Curso de Capacitación Profesional
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INSTITUTO SUPERIOR DE LETRAS EDUARDO MALLEA (A-1369)
Incorporado a la Enseñanza Oficial
Curso de Capacitación Profesional
PROYECTO DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA MALLEA
CURSO:
Redacción corporativa e institucional
Segundo mes
® EDICIONES MALLEA
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
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GUÍA DE ÍCONOS
ÍCONO
DESCRIPCIÓN Y USO
INTRODUCCIÓN Y ORIENTACIÓN PARA EL ESTUDIO
OBJETIVOS DEL CURSO
EJES TEMÁTICOS DE LAS CLASES
RECUPERANDO LAS IDEAS PREVIAS
ESTUDIO DE LOS CONTENIDOS
CONSIGNAS
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
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ACTIVIDADES
RECOMENDACIONES
PARA SINTETIZAR
TUTORÍAS
PARA TENER EN CUENTA
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍA
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EJES TEMÁTICOS DE LAS CLASES
Segundo mes
Clase N.º V El receptor de los mensajes institucionales
Redacción: Adecuación del texto a la situación comunicativa: el
registro. Características del código escrito. El protocolo empresa-rial. Netiqueta.
Normativa: El gerundio.
Clase N.º VI Técnicas discursivas I
Redacción: Narrar y Describir
Normativa: Queísmo y dequeísmo.
TRABAJO PRÁCTICO N.º 1 (48)
Clase N.º VII Técnicas discursivas II
Redacción: Explicar y Argumentar
Normativa: Los signos de puntuación: uso de los dos puntos y las
comillas.
TRABAJO PRÁCTICO N.º 2 (69)
Clase N.º VIII Superestructuras textuales I
Redacción: El informe: parte I y II.
Normativa: Los signos de puntuación: uso de puntos suspensi-
vos, corchetes, paréntesis, guion, raya.
TRABAJO PRÁCTICO N.º 3 (90)
Anexo I: Modelo de Informe
Bibliografía
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QUINTA CLASE (QUINTA SEMANA)
El receptor de los mensajes
institucionales
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CLASE N.º V
Adecuación del texto a la situación
comunicativa: el registro
En esta clase usted podrá corroborar cuáles son las competencias (o códigos que se activan) cuan-
do un escritor decide escribir sobre un tema.
Todo escritor en una actitud previa a la redacción
debe imaginar qué sabe o qué le interesa a su lec-tor para poder llegar a él con eficacia y para que
este entienda y se entusiasme con lo que lea.
Según vimos, una de las estrategias fundamenta-
les de la escritura consiste en tener una imagen previa y certera de la audiencia que leerá el texto.
De ahí que antes de estudiar los conceptos de la clase le pedimos que conteste al siguiente cues-tionario:
a) ¿Qué conocimientos tiene a cerca de la ade-cuación de los textos a las audiencias?
b) ¿Qué es el registro y por qué es tan impor-tante considerarlo antes de componer el
mensaje?
c) ¿En qué se basa para saber cuándo debe ser
formal (o informal), objetivo (o subjetivo)?
d) ¿Cuáles son las reglas del protocolo empre-
sarial que usted aplica en su relación con los lectores de sus mensajes digitales?
Anote en su cuaderno de apuntes estas re-flexiones.
Lea luego la clase y complete el esquema que seguramente tenía asimilado pero le faltaba
sistematizarlo.
Si ha llegado a nuevas conclusiones y por ende ha generado conocimiento, coménteselo a su
tutor/a en el foro y compártalo con sus compa-ñeros.
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REDACCIÓN:
Todo texto, oral o escrito, se produce dentro de lo que llamamos una situación de comunicación. Esta situación se refiere a todos los
elementos que entran en juego para que un acto comunicativo tenga
lugar.
Seguramente usted ya conoce el esquema básico de la comunicación
donde un emisor envía un mensaje a un receptor a través de un canal. El receptor comprende el mensaje cuando comparte con el
emisor el mismo código y ambos tienen conocimiento o idea del referente, es decir, del asunto del mensaje.
El esquema básico de la comunicación puede representarse así:
Este esquema nos muestra los elementos lingüísticos básicos que in-tervienen en la comunicación, pero se pueden incluir otros aspectos
que completan la situación comunicativa, como el hecho de que:
los mensajes fluyen en dos direcciones en una conversación
oral o escrita (carta, mensaje de texto en el celular), es decir, el papel del emisor y del receptor se intercambian constante-
mente.
Existe un propósito comunicativo, es decir, los mensajes se
emiten para lograr algo. Por ejemplo, para informar una noticia,
mostrar dominio sobre un tema o convencer a los demás de que compren un producto.
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Para que un propósito comunicativo se alcance, es necesario considerar también el contexto donde se da la comunicación;
así se podrá construir un mensaje adecuado que alcance la me-ta comunicativa.
1. ADECUACIÓN DEL TEXTO A LA SITUACIÓN COMUNICATIVA
La adecuación es la propiedad de los textos de amoldarse a la situa-ción de comunicación. Esto quiere decir que el texto se adecua a los
interlocutores, a sus intenciones comunicativas, al canal de produc-ción y recepción, etc., parámetros todos
ellos que definen los registros. Por tanto, un texto es adecuado si la elección lin-
güística efectuada (vocabulario, tono,
formalidad) es apropiada a la situación comunicativa.
1.2. EL REGISTRO
Dijimos, entonces, que es importante que un texto se adecue a la si-
tuación comunicativa en la que se presenta. Dicho esto, vamos a in-troducir un nuevo concepto: el registro. El registro es la variedad
de la lengua que se utiliza y que está determinada, precisa-mente, por el contexto de la situación. Por lo tanto, debemos
considerar:
a) la situación en la ocurre el mensaje en el trabajo;
b) el propósito de nuestro texto convencer, solicitar, informar…
c) los participantes de la situación comunicativa (no es lo mismo
si nos dirigimos a un superior que a un compañero).
Estos aspectos van a determinar el grado de formalidad y los recur-sos retóricos que empleamos en nuestro texto.
Tomemos ahora de los tres ítems el PROPÓSITO O INTENCIONALIDAD DE
NUESTRO MENSAJE. Como ya dijimos, Un texto es una unidad de comu-
nicación que tiene orden, sentido y relación con el contexto en el que es producido. En su conjunto, presenta unidad temática y tiene una
función e intención: informar, comentar, criticar, expresar...
1.2.1. Ahora bien, en lingüística existen los conceptos de obje-
tividad y subjetividad para referirse a la intencionalidad de un deter-minado mensaje. Para identificarlo se realiza un análisis sobre las
modalidades oracionales que han sido utilizadas.
La objetividad se vincula con un significado denotativo u obje-
tivo, el cual es común a todos los hablantes y cuenta con una estruc-tura tangible que permite un entendimiento exacto de lo que se dice.
Un ejemplo de lenguaje objetivo son los textos de tipo científico. Im-
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plica tratar los conceptos como si fuesen cosas, de manera distante y con la menor implicación personal posible.
Las características de un texto objetivo son:
uso del modo indicativo;
La oficina cierra hoy a las 18.
voz activa en lugar de pasiva, salvo cuando se quiere desta-
car algún tópico que no es humano o se quiere despersonali-zar;
Hoy enviamos los correos atrasados. (Voz activa)
Los correos fueron enviados recién hoy. (Voz pasiva: para
ocultar el sujeto o despersonalizar).
uso de la tercera persona, dejan los hechos en primer plano;
La carta documento obligó a una respuesta inmediata.
no intervienen las opiniones personales del emisor ni los apelativos al receptor;
empleo de adjetivos objetivos, precisan rasgo de una enti-dad: casado, color de tez, etc.
La subjetividad, en cambio, está relacionada con un significado con-
notativo, que responde a experiencias emocionales, ya sean positivas o negativas, y es propia de cada contexto. Es decir que la compren-
sión de ese mensaje dependerá de quién lo pronuncie, en qué situa-ción y a quién vaya dirigido. Es un elemento protagonista tanto del
lenguaje coloquial como del literario.
Las características de un mensaje subjetivo son: oraciones exclamati-
vas (¡Qué barbaridad!), dubitativas o desiderativas (¿Se habrá ido
enojado?/ Dudo que vuelva a compar nuestros productos.) para expre-
sar afectividad, así como rotundas negaciones o afirmaciones; pre-
ponderancia de vocablos afectivos (hermoso, cariñosa), verbos impe-
rativos o que indiquen posibilidad (no debe olvidarse, conviene que),
expresiones que sugieran o manifiesten una duda (por supuesto, tal
vez) y complementos que expresen una posición ideológica del
hablante (en mi opinión, a mi modo de ver).
La diferencia entre la subjetividad y la objetividad es clara al analizar
distintos textos. Aquellos que explicitan la opinión del autor son sub-jetivos; los que intentan limitarse a los datos concretos y a los hechos
son objetivos. Por ejemplo: “El fantástico equipo argentino humilló al rival con un juego de gran nivel” es una frase subjetiva; “Argentina
derrotó cuatro a cero a su oponente” es una frase objetiva.
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EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Señale con una cruz las oraciones objetivas.
a) La página web de la empresa posee demasiada información.
b) Yo creo que las ventas bajaron por el fin de semana largo.
c) Ese catálogo no me gusta porque es largo y aburrido.
d) Esta mañana llegaron tres informes.
e) Los comunicados pertenecen a la empresa de transportes.
f) Yo pienso que las últimas medidas son arbitrarias.
g) Cuando tengo sed, me gusta tomar refresco.
1.2.2. La adjudicación de formalidad o informalidad a un rasgo
verbal depende de los usos lingüísticos que haga de él su comunidad de hablantes. En general, los rasgos informales suelen asociarse a
situaciones espontáneas (conversaciones, notas personales, etc.), al lenguaje corriente y conocido, que se ha adquirido de manera natu-
ral, por la interacción con la familia y los amigos.
En cambio, los rasgos formales se relacionan con el lenguaje menos
popular, más cuidado, aprendido en la escuela, por ejemplo.
En el siguiente cuadro comparativo, se pueden observar las carac-
terísticas que diferencian ambos conceptos:
Lenguaje informal Lenguaje formal
Abreviaciones: poli, bici, profe, co-le…
Términos completos: policía, bici-cleta, profesor, colegio.
Hipocorísticos: Mecha, Pili, Juancho,
Dani…
Nombres originales: Mercedes, Pi-
lar, Juan, Daniel.
Comodines: cosa, esto, eso, tema… Uso de vocablos específicos.
Formas proclíticas: se lo quiso dar,
lo va a entender, poderlo expresar…
Formas enclíticas: quiso dárselo,
va a entenderlo, poder expresarlo…
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Uso de perífrasis de futuro: voy a ir,
va a cantar, van a comer…
Futuro morfológico: iré, cantará,
comerán…
Adverbios coloquiales: a mil, de gol-pe, de una…
Adverbios formales: de prisa, infor-tunadamente/de pronto, inmedia-
tamente.
Expresiones metafóricas: “lo baja-
ron”, “arrugó”, “lo rajaron”…
Expresiones precisas: lo asesina-
ron, se acobardó, lo despidieron.
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Decida si cada frase es formal o informal y luego transfórmela (si
es formal en informal y si es informal en formal).
a) ¿Manzanas?, las compra a montones la Mary.
……………………………………………………………………………………………..
b) Súbitamente, la revuelta se propagó por todas las provincias
del país.
……………………………………………………………………………………………..
c) El lunes partirán en dirección a Nueva York.
……………………………………………………………………………………………..
d) Pancho no va a ir a la fiesta, está a mil con la facu.
……………………………………………………………………………………………..
e) Comprendió las razones por las cuales no había sido admitido.
……………………………………………………………………………………………..
Los ejercicios de autoevaluación sirven para afianzar lo
aprendido. Acuda al foro para aclarar dudas y participar con
sus comentarios y aportes.
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1.2.3. Podemos asociar la objetividad y la formalidad de un men-saje con la NEUTRALIZACIÓN DEL ESTILO, en contradicción con la colo-
quialización y literaturización del mensaje.
¿A qué responde la neutralización del estilo? A la necesidad de lograr:
a) la unificación del uso de la lengua;
b) un mensaje accesible, efectivo y rápido a la mayor parte de la audiencia,
c) que el receptor realice menos operaciones mentales de las im-prescindibles para comprender al emisor.
Esa unificación se alcanza a través del uso de ciertas convenciones establecidas. Hay ciertas elecciones gramaticales (tipo de palabras,
oraciones y textos) que responden a la pauta de neutralización. En-tre ellas: el empleo de un lenguaje estándar para evitar las varieda-
des dialectales o jergas, los neologismos y modas, la literaturización y coloquialización del estilo.
PARA SINTETIZAR
En otras palabras, un texto va a estar más cerca de ser neutro si se
siguen las características de la objetividad y formalidad. Por otro la-do, la literaturización y la coloquialización del estilo están relaciona-
das con la subjetividad y con la informalidad.
A continuación presentamos un mismo texto expresado de
manera literaria, coloquial y neutral.1
Estilo literaturizado
Córdoba, 8. Los docentes de la adusta ciudad de Córdoba, nominada
con justeza “La docta”, apremiados hasta la fatiga, por fortuna han
tomado la noble iniciativa de acudir a las aulas donde los niños, de-
seosos de saber, los aguardan.
El lunes venidero retornarán a sus puestos de lucha para lograr la
mejora esencial de sus haberes, sin la que sus vidas se tornan acia-
1 Ejemplos tomados de AA.VV. (2011) Expresión escrita II, Ciudad Autóno-ma de Buenos Aires: Ediciones Mallea.
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gas. Como fruto de esta conmovedora demanda, todos anhelamos por
el bien común que las autoridades de la provincia oigan los reclamos
de quienes tienen en sus manos los destinos de la patria. Estilo coloquializado
Córdoba, 6. Los maestros, ya hartos de correr la coneja y pagar el
pato, suspendieron las medidas de fuerza que tenían pensadas para
el martes que viene. Irán a clase como si no pasara nada. Pero esto
no termina acá, los docentes no se van a conformar con los versos
que les hacen los de arriba.
Estilo neutro
Córdoba, 8. Los docentes cordobeses suspendieron el paro de activi-
dades hasta el martes 18, luego de intensas negociaciones con las
autoridades provinciales que analizarán en el curso de la semana las
demandas de mejoras salariales.
El paro que estaba previsto para el próximo lunes se postergará una
semana si las autoridades no otorgan el incremento del 50 por ciento
sobre el sueldo básico solicitado por el gremio docente.
Esto no quiere decir que siempre que escribimos un texto, debamos
ser totalmente objetivos o subjetivos, formales o informales; pode-mos jugar con la combinación de los estilos para lograr un texto más
atractivo. Dependerá de la situación comunicativa la elección de ras-gos neutros y objetivos, o de la coloquialización y subjetividad.
PARA SINTETIZAR
El registro es la variedad de lengua adaptada al contexto. Nos hemos
referido al registro en una comunicación interna de la empresa entre el superior y el empleado, sus relaciones de formalidad y el medio
apropiado. Debemos considerar que el registro usado en un ámbito suele no ser el apropiado
en otra situación comunicativa, por ejemplo
entre ese empleado y su hijo. También debe-mos tener en cuenta el lecto, es decir, la varie-
dad de la lengua determinada por la pertenen-cia social del usuario y el cronolecto, la edad
que este posee.
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1.3. PARTICULARIDADES DEL CÓDIGO ESCRITO
El código escrito difiere de la lengua oral, dado que presenta carac-terísticas distintivas. En primer lugar, recordemos que la comunica-
ción escrita es diferida (el lector tarda bastante hasta que lee el escri-to que ha redactado el autor). Llamaremos a estas características
contextuales, porque refieren al contexto (espacio, tiempo, relación
entre los interlocutores, etc.) de la comunicación.
En segundo lugar, podemos comparar las características gramatica-
les, la adecuación, la coherencia, etc., conceptos que analizamos an-teriormente. A estas características las denominamos textuales por-
que se refieren al texto en sí. Las presentamos con formato de cua-dro para una mejor visualización.
CARACTERÍSTICAS CONTEXTUALES
Canal visual
El receptor lee el texto con la vista. El canal visual tiene una capacidad
de transmisión de información supe-rior al auditivo.
Percepción del texto
El lector percibe los distintos signos del texto simultáneamente (diferen-
cias en las estrategias de compren-sión de los dos canales).
Comunicación
Comunicación elaborada. El emisor puede corregir y rehacer el texto sin
dejar rastros. El lector puede elegir cómo y dónde quiere leer el texto.
Diferida en el tiempo y en el espacio.
Comunicación duradera (scripta ma-
nent). Las letras perduran. El escrito adquiere un valor social de testigo y registro de los hechos.
Interacción No hay interacción durante la com-
posición. El escritor no puede cono-cer la reacción real del lector.
Códigos no verbales Escasa utilización de códigos no ver-
bales como los ademanes, los ges-tos, dado que solo se cuenta con la
disposición del espacio y del texto, la textura del soporte, etc.
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En las tipologías que se producen en redacción empresarial, el con-texto desempeña un papel importante puesto que el texto responde y
se adecua a una determinada situación comunicativa, con un registro pertinente, por lo tanto, el escrito no es autónomo del contexto, sino
producto de este.
CARACTERÍSTICAS TEXTUALES
Adecuación Tendencia a usar el lenguaje estándar.
Alto grado de formalidad.
Coherencia
Selección de la información relevante.
Menos redundante.
Estructura cerrada, organizada previamen-te por el escritor.
Estructuras estereotipadas que poseen fórmulas y frases hechas, etc.
Cohesión
Más gramatical, respeta los signos de pun-tuación, pronominalizaciones, sinónimos y
enlaces.
Pocos recursos paralingüísticos y gráficos
(corchetes, asteriscos, etc.).
Utiliza pocos códigos no-verbales.
Alta frecuencia de referencias endofóricas: él, aquel, mío, algunos, etc.
Gramática: fonología y grafía
Casi no incorpora estas formas.
Gramática: morfo- logía
Usa soluciones formales: el relativo com-
puesto (el cual), participios latinos (electo, impreso), tiempo futuro (iré), etc.
Gramática: sintaxis
Uso frecuente de estructuras más comple-jas con oraciones más largas, con más su-
bordinadas relativas, oposiciones con todo tipo de conjunciones, etc.
Orden estable: sujeto/ verbo/ complemen-tos.
Elipsis menos frecuentes.
Tendencia a usar léxico marcado formal-
mente: rápidamente, elementos.
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Gramática: léxico
Alta frecuencia de vocablos con significa-
dos específicos.
Tendencia a la eliminación de repeticiones
léxicas mediante sinónimos, y a usar vo-cablos equivalentes y precisos.
Ausencia de interjecciones y expresiones con valor afectivo.
Eliminación de muletillas.
Uso escaso de onomatopeyas, frases
hechas, refranes, etc.
1.4. EL PROTOCOLO EMPRESARIAL. NETIQUETTE.
Las variedades del lenguaje están relacionadas directamente con las relaciones interpersonales en una empresa. Las personas interactúan
a través de conocimientos y de transmisión de ideas que permiten mejorar la eficiencia en el trabajo. Para ello, resulta de crucial impor-
tancia entender ciertas convenciones del protocolo.
En primera instancia, es necesario definir el término protocolo para
fundamentar nuestra postura al respecto. Según el DRAE, protocolo proviene del latín protocollum, y significa un conjunto de reglas que
se establecen en el proceso de comunicación entre dos sistemas. Si
aplicamos este concepto a la redacción corporativa, veremos cómo lo expresa Edith Cortelezzi:
No hay dudas que el protocolo es imprescindible. Tiene una particular
importancia para la empresa y también para los propios empleados,
porque todos deben comportarse según las exigencias de la vida de-
ntro del ámbito laboral” (2010, 21).
Nos referimos no solo a convenciones sociales, sino a la uniformidad
de criterios en el equipo de trabajo y su proyección hacia el mundo exterior. La autora continúa diciendo:
El protocolo está presente en las reuniones de trabajo, en todo lo re-
lativo a la imagen de la corporación, en el manejo de las relaciones con
otras empresas y también en los preparativos necesarios para la cele-
bración de actos sociales, culturales deportivos y corporativos. Exis-
te una estrecha relación entre el protocolo y las relaciones públicas y
también con los medios de comunicación. (21)
Si tenemos en cuenta estos aspectos, si se conocen las convenciones, se facilitan las vías de comunicación y las relaciones con los clientes.
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En la actualidad, se han impuesto nuevas formas de relación a través de la red de Internet que exige ciertas reglas de educación y compor-
tamiento llamadas netiquette.
Netiquette (o Netiqueta en su versión castellanizada)
es una palabra derivada del francés étiquette (buena educación) y del inglés net (red) o network y vendría
a designar el conjunto de reglas que regulan el com-
portamiento general en Internet. La Netiqueta no es más que una adaptación de las reglas de etiqueta o
de cortesía del mundo real a las tecnologías y el am-biente virtual. Cortelezzi la define como “un conjunto
de reglas que regulan el comportamiento de un gru-po de usuarios, una lista de correo, un foro de discusiones o en el co-
rreo electrónico” (p.65). Estas normas no escritas determinan que los beneficiarios respeten y sean respetados. Para ello, es necesario em-
plear una escritura comprensible, cuidada, que evite extremos anqui-losados y expresiones caídas en desuso.
Sobre la cortesía como elemento fundamental de la comunicación, el programa EDICE (Estudios sobre el Discurso de la Cortesía en Espa-
ñol) aclara en su V Coloquio Internacional del 2010 que la efectividad y la eficacia del discurso, el éxito de la comunicación, dependen de
una actividad lingüística y social conjunta: de la cortesía, como acti-
vidad social fundamental de acercamiento al otro, y de la atenuación, como estrategia lingüística para lograr dicho acercamiento, ya sea
solo social (uno se acerca al otro con fin esencialmente cortés) o so-cialmente estratégico (uno se acerca al otro cortésmente como estra-
tegia para lograr un fin distinto del ser cortés).
Por su parte, en manualdeestilo.com se aclara que, como en cual-
quier otra comunicación, en la mediada por Internet hay que tener en cuenta aspectos relacionados con la imagen tanto de los emisores
como de los receptores de los mensajes, y ser conscientes de las normas de cortesía que deben observarse si se desea que la comuni-
cación se mantenga dentro de unos cauces que permitan el progreso de la interacción.
Las personas somos corteses con los demás por dos razones funda-mentales: a) por el deseo de ser aceptados por los otros (teniendo en
cuenta las características propias del grupo social donde nos encon-
tremos; es lo que se entiende por normas de cortesía en un sentido amplio, como el saludo, el agradecimiento, etc.) y b) por el deseo de
no dañar la imagen social que los demás –nuestros interlocutores– tengan de sí mismos (por ejemplo, evitar una imposición o una or-
den, a cambio de presentarlo como una petición, una sugerencia o una pregunta); recíprocamente, esperamos el mismo comportamien-
to hacia nosotros (por eso nos molesta que no nos devuelvan un sa-ludo o que nos den una orden directa, salvo que el contexto lo justifi-
que). En una gran parte, las demostraciones o actos corteses se lle-
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van a cabo mediante el lenguaje. Como las comunicaciones en Inter-net son fundamentalmente lingüísticas, tiene sentido hablar de cor-
tesía en Internet.
¿Qué debe hacer usted para ser un internauta cortés?
1. Sea consciente de su audiencia. Tenga presente en cada momento a quién
habla o escribe. En la red, nuestro público puede ser individual o colectivo, mantener
con nosotros una relación de simetría o asimetría social, etc. Todo ello implica el
empleo de diferentes normas de cortesía, al igual que sucede en entornos no virtuales.
2. Analice si en sus comunicaciones debe emplear el tú, el us-ted o el vos. La red no implica necesariamente que haya que com-
portarse de manera distinta a como lo haría en otros contextos escri-tos u orales.
3. Cuide la forma de expresarse. Dado que el contexto no es ne-cesariamente compartido, el mensaje ha de ser lo más unívoco posi-
ble. Intente que sus lectores entiendan exactamente lo que usted ha
querido decir. Las normas (de ortografía, léxico, sintaxis) garantizan el empleo de unos estándares comunes. Ser cortés también significa
facilitar la descodificación por parte de quien recibe el mensaje.
4. Sea claro. Más específicamente, sea conciso, haga contribuciones
relevantes y ciertas, ofrezca un texto bien estructurado. El principio de cooperación y las máximas de H. P. Grice son perfectamente apli-
cables a las comunicaciones por internet.
5. Tenga en cuenta las diferencias culturales. Incluso dentro de
una misma lengua, estas pueden afectar a la interpretación que se haga de un texto cuando no hay elementos contextuales que permi-
tan deshacer ambigüedades o incluso solventar malentendidos. Es un aspecto que hay que tener especialmente presente cuando el emisor
no es hablante (o escritor) nativo de la lengua que emplea.
6. El anonimato no es razón para la descortesía. Llama la aten-
ción al respecto la alta frecuencia de expresiones descorteses que
aparecen en las intervenciones que los lectores realizan en los co-mentarios que glosan algunas noticias de los periódicos digitales.
Piense si diría lo mismo –y de la misma manera– en un intercambio verbal en el que su identidad fuera manifiesta.
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1.4.1. Normas básicas de conducta en la red
En 1994 Virginia Shea publicó el libro NETiquette,
que se ha convertido en uno de los clásicos sobre Internet. En este la autora desarrolla múltiples as-
pectos relacionados con las normas de etiqueta en
la Web, desde las cuestiones legales y filosóficas hasta las consecuencias de la violación de dichas
normas.
Para resumir su libro, la autora explica que etiqueta
significa “las normas requeridas por la buena edu-cación o prescritas por una autoridad para ser teni-
das en cuenta en la vida social o la oficial”. Por ello, la “Netiqueta” encierra una serie de reglas para comportarse adecuadamente en
línea.
Cuando usted ingresa en una nueva cultura –y el ciberespacio es una
de ellas– se expone a cometer algunos errores. Puede ofender sin proponérselo o puede malinterpretar lo que otros dicen y ofenderse
cuando no era esa la intención. Para hacer las cosas todavía más difí-ciles, hay algo en relación al ciberespacio que hace muy fácil olvidar
que se está interactuando con otras personas que son reales, no pro-
piamente con caracteres ASCII2 en una pantalla, sino con seres humanos.
Entonces, en parte como resultado de olvidar que las personas que están en línea son reales y en parte porque desconocen las conven-
ciones o reglas, los cibernautas bien intencionados, especialmente los novatos, cometen toda clase de errores.
El libro mencionado tiene un doble propósito: minimizar los errores de los principiantes, por un lado, y ayudar a que los veteranos les
auxilien en esta tarea, por el otro. Se asevera en el libro que las per-sonas prefieren hacer amigos a ganar enemigos, y que si se siguen
unas pocas reglas básicas usted podrá evitar los errores que le impe-dirán hacer amigos.
La lista de reglas básicas que se cita a continuación, y las explicacio-nes que las acompañan, se tomaron de este libro. Así, usted tendrá
oportunidad de conocer un conjunto de guías para comportarse en el
ciberespacio que, sin duda, no van a contestar todas sus preguntas, pero le van a dar unos principios esenciales para poder resolver sus
dilemas de Netiqueta. De este modo, Virginia Shea postula las diez reglas de oro de la Netiqueta, que fundamentalmente siguen siendo
válidas.
2 ASCII: acrónimo inglés de American Standard Code for Information Inter-
change (Código Estándar Estadounidense para el Intercambio de Informa-ción), pronunciado generalmente [áski] o [ásci].
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Las diez reglas de oro de la Netiqueta son:
Regla 1: Nunca olvide que la persona que lee el mensaje es en
efecto humana con sentimientos que pueden ser lastimados.
Regla 2: Adhiérase a los mismos estándares de comportamiento
en línea que usted sigue en la vida real.
Regla 3: Reconozca en qué parte del ciberespacio se encuentra (qué medio está utilizando).
Regla 4: Respete el tiempo y ancho de banda de las otras perso-
nas.
Regla 5: Muestre el lado bueno de su persona mientras se man-tenga en línea.
Regla 6: Comparta su conocimiento con la comunidad.
Regla 7: Ayude a mantener los debates en un ambiente sano y educativo.
Regla 8: Respete la privacidad de terceras personas.
Regla 9: No abuse de su poder.
Regla 10: Perdone los errores ajenos.
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1.4.2. Diferentes registros (según el público y el medio)
Como ya dijimos, los textos que producimos poseen una finalidad
o intención explícita o implícita, como por ejemplo, explicar un
asunto, informar una novedad,
persuadir para la compra de un producto o para lograr una acción
determinada de nuestro interlocu-tor, argumentar a favor de una
postura o teoría, entretener, di-vertir, entre otras.
En consecuencia, cuando nos comunicamos por escrito, a través de cualquier ámbito de escritura, incluida la web, es fundamental tener
en cuenta:
a) qué pretendo con esa comunicación, es decir, cuál es la fina-
lidad del texto (informar, pedir, convencer, etc.), y
b) a quién va dirigido (cuál es mi audiencia).
Como bien expresa la Fundéu en Escribir en internet, en la Web exis-ten múltiples formas de acceder a la información, ya que no solo se
utilizan dispositivos dispares para conectarse a Internet sino, que
también, hay multitud de canales de comunicación para interactuar con otros usuarios. En este maremágnum de pantallas y de posibili-
dades comunicativas, la identidad digital queda diluida en perfiles de redes sociales, blogs y webs de cualquier tipo que requieren un es-
fuerzo estilístico para ser usados adecuadamente.
Además, como muchos medios son nuevos, o relativamente nuevos,
y dinámicos (aparecen nuevas formas de comunicación casi cada día), no es fácil conocer las reglas del juego en cada una de ellas.
Twitter puede ser el mejor ejemplo de la mezcla de estilos de escritu-ra que se dan en Internet. En esta red social hay personajes popula-
res al alcance de un tuit y se puede intercambiar con ellos un mensa-je con un registro informal y cercano sin llegar a ser vulgar. Sin em-
bargo, como marca o medio de comunicación puede resultar contra-producente dirigirnos a otros usuarios con un tono informal. En Inter-
net, como en cualquier otro ámbito de la vida, hay que separar el uso
profesional o personal que le demos a nuestra identidad digital y sa-ber elegir las palabras adecuadas a un estilo u otro.
Como indica la profesora Concepción Martínez en el libro Lengua es-pañola y comunicación, el registro coloquial se emplea en situaciones
de gran proximidad entre los interlocutores y es el más frecuente en la conversación oral espontánea; mientras que el registro formal se
usa en situaciones en las que existe algún tipo de jerarquía entre los participantes, muy frecuente en los textos escritos. Además, en In-
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ternet el registro informal o coloquial presenta una gran carga oral que repercute directamente en la elección de las palabras que usa-
mos. Las redes sociales son un claro ejemplo de esto, en las que em-pleamos emoticonos y modificamos las letras para reflejar nuestro
estado de ánimo en el mensaje. No obstante, aunque se puede ser más proclive a emplear un estilo coloquial en la Red, hay que saber
cambiar de registro cuando la situación lo requiera. Si por ejemplo
nos dirigimos a nuestro jefe en el trabajo, o estamos contestando un correo electrónico a un cliente elegimos una redacción cuyo registro
transmita una imagen de seriedad. En estos casos adoptamos un es-tilo formal en la escritura del mensaje para salvaguardar nuestra cre-
dibilidad.
Entre ambos extremos estilísticos, hay posibles opciones intermedias
que dependen del tema o de la relación con la audiencia. Esto se puede apreciar en la escritura de blogs, que suelen dar pie a una ex-
presión flexible y espontánea. Un autor de un blog debe considerar qué tipo de lenguaje y tono usa para dirigirse a sus lectores y saber
hasta qué punto se puede permitir un registro más o menos informal.
PARA SINTETIZAR
La atención que le demos al registro que adoptamos en Internet en
función de la situación comunicativa nos ayudará a hacernos enten-der y a conseguir nuestros objetivos. Entre tantos canales de comuni-
cación, no debemos olvidar ser capaces de activar los mecanismos lingüísticos necesarios para ajustarnos a las reglas del juego de cada
uno de ellos.
LINKS RECOMENDADOS para la clase V:
www.manualdeestilo.com
http://edice.org/
www.netiqueta.org
http://www.albion.com/netiquette/corerules.html
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NORMATIVA DE LA LENGUA
USO DEL GERUNDIO
En la clasificación de palabras vinculadas con los ver-bos, existe una, el gerundio, a la que los escritores siem-pre le han rehuido, porque saben que su uso frecuente en un texto institucional puede afear la prosa y por tanto debilitar el mensaje o tergiversarlo.
Sin embargo, si se conocen cuáles son los casos en que el gerundio es indispensable para formar una frase y aquellos otros en que está mal empleado y debe susti-tuirse por un verbo o por un adjetivo, según la ocasión, los escritores comenzarán a perderle el miedo y a usarlo correctamente.
Por tanto le proponemos:
1. Piense, recuerde y exprese qué medidas toma us-ted frente a la presencia de gerundios en sus escri-tos. Tal vez nunca los tuvo en cuenta y los usó in-discriminadamente sin preguntarse si eran o no correctos.
2. Luego, compare sus reflexiones con los conceptos expuestos en el presente apartado y pregúntese acerca de cómo amplía, profundiza o reconstruye sus ideas previas.
3. Por último, fije por escrito los nuevos conceptos y consulte a su tutor/a sus posibles vacilaciones.
4. Adopte una fórmula ante casos de duda para no cometer más errores en el uso del gerundio en sus escritos o en sus comunicaciones orales. Verá en-tonces cómo su estilo de escritura adquiere so-briedad y justeza.
Resulta impropio omitir el uso del gerundio cuando este corresponde ser usado. Se trata de una forma más, y de gran utilidad, del sistema
verbal que habrá que usar cuando la oración lo requiera.
Sin embargo, el uso incorrecto del gerundio es uno de los errores
más frecuentes en español. De ahí que presentemos algunas obser-vaciones precisas sobre su empleo.
El gerundio es un derivado del verbo que integra, junto con el infiniti-
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vo (amar-temer-partir) y el participio (amado, temido, partido), los llamados verboides.
Terminaciones del gerundio:
-ando para la 1ª. conjugación amando
-iendo para la 2ª. Y 3ª. conjugación temiendo / par-
tiendo
gerundio simple amando indica acción inacabada
gerundio compuesto habiendo amado indica acción terminada
y completa.
USOS CORRECTOS DEL GERUNDIO
Sintácticamente, el gerundio funciona como un adverbio de modo, y
se relaciona con el verbo de la oración para expresar:
a) Función adverbial: modifica al verbo como un adverbio de modo:
Canta desafinando.
b) Gerundio en proposiciones complementarias de un sustantivo: tie-
ne carácter explicativo y va entre comas. El gerundio se refiere al sujeto de la oración en que se halla y enuncia una acción colateral
a la del verbo principal:
La mujer, viendo que su tía la amenazaba, se escapó.
c) Gerundio referido al objeto directo de la oración principal con fun-ción predicativa: funciona como adjetivo. Se usa con verbos de
percepción o de comprensión (ver, oír, mirar, percibir, notar, con-templar, recordar, distinguir, hallar, encontrar, etc.) o de repre-
sentación (pintar, graficar, fotografiar, etc.). En estos casos, el su-
jeto del gerundio es también el objeto directo (niños, en nuestro ejemplo) del verbo principal:
Vieron a los niños jugando en el parque.
Es incorrecto si el objeto directo al que acompaña es de cosas:
*Vi un camión volcando desperdicios. Vi un camión que vol-caba desperdicios.
d) Gerundio en construcción absoluta: posee sujeto propio. Puede tener diferentes significados:
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Ocultándose él en la casa, nadie lo encontrará.
Habiéndose terminado el cupo, no se reciben más soli-
citudes.
Estando Juan conforme, no hay problema.
e) Gerundio en locuciones verbales: algunos verbos (andar, estar, ir,
venir, seguir, proseguir, etc.) funcionan, en forma accidental, co-mo auxiliares y forman con el gerundio locuciones verbales con
sentido progresivo.
Viene causando muchos problemas.
f) Gerundio independiente: la oración no tiene verbo principal. Se emplea en obras literarias o al pie de fotografías o cuadros:
El rey saludando a su comitiva.
g) Gerundio con valor imperativo: se utiliza en el lenguaje coloquial.
El que emite la orden presupone que la acción ya comenzó a ser ejecutada:
¡Corriendo! ¡Avanzando hacia el interior!
h) Estar siendo + participio: algunos autores de manuales de estilo
consideran que esta construcción constituye un anglicismo, sin
embargo no es incorrecto su uso:
Su caso está siendo investigado.
i) Gerundio cuya acción es inmediatamente anterior a la del verbo principal:
Leyendo esto, cerró el libro. Habiendo contestado a los periodistas, se retiró.
También puede usarse en forma correcta en los siguientes casos:
Formando oración:
—¿Pensando? —¡Volando!
Sugiriendo condición
Siguiendo vos en la cátedra, ellos aprenderán a escribir.
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Sugiriendo concesión:
Siendo niño, no lo parecía.
En frase verbal (junto con otro verbo), indica duración o matiz de
continuidad:
Estoy diciendo la verdad. (estar + gerundio)
Voy haciendo promesas. (ir + gerundio)
USOS INCORRECTOS DEL GERUNDIO
a) Gerundio de posterioridad:3 El gerundio no puede indicar acción posterior a la expresada por el verbo principal. En estos casos, de-
be eliminarse el gerundio y sustituírselo por una forma verbal fini-ta. Así, en lugar de:
*La función comenzó a las dos terminando a las ocho.
La función comenzó a las dos y terminó a las ocho.
b) Gerundio adjetivo con función atributiva: el gerundio no posee na-turaleza adjetiva, es decir, no puede modificar al sustantivo como
aparece en no pocas traducciones del francés. Su uso incorrecto se considera galicismo. Sin embargo, el gerundio tiene dos usos con
función adjetiva: uno atributivo y otro referido al objeto directo de la oración principal con función predicativa. Desde el punto de vis-
ta normativo, el gerundio atributivo es incorrecto:
*Juan encontró una maleta conteniendo dinero.
*Encontré un camino acortando la distancia.
En estas emisiones actúa erróneamente como adjetivo. Para corre-
girlas, debemos sustituir el gerundio por una proposición subordinada
adjetiva o un adjetivo.
Juan abrió una maleta que contenía dinero
llena de dinero. Encontré un camino que acorta la distancia.
Ejemplos incorrectos:
*Él envió una nota explicando su demora.
(...una nota donde explicaba...)
3 Esta construcción se utiliza en la lengua española desde el siglo XIII.
Según Andrés Bello, sin embargo, este empleo es “una degradación que desluce el castellano moderno”.
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*Avisos propiciando actividades recreativas. (...que propician...)
Se exceptúan de este caso ciertas frases hechas como agua hirvien-do, leños ardiendo, hombres trabajando. En cambio, su uso es co-
rrecto cuando funciona como predicativo objetivo: En la sala se veía el jardín floreciendo.
c) Gerundio del “Boletín Oficial del Estado”: así se llama irónicamente
al gerundio que se utiliza incorrectamente para definir las leyes o los decretos.
En lugar de:
*La ley regulando las tarifas telefónicas será derogada.
Debe decirse:
La ley que regula las tarifas telefónicas será derogada.
d) Como + Gerundio: con valor comparativo es correcto, de lo con-trario constituye un galicismo.
Le respondió, como burlándose, que no sabía qué decir.
*La noticia se refiere a la seguridad como diciendo que
no se han tomado medidas correctas.
e) Gerundio que acompaña a sustantivos con función de o. i. o circ.
*Le di fruta a una nena andando en bicicleta.
Le di fruta a una nena que andaba en bicicleta.
*Miré hacia dos niños jugando a la pelota.
Miré hacia dos niños que jugaban a la pelota.
Ejemplos correctos, pero que pueden mejorarse
Los troyanos, comprobando que no había guardias, levantaron
la cerca.
Los troyanos habiendo comprobado que no había guardias,
levantaron la cerca.
Conviene tener en cuenta que existen soluciones alternativas para no abusar del gerundio en un texto ya que resultaría poco elegante, co-
mo sucede con cualquier otro tipo de abuso de una forma gramatical. Así se puede reemplazar el gerundio de los ejemplos anteriores por:
Los troyanos, al comprobar que no había guardias, levantaron la cerca.
Los troyanos, cuando comprobaron que no había guardias, le-
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vantó la cerca.
Los troyanos levantaron la cerca cuando comprobaron que no
había guardias.
d) Es conveniente detectar cuándo algunas construcciones con ge-rundio pueden inducir a equívocos en el lector. Veamos un ejemplo
de ambigüedad evitable:
Interrogué al acusado entrando en la celda.
¿Cómo podrá determinar el lector si quien entraba en la celda era el
acusado o el abogado?
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Corrija, si es necesario, las siguientes oraciones. Además, fun-damente su corrección.
1- Caminamos hasta el campamento cantando villancicos.
………………………………………………………………………………………………………………
2- El maleante salió de su casa herido, cayéndose en la esquina.
………………………………………………………………………………………………………………
3- Siendo muy joven, aprendí a nadar.
………………………………………………………………………………………………………………
4- Encontré un una cartera conteniendo documentos.
………………………………………………………………………………………………………………
5- Se vende heladera teniendo tres años de uso.
………………………………………………………………………………………………………………
6- El editor de poemas mostró gran asombro negándose a publicar la
obra.
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………………………………………………………………………………………………………………
7- Hoy se dará a conocer el texto del decreto regulando el ajuste.
………………………………………………………………………………………………………………
8- Habiendo renunciado a su puesto, viajó a Prís.
………………………………………………………………………………………………………………
9- El funcionario consideró las medidas como siendo de vital impor-
tancia para la empresa.
………………………………………………………………………………………………………………
Importante: Usted deberá ir formando sus fichas
personales con el conjunto de reglas y explicacio-nes fundamentadas del uso de la norma, en este
caso, del gerundio.
Consejo: escriba, reflexione y practique los casos
en que necesita usar el gerundio y aquellos otros donde debe eliminarlo o sustituirlo. Trate siempre
de fundamentar sus correcciones para no actuar intuitivamente o porque le “suena bien”. Hágase
un cuadro con las reglas que rigen este verboide y solo úselo cuando esté seguro de que responde a
una de ellas. Profundice el tema consultando el DPD.
Ante cualquier duda, acuda al foro.
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SEXTA CLASE (SEXTA SEMANA)
Las técnicas textuales I
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CLASE N.º VI
Técnicas textuales I
Narrar y Describir
En esta clase aprenderá las técnicas textuales, que
todo escritor deberá emplear, en los distintos for-matos textuales que se escriben habitualmente.
En primer lugar estudiará las técnicas para narrar una historia vivida o contada, es decir, una serie de sucesos desarrollados en el tiempo; en segundo
lugar, los procedimientos para describir lugares, personas y objetos.
Estas dos técnicas de escritura: narrar y describir, vinculadas con el tiempo y el espacio estarán pre-
sentes en todo lo que usted escriba. De ahí que antes de leer la clase le pedimos que conteste el
siguiente cuestionario:
a) ¿Qué mecanismos usa para narrar un suceso
vivido o referido por otros? ¿Qué técnicas apli-ca para describir escenarios, personas o proce-
sos?
b) En las narraciones sobre acontecimientos o en
las descripciones de escenarios o situaciones ¿sigue un plan determinado? ¿Qué solución im-plementa cuando se encuentra que ha repetido
innecesariamente vocabulario, acciones y co-mentarios?
c) Cuando narra ¿tiene en cuenta el tiempo verbal de las acciones o su correlación con otros mo-
dos y tiempos verbales?
Anote en su cuaderno de apuntes estas re-
flexiones.
Lea luego la clase y complete sus conocimientos
previos que seguramente los tenía incorpora-dos, pero que le faltaba sistematizarlos.
Si ha llegado a nuevas conclusiones y por ende ha generado conocimiento extraído de la prácti-
ca o de la reflexión sobre esta, coménteselo a su tutor/a en el foro y compártalo con sus com-
pañeros.
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REDACCIÓN:
1. Las técnicas textuales I: narración y descripción
Las técnicas textuales poseen una se-rie de características lingüísticas y se
presentan en forma alternada o entre-lazada a lo largo del texto. A su vez,
están presentes en la mayoría de los textos que escribimos habitualmente.
Estas son básicamente cuatro: la na-rración, la descripción, la exposi-
ción y la argumentación.
La narración es un tipo textual que cuenta hechos reales o imagina-
rios. Los textos narrativos, en especial aquellos con características literarias, suelen combinar diálogos y descripciones, lo que genera
textos complejos con diversas matizaciones.
A diferencia de la narración, que presenta hechos desarrollados en el tiempo, la descripción se centra en las características de una reali-
dad de forma más o menos estática. Esto quiere decir que, por lo ge-neral, en una descripción, el tiempo no avanza o lo hace lentamente.
El texto descriptivo puede ser científico (su objetivo es mostrar el procedimiento para concretar una investigación o una experimenta-
ción), técnico (describe los componentes, la forma y el funcionamien-to de cualquier tipo de objeto) o social (con datos sobre el compor-
tamiento de las personas e instituciones).
La argumentación, por su parte, se encarga de exhibir las razones a
favor o en contra de una determinada posición, con la intención de convencer al interlocutor. El texto argumentativo suele aparecer por
medio del ensayo, el discurso político o el artículo de opinión.
Por último, la exposición consiste en presentar ciertos hechos o rea-
lidades de forma objetiva y neutra. Por eso se diferencia de la argu-
mentación, que intenta convencer. El texto expositivo pretende mos-trar e informar. Estos textos pueden ser divulgativos (también cono-
cidos como informativos, se dirigen a un público amplio) o especiali-zados (dirigidos a un público específico con un léxico especializado e
información técnica).
De todas formas, hay que tener en cuenta que las divisiones entre las
técnicas textuales o los tipos de textos no son totalmente estrictas. Por ejemplo, existen los textos expositivo-argumentativos, que tienen
el fin de presentar información pero, a la vez, convencer al lector.
Veamos ahora dos de ellas que están sumamente entrelazadas:
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1.1. La narración: Introducción
Narrar es relatar de una forma determina-
da una serie de acontecimientos que real-mente han sucedido o que han sido inven-
tados. Por eso podemos decir que toda na-rración responde básicamente a la pregun-
ta ¿qué ocurrió?
Sin embargo, una narración no pre-senta un solo hecho, por ejemplo: se pro-
dujo un accidente. En todo caso lo que el narrador hace es presentar el hecho gene-
ral para luego desgajarlo en una serie de hechos o acontecimientos particulares (alguien cruzó la calle con el semáforo en rojo, un auto
iba a mucha velocidad y no pudo frenar, llamaron a la policía, llegó la ambulancia). Estos hechos se relacionan temporal y cronológicamen-
te, se organizan en secuencias de acciones ordenadas en el tiempo. Así la pregunta a la que responde un texto narrativo puede ampliarse
a ¿qué sucedió y cómo?
Además un texto narrativo presenta hechos que ocurren en un tiem-
po y en lugar determinado, y que son protagonizados por los partici-pantes, es decir, por los agentes de la acción o personajes.
Sabido es que siempre que narramos lo hacemos de una forma de-
terminada y que una misma anécdota o hecho puede ser contado de distintas maneras. Por otro lado, las narraciones pueden estar com-
puestas no solo por palabras; por ejemplo, en el cine y en la televi-sión, en las revistas y en los diarios encontramos relatos que combi-
nan palabras e imágenes, mientras que una carta administrativa o familiar solo se desarrolla con palabras.
Entonces la narración se presenta a través de distintos canales (oral, escrito, visual, auditivo) y distintos formatos (narraciones orales, car-
tas, informes, novelas, cuentos, historietas, crónicas...) según la fina-lidad y los temas que se aborden.
Los hechos, el tiempo, el lugar y los personajes que componen una narración pueden ser reales o imaginarios. Se emplea la palabra "fic-
ción" –de fingir, mentir, representar– para designar aquel texto que es producto de la invención o de la recreación de un autor conocido o
anónimo. Con el nombre de "no ficción", en cambio, se designa a
aquel otro que refiere situaciones efectivamente ocurridas.
La diferencia entre narraciones no ficcionales (las que se incluyen en
un libro de historia, en las crónicas periodísticas, en la biografías, en un informe de trabajo, etc.) y las ficcionales, (cuentos, novelas, tea-
tro, entre otras) se advierte con facilidad. Se trata de mundos distan-ciados. En los primeros se presentan hechos, personajes, tiempos y
lugares reales. En los otros, imaginarios.
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Una narración es el relato de unos hechos reales o imaginarios que les suceden a unos personajes en un lugar.
Elementos de la narración
a) El narrador es la persona que cuenta la historia.
b) Los personajes son los seres a los que les ocurren los hechos
que el narrador cuenta.
c) La acción son los hechos que se cuentan en el relato.
Partes de la narración
El marco es la parte donde se indica el lugar y el tiempo en que se desarrolla la acción; muchas veces se presenta a alguno
de los personajes. Suele estar al principio del relato.
La historia o trama es el conjunto de los hechos que les ocu-rren a los personajes.
Partes de la trama
Acontecimiento inicial (marco). Es el hecho que desencade-
na la historia y debe ser breve. Reacción o conflicto. Es la respuesta que el acontecimiento inicial provoca en algún perso-
naje, normalmente el protagonista. Suele ser extensa.
Acción. Son los hechos que viven y realizan los personajes.
Constituyen el eje de la trama. (Complicación).
Solución (resolución). Es el desenlace final de la acción. Sue-
le ser breve.
Los personajes
Los personajes son los seres que aparecen en una historia. En las na-
rraciones ficcionales, pueden ser personas, animales e incluso objetos animados o inanimados. Cuando los personajes son seres inanimados
se suelen comportar como si lo fueran y actúan y sienten como seres humanos.
Los personajes de una narración tienen una determinada personali-dad: pueden ser generosos, avaros, miedosos, malvados, diverti-
dos... Pueden comportarse igual durante toda la historia o cambiar a lo largo de ella.
Los personajes se dividen en principales y secundarios. Entre los personajes principales se encuentra el protagonista que es el que
más destaca, el que lleva la parte más importante de la acción. En
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muchos relatos aparece también el antagonista, un personaje nega-tivo, "el malo", que se enfrenta al protagonista.
El narrador
Es la persona que cuenta lo que pasa, presenta a los personajes y
explica las reacciones de cada uno.
Cuando el narrador cuenta los hechos que les suceden a otras personas se expresa en tercera persona:
El muchacho obedeció cerrando la puerta con suavidad. Luego se acercó a la pared de libros y miró con precaución al otro la-
do. Allí estaba sentado, en un sillón de orejas de cuero desgas-tado, un hombre grueso y rechoncho.
Si el narrador es también uno de los personajes de la historia y cuen-ta hechos en los que participa él mismo, se expresará en primera
persona:
Mi trabajo era múltiple. Vendía accesorios en el mostrador,
atendía la caja, cotejaba cada factura con la mercadería corres-pondiente y en los ratos libres, o en las horas extras, el gerente
me llamaba para dictarme cartas que yo tomaba taquigráfica-ment. Ocho o nueve horas a ese ritmo me dejaban aturdido y
fatigado.
Mario Benedetti
Cómo se construye un texto narrativo
Antes de narrar una historia, hay que planear cómo será el relato y cómo queremos contarlo. Hay que tener en cuenta algunos aspectos:
definir cuál será la acción que vamos a narrar y decidir qué personajes intervendrán. Debemos definir a los personajes por
su personalidad, por su forma de ser y de obrar. Hay que pensar bien la relación entre los personajes. Pueden ser
compañeros, rivales, muy amigos...
organizar la historia en partes: acontecimiento inicial o
planteamiento, reacción-acción o nudo, y solución o desenlace.
situar la acción en el espacio y en el tiempo. Es importante
dar detalles concretos para que la historia parezca real e intere-sante.
decidir cómo se narrará la historia; cuál será la posición del
narrador (primera o tercera persona) y que tiempo verbal predominará en la narración (presente o pasado).
En ciertos textos, al escribir una historia muchas veces es convenien-te intercalar descripciones y diálogos en la narración. Las descrip-
ciones permiten pintar detalladamente cómo son los personajes, los
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objetos, el ambiente... Los diálogos, conocer a los personajes a través de sus palabras y agilizar la narración.
PARA SINTETIZAR
Narrar es contar. La narración es un tipo de texto en el que se cuen-
tan hechos reales o imaginarios. Al abordar el análisis de los textos narrativos es necesario estudiar la historia y las acciones que la com-
ponen (argumento), los personajes que las llevan a cabo, el tiempo y el espacio donde se desarrollan, cómo se ordenan todos estos ele-
mentos (estructura) y desde qué punto de vista se cuentan.
La mayor parte de los relatos presenta una acción principal y varias
secundarias. Estas acciones se combinan entre sí, alternando su apa-rición y entrecruzando sus desarrollos para conformar el ritmo de la
narración.
Un relato presenta distinto ritmo narrativo según el procedimiento de
encadenamiento de secuencias que se emplee:
CONDENSACIÓN: Los acontecimientos se cuentan de una ma-nera condensada. Muchas veces se recurre a la elipsis narrativa. La
condensación es un recurso imprescindible en aquellas historias cuya acción presenta una dilatada duración temporal.
EXPANSIÓN: El relato se demora e incluso se detiene para in-cluir elementos complementarios a la acción, tales como descripcio-
nes y comentarios.
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Escriba en primera persona un breve texto que reúna todas las
acciones que realizó hoy desde que se levantó hasta el momento
presente.
2. Pase el relato anterior a la tercera persona.
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1.2. La descripción
Describir es explicar (pintar con palabras), de forma detallada y or-
denada, cómo son las personas, los lugares o los objetos. La descrip-ción sirve sobre todo para ambientar la acción y crear una atmósfera
que haga más creíbles los hechos que se narran. Muchas veces, las descripciones contribuyen a detener la acción y a preparar el escena-
rio de los hechos que siguen. Otras veces la descripción se entremez-
cla con la redacción y entonces el receptor ve los sucesos con el tras-fondo de un escenario.
La redacción corporativa muchas veces tiene que recurrir a la des-cripción sobre todo cuando necesita presentar productos, servicios y
procesos que se llevarán a cabo en la gestión de su empresa. En to-dos los casos, se pide que el redactor posea una visión objetiva de lo
que describe para no crear falsas expectativas en sus clientes.
En general, los textos corporativos acuden a la descripción, siempre
en forma escueta, precisa y objetiva para dar sustento referencial al asunto que plantea su texto.
Por ejemplo, veremos a continuación la introducción de un informe referido a la posibilidad de incorporar a la empresa a un postulante
para un determinado cargo.
El postulante se presenta a la entrevista con muy buena presencia,
Es formal pero al mismo tiempo distendido y sereno. En el primer tra-
mo de la charla, se lo ve como una persona sumamente agradable, cor-
dial y respetuosa en el trato. Se desenvuelve con soltura durante todo
el encuentro, y demuestra dominar la tarea para la que fue convocado,
sin pedantería y con mucha seriedad. Se expresa con un vocabulario
preciso, sus gestos son adecuados y piensa antes de responder.
En todo momento muestra una excelente predisposición para reali-
zar las misiones solicitadas. Es una persona alegre, de carácter estable
y con buena sintonía para aceptar las reglas de juego y, sobre todo, con
cualidades de colaborador y cooperativo como para insertarse laboral-
mente en un grupo de trabajo.
Cómo se hace una descripción
Hay que observar con mucha atención y seleccionar los deta-
lles más importantes.
Después de seleccionar los detalles, hay que organizar los da-
tos siguiendo un orden:
- De lo general a lo particular o al contrario.
- De los primeros planos al fondo o al contrario.
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- De adentro hacia afuera o al contrario.
- De izquierda a derecha o al revés.
Al describir hay que situar los objetos en el espacio con pre-cisión. Se usarán expresiones como a la derecha, junto a, al
fondo, detrás de, en el centro, alrededor...
Descripción de espacios abiertos
La finalidad de la descripción, como dijimos, es presentar los rasgos característicos de una realidad (objeto, persona, espacio) para mos-
trarlo al lector como si lo estuviera viendo, oyendo, tocando… Por es-ta razón, es importante construir una descripción con los detalles que
se quieren destacar en función de los objetivos del escrito.
En el caso de las descripciones literarias, observar es una condición
previa para describir. Al hacerlo, el escritor artístico transmite una
visión subjetiva del paisaje, una impresión personal sobre lo que se muestra: un paisaje puede reproducir un estado de ánimo, de sereni-
dad, de miedo, de tristeza, entre otros. Por ejemplo, no es lo mismo decir “se oye el ruido de un tren” que “retumba en todo el valle el
formidable y sordo rumor de un tren que pasa”.
Por otro lado, y en contraposición a los textos expresivos, los escritos
corporativos tienen que sintetizar lo más posible las descripciones es-paciales, porque su meta no es generar belleza o rechazo o ensoña-
ción sobre el escenario de los hechos novelescos o cuentísticos, sino dar aspectos concretos y funcionales de lo que se está presentando.
A continuación daremos algunos consejos prácticos para las descrip-ciones de los textos corporativos, a fin de movernos con soltura en
este terreno.
Mantener el tiempo verbal a lo largo de toda la descripción;
seguir un orden espacial y temporal;
usar adjetivos caracterizadores –siempre y cuando no se abuse de estos– y pocos recursos expresivos como las imágenes y las
comparaciones.
aprovechar las posibilidades expresivas de las oraciones uni-
membres o de las oraciones de predicado no verbal.
Descripción de personas
Describir bien no es acumular muchos detalles, sino lograr impresio-
nar con los que se elijan (economía de medios), según el personal punto de vista de quien escribe.
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Cuando lo que se describe es una persona (retrato), conviene tener en cuenta, además del aspecto físico, los rasgos de carácter y referir-
se a su actitud y a su temperamento.
Todos los rasgos que se seleccionen deben dar una imagen clara de
aspectos muy significativos de la personalidad. Incluso los detalles que señalen aspectos físicos deben reflejar la psicología del persona-
je.
En la descripción de personas es común incluir acciones.
El siguiente ejemplo corresponde a un texto literario donde, a dife-
rencia de los textos institucionales, el lenguaje y la subjetividad del artista son los motores de la escritura.
MODELO LITERARIO
La abuela, desnuda y grande, parecía una hermosa ballena blanca en la alberca de mármol. La nieta había cumplido apenas los ca-
torce años, y era lánguida y de huesos tiernos, y demasiado man-sa para su edad. Con una parsimonia que tenía algo de rigor sa-
grado le hacía abluciones a la abuela con un agua en la que había hervido plantas depurativas y hojas de buen olor, y estas se que-
daban pegadas en las espaldas suculentas, en los cabellos metáli-cos y sueltos, en el hombro potente tatuado sin piedad con un es-
carnio de marineros.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ La increíble y triste historia de la
cándida Eréndira y de su abuela desalmada
Análisis del texto:
a) Observemos la estructura de este texto: puede dividirse en dos
partes:
- la primera empieza en La abuela… hasta… su edad.
- la segunda va desde Con una parsimonia… hasta el final.
b) En la primera parte, el autor transmite una determinada impresión
sobre los personajes que describe, y lo hace mediante expresiones muy acertadas. En efecto, resulta sorprendente que comparar a la
abuela grande con una ballena nos dé una impresión agradable. El escritor lo consigue encabezando la comparación con el adjetivo
hermosa. Pero, además, nos acerca a su subjetividad al añadir: blanca en la alberca de mármol.
c) También a la nieta la compara sutilmente con un animal. Para ello utiliza un adjetivo no aplicable propiamente a las personas: man-
sa.
d) En el tema de la segunda parte hay dos aspectos que no deben
faltar:
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el delicado esmero de la nieta y la robustez de la abuela
e) Veamos las expresiones que nos aproximan al tema:
Los huesos tiernos: que el adjetivo tiernos lo atribuya precisa-mente a los huesos (parte del cuerpo comúnmente tenida por
dura) es un modo de resaltar la ternura de la nieta.
La parsimonia que tenía algo de rigor sagrado: no solo expresa
el esmero de la niña, que cuida a la abuela con parsimonia, si-no que lo lleva al extremo al revelar que tal esmero es sistemá-
tico, planificado, meticuloso: usa la palabra rigor. Y va más allá, al llamar a ese rigor sagrado, porque lo sagrado da idea de una concentración máxima.
Gabriel García Márquez presenta a dos personajes opuestos cuyo con-
traste se establece entre la citada ternura de la niña, y la dureza y ro-bustez de la abuela. Esta aparece descrita con los siguientes
rasgos:
Las espaldas suculentas de la abuela. Este adjetivo da
idea de su robustez. Podía haber dicho “carnosas”. Pe-ro suculentas añade un matiz de exquisitez que reve-
la el punto de vista agradable que nos quiere mostrar, opuesto al lógico desagrado que produciría una mujer gorda y
grande en una bañera.
Cabellos metálicos. Se trata de una mujer “dura”. Por eso es más
expresivo escribir metálico que “blancos”. Si son metálicos, son duros además de blancos o plateados.
Hombro potente. Nueva insistencia en la robustez, más destacable
cuanto menos propia de una mujer. Precisamente el hombro es lo que destaca en un hombre fuerte, no en una mujer fuerte.
Tatuado. Este adjetivo, por sí solo, refleja la dureza de una vida pasada, pues el tatuaje lo asociamos a determinados hombres
fornidos, raramente a mujeres.
Sin piedad. Indica la entereza que en el pasado tuvo la abuela,
pues García Márquez añade este elemento que revela que el ta-tuaje debió de ser muy doloroso.
Escarnio de marineros. Expresión que remata el cúmulo de mati-ces que indican dureza. Lleva a pensar en un tatuaje hecho como
afrenta –este es el sentido de escarnio–, y además, una afrenta proveniente de los hombres que en nuestra cultura son tenidos
por más duros: los marineros.
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Cómo describir un objeto
La descripción de objetos dirige la atención del lector hacia detalles importantes y da verosimilitud al relato.
Para describir un objeto se detallan sus rasgos característicos: forma, tamaño, impresión que produce... Y si el objeto tiene diferentes par-
tes, se enumeran y detallan ordenadamente.
Un método para describir objetos consiste en comparar uno con otro.
Al hacerlo, podemos utilizar dos tipos de rasgos:
Los rasgos diferenciales de cada objeto. Son las características que los distinguen.
Los rasgos comunes a las cosas que comparamos. Son las ca-racterísticas que hacen que podamos agrupar a los seres en
clases.
Para comparar hay que tener en cuenta lo siguiente:
Se deben comparar variables análogas. Al comparar objetos
podemos observar el tamaño, la forma, la materia, el precio, la
procedencia...
Se deben indicar las semejanzas y las diferencias.
Se debe ordenar la comparación. Primero las semejanzas y después las diferencias o al contrario.
Describir un proceso
Describir un proceso es exponer ordenadamente sus fases, indicando
qué sucede en cada fase y de qué manera. Por ejemplo:
La descripción de un proceso debe ser clara y ordenada. Se debe
seguir el siguiente orden:
Primero se indica de qué proceso se trata y cuál es su finali-dad.
Después se detallan los elementos, materiales o instrumen-tos que forman parte del proceso (personas, máquinas, mate-
riales, herramientas...).
Finalmente se explica cómo se desarrolla el proceso. Se di-
vide en fases y se exponen las operaciones que se realizan en cada una. Se deben utilizar palabras que indiquen el orden de
las operaciones.
Si es posible, se explica para qué se realiza cada operación.
42
PARA SINTETIZAR
El texto descriptivo consiste en la representación verbal de algo o al-
guien, en un proceso donde se detiene en parte el tiempo para ob-servar detalles y plasmarlos en el texto.
Existen diversas clasificaciones de la descripción. Por ejemplo, la des-cripción técnica –que se centra en la objetividad para que la informa-
ción no aparezca distorsionada con opiniones y puntos de vista per-sonales– y la descripción literaria –que resalta la subjetividad del au-
tor y su visión particular del mundo–.
El retrato es una caracterización de los rasgos físicos y psíquicos de la
persona y la caricatura apunta a la deformación de los rasgos para lograr un efecto crítico o humorístico.
Por otra parte, según los rasgos de la realidad que el autor decide
abarcar, la descripción puede ser exhaustiva (presenta los rasgos de la realidad de forma detallada y meticulosa) o selectiva (incluye solo
los rasgos más significativos o expresivos de la realidad).
Respecto del tratamiento que el escritor hace de la realidad, las des-
cripciones pueden ser estáticas (presentan una realidad fija y estable) o dinámicas (muestran una realidad cambiante). De todas formas, no
hay que olvidar que la descripción generalmente “detiene” el tiempo, al constituirse como una fotografía verbal de lo descrito.
Por último, cabe destacar que la descripción técnica y la descripción literaria están vinculadas a otros dos tipos de descripción, determina-
dos de acuerdo con la intención comunicativa del autor. En este sen-tido, la descripción objetiva (propia de los textos científicos y técni-
cos) tiene una finalidad informativa y busca presentar la realidad tal cual es. En cambio, la descripción subjetiva (relacionada a los textos
literarios) persigue una intención estética y se preocupa por reflejar
los efectos que la realidad produce en su ánimo.
¿Ha comprendido los conceptos fundamentales, los ejemplos
y las citas de esta parte de la clase?
Consulte con su tutor/a en caso de dudas.
43
NORMATIVA DE LA LENGUA
I. QUEISMO Y DEQUEÍSMO
¿Cómo soluciona usted la duda que generalmente surge, en el momento de escribir o hablar, respecto de la conjunción que, cuando encabeza un sujeto o un objeto directo? En otras palabras, cuando por ejemplo escribimos:
Considero ¿qué? tendrías que visitar a la abuela.
Considero ¿de qué? tendrías que visitar a la abuela.
¿Tiene usted alguna fórmula para advertir si corresponde es-cribir la preposición de antes de que?
O en el siguiente ejemplo:
Tengo temor ¿qué? no me haya entendido.
Tengo temor ¿de qué? no me haya entendido.
Sin dudas, una de las dos posibilidades en los dos ejemplos presentados está mal.
Lo correcto es decir:
Considero qué tendrías que visitar a la abuela.
Tengo temor de qué no me haya entendido.
Usted no puede, en la redacción corporativa, cometer errores de queísmo y de dequeísmo.
Por tanto le proponemos:
1. Piense, recuerde y exprese qué medidas toma usted frente a casos como los ejemplos que le presentamos.
2. Luego, compárelas con los conceptos expuestos en el presente apartado y reflexione acerca de cómo amplía, profundiza o reconstruye sus ideas previas.
3. Por último, fije por escrito los nuevos conceptos y con-sulte a su tutor/a sus posibles vacilaciones.
4. Adopte una fórmula infalible ante casos de duda para no cometer más vicios expresivos vinculados con el queísmo y el dequeísmo en sus escritos o en sus co-municaciones orales.
44
¿QUÉ
O
DE QUÉ?
A lo largo de la formación de las lenguas, las conjunciones siempre im-
plicaron estadios más complejos en su formación, puesto que su presen-cia supone la capacidad para relacionar estructuras y establecer jerarqu-
ías entre las funciones oracionales.
La conjunción que es una de las de uso más frecuente en español y,
como toda conjunción de subordinación, tiene la labor de relacionar dos enunciados, haciendo descender jerárquicamente a uno respecto del
otro.
Me interesa que leas esta carta.
En este ejemplo, a partir de la conjunción que se inicia un enunciado jerárquicamente subordinado a “Me interesa”.
Existen dos que subordinantes:
a) el pronombre relativo y
b) la conjunción.
Ambos representan un elemento de gran utilidad para cohesionar y dar consistencia a un texto; si bien a menudo se abusa de estos.
Para la enseñanza de estos dos vicios de uso de la lengua (queísmo y dequeísmo), nos interesa centrarnos en el que conjunción.
Como veremos, la conjunción puede estar precedida por distintas prepo-
siciones –entre ellas, de–, aunque su presencia está condicionada por el contexto oracional. En otras palabras, tanto que como de que son
apropiadas..., pero en ciertas estructuras oracionales.
Las incorrecciones, los vulgarismos y las asociaciones erróneas provie-
nen, precisamente, del desconocimiento de estas estructuras que conva-lidan su aparición. Al respecto, estudiaremos ahora dos errores habitua-
les, ocasionados por la elección desacertada entre estas dos formas:
45
DEQUEÍSMO
Es la incorrección que consiste en anteponer la preposición de a la
conjunción que, cuando esta encabeza una cláusula que, dentro de la oración, cumple las funciones de:
sujeto:
Me alegra de que tenga todo lo necesario. s u j e t o
de objeto directo del verbo:
Considero de que el partido fue un fracaso.
o b j e t o d i r e c t o
El desajuste se detecta cuando verificamos que la preposición de funciona como encabezador del objeto directo y –mucho más in-
admisible aún– del sujeto que nunca es introducido por preposición.
QUEÍSMO
Es un error que surge como consecuencia directa del anterior, por “ultracorrección”, para evitar cometer la falla antes descripta, o para
eludir la elección entre que y de que. El usuario de la lengua suele omitir la preposición en aquellos casos donde la conjunción que in-
troduce una cláusula con función de término de un modificador indi-recto:
de sustantivo:
* Tengo miedo que se vaya.
de adjetivo
*Estaba convencido que ganaría.
en el caso en que su presencia esté exigida por la naturaleza del verbo:
*Se enteraron que no acudiría a la cita.
Y, ENTONCES, ¿CÓMO RECONOCER EL ERROR?
La mejor manera de advertirlo es actuar por simplificación, es decir, sustituyendo las cláusulas –las proposiciones subordinadas sustanti-
vas– por un pronombre demostrativo neutro “esto”, “eso”. Por ejem-plo:
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Tengo miedo que se vaya. Tengo miedo de esto. (y no )
Tengo miedo esto.
Estaba seguro que ganaría. Estaba seguro de eso. (y no)
Estaba seguro eso.
Se enteraron que no iría. Se enteraron de esto. (y no) Se enteraron esto.
Con este procedimiento, vemos claramente –a través del sin senti-
do– qué expresiones requieren la presencia de la partícula preposi-cional de y cuáles la rechazan.
Sin embargo, hay verbos que aceptan que y de que, es decir, la al-
ternancia indistinta, sin caer en el error del sinsentido:
DUDAR Dudo que / de que me acompañe al cine.
Ambas construcciones pueden usarse indistintamente.
ADVERTIR
Advirtieron que los visitantes se iban.
El padre le advirtió que no faltara.
Cuando advertir significa, como en los casos anteriores: "notar",
"observar", "amonestar", se forma sin la preposición de. Cuando sig-nifica: "hacer notar", "avisar", dicha preposición es obligatoria.
Sus compañeros le advirtieron de que la billetera no estaba.
AVISAR
La nota de ayer le avisó que estaba despedido.
Cuando avisar significa "comunicar algo", va sin la preposición de.
Cuando implica "prevenir de algo", dicha preposición es obligatoria.
Le avisé de que el lugar estaba lleno de peligros.
CONJUNCIONES CONJUNTIVAS
Las locuciones conjuntivas de tiempo antes que / antes de
que y después que / después de que pueden usarse indistinta-
mente.
47
Antes que llorara, le pedí perdón.
Antes de que llorara, le pedí perdón.
Después que desayune, se lo diré.
Después de que desayune, se lo diré
Nota: Cuando las construcciones expresan "preferencia", solo se usa
la forma antes que
Antes que pactar con el enemigo, lucharé.
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Agregue la preposición de donde corresponda:
Se alejó convencida.........que estaba en la casa.
Ellos me dijeron..............que no vendría hasta las ocho.
Estaba segura............que todo saldría bien.
Me alegra .............que estés aquí
Tuvo la suerte..........que la cuerda no se deslizara.
Las mariposas le advirtieron.......... que llegaba la primavera.
Siempre dudó……….que hubiera extranjeros en el lugar.
Importante: Usted deberá ir formando sus fichas
personales con el conjunto de reglas y explicacio-
nes fundamentadas del uso de la norma.
Consejo: escriba, reflexione y practique los casos
en que necesita usar de y aquellos otros donde debe eliminarla. Hágase un cuadro con los verbos
que aceptan la doble posibilidad y reflexione so-bre cada uno de los ejemplos. Profundice el tema
consultando el DPD.
Ante cualquier duda, consulte.
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TRABAJO PRÁCTICO N.º 1 (Entrega obligatoria)
CONSIGNA N.º 1
Realice una descripción similar al ejemplo del pos-tulante a un puesto (pág. 37), pero que los rasgos
del retrato resulten negativos.
CONSIGNA N.º 2
Realice una narración de no más de una página
donde cuente los hechos ocurridos en un incidente callejero que motivaron su retraso a la oficina.
CONSIGNA N.º 3
En el siguiente texto existen defectos en el uso de la preposición “de”. Corríjalos
Los muchachos se olvidaron de que era martes y de que no había nadie a esas horas en el museo. Sin embargo, dio la casualidad que se encon-
traron con la secretaria del jefe. Sabían que a ella no le gustaba que la molestaran fuera de los días de trabajo y de que la exasperaban los in-
trusos.
–Se me figura de que no es este el momento apropiado para hacer pre-
guntas –dijo ella, molesta de que la miraran con tanto asombro.
–Perdone, señorita, pero tememos de que usted piense que venimos a
importunarla justo en su día de descanso –contestó Juan cansado que ella siempre los reprendiera.
Acto seguido, la mujer se dio media vuelta y, con un gesto de desdén, se dirigió al encargado para decirle:
–Por favor, recuérdeme de que hoy tengo una cita a las diez. Estaré en mi oficina.
Envíe el práctico a su tutor y continúe con la próxima clase.
Ante cualquier duda o comentario, escriba la consulta a su
tutor/a en el foro.
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SÉPTIMA CLASE (SÉPTIMA SEMANA)
Las técnicas textuales II
50
CLASE N.º VII
Técnicas textuales II
Explicar y Argumentar
En esta clase aprenderá las técnicas textuales vincu-
ladas con las formas de presentar un tema y expli-carlo, y de argumentar sobre una elección o postura
determinada. Estas técnicas se emplean a menudo en los textos que escribimos y en nuestras exposi-ciones o discusiones orales.
En primer lugar estudiará las técnicas para exponer un tema que posiblemente se contaminen de breves
narraciones o descripciones, sin olvidar que en este caso usted apuntará a reflexiones abstractas para
explicar conceptos.
En segundo lugar conocerá las técnicas más adecua-
das para respaldar sus opiniones y principios argu-mentando sobre bases firmes y persuasivas.
Se preguntó alguna vez qué mecanismos usa para explicar un proceso o fenómeno (problema-
solución/causas-efectos) o para argumentar a su favor ideas, principios y convicciones.
a) En las explicaciones sobre un tema ante un clien-te o compañero, ¿sigue un plan determinado? ¿qué solución implementa cuando se encuentra
que no lo han entendido? ¿busca otros caminos? ¿hace esquemas, comparaciones, gráficos?
b) Cuando discute o polemiza sobre determinadas medidas o cambios en la empresa ¿maneja los re-
cursos persuasivos para que adhieran a su postu-ra?
Anote en su cuaderno de apuntes estas reflexio-nes.
Lea luego la clase y complete sus conocimientos previos que seguramente los tenía incorporados,
pero que le faltaba sistematizarlos.
Si ha llegado a nuevas conclusiones y por ende ha
generado conocimiento extraído de la práctica o de la reflexión, coménteselo a su tutor/a en el fo-
ro y compártalo con sus compañeros.
51
REDACCIÓN:
1.3. El texto explicativo
Un texto explicativo se define por
su intención de hacer compren-der a su destinatario un fenóme-
no o un acontecimiento. La expli-cación se organiza en torno a
una estructura de problema-
solución: se parte de un proble-ma de conocimiento al que se
trata de dar respuesta con la aportación de información que
ofrezca las claves del problema.
Como los textos explicativos tienen como objetivo transmitir la expe-
riencia y el saber científico, técnico y cultural de una comunidad, es lógico que estén anclados en la base del discurso académico, ya que
es la secuencia textual prototípica para transmitir y construir el cono-cimiento. Así pues, podemos observar que la técnica explicativa es la
que predomina fundamentalmente en los exámenes, los trabajos académicos, los manuales escolares, las entradas enciclopédicas, los
informes de toda índole, los tratados científicos o los artículos de di-vulgación científica. También penetran en la sustancia de los textos
corporativos que en su mayoría encaran la presentación de proble-
mas que exigen una solución.
Estructura
Cuando se ofrece una explicación, se suele suscitar el interés del des-
tinatario en cuanto que se presenta el problema de conocimiento co-mo algo que merece ser explicado, y a la vez se indica el encuadre
disciplinar o teórico desde el cual se abordará. Por eso, los textos ex-plicativos suelen iniciarse con un marco o presentación del vacío o
ausencia de conocimiento que será objeto de la explicación.
Una vez presentado y formulado el problema en cuestión, los textos
ofrecen una explicación. Finalmente, en muchos textos explicativos se procede a evaluar la explicación propuesta.
La estructura típica de las explicaciones en estos discursos es:
1. Presentación/marco
2. Planteo del problema (explícito o implícito)
3. Respuesta del problema
4. Evaluación conclusiva
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La estructura de un texto explicativo es mucho más compleja que la de un texto descriptivo o narrativo, puesto que el texto no puede li-
mitarse a "copiar" el orden en que están colocados los objetos en el mundo, ni el orden cronológico de los acontecimientos. Por ello, la
estructura de una explicación intenta mostrar el orden del razona-miento, el orden en el que hay que observar el problema para solu-
cionarlo, es decir, un ordenamiento lógico o mental, no "referencial":
primero el problema y después la solución, primero lo general y luego lo particular, primero lo más sencillo y después lo más complejo.
Por ende, la explicación debe seguir, de manera explícita, un esque-ma, con el objeto de que en todo momento el lector sepa en qué pun-
to del esquema se encuentra. Es importante evitar que aparezcan ex-plicaciones en el último momento, explicaciones que no se hayan
anunciado con anterioridad, y tampoco pueden faltar datos que el lec-tor espera.
Según el público al que va dirigido un texto explicativo –más o menos culto– y de la intención del autor –didáctica o no– podemos distinguir
dos modalidades de textos explicativos: los divulgativos y los espe-cializados.
Técnicas explicativas
Con el fin de ampliar los conocimientos del destinatario (sobre pro-ductos o servicios de la empresa), el emisor despliega una serie de
estrategias y operaciones discursivas que le facilitan la escritura del texto y a la vez le permiten al lector la interpretación. Conocer estas
estrategias es muy importante para construir con éxito secuencias explicativas.
El emisor puede recurrir:
A la reformulación (la paráfrasis) para acla-
rar una información cuyo enunciado quizá ha resultado poco transparente. En algunos ca-
sos se introducen definiciones complejas, difí-ciles incluso para expertos en el tema. Es en-
tonces cuando resulta útil repetirlas con otras palabras, presentarlas nuevamente desde
otro punto de vista para ayudar al lector. Así pues, podemos afir-mar que con la reformulación se repite un contenido expresado de
otro modo en el texto inmediatamente precedente, de modo que constituye una operación regresiva (se realiza una vuelta atrás en
el texto), cuya función es clarificar conceptos que pudieron haber
quedado oscuros. Para realizar reformulaciones son útiles los mar-cadores siguientes: es decir, esto es, a saber, formulado/ dicho en
otras palabras/ en otros términos, etc.
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A la definición para delimitar el problema sobre la base del cono-cimiento existente; para esto se le adjudica al tema/objeto de
análisis una serie de atributos en términos de la pertenencia a una clase y se especifican sus rasgos característicos. Las expresiones
verbales más usadas son del tipo: se llama, se refiere a, se define como, está constituido por, contiene, comprende...
A la ejemplificación para hacer inteligibles determinados con-
ceptos que, formulados de modo abstracto, pueden resultar confu-sos. Constituye un movimiento discursivo similar a la reformula-
ción, en el sentido de que pretende "parafrasear" algo dicho pre-
viamente, pero en este caso se produce un desplazamiento de lo general a lo concreto: es decir, se sale de la idea hacia los datos
particulares de la experiencia.
A las citas de autoridad, el autor demuestra que su presenta-ción es válida porque coincide con la explicación de reconocidos
expertos en el tema, o sencillamente demuestra ser él mismo un experto, ya que ha leído todo lo que se ha escrito sobre esa cues-
tión.
A la clasificación, para ordenar y sistematizar la información. Las taxonomías permiten incluir el objeto dentro de una categoría de-
terminada y, a la vez, subrayar sus características idiosincrásicas.
A la analogía que es el procedimiento de aclaración o ilustración que se construye a partir de poner en relación un concepto o un
conjunto de conceptos con otros de distinto campo. Se manifiesta lingüísticamente a través de comparaciones y de metáforas. A
través de las comparaciones y las representaciones metafóricas comprendemos conceptos difíciles de entender.
Además de las estrategias que se acaban de describir, el texto
explicativo debe presentar una ordenación jerárquica de la
información: cabe destacar que existen informaciones pri-
marias e informaciones secun-
darias. Por esta razón resulta conveniente que el emisor se-
ñale de manera evidente la in-formación que está en un pri-
mer plano y la información que está en un segundo plano.
Una manera para resaltar ciertas ideas consiste en repetirlas. Otro
recurso es utilizar ciertos elementos, llamados focalizadores, que sir-ven para señalar la especial relevancia de algún punto.
54
EJEMPLO DE TEXTO EXPLICATIVO
¿Cuál es el origen del Universo?
El hombre a lo largo de la historia ha realizado grandes investigaciones y nume-
rosos estudios para poder definir cuál fue el origen del Universo. Una de las
teorías que más firmemente se ha instalado entre los científicos es la teoría
del Big Bang.
Pero, ¿cómo explica la creación del Universo esta teoría?
Big Bang significa gran estallido, es el momento en que de la "nada" emerge
toda la materia, es decir, el origen del Universo. Hasta el momento en que se
produce el estallido, según los investigadores, la materia era un punto. En un
momento dado ese punto "explota" generando la expansión de la materia en to-
das las direcciones y creando lo que conocemos como nuestro Universo. Inme-
diatamente después del momento de la "explosión", cada partícula de materia
comenzó a alejarse muy rápidamente una de otra. Para que se entienda más cla-
ramente. ¿Qué sucede cuando inflamos un globo? Este va ocupando más espacio
a medida que se expande. Lo mismo, siguiendo esta teoría, ocurrió con el Uni-
verso. El punto inicial fue expandiéndose y ocupando mayor superficie.
La materia lanzada en todas las direcciones por la explosión primordial está
constituida exclusivamente por partículas elementales: Electrones, Positrones,
Mesones, Bariones, Neutrinos, Fotones, etc.
El físico que planteó esta teoría se llamaba George Gamow. En 1948 dio a co-
nocer el resultado de sus estudios y sostuvo que el Universo se creó en una ex-
plosión gigantesca y que los diversos elementos que hoy se observan se produ-
jeron durante los primeros minutos después de la Gran Explosión o Big Bang,
cuando la temperatura extremadamente alta y la densidad del Universo fusio-
naron partículas subatómicas en los elementos químicos. Es decir, debieron
producirse distintos fenómenos para que se diera la explosión y la posterior
formación de elementos galácticos.
Cálculos más recientes indican que el hidrógeno y el helio habrían sido los
productos primarios del Big Bang, y los elementos más pesados se produjeron,
más tarde, dentro de las estrellas.
Al expandirse, el helio y el hidrógeno se enfriaron y se condensaron en es-
trellas y en galaxias. Pensemos, por ejemplo, en lo que sucede con el agua: cuan-
do está líquida a temperatura ambiente, se expande, pero si a esa misma agua la
sometemos a temperaturas frías, se condensa y se transforma en hielo.
Lo expuesto explica la expansión del Universo y la base física de la ley de
Hubble.
55
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Lea el texto anterior y señale su estructura: marco, planteo, res-puesta y evaluación.
2. Transcriba los párrafos o fragmentos del texto que ejemplifican las técnicas explicativas.
1.4. El texto argumentativo
¿Qué es la argumentación?
La argumentación es un modo de organi-zar el discurso que pretende conseguir la
adhesión de un auditorio a las tesis u opiniones que sostiene el autor. Esta se
utiliza normalmente para desarrollar te-mas que se prestan a cierta controversia.
La argumentación se identifica con el enunciado de un problema o situación
que admite posiciones distintas, ya sea a favor o en contra de una tesis (opinión que se defiende). Argumentar es, por tanto, aportar
razones para defender una opinión.
Toda argumentación tiene un carácter dialógico, es decir, presupone
un diálogo con el pensamiento del interlocutor para transformar su opinión (tesis y argumentos, por un lado; antítesis y contraargumen-
tos, por el otro). Por ello se ha de presuponer la existencia de dos o
más interlocutores (el escritor y su/s oponente/s).
De aquí se deduce la necesidad de tener en cuenta al destinatario
(identificarlo, conocer sus gustos y valores, prever su opinión...) para seleccionar los argumentos o premisas más adecuados y eficaces, y
para contraargumentar (exponer razones que contrarresten o inva-liden los razonamientos ajenos).
Como práctica social, la argumentación implica una forma específica de interacción ante la presencia de una discrepancia o conflicto. En
efecto, tanto en la participación en distintas instancias de la vida pública como en el ámbito privado, la argumentación ofrece una al-
ternativa a las formas directas de la imposición o la violencia para resolver situaciones problemáticas en las que no existe consenso.
56
Desde un punto de vista pragmático, la argumentación es un acto de habla complejo cuyo propósito es contribuir a la resolución de una
diferencia de opinión.
Asimismo, la argumentación, por importante que sea en un texto,
suele combinarse con otros modos de organizar el discurso, como la explicación o la descripción, para conseguir un texto más eficaz y
dinámico. Así ocurre en el informe, en el que predomina el procedi-
miento expositivo en combinación con la argumentación. Otros textos en los que se emplea con profusión la argumentación son los textos
científicos, los jurídicos y algunas modalidades de textos corporati-vos.
El discurso argumentativo, pues, se realiza en una amplia variedad de formas textuales que apelan a recursos muy diversos y poseen distin-
to grado de complejidad. Las situaciones más comunes en que se emplea la argumentación son las siguientes:
a) Situaciones de carácter interpersonal: vida cotidiana y la del trabajo (discusión entre dos personas con diferente punto de vista),
entrevista laboral, etc. Se caracterizan por la utilización de un discur-so poco planificado.
b) Situaciones de carácter social: cartas al director, artículos de
opinión, anuncios publicitarios, debates, mesas redondas, reuniones de directorio, entre otros, emplean un discurso más planificado y es-
tructurado, con una gramática más elaborada y precisa.
c) Situaciones técnicas: ámbito científico, jurídico y administrativo
(artículos de investigación, tratados, instancias, alegatos, sentencias, demandas, etc., usan estructuras muy formalizadas, en un discurso
técnico.
d) Situaciones académicas: exámenes, informes, ponencias, traba-
jos académicos.
PARA TENER EN CUENTA
Saber argumentar bien es imprescindible para
defender con éxito la posición que se sostiene. Para ello, es importante examinar los posibles
argumentos de los contrincantes y buscar otros más sólidos que defiendan nuestras conclusio-
nes.
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Estructura de los textos argumentativos
Los textos argumentativos, como los expositivos, basan una parte importante de su efectividad en la buena organización de las ideas
con las que se pretende convencer o persuadir.
De entre las variadas formas con las que se puede manifestar este
modo de organizar el discurso, analizaremos la estructura más habi-
tual, establecida desde la Antigüedad por la retórica clásica.
Todo texto argumentativo se articula en torno a cuatro partes funda-
mentales:
1. Presentación o introducción
Tiene como finalidad presentar el tema sobre el que se argumenta, captar la atención del destinatario y despertar en él el interés y una
actitud favorable.
2. Exposición de la hipótesis
La hipótesis o tesis es la postura que se mantiene ante el tema. Pue-de aparecer al principio o al final del texto, y es el núcleo de la argu-
mentación.
Una hipótesis puede ser una opinión subjetiva, en el caso de la argu-
mentación informal; en cambio, si se trata de un trabajo académico
de investigación, la tesis tiene que ser una hipótesis científica.
3. Cuerpo argumentativo y antítesis
Una vez expuesta la tesis, empieza la argumentación propiamente dicha. Se trata de justificar la tesis con la presentación de pruebas y
argumentos variados (argumentación positiva), o de refutar la tesis contraria, o de admitir algún argumento contrario (concesión) para
contraargumentar.
Con el objetivo de lograr persuadir al destinatario, el emisor puede
desplegar una serie de estrategias o recursos argumentativos (ver más adelante).
4. Conclusión
En esta parte del discurso, se le recuerda al
interlocutor la tesis, las partes más relevan-tes de lo expuesto y se insiste en la posición
argumentativa adoptada.
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Recursos argumentativos
Existen numerosos tipos de recursos que sirven para apoyar la hipó-
tesis propia:
1) El argumento analógico: es aquel que establece paralelismos
entre lo argumentado y otro hecho similar, es decir, una forma de
aclaración que facilita su comprensión por parte de los destinatarios. Este tipo de argumento se basa en la relación de semejanza entre
dos hechos, y suele seguir la estructura "A es a B lo que C es a D". Por ejemplo: “Un país sin buenos gobernantes es como un barco sin
timón”.
2) El argumento mediante ejemplos: casos particulares como
anécdotas, cuentos, metáforas, citas literarias, etc., se utilizan para extraer una regla general.
3) El argumento de autoridad: se fundamenta en el respeto que a todo merece una persona de prestigio social o intelectual que ha opi-
nado sobre el tema objeto de nuestra argumentación. Existen varias formas de expresar los argumentos de autoridad: a) de forma directa
(cuando la persona citada trató precisamente ese tema) o b) de for-ma indirecta o por analogía (la opinión empleada no se corresponde
exactamente con el tema tratado, pero apoya el problema que plan-
teamos). Por ejemplo, “Según señala Propp en su Morfología del cuento…”.
4) El argumento de probabilidades, que se apoya en datos es-tadísticos o en el cálculo de probabilidades; su importancia proviene
de estar sustentado sobre bases reales (carácter empírico del argu-mento). Gráficos, datos, resultados de encuestas, porcentajes, son
los que configuran este argumento de probabilidades.
El autor de un texto argumentativo puede tratar de demostrar la tesis
que defiende no solo mediante la utilización de argumentos en favor de sus ideas. Por el contrario, es frecuente la inclusión de argumen-
tos que las refuten para, a continuación, destruirlos mediante razo-namientos lógicos. Esto se conoce como concesión.
Escribir el texto argumentativo
Una vez explorada la cuestión y desarrollado un esquema, es el mo-
mento de escribir el texto.
a) Formular una introducción breve
La introducción debe ser breve y precisa; evitar
una introducción demasiado general.
59
b) Exponer los argumentos de uno en uno
Como regla general, expondremos un argumento por párrafo. In-
cluir muchos puntos diversos en el mismo párrafo solo confunde al lector y hace perder aspectos importantes. Usaremos el argumen-
to principal para plantear los párrafos.
Un buen escrito primero explica la importancia de la cuestión, lue-
go formula la tesis y finalmente dedica un párrafo (o, a veces, va-
rios párrafos) a cada una de las premisas.
c) Ser claro
Las cuestiones que a nosotros nos parecen que están relacionadas, a algún lector le pueden parecer totalmente desvinculadas. Es, por
tanto, esencial explicar las conexiones entre las ideas, aun si nos parecen absolutamente claras.
d) Apoyar las objeciones con argumentos
Además de desarrollar nuestros propios argumentos de una mane-
ra cuidadosa y completa, también desarrollaremos en detalle los posibles contraargumentos, si bien de un modo no tan completo
como los argumentos a favor de la postura defendida.
e) No afirmar más de lo que hemos probado
Terminaremos sin prejuicios. Muy rara vez responderemos a todas
las objeciones de manera adecuada, y siempre pueden aparecer nuevas objeciones, que no podemos minimizar.
Importancia de los conectores argumentativos
La función básica de los textos argumentativos es presentar una serie de informaciones de manera convincente para guiar al lector hacia las
conclusiones que nos interesan. Es imprescindible por ello relacionar las secuencias textuales entre sí.
De acuerdo con las funciones que realizan los conectores argumenta-tivos, distinguiremos tres grupos distintos:
I. Conectores contraargumentativos
Expresiones conectivas
aunque, a pesar de (que), pese a (que)
y si bien (de las que aunque es el co-
nector prototípico).
60
Conectores como
pero, sin embargo, no obstante, ahora
bien, con todo, aun así o de todas for-mas (pero es el representante para-
digmático de este grupo).
Grupo formado por conecto-res tales como
mientras que, en cambio y por lo con-trario (básicamente modifican en el se-
gundo miembro algún aspecto de lo formulado en el primero)
II. Conectores consecutivos
Conectores integrados en la
oración (que presentan la conjunción que)
así que, de modo que, de manera que, por lo que, de ahí que, etc.
Conectores de tipo parentéti-
co:
por ello/eso, por ese/ tal/ dicho motivo/ razón/ causa, por (lo) tanto, en conse-
cuencia, por consiguiente, por ende, pues, así pues.
III. Conectores aditivos
Conectores que introducen un nuevo aspecto o punto de
vista del tema que se está tratando sin valorarlo desde
el punto de vista argumenta-tivo:
asimismo, igualmente, de igual/ mismo modo, por otra parte, por otro lado, por
su parte, a su vez.
Conectores que introducen
un nuevo aspecto informati-vo del tema, presentándolo
como más fuerte desde el punto de vista argumentativo
que los aspectos anteriores:
además, encima, por añadidura, por
demás, incluso, inclusive.
61
Ejemplo de texto argumentativo
Jubilación de la ortografía. Mempo Giardinelli. Página/12, viernes
11 de abril de 1997.
Desde hace años se sabe que Gabriel García Márquez es un mago ca-
paz de colocar en el cielo de la literatura maravillosos fuegos artificia-les. Pero somos muchos los escritores que crecimos con él, y gracias
a él, que pensamos también que los fuegos artificiales son solo eso: artificios. Y por lo tanto brillo efímero, golpe de efecto, momento des-
lumbrante.
La médula es otra cosa. Y en el caso de estas ideas que la prensa ha difundido (no he tenido la oportunidad de leer el discurso completo
del Maestro) me parece que hay mucho de disparate en esa propues-ta de «jubilar la ortografía».
Además de ser una propuesta efectista (y quiero suponer que poco pensada), es la clase de idea que seguramente aplaudirán los que
hablan mal y escriben peor (es decir, incorrecta e impropiamente). No dudo que tal jubilación (en rigor, anulación) solo puede ser feste-
jada por los ignorantes de toda regla ortográfica. Digámoslo clara-mente: suena tan absurdo como jubilar a la matemática porque aho-
ra todo el mundo suma o multiplica con calculadoras de cuatro dóla-res.
En mi opinión, la cuestión no pasa por determinar cuál regla anula-mos, ni por igualar la ge y la jota, ni por abolir las haches, ni por ani-
quilar los acentos. No, la cuestión central está en la colonización cul-
tural que subyace en este tipo de ideas tan luminosas como efectis-tas, dicho sea con todo respeto hacia el Nobel colombiano.
Y digo colonización porque es evidente que estas cuestiones se plan-tean a la luz de los cambios indetenibles que ocasiona la infatigable
invasión de la lengua imperial, que es hoy el inglés, y el creciente desconocimiento de reglas ortográficas y hasta sintácticas que impera
en las comunicaciones actuales, particularmente Internet y el llamado Ciberespacio.
Frente a esa constatación de lo virtual que ya es tan real, ¿es justo que bajemos los brazos y nos entreguemos sin luchar? ¿Es justo que
porque el inglés es la lengua universal y es tan libre (como anárqui-ca), el castellano deba seguir ese mismo camino? ¿Por el hecho de
que el ciberespacio está lleno de ignorantes, vamos a proponer la ig-norancia como nueva regla para todos? ¿Por el hecho de que tantos
millones hablen mal y escriban peor, vamos a democratizar hacia
abajo, es decir hacia la ignorancia?
Si las difundidas declaraciones de García Márquez son ciertas, a mí
me parece que hay un contrasentido en su propuesta de preparar
62
nuestra lengua para un «porvenir grande y sin fronteras». Porque el porvenir de una lengua (como el porvenir de nada) no depende de la
eliminación de las reglas sino de su cumplimiento.
Por eso, a los neologismos técnicos no hay que «asimilarlos pronto y
bien... antes de que se nos infiltren sin digerir», como él dice. Lo que hay que hacer es digerirlos cuanto antes, y para digerirlos bien hay
que adaptarlos a nuestra lengua. Como se hizo siempre y así, por ca-
so, «chequear» se nos convirtió en verbo y «kafkiano» en adjetivo. Y en cuanto al «dequeísmo parasitario» y demás barbarismos, no hay
que negociar su buen corazón, como aparentemente propone García Márquez. Lo que hay que hacer es mejorar el nivel de nuestros do-
centes para que sigan enseñando que esos parásitos de la lengua son malos.
Eso por un lado.
Y por el otro está la cuestión de para qué sirven las reglas, y el por-
qué de la necesidad de conocerlas y respetarlas. No voy a defender las haches por capricho ni por un espíritu reglamentarista que no
tengo, pero para mí seguirá habiendo diferencias sustanciales entre «lo hecho» y «lo echo»; y sobre todo entre «hojear» y «ojear» un
libro.
Tampoco me parece que sea un «fierro normativo» la diferencia entre
la be de burro y la ve de vaca. Ni mucho menos me parece poco ra-
zonable la legislación sobre acentos agudos y graves, ni sobre las esdrújulas, ni sobre las diferencias entre ene-ve y eme-be, y así si-
guiendo, como diría David Viñas.
Las reglas siempre están para algo. Tienen un sentido y ese sentido
suele ser histórico, filosófico, cultural. La falta de reglas y el descono-cimiento de ellas es el caos, la disgregación cultural. Y eso puede ser
gravísimo para nosotros, sobre todo en estos tiempos en que la sabi-duría imperial se ha vuelto tan sutil y astuta. Las propuestas ligeras y
efectistas de eliminación de reglas son, por lo menos, peligrosas.
Precisamente porque vivimos en sociedades donde las pocas reglas
que había se dejaron de cumplir o se cumplen cada vez menos, y hoy se aplauden estúpidamente las transgresiones. Es así como se facili-
tan las impunidades.
Y así nos va, al menos en la Argentina.
En todo caso, eliminemos la absurda policía del lenguaje en que se ha
convertido la Real Academia. Democraticémosla y forcémosla a que admita las características intertextuales del mundo moderno, haga-
mos que celebre las oralidades, que festeje las incorporaciones como riquezas adquiridas. Esa sería una tarea revolucionaria. Pero mante-
niendo las reglas y, sobre todo, haciéndolas cumplir.
63
RECOMENDACIONES:
La explicación y la argumentación, junto con la redacción y la descripción son estructuras dis-
cursivas que todo redactor corporativo debe dominar. Existen múltiples situaciones de escri-
tura que exigen del redactor el manejo de las
cuatro secuencias que hemos analizado.
Recordemos, por tanto, que sería muy útil tener
presentes cuáles son sus técnicas intrínsecas, a fin de que resulte más óptima y rápida la mane-
ra como manejamos nuestras comunicaciones escritas.
El adiestramiento y el saber hacer marcarán la diferencia con otros redactores que se manejan
con la precariedad de quien improvisa o actúa solo por intuiciones repentinas.
¿Ha comprendido los conceptos fundamentales, los ejemplos
y las citas de esta clase de Redacción?
Consulte con su tutor/a en caso de dudas.
64
NORMATIVA DE LA LENGUA
I. SIGNOS DE PUNTUACIÓN:
I.1. USO DE LOS DOS PUNTOS
Los dos puntos se emplean para detener el discurso y llamar la atención
sobre lo que sigue. El enunciado no se ha completado y lo que continúa está relacionado con este.
1.1. Uso
1) Preceden una enumeración:
Reúne las condiciones necesarias: honradez, virtud y juicio crítico.
2) También se emplean para cerrar una enumeración, antes del anafóri-co que los sustituye (expresiones que anuncian un elemento del dis-
curso, función que generalmente ejercen los pronombres):
Corrupción, inseguridad, desempleo: esos son los flagelos.
Nota: en estos casos, después de los dos puntos se escribe con minúscula.
3) Preceden las citas textuales directas:
Dice Martínez de Sousa: «El autor, antes de entregar sus obras a la imprenta, debe repasar los originales concienzudamente».
Nota: en la cita textual, se usa la mayúscula después de los dos
puntos.
4) Se colocan tras las fórmulas de saludo en las cartas, correos electró-nicos y documentos:
Señor Esteban González Mi querido amigo: Le ruego disculpe la demora en contestar su carta...
Nota: en este caso, también la palabra que sigue a los dos puntos se
escribe con mayúscula y, generalmente, en un renglón aparte.
5) Conectan proposiciones relacionadas entre sí, sin necesidad de utili-
zar otro nexo. Pueden expresar varias relaciones entre esos enuncia-dos:
a) De causa-consecuencia:
65
No obtuvo la calificación mínima: deberá recursar la asignatura.
b) Conclusión o resumen de la proposición anterior:
Se presentaron muchos socios: hoy extenderán el horario de atención.
c) Verificación o explicación de la proposición anterior, que suele te-ner un sentido más general:
La paella es un plato muy completo desde el punto de vista nutritivo: cuenta con la fécula del arroz, las proteínas de sus carnes y pescados, y la fibra de sus verduras.
d) La ejemplificación del resto de la oración:
Hay grandes progresos en esa área: los satélites artificiales, por ejemplo.
6) Se colocan después de verbos como CERTIFICA, RESUELVE, DECRE-TA, HAGO SABER, DISPONE, COMUNICA en los textos jurídicos y ad-
ministrativos, como decretos, sentencias, bandos, edictos, certifica-dos o instancias:
El Consejo de Administración, reunido en asamblea extraordinaria,
RESUELVE:
1. Designar presidente al señor Bernardo Azulgaray.
NOTA: el texto que sigue a este verbo comienza en párrafo aparte y
se escribe con inicial mayúscula.
7) Preceden las palabras de un personaje en un texto en prosa:
Comentó Claudia: —Esta semana voy a estar muy ocupada.
Al día siguiente, él me confesó: «Nunca fui feliz en esta casa».
8) Preceden los ejemplos que se introducen con por ejemplo, de la si-
guiente manera, de este modo. A veces reemplazan a esas expresio-nes:
La aceptación de la obra depende de los siguientes factores:
— de la materia; — del enfoque, el tratamiento, la presentación; — de la expectativa de venta.
66
9) Se colocan después de los pronombres demostrativos cuando estos
anuncian un elemento del discurso:
Este es el segundo requisito que aparece en su poética: que el cuen-to sea esencialmente breve.
1.2. Mayúsculas y minúsculas después de los dos puntos
1) Las mayúsculas se usan después de las fórmulas de cortesía.
2) En las citas textuales se usa la mayúscula, si así está en el texto del autor; por el contrario, si la cita comienza con minúscula, se le ante-
pondrán puntos encorchetados.
3) Se usa minúscula en una enumeración, conclusión o consecuencia; en
los ejemplos introducidos por giros: como el siguiente, así, de esta manera, o sin ellos:
El motivo más evidente de su locura era de naturaleza afectiva: llantos, quejidos, lamentos y pesadillas.
I.1. USO DE LAS COMILLAS
Signo ortográfico doble, del cual se usan diferentes tipos
en español:
las comillas angulares, latinas o españolas (« »),
las inglesas (“ ”) y
las simples (‘).
En los textos impresos, se recomienda utilizar en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban
entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado.
En el siglo XVII se empiezan a ver comas en algunas de las funciones de las actuales comillas. Su uso estable llega con el siglo XVIII: en
sus primeros pasos, las comillas se abrían al principio de la cita, se repetían al principio de cada una de sus líneas, y por fin se cerraban.
Ese procedimiento se ha abandonado... para retornar en los correos electrónicos. En ellos es frecuente que un correo de respuesta a otro
mantenga el texto de este último precedido por una serie de signos de mayor que, que remiten a las comillas.
67
Usos
Para enmarcar la reproducción de citas textuales. Si el texto que se
reproduce consta de varios párra-fos, antes era costumbre colocar
comillas de cierre al comienzo de cada uno (salvo del inicial).
Hoy, lo normal es reproducir la cita con sangrado respecto del texto, y generalmente en un cuerpo menor,
sin comillas.
Dice Rafael Lapesa en su obra Histo-ria de la lengua española, a propósito
de los germanos:
En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos –vándalos,
suevos y alanos– atravesaba el Pi-rineo y caía sobre España [...].
Así quedó cumplida la amena-za que secularmente venía pe-sando desde el Rhin y el Da-
nubio.
Cuando se intercala un comentario
del transcriptor de la cita, este de-be enmarcarse entre rayas, sin ne-
cesidad de cerrar las comillas para volverlas a abrir después del inciso.
«Es imprescindible –señaló el minis-
tro– que se refuercen los controles sanitarios en las fronteras».
También se encierran entre comi-llas las palabras textuales que se
reproducen dentro de un enunciado en estilo indirecto.
Desde Medicus Mundi reconocieron ayer sentir «impotencia y congoja»
por este asesinato.
La inclusión, a través de las comi-llas, de un texto literal dentro de un
enunciado en estilo indirecto es aceptable siempre y cuando no se
incumpla algunas de las condicio-nes impuestas por el estilo indirec-
to.
*Mi madre nos recomendó que no «salgáis a la calle sin abrigo».
Para encerrar, en las obras litera-
rias de carácter narrativo, los tex-tos que reproducen de forma dire-
cta los pensamientos de los perso-najes.
«Hasta en latín sabía maldecir el pi-
llastre», pensó el padre.
Cuando los pensamientos del per-sonaje ocupan varios párrafos, se
colocan comillas de cierre al co-mienzo de cada párrafo, a partir del
segundo.
Para indicar que una palabra es im-
propia, vulgar, procede de otra len-gua o se utiliza irónicamente con
Dijo que la comida «llevaba muchas
especies».
En el salón han puesto una «boisse-
68
un sentido especial. rie» que les ha costado un dineral.
Parece que últimamente le va muy
bien en sus «negocios».
Cuando en un texto manuscrito se
comenta un término desde el punto de vista lingüístico, este se escribe
entrecomillado. En los textos im-presos, en lugar de usar las comi-
llas, se escribe el término en un tipo de letra diferente del de la fra-
se en el que va impreso.
La palabra «cándido» es esdrújula.
La palabra cándido es esdrújula.
En obras de carácter lingüístico, las
comillas simples se utilizan para enmarcar los significados.
La voz apicultura está formada a par-
tir de los términos latinos apis ‘abeja’ y cultura ‘cultivo, crianza’.
Se usan comillas para citar el título de un artículo, un poema, un capí-
tulo de un libro, un reportaje o, en general, cualquier parte dependien-
te dentro de una publicación.
Ha publicado un interesante artículo titulado «El léxico de hoy» en el libro
El lenguaje en los medios de comuni-cación.
Combinación con otros signos
Los signos de puntuación corres-
pondientes al período en el que va inserto el texto entre comillas se
colocan siempre después de las comillas de cierre.
Sus palabras fueron «No lo haré»,
pero al final nos ayudó.
El texto que va dentro de las comi-llas tiene una puntuación indepen-
diente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si el enuncia-
do entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de interro-gación y de exclamación se escri-
ben dentro de las comillas.
Le preguntó al conserje: «¿Dónde están los baños, por favor?».
Cuando lo que va entrecomillado constituye el final de un enunciado o de un texto, debe colocarse punto
detrás de las comillas de cierre, incluso si delante de las comillas va
un signo de cierre de interrogación, exclamación o puntos suspensivos.
«No está el horno para bollos». Con estas palabras zanjó la discusión y se marchó.
«Si pudiera decirle lo que pienso re-almente...». A pedro no le resultaba
fácil hablar con sinceridad.
69
TRABAJO PRÁCTICO N.º 2 (Entrega obligatoria)
CONSIGNA N.º 1:
Lea el texto de Mempo Giardineli sobre la orto-grafía (61) y conteste al siguiente cuestionario:
a) ¿Cuál es el tema sobre el que se debate?
b) ¿Quiénes son los oponentes?
c) ¿Qué opina uno y qué el otro?
d) ¿Cuáles son los argumentos en pro de la postura de Mempo Giardinetti, según su opinión?
e) Sintetice en no menos de cinco líneas los argumentos de Giar-dinetti.
CONSIGNA N.º 2: Colocar los dos puntos, la coma, y el punto y coma en las siguientes oraciones.
1. La loca mueve la cabeza sonríe habla en voz alta su hijo aver-gonzado se esconde en la casa.
2. Eduardo organizó un sistema de atención telefónica para acele-rar las ventas Mercedes se ocupó de la difusión.
3. Su experiencia profesional abarca innumerables campos y tare-as desde maestro en una escuela rural hasta profesor universi-
tario.
4. La convocatoria incluía a estudiantes que habían ingresado re-
cientemente graduados sin experiencia laboral graduados con experiencia laboral docentes pertenecientes a la universidad.
5. Delante de sus ojos iban pasando Luis el vecino fastidioso don Carmelo el dueño del almacén Soledad la mujer más joven del
barrio y Bernardo el padre de Manuel.
70
6. Sin duda ya habían terminado los exámenes que tanto tiempo le había llevado preparar pero Paula aún no daba señales de vi-
da.
7. La casa tiene todos los ingredientes del chalé familiar de fin de
semana muebles baratos y funcionales varios objetos decorati-vos de segundo orden y arriba al otro lado de las escaleras mu-
chos dormitorios con apariencia de habitación de hotel.
CONSIGNA N.º 3: Reponer los conectores en el siguiente texto pa-ra reforzar su cohesión.
La ciencia de hoy es una realidad compleja de la cual es bastante difí-
cil dar una definición general. …………..se puede intentar describirla,
………………, poner en evidencia algunos de sus caracteres esenciales,
sus fines……..sus métodos. Daremos…………………una visión global del
conjunto del dominio de la ciencia;..………………….. estableceremos la
distinción entre ciencia fundamental y ciencia aplicada. ……………, ex-
ploraremos la interacción de las distintas disciplinas científicas …………,
…………. haremos énfasis en la importancia que tiene la técnica en la
época actual.
Usted deberá realizar este práctico luego de haber estudia-
do y comprendido todos los conceptos de las clases. Una vez
entregado, esperará su corrección para cerrar el ciclo del
aprendizaje y, paralelamente, seguirá con el siguiente tema.
Ante cualquier duda o comentario, escriba la consulta a su
tutor/a en el foro.
71
OCTAVA CLASE (OCTAVA SEMANA)
Superestructuras textuales I
72
CLASE N.º VIII
Superestructuras textuales:
El informe
En esta clase comenzaremos con las superes-tructuras de los textos corporativos, entendien-
do por estas los formatos o moldes vacíos de los distintos tipos textos que circulan en los ámbi-
tos administrativos.
Aquí usted podrá aprender no solo la superestruc-
tura del informe, sino también su estilo (nivel es-tilístico), sus recursos (nivel retórico), la distribu-
ción de la información (nivel macroestructural) y los mecanismos para otorgarle cohesión a sus par-
tes (nivel microestructural), a fin de lograr clari-dad y precisión en los objetivos planteados, pre-
vios a su escritura.
De ahí que, antes de acercarnos a la redacción de
informes conforme a sus características intrínse-cas le pedimos que conteste;
a) ¿Qué conocimientos tiene a cerca de los infor-
mes?
b) ¿Qué experiencia recuerda ante la necesidad de
haber tenido que escribirlos por pedido de un superior?
c) ¿Con qué dificultades se encontró y cómo las resolvió?
Anote en su cuaderno de apuntes estas re-flexiones.
Lea luego la clase y complete el esquema que seguramente tenía asimilado pero que le falta-
ba sistematizarlo.
Si ha llegado a nuevas conclusiones y por ende
ha generado conocimiento, coménteselo a su tutor/a en el foro y compártalo con sus compa-
ñeros.
73
El informe (Parte I) Este documento es, generalmente, preparado por un subalterno por
requerimiento de un superior a través de un memorando o un e-mail. Su elaboración refleja el resultado de un estudio e investigación sobre
un problema para hallarle solución.
Características:
Responde al pedido de un superior y debe ser elevado.
Varía de tamaño y contenido.
Reúne los datos necesarios sobre el asunto en cuestión.
Describe y explica la naturaleza del problema. Hace un estudio
de sus orígenes.
Sugiere las medidas que deberán ser tomadas.
Concluye con frases de seguridad.
Emplea la primera persona del plural (encontramos) o la forma
impersonal (se encontró).
Puede ser ilustrado con cuadros, dibujos o fotografías.
Hay libertad respecto de la superestructura, ya que puede presentar-
se en forma de memorando o con otra distribución. Sus partes fun-damentales son:
ESTRUCTURA BÁSICA DEL INFORME
a) Preliminares
Portada
Título: Un buen título sintetiza en pocas palabras el contenido del documento: presenta la máxima información posible con el
mínimo de palabras. Debe ser claro y sin tecnicismos. Es recomendable redactar el título una vez concluido el tra-
bajo.
Nombre del autor Cargo en la empresa
Fecha: Los informes se acostumbran a elaborar para un período corto de tiempo. Por este motivo, esta información debe si-
tuarse en un espacio visible, que es la única manera de con-firmar la vigencia del informe.
74
Resumen
Es necesario en documentos extensos. Permite al lector hacerse una idea del informe en pocos minutos. El resumen expone de
manera sintética los puntos más importantes de la exposición: objetivo, metodología y conclusiones.
Índice Lista que presenta el orden de aparición de los diferentes apar-
tados. Indica la página en que empieza cada uno para permitir localizarlo fácilmente. Los capítulos y apartados se ordenan par-
tiendo de las ideas más generales hasta llegar a las más con-cretas.
Índice de figuras y tablas
Indica el número del gráfico, título y número de página. Presen-ta en forma de lista las ilustraciones o figuras que se incluyen
en el informe. La lista reproduce el número de orden de cada ilustración.
b) Cuerpo
Introducción Aproxima el contenido del trabajo del lector
Desarrollo
Presenta los datos de manera ordenada
Conclusiones y recomendaciones Resume la exposición y propone soluciones al problema plan-
teado al inicio.
c) Apéndices
Datos técnicos complementarios Bibliografía
Fuentes
75
Naturalmente, la estructura más eficaz será la que permita al lector hacerse una idea del contenido con el mínimo esfuerzo. Esta decisión
supone conocer algunos modelos que permiten organizar la informa-ción de manera lógica y coherente.
MODELO:
Título/Tema:
Retraso en el Departamento de Cobranzas
1) Descripción/Introducción:
En atención a su memorando del 10 de agosto, le presento mi
informe sobre la situación, temporalmente irregular, que prevalece en
el Departamento de Cobranzas y que le ha impedido desarrollar un normal y eficiente plan de trabajo.
2) Análisis/Cuerpo:
El problema mayor se suscitó cuando a comienzos de marzo
fuimos informados sobre las dificultades que enfrentan nuestros más
importantes clientes, las firmas Alfa, Beta y Gama que, por estar ubi-cadas en la zona del litoral, han sufrido considerables pérdidas en su
producción, a raíz de las últimas inundaciones. Al hablar con sus funcionarios, hemos encontrado una opinión
generalizada respecto de que estas empresas requieren una morato-ria no menor de seis meses para reponerse del desastre y reiniciar el
proceso productivo. Por lo tanto, creo que debemos postergar nues-tras gestiones de cobranza hasta el mes de octubre.
Pero “como las desgracias no vienen solas”, según dice un co-
nocido refrán, ocurrió que el 26 de marzo, nuestro cobrador, Luis Ba-rrios, fue víctima de un asalto por delincuentes desconocidos, cuando
se disponía a regresar a la empresa. En dicha circunstancia, fue des-pojado de $35.000 (treinta y cinco mil pesos) en cheques y una car-
peta “Varios” con 24 (veinticuatro) facturas por cobrar. Ya hemos no-tificado a nuestros clientes para prevenirlos contra intentos de co-
branza fraudulenta y hemos preparado una lista de facturas extravia-das, cuya copia adjuntamos.
76
3) Sugerencias:
Como el señor Barrios solicitó licencia para reponerse de los
maltratos recibidos y del impacto psicológico sufrido, sugiero la trans-ferencia de un empleado de otra dependencia, para que realice labo-
res de cobranza en la zona que cubría el señor Barrios, mientras dure
su ausencia. También sugiero la adquisición de una fotocopiadora destinada
al Departamento de Cobranzas, lo que permitirá guardar un archivo auxiliar de documentos importantes, en especial, facturas por cobrar.
4) Conclusión:
Creo, señor Gerente, que el estado de atraso en el Departa-mento de Cobranzas es solo temporal y surge como resultado de cir-
cunstancias de fuerza mayor que serán superadas en octubre, antes del comienzo de la campaña navideña.
Juan Cañás Buenos Aires, 1º de abril de 2013
El informe (Parte II)
PLAN DE TRABAJO PARA REDACTAR UN INFORME
a) Redacte la introducción
La introducción es la primera sección del informe y su función princi-pal es aproximar el contenido del trabajo al lector, a la vez que le
proporciona las claves que necesita para entenderlo. Una buena o mala presentación del informe influye de manera decisiva en su éxito
o fracaso. Es en la introducción donde el redactor debe ganarse la atención del lector y convencerlo de que merece la pena seguir le-
yendo. La primera impresión del lector partirá de la certeza de que tiene entre las manos algo útil y bien escrito.
Presente el marco. Empiece exponiendo el porqué del infor-me, es decir, qué situación lo ha generado y para responder
a qué preguntas lo redacta. No se olvide de subrayar las
aportaciones y los beneficios del informe, especialmente si arroja nueva luz sobre un tema o presenta alguna informa-
ción relevante.
77
Reseñe a los responsables de la elaboración. Señale si los autores pertenecen a la organización que emite el informe o
si son personas externas, que opinan como expertos en la materia.
Piense en el público al que se dirige. Concrete al máximo sus características: interno / externo o experto / no experto.
Explicite los antecedentes, cuente “la historia” del documen-
to. Es posible que no se trate de un documento aislado sino que forme parte de un proyecto más amplio, o pertenezca a
una serie de informes periódicos. En este caso, hágase con los documentos que le preceden, actualice datos y descarte
la información desfasada.
Presente el objetivo de la investigación.
Exponga la metodología que ha utilizado para obtener la in-formación así como las fuentes consultadas.
Anticipe las conclusiones a que ha llegado. Que las conclu-siones aparezcan en el último capítulo no significa que el lec-
tor tenga que esperar hasta el final para conocer lo más im-portante.
Avance los puntos que tratará en el cuerpo del informe e in-dique a su lector el itinerario que le espera. Este procedi-
miento y otros por el estilo orientan la lectura, a la vez que
muestran la capacidad organizativa de su autor.
Fraseología útil para redactar la introducción
Este trabajo expone la situación.…………. En primer lugar, se Presentan.…………. En segundo lugar, se analiza.………… El objetivo de este informe es analizar.……….. Además, propone
soluciones para.……………….
Para empezar, se describen los principales estudios que se han ocupado de…………….. Seguidamente, se propone identificar los
principales factores que…………..
El trabajo se estructura en cuatro partes. La primera, trata de …………... La segunda, profundiza en.…………….. La tercera se
centra en……………. La cuarta precisa……………………
78
b) Redacte el cuerpo
El cuerpo del informe expone la investigación: describe la metodolog-
ía utilizada, las informaciones obtenidas, las explicaciones y los ar-gumentos.
Analice los datos: en el análisis de datos es cuando se hace im-prescindible utilizar ayudas gráficas que hagan cómodo inter-
pretar la información.
Subdivida el texto en diferentes capítulos, apartados o seccio-
nes. Cada una de estas divisiones debe llevar un título o epígra-fe que sintetice el contenido. Evite redactar epígrafes ambiguos,
como por ejemplo: “Edad”, “Notas”, “Varios”, etc.
Redacte párrafos que desarrollen cada uno de los epígrafes.
Dentro de cada bloque, ordene la información de manera lógi-ca: de más importante a menos importante, de conocido a des-
conocido, orden cronológico, etc.
Sitúe los gráficos e ilustraciones a continuación del punto del in-
forme a que hacen referencia, no los relegue al final del docu-
mento. El número de la figura va seguido de una breve descrip-ción, así como de información sobre la fuente de procedencia.
Fraseología útil para presentar y relacionar capítulos y apartados
Este capítulo trata sobre…………….. Este apartado se ocupa de / expone / interpreta………….
En su artículo X, el autor constata………….. Los resultados de la encuesta indican que……….
Es importante remarcar que…………. Como ya se ha dicho anteriormente……….
En el apartado X constatábamos……….. Es preciso señalar que…………..
c) Redacte conclusiones y recomendaciones
El apartado de conclusiones y recomendaciones expone los resultados obtenidos y hace una valoración general de los datos. Suele tratarse
de un apartado breve y sintético que a menudo se presenta en forma de lista numerada.
79
Cuando llegue el momento de redactar las conclusiones de su informe tenga en cuenta los siguientes puntos:
Verifique que los objetivos principales de su informe se reflejan en las conclusiones.
Asegúrese de que el cuerpo de su documento concuerda con las conclusiones que ha desarrollado.
No omita información necesaria para explicar adecuadamente la
conclusión a la que haya llegado. En este sentido, guíe siempre al lector.
Evite generar conclusiones o dar resultados que sean conside-rados como “espectaculares”. Muchas veces este hecho puede
generar desconfianza y poner en entredicho muchas horas de su trabajo.
Evite generalizaciones que no pueda comprobar. Por ejemplo, un producto o servicio no necesariamente tiene que “funcionar”
porque ya ha sido probado con éxito en otra empresa.
Tenga presente la relación causa/ efecto que describe en sus
conclusiones. No se apresure y considere con calma la causali-dad entre los hechos. Por ejemplo, una caída en la producción
de la empresa o el mal funcionamiento de una campaña publici-taria pueden tener muchas explicaciones.
Fraseología útil para redactar conclusiones
A lo largo de este trabajo, se ha intentado demostrar que………. De este estudio se desprende que……….
Esta investigación nos ha permitido determinar………. Los distintos indicadores usados en este estudio señalan que...
Los resultados de la investigación indican que existe un………… Además, conviene subrayar que………
Asimismo, hay que destacar………………
Una manera fácil de exponer conclusiones y recomendaciones es en
forma de lista. Para confeccionar una lista necesita redactar, en pri-mer lugar, una frase introductoria que sintetice el contenido de la lis-
ta. Después, en líneas separadas, enumere cada uno de los elemen-tos de la lista.
80
Si utiliza la lista, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
Redacte una frase introductoria que resuma el contenido de la
lista.
Evite contradicciones entre la frase introductoria y los elemen-
tos de la lista.
Ordene los elementos de manera lógica.
Utilice la misma estructura sintáctica para enunciar cada ele-
mento. Repita el mismo patrón sintáctico en todas las frases, tanto si utiliza un verbo en infinitivo como un sustantivo.
Los conectores en los textos administrativos
Los conectores actúan como verdaderas señales de
tráfico que indican al lector cómo interpretar el texto
adecuadamente. Por este motivo, se convierten en unos aliados indispensables para una redacción eficaz.
Los conectores pueden servir tanto para unir oraciones como para relacionar párrafos entre sí:
En el interior del párrafo, aumentan la cohesión entre las oraciones e indican las relaciones que mantienen las ideas
entre sí.
En el conjunto del escrito, actúan como elementos estructu-
radores y articulan las diferentes partes. Indican el orden de exposición, la jerarquía e importancia de las informaciones
manejadas.
1. Para ordenar las partes del texto
Inicio
Continuación
Final
Para empezar En segundo lugar En fin
Antes que nada Después Por fin
Primero de todo Seguidamente Por último
Primero A continuación Para terminar
En primer lugar En definitiva
Finalmente
81
2. Para distinguir entre dos ideas
Por un lado / por otro En otro orden de cosas
Por una parte / por otra parte Mientras que
3. Para presentar un nuevo aspecto
Por cierto
A propósito de Respecto a
En cuanto a En referencia
Por lo que respecta a
Referente a Con referencia a
En lo que concierne En / por lo que se refiere a
4. Para concluir o resumir
En conclusión En resumen
En suma Total
Al final En último término
En definitiva
5. Para insistir en un aspecto: estos conectores indican que el
texto avanza en una misma línea: reformulan, explican o aclaran
una idea expuesta antes.
Es decir Tal como En otras palabras Pues bien
Además Entonces Igualmente En este sentido
Asimismo El caso es que A su vez Esto es
Encima Quiero decir Es más O sea
Incluso Mejor dicho También
6. Para expresar oposición: estos conectores indican que el texto
cambia de orientación en sentido contrario al segmento anterior.
Pero En cambio
Sin embargo Ahora bien
Sino
En lugar de Por el contrario
Antes bien Al contrario
82
7. Para indicar causa-consecuencia: estos conectores introdu-
cen la causa o la consecuencia.
Como Porque
Ya que Visto que
Puesto que
Dado que Así que
De manera que De modo que
Por lo que De ahí que
En consecuencia Por ello
Por (lo) tanto
Por consiguiente Pues
Así pues
8. Para introducir ejemplos
Por ejemplo
Como ejemplo Así que
Como muestra Por ejemplo
A saber
Así En concreto
Pongamos por caso Sin ir más lejos
Marcadores discursivos
Son un recurso útil cuando se expone la propia opinión. Indican la posición del redactor ante su escrito, es decir, el compromiso que ad-
quiere respecto a sus consideraciones.
Para expresar el punto de vista
En mi opinión A mi juicio
A nuestro entender Desde mi punto de vista
A mi parecer Por lo que a mí respecta
Para manifestar certeza
Es evidente que
Es indudable
Todo el mundo sabe Nadie puede ignorar
Es incuestionable En general
De hecho En realidad
Está claro que
83
SUPERESTRUCTURA DEL INFORME
El informe puede abarcar una o más páginas y por ello, en cada par-te, se pueden considerar uno o varios párrafos.
1 - TÍTULO O ENCABEZAMIENTO
2 - PRESENTACIÓN (PARA QUIEN SE PREPARA)
3 - AUTOR
4 - INTRODUCCIÓN O DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
5 - ANÁLISIS O ESTUDIO
6 - SUGERENCIAS O RECOMENDACIONES
7 - CONCLUSIÓN
8 - FIRMA
9 - FECHA
10 - PARTES COMPLEMENTARIAS:
IDENTIFICACIÓN MECANOGRÁFICA, COPIA, ANEXOS
1 _
2 _
3 _
_______________________________________________________________
4 _______________________________________________________________
_______________________________________________________________
5 _______________________________________________________________
_______________________________________________________________
6 _______________________________________________________________
_______________________________________________________________
7 _______________________________________________________________
8 _
9 _
10 _
84
NORMATIVA DE LA LENGUA
I. SIGNOS DE PUNTUACIÓN:
A. Uso de puntos suspensivos
Signo de puntuación formado por tres puntos consecutivos, llamado así
porque deja en suspenso el discurso.
Se escriben siempre pegados a la palabra o al signo que los sigue y
separados por un espacio de la pala-bra que los sigue, a menos que lo siga otro signo de puntuación.
Su negativa fue tan rotunda que to-dos... no, mejor me lo callo.
Ella estaba allí...; no sabíamos qué hacer.
Si los puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra debe escribirse
con mayúscula inicial. Si no, esta debe ir en minúscula. Si terminan
con una abreviatura, se escribirán cuatro puntos.
El caso es que si lloviese... Mejor no pensar en esa posibilidad.
Estoy pensando que... aceptaré.
Algunas abreviaturas con tilde son:
pág., cód., admón....
Usos
Para indicar la existencia en el dis-
curso de una pausa transitoria que expresa duda, temor, vacilación o suspenso.
Quería preguntarte... No sé...
Para señalar la interrupción volunta-ria de un discurso cuyo final se da
por conocido.
A buen entendedor...
Para evitar repetir la cita completa
del título largo de una obra que debe volver a repetirse.
La obra Yo era un tonto y lo que he
visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena de grandes
aciertos. Los versos de Yo era... son muy elocuentes.
Para insinuar expresiones malsonan-tes, evitando su completa reproduc-ción.
¡Qué hijo de... está hecho!
Con intención enfática para alargarr entonativamente un texto.
Ser... o no ser...
Al final de enumeraciones abiertas. En este caso debe evitarse, por re-
dundancia, la aparición de etc.
Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música...
85
Entre corchetes o entre paréntesis,
indican la supresión de un fragmento en una cita textual.
Fui don Quijote de la Mancha y soy
agora [...] Alonso Quijano.
Si se quiere dejar claro que la repro-ducción de una cita textual no se
hace desde el comienzo del enuncia-do o si queda incompleta por su par-te final, es posible indicarlo con pun-
tos suspensivos al comienzo o final de la cita, sin necesidad de parénte-
sis o de corchetes.
Al final de la obra, don Quijote pide:
“...un confesor que me confiese y un
escribano que haga mi testamen-to...”, evidenciando cordura.
B. Uso de corchetes
1. Se utilizan para introducir comentarios ajenos a la autoría de un texto:
«Hay otros [templos] de la misma época».
2. Se utilizan puntos suspensivos encerrados entre
corchetes en el medio de una cita textual, para in-dicar una omisión del fragmento citado (Al principio y al final, solo
van puntos suspensivos).
3. Se usan cuando, dentro de un enunciado entre paréntesis, es pre-
ciso introducir alguna precisión o nota aclaratoria:
Una de sus últimas obras (algunos estudiosos consideran la última
[1886-7] la mejor novela española del siglo xix) fue El caballero encantado.
4. La combinación con otros signos es idéntica a la de los corchetes.
C. Uso de guion
1. Se utiliza, bien para vincular, en determinados ca-sos, los dos elementos que integran una palabra
compuesta (franco-alemán, histórico-crítico, etc.), bien para expresar distintos tipos de relaciones entre palabras
simples (relación calidad-precio).
2. Separan números (arábigos o romanos): las páginas 23-24; los si-
glos X-XII, la temporada 1999-2000.
3. Divide palabras a final de línea.
86
D. Uso de paréntesis
Interrumpe el enunciado con un inci-
so aclaratorio, al igual que las comas y los guiones.
Las asambleas (la última duró casi
cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el salón de actos.
Para intercalar algún dato o preci-sión, como fechas, lugares, el desa-
rrollo de una sigla, etc.
El año de su nacimiento (1616) es el mismo en que murió Cervantes.
Para introducir opciones en un texto.
(También pueden ser utilizadas ba-rras).
Se indicará(n) el (los) días feria-
do(s).
Para encerrar acotaciones del autor
en una obra de teatro.
BERNARDA.—(Golpeando con el
bastón en el suelo)¡No os hagáis ilu-siones de que van a poder contar
conmigo!
Las letras o números que introducen
elementos de una enumeración pue-den ir entre paréntesis o con un paréntesis de cierre.
Los libros podrán encontrarse en los
lugares siguientes:
(a) En los estantes superiores de la sala de juntas.
(b) En los armarios de la bibliote-ca principal.
Combinación con otros signos
Los signos de puntuación correspon-
dientes al período donde está inserta la parentética se coloca siempre
después del paréntesis de cierre.
Llevaban casados mucho tiempo (el
año pasado cumplieron sus bodas de plata), pero nunca lograron enten-
derse.
El texto contenido dentro de los
paréntesis tiene una puntuación in-dependiente.
La manía de Ernesto por el coleccio-
nismo (colecciona todo; sellos, mo-nedas, relojes...) ha convertido su casa en un almacén.
El punto se coloca, en todo los ca-sos, fuera del paréntesis del cierre.
Se fue dando un portazo.(Creo que estaba enfadado).
87
E. Uso de raya
Signo de puntuación representado por un trazo horizontal (—) de mayor longitud que el corres-
pondiente al guion, con el cual no debe confun-dirse (-).
Cuando se usan dos rayas (una de apertura y
otra de cierre), para introducir un inciso dentro de un período más extenso, estas se escriben
pegadas a la primera y a la última palabra del período que enmarcan, y separadas por un espacio de la palabra o
signo que las precede o sigue; pero si lo que sigue a la raya de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
Para encerrar aclaraciones o incisos. Los incisos entre rayas suponen un
aislamiento menor que el de los paréntesis y mayor que el de las co-mas.
Esperaba a Emilio –un gran amigo– que, lamentablemente, no vino.
La raya de cierre en los incisos no se suprime, aunque detrás de ella deba
aparecer un punto o cualquier signo de puntuación.
Esperaba a Emilio –un gran amigo–.
Para introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado
entre paréntesis.
Si desea más información sobre este tema (la bibliografía existente –incluso
en español– es bastante extensa), de-berá acudir a otras fuentes.
Para intercalar algún dato en un inci-so escrito entre rayas, han de usarse los paréntesis.
Venezuela –primer lugar de tierra firme avistado por Colón en su tercer viaje a América (1498)– tenía, por aquel enton-
ces, unos 300 000 habitantes.
En la reproducción escrita de un diá-
logo, la raya precede a la interven-ción de cada uno de los interlocuto-
res, sin que se mencione el nombre de éstos. Se escribe cada una en líneas distintas. No debe dejarse es-
pacio entre la raya y el comienzo de cada una de las intervenciones.
—¿Cuándo volverás?
—No tengo ni idea.
La raya se utiliza también para intro-ducir o enmarcar los comentarios y
precisiones del narrador a las inter-venciones de los personajes.
(Ver aclaraciones debajo)
88
Aspectos para tener en cuenta para el caso indicado más arriba:
No se escribe raya de cierre si, tras el comentario del narrador, no sigue
hablando inmediatamente el perso-naje.
—Espero que todo salga bien —dijo Azu-cena con gesto ilusionado.
A la mañana siguiente, Azucena se le-vantó nerviosa.
Se escriben dos rayas, una de aper-tura y otra de cierre, cuando las pa-
labras del narrador interrumpen la intervención del narrador, y esta continúa inmediatamente después.
—Lo principal es sentirse viva —añadió Pilar—. Afortunada o desafortunada, pe-
ro viva.
Cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un
verbo de habla, su intervención se inicia en minúscula, aunque venga
precedida de un signo de puntuación que tenga valor de punto (por ejem-plo, signo de cierre de interrogación
o de exclamación).
—¡Qué le vamos a hacer! —exclamó re-signada doña Patro.
Si la intervención del personaje con-tinúa tras las palabras del narrador,
el signo de puntuación que corres-ponda al enunciado interrumpido se
debe colocar tras la raya que cierra el inciso del narrador.
—Está bien —dijo Carlos—; lo haré, pero que sea la última vez que me lo pides.
Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de habla, las palabras del personaje de-
ben cerrarse con el punto y el inciso del narrador debe iniciarse con
mayúscula.
—No se moleste. —Cerró la puerta y salió de mala gana.
Si tras el comentario del narrador
continúa el parlamento del persona-je, el punto que marca el fin del inci-so narrativo se escribe tras la raya
de cierre.
—¿Puedo irme ya? —Se puso en pie con
gesto decidido—. No hace falta que me acompañe.
Si el signo de puntuación que hay
que poner tras el inciso del narrador son los dos puntos, éstos se escriben
también tras las rayas de cierre.
—Anoche estuve en una fiesta —me
confesó y añadió—: Conocí a personas muy interesantes.
89
En los diálogos, los incisos que co-
rrespondan al personaje que está hablando han de ir entre paréntesis,
no entre rayas, porque podrían con-fundirse con un inciso del narrador.
—Aquella noche soñé (o al menos eso
creo recordar) que Teresa y tú pasea-bais por la orilla del lago —confesó in-
quieto Miguel.
Otros usos
Las rayas se usan también para en-
marcar los comentarios del transcrip-tor de una cita textual.
“Es imprescindible –señaló el ministro–
que se refuercen los sistemas de control sanitario en las fronteras”.
Cuando el inciso del narrador figura al final de la frase, después de las comillas no debe usarse raya, sino
coma (que irá después de aquellas y no antes).
“Cuando se trata de su amigo, es capaz de desollar un cocodrilo”, pensó Vasili.
La raya sirve, asimismo, para intro-ducir cada uno de los elementos de
un relación que se escribe en líneas independientes. Las rayas pueden sustituirse, en estos casos, por letras
con paréntesis, números u otros sig-nos.
Las funciones de la lengua son seis:
— expresiva;
— fática; — conativa; — referencial;
— poética; — metalingüística.
La raya se usa precedida de un pun-
to, entre otros casos, para separar el nombre de cada uno de los persona-jes del texto de sus intervenciones.
María.—¿Dónde vas?
Juan. —A dar una vuelta.
Importante: La raya de los incisos se obtiene con Ctrl + signo me-nos del teclado numérico (–), y la de los diálogos, un poco más lar-
ga, con Alt +0151: (—).
A partir de ahora, aplique a sus escritos estos principios vin-
culados con los signos de puntuación.
La/o ayudarán a expresar mejor sus pensamientos.
Consulte con su tutor/a en caso de dudas.
90
TRABAJO PRÁCTICO N.º 3 (Entrega obligatoria)
CONSIGNAS N.º 1
Redactar un informe a partir de las siguientes indi-
caciones:
Tema: el informe debe analizar la satisfacción laboral de los emplea-
dos durante el primer semestre del año y proponer soluciones para mejorar el clima en la empresa.
Primer paso: elabore un resumen que exponga de manera sintética los puntos más importantes de la exposición.
Segundo paso: recurra a la fraseología propuesta para organizar las partes y los párrafos del informe.
CONSIGNAS N.º 2
Reemplazar las palabras comodines:
A. Sustituya en las frases siguientes la palabra cosa por otra
precisa:
1. La envidia es una cosa despreciable.
2. La falta de inteligencia es una cosa irremediable.
3. La gula es una cosa vergonzosa.
4. Esa estatua es una cosa notable.
B. Sustituya en las frases siguientes la palabra algo por otra pre-cisa:
1. Sus palabras tienen algo de malicia.
2. Esa música tiene algo melancólico.
3. He visto en sus ojos algo de odio.
4. Esta señora tiene algo distinguido.
91
C. Sustituya en las frases siguientes los verbos estar, encontrar, haber, tener, hacer, poner, decir y ver por otros que precisen
el sentido:
1. En la lista de candidatos se encuentra su nombre.
2. En las imágenes está la fuerza del estilo.
3. En sus palabras hay indignación.
4. En el fondo de mi corazón está la esperanza.
5. En el alma de este poeta hay una música divina.
6. Sobre el césped se encuentran los rayos de la luna.
7. En la chimenea hay unos troncos de encina.
CONSIGNAS N.º 3
Reescribir las siguientes oraciones:
A.
Ejemplo: Albertito es un niño de papá inaguantable.
Albertito es un inaguantable niño de papá.
1. En esa tienda solo venden pañuelos para señoras de seda.
2. Ana tiene tres cinturones de segunda mano de cocodrilo.
3. A tu marido le gustan las películas de persecuciones antiguas.
4. Al final se compró la mesa que vio en aquella tienda de madera
magnífica.
5. En el anticuario encontró tres libros de cuentos viejos.
6. La municipalidad pagará las viviendas que fueron quemadas por algunos vecinos de los gitanos.
7. El barco hacía agua por un ojo de buey pequeño.
8. Encontraron la vaca en una colina abandonada.
9. Martínez pronunció un discurso en defensa de Gómez acalorado.
B. Corregir el gerundio de las siguientes oraciones y justificar
1. El niño, levantándose a media noche, vio el regalo.
2. Le habían traído una cajita conteniendo un rompecabezas.
92
3. Creyó ser, a través de las espesas nubes del sueño, un sol desparramándose con una canción.
4. El agresor huyó, siendo detenido horas después.
5. Las tropas se hicieron fuertes en un convento, teniendo
pronto que retirarse a sus campamentos.
CONSIGNAS N.º 4
Colocar signos de puntuación (comas y puntos y co-mas:
1. Algunos dirigentes pensaban que había que actuar con rapidez la mayoría que debían tomarse decisiones muy meditadas.
2. La juventud debe revolucionar gritar tantear la madurez señalar y criticar.
3. Unas personas prefieren veranear en el mar otras en la montaña.
4. Salieron los soldados a media noche y anduvieron nueve horas sin
descansar pero el fatal estado de los caminos malogró la empresa.
5. Llegaron temprano y estuvieron paseando antes de comer y mien-
tras tanto yo estaba esperándolos en la oficina.
6. El tribunal estuvo compuesto por Isabel Herrera catedrática de Re-
laciones Internacionales Ernesto Suárez titular de Historia Moder-na Juan Galindo titular de Derecho Internacional y Elena Barranco
titular de Macroeconomía.
Fecha de entrega: Cuando se cumpla un mes de haber comen-
zado el estudio de este material.
Usted deberá realizar este práctico luego de haber estudia-
do y comprendido todos los conceptos de las clases. Una vez
entregado, podrá enviar el comprobante del tercer mes al
Instituto acceder al próximo y último cuadernillo del curso.
93
ANEXOS
ANEXO I
Modelo de Informe
Para recordar
El informe se presenta impreso. Por lo general, se adjunta como archivo electrónico al remitirlo por correo. En ese caso, incorporamos el logotipo de
la compañía y la información que sea conveniente (sede social, teléfonos, dirección de correo del emisor, etc.).
En el caso de incluir tablas, los tonos del sombreado deberán ser acordes con los colores corporativos.
Respecto del formato, en el modelo se emplea el siguiente esquema:
Tipo de letra: Arial Caja de texto:
Títulos: tamaño 11 arriba y abajo: 2,5 cm
Subtítulos: tamaño 10 costados: 3.0 cm
Texto: tamaño 9
↕ 2,5
↔
↔
3,0
↔
↕ 2,5
↕ 2,5
94
Modelo de informe
I- Cubierta
Nombre del Evaluado: xxxx
Nombre del Puesto: Ingeniero en Dinámica Comercial
Fecha de Realización: xxxx
Realizado por: Lic. Cecilia Cerdeira
Datos de la empresa
Empresa: xxxx
Puesto a ocupar: Ingeniero en Dinámica Comercial
Datos de la evaluación
Fecha de evaluación psicotécnica: xxxx
Técnicas utilizadas: - Entrevista Semi-dirigida
- Inventario de Personalidad de MIPS
- Test de Bender
- Test de Persona Bajo la Lluvia
- Test Gráfico H-T-P
- Cuestionario Desiderativo
- Frases Incompletas Laboral
95
II- Índice o tabla de contenido
ÍNDICE
1.INTRODUCCIÓN, 3
1.1. Datos del postulante, 3
1.2. Presentación, 3
2.DESARROLLO, 3
2.2.Modalidad intelectual, 3
2.3.Modalidad de contacto, 4
2.4.Modalidad laboral, 4
3.CONCLUSIÓN, 5
3.1.Fortalezas y debilidades, 5
3.2.Sugerencias, 5
4.ANEXO, 7
4.1.Gráfico de competencias, 7
96
III- Informe propiamente dicho
1- INTRODUCCIÓN
1.1. Datos del postulante
Nombre: xxxx
Fecha de nacimiento: 10/01/1982 Edad: 26 años
Nacionalidad: Argentino
Estado civil: Soltero
Estudios-Formación: Estudiante Ingeniería Industrial, UBA.
1.2. Presentación:
Se presenta a la entrevista con muy buena presencia, formal pero al mismo tiempo distendido y
relajado. Es una persona sumamente agradable, cordial y respetuosa en su trato personal. Se
desenvuelve con soltura durante todo el encuentro, mostrándose abierto y honesto, pero al mismo
tiempo con una modalidad respetuosa y amable. Se expresa con un buen vocabulario, y ex-
presándose de modo adecuado, pensando antes de responder.
Mostró una excelente predisposición para realizar las tareas solicitadas. Es una persona alegre,
de buen carácter y buena disposición, colaborador y cooperativo.
2- DESARROLLO
2.1. Modalidad intelectual:
Andrés se maneja en un plano mental y lógico. Procesa los conocimientos por el razonamiento
lógico, analizándolos por medio de la razón crítica y con un pensamiento sensato y racional. Sus
decisiones se basan en juicios desapasionados, impersonales y objetivos. Posee mucho sentido
común, y es una persona prudente y cautelosa, que piensa antes de actuar.
Es sumamente analítico. Le gusta planificar las tareas, organizarlas y pensar en los procesos y
procedimientos que se llevan a cabo para poder reorganizarlos e implementar mejoras.
Es curioso y le gusta aprender, conocer diferentes cosas y desarrollarse a nivel mental. Es inteli-
gente y aprende rápidamente.
Andrés deriva sus conocimientos principalmente de lo tangible y concreto. Favorece la información
estructurada y definida, y se encuentra más cómodo trabajando con tareas prácticas, literales y
fácticas. Confía en la experiencia directa y en los fenómenos observables. Elije acciones pragmá-
ticas y realistas, y dirige su atención a los sucesos del aquí y ahora. Presenta una mayor dificultad
para responder antes aspectos más desestructurados y personales.
97
2.2. Modalidad de contacto:
Establece muy buenas relaciones interpersonales, es muy agradable en su trato y se relacio-
na bien con diferentes personas. Se desenvuelve con formalidad, respeto y buenas maneras.
Se destaca por su solidez, estabilidad, integridad y honestidad. Es cumplidor, aplicado, y su-
mamente comprometido tanto en sus relaciones personales como laborales.
A pesar de aparentar ser una persona reservada y más bien introvertida, Andrés recibe esti-
mulación de los otros y del mundo exterior, y recurre a los demás en busca de ideas, orienta-
ción, inspiración y energía. Necesita participar socialmente y disfruta de la presencia de otros.
Posee un estilo personal que lo hace agradable para los demás. Es entusiasta, simpático y
de mente ágil, y posee un entusiasmo y energía que puede motivar a los demás.
Andrés es una persona que tiende a ver el lado bueno de las cosas. Suele ser optimista en
cuanto a las posibilidades que le ofrece el futuro. Enfrenta con ecuanimidad los altibajos y
muestra actitudes y conductas destinadas a promover y enriquecer la situación en la que se
presente.
Es una persona segura de si misma y firme, que toma la vida en sus manos y hace que las
cosas que desea sucedan. Es una persona muy decidida, y determina sus circunstancias de
forma diligente y enérgica. Puede influir en los diferentes acontecimientos que se le presen-
ten, e implementar estrategias y explorar alternativas para salvar obstáculos.
Posee un equilibro entre la tendencia al individualismo y a la protección. Es decir, es una per-
sona con iniciativa propia y capaz de autorrealizarse, que posee un fuerte sentido de identi-
dad, se encuentra en control de su vida y confía en si mismo. Pero al mismo tiempo, se ocu-
pa del bienestar de los demás, proteger a los otros y satisface sus necesidades sociales y de
pertenencia.
2.3. Modalidad laboral:
Es una persona muy ordenada, metódica, meticulosa y disciplinada para trabajar. Es cuida-
doso, prolijo, detallista, perfeccionista y autoexigente. Comprende rápidamente las consignas,
y luego trabaja rápidamente, pero de modo efectivo y logrando buenos resultados. Trabaja
con mucha atención y concentración, y genera a su vez un clima de trabajo muy agradable.
Es muy responsable y diligente con sus tareas, y le desagrada que su trabajo se acumule.
98
IV- Anexo
Al comprender lo que es solicitado, puede desempeñarse con autonomía e independencia.
Prefiere tener un referente a quien consultar cuando es necesario y en quien apoyarse, pe-
ro que a su vez le otorgue flexibilidad para trabajar con cierta libertad. Es previsor y relati-
vamente predecible, y no se aparta demasiado de las perspectivas establecidas. Es muy
prudente y cauteloso, y siempre piensa y analiza la situación antes de tomar una decisión.
Presenta una buena capacidad de adaptación ante situaciones nuevas y escenarios cam-
biantes. Esta acostumbrado (por experiencias previas) a trabajar en este tipo de ambientes
dinámicos. Posee también un buen manejo del estrés, pudiendo mantenerse frío y racional
ante las presiones externas, y logrando resolver los conflictos de un modo analítico y racio-
nal.
3- CONCLUSIÓN
3.1. Fortalezas y debilidades
Fortalezas: - Capacidad de análisis.
- Organización y orden.
- Adaptación al cambio.
- Capacidad de tolerancia al estrés.
- Buenas relaciones interpersonales.
- Responsabilidad y compromiso.
Debilidades: - Creatividad.
- Innovación.
- Excesiva estructuración.
3.2. Sugerencias
Andrés es una persona sumamente inteligente, motivada y destacada en su capacidad
analítica. Posee un muy buen perfil personal, marcado por la responsabilidad, el respeto, el
compromiso y la integridad. Posee un buen trato personal y además forma buenas relacio-
nes interpersonales.
99
Es una persona muy valiosa a nivel personal y laboral, y sería recomendable mantenerlo
motivado y desafiarlo continuamente, para que pueda crecer dentro de la empresa y des-
plegar todo su potencial.
Presenta un buen pronóstico para asumir mayor liderazgo, y sería bueno capacitarlo en es-
te sentido.
Se destaca por su organización y sistematización para trabajar, pero esto a su vez podría
sumador debilidad. Es posible que sea una persona muy estructurada, y puede tener cierta
dificultad para desplegar una mayor creatividad, plantear soluciones innovadoras, y “salir
del molde”. Será necesario otorgarle el espacio necesario para moverse con autonomía y
libertad.
A la vez, será bueno que tenga un supervisor que deposite en él la confianza necesaria y
el apoyo requerido por Andrés, como para que pueda desplegar su creatividad.
En otras palabras, ante una supervisión excesiva y mucho control, Andrés cumplirá a raja-
tabla con lo requerido, pero no se animará a salir de las estructuras. Ante un supervisor
que le otorgue mayor autonomía y libertad, pero a la vez dándole apoyo y aprobación,
Andrés se sentirá lo suficientemente seguro como para permitirse ser mas creativo e ir
mas allá de lo esperado.
100
IV- Anexo
Competencias sobresalientes: son las competencias que el postulante posee de
manera preponderante. Son sus FORTALEZAS.
Competencias estándar: son las competencias básicas que el postulante posee para
realizar su tarea.
Competencias por desarrollar: son las competencias que el postulante, a partir de
las sugerencias del evaluador, podrá potenciar. Son sus DEBILIDADES.
101
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
AA.VV. (2010) Normativa de la lengua I, Buenos Aires: Ediciones Mallea.
-------- (2010) Normativa de la lengua II, Buenos Aires: Ediciones Mallea.
-------- (2010) Lengua y comunicación I, Buenos Aires: Ediciones Mallea.
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KASTIKA, E. (2003) Introducción a la creatividad, Buenos Aires: Innovar.
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SCHEINER, S. (2008) Seminario: Escritura corporativa, Buenos Aires: Universidad de San Andrés, 2008.
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102
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