Cuaderno 11: Cartas Pastorales

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Introducción a San Pablo 11.– CARTAS PASTORALES: 1 TIMOTEO, 2 TIMOTEO, TITO DIÓCESIS DE JAÉN Jaén. Octubre 2008

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Cuadernos de San Pablo: Cartas Pastorales

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I n t r o d u c c i ó n a S a n P a b l o

1 1 . – C A R TA S PA S T O R A L E S : 1 T I M O T E O , 2 T I M O T E O , T I T O

D I Ó C E S I S D E J A É N

Jaén. Octubre 2008

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Lectura Bíblica Tito 2

1 Mas tú enseña lo que es conforme a la sana doctrina; 2 que los ancianos sean sobrios, dignos, sensatos, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia, en el sufrimiento; 3 que las ancianas asimismo sean en su porte cual conviene a los santos: no calumniadoras ni escla-vas de mucho vino, maestras del bien, 4 para que enseñen a las jóvenes a ser amantes de sus maridos y de sus hijos, 5 a ser sensatas, castas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus maridos, para que no sea inju-riada la Palabra de Dios. 6 Exhorta igualmente a los jóvenes para que sean sensatos en todo. 7 Muéstrate dechado de buenas obras: pureza de doctrina, dignidad, 8 palabra sana, intachable, para que el adversario se avergüence, no teniendo nada malo que decir de nosotros. 9 Que los esclavos estén sometidos en todo a sus dueños, sean complacientes y no les contradigan; 10 que no les defrauden, antes bien muestren una fide-lidad perfecta para honrar en todo la doctrina de Dios nuestro Salvador. 11 Porque se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres, 12 que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el siglo presente, 13 aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo; 14 el cual se entre-gó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras. 15 Así has de enseñar, exhortar y reprender con toda autoridad. Que nadie te despre-cie.

Cartas Pastorales

Las dos cartas a Timoteo y la carta a Tito tienen como destinata-rios dos pastores de la Iglesia y tratan de temas relativos a la vida y a las prácticas eclesiales. Contienen indicaciones y exhortaciones para el desempeño de las tareas de dirección de la iglesia y además una serie de disposiciones que regulan las actividades eclesiales, de modo que pueden considerarse como el germen del derecho canónico o eclesiástico. Por todo esto desde el siglo XVIII se les ha llamado “cartas pastorales”. Este nombre se lo dio D. N. Bar-dot a la carta a Tito en 1703 y P. Antón en 1753 a las tres que co-mentamos.

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Las cartas pastorales

S an Pablo tuvo muchos cola-boradores, pero entre todos destacan Timoteo y Tito.

Timoteo era hijo de padre pagano y madre judía convertida al cristianismo (Act 16,1), llamada Eunice Tambien su abuela Lois había sido cristiana (2 Tim 1,5) nació en Listra de Licaonia (Asia Menor), y se hizo cristiano siendo aún joven quizás por influencia de Pablo (1 Cor 4,17). Según Act 16,3, Pablo lo circuncidó para no chocar con los que sabían que su madre era judía. Ejerció algunos servicios eclesiásticos en su propia comunidad. En la primavera del año 50, lo vemos acompañando a Pablo en sus viajes. Es su auxiliar en Galacia, Frigia, Éfeso Acaya, Tróade y Macedo-nia; incluso en Roma. Con Pablo firma 1 Tes; Flp; 2 Cor y Flm además de 2 Tes y Col. El mismo Pablo decía de él: "No tengo a ninguno que comparta me-jor mis sentimientos... Me ha ayudado, en la predicación del Evangelio, como un hijo ayuda a su padre" (Flp 2,19-22). La tradición cuenta que cuando se sepa-ró de San Pablo, fue obispo de Éfeso.

Tito era griego, pagano convertido al cristianismo, y muy apreciado por Pablo. A Tito no se le nombra en Hechos den los Apóstoles pero Pablo nos dice que lo acompañó a Jerusalén donde no fue obligado por los apóstoles a circuncidarse (Gál 2,1.3). Fue compa-ñero de viaje de Pablo en muchas oca-siones. Pablo lo envió a Corinto con la “carta de las lágrimas” para que calmara

Timoteo y Tito la situación y estimulara la colecta a favor de Jerusalén. (2 Cor 2,13 prepa-rara su propio viaje y pacificara la co-munidad. Debió ser buen negociador y conciliador. Según la tradición fue Obispo en Creta.

Ambos son llamados “Verdadero hijo en la fe” (1 Tim 2,1 y Tito 1,4) lo que indica que había tradición de que habían sido convertidos por Pablo.

E stas cartas son muy impor-tantes para conocer como evolucionó la organización

y la vida de las primeras comunidades. Tras un primer momento fundacio-

nal en el que primaba la experiencia de la libertad que trae el Espíritu Santo y la espera de la vuelta inmediata del Señor, la situación se hizo muy compli-cada. Apareció gente que decía cosas muy disparatadas, hubo disgustos y conflictos en las comunidades, hubo presión y persecución por parte de judí-os y paganos y las esperanzas de una vuelta inmediata de Jesús se fueron disipando.

Todo eso provocó la necesidad de destacar menos la libertad y la acción del Espíritu Santo en cada uno; y de organizarse como comunidades esta-bles; y de velar por la recta doctrina de modo que se evitaran escándalos y pro-vocaciones y se pudiera vivir de mane-ra sobria, honrada y religiosa esperan-do, ya sin urgencias, la vuelta del Señor

Situación de las co-munidades cristianas

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S on muchos los argumentos en contra de que Pablo sea el autor de estas cartas.

Históricamente es imposible coordi-nar los datos de Hechos de los Após-toles y los de estas cartas por lo que estas se habrían tenido que escribir en la época posterior a la narrada en los Hechos.

Precisamente por eso, se suele adu-cir que en estas cartas se supone que Pablo volvió a Oriente después de su prisión en Roma. Pero en Hechos de los Apóstoles se supone que no volvió (Act 20,25.38).

Además su plan era ir a Occidente, a España y según Clemente Romano 5,7 eso es lo que habría hecho. Es ver-dad que la noticia que da Clemente parece depender de Romanos 15,24-28 pero quedaría en pie que Clemente no conocía una vuelta de Pablo a Oriente después de su prisión romana.

En cualquier caso, el brusco final de Hechos de los Apóstoles parece indicar que Pablo fue condenado en el juicio romano y por tanto no hubo más viajes.

El segundo argumento es de tipo lingüístico. La lengua de estas cartas tiene en muchas secciones muchas diferencias con la de las cartas auténti-cas, sobre todo en lo más significativo: en el uso de las preposiciones y conjun-ciones

En tercer lugar la imagen de la igle-sia no corresponde a la época de Pablo. Las instituciones de la Iglesia estaban ya muy desarrolladas y había una gran

preocupación por la recta doctrina y muy poca tensión escatológica.

Sin embargo, la cantidad de deta-lles personales que aparecen en es-tas cartas y el estilo de algunos pasa-jes determinados son muy difíciles de explicar si Pablo no es el autor.

Para solucionar el problema, mu-chos piensan que el autor era un discípulo de Pablo que recurrió a la autoridad del apóstol para solucionar problemas que se daban en las comu-nidades cuando Pablo ya había des-aparecido. Para ello es posible inclu-so que utilizara fragmentos de escri-tos ocasionales enviados por Pablo en circunstancias que desconocemos. Es también probable que el discípulo utilizara recuerdos del Apóstol para ponerlo como modelo de un buen dirigente de la Iglesia y para respon-der con la autoridad de su ejemplo y su enseñanza a determinadas cuestio-nes nuevas que se iban planteando en las comunidades que él había funda-do y que estaban bajo la influencia de su enseñanza.

Autor de las cartas pastorales

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L as tres cartas se presentan como una serie de exhortaciones a Timoteo y Tito para que des-

empeñen bien su cargo pero, mientras 1Tim y Tito parecen una serie de consti-tuciones basadas en las enseñanzas de Pablo para organizar correctamente las iglesias, 2Tim presenta a Pablo como modelo a imitar por los pastores de las iglesias.

Se recogen en estas cartas materiales que se usaban en las comunidades para regular la propia vida y organización como resúmenes de deberes domésticos, o ejemplos de Pablo para ser imitados por los dirigentes de las comunidades.

Aparece en las Pastorales una gran preocupación por la recta doctrina frente a la difusión de doctrinas erróneas que perturbaban la vida de las comunidades. Estas doctrinas parecen ser de tipo gnós-tico y judaizante a la par , que se preocu-paban de genealogías interminables (tal vez relacionadas con las emanaciones divinas de los gnósticos), de cuestiones sobre la Ley judía, de la prohibición del matrimonio, de la obligación de abstener-se de determinados alimentos (1Tim 4,3), tal vez prohibían el alcohol (1Tim 5,23). Además, al menos algunos, sostenían que la resurrección ya se había realizado (2Tim 2,18). Sus seguidores las enseña-ban de casa en casa y eran bien acogidos por algunas mujeres ansiosas de noveda-des

Se inculcan los deberes de una vida religiosa y honrada a todos los fieles. Importa mucho la dignidad personal y la buena fama sobre todo de los dirigentes. Preocupan los posibles abusos y desorde-

E n estas cartas aparece ya una estructura de la iglesia bastante desarrollada. Se

habla de obispos, presbíteros, diáco-nos, y viudas.

Sin embargo desaparece la rica variedad de funciones que nacían de los carismas en todos los fieles (1 Cor 12,10.28; Efe 4,11).

No se distinguen bien las funcio-nes de los obispos, presbíteros y diá-conos, y no se corresponden con las actuales. Obispo significa literalmente inspector en el sentido de quien mira desde arriba. Eran los vigilante o diri-gente de la comunidad. Se habla de ellos en plural por lo que no sabemos si eran uno o varios. Es posible que fuera el presidente del consejo de los presbíteros. Otros dicen que es sim-plemente otro nombre de la misma función presbiteral .

Presbítero significa anciano en el sentido de concejal o de senador. Eran los que formaban el consejo dirigente de la comunidad. Algunos se dedica-ban especialmente a la predicación o la enseñanza. Estos presbíteros tenían sueldo de la comunidad por lo que se equiparaban a los funcionarios civiles (1Tim 5,17-18)

Los ministerios se transmiten me-diante la imposición de manos.

Los diáconos eran los auxiliares de los obispos para las diversas tareas de la comunidad.

Las viudas actuaban también como auxiliares en la vida de la comunidad y se dedicaban especialmente a la oración.

Temática Organización de las comunidades

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E l orden actual de las cartas de Pablo se basa en su extensión por eso encontramos esta se-

cuencia: 1Tim, 2Tim, Tito. Sin embargo el hecho de que el saludo

de la carta a Tito sea muy amplio (65 palabras) nos lleva a pensar que esta es la primera del grupo.

La segunda a Timoteo se presenta como el testamento de Pablo, por lo cual debe ser la última.

Confirma este orden la semejanza de 1 Tim con Tito y la carencia de auténtica despedida en 1Tim que queda así en el centro de las tres cartas. El orden, por tanto, sería: Tito; 1Tim; 2Tim.

De aquí concluimos también que las tres cartas actuales tienen una fuerte uni-dad de temática y de ideas y que proba-blemente fueron compuestas por un mis-mo autor, aunque algunos autores distin-guen claramente el autor de Tito y 1Tim, por una parte, y el de 2Tim por otra.

Las tres cartas no tienen un plan que permita una división orgánica pero pode-mos establecer los siguientes pasos: Tito 1,1-4 Saludo 1,5 Motivo de la carta 1,6 Cualidades de los presbíteros 1,7-9 Cualidades de los obispos 1,10-16 Los perturbadores 2,1-10 Moral familiar y ejemplo del

jefe de la comunidad 2,11-15 Fundamentación cristiana de

lo anterior 3,1-3 Insiste en la buena conducta

familiar y pública 3,3-8 Fundamentación cristiana de

lo anterior 3,3-9 Nuevas recomendaciones

Orden y división de las cartas pastorales 1 Timoteo 1,1-2 Saludo 1,3-20 Tarea de Timoteo 2,1-3,13 Ordenamiento de la comuni-

dad 2,1-8 Sobre la oración 2,9-15 Las mujeres en la

asamblea 3,1-7 Los Obispos 3,8-13 Los diáconos y diaco-

nisas 3,14-16 Tarea de Timoteo 4,1-16 Tarea de Timoteo frente a los

herejes 5,1-16 Deberes de los ancianos y de

las viudas 5,17-25 Los presbíteros 6,1-5 Los esclavos cristianos 6,6-21 Recomendaciones sobre la

piedad, la riqueza y los falsos maestros

2 Timoteo 1,1-5 Saludo y acción de gracias 1,6-14 Exhortación a dar testimonio

con fortaleza 1,15-18 Pablo modelo 2,1-13 Nueva exhortación 2,14-4,8 Ministerio de enseñar 2,14-26 Cómo enseñar 3,1-9 Comportamiento de los

falsos maestros 3,10-4,8 Modelos positivos y

negativos 4,9-22 Noticias avisos y despedida En las tres cartas hay en segundo plano una polémica contra unos herejes pertur-badores y en primer plano una exhorta-ción a ejercer el ministerio correctamente

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E n la época en la que se escribieron estas cartas eran frecuentes los discur-

sos “filosóficos” de tendencia moral. Los cínicos y estoicos se caracteriza-ban especialmente por este tipo de escritos. También las Pastorales pueden verse como discursos filosó-ficos ya que utilizan las mismas téc-nicas literarias que estos, el mismo estilo y las mismas invectivas contra los oponentes a la recta doctrina.

Para el autor de las pastorales la verdadera filosofía es el cristianismo que había predicado Pablo y estimu-la a los responsables de las iglesias a comprometerse en la defensa de la verdad.

Pero la filosofía se entiende co-mo ética y la verdad se realiza en el bien obrar de aquí que se busque el buen comportamiento ético de todos los estamentos cristianos.

El ejemplo de este comporta-miento es sin duda el mismo Pablo que con sus trabajos y sufrimientos es el espejo en el que deben mirarse los que tienen a su cargo las Iglesias.

Pero lo curioso de esta filosofía es que tiende a convertirse en “derecho eclesial” porque da normas concretas para la organización de las iglesias y la actuación de los que ejercen ministerios.

También destacan mucho las constantes fundamentaciones teoló-gicas y la insistencia en presentar a Pablo como modelo y garante de lo que se propone.

Una filosofía

E n 1Tim 5,23 nos sorprende esta norma que parece fuera de contexto: No bebas ya agua.

Toma un poco de vino a causa de tu estó-mago y de tus frecuentes indisposiciones.

El verso interrumpe una instrucción sobre lo que se ha de hacer antes de impo-ner a alguien las manos y recomendar a Timoteo que se mantenga puro sin man-charse con pecados ajenos (5,22). Des-pués en el v.24 continúa con el tema de los pecados ajenos

Para empezar, no sabemos a que se refiere la imposición de manos. Unos dicen que por el contexto amplio se ve que se trata de la ordenación para el ministerio; otros fijándose en el texto inmediato dicen que se trata de la absolución de los peca-dos o del reconocimiento de que una perso-na está sin pecado.

¿A que viene esta recomendación sobre la bebida?

No parece que se trate sólo de una recomendación amistosa, absolutamente fuera de lugar en el conjunto de la carta.

Parece más bien un consejo en clave bien sobre la celebración de la eucaristía que no debe hacerse con agua sino con vino aunque la pobreza o la presión externa pida otra cosa (esto se explicaría mejor si se estaba hablando de ordenación de pres-bíteros y viniera a la cabeza otra idea, pero nada lo apoya); o bien declarando que no es pecado tomar alcohol con moderación en contra de lo que afirmaban los herejes que eran muy rigoristas.

En cualquier caso el texto parece fuera de lugar y ser la clave recordatoria de una instrucción más amplia que tal vez nunca fue escrita.

Una extraña norma

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Para la Oración Un doble motivo aparece en este texto que puede ayudar a nuestra oración: 1) Una llamada a llevar una vida honrada, caracterizada por una serie de virtudes

fundamentales: fe, esperanza, caridad, justicia, templanza, piedad, constancia ... Esta vida se manifiesta como un combate para alcanzar la vida eterna que se nos ha ofrecido

2) El segundo motivo, que fundamenta el anterior, es una contemplación de Jesucristo y de Dios Padre a quienes se define con una serie de títulos relativos a su poder de dar la vida, salvar y dominar los poderes del cielo y la tierra

1 Timoteo 6,10-16 La raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos dolores. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas; corre al alcance de la justicia, de la piedad, de la fe, de la caridad, de la paciencia en el sufrimiento, de la dulzura. Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. Te recomiendo en la presencia de Dios que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan solemne testimonio, que conserves el mandato sin tacha ni culpa hasta la Manifestación de nuestro Señor Jesucristo, Manifestación que a su debido tiempo hará ostensible el Bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los señores, el único que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver. A él el honor y el poder por siempre. Amén.

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