DÍA DE LA TIERRA -...

Diseño y Diagramación: OAC - Bogotá

Se propone como signo poner en la entrada del Templo sobre una mesa y de manera visible, algunas plantas marchitas, hojas secas, �ores secas y una jarra de cristal o recipiente con agua sucia. Cerca al presbiterio ubicar una mesa con plantas verdes y frondosas, un recipiente con agua limpia, un ramo de �ores y una canasta con frutas frescas.

MONICIONESEntrada:Celebramos en este cuarto domingo de Pascua la �esta del Buen Pastor. También a nivel mun-dial se celebra el día de la Tierra y recordamos que el planeta y sus ecosistemas son necesarios para la vida y nuestro sustento. Ofrezcamos esta Eucaristía para que Jesús, Buen Pastor, nos ayude a alcanzar el equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y medioam-bientales de las generaciones presentes y futuras. Participemos con fe.

LecturasCristo es la puerta por donde entramos a la salvación y a la vida. Que Él nos guíe en nuestras relaciones con Dios, con los hermanos y con la naturaleza. Escuchemos.

OfertorioCon las ofrendas de pan y vino, hoy presentamos al Señor también nuestra vida, nuestro com-promiso de aprender del Buen Pastor a velar por el bienestar de nuestros hermanos y por el cuidado de la tierra, como regalo de Dios.

ComuniónNuestro gozo cristiano es mayor si comulgamos. Con el corazón dispuesto acerquémonos a recibir a Jesucristo, Buen Pastor.

SalidaFortalecidos con la Palabra de Dios, vayamos a nuestros hogares con alegría, como ovejas del amado rebaño de Cristo, escuchando su voz, poniendo en práctica sus enseñanzas y decidi-dos a poner cada día de nuestra parte para el cuidado de la creación.

DIÓCESIS DE ZIPAQUIRÁ DIÓCESIS DE ENGATIVÁ DIÓCESIS DE FONTIBÓN DIÓCESIS DE SOACHA DIÓCESIS DE FACATATIVÁ DIÓCESIS DE GIRARDOT OBISPADO CASTRENSE DE COLOMBIA

PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE PASTORAL SOCIALDÍA DE LA TIERRA - GUION LITÚRGICO - 22 DE ABRIL


Oración de los Fieles

Acudamos a Jesucristo, el Buen Pastor y Cabeza de la Iglesia, para que iluminados por el Espíritu Santo, guíe nuestro caminar, procurando el bien y cuidando nuestra casa común:

R/. Jesús Buen Pastor, escúchanos.

• Por todos los consagrados de la Iglesia, para que a ejemplo del Buen Pastor, cuiden con amor al pueblo de Dios y se empeñen por el fortalecimiento de una pastoral que nos enseñe a cuidar y defender la naturaleza, roguemos al Señor. R/.

• Por nuestros gobernantes y servidores públicos, para que tomen como modelo al Buen Pastor en el gobierno de los pueblos, trabajen decididamente por el bien común y el cuidado de la madre tierra, roguemos al Señor. R/.

• Por quienes se sienten desamparados y solos, para que se acojan al mensaje de Cristo, Buen Pastor, y encuentren en Él su consuelo, roguemos al Señor. R/.

• Por los seminaristas y por quienes se forman para consagrar su vida al servicio de Dios en la Iglesia para que crezcan en madurez humana, cristiana y pastoral, roguemos al Señor. R/.

• Por los abandonados, por las víctimas de injusticia, la pobreza y los desastres naturales, para que encuentren en nosotros ayuda y consuelo, roguemos al Señor. R/.

• Por todas las comunidades cristianas, para que vivamos según el Evangelio, escuchando y siguiendo las enseñanzas del Buen Pastor y comprometidos con el cuidado de la casa común, roguemos al Señor. R/.

Escucha Padre Bueno las súplicas que con fe te hemos presentado y las que tenemos en lo profundo de nuestro corazón, por mediación de tu Hijo Jesucristo, Buen Pastor.

Que vive y reina por los siglos de los siglos.




Sugerencias para la homilía o re�exión en torno al día de la Tierra

Atendiendo las palabras del papa Francisco en la Encíclica Laudato Si, ofrecemos algunos comentarios para orientar la re�exión de este día. El número entre paréntesis corresponde al numeral de la encíclica que se cita del cual se toman las ideas en el comentario.

• Celebrar el día de la Tierra en la Iglesia implica volver la mirada al desafío urgente de proteger nuestra casa común, recordando además en esta �esta del Buen Pastor, que el Creador nunca nos abandona y tiene un plan de amor para cada uno de nosotros (13). Él, que nos conoce y nos llama por nuestro propio nombre, también nos invita a sentir en carne propia los problemas ambientales y a estar dispuestos a contribuir para mejorar el mundo; el Buen Pastor da la vida por sus ovejas, así mismo estamos llamados a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo y así, continuando la tarea del Señor, reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar (19).

• Ser pastor de las ovejas es conocer su fragilidad y protegerlas de los ataques, dando la vida si es necesario. Del mismo modo, si nos damos a la tarea de conocer la realidad en que vivimos, fácilmente caeríamos en la cuenta de que existen formas de contaminación que afectan diariamente a las personas, causando efectos sobre la salud y particularmente de los más pobres: contaminantes atmosféricos fruto de los combustibles base petróleo, la industria, los insumos agrícolas e incluso lo que quemamos para cocinar o calentarnos (20). ¿Existen en mi comunidad formas de contaminación? ¿De qué tipo?




• La segunda lectura nos invita a vivir el Amor en plenitud y ahí vale la pena preguntarnos pensando en el futuro del planeta tierra, ¿me preocupa la creciente producción de residuos contaminantes?, ¿he aprendido a reciclar las basuras que se producen en mi casa o en mi parroquia, en mi lugar de trabajo?, ¿tiro papeles en las calles y/o dejo que mis mascotas hagan sus necesidades en cualquier parte? (21.22). ¿Qué estoy haciendo y qué estoy dispuesto a hacer para disminuir el calentamiento global? ¿cómo cali�co mi relación con el agua potable: soy consciente de su importancia, soy ahorrativo, soy derrochador…(23-31).

• Estamos llamados a buscar estrategias ambientales que engloben la preocupación por las especies vegetales y animales, sabiendo que todo lo que perjudique los recursos naturales de nuestro entorno puede tener consecuencias graves para todo el planeta. Esta celebración en el ambiente eclesial debe ser una llamada a no ser indiferentes ante la realidad del planeta tierra y, a sentir, que nosotros, los seres humanos, somos parte del ambiente y no podemos contribuir al deterioro de la calidad de vida y la degradación social (32-44). Que esta celebración nos ayude a poner la mirada en nuestro planeta, en el cuidado que hemos de procurar y especialmente, a volver la mirada sobre aquellas ovejas preferidas del rebaño del Señor, los pobres, los excluidos, los marginados. Que como el Buen Pastor, podamos escuchar no solo el clamor de la tierra, sino también el clamor de los pobres (46).



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