8/13/2019 Cuarto Domingo de Adviento-Dios Con Nosotros

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CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

“DIOS CON NOSOTROS” 

(Isaías 7:10-14; Romanos 1:1-7 & Mateo 1:18-24)

Las cosas que valen la pena en la vida, conllevan esfuerzos, sacrificios, constancia e integridad.En el camino como Cristianos, tenemos que añadir a estas virtudes, la virtud de la justicia; esdecir, dar a Dios lo que Él merece de nuestra parte y luego dar a nuestros semejantes el respeto yla honra que le debemos a cada uno de ellos.

A veces leemos en los periódicos acerca de cómo las distintas figuras de la política, elespectáculo, atletas y personajes populares de todas las ramas, son sorprendidos en actos bochornosos. Es sorprendente cuán rápido se propagan estas noticias a través de los medios decomunicación y de la murmuración de las grandes masas. Sin embargo, todos necesitamosrealizar que nosotros mismos muchas veces actuamos muy por debajo de lo que nuestrasvocaciones demandan, y que fallamos tanto a Dios como a los demás.

Honestamente, el problema más grande no es que fallemos o pequemos. El problema más grandees que nos quedemos estancados en el pecado y la falta de integridad; máxime, cuando laexperiencia propia y de otros siempre nos dice que cuando nos abandonamos al pecado, tarde o

temprano terminaremos por pagar un alto precio.

Muchas pueden ser las causas que lleguemos a vivir sin moral, ni principios; pero en el fondohay realidades que yo creo que se aplican a cada caso. Sea que lleguemos allí porque nuncarecibimos la adecuada formación por parte de nuestros padres, o sea que nos hayamos perdido aladentrarnos cada vez más en una vida cargada de pecados y errores; en el trasfondo siemprequeda el hecho que nos olvidamos de Dios, de todas las cosas que Él ha hecho por nosotros y delhecho que esta vida (con todos sus placeres y los éxitos que podemos obtener) no es nada encomparación con la eternidad que nos espera, ya sea en el cielo, o en el infierno.

Este Domingo, en la Primera Lectura, escucharemos el nombre de un rey de Judá. Te hablo del

rey Ajaz. Lo que ocurrió con este rey fue que tanto llegó a buscar ser rico y poderoso, que poco a poco fue olvidándose del Dios que le había dado todo lo que el llegó a tener y de suresponsabilidad para aquellos a quienes Dios puso bajo su cargo. En este camino, Ajaz llegó arendirle culto a ídolos, pensando que ellos le iban a otorgar la vida de placeres y riquezas que éltanto quería.

Aunque las lecturas para este Domingo no lo digan, la Biblia sí dice que Ajaz terminó realmentemal: Su reino fue invadido por los Asirios, él fue sometido como un súbdito de otro rey ymuchas personas de su pueblo fueron exiladas y subyugadas como esclavos en otra nación.

Lo que realmente impresiona de todo esto, no es la infidelidad de Ajaz, ni las consecuencias de

sus propias acciones; sino el amor fiel y permanente de Dios. ¿Cómo respondió Dios ante el pecado de Ajaz y de Su pueblo? Mandando al profeta Isaías a anunciar que Su señal para ellossería una virgen que quedaría encinta y que daría a luz a un hijo cuyo nombre sería Emanuel; quesignifica Dios con nosotros.

Para ti y para mí, que somos pecadores; esta es una buena noticia. No estamos solos en la batalla,Dios no nos ha abandonado, ni nos abandonará. Él viene a nosotros queriendo llegar a la profundidad de nuestros pecados, para decirnos que contamos con Él y con Su ayuda, para que

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CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

“DIOS CON NOSOTROS” 

(Isaías 7:10-14; Romanos 1:1-7 & Mateo 1:18-24)

 podamos superar nuestros nuestra debilidad y todos aquellos defectos que nos roban de nuestracapacidad y potencial para descubrir y llevar a cabo el plan que Él tiene para nosotros.

En la Segunda Lectura escucharemos que este Emanuel  – Cristo el Señor  –  ha nacido de la carne,más sin embargo sigue siendo el Hijo de Dios según el Espíritu. Con estas palabras Dios nos está

dando un gran mensaje: Que tanto Él nos ama, que su deseo de solidarizarse con cada uno denosotros es tal, que siguiendo siendo Dios, Él se ha hecho uno de nosotros para poder asumirtodas nuestras experiencias humanas, con el propósito de vencer en ellas todo aquello que nosdesvía de una verdadera amistad con Él y de una vida realmente buena y bendecida.

El Evangelio de este Domingo nos dirá cómo el Espíritu de Dios se unió a María de tal formaque ella concibió a Jesucristo, el Señor. Por favor consideremos que Dios también quiere darnosSu Espíritu a nosotros, pero que está de nuestra parte el aceptar vivir según ese Espíritu, o seguir buscando la felicidad de acuerdo a nuestros propios criterios.

Esta Navidad, toma el tiempo necesario para considerar dónde estás tú respecto a estas realidades.

Date cuenta que el tiempo sigue transcurriendo y que Dios sigue esperando tu respuesta. Realizatambién que sea lo que sea que decidas hacer con esta invitación de Dios, no sólo estarásdecidiendo por ti, sino (como Ajaz) por todas las personas que Dios ha puesto bajo tu cargo y atu alrededor.

Hay en los Evangelios el relato de algo que Cristo dijo justo antes de sacrificarse por nuestrasalvación. Ante la perspectiva de todo el sufrimiento que le esperaba, muy por el contrario dehuir, Cristo supo que sin Su sacrificio, todos nosotros estaríamos perdidos. En ese momento ledijo a Sus apóstoles, “Yo he venido para echar fuego sobre la tierra; y ¡cómo quisiera que ya

estuviera encendido!”1 

Realiza en esta Navidad, que Dios ha nacido como un niño para ayudarte a asumir tus cargas ysacrificios diarios; compartiendo Sus fuerzas contigo para que puedas edificar una vidaverdaderamente plena y rica en las cosas que tienen valor duradero.

La Navidad no se trata de los regalos, ni las celebraciones...de las comidas, ni los arbolitos. Setrata de detenernos para reconocer que Dios realmente está con nosotros y que nos ofrece Susolidaridad, para que con Su ayuda podamos crecer en una auténtica amistad con Él, en la pazque sólo puede venir de una conciencia limpia, y para que nuestras familias puedan ser caudalesde bendiciones y cosas buenas para las nuevas generaciones que habrán de asumir sus propiosretos y roles en este mundo.

1 Lucas 12:49