Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

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    Espac io Abier to

     Cuaderno Venezolano

     de

     Soctologia

    1315-0006 / Dep6slto iegal pp 199202ZU44

    14 Mo. 1 (enero-marzo  2005};  25 - 51

    De cuer po s, t a t u ^ e s y culturas juveniles

    Rodrigo Ganter S*

    Las grandes rupturas, las grandes oposldones,

    siempre son negociables; pero la pequena fisura,

    las rupturas imperceptibles que vienen

     delsur

    esas

    no.

    G.

     Deleuze.

    Resumen

    El presente texto constituye un ensayo sociologico que tiene com o

    soporte un conjunto de ref lexiones, observac iones empiricas y en-

    trevistas en profundidad reaiizadas -desd e principios del ano 2003

    en la ciudad de San tiago- tanto a jovenes que tienen por oficio el

    practicar ei arte del tatuaje en ios cuerpos de otras personas (la

    oferta),

      como a diversos actores juveniles urbanos que han asumi-

    do com o opcion la alteracion de sus cue rpos a traves dei tatuaje (la

    dem anda), o b ien, el piercings, entre otras formas de modlficaci6n

    corporal. For elio interesa comprender iQue es ei tatuaje?;

    iCuando aparece histdricamente esta practica cultural a ratos in-

    definible?; ^Cuaies son los significados asociados a e ste deseo mi-

    ienario de alterarse con caracteres imborrables la memoria del

    cuerpo?; ^Como e s apropiada dicha practica por ias cuituras

     juve-

    niles contemporaneas?, donde -por una parte- se configuran las

    tensiones entre la masificacidn de las marcas sobre la piel Juvenil

     y

    la industrializacibn a la carta dei trazado anatbmico y, por la otra, la

    produccion de una alteridad  uvenii dura, don de el sentimiento de

    pertenenc ia grupal, la opcibn por la estetlca m inoritaria de los bor-

    des y la reivindicacion del cue rpo com o territorio radical para ia re-

    invenci6n de si mism o, hacen sentir su potencia e spe sa

     y

     su vibra-

    Ac tualm ente es ta ndagacl6n constituye el em brl6n d e un proyecto de invesUgacldn mAs am-

    piio que a ia Techa tambid n incluye pro du cd dn de Infoniiacl6n em pirica recEibada en varias ciu-

    dades de Chile, como Iquique (norte), Valparaiso (centro), Concepclbn (sur), etc.

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    en foco: lajuve ntud: situaci6n, practicas y simboios

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      espa do abierto vol. 14 n° I enero-marzo 2005): 25

      - 5 /

    cion maquinica sobre ia epidermis de la ciudad. En fin, solo pre-

    gun tas que me sirven com o pretex to para avanzar en el tatuado zig-

    zagueante de estas p^lidas texturas que hoy me detienen y tam-

    bien me retienen un poco, sobre el avance hacia otros cuerpos que

    esta ciudad no alcanza a contener.

    Palabras clave:  Cuerpo, tatuaje, ego Juvenil, e^eUca minoritaria.

    I

    Bodies. Tattoos and Youth Cultures

    Abstract

    This paper constitutes a sociologicai essay based on a series of

    reflections, empirical observal ons and com prehensive interviews

    made since 20 03 in the city of Santiago, both in relaUo n to youth

    that practice the art of tattooing the b odies of other people the

    offer), and several young urban actors who have accepted the

    option of altering their own nodies with ta ttoos the dem and ), or

    ear and body piercing and other body modifications. In relation to

    this it is important to understand what a tattoo is, when this

    practice occurred historically, what significance Is assoc iated with

    this milenium desire to alter the body with indeiible cha racte rs, and

    how or why this practice is appropriate in contemporary youth

    cultures in which on the one hand the tensions between

    massification of markings on the skin of youth and the

    industriaiization of anatomical tracing, and on the other, the

    production of a iasting juvenile alter ego, where the sentiment of

    belonging to a group, the option for minority esthetics and the

    revindication of the body as radical territory for the reinven tion of

    ones-self

    makes one feel his own mechanical power and vibration

    on the epidermis of the city. Finally, oniy questions remain that

    serve as a pretext for advancing in a zig-zag tattoo in paie textures

    that tod£^ detain me and retain me a little, over the advance of

    other bodies that the city do es no t manage to contain fulfill them .

    Key words:  Body, tatto os, juven ile ego, minority esth etics .

    I. Trazando con) te x to s

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    de cuerpos tatus^es y culturas Juveniles rodrigo ganter s 7

    tas podrian producir otras direcdones en ei texto, que

     F>or cierto,

     superan el

    azar que me discipilna a escribir sobre ias intensidades que caracterizan a

    ias culturas juveniies y a ia practica dei tatuaje. Sin embargo, pareciera ser

    que uno tiene un cuerpo, pero tambien uno es un cuerpo, o bien, uno es el

    cuerpo que tiene.

      e

     ahi que ei cuerpo sea, m^s que un hecho dado de la rea-

    lidad, una presencia y una experiencia vivida, pues el cuerpo se construye

    socio-cuituraimente, y en ese sentido al tener un cuerpo tambien produzco

    un cuerpo. Con todo, el cuerpo constituye un campo cosificado por la racio-

    nalizaci6n moderna, pues el cuerpo se configura en objeto de poder

     y

     de sa-

    ber a traves de diferentes tecnologjas y dispositivos imbricados en ias diver-

    sas capais del tejido sociail.

     El cuerpo se convierte en un campo de fuerzas que son tanto activas

    como reactivas. El cuerpo forma parte del proceso total de la voluntad de po-

    der

     y

     la voluntad de saber. El cuerpo no es un hecho biologico dado de nues-

    tra presencia en el mundo, sino una vision, un objetivo, un punto de Uegada

    y salida para ias fuerzas que conforman la vida {Turner, 1989: 15).

    En ese mismo registro, la historiadora chitena Maria Angelica lUanes

    plantea al cuerpo como una experiencia que circula mas alia de las fronteras

    de lo anatomico, pues el cuerpo configura ante todo una categon'a cultural a

    traves de la cual podemos identificar una determinada vision de mundo en

    una determinada sociedad historica (...), porque ia cultura dei cuerpo consti-

    tuye una ciave si'gnica que nos habia de una determinada sociedad y de una

    determinada epoca. Se trata de una construccion humana sobre un eiemen-

    to de ia naturaieza. La sociedad lo modela y ha sido objeto de cambio

    (2002: 8).

    En el marco de ta cultura occidental, para Foucault (1990) en las socie-

    dades premodernas la subordinacion y el castigo dei cuerpo se ha ligado es-

    trechamente, por ejempio, con ei control de la sexualidad femenina a partir

    dei dispositivo familiar-patriarcal, que tuvo la funcion de organizar la distri-

    bucion de la propiedad en un sistema de primogenitura. Mientras que, en las

    sociedades modernas las practicas asceticas dei protestantismo

     y

     el imperio

    de las disciplinas sobre el cuerpo, suplantaron las negaciones del monaste-

    rio por las tecnologias de la vigilancia de la vida cotidiana, en contextos

    como el de la famiiia, la escuela, el hospital, la carcel y la fabrica.

    Por liltimo, la actualidad de ias sociedades posmodernas ha inaugura-

    do un modo de socializacion y de individuacion inedito para el cuerpo, que

    rompe con el cuadricuiado instalado desde los siglos

     XVII

     y

     XVIll.

     Este modo

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    cn

     fi)co:

     lajuven tud: situaclbn, pr^cticas y simboios

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     / espado

     abierto

      vol 74

     n°

     I

      enero-marzo 2005):

      25-51

    cion y la revolucion, la sociedad posmode rna hizo lo propio con la informa-

    cion y la expresion (Lipovetsky, 2000).

    Es precisa m ente en este ultimo contexto don de el cuerp o se va confi-

    gurand o en un objeto de culto, proceso que se expresa a traves de una gama

    compleja

     y

     multiple de p racticas biopoliticas (rou cault, 1987), que tiend en a

    controiar y normalizar soterradamente a las poblaciones con el fin de do-

    mesticar politicamente los cuerpos y rentabilizarlos economicamente. De

    ahi que surjan esto s micro fundamentalismos por ia salud, los che que os me-

    dicos, los productos farmaceuUcos, la higiene, las luchas contra la obesida d

    y la anorexia, etc. Pues de lo que se trata es de com batir la deg rad ado n cor-

    poral

     y

     de m an tene r el cuerpo tonificado

     y

     herm oso a traves de m asajes, de-

    porte, sa un as, com idas dieteticas, solarium, regim enes para adelgazar e in-

    cluso reciclarlo quirurgicamente cuando las posibilidades Io permitan.

    Ahora bien, es en este marco socio-cultural en el cual deseo imprimir

    las velocidades de este texto, que en rigor pretende hablar de como, en el

    contex to de las culturasjuveniles urbanas, las practicas del tatuaje y en ge-

    neral de las perforaciones co rporales, se nutren tam bien de las construccio-

    nes sociales q ue las diferentes e po cas realizan so bre los cuerp os

     y

     como se

    van convocando mem orias

     y

     promoviendo tensione s que re-dibiyan los ima-

    ginarios del cuerpo para diferentes grup os de Joven es urba nos .

    II Entre las m arcas del ge n es is I

    Para empezar, el origen de la palabra  tatuaje  es incierto, no obstante

    parece proceder etimologicamente de la palabra  ta~ del polinesio gol-

    p e a r , o de la antigua practica de crear un tatuaje por medio del golpeteo de

    un h ue so contra otro sobre la piel, con el consiguiente so nido  tau-tau .

    La palabra latina para tatuaje la pod em os identificar con estigma, y en-

    tre las multiples definido nes de estigma estan ias aso ciad as con una marca

    hecha sobre Ia piel de un individuo con un instrumento afiiado. Tambien se

    le define com o una m arca hecha en la piel de un esciavo o criminal con el ob-

    je to de su recono cimiento, e s decir, con ia intencion de visibilizar

     el

     iugar de

    la culpabilidad y la sancion. Pero si se quisiera ensayar una noci6n provisio-

    nal

     y

     actualizada, se de beria senalar que el tatuaje es una tecnica d e decora-

    cion dei cuerpo mediante la insercion de sustancias colorantes bajo la epi-

    dermis, una vez que esta ha sido perforada con un instrumento punzante,

    como por ejempio, una aguja eiectrica.

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    de cuerpos tatu^}es y  culturas Juveniles rodrigo ganter s 9

    mano. El tatuaje se caracteriza por ser una practica cultural antiquisima. Al-

    gunos huesos puntiagudos hallados en la cueva prehistorica de Aurignac y

    en algunos sepulcros dei antiguo Egipto, demuestran que es una practica

    que acompaha al genero humano desde sus origenes.

    Los ejemplos mas antiguos de tatuaje descubiertos en la actualidad

    corresponden a ia momia descubierta en

      1991

      dentro de un glaciar, donde

    se encontro un cazador de la era neoh tica con la espalda y las rodillas tatua-

    das

    No obstante, antes de este ultimo suceso se tenia como referencia el

    caso de una mujer sacerdotisa de origen egipcio, quien se hacia llamar Amu-

    net, adoradorade Athordiosa del amory lafertilidad. Se esUma que esta mu-

    Jer vivio en Tebas airededor del 2000 A.C., y cuyo cuerpo estaba totalmente

    tatuado con dibujos decorativos de puntos y lineas esUlizadas, probable-

    mente de caracter sagrado o reli^oso.

    Se sabe tambien que Ios fenicios se tatuaban en la frente

     y

     que los grie-

    gos acostumbraban tatuarse serpientes, toros y motivos reiigiosos. Los ro-

    manos utilizaron la tecnica del tatuaje para marcar

     a

     los prisioneros. Pero ha-

    bria que esperar hasta la llegada de Constantino para la emision de un decre-

    to en Roma contra esta actividad, pues ios cristianos eran hosUies al tatuaje,

    ya que se creia que si Dios habia hecho ai hombre a su imagen y  semejanza,

    deberia considerarse un pecado la actividad que iievaba a ias personas a £il-

    terar su imagen o la de otros mediante este procedimiento. La inquisicion

    tambien persiguio a quienes ilevaban tatuajes sobre sus pieles, pues se con-

    sideraban signos de brujeria y, por tanto, herejias.

    De ahi que dicha practica fuese desterrada por considerarse sinonimo

    de idolatria y supersticion.  Pio  obstante, existen registros de que los guerre-

    ros religiosos de las Cruzadas se hacian tatuar crucifijos para asegurarse un

    entierro crisUano. Lo propio realizaban los peregrinos que iban a Jerusaien,

    pues se hacian tatuar crucifijos para recordar su viaje y como presencia

    constante de su fe.

    Posteriormente, el surgimiento de los gremios de artesanos durante la

    Baja Edad Media y la expansion de los viajes de ultramar durante el Renaci-

    miento, provocaron la difusion de esta costumbre, induso en el

     Muevo

     Conti-

    nente.

    1 Pueblo de Francla/Estacl6n prehist6Hca: primer periodo del paleolitico

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    en foco:  lajuventud: situacibn

    prActicas y

     simboios

    30  espacio abierto vol. 14 n°  enero-marzo 2005): 25 • 51

    En Io que se refiere al mundo oriental, airededor del 1000 A. C el tatua-

    je logro la entrada por medio de las rutas comerciales a la India, China

     y

     Ja-

    pon. A pesar de un glorioso inicio en Japon, fundamentaimente durante el

    500 D.C, el tatuaje estaba reservado para aquellos que habian cometido cri-

    menes serios, y los individuos tatuados eran aislados por sus familias, don-

    de se ies negaba cualquier participacion en la vida comunitaria, Se soiian

    aplicar marcas en los brazos o frente identificando de que prision venia la

    persona. Asi, el ser tatuado constitula el peor de Ios castigos.

    Mas adelante, durante el siglo

     XVIII

     esta practica se convertiria en una

    mania coleccionista, especialmente entre las clases obrerasjaponesas. Du-

    rante ese mismo periodo se desarrollo la cultura popular de Japon y florecie-

    ron las artes y diversos entretenimientos. EI arte Japones de impresion en

    madera se ajusto a las necesidades de este periodo, las impresiones se 11a-

    maban ukiyoe y tuvo gran influencia sobre el tatuaje. Era comun que los

    amantes llevaran cada uno la mitad de un tatuaje que  al Juntarse formaban

    una sola figura (irebokuro). Posteriormente ei emperador Matsuhito (1867-

    1912), ante la apertura de Japon al occidente decidio prohibir los tatuajes

    para no dar Ia impresion de salvajismo ante los extranjeros.

    Por

     otra parte, tambien es reconoddo el hecho de que el arte del tatua-

    je era practicado por los maori. Donde se tenia como ideal el ser tatuado de

    pies a cabeza, pero para ello debia comenzarse a los ocho anos. El proceso

    solia ser lento y doloroso, terminando en la adultez.

    El arte del tatuaje fue redescubierto por los expioradores, donde des-

    tacan nombres como el de J. Bankŝ , artista y cientifico que navego Junto al

    capitan J. Cook , quien describio en 1769 el proceso del tatuaje de la Poline-

    sia. Los marineros dei capitan J. Cook iniciaron la tradicion de Ios hombres

    de mar tatuados

     y

     extendieron rapidamente esta afidon entre los marineros,

    quienes aprendieron el arte y io practicaron a bordo. Muchos de los marine-

    ros encontraron Uamativa la cultura y las costumbres que caracterizaban a

    los diversos pueblos primitivos de la Polinesia, expresando su entusiasmo

    con el gesto de tatuarse ellos mismos. Pero con el tiempo esas inscripciones

    sirvieron para identificar a ios revoltosos , por ejempio en el motin dei

    riaturaiista ingles (1743-1820) que acompano a J.

     Cook

     en un

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    de cuerpos t tut{}es y  culturasjuveniles rodrigo ganter s 3

    Bounty*, ocurrido en 1789.

     El Juicio

     contra los amotinados propicio el este-

    reotipo de la asociacion entre los tatuajes y la deiincuencia.

    Tambien fueron Ios viajes de J. Cook los que describieron el arte moko

    entre los maories, un doloroso y  elaborado proceso que duraba meses  y que

    daba por resultado disefios negros en espiral y a rayas.

    Ul e ag iyas y de  performance

    En io referido a disehos y procedimientos, se puede partir senatando la

    existencia de registros relativos al tatuaje incaico que se caracterizaba por

    disenos gruesos

     y

     abstractos que se asemejan a los tribales actuates. En mu-

    chas culturas el disefio de animates es el tema mas frecuente y estan asocia-

    dos tradicionalmente con la magia, totems y el deseo de la persona tatuada

    de identificarse y fundirse con ei espiritu del animai dibujado sobre su piel.

    Entre Ios egipcios dominaban ios disenos y trazos gruesos y iineales,

    preferentemente de color negro. Lo mismo que en ias culturas precolombi-

    nas el diseno de animates resulta ser el tema mas recurrente  y predominante.

    En el caso del tatuaje de la polinesia se puede afirmar que sus disefios

    fueron los m^s artistjcos en el mundo antiguo. Estaban caracterizados

     p>or

     figu-

    ras geometricas elatxjradas, ias que usuaimente eran embellecidas y renova-

    das durante toda la vida del individuo hasta que llegaban a cubrir el cuerpo en-

    tero. Entre los maories, los pigmentos se obtenian de vegetales y  tizne, donde

    se usaba una espede de peine de hueso de dos o mas puntas para intervenir

    los cuerpos. Los ninos

     y

     ninas desde los siete arios eran reduidos en cuevas du-

    rante tres meses para que sus cuerpas se mantuvieran blancos, luego se Ies

    pintaba de rojo para asistir a las cere-nonias donde se procedia a tatuarios.

    Los diferentes disenos maories variaban entre motivos zoomorfos  y  an-

    tropomorfos. Entre los zoomorfos pr*dominaban los pajarosy los insectos.

    Mientras que en los motivos antropotnorfos predominaban: el lineal con ca-

    beza y  brazos, las figuras relativas ai cuerpo humano, los rostros y el komari

    (vulva). A  proposito de este ultimo f ato, cabe consignar tambien que entre

    algunos de los antiguos habitantes de Oceania, destacan aigunas mujeres

    que se tatuaban sobre la vulva siml olos sexuales, una practica inscrita at in-

    terior de un rito erotico orientado z  exacerbar la atraccion sexual, el placer  y

    el sentido de lo trascendente.

    Tambien cabe sefialar, a prcposito de la pigmentacion, que el tatuaje

    en color alcanzo gran desarrollo e itre los maories

     y

     en el pasado fue una for-

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    en foco:  lajuventud: situacibn practicas y simboios

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     /

      espado abierto vol.

     14

     n

    I

     (enero-marzo 2005):

     25

     -

     51

    ma popular de adorno en China, India

     y

     Japon, asi como en numerosos pue-

    blos primitivos de Colombia, Brasil y Ia region del Gran Chaco Argentina, Pa-

    raguay y Bolivia).

    Siguiendo en la linea de los disefios, destaca tambfen, por su fama

    mundial, el tatuaje Japones y su sofisticado nivel estetico. El cual se distin-

    gue por un diseno integral y por la complejidad de las tecnicas de dibujo. El

    tatuaje Japones clasico usa heroes legendarios y motivos religiosos, que

    pueden combinarse con decoraciones florales, lunas, paisajes y animales

    simbolicos como dragones y tigres, contra fondos de olas, nubes y rayos. Los

    disefios no eran pequefios ya que se traslado la pintura tradicionai a ios cuer-

    pos

    dando por resultado dibujos grandes que cubrian en su totatidad espal-

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    de cuerpos tatu^jes

     y

     culturas Juveniles rodrigo ganter

     s

    seccion- comprenden basicamente el instrumental, las materias colorantes

    y las rep resentacion es gr^ficas.  l instrumental van a segiin se tra te de tatua-

    je por escarificacion, por quemadura

     o

     por puntura.

    Este uiUmo procedimiento, resuita antiquisimo y se han encontrado fi-

    nos huesecillos

     en

     tiempos prehist6ricos utilizados con este

     fin

    Luego

     en

    tiempos mas recientes se han utiiizado agujas enm angadas, una o varias agru-

    padas. En Australia los aborigenes uUIizaban un hueso de albatros aguzado

    con filo y punta muy

     Tina,

     incrustado en un mango de madera que se percutia

    sobre la piel deslizandose por ella

     y

     haciendo una incision sobre la qu e se de-

    positaba un colorante con un pequeno pincel (tatuaje por sajadura).

    De este m odo , toda marca de tatuaje es analoga a un simbolo. Hay le-

    mas,  anagramas, iniciales, inscripciones. Se puede observar tambien ei in-

    flujo politico en Ios ta tu ^ e s , p ues se inscriben sob re la piel lemas revoludo-

    narios y de protesta, tambien textos am orosos, am istosos, pesimistas, ironi-

    cos,

     etc. Armas como pufiaies, espadas cruzadas, corazones, manos, griiie-

    tes, tijeras. En fin, a veces son p iantas o animaies, otras veces son simboios

    religiosos como cruces, coronas de espinas, santos

     o

     virgenes.

    IV Los significados de la piei

      l

     genero hum ano ha utiiizado todos los colores del arco iris para pin-

    tarse y alterar de alguna forma su a spe cto, pero ^Cual ha sido la razon para

    dicha alteracion corporal y cual ha sido su significado? Muy variado; orna-

    mental, simbdlico, marca tribal, fesUvo, luto, guerra, distintivo dejefatura,

    erotico, sexual, etc.

    Se cree que en la antiguedad el proceso del tatuaje era m ucho m as ela-

    borado que en la actualidad, ya que tenia una caracter significativamente mas

    ritualista que en el mundo contemporaneo. Existia la creencia de que Ios ta-

    tuajes protegian contra ta maila suerte

     y

     ias enferm edades . Tambien s e utiliza-

    ban com o identificadores del prestigio social, del rango o de pertenen cia a un

    grupo determinado.

     Sin

     embargo, se ha usado frecuentemente com o adorno .

    Entre los pueblos primitives, tatuarse no tenia nada de transgresor,

    sino que constituia un signo de integracion social. Los maories de Plueva

     Ze-

    landa, por ejempio, soiian tatua rse la cara como signo de distincion.  l dibu-

    jo ,

      llamado moko, hacia

     a

     la persona linica e inconfundible, com o las hue-

    lias dactilares, pues dicho procedimiento -a base de escarificaciones, sur-

    cos y espiraies- terminaba por cubrir todo el rostro. De hecho, Ios maories

    usaban Ia reproduccion de su m oko como firma en Ios doc um entos.  l tatua-

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    en foco:  lajuventud: sltuacibn, practicas y simboios

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    enero-marzo 2005): 25 - 51

    solo Ios Jefes podian ta tua rse el cuerp o y a veces to do el cuerpo . Era una di-

    ferencia social evidente a primera vista.

    En el caso del antiguo Egipto, se piensa que era una practica desarrolla-

    da casi exd usiv am ente por' mujeres, donde

     el

     dolor Jugaba un papel relevan-

    te y la mayoria d e las veces se usab a para d em ostrar vaientia o confirmar la

    madurez, en la misma forma que todavia se puede observar en los rituales

    de tribus de riueva Zelanda.

    Los significados que poseia el tatuaje egipcio estaban relacionados

    principalm ente con el iado erotico y senso-emotivo de la vida. Estaban aso-

    ciados tradic ionalm ente con la magia, ia proteccion y el des eo de la perso na

    tatuada de identificarse con el espiritu dei animal grabado sobre su piel.

    Por otro lado, como ya se planteara, tambien existieron pueblos que

    utilizaron el tatuaje y la escarificacion como simboios de rango y afiliacion

    social, o bien, como signos de duelo. Tambien se usaba en ia antiguedad

    para impresionar y asu star a Ios enem igos en el cam po de batalla. En las anti-

    guas poblaciones britanicas este metodo de intimidacion fue uUlizado por

    los guerreros q ue al tatu arse la cara y cuerpos en preparacion para la guerra,

    lograban desmoralizar e infundir temor a los enemigos. Mientras que en la

    epoca medieval, especialmente en Europa, constituia un atributo o distinti-

    vo nobiliario, un signo de identificacion de una ciase privilegiada.

    En el caso de las practicas del tatuado oriental, especificamente en el

    caso del tatuaje Japon es, des taca tam bien el tatua do de cue rpo entero, don-

    de existe la creencia de que proviene del deseo por ocultar las marcas de

    castigo. Este tipo de tatuaje se encuentra desde finales del siglo XVIII, ios di-

    senos m as comun es eran los budistas

     y

     representaban un gran co mprom iso

    emocional y economico, y cada diseno se asociaba a un atributo que p asab a

    a formar parte del individuo tatuado.

    Por liiUmo, resulta significativo tener en cuen ta que el tatuaje es general-

    mente biograflco, pero cabe hacer una distincion en lo referido a los contex-

    tos penitenciarios mo dem os, pue s en opinion de  R Salillas la practica del ta-

    tuaje en las prisiones respon deria a una motivacion m as imitativa que ritualis-

    ta y sagrada, ya que mu cho s de Ios presidiarios se tatuan porque los dem as lo

    hacen, por no ser menos, porque e s costumbre .

     

    veces es impuesto por ei

    grupo. Asi, cuanto mas tatuado esta un prisionero significa que esta mas ave-

    zado en la practica del crimen y se distingue mas entre ios com paneros, don-

    de siempre existe el exhibicionismo en la ostentacion de un tatu^e.

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    11/28

    de cuerpos

    tatu jes

     y culturasjuveniles

      rodrigo ganter

     s 35

    campos de interpretacion que resignifiquen la fisonomia psicopatologica

    que aun pesa sobre la practica del tatuz^e.

    V. Culturas ju ven iie s: voiver a na cer

    a la 'pinta' de uno

    l tatuaje constituye un capitulo en la historia del ado m o, los emblem as

    nobiliarios y guerreros, las manifestaciones afectivas y otras m uchas ideas hu-

    manas.  l tatuaje es ad em as un docu m ento historico y socio-antropologico, y

    en rigo r una de las primereis manifestaciones de ios graffiti. Por otra parte, du-

    rante las Querras Mundiales, el tatuaje represento una sehal de pertenenda

    entre Ios soldados, pero es solo a partir de la decada del 6 0 ' que se convirtio

    en sinonimo de rebeldia. Asi, el tatuaje ha es tado presen te en cada epKica sa-

    bre la piel de muchzis personas, como testimonio de su caracter perenne.

    Precisamente a finales de los afios se sen ta s e pu ed e empezar a hablar

    de tatuaje y de tatuadores'^, por ejem pio, en Espafia. Practica que, por cierto,

    com enzo en las zonas portuarias, dond e se tatuaba n las poblaciones de ma-

    rineros, pero no es hasta finaies de Ios afios setenta que el fenomeno se di-

    fundio todavia mas , particularm ente entre las clases m edia s altas, con el na-

    cimiento de una cultura alternatlva que consideraba este arte como una for-

    ma de extravagancia.

     Y

     en los afios oc hen ta, bajo el imp ulso de las culturas

    Juveniles com o el punk, heavy, rocker y de otras nu evas tendencias, ios Jove-

    ne s empezaron a interesarse por el tatuaje

     y

     a cons iderarlo com o una practi-

    ca que generaba un sentim iento de pertenencia grupal y com o un mecanis-

    mo de produccion de aiteridad, pu es su inscripcion en el cue rpo represe nta-

    ba distancia y diferenciacion del m undo ad ulto y de la cultura hegem onica.

    Ahora bien, cuando se hace referencia a las culturasjuveniles, se esta

    aludiendo a un mod o en que las experiencias sod al es d e los Jovenes son

    expresadas colectivamente mediante ia construccion de estilos de vida dis-

    tintivos, iocaiizados en el tiempo libre, o en esp acio s intersticiales de la vida

    institucional (Feixa, 1998 ; 84 ). Esto ultimo se asoc ia a la cons truc do n de

    estilos Juveniles, que en opinion de autores como C. Teixa (1998), estan

    compuestos por una serie de elementos culturales, entre Ios cuales puede

    destacarse: primero, ei lenguaje: com o forma d e expresion oral distinta a la

    Uno de los primeros tatuad ores profesionales fue

     C

    H.

     Fellows. Se consl-

    dera que ei primer local de ta tu ^ e s fue el abierto en 1870 en Plueva YorK

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    12/28

    en

     foco:

     lajuventud: situaclbn, practicas y simboios

    36 / espado

     abierto vol. 14

     n°

     1 (enero-marzo

     2005): 25-51

    de los adultos, pues los Jovenes realizan Juegos linguisticos e inversiones lin-

    guisticas que marcan Ia diferencia con los otros; en segundo lugar, la musi-

    ca: donde el genero del rock se transformo en la primera musica generacio-

    nal, que fue capaz de distinguir a los Jovenes, internalizandose en ei imagina-

    rio cultural Juvenil, y marcando las identidades grupaies, producto de su con-

    sumo o de la creacion; y en tercer iugar, la estetica: que potencia la identi-

    dad Juvenil a traves, por ejempio, del pelo, la ropa, los accesorios, entre

    otros. Asi, para C. Feixa (1998), nos encontramos con producciones cultura-

    les que se construyen a partir de revistas, videos, miisicas, graffitis, perfora-

    ciones y tatuajes. Estas producciones cumplen la funcion de reafirmar ias

    fronteras del grupo

     y

     tambien de promover el dialogo con otras instancias so-

    ciales Juveniles^.

    En razon de este ultimo campo de tematicas, Alfredo Materas^ parte

    preguntandose en algunos de sus trabajos sobre tatuajes y perforaciones, si

    ^Acaso estos Jovenes que inscriben sus practicas cotidianas al interior de es-

    tas cuituras Juveniles, no serian los nuevos primitivos urbanos?

    Ciertamente, como lo advierte Materas, la oferta del tatuaje al principio

    fue bastante eiemental y artesanal, hasta ir configurando un oficio, donde el

    aprendizaje es basicamente por observacion directa y por auto-pigmenta-

    cion de ia piel a traves de un instrumental fundamentaimente casero. Para fi-

    nalmente

      coagular

      en un proceso de profesionalizacion particular.

    Corzario' comenzo a Ios 13 afios a dermo-pigmentarse su cuerpo,

    cuando podn'amos decir que todavia era un nifio. Corzario se auto-practico

    un tatuaje cuando se encontraba de paso por Brasii a comienzo de los 80',

    Luego de regreso en Chile e inmerso en ei mundo punk santiaguino, busco

    aiternativas para continuar con una practica que segun ei constituye un ver-

    dadero arte.

    'Mosjunt̂ bamos en mi casa a tomar

     y

     despu^s de curado nos tatuaba-

    mos con agujas enroiladas en hiio. Dos agujas enrolladas en hiio funcio-

    naban como una piuma cachai, le echabamos tinta

     y

     nos pinchabamos la

    8 Revisarsobre culturasjuveniles en

     Chile el

     iibro de R. Zarzuri

     &

     R. Qanter:

      CutturasJuveniles, narratiuas minoritarias y est̂ ticas dei desconien-

    to'.

      UCSH,

     Santiago de Chiie, 2002.

    9

      De esteticas Corporales Juveniles ,  ponencia presentada en la Mesa de

    Juventud

     en

     el XXII Congreso ALAS, durante el mes

     de

     octubre

     de 1999,

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    13/28

    de cuerpos,

      tatus jes

     y  culturas Juveniles rodrigo ganter   s 37

    piei.

     Yo trabaja con tres etgujas que hacian una tinea

     m^

     gruesa , io linico

    maio

     es

     que quedaban

     un

     poco deformes los tatuajes. Fero asi empeza-

    ron nuestros primeros tatuajes, bien b ^ ic o s: tinta china y tres agi^as a ia

    piel' (Corzario) .

    Durante esos anos tampoco eran muy asepticas las condiciones en las

    cuales se practicaban los tatuajes estos grupos de Jovenes, al parecer sobra-

    ba entusiasmo y faltaba tecnica, ademas de oficio e higiene.

      en ese tiempo en que empece a tatuarme era super fea ia guea para todo el

    mundo. no teniamos ni revistas de tatuajes, ni teniamos como m^qulnas

     (...)

    yel Fato Champ, que es un tatuador super antiguo (...) que e s como el rey del

    negro y sombra, me dijo: mira compadre pesca

     un

     motor de

     una radio, un

    portaminas, una bielay

     un

     txjton,

     y te

     enseho

     a

     hacerte

     tu

     maquina (...)

     y

     parti

    y me hice mi primera maquina de tatuaje de rotacibn (...) y el me hizo mi pri-

    mer tatuaje bacan eisi en el

     brazo,

     que fue un escorpion, e de los Fted Hot

     Chi-

    li Pepper, el de Chad

     Smith.

     De ahi segui tatuando a todos mis amigos, gue6n

    que pille tatu6 con esa maquina, pero despues empece a cachar que era bas-

    tante poco higienica, era muy ordinaria cachai, igual yo no tenia ningiin pro-

    biema(...) porque it>amos a comprar portaminas y tatuaba ctl loco con su pro-

    pio portaminas, esas eran ias medidas higienicas que yo tenia.'

    Mo obstante la "precariedad" de dicha practica en sus origenes en

    nuestro pais, se puede observar io que Michel de Certeau'   ̂iiamana un pro-

    ceso de apropiacion cultural presente en los heroes oscuros de la  vida coti-

    diana. donde los sujetos desarrollan una produccion secundaria y encubier-

    ta, paralela a la produccion clasica de bienes, y cuyo caracter central se ma-

    nifiesta en una especie de arte del reciclado a partir de objetos y materiel-

    les'^

      que le son ajenos en un primer momento a los sujetos, pero que luego

    seran arrancados de la logica para la cual fueron producidos originalmente y

    entraran a formar parte de otro proceso de produccion con usos

     y

     utilidades

    totalmente diferentes a las concebidas por ia industria masiva. Luego descri-

    be Corzario lo que seria su proceso de profesionalizacion:

      dlsehe

     ml

     primera maquina,

     asi en

     dibujlto como yo queHa

     que

     fuera,

    con todo el mismo sistema

     (...)

     entonces io ileve a don de un loco que era

    un tornero, un maestro

     (...)y

     me hizo la maquina tal cuai se lah ice yo (...)

    en bronce. Entonces al ano siguiente que yc habia hecho esta maquina.

    I  Entrevistas reaiizadas durante

     el

     mes

     de

     mayo del  2003 .

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    14/28

    en

     foco:

      la Juventud: situacibn , practicas y simboios

    36 / espacfo abrerfo

      vol. 14 n° I (enero-marzo 2005): 25 - 51

    descubri que existian m^quinas de tatu^es por ias revistas, cachd que

    eran distintas completamente a la maquina que tenia yo'

    de ver tanta revista de tatuajes, Junte billetes y mand^ a pedir

    una Teiefone Machine, maquina que aun p ose o y que nunca me ha dejado

    mai. Despues de la liegada de este encarguito, com enzo justo ei boom del

    tatuaje, io que me ayudo monetariamente y io que ie demostro a ml mama

    que los tatu^es no eran solo para ios hampones y los indigentes'''*.

    En reiacion a las recien tes evo lucione s que ha ten ido el tatuaje, s e pue-

    de afirmar -e n g en er al- qu e su arra nq ue inicial, en ei m arc o de las cultura s ur-

    banas ,

     es decir, su fase insUtuyente, se asoc ia fue rtem en te con la em ergen cia,

    proliferacion y desa rrollo d e las culturas Juven iles y gru po s de Jo ve ne s q ue

      militaban al interior de de term ina da s esc en as cuituraies sub terran eas , y

    qu e pr incipalm ente pre dom inaro n con fuerza a f inales d e los aiios 7 0 ' y prin-

    cipio de ios 8 0 ' en nu estro pais . Mas tarde, du ran te los afios 9 0 ' con to do el

    auge de Ia

     mass-mediatizacidn

      y con e l co nse cu en te com bust ionam iento de

    estilos y corr ientes Juven iles susce ptib les de se r rentabil izadas por el merca-

    do de las ima gen es y Ios servicios, se fue transfo rma ndo en un a industr ia na-

    ciente, volviendo a irrumpir con ba sta nt e fuerza en la actualidad. no ob sta nt e,

    aun en Chile no se cuenta con una legislacion espedfica   y todavia no s e insti-

    tucionaliza of icialmente. Aunque cier tamente, hoy podemos encontrar diver-

    sa s ofer tas para realizarse un tatua je, c om o por ejem pio en Santiago Centro y

    Providencia '^ , donde se practica esta actividad comercialmente.

    De ahi que Nateras haga alusion a ios pr imitivos urbanos, pues tanto

    ios ta tuajes com o ias per foraciones em erge n de sr i tual izados y des ter ri tor ia-

    l izados de su inscr ipcion y su huelia cultural pr im igenia, para atrav esar trans-

    versaim ente ios cu erp os y en su avanc e ir de co nstru ye nd o ei es tereo t ipo d e

    las clases, las etnia s, los gen ero s, la or ien tacion sexuEil, las dive rsas cultura s

    juveniles e inc luso Ios pr op io s ciclos vita les. |

    'yo he tatua do nirios de 8 anos , con su papa

     y

     su mam^ al lado, el regalo

    de cum pleahos a los 8 ahos era un tatuaje (...) Ilorb toda

     la

     sesion,

     y

     mira-

    ba al papa

     y

     estaba feliz

     y

     le cordan ias iagrim as (,..)

     y

     el pendejo paso a

    ser hom bre' '^ .

    14 Corzario

      El arte del tatuaje ,

      en Unibn, Bespeto Sr Ska , Fanzine dedl-

    cado al Ska y todos sus derivados, Santiago, octubre del 20 01 .

    i

    Donde destacan los circuitos del Eurocentro, Portal Lyon, Paseo las Fal-

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    15/28

    de cuerpos tatue^es

     y

     culturasjuveniles rodrigo ganter

     s 39

    For

     otra parte, cuando se intenta definir

     al

     tatuaje contempKjraneo

     y

     ex-

    plorarlo en sus significaciones, emociones y en lo que gatilla finalmente el

    hecho de dibujarse uno, Corzario parte definiendo al tatuaje como:

      Uevar

    arte en el cuerpo para siempre ,  es decir, en su caso el tatuaje no seria algo

    que se hace por azar, o bien, por capricho y moda, sino que tendria una re-

    presentacion menos profana y por lo mismo mas profunda, pues seria un

    cirte, una obra de arte, una practica artisUca y estetica que posee el caracter

    de perenne.

    Pero ademSs, una obra de arte adherida a la piel, donde se la puede

    apreciar cuando se desee

     y

     que suele ser una suerte de compania cotidiana,

    pues se la lleva a donde uno valla, mejor dicho a donde ei cuerpo valla, por-

    que ya es parte de los organos del cuerpo, induso es posible pensarla como

    un organo m^.  Y aiin despues de muerto el cuerpo el tatuaje continua

    acompafiandolo.

    En ese mismo sentido, ai tatuaje contemporaneo urbano se lo define

    como  la marca de poder, es como tu marca personal, linica e irremplaza-

    ble Corzario). Cuando se lo practica las emociones son adrenaiinicasy ver-

    tiginosas,  la sensaci6n es como pellizcarse fuerte, pero te gusta .  De ahi

    que exista un proceso de resignificacion de esta practica en Ios contextos de

    las sociedades contemporaneas, pues los usos actuates no se corresponden

    necesariamente con Ios ritos de iniciacion ancestrales que eran caracteristi-

    cos de ios puebios

     y

     tribus vernacuias. Se les apropia y resignifica en ei mar-

    co de las culturas Juveniies contemporaneas para tenirlos de significados y

    sentidos compiejos y diversos:  esto es mucho mas ancestral, mistico y

    m^gico que andar pensando que

     Marx

     o

     Hitler

     tenian la razon Corzario).

    For su parte, Rossana Reguitlo 1991), frente a la opcion de realizar un

    analisis semiotico de ios productos cutturales como el tatuaje, en el marco

    de una investigacion sobre una banda Juvenii en la dudad de Guadalajara,

    propone a partir de dicha experiencia una tipologia del tatuaje. Esta tipolo-

    gia sugiere organizar a los tatuajes en dos grandes campos, cada uno de los

    cuales se dividio en tres categorias;

    Lo Sagrado

      risto

    • Virgen

    Lo supraterrenal

    Lo Frofano

      Diablo

    • Calavera

      •

    Lo MiUco

    Unicomio

    Dragon

    Universo

    Cotidiano

    • Mojas

     de •

    i^arihuana-

    Lo teiTenat

    Universo

    natural

    Luna

    Estrellas  •

    Universo

    Afectivo

    Coraz n

    Lagrima

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    16/28

    en foco:

     ia Juventud

    situaci6n, practicas y simboios

    40 / espado abierto vol. 14 n°

     1

     (enero-marzo 2005): 2 5

     

    51

    Estos serian los sim boio s m as recu rren tes res cat ad os a traves de su ex pe-

    riencia d e camp o. Destacand o que ias categorias no son exdu yen tes entre s i,

    pu es al m om ento de ocup ar los ta tuajes los cuerp os d e los sujetos Jovene s, Io

    que se observa es ta exis tenda de un  continuum   do nd e coexisten y conviven

    de m od o versadl y azaroso ias diferentes categorias anteriormen te descri tas .

    Asi mismo, destaca en la interpretacion de Rossana Reguii lo (1991)

    que el ta tuaje de caracter Supraterrenal seria la expresion objet iva de un re-

    per tor io de s imboios ext ra idos de un fondo com un q ue suby ace en ia m em o-

    ria colectiva. Mientras q u e en Io referido a la dim en sio n T errenai lo qu e est a-

    rian com un ican do los ta tu ajes s e asocia con la con strucc ion d e la iden tidad

    cultural y espec ificam ente grupal en es te ul t imo caso .

    De este modo, s iguiendo a Rossana Reguil lo (1991), e l ta tu^e seria un

    m eca nism o capaz de exter ior izar re lac iones y cam po s de fuerza previamen-

    te instalados en la conciencia del sujeto. Una practica que exterioriza un

    mundo previamente aprehendido, donde e l cuerpo ta tuado se conFigura en

    un esp ejo dei m un do . Por ello pa ra Ro ssan a Reguillo, el tat ua je e s un a for-

    ma de comunicacion exclusiva (nosotros frente a ios otros), que exterioriza

    una ident idad, s i rv iendose de i cuerpo como medio de comunicac ion y de

    cier tos s imb oios que so n vaiorad os por el -rupo

    ( 1 9 9 1 :

     2 2 7 ) .

     

    en ese senti-

    d o ,

      e l ta tuador es un ar t i sta en perm an en te bus qu eda : cazador de ideas

    pro yecta das en los claro scur os lab erinto s de la piel, un viajero de los sue fios

    qu e em erge por ios po ros , a c ince lazos {Reguillo, 19 91 : 22 2) .

    For otra parte , en lo referido a otras practicas Juveniles em pa re nt ad as

    con e l ta tua je , en e l sen t ido de las in te rvenc iones co rpora les , se pu ed e apre-

    ciar una fuerte pres enc ia en nu estro pais de las l lam ada s perforaciones,

      pier-

    cings, y en m enor med ida de ios den om inad os  branding^ ^,  tas escarificacio-

    n e s ' ^

      y la practica de las sus pe ns io ne s (o-/cee-pa) '^ .

    17 Fractica que con slste en quem arse la piel a trav6s de un flerro caliente,

    que por lo general se ad apta a ias fisonomias

     y

     disenos que los usuarios

    desean grabar sobre su s pieles.

     

    que resulta ser muy semejante a

     la

     prac-

    ticada en el marcaje de animales.

    18 Fractica que consiste en provocar delicadas incisiones sobre la piel, con-

    figurando disenos a partir dei relieve dejado por ia clcatriz.

    19 Fractica ceremonial de iniciacion ancestral, reaiizada por la tribu de ios

    mandans, del norte de Missouri, y que hoy se practica en muchas partes

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    17/28

    de cuerpos tatu^}es

     y

      culturasjuveniles rodrtgo ganter

     s 4

    Entre las zonas del cuerpo que son -gen eral me n te -  intervenidas a tra-

    ves de piercings suelen predominar: los iobulos de la oreja, la nariz, los la-

    bios, la lengua, el ombligo, los pezones, pero los mas osados(as) en este tipo

    de practicas en nuestro pais no escatiman en optar por instalar detalles mi-

    cro-metalicos en sus genlteiles.

    EI sentido que tiiie y permea muchas de estas experiencias, se inscribe

    en la frontera entre, por una parte, el impulso electrico que imprime el dolor fi-

    sico,

     y por la otra, el sentimiento de trascendentalidad y profundidad. Pues,

    las intervenciones son reaiizadas sobre io mas expuesto y superficial de nues-

    tra humanidad, esto es la piel, sin embargo es el propio cuerpo -a traves de la

    piel- el que se ve profundizado, penetrado, alterado e invadido -en su archi-

    textura- por diversos dispositivos

     y

     tintas que Io van recreando como si fuesen

    paiabras y voces de un texto hondo e intrincado, y que por Io mismo ni el dis-

    curso habiado, ni las hermeneuticas academicas pueden  desentrafiar.

    Por ultimo, en cuanto a Ios factores que activan el deseo y la practica de

    los tatuajes y perforaciones entre los Jovenes^̂ , existen variadas interpreta-

    ciones que van desde ia posibilidad de experimentacion con una situacion

    diferente; el simple deseo de decorar el cuerpo, embellecerlo, distinguirio y

    exhibirlo; la adhesion identitaria a determinadas tribus urbanas: punks, goti-

    cos trashers, skinheads, hip-hop, etc.; el cierre o apertura de un determina-

    do cicio biografico; o bien, emuiando a Michei Maffesoli (1990), ante la frag-

    mentacion social, el vacioy la perdida de los grandes referentes decertidum-

    bre en las sociedades que el designa como posmodernas y de masas, donde

    predomina un proceso de desidentificacion , surge como respuesta, de de-

    terminados grupos neotribaies , la necesidad de renuciearse y fortalecer

    los lazos primarios. Ello frente a la intemperie afectiva y normativa a la cual

    se ven arrojados y obligados -al mismo tiempo- a recrear el socius  y la co-

    munidad desde lo mas tangible y sensible: el cuerpo. De este modo, una de

    las opciones mas significativas que aparece activando la practica del tatuaje

    y

     las intervenciones corporaies como las que hemos descrito anteriormente,

    resulta ser la posibilidad de reinventarse asi mismo, de recrear la subjetivi-

    dad frente al formateo monocromatico y ubicuo de los diversos dispositivos

    de socializacion que van colonizando la vida cotidiana presente al interior de

    estas culturasjuveniles. Se tratEuia entonces de:

     voiver

     a

     nacer a

     la pinta de uno. Uno de repente esta chato con todas las

    gueas que

     le

     ocurren en

     la

     vida

     a

     diario, con la familia

     (...)que

     unoquiere

    hacer su mundo a la pinla de uno' (Corzario).

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    18/28

    en foco: lajuventud : situacion, pricticas y simboios

    42 /  espado abierto voL 14 n° I (enero-m arzo 2005): 25 - 51

    VI Biografias de la came

     El cuerpo caliente

     y

     mascu lino de la Qrecia c lasica, el cuerpo frio

     y

     ne-

    gado de la epoca victoriana, el cue rpo disciplinado de la Europa pro testante,

    el cuerpo sufriente de la tradicion Judeo-cristiana, el cuerpo androgeno de

    las sociedades de consu m o, el cuerpo virtual de la era de la tecnologia. C ada

    periodo

     y

     cultura ha definido los atributos de los cue rpos

     y

     luego los ha mo-

    delado a traves de lo que Foucault (1976) denom ino dispositivos de vigilan-

    cia y control (Reguillo, 20 00: 75).

    De ahi que Rossana Reguillo (2000) sos tenga que el cuerpo es el vehi-

    culo primario de la socia lidad,

     y

     que finalmente de pen da d e una eficiente su-

    bordinacion

     y

     rentabilizacion del cuerpo, el exito o fracaso d e la implemen-

    tacion de un proyecto social determinado.

    Hoy los cuerpos Jovenes s e encuentran frente a la encrud jada entr e

    -por un lado- el

      cuerpo-objeto.

      en tanto cuerpo cosificado, capitalizado y

    puesto a rendir en la esce na del consum o

     y la

     mod a, como efecto de la trama

    mediatica promovida por el m ercado

     y

     el trafico de las imagenes, o bien , en

    tanto cuerpo sospe choso , que marcado

     y

     estigm atizado por los circuitos d e

    la

     seguridad urbana, se

      o

     castiga y excluye como obje to peligroso para la he-

    gemonia del orden social dominante.

      Y

      -por otro lado- el  cuerpo-suj eto

    (Quattari, 1989), atravesado por una multitud espesa de fuerzas oblicuas e

    insumisas que se resisten a ia programacion serializada de la subjetividad

    capitalista, y que por lo mism o es capaz de producir agenciam ientos coiecti-

    vos que  encarnan  nuevas cartografias socio-culturaies, cuyos lenguajes y

    practicas emergentes n o suprimen el sistema de dom inacion, pero que en su

    despliegue local logran   flsurarlo  micropoliticamente, poniendole freno al

    imperio globai de la racionalidad tecno-instrumental.

      Todos podem os ser okupas . Basta con rom per las relaciones medio-

    cres que estab lecem os dia a dia. Basta con romper la cotidianidad hecha de

    miedo

     y

     sumision, Okupas son todos aqueiios que vacian su cuerpo de doci-

    lidad y de servidum bre porque ya no se arrodillan . (Dedaracion de Princi-

    pios Okupa, Barcelona, 1997).

    Sobre este p un to, Dick Hebdige^' en el marco d e los Estudios Cultura-

    les,

     destaca por su advertencia, pues en sus trabajos referidos al cam po de

    las

     subculturasjuven iles y los signiricados sobre et estilo,

     senaia -por un

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    19/28

    ifs

     cuerpos

    tatu es

     y

      cutturas Juveniles rodrigo ganter

     s 4

    lado- que si bien el estilo punk posee una logica constante de ensamblaje y

    flujo, pues introduce una trama heterogenea de significantes que tienden a

    subvertir la semiotica del orden dominante y a desactivar el sentido de la di-

    reccion interpretativa, resistiendose a cualquier decodificacion integral, por

    otro lado, la cultura capitalista contemporanea mas que depender de la re-

    produccion lineal de mercancias, se nutre de la sobredosis de energias disi-

    dentes incardinadas en las formas culturales que proceden de los margenes

    sodales. Entonces, ta industria de la moda promueve su propio mercado

     y

     si-

    multaneamente consume la potencia de su presa insurgente. Desatandose

    una especie de circuito perverso, a traves dei cual se instaia una interdepen-

    dencia funcionai, donde el caos expresivo del

      estilo subcultural Juvenil

    pasa a consUtuirse en una parte del nuevo orden simbolico dominante. Asi,

    es posible entonces afirmar Junto con Dick Hebdige que la historia de las

    subculturas es ciclica, pues la subversion es seguida por la integracion. En

    ese sentido, el autor plantea que "los estilos subculturales Juveniles pueden

    comenzar por lanzar desafios simbolicos, pero deben terminar inevitable-

    mente por establecer un conjunto de convenciones; por crear nuevas mer-

    cancias, nuevas industrias, y por rejuvenecer a las viejas"̂ .̂

    Pero desde este punto de vista uno podria terminar apocalipti came nte

    sDsteniendo que b^o la ley del mercado el discurso de las culturasjuveniles

    solo fabrica simuiacros de subversion regulados por la maquina capitalista,

    hoy adaptada y especializada para fagocitar disidencias culturales con el fin

    de diversificar su demanda diferenciada y personalizada. En ese mismo sen-

    tido, seria complejo identificar alguna practica radicalmente 'otra', que ex-

    prese la constitucion de una alterid£d y/o anomalia mas alia de los codigos

    de ia colonizacion capitalista, pues dicho sistema es visualizado como un

    todo clausurado sobre si mismo y que impediria cualquier tipo de

     perfora

    ci6n critica sobre su  tejido perfecta e infaliblemente  suturado.

    Ahora, ciertamente es posible identificar la existenda de rasgos contra-

    hegemonicos en aigunas practicas Ju\ eniles urbanas ligadas a las cartografias

    del cuerpo sujeto. como lo hemos d( scrito -en alguna medida- en las seccio-

    nes precedentes, sin embargo no ha

     

    que perder de vista el hecho que

     subra

    yan  aUtores como Dick Hebdige, (/onde pareciera existir una cierta muerte

    anunciada de todo antagonismo cr tico radical, pues como ya se planteo, e

    capitatismo posmoderno requiere ie las diferencias e innovaciones plasma-

    dcis

     p>or

     las subjetividades culturzde

     s

     emergentes para propulsar

     y

     expandir su

    prĉ pio crecimiento a traves de su

     n

     ;capturaci6n en la red de imagenes telema-

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    20/28

    en foco:  ia Juven tud: situacion practicas y simb oios

    44 /  espado abierto vol. 14 n°  enero-marzo 2005): 25 - 51

    ticas. rio obstante, las velocidades y las intensidades nomades que puede al-

    canzar la experiencia del deseo al recorrer

     las

     entranas del cuerpo sujeto. re-

    sultan ser hasta cierto punto una apuesta impredecible e irreductibie a las re-

    glas y los ciclos del consumo masivo, pues los afectos transfugos  que entre-

    teje  capilarmente  un cuerpo sujeto  no son susceptibles de calculos previsi-

    bles,

     haciendose notar que al interior dei propio canon del mercado tambien

    operan experiencias desterritorializadas

     y

     practicas colectivas con economias

    conrosivas, que perforan  desde dentro ios codigos serializados

     y

     trivializados

    por las politicas de la transaccion capitalista.

    En ese sentido, ningun modo de produccion y por lo tanto ningiin or-

    den social dominante y por lo tanto ninguna cultura dominante verdadera-

    mente incluye o agota toda la practica humana, toda la energia humana y

    toda la intencion humana (R. Williams, 1980: 147).

    Y es precisamente -a proposito de energias humanas desterritorializa-

    d a s - que se hace posible abordar experiencias y practicas radicaies mas aiia

    de las narrativas binarias, como por ejempio, el gesto emergente de inscri-

    birse sobre ia piei un codigo de barra^^. Cuestion que se encuentra atravesa-

    da por interpretaciones iigadas tanto con la frivolidad como con ia resisten-

    cia cultural, eso dependiendo del contexto social donde inscribir dichas se-

    mioUcas. En este ultimo sentido, me gustairia avanzar un poco mas y plantear

    la existencia de procesos moleculares y simbolicos de insurgencia, pues evi

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    21/28

    de cuerpos tatu^fes

     y

     culturasjuveniles rodrtgo ganter

     s 5

    dentemente la practica de tatuarse un codigo de barra no terminard por so-

    cavar las bases del sistema capitalista, pero dicho gesto constituye -para al-

    gunos deslizamientos analiticos que comparto- una practica que desterrito-

    rializa los signos con los que trabaja el mercado para hacerlos operar con un

    sentido invertido, orientado -por cierto- al cruce y a la explosion de multi-

    ples significados y metAforas, que las logicas de la comercializacion y Ios dis-

    positivos de la moda no alcanzan a capturar, pues quien lleva hasta el limite

    las practicas de subordinacion mercantil se autoexpone -en el caso del ta-

    tuaje del codigo de barra- a ser visibilizado como un cuerpo espejo que traza

    las trayectorias prescritas del oJo transeiinte, haciendo proliferar y circuiar

    sobre ei mapa social y urbano una trama de imagenes oblicuas asociadas

    con el cuerpo-cosa, con el cuerpo-serie, o bien, con el cuerpo que se vende y

    prostituye.

    Para esta situacion concreta autores como Deleuze y Quattari, o inclu-

    so el propio Marx plantean que si bien es cierto ei ir en contra del sistema o el

    negar su naturaieza puede generara vuelcos importantes, estos no descar-

    tan ia factibiiidad de insertarse en el sistema para llevarlo hasta sus ultimas

    consecuencias e incubar -desde dentro- embriones de transformacion y re-

    singularizacion, es decir, saltos cualitativos que en conexion a otros proce-

    sos de iucha especifica pueden lograr generar mutaciones valoricas y socia-

    les de envergadura.

     En los margenes del cuerpo social emergen impulsos de fuga o de rup-

    tura, sefiales tal vez de algun modo disidente de subjetividad, si seguimos la

    sugerencia de Quattari, que insta a ver en el iiamado desvio indices de de-

    sestructuracion social, conatos que no alcanzan a articular su potencia en

    una maquina de guerra eficaz, pero que continuan, en la penumbra, su ac-

    cion de minar los mecanismos de normaiizacion institucional (Ferlongher,

      997:

      55).

    Por ultimo, a proposito del contexto donde inscribir determinados sim-

    boios y emuiando en ese sentido a S. Hall, es posible plantear que la indu-

    mentaria punk, la practica urbana del graffiti, el peinado dreadiock en el

    mundo rasta-reggae, las perforaciones corporales

     y

     el propio gesto de tatuar-

    se un codigo de barra, pueden ser leidos como simboios bastante consisten-

    tes del antagonismo Juvenil al interior de un contexto cuiturai e historico de-

    terminado, donde funcionan cohere nte mente Ios parametros de la rebeldia

    urbana y del desacato Juvenil, sin embargo si arrancamos estos simboios de

    dicho campo de inscripcion y los situamos at interior de otro campo social,

    pueden ser leidos perfectamente como expresiones caracteristicas de la cul-

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    22/28

    en  foco:  lajuventud: situacibn, practicas y simboios

    46 / espado abierto

     vol

    14 n° 1 enero-marzo 2005 : 25 - 5 1

    cuiturai es dado en particular por el cam po social al que es incorporado, las

    practicas con las que se articula y se hace resonar. Lo que importa no es Ios

    ob jetos intrinsecos o h istoricamente fijados por la cultura, sino la situacion

    de ias relaciones culturales (S. Hall/en Qiroux, 1997 : 221 ).

    Desde otra perspectiva, e s posible observar tambien com o las inteligen-

    cias colectivas presentes en las culturasjuveniles van siendo constituidas a

    partir de un campo de fuerzas tensionado por interferencias de la cultura de

    m asa s y del mundo de la moda, don de se enfrentan y ponen en conflicto los

    retazos de Io efimero y lo perdurable. Tension que por lo dem as Ilega a inscri-

    bir su poblacion de signos sobre ei propio cuerpo, operando directamente

    efectos indelebles sobre los tejidos d e la carne y de la sociedad hecha ciudad.

    Cuestion que tambien prefigura un contra-sentido, pues como ya se

    planteara, en un mundo regulado por la logica de ia economia mercantil,

    do nd e la renconversion de bienes y simb oios, el des eo de actualizacion per-

    manente y la innovacion de estilos han convertido io efimero en imperio ,

    paralelamente van surgiendo y multiplicandose los colectivos de Jovenes

    que han tomado com o opcion y forma de vida la practica de hacer m utar sus

    propios cuerpo s, en

     ei

     enten dido d e que dicha practica de metamorfosis cor-

    poral se orienta al interior de una resistencia contra un sistem a que ha h echo

    de Io evan escen te y lo desechab le u no de su s valores y norma s sociales pre-

    dilectas. Pudiendo, entonces, verificarse a traves de ello que la representa-

    cion social del cuerpo ha sufrido una profunda mutacion en las sociedades

    actu aies , que deviene en ia irrupcion d e un nuevo imaginario social del cuer-

    po, don de es el propio cuerpo el que se convierte en sujeto para cierto tipo

    de Jovenes urb anos que han optad o por dejar huellas imborrables^ sobre

    su s pieies. Acabando por configurar un plus-color afectivo sobre el cuerpo,

    un valor agregado qu e fractura la econom ia de la mod a y el propio culto a los

    emblemas de lo nuevo.

     

    una modificacion corporal es lo mfe en tretenido del planeta, uno de re-

    pen te no quiere ser

     iguai

     a todos los dem as

     y

     no hay otra forma d e demos-

    trarlo que haciendo algo radicai (...) la modificacion corporal tambien es

    una forma de pro testa' (Carios Corsario).

    Pero, ademas dicha disputa simbolica entre el sistema de la moda y la

    creacion colecdvo-biografica de signos de resistencia, habia -para Paula Crod y

    Mariano Mayer (1998 )- de la pretension de evadir ei controi social que pesa so-

     

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    23/28

    de

     cuerpos tatuajes

     y

     culturasjuveniles rodrigo ganter

     s 47

    bre ei cuerpo. De ahi que estas prAcUcas como el tatuaje en particular y

    como las perforaciones en general, se pueden traducir como t^cticas de

    apropiadon corporai para su posterior expropiacion simbolica, o bien,

    como tacticas de territorializacion del cuerpo para su consecuente desterri-

    torializacion''̂ , como ya lo vieramos en el caso del tatuqje del codigo de barra.

    De esta manera, se puede decir que el tatuaje ocupa una zona intersti-

    cicil entre el ritual vertiginoso del consumo por lo novedoso y la deconstruc-

    cion de las serializaciones mercantiies por la via de su caracter permanente,

    pues en el campo de batalla que se abre a partir de la moda lo que predomi-

    na es la aceleracion de lo emergente hecho transaccion, mientras que el

    cuerpo hecho tatuaje constituye una inscripcion que invierte la aceleraci6n

    dei cicio de la moda a traves de su estocada de sangre y tinta imperecede

    ra.

     El tatuaje -a partir de esta dimension- fisura y produce una

     herida sobre

    el tejido del intercambio de mercancias y su incesante fluJo, pues su gramd-

    tica perdurable logra fugarse, entre los

     poros

      del mercado, de la fatalidad

    impuesta por la moda y el color de lo efimero.

    En suma, quien se tatiia hoy 'por moda' lo que subvierte no son los co-

    digos del tatuaje, sino mas bien los de la moda, puesto que hace estallar lo

    que Ie es mas inherente: su transitoriedad y su capacidad de reemplazo por

    otra, que se instale en su Iugar. El tatuaje al fijar la moda, la mata y ese re-

    quiem es su ritual (Rita Ferrer, 1995: 30). Lo que lleva finalmente a propo-

    ner que el tatuaje podria ser pensado como una escritura otra , una practica

    que Iucha contra el olvido de ta carne y que recrea epidermicamente las tex-

    turas de una memoria caleidoscopica.

    En ese ultimo sentido, pero tambien en un sentido distinto, el tatuaje

    es un campo atravesado por la pracUca^^, pues no hay un sistema teorico del

    tatuaje, solo existe un puro eirte de (ex)poner el cuerpo, una accion de auto-

    exponer

     el

     cuerpo

     y

     compartir ei cuerpo.

     De

     ahi que exista tambien un vincu-

    lo estrecho con ia escritura, donde ei tatu^e hace paiabra la propia carne,

    pues quien practica un tatuaje tambien narra una historia de roces sobre la

    piel de un otro. Ademas, siempre se ha sehaiado la funcion de esa extrana

    operacion que es escribir como un rastro, una huelia, una marca, una traza.

    25 Aqui

     la

     nocion

     de

     territorial izacion, im piem entad a

     por F.

     Quattari 198 9),

    se asocia con la apro piacion ,

     es

     decir ,

     de

     subjetivacion cerrada so br e eila

    misma. Y

     la

     alusion

      a la

     desterritorializacibn Quattari, 1989) ap un ta

     a

    una aper tura , donde

     ei

     territorio

     o la

     subjetivaci6n

      se

      Implican

     en

      lineas

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    24/28

    en foco:

      lajuventud: situacidn, practicas y simboios

    48 / espado abierto vol. 14 n° I enero-marzo 2005): 25

      5 /

    un surco , como formas de arar, o dei parcelar, cortar, ro tura ry las operac io-

    nes concomitantes, cercar, alambrar, fronterizar, limitar, y luego, inclinarse,

    com pone rse, encoge rse, acud illarse, acostarse, para leer. Op eraciones real-

    mente extranas si las pensamos no desde el saber, sino desde ei hacer, no

    desde la mirada sino desde la mano, com o una actividad m anual ^'. Sobre

    este aspecto Croci

     y

     Mayer logran articular una poten te asociacion en tre el ta-

    tuaje y la escritura, pues para ellos si la practica d e la escritura consiste en

    trazar

     o

     marcar, resulta imposible no pensar en el tatuaje com o una forma de

    la escritura, donde ade m as existe una analogia en el procedim iento: una su-

    perficie, una herramienta, una mano. El tatuaje es siempre un texto manus-

    crito.

      I>a piuma del maestro tatuador es com o e se instrumento de placer

    cuyo proposito nunca e sta en duda: tocar el otro cuerpo, pero cuya sorpren-

    dente eficacia radica en su condicion de marca imborrabie, que inauguraria

    la lectura, indudendo a leer, quiza cualquier cosa, pero siempre a leer

    (1998:

      148).

    Pero ante todo la importancia dei tatuaje com o practica no esta dad a

    tanto por su modo de produccion al interior de las industrias culturales,

    como por su consum o, o bien, por lo que los usuarios rec rean a partir de su

    consumo, es decir, a partir de su

     uso y produccion de segundo grado.

      (de

    Certeau, 1995) silenciosa, cotidiana

     y

     fugaz.

     De

     est e m odo, ios Jovenes urba-

    nos iejos de ser consumido res pasivos

     y

     recep tores discipiinados de Ios ob-

    jetos y bienes simbolicos que proiiferan en los circuitos del consumo masi-

    vo,

     promueven

     unAproduccion

      secwndaria

     y

     muc has veces opaca e intersti-

    cial, donde se desarrollan procedimientos de apropiacion de los bienes y

    simboios para su propio beneficio.

    Para hacer referencia a este cam po de prac ticas,

     M.

      de Certeau (1995)

    habia de las tacticas populares de microresistencia y apropiacion  presen-

    te en

     Ios

     sujetos de la vida urbano-cotidiana, don de el enfasis del enfoque no

    se sitiia en torno a las representaciones sociaies de la gente comtin sobre

    una determ inada pracUca cultural, sino que res itua la mirada a partir de las

    operaciones

     y

     procedimientos especificos q ue inventan los sujetos -e n es te

    caso los Jovenes- para sobrevivir

     y

     desenvolverse en ios contextos urbanos.

    Es

     decir,

     Io

     relevante de esta forma d e mirar no estaria d ado por las represen-

    taciones sociales en torno al tatuaje o las mu tacione s corpo rales, sino po r lo

    que Ios sujetos Jovenes realizan con los tatuajes, lo que hacen efectivamen-

    te con ellos, los usos qu e ie otorgan

     y el

     como los consumen,

     Lo

     qu e en defi-

  • 8/18/2019 Cuerpos Tatuajes y Culturas Juveniles

    25/28

    de cuerpos tatuq/eJK.g^|nras Juveniles  rodrtgo ganter s 49

    nitiva se podria traducir en lo que las culturas juven iles realizan especifica-

    m ente con su s c uerp os en el piano de lo estetico, las practicas a las cuales

    someten sus cuerpos, el como lo usan, lo reinventan y redibujan.

    Este ultimo aspecto seria uno de los campos insuficientemente explo-

    rados en los estud ios actuaies sob re culturasjuveniles en nuestro pais, pues

    pareciera ser que los usos y practicas que ios Jovenes urbano s ejercen sobre

    su corporalidad en el marco de las llamadas culturasjuveniles, se liga con

    cam pos de experiencias especificas y escasamente abordadas desde e con-

    texto de las culturas Juveniies, com o por ejempio, el cam po de ia sexualidad,

    el deporte, las trayectorias y ocu pac ione s de la ciudad, la droga o el alcohol

    y, por cierto, las este ticas q ue pueblan y tinen los cue rpos urbano Juveniies,

    Pero mas alia d e este ultimo pian teamiento, lo significativo resulta ser

    que el cuerpo inscrito al interior de las culturasjuveniles se configura no solo

    en un campo objeto  de politicas de intervencionjuvenil, gestion economica,

    vigiiancia policial y control biopolitico, sino que por sobre tod o en un  campo

    sujeto  a la resignificacion y apropiacion que ios propios Jove nes urbanos

    realizan, a traves de procedim ientos especificos y practicas cotidianas de mi-

    croresistencia exp resa das en io diferenciado de sus vestimentas, su s peina-

    dos, sus accesorios, sus perforaciones y sus ta tuaje s. Ello con el fin d e alte-

    rar

     y

     transgredir las logicas de la normaiizacion urbano-perceptiva, impues-

    tas por ias estrategias de poder que regulan el orden neoliberal y su publici-

    tada paz ciudadana.

      e ahi tam bien que se est6 en condiciones de afirmar que los tatuajes

    no est n en lugar dei cuerpo porque son el cuerpo, desde que pasan a for-

    mar parte de el. Sin emb argo, com o atributos de ese cuerp o alcanzan para

    modificarlo - despues del paso de la aguja nadie puede ser el mismo -. Lo

    difere nda n, lo hacen rea lmente otro, tal vez, unico e irrepetible (Croci/Ma-

    yer, 1998: 19).

    Desde este marco de referencia, el cuerpo ciertamente se constituye

    en la propia subjetividad de las diversas culturasjuveniles, donde es posible

    pensario co m o un nuevo territorio poiitico para el m undo de los Jovenes,

    cuestion qu e no ap unta a pensa r ningun tipo de fundamentalismo emergen-

    te ni esencialismo redu ccionista, pue s io que se observa en ei cam po Juvenil

    no e s un inten to por cen tralizar las luchas por la insubordinacion y ias liber-

    tades urbano-Juveniles a un unico piano de contradicciones, sino que mas

    bien lo que se puede leer es precisamente la multiplicacion de los ejes de

    confrontacion y conflicto, y el cuerpo -p or cie rto- se transforma en uno d e

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    en foco:

     lajuventud: situaci6n, practicas y simboios

    50/espado abierto vol. I4n°  enero-marzo 2005): 25  - 5 /

    De es ta forma, si el cu er p o se constitu ye en sub jetiv idad colectivo-Ju-

    venil bajo el en ten did o de las cult uras juv enile s co n su s est i los multiformes y

    su s estet icas oblicua s, es decir , s i el cu erp o se configura en el so po rte bas ico

    para la pracUca efectiva de la reinvencion de s i mismo, entonces la dudad y

    sus mul t ip les c i rcui tos se t ransforman en escenar ios piur idimens ionales ,

    que cobijan el f luJo de una biografia Juvenil cuyo ensamblaje habia de una

    extrafia alquimia entre c arn e, m etal , t inta y sa ng re. Y  do n de la vieja

      ciudad

    letrada  deviene en ciudad ta tua da , pu es tal vez en algun instan te ya no que-

    dara ningun cuerpo s in su dibujo de t inta indeiebie, s in su trazado errante,

    co m o el trazado que realizan las l ineas de una m a n o en su inten to por balbu-

    cear un des t ino pos ible . Pues ten em os tan tas lineas enm araf iadas co m o

    una man o . Som os tan compl icados como una m an o . Lo qu e noso t ros deno-

    minamos de diversas maneras -esquizoanal is is , micropol i t ica , pragmat ica ,

    diagramatismo, r izomatica, car tograf ia- no t iene otro objeto que ei estudio

    de est as l ineas, en los gru po s o en los individu os (Deleuze, 1 99 7: 1 42) .

     ei

     tatuaje no es moda, porque el tatuaje vino para quedarse, los tatuado-

    res van a seguir tatuand o hasta que se mueran y a la gen te ie va a gustar

    cada vez m as el tatuaje. En tonces tiene que ser una pega para siempre. yo

    creo que va dejar de ser una m oda, va ser algo necesario para cada perso-

    na, todo el mundo va necesitar tener un ta tu ^e (...) existira el tiempo en

    que la gente va eiegir no tatuarse para no sen tirse tan de este mundo (...)

    yo creo que nadie va resistir no tatuarse (Corzario).

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    www, cuerp oad ornad o .com / ta tua jes . h tml

    www. v£im piros,cl/tatuaje. h tml

    webs ,s inect ls ,com,ar /mcagl iani /h ta tuaje ,h tni l

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