Cuba Nuestra28

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2 8 número publicación de la sociedad académica eurocubana MEMBER OF THE PROFESSIONAL FOREIGN CORRESPONDENTS ASSOCIATION IN SWEDEN

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La revviosta independiente primera de los cubanos en Escandinavia

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CUBANUESTRAISSN 1401-5889

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publicaciónde la sociedadacadémica eurocubana

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Tumba del Soldado Desconocido en los Jardines de Alexandre.Una de las dos columnas de la Plaza de la Aduana, en San Petersburgo

IaroslavIconostasis Ortodoxa de KostromaLa Catedral de San Basilio, en la Plaza Roja de Moscú

El bar restaurante Che Guevara El Metro mantiene la iconología soviética. El soldado soviético liberador del pueblo de Berlín

Souvernirs de Iaroslav Uglithch

Cúpulas doradas de las iglesias en el Kremlin. Moscú Las Murallas del Kremlim vistas desde el yate por el río Moskova. MEMBER OF THE PROFESSIONAL FOREIGN CORRESPONDENTS ASSOCIATION IN SWEDEN

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2 Editorial Carlos M. Estefanía

5 Pretorianos de la revolución africana: Cuba y Congo Brazzaville, 1964-1970 Pablo Hernández González

38 Estocolmo se deshiela debatiendo la democracia en Cuba y sus actores Germán Díaz Guerra

57 La objetividad Emilio Ichikawa

59 Una década de impunidad: Las muertas sin fin de Ciudad Juárez Lilian Hernández Hall

67 Ecuador, más allá de un país sin recursos Fernando Mera Menéndez

70 Negros y “negros” Tania Quintero

74 De viaje por Rusia Félix José Hernández

EDITORIALNÚMERO 28

Carlos M. Estefanía

Dos ciudades para amar, Moscú y La Habana. Imágenes de ellas adornan la contraportada y portada de esta entrega, como lascas del mejor pan, con el que confeccionamos el apetitoso bocadito, que es esta Cuba Nuestra.

¿Y con qué se regalará su paladar en esta edición? De entrada, un pedazo de historia reciente, Pretorianos de la revolución, regalada por nuestro leal historiador, Pablo Hernández González, investigador cubano, radicado en Puerto Rico, que no deja de contarnos de lo acontecido durante la presencia cubana en África, ahora, en el Congo Brazzaville. De la negra África, saltamos en tiempo y espacio para caer en la blanca Suecia —Estocolmo se deshiela— y nos cuenta sobre un evento que mucho tuvo que ver con la isla que da nombre a esta revista. Se trata del controvertido seminario “Democracia en Cuba: ¿Quiénes son los actores?”. De éste y todo lo que aconteció en su entorno, escribe para usted Germán Díaz Guerra. Nuestro redactor rinde cuenta de los debates que tuvieron lugar, con la participación, siempre incisiva de Cuba Nuestra. Se reportan de paso acontecimientos cola-terales como fue la visita, a Suecia de Aleida Guevara, la hija del Che, o el fuego abierto contra la reunión, entre otros francotiradores, por el escritor René Vázquez Díaz. Un trabajo que vale, más que leer, estudiar para saber qué se dice y qué se hace por Cuba en estas frías tierras escandinavas.

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Y de la historia y el debate pasamos a la abstracción filosófica, quién mejor para elevarnos a ella que un filósofo cubano, de los menores, como es nuestro invalorable Emilio Ichikawa. Un colaborador que, parado sobre los hombros de gigantes del pensamiento, discurre, de manera clara y didáctica, sobre algo tan difícil de alcanzar: la “objetividad”. Y una vez elevados por las musas de la filosofía, purificado nuestro intelecto, podemos volver a la tierra, preparados para enfrentar en ella sus tragedias cotidianas, como por ejemplo la de las mujeres asesinadas en México de las que se habla en Huesos en el desierto. Se trata de un libro de Sergio González comentado por la crítica literaria argentino-sueca Lilian Fernández. Lo hace bajo el título denuncia de: Una década de impunidad en Ciudad Juárez. Queda claro, con la muestra anterior, que no queremos pensar a Cuba, sin entender y conocer el continente que la rodea. Por eso, cuando nuestra colaboradora Luz Modroño viajó a Sudamérica, le solicitamos varios reportajes. Ellos han sido publicados el periódico “Cuba Nuestra Digital”. Es lógico que la visión del extranjero, por muy bien intencionada que sea, no coincida con la de un nacional, por ello no nos extrañó el desacuerdo del medico ecuatoriano Fernando Mera Menéndez con el texto escrito por nuestra amiga sobre su país y que aparecerá en la próxima edición de esta revista impresa. Le pedimos pues a Mera un trabajo sobre su país y aquí lo tenemos para usted: Ecuador, más allá de un país sin recursos. El doctor Mera, escribe sobre su país, pero no está en él, forma parte de la enorme colonia ecuatoriana asentada, que casualidad, en la patria de Modroño, en España. A esa tierra nos traslada Tania Quintero, aunque esté radicada en Lucerna, Suiza, para contarnos que allí existen, negros y “negros”, los que vienen de Cuba y los que llegan de —volvamos una vez más a ella— África. Y para terminar, un poco nostalgia, que nos borre el sabor amargo que nos deja el destino de los inmigrantes africanos en España. Vayamos, como en los viejos tiempos de la “hermandad”, a un Viaje por Rusia. Nos conduce de la mano Félix José Hernández, profesor cubano de cultura y literatura hispanoamericana, en la Universidad de Marne-la-Vallée, Francia. Este segun-do Hernández le escribe a su madre , en sentido figurado, para contarle de una realidad que nos cuesta asimilar; la de los cambios y las permanencias, en el país más importante de los que formaban la URSS, en aquella Unión que una vez estuvo tan cerca y que muchos llegamos a amar, cifrando en ella todas las esperanza en inclusive la de un impulso a la apertura y la libertad. Esos son los ingredientes de Cuba Nuestra 28. seguro le aprovechará. •

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AFRICANAPRETORIANOS DE LA REVOLUCIÓN

Pablo Hernández González(Colaborador de Cuba Nuestra)

CUBA Y CONGO BRAZZAVILLE1964-1970

En agosto de 1960, el hasta entonces conocido como Congo Medio o Congo Francés, culminaba un proceso iniciado dos años atrás con la concesión de la autonomía, y que pasó por una serie de negociaciones cordiales entre los nacionalistas locales

y las autoridades francesas, tras solicitud de los primeros de la completa emancipación del territorio, y que fue acordada para el 12 de julio de ese año. El traspaso del poder al nuevo Estado de Brazzaville, el 15 de agosto. Francia conservaba la amistad del nuevo gobierno, así como una privilegiada presencia económica y algunos derechos para el estacionamiento de tropas en el país. Cuatro años antes, en el verano de 1956, París había votado una legislación que autorizaba determinar por decreto el destino de los territorios de ultramar que eran considerados parte de la Unión Francesa. La nueva Ley-Cuadro, establecía el voto universal, transfería atribuciones presupuestarias a las asambleas territoriales y con ello iniciaba una pauta de descentralización administrativa en África francesa. La metrópoli, en un claro designio de preparar los pasos hacia el autogobierno y la completa soberanía, convirtió a los gobernadores generales en altos comisionados de la República en África, a la vez que transfería a las asambleas territoriales buena parte de las competencias y poderes domésticos, en la figura de vicepresidentes de consejos de gobierno. Estaba en camino el gradual reemplazo de la administración colonial metropolitana por una casta de profesionales africanos interesados en la cosa pública y en el ejercicio de sus derechos políticos. Esto último se notará especialmente a lo largo de la década de los cincuenta, en particular en torno al

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1 Bertaux, P. Africa desde la prehistoria hasta los estados actuales. México, 1974, pags. 299-301. La constitución francesa de octubre de 1946 creaba la Unión Francesa que igualaba jurídicamente a la Francia metropolitana con sus departamentos de ultramar y territorios en África, América y Oceanía, amén de los estados asociados en Asia. Se les consideraba parte de Francia, con común ciudadanía. Sin embargo, la administración colonial se mantuvo intacta en su ejercicio y alianza con las jefaturas tradicionales indígenas. Situación que era vista con desagrado por los nacionalistas educados a la occidental, tanto los moderados como los de orientación socialista y comunista, que no veían posibilidades de ejercer autoridad en sus lares, a pesar de los diputados electos en la asamblea nacional metropolitana.2 Ibidem, pags. 304-305. Francia procuró el reconocimiento internacional de estas repúblicas mancomunadas, alentando su petición de reconocimiento por parte de los organismos inter-nacionales, entre 1959 y 1960.

más importante partido político en el África francesa, la Reunión Democrática Africana, que desde 1951, establece pactos de colaboración con Francia para el proceso de “africanización” de los territorios y se proyecta como una entidad supraterritorial en las elecciones territoriales de marzo de 1957.1 Este proceso hacia la autonomía sería acelerado tras la toma de posesión del general Charles de Gaulle, como presidente de Francia en mayo de 1958. Enfrentado a los imperativos de la integración francesa en el ámbito europeo, la recuperación del poderío económico y militar, los problemas financieros que implicaba la plena integración de los territorios y el ascenso de los nacionalismos militantes ejemplificados por la guerra en Argelia, se decide someter al país a un proyecto constitucional que definiría las relaciones entre Francia y sus territorios del África. Hecho público en septiembre de 1958, este borrador establecía la existencia de una comunidad de intereses y vínculos entre ambos, pero se reconocía la naturaleza particular de los territorios. París mantendría sus intereses económicos y estratégicos, pero los Estados comunitarios podrían abandonar el vinculo común y obtener la plena independencia, de ser solicitado y negociado. La votación de 4 de diciembre de 1958 mostró la voluntad de los territorios del África francesa y Madagascar, excepto Guinea, de mantener su pertenencia al ámbito francés, si bien ahora en calidad de repúblicas constitucionales, autogobernadas y separadas entre sí. Este nuevo orden de cosas prevalecería por espacio de un año, hasta que, en septiembre de 1959, se inicia en Mali y Senegal un proceso hacia la independencia completa que llega a extenderse a todos los territorios franceses entre junio y agosto de 1960.2 En el Congo Medio, el proceso se ajustó por lo general a este proceso constitucional. La influencia del partido Reunión Democrática Africana se notó en el territorio, por lo demás políticamente lánguido y menos activo económicamente, al enviar delegados al tercer congreso de la organización celebrado en Bamako, en marzo de 1957. La implantación de la constitución

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3 Ibidem, pags. 305-306; Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Madrid, 1973. Suplemento Anual, 1959-1960, pag. 916. Brazzaville, con 99,000 habitantes, era importante puerto fluvial y contaba con aeropuerto internacional. Pointe Noire, antigua capital colonial, con 56, 865 habitantes, estaba considerada como uno de los más importantes puertos del Atlántico meridional. El río Congo ofrecía al país una excelente vía de comunicación y comercio con otros territorios de la antigua África Ecuatorial Francesa, vasta entidad territorial que existió por cerca de medio siglo.

de diciembre de 1958 llevó al poder a una facción nacionalista de naturaleza conservadora, filo-francesa y cuya principal base de apoyo se concentraba en las comunidades étnicas de filiación Bakongo, situadas en la porción sur del territorio y más transculturadas por la relación con los europeos y el mundo exterior. Un ex-abate católico, Fulbert Youlou, representante de esas tendencias, asume la autoridad del gobierno autónomo territorial del Congo Francés, en Brazzaville. El 22 de noviembre de 1958. Aunque las contradicciones etnoculturales entre grupos norteños y sureños ocasionaron no escasas inquietudes durante el periodo de la comunidad con Francia, el país exhibió una envidiable estabilidad interna, para bien de sus 794,577 habitantes, entre los cuales se contaban entonces unos 10,000 europeos residentes. Sociedad eminentemente agrícola, con buena parte de su población residente en aldeas tradicionales, orientada a la exportación de productos ecuatoriales y al beneficio de ciertas vetas minerales con destino a los mercados europeos, por el importante puerto atlántico de Pointe Noire, no parecía un candidato para llegar a la soberanía en medio de conmociones sociales como las que comenzaban a perturbar otros estados del África Central.3

Dos partidos marcaban el panorama político y las diversas tendencias entre los nuevos gobernantes nacionalistas que fundaban la nueva entidad centroafricana. Como en toda África subsahariana, en el Congo Brazzaville los partidos de la independencia se fundaban sobre una base de naturaleza etnocultural, más que en una militancia ideológica determinada. Este factor resultaba tanto una constante como una determinante del proceso político congolés, y no debe perderse de vista para comprender los avatares domésticos y sus relaciones con las alianzas internacionales de los sucesivos gobiernos del país durante el periodo que historiamos. El gobierno de La Habana, marcado con sus propias obsesiones conceptuales y reduccionismos ideológicos, amén de la arrogancia militarista de sus líderes, tendió a soslayar estas realidades en más de un episodio de sus proyecciones en el continente negro, enfrentando fracasos severos que su historia oficial ha tenido siempre a bien escamotear en medio de hagiografías y lucubraciones sobre la solidaridad revolucionaria y los indelebles lazos de sangre “latino-africanos.”

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4 Según el censo de población de la República del Congo Brazzaville de 1960, la comunidad Bakongo contaba con unos 400,000 individuos (47%). Le seguían las poblaciones Bateke, con 170,000 (20%), que con las anteriores ocupaban el sur y centro del país. Al norte, las etnias de filiación Mbochi sumaban 95,000 almas (11%); la Mbete, 60,000 (7%); Sanga, 43,000 (5%), mas otras poblaciones bantúes minoritarias estimadas en otro 8% y dispersas tribus de pigmeos selváticos. Véase Estado demográfico de la Republica del Congo, Brazzaville, 1960, citado en Morrison, D.G. et al.Black Africa. A comparative handbook. New York, 1972, pag. 211.

1. Autoritarismo y próceres, 1960-1963.

Como la mayoría de los estados independientes subsaharianos, donde los gobiernos establecidos con la independencia resultaron representar particu-lares sectores étnicos, envueltos en la discursividad de un nacionalismo aún difuso, mixturado con elementos ideológicos tomados de las doctrinas vi-gentes en la época, no siempre compatibles con las peculiaridades locales, Congo Brazzaville se vió sujeto desde temprano a un experimento de gobierno “nacional” teñido de autoritarismo doméstico, revestido de formas parlamentarias de apariencia respetable. La administración del presidente Youlou, que representaba el predominio político de la comunidad Bakongo (47% población) por medio del partido Unión Democrática, pareció inclinarse pronto a un régimen conservador dispuesto a crear una suerte de coalición con la oposición del Movimiento Socialista Africano, cuyos seguidores se movían en un discurso más radical heredado del partido RDA de la época francesa, y cuyo electorado se concentraba en las etnias de las comarcas del norte. Este arreglo o concertación quedó establecida en diciembre de 1960 y duraría hasta abril de 1962.4 El primer gobierno independiente de Youlou mostró de inmediato su tendencia autoritaria, en particular tras el decreto de una dócil Asamblea Legislativa dominada por el partido de gobierno que sancionaba la con-centración de los significativos poderes del primer ministro, ministerios de defensa y del interior en la figura del jefe de Estado. Con el formal cambio de los Órganos del Gobierno y Estado a Brazzaville, el presidente Youlou acumula enorme autoridad personal sobre los asuntos políticos y económicos del país a lo largo de 1961, en especial tras la reorganización de su gabinete con inclusión de figuras de la oposición en los ministerios, tal es el caso de Jacques Opangault, en la cartera de Justicia. En el primer semestre de ese año, la tendencia autoritaria del gobierno congolés se agudiza con una reforma constitucional avalada por condescendientes parlamentarios que establece un Estado presidencialista surgido de unas votaciones con candidato único, donde el “victorioso” Youlou ofrece, a modo de compensación, la vicepresidencia

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al partido de oposición (marzo de 1961)5. La nueva constitución reformada establece pautas inequívocas hacia un acendrado autoritarismo paternalista por parte de los “próceres y fundadores de la nación”. La coalición concertada entre los partidos condujo a crisis y contra-dicciones marcadas por elementos de personalismo, intereses encontrados y la latente rivalidad etno-regional, en especial a inicios de 1962, cuando dimite el vicepresidente, pero se mantiene la presencia ministerial del MSA. En lo adelante las posibilidades de entendimiento y cooperación se estrechan y la polémica partidista se agudiza. Esto, unido a una favorable circunstancia económica generada por un importante convenio de inversiones con Francia, alienta al presidente Youlou a obtener de su aquiescente Asamblea Nacional la concesión de “poderes especiales” para ejercer un gobierno por decreto, como primera etapa para la institucionalización de un Estado monopartidista, en junio de 1962. Semejante pretensión entrañaba serios riesgos políticos, a despecho de giras de buena voluntad del ejecutivo por las comarcas del norte más reacias a lo que percibían como la perpetración del control del Estado independiente por una élite partidista y étnica Bakongo, occidentalizada y autoritaria.6 A inicios de agosto de 1963, el gobierno de Youlou y su partido UD convocan una conferencia “nacional” para discutir la implementación de un sistema de partido único, que debía entrar en vigor a mediados de ese mes. Para hacerlo en completo control de la situación, se invoca un estado de excepción general que justificaba la prohibición de toda actividad política de la oposición, grupos regionales o sindicales mientras durase el proceso de implantación del nuevo régimen de Brazzaville (8 de agosto). Desafiado por los sindicatos y la oposición, se convoca una nutrida huelga en la capital, a la que el gobierno responde con las fuerzas de la gendarmería, desatándose una serie de choques, disturbios urbanos, saqueos de edificios y asaltos contra instalaciones públicas, con un número apreciable de bajas por ambas partes (12-15 de agosto). A la resistencia de los sindicatos y otros grupos sociales

5 Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana. Madrid, 1974.Suplemento Anual 1961-1962, pag. 618.6 Idem. El régimen de Youlou trató de desviar estas percepciones negativas manipulando un incidente deportivo, que escaló en crisis diplomática con el vecino Gabón, en septiembre-noviembre de 1962. Esta “crisis del fútbol” resultó útil para alentar los efectivos resortes del nacionalismo y la xenofobia contra los gaboneses, atenuando las posibles reacciones negativas ante las autoritarias reformas legislativas , a la vez que excelente pretexto para decretar un estado de emergencia en la capital (24 de septiembre) que permitía justificar el gobierno por decreto establecido en junio anterior y acallar oposiciones.

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7 Ibidem. Suplemento Annual, 1963-1964, pag. 730

vinculados con la oposición del MSA, se unirán inesperadamente las unidades de las modestas fuerzas armadas congolesas, participación que forza la dimisión de Fulbert Youlou y su gabinete, arrestados por los insurgentes, el 15 de agosto de 1963. Un gobierno provisional convenido entre el alto mando de las fuerzas armadas dirigido por el comandante David Moutsaka, los jefes sindicales, la oposición socialista y algunos disidentes del depuesto gobierno, entra en vigor un día después, con el propósito de “normalizar” la vida del país.7 Un proceso de cambios acelerados se insinuaba.

Fulbert Youlou

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8 Idem.9 Idem.

2. El proyecto revolucionario, 1963-1968.

La “revolución popular” de agosto de 1963 en Brazzaville, introduce por vez primera a la oficialidad y las fuerzas armadas como elementos del juego político congolés, sentando un precedente que se hará cada vez más evidente en los acontecimientos ulteriores. Pero en ese momento, los mandos, y en particular el comandante Moutsaka y sus colegas, repudiaron el cesarismo a favor de un gobierno civil que se esperaba reestableciera los fundamentos de un Estado parlamentario y representativo, más que los intereses de un caudillo, partido o grupo regional, amparados por la conveniente retórica nacionalista. El prometedor gobierno civil se encomendó a un disidente del antiguo gabi-nete, Alphonse Massemba-Debat, quien también procedía de las mismas filas partidistas y el grupo étnico que el depuesto presidente Youlou8. Esto último lanzaba una señal perturbadora a las comunidades septrentionales y a no pocos oficiales de las fuerzas armadas de igual procedencia. Explicado de otro modo, la etnia Bakongo había sido la más expuesta a la influencia cultural, educativa, de la dominación francesa y aportaba buena parte de los grupos de congoleses educados vinculados, desde las reformas de 1956-1958, a la administración del nuevo Estado. Pero Massemba-Debat y sus aliados políticos del MSA parecían poseer otro proyecto social para el Congo Brazzaville. En los cuatro meses que siguieron su entronización, se preparó un nuevo proyecto de Carta Magna, que, sometido a consulta amplia, fue aprobado en 8 de diciembre de 1963. De aquí salieron dos decisiones fundamentales: el establecimiento de una Asamblea Nacional, de 55 diputados electos sobre una lista única de candidatos elaborado por el gobierno, y el establecimiento de un sistema uni- partidista con la disolución de los dos partidos principales y su fusión en el Movimiento Nacional Revolucionario, cuyo candidato presidencial, único e indiscutido, Massemba-Debat, fue elegido por un colegio de compromisarios del partido. Un cientifico, Pascual Lissouba, era seleccionado vicepresidente.9 La renovada estructura del Estado unipartidista, de incipiente discursividad socialista, quedó culminada el 24 de diciembre de 1963. Dentro de las constantes contradicciones de pronunciamientos y acciones que matizan las trayectorias de los Estados tercermundistas, y en particular los de África Negra, nos debía escandalizar el hecho de que el derrocamiento

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10 Una interesante percepción acerca de la legitimidad de los denominados movimientos de liberación nacional y sus variopintas encarnaciones en estados, es la esbozada por Benz, W. y H.Graml (eds.) El siglo Problemas mundiales entre los dos bloques de poder. Madrid, 1992, pags. 300-304.

de un régimen nacionalista de corte autoritario, personalista y caudillista, precisamente por la conculcación de los derechos políticos de parte de sus ciudadanos, y el intento de emplear la fuerza del Estado para consolidar un arreglo jurídico que sustentase una indisimulada tendencia hacia la dictadura constitucional, fuese sustituido justamente por un estado de cosas casi idéntico, si no más elaborado, e igualmente étnicamente sesgado. Sólo que en materia de enunciamientos ideológicos, Fulbert Youlou se proclamaba conservador, prooccidental y católico, en tanto Alphonse Massemba-Debat se decantaba por ser izquierdista, pro-soviético y socialista. Ambos, igual de autoritarios e intolerantes, eran vistos entonces en el confuso entorno conceptual del mundo afroasiático con disímiles perspectivas.10

Consolidado por el ejercicio del referéndum constitucional que su base étnica en el sur del país aseguró con evidente ventaja, el régimen de Massemba-Debat, se decanta abierta y aceleradamente por un modelo autoritario radi-calmente socialista, a la vez que en sus relaciones internacionales se proyecta en demanda de reconocimiento y asistencia político-militar con el bloque chino-soviético, durante los meses iniciales del año 1964. Varios fueron los pasos que, entre enero y diciembre de ese año, el gobierno de Brazzaville asume al respecto:

a) eliminar los puestos públicos fundamentales que habían conseguido los partidarios del derrocado gobierno de Youlou en las importan-tísimas asambleas municipales de Brazzaville, Dolissie y Pointe Noire, so capa de irregularidades electorales. Al ser destituidos los funcio-narios electos, son reemplazados por afines al partido de gobierno. Con ello, las posibilidades de actividad legal de los remanentes de la UD, quedan anuladas (enero-febrero de 1964);

b) programa de radicalización en las actividades empresariales, que comprendían la nacionalización de la compañía aérea estatal Air Congo; los transportes urbanos de Brazzaville, así como las compañías de acueductos y electricidad (marzo de 1964). Por otro lado, se manifestaban cautelosos en sus relaciones con importantes entidades mineras francesas y americanas, con las cuales se establecen convenios mixtos, donde el Estado congolés mantiene un 15% de las participaciones;

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11 Enciclopedia Universal Ilustrada… Madrid, 1973-1975.Suplemento Anual, 1963-1964, pag. 730. La escala y ritmo de estas transformaciones radicales de la sociedad se incrementan tras las visitas del canciller congolés a varias capitales comunistas, y el establecimiento de relaciones diplomáticas con los gobiernos soviético, chino, cubano y vietnamita, entre marzo y mayo de 1964. Ibidem, pag. 731.

c.) represión y control policial de aquellos miembros de la oposición conservadora, amén de la detención sin juicio de los miembros del depuesto gobierno;

d.) el partido único, en la figura de su secretario general, es el único intérprete de la vida socio-política nacional y coordinador supremo de las actividades económicas del Estado sobre la base de la “doctrina del socialismo-científico”;

e.) eliminación del sindicalismo independiente, tanto laico como cristiano (estos últimos tras una indisimulada persecución), y la integración forzosa de las uniones obreras en un sindicato estatal único, la Confederación Nacional de Sindicatos Congoleses, en diciembre de 1964;

f.) persecución de aquellos miembros de la alta jerarquía, incluido el arzobispo de Brazzaville, y sacerdocio católicos que fuesen críticos o poco adictos a la naturaleza ideológica y social del régimen revolucionario. La influencia católica era notable, pues se estimaban en 235,000 los fieles según el censo de 1962.11

Entre diciembre de 1964 y marzo de 1965, el régimen del MNR agudiza su paranoia represiva so pretexto de una vasta red de conspiradores domésticos en colusión con oscuras fuerzas regionales e internacionales, para aniquilar “la revolución congolesa”. De modo que, tanto sindicalistas como fieles y sacerdotes católicos fueron incluidos como desafectos temibles en una belicosa declaración del vicepresidente Pascual Lissouba. En esta declaración se implicaba a infidentes domésticos en una urdim-bre preparada por los servicios secretos belgas, portugueses y del vecino Congo Leopoldville, donde se anunciaban acciones punitivas “para salvaguardar la independencia nacional”, medidas que ya estaban ejecutándose, al momento de la declaración (12 de febrero de 1965). Las milicias armadas del MNR proceden a atacar personas e instituciones que se perciben como focos de oposición real o potencial al régimen de Massemba-Debat: el arzobispo de Brazzaville, el presidente del tribunal supremo, el fiscal general del Estado y algunos periodistas independientes.

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12 Ibidem.Suplemento Anual, 1965-1966, pag. 742.13 Idem. El creciente radicalismo del gobierno de Brazzaville parece perfectamente compatible con los acercamientos a los gobiernos de China y Cuba, que habían ensayado semejantes méto-dos de control social y represión ideológica no mucho antes, y cuyos asesores comenzaban a aparecer en la vida pública congolesa. 14 Ibidem, pags. 742-743. Para el momento en que se profundizan las purgas en el seno de las instituciones del régimen revolucionario, Massemba-Debat contaba con la presencia de un batallón de tropas cubanas acantonadas en la capital y otros puntos, del cual un apreciable contingente funcionaba como guardia de corps presidencial y en otros acantonamientos, desde enero-febrero de 1966.

Iglesia católica, judicatura independiente y prensa independiente son claros objetivos políticos en la “ofensiva revolucionaria” que habrá de caracterizar el “nuevo curso violento y armado de la revolución”, según se proclamó por Massemba-Debat (29 de marzo)12, en ocasión de una reorganización del consejo de ministros del régimen, donde se dio cabida a varios enérgicos militantes de la extremista juventud del partido de gobierno.

Que la retórica no era vana, lo demostró la serie de condenas emitidas por los “tribunales populares revolucionarios” recomendados por sus aliados ideológicos que terminó por descabezar la oposición afín al expresidente Fulbert Youlou, tras la fuga de este de una prisión congolesa y su asilo en el vecino Congo Leopoldville, en marzo de 1965. Los procesos subsiguientes prodigaron largas penas de entre 10 y 15 años de prisión a varios ministros, entre ellos los de exteriores, salud y educación, y otros funcionarios que recibieron penas de menor entidad. Esta serie de purgas tuvo su colofón durante ese septiembre, con la nacionalización de la enseñanza pública y privada, así como la prohibición de toda actividad educativa de la Iglesia católica congolesa.13

Las purgas contra los posibles elementos contestatarios u hostiles no se limitaron a los percibidos como “enemigos de clase” del proceso revolucio-nario, y se extendieron a las filas del MNR, al desatarse conflictos entre los más adeptos a la figura de Massemba-Debat y sus críticos dentro del partido y gobierno, en especial a partir de enero de 1966, ocasión en que el gobierno revolucionario publicó los estatutos del partido MNR, mediante los cuales se le conferían a las fuerzas armadas las competencias supremas en lo referente a asuntos administrativos, legislativos, ideológicos, judiciales y en aquellos otros relativos a sí mismas, concentrando un enorme poder en manos del presidente Massemba-Debat14, quien aún así no se sentía lo suficientemente seguro como

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para confiar en sus propias estructuras políticas y militares, debiendo recurrir al gobierno de La Habana para asegurar su propia protección y la creación de una fuerza militar paralela, las milicias revolucionarias o “guardia cívica”, como efectivo instrumento de control social armado, movilización de las fuerzas partidarias en la base Bakongo de su Estado y como contrapeso del menos confiable estamento militar heredado del régimen colonial. La sustitución del vicepremier Lissouba por el “más adepto” Ambroise Noumazalay, en abril de 1966, y la remoción del presidente de la Asamblea Nacional, un mes después y por análogas razones, reforzaba la deriva hacia un modelo de mando cada vez más caudillista. Entre las medidas paralelas a las purgas en el partido y gobierno, estaban aquellas encaminadas a “depurar” la oficialidad de las fuerzas armadas de aquellos oficiales que se consideraban poco confiables, en especial oficiales de procedencia étnica norteña. A despecho de los fundamentos del socialismo científico africano, el substrato del proceso revolucionario radicaba más en imperativos etnológicos que filosóficos. Sin embargo, estas persecuciones contra miembros de su entorno, la evidente discriminación hacia sectores particulares de las fuerzas armadas y la evidente dependencia del presidente y su gobierno de la protección militar y asesoría política de Castro, llevarían a un serio desafío en forma de intentona de golpe de estado militar alentado por una serie de oficiales purgados, en coordinación con grupos de ciudadanos descontentos, y que pondrían al régimen al borde del derrocamiento, sacudiendo su confianza revolucionaria de modo irreversible (junio de 1966).

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15 Enciclopedia Universal Ilustrada..., Madrid, 1973, Suplemento Anual 1959-1960, pag. 916.

3. Una nota sobre política exterior nacionalista.

Cuando el Congo Brazzaville accedió a la independencia, entre sus prioridades exteriores se hallaba mantener las estrechas relaciones con Francia, vista como indispensable mentor en las esferas de seguridad y economía para el despunte del nuevo Estado, así como el tratar de conservar los tradicionales vínculos humanos y comerciales con los antiguos asociados del África ecuatorial francesa, Gabón, República Centroafricana y Chad, con posibilidades de materializar acuerdos aduaneros y de defensa común. Además, desde su ingreso en las Naciones Unidas, en septiembre de 1960, el gobierno congolés trató de concertar la formación de un bloque de Estados africanos moderados para proponer soluciones a las crisis continentales, como la que amenazaba al Congo Leopoldville o entonces ensangrentaba a Argelia, y así oponerse a las pretensiones totalizadoras de representatividad de África por parte de los gobiernos izquierdistas de Ghana, Guinea, Mali y Egipto. De hecho, a inicios de la crisis política en el vecino Congo Leopolville, el recién independizado régimen de Youlou se declaró solidario con el presidente moderado Joseph Kasavubu en sus diferencias con el exaltado premier Patrice Lumumba.15 Ambos compartían lazos étnicos Bakongo y presidían organizaciones políticas basadas en esa realidad cultural. Producto de este protagonismo de tendencia moderada y filo-francesa, era difícil prever que el gobierno de Brazzaville, calificado por los jefes de Estado más radicales como eminentemente “reaccionario” en sus posturas internacionales y regionales, en menos de un lustro pudiese bascular en la misma tónica que sus críticos de Accra, Conakry o El Cairo. Por ahora, entre 1961 y 1963, la orientación africana del gobierno doméstico de Youlou, cada vez más autoritario, parecía reforzar las posiciones de aquellos países estrechamente asociados a París y sus intereses mantenidos después de la oleada de independencias de inicios de la década del sesenta. La creación del conservador “grupo de Brazzaville” en marzo de 1961, entrañaba un desafío a aquel otro organizado en Casablanca, pero de signo absolutamente encontrado. La comunidad aduanera con sus vecinos desde el Gabón a Chad, reforzaba los antiguos lazos heredados de la época de la mancomunidad francesa, tendiendo a preservar una especie de regionalización basada en una estabilidad que convenía a los gobiernos moderados implicados como a los intereses

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16 Ibidem, Suplemento Annual, 1961-1962, pag. 619.17 Idem. La insurrección del movimiento Unión de los Pueblos de Angola, en el norte de Angola desató una importante crisis internacional y orientó a varios Estados africanos a comprom-eterse con asistir a los insurgentes que iniciarían una larga aunque limitada guerra de guerrillas contra Portugal, una vez que este logró desarticular en lo fundamental el alzamiento. Que la base social de la guerrilla UPA se concentrase en la etnia Bakongo, explica, además de las posiciones nacionalistas y anticolonialistas de rigor, las abiertas simpatías de Youlou por una causa, que también contaba con lazos de parentesco tribal y apoyo en el gabinete de Kasavubu, en Congo Leopoldville.

geopolíticos de Francia, inquieta ante la inestabilidad política en Camerún y el antiguo Congo Belga. Brazzaville, además, se pronunciaba crítico para con las acciones de la ONU en la secesionista provincia de Katanga,en el inmediato Congo Leopoldville.16 Dentro de todo este ejercicio panafricanista de Youlou se insertan sus varios itinerarios de Estado a inicios de 1962 para establecer más profundos lazos económicos, financieros y militares con Camerún, Chad, República Centroafricana y Gabón, limando diferencias con este último, con vistas a un mayor protagonismo en la Cumbre de Estados francófonos celebrada en Guinea, en octubre. Es interesante señalar que a despecho de su moderación, Congo Brazzaville se pronunció a favor de crear un fondo de asistencia económica y brindar su territorio para el establecimiento de campos de entrenamiento para las guerrillas antiportuguesas de Angola, asunto sensible discutido en la cumbre panafricana de Dakar, en enero de 1962, y que parece constituir un antecedente de un involucramiento más firme de las autoridades congolesas en el conflicto colonial inmediato.17 Francia constituía el vínculo internacional capital de Congo Brazzaville desde agosto de 1960, y sus relaciones fundamentales en los proyectos regionales y desarrollos domésticos planeados por el nuevo Estado. Con menos de un millón de habitantes a inicios de 1960, cifra que sólo se alcanzaría a inicios de la década siguiente, una economía eminentemente agrícola, orientada a la exportación de ciertos frutos del trópico y una prometedora posibilidad de explotaciones minerales, el país precisaba de franco acceso a inversiones y mercados seguros, como los que gradualmente se habían establecido con la metrópoli desde la institucionalización del territorio bajo dominio galo. Uno de los grandes proyectos económicos del gobierno de la UD entre 1960 y 1963 era el aprovechamiento de las inmensas capacidades del país para crear un complejo hidroeléctrico, que serviría para el fomento de la minería, que el gobierno de París, deseoso de mantener su influencia, se mostraba dispuesto a patrocinar, tras conversaciones en 1961-1962. Este enorme diseño se estimaba en 250 millones de francos, que serían

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18 Idem, pags. 618-619. El gobierno de Youlou, por precaución adicional, intentó ampliar sus relaciones con otras potencias, en particular los Estados Unidos, con los que estableció relaciones diplomáticas y procuró asistencia financiera desde mediados de 1961. 19 Ibidem, Suplemento Anual, 1963-1964, pag. 731. Las guerrillas del CLN parecen haberse estado preparando desde finales de 1963, así como sus dirigentes acomodados en Brazzaville. Para diciembre de 1963, un núcleo armado dirigido por el ex ministro lumumbista de ideología prochina, Pierre Mulele, se infiltró desde suelo congolés hasta la provincia de Leopoldville, donde inició exitosas operaciones contra el gobierno de Congo Leopoldville, en especial en el valle del río Kwilu.

proporcionados en su mayoría por fuentes francesas. Además, en la tónica de otros convenios con antiguos territorios, Francia conservaba una presencia militar determinada en Congo Brazzaville, así como mantenía vínculos de intercambio académico, instrucción de oficiales y remisión de material a las fuerzas armadas congolesas, en particular su rama aérea.18

El régimen revolucionario de Massemba-Debat, sin optar por un aleja-miento de la esfera de interés económica francesa, inicia un dramático viraje de la diplomacia mantenida desde finales de 1960. Una de las primeras proyecciones de la cancillería congolesa, en la persona de su ministro Charles Ganan, fue un prolongado periplo por los principales Estados del bloque comunista, con el propósito de presentar la plataforma ideológica del nuevo Estado, conseguir el reconocimiento diplomático y con ello asistencia económica, política y militar para consolidar la “revolución de agosto.” De semejante ejercicio se consiguen relaciones formales con Moscú y Pekín, en marzo y abril de 1964. Un mes después, Brazzaville y La Habana formalizan vínculos estatales y dan inicio a una relación que se hará cada vez más íntima y comprometida. Por otro lado, la tradicional amistad con el gobierno del Congo Leopoldville se deteriora desde la toma del poder por Massemba-Debat, quien califica a aquél de partidario “del imperialismo”, aceptando públicamente una alianza con la insurgencia marxista que se desata en las comarcas orientales del inmenso vecino, acogiendo al “comité de liberación nacional”, presidido por Christopher Gbenye. También se les ofrece una base de entrenamiento de guerrillas en Gamboma, al norte de Brazzaville, donde serían adiestradas por asesores chinos, desde junio de 1964 según la versión dada por la prensa, aunque otras fuentes apuntan a una apertura muy anterior.19 Brazzaville se distanciará a lo largo de 1964-1965, y en particular por su posición ante la nueva crisis surgida en el Congo Leopoldville, de sus posi-ciones sostenidas en el ámbito africano. Ahora se producen acercamientos personales y diplomáticos entre los gobernantes revolucionarios congoleses y los radicales líderes de Ghana, Mali, Guinea, Sudán y Egipto, mostrándose

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20 Ibidem, Suplemento Anual, 1965-1966, pag. 743. Más adelante, en 1968, se vuelven a deteriorar con la ejecución en Congo Leopoldville, del guerrillero Pierre Mulele, protegido de Massemba-Debat y que fue capturado por las fuerzas policiales de Mobutu. Vease Ibidem, Suplemento Anual, 1967-1968, pag. 651.

dispuestos a secundar propuestas de intervención “solidaria” a favor de los rebeldes de izquierda atrincherados en el remoto oriente del Congo Leopoldville, como se atestiguaría durante el largo itinerario diplomático del “Che” Guevara por esos Estados radicales africanos, a finales de 1964. Por otro lado, Massemba-Debat dio curso a una serie de actos de hostigamiento a la representación diplomática norteamericana en el país, aunque cuidándose de romper del todo las relaciones. Estos y otros desempeños le valieron una cálida recepción en Moscú, en agosto de 1965, justo en el segundo aniversario de su toma del poder. Es curioso apuntar que, ante el fracaso del experimento guerrillero guevarista y el golpe de estado militar que coloca al coronel Joseph D. Mobutu en control de Congo Lepoldville, las relaciones entre los ideológicamente hostiles Massemba-Debat y Mobutu se normalizan a finales de 196520. Curiosa empatia quizás surgida de la misma naturaleza golpista y mesiánica de ambos “próceres de la patria.”

4. La carta congolesa de Cuba, 1964-1966

Hemos mencionado que en mayo de 1964, Cuba y Congo Brazzaville establecieron relaciones diplomáticas, y pronto se estableció una comunicación directa entre ambos Estados revolucionarios que se enorgullecían de su mili-tancia socialista y tercermundista, en tanto miembros del radicalismo más estentóreo de la cruzada “antiimperialista” mundial. La visita de Guevara, rela-cionada con el proyecto congolés concebido por Castro y él, en colaboración con Ben Bella, abriría insospechadas posibilidades de cooperación estratégica y de consolidación interna para el gobierno de Brazzaville. Es claro que el régimen de Massemba-Debat ofrecía una de las oportunidades que Castro buscaba afanosamente para proyectar su influencia revolucionaria en África y combatir los intereses occidentales, en particular los de los Estados Unidos. La ideologización extrema de la política exterior castrista presuponía el ejercicio de solidaridad en favor de aquellos regímenes que, como el de Brazzaville, compartían la visión revolucionaria sobre el futuro de África y el Tercer Mundo. La percibida vulnerabilidad política del gobierno de Massemba-Debat, en sus continuadas purgas contra amigos y adversarios, la latente amenaza de unas fuerzas armadas modeladas aún bajo códigos heredados

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21 Dominguez, J.I. “Forewood”, en Moore. Castro, the Blacks and Africa. University of California, Los Angeles, 1988, pags. Xiii-xiv.22 Moore, C. Castro, te Blacks…, pag. 194;23 Idem.

de la potencia colonial y las conflictividades étnicas intestinas hacían a este remoto país centroafricano un ideal teatro para el ejercicio del paternalismo revolucionario de la Cuba de los sesenta, que aunque trataba de sepultarlo retóricamente, no dejaba de desdeñar a los líderes revolucionarios africanos, así como a algunas de las guerrillas y organizaciones armadas que pululaban la geografía continental, incapaces de “vencer al colonialismo e imperialismo” por iniciativa y medios propios, y a los que los revolucionarios cubanos debían mostrar como conseguir, consolidar y defender sus proyectos de liberación nacional.21

Durante la corta estancia diplomática de Guevara en Brazzaville, en enero de 1965, se perfila la importancia estratégica del antiguo Congo Medio para los proyectos intervencionistas de Cuba, a pesar de sus escasos recursos económicos y humanos. La inmediatez al Congo Leopoldville, Cabinda y Angola resultaba especialmente prometedora para alentar movimientos insurgentes de inspiración castrista o radicalmente antioccidentales, en especial el primero, que era visto en La Habana como el más promisorio de los teatros de operaciones en África Negra. Cuba se decidió a actuar por la presencia del “gobierno revolucionario congolés en el exilio”, cuyos líderes comulgaban con las tesis guevaristas y castristas, así como de una presencia política y militar de la China, que Castro veía como potenciales aliados, como posibles rivales, pero siempre, en ese entonces, imposible de ignorar, en la cruzada contra los norteamericanos en África Central. Por otro lado, los agentes de inteligencia y diplomáticos cubanos habían señalado la interesante presencia en Brazzaville del marxista Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA),bien promocionado pero dudosamente combativo, más allá de infructuosas incursiones a lo largo de los bordes de Cabinda.22 Guevara se entrevistó en Brazzaville, además de Massemba-Debat, con Gastón Soumaliot, del CNL congolés, y con Agostinho Neto, del MPLA, para coordinar las diversas gradaciones de la asistencia cubana a éstos, aunque la prioridad de los esfuerzos de La Habana se orientaba a conseguir la victoria del CNL en el Congo Leopoldville, cuyas consecuencias serían decisivas para la ulterior “liberación nacional” de Angola. Al débil MPLA se le recomendaba establecer lazos directos con Cuba para discutir los términos de una posible asistencia político-militar cubana.23 Al parecer, también le fue prometida

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24 Federación Iberoamericana de Escritores. Subversion en América Latina. Miami, 1968, pags. 41-44.25 Moore. Castro, the Blacks…, pag. 233.

a Brazzaville una garantía de seguridad militar cubana y quizás algún tipo de contribución económica de aliados más solventes, como Argelia, por su cooperación estratégica en la “Operación Congo” de Cuba. Durante el proceso de intervención cubana en la guerra civil congolesa desde santuarios en Tanzania y Congo Brazzaville, este último país recibió, por Pointe Noire varios cargamentos de armas y embarques de tropas procedentes de Cuba, en buques mercantes, entre enero y septiembre de 1965, entre ellos:

a) la motonave Sierra Maestra, con carga de pertrechos militares, zarpa de La Habana, en enero de 1965, con destino declarado a Argelia, uno de los principales eslabones de la operación cubana en el Congo Leopoldville;

b) el buque mercante Camilo Cienfuegos, en La Habana, recibe un trasbordo de un carguero soviético, presumiblemente con material sensible destinado a Argelia y el Congo Brazzaville, en ese mismo mes de enero de 1965;

c) en septiembre de 1965, cuando languidecía la insurgencia congolesa dirigida por los cubanos, zarpó de Santiago de Cuba, el mercante El Uvero, con un cargamento de mercancías, armas y tropas cubanas con destino al gobierno del Congo Brazzaville, tal y como éste reconoció algún tiempo después.24

Cuando Guevara, a finales de 1965, se retiraba de la zona de operaciones del Congo Leopoldville, por indicaciones de La Habana, decidió remitir sus dos batallones de tropas regulares negras cubanas al Congo Brazzaville para establecer un nuevo santuario para las guerrillas que, bajo Pierre Mulele, operaban en las comarcas de la provincia de Leopoldville, a despecho de las promesas de Castro a los líderes del CNL de extraer sus fuerzas del conflicto y facilitar el proceso de reconciliación nacional alentado por los Estados de la Organización de Unidad Africana.25 La redislocacion de las unidades cubanas que se trasladaron por mar desde Tanzania al Congo Brazzaville, entre enero y febrero de 1966, se efectuó en completo secreto y con la total anuencia de Massemba-Debat, tras serle solicitado por Castro. El régimen de Brazzaville se adscribía plenamente a la proposición de La Habana de no abandonar su

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26 Vease al respecto Cleaver. “Fidel Castro’s African Gambit”, Newsweek International Edition, 3 May 1976, pags. 13 y ss.; Moore. Castro, the Blacks…, pag. 241.27 Moore. Castro, the Blacks…, pag. 409.

intentona revolucionaria en el Congo Leopoldville, a contrapelo de los propios revolucionarios congoleses, y ofrecía su territorio como privilegiada base para la introducción de armamentos, tropas y abastos en las comarcas insurgentes próximas a la frontera común.26 Dos acontecimientos cambiarían totalmente el diseño estratégico cubano en el Congo Brazzaville, uno de ellos, decisivo, fue la decisión de Castro de forzar la retirada de Guevara y sus oficiales del país, tras una serie de filtraciones aparentemente originadas en la inteligencia de China y Tanzania, que amenazaron con el desprestigio diplomático y político cubano ante los estados más radicales de la OUA, por intentar forzar un proceso revolucionario que estaba condenado a la negociación política. El otro fue la negativa del guerrillero Pierre Mulele, que en absoluto precisaba de la asesoría cubana para librar su insurgencia, que se reputaba afín a las tesis de China, a cooperar con Guevara y Castro, de los que desconfiaba y a cuyas aperturas contestó con el silencio27. El fracaso del proyecto congolés forzó una reconsideración de la política de Cuba en África a inicios de 1966, que se manifestó en una serie de opiniones acerca de las potencialidades revolucionarias del continente africano, que fueron establecidas como política de Estado por Castro, y que difundidas por sus diplomáticos y agentes de influencia, moldearían las proyecciones de poder de La Habana en el continente negro durante la década siguiente. Podemos establecer ciertos tópicos de interés al respecto: (1) los regimenes revolucionarios socialistas y antioccidentales poseían una base social frágil y eran políticamente vulnerables, inmaduros y propensos a las confusiones ideológicas, de modo que las elites nacionalistas y “progresistas” ofrecían un prometedor espacio para la penetración y maniobra política de los diplomáticos e inteligencia cubanos; (2) para conseguir la victoria en la “lucha de liberación nacional”, las “fuerzas progresistas” africanas precisaban asistencia internacionalista por parte de Cuba; (3) para que tales propósitos fructificaran, era indispensable la creación de una élite revolucionaria leninista, “destribalizada” y formada en la ideología revolucionaria cubana en instituciones al efecto ubicadas en Cuba y manejadas por instituciones civiles y militares gubernamentales vinculadas con la “esfera de la solidaridad internacionalista”; (4) sólo la asistencia militar y política de Cuba podía salvar al África de sus debilidades culturales y tribales; las ambiciones “imperialistas”

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28 Ibidem, pags. 244-247. Para una percepción de las circunstancias que matizan la política cubana en la década de los sesenta, entre otros momentos, es de interés lo mencionado por Leogrande,W.M. Cuba’s Policy in Africa, 1959-1980. Berkerly, 1980, pags. 1-2.29 Los tanteos de La Habana ante países receptivos en el seno de la OUA parecen haberse hecho con cierta insistencia durante la cumbre tricontinental, tal como dejó constancia la prensa de Argelia y París, entre el 29 y 31 de enero de 1966. Véase Le Monde, 31 de enero de 1966. Las declaraciones del embajador P. Rivalta Pérez se formularon meses antes durante la conferencia de los movimientos de liberación del Africa portuguesa, en Dar-es-Saalam, 8 de octubre de 1965. Es interesante comparar esta formulación de la misión liberadora de Castro en Africa Negra con similar pretensión establecida una decena de anos antes por Nasser, quien expresó que la revolu-ción surgida en Egipto constituía la fuente de la regeneración del Africa en cumplimiento de una “misión histórica”. Tanto el líder egipcio en 1954, como el cubano en 1966, parecían consumirse bajo los efectos de lo que un autor llamo “la crisis del imperialismo místico”. Véase Pirenne, J. Historia Universal. Las grandes corrientes de la Historia. Barcelona, 1972, X, pags. 69-70.

occidentales y la deshonestidad que, a juicio de los exaltados puristas del castrismo, exhibían en sus tratos tercermundistas ciertas burocracias del bloque soviético. Castro creía que las revoluciones africanas debían ser salvadas para el socialismo mundial a pesar de ellas mismas, y la presencia político-militar cubana en Guinea y Congo Brazzaville eran pasos seminales, tanto como el compromiso de asistencia, entrenamiento militar y dirección ideológica a las endebles guerrillas marxistas del África Portuguesa.28 Una apreciación etnocultural sustentaba la tesis oficial de la “misión histórica de la revolución cubana” en el África subsahariana, al considerar que “el internacionalismo” militante, militar y místico se fundaba en la comunidad de ancestros entre Cuba y África, lo que parecía más que suficiente legitimidad para asistir a los movimientos políticos insurgentes, en especial en las posesiones portuguesas. Ese “deber” para con los “africanos del África”, que incluía entre posibles maniobras diplomáticas el interés de Cuba en ser por ello admitida en el seno de la Organización de Unidad Africana (OUA), se ejecutaría a contrapelo de cualquier consideración que no fuese la lógica revolucionaria emanada de La Habana, de modo que los “africanos de ultramar” retornarían al suelo africano, como con alguna exaltación recordaba el embajador cubano en Tanzania, para derramar su sangre en la misión de salvar al continente. A los imperativos hemáticos, se agregaban los ideológicos del castrismo, su aversión hacia cualquier variante del “imperialismo y el colonialismo”, y la solidaridad y responsabilidad de Cuba para con los movimientos de liberación. En referencia a los acontecimientos en el Congo Leopoldville a finales de 1965, el discurso oficial castrista recordaba a unos y otros su vocación de no enfundar las armas en ningún escenario.29 Es claro que entonces, como luego sería constante, el énfasis belicoso de los pronunciamientos resultaba

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30 De acuerdo con testimonios de funcionarios cubanos, entre ellos J.Risquet, quien comandó el batallón destinado a Congo Brazaville desde inicios de 1966, las tropas de ubicaban primero en la capital, Dolissie y quizás Pointe Noire. Las funciones pretorianas se ejercían en la primera, y las de asesoria en guerra de guerrillas en las últimas. Véase El Nuevo Herald, Miami, 14 de mayo de 2006; Proceso, México, 5 de octubre de 1997. Otras fuentes permiten inferir que en plan de guardia presidencial se ubicaban unos 200 militares cubanos, en su mayoría negros, el resto de 300 a 400, en las misiones mencionadas. Se ha sugerido que algunas de estas tropas del batallón, procedían de Argelia, desgajadas por Guevara ,en diciembre de 1964, del cuerpo expedicionario cubano que marchó a aquel país un año antes. Consúltese Fermoselle, R. The evolution of the Cuban Military: 1492-1986. Miami, 1987, pag. 366.

directamente proporcional al nivel de frustración de los ambiciosos planes de subversión y foquismo.

Para febrero de 1966, algo después de lo antes narrado, en el Congo Brazzaville habían recalado las tropas evacuadas desde Tanzania, veteranos de las luchas en el Congo Oriental. De los dos batallones que se redislocaron con el propósito de intervenir en el frente de Mulele, al parecer uno fue retirado gradualmente, una vez que se desistió del plan y Guevara regresó a La Habana. El otro, quizás reforzado, fue destacado en parte en la base de Dolissie, sobre el ferrocarril Ocean-Congo, a medio camino entre Pointe Noire y Brazzaville, aunque algunas fuerzas pasarían a la capital para actuar como custodios de la presidencia y los personeros del Estado revolucionario. Para entonces, en el campamento principal parecen haberse iniciado los entrenamientos de las guerrillas del marxista MPLA angoleño. De acuerdo con testimonios oficiales, esta tropa regular de las fuerzas armadas cubanas contaba con entre 500 y 600 militares, y ya había tomado las posiciones mencionadas para marzo de 1966, cuando sus misiones quedaron constreñidas a proteger a Massemba-Debat (por expresa petición de este a Castro) y preparar las guerrillas angoleñas que debían infiltrase en el enclave de Cabinda.30

Vale significar que, por entonces, sin abandonar el compromiso revolucionario tercermundista, tal y como reiteraban las declaraciones fina-les de la conferencia tricontinental, cierto es que los objetivos tácticos se hacían más discretos y alcanzables, en particular tras el derrocamiento del gobierno de N. Nkrumah de Ghana, en febrero de 1966, por sus propios oficiales y ejército, a la manera en que A. Ben Bella lo había sido medio año antes en Argelia. Los regímenes personalistas y autoritarios del procerato inde-pendentista comenzaban a percibirse amenazados por la más significativa de las instituciones de los noveles estados, la castrense, y ello les forzaba a hallar medios de originar garantías político-militares paralelas y leales. Tales eran, en particular, las apreciaciones de Massemba-Debat, en el Congo Brazzaville, y

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31 Durante la década golpista que da comienzo en Argel, en junio de 1965, unos 23 Estados africanos experimentaron la captura del poder por juntas o gobernantes militares, algunos de ellos de amarga evocación. Véase Kinder, H. y W. Higelmann. Atlas Histórico Mundial. Madrid, 1994, 2, pags. 322-325. Sobre el protagonismo político de los ejércitos africanos, puede consul-tarse Shillington, K. History of Africa. Oxford, 2005, pags. 424-425.32 Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana. Madrid, 1973-1975. Suplemento Anual 1963-1964, pags. 730-731.

de Sekou Toure, en Guinea. Proteger estos aliados ideológicos que prometían singulares ventajas logísticas para una presencia prolongada en África, consti-tuirá una de las más peculiares encomiendas cubanas en el continente.31 A semejante empresa se le unirá, en ambos países mencionados, el establecer santuarios y bases de adiestramiento para las guerrillas marxistas orientadas a combatir la presencia colonial de Portugal, a tono con las deci-siones promovidas por la OUA, acción encubierta que encerraba numerosas posibilidades de exaltar los compromisos tercermundistas del régimen revolu-cionario cubano y, no en grado inferior, disipar la impronta de su malograda empresa contra Leopoldville, dirigida a derrocar un gobierno reconocido por la propia OUA. Las estrechas relaciones interestatales desde su establecimiento formal en mayo de 1964, el acelerado ritmo hacia la socialización de la vida congoleña, el entusiasta apoyo brindado a Guevara y sus proyectos allende el río Congo, acercarían a los gobiernos radicales y revolucionarios de Brazzaville y La Habana. Durante 1965, con la inclinación del gobierno de Massemba-Debat a “profundizar la revolución” según las tesis inspiradas en los modelos cubano y chino, y que los consejeros de ambas procedencias promovían entre los funcionarios congoleses. La notoria inclinación del régimen a percibir conspiraciones domésticas y conjuras externas, el endurecimiento en asuntos religiosos y las purgas subsiguientes, eran vistas con beneplácito por Castro y su entorno.32 Con delectación debieron notar el creciente deterioro de las relaciones del Congo Brazzaville con los Estados Unidos y Francia, tildados de promotores de conjuras y complicidades con elementos disidentes y partidarios del derrocado Youlou. La atmósfera política congolesa y el espíritu de Massemba-Debat parecían estar lo suficientemente viciados como para poner en práctica un procedimiento favorito del castrismo con vistas al “fortalecimiento de la revolución”. En este caso, consolidar el poder autocrático del presidente más allá de los conjuros de la legalidad revolucionaria, con la creación de una milicia política, entrenada, armada y dirigida por consejeros militares cubanos, y procedentes de los grupos más militantes de la juventud del

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partido de gobierno, en número de alrededor de 1,500 efectivos.33 Además, un grupo selecto y bien pertrechado de militares del batallón cubano, quedaban asignados como guardia presidencial en Brazzaville, listos a cubrir a la cúpula congolesa en cualquier contingencia. El ejército regular, con apenas entre 1400 y 1800 alistados y su oficialidad formada a la usanza francesa e integrada, en parte al menos, de personal procedente de las etnias del norte del país, se estimaba poco confiable políticamente, y a la luz de los acontecimientos acaecidos a N. Nkrumah, potencial adversario por el poder. Con la milicia y los escoltas regulares cubanos, Massemba-Debat contaba con una garantía para profundizar su curso autoritario socialista, según lo pautado por los estatutos de enero de 1966 y la reorganización del gabinete y legislativo que le siguieron, donde aquellos miembros del gobierno que eran proclives a posiciones pro-chinas fueron purgados, así como lo fue parte de la jefatura castrense intermedia.34

Debe recordarse que si Massemba-Debat contaba con la presencia de tropas regulares cubanas a su favor, a lo largo de más de 500 kilómetros estratégicos que vinculaban la capital con el Atlántico, sus adversarios quizás tenían la esperanza de que los asesores chinos en Gamboma les hubiesen sido de algún concurso; si bien no está clara la información al respecto, puede presumirse que, después que la China se mostró favorable a las tesis de reconciliación entre sus protegidos del “consejo de liberación nacional” y el régimen del coronel Mobutu en el vecino Congo Lepopldville, desde finales del 1965, su presencia y actividades militares en la base de Gambona parecían innecesarias. Como los gobiernos revolucionarios de Pekín y La Habana habían chocado ideológicamente acerca del desenlace de la crisis congolesa y los diplomáticos chinos habían conseguido que Tanzania forzara la salida de las tropas cubanas de Guevara de sus bases cercanas al Lago Tanganyka, es interesante presumir que en el Congo Brazzaville, los diplomáticos y la inteligencia chinas intentasen socavar la influencia de Castro, a quien, a

33 Ibidem. Suplemento Anual, 1965-1966, pag. 742. Véase también The New York Times, 19 de junio de 1966; 30 de junio de 1966.34 Ibidem, pag. 743. En la medida que el partido único MNR asumía las funciones rectoras de la sociedad civil, fuerzas armadas, gobierno, parlamento y poder judicial a lo largo de los meses de enero a junio de 1966, entre otras atribuciones, los faccionalismos intestinos, entremezcladamente personales e ideológicos se agudizaron alrededor de Massemba-Debat (pro-castrista) y de Pascual Lissouba (pro-chino), respectivamente. Entre los purgados en el gobierno por tales razones es-taba el segundo, en tanto que de los oficiales de carrera, lo fue Marien Ngouabi, entonces capitán, de extracción norteña y probablemente influido por las tesis maoístas que defendía la facción de Lissouba.

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35 Esta tesis es recogida por Carlos Moore. Castro, te Blacks…, pag. 233. Sobre la influencia de Pekín en países y movimientos insurgentes en Africa Subsahariana desde 1963 y en particular la región congolesa, véase Greig, I. The Communist Challenge to Africa. Londres, 1977, pags. 71,84,131-134.

despecho de los ejercicios de independencia retórica del caudillo insular, consideraban un eslabón de la proyección internacional moscovita.35

5. Un golpe de estado, junio de 1966

La prueba de los pretorianos en Brazzaville vendría a escasos meses de estar acantonados en aquellas latitudes ecuatoriales. Su presencia seria determinante en la defensa del gobierno de Massemba –Debat y sus seguidores frente a un sorpresivo pronunciamiento militar de las tropas regulares congolesas, en junio de 1966. Aprovechando la ausencia del presidente , quien participaba de una cumbre regional de Estados francófonos en Madagascar, un grupo de oficiales dirigidos por Marian Ngouabi, secundados por tropas de la guarnición de la

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capital y partidarios de Lissouba, se hicieron de edificios gubernamentales, sedes del partido único, instalaciones públicas y algunos otros objetivos de interés para controlar la ciudad y sus 136,000 sorprendidos habitantes. Embargados tanto por el pánico como por el desconcierto “[…] los principales dirigentes políticos se refugiaron en el estadio [de Brazzaville] protegidos por la guardia presidencial […]”, así como por las milicias del partido. En esta situación, los oficiales cubanos destacados en la ciudad, entre los que parece haberse hallado J. Risquet en posición de mando, asumieron la defensa de los funcionarios, familias y seguidores para mantener en funcionamiento aparente el Estado y gobierno, y a la vez, decidieron intervenir y aniquilar la intentona militar lanzando las tropas regulares cubanas en Brazzaville contra los militares insurgentes. Es claro que semejante paso tuvo que ser ordenado desde La Habana, por el propio Castro, y que éste no estaba dispuesto a experimentar el derrocamiento de otro aliado intimo en apenas doce meses y con ello quizás perder un punto de penetración político-militar en África subsahariana. De modo que los 200 militares de la custodia presidencial en la capital, secundados por los milicianos congoleses y sus oficiales cubanos, rescataron al régimen revolucionario y aplastaron a los golpistas, dispersando a sus partidarios civiles en pocas horas de lucha. Consolidado el control de Brazzaville, Massemba-Debat retornó precipitadamente al país y declaró, con calculada prudencia, que era voluntad de su gobierno hallar una solución política a las causas que habían motivado a los insurgentes civiles y militares, con la promesa concreta de restituir a sus puestos a aquellos militares de carrera vinculados con la intentona. Hábil maniobra para posar de magnánimo ante adversarios y enviar un mensaje de confianza a los partidarios, desde la seguridad que el escudo militar castrista le confería. Pero también aviesa, pues si al parecer dejó reposar los acontecimientos, las represalias hacia los complotados se harían efectivas en unos meses, una vez que estos, confiados, se encontraran absortos en sus ocupaciones. Por otro lado, casi inmediatamente, y con el natural apoyo cubano, se procedió a una reorganización de las fuerzas armadas, para su conversión de una fuerza inspirada en la doctrina de la potencia francesa en un cuerpo de naturaleza revolucionaria, “nacional-popular”. Pero, del mismo modo, y como concesión táctica a sus detractores en la oposición y las fuerzas armadas, Massemba-Debat solicitó al gobierno de La Habana hacer más discreta su presencia militar, relocalizándose la mayoría de las tropas en Pointe Noire. No se ocultaba al presidente congolés, que una de las razones del alzamiento era la incomodidad de las fuerzas armadas con la presencia nada disimulada de

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36 Como se ha dicho, en marzo de 1966, el batallón contaba con entre 500 y 600 militares, de los cuales un tercio actuó durante los sucesos de junio. Durante el resto del año, la fuerza se redujo en casi la mitad, unos 300, según estimados de inteligencia occidentales.Quizás no respondiese tal movimiento a algo más que la rotación de tropas para entonces acantonadas en África por unos dos años Aunque en desventaja numérica circunstancial ante el “reorganizado” ejército congolés, el profesionalismo, armamento, disciplina y mando le conferían a los militares cubanos una ventaja más que deseable sobre sus potenciales adversarios. Véase Fermoselle, R. The evolution…, pag. 366; Enciclopedia Universal Ilustrada…., Suplemento Anual, 1965-1966,Pág. 742.

los militares cubanos en Brazzaville.36 Parecía sentirse seguro con sus milicias comandadas por cubanos, y la garantía que al otro extremo del ferrocarril de la costa estaban acantonadas sus fuerzas de choque. En La Habana, no parecían contemplar el éxito alcanzado en términos tan conservadores. Aunque el episodio fue en su día poco menos que oscuro y sigue ocupando un espacio de sombra en la corta historiografía acerca del intervencionismo africano de la Cuba revolucionaria, algunos espacios se le confirieron en la prensa local y foránea. Así, es interesante observar la apreciación hecha de que una de las razones más irritantes para el sector de las fuerzas armadas que intento derrocar a Massemba-Debat y su gobierno, era la desembozada inclinación del régimen a confiarse a “[…] un ejército privado profesional formado por [militares] cubanos negros […]”, como al incremento del control partidista sobre el estamento castrense, tras la creación de “un comando militar colectivo” y un “departamento político especial para el adoctrinamiento marxista de las tropas”, según el modelo introducido en las fuerzas armadas cubanas desde inicios de la década. Eso puede explicar que, en las fases tempranas de la intentona golpista, los seguidores de Marien Ngouabi arrestasen al comandante en jefe del ejército y al director asistente de la policía de seguridad del régimen. Sin embargo, las dudas de los complotados en actuar en contra de conspicuos funcionarios civiles y políticos, entre los cuales se hallaba el premier A. Noumazalay, dejó abierto un espacio para que éste aupase a algunos de los más arrojados de ellos y reclamara la vigencia del “gobierno revolucionario legítimo” en ausencia de Massemba-Debat. Esto, a despecho del control de calles e instalaciones significativas de Brazzaville, resultó una fatal omisión táctica. La Habana, enterada de las circunstancias, autorizó que sus tropas estacionadas en suelo congolés, interviniesen contra los militares insurgentes y “salvaran la revolución congolesa” de tremenda conjura. El episodio atrajo la atención de la prensa norteamericana hacia la presencia militar cubana en Congo Brazzaville, y que las percepciones de las agencias de inteligencia acogidas en los rotativos, calibraban con exactitud en

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37 Véase al respecto The New York Times, 13 de marzo de 1966, 21; 1. En esta entrega se es-timaba que por primera vez en dos y medio años, el país se mostraba estable, a despecho de nacionalizaciones y cambios agudos. La actuación militar de Cuba es publicitada en las entradas de 29 de junio de 1966, 1:2; y de 30 de junio de 1966, 4:5. Las posibles implicaciones de las tropas de Castro en la región central de Africa se ventilaban en Ibidem, 23 de octubre de 1966, 20:1, coincidiendo con intercambios de delegaciones diplomáticas y partidistas entre Cuba y Congo Brazzaville.38 Enciclopedia Universal Ilustrada…, Madrid, 1975. Suplemento Anual 1967-1968, pag. 650.

sus propósitos. Según estas, después del golpe de junio de 1966, el régimen de Massemba-Debat aparentaba más estabilidad gracias a la influencia y garantías ofrecidas por Cuba y China.37 No obstante la victoria táctica de sus tropas de choque en las calles de Brazzaville, en junio de 1966, La Habana no consiguió poner a salvo a su aliado congolés de los conflictos intestinos de la élite revolucionaria, o de las conflictivas relaciones étnicas entre los revolucionarios de la etnia dominante con sus rivales septentrionales. Ni tampoco disipar los agravios latentes en el seno de la “reorganizada” oficialidad media profesional, aunque no hubiese participado en el pronunciamiento de Ngouabi. Desconociendo sus propias garantías, medio año después del golpe fallido, Massemba-Debat y la cúpula revolucionaria decidieron purgar posibles cómplices de los militares amotinados, no escatimando órdenes de detención y prisión contra militares en activo y funcionarios políticos, so pretexto de una compleja madeja de conspiradores al interior de las fuerzas armadas y las instituciones del Estado. La paranoia represiva, probablemente aconsejada por los diplomáticos y asesores castristas y maoístas, llegó eventualmente a la destitución del premier Nomazalay, a quien Massemba-Debat debía el haber mantenido un hálito de resistencia en el estadio de la capital. Entre diciembre de 1967 y enero de 1968, las declaraciones oficiales se caracterizan por su agresividad y duras consecuencias internas.38 Vale señalar que oficialmente no se admitió entonces participación alguna de los destacamentos cubanos en Congo Brazzaville en la supresión del golpe militar. La Habana no reconocía ante otros gobiernos semejante intervención, menos ante su propio pueblo. La prensa estatal reseñó la intentona de los militares congoleses, pero ante los despechos cablegráficos occidentales que mencionaban la participación en la lucha de consejeros militares cubanos asignados al régimen de Brazzaville, y la estrecha relación diplomática y política entre Castro y Massemba-Debat, reaccionaba con aspereza atacando a la United Press International por difundir información “pérfida y mentirosa”, en varios artículos principales, donde se desvinculaba a

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las autoridades insulares de la turbulencia africana. Lejos de ello, proclamaba una declaración de adhesión a Massemba-Debat por parte de los estudiantes congoleses en la Isla, como muestra de su posición. En 30 de junio, Granma, alborozadamente, anunciaba que se había aplastado “la rebelión reaccionaria” contra el legítimo gobierno revolucionario congolés.39 La línea editorial seguía las mismas interpretaciones que los diarios del partido de gobierno congolés, sugiriendo oscuras complicidades y “extrañas coincidencias” en la serie de golpes de estado militares que afectaron numerosos estados del África subsahariana, de los que el Congo Brazzaville parecía constituir el más reciente evento.40 Durante el periodo que media entre julio de 1966 y julio de 1967, Cuba reforzó sus vínculos militares y políticos con Congo Brazzaville, en demanda y reforzamiento de Massemba-Debat. Coincide este aval con el reforzamiento de la naturaleza represiva de la “revolución congolesa”, como se ha apuntado. En este escenario, Cuba refuerza nuevamente su presencia militar en el país africano, destacando a Pointe Noire, una fuerza de reemplazo de las unidades retiradas a mediados de año. A inicios de 1967, el carguero Manuel Ascunce Doménech zarpó de La Habana, con más de un millar de “[…] hombres de raza negra, al parecer de nacionalidad congolesa, vestidos de completo uniforme verde olivo[…]”; le acompañaban sobre un centenar de cajas de madera que sugerían contener armas, y que fueron descargadas en el muelle por camiones militares. Este buque salió de Cuba en 15 de marzo de 1967, y tocó suelo congolés el 31 del mismo mes.41 Durante julio de ese año, Cuba ofreció posibilidades de estudios a “cuadros” congoleses para formarse en la Isla, en tanto el Congo Brazzaville hacía gala de posiciones de solidaridad internacional para con Cuba durante reuniones tercermundistas celebradas en el país africano. Massemba-Debat procede a nombrar embajador en propiedad ante Castro, y se suceden delegaciones congolesas a La Habana, que se entrevistan con el canciller Roa y Osmany Cienfuegos, entonces encargado de ejecutar la política de influencia cubana en el Tercer Mundo. Otras representaciones de organizaciones políticas

39 Granma, La Habana, 29 de junio de 1966; 30 de junio de 1966.40 Unos meses antes, un escrito de R. Casals apuntaba ,con cierta alarma matizada de teoría de conspiración, los derrocamientos militares de gobiernos en Alto Volta, República Centroafri-cana, Nigeria, Dahomey y Congo Leopoldville, elucubrando conexiones que siempre encamin-aban a intereses siniestros de los Estados occidentales. Véase Granma, 7 de marzo de 1966.41 Federación Iberoamericana de Periodistas. Subversión en América Latina. Miami, 1968, pags. 42-44; Oppenheimer, A. La hora final de Castro. Buenos Aires, 1992, pag. 73. Su comandante, entonces, era el ya veterano “internacionalista” Arnaldo Ochoa Sánchez.

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42 Granma, La Habana, 15 de julio de 1966; 19 de julio de 1966; 15 de octubre de 1966; 27 de octubre de 1966. Una jornada de solidaridad con Africa promovida por la OSPAAL (orga-nización coordinadora de actividades de propaganda, subversión, inteligencia y penetración de la inteligencia cubana en Africa, Asia y América Latina, creada por entonces en la capital cubana), enfatizaba el apoyo al proceso socialista en el Congo Brazzaville y la insurgencia en el Africa portuguesa, según reseñaba Granma, en 18 de mayo de 1967. El embajador cubano llegaba a Braz-zaville, una quincena antes de la salida de los militares a bordo del citado carguero. Véase Ibidem, 1 de marzo de 1967.43 Enciclopedia Universal Ilustrada…, Madrid, 1975. Suplemento Anual 1967-1968, pag. 650.

cubanas pasaban a Brazzaville a “intercambiar experiencias y estrechar lazos solidarios” en especial con respecto al manejo de las juventudes y sindicatos.42

Pero La Habana no podía desconocer que, en tanto sus lazos con Brazzaville se reforzaban, y su presencia militar, aunque más discreta, seguía siendo igual de significativa, el régimen revolucionario congolés abría canales de entendimiento con Francia, tratando de obtener convenios económicos favorables a proyectos de desarrollo doméstico, y de paso mejorar el grado de los contactos con la antigua metrópoli. Deseosos de la asistencia francesa, los gobernantes del “socialismo científico” congolés, no excusaban críticas a la política de París en el continente negro. Francos y revolución no parecían incompatibles, aunque más de un observador de la escena africana calificaba como “falta de coherencia” la política exterior de Massemba-Debat.43

A inicios de 1968, la situación en Congo Brazzaville se hace complicadamente confusa. Massemba-Debat destituye a su premier A. Noumazalay (17 de enero) y comienza una letanía de acusaciones de conspiraciones en el seno de las fuerzas armadas, policía y entre la leal militancia de las juventudes del MNR. El régimen estrecha los mecanismos de control social en las principales ciudades y mantiene vigilancia sobre las sedes diplomáticas extranjeras. En julio la situación llega a grados inusitados de embrollo: Massemba-Debat anuncia que en vista de una recién descubierta conspiración en el país, las milicias y “grupos populares” adeptos al gobernante y partido único, deben “tomar las calles” para “proteger la revolución” de las intentonas contrarrevolucionarias. Los militantes del MNR se encargan de detener presuntos disidentes y opositores del régimen, entre los cuales se encuentra Marien Ngouabi. Le sigue un incidente durante el cual seguidores del militar golpista le liberan. En medio de la inquietud que embarga a los 156,000 habitantes de Brazzaville, Massemba-Debat, anuncia que con la anuencia del partido MNR, asume plenos poderes autoritarios bajo un “Consejo revolucionario”; quedando suprimidos

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los órganos legislativos y partidistas existentes44. La emergencia en que se halla “la revolución congolesa” justifica el paso del caudillo. Catorce días más tarde, el ejército congolés reacciona, oponiéndose a la decisión presidencial y responde con una proclamación (emitida por la radio de la capital) por la cual se hace del control del país, destituyendo de sus funciones extraordinarias a Massemba-Debat, en tanto que se decretaba la anulación de la carta constitucional vigente. Es designado un “gobierno provisional” castrense presidido por los capitanes A. Raoul (primer ministro) y M. Ngouabi (presidente), siendo éste último el verdadero poder entre las fuerzas armadas, y el veterano líder de la anterior intentona. En Brazzaville, entre el 17 de agosto y el 4 de septiembre de 1968, se ven enfrentados dos entidades que pretenden encarnar el espíritu legitimista de la revolución, un “consejo revolucionario” del MNR frente a un “consejo nacional de la revolución” de extracción cuartelaria. Los choques armados entre las milicias y partidarios armados del primero (unos 1,500 “guardias cívicos” adiestrados por los cubanos) contra las tropas regulares del segundo (estimados en un batallón de infantería, de 1,400 hombres, entrenados originariamente por franceses), llevan a la declaración del estado de sitio (30 de agosto) y la definitiva dimisión de Massemba-Debat y la proclamación del “consejo nacional” presidido por Raoul-Ngouabi (4 de septiembre)45. Escasamente dos años después de haber sido derrotados por la intervención cubana en su contra, el ejército congolés había derrocado su presidente y máximo líder en un cruento y turbulento mes. Esta vez, el batallón de combate cubano acantonado en Pointe Noire, a 516 kilómetros, no se movió de sus cuarteles. La Habana parece haber dejado a su suerte a su devoto aliado Massemba-Debat, y parecía otear las nuevas realineaciones en el Congo Brazzaville46. Sin

44 Idem. La proclamación de plenos poderes autoritarios por parte de Massemba-Debat se produce en 3 de agosto de 1968. La prensa cubana (Granma, en concreto) no mencionó el episodio.45 Ibidem, pag. 651. De la revisión de los titulares de Granma para en 1968, no aparece ninguna ref-erencia a este episodio político que sacudió este vital aliado de Cuba entre agosto y septiembre de 1968. El mutismo oficial resulta lleno de interrogantes. En realidad de la situación congolesa sólo merece importancia una singular nota que sugiere cierto apoyo diplomático de Massemba-Debat al GRAE (gobierno revolucionario de Angola en el exilio) y su líder Holden Roberto. Véase Granma, 2 de marzo de 1968.46 Hasta que no estén desclasificados los archivos de los ministerios de defensa, exteriores y del partido comunista de Cuba, las apreciaciones acerca de estos episodios siempre dejarán holgado espacio para figuraciones y supuestos en lo que corresponde a las motivaciones y actuaciones del castrismo en los tablados africanos. Los episodios de Congo Brazzaville entre 1965 y 1977, y las luchas fraccionales entre caudillos civiles y militares de la “revolución congolesa” constituyen un interesante propósito investigativo cuando sea posible un acceso documental sin selectividades de investigadores o temáticas “impropias” o “sensibles.” Otras justificaciones oficiales o de los compa-ñeros de viaje ideológicos que aún siguen “la línea” son desdeñables.

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dudas, la valiosa posición geopolítica del país centroafricano podía ameritar el sacrificio de lealtades para con aliados políticos y milicianos adiestrados en su día por los castristas. La valiosa posición logística en Pointe Noire y la base de adiestramiento para guerrillas del MPLA en Dolissie bien merecían un acomodo con los nuevos regentes de la revolución congolesa. 6. Acomodos, oportunismos y otras virtudes, septiembre de 1968-agosto de 1970.

En enero de 1969, Ngouabi devino en el gobernante efectivo e indisputado en Brazzaville, al asumir el cargo de presidente de la república y del consejo nacional de la revolución, controlados por oficiales militares de origen norteño. Su ascendiente entre las filas militares, adquirido durante los dos años precedentes de turbulencias políticas y pronunciamientos cuartelarios, hacia casi predecible semejante rumbo, tal como debieron pronosticar los observadores diplomáticos y de inteligencia de la embajada cubana en el país centroafricano. Como quizás las inevitables purgas que el nuevo salvador de la patria revolucionaria aplicaría, bajo el subterfugio familiar de “depuraciones”, en las instituciones políticas, administrativas y sindicales congolesas. El ejército sería reorganizado concienzudamente desde febrero de ese mismo año, incorporando los restos de las derrotadas milicias armadas del anterior régimen. El “ejército nacional popular” quedaba subordinado directamente al comandante supremo, Marien Ngouabi. A juicio de este, el ejército constituía la base social mas confiable y el único instrumento efectivo para los planes de “profundización” de la revolución. A diferencia del movimiento de 1963, el proceso no marginaría a los militares en favor de una partidocracia con sus instrumentos paralelos, sino a la inversa. El cuerpo militar sería el motor político de las transformaciones autoritarias en perspectiva, muy a la manera que desde 1959 Castro había mostrado en Cuba. Quizás el cesarismo del africano encontrase un temprano eco de simpatía en el ególatra caudillo insular, siempre desdeñoso de los políticos civiles, que como Massemba-Debat, entrañaban, por lo regular, presuntos derrocables. En análoga tónica que el caudillo isleño, Ngouabi pronto hallaría las conveniencias de las teorías de conspiración, fundadas o fantasiosas, y las empleó con notable persistencia en sus planes para consolidar su autoridad personalista y cuartelaria. Mientras la tónica de su régimen se hacia cada vez más encendidamente izquierdista (a la usanza centroafricana), la economía mantenía su marcada orientación hacia el deterioro, con una notable baja en la

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producción agrícola, comercial y de subsistencia, reforzadas por inquietudes laborales que el gobierno militar aún no controlaba, las conspiraciones parecían menudear, al parecer asociadas a partidarios del depuesto presidente F. Youlou, con importante base entre las comunidades Bakongo del sur. Ngouabi anun-ció el desmantelamiento de un complot organizado por el antiguo jefe de las fuerzas armadas, el mayor F. Moozabanky, a inicios de 1969, seguida de fuertes condenas a trabajos forzados perpetuos, a modo de “reeducación”. En noviembre de ese año, una treintena larga de conspiradores civiles y militares eran descubiertos y condenados como “enemigos del proceso”47. Durante la primera mitad de 1970, dos nuevas intentonas fueron detectadas, las cuales estaban dirigidas contra la recién proclamada “República Popular del Congo”, y sus símbolos de indisimulada inspiración afro-bolchevique. En marzo, un comando de militares desafectos, procedentes de las zonas próximas al río Congo, capturan la estación de radio de Brazzaville, pero son dispersados por las fuerzas armadas y milicias reorganizadas del régimen. Otra conspiración, que es frustrada en agosto de 1970, sirve de pretexto para reforzar el control social con la proclamación de un partido único, marxista-leninista centrado en la figura e “ideario” del líder de la revolución congolesa. El Partido Congolés del Trabajo, a imagen y semejanza de sus referentes euroasiáticos.48

Ngouabi, enfrentado a estas complicaciones del ejercicio del poder revo-lucionario, parece haber desechado objeciones precedentes con respecto a la presencia e influencia de Cuba en las políticas domésticas congolesas, y decidió conservar las estrechas relaciones políticas y militares con La Habana. No objetó, como lo había hecho con acritud en 1966, la presencia de tropas de combate cubanas en Pointe Noire, ni la permanencia de consejeros militares en las bases del MPLA en Dolissie, ni tampoco que el territorio congolés sirviese de punto de emisión de columnas insurgentes en incursiones fulgurantes por las fronteras selváticas de Cabinda o destinadas a reforzar el santuario de las florestas de Dembos, al norte angoleño. Al proclamarse líder de un estado comunista centroafricano, no dejó de recibir apreciable asistencia material y

47 Enciclopedia Universal Ilustrada…, Madrid, 1973-1975, pag. 556. La producción agrícola con-golesa destinada a la esfera comercial entre 1969 y 1970, estaba concentrada en el café (1.860 ton.), cacao (1.530ton.), cacahuete (6.305 ton.), aceite de palma (5.700 ton.), secundada por la explotación forestal (2.011.000 m3). La minería estaba representada por el petróleo (43.000 ton.), seguido por el estaño, cinc, plomo, oro y diamantes. Las exportaciones del país por Pointe Noire sumaban 1.9 millones de toneladas durante el mismo periodo. Sus destinatarios,por lo general lo constituían clientes occidentales, de donde también se originaban las 600.000 ton. importadas por el Estado congolés. 48 Idem.

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humana de Cuba para crear una organización de seguridad del Estado más eficiente, mecanismos de control ideológico y comunal, así como un nuevo sistema de tribunales de justicia destinados todos a quebrar a los adversarios francos o larvados del sistema.49 Por su lado, el gobierno de Castro cultivó asiduamente al nuevo gobernante entronizado en Brazzaville, con el interés de no perder sus posiciones en África Central. De ahí, el manejo del tema congolés por la prensa oficialista, que no dejó de reseñar las denuncias del gobierno de la República Popular del Congo, en esporádicos espasmos defensivos ante las conspiraciones e intentos golpistas domésticos y tensiones con el vecino Congo Leopoldville. Calificando de “cabecillas” a los líderes capturados en marzo de 1970, se reproducían los descalificativos del régimen congolés. En particular, no deja-ban de referirse las condenas y ejecuciones de varios oficiales militares por sus actuaciones “contra la revolución popular congolesa”. Mediado el verano, la prensa castrista reflejaba con simpatía la exaltada denuncia de Ngouabi contra el fallido golpe de estado encaminado a sacudir las bases de su poder, en particular “[…] eliminar la revolución y dirigentes de la República Popular […]”50 Por ello, el gobierno cubano apoyó francamente a sus aliados, al resaltar de modo oficial las festividades en oportunidad del décimo aniversario de la independencia congolesa, tanto como el proceso por el cual se creó el partido del socialismo científico, reestableciendo el rumbo hacia el socialismo en Congo Brazzaville. En ocasión de celebrarse el aniversario décimo de la “revolución congolesa de 1963”, La Habana resaltaba el significado de la amistad común, en tanto el intercambio de delegaciones diplomáticas se incrementaba acusadamente, y la presencia de consejeros cubanos se hacía patente en los campos de la seguridad, sindicatos, educación, propaganda y otros convenidos.51 Pero, como se demostraría en escasos años al producirse la

49 Fermoselle, R. The Evolution of the Cuban Military..,. Miami, 1987, pags. 366-367. según datos de esta época, el Congo Brazzaville había recibido la reducida suma de 1 millón de dólares americanos en armamentos del bloque soviético para dotar una fuerza de menos de 2,000 hombres en 1968. En opinión de los expertos africanos en Moscú, ejércitos como el congolés, estaban escasamente capacitados para operar armas y equipos, más allá de las convencio-nales operadas por tropas de infantería y artillería ligeras. Con una mínima inversión de medios y recursos en casos como este, los estrategas soviéticos creían obtener dividendos políticos muy valiosos. Véase Wood, D. The Armed Forces of African States. Londres, 1966, pag. 22 y ss.; Winfred, J. y S.P. Gilbert. Arms for the Third World. Soviet Military Aid Diplomacy. Baltimore & Londres, 1969, pags. 45-46.50 Granma, La Habana, 24 de marzo de 1970; 30 de marzo de 1970; 18 de agosto de 1970.51 Ibidem, 19 de agosto de 1970; 17 de diciembre de 1971; 15 de agosto de 1973 y 21 de mayo de 1973.

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crisis colonial portuguesa en las limítrofes Cabinda y Angola, la permanencia militar de Cuba en Congo Brazzaville llegaría a alcanzar sus dimensiones estratégicas más logradas. Brazzaville y Pointe Noire serían eslabones decisivos para la ejecución de los planes castristas de emplazar, mediante el poder de fuego de ‘Katiushkas” y tanques T-54, al debilitado e ineficiente movimiento MPLA en Luanda. Menos de una década después del descalabro cubano en el Congo Leopoldville, parecía hacerse bueno el dictum guevarista de que el ejercicio del intervencionismo global revolucionario sólo podía conseguir resultados verdaderos con el empleo de los que denominaba “ejércitos proletarios internacionales”52. Lo que quizás no pudo presumir el malogrado teórico insurgente, fue que Castro, en su inagotable megalomanía, preferiría remedar, “para duradera gloria de la revolución”, las misiones protectoras de los legionarios de antaño al proteger clientes medrosos y cesarismos endebles, o ejercitar el mesianismo revolucionario siempre proclamado en sus alegatos, con el envío de masivas y veteranas legiones en plan de beligerancia, a remotos escenarios en África Central, en demanda de los elusivos laureles de la victoria total tercermundista. •

52 “Mensaje a la Tricontinental, mayo de 1967”, en Guevara, E. Obra Revolucionaria. México, DF, 1985, pag. 649. Pero para ello no parecía tener en cuenta ( o deliberadamente prefería ignorar) el desdeñoso concepto en que la cúpula político-militar de Moscú, el venerado “ aliado natural” de los “internacionalistas” tercermundistas y único capaz de armarles concienzudamente, colocaba los potenciales ejércitos y movimientos políticos revolucionarios en el poder en Africa al sur del Sahara. La naturaleza oportunista de las actuaciones diplomáticas y exportación de armamentos de la Unión Soviética al Africa Negra, por entonces en abierta contradicción global con la China comunista , no era entonces muy coincidente con las exaltaciones guevaristas. Mao podía ofrecer serenos consejos doctrinales y algún entrenamiento necesario a los “cuadros políticos y militares africanos” en academias de Nanking y otros puntos, pero muy limitado hardware para desafiar a los adversarios regionales (pro-occidentales o pro-soviéticos por igual) mejor pertrechados, como en su día descubrirían, en condiciones disímiles pero igualmente frustrantes, dos diestros practi-cantes de la guerra popular maoísta, Che Guevara y Jonas Savimbi.

Jonas Savimbi

ESTOCOLMO SE DESHIELA DEBATIENDOLA DEMOCRACIA

Germán Díaz Guerra(Responsable de Comunicaciones Internacionales)

EN CUBA Y SUS ACTORES

Durante un invierno muy frío, con varios grados centígrados bajo cero y las calles repletas de nieve, se desarrolló en Estocolmo el evento Democracia en Cuba: ¿Quiénes son los actores? El tema es tan candente, que pudiera encender la nieve, por suerte transcurrió

pacíficamente.

Evento en Estocolmo. ¿Quiénes son sus actores?

Los días 6 y 7 de febrero del 2006, fue la fecha que el Comité Internacional por la Democracia en Cuba, acordó para efectuar el encuentro. La actividad estuvo bajo los auspicios de la embajada de la República Checa en colaboración con el SILC (Centro Internacional Liberal Sueco), el Centro Internacional Olof Palme, y el Centro Internacional Demócrata Cristiano, agencias de colaboración suecas del Partido Socialdemócrata y del Partido Demócrata Cristiano respectivamente. La actividad comenzó con un acto público en la plazoleta de Norrmalstorg cita en el centro de Estocolmo, y entre cuyos oradores contaron, Peter Lupsek, Göran Hägglund, líder demócrata cristiano, el parlamentario socialdemócrata Urban Ahlin, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Parlamento Sueco, y la parlamentaria liberal (en el ámbito europeo) Cecilia Malmström. Según el programa, este acto serviría también como celebración de la independencia de los países bálticos de la Unión Soviética. Sería importante no pasar por alto que Urban Ahlin es conocido por su debate con representantes de organizaciones suecas afines al oficialismo cubano. Ejemplo de ello fue la actividad efectuada el 13 de abril del 2004, en

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que tuvo lugar una discusión entre Eva Björklund, la cumbre del castrismo en Suecia, y este parlamentario socialdemócrata sueco. Allí se desencadenó un fuego verbal encarnizado, una confrontación total del representante social-demócrata con los castristas del patio. Esa actividad la auspició la denominada Red de acción contra la guerra y la Asociación Sueco Cubana, la segunda, un auténtico buró de publicidad en Suecia al servicio del Partido Comunista de Cuba.

El oficialismo cubano responde

Tal vez por eso, no faltó la presencia en la plaza de Norrmalstorg de un pequeño grupo de contramanifestantes, en realidad bastante tranquilos. Uno de ellos era una señora que, no sabiendo como colocar la bandera, recibió la ayuda delicada nada más y nada menos que de Frank Calzón, Director Ejecutivo del Center for a Free Cuba, una de las figuras más atacadas desde La Habana. Quizás sea este gesto la señal de que el ansiado diálogo entre castristas y anticastristas no es del todo imposible. Pero no era un hecho casual que, a unas pocas cuadras de la plazoleta, se desarrollara una charla con Aleida Guevara, la hija del Che, de visita en

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Suecia justo en los días en que sesionaría la conferencia. A esa visita se le dio seguimiento desde la redacción de Cuba Nuestra, registrándose así las apariciones de la misma en los medios suecos. De ese modo, en una lección de relaciones públicas, la embajada cubana en Estocolmo se anotó un punto, logrando que el 6 de febrero, el mismo día en que se iniciaba el seminario sobre la democratización de Cuba, no fuera ese evento, sino la presencia de Aleida Guevara, la hija del Che, lo que saliera reflejada en el popular periódico Metro. Según nuestras fuentes la presencia de Aleida Guevara en el país escandinavo había sido dada a conocer a los medios de prensa en un mensaje transmitido desde la sede diplomática. Al periódico Metro Aleida Guevara manifestaría su tristeza por el hecho de que el icono de su padre fuera utilizado como marca para diferentes productos, incluido el vodka, asegurando que su familia iniciaría querellas judiciales contra las compañías que hacen uso de su imagen. En respuesta a un artículo aparecido tiempo atrás en el periódico Dagens Nyheter, Aleida aseguró que en Cuba existe una buena atención médica y acusó a los europeos de ser ligeros en sus criticas a Cuba, mientras que no se atreven a hacer lo mismo con los Estados Unidos. Gracias a un colaborador de esta revista, la redacción de Cuba Nuestra recibió una fotocopia del artículo “I Ches fotspår”(Tras las huellas del Che), publicado el miércoles 8 de febrero del 2006, por el periódico socialdemócrata sueco Aftonbladet. En el mismo se cubre aspectos de la visita de Aleida Guevara a Suecia. Allí se anuncia el motivo de la visita de Aleida: Defender la revolución cubana. Según la periodista Ingrid Carlqvist, Aleida viaja por el mundo para hablar de su amado país, mientras la falta de democracia en Cuba es una objeción en su camino. Aleida asegura que si por democracia se entiende el poder del pueblo Cuba es democrática. Aleida no es capaz de comprender cómo los suecos hablan de democracia a la vez que tienen un rey. Este planteamiento fue muy aplaudido por los asistentes al Skåne Social Forum (Foro Social de Escandinavia), en Lund. El 11 de febrero Aleida llega a Estocolmo. El momento central de su visita fue recogido por uno de los más importantes diarios de Suecia, Dagens Nyheter. El periodista Håkan Forsberg le hizo saber a Aleida Guevara, (en una entrevista que presuntamente se realizó el 6 de febrero del 2006) que en el parlamento sueco se llevaba a cabo una conferencia por una Cuba Democrática. Aleida Guevara consideró este hecho ofensivo e irrespetuoso y afirmó que no podía entender como el pueblo sueco no impedía el desarrollo

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del evento, preguntando: “¿Cuándo ustedes, los europeos, le han pedido a alguien del llamado Tercer Mundo que les ayude a resolver sus problemas internos? ¡Nunca!” El reportero le explica que el pueblo estaba compuesto de individuos y grupos con diferentes opiniones y valores, a lo que la hija del Che replica: “En mi país el pueblo cubano tiene el poder de decidir si tales actividades tendrán lugar o no. Pero no aquí en Europa. Se habla mucho de democracia. Pero aquí no es el pueblo el que tiene el poder”. Se le preguntó también a Aleida Guevara si ella conocía a Raúl Rivero a lo que respondió: “Raúl Rivero. Yo soy mala para los nombres ¿en qué trabaja él?” En el texto se explica que Rivero es un cubano de sesenta años, periodista, escritor y fundador de una agencia independiente de noticias, razón por la que cayó en el grupo de los 75 arrestados en la primavera del 2003, más tarde sancionados severamente por colaborar con el archienemigo de Estados Unidos. A Rivero le aplicaron una condena de 20 años, pero fue liberado a los 20 meses y ahora vive en España. Tras la explicación Aleida Guevara afirma que Rivero debía ser un agente pagado por la CIA, el FBI o la mafia terrorista de los exiliados cubanos en la Florida. Aleida explica que si alguien entrega información a un poder extranjero estaba quebrando la constitución, considerándosele un mercenario, y esa persona perdía el respeto del pueblo. Aleida asegura que su recorrido por los países nórdicos no obedecía a ordenes del gobierno, sino que ella venía a hablar en nombre del pueblo de Cuba. En el artículo se hace referencia a los locales de la Asociación Sueco Cubana, en la calle, Drottninggatan de Estocolmo, donde el ícono del Che tiene una gran presencia en forma de libros y afiches, Allí puede verse además una escultura de frijoles y arroz con el nombre del Che al precio de 500 coronas, así como una artesanía hecha con dos troncos y una especie de hongo blanco con el nombre del Che en rojo y azul, que se oferta al precio de 50 coronas. El periodista recordó que el nombre del Che ha sido utilizado en la publicidad de numerosos productos; desde bikinis hasta calzoncillos pasando por pantalones vaqueros. Aleida está contra ese uso, pero no está en contra de que su imagen se aplique a banderas y pulóvers ya que eso despierta la curiosidad de los jóvenes por las ideas de su padre. La entrevista que debe haberse realizado el 6 de febrero, apareció publicada el 15 de febrero cuando Aleida compareció en la Asociación Sueco Cubana, y salió publicada en la edición impresa del matutino bajo el título de “Ches dotter försvarar Kubas väg” (La hija del Che defiende el camino de Cuba). Un trabajo en el que la hija del Che asegura que los cubanos tienen gran libertad

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y donde acusa a la Unión Europea de jugar el juego de los norteamericanos. Le resulta difícil comprender por qué el pueblo sueco no se había opuesto a la celebración del encuentro crítico contra Cuba celebrado en esos días.

El Centro Olof Palme: cuestionamiento de sus posturas

La respuesta del oficialismo al encuentro de Estocolmo se organizó desde la posición de los intelectuales comprometidos con el régimen cubano. En esta ocasión fue gracias a la colaboración del periodista José Luis Belmar, corresponsal de La Voz de América aquí en Suecia, que se tuvo noticias del documento, donde un grupo de escritores oficialistas cubanos condenaban el evento sobre Cuba que tendría lugar en Estocolmo. El ataque apareció publicado en la revista digital marxista-leninista española Rebelión bajo el título “Intelectuales cubanos radicados en Cuba y en el exterior denuncian congreso antidemocrático”. La lista de adhesiones está encabezada por René Vázquez Díaz, escritor cubano nacionalizado sueco. El manifiesto comienza con la siguiente presentación:

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Queridos amigos:

El seminario que se celebrará en Estocolmo está organizado por el Centro Internacional del Partido Liberal Sueco, el Centro Internacional Demócrata Cristiano y el Centro Internacional Olof Palme, junto con la Embajada Checa en Estocolmo y el llamado “International Comitte for Democracy in Cuba”, de Vaclav Havel. El título del seminario es “Cambio democrático en Cuba: Quiénes son los actores?” Entre los participantes están el ex presidente de Lituania, el viceministro de Relaciones Exteriores de la República Checa y miembros de la Fundación Nacional Cubano Americana.

Gracias por su firma. René Vázquez Díaz

Luego de un largo recuento de las acciones armadas emprendidas por los exiliados contra el Estado cubano, se ataca al Centro Olof Palme, del que Vázquez ha obtenido no poco respaldo en otras ocasiones, con las siguientes palabras:

Ahora vemos con estupor cómo el Centro Internacional Olof Palme colabora vergonzosamente con quienes preconizan esa línea genocida contra el pueblo cubano, y nos preguntamos: ¿el Movimiento Obrero Sueco es consciente de la peligrosa política reaccionaria y contraria al espíritu de Olof Palme que esto implica?

Por último se hace un llamado a todos aquellos que quieran manifestar su repulsa, en castellano o cualquier otra lengua, a que enviaran sus cartas a doña Viola Furubjelke, Secretaria General del Centro Internacional Olor Palme, a través de la dirección electrónica: [email protected]. Desde la Biblioteca Nacional “José Martí” de la Ciudad de La Habana, el director de la misma, Elíades Acosta, al conocer que el Centro Olof Palme participaría en la conferencia organizada en Estocolmo, hace una regañina a la señora Furubjelke, en una carta de la cual no recibe respuesta. La misiva aparece en Librínsula, publicación de la institución cubana, con la siguiente introducción:

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Le escribo como ciudadano cubano, historiador, escritor y Director de la Biblioteca Nacional “José Martí”, de La Habana, Cuba, consternado al conocer que el Centro Olof Palme participará en una conferencia que se organiza en Suecia junto a la Fundación Nacional Cubano-Americana, organización terrorista que constituye, de por sí, la negación de los ideales por los que vivió, luchó y fue asesinado el Sr. Palme. Los cubanos hemos sentido siempre por la figura de Olof Palme un inmenso respeto, el mismo que él sintió por Cuba y su pueblo. Jamás olvidaremos el apoyo brindado por su gobierno a la inmensa revolución educacional llevada a cabo durante estos años, a pesar del acoso y los ataques criminales de sucesivas administraciones del gobierno de los Estados Unidos y de los terroristas cubanos que le sirven, no por ideales, no por amor a la cultura ni la educación, no por la solidaridad ni la fraternidad entre los hombres, sino por dinero, por intereses egoístas, por ambiciones.

En lo adelante se le señalaba a la Sra. Furubjerke la supuesta reacción que Olof Palme hubiese tenido frente a esta Conferencia. Porque si Olof Palme viviese ahora estaría protestando contra los actos de agresión contra Cuba. Acosta finaliza denominando la conferencia como algo demasiado burdo para ser creído, y dando recomendaciones a la Sra. Furubjelke:

Usted debería saber que los cubanos somos un pueblo culto y digno, que no se ha dejado, ni se dejará manipular ni conquistar; que quiere la paz, pero que no transigirá jamás con amenazas ni presiones: así no son los pueblos esclavos, ni carentes de democracia. Olof Palme lo sabía muy bien. Espero que usted también lo comprenda y honre su memoria.

La mesa de los actores del cambio democrático

En horas de la tarde del día 6 de febrero se desarrolla el primer panel bajo el nombre de “Actors of the Democratic Change” (Actores del Cambio Democrático). Los participantes dejaban la plaza de Norrmalstorget para trasladarse a Munkgatan 17, en el casco antiguo de la ciudad. Un edificio que data de 1922 construido por una compañía de seguros sueca, que hoy día sirve como parte del parlamento sueco, encajado en una parte de la ciudad, donde lo moderno combina con lo medieval. La calle donde se encuentra el edificio era a finales

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del siglo XI una franja de tierra, donada por el rey sueco Magnus Ladulås al convento franciscano del islote aledaño, para efectuar allí la construcción de un puente. Una larga mesa acogía a Liduine Zumpolle de Cuba Futuro en Holanda, que desde la posición central servía de moderadora. A su izquierda y derecha tomaban posición los oradores: Mae Liz Orrego de Misceláneas de Cuba y residente en Suecia; Ramón Colás, fundador del movimiento de las Bibliotecas Independientes, residente en EEUU; Francisco de Armas en representación del Movimiento Cristiano Liberación, residente en Puerto Rico; junto con Boris Luis Santa Coloma, residente en Alemania, quien afirmaba venir a título personal. Boris Santa Coloma al comentar acerca de la serie de expectativas futuras que tendría lugar a la hora del cambio democrático en Cuba, manifestaba su temor de que al transcurrir el entusiasmo lógico de la fase inicial, ocurriera un rechazo por ciertas capas de la población que se sientan marginadas. Según él era posible el surgimiento de un sentimiento de nostalgia hacia el pasado, algo semejante a lo ocurrido en la Alemania del Este después de la reunificación. Estas circunstancias podrían ser aprovechadas por fuerzas reaccionarias interesadas en detener el futuro proceso de reformas. A su juicio la mejor manera de contrarrestar esta eventual tendencia negativa sería el apoyo a la disidencia interna en la isla. Para él la disidencia en la isla salvaguardaría las futuras reformas y superaría el eventual escollo del nacionalismo. Definiendo el papel de la disidencia en los principales cuatro aspectos dados a continuación:

1. Los programas actuales de los grupos disidentes que contienen demandas de carácter nacional. Es decir que los opositores cubanos constituyen también representantes de los intereses nacionales.

2. La tenencia de planes de la oposición para la fase del tránsito sobre propuestas concretas de lo que Cuba necesita durante su avance hacia el futuro. Los disidentes tienen ya una hoja de ruta para los cambios de mañana. Esto los sitúa en una posición ventajosa con respecto a otros grupos del propio gobierno que siguen aferrados a la continuidad del régimen.

3. El hecho de ser perseguida por sus ideas le readjudica a la oposición una fuerza moral que será decisiva a la hora de influir sobre las reformas futuras.

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4. La relación de la oposición con los grupos cubanos en el extranjero, que es un problema muy importante de cara al nacionalismo y a la situación que se presentará cuando se produzca el cambio. Esto hace que la oposición actual esté llamada a desempeñar un papel de mediadores en el diálogo entre los cubanos de la isla y los residentes en el exterior.

Mae Liz Orrego representando a la juventud liberal cubana, hablaba en su presentación sobre el compromiso de los jóvenes cubanos con la transición política. Su presentación fue el resultado de la búsqueda basada en el contacto directo con los jóvenes de la política, de dentro y fuera de la isla. Su trabajo con los jóvenes liberales de Suecia le ha dado la oportunidad de encontrar jóvenes de otros países vinculados a la política. A su entender la situación especifica de Cuba sufría un problema gene-racional. En este el gobierno cubano, la oposición política y la fracción activa del exilio estaban compuestas por adultos, una realidad terrible. La relación que esto guardaba con la transición quedaba definida por Liz Orrego de la siguiente manera:

Por lo tanto el mayor problema de la transición hacia la democracia es la carencia de la participación juvenil.

Este problema, basado en determinada apatía de los jóvenes hacia la política, es un asunto serio al que los partidos políticos de la oposición deben enfrentarse. Otra cuestión que también repicara en el futuro político de Cuba, como la misma Mae planteaba, queda expuesta de la siguiente forma:

Los partidos opositores establecidos no tienen organizaciones juveniles y debido a las circunstancias de la situación allí es imposible para ellos este propósito. Incluso aunque ellos en realidad necesitan fuerte apoyo (que yo llamo un disparo de adrenalina). Ahora, ¿cuáles son las consecuencias del vacío generalizado de la participación juvenil? ¿Cuáles son las consecuencias de no tomar en consideración esta situación y hacer algo por ella?

1. Somos una fuerza que puede hacer el proceso de democratización aún más lento.

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2. Paso a la apatía política en la sociedad, la cual está ya apareciendo, pudiendo llegar a ser más fuerte.

3. No existirán los políticos jóvenes4. Estaremos frente a un vacío de cuadros juveniles dentro de la

política. 5. El alto riesgo de una nueva dictadura.

Ramón Colás, fundador de las bibliotecas independientes en Cuba dibujaba al público presente su imagen de los actores de cambio en Cuba. Con su propia mano trazaba la oposición política en Cuba y las fuerzas apolíticas de la sociedad civil. Según Ramón Colás, la democracia cristiana cubana tiene en el Movimiento Cristiano Liberación, en la figura de Oswaldo Payá Sardiñas dos pilares de ineludible valor. El primero, es decir la institución, ha perfilado una constante movilización del ciudadano para convocarlos al reclamo de los derechos mediante la convocatoria a un referéndum, que permita a los cubanos escoger el modelo de convivencia político y social más adecuado. El movimiento cristiano cuenta con una base amplia superada únicamente por la masa envilecida empujada por el miedo a apoyar el modelo castrista. Otro aspecto de la constelación política cubana resaltada por Colás fue la socialdemocracia. La misma y como él mismo la define, comprende dos agrupaciones bien estructuradas una está presidida por Vladimiro Roca Atunes miembro del partido socialdemócrata de Cuba y la otra es la corriente socialista democrática que dirige Manuel Cuesta Morúa. Ambos persisten en la instauración de un modelo político con una sólida estructura en oportunidades sociales. Aunque, la mayor dificultad tanto en la Corriente Socialista como en el Partido Socialdemócrata está en su base social, la cual no ha podido incrementarse en la misma medida que el Proyecto Varela. Otro actor de la democracia en Cuba, mostrado por Colás es la Dra. Marta Beatriz Roque Cabello, ella ha compartido liderazgo de la oposición interna con René Gómez Manzano y Félix Bonne Carcacés, agrupados todos dentro de la asamblea para promover la sociedad civil. Esta formación política es considerada por muchos como un grupo conservador dentro de los oposicionistas cubanos. Esta denominación ha creado recelos por aquellos que defienden una postura menos beligerante. Otros proyectos políticos nombrado por Ramón Colás es Solidaridad Democrática, el partido liberal cubano, que está afincando proyectos políticos

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con un atractivo muy interesante capaz de movilizar la conciencia popular. Además, no dejó de resaltar el papel de las bibliotecas independientes. Las bibliotecas independientes o los bibliotecarios independientes son actores de cambio porque han empezado a enseñar a miles de cubanos, a ensanchar los espacios de sus mentes para poderlos guiar por el camino de los valores morales, los principios de la libertad de la justicia y la democracia Colás transmite también una imagen de los líderes de la oposición. Muestra a Oswaldo Payá como aquel que, como ningún otro, ha elevado el perfil del movimiento democrático cubano. Su perseverancia e inteligencia le hacen suponer [como] uno de los principales protagonistas en el destino de un futuro democrático para Cuba. Así en la medida en que Colás destaca que Oswaldo Payá Sardiñas ha reflejado la voluntad de cambio de la inmensa mayoría de los cubanos, señala a Vladimiro Roca como el hombre que se ha ido convirtiendo en un facilitador entre los aperturistas que hoy se ubican en la nomenclatura, los inmovilistas y el movimiento democrático de Cuba. Mientras que a Manuel Cuesta Morúa le atribuye el papel de político e intelectual, estudioso de la realidad con una visión muy particular. Su demarcación hacia el resto del grupo ha creado cierta singularidad para sus propósitos políticos, ha motivado el origen de cierto consenso, por lo cual no parece haber sido comprendido por las fuerzas de cambio en la isla. Al finalizar su intervención Ramón Colás expone tres ideas que, según él específicas, son las convenientes para acelerar la transición que todos queremos en Cuba. En primer lugar pide que se diseñe el envío masivo y transparente de recursos a los oposicionistas en Cuba. De tal forma que puedan ponderar el pequeño espacio que han arrebatado al régimen. Incluyéndose en éste el financiamiento para que puedan promover la no-cooperación, que es un principio de la lucha pacifica contra el sistema. En segundo lugar señala que los países europeos deberían abrir sus em-bajadas en La Habana al sector que más dignifica al pueblo de Cuba. Esta idea permitirá suprimir el mito de la confrontación de Cuba y los EEUU al elevarse el perfil de la solidaridad desde otras partes del mundo. En la misma medida es imprescindible que Europa ayude a buscar un efecto multilateral en cuanto al tema cubano, [para] darle el mismo tratamiento que en su momento este continente le dio a la dictadura de Augusto Pinochet y al régimen del Aparthei en Sudáfrica.

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Por último recomienda lanzar una campaña mediática a nivel internacional donde se exponga la naturaleza de las violaciones de los derechos políticos, económicos, laborales, sociales y culturales en Cuba. Y cómo varios países democráticos entran en complicidad con el régimen cubano. Es importante hacer saber y demostrar que la izquierda mundial diseña su solidaridad hacia el régimen de La Habana y da la espalda al pueblo cubano. Francisco de Armas, representante del Movimiento Cristiano Liberación, expuso el tema rubricado: La iniciativa social del Proyecto Varela en Cuba. De Armas explicó la situación de represión y el peligro para la oposición, que está llevando a cerrar las puertas a todo cambio pacífico. Este cambio hacia la intolerancia y restricciones afectan a los cubanos y caen como castigo sobre el pueblo como si tuviera que pagar por la ineficiencia y la ruina moral causada por el sistema y la política que el pueblo nunca escogió. De Armas reflejó la situación de los presos. En el caso de la prisión de Kilo 7, en la provincia de Camagüey, se refirió al caso de José Daniel Ferrer García, líder del Movimiento Cristiano Liberación en Santiago de Cuba quien cumple una condena de 26 años, teniendo que soportar continuamente el ruido de una bocina colocada ante su celda, la cual mantienen activa desde el amanecer hasta altas horas de la noche. José Daniel aún ni poniéndose algodones en los oídos, elude el ruido ensordecedor que le provoca dolor de cabeza constante y muy intenso. Los agentes de la Seguridad del Estado responsables de todo lo que ocurre con él en la prisión le ponen a José Daniel como premisa que no denuncie lo que pasa en la prisión para así obtener beneficios. Pero así y todo José Daniel sigue denunciando las crueldades a pesar de que se le sigue castigando. También asegura de Armas que ante el pobre resultado obtenido por el régimen en su cruzada de violencia contra los activistas y presos políticos, ha decidido extenderla a los ciudadanos que han firmado el Proyecto Varela. Pero, a pesar de la persecución contra las decenas de miles de ciudadanos que firmaron la propuesta de Referendo del Proyecto Varela, el proyecto continúa en toda Cuba. Continúa, en primer lugar, porque sigue siendo, ahora más que nunca, la solución cubana y entre cubanos la solución pacífica y participativa que Cuba quiere y necesita. Por eso la mayoría de sus gestores, incluyendo los que están en prisión, siguen alentando la campaña del Proyecto Varela porque representa el camino para lograr los derechos para todos los cubanos. También de Armas describió como la confrontación pública entre el régimen y la administración actual de Estados Unidos se está utilizando para

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desviar la atención de los cubanos respecto a los problemas profundos del país y de las alternativas pacíficas de transición como el Proyecto Varela. Dicha confrontación sirve de pretexto para desatar una brutal represión contra la oposición pacífica. Así el Programa de Transición preparado por la administración de Bush se utiliza para hacer ver que la posición de la oposición pacífica sea a favor de EEUU. Al mismo tiempo de Armas señala que es negativo usar a Cuba solamente como destino de diversión e inversiones en un ambiente en el que se excluyen a los propios cubanos. Es negativo justificar el diálogo y el acercamiento sólo para mantener las “puertas abiertas” indefinidamente, aunque no existan resultados tangibles. Para avanzar en sentido positivo, los partidos y gobiernos deberán revisar sus propias posiciones y abrirse a la escucha para que Cuba no sea privada de la solidaridad que necesita en el momento en que en su interior crece la violencia represiva, las tensiones y la desconfianza. Para finalizar su exposición dice de Armas que la campaña de Proyecto Varela es la campaña por los Derechos Humanos, por la reconciliación, y por la libertad. Es y seguirá siendo la esperanza sostenida por miles de cubanos que desafían el miedo para contribuir a un futuro más digno y más justo para todos. El apoyo al Proyecto Varela y al Diálogo Nacional es el apoyo de miles de ciudadanos comunes que, bajo condiciones de extrema represión, se han atrevido a confrontar al régimen sin violencia pero con firmeza. Resoluciones como la aprobada recientemente por el Parlamento Europeo son oportunas, necesarias, y constructivas, ya que es un apoyo a la libertad de los presos políticos y al cambio pacífico. No se aceptan sentencias fatalistas. Esas puertas que cierran el camino hacia el futuro y que parecen inexpugnables, encuentran sostén en las columnas construidas sobre el miedo y la falta de fe y de solidaridad entre los cubanos. Sí, Cuba tiene que cambiar, y va a cambiar comenzando en cada cubano.

Democracia en Cuba: ¿Unidad o contradicción de la disidencia?

Carlos Estefanía, allí presente en representación de la revista Cuba Nuestra, le hizo dos observaciones a dos de los miembros del panel. En primer lugar hizo alusión a que Ramón Colás se refería a una falsa diferencia entre conservadores y no conservadores. Y en segundo, dejó dicho que es otro eje el que hay que tomar en cuenta: Quienes están por el diálogo y en contra de

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las sanciones económicas, y quienes están en contra del diálogo y a favor de las sanciones económicas. Quienes están a favor del diálogo y en contra de las sanciones económicas son los representantes de consenso progresista, Morúa. Son ellos los que pueden ser un catalizador entre los reformistas del poder y la oposición. Por otro lado Boris Santa Coloma dijo que el nacionalismo es un factor importante, y la nostalgia es otro, sintetizada en la película Goodbye Lenin. La conclusión de Estefanía, basada en factores reales difiere de la hecha por Santa Coloma. No se puede seguir atacando al sistema desde afuera porque fortalece el nacionalismo que tanto se ha utilizado en Cuba. La única manera que ve Estefanía de neutralizar la nostalgia es mantener los factores de esa nostalgia a través de una transición dialogada. ¿Cuáles son los factores de la nostalgia?, se pregunta y responde acto seguido: Todos sabemos, la seguridad, ciertos servicios sociales etc. Luego, al Ramón Colas tomar la palabra para responder a las observaciones de Carlos Manuel Estefanía, se refiere a que el problema no es el embargo, ni el grupo de oposición opuesto a la política de los EEUU o el grupo de oposición a favor de la política de EEUU. Todo análisis de la situación cubana que cae en el embargo para él es superficial y éste no es el problema de Cuba. El problema de Cuba es una confrontación real entre una dictadura inmovilista y un sistema pro democrático representado por los disidentes que quieren el cambio en Cuba. Y la otra cosa es que la oposición cubana tiene todos los matices y los colores que la filosofía política comprende: se habla de liberales socialdemócratas, hasta conservadores y comunistas. Para Colás la mejor agenda que funciona hoy en Cuba es la que tiene mayor base social. Y señala que ese es el mérito del Movimiento Cristiano Liberación, con el Proyecto Varela que ha hecho una movilización ciudadana. Los otros grupos lamentablemente no han podido hacerlo. Los cambios sociales muchas veces los producen las minorías, asegura, pero las condiciones de Cuba demuestran que si no hay una mayoría que se movilice sería difícil empujar los cambios. Recuerda en el año 1998, cuando Osvaldo Alfonso, también presente en la conferencia, todavía estaba en Cuba, Corriente Socialista Democrática hizo una campaña para aumentar su base social, pero el resultado fue lamentable. Y sentando la mirada en el público, en el lugar donde se encontraba sentado Estefanía, dirigió la pregunta: y usted, ¿sabe por qué? Respondiéndose: porque la palabra socialista le resultaba aberrante a la mayoría de las personas cuando

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sus puertas eran tocadas. Y volvió a dirigir una segunda pregunta en iguales condiciones que la anterior: ¿Y usted sabe donde la Corriente Socialista tiene su mayor base social? En Manzanillo, tierra de comunistas. Terminada la intervención de Ramón Colás, pregunta la moderadora a Carlos Manuel Estefanía que si estaba contestada la pregunta. A lo que él responde que no, que no hablaba de eso, que él estaba de acuerdo con Colás en lo referente a que el embargo no era el problema de Cuba. Pero que su pregunta radicaba en cuál era el eje de diferencia de los sectores dentro de la oposición, y no en cuál era el problema. Una de las preguntas del público vino de parte de Alexis Gainza, de Misceláneas de Cuba. Su pregunta tuvo primero una copiosa introducción. Especificó que un politólogo cuyo nombre no recordaba en ese momento había escrito una obra muy famosa sobre los partidos políticos. En esa obra había notado que lo más importante en lo referente a los partidos políticos en una sociedad democrática no es el conflicto ni el consenso, sino el disenso. Y Gainza enfatizaba que esa era una palabra difícil. Luego explicaba porque hacía ese comentario. Decía que eso era importante para que se entendiera en el caso cubano, en las condiciones actuales de Cuba. Para Gainza se hacía necesario no anudar más el conflicto y tampoco, al no existir condiciones normales, se podía lograr el disenso. Llegando a la conclusión de que la única variante para Cuba era el consenso. Y

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eso le traía a la mente, según sus propias palabras, la ponencia presentada por el señor Gutiérrez, presidente de la organización demócrata cristiana de las Américas en Praga, donde este hablaba justamente de una oposición unida. Gainza planteaba su convencimiento de que la foto más peligrosa que haría temblar al régimen de Fidel Castro sería la foto donde aparecieran juntos, por ejemplo, cuatro líderes prominentes de Cuba. En este caso Oswaldo Payá, Marta Beatriz Roque, Manuel Cuesta Morua y Vladimiro Roca. A la sazón llega a la pregunta: Estamos hablando de los actores del movimiento del cambio. ¿Qué posibilidad ven quienes están sentados en la mesa de que esa foto algún día se dé?

La respuesta del panel vino de parte de Francisco de Armas, quien alzó la voz para decir:

“La imagen que le molestaría a Castro sería la de una plaza de la Revolución llena de un pueblo gritando libertad, no la de una foto en la que aparezcan todos los líderes de la oposición”Y siguieron a estas palabras un cerrado aplauso del público presente. También y aunque no respondiendo a la pregunta de Gainza, Boris Santa Coloma expresó su opinión sobre la unión de la disidencia. A su juicio considerar que la unidad de la oposición es imprescindible para iniciar una fase de transito o para promover las reformas de Cuba es un error. Se refirió al caso que él conoce, el de la antigua RDA, donde la oposición estaba totalmente dividida. La gente se lanzó a la calle en Alemania no porque se hizo una unidad de todas las fuerzas opositoras, sino porque las condiciones estaban maduras para el cambio. Tal vez el pistoletazo sea la muerte de Fidel Castro. También puede ser como en Rumania que en una asamblea parlamentaria dos diputados se paren y critiquen a la figura máxima. Santa Coloma cree que aferrarse a un modelo específico es cerrar la cuestión a un ámbito muy limitado. Lo principal es ganar claridad en que la oposición actual, no importa que a corriente pertenezca, es un interlocutor fiable y que desempeñará un papel importante en la fase de transición y las reformas democráticas.

Work shop, la última jornada

La segunda parte del programa estuvo compuesto por un workshop. El mismo estuvo en disposición de los interesados e involucrados en el apoyo

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al movimiento democrático cubano. Quedaba abierto un espacio para la discusión en grupo. Los temas que se trataron en los grupos fueron: ¿Cuáles son en este momento los proyectos de apoyo al movimiento democrático de Cuba? ¿Cómo contribuir al fortalecimiento de la sociedad civil de Cuba? ¿Cómo quebrar el monopolio de la información? ¿Cómo pueden las embajadas contribuir con el movimiento democrático cubano? ¿Cómo apoyar a los familiares de los prisioneros de conciencia? Se formaron tres grupos, cada uno con un tema específico a desarrollar. En uno de ellos se pudo seguir el hilo de las discusiones, realizadas en idioma español. En éste hubo acalorados debates durante el transcurso de su duración, a diferencia de los demás grupos, en que las discusiones eran menos exaltadas. El tema se concentró en cómo llevar la ayuda a Cuba: si se hacía de forma abierta clara, o si se debe tener discreción en el momento de realizar un proyecto. Se discutió también el método más adecuado para hacer llegar la información a los cubanos de la isla. Porque según uno de los participantes hay muchos cubanos que no tienen información sobre los disidentes, cuando asegura haber tenido contacto con cubanos salidos de Cuba que no saben quién es Marta Beatriz Roque ni los demás disidentes. Ramón Colás, que formó parte del workshop describió como el consejo nacional para el desarrollo del Mississipi despliega un proyecto para denunciar la discriminación oficial racial en Cuba. Hay un racismo oficial en Cuba que cada día es más eminente, y las estadísticas lo demuestran, el 63% de la población cubana es negra-mestiza y el nivel de representación en el gobierno es mínimo, así como en los medios de comunicación. También Eliska Sláviková, de la República Eslovaca, expuso sus proyectos para Cuba, uno es ayuda directa a las familias de los prisioneros políticos. Ella trabaja con el público eslovaco para despertar el interés sobre el tema del abuso de los derechos humanos en Cuba. Otro proyecto está orientado a la colaboración con grupos de intelectuales independientes en Cuba. La idea es llevar los expertos eslovacos de economía y educación a Cuba para discutir con los versados cubanos, de lo que resultan textos que sirven de base para la futura transición cubana. Boris Santa Coloma, describió el interés que se tiene en Berlín sobre la cuestión cubana. El tema de los derechos humanos allí es tan exclusivo entre los cubanos, que constituye un “club” integrado por dos personas nada más.

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Erik Jenniske, en representación del Centro Liberal Internacional Sueco (conocido por las siglas SILC), actuó como moderador. A él también le tocó exponer, y en su tueno detalló el motivo principal que tiene el trabajo del SILC en Suecia. El mismo es por la legitimación de la oposición cubana como uno de los representantes del pueblo cubano. El servir de apoyo a los familiares de los presos políticos, esforzarse por dar a conocer a todos los presos de conciencia para que las gentes le conozcan como personas. El esfuerzo que se realiza en romper el monopolio de la información en Cuba y el apoyo a los periodistas independientes para que ellos puedan publicar sus noticias por sus propios medios. Encuentro de la Cultura Cubana, representada en el workshop, en ese momento por Annabelle Rodríguez, expuso el objetivo que tiene la revista Encuentro. El objetivo es el de hacer llegar a la población cubana información sobre el debate que se desarrolla sobre Cuba. Habló también de la forma en que se realiza la distribución de la Revista Encuentro. Además de las dificultades con que se tropieza Encuentro para ser leída en Cuba, tanto por los visitantes de Internet como desde las embajadas. Una de las representantes por Cuba Futuro y Pax Christi, Luduine Zumpulle, señaló la labor de ayuda a la oposición cubana desde Holanda y de que manera se hace denuncia de la situación de los obreros cubanos en los astilleros holandeses de Curazao, quienes viven bajo aislamiento y malas condiciones de trabajo. José Luis Bellmar, corresponsal de la Voz de América en Suecia, descendiente de familia revolucionaria mexicana (su abuelo, Heriberto Jara, fue fundador del Partido Revolucionario Mexicano, del Partido Comunista y asesor de Fidel Castro), realizó una intervención muy controvertida al desarrollar el tema “el plan integrado del producto llamado democracia”. Concepto que según el director de Cuba Nuestra, Carlos Estefanía, los comunistas denominarían “agitación y propaganda”. Maeliz Orrego Rodríguez, por Misceláneas de Cuba explicó el plan de mercadeo de la revista. Además de informar sobre las distintas fuentes de ayuda que sostienen su proyecto, como SILC y USAID. A esto se suma el interés que tienen en la búsqueda de nuevas personas que financien la revista, con vistas a lograr en un futuro la venta de la revista, convirtiéndola en un producto de democracia. En una las intervenciones de “Cuba, Democracia y Vida”, Guillermo Milán, director de la revista digital, expuso sus impresiones sobre la Internet en Cuba. Describió la situación que tienen los disidentes que no pueden tener

una página de Internet. A diferencia de como crecen los oficialistas que tienen páginas web, señalando que para colmo hasta el niño Elíán tiene su página de Internet. Carlos González, represente de “People in Need”, habló sobre el programa radial apoyado por la cancillería checa dirigido hacia Cuba, el cual se transmite por onda corta, una vez a la semana. El programa radial se nombra “Del totalitarismo a la democracia”, y está incluido en el servicio internacional de la radio checa. Bajo un frío tremendo terminó el encuentro. Cada cual tomaba su camino por las callejuelas medievales de la ciudad vieja. El encuentro cerraba dejando consigo una pizca suficiente de sabor cubano en las silenciosas nieves de Estocolmo. •

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Al menos hasta finales del siglo XIX, cuando San Protágoras empezó a vengarse de todo el universalismo socrático, en filosofía se entendía por “objetividad” cierta fiabilidad del conocimiento. Predominaba, aún entre los criticistas más radicales, la pretensión

de “verdad”. Hasta en los temas morales quedaba claro el compromiso epistémico con el objeto: un pensamiento sobre el dolor no puede ser ajeno al propio dolor que trata de considerar. El “compromiso” moral estaba presupuesto en el saber, y consistía más en la pasión individual por el descubrimiento que la declaración formal de una causa política o religiosa que lo confirmara. El lema de veritas est adaequatio fue quedando en desuso en las humanidades, y la “objetividad” comenzó a entenderse como “balance”; es decir, el conocimiento se corrió a la esfera de lo jurídico y, aún peor, al ámbito de lo diplomático. Con la adjudicación al conocimiento de valores tales como “la cordura”, “la mesura”, “el equilibrio”, la misma objetividad desaparece. Es uno de los convenios epistémicos más fructíferos para mantener saberes superfluos en la era postecnológica. Es el fín definitivo de la llamada “edad heroica” de la ciencia, uno de cuyos más claros representantes fue el sabio francés Alexander Koyré. Pareciera que estamos eximidos de pensar pues sobrevivimos en la relajada polivalencia moral de la “ciencia normal”, para usar palabras de Thomas S. Kunt. Resulta muy ilustrativo que ya hoy, en las reuniones científicas, la pregunta del conferenciante a sus colegas no es por la verdad sino por la apariencia de verdad: “¿Cómo quedé?”, “Quedaste fabuloso” (¿el “Da quedeim”?).

LA OBJETIVIDAD

Emilio Ichikawa(Filósofo)

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En este contexto todos tenemos una excusa para traducir la “objetividad” en baluarte de la tranquilidad cotidiana. Se acabó el conflicto espiritual. El periodista puede excusarse pues debe recoger todas las opiniones. Como Manes, entenderá el balance como la presentación de las dos caras: el verdugo tiene tanto derecho a opinar como la víctima. El médico habrá hecho un juramento insoslayable, y tratará de sanar los cuerpos sin importarle la calidad moral que contienen. El profesor debe clasificar todas las opiniones y no debe valorar pues sería imponer su autoridad al alumno. El barbero debe simplemente cortar pelo, y el sepulturero poner la lápida. El genetista se conformará con observar las reacciones del ratón durante diez horas al día, y no aspirará a tener un nombre en la ciencia pues en el caso de llegar el Nobel será para el laboratorio en pleno. El compromiso, por demás, es algo vulgar. Solo los oficios muy chusmas se ligan a una causa. Ya no sabemos si algún día podremos volver a discernir; o si veremos a los postmodernos pedir dogmas y mitos por señas. •

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LAS MUERTAs

SIN FIN

UNA DÉCADA DE IMPUNIDAD:

Lilian Fernández Hall(Colaboradora de Cuba Nuestra)

DE CIUDAD JUÁREZ

(Una lectura de Huesos en el desierto de Sergio González Rodríguez.Barcelona, Anagrama, 2005,3 ed., 379 p.)

”Humillante y abusivala intocable impunidad,los huesos en el desiertocuentan la cruda verdad,las muertas de Ciudad Juárezson vergüenza nacional.”

”Las mujeres de Juárez”(corrido mexicano)Los Tigres del Norte1

El 13 de mayo de 1993 fue hallado en las faldas del Cerro Bola en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, el cuerpo sin vida de una joven de 25 años, violada y con heridas de arma blanca. Sería una de las primeras víctimas de una violencia misógina y brutal

que desde hace más de una década asola esta ciudad del estado norteño de Chihuaha en México. Centenares de jóvenes, en su mayoría de origen humilde, han sido secuestradas y luego halladas asesinadas en algún descampado de la ciudad. Los cuerpos muestran huellas de una violencia sadista y aterradora:

1 “Las mujeres de Juárez”, corrido interpretado por el ya célebre grupo Los Tigres del Norte, forma parte de su álbum “Pacto de sangre” del 2004. El grupo mexicano, con ya más de treinta años de trayectoria, ha triunfado no solamente en su país y en los Estados Unidos, sino en gran parte de Sudamérica, Europa y Asia. Todavía se los reconoce como los iniciadores de los denominados “narco-corridos”, debido a que uno de sus primeros éxitos, la canción “Contrabando y traición” (1973) se refiere justamente al narcotráfico, pero en la actualidad el grupo aborda todo tipo de temáticas, destacándose siempre el interés por temas sociales de actualidad.“Pacto de sangre”, del 2004, se colocó en el primer lugar de ventas en México y en los Estados Unidos a sólo dos semanas de editado. A los pocos meses ya había vendido más de 50.000 unidades en el país azteca, lo cual hizo merecedores a sus intérpretes de un Disco de Oro. En

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violación, maltrato, mutilación, torturas, estrangulamiento, robo. Asesinatos de características tan especiales y con tantos rasgos en común, que hacen improbable la tesis de que estos actos de violencia no tengan una estrecha conexión entre sí. Las investigaciones oficiales poco han aportado al esclare-cimiento de los crímenes. Las pocas personas u organizaciones que se han atrevido a sumergirse en una trama intrincada de encubrimientos, corrupción y complicidades, han entrevisto una realidad de fondo que los dejaría perplejos, atemorizados y azorados: las conexiones siniestras del poder público y privado y sus nexos con el crimen organizado. Hasta la fecha, la mayoría de los casos sigue sin resolverse. La violencia continúa cobrando víctimas y aún sigue impune.

este álbum se incluye el tema ”Las mujeres de Juárez”, escrito por Paulino Vargas para el grupo e interpretado por Jorge Hernández, y se refiere, justamente, a los asesinatos en serie de mujeres jóvenes, en su mayoria trabajadoras de maquila, de la ciudad fronteriza de Juárez. (ver letra completa en: http://www.cfomaquiladoras.org/Tigresdelnorte.html)El tema ”Las mujeres de Juárez” fue prohibido por el entonces alcalde de esa ciudad, en el Estado de Chihuaha, quien solicitó personalmente a las radios locales que no lo transmitieran, por los ”efectos negativos” que podría tener sobre los negocios en la zona (!), lo que, al parecer, tendría más importancia para el alcalde que la vida de más de 400 mujeres. Uno de los integrantes del grupo, Hernán Hernández, no anda con rodeos cuando declara su opinión sobre lo acontecido: ”-Si les preocupa la imagen de la ciudad, pues que vayan y hagan algo con lo que allí sucede. No puede ser que vengan a reaccionar recién cuando aparece una canción. Ya es tarde” (en: http://www.lamusica.emol.com/tiempolibre/musica/entrevistas)Otros éxitos de este grupo son las canciones ”El santo de los mojados”, sobre la enorme cantidad de indocumentados que intentan cruzar la frontera con los Estados Unidos, y ”La jaula de oro”, que cuenta la historia de un hombre que ve cómo en el país del norte su familia ha ganado en prosperidad pero ha ido perdiendo gradualmente su identidad de mexicanos. Los Tigres del Norte representan la denominada ”música mexicana norteña de contenido social”.

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Sergio González Rodríguez, ensayista, narrador y crítico (Ciudad de México, 1950) denunció con valentía la tragedia de Ciudad Juárez en su libro Huesos en el desierto, publicado por la editorial Anagrama de España en 2002. Por ese entonces se cumplía una década de impunidad para los culpables de los crímenes y sus secuaces. A fines del año pasado (noviembre de 2005) se publicó la tercera edición del libro, con una actualización del caso, y el saldo es desalentador: los crímenes siguen cometiéndose, la impunidad continúa. ¿Hasta cuándo?

Una huella de sangre

Sergio González Rodríguez viajó por primera vez a la ”frontera de la muerte”2 en 1996, para investigar personalmente lo que ya por entonces aparecía como la obra de un asesino serial: mujeres jóvenes, humildes, con frecuencia trabajadoras de maquila, eran desaparecidas y sus cuerpos sin vida hallados al poco tiempo en terrenos baldíos o descampados en las afueras de la ciudad. Maltratadas, violadas, mutiladas: los cuerpos de las jóvenes, a veces niñas, abandonados en el desierto, parecían formar parte de una escenografía macabra de algún rito satánico. Con las ropas en desorden y los zapatos acomodados al lado de los cuerpos mutilados, el extremo desamparo de las víctimas daba testimonio de una violencia misógina y de clase, como González Rodríguez y otros autores señalarían3. La extrema violencia se vinculaba en

2 Ciudad Juárez es uno de los 67 municipios del Estado de Chihuahua, el más grande de México. La ciudad está situada en el desierto, en la frontera con los Estados Unidos. Separada de ese país y de la ciudad norteamericana de El Paso por el Río Bravo, es hoy día la ciudad más poblada del Estado de Chihuahua, con cerca de 1.300.000 habitantes. Su ubicación en la zona fronteriza y la explosión del establecimiento de la industria maquiladora a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos en 1994, ha producido durante la última década un desarrollo importante en la zona pero también ha generado una cultura del aprovechamiento puesto que la lucratividad de la actividad maquiladora en gran parte se sustenta en los bajos salarios de sus empleados, en su mayoría mujeres. Ciudad Juárez sufre también la presencia establecida de los carteles del narcotráfico, que, en combinación con la corrupción y la complicidad de las autoridades locales, ha generado alto niveles de violencia, gozando hasta ahora de una impunidad sorprendente. (Ver Informe de Amnistía Internacional: “México: muertes intolerables: diez años de desapariciones y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y Chihuahua” (2003), (en: http://www.amnistiainternacional.org/publica/ISBN_8486874912.html)3 El carácter misógino de la violencia desatada en Ciudad Juárez lo pintaría con crudeza y claridad la reconocida escritora mexicana Elena Poniatowska: “El problema de las muertas de Juárez es de impunidad y de misoginia, como deja muy claro González Rodríguez. Mujeres de 14 y 15 años han sido encontradas muertas en Ciudad Juárez sin que el gobierno se preocupe por esos asesinatos, conviertiéndolos en los más despiadados de México.¿Por qué no hay reacción? ¿Por qué siguen libres los victimarios de las mujeres?

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forma siniestra a creencias irracionalistas tales como la narcobrujería, el narcosatanismo o la fe en la Santa Muerte. Estábamos en presencia de una violencia de género tan atroz y sin precedentes que necesitó de un nuevo término para poder nombrarse: femicidio. Término que el autor de Huesos en el desierto acuñó y pronto se haría indispensable para referirse al caso de las muertas de Juárez. El tema, con toda su ferocidad, había encontrado en Sergio González Rodríguez a su portavoz, como él mismo lo expresara: “Yo no busqué el tema, sino que el tema llegó a mí. Sólo me queda estar a la altura de las circunstancias, e intentar hacer bien mi trabajo”4. A partir de ahí, el autor seguiría una ”huella de sangre” que recorrería durante casi diez años, hasta concluir su libro, pero que sigue y seguirá presente en su labor profesional hasta que los crímenes se resuelvan y la memoria de las víctimas sea restablecida. Las investigaciones del autor, publicadas durante esos años en forma de diversos artículos en el periódico Reforma, pronto encontraron profundas anomalías y omisiones significativas en las investigaciones de los asesinatos. Las autoridades, locales primero, y estatales y federales después, procedían de manera sospechosamente torpe. Lentitud, inexactitudes, falsos homicidas, inocentes encarcelados, declaraciones evasivas o francamente incorrectas a la prensa: actitudes que pronto dejarían intuír un tejido denso de protecciones e intereses creados. Los testimonios y todos los indicios y evidencias señalaban a los mismos grupos: elementos criminales relacionados con las mafias del narcotráfico, en estrecha relación con representantes de las autoridades que, en un Estado de derecho, deberían constituir la red de protección de los ciudadanos: la policía y el Poder Judicial. Que poderosos empresarios con fuertes intereses en la región aparecieron también implicados agravaba la situación.

En 1985, después del terremoto del 19 de septiembre, las últimas en ser rescatadas fueron las costure-ras de las fábricas de San Antonio Abad. ¿Por qué? Porque eran mujeres, trabajaban sin seguro social en talleres clandestinos y las consideraban igual que basura. Lo mismo sucede con las muertas de Juárez.”(…) “Las mujeres no valen nada, puede matarlas cualquiera’, concluyen las autoridades, como corrobora el libro Huesos en el desierto. Como un kleenex, un vaso de plástico de usar y tirar, un plato desechable, la vida de 300 muchachas se ha ido por el caño”. (en: http://www.geocities.com/pornuestrashijas/eponiatowska251102.html)Lo mismo dirá Juan Alvarez en su reseña de Huesos en el desierto: ”El fenómeno criminal que desde hace más de trece años se cierne sobre Ciudad Juárez y en general sobre el Estado de Chihuahua, tiene los rasgos de una epidemia social de cariz misógino: a las mujeres se las está violando y asesinando porque, culturalmente, la sociedad patriarcal las ha construido como valor de cambio.” (en: http://www.piedepagina.com/numero5/html/huesos.htm)4 “La inocencia sepultada. Entrevista con Sergio González Rodríguez”. Roberto García Bonilla. En: Espéculo. Revista de Estudios Literarios. Universidad Complutense de Madrid, 2004, también en: http://www.ucm.es/info/especulo/numero26/segonz.html

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La investigación se hacía cada vez más escabrosa y peligrosa: ¿hasta qué niveles, en los corredores del poder, llegaba esta corrupción y este proteccionismo? Hasta los más altos, demostraría el libro de Sergio González Rodríguez, quien nos proporciona información con nombre y apellido. A esta altura, las investigaciones se hacían cada vez más incómodas y la respuesta no se hizo esperar. En junio de 1999, en vísperas de la publicación en el diario Reforma de un artículo muy comprometedor, González Rodríguez es secuestrado, maltratado brutalmente y liberado con amenazas pendientes. Y sería solamente el principio de una serie de acosos, amenazas, intercepciones y campañas de desprestigio que el autor debería, y aún hoy, debe soportar. Lo cual, admirablemente, no le ha impedido continuar con sus denuncias y su trabajo incansable para lograr la justicia y la reivindicación de las víctimas. Luego de publicado Huesos en el desierto en el 2002, varios organismos independientes, como Amnistía Internacional, grupos de expertos de la ONU, el Colegio de la Frontera Norte, y otros, confirmarían las tesis del columnista de Reforma. En su informe de 2003, denominado: “México, muertes intolerables: diez años de desapariciones y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y Chihuahua”5, Amnistía Internacional señalaría que en una década se han producido más de 350 asesinatos, y que el número de jóvenes desaparecidas se eleva a cerca de 400. Esto en total discrepancia con las cifras presentadas por las autoridades, quienes aducen además que la violencia contra las mujeres proviene del ámbito privado y deben considerarse como crímenes comunes. Ese mismo año, el juez Baltasar Garzón, en su encuentro con el entonces recién fundado grupo “Nuestras Hijas de Regreso a Casa” (constituido por familiares y amigos de las jóvenes desaparecidas) declararía que los sucesos de Ciudad Juárez debían considerarse como “crímenes contra la Humanidad”6, coincidiendo también en esta postura con la tesis que Sergio González Rodríguez formulara en su libro.

La narración como herramienta

Hasta aquí, podríamos decir que sólo por el coraje en la denuncia y por la rigurosidad de su investigación, el libro de Sergio González Rodríguez merece un lugar de privilegio en la serie de títulos que, a lo largo de los años, se han 5 En: http://www.amnistiainternacional.org/publica/ISBN_8486874912.html6 González Rodríguez, Sergio. Huesos en el desierto. Anagrama, Barcelona, 2005, 3a. ed. Postfacio, p. II.Véase también: ”Efecto Garzón revive la esperanza en caso Ciudad Juárez”, en: http://www.cimacnoticias.com/noticias/03jul/03071101.html

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dedicado —desde distintos ángulos y con mayor o menor calidad— a tratar el tema de las muertas de Juárez. Pero hay algo más que convierte a Huesos en el desierto en un texto excepcional en el género, y es, justamente, la dificultad de clasificarlo en alguno. La ambición y el logro del autor de transformar el relato de las muertes de Juárez en una narración de lo inenarrable es estremecedoramente eficaz. La calificación de Ramón Chao al libro de González Rodríguez como “una novela sin ficción”7 es muy acertada. La calidad literaria del relato —donde la crónica, el relato, el ensayo y la narración se entrelazan de una manera inseparable— le otorgan una dimensión única en este tipo de literatura. El mismo autor declara : “Actualmente, el estatuto literario debe estar en ser capaz de hacer una denuncia con un esfuerzo expresivo que permita que se mantenga más allá de lo noticioso”8. De esta manera, el filtro de la narración, con el magistral equilibrio que logra el autor entre la objetividad y la empatía y sin caer nunca en la morbosidad o en la nota amarilla, hace a la vez soportable lo inaudito y le otorga cuerpo (narrativo) visible a los cuerpos (de las víctimas) ocultos y negados por las autoridades. Que el tema tratado tan lúcidamente por González Rodríguez se ubica en ese espacio límite entre los géneros, lo prueba la simbiosis que realizaría el gran escritor chileno Roberto Bolaño, quien en su novela póstuma 2666 recrea la tragedia de Juárez reubicándola en la ficticia ciudad de Santa Teresa (gemela de Ciudad Juárez). A la vez, en un gesto de reconocimiento literario, Bolaño incluye al mismo González Rodríguez como personaje de la novela. Bolaño, quien residió en México durante muchos años, mantuvo intenso contacto epistolar con el autor de Huesos en el desierto, y se nutrió incansablemente de sus investigaciones. Ambos sentían que el tema de las muertas de Juárez simbolizaba un punto extremo de disolución de valores que la sociedad mexicana sufría y sufre aún hoy. Ambos canalizaron sus inquietudes a través de la creación: Bolaño dedicándole una parte de su monumental novela póstuma; González Rodríguez con ese testimonio único sobre una etapa que representa una herida aún no cerrada en el corazón de México. En esta tercera edición, diez años después de su primera visita a la frontera, el balance es desalentador. Luego de siete décadas de presidencialismo autoritario y de régimen de partido único, la fe en el cambio democrático

7 Ramón Chao en Le Monde Diplomatique, edición española. Ver: http://monde-diplomatique.es/2003/02/cha0.htm8 “México se ha degradado completamente”. Entrevista a Sergio González Rodríguez por Francesc Relea. Babelia, 18.02.2006. En: http://www.elpais.es/articulo/elpbabsem/20060218elpbabese_2/Tes...)

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en México se transformó en una sensación de fracaso y mentira. El gobierno de Vicente Fox, señalado por González Rodríguez como parte de esta conspiración de silencio y encubrimiento, no estuvo a la altura de las circunstancias. Aportó muchas medidas cosméticas pero ninguna solución. Los culpables siguen en libertad, los crímenes no están solucionados, los asesinatos continúan. El autor dirige también una crítica severa a muchos medios de comunicación —sobre todo electrónicos— que, sin cuestionamiento alguno, sólo se han limitado a reproducir la versión oficial de los hechos, contribuyendo así a alejarnos cada vez más de las incómodas verdades de fondo. El ejemplo más lamentable es el eco de esos medios a la versión degradante de las autoridades, que han acusado a las jóvenes asesinadas de malas costumbres, prostitución o ”doble vida”. Como si no fuera suficiente con la enorme tragedia de una muerte alevosa y cruel, muchos familiares debieron además escuchar las descalificaciones oficiales de sus hijas. Lo cual, a pesar de en la gran mayoría de los casos no ser verdad, es un argumento que en nada disminuye la gravedad del crimen. Muchas veces, en distintas entrevistas, el autor ha respondido con la paciencia y la cortesía que le es habitual, a las mismas preguntas, reiteradas una y otra vez por distintos entrevistadores: ¿por qué un intelectual y literato como él se decidió a investigar estos casos tan siniestros y abrumadores? y ¿de dónde saca fuerzas para continuar con la investigación luego de tantas amenazas, acosos, persecuciones? La respuesta, con variaciones, es siempre la misma: una suerte de imperativo moral, de desafío intelectual y ético, del cual el autor intenta estar a la altura: ” La pesquisa sobre el femicidio en Ciudad Juárez era una suerte de reto intelectual y ético que debí enfrentar (…) escribir y publicar un libro acerca de un drama como el femicidio en Ciudad Juárez implica cierta predestinación que hay que asumir, una experiencia que acompaña

toda la vida”9. Una suerte de destino, elección vital o toma de posición. Y un convencimiento de que la labor del intelectual, ahora y siempre, ha sido la de combatir a la barbarie. Mauricio Montiel Figueiras, en su excelente ensayo ”El perímetro del mal”, sobre el libro de González Rodríguez, dice: ”indignación y azoro: ésas son las emociones que genera la lectura de Huesos en el desierto”10. Indignación ante el silencio y la indiferencia de las autoridades. Azoro no sólo ante la abyección de los crímenes, sino también ante el coraje del autor. A esas emociones quisiéramos agregar una tercera: la esperanza. Ante las tinieblas de la complicidad, el olvido y la impunidad, debemos creer en el coraje, la fuerza y la esperanza de quienes, como el autor y muchas otras personas que luchan por la justicia y el esclarecimiento de los crímenes, triunfen. Contra el olvido, la escritura. Contra la barbarie, la esperanza. Las ”muertas sin fin” siguen esperando por su reivindicación y las mujeres de Ciudad Juárez por su derecho a algo tan elemental como el derecho a la vida. Huesos en el desierto seguirá siendo una herramienta fundamental en ese reclamo por la dignidad y la justicia. •

9 “Tumbas a ras de la tierra”. Art. cit.10 “El perímetro del mal”. Mauricio Montiel Figueiras (en: http://www.geocities.com/pornuestrashijas/perimdelmal.html?200619)

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MÁS ALLÁ DE UN PAÍS CON RECURSOSecuador

Fernando Mera Menéndez(Médico, colaborador de Cuba Nuestra)

Es un país situado en la línea ecuatorial, joven, en vías de desarrollo, con una de las riquezas naturales más ricas en bio-diversidad por metro cuadrado del mundo. Lamentablemente esta riqueza material es la que despierta el interés internacional,

y no así su riqueza cultural, multiétnica, de valores humanos y políticos muy desarrollados. El testimonio que puedo dar sobre mi país es porque lo conozco desde sus entrañas, la comunidad de Teligote en la que ejercí como médico rural entre el año 2003 al 2004 fue mi hogar , la cual fue catalogada por el Ministerio de Salud como la más pobre del Ecuador. El PIB per cápita se encuentra en 4010 dólares americanos, lo que nos da una visión objetiva de la situación económica ecuatoriana. La corrupción en el Ecuador es un mal que nos afecta a todos desde los estratos más pobres como medio de subsistencia, hasta los más ricos, como codicia propiciada por los países desarrollados. ¿Es la corrupción nuestra herencia de la conquista?, en países subdesarrollados un acto de corrupción afecta sensiblemente la economía local, en países desarrollados 100 actos de corrupción no producen el mínimo daño, mi opinión la hago con la objetividad de un residente europeo que trabaja en un hospital de la capital española como médico interno residente. Conozco el mundo del comercio inmobiliario al cual mi padre se dedica, donde los capitales negros ascienden a 300.000 millones de euros al año según el banco de España. ¿Dónde está todo ese dinero?, ¿quizás sea esa la verdadera matriz de la corrupción?, España es sólo un ejemplo, cuánto dinero negro habrá en toda Europa?, y qué decir de USA.

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La Constitución política ecuatoriana con 100 años de antigüedad refleja el desarrollo cultural alcanzado, donde la mujer tiene derecho al voto desde 1929 siendo el primer país en América Latina en incorporar este derecho, con una educación laica instaurada por el Presidente Eloy Alfaro, hombre de pensamiento evolucionado, e ideas fuera del tiempo, importante alcance que ha hecho del Ecuador un país donde el Judío, el Musulmán, el Indú, el Católico y el Evangélico viven en vecindad con respeto cada uno de sus creencias ancestrales, sin obligar al otro el aprendizaje heredado de sus antepasados. ¿Por qué un país con un desarrollo constitucional aceptable tiene pro-blemas sociales? El análisis del Ecuador va más allá de una apreciación subjetiva, cuando los países son libres son más difíciles de gobernar, llevando a situaciones de inestabilidad política producida por la capacidad del pueblo para castigar a sus gobernantes, tanto así que en menos de 10 años hemos tenido un presidente por año, sin matanzas masivas, ni estallidos de anarquía. El pueblo indígena que ha sido la herramienta fundamental para los cambios sociales en el Ecuador, es el grupo étnico más castigado por la pobreza. Los grupos que ocupan la Sierra han sido los más afectados en un inicio por la Conquista y luego por el dominio de los criollos y mestizos, rompiendo la cadena alimentaría que les permitía la alimentación de productos yodados y nutritivos traídos de la Costa por los Chasquis, hombres de gran contextura física, y que hoy se ven influenciados por un mundo de globalización, donde las ciudades modernas se presentan como la entrada a un sueño, a la estabilidad laboral, produciendo una migración interna y externa. Ellos tienen derecho a moverse por el mundo como alguna vez todos los seres humanos nos movilizábamos, buscando un mejor sitio para vivir, no podemos pretender tenerlos siempre en el mismo lugar, como si los seres humanos hubiéramos nacido sembrados a una tierra, el fenómeno migratorio ecuatoriano es muy particular debido a la libertad de pensamiento y libre albedrío que lo hace tomar la decisión de irse con la esperanza de algún día volver. Soy optimista con mi país, cada paso que damos es para ir hacia delante, cada reforma, cada cambio, en cada protesta se gesta una idea, una esperanza, porque así es la vida, así son las civilizaciones. No podemos poner en una balanza a la civilización latinoamericana con la europea o la americana. La civilización europea es milenaria, tiene una historia de cultura y un nacionalismo incrustado en la sociedad. La sociedad americana es un brazo europeo que destruyó su raíz ancestral cometiendo uno de los genocidios más

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grandes de la historia y menos documentados. La sociedad latinoamericana, entre ellas el pueblo ecuatoriano conjuga su raíz ancestral aborigen con su orgullo europeo. La riqueza del Ecuador no es su petróleo y sus árboles, la riqueza está en su gente, los árboles y el petróleo son intereses de los países desarrollados. Si algún día se acabara el petróleo los países que más sufrirían no serían los pobres, sino los ricos acostumbrados a un consumismo insostenible, el indígena, acostumbrado a movilizarse en medios de transporte masivos no tendría el problema del americano común con un coche por habitante. La naturaleza es muy bonita verla cuando no se vive en ella, los leones, los hipopótamos del África sorprenden a todos, pero detrás de este paisaje se esconde la pobreza de pueblos privados por las grandes reservas forestales que les impiden la explotación de sus recursos. Ecuador cuya última reforma agraria en la Presidencia del Doctor Rodrigo Borja, entregó varias tierras al pueblo pobre y carente de recursos, constituyó varias reservas forestales, es uno de los ejemplos del derecho que tiene el pueblo de hacer que su tierra produzca y le permita vivir. Cuando queremos un lugar no vemos los problemas con mucha obje-tividad, cuando no los conocemos tendemos a dar una critica influenciada por la pasión que mueve nuestras vidas. •

negros ynegros

Tania Quintero(Periodista radicada en Lucerna, Suiza)

¿A quiénes debemos entrecomillar, a los que por cientos arriban a las costas de Canarias en busca de una vida digna o a los que han podido asentarse en España sin demasiados traumas? La cantante Lucrecia y el atleta Joan Lino Martínez son dos de los

cubanos de la raza negra, residentes en España, que han logrado triunfar en su nuevo país. Antes que ellos, el más conocido fue el músico Antonio Machín (Sagua la Grande 1903-Sevilla 1977). En general, a los cubanos negros y mestizos no les va tan mal en la “Madre Patria” como a los africanos, por razones históricas, idiomáticas y culturales. Un trato distintivo con una dosis de injusticia. Porque España, como Portugal, Francia, Bélgica, Holanda y el Reino Unido, no están en deuda solamente con sus antiguas colonias, sino con todo el continente africano.

Repaso históricoSi bien las incursiones europeas en el sur del Sahara se remontan a las primeras civilizaciones, no es hasta el siglo XIV cuando la penetración se hace más sistemática y dominante. Los que con más ímpetu y frecuencia llegaron fueron los portugueses, españoles y almohades (surgidos en Marruecos en el siglo XII, cuando los habitantes del Magreb se percataron de que los almorávides —monjes-soldados provenientes de grupos nómadas beréberes del Sahara— habían fracasado en su intento por revigorizar los estados musulmanes de la Península Ibérica).

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El descubrimiento de América por Colón en 1492, repercutiría negativa-mente en África: el continente negro se quedaría fuera de las rutas comerciales. Dos años después, en 1494, con el Tratado de Tordesillas, España y Portugal se repartirían a su manera una parte del mundo: América seria dominio de los espanoles y Africa de los portugueses. En el Nuevo Continente, los españoles desarrollarían sociedades esclavistas para mantener los sistemas de plantaciones tropicales. ¿Y de dónde se abastecieron de esclavos? De Afrecha. De Senegal, Gambia, Ghana, Níger, Congo y Angola saldrían esclavos con destino a las Antillas, Brasil y Estados Unidos. Hasta finales del siglo XIX se mantendría la esclavitud y tendría un impacto devastador sobre la demográfica de los pueblos afectados. La natalidad descendió bruscamente: los esclavos eran jóvenes en edad de procrear y las mujeres decidieron no seguir pariendo hijos para perderlos. Además de España y Portugal, en el comercio de esclavos participaron Holanda y el Reino Unido. En el siglo XVIII la esclavitud comenzó a ser condenada y llegó a prohibirse (1817-1822), pero ello no impidió que se mantuviera el comercio de esclavos. En pleno auge del capitalismo y la revolución industrial en el Viejo Continente, ya en el siglo XX, entre los países europeos se desató el interés por el dominio de África. Antes de la Segunda Guerra Mundial, por cuestiones de equilibrio político, se habían independizado Egipto, Etiopia, Liberia y Sudáfrica. Con la Conferencia de Bandung (Indonesia, 1955) comienza oficialmente el proceso de independencia en África. El primer país en liberarse fue Ghana (1957). Antes de 1965 casi todos se habían independizado. Los últimos en obtener su soberanía fueron Mozambique y el Sahara español, en 1975. Tras la descolonización, las metrópolis dejaron de invertir en las colonias y las infraestructuras públicas y de servicios se deterioraron. Las guerras, la burocracia y la corrupción no favorecieron nuevas inversiones ni la crea-ción de capitales autóctonos. Resultado: con excepción de las excolonias británicas, debido a la creación por el Reino Unido de la Commonwealth o Mancomunidad de Naciones, los países africanos sin vínculos históricos con los ingleses, entraron en crisis. La miseria echó raíces.

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Olvido y realidadLa triste y dura realidad de África nos hace olvidar que entre los siglos VIII y XVI hubo grandes imperios en Ghana, Malí y Songhay y destacados reinos en Sudan, Benin, el Congo y Zimbabwe. Pero ninguno logro imponer sus culturas a toda la región. Mientras ellos tenían florecientes civilizaciones y conocían la escritura, otros pueblos vecinos estaban aun en el neolítico. Y así permanecieron hasta el siglo XX. En África los esclavos eran trocados por productos europeos de dudoso valor: espejos, bebidas alcohólicas y armas, entre otros. Al llegar a América eran cambiados por tabaco, café, algodón, madera, oro, plata y otros minerales preciosos. El tráfico de esclavos fue una de las causas principales del retroceso económico en África. La agricultura, minería, alfarería, artesanía, elaboración de tejidos y el comercio local se fueron reduciendo y orientando hacia una actividad más lucrativa: la exportación de seres humanos. África es la gran perdedora en toda esta historia. Los ganadores, Europa y América del Norte. En buena medida su desarrollo y expansión comercial se debe a los esclavos africanos. Gracias también a los beneficios del tráfico negrero, las ganancias de los países que en él participaron pudieron invertirlas en fábricas de transformación cuyo nacimiento marcó el despegue de la gran industria europea y norteamericana. Se calcula en 60 millones las víctimas de la esclavitud africana, diez veces más que las del holocausto judío (6 millones). La Declaración y el Plan de Acción adoptados en la conferencia sobre africanos y sus descendientes, celebrada en Viena el 28 y 29 de abril de 2001 fue un intento por recordarle al mundo el drama de África. Si la tragedia africana no ha quedado totalmente olvidada ha sido por un puñado de famosos: Bob Geldof, Bono, Angelina Jolie, Bill Clinton y, sobre todo, Bill Gates, quien ha anunciado que no sólo quiere acabar con la malaria y el Sida que cada año matan a millones de africanos, sino quiere también acabar con el hambre en África. La Fundación Melinda y Bill Gates, junto con la Fundación Rockefeller, se han propuesto revolucionar el cultivo de alimentos y sacar a millones de personas de la pobreza, las enfermedades y la muerte en un continente que alberga a 16 de los 19 países mas desnutridos del planeta. Para poder dedicarse de lleno a esta “revolución verde”, Bill Gates abandonara en 2008 la presidencia de Microsoft. Además del respaldo de la

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Fundación Rockfeller, para su filantrópica misión contara con 30 mil millones de dólares sacados de su fortuna, y con 31 mil millones más donados por Warren Buffet, otro multimillonario estadounidense. Luego de tres años investigando y estudiando la situación africana, Gates dejó claro que su proyecto va en serio, pero es a largo plazo. Sus frutos no se verán hasta dentro de quince o veinte años. Hasta entonces, miles de africanos continuarán echándose al mar, burlándose de gobiernos, acuerdos y patrullas fronterizas. Seguirán en busca de un sueño. O de la muerte. Un remake de las travesías ocurridas 500 años atrás. Sólo que en vez de viajar hacinados en las bodegas de los buques de la British South Sea Company, ahora lo hacen en cayucos construidos con maderas preciosas, pintados a mano con llamativos colores y bautizados con nombres tan sugestivos como Titanic. •

DE VIAJE POR

RUSIAFélix José Hernández

(Profesor de Civilización de América Latinaen la Université de Marne-la-Vallée, Francia)

IDe París a San Petersburgo

París, 14 de septiembre de 2006Mi querida Ofelia:

Aquí estamos, de regreso de Rusia, sanos y salvos, sin ningún tipo de daños colaterales. Sin embargo, fue un viaje que estábamos preparando desde el 1991, cuando se derrumbó la difunta URSS. Pero cada verano a última hora decidíamos cambiar de destinación

y dejarlo para otro año. Ahora, después de haberle dado la prioridad a todos los otros países de la Europa del Este, al fin fuimos. Elena, mi brillante colega profesora de ruso, nos entusiasmó y Aurelie, la encantadora chica de la agencia de turismo de la FNAC Forum, nos dio preciosos consejos. Como hace un par de años recorrimos los tres Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) con la compañía Trastours-Marsans, y nos fue muy bien, decidimos tomar el crucero de San Petersburgo a Moscú con esa misma compañía. Fueron dos semanas intensas, con experiencias inolvidables, por lo que creo que lo mejor es que te envíe tres crónicas, la primera de París a San Petersburgo, la segunda el crucero desde esa espléndida ciudad por lagos, ríos y canales hasta Moscú y la tercera desde la impresionante capital rusa hasta la Ciudad Luz. El 24 de julio tomamos en el aeropuerto Charles de Gaulle de París el vuelo FV 6504 de la compañía rusa Pulkhovo. No estábamos inquietos por nuestra seguridad, pues las autoridades galas quitan el derecho de utilizar los aeropuertos franceses a las compañías que no ofrezcan el máximo de

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seguridad a los viajeros. Pero al subir al avión, nos percatamos que su interior era vetusto. Una azafata, resultado de un gesto muy torpe, viró la bandeja sobre una turista, que resultó ser la esposa de un médico galo, el Dr. Brutin. La salsa de tomate cayó en cascada sobre la blusa, falda y cinturón de seguridad de la distinguida Sra. Al abrir sobre mi cabeza el aire fresco, me di cuenta de que los botones color crema, eran idénticos a los de un tocadiscos soviético que tuve en San Cristóbal de La Habana allá en el lejano 1975. Fuí al baño y me encontré que el grifo tenía encajado un papelito donde, escrito a mano, en francés, decía: “no abrir, está roto.” Al ver una palanquita de plástico negro que daba al lavabo, se me ocurrió apretarla y salió un chorro de agua tan potente, estilo bomberos, que me mojó no sólo las manos, sino también toda la camisa y la cara. En el momento de aterrizar, se abrió el falso techo plástico del pasillo delante de mí y pude observar por primera vez en mi vida, numerosos cables de varios colores. Algo muy impresionante. Pero bueno, gracias A Dios y a la tecnología rusa actual, llegamos bien al aeropuerto de San Petersburgo. El cual tiene cinco torres de cristal sobre el techo, lo que le da un aspecto de central nuclear. Me encontré frente a una señora de la policía de la aduana, la cual me miró con una penetrante mirada de inquisidora, analizó mi pasaporte (que yo había tenido que entregar un mes antes y que sólo había podido recuperar unos minutos antes de tomar el avión en París). Acto seguido me lo entregó, con una gran sonrisa, que me permitió admirar su magnífica dentadura, digna de una publicidad de Colgate. Cuando salimos de la aduana, nos encontramos con el grupo de guías que nos acompañarían hasta el último día, el regreso a París. Todos son jóvenes, simpáticos, cultos y dominan un francés de calidad: Irene, María y Antón. Al frente de ellos se encuentra una Sra. rusa encantadora llamada Tatiana, la cual es profesora de la universidad gala de Grenoble. Fue ella la que amablemente me prestó por todo el viaje un k-way, pues yo no me esperaba que hiciera tanto fresco en las tierras rusas. Por las mañanas había entre 9°c y 12°c, mientras que por las tardes subía a 16°c y dos veces a más de 20°c. Al sentarnos en el autocar que nos conduciría al puerto, vi que del bolso de Irene sobresalía el último libro de las aventuras de Harry Potter, resultado de la globalización. Fuimos recibidos en el muelle del río Neva, a la entrada del barco L. Sobolev, por una chica vestida con el traje tradicional ruso, que nos ofreció pan y sal como símbolo de bienvenida. Mientras unos músicos a su lado,

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interpretaban una pieza del amplio repertorio ruso con acordeones y balalaikas. En realidad fuimos seducidos por la amabilidad de todo el personal. Aparte de Tatiana y los guías, también teníamos a Tania la camarera, que nos sirvió las especialidades de la cocina rusa muy gentilmente cada día en el restaurante; a Igor, el simpático chico de la tienda de souvenirs y a Eric, el animador de la sala de baile, adonde fuimos cada noche a bailar y divertirnos en compañía de otros turistas con los cuales simpatizamos. El L. Sobolev, con cuatro puentes y sólo 145 cabinas (todas exteriores, con dos camas, cuarto de baño, radio, nevera y aire acondicionado), dos restaurantes, dos bares, sala de conferencias y sala de baile, ofrece un ambiente familiar, donde casi todos los turistas nos conocimos. En la sala de conferencias había cada día clases de: danzas tradicionales rusas, cocina rusa, historia rusa, lengua rusa, etc. El último día del crucero, diferentes grupos de turistas hicieron diversas representaciones de bailes y cantos rusos (en los que participó mi esposa), que habían preparado en esas clases impartidas por los simpáticos Irene, María y Antón, entre otros. De los cantos en karaoke en francés e inglés se ocupaba Eric, mientras que del teatro, en francés, se encargaba Igor. Yo interpreté el papel de un viejo barrigón que pide la mano de una bella muchacha —interpretada por la guapísima hija del Dr. Brutin— a su padre y que para convencerlo hace ostentación de todas sus riquezas, en la época de los zares. Los días de visitas por San Petersburgo fueron intensos y nos dejaron el deseo de volver, para ver tantos museos, iglesias, monumentos y plazas, frente a los cuales pasamos. Sin lugar a dudas, es una de las ciudades más bellas del mundo. Fue fundada por Pedro I en 1703. En el 2003, para celebrar los tres siglos de su fundación, muchos monumentos fueron restaurados. Los poetas le llaman la Venecia del Norte, pero a mí personalmente me parece que esos poetas que la llamaron así, nunca fueron a la incomparable y sublime Venecia. Visitamos la Catedral de San Nicolás de los Marinos (1752). Está decorada con un estilo barroco opulento. Sus paredes exteriores están pintadas de azul y blanco, mientras que sus cinco bellas cúpulas son doradas. Las mujeres rusas se cubren la cabeza con un pañuelo cuando entran, pero curiosamente éso no se le exige a las turistas. El meterse las manos en los bolsillos o darle la espalda al altar se considera irrespetuoso. Prácticamernnte todas las iglesias y monasterios están en restauración, gracias a los millones de euros o dólares donados por los nuevos rusos, los de la rica diáspora o la UNESCO.

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Frente a esta iglesia, como frente a todas las demás que visitamos, existen grupos de mendigos, algunos de ellos haciendo un esfuerzo casi sobrehumano para mantener el equilibrio, debido al vodka ingerido. También viejitas que venden a los turistas flores de sus jardines, para así poder paliar el desastre provocado por tener pensiones comunistas en un país donde los precios son capitalistas. Por último, se ven soldados inválidos decorados con varias medallas, héroes veteranos de guerras y batallas internacionalistas y hoy condenados a la mendicidad por la mismas razones que las babuchkas (abuelas rusas). En las grandes ciudades como San Petersburgo o Moscú, el salario promedio es de unos 400 euros mensuales, sin embargo, en otros sitios es de apenas 200. Recorrimos la amplia y bulliciosa Perspectiva Nevsky, avenida principal de la ciudad, de casi cinco kms. de largo, donde el tráfico es intenso. Se ven numerosos coches lujosos últimos modelos de Mercedes, Ferrari, BMW, etc., junto a vetustos autobuses y tranvías oxidados, coches soviéticos destartalados y taxis nuevos impecables. Los automovilistas aparcan como les da la gana, sobre las aceras, en doble o triple fila. Los embotellamientos son enormes. Yo pensaba que las ciudades con tráfico más caótico que conocía eran El Cairo y Nápoles, pero no, en las calles de San Petersburgo y Moscú reina una anarquía automovílistica total. Los peatones se juegan la vida si tratan de pasar por el asfalto en lugar de cruzar por los pasillos subterráneos. En el célebre Café Literario (antiguo Café Wolf & Béranger) se encuentra una estatua de cera que representa al poeta Alexandre Poutchkine sentado, escribiendo con una pluma. Fue en ese lugar donde el gran escritor tomó su última taza de café antes de dirigirse a la cita con la muerte. Falleció a causa de las heridas provocadas al batirse en duelo con su cuñado francés G. d’Anthés. Este último lo había ofendido haciéndole la corte a la esposa del poeta, la bella Natalia Nikolaievna y, cuando ésta rechazó sus proposiciones, d’Anthés se dedicó a decir que el poeta era un excelente cornudo. En un curioso inmueble, sede de la Casa Singer a inicios del siglo XX, se encuentra una gigantesca librería, cuyos excelentess libros de arte tienen muy buenos precios. En las aceras (como en todas las ciudades que visitamos) se venden, sobre improvisadas tarimas, toda especie de objetos militares de la época soviética: chaquetas, gorras, hebillas, cintos, relojes, distintivos, fotos, medallas, carteles, libros, bustos de Lenin, de Stalin y de otros personajes históricos. Eso me hizo pensar que los cubanos no deben de tirar a la basura todos esos objetos producto de los últimos 47 años gloriosos de nuestra historia, pues en el futuro podrán venderlos a los turistas por dólares o euros contantes y sonantes.

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El Puente Anitchkov posee cuatro impresionantes y bellas esculturas que representan a hombres dominando a caballos salvajes, realizadas por Piotr Klodt en 1860. Yo me compré dos reproduciones de ellas, en granito y estaño, en la tienda del Museo del Ermitage. Existen los autobuses w.c. conectados por un tubo de desagüe a la alcantarilla. Los hay para mujeres o para hombres. Se pagan 12 rublos a una babuchka (1 euro= 34 rublos), ella te da un pedazo de papel higiénico, que no alcanzaría ni para soplarse la nariz, se sube al autobús y se puede entrar a un compartimento muy limpio, para hacer sus necesidades fisiológicas. Pero la división del local donde tú estás sentado en tu taza es tan baja, que te permite hasta conversar con la persona que está sentada en la taza al lado tuyo. Fue una gran experiencia. Los dos días almorzamos en el mastodóntico Hotel Moscú, construído en la época de Leonid Brézhnev. Por suerte que dicen que lo van a demolir, como están haciendo en Moscú con todos esos horribles hoteles, verdaderos cajones enormes de cemento, repletos de cámaras y micrófonos para espiar a los turistas en la época soviética. En la entrada del hotel pudimos ver unos diez coches limousines blancos o negros, con sus chóferes uniformados, esperando supuestamente a sus propietarios, los llamados nuevos rusos. Uno de los coches era exáctamente del mismo largo que nuestro autocar. Las cinco horas pasadas recorriendo el fastuoso Museo del Ermitage, nos parecieron pocas. ¡Esa visita vale el viaje! Ocupa entre otros, el Palacio de Invierno con sus 1057 salas. El museo debe su origen a Catalina II, la cual instaló allí los primeros 225 cuadros que había comprado en Berlín. ¡Hogaño el museo cuenta con dos millones setecientas mil obras de arte! Desde que se entra y se sube por la Escalinata Imperial, se está al centro de la historia y de la belleza. Desde allí se pasa por inmensas salas donde: espejos, candelabros, frescos, mosaicos, esculturas, cuadros, cortinas, muebles, relojes, todo, absolutamente todo es símbolo de riqueza y esplendor. Es imposible describir tanta belleza. Recorrimos las salas de arte italiano, donde pudimos admirar la Virgen de Litta de Leonardo da Vici y la María Madaglena de Tiziano, entre innumerables cuadros. Las salas de arte español y francés son espléndidas, en ellas vimos cuadros de: Monet, Degas, Renoir, Matisse (la célebre Danza), Picasso, Goya, el Greco, etc. Nos impresionaron mucho el famoso Reloj del Pavo Real, regalo del príncipe Potemkín a Catalina II, la Sala del Gran Trono o de San Jorge, la Galería Militar y la Sala del Pequeño Trono. Frente a la entrada principal del Palacio de Invierno, se encuentra una gigantesca plaza , la mitad de la cual está rodeada por un inmueble en forma de arco del Estado Mayor. Al centro del mismo se sitúa el Arco de Triunfo,

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mientras que al centro de la plaza se alza la Columna de Alexander (de 600 toneladas de granito), obra del francés Ricard de Montferrand (1829). Está coronada por un ángel que aplasta una serpiente con la cruz, obra del escultor Boris Orlovski, como símbolo del regreso a la paz en Europa después de la derrota de Napoleón. Con sus 47,50 metros de altura, es considerada como la columna más alta del mundo. Entramos en un bar restraurante llamado Propaganda, que está decorado con el estilo estalinista de los años veinte del siglo XX. Las camareras visten como obreras de aquella época y las paredes están cubiertas por carteles a la gloria de Lenin y Stalin fundamentalmente. Un cocktail a base de zumo de piña, agua de coco y ajenjo se llama Hola Fidel Castro. Otros tienen nombres muy originales: Proletarios Uníos, Viva el Comunismo, La Clase Obrera, Salud Camaradas, etc. Estaba lleno de turistas. Así que ya lo saben los que serán llamados como “nuevos cubanos”. Un lugar así en El Prado o la Calle Obispo podrá ser un tremendo negocio. Nadie sabe, hay que hacer proyectos para el futuro. Los tragos podrían cambiar de nombre, por ejemplos, el Cuba libre se llamaría Patria o Muerte, el daiquirí pasaría a ser Socialismo o Muerte, el mojito se convertiría en ¡Qué se vayan, qué se vayan!, la piña colada se denominaría los Diez Millones (se) Van, y así por el estilo. Estuvimos en la Iglesia de la Resurrección, muy similar a San Basilio en Moscú, gracias a sus cúpulas. Está a orillas del Canal Griboiedov. Fue construída en el lugar exacto donde el 1° de marzo de 1881 fue asesinado el Zar Alexandre II. La Catedral de San Isac es bella, su cúpula dorada domina la plaza sobre la cual se levanta el monumento al zar Nicolás I. Lo representa sobre su caballo parado en dos patas, a los pies del cual se encuentran las estatuas de bronce de su esposa y sus tres hijas que simbolizan: la Fe (con una cruz y los evangelios), la Sabiduría (con un espejo), la Fuerza (con una espada y una lanza) y la Justicia (con una balanza). Del otro lado de la plaza se puede admirar al Caballero de Bronce, bello monumento ecuestre que representa a Pedro el Grande sobre una roca. Vimos a una novia colocar su bouquet a los pies del zar. Costumbre que volvió, después del paréntesis de 74 años, de la época soviética. Aunque sigue existiendo el Palacio de los Matrimonios, las novias ya no colocan sus bouquets en los monumentos a Lenin y compañía. Todas las ciudades, calles, plazas, ríos, montañas, etc, han vuelto a llamarse con los nombres que tenían antes de que fueran cambiados por los camaradas bolcheviques. Entramos al vestíbulo del famoso Hotel Astoria (de 1911), considerado como uno de los más lujosos del mundo. Stalín lo convirtió en sede del NKVD

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(los servicios secretos) y centro de torturas. Durante la Segunda Guerra Mundial funcionó como hospital. Su sala de banquetes es espectacular. A mí me interesaba verla, pues Adolfo Hitler había declarado que en esa sala iba a celebrar el banquete para festejar la caída de la ciudad en sus manos. Había mandado a imprimir hasta las invitaciones, dejando en blanco los espacios para la fecha y la hora. Me recuerda un dicho francés: “no se debe vender la piel del oso antes de haberlo matado”. Frente al hotel, se encuentra un inmueble en restauración y varios pisos del mismo están cubiertos por una gran tela pintada con el rostro piratesco de Johnny Depp, que anuncia, como en otros muchos lugares de la ciudad, su última película. En una esquina, pudimos ver un kiosco de t-shirts, muy parecido a los que encontraríamos por doquier a todo lo largo del viaje. Entre las camisetas había una negra, con el rostro del Dr. Guevara de la Serna sobre la bandera cubana con el escrito de Comandante Heroico; la M amarilla de una conocida marca de comida barata aparecía sobre el rostro de Vladimir Ilich Ulianov Lenin con el escrito de McLenin’s; en otra se veía un Lenin con cara de disgusto, haciendo un gesto poco elegante con un dedo, acompañado por el escrito fucking. El Palacio Ioussoupov, perteneció al principe Félix Ioussoupov, propietario de una fabulosa colección de más de 1,500 cuadros de grandes pintores, que fue confiscada por los bolcheviques. Pero su fama mundial se debe más a que fue el asesino de Rasputín el 17 de diciembre de 1916. El monje Rasputín era considerado como un santo por la familia real y por ello tenía una gran influencia sobre ella. Para poder eliminarlo y así salvar al régimen, el príncipe organizó una cena con sus cómplices, a la cual invitó al monje. Primero trataron de envenenarlo, con un dulce en el que había sido inyectado cianuro, pero al ver que el veneno no surtía el efecto inmediato esperado, el príncipe sacó su pistola y disparó contra Rasputín. El médico presente en la cena atestó la muerte, pero enseguida el monje que sólo había sido herido, se levantó, trató de estrangular a Félix y logró escaparse al jardín en medio de una gran confusión. Pero allí lo mataron a golpes los invitados, armados de candelabros. Hogaño, toda esta historia trágica se puede apreciar en el palacio, por medio de figuras de cera. Nos detuvimos al pie de las dos impresionantes columnas rojas de 32 metros de altura, decoradas con proas de barcos de vela. En sus bases, grandes figuras esculpidas representan los principales ríos rusos como el Volga y el Neva.

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De allí nos dirigimos por un puente a la isla donde se levanta la Fortaleza de Pedro y Pablo (1703). En sus mazmorras hubo muchos prisioneros célebres como: Dostoievski, Trotski, Gorki, etc. Lo más impresionante es su catedral, cuya flecha dorada se alza hasta los 122,5 metros, sobre la cual se encuentra el ángel con una cruz. En realidad esta catedral es el Mausoleo Real, donde se encuentran las tumbas de prácticamente todos los zares de la dinastía de los Románov a partir de Pedro I, salvo Pedro II e Iván VI. Sólo el 17 de juio de 1998 fueron enterrados allí los restos del último zar, Nicolás II, su esposa y sus cinco hijos, en compañía de su médico personal y tres criados. Todos habían sido asesinados por los bolcheviques en la aldea de Iekaterinbourg el 16 de juio de 1918 y enterrados en una fosa común. El último zar ruso fue canonizado por la iglesia ortodoxa rusa en agosto del 2000. Una sola de las 52 tumbas del Panteón Real está vacía, se trata de la de la princesa Alexandra Gueorguievna. Era una princesa griega que se casó con el gran duque Pavel Alexondrovitch (hijo del zar Alexander II). En 1939 el gobierno griego solicitó sus restos a Stalin y éste autorizó el traslado al Mausoleo Real de Atenas. Al dirigirnos al Palacio Nikolqievski Dvorets, para asistir a un espectáculo de música y bailes folklóricos rusos, pasamos junto al Acorazado Aurora. Había una larga fila formada por turistas. Recuerden los cubanos que habrá que poner el mítico yate Granma en algún lugar y cobrar la entrada en euros o dólares. Será otro buen negocio. Por Dios, que a nadie se le ocurra romper el ataúd de vidrio y mucho menos darle candela. Sería un crímen económico. Al turista que desee sentarse en el lugar exacto donde supuestamente se sentaron el Líder Máximo o el Dr. Guevara de la Serna, se le podrá cobrar un dólar suplementario. A la salida del yate se pondrá una tienda donde se podrán adquirir boinas con la estrellita, carteles, distintivos, fotos y hasta puros habanos y ceniceros marca Ché o Comaandante en Jefe. Lo de los ceniceros ya lo inventaron los belgas, los vi a la venta en la ciudad de Amberes y lo de los tabacos Ché ya existe desde hace años en Francia. El espectáculo tuvo lugar en la sala de baile del Palacio. Fueron canciones y danzas tradicionales. Comenzó a las 7 p.m., pero a las ocho hubo un intermedio de una media hora y entonces los rusos se precipitaron a tomar y comer en los diferentes bares y cafeterías situadas en las diferentes salas del palacio. Posteriormente hubo otra hora de espectáculo. Esa es la costumbre allí, la gente sale del trabajo y va directamente a los teatros para asistir a los espectáculos, por eso comienzan tan temprano. En nuestra primera noche a bordo del barco, al salir del camarote a las 12 de la noche, para tratar de conseguir una almohada suplementaria con el ama

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de llaves (no teníamos teléfono), tropecé y caí de bruces contra la puerta del camarote de enfrente. Me di un golpe tan grande que estaba aturdido. Una pareja de galos que venía por el pasillo, pasó sobre mi dando zancadas, sin preguntarme qué me había pasado. Mi esposa, que trataba de ayudarme, estaba en bata de dormir. Después llegamos a la conclusión de que los galos habrán pensado que yo estaba completamente borracho gracias al vodka o que en una pelea matrimonial, mi mujer me había sacado del camarote y tirado contra la puerta de enfrente. Por la mañana, había numerosas gaviotas que volaban alrededor del barco. Cogí varios panecillos de una cesta del restaurante y desde el puente superior hacía divertir a un par de niños italianos que estaban con su madre, una verdadera belleza mediterránea, lanzándole pedacillos de pan a las gaviotas, las cuales los atrapaban en el aire. Pero una señora turca, muy enfadada, vino a regañarme, con una actitud muy agresiva. Como me hablaba en turco, no comprendí lo que me decía, pero su dedo era muy autoritario. Después la vi hablando con un marinero, que lógicamente no le hizo el menor caso, como yo tampoco y, seguí tirándole panecillos a las gaviotas. En el barco había grupos de turistas franceses, italianos y turcos. Escuché a un italiano que decía a otros: “si hubiera sabido de antemano que en el barco habría franceses, me hubiera puesto una camiseta con el rostro de Materazzi, para ver si uno de ellos se atrevía a darme un cabezazo a la Zidane”. A mí no me quedó más remedio que reírme y cuando ellos se dieron cuenta de que había entendido, les aclaré que yo venía con el grupo francés, pero que era cubano y estaba muy contento con la victoria de Italia en el Mundial de Fútbol. A partir de ese momento hubo una corriente de simpatía entre los italianos y nosotros dos y cada noche nos reuníamos para bailar en la Sala de Baile del barco. En lugar de tener un día libre, compramos a la simpática Tatiana, dos excursiones, para los palacios de Peterhof y de Pavlosk. Ambos en las cercanías de San Petersburgo. Pasamos toda la mañana en el primero y la tarde en el segundo. Para llegar hasta ellos, hay que atravesar los arrabales obreros de la bella ciudad. Formados por cientos de inmuebles feos, cemento y más cemento, con balcones oxidados, ventanas rotas y vidrios pegados con tiras de cintas adhesivas. Las personas se ven pobres, muy pobres, mal vestidas. Muy diversas a las bellas y coquetas chicas rusas que pasean por el centro de la ciudad con sus bolsas y zapatos de Prada y sus foulards de Hermés. Muy diferentes de los jóvenes bronceados, buenos mozos, con un look de Hugo Boss o Ralph Lauren, que abundan en las calles del centro.

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Los dos palacios que visitamos, fueron destruidos totalmente por los alemanes antes de retirar sus tropas durante la Segunda Guerra Mundial. Ellos e innumerables sitios históricos, fueron reconstruidos por los soviéticos con gran arte y precisión. Pero en lo que concierne a los apartamentos para la población, el resultado es dramático, todo igualmente horrible. Los rusos le llaman los barrios de “krouchtchovk”, ya que fue Nikita Khruchev el que los construyó. El Palacio de Pezterhof es espléndido. Se encuentra a sólo 29 kms. de la ciudad. Fue construido por Pedro I para albergar su corte, al regreso de un viaje a Francia. Había sido hospedado en el Palacio de Versalles y quiso imitarlo. Creo que los que consideran a este Palacio como un Nuevo Versalles, no han visto el original. De todos los palacios que he visitado, ninguno llega a la altura del maravilloso Versalles. Recorrimos los apartamentos privados del zar, la sala de baile, la del trono, etc. Todo reconstruido fielmente guiándose por fotos, filmes, cuadros o planos anteriores a la destrucción germánica. Pero sin lugar a dudas, lo más espectacular es la escalinata de fuentes que conduce junto al canal, de unos dos kms. de largo, hasta el Mar Báltico. En cada sala de este palacio, como en cada sala de todo museo o palacio, o en cada capilla de toda iglesia, monasterio o catedral “reina” una autoritaria babuchka (¿ojo de Orwell?) que te mira agresivamente, como si ella pensara que fueras a hacer algo incorrecto. El Palacio de Pavlosk es también bello. Está repleto de obras de arte y rodeado de jardines, fuentes y canales. Cuando llegamos a este palacio como al anterior, un músico se acercó a nuestra guía Irene y le preguntó de qué país veníamos. Inmediatamente él y su grupo comenzó a tocar La Marsellesa. Interpretaban el himno que correspondía al país de los turistas que llegaban. Algo muy curioso. Con las pocas monedas que les dan los turistas, logran apenas llegar a fines de mes. Así que ya lo saben los músicos cubanos que lo deseen, ésta es una buena idea. Comiencen a aprenderse los himnos: americano, francés, inglés, japonés, italiano, español, etc. Hay que tener visión del futuro. ¿Te imaginas a un grupo de afrodescendientes crillos, tocando el himno americano con tumbadoras, timbales y maracas a la entrada del Mausoleo al Che Guevara en Santa Clara? En el momento que comenzaba el crepúsculo, nuestro barco inició el viaje de doce días por lagos, canales y ríos, que nos llevó desde San Petersburgo hasta Moscú. Como te dije al inicio de esta larguísima carta, en la próxima continuaré contándote nuestro inolvidable viaje.

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IIDe Moscú a San Petersburgo

Como te prometí, te envío la segunda crónica de nuestro gran viaje por Rusia efectuado el mes pasado. Aunque nuestro Crucero fue de San Petersburgo a Moscú, prefiero contártelo en el sentido contrario, pues me parece más lógico. Yo hubiera deseado que fuese así, desde la superdinámica, progresista, (en el buen sentido de la palabra) y bulliciosa Moscú, a la elegante y culta San Petersburgo. El zar Pedro I soñó con unir Moscú a San Petersburgo por canales que comunicaran los ríos a los lagos. Pero ese proyecto grandioso de 1952 km de largo, fue realizado sólo por Stalin. A lo largo del viaje, cada llegada o partida de los pequeños puertos fluviales, tuvo su encanto. El paso de las 17 esclusas, pues el desnivel entre las dos ciudades es de 162 metros, fue muy interesante. El crucero comenzó en el Canal de Moscú, construido por Stalin entre 1932 y 1937, con un costo humano impresionante, pues murieron a causa de esos trabajos forzados, miles de prisioneros políticos, obligados a trabajar allí en condiciones inhumanas. A las pocas horas de navegación se puede observar el famoso campanario de Kaliazinne, que pertenecía a la Catedral de San Nicolás. Sobresale de la superficie del agua en forma surrealista. Los bolcheviques lo dejaron como faro. Más de 600 pueblos y ciudades, algunos medievales como Mologa (siglo XIII), fueron evacuados por la fuerza, y posteriormente inundados por las aguas de los ríos y lagos. Todo por orden de Stalin, “el padrecito de los pueblos”, tan admirado por el gran poeta chileno Pablo Neruda. Llegamos al pueblito de Ouglitch, rodeado de bosques y que forma parte del famoso Anillo de Oro, que comprende: palacios, castillos, monasterios y pueblos antiguos alrededor de Moscú. Visitamos la Iglesia de San Dimitri, cuyas cúpulas azules, parecían que salían de un libro de hadas. Fue allí donde asesinaron en 1591 a Dimitri, por orden de su padre, el zar Iván el Terrible, lo que provocó el fin de la dinastía de los Riourik. El joven vivía en ese pueblito junto a su madre, condenados al exilio por Iván el Terrible. Pudimos ver en una capilla la campana de la iglesia, que como había tocado para anunciar la muerte del príncipe Dimitri, fue castigada con latigazos ymutilada por orden de Iván el Terrible. Junto a la puerta de la iglesia vimos a varios niños, estaban disfrazados con trajes medievales. En un kiosco que estaba a la orilla del canal, alquilaban los disfraces y un fotógrafo imprimía inmediatamente las fotos que había tirado a los chicos, para los orgullosos padres. Los niños hacían juegos de roles imitando a Dimitri y a los niños de la Corte.

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Todas las iglesias que visitamos, poseen innumerables frescos e iconos. Pero siempre eran las extraordinarias iconostasis de madera policromada y con baño de oro lo más espectacular. Son una especie de enormes altares con puertas decoradas con iconos. Por lo general las iglesias tienen muros exteriores blancos fileteados con el mismo color de las cúpulas, que puede ser: verde, azul, rosa o rojo. Las de las más ricas, que casi siempre son las de los monasterios, tienen baño de oro. La Catedral de la Transfiguración del Salvador te deja impresionado por la riqueza. Prácticamente todas las iglesias y monasterios que se salvaron de las inundaciones o de la dinamita de los bolcheviques, están en restauración. Ellos las habían convertido en establos, almacenes de granos y en el mejor de los casos, en museos. Los músicos ambulantes, las babuchkas vendiendo flores de sus jardines para poder ganar algunos rublos que les impidan morir de hambre, los jóvenes borrachos con las botellas o latas de cerveza en las manos sentados en los bancos de los numerosos parques, las mesas improvisadas vendiendo todo tipo de objetos con símbolos de difunta Unión Soviética, etc., estuvieron presentes en cada parada que hicimos con nuestro barco. A menudo nuestro barco pasaba a orillas de pueblos rodeados de bosques, de donde sobresalían las cúpulas de los campanarios de las iglesias. Una de las más bellas fue la de San Elías el Profeta, del pueblecito de Zolotoroutchié. Una visita inolvidable fue la de la ciudad de Kostroma. Esta ciudad estuvo prohibida a todo habitante del exterior, ruso o extranjero, hasta el 1991 debido a las importantes bases militares que la rodean. Nadie podía salir de ella sin un permiso especial muy difícil de conseguir. Resultado: hoy día muchas personas parecen primitivas. Vimos a mucha gente desaliñada, gastada, viejitos buscando algo que comer en los basureros del mercado y a jóvenes borrachos en grupos en los parques. ¿Todo culpa de quién? Es una ciudad con bellos inmuebles de finales del siglo XIX e inicios del XX. Alrededor de la plaza central hay galerías con soportales magníficos, que cuando sean restaurados le darán mucho cachet a la ciudad. Pudimos ver numerosas mansiones señoriales en estado de abandono total, con ventanas rotas y rejas oxidadas. La ciudad fue destruida por las hordas de los tártaros, posteriormente fue reconstruida por Catalina II, convirtiéndose en la capital nórdica del lino. En efecto, en los escaparates de las tiendas y en los mercados se venden a precios ridículos para un francés, lindos vestidos o ropa de cama de lino finamente bordados. Una muñeca de paja, lleva el nombre de la ciudad. Según la tradición, cada año, se lleva en procesión hasta el río a la chica elegida como la más guapa

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de la ciudad. Allí se baña para celebrar la llegada de la primavera. Pero si el agua está muy fría, entonces se lanza al agua una muñeca de paja llamada La Kostroma. Recorrimos el Monasterio San Ipatiev (siglo XIII), verdadera joya de la arquitectura religiosa. La dinastía de los Románov lo consideraba como su cuna y gracias a ello, a lo largo de los siglos lo agrandaron y enriquecieron. Junto a él los zares construyeron la extraordinaria Catedral de la Trinidad (1650) cuyas cinco cúpulas doradas son espectaculares. Un descomunal monumento a Vladimir Ulianov Ilich Lenin domina toda la ciudad. Su mano derecha alzada parece indicar la vía hacia el porvenir. Pero en realidad señala hacia el horrible inmueble de la cárcel, donde tantas personas fueron torturadas y asesinadas durante la época de los soviéticos. Dicen que por esa razón no lo han derribado de su pedestal. Esa noche, mientras el barco se deslizaba por el Volga, sentado en un cómodo butacón en el Bar Azul de la proa, me puse a reflexionar sobre la Rusia bolchevique hacia la cual no sentí nunca simpatía y, la otra Rusia que tanto he admirado. Mi Rusia, es la de la Consagración de la Primavera de Stravinski, La dama de Picas de Pushkin, La Gaviota y El tío Vania de Chéjov, los conciertos a piano de Rachmaninoff, Cascanueces y El Lago de los Cisnes de Chaikovski, Las Almas Muertas de Gogol, Los Hermanos Karamázov y Crimen y Castigo de Dostoievski, La Guerra y la Paz y Ana Karenina de Tolstoi, la música de los filmes Alexandre Nevski e Iván el Terrible de Prokófiev y sobre todo, la inolvidable imagen de Rostropóvich tocando el violonchelo dándole la espalda al Muro de Berlín, en la noche que ese Muro de la Vergüenza fue abierto a la Libertad. Esa es mi Rusia, la que yo admiro. Seguíamos navegando por la Matouchka (Mamita), como llaman afec-tuosamente los rusos al Volga, río que consideran mítico, casi sagrado. Los pueblos y ciudades que se alzan en la orilla izquierda tienen nombres femeninos, mientras que los de la orilla derecha son masculinos. Llegamos a Iaroslav, pueblo natal de Valentina Tereshkova. Irene, la guía, se rió cuando le conté lo del apodo cubano de Tres Escobas. Este antiguo pueblo, fue fundado por el príncipe Iaroslav el Sabio en 1010. Visitamos el Monasterio de la Transfiguración del Señor, el cual tiene sus cúpulas en forma de cascos de guerreros bizantinos. En la iglesia del Profeta Elías pudimos admirar muchos de los 1680 bellos frescos e iconos que posee este templo. Recorrimos el mercado de azulejos, que es la especialidad desde hace siglos de ese lugar, y el mercado de artesanías, donde se podían comprar: chales de lana, chapkas ( sombreros de lana con orejeras), juguetes de madera (bellos,

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originales y baratos), matriochkas (las muñecas de madera que están unas dentro de otras y que representan la fertilidad), sábanas y manteles de lino bordados, huevos de cristal, madera o esmalte al estilo Fabergé, vajillas de madera pintadas a mano, balalaicas, botellas de vodka, etc. Cruzamos el lago artificial de Rybinsk, que con sus 4,500 Kms. cuadrados es el más grande del mundo. Obra faraónica construida por Stalin, entre 1932 y 1941, con la utilización de decenas de miles de prisioneros políticos, que en su mayor parte murieron. El agua es de color verde, gracias al alga que se reproduce producto de la descomposición de los bosques que fueron inundados. Me daba la impresión de que me desplazaba sobre un cementerio fluvial. ¡Más de seiscientos pueblos con sus cementerios respectivos cubiertos por el agua del lago estalinista! Entramos al Canal Volga-Báltico, es el más largo del mundo y une el Lago Rybinsk con el Lago Onega, pasando por el Lago Blanco. Posee siete esclusas, tres centrales hidroeléctricas y 25 presas. En total su dimensión corresponde a la de dos veces el Canal de Suez o 4,5 veces el Canal de Panamá. Todo construido, repito, con la sangre, el sudor, las lágrimas y la muerte de decenas de miles de prisioneros. Antes de entrar en el Lago Blanco, el barco ancló en el puertecito del pueblo de Goritzy. Parecía que estábamos en el siglo XIX. Las casitas de madera, están rodeadas de jardines. Las calles de tierra conducen al fastuoso Monasterio San Cirilo del Lago Blanco. Pasamos las murallas de once metros de altura y descubrimos en su interior nada menos que once iglesias diseminadas en 13 hectáreas de tierra enyerbada a orillas del canal. Fue el lugar de exilio para las grandes damas de la corte y monjes, que caían en desgracia con los zares. Llegó a tener 200 monjes y 500 exiliados. Admirado por Iván en Terrible y Mikhail Románov, tuvo su mayor esplendor en los siglos XVI y XVII. En la Sala del Tesoro hay una bella colección de iconos del siglo XV y de trajes antiguos de eclesiásticos. Como buenos turistas, metimos los pies y las manos en el agua del lago frente a las murallas. Según la leyenda, hacen rejuvenecer y recuperar una salud excelente. Creer o no creer. Junto al anterior, se puede observar el Monasterio de la Resurrección. En él viven hoy día algunas religiosas, que venden a los turistas flores, frutos y legumbres, para poder subsistir. Fue fundado en el 1544 por la princesa Leffossina, esposa del hijo menor del zar Iván III. Posteriormente, ella misma fue enviada allí como exiliada, por haber participado en un complot contra Iván el Terrible. Ella deseaba que su hijo subiera al trono. Poco después la ahogaron en el lago. También el zar envió allí a morir a Ana, la cuarta de sus siete esposas.

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En los monasterios, una vez terminada la visita cultural, los monjes invitan a pasar a una sala en donde interpretan dos o tres cantos. Al final proponen sus CD y DVD por módicos precios. Unos 30 km más adelante vimos sobresalir de la superficie del agua, las ruinas de la que fuera la magnífica Iglesia de la Natividad de Krokhino. Había sido construida en el siglo XV por orden del príncipe Belozersk, para darle gracias a la Virgen por no haber muerto en una tempestad que sufrió en ese lugar. Después de atravesar el Lago Blanco y los ríos Kovja y Vyterga, pasamos al lago Onega. Según la leyenda, El Vodianoi, que es un genio de las aguas en forma de un pescado lucio verde o de cisne, puede aparecer en cualquier momento, pero no se le debe molestar, porque si se enfada, desata una tempestad. Los habitantes de esta región de Carelia, le llaman al lago El Batiouchka Onego (el padrecito). Como para ellos es sagrado y amado, sobre él circulan numerosas leyendas. La Carelia cuenta con 64,000 lagos y 26,000 ríos, rodeados de inmensos bosques. La escala en la isla de Kidji fue muy interesante. Esta es una de las 1650 con que cuenta el lago Onega. Kidji tiene sólo seis kilómetros de largo por 1 de ancho. En ella viven 200 personas en 82 isbas (casas) de madera. Durante siete meses al año, se encuentran aislados del mundo debido a que el lago se congela y la temperatura puede bajar hasta -41°c. La Catedral de la Transfiguración (siglo XVIII) con sus 22 cúpulas, todas de madera y sin haber utilizado ni un solo clavo, domina el panorama. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, los rusos la consideran como la octava maravilla del mundo. Y en realidad es maravillosa. Las pequeñas capillas de Arcángel San Miguel y la de San Lázaro, son también interesantes. A menudo me acordé de mi vieja amiga Marta, que hogaño vive en New York. Ella es una de las personas más cultas que he conocido en mi vida. Estudió Licenciatura en lengua y literatura rusa. Sé que fue varias veces a la difunta Unión Soviética, por lo cual pudo visitar a fondo Moscú y San Petersburgo. Pero no creo que haya podido hacer un crucero como éste. Ella, gran conocedora de la historia y el arte ruso, podría disfrutarlo mucho más que nosotros. Daniéle y Jean Pierre, formaban la simpática pareja gala que compartía la mesa del restaurante del barco con nosotros. El es ejecutivo de una empresa y ella profesora de francés. Todos los días comentábamos los acontecimientos de ese microcosmos que es un barco de cruceros. El río Svir nos permitió pasar del Lago Onega al Ladoga. En la esclusa hay un gran monumento a Lenin decorado con la hoz y el martillo. A sus pies está escrito: ¡Lenin Vivió, Lenin Vive, Lenin Vivirá! (Falta sólo agregar : Amén.)

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El Ladoga es el lago más grande de Europa. Durante los 900 días del cerco alemán a Leningrado, de 1941 a 1944, fue la única vía de comunicación de los asediados con el resto del país. El lago se convirtió en “la ruta de la vida”. Los camiones transitaban día y noche sobre sus aguas congeladas para llevar armas, municiones y comida a la ida y al regreso, evacuar a mujeres, niños, ancianos y heridos. De septiembre de 1942 a enero de 1943, más de un millón de personas pudieron escapar por esa vía, del infierno de Leningrado. El pueblo De Svirstroy fue construido en 1933 por el camarada Serguei Kirov, para albergar a los prisioneros que construirían la esclusa . Kirov cayó en desgracia un año después y fue asesinado por orden de Stalin. Como dice el dicho: la Revolución es como Saturno, se come a sus propios hijos. Los niños venden por las calles dibujos, hechos por ellos en cuadernos de colorear. Le compramos uno por un euro, a un niñito de unos siete años. No tengo fotos de él, pero sí película, pues por suerte mi cámara Sony me ha rendido leales y buenos servicios desde hace cinco años. El correo funciona en una bodeguita donde reina una babuchka. Los sobres y sellos están en una caja de zapatos, en un estante entre pomos de mermelada de manzana y confituras de albaricoque. Desde allí envié unas 10 postales. Espero que gracias a San Jorge (patrón de Rusia) lleguen a sus destinatarios. Una viejita nos llamó desde un portal, nos acercamos y nos invitó a entrar a su modesta casa. Nos ofreció té y confitura con hot cake. Al terminar le regalé dos euros. Muy contenta, nos mostró las fotos del marido, hermanos e hijos, todos gloriosos y heroicos militares soviéticos, cuyas pechugas estaban llenas de medallas. Nos traducía la simpática guía María, que había entrado con nosotros a la casa. Acto seguido, la babuchka sacó una bolsa que contenía veinte euros en monedas (que no había podido cambiar) y me pidió que se los cambiara en billetes, lo cual hice sin dificultad. Para mi asombro, ella me dio un beso en la frente, acompañado de una gran sonrisa. María me afirmó que en Rusia había muchos nuevos pobres. Yo le recordé que en Francia, cuarta potencia económica del mundo, existen más de dos millones de personas por debajo del nivel de pobreza y que de éstas, más de 300,000 son vagabundos, según las estadísticas publicadas recientemente por las autoridades galas. Y llegamos por el río Neva, a Piter, como llaman sus habitantes a la bella San Petersburgo. Ciudad mágica, famosa en el mundo entero por sus museos, palacios, iglesias, plazas y monumentos. Me queda por escribirte la tercera crónica del viaje, que será dedicada a Moscú.

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IIITres días en Moscú

Y al fin pude realizar uno de los grandes sueños de mi vida. Durante muchos años, en San Cristóbal de La Habana, llené los formularios solicitando el viaje turístico a la URSS. En las líneas de motivación del viaje escribía: “para inclinarme frente a Lenin y expresarle mi gratitud”... La última noche pasada navegando por el Volga antes de llegar a Moscú, fue dedicada a la Cena del Capitán. Este Sr., en unión de los responsables de la organización y de la animación del Crucero, desfilaron por entre las mesas, mientras se brindaba con champagne y se servían canapés de caviar. Llegamos al mediodía al vetusto puerto fluvial moscovita, para pasar tres días inolvidables, llenos de experiencias enriquecedoras. La primera impresión que da la ciudad, es la de un caos automovilístico. Los coches se desplazan a gran velocidad por las anchas avenidas, en las que los pasos para los peatones son sólo subterráneos. Actualmente circulan por la capital unos dos millones de coches y la cifra aumenta en unos cien mil cada año. Por tal motivo, dentro de un par de años se llegará a la saturación y será prácticamente imposible conducir por sus calles, a no ser que se produzca un milagro. Hay taxis oficiales, pero cualquier chófer sirve de taxista, basta estirar la mano y enseguida algún coche privado se detiene, te pones de acuerdo sobre el precio antes de subir y ya está. El metro es impresionante, visitamos varias estaciones donde abundan: cerámicas, frescos, estatuas de mármol o bronce, vitrales, candelabros o lámparas de cristal y bronce, mosaicos, etc. Todo a la gloria del ejército rojo, de los compañeros obreros o campesinos, etc. Es muy profundo y se baja a él por inmensas escaleras mecánicas con gran inclinación y velocidad. Al pie de ellas se encuentra por lo general una babuchka en una cabina, sentada frente a las pantallas de la tele que controla las escaleras, Armada con un megáfono en mano, siempre lista para regañar a cualquiera, cuando detecta el mínimo comportamiento inadecuado. El metro está inmaculadamente limpio. No se ven vagabundos ni limos-neros como en París u otras capitales europeas. Nunca habíamos visto un metro tan espectacular. El régimen soviético lo construyó entre 1931 y 1935, para mostrar los triunfos del socialismo. Me llamó la atención una pared cubierta por mosaicos que reproducen en pequeña escala, el gigantesco monumento a los soldados soviéticos de Berlín. Representan al soldado como liberador y protector del pueblo alemán. Recuerdo que hace cinco años visité el monumento con mi amiga alemana Ursula y ésta me confesó que cuando era niña pionera, cada año la llevaban

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con la escuela a ese monumento a depositar flores. Su madre le recordaba posteriormente los crímenes y violaciones de mujeres alemanas sin defensa, que había llevado a cabo la soldadesca soviética en Berlín, a fines de la Segunda Guerra Mundial. Los vetustos trenes del metro, verdaderas reliquias de la época estalinista, van a gran velocidad. La primera visita fue lógicamente a la Plaza Roja, plaza que había visto tantas veces en la televisión o el cine. Lugar de grandes desfiles de tanques de guerra y cohetes de la época soviética. Entramos por la Puerta de la Resurrección. Creo que pocas veces en la historia un monumento ha tenido tan bien puesto su nombre. Fue construida en 1534 con una pequeña capilla donde los zares se detenían a rezar cuando salían o entraban al Kremlin. En 1931 Stalin la dinamitó para poder dar paso a los grandes desfiles militares. Pero al ser reconstruida entre 1994 y 1995, “resucitó”. En el suelo, frente a la capilla, hay un medallón de bronce, simbólicamente es el punto a partir del cual se miden las distancias (como el brillante del Capitolio habanero). Según la costumbre, uno se para sobre el medallón y lanza hacia atrás una monedita. Vimos a varios rusos y a turistas hacerlo, pero inmediatamente algunas babuchkas se precipitaban para recoger las moneditas, cuando eran rusas, si eran monedas extranjeras las dejaban en el piso, pues no se pueden cambiarlas por rublos. Después de pasar por la puerta, se encuentra a la izquierda, ya en plena Plaza Roja, la Catedral de la Virgen de Kazán, que también fue dinamitada por Stalin en 1936. Fue reconstruida en 1993 según los planos originales. Sin embargo, el célebre icono de la virgen protectora de la Dinastía de los Románov nunca se ha encontrado, por lo cual, los rusos rezan ante una copia actual del mismo. Y al fin pude realizar uno de los grandes sueños de mi vida. Durante muchos años, en San Cristóbal de La Habana, llené los formularios solicitando el viaje turístico a la U.R.S.S. En las líneas de motivación del viaje escribía: “para inclinarme frente a Lenin y expresarle mi gratitud”. Lógicamente, mi gratitud consistiría en que gracias a él, al regresar a la Perla de las Antillas, pediría asilo en la escala que los aviones de Aeroflot hacían en la ciudad canadiense de Gander. Sin embargo, los desconfiados compañeros de CUBATUR, no me dieron nunca la autorización.Y ahora, cuando vi el mausoleo, me incliné frente a él, formando un ángulo de 90° con mi cuerpo. Me quité la gorra y me puse la mano derecha sobre el corazón y le dije a Lenin dos frases, dos simples frases que tenía preparadas desde hacia décadas. En las líneas de motivación del viaje escribía: “para inclinarme frente a Lenin y expresarle mi gratitud”.

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Lo siento, mi querida Ofelia, no te haré saber lo que le dije, quedará como un secreto entre Vladimir Ilich Uianov Lenin y yo. Posteriormente, me sentí tan feliz con mi gesto, que le di la espalda y alcé mi puño derecho al estilo soviético, con gran emoción, como símbolo de victoria. No estimé conveniente en ese Santuario Rojo, hacer la V de la victoria con mis dedos al estilo del Wilson el británico. Creo que algunos turistas que nos acompañaban pensaron que yo era un nostálgico de la época soviética. Para ver la momia, se hace la cola en los jardines. Hay que dejar las bolsas, cámaras, etc., antes de pasar frente a lo que queda de Lenin, en silencio y sin detenerse ni un instante. Posteriormente se desfila frente a la muralla del Kremlin . Algunas tumbas de personajes famosos están dentro de la muralla y otras frente a la misma, separadas de la plaza por una fila de pinos. Allí se encuentran los héroes de la Patria Roja: John Reed ( el que escribió Diez días que conmovieron al mundo), Yuri Gagarin, Máximo Gorki, Alexis Kosiguin, Andropov, Chernenko, Félix Dzerjinski (el fundador de los servicios secretos), Stalin (cuya tumba estaba cubierta de flores, seguramente depositadas por viejas manos nostálgicas de su época), etc. Nikita Krouchtchev, fue el único zar rojo que abandonó verticalmente el Kremlin en octubre de 1964 “por motivos de salud”. Los otros siempre salieron en ataúdes. El había osado denunciar los crímenes de Stalin y desplazó su momia, hasta entonces situada al lado de la de Lenin, hacia la tumba frente a la muralla. Nikita no se encuentra enterrado allí en ese Panteón del Comunismo. Al morir en 1971, fue enterrado en el cementerio del Monasterio de Novodievitchi. Frente a las murallas, bordeando la Plaza Roja, se encuentra el centro comercial más bello que yo he visto : El Goum. Mide 250 metros de largo. Fue construido en 1894 por Alexandre Pomeranstsev, utilizando granito y mármol. Los balcones son de hierro forjado, los candelabros y postes de la luz de bronce, los techos de cristal, etc., lo que da al inmueble un cachet extraordinario. Lo que fue durante la épica época soviética vitrina de consumo para turistas y privilegiados del régimen, no tiene hogaño absolutamente ningún interés comercial. A lo largo de sus amplios pasillos vimos las mismas marcas de lujo occidentales, las mismas tiendas que se pueden encontrar en cualquier capital europea. Algo curioso es que numerosas empleadas, chicas jóvenes muy agraciadas, se dedican a hablar por sus teléfonos celulares, sin prestar la más mínima atención a los clientes que entran a las tiendas. ¿Será ésa una de las taras del comunismo? Los escaparates de las tiendas que están situadas exáctamente enfrente del Mausoleo de Lenin, pertenecen a las tiendas Christian Dior y Hugo Boss.

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En ellos había maniquíes elegantemente vestidos que parecían mirar con desprecio al padre del difunto comunismo. ¡Vivir para ver! Frente a la bella Catedral de San Basilio, se encuentra el monumento a Kouzma Minine y al príncipe Dimitri Pojarski, quienes en 1612 se sublevaron en Iaroslav, y formaron un ejército para liberar a Moscú de la ocupación polaca. Para poder entrar a la Catedral se pagan 3 euros, después se penetra por la minúscula puerta que da a la tumba de San Basilio. En realidad está compuesta por nueve iglesias-torres, cada una de la dimensión de una pequeña capilla, comunicadas entre ellas por estrechos pasillos, donde están situados los puestos de souvenirs ( los mercaderes del templo). Los Jardines de Alexandre, obra del zar Alexandre I para conmemorar la victoria contra Napoleón (de 1820), se encuentran frente a las murallas del Kremlin. Allí está la Tumba del Soldado Desconocido con la llama eterna, custodiada por dos soldados. Enfrente se encuentra un pequeño canal rodeado por una fila de columnas de mármol. Del agua sobresalen esculturas de bronce, de personajes de los cuentos de Puchkin, en las cuales los niños tomaban poses, mientras sus felices padres les sacaban fotos. Al borde el canal se extienden varias cafeterías, entre ellas la de la más célebre cadena de comida-basura internacional. Desde allí se pasa a un gran centro comercial llamado Okhotny Riad (de 1997), cuyo único interés es la gran cúpula exterior coronada por una escultura en bronce de San Jorge matando al dragón. El jardín exterior que rodea la cúpula es bello, repleto de flores y de fuentes. Un grupo de chicos patinaba y practicaba con skate-board. Varios pisos de un mastodóntico y horrible hotel construido por los compañeros en los años sesenta del siglo pasado y ahora en proceso de demolición, estaban cubiertos por la publicidad de los relojes Rolex y por la bella Penélope Cruz, rostro de Oreal, cuya mirada socarrona parecía dirigirse hacia el Kremlin. ¡Cómo cambian los tiempos! Durante la cena, en el barco, nos enteramos de algunos sucesos ocurridos a turistas de nuestro grupo, durante la visita libre por la tarde. Le ocurrió a una Sra. muy pija, que había pasado el viaje criticando. Cada vez que veía un coche Mercedes Benz, decía que seguramente era de alguien de la mafia rusa. Cada vez que veía a una babuchka vendiendo flores, se ho-rrorizaba frente a la miseria rusa actual. Cada vez que pasábamos por un barrio obrero de las afueras de una ciudad, se escandalizaba diciendo que no comprendía como la gente podía vivir en esos lugares horribles. A esa Sra. yo le había recordado que en Francia hay dos millones de pobres y más de trescientos mil vagabundos; que en Francia hay cientos de miles de personas que viven de la caridad pública y que todas las ciudades galas

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están rodeadas por anillos de pobreza, por guetos para inmigrantes africanos y asiáticos fundamentalmente, mientras que en los barrios ricos abundan los coches Mercedes Benz. Pues bien, esa Sra. estaba admirando la estatua de San Jorge matando al dragón, cuando un hombre se agachó a su lado para recoger una billetera y se la dio, diciéndole que se le había caído a ella. La Sra. la tomó sin tener tiempo para reaccionar, cuando inmediatamente otros dos hombres se le acercaron, diciéndole que esa billetera era de ellos y reclamándole cien euros, que según ellos faltaban. Siguió un mini escándalo. Ella no entendía nada y como no había ningún policía a la vista, ante las amenazadoras miradas de la pareja y la agitación, sacó su billetera que inmediatamente le fue arrancada de la mano. Los dos pícaros desaparecieron en el instante, frente a la indiferencia del público, aparentemente acosumbrado a ese tipo de escenas. Al fin esta Sra. tuvo una aventura para contar a sus amigas de la alta sociedad gala. Recorrimos la bulliciosa calle Arbat, (el nombre viene de la palabra árabe rabad, que significa arrabal). Me la habían pintado como el Montmartre de Moscú. Creo que el que le puso ese nombre no tiene la menor idea de lo que es ese barrio parisino. En esa famosa calle moscovita de sucias paredes, abundan los marginales y los vendedores ambulantes, incluso de gatos y mangostas. Vimos a fotógrafos con chimpancés, tiendas de souvenirs, etc. Dicen que la continuación de la vieja calle era muy bella, pero los compañeros la convirtieron en gran avenida rodeada de gigantescos y horribles inmuebles en forma de cajones entre 1962 y 1968. La llamaron Avenida Kalinin, pero ahora recuperó su viejo nombre de Novy Arabat. La Avenida Máximo Gorki volvió a llamarse Calle Tverskaia. En ella el tráfico es intensísimo y a todo su largo abundan los restaurantes, bares, casinos y tiendas. Entramos a Fouchon, sucursal de la sofisticada tienda gala de ultramarinos. Había elegantes señoras rusas haciendo compras, escoltadas por sus criadas que llevaban las cestas con las compras. En la calle, frente a Fouchon, esperaban varios coches de lujo con sus chóferes uniformados. Pero la tienda de ultramarinos Elisseev, en el n° 14 de esa calle, ( de 1820), es la “bodega” más bella que yo he visto en mi vida, me parecía estar en la Opera de París. Está decorada con : vitrales, esculturas, lámparas de cristal, mostradores de caoba y grandes espejos en las paredes. En la misma acera, un gran inmueble está cubierto en su primer piso por el granito (por orden de Stalin), que el ejército alemán había llevado hasta Moscú, para levantar un monumento cuando la capital cayera en sus manos. En la Plaza Puchkin se alza el monumento al gran poeta, rodeado por los inmuebles del periódico Izvetia y del Cine Rosilia (donde se celebra el Festival de Cine de Moscú), y un Casino que con tantas luces, opaca la belleza del monumento.

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Al centro de la Plaza Triumfalnaia, ex Maiakovski, se puede admirar el monumento al poeta comunista, cuya desesperación lo llevó al suicidio en 1930. Frente a él, cubriendo parte de la fachada de un inmueble, se destaca un anuncio de varios pisos de altura de la marca Avón, con el rostro de Salma Hayek, que parece dirigir una mirada indiferente al poeta. Almorzamos en un yate, muy mal, con carne muy seca y sin sabor, dulces duros estilo rompedientes y café aguado, mientras nos desplazábamos por el río Moskova. Pudimos admirar el Kremlin, el enorme y curioso monumento a Pedro I y la gran Catedral de Cristo el Salvador (de 1839). Esta última había sido dinamitada en 1931 por orden de Stalin. Desde los años sesenta del siglo XX se encontraba allí una gran piscina. La catedral construida de nuevo entre 1994 y 1997. Los chicos del barrio se quedaron sin piscina, pero las iglesias donde poder rezar no les faltan. Esa tarde fuimos al Circo de Moscú, en un bello inmueble de 1880 que lleva el nombre del famoso payaso Yuri Nikouline. Frente a él está aparcado un viejo coche de bronce con el payaso que sostine la puerta abierta. Es un regalo para los niños, que se divierten encaramándose en él, mientras los padres sacaban fotos. En el vestíbulo del circo, los niños se pueden sacar fotos con los payasos y con bebés tigres o chimpancés. Varios kioscos ofrecen todo tipo de juguetes, desde caretas de payasos hasta pistolas plásticas de hacer burbujas. El espectáculo fue de gran calidad, desde los trapecistas hasta los domadores de nueve enormes tigres, demostraron gran profesionalismo. La orquesta formada por chimpancés, que también bailaban tangos, twist o french cancán fue espectacular. Es muy curioso ver a los niños vestidos simplemente con t-shirts, gorras, vaqueros y zapatillas deportivas, mientras que las niñas visten con batas largas, cintas y lazos, en su mayoría. Un grupo de babuchkas mantenía el orden de forma muy autoritaria, como en todos los museos, iglesias, etc. El Teatro Bolshoi estaba cerrado por restauraciones. Frente a él, Karl Marx parece escaparse de un bloque de granito. Curiosamente, ese monumento y el de Frederik Engels no fueron arrancados y tirados junto con otros muchos al Basurero de la Historia, que se encuentra en el parque junto al monumento al zar Pedro I. Por casualidad, fuimos a parar al bar restaurante Ché Guevara. Empujamos una puerta de hierro con timón rojo y nos encontramos en un vestíbulo, donde un gigante rubio nos pasó al scanner con la vista, antes de darnos el visto bueno para entrar. Consiste en dos salas, cuyas paredes están cubiertas por carteles de propaganda política del régimen cubano, fotos de turistas, publicidades de bebidas alcohólicas, etc.

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A dos cuadras del Bar Che, se encuentra la Plaza de la Lubianka en cuyo centro estaba el monumento a Félix Dzerjinski (conocido como Félix de Hierro), fundador de la Cheka en 1917. El enome inmueble desde el 1918, era el símbolo del terror, las torturas y las desapariciones. En 1991, la estatua de Dzerjinski fue derribada, pateada y escupida por los moscovitas. Fue a parar al Basurero de la Historia. Irónicamente, desde 1955, en la misma plaza del horror, se alza el inmueble de la tienda Dietski Mir (El Universo de la Infancia), la juguetería más bella que ojos humanos vieran, un verdadero paraíso para los niños. La considero muy superior a la F.A.O. Schwarz de la Quinta Avenida de New York o a la del Enano Azul del Faubourg Saint Honoré de París. El techo de cristal, los balcones de hierro forjado, los candelabros de bronce, las paredes cubiertas de espejos, los pisos de mármoles, las cascadas de luces que cuelgan de los balcones y del techo, las pirámides de juguetes y los caballitos al centro, crean una atmósfera única de cuentos de hadas. El recorrido por el amurallado Monasterio de Novodievitchi (de 1688) fue muy interesante. Lo forman varias iglesias, llenas de obras de arte religioso y rodeadas por jardines a orillas del río Moskova. Junto a él se encuentra el famoso cementerio, donde fueron enterrados los personajes célebres del período soviético que no merecían el supremo honor de ser sepultados junto al Mausoleo de Lenin, en las murallas del Kremlin. Ni una sola cruz vimos en este cementerio, sino monumentos de bronce, mármol o granito. En la entrada hay una florería de flores artificiales. Yo compré una rosa roja de tela con hojas y supuestas gotas de agua plásticas. Más kitsch era imposible. Allí están las tumbas con los monumentos funerarios de: Gogol, Maiakovski, Kalatazov (el director de la película Cuando vuelan las cigüeñas, que yo vi- tenía doce años- bostezando en el Cine Campoamor de la capital de la Perla de las Antillas), Gromico, Micoyán, Einstein (el cineasta), Nikouline (el payaso), etc. Pero con el poco tiempoo que teníamos disponible, busqué y encontré al fondo del cementerio, a la derecha, junto al muro, una tumba muy sencilla, formada por una lápida donde en relieve está escrito el nombre de Nikita Serguei Krouchev con las fechas de 1894-1971. Sobre la lápida, dos especies de E, una blanca y la otra negra, parecen luchar por aplastar entre ellas la cabeza de bronce de Nikita, del hombre que puso al mundo al borde del cataclismo nuclear al instalar los cohetes nucleares en Cuba en 1962. A lo mejor es su cabeza la que trata de salir entre las dos E rompiéndolas. Yo me incliné para colocar la rosa junto a su nombre y decirle algo muy bajito, para que lo oyera sólo él. Pero después decidí ponerle la rosa junto al rostro. No, Ofelia, no te diré lo que le dije, es un secreto entre Nikita y yo.

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¿Te acuerdas de aquel choteo de los mal educados compatriotas nuestros? Decían: “Nikita mariquita, lo que se da no se quita”. Se decía cuando Mr. John Fitzgerald Kennedy, con el acuerdo para retirar los cohetes de Cuba, le entregó nuestra Patria a Nikita. Pasamos toda una tarde visitando el Kremlin, por donde hogaño parecen pasear muchos fantasmas desde el de Iván el Terrible hasta el de Stalin. Es muy impresionante estar allí, donde se decidió de la vida o muerte de millones de personas a lo largo de los siglos. Vimos la puerta de las murallas por donde entró Napoleón al Kremlin. Pero el emperador francés tuvo que abandonarlo cuando los rusos le dieron fuego a la ciudad. El duro invierno y el ataque de los cosacos, provocaron tantas muertes entre los soldados galos, que regresaron a Francia sólo treinta mil soldados, del más de medio millón que invadió a Rusia. La Plaza de las Catedrales, con las cúpulas doradas, es espléndida. Visitamos la Catedral de La Asunción, donde fueron coronados los zares a partir de Iván el Terrible. El trono de ese zar (de 1551), se puede aún admirar allí. Vimos el famoso Cañón del Zar y la célebre Campana de la Reina ( la más grande del mundo). Pero lo más impactante fue el Tesoro de los Zares, algo increíble. En dieciocho salas, repartidas por tres pisos, se pueden admirar más de cuatro mil objetos preciosos: huevos de Fabergé, coronas y cetros de coronación de los zares, trajes de Caterina la Grande, trineos y carruajes, diferentes tronos, entre los cuales el de Alexis (decorado con 900 diamantes y turquesas), vajillas, biblias con cubiertas de oro y piedras preciosas, etc. En pleno Kremlin, al salir del Palacio de las Armaduras, donde está el tesoro, nos encontramos con otro grupo de turistas que estaban con nosotros en el Crucero. Uno de ellos, el Sr. Karaján, se me acercó para darme la noticia de que Castro estaba enfermo y que había renunciado al poder, cediéndolo a su hermano. Se lo había contado Nina, la guía de su grupo, la cual lo acababa de escuchar por la radio. Me quedé perplejo, lo conté a mi esposa y llamé por el celular a nuestro hijo a Francia. Este me lo confirmó. No sabía que hacer. En ese momento me acordé de una canción del gran admirador del Coma-Andante, el compañero Silvio Rodríguez y pensé, que si tuviera la posibilidad, se la enviaría de regalo al Dr. Fidel Castro. Esa canción, si mal no recuerdo, dice así: “Ojalá pase algo que te borre de pronto, una luz cegadora, un disparo de nieve o quizás por lo menos, que te lleve la muerte, para no verte tanto, para no verte siempre, en todos los minutos, en todas las canciones”... Esa noche, antes de cenar, hicimos un brindis con champagne al futuro de Cuba.

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Una pareja gala nos contó, que al salir del Kremlin, se les acercaron dos hombres que se identificaron como policías en civil. Querían ver sus pasaportes. Como ellos les dijeron que los habían dejado en el barco por motivos de seguridad. Los dos supuestos policías les dijeron que tenían que registrarlos. Pero por suerte el francés tuvo la idea de gritar y pedir auxilio en inglés. En el momento los dos delincuentes partieron como almas que se lleva el diablo. Antes de salir hacia el aeropuerto, nos sentamos en uno de los bares de la proa del barco, a intercambiar impresiones con otros turistas con los cuales habíamos simpatizado durante el Crucero. Me acordé de un poema del gran chileno Pablo Neruda, que me hizo aprender de memoria mi inolvidable profesora de Literatura Hispánica, del Instituto José Martí de La Habana, la Dra. Dopico:

Muere lentamente quien no viaja,quien no lee,quien no escucha música,quien no halla encanto en sí mismo.

Muere lentamentequien destruye su amor propio;quien no se deja ayudar.

Muere lentamentequien se transforma en esclavo del hábito,repitiendo todos los días los mismos senderos;quien no cambia de rutina,no se arriesga a vestir un nuevo coloro no conversa con quien desconoce.

Muere lentamentequien evita una pasióny su remolino de emociones;aquellas que rescatan el brillo de los ojosy los corazones decaídos.

Muere lentamentequien no cambia la vida cuando está insatisfechocon su trabajo, o su amor;quien no arriesga lo seguro por lo incierto

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para ir tras de un sueño;quien no se permite,por lo menos una vez en la vida,huir de los consejos sensatos...

¡Vive hoy!¡Arriesga hoy!¡Haz hoy!¡No te dejes morir lentamente!¡No te olvides de ser feliz!

Y pensé en José Luis, viejo amigo que vive hoy día en Miami, hombre brillante, de gran cultura, que fue varias veces a la difunta URSS, como traductor de ruso. Con las infinitas posibilidades culturales que ciudades como Moscú o San Petersburgo ofrecen, ¿cómo es posibe que se conforme con vivir en el south west miamense? Los simpáticos guías rusos Irene y Antón, nos acompañaron hasta el aeropuerto. Mientras el autocar trataba de avanzar en medio de un embo-tellamiento enorme, yo pensaba en que había logrado hacer un viaje bellísimo, que durante muchos años había sido algo inalcanzable. Después de pasar por numerosos controles por motivos de seguridad, subimos al moderno Airbus de la compañía Aeroflot. Era el vuelo SU 257 de las 9 y 55 p.m. del 3 de agosto de 2006. Estábamos sentados en la fila número ocho, en donde comienza la clase económica. El avión cerró sus puertas y una azafata rubia se sentó del otro lado del pasillo, de frente al resto de los pasajeros, como es costumbre durante el despegue del avión. Como parece que cogí una corriente de aire al subir por la escalerilla desde el autobús que nos llevó hasta el avión, me llevé ambas manos al rostro antes de estornudar. Esto provocó un gesto de disgusto en la azafata. Al segundo estornudo, su gesto fue de asco. En eso estiré un poco mi pierna izquierda, ante lo cual ella reaccionó con una mueca y un movimiento con la cabeza de desaprobación.Yo no sabía que hacer. En pleno vuelo, le pedí una aspirina a otra azafata y me contestó que se la pidiera a algún pasajero. Por suerte, una chica rusa que estaba al lado de mi esposa me ofreció una. Llegó la hora de comer, pero el agua fue distribuida sólo al final de la comida. Cuando le pedí un segundo vaso de agua para tomarme la aspirina, me lo dio con un gesto agresivo. Para no cansarte, como el vuelo llegaba a la una de la madrugada a París, me atreví a pedirle una almohadita a otra azafata y ésta me respondió que eran sólo para los pasajeros de la primera clase. Cuando nos fuimos a bajar del avión, en lugar de sonreír

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al público y decir adiós, esas señoritas estaban de espaldas conversando entre ellas. Por todo lo cual he llegado a la conclusión de que las azafatas de Aeroflot son las únicas antipáticas que he conocido en 25 años de viajes a más de 50 países. Es una verdadera lástima que el viaje terminara así. ¡Quizás sean chicas que han cometido algún delito y las hayan condenado a trabajar como azafatas!

Un gran abrazo desde la Ciudad Luz,

Félix José •

Más fotos en la contraportada

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CUBANUESTRAISSN 1401-5889

28número

publicaciónde la sociedadacadémica eurocubana

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Tumba del Soldado Desconocido en los Jardines de Alexandre.Una de las dos columnas de la Plaza de la Aduana, en San Petersburgo

IaroslavIconostasis Ortodoxa de KostromaLa Catedral de San Basilio, en la Plaza Roja de Moscú

El bar restaurante Che Guevara El Metro mantiene la iconología soviética. El soldado soviético liberador del pueblo de Berlín

Souvernirs de Iaroslav Uglithch

Cúpulas doradas de las iglesias en el Kremlin. Moscú Las Murallas del Kremlim vistas desde el yate por el río Moskova. MEMBER OF THE PROFESSIONAL FOREIGN CORRESPONDENTS ASSOCIATION IN SWEDEN