A y a l aC u a d e r n o s d e

REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICAY CIENCIAS HISTÓRICAS

ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 37 Enero-Marzo 2009

Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [2]

La Biblioteca Virtual de Prensa Histórica, depen-diente del Ministerio de Cultura, ha puesto mediante inter-net al servicio de los ciudadanos más de cuatro millonesde páginas de publicaciones editadas en España desde1777 hasta 2005.

Dos mil cabeceras de periódicos editados en to-da España desde 1777 hasta el año 2005, y que suponencuatro millones trescientas mil páginas, se encuentran ac-cesibles a todos los ciudadanos a través de un simple clicen la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. A través de lapágina http://prensahistorica.mcu.es, el Ministerio deCultura ha puesto al servicio de todos los fondos que seconservan en las Bibliotecas Públicasdel Estado, así como en otras enti-dades con las que se han firmadoacuerdos, como el Ateneo deBarcelona, el Ateneo de Madrid, laFundación de Investigadores Marxis-tas, ayuntamientos y universidades,así como con periódicos hodiernoscon los que se ha convenido poner enlínea la serie histórica de su publi-cación.

El objetivo del proyecto es,por una parte, preservar unos materi-ales bibliográficos que, por la propianaturaleza del soporte -el papel, a ve-ces de poca calidad- y por su uti-lización por parte de investigadores ypúblico, se encuentran y se encon-trarán en grave peligro de desapari-ción; y, por otra, difundir de la maneramás amplia posible unos recursos informativos muy solici-tados. Las colecciones y los ejemplares de las publica-ciones periódicas alcanzan en muchas ocasiones variasdecenas de años, manteniéndose líneas de publicaciónque superan el medio siglo continuado. Se ha llevado acabo una catalogación exhaustiva, hoja por hoja, de per-iódicos que se han mantenido en circulación durante 20,30 o 40 años seguidos, indicando todas las incidenciasque se han podido producir y que el proceso de digital-ización refleja.

La Biblioteca Virtual de Prensa Histórica ha sidopresentada por el ministro de Cultura, D. César AntonioMolina, en la sede de la Asociación de la Prensa deMadrid, en un acto en el que también participaron el pres-idente de esta Asociación, D. Fernando González Urbane-ja, y de la Asociación de la Prensa de La Coruña, D.Manuel González Menéndez, que ha aportado impor-tantes cabeceras de prensa gallegas como El Orzán, El

Noroeste, La Coruña Moderna o La Hoja del Lunes de LaCoruña. Este es uno de los principales proyectos de digi-talización que se han realizado en España, y tiene unarelevancia considerable en el ámbito internacional, tantopor su volumen- al que en Europa solo se acerca Austria,con casi tres millones de páginas- como por sus fun-cionalidades.

En esta base de datos se encuentran represen-tadas quince Comunidades Autónomas (Andalucía,Aragón, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura,Galicia, Islas Baleares, La Rioja, Madrid, País Vasco y

Murcia), 45 provincias y 140 locali-dades, y el Ministerio de Cultura tieneprevisto seguir incluyendo progresiva-mente colecciones de las Comu-nidades Autónomas y provincias queaún no están representadas en labase de datos.

El ministro D. César AntonioMolina recordó que la publicación másantigua de las digitalizadas es La Pen-satriz salmantina, de 1777 -una de lasdos únicas publicaciones periódicasaparecidas en el siglo XVIII desti-nadas a las mujeres-, y afirmó que en-tre las colecciones destaca la de laprensa clandestina, con casi 90.000páginas del archivo hemerográfico delPartido Comunista de España.

La Biblioteca Virtual constituye,pues, una importantísima aportación

española al proyecto Europeana, la biblioteca digital euro-pea, y su consulta se puede realizar en cualquiera de laslenguas españolas, así como en inglés. Este modo derescatar y difundir nuestro patrimonio cultural, en este ca-so periodístico, es un modo de democratizar estossaberes, de difícil acceso; de ponerlos al servicio del ciu-dadano rescatando la historia más próxima, la másepidérmica, la que todos los días cuentan ustedes, los pe-riodistas, en una palabra el alma de la historia, comodecía Miguel de Unamuno, la intrahistoria, señaló el min-istro Molina, para quien, sin embargo, no hay nada comotocar los periódicos.

Y olerlos, añadimos nosotros, al tiempo que nosfelicitamos por esta excelente iniciativa cultural que nosproporciona a todos una utilísima herramienta de investi-gación genealógica.

Dr. Ceballos-Escalera

EDITORIAL

NUESTRA PORTADAUno de los grabados de la serie de los “Caprichos”, del genial Francisco de Goya, en que el aragonés nosofrece una severa crítica de la “manía nobílico-genealógica” que aquejaba a tantos españoles de su tiempo , yque aún aqueja a algunos del nuestro.

L A B I B L I O T E C A V I R T U A L D E P R E N S A H I S T Ó R I C A

Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [3]

P R E M I O S N A C I O N A L E S 2 0 0 8

La Federación Española de Genealogía, Heráldica y Ciencias Históricas ha discernido losPremios Nacionales correspondientes al año pasado de 2008, acordando por unanimidad lasatribuciones siguientes:

- Premio Nacional de Estudios Genealógicos a D. Rafael Portell Pasamonte, por sus profundasy amplias investigaciones sobre las familias de los Grandes y Títulos del Reino.

- Premio Nacional de Estudios Heráldicos a la Profesora Dra. Dª Rosa Ayerbe Iríbar, por su obraEstudio histórico-jurídico sobre el Escudo y Blasón de Guipúzcoa.

- Premio Nacional de Estudios Nobiliarios al Profesor Dr. D. Alfonso Franco Silva, catedráticode la Universidad de Cádiz, por su extensa obra sobre la alta nobleza castellana de los siglos XV yXVI.

- Premio Nacional de Arte y Diseño Heráldico a D. José S. Estevéns Colaço, heraldista del Ga-binete de Heráldica del Ejército Portugués, por su extensa obra artística.

- Premio Nacional de Estudios sobre Fuentes y Referencias Documentales al Dr. D. José Mar-tínez Millán y Dra. Dª Maria Antonietta Visceglia, por la obra La monarquía de Felipe III: la Casadel Rey, dirigida por ambos.

- Premio Nacional de Divulgación y Enseñanza de Estudios Históricos a la Fundación Sán-chez Albornoz, de Ávila, con ocasión de organizar el XXV Curso de Formación de Historiadores.

- Premio Nacional del Mecenazgo de los Estudios Históricos a D. Arturo Llerandi y Morán, porsu generosa y constante colaboración en multitud de proyectos culturales.

- Premio Nacional de Estudios Hispánicos a D. Lourenço Correia de Matos (Portugal), por sutrayectoria de patrocinio y difusión de los estudios y proyectos culturales hispánicos.

- Premio Nacional a una vida dedicada a los estudios nobiliarios, genealógicos y heráldicos aD. Fernando Fernández-Cavada y Paris, Conde de la Vega del Pozo,por su larga trayectoria y su extensa obra de investigación.

- Premio Nacional a la mejor publicación sobre Genealogía, Heráldi-ca o Nobiliaria a la obra Aragón en sus escudos y banderas, de D.Guillermo Redondo Veintemillas, D. Alberto Montaner Frutos y Dª MaríaCruz García López.

- Premio Nacional a la defensa del Patrimonio Histórico y Cultural aD. Amalio de Marichalar y Sáenz de Tejada, Conde de Ripalda, por sudecidida defensa de las ruinas sorianas de Numancia.

La Federación Española de Genealogía, Heráldica y CienciasHistóricas felicita a los galardonados y hace públicos estos Premios Na-cionales para su satisfacción y para ejemplo general.

Manuel Mª Rodríguez de Maribona, Secretario General

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El 19 de diciembre de 2008 ha muerto mi admiradoamigo fray José Antonio Linati, dejándome una honda pesa-dumbre, que se acrecienta al recordar el amparo que siem-pre me dispensó -a veces en circunstancias complejas-, ylos buenos ratos que me hizo pasar con su talento clarísi-mo, su finísimo humor, su vasta cultura y su gran ingenio.

Nacido en Barcelona el 18 de enero de 1926, en elseno de una culta familia de la alta burguesía de la CiudadCondal, era vástago de una antigua familia de la noblezadel Ducado de Parma, que incluso había sido distinguidacon el título nobiliario de conde de Gajano con Oppiano.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Bar-celona, Graduado en las Universidades de Oxford y de LaHaya, fue un activo Abogado del Ilustre Colegio de Barcelo-na, y además un excelente Profesor de las Universidadesde Barcelona y Navarra (IESE).

Residió durante largos años en el Londres de ladécada de 1960 -el de los Beattles y la minifalda-, dondeperfeccionó un porte ya de por sí elegantísimo, hasta elpunto de constituirse en un acabado modelo de gentleman.

Director de la Sociedad General de Aguas de Bar-celona en el tardofranquismo, se aficionó enormemente alos asuntos hídricos, en cuya materia alcanzó a ser un reco-nocido experto nacional e internacional: miembro del Comi-té de Dirección del Instituto de Hidrología, y miembro de ho-nor de la British Waterworks Association (1971), en 1979fue destinado al Consejo de Europa como especialista enlos cursos de agua transnacionales.

Monárquico convencido, y atraído por la política -laalta política-, fue durante algunos años miembro del Conse-jo Privado del Augusto Señor Conde de Barcelona.

Poco después, apoyado en la gran influencia quehabía alcanzado en los círculos empresariales, tuvo un pa-

pel político notable en Barcelona durante la Transición: se-cretario general del Club Catalonia (de ideología regionalis-ta) en 1976; candidato a diputado a Cortes por Alianza Po-pular-Convivencia Catalana (1977); y asesor del Ministeriode Industria (1979). Pero el curso de los acontecimientos, yla radicalización política barcelonesa desbordaron a aque-llos regionalistas y le alejaron poco a poco de esos ámbitos.

Entre Barcelona y su soberbio retiro campestre deCamprodón (en las montañas pirenaicas de Gerona), enque tan a gusto se sintió siempre, escribió sus Memoriassin remedio (1984).

Casado y con dos hijos, tras enviudar decidió pro-fesar en la Orden de Malta -en la que había ingresado comocaballero de gracia y devoción en junio de 1961-, haciendosus votos como caballero de justicia el 18 de mayo de 1985.

En la Orden de Malta fue sucesivamente Vicecanci-ller y miembro de su Soberano Consejo. Alcanzó la dignidadde comendador de justicia el 7 de febrero de 1989, y pocomdespués la de de gran cruz de justicia. Entre 1994 y 2004sirvió como Embajador y Observador Permanente de la So-berana Orden ante la Organización de las Naciones Unidas,residiendo en Nueva York. También fue el primer Regentedel nuevo Subpriorato español de San Jorge y Santiago,desde 1990 a 1994.

Académico de número de la Academia Melitense,fue condecorado por la Santa Sede, la Orden de Malta, Es-paña, Argentina, Austria, Brasil, Chile, Colombia, Guatema-la, Italia, Mónaco, República Dominicana, San Marino, Se-negal y Venezuela. Fue gran cruz de la Sacra y MilitarOrden Constantiniana de San Jorge.

Descanse en paz tan gran caballero y mejor amigo.

Dr. Ceballos-Escalera

IN MEMORIAM

F R AY J O S É A N T O N I O L I N AT I Y B O S C H

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II SEMINARIO IBÉRICO DE HERÁLDICA

La Académie Internationale d’Héraldiquenos comunica el programa provisional delII Seminario Ibérico de Heráldica, convo-cado en Madrid, en los salones de la Re-

al Gran Peña, para el próximo 25 de abril.La apertura estará a cargo del presidente D.

Fernando Agudo Sánchez y autoridades asis-tentes, y enseguida se entregarán sus diplomas a los nuevosacadémicos. A las 12’30 hablará el Dr. D. Félix Martínez Lloren-te (U.Valladolid, FEGH y AIH) sobre Armerías apócrifas de donRaimundo y don Enrique de Borgoña, tenentes de Portugal; yseguidamente el Dr. D. Francisco Jorge Marques de Matos(AIH) sobre Heráldica y Relaciones Ibéricas. Tras el almuerzose reanudarán las sesiones, y harán uso de la palabra sucesi-vamente el Dr. D. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio,Marqués de Casa Real (Director del CHEI), sobre Semejanzasy diferencias entre la Heráldica lusa y la española; el Dr. D. Al-fonso de Ceballos-Escalera y Gila (Universidad Camilo JoséCela y FEGH), sobre Reyes de armas, heraldos y persevantesen la corte de Portugal y en la corte de España; el Dr. Arq. D.Segismundo M. Pinto (ALH), Concessões heráldicas de mercênova portuguesas no contexto das relações ibéricas oitocentis-tas; y el Prof. Dr. D. Antonio de Sousa Lara, Considerações so-bre a teoría da Nobreza. Seguidamente se presentarán lasobras S.M. o Rei Juan Carlos I de Espanha. O Amigo de Portu-gal, de D. Vítor Escudero de Campos (AIH); El Arte del Exlibris.Catálogo ilustrado, de D. Fernando Agudo y del Dr. D. José Ma-ría de Montells (editada por el Círculo de Estudios Bibliográfi-cos y Exlibrísticos de Madrid), y Mientras las hojas se dejenmorir, del Dr. D. Ulisses Rolim. A las ocho de la tarde se clausu-rarán las sesiones, con intervención de D. Fernando AgudoSánchez, Presidente de la Académie Internationale d’Héraldi-que; del Dr. D. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio,Marqués de Casa Real y Director del Colegio Heráldico de Es-paña y de las Indias; y del Dr. D. Alfonso de Ceballos-EscaleraGila, Presidente de la Federación Española de Genealogía, He-ráldica y Ciencias Históricas. Seguidamente tendrá lugar un ac-to social con la entrega de los Premios Nacionales discernidospor la Federación Española de Genealogía, Heráldica y Cien-cias Históricas, y la entrega de distinciones y galardones porotras Instituciones y Entidades participantes, y durante estosactos se servirá un vino español. Una cena de fraternidad luso-española pondrá el broche al encuentro. Los derechos de ins-cripción son de 35€, que se ingresarán previamente al encuen-tro en la cuenta corriente de la Académie Internationaled’Héraldique, Banco de Santander, nº 0049-5168-35-2116053219. La Secretaría de la Académie Internationaled’Héraldique entregará a los participantes que lo soliciten uncertificado de asistencia. Más información e inscripciones ensecretaria@academiaheraldica.org (SST).

JORNADAS HERÁLDICAS EN SAN SEBASTIÁN

Organizado por la Sociedad de Estudios Vascos-Eus-ko Ikaskuntza, y de la mano de la Profesora Dra. Dª Rosa Ayer-be Iribar, de la Universidad del País Vasco, tendrá lugar en losdías 25 o 26 del próximo mes de junio un ciclo de conferenciasa celebrar en San Sebastián, y en un único día o jornada, queversará sobre el arte heráldico en general y la heráldica institu-cional guipuzcoana (el escudo de la Provincia) en particular.Los ponentes previstos son el Prof. Dr. D. Félix Martínez Llo-rente, Breves notas sobre los orígenes de la heráldica hispana;Prof. Dr. D. José María de Francisco Olmos, Del sello al escudode armas: aproximación a la emblemática institucional hispana;Prof. Dr. D. Alfonso Ceballos-Escalera y Gila, Heraldos, Cronis-

tas y Reyes de Armas; Prof. Dr. D. Alberto Montaner Frutos, Lacreación y rehabilitación de escudos: el papel de las adminis-traciones públicas; y D. Andoni Esparza Leibar, Heráldica insti-tucional vasco-navarra. Más información en fmart@der.uva.es(LCE).

RÉGIMEN NOBILIARIO EN ESPAÑA:HISTORIA, PRESENTE Y FUTURO

El VI Curso de Verano “Ciudad deTarazona” ha sido convocado para los días

23 al 25 de julio de 2009. Va a estar dedicado al tema Régimennobiliario en España: historia, presente y futuro, y lo codirigiránlos doctores D. Luis Palacios Bañuelos y D. Ignacio Ruiz Rodrí-guez, profesores de la Universidad Rey Juan Carlos, de Ma-drid. Entre las ponencias programadas, las de los profesoresDr. D. José Manuel Calderón Ortega (U. Alcalá), El nacimientode la Nobleza en España; Dr. D. Félix Martínez Llorente (U.Va-lladolid), El Régimen Jurídico de la Nobleza; Dr. D. GonzaloMartínez Diez (U.Rey Juan Carlos), La Primera Casa Nobiliariaen Castilla: los Lara; Dr. D. Fernando Suárez Bilbao (U. ReyJuan Carlos), La Nueva Nobleza en la Baja Edad Media; Dr. D.Manuel Fuertes de Gilbert y Rojo, Barón de Gavín, Las Órde-nes y Corporaciones nobles: nacimiento, evolución y presente;Dr. D. José Antonio Escudero (UNED, Numerario de las RealesAcademias de la Historia y de Jurisprudencia y Legislación), LaNobleza y los altos cargos de la Administración en la Españadel Antiguo Régimen; Dr. D. Ignacio Ruiz Rodríguez (URJC),La unión de la nobleza como elemento de coerción para el ce-se de un valido: la caída de Fernando de Valenzuela; Dr. D.Emiliano González Diez (U.Burgos), Milicia y Nobleza; Dr. D.Juan José Primo Jurado (U.Rey Juan Carlos), Los Archivos No-biliarios; Dr. D. Luis Palacios Bañuelos (U.Rey Juan Carlos), Lanobleza al servicio de la Monarquía en la España Contemporá-nea. De Isabel II a Alfonso XIII; Dr. D. Demetrio FernándezGonzález, Obispo de Tarazona, La nobleza en la pintura: el en-tierro del Conde Orgaz; Dr. D. Agustín Andrés Sánchez (U.Mi-choacana de San Nicolás de Hidalgo, México), La Nobleza In-diana; y Dr. D. Alfonso Ceballos-Escalera y Gila (Cronista deCastilla y León), Reflexiones sobre la Nobleza Española del Si-glo XXI. Más información en www.tarazonamonumental.es(LCE).

ACADEMIA MELITENSE: CONGRESO EN LAISLA DE MALTA

Durante los días 21 al 24 de mayo se cele-brará en La Valetta (Malta) un encuentro médico

de especialistas en cirugía y traumatología, orga-nizado por MBA Incorporado, en colaboración con

la Academia Melitense. Durante el mismo están previs-tas varias sesiones de historia de Malta y de la Orden de SanJuan, y se presentarán los Anales Melitenses y un estudio so-bre la labor hospitalaria y médica de la Orden de Malta a lo lar-go de sus nueve siglos de historia (LCE).

ENCUADERNACIONES HERÁLDICAS

En el espléndido museo de la Fundación Lázaro Gal-diano, calle de Serrano 122 (Madrid), hasta el 15 de marzo,puede verse la muestra titulada Encuadernaciones heráldicas:arte y mecenazgo, comisariada por el Dr. Juan Antonio Yebes.La exposición se divide en dos partes, la primera dedicada amostrar los usos heráldicos en la encuadernación, y la segundaexhibe una selección de piezas de la colección Lázaro Galdia-no, que incluye encuadernaciones con armas de Casas Sobe-ranas, de particulares e institucionales (ACE).

NOVEDADES, CURSOS Y ENCUENTROS CIENTÍFICOS Y CULTURALES

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XV REUNIÓN AMERICANA DE GENEALOGÍA

La XV Reunión Americana de Genealogía y V Congre-so Iberoamericano de las Ciencias Genealógica y Heráldica:tendrá lugar del 2 al 6 de noviembre de 2009, en Santo Domin-go (República Dominicana), bajo la organización de la Acade-mia Dominicana de Genealogía y Heráldica. Estas jornadas, enlas que participarán más de un centenar de genealogistas deIberoamérica, Estados Unidos y Europa, suelen celebrarse ca-da dos años: así, la XIV Reunión Americana de Genealogía tu-vo lugar en Lima (Perú) en noviembre de 2007, la XIII ediciónse celebró en La Antigua (Guatemala) en noviembre de 2005, yla XII en Sucre (Bolivia) en agosto de 2003. Para este evento,los miembros de la Academia Dominicana de Genealogía y He-ráldica están preparando un amplio programa de actividadesque incluye conferencias de los genealogistas asistentes y visi-tas a los principales puntos de interés del país (ACE).

MECENAZGO Y PODER EN LA ESPAÑADEL SIGLO XVI

Con tan sugestivo título, y desde el13 de febrero al 31 de mayo de 2009, seexhibe en el Torreón de Lozoya (Sego-

via) una importante muestra de las colec-ciones del Museo Arqueológico Nacional,

que ha sido comisariada por Dª Carmen MañuecoSantutún. La influencias italianas en la vida artística, en la vidareligiosa y en la vida privada de los próceres y coleccionistasde aquella época se pone de manifiesto mediante 58 piezasseleccionadas (tallas y esculturas, pinturas, rejas, tapices, azu-lejos, bronces, platería y objetos de artes decorativas, etcéte-ra), entre las que se cuentan la magnífica sillería del coro delmonasterio jerónimo segoviano del Parral (que se ha reunidopor vez primera desde 1836), y dos soberbias labras heráldicas(ACE).

ASOCIACIÓN RIOJANA DE GENEALO-GÍA Y HERÁLDICA

El 13 de marzo, a las 7.30 de la tar-de, se presentará en la sala Santos Ochoa(calle Doctores Castroviejo, de Logroño) elprimer boletín de la Asociación Riojana deGenealogía y Heráldica. Consta de 54 pá-

ginas, y ha sido editado por Ediciones San Martín. Este número1 trae los artículos titulados Semblanza biográfica de Don Feli-pe Abad León, referente de la investigación riojana, La Funda-ción Tejada de la Santa Caridad de Ayamonte: 75 años de ser-vicio; Búsqueda genealógica con sorpresa, o de cómo lacasualidad hace a un pueblo riojano 250 años más antiguo;Emigrantes riojanos en Andalucía: fuentes para su estudio (I);El Boletín Oficial de la Provincia de Logroño como fuente de in-formación genealógica; Las raíces riojanas de la Casa de Alba;Un eminente alfareño: Leandro López-Montenegro y Virto deVera; El marquesado de la Laguna de Camero Viejo; Cenicero:Un escudo en busca de paternidad; De lo difícil que puede sercasarse, o de lo que puede el amor; El linaje Pérez de Urrecho:sus 11 Ejecutorias de Hidalguía; Cómo hacer nuestro árbol ge-nealógico (ACE).

LA ORDEN DE SAN FERNANDO EN LA GUERRA DE LA IN-DEPENDENCIA

Tal es el título de la conferencia que va a pronunciar elcoronel D. José Luis Isabel Sánchez, máxima autoridad espa-ñola en la bicentenaria historia de la Real y Militar Orden, en elCentro Cultural de los Ejércitos (Gran Vía 14, Madrid), a las 7de la tarde del lunes 6 de abril de 2009 (ACE).

COLOQUIO INTERNACIONAL DE HERÁL-DICA EN VERVIERS

Tras un encuentro del presidente de laAcadémie Internationale d’Héraldique

(Suiza), con el burgomaestre de Verviers(Bélgica), durante el pasado mes de junio de

2008, se ha confirmado que el próximo Colo-quio Internacional de Heráldica tendrá lugar en dicha

villa belga, desde el 7 al 10 de septiembre de 2009. El tema es-cogido se titula Droit, usages et coutumes héraldiques, passé,présent et futur (Derecho, usos y costumbres heráldicas: pasa-do, presente y futuro). Habrá también una mesa redonda sobreconservación y la restauración de obras heráldicas (ACE).

XXIV CONGRESO NACIONAL DE VEXILOLOGÍA

Según informa la Sociedad Española de Vexilología,el XXIV Congreso Nacional de Vexilología se celebrará en laciudad de Toledo durante los próximos días 27 y 28 de junio. Lasede será la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históri-cas. El encuentro consistirá en las habituales sesiones de lec-tura de comunicaciones y visitas culturales. El sábado por latarde tendrá lugar la Asamblea anual de la entidad. Como enanteriores Congresos, se ha convocado un concurso entre lossocios para la selección de la bandera del Congreso, en el cualhan participado casi veinte diseños diferentes, de entre los cua-les se elegirá el emblema del encuentro. Por otra parte, recien-temente se ha publicado el número 110 de la revista Banderas,la publicación que edita trimestralmente la Sociedad Españolade Vexilología y que en esta ocasión incluye las ponencias ínte-gras que se presentaron al XXIII Congreso Nacional de Vexilo-logía celebrado en Basauri (Vizcaya) el pasado mes de no-viembre de 2008 (ACE).

SELLO POSTAL HERÁLDICO

Varios lectores nos piden que diga-mos más del sello postal que los Correosde Portugal han puesto en circulación elpasado mes de diciembre con el emble-ma de la Académie International d’Héral-

dique, a impulso de su presidente el Dr. Vítor Escudero deCampos. Obedientes, aquí traemos la propia imagen de estafeliz iniciativa postal (LCE).

I JORNADAS SOBRELAS CIENCIAS HE-ROICAS Y LA MAREN EL MUSEO NA-VAL

En los días 24 al26 de febrero se hacelebrado este intere-sante encuentro cien-tífico, organizado porel Museo Naval, suAsociación de Ami-gos, y el Colegio He-

ráldico de España y de las Indias, bajo la presidencia del vice-almirante D. Luis Carrero-Blanco y Pichot, Duque de CarreroBlanco. Han disertado allí D. Emilio Aleman de la Escosura (LaGenealogía y el conocimiento de los orígenes), D. Manuel Ma-ría Rodríguez de Maribona y Dávila (La investigación genealó-gica y las probanzas de nobleza), el Dr. D. Luis Valero de Ber-nabé y Martín de Eugenio, Marqués de Casa Real (El diseñoheráldico); el Dr. D. Florentino Antón Reglero (La heráldica ma-rítima); el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués

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de La Floresta (Las Órdenes y Condecoraciones navales); y elDr. D. José María de Montells y Galán (Las Órdenes de Caba-llería y el Mar). La asistencia de un público interesado ha supe-rado el centenar y medio de personas, y por ello los organiza-dores están considerando la poibilidad de dar continuidad aesta convocatoria (LCE).

LAS REPRESENTACIONESFUNERARIAS DE LAS CASASREALES EUROPEAS

En las madrileñas Funda-ción Carlos de Amberes y Casade Velázquez, y en el escurialen-se Real Colegio Universitario deMaría Cristina, se ha celebrado,

durante los días 27 al 29 de noviembre, el Coloquio Internacio-nal Memoria Monárquica y Construcción Europea, dedicado altema Las representaciones funerarias en las Casas Reales eu-ropeas (siglos XVI-XVIII). Se trata de uno de los tres coloquiosespecíficos (el primero se celebró en Cracovia en 2007, y el úl-timo será en Versalles en 2009), concebidos para analizar lasceremonias de las exequias reales en el marco de la génesisdel Estado Moderno en Europa; este segundo encuentro se hacentrado en las producciones artísticas y culturales generadaspor esas exequias reales. El encuentro ha sido interesantísimo,y ha contado con la participación de los primeros especialistasen la materia. Entre las comunicaciones presentadas, las deGérard Sabatier (Mémoire monarchique et construction de l’Eu-rope. Les stratégies funéraires des dynasties princières, XVIe-XVIIIe siècle); Martin Papenheim (Les stratégies contre l’oubliet la fixation de la mémoire: les monuments funéraires des pa-pes aux XVIIe et XVIIIe siècles); Martine Boiteux (Catafalquespontificaux: la circulation des modèles); Franca Varallo (Archi-tectures éphémères pour les souverains espagnols dans l’Étatde Milan); Benjamin Paul (More dignified than those of the an-cestors: the Venetian doges and their thombs); Claire Mazel(Politique de la mort. Les monuments funéraires des souverainsValois et Bourbons); Jerôme de La Gorce (Des modèles depompes funèbres pour la cour de France: le recueil des MenusPlaisirs de 1752); Martin Engel (The Kingdom of Prussia. Royalmemorials and burial places in Berlin); Stefanie Knöll y HeinrichHeine (Burying the Dukes of Würtemberg: the burial places atTübingen and Stuttgart); Antje Kempe (Profits of Images. TheMemoria of the Piasts in Baroque Silesia between Noble Self-Picturing and Triumphal Propaganda of Religious Orders); Bar-bara Marx (The King’s threefold body. Funeral ceremonies forAugust II, King of Poland and Elector of Saxoy, 1733); HansGeorg Aschoff (Funeral ceremonies and burial places of Guelphprinces in Early Modern Times); Marten Snickare (From Pro-cession to “Gesamtkunstwerk”. Changes in the Royal Funeral inlate 17th century Sweden); Birgitte Boggild Johannsen (TheQueen’s “castrum doloris” in 18th century Denmark); Karin Kry-ger (Representations of the Divine King and Queen, from Chris-tian V to Frederik V of Denmark); Ingeborg Schemper-Sparholz(United or separated at death. Burial places and tomb monu-ments for the Habsburg empresses and emperor’s widows);Werner Telesko (Balthasar Moll’s sarcophagus for Franz Step-han and Maria Theresa in Viena’s Kapuzinergrust, 1754); Tere-sa Zapata Fernández de la Hoz (Las exequias reales en tiem-pos de los Austrias); y Fernando Martínez Gil (La imagen de losreyes y la realeza española en los semrones de honras fúne-bres, siglos XVII-XVIII). Felicitamos calurosamente a los coordi-nadores del colquio, D. Nicolás Morales (Fundación Carlos deAmberes), Gérard Sabatier (Centre de Récherche du Châteaude Versailles) y Mark Hengerer (Universidad de Konstanz) porel magnífico resultado de este encuentro cultural, que ha tenidogran altura científica (ACE).

NUEVAS NORMAS PARA LOS EXPE-DIENTES DE INGRESO EN LAS ÓRDE-NES MILITARES

El Real Consejo de las ÓrdenesMilitares de Santiago, Calatrava, Alcánta-ra y Montesa ha aprobado durante elmes de febrero unas nuevas normas pa-ra la preparación y presentación de losexpedientes de ingreso, que comprenden nada menos que 47artículos. En resumen, se trata de que todos los expedientestengan en adelante la misma disposición y formato, y que seconfeccionen de modo que se garantice su perduración en eltiempo (ya que se quiere que el archivo de las Órdenes seatan duradero como hasta ahora). Todo expediente de ingresodebe incluir una instancia dirigida a S.M. el Rey; un índice nu-merado de todos los documentos y pruebas; una genealogíaformada y firmada por el propio pretendiente, que alcance has-ta sus bisabuelos por los cuatro costados (por el paterno y ma-terno en la Orden de Montesa); un árbol genealógico general obien uno por cada linaje; un certificado del Obispo o autoridadeclesiástica sobre sus buenas costumbres católicas; un curricu-lum vitae también firmado por el pretendiente; dos fotografías-retrato del solicitante; una copia autorizada de su DocumentoNacional de Identidad; y todos los documentos probatorios desu genealogía y nobleza de sangre, en los dos o cuatro costa-dos correspondientes. Estas normas establecen igualmente ladisposición del expediente en carpetillas individuales y rotula-das para cada documento, así como el orden que debe seguir-se. Todos los documentos deben ser originales (no se admitenfotocopias), y no pueden incluirse publicaciones, ni libros, ni no-tas procedentes de la prensa. Todo documento escrito en cas-tellano antiguo debe acompañarse de la correspondiente trans-cripción realizada por perito paleógrafo acreditado; y tododocumento que no esté escrito en lengua castellana, debe iracompañado de una traducción jurada a ella; y, si proceden depaís extranjero, deben legitimarse por las autoridades diplomá-ticas españolas. Desde ahora, el Fiscal del Consejo y los Caba-lleros Informantes no podrán examinar por vía particular ningúnexpediente, previamente a su presentación en el Real Consejo;y tampoco podrán atender consultas genealógico-nobiliariashechas por particulares, sino solamente aquellas que les hagael propio Real Consejo. Entre las pruebas de hidalguía admiti-das por el Real Consejo de las Órdenes Militares se enumeranlos hábitos de las cuatro Órdenes Militares, de la de Carlos III,y de la de San Juan de Jerusalén (siendo anterior a 1818, limi-tación temporal que nos parece arbitraria por injustificada); laposesión de Título del Reino durante más de un siglo; las eje-cutorias de hidalguía ganadas ante las Reales Chancillerías;los actos positivos acreditados conforme al Derecho Nobiliarioespañol; la descendencia directa de una caballero de la InsigneOrden del Toisón de Oro; la descendencia directa de PersonasReales; los actos positivos de nobleza admitidos como tales enlos antiguos reinos hispánicos, y también en los países extran-jeros. Dejando aparte algunos defectos de léxico y de denomi-nación que hemos observado -y que podrán corregirse fácil-mente-, creemos que estas normas van a significar un granavance en cuanto al trámite de las solicitudes de ingreso en lasÓrdenes Militares: y ello es así porque vienen a poner orden yuniformidad en los aspectos formales; porque aclaran algunasdudas que se planteaban desde hace años; porque van a ga-rantizar la conservación de los expedientes de ingreso -de graninterés archivístico, genealógico y nobiliario-; y, en fin, porquecon ellas se ha abierto camino el sentido común en cuanto serefiere a las pruebas nobiliarias considerads admisibles, quehasta ahora eran muy reducidas, lo que contrariaba la antiguatradición de las Órdenes Militares (ACE).

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DE RE HERALDICA

EMBLEMAS HERÁLDICOS EN EL MONASTERIO DOMINICANODE SANTA MARÍA LA REAL DE NIEVA, Y EN LA VILLA

por el Cronista de Armas de Castilla y León

Santa María la Real de Nieva, situada en la provin-cia de Segovia (a 30 kilómetros de la capital, en la carreteraque la une con Arévalo), debe su fundación a la apariciónde Nuestra Señora al humilde pastor Pedro Amador, allá porlos años de 1392, en un altozano del concejo de Nieva. Ladevoción por esta santa imagen, llamada de la Soterrañapor haber sido enterrada según la tradición en tiempos de lainvasión árabe, atrajo mucho la piedad popular castellana, ymuy especialmente la de la Reina Doña Catalina de Lan-caster.

Sin duda por su intercesión, sumarido el Rey Don Enrique III el Do-liente deslindó un trozo del términoconcejil de Nieva, lo separó de laComunidad de Ciudad y Tierra deSegovia, y lo otorgó como señoríoen propiedad a la propia Doña Cata-lina(1). Esta señora Reina, ya viuda yregente de los reinos desde 1406,concedía carta puebla a la villa en1407, para atraer a nuevos poblado-res. La Reina promovió además la

fundación de un convento dominicano, cuyo patronato sereservó, y anejo al cual edificó un palacio. Durante el sigloXV, la nueva villa fue señorío privativo de algunas Reinas deCastilla (señaladamente de Doña María de Aragón, primeraesposa de Don Juan II), que en ella residieron frecuente-mente. Se reunieron en la villa las Cortes de Castilla en1473, y todavía en 1538 el Emperador ordenaba el aderezode los aposentos regios en el convento. Ya desde el sigloXVI, Santa María la Real de Nieva volvió a formar parte dela Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, aunque comovilla eximida, creciendo constantemente su población, dedi-cada sobre todo a la industria de los paños (puesto que eltérmino municipal, muy exiguo, no permitía otra cosa que ladedicación fabril). Hoy es la cabeza del partido judicial delmismo nombre, y un ayuntamiento destacado en la provin-cia, cabeza de partido judicial.

LA HERÁLDICA REGIAEncontramos en esta población algunas piezas he-

ráldicas dignas de estudio, muy especialmente las que de-coran el templo y el atrio del antiguo convento dominico deNuestra Señora de la Soterraña, edificado entre los años1395 y 1432. Y ello es así porque se da la circunstancia deque nos son muy poco conocidos los usos heráldicos caste-llanos en esa época fundacional del filo del 1400. Conviene,pues, principiar comentando la heráldica de la Casa Realde Castilla, profusamente incluida dentro de este conjuntomonumental.

Comenzando por el templo, diremos que es gótico,de tres naves. Encontramos en él abundantes elementosheráldicos, señaladamente en la portada principal, sobre unportillo lateral, en las claves de las bóvedas, y en los capite-les de las dos pilastras más cercanas a la capilla mayor. Losmotivos se repiten frecuentemente, y las piezas del interior

han sido casi todas errónea y groseramente repintadas, loque requiere un pronto remedio.

En la fachada principal, notable porque fue rica-mente ornamentada, a la mano izquierda del observador,vemos un pequeño escudo apuntado con el cuartelado deCastilla y León (escudo 1); y a la derecha, su pareja (escu-do 2), que muestra un partido de Castilla-León y de Lancas-ter (primero de gules con tres leopardos de oro en palo; se-

gundo de azurcon tres lises deoro). No llevantimbre ni adornoalguno, y co-rresponden sinduda a los dosregios fundado-res: Don Enri-que III y Doña

Catalina de Lancaster. Un supuesto retrato de esta señoraforma la base de una de las vacías hornacinas de la facha-da; mientras que en la arquivolta de la puerta principal, querepresenta la resurrección de los muertos el día del JuicioFinal, algunos de los sepulcros exhiben sencillas armeríasfiguradas.

Sobreel portillo lateralque da accesoal claustro, hayuna piedra pe-queña, sosteni-da por ángeles,cuyo blasón espartido de Castilla-León y de Aragón; son armas de DoñaMaría de Aragón, primera esposa de Juan II. Más interesan-te desde el punto de vista heráldico es la ventana que estásobre esta puerta, porque nos muestra, repetida, la divisade Doña Catalina de Lancaster: una piña inserta en un lo-sanje (escudo 3). Motivo también puesto en una ventanacontigua, que corresponde a la iglesia (escudo 4).

Ya dentro del templo, notemos enprimer lugar la pieza embutida enel primer pilar del lado de la epís-tola, que mira a la capilla mayor:un escudo apuntado, colocado ba-jo doselete de piedra rematado enbustos de frailes y enmarcadodentro de una orla octogonal, todode piedra; es partido de Castilla-León y de Lancaster (escudo 5).Bajo esta pieza se puede ver unbonito relieve y una inscripción vo-tiva, fechada en 1414. También enlas claves de la nave del evangeliose repite esta combinación heráldi-ca de la Reina fundadora (escudo6).

Posible re tra to de laReina Doña Catalina deLancaster con su divisa(capitel del claustro)

Escudo 1 Escudo 2

Escudos 3 y 4

Escudo 5

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En la pilastra a la derecha de la capilla mayor, dosescudos pequeños, apuntados, enmarcados por separadodentro de dos orlas góticas lobuladas, distintas, todavía delestilo del siglo XIV: uno trae el cuartelado de Castilla y Leónpropio del Rey, y el otro el partido de Castilla-León y de Ara-gón, y este último cuartel nos indica que representa a la ci-tada Reina Doña María de Aragón (escudo 7).

Mayor interés tienen, a mi juicio, los capiteles quesostienen la bóveda de la capilla mayor y las del crucero.Estos últimos, de tosca labra, traen sendos escudos: unos,el de Castilla-León con una cabeza de león por timbre (es-cudo 8), y los otros un partido de Castilla-León y Aragón,con una cabeza de toro como timbre (escudos 9 y 10).

Esta original disposición de los timbres presagia loque vamos a encontrarnos en la capilla mayor. El primer ca-

pitel trae el cuartelado deCastilla y León, puesto sobredos carneros que sujetansendos castillos entre susmanos, soportado por sen-dos grifos, y coronado porun castillo, a su vez soporta-do por leones (escudo 11).Su opuesto, partido de Cas-tilla-León y de Lancaster, seapoya sobre los mismos car-neros que sujetan castillos,está sostenido por dos frai-les dominicos, y no lleva pro-piamente timbre (escudo12). Estas cuatro piezas queacabo de comentar son muynotables, pues constituyenuno de los más antiguosejemplos de la utilización desoportes y tenantes en Cas-tilla, así como de los tim-bres, en lo que ciertamenteson disposiciones heráldicasoriginalísimas, y ademásposteriormente insólitas.

Terminamos este panora-ma de la heráldica real den-

tro del templo con otra gratasorpresa: en la capilla mayordel templo, además de un fri-so de azulejos del siglo XVIIIcon las armas de la Villa, ylas armas sencillas del ReyFelipe V (las mismas que traeuna gran piedra colocada amodo de adorno en los jardin-cillos fronteros del templo), aparecen sendas labras: escudoen losanje, con una piña; soportado por grifos (escudo 13).Representan sin duda la divisa o badge de la Reina funda-dora, y son el primer ejemplo conocido de uso de estos em-blemas paraheráldicos en Castilla, uso introducido segura-mente por esta Reina y su corte(2). Este losanje con la piñaaparece también repetidamente, ya lo hemos advertido an-tes, en las puertas y ventanas exteriores del edificio, justoen la parte que estuvo dedicada a Palacio Real.

Pasando ya al magnífico claustro(3), también en suscapiteles encontramos abundante decoración heráldica, quedescribiremos brevemente. En dos de ellos vemos el cuar-telado de Castilla-León, sostenido por ángeles arrodillados(escudo 14); en otro los ángeles tenantes están de pie (es-

cudo 15). Otros cinco traen elpartido de Castilla-León y Lan-caster, sostenido por dos frai-les dominicos (escudo 16). Untercer modelo nos muestra elpartido de Castilla-León y Ara-gón, sostenido otra vez porserafines (escudo 17). Otro, el

ala de los Manuel en rara interpretación, porque falta la ma-no armada y lleva una especie de bordura de clavos, soste-nido por sendos ángeles (escudo 18). Finalmente, la divisaregia del losanje con la piña, sostenida igualmente por án-geles (escudo 19). En algún otro capitel vemos castillos y

Escudos 6 y 7

Escudos 8, 9 y 10

Escudo 11

Escudo 12

Escudo 13

Escudos 14 y 15

Escudos 16 y 17

Escudo 20

Escudos 18 y 19

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leones heráldicos en caprichosas combinaciones (escudo20).

En el antiguo refectorio, de estilo gótico aunquemuy deteriorado, notamos en alguna de las claves el partidode Castilla y León-Aragón, propio de la Reina Doña María.Y en el testero de la sala capitular o Salón de Cortes -porlas que allí se celebraron en 1473-, un gran escudo pétreode la época fundacional exhibe los emblemas acolados delos monarcas fundadores, aunque fue adornado con esca-yolas policromadas ya en el siglo XVIII (escudo 21).

En conclusión, la heráldica regia en Santa María deNieva pertenece a Don Enrique III (cuartelado de Castilla-León) y Doña Catalina de Lancaster (partido de Castilla-Le-ón y Lancaster); y también a Don Juan II (como su padre) yDoña María de Aragón (partido de Castilla-León y Aragón);hay también en el claustro una pieza interesante, corres-pondiente quizá a la Reina Doña Juana Manuel, abuela pa-terna de Enrique III (la mano alada), que en todo caso sepondría como recuerdo y homenaje. En sus representacio-nes son muy notables tres circunstancias peculiares:

Primera, la proliferación de tenantes (ángeles, frailes,grifos), que nos indica el nacimiento y difusión de unamoda que alcanzará su auge a fines de esta decimo-quinta centuria.Segunda, la aparición en Castilla de las divisas, cuyo pri-mer ejemplo conocido, el de la Reina Catalina de Lan-caster, figura esculpido en varias partes del convento,como hemos dicho.Tercera, los sorprendentes capiteles de la capilla mayornos advierten de una moda que debió de ser pasajeraporque no hallamos testimonio de que tuviese por en-tonces continuación: la de utilizar por timbres, casi a mo-do de cimeras, las más relevantes piezas del escudo(principalmente, castillos y leones), e incluso otras máscaprichosas (como la cabeza de toro de la Reina DoñaMaría).

HERÁLDICA DE HIDALGOS EN EL CONVENTOPasando ya a examinar la heráldica de los particu-

lares, hay que recordar que toda ella pertenece ya a los si-glos XVI al XVIII. La más antigua está en la plateresca capi-lla de la Consolación y de San Sebastián, famosa por lastallas de Berruguete que la adornan(4), que ocupa la cabece-ra de la nave de la epístola. Fue fundada hacia 1540 por ellicenciado Jerónimo Arias Dávila de Virués, regidor de Se-

govia y abogado en Valladolid, y su segunda esposa doñaCatalina del Campo; su patronato pertenece hoy día a doñaAngelina de Contreras, Baronesa de Hermoro.

La reja del acceso se apoya en dos magníficas la-bras renacentistas con emblemas heráldicos rodeados deuna guirnalda y sostenidos por sendos putti (escudos 22 y23). El escudo de la derecha se blasona así: cuartelado. Pri-mero, terciado en perla, primero de plata con una cruz floro-nada de gules; segundo de plata con un águila de sable; ytercero de sinople con un castillo de plata (Arias Dávila). Se-gundo, de gules con dos lobos de oro puestos en palo (Oso-rio). Tercero, de plata con dos lobos de sable puestos enpalo, y bordura de plata con otros nueve lobos de sable (Vi-rués). Y cuarto, losanjeado de oro y gules (Cáceres). Co-rresponde, claro está, al fundador de la capilla, que fue hijode Pedrarias Dávila, Señor de Hermoro, y de doña AnaOsorio de Virués.

El escudo de la siniestra es también cuartelado: pri-mero y cuarto de azur con una banda de sable, engolada dedragantes de sinople, acompañada en lo alto y en lo bajo detres y cuatro estrellas de otro, respectivamente; y bordurade gules con ocho aspas de oro (de la Trinidad). Segundo ytercero de sable o azur con tres fajas (hemos visto seis enla iglesia de la Trinidad, en Segovia) jaqueladas de oro ygules, de cinco órdenes (del Campo Saavedra). Represen-tan a la segunda esposa del fundador, doña Catalina delCampo y de la Trinidad.

Las mismas armerías se repiten en los arranquesde la nervadura de la bóveda de la capilla, y tras una recien-te restauración han recuperado en buena medida la policro-mía original (escudos 24 y 25).

Apenas hay más heráldica particular en todo elconvento. Cercanas a la puerta principal, una laude sepul-cral con las armas de Bernardo Bernaldo de Quirós, y otrasin identificar que trae un partido con cinco lises y un águila.Una tercera laude, puesta ante la capilla de los Arias de Vi-rués, cubre la tumba de Diego Muñico, familiar del SantoOficio finado en 1711, y exhibe las armas inquisitoriales: lacruz dominicana, la palma y la espada (escudo 26). Ya en elclaustro, son interesantes algunas escenas de los capiteles.En una, lamentablemente mutilada, se representa un torneoa caballo con su lid, escena poco frecuente. Los escudos

Escudos 22 y 23

Escudos 24 y 25

Escudo 21

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que protegen a los guerreros que apa-recen en otros capiteles son: una ban-da acompañada de una estrella en loalto y bajo; un losanjeado; un banda-do.

En los capiteles del testero de lacapilla mayor notamos dos toscas la-bras, sin duda del siglo XVIII, quizá in-cluso del XIX, con los emblemas de lavilla (la jarra de azucenas) y de la ciu-dad de Segovia (el acueducto).

LABRAS EN LA VILLATampoco abundan las piezas armeras en el resto

de la población, pero las cuatro que se conservan merecencomentario. Las tres más importantes se ven en la llamadaplaza de la Media Luna, centro de la población.

La primera (escudo 27) trae uncuartelado: primero, de plata con tre-ce roeles de azur puestos en tres pa-los; bordura de gules con ocho aspasde oro (Velázquez del Puerco). Se-gundo, un árbol terrasado, acompaña-do de dos cabras empinantes al tron-co; bordura con ocho aspas (¿?).Tercero, mantelado: un palo, y elmantel con un dragón; bordura de as-pas (Cueva). Cuarto, una bandera

morisca, acompañada de dos llaves a cada lado (¿?). Escu-són de sinople con una rueda de oro, una mano de plata ytres lises de oro (¿Obregón-Bustamante?). Un yelmo lo tim-bra, acompañado de dos escudetes, uno con un castillo decuyo homenaje sale un guerrero armado de espada y ban-dera, y acompañado de dos árboles (del Canto); y el otrocon una banda acompañada en lo alto de un halcón (Be-rrio).

En la misma casona hay otra pie-za (escudo 28) que es cuartelada.Primero, con trece roeles, el jefe contres lises en faja (Bustamante). Se-gundo, una banda (¿Cabezón?). Ter-cero, cortado; primero de azur conseis bezantes de oro, y segundo degules con un creciente de plata, eljefe (sic) de lo mismo (Sesé de Lu-na). Cuarto, con cinco estrellas

puestas en aspa (¿Rojas?). Escusón de veros de plata yazur con bordura de armiños (Vera). Acolado al escudo unhábito de Santiago, y soportado por un águila pasmada encuyo pico tiene una cinta con el lema Veritas vincit. Armasque corresponden a don Diego Antonio Cabezón de Busta-mante y Sesé, nacido en Medina de Rioseco, cruzado en laOrden de Santiago en 1657, tras litigar su hidalguía contraSantovenia de Pisuerga (Valladolid).

Ambas piezas documentan la unión matrimonial dedoña Josefa Rosa Velázquez del Puerco Obregón del Can-to, señora de los mayorazgos de Canto y Berrio, con sudeudo don Francisco Lorenzo de Cabezón Sesé y Pinedode Ayala, natural de Miranda de Ebro (quien litigó su hidal-guía contra nuestra villa segoviana en 1715).

La tercera pieza (escudo 29),en una casa cercana, es un escudo muymaltratado, que trae cortado; primero degules con un castillo de plata, de cuyohomenaje sale un guerrero armado deespada y bandera, y acompañado dedos pinos al natural (del Canto); y se-gundo, jaquelado de quince puntos deplata y quince de azur (Ocampo). Sonarmas familiares del alférez don Alonso del Canto y Ocam-po, conquistador en Filipinas por los años de 1563 y falleci-do en Méjico hacia 1617, las que junto con su mayorazgoheredaron sus sucesores homónimos. La capilla de la Con-cepción, sita en la cabecera de la nave del evangelio deltemplo del convento dominicano, fue fundación suya, y allípuede verse su retrato. Fue este linaje, originario de MartínMuñoz de las Posadas, uno de los más ilustres de esta Vi-lla, junto con el de Berrio.

En la calle de Segovia hayuna bonita pieza (escudo 30) cuyocampo partido muestra en el primerode azur con un águila bicéfala deoro, cuyas patas se apoyan en unarueda, a su vez sostenida por sen-dos leones, y cortado de un león deplata (que todo es Ruiz de Monja-raz). En el segundo, cortado a suvez: primero el cuartelado de bandascargadas de armiños y de cinco panelas en aspa (que esGuevara); y segundo, de plata con seis pesas de sable endos palos (que es Tapia). Son las armas de don Pedro Fer-nández de Monjaraz, procurador general de la Villa por elestado de hijosdalgo, natural de ella, y autor de la primerahistoria impresa del Milagro de Nuestra Señora, publicadaen 1669(5). Esta familia de Monjaraz era de las más ilustresde El Espinar.

Los dos últimos escudos pétreos que hay en San-ta María están respectivamente en la calle de Segovia yen la calle de Coronel Ortega: son iguales y representanlas armas de la Orden de Santo Domingo: la cruz floronadade plata y sable, de lo uno en lo otro, timbrado de un coro-nel, y acolado de una palma y una espada, símbolos delSanto Oficio de la Inquisición, tan vinculado a la Orden dePredicadores.

NOTAS1) Sobre Santa María de Nieva: Conde de CEDILLO, Desde la caso-na. Paseos y excursiones por tierra segoviana (Madrid, 1931), págs.19-88; y Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA, El Régimen Seño-rial en la provincia de Segovia: Señores y Vasallos (Segovia, 1995),págs. 86.

2) Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA, “Las divisas en la herál-dica castellana del siglo XV”, en Hidalguía, 192 (1985), págs. 665-688.

3) Conde de CEDILLO, “El claustro del ex-Monasterio de Santa Maríala Real de Nieva”, en BRAH, LXXVI (1920), págs. 385 y ss. PompeyoMARTÍN PÉREZ, Los trabajos y los días en el calendario del claustrode Santa María la Real de Nieva: estudios de iconografía (Segovia,1982).

4) Conde de CEDILLO, Desde la casona, op. cit., págs. 58-62.

5) Pedro FERNÁNDEZ DE MONJARAZ, Panegírica descripción delmilagroso aparecimiento de Nuestra Señora de Nieva. Histórica fun-dación de su Real Villa. Y autorizada manifestación de sus Essemp-ciones, y Privilegios. En Segovia, por Bernardo de Herrada, 1669 (aveces se menciona otra edición de 1666).

Escudo 26

Escudo 27

Escudo 28

Escudo 29

Escudo 30

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EL CONVENTO DE SANTA CRUZ DE VALLADOLID DECOMENDADORAS DE SANTIAGO

Cuentan y dicen los viejos papeles y las antiguasescrituras del archivo de este noble Monasterio, que encen-dida en santa piedad y en religioso fervor la ilustre doncelladoña María de Zúñiga, hija de don Iñigo López de Zúñiga yde doña María de Ulloa, después de ha-ber· vivido más de diez y siete años conel hábito de la Milicia del Apóstol Santia-go, desnuda de toda propiedad o renta ysin matrimonio, había dado, con licenciade los Reyes, como administradores per-petuos de las Órdenes Militares, el hábi-to de aquella religión a muchas mujeresque en su compañía estaban, y tenía co-menzada, con su hacienda propia, here-dada de sus padres, la construcción deuna casa en la ciudad de Valladolid,cuando era tan sólo villa, junto a la Puer-ta del Campo, y que deseaba erigirla enmonasterio de la citada Milicia, edificán-dola y dotándola con los bienes y rentasde su patrimonio, a fin de que con granejemplo viviesen en él sirviendo a Diosfreilas y mujeres bajo la observancia, re-gla y disciplina del Señor Santiago.

Acompañola en esta santa em-presa su prima hermana doña María deFonseca, que se crió en la corte de la se-renísima y muy esclarecida Reina DoñaIsabel la Católica, siendo muy acepta deSu Alteza por sus muchos merecimientos, consiguiendo, nosin importunidades y con gran dificultad, la apetecida Reallicencia para poderse acoger en aquel sagrado asilo, enaquella santa y segura guarida, que no logró ver terminada,pues la sorprendió la muerte tras una vida cristiana y piado-sa consagrada sólo al bien: dejó fundada una capellanía, le-gando a su convento el total de su fortuna por testamentohecho en Valladolid, ante Francisco Sánchez de Collado,dos días antes de su fallecimiento, el 4 de abril de 1505.

Doña María de Zúñiga impetró y obtuvo de la cle-mencia de los Reyes Católicos, por vía de merced y de li-mosna, Real carta de privilegio fechada en Madrid a 16 deabril del 1499, para que la Priora y freilas que aquí en ade-lante fueren en su monasterio, puedan tener y tengan parasiempre jamás cuatro personas que administren los bienes,frutos y rentas que tuviere, y que sean libres, francos yexentos de pedidos y monedas, y moneda forera, y emprés-titos y derramas, y otros cualesquiera pechos y derechos yservicios reales y personales que se cobraren y repartieren.

La Santidad del Pontífice Julio II expidió una Bulaen San Pedro de Roma a 16 de mayo del año de 1506, ter-cero de su pontificado, mandando despachar y despachan-do sus letras y escritos apostólicos al ilustrísimo señor don

Juan de Medina, obispo de Segovia, para que informadocon diligencia y hallando ser cierta la relación hecha a SuSantidad por la nominada María de Zúñiga, erigiese la casaen Monasterio de monjas de la Milicia de Santiago, con in-vocación de Santa Cruz, y facultándole diere licencia con lamisma autoridad para que hiciese iglesia y la consagrase yhubiere en ella Sacramento, campanario, campana y las de-

más oficinas necesarias al modo y trazade otros monasterios de la misma Mili-cia; y nombrando a doña María de Zúñi-ga por Comendadora, apropiando, apli-cando y señalando todos los bienes queasignare a esta su fundación.

Tal fué el origen del Convento deSanta Cruz de Valladolid, que por espa-cio de cerca de cuatro siglos cumplió elpiadoso fin y la sagrada intención que subenéfica fundadora se propuso, confor-me a las ordenaciones y constitucionespor ella estatuídas, entre otras la de queel número de religiosas no excediese deveintitrés, con tres sergentas.

Bajo tan buenos auspicios comen-zado y con la constante protección delos Reyes, sus patronos, como grandesMaestres de las Órdenes militares, pron-to fué este Monasterio el predilecto y es-cogido por las más ilustres damas toca-das de vocación monjil, que en susclaustros penetraban para observar la nocon extremo estrecha ni rigurosa regla de

su sagrado instituto.

En efecto: leyendo los libros de visita desde el año1513, en que se verificó la primera, encuéntranse en suspáginas, en las listas de religiosas profesas y novicias, losnombres más preclaros de nuestras grandes familias aristó-cratas, y vemos formando parte de la Comunidad a doñaCatalina de Castilla, Beatriz de Balboa, Juana de Sotoma-yor, Inés y Leonor de Salazar, Isabel de Saavedra, María deAcevedo, Luisa Maldonado, Juana del Castillo, Bernardinade Medrano, Ana de Mendoza, Leonor Alderete, Luisa deGuzmán, María de Paz, muchas Ladrón de Guevara, hijasde Condes de Oñate, Jerónima de Arteaga, Ana de Castro,Teresa de Zúñiga y Enríquez, Marquesa de Castrofuerte(quien regaló la tallada sillería del coro), Francisca de Luna,nieta de la Marquesa de Poza, Feliciana de Quevedo, Anade Velasco, Francisca de Rojas y cien más de casas tannotorias y calificadas, como son las de Camargo, Acuña,Heredia, Álava, Contreras, Enríquez de Guzmán, Castejón,Fonseca, Manrique, Bernaldo de Quirós, Escobar, Ortés deVelasco, y otras muchas que sería prolijo y enfadoso enu-merar.

Las dotes de estas Comendadoras, las capellanías,mandas, donaciones, legados piadosos y limosnas que

DE RE DINASTICA & ARTISTICA

E L S A N TO C R I S TO D E M A R Í A E S T U A R D OQ U E H O Y P E R T E N E C E A S . M . L A R E I N A R E G E N T E

por D. Francisco Rafael de Uhagón y Guardamino, Marqués de Laurencín (+)

Fachada del ant iguo conventovall isoletano de Santa Cruz, decomendadoras de la Orden deSantiago (llamado de las Francesas).Foto M.A. Guadilla.

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ellas mismas o sus pudientes familias hacían a su Conven-to, aumentaron considerablemente sus ingresos y sus ren-tas: las tapicerías, ornamentos sagrados, plata labrada, jo-yas, reliquias y cuadros que poseyeron, inventariados enalgunos libros de visita, fueron muchos y muy ricos, y el es-tado de prosperidad y grandeza de esta casa resistió por al-gún tiempo al golpe de la traslación definitiva de la Corte aMadrid en el año r606, y aún dura en todo el siglo XVII.

En el primer tercio del dé-cimoctavo nótase ya el principiode la decadencia, debida tanto alos desastres de la guerra de Su-cesión y a lo que padecieron lasdiversas fincas de la Comunidad,cuanto a los numerosos pleitos decensos y juros que hubo de soste-ner, y muy particularmente a ladesdichada y punible gestión delos administradores del Convento,en cuyos abusos hubo de interve-nir más de una vez con mano fir-me y severa el Consejo de las Ór-denes.

De otro lado, las opulen-tas y nobles familias, cuyas hijasingresaban con preferencia enSanta Cruz, tal vez por ser Valla-dolid capital de la Monarquía, se distribuyeron luego entrelas Comendadoras de Santiago y Calatrava, de esta nuevaCorte de Madrid; en Sanfelices, de Burgos; Santa Fe, deToledo; Madre de Dios, de Granada; Sancti Spíritus, de Sa-lamanca; Concepción, de Almagro; y Santa Eulalia, en Méri-da, que todos eran de la Orden.

Ello es que, reducida la Comunidad a la mitad desu número, expuso al Consejo la necesidad de aumentarley la conveniencia de admitir con dispensa de la dote a treshermanas de hidalga condición y noble cuna, doña Deme-tria, Dominica y Valentina Sisniega y Ariz Marañón, cuya fa-milia, oriunda y vecina de Frías (Burgos), sólo contaba conmuy modestos medios de fortuna.

Convino en ello el Consejo, y en 1779, previa laacostumbrada información y probanza, fueron admitidas encalidad de novicias. Algunos años después, en 1817, y alamparo y protección de sus tías, vistieron también la rojacruz sobre el hábito blanco otras tres hermanas del mismoapellido de Sisniega, doña Dominica, Paula y Ángela, desdi-chada invasión familiar que acabó con el Convento.

Fallecida la anciana prelada doña Ángela MaríaMéndez de Prado el año 1849, fué elegida comendadoramayor la doña Dominica por sufragio del mínimo cónclave(sus dos hermanas y otra religiosa), aprobando el Tribunalla elección de esta señora, que tuvo el funesto sino de queen su época de prelacía se extinguiese aquella antigua eilustre Comunidad y se perdiera, saliendo de las Órdenes, elvetusto e histórico cenobio, no sin culpa ciertamente de suinquieto y turbulento carácter, con plétora de energías, másútiles para arrostrarlos embates y fatigas de la vida, queapropiadas a la paz y al sosiego del tranquilo claustro.

Fenecieron sus dos hermanas con ocho días de in-tervalo (1860), y quedó sola en aquella amplia mansión conlas dos criadas que la servían. Nerviosa y malcontenta con

el permiso que el Consejo otorgó al Arzobispo de Valladolidpara que pudiesen instalarse temporalmente en una partede la casi inhabitada morada las monjas Salesas, desaloja-das de su Convento, nada quiso hacer para facilitar nuevosingresos en la Orden, antes bien opuso trabas y demoras alas que lo pretendían. Así se lo hizo comprender aquel altoTribunal cuando poco después de su solicitado traslado aToledo, y disgustada cual siempre con su suerte, intentó vol-

ver otra vez a Valladolid con trespostulantas que lo demandaban. Dí-gasela -respondieron los señores-que una vez cedido el Monasterio ala Comunidad de las Salesas, a ins-tancia de su porfiado empeño enque se la trasladase a otro monaste-rio, el Tribunal no puede acceder alo que propone, por más que veacon sentimiento que aquel edificioha salido de la Orden, lo cual no hu-biese sucedido ciertamente si lo queahora manifiesta lo hubiese hechocuando se hallaba en él, en cuyo ca-so el Tribunal hubiera accedido conel mayor placer a su pretensión.

Y así era en verdad, porque siem-pre daba largas a las continuadas yfrecuentes exposiciones que a los

Ministros dirigía para cambiar de clausura. Convenciéronse,por fin, de que ningún fruto les daba su resistencia pasiva, yen 1864 los apremios fueron tales con motivo del falleci-miento de la Comendadora Mayor de Santiago en Madrid,cuyo puesto pretendía la Sisniega, que el Consejo la mani-festó su resolución de trasladarla a otra de las casas de laOrden, siempre y cuando hubiere cumplido a satisfaccióndos precisas e ineludibles condiciones: la rendición de lascuentas del año último, y el formal y escrupuloso inventariode los objetos preciosos que en el Convento existían.

No me detendré a referir las incidencias que oca-sionaron y los reparos que se hicieron a las cuentas, reme-do, aunque en miniatura, de las del Gran Capitán; pero síafirmaré que no se acreditó doña Dominica de diligente y ce-losa gestora de los intereses conventuales, y excitó justosrecelos en el ánimo de los señores del Tribunal, que adqui-rieron informes secretos con respecto a las alhajas y roga-ron al Arzobispo de Valladolid se incautase en calidad de de-pósito de los vasos sagrados, ornamentos, joyas y reliquiascon arreglo al inventario que enviaban, al mismo tiempo queordenaban en oficio a la olvidadiza Comendadora incluyeseen el inventario que había remitido el Santo Cristo originalque María Estuardo llevó en su pecho al patíbulo, con cuan-tos documentos existan relativos a su autenticidad.

Así lo hizo la mitrada religiosa en el largo catálogode objetos inventariados, con intervención y a presencia delnotario mayor del Arzobispado y escribano público de SuMajestad don Ambrosio Padilla Cuervo, y del provisor vicariogeneral licenciado don Fulgencio Rodríguez. En él aparecedescrito con el núm. 173:

Una cruz como de seis pulgadas de larga por dos y mediade ancho, de oro (al parecer) esmaltado, que tiene rebatidosde lo mismo, y en el centro un Santo Cristo pequeño y en élpiedrecitas imitadas a rubíes, colocado en el centro de unpaño de raso azul, y alrededor de la cruz dos espigas borda-

Claustro llamado de las Tablas, en el antiguoconvento val lisoletano de Santa Cruz, decomendadoras de la Orden de Santiago (llamadode las Francesas). Foto M.A. Guadilla.

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das de oro, todo puesto en un cuadro de ébano tallado, co-lor negro, y éste, como de cuarta y media en cuadro, que sedice de María Estuard.

Al final del inventario, y como contestación a lasnoticias que el Tribunal demandaba, por no existir en su ar-chivo el menor antecedente, se inserta la siguiente

Nota relativa al Crucifijo de María Estuard

En el libro becerro de fundaciones hechas en el Real Mo-nasterio de Santa Cruz de Valladolid, Orden Militar de San-tiago.Señora Condesa de Escalan-te.Núm. 49.271. Un trasladosimple de dos cláusulas del testa-mento de la señora Condesa deEscalante, por las que dió a esteReal Monasterio, y para el altar deSanta Rosalía, la reliquia del San-tísimo Cristo; y resulta fundó unacapellanía de tres misas en dichoaltar, año de 1681, que por no ha-llarse en este Monasterio la funda-ción no se hace expresiva de ella,y se notará cuando se saque. Deletra distinta hay una nota que di-ce: Cuya reliquia declara ser anti-gua, con su caja de reliquias y conlos pasos de la Pasión a las espal-das, toda ella de oro, cuya hechurafué de la Reina de Escocia MaríaEstuarda, a quien martirizó Isabel Bulena de Inglaterra, ymurió con él en el pecho, el que llegó a manos de la señoraReina doña Isabel de Borbón y después a las de la señoracondesa de Escalante, quien la mandó a este Real Monas-terio para que se colocase en dicho altar de Santa Rosalíaen un relicario que ordenó se hiciese, para que estuviesecon toda veneración, por ser hechura muy milagrosa. Y con-vendría se saque un traslado de dicha fundación, y se notelo demás que en ella resulte. Nota posterior: En el Monaste-rio no se tenía noticia alguna de la existencia y procedenciade este Santo Cristo hasta que en el año de 1858, registran-do el libro becerro una persona a quien la Comunidad habíaconsultado sobre ciertos derechos, encontró esta nota; convista de ella, se buscó el Crucifijo por todas partes, y se en-contró puesto por remate en una de las sacras de la iglesia.En 1862, pasando por Valladolid el ilustrísimo señor de Wi-lis, Vicario Apostólico de Escocia, examinó el Crucifijo y lotuvo por auténtico. Es copia todo lo anterior del libro originalen que consta, remitido con esta fecha al Tribunal de las Ór-denes militares. Valladolid, 26 de Noviembre de 1864. Do-minica Sisniega, Comendadora Presidenta.

En atención a la importancia y valor de los objetosrelacionados en el inventario y que habían de repartirse enlos demás conventos e iglesias del territorio maestral, comi-sionó el Tribunal a su ministro don Teodoro Moreno, facul-tándole también para que dispusiese lo concerniente a latraslación de la Sisniega a Santa Fe de Toledo.

No se avenía la última Comendadora de Valladolida separarse de algunas cosas queridas, y elevó con vivoempeño recurso de súplica al Diputado del Consejo parapoderlas llevar a su nueva residencia, supuesto que tam-bién pertenecía a la jurisdicción de las Ordenes, y en la Re-lación de los efectos de mi devoción y afecto especial que

solicitaba llevar consigo, incluye la cruz de la Reina de Es-cocia Doña María Estuard, la cual ha sido descubierta hacepoco, conservada y apreciada en épocas que Su Alteza elTribunal ignoraba su existencia; y que teniéndola siemprecomo propiedad, no he admitido la crecida suma que porella me daban por parte de Escocia, Francia e Inglaterra, yfirma la relación.

Tal vez para evitar mayores males procedió con di-plomacia el señor Moreno autorizándola el que llevase aSanta Fe los objetos que quería y haciéndola acompañar

en su viaje de un clérigo respetabley de la confianza del Ministro, cualconvenía a la honestidad y decorode su estado religioso.

Pocos días después enviaba elConsejo oficio en regla a doña Te-resa de Jesús Bustamante y Ville-gas, comendadora mayor en Tole-do, para que exigiese a la nuevahuéspeda, bajo formal inventario,los efectos que de Santa Cruz lle-vó, y como quiera que no constaseen la entrega la asendereada reli-quia y expusiese la Priora su deseode dimitir, abandonando su alta in-vestidura por los muchos sinsabo-res que la Sisniega la daba, se con-minó a esta señora por modo

enérgico a la entrega de la alhaja.

Devolvióla al fin, pero a medias; pues era tal el cari-ño, el recuerdo, el devoto entusiasmo, la atracción que porla joya sentía... que se quedó con el marco, obligando alTribunal a nueva conminación de que la restituyese tal yconforme había estado siempre y como aparecía en los in-ventarios, con el mismo marco que la donadora Condesade Escalante había dispuesto expresamente se adornase laefigie, y advirtiendo a la Comendadora de Toledo que con-servase con exquisito cuidado el Santo Cristo de María Es-tuardo hasta tanto que el Tribunal disponga otra cosa.

Obra en el archivo el oficio de recibo, con el marcoinclusive, y una larga y amarguísima queja de doña Domini-ca Sisniega y Varona, que expresa, entre otros extremos,su sorpresa y su pesar por hacerla devolver la cruz de oroesmaltado que perteneció a la Reina Doña María Estuard,no obstante habérseme concedido de una manera oficial laconservase por haberla salvado en tantos años de las osci-laciones políticas por que habíamos atravesado. Y añade,no con demasiado respeto: No me hice merecedora a unaejecutiva semejante, que nunca quisiera darla una mala in-terpretación.

Enemiga desde entonces de su compañera la se-ñora Bustamante, no cejó, con la tenacidad propia de su ca-rácter entero y varonil, cual el de otra Monja Alférez, en suidea constante de ser trasladada a otro convento, y vivió enperpetua agitación, ora en baños, ya en Vitoria con su fami-lia, bajo la protección y dirección del Obispo de la diócesis;mas la nostalgia del claustro la hizo venir a Madrid a las Co-mendadoras de Santiago, de donde volvió a Toledo, hastaque, con pretexto de su salud achacosa, tornó a Madrid, dedonde salió frecuentemente a cuantos balnearios quiso; ysólo pudo lograr la necesaria paz y el debido sosiego a su

Iglesia del antiguo convento vallisoletano de SantaCruz, de comendadoras de la Orden de Santiago(llamado de las Francesas). Foto M.A. Guadilla.

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inquieta y azarosa vida en el eterno descanso de la muerte,que la sorprendió en las Comendadoras de esta Corte eldía 11 de noviembre de 1871, a los setenta y tres de suedad.

En sesión del Consejo de 1º de febrero de 1869,según consta en el libro de sus Actas, acordó la Sección ofi-ciar a don Juan José Palacios, diputado provincial de Tole-do, para que se haga cargo de un cajón que le entregarádoña Teresa de Jesús Bustamante, Comendadora mayor deSanta Fe de aquella ciudad, y lo entregue en esta Secreta-ría. También se oficiará a la citada Comen-dadora para que coloque en un cajoncitobien acondicionado el Santísimo Cristo quela entregó doña Dominica Sisniega Varonacuando se hallaba en aquel monasterio, ylo entregue a don J uan José Palacios,quien le presentará orden al efecto para suenvío a esta Superioridad.

Así vino, tras vicisitudes tantas, amanos del Tribunal esta histórica e inesti-mable reliquia.

Cuando la mudanza de los tiem-pos y la supresión de la regalía maestral enlos dispersos territorios de las Órdenes, pa-ra concentrarla toda en el coto redondo re-cientemente erigido, el Consejo destinó to-dos los objetos sagrados que no sehubiesen ya entregado a los conventos, ylos traídos de la Real Casa de Uclés, a en-riquecer y aumentar el tesoro de la nuevaIglesia Prioral de Ciudad Real, excepto al-gunos que se entregaron a las Comenda-doras de esta Corte, y tal cual otro que con-servan los Capítulos, muy principalmente el de Montesa, decuya histórica iglesia del Temple, de Valencia, traje yo mis-mo el archivo y varios cuadros, reposteros y reliquias de im-portancia.

Penetrado, empero, del extraordinario valor históri-co, del mérito artístico y del recuerdo glorioso que entraña-ba y contenía el tantas veces citado Crucifijo, temió el Tribu-nal que la codicia, la ignorancia o el descuido contribuyesena la desaparición de esta presea milagrosamente conserva-da, tal vez por inadvertida, y que pudiese correr la tristesuerte que cupo a la rica, soberbia y artística copa que a lasmonjas de Medina de Pomar donó su patrono el condesta-ble de Castilla don Juan Fernández de Velasco, Duque deFrías, a quien se la había regalado el Rey Jacobo I de Ingla-terra (hijo de María Estuardo); copa que, vendida luego porla Comunidad, en 1891, a uno de tantos funestos traficantesde antigüedades, verdadera plaga destructora de nuestrostesoros de arte, fué comprada por suscripción en Inglaterra.para guardarla en el Museo Británico, donde se halla; a finde evitar, repito, un extravío posible, retuvo en su poder yconservó ccn todo cuidado el Cristo que, pendiente de unacadena, llevó en el pecho al patíbulo la bella y desventuradaReina de Escocia.

Con motivo de las reales bodas de nuestro lloradoRey Don Alfonso XII con Doña María Cristina de Austria, de-terminó el Consejo de las Órdenes ofrecerle como obsequioa la esposa del Gran Maestre, y así lo hizo, mandando colo-

car en la trasera del marco la inscripción siguiente:

Esta cruz fué la que llevó María Estuardo al patíbulo, y mo-mentos antes de sufrir la ejecución se la quitó del pecho yse la dió a la dama que la acompañó a él. Por una rara coin-cidencia vino a parar a las Comendadoras de Valladolid, y laúltima de ellas, la señora Sisniega, la entregó como unamuestra de consideración al Real Consejo de las Órdenesmilitares. Este, hoy, queriendo dar una prueba de su altorespeto a la piedad de su Reina Doña María Cristina deAustria, tiene el alto honor de ofrecérsela para que pueda

encomendarse a ella en todas las vicisitu-des de su vida, y le ruega humildementeque, interpretando sus deseos, se digneadmitirla.

Las exigencias y rigores de la ver-dad histórica y la necesidad de autenticarescrupulosamente hasta donde fuere posi-ble el origen de tan precioso relicario, han-me obligado a contradecir, a pesar mío, lagalantería póstuma del Consejo para conla rebelde Sisniega. ¡Paz a los muertos!

Por lo demás, la atinadísima reso-lución del Tribunal merece todo pláceme ylos mayores encomios. La extraordinariareliquia que tantas veces besaran los au-gustos labios de María Estuardo; la queencendió y mantuvo vivo y puro, sin desfa-llecimientos ni desmayos, el fuego sagradode nuestra hermosa fe católica en el regiocorazón de la mártir de Escocia, no debía,no podía pasar a otras ni a mejores manosque a las soberanas y piadosísimas denuestra Reina Cristina, modelo perdurable

y claro espejo de cuantas virtudes es capaz de atesorar elalma de la mujer, de la madre y de la reina.

LOS GUEVARA, SEÑORES Y LUEGO CONDES DE ES-CALANTE

Tanto para corroborar y confirmar la exactitud delas curiosas indicaciones y noticias del libro becerro delConvento de Santa Cruz, cuanto para ahondar todo lo posi-ble la investigación en demanda de más pormenores y deta-lles, preciso se hacía averiguar quién era la Condesa de Es-calante en 1681, y encontrar y consultar su testamento,como oportunamente se advertía en la nota inserta en el li-bro de fundaciones, cuya copia enviaba la comendadoraSisniega.

El primer punto no era, en verdad, un problema dedifícil solución. Conocidísimos eran los Señores de Escalan-te como rama ilustre de antiguo separada del añoso y nobilí-simo tronco de los Guevara, Condes de Oñate, con cuyahistórica Casa mantenían íntima conexión, no sólo por el ori-gen común, sino también por los frecuentes y repetidos en-laces entre hijos de ambas familias.

Varones de alta y esclarecida alcurnia, poseedores de mu-chos y pingües mayorazgos, grandes y leales servidores desus Reyes, natural era que la Majestad de Don Felipe IV lesrecompensara, concediendo en 13 de mayo de 1627 títulode Vizconde de Treceño, para crearle después Conde deEscalante, en 14 de julio del mismo año, a don Luis Manri-

Posible retrato de doña María deGuevara, tercera Condesa deEscalante, culta dama de la Corteespañola y distinguida escritora(óleo de Juan Carreño de Mirandaen el Museo de Boston).

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que de Guevara, quien heredó el Señorío de Escalante desu hermano don José Ladrón de Guevara, abandonandopor esta razón su apellido de Manrique y adoptando el deGuevara, su más importante mayorazgo. De su matrimoniocon doña María Zorrilla de Arce, Señora de Villerías, Corme-ñón y Basabe, sólo sobrevivió, entre otros hijos que tuvo,doña Ana Catalina de Guevara, segunda Conde-sa de Escalante, fallecida en 1641, sin sucesión,poco después de su matrimonio (1639) con donFelipe Manuel Vélez de Guevara, hijo segundode los Condes de Oñate, pasando entonces suCasa, títulos y estados a su prima hermana do-ña María de Guevara Avendaño Gamboa y Be-aumont, que fué tercera Condesa de Escalante,como hija que era de don Pedro de Guevara(hermano del primer Conde, don Luis) y de doñaFrancisca de Mendoza y Acebedo.

No fueron prolíficas las hembras de es-ta rama de Guevara, pues tampoco la Condesadoña María alcanzó sucesión en ninguno de sustres enlaces: con don García Bravo Osorio, Mar-qués del Villar, primero; después, con don Loren-zo Ladrón de Guevara, Señor de Paradilla (escudero de miCasa, lo llama ella en su testamento); por último, con donLuis Andrés Velázquez de Velasco y Guevara, Señor de Vi-llavaquerín. Así que, por no tener hijos, heredó la casa susobrino don Martín de Saavedra Guevara, hijo de don Mar-tín de Saavedra Guzmán, presidente del Nuevo Reino deGranada, y de doña Luisa de Guevara, hermana de estatercera Condesa doña María, que es precisamente la do-nante de la famosa reliquia.

Muy a principios del siglo XVIII casóse otra hem-bra, en quien paró el Condado de Escalante, doña María deSaavedra Guevara, con don Sancho de Miranda, Marquésde Valdecarzana; títulos éstos que con otros muchos entra-ron en 1834, por muerte sin sucesión de doña Lucía de Ro-jas Fernández de Miranda, en la ilustre Casa de Queralt,Condes de Santa Coloma.

En su bien dispuesto y arreglado archivo encontra-mos el testamento objeto de nuestras pesquisas, testamen-to que fué otorgado en Valladolid, ante el escribano real Pe-dro Paz Docasal, a 3 de diciembre de 1678, con más unamemoria testamentaria y dos codicilos hechos en Madrid,ante el escribano Isidro González, en 6 de diciembre de1681 y en 14 de enero de 1683, respectivamente, abiertos yprotocolizados en Madrid, a instancias de su hermana y tes-tamentaria doña Ana de Guevara, el 17 de febrero de 1683,ante el escribano Manuel Martínez de Uriarte.

El testamento firme y válido de doña María Ladrónde Guevara, Manrique, Avendaño y Beaumont, Condesa deEscalante y de Tahalú, Marquesa de Rucandio, Señora delvalle de Valdaliga y de las Casas de Ceballos y Avendaño,Olaso, Urquizu, Arazuri y Montalbán, y de las villas de VillaReal de Álava y Ossornillo es, a la par, un modelo de piedady un curioso ejemplo de lo que eran estas manifestacionesde la última voluntad en las grandes damas de aquella épo-ca, quienes no olvidan a ninguno de sus deudos y parien-tes, ni a los muchos servidores y criados de la Casa, ni a lasiglesias y conventos de su devoción, cuyos patronazgo senumeran, sin omitir tampoco la relación de sus joyeles, tapi-cerías, reliquias, muebles, fincas, derechos, censos, juros yhonores familiares.

Claramente resplandece en el testamento de laCondesa el grande amor que sentía hacia el Convento deComendadoras de Santa Cruz, afecto naturalísimo si seatiende al crecido número de damas de su sangre y linajeque aquella santa casa cobijó. He comprobado que vistieronel hábito de la Orden:

En 1573, doña Antonia de Guevara Manrique,de la Casa de Escalante.

En 1589, doña Beatriz Ladrón de Guevara, hijade los Señores de Escalante.

En 1612, doña Catalina y doña María de Gue-vara, hijas de los Condes de Oñate.

En 1613, doña Ángela de Guevara, hija de losmismos Condes.

En 1633, doña Ángela, Catalina, María y Maria-na de Guevara, todas cuatro hijas de los Con-des de Oñate.

Y aun el mismo año de 1633 fué admitidadoña Ana María (otra Oñate), aunque no llegó atomar el hábito: sirvió de dama a la Reina Doña

Isabel de Borbón, y casó en 1629 con don Bernardo de Sil-va Manrique, octavo Marqués de Aguilar, Conde de Casta-ñeda, Señor del valle de Toranzo, Grande y chanciller ma-yor de Castilla.

Como prueba de la protección constante que lasilustres Guevaras dispensaron siempre a Santa Cruz, pue-den citarse las fundaciones de capellanías hechas en él pordoña Inés (año 1583), doña María (1653) y doña Catalina(1676).

Doña María Vélez Ladrón de Guevara, religiosaque fué allí, construyó en vida, donando rentas propias ybastantes, una enfermería para el cuidado y regalo de lasmonjas, y por testamento otorgado ante el escribano Joséde Frías, en 23 de diciembre de 1634, fundó una importantecapellanía, legando cuantiosas memorias pías.

Don José Ladrón de Guevara, Señor de Escalante,comendador de Mures y gentilhombre de la boca de los Re-yes Don Felipe II y Don Felipe III, muerto en Valladolid en1603, fué enterrado en este Convento; así como tambiényace en el mismo doña María Manrique, viuda de don JoséLadrón de Guevara, padre del don Luis, primer Conde deEscalante.

Poderosos motivos eran éstos para que la Conde-sa doña María, que cuidó con toda prolijidad y previsión deldestino de sus mortales despojos, ordenara en primer térmi-no: Si muero en Valladolid quiero ser enterrada en la iglesiadel Real Convento de Santa Cruz de religiosas de la Ordende Santiago, en el hueco que está debajo del altar mayor dedicha iglesia, donde están sepultadas mis primas doña Ma-riana de Guevara, Marquesa que fué de Viana, y doña Ma-ría de Guevara, su hermana, hijas del señor Conde de Oña-te, y mando, por razón de entierro y sepultura, quinientosducados de una vez.

A menos, añade luego, que acaeciese su falleci-miento en Madrid, en cuyo caso ordena se la sepulte en labóveda primera del convento de Nuestra Señora de Atocha,de la Orden de Santo Domingo, de que era patrono su so-brino el Conde de Nieva; y de no poderse cumplir su de-

Armas de los Guevara,Condes de Escalante.

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seo, quiere serlo en San Jerónimo, capilla delos Guevara, con permiso del Marqués de Es-pinardo. Pero como al tiempo de otorgar sutestamento se disponía a visitar su villa de Os-sornillo, prevé el caso de que acontezca su finen el camino, a más de una jornada de Valla-dolid, y para este triste acierto quiere que elsepelio sea en el Convento de San Franciscode Palencia, cuyo patronato pertenecía a suprimo el Conde de Grajal, cuya mujer, doñaIsabel de Mendoza, descansa allí el sueñoeterno.

Últimamente, si le acabare la vida enOssornillo, señala por su postrera morada laiglesia de la Consolación, de que era patrona,como también lo fué, con derecho a enterra-miento, de la capillade Santiago en Pam-plona y de la iglesiade San Vicente de laBarquera.

Como nuevaprueba de preferen-cia por Santa Cruz,en otra de las cláusu-las de su extenso yminucioso testamen-to funda una capella-nía perpetua de pa-tronato de legos, detres misas cada se-mana, que se han dedecir por su ánima, lade sus padres y ma-ridos, en la iglesiadel Convento.

Con respec-to a la histórica alha-ja, dispone literal-mente lo que sigue:

Item digo: que en elReal Convento deSanta Cruz de estaciudad he hecho unaltar en que está laimagen de Santa Ro-salea, de pincel, consu marco y lo demásconcerniente al ador-no del dicho altar,con su lámpara deplata y dotada. Y pa-ra que en dicho altaraya reliquia de sumadevoción, quiero y es mi voluntad que un Santo Cristo en sucruz de hechura antigua, con su caja de reliquias y con lospasos de la Pasión a las espaldas, que todo ello es de oro,y la dicha hechura fué de la Reina de Escocia, María Es-tuarda, a quien martirizó Isabel Bolena, Reina de Inglaterra,y murió con él al pecho, el cual llegó a manos de la señoraReina Doña Isabel de Barbón y después a las mías, y porser hechura muy milagrosa se ponga en dicho altar; y man-

do que para este efecto se haga un relicariode la altura de la hechura del dicho Santo Cris-to, con su pie y extremos de plata, y pido y en-cargo a la señora Comendadora y demás RealConvento le tengan con la mayor veneraciónque sea posible.

Ciertas y exactas eran, pues, las noticiasdel registro del Convento contenidas en la co-municación de la señora Sisniega, plenamenteconfirmadas en instrumento tan público y so-lemne y en tan supremo e imponente momen-to como es aquel en que, despojándose el es-píritu de las falaces vanidades de la vida, conla vista puesta en Dios, sólo se habla el len-guaje de la verdad, con despego de las cosastemporales.

La ilustre y pia-dosa dama autenti-caba en su testa-mento esta singularreliquia, indicando suorigen y procedenciadel modo más natu-ral, como cosa muycorriente y harto sa-bida por entonces,cual tradición que noha menester más fi-jeza, pues de otromodo es creíble sehubiera extendido enconsignar más cir-cunstanciada histo-ria, más minuciososdetalles.

Que el Crucifijollegó a su destino yes el mismo que fi-gura en inventarios,atestígualo la si-guiente cédula de re-cibo, que consta enla testamentaría dela Condesa de Esca-lante:

Como Comendadorade este ConventoReal de Santa Cruzde la Orden de San-tiago desta ciudadde Valladolid, recivíde mi señora DoñaAna de Guevara, ve-zina de la billa de

Madrid, y como testamentaria de Su Señoría mi señora laCondesa de Escalante su hermana, que santa gloria aya, lahefixie del Sancto Xpto. puesto en su cruz de hechura anti-gua con su caxa de reliquias y con pasos de la Pasión a lasespaldas, que todo ello es de oro, la cual dicha alaxa fuéserbida de mandar dicha señora Condesa a este Conventopara que se pusiese en su capilla sobre el altar de SantaRosalía que fundó en dicho convento, y para que conste

La Reina María Estuardo(retrato anónimo en laNational Portrait Gallery).

La Reina María Estuardo durante su cautiverio en Inglaterra (óleo de NicholasHilliard en la National Portrait Gallery, Londres).

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doy este recibo y lo firmo en Santa Cruz de Valladolid a tre-ze de Março de 1683.†Doña María Antonia Morquecho yConde, Comendadora de Santa Cruz.

CÓMO PASÓ DE LA REINA DE ESCOCIA A LA REINA DEESPAÑA

Tenemos ya la historia documentada de esta pere-grina imagen en su ingreso, estancia y salida de las Órde-nes militares.

Q u e d a ndos puntos impor-tantísimos por dilu-cidar.

¿Cómo pasó de laReina Doña Isabela poder de la Con-desa de Escalan-te?

¿Cómo la adquirióla egregia esposade Felipe IV?

Respectodel primero, sólopodría iluminamosel testamento de laReina, si por acasoentre las memoriasy recuerdos que asus damas, dueñasde honor y meni-nas acostumbra-ban dejar, mencio-naba la reliquia,señalando de pasoalguna circunstan-cia que pudieraservir de derroteropara nuevas inves-tigaciones y bús-quedas.

Pero es elcaso que Doña Isa-bel, acometida deuna violenta erisi-pela, que en seisdías la llevó al se-pulcro, no pudo ha-cer testamento y se limitó a otorgar el día 5 de octubre del1644, la víspera de su muerte, un poder amplio ante Pedrode Arce para que su regio consorte testara por ella y cum-pliese los deseos que en distintas ocasiones le había co-municado; nombraba por herederos a sus hijos el PríncipeDon Baltasar Carlos y la Infanta Doña María Teresa, y anu-laba y revocaba el testamento cerrado que en 11 de no-viembre del 1623 había hecho ante el secretario Pedro deContreras.

Aunque el augusto viudo hubiera cumplido el en-cargo de su esposa, no creo yo que se hubiera detenido enespecificar estos legados menudos que tanto me interesabaencontrar. No aparece en el Archivo del Palacio Real, ni en

el Histórico Nacional, ni en el de Simancas, el testamentoque por poder de su cónyuge pudo otorgar el Rey Felipe: to-do induce a pensar no lo hizo nunca, por más que consta elfidelísimo cumplimiento de su sagrado cometido, pagandodeudas, haciendo grandes limosnas a pobres, iglesias yconventos, y concediendo mercedes y pensiones metálicasa criados y servidores de la finada Reina.

Prueba elocuente es en favor de la creencia de queno usó del poder en forma de testamento, que para nada secita este instrumento, como sería lógico y natural, en el In-

ventario y tasaciónde las joyas y bie-nes que quedaronde la Reyna nues-tra señora, que estáen el cielo, hechoen Madrid a 24 denoviembre de 1644,ante Francisco deYanguas, escribanodel Rey, familiar delSanto Oficio de laInquisición y vecinode Madrid, conasistencia de donJerónimo de Atay-de, Marqués de Co-lares, Conde deCastro, mayordomoque era de la Rei-na, para que se en-tregue a don Fran-cisco de Gaztelu yGamboa, caballerode la Orden de Al-cántara, guardajo-yas de Su Majes-tad. (Archivo deProtocolos, 547).

En este extensoinventario, dondese describen y ta-san las joyas y al-hajas, plata labra-da, relicarios,cuadros, tapiceríasy muebles que fue-ron de Doña Isabel,muchos de cuyos

objetos se vendieron, según costumbre de entonces, en laalmoneda que se hizo para pagar el importe de deudas,mandas y gastos, no se incluye el relicario de María Estuar-do, ni se habla de él para nada.

Será cosa más probable que lo recibiera en vida laCondesa como muestra de cariño con motivo de cualquierfausto suceso, nacimiento, bautizo o jura de príncipe, o talvez para consolarla de alguna tribulación, y ocasiones nofaltaron de sentirlas a quien enviudó nada menos que tresveces.

La misma frase del testamento de la Escalante,que llegó a las manos de la señora Reyna Doña Isabel deBorbón y después a las mías, parecen denotar una solución

La Reina Doña Isabel de Borbón, esposa de Don Felipe IV (óleo de Diego de SilvaVelázquez en el Museo Nacional del Prado).

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de continuidad en la posesión del insigne joyel y aumenta lapresunción de que hubo de ser una donación inter vivos,quién sabe si a la hora de la muerte, cuando, ausente elRey Felipe en Cataluña, y no consintiendo con abnegaciónde madre que sus hijos se acercaran a besarla para no sercontagiados, fué asistida con esmero por las damas, cama-ristas y doncellas de su mayor confianza y afección(1).

Privados de toda luz que nos permitiera caminarsobre seguro en seguimiento del origen de la reliquia, y aunsiendo corto el lapso de tiempo que media entre el ensan-grentado patíbulo de la Reina escocesa(1587) y el tálamo nupcial de la Prince-sa de Francia (1615, unos veintisieteaños), no podemos salir del terreno dehipótesis más o menos verosímiles, niacertamos a escoger entre las varias in-terrogaciones que acuden a la mente.

El Rey Prudente y Católico, elque tanto se interesó por la desventura-da Estuardo, ayudándola y sostenién-dola en cuanto su política lo consentía,¿pudo de alguien obtener aquel elo-cuente testimonio del acendrado catoli-cismo de la egregia víctima?

Don Bernardino de Mendoza,embajador de Don Felipe Il, recibió unasortija que le enviaba poco antes de susuplicio la Reina María; y que la joyallegó a manos de aquel Monarca nos locuenta Cabrera de Córdoba, añadiendola noticia de que en tanto la estimó, queeste anillo que hubo de su despojo hizoponer en El Escorial entre las reliquiasde los santos. Compruébalo el registrode reliquias de este Monasterio, dondeestá inscrita la Entrega sexta. En 30 dejunio de 1593, y por ante el EscribanoGregorio de Segovia, entregó AntonioVoto, Guardajoyas del Rey D. Felipe II, al Prior y Monasteriodel Escorial lo siguiente: una sortija de oro tallada y esmal-tada de negro, engastado en ella un diamante tabla delga-do, viseles baxos, buen agua, que fué de la Reyna de Esco-cia que la de Ingalaterra hizo degollar: pesa dos castellanosy seys granos, para poner en los relicarios(2).

Aun cuando en buena ley de lógica es presumibleque con mayor motivo hubiese destinado al relicario el Cru-cifijo en cuestión, no cabe desechar en absoluto la idea deque pudo retenerla para sus devociones personales o rega-lársela a cualquiera de sus hijas.

Enrique II de Francia, en cuya nación pidió reitera-damente ser enterrada la que un día fué su Reina; los Du-ques de Guisa y de Lorena, por vínculo de tan estrecho pa-rentesco unidos con la viuda de Francisco II; su mismamadre política Catalina de Médicis, ¿obtuvieron la reliquiacomo recuerdo de familia, quizá de la misma Kennedy, y pa-só después, por donación o por herencia, a la que vino aocupar y compartir el solio del Rey Católico por excelencia?

Está perfectamente comprobado que la víspera desu ejecución recomendaba por escrito y con todo encareci-miento la infeliz Reina de Escocia a su cuñado el de Franciala suerte y el porvenir de sus fieles servidores, a quienes

entregó diferentes recuerdos y memorias para distribuírlosentre sus parientes de la Familia Real francesa. Sábese deciencia cierta que, pasados los solemnes funerales que hizocelebrar en Petersborough la pérfida e hipócrita Isabel, au-torizó y permitió que pudieran embarcarse; y es conocida,por carta de don Bernardino de Mendoza, la fecha exacta(24 de octubre de 1587) en que arribaron a Francia casi to-dos los que fueron testigos presenciales de la bárbara ycruel tragedia de Fotheringay, entre ellos Juana Kennedy eIsabel Curle, precisamente las dos doncellas de honor que

la ayudaron a desnudarse y recogieronlas últimas palpitaciones de la víctimainmolada, y la primera el Crucifijo deoro que llevaba pendiente de una cade-na en el cuello, según lo refiere Letten-hove.

Indicios vehementísimos son és-tos en favor de la conjetura que deja-mos apuntada.

Tampoco fuera imposible quecuando la venida a Madrid, en 1623, deljoven Carlos, Príncipe de Gales, con subrillante séquito para tratar de su bodacon la Infanta Doña María, hermana deFelipe IV, ocasión en que tanta magnifi-cencia y fastuosidad desplegaron losReyes y los Grandes, y tantos y tansuntuosos regalos mediaron entre am-bas Cortes, entregara a la piadosa y de-votísima Doña Isabel de Borbón la cruzsanta tan besada por su abuela, quienen las gradas mismas del cadalso, ycon generoso olvido de su tibieza filial,envió su postrera bendición a su hijo Ja-cobo VI. ¿No pediría este Príncipe algúnobjeto o memoria de los últimos momen-tos de aquella a quien debió el ser? Nome parece improbable.

Últimamente, cuando el furor protestante arreció lapersecución contra los católicos y éstos huían de Inglaterra,viniendo muchos a España, para ingresar, las damas, en losconventos, y los varones, en los colegios precisamente lla-mados de ingleses y de irlandeses, por que tanto se intere-só la Reina Doña Isabel, ¿pudo alguno de los emigrantesallegados de la Kennedy traer la reliquia que llegó a manosde la Reina de España?

Por cualquiera de estos modos, posible es que deotro alguno, no por más inesperado menos probable, hubode ser fijamente. Difícil se me antoja dar con el cierto, sinque la casualidad, el azar o la fortuna intervenga como fac-tor principalísimo en penetrar el misterio.

¡Plegue a Dios que un investigador más diligente,más entendido y experto pueda completar y concluir la his-toria documental de esta reliquia insigne, de este Crucifijohistórico!. Crucifijo que parece destinado por altos designiosde la Providencia a consolar regios infortunios.

Las torturas, las congojas, el afrentoso tormento, el martirioabominable de la Reina de Escocia; las inquietudes, los te-mores y las ansias con que veía peligrar el Trono del espo-so y la herencia del hijo por el desamor del pueblo, ante laomnímoda y funesta privanza de Olivares, la virtuosa Reina

Crucifijo que llevó al patíbulo la ReinaMaría Estuardo, más tarde propiedadsucesivamente de la Reina Doña Isabelde Borbón, de la Condesa de Escalante,de la Orden de Santiago, y por fin de laReina Regente Doña María Cristina.

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Doña Isabel de Borbón; las amarguras de una triste y pre-matura viudez; las penas y las zozobras de una larga mino-ridad, tan digna y prudentemente regida por Doña MaríaCristina de Austria. ¡Quiera este simbólico y milagroso em-blema de nuestra santa Redención colmar de bienandanzasy venturas el nuevo reinado que alborea, trocando en prós-peras y felices realidades las vivas y halagüeñas esperan-zas que todos tenemos puestas en las altas prendas y rele-vantes dotes que concurren en nuestro joven y augustoSoberano!.

ESTADO ACTUAL (1901) DE LA RELIQUIALa cruz se encuentra encerrada en marco moderno

de ébano con remates y adornos de bronce y el escudo realde España. Está incrustada en un fondo de terciopelo azula-do y cubierta por un cristal biselado.

Gracias a la bondad deS.M. he podido examinarla a mi sa-bor y cerciorarme de que mideocho centímetros de largo por seisy medio de ancho. El Cristo es deesmalte blanco, menos el paño ple-gado que rodea el divino cuerpo,que es de oro. La corona conservabastantes restos de esmalte verdetranslúcido, y las gotas disformesde sangre que manan de las ma-nos, pies y costado del Redentor,no son piedrecitas imitadas a rubí-es, sino lagrimones de esmalte rojotranslúcido.

La cruz conserva huellasdel filete de esmalte negro que lacircundaba y de azul en el florónsuperior, compuesto de cuatro vo-lutas, y en los laterales, de dos vo-lulas, faltando en todos las virolaso remates. En la parte inferior falta,no sólo el remate, sino también elflorón, pudiéndose apreciar la gotade estaño con que fué soldado alremate de la sacra donde estuvotantos años: bárbara mutilación quehizo desaparecer en tanto zaran-deo la tapa posterior con los pasosde la Pasión en esmalte que cerra-ba la cruz y el lignum crucis, dejan-do al descubierto la caja o hueco dela reliquia.

El trabajo, la esmaltación ylas letras del INRI, no acusan anti-güedad anterior al siglo XVI.

NOTAS1) He visto algunas minutas referentes a señoras de estanoble casa de Guevara que prueban la protección, el afectoy la consideración que las dispensaban en Palacio. DoñaAna de Guevara, ama, dice la Historia, de Don Felipe IV,era queridísima de este Monarca. En 26 de julio de 1627manda S.M. se dé a doña Ana María de Guevara, dama dela Reina de Hungría, la enfermería que se acostumbra dar a

las damas, todo el tiempo que estuviera enferma, en casadel Conde de Oñate, su hermano. En 1622 doña Catalinade Guevara va por guarda de las damas de S.M. Cesárea laEmperatriz. A doña Ana Ladrón de Guevara, de la cámaraque fué de la Reina Doña Margarita, se la conservan 50 du-cados al mes, etc. Se concede otra merced a doña CatalinaLadrón de Guevara (viuda del maestre de campo don Mar-tín de Berrio), de la cámara de la Reina Doña Isabel. A doñaMaría de Guevara, que dió el pecho a mi amado hijo, man-dó la Reina Mariana de Austria se depositara en casa deGaspar de Carrión, guarda de damas de la Reina, por amade respeto del Príncipe, año 1660.

2) La víspera de su muerte pidió la Reina sus alhajas y lasexaminó con minucioso cuidado, hasta la sortija de menosvalor. ¿Acudirían a su mente algunos· recuerdos· de su ju-ventud, algún recuerdo de aquella Corte de Francia, tan es-

pléndida y brillante, en donde ellahabía ocupado el primer puesto?.Quiso que allende los mares fueseofrecido algún objeto o memoria desu parte al Rey de España, al deFrancia, a Catalina de Médicis, alos Príncipes de la casa de Guisa;pero no olvidó tampoco a quienesen Inglaterra y Escocia habíansiempre sostenido su causa. Envióun precioso rosario a los Condes deArundel y un magnífico zafiro a LordClaudio Hamilton.

En esta hora suprema tuvo para ca-da uno de sus servidores un testi-monio de su reconocimiento y grati-tud: dió a su médico Bourgoing dosanillos, dos cofrecillos con dinero,sus dos laúdes y su libro de música,encuadernado en terciopelo; a sumédico Gervais, los retratos delRey y de la Reina de Francia pen-dientes de una cadena de oro y pie-dras, dos brazaletes de oro conágatas y en ellas grabada la Pasiónde Nuestro Señor, un reloj y dos es-feras geográficas; al boticario Go-rion, un agnus Dei en marco deébano, un anillo de oro con hermo-so diamante, y dos almohadonesbordados; al limosnero Du Préau,un cáliz, dos vinajeras e imágenespiadosas, entre ellas la Virgen encoral. No olvidó tampoco a Melvil,para quien dejó separado un cuadrode oro esmaltado con el retrato delRey de Escocia, un reloj y unos

guantes perfumados; repartiendo entre todos ellos los librosque en su biblioteca había.

Para aquellas cariñosas mujeres que de tan tiernos cuida-dos la rodearon y que tan vivas pruebas de afecto habíande darla pocas horas después, reservó la resignada víctimaun rosario de oro y rubíes, regalo en otros tiempos de suverdugo Isabel; un espejo de oro con el retrato de EnriqueIII, otros dos espejos, otro rosario de oro con ágatas, trajes,vestidos y todas sus medias y guantes, que entregó a Jua-

Doña María Cristina de Austria, Regente deEspaña, viuda del Rey Don Alfonso XII, con suhijo y heredero el Niño Rey Don Alfonso XIII (óleode Antonio Caba, Real Academia de Bellas Artesde San Jorge, Bercelona).

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na Kennedy; a Elspeth Curle, unaplancha de oro esmaltado con suretrato y el de su marido e hijo, va-rias cadenas y anillos y muchosvestidos, no solamente para ella,sino también para la esposa deGilbert Curle y su niña, de quienMaría Estuardo había sido madri-na. A Gille Mowbray regaló un es-cabel de terciopelo y su guitarra.No puedo hacer otra cosa por vo-sotros, dijo a sus consternadosservidores.

Ordenó que se vendiesen despuésvarios objetos para que con su pro-ducto pudiesen pagarse el viaje;tales fueron algunos ricos vestidosbordados de perlas, una pieza depaño de oro y una tapicería que re-presentaba la historia de Meleagre.

Antes de amanecer llamó a Goriony le dijo: Os he dado una carta pa-ra el Embajador Mendoza.¿Qué haríais si no pudieseis en-tregársela?. Y al contestarla Go-rion que en tal caso iría él mis-mo a Madrid para ponerla enlas manos del Rey de España,Está bien -le contestó-, ofreced-le este anillo con un diamante, yrecordadle que muero por la fecatólica, y decidle que le reco-miendo mi hijo y la causa de loscatólicos ingleses. Este mismoanillo es el enviado por Felipe IIal relicario del Escorial. No esta-ría de más averiguar si se con-serva allí. Bien lo merece tanhistórica alhaja.

Aun cuando se quemó todocuanto regó y empapó con susangre generosa la víctima ino-cente, es probable, dice Letten-hove, que el verdugo, a preciode oro, permitiese a sus servido-res recoger los objetos que llevóel día de su suplicio: el rosario yel Crucifijo pendiente, que fue-ron llevados a la Condesa deArundel; su cadena de oro, suvelo y su camisa, que en 1688pertenecían a su nieto Jacobo II;su libro de horas, que fué dona-do por el Arzobispo de Cambraya Carlos X, etc.

Powlet, que penetró en el orato-rio donde la Reina había pasadosu última noche, recogió algunas alhajas, retratos de su hijoy de Príncipes de su casa y un libro donde escribió la mis-ma María Estuardo: DESUS MES VESTEMETS ILS ONTJETTE LE SORT (Labanoff, tomo VII, pág. 346).

ADDENDAEste erudito artículo del Marquésde Laurencín, numerario de la RealAcademia de la Historia, fue publi-cado en la Revista de Archivos, Bi-bliotecas y Museos en 1901, y loreproducimos hoy en Cuadernosde Ayala por su rareza y porque locreemos muy interesante.

A las sabias palabras del académi-co Marqués de Laurencín solamen-te hemos de añadir nosotros que ladonante del Crucifijo al Conventovallisoletano de Santa Cruz, doñaMaría de Guevara y Mendoza,Condesa de Escalante, infatigablelectora, fue una de las pocas seño-ras que destacó por su cultura enla Corte española del Barroco, y amás de varias interesantes cartas,fue autora de dos obras eruditas:Memorial de la Casa de Escalante

y servicios de ella (Valladolid,1656), y Desengaños de la Cor-te y mujeres valerosas (s.l., peroMadrid, 1664), que es un alega-to a favor de la política de DonJuan José de Austria, de quienfue declarada partidaria. Sobreesta escritora véanse los estu-dios de Isabel Barbeito, “Maríade Guevara”, en Estudios sobreescritora hispánicas en honor aGeorgina Sabat-Rivers (Madrid,Castalia, 1992, págs. 62-78);tam- bién Mujeres del MadridBarroco. Voces testimoniales(Madrid, 1992); y también “Ges-tos y actitudes “feministas” en elSiglo de Oro español: de Teresade Jesús a María de Guevara”,en Lisa Wollendorf (ed.), Litera-tura y Feminismo en España, si-glos XV-XXI (Barcelona, 2005,págs. 59-76). También MaríaVictoria López-Cordón, “La Con-desa de Escalante y sus “Muje-res Valerosas”. Un caso de arbi-trismo femenino”, en elSeminario “La Querella de lasMujeres” y la polémica feminista(Madrid, Universidad Complu-tense, 2007). Dentro de los Cur-sos de Verano de la UniversidadComplutense, está previsto eneste mismo año 2009 que sedesarrolle el titulado Retrato dela mujer renacentista: claves pa-

ra su estudio, en el que el profesor D. Ignacio Atienza pre-sentará su ponencia “Dos mujeres entre la transgresión y lasumisión: María de Guevara, Condesa de Escalante, y Es-tefanía de Requeséns”. Por la addenda: el Dr. Ceballos dela Escalera.

Isabel I, Reina de Inglaterra, la “Reina Virgen”, quemandó asesinar a su prisionera la Reina María deEscocia en 1587 (óleo anónimo fechado en 1592,conservado en Hardwick House). Debajo, escena de laejecución de María Estuardo en el patio del castillo deFotheringay, el 8 de febrero de 1587, según un dibujoanónimo de la época).

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José María de Francisco Olmos y Felicia-no Novoa Portela, HISTORIA Y EVOLU-CIÓN DEL SELLO DE PLOMO. LA CO-LECCIÓN SIGILOGRÁFICA DEL MU-SEO CERRALBO. Madrid, Real Acade-mia Matritense de Heráldica y Genealo-gía, 2008. ISBN 978-84-88833-04-4216páginas, con numerosas ilsutraciones enblanco y negro, y algunas en color. Elprofesor de Francisco Olmos -trabajadorincansable- y su colega Novoa Portelahan realizado un acucioso catálogo de lacolección de sellos de plomo que se con-servan en el madrileño Museo Cerralbo,cuyas piezas suman 32. Pero esta obrava mucho más allá, puesto que nos pre-senta un interesantísimo estudio de losorígenes, evolución y usos del sello deplomo en todos los reinos hispánicos me-divales, y -creemos que esto es aún másinteresante- en la España Moderna, has-ta el reinado de Don Fernando VII. Unestudio tan acucioso y tan documentadocomo los que acostumbra a hacer el pro-fesor de Francisco Olmos (ACE).

Dominique Audrerie, L’ORDRE DUSAINT-SEPULCRE DE JÉRUSALEM.París, 2008. ISBN 978-2-908003-32-0.48 págs. Con un erudito y espléndidoprefacio de André Damien (del Institutode Francia), este opúsculo nos presnetaun buen resumen de los orígenes, evolu-ción y presente de la Orden Ecuestre delSanto Sepulcro de Jerusalén, apoyadotodo en una selecta y actualizada biblio-grafía. Muy recomendable (ACE).

Carlos López-Fanjul Argüelles, ÁGUI-LAS, LISES Y PALMERINES. Gijón, Edi-ciones Trea, 2008. ISBN 978-84-9704-357-1. 258 páginas, con ilustraciones encolor. El autor -doctor ingeniero agróno-mo y catedráticio de Genética en la Uni-versidad Complutense de Madrid-nosofrece una interpretación unificada del fe-nómeno heráldico en Asturias, desde suaparición a mediados del siglo XIII, hastasu anquilosamiento a mediados del siglo

XVI. Para ello, el Dr. López-Fanjul ha uti-lizado de una manera exhaustiva todaslas fuentes documentales y bibliográficasdisponibles, y ha examinado todos lostestimonios monumentales asturianos -principalmente los epigráficos-. Trasexaminar los esmaltes y figuras y las es-cenas heráldicas predominantes, trata delas importaciones heráldicas; las diferen-cias, particiones y brisuras; la inspiracióny los usos heráldicos; y las fuentes de laheráldica asturiana; para concluir con va-rios apéndices, la relación bibliográfica yun útil índice de armerías. La obra, de in-dudable interés por su calidad científica,ha sido galardonada con el XI Premio Al-fredo Quirós Fernández. Un estudio he-ráldico excelente (ACE).

Enrique Soria Mesa, LINAJES GRANA-DINOS. Granada, Diputación Provincialde Granada, 2008. ISBN 98-84-7807-474-7. 128 páginas, con numerosas ilus-traciones a todo color. El autor, con lasolvencia a que nos tiene acostumbra-dos, nos presenta una visión panorámicade la nobleza y de las élites granadinas,a través de una selección muy cuidadade varios de sus más señeros linajes, co-mo lo fueron los Mendoza, Marquéses deMondéjar; los Castilla, Señores de Gor;los Zafra, Señores de Castril; los Pérezdel Pulgar, Señores del Salar; los Pérezde Herrasti, los Méndez Pardo, los Pa-checo de Padilla, los del Rosal, los Mal-donado, los Pérez de Barradas, los Mar-tínez Carrasco, los Arias de la Torre, losPonce de León, los Granada Venegas,los Fernández Cortacero, los Llano o losVeneroso. Soria Mesa analiza estas fa-milias no sólo genealógicamente (aunqueesta sea la perspectiva dominante) sinodesde el punto de vista de su adscripcióna una procedencia y a un grupo social(alta nobleza, caballeros e hidalgos, jude-oconversos, moriscos, genoveses, élitesrurales, oligarquías urbanas...). Los com-plementos del libro (ilustraciones, biblio-grafía, glosario, índices, referencias do-cuemntales) son muy acuciosos y útiles.Este es un estudio magistral (ACE).

Ramón Alberdi, DOROTEA DE CHOPI-TEA Y DE VILLOTA. Barcelona, Funda-ción Edebé, 2009. ISBN 978-84-236-9431-0. 344 págs, con varias tablasgenealógicas, y numerosas ilustracionesen color y en blanco y negro. Ramón Al-berdi nos ofrece ante todo,como anunciael título, una excelente biografía de Doro-tea de Chopieta (1816-1891), caritativaseñora nacida en el Chile todavía colo-nial pero criada y casada en el seno dela alta burguesía barcelonesa del plenosiglo XIX; es decir, del momento históricoen el que la Ciudad Condal se ensanchóurbanísticamente y encabezó la revolu-ción industrial española, con todos los

problemas sociales que ese progreso su-puso. Y es en el relato de ese procesohistórico, social y urbano en el que el au-tor ha realizado un trabajo admirable y deuna enorme erudición, hasta el punto deque podemos afirmar que la biografiadano ha sido solamente doña Dorotea (aquien se deben la fundación y mecenaz-go de importantísimas obras sociales yeducativas, muchas de las cuales toda-vía perduran hoy), sino toda la ciudad deBarcelona a lo largo del Ochocientos.Junto a ese logro, el autor ha reconstrui-do minuciosamente el entorno familiar dedoña Dorotea, y toda su prole habida consu marido el banquero y empresario JoséMaría Serra: las tablas genealógicas sonmuy completas, como el aparato eruditoque sostiene el texto. Finalmente, recon-forta comprobar el interés de autores ycríticos por la vida de una señora com-me-il faut, o sea ejemplarmente cristiana,cuando hoy sufrimos una avalancha detextos dedicados a personajes revolucio-narios de andar por casa y de pseudo-guerrilleros heroicos que en realidad nofueron más que asesinos en serie (ACE).

Juan José Iglesias Rodríguez, EL ÁR-BOL DE SINOPLE: FAMILIA Y PATRI-MONIO ENTRE ANDALUCÍA Y TOSCA-NA EN LA EDAD MODERNA. Sevilla,Universidad de Sevilla, 2008. ISBN 978-84-472-1147-0. 250 páginas. El título serefiere al primer campo del escudo de ar-mas de los Fantoni, patricios de Toscanay nobles en Cádiz (un pino verde, atrave-sado por una banda de gules). El autor,catedrático de Historia Moderna y vice-rrector de la Universidad de Sevilla, abor-da la historia familiar de los Fantoni, Con-des de Jimera de Líbar y regidoresperpetuos de Cádiz, desde su afinca-miento en la tacita de plata durante la pri-mera mitad del siglo XVI. Pretende ofre-cer un ejemplo y un panorama de lasgrandes familias de hombres de nego-

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cios toscanos y gaditanos: sin embargo,el estudio apenas aporta novedades encuanto a la genealogía del linaje, y noparece que las investigaciones que dicehaber realizado hayan sido hechas conrigor, pues omite algunas circunstanciasmuy importantes de la historia familiar yandaluza -como la gran labor social de laobrapía del capitán don esteban Chilton,vinculada al mayorazgo de Fantoni des-de 1621-. Esto nos lleva a sospechar queesas pesquisas se hayan realizado pormedio de estudiantes o becarias. Tam-bién el léxico utilizado deja que desear,pues insiste una y otra vez en denominarsaga a esta ilustre familia (RFB).

Georges Martin, HISTOIRE ET GÉNÉA-LOGIE DE LA MAISON DE CASTELLA-NE. La Ricamarie, 2008. ISBN 978-2-901990-07-9. 266 páginas con nume-rosas ilustraciones en blanco y negro, ydensas tablas genealógicas. El acredita-do genealogista de las grandes Casas dela nobleza francesa (se le deben textosrelativos a las de Harcourt, La Rochefou-cauld, Rohan-Chabot, Clermont-Tonerre,Noailles, Montmorency, Talleyrand y tan-tas otras), nos presenta ahora esta am-plia genealogía de los Castellane, en edi-ción numerada. El libro recoge por menorlos feudos de la prole del primer Señorde Petra Castellana, en la alta Provenza,allá por el siglo octavo, y estudia toda es-ta progenie y Casa, sus títulos, sus ar-merías, y sus distintas y por cierto nume-rosas ramas -dos de ellas hispanas: lasde los Duques de Almazán de Saint-Priest, y la de los Condes de Castilleja deGuzmán-. Una buena bibliografía, unapéndice gráfico muy interesante, y unacucioso índice de las personas mencio-nadas, complementan bien esta modéli-ca genealogía (ACE).

Roy Strong, CORONATION, FROM THE8TH TO THE 21ST CENTURY. Londres,Harper Perennial, 2005. ISBN 978-0-00-716055-6. 556 páginas, profusamente

ilustradas en color. Sir Roy Strong (Lon-dres, 1935), antiguo director de la Natio-nal Portrait Gallery y del Victoria & AlbertMuseum, hoy bailío de la badía de West-minster, nos presenta con este libro unode esos soberbios y definitivos textosconque tantas veces nos soprenden losautores británicos, en este caso atinentea una de las ceremonias clave en la pro-paganda y la legitimación política del mo-narca durante las Edades Media y Mo-derna. Obviamente, referido tan solo a lamonarquía británica. Es un estudio pro-fundo y muy elaborado, muy denso encuanto a las noticias que proporciona,muy erudito en cuanto que se apoya sóli-damente en un monumental aparato dereferencias documentales y bibliográfi-cas, y en un no menos monumental apa-rato gráfico. En resumen, un estudio so-berbio, de esos que muy pronto alcanzana denominarse simplemente por el nom-bre de su autor: el Strong (ACE).

Gabriel Cardona, LOS GASSET. MILI-CIA, POLÍTICA Y PERIODISMO. Madrid,Fundación Patrimonio Natural, 2008.ISBN 978-84-95241-63-4. 302 páginas,con numerosas ilustraciones en blanco ynegro, y una tabla genealógica. El profe-sor Cardona, acreditado historiador y mi-litar, nos presenta una completísima his-toria familiar de los Gasset, apoyada enuna ajustada genealogía de este linajeoriginario de La Seo de Urgel (Lérida),cuyo ascenso social comenzó durante laguerra contra la Convención francesa(1793-1795). Dedicado al comercio degrueso trato, se asentó en Barcelona yse extendió a las Américas, hasta que lainvasión francesa lforzó a los hermanosManuel y Jaime Gasset a empuñar lasarmas, y lo hicieron bien y cumplidamen-te. Durante el siglo XIX fungieron el te-niente general don Manuel Gasset y Mer-cader, I Marqués del Benzú (1814-1887),que se distinguió en la guerra de África yalcanzó a ser director general de Carabi-neros y de Ingenieros; y su sobrino el po-lítico Eduardo Gasset Artime (1832-1884), fundador del diario El Imparcial en1867, de tan larga memoria en la Españadecimonónica, que alcanzó a ser minis-tro de Ultramar en 1872. De sus siete hi-jos, Rafael Gasset Chinchilla (1866-1927) fue a su vez ministro de Agriculturaen 1900 y en 1903, y varias veces minis-tro de Fomento entre 1905 y 1923; y cua-tro de sus hermanos se sentaron en lasCortes. También destacaron, y mucho,los nietos de don Eduardo: dos fueron di-putados a Cortes, dos diplomáticos des-tacados, y un quinto fue nada menos quedon José Ortega y Gasset (1883-1955),el genial filósofo español y uno de losmás grandes del siglo XX. Una familiamuy ilustre, pues, de la que bien se pue-

de decir con toda justicia que ha hecho laHistoria de España. La obra está bien es-crita, bien documentada y bien ilustrada,y además muy pulcramente editada porEl Viso. Un buen ejemplo de cómo debeabordarse la historia de nuestras élitespolíticas y culturales (ACE).

Margarita Torres Sevilla, PALAT DE REY.EL PALACIO DE LOS QUIÑONES,CONDES DE LUNA, Y SU ENTORNOURBANO. León, Universidad de León,2008. ISBN 978-84-9773-404-2. 184 pá-ginas, con numerosas ilustraciones y pla-nos en blanco y negro. Los estudios delos edificios significativos en la historiaurbana son siempre muy interesantes,sobre todo cuando se hacen bien, es de-cir cuando se tienen los conocimientosimprescindibles de genealogía y de his-toria nobiliaria, toda vez que esa clase defábricas suelen estar muy relacionadascon las familias de la antigua nobleza.Afortunadamente, la profesora Torres Se-villa no solamente tiene esos conoci-mientos en un grado más que notable(como nos acreditó con su magna obraLinajes nobiliarios de León y Castilla, si-glos IX-XIII, publicada en Salamanca en1999), y con tantos otros estudios nobi-liarios excelentes, sino que en este casoesos conocimientos los tiene superioresporque trata en gran parte de su propiafamilia: y es que el antiguo Palacio de losReyes de León pasó más tarde a manosde los Quiñones, uno de los más princi-pales linajes leoneses, distinguidos des-de el siglo XV con el título de Condes deLuna, caya Casa recayó más tarde en lade los Conde-Duques de Benavente. Elestudio es, pues, completísimo, tantodesde el punto de vista arqueológico, ar-quitectónico y artístico, como en cuantose refiere a los sucesivos propietarios yocupantes del edificio. Un excelente yacabado modelo de cómo debe hacersela historia urbana de nuestros edificiosmás singulares (ACE).

REVISTA DE LIBROS

Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [24]

Acontece que casi al mismotiempo que recibo la misiva, hay entremi prole un debate muy vivo a propó-sito de las zapatillas (Albert slippers)que se han puesto tan de moda conocasión de la boda de don FlavioBriatore, muy señor mío, del que des-conozco casi toda su donosura. Re-sulta que el susodicho se calzó unasslippers con sus iniciales bordadas enel empeine por completar el impeca-ble chaqué. Hay quien las pone conesmoquin, e incluso algún extrava-gante se ha atrevido a exhibirlas confrac. Mis hijos se muestran contrariosante tales licencias y creen que estasprendas deben llevarse con zapatosde cordones y dejarse de absurdasinnovaciones, aunque les aviso queel Presidente Kennedy las utilizaba con vaqueros, sin quenadie se escandalizase. Parece que mi mujer tampoco espartidaria de tanta imaginación.

No comparto del todo esta opinión tan mayoritariaentre los míos. Las zapatillas de terciopelo con suela decuero, bordadas con el escudo de armas, las iniciales delpropietario u otros motivos heráldicos, fueron inventadas porel Príncipe Alberto, el consorte de la Reina Victoria de laGran Bretaña, Emperatriz de la India. Suelen ser de colorazul, verde, grana o negro, y el regio personaje las utiliza-ba para estar en casa, cuando se retiraba a sus apo-sentos de Windsor (en cristiano, Vindilisora) y se ce-ñía el batín, también de azul velludo.

Ahora algunos las prefieren para salir a la ca-lle, y es que la moda tiene sus caprichos. El casoes que la práctica nos ha llegado muy tarde. Can-tantes como Sinatra o Dean Martin las utilizaron enlos sesenta. A Winston Churchill, que las ponía encasa, no se le ocurrió salir a la calle con ellas.¿Quién iba a decir hace unos años que los llama-dos naúticos se aceptarían como zapatos desport? Igual pasará con las pantuflas de Alberto,que llegarán a clásicas. Todo es cuestión de per-cepción. Es la costumbre la que nos hace perci-birlas como inadecuadas.

A mí no me lo parecen. Si se aceptan loszapatos de charol con lazo negro (tan del XVIII) co-mo propios del esmoquin, no veo porqué se recha-zan estas zapatillas más cómodas, pero con la mismaforma y diseño general. Vamos, yo me las pondría sinrubor alguno.

Será mi lado frívolo (que no dandy) y es que me te-mo que quién me llamó dandy frívolo y sin sustancia queríadecir, por despreciarme, snob o petimetre. Dandy es otracosa. El dandy nada tiene que ver con el snob o el petime-tre, aunque, por veces, puedan identificarse como semejan-tes. No lo son.

Me barrunto que todo viene demi obra poética. Los hay que recon-vienen mi decidido tradicionalismo, minula preocupación social y mi interéspor conciliar ambas cosas con la poe-sía de vanguardia y la transgresión li-teraria. Sin sustancia será referenciamaliciosa a que no saca a mis escri-tos enjundia o provecho. Cosa queacepto de mil amores. Estos devotosdel lugar común quieren etiquetarlotodo con el marchamo de mi supues-to snobismo y de mi frivolidad bur-guesa. El que me tildó de dandy, esun poeta airado y reivindicativo quepresume de anarquista. Un coñazo.

Un tipo muy aburrido y previsi-ble, cuyos libros, siempre en edicio-nes baratas y de muy mal gusto, sontodos iguales. Jamás vestiría de es-

moquin, ni para recoger un premio de provincias. Lo suyoes sal gorda, comodidad y calzado de footing. Me ha escritocon ocasión de la publicación de mi libro Si escribiese tunombre (1), para dirigirme una diatriba con muy mala baba,por donde asoma el resentimiento.

No concibe que le dedique un poema a la Virgen delos Dolores, pudiéndolo hacer al Ché Guevara. Tampocoque no haya denunciado la supuesta injusticia de la inva-

sión norteamericana a Irak. Y se duele. Creo que se equi-voca. Claro que me importa todo lo que es humano.

Por eso he escrito un poema sobre la Virgen de losDolores. ¿Hay algo menos frívolo que el dolor deuna madre?

Sin embargo, soy de los que desconfía delmundo real como materia literaria. Me pasa que es-toy convencido de que la literatura no debe serconcebida como una traducción del mundo, perotampoco como algo ajeno al mundo. No se trata dedescribir el mundo, si no de recrearlo con la imagi-nación. La imaginación que nos identifica y singu-lariza. Recrear este mundo para comprender susignificado, su último sentido. Aquello que se intu-ye y no se percibe a simple vista. El mundo o almenos, el mundo en el que yo vivo, es tambiénfantasía, magia, irrealidad.

A esto, mi malévolo izquierdoso le debe lla-mar frivolidad. Nada de mis temas favoritos gusta a

mi excelso crítico, al que no nombro por no hacerlepublicidad y se descuelga, supongo que por zaherir-

me, con lo de dandy o snob.

DE RE DOCTRINAL

T E O R Í A D E L D A N D I S M Opor el Dr. D. José María de Montells y Galán (Academia de Alfonso XIII)

Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [25]

El snob (del francés, sans no-blesse, sin nobleza) suele ser un arri-bista que desea integrarse en un gru-po social que le seduce y para ello,exagera los modos y las maneras, conel fin de ser aceptado como uno más.Tiene un aire afectado y artificial. Se-gún él, su exageración le salva del maltono y le uniformiza con el grupo en elque quiere ser admitido.

El dandy, sin embargo, es unrebelde y un ser único. Tiene un haloromántico y su atuendo es antes sor-prendente que exagerado. Por decirlode alguna forma, el dandy es un insu-rrecto por convencimiento intelectual,que termina por distinguirse de los de-más casi sin quererlo. Al dandy le ha-cen sus actitudes irreductibles, su per-sonalísima indumentaria, susmaniáticos gustos. Un dandy jamássacrifica su opinión por seguir la modao por interés. Un dandy es el que hace la moda y la impone.Nunca se pondría unas slippers con un esmoquin conven-cional, todo lo más, las llevaría con uno de terciopelo, parasorprendernos con un lazo de un color o una seda impac-tante.

Seguramente nadie diría, en los tiempos que corren,que el general Millán Astray (el Fundador de la Legión) fueentre nosotros, un modelo de dandy desgarrado y castizo.Precisamente de él nos ha llegado la imagen distorsio-nada y propagandística de un militar de limitadapreparación, bravucón e irreflexivo. Nada más le-jos de la realidad. Millán Astray era un bohemiodel patriotismo y del heroísmo, a quien le ve-nían de familia su agudeza, su fantasía crea-dora y sus profundas dotes de psicólogo, fa-vorecidas por la profesión del padre -jefe deprisiones de Madrid, poeta, articulista y au-tor de libretos de zarzuela-, y la de su her-mana Pilar, ilustre novelista y comediógrafa.

Fue Millán Astray conferenciante pró-digo y admirado en España, Francia, Italia yAmérica, donde su palabra encendía los áni-mos con figuras hirientes, llenas de crudeza, vi-da y poesía. Sobre una idea suya de 1897, al vol-ver de Filipinas, había creado una legión llena deparadojas y contradicción en su misma esencia,como Unamuno; de descarnado realismo celtibé-rico, como Baroja; de sobriedad de frase, comoAzorín; de desenfado y aventura, como Valle-Inclán; de poesía solanesca más que macha-dina; pero sobre todo, de altísima idealidadsenequista, de amor a la Patria y a la muer-te en perfecta superación espiritual, siendoun ruidoso intelectual, pese a que intentarádisimularlo con simplistas imágenes románti-cas, muy apropiadas para desertores delhampa que convertiría en caballeros.

Su admiración por el Japón medieval lellevó a traducir el código del honor samurai, elBushido, que inspiró su Credo Legionario, modelo

de una prosa escueta donde aparecenla precisión militar y la concisión litera-ria. Caballero lazarista, fue fiel a la Or-den, tan denostada en nuestro país,hasta el último aliento. Le tengo por unepicúreo transmutado en asceta. La vi-da del general es un ejemplo constan-te de esta contradicción tan refinada.

Su enfrentamiento con Unamu-no, manoseado y manipulado hasta lanaúsea, es, paradójicamente, lo másunamunaniano que darse puede. Elgrito de ¡Viva la muerte! parece saca-do de las páginas de El Sentimientotrágico de la vida del vasco. Todo enMillán Astray es exceso y pasión.

Extremadamente querido porlas clases populares, para su atuendocivil se inspiró en ellas, adoptando enocasiones la parpusa o gorra de chu-lapo, el pañuelo al cuello y la zamarra

con cuello de piel, a las que le dio un aire mundano incon-fundible.

Siempre impecablemente vestido, era frecuente ver-le pasear con canotier y bastón, el monóculo ahumado quedisimulaba el tiro en el ojo, y el guante de manopla sabia-mente arrugado en la bocamanga de su único brazo. Lacapa adquiría en él aires de otros tiempos. También el Ter-cio, en su peculiar uniformidad se vio influido por su fuerte

personalidad, pues fue el propio Millán Astray quien re-dactó los primeros reglamentos siguiendo los dicta-

dos de un dandismo sublimado al paroxismo de lomístico.

Un dandy, en mi opinión, es un artistade sí mismo. A menudo se confunde dandycon elegante. El simple elegante nunca esagresivo. La elegancia no es un sentimientoni una manera de ser, ni menos una disiden-cia.

El dandismo en general, sería unabúsqueda de la excelencia, una autodiscipli-

na exigente y extremadamente rigurosa conrespecto a la apariencia. Tiene algo que ver

con la elegancia y con la cortesía, pero vulneraambos conceptos. Los dandis conocen perfecta-

mente las normas de urbanidad, el código inflexibledel buen vestir y del saber estar. Pero las quebran-

tan por coherencia con su sentido de la vida y labelleza. Gustan de la provocación contra lasconvenciones burguesas porque les repug-nan.

Así que creo que el que me calificóde dandy, no sabía lo que decía. No me ten-go por dandy. Soy incapaz de disciplinarme.Uno, lo tengo escrito aquí y allá, es de natu-ra indolente.

O sea, que soy demasiado gandul pa-ra ser dandy.

1) Si escribiese tu nombre, en Cantos de sirena, colec-ción de poesía (Madrid, Palafox & Pezuela, 2008).

NOBILTÀ, 87 (noviembre-diciembre2008). Oportuno, como siempre, el edito-ria, que se refiere a Considerazione sullaCILANE ad un cinquantennio dalla fonda-zione. Además, nos han interesado sobretodo los artículos de Antonio POMPILI,La croce come pezza e come figura neicontemporanei stemmi ecclesiastici italia-ni; y Carlo TIBALDESCHI, Persona e fa-miglia. Nuove frontiere della biologia edel diritto (ACE).

NOBILTÀ, 88 (enero-febrero 2009). Eleditorial trata de La parentela naturale inItalia nel secolo XIX, y le siguen los artí-culos de Maurizio C.A. GORRA, 339 bla-soni desunti da un manoscritto di Ales-sandro De-Grà; Marco MATTEUCCI,Alcune considerazioni sul 27 aprile 1859in Toscana; Paolo C.M. SCHENONI VIS-CONTI, La famiglia dello storico e biblio-tecario Aldo Pezzana; y Enzo CAPASSOTORRE, 1808, Murat a Napoli: un buonRegno, una modesta eredità politica(ACE).

BOLETÍN DE LETRAS DEL REAL INS-TITUTO DE ESTUDIOS ASTURIANOS,168 (julio diciembre 2006). Notamos enesta revista el artículo de Santiago DÍAZ-JOVE BLANCO, Antonio Menéndez Val-dés Quirós, promotor de la torre, capilla ycasa de San Lorenzo en Gijón (ACE).

CRÓNICA MOZÁRABE, 69 (2008). Traeel interesante artículo de Mario ARELLA-NO GARCÍA y Jesús GON-ZÁLEZ MAR-TÍN, Los mozárabes, su hidalguía (JAD).

HISPANIA, número 230 (2008). En laspáginas 647-705 incluye un interedsanteartículo de Ignacio ÁLVAREZ BORGE so-bre Los dominios de un noble de la cortecastellana en la primera mitad del sigloXIII: García Fernández de Villamayor,(ACE).

ATAVIS ET ARMIS, 16 (diciembre 2008)y 17 (febrero 2009). La revista de historia

lazarista viene muy interesante en estosdos números sucesivos. El primero traeel artículo de Rafael PORTELL PASA-MONTE, El Ducado de Santa Elena. Yen el segundo tienen interés particularlos artículos de J.Fernando AGUDOSÁNCHEZ, La independencia de la Or-den de San Lázaro; del Dr. J.M. PO-DESTÀ, Saint-Lazare Hospitalier; del Dr.D. José María de MONTELLS GALÁN,Las falsas Órdenes de San Lázaro y al-gunas cosas más; y del Prof. Dr. Aldo de-lla QUAGLIA, Andanza y contradiccióndel ilustre y prestigioso Barón Pinoteau(LCE).

CUADERNOS DE ESTUDIOS GALLE-GOS, 121 (enero-diciembre 2008). Lapublicación anual del Instituto de Estu-dios Gallegos Padre Sarmiento, en susección de Heráldica y Genealogía, in-serta los arículos de F. DELPECH, La le-gende de Dona Marinha: mythologie etgénéalogie; Pablo S. OTERO PIÑEYROMASEDA, Xosé Antón GARCÍA GONZÁ-LEZ-LEDO y Miguel ROMANÍ MARTÍ-NEZ, La yacente del abad de Oseira freyAres de Santa María (siglo XV); y CésarGÓMEZ BUXÁN, Panorama nobiliarionas terras de Camba e Rodeiro no tránsi-to á Idade Moderna (ACE).

BOLETÍN DE LA ACADEMIA VALEN-CIANA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDI-CA, XIV (julio-diciembre de 2008). Esteinteresante número incluye los artículosfirmados por Ángel SÁNCHEZ GARCÍA,Vigencia de la hidalguía en España; LuisVALERO DE BERNABÉ Y MARTÍN DEEUGENIO, Análisis comparativo de laheráldica valenciana; Salvador CHAPAVILLALBA, La genealogía en la obra deGrgorio Mayáns; Enrique ROCA DE TO-GORES BROTÓNS, Teodomiro, Señorde Orihuela; Enrique LLOBELL-PALAN-CA PINÓS, Apellidos nobles malteses enla región valenciana; y José MARTÍ CO-RONADO, El Señorío de Chóvar, III(ACE).

HIDALGUÍA, 331 (noviembre-diciembre2008). En este número aparecen, entreotros, textos de María Teresa MUÑOZSERRULLA, Don Bartolomé de Flon yMorales, I Conde de la Cadena: finanzasy ascenso social. Su participación en lacreación y desarrollo del Monte de Pie-dad de Madrid; Andrés J. NICOLÁS-MI-NUÉ SÁNCHEZ, La Baronía de Quinto;José Miguel de MAYORALGO LODO,Conde de los ACEVEDOS, Necrologionobiliario madrileño del siglo XVIII (cont.);Francisco de SIMAS ALVES DE AZEVE-DO, Notas heráldicas sobre a página derostro dos comentarios de Afonso Dalbo-querque; Maikel ARISTA-SALADO HER-NÁNDEZ, El régimen jurídico del escudode La Habana; y Roberto QUIRÓS RO-

SADO, Nobleza, iglesia y comercio india-no: el caso de Cristóbal García de Sego-via, 1633-1692 (ACE).

IL MONDO DEL CAVALIERE, 33 (enero-marzo 2009). Notemos en este númeroun editorial que toca -y toca muy bien- unasunto especialmente sensible: el de lahipotética supervivencia legal de la no-bleza en el mundo de hoy, y las pruebasy acreditaciones que admiten y que dis-ciernen las Órdenes caballerescas. Le si-guen los artículos de Maria Loredana PI-NOTTI, In ricordo del Cardinale Pio Laghi(1922-2009), y también Nozze reali inGeorgia. Il matrimonio di Davide Bagra-tioni-Mukraneli e Anna Bagrationi-Gru-zinski; Alberto LEMBO, Augusto dellaPosta, Duca di Civitella, cavaliere costan-tiniano; Mario VOLPE, Le prime decora-zioni della Croce Rossa Internazionale;Nerio CAPPONI, La svolta contrasta;Francesco ATANASIO, Amedeo Guillet, ilCavaliere dell’Impero; Pier Felice degliUBERTI, L’Armigerous Families of GreatBritain; y José María de MONTELLS YGALÁN, L’Ordine della santa regina Ta-mara (ACE).

BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DELA HISTORIA, tomo CCV/II (mayo-agos-to 2008). En esta entrega se incluyen,entre otros, los interesantes artículos deCarmen JUAN LOVERA, Dos Pulgares,el cronista y el de las hazañas. Un errorhistoriográfico; Jaime Ignacio del BUR-GO, Un duelo en el Palacio Real. Lamuerte del General Urbiztondo; y Ales-sandra PASSOLINI, Un coleccionista sar-do en la Europa del siglo XVIII: el Mar-qués Vicente Bacallar Sanna, plenipo-tenciario y embajador de Felipe V en Ho-landa (ACE).

REALES SITIOS, 176 (segundo trimes-tre 2008). María del Mar MAIRAL DO-MÍNGUEZ nos presenta sus interesantesnotas sobre El archivo familiar de ManuelGodoy (ACE).

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REVISTA DE REVISTAS

DISLIVRO HISTÓRICA, 1/2008. La edi-torial portuguesa DisLivro Histórica, yalargamente acreditada en la publicaciónde obras sobre genealogía, heráldica ynobiliaria, emprende ahora la tarea dedar a la luz pública una revista periódicasobre estas disciplinas, en la que se ofre-cerán al público diversos estudios y artí-culos atinentes a ellas, todos ellos degran altura científica. Se trata de un pro-yecto muy interesante, pues a la pulcri-tud de la edición se añade una maqueta-ción novedosa y enriquecida conilustraciones gráficas de calidad. La nue-va revista, a la que deseamos una larguí-sima vida, está dirigida por el Dr. Lou-renço Correia de Matos, que a sujuventud une ya una extensa trayectoriacientífica, que le ha valido, entre otrospuestos, la presidencia de la Associaçãode Amigos da Torre do Tombo, y la se-cretaría general del Instituto Portuguésde Heráldica, perteneciendo asimismo aotras prestigiosas entidades culturaleseuropeas. Notemos, en el Conselho Edi-torial, los nombres de personalidadesmuy acreditadas en el estudios de estasciencias históricas: el ingeniero Antoniode Mattos e Silva (coautor del celebradoAnuario da Nobreza de Portugal), Dr. Au-gusto Ferreira do Amaral (presidente delInstituto Portugués de Heráldica), el Dr.José Augusto de Sotto Maior Pizarro (re-putado profesor y medievalista), José Bé-nard Guedes Salgado (antiguo secretariogeneral y hoy canciller del Instituto Portu-gués de Heráldica, y el mejor artista he-ráldico contemporáneo), la Dra. LeonorCalvão Borges (archivera, vocal del Inter-national Council on Archives), Miguel Me-telo de Seixas (profesor de Introdução àHeráldica en la Escuela Superior de Ar-tes Decorativas, y director del Centro Lu-síada de Estudos Genealógicos e Herál-dicos, y de la revista Tabardo), el españolDr. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila(cronista de Castilla y León, y profesor dela Universidade Técnica de Lisboa), y el

brasileño Dr. Marcelo Meira Amaral Bo-gaciovas (director de la Asociación Bra-sileña de Investigadores de Historia yGenealogía). En esta primera y promete-dora entrega aparecen diez excelentesaportaciones: son las de Augusto FE-RREIRA DO AMARAL, O conceito de fi-dalgo de cota de armas; Antonio JulioLIMPO TRIGUEIROS, Casas históricasdo antigo termo de Barcelos (I). A casade Nossa Senhora das Necessidades,em S. João de Barqueiros; Miguel ME-TELO DE SEIXAS y João BernardoGALVÃO-TELLES, “Nem a poder dosbrancos unicornios...”. Reflexos do idealde Cruzada e de Reconquista nas armasmedievais dos Teixeiras; Marcelo MEIRAAMARAL BOGACIOVAS, Coutadas,alentejanos da Vila de Portel; LeonorCALVÃO BORGES, A simbologia herál-dica de Amadeo na ilustração da Lendade São Julião Hospitaleiro, de Flaubert;D. Gonçalo ARY PORTOCARRERO DEALMADA, A ascendência do papa PauloIV. Um ramo italiano da linhagem doSanto Condestável; Federico CARVAL-HO SANTOS, Subsidios para o estudode algumas familias algarvias (I); JorgeFORJAZ, Emigrados na ilha Terceira(1828-1832). Notas genealógicas; LIVIOCORREIA, Relação de todos os indivi-duos que compuseram a Batlhão dos Vo-luntarios Académicos organizado e arma-do em Copimbra no ano lectivo de 1826para 1827; y Lourenço CORREIA DEMATOS, Os Comendadores da Orden deNª Sª da Conceição de Vila Viçosa e oforo de Fidalgo Cavaleiro da Casa Real.Como apéndices, las listas de la Socie-dade de Geografía de Lisboa (1888), yde la Empresa Tauromáquica Lisbonen-se (1910); varias páginas con ilustracio-nes a todo color atinentes a los artículospublicados, y una atractiva sección de ar-te heráldica con varias representacionesbellísimas, debidas a la buena mano delmaestro Bénard Guedes. Reiteramosnuestra felicitación a DisLivro por esta fe-liz iniciativa, y al acertado director Co-rreia de Matos por su no menos feliz eje-cución. Pedidos y suscripciones aDisLivro, rua Antonio Maria Cardoso 27,Lisboa 1200-026 (Portugal), página webwww.dislivro.pt y correo electrónico edito-ra@dislivro.pt (LCE).

ESTUDIOS DE GENEALOGÍA, HERÁL-DICA Y NOBILIARIA DE GALICIA, 7(2008). Contiene los trabajos de CarlosACUÑA RUBIO y María Graciela ÁLVA-REZ CASAL, Origen de las armas herál-dicas de la Torre de Burela -Burela (Lu-go)- Vaamonde y Parga; Isabel LEYESBORRAJO y Carlos ACUÑA RUBIO, Ca-sa de los Borrajo: mayorazgo de Cuñas-Cenlle (Ourense); Carlos de la PEÑA VI-DAL, Os Cárdenas da Casa de Sabariz;

Luis LÓPEZ POMBO, Genealogía de laCasa do Furco da Meda, en la Feligresíade Santiago de Cedrón, Láncara, Lugo;idem, Castillo de Doncos o Torre deAgustín (en el municipio de As Nogais,Lugo); ibidem, Genealogía del CapitánDon Alonso de Lugo, conquistador deSanta Cruz de Tenerife y adelantado ma-yor de las Islas Canarias; ibidem, Títulosnobiliarios relacionados con la provinciade Lugo; Luis VALERO DE BERNABÉ,Los Sanjurjo de Montenegro de San Pe-dro das Seixas; Xosé Ricardo RODRÍ-GUEZ PÉREZ, Los Reinoso y los Pazosde Cornoces, Lodeiro, Banga, Casa doCabido y Casa Grande de Canedo; LuisaMaría CID DOMÍNGUEZ y BenignoGONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Casa de losAcebedo: entroncamiento con los Toubesde la Casa de Outeiro; Luís Manuel FE-RRO PEGO y José Manuel BÉRTOLOBALLESTEROS, Heráldica y genealogíade la Casa de Sesto en Santa Mariña deRibela; Adolfo TABOADA SANZ, El escu-do de la Casa del asistente en Verín; Ja-vier GARCÍA GÓMEZ, Castelo de SantaCruz: contexto histórico e descrición he-ráldica; Carlos VISCASILLAS VÁZQUEZ-ULLOA, Zornitsa GANCHEVA GANEVA yJavier GARCÍA GÓMEZ, Aproximación ala heráldica de Ruse (Bulgaria): una ciu-dad a orillas del Danubio; Eligio RIVASQUINTAS, Notas de nobiliaria da alta Ar-noia; Eduardo y Carlos VISCASILLASVÁZQUEZ, y Eduardo VISCASILLASRODRÍGUEZ-TOUBES, La Capellaníade San José de la Feligresía de San Pe-dro de Osoño de la encomienda de Qui-roga; Enrique MORA MORANDEIRA, LaOrden del Temple: verdades y leyendas;Emilio QUIÑONES GIRÁLDEZ, Inés deCastro y Pedro I de Portugal: su entornoy su época, Silvio ISABA DE ACUÑA yCarlos VISCASILLAS VÁZQUEZ-ULLOA, El adelantado de Costa RicaDon Juan Vázquez de Coronado y otrasconsideraciones hispanoamericanas:miscelánea histórica (ACE).

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REVISTA DE REVISTAS

Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [28]

NUEVO PATRIARCA DE ANTIOQUÍA

Monseñor Mar Ephrem Joseph Younan, obispo de laDiócesis de Our Lady of Deliverance para los Estados Unidosde América y el Canadá, es el nuevo Patriarca de la Iglesia si-rio-católica. Elegido por el Sínodo de la misma el 21 de enerode 2009, dos días más tarde ha sido recibido en audiencia porel Papa Benedicto XVI. El nuevo Patriarca, que sucede a Mon-señor Mar Ignace Pierre VIII Abdel-Ahad (que ha dimitido), to-ma el nombre de Mar Ignatius Joseph III Younan. Nacido el 15de noviembre de 1944 en Hassakeh (Siria), y ordenado sacer-dote el 12 de septiembre de 1971, en 1986 se le encomendó lacreación de una misión para los sirio-católicos en el área deNueva York y Nueva Jersey, fundando allí la primera misión.En 1988 fue nombrado por la Sagrada Congregación para lasIglesias Orientales, coordinador de los misioneros en los Esta-dos Unidos de América y el Canadá; en 1991 fue nombradodelegado apostólico de la misma Congregación para represen-tar el rito sirio entre los obispos norteamericanos; y el 6 de no-viembre de 1995 el Papa Juan Pablo II le nombrò primer obispode la nueva Diócesis (Eparchia) de Our Lady of Deliverance,para los sirio-católicos en los Estados Unidos de América y elCanadá. Habla árabe, arameo (la lengua de Cristo), francés,inglés, italiano y alemán. Recordemos que el nuevo Patriarcade Antioquía es el gran maestre nato de la Venerable OrdenPatriarcal de San Ignacio de Antioquía, fundada en 1988 por SuBeatitud el Patriarca Mor Ignace Antoine II Hayek (SOM).

X ANIVERSARIO DE LA HERMANDAD DECABALLEROS CUSTODIOS DEL LIGNUMCRUCIS DE SANTO TORIBIO DE LIÉBA-NA

Para conmemorar el X Aniversariode la fundación de dicha Hermandad caba-lleresca, se celebró en la Casa de Cantabriade Madrid, el 28 de marzo, un solemne actoque comenzó con la Santa Misa en la capillade la Iglesia de la Bien Aparecida de la pro-

pia institución montañesa. A continuación, tuvo lugar una se-sión académica en el que tomaron la palabra, entre otros, elConsejero de Cultura del Gobierno de Cantabria, D. FranciscoJavier López Marcano, que glosó largamente la figura de SantoToribio y la historia del Monasterio; y el Hermano Mayor D. Jo-sé María de Mazarrasa y de la Torre, que se refirió a los avata-res de la corporación en estos años, su decidida vocaciónecuestre y su voluntad de servicio a España. En el mismo acto,se presentó el Himno de la Hermandad, pieza musical que so-nará en lo sucesivo en todas sus actividades. Seguidamente,

se sirvió un vino de honor. Es de destacar la nutrida asistenciade caballeros, tanto de Madrid como de Cantabria, y la repre-sentación de algunas corporaciones invitadas, como la Ordende Carlos V, la Divisa de San Miguel el Milagroso, o la Ordendel Águila de Georgia, por citar algunas. Una cena de herman-dad sirvió de colofón a esta jornada conmemorativa (MT).

CARLOS MEDINA ÁVILA, JEFE DE PROTOCOLO DEL MI-NISTERIO DE DEFENSA

El teniente coronel de Artillería y diplomado en EstadoMayor, D. Carlos J. Medina Ávila (Madrid, 1960) es desde el 1de enero de 2009 el nuevo Jefe de Protocolo del Ministerio deDefensa. Medina es autor, entre otras publicaciones, de La ins-titución militar. Ceremonial, protocolo y símbolos, un extenso li-bro (tres volúmenes) con el que obtuvo el Premio Internacionalde Protocolo en el año 2007. Sustituye en el cargo al coronel D.Alfredo Rodríguez, quien abandona esta responsabilidad queha tenido durante una década. Hasta su nombramiento en elMinisterio de Defensa, D. Carlos Medina era subdirector gene-ral de protocolo en la Presidencia del Gobierno (ACE/EIP).

LUIS MARTÍN-TOLEDANO, CRUZ DE LAORDEN DEL MÉRITO CIVIL

D. Luis Martín-Toledano y Núñez,miembro de la Academia Melitense y de laAcadémie Belgo-Espagnole d’Histoire, nume-rario de la Académie Internationale d’Héraldi-que, ha sido distinguido por S.M. el Rey conla Cruz de la Orden del Mérito Civil, a propuesta de la Comuni-dad de Bardenas Reales de Navarra, como premio a su colabo-ración en el desarrollo del archivo documental histórico de la ci-tada Comunidad. Licenciado en Derecho, master en AsesoríaJurídica de Empresas y gran aficionado a la Genealogía y a laHeráldica, Martín-Toledano es caballero de la Orden Ecuestredel Santo Sepulcro, y de la Sacra y Militar Orden Constantinia-na de San Jorge, comendador de la de San Miguel del Ala, ymaestrante de San Fernando. Reciba nuestra cordial felicita-ción por esta merecida cruz (ACE).

PREMIO EXTRAORDINARIO DE DOCTO-RADO A JAVIER CEBALLOS ARANDA

D. Javier Ceballos Aranda, licencia-do en Ciencias Geológicas por la UniversidadComplutense (1993) y master en Gestión Me-dioambiental por el I.I.E. (1995), doctoradobrillantemente en Ingeniería de Montes, en laUniversidad Politécnica de Madrid ( 2007) con una tesis tituladaCetrería en España: Evolución histórica del empleo de Falconi-formes para la caza, argumentos para su mantenimiento y ele-mentos para su gestión, ha obtenido el Premio Extraordinariode Doctorado. Este galardón merecidísimo viene a confirmarque el Dr. Ceballos Aranda es una de las primeras autoridadesespañolas en materia de caza de cetrería, siendo notables susinteresantes publicaciones -incluyendo un libro de próxima apa-rición en inglés y en árabe- y sus comunicaciones en congre-sos internacionales, entre las que destaca la realizada en Pa-rís, representando a España, para que la UNESCO reconozcaa la cetrería como Patrimonio inmaterial de la Humanidad. Porotra parte, ha sido el primer español en ingresar en The Archi-ves of Falconry, prestigiosa entidad cultural estadounidense; ytambién ha sido Ceballos el director y guionista del documentalFalconry; Our intangible Cultural Heritage, encargado por elGobierno de los Emiratos Árabes para su proyección ante losdelegados de la UNESCO en París. Vaya nuestra afectuosa fe-licitación al premiado (LCE).

DE GENTES HONESTAS

Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [29]

CEREMONIA EN MADRID DEL CUERPO DE LA NOBLEZADEL PRINCIPADO DE ASTURIAS

El 26 de febrero, el Cuerpo de la Nobleza del Principa-do de Asturias, ha celebrado una ceremonia en la sala capitularde la Catedral de la Almudena, en Madrid, oficiada por el Cape-llán de la Corporación D. Jesús Junquera y Prats, y presididapor su Viceconsejera Magistral la Condesa de Cabra, Grandede España, con el fin de imponer la medalla corporativa a S.A.I.y R. el Archiduque de Austria Don Andrés Salvador Habsburgo-Lorena y Salm-Salm, que recientemente ha sido nombradoProtector Regio de este Cuerpo nobiliario. Seguidamente, pres-taron el juramento de ingreso el Excmo. Sr. D. Juan ManuelMitjans y Domecq, Duque de Santoña, Grande de España(apadrinado por el Sr. Conde de Cabra, Grande de España), yel Excmo. Sr. D. Carlos Gereda de Borbón, Marqués de Alma-zán (apadrinado por el Sr. D. Manuel María Rodríguez de Mari-bona y Dávila, Delegado del Cuerpo de la Nobleza de Asturiasen el antiguo Reino de Castilla). Al acto asistieron, entre otrosinvitados, el Marqués de Casa Real, don Fernando Navarro Bi-degaín, don Manuel Tuero Secades, don Antonio Pérez de laMata y Álvarez de Castrillón, don Manuel Ximénez Abbad, donFernando Agudo y Sánchez del Toro, la Condesa de La Bisbal,doña Irene Rato y Rodríguez de Moldes, doña Lourdes Zuluetay Sanchíz, don Francisco Fernández de Arévalo y Delgado, donLuís Blázquez Fabián, don Arturo Llerandi y Morán, don JavierLlerandi e Inchaurza, y don Manuel Victoria y sus hermanos. Acontinuación, el Capellán del Cuerpo, y Canónigo de la Cate-dral de la Almudena, D. Jesús Junquera, que ha sido uno delos principales responsables de la creación del Museo de la Ca-tedral, invitó a todos los asistentes a un interesante recorridopor el mismo, con las explicaciones de su magnífica colecciónde obras de arte. La visita terminó subiendo a la cúpula, desdedonde se disfruta una bellísima vista de la capital. Los actosterminaron con un almuerzo de hermandad en los salones deun conocido restaurante de la zona, donde el Archiduque An-drés Salvador de Austria brindó por el Rey de España, pronun-ciando unas emotivas palabras de agradecimiento (LCE).

FELICIANO BARRIOS, EN LA REAL ACADEMIADE LA HISTORIA

El profesor Dr. D. Feliciano Barrios, catedráti-co de Historia del Derecho en la Universidad deCastilla-La Mancha, ha tomado posesión de su

plaza de académico de número de la Real Acade-mia de la Historia el 8 de marzo de 2009, con un

brillante discurso titulado España 1808. El gobierno dela Monarquía, al que contestó el académico profesor Dr. D. Jo-

sé Antonio Escudero López, su antiguo maestro. Feliciano Ba-rrios fue decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Socia-les de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Toledo, y tieneun destacado currículum académico: autor de importantes estu-dios de su especialidad, es numerario de la Real Academia Ma-tritense de Heráldica y Genealogía, y correspondiente de la Re-al Academia de Jurisprudencia y Legislación, de la Sevillana deBuenas Letras, de la Nacional de la Historia de Argentina y dela Chilena de la Historia. Ha sido vicepresidente del Instituto In-ternacional de Historia del Derecho Indiano, y subdirector delCentro de Estudios Políticos y Constitucionales, y es miembrodel Consejo de Honor del Anuario de Historia del Derecho Es-pañol, fundado en 1924 por don Claudio Sánchez-Albornoz. ElRey ha premiado sus servicios haciéndole comendador de laReal y Distinguida Orden Española de Carlos III, y con la cruzdistinguida de primera clase de la Orden de San Raimundo dePeñafort. Reciba nuestra afectuosa felicitación nuestro respeta-do maestro (ACE).

CARLOS ESCUDERO DE BURÓN Y ANTONIO SÁNCHEZDE LEÓN, EN LA ORDEN DE SAN RAIMUNDO DE PEÑA-FORT

En un acto solemnísimo celebrado el 2 de marzo en elPalacio de Justicia madrileño, el Presidente del Tribunal Supre-mo, D. Carlos Dívar, en presencia de la Sala de Gobierno delTribunal Supremo en pleno, ha impuesto las insignias de lacruz de primera clase de la Orden de San Raimundo de Peña-fort a D. Carlos Escudero de Burón González y a D. AntonioSánchez de León y Cotoner. Estas elevadas distinciones leshan sido concedidas por S.M. el Rey, a propuesta del Alto Tri-bunal hecha al Ministro de Justicia, para premiar sus servicios ysus trabajos en pro del Tribunal Supremo, y muy en particularla publicación de la obra El Tribunal Supremo del Reino de Es-paña; la creación e instalación de la exposición Historia de laAlta Justicia en España (noviembre de 2007), que ha devenidoya en sala histórica permanente del Palacio de Justicia; y la po-tenciación internacional del Tribunal Supremo a través del ForoIberoamericano de la Fundación Carlos III. Al acto asistieron,entre otros ilustres invitados, los embajadores de Alemania, Bo-livia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Paraguay y elPerú; monseñor el Deán de la Catedral de Madrid; el presiden-te de la CEIM; el Patronato de la Fundación Carlos III; el Almi-rante D. Antonio González-Aller y el académico Marqués de LaFloresta. Nos unimos de corazón a su alegría por este premiotan merecido (LCE).

DE GENTES HONESTAS

LA PETICIÓN DE PERDÓN A S.A.R. LA PRINCESA DEASTURIAS

Sigue sin llegar a nuestra noticia que la Real Aca-demia Matritense de Heráldica y Genealogía haya pre-sentado sus disculpas corporativas a S.M. el Rey, trashaber declarado los tribunales de justicia en varias sen-tencias firmes la implicación (e incluso la autoría) dealgunos de sus más conspícuos mandatarios en lacampaña de ataques contra la Princesa de Asturias.Tampoco ha recibido la Casa de S.M. el Rey, porahora, ninguna petición de perdón por parte de ningu-no de estos prestigiosos académicos, aparentementeantimonárquicos, que de momento siguen ocupando, no yasus sillones de número, sino también altos cargos de la me-sa de gobierno de una Real (sic) Academia. Esta actitud,que algunos tildan de tremenda falta de respeto a la Corona,mantiene estupefacto al todo Madrid, que aguarda con cu-riosidad la decisión final del prestigioso tancredista y porahora no dimitido director don Faustino Menéndez Pidal.

DISFRACES INAPROPIADOS

La publicación en varias páginas web de este belloretrato de nuestro vicedirector Jaime de Salazar y Achaacompañado de su amigo íntimo Amadeo Martín Rey Ca-bieses -y de una dama cuyo nombre callamos por galante-ría-, nos ha dejado muy preocupados por cuanto que quizáafecte al prestigio de nuestra prestigiosa Academia Matriten-se, como ya lo ha hecho, qué duda cabe, al del prestigiosoSalazar. Porque, como amigos suyos, hemos de advertirleque no hay cosa que produzca una mayor satisfacción inte-rior a sus numerosos enemigos, que la de comprobar cómolas personas prestigiosas que acostumbran a pontificar so-bre todo y a criticar a todos (los demás), esas personasprestigiosas que alardean de perfectos y que no pierdenocasión de dar sus lecciones a diestro y siniestro, resultaque vienen a ser con frecuencia muy ignorantes de las co-sas más elementales, en este caso de las normas protocola-rias más básicas. Esta fotografía es un excelente ejemplode ello, y nos consta que va a ser utilizada desde ahora enalgún centro universitario como modelo acabado de lo quenunca se debe hacer. Porque, en primer lugar, jamás se luceuna banda de gran cruz por encima del chaleco del frac, a

menos que en la recepción se halle presente el Gran Maes-tre o Jefe de la Orden en cuestión -cosa que en esa festi-chola no ocurrió, pues sabemos de cierto que allí no estuvonuestro Monarca-. Pero es que, para colmo, esa banda no

se corresponde con ninguna Orden, ni española ni ex-tranjera: ¿será, pues, una insignia de fantasía?. Pues sí,

en parte sí que lo es, porque si bien se trata de unapresea adoptada informalmente por el Real Cuerpo dela Nobleza de Madrid en los años de 1950, en unquiero y no puedo que pretendía hacer pasar a susmiembros por lo que no eran -por grandes cruces, va-

ya-, resulta que carece de todo reconocimiento oficial.Y mayor importancia tiene el hecho de que nuestro inefa-

ble Vicedirector luzca una placa de caballero profeso de laSoberana y Militar Orden de Malta, en la que ingresó comocaballero de devoción de la tercera clase -con dispensa desus pruebas nobiliarias- en 1995. ¿Es que ha hecho última-mente Salazar los votos solemnes y ha profesado en la Reli-gión Hospitalaria? (y bien podría hacerlo, dado que perma-nece soltero). No parece que sea así: más bien ocurre quedesconoce las reglas de la Soberana Orden a la que perte-nece, y de las que hubiese podido informarse en la GranCancillería, Via dei Condoti 68, en Roma; o bien consultandola espléndida obra Sovrano Militare Ordine Ospedaliero diSan Giovanni di Gerusalemme, de Antonio Spada (Brescia,1982), que contiene toda la normativa atinente, junto con es-pléndidas fotografías de las insignias que a cada clase de laOrden corresponden -en las páginas 98-99 figuran las queeste prestigioso señor tiene derecho a ponerse-. En fin, ypara acabar de estropear tan bellas poses, resulta que losdos caballeros muestran en sus manos sendas copas ¡ho-rror de los horrores! ¡monumental horterada! ¡hay que ocul-tarlas siempre que se pueda!. Perdonésenos esta última jo-cosidad, y volvamos a lo que importa, que es nuestraprofunda preocupación por el prestigio de la Academia y desus académicos, en particular el de nuestro amigo el señorSalazar. Ciertamente, rara es la persona que, en cualquierade los salones de Madrid (no los más elegantes, claro, por-que en ellos no se le recibe), no ha sufrido las regañinas ylos desplantes del nuestro Vicedirector, que ahora resultaque se nos muestra muy poco respetuoso con las reglas dela buena sociedad: ello no nos sorprende, considerandoque, por sus orígenes familiares, algunas personas tampocotienen por qué haber recibido una educación especialmenterefinada... pero nos preocupa mucho por cuanto la Real Ma-tritense y sus prestigiosos directivos y académicos hemossido siempre, y creemos que deberíamos seguir siéndolo,un ejemplo acabado de la perfección supina en todos loscampos de la actividad humana. El uso en público de estaclase de disfraces, absolutamente inapropiados, mancillamucho nuestro prestigio académico. Por lo que, visto lo vis-to, consideramos oportuno que en la Real Academia Matri-tense se organicen e impartan con urgencia unos cursillosde buena crianza y de reglas básicas de sociedad, para queaquellos prestigiosos académicos que lo precisen puedanpulular por los salones sin riesgo de que se pongan en ridí-culo, ellos y la prestigiosa Real Matritense. Y es que todoesto es muy preocupante, y nos tiene muy preocupados.

DE SALONES Y CORRALITOS PRESTIGIOSOS

É S O S Q U E S O N P E R I T O S E N A C H A C A R A O T R O S S U S D E L I T O S

Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [30]

Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [31]

C O N D E C O R A C I O N E S E S P A Ñ O L A SUNA COLECCIÓN EXCEPCIONAL DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, INSTITUCIONALES Y PROSOPOGRÁFICOS

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Cuadernos de Ayala 37 - ENE/2009 [32]

VERSOS DE HISTORIA Y TIEMPO

El Mar

Antes que el sueño (o el terror) tejieramitologías y cosmogonías,

antes que el tiempo se acuñara en días,el mar, siempre el mar, ya estaba y era.

¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violentoy antiguo ser que roe los pilares

de la tierra y es uno y muchos mares,y abismo y resplandor y azar y viento?

Quien lo mira, lo ve por vez primera,siempre. Con el asombro que las cosas

elementales dejan, las hermosastardes, la luna, el fuego de una hoguera.

¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el díaulterior que sucede a la agonía.

Jorge Luis Borges(1899-1986)

En este número:[2] Editorial: La Biblioteca Virtual de Prena His

tórica[3] Federación Española de Genealogía y He

ráldica: Premios Nacionales 2008[4] In Memoriam: José Antonio Linati Bosch[5-7] Novedades, cursos y encuentros[8-11] Emblemas heráldicos en el convento domi

nicano de Santa María la Real de Nieva (Segovia), por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera Gila

[12-21] El Santo Cristo de María Estuardo, quehoy pertenece a S.M. la Reina Regente, porD. Francisco Rafael de Uhagón, Marqués deLaurencín (+)

[22-23] Revista de libros[24-25] Teoría del Dandismo, por el Dr. D. José

María de Montells y Galán[26-27] Revista de revistas[28-29] De gentes honestas[30] Salones y corralitos prestigiosos[32] Versos de historia y tiempo: El mar, por Jorge

Luis Borges. Humor.