¡Cuida a tus hijos!Reflexión autoría de:

Raymundo Carmona Jasso

A la cochera de mi casa llegaron un par de golondrinas.

Las vi trabajar arduamente trayendo ramitas para hacer su nido (La verdad, se me hizo muy pesado eso de ir y venir a conseguir ramitas, humedecerlas y pegarlas sobre la pared). Se tardaron mucho tiempo, hicieron muchos esfuerzos pero construyeron un buen hogar.

Luego, como es de suponerse nacieron las crías. Tuve un cantadero de pajaritos día y noche; a todas horas disfrute de su presencia.

Un día, sin saber el porqué, el cómo, el cuándo, apareció en el suelo uno de los críos, luego otro y finalmente un tercero.

Le llame a mi mamá para preguntarle qué era lo que, posiblemente, había pasado.

Le conté la pequeña historia y me dijo.

«A veces los padres se afanan mucho por llevarles alimento y descuidan el nido. Es probable que los críos tenían hambre y en sus movimientos desesperados por asomarse a ver si venían los papás a alimentarlos se fueron cayendo de uno en uno»

Con este suceso comprendí muchas cosas:

Los alimentos son todas esas otras necesidades a parte de la compañía.

El nido es el hogar. El hambre de los críos, es la

necesidad de atención de los hijos. Los movimientos desesperados por

ver llegar a los papás son todas las actividades que realizan a la sorda de los padres antes de tomar una mala decisión.

La caída es el completo descuido.

Ahora vale la pena reflexionar:

¿Acaso valen más las otras necesidades que acompañar a los hijos?

¿De qué sirve una gran casa si al descuidar a los miembros del hogar ésta deja de ser un hogar?

¿Es congruente estar rodeado de lujos y a la vez de falta de atención a los miembros de nuestra familia?

¿Cómo se le puede hacer para prever la falta de atención de algunos miembros de nuestra familia? Los esposos se separan por otra persona y los hijos se dan a los vicios por no darnos cuenta.

¿Es necesario que alguien muera para hacer algo?

La historia termina con la muerte de 3 críos. Ahora los padres van y vienen del nido a la calle, se paran frente a un alambrado (donde debería de ir un foco) a ver el nido y buscan desesperadamente a sus críos. Mucho tiempo duraron viendo los cuerpos en el suelo esperando ver que estos se levantaran y pidieran de comer como antes lo hacían. Yo los enterré sin que se dieran cuenta

«El tiempo no perdona a nadie, hay que decidir en el momento y decidir bien»

¿Cuáles son tus prioridades en la vida y cómo las estás atendiendo?