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D O C U M E N T O S OC OTE ENCENDIDO Comités Oscar Romero C/ José Paricio Frontiñan s/n - 50.004 - Zaragoza D.L.Z. 147-89 Nº 33 JUNIO 2004 LA ADMINISTRACIÓN BUSH Y LA DESESTABILIZACIÓN DE LA CUENCA DEL CARIBE Carlos Fazio

Transcript of D O C U M E N T O S - Comités Monseñor Óscar Romero · nes de "la potencia" de Bush?, ... quien...

D O C U M E N T O SOC OTE ENCENDIDO

C o m i t é s O s c a r R o m e r oC/ José Paricio Frontiñan s/n - 50.004 - Zaragoza D.L.Z. 147-89

Nº 33 JUNIO 2004

LA ADMINISTRACIÓN BUSHY LA DESESTABILIZACIÓN

DE LA CUENCA DEL CARIBECarlos Fazio

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PRESENTACIÓN

Durante los pasados días del 29 de marzo al 2 de abril en la Asamblea delSICSAL, celebrada en la República Dominicana, Carlos Fazio presentó laponencia que hemos querido publicar en este Documento del OcoteEncendido. Planteada como conjunto de elementos para un análisis decoyuntura, "La administración Bush y la desestabilización de la cuenca delCaribe" desarrolla una lúcida crítica de la política exterior estadounidensey de todas sus implicaciones en el resto del mundo.

¿Qué está pasando?, ¿quién, quiénes están influyendo de manera sensi-ble en la marcha política de los países, especialmente de determinadospaíses?, ¿qué hay detrás de las apariencias y de las grandes declaracio-nes de "la potencia" de Bush?, ¿a quién benefician las maniobras de "inje-rencia humanitaria" aplicadas en los últimos años?,...

La utilización por la administración Bush del caso Haití como un experi-mento regional de la política intervencionista de Estados Unidos en su"patio trasero", las teorías sobre la vigencia o no del concepto "imperialis-mo", las nuevas y las viejas doctrinas que pretenden justificar o romper conlas reticencias respecto a actuaciones planeadas y planificadas, las men-tiras y las manipulaciones que dan lugar a una verdadera subversión de losvalores, la actual orientación de la "guerra sucia",... Todo ello y más hainvestigado, estudiado y reflexionado Carlos Fazio para proporcionarnosmaterial más que suficiente para analizar qué está pasando realmente.

En esta época en que vemos resquebrajarse certezas y seguridades res-pecto a lo que creíamos principios inalterables de las relaciones interna-cionales, en la que se reutilizan los conceptos con sentido diverso al origi-nal para justificar lo injustificable, en la que parece que vivimos una vueltaa momentos históricos que pretendíamos superados gracias a nuestra "civi-lizada cultura de la guerra" -que ya sólo nos afectaba de lejos-, el docu-mento nos descubre que lo que está pasando hoy, en el fondo, no es tannovedoso y que llevamos décadas de utilización de métodos ocultos yobjetivos oscuros por parte del "sheriff solitario" del norte.

Bien documentado, lúcido, aclarador, inquietante, Carlos Fazio resultóinteresante para los que tuvieron el privilegio de asistir a la Asamblea delSICSAL de este año y, por ello, hemos querido ofrecéroslo. Esperamos queos lo parezca así a vosotros. Difundidlo.

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1. La doctrina de los Estados canallasy/o fracasados.

Cada vez más parece confirmarseque como antes en Afganistán e Irak,la administración Bush utilizó el casoHaití como un experimento regionalque, con eje en la renovada doctrinaimperial de los Estados canallas o fra -casados, marca el abandono de laCarta Democrática de la Organiza-ción de Estados Americanos (OEA) porparte de la Casa Blanca, y revitaliza latradicional política intervencionista deEstados Unidos en su patio trasero.

Lo que el director del Centro deEstudios Latinoamericanos de laUniversidad de Georgetown, ArturoValenzuela, ex asesor en jefe paraAmérica Latina en el Consejo deSeguridad Nacional en la CasaBlanca, durante el gobierno de BillClinton, llamó "una política exteriormaniqueísta", que ve al mundo dividi-do entre "hombres buenos", que mere-cen el apoyo de las naciones, y los"malos", que debieran ser marginadosdel poder,1 no es una política recientey tampoco es exclusiva de los republi-canos y de Estados Unidos. Fue recrea-da, precisamente, durante el primer

mandato de Clinton, cuando laspotencias occidentales diseñaron un"nuevo orden" mundial y readecuaronlos conceptos que habrían de regir elnuevo reparto colonial de la periferia.

Entonces, el nuevo "paradigma" dela llamada globalización y su discursocuasi-automático y ahistórico incorpo-ró como parte nodal de su mensaje laidea sobre la obsolescencia del Estadonacional y la disolución de las fronterasnacionales. La conformación de lanueva "aldea global" que reproduce yagudiza las contradicciones del anti-guo orden colonial, llegó acompaña-da por una verdadera subversión delos valores, a través de un discursocuya funcionalidad con los interesesestablecidos y con el statu quo fueimpuesto de manera acrítica en las eli-tes académicas y popularizado en losmedios de comunicación masiva bajocontrol monopólico.

La desactivación ideológica delnacionalismo y del antimperialismolatinoamericano fue un elemento cen-tral que coadyuvó a la ofensiva corpo-rativa estadunidense, centrada en elapoderamiento y manejo directo de lasprincipales actividades económicas de

Elementos para un análisis de coyuntura

LA ADMINISTRACIÓN BUSHY LA DESESTABILIZACIÓN DE LA

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la región. De allí que el anacronismo dela "soberanía nacional" se convirtiera enel eje del mensaje globalista y quecobraran mayor aceptación entre losexpertos y funcionarios occidentales,las ideas sobre la "soberanía ficticia" y la"intervención humanitaria”.

Pronto, la soberanía y la no interven-ción dejaron de ser sacrosantas. Fue lacanciller canadiense Barbara McDou-gali, quien a finales de 1992 advirtió que“la soberanía no puede ser absoluta niexclusiva. El mundo (de hoy) es muycomplejo para permitir ese género deabsoluto”.2 El concepto fue recupera-do después por el secretario general delas Naciones Unidas, Boutros Ghali, y sir-vió de base a su propuesta de una"diplomacia preventiva", eje a su vez deuna ONU gendarme bajo la hegemo-nía militar estadounidense.3

Esa teoría "evolucionista" de laspotencias industrializadas estaba dirigi-da a cambiar, de manera gradual, elviejo concepto acerca del carácterinviolable de las fronteras nacionales. Ycada vez más, en los últimos años, bajola excusa de que la autonomía de lospaíses en desarrollo está minada por la

pobreza, la interdependencia econó-mica, la acción de las multinacionales yel resurgimiento de conflictos con raí-ces nacionalistas, étnicas, religiosas oderivados de viejas competicionesregionales, se intenta justificar la doctri-na de la "injerencia humanitaria".

El "nuevo alineamiento global" fuedefinido, conceptualmente, al comien-zo del primer mandato de Clinton en laCasa Blanca, por la embajadora de EUante la ONU, Madeleine Albright. En1993, Albright, quien luego se desempe-ñaría como secretaria del Departa-mento de Estado, esgrimió la nueva fór-mula imperial: existe un grupo de paísesque conforman la "comunidad denaciones". Allí están el Grupo de losSiete y todos los que se someten a lasreglas de juego del nuevo orden en unplano de subordinación y dependen-cia política y económica. Un segundogrupo está formado por los países delotrora "imperio del mal", devenidos enlos años noventa en " d e m o c r a c i a snacientes" (Rusia, Ucrania, etc.);Sudáfrica y algunos países latinoameri-canos como Guatemala. Al terc e rgrupo, Albright lo definió como el de los" regímenes pro v o c a d o res y trapace-

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ros": Corea del Norte, Irak, Libia, Irán, lanueva Serbia y hasta los jemeres rojos(camboyanos) y el Yihad islámico. Lacuarta categoría es la más singular:comprende a los países que han "fra-casado", es decir, "que no tienen másgobierno, cuya economía está destrui-da y donde reina con frecuencia elcaos". Ya entonces, Somalia, Haití.4

Ese caprichoso cuadrilátero en elque la administración Clinton preten-dió alinear a la ONU con la complici-dad de sus aliados, fue una rateríaintelectual que no pudo ocultar lospropósitos hegemonistas de las poten-cias industrializadas, que desde enton-ces vienen buscando crear un nuevomarco legal que justifique el derechode injerencia, la retaliación y otros sub-t e rfugios a modo, asumidos porEstados Unidos en su papel de gendar-me mundial.

Sobran ejemplos del uso de la "inje-rencia humanitaria", como una prácti-ca que llevó a una virtual militarizaciónde la defensa de los derechos huma-nos, con criterio selectivo, en el marcode una doble moral. Porque el "dere-cho de acceso a la víctima" decreta-do por la ONU en 1988, que permitió la" i n j e rencia humanitaria" contra Irak(durante la primera guerra del GolfoPérsico) por reprimir salvajemente a loscurdos, no se aplicó contra Turquía,país miembro de la OTAN y armadopor los países industrializados, quesigue en la actualidad reprimiendo sal-vajemente a los mismos curdos.

2. ¿Hacia un imperialismo de vecinos?

En 2002, a partir de las tesis desarro-lladas por Michael Hardt y AntonioNegri en su obra Imperio,5 en círculosde la izquierda comenzó una polémi-ca intelectual sobre la vigencia o nodel concepto imperialismo, la

decadencia del Estado nación y laextinción de las clases sociales. Losautores planteaban que vivimos unaépoca de imperio sin imperialismo.6

Pero lo que interesa aquí, es ver quépiensan los ideólogos e intelectualesorgánicos del imperialismo realmenteexistente.

Veamos. Un viejo halcón, ZbigniewBrzezinski, preocupado por asegurar laestabilidad a largo plazo de la faseimperialista abierta tras la auto-disolu-ción de la URSS, identificó, en 1998, lostres grandes principios orientadores dela estrategia geopolítica de EstadosUnidos: primero, impedir la colusiónentre -y preservar la dependencia delos vasallos más poderosos en cuestio-nes de seguridad (Europa Occidentaly Japón); segundo, mantener la sumi-sión y obediencia de las naciones tri-butarios, como las de América Latina yel Tercer Mundo en general; y tercero,prevenir la unificación, el desborde yun eventual ataque de los "bárbaros",denominación ésta que abarca desdeChina hasta Rusia, pasando por lasnaciones islámicas del Asia Central yMedio Oriente".

No obstante, para los escépticosdel carácter imperialista del actualorden mundial, puede resultar ilustrati-vo el descarnado diagnóstico realiza-do en 1999 por uno de los más distin-guidos teóricos del neoconservaduris-mo estadunidense, Samuel Huntington,profesor de Harvard, quien centró supreocupación en la vulnerabilidad deEstados Unidos como “sheriff solitario”.

Según Huntington, el largo rosariode iniciativas impulsadas por Washing-ton en los últimos años, incluye: "( ... )presionar a otros países para adoptarvalores y prácticas estadunidenses entemas tales como derechos humanosy democracia; impedir que terceros

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países adquieran capacidades milita-res susceptibles de interferir con lasuperioridad militar de EU; hacer que lalegislación norteamericana sea aplica-da en otras sociedades; calificar a ter-ceros países en función de su adhesióna los estándares estadounidenses enmateria de derechos humanos, dro-gas, terrorismo, proliferación nuclear yde misiles y libertad religiosa; aplicarsanciones contra los países que noconformen a los estándares estadouni-denses en estas materias; promover losi n t e reses empresariales norteameri-canos bajo los slogans del comerciolibre y mercados abiertos y modelar laspolíticas del FMI y el BM para servir aesos mismos intereses (...) forzar a otrospaíses a adoptar políticas sociales yeconómicas que beneficien a los inte-reses económicos norteamericanos(...) categorizar a ciertos países comoEstados parias o delincuentes y excluir-los de las instituciones globales porquerehúsan a postrarse ante los deseosnorteamericanos".

A su vez, Robert Cooper, gurú depolítica exterior de Tony Blair, sociofavorito de las aventuras imperiales deGeorge Bush Jr, afirma que todavía senecesitan imperios. En un artículopublicado por The Observer (7.IV.2002),

el decano de la diplomacia británicaparte de la idea de que en el mundoantiguo, "orden significaba imperio".Aquellos que vivían dentro del imperiotenían "orden, cultura y civilización".Afuera se encontraban "los bárbaros,el caos y el desorden". Dice que man-tener unido un imperio usualmenterequiere un estilo político autoritario, ydefine tres tipos de estados:

1. los Estados pre - m o d e rnos - amenudo ex colonias cuyos fracasoshan conducido a una guerra hobbesi-sana de todos contra todos (Somalia,Afganistán).

2. Los Estados postimperiales, pos-modernos, que no piensan en seguri-dad en términos de conquista.

3. Los Estados modernos tradiciona-les (India, Pakistán, China), que persi-guen interés, poder y razón de Estado.

Para Cooper, los estados delmundo pre-modemo "han perd i d olegitimidad y el monopolio del uso dela fuerza". Allí ubica a Chechenia yotras ex repúblicas soviéticas, todas lasáreas productoras de droga (Afganis-tán, Birmania, partes de Sudamérica) ya Africa entera. En esos lugares delglobo el caos es la nor ma y sus territo-rios pueden servir de base para acto-res no estatales en sus ataques a "las

partes más ordenadas delglobo". En esos casos, losEstados organizados posible-mente tengan que respondery es posible concebir un impe-rialismo defensivo. Un casosería la respuesta de"Occidente" a Afganistán.P e ro también los estadosmodernos, los de "estilo anti-guo", representan una ame-naza para la seguridad euro-pea. Para tratar con ellos, laUE necesita volver "a los méto-dos más rudos. de una era

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más temprana: a la fuerza, el ataquepreventivo, la decepción/engaño (...)tenemos que emplear las leyes de lajungla".

Cooper se pregunta cómo se debeenfrentar el caos de los estados pre-modemos y responde que la forma lógi-ca es la colonización. Habla de unnuevo tipo de imperialismo compatiblecon los derechos humanos y de valorescosmopolitas. Y afirma que ya existe elimperialismo voluntario de la economíaglobal a través del FMI y el BM. Unasegunda forma de imperialismo post-moderno lo define como el imperialis-mo de vecinos. Sería el caso de losBalcanes: ante el desgobierno, la vio-lencia étnica y el crimen, y la amenazaque planteaba eso a Europa, la "comu-nidad internacional" tuvo que intervenirpara crear un "protectorado de lasNaciones Unidas en Bosnia y Kosovo".Cooper plantea, pues, varios tipos deimperialismos en nuestros días. En elfondo, son el mismo perro con distintocollar. La carga del hombre blanco y su"misión civilizatoria", como proyecto desaqueo y legitimación imperial. Igualque en el siglo XIX.

3. La autodefensa anticipatoria y losEstados fracasados.

En los preparativos de la invasión aIrak, la administración Bush lanzó su"doctrina de guerra preventiva", cuyoaspecto más novedoso fue la llamada'autodefensa anticipatoria'. Se tratade una doctrina extremista basada enuna visión imperial totalitaria. Washing-ton se abroga el derecho de actuar enforma unilateral. Como dijo William D.Hartung, es "una guerra no declaradacontra las normas internacionales y lap ropia Constitución de EstadosUnidos". Por si quedaba alguna duda,el secretario de Estado, Colin Poweilaseguró ante el Consejo de Seguridad

que la Casa Blanca había decididoatacar a Irak, con o sin el consenti-miento de Naciones Unidas.

En la fase de propaganda de gue-rra que precedió a la invasión, la gue-rra de agresión del Pentágono intentóser justificada bajo el supuesto de queIrak constituía un Estado canalla. Esdecir, una "nación fuera de la ley",gobernada por una reencarnación deHitler (Sadam Hussein) y, por tanto, sig-nificaba una amenaza para sus veci-nos y para el mundo entero. Por eso,George W. Bush y su "perro de presa"Blair (Chomsky dixit), con la colabora-ción del palafrenero José María Aznar,debían ponerle un alto. En rigor, fueuna nueva trapacería neocolonial,que los autoungidos "Estados civiliza-dos e ilustrados" imponen a los "Estadosfracasados", por medio de la violencia,cuándo, dónde y de la manera enque "crean justa".

Por otra parte, esa utilización del tér-mino Estado canalla (rogue state) sóloremite a su uso propagandístico, aplica-do a determinados enemigos deWashington. Pero como ha documenta-do hasta el cansancio Noam Chomsky,7

un uso literal del concepto remite histó-ricamente a Estados poderosos yexpansionistas, que no se consideranobligados a actuar de acuerdo con lasn o rmas internacionales y re c u r ren alimperio de la fuerza para acceder a"espacios vitales" (conquista de territo-rios, mercados, fuentes de materias pri-mas, recursos naturales, mano de obrabarata). Por lo general, tales Estadosactúan en función de un “imperativocategórico” y en defensa de su "interésnacional"; a ellos, la geopolítica lesreserva un "destino manifiesto".

Por la frecuencia y durabilidad desus actos de fuerza unilaterales a nivelmundial, el caso más visible de Estado

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canalla injerencista en el sigloXX fue Estados Unidos. Otros,como la Alemania nazi y laItalia fascista tuvieron efímeraduración. Una larga cadenade hechos exhibe el menospre-cio de Washington por las obli-gaciones contractuales. Comodijo en 1963 Dean Acheson, eld e recho internacional es útil"para dar brillo a nuestras posi-ciones", pero no obliga aEstados Unidos. Tal posición fueexpuesta con crudeza por elsecretario de Estado, GeorgeShultz, cuando el Tribunal de LaHaya estaba considerando lasacusaciones de Nicaraguacontra la administraciónReagan por el minado delpuerto de Corinto. Shultz seburló de quienes ahogabanpor "medios utópicos y legalis-tas como la mediación exterior,las Naciones Unidas y elTribunal Internacional deJusticia, y no tienen en cuenta el ele-mento de poder de la ecuación". ElTribunal condenó a EU por el "uso ilegíti-mo de la fuerza" contra Nicaragua y loobligó a pagar sustanciosas reparacio-nes. Pero Washington nunca obedeció.

El presidente William Clinton siguióal pie de la letra la doctrina del Estadocanalla: EU "actuará multilateralmentecuando sea posible, pero unilateral-mente cuando sea necesario"(Madeleine Albright, 1993). EU "haráuso unilateral del poder militar" paradefender intereses vitales, que inclu-yan "asegurar el acceso sin obstáculosa mercados clave, aprovisionatnientode energía y recursos estratégicos" y,desde luego, todo lo que Washingtonpueda decidir que está dentro de su"jurisdicción intern a" (William Coben,1999). Autoerigido en "gendarme del

mundo", y con pocas restricciones porparte de sus elites internas, en nuestrosdías Estados Unidos "es un Estado vio-lento y fuera de la ley" (Chomsky).

Para asegurarse de que sus man-datos son leyes, una s u p e r p o t e n c i acanalla debe mantener la "credibili-dad". Para construir esa "credibilidad",Washington utiliza un frente "clandesti-no, silencioso, invisible: la ideología",con la colaboración activa de univer-sidades, institutos de investigación y lasgrandes cadenas de medios masivosde comunicación (CNN, The FinancialTimes, The Wall Street Journal, TheEconomist), imitados en todos los paí-ses por miles de "periodistas subordina-dos" (Ignacio Ramonet). En determina-das coyunturas como la actual, esaindustria de la persuasión ideológicagenera procesos de sugestión y conta-

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gio colectivo: el pánico ayer ante el"satán" Hussein, como antes frente al"maligno" Bin Laden; pero mañanapuede ser Hugo Chávez o el siempre"maligno" Fidel Castro. Para ese fin seutilizan operaciones de guerra psicoló-gica y la acción clandestina de la"comunidad de inteligencia" (Pentá-gono, CIA, FBI, DEA, DIA, etcétera),que disemina propaganda "negra" ynoticias falsas para "ejercer influenciasobre la opinión pública y dirigentespolíticos tanto en países amigos comoen Estados enemigos".

El hecho de no respetar el poder dela superpotencia canalla conllevarepresalias y/o graves penalizaciones.Es lo que le recordaron a México el"halcón" Powell; el subsecretario deDefensa, Jack Dyer Crouch II; el emba-jador Tony Garza, el inefable Kissinger yel agente Pollack en vísperas de lainvasión a Irak. Con el señuelo de la"amistad", México fue amenazado deque pagaría un "alto costo" si no apo-yaba a EU en el Consejo de Seguridad.Se aplicó, pues, la dialéctica del amoy el esclavo. Pero todos los gobernan-tes saben o deberían saber, que EU notiene amigos, sólo intereses y vasallos. Yque la función del vasallo es inclinarse.

4. La mentira del Pentágono comoarma de guerra 9

"Cuando empieza la guerra, la pri-mera víctima es la verdad". Acuñadaen los días de la primera gran confla-gración --la de 1914-18, la guerra másmanipulada hasta hoy--, la famosafrase exhibe el uso de la mentira confines de propaganda. Como arma deguerra. En septiembre de 2001, un ofi-cial del Ejército de Estados Unidos reve-ló a The Washington Post que en la"guerra informativa de gran intensi-dad" (en curso), se iba a "mentir" a laprensa. Que se impondrían "nuevos y

estrictos límites" a la información. Esdecir, a la libre expresión. Al reproducirla noticia, los corresponsales de L aJornada en Washington, Jim Cason yDavid Brooks, consignaron que elDepartamento de Estado "ya censuró"transmisiones de la Voz de América yun programa humorístico de la cade-na ABC. Asimismo, denunciaron unacreciente campaña para "asegurar" la"lealtad" de los periodistas en la cruza-da belicista de George W. Bush contrael régimen talibán de Afganistán.

Un día después, en un confuso des-mentido, el propio secretario deDefensa, Donald Rumsfeld explicó que"podría haber circunstancias en lascuales sería necesario no ofrecer lav e rdad" a los medios. Apre m i a d osobre si en la "campaña de operacio-nes de información" -y como parte dela guerra sicológica contra el enemi-go-, el Pentágono podría divulgarinformación falsa, Rumsfeld respondió:“Supongo que uno nunca dicenunca”. Recordó incluso la frase deWinston Churchill de que "a veces laverdad es tan valiosa que tendría queser acompañada con un guardaes-paldas de mentiras..."

Junto con la censura, la autocensu-ra y el patriotismo en los medios, entiempos de guerra cobran auge lamanipulación y el lavado de cerebro.Escudados en la "seguridad nacional",los gobiernos mienten, tergiversan losdatos y calumnian al enemigo, que-riendo hacer pasar por informaciónobjetiva lo que en realidad es propa-ganda y/o guerra psicológica. Unos yotros esgrimen que Dios estuvo de suparte, y sólo al final se descubre queDios estuvo del lado de los ejércitosmás fuertes.

Uno de los principales vehículos dela propaganda bélica son los medios

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masivos de comunicación. Pero comodice Noam Chomsky, “los medios sonel soporte de los intereses del poder”.A menudo distorsionan los hechos ymienten para mantener esos intereses.Si los medios fueran honestos, dirían:" M i ren, éstos son los intereses querepresentamos y con esta perspectivaanalizamos los hechos. Estas son nues-tras creencias y nuestros compromi-sos". Sin embargo, se escudan en elmito de la objetividad y la imparciali-dad. Pero esa máscara de imparciali-dad y objetividad forma parte de sufunción propagandística.

El tema no es nuevo. En 1917, el pre-sidente Wo o d row Wilson creó elComité de Información Pública, quetuvo como blanco auditorios naciona-les y extranjeros. Ante la ausencia de laradio y la televisión, el Comité recurrióa la prensa escrita y al cine. Utilizó lastécnicas de la publicidad comercial.Los objetivos planteados, fueron: 1)Movilizar la agresividad y el odio de lapoblación y dirigirlo contra el enemigopara socavar y destruir su moral. 2)Dinamizar y preservar el espíritu delucha del propio país. 3) Desarrollar yconservar la amistad de los países alia-dos. 4) Fomentar la amistad de los paí-ses neutrales y en lo posible obtener suapoyo y colaboración durante la gue-rra. Lo mismo que está haciendoGeorge W. Bush ahora.

Una norma clave para la construc-ción del Tercer Reich, con Hitler, seña-laba que "toda propaganda debe serpopular, adaptando su nivel intelec-tual a la capacidad receptiva de losmenos inteligentes de los individuos aquienes se desee que vaya dirigida.De esa manera, es menester que laelevación mental sea tanto menorcuanto más grande la muchedumbreque debe conquistar". Eso debía serasí, porque "la capacidad receptiva

de las multitudes es sumamente limita-da y su compresión escasa". Esa técni-ca de sicología de masas ha sidoseguida ahora por Bush para la cons-trucción de un enemigo: el nuevo dia-blo, Bin Laden. Es la misma que siguiósu padre, George Bush, durante laguerra del Golfo: el diabólico Hussein.

La guerra psicológica utiliza unacaracterización maniquea (negro /blanco, bueno/malo) para describir alenemigo. En su obra sobre técnicas dep ropaganda en la guerra, H.D.Lasswell cita el comentario de RudyardKipling: "Sea como fuere que el mundopretenda dividirse, hoy hay solo dosdivisiones: los seres humanos y los ale-manes". El bien y el mal tienden a per-sonificarse. En cuanto a estereotipos,los japoneses eran malísimos e impene-trables, y los alemanes fríos y despia-dados. A los comunistas rusos, queencamaron "el imperio del mal", final-mente Dios y el mercado los castiga-ron. Después de la guerra del Golfo,The Guardian de Londres publicó unestudio comparativo de la terminolo-gía usada en la prensa para referirse alos aliados y los iraquíes. Los aliadostenían "ejército, marina y aviación",

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Irak una "maquinaria de guerra". Losaliados daban "directivas generales" alos periodistas, lrak "censura" y "propa-ganda". Los aliados "eliminan", Irak"asesina". Los soldados aliados eran tra-tados como "los muchachos", los ira-quíes como "hordas". Los primeros eran"profesionales", "héroes" y "prudentes",los segundos "resultado de un lavadode cere b ro", "carne de cañón","cobardes", "bastardos" y "fanáticos".Los misiles aliados causaron "dañoscolaterales", los "viles" misiles iraquíes"víctimas civiles". Bush padre era" resuelto", "un seguro estadista",Saddam Hussein, "el carn i c e ro deBagdad", "un tirano diabólico", "mons-truo enloquecido".

5. De Crimea a Afganistán.

La primera guerra que se fotografiófue la de Crimea, en 1860. Las imáge-nes reprodujeron naturaleza muerta;cadáveres o estructuras de defensa.La Guerra de Secesión, en EstadosUnidos (Norte contra Sur), fue la prime-ra de la era industrial con participaciónde masas. Y también la primera guerracontemporánea de los medios decomunicación, prensa y fotografía, demasas. Como señala Ignacio Ramo-net-, la coincidencia de la guerra demasas y los medios de masas hizo quelos estados mayores se tuvieran queplantear cómo intervenir para que la"opinión pública" --los ciudadanos quefinancian la guerra-- no supiera exac-tamente lo que pasa en ella, para queno pesara en su conducción. Ese abis-mo entre lo que percibe la opiniónpública y lo que viven los participan-tes, se acentuó durante la PrimeraGuerra Mundial. Allí se inventaron losllamados oficiales de comunicación,que suministraban "información" a loscorresponsales de guerra, que no tení-an acceso al frente ni una percepcióndirecta de lo que estaba ocurriendo.

La historia mediática de la guerra de1914-18 estuvo basada en la manipu-lación y el lavado de cerebro.

El modelo se modificó en laSegunda Guerra Mundial. Simbólica-mente, fue la guerra de la democraciacontra el totalitarismo nazi. Por tanto,la guerra de "la transparencia y la ver-dad" contra "la propaganda" deGoebbels y el régimen hitleriano. Losnorteamericanos dejaron que losc o r responsales acompañaran a sustropas de avanzada; la idea fue que lasociedad tenía derecho a saber exac-tamente lo que hacían sus soldados.Pero la lógica estadounidense de quela guerra debe ser tan transparentecomo la democracia, y de que losmedios de masas deben ilustrarla yactuar como "espejo", sin ningún tipode filtro, produjo el síndrome deVietnam. Fue esa la primera guerrarodada en directo. Pero la "operaciónespejo" de los medios generó unrechazo a la guerra --y a las razonesque llevaron a hacerla- en la opiniónpública estadounidense. Los ciudada-nos descubrieron a un ejército cruel,injusto. Vieron a sus soldados sacrificary torturar civiles, bombardear aldeas yutilizar napalm contra la población. Enbuena parte debido a la televisión, elpaís no estuvo ya detrás de sus solda-dos. La guerra se perdió militar y psico-lógicamente. La noción de la "transpa-rencia" entró en crisis.

La lección de Vietnam fue vividacomo una verdadera catástro f emediática por el ejército norteameri-cano. Pero el Pentágono y la OTANsacaron enseñanzas. Durante la guerrade las Malvinas, en 1982, se introdu-jeron modificaciones. Si bien el conflic-to enfrentaba a una potencia nuclear,Gran Bretaña, con un país del TercerMundo, Argentina; a una democraciacon una autocracia castrense, como

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dice Ramonet, la superioridad militaringlesa, reflejada según la doctrina delespejo, corría peligro de dar unaimpresión detestable. Se podía ganarla batalla militar, pero perder la batallamediática. La prioridad de Londres fuecontrolar a los medios de comunica-ción. Para ello idearon la cobertura através del pool, un pequeño grupo deperiodistas acompañado y controladopor militares especializados. Una formade "orientar" la información. LasMalvinas fue la primera guerra sin imá-genes desde la aparición de la foto-grafía. El exitoso esquema fue utilizadodespués por los franceses en Chad ypor el Pentágono en las invasiones aGranada y Panamá.

Durante la guerra del Golfo, EUintrodujo cambios estructurales en lai n f o rmación de masas. IgnacioRamonet le llama "el modelo 1989",derivado de tres acontecimientosmediáticos ocurridos ese año: larevuelta de la plaza de Tiananmen, enPekín; la caída del muro de Berlín y laguerra civil en Rumania. Gracias a laautonomía de la televisión para ir acualquier parte y “transmitir en tiemporeal”, todo el mundo asistió en directoa la represión en Tiananmen. Durantela apertura del muro de Berlín, DanRather, de la CBS, repitió la frase "estánustedes viendo la historia enmarcha". El mediador entre elacontecimiento y el ciudada-no espectador o lector, desa-parece de la relación. El perio-dista pasa a ser también testi-go del hecho. Surge unanueva definición de la infor-mación. Sencillamente, infor-mar es hacernos asistir alacontecimiento. No hay cau-sas. No hay actores. No hayhistoria. La realidad se vecomo un partido de futbol.

Sólo que el deporte tiene reglas y lahistoria no. El sistema comunicacionalse lavó las manos. Deja sólo al espec-tador. Le dijo: yo no le informo ni bienni mal. Usted se informa solo. Es su res-ponsabilidad. Se abandona la respon-sabilidad social de la inform a c i ó n .Rumania, "la mayor mentira mediáticaen la historia comunicacional moder-na", se nutrió de los otros dos sucesos.Otra vez asistimos a la guerra civil endirecto, con base en otra tecnología,el montaje de la realidad y la mentira.Pero se dio un "efecto biombo": mien-tras el mundo estaba ocupado enRumania, Estados Unidos invadíaPanamá.

Dos años después, la guerra delGolfo se construyó con base en unaserie increíble de manipulaciones y fal-sedades. "Es la suma de las Malvinas,más Pekín, más Berlín, más Rumania",dice Ramonet. A la censura clásicapor amputación (ocultar al públicooccidental que Arabia Saudita es unrégimen autocrático), se le añadió laabsurda tesis de que Irak tenía el cuar-to ejército del mundo. Había que movi-lizar a la opinión pública estadouni-dense a fin de obtener consenso parala intervención del Pentágono y dejaratrás al síndrome de Vietnam. MikeDigel, el mejor manipulador de masas

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de EU, el hombre que inventó a RonaldReagan, montó una serie de imágenesde alto impacto que reproducían el“salvajismo” iraquí. Pero que jamásexistieron en la realidad; fueron filma-das en Nuevo México. Fue un ejemplode astucia. La batalla mediática supo-ne inteligencia para producir y utilizarimágenes. Esa doble inteligencia esindispensable para conducir conflictosy para hacer que al ciudadano le seacada vez más difícil establecer la fron-tera entre la verdad y la mentira. En laguerra del Golfo, los dioses de laimparcialidad (los locutores), actuaroncomo maestros de ceremonias de untelemaratón del Pentágono. Se aco-gieron al "modelo deportivo". El espec-táculo, la emoción. Algo similar ocurrióahora con la destrucción de las torresgemelas. Horas y días las imágenes delos aviones estrellándose una y otra vezcontra el WTC de Nueva York. "Ustedve la historia hacerse ante sus ojos". Denuevo la autoabolición del periodista.La ideología del directo. Pero elPentágono ya había comenzado afabricar al nuevo Satán; al nuevo Hitler.Al bastardo de turno Bin Laden. Se into-xicó a la muchedumbre, espectadorasilenciosa. Se la desinformó y manipu-ló. Después vendría Bush con su premi-sa del nuevo mito fundacional: "Con

Estados Unidos o con el terrorismo". Unnuevo Nintendo maniqueo. Con Dios ocon Alá. La cruzada de Occidentecontra la guerra santa islámica. Con elsheriff de Texas como una copia pato-lógica de su adversario. Y reaparecie-ron la censura y los límites a la libertadde expresión. La mentira del Pentá-gono como arma de guerra.

6. Guerra imperial y desinformación.10

Un par de semanas antes de lainvasión a Irak, Robert Fisk dijo:"Sencillamente, estamos cansados deque nos mientan". Y tenía razón. El pre-sidente George Bush Jr., su "perro depresa" Blair (Chomsky dixit) y el cusqui-to faldero Aznar, con sus historias deterror para espantar niños, nos queríanhacer tontos a todo el mundo. Lasrazones de la guerra de agresión neo-colonialista contra Irak no son laspatrañas que se esgrimieron en aque-llos días. El motivo no fue el "maligno"Hussein y sus armas de destrucciónmasiva. Tampoco el terrorismo. Menosla democracia. Todo eso es desinfor-mación maniquea. Manipulaciónmediática. Diversionismo ideológico.Intoxicación propagandística en tiem-pos de guerra. Basura para mantenerengañada a la muchedumbre, espec-tadora silenciosa.

Los motivos para la devasta-ción de Irak fueron otro s :Estados Unidos ve amenaza-da su hegemonía. El imperioteme que surja una alianzae n t re Alemania, Francia yRusia que lo desplace del lide-razgo mundial (Wa l l e r s t e i n ) .Ve peligrosa la irrupción deChina en el escenario mun-dial; un eventual resurgimien-to de Japón y, potencialmen-te, el papel que pueda jugarIndia. Por eso, obsesionados

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con sus fantasías de poder mundial, elhijo de Bush y los psicópatas y funda-mentalistas genocidas que lo rodean(Rumsfeld, Rice, Cheney, Ashero f t ,Ridge, el taimado Powell y los cabilde-ros sionistas Wolfowitz, Perle, Feith,Bolton), junto con sus hombrecitos depaja en la "vieja Europa" (Blair, Straw yel neofranquista Aznar, ahora de salidade la Moncloa ante la victoria delsocialdemócrata Rodríguez Zapateroen los comicios de marzo de 2004),quieren reconfigurar el mapa geopolí-tico del Golfo Pérsico y todo MedioOriente.

Es en ese escenario que Irak y supetróleo importa. Pero es solamenteuna pieza. Como Afganistán. Contro-lando el área con protectorados yredes de bases militares (igual que enel siglo XIX en pleno auge de expan-sión imperialista), Washington podráestrangular la economía de los rivalespotenciales, tan dependientes deh i d ro c a r b u ros como Estados Unidos(Michael T. Klare). Sólo así, creen loshalcones, podrán conservar su domi-nio. Su poder sin límites. Pero puedenestar ensayando una fuga haciadelante; acelerando el declive.

Desde el 11 de septiembre de 2001Estados Unidos ha estado mintiendotodo el tiempo. La operación de 'tierraarrasada' en Afganistán fue un granmontaje preparado por el Pentágono.Entonces, el gran "satán" era el viejosocio de la CIA, Bin Laden. El bastardode turno; como antes Noriega, la excu-sa para probar una nueva generaciónde armas en Panamá.11 Consumada laagresión, en febrero de 2002 se supoque el Pentágono había montado unaoficina encargada de difundir "noticiasfalsas" en el exterior, de manera delibe-rada y utilizando canales para ocultarsu origen o su carácter oficial, comoparte de un nuevo frente de lucha: el

de la información. Según inform a ro nentonces The New York Times y LaJornada (19.II.2002), como parte de laguerra psicológica y las operacionesencubiertas diseñadas por expertos eninteligencia militar, la nueva Oficina deInfluencia Estratégica (SIO), creada porel Pentágono después del 11 de sep-t i e m b re, "plantaría" pro p a g a n d a"negra" (mentiras deliberadas), desinfor-mación y propaganda "blanca" (infor-mación verídica y creíble favorable aEstados Unidos y sus objetivos), en perio-distas y medios extranjeros, para influiren la opinión pública internacional y enla de gobiernos tanto amigos comoenemigos, en el marco de la guerra deWashington contra el "terrorismo".

Dirigida por el brigadier general dela Fuerza Aérea, Simon Worden, la SIOdepende de la Secretaría de laDefensa para Operaciones Especialesy Conflictos de Baja Intensidad, y entresus funciones figura, además, elaborartécnicas de engaño (decepción),actividades psicológicas, emisionesradiofónicas y ataques cibernéticos aredes de computación, con el objetivode engañar al enemigo e influir en laopinión pública nacional e intern a-cional.

Como táctica de inteligencia, ladistorsión de la información y las ope-raciones clandestinas de propaganda"negra" son herramientas militares clási-cas. Igual que el uso de los autoaten-tados. Cabe recordar que la guerra deEstados Unidos contra España, en 1898,empezó con la mentira deliberadaacerca del hundimiento del acoraza-do Maine, anclado en el puerto de LaHabana, seguida de una campañasensacionalista y difamatoria orquesta-da por William Randolph Hearst, funda-dor del periodismo "amarillo" (el "ciu-dadano Kane" inmortalizado por OrsonWeiles), que derivó luego en la

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Enmienda Platt y en la creación de lacentenaria base naval de Guantá-namo en Cuba. Asimismo, en agostode 1964, el presidente Lyndon Johnsonanunció que barcos norvietnamitashabían lanzado dos ataques seguidoscontra naves estadounidenses en elGolfo de Tonkin. Se trató de otra men-tira flagrante. Pero eso no evitó queJohnson obtuviera la autorización delCongreso para intervenir y bombarde-ar Vietnam del Norte.

En noviembre pasado, una vezaprobada la resolución del Consejo deSeguridad de la ONU contra Irak,Washington comenzó a instrumentar lanueva ofensiva propagandística, conHussein en el papel de villano mediáti-co en sustitución del siempre oportunoBin Laden. Tras dejar amarrada unacomplicidad descarada con las gran-des cadenas periodísticas de EstadosUnidos (en particular las televisores ABC,CBS, NBC y Fox News), altos funcionariosde la administración Bush llevaron acabo sesiones de “concientización”con corresponsales de prensa extranje-ros, de países cuyos gobiernos son alia-dos de Washington, como Tu rq u í a ,Japón, Canadá y México. La "noticia"plantada, a reproducir urbi et orbi, eraque Bush "no tenía las manosatadas" por la resolución de laONU; que no requería unaautorización explícita parahacer uso de la fuerza. Pocoantes Bush había lanzado sunueva estrategia de seguridadnacional: la doctrina de guerrailimitada, unilateral y ofensiva.Una nueva doctrina imperial" p reventiva" e irrestricta queentierra al derecho intern a-cional y los postulados de laONU.

La inducción de una gue-rra de rapiña "legitimada" por

el mesianismo del destino manifiesto–“santurronería religiosa” llamó John LeCarré a la "guerra sagrada" de Bushcontra Irak-, con el fin de agitar lasfibras patrioteras y paranoicas del"rebaño" imperial (viejo recurso para la"construcción del consenso"), se com-bina ahora, como en la época delmaccartismo, con la sicosis y el terrorinterno ante el ataque "inevitable" ysiempre "inminente" de los "terroristas"de afuera, provistos, afirman, conarmas biológicas, químicas, nuclearesy radiológicas. Una forma totalitaria demantener a raya a la "chusma",mediante una "guerra de nervios" (USAToday) administrada por el GranHermano (John Ashcroft) a través decódigos naranja, amarillo y rojo en laspantallas de los televisores. A lo que sesuman la promoción de "estuches desobrevivencia urbana" ante la guerrabacteriológico que viene, n i n t e n d o smediáticos y "pruebas de inteligencia"plagladas de tesis escolares caducas(el gran fiasco del halcón Powell en laONU), con el fin de mantener "deso-rientado al rebaño" (Chomsky), provo-car compras de pánico y aceptaciónsumisa a una Ley Patriótica que con laficción de la seguridad nacional redu-

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ce los derechos ciudadanos a letramuerta.

Un Estado policial hacia adentro yuna nación imperial hacia afuera quecuenta desde enero pasado con unCentro de Integración de la AmenazaTerrorista, a cargo del nuevo secretariode Seguridad Interior, Tom Ridge(nuevo zar de inteligencia) y unaOficina de Comunicaciones Globales,cuya función es promover los interesesde Estados Unidos en el extranjero,reforzar el apoyo de los gobiernos alia-dos (que "cooperan" con Washington)e "informar" a la audiencia interna-cional sobre los propósitos de la CasaBlanca, para "prevenir" malentendidos.La orden ejecutiva firmada por Bush el21 de enero, prevé también que la fla-mante "oficina de imagen" podráenviar "equipos de comunicadores" aaquellas áreas donde existe "alto inte-rés" mundial y que "acaparan la aten-ción de los medios de comunicación".Se trata, pues, de dar coherencia almensaje "libertario" de Bush; de trans-mitir la "verdad" en el extranjero. En ellenguaje de Orweil, de difundir la men-tira organizada.

7. Los plomeros de la guerra suciaapuntan a Cuba y Venezuela.12

Con la llegada de George W. Busha la Casa Blanca, la vieja guardia cen-troamericana de las administracionesReagan y Bush (padre) volvió a un pri-mer plano. Tres viejos halcones de ladiplomacia de fuerza estadounidense:John Dimitri Negroponte, Otto Reich yJames Cason, veteranos plomeros dela comunidad de inteligencia, exper-tos en trucos sucios y o p e r a c i o n e sencubiertas, fueron rescatados de lassombras y siguen trabajando con efi-cacia; ahora al servicio de Bush hijo.

N e g roponte es el todopodero s orepresentante de Washington ante elConsejo de Seguridad de la ONU.Reich fue designado en enero de 2003"enviado especial" del presidente Bushpara América Latina y aspira a ser elprocónsul de Washington en Cuba trasla "liberación" de la isla. James Casonse desempeña como jefe de la Oficinade Intereses de Estados Unidos en LaHabana y según agentes de la seguri-dad cubana infiltrados en la disiden-cia, es el encargado de "dirigir la sub-versión" y organizar una fuerza contrainterna.

En el inmediato posIrak, junto conVenezuela y Colombia, Cuba es unode los puntos prioritarios de la agendalatinoamericana de Washington. Bushdebe la presidencia de Estados Unidosa las triquiñuelas fraudulentas de suhermano Jeb y la mafia cubano-ame-ricana de la Florida. No fue casual queel 6 de abril de 2003, mientras se con-sumaba la carnicería del Pentágonoen Bagdad, grupos anticastristas mar-charon por las calles de Miami al gritode "Irak hoy, Cuba mañana". Cuatrodías después, Hans Hertell, embajadorde Estados Unidos en RepúblicaDominicana, aseguró que la agresióncontra Irak "va a mandar una señalmuy positiva y es muy buen ejemplopara Cuba". Según Hertell, la invasióndel país árabe era solamente elcomienzo de una "cruzada libertadoraque abarcaría a todos los países delmundo, incluido Cuba". El 11 de abril,tras la ejecución de tres secuestrado-res en La Habana, el gobernador deFlorida, Jeb Bush, dijo que tras el "éxito"de la guerra en Irak, Estados Unidosdebe volver la mirada al "vecindario".Un comentario para nada inocente,tratándose del hermano del jefe de laOficina Oval.

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En 1989, quien en el inmediatoperiodo que siguió a la invasión a Irakfuera presidente interino del Consejode Seguridad de la ONU, el mexicanoAdolfo Aguilar Zinser, describió a JohnNegroponte como un "oficial de com-bate", "fundador de los contras" nica-ragüenses y "célebre procónsul deEstados Unidos en Honduras". Dijoentonces Aguilar Zinser: "Durante sucarrera, Negroponte se ha especializa-do en tareas de seguridad e informa-ción, en operaciones que vinculan a ladiplomacia con las acciones encubier-tas, el espionaje y el despliegue de lasfuerzas militares de Estados Unidos".

No le faltaba razón. En enero de1983, mediante la NSDD-77 (NationalSecurity Decision Directive No. 77), elpresidente Ronald Reagan había auto-rizado una ampliación de las activida-des operativas del Consejo deSeguridad Nacional (NSC). A partir deesa fecha, el NSC coordinaría el pro-grama interagencias conocido como"Project Democracy". Según Holly Sklar,el Proyecto Democracia "combinabala ‘diplomacia pública’ con el empleode las operaciones encubiertas ultra-secretas".13

Eran los días de la guerra sucia dela administración Reagan contraNicaragua sandinista. Un par de añosantes, en agosto de 198 1, el directorde la Agencia Central de Inteligencia,William Casey había reestructurado laDivisión América Latina de la CIA.Casey puso al frente de la división aDuane Clarridge. Pero según Sklar, "elhombre elegido para conducir la gue-rra en el terreno mismo, desdeHonduras, el frente norte, era JohnN e g roponte". Negroponte --quienaños más tarde sería embajador enMéxico-- estuvo al frente de la misiónestadounidense en Tegucigalpa entre1981 y 1985. Según The New York Times,

el diplomático estuvo "profundamenteinvolucrado en la organización de loscontras nicaragüenses, y desdenoviembre de 1987 actuó como asesoradjunto del Consejo de SeguridadNacional" (NYT, 1º de febrero de 1989).

En su libro “Guerreros secretos. Lasoperaciones clandestinas de la EraReagan por dentro”,14 Steven Emersondestacó el papel de Negroponte enapoyo de las acciones encubiertasconducidas por el teniente coro n e lJames Longhofer en la guerra civil en ElSalvador y contra Nicaragua, incluyen-do las misiones del minado de puertos,la recolección de información aéreaelectrónica (Sigint), actos de sabotajecontra instalaciones y establecimien-tos civiles y apoyo militar general a loscontras.

Según una dramática crónica deNewsweek, La guerra secreta deEstados Unidos. Objetivo: Nicaragua,"el director de la CIA, Casey, supervisa-ba personalmente la operación. Elembajador Negroponte la conducía.Los contras lo llamaban 'El Jefe' (TheBoss)." De acuerdo con la versión, "elsistema de apoyo a los contras depen-día de la complicidad del Consejo deSeguridad Nacional, integrado por elpresidente Reagan, el vicepresidenteBush, el secretario de Estado Shultz, elde Defensa Weinberger, Casey (miem-bro de facto), los jefes de la Estaciónde la CIA Joe Fernández (alias TomásCastillo) en Costa Rica y John Mallett(alías George) en Honduras y losembajadores Lewis Tambs en CostaRica (principal redactor del Documen-to de Santa Fe I) y John Negroponte yJohn Ferch en Honduras".

Ya entonces, Negroponte no era undiplomático del montón. Según ade-lantó en 1989 Gregorio Selser, el ex ase-sor de Kissinger en Saigón pertenecía

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"al sensitivo riñón del INR o Bureau ofIntelligence and Rescarch, el organis-mo de inteligencia e investigación delDepartamento de Estado, una especiede CIA en pequeño, con una cuotapropia de poder interno y que mantie-ne obvias vinculaciones con sus her-manos y primos de la comunidad decontraespionaje".15

8. Cuba: ¿el guión iraqui?

Tres lustros después, Negro p o n t epertenece al mero riñón de la diploma-cia de guerra de Washington. Y su viejoconocido, Otto Reich, acaba de dar unsalto en calidad: despacha en la CasaBlanca. Su nuevo cargo de "enviadop residencial especial" para AméricaLatina, depende directamente delConsejo de Seguridad Nacional. Esdecir, sólo rinde cuentas a la titular delNSC, Condolezza Rice, quien integra el"ala dura" de la administración Bush.

En 2002, mediante un decreto presi-dencial, Bush impuso a Reich comosecretario de Estado para Asuntos delHemisferio Occidental. Pero debido asus nexos con la guerra sucia e nCentroamérica en los ochenta, Reichfue bloqueado por el Senado. No obs-tante, pese a no contar con el aval delC o n g reso -y ni siquiera con el delsecretario de Estado, Colin Powell, dequien supuestamente dependía-,Reich adelantó el pro y e c t ocubano de Bush.

En octubre de 2002 --esdecir, varios meses antes de lainvasión a Irak--, en un discur-so ante la conservadoraFundación Heritage, afir m óque "Cuba es un Estado queauspicia el terrorismo" y echómano del "arma biológica', elrecurso favorito de moda, uti-lizado contra países que inte-

gran el llamado "eje del mal", como elIrak de Saddam Hussein, Corea delNorte, Irán y Siria. "Creemos que Cubatiene al menos una capacidad deguerra biológica limitada, de investi-gación y desarrollo. Sabemos queCuba ha compartido el uso de biotec-nologías de doble uso con otro sEstados que auspician el terrorismo". Aligual que ocurrió con Irak, Reich nopresentó ninguna prueba. Pero sugirióque "una de las maneras de probarlo,es destructiva". Implícitamente recurríaa la doctrina de la guerra preventiva,sin mencionarla por su nombre .Interrogado por la prensa después dela alocución, dijo: "Tienen que confiaren nosotros. Tienen que creer que loque estamos diciendo es la verdad". Ycuando se le preguntó si Washingtonestaba impulsando un cambio de régi-men en Cuba, igual que en Irak, res-pondió: "Uno a la vez. Vamos a ver".

Un mes antes (el 10 de septiembrede 2002), había llegado a La HabanaJames Cason, un hombre con un perfilsimilar al de John D. Negro p o n t e .Según la hoja de servicios distribuidapor el Departamento de Estado,Cason es un especialista en inteligen-cia militar. Graduado con distinción enla Escuela Nacional de Guerra, fueasesor político del jefe del ComandoAtlántico del Pentágono (USACOM) y

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del Comando Supremo Aliado de laOTAN. Entre sus méritos figuran el pre-mio al mejor "ensayo" concedido por elEstado Mayor Conjunto de las FuerzasArmadas de Estados Unidos y un galar-dón como "escritor" otorgado por laAgencia de Inteligencia de la Defensa(la poderosa DIA). Su extenso curricu-lum indica una amplia experiencia enla región: ha estado asignado a lasmisiones de Washington en Jamaica,Honduras, El Salvador, Bolivia, Panamá,Uruguay, Venezuela y Guatemala.

Algunas fuentes señalan que los vín-culos de Cason con Negroponte yReich se remontan a 1983, cuandoatendió en Panamá el F o re i n gB roadcast Information (la oficina deInformación para las Transmisiones alExtranjero), que pertenecía a la subdivi-sión de información de la AgenciaCentral de Inteligencia. Un año des-pués (1984), Cason estuvo a cargo deCentroamérica, en el Buró de AsuntosLatinoamericanos del Departamentode Estado. Eran los días en queWashington libraba la guerra sucia con-tra Nicaragua. La guerra de los contrasque dirigía desde Honduras el embaja-dor Negroponte. Pocos años después,a raíz del escándalo Irán-contras, saldrí-an a la luz pública las actividades deOtto Reich como profesional de lamentira. Según documentaría extensa-

mente el Congreso de Estados Unidos,su trabajo en Washington estuvo direc-tamente ligado a las actividades encu-biertas de Negroponte y Cason enCentroamérica.

9. Un experto en desinformación yoperaciones encubiertas.

Otto Reich, "enviado presidencialespecial " para América Latina de laCasa Blanca, nació en La Habana y en1960 emigró a Estados Unidos con suspadres. En 1973 obtuvo una maestríaen artes de la Universidad deGeorgetown. Allí trabó amistad conFrank Calzón, conocido reclutador deagentes de la CIA, quien desde enton-ces participa con Reich en los planespara la "liberación" de Cuba.

En 1981, la administración Reagancontrató a Reich como administradorasistente de la Agencia de EstadosUnidos para el Desarrollo Internacional.La famosa USAID, una instituciónfachada al servicio de la comunidadde inteligencia, encargada hoy deextender los contratos para la recons-trucción de Irak a las corporacionesmultinacionales que integran el com-plejo militar industrial. Dos años des-pués, Reich fue promovido como con-s e j e ro especial para DiplomaciaPública del secretario de Estado Shultz.Su función era fabricar artículos para

desinformar a la opinión públi-ca. Es decir, se encargaba dela propaganda negra.

Una investigación de laGeneral Accounting Off i c e(Oficina General de Conta-duría, GAO por su siglas eninglés), demostró que en laguerra sucia contra Nica-ragua, Reich "utilizó fondosfederales para publicidad op ropaganda no autorizada

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por el Congreso". Además, la GAO loacusé de "utilizar los nombres de loscabecillas contras para divulgar artícu-los en importantes medios de prensa"-.Un socorrido método estadounidensepara fabricar poetas y periodistas "disi-dentes". Mientras Reagan y su propa-ganda bélica llamaban a los contras"luchadores por la libertad", Reich seencargaba de ponerle contenido a lascampañas de intoxicación antisandi-nistas. Dirigidos por Negroponte desdeHonduras, los jefes contras estaban ensus campamentos y nunca se entera-ron de “sus” artículos. Cabe resaltarque todo eso ocurrió según la OficinaGeneral de Contaduría de EstadosUnidos.

Una de las más burdas falsificacio-nes de Reich dio la vuelta al mundo.Inventó y filtró a la prensa que los san-dinistas tenían aviones de combateMig soviéticos y que invadiríanArlington, Texas (el símil de las armasde destrucción masiva en la coyunturairaquí y una de las excusas que se quie-re fabricar para Cuba). Reich atribuyóla "información" a "documentos obte-nidos por fuentes que han pedido noser reveladas"; ahora simplementedice "crean lo que decimos". En base amentiras se buscaba alcanzar un con-senso interno para la guerra enCentroamérica. Una frase famosa deReagan con respecto a El Salvador,pero aplicable a Nicaragua, era: "ElSalvador está más cerca de Houston,que Houston de Nueva York". 0 sea,"peligra nuestra seguridad nacional".Otra patraña atribuida a Reich fue quelos sandinistas "perseguían a los judíos".Después fraguó que habían cometidoun "genocidio de misquitos"; en esecaso apoyó la "información" con fotos;pero después se descubrió que erande guerras libradas en África.

Otra acusación del GAO contraReich fue que hizo uso del presupuestofederal para "recaudar fondos" paralos contras. "La red en la que participa-ba Otto Reich recaudó y canalizódinero hacia cuentas en bancos enIslas Caimán y a una cuenta secretadel Banco Lake Resources en Suiza".Los datos son parte de la trama delIrán-contras investigada por la GeneralAccounting Office. Es decir, la ventade droga para comprar armas para losantisandinistas, que involucro a Reichcon el general Richard Secord, elteniente coronel Oliver North y losterroristas de la CIA Félix Rodríguez yLuis Posadas Carriles, encargados derecibir los aviones en la base salvado-reña de Ilopango.

Según el GAO, "Otto Reich estuvoinvolucrado en actividades de propa-ganda encubierta y prohibida y fuemás allá de lo aceptable en activida-des de información pública". Es decir,mientras participaba de manera encu-bierta en la operación I r á n - c o n t r a s ,intoxicaba a los contribuyentes esta-dounidenses con la amenaza de unosMig soviéticos que no existían. Otroinforme, éste del Comité de AsuntosE x t e r i o res de la Cámara deR e p resentantes, de 1988, señala:"Oficiales de categoría de la CIA, conexperiencias en acciones encubiertasy especialistas en operaciones psicoló-gicas del Departamento de Defensa,estaban profundamente involucradosen el establecimiento y la partici-pación en las operaciones de políticainterna y de propaganda que se desa-r rollaban en un oscuro buró delDepartamento de Estado, pero quedependía directamente del Consejode Seguridad Nacional, y no comoestá establecido por los canales nor-males del Departamento de Estado". El"oscuro buró" al que alude el informe

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del Congreso de Estados Unidos era elque ocupaba Otto Reich; según laindiscutible fuente, Reich estaba ads-crito a las operaciones de guerra psi-cológica para Centroamérica.

10. La conexión venezolana.

Cuando las pesquisas congresiona-les sobre el Irán-contras hicieron incon-veniente la presencia de Otto Reich enWashington, la administración Reaganlo nombró embajador en Venezuela.Estuvo allí entre 1986 y 1989. EnCaracas tomó contacto con un pode-roso grupo económico venezolano deorigen cubano, el clan Cisneros, delmagnate de los medios de comunica-ción electrónicos, Gustavo Cisnero s ,quien participaría en 2002 en el fallidogolpe de Estado contra Hugo Chávezy ha mantenido posiciones extremistashacia la isla. También se vinculó con elterrorista Orlando Bosch, autor intelec-tual del atentado contra la nave deCubana de Aviación sobre Barbados,con saldo de 76 muertos. Reich usó suscredenciales como procónsul y logrósacar a Bosch de la cárcel, asegurán-dole luego un exilio dorado en Miami.

Según el senador estadounidenseChristopher Dodd, "mientras Reich fueembajador en Venezuela sirvió comouna especie de encubridor deOrlando Bosh". El propio fiscal generaladjunto de Estados Unidos, JoeWhitley, había declarado a Boschcomo un hombre “resuelto y firme ensu ideología de violencia terrorista”.Pero en 1990 Reich le consiguió el per-dón presidencial.

En Caracas, como embajador,Reich organizó reuniones con partici-pación de Hubert Matos y CarlosAlberto Montaner, cuando éstos bus-caban establecer una vía contrarrevo-lucionaria alterna a la de la FundaciónNacional Cubano Americana (FNCA),de Jorge Mas Canosa (ya fallecido),con sede en Miami. En uno de esose n c u e n t ros privados, Reich aseguróque Washington "está dispuesto a con-tribuir a la causa mediante el incre-mento de la ayuda financiera a lasorganizaciones (anticastristas) radica-das en Venezuela". Según el investiga-dor cubano Reinaldo Taladrid, losconspiradores financiados por Reich afinales de los años ochenta enVenezuela, participaron en el intentode golpe de Estado contra el presiden-

te constitucional Hugo Chávezen 2002.

Los nexos de la FNCA con losgolpístas del 11 de abril enCaracas están documen-tados en la prensa de EstadosUnidos. El director ejecutivo dela Fundación, Joe Garc í a ,reconoció a El Nuevo Heraldde Miami que había sostenidoreuniones y "asesorado" a diri-gentes opositores a Chávez. Eldiario también recogió la opi-nión del ex banquero cubano-venezolano Orlando Castro :"En el esquema con el que se

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pretende sacar a Chávez tiene bienmetidas las manos la FundaciónCubano Americana, la misma quedecidió en Florida el triunfo a favor deBush".16

Según el Herald en español, losactivistas del exilio cubano ---“desde laJunta Patriótica Cubana hasta laUnidad Cubana, pasando por VigiliaMambisa, Comandos F-4 y las másimportantes emisoras de radio y televi-sión de la ciudad”-- pusieron a disposi-ción de los antichavistas "re c u r s o s ,experiencia, estrategias, apoyos logísti-cos, cabildeo y contactos en todoEstados Unidos, para impulsar el activis-mo opositor al gobernante venezolano(...) La colaboración ha llegado alcampo militar, luego que la JuntaPatriótica Venezolana, bajo el lideraz-go del capitán Luis García Morales(uno de los primeros oficiales activosen rebelarse contra Chávez) firmaraun acuerdo de cooperación con elgrupo anticastrista Comandos F-4".17

De acuerdo con el diario La Repúblicade Uruguay, la "alianza cívico-militar"firmada por los militares Luis GarcíaMorales y Rodolfo Frometa (líder deComandos F-4), busca derrocar aChávez, Fidel Castro y al presidente deBrasil, Inácio Lula da Silva.18

Durante el paro patronal insurrec-cionar de diciembre y enero de 2002-2003, para derrocar a Chávez enVenezuela, parte de los "re c u r s o s "aportados por los grupos radicales delexilio cubano fueron canalizadosmediante transacciones bancarias, através de cuentas localizadas en elTransatlantic Bank y el Ocean Bank deMiami. El Ocean Bank ya había sidomencionado en la coyuntura golpistade abril. Según la periodista LilliamOviedo, "los conspiradores deVenezuela (...) recibieron recursos a

través del Ocean Bank, uno de cuyosprincipales accionistas es Mario delValle, esposo de Clara del Valle, vice-presidente de la FNCA.19

Cabe consignar que el cubanoOsvaldo Payá, quien dirige el desca-bezado Proyecto Varela --candidatea-do al Premio Nobel de la Paz por laadministración Bush, con el co-auspi-cio del jefe del gobierno español, JoséMaría Aznar y el Partido AcciónNacional de México,-, envió una cartade felicitación al empresario PedroC a rmona cuando dio el golpe deEstado. Entre otras cosas, lo felicitó por"el derroche de valor, firmeza y amor ala libertad" desplegado por ellos con-tra Chávez.

En los días del golpe, la mano deOtto Reich junto a la FNCA de Miamifue bien visible. En una acción de netocorte injerencista, consignada por lasagencias de noticias, Reich dio suapoyo inmediato a Carmona y los mili -tares putchistas. Pero cometió un errordel cual tuvo que retractarse despuésel gobierno de Estados Unidos: confines diversionistas, difundió el falsorumor de que cuatro aviones cubanosestaban estacionados en Caracasdurante los sucesos de abril. Asimismo,y gracias a sus buenos oficios, a finalesde febrero y principios de marzo delaño pasado (mientras se preparaba elgolpe), el ex coronel de la FuerzaAérea venezolana, Pedro Soto, se reu-nió en Miami con Jorge Mas Santos yJoe Garcia, dirigentes de la FNCA; conJ. Basulto, líder de Hermanos alRescate, y participó en un programade radio de Armando Pérez Roura.Reich también estuvo detrás de lacampaña de prensa contra el conve-nio energético entre Venezuela yCuba, que fue financiada por laFundación. Altos directivos de Pdvsa(la compañía petrolera estatal venezo-

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lana) fueron invitados a Miami por laFNCA y se trasladaron en un aviónFolem propiedad de Mas Santos.

En 2004, con más poder que en elpasado, Otto Reich, quien despachaahora desde un "oscuro buró" en algúnrincón de la Casa Blanca, tiene anota-dos como los puntos prioritarios de suagenda a Cuba y Venezuela.

11. Rejuegos geopoliticos en el Caribe.

Desde el 29 de febrero, cuandoAristide fue virtualmente secuestrado yenviado al exilio por Washington, conla colaboración del gobierno galo,Haití quedó bajo la ocupación militarde Estados Unidos y Francia. La nuevaalianza de facto aplicó a la antigua"perla de las Antillas" la fórmula que lasnaciones poderosas vienen recetandoa los llamados Estados canallas, paísesfuera de la ley o fracasados: la llama-da injerencia humanitaria.

Según el secretario de Estado, ColinPowell, el ex presidente Aristide enca-bezaba "un gobierno fracasado" y elpaís "estaba a punto de colapsar enuna total anarquía".20 Igual argumentoutilizó el embajador francés en México,Philippe Faure: "Haití se estaba hundien-do en el caos" y la situación "corría elriesgo de desestabilizar al conjunto dela región". Francia intervino "para res-ponder a un deterioro muy grave oca-sionado por Aristide y no por la volun-tad de injerencia en un Estado sobera-no", argumento el diplomático .21

En ambos casos se trata de cínicosrecursos retóricas. De acuerdo conNoam Chomsky, citado más arriba,como muchas otras expresiones deldiscurso político, el término E s t a d ocanalla (rogue state) tiene dos usos:"un uso propagandístico, aplicado adeterminados enemigos, y un uso lite-ral que se aplica a los Estados que no

se consideran obligados a actuar deacuerdo con las normas intemaciona-les".22 Como ya vimos, la idea remite alimperio de la fuerza, ejercido por laspotencias en los asuntos mundiales.Por distintas razones, los gobiernos deWashington y París se abrogaron ladecisión de decidir quién sí y quién notiene derecho a gobernar Haití. Comoantes en Kosovo o en el centro deAfrica. 23

El gendarme del orden mundial(Estados Unidos) y su nuevo sociomenor, actuaron en Haití de maneraunilateral. Horas después, buscaron unacoartada legal del Consejo deSeguridad de la ONU 'La re s o l u c i ó n1529, del 29 de febrero de 2004, autori-zó la instauración de una fuerza multi-nacional interina con el objeto de res-taurar el orden. La fuerza intervencionis-ta está integrada por dos mil marinasestadunidenses y 800 legionarios fran-ceses, además de 134 militares chilenosy 450 de Canadá. Las tropas extranjerasestán comandadas por el coronel MarkGurganus, del Pentágono,

Uno de los objetivos geoestratégi-cos del golpe patrocinado porWashington, es crear en Haití un nuevoCentro Operativo de Avanzada (FOL,por sus siglas en inglés), complementa-rio de las bases militares emplazadaspor el Pentágono en Aruba y Curazao,Comalapa (El Salvador) y Manta(Ecuador). La instalación de otra basepara la Fuerza Aérea Expedicionariade Estados Unidos en la Cuenca delCaribe, con su componente de plata-f o rma portátil de inteligencia, enconexión con el Centro Espacial deGuerra ubicado en la Base de laFuerza Aérea Schiever, en ColoradoSpring (EU), tiene como pro p ó s i t oinmediato ejercer mayor presión políti-ca y militar sobre Cuba y Venezuela.24

25

La medida fue auspiciada por laultraconservadora Fundación Herita-ge, un think tank (tanque pensante)con gran influencia en el PartidoRepublicano, que recomendó fortale-cer el papel del Comando Sur delEjército de Estados Unidos en el MarCaribe, ante la presunta amenaza"terrorista" representada por Cuba yVenezuela.25 Pero al igual que ocurrecon el Plan Colombia/IniciativaAndina en América del Sur, la base FOLde Haití, servirá no sólo como rampade lanzamiento de una eventual agre-sión militar contra Cuba y Venezuela,sino como garante de la "seguridadnacional" de Washington en el golfode México, rico en petróleo y gas natu-ral, incluidos los llamados Hoyos deDona cuya jurisdicción disputanEstados Unidos, México y Cuba. Segúni n v e s t i g a d o res de la UniversidadNacional Autónoma de México(UNAM), las reservas de hidrocarburosdel golfo de México se calculan en 100mil millones de barriles, con lo que seconvertiría en el segundo reservorio decrudo más importante del mundo, des-pués de las existencias ubicadas en elgolfo Pérsico.

Aunque pone el acento en Cuba yVenezuela como agentes "provocado-res" en el hemisferio, en su informe a la

Casa Blanca, la Fundación Heritagemenciona también la existencia de"redes terroristas" en América Latina yrecomienda a la administración Bush“revitalizar” al Pentágono en su "flancosur", con el fin de que coopere en"operaciones militares" en el áre a .Asimismo, propone "revitalizar" elTratado Interamericano de AsistenciaRecíproca (TIAR, 1947), viejo instrumen-to intervencionista de EU de la épocade la guerra fría.26

Por vía paralela, la asonada pala-ciega en Puerto Príncipe, con el objeti-vo de crear una base militar deEstados Unidos en la isla, a lo que sesumará en breve la restauración delEjército local (disuelto por Aristide en1994) o la creación de una fuerzapública controlada y subordinada alos intereses de Washington, está direc-tamente relacionada con la ofensivapolítico-diplomática lanzada por laCasa Blanca a nivel regional, contraVenezuela, Cuba, Argentina y Brasil, acomienzos de enero.

Si las escaramuzas contra Argen-tina y Brasil en vísperas de la Cumbrede las Américas (Monterrey, México, 12y 13 de enero de 2004), tuvo comoobjetivo debilitar a los gobiernos deNéstor Kirchner y Ignacio Lula da Silva,

que venían impulsando unnuevo realineamiento re g i o-nal con independencia deWashington, el eje central delas presiones estadunidensesfue evitar apoyos latinoameri-canos a Cuba y Venezuela,con el fin de aislarlos, mientrasse incrementaban los proce-sos de desestabilización y lasoperaciones encubiertas con-tra los gobiernos de LaHabana y Caracas.

26

En fila, funcionarios de alto niveladscritos al Departamento de Estado yal gabinete de Seguridad Nacional(Adam Ereli, Roger Noriega, OttoReich, Condolezza Rice y hasta el pro-pio Colin Powell) lanzaron una campa-ña de intoxicación pro p a g a n d í s t i c aque tuvo como guión principal ladenuncia sobre la existencia de unap resunta "alianza" Cuba-Ve n e z u e l a ,que estaría "cultivando" un sentimientoantiestadunidense en la región con elfin de "desestabilizar" a América Latina.

En ese marco, el esquema aplica-do en Haití tiene ciertos elementos desemejanza con el plan de desestabili-zación instrumentado por la adminis-tración Bush contra Venezuela y Cuba.En particular, los esfuerzos por articularuna fuerza interna contra en ambospaíses. Por lo que la asonada en Haitíbien pudo ser el ensayo general pre-paratorio para una nueva aventuraintervencionista en alguno de esos paí-ses. En el guión haitiano, Washingtonpatrocinó al Grupo de los 184, contro-lado por empresarios y sectores deultraderecha, que a finales de 2003declaró que Aristide estaba "fuera dela ley" (la teoría del Estado canalla orégimen forajido), mientras que porotro carril armaba a los grupos parami-l i t a res de las pasadas dictaduras(Duvalier, Cedrás, etcétera), que ini-ciaron la ofensiva final con la toma dela ciudad de Gonaives, el 5 de febrero.

La "desestabilización democrática"de la elite haitiana reunida en el G-184,financiado por el ultradere c h i s t aInstituto Republicano Intern a c i o n a l(IRI), con fondos suministrados por laFundación Nacional para la Demo-cracia (NED), brazo civil (no formal) dela Agencia Central de Inteligencia(CIA), con una larga historia de deses-tabilizaciones en América Latina yEuropa, se combinó con la ofensiva

violenta lanzada desde RepúblicaDominicana por los paramilitares deGuy Philippe2 7 y Louis JodelC l a m b l a i n ,2 8 a quienes pocos díasantes el secretario Powell había califi-cado como un par de "rufianes".Philippe y Chamblain volvieron del exi-lio para apoyar al llamado "ejércitocaníbal" de Butter Métayer, compuestopor ex tonton macoutes (la ex guardiapretoriana de la familia Duvalier), quecontrolaba la estratégica ciudad deGonaives.

El esquema de una "oposición legí-tima" y "democrática", que se movilizófrente al "dictador" Aristide, cabeza deun "régimen fracasado" y "fuera de laley", es el mismo que Washington vieneaplicando en Venezuela en contra el"dictador" Hugo Chávez, a través de lallamada Coordinadora Democrática.Como en Haití, con la intención degenerar una situación de caos y anar-quía, la "oposición democrática" vene-zolana, protagonista de un golpe deEstado fracasado y de una huelgapatronal insurreccionar, también falli-da, en 2002, viene combinando susmovilizaciones callejeras con accionestípicas de una guerrilla urbana. Laoposición y sus grupos de accióndirecta también son patrocinados yfinanciados por la NED, con fondos delos contribuyentes estadunidenses, ycuenta con los auspicios del magnatevenezolano de los medios de comuni-cación, Gustavo Cisneros, cuyas em-presas radiales y televisivas están alfrente de la campaña de propagandanegra enderezada contra el gobiernochavista.

La creación de un clima de ingo-b e rnabilidad, mediante accionescallejeras que incitan a una respuestaviolenta de la fuerza pública venezola-na, busca fijar en la opinión pública la

27

imagen de otro Estado forajido o fuerade la ley, susceptible, por tanto, de sersancionado por la comunidad interna-cional (OEA) y los organismos financie-ros multinacionales al servicio deWashington (BM, FMI, BID), como cami-no previo a la intervención de unafuerza militar regional "pacificadora".Igual que en Haití.

En ese contexto, conviene tomar encuenta la opinión de Jeffrey Sachs, unobservador insospechado, profesor delas universidades de Columbia yHarvard, que militó en las filas del pen -samiento único de signo neoliberal yhoy asesora al secretario general de laONU, Kofi Annan. Según Sachs, el "caos"en Haití fue creado por Washington "demanera, deliberada, cínica y resuelta".Denunció que como parte de la trama,desde 2001 el Banco Mundial, el FondoMonetario Internacional y el BancoInteramericano de Desarrollo suspendie-

ron la ayuda que canalizaban a Haití.29

Cabe acotar que en los casos de Haití yVenezuela, las campañas de desestabi-lización de Washington están dirigidascontra mandatarios elegidos democrá-ticamente en elecciones libres.

A comienzos de febrero, Noriega yReich fueron acusados por el Consejode Asuntos Hemisféricos (Coha), unaONG con sede en Washington, de ges-tar "un golpe de Estado disfrazado"contra Aristide.30 Después del desenla-ce putchista se supo que hubo unaparticipación activa de mercenariosde DynCorp, una empresa privada delárea de la seguridad, sub-contratadapor el Pentágono en varias partes delmundo y que funciona como fachadade las operaciones encubiertas de laCIA y la DIA.

Por otra lado, existen indicios deque parte del moderno armamentoutilizado por el ejército paramilitar gol-pista fue introducido a Haití a través dela frontera dominicana, bajo cobertu-ra de la Fundación Nacional CubanoAmericana (FNCA), con sede enMiami.31 En Venezuela, son públicos losnexos de la FNCA con el GrupoCisneros, así como el apoyo financieroque la mafia terrorista de la Floridabrindó al golpe de abril de 2002 contraHugo Chávez.

12. Cronología postgolpe cambiante.

El 18 de marzo, Boniface Alexandrejuró por segunda vez como presidente

interino de Haití, luego dehaberlo hecho el pasado 29de febrero frente a los emba-j a d o res de Estados Unidos,James Foley, y de Francia,Thierry Buckard, tras la partidade Aristide al exilio. Alexandre,quien deberá convocar aelecciones en un plazo de 45a 90 días, dijo que buscarác o n f o rmar un "gobierno dereconciliación nacional".

Dos días después, un denomi-nado Consejo de Sabios apa-drinado por Wa s h i n g t o n

28

designó como nuevo primer ministro aGerard Latortue, un tecnócrata de 69años que vivió dos decenios fuera deHaití y es propietario de un canal detelevisión en Miami. Latortue, ex canci-ller haitiano y ex funcionario delPrograma de Naciones Unidas para elDesarrollo (PNUD), señaló que la disolu-ción del ejército en 1994 fue "anticonsti-tucional" y ya planea su restauración.

El 14 de marzo, Aristide abandonóBangui, capital de la República CentroAfricana, en donde había sido forzadoa confinarse, y se dirigió a Jamaica.P reviamente había denunciado la"ocupación" de Haití, se reivindicó pre-sidente constitucional "elegido demo-cráticamente" y llamó a sus antiguoscorreligionarios de la Familia Lavalás amantener la "resistencia pacífica".Aristide fue invitado a Jamaica por elpremier local, Percival Patterson, quienademás preside la Comunidad deNaciones del Caribe (Caricom). La ini-ciativa jamaiquina provocó la preocu-pación de Washington, que calificó elviaje como una "muy mala idea".Condoleezza Rice dijo que su país ve"con malos ojos el regreso de Aristide a

la región" y el secretario de EstadoPowell expresó que sólo aceptaría lavisita si tuviera carácter temporal y pri-vada. A su vez, el premier Latortureordenó el regreso al país del embaja-dor asignado a Kingston y congeló larelación bilateral con Jamaica.Percival Patterson sigue considerandoa Aristide como presidente legítimo,posición que es apoyada por HugoChávez, quien ofreció refugio enVenezuela al ex mandatario.

El destino de Haití es incierto. Segúnel investigador canadiense MichelChossudovsky, el embajador deEstados Unidos en Puerto Príncipe,James Foley, fue el operador golpistaen el terreno. Foley, quien jugó unpapel clave en la guerra de Kosovo,manejó la "reconversión" de los para-m i l i t a res asesinos del Ejército deLiberación de Kosovo (ELK, auspicia-dos y financiados por la CIA), en unao rganización política "re s p e t a b l e " ,dentro de la actual narcodemocraciade facto bajo protección de laOTAN.32 El modelo que se intentaráaplicar ahora en Haití.

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NOTAS

1 Arturo Valenzuela, "Haití: Inseguridady diplomacia". Diario El Universal,México, 17 de marzo de 2004.

2 Carlos Fazio, "Globalización es elnombre del juego (ó en busca de lasoberanía perdida)'. Revista delSenado de la República, LV ILegislatura. México, 1998.

3 Ibid.

4 Declaración de Madeleine Albrightrecogida por la Agencia Francesa dePrensa (AFP), el 10 de julio de 1993 ycitada por el autor en "Globalizaciónes el nombre del juego (ó en busca dela soberanía perdida)".

5 Michael Hardt y Antonio Negri,Imperio. Editorial Paidós, Barc e l o n a2002.

6 Ver Carlos Fazio, "Acerca del imperia-lismo", La Jornada, 16.XII.2002; "¿Unimperio descentrado?", La J o rn a d a ,30.XII.2002; "¿Imperialismo de veci-nos?", La Jornada, 13.I.2003, y" N e o m e rcantilismo corporativo", L aJornada, 27.I.2003.

7 Noam Chomsky, Estados canallas. Elimperio de la fuerza en los asuntosmundiales. Editorial Paidós, Barcelona,2001.

8 Ibid.

9 Carlos Fazio, “La mentira del pentá-gono como arma de guerra”. L aJornada, 30.IX.2001.

10 Carlos Fazio, "Guerra imperial ydesinformación". Una primera versiónde este texto apareció publicado enLa Jornada, 3.111.2003.

11 Como vimos en el parágrafo ante-rior, previo a la invasión de Afganistán,

un oficial del Ejército de Estados Unidosreveló a The Washington Post que en la"guerra informativa de gran intensi-dad" en curso se iba a "mentir" a laprensa. Que se impondrían "nuevos yestrictos límites" a la información. Esdecir, a la libre expresión. Se denunciótambién una creciente campaña para"asegurar" la "lealtad" de los periodistasen la cruzada belicista de Bush contrael régimen talibán.

12 Una primera versión de este subte-ma, fue publicada en La Jorn a d a ,bajo el título "Los plomeros de la guerrasucia en Centroamérica apuntanhacia Cuba", el 16 de abril de 2003.

13 H. S k l a r, Washington´s War enNicaragua, South End Press, Boston,1988.

14 Steven Emerson, Guerreros secretos.Las operaciones clandestinas de la EraReagan por dentro. G.P. P u t n a m ' sSons, New York, 1988.

15 Gregorio Selser, "Negroponte, el pro-cónsul". La Jornada, enero de 1989.

16 El Nuevo Herald, "Un grupo del exiliotiene contactos con los opositores aChávez". Miami, 9.IV.2003.

17 El Nuevo Herald, "Antichavistas bus-can apoyo en el exilio cubano", Miami,22.X.2002.

1 8 La República, " F o rm a l i z a ron enMiami una alianza contra Chávez,Fidel y Lula da Silva", Montevideo,23.X.2002.

19 Lilliam Oviedo, "La ultraderecha enlas suyas". El Nacional, C a r a c a s ,5.V.2002.

20 José Carreño, "Culpa EU a Aristidedel caos en Haití". Diario El Universal,México, 11.III.2004.

30

21 Philippe Faure, "juntos por Haití".Artículo firmado, publicado en el diarioReforma, México, 11.III.2004.

22 Noam Chomsky, Estados canallas. Elimperio de la fuerza en los asuntosmundiales. Ediciones Paidós Ibérica,Barcelona, 2002.

23 Francia se opuso a la intervenciónestadunidense en Irak, pero habíaintervenido sin mandato de la ONU enRuanda y Kosovo.

24 Carlos Fazio, "La vendetta d eWashington". La Jornada, 8.III.2004.

25 Frank Martin, "La ultraconservadoraFundación Heritage dice queLatinoamérica es un peligro terrorista yp ropone más intervención militar".World Data Service, 3.III.2004.

26 Ibid.

27 Guy Pbilippe, de 36 años, es un excomisario de policía, mesiánico, sim-patizante del general Raúl Cedrás, elmilitar golpista que derrocó a Aristideen 1991. Entre 1992 y 1993, Philippevivió en la ciudad de Puebla, México,donde salió goleador del equipo Haití,que jugó un mundialito de la escuelade Medicina de la Universidad local.Luego de un tiempo en Miami, Florida,fue adiestrado en la escuela militar deEcuador. Cuando Aristide regresó algobierno y disolvió al ejército, Philippeingresó a la nueva Policía Nacional,como comandante en Cabo Haitiano.P e ro en 2001 huyó a RepúblicaDominicana acusado numerosas viola-ciones a los derechos humanos, deestar vinculado al narcotráfico y pro-mover un nuevo golpe de Estado. Enlos meses previos a la asonada defebrero de 2004, encabezó a las ban-das rebeldes de las "Fuerzas Armadasdel Norte", como las llamó en la ante-sala del golpe el secretario de Estado

Powell, en lo que fue un tácito guiñopara acelerar el desenlace. El primerode marzo, ya con Aristide en Africa yamparado por las fuerzas especialesde Estados Unidos, Guy Phiiippe hizo suentrada triunfal a Puerto Príncipe,donde fue aclamado como "héroe" y"salvador de la patria" por una multitudenardecida. Un día después, ante elvacío de poder y en una clara demos-tración de fuerza, se autopro c l a m ójefe militar de Haití. Fuentes enWashington lo ubican en la nómina dela CIA. Luego aceptó subordinarse alnuevo gobierno de facto.

28 Louis Jodel Chamblain, identificadocomo "la bestia negra" que echó aAristide del gobierno, fue el jefe delFrente para el Avance y Progreso deHaití (FRAPH), los antiguos escuadronesde la muerte del ex dictador Cedrás(1991-1994), que hicieron del asesinatoy la tortura un arma de poder y repre-sión.

29 Jeff rey Sachs, "Las mentiras deWashington". Diario Reforma, México,27.II.2004.

30 Blanche Petrich, "Washington gestagolpe encubierto contra PuertoPríncipe, acusa ONG". La Jorn a d a ,15.II.2004.

31 Rosa Miriam Elizalde y MaritzaBarranco, "Existen todas las condicio-nes en Haití para que se produzca unaguerra de larga duración". Cubade-bate, 28.II.2004.

32 Michel Chossudovsky, "La desestabi-lización en Haití. Golpe de Estado conpatrocinio de EU" Perfil de La Jornada.6.III.2004.

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