David Tanley Dimensiones de La Radionica

238
1 Dimensiones de la Radiónica. Dimensiones de la Radiónica. David V. Tansley David V. Tansley

description

Radionica

Transcript of David Tanley Dimensiones de La Radionica

Dimensiones de la Radinica.

Dimensiones de la Radinica.David V. Tansley

DAVID V. TANSLEY en colaboracin con MALCOLM RAE e AUBREY T. WESTLAKE DIMENSIONES DE LA RADINICANuevas Tcnicas de Cura Traduccin

HUGO MADER EDITORA PENSAMENTO

So Paulo

1977Para Elizabeth Baerlein y Lavender Dower que, con autntico espritu de servir al prjimo, tanto contribuyeron a la Radinica.Agradecimientos:

Theosophical Publishing House: The Mystery of Healing. The Astral Body, de A. E. Powell. Theosophical University Press: The Secret Doctrine, de H. P. Blavatsky. The Lucis Press: A Treatise on Cosmie Fire, Esoterie Healing and A Treatise on White Magic, de Alice A. Bailey, e The Soul - The Quality of Life. Wildwood House: Experiments in Distant Influence, de L. L. Vasiliev. Ganesh & Co.: The Serpent Power, de Sir John Woodroffe. Rider & Co.: Man the Measure of All Things, de Sri Krishna Prem & Sri Madhava Ashish. Tumstone Press: Dowsini, de Tom Graves. Edgar Cayce Foundation: Chiropractic Reference Notebook. Routledge Kegan & Paul: The I Ching, traduo de Richard Wilhebn. Main Currents in Modern Thought: Compute and Evolve, de Jose Arquelles. Abelard: The Intelligent Universe, de David Foster. Hahnemann Publishing Society: The Organon of Medicine, de Samuel Hahnemann. C. W. Daniel Co. Ltd.: Heal Thyself, do Dr. Edward Bach. Cooperative Publishing Co.: The Unseen Link, de Ethel Belle Morrow. University of California Press: The Yellow Emperor's Classic of Internal Medicine, de I. Veith. L. N. Fowler & Co. Ltd.: The Vital Body, de Max Heindel. Academy of Parapsychology and Medicine: How to Make Use of the Field of Mind Theory, do Dr. Ebner Green. Rudolf Steiner Publishing Co.: Spiritual Science and Medicine, de Rudolf Steiner. H. K. Lewis & Co. Ltd.: Colour and Cancer, do Dr. C. E. Iredell. University Books: The Odie Force, de Karl Von Reichenbach. Marshall McLuhan Newsletter. Mi agradecimiento especial a Richard A. Belsham, por los excelentes diseos dibujos a pluma del Analizador Radinico Magneto-Geomtrico, de los Simuladores de Potencia y del Preparador de Potencia.Contenido

2Agradecimientos:

6PREFACIO.

7PREAMBULO.

Primera Seccin

Algunos Principios Fundamentales

CAPITULO 1 -11RUMBO A LA SIMPLICIDAD ESENCIAL

CAPITULO 2 -20EL CAMPO DE LA MENTE.

CAPITULO 3 -26LOS CAMPOS Y LA CONFOMACIN DEL HOMBRE

CAPITULO 4 -41ACCIN E INFLUENCIA A DISTANCIA.

CAPITULO 5 -47ENERGA, FUERZAS Y FORMAS DE PENSAMIENTO.

SEGUNDA Seccin

La Radinica y su Instrumental

CAPITULO 6 -52FOCO DE SINTONIZACIN DE LA MENTE.

63ANALISADOR RADINICO MAGNETO-GEOMTRICO DE RAE

63Finalidad:

64Principios.

64Construccin.

66Operacin:

70Grficos de Seleccin para Anlisis y Tratamientos utilizados por el Analizador Radinico Magneto-Geomtrico.

CAPITULO 7 -75LA CONEXIN HOMEOPTICA.

89Preparacin de Potencia Homeoptica a travs de figuras geomtricas magnticamente activadas.

89A.Principios

89B.Aplicacin de los Principios a los Instrumentos:

90C.Modelos de Simuladores de Potencia.

90D.Factores Comunes en la Construccin de los Instrumentos:

91E.Ventajas del Mtodo Magntico-Geomtrico de Preparacin de Potencias:

91F.Ventajas del Sistema de Tarjetas:

92Simulador de Potencia Mark III Instrucciones:

921.Para Preparar la potencia:

932.Para neutralizar una potencia:

94Simulador de Potencia de Accin Intensiva - Instrucciones

95Simulador de Potencia de 4 Secciones y Accin Mltiple Instrucciones.

98Preparador Magntico de Potencia Homeoptica de Rae. Instrucciones.

981.Para preparar una potencia a partir de la muestra de cualquier substancia:

982.Para preparar una potencia a partir de cualquier otra potencia de una dada substancia:

993..-

99Aplicaciones Especficas:

TERCERA Seccin

Patologa Oculta

CAPITULO 8 -102EL CONFLICTO ENTRE ENERGAS Y FUERZAS.

107Factores Causantes de Enfermedades en el Cuerpo Mental.

108Factores Causadores de Enfermedades en el Cuerpo Astral.

112Factores Causantes de Enfermedades en el Cuerpo Etrico.

115Los Chakras y las Enfermedades.

119Tres Estados Primarios de Desequilibrio.

CUARTA Seccin

Consideraciones Teraputicas

CAPITULO 9 -122VIAS DE ACCESO.

123El Color Remedio Universal.

133Homeopata y Radinica.

135Doce Remedios de Sales Minerales.

136Remedios de Flores y Piedras Preciosas.

138Los Chakras y el Tratamiento Radinico.

QUINTA Seccin

Otras Dimensiones

CAPITULO 10 -141CRUZANDO LAS INTERFACES.

146El Papel y La Importancia de la Facultad Radiestsica en el Mundo Moderno.

PREFACIO.En su primer libro, Radionics and The Subtle Anatomy of Man, el autor apuntaba una sugestiva relacin entre las concepciones teosficas oriundas del Oriente y el arte de la Radinica, esencialmente occidental. Pienso que l fue llevado a esa conclusin por el temor de que la Radinica se hiciera demasiado materialista, en el sentido electromagntico, atribuyendo, as, un papel de compensacin a aquellas vibraciones sutiles que nosotros asimilamos al espritu y al pensamiento. En su otro libro, Radionics - Interface with the Ether Fields, l sealaba otra relacin, que tal vez venga a mostrarse ms importante, a saber, entre la Radinica y la moderna biologa molecular, postulando que la materia y el pensamiento formaran una interface a partir de los cdigos trnarios y de los trminos del ADN. Se prev que, a determinada altura, los descubrimientos de la biologa molecular vengan a superar, con deferencia, las ideas teosficas, de modo que el estudio del etrico pasar a basarse casi que enteramente en la ciencia y en el arte occidentales.Quiero creer que mi reciente libro, The Intelligent Universe, haya reforzado de algn modo la contribucin de la ciencia para la explicacin de las dimensiones etricas. Lo que yo descubr, despus de ms de treinta aos de investigaciones, fue que el principio fundamental del Universo es la informacin y la inteligencia, y que tales categoras psquicas deberan sustituir nuestra antigua concepcin del Universo como un complejo de energas. No fui yo el creador de esas teoras que remiten a la Escuela de Cambridge de los aos 30 y estn asociadas a nombres clebres como los de Sir Arthur Eddington y Sir James Jeans. Sin embargo, mi atencin fue atrada para el asunto cuando Sir Arthur Eddington afirm que "Sospechamos que la materia-prima del Universo es la misma de la mente". Tal es la proposicin que explor y que la ciencia moderna viene a reforzar a travs de dos nuevos datos: en primer lugar, la estructura de la materia es bastante semejante a la estructuras digitales de los ordenadores electrnicos y, en segundo, que la fuente de la vida orgnica en la molcula de ADN se reduce a "trminos" que poseen un cdigo trnario especial comparable al cdigo binario utilizado por los ordenadores. As, podemos ahora entender perfectamente la afirmacin de San Juan de que "En el principio, era el Verbo".

Es este el campo explorado por las tcnicas de la Radinica, siendo que este libro constituye una importante reconsideracin de este arte, tal como existe en el presente. La Radinica an se encuentra en los estados iniciales de explotacin, tal como esclarece el autor, y puede abrigar falacias, tanto cunto verdades, pero esta es una condicin que ella comparte con la ciencia convencional. La ciencia convencional tambin investiga lo oculto, aunque para eso ella necesite, a veces, recurrir la dispendiosos aceleradores lineares para revelar tan-solamente extravagancias del tipo Augurios y Hechizos.Sin embargo, la Radinica se diferencia de la ciencia convencional en un aspecto importante, pues en ella es indispensable un operador humano, muy aunque este pueda contar con el concurso de instrumentos. Como seala el autor, ese hecho impone exigencias especiales a aquellos que investigan o practican ese arte, en la medida en que se requiere una disciplina emocional o mental de alto grado, a fin de asegurar seales de alto ndice seal-para-ruido. Tal como pienso, esto significa que aquellos que practican este arte necesitan desarrollar un estado de espritu bastante sensitivo y artstico, pues el terreno que exploran, "los ngeles temen pisar".

La situacin encuentra una analoga en la msica, en que un violinista dispone de su violn, un mero instrumento. Pero, de alguna forma, el violinista posee la capacidad de producir msica melodiosa, lo que no es una propiedad inherente al violn en s. As, pienso que deberamos hablar en Arte de la Radinica, tal como hablamos en Arte de la Medicina, sin dejar de constatar una faceta importante e ineludible, que es en la naturaleza del ser humano que se halla envuelto y el grado en que l puede manifestar propiedades psquicas superiores, tales como la tranquilidad interior, la facultad de la atencin constante y de la sensibilidad emocional, requisitos indispensables a un artista.

En los prximos cien aos, el Hombre ciertamente reformular sus concepciones acerca de la realidad, y la naturaleza inslita de lo oculto y del etrico ser indudablemente esclarecida. Quiero creer, tambin, que el mayor descubrimiento ser causado por la biologa molecular. La Radinica se halla particularmente direccionada para la cura del cuerpo humano, y los programas de base que mantienen el estado de salud normal del cuerpo humano estn basados en los cdigos del ADN. As, como sugiere el autor, veo la Radinica, en su prxima etapa de evolucin, fundindose con la biologa molecular, ya que ambas estn fundadas sobre "el poder de la palabra", el cual constituye la base del pensamiento. Pienso que es significativo el hecho de, en el mtodo usado por el practicante de la Radinica, existe la necesidad de una "muestra", tal como una gota de sangre o un hilo de cabello, perteneciente al paciente. Pero, lo que importa en esta gota, o en este cabello, es el patrn del ADN que ah se halla alojado y que contiene todas las informaciones sobre cualquier funcin del cuerpo humano. Cada molcula simple de nuestro ADN contiene el esbozo de toda nuestra existencia fsica, y pienso que es esta la razn bsica para el xito de la Radinica. La biologa molecular ya consigui identificar ntegramente el "conjunto de recepcin" para los mensajes omniscientes de la Mente Csmica dirigidas a las criaturas vivas... Es el ADN, sin cualquier sombra de duda.Recomiendo este libro para todos los lectores interesados en aquellas dimensiones que transcienden la mera lucha cotidiana por la supervivencia fsica.

David Foster

PREAMBULO.Es con profunda satisfaccin que escribo un prembulo para este importante libro, pues l trata de aspectos de una de las realizaciones fundamentales de los tiempos modernos - el arte y la ciencia de la Radiestesia.

Tal realizacin procede de dos fuentes principales, cada una siguiendo su propio camino, tal vez necesariamente. En la medida, sin embargo, en que ambas emplean la misma facultad en las que para sus descubrimientos - la Facultad Radiestsica -, poseen obviamente mucho en comn.

La primera se origin del trabajo de investigacin del Dr. Albert Abrams y de Ruth Drown, en Estados Unidos, y, posteriormente, de De La Warr, en Inglaterra, constituyendo lo que ahora conocemos por Radinica; la segunda, de las actividades de la rabdomancia medicinal de sacerdotes franceses y otros, en el inicio de este siglo. Esta ltima fue desarrollada en Inglaterra por el Dr. Guyon Richards y su notable grupo de colaboradores mdicos que, juntos, investigaron esa nueva forma de diagnstico y tratamiento en su "Medical Society sea the Study of Radiesthesia". Posteriormente, esa tendencia desemboc, bajo la inspiracin del Dr. George Laurence, en el que se denomin Medicina Psinica, a la cual fue consagrado un estudio minucioso y abarcante de J. H. Reyfter, intitulado Psionic Medicine - the study and treatment of the causative factors in illness.

Un resurgimiento similar es hecho esta vez en relacin a la Radinica, a travs del presente volumen, Dimensiones de la Radinica. Conoc a Malcolm Rae y David Tansley hace algunos aos, habiendo sido en parte el responsable por su introduccin a este fascinante campo de investigaciones. Cada uno lo abord y lo desarroll a su manera, a partir de formaciones bien diversas, no teniendo, al principio, evaluado cunto se complementaban; al constatar eso en el debido tiempo, sin embargo, el resultado fue una notable realizacin conjunta.

David Tansley, despus de habilitarse en Quiroprctica en Estados Unidos, retom a Inglaterra para iniciar su prctica. Lo encontr por primera vez cuando, despus de haber ledo m libro The Pattern of Health, l me solicit una entrevista con la intencin de adquirir mayores informaciones sobre la Radiestesia y sus aplicaciones prcticas para la cura. l sinti, con entera razn, que ella podra ser uno de los complementos ms valiosos a su trabajo como quiroprctico. El encuentro se realiz y l qued entusiasmado con las nuevas posibilidades que se develaban.Aunque fuera doctor en Quiropedia, l no posea habilitacin mdica regular; por lo tanto, le suger que participara de la Radionic Association para estudiar la materia, en vez de buscar la Medical Society sea the Study of Radiesthesia, pues esta ltima solamente aceptaba como miembros mdicos formados.

A partir de ah, l se dedic mucho a la Asociacin y se hizo uno de los principales exponentes de la Radinica, pues a esta l aadi la instruccin obtenida en las escuelas de pensamiento ocultista, especialmente la de Alice Bailey.

Al hacerlo, l ampli y enriqueci el objeto de sus estudios, no slo en trminos de nociones bsicas, pero tambin bajo el aspecto de la aplicacin prctica.

Todo eso l relata en sus dos libros anteriores: Radionics and the Subtle Anatomy of Man y Radionics - Interface with the Ether Fields. Y ahora, en el tercer libro de la triloga, contando con la fecunda colaboracin de Malcolm Rae, aade un conocimiento an ms amplio, tanto de nociones como de sugerencias prcticas, a travs del presente Dimensiones de la Radinica.

Malcolm Rae lleg a este campo despus de una carrera de hombre de negocios con ancha experiencia en muchos ramos del comercio, experiencia que, naturalmente, poco o nada condice con su trabajo de investigacin, realmente nico en el presente, y que tantas contribuciones enriquecedoras ofrece para la cura. Jams se debe subestimar las disposiciones de la Providencia.

Nuestro primer contacto se dio por ocasin de una evaluacin de los patrones de cura descritos en The Pattern of Health - evaluacin destinada a verificar si no podra haber otros mejores y ms eficaces. A partir de la investigacin que realizamos, l pas a desarrollar, en el debido tiempo, su notable descubrimiento de que era posible encontrar radiestsicamente el patrn arquetpico de cualquier substancia. Tambin, en el debido tiempo, l desarroll proyectos perfeccionados de los instrumentos radinicos de diagnstico y tratamiento clsicos. Sin embargo, despus de otras investigaciones, abandon esa lnea de conducta en favor de un instrumento que posibilitara la utilizacin de los patrones arquetpicos en muchas direcciones, principalmente en relacin a la potencia homeoptica mediante patrones geomtricos magnticamente activados, a travs de lo que l llam de Simulador de Potencia y, subsiguientemente, a travs del Analizador Radinico Magneto-Geomtrico - una creacin verdaderamente notable.Pero Malcolm Rae sugiri tambin explicaciones experimentales que, tanto cuanto s, an no haban sido hechas, sobre cmo sus instrumentos radinicos, conjuntamente con los patrones geomtricos, funcionaban particularmente en la preparacin de potencias de remedios homeopticos. Eso constituye un progreso real para el conocimiento bsico. Se podra, tal vez, resumir esa contribucin conjunta como una manera enteramente nueva de suplir la "informacin" en todos los niveles, de modo que el hombre pueda alcanzar la integridad y se mantenga en un estado de equilibrio dinmico.

En resumo, se abre un campo de estudios e investigaciones fascinante y de la mayor importancia, de modo que este libro es tan pertinente como oportuno. Pues se torna cada vez ms evidente que lo de que l trata, tanto en la teora como en la prctica, es algo de la mayor necesidad, si es que, estos tiempos de desintegracin, deseamos encontrar una salida para el pantanal materialista en que el hombre se hunde.Pero, se existe una amenaza, existe tambin un desafo y una esperanza. Seramos capaces de aumentar nuestro nivel de conciencia, de modo a obtener acceso a la esferas del conocimiento y del saber supra-sensible y actuar de acuerdo? La situacin presente no nos est exigiendo ms conocimientos materiales, y s una nueva dimensin del pensamiento y de la conciencia en una palabra - una Ciencia Espiritual, para cuya fundacin este libro podr proporcionar su valiosa contribucin.

Aubrey T. Westlake, Godshill, Hampshire. Marzo de 1977.

Primera SeccinAlgunos Principios Fundamentales

Los principios generales no son menos verdaderos o importantes debido al hecho de, por su propia naturaleza, si escapan a la comprobacin inmediata; ellos son como el aire, que no es menos necesario slo porque no conseguimos verlo ni sentirlo.

William HazlittCAPITULO IRUMBO A LA SIMPLICIDAD ESENCIAL

La facultad de simplificar significa eliminar el desnecesario, a fin de que el necesario pueda expresarse.

Hans Hofmann, Search sea the RealAlrededor de la ltima dcada, se verific un creciente e inequvoco inters por la Radinica por parte de mdicos, quirpatas, ostepatas y otros que, como los masajistas o fisioterapeutas, se dedican ntegramente, en la calidad de profesionales, a celar por la salud. En la mayora de los casos, ese inters era motivado por el hecho de los practicantes de esas disciplinas estn buscando un medio o mtodo de perfeccionar la atencin a sus pacientes. As, la Radinica surgi oportunamente, en la medida en que ella ofrece un medio de detectar causas de enfermedades que habran pasado desapercibidas a los exmenes mdicos y clnicos convencionales. Adems de esa ventaja obvia, ella propone tambin otro abordaje del tratamiento, pudiendo venir la suplementaria accin propiamente fsica de los agentes teraputicos normalmente empleados, as como visar especficamente a la eliminacin de las causas ocultas que tan frecuentemente subyacen a los casos crnicos.

Si, pues, la Radinica ofrece ventajas tan evidentes, por qu entonces un gran nmero de profesionales conectados a la salud y que se empean en el estudio de ese mtodo de cura acaban casi siempre por perder el inters por l? Qu es lo que los detiene? S de muchos mdicos que, aunque pudieran haberse beneficiado con la aplicacin de la Radinica a sus prcticas o contribuido con sus ideas para perfeccionar este arte de curar, acabaron por desinteresarse. Si les preguntamos por qu razn dejaron de practicar la Radinica en serio, invariablemente replicarn que, si no por uno o dos motivos personales, ciertos factores hay que los desaniman. El primero de todos parece ser la gran cantidad de creencias, casi siempre contradictorias, implicadas en la prctica de la Radinica; el segundo es el factor tiempo referente a los mtodos cada vez ms complicados de diagnstico y tratamiento. Ambos problemas pueden ser tranquilamente superados si el profesional interesado est preparado para soportar el impacto de las primeras impresiones y llegar a las premisas bsicas subyacentes a la teora y a la prctica de la Radinica.

Antes de considerar las premisas bsicas de la Radinica y esbozar un mtodo prctico que pueda ser utilizado por el profesional conectado a la salud, pienso que ser provechoso extenderme brevemente acerca de la evolucin de la Radinica y esclarecer uno u otro punto para los que tienden a desilusionar al investigador serio de proseguir con sus esfuerzos.

Del inicio del siglo hasta los aos 30, o an hasta los aos 40, periodo de pionerismo en que se dio la formacin de la radinica, la lista de los profesionales que se utilizaban de la radinica, de una forma o de otra, formaba una especie de "Quin es quin" del arte de curar. Adems del Dr. Albert Abrams, a cuyo talento e inteligencia aguda debimos el nacimiento de lo que ahora denominamos radinica, haba el Dr. Thomas Colson, un ostepata que mucho contribuy para esa modalidad de cura a travs de sus investigaciones y esclarecimientos, como tambin por su asociacin con el Dr. Abrams. McMannus era otra personalidad influyente, cuyo nombre an hoy se oye en las discusiones relativas a los mtodos de cura naturales, y cuya tabla para la correccin de la espina es usada por muchas clnicas americanas. De las legiones de mdicos, quirpatas y ostepatas que entonces incorporaban la radinica a sus prcticas, se destacaba, por su contribucin tan o ms considerable que a de el propio fundador, Ruth Drown, una quiropata de Hollywood, California. Cabra a ella demostrar al mundo que pacientes podan ser tratados a la distancia y, lo que tal vez sea an ms significativo, fotografas de perturbaciones en el cuerpo etrico podan ser quitadas a la distancia de muchos miles de millas por medio de un instrumento de su invencin, la cmara Radio-Visin.El trabajo de Abrams despert la atencin de muchos clnicos britnicos, entre los cuales nada menos que Sir James Barr, que procedi a un estudio completo de los descubrimientos de Abrams y las aplic anchamente a su prctica. En su libro Abrams Methods of Diagnosis and Treatment, l pondera haber encontrado en Abrams sus propios ideales, y cuya meta era no slo perfeccionar el diagnstico y tratamiento de la enfermedad, como tambin prevenirla. Algunos mdicos ingleses siguieron para San Francisco a fin de instruirse directamente con Abrams y quedaron muy impresionados no slo con su figura humana, pero tambin con lo que l tena a ensear.Para ellos, qued claro que su trabajo contena las semillas de un importante progreso para la medicina. De entre los mdicos que, en Inglaterra, se interesaban por el trabajo de Abrams, Guyon Richards fue probablemente el investigador ms persistente. Su perseverancia en enfrentar los problemas surgidos en el transcurrir de las investigaciones y encontrar soluciones que le posibilitaran asistir a sus pacientes con mayor eficacia, salta a los ojos cuando se lee su libro, The Chain of Life, que contiene una buena cantidad de informaciones tiles y un retrospectiva histrica de las investigaciones en ese campo para todos los mdicos que puedan estar considerando la posibilidad de utilizar la radinica tal como ella se presenta actualmente.Otros clnicos, tales como Dudley Wright, Ernest Martin, Hector Monroe, Ernest Jensen, Hugh Wyllie y Winter Gonin, que desarrollaron la teora y la prctica de la terapia a travs de la hormona herbrea; Aubrey Westlake, cuyo libro, The Pattern of Health, constituye un clsico en el campo de la radiestesia mdica y, sin duda, lo continuar siendo por mucho tiempo; el Dr. George Laurence, otro clnico de ancha experiencia, que fue atrado para este campo y cuyas investigaciones dieron origen al que hoy se conoce por Medicina Psinica - mtodo de cura que se vale de la facultad radiestsica y de la homeopata y, entre otras cosas, ofrece una esperanza para los muchos que padecen de afecciones hereditarias adversas, miasmas adquiridos y toxinas, adems de los efectos colaterales casi siempre devastadores de la vacunacin - juntamente con otras personalidades, como el Dr. T. Watson y el Dr. Michael Ash, todos esos pioneros integraban un grupo bastante activo, conocido como "The Medical Society sea the Study of Radiesthesia".

Queda claro, as, que los primeros practicantes que se utilizaban de la radinica y de la radiestesia mdica haban salido de las hileras de la medicina, de la quiropedia y de la osteopata. Los practicantes legos no eran an muy numerosos y tendan a permanecer en la retaguardia del movimiento. Desde el inicio, Abrams encontr gran resistencia a sus ideas por parte de los practicantes ms ortodoxos, resistencia esa que no tardara a transformarse en oposicin abierta, acompaada de ataques infundados, no slo a su trabajo como as tambin a su persona. Esas autoridades conectadas a la salud inmediatamente se juntaran para, en el comienzo de los aos 60, concentrar sus ataques, consiguiendo llevar a la prisin a entonces septuagenaria Ruth Drown, bajo la acusacin de fraude. Esta no tardara a morir, vctima de un ataque cardaco, sin duda ocasionado por la crisis nerviosa a que ella se vio sujeta en la poca.La radinica fue entonces declarada ilegal en Estados Unidos y ridiculizada como pura charlatanera. Agentes de los ms diversos rganos invadan los consultorios de los practicantes, les confiscaban los instrumentos y los destruan. Como era de esperar, se verific un xodo y muchos dejaron para siempre de utilizar la radinica; una pequea minora prosigui en sus actividades secretamente, para evitar persecuciones.

En Inglaterra, el trabajo de Abrams se encontr tambin con una oposicin considerable, lo que, a buen seguro, desanim a muchos mdicos a investigar a fondo lo que l tena a ofrecer. El informe Horder, realizado en 1924 y que tena por objetivo purificar las averiguaciones de la comisin de investigacin, afirmaba: "La proposicin fundamental subyacente a la Reaccin Electrnica de Abrams (Y. R. A., Electronic Reaction of Abrams) se encuentra establecida para un grado muy alto de probabilidad." Pero nada se hizo para incentivar los mdicos a proceder a sus propias verificaciones, lo que sirve para mostrar como una tcnica de diagnstico y tratamiento, que podra tener revolucionado la medicina, fue simplemente puesta de lado.

Las presiones de la ridiculizacin y la persecucin al largo de los aos, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, tuvieron como efecto reducir el nmero de profesionales conectados a la salud que se valan de la radinica y de los mtodos radiestsicos, pero un grupo cada vez mayor de practicantes legos tom para s la tarea de proseguir las investigaciones, especialmente en Inglaterra. Su alejamiento en relacin a la medicina convencional parece haberse dado entre 1946 y 1950, periodo en que la Society sea the Study of Medical Radiesthesia perdi a Jensen, Wright, Monroe, Martin, Hort, Wyllie y Guyon Richards. En tributo a esas personalidades, el Dr. Michael Ash declar que, aunque esos pioneros de una nueva medicina estuvieran muertos, el trabajo de ellos sobrevivira. La aparicin de George de La Warr en la escena de la radinica coincidi con ese aumento del nmero de practicantes legos; las investigaciones realizadas en los Laboratorios De La Warr fomentaron y aceleraron el progreso de la radinica, alentando a muchos a tomar conocimiento de esa nueva modalidad de cura y prestar una valiosa asistencia a un gran nmero de personas portadoras de alguna enfermedad.Lo que en la verdad aconteci fue que, habiendo nacido en la esfera de la medicina, la radinica pasaba ahora para las manos del practicante laico, en quien encontrara, a partir de entonces, gran apoyo y estmulo. Creo que fue ah que se origin un cierto nmero de motivos que inducen los mdicos a mantener distancia en relacin a este arte de la cura o desistan de considerarla seriamente. Soy de la opinin de que, si esos obstculos sean apuntados y su inconsistencia revelada, un gran nmero de mdicos, que se dispone a tomar conocimiento de la radinica, pasarn la incorporarla a sus prcticas de un modo o de otro. ES esencial distinguir adems de las apariencias la realidad subyacente a la radinica, que es simple y directa, til y eficaz.

La radinica es, hoy, en el mejor de los casos, una tcnica de cura alternativa, y, como tal, atrae, naturalmente, aquellos que piensan segn los patrones de la cura natural. Siendo eso un hecho incontestable, no lo hay que lamentar, pero la cuestin es que los pensadores alternativos poseen hermanos an ms heterodoxos, que se sitan, por as decir, en el margen del margen, y son las creencias y concepciones de estos ltimos que, asimiladas por la radinica, tienden a ahuyentar el estudiante serio, lego u ortodoxo. Si la radinica hubiera permanecido en el contexto de la medicina ortodoxa, por ejemplo, muchas, si no todas las contribuciones espurias que a ella se aadieron no habran tenido razn de ser y, as, veramos en accin un arte de la cura nacida de disciplinas clnicas y cientficas.

Entre los principales factores que contribuyen para desanimar al mdico convencional an en los primeros pasos de su investigacin de la radinica, est el casi siempre desconcertante complejo de creencias actuantes en este campo. Muchas de ellas son suscitadas por la naturaleza subjetiva de la radinica, as como por ciertas especies de rituales comunes tanto a los mtodos ortodoxos como a los mtodos heterodoxos de cura. Aunque no estemos habituados a concebirlo en estos trminos, el ritual es un elemento fundamental de cualquier arte de la cura, sea ella la medicina, la quiropedia, la osteopata o la radinica. En el ritual del relato de un caso clnico, por ejemplo, ocurre una interaccin y un intercambio de energas e informaciones entre el clnico y el paciente. A este, se siguen los rituales de los exmenes, radiografas y pruebas clnicos, los cuales constituyen factores esenciales para el establecimiento de un rea comn de comprensin entre las partes en juego. Una vez claramente definida y establecida esta, se sigue el ritual del tratamiento propiamente dicho, que puede asumir la forma de ciruga, inyeccin o ingestin de medicamentos, masajes, manipulacin, acupuntura u otras tcnicas requeridas segn los casos particulares. Sea cul sea el procedimiento que adoptemos, el ritual es un factor indispensable. En los procedimientos ortodoxos, ese ritual se desarrolla segn etapas claramente distinguidas. Un hueso fracturado, por ejemplo, es suavemente palpado, radiografiado, enderezado, enyesado y, por fin, inmovilizado. Del xito de cada una de esas etapas resultar la cura de la fractura. El proceso entero es una secuencia clara de factores objetivos y comprobabais. Es con esa especie de cosas que un mdico est habituado la lidiar; de ah el flagrante contraste por l experimentado al tomar contacto con la radinica.Como mencion anteriormente, la radinica, por su propia naturaleza, trabaja esencialmente con factores subjetivos y, por eso, el mdico acostumbrado a los procedimientos objetivos, casi no encuentra, si es que encuentra, un terreno firme y familiar sobre el cual pisar. El propio establecimiento de un diagnstico a la distancia envuelve tantos factores impalpables que algunos, no consiguiendo traspasar ese primer obstculo, no llegan siquiera a encarar tal tratamiento. Los que son capaces de aceptar esas concepciones y abrir camino con sus investigaciones acaban inevitablemente por abrazar algunas de las creencias ms excntricas de entre las cultivadas y endosadas, de tiempos en tiempos, por los practicantes legos. Tales creencias son casi siempre suscitadas por la propia naturaleza subjetiva de los procedimientos de la radinica, los cuales, por veces, llegan a escapar a cualquier control, hasta el punto en que las sombras de la supersticin y de la magia comienzan a interferir en el proceso y en los procedimientos del diagnstico y del tratamiento.Merece la pena detenernos en este punto, a fin de verificar cmo eso se da. La aplicacin correcta de cualquier tcnica en el arte de curar depende, en mayor o ms pequeo grado, de la fe que su practicante ha en aquello que hace. Sorprendentemente, eso se aplica a la medicina muy ms del que suponemos y, en tratndose de un procedimiento subjetivo como la radinica, llega a ser an un factor capital. Fe en lo que se hace, entusiasmo y un buen conocimiento de las ciencias clnicas y elementales, adems de una aguda sensibilidad, son requisitos esenciales para que un prctico lego venga a alcanzar xito en su prctica. El Theosophical Medical Research Group, en su libro The Mystery of Healing, aborda esa cuestin:

Se entiende entonces que la precisin o imprecisin del diagnstico por intermedio de la radiestesia depender de todos los factores generales implicados en la experiencia psquica y mdica - experiencia, impersonalidad y potencial psquico, consciente o inconsciente, del operador. Las condiciones psquicas favorables o desfavorables, incluyndose ah la resistencia, la simpata o la expectativa del paciente, as como la simplicidad o la dificultad del caso en cuestin, deben ser incluidas entre los factores actuantes.De todas las condiciones, la sensitividad es la ms propensa a la fluctuacin, por depender y estar directamente relacionada a factores capaces de hacerla decrecer. Malas condiciones de salud, fatiga, tensin nerviosa, medio ambiente ruidoso y condiciones atmosfricas pueden, de una manera o de otra, reducir la sensitividad. Cuando la sensitividad disminuye, los resultados tienden a ser menos satisfactorios, el diagnstico se toma impreciso y el tratamiento menos eficaz. Todo eso acarrea la prdida de entusiasmo, haciendo con que el operador se sienta temporalmente incapacitado. Lo que ms frecuentemente ocurre a esta altura es que, en vez de concientizarse del hecho y relajarse, tal como exige la situacin, el practicante se pone a buscar alguna salida esotrica para suplir la deficiencia de energa. Intuitivamente, muy a pesar de su disposicin sea exactamente aquella que lo lleva a utilizar su pndulo en una sesin de preguntas y respuestas, le ocurre la idea de colocar un pequeo frasco de miel sobre su bandeja de instrumentos. Ese procedimiento puede ser exitoso a punto de liberar la energa suficiente que le permita seguir adelante - y, luego, los casos contados por los pacientes tienden a reforzar su fe en la eficacia del frasco de miel, y en un abrir y cerrar de ojos los practicantes del pas entero estarn adoptando la misma tcnica, como algo de la mayor naturalidad.Puede ser que un otro practicante, que se encuentre en la misma situacin de deficiencia de energas, venga a atribuir su estado a la influencias malficas oriundas de lugares tan dispares como las entraas de la Tierra, el espacio sideral o la accin de los opositores de su trabajo (un nmero considerable de practicantes juzga que su trabajo es importante a punto de atraer la atencin de las "fuerzas de las tinieblas"). Ciertos operadores acostumbran pegar rtulos con "nmeros mgicos" a sus instrumentos de trabajo o balancear alguna chuchera oriental en el aire a fin de expulsar las fuerzas que juzgan estar interfiriendo en su trabajo o perturbando sus campos de energa. Un radiestesista, por quien yo tena el mayor respeto, adquiri el hbito desconcertante de levantarse en medio a la conversacin ms banal, coger un pndulo, balancearlo un poquito para entonces cambiar de posicin una bol de vidrio que se encontraba sobre una mesita al lado del sof. Por lo que se puede suponer, crea l que ese objeto irradiaba energas por el aposento, y por eso era preciso mudarlo de lugar de tiempos en tiempos.Estos son slo algunos ejemplos de las creencias y prcticas singulares que se confunden con la radinica; pero an existen docenas de otros. Cierta vez, tuve en mi poder dos conjuntos de instrumentos para tratamiento que haban pertenecido a un reverendo; s, como probablemente adivinaron, en vez del formato rectangular normal, ellos haban sido tallados en forma de plpitos... Los pndulos personalizados constituyen una otra forma de supersticin que recibe la adhesin de un buen nmero de practicantes, siendo que algunos de ellos consiguieron ganar buen dinero con esa explotacin. El hecho es que un pndulo pura y simplemente funciona, no importa cmo. Hay tambin aquellos que no admiten usar un pndulo tallado en plexigls, bajo la alegacin de que no se trata de una substancia natural, como la madera o el hueso, siendo as pues inferior y dejando a desear cunto a los resultados. Siempre utilic un pndulo de plexigls y nunca vi a Malcolm Rae utilizar otra cosa, sin que eso haya representado la ms pequea diferencia para nosotros o para centenares de otros que no endosan la creencia de que un pndulo hecho de substancia natural es mejor que los otros. Naturalmente, si el practicante halla esencial alimentar su sistema de creencias o complicarlo con pndulos personalizados o naturales, no hay ningn mal en eso; pero el observador imparcial podr no comprender ese aspecto y eventualmente podr perder el inters por la radinica, engredo de que sus practicantes no pasan de un bando de excntricos y de que el mtodo poco tiene que vlido a ofrecer.Otro aspecto poco auspicioso de la radinica, capaz de desanimar al profesional conectado a la salud, son los grupos de culto. Estos son formados por personas con tendencia a agruparse en torno a un practicante de la radinica que desarroll una tcnica cualquiera, tcnica esta que es por l impregnada de una aura de misterio y eficacia impar. Ser miembro de uno de esos grupos es algo que exige, en mayor o menor grado, cierta obediencia. Lo que el maestro afirma pasa a valer como la propia verdad, poco importando si contradice o no la evidencia de los hechos, se va del encuentro de la verdad o se est basado en procedimientos claramente mgicos y ritualsticos. En tales grupos, surge inevitablemente una jerarqua, pues el lder, o pndulo-maestro, comienza por colocar ciertos aspectos del diagnstico y del tratamiento fuera del alcance de sus aclitos. Enseguida, procede de forma a admitir gradualmente el acceso de algunos de sus discpulos favoritos a la materia de su conocimiento, confirindoles, as, una ventaja imaginaria sobre el restante del grupo. Los procedimientos originados de esas actitudes anticuadas, muy propias de los piscianos, son, va de regla, complicados y onerosos, exigiendo equipamientos de toda suerte, tomando felizmente imposible para el investigador serio, profesionalmente conectado a la salud, considerar siquiera remotamente su adopcin.La radinica no est sola, cuando se trata de sistemas de creencias singulares. La cura espiritual, que es otro abordaje subjetivo de la cura de enfermedades, tambin exhibe caractersticas semejantes. Lawrence Le Shan, en su libro The Medium, the Mystic, and the Physicist, relata que, al emprender el estudio de la obra de un grupo de "mdicos espirituales serios", entre los cuales se contaban figuras como las de Harry Edwards, Agnes Sanford, Alga y Ambrose Worral, Edgar Jackson, Paramahansa Yogananda, Katherine Kuhlmann y otros, descubri que su comportamiento se dejaba clasificar en dos especies distinguidas. Le Shan defini la primera especie como siendo a de los "comportamientos idiosincrticos", o sea, comportamientos que se verificaban en uno o varios de ellos. La segunda especie fue por l denominada "comportamientos comunales", en la cual todos se encajaban. Esta ltima es la que era, a su forma de ver, relevante para las formas de la cura. En la radinica, la instrumentacin, los pndulos, los detectores del tipo horquillas de deteccin, los mtodos de diagnstico y tratamiento basados en la anatoma fsica y sutil constituiran factores comunales, mientras que los frascos de miel, los rtulos mgicos, "mi gur dice que yo no debo tratar del chakra de la cabeza" o "no dar correcto si el maestro no hace una bendicin para los instrumentos" expresan realidades que se puede tachar de idiosincrticas y, en ltima instancia, prejudiciales a la imagen de la radinica. Si el investigador serio se disponga a identificar todas esas bagatelas y verlas tales como realmente son, encontrar bajo ellas una va para la cura digna de consideracin.Una vez hecho eso, el prximo obstculo que se presenta es el factor tiempo. Conozco pocos mdicos o practicantes de la medicina natural que dispongan de tiempo suficiente para practicar a la vez la radinica y la disciplina para la cual fueron originalmente entrenados. Eso devela la siguiente cuestin: como sera posible a un mdico, que tiene su tiempo enteramente tomado, recurrir a la radinica? La respuesta depende, en ancha escala, de la necesidad que l tiene que recurrir a la radinica cmo uno complemento a su prctica. Si lo que se tiene en vista es una aplicacin extensiva de los mtodos de la radinica, se hace necesario, entonces, contar con la ayuda de un asistente, de un lego competente, que no tenga tendencias a desarrollar "comportamientos idiosincrticos" y en cuyo desempeo eficaz y seguro se pueda confiar plenamente. Si, por otro lado, la radinica es usada solamente como un recurso para los casos ms espinosos, el mdico debe disponer de tiempo para actuar por su propia cuenta, o entonces solicitar los servicios de un practicante con tiempo integral para hacer las pruebas de que necesita.Algunos mdicos prefieren valerse de los propios pacientes en pequeos grupos, realizando el diagnstico y suministrando los tratamientos radinicos. Es un mtodo que da buenos resultados, siendo que yo mismo a veces utilizo de l. Sin embargo, se debe tener cuidado para no sucumbir a la tentacin de acoger un nmero exagerado de pacientes, evitndose, as, la sobrecarga y el acumulacin de trabajo. Uno de los aspectos de la radinica que puede ser aprovechado al mximo por todos los mdicos, con grandes ventajas, es naturalmente la preparacin y la simulacin de remedios. Incontables mdicos de todo el mundo reconocen las ventajas representadas por esas tcnicas radinicas y las adoptan en sus prcticas. Tratar de eso ms detalladamente en un captulo posterior, pues que este constituye uno de los aspectos ms importantes de la radinica actual.

El tiempo representa un problema tambin para el practicante que se dedica solamente a ese arte. A principio, muchos pasan a ejercer gradualmente la radinica como una actividad de tiempo integral sin necesitar, sin embargo, encararla como un medio de vida. Por fin, una prctica exitosa significa a veces que la radinica pasa a ser la principal fuente de renta. Ese tipo de situacin, con sus lentos despliegues, parece estimular la adquisicin de tcnicas innecesariamente complicadas y dispendiosas, que requieren demasiado tiempo para ser asimiladas y casi siempre dejan el practicante, al final del da, en un estado de cansancio. A unos pocos, la prctica as concebida tienden a sofocar al practicante y vetarle cualquier solucin que podran llevarlo a emplear su tiempo de forma ms racional. Basta decir que en la mayor parte de las actividades que actualmente constituyen la radinica, el practicante pierde mucho tiempo y energa simplemente porque jams fue llevado a cuestionar su mtodo de trabajo, a fin de saber si est haciendo el mejor empleo posible del tiempo y de las energas. Eso, naturalmente, disminuye su capacidad de lidiar con los pacientes ms difciles, as como le impide de llevar una vida ms razonable. Muchos, ciertamente, no quedan limitados por hacer de la radinica una fuente de sostengo, principalmente cuando es el marido quien provee o gana el pan de la familia o cuando el individuo no posee otra fuente de renta. Ambas situaciones dan margen al uso de mtodos ineficaces, pues el practicante no cuestiona la eficacia de sus mtodos de trabajo.Esa especie de ineficacia que se verifica en la prctica de la radinica no debera necesariamente disuadir el profesional conectado a la salud, sin embargo ella afecta ms profundamente otros interesados en investigar la radinica. Se trata de las personas jvenes, capaces de intuir rpidamente que la radinica tiene mucho que ofrecer, en la medida en que constituye un arte de la cura que les posibilitar emplear su potencial de sensitividad y colocarlo a servicio de otros. Esa nueva generacin es capaz de comprender de inmediato el significado de la radinica y de ver en ella las semillas de una Nueva Era para la medicina, orientada para la vida y no para la mecanizacin. Acostumbro verlos siempre emocionados con el descubrimiento de la radinica, ansiosos por abrazarla como actividad de tiempo integral, para, enseguida, se retiraran desilusionados con lo que vieron y oyeron. Donde menos sera de esperarse, se deparan con miles de formalidades burocrticas mescladas las actitudes condescendientes y ultraconservadoras. Principios que podran ser asimilados en pocas horas les son tediosamente suministrados durante aos a cuentagotas, eso cuando soportan el aprendizaje hasta el fin. A Ellos le son presentadas las creencias ms contradictorias y, entonces, se hace claro, pues les es dicho, que es muy difcil hacer de la radinica un medio de vida. Debido a semejantes motivos, la radinica pierde muchos jvenes talentosos, dotados y sensitivos, los cuales son mucho ms importantes que el mdico que se vale de sus mtodos simplemente como complemento a su actividad regular. Potencialmente, esos jvenes son practicantes de tiempo integral que, con un bueno embasamiento en las ciencias clnicas y elementales, adems de una correcta habilidad para emplear los mtodos radinicas de diagnstico y tratamiento, podran trabajar ntegramente como asistentes de mdicos, quirpatas u ostepatas. Se trata de un ramo casi inexplorado de la radinica, aunque yo est seguro. De que un practicante joven y competente pueda venir a concretizar su futuro en este campo. Recuerdo que siempre que yo intentaba conciliar la radinica con mis actividades de quirpata, pensaba poder encontrar de algn modo un asistente para cuidar de los pacientes que necesitaban de tratamiento por medio de la radinica. Creo que cualquier joven dotado de un buen grado de sensitividad, an no oprimido por las tradiciones de los sistemas de creencias vigentes, tiene futuro en este campo como practicante de tiempo integral, con tal de que emplee una tcnica radinica simple y eficaz y se disponga a aceptar la gran responsabilidad que esa actividad implica.Yo an, en mis primeros pasos en la radinica, busqu simplificar al mximo la tcnica, findome, para tanto, en mis conocimientos de los sistemas bioenergticos sutiles del hombre. En la calidad de quirpata, mi abordaje se origin de una concepcin del hombre fundada mucho ms sobre trminos energticos de que mecnicos. La quiropata, a despecho de lo que afirman muchos de sus defensores, posee races profundas en una antigua tradicin esotrica. La profesin, de manera equvoca pero muy comprensible a los tiempos que corren, se libr del fardo de su ascendencia esotrica, en la esperanza de obtener reconocimiento cientfico, fuera este cul fuera. Rompi, tambin, sus fuertes lazos con la radinica, como si se tratara de parte del mismo fardo. Actualmente, sin embargo, la tendencia es a de una reconsideracin de los valores y creencias sostenidos en el periodo de los comienzos de la quiropata, el cual coincide con lo de la radinica. El factor ms relevante que se destaca en mis investigaciones con la radinica es lo de que hay una necesidad de simplificacin absoluta.

Esta bien puede ser la conviccin comn que llev Malcolm Rae y m a intercambiar ideas. Todas sus investigaciones con la radinica fueron motivadas por la necesidad de llegar al que l denomina "la simplicidad esencial", siendo que siempre fue su objetivo simplificar sus mtodos y aumentar su eficacia. l fue muy favorecido tambin por la circunstancia de haber realizado gran parte de sus experimentos en colaboracin con mdicos activamente interesados por la radinica y conocedores de sus problemas en comn con la medicina.

Con base en la experiencia, somos llevados a creer que, si la radinica visa a despertar el inters del profesional conectado a la salud o del practicante de tiempo integral, ella deber conformarse con los siguientes preceptos:

1. Las tcnicas de diagnstico y terapia deben ser simples, adems de comprensibles, comprendiendo la totalidad del hombre en sus aspectos fsico y sutil.

2. El instrumental de la radinica debe ser de concepcin y ejecucin simple y compacta, y estar en conformidad con los principios de los campos de energa en los cuales l se destina a trabajar.

3. La conduccin del diagnstico y del tratamiento, as como la operacin de los instrumentos, deben estar exentas de cualquier proyeccin idiosincrtica.

4. El practicante debe poseer ancha experiencia tanto de las ciencias fsicas como de las espirituales, pues ambas son necesarias para la modalidad de cura en cuestin.

Si esos requisitos sean satisfechos, tendremos como resultado una introduccin simple y directa a la radinica, que tanto podr ser asimilada como utilizada por mdicos, quirpatas y ostepatas en sus propios dominios, siendo de utilidad tambin para el practicante de tiempo integral que trabaje como asistente o conduzca su propia prctica.

Esperamos que el investigador serio encuentre en las pginas que se siguen una introduccin elemental a la prctica de la radinica en el que se refiere a principios, tcnicas e instrumental. Adems de eso, este libro fue concebido como un manual de referencia para el practicante, de modo que este pueda hojearlo en el transcurrir de sus actividades cotidianas para informarse acerca de la terapia por el color, de los remedios, de los cuerpos sutiles del hombre y as por delante. Hay tambin informaciones suplementarias acerca de la anatoma sutil del hombre que no haban sido incluidas en los dos primeros libros de esta serie, especialmente cunto al cambio de los centros de energa de los chakras inferiores para los superiores, y su efecto sobre la salud. Si el lector es, por un lado, contemplado con informaciones minuciosas, yo, de mi parte, mantendr adhesin irrestricta al principio de la "simplicidad esencial".

CAPITULO 2EL CAMPO DE LA MENTE.

Comenzamos a sospechar que la materia-prima del Universo es la misma de la mente. Sir Arthur Eddington, The Nature of the Physical World.

Siempre que se examinan las Enseanzas Ocultas preservadas a lo largo del tiempo por las diversas escuelas esotricas de todo el mundo, emerge un tema claramente definido la creencia de que el Universo no es ms que la manifestacin exterior de una inteligencia infinita, un producto, por as decir, de la Mente Universal. En el prefacio de su libro La doctrina secreta, Madame Blavatsky escribi:

Existe un Principio Inmutable e Infinito; una Realidad Absoluta que precede todas las manifestaciones contingentes del Ser. l est ms all del alcance y de la concepcin de cualquier pensamiento o experiencia humana.

Muchos siglos antes de la aparicin del movimiento teosfico, el sabio chino Lao Ts expresaba una concepcin similar en el Tao T Ching (El libro del camino perfecto):

El innominable fue el origen del cielo y de la tierra.

La Teosofa afirma tambin que el Universo manifiesto se halla contenido en esa Realidad Absoluta, de la cual no sera sino la expresin contingente, dando origen a tres aspectos o principios creativos elementales, a los cuales ella denomina Precursor del Manifiesto, Espritu del Universo y Alma Universal. Esos tres principios estn en el origen de un sinnmero de Universos, Sistemas Solares y Estrellas Manifiestas, siendo cada Sistema Solar la materializacin de una Fuerza Vital Inteligente que contiene el arquetipo de los tres aspectos cuya evolucin, desde el Precursor del Manifiesto, es por ella conducida. En la teologa cristiana, tales aspectos son conocidos como Padre, Hijo y Espritu Santo; otras escuelas de pensamiento se refieren a ellos como energa Positiva, energa en Reposo y energa Negativa o, de manera simple y descriptiva, Vida, Conciencia y Forma. Todos esos tres aspectos se encuentran interrelacionados y comprenden el vasto ocano de las energas csmicas que dan origen a la vida y la mantienen tal como a conocemos.

Esa proliferacin de principios y formas a partir de una fuente incomprensible no se restringe en absoluto a la tradicin teosfica. En el Libro Segundo del Tao T Ching, nuevamente encontramos un paralelo cuando Lao Ts escribe:

El Tao se oculta a s mismo y no tiene nombre. l es el nico que se distingue en aplicar y en realizar.

El Tao produjo el Uno; el Uno produjo el Dos; el Dos produjo el Tres; el Tres produjo miradas de criaturas. Las miradas de criaturas llevan adelante, a la espalda, el yin y estrechan entre sus brazos el yang y la combinacin de fuerzas que generan el Dos.

El campo de la mente es, en esencia, el del alma Universal, a que se refieren todas las tradiciones esotricas. Naturalmente, la diversidad de culturas y creencias dio origen a varias representaciones de ese campo, algunas de ellas toscas y simplistas, otras complejas y veladas por un cerrado simbolismo; otras, an, no pasan de distorsiones acabadas del tema bsico, productos de la imaginacin frtil de aspirantes a la sabidura. La radinica, y an las formas an ms subjetivas de cura son ms eficaces cuando el practicante posee algn conocimiento del campo de energas sobre el cual trabaja. En resumen, el practicante tendr mejores condiciones de cumplir su funcin mientras tenga una comprensin bsica del dominio de la mente, especialmente el practicante de la radinica, pues esta, en ltimo anlisis, es una forma de cura mental a travs de instrumentos. Obviamente, muchos practicantes desempearon con xito su tarea a lo largo de los aos sin necesitar de semejante equipaje de conocimientos; pero yo siento que, a medida que la radinica obtenga reconocimiento como un rama de la parapsicologa, ser de la mayor importancia poseer esos conocimientos a fin de que podamos aprender de qu modo ella funciona y como se relaciona con las otras modalidades de cura.Ya que existe un gran nmero de modelos del dominio de la mente, cul de ellos sera especficamente el ms preciso y adecuado para el practicante de la radinica? Qu criterio aplicar para hacer una buena eleccin? Pienso que, as como Le Shan juzgaba los "comportamientos comunes" esenciales para los fines de la cura en el trabajo de los practicantes por l estudiados, tambin nosotros somos llevados, en nombre de la claridad, a aplicar el mismo procedimiento a las diferentes representaciones del campo de la mente. Debemos considerar los "factores comunes" y verificar donde se da la concordancia, aprendiendo por ese medio a discernir los "factores idiosincrticos" postulados por este o aquel gur, o porque "mi maestro dice que es as y as". Existen autoridades en cuestin de preceptos espirituales elementales, tales como la Biblia, los Vedas, los Upanishads y el Tao, para citar slo algunas, que merecen ms crdito del que la palabra de los ltimos heraldos de la verdad surgidos en escena. Si en ellas encontramos la confirmacin que buscamos, podemos dejar de lado las autoproclamadas autoridades que reflejan sobre la realidad mediante los espejos distorsionados de sus propios criterios.Con base en el estudio y en la experiencia adquirida en esa materia especfica durante los ltimos siete aos, tanto del punto de vista de las prcticas de meditacin como de las de cura, llegu a la conclusin de que la representacin propuesta por la Teosofa y presentada recientemente, con gran riqueza de detalles, por Alice A. Bailey en sus escritos, concluye un gran nmero de "factores comunes" y se halla en Concordancia con muchos otros sistemas. Se debe tener en mente, tambin, que esta obra fue la ltima y ms actualizada contribucin de la Antigua Sabidura a salir de la Trans-Himalayan School of Adepts. No habr pasado desapercibido a nadie que a haya estudiado la nota acuariana que la colorea, pues que se enfatiza muy ms la confianza en el propio Yo del que las enseanzas venidas de fuera.

La representacin de los campos de la mente que se sigue, y que mucho debe a Bailey, fue presentada en 1972 por Elmer Green, durante una conferencia intitulada "How te lo make use of the field of mind Theory". Esta conferencia fue patrocinada por la Academia de Parapsicologa y Medicina de la Universidad de Stanford, California. El diagrama fue idealizado originalmente para ilustrar y explicar la relacin entre las concepciones de Freud y las de Jung sobre la mente; pero, con el pasar de los aos, detalles suplementarios fueron introducidos a fin de ampliar el esquema inicial. Cuando Elmer Green vino a Inglaterra participar del Ciclo de Conferencias de Mayo de 1974, levant, en el transcurrir de una discusin con l, la cuestin de las diferencias existentes entre las varias representaciones de los campos de la mente.

Respondi l que en muchos casos eso se deba ms a una cuestin de semntica del que la diferencias estructurales propiamente dichas; pero que l no tena ninguna duda de que el modelo en el cual estaba trabajando acordaba con las concepciones actuales acerca del hombre y, as pues, posea valor prctico, lo que fue por l demostrado con las investigaciones en el campo de la biorregeneracin realizadas en la Menninger Foundation. Personalmente, soy de la opinin de que tanto este diagrama como aquel presentado por Alice Bailey en su libro A Treatise on Cosmic Fire son esenciales para una comprensin ms profunda de la radinica, suministrando conocimientos capaces de hacer con que la eficiencia del practicante mejore. El modelo de Bailey ofrece una infinidad de detalles acerca de la constitucin esotrica del hombre, que, como veremos adelante, constituye un reflejo sobre el campo de la mente.Mejor del que discurrir prolijamente acerca de los detalles de esa representacin del campo de la mente, sera, en mi entender, transcribir directamente un tramo de la comunicacin de Elmer Green a la Academia. En ella, se puede leer:

Lo ms importante en este diagrama es que cada lnea representa una demarcacin tanto entre diferentes especies de substancia como entre diferentes especies de, conciencia. Esta idea notable constituye la propia esencia del Budismo tibetano desnudado de sus singularidades culturales, representando tambin los conceptos bsicos de la Yoga Integral (Aurobindo), del Cristianismo Esotrico, del Sufismo, del Zoroastrismo, del Judasmo Esotrico, de las Sectas Ocultas Egipcias y Griegas, de la Teosofa, de la Antroposofa, de la metafsica polinesia y de las diversas religiones precolombinas del hemisferio occidental.Se hace evidente, pues, que el diagrama satisface el primero y ms importante requisito, en la medida en que l es esencial, que est fundado sobre diversas escuelas esotricas de pensamiento religioso. En otras palabras, l contiene mltiples "factores comunes", lo que trae credibilidad a su esbozo y lo retira del dominio "idiosincrtico".

Prosigue Elmer Green:

El segundo aspecto importante del diagrama es que las diferentes especies de energas y estructuras fsicas, emocionales, mentales y transindividuales, son partes funcionis de un campo mental planetario. As como el planeta es envuelto por campos magnticos, electrostticos y gravitacionales, el mismo se pasa con un campo mental; adems de eso, todos los campos, si bien diferenciados, son integrantes del campo mental bsico. Eso significa que todas las graduaciones de la substancia fsica son graduaciones del campo mental. En otras palabras, de acuerdo con esta teora, el cosmos entero, en cada uno de sus niveles, no posee consistencia material pero mental, siendo que, de alguna forma, la evolucin de los organismos vivos a partir de las substancias minerales (que, segn esa concepcin, no son substancias muertas), pasando por los vegetales y los animales hasta el hombre, se hace acompaar por una evolucin y una expansin correspondientes de la conciencia.

De inters especial es la seccin en forma de globo denominada "consciente", en la parte inferior del diagrama. Se ve que ella posee una substancia fsica (cerebro y cuerpo), una substancia emocional y una substancia mental. Envolviendo el consciente, se halla la substancia transindividual. En la realidad, de acuerdo con la teora, todas esas substancias se interpenetran totalmente. Ninguna est arriba o abajo de la otra. Se trata de mera comodidad para fines de ilustracin.

En las enseanzas esotricas, cada uno de esos niveles es designado como siendo un plan, trmino este que denota el mbito o la amplitud de un determinado estado de conciencia, o entonces la facultad perceptiva de un conjunto determinado de sentidos, pudiendo tambin denotar la accin de una fuerza especfica o el estado de la materia correspondiente a cualquier uno de esos factores. En verdad, lo que tenemos es un campo que contiene varias graduaciones o frecuencias de materia/conciencia, que pueden ser utilizadas de un punto de vista radinico para fines de diagnstico y tratamiento a la distancia. Esa teora esclarece el hecho de la inexistencia de cualquier separacin entre el practicante y el paciente, as como entre el precursor del Universo Manifiesto y la totalidad de las formas de vida. Somos Uno. Cuando eso se hace una realidad y no slo un concepto intelectual ms en la mente del practicante, este se ver espontneamente dotado para la cura y conseguir atender listamente a las necesidades de un paciente que solicita, expresndolo o silenciosamente, su ayuda.Las ciencias tradicionales sostienen la creencia de que la mente se origina, de alguna forma, de las fluctuaciones qumicas y elctricas de la estructura celular fsica del cuerpo. Las ciencias espirituales sostienen una creencia diametralmente opuesta, afirmando ser el cuerpo, en la verdad, un producto de la mente. En algunos de sus experimentos, Elmer Green cont con la colaboracin de Swami Rama, el cual demostr la accin que la mente poda ejercer sobre el cuerpo. Entre otras cosas, l consegua inducir una diferencia de temperatura de cerca de 10F entre dos puntos de su mano distantes cerca de dos pulgadas, hacer que el corazn dejara de bombear la sangre o producir en cinco segundos un quiste del tamao de un huevo sobre un msculo que se hallaba relajado y no presentaba cualquier protuberancia. Afirma el Dr. Green:

La ms extraordinaria de las varias ideas que el Swami discuti es aquella implcita en su concepcin del Raja-Yoga, segn la cual "El cuerpo est entero en la mente, pero no la mente en el cuerpo". Esta simple afirmacin posee incontables implicaciones tericas. El control de todas las clulas del cuerpo es posible, segn el Swami, porque cada una de ellas posee una representacin en el inconsciente. Y no slo eso, toda clula forma parte del inconsciente. En otras palabras, las clulas existen no slo simblicamente en la mente, pero tambin como partes de un verdadero complejo de energas denominado mente. Cuando accionamos la representacin de la clula en el inconsciente, estamos accionando literalmente la propia clula, pues la clula es parte de la mente. La segunda parte de la afirmacin, "pero la mente no est entera en el cuerpo", se refiere al prolongamiento de la mente en la naturaleza en general y alude a los casos parapsicolgicos, a la psicoquinesia, a la cura espiritual y a todos aquellos fenmenos "cientficamente imposibles". La razn por la cual la ciencia declara estos fenmenos imposibles es que los cientficos, o por lo menos la mayora de ellos, no son capaces de concebir la mente como un complejo de energas interligado a otros complejos de energa tanto en el cuerpo como en la naturaleza "exterior".Como afirma Elmer Green, la concepcin del Swami segn la cual "El cuerpo est entero en la mente, pero no la mente en el cuerpo" posee vastas implicaciones tericas. Se hace claro, por ejemplo, que si un individuo puede controlar e influenciar el funcionamiento de las clulas de su cuerpo a travs de la accin de su mente, no hay razn alguna para que no se pueda ampliar este concepto de modo a comprender tambin la accin de la terapia radinica a la distancia sobre los campos de clulas, pues, a fin de cuentas, compartimos el mismo campo mental.

El diagrama muestra siete niveles de materia atenuada o conciencia.Para fines de diagnstico y de mtodos de tratamiento radinicos, los tres situados debajo son de la mayor importancia; los situados encima no desempean ningn papel en el proceso de formacin de las enfermedades. La conciencia del ser humano se halla, en ancha medida, polarizada en aquellos niveles designados como personales, siendo, a partir de ah, que ella generalmente acta cuando se est empleando mtodos de tratamiento radinicos. ES claro que existen excepciones, de que yo tratar en un captulo posterior, y que envuelven aspectos transindividuales de su naturaleza con resultados bastante notables, entre los cuales se incluyen las curas instantneas de graves perturbaciones patolgicas.

Si tuviramos siempre en mente que el nuestro ser vive y se desplaza en medio a un campo de energas denominado Mente Universal, y que el hombre utiliza las substancias de los diversos niveles de la conciencia para construir vehculos de manifestacin, y que estos, en su totalidad, configuran un instrumento capaz de actuar sobre el campo mental y desencadenar procesos de cura a la distancia, entonces estamos preparados para considerar el propio hombre como un aspecto de ese campo.

CAPITULO 3LOS CAMPOS Y LA CONFOMACIN DEL HOMBRE

El hombre es, en la realidad, un fragmento de la Mente Universal o alma csmica, y, como fragmento, participa, as pues, de los instintos y propiedades de esa alma, tal como ella se manifiesta junto a la especie humana. Alice A. Bailey, A Treatise on Cosmic Fire.

La ciencia ortodoxa los propone la teora de que la vida y, en ltima instancia, el hombre, tendran se originado cuando un rayo alcanz casualmente un monte de barro, una mezcla igualmente casual de molculas de protena y detritos qumicos de toda suerte. Millones de aos ms tarde, surgi el hombre, desprendindose de la llamada prehistoria, donde un verdadero "flash divino" en medio al lodazal, que, a partir de entonces, pas la deambular por la superficie de este planeta sin otra finalidad que no comer, dormir, procrear y, por fin, morir. El ingenio humano, sus facultades de pensamiento y raciocinio, son tenidas slo como un efecto un tanto singular de aquellas reacciones qumicas que se habran procesado en el interior de su organismo. Felizmente, las ciencias espirituales nos ofrecen una imagen ms promisora, ms significativa y ingeniosa del hombre, la cual puede ayudarnos a comprender mejor los procesos y mtodos de diagnstico y cura utilizados por la radinica.Entre los escritos ms antiguos sobre los orgenes del hombre, hay un intitulado El libro de Dzyan. Blavatsky tradujo las Estancias que lo componen y las incorpor a su obra monumental, La doctrina secreta. Ms recientemente, Sri Krishna Prem y Sri Madhava Ashish escribieron dos libros que tratan del contenido de las Estancias de Dzyan, intitulados Man, the Measure of All Things y Man, Son of Man. En el primero, afirman los autores que, a travs de un estudio de las Estancias:

Participamos en cuerpo y alma de la bsqueda de nuestro verdadero Yo, el Hombre, la criatura ms enigmtica y maravillosa del Universo. Estas. Estancias tratan de nosotros, de nuestros orgenes, de nuestra evolucin, de nuestras formas de conciencia y corporificacin. Por ms obscuras que puedan parecer las ideas aqu presentadas, o el vocabulario que utilizamos, el esfuerzo para incautar su significado puede conducirnos tanto a la comprensin de nosotros mismos cuanto del mundo que nos cerca, apuntando valores capaces de dar un sentido a nuestra existencia y estimular a buscar dentro de nosotros mismos la perfeccin de que tan patentemente carecemos.

Nosotros, aun, con toda nuestra mezquina vileza, con nuestras crueldades brutales y dementes, nuestras obscenidades, nuestra bsqueda de placeres mundanos y nuestras ambiciones equivocadas, traemos dentro de nosotros las semillas de esa perfeccin.

A nuestra vuelta, en toda parte, una miscelnea de voces cuestiona las premisas de esa afirmacin. Los materialistas afirman que no pasamos de un epifenmeno de la materia; la teora operacional de la verdad afirma que nuestras tesis no tienen cualquier sentido; los bilogos se refieren a nosotros como un fenmeno superficial. Intencionalmente o no, el mundo parece inclinado a negar todos los valores inmateriales. El hombre debe vivir slo para comer. Cuando no est ocupado a trabajar, el hombre slo es capaz de complacerse en la agitacin. El hombre deber retornar al polvo.

Cit este pasaje de Man, the Measure of All Things simplemente para ilustrar el contraste de las concepciones acerca del hombre, de sus orgenes y finalidades. El materialista no reconoce el milagro de su propio ser; la vida, para l, es algo bajo y la verdad tiene que ser siempre necesariamente comprobable. Se trata de una postura inconcebible en la radinica, pues esta ciencia del futuro es profunda y abarcante, comprometida por su propia naturaleza con la posibilidad de ampliar la visin que el hombre tiene que s mismo y del cosmos. Aunque ellos puedan existir, nunca encontr un practicante de la radinica que no estuviera de entrada, y por encima de todo, preocupado en encontrar la verdad y preparado para juzgar, dentro de los lmites de la razn, que todo es posible. Si la historia del hombre se reduce slo a unos pocos huesos resequidos, a uno o dos crneos fosilizados datando de tres o cuatro millones de aos y a un puado de vasos de cermica, entonces estamos completamente perdidos y sin perspectivas. Personalmente, prefiero tranquilizarme con la hiptesis de que el hombre es un fragmento de la Mente Universal, de que sus orgenes son divinos y que le est reservado un futuro glorioso, adems de su comprensin actual.Si el hombre es un producto del campo mental daramos crdito a aquel pasaje del Gnesis que afirma:

Y cre Dios el hombre a su imagen; a la imagen de Dios lo cre; macho y hembra los cre.

Entonces debemos volver nuestra atencin para las concepciones que se pueden desprender de las enseanzas de los msticos y profetas a travs de los tiempos y en ellas descubrir de qu modo el hombre emerge del campo y que especie de vehculos l utiliza a fin de soportar las necesarias restricciones de la forma. En mis dos primeros libros sobre la radinica, us diagramas simple para ese fin; en este, me gustara recurrir a aquel presentado por Alice Bailey en suyo A Treatise on Cosmic Fire, que proporciona el mximo de informacin y suministra una llave para un minucioso conocimiento de la constitucin esotrica del hombre y del flujo de energas a travs de los mecanismos sutiles de los diferentes planes de la conciencia.

Antes de tratar detalladamente ciertos aspectos de la anatoma sutil del hombre, podra ser til trazar la trayectoria de origen del Hombre Espiritual. Para ese fin, voy a recurrir a las informaciones de un libro que hace mucho se encuentra agotado, The Science of The Initiates, en el cual ese proceso viene descrito de manera simple, sin embargo didctica. Se afirma en l: la Mnada (lo Uno: la Unidad), espritu puro, "desciende" a la materia. En cada uno de los planos, con sus siete divisiones, la Mnada agrega "corporalidad" a su vuelta, hasta el punto en que pasa a revestirse con la materia ms densa de todas - la corporalidad del plano fsico. El hombre tal como es concebido por nosotros, provisto de sentidos, funciona de manera perpendicular, pero en la realidad l es un ser esferoidal constituido por siete niveles, dispuestos en series concntricas de revestimientos compuestos por las diversas modificaciones de la materia.Al agregarse a la materia, la Mnada pierde, consecuentemente, la identidad con su fuente primordial. La realizacin de su origen espiritual se eclipsa cada vez ms. El hombre es un dios en el exilio, viajero divino en remotas rutas que ni an al descender hasta el "chiquero de los cerdos" deja de ser perseguido por la ilusin insidiosa y perturbadora de la Morada Paterna, de donde l proviene. En los mitos gnsticos, Sofa es el alma divina que, extraviada en medio la bandidos y asaltantes, aguarda la redencin por Cristo para poder regresar a su morada celestial. La historia del Hijo Prdigo, en la Biblia, es una otra ilustracin de esa cada, seguida finalmente pelo retorno a la vivida original.

Ese fragmento de la Mente Universal que llamamos hombre, se exterioriza a travs de la Mnada; del vehculo atmico o substancia de la Voluntad Divina; del vehculo bdico que es expresin del Amor Divino, de la conciencia de Cristo. El cuerpo mental, al cual se atribuye una divisin superior y otra inferior. La superior, representada por la mente abstracta o plano del alma, por veces conocida como ngel solar. En torno a ese Ser de Luz, se forma el cuerpo Causal. A continuacin, viene el cuerpo mental inferior o mente concreta, el aspecto ms elevado de la personalidad o yo inferior. Enseguida al cuerpo astral y abajo de l, est el cuerpo etrico y, finalmente, la forma fsica densa. Como fue anteriormente mencionado, para fines de diagnstico y de terapia radinicas, nos interesa bsicamente el cuerpo mental inferior, el cuerpo astral, el doble etrico y la forma fsica propiamente dicha. Tratemos, pues, ms detalladamente, de cada uno de ellos.No viene mucho al caso entrar en mayores detalles acerca del cuerpo fsico, pues eso puede ser conseguido a travs de la consulta a cualquier libro de anatoma. La forma fsica, sin embargo, es un reflejo de ciertas estructuras espirituales abstractas, y as tal vez sea til detenernos momentneamente a fin de apuntar una o dos analogas interesantes. En su A Treatise on White Magic, Alice Bailey escribe:

1. El hombre, fsicamente hablando, es una totalidad, una unidad.

2. Esa totalidad se divide en muchas partes y organismos.

3. Sin embargo, esas mltiples subdivisiones operan de modo conjunto, siendo el propio cuerpo tambin una totalidad correlativo.

4. Cada una de sus partes se distingue cunto a la forma y a la funcin, pero todas son interdependientes.

5. Cada parte y cada organismo, por su parte, son compuestos de molculas, clulas y tomos, los cuales configuran el organismo por obra de la vida que anima la totalidad.

Jess se refiri al cuerpo como a un templo, y vemos reflejado en la cintura plvica, con sus rganos de procreacin, el Patio Externo de ese templo. Por encima del diafragma, queda la cavidad pectoral o el Patio Interno, concluyendo el corazn, smbolo del principio de Cristo. Los pulmones, por su parte, simbolizan el espritu, con suyo soplo vital. Encima del tronco, est la cabeza o el Santo de Santos, depsito de las glndulas pineal y pituitaria, rganos de la percepcin espiritual. El cuello, que acta como un puente entre el Patio Interno y el Santo de Santos, es un smbolo importante y a destacar, en la medida en que subraya la existencia de una "laguna de la conciencia" entre los planos mentales inferior y superior, laguna que debe ser llenada, si anhelamos entrar en contacto consciente con Cristo en el plano bdico. Si diramos una mirada en el esquema presentado por Elmer Green en su conferencia de Stanford, tal laguna es figurada como el "tnel" que conduce al Lotus. Acerca de este puente, escribe l:La conexin entre el consciente y la estructura transindividual denominada Lotus es denominada de varias formas en el Oriente. Ese "tnel", tal como la imaginacin acostumbra figurarlo, es a veces denominado "camino", "pasaje", antakarana o Tao. En la terminologa cristiana y judaica, ella es conocida como la Escalera de Jacob. Es interesante notar que esa escalera, a propsito de la cual Jacob deca "este es el portn de los Cielos", puede muy bien representar una estructura real que, al set conscientemente concebida, posibilita el conocimiento transindividual.

As como el corazn simboliza el aspecto del amor y los pulmones el espritu, la garganta representa el tercer aspecto, lo de la inteligencia activa, siendo estas las tres energas primordiales de la Mnada. Bailey seala tambin las tres correspondencias que se siguen:

1. Plano fsico: la piel y el esqueleto encuentran sus analogas en el cuerpo denso y etrico del hombre.

2. Plano del alma: las arterias sanguneas y el sistema circulatorio encuentran sus analogas en el alma presente en todas las cosas y que alcanza todos las esquinas del sistema solar, tal como la sangre que llega a todas las partes del cuerpo.

3. Plano del espritu: el sistema nervioso, en la medida en que l energiza y acta sobre todo el organismo humano, corresponde a la energa del espritu.

Para los lectores que deseen seguir paso a paso todas las correspondencias entre la forma fsica y las realidades espirituales, recomiendo la lectura de Man - Grand Symbol of the Mysteries, de Manly Palmer Hall, y Occult Anatomy and the Bible, de Corrine Heline; ambos constituyen estudios exhaustivos y esclarecedores acerca de este importante asunto.Quiero ahora retornar por un momento a la cuestin del puente para la conciencia, que el aspirante a la sabidura necesita construir a fin de conocer Cristo que trae dentro de s. Al hacerlo, el propsito es trazar una lnea de demarcacin adems de la cual la radinica deja de producir los resultados esperados. El verdadero principiante, despus de muchas experiencias de vida, construye ese puente que conecta su personalidad a los planes situados por encima del nivel mental. Al punto en que el espritu y la materia se tocan, se da aquello que el hechicero yaqui Don Juan llama de "la fisura entre los mundos", los zuls del "portn del adems" y los nativos del Gabn de "ngweI". A ese respeto, los Upanishads dicen:All, donde el cielo (el espritu) y la tierra (la materia), la gema y la clara del huevo del universo, se encuentran, se extiende un espacio tan vasto cuanto el hilo de una navaja o el ala de una mosca, a travs del cual se ha acceso al lugar conocido como "reverso de los cielos", donde el sufrimiento no ms existe.

Si leyramos los libros del Dr. Arthur Guirdham sobre la secta de Ctaros, una minora cristiana esotrica diezmada por la Inquisicin, veremos que aquellos que eran quemados vivos, principalmente las mujeres, enfrentaban sus ejecuciones sin temor, lo que mucho impresionaba los ejecutantes de esos tenebrosos rituales. Eso era posible porque su disciplina espiritual los haba capacitado a cruzar el punto, o antakarana, y retirar la conciencia de las formas de la personalidad; en otras palabras, a travs de un acto de concentracin espiritual, ellos abandonaban el cuerpo, que entonces pereca en las llamas. Muchas de esas mujeres eran tambin curanderas de la ms alta capacidad, por lo tanto podan atravesar el puente con entera conciencia.

Este puente, conectando as lo yo inferior a la altas esferas, constituye una sede de energas donde el tiempo, el espacio y la materia son superados. Es en esta sede que se encuentra el cuerpo de luz que denominamos alma, el cual es envuelto por el cuerpo causal. El contacto con este aspecto de nuestra naturaleza puede ser naturalmente establecido a travs de la plegaria y de la prctica de la meditacin, pero l tambin se da en los momentos de extrema tensin, especialmente cuando la persona se encuentra en los primeros estados de la muerte. Un best-seller reciente, intitulado Life after Life, es un estudio de la autora del Dr. Raymond Moody Jr., M. D., acerca de este fenmeno, en que ciertas personas atraviesan un periodo de cinco a veinte minutos clnicamente "muertas". Casi todas, sin excepcin, cuentan que dejaban sus cuerpos y atravesaban o eran fugadas a una gran velocidad al largo de un tnel oscuro. De pasada vislumbraban otras personas, parientes y amigos, que ya haban muerto. Enseguida, se encontraban con lo que todos describen como un ser de luz, que los envolva con los ms intensos sentimientos de amor, alegra y paz. A travs de telepata, tal criatura las ayudaba a evaluar la existencia que haban llevado hasta el momento de abandonar el cuerpo y entonces su vida les era dada a ver retrospectivamente como en una pantalla de cine. En este punto, eran obligadas a retornar al plan fsico, y muchas lo hacan con reluctancia, de tal modo se sentan transportadas por la belleza arrebatadora de sus experiencias. Este retorno era marcado, en la mayora de los casos, por un estado de inconsciencia, al cual segua a la vuelta al cuerpo fsico. Del punto de vista esotrico, no resta duda de que estas personas que "murieron" y enseguida retornaron, cruzaron el puente que, a ejemplo de Elmer Green, todas describen como un tnel. Era entonces que se encontraban con el ser de luz, descripcin clsica del alma o de Cristo interior envuelto por el cuerpo causal.Me tard un poco en este punto porque existe una escuela de pensamiento en la radinica que afirma ser posible, e incluso recomendable, diagnosticar y tratar del cuerpo causal. Como no poda ser de otro modo, estoy en completo desacuerdo con este punto de vista, el cual se origina de una comprensin errnea del ser espiritual y de sus vehculos. Detengmonos por algunos instantes, a fin de considerar ciertos aspectos del cuerpo causal.

Me gustara introducir aqu una serie de citas de los escritos de Alice Bailey encontrados en el libro The Soul - The Quality of Life, a fin de subrayar la razn de mi discordancia en relacin a cualquier corriente de pensamiento de la radinica que tenga la pretensin de tratar del cuerpo causal.

El Cuerpo Causal, considerado a partir del plano fsico, no es de modo algn un cuerpo, ni subjetiva ni objetivamente. A parte, l es centro de la conciencia egotista (alma), siendo formado por la conjuncin de buddhi y manas. ES relativamente estable y consigue atravesar todo el largo ciclo de encarnaciones, solamente disipndose despus de la cuarta iniciacin (crucifixin), cuando la necesidad de renacer ya no existe ms para el ser humano. Al considerar el cuerpo causal, estamos tratando especficamente del vehculo de manifestacin de un ngel solar, el cual constituye su fuente de vida y se ocupa de construirla, perfeccionarla y expandirla, reflejando as, en una escala nfima, la obra del Logos en su propio plano. El cuerpo causal es el vehculo de la conciencia superior, el templo donde Dios hace su morada, el cual parece ser de una belleza tan rara y de urna estabilidad garantizada por una base tan slida que, reducida a la ltima piedra esa obra de tantas vidas, aun as amarga es la copa que bebemos e inenarrablemente desolada parece la unidad de la consciencia.El modo como los practicantes de la radinica se ilusionan cuando pretenden tratar de ese cuerpo, que a fin de cuentas es el "templo de la alma", es algo que escapa a mi comprensin. Pues, con efecto, lo que postulan es que el alma o Cristo interior necesita de sus cuidados, los cuales provienen del yo inferior. Ellos parecen suponer tambin que el Cristo interior puede enfermar. Eso, para m, es algo absolutamente inadmisible, y debo aadir que slo es posible unir el alma y su vehculo, el cuerpo causal, cuando se cruza el antakarana, y cuando se tiene ese poder ya no hay necesidad alguna de recurrir a la parafernalia del tratamiento radinico.

Habiendo definido mi posicin con respecto a este punto, volvamos ahora a la personalidad o yo inferior, y extendmonos un poco en los detalles referentes cada uno de los campos o cuerpos sutiles que comprenden esta forma. Pues, finalmente, algunos de ellos irn a intervenir directamente en los esfuerzos del practicante de la radinica para restaurar la armona y la salud.Sobre el cuerpo fsico yo ya discurr un tanto genticamente, a partir de un punto de vista esotrico. Un conocimiento bsico de los varios sistemas de rganos, adems de otros requisitos, es esencial para el practicante lego, mientras que el profesional debe naturalmente dominar esta materia y estar familiarizado con sus funciones y disfunciones. Basta afirmar que el cuerpo fsico no tiene vida propia afuera a de los tomos que entran en su composicin, tratndose antes de un autmata, sujeto al impacto de los flujos de energa provenientes de los cuerpos astral y mental y mantenido en uno todo entero por accin del alma, tal como esta se manifiesta en el cuerpo etrico.Para el ocultista, el cuerpo etrico es el cuerpo "fsico", y como tal constituye la sustentacin de la forma densa bajo la especie de una intricada trama de lneas de fuerza vitales. Los teosofistas lo denominan doble etrico, los modernos cientficos rusos se refieren a l como cuerpo bioplasmtico, el Dr. Saxton Burr empleaba el trmino campo vital, que nos parece tal vez la mejor de todas las designaciones, pues ese cuerpo es el conductor de las fuerzas que, a travs de los chakras, estimulan el funcionamiento de la forma fsica. En mis otros libros sobre la radinica, puede ser que yo haya inadvertidamente dado un nfasis excesivo a ese cuerpo, en la tentativa de desviar la atencin de las personas de la forma orgnica para la anatoma sutil, y al hacerlo puede ser que yo haya dejado de esclarecer que el cuerpo etrico es condicionado y no autnomo. Esta afirmacin slo se torna clara cuando se llega a comprender que el cuerpo etrico es el cuerpo "fsico", y que los problemas que lo afectan remiten a los planes astral y mental.

El cuerpo etrico, tal como afirm anteriormente, tiene una funcin primordial, que es a de conducir la energa para el cuerpo fsico y vitalizarlo, integrndolo as al cuerpo etrico de la Tierra y del sistema solar. En el plan etrico, todas las distinciones desaparecen, sin embargo la individualidad permanece. Bailey afirma:

El cuerpo etrico reacciona normalmente, como es de su designio, a todos los estmulos oriundos de los vehculos ms sutiles. l es esencialmente un transmisor y no un generador... el compensador de todas las fuerzas que llegan al cuerpo fsico (denso).

En su libro Letters te lo la Disciple, Eugene Cosgrove instruye sobre la cuestin de la importancia prctica del cuerpo etrico. La respuesta ofrecida por l es la siguiente:

Se trata aqu de la importancia del verdadero cuerpo fsico para el discpulo. El aspecto prctico se prende al ncleo del cuerpo etrico y a su relacin con el cuerpo fsico denso.

1. El ncleo se localiza al largo del canal espinal etrico. Cada ncleo o vrtice de vitalidad posee su correspondiente en el cuerpo fsico denso. Lo importante es que los ncleos fsicos o rganos localizados son efectos de la accin vibratoria de los ncleos etricos. Estos, por su parte, son efectos de los ncleos correspondientes en los niveles emocionales.

2. En nuestra fisiologa, existen siete ncleos - tres primarios y cuatro secundarios. Ellos no solamente poseen sus correspondencias en el organismo fsico, como tambin en el sistema planetario y en los organismos del sistema solar.

3. Los tres principales ncleos son la cabeza, la garganta y el corazn. Los cuatro secundarios son el plexo solar, el sacro, el bazo y la base de la espina.

Cosgrove efecta esta divisin de los ncleos en primarios y secundarios, basndose en los tres aspectos de la energa encontrados en el alma. Los ncleos de la cabeza estn relacionados con el principio de la Voluntad, los de la garganta, con la Inteligencia Activa, y los del corazn, con el Amor-Conocimiento. Los dems no son tan relevantes desde el punto de vista evolutivo. No hay contradicciones entre este mtodo de divisin y aquel que estipula que la cabeza, la frente, la garganta, el corazn, el plexo solar y los chakras de la base y del sacro son los principales ncleos, y que adems de esos existen 21 chakras ms pequeos enteramente distinguidos e incontables ncleos de energa ms pequeas en el mecanismo humano. El ncleo del bazo constituye una categora propia, en la medida en que est directamente conectado a la regeneracin del yo inferior, absorbiendo fluidos prnicos del Sol para este fin, antes de distribuirlos a los otros ncleos y al cuerpo etrico.

Alice Bailey ampla la explicacin de Cosgrove cunto a la importancia prctica del cuerpo etrico, y que yo voy a citar integralmente sus palabras, pues en ellas concluyen un gran nmero de informaciones importantes para el terapeuta de la radinica. Escribe Bailey:

Son los ncleos que mantienen el cuerpo unido y hacen de l una totalidad coherente, vitalizada y activa... Una persona puede estar enferma e indispuesta, o fuerte y sana, de acuerdo con el estado de los ncleos y de sus precipitados, las glndulas. Nunca se debe olvidar que los ncleos constituyen el principal instrumento sobre el plano fsico de que el alma se sirve, expresando, por su intermedio, vida y calidad, de acuerdo con el estado alcanzado del proceso evolutivo. Y que el sistema glandular es simplemente una consecuencia - inevitable e irreversible - de los ncleos a travs de los cuales el alma ejerce su accin. Las glndulas, por lo tanto, expresan plenamente el estado de evolucin alcanzado por el hombre, y de acuerdo con este son responsables por las deficiencias y limitaciones o por la eficiencia y armona. La conducta y el comportamiento del hombre en el plano fsico son condicionados, controlados y determinados por la naturaleza, calidad y vitalidad de los ncleos; estos, por su parte, son condicionados, controlados y determinados por el alma, aumentando su eficacia a medida que el proceso evolutivo avanza. Antes del alma, ellos son condicionados, calificados y controlados por el cuerpo astral, y posteriormente por la mente. La meta del ciclo evolutivo es llegar a este control, a este condicionamiento y determinacin por parte del alma; se encuentran seres humanos en todos los estados imaginables de desarrollo en el interior de ese proceso.

Los mtodos de diagnstico y tratamiento radinico son, pues, medios a travs de los cuales el practicante puede venir la determinar que factores, en el cuerpo mental y astral, as como en la forma etrica, causan la obstruccin y el desvo del flujo de energas del alma a travs de los chakras. As, el practicante tiene el camino abierto para prestar una ayuda efectiva al alma encarnada, a travs de la remocin de esos bloqueos a la expresin de la energa almacenada en los planos mental, astral y etrico. Puede ser que eso suene de modo un tanto grandilocuente, pero se debe llevar en consideracin que toda cura verdadera implica una modificacin en la conciencia de la persona en tratamiento, pues esta, muy simplemente, es capaz de expresar mejor lo yo cntrico. Ruth Drown tena plena conciencia de la importancia del sistema glandular, pues siempre dedicaba algunos minutos de atencin al tratamiento de la