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Cuidar a los que Cuidan
Pre proyecto de Extensión Universitaria
Prevención del Desgaste por Empatía en el equipo de
trabajo del Club de Niños “Los Caminos”, Barros Blancos.
Marcela Vizziano Rubio
C.I.: 4.489.589-9
Tutor: Prof. Adj. Luis Gonçalvez Boggio
Universidad de la República
Facultad de Psicología
Montevideo, 30 de octubre de 2016
2
Índice
Resumen……………………………………………………………………………… 3
Fundamentación y Antecedentes…………………………………………………… 4
Problema de Intervención. Sujetos implicados y delimitación geográfica……... 6
El problema de intervención……………………………………................ 6
Descripción del ámbito laboral……………………………………………… 7
Marco teórico…………………………………………………………………………. 8
Clínica Laboral………………………………………………………………. 8
Grupos de Movimiento……………………………………………………… 9
Psicoterapia Corporal Bioenergética……………………………………... 10
Desgaste por Empatía………………………………………………………. 11
Objetivo general………………………………………………………………………. 13
Objetivos específicos…………………………………………………………….… 13
Diseño metodológico y estrategia de Intervención……………………………...... 13
Descripción de actividades…………………………………………………... 15
Otras técnicas…………………………………………………………………. 16
Cronograma de acciones y actividades……………………………………………. 17
Consideraciones Éticas……………………………………………………………… 18
Evaluación y Monitoreo……………………………………………………………… 18
Referencias bibliografías…………………………………………………………… 19
Anexos……………………………………………………………………………….. 22
3
Resumen
El siguiente pre proyecto de Extensión Universitaria busca promover en el
marco de la Cínica Laboral la Prevención del Desgaste por Empatía en el ámbito de
trabajo del Equipo Interdisciplinario del Club de Niños “Los Caminos” (Barros Blancos,
Canelones).
El problema de intervención se centra en la necesidad de trabajar con el equipo
interdisciplinario de adultos de la Institución, brindando herramientas para el cuidado
individual y grupal. En ese sentido, el presente trabajo pretende abordar la
problemática laboral cotidiana, productora de estrés y reflexionar sobre las estrategias
para poder afrontarla.
Se propone realizar una evaluación situacional, utilizando la Escala de
Agotamiento por Empatía (ESAPE), como punto de partida para luego intervenir
abordando en Grupos de Movimiento. Se orientará a potenciar el trabajo grupal a
través de un dispositivo de taller, con una frecuencia quincenal durante nueve meses
combinando dinámicas integrativas verbales y ejercicios de la Psicoterapia Corporal
Bioenergética.
Palabras Clave: Desgaste por Empatía, Clínica Laboral, Psicoterapia
Corporal Bioenergética
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Fundamentación y Antecedentes
El presente pre proyecto se piensa a partir del Proyecto de Extensión
Estudiantil (SCEAM), titulado “Fomentando vínculos saludables en la infancia para la
integración social y la convivencia en la zona de Barros Blancos (Canelones)”. El
mismo se llevó a cabo en el marco de la Pasantía “Familia, Políticas Públicas y
Psicología Comunitaria” (práctica anual dictada en Facultad de Psicología de la
Universidad de la República). Fue elaborado y presentado junto a otras dos
estudiantes en 2014, siendo aprobado y financiado por SCEAM (UDELAR) y ejecutado
por dichas estudiantes durante el período marzo a diciembre del año 2015.
El objetivo se centró en fomentar vínculos saludables entre los niños a nivel
escolar en el Club de Niños “Los Caminos”. La metodología utilizada fue de taller
(Cuberes, 1988), abordando distintas temáticas: la importancia del cuidado personal y
grupal, la empatía, el respeto y la solidaridad entre ellos.
En el transcurso de la pasantía, se generó un proceso de Familiarización con la
Comunidad; transitando las calles del barrio, participando de los Nodos Barriales,
donde se reúnen quincenalmente integrantes de las distintas Instituciones que están
trabajando en el mismo. Durante el proceso se mantuvo un fluido contacto con la
Escuela Nº 196, en diálogo permanente con la Directora y con las Maestras
Comunitarias.
Partiendo de las necesidades observadas en los referentes adultos de la
institución durante esta experiencia, surge la idea de elaborar un pre proyecto de
extensión como Trabajo Final de Grado, que brinde herramientas para la prevención
de síntomas del Desgaste por Empatía (Figley, 1995), desde un Dispositivo de Clínica
Laboral (Franco y Gonçalvez Boggio, 2005).
Como estrategia de intervención, se propone la modalidad de taller para
abordar en Grupos de Movimiento (Rielli da Gama y Amaral Rego, 1996) combinando
dinámicas integrativas verbales y ejercicios de la Psicoterapia Corporal Bioenergética
(Reich, 1958). Los marcos teórico y práctico brindan herramientas que permiten a los
participantes entrar en contacto con sus tensiones y liberarlas a través del movimiento
corporal. De esta manera, se favorece la expresión de las emociones bloqueadas en
las mencionadas tensiones musculares crónicas.
Entendiendo que el Desgaste por Empatía es una problemática contemporánea
poco estudiada, producida por el estrés laboral en aquellas personas encargadas de
cuidar empáticamente de otros, es que se piensa en este dispositivo de trabajo que
5
pretende intervenir en el Club de Niños “Los Caminos” para brindar estrategias que
fomenten el cuidado individual y grupal. Como señala Lowen y Lowen, (2000)
Todo stress produce en el cuerpo un estado de tensión (…) las tensiones musculares
crónicas perturban la salud emocional al disminuir la energía del individuo, restringiendo
su motilidad (el juego y movimiento naturales y espontáneos de la musculatura), y
limitando su autoexpresión (Lowen y Lowen, 2000, p. 11).
El pre proyecto se basa en tres antecedentes académicos recientes. Por un
lado, la Intervención realizada por el Lic. Psic. Luis Gonçalvez Boggio (2011), titulado
“Clínica Laboral: Abordaje psicocorporal del Burn Out, del Desgaste por Empatía y del
Estrés Postraumático secundario”, realizada en el Estado de México. La intervención
parte de una hipótesis científica: los profesionales de la salud y de la educación, que
trabajan cotidianamente con personas traumatizadas, están más expuestos a
“experimentar efectos psicológicos profundos derivados del acto de empatizar y estar
en permanente contacto con el sufrimiento de las personas asistidas (compassion
fatigue).” (Gonçalvez Boggio, 2011, p. 1). El autor concluye que más de la cuarta parte
de los profesionales del Estado de México que trabajan específicamente con víctimas
de violencia, son afectados por el síndrome de Desgaste por Empatía y más de la
mitad corren riesgo de contraerlo.
Por otro lado, se consideró la Investigación sobre el Síndrome de Desgaste por
Empatía (2011) elaborado por los alumnos de la Universidad Nacional de Mar del
Plata: Matías D’Onofrio y Marcela Depaoli y supervisado por la Mgr. Ana Redondo de
la Cátedra de radicación: Psicología Laboral. En este trabajo los autores se
propusieron investigar sobre el concepto de Desgaste por Empatía, diferenciándolo de
otros síndromes. A su vez, aplicaron la Escala de Agotamiento por Empatía (ESAPE)
(2008), encontrando que la mayor parte de la población estudiada, se encontraban en
riesgo de contraer el síndrome (D’Onofrio y Depaoli, 2011).
Finalmente, se tuvo en cuenta el Trabajo Final de Grado de la Lic. Psic Sandra
Galarza Silveira (2015), titulado “Los pies en la tierra y el corazón con alas:
intervención para la integración y convivencia social, desde la Bioenergética y el
deporte en Aldeas Infantiles SOS Florida”.
6
Problema de Intervención. Sujetos implicados y delimitación geográfica
Los cuerpos son los analizadores naturales por excelencia, constituyendo un verdadero
campo de intervención y análisis. Campo de análisis y de intervención que, como territorio
en donde se anudan variables fantasmáticas e institucionales, sus síntomas serán
reveladores de una dinámica y una fantasmática al mismo tiempo grupal e institucional.
(Gonçalvez Boggio, 1999, p. 13)
El problema de intervención
Como se menciona en los antecedentes, el problema de intervención refiere a
la necesidad de trabajar con el equipo interdisciplinario de adultos del Club de Niños
“Los Caminos”, brindando herramientas para el cuidado individual y grupal. “La
superficie de intervención es, por lo tanto, multidimensional, con tantas
discontinuidades y pliegues como niveles y bloqueos existan” (Gonçalvez Boggio,
1999, p. 23).
Se pretende reflexionar sobre la problemática laboral cotidiana productora de
estrés y a raíz de esto, poder pensar estrategias para afrontar las mismas (Gonçalvez
Boggio, 2011). Fue presentado y respaldado por el equipo de trabajo del Club de
Niños, haciendo evidente la importancia de cuidar a los que cuidan en forma
preventiva.
Asimismo se constató, mediante contacto con profesionales del INAU, la
ausencia de políticas preventivas y estrategias sostenidas que abordaran esta
problemática con los equipos de trabajo de los clubes de niños. Actualmente, sólo se
realizan intervenciones específicas cuando se produce un problema puntual, pero no
cuentan con un equipo de profesionales de la salud para trabajar asiduamente.
Cotidianamente, cuestiones como la “sobreimplicación institucional” (Lourau,
1980), el ”hiper-distanciamiento” (Gonçalvez Boggio, 2010) y/o el “hiper-
involucramiento” (Gonçalvez Boggio 2010), deberían tomarse en cuenta para lograr
mantener un buen equilibrio entre la vida privada y la vida profesional, ya que son
aspectos claves en la prevención del Desgaste por Empatía.
Enfocar el trabajo en el cuerpo de los referentes del Club de Niños es
primordial, debido a que es su principal herramienta para enfrentar los desafíos del día
a día.
7
Descripción del ámbito laboral
El Club de Niños “Los Caminos” se ubica en la ciudad de Barros Blancos,
departamento de Canelones, sobre la ruta 8 a ambos lados de la misma. Está
integrada por diversas villas, barrios y asentamientos, conformándose por zonas sin
habitar, zonas inundables, sin luz, y con predios privados donde la Comuna Canaria
no tiene incidencia (Silva, Tor y Vizziano, 2014/2015)
Según datos extraídos de la Encuesta Continua de Hogares (INE, 2011), la
población de Barros Blancos es de aproximadamente 31.650 habitantes. Se
caracteriza demográficamente por la predominancia de la población joven: el 30% del
total tiene menos de 14 años, y los niños y jóvenes de entre 0 y 29 años representan
el 55% de la población total de la ciudad, constituyendo uno de los mayores
porcentajes del país (Oroño, 2009). Según el Instituto del Niño y Adolescente del
Uruguay (INAU, 2016):
Los Clubes de Niños son centros socioeducativos de atención diaria, de promoción y
protección de derechos de niños, niñas y adolescentes que acompañan la acción de la
familia y de la escuela en la educación, socialización, desarrollo, crianza y mejora de la
calidad de vida. En este sentido apoyan e impulsan a las familias y otros
actores comunitarios apuntando a lograr el pleno ejercicio de los derechos de los niños,
niñas y adolescentes. Son, también, propuestas de ampliación del tiempo pedagógico, en
el entendido de que incorporan nuevos contenidos educativos, complementando los de la
Educación Formal, y amplían el tiempo de cuidado infantil (hasta 9 ó 10 hs. incluyendo la
Escuela). Atención diaria en contra horario escolar (matutino y/o vespertino), en locales
adaptados a las necesidades y características de la franja etaria.
El equipo de trabajo a cargo del Club de Niños “Los Caminos”, actualmente se
encuentra integrado por una Coordinadora, un Psicólogo, dos Maestros, una
Trabajadora Social, una Cocinera y dos Educadores. A partir de esta descripción, el
pre proyecto toma como base el concepto expresado por Lapassade (1987), en el
texto “La intervención Institucional” (Guattari, et al, 1987) respecto a la intervención en
las Instituciones:
La intervención en una situación en la cual el sociólogo o psicólogo interviniente está en
posición de exterioridad: se le hace llegar un encargo, interviene con un equipo que puede
ser tal vez permanente, o constituido para esa ocasión. Instala un dispositivo que
comprende cierto número de sesiones, de horarios, de procedimientos; este trabajo de
intervención produce un material que es interpretado y, eventualmente, publicado (p.125).
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Marco Teórico. Referentes Teóricos
Clínica Laboral
Entendiendo al Club de Niños como un ámbito de trabajo, es preciso delimitar
el concepto del Dispositivo de Clínica Laboral.
Franco y Gonçalvez Boggio (2005) lo definen “como dispositivo grupal-
institucional y como estrategias de auto-cuidado, para el abordaje de los trastornos
contemporáneos en el mundo laboral derivados de las situaciones estresantes y
traumáticas que se producen en el ejercicio de los roles laborales, profesionales y
docentes, en el campo de la Salud” (Gonçalvez Boggio, 2010, p. 271)
A partir de esta perspectiva este pre proyecto se apoya en la siguiente
interrogante que (Gonçalvez Boggio, 2010) se plantea: “¿Cómo lograr una mayor
calidad de vida y un menor desgaste en una institución (…) cuya función es el
cuidado?” (p. 273).
Para aproximarse a una posible respuesta, a través del pre proyecto de
extensión se propone intervenir en el campo de una Clínica Laboral como,
un dispositivo de trabajo individual, grupal y organizacional que, atendiendo las
necesidades de los trabajadores, permite intervenir activamente en los mecanismos
generadores de estrés ocupacional que comprometen la calidad de vida en el trabajo,
generando espacios de reflexión sobre los quehaceres profesionales y laborales con el
objetivo de producir nuevas subjetividades en el mundo del trabajo, actuando en forma
focal y breve en los espacios naturales donde se produce dicha subjetividad. (Gonçalvez
Boggio, 2010, p. 275)
A su vez, se hace hincapié en las herramientas para la prevención del
Desgaste por Empatía (Figley, 1995), desde el marco conceptual del Dispositivo de
Clínica Laboral desarrollado por S. Franco, y L. Gonçalvez Boggio (2005).
Otro de los puntos de análisis de la Clínica Laboral que se considera en este
pre proyecto, es la denominada Clínica de la Multiplicidad, siendo un espacio de
integración dinámica, móvil y estratégica que “busca crear nuevos dispositivos y/o
potenciar dispositivos clínicos existentes en un encuentro interdisciplinario que no se
limite a una única visión teórica sistemática y exclusiva, ni a una única regulación
técnica, dando lugar a distintas tecnologías de intervención, esencialmente creativas y
productoras de nuevos sentidos” (Gonçalvez Boggio, 2010, p. 267). Esto se logra
integrando herramientas de la Psicoterapia Corporal Bioenergética con aportes de la
Psicología Social, el Esquizoanálisis, la Gestalt-psicoterapia y el Psicodrama, entre
otros.
9
Es relevante conceptualizar al cuerpo desde la perspectiva de la Clínica de la
Multiplicidad:
El cuerpo será siempre una vía para la afirmación de la vida, aunque dicha vía está
atravesada, (en términos foucaultianos) por las marcas de los saberes, las prácticas
sociales y las estrategias biopolíticas. Las marcas de la historia personal (historia
psicosexual e historia social), no son otra cosa que las huellas que los cuerpos
institucionales disciplinarios (la familia, la escuela, los hospitales, las cárceles, etc.) y las
significaciones sociales (modas, clasificaciones, categorizaciones, etc.) dejan en nuestros
cuerpos. De ahí la necesidad de transversalizar la problemática del cuerpo abriendo una
reflexión sobre su dimensión (micro) política (Gonçalvez Boggio, 1999, p. 8).
Grupos de Movimiento
La intervención a nivel grupal durante el proceso, se hará desde el concepto de
Grupos de Movimiento
En Cadernos Reichianos (Rielli Da Gama y Amaral 1996) el concepto de
Grupos de Movimiento es entendido como un intermedio entre grupos de actividades
expresivas y liberadoras y, por otro lado, como psicoterapia de grupo, pero pudiendo
diferenciarse de ellas.
Un Grupo de Movimiento es dirigido por un coordinador psicoterapéutico, que
busca la influencia sobre la psique, a través de la auto-conciencia y la liberación de la
expresión emocional (Rielli da Gama y Amaral Rego, 1996).
Los Grupos de Movimiento tienen efectos preventivos, pedagógicos y
terapéuticos. El trabajo corporal, biofísico y energético tienen como objetivo llevar al
participante a un proceso de sensibilización y de conciencia corporal que permite
aumentar el contacto consigo mismo y con los otros (Gonçalvez Boggio, 2011). Rielli
da Gama y Amaral Rego (1996) expresan, que el cuerpo en los Grupos de
Movimiento, es un cuerpo que ama, ríe, sufre, quiere, disfruta, actúa y reacciona.
Asimismo, se hace necesario incorporar al análisis el concepto de “Lectura de
emergentes de la concepción operativa de grupo” desarrollada por P. Riviére tomado
por Gonçalvez Boggio (2011) en el “Informe de actividades y análisis de la
intervención”. En éste se explica que,
la lectura emergente permite, en la dimensión grupal, a partir de los discursos de cada uno
de los integrantes de los grupos, producir nuevos sentidos singulares (ya sea individuales,
grupales o institucionales), permitiendo problematizar los conflictos y los padecimientos
desde una lógica colectiva sentida en el entrecruzamiento de la verticalidad (historia de
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vida de la persona) y de la horizontalidad (red de identificaciones y red transferencial
grupal) (p.4).
Psicoterapia Corporal Bioenergética
Se toma como marco de referencia también la Psicoterapia Corporal
Bioenergética, ya que “permite desarrollar (…) nuevos medios de intensificar las
sensaciones, de explorar otras velocidades: desacelerando la vertiginosidad
contemporánea, desintensificando las marcas de lo traumático, intensificando el placer
y el gozo de vivir” (Gonçalvez Boggio, 2007, p.38).
La Psicoterapia Corporal surge a partir de las investigaciones y aportes
desarrollados por Wilhelm Reich (1897-1957), médico-psiquiatra y psicoanalista
austríaco. Volpi y Volpi, (2000) afirman que la Psicoterapia Corporal, busca
comprender al individuo como una unidad de Energía; la mente (psique) y el cuerpo
(soma). El cuerpo en la psicología desde este enfoque, se dedica a estudiar las
manifestaciones conductuales y energéticas de la mente, que inciden sobre el cuerpo
y viceversa.
Posteriormente, Alexander Lowen, desarrolla el Análisis Bioenergético. Esta
perspectiva de análisis, entiende a la personalidad humana a partir de la comprensión
del cuerpo y sus procesos energéticos. Es decir, la producción de energía a través de
la respiración y el metabolismo, y la descarga de energía a través del movimiento
(Lowen y Lowen, 2000, p.9)
La mencionada corriente interviene en el paciente para trabajar la Bioenergía
que está congelada en el cuerpo. Este bloqueo se puede dar por distintas experiencias
de vida. En este Pre proyecto se hace énfasis en las tensiones generadas por el
estrés, que son factores claves para explicar el bloqueo energético.
Reich (1958) introduce al cuerpo en la psicoterapia y en la psicología. Su
primera conclusión clínica es que todos sus pacientes tenían un patrón en común: la
respiración alterada. En este sentido, Gonçalvez Boggio (2010) afirma “que los
pacientes para sentir menos (angustia, miedo, bronca, placer, etc.) respiraban menos.
La respiración limitada reduce la posibilidad de movimiento y el movimiento determina
nuestros sentimientos” (p. 16). A partir de esta conclusión, Reich desarrolla una nueva
técnica denominada Vegetoterapia, que consiste en invitar al paciente a lograr un
patrón de respiración profunda que le permita seguir su ritmo interior (Gonçalvez
Boggio, 2010). Este aspecto es central en todo el proceso de intervención.
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Reich, en esta nueva técnica, rompe con esquemas ortodoxos del pensamiento
Freudiano. Como analiza Gonçalvez Boggio (2010):
(…) en este dispositivo la regla máxima ahora no era sólo que el paciente verbalizara lo
primero que se le viniera a la cabeza, que se entregara libremente a la asociación de
ideas, sino que además siguiera el impulso interior a partir de una respiración más
profunda. Al profundizar la respiración se alteraba el patrón de respiración inhibida y esto
posibilitaba la emergencia de afectos inhibidos y el desbloqueo de recuerdos reprimidos
(p, 16).
Otro de los grandes aportes que se destacan del pensamiento de Reich, es que
el inconsciente está grabado en los músculos, dándole un lugar topológico a éste
(Gonçalvez Boggio, 2010). Aquí se propone intervenir desde esta concepción.
Reich desarrolla una metodología que aborda un trabajo psicocorporal desde la
cabeza a los pies, respetando la “dirección céfalo-caudal”. Asimismo, Lowen (1995)
presta especial atención al trabajo de las piernas, desarrollando la técnica de
Enraizamiento. Se relaciona la seguridad emocional con la seguridad corporal
generada por una buena conexión de la persona con la tierra (arraigo). Según el
análisis de Gonçalvez Boggio (2010) sobre este concepto, “en la medida que la
persona se arraiga en la realidad de su propio cuerpo y toma contacto con sus
sentimientos, puede relacionarse de manera más plena con los demás” (p. 120).
Desgaste por Empatía (SDpE)
Charles Figley denominó en 1995, el término Compassion Fatigue, como
Desgaste por Empatía. Figley, explica que son las emociones y conductas naturales
resultantes de enterarse de un evento traumático experimentado por otra persona. El
término Empatía es entendido, según Eisemberg y Strayer (1987), como la capacidad
de experimentar las mismas emociones que otra persona está sintiendo.
Cabe destacar la conceptualización del Desgaste por Empatía como aquello
que “…está asociado a un sentimiento de ayuda, compasión y confusión; existiendo un
gran sentido de aislamiento en quienes brindan apoyo. Los síntomas están
desconectados de causas reales y propias, ya que son impulsados por experiencias
ajenas” (D’Onofri y Depaoli, 2011, p. 34).
Es importante diferenciarlo de patologías similares como el Burn Out
(Freudenberer, 1974) y el Estrés Post Traumático (DSM-III, 1980). El Burn Out se
define como un estado de cansancio físico y mental por estar a cargo de situaciones
de alta demanda laboral por un tiempo prolongado. En este caso, la empatía es
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independiente, y sus síntomas no surgen necesariamente a raíz del sufrimiento de un
paciente (D’Onofri y Depaoli, 2011). En muchas ocasiones, el Burn Out requiere un
cambio de trabajo, mientras que el Desgaste por Empatía, una vez que se reconoce se
actúa y se trata pudiendo lograr grandes beneficios (Figley, 1995). Por otro lado, se
entiende que el SDpE se diferencia del Trastorno por Estrés Post Traumático, ya que
según el DSM-IV (1994), la característica esencial de éste es la aparición de síntomas
en un individuo a partir de presenciar o de enterarse de acontecimientos
caracterizados por muertes, heridas, o amenazas en contra de su integridad física o de
alguien cercano, respondiendo a estos acontecimientos con temor y desesperanza
(D’Onofri y Depaoli, 2011).
Por lo tanto el Desgaste por Empatía, es considerado un tipo de estrés laboral,
asociado, específicamente a profesiones de cuidado, con síntomas de agotamiento
físico y mental al involucrarse en su ámbito laboral en situaciones emocionales
complejas, por un tiempo prolongado (Gonçalvez Boggio, 2011).
Bajo estas concepciones, el pre proyecto elabora un posible diagnóstico de la
realidad situacional, implementando el instrumento de Escala de Agotamiento por
Empatía (ESAPE) (Main, Rondón, Tauber, Viñuela y Zamponi, 2008). Esta Escala
permite evaluar si un profesional está funcionando en un nivel óptimo, en un nivel
medio, pero con cierto riesgo de contraer el síndrome o, si ya está claramente
afectado por el síndrome de Desgaste por Empatía. De esta manera, la Escala
(ESAPE) se utiliza para realizar talleres de prevención, aplicándola a una determinada
población de profesionales, para luego poder intervenir a través de distintas
estrategias.
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Objetivo general
Brindar herramientas que apunten a prevenir el Desgaste por Empatía en el
ámbito laboral mediante la Psicoterapia Corporal Bioenergética.
Objetivos específicos
• Implementar la Escala de Agotamiento por Empatía (ESAPE) antes y después
del proceso de intervención.
• Aportar a través de técnicas de la Psicoterapia Corporal y mediante ejercicios
vivenciales Biofísicos, la toma de conciencia del cuerpo de los trabajadores del
equipo y del desgaste por empatía que se produce en la interacción con los
usuarios.
• Estimular la conciencia de la dimensión grupal y organizacional en el trabajo de
equipo, construyendo a través de los Grupos de Movimiento un dispositivo de
apoyo mutuo y de solidaridad operantes.
• Sensibilizar y estimular la función de contacto y de empatía a través de
dinámicas expresivas y artísticas.
• Trabajar desde dinámicas bioenergéticas la expresión emocional de los
integrantes del equipo a través de la voz, la mirada y el movimiento, analizando
al mismo tiempo la dimensión grupal-institucional implicada en la potencial
represión de las emociones, que surgen en el trabajo cotidiano.
Diseño metodológico y estrategia de Intervención
Se plantea una metodología de carácter participativo, en la que se respetan los
tiempos, los saberes y las necesidades de los participantes en cada momento de la
intervención. Esta dimensión metodológica posibilita una mirada reflexiva de las
condiciones, las necesidades y las lógicas que se presentan en dicho dispositivo
laboral.
A partir de la recolección de datos que brinda la Escala de Agotamiento por
Empatía (ESAPE), se evalúa y aborda desde un análisis cualitativo. Este análisis
consiste “en obtener las perspectivas y puntos de vista de los participantes (sus
emociones, experiencias, significados y otros aspectos subjetivos)” (Hernández,
Fernández y Baptista, 2006, p.8).
La estrategia metodológica que se utiliza es a través de un dispositivo de taller
a partir de la creación de Grupos de Movimiento, explicada anteriormente. Se piensa a
14
partir de un dispositivo grupal, con el fin de desarrollar dinámicas integrativas que
ayuden a experimentar desde lo psicocorporal, estrategias individuales, grupales e
institucionales para prevenir y abordar el desgaste por empatía (Gonçalvez Boggio,
2011).
Parafraseando a Volpi y Volpi (2001), cuando se trabaja desde el movimiento
se incluye tanto a la actividad física como a la conciencia. La técnica de taller es
entendida, teniendo en cuenta la perspectiva de Cuberes (1988), como “tiempo-
espacio para la vivencia, la reflexión y la conceptualización, como síntesis del pensar,
el sentir y el hacer, como el lugar para la participación y el despliegue de diversos
aprendizajes sociales” (Silva, Tor y Vizziano, 2014, p.12).
La estrategia de trabajo de intervenir a partir de una dimensión grupal, es
pensada para generar la posibilidad de compartir con el otro. Gonçalvez Boggio (2011)
expresa los beneficios de trabajar a nivel grupal:
El grupo potencia los dispositivos operantes y de apoyo mutuo en donde se pueden
producir efectos de fraternalización, cuidándose mutuamente entre todos los implicados,
presentificar junto a otros colegas el problema, jugando distintos roles con la situación
estresante para poder dramatizarla, y para poder buscar otras alternativas creativas a la
situación, que muchas veces satura, encierra y encapsula, y no permite el darse cuenta de
esta captura por sobre-implicación (p. 11).
Esta intervención toma en cuenta la necesidad de crear dispositivos de
“solidaridad operantes”. Esto significa que “los grupos de co-visión, inter-visión y de
formación son un refugio para compartir las historias traumáticas, y así diluirlas y
desintensificarlas recibiendo apoyo, información y creando soportes técnicos,
instrumentales y afectivos” (Gonçalvez Boggio, 2011, p. 14). El autor afirma aquí, la
importancia y la necesidad del cuidado, la escucha atenta y el compromiso de
solidaridad y de apoyo mutuo entre los integrantes del equipo interdisciplinario, como
forma de prevenir SDpE.
La mayoría de los métodos terapéuticos tratan de descubrir las necesidades
que hay en el individuo y/o en un grupo, y satisfacerlas de la mejor manera posible. El
presente pre-proyecto se basa en el método terapéutico de la Bioenergía, basado en
la manifestación de los sentimientos y emociones, por medio de la expresión corporal,
ejercicios de respiración y el contacto físico (Moreau, 2000).
En los ejercicios bioenergéticos, encarados hacia la prevención, “el objetivo del
trabajo es aumentar la sensibilidad y la espontaneidad del cuerpo aprendiendo a
vencer el miedo al movimiento y a las experiencias placenteras. …A través del training
15
bioenergético se posibilita específicamente, un equilibrio entre la tensión y la
relajación, entre la carga y la descarga de energía (…)” (Gonçalvez Boggio, 1999, p.
5).
Descripción de actividades
El diseño metodológico implica transitar cinco fases en el proceso de
intervención:
1. Evaluación situacional
La primera fase será una instancia de explicación del proceso y de los
ejercicios con los que se trabajará. Se aplicará la escala para medir el desgaste
por empatía (evaluación situacional). Se abrirá un espacio para las interrogantes,
dudas, inseguridades, expectativas que puedan llegar a tener los participantes con
respecto a la intervención.
2. Integración y Confianza grupal
En una segunda fase se trabajará la confianza grupal. En esta instancia se
realizarán dinámicas que fomenten la integración del grupo, el respeto hacia los
otros, incitando a observar al compañero desde el cuidado y acompañar los
procesos individuales y grupales. Se comenzará a tomar conciencia del cuerpo,
con ejercicios de calentamiento, junto a posturas de yoga, utilizando el juego y
técnicas bioenergéticas; el enraizamiento, promoviendo el contacto de la persona
con su suelo, sus raíces para generar una mayor seguridad personal, que a su vez
permita un mayor nivel de confianza grupal.
3. Activación Psicocorporal
La tercera fase será de activación psicocoporal, con dinámicas que logren
la expresión del sentimiento a raíz de la voz, la mirada y el movimiento. El
sentimiento es entendido como la percepción del movimiento interno (Moreau,
2000). Cada uno de los encuentros realizados dentro de esta fase, se organizarán
siguiendo los siguientes pasos: 1. Calentamiento corporal (prepara al cuerpo para
trabajar) con ejercicios de estiramiento y de pie, entre otros. 2. El Desarrollo
(cuando el grupo logre enfocarse en sí mismo y es el nivel en el que
principalmente se trabaja el objetivo de la intervención) con técnicas de
16
Enraizamiento, Ejercicios expresivos, de Vibración, etc. 3. La Relajación (cierre
introspectivo) en conjunto con técnicas de relajación y masaje, y por último, 4. El
Cierre grupal (verbalizar lo experimentado) (Volpi y Volpi, 2001).
4. Reflexión y evaluación grupal
En la cuarta fase, se abrirá un espacio reflexivo entre los participantes del
equipo con el psicoterapeuta. A partir de un análisis en conjunto de los registros de
las sensaciones producidas por las distintas dinámicas establecidas en el proceso,
se medirá nuevamente el Desgaste por Empatía, para evaluar la situación final
luego del proceso de intervención.
5. Evaluación y Análisis de los resultados
La quinta fase consiste en una evaluación y análisis de los resultados y de
la efectividad de la metodología aplicada en la intervención.
Se tendrá presente en cada fase la técnica de Vegetoterapia, que permita
identificar patrones de respiración y expresar posibles inhibiciones.
Otras técnicas
El Psicodrama es un “Método terapéutico, inventado por Moreno, que sirve del
lenguaje y la expresión corporal al mismo tiempo que de escenificaciones en las que
se representan conflictos pasados y de otro lugar, con compañeros que representan al
padre, la madre, el hijo, el jefe, con el fin de cambiar las conductas insatisfactorias.”
(Moreau, 2000, p. 348). Es un método que corresponde trabajarlo en dinámica grupal,
de manera activa, utilizando además de la palabra, la expresión de todo el cuerpo, con
el beneficio de dramatizar situaciones que generen conflicto en el ámbito laboral.
El Juego en las prácticas Psicocorporales aplicadas en grupo es una
herramienta muy recurrente. Volvi y Volpi (2001), entienden que el juego es una
actividad libre, que se da entre los participantes, regida por determinadas reglas y con
un objetivo en sí mismo. Los autores expresan que es una de las actividades más
antiguas de la humanidad y primordial en la vida de un ser humano, en el que significa
arriesgarse, perder, ganar, ser parte, decidir, simbolizando diversas experiencias de la
realidad de un individuo. A través del juego, se demuestra consciente e
17
inconscientemente de manera creativa y libre la construcción de su propia realidad.
Cómo se enfrenta al mundo, con los demás y con uno mismo.
Por lo tanto, es imprescindible en todo momento ofrecer a los participantes un
espacio seguro en donde sus sentimientos puedan fluir, permitiendo la entrega de su
cuerpo, su mente y sus emociones.
Cronograma de acciones y actividades
La propuesta tendrá una duración de nueve meses, desde marzo a noviembre,
con encuentros quincenales de 1 hora y treinta minutos. En la siguiente tabla se puede
visualizar la ejecución de las distintas fases a lo largo de los meses.
Actividades Meses 1 2 3 4-7 8 9
Explicación del proceso
de intervención.
Evaluación y comprensión
situacional. Aplicación de
Escala (ESAPE).
Fortalecimiento de la
integración y confianza
grupal.
Activación Psicocorporal.
Profundización del
proceso de
sensibilización.
Reflexión y evaluación
grupal.
Análisis de los resultados
y de la efectividad de la
metodología aplicada.
Informe final.
18
Consideraciones Éticas
Por tratarse de un proyecto de extensión en el que participan seres humanos, y
con un abordaje cualitativo que buscar comprender, intervenir y reflexionar con los
participantes del proceso, es muy importante tomar en cuenta ciertas consideraciones
éticas.
Se conformará una primera fase en la que el psicoterapeuta a cargo del
proyecto, generará una instancia grupal con los implicados para explicar la aplicación
de la escala de Agotamiento por Empatía, los objetivos, las técnicas de intervención y
las distintas fases que se darán durante el proceso. Se explicará los beneficios
previstos y sus derechos de decidir si colaboran o no como participantes.
A la hora de redactar el pre proyecto se evaluaron las implicancias de la
utilización de la Escala de Desgaste por Empatía y de las técnicas a trabajar y se
consideraron que los beneficios exceden los riesgos previsibles.
Contando con una bibliografía revisada, y la confirmación de los participantes,
se pretende brindar un espacio de sensibilización Psicocorporal especializado en la
prevención del Desgaste por Empatía.
Para la privacidad de los datos y el resguardo de la identidad de los
participantes, se brindará la garantía del acceso exclusivo a esta información del
psicoterapeuta a cargo del proyecto.
Luego de un análisis de los resultados, se generará una instancia de
devolución a los participantes.
Evaluación y Monitoreo
Como se explicó en los apartados anteriores, se utilizará la Escala de
Agotamiento (ESAPE), también al final del proceso. Esta aplicación permitirá
contrastar los datos que de allí surjan con los iniciales, posibilitando el análisis de los
resultados y procedimientos del pre proyecto. Es una instancia que permitirá discutir y
reflexionar acerca de las concepciones y metodología utilizada, intentando reconocer
las limitaciones y los aportes que el proceso genere.
19
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Consultas Web
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http://www.inau.gub.uy/index.php/ninerz/clubes-de-ninos
22
ANEXOS
1. Escala para medir Desgaste por Empatía (ESAPE)
2. Aval del Club de Niños “Los Caminos”
ESCALA PARA MEDIR DESGASTE POR EMPATÍA, (SDpE)
Recolección de datos del desgaste por empatía en base del Informe de
actividades y análisis de la intervención realizada por el Lic. Luis Gonçalvez (2011).
La Escala para medir el desgaste por empatía, fue desarrollada por la
Universidad Católica de Santa Fe de la República Argentina. Comprende tres factores
a la hora de evaluar, que se explicarán de manera breve a continuación.
Factor 1: Involucramiento profesional.
“El buen desarrollo del trabajo profesional implica un grado razonable de
involucración. Tanto el exceso como la falta de involucración perturban la calidad y el
resultado del trabajo.” (p, 30).
Factor 2: Cuidado personal.
“Indica en qué medida el profesional cuenta con recursos personales y técnicos
de cuidado personal para prevenir y afrontar el desgaste biopsicofísico propio del
trabajo de ayuda”. (p, 30)
Factor 3: Vulnerabilidad.
“Refiere a la medida en que el sujeto se percibe afectado por su trabajo
profesional, manifestándose y reconociéndose tanto a nivel físico, psíquico, emocional
y de relaciones sociales”. (p, 31)
La escala consta de 27 ítems, que las personas, de forma individual, deben
evaluar marcando una de las cuatro categorías (muy en desacuerdo, en desacuerdo,
de acuerdo o muy de acuerdo). Las 27 variables son:
1. Mantengo el cuidado de mi salud.
2. Paulatinamente pierdo el interés en afrontar problemas que presentan mis
clientes/pacientes.
3. Pienso mucho en las experiencias traumáticas que me narran mis
clientes/pacientes.
4. Me sobreinvolucro con determinados clientes/pacientes con el objetivo de
ayudarlos.
23
5. Siento un deseo irrefrenable de ayudar a mis clientes/pacientes más allá de mis
funciones profesionales específicas.
6. No necesito medicación para afrontar el estrés laboral.
7. Mientras trabajo recuerdo experiencias personales atemorizantes de manera
repentina e involuntaria.
8. No tengo dificultad para dormirme o mantener el sueño.
9. Siento que mis clientes/pacientes son personas frágiles y que inevitablemente
necesitan de mi asistencia profesional.
10. Fuera de mi trabajo, he recordado involuntaria y súbitamente experiencias
atemorizantes de mis clientes/pacientes.
11. Cuanto más trabajo más me alejo de amigos y conocidos.
12. Me cuesta mantener la concentración.
13. Mientras trabajo siento las mismas cosas que mis clientes/pacientes me cuentan.
14. Arreglo mi lugar de trabajo y disfruto de dicha tarea.
15. Tengo problemas para relacionarme con la gente.
16. Hablo con mis amigos y/o familiares sobre mis experiencias estresantes.
17. Uso respuestas evasivas para no escuchar las historias penosas de mis
clientes/pacientes.
18. Prefiero evitar el trabajo con determinados clientes/pacientes.
19. Tengo manifestaciones de irritabilidad ante muy poca provocación.
20. No presento síntomas somáticos.
21. Nunca pierdo las esperanzas de ayudar a mis clientes/pacientes.
22. Recurro a un profesional para poder afrontar una situación laboral desgastante.
23. Aumento de peso de modo llamativo.
24. Pienso que realmente ayudo a mis clientes.
25. El sufrimiento me hace más eficaz y eficiente.
26. Me cuesta levantarme por las mañanas.
27. Puedo despegarme del cliente/paciente una vez que termina el encuentro.
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Los resultados de dicha escala, se expresan en distintos Perfiles.
Perfil 1: Funcionamiento empático óptimo, sin riesgo de contraer SDpE.
Perfil 2: Funcionamiento empático normal, sin riesgo de contraer SDpE.
Perfil 3: Funcionamiento empático normal, en riesgo de contraer SDpE.
Perfil 4: Funcionamiento empático anormal, con SDpE.
Para una mayor comprensión de estos perfiles, se procesan los datos a partir
de ciertas características: Según las características personales; Sexo, Edad y Estado
Civil y según las características profesionales; Profesión, Antigüedad en la profesión,
Ámbito de trabajo.