I ' ^ ^^I^'^ti

N.^ 11-69 H

CULTNO D E TABAC OPA RA "CA PAS"

M. Llanos CompanyDoctor Ingeniero Agrónomo

MINISTERIO DE AGRICULTURA

CULTIVO DE TABACO PARA «CAPAS»

Para obtener tabacos que tengan una calidad y- carac-terísticas determinadas, basándose en el empleo de unavariecíad apropiada, es preciso también que el ag^ricultorpueda contar con un medio físico: clima, tierra, agtta deriego, etc., que hagan posible su objetivo.

Pocos cultivos responden tan claramente al mecíio natu-ral en que se desarrollan y a los factores de producción em-pleados, como el tabaco. En la calidad de la cosecha influyedecisivamente tanto el medio como la técnica de cultivo.

Unas condiciones físicas «mínimas» hacen posible suproducción, pero, además, es necesario emplear una técnicaagrícola de cultivo y curado más exigente y distinta en va-rios aspectos de la que comúnmente se pone en práctica parala obtención de calidades de tabaco más corrientes.

En esta Hoja Divulgadora no se trata de abarcar todoslos aspectos del cultivo del tabaco, sino de orientar eaclu-sivamente sobre aquellos que deben distinguir la procíuccióncíe tabacos «caperos».

Los tabacos caperos.

Las envueltas que forman un cigarro puro de fueraadentro se conocen con los nombres de «capa» ,«subcapa»^ capillo, ^- «tripa» o tirulo.

El tabaco para «capas» o«capero» es, por tanto, el quese emplea para la fabricación de las envueltas exteriores delos cigarros puros. Este se obtiene de variedades apropia-das, para ctryo cultivo, curado, fermentación v fabricaciónindustrial se siguen métodos que en ciertos aspectos sP di-

Fig. 1.-Campo de experiencias para ensayo de variedades de tabaco decigarro, regado por aspersión en el valle del río Ega, en Navarra.

ferencian cle los empleados con las clases corrientes cle ta-baco.

Se trata de conseguir una hoja de tejido muy- fino, re-sistente y elástico, de buena combustión v aroma, cuva venacentral v nerviaciones sean poco marcadas. La hoja selec-cionada para capas, después de curada y termentada, debeser de color uniforlne v conservarse sin roturas para quesirva con dicho fin.

I:r, c^^.in7.^.

Uno de los tactores más importantes para conseg^uir es-tos tabacos ba_jo condiciones naturales es el clima.

Convienen climas de veranos húmedos, con escasa in-s^lación v lluvias suficientes para que no sea preciso dar

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I'legOS. Temperaturas SUaVeS en los meseS de VeI'aIlU, C^ )Ilun período libre de heladas desde primeros de mayo a fina-les de septielnbre, y donde no haya vientos fuertes que pue-dan romper o deteriorar las hojas, suelen hacer posible laprodttcción de hojas para «capas».

Todo lo que pueda oponerse a ul^a ^^egetación nornlalde las plantas dificulta, si no ilnposibilita, la obtención cle«capas» . Desde este punto de vista son temibles enemigosde la plantación las siguientes adversidades climáticas :

Los fríos prolong^ados en las primeras selnanas quesiguen al trasplante y que no permiten el normaldesarrollo de la joven plantación.

Los fuertes golpes de sol en verano y una pertinazsequía que rebaje la humedad de la atmósfera _v hagasufrir a las plantas durante largo^ períodos.

- Los primeros fríos, cuando se presentan antes cíe^lue la plantación ha^-a llegado a madllrez.

Las condiciones requeridas en las plantaciones se pue-den conseguir de forma artificial. Para ello, en algunos paí-ses, como Cuba y Estados Unidos, se recurre a proteger loscultivos de la acción directa de los rayos solares con entol-dados hechos can una g^asa especial reforzada, proporcio-nando mediante el riego por aspersión la humecíad conve-niente del aire v el suelo, tan necesaria para conseguir lafinura de hoja y escasez de vena en la misma, que n^ p^-clría obtenerse con el riego a n^anta o<le pie.

lfay- regiones cu^-^ rlima hace p^)sible la ^)btenrión I^a-tural de «cal)as». I:n alg^unas donde no resulta tan prol^i-cio se busca ^)btener estas hojas seleccion<indolas en las plal^-taciones doncíe se siguen sistemas de cultivo apropiad^)^,procurando elegir emplazamient^^)s cu^-o micror.lima más seal^ro^ime a las ^:oncliriones ideale.s.

I^^n I?spaña, las re^i^mes má^ al)r<^piada; l,^)r sn rlimapara la obtcnción de tabac^s de capas son todo el lit^)ral

«307 PRl», variedad estabilizada, obtenida por el Servicio del Tabaco cru-rando el «Havana 307» con la variedad australiana «Hicks», resistent^ almoho y selecci,onaudo durante varios años su descendeucia. Es ya unavariedad estahilizada, de buen rendimiento y calidad como tabaco de ci-

garro y de bastante r•esistencia al «moho azul».

«Hanica», variedad alemana con poca nicotina, ensayada con éxito en e,gran cultivo, en España, incluso como posibie productora de «capas».

NAiVi^a ^haZ^

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cantábrico y- los secanus húmedos de alguiws valles de laprovincia cíe Navarra. En ellas se han producido y se estánconsiguiencl^ estas calidacles cuando el agricultor ha sabi-clo asimilar v poner en práctica la técnica más exigente quese requiere para el cultivo, curado y preparación de estostabacos.

^t'^LO.

Para conseguir estos tabacos de superior caliclad v finu-ra son preferibles suelos de consistencia media a ligera, hu-m^sos, fértiles, frescos y prafundos. la subsuelo clebe ^erl,ermeable, para evitar el exceso de humedad o encharca-miento, }- preferentemente con capa fi-eática superficial queimpida que el suelo se reseque con facilida<1.

?Vo c^^nvienen tierras pesadas (arcillnsas) que retienenel agua c^n gran intensidad, ni arenosas secas, debiendohuirse también ^le los suelos salinos ( salitrosos), de los clesuhsuel^^ impermeahle }• de los demasiado calizos o extre-n^a^l<in^ente silícec^s.

l^.n cuanto a la composición química de las tierras, ypartiendo del supuesto cle ttnas condiciones de equilibriov suficiente riqueza en l^^s principales elementos nutritiv^sl^ara las plantas, sólo pue<le destacarse la conveniencia deque la cal v magnesio abunden en estado asimilable, juntoa la potasa. Sin la presencia de calcio asimilable en las tie-rras, la pota^a, elemento principal e imprescindible I^ara lacalidad del tabaco, poco beneficio puede hacer a la l,lan-tación.

I?ntre los elemenms menores, puede destacarse la impor-tancia cíel h^m, que, a un nivel sufi'ciente para su aprwe-chamiento por las plantas, beneficia claramente la calidadclcl tabaco.

El cloro, por el contrario, resulta de lo más perjudicialv sttpone un pelig-ro a ciertas concentraciones para la obten-ción cíe tabacos de calidad. Su presencia en las aguas derieg•o, a partir de un cierto nivel, hace muy difícil conse-giiir la ralida^l que caracteriza a l^s tabacos de capas.

-s-

LLG<AK E\ L:A ROT_^CIO\.

C^nno seg-un^la cosecha, el tabacu cíebe ir ^letrás ^le cul-tivos tempranos, para evitar hacer la plantación tardía. Noconviene plantar en roturaciones de trébol rojo y alfalfa,así como detrás de habas, guisantes ^- leg^uminusas en g-ene-ral. En cambio, ^-a bien detr^s de cereales, nabos y plan-tas de escarda, y puede también repetirse en la misma hoja.

1.:1I30R1'3 ^ PREPARATORIAS.

I^l tabaco requiere tierra bien preparada y inullida porlas labores y gradeos precisos. Si va después cle barbecho,se dará en otoño una labor profunda, enterrando entoncesel estiércol para que teng^a tiempo de descomponerse. Tan-to en este caso como si es seg^unda cosecha, se clar^ín labo-res superficiales hacia primeros de mayo, con las que serepartirán los abonos minerales, dejando el terreno mulli-do ^- desmenuzado para recibir la planta unos veinte clíasdespués.

I' ERTILI"LACIÓN.

LTn abonado equilibrado en los tres elementos nutritivosprincipales, nitrógeno (N), fósforo (P) y potasa (li), esmuy importante. El equilibrio que por término medio pue-de recomendarse es el de los níuneros 2-1-3, para los ele-mentos N-P-K, respectivamente. Lsto quiere decir que,como media, la planta debe encontrar a su disposición do-ble cantidad de nitrógeno y triple de potasio que de fósfo-ro. Traducido a cantidades cle abonos comerciales, y consi-derando una riqueza del 20 por 100 para los nitrogenacíos.del 18 por 100 para los fosfóricos y del 50 por 100 paralos potásicos, esto supone que los fertilizantes potásicos de-ben aplicarse en cantidades parecidas o algo superiores acualquiera de los otros dos, contando con un cliscreto aprn--te ^le estiércol en el otoño precedente.

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C^^n^^iene in^istir en clue el estiércol n^^ ^e debe e^^hal- alterren^^ ^lentr^> clel a^i^^ en que se cultiva tabaco. Como mí-ninl<^ ^leben ^^asar seis 111eses entre el e ŝtercolado ^- la plan-tari^^n. Irira ^lar tiemix^ a elimin,ir clen^ent^» ^lue l^erjurliranla r^tli(la^] ^lel taba^^^^, c^m^^> es el rl^^r^^^. ^i n^^ se ^5ttecle echar^tntc^, es ^^re i erible n^ emi>lear estiél^cc^l ^- stthlirlc^ c^ ^n hsai^^m^,s niinerales. -

tio deben empleai-se abonus ^jtie lle^-e1^ cl^lr^>, e i,^t^al-n^rnte ^lehcn ser evita^í^s l^^s nitrat^^s en c^^l^ertera.

I'1._^^^r:^^^i^'^^.

1 ntere^a tina densidad de plantación alta, porque contri-}^u^-e a pr^^ducir hojas de tejid^ más fi^no. Un sistema de

Fig. 2. - Variedad «142 PRl» : el mismo origen y aplicaciones que el307 PRl» (resultante de cruzamiento y posterior selección entre «Hava-

na 142» e «Hicks» ).

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plantación conveniente son las líneas pareadas cíejando ca-lles de unos 90 centímetros que permitan el paso sin dete-riorar las plantas, llegando a los 30.000 pies por hectárea.

Sólo se plantarán plantitas sanas, nu cluróticas (amari-]las), ni ahiladas o estiradas por haberse criado en semille-r^^^ mu^- espesc^s. I_a raíz deberá estar bien desarrollada ycompleta.

Se hará la plantación cuando el estado del terreno lo^^ermita. Si es preciso, se echará ag-ua en cada hoyo parafacilitar el arraig-tte.

LABORES CULTLTRALES.

Conviene <lar alg^tina bina ^- las escardas necesarias, conun aporcacío que abri^ue el cuello de las plantas ^- que faci-lite la tormación cíe raíces.

Las malas hierbas en la hlantación son un toco de en-fermedades, no pertniten desarrollar un tabaco de calidad1- son indicio seg^w-o de descuido e incapacidad hara l^^áeroptar a conseguir tabacos de calidad.

Se debe hacer un clespampanado, suprimiendo las tres ocuatro hojas bajeras, que en contactc^ con el suel^ se es-tropean, no dando cosecha.

Todo trabajo o labor que se ha^a t^^cai^^l^, las plantasse ha de realizar primero en plantas sanas v después en lasen fermas.

El despunte ^ supresión del ramo floral se ha de efec-tuar después de abrir los primeros botones, es decir, con lasflores formadas, no antes, suprimiendo sólo el ramo floral,es decir, sin quitar hojas, o bien suprimiendo sólo las doso tres hojas de corona.

Para el desbrote puede emplearse un aceite desbrotadorde g-arantía, aplicado al tiempo de desPuntar las flores, per^cuidando no salpicar las hojas (due escurra por el tallo).

Esta operación puecle hacerse también a mano, aunqueresulta más caro por Ic^s jornales que se lleva. En este caso

Fig. 3^.-Variedad «N. F. T.», francesa; una de las características por lasque es apreciada es su escaso contenido en nicotina.

clebe <lesbrotarse las veces precisas para no dejar crecer losbrotes.

F_stos trabajos de despunte y desbrote conviene hacerlosen las tardes soleadas en que las plantas están láng^uidas,para evitar roturas ^r daños a las hojas al pasar el personalp^,r la plantación.

I^IEGOS.

^i el clima lo permite conviene nc^ reg^ar. I^n caso clehacerlo es mejor que sea rieg^ por aspersión que riegocle pie o a manta.

N^ se regará con elces^, ^- nttnca conviene hacerl^^ pr^í-

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^imo a la reculerción, pues la planta con humedad no ma-clura bien. L"na n^rma a tener en cuenta es que en nináúnca5o se regará después cle despuntar. ^

hLA(:AS.

Si e^isten gusanos del suelo (rosquilla, gttsanos dealambre) o, en cualquier caso, si la plantación se hace porprimera vez en un lugar, conviene hacer una desiníecciónprevia con Aldrín.

Insistimos de nuevo en la conveniencia de llevar al cam-po plantitas seleccionadas de semillero.

El ataque de plagas ^- entermedades a la plantación im-posibilita o dificulta normalmente la selección de hojas decapa.

IZECOLECCIÓN.

Se hará por hojas, cortándolas de la planta cuando em-piecer. a estar maduras. Es preciso hacer la recolección es-cal^nada, para cosecharlas sin que se pasen o no lleguen amadurez.

1.° Las hojas del tercio interior se cosecharán cuandose vean las primeras manchas ^- abultamientos que con elbrillo característico denota el comienzo de madurez. Nuncase clejará que se pasen de maduras, lo que se aprecia por elcolor amarillento que toman las hojas. Ls preferible que secoseche sin llegar a total madurez que hacerlo cuando estánpasadas de madtu-as.

2.° I^ías después se recogerán las hojas del tercio me-^lio, cuando c^miencen también a estar maduras.

3.° Las hojas superiores, de la misma torma.

La recolección puede, por tanto, llegar a ocupar tzn pe-ríodo total de un mes.

.^ partir del momento en que las plantas alcanzan su

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Fig. 4.-Variedad «Paraguay», francesa, apreciada también por su escasocontenido en nicotina.

total desarrollo deben observarse las hojas bajas, para em-pezar la recolección oportunamente.

No conviene cosechar después de lluvia (dejar pasarunos días), ni cortar más de lo que pueda ensartarse enel día.

No se dejarán las hojas amont^nadas al sol, ni convie-ne transportarla^ al secadero hacinadas, sino extendidas enpaquetes no muy^ espesos, para que su mismo peso no lasdañe ni se recalienten, procurando siempre no romperlas^• dejáncíolas bien exten^lidas sobre harpillera, tela, plásticoo madera, mejor que sobre piedra, cemento o superficiefi-ía o hítmeda.

:^ veces conviene cosechar en tardes soleadas en que lashojas están lánguidas ^- el peli^^ro de rotura es menor.

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C.L'ELGUE.

Las hojas bajas y medias se colgarán separadas de lasclel tercio superior para disting-uirlas al hacer las manillas,^-a que solamente aquéllas pueden alcanzar la calidací que^e precisa para optar a la clasificación de «tabaco de capa».

Antes de colgar puede ya hacerse una primera clasifica-ción de las hoj as por tamaño, sanidad e integridad, con i ec-cionando guirnaldas con cuercía fina (liza), hiladas vertica-les o anillas cíe alambre fino ^- manejable con las diferentesclases de hoja. E1 trabajo invertido en esta clasificación pre-via se ahrn-ra al hacer la clasificación definitiva después delcuracío.

La cuerda o el alambre se pasa atravesando el eatremoclel pecíolo de la hoja, por donde estaba unida a la planta.

Las hojas se ensar-tarán no muv juntas, dejando entrecllas espacio como para que pueda meterse otra, ^- de formaclu^e queden enfrente el haz de una hoja con el envés de la^iguiente.

Si se cuelgan en cordones horizontales ha_v que procu-rar que no se comben, para que no se junten en el centro.

C.URADO.

Cunviene que el colgado se ha^-a en un local oscuro 0con luz difusa, ^-a que la luz produce un color no uniformeen las hojas durante su curado.

l^ebe evitarse una desecación rápida, protegiendo las ho-jas de una ventilación excesiva al principio, hasta que to-men un color marrón.

Después de curada la hoja y para reducir la vena, con-viene emplear calor artificial (braseros o fuego dentro dellocal de curado ), especialmente si el tiempo es frío y húmedo.

No 5e debe descolgar para enmanillar antes de que la^-ena se haya reducido v secado del tocío, lo que se nota alpartirla, observándose que no tiene jugo.

El local será de fácil ventilación, pudiéndose cerrar del

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Fig. 5.-uGeudertheimer III», variedad alemana de interés como varie-dad para cigarros, entre otras razones por su escaso contenido nicotfnico.

toclo; no debe terier humedades ni comunicación con loca-les doncíe exista l;^anado en estabulación desde donde pttedallegar vapor cle agua o nlalos olores, que perjudican muchola calidad del tabaco. En particular, las hojas para capa pue-den quedar por conlpleto inservibles si adquieren un olore^traño al de tabaco.

^) F.4CUELGUE.

Se hará cuanclo las hojas no estén ni mu^^ secas ni e^-cesivamente húmedas, de forma que al apretarlas en lamano ni se rompan ni se noten húmedas ; con la vena cr^u-jieitte (seca).

^i el tabac^ está mtt^- seco no debe tocar^e ni descol-

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g^arse, hara ecitar roturas ^^ l,érdidas. ^ia^ ^jt^c esl,erar ^i<lue el tiemlx^ se vueíva hCtmedo y entunces dejar que lahttmedad entre en el local (abrir las ventanas). En unos^lías el tabac^^ estará nlanejable. ^ ^

L"na ^^ez ^hie la hoja está curada conviene, ^or tanto,c,herar a qtie el tiempo cambie de seco a lluvioso }- qtke lahuja tome la humedad hrecisa hara que se note fleaible altacto, para desr^,lbar. ^

Se recomienda dejar las sartas o hiladas unos días des-lniés de descolgadas antes de proceder a seleccionar I,arahacer las manillas.

^To se dejarán las hojas en árandes montuiies ni sr,-bre superficies fi-ías. lleben tenerse sobre tela, l,lásticc^ ^>saco, etc.

No se nlanten<lrán en locales con caleiacción u mu^- se-c^,s, donde perderían la fle^ibilidad necesaria 1>ara su ma-nejo.

1^^ \ niAl\ I l^^L:1I )o.

Las manillas se hacen de unas 20 hojas, al,r^,^;imada-mente, atándolas iuerte con otra y dejando libres unos trescentínietros desde el e^tremo de las hojas atadas hasta ladue se eml,lea para atarlas.

^^ntes del enmanillado se hará una selección cuidadosade las hojas, poniendo en la misma manilla hojas de i^^ualtamaño, color e integ^ridad, separando las rotas ^, mancha-das para hacer otras manillas. Lttego se harán haqtietes ^^tardos sin mucha l,resión, pr^,curando siemin-e n^^ dañar la^hojas; en ellos se pondrán sel,aradamente las Inanilla^ dehojas medias ^- bajas de las del tercio superior, separandotambién en paquetes o fardos distintos las manillas de ho-j as grandes de las medianas o pequeñas y teniendo en cuen-ta también el color.

La selección de las hojas hara «capas» debe hacerse ^óloentre las de los tercios medio e inferior. De ellas se eie^^i-r^in las de ma^-^^r tamañr,, chie sean ínteg-ras, de borde ente-

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Fig. 6-Hojas de gran desarrollo de una variedad cultivada para selec-ción de ^capas». Los cuidados po^teriores a la recolección son de gran im-

portancia para conseguir buenas calidades.

ro, con color uniforme y sin manchas, prefiriéndose las delimbo lnás fino v elástico clue tengan menos vena y nervia-C1(^IleS.

lina vez enmanillado v en.fardado el tabaco, convieneenviarlo cttanto antes al Centro de fermentación. Si se dejaen lugar seco o con calefacción, pierde peso y pttede llegara deteriorarse por quedar elcesivamente seco. Si queda enlug^ar muy húmedo o frío, puede estroPearse v entrar enfer^mentación, «Pasándose» v perdiendo calidad.

Variedades de tabaco pa^ra cigarros.

Las vat'iedades de tabacu para cig-arros que actualmentese cultivan en el mundo están orientadas, según las reg^io-nes e incluso países, a la obtención de algunas de las trescalidades : «capas» , «subcapas» o «tripas».

Algunas variecíades ^e cultivan con doble o triple obje-tivo, y^ lo más fi-ecuente es que de una misma puedan se-leccionarse las tres categorías de hojas. Aquí es donde elmedio tísico (clima ^- suelo) y].a técnica de cultivo puecleninfluir para hacer posible una u otra producción.

Los tabacos propios para selección de hoja cle «capa»no se aprovechan normalmente sólo con este fin, sino única-mente la parte más selecta de la cosecha. Las variedaclespropias para 5elección de «subcapas» , cultivadas en unascondiciones apropiadas, pueden también llegar a producirparte cíe cosecha aprovechahle como «capas».

Los caracteres varietales, es decir, aquellos que clistin-guen una variedad ^- que se hereclan por medio cle la semi-lla, se valoran de forma diferente según se trate de tabac^^scle cigarro, para capas, subcapas ^^ interi^res.

^,.ARACTFRisTICAS DF. I,A5 IIOT-^ti DP; TABACO PARA CAPAS.

La f.orma ^- caracteres físicos o mecánicos de la hoja detabaco son primordiales en un tabaco «capero». Los quemejor responden a este objetivo y, Por tanto, más deben va-lorarse en esta clase de tabacc^, son l^s siguientes :

- Hoja de gran ta^naño y f^ryna oval.- Escasa proporción de vena.- Nerviaduras secundarias p^co señaladas (práctica-

mente inapreciables).- Gran resistencia, finura v elasticidad del tejido foliar.

Siguen en importancia a los caracteres físicos de la hojastt buena c^mbtzstibilidad, c^lor v aroma.

<I3avana 142», variedad obtenida en Estados Unidos y cultivada deade haceaños en ESpaña por su excelente rendimiento y buenas caracteristica.icomo tabaco de cigarro, de la, que se obtienen en aondicionev favorables<capas» de calidad muy aceptable. Aprécie^e la forma ovalada y^;ran ta-

maño de la hoja.

HHavana 307», variedad obtenida en los Estsdos Unidos, de :^uen rendi-miento y calidad, aclimatada en España.

'^^ 3^<^;^ ^ ^ ^^ ^r'^

_. _,^^ ^ , . _ ... r.^. 50 ,^s.

Fig. 7.--Plantación de tabaco próxima a la recolección. Los tabacos de ca-lidad para cigarro deben despuntarse alto y cosecharse por hojas.

l'ara las hojas que se van a emplear como «subcapa»se valora en primer lugar la colnbustibilidad, siguiendo enimprn-tancia la forma v caracteres físico-mecánicos de lah^^ja, etc.

Las hojas para «tril^^as» o«interiores» aeben valorarseprincipalmente por su buena combustión, así como por elarrnna ^• gusto que producen al arcler.

)-IAVANA 1-^Ĝ .

I:n Tahalia se emplean para la selección «capera» lasvariedades «Havana». I^e ellas, en g^ran ctlltivo, la más e^-ten^lida es el Havana 1^2. Son variedades ^btenidas porhibri<larióll ^- selección en ^rn-tean^érica, reputadas como

Fig. B.--E1 curado del tabaco para capas debe efectuarse en local oscuroo con luz difusa; por eso es preciso hacerlo en secaderos adecuados.

excelentes por su bueii renclimiento en peso ti- apropiadoscaracteres para aprovechamientc^ de «subcahas».

Sin embargo, estas variedades, en los secanos i:rescosdel norte de I_spaña, con una técnica de cultivo apropiada,dan una cosecha de la que normalmente puede seleccionar-se una parte importante para «capas» de calidad bastanteaceptable.

I os caracteres principale.s que distinguen a la variedadHavana 142 son los siguientes :

- Produce unas 18 hojas aprovechables por pie. Ls-tas son erguidas, ti- de ma _̂ or tamaño las del tercioinferior de la planta.

- La forma de la hoj a es oval ; 1-elación de largo aancho: 1,70 (hoja media).

- La vena central de la hoja es alg^o prominente, lo queresulta inconveniente para su selección «capera». Sin

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embargo, el rlima apropiado a su cultivo, así comoel abonado y estrecha compacidad de plantación, pue-cíen llegar a reducirla, rindiendo una buena propor-ción de hojas aprovechables para «capas».

El tallo es relativamente corto, así como la separa-ción de la inserción de las hojas, por lo que resistebien la acción del viento.

i^%1 adura normalmente en unos cien días desde el tras-plante.

Es muy resistente a la «podredumbre oscura» de laraíz.

Actualmente se están ensayando en España variedadesempleadas en otros países para la selección de capas. Deellas pueden verse algunas en las fotos que ilustran el texto.

PUBLICACIONES DE CAPACITACION AGRARIA

Bravo Murillo, 101, Madrid-20.

Se autoriza la reproducción íntegrade esta publicación mencionando suorigen, ^^Hoj>is Divulgadoras del Mi-

nisterio de Agricultura».

Depósito legal, M. 3.109 1458.

Gráficas Uguina.

1Ieléndez Valdés, 7.

1^Iadrid, 1969.

^Habrá menos in-

cendios este año?

Todos los años se pierden mu-

cbos millones de pesetas con lo^

incendios en loe monte^.

Pero la preocupación por los

incendios forestales ha trascen-

dido a todos los españoles. Esto

se nota en que...

... la red de vigilancia en las

zonas de bosque tiende a ser

más tupida;

... también es cada vez más

rápido el sistema de comunica-

ción entre los puestos de vigi-

lancia;

... se intenta crear «retenes»

de grupos de extensión localiza-

dos en las zonas de peligro du-

rante la época de mayor riesgo;

... por iíltimo, la colaboración

ciudadana es cada vez más ge-

nerosa, espontánea y eficaz.

El interés del público por el

problema de los incendios es

cada vez mayor. Además, el pú-

blico va tomando conciencia del

valor de su cooperación. Es pre-

ciso evitar que se produzcan los

incendios y todos podemos con-

tribuir de manera efectiva ex-

tremando las precauciones, por-

que es me,jor y más fácil preve-

nir que curar.