Daniela Pessolano, Teorías Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Teóricos y Filosóficos de La...

download Daniela Pessolano, Teorías Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Teóricos y Filosóficos de La Intervención en Trabajo Social.

of 21

Transcript of Daniela Pessolano, Teorías Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Teóricos y Filosóficos de La...

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    1/21

    . , - , (): -, ( ): -. . -

    Teoras comparadas para (re)pensarlos fundamentos tericos y filosficos

    de la intervencin en Trabajo Social. LaCorriente Crtica Brasilera y Sal Karsz 1*

    Daniela Pessolano2**

    Profesora de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales

    Universidad Nacional de Cuyo, Argentina

    Resumen

    En el presente artculo se reflexiona sobre los fundamentos tericos y filosficos de la intervencin en Trabajo Social, apartir de un anlisis comparado entre dos propuestas: la realizada por la Corriente Crtica Brasilera y la desarrollada porSal Karsz. Para ello, se describen los principales aspectos de ambas perspectivas, se sistematizan categoras comparativas yfinalmente se exponen algunas reflexiones. Tambin se abordan distintas alternativas sobre la intervencin social al actualizarel debate humanismo/antihumanismo terico que, aunque proviene de la tradicin marxista, se reedita en las propuestasaqu recuperadas.

    Palabras clave:trabajo social, intervencin social, Corriente Crtica Brasilera, Sal Karsz, fundamentos terico-filosficos,

    humanismo.

    Recibido: de abril del .Aceptado: de julio del .

    * Este artculo se origina en un trabajo de investigacin realizado gracias a la beca Beca para la Promocin de la Investigacin. Perio-do: -, categora: graduados, otorgada por la Secretaria de Ciencia Tcnica y Posgrado de la Universidad Nacional de Cuyo(Sey). Resolucin n. /-R. Adems, se inscribe dentro de los proyectos de investigacin en los que participamos desde el, tambin dependientes de la Seyy de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales (y), Cuyo. Todas esta s instanciascomparten, como eje, el inters por la dilucidacin de la intervencin en Trabajo Social.

    ** [email protected]

    Pessolano, Daniela. . Teoras comparadas para (re)pensar los fundamentos tericos y filosficos de la intervencin en trabajo social. La CorrienteCrtica Brasilera y Sal Karsz. Revista rabajo Social : -. Bogot: Departamento de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Humanas, UniversidadNacional de Colombia.

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    2/21

    , ,

    Comparative Theories to (Re)Think the Theoretical

    and Philosophical Foundations of Intervention in SocialWork. The Brazilian Critical Movement and Sal Karsz

    Abstract

    e article offers a reflection on the theoretical and philosophical foundations of inter-vention in Social Work, on the basis of a comparative analysis of two proposals: that ofthe Brazilian Critical Movement and that of Sal Karsz. To this effect, the paper discussesthe main points of both positions, systematizes comparative categories, and makes some

    reflections. It also addresses different alternatives for social intervention by revisiting thetheoretical humanism/ant-humanism debate, deriving from Marxist tradition but rein-terpreted in the proposals discussed here.

    Keywords: social work, social intervention, Brazilian Critical Movement, Sal Karsz, theoretical

    and philosophical foundations, humanism.

    Teorias comparadas para (re)pensar os fundamentos

    tericos e filosficos da interveno em Trabalho

    Social. A Corrente Crtica Brasileira e Sal Karsz

    Resumo

    O presente artigo uma reflexo sobre os fundamentos tericos e filosficos da intervenoem Trabalho Social, a partir duma anlise comparada entre duas propostas: a realizadapela Corrente Crtica Brasileira e a desenvolvida por Sal Karsz. Para isso, descrevem-seos principais aspectos de ambas as perspectivas, sistematizam-se categorias comparativas e,finalmente, expem-se algumas reflexes. Tambm se abordam distintas alternativas sobrea interveno social ao atualizar o debate humanismo/anti-humanismo terico que, ainda

    que provem da tradio marxista, reedita-se nas propostas aqui recuperadas.

    Palavras-chave: trabalho social, interveno social, Corrente Crtica Brasileira, Sal Karsz,

    fundamentos terico-filosficos, humanismo.

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    3/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    Introduccin

    Como es sabido, los y las profesionales del Tra-bajo Social no intervenimos en lo social de mane-ra desprovista, muy por el contrario, lo hacemos a

    partir de un bagaje de experiencias, conocimientos yvaloraciones que constituyen, a su vez, lmite y posi-bilidad de nuestras prcticas.

    Al constituir el Trabajo Social una disciplinade las ciencias sociales, sus fundamentos terico-filosficos son de especial relevancia. Partimos delsupuesto entonces, de la necesidad de profundizar yreflexionar sobre estos con el fin de cualificar las in-tervenciones sociales. Sin este tipo de reflexiones, sepodra correr el riesgo de que la intervencin, en l-tima instancia, sea dominada por el sentido comn,por prejuicios, por la impotencia o la omnipotencia,o por la inercia del funcionamiento de numerosasinstituciones.

    Por tales motivos, en el presente artculo co-bijado en espacios de investigacin colectiva nosproponemos realizar una lectura y anlisis compa-rativo de dos propuestas contemporneas para elTrabajo Social, en funcin de sus fundamentos te-ricos y filosficos, a fin de identificar elementos queaporten al esclarecimiento de la intervencin socialen Trabajo Social.

    Seleccionamos, pues, las propuestas de la Corrien-

    te Crtica Brasilera y de Sal Karsz1, ya que ambas

    1 Sal Karsz e s investigador argentino residente en Francia, doc-tor en Filosofa (Universidad de Buenos Aires, ) y doctoren Sociologa (Universidad de Pars, ). Ha sido profesorde posgrado en la Sorbonne (Cit Saint-Martin) y profesorinvitado en la Universit du Qubec y en la Universit Bor-deaux II, entre otras universidades de Francia, Canad, Espa-a, Noruega, Venezuela, Chile y Argentina. Se ha dedicadoparticularmente a pensar las prcticas de intervencin socialdel Trabajo Social. Ha publicado Lectura de Althusser (),Torie et politique: Louis Althusser (), Dconstruire le so-cial(). Ha sido editor y autor del libro La exclusin: bor-deando sus fronteras () y autor del libro Problematizar el

    rabajo Social. Definicin, figuras, clnica(). Ha dirigido,desde hasta , el seminario Deconstruir lo social(Pars)y desde hace ms de dos dcadas pone en prctica lo que hadenominado clnica transdisciplinaria de intervencin socialeninstituciones, organizaciones y universidades a lo largo y anchodel territorio francs, en Ginebra (Suiza), en Quebec (Canad)y en Barcelona (Espaa). Adems, desde el ha realizadonumerosos seminarios y clnicas transdisciplinarias en univer-sidades de distintas provincias de Argentina y en universidades

    son crticas del orden social establecido y pretendendireccionar la prctica profesional en Trabajo Social.Resulta interesante, as mismo, las importantes dife-rencias que presentan en cuanto a su nivel de difu-

    sin (la propuesta de Karsz es escasamente conocidaen Latinoamrica y, contrariamente, la propuestabrasilea ha sido ampliamente difundida) y en cuan-to a sus propsitos, supuestos y categoras conceptua-les. Adems, consideramos desde un principio quetraer a discusin perspectivas crticas discrepantes,mostrar distintas vas para (re)pensar y (re)orientar laintervencin social, podra constituir una iniciativaterica enriquecedora y fructfera.

    En funcin del objetivo enunciado, escogimosproducciones bibliogrficas pertinentes de las auto-ras y autores involucrados (Netto, Iamamoto, Silva,Montao, Karsz, entre otros), realizamos una lecturacrtica e interpretativa de textos, y fichaje. Procedi-mos luego a desarrollar un anlisis comparativo deambas perspectivas con base en cuatro ejes elabora-dos a partir de categoras tericas.

    El artculo se encuentra estructurado en cuatrosecciones. Las dos primeras estn abocadas a descri-bir de manera sucinta los aspectos centrales de cadauna de las propuestas. De esta manera, en el apartadoLa Corriente Crtica Brasilera. El proyecto tico-po-ltico profesional exponemos cmo esta corriente se

    sirve de distintas categoras tericas provenientes delmarxismo filosfico humanista de George Lukcs,tales como trabajo, totalidad, mediaciones, praxis,objetivaciones genricas, vida cotidiana, alienacin,dialctica, entre otras, para explicar crticamente eldevenir sociohistrico y proponer el proyecto tico-poltico profesional.

    A continuacin, en Sal Karsz. Una propuestapara la dilucidacin terico prctica de la interven-cin social, presentamos a grandes rasgos la posicindel autor, definida como poshumanista y fundada

    principalmente en el marxismo althusseriano y en elpsicoanlisis lacaniano, de donde provienen sus dosnociones centrales: ideologa e inconsciente. Kar-sz define el Trabajo Social, seala modalidades de

    de Chile. Es presidente de la organizacin Rseau PratiquesSociales, cuyos artculos se pueden encontrar en lnea.

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    4/21

    , ,

    intervencin y propone la clnica transdisciplinariacomo modo de reflexin continua sobre las prcticasprofesionales y de construccin de conocimientos.

    Luego, en Los fundamentos tericos y filosfi-

    cos de la intervencin en Trabajo Social. (Re) pen-sando desde un enfoque comparativo identificamoslas perspectivas terico-filosficas amplias en las quedichos autores y autoras se inscriben (por un lado,al marxismo humanista y, por el otro, al marxismoantihumanista terico). Aqu realizamos un anlisiscomparativo en funcin de cuatro ejes: ) perspectivafilosfica; ) debates acerca del humanismo y las con-cepciones de sujeto subyacentes; ) categoras anal-ticas de la intervencin profesional, y ) desafos dela intervencin profesional, lmites y posibilidades.

    Por ltimo, desplegamos una serie de reflexionesa modo de conclusin. En esta tarea fue posible iden-tificar que ambas propuestas se insertan en un debatems amplio entre humanistas y antihumanistas te-ricos, proveniente de la tradicin marxista y que esreeditado, no sin mediaciones, al pensar el ejercicioprofesional en Trabajo Social. Por otra parte, intenta-mos hacer una sntesis del anlisis comparativo entrela Corriente Crtica Brasilera y Karsz, identificandode qu manera los supuestos tericos y filosficos deestas dos propuestas son llevados al Trabajo Social ycon qu finalidad.

    La Corriente Crtica Brasilera.El proyecto tico-poltico profesional

    La produccin terica de la Corriente Crtica Bra-silera sobre tica y poltica en Trabajo Social se fundaprincipalmente en el marxismo filosfico huma-nista de George Lukcs (-)2. Las categorasde anlisis (trabajo, totalidad, mediaciones, praxis,objetivaciones genricas, vida cotidiana, alienacin,dialctica) que este autor propone, son retomadaspor la Corriente Crtica Brasilera para interpretar la

    realidad sociohistrica, situando al Servicio Social3en ella, a fin de contrarrestar la fuerza del ServicioSocial conservador4.

    2 Tambin se apoya en la produccin terica de Antonio Gram-sci y de discpulos de Lukcs, como Agnes Heller.

    3 Se le llama Servicio Social al Trabajo Social en Brasil.4 Con Servicio Social conservador, nos referimos a aquel ligado a

    Carlos Montao (; ), uno de los autoresque integran esta corriente, critica vehementementeel proyecto neoliberal, expresin ideolgica renovadaluego de agotado el Estado benefactor en Brasil. Re-

    flexiona sobre la cuestin social5

    y sobre las polticassociales, como instrumentos para enfrentar la pro-blemtica social, sosteniendo que constituyen la basede sustentacin funcional-laboral del Servicio Social.

    Afirma, adems, que las reformas del Estado, laprecarizacin y los recortes en la poltica social, y loscambios radicales en el trato de la cuestin social afec-tan significativamente al Servicio Social, hecho frenteal que propone una respuesta urgente: la construccinde un proyecto tico-poltico crtico profesional inspi-rado y articulado con un proyecto societario progre-sista. Dicho proyecto profesional pretende ser revolu-cionario, ya que tiene como fin ltimo eliminar todaforma de explotacin, de vida alienada, tendiendo asa alcanzar la emancipacin humana (Montao ).

    Las y los autores consultados, comprendidos den-tro de esta lnea terica, conciben la sociedad comouna totalidad compuesta de esferas cuya reproduccinsupone siempre la totalidad mayor pese a tenerformas de regulacin propia: En las sociedadescapitalistas, caracterizadas por su complejidad, lasesferas sociales poseen ciertos niveles de autonoma,lo que lleva en ocasiones a la falsa suposicin de que

    las esferas pueden ser aisladas para ser analizadas(Silva , ).

    Otro aspecto a destacar es la relevancia que ad-quieren las categoras de orden econmico, que cum-plen una funcin primaria en la reproduccin del sersocial en la historia (Silva ). De acuerdo con su

    la concepcin positivista, legitimadora de las desigualdades delsistema social imperante.

    5 Es preciso aclarar que para la Corriente Crtica Brasilera noexiste la nueva cuestin social, denominada como tal porpensadores como Robert Castel y Pierre Rosanvallon. Los ylas integrantes de esta corriente critican el carcter consensualde las perspectivas tericas de estos intelectuales franceses yargumentan que no consideran las nuevas expresiones de losprocesos de explotacin. Por el contrario, para la CorrienteCrtica Brasilera se tratara de la misma cuestin social surgidaen el siglo y cuyo centro se compone por la contradiccincapital-trabajo. Plantean, adems, la necesidad de investigar lasmanifestaciones de la cuestin social de manera situada histri-ca y espacialmente, y que su resolucin depende de la supresindel rgimen capitalista (Netto a; Netto ).

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    5/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    mirada materialista, sostienen el carcter determinis-ta de las categoras econmicas sobre el resto de lascategoras sociales. En este marco se inserta el trabajo.

    Lukcs () parte del trabajo, en cuanto de-

    terminacin ontolgica primaria, como el punto departida de humanizacin del hombre6. El trabajo esuna forma privilegiada de praxis orientada a la satis-faccin de necesidades que supone una interaccincon la naturaleza, no instintiva e inmediata, sino me-diada por capacidades humanas esenciales socia-bilidad, conciencia, universalidad y libertad. Estasson conquistadas en el devenir del proceso histricoy se sitan entre los individuos y el gnero humano,atravesando todas las esferas (econmica, poltica,cultural), aunque desarrollndose ms en unas queen otras (Silva ; ). Al responder sucesiva-mente a necesidades, las capacidades humanas se de-sarrollan y derivan en la gnesis de nuevas preguntas,en un [...] proceso incesante de intervencin prcti-ca transformadora de la naturaleza y de los propioshombres (Silva , ).

    La conciencia, como una de las capacidades hu-manas esenciales, representa la capacidad racional yvalorativa del hombre. Es de especial relevancia yaque se traduce en un actuar teleolgico que diferen-cia al hombre de los animales y le permite proyectarfinalidades a las acciones que desarrolla, objetivando

    sus capacidades y deliberaciones (Silva ; ).Adems, el hombre es un ser universal capaz de

    objetivaciones genricas tales como ciencia, arte, po-ltica, tica, entre otras. Estas ltimas expresan lasconquistas de la humanidad, en trminos sociales,ya que posibilitaron la realizacin de la libertad, lasociabilidad, la universalidad y la conciencia, es de-cir, el desarrollo de todas las capacidades humanas, lariqueza humana, en voz de Marx (Silva ).

    Sin embargo, y a causa de los procesos de aliena-cin humana propios de las sociedades capitalistas,

    6 La ontologa del ser social es una [] concepcin de Lukcssobre la teora social de Marx, en la que reconoce a Mar x comoautor de una verdadera ontologa materialista de la sociedadcapitalista, a medida que todos sus anlisis y proposiciones seplantean en relacin con un determinado ser social (un ser real)y no con enunciados filosficos y epistemolgicos. Son el cen-tro de esta ontologa las relaciones econmicas histricamenteconstruidas por los hombres (Pontes , ).

    dicha riqueza humana pasa a ser un objeto extrao,dotado de vida propia, que domina a los hombresque la producen. Los agentes sociales particularesson incapaces de discernir y reconocer en las formas

    sociales el contenido y efecto de su accin; as, aque-llas formas se presentan como ajenas y extraas. Eneste contexto, los valores se convierten en cosas in-dependientes de la actividad humana. Las normas ydeberes morales pasan a configurarse como exigen-cias externas a los individuos, quienes se limitan aobedecerlas, y que, por ende, estn marcadas porun significado negativo, represivo (Silva ).

    El mbito privilegiado de la alienacin es la vidacotidiana, donde el vnculo entre pensamiento y ac-cin es inmediato, y la respuesta a las necesidades dereproduccin se da de manera espontnea, acrticay pragmtica. Las mediaciones estn presentes peroel individuo alienado no logra captarlas, no entraen contacto con sus capacidades esenciales de crear,transformar, escoger, valorar de forma consciente,por eso la actividad cotidiana no es una praxis (Sil-va ). A fin de superar la alienacin de la vidacotidiana, el hombre debe ascender a lo humano ge-nrico, reconocerse como ser universal, es decir, tras-cender su singularidad. Solo as, l ser enteramentehumano (Silva )7.

    El campo de la moralidad es la vida cotidiana,

    espacio donde se reproducen acrticamente compor-tamientos en la resolucin de necesidades inmediatassin poner en cuestin los valores, normas, costum-bres, que estos representan. Las elecciones no siem-pre implican un ejercicio de la libertad y estn bajo lafuerte determinacin de la tradicin y de las costum-bres. En este sentido, la moral termina representandouna manera ms de alienacin y deviene en moralis-mo8 (Silva ). En las sociedades capitalistas, la

    7 Es de destacar que aqu Silva () alude a las dimensionesdel ser social, que se relacionan de manera dialctica. En estesentido, el individuo puede ascender desde su d imensin sin-gular a lo humano genrico en el momento en que comienzaa percibirse como ser universal, cuando entra en contacto conactividades como la reflexin terica o la praxis. Cuando elindividuo adquiere esta conciencia genrica, cuando respetaconscientemente al otro y acta individualmente en funcin desu compromiso con proyectos colectivos, deviene en individuoparticular.

    8 El moralismo se caracteriza por los prejuicios, el pragmatismo

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    6/21

    , ,

    moral9cumple una funcin ideolgica de integracinsocial: es producto de la lucha entre intereses ideo-lgicos y polticos de clases y grupos sociales, en laque logran prevalecer algunos intereses sobre otros

    en detrimento de las posibilidades emancipadorasdel hombre (Silva ; ).El problema, dir Silva, no es la existencia de nor-

    mas y deberes ya que estos son necesarios para laconvivencia social sino su asimilacin acrtica ymecnica, exenta de mediacin reflexiva. No obstan-te, sostiene que existe cierto margen de autonomade los individuos para no aceptarlos y crear nuevosvalores u otorgar otros sentidos a los valores y a lasnormas ya existentes. Ah es donde se produce unaincongruencia entre la moral individual y la social-mente legitimada, y puede hablarse de la existenciade un conflicto moral, particularidad de la tica (Sil-va ; ).

    La tica concierne al conocimiento y a la reflexinterica-filosfica orientada a lo humano genrico. Lareflexin tica permite situar a la moral dominanteen los procesos histricos sociales, desmitificando losprejuicios, el individualismo, el egosmo, propician-do el ejercicio de la libertad (Silva ). Sin embar-go, no toda reflexin tica aporta a la lucha por lahumanizacin (Silva , ); algunas se convier-ten en doctrinas que reproducen los componentes

    alienantes. Por esto Silva se adhiere a una tica revo-lucionaria: al saber ontolgico crtico y portador deuna mirada de totalidad que busca la constitucin deuna moral libre, [] develando la objetividad de losconflictos morales [y] evitando su tratamiento comoproblemas subjetivos, cuya resolucin depende dela voluntad singular (, ). El objetivo ideal esuna sociedad en la que los hombres acten como su-jetos ticos que se realizan libremente, siempre conbase en las posibilidades reales y en virtud del desa-rrollo genrico ya alcanzado (Silva ).

    y el pensamiento ultrageneralizador, por el predominio de losestereotipos, la opinin, por la unidad inmediata entre pensa-miento y accin (Silva ).

    9 [] conjunto de costumbres y hbitos culturales que, trans-formados en deberes y normas de conducta, responde a la ne-cesidad de establecer parmetros de convivencia social (Silva, ).

    Iamamoto () y Silva () proponen la cons-truccin de una nueva hegemona, o contrahegemo-na, basada en el aprovechamiento de los mrgenesde libertad para rechazar o cuestionar la moral do-

    minante, acompaado de la instauracin de nuevossentidos o valores. Este hecho implica necesariamenteun nexo con una accin poltica que permita la reali-zacin objetiva de la tica (Silva ).

    De esta manera y en estrecha relacin con el reco-rrido desarrollado previamente, emerge en la dcadade el proyecto tico-poltico en Brasil10 comouna fuerte crtica terica y poltica al conservaduris-mo profesional.

    Los proyectos profesionales son entendidos porlos representantes de esta iniciativa como estructurasdinmicas, construidos con base en una fuerte ca-pacidad organizativa. Son de carcter plural ya queconstituyen un universo heterogneo al estar condi-cionados por los proyectos individuales de sus agen-tes. La consolidacin o hegemona de un proyectoprofesional no elimina las diferencias y las contradic-ciones, las luchas y las tensiones dentro del mismocolectivo. Se respetan las diferencias en su interior,lo que excluye la aceptacin del fascismo, conserva-durismo, autoritarismo o de cualquier otra propuestaque niegue la libertad (Netto c; Silva ).

    El proyecto tico-poltico se compone de distin-

    tos elementos: una imagen ideal de la profesin, va-lores que lo legitiman, funcin social y objetivos,conocimientos tericos, saber interventivo, normasy prcticas que deben articularse coherentemente(Netto c, -). As mismo, se sustenta envalores de naturaleza tica que no se limitan a unaprescripcin de derechos y deberes sino que se mate-rializan en opciones ideolgicas, tericas y polticas(Netto c).

    En el ncleo del proyecto tico-poltico se en-cuentra el reconocimiento de la libertad como valor

    central, del que deriva el compromiso con la autono-ma y la emancipacin. En consecuencia, el proyectotico-poltico se articula con un proyecto de sociedadque busca la instauracin de un nuevo orden social,

    10 Aunque comienza a gestarse en la transicin de la dcada de lossetenta a los ochenta (Netto c).

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    7/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    sin dominacin ni explotacin de clase, etnia o g-nero. Se apoya la defensa de los Derechos Humanos,contemplando el pluralismo en la sociedad y en laprofesin. La dimensin poltica se expresa en favor

    de la equidad y de la justicia social, en la bsquedade la universalizacin del acceso a los bienes y ser-vicios relativos a los programas y polticas sociales,en la ampliacin de la ciudadana, de los derechossociales, polticos y civiles de las clases trabajadoras(Montao ; Netto c). La democracia es vis-ta como facilitadora del paso de las limitaciones delorden burgus a una ciudadana plena. Netto sealaque la democracia aparece directamente relacionadano solo con la liquidacin del sistema capitalista, sinotambin con la transicin socialista(Netto citado enSilva , ).

    En el mbito de lo estrictamente profesional, elproyecto tico-poltico requiere del compromiso delos agentes, traducido en formacin acadmica califi-cada, basada en concepciones tericas-metodolgicasslidas y crticas que posibiliten un anlisis pertinen-te de la realidad social y la estimulacin constante dela investigacin. El compromiso involucra la calidadde los servicios prestados a la poblacin y la apertu-ra de espacios participativos para los usuarios. Porotro lado, se hace necesaria la articulacin con otroscolectivos profesionales con proyectos afines y con

    movimientos sociales que aporten a la lucha de lostrabajadores (Montao ; Netto c).

    En el proceso de fortalecimiento del proyectotico-poltico en Brasil, el Cdigo de tica, conocidoen su versin final en el ao , constituy un ele-mento central (Iamamoto ; Netto c; Silva; ). En palabras de Silva:

    Con la formulacin del Cdigo de tica, en ,se entendi la necesidad de establecer mediaciones en-tre el compromiso tico y los trabajadores, sus usua-rios. Principalmente, se entendi que es propio de un

    cdigo de tica profesional afirmar un compromisocon valores y operacionalizarlos en forma de derechosy deberes ticos. En este sentido, recurrir a la onto-loga social de Marx permiti decodificar ticamenteel compromiso con las clases trabajadoras, sealando,para su especificidad, en el Cdigo de tica: el com-promiso con valores tico-polticos como libertad,

    equidad, justicia social y democracia orientan tica-mente y polticamente la objetivacin de los derechossociales, civiles y polticos de las clases trabajadoras.Su concrecin o sea, su viabilidad profesional, est de-

    terminada por la indicacin de una direccin socialestratgica capaz de objetivar los valores tico-polti-cos a travs de los servicios sociales.(, -)

    Sal Karsz. Una propuesta parala dilucidacin terico-prcticade la intervencin social

    La propuesta terica de Sal Karsz se orienta alanlisis de la intervencin social en Trabajo Social.Con este propsito, parte de una posicin poshu-manista fundada principalmente en el marxismoalthusseriano y en el psicoanlisis lacaniano, de don-de provienen sus dos nociones de referencia centrales:ideologa e inconsciente. Estos conceptos cobran ma-yor relevancia en las argumentaciones del autor parapensar la intervencin social que el de tica y poltica.

    Karsz se propone problematizar el Trabajo Socialdesde su definicin11, no obstante, antes de hacer-lo ve la necesidad de realizar una suerte de preci-siones conceptuales sobre la formacin econmicasocial. Especifica que se compone, por un lado, deprocesos productivos eminentemente econmi-

    cos, de fabricacin de bienes y servicios y por elotro, de procesos reproductivos de produccin ideo-lgica produccin dedicada a fabricar, no bienesy servicios, sino condiciones para la produccin debienes y servicios (Karsz ). Esta produccinideolgica de valores, normas, representaciones,sentimientos tiene lugar en las instituciones, dis-positivos y aparatos especializados, pblicos como laescuela, privados como la familia, y entre los que seencuentra, adems, el Trabajo Social. La perpetua-cin o transformacin de una formacin econmico-

    social no depende exclusivamente de la produccineconmica (Karsz ), por el contrario, el procesode reproduccin cumple un papel crucial, y all, elTrabajo Social goza de una autonoma relativa, con-

    11 El autor se mostrar preocupado, no por lo que debera ser laprofesin sino por lo que efectivamente es, por lo que hace,cmo lo hace y bajo qu condiciones.

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    8/21

    , ,

    tundente, real, respecto de las condiciones econmi-cas y polticas12(Karsz ).

    As pues, define al Trabajo Social como un pro-ceso de produccin que se inicia invistiendo una ma-

    teria prima (situaciones de intervencin social) y queluego se configura como producto nunca igual a lasituacin inicial. El uso del trmino productoremitejustamente a una fabricacin en juego, entre el puntode partida y el punto de llegada. As mismo, este pasono es automtico sino que involucra medios de tra-bajo tales como procedimientos, tcnicas y mtodos,trabajo terico y la clnica de la intervencin social.En este proceso se interviene secundariamente sobreaspectos materiales13 y, principalmente, sobre aque-llas configuraciones ideolgicas que orientan a loshumanos de carne y hueso hacia modelos de hu-manidad adecuados, normales, ideolgicamentecargados. Desde el enfoque del autor, este hecho noes un inconveniente sino una condicin de existencia(Karsz ).

    Las ideologas [son un] conjunto de normas, va-lores, modelizaciones, ideales, realizados en ritos yrituales, en gestos y actitudes, en pensamientos y afec-tos, en configuraciones institucionales, en prcticasmateriales, [] son acto, estn actuadas, son [] con-figuracionesideolgicas en plural: cambiantes, evolu-tivas, en debate, en alianza y en oposicin constante

    []. Son polticas econmicas, sexuales, de gnero,familiares, escolares. El concepto de ideologa enfati-za el anclaje temporal y espacial, habla de relatividadhistrica, social y psquica. (, )

    12 La autonoma relativa refiere al margen de libertad que la yel profesional poseen al momento de encontrarse con sujetosdestinatarios en situaciones cotidianas de intervencin. En pa-labras del autor: Autonoma, sin embargo, porque nunca sesabe con certeza qu sucede en el despacho donde tienen lugar

    las entrevistas y menos an en las visitas a domicilio, o [en] losencuentros en la va pblica (Karsz , -).

    13 Karsz plantea que el Trabajo Social provee mltiples ayudas,asistencias, subvenciones, recursos, con el objetivo de aliviarla situacin de los destinatarios, pero que no aportan una solu-cin a la problemtica, sino que constituyen respuestas paliati-vas a cuestiones, cuya resolucin se juega en otros mbitos: enlas relaciones econmicas, en las luchas polticas y sindicales,en el aparato judicial, etc. (Karsz ).

    En el proceso de definicin de la materia prima,posicionarse de manera neutral constituye una tareadifcil, pues para esto es preciso encontrarse fuerade las ideologas. S, es factible alcanzar objetividad,

    siempre y cuando exista una apuesta por el saber, unaactitud orientada al conocimiento y se realice un es-fuerzo de objetivacin de las configuraciones ideol-gicas que funcionan en las prcticas y los discursos.

    Segn esta perspectiva de anlisis, intervenir estomar partido [] no a favor, no en contra de unadeterminada organizacin poltica, sino respecto deciertas maneras de obrar, vivir, disfrutar, sufrir, go-zar. (Karsz , ). Empero, para ello es centralestar advertido respecto de las configuraciones ideo-lgicas que se materializan subjetivamente en el pro-ceso de intervencin, porque las ideologas no siempreson reconocidas y pueden adoptar formas conscienteso inconscientes. Aqu aparece un segundo conceptofundamental: el inconsciente. La ideologa y el in-consciente, en palabras del autor, estn anudados, yesta condicin es la que precisamente se convierte enobjeto de investigacin: dilucidar en qu medida ycmo uno y otro se anudan de hecho (Karsz ).

    En sntesis, se asume que las tendencias ideol-gicas son, en ltima instancia, el blanco principaldel Trabajo Social. Es decir, el Trabajo Social inter-viene primordialmente sobre las formas de vivir, los

    afectos, los comportamientos e ideales, que portanconsciente o inconscientemente individuos y grupos(Karsz , ).

    Por otro lado, Karsz () describe tres moda-lidades de intervencin que contienen maneras dedecir y de hacer especficas, orientaciones, dispositi-vos institucionales, competencias, agentes y destina-tarios respectivamente diferenciados; denominadaspor l comofiguras tpicas, y clasificadas en caridad,toma a cargo y toma en cuenta. Se delinearn aqu,por motivo de espacio, solo algunas caractersticas

    de la toma en cuenta, aquella figura propuesta porel autor14.

    La toma en cuenta constituye un reposiciona-miento terico-prctico denominado transdiscipli-nario. El personaje central es un sujeto; no elsujeto

    14 Vase Karsz (, -).

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    9/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    sino unsujeto: es un sujeto humano pero sin persona,sin resonancias humanistas15.

    Siguiendo a Karsz, las ideologas se arraigan enlas estructuras objetivas relaciones sociales, opo-

    siciones y alianzas de los grupos y clases sociales enlos aparatos de poder y estn presentes en todopsiquismo; condicionan las formas de actuar, de rela-cionarse, y las experiencias personales. Las ideologasatraviesan la subjetividad. No obstante, la lgica dela ideologa no es suficiente ni puede explicarlo todo;es necesario, adems, recurrir a la lgica del incons-ciente ac el psicoanlisis es referencia indispensa-ble, que ocupa un lugar igualmente significativo(Karsz ).

    Teniendo presente lo anterior, el profesional debeestar lo ms advertido posible consigo mismo, parapoder entender

    [] por qu trabaja de tal o cual manera, porqu est afectado por tal o cual pnico, inters, goce.[] Implica una interrogacin con base en un dobleparmetro ideolgico e inconsciente: por un lado, lapregunta por los valores, ideales, supuestos y objetivosmovilizados en el anlisis y abordaje de las situaciones,y por el otro, el cuestionamiento simultneo acerca de[] la subjetividad a travs de la cual se produce lavinculacin con dichas situaciones y con los sujetosimplicados en ellas. (Karsz , )

    El inconsciente remite primordialmente a la ideade que tanto trabajadores y trabajadoras socialescomo destinatarios y destinatarias son sujetos socio-deseantes. Como los primeros no son expertos neu-trales desde el punto de vista afectivo e ideolgico,los segundos no tienen el monopolio del sufrimiento,no son vctimas ni culpables, no tienen problemas nidificultades; estas constituyen construcciones elabo-radas de sus vivencias. Karsz () plantea que en lanaturaleza no encontramos ni personas en dificultad

    ni personas normales; de creerse esto, se estara natu-ralizando la construccin cultural.

    15 Retomaremos esta idea en el segundo apartado de los ejes com-parativos de ambas propuestas.

    La toma en cuenta es una invencin, implicasiempre un riesgo; para el profesional, el servicio, losdestinatarios, no existe metodologa que garantice re-sultados eficaces. Es un trabajo de acompaamiento,

    significa hacer posible que se identifiquen opciones oalternativas. La clave es trabajar sobre problemticashistricas y sociales de las que son portadores los suje-tos, las familias, los grupos, las comunidades, siempresingulares (Karsz ).

    Por ltimo, pero no por ello menos importante,el autor propone la clnica transdisciplinaria. Estaconstituye un proceso de trabajo tendiente a la re-flexin y evaluacin regular de las prcticas profe-sionales y de construccin de conocimientos en ladisciplina. Se plantea, as mismo, como transdisci-plinaria bajo el razonamiento de que su objeto de es-tudio es transdisciplinario situaciones singularesde intervencin social. A continuacin describi-remos los principios que rigen la clnica transdici-plinaria, las posiciones y los registros que entran ajugar en ella.

    Formulndolos bajo la denominacin de princi-pios clnicos, Karsz () se interesa por lo singulary por lo concreto. Mientras que lo particular pareceser muy anecdtico y lo general muy abstracto, losingular designa aquello que es universal aqu y aho-

    ra, lo universal encarnado, la formacin econmicasocial presente en un nio, una familia. Es absur-do, para este pensador, encerrarse en falsos dilemas,como individual versus colectivo, particular versusgeneral, singular versus estructural. La singularidadrefiere que cada situacin es indita.

    Por otro lado, la preocupacin por lo concreto, ob-jeto de anlisis de la clnica (situaciones singulares), seconstruye y se conquista. Es el resultado de un proce-so de deconstruccin de la construccin realizada porquienes exponen la situacin (los profesionales) y por

    quienes la viven (los destinatarios) (Karsz ). Esteproceso de investigacin [] pretende tener perti-nencia cientfica, puesto que se trata de enunciar, delmodo ms objetivo y riguroso posible, algo que ataea lo real, a lo que las cosas y las personas son efectiva-mente (, ).

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    10/21

    , ,

    Conjuntamente, describe tres registros, siemprepresentes en la situacin de clnica transdisciplinaria:a) el registro terico, que plantea la cuestin del saberenfatizando la exigencia de objetividad; b) el registro

    ideolgico, que indica que si bien en todas las prc-ticas se movilizan conocimientos objetivos, tambinson movilizadas posturas, compromisos, valores, con-cepciones del mundo, modelos ideales, etc., y c) elregistro subjetivo, que seala que los dos registrosprecedentes son vividos, conocidos o ignorados porsujetos reales y concretos (Karsz ).

    Luego y ya para cerrar esta seccin, el autortrabaja las posiciones clnicas. Estas constituyen unaserie de supuestos que estructuran la prctica clnica.La primera posicin hace referencia a la importanciadel trabajo terico. Karsz plantea que uno comprendelo que puede, no lo que quiere. Por lo tanto, lo queposibilitara mayores niveles de comprensin es el tra-bajo terico. Estar desprovisto de conceptos es gravey puede derivar en incomprensiones y errores de diag-nstico, por eso el trabajo terico es una exigencia.Hacer clnica es producir experiencia instruida queforma al profesional (Karsz ).

    La segunda posicin es el supuesto de imposibleneutralidad ideolgica. La clnica transdiciplinariapropone sacar a la luz las distintas orientaciones ideo-lgicas actualizadas en sujetos y coyunturas en una

    sociedad dada. Esto significa, tambin, que ser objeti-vo resulta siempre posible ya que involucra el registrodel conocimiento; en cambio, ser neutral es siempreimposible porque referencia el registro ideolgico. Detodas formas, la dimensin cientfica y la dimensinideolgica no se oponen como dos universos imper-meables, se trata de dos lgicas especficas que debe-mos articular dialcticamente (Karsz , ).

    La tercera posicin es la consideracin del clni-co como sujeto presente y sociodeseante, un sujetosexuado portador consciente e inconsciente de nor-

    mas, valores, de modelos socialmente connotados.Este sujeto busca generar anlisis lo ms objetivosposibles, distancindose de los hechos.

    Finalmente, la cuarta posicin se vincula a laidea de que existen ticas divergentes y plurales, queafirman algunos intereses humanos y rechazan otros

    (Karsz ). En efecto, para este autor las ticas sonsiempre posiciones ideolgicas.

    Los fundamentos tericos y filosficos

    de la intervencin en Trabajo Social.(Re) pensando desde unenfoque comparativo

    Luego de la presentacin de las propuestas encuestin, en esta seccin proponemos compararlascon el fin de (re)pensar los fundamentos tericos yfilosficos de la intervencin en Trabajo Social. Paraesto, y en funcin de realizar una sistematizacinanaltica, elaboramos cuatro ejes comparativos conbase en categoras tericas: ) perspectiva filosfica;) debates acerca del humanismo y las concepcionesde sujeto subyacentes; ) categoras analticas de laintervencin, y ) desafos de la intervencin profe-sional, lmites y posibilidades.

    En este apartado continuaremos aportando ele-mentos tericos pero, en este caso, provenientes deaquellas perspectivas terico-filosficas pertenecien-tes a la tradicin marxista, en las que se inscribenSal Karsz y la Corriente Crtica Brasilera.

    Perspectiva filosfica

    La Corriente Crtica Brasilera apoya sus argu-mentos, principalmente, en el marxismo filosfico

    humanista de George Lukcs (-), al reflexio-nar sobre la dimensin tica-poltica del Trabajo So-cial. Lukcs, ligado al problema de la praxis humanaemancipatoria (Lukcs citado en Duayer y Medeiros), retoma los textos del joven Marx de impron-ta humanista y con estos, el carcter ontolgico desu pensamiento. En su ltima obra, Ontologa16, sepropone trazar un esbozo de una ontologa materia-lista-histrica, superando tanto terica como prc-ticamente el idealismo lgico-ontolgico de Hegel(Mndez-Vigo b). En su esfuerzo intelectual,

    confronta una fuerte tendencia cientificista en la filo-sofa de su poca especficamente del neopositivis-mo. El estructuralismo marxista es representante

    16 Es la ltima obra escrita por Lukcs, a finales de , de lacual se ha traducido al espaol el captulo , dedicado a losprincipios ontolgicos de Marx (Mndez-Vigo b).

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    11/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    de esta tendencia, y su principal exponente es el fil-sofo Althusser. Lukcs no reconoce su filosofa, entreotras cosas, por desechar conceptos como el de aliena-cin y considerar que el joven Marx no es plenamen-

    te marxista, entendiendo que la filosofa contenidaen losManuscritosde de Marx constituye un hu-manismo que es preciso desechar por ser ideologa ypor situarse fuera de la nueva ciencia representada porel marxismo (Mndez-Vigo a; b).

    Las y los autores estudiados de la Corriente Cr-tica Brasilera recogen la enrgica crtica al marxismoalthusseriano (Silva ). Segn ellas y ellos, la pro-duccin terica de Althusser se apoya en un recor-te epistemolgico que considera a Elcapitalcomo laverdadera obra cientfica de Marx, fragmentando assu pensamiento y negando sus obras juveniles (Silva). Althusser es denunciado por exaltar un dis-curso cientificista-neopositivista, academicista, des-vinculado de la praxis poltica; es, por lo mismo,considerado negador del humanismo marxista y deuna tica ontolgica fundada en Marx, por ignorarla influencia hegeliana y la teora de la alienacin. Esresponsabilizado, en cierto modo, de restringir la in-corporacin de referenciales inscritos en el proceso derenovacin del marxismo, como Gramsci y Lukcs(Netto b; Silva ).

    Netto (b), al referirse particularmente al Ser-

    vicio Social, argumenta que la aproximacin de laprofesin a la tradicin marxista, a partir de , sedesarroll como una [] aproximacin contamina-da (b, ), ya que se llev a cabo sin grandesexigencias tericas y movilizada fundamentalmentepor exigencias polticas. Adems, se dio a travs de[] divulgadores y por la va de manuales de calidady niveles discutibles (b, ) entre los que seencontraba Althusser, desconsiderando las fuentesclsicas. De manera un tanto contrapuesta, Karszsustenta filosficamente su propuesta para el Trabajo

    Social en los aportes de Althusser (-).Althusser, principalmente en su obra Marxismo

    y humanismo(), se muestra preocupado por laresolucin de los problemas del socialismo real. Ob-serva que sus contemporneos intelectuales marxis-tas se abocan a reflexionar sobre el humanismo, loque obstaculiza el conocimiento de las causas de los

    errores del periodo stalinista y genera un bloqueoterico. Los problemas podrn ser resueltos, diceAlthusser, solo si las reflexiones sobre el hombre sondejadas de lado, dando lugar al estudio de las condi-

    ciones materiales de su surgimiento (Althusser citadoen Harnecker ).Estos hechos contextualizan su tesis del antihuma-

    nismo terico, ntimamente relacionada con la afir-macin de que Marx inaugur una ciencia, la cienciade la Historia. La magnitud de este descubrimientocientfico no puede concebirse si no se acepta la rup-tura epistemolgica entre los escritos del joven Marx(que representa su prehistoria ideolgica) y aquellosdel Marx maduro, fundador de la ciencia de la Histo-ria, donde necesariamente el hombre desaparece comoconcepto terico (Althusser citado en Harnecker ).As mismo, desecha la alienacin como concepto,adopta el de ideologa y establece una relacin de estaltima con estructuras inconscientes (Althusser ).

    Karsz, en consecuencia con la postura althusse-riana, se reconoce como poshumanista, denuncia losriesgos tericos del humanismo y expresa un graninters por la construccin de conocimiento a partirde la intervencin social. El Trabajo Social, sostiene,[] carece de una teora de sus prcticas (Karsz, ), por lo tanto, busca [] contribuir a untrabajo de dilucidacin terico-prctica (, ).

    Las diferencias expuestas hasta aqu se visibilizan,a su vez, en la manera en que ambos autores entien-den el lugar de la tradicin marxista en el TrabajoSocial. Mientras que Netto se muestra convencidode que [] recurrir a la tradicin marxista nos pue-de aclarar crticamente el sentido, la funcionalidady las limitaciones de nuestro ejercicio profesional(b, -), y de que la tradicin revoluciona-ria de Marx [] vuelve concreta la autoconciencia delser social en los marcos del capitalismo, vale decir, elmximo grado de conocimiento terico posible del

    ser social sobre s mismo en la sociedad burguesa(b, ); Karsz identifica mayores limitacionesen la capacidad explicativa del marxismo. Manifiestaque si bien la problemtica marxista es indispensable,posee importantes limitaciones ya que ninguna teo-ra por s sola es suficiente para dar razn o explicarla sociedad contempornea (Karsz ).

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    12/21

    , ,

    Marx ha forjado un poderoso cuerpo terico, tienerazn en muchas cosas porque en varias otras se equi-voc, le faltaron datos, no fue muy lejos, no tuvo tiem-po o no supo hacerlo [] (Karsz , ). De all,

    en parte, se sostiene Karsz para argumentar su posturaepistemolgica karsziana: lo cientfico es lo cuestiona-ble, lo rectificable. As pues, el autor marca y valora loslmites de la ciencia, ya que, al hablar de ciencia, se ha-bla precisamente de lmites; de lo contrario, se estarahablando de fe, de Dios, de religin (Karsz ).

    Este debate humanismo/antihumanismo teri-co, poshumanismo proveniente de la tradicin mar-xista, constituye, a nuestro entender, un punto clavedel desencuentro entre las dos propuestas tericas.

    Debates acerca del humanismo y las concepciones

    de sujeto subyacentes

    Como fue indicado anteriormente, la CorrienteCrtica Brasilera se sustenta en el marxismo humanistade Lukcs. Este autor desarrolla una ontologa mate-rialista histrica con base en los principios ontolgicosde Marx. Comprende con l, que el ser es objetivo; si seencontrara desprovisto de determinaciones, no cons-tituira un ser17. En este contexto, Lukcs identificaen el trabajo la determinacin ontolgica primaria, lapraxis que propicia el salto ontolgico a partir del cualel hombre logra diferenciarse radicalmente del animal,

    distanciarse de su naturaleza inorgnica, constituyn-dose como ser social (Mndez-Vigo b). A pesar detal superacin, el hombre no pierde su fundamentobiolgico, permanece a travs del proceso histrico;sin embargo, cada vez ms es subordinado a las de-terminaciones sociales. De esta manera, las categorassociales predominan, pero no todas por igual: aquellasde carcter econmico son las que componen las fuer-zas motrices del modo de reproduccin del ser social(Mndez-Vigo a; b; Silva ).

    El trabajo como condicin ontolgica primaria

    brinda las bases para la emancipacin humana. Portanto, la concepcin humanista que este autor defiendese funda en la capacidad teleolgica del hombre. ParaLukcs, las estructuras sociales son condicin y resul-

    17 En oposicin al logicismo de Hegel, donde el ser es absoluto(Mndez-Vigo b).

    tado de la interaccin de posiciones teleolgicas indivi-duales y sociales (Lukcs citado en Duayer y Medeiros); bajo ninguna perspectiva atribuye a la sociedady a la naturaleza una teleologa general, lo que lo dife-

    rencia de otras posiciones humanistas. Se tratara, eneste sentido, de un humanismo real, concreto, que sefunda en un sujeto determinado por condiciones obje-tivas, pero a la vez creador de estas. El hombre es, pordefinicin, libre, sujeto de la accin moral y poltica.

    Sin embargo, en el sistema capitalista, los proce-sos de alienacin reducen al hombre a pura natura-leza inorgnica. Sus caractersticas estructurales noposibilitan la emancipacin humana a travs de losprocesos de produccin y reproduccin motorizadospor el trabajo. Las citas de Marx al respecto son ver-daderamente ilustrativas:

    [] al arrancarle al hombre el objeto de su pro-duccin, el trabajo alienado le arranca a la vez su vidagenrica, su verdadera objetividad genrica, y trans-forma la ventaja que el hombre posee sobre el animalen la desventaja de que su cuerpo inorgnico la na-turaleza le es robado. (, )

    El trabajo debe ser para todos los hombres unamanifestacin de su personalidad, pero para el obre-ro es solo un medio de subsistencia. El obrero solopuede conservarse como sujeto fsico en su condicin

    de obrero, ya no en condicin de hombre con accesodirecto a los medios de subsistencia que le ofrece lanaturaleza. (, )

    Las autoras y los autores de la Corriente CrticaBrasilera, compartiendo estas afirmaciones, incitan alos trabajadores y a las trabajadoras sociales a lucharpor la humanizacin. Al respecto, el Servicio Socialdebe colaborar fundamentalmente mediante accio-nes colectivas, aunque tambin con sus intervencio-nes sociales particulares, a quebrar la desigualdad

    deshumanizante vivida en la sociedad, recurriendoa la constitucin y fortalecimiento de un proyectotico-poltico crtico profesional que sirva de guapara el colectivo profesional.

    Karsz, en cambio, se aleja de las posturas humanistasy se apoya en la propuesta althusseriana. Como ha sidoanticipado, Althusser se declara como antihumanista

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    13/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    terico, sosteniendo que Marx crea la ciencia de laHistoria, obviando el pensamiento del joven Marx. Eldeterminismo histrico se comprende bajo la nocinde determinacin en ltima instancia (Althusser ci-tado en Harnecker ), representada por la conocidametfora del edificio. Para este autor, es en consu obra La ideologa alemana, que Marx produce unaruptura con la suposicin de que la historia y la pol-

    tica se fundan en la esencia del hombre18. Marx pudoformular una teora cientfica en el momento en quese propuso hacer una crtica radical a la filosofa delhombre (Althusser citado en Harnecker ).

    Segn Harnecker (), dicha ruptura se concretaen tres aspectos: En la elaboracin de una teora de la historia y

    de la poltica sostenida en conceptos renovados,nuevos: modo de produccin, fuerzas producti-vas, relaciones de produccin, formacin social,infraestructura, superestructura, lucha de clases,

    ideologa. En la crtica a las pretensiones tericas del hu-

    manismo. En la definicin del humanismo como ideologa.

    18 Aunque luego va a aclarar que la ruptura es un proceso conti-nuo (Althusser citado en Harnecker ).

    En este marco, Althusser no pone en discusinel humanismo en general, no desconoce la funcinprctica del humanismo; reconoce que puede llegara ser muy importante: El trmino humanismo sir-ve para sealar un conjunto de realidades, de errorescometidos por los pases socialistas, pero [] no nosda los medios para conocerlos. Nos permite recono-cer los errores pero no conocer sus causas, y por lo

    tanto nos impide rectificarlos (Althusser citado enHarnecker , ).

    Lo que s se encuentra en discusin, por las razo-nes delineadas anteriormente, es la pretensin tericade las concepciones humanistas y el riesgo de queestas terminen por sustituir la teora, al buscar expli-caciones sobre la historia y la sociedad.

    En El capital, Marx describe lo que determina enltima instancia la formacin social: no la naturalezahumana ni el hombre sino las relaciones de produc-cin, es decir, la infraestructura o base econmica.

    Aqu retomamos la metfora del edificio:La totalidad social se compone de [] instancias

    articuladas por una determinacin especfica: la in-fraestructura o base econmica (unidad de fuerzasproductivas y relaciones de produccin) y la super-estructura que comprende dos niveleso instancias: la

    Borja Paladini Adell

    Vctima de Minas Antipersonales,Villavicencio, Colombia,

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    14/21

    , ,

    jurdico-poltica (el derecho y el Estado) y la ideolgi-ca (las distintas ideologas, religiosa, moral, jurdica,poltica, etctera). (Althusser , )

    La infraestructura funciona como base sobre laque se erigen los dos pisos de la superestructura. Labase sostiene la superestructura. La determinacin dela base, en ltima instancia, alude a que [] ) existeuna autonoma relativade la superestructura respectode la base [, y a que] ) existe una reaccin de la super-estructura sobre la base (Althusser , ).

    En los supuestos del filsofo francs, el hombredesaparece como sujeto dela historia para convertirseen sujeto enla historia. Como los individuos actanbajo las determinaciones de las relaciones sociales deproduccin y reproduccin histricas, [] no pue-den ser considerados como sujetos libres y constitu-yentesen el sentido filosfico del trmino (Althussercitado en Harnecker , ). El motor de la histo-ria es la lucha de clases []. No es el hombre o loshombres en general los que hacen la historia, sino lasmasas, es decir, las fuerzas sociales comprometidasen la lucha de clases (, ).

    Karsz entiende el humanismo y el sujeto en estostrminos, y lo traslada a sus reflexiones sobre el Tra-bajo Social. Para l, lo humano es una metfora(Karsz , ) y como tal no constituye un con-

    cepto cientfico, es decir, no brinda un conocimien-to argumentado de lo real, poco explica acerca de lahistoria colectiva e individual de los seres humanos.Hablar del ser humano o a veces del Ser Huma-no es hablar de un cierto humano, designa unideal, refiere a aquello que debera ser. Es un impera-tivo moral, es una esencia (; ).

    En la misma direccin que Althusser, no cuestio-na los efectos prcticos del humanismo, pero s susefectos tericos. Especficamente, en relacin con elTrabajo Social, Karsz plantea que

    El Trabajo Social apunta a sostener modalidadessociohistricas de humanidad, esto es, a facilitar com-portamientos individuales y colectivos que se tienenpor convenientes, a reducir la distancia que separa a losseres reales, de carne y hueso, respecto de los modelosque se consideran adecuados, necesarios, humanos(vocablo que es siempre un resumen de modelo moral

    de humanidad) []. El Trabajo Social opera sobre losdesfases entre aquello que es normal, o sea, lo normali-zado, y aquello que no lo es, o que no lo es en la medidasuficiente, o que ha dejado de serlo, o que no ha llegado

    a serlo. El Trabajo Social no quiere el bien, en general,de sus destinatarios, sino un cierto bien ideolgicamen-te cargado. Insisto: esto no es un inconveniente, sinouna condicin de existencia. (Karsz , -)19

    La concepcin de sujeto que prevalece aqu di-fiere de la sostenida por la Corriente Crtica Brasi-lera: habla de un ser humano que no se define porcaractersticas que le son inherentes; es un humanosin resonancias humanistas (Karsz ). Aunquepueda existir un modelo humano al cual adherirseideolgicamente y que oriente la intervencin social,los seres humanos de carne y hueso son singularesy diversos, se definen por estar determinados por lasrelaciones de produccin y reproduccin capitalistas,por ser productos de la ideologa.

    Si bien Karsz y la Corriente Crtica Brasilera com-parten el hecho de buscar los fundamentos filosficosde sus propuestas para el Trabajo Social en el senode la tradicin marxista, se diferencian en cuestionesepistemolgicas y en sus respectivas concepciones desujeto. Esto se ve reflejado, a su vez, en las categorasanalticas centrales desde las cuales piensan las prc-

    ticas en Trabajo Social.

    Principales categoras analticas de la intervencin

    profesional: tica/poltica, ideologa/inconsciente

    La Corriente Crtica Brasilera har referencia,como ya fue descrito, a la dimensin tico-polticadel Servicio Social. De acuerdo con esta perspectiva,la vida cotidiana es el espacio privilegiado de la alie-nacin y es justamente este el mbito de la morali-dad. La alienacin abarca todos los productos de laconciencia, entre estos, las normas, los valores y las

    costumbres. Es as, entonces, que las elecciones mora-les de los sujetos no siempre son el reflejo del ejerciciode la libertad sino que estn fuertemente determina-

    19 Es ilustrativo el anlisis que este autor desarrolla en virtud de lacategora de exclusin social, sosteniendo que el carc ter con-sensual de esta ltima est sustentado por la ideologa huma-nista (Karsz ).

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    15/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    das. Sin embargo, lo dicho no inhabilita totalmentela posibilidad de negar normas y valores dominantes,creando nuevos sentidos u otorgndole sentidos dis-tintos a estos. Aqu radica su propuesta tica: crear

    una contrahegemona aprovechando estos mrgenesde autonoma. Se tratara pues, de una tica revolu-cionaria ya que propone construir una moral libreque derivara necesariamente en una transformacinsocial radical. El conocimiento tico es condicin ne-cesaria pero insuficiente si no es plasmado en accionespolticas; de ah que el proyecto tico-poltico profe-sional se articule a un proyecto societario progresis-ta, en favor de valores tico-polticos emancipadores(libertad, autonoma, equidad, justicia social), cons-truido a partir de una fuerte organizacin colectivaprofesional tanto gremial como acadmica, y vincu-lado a movimientos y grupos sociales con interesesconvergentes.

    La posibilidad de construir una contrahegemonarespecto de las normas y los valores dominantes sefunda en la concepcin ontolgica a partir de la cualtanto los valores como las normas son producto dela produccin y reproduccin de la vida social y, almismo tiempo, se encuentran implcitos en toda ac-cin humana, ya que se trata de un actuar teleolgico.Duayer y Medeiros, al interpretar a Lukcs, sostienenque [] siempre que interviene la intencionalidad,

    el futuro pretendido (figurado) gobierna el presentebajo la forma de un deber-ser que simultneamenteimpele y constrie la accin hasta la realizacin de lafinalidad (, -). Es decir, el deber ser orientalas prcticas polticas de los sujetos hacia la objetiva-cin de finalidades, de valores humanos tales comoequidad, justicia social, libertad y la no explotacin.

    Entendemos que el deber ser, en cuanto catego-ra social y comprendida bajo los marcos analticosque brinda Lukcs, gobierna esta propuesta. El Tra-bajo Social, desde su lugar en la divisin tcnica del

    trabajo, desde sus lmites y posibilidades, debe reali-zar su contribucin a la lucha contra el capital, soste-niendo la posibilidad de trascender, en un futuro, estesistema social y con l, la alienacin reinante.

    En efecto, la magnitud de tal deber ser no pue-de sino pensarse a partir de un proyecto tico-pol-tico crtico profesional que site al trabajador y a la

    trabajadora social dentro de la clase trabajadora y queinsista en la articulacin, como colectivo profesional,a proyectos colectivos y de sociedad.

    El Cdigo de tica de de Brasil trata las

    cuestiones que acabamos de argumentar:En su introduccin, el Cdigo de explicita laconcepcin tica que lo fundamenta y que da soporteterico y poltico al proyecto profesional conexo. Latica debe tener como soporte una ontologa del sersocial: los valores son determinaciones de la prcticasocial, resultantes de la actividad tipificada en el pro-ceso de trabajo. Es mediante el proceso de trabajo queel ser social se constituye, se instaura como distintodel ser natural, disponiendo de capacidad teleolgica,proyectiva, consciente; es por esta socializacin que lse ubica como ser capaz de libertad. Esta concepcinya contiene, en s misma, una proyeccin de sociedadaquella en que se propicie a los trabajadores un ple-no desarrollo para la invencin y vivencia de nuevosvalores, lo que evidentemente supone la erradica-cin de todos los procesos de explotacin, opresin yalienacin. Es al proyecto social all implicado, que seconecta el proyecto profesional del Servicio Social [].(Cdigo de tica citado en Silva , -)

    Por otro lado, la propuesta de Karsz se desplazadel eje tico-poltico y reflexiona sobre el sustento

    de la intervencin social a partir de otras categorasanalticas20: la lgica de la ideologa y la lgica delinconsciente.

    Este autor define las prcticas que despliegan lostrabajadores y las trabajadoras sociales como prcti-cas ideolgicas, a diferencia de la Corriente CrticaBrasilera, que las define como prcticas polticas.Esto, interpretamos, es posible que se deba a que esteautor recobra de Althusser () la diferenciacinentre poder de Estado y aparatos de Estado. El prime-ro designa la lucha poltica de las clases y de las frac-

    ciones de clase a fin de conservar o tomar este poder,y los segundos constituyen una serie de institucionesque funcionan predominantemente mediante la vio-lencia (aparatos represivos del Estado), o mediante la

    20 Las razones por las cuales son importantes estas categoras parael Trabajo Social fueron explicitadas anteriormente. Vase p.-

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    16/21

    , ,

    ideologa (aparatos ideolgicos del Estado). Estos l-timos, los aparatos ideolgicos del Estado, son funda-mentales en la reproduccin de las relaciones de pro-duccin y, en su seno, Karsz ubica el Trabajo Social.

    En consecuencia, los trabajadores y las trabajadorassociales pueden participar de la lucha ideolgica y sa-car provecho de ciertos niveles de autonoma relativapropia de los Aparatos Ideolgicos del Estado, perola lucha poltica se restringira segn Karsz a laobtencin del poder estatal, a una lucha partidaria.Aun as, este autor sostiene la necesidad de que lostrabajadores y las trabajadoras sociales se posicionenpolticamente a fin de hacer valer las concepciones eintervenciones profesionales en el marco de la reali-dad institucional (Althusser ; Karsz ).

    Mientras que la Corriente Crtica Brasilera recurrea la nocin de alienacin para designar la representa-cin imaginaria que tienen los hombres respecto desus condiciones de existencia (alienacin imaginariadeterminada por la alienacin material en sus condi-ciones de produccin), Karsz usa la nocin de ideolo-ga, no en su connotacin negativa sino, en trminosalthusserianos, como[] la relacin imaginaria delos individuos con sus condiciones reales de existen-cia [] (Althusser , ). No existen prcticassociales fuera de los sistemas de representacin, y portanto, fuera de las ideologas.

    Otra distincin entre ambas posiciones se basa enque la propuesta brasilea est direccionada por eldeber ser; las prcticas de los sujetos se orientanhacia la objetivacin de finalidades, de donde se con-cluye que el futuro gobierna el presente. En cambio,Karsz se posiciona en el orden de los funcionamien-tos, no centra su discurso en lo que debera ser lasociedad, el sujeto y el Trabajo Social, sino en lo queefectivamente son y en su voluntad de conocimientoterico, dejando de lado sus expresiones de deseo.

    Ante la premisa de que las ideologas son materiales,

    Karsz no cuestiona sus efectos prcticos ya que estasconstituyen condiciones de existencia: son actos, soninevitables. Lo que s pone en discusin son sus efectostericos: la ideologa se presenta como un obstculopara el conocimiento cientfico y para la interven-cin social cuando pretende suplantar la teora.

    El concepto de ideologa est ntimamente relacio-nado con la definicin que da el autor de Trabajo So-cial. La disciplina constituye un proceso de produc-cin donde se interviene de manera secundaria sobre

    aspectos materiales y, principalmente, sobre configu-raciones ideolgicas que orientan a los humanos decarne y hueso hacia los modelos de humanidad ade-cuados, normales, ideolgicamente cargados.

    En este proceso de produccin que constituye ladisciplina se puede definir con cierta objetividad lamateria prima, se puede saber y no solamente opi-nar. Lo que s se torna imposible es ser neutral. Paraalcanzar la neutralidad es preciso encontrarse fuerade las ideologas, aspiracin irrealizable para el au-tor ya que estas son componentes inevitables de todopsiquismo y de toda realidad social. La nica ma-nera de lograr objetividad es mediante procesos deobjetivacin de las configuraciones ideolgicas quefuncionan en las prcticas y los discursos. Sin em-bargo, los sujetos no siempre estn advertidos de lasideologas que orientan su accin, estas no siempreson reconocidas y pueden darse de manera conscien-te o inconsciente21.

    La lgica de la ideologa y la lgica del incons-ciente estn anudadas, y esto, para Karsz, es lo quees preciso investigar. Entendemos que intenta que-brar falsos dilemas como objetivo versus subjetivo,

    particular versus general, Sociologa versus Psicolo-ga. Es por esto, tambin, que al reflexionar sobre lasintervenciones sociales en el marco de la clnica trans-disciplinaria, propone centrarse en lo singular, es de-cir, en aquello que designa lo universal hecho carne,la formacin econmica social presente en un nioo una familia. En concreto, para Karsz, intervenir

    21 Ya Althusser plantea, haciendo referencia a Freud, que [] laeternidad del inconsciente est en relacin con la eternidad dela ideologa en general (, ). Segn este autor, ideologa einconscientes son eternos en el sentido de que son omnipresen-

    tes, transhistricos (Althusser ). Adems, argumenta quela ideologa tiene por funcin la constitucin de los individuosconcretos como sujetos, mediante la interpelacin categoraque toma de la obra lacaniana, y que, por tanto, la define.Stuart Hall, al interpretar a Althusser, manifiesta: Somosconstituidos por los procesos inconscientes de la ideologa, enaquella posicin de reconocimiento o fijacin entre nosotros yla cadena de significantes sin la cua l ninguna significacin delcontenido ideolgico sera posible (, ).

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    17/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    es tomar partido [] no a favor, no en contra deuna determinada organizacin poltica, sino respectode ciertas maneras de obrar, vivir, disfrutar, sufrir,gozar [](Karsz , ).

    Respecto de la tica, el autor sostiene que se lla-ma ideologa a la tica que uno no suscribe y tica ala ideologa que uno defiende (Karsz , ). Latica o las ticas es uno de los posicionamientosde la clnica transdisciplinaria que se opone a su usocomo fundamento (Karsz ).

    Interpretada como fundamento, la tica tiene uncontenido especfico en trminos de valores a respetary que se constituyen como preceptos positivos, defi-nidos, que funcionan como referencia segura y comocerteza inquebrantable para todos los seres humanosen cualquier lugar y circunstancia (Karsz ). Latica humanista podra considerarse dentro de estadenominacin. Como posicin, en cambio, se tratade ticas en plural que afirman ciertos intereses hu-manos y rechazan otros. Segn el autor, el TrabajoSocial reclama ticas plurales y divergentes:

    Ciertas ideologas se empean en invalidar estaesencia (la esencia humana), en combatir lo humano,en obstaculizar su realizacin: son cabalmente ideo-logas. Otras, en cambio, se preocupan por esta esen-cia humana, quieren salvaguardarla, hacerla visible ydisponible para todos: estas ya no son ideologas sino

    concepciones ticas. (Karsz , )

    Desafos de la intervencin profesional. Lmites

    y posibilidades

    Los desafos profesionales que la Corriente Crti-ca Brasilera identifica se vinculan al fortalecimientodel proyecto tico-poltico crtico profesional, a fin dehacer frente al proyecto neoliberal. Netto () esexplcito en cuanto a los desafos de la profesin: noson de orden instrumental, no se sitan en el mbito

    de las tcnicas y los procedimientos interventivos; tie-nen que ver con la comprensin del significado socialde la intervencin del Servicio Social y de la dinmicadel capitalismo contemporneo, comprensiones queresultan necesarias para identificar los lmites y posi-bilidades de la intervencin en Servicio Social.

    Netto () manifiesta ser opositor a la idea deun perfil mesinico del trabajador y de la trabajadorasocial, asocia esta idea a la falta de claridad respectodel significado social de la profesin y al descono-

    cimiento del lugar del Servicio Social en la divisintcnica del trabajo, que no es otro sino el de cons-tituir un profesional asalariado, lo que se traduceen una serie de condicionamientos. Segn el autor,ninguna accin profesional va a suprimir la desigual-dad y la pobreza, sin embargo, s puede incidir en susposibilidades de disminucin; hecho que justifica ylegitima al Servicio Social. El desafo lo constituye elpropio orden social contemporneo y agrega laarticulacin de su intervencin con otras categorasprofesionales y fuerzas sociales.

    Observamos que, para Karsz (), los trabaja-dores y las trabajadoras sociales no pueden asumiruna responsabilidad como la de reducir la pobreza ocolaborar a reducirla. Tal objetivo sobrepasa amplia-mente sus posibilidades, ya que estos son fenmenosestructurales cuya resolucin se encuentra condicio-nada por las polticas econmicas, sociales, etc., y portanto, limitan los alcances del Trabajo Social. As, nopuede acusarse a la disciplina de no brindar viviendaso atencin mdica o de no restaurar los lazos fami-liares por ejemplo, ya que no puede hacerlo, noest en su estructura ni en sus poderes.

    Adems de la condicin de trabajador de los agen-tes profesionales, que claramente identifica Netto,Karsz otorga relevancia a la dimensin subjetiva. Lacondicin de sujetos sociodeseantes e inconscien-tes de los trabajadores y las trabajadoras sociales:su historia personal, sus prejuicios, las ideologassexuales, familiares, etc., de las que son portadores,pueden devenir en limitaciones o posibilidades.

    Al parecer, los desafos se encontraran en el espa-cio de lo singular; respecto de qu, cmo, por qu sepromueven o no determinadas configuraciones ideo-

    lgicas. Estos desafos requieren de un profesionalalerta y reflexivo respecto de la dominante ideolgicaque funciona en las intervenciones sociales.

    Plantea, as mismo, que ms que hacer para lagente hay que hacer con la gente. Tal vez se refieracon lo dicho a alejarse de los modelos de humanidad,

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    18/21

    , ,

    de los patrones normalidad/anormalidad dominantes,a fin de contribuir a consolidar tendencias democr-ticas en las sociedades contemporneas (Karsz ).

    Por ltimo, y representando posiblemente el quie-

    bre ms significativo respecto de la propuesta de laCorriente Crtica Brasilera, los desafos para Karsz sesitan en el campo del conocimiento, puntualmenteen su construccin sobre y para la intervencin social.En este sentido, la clnica transdisciplinaria posibili-tara la construccin de una teora sobre las prcticasy el reconocimiento de cmo la lgica del inconscien-te y la de la ideologa estn anudadas.

    Reflexiones finales

    En este trabajo hemos puesto a dialogar dos pro-puestas contemporneas para el Trabajo Social conel propsito de que las reflexiones derivadas consti-tuyan un aporte a la prctica profesional. El textoresultante constituye un acercamiento que requierede nuevas y sucesivas profundizaciones. Adems, su-puso un esfuerzo analtico y de sntesis para reduciren tan breves pginas los aspectos principales re-ferentes a los fundamentos de la intervencin deambas propuestas. Esperamos no haber cado ensimplificaciones extremas. Aun as, podemos soste-ner que se arrib a reflexiones fructferas.

    Es preciso destacar, en primera instancia, que fue

    posible diferenciar alternativas para el Trabajo Sociallatinoamericano: una definida como humanista yotra como no humanista y, a su vez, reconocer queambas se integran en funcin de un arduo debate enel interior de la tradicin marxista.

    Los humanismos (desde los cristianos hasta losmarxistas) han estado presentes hegemnicamenteen la formacin terico-prctica del Trabajo Socialde los pases latinoamericanos (Rubio ). A talpunto, que consideramos que se ha producido unanaturalizacin de las posturas humanistas y se ha

    perdido de vista que constituyen construcciones so-ciales, es decir, interpretaciones posibles acerca de lasociedad, el sujeto, el Trabajo Social.

    Estos procesos de naturalizacin, por momentos,han devenido en una serie de confusiones, traslucidasen la creencia de que posicionarse en defensa de losDerechos Humanos brinda los elementos suficientes

    para sostener una intervencin profesional, propician-do, de esta manera, un vaco terico para interpretary actuar en la realidad. En palabras de Rodrguez,No son excepciones los casos en que los profesionales

    remplazan el anlisis terico de las situaciones en lasque intervienen por evaluaciones valorativas, como sifuesen instancias intercambiables, como si alguna deellas puede estar ausente (, ).

    Con respecto al anlisis comparativo entre laspropuestas, concluimos que si bien Karsz y la Co-rriente Crtica Brasilera concuerdan en el sustratoterico que fundamenta sus propuestas para el Tra-bajo Social la tradicin marxista, discrepan enlas nociones centrales desde las cuales piensan lasprcticas en Trabajo Social.

    A modo de sntesis, la Corriente Crtica Brasilerasustenta su propuesta en una concepcin de sujetoenmarcada en un marxismo humanista, es decir, enun humanismo real, concreto, que se funda en unsujeto determinado por condiciones objetivas, peroa la vez creador de las mismas. El hombre es ser on-tolgico, libre, sujeto de la accin moral y poltica. Asu vez, el deber ser, como categora social, orientasu propuesta. El Trabajo Social, desde sus lmites yposibilidades, debe realizar su contribucin a la luchacontra el capital, sosteniendo la posibilidad futura detrascender este sistema social y con l, la alienacin

    reinante. En este marco de referencia, la alienacines un concepto fundamental, ya que constituye unarealidad histrica que es preciso superar para alcan-zar la emancipacin humana. As pues, el proyectotico-poltico crtico profesional, que sita al trabaja-dor y a la trabajadora social dentro de la clase traba-jadora, desarrolla una comprometida accin poltica,fundamentalmente pensada en el marco del colecti-vo profesional y en articulacin con un proyecto desociedad y con otros proyectos colectivos.

    Karsz, en cambio, como no humanista, sostiene

    una concepcin de sujeto que no se define por carac-tersticas que le son inherentes; para l, el ser humanoes visto sin resonancias humanistas, es sujeto en y porla ideologa. Sus intereses, por tanto, estn en la r-bita de los funcionamientos: la preocupacin funda-mental no residira en lo que debera ser la profesinsino en lo que efectivamente es, en lo que hace, cmo

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    19/21

    . , - , (): -, ( ): -, -

    () ...

    lo hace y bajo qu condiciones. En este contexto, sepropondr contribuir a un trabajo de dilucidacinterico-prctica de la intervencin social, con la cl-nica transdiciplinaria como su principal propuesta.

    Para este autor, el trabajador social, como parte de lasuperestructura, desarrollaprcticas ideolgicasy, porlo mismo, sus posibilidades se sitan en el campo dela lucha ideolgica, a la que Karsz le atribuye granrelevancia al considerar el papel fundamental de lasuperestructura en la reproduccin de las relacionesde produccin.

    Si bien marcamos algunos riesgos que puede traeraparejado el humanismo y las diferencias que presen-tan estas dos propuestas tericas, es innegable queambas brindan elementos que permiten sostener in-tervenciones sociales. En este sentido, es posible de-linear algunos de los aportes de la Corriente CrticaBrasilera al Trabajo Social latinoamericano: Romper con una mirada endgena de la profe-

    sin desde la desmitificacin de las condicioneshistricas de su surgimiento: concibiendo en tr-minos histricos al trabajador y a la trabajadorasocial como agentes operacionalizadores de laspolticas sociales, como instrumentos de estas,explicitando las condiciones histricas y espacia-les de la gnesis del Servicio Social.

    Realizar una crtica al Servicio Social Conser-

    vador. Analizar crticamente las polticas sociales, la

    cuestin social y el proyecto neoliberal. Rescatar los conceptos de clases sociales y de lu-

    chas de clases en el interior del Trabajo Social,criticando el carcter consensual con que es en-tendida la llamada nueva cuestin social.

    Situar al Servicio Social en la divisin sociotc-nica del trabajo, al entender al trabajador y a latrabajadora social como asalariado o asalariada,y al considerar los condicionamientos que esto

    implica para su tarea.

    Sin embargo, es preciso observar tambin que setrata de una propuesta de sesgo economicista, en laque la liberacin humana se identifica con la elimina-cin de la contradiccin capital-trabajo. Esta posturasera fuertemente cuestionada por algunas corrien-

    tes del feminismo, por ejemplo, por no considerarcomo causa de opresin otro tipo de relaciones notpicamente mercantiles, como sucede con las des-igualdades de gnero en las sociedades capitalistas

    patriarcales. Algo similar podra pensarse cuando lasdesigualdades se estructuran a partir de las diferen-cias tnicas.

    A su vez, se identifica en esta perspectiva un mar-cado nfasis en contribuir hoy a la liberacin delmaana, lo que puede devenir, por momentos, en eldescuido de la prctica cotidiana del trabajador so-cial: la intervencin social. Percibimos que se dirigeal trabajador y a la trabajadora social en cuanto a suaccionar colectivo, y que brinda pocas pistas parainstrumentar el posicionamiento tico-poltico en elmarco de las intervenciones cotidianas.

    Karsz, por su parte, presenta una alternativa pen-sada, en principio, para las intervenciones socialesconcretas. Siguiendo a Rodrguez, el autor aporta ala problematizacin de la intervencin: no pretendeneutralizar las contradicciones ya que entiende que leson propias; busca comprender el objeto de interven-cin profesional como histricamente determinado,realizando un esfuerzo por interrogarlo, por analizarsu relacin con las polticas sociales y con las situa-ciones concretas de los sujetos destinatarios. Todoesto, prestando especial atencin a la manera en que

    se identifican y analizan los problemas a resolver enel contexto de la clnica transdisciplinaria ().

    Esta constituye el componente que da concrecina su propuesta y que a su vez, creemos, representa unpunto importante de divergencia respecto de la Co-rriente Crtica Brasilera. Segn Karsz, este dispositi-vo posibilita una reflexin sostenida sobre situacionesde intervencin concretas, al buscar explicitar lasconfiguraciones ideolgicas que funcionan en dichassituaciones y la manera en que lgica de la ideolo-ga y lgica del inconsciente se anudan. Permite, as

    mismo a partir de procesos de deconstruccin,objetivar las ideologas que, de hecho, estn funcio-nando all, los fantasmas, temores, y generar teorasobre las prcticas de intervencin en Trabajo Social.De este modo, promueve un mejoramiento en las in-tervenciones, a las que se suman profesionales adver-tidos y con diagnsticos pertinentes.

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    20/21

    , ,

    Referencias bibliogrficas

    Althusser, Louis. . Marxismo y humanismo. La revo-

    lucin terica de Marx, -. Buenos Aires: Siglo XXI.

    Althusser, Louis. . Ideologa y aparatos ideolgicos del Esta-

    do. Freud y Lacan. Buenos Aires: Nueva Visin.Borgianni, Elisabete, Yolanda Guerra y Carlos Montao.

    . Servicio Social crtico. Hacia la construccin del nuevo

    proyecto tico-poltico profesional. So Paulo: Cortez.

    Duayer, Mario y Joo Leonardo Medeiros. . La on-tologa crtica de Lukcs: para una tica objetivamente

    fundada. Herramienta. http://www.herramienta.com.

    ar/herramienta-web-/la-ontologia-critica-de-lukacs-

    para-una-etica-objetivamente-fundada ( de febrero del

    ).

    Hall, Stuart. . Significado, representacin, ideologa:

    Althusser y los debates posestructuralistas. Estudios cultu-

    rales y comunicacin: anlisis, produccin y consumo cultural

    de las polticas de identidad y el posmodernismo, -.

    Barcelona: Paids.Harnecker, Marta. . Marxismo y humanismo. Ponencia

    presentada en la Conferencia InternacionalVigencia del mar-

    xismo clsico en el centenario de la muerte de Federico Engels.

    Archivo Chile. Historia poltico-social. Movimiento popular.

    http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/harneckerm/

    textteopol/harnepoliteo.pdf ( de febrero del ).

    Iamamoto, Marilda Villela. . El debate contemporneo

    del Servicio Social y la tica profesional. Servicio Social

    crtico. Hacia la construccin del nuevo proyecto tico-polticoprofesional, -. Elisabeth Borgianni, Carlos Monta-o y Yolanda Guerra (eds.). So Paulo: Cortez.

    Karsz, Sal (comp.) . La exclusin: bordeando sus fronteras.

    Definiciones y matices. Barcelona: Gedisa.

    Karsz, Sal. . Problematizar el rabajo Social. Definicin,

    figuras, clnica. Barcelona: Gedisa.

    Karsz, Sal. . Marxismo, psicoanlisis y Trabajo Social.

    Comentario a la ponencia central de Jos Paulo Netto.

    Revista rabajo Social : -. Santiago de Chile: Escuela

    de Trabajo Social de la Universidad Catlica de Chile.

    Karsz, Sal. . Qu pasa con lo humano en una sociedadfundada sobre el ideal del riesgo cero?.Anuario Millca-

    yac: -. Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo.Lukcs, George. . Las bases ontolgicas de la actividad

    humana. Servicio Social crtico. Hacia la construccin del

    nuevo proyecto tico-poltico profesional, -. Elisabeth

    Borgianni, Carlos Montao y Yolanda Guerra (eds.). So

    Paulo: Cortez.

    Marx, Carlos. . El trabajo alienado.Manuscritos de .

    Economa poltica y filosofa, -. Buenos Aires: Cartago.

    Mndez-Vigo Hernndez, Javier. a. El trabajo, categoracentral de la ontologa del ser social. II Congrs Catal de

    Filosofia. Joan Fuster, in Memoriam, -. Enric Casa-

    ban y Xavier Serra (eds.). Barcelona: Editorial Afers.

    Mndez-Vigo Hernndez, Javier. b. Principios de la on-

    tologa del ser social. La filosofa primera, -. Ildefon-

    so Murillo (ed.). Madrid: Ediciones Dilogo Filosfico.

    Montao, Carlos. . La naturaleza del Servicio Social. Un

    ensayo sobre su gnesis, su especificidad y su reproduccin. SoPaulo: Cortez.

    Montao, Carlos. . Introduccin. Hacia la construc-

    cin del proyecto tico-poltico profesional crtico. Ser-vicio Social crtico. Hacia la construccin del nuevo proyecto

    tico-poltico profesional, -. Elisabeth Borgianni, Carlos

    Montao y Yolanda Guerra (eds.). So Paulo: Cortez.

    Netto, Jos Paulo. a. Cinco notas a propsito de la cues-

    tin social. Servicio Social crtico. Hacia la construccin

    del nuevo proyecto tico-poltico profesional, -. Elisabeth

    Borgianni, Carlos Montao y Yolanda Guerra (eds.). SoPaulo: Cortez.

    Netto, Jos Paulo. b. El Servicio Social y la tradicin

    marxista. Servicio Social crtico. Hacia la construccin del

    nuevo proyecto tico-poltico profesional, -. Elisabeth

    Borgianni, Carlos Montao y Yolanda Guerra (eds.). SoPaulo: Cortez.

    Netto, Jos Paulo. c. La construccin del proyecto ti-

    co-poltico del Servicio Social frente a la crisis contem-

    pornea. Servicio Social crtico. Hacia la construccin del

    nuevo proyecto tico-poltico profesional, -. Elisabeth

    Borgianni, Carlos Montao y Yolanda Guerra (eds.). SoPaulo: Cortez.

    Netto, Jos Paulo. . El orden social contemporneo como

    desafo central. Revista rabajo Social: -. Santiago

    de Chile: Escuela de Trabajo Social de la Universidad Ca-

    tlica de Chile.Pontes, Reinaldo. . Mediacin: categora fundamental

    para el trabajo del asistente social. Servicio Social crtico.

    Hacia la construccin del nuevo proyecto tico-poltico pro-

    fesional, -. Elisabeth Borgianni, Carlos Montao y

    Yolanda Guerra (eds.). So Paulo: Cortez.

  • 7/21/2019 Daniela Pessolano, Teoras Comparadas Para Repensar Los Fundamentos Tericos y Filosficos de La Intervencin

    21/21

    - (): - ( ): - -

    () ...

    Rseau Pratiques Sociales. Pgina oficial. http://www.prati-

    ques-sociales.org/

    Rodrguez, Mara del Pilar. . Propuesta tica para el

    Trabajo Social latinoamericano. Un lmite a la ideologa

    del egosmo racional. Artculo presentado como infor-me final del proyecto Aportes para la articulacin de

    una teora del lazo social pertinente para la intervencin

    social de los trabajadores sociales. El debate de la Co-

    rriente Crtica Brasilera, Teresa Matus, Norma Fscolo,Adriana Arpini, Sal Karsz y la teora de los cuatro dis-

    cursos de Lacan.Proyectos Bienales -. Mendoza:

    Secretara de Ciencia, Tcnica y Posgrado / Universidad

    Nacional de Cuyo.

    Rubio, Ricardo. . Una aproximacin a la comprensin

    del antihumanismo terico de Sal Karsz y sus aportes al

    Trabajo Social. (Trabajo final de adscripcin a la ctedraTaller, Licenciatura en Trabajo Social, Facultad de Cien-

    cias Polticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo).Silva Barroco, Maria Lucia. . Los fundamentos sociohis-

    tricos de la tica. Servicio Social crtico. Hacia la construc-

    cin del nuevo proyecto tico-poltico profesional, -.

    Elisabeth Borgianni, Carlos Montao y Yolanda Guerra

    (eds.). So Paulo: Cortez.

    Silva Barroco, Maria Lucia. . tica y Servicio Social: fun-

    damentos ontolgicos. So Paulo: Cortez.