Llamado a la Adoración:

Presencia viva, cuando la inquietud nos lleva una y otra vez a las tareas de siempre con esperanza nueva, a encararnos donde no se estila, Tú estás con nosotros, aunque te creamos ausente.

Cuando remamos a oscuras en medio de la noche, y nos sentimos cansadas y solas al ver nuestras redes vacías, Tú estás presente, aunque nuestros ojos no sepan reconocerte.

De madrugada, cuando la luz vence a las tinieblas, después de una jornada larga y monótona, Tú estás en la orilla, para iluminar nuestras sombras y hacernos nuevas propuestas.

Cuando las redes se nos llenan y la vida lleva en abundancia, Tú estás abriendo nuestro horizonte, somos capaces de reconocer tu presencia y saltar al agua sin nada encima.

A la hora de comer, preparada la mesa, Tú bendices la comida, y, mientras compartimos y miramos, todos sabemos que eres el amigo de siempre.

Cuando tomas la palabra y nos preguntas, en público o en privado, si te amamos, Tú sabes que te queremos, y, aunque nos lleves a donde no nos gusta, extenderemos nuestras manos para agarrar las tuyas.

CANTA AL SEÑOR

Mi Cristo, mi Rey, nadie es como Tú, toda mi vida quiere exaltar

las maravillas de su amor.

Consuelo, refugio, torre de fuerza y poder, todo mi ser, lo que yo

soy, nunca cese de adorar

Canta al Señor, toda la creación, honra y poder, majestad, sea al Rey,

montes caerán y el mar rugirá

al sonar de su nombre.

Canto con gozo al mirar su poder, por siempre yo te amaré y diré,

¡incomparables promesas me das Señor!

TU NOMBRE LEVANTARÉ

ME DELEITO EN ADORARTE

TE AGRADEZCO QUE EN MI VIDA ESTÉS

QUE VINIERAS A SALVARME.

DEJASTE EL TRONO PARA

MOSTRARNOS LA LUZ

DE TU TRONO A LA CRUZ

Y MI DEUDA PAGAR

DE LA CRUZ A MORIR

DE LA MUERTE A TU TRONO

TU NOMBRE YO LEVANTARÉ

Estuvimos allí, Señor, en ese Judas que estuvo presto a saludarte con la falsa amistad del falso beso… Somos ese Tomás y su exigencia de tocar lo intocable en la creencia de que sólo es verdad lo razonable.

Estuvimos presentes en la medrosa compañía que te miró de lejos aquel día, que caminabas hacía la cruz… También nos vimos representadas en esa María, aquella de Magdala, que fue a buscarte entre los muertos de mañana.

en Jacobo y en Juan, los que buscaban por tu amistad lograr poder y fama. Y en Felipe, que en terca y triste miopía te defraudó pidiendo ver la faz divina.

También nos hemos visto representados en ese Judas Tadeo, que dudara de que a los tuyos Tú te revelaras…Somos siempre impacientes como Simón, más dados al activismo que a la calma oración…Ah, sí, estuvimos allí en Pedro, el inestable lleno de sí mismo…fiel…cobarde…

En ellos, su carácter y sus fallas, vemos las nuestras. En ellos y en sus huellas tan humanas, reconocemos nuestro error e ignorancia. Mas en Tu paciencia y fe al encomendarles, nada menos que ser tus mensajeros, nos atrevemos a sostener esta esperanza.

Que tu Espíritu mantenga la confianza, aun conociendo nuestros errores y miedos… que en tu misericordia seamos perdonados, y por tu espíritu transformados…¡suplicamos tu perdón oh Dios! …Amén.

(Domingo Ferrari) (Editado)

¡SI FUI MOTIVO DE DOLOR, OH CRISTO!

Si fui motivo de dolor oh Cristo, Si por mi causa el débil tropezó, Si en tus pisadas caminar no quise, Perdón te ruego, mi Señor y Dios. CORO Escucha, oh Dios, mi confesión humilde, y líbrame de tentación sutil. Preserva siempre mi alma en tu rebaño, perdón te ruego, mi Señor y Dios.

Si vana y fútil mi palabra ha sido,

Si al que sufría en su dolor dejé,

No me condenes Tú por mi pecado, Perdón te ruego, mi Señor y Dios.

CORO

Escucha, oh Dios, mi confesión humilde, Y líbrame de tentación sutil. Preserva siempre mi alma en tu rebaño Perdón te ruego, mi Señor y Dios.

Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que Él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de la necesidad (Hebreos 4, 16).

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros. No mires nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia, y concédenos tu paz y tu unidad… Mil gracias Señor por tu perdón… Amén Apartes tomados y editados de “Laudate Dominum”, Francisco Marrero)

Nos damos la paz …

El único motivo de mi adoración Eres tú mi Jesús.

El único motivo para vivir Eres tú mi Señor,

Mi única verdad está en Ti eres mi luz, y mi salvación,

Mi único amor eres tú Señor y por eso te alabaré.

Coro:

//Eres Todopoderoso, Eres grande y majestuoso

Eres fuerte e invencible Y no hay nadie como Tú//

OFERTORIO:

¡Porque Dios bendice al dador alegre!

TESTIMONIOS, OFRENDA DE ACCION DE GRACIAS Y

ORACIÓN DE INTERCESIÓN POR LA PAZ DEL MUNDO.

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