De la evolución fonética del latín al nacimiento de una nueva lengua: el francés y su correlato...

download De la evolución fonética del latín al nacimiento de una nueva lengua: el francés y su correlato en español.

of 168

description

De la evolución fonética del latín al nacimiento de una nueva lengua: el francés y su correlato en español.

Transcript of De la evolución fonética del latín al nacimiento de una nueva lengua: el francés y su correlato...

  • !

    ##$%&

    ' (

  • DE LA EVOLUCIN FONTICA DEL LATN

    AL NACIMIENTO DE UNA NUEVA LENGUA

    EL FRANCS Y SU CORRELATO EN ESPAOL

    Irma Irene Biojout Azar

    2014

  • NDICE

    Presentacin 7

    Nacimiento de las lenguas modernas

    Saussure y el cambio lingstico

    Introduccin 17

    Latn clsico y latn comn

    El sustrato celta

    Nuestro itinerario

    Captulo 1

    La evolucin fontica del latn y el nacimiento de las lenguas Romances 23

    1. Breve descripcin del sistema fontico latino.

    1.1. Caracterizacin de las consonantes latinas.

    1.2. Caracterizacin de las vocales latinas.

    1.3. Caracterizacin del acento en latn. Su efecto sobre las vocales

    1.4. Los fonemas del latn a fines del Imperio (siglo V) 1.5. Caractersticas de la evolucin fontica de las consonantes.

    1.6. Las vocales del latn y su evolucin fontica. La slaba.

    1.7. Evolucin de las vocales tonas: - penltima, - final, - pretnica, - inicial. Otros casos.

    1.8. Influencias que actan sobre las vocales. 1. Vocal libre o trabada. -1.Trabas ordinarias y especiales. -Vocal trabada por una traba latina; -por una traba especial de: -[l] velarizada, -de consonante nasal, -de yod.; -.2. por su accin :-combinacin; -final de palabra. 3. Ocho casos de traba. 4. Otras influencias secundarias.

    2. Evolucin de las vocales tnicas.

  • 2.1. Evolucin de la [a] tnica. -a tnica libre o trabada. Traba de nasal, nasal final, nasal final + [], - accin de la yod sobre la [a]: - combinacin, -traba.

    2.2. Evolucin de la [i] tnica. - Evolucin de la [u] tnica. 2.3. Evolucin de la [e] tnica : -cerrada libre, cerrada trabada, combinacin. - de la [e] tnica.abierta: trabada por nasal; seguida por nasal final; combinacin o traba de yod.

    2.4. Evolucin de la [o] tnica: -cerrada: libre, trabada, traba de [kl], [nj], nasal. Proceso de desnasalizacin. Evolucin de la [o] tnica abierta libre. -[o] trabada: [o] + yod: combinacin, traba. [o] + nasal: combinacin, traba.

    3. Evolucin de las vocales iniciales.

    3.1. Vocal [a] inicial libre. Trabada por [l]. Trabada por nasal. Seguida por una yod. Precedida por [k] o [G]. [a] inicial en hiato. Otros casos. - Diptongo inicial [au]. 3.2. Vocal inicial [u]. - Vocal inicial [i], [i] seguida de [yod], de nasal. 3.3. Vocal [o] inicial; seguida por una [l] velar. En hiato. [o] + nasal: - libre, -trabada, [o] + [j]. 3.4. Vocal [e] inicial: libre, trabada

    4. Evolucin de las consonantes.

    4.1.Consonantes Iniciales de palabra y de slaba. Consonantes intervoclicas. Consonantes finales de slaba y de palabra. Influencia de la yod sobre las consonantes.

    4.2. Dentales. T D en posicin dbil. El sufijo aticum Dentales T D + R L en slaba inicial e intervoclica

    4.3. R SS STR + yod L M N + yod K G + yod. Oclusivas K G + Lquidas R L. CR GR CL GL.

    4.4. Las labiales P B V + R L.

    Captulo 2

    Las etapas de la evolucin del francs en su contexto histrico. 75

  • 2.1. El protofrancs o francien y el francs antiguo, del siglo VIII al siglo XII.

    1. Hechos histricos. 2. Fontica: *las vocales -tonas, -tnicas, nasales, africadas, influencia de la yod sobre las vocales; *las consonantes: intervoclicas, geminadas, finales de slaba y de palabra, nasales finales, [-r-] final; enmudecimiento de la [-s-], monoslabos; guturales K y G. Cada de las consonantes finales en la lengua oral. 3. Morfologa: evolucin de los verbos. 4. Cuadro comparativo del sistema verbal latino y de su derivado en francs y en espaol.

    Textos:

    - Henry, Albert (1960) : Chrestomatie de la Littrature en ancien franais. T. 1. 2me d. Ed. Francke, Berne. Serments de Strasbourg (p.1), Squence de Sainte Eulalie (p.2), La Chanson de Roland (p. 31). - Marie de France (1959:111): Le Laustic fragmento 665-672 in Les Lais de Marie de France. Publis par Jeanne Lods. Paris, Champion.

    2.2. El francs medio : del siglo XIII al siglo XV.

    1. Cambio en la sociedad. Universidades de Pars y de Montpellier. Fin del feudalismo y nacimiento de la nacin. Ordonnance de Villers- Cotterets. Cambio en los temas literarios. 2. Ortografa. Lengua oral y lengua escrita. Distincin de los homnimos. 3. Fontica: *Vocalismo: supresin de la [] y de las sordas interiores. *El diptongo [we] > [wa]. Vocales tnicas. Vocales iniciales: influencia de la analoga. *Diptongos fonticos y diptongos visuales. *Las consonantes lquidas: R L vibrantes y M N nasales: en slaba inicial, -entre dos vocales; -ante una R, -L entre una consonante y una vocal, - grupo -ll-; -L interior. Grupo L R: d de transicin. - L + yod. L final. - M N + consonante, - interiores entre vocales. El grupo -mn- tras vocal o la vibrante R. -M N + Yod-, en slaba final.

    Texto:

    Franois Villon: Le Testament . Double ballade (fragmento).

    2.3. El francs clsico

    1. Siglo XVI. El Renacimiento.

    Michel de Montaigne, Essais (1580), Livre Premier. Chap. XXXI. Des cannibales.

    2. Siglo XVII. El Clasicismo.

    Jean Racine:Thtre complet de : Phdre. Acte Premier. Vers 269-278.

  • Conclusin 160

    Notas 162

    Bibliografa 164

    Smbolos fonticos 166

    La autora 167

  • 7

    PRESENTACIN

    El objetivo de nuestro recorrido diacrnico, desde la fontica del latn hasta la del francs actual y su paralelo vnculo con el espaol, es acercar al estudiante y a un pblico no especializado pero interesado y curioso, una sntesis de la evolucin fontica del francs y eventualmente su equivalente en espaol a partir del latn, y las consecuencias de esta evolucin en los otros sistemas de la lengua: morfologa, sintaxis, lxico, semntica. En espaol esta evolucin es ms breve y afecta menos sistemas, en cambio en francs, debido a la influen-cia de las diferentes tribus celtas asentadas en su territorio, produjo modifica-ciones tales que hicieron de este idioma el ms alejado de su fuente latina, so-lo superado por el rumano. El contenido y la estructura de este volumen estn pensados para un pblico formado en stas y otras lenguas o disciplinas conexas, deseoso de informarse y orientarse antes de profundizar en la investigacin. Su fin primero es, sin embargo, iniciar en este largo, azaroso y apasionante re-corrido lingstico, sin abrumarlo, al estudiante universitario que cursa la asig-natura Historia de la lengua francesa en el currculo de los Profesorados de Francs de las Universidades de la Argentina y de Latinoamrica y en los Insti-tutos superiores de formacin docente.

    En primer lugar, caracterizamos el latn como una lengua flexional, como lo es aun hoy el alemn. Las funciones sintcticas de los sistemas nominales, adjeti-vales y pronominales, se ven expresadas en declinaciones, es decir, el conjun-to de terminaciones o desinencias, llamadas casos, que el pueblo latino eligi para indicar, en forma simultnea, a travs de ellos, gnero, nmero y funcin, en un perfecto modelo de sntesis y de organizacin. - El sistema verbal es tambin sinttico, de modo que las terminaciones de ca-da persona eliminan la necesidad de emplear el pronombre sujeto, y el hecho de usarlo, lo enfatizan.

  • 8

    - La sintaxis de la oracin se basa en la libertad que le otorga el sistema ca-sual, aun cuando predominen ciertas tendencias, por ejemplo, ubicar el sustan-tivo sujeto al final de la oracin, precedido por sus complementos,.sobre todo si se trata de complementos circunstanciales. Pero, por ser una lengua viva, se vio sometido a los cambios que le impusieron tanto el uso y la moda como las extremas vicisitudes polticas y sociales pro-pias de su historia y la de su entorno geogrfico, hasta llegar a transformarse en un abanico de lenguas derivadas, entre ellas el espaol y el francs, tema de nuestro trabajo. - Abordamos esos cambios comenzando por el desarrollo de los fonemas del latn paralelamente con los fonemas del espaol, que en la mayora de los ca-sos slo constituyen una etapa intermedia para llegar al mismo trmino en francs. Recordamos la nocin de ley fontica de los antiguos comparatistas, remozada sobre todo por lingistas alemanes de fines del siglo XIX, en particu-lar por W. Wundt (in Wartburg: Problmes... (1), quien sostiene que las reglas fonticas no tienen excepcin, salvo que sean anuladas por otras, de modo que deben ser interpretadas como una conformidad sin excepcin a estas le-yes. - Proponemos luego insertar estos cambios fonticos en el contexto histrico en el que se produjeron, recordando a algunos de los autores y las obras que en l dejaron su huella. - Agregamos por fin un somero anlisis de algunos fragmentos de textos see-ros de la literatura francesa, en versin original y nuestra traduccin, ilustrativos de la situacin de la lengua en cada uno de los perodos analizados.

    NACIMIENTO DE LAS LENGUAS MODERNAS.

    Investigadores del siglo XIX comprobaron, a travs de la reconstruccin del snscrito, antiguo idioma virtual de la India, que ste tena palabras que se asemejaban formal y semnticamente en las tres lenguas que constituyeron el

  • 9

    tronco primigenio de las lenguas europeas modernas: el griego clsico, el latn y el germnico o antiguo alemn.

    Daz Plaja (1968:10:2) compara dos ejemplos similares del snscrito, del grie-go y del latn, cuya evolucin le permite afirmar su conviccin de estar frente a la gran familia de idiomas indoeuropea, que comprende hoy los idiomas fun-damentales de Europa y Asia procedentes del ario o indoeuropeo, idioma ni-co, hipottico, remoto en el tiempo y ya desaparecido en el momento en que se iniciaron estas investigaciones.

    Seis grupos conformaban esta familia: - el indoiranio hablado en la India en tiempos remotos, representado hoy por el indostan y el persa, muy modificados; - las lenguas eslavas, a las que pertenecen el ruso, el polaco, el checo, el eslo-vaco, el esloveno, el serbio, el ucranio, el croata y el blgaro; - el griego, representado por sus tres dialectos: jonio, eolio y dorio; - el itlico, representado en la pennsula itlica por varios dialectos rudimenta-rios (osco, umbro), dominados finalmente por el dialecto de la regin del Lacio, junto al ro Tber, el latn. Su ciudad capital, Roma, da su nombre a las lenguas que de l surgen en las regiones dominadas: las lenguas "romances", "romni-cas" o "neolatinas"; - el cltico, proveniente de distintas tribus que ocuparon el oeste europeo, ins-talndose incluso en la costa de la pennsula ibrica (Espaa y Portugal). Al-gunos vestigios dialectales quedan en Francia (bretn) y en las islas britnicas (Gales, Escocia y Bretaa). Su origen germnico lo alej parcialmente de la evolucin de las lenguas latinas, pero dej su sello indeleble en el fonetismo del francs; - el germnico, o viejo/alto alemn, al que pertenecen la rama nrdica con el dans, sueco y noruego; la rama gtica, procedente de los goths, los godos, divididos en dos: la rama occidental, los visigodos, ocupa Espaa y Portugal; y la rama oriental, los ostrogodos, ocupa las orillas del Danubio.

  • 10

    Wartburg (1962:11:3) seala con humor que, cuando hace ms de 2000 aos, estos pueblos, "tribus de aristcratas", "se desplazaron para conquistar el mundo", "lo hicieron bastante bien", pues a pesar de su diferenciacin ac-tual, el indoeuropeo resulta hoy predominante frente a apenas "el chino, el ja-pons, el rabe, el turco y el hngaro que subsisten a su lado como lenguas de civilizacin. Son pueblos nmades, errantes, habituados a desplazarse con el fin de buscar pasturas para su ganado. Estas migraciones hacen que las tribus se dispersen y dejen de hablar el idioma originario que les era comn y que toma en adelan-te direcciones divergentes con suerte desigual. Sin embargo, dos grandes gru-pos se perfilan en Europa: las lenguas germnicas en el Norte y las lenguas romances o romnicas en el Sur. Cuando se habla de tribus de aristcratas se alude al hecho de que el saber estaba concentrado en pocas mentes, que eran precisamente las que maneja-ban el poder. As sucedi con los druidas, sacerdotes celtas que, en territorio francs y en las costas espaola y portuguesa, transmitan su saber oralmente, de modo que solo la casta de los elegidos pudiera estudiarlo y transmitirlo. Wartburg considera adems que la particular vitalidad de las lenguas roman-ces se debe no solo a la fuerza del latn y su compleja y perfecta estructura sino, sobre todo, a la capacidad de los latinos para asimilar a los pueblos so-metidos. Esta asimilacin se produce pacficamente a travs de la escuela ro-mana, abierta tambin a estos pueblos extranjeros.

    El latn no slo es el origen de las lenguas romances (espaol, francs, cata-ln, portugus, italiano, rumano, occitano, corso), sino tambin el mayor pro-veedor de un gran nmero de trminos cientficos y tcnicos en todas las len-guas modernas, inclusive en ingls, el cual desde el siglo XVIII tiene la mitad de su lxico de origen latino en el mbito de la jurisprudencia. Gracias a la lgica de su estructura, el latn constituy a travs de la historia un irreemplazable instrumento de educacin. Fue, y sigue siendo, adems, una lengua universal, con la ms rica literatura por la cantidad y calidad de sus obras, que ha proporcionado, junto con el griego, el vocabulario mundial de la

  • 11

    filosofa, la ciencia y la tcnica y, a la vez, al extenderse por ms de 2500 aos, ha constituido la base ms slida de la civilizacin occidental, a tal punto que an hoy es (modificado a su vez por el italiano), el idioma utilizado en todo el mundo por la iglesia catlica en sus ritos, concilios y dilogos ecumnicos. Se ensea, adems, en las Carreras de Letras de nuestras universidades e institu-tos del profesorado y, naturalmente y en mayor medida, en las de Europa. Precisamente en Finlandia ocurri recientemente un hecho inusual en el plano lingstico, segn relata el docente espaol A. Martnez (4): cuando de junio a diciembre de 2006 ocup la Presidencia pro tempore de la UE, el gobierno fin-lands estableci que los informes de las distintas comisiones fueran publica-dos no solo en las lenguas oficiales sino adems en latn. La razn de esta eleccin es que, estos ltimos aos, Finlandia se ha clasificado con honores en los resultados del Informe de Pisa, que ha calificado su sistema educativo co-mo el mejor del mundo. En el colegio secundario, los estudiantes pueden optar por el latn como lengua extranjera, en el mismo nivel que las dems lenguas vivas ofrecidas institucionalmente. A esto se agrega que, cuando la radio na-cional finlandesa emite noticias en latn, tiene en promedio 70.000 oyentes que consideran que es la lengua eterna que nos vincula con el mundo eterno del espritu.

    Nuestro propsito es seguir el arduo y largo camino recorrido por el latn hasta convertirse primero en el espaol y, en grado menor y ms tardo, en el fran-cs, fuertemente influenciado, sobre todo, por el habla de las distintas tribus celtas, de origen germnico, que se radicaron en su territorio. En nuestra presentacin, al cabo del desarrollo de la evolucin fontica de los trminos o estructuras seleccionados, daremos siempre en primer lugar el tr-mino, sintagma u oracin franceses de llegada, separados por una barra de su equivalente espaol.

    Gracias a la lgica de su estructura, el latn constituy a travs de la historia un irreemplazable instrumento de educacin. Fue, y sigue siendo, adems, una lengua universal, con la ms rica literatura por la cantidad y calidad de sus

  • 12

    obras, que ha proporcionado, junto con el griego, el vocabulario mundial de la filosofa, la ciencia y la tcnica y, a la vez, al extenderse por ms de 2500 aos, ha constituido la base ms slida de la civilizacin occidental, a tal punto que an hoy es (modificado a su vez por el italiano), el idioma utilizado en todo el mundo por la iglesia catlica en sus ritos, concilios y dilogos ecumnicos. Se ensea, adems, en las Carreras de Letras de las universidades e institutos del profesorado latinoamericanos y naturalmente, y en mayor medida, en las instituciones educativas europeas, como acabamos de mencionar.

    Sealamos adems que, tras la sombra destruccin del Imperio romano en el siglo V, el estudio de la evolucin lingstica del latn hacia las lenguas roman-ces en el perodo del francs muy antiguo slo puede ser seguido a travs de los escasos manuscritos recuperados por los investigadores, escritos en los monasterios por escribientes o autores de poca formacin. Lo mismo ocurre en cierta medida con la lengua medieval que, segn seala Moignet (Grard, 1978:119:5), tal como se presenta a nuestra observacin, es y no puede ser sino una lengua de textos y no puede ser abordada sino en esta perspectiva.

    Nuestro propsito es seguir el arduo y largo camino recorrido por el latn hasta convertirse primero en el espaol y, en grado menor y ms tardo, en el fran-cs, fuertemente influenciado, sobre todo, por el habla de las distintas tribus celtas, de origen germnico, que se radicaron en su territorio. En nuestra presentacin, al cabo del desarrollo de la evolucin fontica de los trminos o estructuras seleccionados, daremos siempre en primer lugar el tr-mino, sintagma o frase franceses de llegada a los que nos conduzca nuestro anlisis, separados por una barra de su equivalente espaol.

    SAUSSURE Y EL CAMBIO LINGSTICO

    La pregunta cundo y cmo naci el francs? nos remonta al descubrimiento del linguista Ferdinand de Saussure y a su Curso de Lingstica general, brin-

  • 13

    dado en la Universidad de Ginebra, Suiza, slo en los perodos 1906-07, 1908-09, 1910-11, y editado post mortem por un grupo de sus discpulos. A pesar de la brevedad de su exposicin y la falta de apuntes, logr dar a conocer su en-tonces revolucionaria concepcin personal sobre el acceso a esta disciplina, y romper definitivamente con el positivismo del siglo XIX. El Captulo II de la Primera parte (Saussure:1948:104:6), con su ttulo Inmuta-bilidad y Mutabilidad del signo, dio lugar a lo que se llama comunmente la pa-radoja saussuriana. En ella sostena que la lengua cambia y es, a su vez, in-mutable. Por un lado (p. 107), la lengua es un mecanismo complejo que exige enormes esfuerzos para aprenderla, lo que la protege de cualquier tentativa que apunte a transformarla (p.106), dada la incompetencia de la masa para lograrlo, y que la resistencia de la inercia colectiva ante cualquier transformacin lingstica acta en el mismo sentido. La sociedad es pues, para l, un factor de conser-vacin: la solidaridad con el pasado hace fracasar la libertad de elegir. Por otro lado, seala (p.108) otra cualidad de la lengua, contradictoria de la que acaba de enunciar: la lengua se altera, se modifica sin cesar. Agrega, sin embargo, que cualesquiera que sean los factores de alteracin, ya sea que ac-ten solos o combinados, siempre producen un desplazamiento de la relacin entre significado y significante (109). Uno de sus ejemplos es el infinitivo latino necare (1 conjugacin, tuer/matar). Gracias a las reglas inconscientes pero constantes de la evolucin fontica que construye cada comunidad, en francs se transforma en no-yer(nwaje)/ahogar(se), de modo que no slo cambia su forma sino tambin su contenido semntico, mientras que en espaol, al cambiar su sentido, es re-emplazado por otro verbo. Muerto Saussure prematuramente sin haber completado su curso ni publicado su obra, sus discpulos la concretaron a partir de sus notas de clase, conci-biendo este sistema como un conjunto de circunferencias concntricas: la ma-croestructura est representada por la circunferencia exterior, la lengua, que engloba a todas las otras y es inmutable.

  • 14

    Los discpulos de Saussure develan la paradoja, a partir de la imagen metafri-ca de un gran crculo exterior, la macroestructura de la lengua, que comprende en su interior crculos cada vez ms pequeos, los microsistemas que la consti-tuyen, de tamao decreciente. El macrosistema abarca en su interior todas las otras microestructuras, que van desde el lxico (en su representacin, la ms voluminosa, perifrica y cambiante de acuerdo con la evolucin y las necesida-des expresivas de la sociedad) hasta los morfemas y fonemas (las ms peque-as y centrales), pasando, entre otros, por los reducidos sistemas de gnero y nmero. El macrosistema es inmutable, no cambia. Son los microsistemas que se en-cuentran en su interior los que se modifican segn las tendencias de la socie-dad, pero sin llegar a alterarlo totalmente. El lxico es el mayor microsistema y el ms externo, es el que contiene ms unidades y ms se modifica, incorporando constantemente unidades nuevas, adaptadas a las necesidades, a las creaciones y a la evolucin de cada socie-dad, al mismo tiempo que deja de lado las que ya no necesita por haber cado en desuso. Ya no se habla ms de albarda/hallebarde, yelmo/heaume, galeo-te/galon, o incluso cors/corset, salvo en traumatologa, pues los conceptos designados han cado en total desuso y han sido desplazados progresivamente por otros acordes con los nuevos conocimientos y tecnologas, como cosmo-nauta, misil, alunizaje, tren bala, internet, la toile/la pantalla, la souris/el ratn/el mouse.

    En su interior se encuentran los dems microsistemas: el de las relaciones tex-tuales y sintcticas, de la conjugacin y sus formas, del sustantivo y su estruc-tura, los determinantes del verbo y del sustantivo, los elementos de relacin, las marcas de gnero y nmero, y, por fin, los afijos, y los ms pequeos, los fonemas. En el interior del gran macrosistema que es la Lengua misma, los microsiste-mas que la integran pueden cambiar sin alterarla. Pero cuando stos logran modificar el macrosistema, es decir la Lengua misma, este sistema que abarca todo se desploma.

  • 15

    Fue el caso de la lengua latina que, profundamente modificada por los nuevos usuarios en su pronunciacin y en su estructura, estalla en la diversidad de las lenguas romances. En el extremo ms central y reducido del crculo, el microsistema del nmero, por ejemplo, se ha visto afectado de distinto modo segn la lengua emergente. En el caso del artculo definido, que no exista en latn, se instala en los nuevos usuarios la necesidad de determinar con mayor precisin el ser u objeto en cuestin, y para ello utilizan los pronombres y adjetivos demostrativos, debili-tando su semantismo y eliminando progresivamente su valor mostrativo. El nominativo singular masculino ille se transformar en le en francs, el en es-paol e il en italiano. El desgaste fontico produce la cada de la "s" del acusa-tivo plural illos, y la oposicin singular/plural debi centrarse entonces en fran-cs en el timbre de la vocal: "le" / "les" > [l] / [le], y la s qued solo como un signo grfico. En cambio, su articulacin perdur en espaol: el/los, en portu-gus o/os, mientras que el italiano conserv la terminacin [i] del nominativo plural en un sistema ms complejo: il-lo / i-gli. Cuando las modificaciones afectan a muchos microsistemas y son profundas, llegan a alterar el macrosistema y ste estalla, dando lugar a su fragmentacin progresiva en varias otras lenguas. Es lo que ocurri con el latn, del cual na-cieron las lenguas romances, poco diferenciadas en sus comienzos. Las len-guas romances actuales son el italiano, el provenzal, el francs, el espaol o castellano, el cataln, el galaico-portugus, el reto-romano, el dlmata y el ru-mano. Este es el menos romanizado de los idiomas neolatinos, pues aun cuando su morfosintaxis lo est, la mitad de su lxico es de origen mixto (da-cio, eslavo, valaco) y se habla en pases ms perifricos: Rumania, Macedonia, Albania e Istria.

    Es evidente pues que la lengua constituye una creacin dinmica que refleja la evolucin de una comunidad y al mismo tiempo influye sobre ella. Jos Luis Romero cita a Prudencio (1967:23:7) para tener una opinin contempornea sobre los hechos vividos en el pasado: Hay entre el mundo romano y el mundo

  • 16

    brbaro, la misma distancia que media entre el cuadrpedo y el bpedo, entre el bruto mudo y el ser dotado de palabra. (7) Cuando los brbaros, que haban ocupado progresivamente y en forma pacfi-ca por siglos el Imperio romano, lo invaden violentamente en el siglo V, forza-dos por la invasin de los hunos, todos los historiadores de la lengua son con-testes en afirmar que se produjo entonces mucho ms que la destruccin de un sistema poltico y social evolucionado.

    Se produjo la fragmentacin y el desmoronamiento de la lengua y la cultura la-tinas. Sin embargo, las hordas invasoras no lograron destruirlo completamente, ya que aun vive, modificado, en nuestras lenguas neolatinas. Tuvo que recorrer un largo y tortuoso camino de prdidas y cambios para llegar a lo que es hoy y, a travs de nosotros y nuestras lenguas, seguir creciendo.

  • 17

    INTRODUCCIN

    LATN CLSICO Y LATN COMN

    Daz Plaja (1968:23-28:8) describe en breve y clara sntesis la expansin de Roma y de su lengua. Su divisa era Llevamos la fuerza del jabal y la sabidura del unicornio, personaje mitolgico. Segn la leyenda, los mellizos Rmulo y Remo, hijos de Marte, fueron arroja-dos al ro Anio y alimentados por una loba. Rmulo, que rein de 753 a 715 a.C., fue quien fund Roma Quadrata, trazando su entorno con un arado que levantaba una vez de cada lado para marcar las cuatro puertas de la ciudad. Pasaron de ser tan rudimentarios como sus vecinos oscos y umbros, asenta-dos alrededor del ro Tber, a ser un pueblo pujante en constante contacto con la erudita Grecia. Las legiones romanas colonizaron rpidamente todos los pueblos costeros del Mediterrneo, al que llamaron justificadamente Mare Nostrum, Mar nuestro, que era uno de los pocos lugares histricos conocidos en la poca. La anexin y la confederacin fueron los dos procedimientos que utilizaron para imponer su hegemona. Las tres guerras pnicas (264-241; 219-201; 149-146 a.-C.) tuvieron su origen en su rivalidad comercial con Cartago, estado fenicio establecido en el norte de Africa sobre el Mediterrneo. Esa rivalidad era tal que Catn terminaba todos sus discursos con la frase Delenda Carthago, Hay que destruir a Cartago. Ya destruida, se convirti en la Provincia de Africa. La derrota de su enemigo le signific a Roma recibir grandes indemnizaciones y tributos, y el arrendamiento de grandes zonas como ager publicus, tierra pblica. La romanizacin de Espaa, Hispania, comienza en este momento con la for-macin de dos provincias. Los celtas haban cruzado los Pirineos en los siglos X y IX a.C. y se haban mezclado con los beros, pueblo local, formando los celtberos. Las zonas de la costa este y sur se doblegaron rpidamente ante los romanos, mientras que la regin astur y cantbrica, al norte, ofreci una re-sistencia que se prolong hasta el reinado de Augusto (63 a.C.-14 d.C.). Un

  • 18

    ejemplo de esa larga resistencia es el famoso sitio y destruccin de Numancia (133 a.C.), ciudad hispnica que prefiri inmolar a todos sus habitantes en la hoguera antes que entregarse a Roma. Roma se anex tambin parte del Asia Menor y declar libres algunas ciuda-des griegas. En cuanto a los celtas establecidos entre los Alpes y los Apeninos, en Italia, se convirtieron en la Provincia Cisalpina en el ao 181 (cis- de este lado). Esta romanizacin perdur casi intacta hasta la invasin de los brbaros (9), en el siglo V, empujados por las feroces hordas de los hunos, llegados desde las estepas del Asia central. Pertenecieron adems al Imperio romano Grecia, los Balcanes, el norte de Africa, incluido Egipto, y las actuales Alemania, Inglaterra y Asia Menor.

    El latn, enseado pblicamente en las escuelas, fue el factor de unidad de es-tos pueblos tan dispares, de modo tal que, aun precariamente, todos se enten-dan entre s. Roma, por otra parte, dio a sus ciudadanos de variado origen la posibilidad de acceder a puestos prominentes y hasta al poder supremo. Como seala Daz Plaja (1968:13:10), fueron espaoles los emperadores Trajano, Adriano y Teodosio, y los escritores Sneca, Marcial, Lucano y Quintiliano. Su mayor difusin la alcanz con el cristianismo, cuando la autoridad eclesial per-cibi la unidad espiritual que le brindaba en la liturgia el uso del latn, idioma oficial.

    Como ocurre con todas las lenguas vivas, tena varios niveles. - El latn clsico era la lengua culta y literaria, pulida por su contacto con la cul-tura griega, fijada por prestigiosos prosistas (Cicern) y poetas (Virgilio) y fre-nada en su evolucin por los gramticos. - El sermo urbanus, o sermo quotidianus, o sermo usitatus era el latn familiar utilizado en el hogar. Cicern utilizaba ste en familia y en sus famosas cartas, y el clsico en sus discursos (Catilinarias) y en sus obras filosficas. - En cambio, el latn ad usum omnium, el latn comn, para uso de todos, lla-mado tambin sermo rusticus, o sermo plebeius o vulgaris, era la lengua oral

  • 19

    utilizada por el pueblo, capaz de combinar usos antiguos y al mismo tiempo es-tar abierta a la incorporacin de formas y estructuras innovadoras de origen fo-rneo que se desarrollaron libremente y sin control. Con el correr de los siglos, estas tres formas de latn llegan a diferenciarse pro-fundamente por su fontica, su morfosintaxis, su lxico y su semntica. Este mal llamado latn vulgar, que es en realidad el usual, es difundido por sol-dados, colonizadores y comerciantes en todas las regiones conquistadas por el Imperio romano, pero al mismo tiempo debi adaptarse a los distintos sistemas articulatorios de los pueblos vencidos. Se sum a este factor articulatorio la lenta disolucin social y poltica producida en un imperio tan vasto y difcil de controlar, la progresiva fragmentacin del pas y, sobre todo, la violenta invasin de los hunos, venidos de Asia central en el siglo V, que forz a los pueblos germnicos a abandonar sus asentamientos del norte y este de Europa y ocupar el oeste, y sobre todo el sur, por la fuerza. As cae primero el Imperio Romano de Occidente con su capital Roma, en el ao 476 de nuestra era, y luego el Imperio Romano de Oriente en 1453, en manos de los turcos.

    Si utilizamos la nocin de estrato, tomada de la mineraloga por Dauzat (1951: 11:11) para representar al latn, lengua cultural superior, los dialectos celtas sobre los que se impuso en la Galia sern su sustrato, es decir la lengua de quienes se sometieron a l pero a su vez le dejaron alguna huella, por ejemplo la formacin de las vocales nasales, el paso de (u) a (), la palatalizacin de las consonantes velares y algunos elementos lxicos: camisia, soc, cervoise. (12) El superestrato en cambio son las lenguas germnicas de los vencedores, que dominaron por la fuerza y polticamente a Roma durante siglos sin poder re-emplazar ni su idioma ni su cultura, y desaparecieron finalmente de su territo-rio, aunque ejerciendo en su sistema lingstico una fuerte influencia en la fo-ntica, la morfosintaxis, el lxico y la semntica. La lengua francesa es, de todas las lenguas romances surgidas del latn, la que, seguida por el rumano, ms se diferenci de su fuente latina, debido pre-

  • 20

    cisamente a estas influencias que destruyeron la sutileza, la concisin y la ar-mona del latn, la lengua fuente. Su sustrato fueron los celtas.

    EL SUSTRATO CELTA

    Los celtas ocuparon el hoy territorio francs en forma progresiva. Vivan en una sociedad jerarquizada, formada por el Consejo de Ancianos, los Seores de la guerra, los Druidas, sacerdotes que hacan sacrificios humanos, el pueblo y los esclavos. Comerciaron con fenicios y cartagineses y acuaron su propia mo-neda. Tambin fabricaban sus propias armas y se han hallado restos de cer-mica y orfebrera. En Pontevedra, Espaa, perdura un menhir en lo alto, frente al mar, y en Irlanda hay ruinas de murallas en Long Shot. Cada tribu estaba di-rigida por un jefe, pero no haba una sucesin fija. La mujer gozaba de derechos impensados en su poca, poda heredar y parti-cipar en la vida social. Admitan la poligamia y el divorcio. Los druidas saban leer y escribir: su escritura y su sistema numeral eran rudi-mentarios, pero conocan el griego, la astrologa y las matemticas. Eran respetados por la tribu como intermediarios entre lo humano y lo divino, practicaban la magia y ofrecan sacrificios rituales a los dioses. Rendan culto a los rboles y el fuego. Escriban sobre piedras y construyeron dolmens y men-hires. Pero ni los druidas ni los bardos y trovadores transhumantes dejaron tes-timonios escritos de su saber. A su vez, los romanos adoptaron la espada de los celtas de Hispania porque era de punta afilada en vez de roma como la de ellos: la llamaron gladius his-paniensis. Y tambin las bracae, bragas, pantalones, para los jinetes de las le-giones. Su msica pervivi en Galicia con dos instrumentos ancestrales, la gai-ta y la zanfona. Los romanos los llamaban Galli, porque eran alertas y vivaces como el gallo que canta todas las maanas al amanecer. De ah su nombre, los Galos, y el nombre de su territorio, la Galia.

  • 21

    Entre varios dioses se destacaba Lugo, dios de la tierra, de las artes y oficios, recordado en el nombre de varias ciudades europeas: Lugo (en Galicia), Lu-gano (en Suiza), Lugones (en Oviedo, Espaa). Su centro comercial gallego ms importante era Brigantia, hoy La Corua. La leyenda cuenta que Breogan, hijo de Brath, fund Brigantia e hizo construir el faro, Torre de Hrcules, desde donde parti su hijo Mil a conquistar el Eire, Ir-landa. En Inglaterra los dirigi una reina, Boudicca, en su resistencia contra los romanos.

    Sus guerreros coleccionaban cabezas cortadas como trofeos y saquearon du-rante meses la ciudad de Roma, llegaron hasta Grecia y Turqua, se enfrenta-ron a los sucesores de Alejandro Magno y ayudaron al mtico cartagins Anbal en su lucha contra Roma durante las guerras pnicas. Pero eran tribus que nunca constituyeron una nacin e incluso luchaban circunstancialmente entre s. Vercingtorix fue el ltimo jefe de la tribu celta de los francos salios. Su nombre significaba gran capitn: el sufijo rix era el equivalente del sustantivo rex/rey de los romanos. Resisti las presiones de Julio Csar y prepar la sublevacin de las Galias, siendo nombrado su jefe supremo en el ao 52 a.C. Combati denodadamente a las legiones de Julio Csar pero lo venci el hambre y, tras su derrota en Alsia, estuvo seis aos en prisin, luego fue decapitado (42 a.C.) y su cabeza expuesta en Roma para su escarnio y para gloria del vence-dor.

    NUESTRO ITINERARIO

    Daz Plaja seala, adems, que la mayora de los hablantes de un idioma no se preocupa demasiado por la exactitud de las palabras o construcciones que emplea, dado que slo le interesa expresarlas con claridad y correccin en funcin de su posicin social y la de su interlocutor. Agrega que, en cambio, el historiador de la lengua indaga en primer lugar cundo un trmino ha entrado en la lengua, cul es su origen y qu transformaciones fonticas, ortogrficas y

  • 22

    semnticas ha sufrido. En el primer caso se ocupa de la etimologa y en el se-gundo de la evolucin de fonemas y grafemas. Indaga luego cmo y por qu algunas palabras han cambiado de sentido o lo han multiplicado en el curso de la historia. Se ocupa en este caso de la semntica. Desea saber tambin cmo se han ido estructurando los sintagmas y las oraciones en el curso de la histo-ria -problema sintctico- , y cmo stos se organizan en cada etapa en el texto -problema textual-.

    Siguiendo el itinerario propuesto por Daz Plaja, nuestra tarea ser pues abor-dar, en este trabajo, los cambios fonticos que se produjeron en la evolucin del latn hacia el espaol y el francs, y los efectos progresivos y no buscados ni previstos de estos cambios en los otros segmentos lingsticos aqu esboza-dos.

  • 23

    CAPTULO 1

    LA EVOLUCIN FONTICA DEL LATN Y EL NACIMIENTO DE LAS LENGUAS ROMANCES

    Breve descripcin del sistema fontico latino

    Caractersticas de las consonantes latinas (Utilizamos los smbolos universales para representar el fonetismo de los gra-femas)

    - Los grafemas c ch k q se pronunciaban todos igual, siempre como la oclusiva velar sorda [k]: cera [kera] > cire/cera, schola [skola] > cole/escuela, ciconia [kikonja] > cigogne/cigea. La k era la consonante griega kappa, poco empleada fuera de los trminos de ese origen. En nuestro caso, la utilizamos adems como smbolo fontico: campus> kampo> champ ()/campo, corpus> corps(kor)/cuerpo.

    La g era siempre la oclusiva velar sonora [g], cualquiera fuera su entorno voc-lico: gaudia > joie (wa)/alegra, gente > gens ()/gente, gutta > goutte/gota.

    - La h del latn era siempre muda: herba > [erba] > herbe/hierba, homo > [on], hora > heure/hora. Pero esta situacin se vio alterada por la aparicin desde el siglo V de la mal llamada [h] aspirada, en realidad expirada, de origen germ-nico, que tena el sonido de una consonante espirante y perdur como tal en francs hasta fines del siglo XVII: haine/odio, heaume/yelmo, hardi/audaz. Su efecto se redujo finalmente, en francs, a impedir la ligazn (la liaison), en-tre el artculo y el sustantivo: la_ haine, la_ honte, la hardiesse.

  • 24

    - Las vocales i breve y e breve, cuando se unan a otra vocal, en latn clsico formaban hiato, es decir dos slabas, pero en latn vulgar empezaron a debili-tarse y se transformaron en la semivocal yod, representada fontica y arbitra-riamente por una jota: iam (bislabo) > jam (monoslabo) > (d)ja/ya, gla-ci-a (trislabo) > gla-kja (bislabo) > glace, en espaol sus derivados glaciar, glacial, facia (trislabo)> [fa-kja] (bislabo) > face/faz. - Lo mismo ocurri con la vocal [u] en los grupos qu, gu, transformada en la semivocal we (w). La [u] de estos grupos en francs es slo grfica, ha desa-parecido de la pronunciacin y solo perdura a veces en la grafa: quadrato > carr/cuadrado, lingua > langue/lengua, quomodo > comme/como; germ. *warjan> gurir/curar. En cambio, el espaol en la mayora de los casos la conserva en la grafa y en la pronunciacin: cuadrado, lengua. En pocos casos se mantiene en la grafa y en la pronunciacin de ambas lenguas: cuadrpedo = quadrupde.

    - Los grafemas j y v slo fueron incorporados en el siglo XV para represen-tar la i y la u consonantes, es decir, [yod] y [we]. La palabra iuuenis se trans-form luego en juvenis > jeune(n)/joven. Se las llama letras ramistas pues fueron introducidas en el siglo XV por el es-critor de la Rame, apodado Ramus .

    - Las consonantes geminadas (dobles) se articulaban netamente como dos consonantes y trababan la vocal precedente: villa (ll) > ville/villa, pulla > pou-le/polla, impidiendo por lo tanto su evolucin fontica.

    - La "r" era apical como en espaol y as continu en francs hasta el siglo XVII, cuando empez a desplazar su punto de articulacin y a transformarse en la [r] velar, tpica del francs: porta > porte/puerta, mater > mre/madre.

  • 25

    - La "x" era fonticamente una consonante doble (ks), que dara luego lugar al grupo [js], por el debilitamiento de la gutural k en la semivocal yod [j], que se combina con la vocal tnica: - examen > eksam> essaim/enjambre.

    Caractersticas de las vocales latinas

    Las vocales del latn clsico eran, como en espaol, cinco: a, e, i, o, u. En po-sicin tnica se caracterizaban por tres rasgos coincidentes: duracin (o canti-dad), altura (o tono) y acento (o intensidad). La "y" griega apareca en los tr-minos incorporados de ese idioma: rhythmus > escrito rhythme hasta el siglo XIX > rhytme/ritmo, beryllare > briller/brillar (con cada de la vocal inicial y la formacin de un grupo de lquida -br- en ambas lenguas).

    -Por su duracin eran largas, marcadas en los diccionarios con un guin su-perpuesto sobre la vocal tnica, y breves, marcadas con un arco superpuesto.

    -Por su tono o altura eran graves o agudas: amare (a inicial grave, e tnica aguda) > aimer/amar.

    - Por su acento eran tnicas o tonas

    El acento: su accin sobre las vocales

    La vocal larga y tnica reciba un acento musical, con el que coincida el acen-to principal, dbil, puesto que otros elementos, duracin y tono, se sumaban para destacar la vocal tnica. Un acento secundario caa en la slaba inicial. Wartburg (13) cita al gramtico Pompeyo para caracterizar ambos acentos y su posicin:

    "illa syllaba plus sonat in toto verbo quae accentum habet"

  • 26

    en todo verbo, la slaba que ms suena es la que tiene el acento. El accentum es el acento musical, y plus sonat se refiere al acento tnico, expi-ratorio, que terminar eliminando al acento musical a partir del siglo V. Es lo que se desprende igualmente de la cita que hace Bourciez, Prcis histo-rique (1958:5. Rem.1.p.22. 14) de lo expresado hacia el 400 por el gramtico Servius,

    "Accentus in ea syllaba est, quae plus sonat": el acento est en la slaba que ms suena.

    Dadas las reglas estrictas de su distribucin, este acento era slo prosdico, no exista el acento ortogrfico.

    En los polislabos, el acento en latn solo puede caer en la penltima o en la antepenltima slaba, formando as palabras graves o esdrjulas. La cantidad de la penltima slaba es la que determina el lugar del acento, segn las nor-mas siguientes:

    1. si la penltima slaba es larga, recibe el acento y la palabra es grave (en la-tn, paroxtona): dolore, corona > douleur/dolor, couronne (kuron)/corona

    2. si la penltima slaba es breve, el acento se desplaza a la antepenltima y la palabra es esdrjula (proparoxtona): tabula> table/tabla, alteru> autre/otro, fa-cilis > facile/fcil, manica> manche/mango. Los bislabos son, por consiguiente, siempre graves: pluma > plm/pluma, festa >fte/fiesta, pira>pera >poire [pwar]/pera. Solo los monoslabos podran ser agudos: mel > miel/miel, rem > rien, cor > coeur/corazn, siempre que fueran enunciados sin contexto, pues su uso esta-bleca que se apoyaban en la palabra que los preceda o los segua.

    Nuestra descripcin se refiere a la pronunciacin "restituta", es decir la pronun-ciacin restituida a travs de las indicaciones proporcionadas por los textos es-critos por eclesisticos en esa poca de oscuridad que sigui a la cada del

  • 27

    Imperio Romano de Occidente. La misma difiere tambin de la pronunciacin del latn eclesistico, an del actual, influenciado por el italiano.

    La evolucin fontica del latn y el nacimiento de las lenguas romances - Los fonemas del latn a fines del Imperio (Siglo V)

    Las vocales latinas y su evolucin

    El vocalismo de los siglos IV y V, poca sombra, difiere por lo tanto del latn clsico, pues opone cantidad y tono (meloda) a cualidad (timbre) de la vocal. Las vocales largas que se oponan a las breves tienden a cerrarse ms que s-tas, de modo que la oposicin ser, en adelante, por su timbre, entre vocales cerradas y abiertas. Si por su articulacin tomamos la [a] como vocal media; [e], [i] como anteriores a la [a], y [o], [u], como posteriores, podemos presentar su primera evolucin segn el esquema tradicional:

    i e e a o o u nidu pira tela pede amare bove hora gula luna

    nido pera tela pede amare bove hora gola luna

    La grafa actual muestra una etapa intermedia de su evolucin :

    nid poire toile pied aimer buf heure gueule lune [ni] [pwar] [twal] [pye] [eme] [bf] [r] [gl] [ln]

    Los tres diptongos clsicos del latn, [ae], [oe], [au] tambin sufren modificacio-nes, reducindose a un sonido simple ya desde el mismo latn tardo. En general, - ae se reduce a [e] abierta: caelu > kelo > tsyel >ciel/cielo;

  • 28

    - oe se reduce, por analoga con el precedente, a [e] cerrada: pna > pena > peine/pena. - En cambio au se reduce a [o] ms tarde, en el siglo VIII: auru > or/oro.

    Los hiatos del latn clsico, encuentro de dos vocales iguales en slabas distin-tas, tienden a reducirse a diptongos, es decir, la segunda vocal se debilita y se une a la precedente en una sola emisin de voz. - si las dos vocales son idnticas, se suprime una: pre/hen/de/re > prendere > prendre/prender, cohorte > corte > cour/corte; - si el hiato est formado por una vocal seguida por i breve o e breve, stas se reducen a la semivocal yod [y] y se combinan, dando lugar a otro fonema ():rubeu > (robyo)>robe>ru(rouge)rubio, rojo, simiu>(simyu)>singe(s) /simio.

    La constante ha sido pues, en francs, la reduccin silbica de la palabra lati-na, profundizada, como veremos, por los hbitos articulatorios de las diferentes tribus celtas, de origen germnico, que se sucedieron en su territorio.

    La slaba

    Las vocales se encuentran en slabas tnicas y tonas. Para los invasores germnicos solo haba una slaba reconocible, la slaba tnica, que se distin-gua de las dems por su acento y su fuerza, y secundariamente la slaba ini-cial, marcada por un acento ms dbil. Por ello, pronunciaron la slaba tnica con especial cuidado, apoyando con ms fuerza el acento de intensidad. El re-sultado fue que la slaba tnica se conserv siempre a travs de la evolucin, y secundariament la slaba inicial, tal cual o modificada, mientras que las slabas tonas tendieron a desaparecer en diferentes etapas, como veremos ms ade-lante.

  • 29

    Evolucin de las vocales tonas

    En relacin con la vocal tnica, las slabas tonas pueden encontrarse en posi-cin inicial y pretnica, si la preceden, o penltima y final si la siguen. No es f-cil encontrar muchos ejemplos que presenten simultneamente todos los tipos de slabas. En el ejemplo clsico: gubernaculum, propuesto por Bourciez (1958:10:15), encontramos las cinco posiciones :. Gu - ber - na - cu - lu inic. - pret. - tn. - pen. - final. Grafa: gou - ver - nail [guvernay] (= timn) De las cinco slabas originarias, slo han quedado tres, tanto en el escrito co-mo en el oral,: tal es la tendencia de los nuevos usuarios del latn a suprimir las slabas tonas.

    Pretnica

    - La [a] pretnica se debilita en [] en el siglo V y luego desaparece de la pro-nunciacin y a veces tambin de la grafa: -ornamentu>ornement/ornamento, sacramentu>sacrement (culto)/sayrement (k > yod y se combina con la vocal precedente) > serment (popular)/sacramento. En cambio serment perdura en francs con el sentido de juramento, con cam-bio semntico. - Las otras vocales pretnicas caen en el siglo V y arrastran frecuentemente la consonante de la misma slaba: dor(mi)toriu > dortoir, blas(phe)mare > blmer. - Sin embargo, permanecen un tiempo en la grafa como vocal de apoyo, pero caen siempre de la pronunciacin cuando se encuentran: * precedidas por dos consonantes: quadrifurcu > carrefour > [karfr], latrocinio > vx larcin > larcin(lars)/hurto. * seguidas por dos consonantes: peregrinu> plerin (con disimilacin de la pri-mera [r] en [l]), suspectione (ty) > vx sospeon > soupon/sospecha.

  • 30

    * Raramente se encuentran palabras con dos slabas pretnicas, en cuyo caso la ms prxima a la slaba tnica se llamar "pretnica propiamente dicha": - sternutare: ster- es slaba inicial en latn, pero como el grupo latino inicial [st], s + consonante inicial era difcil de pronunciar para los nuevos usuarios, stos agregaron una "e" epenttica (de apoyo) para facilitar su pronunciacin, con lo cual se modifica la silabacin y [ster] deja de ser inicial de palabra: -esternutare : [es] inicial, [ter] pretnica, [nu] pretnica propiamente dicha, [ta] tnica, [re] fi-nal > ternuer/estornudar, en espaol con la conservacin de la consonante [t] intevoclica (posicin dbil) de la slaba tnica, sonorizada en [d].

    Penltima

    La vocal breve de la penltima slaba es la ms dbil de todas y comienza a caer progresivamente desde el latn vulgar, hasta desaparecer definitivamente en el siglo IV : viride > vert/verde, colapu > colpo> coup (ku)/golpe, tabula > table/tabla (mesa), populu > poblo (la [p] intervoclica empieza a sonorizarse en [b], luego es restituida en francs por tradicin culta): peuple/pueblo (Cf. poblo, al comienzo de los Serments de Strasbourg, p.131).

    Final

    1. La vocal "a" final se debilita en [] sorda en el siglo VII, comienza a caer en el siglo XVI de la pronunciacin, pero permanece en la grafa en forma de "e", como marca del femenino: pluma > pluma (plm)/pluma, luna > lun/luna, y en las terminaciones verbales de la tercera persona del plural de los verbos de la primera conjugacin: cantant > chantent/cantan, fumant >fument/fuman.

    2. Las otras vocales finales caen en el siglo VII : muru > mur/muro, chien/can (perro), civitate > cit/ciudad.

  • 31

    .- ent de flexin tambin desaparece de la pronunciacin, pero permanece en la grafa como marca de la 3 persona del plural: vendunt > ven-dent/venden, volunt > veulent/quieren, legunt > lisent/leen. La excepcin son los verbos irregulares monoslabos: font/hacen, sont/son, vont/van

    3. Sin embargo, las vocales finales permanecen en forma de [] sorda como vocales de apoyo, cuando estn precedidas por un grupo de: * oclusiva con lquida: alteru > atro > autre/otro, populu > (poblo en los Ser-ments de Strasbourg: luego restitucin culta de la [p] etimolgica) > peu-ple/pueblo, patre > pre/ padre. * lquida con nasal: alnu > ano >aune/ana (medida), umu > orme/olmo. * labial con yod: rubeu > robyo > rob > ru > rouge/rojo, simiu > simyo > sin/simio. * pronunciacin difcil: cubitu > (kobedo) > (kobdo) > (kud)> coude/codo.

    Casos aislados

    - En deus, bislabo paroxtono en latn, es la [u] breve final la que va a recibir el acento, que se desplaza de la e tnica, confundida con una e breve en hiato: (dus) > (dy), el acento se desplaza a la final y da lugar a un diptongo > (dy), grafa dieu/dios. - [i] de flexin se combina por la caida de la consonante: canta(v)i > chantai [e]/cant; potui > poi > [] je pus/pude. - u breve final tras una (k) intervoclica debilitada en (g) sonora, se conserva y

    se combina al desaparecer la consonante sonorizada: focu > fogu > fou > feu

    [f]/fuego, jocu > yogu > jou > jeu ()/juego, paucu > pou > peu(p)/poco.

  • 32

    Otros casos

    - Las otras vocales caen en el siglo V y arrastran frecuentemente la consonan-te e incluso a la misma slaba: dormitoriu > dortoyr: dortoir(dortwar)/dormitorio colectivo, blasphemare > blmer/blasfemar. - Sin embargo, permanecen a veces un tiempo como vocal de apoyo y la grafa puede conservarlas, pero caen siempre de la pronunciacin, cuando estn: - precedidas por dos consonantes: quadrifurcu > carrefour (karfur), latrociniu > vx larecin > larcin(lars)/ratera. - seguidas por dos consonantes: peregrinu > plerin (con disimilacin de la "r" en l en francs)/peregrino, suspectione >[ty]>[ts]: vx sospeon > soupon/sospecha.

    Influencias que actan sobre las vocales

    Slabas libres o abiertas - vs - slabas trabadas o cerradas

    Las vocales libres evolucionan libremente y se modifican, las vocales trabadas se hallan protegidas por la traba que, en general, impide su evolucin y las mantiene sin modificacin.

    * una slaba es libre o abierta cuando est seguida por: - una sola consonante: a-la > aile/ala, lu-na > lne, ra-di-ci-na > racine/raz. - un grupo de [oclusiva + lquida l, r], porque para los latinos este grupo era muy fcil de pronunciar: pa-tre > pre/padre, ca-pra > chvre/cabra, fe-bre > fivre/fiebre, nu-tri-re> nourrir/nutrir. - el grupo "ns", pues la n del grupo ya haba dejado de pronunciarse en latn tardo: me(n)sa/mesa, spo(n)sa > pouse/esposa,(con el agregado de una [e] de apoyo en la slaba inicial), te(n)sa > toise> [twaz] /esp. tensa.

  • 33

    * una slaba es trabada o cerrada cuando est seguida por dos consonantes, segn la naturaleza de stas, como vamos a ver. Se distinguen las slabas tra-badas desde su origen latino o por la naturaleza de la consonante.

    - Por su origen, las trabas pueden ser de origen latino (las que ya existen en la-tn y se mantienen): porta > porte/puerta, festa > fte/fiesta, parte > part, - o de origen romnico (las que se producen por la cada de una vocal tona, ya sea penltima o pretnica): man(i)ca > manka> manche(m)/mango, lar(i)du > lard/tocino, as(i)nu > ne/asno, fab(u)la > fable/fbula, tab(u)la > ta-ble/tabla, mesa

    - Por su naturaleza, la traba puede ser especial u ordinaria. La traba especial no modifica la vocal, sino que acta sobre la consonante. Se dan tres casos: - 1. consonante nasal + consonante, - 2. [l] + consonante, - 3. traba de yod. - En todos los otros casos existe una traba ordinaria, de origen latino (porta) o romnico (tabula > table/tabla), que protege la vocal tnica e impide su evolu-cin.

    Trabas ordinarias y trabas especiales

    - Las slabas tnicas libres o abiertas (pede > pied/pie) y las trabadas por un grupo con lquida de origen latino se desdoblan y evolucionan libremente: -febre > fivre/fiebre - Las slabas trabadas por una traba ordinaria de origen latino mantienen siem-pre intacta la vocal: parte > part. - Pero si la traba ordinaria es de origen romnico, es decir, producida por la cada de una vocal tona: ebulu > la [e] tnica se desdobla y evoluciona: eebo-lo y se diferencia yeblo > yebl, grafa hible/saco, la vocal puede haber co-menzado su evolucin de desdoblamiento antes de la cada de la penltima s-laba.

  • 34

    - Si la traba es especial, de origen latino o romnico, acta sobre la consonan-te y no sobre la vocal precedente, que se conserva as intacta, como veremos en el item siguiente.

    Traba de [l] velarizada

    La [l] que produce una traba modifica su punto de articulacin y se velariza ya desde el latn, pronunciacin generalizada a partir del siglo III: []. Pero en el siglo XII, esta [l] velarizada se vocaliza en [u] y se combina con la vocal que la precede, dando lugar a varias formas. * Si se trata de una [a] + [l] velar > (au), su pronunciacin vacilar en (ao), (oo), (o), entre los siglos XIII y XVI, hasta que en ste la pronunciacin [o] cerrada se impone totalmente. - alnus > aune (on)/ana (medida de longitud), talpa > taupe (top)/topo, alba > aube (ob)/alba. * Si se trata de una [e] cerrada + [l] velar > (eu), y se transforma por combina-cin en la vocal mixta () en el siglo XIII. - filtru > feltro > feutre. La [l] velarizada final de slaba se vocaliza en [u] y se combina con la vocal que precede> feutre(ftr)/fieltro * La o + [l] velar > [ou] y se reduce a [u] tambin en este siglo. - [o] > [u]: molere > more > modre: por la cada de la [e] de la penltima sla-ba, se interpone una [d] de transicin entre [l] y [r], para facilitar su pronuncia-cin > moudre (mudr)/moler.

    Accin de las consonantes nasales m / n sobre las vocales.

    El sustrato celta generaliza en francs la produccin de vocales nasales, ya sean libres o trabadas. En un principio, toda vocal seguida o trabada por una nasal (m, n), se nasaliza con una nasalizacin imperfecta, pues se mantiene la articulacin de la consonante.

  • 35

    Sin embargo, en el siglo XVI los hablantes establecen una diferencia, por un lado, entre: - la vocal seguida por nasal + e final (vana > vaine), - la vocal trabada por nasal (campu > champ (), y - la vocal seguida por nasal final de palabra (vanu > vain> v). En el primer caso, se habla de "combinacin" de la nasal, extendida a todas las posiciones en la vieja lengua, pero a partir del siglo XVI esta slaba protegida por una [] final pierde su nasalizacin. En cambio, la nasalizacin de la vocal trabada o seguida por nasal final de pa-labra solo ser total a partir de fines del siglo XVI, con la prdida generalizada de la articulacin de la consonante. En el primer caso, la vocal seguida por na-sal + [] vuelve a ser oral y, para acentuar ms esta diferenciacin con el se-gundo caso, en la grafa aparece la doble nasal nn o mm, para indicar con cla-ridad su reoralizacin.

    Primer caso: - Combinacin: vocal + consonante nasal + a final: sin nasalizacin y con arti-culacin plena de la consonante. En la mayora de los casos se trata de adjeti-vos femeninos para diferenciarlos del masculino. - a: amat > (il) aime>[em]/ama, plana> plaine> [plen]/plana, sana > saine > [sen]/sana, vana > vaine [ven]/vana. - e: plena > pleine [plen]/plena, femina > femme [fam]/fmina, vena > veine [ven]/vena. - i: vicina > veitsine >voizine (vwa.zin)/vecina. - o: corona > couronne (kuron), donat > (il) donne [don]/da, poma > pomme (pom)/poma (manzana), bas lat. gomma > gomme (gom). Se considera que la consonante doble refuerza la desnasalizacin de la vocal. - u: luna > lune (ln)/luna, pluma (plm)/pluma.

    - Segundo caso: Final de palabra (nasalizacin completa): - a: sanu > sain (s)/sano, vanu > vain (v)/vano, manu > main (m)/mano.

  • 36

    - e: plenu > plein (pl)/pleno, serenu > serein (sr)/sereno. - i: pinu > pin (p)/pino, linu > lin (l)/lino, lat. pop. venimen > venin (vn)/veneno, vicinu>voisin (vwaz)/vecino. - o: patrone > patron (patr)/patrn, carbone > charbon (arb)/carbn. - u: alumen > alun (al ), commune > commun (kom )/comn

    -Tercer caso: La traba de nasal produce la nasalizacin completa:

    - a: plantare > planter (plte), lampas > lampe (lp)/lmpara, romanice > ro-

    manche (rom).

    - e: tempus > temps (t), sacramentu > serment (serm), integru > entegro >

    entier (tye)/ntegro y entero. - i: lintiolu > linceul (lsl), paene + insula > pninsule (pensl)/pennsula.

    - : configurare > configurer (kfigre)/configurar, contractu > contrat

    (ktra)/contrato, mundu > monde (md), monstru > monstre (mstr), umbra >

    ombre (br)/sombra. - u > ( ): humilis > humble ( bl), lunae die > lundi (l di). En el bajo latn, bas latin: conditione > condition (kdisy), hay traba en la sla-

    ba inicial y al mismo tiempo nasal final, en fontana > (ften) fontaine/fuente hay traba en la slaba inicial y desnasalizacin en la slaba tnica, debido a la pre-

    sencia de la [e] final; en confidentia > confidence (kfids) hay traba nasal en los dos casos.

  • 37

    Accin de la yod sobre las vocales tnicas e iniciales Su accin ser diferente segn su origen - latino o romance -, y su posicin - inicial o interior- .

    Segn su origen y su posicin

    - La yod es de origen latino cuando se trata de las vocales i breve y e breve que, formando hiato en latn y debilitadas luego, se transforman en la semicon-sonante yod. Pueden ser iniciales: iam > yam>ya (en "dj)/"ya" en espaol, iungere > join-dre(wdr)/juntar, en cuyo caso se convierten en la consonante sonora (). En cambio en espaol se pronuncia la jota.

    -- Cuando la yod es interior, puede combinarse : -- con la vocal que la precede, aun cuando est en otra slaba: -paria > paire/par, area > aire/rea, pues la [r] permite el paso de la yod a la s-laba anterior y se combina con ella. -- o bien actuar sobre la consonante que la precede en los grupos -by-, -ky-, -ny- como una traba, impidiendo la evolucin de la vocal: -rabia > rab>rage(ra)/rabia, faciam >fakya> fasse/que yo haga, rubeu > robyo>rob> rouge/rubio y rojo, vinea > vigne(vi)/via.

    -- La yod puede ser de origen romnico cuando proviene de la palatalizacin de las oclusivas (k), (g) y "x" (ks), y con iguales efectos que en el caso anterior: - baca > baga > baie/baha, plaga > plaie/plaga, nocte > noyt > nuit/noche, lac-te > layt > lait/leche, auricula > orekla > oreille/oreja: [k] se debilita en [y] y moja la [l] que se transforma en [y]: (orey), soliculu > soleklo > soleil(soley)/sol. 3.2. Por su accin vemos, por consiguiente, que la yod produce una combina-cin con la vocal precedente, aun cuando sta se encuentre en la slaba ante-rior, ya que, cuando se trata de las consonantes

    r -- s -- t -- st --ss str

  • 38

    todas ellas fciles de pronunciar, permiten el paso de la yod a la slaba prece-dente y se combina con ella:

    -palatius > palayts > palais(pale)/palacio, angustia > angoystse > ngoisse

    (gwas)/angustia, ostrea>oystr>hutre(itr)/ostra, postea > poyst > puis(pi)/pues, despus.

    Lo mismo ocurre con las vocales iniciales: ratione > raydzon > raison (rez)razn, messione > meysson > moisson(mwas)/siega, tractare > trayter (trete)/tratar, laxare (x=ks=k=y) > laisser (lese)/dejar.

    En ocho casos produce traba de yod, de origen latino o romnico, que acta sobre la consonante y no sobre la vocal, en los grupos:

    -(kj): glacia > glace, gracia > grce. -(kl): macula > makla > maille [may]/malla, fenuculu > fenoklo > fenouil [fny]/ hinojo. -(lj) : palea > paille (pay)/paja. -(nj): montanea > montagne (mta), Vasconia > Gascogne (gasko).

    -(mj): simiu> singe/simio (s), vindemia > vendange (vd)/vendimia. -(pj): sapiam>sap> (que je sa) sache/(que yo) sepa. -(vj): cavea > kav > cage (ka)/caja, jaula.

    -(bj): rabia > rab > rage/rabia, rubeu>robyo> rob > (ru)/rouge/rubio/rojo.

    Existen otras influencias secundarias que modifican la vocal, tales como:

    - la asimilacin: feci > fici > (je) fis/hice. - la disimilacin: divinu > devin (cambio de sentido: adivino), pero tambin

  • 39

    divin/divino; divisa > devise/divisa. - "v" en la final avu, la [v] evoluciona en (u): clavu > klauu (au > o) y se combi-na> (klou> klu) clou/clavo. - en las slabas iniciales, -er- y -el- toman la pronunciacin popular -ar-, -al- desde los primeros textos: pigritia > paresse/pereza, silvaticu > (salvadego) > (salvade) > sauvage(sova)/salvaje, lacrima > (layrm) > (lerm) > lar-me/lgrima, pronunciacin popular. - Lo mismo ocurre en la vecindad de una nasal, como lo testimonia "manatce" (Cantilne de Sainte Eulalie, segunda mitad del siglo IX, p.16, 8), proveniente de minacia > menace(mnas)/amenaza. Algunas de estas formas vulgares fue-ron tambin rectificadas (aparcevoir > apercevoir/percibir); otras, como ocurri en nuestros primeros ejemplos, se impusieron.

    Evolucin de las vocales tnicas

    Evolucin de la [a] tnica

    La [a] tnica es mediana y puede aparecer en slaba libre o trabada.

    A tnica libre

    - a tnica libre se transforma en e (e) en el siglo VII, abierta o cerrada segn el entorno. Su grafa es a veces arbitraria: , , , ai, ez, e, er (esta ltima, ter-minacin de: sustantivo -berger/pastor, adjetivo -lger/ligero/leve-, -er infinitivo -manger): - pratu > pr/prado, pressus> prs > prt/presto, ala > aile/ala, nassu > nez/nariz, spatha > pe/espada, berbicariu > berger, portare > porter/portar.

  • 40

    Esta transformacin ocurre al norte del ro Loira, pues en el sur o Medioda, le Midi, prevalece la lengua occitana (V. langue doc, p.82) con sus particularida-des: la "a" tnica se conserva, en general por la influencia italiana: muscat, sa-lade, pommade, opra, rare, lac, cas, avare. Lo mismo ocurre en espaol, cata-ln y portugus.

    Otra observacin se refiere al sufijo alis, de adjetivos de la segunda clase del latn. En espaol se conserva, en cambio en francs normalmente -al > -el, pe-ro, en lucha entre la libre evolucin fontica y el retorno al prestigio de la etimo-loga, reparte las dos series [-al] (etimolgica) y [-el] (popular) en su paradigma: - Etimolgica. legale > loyal (lwayal)/leal y lgal/legal, regale > royal (rwayal)/real, egale > gal/igual,

    --------------opuesta a------------ - Popular. mortale > mortel/mortal, formale > formel/formal, usuale > usuel/usual.

    A tnica trabada

    La traba puede ser ordinaria o especial.

    * la traba ordinaria, ya sea de origen latino o romance, impide la evolucin de la vocal y la mantiene tal cual es: arte > art/arte, asinu > asno/ne, laridu > lardo > lard/tocino. * la traba especial de [l] velarizada o de nasal acta segn su naturaleza, pro-duciendo distintos efectos en la vocal.

    *1. traba de una [l] velarizada: - acta sobre la consonante y la transforma en la vocal u que se combina con la [a], dando lugar al diptongo [au] en el siglo XII. Ambos fonemas intentaron aproximarse durante siglos (au, ao, oo, o), hasta que en el siglo XVI se reduje-ron definitivamente a [o]:

  • 41

    - alba > aube (ob)/alba, malva > mauve (mov)/malva.

    *2. accin de una consonante nasal: - la a es la primera vocal que se nasaliza, en el siglo IX, en todas las posicio-nes, y el apndice nasal solo deja de ser articulado, progresivamente, a partir del siglo XIV, y definitivamente en el siglo XVI.

    -Tres casos se presentan, uno de traba y dos de combinacin-

    * la nasal seguida por otra consonante produce una traba y la a se transforma en a nasal: gamba >la [g] desprende una [y] que se transforma en [dy] y sta en la consonante africada sonora [d] > [], escrito jambe (b)/pierna, campu

    > champ ()/campo; * la nasal final transforma la a en e nasal, con la grafa ai : vanu > vain (v)/vano, pane > pain/pan, sanu > sain/sano; fame > faim/hambre (fame ha perdurado en ambos lxicos con el adjetivo famlique/famlico, hambriento). * la nasal protegida por una [] final transforma la a en e abierta, con la grafa [ai] : vana > vaine, sana > saine.

    -Dos observaciones con respecto a los dos ltimos casos de combinacin-

    La persistencia de la i en la grafa [-ain] ha llevado a plantear la hiptesis de que la a tnica, seguida por una nasal que no produce traba, se ha desdobla-do, como es el caso probado de [e] y [o] tnicas libres. Se cuenta como apoyo el testimonio brindado por La Cantilne de Sainte Eulalie, ya mencionada (p. 16, verso 6): "chi maent sus en ciel"/"que mora arriba en el cielo", derivado del verbo manere/demeurer/permanecer, 3 persona singular del Presente, manet, que se halla en el texto en pleno proceso de diferenciacin: aa > ae, maent, para llegar luego a [ay] y combinarse en [e] abierta + consonante nasal. Sin embargo, esta evolucin se detiene cuando el infinitivo manere adopta la forma manoir y se transforma en sustantivo: casa solariega, mansin.

  • 42

    - La segunda observacin se refiere a la accin de la nasalizacin tambin so-bre los femeninos. En efecto, la nasalizacin afecta en sus comienzos tanto a los masculinos en los que la nasal es final como a los femeninos con la nasal protegida por una [] final. Pero en el siglo XVI, preocupados los autores por el enriquecimiento del idioma y la fijacin de reglas gramaticales, establecen la desnasalizacin de los femeninos, y la slaba tnica vuelve a oralizarse en [e] abierta: plein nasal final /pleine vocal oral final, y as permanece hasta hoy.

    3) acciones de la yod sobre la a. -1er caso: a + y , puede producir una combinacin o una traba.

    *. Combinacin

    - [a] se combina con la yod de origen latino o romnico y da lugar a una [e] abierta escrita [ai]: factu > fait >(f)/hecho, lacte > layt > lait [l]/leche. - paria > paire/par (la [r] es una de las consonantes que permite el paso de la yod hacia adelante, a la slaba precedente, y se combina con ella) Sin embargo, hay algunos casos especiales. - En lacrima, la (k) no es tratada como perteneciente a un grupo de lquida sino como final de slaba, posicin dbil, por lo que se debilita en la semivocal [y] y se combina con la [a] tnica: lajrm>lerme: la pronunciacin vulgar larme se impone/lgrima. En espaol solo ha habido sonorizacin de la [k] > [g].

    - En cambio, los sufijos -arium > -ier (masc.) y -ariam > -ire (fem.) se modifi-can en el siglo VIII: panariu > panier, laurariu > laurier, luminaria > lumire. Al desplazar la yod a la slaba precedente [-ier], los hablantes han modificado la naturaleza del sufijo [-ariu], primitivamente [air].

    - El sufijo -aticum > -age: oraticu > oradego > oradyo > orad >(ora): ora-ge/tormenta, formaticu > formadego > fromage/queso (aqu con mettesis de la [r] para facilitar la formacin de un grupo con la lquida [r]), ms fcil de pro-nunciar), villaticu>viladego>viladyo> vilade.>vila >village/pueblo.

  • 43

    * Traba.

    1er caso: La [a] permanece intacta, pues la yod, de origen latino o romance, no afecta a la vocal sino a la consonante en los grupos

    [ny] , [ly] , [ky] , [vy] , [by] , [py] y [kl] -cavea > cage, rabia > rage, sapia > sage, montanea > montagne, palea > paille, glacia > glace, macula > makla >k> [y] y transforma la [l] en [y] > maille(may)/malla:

    2 caso. [y] + a > - ie (ye) en el siglo VII, aun cuando la [y] se encuentre en la slaba precedente. -amicitate > amiktate (cae la vocal dbil [i] pretnica, [k] > [y]) y sta transforma la vocal tnica en [ye]> amiti/amistad, me(d)ietate> meytye>moiti (mwaty)/mitad. En el curso de los siglos XIV y XV (perodo del francs medio), las consonan-tes sibilantes (chuintantes o mouilles en francs) absorben la [y] : - cara (adj) > chire > chre/cara, capra > chivre > chvre/cabra, mercatu > marchi > march/mercado, y tambin, por analoga con los otros verbos en [er], tractare > traitier > traiter/tratar, laxare > laissier > laisser/dejar.

    3er caso. [y] + a + [y] > -i- . jacet > gt, y todos los toponmicos terminados por el sufijo galo-romano [-iacu]. Victoriacu > Vitry, Pacciacu > Passy, Floriacu > Fleury. En viktoryaku, la primera [k ], final de slaba, se transforma en [y] y es absorbi-da por la [i] inicial, la [o] pretnica cae y se forma el grupo [tr], la [y] de la slaba tnica que precede a la [a] tnica y la [k] que le sigue se trasforman en yod [yay] y la cierran en [i] > grafa Vitry, nombre de una regin del sud de Francia.

    4 caso. [y] + a + nasal > - ien (y) en el siglo XIII. ligamen > lien/ligamento, cane > chien/can, decanu > doyen/decano, medianu > moyen/mediano.

  • 44

    Evolucin de la [i] tnica

    - 1er caso: [i] libre, seguida por nasal + a, trabada por traba ordinaria, por [l] o por yod, permanece intacta: villa > ville, venire > venir, fina > fine, filius > fils. - 2 caso. [i] seguida por nasal final o trabada por nasal se nasaliza en [n] en el siglo XIV y [], sin articulacin de la consonante nasal, desde el siglo XVI: vinu>vin>v(n)> (v)/vino, pinu > pin > p/pino; fine > fin > (fn)> (f)/fin.

    Evolucin de la [u] tnica.

    - 1er caso: - [u] libre, seguida por nasal + a / - por [l] / - trabada por traba ordinaria / > () en el siglo VII. -pluma > plum (plm)/pluma, luna > ln>(ln)/luna.

    - 2 caso: - [u] seguida por nasal final o trabada por nasal, se nasaliza > un > ( n) en el siglo XIV, ( ) en el siglo XVI, nasalizacin completa, sin articulacin de la con-sonante nasal; alumen > alun > [al ]/alumbre, brunu > brun/(br ), commune > commun(kom )/comn. -Lo mismo ocurre en posicin inicial: lunae dies >lundi > (l di)/lunes.

    - 3er caso: -[u] seguida por yod > [i] en el siglo XII por el desplazamiento del acento sobre la yod, que deja entonces de ser semivocal y se transforma en vocal tnica: sudia: la [d] intervoclica cae> sye >si>suie(si)/holln, fructu>fruit(fri)/fruto

  • 45

    Evolucin de la e tnica cerrada.

    - 1er caso: a) [e] tnica cerrada libre > (wa) escrito oi: tela >teela>teile> toile (twal)/tela, te(n)sa > toise (twaz)/talla, medida, me > moi, via > voie, seta > soie/seda, fide > foi/fe. La ortografa se fija en el siglo XII, pero la pronunciacin contina evo-lucionando: -pira > pera > la vocal [e] tnica cerrada se alarga hasta desdoblarse en el siglo IV: peera > se diferencia en el siglo VIII peyr > la diferenciacin contina y la [e] se transforma en su opuesta [o]: poyr en el siglo XII, la yod se abre en [e] > poer en el siglo XIII y el acento se desplaza, la diferenciacin se produce en-tonces sobre la [o] en el siglo XIV, con dos pronunciaciones, una culta (we) la otra vulgar (wa) > (pwer)/(pwar)/pera, que termina imponindose a fines del siglo XVIII con la Revolucin francesa > (pwar), escrito poire como en el siglo XII. Lo mismo ocurre con el infinitivo de los verbos de la 2 conjugacin latina en -ere: debere > devoir, habere > avoir, y los analgicos potere ( pouvoir, sapere (lat. scire)> savoir, volere (lat. irreg. velle)> vouloir. b) Sin embargo, la [e] cerrada del Pretrito Imperfecto del Indicativo y del Po-tencial, llegada a la etapa (we), adquiere la pronunciacin vulgar [e] abierta, que se impone: - P. Imperfecto: debebam > devais, volebas > voulais (del V. irregular latino vo-lo-vis- velle- normalizado como volere>vouloir). - Potencial : servire + habebam > servirei > servirais/servira.

    Ciertos sustantivos de nacionalidad (escritos siempre con mayscula, salvo cuando cumplen la funcin atributo), han adoptado a posteriori este modelo vulgar: Anglais, Franais, Polonais, Japonais, Portugais, frente a otros que mantienen el anterior, etimolgico y culto: Chinois, Danois, Finois, Sudois, Hongrois. La ortografa [oi] fue comn durante siglos a los dos fonemas (wa) y (e). Slo a comienzos del siglo XIX se atribuy al fonema [e] abierta la grafa arbitraria y analgica [ai] .

  • 46

    2 caso: 1) [e] cerrada trabada a) Traba ordinaria, de origen latino o romano: la [e] cerrada se abre. missa > messe/misa, seccu > sec/seco, viride > vert/verde (la penltima breve cae). b) La [l] que forma una traba se vocaliza en u en el siglo XII y se combina en la vocal mixta [] en el siglo XIII. illos >() eux/ellos, filtru > (ftr) feutre/fieltro. La vocal redondeada (arrondie) u avanza el redondeo de los labios transfor-mando la [e] en (). En general, la ortografa la representa como [eu], que constituye una de las etapas de su evolucin. c) Seguida por una nasal, dos casos se presentan: traba y combinacin. --Traba nasal. - La [e] trabada por una nasal se transforma en una [a] nasal, escrita e: subinde>sobende>souvent(suv)/a menudo; prendere > prendre (prdr)/ to-mar, asir. --Combinacin. --- Si la nasal est seguida por una [a] final que impide la nasalizacin, la [e] se abre: pena > peine (pen), vena > veine(ven), plena > pleine (plen), serena > se-reine (seren). --- En cambio, si la nasal es final, ella nasaliza la e : plenu > plein (pl), frenu > frein, serenu > serein. La ortografa muestra que en todos los casos la [e] se ha desdoblado y diferenciado, pero que esta diferenciacin se ha detenido en la etapa (ei), debido a la nasalizacin generalizada de la [e] en el siglo XI. d) La yod puede producir tambin una traba o una combinacin. Cuando traba, se trata de algunos de los grupos ya estudiados (lj, kl, nj), que actan sobre la consonante y slo abren la vocal tnica. - [ly] y [kl] se transforman en [y] final, y [nj] en (): consilium > conseil > (ksey)/consejo, aurcula >oreille (orey)/oreja; -tinea > teigne (te)/tia, insignia > enseigne (se)/insignia.

  • 47

    - En la combinacin, la yod puede seguir o preceder a la vocal y su evolucin ser diferente en cada caso. -[e + j] > [wa] escrito -oi- , es decir, como hemos visto ya, su etapa del siglo XII: -tectu > tekto> teyto> tejt >toit (twa)/techo, strictu > troit (etrwa)/estricto y es-trecho, lege > ley > loy > loe >(lwa), escrito [loi]/ley. -[yod + e] > [i] en el siglo VIII: mercede > merci/merced, licere > loisir, cera > cire/cera.

    Su evolucin: - kera> keera> ky-ey-r. En el proceso de su evolucin, la [e] cerrada se ha desdoblado -ee- y diferenciado en [ej], mientras la [k] inicial de palabra, o de s-laba precedida por una consonante, es decir, en posicin fuerte, desprende una yod, de modo que la [e] se encuentra flanqueada por dos yod que la trans-forman en [i]: [kyey] , mientras la [k] inicial contina su evolucin como conso-nante: en el siglo VII > ky > ty > ts (consonante africada) > [s] en el siglo XIII: [sir], escrito cire/esp. cera.

    Evolucin de la e tnica abierta

    * 1er caso: [e] libre La [e] abierta libre > ie [ye] en el siglo VIII:. mel > miel, heri > hier/ayer, petra > pierre/piedra. En el siglo IV, la [e] se desdobla [ee] > luego se diferencia en [ye]: pede > peede > pyed > (pye), escrito pied/pie.

    - Algunas palabras aisladas sufren una evolucin particular. En deus, la e tni-ca es sentida como una [e] breve en hiato, es decir, como una [e] que se debili-ta en yod y permite la formacin de un diptongo dus > [dj], y a partir de all se desarrolla la evolucin de la [o] cerrada tnica > djeu > dj, escrito dieu/dios, tal como se pronunciaba y escriba en el siglo XII. Lo mismo ocurre en -legua > lieue/legua, con borrado de la [g]. - El adjetivo brevis-breve evoluciona normalmente en [brief], pero vuelve a [bref] por la influencia de la etimologa.

  • 48

    - Lo mismo ocurre con las tres personas del singular y la tercera del plural del Presente del Indicativo de los verbos de la 1 conjugacin, que vuelven a la forma primitiva por analoga con el Infinitivo. -crepat > crieve > crve/estalla/revienta, levat > lieve > lve/levanta/eleva.

    * 2 caso. [e] trabada. cuando la traba es ordinaria de origen latino, la [e] no se modifica en francs, en cambio s lo hace en espaol. - servu > serf/siervo, septe > sept (set)/siete, herba > herbe/hierba. Si la traba es de origen romance, la vocal evoluciona libremente en [je]: ebulu> hible/saco, tepidu > tide/tibio. Esto demuestra que el desdoblamiento de la [e] abierta tnica se ha producido en el siglo IV, pero antes de que la cada de la penltima slaba produjera la traba. la [l] que forma una traba o se encuentra en posicin final se vocaliza en [u], pero entre la [e] y la [l] vocalizada se desarrolla en el siglo XII una [a] de transicin para facilitar la pronunciacin de dos fonemas distantes por su arti-culacin, producindose un triptongo [eau]. Al desplazar el acento sobre la a, los hablantes transforman [au] en [o], de modo que la que era [e] tnica se en-cuentra ahora en hiato, se debilita primero en [] sorda y desaparece en el si-glo XVI. -bellus > bels > beus > beau > be > b > bo, escrito beau/bello, etapa de la pronunciacin en el siglo XII. Lo mismo ocurre en pellis > peau/piel, castellus > chteau/castillo. En el dialecto de Picarda, la [e] de fableaux se debilita en yod: fabliaux>(fabljo) /conjunto de fbulas. En los textos literarios cultos del siglo XII se suele encontrar el vocativo Biax sire, beau sire/bello seor, en el que la [x] es un signo grfico que representa el grupo fnico [us], utilizado tanto para marcar el plural en s , o, como en este ejemplo, el caso sujeto singular : biaus, es decir, una funcin sintctica. las nasales pueden ser:

  • 49

    - finales: la vocal tnica se desdobla [ee] y se diferencia [je], y en el siglo XI la [e] se nasaliza > [jn]: rem > rien, bene > bien, venit > vient, tenet > tient. En el siglo XV, el vulgo las pronuncia (rjn), (bjn). - producto de una traba > (n) > n > ), ambas en el siglo XI, pero conservan-do en la grafa la [e] etimolgica. tempus > temps (t) /tiempo, ventu > vent (v)/viento, lentu > lent (l)/lento, en todos los casos pronunciando la conso-nante nasal [].hasta el siglo XVI. - cuando la n se encuentra en contacto con una [r] por la cada de la penltima vocal, se desarrolla entre ellas una [d] epenttica para facilitar la difcil pronun-ciacin del grupo [nr]: - teneru > tendre/tierno, generu > gendre/yerno, pero tambin genre/gnero. - en cambio, si una [m] entra en contacto con una [l] , se desarrolla entre ellas una [b] de transicin: trem(u)lu > tremble/lamo tembln (en ambas lenguas prevalece la idea de temblor de sus ramas).

    La yod puede producir una combinacin o una traba. -- En el primer caso, combinacin, - e + y >[i] : me(d)iu > miey > mi/medio, legere > lire/leer, pretiu > prix/precio, lectu >leeyto> lyeyt> lit/lecho. La e tnica se desdobla [ee] y se diferencia en [ye]. Al hallarse entre una yod que precede y otra que sigue, la e se cierra hasta transformarse en [i]

    -- La traba se produce con algunos de los grupos ya estudiados: [lj], [kl], [nj], los cuales actan sobre la consonante y no sobre la vocal, pero en el caso de la [e] abierta, sta evoluciona libremente antes de la formacin de la traba. -melius: la [e] abierta tnica se ha diptongado antes de la accin de la traba del grupo [lj] > mielz es la forma que aparece en forma regular en los textos me-dievales: la lengua moderna ha vocalizado la [l] velar>[u], que se combina con la [e] > []: [mj], grafa mieux/mejor. -veculu > vieux/viejo, veneat> (quil) vienne/que venga ; teneam > que je tienne/tenga.

  • 50

    -- Lo mismo ocurre cuando la traba es de origen latino (es decir, ya instalada de origen) si est seguida por una yod, aun cuando se encuentre en la slaba siguiente: tertiu > tiers/tercero, neptia > nice/sobrina, pettia > pice/pieza. En este caso, la yod acta tanto sobre la evolucin de la vocal tnica como sobre la evolucin de la consonante.

    Evolucin de la [o] cerrada tnica

    - 1er caso: [o] cerrada libre La [o] cerrada libre se desdobla > oo, la segunda [o] se diferencia en el siglo VII > [ou], la primera [o] se diferencia ms aun, en [e], en el siglo XII > [eu], la articulacin de la u redondeada avanza sobre la articulacin de la e y la trans-forma en [], vocal mixta, en el siglo XIII. -dolore > douleur/dolor, flore > fleur/flor, hora > heure/hora, colore> cou-leur/color. La ortografa reproduce la pronunciacin del siglo XII. La Cantilne de Sainte Eulalie, segunda mitad del siglo IX, atestigua el comparativo arcaico bellezour < bellatiorem (= plus belle). (V. p.16).

    - 2 caso. [o] trabada la [o] trabada por una traba ordinaria se transforma durante el siglo XIII en u, escrita ou. - corte > cour/corte, tottu > tout/todo, musca > mouche/mosca, crusta > crote/costra, curtu > court> corto, bucca > bouche/boca. la [o] trabada por una [l] que se velariza y se transforma en [u] en el siglo XII, > [ou] y se combina > [u] en el siglo XIII, escrita ou, como en la etapa del siglo XII. -ultra > outre(utr)/ultra; molere > molre > moudre (la [e] penltima cae, la [l] fi-nal de slaba se vocaliza en [u] y se combina, [molr], una [d] epenttica se

  • 51

    desarrolla entre [l] y [r] para facilitar su pronunciacin, moudre > mudr por combinacin/moler, pulveris > poudre/polvo, colapu > coup/golpe.

    la yod puede producir una combinacin o una traba. - En el primer caso, combinacin, - o + yod > wa, escrito oi. -dor(mi)toriu > dortoir/dormitorio: la [r] permite el paso de la [j] a la slaba pre-cedente y se combina con la vocal tnica; voce > voix/voz, nuce > noix/nuez, buxida > bote/caja . En coffea > coiffe> kwaf/cofia, la [e] > [j] tambin se ha desplazado a la slaba precedente.

    - En el segundo caso se produce una traba del grupo [kl]: - [o] + [kl] > [u] en el siglo XIII. fenuculu > fenoklo > fenuj, escrito fenouil/hinojo: la cada de la vocal [u] en la penltima slaba, la ms dbil de todas, produce un grupo con lquida que traba la vocal tnica e impide su evolucin. - conucula > quenouille/rueca, huso; ranuncula > grenouille/rana.

    En cambio, para [nj] se producen dos casos: - cuando el grupo [nj] es protegido por una [] final, traba la [o] con una [], re-presentada en la lengua escrita por el grupo [gn], y la transforma en [o] abierta > caronea > charogne/carroa, Vasconia > Gascogne. - Cuando [nj] est en posicin final, la yod se combina con la vocal: [oj] > [we] y la nasal nasaliza la vocal [e]: longe > loin > (lw): loin/lejos, punctu > point > (pw): point/punto. La hiptesis de este cambio es que la yod primero ha palatalizado la n en [] y luego, ante el avance de la nasalizacin, la yod pasa a la slaba precedente y se combina en [we], la [n] final nasaliza la vocal as obtenida y al mismo tiempo le impide continuar hasta la forma [wa] nasal, atestiguada en los dems casos.

    la nasal tambin puede producir una combinacin o una traba. - Nasalizacin / vs / Desnasalizacin. La hiptesis es que la consonante nasal en cualquier posicin ha producido una nasalizacin de las vocales, en las etapas sealadas para cada una de

  • 52

    ellas, pero que en el siglo XVI la nasal final protegida por una [] pierde su na-salizacin y la [o] se oraliza nuevamente, pero abierta. La ortografa marca esta nueva oralizacin abierta redoblando la consonante nasal: poma > pomme, bona > bonne, persona > personne, corona > couronne.

    - Nasalizacin. En cambio, la nasal final y la traba producen el mismo efecto: nasalizan la vo-cal precedente. -Nasal final: bonu>bon(b)/bueno, nomen>nom(n)/nombre, sapone > savon/(sav)/jabn. carbone >charbon(arb)/carbn.

    -Traba de nasal: fronda > fronde(frd)/fronda, mundu> monde/mundo, fundus > fond/fondo, rumpere > rompre/romper

    La traba permite diferenciar en los adjetivos, tanto en la grafa como en la fon-tica, el masculino y el femenino, ya que en ste se articula la consonante fon-ticamente final: grandis >grand-grande, permanent/permanente.

    Evolucin de la [o] abierta tnica

    1er caso: la [o] abierta libre se desdobla > [oo], se diferencia en el siglo IV > - [uo], en el siglo XI > [ue], la [u] redondeada ejerce su influencia sobre la [e] y la transforma en la vocal mix-ta > []. - cor > koor > kuor > kuer > kr/corazn, escrito arbitrariamente coeur. En el primer verso de la Cantilne de Sainte Eulalie (p.16) se verifica ya la eta-pa [uo] de la evolucin fontica, Buona pulcella, que contina en el espaol [buena], en cambio el francs ha privilegiado la diferenciacin de la nasaliza-cin (bon), oralizando la vocal del femenino [bonne].

  • 53

    Adems, esta antigua grafa [ue], correspondiente a una etapa de la evolucin fontica, aparece despus de [k] y [g] como un arcasmo, en los trminos cueillir, cercueil, orgueil.

    2 caso. [o] abierta trabada a) Cuando se trata de una traba ordinaria de origen latino permanece sin alte-rarse, en cambio en espaol se ha diptongado sistemticamente. .- morte > mort/muerte, porta > porte/puerta, sorte > sort/suerte.

    b) La traba de [l] se transforma en [u] en el siglo XII y se combina > ou > (u) en el siglo XIII, escrita [ou], etapa de la evolucin. - pollice > polke > pouts > (pus) pouce/pulgar, pulgada, donde la [l] final de s-laba se velariza primero, luego se transforma en [u] y se combina con la [o] precedente > [ou] > [u], mientras que la [k] > kj > la africada [ts], luego [s], es-crito pouce/pulgar, pulgada. - Folli da como resultado las formas fol (etimolgica) ante vocal (un fol amour) y fou ante consonante (un amour fou). - Tambin colli tiene dos formas, pero con modificacin semntica: col (paso entre montaas, cuello de una vestimenta) y cou (cuello de un ser vivo).

    c) La yod produce una combinacin o una traba. - La combinacin o + j > [i], con desplazamiento del acento en la [i], en el siglo XII. -hodie > hui/hoy, ostrea > hutre/ostra, octo > huit/ocho, coxa > cuisse/muslo, coriu > cuir/cuero. - Possum, 1 pers.sing. del Presente de Indicativo del verbo irregular posse, normalizado como potere> esp. poder, > pi, escrito (je) puis, hoy pedante y prcticamente desaparecido de la lengua usual -vs- (je) peux/puedo.

  • 54

    La traba de yod de origen latino o romano permite en algunos casos que la vo-cal tnica evolucione libremente, lo que seala que su desdoblamiento ha sido anterior a la formacin de la traba. - Traba romana: oculu > oklo> il/ojo, brogilu > breuil/coto cerrado. - Traba latina: folia > feuille/hoja, doliu > deuil/duelo, soli > seuil/umbral, orgoliu > orgueil/orgullo.

    d) La consonante nasal acta de tres formas: - nasal + a final > o abierta oral : bona > bonne/buena, - nasal final > o nasal : bonu > bon > (b)/bueno, sonu > son (s)/son; - traba de nasal > o nasal en el siglo XII, con articulacin del apndi