CUENTOS GANADORES

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I Concurso de cuentos CEIP María Montessori Curso 2010-2011

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CUENTOS ESCRITOS POR EL ALUMNADO CON SUS FAMILIAS

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I Concurso de cuentosCEIP María Montessori

Curso 2010-2011

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Índice

INFANTIL

La ranita Duki. ARIANNE DÍAZ (1º infantil) 7

Las gemelas Formi y Mica. ANDRÉS ROSA (1º infantil) 9

El pingüino que se ha perdido. HÉCTOR FRAILE (2º A infantil) 14

La fiesta de disfraces. IVÁN ALMARAZ (2º A infantil) 14

El niño y el pez. DAVID CALLEJA (2º B infantil) 19

El pueblo Colorín. IRENE SÁNCHEZ (2º B infantil) 23

El elefante volador. ÁLVARO GARCÍA (3º infantil) 27

El que no tenía cuerno. MAYRA GRANDE (3º infantil) 28

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PRIMARIA

El dragón acuático. LORENZO SINOVA (1º primaria) 30

Bella y su mariposa. ÁNGEL RIBOTE (1º primaria) 33

Jesús y el marciano. MARIO GÓMEZ (2º primaria) 35

El cumpleaños de Bob. MANUEL CALDERÓN (2º primaria) 37

El chico que tenía mucha suerte. DIEGO SONDESA (3º primaria) 40

El pirata Carapatata. NEREA MARTÍN (3º primaria) 43

Tuffy y la caja del tesoro. CELIA OVEJERO (4º primaria) 45

Súper Miguel. YAIZA DIEZ (4º primaria) 48

Las felinas. NAYARA MANGAS (5º primaria) 51

Rosa, lila y Marina. CLARA FERNÁNDEZ (5º primaria) 56

Terror en el colegio. ALBERTO MARTÍN (6º primaria) 60

La ducha mortal. ÁLEX CRISTÓBAL BURGUEÑO (6º primaria) 64

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Curso 2010-2011

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La ranita DukiARIANNE DÍAZ (1º infantil)

E n un pueblo muy lejano había una vez una laguna muy grande dondevivía una rana muy bella que tuvo tres ranitas, a una la llamó Duki y alos otros dos Tini y Tina.

La rana estaba muy feliz de haber tenido a tres preciosas ranitas. Con el paso deltiempo las ranitas fueron creciendo y creciendo y empezaron al saltar y saltar todoel tiempo, pero un día uno de ellos, Duki, se rompió las patitas y no podía jugar ysaltar junto con sus hermanitos. Su mamá se puso muy triste al ver que Duki ya no

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Las gemelasFormi y Mica

ANDRÉS ROSA (1º infantil)

H abía una vez dos hermanasgemelas. Eran hormigas,una se llamaba Formi y la

otra Mica. Vivían en el patio de una casaen la que vivía un niño que se llamabaAndrés.

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podía jugar y saltar como antes con sus hermanitos. Pero lo que ella no sabía es queDuki era muy valiente y tenía fe de que pronto él se recuperaría.

Un día mamá rana se escondió entre los juncos para que Duki no la viera llorar y sufrir.

De repente pasó por ahí una niña llamada Arianne y le dijo: ¿Qué te pasa ranita?Entonces, mamá rana le contó lo que había pasado con uno de sus hijos, Duki.

Tal vez yo pueda ayudarte. Le dijo Arianne. Entonces fueron donde estaba Duki yArianne le curó y le vendó las patitas.

Gracias Arianne –le dijo mamá rana por haber curado a su hijo.

Pasó una semana y Duki otra vez estaba saltando y jugando con sus hermanitos. Esedía la familia rana hicieron un banquete de moscas y mosquitos, para celebrar larecuperación de Duki.8

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Andrés estaba jugando en la arena. Las hormigas se dirigen, curiosas, hacia él; sonpequeñas y ligeras, y se dicen: “parece simpático este niño, vamos a ver si quiere sernuestro amigo”.

¡Atención! –le dice Mica a Formi– nos ha descubierto.

Las hormigas pasan un poco de miedo, porque Andrés es mucho más grande queellas... pero se acerca sonriendo y se hacen amigos ¡Y al final, las hormigas acabansaltando a la comba con un pelo de Andrés!

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En Valladolid encontró muchas cosas con las que jugó, y luego ordenó.

Caminando por la calle se encontró con Baltarsar, que era un cocodrilo verde con unacamisa azul, y un gorro de baquero.

Juntos fueron a casa de Baltasar, donde jugaron al escondite y al pilla pilla.

Después decidieron ir a la casa de Pompita, la de Valladolid, pero en el camino, comono iban de la mano, el cocodrilo se despistó y se quedó en el ascensor. Como

no sabía en que piso vivía Pompita, preguntó a otro pingüino amarillo,llamado Don Pepito, que pasaba por allí. Don Pepito le acompañó hastala casa donde vivía Pompita.

Cuando llegaron a casa de Pompita, hicieron entre los tres una guerrade tomates. Y desde entonces Pompita siempre tuvo amigos y nunca

más tuvo frío.

El pingüinoque se ha perdido

HÉCTOR FRAILE (2º A infantil)

H abía un pingüino morado que vivía en el lejano Polo Norte, se llamabaPompita, y como tenía mucho frío y estaba muy solo, decidió ir a buscaramigos a un lugar más soleado y calentito.

En el camino encontró un mapa roto que se le había volado a alguien, y el mapa leenseñó el camino a España.

Una vez en España el mapa le guió hasta Valladolid, donde encontró una casa para vivir.

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y estar calentitos por la noche. Cuando iban andando, Tomás le preguntó a Mirta:

–Mirta, ¿de qué te vas a disfrazar esta noche para ir a la fiesta de la cigarra Inés?”.

–¿Fiesta? –preguntó Mirta– ¡Es verdad! ¡Se me había olvidado completamente! ¿Yqué voy a hacer si no tengo disfraz?, ¡no voy a poder ir a la fiesta!

Tomás, además, añadió: “y acuérdate de que la cigarra Inés nos pidió que cada uno denosotros lleváramos una cosa para compartir y a ti te había tocado llevar un bizcocho”.

Mirta se puso un poquito nerviosa porque no sabía como podía hacer un disfraz y unbizcocho en tan poco tiempo, para poder ir a la fiesta de disfraces de la cigarra Inés.

De pronto, se le ocurrió una idea: “Ya sé! –exclamó Mirta– Pediré ayuda al resto delos animales del bosque, pero primero tengo que pensar un disfraz. A ver, a ver... ¡yaestá! Me disfrazaré de pirata. Necesito una falda de rayas, unas botas de caña alta,un chaleco, un parche para el ojo y un pañuelo rojo para la cabeza”.

–¿A quién le puedo pedir una falda de rayas? –se preguntó Mirta– ¡vale!, se la pediréa la cebra Lucía, que sabe mucho de trajes de rayas”.

–¿Y las botas? Bueno, el ciempiés Lucas tiene muchas!, seguro que me puede prestaralgunas!

–¿Y el chaleco? Éste era más difícil de conseguir –pensó la hormiga Mirta. Tras unratito, se le ocurrió que podía pedir el chaleco a la araña Marta, que aunque no teníachalecos, ¡sabía tejer muy bien!

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La fiesta de disfracesIVÁN ALMARAZ (2º A infantil)

M irta es una hormiga muy, muy trabajadora,pero un poquito despistada. Se olvidabade ponerse los calcetines, se olvidaba de

los cumpleaños de sus amigos, se olvidaba de llamar por teléfono asus abuelos... pero, a pesar de ello, todos los animalitos del bosquedonde vivía la querían mucho, porque siempre estaba dispuesta aayudar a sus amigos cuando la necesitaban.

Una mañana de marzo, que hacía sol aunque un poquito de frío,Mirta salió del hormiguero con su amigo Tomás, para ir a buscarunas ramitas de paja que habían visto para poder encender fuego

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Gracias a la ayuda de todos sus amigos (la cebra Lucía, el ciempiés Lucas, la arañaMarta, el loro Manolo y el cuervo Daniel), Mirta pudo ir a la fiesta de disfraces de lacigarra Inés. ¡Y qué bien se lo estaba pasando! ¡Todos los animalitos del bosqueestaban en la fiesta con unos disfraces muy bonitos!.

Y para comer había bizcocho, tarta de chocolate, gusanitos y un montón dechucherías más, ya que cada animalito había llevado algo a la fiesta.

De pronto, se oyó un fuerte ruido y un temblor enel suelo ¡corred, corred! –chilló alguien– es elelefante Roberto que viene hacia aquí.

Todos los animalitos se escondieronentre los arbustos, en los agujeros de losárboles e incluso en la madriguera de lafamilia conejín. Cuando el elefante Robertollegó a la explanada donde secelebraba la fiesta de disfraces,frenó en seco y se quedóextrañado: –¿No había aquí unafiesta de disfraces?.

Al oir esto, salió la cigarra Inés,disfrazada de india, de detrás delos arbustos y le dijo:

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El pañuel rojo para la cabeza decidió pedírselo al loro Manolo, que cuando era joventrabajó con el pirata Patapalo por el mar Mediterráneo. Y para el parche del ojo, Mirtacogió una cartulina negra y un goma y se lo hizo ella misma.

–¡Bien! Ya tengo el disfraz para esta noche –penso Mirta– Y ahora necesito huevos,azúcar, harina, aceite y yogur de limón para hacer el bizcocho. Pero ¿cómo voy aconseguir estos ingredientes? Los huevos se los voy a pedir a la gallina Cleta pero¿y el resto?”.

En esto estaba pensando la hormiga Mirta, un tanto preocupada, cuando pasó elcuervo Daniel que, aunque era un poco travieso y un poco ladronzuelo, en el fondoquería mucho a Mirta.

–¡No te preocupes! –le dijo a Mirta el cuervo Daniel– entraré en la granja que hay alfinal del bosque por la ventana de la cocina y yo te traeré la harina, el aceite, elazúcar y el yogur de limón.

Y dicho y hecho, ¡al rato Mirta ya tenía todo para poder cocinar el bizcocho!

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El niño y el pezDAVID CALLEJA (2º B infantil)

Y por fín llegó el gran día, ese día tan especial, el día de su cumpleaños.Yago cumplía seis años.Después de una sencilla comida, el mejor momento sin duda fue la

apertura de regalos: un coche, una pista de coches y una caja alargada que su papále entregó envuelta en un papel brillante de divertidos colores.

Muy emocionado la abrió, y ¡qué sorpresa!, la caña de pescar que había soñado. Supapá la había fabricado él mismo, y consistía en un simple palo con un hilo decáñamo en una de sus puntas.

Al día siguiente Yago se despertó muy temprano; tenía muchas ganas de ir a pescar.

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–¡Qué susto, Roberto! Pensábamos que nos ibas a pisar con tus enormes pies todaslas mesas y las sillas y tirar al suelo todas las chucherías!”.

–¿Pisar?” –dijo el elefante Roberto– ¡qué va, quiero participar!.

Y sacando de un bolso que llevaba un disfraz de payaso, se puso a tocar una trompetapara animar la fiesta.

Y colorín, colorado... la fiesta del bosque aún no ha acabado.

¿Queréis participar? Pues preparad un bizcocho y un disfraz.

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–No te preocupes Juan, coge un par de puñados de estos ricos peces y llévaselos a tumamá –le dijo Yago encantado.

Al poco de continuar su camino hacia casa, Yago cruzó frente a la puerta de la casade su abuelo, que era muy mayor y apenas veía.

–Hola abuelo.

–Hola nieto mío.

–Abuelo, qué delgado te veo; te dejaré unos peces para que la abuela los cocine paracomer.

Y así, durante todo el camino de regreso a casa, Yago fué repartiendo peces a todoel que se encontraba a su paso.

–Mamá, ya estoy en casa –gritó al llegar, aunque no muy contento, al darse cuentajusto en ese momento de que en la cesta sólo quedaba un pez y, lo peor de todo, yano llevaba consigo su caña nueva.

Mamá lo consoló y se dispuso a preparar el pez para comer ese mismo día.

Se veía tan fresco que todos querían probarlo, incluso su hermanita que era muypequeña. Tendrían que hacer cuatro trozos, pero sucedió una cosa formidable; cuálsería su sorpresa cuando papá, tratando de partir el pez, y viendo que no podía,descubrió que del interior del pez salía un brillo deslumbrante... ¡su espina era de oro!

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Mamá le preparó una cestita con elalmuerzo, cogió su bicicleta y a todavelocidad junto a su perrito y gran amigoPipi, tomaron camino hacia el río.

–¡Ten mucho cuidado y vuelve al la horade comer!

Pero Yago ya no escuchó los consejos de sumamá. Estuvo toda la mañana a la sombrade un árbol lanzando su caña nueva una yotra y otra vez, hasta que de repente se diócuenta de que había llenado la cesta depeces. Saltando de contento fue allevárselos a su mamá para comer.

De camino hacia su casa se encontró conJuan, un amigo suyo del colegio cuyafamilia era muy pobre.

–Hola Juan, ¿qué haces por aquí?

–Mi mamá me ha dicho que hoy noteníamos comida y que saliese a la callea ver si encontraba algo.

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El pueblo ColorínIRENE SÁNCHEZ (2º B infantil)

H abía una vez un pueblo de casitas muy pequeñitas de diferentescolores, pero sólo las había de colores bonitos.En el pueblo vivían unos duendes de orejas puntiagudas y nariz redonda

como las de un payaso, cada duende era de un color. Los duendes naranjas vivían encasas naranjas, los duendes verdes vivían en casas verdes, y así cada duende vivía enla casa de su mismo color.

Con ellos vivía un hada madrina de color rosa, con las orejas puntiagudas y la narizredonda, su casa era grande y de color rosa.

Este pueblo se llama “Colorín”.

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Dieron saltos de alegría, y al cabo de un rato sus papás le dijeron a Yago, que laespina de oro del pez era completamente suya, y ya que se había portado muy bienregalando los peces a todo aquel que los necesitaba, podría hacer con ella lo quequisiera.

Yago lo pensó un minuto y luego, sin dudarlo contestó:

–Venderé la espina de oro, y con el dinero que me den regalaré una bicicleta a miamigo Juan y me compraré una caña nueva. Así podremos ir juntos a pescar ydaremos comida a todo el que lo necesite. ¡Nos lo pasaremos pipa!

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El hada maléfica tenía prisioneroal dragón Juan, amigo de los duendecitos delpueblo “Colorín”. Lo tenía encadenado en su casa negray no podía echar fuego por su enorme boca ya que le habíahecho un conjuro para que su boca se secara.

Los duendecillos del pueblo “Colorín”estaban muy tristes porque no podíanjugar con el dragón, pensaban ypensaban qué podían hacer para liberara su amigo sin ser vistos por el hadamaléfica a través de su bola mágica.

–¡Ya lo tengo! –dijo el hada madrina–con mi magia crearé un camino invisible, desde el pueblo Colorín al pueblo de loscolores feos. Este camino será invisible para el hada maléfica y no nos podrá ver ni oír.

Así el hada madrina dijo las palabras mágicas “Abracadabra patas de cabra”, ycontentos enseguida se pusieron de camino cantando y bailando a liberar a su amigoel dragón Juan.

Pero al llegar al pueblo de colores feos se terminó el camino invisible.

–¿Y ahora qué hacemos? –preguntó el duende de color amarillo– si salimos delcamino invisible el hada maléfica nos verá a través de su bola mágica.

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Cerca del pueblo “Colorín” había otro pueblo, también de casitas pequeñitas dondevivían duendes con orejas puntiagudas y nariz redonda como la de un payaso. Cadaduende era de un color, pero sólo de colores feos. Los duendes de color gris vivían encasas de color gris, los duendes de color marrón vivían en casas de color marrón, yasí cada duende vivía en la casa de su mismo color. Estos duendecitos siempreestaban tristes y de mal humor, porque con ellos vivía el hada maléfica en una casagrande y de color negro.

El hada maléfica siempre vestía de negro. En su casa tenía una bola mágica desde lacual podía ver todo lo que pasaba en su pueblo y alrededores, todo, menos al pueblo“Colorín” porque el hada madrina había creado con su magia una burbuja alrededordel pueblo para no ser visto.

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El elefante voladorÁLVARO GARCÍA (3º infantil)

E l elefante Bentenson estaba viendo los dibujos animados de Bob esponjaen la tele. Como vio que Bob esponja jugaba con las medusas, el quisohacer lo mismo y se fue volando con las orejas a la playa.

Bentenson en su vuelo a la playa se encontró con un helicóptero y se asustó y se cayóal mar dándose un buen golpe.

Cuando Bentenson se dio cuenta Bob Esponja y Patricio estaban a su lado curándoley se puso muy contento.

Debido al gran golpe que sufrió no pudo volver a volar y se quedó a vivir con susamigos Bob Esponja y Patricio.

Pensaron y pensaron. Y al hada madrina se le ocurrió otra idea, se pintarían losduendes con colores feos. Y así el duende naranja pintó de negro al duende azul, elduende azul pintó de granate al duende naranja, y unos a otros se cambiaron de color.

Al entrar en el pueblo de colores feos el hada maléfica no los reconoció en su bolamágica y pudieron llegar a la casa negra donde estaba encadenado el dragón.

El hada madrina le devolvió el fuego a la boca con su magia, y el duende rojo le quitólas cadenas de sus enormes patas.

Una vez libre el dragón todos los duendecillos se montaron en él y volando salierondel pueblo de los colores feos.

El hada maléfica al ver huir al dragón se enfadó tanto que explotó y se convirtió enmiles de confetis de muchos colores, sólo colores bonitos, que volaron por todo elpueblo de colores feos, y los duendecillos y casas se pintaron de colores bonitos.

Así los duendes volvieron a sonreir.

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Este unicornio, llamado Purpurina, se pasaba el día llorando porque sus amiguitosse reían de él. Pero después de unos días le fue creciendo el cuerno y todos sus

amigos le envidiaban y deseaban tener un cuerno tan bonito comoel suyo. Fue el unicornio más feliz del mundo. Nunca hay que

preocuparse de los problemas antes de que sucedan, en lavida todos tenemos nuestro momento para florecer y

hacernos unas personas de bien, hay que ser felicesen todos los momentos de nuestra vida.

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El que no tenía cuernoMAYRA GRANDE (3º INFANTIL)

É rase una vez un unicorniopequeñito que vivía en unlejano pueblo a las afueras

de “Todos los deseos se pueden lograr”.En este pueblo vivía toda clase de seresmágicos: los señores Gnomos con suscuatro pequeños gnomitos, los señoresUnicornio, que estaban muy tristesporque su hijo, su único hijo, no teníacuerno.

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El dragón acuáticoLORENZO SINOVA (1º primaria)

É rase una vez un dragón llamado Draqui, vivía en una ciudad muy ruidosa.Su sueño era llegar al mar de los dragones, donde se imaginaba muchoscomo él, para poder jugar.

Un día se armó de valor y decidió que era el momento de buscar el lugar tan soñado.

Empezó a andar ¡horas y horas! preguntando a todos los animales que encontraba, siconocían aquel lugar ¡pero!, nadie sabia nada.

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Se encontraba muy cansado, hambriento y desilusionado, ¡cuando de repente!, seencontró en un parque con un pajarito llamado Tuqui Tuqui que le dijo: “¿Qué te pasadragón?, ¿por qué estás tan triste?” –y él le respondió, que estaba buscando un sueñoimposible.

–¿Qué es ese sueño que te tiene tan tristón? –le dijo la lagartija.

–Quiero encontrar el mar de los dragones, pero nadie sabe donde está.

–¡Yo te puedo ayudar!

Draqui le escuchó atentamente. Ahora tienes que ir a la montaña más alta ¡ésa quepega al cielo!

El dragón dio gracias a Tuqui Tuqui y se marchó todo contento.

No fue nada fácil llegar pero alcanzó la montaña más alta, vio un lugar maravillosoque tenía un gran prado verde, al lado estaba el mar de los dragones, donde habíamuchos como él para poder jugar, estaba todo contento porque su sueño se habíahecho realidad.

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Bella y su mariposaÁNGEL RIBOTE (1º primaria)

H abía una vez una niñallamada Bella, tenía sieteaños. La gustaban mucho

las mariposas. Todas las tardes despuésde merendar se marchaba de paseo consu mamá y algunas amigas. Siempreiban buscando mariposas por todos loslados. Una tarde de verano estabansentadas en un banco jugando y seencontraron una mariposa. Bella se puso

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Jesús y el marcianoMARIO GÓMEZ (2º primaria)

É rase un niño que se llamaba Jesús. Tenía diez años y le encantaban loscohetes y las naves espaciales. Todas las noches dibujaba en un papel lasherramientas que necesitaba para construir su nave.

Un día terminó, por fin, de construir la nave y fué viajando en ella de planeta enplaneta. En uno de sus viajes cayó en un agujero negro y su nave quedó destrozada,aterrizando en un extraño planeta: el planeta rojo.

Allí se encontró con un marciano que le dijo:

–Oye tú ¿qué haces aquí?, que éste es mi planeta, terrícola.

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muy contenta cuando la vio. Había un problema,estaba herida. Rápidamente la cogieron y se la llevarona curar, tenía un ala rota. Bella se quedó un poco triste.Preguntó a su mamá que si se la podía llevar a su casa unosdías hasta que se recuperase. Su mamá la dijo que sí, Bellase puso muy contenta. Cuando llegó a casa la preparó una jaulapara que la mariposa estuviera a gusto.

Todos los días se levantaba a ver a su mariposa rápidamente. Cada día movía más elala. Después de muchos días la mariposa se había recuperado.

Como las mariposas tienen que vivir al aire libre, Bella quedó con su amiga en elparque para soltarla. Cuando llegó la tarde y merendaron salieron como siempre, peroeste viaje iban una más, que era la mariposa.

Cuando llegaron la soltaron donde se la habían encontrado y se fue volando muycontenta. Bella y su amiga estaban muy contentas porque su mariposa estabavolando. Estas dos niñas estaban muy felices de lo que habían hecho.

Y colorín colorado, Bella y su amiga se abrazaron.

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El cumpleaños de BobMANUEL CALDERÓN (2º primaria)

M i nombre es Pepe, y os voy a contarcomo llegó Bob a mi casa y a mivida. Hace unos meses una señora

muy buena que es muy, muy amiga mía, seencontró a un perrito abandonado por las calles delpueblo, se lo llevó a su casa y le lavó y le dió decomer.

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–Me llamo Jesús, tengo 10 años y vengo del planetatierra –contestó el niño– mi nave se estrellócontra un agujero negro y caí en este planeta¿podrías ayudarme?

–¡Nooooooooo puedo!

–¿Por qué? –le preguntó Jesús.

–Nuestro jefe nos está vigilando y si ayudamosa alguien nos convertirá en papilla –respondió elmarciano– debes arreglar rápidamente tu naveantes de que nos encuentre mi jefe.

Jesús se puso a dibujar la nave para comprobar los desperfectos.

–Una tuerca por aquí, otra por allá...

Al ver el marciano que tardaba mucho, decidió ayudarle. Encontró una tuerca enJúpiter, otra en Saturno y así hasta pasar por todos los planetas. Cuando las tuvotodas se las dió a Jesús y le dijo:

–¡Aquí están!, ahora ¡corre! o no llegarás a la cena.

–Gracias amigo –le contestó Jesús – no te olvidaré jamás.

Y así Jesús volvió a su casa feliz y contento, justo, justo para la cena de su mamá.

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Llamamos al veterinario para que le pusiera las vacunas, y nos dijo que pronto Bobcumpliría dos años, el día de San Valentín, el catorce de febrero.

El catorce de febrero celebramos su cumpleaños, invité a mi amigo Carlos a merendary junto a mi familia brindamos y nos alegramos de tener a Bob en casa.

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Pero ella también tenía otro perro tresveces más grande y bastante más mayor,al que no le gustaba nada la idea decompartir sus casa con el nuevo perrito yle tuvo que buscar una nueva casa.

Y le tuvo que buscar otra casa con laayuda de mamá. Hicimos un plan paraconvencer a papá para que el perritoviniera a casa. Primero probaríamos elsábado y el domingo. Como Bob se portómuy bien y se hizo querer, convencimosa papá y Bob se terminó quedando a vivircon nosotros.38

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El chico que teníamucha suerte

DIEGO SONDESA (3º primaria)

É rase una vez un niño llamado Diego que tenía mucha suerte y todo loque quería se cumplía. Por ejemplo, pedía mucho dinero y se cumplía,muchos bakugans se cumplía, muchos blebley se cumplía...

Cuando se iba a caer, dar un golpe, tropezarse, chocarse, matarse... nunca le pasabaporque tenía mucha, mucha, mucha, muchísima suerte. ¡Nunca le pasaba nada!.

Y también vivía en una casa de diez estrellas. Había ochocientos pisos y sólo vivíande la familia cuatro, e invitados había quince personas y había para más. Iba a un

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cole con sus mejores amigos, que eran: Hugo, Adri, Omar, Antonio, Raúl, David G,David D, Luis, Joel, Alex Cobos, Mario, Ángel y Santi; y de chicas le gustaban Nerea,Lucía y Alana como amigas. El deporte que más les gustaba era el fútbol, menos doschicos y dos chicas, aunque a veces también juegan a otras cosa, y ésos eran susmejores amigos y amigas, y siempre para jugar al fútbol tenían dos porterías, y todosiban al entrenamiento de fútbol menos siete de la clase, que aún había más quetambién era Diego amigo suyo y todos compartían todo.

Eran muy buenos amigos todos; eran los mejores amigos del mundo.

El pirataCarapatata

NEREA MARTÍN (3º PRIMARIA)

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Tuffy y la caja del tesoroCELIA OVEJERO (4º PRIMARIA)

É sta es Tuffy, la cobaya de esta histaria. A Tuffy le gusta mucho la acción. Un día Tuffy se encontró un mapa del tesoro. Ella no se cree que haya untesoro escondido en el barrio Watt Finck. Pero también quiere ver si es

verdad o mentira. Así que un día, Tuffy se preparó una mochila con alimetos, ropa yuna tienda de campaña. Tuffy piensa que le falta algo, cuando se da cuenta de lo quele falta ya había emprendido el camino, le faltaba lo más importante: el mapa dondeindicaba el camino del tesoro.

Tuffy está muy disgustada porque piensa que sin el mapa no lo puede encontrar y sequiere volver a casa, pero entonces se da cuenta de que ella había ido allí con unamisión, y era descubrir el tesoro. Al final decide continuar su camino, en el viaje se

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H ace mucho tiempo, el pirataCarapatata iba navegandocon su tripulación. Un día

se encontraron en una isla, cuandoentraron en la isla, oyeron unas vocesque decían: “Tenemos el tesoro, jou, jou,jou, jou”. Ellos se preguntaban de quiéneseran esas voces. De repente, una de latripulación vió a unos piratas, eran los piratasBarba Mala.

En esa isla se ocultaba el gran tesoro, pero no se podía coger tan fácilmente. Estabaprotegido por unos trols grandes y fuertes, aunque un poco tontos. En el mapa estabaun puente mágico, pero en la isla no había ninguno, era un misterio muy raro. Tanraro que uno de la tripulación se quedó pálido, de repente se cruzaron con BarbaMala y su tripulación. Barba Mala hacía rabiar a Carapatata.

–¿Sigues sin saber leer?– le preguntó Barba Mala.

–A tí que te importa– le contestó Carapatata.

Una noche se fue a bañar al mar y dijo: “Voy a leer un poco”. Se metió en el agualeyendo y así aprendió a leer.

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que han hecho por él, se lo agradece ayudándoles a buscar el tesoro, pero tienen unproblema, porque el ratón no se acuerda de su nombre y entonces le pusieron uno, lellamaron Almendrita, porque era tan marrón como una almendra.

A Almendrita le gustó mucho ese nombre, y todos contentos siguieron el viaje. Mástarde vieron la selva, a Tuffy, a Shashuki, a Colorines y a Almendrita les gustó muchola selva porque olía muy bien, era muy bonita toda la naturaleza que había en aquellugar, siguieron y siguieron hasta que... Llegaron a Watt Finck, su destino. Allí vieron

una “X” marcada en el suelo y excavaron y excavaron... hasta que vieron una caja,cuando la abrieron había una carta, en ella decía:

“¡Hola! quien esté leyendo esta carta, es que ha venido a por un tesoro, puesbien, no hay ningún tesoro.

Pero en tu aventura, has encontrado otro tesoro, que son todas las amistades quehabéis hecho, ya sé que esperabais otro cosa, pero algún día descubriréis que ése erael mayor tesoro de todos.

Cuando dejaron de leer la carta, se dieron cuenta que no había mayor tesoro que ése,y después volvieron, pero no a sus casas, se fueron a la selva todos juntos y allívivieron felices y nunca se separaron.

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encuentra con una ardilla que parecía muy simpática y se llamaba Shashuki.

Shashuki y Tuffy se hicieron muy amigas, cuando Tuffy le dijo a Shashuki a donde iba,Shashuki quiso acompañarle, pero antes de seguir el camino se fueron a la casa deShashuki para cenar e irse a dormir.

A la mañana siguiente fueron a su misión, encontrar el tesoro. Por el camino seencontraron a un loro, se llamaba Colorines, por todos los colores que tenía en suplumaje.

Colorines cuando se entera de la aventura que quieren hacer, él también quiere ir.

Cuando empiezan el viaje Colorines les dice que hay que pasar un desierto y unaselva. Cuando oyeron eso Shashuki y Tuffy se pusieron emocionadísimas porque ibana pasar muchas aventuras.

Cuando llegan al desierto, ven unaserpiente, y a los tres les daban miedolas serpientes y se fueron corriendo deallí.

Al final la serpiente se marchó y seadentraron en medio del desierto.

Allí encontraron a un ratón malherido, sepusieron a curarle, y cuando el ratón ve lo

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casi inconsciente que estaba, haciendo un gran esfuerzo y por la gran amistad quetenía no podía dejarla ahí, la cogí en brazos y la saque al patio.

Pero en el camino de salida nos encontramos a un hombre, era el director Jorge, quese estaba ahogando por el humo del fuego, le pregunté que hacía aquí y merespondió, casi sin aliento, que estaba buscando al gamberro que había incendiado elcolegio, los bomberos que estaban por allí cuando salí con Andrea, cuando se loconté, me preguntaron por qué parte le había visto, les indiqué que cerca de laentrada de la clase de segundo. Mientras reanimaban a Andrea los de la Cruz Roja,los bomberos sacaron enseguida al director. Al final salimos del colegio mientras losbomberos echaban agua y apagaban el fuego. Todos me dieron la enhorabuena, eldirector después de decirme que gracias al valor que había tenido esto sólo iba a

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Súper MiguelYAIZA DIEZ (4º primaria)

H ola, me llamo Miguel, pero todo el mundo me llama Súper Miguel y mellaman así porque un día salvé a Andrea, el ángel de mi vida. Bueno, oscontaré la historia. Hace dos semanas en clase de matemáticas sonó el

timbre, no sabíamos que pasaba, todavía faltaban 45 minutos para el recreo. Por laventana veíamos a los de segundo y tercero de primaria salir por la puerta del colegiohasta que vino Paula, la profesora de tercero de primaria y nos dijo ¡fuego!, ¡fuego!Nosotros salimos corriendo del colegio muy asustados.

Cuando estábamos fuera oímos un ruido muy fuerte que venía de dentro del colegio.Yo fuí a ver que pasaba. Cuando entré, vi a Andrea atrapada en clase, pero ¡tan-ta-ta-tán!, yo la rescaté. La arrastré de debajo de una mesa donde se había refugiado,

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Las felinasNAYARA MANGAS (5º PRIMARIA)

É rase una vez, una antigua leyenda que provenía de África. En esaleyenda, que contenía algo misterioso que hacía que África vibrara dealegría y de vida, había unas antiguas guardianas: Irina la Tigresa,

Mónica la Leoparda, Lucía la Lincesa y Laura la Gueparda.

Todas contenían el don de “Las Felinas”, su entrenador que era el Rey de África sellamaba Arón, el León de África.

Pero un día Arón presentía que África le llamaba suplicándole, era ¡Cuernotauro!

Se hacía llamar así porque era un cazador, capturaba a los animales y les vendía o lesdomesticaba para cazar a otros.

acabar en un susto, que todos gracias a mí podían contar como anécdota y no en unadesgracia que lamentar, me quitó los castigos que tenía, y como todas las historias,Andrea y yo nos dimos un beso.

Bueno... y es la historia de por qué pasaron de llamarme todos Miguel el travieso aser Súper Miguel.

Desde entonces estoy muy contento de asistir a clase en este colegio, mi Colegio.Todos los profesores y profesoras me quieren mucho, y yo a ellos, me enseñan y yoaprendo porque dentro de lo travieso que pueda ser entienden que yo soy así y misbromas se las toman a risas, todos los niños son mis amigos y quieren jugar conmigo,y las niñas todas quieren que las rescate de algún peligro, excepto esa niña que esun poco repelente, aunque las he dejado muy claro que el ángel de mi vida es y serápara siempre Andrea.

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Arón y “Las Felinas” lucharon y lucharon, pero Cuernotauro tenía máquinasinvencibles y tenía ventaja. Arón no sabía qué hacer, así que sólo se le ocurrió unaidea: sacrificarse, ése era su destino, tenía que sacrificarse por África, así todo supoder se volvería contra Cuernotauro, y caería en el abismo, pero Cuernotauro hizolo mismo. Tenía unas máquinas que convertían a personas en piedra durante unainvernación larga, y lo hizo así con “Las Felinas”, pero volvería a renacer la historia.

20 años después.

En el colegio C.E.I.P. María Montessori, la señorita Sonia, que era la profesora, dijo querepartieran estos papeles, les explicó que este papel era para un campamento a África,pero como no escuchaban la profesora puso más deberes a Alejandro, Sergio y a María.

Ainhoa, Ella, Elsa y Nicole hablaron en qué iban a pedir a nuestras madres que si ladejaban ir. Llegó el verano y de pronto Nicole apareció gritando: “¡Me han dejado iral campamento!”

Y de pronto Elsa, Ainhoa y Ella dijeron las tres que también. Es el jueves.

Por fin llegó el jueves, Elsa dijo –“Chicas, rápido, que perdemos el avión”

-Menos mal –dijo Ainhoa, pero se la quedó atascada la maleta e iban a despegar ysalió toda su ropa por los aires.

Tras diez horas de vuelo llegaron a África, en ese momento apareció el instructor. Sellamaba Jorge, era un profesor muy exigente y nos mandaba hacer flexiones, a Nicole

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Las cuatro se quedaron impresionadas. El problema es que el señor es Lucas, elsucesor del Rey de África. El León Lucas sentía que esas chicas tenían algo especial,y en ese instante se dió cuenta que antes de él murió Arón, y dijo que renacería denuevo la historia. Despertó a las chicas y les explicó que eran las guardianas peroninguna de las tres no se lo creyó. Lucas el León les hizo mirar en su interior y laspasó como un trance y se lo creyeron.

Bien el León Lucas sintió como se sintió Arón al ver que venía Cuernotauro.

–Chicas rápido os daré vuestro “don”. Elsa, por tu valentía y por tu confianza, te doyel don de Tigresa, Tigresa tendrás el zarpazo inmortal. Ainhoa, por tu inteligencia ytu amabilidad, te doy el don de Leoparda, tendrás la rapidez de trepar. Ella, por tusensibilidad y tu cariño a todos te doy el don de Lincesa tendrás el salto mortal. YNicole, por tu fuerza de voluntad en tu amigos te doy el don de Gueparda y el poderde la rapidez total.

Apareció Cuernotauro con sus máquinas y Lucas el León dijo: “Chicas, unid todovuestro poder y concentraos”, y así lo hicieron. Les salió una frase y dijeron “LasFelinas unidas jamás serán vencidas” y se soltó una inmensa luz amarilla querepresentaba toda África y Cuernotauro quedó retado y Luwen las animó con unabanderita y todos fueron felices, incluso los animales de África y que coman perdices.

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se le mancharon los zapatos y se fue a por otros; y dijo Jorge de repente: “Alto ahíNicole!, ponte los zapatos y ponte a hacer flexiones”.

Pero dijo que les tenía manchados, y le daba asco, y Jorge respondió: “Me da igual,porque como no te les pongas, en vez de en los pies, los vas a tener en las manos,como no empieces a hacer flexiones, ¡un, dos, tres!

Por fin era la hora de dormir, y dijo Ella que estaba reventada y que no sentía laspiernas ni los brazos.

–Ya lo sé chicas, hay un remedio para eso: dormir –dijo Elsa.

De pronto se movió algo en la tienda. Era un perrito que se había perdido. Elsa dijo:“Qué mono es, me gustaría llamarlo Luwen”, y dijeron las tres que sí, que es unnombre muy bonito, pero Luwen se fue corriendo de la tienda y las cuatro loestubieron siguiendo sin parar.

Cuando encontraron a Luwen estaba con un señor misterioso. Dijo que si este perroera suyo y dijeron que sí.

–Venid conmigo, ya es de noche, mañana os iréis al campamento.

Llegaron a su casa.

–¿Sabeis que me recordais a unas chicas que se hacían llamar “Las Felinas”?, oscontaré la historia.

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–Marta: Mira ésta es la cuna que le pondremos, de color blanco que pega con todo.

–Martín: Bueno, me parece bien.

–Marina: Pero..., para qué queremos otra cuna, si yo donde quiero dormir es en esatan grande que tenéis, que ahí se debe dormir tan calentita...

–Marta: Mira, éste es el carrito que quiero, que es muy cuco.

–Martín: Ni hablar, ése tiene las ruedas muy pequeñas, yo le quiero con las ruedasgrandes, que luego sino no rueda por la arena de la playa, ya sabes que yolo quiero para la playa.

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Rosa, lila y MarinaCLARA FERNÁNDEZ (5º PRIMARIA)

H ola chicos, soy Marina, una niña... Bueno ¿o todavía no? no lo sé y sí,éstos son mis padres, Marta y Martín. Parecen majos, pero creo que unpoco raros, ellos están a lo suyo:

–Marta: Pues sí, le pondremos la habitación rosa, que a mí ese color me encanta.

–Martín: ¡Rosa! Ni hablar, de ese color yo no lo pinto, ese color es muy cursi, lapintaremos de azul.

–Marina: Que no, que yo la quiero de color lila que es el color que más me gusta,¡Ala! la habitación amarilla, bueno pintarla como queráis que yo ya luego...

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no conozco de nada?, pero si yo lo que quería era conocer a mis padres y ver mihabitación.

De repente vi a mi madre y ¡que alegría me llevé! Respiré un momento y ¡ala!, otravez con esas señoras; que si tiene pelo, que si mira que piececitos...

–Marina: Pues claro que tengo pelo, y pies, y de todo, pero que yo lo que quiero esirme a casa con mi madre. Y yo a llorar, creo que me pasé tres días y tresnoches llorando. Además ahora ya no era como antes, ahora hay que comercuando te lo dan, dormir si te dejan un rato y chocolate ni hablar, menosmal que mi madre al tercer día dijo: “¡Se acabó, nos vamos a casa y yo yano sé si me llevaron a la playa o no, porque no me acuerdo, pero lo que sisé es que me alegro un montón de haber llegado.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. 59

–Marina: Eso, eso, para la playa, que yo no sé lo que es, pero le oigo a mi padre hablartanto de la playa que debe ser una pasada.

Bueno pues así todo el día, pero lo mejor es cuando tengo hambre, que no sé muybien como, tengo telepatía con mi madre: que quiero chocolate, pues sólo tengo quepensarlo y mi madre le dice a mi padre –cariño, me apetece chocolate– y mi padreva corriendo y se lo trae; que quiero pastelitos, pues hago lo mismo ¡Ay! que bien sevive aquí: comes cuando quieras, duermes cuando quieras pero eso sí, un pocoaburrido si es, no hay mucho que hacer aquí, así es que un lunes me desperté,desayuné, y pensé –¡se acabó! ya me he cansado de estar aquí, ahora quiero salir paraver lo que me estoy perdiendo, además tengo ganas de conocer a mis padres– yempecé a llamar a la puerta, primero mi madre no se enteraba, pero cada vezllamábamos más fuerte, hasta que mi madre me oyó.

–Marta: Cariño, creo que la niña ya viene.

–Martín: No puede ser, ya sabes que todavía faltan 3 semanas.

–Marina: Que sí, que yo ya me he cansado de estar aquí, que yo ya quiero salir.

–Marta: Que te digo yo que si que viene.

–Martín: Bueno, bueno, pues si tu lo dices...

Y de repente, como por arte de magia, la puerta se abrió y yo salí, pero ¡Ay Dios mío!que susto me llevé, aquello no era mi habitación, y ¿quién es toda esa gente que yo

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por la hora perdida de antes, pero nos dimos cuenta de que Juancar no estaba,entonces nos pusimos a buscarle por todo el colegio pero no le encontramos así quenos fuimos al recreo. En el recreo estuvimos jugando al fútbol. Empatamos 6–6. Alllegar a la clase de mate desapareció otra, Sara una chica. Alex, Samu, Rubén y yonos pusimos a buscar.

No la encontraron por ningún sitio, así que la intentó buscar Esme, pero eso fue unerror, porque no volvió. Entonces pensamos y pensamos y a Andre, a Bea y a Mara seles ocurrió algo y eso era que llamásemos a la policía. Tocó el timbre y nos fuimos acasa.

Capítulo 2 – Sólo dos días

Vino la policía al colegio, estuvieron registrándolo y no encontraron nada. Nos dijeronque habían buscado por todo el colegio y que no les encontraron. Nosotros no noscreíamos que no les habían encontrado, así que nos pusimos a buscar.

Desapareció otra chica, Claudia. Todavía estaba la policía en el colegio, así que sepusieron a buscarla. Los policías pensaron que pasaba algo raro en este colegio. Elloscreían que el cole estaba embrujado, pero nosotros no nos lo creíamos. Entonces Álexdijo que por qué no miramos en el tejado, y era eso, había un hombre lobo comiendoa mis amigos. Llamamos a la policía pero cuando vino ya era tarde, se los habíancomido. Ya sólo quedábamos Alberto 2, Álex, Bea, Andrea, Mara, Rubén, Carmen,

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Terror en el colegioALBERTO MARTÍN (6º PRIMARIA)

Capítulo 1 – Sólo tres días

S ólo quedaban 3 días para Halloween. Esta mañana amaneció un día muybonito con mucho sol. Mi despertador tocó a las 8.30 como todos los díaspara irme al cole. Cuando llegué al autocar que me lleva al cole me subí

y me puse en el asiento de atrás. El camino es muy corto, sólo dura diez minutos ypor fin ya estaba en el cole. Subí a clase, 6º curso, rapidísima porque tocabaeducación física. El profe Jorge nos dejó tiempo libre, entonces echamos un partidode fútbol. Ganamos 7–0 al otro equipo. Después nos tocó mate, pero el profe no vinoy nos quedamos solos en clase. Estuvimos jugando al Monopoli hasta que a tercerahora vino Natalia a dar clase de inglés. Pero al final, en vez de dar inglés dimos lengua

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Y nos contestaron que era para meternos miedo.

–¿Y dónde están mis amigos? –les pregunté

–Ahí.

–Ah, no están muertos.

–No, mírales, y con todos mis amigos.

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Samu y yo. Todavía teníamos la esperanza de salvarnos, pero de repente oímos unruido. Era que ese monstruo se había comido a Carmen y a Andrea. Samuel sacó sumuleta y mató al monstruo. Mientras que Samuel mató al monstruo desaparecía otro,un chico, Alberto 2. En este caso no había sido un monstruo, sólo fue una bruja queandaba por ahí, no la pude atrapar, se me escapó.

Capítulo 3 – El día

Era el día de Halloween en el cole y sólo quedaban cinco niños. Pero de repente atacóun lagarto gigante asesino, que enredó a Bea con su lengua pegajosa y biscosa.

Quisimos salvarla pero ya era tarde, el lagarto gigante asesino ya se la había comidoentera. A Mara se la comió Frankistein, no la pudimos salvar, era demasiado tarde.

Luego un fantasma atacó a Rubén, que salía corriendo gritando “Mamá, mamá”. Alfinal le alcanzó el fantasma, pero como el fantasma es un espíritu viviente comoestaba inválido le atacó una fuerza: “La Masa”. Llegamos tarde, la masa ya se le habíacomido.

Rubén al principio con el fantasma tuvo suerte, pero atacó la peor, una serpierte detres cabezas. Me quedé, en realidad eran todos los profesores disfrazados demonstruos de Halloween y les pregunté:

–Pero si ayer que no era Halloween nos atacásteis.

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–Escuchadme, os voy a contar una leyenda que me enteré hace poco en el pueblo demi padre, veréis, al parecer cuando hay luna llena, si te metes en la ducha y cierraslos ojos y repites tres veces Sheila...

–No me lo digas, ¡aparece Sheila! ¿verdad? –le interrumpí yo con tono burlón.

–Ah, tú también te sabes las historia –me dijo mi amigo sorprendido.

–No me la sé, pero eso es un clásico tío, si subes las escaleras y repites Verónica tresveces, aparece el fantasma de Verónica y te empuja... jajajajajaja –empezamos areirnos los tres amigos.

Pedro no se reía e incluso llegó a enfadarse.

–Ustedes reiros, pero esa niña ha matado a mucha gente.

–Bueno, ¿y quién leches es o era Sheila? –le preguntó uno de sus amigos.

–Pues... era una niña que murió desangrada en el baño, porque creo que resbaló y se dióun fuerte golpe en la cabeza, intentaba pedir ayuda, pero nadie la escuchaba, su madreno la escuchó porque estaba borracha, y ahora pues... busca venganza o algo así.

Miré a mis otros dos amigos y empezamos a partirnos de risa, Pedro que fue el quecontó la historia se cabreó mucho y nos dijo que él siempre se duchaba con los ojosabiertos y cantando desde que escuchó esa historia. Nosotros más nos reíamos, peroen parte tenía razón, porque fuera verdad o mentira siempre que te dicen que nopienses en algo... lo haces, es increíble.

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La ducha mortalÁLEX CRISTÓBAL BURGUEÑO (6º PRIMARIA)

H abíamos comprado una botella de whisky, coca–cola, hielos y vasos, loideal para tomarnos unas cuantas copas en la playa mis tres amigos y yo.Hacía una noche estupenda, el cielo estaba precioso, muchas estrellas

y una preciosa y gigantesca luna llena. Hablábamos de las chavalas, de fútbol, demotos, de la gran fiesta que íbamos hacer para acabar el verano, la conversaciónestaba muy animada, así que uno de mis amigos y probablemente bajo los efectos delalcohol, empezó a contarnos chistes muy malos, pero nosotros también estábamosbajo los efectos del alcohol y nos reíamos más; hasta que uno de mis amigos noscontó una leyenda que había escuchado en un pueblo mientras estuvo de vacaciones,se puso muy serio y parecía que no había bebido ni una gota de alcohol.

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Así que de nuevo lleve la ducha a la cara y volví a cerrar los ojos... “Sheila, Sheila,Sheila” y ahí se quedó en blanco mi mente, abrí los ojos, jope lo había dicho, mequedé totalmente inmóvil, había un silencio sepulcrar cuando de repente, ¡CHAS!, laluz del baño se apagó, y al ocurrir esto, escuché un ¡Clic!, era el sonido del cerrojo dela puerta que se había echado.

En ese momento me encontraba a oscuras, podía ser una casualidad lo de la luz,¿pero lo del cerrojo?, será algo que se habrá caído en la cocina, pensé.

Estaba totalmente paralizado, sólo se escuchaba el agua de la ducha, totalmente aoscuras, no me atrevía a abrir la cortina de la ducha, estaba muerto de miedo, mirespiración era fuerte y rápida y mi corazón parecía que se iba a salir de mi pecho.No sé cuanto tiempo pasó cuando la cortina de la ducha se movió de tal maneracomo si alguien hubiera pasado rápidamente al lado suya y la había movido con elviento, fue cuando el cuarto baño empezó a recobrar la luz debido a la intensa lunaque había, fue cuando vi la silueta de una niña a través de la cortina del baño, sóloveía eso, estaba aterrorizado. La silueta cada vez se acercaba más, mi respiración eramuy intensa y sonora, la silueta de la niña estaba delante de la cortina del baño, yotenía la ducha en la mano, se me pasó por la cabeza darle un golpe a esa cosa, perono me podía mover, así que pasó sus manos por la cortina con la palma abierta dearriba abajo y de abajo arriba, notaba como su cabeza estaba totalmente apoyadaen la cortina, parecía que iba a entrar en la ducha, sus manos no dejaban de moversehacia arriba y hacia abajo, no paraba y cada vez lo hacía más rápido y con másintensidad, yo no sanbía que aspecto tenía, sólo parecía tener el pelo largo, sólo eso,

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Así que seguimos con nuestra charla y con nuestras copas, cuando el whisky se acabónos fuimos a bailar a una discoteca y de ahí para casa.

Durante el camino de vuelta, uno de mis amigos dijo la mayor tontería que se podíadecir en esos momentos: “no tenéis agallas de ducharos ahora...”.

Pedro miró al cielo y vio la enorme luna llena –si decís tres veces Sheila, os podeisllevar una sorpresita –dijo. Fran nos miró a los tres y nos retó a ducharnos, sin odiciendo Sheila, porque luego de la ducha nos íbamos a conectar a internet paracontar nuestra “experiencia con Sheila”.

Al principio me pareció una buena idea incluso graciosa, pero al final no lo fue. Llegóel momento de separarnos a pesar de las risas, había cierto cague en la cara de misamigos, y también por supuesto en la mía. Cuando llegué a mi casa, entré en micuarto y me desnudé, me dirigí al cuarto de baño y encendí la luz, suspiré y cerré lapuerta.

Antes de entrar en la ducha tengo que reconocer que me lo pensé bastante pero alfinal entré, así que abrí el grifo y empecé a echarme el agua por el cuerpo, la verdades que sí apetecía esa ducha ya que habíamos sudado mucho en la discoteca y hacíaun calor impresionante, empecé a echarme agua por la cara y cerré los ojos, en esemomento a mi mente se le vino un solo pensamiento, “Sheila, Sheila, Sheila” yrápidamente abrí los ojos, estaba acobardado, había estado apunto de decir elnombre de Sheila tres veces y... pero que estupidez estaba diciendo, yo mismo mehabía reído de eso y ahora estaba temblando de miedo, vaya estupidez.

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Cuando asistimos al funeral de Fran y Carlos allí estábamos todos los amigos, una vezque concluyó Pedro se acercó a mi y me dijo: “no quiero hacer leña del árbol caído,pero yo tenía razón.

–¿Cómo es que a ti no te pasó nada?” le pregunté a Pedro.

–Pues porque no me duché –me dijo con una triste risa en sus labios.

–¿Y por qué a mi no me hizo nada?”

Pedro me miró seriamentre, “no lo sé, quizas tuviste suerte de tener cortinas en tubaño”, me dijo riéndose.

A estas palabras yo le afirmé con la cabeza mientras dibujaba una breve risa en mi boca.

Al llegar a casa no quería entrar en el baño, pero lo tuve que hacer por necesidadesfisiológicas, al entrar en el baño sentí un escalofrío en todo mi cuerpo y notaba lapresencia de alguien o algo, cuando acabé salí corriendo hacia los brazos de mimadre, estuve así casi un mes entero, hasta que me acostumbré a ese escalofrío y aesa presencia fantasmal que me acompañaba en cada necesidad.Hoy en día hanpasado tres años de todo esto, aún cuando entro en el baño siento ese escalofrío y lapresencia de alguien, ¿quizás Sheila? Puede ser, porque una vez duchándome (ahorautilizo el método de Pedro, cantar y tener lor ojos muy abiertos), sentí que alguienestaba allí, pero seguía cantando, escuchaba como escribían algo en el espejo,aprovechando que éste estaba empañado, al salir de la ducha no me llevé ningunasorpresa al leer allí mismo “TE ESPERO, SHEILA”.

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no sabía como iba vestida ni nada, el miedo cada vez se apoderaba, más asustado,mi corazón latía a un ritmo frenético, creía que me iba a dar un infarto o adesmayarme, yo aguantaba en la ducha, no hacía nada y ella tampoco, así que cerrélos ojos y pensé,”vete, vete, vete” cuando los abrí la silueta ya no estaba allí, y la luzvino, fue cuando abrí la cortina del baño y vi reflejada en el espejo una caratotalmente blanca y unos labios acorde con la cara, tenía los ojos muy abiertos,desapareció a los pocos instantes, entonces abrí el cerrojo que aún seguía puesto ysalí corriendo a decirselo a mis padres, “papá, mamá.. una niña, en el baño, una niñamuerta,” mis padres estaban dormidos y se llevaron un buen susto, creían que habíatenido una pesadilla, pero ¡jope! estaba desnudo y muerto de miedo, temblando,tanto era mi miedo que esa noche tuve que dormir con mi madre y mi padre se tuvoque ir al sofá.

Al día siguiente, mi madre me despertó, “te tengo que dar una mala noticia”, aúntenía el miedo metido en el cuerpo, entonces mi madre me dijo que Fran y Carloshabían muerto por causas desconocidas en esa noche, entonces rompí a llorar, “fuela niña, fue la niña...” no paraba de repetir una y otra vez, “¿qué niña cariño?” me dijomi madre, “Sheila, si dices su nombre mientras te duchas y hay luna llena, aparece suespíritu para matarte”, mi madre me miró y me dijo “hijo mío es normal que piensesesas cosas, es un golpe muy duro”, “es verdad, jope, yo la vi anoche, pero no sé porqué no me hizo nada”, mi madre no me creía y yo cada vez me sentía mas impotente.

Estuve el día entero en mi casa, sin salir, sin llamar a nadie, fue cuando me dí cuentaque a Pedro no le había pasado nada, me levanté para llamarlo pero no pude.

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