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Cuadernillo de Trabajo / Autorregulacion en tiempos de COVID-19 1

Cuadernillo de Trabajo / Autorregulacion en tiempos de COVID-192

INDICEde Contenidos

INTRODUCCIÓN

DESARROLLO DEL EJE TEMÁTICO: RESILIENCIA

1. ADAPTACIÓN Y FLEXIBILIDAD: Hábitos y Rutinas

2. AFRONTAMIENTO CRISIS: Fortalezas y Cualidades Personales y Colectivas

3. REDES DE APOYO

4. PEDIR AYUDA: Factores de Riesgo y Factores Protectores

PRESENTACIÓN MATERIAL AUDIOVISUAL

REFLEXIONES DE CIERRE

REFERENCIAS

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Este cuadernillo corresponde al último eje del Plan Convivamos con nuestras emociones, que es la Resiliencia, que a su vez tiene las siguientes sub-dimensiones: Adaptabilidad y Flexibilidad, Afrontamiento en crisis y Redes de apoyo. Aquí también podrás encontrar el encuadre y profundización a las dos cápsulas de EducaSwitch: ¡A jugar! y Desafío Familiar: Educación Socioemocional.

La pandemia por COVID-19 está poniendo a prueba las capacidades físicas y psicológicas de la población, demandando múltiples cambios en la organización y funcionamiento cotidiano con el objetivo de aminorar el impacto y prevenir el aumento de víctimas fatales. Se ha visto interrumpida la cotidianeidad de las personas, las instituciones y las comunidades, exigiendo un repertorio de prácticas y adaptaciones que ponen las capacidades psicológicas y emocionales al límite. Los factores asociados al aislamiento, la exposición a noticias a nivel mundial sobre el aumento de los contagios y víctimas, las exigencias del tele-trabajo, la convivencia en espacios reducidos,

la incertidumbre económica, conforman aspectos que sobrepasan los mecanismos de afrontamiento de las personas. Si bien, estas situaciones de crisis repercuten en unos más que otros, es esperable que un alto porcentaje de la población perciba que sus capacidades psicológicas se ven sobrepasadas (Guzmán, 2020).

Comprendiendo el contexto actual y las múltiples exigencias, es que se torna importante comprender los conceptos de flexibilidad, adaptabilidad, afrontamiento y redes de apoyo. Todos estos conceptos se pueden traducir en acciones concretas que contribuyan al bienestar emocional de los individuos y las familias.

La resiliencia es la capacidad para recuperarse y mantener una conducta adaptativa al enfrentarse a eventos vitales estresantes o desgarradores, proceso que proporciona al individuo habilidades de afrontamiento y protección adicional a la que tenía previa a la ruptura que resultó desde el evento.

Introducción


Desarrollo del eje temático:

1. ADAPTACIÓN Y FLEXIBILIDAD: Hábitos y rutinas

Comencemos por describir la ADAPTABILIDAD como la capacidad para acomodarse a los cambios en diversas situaciones de distinta índole, sin que esto signifique una menor funcionalidad. A su vez, esta capacidad está relacionada con poder entender y apreciar perspectivas diferentes de una situación y así adaptarse a nuevas circunstancias que modifican las ya conocidas o experimentadas. Supone la posibilidad de cambiar o adaptar nuevos enfoques en función de las necesidades, buscando mejorar u optimizar la nueva realidad. La adaptación supone también ser flexibles. De esta forma, lograr adaptarnos a las nuevas condiciones de esta crisis sanitaria, implica la necesidad de establecer nuevos HÁBITOS y RUTINAS flexibles.

Estos dos conceptos cobran suma relevancia a la hora de hablar sobre familias y organización. Si bien aquellas, parecen tener una raíz basada en la rigidez, pues suponen un orden y una repetición, en la medida que éstas se instalan como sistema, permiten ir flexibilizando en el modo de llevarlas a cabo. Para esto, entenderemos que la RUTINA corresponde

aquellas actividades que realizamos de manera regular y bajo un orden, a la forma de hacer las cosas. Los HÁBITOS en cambio, se instalan a partir de la repetición de las rutinas, comienzan a aprenderse e interiorizarse, por lo cual se conforman como una estructura que acompaña un concepto y nos ayuda a saber cómo hacer ante distintas situaciones.

Por ejemplo: Con la comida establecemos distintos pasos a seguir, desde cómo tomar el cubierto, la utilización del tiempo en masticar, así como también establecer la relevancia de consumir algunos alimentos respecto a otros. Esto sería la RUTINA y el aprendizaje de aquellos elementos y fases lo que generarían el HÁBITO, que correspondería a la ALIMENTACIÓN en este caso.

En este sentido, la RUTINA permite que los diversos miembros de la familia desarrollen tareas y responsabilidades; y como éstas se establecen como constantes en el tiempo, cada uno comienza a aprender qué, cómo y cuándo debe realizar una labor, lo que propiciaría el desarrollo de la autonomía de sus integrantes.


Es muy importante considerar en este punto que las rutinas no sean pensadas como rígidas o estáticas, pues éstas podrían generar gran aversión en quien deba desarrollarla, sino más bien como procesos que permiten estructurarnos a partir de un contexto de seguridad (por ejemplo, sin castigos frente al error) generado por la repetición y mantención de las actividades en el tiempo. De esta forma, cuando internalizamos nuestras actividades cotidianas, también vamos flexibilizando en su realización, permitiendo que tomemos decisiones para ir resolviéndolas de manera más eficiente y eficaz. Debemos pensar que no todos los días son iguales, por lo tanto, los desafíos están en cada uno de nuestros pasos.

Pensemos que, si bajo alguna situación mi rutina debiese cambiar (por ejemplo, el transporte se demora más de lo previsto) la flexibilización permitirá resolver el problema para poder continuar con los pasos siguientes a aquella situación.

Plantearemos a continuación, algunas rutinas básicas y transversales. Éstas son Orden, Higiene, Vestimenta, Alimentación Descanso y Convivencia.


EL ORDEN

Es muy necesario que comprendamos el orden, no sólo referido al ámbito físico, sino también al temporal a través de los horarios. La organización y el orden externo, permiten llevar de mejor manera nuestra organización interna, nos dan un sentido de tranquilidad y control sobre ciertos factores, lo cual beneficia el desarrollo de la inteligencia y la sensación de seguridad. En este punto, es importante considerar el orden como un estado más o menos estable, entendiendo que éste se ve alterado contantemente. Lo importante es trabajar en ser partícipe de mantenerlo por el beneficio de la familia.

Algunas de las pautas a considerar para contribuir a mejorar el orden en el hogar son:

Establecer un horario lo más ordenado y claro posible para las diversas tareas del día, intentado que éste sea respetado sin perder de vista la aparición de situaciones emergentes. Establecer responsables para cada tarea y que estos vayan variando cada cierto tiempo, para así diversificar la experiencia y no volverla tediosa. Organizar el hogar, de forma que existan ciertos lugares que permitan el desarrollo de tareas de mayor concentración y estructura (tareas escolares y responsabilidades laborales, por ejemplo).Que cada integrante tenga asociado un espacio a mantener, así como también la responsabilidad de guardar en su sitio los elementos que sean utilizados en las diversas tareas.


LA HIGIENE

Es bastante relevante, establecer mínimos de higiene necesarios para el autocuidado, así como también para relacionarme con otros y otras.

Ejemplo de esto son:• Utilización correcta del baño y sus

componentes (ducha, wc, toallas, etc.).• Lavarse las manos, cara y dientes.• Sonarse la nariz adecuadamente. • Toser y estornudar cubriéndose con el

antebrazo.• Usar mascarilla al salir de casa.

Para trabajar esto, con los más jóvenes de la casa es importante considerar un tiempo determinado para enseñar los pasos hasta que se conviertan en hábitos de higiene. Explicar las veces que sea necesario y utilizar el refuerzo positivo para incentivar más que el reto o castigo para corregir, es decir, aceptar los errores como parte del aprendizaje.


VESTIMENTA

La rutina de Vestimenta está estrechamente relacionada con las rutinas de higiene antes mencionada.

Es importante cumplir con las normas que hayan podido establecer en el hogar, como, por ejemplo:

• Cambiarse de ropa al llegar, después de una salida al exterior.

• Sanitizar la ropa como corresponde. • Utilización de mascarillas, guantes y otros

artículos protectores a la hora de establecer contacto exterior al hogar.


LA ALIMENTACIÓN

Es una de las rutinas que más difíciles en establecer, pues se entrecruzan muchos factores, tanto gustos personales como horarios y tipos de alimentación. Muchas veces esto genera dificultades entre grandes y chicos. Cuando hablamos sobre alimentación debemos considerar todos los pasos, los mecánicos y los que se relacionan con la salud (saber qué, cómo y cuánto comer).

Algunas actividades que podríamos trabajar en relación con los hábitos en la alimentación pueden ser:

• La participación de todos los integrantes en la realización de la comida, dividiendo tarea que consideren edad y grados de autonomía. Por ejemplo, algunos pueden cortar alimentos mientras a otros les toca poner la mesa o lavar la loza.

• Intentar incorporar la mayor cantidad de frutas y verduras a la dieta, alternando en lo posible sus preparaciones. • Trabajar la utilización correcta de platos y cubiertos, así como el respeto por el espacio personal del otro u otra.• Intentar separar el momento de alimentación de otras actividades, como el trabajo o las tareas, para volverlo un proceso consciente y nutritivo.• Establecer un horario, más o menos fijo, que sirva para reunir a la familia y así propiciar que ésta tenga al menos una instancia durante el día

para compartir y conversar.


EL DESCANSO

En la naturaleza, todos los seres vivos necesitamos nuestro ciclo de descanso, Si bien, dicho ciclo está regido generalmente por el día y la noche, es importante establecer hábitos que permitan un descanso real entremedio de nuestras responsabilidades.

El descanso nos permite dejar los estados de activación para entrar en el reposo, físico y mental. Por tanto, es bueno establecer momentos durante el día donde el tiempo sea de uso personal y en el cual cada miembro de la familia pueda desarrollar alguna actividad que le sea gratificante. Para esto es importante considerar:

• No todo el tiempo podemos ni debemos ser productivos.

• Intentar establecer horarios de sueño más o menos estables. Esto tiene que ver tanto con la hora de acostarse como con la de levantarse, así como con la cantidad de horas que se duerme cada noche.

• Ser responsables y realizar las tareas que a cada integrante le corresponda, para que así exista una organización que permita el descanso de toda la familia.

• Intentar generar ambientes tranquilos y cómodos, para así entrar en estados de relajación y descanso más profundos.


LA CONVIVENCIA

La convivencia es uno de los aspectos inherentes a las relaciones humanas, por tanto, se hace necesario considerar su importancia como hábito. La buena convivencia, trae consigo la tranquilidad familiar e individual. Es así, como hay ciertos preceptos básicos que se hacen necesarios tanto dentro del hogar como en toda su dimensión social:

• Saludar y despedirse. • Dar las gracias y pedir por favor. • Esperar el turno correspondiente. Por

ejemplo, en el uso de algún ordenador que se ocupe familiarmente, ducha, etc.

• No gritar, ser respetuoso y guardar silencio cuando sea necesario.

• Pedir permiso.• Aprender a compartir. • Ponerse en el lugar de otro (empatía).• Intentar ser asertivo/a en la manera de decir

las cosas que puedan generar situaciones de conflicto.


2. AFRONTAMIENTO CRISIS: Fortalezas y cualidades personales y colectivas

En este apartado revisaremos lo que se entiende por crisis, profundizando en los mecanismos que las personas utilizan para hacer frente a este tipo de situaciones, compartiendo algunos ejercicios y sugerencias que permitan contribuir al uso de estrategias de afrontamiento positivo, buscando promover la consolidación de recursos personales y familiares.

A. ¿QUÉ ES UNA CRISIS?

Según Everly y Mitchell (1999) en una crisis podemos identificar los siguientes aspectos:

• Hay un suceso precipitante, es decir, que causa la crisis (en este caso la pandemia del coronavirus y sus consecuencias).

• Es una situación imprevista. No se puede anticipar y se produce una pérdida de la predictibilidad y el control.

• Hay pérdida del equilibrio emocional (de la forma acostumbrada de sentir y de expresar lo que se siente).

• Causa sufrimiento y aumenta sensación de desprotección (dolor, tristeza, terror, inseguridad, enojo, rabia, impotencia).

• Genera cambios: la crisis puede ser un peligro y desencadenar en enfermedad, pero también puede ser una oportunidad para crecer y aprender.

• Es temporal, es decir, después se recupera nuevamente el equilibrio.• Las formas habituales en que las personas resuelven sus problemas no funcionan en esta

situación.


¿Qué ha significado para ustedes la llegada de la Pandemia?

Un evento de tal magnitud como la Pandemia de COVID-19 puede significar pérdidas materiales, humanas, de planes futuros, oportunidades, etc. También puede provocar un aumento de conflictos personales, movilizar temores y ansiedades, o bien generar espacios de oportunidad, entre otros aspectos.

ACTIVIDAD PRÁCTICA: Tomando consciencia de los cambios.

Anímate a describir aquello que ha cambiado en la vida de la familia, detallando lo que dichos cambios generan a nivel personal, tanto en el ámbito emocional, como en el ámbito del pensamiento.


B. MECANISMOS DE AFRONTAMIENTO

Los mecanismos de afrontamiento se definen como aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales que los individuos realizan para dominar, tolerar o reducir los efectos de los sucesos vitales estresantes, considerándose estos últimos como las situaciones en que no se perciben recursos suficientes para su superación.

Se pueden distinguir los siguientes estilos de afrontamiento:

• Centrado en el problema: Tiene por objetivo manejar o alterar las fuentes de estrés, utilizando mayormente el pensamiento y la acción. Se busca solucionar el problema activamente mediante el proceso de toma de decisión. La persona puede recopilar información, generar un plan de acción, encontrar actividades de distensión, buscar nuevos recursos, entre otros.

• Centrados en la emoción: Se emplean estrategias para manejar o reducir su malestar emocional (distrés) asociado a la situación estresante. Generalmente se utilizan estrategias de este tipo cuando la situación se percibe inalterable o supera las capacidades de acción, requiriendo primero modular la ansiedad, la rabia, el miedo, la ira o la frustración (distanciamiento, evasión, búsqueda de apoyo emocional, manifestación de la rabia, etc. ).

• Centrado en el significado: Este tipo de afrontamiento regula las emociones positivas, las que coexisten con las emociones negativas durante el proceso de afrontamiento de estrés. Las personas utilizan valores y creencias profundamente arraigadas, transformándolos en estrategias personales que permitan afrontar el conflicto con un sentido personal, centrándose en las fortalezas obtenidas de la experiencia de vida y reordenamiento de prioridades.

Recuerda que los diversos tipos de afrontamiento a menudo funcionan en conjunto, interactuando de manera compleja y dinámica. También se puede hablar de un estilo de Afrontamiento Improductivo, cuando la persona queda inundada por la experiencia emocional, aumentando la sensación de estrés y malestar. Encontramos aquí la preocupación en exceso, escaso o nulo afrontamiento, ignorar o evadir el problema, guardarlo para sí y/o autoinculparse. El afecto positivo ayuda a afrontar el estrés de manera efectiva y a superar sus consecuencias negativas más rapidamente, predisponiendo a las personas a evaluar la situación de estrés como un reto lo que conlleva un incremento de la esperanza y el optimismo, que a su vez genera y sostiene más afecto positivo. Como vemos, existen diferentes formas de enfrentar una situación de crisis, lo importante es no quedarnos en un estado de miedo que nos paralice, sino que más bien, podemos permitirnos tener emociones negativas, para luego expresarlas y encausarlas en acciones que propicien el sentirme mejor. De esta manera, estaremos enfrentando la crisis, aprendiendo de sí mismo y reconociendo herramientas personales que quizás no sabía que existían. Es allí donde la crisis muestra su cara más amable… ¡y se transforma en una oportunidad!


C. CUALIDADES COLECTIVAS Y RESILIENCIA FAMILIAR COMO FACILITADOR DEL AFRONTAMIENTO DE LA CRISIS

La familia, como unidad más básica de socialización y formación humana, posee diferentes desafíos, uno de los más grandes -y al que ahora valoramos con mayor fuerza-, es la capacidad de reorganizarse y funcionar a pesar de las amenazas que desde el entorno pueden surgir. Esta resiliencia familiar, nos reafirma la capacidad de auto reparación de la propia familia.

Este concepto, “relaciona el proceso de la familia con los desafíos que se le plantean; evalúa el funcionamiento familiar en su contexto social y su grado de ajuste a éste, según las diversas exigencias” que se le presentan.

Esta capacidad grupal, de sobrellevar las crisis, es una cualidad dinámica, que va surgiendo y modificándose en relación a las experiencias personales de quienes integran la familia, de la relación que establecen con su entorno y la construcción de un sistema de funcionamiento, donde comparten una red de creencias, que les ayuda a encontrar la motivación, el sentido y la esperanza de resolver aquello que les afecta.

▶ Factores a considerar para promover la resiliencia, según Walsh (1998):

1. La naturaleza de la familia, sobre todo, la cohesión, la ternura y la preocupación por los niños dentro de la familia. La relación emocional estable con al menos uno de los padres u otra persona significativa, aunque no necesariamente en todo momento, protege o mitiga los efectos nocivos de vivir en un medio adverso.

2. La disponibilidad de fuentes de apoyo externo, clima educacional abierto, y con límites claros.

3. El desarrollo de intereses y vínculos afectivos: La presencia de intereses y personas significativas fuera de la familia, favorecen la manifestación de comportamientos resilientes en circunstancias familiares adversas.

Lo anterior, sumado a la idea de flexibilidad, sobre todo atendiendo al contexto de pandemia y confinamiento en el que nos encontramos, una comunicación franca entre los miembros del grupo familiar y la resolución de conflictos de manera pacífica, siempre en un tenor de respeto y valoración por el otro, son -sin duda- elementos que permiten a las familias fortalecerse y enfrentar de mejor manera las adversidades que se les presentan, pues el individuo es un ser social, que requiere del contexto y de la red social y familiar para crecer y aprender.


D. ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO POSITIVO

▶ Reevaluación y reinterpretación positiva de la situación: Encontrar sentido a los acontecimientos a través de la reflexión e interpretación de la situación, en términos de valores y creencias personales o familiares.

▶ Creencias trascendentales: Para algunas personas, buscar un significado más profundo a la situación de crisis, que trascienda los límites personales, puede contribuir a un mayor ajuste emocional.

▶ Valoración de acontecimientos positivos: Planear y realizar actividades en la vida cotidiana que produzcan sensación de bienestar, otorgándole significado positivo. Es importante atesorar los pequeños momentos que producen emociones y sensaciones placenteras.

▶ Aceptación: Asumir la diferencia y el cambio entre las expectativas anteriores y la situación presente. El sentido del humor puede ser una buena herramienta para colaborar en el proceso de aceptación.

▶ Revisión de las metas: Adaptar las metas individuales, familiares o colectivas a la nueva situación, se torna fundamental para mantener y aumentar la sensación de control y logro. Es necesario que las metas se adecúen a las limitaciones del contexto a modo de evitar frustraciones y emociones displacenteras.

▶ Focalización en los aspectos positivos: Atender a los aspectos positivos de la situación para permanecer optimista en cuanto a su solución. Por ejemplo, se puede centrar la atención en el aporte fundamental que cada persona y familia realizan a la sociedad al quedarse en casa, o también valorar los espacios de encuentro personal o familiar que la cuarentena nos ha posibilitado, entre otros aspectos.

▶ Participación en actividades de ocio o recreativas: Realizar actividades físicas, relajantes y/o divertidas con personas cercanas. En estos tiempos sería recomendado utilizar las plataformas digitales para mantenerse contacto con los seres queridos o buscar tutoriales de diversas temáticas que nos aporten al desarrollo de nuevas habilidades.


ACTIVIDAD PRÁCTICA: La llegada del Coronavirus

La siguiente actividad tiene como objetivo explorar los efectos de la cuarentena y personificar al virus de una manera lúdica, aumentando así el espacio afectivo entre el niño/a o aolescente y las dificultades que han surgido con la llegada de la pandemia, pudiendo asumir un papel más activo frente a la problemática.

Los adultos también se pueden animar a realizarla, ya sea escribiendo, dibujando y/o combinando diferentes medios de expresión al igual que los niños y adolescentes. Sería una buena instancia para compartir en familia.

¡A comenzar! Observamos que desde que el Coronavirus llega al planeta, ha perturbado innumerables vidas y estamos interesados en conocer cómo ha sido tu experiencia con él.


▶ Sugerencias

• Es importante ofrecerle a los niños(as) y adolescentes oportunidades para expresarse, atendiendo y acogiendo así sus inquietudes y preocupaciones. Intenta responder de manera honesta y de forma apropiada a su edad. Esto ayudará a reducir cualquier ansiedad que puedan estar experimentando tu hijo(a).

• Conversar con los niños(as) y adolescentes acerca de la información que ya manejan sobre el virus crea la posibilidad de aclarar algunos malentendidos y concepciones erróneas. Así también, es importante mostrarle que es normal experimentar ansiedad o miedo cuando surgen situaciones nuevas y estresantes.

• Indagar en cómo los niños(as) y adolescentes hacen frente a las consecuencias de la pandemia y la cuarentena, permiten poder observar con mayor detalle sus talentos, estrategias y habilidades personales, aumentando la sensación de confianza y estima personal. De esta forma contribuimos al aumento de afecto positivo, pudiendo construir en conjunto nuevas estrategias protectoras.

• Explicarles lo que pueden hacer para estar seguros (ej: lavarse las manos regularmente, mantener la distancia social, etc) aumenta el grado de control sobre la situación problema. Esta misma estrategia se puede aplicar en el manejo de emociones difíciles, mostrándoles alternativas posibles para regular la rabia, el estrés y/o la tristeza en compañía de los adultos.


3. REDES DE APOYO:

Para entender el concepto de apoyo social es necesario hacer una distinción entre los términos red social y apoyo social. Se define la Red social como un conjunto de relaciones humanas que tienen un impacto duradero en la vida de cualquier persona. Las redes sociales suelen estar constituidas por los miembros de la familia nuclear, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, conocidos de la comunidad y por ende personas emocionalmente significativa para la persona. Estos vínculos se convierten en sistemas de apoyo social, los cuales constituyen un elemento indispensable para la salud, ajuste y bienestar de la persona. También hay que considerar que podemos distinguir entre redes informales, como la familia y amistades; y redes formales, como: grupos, organizaciones, centros sociales, centros de salud, etc., y todas ellas son importantes y necesarias.

Apoyo social es un componente fundamental para el desarrollo del bienestar individual y familiar, respondiendo a las necesidades y momentos de transición dentro del proceso de desarrollo en cada sujeto. Algunas investigaciones demuestran que las relaciones que se establecen entre las personas permiten minimizar los efectos adversos de diferentes situaciones tensionantes, y las personas que se encuentran en mejores condiciones psicológicas y físicas eran aquellas que mantenían un mayor número de interacciones o se hallaban integrados socialmente a diferencia de aquellas personas en condiciones de aislamiento o poca integración.


4. PEDIR AYUDA:

▶ Factores Protectores:

Según la OMS, los factores protectores serían patrones de conducta individuales o grupales sostenidos durante un plazo relativamente prolongado, que directa o indirectamente condicionan la conducta personal.

Son todas aquellas: • Circunstancias.• Características.• Condiciones.• Atributos vinculados al comportamiento.

Que potencian las capacidades de las personas para afrontar con éxito determinadas situaciones adversas.

Estos factores están condicionados por:• Valores.• Creencias. • Actitudes.• Hábitos.• Conocimientos y condiciones socioeconómicas

del grupo de referencia.

Analizando el término factores de protección, se puede afirmar que no sólo el propio sujeto es responsable del desarrollo de los factores de protección, sino que las personas de su entorno tienen que ser conscientes de las ventajas, el valor, la responsabilidad y el esfuerzo que supone adquirirlos y desarrollarlos; todos ellos deben valorar sus efectos positivos, así como el beneficio social que suponen.

Factores protectores por excelencia en la situación actual, son valores como: la reciprocidad, la confianza, la solidaridad, el apego (al lugar, a los lazos), la identificación de los vínculos y el contacto con ellos. La solidaridad incluye contener lo que las personas que están cerca nuestro necesitan decirnos y viceversa; el apego al lugar donde vivimos, supone hacer que sea lo más armónico posible y, finalmente, activar nuestros lazos familiares, intergeneracionales y comunitarios.

Existen atributos familiares y de la comunidad que fomentan los factores protectores en una persona.

Atributos familiares: Las relaciones familiares cumplen un rol importante a la hora de desarrollar adecuadamente los factores de protección, ya que la familia ofrece apoyo, cultura y educación, los cuales afectarán en el comportamiento de todos los miembros de la familia.

Algunos ejemplos de factores de protección relacionados con la familia son:• Disciplina consistente.• Reglas familiares claras.• Compromiso/ conexión con los padres y familia.• Cohesión familiar.• Recompensas y reconocimiento por la

participación en actividades pro-sociales en la familia.

• Apoyo por parte de los padres.• Poseer altas expectativas.• Comportamientos de modelado.

Atributos de la comunidad: Este tipo de factores están relacionados con el entorno físico, la oportunidad económica, el acceso a recreación, la existencia o no de apoyo social y otras características o estructuras que afecten al funcionamiento de la comunidad.

El impacto que puede provocar una persona en otra, depende de la edad, la personalidad y el género. El hecho de relacionarse con personas que presentan conductas adaptativas puede ser positivo y es considerado como un factor de protección.

Otros ejemplos de factores de protección de la comunidad son:• Actividades de ocio saludables.• Vínculos sociales con pares positivos.• Interacción comunitaria con apoyos

positivos.• Relaciones de apoyo y vínculo social.

Hay que tener en cuenta, que los factores de protección no siempre van ligados a sucesos agradables, es decir, un suceso negativo para el sujeto puede tener consecuencias positivas, ya que ha generado en el individuo mecanismos que haga que se adapte, fortalezca y aprenda a vivir bajo presión. El apoyo social reduce el estrés, puede cambiar la forma cómo interpretamos los estresores y permitirnos reconocer nuestros propios recursos de afrontamiento.


▶ Factores de Riesgo:

Según la OMS, un factor de riesgo es cualquier rasgo, característica o exposición de un individuo que aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión.Las medidas de confinamiento y aislamiento social alteran de manera sustantiva las rutinas diarias, lo que se vuelve un estresor de primer orden y genera comportamientos que se pueden advertir en todos los rangos etarios. A su vez, el aburrimiento y el aislamiento podrían causarán angustia.Se considera factor de riesgo a la característica o cualidad de una persona o comunidad que se sabe va unida a una mayor probabilidad de daño a la salud. El conocimiento del riesgo o de la probabilidad de que se presenten futuros problemas de salud permite anticipar una atención adecuada y oportuna. Por todo ello creemos muy importante hacer un análisis de los factores psicosociales de riesgo; para esto consideraremos como principales factores de riesgo psicológicos los siguientes: 1. Insatisfacción de las necesidades

psicológicas básicas: Dentro de ellas podemos destacar la necesidad de autoafirmación, de independencia, de relación íntima personal y la aceptación por parte del grupo.

2. Patrones inadecuados de educación y crianza: Estos pueden ser:

• Sobreprotección. • Autoritarismo.• Agresión.• Permisividad.• Autoridad dividida.

3. Ambiente frustrante: Cuando no encuentra adecuadas manifestaciones de afecto, cuando hay censura inmotivada y frecuente hacia su persona, cuando se reciben constantes amenazas, castigos y cuando se aprecia un desentendimiento y alejamiento de las problemáticas que presenta.

Como principales factores de riesgo social tenemos:

1. Inadecuado ambiente familiar: Cuando la familia es disfuncional, no cumple sus funciones básicas y no quedan claras las reglas y roles familiares se dificulta el libre y sano desarrollo de la personalidad. Es necesario que exista un soporte familiar abierto, capaz de asimilar los cambios requeridos.

2. Abandono escolar y laboral: Este hecho provoca que la persona se sienta desvinculado de la sociedad, y no encuentre la posibilidad de una autoafirmación positiva, al disminuir las posibilidades de comprobar sus destrezas para enfrentar los problemas y asumir responsabilidades, lo cual se deteriora su autoestima, la confianza en sí mismo y en sus posibilidades de desarrollo social.

3. Bajo nivel escolar, cultural y económico: Estos son elementos considerados como protectores del desarrollo y la salud y el hecho de presentar un déficit en ellos le impide a la persona, un enfrentamiento adecuado a las situaciones de conflicto.


▶ Pedir Ayuda

Como ya se ha planteado, las personas nos beneficiamos del apoyo social que proporciona pertenecer a un grupo, de hecho, no saber pedir ayuda puede perjudicar nuestra salud física y emocional.

Percibir apoyo social, a nivel económico, afectivo, etcétera, es uno de los principales amortiguadores de las emociones desagradables, como: ansiedad, rabia o tristeza; además de contribuir a mejorar nuestro estado de salud en general.

Lamentablemente, el apoyo social no siempre viene sólo y, a veces, hay que demandarlo. No saber pedir ayuda, expresando nuestras necesidades físicas y emocionales, puede ser, por lo tanto, un obstáculo importante para disfrutar de una buena calidad de vida.Por el contrario, saber pedir ayuda se asocia con la experiencia de emociones agradables como la satisfacción, la sensación de pertenencia, de sentirse querida (o) y cuidada (o) y la tranquilidad.

¿Por qué nos cuesta pedir ayuda?: Existen diferentes razones que explican la dificultad para pedir ayuda, aunque la mayoría de ellas pueden clasificarse en dos grandes causas: por temor a la respuesta que se recibirá y por desconocimiento.• El miedo a la respuesta de los otros: suele ocurrir cuando se siente una elevada ansiedad

frente a la evaluación y/o a las consecuencias derivadas de la actuación. Y es que, aunque a la mayoría nos preocupa en cierta medida lo que los demás piensen, a veces esta ansiedad es excesiva. Se teme, por ejemplo, que al pedir ayuda las personas piensen que nos “aprovechamos”, a que nos vean más vulnerables de lo que somos, o a una respuesta negativa. A veces, esto lleva a sacrificarse haciendo muchos esfuerzos antes de pedir ayuda, perdiendo recursos y competencias en el camino, “para no molestar”, o “por lo que vayan a pensar”. En otros casos, se adopta una actitud de arrogancia evitando mostrar debilidad.

• No saber cómo pedir ayuda: Pedir ayuda o delegar tareas, son dos de las conductas más significativas que definen a la persona asertiva (aquella que muestra su punto de vista o necesidades respetando las del otro). La asertividad es una habilidad social que se aprende y es frecuente que las personas que no saben pedir ayuda requieran desarrollarla.

Pedir ayuda implica manejar la comunicación no verbal (por ejemplo gestos, tono de voz, cercanía hacia el otro), además de usar un lenguaje verbal claro, específico. La falta de conocimientos acerca de cómo hacerlo o, simplemente, de a quién pedir ayudar, de qué manera y en qué momento, es uno de los grandes obstáculos a la hora de pedir ayuda.


ACTIVIDAD PRÁCTICA:

La actividad siguiente se puede realizar de manera individual o de manera grupal con todos los integrantes del grupo familiar. En función de la información entregada anteriormente, entre las y los integrantes del grupo familiar, deberán reflexionar acerca del tema y luego cada uno o de manera grupal realizará un mapa de redes de apoyo. El mapa de redes de apoyo que vas a realizar, se encuentra dividido en 4 partes:• Familia.• Amistades.• Relaciones laborales/ relaciones escolares.• Relaciones comunitarias.Dentro de cada círculo, colocar a las personas y/o instituciones que consideres relevantes dependiendo de la gradualidad de cercanía.Circulo N° 1 de relaciones íntimas: será aquí en donde tenemos que ubicar a la familia (la más cercana) igual que a los y las mejores amigas (os). Son las personas con las que puedo contar si estoy triste, si necesito hablar, si siento angustia, etc. Con estas personas tengo la confianza suficiente, incluso, para pedir ayuda material y/o económica, en caso de necesidad.Circulo N°2 relaciones personales: No tienen un alto grado compromiso afectivo como el círculo anterior, pero también son parte importante de nuestra vida. Las amistades son compañía, son personas con las que compartimos algunos aspectos de la vida y tejemos historias comunes.Circulo N°3 de Conocidos y relaciones esporádicas: Su definición lo dice, en este círculo irán alguno que otro familiar y/o personas conocidas. Son personas que no frecuento muy seguido, no obstante, aquí también hay recursos con los que puedo contar: solicitar información que necesito, acompañarnos en alguna actividad recreativa, realizar un trabajo (estudios, por ejemplo) en conjunto, etc. Recuerda que no sólo tus contactos más íntimos son de ayuda, otro tipo de relaciones también nos ofrecen apoyos, pueden ser menos profundos, ¡pero no por eso menos necesarios!Círculo N° 4 Relaciones comunitarias: Son recursos que están en mi comunidad y pueden ser de gran ayuda en lo práctico, material, en lo emocional, en la recuperación o mantención de mi salud, en mi crecimiento personal, etc. Por ejemplo: mis profesores, profesionales del CESFAM de mi sector (matrona o matrón, psicóloga o psicólogo y otros), trabajador o trabajadora social de la municipalidad, equipo psicosocial de mi liceo, junta de vecinos, etc.

Tiempo: 30 minutos.

TÚ

Familia Amigos

Relaciones Laborales /Relaciones Escolares

Relaciones Comunitarias


PresentaciónMaterial AudiovisualEncuadre de la cápsula; ¡A jugar!La cápsula “¡A jugar!” de la plataforma Educaswitch para desarrollar la actividad en casa tiene por objetivo reconocer y disfrutar los beneficios del juego. Introduce los aspectos positivos del juego para el desarrollo humano y las relaciones familiares. Luego, invita a la familia a desarrollar una actividad que consta de 3 momentos breves para buscar juegos que puedan realizar en conjunto. En caso de que no puedan realizar el juego escogido van a encontrar una lista de sugerencias. Posteriormente, se proponen algunas preguntas para reflexionar como familia. Al finalizar van a encontrar consejos para la vida.Para realizar la actividad, tomen en cuenta las siguientes recomendaciones:La actividad está pensada para todos(as) los(as) integrantes de la familia, independiente de su edad, la intención es que todos(as) dejen fluir los mejores recuerdos de sus juegos favoritos y tengan un espacio de interacción lúdica. Al tratarse de una actividad familiar y lúdica, busquen un espacio en donde los integrantes de la familia puedan estar juntos y cómodos. Por ejemplo, el living o comedor. La actividad no sólo puede ser llevada a cabo a través del pensamiento de algún juego favorito, sino que también, pueden escribirlo cada uno(a) en un papel. De esta forma, podrán tener un listado de juegos a los que podrán jugar. Eviten juegos tecnológicos, individuales o aquellos que incluyan castigos. Favorezcan la participación e interacción entre los(as) participantes. Las personas de más edad, pueden enseñar a los demás juegos del pasado y viceversa. Establezcan un día y tiempo en donde puedan reunirse a realizar estas actividades más lúdicas que les permita conocer más sus habilidades y desarrollar flexibilidad frente a otras funciones o labores que deban hacer durante el día. Encuadre de la cápsula; Desafío Familiar: Educación Socioemocional (Cápsula Educaswitch)La cápsula Desafío Familiar: “Educación Socioemocional” tiene por objetivo reconocer las fortalezas familiares a través de un proyecto audiovisual. Para partir, introduce brevemente los beneficios y la importancia del desarrollo de las habilidades socioemocionales, invitándolos a fomentar la educación socioemocional en la familia por medio de la creación de un proyecto audiovisual. Se entregan las indicaciones para crear el proyecto, el que consta de 3 etapas breves. Posteriormente, se presentan algunas preguntas para generar un momento de reflexión y generar compromisos que fomenten las fortalezas de la familia. Al finalizar van a encontrar consejos para la vida.


Reflexiones de CierreEn este tiempo excepcional que estamos viviendo, la resiliencia es un concepto fundamental. El desarrollar nuestra capacidad resiliente personal, como grupo familiar, como comunidad y como sociedad; es un hermoso desafío que estamos llamados a experimentar, de manera de que, pasado este periodo, nos quedemos con herramientas, aprendizajes y vivencias, que pese a la dificultad, nos permitan salir fortalecidos y fortalecidas.

Esperamos que la información respecto de las rutinas y hábitos, y el desarrollo de éstas con la adecuada flexibilidad, nos permita afrontar de mejor manera la crisis que estamos viviendo.

En ese sentido, la toma de consciencia acerca de los cambios que experimentamos, la identificación de estrategias improductivas que podríamos estar implementando, a la vez que el desarrollo de estrategias de afrontamiento positivas (que todos y todas podemos aprender), son elementos que facilitan el tránsito por esta ruta.

Finalmente, la valoración de la relevancia de las redes de apoyo en nuestra vida, su identificación y su posterior activación, es el corolario de un camino de auto cuidado que consideramos necesario conocer y recorrer en conjunto, y que es parte fundamental de la salud mental.


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