Cuentos Latinoamericano

8/16/2019 Cuentos Latinoamericano

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Cuentos latinoamericanos

El cuento es una narración breve y concisa. Hay muchas defniciones de

cuento, para Seymour Mentón “el cuento es una narración fngida, en todo o

en parte, creada por un autor, que se puede leer en menos de una hora y

cuyos elementos contribuyen a producir un solo eecto.

El cuento produce en el lector el eecto de un golpe de !noc!"out por esotodos sus elementos deben ser e#cepcionales.

Hay varias clases de cuentos:

Cuentos tradicionales$ se remonta a %pocas y pueblos primitivos. &os

cuentos recopilados por los hermanos 'rimm o (arlos )errault son e*emplos

de estos cuentos tradicionales que derivaron en cuentos inantiles.

Cuentos literarios$ es el punto de partida del cuento moderno y del cuento

latinoamericano. &os primeros escritores de este tipo de cuentos ueron El

conde &ucanor y 'iovanni +occaccio.

Las diferencias entre los cuentos tradicionales y los literarios son:

En el cuento tradicional hay una sucesión de episodios, en el cuento literario

se relata un suceso nico.

En el cuento tradicional el persona*e es m-s importante que el suceso, en el

cuento literario el suceso es m-s importante que el persona*e.

El cuento tradicional se sita en otro tiempo y espacio hab/a una ve012, el

cuento literario se encuadra en la realidad del autor.

En el cuento tradicional se castiga al malo y se premia al bueno, en el cuento

literario se plantean problemas y con3ictos que cuestionan la realidad

El cuento tradicional se transmitió de manera oral, el cuento literario desde

su inicio se transmite de manera escrita.

En el cuento tradicional no se conoce al autor, en el cuento literario s/.

El cuento tradicional tiene un lengua*e popular y el cuento literario muchas

veces usa un lengua*e culto

CARACTERÍSTICAS DEL CUENTO LATINOAMERICANO-Su estructura es parecida a la de la novela: exposición, nudo y desenlace

-Desde las primeras líneas se debe atraer la atención del lector

http://www.ciudadseva.com/enlaces/antos/fce.htmhttp://www.ciudadseva.com/enlaces/antos/fce.htm


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-Incluye elementos fantásticos de lo maravilloso del continente

-Los temas regionales dean paso a los con!ictos interiores del individuo"

-#l realismo mágico se observa a trav$s de un %ec%o inexplicable &ue aparece en la

cotidianidad y no %ay sorpresa para el personae, pero sí para el lector"

-#l maneo del tiempo es cíclico o con rupturas"

Se crea un clima sobrenatural"

TIPOS DE NARRADOR EN LOS CUENTOS LATINOAMERICANOS

• 'arrador observador: no es un personae de la %istoria, pero conoce los %ec%os y los

representa con luo de detalles

• 'arrador agente: participa en los %ec%os &ue narra, puede ser un testigo o un

protagonista" 'o conoce todos los ángulos de la %istoria por lo &ue la narra desde lo &ue

vivió"

•'arrador total: conoce todos los aspectos de la %istoria, incluidos los pensamientos de

los personaes"

• 'arrador parcial: conoce una parte de la %istoria"

• 'arrador en primera persona: es un personae de la %istoria, %abla de sí mismo y de los

demás

• Segunda persona: el narrador se dirige a una persona en particular y conversa con ella

• (ercera persona: el narrador %abla acerca de los demás"

&os cuentos latinoamericanos cortos entraron en su etapa madura en sus

inicios del siglo 44, de la mano del chileno +aldomero &illo y de la del

uruguayo Horacio 5uiroga.

6ncluye elementos ant-sticos de lo maravilloso del continente.

Mane*an una alta calidad ling7/stica llena de paralelismos, duplicaciones y

simetr/as.

8n hecho ine#plicable que aparece en la cotidianidad y no causa sorpresa en

los persona*es pero si en el lector.

El mane*o del tiempo se presenta c/clicamente o con rupturas y no en orma

lineal.

&os autores crean un clima sobrenatural sin apartarse de la naturale0a.

http://www.estudiaraprender.com/2011/10/14/tipos-de-narrador-en-los-cuentos-latinoamericanos/http://www.estudiaraprender.com/2011/10/14/tipos-de-narrador-en-los-cuentos-latinoamericanos/


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'ran cantidad de tem-ticas, los hubo cortos y con mayor e#tensión, de

amor, de g%neros ant-sticos, cuentos lógicos y m-gicos, todos con un

marcado estilo personal.

Ejemplos de cuentos latinoamericanos

"&a vo0 ganadora

"El ignorante privilegiado

"&a buanda de los sue9os

":iario de una canción

"Mi re3e*o

"&a realidad de un sue9o

Autores Latinoamericanos

"Manuel ;scencio Segura

"ulo

Estructura del cuento

&os cuentos componen en tres partes$

6nicio$ &a parte inicial de la historia, donde se presentan todos los persona*es

y sus propósitos.


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:esarrollo$ Es la parte donde se presenta el con3icto o el problema de la

historia, toma orma y suceden los hechos m-s importantes.


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no me re3e*% en el espe*o de mi cuarto, el que me acompa9a desde hace tanto

tiempo. Hoy me vi, hoy solo me vi, y tambi%n le hice un regalo. &e obsequi% una

ove*a 3uorescente. GS/ (uando todo se pone oscuro ella permanece encendida, as/

no estar- m-s solo, y aunque yo me duerma una parte de mi permanece

encendida.El espe*o de mi cuarto, el que todo lo ve desde su lugar, est- rodeado

por un marco de l/neas sinuosas como l-tigo sobre las olas, como el propio sol. Es

precioso. Mide algo m-s de un metro, pero eso no es lo importante, lo importante es

que nadie en el mundo sabe tanto de m/, ni me conoce tan bien como mi propio

espe*o.;doro a los espe*os. Sobre todo al m/o. Es por eso que hoy le declarar% mi

amor. GS/ (reo que estoy enamorado. ?)ero cómo lo hago@, ?le bailo@, ?le beso@, o

?le canto@ Ia s%, le voy a decir lo que siento con una canción que me encanta$

“(ada ve0 que veo tu otogra/a descubro algo nuevo que antes no ve/a.

Siempre te he so9ado indierente, eras tan solo un amigo, y de repente lo eres todo,

todo para m/, mi principio y mi fn.

;s/ es, cuando lo haga estoy convencido de que no me recha0ar-. :e esta orma

tambi%n le estar% agradeciendo por soportarme durante tanto tiempo. )ero yo s%

que me ama, aunque no me lo diga.Solo altan veinte minutos para que este via*etermine, llegue a mi casa y comience otro via*e m-s interesanteC de hecho, el m-s

interesante *am-s emprendido. &o digo porque cu-ntas personas han decidido

abandonarlo todo y perderse con su propio espe*o.&e pedir% que me llene de su

alegr/a su buen humor, de su melancol/a, su pena y dolor, que me d% su aroma,

hasta su saborC pero algo m-s importante an, que me d% su mundo interior.Sin

duda alguna quiero su sonrisa, su color, la muerte y la vida, su r/o y ardor, quiero

que me d% su calma, su uror, y su oculto rencor.

G;l fn llegu%

Es que ha pasado tanto tiempo desde que nos vimos por primera ve0, que nadie enel mundo me conoce tan bien como mi espe*o, ese que est- en el cuarto, que vive

conmigo, que yo amo.

J G5u% amabas :i*o una vo0 en el interior de mi cabe0a al ver la escena.

J ?(ómo que amaba@, ?*usto ahora@, hoy que ven/a dispuesto a declararle todo mi

amor. GAo es posible

)uede que no quisiera creerlo, pero ah/ estaba. F me*or dicho, no estaba.

Bodas las alas de mi libertad, la senda que estaba completamente dispuesto a

seguir, el aire que respirar, el agua que beber, y el sue9o que quer/a alcan0ar

completamente deshechos. :eshechos porque no est-. Se esumó, y para siempre.

;doro a los espe*os, pero maldigo la hora en que vine a enamorarme de uno. I

precisamente hoy, que fnalmente me hab/a decidido a contarle, ya no est-. &o

busqu% y rebusqu%, y solo encontr% una nota.Ao cono0co esta letra. ;unque lo que

dice me es sufciente para entender.=ustamente hoy, el d/a de mi cumplea9os.


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(ómo iba yo a imaginarme que lo que m-s me importa en el mundo desaparecer/a

as/, de ese cuarto descolorido pero nuestro.

Se llevó la ove*a que le regal%. Bambi%n se llevó mi libertad.

Hoy no puedo dormirme. Ao s% hacerlo sin mi espe*o, al que amo. )ero qu% puedo

hacer.Solo deseo pedir un avor a la maldita soledad, la nica que de verdad y sin

variaciones llega cuando todos se van, la nica con la que puedo llorar$ que lo

busque y lo ame como a ninguno, para que logre sentir lo que siento.

I yo solo le prometo que nunca m-s volver% a adorar as/, a ningn espe*o.

+railyn 'arc/a Brimi9o

(uba

Un día de estos

Gabriel García Márquez

El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escovar, dentista sin título y buenmadrugador, abrió su gabinete a las seis. acó de la vidriera una dentadura !ostiza

montada a"n en el molde de yeso y !uso sobre la mesa un !u#ado de instrumentos que

ordenó de mayor a menor, como en una e$!osición. %levaba una camisa a rayas, sincuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los !antalones sostenidos con cargadores

elásticos. Era rígido, en&uto, con una mirada que raras veces corres!ondía a la situación,

como la mirada de los sordos.

'uando tuvo las cosas dis!uestas sobre la mesa rodó la (resa )acia el sillón de resortes yse sentó a !ulir la dentadura !ostiza. *arecía no !ensar en lo que )acía, !ero traba&aba con

obstinación, !edaleando en la (resa incluso cuando no se servía de ella.

Des!u+s de las oc)o )izo una !ausa !ara mirar el cielo !or la ventana y vio dos

gallinazos !ensativos que se secaban al sol en el caballete de la casa vecina. iguiótraba&ando con la idea de que antes del almuerzo volvería a llover. %a voz destem!lada de

su )i&o de once a#os lo sacó de su abstracción.

*a!á.

-u+.

Dice el alcalde que si le sacas una muela.

Dile que no estoy aquí.

Estaba !uliendo un diente de oro. %o retiró a la distancia del brazo y lo e$aminó con los


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o&os a medio cerrar. En la salita de es!era volvió a gritar su )i&o.

Dice que sí estás !orque te está oyendo.

El dentista siguió e$aminando el diente. ólo cuando lo !uso en la mesa con los traba&osterminados, di&o

Me&or.

/olvió a o!erar la (resa. De una ca&ita de cartón donde guardaba las cosas !or )acer, sacó

un !uente de varias !iezas y em!ezó a !ulir el oro.

*a!á.

-u+.

A"n no )abía cambiado de e$!resión.

Dice que si no le sacas la muela te !ega un tiro.

in a!resurarse, con un movimiento e$tremadamente tranquilo, de&ó de !edalear en la

(resa, la retiró del sillón y abrió !or com!leto la gaveta in(erior de la mesa. Allí estaba elrevólver.

0ueno di&o. Dile que venga a !egármelo.

1izo girar el sillón )asta quedar de (rente a la !uerta, la mano a!oyada en el borde de la

gaveta. El alcalde a!areció en el umbral. e )abía a(eitado la me&illa izquierda, !ero en la

otra, )inc)ada y dolorida, tenía una barba de cinco días. El dentista vio en sus o&osmarc)itos muc)as noc)es de deses!eración. 'erró la gaveta con la !unta de los dedos y

di&o suavemente

i+ntese.

0uenos días di&o el alcalde.

0uenos di&o el dentista.

Mientras )ervían los instrumentos, el alcalde a!oyó el cráneo en el cabezal de la silla y se

sintió me&or. 2es!iraba un olor glacial. Era un gabinete !obre una vie&a silla de madera,la (resa de !edal, y una vidriera con !omos de loza. 3rente a la silla, una ventana con un

cancel de tela )asta la altura de un )ombre. 'uando sintió que el dentista se acercaba, elalcalde a(irmó los talones y abrió la boca.

Don Aurelio Escovar le movió la cara )acia la luz. Des!u+s de observar la muela da#ada,

a&ustó la mandíbula con una cautelosa !resión de los dedos.


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4iene que ser sin anestesia di&o.

5*or qu+6

*orque tiene un absceso.

El alcalde lo miró en los o&os.

Está bien di&o, y trató de sonreír. El dentista no le corres!ondió. %levó a la mesa de

traba&o la cacerola con los instrumentos )ervidos y los sacó del agua con unas !inzas

(rías, todavía sin a!resurarse. Des!u+s rodó la escu!idera con la !unta del za!ato y (ue alavarse las manos en el aguamanil. 1izo todo sin mirar al alcalde. *ero el alcalde no lo

!erdió de vista.

Era una cordal in(erior. El dentista abrió las !iernas y a!retó la muela con el gatillo

caliente. El alcalde se a(erró a las barras de la silla, descargó toda su (uerza en los !ies ysintió un vacío )elado en los ri#ones, !ero no soltó un sus!iro. El dentista sólo movió la

mu#eca. in rencor, más bien con una amarga ternura, di&o

Aquí nos !aga veinte muertos, teniente.

El alcalde sintió un cru&ido de )uesos en la mandíbula y sus o&os se llenaron de lágrimas.

*ero no sus!iró )asta que no sintió salir la muela. Entonces la vio a trav+s de laslágrimas. %e !areció tan e$tra#a a su dolor, que no !udo entender la tortura de sus cinco

noc)es anteriores. 7nclinado sobre la escu!idera, sudoroso, &adeante, se desabotonó la

guerrera y buscó a tientas el !a#uelo en el bolsillo del !antalón. El dentista le dio un tra!olim!io.

+quese las lágrimas di&o.

El alcalde lo )izo. Estaba temblando. Mientras el dentista se lavaba las manos, vio el

cielorraso des(ondado y una telara#a !olvorienta con )uevos de ara#a e insectos muertos.El dentista regresó secándose las manos. 8Acu+stese di&o y )aga buc)es de agua de sal.9

El alcalde se !uso de !ie, se des!idió con un dis!licente saludo militar, y se dirigió a la

!uerta estirando las !iernas, sin abotonarse la guerrera.

Me !asa la cuenta di&o.

5A usted o al munici!io6

El alcalde no lo miró. 'erró la !uerta, y di&o, a trav+s de la red metálica.

Es la misma vaina.


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%a migala

:uan :os+ Arreola


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%a migala discurre libremente !or la casa, !ero mi ca!acidad de )orror no disminuye.

El día en que 0eatriz y yo entramos en aquella barraca inmunda de la (eria calle&era, me di

cuenta de que la re!ulsiva alima#a era lo más atroz que !odía de!ararme el destino. *eor que el

des!recio y la conmiseración brillando de !ronto en una clara mirada.

Unos días más tarde volví !ara com!rar la migala, y el sor!rendido saltimbanqui me dio algunos

in(ormes acerca de sus costumbres y su alimentación e$tra#a. Entonces com!rendí que tenía en

las manos, de una vez !or todas, la amenaza total, la má$ima dosis de terror que mi es!íritu !odía so!ortar. 2ecuerdo mi !aso tembloroso, vacilante, cuando de regreso a la casa sentía el !eso leve y denso de la ara#a, ese !eso del cual !odía descontar, con seguridad, el de la ca&a de

madera en que la llevaba, como si (ueran dos !esos totalmente di(erentes el de la madera

inocente y el del im!uro y !onzo#oso animal que tiraba de mí como un lastre de(initivo. Dentrode aquella ca&a iba el in(ierno !ersonal que instalaría en mi casa !ara destruir, !ara anular al otro,

el descomunal in(ierno de los )ombres.

%a noc)e memorable en que solt+ a la migala en mi de!artamento y la vi correr como un

cangre&o y ocultarse ba&o un mueble, )a sido el !rinci!io de una vida indescri!tible. Desdeentonces, cada uno de los instantes de que dis!ongo )a sido recorrido !or los !asos de la ara#a,

que llena la casa con su !resencia invisible.

4odas las noc)es tiemblo en es!era de la !icadura mortal. Muc)as veces des!ierto con el cuer!o

)elado, tenso, inmóvil, !orque el sue#o )a creado !ara mí, con !recisión, el !aso cosquilleantede la aralia sobre mi !iel, su !eso inde(inible, su consistencia de entra#a. in embargo, siem!re

amanece. Estoy vivo y mi alma in"tilmente se a!resta y se !er(ecciona.

1ay días en que !ienso que la migala )a desa!arecido, que se )a e$traviado o que )a muerto.

*ero no )ago nada !ara com!robarlo. De&o siem!re que el azar me vuelva a !oner (rente a ella,al salir del ba#o, o mientras me desvisto !ara ec)arme en la cama. A veces el silencio de la

noc)e me trae el eco de sus !asos, que )e a!rendido a oír, aunque s+ que son im!erce!tibles.

Muc)os días encuentro intacto el alimento que )e de&ado la vís!era. 'uando desa!arece, no s+ silo )a devorado la migala o alg"n otro inocente )u+s!ed de la casa. 1e llegado a !ensar tambi+n

que acaso estoy siendo víctima de una su!erc)ería y que me )allo a merced de una (alsa migala.

4al vez el saltimbanqui me )a enga#ado, )aci+ndome !agar un alto !recio !or un ino(ensivo y

re!ugnante escaraba&o.

*ero en realidad esto no tiene im!ortancia, !orque yo )e consagrado a la migala con la certeza

de mi muerte a!lazada. En las )oras más agudas del insomnio, cuando me !ierdo en con&eturas y

nada me tranquiliza, suele visitarme la migala. e !asea embrolladamente !or el cuarto y trata de

subir con tor!eza a las !aredes. e detiene, levanta su cabeza y mueve los !al!os. *arece

)usmear, agitada, un invisible com!a#ero.

Entonces, estremecido en mi soledad, acorralado !or el !eque#o monstruo, recuerdo que en otro

tiem!o yo so#aba en 0eatriz y en su com!a#ía im!osible.

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