Cuando Ella Llegó a Terapia

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Cuando ella llegó a terapia, te puedo jurar que me sorprendió. La había escuchado por el teléfono, se le oía con esa típica voz que aprendes a reconocer, de una persona con tristeza, desesperanza, de sus datos solo tenía su edad, 30 años, 6 menos que yo, y que no podía venir en la mañana, por eso la cita fue a las 8:00pm, la última del día. Me es más fácil atender al último paciente, puedo dar unos minutos más si es propicio, y no me siento con la necesidad de sacarme de encima sus problemas por que ingresa el otro, como psicoterapeuta aprendes a limpiarte antes del siguiente, al menos yo lo hacía. Ingresó con la mirada al piso, saludo casi con voz inaudible, la salude igual, su apretón d mano no lo sentí, fu como agarrar una bolsa plástica. Vestía cubierta hasta los tobillos, pensé que era religiosa, esa impresión me dio de inicio. — Buenas noches, — le dije — Puedes tomar asiento — le indique señalando al diván. No era definitivamente un psicólogo psicoanalista pero mi madre me regaló es diván, ella no sabe la diferencia entre Freud y Skinner. Me acerque a mi escritorio a un lado de mi oficina y cogí un folder, me senté en la silla cerca al diván y tomé sus datos completos, previo a comenzar a ahondar en su síntoma. Laura, 30 años, hija única, vive con su madre solamente, trabaja en una fábrica cociendo broches para blusas, era soltera. Luego de la pequeña burocracia me senté nuevamente y le hice la típica pregunta. ¿Bueno, dime, Laura… que te trajo hasta aquí? ¿De qué quiere hablarme? Hizo un largo silencio, se tronaba los dedos, era la única parte de su cuerpo que tenía actividad, observable al menos. Entonces luego de algunos segundos tragó saliva y hablo. —Creo que voy a matarme…— lo dijo levantando la mirada y fijándola en mi rostro, como si esperaba alguna señal de sorpresa de mi parte. — no puedo seguir viviendo más, — continuó — cada día lo siento como un castigo, cada día me duele más incluso salir a la calle. No me fue difícil comprender su situación, si hubieras visto lo que yo. — ¿Ese pensamiento comienza desde…? — pregunté esperando la respuesta.

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Cuando ella lleg a terapia, te puedo jurar que me sorprendi.La haba escuchado por el telfono, se le oa con esa tpica voz que aprendes a reconocer, de una persona con tristeza, desesperanza, de sus datos solo tena su edad, 30 aos, 6 menos que yo, y que no poda venir en la maana, por eso la cita fue a las 8:00pm, la ltima del da.Me es ms fcil atender al ltimo paciente, puedo dar unos minutos ms si es propicio, y no me siento con la necesidad de sacarme de encima sus problemas por que ingresa el otro, como psicoterapeuta aprendes a limpiarte antes del siguiente, al menos yo lo haca.Ingres con la mirada al piso, saludo casi con voz inaudible, la salude igual, su apretn d mano no lo sent, fu como agarrar una bolsa plstica.Vesta cubierta hasta los tobillos, pens que era religiosa, esa impresin me dio de inicio. Buenas noches, le dije Puedes tomar asiento le indique sealando al divn.No era definitivamente un psiclogo psicoanalista pero mi madre me regal es divn, ella no sabe la diferencia entre Freud y Skinner.Me acerque a mi escritorio a un lado de mi oficina y cog un folder, me sent en la silla cerca al divn y tom sus datos completos, previo a comenzar a ahondar en su sntoma.Laura, 30 aos, hija nica, vive con su madre solamente, trabaja en una fbrica cociendo broches para blusas, era soltera.Luego de la pequea burocracia me sent nuevamente y le hice la tpica pregunta.Bueno, dime, Laura que te trajo hasta aqu? De qu quiere hablarme?Hizo un largo silencio, se tronaba los dedos, era la nica parte de su cuerpo que tena actividad, observable al menos. Entonces luego de algunos segundos trag saliva y hablo.Creo que voy a matarme lo dijo levantando la mirada y fijndola en mi rostro, como si esperaba alguna seal de sorpresa de mi parte. no puedo seguir viviendo ms, continu cada da lo siento como un castigo, cada da me duele ms incluso salir a la calle.No me fue difcil comprender su situacin, si hubieras visto lo que yo. Ese pensamiento comienza desde? pregunt esperando la respuesta. Desde hace muchos aosno es la primera vez que llegan a m me dijo Pero esta vez no quiero fallar.Levant la mano y se arregl el cabello, no se si fue adrede o si fue casualidad, pero pude ver sus muecas por debajo de su mangas, haban marcas de corte, luego regres sus manos al regazo. te mdicas, Laura? pregunt. No, cuando era ms joven s respondi.Tena claro que no haba sido la primera vez que tena estos episodios depresivos con intentos suicidas, ya la sintomatologa me indicaba un trastorno persistente y grave. Por qu dejaste de tomarlos? pregunt. Un da simplemente decid ya no tomarlo, me sent mejor respondi. Pero ahora no estas mejor quiz podras tomarlos nuevamente y as encontrar una solucin a tus problemas menos drsticas No, siempre pens que esas pastillas solo engaaban a mi mente, me dijo quiero comprender por qu La depresin, es un trastorno que debe ser tratado farmacolgicamente No, doctor, me interrumpi quiero entender porque tengo este impulso que no me deja vivir tranquila. Cuando fue la primera vez comenzaron esos pensamientos de quitarte la vida le pregunt Hace ya ms de 15 aos, me dijo sealando su rostroLaura tena casi todo el rostro quemado, era difcil verla sin sentir la necesidad de girar. recuerdas que despert aquel sentimiento? pregunt.Hizo un silencio, entonces continu. Creo que verme el espejo. respondi. Explcame eso mejor le dije. Solo recuerdo que un da me vi al espejo y sent asco por m, quera borrar esa mirada, os ojos, quien era no lo s, me llene de una sensacin, un sentimiento de odio y a la vez de dolor al verme, como si estuviera viendo