DDHH en la pared 10

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El concepto de la Cultura de Paz nació en Yamoussoukro, Cote d´Ivoire, en 1989 y fue adoptado como Progra- ma de la Organización en 1995, desti- nado a convertirse en un movimiento mundial cuya finalidad es permitir la transformación de la cultura de la gue- rra, violencia, imposición y discrimi- nación en una cultura de diálogo. La cultura de paz es el conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto de la vida, de la persona humana y de su dignidad, en fin, de todos los derechos humanos. Asimismo, se entiende por cultura de paz el rechazo a la violencia en todas sus formas y la adhesión a los principios de libertad, justicia, solidari- dad y tolerancia, así como la comprensión entre los pueblos, los grupos y entre las personas. La cultura de paz es la paz en acción, la aplicación cotidiana de los derechos humanos, la fuerza que se crea dentro del triángulo interactivo formado por la paz, el desarrollo y la democracia. Es una cultura de vida que consiste en permitir la convivencia de seres diferentes y en comunicar una nueva ética de solidaridad, escucha, atención al prójimo y responsabilidad, en una sociedad democrática que lucha contra la exclusión y garantiza la igualdad política, la equidad social y la diversidad cultural. En este sentido, la existencia de una voluntad política es imprescindible para crear las condicio- nes de una paz duradera. DERECHOS HUMANOS EN LA PARED 10 En el marco de la preparación del Año Internacional de la Cultura de Paz, el 4 de marzo de 1999 fue presentado en París el Manifiesto 2000 por una Cultura de Paz y No Violencia. En presencia del Director General de la UNESCO, Federico Mayor, los Premios Nó- bel de la Paz, Mairead Corrigan Maguire – Irlanda del Norte-, Rigoberta Menchú Tum – Guatemala – y Adolfo Pérez Esquivel – Argentina -, presentaron el manifiesto 2000 destinado a generar un movimiento popular mundial a favor de la paz, la solidaridad y la tolerancia. El Movimiento y el Manifiesto formaron parte de los preparativos que coordinó la Or- ganización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, para el año 2000, proclamado Año Internacional de la Cultura de Paz por la Asamblea General de las Naciones Unidas bajo iniciativa de la organización. El Manifiesto busca obtener el compromiso personal de los individuos del mundo entero para que se suscriban y pongan en práctica en sus acciones diarias los valores de la tolerancia, la igualdad y la solidaridad que sustentan la cultura de paz Por esta razón, la UNESCO se compromete a coordinar y difundir el Manifiesto 2000 entre los países y hace un llamado a las organizaciones, instituciones y gobiernos pa- ra que se adscriban. Este décimo desplegable de Derechos Humanos en la pared presenta lo que significa la Cultura de Paz, cuáles son las propuestas del Manifiesto 2000 por una Cultura de Paz y la No violencia y otros puntos de gran interés. El año 2000 se convirtió en un ho- rizonte simbólico y necesario para to- da la humanidad, ya que con él se ini- ció no sólo un nuevo siglo, sino tam- bién un nuevo milenio. De allí que se debe aprovechar la oportunidad que brinda el nuevo siglo para renovar los esfuerzos encamina- dos a construir un futuro en común acuerdo, para que la paz y la no vio- lencia sean una realidad para todos los seres humanos. Contribuyendo con este cometido, en 1997 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 2000 Año Internacional de la Cultura de Paz, con el fin de que ese año refle- jara las aspiraciones de cada pueblo y de cada ser humano a vivir en paz. Un año después, en el 98, la Asamblea de- cidió proclamar la década 2001 – 2010 “Decenio internacional de una cultura de Paz y No Violencia para los Niños del Mundo”. El 4 de marzo de 1999, en París, se hizo público el Manifiesto 2000, presentado en la Torre Eiffel y redactado por un grupo de Premios Nóbel de la Paz, con motivo de la celebración del cincuenta aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Los primeros firmantes del docu- mento han sido Norman Borlaug, Adolfo Pérez Esquivel, Mijail Gorbat- chev, Mairead Maguire, Rigoberta Menchu Tum, Simón Peres, José Ra- món Horta, Joseph Rotblat, David Ya existe el Movimiento para la Cultura de Paz a través de las activida- des de una amplia gama de organiza- ciones, asociaciones, grupos y perso- nas en todas las regiones del mundo. Quienes actualmente tienen un compromiso con organizaciones hu- manitarias están proporcionando, con su labor, un testimonio de los valores de tolerancia y solidaridad; al mismo tiempo, contribuyen a rechazar la ima- gen del “enemigo” que nutre la cultu- ra de guerra. Aquellas personas que trabajan por la democracia y los derechos huma- nos, y que llevan a cabo actividades en pro del desarrollo para todos, están lu- chando contra la exclusión y la pobre- za que a menudo son las causantes de la violencia. Por lo tanto, el movimiento mun- dial consiste en una gran alianza de organizaciones existentes y en un proceso que agrupa a todos los que ella están actuando en pro de una transformación profunda de nuestras sociedades. Muchos de los participantes ya han emprendido acciones importantes, es- pecialmente mujeres, jóvenes, docen- tes alcaldes, parlamentarios, miem- bros de las fuerzas de orden y seguri- dad, medios de comunicación y órga- nos de prensa, periodistas, dirigentes religiosos, representantes de pueblos indígenas, artistas, etc. No obstante, es necesario que más escuelas, universidades e institucio- nes, en general, se sumen a la gran alianza para que, desde sus ámbitos específicos, contribuyan al estableci- miento de una cultura de paz. La cultura de paz pretende solucio- nar los conflictos a través del diálogo y la participación de todos, por lo que se hace necesario realizar una labor de sensibilización, movilización, educa- ción, prevención e información en to- dos los planos de la sociedad. En cada país, ciudad, comunidad y en el núcleo familiar se puede apren- der, cultivar y practicar una cultura de paz de múltiples maneras, como por ejemplo, tratando de eliminar las raí- ces culturales profundas de la violen- cia y la guerra, la pobreza, la exclu- sión, la ignorancia y la explotación, entre otros. El objetivo de este Manifiesto es provocar una toma de conciencia y un compromiso individuales. No se trata de un llamado dirigido a gobiernos u organismos jerárquicos, ya que es un testimonio de la responsabilidad de ca- da ser humano para plasmar en la rea- lidad cotidiana los valores, actitudes y comportamientos que inspiran la cul- tura de paz; puesto que todas las per- sonas pueden actuar inspiradas de un espíritu de cultura de paz en el seno de la familia, lugar de trabajo, barrio, ciu- dad y región, convirtiéndose en men- sajeros de la tolerancia, la solidaridad y el diálogo. Al firmar este manifiesto cada per- sona se compromete a respetar la vida, practicar la no violencia activa, com- partir su tiempo libre y los recursos materiales, defender la libertad de ex- presión y la diversidad cultural, pro- mover la protección del medio am- biente y contribuir al desarrollo de su comunidad. Además de ello, el documento le proporciona a los jóvenes y a las gene- raciones futuras valores que les ayu- dan a forjar un mundo más digno y ar- monioso, en donde predominen la jus- ticia, la libertad, la solidaridad y la prosperidad. De esta manera, el Decenio Inter- nacional de una Cultura de Paz 2001 - 2010 se presenta como una oportuni- dad para fortalecer los esfuerzos y crear “redes de redes” para difundir una información muy amplia sobre los planes de acción de las organizaciones existentes en los diversos países, y se logre así un apoyo unánime, sincero y perdurable. AÑO V JULIO/DICIEMBRE 1999 Nº 10 EL COMPROMISO CULTURA DE PAZ EN EL 2000 Depósito Legal: pp. 95 – 0321 MENSAJEROS DE LA CULTURA DE PAZ? Fuente consultada Unescopress, Servicio de Prensa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. ¿QUÉ ES LA CULTURA DE PAZ? Trimblet, Desmond Tutu, Elie Wiesel, Carlos F. Ximenes Belo, Nelson Man- dela y el Dalaï Lama. En la presentación pública, el Director General de la UNESCO, Federico Mayor, declaró que “la causa de la paz necesita hoy más que nunca de este movimiento para luchar contra siglos de una cultura de fuerza e imposición. En el albor de un siglo y milenio, necesitamos de cada uno para asegurar una transición y una nueva salida hacia una cultura de paz y diálogo de no violencia y de tolerancia”. Mayor también presentó el logotipo que identificaría el año Internacional de la Cultura de Paz, -una representa- ción estilizada de dos manos entrelaza- das- concebido por la artista alemana Barbara Blickle, y el diseñador gráfico español Luis Sardá de Abreu. Así, el Manifiesto 2000 marcó el comienzo de una campaña mundial de sensibilización y movilización en pro de los objetivos del Año Interna- cional de la Cultura de Paz.

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DE PAZ? EN EL 2000 ¿QUÉ ES EL Fuente consultada Unescopress, Servicio de Prensa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. das- concebido por la artista alemana Barbara Blickle, y el diseñador gráfico español Luis Sardá de Abreu. Así, el Manifiesto 2000 marcó el comienzo de una campaña mundial de sensibilización y movilización en pro de los objetivos del Año Interna- cional de la Cultura de Paz. AÑO V JULIO/DICIEMBRE 1999 Nº 10

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El concepto de la Cultura de Paznació en Yamoussoukro, Cote d´Ivoire,en 1989 y fue adoptado como Progra-ma de la Organización en 1995, desti-nado a convertirse en un movimientomundial cuya finalidad es permitir latransformación de la cultura de la gue-

rra, violencia, imposición y discrimi-nación en una cultura de diálogo.

La cultura de paz es el conjunto devalores, actitudes y comportamientosque reflejan el respeto de la vida, de lapersona humana y de su dignidad, enfin, de todos los derechos humanos.

Asimismo, se entiende por culturade paz el rechazo a la violencia entodas sus formas y la adhesión a losprincipios de libertad, justicia, solidari-dad y tolerancia, así como lacomprensión entre los pueblos, losgrupos y entre las personas.

La cultura de paz es la paz enacción, la aplicación cotidiana de losderechos humanos, la fuerza que secrea dentro del triángulo interactivoformado por la paz, el desarrollo y lademocracia.

Es una cultura de vida que consisteen permitir la convivencia de seresdiferentes y en comunicar una nuevaética de solidaridad, escucha, atenciónal prójimo y responsabilidad, en unasociedad democrática que lucha contrala exclusión y garantiza la igualdadpolítica, la equidad social y ladiversidad cultural. En este sentido, laexistencia de una voluntad política esimprescindible para crear las condicio-nes de una paz duradera.

DERECHOSHUMANOS EN LA

PARED 10En el marco de la preparación del Año Internacional de la Cultura de Paz, el 4 demarzo de 1999 fue presentado en París el Manifiesto 2000 por una Cultura de Paz y NoViolencia.En presencia del Director General de la UNESCO, Federico Mayor, los Premios Nó-bel de la Paz, Mairead Corrigan Maguire – Irlanda del Norte-, Rigoberta Menchú Tum– Guatemala – y Adolfo Pérez Esquivel – Argentina -, presentaron el manifiesto 2000destinado a generar un movimiento popular mundial a favor de la paz, la solidaridad yla tolerancia.El Movimiento y el Manifiesto formaron parte de los preparativos que coordinó la Or-ganización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,UNESCO, para el año 2000, proclamado Año Internacional de la Cultura de Paz porla Asamblea General de las Naciones Unidas bajo iniciativa de la organización.El Manifiesto busca obtener el compromiso personal de los individuos del mundoentero para que se suscriban y pongan en práctica en sus acciones diarias los valoresde la tolerancia, la igualdad y la solidaridad que sustentan la cultura de pazPor esta razón, la UNESCO se compromete a coordinar y difundir el Manifiesto 2000entre los países y hace un llamado a las organizaciones, instituciones y gobiernos pa-ra que se adscriban.Este décimo desplegable de Derechos Humanos en la pared presenta lo que significa laCultura de Paz, cuáles son las propuestas del Manifiesto 2000 por una Cultura de Pazy la No violencia y otros puntos de gran interés.

El año 2000 se convirtió en un ho-rizonte simbólico y necesario para to-da la humanidad, ya que con él se ini-ció no sólo un nuevo siglo, sino tam-bién un nuevo milenio.

De allí que se debe aprovechar laoportunidad que brinda el nuevo siglopara renovar los esfuerzos encamina-dos a construir un futuro en comúnacuerdo, para que la paz y la no vio-lencia sean una realidad para todos losseres humanos.

Contribuyendo con este cometido,en 1997 la Asamblea General de lasNaciones Unidas proclamó el año2000 Año Internacional de la Culturade Paz, con el fin de que ese año refle-jara las aspiraciones de cada pueblo yde cada ser humano a vivir en paz. Un

año después, en el 98, laAsamblea de-cidió proclamar la década 2001 –2010 “Decenio internacional de unacultura de Paz y No Violencia para losNiños del Mundo”.

El 4 de marzo de 1999, en París, sehizo público el Manifiesto 2000,presentado en la Torre Eiffel yredactado por un grupo de PremiosNóbel de la Paz, con motivo de lacelebración del cincuenta aniversariode la Declaración Universal de losDerechos Humanos.

Los primeros firmantes del docu-mento han sido Norman Borlaug,Adolfo Pérez Esquivel, Mijail Gorbat-chev, Mairead Maguire, RigobertaMenchu Tum, Simón Peres, José Ra-món Horta, Joseph Rotblat, David

Ya existe el Movimiento para laCultura de Paz a través de las activida-des de una amplia gama de organiza-ciones, asociaciones, grupos y perso-nas en todas las regiones del mundo.

Quienes actualmente tienen uncompromiso con organizaciones hu-manitarias están proporcionando, consu labor, un testimonio de los valoresde tolerancia y solidaridad; al mismotiempo, contribuyen a rechazar la ima-gen del “enemigo” que nutre la cultu-ra de guerra.

Aquellas personas que trabajan porla democracia y los derechos huma-nos, y que llevan a cabo actividades enpro del desarrollo para todos, están lu-chando contra la exclusión y la pobre-za que a menudo son las causantes dela violencia.

Por lo tanto, el movimiento mun-dial consiste en una gran alianza de

organizaciones existentes y en unproceso que agrupa a todos los queella están actuando en pro de unatransformación profunda de nuestrassociedades.

Muchos de los participantes ya hanemprendido acciones importantes, es-pecialmente mujeres, jóvenes, docen-tes alcaldes, parlamentarios, miem-bros de las fuerzas de orden y seguri-dad, medios de comunicación y órga-nos de prensa, periodistas, dirigentesreligiosos, representantes de pueblosindígenas, artistas, etc.

No obstante, es necesario que másescuelas, universidades e institucio-nes, en general, se sumen a la granalianza para que, desde sus ámbitosespecíficos, contribuyan al estableci-miento de una cultura de paz.

La cultura de paz pretende solucio-nar los conflictos a través del diálogo

y la participación de todos, por lo quese hace necesario realizar una labor desensibilización, movilización, educa-ción, prevención e información en to-dos los planos de la sociedad.

En cada país, ciudad, comunidad yen el núcleo familiar se puede apren-der, cultivar y practicar una cultura depaz de múltiples maneras, como porejemplo, tratando de eliminar las raí-ces culturales profundas de la violen-cia y la guerra, la pobreza, la exclu-sión, la ignorancia y la explotación,entre otros.

El objetivo de este Manifiesto esprovocar una toma de conciencia y uncompromiso individuales. No se tratade un llamado dirigido a gobiernos uorganismos jerárquicos, ya que es untestimonio de la responsabilidad de ca-da ser humano para plasmar en la rea-lidad cotidiana los valores, actitudes ycomportamientos que inspiran la cul-tura de paz; puesto que todas las per-sonas pueden actuar inspiradas de unespíritu de cultura de paz en el seno dela familia, lugar de trabajo, barrio, ciu-dad y región, convirtiéndose en men-sajeros de la tolerancia, la solidaridady el diálogo.

Al firmar este manifiesto cada per-sona se compromete a respetar la vida,practicar la no violencia activa, com-partir su tiempo libre y los recursosmateriales, defender la libertad de ex-

presión y la diversidad cultural, pro-mover la protección del medio am-biente y contribuir al desarrollo de sucomunidad.

Además de ello, el documento leproporciona a los jóvenes y a las gene-raciones futuras valores que les ayu-dan a forjar un mundo más digno y ar-monioso, en donde predominen la jus-ticia, la libertad, la solidaridad y laprosperidad.

De esta manera, el Decenio Inter-nacional de una Cultura de Paz 2001 -2010 se presenta como una oportuni-dad para fortalecer los esfuerzos ycrear “redes de redes” para difundiruna información muy amplia sobre losplanes de acción de las organizacionesexistentes en los diversos países, y selogre así un apoyo unánime, sincero yperdurable.

AÑO V JULIO/DICIEMBRE 1999 Nº 10

ELCO

MPR

OMIS

O

CULTURADE PAZ

EN EL 2000

DepósitoLegal:pp.95

–0321

MENSAJEROSDE LA CULTURA

DE PAZ?

Fuente consultadaUnescopress, Servicio de Prensa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

¿QUÉES LA

CULT

URA

DEPAZ?

Trimblet, Desmond Tutu, Elie Wiesel,Carlos F. Ximenes Belo, Nelson Man-dela y el Dalaï Lama.

En la presentación pública, elDirector General de la UNESCO,Federico Mayor, declaró que “la causade la paz necesita hoy más que nuncade este movimiento para luchar contrasiglos de una cultura de fuerza eimposición. En el albor de un siglo ymilenio, necesitamos de cada uno paraasegurar una transición y una nuevasalida hacia una cultura de paz ydiálogo de no violencia y detolerancia”.

Mayor también presentó el logotipoque identificaría el año Internacionalde la Cultura de Paz, -una representa-ción estilizada de dos manos entrelaza-

das- concebido por la artista alemanaBarbara Blickle, y el diseñador gráficoespañol Luis Sardá de Abreu.

Así, el Manifiesto 2000 marcó elcomienzo de una campaña mundial desensibilización y movilización en prode los objetivos del Año Interna-cional de la Cultura de Paz.

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Porque la Cultura de Paz hace posible el desarrollomás duradero, la protección del medio ambientey la satisfacción personal de cada ser humano;

Porque soy conciente de mi parte deresponsabilidad ante el futuro dela humanidad,especialmente para los niños de hoy y de mañana;

Respetar todas las vidas: Respetar lavida y la dignidad de cada persona, sindiscriminación ni prejuicios.

Rechazar la violencia activa: Practicarla no violencia activa, rechazando laviolencia en todas sus formas: física,sexual, sicológica, económica y social,en particular hacia los más débiles yvulnerables, como los niños y losadolescentes.

Liberar mi generosidad: Compartir mitiempo y mis recursos materiales,cultivando la generosidad a fin determinar con la exclusión, la injusticia y laopresión política y económica.

Escuchar para comprenderse: Defenderla libertad de expresión y la diversidadcultural, privilegiando siempre la escuchay el diálogo, sin ceder al fanatismo, ni a lamaledicencia y el rechazo del prójimo.

Preservar el planeta: Promover unconsumo responsable y un modo dedesarrollo que tenga en cuenta laimportancia de todas las formas de viday el equilibrio de los recursos naturalesdel planeta.

DERECHOSHUMANOS EN LA

PARED 10AÑO V JULIO-DICIEMBRE 1999 Nº 10

Manifiesto 2000Por una Cultura de Paz

y No ViolenciaLa Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 2000 “Año Internacional e la Cultura de Paz”.

Un grupo de Premios Nóbel dela paz, con motivo de la celebración del 50 aniversario de la Declaración Universalde los Derechos Humanos, creó este manifiesto.

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Reinventar la solidaridad: Contribuir aldesarrollo de mi comunidad, propiciandola plena participación de las mujeres y elrespeto de los principios democráticos,con el fin de crear juntos nuevas formasde solidaridad.

Telefax: (0212) 574.1949 / (0212) 574.8005Apartado Postal No. 17.476. Parque Central,Caracas 1015-A, [email protected]

Esta publicación es posible gracias a la colaboraciónde Alboan-Gobierno Vasco, Misereor

y Pan para el Mundo.

Nota:El Manifiesto puede ser consultado en: www.unesco.org/manifiesto2000

DepósitoLegal:pp.95–0321

/Producción:Redde

Apoyo/TextoAlexandraBriceño

/Coordinaciónde

edición:Rosinés

Villalobos/Dibujos:Luquer/Diseño:M

iguelAngelQuerecuto/M

ontaje:HelenaMaso/Impresión:TextografíasJamer/Tiraje:2000ejem

plares.

Únase al Movimiento Internacional parala Cultura de Paz y la No Violencia

Juntos podemos transformar la cultura de guerra yde violencia en una cultura de paz y no violencia;

Porque esta evolución exige la participación de cadauno de nosotros y ofrece a los jóvenes y a lasgeneraciones futuras valores que les ayuden a forjarun mundo más justo, más solidario, más libre, dignoy armonioso, y con mejor prosperidad para todos;

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Me comprometo en mi vida cotidiana,en mi familia, mi trabajo, mi comunidad,mi país y mi región a: