¿DEBERÍADEJAREL ALCOHOLPARASIEMPRE?

CUERPO SALUD

No volver a probar una gota es tendencia, se denominateetotalismy no necesariamente ha deir asociado a ningún susto o problema de salud. Cada vez son más, y más jóvenes, los que ssuman este tanto en su lista de hábitos saludables.Saray Marqués

Tú no tienes que dar explicaciones si vas abeber, decir que luego te vas a volver en metroo en taxi… En cambio, si no bebes parece queno te lo vas a pasar bien y si, como en mi caso,

prefieres no decir todavía que estás embarazada, tienesque inventarte otras excusas, como que estás tomandoantibióticos”, reflexiona Meritxell Falgueras, quintageneración al frente de la tienda de vinos El Celler deGelida. Tras quedarse embarazada de su hija mayor,y tras varios abortos de repetición, no hace ningunaconcesión y se pasa al cero alcohol, aunque aseguraque incluso una embarazada tiene que escuchar que“Por una copa no pasa nada”. A su situación personal seunen circunstancias en su entorno: un amigo cayendoy saliendo del alcoholismo, “y que aun hoy tiene queenfrentarse al “Pero… ¿ni para brindar?”, y un familiarenfermando de cáncer “para el que el alcohol va fatal”.

BENEFICIOS INMEDIATOS“Descubro que es muy chulo no beber y profesional-mente me abre la cabeza a nuevos maridajes con café,té o aguas con sabores, a bebidas gastronómicas sinalcohol y con buen gusto… Veo cómo si no tomas alco-hol no todo se reduce a zumos o colas, con gas y tantoazúcar, que ahí están también las bebidas con limóny jengibre, que me encantan”, revela Falgueras. Frutode este proceso nace el libroQué beber cuando no bebes(Urano), prologado por Santi Millán. En ella, la vida sinalcohol no significó una menor intensidad social: “Meencanta salir, soy muy fiestera, y me lo paso bien sinconsumir alcohol, con la ventaja de que nunca tengoresaca, tengo mucha más energía, puedo controlarmejor mi peso… y lo que digo y escribo”. En su caso, nose trata de una decisión irreversible, explica, aunque

haya resultado toda una experiencia. Sin embargo,Luna (nombre ficticio) asegura que la suya sí lo es. Alos 30 años, hace ahora tres, y tras un periodo compli-cado, decidió dejar de consumir alcohol: “No es quefuera alcohólica, no es que me levantara por la mañanay necesitara beber, pero sí que estaba recurriendo alalcohol para evadirme, para olvidarme de mis proble-mas, para dormir… Salía de fiesta y no podía tomarmesolo una copa, y después no me acordaba de lo que habíapasado la noche anterior. Tenía un problema”. Su pa-reja estuvo ahí, la animó y la respaldó, y, aunque no fuesencillo, hoy aquella fase es pasado: “Los beneficios soninmediatos, enseguida te das cuenta de que merece lapena. La analítica mejoró bastante: las transaminasas,la glucosa… Aunque nunca he estado gorda, he perdidovolumen y he adelgazado tres kilos. Lo noto hasta enlos dientes o en la piel. Y puedo aguantar igual hasta lassiete de la mañana de fiesta, y no tengo resaca”, relata.Echa en falta “más opciones para elegir”, más allá delos refrescos, y menos presión social: “Eres el bichoraro” y el “pero tómate solo una copa. No te va a sentar

Un consumo de bajo riesgo en personas mayores de 18 años y sanas,según la OMS, sería de dos cervezas o dos vasos de vino al día y dosdías a la semana de cero alcohol en el caso del hombre y de una cerve-za o un vaso de vino al día y dos días a la semana de cero alcohol en elcaso de la mujer. O, si se consume de forma excepcional, tres o cuatroveces al año, solo en celebraciones, seis vasitos de vino durante unacena para el hombre o cuatro vasitos para la mujer. La metabolizacióndel alcohol es más lenta en el caso de la mujer, que, además, tienemenor porcentaje de agua en el cuerpo. No influye solo el género,también el modo de consumo: Si se combina con bebidas gaseosas setiende a una ingesta más rápida e inconsciente de alcohol.

A NOSOTRAS NOS SIENTA PEOR

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mal…” es constante”. En su caso, el deporte es la nuevaevasión: “Me relaja, me hace sentirme cansada por lanoche y duermo mejor”.Cada vez más personas descubren que beber alcohol noles compensa y se pasan al alcohol cero o alteetotalism,una tendencia mayor en otros países. Sin necesidad desustos o de circunstancias personales determinadas,los abstemios por voluntad propia,teetotalsoteeto-talers, dejan de lado el alcohol como antes lo hicieroncon el tabaco, las grasas saturadas, el azúcar o la sal,en busca de una vida más saludable. Entre sus repre-sentantes, Jennifer López o Natalie Portman.Sinnecesidad de llegar a una “edad de la lucidez”, algu-nos de estos abstemios convencidos lo son desde susprimeras salidas nocturnas, y en países como EE UUo el Reino Unido crece la oferta dirigida a ellos, desdefestivales hasta locales como el Club Soda de NuevaYork, “un nuevo espacio para investigar qué sucedecuando nos replanteamos nuestra relación con elalcohol, para remover algunos de los estigmas alrede-

dor del consumo de este y de la sobriedad”.En España,desde la Sociedad Española de Medicina de Familia yComunitaria(semFYC) se tiene claro que el consumoha de ser cero entre menores de 18 años, pues, comoneurotóxico, puede afectar al desarrollo intelectual,y también entre las embarazadas y las personas condeterminadas enfermedades (diabetes, problemasde hígado, tensión alta…) o siguiendo un tratamientoconcreto (antibióticos, anticoagulantes…). En el restode casos, su premisa es “cuanto menos, mejor”, y seapuesta por medir qué consumo se está haciendo paraver si es de riesgo o no, apostando por un consumo bajo.

CONTRA LAS ALEGACIONES DE SALUDLa peculiar batalla de esta sociedad y de numerososprofesionales sanitarios es lograr que el alcohol nose presente como una sustancia incluso saludable,“cuando hay varios tipos de cáncer relacionados consu consumo (boca, faringe, esófago, hígado, páncreas,mama, estómago, colon y recto)”, señala RodrigoCórdoba desde la semFYC, “y no hay un consumo be-neficioso de bebidas con alcohol”. Su colega FranciscoCamarelles llegó a presentar en 2016 una consulta anteel comité deontológico: “¿Puede una sociedad científicapromocionar el alcohol como saludable?”. La respues-ta, en la línea de la OMS, fue clara: No. En España, estascampañas para presentar los supuestos beneficios delalcohol suelen venir auspiciadas por la Fundación parala Investigación del Vino y la Nutrición, que cuenta ensu patronato con los principales bodegueros del país,o el Centro de Información Cerveza y Salud, depen-diente de Cerveceros de España, señala el nutricionistaJuan Revenga. A los estudios que estos organismospatrocinan se suman todavía los facultativos que reco-

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EFECTOS PALPABLES.Losronquidos, en pacientes conapnea del sueño, se vuelvenmás ligeros. También hay me-jora en la presión arterial y enel aparato digestivo. Además,“te quitas calorías que no tepermiten bajar peso (7 caloríaspor gramo), con lo que sin dudalo notarás”, señala la doctoraConchita Vidales. “Aguantasmejor la noche, te despiertascon más energía, e incluso sepueden dar menos dolores decabeza y mejorar tu piel”.

ANALÍTICA.Los valores de laanalítica (la tasa de transami-nasas, los niveles de glucosa,las enzimas hepáticas…) re-flejan también ese cambio deestilo de vida. “En personas conhígado graso es palpable cómotras pasar al cero alcohol seproduce una normalización enlas enzimas hepáticas”, explicala doctora Vidales, expertaen nutrición. En estos casos,es necesaria una abstinenciade seis semanas para que elhígado se desinflame.

DEPORTISTAS.Ellos tambiénlo notan, y no poco. “Los depor-tistas mejoran su rendimientoy su capacidad de resistencia”,prosigue la doctora Vidales,que matiza que el cambio noes solo para los profesionales ode élite: “Si practicas deporte,pero no compites, también lonotarás en la facilidad para re-cuperarte tras el ejercicio”. Conel alcohol, los movimientos y lacoordinación se ven afectados,además de darse cuadros dedeshidratación.

EMBARAZADAS.Disminuyenriesgos potenciales: “Debemostransmitir un mensaje muy cla-ro de que no hay un consumoseguro. Existe todo un espectrode trastornos alcohólico fetalesrelacionados con el consumodurante el embarazo. Muchasveces, hasta que sabes queestás embarazada pasanunos días, por lo que si estáspensando en quedarte embara-zada es un buen momento paradejar de consumir alcohol”,indica el doctor Camarelles.

¿CUÁLES SON LOSBENEFICIOS DEL ‘TEETOTALISM’?¿Cómo repercutirá en mi salud dejar definitivamente el alcohol? ¿Será tanto el cambio? Los expertos respo

algunos resultados inmediatos y aseguran que, como sustancia tóxica que es, afecta a todo el organismo, porpueden darse otros beneficios inesperados.

En las mujeres, el consumo de riesgo se sitúa en 2,5UBE (unidades básicas estandarizadas) al día (o 18 ala semana). Una UBE equivale a una caña. En España,en la población adulta, entre un 10 y un 15% tiene unconsumo de riesgo. Han sucumbido alpoder adictivodel alcohol, que genera dependencia y tolerancia, por

lo que tienen que beber más para lograr el mismoefecto, hasta no poder pasar ni un día sin consumir.

2,5UBE

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miendan la famosa copa de vinocon la comida, por su potencialefecto protector: “No hace tanto,hará 10 o 12 años, se desarrollóun estudio en hospitales públicospara comprobar el efecto de esacopa de vino en pacientes quehabían sufrido un infarto. Quizápueda contribuir a reducir elriesgo de infarto en mayores de 50años, no en todos los sexos y eda-des, pero no reduce la mortalidadglobal: quizá tengas menos riesgode morirte de un infarto, pero másde morir de cáncer. Has de ponerloen la balanza”, insiste Córdoba.“¿Por qué, con tanta alegaciónde salud, ninguna figura en lasetiquetas del vino o de la cerve-za?”, se pregunta Juan Revenga.Durante el XXXVII Congreso dela Sociedad Española de Medicina Interna, Revengalamentó que otros profesionales sanitarios sigan aje-nos al hecho de que el consumo de alcohol es la terceracausa de muerte prematura y una de las tres priorida-des de la OMS, y que lo sigan recomendando.

NO SOLO PARA EL CORAZÓNEl súmmum era aquel titular según el cual un vaso devino tinto equivalía a una hora de gimnasio, “cuandoel estudio que dio pie a este titular se realizó en ratasa las que se les dio resveratrol, una sustancia que seencuentra en el vino, pero no vino. Se vio cómo en esasratas que hacían ejercicio, si este se suplementaba conresveratrol, mejoraba la aportación de ácidos grasos, loque podría suponer un mejor rendimiento deportivo.Pero para ingerir tanto resveratrol como esas ratasun adulto tendría que tomar 1.804 botellas de vinoal día”, asegura Revenga, partidario de que “nadiepruebe el alcohol queriendo mejorar su salud, porquelo más probable es que esté incrementando el riesgo dedistintas patologías”. “Es curioso cómo hace un tiempose generó bastante polémica cuando la OMS incluyóla carne roja en su lista de sustancias carcinógenaspara los humanos”, recuerda el experto, “junto con elhumo del tabaco o el amianto”. “El alcohol llevaba ahíun tiempo. Consumir cualquier cantidad de alcohol in-crementa el riesgo de cáncer y no hay un efecto umbral–una cantidad por debajo de la cual el riesgo no se veaaumentado–. Además, el riesgo aumenta de maneraexponencial, no aritmética… Si todos coincidimos enque los niños y las mujeres embarazadas no han detomar ni una gota de alcohol, si es malo para ellos, ¿quénos hace pensar que es bueno para el resto?”.

AGUA, TÉ, CAFÉ.Las tres bebidas que la Universidad de Harvard reco-mienda como no perjudiciales o neutras son el agua, el té y el café. “Ey el agua se etiquetan como saludables. Puede pensarse que, como ecaso del alcohol, en el del café hay estudios en un sentido y en el conrio, pero no tiene nada que ver… El café no tiene efecto, por ejemplo,el cáncer de páncreas.Dos o tres tazas de café al díano son ni buenas nimalas, son neutras, salvo en personas a las que les pueda provocar tacardias o irritación gástrica”, señala el doctor Rodrigo Córdoba.

AGUA CON GAS.“Una buena opción es recurrir aun agua con gas, conuna rodaja de limón u otra fruta”, plantea la doctora Vidales. “Es bastsaludable, y de aspecto similar a ungin-tonic”.

ZUMO DE TOMATE.Un zumo de tomate es ungran aliado del aperitivo.Como cualquier zumo de fruta (natural) si el local dispone de ellos.

‘MOCKTAILS’.Uno de los locales más apetecibles para unteetotalpuederesultar, paradójicamente, una coctelería, pues su carta de cócteles salcohol, los denominadosmocktails, suele resultar casi tanextensa ysugerentecomo la de aquellas combinaciones con alcohol.

SIN.Las cervezas sin alcohol o los vinos sin alcohol son otra opción.

‘LIGHT’.Los refrescos en su versión 0% olight, ysiempre con modera-ción. Pero por contenido en azúcar y gas se recomiendan otras opcion

MUNDO CERO.Y, por si todo lo anterior sabe a poco, para convertirseen unteetotalpro, Meritxell Falgueras propone en su libro hasta 200bebidas –para beber y maridar, frías o calientes, con gas y sin gas– colas que “experimentar las originales posibilidades que ofrece el mundcero”. Desde la refrescante y saladamichelada sin alcohol, para comidascon los amigos, a lagolden milk, ideal antes de una buena noche de sueñoreparador. También, frente al típico pacharán o licor de hierbas de lasobremesa, ellichi drink, digestivo, pero sin alcohol.

¿TÚ QUÉTOMAS?¿Se ha de resentir nuestra vida social por ser más sanas?¿Qué puede tener en la mano un ‘teetotal’ mientras conversaanimadamente en una fiesta’? Ahí van opciones a 0 grados.

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