Cuentos de brujas

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CUENTOS DE BRUJAS Cuentos escritos por los alumn@s de 5º A

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Cuentos escritos por los alumnos de 5º A

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CUENTOS DE BRUJAS

Cuentos escritos por los alumn@s de 5º A

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ÍNDICE DE CUENTOS

La fábrica de las ilusiones…………………………………………………………………… 3

Roberto Hernández

Las pesadillas se hacen realidad…………………………………………………… . 7

Leyre Nieves

La historia de Elisa y Nerea…………………………………………………………… . . 10.

Lucía González

Ranita busca el amor……………………………………………………… .…………………… 12

Paula Fuentes

La bruja Carla………………………………………………………………………… . .……………… . 15

Rubén Docasal

La pequeña bruja……………………………………………………………… . .……………… . . 17

Elisa Blanco

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La bruja de Canterbury……………………………………………………………… .…… 20

Gonzalo Casado

La familia de las doce claves……………………………………………………… 22

Almudena de Justo

El Gato con Botas contra Brujaxa…………………………………………… . . 25

Ramón Sánchez

Kika y Kiko…………………………………………………………………………………………… . . . 27

Nerea Gala

Cuento de una bruja………………………………………………………………………… . . 31

Carlos Capell

La bruja Rafaela………………………………………………………………………………… . . 33

George Ardelean

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Las pesadillas se hacen realidad.

Esta es la historia de una niña, que tenía miedo a dormirse porque una bruja malvada la hechizó y siempre tenía horribles pesadillas. Un día estaba tan cansada que no pudo más y se durmió, entonces, empezó una pesadilla, que se hizo realidad.

Ella se llamaba Leyre y su amiga Cristina. Volvían del colegio donde habían estado contando historias de miedo que habían pasado en su pueblo. Subían la cuesta de casa de su abuela, donde Leyre había invitado a cenar a Cristina. Allí había una casa en la que se decía que una chica joven se había quitado la vida ahorcándose. Era una casa enorme con un pequeño torreón lleno de hierbas donde había una ventana. Ahora estaba deshabitada. Cuando pasaron por ahí, tuvieron curiosidad y miraron hacia la ventana y vieron una chica que movía los brazos y los labios pidiendo ayuda. Ellas, asustadas, salieron corriendo hasta casa de la abuela. La contaron todo lo sucedido y la abuela les explicó los rumores que se decían sobre la casa: que en ella habitaban fantasmas y que nadie la quería comprar. Esa noche no pudieron dormir, así que fueron a buscar a sus amigos del colegio. Estuvieron hablando de lo que habían visto y decidieron ir a la casa. Cogieron algunas linternas y algunos objetos para defenderse por si pasaba algo.

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De camino, algunos decidieron irse a su casa, tenían miedo, solo se quedaron unos cuantos. Al llegar a la casa ninguno se atrevía a acercarse a la puerta, hasta que Leyre decidió ser ella la primera en entrar. Al acercarse vio que la puerta estaba entreabierta y entraron. Fueron pasando uno a uno todos detrás de Leyre. Una vez dentro empezaron a mirar todas las habitaciones de la casa y de camino a las escaleras oyeron un fuerte grito y la puerta de la entrada se cerró de golpe. Asustados, todos miraron hacia atrás, creyendo que había sido Alfonso, que era el último en la fila, pero Alfonso no había sido, estaba delante. A pesar del miedo siguieron adelante y subieron las escaleras hacia el torreón donde Leyre y Cristina habían visto a la chica. Mientras subían por las escaleras, sucedieron cosas muy raras: se escucharon gritos, gente susurrando, los llantos de una niña que parecía estar sufriendo mucho… Todo esto hizo que se pensaran si subir o salir de allí, pero la curiosidad era más fuerte que el miedo que sentían y subieron hasta arriba. De repente el techo empezó a crujir, todos cerraron los ojos muertos de miedo, no querían ver lo que estaba sucediendo, y en un instante cayó una chica del techo que parecía haber sido ahorcada.

Se acercaron a verla. La chica abrió los ojos, ¡ahhh! todos gritaron asustados.

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Ella intentaba hablar, las palabras no le salían, pero consiguió susurrar algo. Leyre se acercó para escuchar que decía, la chica la cogió del brazo para acercársela más y la dijo que necesitaba ayuda para que su alma fuese libre y ella no tuviera más pesadillas. Leyre no entendía lo que pasaba. La chica consiguió alzar un poco la voz y les dijo: - Tenéis que bajar al sótano, poner unas velas en un círculo. Las velas las encontraréis en la escalera y tenéis que decir esto: “Inbruja, inespiritu non hechizo”. Al decir esto la chica desapareció. Los niños se quedaron asombrados, no sabían qué hacer. Miraron a Leyre y bajaron al sótano como la chica había dicho, tenían que ayudarla. El sótano estaba muy oscuro y los ruidos que se oían eran cada vez más fuertes. Fueron siguiendo los pasos que les había dicho la chica. Primero cogieron las velas que había en la escalera. Después cada uno de ellos encendió una. Tenían mucho miedo y no sabían si iban a ser capaces de lograrlo. Pusieron las velas en el suelo en forma de círculo y con los ojos cerrados, para no ver lo que pasaba a su alrededor, dijeron aquellas palabras: “Inbruja, inespiritu non hechizo”. Todo quedó en silencio y desapareció todo lo que había alrededor de Leyre. Se despertó y todo había sido una pesadilla. ¿Sería verdad que ya no tendría más pesadillas? Así fue, nunca tuvo más pesadillas y la casa del torreón se vendió.

FIN

Leyre Nieves Ruiz.

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Ranita busca el amor

Érase una vez una bruja, que se llamaba Ranita .Era una bruja como las demás,

lo único que la diferenciaba era que no tenía novio. Cuando quedaban para practicar

conjuros, todas iban acompañadas de sus novios y Ranita iba sola.

Pero, no creáis que no lo intentó. Tuvo dos novios Merlín y el Mago de Oz, pero aquello no funcionó.

Sus amigas le aconsejaron celebrar una fiesta. Ranita se lo pensó, ya que

celebrar una fiesta requiere tiempo, pensar a quién voy a invitar, qué canapés voy a

poner, dónde se va a celebrar, porque en mi casa no se puede, mi madre cree que

todos los chicos de la escuela se mueren por mis huesos. ¿Qué voy a hacer? Después

de tanto pensar se fue a la cama había sido un día muy largo.

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Al día siguiente la brujita preguntó a su amiga Catri que si podía celebrar la

fiesta en su casa, ella la contestó que sí, pero tenía que ser el viernes. Ranita dudó

porque ese día iba a cenar con sus padres, pero era el único día que la madre de Catri

tenía turno de noche y mañana. La solución era engañar a sus padres.

Por la mañana se levantó muy pronto, con ganas de trabajar en los

preparativos. Tenía que pensar cómo iba a decorar la casa de su amiga.

Después de dudar mucho, se decidió por el morado que era su color favorito.

Los canapés serán salchicha envuelta en bacon, sándwiches y mini-lasañas. De

postre pondría pastel del chocolate con nata.

Los invitados serán Harry Potter, Hermion, el Gato con botas, todos los

chicos/as del cole…

Las invitaciones, por supuesto también serán de color morado:

Por fin llego el viernes, todos los invitados estaban muy elegantes, pero Ranita

estaba preciosa.

A pesar de que fue un éxito la fiesta, la noche acabó y Ranita tampoco encontró

el amor.

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Cuando estaba en la cama, esa misma noche, decidió viajar, que la encantaba.

Pensó destino y Londres fue su elección. Le gustó muchísimo y fue súper feliz esos

días.

Fin

Paula Fuentes.

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La pequeña Bruja Hace unos cuantos años ya, vivía una niña en un pueblo un

poco grande. La niña era un poco… no sé, tímida o

solitaria, bueno el caso es que esa niña no jugaba en el

patio ni quedaba demasiado con sus amigas. A la niña la

llamaban Bruja, no sé por qué, debía ser porque vestía

siempre de negro, por la clase de música que escuchaba o

por ese tipo de cosas.

Un día Bruja quedó con su mejor amiga que se llamaba Estefanía pero la llamaban Estefi.

Se aburrían mucho y Estefi preguntó:

- ¿Quieres que llamemos a María, Raquel y Sara para ver si quieren quedar con

nosotras?

Bruja contestó:

- Bueno, no sé, venga vale.

Llamaron a sus amigas y dijeron que quedaban en el parque. Pero al llegar las habían

dejado tiradas. Bruja se enfadó muchísimo, estaba tan nerviosa que su cara parecía la

de una gárgola.

Cuando se enfadó notó una sensación muy rara, era como si le retorcieran los huesos,

pero era solo un instante y no le dio importancia.

A la mañana siguiente estaba muy cansada, suerte que era sábado aunque seguía

pensando en lo que pasó el viernes. Cuando se levantó de la cama, su madre le dijo que

iban a ir a la casa de sus primos pequeños. No le apetecía ir pero la verdad es que le

encantaba estar con sus primos, además siempre iban al parque. Pero esa vez no tenía

ganas de moverse, estaba muy cansada, pero a pesar de todo fue directa a las Rozas que

era donde estaba la casa de sus primos.

En casa de sus primos se le quitó el cansancio y fueron al parque con los patinetes, se lo

pasó genial y en el momento en que se lo estaba pasando mejor, volvió a sentir esa

extraña sensación que le pasó cuando se enfadó.

Cuando volvió de la casa de sus primos estaba muy cansada y volvió a tener esa

sensación.

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El domingo estuvo estudiando y cuando acabo de estudiar ayudó a su padre a colocar las

cosas del desván. Cuando subió sola al desván, tenía mucho miedo y volvió a tener la

sensación. Cuando ya habían pasado unos minutos decidió contárselo a Estefanía.

Cuando iba camino de la casa de su amiga, Bruja tuvo que pasar por un bosque pequeño

lleno de pinos donde se te llenaban los zapatos de tierra y arena, era desagradable.

Había perros callejeros y muchos

insectos, no había luz y olía a

zarigüeya muerta.

Cuando estaba caminando por el

bosque Bruja tenía la sensación de

que alguien la observaba, de

repente, una luz blanca más espesa

que la niebla la llamo la atención. Se

acercó a la luz blanca, y muy

despacio apareció una mujer

pequeña que empezó a hablar:

- ¿Tú eres Bruja verdad?, ya lo

sabía. No puedes decirle a nadie lo

que te pasa.

La niña asustada dijo:

-Pe, pero tú, tú ¿quién e, eres? ¿Y por qué sabes lo… lo que me pasa?

La mujer exclamó:

-¡Yo soy el hada de las brujas y vengo a informarte de lo que te pasa! Lo que te pasa es

que cada vez que expresas un sentimiento te vuelves cada vez más bruja. Resumiendo, te

estás convirtiendo en bruja. Y ahora te tengo que llevar a las tiendas de magia para

comprar las cosas de la escuela.

Bruja movió la cabeza negativamente porque no quería ir. No sabía ni siquiera si se iba a

tragar lo de la magia y lo de las brujas. Pero de repente se encontraba allí y no tuvo más

remedio que comprar las cosas.

El hada dijo:

-A ver, tenemos la escoba, los libros, las pócimas el material. ¿Pero que falta…?

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El hada miró a la derecha y vio la tienda de animales.

-¡El gato negro!

Después de ese día, Bruja ya empezó a dominar sus poderes y no le preocupó más esa

sensación. ¡Ya era bruja del todo!

Elisa Blanco.

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La familia de las doce claves

Juliet vive con sus primas Stella y Luna, las gemelas. La madre de las gemelas

trabaja 20 horas al día para mantener a su hermana, a sus hijas y a su sobrina,

pues su hermana está muy enferma.

Una buena tarde de verano las niñas descubren sus poderes. Stella, que siempre

está muy contenta, descubre que puede predecir las cosas malas que van a pasar

mientras que Luna, la enfadica, descubre que puede ver las cosas buenas. Juliet

era nada más y nada menos que una bruja.

Sus madres pensaron que si las mandaban a palacio podrían ser útiles.

En el palacio, al verlas, la princesa Rapuncel pensó:

-Me podrían divertir y traerme cositas de fuera pues yo con esta melena no

puedo salir... aun mejor: ¡¡¡Que me den todo lo que yo quiera y Mili tendrá algo!!!

Rió un buen rato y miró a Mili que reía también.

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Las niñas lo hablaron y Stella dijo:

-Serán majas, seamos amables, además son una princesa y su consejera.

-Pues yo no me fío de vampiros chupa-sangre y princesas mimadas-dijo Luna.

Y entonces Juliet dijo:

-Si al final ¿qué va a pasar?

La princesa las llamó y dijo:

-En todo el reinado de mi familia han existido doce chicas llamadas Rapuncel,

buscad lo que les gustaba a cada una.

Fueron al bosque del árbol centenario, al río Lío después…

Juliet estaba llena de animales mordedores, Stella llena de granos y Luna casi

ardiendo.

De repente llegó la reina que pidió que las curaran, regañó a la princesa,

despidió a Mili y trajo a las madres.

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¡Otro buen final de la época medieval!

Almudena de Justo

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EL GATO CON BOTAS CONTRA BRUJAXA

[1er capítulo]

Había una vez un gato llamado Camuñas,

pero le llamaban Gato con Botas,

e iba salvando los reinos de todos los lugares

de España.

Le llamó el rey de Cobeña y le dijo:

- Por favor Gato con Botas,

¿puedes salvarnos de la malvada bruja llamada

Brujaxa?,

lleva un parche en el ojo.

El Gato con Botas respondió con valentía:

- Sí, voy a salvar a todo tu reino.

Y el rey le respondió:

- Muchísimas gracias.

Y el Gato con Botas emprendió su camino.

[2º capítulo]

Tuvo que cruzar unos bosques,

y por uno de ellos se encontró con un ogro

y tuvo que luchar contra él.

El ogro le pilló por sorpresa y dijo:

- ¡Nadie pasa por ese bosque sin mi permiso!

Y el Gato con Botas sacó su espada

y empezó a luchar con el ogro,

saliendo victorioso,

pero el ogro dijo:

- Me habrás ganado a mí,

pero a Brujaxa nunca la ganarás,

aunque tenga un solo ojo

tiene muy buenos reflejos .

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[3er capítulo]

El Gato con Botas salió del bosque

y se encontró con un enorme castillo

que resultó ser el castillo de Brujaxa.

El Gato con Botas siguió hacia adelante

y se encontró con Brujaxa.

El Gato con Botas sacó su espada.

Brujaxa dijo:

- ¡Así que tú eres el Gato con Botas!

Y el Gato con Botas dijo:

- ¡No me intimidas!

Y empezaron a luchar.

Brujaxa lanzó una bola de energía,

y el Gato con Botas la paró con su espada

clavándosela en la espalda y matándola

y el pueblo le dio las gracias.

[Fin]

Ramón Sánchez.

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