D. donde esta_el_fallo

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¿Dónde está el fallo? El amor y las buenas intenciones no evitan que a veces nos equivoquemos al educar a los hijos. Los errores pueden ayudar si encontramos el modo de convertirlos en aciertos. EL ERROR: NO PONERLE LÍMITES “Mi hija Lorena (30 meses) tiene mucho genio y si no le dejo hacer algo se coge una rabieta. Sé que debería decirle ‘no’ más a menudo, pero no quiero pasarme el día discutiendo.” María. A veces, nuestro afán por no herir los sentimientos de nuestro hijo, la falta de tiempo o el deseo de evitarle los momentos tristes nos hacen olvidar que para ser feliz, aparte de nuestro cariño, necesita los ‘noes’. Un niño sin limitaciones se convierte en un adulto inseguro y sin autoestima. En cambio, los límites le dan seguridad y le hacen sentir que nos importa, que velamos por él y que le frenamos cuando él no sabe hacerlo (aún debe aprender el autocontrol). ASÍ ACERTARÁS: - No claudiques ante sus rabietas. Si algo no te gusta, házselo saber, y si se enfada y llora, permítele desahogarse, pero sin dar tu brazo a torcer. Si realmente se comporta mal, llévale aparte unos minutos o retírale algún privilegio. - No pretendas ser su amigo. Él te necesita como madre o como padre. Esto implica prohibiciones que le disgustarán, pero que en el fondo te agradecerá: los niños quieren que sus padres no esquiven los conflictos y se involucren. - No lo razones todo. Ni tampoco apeles demasiado a su razonamiento (¿no lo entiendes?). En general es bueno explicarle el porqué de las normas (le resultará más fácil hacerte caso), pero también habrá situaciones en las que deberá obedecer sin más. EL ERROR: SOBREPROTEGERLE “Laura, mi hija pequeña (2 años), se empeña en intentar vestirse sola, pero no le dejo porque tarda siglos y, además, como casi nunca lo logra hacer bien,se pone de mal humor.” Begoña. Como padres queremos que nuestro hijo sea feliz e intentamos ahorrarle frustraciones y allanarle el camino. Pero así no le damos la oportunidad de intentar cosas... y de equivocarse. La vida tiene altibajos y debe vivirlos (y cometer errores) para adquirir experiencia. La sobreprotección crea niños inmaduros y ansiosos, que no conocen la frustración y no saben manejar este sentimiento. Tu hijo crecerá mejor y tendrá mayor autoestima si le otorgas autonomía. ASÍ ACERTARÁS: - Espera antes de ayudarle. Piensa si de verdad necesita tu ayuda o puede hacerlo por sí solo, aunque le cueste. Si le dejas intentarlo y lo logra, aumentará su autoestima. Así, además, mejoran los problemas del sueño: si durante el día el niño supera momentos difíciles, también lo hará por la noche. - Acepta su independencia. A todos nos gusta sentirnos útiles, a los niños también. Puede que sigas viendo a tu hijo como tu pequeñín indefenso. Reflexiona un momento si te resistes a darle más autonomía: si es así y te das cuenta, podrás optar por otra actitud. - Habla con tu pareja. Normalmente hay un miembro de la pareja que da más autonomía al niño o tiene distinta percepción del peligro (suele ser papá). Hablad del tema: la visión de uno servirá como empujón al otro. EL ERROR: PERDER LOS ESTRIBOS “Hace poco me enfadé tanto con mi hijo Alberto que empecé a gritarle sin parar y terminé asustándole. Después me sentía fatal conmigo misma.” Carlota. Nos pasa a todos: los niños despliegan mucha energía y son agotadores, por lo que es imposible que mantengamos siemprela calma. Pero conviene aprender de las veces en que perdemos los estribos, para que ocurra sólo en contadas ocasiones. Debemos enseñar a

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  1. 1. Dnde est el fallo? El amor y las buenas intenciones no evitan que a veces nos equivoquemos al educar a los hijos. Los errores pueden ayudar si encontramos el modo de convertirlos en aciertos. EL ERROR: NO PONERLE LMITES Mi hija Lorena (30 meses) tiene mucho genio y si no le dejo hacer algo se coge una rabieta. S que debera decirle no ms a menudo, pero no quiero pasarme el da discutiendo. Mara. A veces, nuestro afn por no herir los sentimientos de nuestro hijo, la falta de tiempo o el deseo de evitarle los momentos tristes nos hacen olvidar que para ser feliz, aparte de nuestro cario, necesita los noes. Un nio sin limitaciones se convierte en un adulto inseguro y sin autoestima. En cambio, los lmites le dan seguridad y le hacen sentir que nos importa, que velamos por l y que le frenamos cuando l no sabe hacerlo (an debe aprender el autocontrol). AS ACERTARS: - No claudiques ante sus rabietas. Si algo no te gusta, hzselo saber, y si se enfada y llora, permtele desahogarse, pero sin dar tu brazo a torcer. Si realmente se comporta mal, llvale aparte unos minutos o retrale algn privilegio. - No pretendas ser su amigo. l te necesita como madre o como padre. Esto implica prohibiciones que le disgustarn, pero que en el fondo te agradecer: los nios quieren que sus padres no esquiven los conflictos y se involucren. - No lo razones todo. Ni tampoco apeles demasiado a su razonamiento (no lo entiendes?). En general es bueno explicarle el porqu de las normas (le resultar ms fcil hacerte caso), pero tambin habr situaciones en las que deber obedecer sin ms. EL ERROR: SOBREPROTEGERLE Laura, mi hija pequea (2 aos), se empea en intentar vestirse sola, pero no le dejo porque tarda siglos y, adems, como casi nunca lo logra hacer bien,se pone de mal humor. Begoa. Como padres queremos que nuestro hijo sea feliz e intentamos ahorrarle frustraciones y allanarle el camino. Pero as no le damos la oportunidad de intentar cosas... y de equivocarse. La vida tiene altibajos y debe vivirlos (y cometer errores) para adquirir experiencia. La sobreproteccin crea nios inmaduros y ansiosos, que no conocen la frustracin y no saben manejar este sentimiento. Tu hijo crecer mejor y tendr mayor autoestima si le otorgas autonoma. AS ACERTARS: - Espera antes de ayudarle. Piensa si de verdad necesita tu ayuda o puede hacerlo por s solo, aunque le cueste. Si le dejas intentarlo y lo logra, aumentar su autoestima. As, adems, mejoran los problemas del sueo: si durante el da el nio supera momentos difciles, tambin lo har por la noche. - Acepta su independencia. A todos nos gusta sentirnos tiles, a los nios tambin. Puede que sigas viendo a tu hijo como tu pequen indefenso. Reflexiona un momento si te resistes a darle ms autonoma: si es as y te das cuenta, podrs optar por otra actitud. - Habla con tu pareja. Normalmente hay un miembro de la pareja que da ms autonoma al nio o tiene distinta percepcin del peligro (suele ser pap). Hablad del tema: la visin de uno servir como empujn al otro. EL ERROR: PERDER LOS ESTRIBOS Hace poco me enfad tanto con mi hijo Alberto que empec a gritarle sin parar y termin asustndole. Despus me senta fatal conmigo misma. Carlota. Nos pasa a todos: los nios despliegan mucha energa y son agotadores, por lo que es imposible que mantengamos siemprela calma. Pero conviene aprender de las veces en que perdemos los estribos, para que ocurra slo en contadas ocasiones. Debemos ensear a nuestro hijo a lidiar con situaciones difciles y mantener el autocontrol. Si no, el mundo se torna imprevisible y aterrador para l. Y esto se consigue dndole ejemplo. AS ACERTARS: - Analiza qu te hace estallar. Quiz vayas acumulando enfados hasta que explotas; si es as, corrige al nio a tiempo. O quizs se deba a que tienes demasiado trabajo, a que hay tensiones de pareja... Busca remedios que no afecten a tu hijo. - Reconoce las seales de la tormenta. Hay signos que te avisan de que vas a perder los estribos: alterarte a la mnima, verlo todo negro Si aparecen, acta cuanto antes: pide ayuda, organiza una escapada con tu pareja... - Habla con tu hijo tras el altercado. Lo siento es una frase muy til en el vocabulario de cualquier padre. Y cuando la utilizas con tu hijo, le enseas que los adultos tambin se equivocan y que rectificar es de sabios.
  2. 2. EL ERROR: CRITICARLE DEMASIADO Mi hijo Sergio (5 aos) es muy movido y est todo el da haciendo tonteras. Yo siempre le digo que tiene que ser menos payaso, pero mi marido piensa que soy demasiado dura con l. Esther. El nio forma su autoconcepto tomando como base lo que le decimos. Si le criticamos mucho, terminar pensando mal de s mismo y se volver inseguro; temer aprender cosas nuevas y su desarrollo se resentir. Adems, las buenas conductas se fomentan ms elogiando las correctas que criticando las incorrectas. Pero tampoco conviene irse al extremo contrario y decirle que todo lo hace bien. Hay que dosificar los elogios para que sean realmente eficaces. AS ACERTARS: - Evita criticarle si acta sin mala idea. Generalmente, los nios actan movidos por su afn innato por explorar. As, la trastada de un beb cuando se quita el paal y embadurna la pared refleja falta de madurez, ms que un deseo de hacer algo malo. - Critica su conducta, no a l mismo. Es mejor decir pegar no est bien en vez de no haces ms que pegar, qu malo eres. As siente que le quieres, que te gusta cmo es y que lo que no apruebas es lo que ha hecho. - No le elogies por todo. Hacerlo le lleva a depender de la aprobacin externa. El nio est motivado para intentar cosas por s solo. Si las logra, se siente orgulloso y compartir con l esta vivencia es el mejor elogio. Para encontrar el equilibrio, aplica esta regla: una crtica por tres elogios. EL ERROR: NO CONSIDERAR SU EDAD El otro da estuvimos en el parque y mi hija Sofa (18 meses) no quiso dejarle el cubo a otra nia. Me enfad con ella, porque no quiero que sea egosta. Carlos. A un nio menor de 2 aos no se le puede pedir que comparta sus juguetes (todava no conoce el sentido del yo) ni que est sentado quieto en la consulta del mdico (est en la edad de querer explorar y tocar). Pero a un nio de 5 aos, s se le pueden pedir estas cosas. Adaptar las exigencias a su nivel madurativo evita muchos sinsabores. El nio tiene su ritmo de crecimiento y madurez y los padres tienen que respetarlo. AS ACERTARS: - Obsrvale. Y reflexiona sobre lo que es capaz de dar y hacer segn su edad y su carcter. Si tienes dudas, consulta con tu pareja, con otros padres o en libros. - Respeta sus retrocesos. Casi todos los nios sufren alguna regresin en cosas que ya tenan superadas debido a tensiones (como la llegada de un hermanito) o a la adquisicin de un aprendizaje. Si tu hijo vuelve a hacerse pis cuando ya controlaba los esfnteres, acepta la situacin y exgele menos temporalmente. - Evita ser demasiado condescendiente. Retrocesos aparte, su autonoma aumentar con el tiempo. Es bueno que tus expectativas sobre sus avances (usar el vter, comer con cuchara...) vayan siendo mayores cada vez. EL ERROR: NO PRESTAR ATENCIN A SUS SENTIMIENTOS La otra noche mi hija me dijo que su amiga Silvia no quera jugar con ella.Yo le expliqu que no pasaba nada, que haba ms nias en su clase. Pero no consegu animarla. Pedro. Muchas veces nuestra reaccin cuando el nio nos cuenta un problema es quitarle importancia, pensando que as lo olvidar. Pero no percibimos que lo que necesita es que lo comprendamos. Si rechazamos lo que siente le trasmitimos que no es importante y le impedimos conocerse mejor a s mismo. AS ACERTARS: - Haz que se sienta comprendido. Mi hermanito es un llorn, dice Mara, de 3 aos. Su mam la abraza y responde: S que preferiras que estuviera contigo. Lo entiendo, los bebs requieren mucho tiempo. Eso es lo que Mara necesita ahora que tiene celos. - Une comprensin y firmeza. Si tu hijo no quiere irse a la cama, puedes decirle: Entiendo que te ests divirtiendo, pero es tu hora de acostarte. As demuestras que le comprendes pero que eres firme con las normas. - Resuelve el problema de base. Piensa en las razones del mal comportamiento de tu hijo y dedcale un rato en exclusiva, repitindole cunto le quieres... Su actitud ir cambiando. EL ERROR: CASTIGARLE MUCHO Ya no s qu hacer con Natalia (4 aos). Se pasa el da haciendo trastadas y al final est todo el da castigada. Pero de ninguna manera consigo que cambie de actitud. Gracia. Cuando castigamos a nuestro hijo por alguna conducta que desaprobamos, estamos prestando atencin a su comportamiento negativo. Y aunque no sea agradable, no deja de ser atencin, algo que los nios valoran mucho y reclaman continuamente de sus padres. Por eso a veces los castigos continuos hacen perdurar la conducta incorrecta en el nio, que se siente el centro de atencin.
  3. 3. AS ACERTARS: - Muestra que desapruebas su accin. Ante todo, tu hijo quiere tu amor. Tu cara de desaprobacin y tu tono serio ya son razones para dejar la mala conducta. - Apela a su empata. Cmo te sentiras t si l te pegara a ti?. Este modo de corregir es ms educativo que un castigo. - Reconoce sus buenos actos. Prueba a decir: Qu bien has ordenado el cuarto!. A veces un simple graciases muy efectivo. - Limita los castigos. Castgale cuando ningn aviso surta efecto. Aplica la pausa obligada (unos minutos al pasillo), la silla de pensar o la retirada de un privilegio inmediatamente despus de la trastada. EL ERROR: SOBORNARLE Mi hija Alejandra siempre ha sido mala comedora y conseguir que termine su plato es todo un triunfo. Slo lo logro algunas veces, cuando le prometo que si lo acaba tendr un helado de postre. Todos hemos recurrido alguna vez a este tipo de promesas, pero con ellas enseamos al nio que cada colaboracin merece una recompensa, cuando en realidad es su obligacin portarse bien. Esto no fomenta la responsabilidad ni la convivencia en la familia, un espacio donde la obediencia y las obligaciones no pueden estar sujetas a la ley de la reciprocidad. AS ACERTARS: - S explcita. Di lo que quieres sin rodeos: Cario, ven enseguida, tengo prisa. Si le cuesta pasar de una actividad a otra, avsale con antelacin (en 15 minutos nos vamos) y recurdaselo a los 5 minutos. No se sentir presionado y le costar menos obedecer. - Ten presente que quiere agradarte. Confa en esta motivacin interna de tu hijo y vers cmo los sobornos no son necesarios. Es cuestin de no acostumbrarle a ello. - No te agobies. El lgico que alguna vez recurras a un soborno, y ms en una situacin embarazosa. No se convertir en una costumbre si le explicas que fue una ocasin especial. Los nios aceptan bien los acuerdos e incluso cierto grado de incoherencia. EL ERROR: DARLE MENSAJES CONFUSOS Siempre que nuestro hijo deja los juguetes tirados por el suelo, mi marido recurre a la irona: Hombre, qu bien, tenemos una juguetera en casa!. Lo hace para demostrarle que no le gusta, pero yo creo que el nio as no lo entiende. Mercedes. A veces, cuando nos dirigimos a nuestro hijo, nuestra cara y nuestro tono de voz reflejan una cosa y nuestras palabras otra distinta.El problema es que el nio an no entiende la irona, pero como es muy sensible, percibe nuestras emociones y sabe que algo no cuadra. Si estos mensajes son frecuentes, empezar a dudar de lo que siente. AS ACERTARS: - S honesta. Cario, esto no me gusta nada. Ven, lo recogemos. El nio entiende la situacin: cuando vuelves del trabajo no te gusta ver el saln desorganizado. - Explcale las cosas. No le digas que no pasa nada cuando ests nerviosa por algo. Es ms til explicrselo:S, estoy nerviosa pero no tiene nada que ver contigo, cielo. Incluso en caso de enfermedad, divorcio... es mejor admitir el problema. - Analiza tus mensajes. A veces recurrimos a la irona cuando una faceta del nio nos decepciona. l se siente mal: nota que t lo desapruebas, pero no entiende por qu. Deja que tu pareja se ocupe de las tareas en las que est implicada esa faceta que no te gusta. EL ERROR: CUESTIONAR LAS NORMAS Cuando vamos al parque, mi mujer no deja que nuestro hijo se suba al tobogn ms alto. A m me fastidia que sea tan miedosa, y siempre discutimos por este tema delante del nio. Ricardo. No es necesario ocultar al nio que pap y mam tienen distintas opiniones de vez en cuando: as aprende que las diferencias se solucionan. Pero discutir delante de l sobre las directrices educativas le confunde y merma su seguridad. Es bueno que cada progenitor se relacione de un modo distinto con su hijo, siempre que mantengan la coherencia. AS ACERTARS: - Hablad sobre las normas en privado. Cuando estis solos, fijad directrices en cuanto a la hora de dormir, las comidas, su seguridad y los posibles castigos. - No desautorices a tu pareja. Si no ests de acuerdo en algo, no le desacredites delante del nio: le causara una mala sensacin, ya que para l sois sus hroes. - Admite que cada uno tiene un modo distinto de relacionarse con el nio. Y es positivo, ya que le ayuda a vivir experiencias distintas. Adems, es imposible e innecesario buscar una uniformidad en todo. Y no es un problema mientras coincidis en los temas principales y seis coherentes con las normas.