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Que todos los seres encuentren la felicidad y hallen las causas que conducen a ella, y que se liberen del sufrimiento y las causas de ellas.https://www.facebook.com/pages/Filosof%C3%ADa-Marcial/343717279070725

El anillo del Maestro:Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. Cmo puedo mejorar? Qu puedo hacer para que me valoren ms?El maestro sin mirarlo, le dijo:-Cunto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizs despus y haciendo una pausa agreg: si quisieras ayudarme t a m, yo podra resolver este problema con ms rapidez y despus tal vez te pueda ayudar.-E encantado, maestro- titube el joven, pero sinti que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas. Bien, asinti el maestro. Se quit un anillo que llevaba en el dedo pequeo y dndoselo al muchacho, agreg:-Toma el caballo que est all afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por l la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo ms rpido que puedas.El joven tom el anillo y parti. Apenas lleg, empez a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algn inters, hasta que el joven deca lo que pretenda por el anillo.Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos rean, otros le daban vuelta la cara y solo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En el afn de ayudar, alguien le ofreci una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tena instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechaz la oferta.Despus de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, ms de cien personas, abatido por su fracaso mont su caballo y regres. Cunto hubiera deseado el joven tener esa moneda de oro! Podra entonces habrsela entregado l mismo al maestro para liberarlo de su preocupacin y recibir entonces su consejo y ayuda. Entr en la habitacin.-Maestro -dijo- lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizs pudiera obtener dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engaar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.-Qu importante lo que dijiste, joven amigo -contest sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. Quin mejor que l para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregntale cuanto te da por l. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aqu con mi anillo. El joven volvi a cabalgar.El joyero examin el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pes y luego le dijo:-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle ms que 58 monedas de oro por su anillo.-58 MONEDAS! -exclam el joven.- S, -replic el joyero- yo s que con tiempo podramos obtener por l cerca de 70 monedas, pero no s si la venta es urgenteEl joven corri emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.-Sintate -dijo el maestro despus de escucharlo- T eres como este anillo:Una joya, valiosa y nica. Y como tal, slo puede evaluarte verdaderamente un experto. Qu haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto, volvi a ponerse el anillo en el dedo pequeo.-Todos somos como esta joya, valiosos y nicos y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Erase una vez un maestro taosta centenario que tena un joven discpulo intrigado por el motivo de su avanzada edad...- Maestro, cual es el secreto de la longevidad?- Es muy simple, basta con:Comer la mitad.Andar el doble,Y rer el triple.Comer la mitad: La moderacin (el camino del medio).Andar el doble: La prctica psicofsica o espiritual diaria y constante, aumentando progresivamente las capacidades propias.Y rer el triple: La alegra... lo ms sencillo del mundo para vivir nuestros momentos con plenitud, con energa, con positividad.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------LA CAMISA DEL HOMBRE FELIZEn las lejanas tierras del norte, hace mucho tiempo,vivi un zar que enferm gravemente. Reuni a losmejores mdicos de todo el imperio, que le aplicarontodos los remedios que conocan y otros nuevos queinventaron sobre la marcha, pero lejos de mejorar, elestado del zar pareca cada vez peor. Le hicierontomar baos calientes y fros, ingiri jarabes deeucalipto, menta y plantas exticas tradas encaravanas de lejanos pases.Le aplicaron ungentos y blsamos con losingredientes ms inslitos, pero la salud del zar nomejoraba. Tan desesperado estaba el hombre queprometi la mitad de lo que posea a quien fueracapaz de curarle.El anuncio se propag rpidamente, pues laspertenencias del gobernante eran cuantiosas, yllegaron mdicos, magos y curanderos de todas partesdel globo para intentar devolver la salud al zar. Sinembargo fue un trovador quien pronunci: Yo s el remedio: la nica medicina paravuestros males, Seor. Slo hay que buscar a unhombre feliz: vestir su camisa es la cura a vuestraenfermedad.Partieron emisarios del zar hacia todos los confinesde la tierra, pero encontrar a un hombre feliz no eratarea fcil: aquel que tena salud echaba en falta eldinero, quien lo posea, careca de amor, y quien lotena se quejaba de los hijos.Mas una tarde, los soldados del zar pasaron junto auna pequea choza en la que un hombre descansabasentado junto a la lumbre de la chimenea: Qu bella es la vida! Con el trabajo realizado,una salud de hierro y afectuosos amigos y familiaresqu ms podra pedir?Al enterarse en palacio de que, por fin, habanencontrado un hombre feliz, se extendi la alegra. Elhijo mayor del zar orden inmediatamente: Traed prestamente la camisa de ese hombre.Ofrecedle a cambio lo que pida!En medio de una gran algaraba, comenzaron lospreparativos para celebrar la inminente recuperacindel gobernante.Grande era la impaciencia de la gente por vervolver a los emisarios con la camisa que curara a sugobernante, mas, cuando por fin llegaron, traan lasmanos vacas: Dnde est la camisa del hombre feliz? Esnecesario que la vista mi padre! Seor -contestaron apenados los mensajeros-, elhombre feliz no tiene camisa.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------Un da un cazador fue al bosque, se perdi y cay en un agujero profundo del que no poda salir.Durante varios das pidi ayuda, cada vez ms hambriento y dbil. Por ltimo, el Buda-gorila le oy yvino. Vio las paredes del agujero, empinadas y resbaladizas, y le dijo al hombre: Para sacarte sin dao,echar primero piedras y practicar con ellas.El gorila fue echando pedruscos en el agujero, cada vez ms grandes, y sacndolos, hasta que estuvopreparado para sacar al hombre. Con gran trabajo, tirando de piedras y lianas, empuj al hombre hastaafuera y luego sali l mismo.El hombre mir en derredor, feliz de estar fuera del agujero. El gorila yaca a su lado, jadeando. Elhombre dijo: Gracias, gorila. Puedes guiarme para salir del bosque?. El gorila contest: S, hombre,pero antes tengo que dormir un poco para recuperar fuerzas.Mientras el gorila dorma, el hombre lo miraba y empez a pensar: Tengo mucha hambre. Puedoencontrar solo la salida del bosque. Este no es ms que un animal. Puedo golpearle con una de estaspiedras, matarlo y comrmelo. Por qu no lo hago?.As que el hombre levant uno de los pedruscos tan alto como pudo y lo tir con fuerza contra la cabezadel gorila. El gorila grit de dolor y se sent rpidamente, aturdido por el golpe, con la sangrecorrindole por la cara. Al mirar al hombre y comprender lo que haba pasado, sus ojos se llenaron delgrimas. Sacudi su cabeza con pena y dijo: Pobre hombre. Nunca sers feliz.El odio nunca es vencido por el odio. Al odio se lo vence con amor. Esta es una ley eterna.