Cuaderno pascua 2015 sin marcas

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Queridos amigos:

La Pastoral Juvenil Vocacional de los Misioneros Redentoristas de España (PJVR), te ofrece, como ya es costumbre entre nosotros, un cuaderno de oración para meditar acerca de las verdades más grandes de nuestra fe, “La Pascua”, Pasión, muerte y Resurrecc ión de Jesucristo, como también la Promesa del Padre hecha a la humanidad: el don de su Espíritu

Santo.

Este año caminaremos con el lema: “Be Love” (sé amor). Con este lema concluimos este cuatrienio en el que hemos hecho un recorrido por nuestra fe (Believe) que se hace vida (Be life) y se concreta en una vocación (Be you) de entrega, servicio y

Amor (Be Love).

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El amor, por tanto, es la propuesta que queremos vivir, encarnar y profundizar este año. Desde Jesús, sabemos que amar no consiste en una mera teoría, sino en una vivencia honda, agradecida y comprometida con la vida en todas sus formas, o sea, con la creación y nuestros hermanos,

especialmente los más pobres y abandonados.

Este año además, estamos celebrando en la Iglesia, el Año de la vida Consagrada y por ello queremos ofrecerte cada día la posibilidad de meditar, además del evangelio, la vida de alguna Familia Religiosa o de un santo particular. Estructuramos las semanas en bloques, intentando sistematizar el surgimiento y el carisma de algunas de estas Familias Religiosas: monacato, órdenes, congregaciones e institutos seculares. De esta manera tendremos una visión general de cómo fueron los inicios y cómo viven en la actualidad, muchas

de estas Formas de vida cristiana.

Esperamos que este material ofrezca una buena ayuda para meditar en esta Pascua y, con el testimonio de varios hermanos

y varias hermanas en la fe, nos animemos a encarnar y

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manifestar el amor, en una sociedad cada vez

más fría, individualista e indiferente.

Nos encomendamos al Perpetuo Socorro de María para que, por su intercesión, podamos cumplir el objetivo que nos proponemos de “ser amor”, en la PJVR, y

en cada una de nuestras comunidades.

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN 2015!

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SIGUE HABIENDO VIDA RELIGIOSA1 (Francisco J. Caballero, CSsR)

S e g u r o q u e conocemos a muchos, la mayoría, con historia, los menos, más jóvenes. Son una pequeña parte dentro

de la Iglesia pueblo de Dios, apenas llegan al 0,05 %

de los bautizados, sin embargo, es

una porción con sabor y pluralidad…

Los hay amables, francos, gruñones, pequeños, altos, rigurosos, transgresores, artistas, solidarios, divertidos, ilusionados, orantes, abnegados, distraídos, entregados, silenciosos, parlanchines, confiados, misericordiosos, enamorados, solemnes, desenfadados, creativos, copia y pega, entrañables, austeros, no tan austeros, sorprendentes,

felices… ¿felices?

1Tomado del editorial de la revista ICONO PS (febrero 2015)

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Son hombres y mujeres que fueron llamados por Dios a vivir su fe de una manera particular, ni mejor ni peor que las otras vocaciones, simplemente la suya.

Esta porción de la Iglesia de Jesucristo que camina, frágil y limitada, ha llevado el Evangelio a los lugares más recónditos de la humanidad, ha curado enfermos en los sitios más olvidados, ha sembrado esperanza en quienes lo daban todo por perdido, ha revolucionado la propia forma de ser de la Iglesia en momentos de crisis, ha educado, protegido, impulsado… y, en este año, celebra su vida.

¿Quién no recuerda el religioso o la religiosa que le enseñó a dar los primeros pasos en la oración, el misionero que visitó su parroquia, la comunidad de hermanas o hermanos que acompañaban el colegio, las monjas que rezaban siempre o las que hacían de enfermeras para gente sin recursos…?

Hemos crecido en un “humus” religioso que se diluye cada día más y la presencia de religiosos y religiosas también se va aminorando. Somos menos y más ancianos, pero esto no quiere decir que seamos algo despreciable. Nuestra vida en comunidad, con sus luces y sombras, refleja todavía un intento valiente por hacer presente a Jesús en medio de su pueblo.

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La castidad, vivida desde la entrega total, recuerda que es posible anticipar la forma de vida futura (Mt 22, 30) y vivir en plenitud, simplemente porque Dios quiere y lo hace posible. No es mérito, es don.

La obediencia nos hace entender la libertad y el poder de forma distinta, ofrecida al plan de Dios sobre los hombres. Es una promesa en la que afirmamos que se puede vivir de otro modo, que nuestras relaciones pueden ser sanadoras y que no buscamos la manipulación y dominio del otro.

La pobreza nos recuerda que es posible vivir con menos, que no estamos llamados a poner el corazón en los bienes, sino en los predilectos de Jesús y hacernos como ellos, “pobres”. Sobre todo, es una ofrenda silenciosa a nuestro mundo que cree que cuanto más se tiene se es más feliz, cuando en verdad, la felicidad, reside en necesitar poco y compartirlo todo.

Celebrar el Año de la Vida Consagrada, es celebrar la gratuidad de Dios. Donde quiere y cuando quiere, es capaz de anunciar el milagro desde la vida sencilla y pecadora de hombres y mujeres, –que todavía sigue habiendo– que llamamos religiosos.

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En la Semana Santa celebramos y creemos de manera especial en el Dios del amor, en el Dios que es Amor. Pero no un amor melifluo, romanticón e inconsistente. Creemos y celebramos al Dios que por amor arriesgó su vida y la

comprometió hasta las últimas consecuencias.

El amor como sentimiento es algo precioso. Dicen que los enamorados experimentan cambios corporales: se dilatan sus pupilas, se aceleran las pulsaciones de su corazón, se dibuja una eterna sonrisa en su rostro... Pero el Amor de Dios que celebramos en estos días Santos va aun más allá. Decía un teólogo de los primeros siglos, Orígenes, que "el amor es pasión". Antes o después todo amor implica un sufrir por la persona amada. Y en ese padecer por el otro, se demuestra la veracidad del amor.

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De la Redención

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a Amar cuando todo va bien y es bonito es fácil, pero, amar y padecer por aquellos que se aman, cuando te traicionan o te dan la espalda... es, por lo menos, más complicado. Este

amor así de radical y apasionado, es el de Cristo.

En la Iglesia hay personas que se comprometen a reproducir este amor de Cristo: los religiosos. Ellos consagran su vida a Dios para amar apasionadamente a todo ser humano,

especialmente si sufre algún tipo de traición o abandono.

Los redentoristas nos identificamos especialmente con ese amor apasionado y compasivo de Cristo. Con un amor misericordioso que reconcilia y sana. La manera de manifestar este amor al mundo es el anuncio de la Buena Noticia de Jesucristo. Este anuncio, como el amor de Dios, ha de llegar a todos. Por eso somos misioneros itinerantes, siempre en salida, buscando llevar a todos ese fascinante mensaje de amor y vida que trae Jesús. Esta semana de pasión la narraremos desde el carisma apasionado de los redentoristas. Nuestro carisma es anunciar la abundante Redención que brota del costado de Cristo en la cruz, de su

amor apasionado.

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Semana Santa

La Pasión de Jesús nos marca un camino en la vida. De arriba hacia abajo, de dentro hacia fuera, de lejos a cerca. Camino de humildad no

siempre fácil de recorrer.

Los redentoristas hemos tratado de hacerlo con los ojos fijos en Jesús, nuestro redentor. Anunciarle a Él, hablar de Él, es nuestro mayor gozo y pasión. Para esto hemos sido llamados: para inclinar la rodilla en la tierra y elevar la mirada a Dios, para

anunciar y hacer sentir su salvación a todos los hombres, especialmente a los más abandonados.

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Domingo, 29 de marzo Domingo de Ramos

Domingo de Pasión

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

[Filipenses 2, 6-11]

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Semana Santa Domingo, 29 de marzo Domingo de Ramos

las constituciones redentoristas “Los redentoristas son apóstoles de fe robusta, de esperanza alegre, de ardiente caridad y celo encendido. No presumen de sí y practican la oración constante. Como hombres apostólicos e hijos genuinos de San Alfonso, siguen gozosamente a Cristo Salvador, participan de su misterio y lo anuncian con la sencillez de su vida y de su palabra, y por la abnegación de sí mismos se mantienen disponibles para todo lo arduo a fin de llevar a todos la redención copiosa de Cristo” (Constitución nº 20

CSsR).

¿Cómo vives tu ser apóstol? ¿Te parece este texto una buen ideal para seguir a Jesús? ¿En qué debes seguir creciendo?

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Oh Jesús, cuando te veo clavado y ensangrentado en la cruz,

me pareces el más hermoso y amable de los hombres. Las llagas que veo sobre tu cuerpo

son signo y prueba de tu amor por mí. Si todos los hombres vieran el estado en que apareciste

ante Jerusalén, ¿cómo no se iban a prendar de tu amor?

Mi Señor, deja que te ame. Me entrego totalmente a ti:

toma mis sentidos y mi voluntad. ¿Cómo puedo negarte algo cuando me has entregado

tu vida, tu sangre y todo cuanto eres?

San Alfonso Mª de Liguori, fundador de los redentoristas

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Semana Santa

¿Qué hacemos con lo valioso de nuestra vida? ¿Cómo derrochas tus dones, tu tiempo, tu amor? ¿A quién se lo entregas? Jesús derrochó su vida en un exceso de amor a mucha gente, especialmente a los que nadie amaba. Pero Él recibió también el derroche de amor de otras personas que lo

amaron, como María.

Ella quiso perfumar a Jesús antes de su Pasión. Su vida fue perfume derramado para ungir a Jesús. Todos los que se acercaran a Él en la Pasión quedarían impresionados por su fragancia.

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Lunes, 30 de marzo Lunes Santo

Amor que perfuma

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él en la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas dijo: “¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselo a los pobres?”. (Decía esto no porque le importasen los pobres sino porque era un ladrón). Jesús dijo: “Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí

no siempre me tenéis”.

[Juan 12,1-8]

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Semana Santa Lunes, 30 de marzo Lunes Santo

las constituciones redentoristas “Escogidos para la obra a la que han sido llamados, los congregados están dispuestos a entregarse de por vida a su vocación y a renunciar a sí mismos y a cuanto poseen para ser discípulos de Cristo y hacerse todo para todos”. “Dentro de la Iglesia, los redentoristas siguen el mismo camino que Cristo: el camino de la castidad, la pobreza y obediencia, del servicio y la inmolación de sí mismo hasta la muerte, de la que salió

vencedor por su resurrección”. (c. 49-50).

¿Estás tú dispuesto a entregar tu vida? ¿Eres capaz de renunciar a ti mismo

para seguir mejor a Jesús? ¿Hasta dónde estás dispuesto a amar?

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Amado redentor, tu amor llegó a tal extremo

que me amaste más que a ti mismo. Por eso, para salvarme, has querido perder tú la vida.

Tu amor me sobrepasa. ¿Cómo comprender la inmensidad de un amor

que te llevó a la Cruz? Hazme entender tu dulce locura, mi Dios.

San Alfonso Mª de Liguori

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Semana Santa

Uno comienza a ser cristiano cuando comienza a sentir la

presencia de Dios en su vida que le llama a algo más.

Todos los cristianos somos llamados, elegidos, vocacionados. Sería contradictorio decir otra cosa. ¿Un cristiano sin una meta, sin una motivación de entrega y servicio? Eso no es

posible.

Oiremos hoy de labios de Isaías: “Es poco que seas mi siervo… te hago luz de las naciones”. También nosotros acogemos esa llamada a ser luz para los demás desde nuestra

peculiar vocación.

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Martes, 31 de marzo Martes Santo

Amor que llama

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre me dijo: «Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso.» Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor: «Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la

tierra.»

[Isaías 49,1-6]

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Semana Santa Martes, 31 de marzo Martes Santo

P. Antonio Hortelano (1921-2009) “Al terminar la guerra civil el Padre Ibarrola se fue al Santuario del Perpetuo Socorro de los redentoristas. Había sido convertido en un almacén. Lo limpió con un

grupo de jóvenes, tocó las campanas y celebró misa.

Tuvo que dar la comunión durante casi 48 horas seguidas. La gente estaba ansiosa de Dios. Fue entonces cuando decidí

hacerme redentorista.

Mi hermana hacía poco había empezado farmacia y a mí me atraía arquitectura. Pero pensé que era mucho más interesante ayudar a Dios a construir hombres de verdad que casas. Las eucaristías domésticas organizadas por mi madre durante la persecución religiosa y el hambre de

Dios de la gente fueron el broche de oro que cerró mi proceso vocacional”.

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Dios de mi vida, ayúdame a ser luz que refleje tu Luz.

Pero dame la gracia de saber con qué color brillar. Que mi vida cumpla aquel propósito

que tú pusiste en mí. Haz que irradie lo que hay en mí y proviene de ti.

Porque sé que solo con tu Luz, tendrá mi vida claridad y alegría plena.

Que inundándome de ti, desborde la luz que hay en mí.

Amén.

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Semana Santa

Hoy es día de traición y de presencia. De un “te amo” falsamente pronunciado, y de un

“éste es mi cuerpo” que quedará para siempre con nosotros. Las dos

dimensiones quedarán recogidas en torno a la primera eucaristía: fragilidad

humana y presencia redentora de Jesús.

Pero lo que más nos debe consolar es que aún seguimos presentando dones débiles

que representan nuestra vida -pan y vino- y que piden ser

transformados por la acción de Dios en Vidas nuevas.

En la eucaristía Dios entra en nuestra vida y la cambia, si

le dejamos.

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Miércoles, 1 de abril Miércoles Santo

Amor que traiciona

Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.» Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?» Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.» Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?» Él respondió: «Tú lo has dicho.»

[Mateo 26,19-25]

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Semana Santa Miércoles, 1 de abril Miércoles Santo

S. Alfonso Mª de Liguori “Por el amor que nos tienes a los seres humanos estás noche y día en este sacramento, todo lleno de piedad y de amor, esperando-llamando-recibiendo a todos los que te visitan”. Alfonso comienza así su oración a la eucaristía porque entiende que en el pan consagrado

hay un ser personal que ama.

“Enseña la fe, y debemos creerlo, que en la hostia consagrada está realmente Jesucristo. Pero también es necesario que entendamos que está en nuestros altares como en un trono de amor y misericordia, para repartir

las gracias y demostrar el amor que nos tiene”.

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- Te pedimos Señor por todas las personas que han sido traicionadas o heridas, cura sus heridas y dales el

consuelo.

- Nos acordamos de aquellos cristianos que no tienen acceso a la eucaristía, que no dejen de sentir la

presencia de Dios en sus vidas.

- Ayúdanos Señor, a valorar y a vivir la eucaristía, a hacer de ella alimento y motivación de nuestras vidas, que escuchar tu palabra y comer tu cuerpo nos vaya

haciendo cada vez más parecidos a ti.

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Semana Santa

El amor no puede sino servir. Es su actitud más natural. Porque ama, porque se preocupa por el otro, busca su bien, se acerca, se arrodilla y lava los pies. Así actúa Jesús, movido por este espíritu de humildad y entrega. Su revolución poderosa llega “de rodillas” y a través de una jofaina y

una toalla. Demasiados discursos tenemos ya oídos. La acción pacífica, serena, constante y abnegada es el mejor instrumento para transformar nuestra realidad. Dios, que nos da ejemplo, pide hoy entrega a nuestra fe.

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Jueves, 2 de abril Jueves Santo

Amor entregado

Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?». Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.» Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.» Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.» Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»

[Juan 13,6-10]

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Semana Santa Jueves, 2 de abril Jueves Santo

las constituciones redentoristas

“Entre los grupos humanos más necesitados de ayuda espiritual, los redentoristas han de prestar atención especial a los pobres, a los de condición más humilde y a los oprimidos cuya evangelización es signo de la llegada del reino. Los redentoristas han de ser entre los hombres, servidores humildes y audaces del evangelio de Cristo Redentor. En su anuncio proclaman la redención copiosa, esta redención abarca la persona en su totalidad” (núm.4 y 6). ¿A quién entregas tu amor? ¿Puedes hacer algo más por los más débiles?

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Que la Caridad sea mi Norte Señor. Porque así sé que llegaré a buen puerto.

Porque así andaré sobre tus pasos. No será camino fácil ni seguro, tampoco tú prometiste tal cosa,

pero la aventura será inolvidable, la travesía me llevará a conocer

mil rostros y mil historias, a pasarlos por el corazón y llevarlos a la oración,

y algún día con el corazón exhausto, cansado de tanto amar,

presentarlos lleno de gozo ante ti, Dios de mi vida.

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Semana Santa

El viernes santo es día aciago, día atípico en la fe. Por no tener, no tenemos ni eucaristía. Nos quedamos como sin Dios. Es el día de la entrega total. Y lo que se entrega se pierde, al menos, de momento. Es el día que la semilla muerta entra en la tierra y comienza a pudrirse. Es día de iniciar la espera, de llorar y regar así la tierra. Es día de silencio e i n t e r i o r i d a d , d í a d e contemplar y admirarse con este Dios loco, tan loco de

amor por nosotros.

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Viernes, 3 de abril Viernes Santo

Amor hasta el final

Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo: «Tengo sed.» Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: «Está cumplido.» E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

[Juan 19,28-30]

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Semana Santa Viernes, 3 de abril Viernes Santo

S. Alfonso Mª de Liguori “Si la fe no nos lo asegurara, ¿quién podría jamás creer en un Dios omnipotente, felicísimo y señor de todo, haya querido amar tanto al hombre que parece haber salido de sí por amor al hombre? ¡Hemos visto al Verbo Eterno, a Jesucristo, loco por el excesivo amor que ha tenido a los hombres! Pero no, no es locura sino el efecto acostumbrado del amor divino: hacer salir de sí al amante para darse totalmente a aquellos que ama”.

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Dame Señor la locura de tu amor, ayúdame a vivir esa extraña “cordura” de la fe

que antepone a los demás y olvida de sí. Lo diste todo, Señor, tu cuerpo y tu sangre,

tu sudor y tus lágrimas, ¡hasta tu mismo aliento de vida!

Todo lo entregaste. Y es que Tú no sabes amar a medias. Ni sabes ni quieres amar “un poco”,

“a ratos” o “a algunos”. El tuyo, es amor del todo y para siempre.

Frente a tu cruz miro mi corazón y lo veo raquítico, esmirriado.

Ensancha mi corazón, Señor. Aunque se rompa de tanto amar.

¿Para qué es el corazón si no?

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Semana Santa

La fe está mezclada a partes iguales con la esperanza, se alimentan mutuamente. No se puede creer en Jesús y andar flojos de esperanza, seguirle y no esperar nada. Confiamos en aquél que yace en la tumba. Esperamos su resurgir. Hoy es día para hacer síntesis y seguir conf iando en su c o m p a s i ó n y misericordia. Él ha hecho renacer nuestras v i d a s . N o s o t r o s habremos de hacer renacer otras vidas con

la fuerza de él recibida.

¿Seremos capaces?

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Sábado, 4 de abril Sábado Santo

Amor que espera

Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.

[Hebreos 4,14-16]

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Semana Santa Sábado, 4 de abril Sábado Santo

las constituciones redentoristas “Los redentoristas, como testigos del evangelio de la gracia de Dios, reconocen la grandeza de la vocación del hombre. Saben que todos los hombres son pecadores, pero saben también que ya han sido elegidos, redimidos y congregados por Cristo. Los redentoristas son apóstoles de la conversión, ya que su predicación se ordena a llevar a los hombres a una radical elección de vida y estimularlos con suavidad y firmeza a una incesante y plena conversión” (núm. 7 y 11).

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Desde el silencio confío y espero, Señor, tu retorno, que presiento ya cercano.

Desde el silencio confío y espero, Señor, tu misericordia, que experimento renovadora.

Desde el silencio confío y espero, Señor, el resurgir de tus palabras, que nutren mi esperanza.

Desde el silencio confío y espero, Señor, porque tu amor sembrado en mi alma no me abandona.

Porque la fe no me permite otra cosa que confiar y esperar anhelante.

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En esta primera semana de pascua, como eco y fuerza transformadora de la resurrección de Cristo presentamos la forma de vida cristiana monacal. Los máximos exponentes del monaquismo son: San Antonio (S. III- IV), San Pacomio y San Basilio (S. III - IV), San Agustín (S. IV-V), San Benito (S.

IV- V)

Estos hombres toman la decisión de abandonar la ciudad para marcharse al desierto; lo hacen fundamentalmente

para buscar a Dios.

Existe una expresión muy conocida y difundida que se la conoce con el nombre de “fuga mundi”, significa “huída del mundo”. La intención que los monjes tienen a la hora de

abandonar el mundo es encontrarse con Dios.

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Pasión de Dios

Oct

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a Entre ellos se da una valoración de la soledad y del martirio. Son hombres muy sacrificados. A través de prácticas extremas de penitencia es como buscaban unirse

más a Dios y a los demás.

La familia religiosa que tiene mucha relevancia en este período es la que tiene como modelo de vida a San Benito. Este santo toma el ideal anacoreta (soledad, ascesis y oración) y los valores evangélicos de la unidad y la

comunión.

Los Benedictinos aportan a la humanidad una riqueza cultural y humanista muy grande. Su lema es: Ora et labora

(oración y trabajo).

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Octava de Pascua

¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado¡ Éste es el grito que en esta mañana santa, resuena por todos los rincones de la tierra. Muchos son los que comieron y bebieron con Jesús, muchos los que

hoy participamos, de su pan y de su palabra. Lo que Jesús había comenzado

en Galilea, movido por el Espíritu Santo, rápidamente se extendió por los alrededores. Un testigo del resucitado, escuchó la voz del Señor que le decía: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y luego sígueme” (Mt 19,21). Se llamaba Antonio, vendió sus bienes y se retiró solo al desierto egipcio. Surgía así el monacato (monachós=solo), como búsqueda de Dios en la soledad para encontrarse con quien pasó por el mundo haciendo el bien.

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Domingo, 5 de abril Domingo de Resurrección

EMPEZÓ EN GALILEA

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección.

[Hechos 10,34a.37-43 ]

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Octava de Pascua Domingo, 5 de abril Domingo de Resurrección

los monjes anacoretas Todo surgió con una experiencia: “vio y creyó”. Sin más palabras ni reglas que la voz de Jesús que le decía “sígueme”, Antonio se alejaría del mundo para encontrarse a solas con su Señor. Aquel que le transformó de raíz su existencia, aquel por el que lo dejó todo (familia, amigos, cultura, riqueza) se convirtió en el único conocimiento y la única riqueza que Antonio deseaba adquirir. El Monacato Oriental, origen de la vida religiosa y ascética, inicia así su andadura en el desierto, en la vida austera, de silencio, oración, trabajo y contemplación. La vida en soledad de los monjes del siglo IV, toma sentido en esa búsqueda incesante del ser humano para encontrarse consigo mismo, y con Dios, en ese diálogo íntimo y profundo entre “tú y Él” donde todo lo demás está de sobra. Hoy san Antonio el ermitaño, es considerado el „padre de los monjes‟, el origen de los anacoretas (ana= hacia arriba y khoros=espacio, alejado), los que buscan la trascendencia desde una vida retirada del mundo.

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Escucha Señor nuestras oraciones, Sé tú la compañía de quienes viven solos;

Sé tú la brújula de quienes andan desorientados; Sé tú la tierra de los que viven desterrados; Sé tú la riqueza de los pobres y sencillos;

Sé tú el silencio de quienes viven entre ruidos; Sé tú el amigo de quien lo ha perdido todo;

Sé tú la sabiduría de quienes buscan la verdad. Como para san Antonio, sé tú Señor,

nuestro mayor tesoro.

Amén.

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Octava de Pascua

¡Alegraos! ¿Cómo no estar alegres cuando es el propio Jesús quien sale a tu encuentro? Esta invitación es la que nos hacía el papa Francisco en Evangelii Gaudium: «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con

Jesús». Un encuentro con Jesús como e l de las mujeres del Evangelio, que se fue transmitiendo de comunidad en comunidad y que de modo

especial se ha seguido cuidando en la Vida Consagrada.

Hoy nos acercamos a los Cenobios, los primeros monasterios cristianos donde se vivió esta alegría del encuentro y del abrazo con Jesús en las primeras experiencias de vida en común.

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Lunes, 6 de abril Lunes de Pascua

Alegraos juntos

En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «Alegraos.» Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: «No tengáis miedo: id a comunicar

a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.»

[Mateo 28,8-15 ]

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Octava de Pascua Lunes, 6 de abril Lunes de Pascua

los monjes cenobitas Poco después de que surgieran los anacoretas de la mano de San Antonio, algunos monjes comenzaron a combinar la búsqueda en soledad, propia de los ermitaños, con el compartir bienes, trabajo y oración, dando así lugar a las primeras comunidades de vida común: los Cenobitas (koinos = común ; bios = vida). San Pacomio es conocido como el „padre de la vida cenobítica‟, ya que fue el primer monje que aprovechó pequeños grupos comunales que ya existían y les dio una verdadera organización, dejando Reglas escritas. Fueron surgiendo entonces numerosos monasterios, comunidades retiradas en las que los monjes compartían la alegría de dedicar sus vidas a la búsqueda de Dios.

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Gracias Señor, por salir siempre a nuestro encuentro;

gracias Señor, por llenar nuestra vida de alegría.

Que sepamos ser, como los cenobitas de los primeros años,

comunidad de vida que se alegra en la certeza de tu Amor por nosotros.

Amén

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Octava de Pascua

María lloraba porque se habían llevado a su Señor. Al escuchar de labios de Jesús su nombre, le reconoció y sus penas se convirtieron en gozo. Otra mujer, Mónica en el S.IV, lloraba por las penas de ver a su hijo Agustín perderse en una vida licenciosa y llena de orgullo, desoyendo la Palabra del Señor que ella misma le proponía. Como dice hoy Pedro, “la promesa vale para vosotros y vuestros hijos, aunque estén lejos”. Abramos caminos de búsqueda sincera de la verdad, que logren traspasar nuestro corazón del amor de Dios que es capaz de transformar toda existencia… también la de Agustín.

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Martes, 7 de abril Martes de Pascua

Corazones traspasados

El día de Pentecostés, decía Pedro a los judíos: «Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías.»Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»Pedro les contestó: «Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos.»Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: «Escapad de esta generación perversa.»Los que aceptaron sus palabras se

bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.

[Hechos 2,36-41]

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Octava de Pascua Martes, 7 de abril Martes de Pascua

San Agustín De padre pagano y madre cristiana, San Agustín fue educado cristianamente y estuvo buscando la verdad durante toda su vida. Fue padre a los 18 años y a los 20, aun sin bautizar, se unió a la secta de los maniqueos, esperando encontrar las verdad que anhelaba. Años después, al escuchar un sermón del obispo Ambrosio en Milán, quedó impresionado y pidió el bautismo. Desde entonces, cultivó su fe llevando una vida monacal en Tagaste, fue ordenado presbítero y dedicó su vida a la labor pastoral y a la redacción de obras teológicas y filosóficas, por las que es considerado un de los más grandes padres de la Iglesia. Su incesante camino de búsqueda y el corazón que ponía en todo lo que hacía y estudiaba, son hoy valores importantes para la juventud, tan deseosa de verdades y de Dios.

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Tú, que estás libre de preocupaciones, te preocupas de nosotros.

Purifica mis labios, por dentro y por fuera de toda temeridad y de toda mentira Que tus Escrituras constituyan para mí

un encanto lleno de pureza. Que no me engañe en ellas

ni con ellas sirva a otros de engaño. Señor, escucha y ten piedad.

(Confesiones 11, 2, 3)

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Octava de Pascua

Durante esta semana pascual, en que celebramos el misterio central de nuestra fe, nos encontramos en nuestro particular camino de Emaús, con nuestros miedos, nuestras preocupaciones y nuestras frustraciones… deseosos de descubrir a Jesús Resucitado, seguros de que Él camina junto a

nosotros, aunque, a veces, sea imperceptible a nuestros ojos. Para poder descubrirte, Jesús, entre tantas cosas y personas, entre tanto "ruido", necesitamos, "alejarnos" de todo aquello que nos impide descubrirte y oírte, para saber qué quieres de nosotros. S. Benito lo tuvo claro: vivir la unidad y la fraternidad, ejerciendo la caridad, originando así el Monacato en Occidente.

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Miércoles, 8 de abril Miércoles de Pascua

Te doy lo que tengo

En aquellos días, subían al templo Pedro y Juan, a la oración de media tarde, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían colocarlo todos los días en la puerta del templo llamada «Hermosa», para que pidiera limosna a los que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y a Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se le quedó mirando y le dijo: «Míranos.» Clavó los ojos en ellos, esperando que le darían algo. Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno,

echa a andar.»

[Hechos 3,1-10]

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Octava de Pascua Miércoles, 8 de abril Miércoles de Pascua

los benedictinos Señor, Tú nos sigues hablando, exactamente igual que hace dos mil años, pero nos cuesta trabajo entenderte. Hoy queremos llegar a Ti a través de las enseñanzas de nuestro maestro Benito, patrón de Europa y fundador de la vida monástica. Su espiritualidad nos invita a descubrirte, a escucharte en nuestro día a día. Benito, con su regla de vida monástica, nos invita a conjugar dos situaciones que hoy experimentamos como incompatibles: rezar y trabajar ("ora et labora"), encontrar y escuchar a Dios sin dejar de lado nuestros principales compromisos de vida: la familia, el estudio, el trabajo, el barrio, la parroquia, nuestros amigos… todos ellos constituyen un punto de encuentro con el Dios Resucitado que nos ama.

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Señor Jesús, en esta tarde/noche de hoy te queremos pedir que nos concedas el don de la perseverancia en la oración y en el trabajo. Tú, que llevaste una vida austera, de renuncia y trabajo, acógenos y protégenos para seguir tus pasos de silencio, oración y amor hacia los que nos rodean en nuestro día a día. San Benito, ruega por nosotros.

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Octava de Pascua

La duda siempre acompaña a la fe en el proceso de creer. Incluso después de haber reconocido a Jesús resucitado compartiendo el pan en Emaús, a los discípulos les cuesta reconocerlo para siempre. Jesús se les vuelve a aparecer y ahora las dudas y los miedos van en aumento, no lo confunden con un forastero, sino con un fantasma. Jesús ha de ser reconocido siempre de nuevo, descubrirle en cada acontecimiento y en cada encuentro de la vida. También la vida monacal tuvo sus miedos y tuvo que redescubrir la novedad del encuentro con Jesús con nuevas comunidades más ágiles y más rigurosas en la práctica de los consejos evangélicos. Era el S. XII y surgía el Císter.

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Jueves, 9 de abril Jueves de Pascua

Reconocer a Jesús

En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros.» Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis? ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.» Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo de comer?» …Entonces les abrió el

entendimiento para comprender las Escrituras.

[Lucas 24,35-48]

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Octava de Pascua Jueves, 9 de abril Jueves de Pascua

los cistersienses La vida religiosa tuvo que seguir renovándose y encontrando nuevos caminos. Cada vez necesitaba una mayor organización, y así, el Cister logró la unidad entre monasterios. Bajo la gran figura del Abad, surgen de los benedictinos con Roberto de Molesmes en el Monasterio de Citeaux (Francia) 1098. Su expansión se da con San Bernardo en Clairvaux (1115). La gran difusión por Europa se debió a que atrajeron a ricos, pobres, hombres, mujeres, nobles e intelectuales, y a la santidad de Bernardo (4 hermanos, su padre y su tío ingresaron en el Cister). San Bernardo conoció 343 monasterios cistercienses. Fue piadoso, austero buscador de la soledad, se impuso la pobreza como precepto. Se dedicó en cuerpo y alma a tal misión, y a la transmisión con tal pasión de lo que en él despertaba el Evangelio. Con humildad y sin buscar la vanagloria, hemos de seguir llevando el Evangelio como dulce miel para el mundo: ¡nada ha de detenernos!

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“Reza pidiendo un espíritu generoso. Un espíritu así siempre está dispuesto a perdonar,

siempre está dispuesto a practicar la virtud cuando se le pone a prueba.

El corazón generoso reconoce cuándo se debe dar a los demás y cuándo contenerse.

El corazón generoso reconoce las oportunidades que la gracia le proporciona para practicar la virtud.

De esta forma, él practica la sabiduría, no el impulso.”

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Octava de Pascua

El Evangelio de hoy nos muestra a unos discípulos decididos a salir y embarcarse. Parece algo muy lógico pero no siempre lo vemos tan claro: si quieres pescar antes necesitas salir y embarcarte. ¿Cuántas veces has deseado algo y sin embargo te dio miedo salir, embarcarte y luchar por ello? Las dudas siempre van a estar ahí: ¿y si salgo y no pesco nada? ¿Qué pasará si fracaso? ¿Y si no es como yo esperaba? La invitación hoy es clara, atrévete y queda atento o atenta a la voz del Señor, Él te va a guiar. La misión, el seguimiento de Cristo, no merece la pena, merece la Vida, tu Vida.

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Viernes, 10 de abril Viernes de Pascua

Se embarcaron

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar.» Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo.» Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?» Ellos contestaron: «No.» Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor.»

[Juan 21,1-14]

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Octava de Pascua Viernes, 10 de abril Viernes de Pascua

San Nilo Últimamente hay dos realidades que nuestros telediarios muestran con demasiada frecuencia y que podemos leer desde la vida de San Nilo. Por un lado está la persecución religiosa: asesinan cristianos a diario y parece que nos hemos acostumbrado a estas noticias. A veces nos entristece más que sacrifiquen a un perro. San Nilo también sufrió la persecución religiosa y tuvo que huir para salvar la vida. Sin embargo su vida es una historia de ecumenismo, tras su muerte es reconocido como mártir por las iglesias católica y ortodoxa. La otra realidad que apuntaba es la corrupción, especialmente en el ámbito político. San Nilo nunca, por muy malas que fueran las condiciones en la que vivía, aceptó un soborno o “regalito” en especial de líderes políticos e incluso del emperador. Esto le hizo libre para ser voz profética y de denuncia ante los abusos de poder y las injusticias que oprimían al pueblo.

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Querido Padre, Tú sabes el miedo que nos da embarcarnos. Estar mar adentro supone perder toda nuestra estabilidad, no tener un suelo firme bajo nuestros pies. El que se embarca y te sigue, Señor, pierde sus seguridades. Pero las seguridades no nos hacen siempre felices, ¡Tú sí! Por eso Señor te doy gracias por llamarme a seguirte, te doy gracias por sacarme de mis seguridades, de mi familia, de mi tierra, de mi lengua,… y traerme a Belice entre los pequeños, entre pueblos indígenas, entre culturas diferentes. Te doy gracias por todos aquellos y aquellas que vas poniendo en mi camino. Incluso de experiencias de inseguridad, de dolor, de la pérdida haces nacer cosas preciosas y hoy San Nilo es un ejemplo de ello: Tú nos llamas desde la propia vida, incluso desde sus momentos más difíciles, y no te importa la edad.

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Antonio Puerto CSsR

Octava de Pascua

Jesús tras resucitar quiere darse a conocer una y otra vez. Lo hace p o c o a p o c o , p r i m e r o individualmente a María Magdalena, luego a una pareja en camino, y finalmente al grupo de los Once. Todos anunciaron que habían visto al Señor, pero nadie les creía. También hoy cuesta creer que el Resucitado

no deja de dársenos a conocer. Muchos lo anuncian con palabras, pero no les creemos. Por ello es necesario el silencio, la contemplación, alejarse del ruido y dejar que sea únicamente él quien nos hable en nuestras soledades. En ese ocultamiento incomprensible es como san Bruno y los Cartujos, siguen proclamando el Evangelio a toda la creación. Desde sus „escondites‟ el silencio grita con fuerza: ¡Jesús ha resucitado, y nosotros con él!

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Sábado, 11 de abril Sábado de Pascua

Silencio que proclama

Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la

creación.»

[Marcos 16,9-15]

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Octava de Pascua Sábado, 11 de abril Sábado de Pascua

los cartujos Conocidos como los monjes solitarios y contemplativos. Como dijo Jesús, “sois del mundo sin estar en el mundo”. Viven „ocultos‟ en el mundo. Nunca un cartujo firma aquello que realiza, el anonimato es su seña. San Bruno era sacerdote y profesor prestigioso en Colonia, tras conversar sobre la vanidad y falsedad de las ambiciones humanas, junto a otros compañeros decide abandonar el mundo. Tras pasar por el Císter junto a San Roberto, busca a San Hugo para que le oriente a otro lugar más apartado, más virtuosos y de mayor perfección. Acabará en un apartado y difícil valle de Grenoble, el Valle de Chartheux (Cartuja). Allí 7 estrellas le indicaron el sitio, con los 7 primeros cartujos que se instalarían. Construyen su oratorio y sus celdas, independientes unas de otras. La Cartuja combina la vida en soledad eremita con la vida en común de los cenobios. Todo lo hacen en la interioridad, salvo la oración. Comen solos salvo los días de fiesta. Viven un riguroso silencio.

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Tú, que eres mi Señor, escucha mi grito que te suplica como un inmenso clamor… Tú, de quien me he constituido siervo,

no anhelo un bien de la tierra; No pido más que lo que debo pedir:

sólo a Ti… ¡Ten piedad de mí! Pues inmensa es tu misericordia y grande mi pecado.

Tú que tan grande eres, no te vayas nunca de mi lado e ilumíname por favor en las noches más oscuras y en los

días más nublados. Entonces podré cantar tus alabanzas, contemplándote,

Señor. Te bendeciré con una bendición

que perdurará a lo largo de los siglos;

Amén.

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II Se

man

a de

Pas

cua

En esta semana nos encontramos dando un paso más y vemos cómo la Forma de vida monacal inspira un nuevo modelo de familia religiosa: “los canónigos regulares”. Ya no son únicamente monjes los que consagran enteramente su vida a Dios, sino también sacerdotes y con un gran afán de volver a la experiencia fraterna de las primeras

comunidades (Hch 2,42-44).

Estos hombres se dedican a la vida litúrgica y al

apostolado; destacan también por ayudar a los más pobres.

Algunas familias religiosas de este tiempo las conocemos con los nombres de: Lateranenses, Victorianos,

Premonstratenses (S XI- XII)

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Constructora de la Comunidad

II Se

man

a de

Pas

cua

Lo característico de esta época es el cambio de milenio, y como suele pasar siempre en estos casos, la humanidad

sufre mucha confusión, tensión y desestabilización.

Como reacción a esta gran crisis surgen en la iglesia “las órdenes militares”. Se crean para frenar la expansión del Islam y para recuperar los lugares Santos donde vivió Jesús. Su lema es: defender la fe, hasta tal punto de empuñar las

armas si fuese necesario.

Muertes y asesinatos tiñen este fragmento de la historia de la Iglesia. Aberrante. Pero como se suele decir en historia: lo bueno es “no justificar ni juzgar”, sino contemplar los

hechos así como se dieron.

Es cierto que hubo mucho derramamiento de sangre injusto, por eso nunca nos cansaremos de pedir perdón al Señor e implorarle su Luz, para remendar los errores, aprender de ellos y buscar construir una sociedad donde

reine la justica, la igualdad y la paz.

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II Semana de Pascua

Como ya hemos visto, los eremitas, anacoretas y, poco después, los monjes, se dedicaron, apartados del mundo, a la plegaria y al cultivo de la perfección de la vida espiritual. Por otro lado, los sacerdotes estaban inmersos de pleno en la sociedad, y se dedicaban al “cuidado de las almas” de sus parroquias. En los siglos XI y XII, los Canónigos Regulares, sacerdotes inscritos a una iglesia local, recuperaron la riqueza espiritual de una vida en común, siguiendo una regla de vida pero combinándola con la vida apostólica. Lateranenses, victorianos, premonstratenses… nos recuerdan hoy que no hay vida sin comunidad.

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Domingo, 12 de abril Domingo II de Pascua

No hay vida sin comunidad

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

[Hechos 4,32-35]

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II Semana de Pascua Domingo, 12 de abril Domingo II de Pascua

los Canónigos Regulares Ningún ser humano puede vivir solo. Estamos hechos para vivir en familia y en sociedad. Nuestra propia fe cristiana nos dice que Dios es familia (Trinidad), que Jesús vivió en familia (Sagrada Familia) y que después, en su vida pública, escogió a seguidores para que estuvieran con él (Marcos 3, 14). De hecho, cuando sus discípulos le pidan que les enseñe a orar (Lucas 11, 2) afirmará: “Cuando oréis decid: „Padre nuestro‟”. Todo en torno a la vida y a la fe discurre en un „nosotros‟. Esta fue también la certeza de los Canónigos Regulares: que no hay vida sin comunidad.

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Señor Jesús, ayúdame a quitarme de la cabeza

que puedo vivir solo, que yo solo me basto.

Que no pierda de vista el regalo de la comunidad. Porque cuando en ella vivo,

a Ti te encuentro. Porque cuando con ella comparto,

mi fe se acrecienta. Porque cuando en ella celebro,

recibo la alegría que viene de Ti.

Amén

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II Semana de Pascua

Los Canónigos Regulares estaban vinculados a una iglesia local, donde llevaban a cabo su tarea evangelizadora. Nunca dudaron de la importancia de ser Iglesia, Cuerpo de Cristo y Pueblo de Dios. Ni sus particularidades, ni su carisma comunitario, ni los dones y cualidades de cada uno fueron razones para perder de vista que es a través de la Iglesia como habían recibido el tesoro de la fe y que, por tanto, en ella debían custodiarla y transmitirla.

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Lunes, 13 de abril S. Martín I y S. Hermenegildo

Somos Cuerpo de Cristo

Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él». Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios». Nicodemo le pregunta: «¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?». Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: "Tenéis que nacer de nuevo"; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».

[Juan 3, 1-8]

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II Semana de Pascua Lunes, 13 de abril S. Martín I y S. Hermenegildo

La Iglesia Suele decirse que la Iglesia es santa y pecadora. Santa porque Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el Santo, es su cabeza; también porque es el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, quien la anima. Y es pecadora porque nosotros lo somos: nuestros fallos, debilidades e incoherencias dañan a la Iglesia. Sin embargo, también nuestra bondad, alegría y entusiasmo la edifican y la „santifican‟. Si nacemos a la vida del Espíritu, si somos más de Dios, la Iglesia también será más santa y su tarea evangelizadora más fiel y eficaz.

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Señor, te pido por la Iglesia; que sea siempre testimonio de tu amor y de tu misericordia, signo

constante de alegría y de esperanza.

Señor, te pido por todas las personas que se han alejado de la Iglesia: para que con nuestro testimonio puedan volver a ella con ilusión

renovada.

Señor, te pido por todas las personas que se encuentran solas, también por todas aquellas que

pasan por la noche de la enfermedad y el dolor.

Padre nuestro...

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II Semana de Pascua

No cabe duda de que es posible evangelizar, anunciar a Jesucristo y hacer que su Buena Noticia llegue hasta los confines del orbe, a través de la vida contemplativa. Es, en definitiva, el poder de la oración. Sin embargo, los Canónigos Regulares entendieron que su vida religiosa, con su regla de vida y su comunidad, eran perfectamente compatibles con la pastoral, con la atención y el cuidado de todos aquellos que buscan al Señor y necesitan de los sacramentos y de un acompañamiento. Es más, su vida religiosa vivida en comunidad se convirtió en el mejor modo de anunciar el Evangelio.

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Martes, 14 de abril S. Bernardo de Tiron

Anunciar la Buena Noticia

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».

[Juan 3,5a.7b-15]

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II Semana de Pascua Martes, 14 de abril S. Bernardo de Tiron

La comunidad El papa Pablo VI dijo con toda claridad que la Iglesia existe para evangelizar (Evangel i i nunt iandi, 14). Las comunidades religiosas, toda comunidad cristiana y también la Iglesia universal no existen para sí mismas, sino para anunciar a Jesucristo muerto y resucitado; existen para dar testimonio de la salvación que recibimos de Él y para construir el Reino de Dios, reino de justicia y de paz. La comunidad no puede anunciarse ni promocionarse a sí misma: existe para que “el Hijo del hombre sea elevado”, para que Cristo sea puesto en alto, manifestado, transmitido, dado a conocer.

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“Aprende gustoso de todos lo que no sabes. Será el más sabio de todos

quien haya querido aprender algo de todos. Quien recibe algo de todos

acaba por convertirse en el más rico de todos”

(Hugo de San Víctor, canónigo regular y teólogo)

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II Semana de Pascua

La Orden de Malta fue fundada en Jerusalén en el siglo XI. Nacida dentro del marco de las cruzadas, desarrolló acciones militares contra los ejércitos árabes y turcos. Pero lo que verdaderamente la definió y la define hoy es su consagración como auxilio de pobres y e n f e r m o s . E s t o s C a b a l l e r o s Hospitalarios atendían con todo cuidado a aquellos que se dirigían en peregrinación a

Jerusalén.

Hoy ellos nos recuerdan, como también lo ha hecho el papa Francisco, que la Iglesia tiene vocación de “hospital de campaña”.

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Miércoles, 15 de abril Stas. Basilisa y Anastasia

Iglesia: hospital de campaña

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.

[Juan 3,16-21]

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II Semana de Pascua Miércoles, 15 de abril Stas. Basilisa y Anastasia

La Orden de Malta El inmenso amor que Dios nos ha mostrado en su Hijo Jesús tiene que manifestarse en su Cuerpo, que es la Iglesia. Y no hay un testimonio más importante de esto –sobre todo para los no creyentes– que una comunidad cristiana volcada en ser luz para los últimos, para aquellos que nadie quiere. Cuando un cristiano se acerca a un pobre y lo trata como un hermano, reconociendo en él el rostro de Cristo, entonces la luz de Dios brilla con toda su fuerza. Que no nos cansemos de ser Iglesia-hospital de campaña, que no deja de acoger, consolar y sanar heridas con el bálsamo del amor y la misericordia.

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Te pido, Señor, por todos los peregrinos: para que en su caminar se encuentren contigo, que eres la

fuente del Amor y de la Vida.

Te pido, Señor, por los que más están padeciendo la crisis económica: que nuestra cercanía y solidaridad

sean bálsamo y consuelo.

Te pido, Señor, por todos aquellos que han

consagrado su vida al cuidado de los más pobres.

Padre Nuestro...

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II Semana de Pascua

No podemos pensar que las Órdenes Militares tengan hoy una actualidad guerrera. Podemos disculpar, incluso comprender, las acciones militares de estos „caballeros de

Dios‟ en una sociedad en la que lo político y lo religioso estaban íntimamente unidos; en un mundo en el que lo bélico estaba omnipresente. Sin embargo, la mayor guerra que tiene que librar hoy todo cristiano es la de la lucha contra el mal, el sufrimiento, la injusticia y el

pecado. Hoy la mayor lucha cristiana es la lucha por la paz.

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Jueves, 16 de abril Sta. Engracia

Constructores de paz

En aquellos días, los guardias condujeron a los apóstoles a presencia del Sanedrín, y el sumo sacerdote les interrogó: «¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre». Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen». Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos.

[Hechos 5, 27-33]

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II Semana de Pascua Jueves, 16 de abril Sta. Engracia

Guerra y paz... No podemos creer a ningún hombre que afirme rotundamente que se siente enviado por Dios para la guerra. No hay nada más contrario a Dios que la guerra, la violencia y el conflicto. Y ya hemos visto la tragedia de la yihad (guerra santa), así como del peligro del fanatismo religioso. Nuestra vida de cristianos ha de ser, por el contrario, reflejo de la de aquel que “pasó por el mundo haciendo el bien”, de aquel que la propia Escritura define como “nuestra paz”, del Señor “manso y humilde de corazón”. Sus palabras nos llaman, no a la guerra, sino a la construcción de un mundo más humano, más justo y más pacificado.

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Señor, Dios de la paz, Tú que creaste a los hombres para ser herederos de tu gloria. Te bendecimos y damos gracias porque nos enviaste a Jesús, tu hijo amado. Tu hiciste de Él, en el misterio de su Pascua, el realizador de nuestra salvación, la fuente de toda paz, el lazo de toda fraternidad. Te damos gracias por los deseos, esfuerzos y acciones que tu Espíritu de paz suscita en nuestros días, por sustituir el odio por el amor, la desconfianza por la comprensión, la indiferencia por la solidaridad. Abre todavía mas nuestro espíritu y nuestro corazón a las exigencias concretas del amor a todos nuestros hermanos, para que seamos, cada vez mas,

artífices de la PAZ.

Beato Pablo VI

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II Semana de Pascua

Ya hemos dicho que las Órdenes Militares no son hoy para nosotros un ejemplo de mansedumbre. Pero sí que pueden serlo de celo misionero. Su pasión por Cristo les llevó a arriesgar incluso la propia vida. Hoy deberíamos pensar, mirando a estos monjes-caballeros, si nuestra vida no se ha vuelto demasiado tibia, si no deberíamos hacer más esfuerzos por transmitir con todas nuestras fuerzas –por supuesto, renunciando a toda violencia– que Jesucristo, y solo Él, es el Camino, la Verdad y la Vida. Y, además, como hicieron ellos, sirviendo al enfermo y al pobre de una manera heroica.

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Viernes, 17 de abril S. Esteban Harding

Misioneros apasionados

Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie». Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo».

[Juan 6, 1-15]

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II Semana de Pascua Viernes, 17 de abril S. Esteban Harding

La necesidad de misión Nuestro mundo está necesitado del pan de Dios, de su Palabra, del sentido y la esperanza que solo Él puede darnos. Quizá nuestra sociedad occidental no esté tan necesitada de pan como de ilusiones y motivaciones. Quizá toda la sofisticación del s. XXI, las nuevas tecnologías y el increíble potencial de comunicación que nos ofrecen, no haya llegado a saciar nuestra

sed y nuestra hambre más profundas.

Hoy el ser humano anhela personas apasionadas por Dios que, enviadas por Él, muestren el sentido de toda vida humana: el amor de un Padre que siente pasión por sus hijos.

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Señor Jesús, te pido por los misioneros, que gastan su vida en el anuncio del Evangelio y en el servicio

a los más pobres.

Señor Jesús, dame fuerzas y luz para ser misionero de tu Buena Noticia en medio de mi vida cotidiana,

de mi familia y de mis amigos.

Señor Jesús, te pido por las vocaciones: que no

falten jóvenes dispuestos a entregarte su vida.

Padre Nuestro...

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II Semana de Pascua

La Orden del Temple fue una de las más poderosas órdenes militares cristianas de la Edad Media. Sus miembros (cabal leros templarios) se encontraban entre las unidades mejor e n t r e n a d a s q u e part ic iparon en las

Cruzadas. Su propósito original era defender los Santos Lugares y a los peregrinos cristianos que viajaban a ellos. Su coraje es hoy un ejemplo para nosotros… no así el despliegue de medios al servicio de la conquista y de la guerra, algo que difícilmente casa con el Evangelio de la paz que Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios, anunció.

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Sábado, 18 de abril S. Perfecto de Córdoba

Los nuevos „santos lugares‟

En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas. Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron: «No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra».

[Hechos 6, 1-7]

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II Semana de Pascua Sábado, 18 de abril S. Perfecto de Córdoba

Los ‟santos lugares‟ Los Santos Lugares han sido desde el comienzo lugares privilegiados para el encuentro con Dios. Por ellos se han realizado increíbles esfuerzos y librado terribles batallas. Hoy los cristianos debemos pensar cuáles son los „santos lugares‟ donde Dios se nos da, donde se nos manifiesta de una manera más palpable. Su Palabra, la comunidad cristiana, los sacramentos y, también el más pobre son „santos lugares‟ que tenemos que cuidar con esmero y „defender‟.

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Hay que apostar por algo. Comprometerse con una causa. Y en ella empeñar los sueños,

las capacidades, la ilusión y las ganas. Por ella dejarse la piel y la entraña.

En ella reír de júbilo con cada pequeña conquista. Luchar a brazo partido para que esa causa tenga un

horizonte.

96


III S

eman

a de

Pas

cua

En esta semana nos situamos ante el Siglo XIII, y una nueva manera de comprender la vida

consagrada.

Esta época se la conoce por el surgimiento de las órdenes mendicantes. Como la palabra lo dice son órdenes que quieren encarnar la pobreza y vivir más austeramente. El santo que se destaca por vivir esta forma de vida es San Francisco de Asís; le siguen los santos Domingo de Guzmán y Agustín

Juan de Mata, entre otros.

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Abierta al mundo

III S

eman

a de

Pas

cua

La aspiración de estos hombres, además de vivir la pobreza, es vivir también una vida más de tipo apostólica, denunciando con su estilo de vida la riqueza que se ostentaba en la sociedad, en la iglesia, incluso en el

Papado.

Lo característico de esta forma de vida es el estilo

itinerante que adoptan en la predicación y en la misión.

La comunidad se abre a la Iglesia y al mundo. Acentúan la dimensión fraterna y la igualdad entre todos, la apertura y

el interés hacia los más abandonados.

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III Semana de Pascua

Hoy descubrimos a San Francisco de Asís, fundador de los Franciscanos, que fue llamado a renovar una iglesia a la imagen de Cristo, llagado y roto. El mismo Resucitado que muestra sus llagas a los d i sc ípu los p id ió a Francisco que construyera una Iglesia renovada en su pobreza y sencillez.

99

Domingo, 19 de abril Domingo III de Pascua

Paz y Bien

En aquel tiempo contaban los discípulos lo que les había acontecido en el camino y como reconocieron a Jesús en el partir el pan. Mientras hablaba; se presentó Jesús en medio de sus discípulos y les dijo: "Paz a vosotros". Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. El les dijo: "¿Por qué os alarmáis? ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo." Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: "¿Tenéis ahí algo que comer?" Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. El lo tomó y comió delante de ellos.

[Lucas 24,35-48]

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III Semana de Pascua Domingo, 19 de abril Domingo III de Pascua

S. Francisco de Asís

No es cosa fácil ni sencilla saber qué quiere Dios de nosotros, tampoco lo fue para Francisco de Asís. No consta que él tuviese hilo directo con el Espíritu Santo a través del cual le fuese revelado lo que tenía que hacer. Tampoco Francisco supo de buenas a primeras cuál era su vocación y, mucho menos, la misión a que Dios lo destinaba. Todo esto lo fue descubriendo gradualmente, con fases alternas frecuentemente dolorosas y nunca definitivas. Por lo demás, forma parte de la naturaleza del hombre no saber al punto lo que Dios quiere de él, porque con frecuencia el hombre lo busca todo menos a

Dios, y los pensamientos humanos son muy otros que los de Dios.

Francisco se encuentra con Dios en la oración, especialmente ante el crucifijo de San Damián cuando escuchó las palabras «Vete y repara mi iglesia» también en los hermanos en los que le descubre vivo y necesitado de

amor.

101


Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: donde haya odio, ponga yo amor,

donde haya ofensa, ponga yo perdón, donde haya discordia, ponga yo unión,

donde haya error, ponga yo verdad, donde haya duda, ponga yo la fe,

donde haya desesperación, ponga yo esperanza, donde haya tinieblas, ponga yo luz,

donde haya tristeza, ponga yo alegría. Oh Maestro, que no busque yo tanto

ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender,

ser amado como amar. Porque dando se recibe, olvidando se encuentra,

perdonando se es perdonado, y muriendo se resucita a la vida eterna.

102



Seguimos avanzando con los santos que vivieron la Vida Consagrada y hoy descubrimos a Sto. Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, conocidos como los dominicos.

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Lunes, 20 de abril S. Aniceto

Alabar, bendecir, predicar

Al encontrarle a la orilla del mar, los discípulos le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello». Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para realizar las obras de Dios?». Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien Él ha enviado».

[Juan 6,22-29]

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III Semana de Pascua Lunes, 20 de abril S. Aniceto

Sto. Domingo de Guzmán Buscar a Dios, ese ha sido siempre el objetivo de las almas grandes. Desde la experiencia cristiana que habla del Dios encarnado, a ese Dios se le busca en el propio interior, somos carne de Dios; y en el otro, también encarnación de Dios. Surge así la relación clásica entre el cultivo de la vida interior y el darse a los demás: contemplación y acción; ¿complementarias?, ¿opuestas?. Mirar a Domingo es necesario para entender y saber llevar a la práctica la relación entre oración y acción, silencio y predicación. Para que la espiritualidad no sea espiritualismo alienante, sino espiritualidad del ser humano que vive entre seres humanos, siente, goza y sufre con ellos, y está a su servicio para entregarles una Palabra escuchada, orada, estudiada, es decir, contemplada.

105


Dios omnipotente, Tú eres un Dios de la Verdad.

Tú conoces nuestros pensamientos y deseos. Tú sabes cuándo y porqué nos reunimos.

Infúndenos tu Espíritu con sus múltiples dones, un Espíritu de sabiduría y prudencia,

de escucha y servicio, de discernimiento y consejo, de humildad y de fortaleza.

Haznos a modo de Domingo de Guzmán, y de tantos como nos han precedido en este camino,

dóciles y abiertos en la escucha y el diálogo. Ilumina nuestra visión sobre el mundo de hoy,

que sepamos asumir sus retos conforme a nuestras prioridades y fronteras,

y ser testigos ante el mundo de nuestra vocación.

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Ya estuvimos viendo la figura de S. Agustín a propósito del monacato. Hoy veremos cómo pasados los siglos, los distintos monjes que seguían viviendo la regla del Santo de Tagaste decidieron unirse en una sola Orden siguiendo el impulso de las órdenes mendicantes. En el evangelio, Jesús nos dice que Él es el pan de vida, el único alimento que sacia. Algo así debieron sentir estos monjes y eremitas para solicitar al papa agruparse. Era Cristo el que les unía y sobre todo seguir sus pasos mediante la Regla que S. Agustín escribió. Así, con esta “Gran Unión” que llamaron ellos, surgió la Orden de S. Agustín tal y como la conocemos hoy.

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Martes, 21 de abril S. Anselmo

Yo soy el pan de vida

En aquel tiempo, la gente dijo a Jesús: «¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da siempre de ese pan». Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».

[Juan 6,30-35]

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III Semana de Pascua Martes, 21 de abril S. Anselmo

los agustinos El nacimiento de la Orden de San Agustín se remonta al año 1243 cuando cuatro ermitaños en representación de grupos de eremitas situados en distintas zonas de Italia, se dirigieron al papa Inocencio IV para pedirle una regla común y un prior general. Una vez conocida la propuesta, en el primer año de su pontificado, papa determinó la creación de una nueva Orden Mendicante (la tercera después de los franciscanos y dominicos). La espiritualidad de la Orden de San Agustín procede del seguimiento de Cristo según los preceptos evangélicos y de la acción del Espíritu Santo. El ejemplo y el magisterio de san Agustín son sus principales puntos de referencia. Su texto base es la Regla de San Agustín, que propone un modelo de vida religiosa basado en la primitiva comunidad de Jerusalén. Los elementos fundamentales de la espiritualidad de la Orden serán la búsqueda de Dios y la vida de comunidad, a los que va unido un tercero: el servicio a la Iglesia y la evangelización, como no podía ser menos en una Orden cuyas raíces se remontan al gran Obispo de Hipona.

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Señor y Dios nuestro, nuestra única esperanza, no permitas que dejemos de buscarte por cansancio, sino que te busquemos siempre con renovada ilusión. Tú, que hiciste que te encontráramos y nos inculcaste ese afán por sumergirnos más y más en ti, danos fuerza para continuar en ello. Ante ti están nuestras fuerzas y nuestra debilidad. Conserva aquellas, cura ésta. Ante ti está nuestro conocimiento y nuestra ignorancia. Allí donde nos abriste, acógenos cuando entremos. Y allí donde nos cerraste ábrenos cuando llamemos. Haz que nos acordemos de ti, que te comprendamos, que te amemos. Acrecienta en nosotros estos dones hasta que nos trasformemos completamente en nuevas criaturas. Amén.

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Al mediar la semana hoy te presentamos a San Juan de Mata, fundador de la orden de los Trinitarios, que surgieron para rescatar a los cautivos a causa de su fe en el norte de África, en un tiempo de fuertes conflictos de religión.

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Miércoles, 22 de abril S. Sotero

Rescatar a los cautivos

En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis. Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día».

[Juan 6,35-40]

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III Semana de Pascua Miércoles, 22 de abril S. Sotero

los trinitarios La presencia amorosa de la Trinidad movió el corazón de S. Juan de Mata a dedicar su existencia a buscar el amor a los demás, demostrado especialmente en la redención de aquellos que caían esclavos a causa de su fe. En nuestro mundo de hoy muchas personas que conocemos- quizás también nosotros mismos- son también esclavas: las tecnologías, el poder, el dinero, la propia imagen… esclavitudes modernas a las que Dios no es ajeno. Jesús busca darnos la libertad a través de la fe. Creer en un Dios que se hizo hombre por nosotros y cuyo Santo Espíritu está presente en la Iglesia es descubrir un misterio de amor y libertad que transforma nuestra vida y nos envía al servicio a los hermanos. Hoy pedimos al Señor ese amor profundo que sintió San Juan de Mata por Jesucristo y la misericordia necesaria para compartir el evangelio con los hermanos que necesitan más libertad, más amor, más Vida en su vida.

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Señor Jesús, Tú siempre te mostraste amigo de los pequeños, de los pobres y de los excluidos: hasta el punto de querer pasar por la experiencia del preso: fuiste denunciado, detenido y apresado en la oscuridad de la noche, conducido a la cárcel y sometido a interrogatorios, insultos, burlas, malos tratos y torturas, juzgado sin las debidas garantías, condenado y ejecutado. Tu amor te llevó a identificarte con ellos y a permanecer presente en ellos: estuve en la cárcel y viniste a verme. Ante este gesto tan desconcertante hoy te pedimos por las presas y presos de hoy para que te sientan cercano y no piensen que, porque la sociedad los condene, tú los rechazas.

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En este día conocemos a los 7 fundadores de la Orden de Siervos de María, El lema de la Orden de los Siervos - “Al servicio de Dios y del hombre como María” - resume el proyecto de los Siete Fundadores y la

misión de los Siervos de María. Eran siete amigos florentinos, animados por un especial amor a la Virgen y unidos entre ellos por los ideales evangélicos de la comunión fraterna y del servicio; vividos desde un movimiento eclesial de laicos, (año 1233)

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Jueves, 23 de abril S. Jorge

Vivir para servir

Así dice el Señor: «Ésta fue la orden que di a vuestros padres: "Escuchad mi voz. Yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo; caminad por el camino que os mando, para que os vaya bien." Pero no escucharon ni prestaron oído, caminaban según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, me daban la espalda y no la frente. Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero no me escucharon ni prestaron oído: endurecieron la cerviz, fueron peores que sus padres. Ya puedes repetirles este discurso, que no te escucharán; ya puedes gritarles, que no te responderán. Les dirás. "Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. La sinceridad se ha perdido, se la han arrancado de la boca."

[Jeremías 7,23-28]

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III Semana de Pascua Jueves, 23 de abril S. Jorge

los servitas Los ideales evangélicos de la comunión fraterna y el servicio, animaron a estos jóvenes que iluminados por el amor a la Virgen María, soñaron con un mundo mejor, donde todos pudieran acercarse a Cristo, sin miedo ni temor sino el abrazar la caridad y la solidaridad con los que vivían sumidos en la tristeza y la desesperación, el hastío y la desgana de tenerlo todo y no valorar nada, o de no encontrar su sitio en la comunidad. Hoy muchos somos los jóvenes que desorientados vivimos un sin saber, que hacer, donde mirar, que gustar, algo que nos llene y no nos deje vacíos al momento. Volver nuestra mirada a la persona de Jesús en el otro, en el hermano es descubrir un horizonte nuevo lleno de esperanza e ilusión, siempre que reconozcamos que somos instrumentos para crear y no solo para destruir, dando vida, porque generosamente y gratuita la hemos recibido. Fortalezcámonos sabiéndonos enviados a dar y recibir con alegría. Yo valgo, si Tú vales.

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Señor muéstrame la verdad como verdad y la seguiré. Muéstrame lo prohibido y haz que lo evite.

Protégeme si la verdad se muestra dudosa ante mí y sigo mi inclinación sin tu guía.

Haz que mi inclinación sea siempre en tu obediencia y que te sientas complacido en mi relación contigo.

Tú siempre guías a quien quieres por el camino recto.

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Nos acercamos a la Obra comenzada por San Pedro Nolasco, concediéndole el nombre de: “Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, de la Redención de los Cristianos Cautivos”.Desde el primer día trabajaron en: “La Redención de los Cautivos cristianos que se hallaban en manos de los musulmanes y con peligro a perder su fe”. En Valencia, Granada, Sevilla, Baleares, Argel…

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Viernes, 24 de abril S. Fidel de Sigmaringa

Libres para liberar

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.» El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

[Marcos 12,28b-34]

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III Semana de Pascua Viernes, 24 de abril S. Fidel de Sigmaringa

los mercedarios Amar a Dios con todo nuestro corazón y amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos es mucho más importante que todos los sacrificios rituales. Eso es “adorar a Dios en verdad”. Hoy en día hemos de “Descubrir a Cristo sufriente en los cautivos y oprimidos de nuestro tiempo, asumiendo el compromiso práctico de la caridad, enraizados en la fe y firmes en la esperanza del Reino de Dios”, a los cristianos nos ha de mover el deseo de estar alegremente dispuestos a dar ejemplo y testimonio en nuestros ambientes, sin encerrarnos ni escondernos, siendo reflejo del Amor de Dios.

121


Gran Misterio, enséñame a confiar en mi corazón,

en mi mente, en mi intuición, en mi sabiduría interna,

en los sentidos de mi cuerpo, en las bendiciones de mi espíritu.

Enséñame a confiar en estas cosas, p ara que pueda entrar en mi Espacio Sagrado

y amar más allá de mi miedo, y así Caminar en la Belleza

con el paso de cada glorioso Sol.

122



Oremos en este día con, La Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (también llamada Orden de los Carmelitas) que surgió alrededor del S XII, cuando un grupo de ermitaños, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir en el Monte Carmelo considerado el jardín de Palestina ("Karmel" significa "jardín"). A partir del año 1562 Sta. Teresa de Jesús y S. Juan de la Cruz impulsaron la reforma del Carmelo, fundando los primeros monasterios de Carmelitas descalzos en España. La nueva regla busca retornar a la vida centrada en Dios con toda sencillez y pobreza, como la de los primeros eremitas del Monte Carmelo.

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Sábado, 25 de abril S. Marcos, evangelista

No está el amor para sacar de razón

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo." El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador." Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

[Lucas 18, 9-14]

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III Semana de Pascua Sábado, 25 de abril S. Marcos, evangelista

los carmelitas Dios nos curará y vendará nuestras heridas. No nos jactemos de nosotros mismos, sino regocijémonos por el amor paciente y por la bondad sin límites del Señor hacia nosotros. Reconozcamos humildemente ante el Señor que somos mujeres y hombres heridos espiritualmente, necesitados de curación interior, no nos preocupemos en exceso de cumplir observancias externas, sino más bien de que nuestra vida y nuestras obras sean sinceras y transparentes a los ojos de Dios y a los de los hermanos. Sigamos el ejemplo de S. Elías y de los primeros carmelitas que, inspirados por él se retiraron al monte a vivir dedicados a las cosas del Señor. Hoy necesitamos urgentemente subir al monte a encontrarnos con Dios dejando abajo todo lo que nos estorba para el viaje: el orgullo, el sentirnos mejores, la falta de misericordia con el hermano… Busquemos momentos de “senderismo espiritual”, busquemos nuestro propio monte Carmelo.

125


Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada.

Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada.

Para venir a serlo todo, no quieras ser algo en nada. Para venir a saberlo todo,

no quieras saber algo en nada. Para venir a lo que no gustas, has de ir por donde no gustas. Para venir a lo que no sabes, has de ir por donde no sabes. Para venir a lo que no posees, has de ir por donde no posees.

Para venir a lo que no eres, has de ir por donde no eres.

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IV S

eman

a de

Pas

cua

En esta semana ocupan nuestra atención los S. XVI y XVII. Grandes convulsiones vive la iglesia; muchas controversias y protestas se originan hacia el interior mismo de la comunidad cristiana. Sucede en esta época la reforma de Martín Lutero conocida como la reforma protestante. Los santos que podemos citar en esta época son: S Cayetano, Gaetano, Ignacio de Loyola, San Vicente de Paul, Camilo de Lelis, José de Calasanz, entre tantos. Estos hombres redescubren la espiritualidad sacerdotal, haciendo más eficaz su ministerio y viviéndolo de manera institucionalizada. Despliegan una gran labor apostólica en ámbitos sociales muy definidos, como pueden ser: escuelas, hospitales, catequesis, etc..

127

Estar siempre en salida

IV S

eman

a de

Pas

cua

Viven en casas religiosas. Se empiezan a regir por Constituciones, o sea, por sus propias normas. Otro dato importante de esta época es el surgimiento de la mujer consagrada; hasta entonces la mujer solo podía vivir en la clausura. Esta nueva forma de vida le permite dedicarse por entero a la caridad y al apostolado. Empieza la forma original de consagración femenina. Se independizan de la forma tradicional masculina y viven en medio del mundo y de la gente. Las mujeres que inician esta obra son: Ángela Merici y Luisa de Marillac.

128

IV Semana de Pascua

En el Evangelio de hoy, Jesús nos ofrece una imagen con la que expresar su misión: la del pastor que se desvive, arriesga y da su vida para que las ovejas tengan una vida abundante. A nosotros se nos invita a seguirle, confiar en Él y

descubrir que su oferta de vida genera abundante felicidad. Quien así lo ha descubierto, está llamado a compartir su experiencia con otras personas, acercándolas a Jesús.

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Domingo, 26 de abril Domingo IV de Pascua

¿Qué hacer con tanto bien recibido?

En aquel tiempo dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.»

[Juan 10,11-18]

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IV Semana de Pascua Domingo, 26 de abril Domingo IV de Pascua

los jesuitas La Compañía de Jesús fue fundada en Roma en 1530 por San Ignacio de Loyola y otros 9 amigos entre los que se encontraban los santos Francisco Javier y Pedro Fabro. Desbordados por el amor recibido de Dios, se consagraron a llevar a otros a descubrirlo. Su carisma actualmente lo viven los jesuitas encontrando "la vida divina en las profundidades de la realidad". En sus mismas palabras "nuestro modo de proceder es descubrir las huellas de Dios en todas partes, sabiendo que el Espíritu de Cristo está activo en todos los lugares y situaciones y en todas las actividades y mediaciones que intentan hacerle más presente en el mundo. Esta misión de intentar “sentir y gustar” la presencia y la acción de Dios en todas las personas y circunstancias del mundo, nos coloca a los jesuitas en el centro de una „tensión‟, que nos impulsa hacia Dios y hacia el mundo al mismo

tiempo".

(Un fuego que enciende otros fuegos. Decreto de la Congregación General 35

131


Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad. Mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad.

Todo mi haber y mi poseer. Todo es vuestro. Disponed a toda vuestra voluntad.

Dadme vuestro amor y gracia, que esta me basta.

132


IV Semana de Pascua

Una casa con miles de puertas está expuesta al expolio y se puede convertir en un laberinto. La felicidad tiene puertas, unas que no llevan a ningún sitio, y otras que nos pierden. Jesús quiere ser la puerta de nuestra felicidad, de nuestra realización personal. También quiere ser la puerta de la paz y justicia social y de toda reforma personal y comunitaria que lleve a esa plenitud.

133

Lunes, 27 de abril Lunes IV Pascua

La puerta de la felicidad

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido, pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por su nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: […] «Yo soy la puerta: quien entra por mí, se salvará, y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. […] yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»

[Juan 10,1-10]

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IV Semana de Pascua Lunes, 27 de abril Lunes IV Pascua

los teatinos La orden de los Clérigos Regulares, llamados popularmente Teatinos, nació en Roma en 1524 para restaurar entre los sacerdotes la santidad de vida y la entrega apostólica y evangelizadora. Su fundador fue San Cayetano junto a otros compañeros que se unieron para reformar la iglesia. Cayetano (1480-1547) concibió la idea de fundar una congregación de sacerdotes que llevaran vida común, bajo la obediencia a un prepósito y la dependencia inmediata del Papa. Otros, seducidos por los ideales de Cayetano, le suplicaron que los admitieran en la nueva fundación para promover la reforma interna de la Iglesia.

135


Dios, de todos consuelo, Padre misericordioso, que ves en lo secreto

y conoces nuestras necesidades, que alimentas a los pájaros del cielo

y vistes los lirios del campo, te pedimos, como hizo San Cayetano,

nos des fuerzas para convertirnos de nuestro pecado, vivir en amistad con Dios

y con todos nuestros hermanos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Amén

136


IV Semana de Pascua

En medio de nuestra sociedad, donde abundan las palabras, hay algunas que marcan el corazón de las personas. Esas palabras que tienen un especial calado en quien las recibe, convierte a quien las dice en maestro. Las palabras de Jesús son palabras de Maestro, pues generan un dinamismo de seguimiento en aquel que las acoge con verdad. Nuestra sociedad necesita maestros, que siendo seguidores de Jesús, ofrezcan a los niños y jóvenes una voz que les ayuden a encontrarse con él Maestro.

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Martes, 28 de abril S. Pedro Chanel

Una voz especial en medio de otras

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente.» Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»

[Juan 10,22-30]

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IV Semana de Pascua Martes, 28 de abril S. Pedro Chanel

los escolapios Los ESCOLAPIOS es una orden religiosa nacida en Roma en 1617 con el título deOrden de los clérigos regulares pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías. La intuición fue de san José de Calasanz, pionero de la educación popular y cristiana, que años antes había creado una escuela abierta a todos. Calasanz nació en Huesca en 1557. Se ordenó sacerdote en 1583 y en 1592 viajó a Roma donde creó una escuela popular y gratuita para enseñar a los niños pobres. Los escolapios se consagran para educar en la Verdad y la justicia desde una propuesta vital e integradora. Su síntesis educativa heredada de su fundador y expresada en el binomio "Piedad y Letras", pretende responder de un modo auténtico al deseo de la Iglesia, buscando nuevas expresiones que los acerquen a los niños y a los jóvenes, preferentemente pobres, promoviendo junto a ellos el cambio social.

139


Padre, he conocido a Jesús y lo voy a anunciar: Él cambió mi vida

y me ha dado la certeza de sentirme querido por ti; mi pequeño mundo fue creciendo;

y gracias a él me siento feliz. Ayúdame a ser testigo fiel de que Él está vivo.

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IV Semana de Pascua

Jesús lo dice abiertamente: Él no ha venido a juzgar sino a ser luz para los demás. Es el primer misionero cuya misión consiste en abrirnos el camino hacia el Padre. Antes de que llegara, vivíamos en tinieblas. Nos pide que sigamos su ejemplo, y que creamos en Él, que es así como descubriremos la verdad que nos lleve a la vida eterna. Y como todo misionero, recibe sus órdenes e inspiración de alguien que está por encima, hablando por cuenta de otro que es quien le guía en todo momento, y en definitiva, refleja la luz del Padre. Nosotros tenemos que reflejar la luz de Cristo.

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Miércoles, 29 de abril Sta. Catalina de Siena

Jesús, ejemplo misionero

En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre.»

[Juan 12,44-50]

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IV Semana de Pascua Miércoles, 29 de abril Sta. Catalina de Siena

Las Hijas de la Caridad San Vicente y santa Luisa fortalecieron su corazón en el amor a Dios y a los más excluidos, dando lugar en el siglo XVII a una auténtica revolución en la manera de entender la caridad, la relación con Dios y el concepto de persona. Tras un profundo camino de conversión personal, san Vicente abandonó sus pretensiones de lograr una buena carrera eclesiástica, y santa Luisa se dejó encontrar por Dios. Así nacieron las Hijas de la Caridad, las primeras mujeres en la historia que, sin ser religiosas, vivían juntas, entregadas a Dios, y socorriendo a todo tipo de pobrezas con un estilo muy concreto: humilde, sencillo, caritativo. Comienza la caridad organizada, que huye del asistencialismo ofreciendo a la persona su protagonismo y dignidad. La Hija de la Caridad desea sentir, pensar y actuar como Jesucristo. Su amor y entrega nacen de la relación profunda con Él en la oración y en el rostro de quienes más sufren.

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Dios todopoderoso y eterno, que has llenado de caridad a san Vicente y a Santa Luisa: escucha nuestra oración y concédenos tu amor: haznos reconocer y servir a

Jesucristo en nuestros hermanos los pobres. Siguiendo sus enseñanzas, haz que aprendamos a amar con el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos, en humildad, sencillez y caridad. Por su intercesión libra nuestros corazones de la vanidad y el egoísmo, haznos recordar que todos un día seremos examinados en el amor. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

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IV Semana de Pascua

Pocos gestos son tan claros como el lavatorio de pies: hemos de echarnos al suelo de forma humilde y desde ahí servir a nuestros hermanos. Esto ayudará a ver al prójimo como a un igual, con nuestra misma condición. No importa quién sea el otro. Es cierto que parece más fácil servir a un rico que a un pobre, puesto que el primero estará rodeado de lujo, que “igual algo cae”, mientras que del segundo puedo desconfiar. Tampoco es lo mismo servir a un sano que a un enfermo, puesto que del segundo puedo contagiarme… Pero no, hay que mirar a los pies y olvidarnos de los galones, alforjas y otras cosas q u e n o s p u e d an d i s t r ae r : simplemente servir.

145

Jueves, 30 de abril S. Pio V

Cuidar y enseñar a cuidar

Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mí me recibe, recibe al que me ha enviado.»

[Juan 13,16-20]

146

IV Semana de Pascua Jueves, 30 de abril S. Pio V

los Camilos Los enfermos que se presentaban a Jesús recibían la curación física pero también la acogida y comprensión, la sanación de las heridas del pecado, ola luz de la fe. San Camilo también realizaba un servicio completo al enfermo teniendo en cuenta sus necesidades corporales y espirituales. Así, se esforzaba en enseñar a otros lo que se podría calificar de una enseñanza integral porque incluía saber (conocimientos científicos), el saber hacer (habilidades técnicas) y saber ser. Muchas veces nos quedamos en el hecho de ayudar a los demás, pero de una forma que las personas ayudadas siguen siendo dependientes de esa asistencia, por lo que realmente no hemos terminado de ayudar. Por tanto, siempre que nos ofrezcamos, debemos tratar de que sea una colaboración integral.

147


¡Oh Dios! envíanos locos, de los que se comprometen a fondo, de los que se olvidan de sí mismos, de los que se aman con algo más que con palabras, de los que entregan su vida de verdad y hasta el fin. Danos locos, chiflados, apasionados, hombres capaces de dar el salto hacia la inseguridad, hacia la incertidumbre sorprendente de la pobreza; danos locos, que acepten diluirse en la masa sin pretensiones de erigirse un escabel, que no utilicen su superioridad en su provecho. Danos locos, locos del presente, enamorados de una forma de vida sencilla, amantes de la paz, puros de conciencia, resueltos a nunca traicionar, capaces de aceptar cualquier tarea, de acudir donde sea, libres y obedientes, espontáneos y tenaces, dulces y fuertes. Danos locos, Señor, danos locos.

148


IV Semana de Pascua

Parece curioso que tres palabras digan tanto de una persona: camino, verdad y vida. Son la respuesta a muchas de las preguntas que nos podemos hacer en múltiples

ámbitos de nuestra vida. Y realmente no hay que buscar muchas más razones: si queremos llegar a la casa del Padre, Jesús es el camino. De hecho, Él es quien nos enseña a llamarle Padre, de forma que nuestra filiación queda asegurada. Y tratando de reflejar la relación paterno-filial en los casos materialmente imposibles surgieron los Somascos…

149

Viernes, 1 de mayo S. José, obrero

Camino, verdad y vida

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.» Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»

[Juan 14,1-6]

150

IV Semana de Pascua Viernes, 1 de mayo S. José, obrero

los somascos San Jerónimo Emiliani decide en la madurez abandonarlo todo y dedicarse a los pobres y a los huérfanos, habiendo sido él mismo huérfano desde los diez años. Ha llevado durante su juventud una vida cómoda y aprovechada, pero tras una experiencia fuerte de conversión, descubre el amor misericordioso y paternal de Dios. Precisamente es ese ejemplo de paternidad lo que le lleva a ocuparse especialmente de los huérfanos, desplegando un carisma paternal que lleve a otros a descubrir también ese amor del Padre. Gracias a su testimonio, surge entorno a él un grupo de colaboradores que se unen a su misión. San Jerónimo fue además un orante sin descanso, contrariamente a lo que se tiende a hacer hoy de reducir la piedad a muy pocos momentos de estar delante del Señor.

151


Dulce Padre nuestro Señor Jesucristo, te rogamos por tu infinita bondad que reformes al pueblo cristiano según aquel estado de santidad que tuvo en tiempo de tus apóstoles. Escúchanos, Señor, porque benigna es tu misericordia y en tu inmensa ternura vuélvete hacia nosotros. Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. (3x)

152


IV Semana de Pascua

Muchas veces nos quedamos en la apariencia física de lo que tenemos justo delante, sin pararnos a pensar un poquito más, sin hacer ese esfuerzo de ver más allá. Eso es justo lo que le recrimina el Señor a Felipe, que no se ha esforzado por tratar de comprender a quien tiene delante, lo que representa, y encima pide signos claros y unívocos que muestren al Padre. Ahora bien, ese esfuerzo debe ir siempre acompañado de la fe, que nos haga no necesitar palparlo todo sino que nos fiemos directamente de lo que Cristo nos presenta, de su mensaje, del Reino que queremos instaurar.

153

Sábado, 2 de mayo S. Atanasio

Necesidad de ser íntegros

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.»

[Juan 14,7-14]

154

IV Semana de Pascua Sábado, 2 de mayo S. Atanasio

Las ursulinas Santa Ángela Merici funda la Compañía Santa Úrsula en 1535, siendo la primera congregación religiosa femenina enteramente entregada a la educación de niñas y jóvenes. Como adelantada de su época, propuso un modelo de formación integral difícil de aceptar, puesto que supone esfuerzo, compromiso, respeto o amor al prójimo: trabajo bien hecho, incentivando el esfuerzo; honestidad; austeridad (siendo capaz de descubrir y de aprender a vivir feliz con lo esencial, distinguiéndolo de lo innecesario); acogida y encuentro con el otro, valorando y respetando la diversidad; manteniendo siempre una postura crítica y reflexiva. De esta forma llegan a ser conscientes de sus talentos y capacidades personales para ponerlos al servicio de la sociedad y de la Iglesia. Valoran la maternidad como regalo de Dios y promueven la familia como lugar de crecimiento y acogida.

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Señor, te pedimos por los jóvenes, esperanza del mundo:

- Que seamos luz para los perdidos, consuelo para los tristes, apoyo para los débiles y brújula para los que no encuentran sentido

- Que encontremos la verdad que libera y que rompe las cadenas de la injusticia y la indiferencia.

- Que no nos dejemos llevar por las apariencias sino que descubramos el amor que hay dentro de cada persona.

- Que nos demos cuenta de que lo más importante no es ser más, tener más o ser más poderosos, sino servir más.

- Que nos comprometamos en la construcción de tu reino y seamos valientes ante las dificultades actuales.

- Que seamos testigos fieles de tu amor y capaces de mostrarlo en nuestras familias, colegios, trabajos…

156


V S

eman

a de

Pas

cua

Buena Noticia a los pobres

Esta semana meditamos en torno a las familias religiosas que surgen entre los siglos XVII y XVIII. Causa emoción contemplar que, en medio de estas familias religiosas, surge la Congregación de “Los Misioneros Redentoristas”

con San Alfonso María de Ligorio, su fundador.

Por citar otros nombres recordamos también a: Felipe Neri,

Vicente de Paul, Juan Eudes, Juan B de la Salle…

En aquella época, la iglesia vivía de manera muy acomodada y se creía que la formación era sólo para algunos. Por eso surgen estas familias religiosas, para revitalizar la fe en los ya bautizados. Estos misioneros se dirigen hacia los lugares donde la Iglesia institucional no

acudía.

157

V S

eman

a de

Pas

cua

En el siglo de la Ilustración, o sea de la razón, ellos intentan transmitir la fe de manera accesible y clara a las

personas más sencillas.

Se adaptan a las distintas formas de apostolado, en

especial con jóvenes y estudiantes.

Tienen vida en común. Valoran mucho la fraternidad y el

apostolado en comunidad.

Muchos de estos fundadores responden a la necesidad de Evangelizar y Educar. Recordamos que el estilo con el que

lo hacen es un estilo austero, sencillo y cercano.

Estos hombres aportan a la Iglesia variedad de carismas,

pero sobre todo su santidad personal.

158

V Semana de Pascua

El evangelio de hoy nos recuerda que Jesús es la vid y nosotros los sarmientos. Para tener Vida con mayúsculas hemos de permanecer unidos a Él. Así lo vivieron todos los fundadores que hemos visto hasta hoy, así lo vivió también S. Felipe Neri, fundador de la Congregación del Oratorio. Dicen de él que de tanto rezar y de tan profunda que era su relación con Dios, se le ensanchó el corazón llegándole a dañar algunas costillas. Nosotros no pretendemos llegar a tanto, pero sí que le pedimos al Señor, hoy especialmente que permanezcamos siempre unidos a Él.

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Domingo, 3 de mayo Domingo V de Pascua

Permanezcamos en Él

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. […]»

[Juan 15,1-8]

160

V Semana de Pascua Domingo, 3 de mayo Domingo V de Pascua

los oratorianos La vida admirable de S. Felipe Neri en Roma hizo que los florentinos lo pidiesen como cura de la Iglesia de San Juan y en ella, se formó una comunidad de sacerdotes y de laicos a quienes Felipe dio unos estatutos. Así nació la Congregación del Oratorio destinada a la instrucción de la juventud y a procurar por todos los medios la salvación de todos. No quiso Felipe que los que entrasen en la Congregación quedasen ligados por ningún voto, sino únicamente con los lazos de la mutua caridad. Tampoco quiso que las casas de varias ciudades se uniesen para formar un solo cuerpo sino que todas se gobernasen separadamente con total independencia unas de otras. Sin embargo, en todas se observaba un mismo espíritu y celo en las prácticas espirituales. Así, en la maravilla de sencillez, quiso San Felipe fundar esta peculiar Congregación que hoy sigue animando comunidades en más de 20 países del mundo.

161


Felipe, enséñame a mirar como criaturas de Dios todo lo que me rodea. No dejes que olvide jamás que el mismo Dios que me hizo a mí, hizo el mundo entero, y todos los hombres y animales que hay en él. Alcánzame la gracia de amar todas las obras de Dios por amor a El, y a todos los hombres por amor a mi Señor y Salvador que los ha redimido en la cruz. Haz que sea especialmente tierno, compasivo y amoroso con todos, como hermanos en la Gracia. Amén

(Beato John Henry Newman)

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V Semana de Pascua

En la Palabra de Dios de hoy contemplamos cómo Pablo hace un milagro al mismo

modo en que Jesús los hacía. Al creer la gente que era

uno de los dioses en los que creían, Pablo y Bernabé fueron muy claros, ellos

anunciaban a Jesucristo, no a ellos mismos. Así lo hicieron también los fundadores de órdenes

religiosas y así lo hizo también S. Marcelino Champagnat, fundador de los Hermanos Maristas. Marcelino se decidió a fundar su congregación de pequeños hermanos dedicados a la enseñanza, al encontrar a un niño moribundo que nunca había escuchado hablar de Jesús.

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Lunes, 4 de mayo Lunes V de Pascua

Un corazón sin fronteras

En aquellos días, se produjeron en Iconio conatos de parte de los gentiles y de los judíos, a sabiendas de las autoridades, para maltratar y apedrear a Pablo y a Bernabé; ellos se dieron cuenta de la situación y se escaparon. Había en Listra un hombre lisiado, que nunca había podido andar. Escuchaba las palabras de Pablo, y Pablo le gritó, mirándolo: «Levántate, ponte derecho.» El hombre dio un salto y echó a andar. El gentío exclamó: «Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos.» Al darse cuenta, se rasgaron el manto y gritaron: «Hombres, ¿qué hacéis? Nosotros somos mortales igual que vosotros; os predicamos el Evangelio, para que dejéis los dioses falsos y os convirtáis al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen.»

[Hechos 14, 5-18]

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V Semana de Pascua Lunes, 4 de mayo Lunes V de Pascua

los hermanos maristas Marcelino Champagnat fue un sacerdote francés, que nació el mismo año de la Revolución Francesa. Un día lo llamaron para atender a un muchacho moribundo que nunca había ido a la iglesia y apenas había oído hablar de Dios. Marcelino le dio una brevísima catequesis, lo confesó y ... al poco rato, el muchacho murió. Esta triste experiencia impresionó fuertemente al P. Champagnat y le decidió a fundar una congregación de Hermanos que se dedicaran a la enseñanza y a la catequesis de los niños y jóvenes, especialmente los más necesitados. El 2 de enero de 1817 reunió, en una casita alquilada cerca de la parroquia, a dos jóvenes que le habían manifestado su deseo de ser religiosos. No todo fue fácil. Tuvo que luchar contra los celos y la incomprensión de algunos de sus superiores eclesiásticos, contra la hostilidad de ciertos políticos de su tiempo, enemigos de todo lo religioso, ... pero puso su confianza en Dios y en la Virgen María, y logró superar todas las dificultades.

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San Marcelino, Que a lo largo de tu vida fuiste un hombre fiel a tus raíces, a tu tierra, a tu familia, a la sociedad ayúdanos a convertirnos en personas útiles a nuestra tierra y a nuestra gente. Ilumina con tu ejemplo nuestra sensibilidad y respuesta. Que, como tú, descubramos lo que nuestros familiares, los miembros de nuestra comunidad, nuestros vecinos y amigos desean y necesitan. Ayúdanos a ser decididos, Generosos en la entrega y profundos en imaginación, para bien de nuestro pueblo, en fidelidad al Evangelio de Jesús. San Marcelino, que como tú, sepamos ser universales en el afán y concretos en el servicio. Amén

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V Semana de Pascua

El evangelio de hoy nos deja una palabra resonando en nuestra mente y en nuestro corazón: PAZ… Jesús vino a traer la Paz y, aunque parece que el ser humano se ha esforzado siempre por buscar lo contrario, siempre han existido hombres y mujeres de Dios que han dado su vida por construir el Reino de Dios allá por donde han pasado. San Pablo de la Cruz, un sacerdote italiano nacido a finales del S. XVII, escuchó la llamada del Señor y dedicó su vida al anuncio del Amor de Jesús en su mayor expresión: su Pasión, muerte y Resurrección. Así nacieron los Pasionistas.

167

Martes, 5 de mayo S. Hilario

Os doy la paz

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago.»

[Juan 14, 27-31]

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V Semana de Pascua Martes, 5 de mayo S. Hilario

los pasionistas Pablo era hijo de un acaudalado comerciante, pero cuando tenía 19 años de edad, su vida cambió por medio de un sermón que el párroco de su pueblo predicó, y eso lo llevó a vivir una vida inspirada en la penitencia y la oración diaria. El Papa Benedicto XIV aprobó las reglas de su congregación, que se llamó Congregación de la Pasión (también conocida como Pasionistas), destinada a la vida contemplativa y a las misiones de evangelización. Pablo destacó por su amor a la Eucaristía, su penitencia y su infatigable oración y predicación. San Pablo de la Cruz se decide a fundar esta congregación después de un largo camino de búsqueda espiritual, muy similar al vivido por San Francisco de Asís: se despoja de posible fama, riqueza y posición social a cambio de hacerse pobre siervo de Cristo. El nombre de "Pasionistas" proviene del encargo que la Virgen le hace a Pablo: predicar la Pasión de Jesucristo como "el don más maravilloso del amor de Dios, la fuerza que puede transformar al hombre y al mundo entero".

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“El alma que se aplica a la oración vive más íntimamente unida a Dios, y por medio de esta unión con el Sumo Bien se enriquece de todos los bienes, hace grandes cosas con humildad y anonadamiento de sí misma, y se dispone a quedar toda absorta en Dios en la contemplación, porque el amante divino la atrae y la diviniza, por decirlo así, mediante esta íntima unión. Ejercitaos mucho en el conocimiento de vuestra nada, y luego arrojad esta nada en la inmensidad de Dios que es todo.”

(S. Pablo de la Cruz) Ahora te invitamos a pasar unos minutos en presencia de Dios. No es necesario que pienses o digas nada. Simplemente mírale y deja que Él te mire...

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V Semana de Pascua

La Palabra de Dios de hoy nos muestra cómo, en los inicios no todo fue fácil ni siquiera entre los mismos seguidores de Jesús. Surgen distintas maneras de pensar y de actuar. El libro de los Hechos lo dice bien clarito: hubo una “violenta discusión”. También Juan Bosco tuvo sus problemas cuando se decidió a trabajar con los niños y jóvenes, especialmente con aquellos más revoltosos. No todos lo entendían y allá donde iban terminaban siendo un incordio. Sin embargo él lo tenía claro. Aquellos chavales necesitaban de Dios tanto como las personas “civilizadas” que rezaban en silencio en la iglesia.

171

Miércoles, 6 de mayo Miércoles V de Pascua

Abiertos al cambio

En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. […] Al llegar a Jerusalén, la Iglesia, los apóstoles y los presbíteros los recibieron muy bien; ellos contaron lo que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, intervinieron, diciendo: «Hay que circuncidarlos y exigirles que guarden la ley de Moisés.» Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto.

[Hechos 15, 1-6]

172

V Semana de Pascua Miércoles, 6 de mayo Miércoles V de Pascua

San Juan Bosco “Cuando tenía nueve años, tuve un sueño que me acompañó a lo largo de toda mi vida. Estaba en un gran patio de escuela. Había muchos muchachos, algunos de ellos decían malas palabras. Yo me lancé hacia ellos golpeándoles. Fue entonces cuando apareció un Personaje que me dijo: «No con puños, sino con amabilidad vencerás a estos muchachos» ¿Quién me estaba pidiendo a hacer algo imposible? Él me respondió: «Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día.» De repente apareció una Mujer. Él me llevó hacia ella y me tomó de la mano. Me di cuenta que todos los niños habían desaparecido y en su lugar vi todo tipo de animales: perros, gatos, osos, lobos... Ella me dijo: «Hazte humilde, fuerte y robusto… y lo que tú ves que sucede a estos animales , tú lo tendrás que hacer con mis hijos». Miré alrededor y vi que los animales salvajes se habían convertido en mansos corderos... Yo no entendí nada… y pregunté a la Señora que me lo explicara... Ella me dijo: «A su tiempo lo comprenderás todo».”

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Don Bosco, por el amor grande con que amaste a la Juventud y le hiciste de Padre y Maestro, y por todos los sacrificios que sobrellevaste por su salvación; haz que también nosotros amemos con un amor santo y generoso a esta porción elegida de Jesús, y que en todo joven contemplemos la persona adorable de nuestro Redentor. Padre nuestro...

174


V Semana de Pascua

“Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros” Esto nos dice Jesús hoy en el evangelio. No se trata de una alegría pasajera, de esas que vienen y van. La alegría que nos ofrece Jesús es una alegría profunda que quizás no se exprese en una permanente –y falsa– sonrisa pero que reside en lo más hondo del corazón y hace que todo cambie. Las relaciones con los demás, la manera de afrontar los problemas. De un modo discreto sin escándalos ni carcajadas. San Antonio Mª Claret fundó un instituto misionero con la intención de “incendiar” con el Amor de Dios cada rincón, cada persona. Este Amor es el que lleva a la verdadera Alegría. Así surgieron los Misioneros claretianos.

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Jueves, 7 de mayo Jueves V de Pascua

Ardientes en el Amor

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.»

[Juan 15, 9-11]

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V Semana de Pascua Jueves, 7 de mayo Jueves V de Pascua

los claretianos El padre Claret recorrió prácticamente toda Cataluña de 1843 a 1847, predicando la Palabra de Dios. Le movía a ello la imitación de Jesucristo. A pesar de su neutralidad política, pronto iba a sufrir persecuciones por parte de los gobernantes. Al serle imposible predicar en Cataluña por la rebelión armada, su obispo lo envió a las Canarias. De febrero de 1848 a mayo de 1849 recorrió las islas. Pronto y familiarmente se le comenzó a llamar "el Padrito". El 16 de julio de 1849, funda en Vic la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María y a los pocos días le nombran Arzobispo de Cuba. Dio a su ministerio episcopal una interpretación misionera. En seis años recorrió tres veces toda su diócesis. Se preocupó de la renovación espiritual y pastoral del clero. Para la educación de la juventud y el cuidado de las instituciones asistenciales logró que los Escolapios, los Jesuitas y las Hijas de la Caridad establecieran comunidades en Cuba.

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Haz, Señor, que ardamos en caridad y encendamos un fuego de amor por donde pasemos;

que deseemos eficazmente y procuremos por todos los medios contagiar a todos de tu amor. Que nada ni nadie nos arredre, Señor. Que nos gocemos en las privaciones.

Que abordemos los trabajos, que abracemos los sacrificios.

Que nos complazcamos en las calumnias y alegremos en los tormentos.

Señor, que solo pensemos en seguir e imitar a Jesucristo en trabajar, sufrir y procurar siempre y únicamente la

mayor gloria tuya y la salvación de las almas" Amén

(S. Antonio Mª Claret)

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V Semana de Pascua

El mandamiento del Señor es bien claro: “que os améis como yo os he amado”. ¡Qué bonito cuando oímos hablar de amor! Pero ¡qué difícil vivirlo en el día a día…! Y si se trata de educar en el amor a los más pequeños ya mejor ni hablar. S. Juan Bautista de La Salle estaba muy preocupado por enseñarle a los más pequeños que Dios les amaba y que les llamaba a amar. A ello entregó su vida y por eso decidió fundar la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, o Hermanos de La Salle.

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Viernes, 8 de mayo Viernes V de Pascua

Vosotros sois mis amigos

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»

[Juan 15, 12-17]

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V Semana de Pascua Viernes, 8 de mayo Viernes V de Pascua

los hermanos de la Salle Primogénito de una familia acomodada de mitad del siglo XVII, Juan Bautista se ordenó sacerdote y desde el primer momento intentó comprometerse con un grupo de jóvenes rudos y poco instruidos, a fin de fundar escuelas para niños pobres. En aquél momento sólo un número reducido de familias podía enviar a sus hijos a la escuela. Conmovido por la situación de estos pobres tomó la decisión de poner todos sus talentos al servicio de esos niños, "a menudo abandonados a sí mismos y sin educación". Para ser más eficaz, abandonó su hogar y se fue a vivir con los maestros, renunció a sus cargos eclesiales y su fortuna y organizó la comunidad que hoy llamamos Hermanos de las Escuelas Cristianas. Las autoridades educativas de entonces quedaron perturbadas por sus métodos innovadores y su deseo de gratuidad para todos. Juan Bautista y sus Hermanos lograron con éxito crear una red de escuelas de calidad, donde usaban la lengua vernácula, los grupos de alumnos por niveles y resultados, la formación religiosa preparada por maestros con un carácter misionero y por la implicación de los padres en la educación.

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Señor, que para dar a los pobres la educación cristiana y para afianzar a los niños y los jóvenes en el camino de la verdad, hiciste nacer a San Juan Bautista De La Salle y por él fundaste en tu Iglesia una nueva congregación religiosa; concédenos por su oración y su ejemplo ser fervorosos servidores de tu gloria, trabajando por la salvación de las almas y así podamos compartir su recompensa en el cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

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V Semana de Pascua

Hoy la Palabra de Dios tiene una enseñanza para nuestra vida. En todo lo que hagamos, sea lo que sea, hemos de tener presente a Dios. Es su Espíritu el que nos impulsa a hacerlo y el que nos da la fuerza para conseguirlo. Si experimentamos que Él nos acompaña en el día a día nuestra vida y nuestros proyectos los viviremos de manera totalmente distinta. Arnoldo Janssen fue un sacerdote alemán que fue maestro de escuela, director de una revista religiosa y al final se sorprendió fundando un instituto misionero. Él se dejó llevar por Dios y, solo al final de su vida pudo verle sentido a todo por lo que fue pasando. Así surgió la Sociedad del Verbo divino.

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Sábado, 9 de mayo Sábado V de Pascua

Haced lo que Él os diga

En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de un griego y de una judía creyente. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él. Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su padre era griego. Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día. Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió. Entonces dejaron Misia a un lado y bajaron a Troas.

[Hechos 16, 1-10]

184

V Semana de Pascua Sábado, 9 de mayo Sábado V de Pascua

los misioneros del verbo divino Arnoldo Janssen era un pequeño sacerdote alemán, literalmente pequeño, que pasó los primeros años de su vida sacerdotal como maestro en una escuela media. Él siempre soñaba con ser misionero pero su obispo no lo veía como él. Hombre de intensa oración decide fundar una revista para dar a conocer el Sagrado Corazón de Jesús y, casi por casualidad conoce al Prefecto Apostólico de Hong Kong quien le impulsa a fundar un seminario para misioneros en Alemania, pues era de los pocos países europeos que no tenía. Ante la insistencia del monseñor, Arnoldo se decidió a fundarlo y así comenzó la gran aventura. Su vida fue la de un sacerdote normal que se dejó llevar por Dios en su vida. Aparentemente nada tiene conexión pero él mismo reconocerá en los últimos años de su vida que fue este dejarse hacer por Dios lo que le llevó a fundar la Sociedad de Misioneros del Verbo Divino, hoy presente en todos los continentes de nuestro planeta.

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Dios, verdad eterna, creemos en ti. Dios, salvación y fortaleza nuestra, esperamos en ti.

Dios, bondad infinita, te amamos de corazón. Enviaste al verbo, salvador del mundo, haz que todos

seamos uno en él. Infunde en nosotros el Espíritu de tu hijo, para que

glorifiquemos tu nombre. Amén.

186


VI S

eman

a de

Pas

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ser levadura en la masa

En esta semana nos acercamos más a nuestra realidad actual. Nos referimos a fundaciones contemporáneas, las

que surgen en los S. XIX y principios del S. XX.

Como dato importante de este tiempo, destacamos el surgimiento de numerosos institutos femeninos para atender las necesidades de las masas de población empobrecidas. Surgen las grandes congregaciones

dedicadas a la enseñanza, la sanidad, lo social, etc.

Algunas de las congragaciones femeninas que surgen a lo largo del siglo XX son: Escolapias, Calasanzias, salesianas, Jesuitinas, Siervas de Jesús, Siervas de María o Esclavas del

Corazón de Jesús.

187

VI S

eman

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Pas

cua

Simultáneamente, el Espíritu suscita la creación de institutos que viven en el mundo y realizan el encargo evangélico de ser levadura en la masa, por ejemplo los hermanitos y hermanitas de Jesús. Son institutos religiosos laicales, contemplativos; aportan a la Iglesia el trabajo en medios muy pobres prefiriendo tener sólo una presencia significativa, sin predicación explícita. El S. XX permitió el surgimiento de todas estas congregaciones e institutos y, además, dio lugar también a la creación de una nueva forma de vida: “Vírgenes consagradas”. Estas hermanas viven una ligazón directa con la Iglesia particular y su obispo. Con el testimonio de sus vidas impregnan el evangelio en los lugares donde se relacionan y trabajan.

188

En este tiempo de Pascua renovamos la alegría, esa que no pasa de moda. Es profunda, llena el corazón y da sentido a la vida; la alegría que nos regala Jesús. Esta alegría no es pasajera ni superficial porque nace de sabernos amigos de Él. Jesús nos llama amigos, nos elige y nos encarga la misión de dar frutos. ¡Qué lindo es saber que en la vida cada uno de nosotros estamos para realizar un encargo y una tarea! La terea de vivir, compartir e irradiar amor a todos; la tarea de ser levadura en la masa como lo fueron tantos hombres y mujeres a la largo de la historia, como lo vimos estas semanas y descubriremos estos días.

189

“Para que vuestra alegría sea plena”

VI Semana de Pascua Domingo, 10 de mayo Domingo VI de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.»

[Juan 15, 9-17]

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Las hijas de María Auxiliadora El Instituto de las hijas de María Auxiliadora, es una congregación religiosa internacional cuyo principal objetivo, junto con los Salesianos de Don Bosco, es la formación integral de los jóvenes. La Congregación fue fundada el 5 de agosto de 1872, por San Juan Bosco junto a la religiosa Santa María Mazzarello (1837-1881), nacida en la población italiana de Mornese. La alegría salesiana y el ambiente de familia son dos modelos muy cuidados en la educación salesiana. Una de sus máximas es: "educar evangelizando y evangelizar educando". Santa María Mazzarello fue beatificada el 20 de noviembre de 1938 y canonizada el 12 de junio de 1951. La Congregación está formada por religiosas y seglares, actualmente son más de 14.6551 con un total de 81 Provincias religiosas conjunto de comunidades locales que comparten la vida fraterna y el proyecto apostólico en una determinada región; contando con 1511 comunidades locales.

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Oh Dios, que nos has dado en Santa María Mazzarello un modelo de total disponibilidad, a la voz de tu espíritu, por su humildad y su ardiente caridad concédenos caminar hoy por las sendas de su enseñanzas ,amén.

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Al Espíritu Santo se le conoce con muchos nombres: Espíritu de Dios, de vida, de gracia…. La misión del Espíritu Santo es santificar, dar vida como se la dio a Cristo y a la primera comunidad reunida en torno a Pentecostés. Jesús nos presenta al Espíritu Santo como “Defensor”. ¿De qué nos tiene que defender hoy el Espíritu Santo? Hoy, nos defiende de la indiferencia, del individualismo, el miedo y la comodidad. Nos cuesta ser levadura en la masa, fácilmente nos sumamos a lo que se da y a lo que otros mismos hacen, pero sin los valores de Jesús. Por eso el Espíritu Santo quiere venir en nuestra ayuda para que demos testimonio de Él en nuestra realidad.

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Espíritu Defensor

VI Semana de Pascua Lunes, 11 de mayo Lunes VI de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»

[Juan 15,26-16,4]

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Santa María Mazzarello En el ambiente salesiano Maín tiene un tono familiar y cariñoso. Nos habla de una época entrañable de la vida de María Mazzarello. Así la llamaban sus padres, sus hermanos, los vecinos del pueblo, las amigas... Maín fue la niña, la joven , que vivió en Mornese al calor de una familia entrañable y profundamente cristiana, en la cual aprendió valores como: El esfuerzo y la responsabilidad; la sencillez, la sinceridad, la capacidad de amar a los demás; la entrega generosa e incondicional; la capacidad de vivir en la presencia de Dios, la alegría y el gozo, que nacen del deber cumplido y de un corazón en paz consigo misma, con los otros y con Dios. Maín fue la chica , la joven , que supo aprovechar todas sus cualidades y la vida que el Señor le regaló para hacerse Santa. ¿Qué cualidades o dones crees que puedes poner al servicio de los demás? ¿Estás dispuesto/a a hacer de tu vida un don para los otros?¿Cómo?

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¡Padre Santo! te pedimos por los jóvenes, que son la esperanza del mundo. ¡Padre! No permitas que se dejen llevar por ideologías mezquinas, que descubran que lo más importante no es ser más, tener más, poder más, sino servir más a los demás. ¡Padre! Enséñales la verdad que libera, que rompe las cadenas de la injusticia, que hace hombres y forja santos. Pon en cada uno de ellos, un corazón universal que hable el mismo idioma, que no prevalezca el color de piel, sino el amor que hay dentro de cada uno. Un corazón que a cada hombre le llame hermano, Y que crea en la ciudad que no conoce las fronteras, porque su nombre es universo, amistad, amor, Dios. ¡Padre Santo! Cuida a nuestros jóvenes. Amen.

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Jesús no se desentiende de nosotros, no nos deja solos, nos garantiza la presencia del Espíritu Santo. Hace una apuesta grande al crecimiento interior de cada uno y cada una; Él se

va y de esta manera apela a que, con la gracia del Espíritu, maduremos y

demos pasos firmes y consistentes. Por otro lado, El Espíritu nos recuerda que

tenemos un Padre que nos ama entrañablemente y quiere lo mejor para todos, que no estamos solos y además de contar con su presencia caminamos con otros hermanos y otras hermanas que juntos formamos la gran familia que es la Iglesia, Pueblo de Dios. Saber esto nos aliento y llena de fuerza para continuar el camino.

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Me voy al que me envió

VI Semana de Pascua Martes, 12 de mayo S. Pancracio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado.»

[Juan 16,5-11]

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Las Hijas de María (escolapias) Esta familia religiosa fue fundada en 1829 en Figueras (Gerona, España), por santa Paula Montal Fornés siguiendo el camino de san José de Calasanz. Es un instituto apostólico-educativo establecido en favor de la educación humano-cristiana de la niñez y juventud, de la promoción integral de la mujer, preferentemente de las clases populares. Paula Montal crece con estas dos actitudes trenzadas en su existencia: “Hermanas, con esperanza vivimos nuestra vocación escolapia en estos tiempos en los que la disminución de las vocaciones es una de nuestras preocupaciones y nos preguntamos cómo dar continuidad a nuestras obras, la confianza en la Providencia y la creatividad en buscar caminos nuevos será actitud que a todas nos lleve a vivir con serenidad y paz el momento presente”.

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MARÍA, ACUDIMOS A TU AMPARO Y PROTECCIÓN.

En los peligros, en las angustias, en las dudas… En las dificultades, en las persecuciones, en las

tribulaciones… En la enfermedad, en la tristeza, en el dolor… En la soledad, en el conflicto, en la desunión…

Señor nuestro Jesucristo, que en la Virgen María de las Escuelas Pías nos has dejado un maravilloso testimonio de fidelidad y de la eficacia de la oración: ayúdanos a ser perseverantes en la fe y a presentarte con toda confianza las necesidades de nuestras familias y de todo el mundo. Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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Jesús prepara muy bien el camino al Espíritu Santo, nos dice

que Él nos guiará a la verdad plena. Jesús es muy respetuoso de los procesos

humanos, sabe que necesitamos tiempo, que de nada sirven los apuros ni que hagamos las cosas de manera rápida, y que la vida se la transita a

paso lento si queremos llegar lejos. Con el Espíritu Santo estrenamos la vida cada amanecer, cada mañana y en cada jornada; Él nos comunica la vida plena, la gran verdad que consiste en que con Él siempre podemos comenzar y hacer realidad muchas oportunidades.

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El Espíritu os guiará

VI Semana de Pascua Miércoles, 13 de mayo S. Andrés Fournet

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará.»

[Juan 16,12-15]

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Hijas de la Divina Pastora Es un instituto fundado por el P. Faustino Migues (1831-1925). Las Religiosas Calasancias convocadas por el Espíritu y el carisma fundacional, viven su respuesta a la llamada de Dios como miembros de una familia, sienten un profundo amor a la Iglesia, trabajan por la expansión del Reino y permanecen disponibles para ser testigos del Resucitado en cualquier parte del mundo. Tres palabras clave definen toda la acción educativa de la Religiosa Calasancia: descubrir, desarrollar y potenciar. Así, el niño, se hace hombre por la educación. Desde aquí, entiende la educación como la obra más noble, la más grande y la más sublime, porque es la creación continuada, es la colaboración en la obra creadora de Dios. En este camino educativo, al servicio del ser humano, la escuela calasancia tiene un lema: Piedad y Letras. Es la forma de expresar la dimensión integral de un proyecto educativo que quiere hacer crecer juntos al hombre y al cristiano. Es educar en la Verdad, la Verdad de Dios y la verdad de la ciencia humana.

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Te damos gracias, Padre Dios, por la vida del beato Faustino Míguez, quien se entregó generosamente a la educación de los niños como nosotros. Siguiendo las huellas de Jesús, supo descubrir la necesidad de las niñas de su época y luchó por su derecho a recibir la misma educación. Fundó el Instituto Calasancio para posibilitar su formación. Ayúdanos a imitarlo en su preocupación por los demás y haz de nosotros personas comprometidas, solidarias y fraternas al estilo de Jesús y del P. Faustino. Te lo pedimos por intercesión de María, Divina Pastora. Amén. Padrenuestro- Avemaría- Gloria…

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La amistad es un don precioso y muy estimado. Dice un libro de la biblia «Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro» (Eclo 6,14) No podemos vivir sin amigos ¿A quién consideras tu mejor amigo/a? ¿Cuándo fue la última vez que has hablado con él o con ella? ¿Cuidas la amistad? Jesús se ofrece como amigo, Él nos reveló y nos dio a conocer todo lo ha oído de su Padre. La amistad de Jesús e s s i n c e r a , desinteresada y comprometida, lo único que nos pide a cambio es que nos dejemos querer por Él. ¿Lo aceptas?

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Amaos

VI Semana de Pascua Jueves, 14 de mayo S. Matías, apóstol

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»

[Juan 15,9-17]

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las Hijas de Jesús (jesuitinas) Esta congregación es fundada por la hna. M. Cándida, que tenía por nombre Juana Josefa Cipitria y Barriola, nace en Andoain (Guipúzcoa) el 31 de Mayo de 1845 en una familia humilde. La Madre Cándida muere en Salamanca el 9 de Agosto de 1912, mujer sencilla y valiente que hizo de su vida una constante entrega a la voluntad de Dios. El 19 17 de octubre de 2010, Benedicto XVI la canoniza. Se dedican a la educación en sus múltiples formas. Creen que este es un modo de anunciar a todos la Buena Noticia. Las mueve el deseo de actuar con cada persona como Jesús lo hizo, ayudándola a crecer desde dentro, rescatando en ella lo mejor de sí misma, dando una mano para que se ponga en pie quien estaba encorvado, vea quien no podía ver, hable quien no tenía la palabra, encuentre respiro quien estaba oprimido bajo cualquier carga, pueda caminar por sí mismo quien no tenía libertad. Estas hermanas vive y palpita en cada grupo de Hijas de Jesús convocadas, precisamente para la misión, en una comunidad local.

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Señor, Padre Nuestro, por intercesión de Cándida María de Jesús, te pedimos la FE para adherirnos a Ti y comprometernos a tu servicio. Y la gracia particular de… (piensa tu petición)

Santísima Trinidad, concédenos lo que te pedimos por intercesión de Cándida María de Jesús y aumenta en nosotros la FE, la ESPERANZA y la CARIDAD que nos unen a Ti.

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Cada vez que hablamos de parto en una mujer nos referimos siempre a algo grandioso, sublime. No existe nada más maravilloso como disponernos a recibir la vida humana. Aunque signifique dolor e implique sufrimiento el hecho mismo del parto, cuando la mujer tiene “la vida” en los brazos y la sostiene por primera vez experimenta una alegría indescriptible, y olvida lo anterior. ¿Cuántas situaciones en nuestra vida están esperando que las alumbremos? ¡No temamos! El Señor nos invita a ser parteros, parteras de la vida, a recibirla, darle la bienvenida y a disfrutarla, porque Él está en medio de nosotros. ¡Hay mucha vida por dar a luz!

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Se alegrará vuestro corazón

VI Semana de Pascua Viernes, 15 de mayo S. Isidro, labrador

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada.»

[Juan 16,20-23a]

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Las esclavas del corazón de Jesús La congregación nace en 1872 gracias a la voluntad y ahínco de la Madre Catalina de María Rodríguez. Se proponen dar Gloria a Dios, entregándole la vida, viviendo el Amor y la Reparación del Corazón de Jesús, mediante la profesión de consejos evangélicos, especialmente por los votos simples de Castidad, Pobreza y Obediencia, en un régimen de vida común. El lema que las identifica es: "Amor y Desagravio" : Los fines principales del instituto son: la enseñanza, catequesis, la atención de los ejercicios espirituales, los hogares y los centros de misión. La espiritualidad propia de las Esclavas del Corazón de Jesús es la espiritualidad reparadora. Esta tiene dos fuentes principales: la devoción al Corazón de Jesús, y los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola. La misión que lleva adelante el Instituto es la evangelización a través de: Ejercicios espirituales, Catequesis, Hogares, Educación y Centros de Misión. Presencia en el mundo: los países en los que están son España, Chile, Argentina y África.

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¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi debilidad todo lo temo,

pero todo lo espero de tu bondad. A tu Corazón confío... (petición). ¡Jesús mío!, yo cuento contigo, me fío de Ti, descanso en Ti. ¡Estoy seguro en tu Corazón!

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La oración es esencial en la vida de un cristiano, es el regalo por excelencia que recibimos del Espíritu Santo. Gracias al Espíritu podemos llamar a Dios: ¡Abbá! ¡Papá, papito! San Alfonso decía que “la oración es un don que Dios no niega a nadie”. El Papa Francisco también nos recuerda: “La oración, ante un problema, una situación difícil, una calamidad, es abrir la puerta al Señor para que venga. Porque Él hace nuevas las cosas, sabe arreglar las cosas, ponerlas en su sitio”. Por eso, hablemos al Padre en nombre de Jesús que no nos niega nada de lo que le pedimos, siempre y cuando sea para nuestro bien. Él nos escucha.

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Pedid y recibiréis...

VI Semana de Pascua Sábado, 16 de mayo S. Honorato

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo os aseguro, si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre.»

[Juan 16,23-28]

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Hermanitos y hermanitas de Jesús Es un Instituto de Hermanos y Hermanas para el servicio a los más pobres. Nació en el Siglo XX. El instituto se compone de tres ramas: hombres consagrados, mujeres consagradas, y asociados (célibes o casados). Viven la espiritualidad de Charles de Foucauld y buscan encarnar el estilo de vida de las primeras comunidades cristianas. «La forma en que el hermano Charles de Foucauld imitó a Jesús de Nazareth nos ha seducido», dicen quienes integran la familia espiritual de este pequeño gran hombre del desierto. Hoy son ya once congregaciones religiosas y ocho asociaciones de vida espiritual extendidas por todo el mundo. Esta familia religiosa trata de vivir el Evangelio a fondo. Vivir la caridad fraternal, vivir en silencio, en la pobreza del trabajo como Jesús en Nazaret, en la intimidad de Jesús Hostia, vivir en sacrificio con Jesús. Los miembros del Instituto no viven obligatoriamente en comunidad bajo un mismo techo, a veces viven juntos, pero son libres para vivir en su casa.

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Padre mío, me abandono a Ti. Haz de mí lo que quieras. Lo que hagas de mí te lo agradezco, estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas, no deseo nada más, Dios mío. Pongo mi vida en Tus manos.

Te la doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón, porque te amo, y porque para mí amarte es darme, entregarme en Tus manos sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. Amén

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VII

Sem

ana

de P

ascu

a

Llegamos al final del cuaderno de pascua habiendo recorrido prácticamente la historia de la vida consagrada, sus inicios, desarrollo, evolución y su presencia actual.

Lo bueno de todo esto es descubrir cómo el Señor guía a su iglesia y la enriquece con la vida y el testimonio de tantos hermanos y tantas hermanas, y que muchas de estas congregaciones y familias religiosas siguen teniendo en la iglesia una gran vitalidad. Aportan y ofrecen lo mejor de sí para la causa de la evangelización.

El concilio vaticano II impulsó la vida consagrada, la amplió a más formas de vida cristianas y la definió como: vida, misión y santidad de la iglesia. Hoy, esperamos de la vida consagrada que ayude a la renovación espiritual de la Iglesia, que se abra a otras expresiones y manifestaciones del Espíritu y que sea toda ella casa y escuela de Comunión.

217

Tarea de todos y para todos

VII

Sem

ana

de P

ascu

a Esto nos invita a reconocernos iglesia- pueblo de Dios en camino, a caminar codo a codo, juntos, entablando una escucha respetuosa a todos, especialmente a las

generaciones más jóvenes.

Estos últimos años la iglesia se vio impulsada a renovarse, también a dar la bienvenida a nuevas expresiones religiosas como son los movimientos laicales, entre ellos: Renovación Carismática, Focolares, Las CEB (comunidades eclesiales de

base), Movimiento de la Palabra de Dios y Taizé.

Concluimos diciendo que este es el tiempo del Espíritu porque es un tiempo donde se acentúan los carismas, lo global, lo ecuménico, lo de todos y cada uno. Distintos, pero hermanos. Llamados y convocados por Dios para vivir el amor y ser “AMOR” en aquellos lugares donde Jesucristo

todavía no es conocido ni amado.

¡Feliz tiempo del Espíritu! ¡Feliz Pentecostés!

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La Renovación Carismática Católica es un movimiento de oración

inspirado en la experiencia del pentecostalismo, el movimiento

carismático católico que no busca romper con la tradición, dogmas y e s t ruc tu ra s organizativas del catolicismo

sino que, al contrario, intenta contribuir a revitalizarlos. El papa Francisco dijo en una oración que al principio no “compartía” el estilo desbordante con el que oraban ciertos católicos carismáticos. “Pensé que eran más como una escuela de samba”, dijo el Papa, generando risas. Pero indicó que después se dio cuenta de que “la renovación carismática es una gran fuerza” para la Iglesia católica.

219

Enamorados del Espíritu

VII Semana de Pascua Domingo, 17 de mayo Domingo de la Ascensión del Señor

Aquel día, Pedro se puso en pie y dijo: «Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo había predicho en la Escritura acerca de Judas, que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo. En el libro de los Salmos está escrito: "que su cargo lo ocupe otro.” Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de su ascensión.» Propusieron dos nombres: José, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así: «Señor, tú penetras el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto de Judas.» Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.

[Hechos 1, 15-17. 20a. 20c-26]

220


La renovación carismática El Cenáculo es el lugar donde los cristianos se dejan transformar por la oración, en torno a María, para acoger al Espíritu. Y es también el lugar de donde salen para llevar "hasta los confines de la tierra" el fuego de Pentecostés. La misión de la Renovación Carismática es hacer presente hoy en el mundo la experiencia de Pentecostés. Confirma así su vocación de servicio a la Iglesia, que fue enriquecida con los carismas del Espíritu desde su nacimiento en el Cenáculo. ¿Qué nos dice hoy ese carisma? En palabras de Juan Pablo II: "Entre los caminos misteriosos con que la Providencia vive hoy su plan de salvación, en este final del segundo milenio, es convicción nuestra que, uno de ellos, pasa a través de la Renovación en el Espíritu. Por medio del Espíritu, el Resucitado vive y actúa entre nosotros haciéndonos presente en el mundo en cada experiencia personal".

221


Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo, que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.

Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen

y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo. Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo

y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material.

Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua.

Gracias por tu misericordia para conmigo y los míos. Gracias Dios mío.

222


Chiara Lubich fue una a u t é n t i c a revolucionaria de la fe. Le tocó vivir en Italia en plena II Guerra Mundial después de la dictadura fascista de

Mussolini y su casa de Trento quedó totalmente destruida en uno de los bombardeos. Afectada por el odio sufrido con su experiencia belicista creo el Movimiento de los Focolares, de clara inspiración ecuménica, para que los cristianos de todo el mundo pudieran estar unidos en Dios.

223

Enamorados de la Unidad

VII Semana de Pascua Lunes, 18 de mayo S. Juan I

En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: "Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios". Les contestó Jesús: "¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo."

[Juan 16, 29-33]

224


los focolares Una de las máximas de los Focolares es el reconocimiento de unidad en la diversidad. En un momento en que los cristianos estamos divididos (católicos, ortodoxos, protestantes...) quizás ha llegado el momento de que quienes creemos en un mismo Dios volvamos a estar unidos al igual que los primeros cristianos, aquellos que tan cerca experimentaron el amor de un Dios que es uno pero que a la vez es trino. El Evangelio de hoy, de hecho, nos quiere decir algo muy parecido a aquello en lo que Chiara Lubich hacía tanto hincapié. Jesús nos dice que Él no está solo, que a su lado está el Buen Padre. Y nos dice precisamente esto para que todos (sin importar el credo que profesemos dentro del Cristianismo) podamos poner fin a aquellas pequeñas cosas que nos diferencian para que nos fijemos en la inmensa mayoría de elementos que nos unen, nos dan cohesión y nos dan la paz dentro del cuerpo de Cristo.

225


"Te quiero porque has entrado en mi vida más que el aire en mis pulmones, más que la sangre en mis venas.

Has entrado donde nadie podía entrar, cuando nadie podía ayudarme,

cada vez que ninguno podía consolarme. Cada vez he leído la explicación en tus palabras,

la solución en tu amor".

(Chiara Lubich)

226


Las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) son un movimiento laical que pretende ser un modelo de iglesia que surge en el contexto renovador del Concilio Vaticano II. Nacen ante la necesidad de sus integrantes de ser

coherente con su misión de seguir a Jesucristo.

227

Enamorados de la base

VII Semana de Pascua Martes, 19 de mayo S. Celestino

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado, dé la vida eterna a los que le confiaste. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. son tuyos.

[Juan 17, 1-8]

228


Las comunidades de base Las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) son grupos pequeños en los cuales sus integrantes se conocen, comparten su vida, celebran su fe y se ayudan mutuamente a vivir plenamente su compromiso en la construcción del Reino. Son entendidas como una actualización de las primeras comunidades cristianas. «Los miembros de estas comunidades, “viviendo conforme a la vocación a que han sido llamados”. A la luz del evangelio Jesús glorifica a Dios y ahora somos nosotros los que tenemos que hacer lo mismo con palabras y obras, siguiendo su ejemplo. Para lograr esta misión los laicos hemos de ponernos en marcha para trabajar en la construcción del Reino de los Cielos, poniendo en práctica ese Amor y esa Justicia que tantas veces nos mostró Jesús. Las Comunidades Eclesiales de Base se esfuerzan por transformar la realidad social conforme al plan de Dios. Las tres palabras que las definen: VIDA, FE y COMPROMISO conceptos muy presentes en la vida de todos los cristianos.

229


Tú amor me vuelve alegre y me impulsa a alegrar. Tu fuerza me hace fuerte

y me invita a apoyar y acompañar. Tu misericordia me hace empático y tolerante,

amigo y amante. Tu bondad me vuelve tierno, dulce y amoroso con el

género humano. Tu llamada me da seguridad, me descansa y me sosiega.

Tu ejemplo me dinamiza y me convierte en buena noticia. Gracias por llamarme, Señor...

Aquí me tienes, para hacer tu voluntad.

Mª Patxi Ayerra

230


La inspiración recibida en un Cursillo de Evangelización, llevó al P. Ricardo Martensen a la fundación de este movimiento cuyo carisma es “anunciar el Evangelio desde la Alianza del amor fraterno, construyendo comunidades discipulares de salvación bajo el Señorío de Jesús”. Déjate invadir por el silencio de Dios a través de su Palabra. Siente cómo su Amor lo alivia todo y compártelo con los demás. ¿Te atreves?

231

Enamorados de la oración

VII Semana de Pascua Miércoles, 20 de mayo S. Bernardino de Siena

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: -«¡No! Se va a llamar Juan.» (…) Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. (…) El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.

[Lucas 1, 57-66. 80]

232


Movimiento de la Palabra de Dios Fue una reflexión sobre la realidad del Dios Vivo del Evangelio y una sencilla experiencia de oración grupal lo que llevó al P. Martensen a fundar. Descubrir que Dios se hace presente hoy en tu vida, y encontrarlo en el silencio y en el compartir con otros que buscan y viven lo mismo que tú, se sigue repitiendo en cada experiencia de oración y de comunidad: “Cuando dos o más os reunáis en mi nombre ahí estoy Yo” (Mt 18, 20). Muchos jóvenes han descubierto a Dios a través de la oración y la comunidad, en “Espinos”, en “Pascuas”, en los momentos de oración semanal en la parroquia o santuario... La Palabra de Dios no es letra en un papel. Cada vez que te acercas a ella se hace viva en ese momento. Pero no se trata sólo silencio externo sino de silencio interno y de dejar que la Palabra actúe plenamente en ti. Deja a un lado todo tu miedo e inseguridad, tus certezas y tus alegrías. Déjate llenar únicamente por el Amor de Dios. Sólo así podrás ponerte al servicio de los demás y de la Misión que a cada uno nos encomienda: “Amaos como yo os amé” (Jn 13, 34).

233


Espíritu Santo, Amigo nuestro, Amigo Santo que nos llevas a la santidad:

profundiza nuestra interioridad para que experimentemos

el amor de Dios en nuestro corazón. Haznos testigos de Jesús hasta los confines de la Tierra

y de nuestra vida, para que un día

-impulsados eternamente por ti y en la unidad de todo el Pueblo de Dios –

podamos cantar las alabanzas sin fin de nuestro Padre y Dios en su Hijo Jesucristo,

con María y todos los santos. Amén.

234


En el Evangelio de hoy Jesús nos encomienda buscar la unidad de nuestra fe para que sepamos que Dios nos ama tanto como a su propio hijo. Al sentirnos amados por Dios como sus criaturas y protegidos por Jesús a través del que conocemos el rostro

humano de Dios, cuando nos pararnos a pensar cómo es posible ser tan importantes siendo tan pequeños, encontramos la fuerza para invertir toda nuestra vida, como el Padre Poveda, en crear el Reino de Dios en nosotros y a nuestro alrededor. Ojalá fuéramos capaces, como él, de llegar a mantener el testimonio incluso a costa de la propia vida.

235

Dar testimonio con la vida

VII Semana de Pascua Jueves, 21 de mayo S. Cristobal Magallanes y comps. Márts.

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre santo, no sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. También les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí. Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.»

[Juan 17,20-26]

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San Pedro Poveda El Padre Poveda fue un sacerdote mártir de la Guerra Civil Española, por su fe a la que no renunció. Desde joven sintió la vocación de dedicar su vida a Dios como sacerdote, y aunque tuvo la oportunidad de desenvolverse en otros ambientes desde muy pronto decidió dedicar su vida a enseñar a los más pobres. Fundó la Institución Teresiana, una asociación internacional de laicos que está presente en todo el mundo. Para San Pedro Poveda, el modo de estar en el mundo de los miembros de la Institución se inspira en aquellos primeros cristianos que, en medio de una sociedad pagana, colaboraban en la construcción del bien común, sin ocultar su fe, iluminando su vida con la Palabra de Dios. Y por eso la enseñanza que brindan busca la promoción humana y la transformación social mediante la educación y la cultura. El Padre Poveda dedicó su vida a crear organizaciones e instituciones donde gente de lo más dispar vive la unidad de la que Cristo nos habla, para que todos podamos ser uno, como lo es él con Dios y con nosotros y así nos demos cuenta del infinito amor que Dios nos tiene.

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Lo que Vos queráis, Señor; sea lo que Vos queráis.

Si queréis que, entre las rosas, ría hacia los matinales resplandores de la vida, sealo que Vos queráis.

Si queréis que, entre los cardos, sangre hacia las insondables sombras de la noche eterna,

sea lo que Vos queráis. Gracias si queréis que mire, gracias si queréis cegarme; gracias por todo y por nada;

sea lo que Vos queráis. Lo que Vos queráis, Señor;

Sea lo que Vos queráis.

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¡Buenos días! Ya vamos terminando el tiempo de Pascua. ¡Aprovecha y estate atento a ver qué te quiere decir hoy Dios a ti!

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Enamorados de la Confianza

VII Semana de Pascua Viernes, 22 de mayo Sta. Joaquina Vedruna

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.» Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Él le dice: «Pastorea mis ovejas.» Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas(…).

[Juan 21 ,15-19]

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Taize La comunidad de Taizé se caracteriza por la búsqueda de la unidad entre los cristianos. Esto lo lleva a cabo mediante la vida comunitaria y las oraciones, de gran acogida mundial, que se organizan en torno a la lectura de la palabra, los silencios y los cantos repetitivos y sencillos. Es muy interesante el intercambio que se crea, incluso con personas agnósticas o ateas que se sienten atraídas por lo que se propone: una vida sencilla basada en el servicio, en vivir ese amor que Jesús quiso que viviésemos en comunidad.

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Dios de misericordia, concédenos saber esperar en la oración y acoger tu mirada de amor sobre cada una de nuestras vidas.

Dios que nos amas, por pobre que sea nuestra oración, te buscamos con confianza. Y tu amor se abre paso a través de

nuestras dudas e inquietudes.

Jesús el Cristo, incluso cargado de pruebas, no amenazabas a nadie, sino que perdonabas. Nosotros también quisiéramos saber

perdonar y permanecer en una total sencillez de corazón.

Jesús, alegría de nuestros corazones, Tú derramas en nosotros tu Espíritu Santo, que viene a animar en nosotros la confianza. Por El

comprendemos que el simple deseo de Dios devuelve la vida a nuestra alma.

Espíritu Santo, concédenos poner paz allí donde se dan oposiciones, y hacer perceptible por nuestra vida un reflejo de la

compasión de Dios. Sí, concédenos amar y decirlo con nuestra vida.

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La Comunidad de Sant‟Egidio nació en Roma y es un movimiento de laicos comprometido en la evangelización y en la caridad. Todas las comunidades comparten la misma espiritualidad. Los cinco pilares que las caracterizan son: la oración, centro fundamento de orientación de la vida comunitaria; la transmisión del Evangelio, que se extiende a todos los que buscan; la solidaridad con los pobres, vivida como servicio voluntario y gratuito; el ecumenismo, viv ido como amistad, oración y búsqueda de la unidad entre cristianos del mundo entero; y el diálogo, como vía de paz.

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Enamorados de la Comunidad

VII Semana de Pascua Sábado, 23 de mayo S. Juan Bautista de Rossi

El último día, el más solemne de las fiestas, Jesús, en pie, gritaba: «El que tenga sed, que venga a mí; el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura: de sus entrañas manarán torrentes de agua viva.» Decía esto refiriéndose al Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él. Todavía no se había dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.

[Juan 7, 37-39]

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La comunidad de Sant‟Egidio Hoy conocemos a la Comunidad de Sant‟Egidio, fundada por Andrea Riccardi. Seguramente hemos oído hablar de este movimiento, pero quizás no nos hemos fijado en todas las acciones sociales que realizan y todos los proyectos solidarios que tienen en marcha (Atención a Personas sin Hogar, Proyecto DREAM de tratamiento contra el SIDA en África, Atención a la Infancia Emergencias Humanitarias…). En el Evangelio de hoy Jesús nos grita: «El que tenga sed, que venga a mí; el que cree en mí, que beba» Todas las iniciativas de solidaridad que lleva a cabo la Comunidad de Sant‟Egidio nacen de la escucha cotidiana de la Palabra de Dios, lo que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la oración diaria; nuestro manantial que nunca se acaba, que nos da fuerzas en nuestras tareas del día a día, y a la vez nos ilumina para tener iniciativas que cambien nuestro mundo a la luz del Evangelio.

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Vengan y tomen la luz de la luz que no se acaba. Tu resurrección ha iluminado al mundo.

Huyen las tinieblas y la muerte. Tu día no conoce la noche. Tu luz ilumina a tus siervos.

Tu amor preserva a tus discípulos. Vengan y tomen la luz de la luz que no se acaba.

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El Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo. Un amor que actúa y se revela como

inspiración, fuerza y aliento de vida.

La Sagrada Escritura nos lo presenta siempre en acción a lo largo de la historia de la Salvación. Todos los dones que recibimos de

Dios llevan el remite o la impronta del Espíritu. Es quien convoca a la Iglesia, le da unidad, la dirige, la instruye y la

impulsa a dar testimonio de su fe.

El Espíritu Santo no ha dejado de iluminar a hombres y mujeres a lo largo de la

historia, que han ido dando forma a lo que D io s les pedía en cada momento.

El Espíritu como lengua de fuego es luz, y la gama de colores

que en él se encuentran son incalculables.

Espíritu Santo: una luz multicolor

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Siete colores como el arco iris, signo de paz y de la alianza de Dios con los hombres; siete dones del Espíritu; siete las etapas de la historia de la vida religiosa que nos han ido acompañando

en este tiempo pascual.

Y una amplia gama cromática, pues hemos de partir del hecho de que la riqueza del misterio total de Cristo es inalcanzable y los fundadores han sido tocados en el hondón del alma sólo por alguna de las peculiaridades de la Vida de Jesús. Esta experiencia del Espíritu -hecha vida- ha sido dada a la Iglesia como un don transmisible. De esta gracia ha brotado este pluriforme

diversidad de la Iglesia.

Os invitamos a vivir una celebración festiva, estimulante, llena de vida, que aliente nuestra esperanza y la llene de luz y color. Algunos gestos, nos pueden ayudar a revitalizar nuestro entusiasmo y nuestro compromiso con la esperanza

y el futuro.

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Canto inicial: El Espíritu del Señor EL SEÑOR OS DARA SU ESPIRITU SANTO YA NO TEMAIS, ABRID EL CORAZÓN. DERRAMARA TODO SU AMOR.

El transformara hoy vuestra vida. Os dará la fuerza para amar. No perdáis vuestra esperanza, El os salvará. El transformará todas las penas como a hijos os acogerá. Abrid vuestros corazones a la libertad.

Fortalecerá todo cansancio si al orar dejáis que os de su paz. Brotará vuestra alabanza, El os hablará. Os inundará de un nuevo gozo con el don de la fraternidad. Abrid vuestros corazones a la libertad.

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LITURGIA DE LA PALABRA DE DIOS San Pablo proclama que hemos de vivir bajo la acción de un mismo Espíritu y descubrir en Él al diversidad de sones, carismas, servicios, funciones… Todos unidos, nadie imprescindible, y todos necesarios para

el buen funcionamiento del Cuerpo.

De la Carta del San Pablo a los Corintios [12, 3b-7.12-13]

Hermanos: nadie puede decir “Jesús es Señor”, sino es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para

el bien común.

Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y

todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Palabra de Dios

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Secuencia de Pentecostés

Ven Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, Don, en tus dones espléndido. Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo.

Ven, Dulce Huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,

tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, Divina Luz, y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, si no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo. Lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,

doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

Amén. Aleluya.

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La presencia del Espíritu Santo de Dios en nosotros es un torrente interior que nos une profundamente a Cristo. El Espíritu es la mejor

garantía de un Dios que nunca nos deja solos.

Del Santo Evangelio según San Juan [7,37-39]

El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: «Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que crea en mí», como dice la Escritura: “de su seno correrán ríos de agua viva.”Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado.

Palabra del Señor.

Gesto: “el árbol de la vida” Intentamos con este gesto volver los ojos a la realidad de una manera esperanzada, es decir, descubriendo que ya el Señor se está haciendo presente en nuestra vida cotidiana, en nuestra comunidad y que el

Espíritu sigue suscitando talentos y vida en ella.

¿Cómo hacerlo? Podemos utilizar un dibujo en grande de un árbol sin hojas ni frutos, que colocamos en una pared o sobre algún soporte. Debe

estar en ambos casos en algún lugar visible.

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El gesto consiste en ir presentando experiencias que de vida religiosa o consagrada que se conozcan o se hayan ido conociendo con las

oraciones del Cuaderno de Pascua.

Se dice en voz alta el nombre de esa congregación, carisma, o persona de esa institución y el motivo por el que nos han aportado algo de luz en este tiempo de Pascua. A cada relato de las experiencias esa persona coloca a modo de hoja del árbol, su huella de un dedo de la mano, o si el árbol es muy grande de la propia mano, que previamente se

ha manchado en pintura de color, quedando así estampada en el mural.

En caso de que nadie diga nada, un monitor puede ir leyendo la lista de los carismas que en el Cuaderno han ido apareciendo, e invitar a los presentes a que vaya cada uno estampando su huella en nombre de ese

carisma o persona consagrada.

Canto durante el gesto (Taizé) Veni Sancte Spiritus, tui amoris ignem accende.

Veni sancte Spiritus, veni Sancte Spiritus.

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Oración de la comunidad Sobre nuestro árbol y como signo de esperanza se puede colocar un Arco Iris. En cada franja de color se coloca el nombre de uno de los siete dones, y estará escrito la etapa histórica correspondiente: Monacato; Hospitalarios; Mendicantes; Misioneros; Educadores; Con los

empobrecidos; Movimientos Laicales.

Rojo-Sabiduría: Te rogamos, Señor, para que seamos sabiduría y sal de la tierra. Que nuestra sal de cristianos no se vuelva sosa, porque entonces no sirve para nada. Danos, Señor, el don

de la sabiduría. Oremos

Naranja-Entendimiento: Ilumina, Señor, nuestro corazón, para que sepamos descubrir tu voluntad y el camino de nuestra vocación. Queremos ser luz para los demás y llevar la luz del

Evangelio a todo el mundo. Oremos

Amarillo-Consejo: Te pedimos por los sacerdotes, los religiosos, las religiosas, los misioneros y todos los consagrados y laicos comprometidos. Que vivan con fidelidad su vocación siguiendo tus pasos y siendo tu ejemplo en la sociedad de hoy.

Oremos

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Verde- Fortaleza: Señor, tú dijiste: “El que quiera seguirme, que cargue con su cruz y me siga”. Aquí estamos, dispuestos a hacer tu voluntad. Que tu Espíritu nos ayude en nuestras

debilidades. Oremos

Azul-Ciencia: Que todos los que se dedican a la investigación y a la enseñanza lo hagan para el verdadero progreso de la humanidad. Que también haya jóvenes dispuestos a dar a conocer lo que supera toda ciencia: el amor de Dios revelado

en Jesucristo. Oremos

Añil-Piedad: Espíritu Santo, Maestro interior, enséñanos a orar. Te pedimos por las vocaciones contemplativas, que son como el corazón de la Iglesia, oculto y en el interior, pero necesario

para su vitalidad. Oremos

Violeta-Santo temor de Dios: Señor, ayúdanos a vivir una vida entregada al servicio de los demás, limpia en nuestras costumbres y fiel a tu voluntad, según el espíritu de las

Bienaventuranzas. Oremos

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PADRENUESTRO ORACIÓN FINAL [Papa Francisco] Haz que vivamos el Evangelio del encuentro: ayúdanos a humanizar la tierra y a crear fraternidad, llevando las fatigas de quien está cansado y no busca más, la alegría de quien espera, de quien busca, de quien custodia signos de esperanza.

Espíritu Santo, Fuego que ardes, ilumina nuestro camino en la Iglesia y en el mundo. Danos el coraje del anuncio del Evangelio y la alegría del servicio en la cotidianidad de los días.

Abre nuestro espíritu a la contemplación de la belleza. Custodia en nosotros la gratitud y la admiración por la creación, haz que reconozcamos las maravillas que tú realizas en todo viviente.

María, Madre del Verbo, vela sobre nuestra vida de hombres y mujeres consagrados, para que la alegría que recibimos de la Palabra llene nuestra existencia, y tu invitación a hacer lo que el Maestro dice (cf. Jn2, 5) nos encuentre activos en el anuncio del Reino. Amén.

Cuaderno pascua 2015 sin marcas

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