica. El captulo sexto es un debate sobre ladualidad entre moderno y tradicional y los circuitos inferiory superior de la economa, en el que se propone unaintegracin entre produccin y consumo.

    La tercera parte, est dedicada ya al estudio de laglobalizacin y del medio tcnico-cientfico El septimocaptulo introduce la definicin espacial del medio tcnico-cientfico y sus caractersticas urbanas, con una aplicacin alcaso de Brasil. El octav captulo presenta el papel activo delterritorio con la interdependencia universal de los lugares.Mientras el noveno captulo aborda el anlisis de los espaciosde la globalizacin y el dcimo el nuevo papel del lugar.Finalmente, el undcimo captulo se dedica a la reflexinsobre los espacios e la racionalidad, en los que presenta elmundo como un sistema de posibilidades que depende de lasoportunidades de cada lugar.

    Prefacio / 11

    Este libro de viajes, del gran viaje terico de MiltonSantos, uno de los grandes pensadores de la Geografacontempornea, constituye una aportacin muy especial a labibliografa geogrfica en lengua castellana Como indica elautor, la profesora Maria Laura Silveira realiz la primeraversin y ayud en la seleccin y ordenacin de los textosque se presentan. La primera versin ha sido corregida yrevisada por Sergi Martnez Rigol, del Grup d'EstudisTerritorials 1 Urbans de la Un'versitat de Barcelona. A elloshay que agrade er su desvelo e inters A Jordi Garca Jacas,el editor tambin, ya que a pesar de las leyes del mercadosigue publicando libros de Geografa, que constituyen la basede nuestro trabajo de formacin de gegrafos.

    Finalmente, hay que agradecer a Milton Santos, sulucidez y su empeo en seguir ilustrndonos. Sea estapublicacin un homenaje, en un ao tan especial, cuandoMilton ha cumplido los seten a aos en una madurez gloriosay ha aceptado entrar en el claustro de doctores de laUniversitat de Barcelona.

    Barcelona, Septiembre de 1996

    Dr Caries Carreras i VerdagucrCatedrtic de Geografia HumanaDirector del Departament de Geografia HumanaUniversitat de Barcelona

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    Sociedad y espacio: la formacin socialcomo teora y como mtodo*

    Lo que no est en ungn lugar no existe.Aristteles, Fsica

    El papel del espacio en relacin a la sociedad ha s dofrecuentemente minimizado por la Geografa. Esta disciplinaconsideraba fundamentalmente el espacio como teatro de lasacciones humanas. Lucien Febvre (1932:37) destacaba que elencaminamiento de los gegrafos parte en general del suelo yno de la sociedad. Esto es consecuencia de que, como recuerdaR.E Pahl (1965'81), la Geografa Social se desarrolllentamente ("since the idea that "geographers star from soil,not from society" (Febvre, 1932:37) was until recently widelyheld by most geogr aphers, and is indeed still held by sonie, it iseasy to understand why Social Geography has bee i slow todevelop ").

    Se puede decir que la Geografa se interes mas por laforma de las cosas que por su formacin. Su dominio no era elde las dinmicas soc ales que crean y transforman las formas,sino cl de las cosas ya cristalizadas. Esto proporciona unai magen invertida que impide aprehender 'a realidad si no sehace intervenir la Historia. Si la Geografa desea interpreta elespacio humano como el hecho histrico que es, solamente lahistoria de la sociedad mundial, aliada a la sociedad local,puede servir como fundamento a la comprensin de la realidadespacial y permitir su transformacin al servicio del hombre La

    Traduccin de ' Society and Space: social formation as theory and method',in, Antipode , vol. 0, ne 1, 1977; pp 3-13.2

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    Historia no se escribe fuera del espacio y no hay sociedadaespacial. El espacio, en si mismo, s social.

    De ah que la categora de Formacin Econmica ySocial nos parece la ms adecuada para contribuir a laformacin de una teora vlida del espacio. Esta categora serefiere a la evolucin diferencial de las sociedades, en su marcopropio y en relacin con las fuerzas xternas de donde provienems frecuentemente el impulso La base misma de laexplicacin es la produccin, esto es, el trabajo del hombre paratransformar, segn leyes histricamente determinadas, elespacio con el cual el grupo se confronta. Deberamospreguntar si es posible hablar de Formacin Econmica ySocial sin incluir la categora del espacio. Se trata, de hecho, deuna categora de Formacin Econmica Social y Espacial msque de una simple Formacin Econmica y Social, tal cual fueinterpretada hasta hoy. Aceptar la categora de FormacinEconmica y Social, sin tener en cuenta el espacio, conduciria aaceptar el error de la interpretacin dualista de las relacionesHombre-Naturaleza. Naturaleza y espacio son sinnimos, si seconsidera la Naturaleza como una naturaleza transformada, unaSegunda Naturaleza, como denomin Marx.

    No es nuestro propsito engrosar an ms el debatesemntico sobre la Formacin Econmica y Social, sino sugeriruna nueva dimensin que nos parece esencial y que sera unaalternativa en el marco de esta nueva corriente de pensamientode la cual habla S. Barrios (1976), que propone "unaconcepcin del espacio que supere las fronteras de lo ecolgicoy abarque toda la problemtica social .

    1.1 La categora de formacin social

    Se ha recordado que la categora de FormacinEconmica y Social' a pesar de su importancia para el estudiode las sociedades y para el mtodo marx sta, no mereci,durante un largo perodo, estudios y discusiones que llevasen arenovar y perfeccionar el concepto 2 Esta categora habrapermanecido, segn V Gerratama (1972-1973), "en una zonade penumbra discreta, como una expresin desprovista de

    Sociedad y espacio: la formacin social corno teora / 19

    significacin especial". Sereni (1970) censura a los marxistasde la 2a Internacional por el hecho de no haber comprendidoesta nocin, a excepcin de Antonio Labriola y Franz Mehring.El largo reinado de Stalin en el Kremlin, el centralismodemocrtico de los partidos comunistas occidentales, laascencin de Hitler al poder y la guerra fria, juntos oseparadamente, han confluido contra toda renovacin,particularmente para esta categora, cuyo desarrollo se retras'.

    Slo recientemente -hace menos de veinte anos- seretom el debate. Varios autores consideran que debemos aSereni la rehabilitacin de la categora'. Para Labica (1974),este esfuerzo representara una verdadera "higiene terica",mientras que Glucksmann (1974) pone de relieve la distincin,hecha por Sereni, entre modo de produccin y formacin social,contrariamente al marxismo de la 2a Internacional y dePlekhanov, a quien critica por confundir los dos conceptos.Segn Texier (1974), Sereni nos ofreci una interpretacin dela Formacin Econmica y Social que habra escapado alpropio Lenin.

    Para Sereni, esta categora expresa la unidad y latotalidadde las diversas esferas -econmica, social,potica,

    cultural- de la vida de una sociedad, de all la unid d de lacontinuidad y de la discontinuidad de su desarrollo histrico.Segn ese autor (1974), siemp e es preciso poner en relacinlos datos estructurales con una produccin determinada, lo cualexplica que todo modelo de formacin econmica y social esun modelo fundado sobre la totalidad estructurada. Se aproximaen esto a Lucks (1970), para qui en el estudio histrico de lassociedades opone a la primaca de lo econmico la de latotalidad.

    El concepto de Formacin Econmica y Social no serefiere a la "sociedad en general', ino a una sociedad dada,como Lenin (1897) hizo respecto del cap talismo de Rusia. YGlobot seala (1967) que "Marx pudo fundamentar el mtodocientfico en Historia precisamente porque supo aislar desde elinicio los raciocinios 'histrico filosficos sobre la sociedad engeneral y se propuso dar solamente un anlisis c entfico deuna sociedad y de un progreso'. Para Lenin, su estudio deberacubrir de manera"concreta" "todas las formas del antagonismo

  • 20 / De la totalidad a lugar

    econmico en Rusia' y 'trazar un cuadro conjunto de uestrarealidad como un sistema determinado de relaciones deproduccin .

    El concepto de Formacin Econmica y Social dijo V.Gerratama (1973), "es superfluo para quien se ocupa de lasociedad en general". Eso es verdad si se visualizan aspectosesencialmente generales, tpicos de pases con el mismo estadiode desarrollo histrico, como se refleja entre Kelle y Kovalson(1973). Su papel es justamente permitir "la determinacinespecfica (para un modo de produccin definido) de lasvariaciones de la existencia histrica determinada' (Althusser,1965). Cuando exa finamos el problema de la sociedad,escr bi Bujarin (1921), "encontramos enfrente tipos histricosdefinidos de sociedades. Eso significa que no hay una 'sociedaden general', sino que una sociedad existe siempre bajo unaspecto histrico determinado. Cada sociedad viste la ropa desu t empo' . Aqu est la distincin entre Formacin Econmicay Social y sistema social, pudiendo este segundo conceptoaplicarse a cualquier forma de sociedad

    El inters de los estudios sob e las formacioneseconmicas y sociales est en la posibilidad que ofrecen depermitir el conocimiento de una sociedad en su totalidad y ensus fracciones, pero siempre con un conocimiento especfico,percibido en un momento dado de su evo ucin. El estudio

    gentico permite reconocer, a partir de su filiacin, lassimilitudes entre Formacin Econmica y Social; pero eso no

    es suficiente. Es preciso definir la especificidad de cadaformacin, aquello que la distingue de las otras, y, en suinterior, la aprehensin de lo particular como una visin deltodo un momento del todo, as como el todo reproducido enuna de sus fracciones.

    Ninguna sociedad tiene funciones permanentes, ni unnivel de fuerzas productivas fijo, ninguna est marcada porformas definitivas de propiedad, de relaciones sociales. "Etapasen el transcurrir de un proceso' , como Labriola las defini, lasformaciones econmicas y sociales no pueden sercomprendidas sino en el marco de un movimien o totalizado ,en el cual todos sus elementos son variables que in eractan yevolucionan juntos, sometidos a la ley del todo. La sociedad

    Sociedad y espacio: la formacin social como teora / 21

    evoluciona sistemticamente, como "un organismo socialcoherente cuyas leyes sistmicas son las leyes supremas, lamedida-patrn para todas las otras regularidades ms

    especificas (a coherent social organism whose systemic laws(.. ) were the supreme laws, the standard measures for all theothers, more specific regularities) (V. Kusmin, 1974).

    La nocin de Formacin Econmica y Social comoetapa de un proceso histrico, que preocup a Marx, es uno delos elementos fundamentales de su caracterizacin'. "Eldesarrollo de la formacin econmica de la sociedad esasimilable a la marcha de la naturaleza y de su historia", decaMarx en el prefacio de la primera edicin de El Capital, comopara dar al desarrollo histrico y a sus etapas el lugar central enla interpretacin de las sociedades. Con eso, Marx quera evitar"el materialismo abstracto de las ciencias naturales", donde eldesarrollo histrico no es considerado (Jakubowsky, 1971) ensus causas y consecuencias, an cuando no fuese el caso dedelimitar las formaciones sociales de manera extremadamenteprecisa. Es todo el problema de las transiciones' y de las cr'sisque est planteado as, como un problema mayor delmaterialismo histrico y de la prctica poltica.

    Aqu, la distincin entre modo de produccin yformacin social aparece como necesidad metodologica7 Elmodo de produccin sera el "gnero' cuyas formacionessociales seran las "especies"' , el modo de produccin seranicamente una posibilidad de realizacin, y solamente laformacin econmica y social sera la posibilidad realizada 9 .Como dijo cmicamente Rudner (1973), "evidentemente, lapretensin de que alguna entidad tiene una disposicin paramanifestar, o potencialmente puede manifestar, algunapropiedad, es diferente de la pretensin de que estmanifestando dicha propiedad. As, decir que una casa escombustible obviamente no es lo mismo que decir que estardiendo. Claro est que puede ocurrir que entidades quepueden manifestar ciertas propiedades, nunca lleguen aexhibirlas. Un terrn de azcar del que afirmamos con verdadque es soluble, puede no disolverse nunca (y para que laafirmacin sea ordenada, no es necesario que ella ocurra); en su

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    lugar, puede evaporarse en una prueba atmica o ardertransformndose en cenizas".

    La nocin de Formacin Econmica y Social esindisociable de lo concreto, representado por una sociedadhistricamente determinada. Definirla es producir unadefinicin sinttica de la naturaleza exacta de la diversidad y dela naturaleza especfica de las relaciones econmicas y socialesque caracterizan una sociedad en una poca determinada (M.Godelier, 1971, 1972). Esta exigencia de concreticidad, sobre lacual insisti Sereni (1974), no quiere en modo alguno decir quese puedan percibir elementos concretos aislados como una cosaen si misma (thing in itself). Una Formacin Econmica ySocial es "un objeto real que existe independiente de suconocimiento, pero que no puede ser definido a no ser por suconocimiento" (Althusser, 1965) 1 0

    1.2 Formacin socio-econmica o formacin espacial?

    Modo de produccin, formacin social y espacio sontres categoras interdependientes. Todos los procesos que,juntos forman el modo de produccin (produccin propiamentedicha, circulacin, distribucin, consumo) son histrica yespacialmente determinados en un movimiento de conjunto, yesto a travs de una formacin social.

    La formacin social comprendera una estructuraproductiva (P.L.Crosta, 1973) y una estructura tcnica (G. LaGrassa, 1972). Se trata de una estructura tcnico-productivaexpresada geogrficamente por una cierta distribucin de laactividad de produccin. Si la nocin de formacin social,segn G. La Franca (1972), debe 'contener" el complejo de las"diferentes formas tcnicas y organizacionales del procesoproductivo, que corresponden a las diversas relaciones deproduccin existentes", no puede ser concebida sin referencia ala nocin de espacio.

    Las diferencias entre lugares son el resultado de laorganizacin espacial de los modos de produccin particulares.El "valor" de cada lugar depende de niveles cualitativos ycuantitativos de los modos de produccin y de la manera como

    S. ' dad y espacio: la formacin social copio teora / 23

    ombinan. As, la organizacin local de la sociedad y delespacio reproduce el orden internacional (Santos, 1974)

    Lo modos d produccin se tornan concretos sobre unabase territorial histricamente determinada Desde este puntode vista, las formas espaciales seran un lenguaje de los modosde produccin. De - li que, en su determinacin geogrfi ca losmodos de produccin sean selectivos, reforzando de esa manerala especificidad de los lugares.

    La localizacin de los hombres, de las actividades y delas cosas en el espacio se explica tanto por las necesidades"externas", aquellas del modo de produccin "puro', como porlas necesidades "internas", representadas esencialmente por laestructura de todas las demandas y la estructura de las clases; esdecir, la formacin social propiamente dicha

    El modo de produccin se expresa por una lucha y poruna interaccin entre lo nuevo, que don ina, y lo viejo. Lonuevo busca imponerse en todas partes, aunque sin poderrealizarlo completamente. Lo viejo es el modo de produccinanterior, ms o menos penetrado por las formas sociales y porlas tcnicas que corresponden al modo de produccin nuevo,pero siempre prescrito por el modo de produccin nuevo. Deah que se llame a ese modo de produccin "ac ual", en plenaexistencia, un modo de produccin puro: no se realizacompletamente en ninguna parte. Por ello, igualmente, la

    historia espacial es selectiva (Santos, 1972) Antes del perodotecnolgico actual, vastos segmentos de espacio pudieronescapar al dominio, directo o indirecto, del modo de produccindominante, o fueron slo alcanzados por destellos dedeterminaciones limitadas.

    Las relaciones entre espacio y formacin social son deotro orden, pues se forjan en un espacio particular y no en unespacio general, al igual que los modos de produccin. Losmodos de produccin escriben la Historia en el tiempo, lasformaciones sociales la escriben en el espacio.

    Tomada individualmente, cada forma geogrfica esrepresentativa de un modo de produccin o de uno de susmomentos. La historia de los modos de produccin es tambin,y bajo este aspecto preciso, la historia de la sucesin de lasformas creadas a su servicio La historia de la formacin social

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    es la de la superposicin de formas creadas por la sucesin demodos de produccin, de su complejidad sobre su "territorioespacial", para emplear, aunque dndole un sentido nuevo, laexpresin de Jean Bruhnes (1913). El modo de produccin es,segn A. Crdova (1974), "una forma particular deorganizacin del proceso de produccin destinada a actuarsobre la naturaleza y obtener los elementos necesarios a lasatisfaccin de las necesidades de la sociedad". Esta sociedad y"su" naturaleza, esto es, la porcin de la "naturaleza" de la cualextrae su produccin, son indivisibles y en conjunto se llaman"formacin social".

    Said Sha (1973) escribi que la formacin social es almismo tiempo una totalidad concreta y una totalidad abstracta.Su punto de vista debe reaproximarse del de Ph. Herzog (1971),para quien modo de produccin y formacin social deben serpensados tericamente al mismo tiempo. Para este ltimo, "elmodo de produccin es la unidad, la formacin econmica ysocial, la especificidad", pero, aade, "no hay movimiento de

    unificacin que al mismo tiempo no reproduzca sobre basesnuevas las especificidades ", regla que evitara juzgar el modode produccin como una esencia, y la Fonacin Econmica ySocial como un simple fenmeno". No sera, pues, merecida lacrtica, dirigida a Sha por H. Michelena (1971), de no haberhuido completamente al dualismo de los conceptos de modo deproduccin y de formacin social. De hecho, la formacinsocial, totalidad abstracta, no se realiza en la totalidad concretasino por una metamorfosis donde el espacio representa clprimer papel.

    1.3 El papel de las formas

    Si abandonamos cl punto de vista de la sociedad engeneral y abordamos la cuestin bajo el ngulo dedeterminaciones especficas que la vuelven concreta, esasdeterminaciones especficas se volveran una mera potencia,una simple vocacin. Estas se tornan realidad por el espacio yen el tiempo.

    Sociedad y espacio: la formacin social como teora / 25

    En su Geografa, Estrabn ya aconsejaba considerarque los atributos de un lugar son debidos a la naturaleza,porque, pensaba, "son permanentes, en cuanto los atributossuperpuestos conocen cambios"; de hecho, podemos hoycorregir: ambos estn destinados a cambiar. Pero tambin,aade, est claro que es preciso tener en cuenta los atributos nonaturales que estn destinados a permanecer y que transformanel trabajo del hombre en una especie de atributo natural de unlugar.

    La realizacin prctica de uno de los momentos de laproduccin supone un lugar propio, diferente para cada procesoo fraccin de proceso - cl lugar se vuelve as, a cada momentohistrico, dotado de una significacin particular. Lalocalizacin de las fracciones de la totalidad social, en un sitioy en un momento dados, depende tanto de las necesidadesconcretas de realizacin de la formacin social como de lascaractersticas propias del sitio. El uso productivo de unsegmento de espacio en un momento es, en gran parte, funcinde las condiciones existentes en el momento inicial. De hecho,el espacio no es un simple teln de fondo inerte y neutro.

    Cada combinacin de formas espaciales y de tcnicascorrespondientes constituye cl atributo productivo de unespacio, su virtualidad y su limitacin La funcin de la formaespacial depende de la redistribucin, en cada momentohistrico, sobre cl espacio total, de la totalidad de las funcionesque una formacin social est llamada a realizar. Estaredistribucin y relocalizacin debe tanto a las herencias, sobretodo el espacio organizado, como a lo actual, al presenterepresentado por la accin del modo de produccin o de uno desus momentos.

    El movimiento del espacio, es decir, su evolucin, es almismo tiempo un efecto y una condicin del movimiento deuna sociedad global. Si no pueden crear formas nuevas orenovar las antiguas, las determinaciones sociales tienen queadaptarse. Son las formas que atribuyen al contenido nuevoprobable, an abstracto, la posibilidad de volverse contenidonuevo y real.

    El valor actual de los objetos geogrficos en el interiorde la Formacin Econmica y Social no puede ser dado por su

  • 26 / De la totalidad al lugar

    valor propio en lo que respecta a la herencia de un modo deproduccinsuperado, sino como forma-contenido Esta es dada

    en ultimo anlisis por el modo de produccin tal como serealiza en y por la formacin social.

    Las modificaciones del papel de las formas contenido -o simplemente de la funcin cedida a la forma por el contenido-son subordinadas, y hasta determinadas, por el modo deproduccin tal como se realiza en y por la formacin social.As, el movimiento del espacio suprime de manera prctica, yno solamente filosfica, toda posibilidad de oposicin entreHistoria y estructura. A los desfases de la evolucin de lasvariables particulares se opone la simultaneidad de sufuncionamiento en el interior de un movimiento global, que esel de la sociedad. De ah la unidad de los procesos sincrnicos ydiacrnicos (Santos, 1974).

    Esta unidad de la continuidad y de la discontinuidad delproceso histrico de la formacin social (Sereni, 1974) esampliamente evidenciada en la formacin espacial. El desfasecon el cual los modos de produccin imponen sus diferentesvectores sobre los diversos segmentos de espacio esresponsable de las diferentes edades de los mltiples elementoso variables del espacio en cuestin. Finalmente, la asincronaest en la base de la evolucin espacial, pero el hecho de quevariables acten sincrnicamente, es decir, en orden combinadoen el interior de una verdadera organizacin, asegura lacontinuidad del espacio.

    De hecho, la unidad de la continuidad y de ladiscontinuidad del proceso histrico no puede ser realizada sinoen el espacio y por el espacio. La evolucin de la formacinsocial esta condicionada por la organizacin del espacio, esdecir, por los datos que dependen directamente de la formacinsocial actual, pero tambin de las Formaciones Econmicas ySociales permanentes 1 2 .

    1.4 Espacio y totalidad

    Antes que una expresin econmica de la historia lasFormaciones Econmicas y Sociales son una organizacin

    Sociedad y espacio: la formacin social como teora / 27

    histrica (Labriola, 1902). Este concepto abarca "la totalidad dela unidad de la vida social".

    Cuando se habla de modo de produccin, no se tratasimplemente de relaciones sociales que ornan una formamaterial, sino tambien de sus aspectos inmateriales, como eldato poltico o ideolgico. Todos ellos tienen una influenciadeterminante en las localizaciones y se vuelven as un factor deproduccin, una fuerza productiva, con los mismos derechosque cualquier otro factor.

    El dato global, que es el conjunto de relaciones quecaracterizan una sociedad dada, tiene un significado particularpara cada lugar, pero este significado no puede ser percibidosino al nivel de la totalidad. De hecho, la redistribucin de lospapeles, realizada en cada nuevo momento del modo deproduccin y de la formacin social, depende de la distribucincuantitativa y cualitativa de las infraestructuras y de otrosatributos del espacio. El espacio construido y la distribucin dela poblacin, por ejemplo, no tienen un papel neutro en la viday en la evolucin de las formaciones econmicas y sociales.

    El espacio reproduce la totalidad social en la medida enque esas transformaciones son determinadas por necesidadessociales, econmicas y polticas. As, el espacio se reproduceen el interior de la totalidad, cuando evoluciona en funcin delmodo de produccin y de sus momentos sucesivos. Sinembargo, el espacio influencia tambin la evolucin de otrasestructuras y, por ello, se torna un componente fundamental dela totalidad social y de sus movimientos".

    Los objetos geogrficos aparecen en las localizacionescorrespondientes a los objetivos de la produccin en unmomento dado y, enseguida, por el hecho de su propiapresencia, influencian los momentos subsecuentes de la

    produccinEntretanto, ese papel del espacio pasa frecuentemente

    desapercibido o no es analizado en profundidad15 . Deberamospreguntamos, como Sartre (1960), respecto a la materialidad,por qu "no se intent absolutamente estudiar este tipo deaccin pasiva que ejerce la materialidad como tal sobre loshombres y sobre su historia, devolvindoles una praxis bajo laforma de una contrafinalidad".

  • 28 / De la totalidad al lugar

    El espacio es la materia trabajada por excelencia.Ninguno de los objetos sociales tiene una imposicin tangrande sobre el hombre ninguno est tan presente en locotidiano de los individuos. La casa, el lugar de trabajo, lospuntos de encuentro, los caminos que unen esos puntos, sonigualmente elementos pasivos que condicionan la actividad delos hombres y rigen la prctica social. La praxis, ingredientefundamental de la transformacin de la naturaleza humana, esun dato socio-econmico, pero es tambin tributaria de losimperativos espaciales

    Como dijo Carllois (1964), el espacio impone a cadacosa un conjunto particular de relaciones porque cada cosaocupa un espacio concreto". Insistimos, con Sartre (1963): "Sila prctica inerte roba mi accin ... impone frecuentemente unacontrafinalidad. Cuando se trata del espacio humano, lacuestin no es ms de prctica inerte, sino de inercia dinmica.La representacin es tambin accin y las formas tangiblesparticipan del proceso como actrices (I. Morgensten, 1960).

    Volvamos a lo que Marx escribi en la segunda partede su teora de la plusvala: "Todo lo que es resultado de laproduccin es, al mismo tiempo, una precondicin de laproduccin". O an, lo que se encuentra en la tercera parte delmismo libro: "Cada precondicin de la produccin social es, almismo tiempo, su resultado, y cada uno de sus resultadosaparece simultneamente como su precondicin" 16 .

    Cmo pudimos olvidar, por tanto tiempo, estainseparabilidad de las realidades y de las nociones de sociedady de espacio inherentes a la categora de la formacin social?Slo el atraso terico conocido por esas dos nociones puedeexplicar que no se haya buscado reunirlas en un conceptonico. No se puede hablar de una ley separada de la evolucinde las formaciones espaciales. De hecho, se trata deformaciones socio-espaciales".

  • 2El estado-nacin como espacio,

    totalidad y mtodo*

    Un pas, un espacio nacional, puede ser estudiado comoun sistema. No se trata, sin embargo, de un sistema deelementos, como en la teora clsica de los sistemas, sino de unsistema de estructuras al estilo de Godelier.

    Un Estado-Nacin es una Formacin Socio-Econmica.Un Estado-Nacin es una totalidad. As, la unidad geogrfica oespacial de estudio es el Estado-Nacin. La "regin" no es msque una subunidad, un subsistema del sistema nacional. La"regin" no tiene existencia autnoma, no es ms que unaabstraccin si la tomamos separadamente del espacio nacionalconsiderado como un todo.

    2.1 Estado-Nacin como totalidad y como espacio

    Los recursos totales de un Estado-Nacin son,verdaderamente, invisibles, ya sea el capital, la poblacin, lafuerza de trabajo, la plusvala, etc. En cada perodo histricoesos recursos se combinan y se distribuyen de manera diferente.

    Las combinaciones se hacen en lugares histricamentedeterminados, de forma que la combinacin de recursos(hombres, capital, infraestructuras, instituciones, ecologa) setransforma en sinnimo de localizacin. Se puede hablar,entonces, de una diferenciacin espacial y de una definicin

    Traduccin de "O Estado-Nao como espao, totalidade e mtodo",correspondiente al captulo II de Santos, Milton; Espao e Sociedade (Ensaios), Vozes,2 ed., Petrpolis-RJ, 1979.

    3

  • 34 / De la totalidad al lugar

    especfica para cada lugar. Los recursos totales estngeogrficamente distribuidos de forma concreta a travs de lacombinacin de segmentos o fracciones de recursos. Esosrecursos deben clasificarse si deseamos tener xito en elanlisis. Cuanto ms precisa sea la clasificacin, ms exactassern las conclusiones, y ms prximas de los hechosparticulares. No obstante, en un nivel muy prximo alinvestigador, aumentan las posibilidades de error en la eleccinde variables por el riesgo de subjetivacin.

    La combinacin de los recursos as clasificados lleva ala distincin de dos tipos de estructuras:

    1.- Estructuras formadas por elementos homlogos(subestructuras y subsistemas): estructuras demogrficas,econmicas, financieras, etc., siendo todos los elementos decada estructura de una misma clase. Las llamaremos estructurassimples a partir de nuestro punto de vista analtico actual.

    2.- Estructuras formadas por elementos no homlogos(de clases diferentes), los cuales actan unos sobre otros paracrear estructuras complejas.

    La estructura espacial sera exactamente: lacombinacin localizada de una estructura demogrficaespecfica, de una estructura de clases especfica, de unaestructura de rentas especfica, de una estructura de consumoespecfica, etc.; y de una organizacin tambin especfica de lastcnicas que estn en la base de las relaciones entre lasestructuras especficas y los recursos. La realidad social es elresultado de la interaccin de todas esas estructuras. Lastransformaciones en la organizacin del espacio sonsimplemente modificaciones del valor relativo de cada conjuntolocal de variables. Por local entendemos segmentos omomentos que son simples fracciones de una variable en sutodo, o sea, como sta se constituye en la totalidad, es decir, enel Estado-Nacin.

    El estado-nacin copio espacio, totalidad y mtodo / 35

    2.2 El espacio corno estructura social

    Sin embargo, el espacio no es usualmente consideradocomo una de las estructuras de la sociedad, sino como un meroreflejo. Y, si concluimos que la organizacin del espacio estambin una forma, un resultado objetivo de una multiplicidadde variables actuando a travs de la historia, su inercia pasa aser dinmica. Por inercia dinmica entendemos que la forma estanto resultado como condicin del proceso. Las formasespaciales no son pasivas, sino activas; las estructurasespaciales son activas y no pasivas, aunque su autonoma, enrelacin a otras estructuras sociales, sea relativa. Pero lasformas espaciales tambin obligan a las otras estructurassociales a modificarse, buscando una adaptacin, siempre queno puedan crear nuevas formas.

    En cada momento la totalidad existe como una realidadconcreta y est al mismo tiempo en proceso de transformacin.La evolucin jams termina. El hecho acabado es pura ilusin.

    Cada elemento (estructura, subestructura) cambia devalor, al mismo tiempo que la totalidad se transforma,cualitativa o cuantitativamente. No obstante, el ritmo de esaevolucin es diferente para cada elemento o estructura. Esadiacrona es la verdadera base del proceso de transformacin.Por eso, las formas espaciales, cuya naturaleza las vuelveresistentes al cambio, constituyen un elemento fundamental deexplicacin del proceso social y no solamente su reflejo.

    2.3 Los pases subdesarrollados

    Un pas subdesarrollado es una Formacin Socio-Econmica dependiente, un espacio donde el impacto de lasfuerzas externas es preponderante en todos los procesos. Porese motivo, su organizacin del espacio es dependiente.

    Esas fuerzas externas tienen su propia lgica que esinterna a las instituciones y a las empresas interesadas, peroexterna en relacin a los pases a que pertenecen. Lasinstituciones y empresas que imponen innovaciones tcnicas uorganizacionales tienen un objetivo comn -la acumulacin de

  • 36 / De la totalidad al lugar

    capital-, aunque cada agente tenga su propia manera de operar.Esa accin no coordinada agrava los costos, ya elevados, quelos pases del Tercer Mundo tienen que pagar para construirinfraestructuras, subsidiar actividades modernas, adquirirbienes intermediarios y servicios esenciales, todo ello parafacilitar la instalacin de actividades exgenas. El resultado esque los recursos posibles de ser utilizados socialmente sereducen proporcionalmente.

    La dialctica del espacio en el Tercer Mundo se realizaentre el Estado-Nacin y las actividades modernas,principalmente las empresas multinacionales y los monopolios.El nivel de las fuerzas productivas y el ritmo de los variadosprocesos representan otras tantas determinaciones de lasestructuraciones 1 y 2 de las variables, de las cuales yahablamos anteriormente.

    Como la difusin de las variables o de sus formasrejuvenecidas es selectiva y muchas veces especfica, toda laevolucin, particularmente la evolucin de la organizacin delespacio, es jerky, i mprevisible, incontrolable. Asimismo, ladifusin de las variables se hace con un desfase considerableentre ellas (variables modernizadoras), segn los lugares. Desdeel momento en que se acepta un modelo de crecimientoorientado hacia afuera, el Estado y la Nacin pierden el controlsobre las sucesivas organizaciones del espacio. Al ser adoptadala ideologa del crecimiento por la mayora de los pases delTercer Mundo, el Estado prepara el camino para que los"modernizadores" puedan instalarse y operar. La estructura delos gastos pblicos se transforma, orientndose preferentementehacia la construccin de infraestructuras, transportes o bienespblicos, los cuales sirven ms, mejor y ms barato a lasempresas modernas que a la poblacin. Esto sin mencionar lossubsidios directos, como la exencin de impuestos, bajas tasasde intereses, exportacin protegida y financiada, etc.

    Actualmente, en el Tercer Mundo, el Estado prepara lascondiciones para que las grandes empresas, sobre todo lasextranjeras, puedan apropiarse de la plusvala social local, queenvan al exterior o utilizan para incrementar sus activos yaumentar, as, sus posibilidades de ampliar la propia plusvala.Ese mecanismo equivale a una desvalorizacin de los recursos

    El estado-nacin congo espacio, totalidad y mtodo / 37

    dejados en manos del Estado, mientras que los recursos que sedestinan a las grandes empresas son sobrevalorados.

    El Estado se empobrece y pierde su capacidad paracrear servicios sociales o para ayudar a la creacin deactividades descentralizadas o descentralizadoras. Laproduccin, especialmente la produccin industrial, nocorresponde a las necesidades nacionales y est sujeta a unaconcentracin acumulativa; al mismo tiempo, se distorsionatambin el consumo que pasa a ser utilizado como el mejorvector del capitalismo internacional para la ocupacin de todoel territorio nacional.

    Todo esto se refleja en la organizacin del espacio:macrocefalia (atraccin recproca del capital directa oi ndirectamente productivo y del trabajo); expansin de laagricultura comercial o industrial en detrimento de laagricultura de subsistencia, ante la necesidad de comprarequipamientos, bienes intermediarios y servicios del extranjero.La produccin de productos agrcolas comercializables pasa aser una necesidad porque, de otra forma, las poblaciones ruralesquedaran sin capacidad de participar de una economa que semonetariza cada vez ms y de un consumo distorsionado.Pequeas ciudades surgen como hongos, pero nonecesariamente como resultado de la formacin local de unaplusvala. Esas ciudades tienen cada vez menos la funcin derecogida de productos de la regin y cada vez ms el papel deredistribuidoras de bienes y servicios. La funcin "regional" delas ciudades regionales declina porque la revolucin de lostransportes vuelve posible que las pequeas ciudades tenganrelaciones directas con las ciudades medianas, inclusive con lasmetrpolis. De esta forma, algunas ciudades regionales semetamorfosean en ciudades intermedias, en tanto que otras sonrebajadas a la categora de ciudades locales (Milton Santos,1975).

    Ese extenso trayecto asume aspectos peculiares en cadacaso particular, de acuerdo con el nivel de las fuerzasproductivas.

  • 38 / De la totalidad al lugar

    2.4 Un ejemplo: el uso de la tierra

    Tomemos como ejemplo el problema del uso de latierra en un pas. El uso de la tierra tiene que ser definidoprimero como un subsistema en el interior del sistema espacial.En un determinado momento el uso de la tierra es el resultadode la apropiacin total del espacio rural, la cual tiene, en cadalugar, formas especficas.

    A travs del tiempo, el espacio se comporta como untodo. La transformacin del espacio "natural" en espacioproductivo es el resultado de una serie de decisiones yelecciones histricamente determinadas. Cada porcin deespacio es apropiada, reutilizada o dejada intacta. En cada caso,el valor de cada subespacio se transforma en relacin a otrossubespacios dentro del espacio nacional. Cada uno de lossubespacios es sometido a una serie de impactos de naturalezadiversa, que lo diferencia de los dems, pero su explicacindebe ser buscada en una dinmica global que es la misma paratodos. Si cada porcin de espacio controla algunos aspectos desu evolucin, la evolucin de sus estructuras dominantes -poblacin, empleo, inversiones, etc.- no son controladaslocalmente.

    Los cambios de situacin relativa no dependen de lossubsistemas; stos pertenecen al dominio de la totalidad. Lahistoria agrcola se inscribe en el espacio por intermedio deesos cambios de la situacin relativa. En cada perodo, lossubsistemas atribuyen un valor especfico a los recursosnaturales: suelo, climas, vegetacin, recursos minerales, etc.,que son las verdaderas economas externas fijas.

    El paisaje actual es un puzzle de formas de diferentesedades, una forma residual de una distribucin selectiva devariables. Si las formas pudiesen cambiar cada vez que elcontenido cambia, forma y contenido presentaran unatendencia a confundirse en un momento concreto y en un lugarconcreto. En verdad, algunas formas desaparecen, pero otraspermanecen como tantas reliquias del pasado.

    El anlisis supone, una vez ms, que encontremos unaperiodizacin para la historia del subsistema que estamosestudiando. Esa historia debe tener sus races en los perodos de

    El estado-nacin corno espacio, totalidad y mtodo / 39

    la historia nacional, considerada en sus relaciones con lahistoria mundial.

    As, deberemos estar preparados para abordar losdistintos estudios de la organizacin del espacio agrcola. Loscambios de valor de cada subespacio no se explican por supropia historia. Se trata de una verdadera y ms ampliareorganizacin, inducida por factores externos e internos.Cualquiera que sea el caso, cambios verificados en una porcindel espacio repercuten en las otras porciones del todo, al habersido el todo ya modificado. De esta forma, la definicin de cadasubespacio es, en cada perodo, el resultado de un grupo derelaciones cuya escala no es la misma del subsistema ycoincide, la mayora de las veces, con la escala del Estado-Nacin.

    2.5 Un mtodo: de la totalidad a los conceptos y modelos

    El problema principal deriva del hecho de que ningunacuestin puede responderse fuera de la concepcin de unatotalidad de estructuras y de una totalidad de relaciones.

    La evolucin interna de cada estructura se debeprincipalmente a una de sus subestructuras, la cual, por sucomportamiento, tiene un papel de "liderazgo" sobre laestructura considerada como un todo. El conjunto desubestructuras que dispone de esa fuerza de mando -el ncleomotor- es responsable de la evolucin del sistema (el conjuntode estructuras), es decir, es responsable de la evolucin de latotalidad.

    A travs de ese conjunto de subestructuras dirigentes, eltodo se reproduce en cada una de sus estructuras, en cada unode sus subsistemas. De esta forma, si no conocemos el conjuntode subestructuras, no podemos estudiar cada estructuraparticular. Por otro lado, conociendo el ncleo motor, el estudiode cualquiera de las estructuras permitir comprender laproblemtica del puzzle.

    Este raciocinio es vlido para todas las ramas de laciencia, incluso para la disciplina de la organizacin delespacio, raramente llamada Geografa. La tarea de escoger un

  • 40 / De la totalidad al lugar

    tema de investigacin se minimiza, visto que la explicacin decualquier hecho espacial depende de las dems estructurasconstitutivas del espacio. No hay diferencia entre escoger unaporcin del espacio o una cuestin especfica referente alterritorio. El objeto de estudio pasa a ser una categora analticade la Totalidad.

    La eleccin de esa orientacin en el estudio del espaciogarantiza el enfoque histrico, sin el cual la totalidad aparecerade una forma catica.

    Para ir ms all del fenmeno, para sobrepasar elaspecto y alcanzar el contenido, no hay forma de teorizacinms adecuada. Pero tenemos que subdividir la realidad deforma que pueda ser reconstituida cuando juntemosnuevamente sus partes.

    Tal procedimiento exige una conceptualizacinadecuada, es decir, un proceso de simplificacin y abstraccin -un proceso de reduccin progresiva. A partir de un universo deobjetos homlogos (ejemplo: una especie particular de suelo,que permite un cierto tipo de cultivo, a travs de ciertastcnicas, utilizando una cierta cantidad de capital y trabajo,ofreciendo una cierta ganancia...) y siguiendo un criterio degeneralizacin progresiva, vamos eliminando sucesivamente lasvariables menos frecuentes y conservando las que se repitenms veces. Cuanto ms exactos seamos en este proceso de

    simplificacin,ms puro y abstracto ser el concepto resultante.La pureza y la abstraccin de los conceptos conducen a

    teoras cada vez menos representativas de las realidadescompletas e individuales, cada vez ms representativas de latotalidad de los objetos.

    Las mismas variables, que fuimos gradualmenteabandonando en el afn (objetivo) de purificar los conceptos yproponer una teora ms abstracta y, por eso mismo ms vlida,basadas ahora en la teora, sern gradualmente reincorporadas yreacondicionadas por estadios a modelos, que -stos s- debenaproximarse a la realidad completa. Partimos de la prcticahumana para las teoras a travs de los conceptos y volvemosde la teora a la praxis por intermedio de los modelos. La"reduccin" sistemtica y la "reconstitucin" basada en lateora, conceptos y modelos que representan un proceso

    El estado-nacin como espacio, totalidad y mtodo / 41

    dialctico en el cual se elimina la pseudocontradiccin entrededuccin e induccin. Al contrastar la "realidad" reconstituidacon la prctica humana, sometemos la teora a un test yentonces sabemos si hay necesidad de reconstituirla. El procesoes continuo y nuevas conceptualizaciones y modelizaciones sesuceden unas a otras. As debe ser porque la teora y la praxisno deben estar separadas, ni an en el caso de aceleracin de laevolucin social.

  • 3La divisin social del trabajo como una

    nueva pista para el estudio de laorganizacin espacial en los

    pases subdesarrollados'

    La creciente importancia de la urbanizacin, como datocuantitativo y cono consecuencia y factor de graves problemassociales y econmicos, constrasta, en los pasessubdesarrollados, con la timidez y pobreza de los estudiosempricos y del esfuerzo terico. Ese es un campo de estudiosen que, con la excepcin de algunos investigadores aislados, laindigencia es clamorosa.

    Los anlisis estn, de un modo general, desvinculadosde la realidad social como un todo, contentndosefrecuentemente con el examen parcelado de microproblemas ycon un enfoque donde la sociedad en movimiento est ausente.Un inmenso cuerpo de literatura puede as ser escrito ydifundido sin, no obstante, contribuir al conocimiento de larealidad.

    Diversos factores pueden explicar ese resultado.Los estudios urbanos constituyen un dominio cientfico

    cuya donde la vulnerabilidad a modelos capitalistas es grande.Por un lado, existen las teoras y doctrinas espaciales y urbanasimportadas, algunas buscando, honestamente o slo enapariencia, un esfuerzo de comprensin de los problemaspropios del Tercer Mundo, al tiempo que otras procuran

    Traduccin de "A diviso do trabalho social como urna nova pista para oescudo da organizao espacial e da urbanizaao nos pases subdesenvolvidos", Ser.Encontro Nacionat de Gegrafos, Sesses Dirigidas, Associao dos GegrafosBrasilciros, Universidade Federal do Cear, Fortaleza; julio 1978; pp. 37-50.

  • 46 / De la totalidad al lugar

    claramente trasponer a las realidades actuales de los pasesdependientes una interpretacin, a veces discutible, de lasrealidades de los pases del centro, tanto hoy como en el pasado.An en nuestros das se insiste en comparar el fenmeno urbanoen el mundo subdesarrollado actual con lo ocurrido en Europa yen Estados Unidos en la poca de su industrializacin.

    Por otro lado, la planificacin regional y urbana fue unejercicio extremadamente til no slo para la penetracin msfcil del imperialismo y del capital en el Tercer Mundo, sinotambin un vehculo privilegiado de las teoras subyacentes.

    Las teoras de planeamiento urbano y regionalraramente derivan de situaciones reales que se desea modificar.Estas teoras se presentan mucho ms como portadoras de unmodelo a imponer. Ese modelo proviene, con frecuencia, de lospases del centro donde se elabora para servir a intereses quedifcilmente son los nuestros. En concreto el proceso fuedoblemente eficaz, pues contribuye tanto a la importacin dedoctrinas que nada tienen que ver con nuestras realidades,como, por su uso influyente, impide que se desarrolle unpensamiento autnomo y serio.

    3.1 Divisin del trabajo y organizacin espacial

    El espacio geogrfico, ciudades incluidas, una realidaden proceso permanente de transformacin, ha sido estudiado atravs de un gran nmero de disciplinas: geografa, economaregional y urbana, sociologa urbana y urbanismo, arquitectura,anlisis regional, planificacin urbana y regional, etc. Cada unade esas disciplinas adopt un enfoque particular y, tambin,podra decirse, una epistemologa particular. Igualmente elvocabulario es especfico.

    Tales particularismos de percepcin y de lenguajeconducen, muchas veces, a considerar slo una parte de larealidad espacial en vez de tener en cuenta toda la realidad. Esaorientacin, adems, se profundiza a medida que lasespecialidades crecen y constituye, por eso, una dificultadsuplementaria para la construccin de una teora general delespacio, un lenguaje comn tanto desde el punto de vista

    La divisin social del trabajo como una nueva pista / 47

    terico, como desde el punto de vista de las realizaciones deorden prctico.

    Las explicaciones del fenmeno de la urbanizacinvaran. Todas, sin embargo, giran en torno a factores como elcomportamiento demogrfico, el grado de modernizacin o deorganizacin de los transportes, el nivel de la industrializacin,los tipos de actividades y relaciones que mantienen con losgrupos sociales involucrados, la creacin y retencin local delvalor aadido, la capacidad local para guardar una mayor omenor parte de la plusvala generada, el grado de redistribucinde la renta entre los productores, y los efectos directos oindirectos de la modernizacin sobre la poltica, la sociedad, lacultura y la ideologa.

    En cada momento histrico, la combinacin de esosfactores expresa el nivel de la urbanizacin, y su geografizacinnos da el padrn de distribucin de las ciudades, la forma de sured urbana, as como el "perfil urbano" de un pas, es decir, eltamao respectivo de la ciudades dentro de un sistema.

    Cmo explicar, por ejemplo, el tamao monumental delas ciudades de la India en el siglo XVIII? Un sistema de castasque favoreca una extraordinaria acumulacin en manos de losnobles, en una fase histrica en que no haba necesidad deimportar, justifica la enorme riqueza de los prncipes, lasconstrucciones faranicas y suntuosas y la numerosa mano deobra necesaria para emprender construcciones, teniendo encuenta las condiciones tcnicas reinantes. La corte eraamplsima, la clientela innumerable, la domesticidad grande, yparece que el nmero de oficios presentes en las ciudades no loigualaron, ni siquiera se aproximaron las ciudades del mundooccidental.

    En Amrica Latina, ciudades como Salvador y Mxicoya contaban, al final del siglo XVIII, con una poblacin entorno a los cien mil habitantes. Pocas ciudades europeas yninguna de Estados Unidos dispona, entonces, de tales cifras.Las ciudades latinoamericanas eran grandes almacenes decomercio y tambin plazas-fuertes, donde la divisin del trabajose haca con una tecnologa menos avanzada que en Europa yque exiga ms brazos (a pesar de no tener una produccinmaterial importante) aunque sin alcanzar las cifras de lasciudades hindes. La incidencia del factor poltico, representado

  • 48 / De la totalidad al lugar

    por las necesidades de la administracin y seguridad, era otrodato de la divisin del trabajo interno del pas que no puede serdescuidado.

    En nuestros das, cuando se estudia la urbanizacin delTercer Mundo, llama la atencin el nmero de grandesciudades, especialmente en Amrica Latina, mucho ms que enotros continentes. Esto se explica por la forma en que lasfuerzas productivas se desarrollaron, es decir, con laconcentracin de instrumentos de trabajo y de medios deproduccin ms modernos en ciertos puntos del territorio, almismo tiempo que el consumo se expanda de maneragalopante.

    Factores histricos y actuales se conjugan. Desde losinicios de la colonizacin, la produccin vegetal y mineral queEuropa y, despus, Estados Unidos necesitaban, la formacin deuna red de transportes vinculada en un primer momento a lasnecesidades del comercio exterior y despus a la existenciaprecoz de Estados modernos (precoz en relacin al resto delTercer Mundo), y la expansin igualmente precoz de lasindustrias de exportacin, fueron conjuntamente responsablesde un desarrollo todava mayor de las fuerzas productivas, anen el caso de estar al servicio de empresas y pases extranjeros.

    En cuanto al consumo, los viejos lazos de AmricaLatina con Europa facilitaron la aceptacin de los modelosoccidentales desde su primera gran ola de difusin entre el findel siglo XIX y comienzos del XX. Era entonces un consumonoble, restringido a estratos limitados de la poblacin que vivaen las ciudades. Slo recientemente, con la segunda oleada dedifusin, propiciada por las nuevas condiciones de difusin dela innovacin, es cuando los modelos occidentales pudieronesparcirse ms fcilmente.

    Evidentemente, el impacto de todos esos factores esdiferente segn los pases, sea por la forma de su participacinen las tendencias ms recientes, sea por la herencia histrica deuna organizacin social y del espacio cuya inercia ha tenido unpapel activo en el momento de la transformacin econmica delpas.

    Como los factores de produccin y las actividadesrelacionadas tienen un lugar propio en el espacio, en cadamomento de la evolucin social, todos esos factores tienen

    La divisin social del trabajo como una nueva pista / 49

    influencia sobre la forma como el espacio se organiza y sobre laurbanizacin.

    Algunas veces, esos factores se consideran fragmentariao aisladamente. No obstante, en otras oportunidades, se buscaanalizarlos como un todo, teniendo en cuenta susinterrelaciones, lo cual permite aadir a la lista de variablesausentes nuevos elementos y valorizarlos de manera adecuada.Pero esa es una tarea difcil. Nos parece, sin embargo, que laadopcin de un enfoque analtico que tenga en cuenta la divisndel trabajo permitir incluir en el anlisis todas las variables enjuego' .

    En cada nueva divisin del trabajo o en cada nuevomomento decisivo, la sociedad conoce un movimientoimportante, sealado por la aparicin de un nuevo elenco defunciones y, paralelamente, por la alteracin cualitativa ycuantitativa de las antiguas funciones. La sociedad se expresa atravs de procesos que, a su vez, se desdoblan por entrefunciones, y stas se realizan mediante formas.

    Tales formas, sin las cuales no se completa ningunafuncin, son objetos, formas geogrficas, pero tambin puedenser formas de otra naturaleza, como, por ejemplo, jurdicas. Entanto, incluso esas formas sociales no geogrficas terminan porespacializarse, geografizndose, cono es el caso de lapropiedad o de la familia. As, las funciones se encadenan,directa o indirectamente, en formas geogrficas.

    En cada movimiento social, posibilitado por el procesode la divisin del trabajo, se establece una nueva geografa, seapara crear nuevas formas para atender nuevas funciones, sea porla alteracin funcional de las formas ya existentes. De ah laestrecha relacin entre divisin social del trabajo, responsablede los movimientos de la sociedad, y su reparticin espacial.

    La divisin social del trabajo vuelve diversamenteproductivas las diferentes porciones de naturaleza, es decir,atribuye a un paisaje la condicin de espacio productivo. Elespacio global se define por el conjunto de lugarescomprendidos como porciones del espacio productivo y comolugar de consumo.

    En cada momento de la divisin del trabajo, la sociedadtotal se redistribuye, a travs de sus funciones nuevas yrenovadas, en el conjunto de formas preexistentes o nuevas. A4

  • 50 / De la totalidad al lugar

    ese proceso puede llamarse geografizacin de la sociedad(Santos, 1978)1 .

    3.2 Divisin internacional e interna del trabajo: el estudio deun pas como una formacin social

    Durante las primeras fases de la colonizacin, elimpacto de la divisin internacional del trabajo sobre laorganizacin del espacio es fcilmente distinguible: la demandaprocedente del centro del sistema, as como su respuesta en laperiferia, eran directa e inmediatamente marcadas en lasociedad, en la economa y en el espacio. Lo nuevo, es decir, elimpacto de las modernizaciones importadas, tradas desde fuerao actuando a distancia, era por si solo capaz de provocar uncontraste imprtante. Esto tal vez explique por qu la presenciaeuropea en Africa a fines del siglo XIX, con todo lo querepresent de cambio brutal para la sociedad, la economa, lamoral, la organizacin del Estado y la organizacin del espaciogeogrfico, se mostr mucho ms revolucionaria y sensible queen Amrica Latina en la misma poca.

    En el perodo siguiente a la Segunda Guerra Mundial,especialmente en los pases donde el desarrollo de las fuerzasproductivas fue mayor, fue cada vez ms difcil separar lainfluencia de la divisin internacional del trabajo de la divisinsocial del trabajo interno de cada pas. No obstante, esaseparacin se impone, aunque slo sea para poder apreciar elpapel del Estado y de la sociedad locales. Aqu el estudio de unpas considerado como una Formacin Econmica y Social semuestra indispensable como un mtodo til para distinguir losdos tipos de influencia'.

    La divisin internacional del trabajo revela nicamentela manera de ser del modo de produccin dominante, adoptandolas formas geogrficas transportadoras de una innovacin y, poreso mismo, cargadas de una intencionalidad nueva. Es a travsde la incidencia de la divisin internacional del trabajo en unpas y de la consecuente divisin interna del trabajo, que lasespecificidades comienzan a sobresalir: la formacin socio-econmica correspondiente atribuye un valor determinado a

    La divisin social del trabajo como una nueva pista / 51

    cada forma y a todas las formas , por entre la redistribucin defunciones.

    La divisin internacional del trabajo explica laselectividad espacial en la realizacin de funciones, mediantecriterios como la necesidad, la rentabilidad y la seguridad deuna produccin concreta. La divisin interna del trabajo nosmuestra el movimiento de la sociedad, la creacin y la solicitudde nuevas funciones y la manera como esas funciones soncubiertas por las formas preexistentes o nuevas.

    A travs del anlisis de las consecuencias de unadivisin internacional del trabajo concreta, en diferentescontinentes, encontramos en los diversos pases formascorrespondientes al modo de produccin dominante y, as, esoslugares diferentes guardan un mismo aire de familia. En virtuddel estudio de las formaciones sociales reconocemos el ordenpor el cual se disponen esas formas y el nexo que mantienencon la propia vida de la sociedad. Ese orden es proporcionadopor la suma de las acciones de los modos de produccin y de lasformaciones sociales en movimiento, o, en otras palabras, por laadicin de los efectos de la divisin internacional y de ladivisin interna del trabajo.

    Esa metodologa supone que la unidad geogrfica deestudio sea el pas como un todo, una sociedad global que actaen un espacio total. De otra manera, nos arriesgamos a omitir unnmero ms o menos grande de determinaciones, y a perder devista nuestro objetivo, que es definir el significado de cada lugardentro del conjunto de lugares que forman el espacio total de unpas.

    3.3 Las formas y el problema del tiempo

    Un problema analtico importante resulta del hecho deque, en un sistema urbano, todas las aglomeraciones son objetosgeogrficos o, an mejor, una coleccin de objetos geogrficos,es decir, formas. La divisin del trabajo, internacional o interna,y cada uno de sus momentos, permiten comprender, en cadainstancia, la esencia de las formas, o sea, su contenido social,econmico y poltico.

  • 52 / De la totalidad al lugar

    Y las propias formas? Comprenderlas es fundamentalporque no son el envoltorio inerte de los instantes que marcan laevolucin de la sociedad global, sino, igualmente, la condicinpara que la Historia se realice. Las formas antiguas permanecencomo la herencia de las divisiones del trabajo en el pasado, y lasformas nuevas surgen cono exigencia funcional de la divisindel trabajo actual o reciente. Estas formas son tambin unacondicin -y no de las menores- de realizacin de una nuevadivisin del trabajo.

    Por ello, en todo momento se crean nuevas formas pararesponder a necesidades precisas y novedosas, al mismo tiempoque viejas formas cambian de funcin y dan lugar a aquellanueva geografa -de que hablaba Kan - construida sobre viejosobjetos. As, las formas no tienen los mismos significados a lolargo de la historia universal, del pas, de la regin, del lugar.

    Cualquiera que sea cl instante en que las examinemos,las formas -tonadas aisladamente- representan una acumulacinde tiempos, y su comprensin, desde ese punto de vista,depende del entendimiento de las divisiones del trabajopretritas. Pero su valor sistmico, que es su valor actual y real,depende de la divisin del trabajo actual'.

    Sera imposible pensar en evolucin del espacio si eltiempo no tuviese existencia como tiempo histrico; esigualmente imposible imaginar que la sociedad se puedarealizar sin el espacio o fuera de l. La sociedad evoluciona enel tiempo y en el espacio.

    Tiempo y espacio conocen un movimiento que es, almismo tiempo continuo, discontinuo e irreversible. Tomadoaisladamente, tiempo es sucesin, mientras que espacio esacumulacin, precisamente una acumulacin de tiempos.

    El tiempo que trabaja para que las cosas evolucionen esel tiempo presente; el Palimpsesto formado por el paisaje es laacumulacin de tiempos pasados, muertos para la accin, cuyomovimiento es dado por el tiempo vivo actual, el tiempo social.El espacio es el resultado de esa asociacin, que se deshace y serenueva continuamente, entre una sociedad en movimientopermanente y un paisaje en evolucin permanente.

    Espacio actual y tiempo actual se completan, perotambin estn en contradiccin. De otra manera, no podranevolucionar. Solamente a partir de la unidad del espacio y del

    La divisin social del trabajo como una nueva pista / 53

    tiempo, de las formas y de su contenido, es que se puedeninterpretar las diversas modalidades de organizacin espacial.

    Para ello, es necesario tener en cuenta dos datos quemuy frecuentemente se dejan de lado en los estudiosgeogrficos. Se habla mucho de escala del espacio y jams deescala del tiempo. Ahora bien, la palabra, an tratndose delespacio, tiene un contenido temporal. En segundo lugar, eltiempo es considerado como algo macizo, uno, divisible slofsicamente, el tiempo del reloj. Y cuando se habla de tiemposocial es frecuente la ilusin de pensar que una sociedad enterafunciona segn una nica medida de tiempo.

    Intentar ser todava ms explcito. Los estudioshistricos y, como consecuencia, los estudios geogrficos, aveces se realizan sin preocuparse de una periodizacinrealmente sistemtica. Se considera ideal encontrar aquellasreas de significacin descriptas por F. Dumont (1970). Lautilizacin de los modos de produccin como medio dedelimitar las pocas histricas aparece, entonces, como unmtodo objetivo. No obstante, la necesidad de considerar lasfracciones o momentos del modo de produccin introduce lanecesidad de un refinamiento, para poder tomar enconsideracin ciertos hechos suficientemente importantes paracambiar el curso de la historia sin alterar la coherenciaestructural que caracteriza y define un modo de produccin.

    Ello supone que, en los pases conocidos por un ciertomodo de produccin, el significado de las variables procedentesdel centro del sistema tenga un mismo valor para todos ellos.Sin embargo, cada pas es portador de una temporalidad propia,sin duda subordinada a la temporalidad internacionalproporcionada por el modo de produccin. Esa temporalidadpropia e interna al pas es igualmente objetiva, actuante yrelativamente autnoma. Se trata de un tiempo interno propio decada pas, que transcurre paralelamente al tiempo externo, dadopor el modo de produccin dominante.

    El tiempo interno es tiempo emprico, tiempo histricoconsiderado a escala geogrfica del Estado-Nacin, es decir,representa las modalidades particulares en cada dimensinespacial de descomponer el tiempo social.

    Evidentemente tal posibilidad no se agota a nivel delespacio nacional. Se reproduce, segn escalas e intensidades

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    menores, en los niveles y escalas inferiores, pues todos losniveles, acontecimientos de origen externo o de origen local,pueden disponer de la fuerza necesaria para modificar, en unadireccin diferente, la evolucin en curso.

    Las diversas dimensiones espaciales son, de ese modo,sometidas a la influencia de la escala de tiempo que laconcierne. Se someten igualmente a las escalas de tiempo queconciernen a las dimensiones espaciales superiores, al ir dellugar ms pequeo a la dimensin mundial.

    Sin embargo, como las regiones y los lugares no sonsino lugares funcionales del Todo, esos tiempos internos sontambin divisiones funcionales del tiempo, subordinados a ladialctica del Todo, aunque puedan, en contrapartida, participardel movimiento del Todo y as influenciarlo. Es, adems, porese hecho que las regiones y lugares, an sin disponer de unareal autonoma, influencian el desarrollo del pas como un todo.

    3.4 Las instancias sociales como instrumento analtico

    Dado que la divisin del trabajo conduce a unaalteracin de los procesos sociales, el conocimiento de stos seimpone en una ptica analtica. El anlisis debe tambin incluirel estudio de las diversas instancias del proceso productivos ylas caractersticas que adquieren frente a una nueva divisin deltrabajo. La combinacin de esos dos enfoques permitircomprender el papel de los actores y su juego recproco en cadamomento de la evolucin social.

    El movimiento de la sociedad, a travs de susestructuras, no alcanza -al menos directamente- a todos loslugares. En realidad, abarcara todos los lugares porque el hechode que un punto del espacio conozca una nueva definicin, atravs del impacto de variables nuevas, cambia las jerarquas eimpone un nuevo orden espacial que concierne a la totalidad delos lugares. Cada lugar alcanzado por el movimiento del todosocial queda en condiciones de reactuar sobre ese todo y, de esemodo, obligndolo a modificarse, conduce tambin atransformaciones, ms o menos grandes, ms o menos rpidas,ms o menos inmediatas, de la totalidad de los lugares.

    La divisin social del trabajo como una nueva pista /55

    Cuando se crea en un lugar una actividad nueva, ocuando una actividad ya existente all se establece, el "valor" detodos los lugares tambin cambia, pues el lugar alcanzadoqueda en condiciones de ejercer una funcin de que otros nodisponen y gana, por ese hecho, una exclusividad que essinnimo de dominacin. Otra situacin se da cuando semodifica la manera de ejercer una actividad preexistente y, deese modo, se crea, en el conjunto de las localidades que tambinla ejercen, un desequilibrio cuantitativo que lleva a una nuevajerarqua o, en todo caso, a una nueva significacin para cadauno y para todos los lugares. Una industria que se instala o quese moderniza, un hospital o una escuela que se crean, unaactividad administrativa que se inicia y an un hombre quecambia de residencia o que muere, son factores de desequilibrioy, por lo tanto, de evolucin, es decir, de cambio de significadode los lugares en el conjunto del espacio.

    De la forma como se estructuran y comportan lasdiversas instancias de la sociedad depende la manera como elespacio nacional se organiza.

    El problema es de complejo anlisis, pues cada instanciasocial significa una clasificacin que se complica en la medidadel propio desarrollo econmico. Cada instancia social es, dehecho, representada por una combinacin de factores,subestructuras o subinstancias complementarias y conflictivas,de cuya dialctica depende la propia evolucin social.

    Cuanto ms perfeccionada la clasificacin, mayoressern las posibilidades de un anlisis ms prximo de larealidad y ms viable una intervencin positiva. No essuficiente, sin embargo, preparar una lista de producciones yproductos, por ms completa que sea, para cubrir la instanciaeconmica, ni alinear las manifestaciones de la vida socialpropiamente dicha para definir la instancia cultural-ideolgica.Es indispensable dar a cada segmento su definicin propia, esdecir, fijar lo que significa especficamente; y eso slo seobtiene por el conocimiento de las relaciones que mantienencon otras fracciones de la propia instancia o de otras instancias.Esas relaciones varan con el tiempo, cambian con la propiaevolucin social y exigen, por eso, una atencin meticulosa delanalista, sin lo cual su reconstruccin se encontrar sin base

  • 56 / De la totalidad al lugar

    slida. El riesgo de "miopa temporal" puede ser fatal para lainterpretacin de la realidad.

    Qu significa el capital extranjero, en la fase actual dela vida econmica de un pas? Cul es su significado para esteo aquel ramo de la actividad econmica o social? Cmo,finalmente, eso tiene influencia sobre la distribucin de laactividad en el espacio?

    An en el dominio del capital, se podr intentar unaclasificacin que nos indique los beneficios y riesgosdiferenciales concernientes a cada una de las clases y a lascondiciones de localizacin resultantes?

    La distribucin de la informacin, general oespecializada, incide sobre la reparticin espacial de las firmasy de las personas? La influencia de la ideologa dominante (yde las otras ideologas concurrentes) sobre el consumo socialque acta sobre el comportamiento de la economa y de losciudadanos, contribuye a alterar, de una cierta manera, larealidad espacial?

    En las condiciones histricas actuales, sobresale elpapel del subsistema poltico 6, empezando por la accin que sunivel ms alto, el Estado, representa en la adopcin omodificacin de un modelo concreto de produccin, de unmodelo concreto de consumo, de un modelo concreto dedistribucin de los recursos. La forma como el Estado secomporta en cada uno de esos dominios conduce a un resultadodiferente en lo que se refiere a la organizacin del espacionacional. El propio Estado acta selectivamente en relacin alos diferentes actores de la economa, del mismo modo que a lse deben las orientaciones primordiales en el dominio de lacultura y las posibilidades, mayores 'o menores, demanifestacin ideolgica. Adems, a travs de la distribucin delas infraestructuras en el espacio nacional y por la eleccin deaquellas que benefician a un determinado sector de laproduccin y de la poblacin, la instancia poltica decide,consciente o inconscientemente, la localizacin de las empresas,de las instituciones y de los hombres, segn caractersticasespecficas, sobre el espacio nacional. Todo eso sin contar conel poder discrecional que es otorgado al Estado para crearnuevas actividades, definirlas y localizarlas a su albedro, sin

    La divisin social del trabajo copio una nueva pista 157

    relacin obligatoria con las demandas de las otras instanciassociales.

    Pero no basta estudiar aisladamente el papel del Estado,la produccin (las producciones), el consumo (los consumos), laideologa, o la poblacin (las clases sociales). Es indispensableincluirlos en un nexo donde las condiciones histricas actualesproporcionen una explicacin mayor. El dato cualitativo esfundamental. La abundancia de estadsticas y las facilidades desu manipulacin constituyen a veces una tentacin que eliminael esfuerzo de comprensin de la realidad e inducen a erroresgroseros y tanto ms daosos cuanto ms santificados por latcnica. Esta no substituye el raciocinio. Y ste, para ser vlido,debe tener como punto de partida las relaciones reales entre lasinstancias sociales y sus fracciones, observando lasespecificidades de la historia.

    Cuando la sociedad redistribuye sus funciones, altera,paralelamente, el contenido de todos los lugares. Son lasfunciones, que pertenecen a la sociedad como un todo ymediante las cuales se ejercitan los procesos sociales, quienesaseguran la relacin entre todos los lugares y la totalidad social.

    3.5 El estudio de las grandes ciudades y de la red urbana

    El sistema de ciudades constituye el esqueletoeconmico, poltico, institucional y socio-cultural de un pas. Lared urbana es un conjunto de aglomeraciones que producenbienes y servicios junto con una red de infraestructura desoporte y con los flujos que, a travs de.esos instrumentos deintercambio, circulan entre las aglomeraciones.

    Las dems subunidades que forman el espacio nacional(zonas agrcolas, reas mineras ciudades mono funcionales,

    etc.) son subespacios que no poseen el aparato necesario paracontrolar sus propias interrelaciones. Estas tienen que realizarsea travs de las aglomeraciones urbanas.

    Las relaciones entre ciudad y lo que, an hoy, se llamasu zona de influencia, as como las relaciones entre ciudades,dependen de la fase de la economa. desde la de la economa"natural" hasta las diferentes formas de economa capitalista. Enlas primeras fases, los factores "naturales" aparecen con una

  • influencia dominante. Con el desarrollo econmico, los actores"artificiales", la tecnoestructura, van aumentando su papel en ladeterminacin de las relaciones espaciales. Pero, sea cual sea elcaso, incluso las fases inferiores del desarrollo, el sistema deciudades constituye el armazn del espacio.

    Al considerar la produccin propiamente dicha como la"primera fuerza productiva" y el consumo como la "segundafuerza productiva", teniendo tambin en cuenta que el trabajo,es decir, la distribucin de los hombres, es un dato a serconsiderado paralelamente, en cada momento histrico hay unareparticin territorial de las fuerzas productivas directas, unareparticin territorial del consumo y una reparticin territorialdel trabajo.

    La localizacin de las diversas fuerzas productivas (y desus fracciones o clases) cambia en cada perodo histrico: cadalugar representa en cada momento histrico, una asociacin deactividades cualitativa y cuantitativamente diferentes'.

    Ya que no todos los subespacios disponen del aparatonecesario para el establecimiento de relaciones recprocas, sonlas aglomeraciones urbanas las que realizan ese papel. Pero,segn las pocas histricas, vara su lugar como instrumento decirculacin y distribucin y como agente de la produccin y delconsumo. Tambin varan, segn los pases y las pocashistricas, la distribucin de esos papeles dentro del espaciototal y entre las ciudades.

    La organizacin del espacio, es decir, el papel atribuidoa las diferentes entidades espaciales, sera, de ese modo, unresultado del desarrollo de las primeras fuerzas productivas(produccin propiamente dicha), de las segundas fuerzasproductivas (consumo) y de las necesidades consecuentes decirculacin y distribucin.

    La urbanizacin permaneci, en primer lugar, ligada ala expansin de las actividades de intermediacin. Despus, ysobre todo con posterioridad a la segunda mitad del siglo XVIIIen los pases desarrollados, la necesidad consecuente aldesarrollo de las mquinas, de concentrar los trabajadores en unsolo punto, trajo como repercusin geogrfica el desarrollo delas ciudades. En la poca actual, la terciarizacin fue galopante,la urbanizacin creci y el tamao de las ciudades aument,principalmente en aquellos pases, como los del Tercer Mundo,

    donde la selectividad espacial en la localizacin de lasvariaciones modernizadoras se volvi acumulativa.

    Al reducirse los costes de transporte, especialmente sison comparados con el coste de otros factores, existe unatendencia a la concentracin de la produccin industrial en laaglomeracin ms poderosa del pas.

    En el caso de pases con mayor nmero deconsumidores efectivos y con nivel ms elevado de las fuerzasproductivas, el rea central del pas tiende a extendersegeogrficamente, ofreciendo a veces la impresin de unadescentralizacin que realmente no se da. En realidad, la queaument fue la escala geogrfica de la regin central.

    La consecuencia es clara. Fuera de ese mdulo, quepuede ser una mancha en las condiciones anteriormentedescritas, la expansin industrial se hace a un ritmo ms lento, oes subordinada, y da origen a verdaderos enclaves, ostensivos ono. Se verifica, igualmente en las grandes ciudades, yprincipalmente en la metrpolis econmica, una concentracinde las actividades terciarias de nivel superior. A partir de uncierto nivel de desarrollo, esa concentracin tiende a ser anmayor que la de la produccin material en vistas a la mayorexigencia de contactos personales, pues el trabajo intelectual dealto nivel funciona como economa externa para las otrasactividades del mismo nivel.

    El hecho de que las grandes ciudades se hayan vuelto,por excelencia, los centros de produccin y de consumo, hacede ellas tambin los grandes centros de distribucin y losgrandes nudos de circulacin. Esas ciudades concentran elcomercio mayorista interno, adems del comercio deexportacin e importacin. Frecuentemente, la mayor ciudad deun pas subdesarrollado comercializa una parte de la produccinalimentaria, mucho mayor que su consumo. Y esto, adems decontribuir a aumentar la dimensin financiera de las firmasinteresadas" , les da un control mayor sobre los precios y sobreel abastecimiento, tanto en la gran ciudad como en las ciudadesmenores. An aqu, los ms pobres o menos favorecidosencuentran en la ciudad mejores condiciones de acceso a losproductos esenciales, aunque la calidad ofrecida pueda variar.Existe un comercio sujeto a oscilaciones de la oferta, donde sonfacilmente absorbidas por una poblacin numerosa y carente, a

  • la medida que el precio baje. Es de ese modo que los grandescomerciantes pueden evitar los posibles excedentes, sin conoceruna cada del beneficio, pues el mayor volumen comercializadocompensa la relativa baja de precio. Ese mecanismo, sinembargo, solamente funciona en la gran ciudad, gracias, por unlado, a la dimensin de las firmas y, por otro, al tamao de lapoblacin, cuyo acceso al consumo vara en funcin de su rentadisponible y del precio del bien ofrecido. De todas maneras, severifica un mecanismo de aceleracin del crecimiento urbano enlas ya grandes ciudades, en detrimento de otras aglomeracionesde la red urbana nacional.

    El caso de Sao Paulo parece ser un ejemplo. La llamada"hinchazn" urbana de los aos setenta, y principalmente enfechas ms recientes, nada tiene que ver con lo que ocurri en lametrpolis brasilea en los aos sesenta y, an menos, en losaos cincuenta. La naturaleza de las migraciones que aumentanel volumen de la poblacin, el significado de los saldosmigratorios en una fase en que la migracin "descendiente"aumenta, las actividades que la ciudad preside, y su propiopapel metropolitano en relacin a la totalidad del espacionacional, exigen una definicin especfica de las nuevascondiciones de la economa nacional y mundial, definicin quees, a veces, diametralmente opuesta a la de perodos anteriores.La propia comprensin del fenmeno de la pobreza urbana y desus mecanismos de adaptacin cambiaron sustancialmente yrompieron con los modelos que servan a su caracterizacin.

    Las estadsticas indican, muchas veces, la aceleracindel crecimiento regional para afianzar la idea de que lasllamadas desigualdades regionales disminuyen. Es posible queuna mirada simplista de las estadsticas pueda inducir al lector,y an al especialista, a esa conclusin. El problema, noobstante, no es medir cantidades, sino verificar lo quesignifican. En la mayora de los casos, el crecimiento industrialde ciertas ciudades "medias" es subordinado, pocorepresentativo para la economa del rea en que se inserta ycontribuye a aumentar exponencialmente ventas, beneficios yventajas en el rea central del pas. Hansen (1967) denominese mecanismo "crecimiento ascendente", pues si hay aumento,es al servicio de unidades mayores.

    Por otro lado, cmo explicar la presencia de otros tiposde ciudades dentro de un sistema urbano? Qu significan,actualmente, aquellas aglomeraciones todava llamadas, parafacilidad de exposicin nicamente, pequeas y medianasciudades?

    Queremos insistir, una vez ms, en el hecho de que elnmero de ciudades en un sistema, su tamao y su importanciarelativa deben ser estudiados como un fenmeno total: no sepuede encontrar ninguna explicacin satisfactoria fuera de uncuadro exhaustivo y global. Categoras aisladas no conducen auna explicacin real.

    Ya vimos cmo la selectividad de la actividadproductiva moderna conduce al fenmeno de la macrocefalia, aldesarrollo de ciudades grandes y cada vez mayores. Tambin yaindicamos cmo la expansin del consumo llev al crecimientodel nmero y al desarrollo de las pequeas ciudades (Santos,1975, 1978). Cmo interpretar la existencia de las ciudadesmedianas?

    La funcin de esas ciudades, cualitativa ycuantitativamente intermedias, es la de proporcionar serviciosde nivel medio y productos ms diversificados que los quepueden vender las ciudades locales. Es una de las razones porlas cuales su nmero y su importancia varan en relacin con lacapacidad de consumo de la poblacin interesada. No obstante,un mayor desarrollo econmico puede conducir a la reduccindel nmero de las ciudades intermedias. En Africa, algunosautores constataron lo que denominaron la muerte oresecamiento de las ciudades regionales y eso est vinculado ala revolucin de los transportes. En Amrica Latina, donde elnivel de consumo es ms alto, el fenmeno se producesiguiendo otras caractersticas y pasa frecuentementedesapercibido. La verdad es que aparece un nuevo tipo deciudades intermedias, ms populosas y mayores. En cualquiercaso, sin embargo, el crecimiento de las ciudades medianas esun hecho relativo, si lo comparamos con el crecimientocualitativo de las grandes ciudades y an con su crecimientocuantitativo.

    Dentro del sistema urbano nacional, cada aglomeracintiene un papel especfico.

  • war

    La pequea ciudad, que preferimos llamar ciudad local,se vuelve el centro funcional, pero no dinmico de la regincircundante. No es ya la misma pequea ciudad descrita porGeorges Chabot (1946). La ciudad regional, limitada en sucapacidad de producir e igualmente de distribuir o an decomprar, no es tampoco aquella capital regional que preocupabaa Dickinson (1947). Ya no es siquiera una ciudad regional, puesya no domina "su" regin, que est orientada directamente hacialas metrpolis econmicas en sus intercambios msimportantes. Se trata ahora, pura y simplemente, de una ciudadintermedia. La nocin de una jerarqua urbana a la maneramilitar, cuyo descubrimiento se adjudica Smailes (1953), hoyforma parte de los cadveres de una geografa superada.

    En realidad, cada uno de esos vocablos, ciudad local,ciudad intermedia, ciudad regional o capital regional, encubrenuna variada gama de significados que es tanto ms vasta cuantomayor el dinamismo del pas.

    El tema de la organizacin del espacio nacional en lospases subdesarrollados es, pues, muy amplio y complejo, y lacuestin de las redes urbanas constituye slo un aspecto de esaproblemtica. Es un tema a abordar como una totalidad, dondela sociedad y el espacio humano aparecen como una sntesis queest siempre hacindose y rehacindose. Este tema, uno de losms globales, exige un esfuerzo analtico en el cual lascategoras de anlisis sean tambin categoras de una realidad a

    6 Resumen a modo de conclusin

    El espacio es una realidad objetiva, un producto social yun subsistema de la sociedad global, una instancia (Santos,1977, 1978). Su anlisis supone la construccin de unaepistemologa gentica del espacio geogrfico, fundada en elhecho de que los cambios histricos conducen a cambiosparalelos de la organizacin del espacio.

    Ese punto de vista exige que consideremos lascategoras de tiempo y de escala como capaces de asegurar unavisin global, dinmica y concreta, donde la nocin de totalidadaplicada a la sociedad y al espacio no deje lugar a ninguna

    La divisin social del trabajo como una nueva pista / 63

    especie de tautologa. Y para tener en cuenta los aspectosformales y de estructura del espacio en general y del sistemaurbano, las nociones de estructura, funcin y forma sonfundamentales. Esas nociones estarn en el centro de lainterpretacin de la evolucin y del presente del espacio. As,sern consideradas paralelamente: la sociedad, en su realidad yen su movimiento, los procesos de esa evolucin, lasactividades actualmente localizadas en el espacio y los objetosde los cuales esas actividades dependen, es decir, las formas,analizadas a travs de su aspecto material y de sus atributostcnicos y sociales.

    La urbanizacin no es sino un resultado de talesprocesos histricamente determinados, en tanto que localizacingeogrfica selectiva de las fuerzas productivas y de lasinstancias sociales.

  • 4La nueva terciarizacin: notas

    metodolgicas'

    Este ensayo es una aportacin al estudio del terciario enel contexto de la urbanizacin, especialmente en el mundosubdesarrollado. Partiendo de la definicin clsica de esacategora, buscamos indicar los principales problemas que talestudio sugiere. Para limitar el propsito del ensayo, trataremossolamente los aspectos ms "modernos" o "superiores" de laactividad del sector denominado terciario, dejandodeliberadamente de lado lo que decidimos llamar "circuitoi nferior", cuya confusin con el sector terciario (primitivo,residual, transicional y de la misma naturaleza) es frecuente.

    En este trabajo discutimos el origen de la clasificacintriple de las actividades econmicas en sus relaciones con elplaneamiento econmico y el trabajo estadstico, as como elvalor del concepto original frente a las condiciones actuales dela economa internacional y la necesidad de nuevos conceptos.Inmediatamente, advertimos sobre el paralelismo entre divisinsocial y distribuicin espacial del trabajo, parmetrofundamental cuando se desea conocer las relaciones entreterciarizacin y urbanizacin, sea con un propsito analticopuro, sea que ste deba servir de base a una propuesta deplanificacin. La especificidad de la cuestin en los pasessubdesarrollados tambin es objeto de nuestra preocupacin.

  • 4.1 Un defecto congnito

    La trinaria clasificacin de las actividades econmicasheredada de Colin Clark es contempornea, o tal vez unaconsecuencia, de una teora de crecimiento econmico que semostr histricamente ineficaz y que, en el caso particular delos pases subdesarrollados, parece haber contribuido aaumentar an ms su subdesarrollo. Adems, la contabilidadeconmica que trata como un dato homogneo lo que es cadavez ms heterogneo es, de esa manera, incapaz de ayudar areconocer el movimiento real de la sociedad y de la economa.Por lo tanto, esa contabilidad resulta intil cuando se pretendeprever el futuro para trazarle rumbos.

    4.2 Un nuevo fenmeno y una vieja denominacinEn las condiciones actuales de la economa, el estudio

    del denominado sector terciario impone que se tengan encuenta, por un lado, la existencia de nuevas actividadesterciarias, no siempre discernibles bajo las condiciones actualesde la recopilacin estadstica y, por otro lado, la heterogeneidadfundamental del sector de la forma como se defineoficialmente, heterogeneidad que las estadsticas oficialesencubren.

    Frente a esos dos datos cabe al analista elegir entre dosactitudes: 1- Conocer los procesos subyacentes a los hechospara aprovechar as las estadsticas de que dispone; 2-Subordinarse de pies y manos a los cuadros estadsticos yapreparados, reproducirlos perezosamente y arriesgarse acometer graves errores que implican colectividades enteras. Eluso correcto de las estadsticas, ahora y siempre, solamente esposible si contamos con un enfoque terico anclado en lapropia realidad. Esta es rapidamente mutable, especialmente enciertas pocas, en tanto el proceso de evolucin de los mtodosde recopilacin estadstica es, en las condiciones vigentes,extremadamente rgido. De esta manera, la preocupacinterica y metodolgica es fundamental. Slo as se llegar a

    La nueva terciarizacin : notas metodolgicas / 67

    reconocer el nuevo contenido encubierto por la viejadenominacin "sector terciario".

    El estudio del llamado "sector terciario" es, en lascondiciones actuales de la economa, un heredero enriquecidode la ambigedad que marca la definicin inicial de esacategora de anlisis. La situacin es, ahora, ms preocupante,pues una parte cada vez ms importante de las estadsticasdisponibles no tiene en cuenta aquella ambigedad inicial y,an menos, su gravedad posterior. Al disimular los resultados,el material as ofrecido como base para una interpretacin de larealidad es, ya, en si mismo, una interpretacin, y unainterpretacin distorsionada, que perjudica y a veces prohibe elcorrecto conocimiento de la realidad.

    Esa advertencia, necesaria desde hace tiempo, seimpone an ms en el presente. Vivimos una fase de la historiaen que la vida cultural se caracteriza, principalmente en ciertasreas, por una economa de raciocinio prxima a la indigencia ydonde la economa de la actividad intelectual reduce laspreocupaciones de rigor a un mnimo que a veces se confundecon la irresponsabilidad.

    4.3 Los terciarios nuevos o renovados

    Las condiciones actuales de una economa internacional"mundializada" hicieron surgir un sinnmero de actividadesque escapan a las clasificaciones tradicionales, pero no puedenescapar a las preocupaciones del analista, quien corre el riesgode una interpretacin no vlida, de elaborar una caricatura enlugar del retrato de cuerpo entero de la realidad.

    Entre los items, que no siempre estn incluidos en elestudio del llamado terciario, o que no merecen suficienteatencin, existe una serie de actividades sin las cuales la vidaeconmica moderna no se podra ejercer. En esa lista seencuentran las actividades de comercializacin (marketing), deingeniera (engineering), de gerencia (management), depropaganda, de investigacin, de consultora, etc. Laampliacin cualitativa y cuantitativa de las necesidades unidasa la existencia individual de las familias, ms el hecho de que el

  • 68 / De la totalidad al lugar

    propio sistema econmico dispone de medios para crear eimponer nuevas necesidades como si fuesen naturales, son,paralelamente, creadores de nuevas actividades que seenmarcan tambin dentro del terciario (salud, religin,diversiones, turismo, etc). Dnde incluir la actividadeducacional? Adase a todo esto las formas nuevas orenovadas, sofisticadas o no, de la actividad poltica y poltico-administrativa tanto en la esfera pblica como en la esferaprivada, o an en la intersecci