CUADERNILLO No.1

EVANGELIZACIÓN Y CATEQUESIS

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HACIA EL III SINODO DIOCESANO DE AGUASCALIENTES

PASTORAL PROFETICA

1. EVANGELIZACIÓN Y CATEQUESIS

1.1. El proceso integral de evangelización y catequesis (evan-gelización fundamental, catequesis de adultos o crecimientos, pequeñas comunidades) unido irrevocablemente a la promo-ción humana

HECHO:

• El proceso de evangelización y catequesis, tal y como se lleva ahora (de una manera desarticulada), se percibe desconectado de una promoción humana; en buena medida, dicho proceso, ha que-dado encajonado en una exposición doctrinal, que difícilmente lleva al catequizado a una praxis de la promoción humana. No estamos logrando formar en el cristiano un sentido crítico, a la luz e la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia, para que su vida sea factor de cambio, conforme a los valores del Reino.

DESAFÍO:

• Lograr que el proceso de evangelizador y catequético en nues-tra diócesis (evangelización fundamental, catequesis de infantil y de adultos, crecimientos o pequeñas comunidades), se vea unido irrevocablemente a la promoción humana.

Materiales de trabajo / Cuadernillo 1

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ILUMINACIÓN:

• “Todos han señalado la gran necesidad de una catequesis orgánica y bien ordenada, ya que esa reflexión vital sobre el mis-terio mismo de Cristo es lo que distingue a la Catequesis de todas las demás formas de presentar la Palabra de Dios”. (Discurso de clausura del Sínodo -29 de octubre de 1977-).

• “No hay que oponer una catequesis que arranque de la vida a una catequesis tradicional, doctrinal y sistemática” (Directorio General para la catequesis 40 y 46 -1972-).

• Se cae a menudo en dualismo y falsas oposiciones como entre catequesis sacramental y catequesis vivencial; catequesis de la situación y catequesis doctrinal. Por no ubicarse en un justo equi-librio, algunos han caído en el formulismo y otros en lo vivencial sin presentación de la doctrina; hay quienes han pasado del me-morismo a la ausencia total de memoria. (DP 988).

• En consecuencia, la catequesis debe iluminar con la Palabra de Dios las situaciones humanas y los acontecimientos de la vida para hacer descubrir en ellos la presencia o la ausencia de Dios.(DP 997).

• “La evangelización ha ido unida siempre a la promoción huma-na y a la auténtica liberación cristiana” (Benedicto XVI discurso inaugural, Aparecida).

• Por ello, los cristianos necesitamos recomenzar desde Cristo, desde la contemplación de quien nos ha revelado en su misterio la plenitud del cumplimiento de la vocación humana y de su sentido. Necesitamos hacernos discípulos dóciles, para aprender de Él, en su seguimiento, la dignidad y plenitud de la vida. Y necesitamos, al mismo tiempo, que nos consuma el celo misionero para llevar al corazón de la cultura de nuestro tiempo, aquel sentido unitario y completo de la vida humana que ni la ciencia, ni la política, ni la economía ni los medios de comunicación podrán proporcionar-


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le. En Cristo Palabra, Sabiduría de Dios (cf. 1 Co 1, 30), la cultura puede volver a encontrar su centro y su profundidad, desde donde se puede mirar la realidad en el conjunto de todos sus factores, discerniéndolos a la luz del Evangelio y dando a cada uno su sitio y su dimensión adecuada. (DA 41).

• La Dimensión Humana y Comunitaria. Tiende a acompañar procesos de formación que lleven a asumir la propia historia y a sanarla, en orden a volverse capaces de vivir como cristianos en un mundo plural, con equilibrio, fortaleza, serenidad y libertad interior. Se trata de desarrollar personalidades que maduren en el contacto con la realidad y abiertas al Misterio. (DA 280).

ORIENTACIONES PASTORALES:

• Déjese la práctica de la catequesis como una capacitación para recibir un sacramento y apéguese a un programa catequético, sis-temático y progresivo que parta de la evangelización fundamental y que acompañe al ser humano en todas las etapas de su vida.

• Tenga en cuenta el catequista que la finalidad de cada lección es que el catequizado adecue su vida conforme a las exigencias del evangelio.

• Los objetivos de cada catequesis debe tener muy clara una praxis que no quede sólo en el libro de catecismo o buenas intenciones.

• Programe el grupo el grupo de evangelización o catequesis, un proyecto de promoción humana anual.

• Realicen talleres de denuncia profética a partir de la confronta-ción de la realidad, iluminada con la Palabra y el Magisterio de la Iglesia.


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NORMATIVA:

• La evangelización y catequesis dentro del territorio parro-quial es responsabilidad del párroco. Quedan prohibidas las “ca-pacitaciones al vapor” en vistas a recibir un sacramento.

• El párroco ha de asumir el proyecto de evangelización y cate-quesis diocesano, haciéndolo operativo en la Parroquia a él enco-mendada.

• La Catequesis parroquial ha de contar en un elenco de temas acordes a cada nivel sobre DSI.

• No se podrá aprobar nivel de catequesis sin una praxis de com-promiso social.

• Para recibir el sacramento de la confirmación, será necesario que los confirmandos estén participando en un proyecto de pro-moción humana.

• Cada grupo de catequesis de adultos o pequeñas comunidades ha de tener un proyecto anual de promoción humana para hacerlo operativo durante el año.

1.2. La catequesis pre sacramental de la Iniciación cristiana

1.2.1. Sacramentos de Iniciación. Normas generales

HECHO:

• Existe una desarticulación y discontinuidad entre estos sacra-mentos, contamos con una iniciación cristiana “pobre y fragmen-tada”.


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• En muchos parroquias se administran de manera individual y privada.

• No siempre es en el territorio parroquial o templos en donde se realizan estos sacramentos, pues se dan prácticas en fincas o luga-res reservados no siempre para el culto litúrgico.

• No siempre aparecen los frutos de la vida cristiana que con todo derecho se deben esperar de la recepción de estos sacramentos.

• No siempre hay una auténtica motivación cristiana en su recep-ción, ni en su administración.

DESAFÍO:

• Propiciar la articulación y continuidad entre estos sacramentos.

• Lograr que estos sacramentos se realicen en forma comunitaria.

ILUMINACIÓN:

• El concilio Vaticano II nos llama a tener una especial prefe-rencia por las celebraciones comunitarias (SC 27). “Siempre que los ritos, cada cual según su naturaleza propia, admitan una cele-bración comunitaria, con asistencia y participación activa de los fieles, incúlquese que hay que preferirla, en cuanto sea posible, a una celebración individual y casi privada.”

• El documento de Aparecida nos dice a propósito de la vida co-munitaria que se desprender de la recepción de estos sacramentos de iniciación: “En virtud del Bautismo y la Confirmación, somos llamados a ser discípulos misioneros de Jesucristo y entramos a la comunión trinitaria en la Iglesia, la cual tiene su cumbre en la Eucaristía, que es principio y proyecto de misión del cristiano.” DA 153.


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• Las parroquias, son los verdaderos espacios de la inicia-ción cristiana. Cf. DA 170.

• “De tal manera se complementan entre sí los tres sacramentos de la iniciación cristiana, que llevan hasta el completo desarrollo a los fieles, quienes ejercen la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo” (Rito del Bautismo. La Iniciación Cristiana n. 1,2).

• La noción de Iniciación cristiana nos ayuda a entender el ideal a donde apuntan los sacramentos de Iniciación, la entendemos como “el conjunto de pasos de un proceso, marcado por etapas y constituido por los sacramentos del bautismo-confirmacion-eucaristía, en orden a introducir a una persona en el misterio de la salvación de Cristo, y en la vida de la comunidad eclesial, por una transformación radical de la persona entera.” (D. BOROBIO, en Conceptos fundamentales de Pastoral, Cristiandad, Madrid, 1983, articulo, Confirmación ).


• Puesto que se trata de “sacramentos de la fe” (SC59), no es aceptable la solución de administrar el Sacramento, sin ninguna exigencia a todos los que lo pidan.

• La catequesis pre-sacramental es necesaria para que el Sacra-mento no se quede en acto simplemente humano-religioso o en “ceremonia”, sino que se experimente con autenticidad el Sacra-mento en toda su dimensión como acontecimiento salvífico que renueva, aquí y ahora, las intervenciones salvíficas de Dios en la historia humana.

• Se ha de tender a hacer celebraciones comunitarias, activamente participadas por los asistentes, preparadas cuidadosamente con la ayuda de un “equipo litúrgico”, desarrolladas con orden y sin prisas, en un ambiente de sencilla y festiva piedad, buscando im-plicar a todos los que reciben el sacramento.


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NORMATIVA:

• No se debe administrar ningún sacramento sin una catequesis previa.

• Se tendrán celebraciones cuidadosamente preparadas y con una explicita dimensión comunitarias en la administración de estos sacramentos.

• El único lugar para la administración de estos sacramentos es la comunidad parroquial, con la salvedad de excepciones.

• Se ha de observar debidamente las normar litúrgicas en estos sacramentos.

1.2.2. La catequesis para la Confirmación de niños adolescentes y adultos: edad, requisitos, contenidos, organización, catequis-tas, comprobantes, catequesis en los colegios.

HECHO:

• En nuestra Diócesis se administra el sacramento de la confirma-ción sin una clara normatividad y con una deficiente preparación.

• De parte de muchos sacerdotes hay una contribución para que se den celebraciones aceleradas, para disculpar las platicas.

• No hay convicción, no compromiso del recién confirmado por falta de orientación.

• Muchas de las celebraciones son masivas y cansadas.

• En muchos colegios se prepara y se celebra este sacramento como parte del proceso educativo de la institución.


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• Existen todavía muchas parroquias y sacerdotes que re-ciben confirmandos venidos de casi todas partes sin ningu-

na preparación.

DESAFÍO:

• Propiciar en los confirmados un compromiso por continuar uni-dos a su parroquia e insertarse en algún grupo parroquial.

• Establecer de manera uniforme la edad y el tiempo de prepara-ción para la Confirmación.

ILUMINACIÓN:

• El Documento de Puebla habla de la Confirmación en el con-texto de la Pastoral Juvenil, y dice: “Como tiempo fuerte para la maduración de la fe –que necesariamente lleva a un compromiso apostólico- hay que destacar la celebración consciente y activa del sacramento de la Confirmación precedida de una esmerada catequesis y siempre de acuerdo a las orientaciones de la Santa Sede y de las Conferencias Episcopales.” (DP 1202).

• “Por el sacramento de la Confirmación se vinculan más estre-chamente a la Iglesia; se enriquecen con una fortaleza especial del Espíritu Santo, y de esta forma se obligan con mayor compromiso a difundir y defender la fe con su palabra y sus obras como verda-deros testigos de Cristo.” (LG 11).

• “Fuera del peligro de muerte, para que alguien reciba lícitamen-te la confirmación se requiere que, si goza de uso de razón, este convenientemente instruido, bien dispuesto y puede renovar las promesas del bautismo” (CIC 889,2).

• ”El sacramento de la confirmación se ha de administrar a los Fieles en torno a la edad de la discreción, a no ser que la Confe-


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rencia Episcopal determine otra edad, o exista peligro de muerte, o a juicio del ministro, una causa grave aconseje otra cosa” (CIC 841).

• ”A partir de la próxima solemnidad de pentecostés (7 de junio 1987) en esta diócesis se administra el sacramento de la confirma-ción solamente a los Fieles que tengan por lo menos siete años” (Directorio pastoral sobre los sacramentos de Iniciación Mons. Rafael Muñoz Núñez, 1987, No 87).

• ”Como algo deseable, habrá que tender además a que, cuando parezca posible y conveniente, este sacramento sea recibido más bien en la adolescencia o en la juventud, entre los 15 y los 18 años”. (Directorio pastoral sobre los sacramentos de iniciación de Mons. Rafael Muñoz Núñez, 1987, No. 88).


• “La catequesis previa a la Confirmación es necesaria para que el sujeto pueda ratificar conscientemente u propio Bautismo y responder libremente a la acción de Dios que produce en él los efectos del sacramento, sobre todo el don del Espíritu Santo. Esta catequesis es obligatoria, para el confirmado, sus papás y su pa-drino. Es responsabilidad especial de los párrocos que los fieles sean bien preparados para recibir el Sacramento de la Confirma-ción y que lo reciban a su tiempo oportuno.” (Directorio Pasto-ral sobre los Sacramentos de Iniciación, Mons. Rafael Muñoz Núñez, 1987, No. 90).

NORMATIVA:

• Si los textos de catequesis de niños de la Arquidiócesis de Gua-dalajara son promovidos actualmente por el EDEC, y estos textos tienen carácter obligatorio, se debe respetar el proceso que propo-nen y conferir la confirmación a la salida del catecismo infantil.


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Esto se da cuando los niños han visto el texto No. 9 que corresponde a las edades de 12 a 13 años.

• La temática fundamental de la catequesis: -catequesis sobre el Espíritu Santo, -Iniciación o profundización sobre la oración cris-tiana, -la Iglesia y la parroquia, -la diversidad de vocaciones en la Iglesia, -las diferentes formas de compromiso de los cristianos, -la simbología desarrollada en el sacramento de la Confirmación (la persona del Obispo, el llamado, la profesión de la Fe de la Iglesia, la imposición de manos, la unción con el santo Crisma, el padrino y la madrina…).

• La catequesis que precede a la confirmación se hará durante por lo menos un año, es deseable que el candidato a la confirmación esté inscrito en un proceso de catequesis escolarizada.

• El ritmo de las catequesis está en función del objetivo: permitir un proceso en el que se vaya profundizando el sentido y la impor-tancia de este sacramento. Será cada ocho días o semanal.

• Sin excluir los encuentros en grandes grupos, las catequesis se harán en grupos estables de 15 a 20 adolescentes, acompañados de preferencia por dos catequistas.

• El proceso de catequesis comporta una invitación particular a la asistencia de misa dominical en su parroquia, procurando la participación activa en esta.

• Para abrirse a la dimensión eclesial más allá de la parroquia deberán organizarse actividades extra-catequesis semanal, como reunión para escuchar testimonios, retiros con los adolescentes, encuentros decanales…

• Los comprobantes de catequesis para papás y padrinos tendrán la vigencia de un año.


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• El sacramento de la Confirmación se administra en la Parroquia o Capellanías, no en Colegios, por su vinculación con la comuni-dad parroquial.

• Cuéntese con un curso especial, para casos extraordinarios como los que están próximos a casarse y no se han confirmado aún.

1.2.3. La catequesis para la Primera Comunión: edad, necesi-dad, objetivos, contenidos, tiempo de preparación, método, res-ponsabilidades de los papás y de las parroquias, comprobantes, catequesis en los colegios .

HECHO:

• Se continúa con prácticas poco evangélicas y eclesiales en la administración de este sacramento, especialmente entre los sacer-dotes.

• La gran mayoría de los católicos en nuestra diócesis hacen la Primera Comunión, sin embargo para muchos es solo un punto de llegada.

• Las primeras comuniones han llegado a convertirse en simple rito tradicional casi sin ninguna preparación.

• La mayoría de los niños en la Diócesis hacen la primea comu-nión, sin embargo, constatamos que no siempre aparecen frutos de vida cristiana.

DESAFÍO:

• Contar con catequistas suficientes y bien capacitados para este servicio pastoral.


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• Desterrar celebraciones privadas e individuales de este sacramento.

• Ofrecer a los niños un itinerario de preparación de calidad.

• Pasar de una actitud puramente memorizable a un encuentro con Jesús en la eucaristía.

ILUMINACIÓN:

• “Una cierta memorización de las palabras de Jesús, de pasajes bíblicos importantes, de los diez mandamientos, de fórmulas de profesión de Fe, de textos litúrgicos, de algunas oraciones esen-ciales, de nociones-clave de la doctrina…, lejos de ser contradic-toria a la dignidad de los jóvenes cristianos, o de constituir un obstáculo para el dialogo personal con el Señor, es una verdadera necesidad… Lo esencial es que esos textos memorizados sean interiorizados y entendidos progresivamente en su profundidad, para que sean fuente de vida cristiana personal y comunitaria.” (Catechesi Tradendae, n.55).

• “Para que pueda administrarse la Santísima Eucaristía a los ni-ños, se requiere que tengan suficiente conocimiento y hayan re-cibido una preparación cuidadosa, y de manera que entiendan el misterio de Cristo en la medida de su capacidad y puedan recibir el Cuerpo del Señor con Fe y devoción” (CIC 913, 1).

• “Los padres en primer lugar y quienes hacen sus veces, así como también el párroco tienen obligación de procurar que los niños que han llegado al uso de la razón se preparen convenientemente y se nutran cuanto antes, previa confesión sacramental, con este alimento divino; corresponde también al párroco vigilar para que no reciban la Santísima Eucaristía los niños que aún no hayan llegado al uso de razón o a los que no juzgue suficientemente dispuestos” (CIC 917).


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• La Primera Comunión constituye generalmente para los niños y niñas y sus familiares una meta, un punto de llegada, el término de sus expectativas; se les ha de ayudar a que comprendan que la Primera Comunión es también y principalmente un punto de partida, integrado dentro del proceso de la Iniciación Cristiana.

• Es necesario reconocer la primera comunión de los niños como parte de un proceso de iniciación cristiana.

• En el momento de su Primera Comunión, el niño ingresa en la comunidad eucarística; ha de experimentar ese momento como el comienzo de un hábito de participar plenamente en la Eucaristía por medio de la Comunión.

• Los Pastores nos hemos de empeñar en hacer comprender a los fieles que la Primera Comunión de un niño no ha de reducirse al cumplimiento de una costumbre religiosa, a una rutina social, ni mucho menos a ocasión de fiesta y gastos desproporcionados. La Primera Comunión es más bien un momento privilegiado para el crecimiento de la fe del niño o niña y para el acercamiento de sus familiares a los Sacramentos y a la comunidad parroquial. (Cf. Directorio Pastoral de los Sacramentos de Iniciación, Mons. Ra-fael Muñoz Núñez, 1987, p.41).

• Es responsabilidad de los párrocos el promover y supervisar todo lo que se refiere a la catequesis preparatoria de la Primera Comunión, a la iniciación penitencial y a la misma celebración de las Primeras Comuniones. Ellos habrán de verificar la adecuada preparación de los niños para este momento tan decisivo de su vida cristiana.


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NORMATIVA:

• Es necesaria e indispensable una catequesis preparatoria para la Primera Comunión sin excepción alguna. Esta catequesis debe ser completa, prolongada, sólida y comunitaria, con forme a los catecismos proporcionados por el EDEC.

• Se impartirá la primera comunión a los niños que hayan termi-nado su 4° año de catecismo y de manera comunitaria, tal como lo propone los textos de catecismo del EDEC.

• La catequesis a la Primera Comunión deberá ser sistemática y pedagógicamente acertada.

• Esta catequesis deberá cumplir con los siguientes objetivos en relación a los niños:

-Que lleguen a considerar la recepción de este sacramen-to libremente, es decir que llegue a considerar el deseo de comulgar por parte del niño.

-Que reconozca que hay una diferencia entre el pan ordi-nario y el Pan de la Vida que da Jesús.

-Que comience a orar a Jesús, a confiar en Él, y a confiar-le a sus hermanos.

-Que sea capaz de reconocer cuando El actúa mal, cuan-do tiene necesidad de ser perdonado para que la comu-nión se restablezca.

-Que el niño llegue a descubrir el lazo que hay entre “co-mulgar” y “entrar en comunión” con su alrededor, con Jesús, con Dios.

-Que encuentre un mínimo de acompañamiento cristiano alrededor de él.


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• En cuanto a los contenidos actualmente hay una gran diversidad de catecismos, sin embargo, son necesarios los siguientes temas:

-Introducirlos en algunos relatos de la Biblia en torno al tema de la Eucaristía.

-Introducirlos en la experiencia de la oración y en las principales oraciones cristianas: signo de la cruz, Padre Nuestro. Proponerles oraciones adaptadas a los niños, ensenarles algunos cantos. Invitarlos a la oración “per-sonal” en relación con relatos y personajes bíblicos.

-Introducirlos en la eucaristía:, que comprendan el proce-so del rito de la misa y la importancia del pan eucarístico en donde Jesús se nos ofrece.

-Introducirlos en la vida eclesial: encuentro con los sa-cerdotes de su parroquia, visitar el templo parroquial, incluirlos en la comunidad parroquial, participar en las misas dominicales.

-Introducirlos a la vida fraternal tanto en el grupo de ca-tecismo como en su familia: el respeto, la escucha, el com-partir, el perdón, la reconciliación de los niños entre ellos.-Iniciarlos en el sacramento de la reconciliación.

• El método ha de ser muy activo, ha de partir de las experiencias infantiles de la vida cotidiana, iluminándolas con la Palabra de Dios y estimulando la respuesta de oración y compromiso del niño. El método debe promover el trabajo de los niños tanto en grupo como en particular. La presentación de los temas no ha de ser meramente intelectualista ni moralizante. La catequesis no debe reducirse a la memorización, pero no puede descuidar la memoria.

• El tiempo de preparación será de un año con sesiones semanales de una hora cada una.


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• La edad para recibir este sacramento es de 8 a 9 años. El acceso del niño a la Primera Comunión, no está sin embar-

go ligada a una edad uniformemente fijada, como la anterior.

• Los papas de los niños se han de involucrar decididamente en todo el proceso de preparación. Esta será una condición básica para la recepción de este sacramento.

• Organizar en la parroquia reuniones periódicas con los padres de los niños que se preparan a este sacramento.

• El sacramento de la Primera Comunión se administra en la Pa-rroquia o Capellanías, no en Colegios, por su vinculación con la comunidad parroquial.

1.2.4. La catequesis para la Primera Confesión o iniciación al sacramento de la reconciliación, catequesis en los colegios.

HECHO:

• Poca o nula preparación para este sacramento.

• La celebración de este sacramento sin preparación.

• No se da una clara distinción de este sacramento del de la Co-munión, pues se ve como requisito para comulgar y no se le da la importancia en si mismo.

• No se tiene un texto especial para la preparación a la primera Confesión.

• No hay criterios para la preparación a la primera Confesión.


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DESAFÍO:

• Formar clara conciencia sobre la realidad del pecado.

• Contar con textos específicos para este sacramento.

ILUMINACIÓN:

• La iniciación al sacramento de la reconciliación debe estar in-tegrado en la iniciación a la Eucaristía. (Instrucción Redemtionis Sacramentum n.87).

• “Procure el párroco especialmente, teniendo en cuenta las nor-mas dictadas por el Obispo Diocesano:

-Que se imparta una catequesis adecuada para la cele-bración de los sacramentos.

-Que los niños se preparen bien para recibir por prime-ra vez los sacramentos de la penitencia, de la Santísima Eucaristía y de la confirmación, mediante una catequesis impartida durante el tiempo que sea conveniente.

-Que los mismos, después de la primera comunión sean educados, con una formación catequética más amplia y profunda”. (CIC 777).


• Los niños deben ser educados en la sensibilidad hacia el peca-do, en la confianza de la misericordia de Dios, en los caminos de conversión y de la reconciliación con Dios y con los hermanos. Pero esta iniciación penitencial habrá de cuidarse con esmero, pues una primera experiencia traumatizante de la “confesión”, puede ser de irremediables consecuencias negativas. (Cf. Direc-


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torio Pastoral para los Sacramentos de Iniciación, Mons. Rafael Muñoz Núñez, 1987, p.44).

• El sacramento de la reconciliación habrá de celebrarse como encuentro acogedor y familiar, sin interrogatorios absurdos y sin entrar en demasiados pormenores, fomentando el ambiente ade-cuado para que los niños experimenten la misericordia de Dios.

• Dentro del proceso de preparación para la Primera Comunión, se buscará el momento más oportuno para esta iniciación peni-tencial; la víspera de la Primera Comunión no siempre es el me-jor momento. Los papas habrán de participar también de alguna manera en esta iniciación penitencial. (Cf. Directorio Pastoral para los Sacramentos de Iniciación, Mons. Rafael Muñoz Núñez, 1987, p.45).

NORMATIVA:

• Realizar una catequesis específica para este sacramento de la reconciliación con la siguiente temática:

-Testimoniar el amor infinito, la misericordia, el perdón de Dios.

-Reconocer en el mundo y en nuestras vidas el mal que nos aqueja y el mal que producimos.

-Introducir al niño a la curación y al perdón de Dios que abre un camino de esperanza.

• Llevar a cabo una celebración penitencial comunitaria con los niños, adaptada a su nivel y necesidades.

• No se admita a ningún niño u otra persona a la primera Confe-sión sin una previa catequesis adecuada a su edad.


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1.2.5. El catecumenado y bautismo de adultos

HECHO:

• La mayoría de las parroquias de la Diócesis no cuentan con el catecumenado y la preparación que se da para el bautismo de adultos es insuficiente.

DESAFÍO:

• Cada día hay más adultos que no han recibido los sacramentos de la iniciación cristiana. Algunos de ellos al querer recibir el sa-cramento del matrimonio, solicitan una preparación corta.

• Hay desconocimiento por parte de los presbíteros acerca del catecumenado de adultos; y por lo mismo, no se pone en práctica.

ILUMINACIÓN:

• “Quienes hayan manifestado su voluntad de abrazar la Fe en Cristo, una vez cumplido el tiempo del pre catecumenado, sean admitidos en ceremonias litúrgicas, al catecumenado”. (CIC 788.1 Cfr. CIC 851,1).

• ”El Concilio Vaticano II ha restaurado, para la Iglesia latina “el catecumenado de adultos, dividido en diversos grados” (SC 64). Sus ritos se encuentran en el Ordo Initiationis Christianae Adul-torum (1972)” (Catic 1232).


• Es necesario conocer e implementar el catecumenado en nuestra Diócesis, comenzando con los presbíteros.


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• Mucho ayudara conocer el proyecto nacional de cateque-sis de adultos y sus materiales, elaborados por la Comisión

Episcopal de evangelización y catequesis a partir del 2001.

• También es necesario conocer el ritual de iniciación cristiana de adultos (1996).

NORMATIVA:

• Es obligatorio el catecumenado en nuestra Diócesis.

1.3. La catequesis pre-bautismal para papás y padrinos, nece-sidad y obligatoriedad, número de sesiones, temas, modalida-des y organización, catequesis.

HECHO:

• Existe una catequesis pre bautismal generalizada en todas las parroquias de la Diócesis.

• El EDEC proporciona material.

• No hay uniformidad de los materiales.

• No se perciben resultados personales y compromiso cristiano en papás y padrinos.

DESAFÍO:

• Proporcionar y renovar constantemente material para la cate-quesis pre bautismal.

• Lograr que haya uniformidad de materiales.


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ILUMINACIÓN:

• El Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pór-tico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. (Cfr. CEC 1213).

• En verdad te digo: el que no renace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios.” (Jn 3,5).


• El hecho de pedir la celebración del Bautismo es una oportuni-dad que debe ser bien aprovechada pastoralmente para promover el encuentro con el Señor y con la Iglesia e intensificar la vida cristiana, animada por el Espíritu Santo en el hogar, dentro de un cuadro realista de la familia. (BIA 14, Cf. CEC 1250).

• El Bautismo tiene un profundo sentido comunitario, como dice el Ritual: “La comunidad cristiana te recibe con gran alegría”. En ella están presentes y actúan Cristo y su Espíritu Santo. Para esto son importantes:

-La acogida que el sacerdote, los catequistas y toda la comunidad cristiana brindan a los bautizandos y sus pa-dres.

-No diferir el Bautismo en espera de que se reúnan varios niños a bautizar, puesto que por el Bautismo acontece la remisión del pecado original y se incorpora a la Iglesia, aunque sea un solo niño el que se bautiza. (Cf. BIA 12).

• El discernimiento quiere asegurar unas mínimas garantías de que este don del Bautismo podrá desarrollarse mediante una ver-


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dadera educación y testimonio de la fe y de la vida cris-tiana, de modo que el sacramento alcance su verdad total

y lleve a la Eucaristía, que es su meta. (CIC 868, 1 y 2.).

• Si los padres forman un hogar que vive generosamente su fe en el Señor, se les debe invitar a integrarse más a la parroquia y que se transformen, con su ejemplo y palabra, en verdaderos discí-pulos misioneros para el resto de las familias, que también están preparándose para el Bautismo. (BIA 19.).

• La catequesis bautismal tiene que subrayar con fuerza el aspecto del Bautismo como realización y vivencia con Jesús del Misterio Pascualy de su Espíritu; así se evitará dar al Bautismo un valor meramente social o cultural y –menos aún – mágico.

• Hay que discernir el grado de preparación cristiana que presen-tan los padres, para poder adecuar la preparación según el nivel y motivaciones espirituales de ellos (PRBN 3).

• No se pretenda hacer una catequesis completa con ocasión del Bautismo. Debe ser una evangelizaciónque haga comprender la necesidad del Bautismo y del compromiso de vida cristiana que asume al bautizado, despierte el deseo de Dios, el encuentro y la conversión a Jesucristo en el Espíritu; un llamado a incorporarse a la vida de la Iglesia según las posibilidades de cada uno, a través de la comunidad cristiana o de algún movimiento. Debe incluir, además, algunos momentos fuertes de oración en común, de par-ticipación en la eucaristía dominical y una preparación para el rito del Bautismo (CIC 851, 2º).

• Se cuidará la belleza del lugary de los objetos: limpieza y aco-gida cordial (BIA 70).

• El sacramento del Bautismo es el sacramento que incorpora a los hombres y mujeres a la Iglesia. Por lo tanto, se debe preferir siempre la celebración comunitaria–el Señor está en medio de su


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comunidad– con asistencia y participación activa de los fieles, a una celebración privada. (BIA 71-76).

• Después de conferido el Bautismo, los padres, y con ellos los padrinos, por gratitud a Dios y fidelidad al don recibido del Espí-ritu, están comprometidos a conducir al niño al conocimiento de Dios Padre, de quien ha sido hecho hijo de adopción, y también a prepararlo para celebrar la Confirmación en el Espíritu y partici-par del sacrificio de Jesús en la Eucaristía.

• Los padrinos tienen la misión, juntamente con los padres, de presentar al niño que va a recibir el Bautismo y procurar que cum-pla los compromisos contraídos (CIC 872; 873).

NORMATIVA:

• No se administre el Bautismo sin catequesis previa.

• Todas las Celebraciones deberán ser comunitarias.

• Todos deberán observar las normas litúrgicas.

• Se tendrán cuatro sesiones para la catequesis pre bautismal con 8 temas.

• Es obligatorio que asistan a la catequesis pre-bautismal los pa-pás y padrinos.

• Renuévense constantemente los materiales de catequesis pre-bautismal.

1.4. La función de catequistas ministerio eclesial reconocido y estatutos


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1.4.1.Perfil de admisión y formación inicial de catequistas

HECHO:

• Nuestra Diócesis, y por ende, las parroquias, no cuentan con un perfil de admisión para catequistas, al inicio del año catequís-tico. Al contar con pocas personas que se interesan en catequizar, las Parroquias aceptan a cuantas personas expresan el deseo de dar catecismo, sin tener en cuenta si reúne requisitos previos indispensables. Contando sobre todo con su buena voluntad, se ignora si dichas personas poseen los conocimientos requeridos para prestar este servicio.

• En general, pocos días antes de empezar el ciclo escolar del catecismo, se presentan personas que quieren ser catequistas, a quienes el párroco desconoce, y sin más son admitidas de inme-diato sin requisito previo y sin indicarle las cualidades que debe tener para poder ser catequista (¿Quieres ser catequista? Y luego ya eres).

DESAFÍO:

• Que la Diócesis presente en todas y cada una de las Parroquias, se haga presente con un adecuado y bien definido perfil de admi-sión para acoger nuevos catequistas.

ILUMINACIÓN:

• En los varios servicios prestados dentro de la Iglesia, se requiere revisar aspectos de proceso en el crecimiento de fe, para compar-tirla adecuadamente.

• La formación de discípulos misioneros, tal y como son los ca-tequistas, requieren ejercitarse en puntos clave, antes de llegar a la MISIÓN.


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Todo ello exige además una básica formación previa antes de comenzar el servicio.

ORIENTACIÓNES PASTORALES:

• Presentada como urgencia pastoral , se habla de “promover e impulsar la formación integral y permanente de todos los agentes de pastoral”. (III Plan Diocesano de Pastoral 371).

• Si con tiempo se detectan personas sensibles para catequizar, es posible ir acompañándolas gradualmente para favorecer un me-jor servicio, antes de comenzar el año catequístico. Para ello se requiere el interés conjunto de Parroquia- Diócesis (Edec) para favorecer un curso formativo previo.

NORMATIVA

• A nivel Diócesis (EDEC) previo a comenzar el año, se tenga un curso formativo, con la adecuada participación de todas y cada una de las Parroquias, para propiciar la formación inicial de las catequistas: revisando con las personas interesadas, los requisi-tos previos para prestar este servicio, prestando interés de modo particular su preparación ( en catequesis, Bíblia, Liturgia, etc.) al igual que elementos pedagógicos.

• En nuestra diócesis de acuerdo a las normas canónicas, el mi-nisterio de la catequesis es un ministerio reconocido en donde los catequistas:

a) El encuentro con Jesucristo.

b) La conversión.

c) El discípulado.

d) La comunión (DA 278).


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1.4.2. Formación permanente de catequistas.

HECHO:

• Se nota en la gran mayoría de los catequistas, grandes carencias o lagunas de formación.

DESAFÍO:

• Combatir la inconciencia y la ignorancia religiosa, con tacto, al igual que con firmeza, creando un clima donde la persona misma asuma y reconozca su compromiso.

ILUMINACIÓN:

• En Mt 4,23 se nos presenta la presencia de Jesús Maestro que enseña y pide que sus discípulos enseñen (Mt 5,16) y así la prime-ra comunidad cristiana se fue formando para la enseñanza de los Apóstoles (Hch 2,42). Todo cristiano tiene el deber y el derecho de formarse(CIC 231).

-Tengan como mínimo 15 años.

-Se esmeren en dar testimonio de vida cristiana: sean ca-tólicos convencidos.

-Vivan un estado de gracia que asegure su convicción pro-funda para dar lo que posee: vida de piedad, gusto y entu-siasmo en la vivencia de su fe.

-A la par de la jornada de formación, se tenga también un retiro espiritual, con Misa de envío, para formalizar el compromiso con el Señor.


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• En actitud comprometida, el catequista ha de ir creciendo en su participación en el oficio profético. ( EN 70-73).


• Propiciar de manera renovada la formación de catequistas, por parte del EDEC y de cada Parroquia, comprometiendo su presen-cia en el encuentro mensual.

NORMATIVA :

• La formación permanente es un requisito indispensable para ca-tequizar, donde los más expertos colaboren con los más jóvenes.

• Se establecerá un sistema de formación a nivel diocesano.

• Además del apoyo que brinda el SEDEC reafírmese el compro-miso de las Parroquias en su propia formación.

1.4.3. Instancias diocesanas para la formación de los catequistas

HECHO:

• Existe en la Diócesis un Equipo de Evangelización y Catequesis y una Escuela Catequística con instalaciones amplias pero descui-dadas y diversos subsidios, que en la práctica, no responden sufi-cientemente a las necesidades reales de la Diócesis en las áreas de Evangelización y Catequesis.


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DESAFÍO:

• Lograr que se puedan aprovechar las instalaciones que ya se tienen.

• Consolidar un equipo Diocesano que este instruido y diferencia-do para responder a las realidades diocesanas.

• Que los institutos tengan más recursos para ofrecer mejores sub-sidios.

ILUMINACIÓN:

• A fin de favorecer la preparación de los responsables de la cate-quesis es conveniente a nivel Diocesano o interdiocesano promo-ver escuelas para responsables. (DGC No. 250).


18. Buena parte de los centros son iniciativas surgidas con gran-des esfuerzos que merecen apoyos reales para que puedan con-solidar y organizar adecuadamente sus servicios. Algunos requie-ren una mejor orientación. La mayor parte tiene la inquietud de ofrecer una formación sólida a los apóstoles laicos, al menos en los fundamentos de la fe, en estrecha relación con la práctica tes-timonial, suscitando un modo concreto de seguimiento del Señor Jesús, desde donde se irradie y se comparta la propia experiencia religiosa cristiana.(Arquidiócesis de México).

19. La situación de los promotores de tales centros o experiencias varía mucho. A veces el único maestro o facilitador es el párroco. En algunos casos no existe un verdadero programa de formación, sino que en reuniones sometidas con frecuencia al ritmo y a las urgencias del resto de las actividades pastorales, se van comple-mentando los diversos aspectos de la vida cristiana, con los indis-pensables instrumentos didácticos.


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27. A fin de propiciar con diligente solicitud una respuesta a tan apremiante necesidad, bajo la responsabilidad de los Asesores decanales, que en todas y cada una de los Decanatos se conso-liden y estructuren más formalmente o se establezcan, donde no los haya, algunos centros de formación de fieles cristianos lai-cos para atender las diversas tareas apostólicas de la Diócesis, con las necesarias garantías de criterios, contenidos, programas, organización y recursos indispensables, de tal manera que tales centros puedan llegar a ser oficialmente reconocidos como aptos para cumplir con esta misión. Podrán erigirse en el ámbito de la parroquia, del decanato, según las necesidades concretas y las posibilidades reales. Los Organismos diocesanos promoverán en forma subsidiaria, los centros y servicios que se requieran. Será necesario partir de las experiencias existentes, que significan un estímulo para conjuntar esfuerzos al servicio de las mismas, o para lanzarse a nuevas iniciativas.

NORMATIVA:

La Escuela Diocesana de Evangelización y Catequesis como instancia directa del EDEC en la formación integral del ca-tequista, debe asumir los criterios de la Guía Nacional para la Formación de los mismos y será la responsable de la aplicación de los centros decanales. Dicha escuela actualizará constante-mente sus planes de formación y de ser posible, promoverá una formación más especializada o un diplomado.

• Fórmense e intégrense escuelas de formación por deca-natos asesorados por el EDEC.

• Que el instituto tenga más recursos para ofrecer mejores subsidios.

• Que todos los sacerdotes asuman y potencien más las tareas del EDEC.


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1.4.4. Organización diocesana y parroquial de catequistas

HECHO:

• La Diócesis no cuenta con una dinámica permanente de organi-zación en la Catequesis general y parroquial que promueva y de continuidad a procesos que tomen en cuenta a los diversos secto-res de la Iglesia y de la sociedad.

DESAFÍO:

• Asumir directrices en la organización de la catequesis logrando un sólido compromiso y mayor participación de los decanatos y de las parroquias, a fin de que promueva y de continuidad a los procesos catequéticos.

ILUMINACIÓN:

• C. No. 775 El Obispo da normas y disposiciones y proporciona instrumentos adecuados y textos.

• Med. No. 14 la renovación de la catequesis exige personal ade-cuado (suponemos que no en bola, si no bien y completa en or-ganización).

• No. 72 Debe estar bien coordinada la acción catequética.

• No. 74 Debe haber un proyecto Diocesano de catequesis general.


• La organización de la pastoral catequética tiene como punto de referencia el obispo y la diócesis. El Equipo Diocesano de cate-


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quesis ( Officium Catecheticum ) es « un instrumento que emplea el obispo, cabeza de la comunidad y maestro de la doctrina, para dirigir y orientar todas las actividades catequéticas de la diócesis ». (201, DGC No. 265).

NORMATIVA:

• Sea una catequesis completa en proyecto y parcializada por tiempos y metas en su realización, siendo una para toda la dióce-sis con un solo texto.

• Que la catequesis sea un proceso continuado de por vida organi-zado y bien programado.

• Relacionar la enseñanza del catequista no solo con la actividad de los niños sino también de los papas y la familia entera… por medio de lagunas prácticas o tareas…o comisiones.

1.5. Textos y materiales del catecismo

HECHO:

• Aun cuando se ha tomado a nivel diocesano la decisión de uti-lizar el Catecismo de la Arquidiócesis de Guadalajara, continúa habiendo diversidad de textos de catecismos.

• Las parroquias que cuentan con textos de catecismos para adul-tos, éstos son elegidos a voluntad del párroco al encontrarlos en algunas librerías.

• Seria dificultad de adaptación de textos del catecismo para niños en las comunidades rurales de nuestra diócesis.

• No contamos con textos de catecismo de adultos.


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• Actualmente el proceso de catecismos adoptado de la Arquidiócesis de Guadalajara, ofrece la catequesis para

adolescentes en tres años.

DESAFÍO:

• Unificar en la medida de lo posible los catecismos de niños y adolescentes en la diócesis.

• Contar con textos de catecismos para adultos, o adoptar uno ya existente.

• Adaptar a nuestra realidad los catecismos provenientes de otras partes.

ILUMINACIÓN:

• La adaptación se realiza de acuerdo con diversas circunstancias en que se transmite la Palabra de Dios. Responde a “las exigen-cias que dimana de las diferentes culturas, de edades, de la vida espiritual, de situaciones sociales y eclesiales de aquellos a quie-nes se dirige la catequesis” (CEC 24).

• Por lo que concierne a la diversidad de culturas en relación al servicio de la fe, está el problema de saber transmitir el Evange-lio en el horizonte cultural de los pueblos a los que se dirige, de modo que pueda ser percibido realmente como una gran noticia para la vida de las personas y de la sociedad (EN 63).

• La catequesis debe ser propuesta como un servicio fundamen-tal, interior a la evangelización de la Iglesia, y con un acentuado carácter misionero (DGC 33).

• El Catecismo de la Iglesia Católica pide expresamente la redac-ción de catecismos locales apropiados, en los que se puedan reali-


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zar las adaptaciones debidas “a las exigencias que dimanan de las diferentes culturas, de edades, de la vida espiritual, de situaciones sociales y eclesiales de aquellos a quienes se dirige la catequesis (CT 59; DGC 209).


• Los textos elegidos deben estar adecuados a la idiosincrasia de nuestra gente y a las exigencias actuales.

• Los textos han de estar enriquecidos además de los contenidos de la fe con los elementos de comunicación y de relaciones hu-manas.

• Los textos deberán estar fundamentados en la Biblia, la Tradi-ción, y el Magisterio.

NORMATIVA:

• En todas las parroquias de la Diócesis, se unifique el texto del catecismo estudiado, discutido, y aprobado por los inmediatos responsables junto con el Obispo.

• Si el catecismo elegido es el de la Arquidiócesis de Guadalajara, el obispo mediante un decreto pida la unificación en la implemen-tación de este catecismo.

1.6. La catequesis para XV Años: temática, tiempo de prepa-ración, ceremonia individual o comunitaria, aranceles.

HECHO:

• La mayoría de las adolescentes que cumplen quince años realiza su celebración religiosa de acción de gracias con una Misa.


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• En la mayoría de las Parroquias de la Diócesis no se ofrece ningún tipo de preparación a las adolescentes que

celebran sus quince años.

• Se reduce a una celebración poco ordenada, individual y con carácter meramente social.

• No se tiene un temario catequético para la preparación y cele-bración de los quince años.

• Sólo la quinceañera se confiesa y en contadas ocasiones los pa-pás, padrinos, damas y chambelanes. A veces las confesiones se dejan para última hora.

DESAFIOS:

• Celebrar los XV Años después de un proceso serio de formación catequética.

• Más comprensión y conocimiento de la cultura de los adoles-centes, de sus problemas y aspiraciones; así como de sus familias y sus ambientes.

• Prestar más atención y cuidado a la Pastoral de adolescentes.

• La celebración de la Misa bien preparada, ordenada y comuni-taria.

ILUMINACIÓN:

• La catequesis es un proceso educativo para todas las edades y momentos, que comprende especialmente la enseñanza de la doctrina católica.

• CIC No. 5: La catequesis se debe dar de modo orgánico y sis-temático.


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• DGC No. 71: La catequesis ocasional, que ante determinada circunstancia de la vida personal, familiar, eclesial y social, trata de ayudar a interpretarla y a vivirla desde la fe.

• CT No. 38: Esta edad es a menudo el momento de los interro-gantes más profundos y de las búsquedas angustiosas, incluso, frustrantes, de desconfianza de los demás y de peligroso repliques sobre sí mismos; a veces también es la edad de los primeros fra-casos y famosas amarguras.

• DGC No. 33: La catequesis debe anunciar los misterios esen-ciales del cristianismo promoviendo la experiencia trinitaria de la vida de Cristo como centro de la vida de fe.

• DGC No. 182: El alejamiento de la Iglesia, o al menos la des-confianza hacia ella, está presente en muchos como actitud de fondo. A la vez, en los jóvenes se refleja a menudo la falta de apoyo espiritual y moral de las familias y la precariedad de la catequesis recibida.

• DGC No. 185: En general se ha de proponer a los jóvenes una catequesis con itinerarios nuevos, abiertos a la sensibilidad y a los problemas de esta edad, que son de orden teológico, ético, histórico, social... En particular, deben ocupar un puesto adecua-do, la educación para la verdad y la libertad según el Evangelio, la formación de la conciencia, la educación para el amor, el plan-teamiento vocacional, el compromiso cristiano en la sociedad y la responsabilidad misionera en el mundo.

• DSD No. 112: Los adolescentes y jóvenes están cargados de interrogantes vitales y presentan un desafío de tener un proyecto de vida personal y comunitario que dé sentido a su vida.

• DSD No. 119: La Iglesia con su Palabra y testimonio debe ante todo presentar a los adolescentes y jóvenes a Jesucristo en forma atractiva y motivante.


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• DSD No. 223: Convocamos una vez más a los jóvenes para que sean fuerza innovadora de la Iglesia y esperanza

del mundo.

• CT No. 29: Desde la infancia hasta el umbral de la madurez, la catequesis se convierte pues en escuela permanente de la fe y sigan de este modo las grandes etapas de la vida como foco que ilumina la vida del niño, adolescente y joven.


• Se propone que haya grupos de adolescentes donde se formen para la vida y para la fe.

• Que los contenidos formativos comprendan:

-Cultura de la vida.

-Temas con tinte vocacional.

-Dignidad de la persona.

-Historia de la salvación.

-Manejo de los sentimientos.

-Jesús como modelo de su vida.

-Importancia y valor de la familia.

-Importancia y necesidad de los valores y virtudes cris-tianos.


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NORMATIVA:

• No se realicen quince años sin catequesis.

• Celébrense comunitariamente.

• La preparación sea por lo menos durante tres meses, con cate-quesis adecuada, itinerarios nuevos y abierta a la sensibilidad y problemas de su edad.

• Prepárese y capacítese a los agentes para la impartición de la catequesis.

• Elabórese material adecuado para la formación y preparación de la celebración.

• Prepárese de manera especial la Eucaristía.

1.7.La Pastoral Bíblica, Círculos Bíblicos, grupos espontá-neos de estudio de la Biblia, etc.

HECHO:

• La Diócesis cuenta con organismos que promueven el conoci-miento, el estudio y la interpretación de la Biblia.

• Se cuenta con el Instituto Bíblico Diocesano “Jesús Maestro” que en estos momentos tiene a un sacerdote encargado, maestros capacitados y 210 alumnos inscritos. Ofrece diplomado en esta materia.

• El Instituto de Laicos cuenta también con el Diplomado en Sa-grada Escritura. Cuenta con 30 alumnos, más o menos.

• En las Escuelas Decanales también se imparte la materia de Sa-grada Escritura.


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• En algunas parroquias se han impulsado los círculos bí-blicos y los grupos espontáneos, de áreas o de amigos para

el conocimiento y estudio de la Biblia.

• A nivel general se está provocando un gran interés por la Sagra-da Escritura.

• La Diócesis cuenta con personas preparadas que pudieran im-partir cursos serios de Biblia.

• Se constata mucha ignorancia en un buen número de católicos en relación a los temas bíblicos y al manejo de la Biblia.

DESAFÍOS:

• Mayor acompañamiento de los presbíteros y de los agentes cua-lificados en los procesos de conocimiento bíblico.

• Acercarle la Biblia a los fieles para que les sea accesible en to-dos los sentidos, también en lo económico.

• Preparar agentes para que promuevan y coordinen grupos de estudio y círculos bíblicos.

• Más impulso y difusión al Instituto Bíblico en nuestra Diócesis.

• Impulsar y promover desde el equipo diocesano de Animación Bíblica de la Vida Pastoral la integración y formación de los estu-dios bíblicos en todas las parroquias.

ILUMINACIÓN:

• IA No. 12: Los lugares de encuentro con Cristo: “En primer lugar está la Sagrada Escritura leída a la luz de la Tradición y el Magisterio, profundizada en la meditación y la oración. Se ha


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recomendado fomentar el amor al Evangelios, en el que se pro-clama, en palabras fácilmente accesibles a todos, el modo como Jesús vivió entre los hombres”.

• CDC No. 794: “De modo singular, el deber y el derecho de educar corresponde a la Iglesia… Los pastores tienen el deber de disponer lo necesario para que todos los fieles reciban educación católica”.

• DV No. 14: “El Texto Sagrado ha de ser el alma de toda la Sagrada Teología… Y toda la actividad pastoral de la Iglesia se nutre y se vigoriza santamente con la misma Palabra de la Escri-tura”. DP No. 981.

• DV No. 21: “La Sagrada Escritura juntamente con la Sagrada Tradición es considerada como la suprema regla de la fe”.

• DV No. 25: “El desconocimiento de las Escrituras (Evangelios) es desconocimiento de Cristo”.

• SD No. 38: “Los desafíos exigen una Pastoral Bíblica adecuada que dé a los fieles laicos criterios para responder a las insinuacio-nes de una interpretación fundamentalista o a un alejamiento de la vida de la Iglesia para refugiarse en las sectas”.

• SD No. 49: Se requieren para la vitalidad de la comunidad ecle-sial, más catequistas y agentes pastorales, dotados de un sólido amor a la Sagrada Escritura que los capacite para leerla a la luz de la Tradición del Magisterio de la Iglesia, y para iluminar, des-de la Palabra de Dios, su propia realidad personal, comunitaria y social.

• Dt 17, 18: “La leerá todos los días de su vida para aprender a tener a Dios, guardando todas las palabras de esta Ley poniendo en práctica estos preceptos”.

• 2 Tim 3, 15: “Toda Escritura inspirada por Dios es útil para enseñar, instruir, corregir, persuadir y para educar en la justicia”.


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• DP No. 150: La Evangelización dará prioridad a la pro-clamación de la Buena Nueva y de la catequesis bíblica.

• DV No. 25: Todos los catequistas dedicados por oficio al minis-terio de la Palabra, han de leer y entender asiduamente la Sagrada Escritura para que no se vuelvan predicadores vacíos de la Pala-bra, que no escuchan por dentro.

• DA No. 248: “Se hace necesario proponer a los fieles la Pala-bra de Dios como don del Padre para el encuentro con Jesucristo vivo, camino de auténtica conversión y de renovada comunión y solidaridad… Que se presente la Palabra Revelada, contenida en la Sagrada Escritura, como fuente de evangelización… Por esto la importancia de una Pastoral Bíblica entendida como animación bíblica de la vida pastoral, que sea escuela de interpretación o conocimiento de la Palabra, de comunión con Jesús u oración con la Palabra, y de evangelización inculturada o de proclamación de la Palabra”.


• Que se tenga un equipo diocesano de Animación Bíblica de la Vida Pastoral bien estructurado y suficientemente capacitado.

• Que el equipo diocesano de Animación Bíblica de la Vida Pas-toral impulse y promueva la integración y formación de los estu-dios bíblicos.

• Que se impulse y se le dé más difusión al Instituto Bíblico Dio-cesano “Jesús Maestro”.

• Que se ofrezcan subsidios seguros para el estudio serio de la Sagrada Escritura.


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NORMATIVA:

• Promuevan los pastores, evangelizadores, maestros y catequistas una “Pastoral Bíblica” seria y orgánica. Entendida como la Ani-mación Bíblica de la Vida Pastoral. Es decir, transversalmente.

• Cada Parroquia tenga sus “Círculos Bíblicos”.

• Háganse campañas diocesanas para el conocimiento, valoración y estudio de la Sagrada Escritura.

1.8. La Pastoral de Misiones

HECHO:

• Existen en la diócesis grupos de misioneros laicos y algunos institutos de vida consagrada que trabajan dentro y fuera de la Diócesis en diferentes tiempos. (IIIDP 254).

• Existen en la diócesis grupos de misioneros seglares y congre-gaciones religiosas que animan y misionan dentro de la misma y fuera de ella. Su actividad misionera ordinariamente la reali-zan en Semana Santa, Pentecostés, verano y navidad. Algunos de ellos salen a campo misión a otras diócesis de México y muy pocos al extranjero. Aunque existen otros tantos que no se han integrado y algunos sacerdotes y religiosas que envían o salen de misión independientemente y al margen de la pastoral.

• Hay poca articulación entre los diferentes grupos misioneros y la promoción de la misión Ad Gentes. (IIIDP 254).

• Se da la promoción de eventos anuales tales como DOMUND, CONAJUM (Congreso Nacional de la Juventud Misionera) CON-QMI (Congreso Nacional Misionero), y el CONIAM (Congreso Nacional de la Infancia y Adolescencia Misionera).


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DESAFÍO:

• Articulación en los diferentes grupos y movimientos de misioneros y misioneras.

• Mayor responsabilidad de los asesores diocesanos.

• Establecer comunicación con los sacerdotes fuera de la dióce-sis en estado de misión, para un enriquecimiento mayor de esta dimensión.

• Mayor interés por parte de las autoridades de los institutos de formación para esta dimensión misionera.

ILUMINACIÓN:

• “Me ha sido dado todo el poder en el cielo y la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo…” Mt 28, 18

• “También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas tengo que llevarlas y escucharán mi voz.” Jn. 10,16.

• Miembros de la Iglesia en virtud del bautismo, todos los cristia-nos son corresponsables de la actividad misionera. La participa-ción de las comunidades y de cada fiel en este derecho-deber se llama cooperación misionera. (RM 77)

• Las Iglesias locales, por consiguiente, han de incluir la anima-ción misionera como elemento primordial de su pastoral ordina-ria en las parroquias, asociaciones y grupos, especialmente los juveniles y enfrentar con valentía el envió de misioneros (RM 83) (SD 28).

• “La Iglesia está llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales. No puede replegarse frente a quie-


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nes sólo ven confusión, peligros y amenazas, o de quienes pre-tenden cubrir la variedad y complejidad de situaciones con una capa de ideologismos gastados o de agresiones irresponsables. Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evange-lio arraigada en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos y misioneros. Ello no depende tanto de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y no-vedad, como discípulos de Jesucristo y misioneros de su Reino, protagonistas de vida nueva para una América Latina que quiere reconocerse con la luz y la fuerza del Espíritu.” DA 11.

• “La historia de la humanidad, a la que Dios nunca abandona, transcurre bajo su mirada compasiva. Dios ha amado tanto nues-tro mundo que nos ha dado a su Hijo. Él anuncia la buena noticia del Reino a los pobres y a los pecadores. Por esto, nosotros, como discípulos de Jesús y misioneros, queremos y debemos proclamar el Evangelio, que es Cristo mismo. Anunciamos a nuestros pue-blos que Dios nos ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el poder salvador y liberador de su Reino, que nos acompaña en la tribulación, que alienta incesan-temente nuestra esperanza en medio de todas las pruebas. Los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas de desventuras. DA 30.

• “Al llamar a los suyos para que lo sigan, les da un encargo muy preciso: anunciar el evangelio del Reino a todas las naciones (cf. Mt 28, 19; Lc 24, 46-48). Por esto, todo discípulo es misionero, pues Jesús lo hace partícipe de su misión, al mismo tiempo que lo vincula a Él como amigo y hermano. De esta manera, como Él es testigo del misterio del Padre, así los discípulos son testigos de la muerte y resurrección del Señor hasta que Él vuelva. Cumplir este encargo no es una tarea opcional, sino parte integrante de la identidad cristiana, porque es la extensión testimonial de la voca-ción misma.” DA 144.

• “ No podemos desaprovechar esta hora de gracia. ¡Necesita-mos un nuevo Pentecostés! ¡Necesitamos salir al encuentro de


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las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con

Cristo, que ha llenado nuestras vidas de “sentido”, de verdad y amor, de alegría y de esperanza! No podemos quedarnos tran-quilos en espera pasiva en nuestros templos, sino urge acudir en todas las direcciones para proclamar que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que el amor es más fuerte, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Señor de la historia, que Él nos convoca en Iglesia, y que quiere multiplicar el número de sus discípulos y misioneros en la construcción de su Reino en nuestro Continente. Somos testigos y misioneros: en las grandes ciudades y campos, en las montañas y selvas de nuestra América, en todos los ambientes de la convivencia social, en los más diversos “areópagos” de la vida pública de las naciones, en las situaciones extremas de la existencia.” DA 548.


• “La misión no se limita a un programa o proyecto, sino que es compartir la experiencia del acontecimiento del encuentro con Cristo, testimoniarlo y anunciarlo de persona a persona, de comu-nidad a comunidad, y de la Iglesia a todos los confines del mundo (cf. Hch 1, 8).” DA 145.

• “No basta la entrega generosa del sacerdote y de las comuni-dades de religiosos. Se requiere que todos los laicos se sientan corresponsables en la formación de los discípulos y en la misión. Esto supone que los párrocos sean promotores y animadores de la diversidad misionera y que dediquen tiempo generosamente al sacramento de la reconciliación. Una parroquia renovada multi-plica las personas que prestan servicios y acrecienta los minis-terios. Igualmente, en este campo, se requiere imaginación para encontrar respuesta a los muchos y siempre cambiantes desafíos que plantea la realidad, exigiendo nuevos servicios y ministerios. La integración de todos ellos en la unidad de un único proyecto evangelizador es esencial para asegurar una comunión misione-ra.” DA 202.


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NORMATIVA:

• Los sacerdotes que hayan estado fuera de la diócesis en estado de misión, se incluirán automáticamente la Comisión Diocesana de Misiones.

• Todas las acciones pastorales estarán dinamizadas por esta di-mensión misionera.

• Mantener la ayuda solidaria con otras diócesis apoyando con la presencia de sacerdotes, que se renovarán constantemente.

1.9. La defensa de la fe ante el proselitismo sectario

HECHO:

• Ante la Ignorancia e indiferencia religiosa, el avance de los gru-pos no católicos va en aumento aceleradamente, sin que exista organismo diocesano que fortalezca la fe de los creyentes.

• Muchas veces el proselitismo de los grupos no católicos, se ma-nifiestan de manera muy agresiva ante la Iglesia católica.

• Hay mucha ignorancia en gran parte de nuestra gente.

• El avance de sectas va cada vez más en aumento.

• No hay interés en los líderes católicos (sacerdotes).

• La diversidad e invasión de creencias provoca división en las familias.

• Causa pérdida de valores fundamentales como la libertad, el respeto, el amor a la patria, la salud, etc.


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• Aumenta el ateísmo práctico, la confusión y el sincre-tismo.

• Hay mucha influencia de los M. C. S. con sus programas sincre-tistas. (Esoterismo, tarot, psíquicos, hoscosos).

DESAFÍO:

• La creación de un organismo diocesano para atender esta de-manda.

• Difundir información y formación sobre este fenómeno.

ILUMINACIÓN:

• Sigue siendo necesario promover, a favor de los cristianos cuya fe está en peligro, el esforzó de una evangelización y una cate-quesis integral y sistemática, a las que a ha de acompañar el tes-timonio. DGC No. 201.

• En la medida que es posible cabe distinguir movimientos de matiz cristiana, otros derivados de religiones orientales y otros vinculados a tradiciones esotéricas. La razón de la preocupación estriba en que sus doctrinas y prácticas de vida se alejan de los contenidos de la fe cristiana. DGC No 201.

• La fe está siempre enfrentada al secularismo, es decir a un ateís-mo militante; es una fe expuesta a pruebas y amenazas, más aún una fe asediada y combatida. Corre el riesgo de morir por asfixia o por inanición si no se alimenta y sostiene cada día. EN No. 54.

• Los grupos religiosos proselitistas y las sectas representan un problema para la Evangelización debido a que los métodos coac-tivos que utilizan para ganar adeptos suprimen la libertad de la persona. Es preciso, por ello, que los católicos hagamos una revi-sión de nuestros propios métodos pastorales empleados, de modo


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que respetando siempre nuestra libertad, formemos íntegramente a nuestros hermanos en la fe en Jesucristo y los fortalezcamos en la capacidad de dar razón de la esperanza que afirman. ( Del En-cuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos No. 195).

• Los ministros de la palabra, las parroquias y las estructuras ecle-sialitas resultan insuficientes para satisfacer el hambre del Evan-gelio del pueblo latino Americano. Los vacíos han sido llenados por otros, lo que ha llevado en no pocos casos al indiferentismo y a la ignorancia religiosa. No se ha logrado aún una catequesis que alcance a toda vida DP No. 78.

• La ignorancia y el indiferentismo llevan a muchos a prescindir de los principios morales, sean personales o sociales y a ence-rrarse en un ritualismo, en la mera practica social de los ciertos sacramentos o en las exequias, como señal de su pertenencia a la Iglesias. DP: No. 82.

PROPUESTAS PASTORALES:

• Ofrecer una Evangelización Fundamental incluyendo a los ca-tólicos sobre los puntos doctrinales en controversia a las sectas.

• Crear escuelas de formación tanto decanal o parroquial que ayu-de a conocer más el contenido doctrinal de la fe.

• Instruir ampliamente, con serenidad y objetividad al pueblo so-bre las características y diferencias de las diversas sectas y sobre las respuestas a las injustas acusaciones contra la Iglesia.

• Promover las visitas domiciliarias con laicos preparados y orga-nizar la pastoral de retorno para acoger a los católicos que regre-sen a Iglesia.

• Promover una Iglesia ministerial. Donde los ministros ordena-dos tengamos las mismas actitudes de Jesús Buen Pastor.


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• Promover ministros laicos debidamente formados para impulsar el servicio Evangelizador en todos los sectores

de nuestra parroquia, formando pequeñas comunidades para que la acción pastoral contra las sectas sea un poco más atrayente (recursos).

• Crear la comisión de la defensa de la fe.

• Invitar a personas conocedoras de la materia para dar curso en la parroquias y comunidades para conocer más y defender nuestra fe y nuestra Iglesia.

NORMATIVA:

• Crear escuelas de formación tanto decanal o parroquial que ayu-den a conocer más el contenido doctrinal de le fe.

• Promuévanse ministros laicos debidamente formados para im-pulsar el servicio Evangelizador en todos los sectores de nuestra parroquia para que la acción pastoral contra las sectas sea un poco más atrayente (recursos).

• Creación de la comisión de la defensa de la fe a nivel diocesano y parroquial.

1.10. El ecumenismo y diálogo interreligioso

HECHO:

• La pastoral diocesano no contempla el ecumenismo ni el diálo-go interreligioso.

• Se tiene la creencia muy arraigada de que solo quienes pertene-cen a la Iglesia católica y cumplen con sus normas consiguen la salvación.


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• Se entiende que Dios no se manifestó en las otras religiones o como si Jesús estuviera en contra de ellas.

• Se cree que la única verdad está en la Iglesia católica.

• Existe un rechazo mutuo entre católicos y los otros cristianos.

• Aún no se entiende y ni se da el dialogo religioso.

DESAFIO:

• Crear consciencia de la necesidad de un diálogo interreligioso.

ILUMINACIÓN:

• Vaticano II: Unitatis Redintegratio; sobre el ecumenismo “Mo-vimiento dirigido a restaurar la unidad de todos los cristianos…” Proemio (1).

• Los hermanos separados practican no pocos actos de culto de la religión cristiana… los cuales pueden… sin duda alguna, produ-cir la vida de la gracia”.

• El empeño por el restablecimiento de la unión corresponde a toda la Iglesia entera, afecta a los fieles como a los pastores, a cada uno según su ripio valor.

• La reforma de la Iglesia consiste en la “fidelidad a su vocación” por eso hay un movimiento que tiende haca la unidad.

• “El verdadero ecumenismo no puede darse sin la conversión interior”

• “Esta conversión del corazón y santidad de vida, juntamente con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecumé-


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nico, y con razón puede llamarse ecumenismo espiritual”.

• “Conviene conocer la disposición de ánimo de los herma-nos separados. Para ello se necesita el estudio que hay que reali-zar con el alma benévola guiada por la verdad”.

• “La instituciones se expliquen en sentido ecuménico, con sumo cuidado y no polémica”.

• La forma de expresar y d exponer la doctrina de la fe no debe ser obstáculo para el diálogo con los hermanos.

• 135 Por eso también nosotros, con el Papa Juan Pablo II, déci-mas “El ecumenismo es una prioridad en la pastoral de la Iglesia de nuestro tiempo”. Para dar respuesta adecuada a este desafío sugerimos:

• Profundizar las relaciones de convergencia y diálogo con las otras iglesias que rezan con nosotros el Credo Niceno Constanti-nopolitano, comparten los mismos sacramentos y veneración por Santa María la Madre de Dios, si bien, no reconocen el Primado del Romano Pontífice.

• Intensificar el dialogo teológico ecuménico.

• Alentar la oración en común por la unidad de los cristianos cre-yentes.

• Promover la formación ecuménica en los cursos de la formación de los agentes de la pastoral, principal en los seminarios.

• Alentar al estudio de la Biblia entre los teólogos y estudiosos de la Iglesia y de las denominaciones cristianas.

• Mantener y reforzar programas e iniciativas de cooperación con-junta en el campo social y la promoción de los valores comunes.


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• Valorizar la sección de ecumenismo del CELAM (SECUM) y colaborar con sus iniciativas.

PROPUESTAS PASTORALES:

• Ofrézcase una formación para el ecumenismo y el diálogo inte-rreligioso en todos los agentes:

-Seminarios.

-Casa de formación.

-Institutos diocesanos de formación (cuidando en no caer en un sincretismo religioso).

• Crear condiciones y posibilidad para el diálogo interreligioso.

• Descubrir que en otras expresiones religiosas hay manifestacio-nes de salvación.

• Disponer y realizar encuentros, asambleas y otras actividades para el acercamiento, el dialogo y la unidad con cara conciencia de la identidad católica y el respeto mutuo.

• Participar en organizaciones ecuménicas de proyección social.

NORMATIVA

• Fórmese una Comisión Diocesana con miras al dialogo ecumé-nico.

• Realizar con mayor conciencia el octavario de oración por la unidad de los cristianos.


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• Que haya más apertura y dialogo para con las otras reli-giones que se están estableciendo en nuestra diócesis.

MIEMBROS INTEGRANTESDE LA COMISION TEMATICA DE

PASTORAL PROFETICA

Coordinador/ P. Antonio Ernesto Palafox Cruz

P. Aron García

P. Armando Velázquez Macías

P. Jorge Raygoza Cruz

P. Miguel Jiménez Muñoz(no participó en esta última etapa)

P. Moisés Guardado Muñoz

P. Alejandro Gallegos Robledo(no participó en esta última etapa)

Hna. Dulce María Rodríguez Ramírez

Hna. Ángeles Hernández Robledo

Sra. Magdalena Reza

CUADERNILLO No.1

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