Cronologia Tiawanacu, Cusco y Otras Culturas Antiguas

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CUSCO MONUMENTAL, HISTORIA, COSTUMBRES PREFACIO El Qosqo, la más importante metrópoli precolombina en el continente, es repositorio y heredero de una tradición cultural desarrollada en todo el territorio peruano desde 18 mil años A.C. Es un museo vivo donde en su ambiente, su calor y sus calles aún se perciben grandezas de épocas remotas. Hacer una descripción o interpretación total del Qosqo y sus privilegiados habitantes sería trabajo gigantesco de cientos y aún miles de tomos. Es que el destino ha premiado a este "Ombligo del Mundo" con privilegiada y excelsa calidad de naturaleza, geografía y gente, capaz de haber desarrollado una de las más avanzadas civilizaciones para su tiempo. Utilizamos el nombre de "Qosqo" porque así lo sugiere nuestra consciencia; y porque creemos que es un deber moral de todo hijo de esta sagrada tierra el reivindicar su pasado. El presente trabajo es un intento por querer resumir lo más resaltante de la ciudad y su región, su historia, su gente, sus tradiciones y vida en constante evolución. Surge considerando la necesidad de dar información precisa o por lo menos lo más cercana posible a la realidad histórica y actual, para lo cual fue necesario sacudirse de prejuicios y conocimientos a-priori que normalmente la tradición y las sociedades marcan en nuestras vidas. Fue de invalorable valor el haber vivido en esta longeva ciudad por toda una vida; haber respirado su aire escaso en oxígeno pero puro y vitalizador entremezclado con gloria, pasión, sufrimiento y desesperanza. Nos sentimos vástagos de la Pachamama engendrados por el sagrado "Willkamayu" que arrastra el límpido agua de deshielos de imponentes glaciares como el "Apu Ausangate" que por siempre protege al Qosqo y sus hijos. El presente es también un homenaje al hombre andino, heredero de un grandioso pasado y creador de cultura propia, al que hoy injusto, despectivo y prejuiciosamente algunos segmentos sociales, y no pocos estudiosos llaman "indio" evitando reconocer que es esa raza desdeñada la que forjó el Perú moderno. No es posible permanecer insensibles o ciegos ante la realidad de que el Perú es muy complejo y aunque muchos en este país de "indios", "cholos" y "mestizos" se precian poseer "sangre azul", lo grande que tiene esta tierra es producto de la capacidad creadora del hombre andino. Es contradictorio que mientras a comienzos del siglo XXI miles de hombres cultos e inteligentes del planeta admiran fervientemente la obras de Perú antiguo, hoy se niegue la mínima dignidad a los herederos de sus autores. La naturaleza del presente trabajo y el público al que está dirigido, hacen que se tenga que prescindir de las formales normas de investigación científica; sin embargo, los conocimientos plasmados, que no son novedosos, tienen fuerte

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CUSCO MONUMENTAL, HISTORIA, COSTUMBRES

PREFACIO

El Qosqo, la más importante metrópoli precolombina en el continente, es repositorio y heredero de una tradición cultural desarrollada en todo el territorio peruano desde 18 mil años A.C. Es un museo vivo donde en su ambiente, su calor y sus calles aún se perciben grandezas de épocas remotas. Hacer una descripción o interpretación total del Qosqo y sus privilegiados habitantes sería trabajo gigantesco de cientos y aún miles de tomos. Es que el destino ha premiado a este "Ombligo del Mundo" con privilegiada y excelsa calidad de naturaleza, geografía y gente, capaz de haber desarrollado una de las más avanzadas civilizaciones para su tiempo. Utilizamos el nombre de "Qosqo" porque así lo sugiere nuestra consciencia; y porque creemos que es un deber moral de todo hijo de esta sagrada tierra el reivindicar su pasado.

El presente trabajo es un intento por querer resumir lo más resaltante de la ciudad y su región, su historia, su gente, sus tradiciones y vida en constante evolución. Surge considerando la necesidad de dar información precisa o por lo menos lo más cercana posible a la realidad histórica y actual, para lo cual fue necesario sacudirse de prejuicios y conocimientos a-priori que normalmente la tradición y las sociedades marcan en nuestras vidas. Fue de invalorable valor el haber vivido en esta longeva ciudad por toda una vida; haber respirado su aire escaso en oxígeno pero puro y vitalizador entremezclado con gloria, pasión, sufrimiento y desesperanza. Nos sentimos vástagos de la Pachamama engendrados por el sagrado "Willkamayu" que arrastra el límpido agua de deshielos de imponentes glaciares como el "Apu Ausangate" que por siempre protege al Qosqo y sus hijos.

El presente es también un homenaje al hombre andino, heredero de un grandioso pasado y creador de cultura propia, al que hoy injusto, despectivo y prejuiciosamente algunos segmentos sociales, y no pocos estudiosos llaman "indio" evitando reconocer que es esa raza desdeñada la que forjó el Perú moderno. No es posible permanecer insensibles o ciegos ante la realidad de que el Perú es muy complejo y aunque muchos en este país de "indios", "cholos" y "mestizos" se precian poseer "sangre azul", lo grande que tiene esta tierra es producto de la capacidad creadora del hombre andino. Es contradictorio que mientras a comienzos del siglo XXI miles de hombres cultos e inteligentes del planeta admiran fervientemente la obras de Perú antiguo, hoy se niegue la mínima dignidad a los herederos de sus autores.

La naturaleza del presente trabajo y el público al que está dirigido, hacen que se tenga que prescindir de las formales normas de investigación científica; sin embargo, los conocimientos plasmados, que no son novedosos, tienen fuerte

respaldo en las cátedras asimiladas en las facultades de Turismo y Antropología de la Tricentenaria Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, a cuyos docentes recuerdo con especial cariño y gratitud. Hago especial referencia a los doctores Víctor Angles, Manuel Chávez, Luis Barreda, Jorge Flores, Demetrio Roca, Justo Paucar, Efraín Bellido y muchos otros ilustres estudiosos que en nuestra formación nos enseñaron a amar el Qosqo con pasión y nutrirnos de su glorioso pasado. Fue de mucha ayuda además la experiencia acumulada a lo largo de una década en el desempeño de la profesión de Guía de Turistas. Hago también un especial homenaje al visitante de estas tierras que con su interés e inquietudes hacen que los peruanos de hoy nos preocupemos cada vez más sobre nuestro legado; espero que sus dudas, preguntas e inquietudes sean absueltas por el presente manual.

"Runa Simi" o "Quechua" es el idioma de los Inkas; originalmente no fue lengua escrita pero tiene hoy una consistente ortografía que traté de seguir. El idioma se muestra algo problemático para muchos occidentales; por ejemplo, muchas consonantes tienen tres diferentes variantes al ser pronunciadas y dependiendo de ellas los significados son diferentes. Así:

Qata = Cubierta Qhata = Desnivel Q'ata = Turbio (a)

Otra intención es además, la de ofrecer información sobre esta cuna de la peruanidad, desde el punto de vista de un peruano de los Andes común y corriente (al igual que la mayoría de peruanos), que casi siempre se mantiene sorprendido pero callado ante interpretaciones erróneas y a veces ensombrecidas por prejuicios raciales, sociales y económicos, en que muchos autores foráneos incurren.

El autor.

INFORMACIÓN GENERAL

NOMBRE DE LA CIUDAD.- En la actualidad existe cierta incertidumbre en cuanto a la forma de denominar correctamente a la ciudad. De acuerdo a algunos cronistas, en los primeros siglos de la existencia de lo que posteriormente sería la más importante ciudad en la Sudamérica precolombina su nombre fue Akamama, que de acuerdo a Guaman Poma de Ayala quiere decir "madre de la chicha" (posiblemente fue Aqhamama o "madre chicha"), seguramente ese nombre entró en desuso al inicio del desarrollo inkásico. Cuando ésta fue la antigua Capital del Tawantinsuyo se la llamó Qosqo que normalmente se traduce como "ombligo", ésta es la denominación normal para el hombre Quechua-Andino. Mas, al producirse la conquista española el nombre sufrió una mutación adrede y fue transformado en Cuzco, palabra que de acuerdo al diccionario de la lengua

española tiene una connotación peyorativa y quiere decir "hipócrita", "jorobado" o "perrito"; así posiblemente se intentó satirizar o minimizar a la ciudad. Posteriormente el nombre fue cambiado por Cusco, al no pronunciarse aquí la "z" como en España. Hacia inicios del siglo XXI un fuerte movimiento social trata de reivindicar el nombre original de la Ciudad. Así, a partir del 20 de junio de 1990, la Municipalidad de la Ciudad mediante el Acuerdo Municipal Nº 078-A/MC-SG-90, instituyó para uso oficial el nombre de Qosqo.

POBLACIÓN.- La proyección poblacional en la ciudad del Qosqo para inicios del siglo XXI es de unos 300,000 habitantes, con una tasa de crecimiento aproximada del 4% anual. Al final de 3 siglos de administración colonial española, esta ciudad tenía el año de 1821 unos 40 mil habitantes; mientras que en el apogeo del Tawantinsuyo debió tener entre 225 a 300 mil habitantes.

ALTITUD.- 3,400 metros sobre el nivel del mar (11,150 pies). La altura en la que se encuentra la ciudad hace que en ciertos casos personas no adaptadas a ella tengan problemas como consecuencia de la escasez de oxígeno ya que en este caso existe una relación inversa: a mayor altura menor cantidad de oxígeno, este fenómeno hace que quienes vivimos en altura hayamos desarrollado nuestros corazones y pulmones de un tamaño superior al normal y que nuestra sangre contenga mayor cantidad de glóbulos rojos. La escasez de oxígeno produce lo que se conoce como mal de altura, soroche, o mal de Monge que se manifiesta de diversos modos como somnolencia, dolores de cabeza, mayor excitabilidad, deficiencia en la respiración y una más baja percepción del dolor y el gusto; los reflejos del tendón son más lentos, puede haber pérdida de peso, deficiencia de la tiroides, edema pulmonar o infecciones. Las mujeres pueden experimentar dismenorrea o amenorrea, y muchos viajeros experimentan desordenes psicológicos o mentales. Para ciertas personas, adaptarse a ciertas alturas puede tomar días, semanas o aún años.

LATITUD.- 13° 30' 45", por nuestra latitud deberíamos tener un clima ecuatorial o tropical. El Qosqo es templado por la altura en la que se encuentra.

LONGITUD.- 71° 58' 33", tenemos un retraso de 5 horas en relación al GMT.

TEMPERATURA.- Es relativamente fría moderada, las medias anuales en la provincia fluctúan entre 10.3° y 11.3° Celsius (Centígrados), es decir entre 50° y 52° Fahrenheit. En comparación con las abruptas diferencias de temperatura en casi todo el mundo entre el verano e invierno, aquí se tiene una relativa uniformidad porque normalmente se siente frío durante la noche y las primeras horas de la mañana mientras que al mediodía la temperatura aumenta considerablemente. En las madrugadas de los meses de junio y julio que son los meses más fríos la temperatura desciende frecuentemente a 5° y 7°C bajo cero (23° y 19°F).

PRECIPITACIÓN PLUVIAL.- La altura en la que se encuentra la ciudad y su proximidad a la línea ecuatorial hacen que su clima sea muy especial. Mientras

normalmente alrededor del mundo se conocen las cuatro estaciones clásicas, aquí sólo se puede hablar de 2 bien marcadas: una estación de sequía o estío y otra de lluvias. La estación de sequía empieza aproximadamente en mayo hasta octubre y la de lluvias de noviembre a abril, en general las precipitaciones pluviales fluctúan entre 600 y 880 mm. al año (entre 31.5 y 34.5 pulgadas).

HUMEDAD RELATIVA.- En la parte baja del Valle del Qosqo hay un promedio de humedad relativa de 64%.

SUPERFICIE.-

- República del Perú: 1'285,215 Km² - Región Inka: 175,280 Km² - Departamento del Qosqo: 76,225 Km² - Provincia del Qosqo: 523 Km².

VEGETACIÓN.- Es indudable que el paisaje original del valle en que se encuentra la ciudad ha sufrido grandes transformaciones. El Inkario se caracterizó por ser una cultura ecologista que aprendió a respetar y convivir con la naturaleza; los suelos debieron estar cubiertos por pastos ralos, ichu o paja brava (Stipa ichu), arbustos y árboles nativos. Entre las plantas y arbustos originarios más representativos se cuentan: ñucchu (Salvia oppositiflora), yerba mora o ccaya-ccaya (Solanum nigrum), lengua de vaca o llaque (Rumex crispus), llantén macho o waqa kallo (Plantago hirtella), ortiga menor o quisa (Urtica urens), yawar ch'onka (Oenothera rosea), ch'iri-ch'iri (Grindelia boliviana), cancer cora (Stachys bogotensis), trinitaria o wallwa (Psoralea mexicana), q'eto-q'eto (Gnaphalium spicatum), tabaco cimarrón o qhamasayri (Nicotiana paniculata), supai karko (Nicotiana glauca), alkoquiska (Xanthium spinosum), diente de león o pilli-pilli (Taraxacum officinale), cola de caballo o pinco-pinco (Ephedra americana), muña (Minthostachys spicata), chicchipa (Tagetes mandoni), verbena (Verbena litoralis), t'ankar quiska (Solanum pseudolicioides), llaulli (Barnadesia horrida), kantu (Cantua buxifolia), marqhu (Ambrosia peruviana), q'era (Lupinus condesuflorus), manca p'aki (Eupatorium sternbergianum), rata-rata (Abutilon arboreum), runto-runto (Calceolaria cuneiformis), floripondio (datura arborea), floripondio rojo (Datura sanguínea) roq'e (Colletia spinosissima), panti (Cosmos peucedanifolius), monte achira (Canna iridiflora), achupalla (Pitcairnia ferruginea), kcayara (Puya herrerrae), aguaimanto (Prumus), chunta paqpa (Fourcroya andina), paqpa o maguey (Agave americana), tuna (Opuntia ficus indica), p'ata quiska (Opuntia exaltata), jawaq'ollay o gigantón (Trichocereus cuzcoensis), atoq-wakachi (Opuntia tunicata), niwa (Cortadería rudiuscula), ch'illca (Baccharis polyanta), maych'a o árnica (Senecio pseudotites), achankarai (Begonia sp.), etc.

Entre los árboles nativos más importantes se cuentan: chachacomo (Escallonia resinosa), molle o falsa pimienta (Schinus molle), kiswar (Buddleia longifolia o incana), qolle (Buddleia coriácea), sauco (Sambucus peruviana), capulí (Physalis peruviana), lloq'e (Kageneckia lanceolata), tara (Caesalpinia spinosa), huayruro

(Citharexylum herrerae), aliso o lambran (Alnus jorulensis), cedro (Cedrela herrerae), pisonay (Erythrina falcata), sauce real (Salix humboldtiana), waranway (Tecoma sambucifolia), q'euña (Polylepis incana o racemosa), etc.

A partir de la conquista, los habitantes de la ciudad han ido exterminando paulatinamente muchos de los arbustos y casi todos los árboles nativos del valle cuya madera ha sido utilizada como leña; hoy dominan la ciudad los árboles de eucalipto (Eucaliptus globulus) que fueron importados de Australia más o menos en 1880. Por su parte, otro elemento que ha cambiado el paisaje original del valle es la presencia de del pasto denominado kikuyo o grama (Pennisetun clandestinum), gramínea nativa de Eritrea y Abisinia (actual Etiopía) que fue importada de Kenya, plantada por primera vez en el Valle del Qosqo en 1928. Al principio fue traída con fines ornamentales y como pasto para el ganado, hoy se ha extendido aún hasta las punas andinas como una plaga que reduce las tierras de cultivo; es pues un pasto apreciado por ganaderos pero odiado por agricultores.

OROGRAFÍA.- El Valle del Qosqo se encuentra en medio de los Andes peruanos, al oeste y no muy lejos de lo que se denomina "Nudo de Vilcanota"; las montañas en su entorno contienen mayormente rocas sedimentarias, sin embargo también hay una formación calcárea importante y algunos "stocks" o troncos ígneos. Entre las montañas más importantes que circundan la ciudad, siguiendo el sentido de la agujas del reloj se cuentan, hacia el norte los cerros Saqsaywaman, Pukamoqo, Socorro y mucho más lejos el Senqa (4400 mts., 14432 ft.) y el Fortaleza (4193 mts., 13750 ft.), más al este se encuentran el Píkol (4482 mts., 14700 ft.) y la cadena de Pachatusan (4842 mts., 15880 ft.) ; hacia el sureste están el Machu Loma, el mítico Wanakauri (4080 mts., 13382 ft.), el Santa Ana; hacia el sur en la distancia el Anawarque (4050 mts., 13284 ft.), el Qachona, y más cerca el Choqo, Araja, Muyu-Orqo y el Condoroma cuyo flanco cercano a la ciudad se denomina Araway Qhata donde hoy se lee la inscripción "Viva el Perú"; hacia el sudoeste están el Pukín, Waman Charpa y más lejos el Mama Simona (4300 mts., 14105 ft.); al oeste dominan el K'illki y el Picchu (3820 mts., 12530 ft.) sobre cuya cumbre hoy existen muchas antenas de microondas.

Además, en la región también se hallan cadenas de montañas bastante importantes, resaltando la Cordillera de Vilcanota hacia el oriente de la ciudad y cuya cumbre más elevada es el Ausangate sobre 6372 mts (20905 ft). La Cordillera de Urubamba hacia el noroccidente, cuya cima más alta es La Verónica sobre 5682 mts. (18641 ft). Y la Cordillera de Vilcabamba hacia el occidente de la ciudad, y cuya cumbre más alta se halla en el Salkantay a 6271 mts. (20574 ft).

CALENDARIO FESTIVO

Enero

- Hasta el 06, exhibición de Nacimientos Típicos en iglesias y hogares cusqueños; - 06, "Bajada de Reyes", Festival religioso y folklórico importante en Ollantaytambo

Febrero - (fecha movible) Festivales carnavalescos folklóricos en diversos pueblos del Valle Sagrado de los Inkas

Marzo

- (movible) Semana Santa. Procesión del Señor de los Temblores en Lunes Santo; y durante la semana diversas procesiones y exhibición de la eucaristía; - 23, Refundación española del Qosqo

Mayo

- 02, "Cruz Velacuy" Fiesta de la Cruz en el Qosqo y casi todos los pueblos andinos que se prolonga aún hasta el día 04; - (movible entre mayo y junio) Festividad del "Señor de Qoyllurit'i", en la montaña de Sinakhara en las proximidades de Ocongate, incluye peregrinación y ambiente folklórico

Junio

- (movible) "Corpus Christi", incluye procesiones de Vírgenes y Santos de casi todas las parroquias con acompañamiento folklórico; expendio de frutas y platos locales en la calle Plateros. El plato por excelencia en la fiesta es el "Chiri Uchu"; - Domingo anterior al 24, Festival folklórico de Rajch'i en el templo de Wiraqocha, distrito de San Pedro, provincia de Canchis; - 24, Escenificación del "Inti Raymi" (Fiesta del Sol) en la explanada de Saqsaywaman; incluye vestimenta inkásica y demostración folklórica; - 29, Fiesta de San Pedro y San Pablo en la parroquia de San Pedro de la ciudad y los distritos que llevan sus nombres en la provincia de Canchis;

Julio - 16, "Virgen del Carmen", gran festividad religiosa y folklórica en la población de Paucartambo al igual que en P'isaq; - 25 al 29, Festival del Café en Quillabamba

Agosto - Ultimo domingo del mes, Escenificación del "Warachikuy" en Saqsaywaman;

Setiembre

- 14, Fiesta del "Señor de Huanca"; con peregrinación desde la ciudad y Feria en la población de San Salvador; - Semana Turística, con diversas actividades culturales y deportivas con día central el 27; - 30, Fiesta de San Jerónimo en el distrito del mismo nombre

Octubre - Fiesta de San Francisco en Tinta, Urcos y Maras

Noviembre

- 01, Día de los Difuntos, visitas a los cementerios; - 02, Día de Todos los Santos, expendio de panes con forma de "wawas" (muñecas) y "caballitos", consumo de "Lechón" y "Tamales"

Diciembre

- 19, Festival Gastronómico en Andahuaylillas; - 24, "Santurantikuy", exhibición y venta artesanal en la Plaza de Armas del Qosqo; - 25, Navidad Cusqueña.

GASTRONOMÍA REGIONAL

El arte culinario en los Andes peruanos es bastante variado, muchos de los platos que a continuación se mencionan tienen origen prehispánico, otros surgieron en la colonia y la república y su consumo es intensivo. También se incluyen algunos platos costeños que son muy preferidos en la región;

- Cuy Asado; Qowi, Cuy, Cuye, o conejillo de indias (Cavia porcellus linnaens), es el plato más simbólico e importante de la región, consumido en las más importantes fiestas y celebraciones; asado al horno y aderezado con Wakatay (huatacay), ajos, comino y sal.

- Pepián de Cuy; es un guiso preparado en base a trozos de cuy fritos, aderezado con maní, ajos, pimienta, cebollas y sal; servido con arroz y papas hervidas.

- Rocoto Relleno; rocoto (Capsicum annuun) es un pimiento o chile local picante hervido y relleno con carne molida, maní, pasas, arvejas, queso; bañado en huevo batido y frito.

- Chiri Uchu (ají frío); se trata de un plato servido siempre frío que consta de trozos pequeños de cuy asado, pollo al horno, ch'arki o chalona (carne seco-salada) hervida, embutidos, cau-cau (hueveras de pescado), queso, torrejas de harina de maíz, maíz tostado, qocha yuyo (algas marinas secas) y rocoto.

- Choclo con Queso; consiste en mazorcas tiernas de maíz hervidas y servidas con trozos de queso.

- Chicharrones; son trozos de carne de puerco fritos en su propia grasa, servidos con papas fritas en trozos grandes, mote (maíz seco y luego hervido), y ensalada de cebollas con hierba buena.

- Lechón; consiste en carne de puerco tierno asado al horno y condimentado con ají amarillo, ajos, comino y cebollas.

- Adobo; es un guiso en base a trozos de carne de puerco, macerados y hervidos en "chicha de jora" (cerveza local fermentada hecha de maíz); bastante aderezado con ají amarillo y servido con cebollas enteras y rocoto hervidos.

- K'apchi de setas; se trata de un potaje a manera de guiso cuyos ingredientes son las setas o champiñones (Marasnicios alboericius), habas verdes, papas y leche, servido con arroz.

- Chairo; es una sopa local preparada con trocitos de carne de cordero o res, trozos de tripas (choncholin), tocino, papas, zapallo, moraya (papa amarga deshidratada), ollucos (Ullucus tuberosus), trigo, maíz, zanahorias y repollo (col).

- Sara Lawa; es una crema muy andina hecha de maíz tierno molido, papas, queso y huevos, aderezado con palillo.

- Chuño Cola; es una crema consumida en los días más fríos, preparada en base a harina de chuño negro (papa deshidratada), con trozos de carne de res o cordero, papas, garbanzos, arroz, y aderezada con ají amarillo, ajo, comino y yerba buena.

- Picante de Tarwi; es un plato muy energético a base de tarwi (Lupinus mutabilis) sin amargo, licuado con leche, contiene papas, queso; aderezado con ajo, ají, cebollas, yerba buena y wakatay; servido con bistec o arroz graneado.

- Chupe de Quinua; preparado a base de quinua (Chenopodium quinoa) pelada y sin amargo; hervida con carne de res o cordero, papas, zanahorias, col, habas verdes y aderezado con cebollas, pimentón, ajo, yerba buena, cilantro y orégano.

- T'impu o Puchero; es un potaje muy popular en los carnavales, preparado en base a carne y cabeza de cordero, carne de res, ch'arki, papas, choclo, col, garbanzos, camote y yuca; servido con el caldo de todo lo anterior.

- Tamales; especie de panecillos elaborados a base de harina de maíz blanco, con relleno de carne picada, aceitunas y cebollas; cocidas al vapor en envolturas de maíz.

- Anticuchos; son broquetas de corazón de res, escabechadas en vinagre y luego cocidas a la parrilla; servidas con papas y "uchu-kuta" (rocoto molido con maní, wakatay y otras especias)

- Escabeche de gallina o pescado; trozos de cualquiera de estas carnes blancas, cebollas, coliflor, zanahorias, arvejas y virraca previamente hervidas y escabechadas en vinagre, servidas con lechugas y perejil picado.

- Ají de gallina; se trata de un guiso hecho en base a carne de gallina, aderezado con bastante maní molido y ají amarillo; servido con arroz, papas, aceitunas y huevos duros.

- Cebiche; preparado a base de trozos pequeños de pescado y otras carnes marinas, marinadas o escabechadas en zumo de limón con cebollas y apio; condimentado con kion y ajos, servido con camote, lechugas y maíz tostado.

* Bebidas.

- Aqha o Chicha de Jora (chicha amarilla), es una bebida alcohólica heredada desde el Inkario, preparada en base a maíz amarillo seco y germinado que es molido y luego hervido. El líquido es cernido en cestos grandes de cañas de "carrizos" con "ichu" o paja brava, y fermentado durante tres días en "rakis" o vasijas de cerámica; al final del proceso esta bebida debe tener más o menos un 3% de contenido alcohólico.

- Frutillada, su elaboración es muy similar a la de la chicha de jora, con la diferencia que a ésta se le adiciona frutilla (fresa del Valle Sagrado) licuada que le da un sabor especial.

- Chicha de Quinua o Kiwicha; son bebidas refrescantes, no alcohólicas, preparadas de harina de quinua (Chenopodium quinoa) o kiwicha (Amaranthus caudatus) sin fermentación.

- Chicha Morada; bebida refrescante hecha del líquido resultante de hervir mazorcas de maíz morado al que se le agrega zumo de limón, endulzada con azúcar.

- Mate de Coca; es una infusión de hojas naturales de coca (Erythroxilon). Es preferido en los pueblos andinos por tener reconocidas propiedades medicinales; ayuda a disminuir los malestares causados por la altura, como mareos, somnolencia, dolores de cabeza, etc. La gente lo bebe también para calmar sus afecciones en la garganta y cuando tiene problemas estomacales.

- Té piteado; es muy popular en zonas frígidas, consiste en una taza de té normal u oriental al que se le añaden algunas copas de aguardiente de caña.

- Pisco Sour; se ha convertido en una bebida clásica del Perú, hecha a base de "Pisco" que es un licor nacional elaborado de uvas blancas. A continuación su receta para una porción:

Ingredientes:

1 ½ onza de pisco de la mejor calidad ¼ onza de zumo de limón ¼ onza de clara de huevo ½ onza de jarabe de goma 3 cubos de hielo

Preparación:

Mezclar todos los ingredientes en una coctelera o batidora sin la angostura ni la rodaja de limón, agitar o batir durante 10 segundos, luego servir y añadir la pizca de angostura en medio del pisco sour y decorar con la rodaja de limón al

1 pizca de amargo de angostura 1 rodaja de limón

borde del vaso.

También mientras permanece en el Qosqo trate de probar la cerveza local "cerveza cusqueña" que es una de las mejores en el Perú; y cuya propaganda dice que es "hecha con el agua de los Inkas". En efecto, el agua que discurría en la fuente Inkásica de Q'enqo fue canalizada y llevada a la fábrica de la "cusqueña".

EL QOSQO EN LA HISTORIA.

Queda aún en la oscuridad del pasado las condiciones y fecha de cuándo el hombre empezó a habitar este continente. Sin embargo la versión más aceptada por la ciencia es la que indica que el hombre americano procede del continente asiático y que aprovechando el congelamiento oceánico en el estrecho de Bering pudo cruzar hacia este lado del mundo. De acuerdo a la arqueología el hombre de Nevada, EE.UU., debió vivir hace 30 o 50 mil años. En el caso del Perú, en 1969 Mac Neish reveló las fechas más antiguas para los primeros peruanos: 18 a 20 mil años A.C. para el hombre de Pacaicasa en Ayacucho, edad que está dentro de la esfera de la lógica por haber sido determinada con la técnica de datación absoluta del Radiocarbono o Carbono 14. A partir de entonces el hombre se desplaza por diversos lugares de los Andes Peruanos. En la región del Qosqo se conocen algunas ocupaciones en el Pre-cerámico teniendo como los más antiguos y aún recolectores a los hombres de Yauri y Chumbivilcas con una antigüedad aproximada de 5 mil años A.C., posteriormente se tiene los pastores de las zonas de Canas y Chawaytiri (estas ocupaciones anteriores son hipotéticas), y más adelante como agricultores a los hombres de Qorqa. Es en el período Formativo cuando el hombre hace su aparición en el Valle del Watanay o Valle del Qosqo; la más antigua ocupación sedentaria en este valle en una primera fase se inicia en Marcavalle al este de la actual ciudad, con una población relativamente organizada de agricultores y pastores que utilizaban cerámica aproximadamente a partir del año 1,000 A.C. Con ellos se inicia prácticamente la vida de la ciudad del Qosqo que hoy es considerada como la ciudad viva más antigua en el Continente Americano con una ocupación continua de unos 3,000 años hasta la actualidad. En una segunda fase se desarrolla la cultura Chanapata mas o menos en el año 800 A.C. Más adelante surgen los Estados Regionales siendo uno de los primeros el de Qotakalli allá por el año 600 D.C. Probablemente por el año 750 D.C. se produce la invasión de los Wari en el zona del Qosqo que construyeron los edificios de lo que hoy se denomina Pikillaqta; y con posterioridad por el año 800 D.C. se forma el Estado Regional de Killki y luego el de Lucre alrededor de 1,000 D.C. Lo que tradicionalmente se conoce como la civilización, imperio o estado Inka empieza aproximadamente allá por el año 1,200 D.C. en su fase inicial y después más o menos en 1,400 D.C. en su fase expansiva. Una de las épocas más oscuras en la vida de la ciudad se inicia en 1,533 con el arribo y posterior invasión y etnocidio español.

Aún es difícil aseverar categóricamente quienes fueron los primeros fundadores o cual sería la fundación válida de la ciudad del Qosqo. Podrían ser los pobladores de Marcavalle; Víctor Angles insinúa que serían los Sawasiras, Antasayas y Wallas, tribus asentadas en el valle antes del desarrollo del Tawantinsuyo. Otra fundación sería la del primer Inka: Manko Qhapaq; también se aduce que Pachakuteq, el noveno Inka realizó otra fundación. Y por último, después del arribo de los primeros españoles a la ciudad el 15 de noviembre de l533, Francisco Pizarro la fundó a la usanza española el lunes 23 de marzo de 1534, a nombre del rey de España con el nombre y título de: LA MUY NOBLE Y GRAN CIUDAD DEL CUZCO.

En 1535 Pizarro fundó la nueva capital en Lima que ganaría importancia y poder aún hasta nuestros días. En 1536 Manko Inka inició la larga y cruenta guerra contra los invasores europeos con un sitio de la ciudad por lapso de 8 meses y finalmente en 1572 despues de 36 años de guerra, el último emperador de la dinastía de los Inkas Tupaq Amaru I, luego de su derrota y captura en Vilcabamba fue ejecutado seccionándosele la cabeza en la Plaza de Armas de la ciudad. En 1650 la ciudad se vio afectada por un violento terremoto que trajo abajo casi toda construcción colonial; y posteriormente en 1780 la ciudad se vio nuevamente convulsionada pero esta vez por un terremoto social: la revolución de Tupaq Amaru II (hoy tradicionalmente se usa la forma españolizada de su nombre que fue José Gabriel Thupa Amaro Inga, como él mismo lo firmaba), quien propendía a la emancipación del Perú. Desafortunadamente fue traicionado, vencido y luego ejecutado al igual que toda su familia y seguidores en la misma Plaza de Armas de la ciudad. Entre 1814-15, Mateo Pumakawa cacique de Chinchero que en su juventud había luchado contra Tupaq Amaru II, se alzó en armas en el Qosqo junto a los hermanos Angulo y otros patriotas por la emancipación del Perú, fueron vencidos y posteriormente ejecutados por el ejército pro-hispano. En 1821 el Perú consiguió su independencia de España al final de un proceso largo, cruel y sangriento desarrollado en toda la América hispánica. En 1933 el XXV Congreso de Americanistas reunido en la Ciudad de la Plata, Argentina, declaró a la ciudad del Qosqo: "Capital Arqueológica de Sudamérica". En 1950 otro gran terremoto con 7° en la escala de Mercalli azotó la antigua Capital del Tawantinsuyo dejando sólo una cuarta parte de sus construcciones habitables. En 1978 la VII Convención de Alcaldes de las Grandes Ciudades del Mundo, reunida en Milán, acordó declarar a la ciudad: "Patrimonio Cultural del Mundo". En París, el 9 de diciembre de 1983, la UNESCO declaró al Qosqo como "Patrimonio Cultural de la Humanidad". El 22 de diciembre de 1983, el gobierno peruano mediante ley Nº 23765 declaró a la ciudad como "Capital Turística del Perú", a su vez como "Patrimonio Cultural de la Nación". Hoy el Qosqo es capital del departamento del mismo nombre y a su vez sede de la Región Inka establecida a finales de la década de los 90, conformada con los departamentos de Apurimac y Madre de Dios. La Constitución Política del Perú de 1993 declara a la ciudad del Qosqo como su Capital Histórica

EL TAWANTINSUYO

Tradicionalmente cuando se habla sobre la civilización desarrollada en esta parte de los Andes a partir del año 1,100 D.C. se dice la cultura, civilización, imperio, estado, arquitectura, etc. "Inka"; es muy probable que éste no sea el término más correcto para denominarla, ya que como se conoce en época prehispánica "Inka" fue solamente una persona: el Rey, Emperador, Jefe Supremo, Jefe de Estado, o como quiera denominarsele. De tal modo que había sólo un "Sapan Inka" que ocupaba la cúspide de su estratificación social piramidal; seguido por la nobleza u "orejones" (denominados así por los conquistadores como consecuencia de su deformación lobular debido al uso de pendientes y adornos pesados que los diferenciaba de los demás). Seguían los "runa" o el pueblo en general; después estaban los "mitimaes de castigo" o gente desplazada de sus lugares de origen, y al final los "Yanaconas" que se dedicaban a tareas de servicio doméstico. La lengua oficial en todo su territorio era el "Runa Simi" que en español significaría "idioma del hombre", lengua que también es conocida como "Quechua" o "Quichua" en algunos sectores andinos, formas españolizadas del original "Qheswa". Muchos estudiosos contemporáneos para referirse a la civilización en mención utilizan el sustantivo "Quechua" o "Los Quechuas", por lo que en el presente trabajo utilizamos indistintamente ambos sustantivos: Inkas y Quechuas. El territorio ocupado por ellos, su patria o nación era el Tawantinsuyo, nombre compuesto que proviene de dos voces Quechuas, "tawa": cuatro y "suyo": nación o estado; de tal manera que Tawantinsuyo en el sentido idiomático Quechua es un todo que tiene cuatro naciones, aunque de un modo bastante arbitrario muchos trabajos traducen Tawantinsuyo como "los cuatro cuartos o porciones del mundo".

La distribución y planificación espacial entre los Quechuas estaba basada en algunos aspectos elementales de su vida cotidiana, tuvieron siempre en cuenta las relaciones de dualidad, tripartición o cuatripartición. El Tawantinsuyo estaba dividido en cuatro "suyos" cuyo ángulo central estaba en la ciudad del Qosqo, su capital. Qosqo es aparentemente un arcaísmo que de acuerdo a los cronistas significaba "ombligo" o "centro" del mundo, que en este caso vendría a ser el centro u ombligo del Tawantinsuyo. A partir del ángulo sur oriental de la plaza principal de la ciudad partían también cuatro caminos hacia los cuatro "suyos" o naciones cuyos nombres aún se utilizan en diversos sectores del Andes. Hacia el noroeste de la Capital se encontraba el "Chinchaysuyo" extendiéndose aún hasta el río Ancashmayo en Pasto, actual Colombia a 4° de latitud norte; hacia el sur-oeste estaba el "Contisuyo" ocupando parte de la costa peruana y llegando hasta el río Maule al sur de Chile a 36° de latitud sur. Hacia el sur-este se encontraba el "Collasuyo" ocupando todo lo que hoy es Bolivia y extendiéndose aún hasta Tucumán en la actual Argentina; hacia el noreste en los valles subtropicales y hasta el inicio de la selva amazónica baja se encontraba el "Antisuyo". En suma lo que conocemos como el territorio de los Inkas se extendió sobre un área de más de 3'000,000 Km² (más del doble del territorio peruano actual) y cubrió unos 5,000 Km. de costas en el Océano Pacífico.

El éxito del Tawantinsuyo se debió a algunos factores que son carentes en el Perú de hoy y que se basaron en el orden: un orden social, económico y jurídico acorde a la realidad del momento; los Quechuas fueron un pueblo altamente organizado

donde cada aspecto de su vida cotidiana estaba enmarcado en el respeto y seguimiento obediente de leyes permanentes e inalterables. La tradición ha institucionalizado tres leyes básicas atribuidas al Tawantinsuyo que sintetizarían su orden; Ama Sua, Ama Llulla, Ama Kella (no seas ladrón, mentiroso ni perezoso); aunque en la historia contemporánea se aduce que estos son preceptos creados en época colonial para conseguir completa sumisión de la raza autóctona. Es obvio que en aquel tiempo prehispánico el ordenamiento legal tendía a lograr cierta homogeneidad en los pueblos, para alcanzar el standard de vida alto para la época que poseían los Quechuas; se instituyó el uso del "Runa Simi" como lengua oficial tawantinsuyana. Se estableció un sistema de división de tierras con partes destinadas al Sol, al Inka y al Estado, para garantizar su floreciente sistema de seguridad social y así socorrer al anciano, al huérfano, a la viuda o al caído en desgracia. Y lógicamente la mayor porción de tierras fueron destinadas a la dotación para la población común y corriente, donde cada varón que nacía tenía derecho a un "topo" de tierra cultivable y cada mujer a medio "topo" (topo o tupu: medida itinerante basada en el paso humano, equivalente a 2700 m² ó 0.27 Há); las tierras eran propiedad del estado y no podían ser heredadas, por lo tanto, a la muerte de una persona su porción de tierra era tomada por otra recién nacida. Además se estableció un sedentarismo planificado para toda la población tratando de buscar el equilibrio tierra-hombre con los "mitimaes" que fueron gentes o tribus desplazadas de su lugar de origen.

Resulta realmente difícil catalogar o tipificar de manera correcta la sociedad o estado Inka; incide o determina esto la heterogénea gama de sistemas de interpretación histórica, es decir las diferentes posiciones, filosofías, intereses, nacionalidades y aún razas de los diversos estudiosos ocupados en ello. De forma muy generalizada, quienes estudian sólo o prioritariamente la nobleza Inka aducen que ésta fue una sociedad esclavista o feudal temprana; quienes lo hacen principalmente sobre el pueblo común o los "Runa" aducen que fue socialista o social-imperialista. En síntesis la sociedad desarrollada, vivida y practicada por los Quechuas fue muy particular, única, que no tiene equivalente en las sociedades tradicionales europeas, por lo tanto su modo de producción es también sui-géneris y debe ser considerado como tal, fuera de los esquemas según muchos "infalibles". Es inaudito argumentar que el Tawantinsuyo fue una sociedad de la "edad de bronce" sólo tomando en cuenta que fue el bronce el metal más duro que alcanzaron, sin considerar su desarrollo en planificación, organización social, agricultura, arquitectura, ingeniería, etc., que aventajó a muchas de las sociedades coetáneas del viejo mundo. El Tawantinsuyo se caracterizó por su gobierno monárquico y absoluto que desarrolló patrones paternalistas con relación a su pueblo donde no existía la propiedad privada pero tampoco el hambre; pueblo protegido y sin muchas falencias que en contraparte se consagraba al trabajo y obediencia de la ley, haciendo en conjunto una sociedad no perfecta pero sí muy equilibrada; consecuentemente, los estudiosos modernos como José Tamayo tipifican al Tawantinsuyo como una sociedad enmarcada dentro de la "Teoría de la reciprocidad y la redistribución, y control vertical de pisos ecológicos en la Sierra y Costa del Sur peruano".

EL "SAPAN INTIQ CHURIN" O "HIJO ÚNICO DEL SOL"

Los orígenes de los primeros Inkas se pierden en la oscuridad del pasado; el mito y la leyenda tratan de suplir esta pérdida con leyendas diversas existiendo dos bastante divulgadas. La primera indica que una vez el Inti Tayta o Padre Sol, al observar el caos y hambre reinantes en la tierra decidió enviar a sus dos hijos para establecer el orden, quienes emergieron de las aguas del lago Titicaca con una barreta de oro otorgada por su padre. El nombre de ese primer Inka mítico fue Manko Qhapaq y su hermana y esposa a la vez fue Mama Oqllo; ellos debían tratar de hundir la barreta en la tierra y fundar en el lugar que sucediera la capital de su nuevo reino; de acuerdo a la tradición la barreta fue hundida en el cerro Wanakauri al sur-este de la actual ciudad. La interpretación de esta leyenda tiene un fuerte sustento real ya que se indica que Manko Qhapaq representa a toda una nación posiblemente de tiawanakenses que vivía en la región del lago sagrado; como se sabe, los terrenos más fértiles allá están precisamente alrededor del lago de tal modo que hubo un momento en que la explosión demográfica y la escasez de tierras obligó a la nación a buscar otra región rica y amplia. Se aduce además, que posiblemente el estado Tiawanako cuya capital estuvo en Taypiqala fue destruido por invasores aymaras venidos de la zona de Tucumán y Coquimbo en el sur y sus habitantes obligados así a emigrar hacia el Valle del Qosqo. Está demostrado que la civilización Tiawanako o Tiwanaku (nombre boliviano) tuvo participación decisiva en la formación del Tawantinsuyo. La segunda leyenda es conocida como de los "Hermanos Ayar" e indica que de tres ventanas en el cerro Tamput'oqo en Pakariqtanpu a unos 25 Kms. al sur del Qosqo, salieron cuatro hermanos que fueron Ayar Manko (Manko Qhapaq), Ayar Kachi, Ayar Auka y Ayar Uchu con sus respectivas esposas; quienes se dirigieron al cerro Wanakauri y luego al Qosqo donde llegó sólo Manko Qhapaq y las mujeres fundando la ciudad en nombre de Teqsi Wiraqocha y el Sol.

Es indiscutible que el Estado Inka tenía una organización política y social sui-géneris, su Jefe de Estado era el "Inka" o "Sapan Inka" conocido también como "Sapan Intiq Churin" o "Único Hijo del Sol" quien en condiciones normales debía poseer una esposa principal cuyo nombre genérico era "Qoya". De un modo simple Inka equivaldría a Rey y Qoya a Reina. De acuerdo a la tradición andina ambos eran descendientes del "Inti" o Dios Sol; y para mantener y perpetuar su sangre solar el Inka debía esposar siempre a su hermana; pareja de la cual debía nacer el heredero al trono. Por su parte, el "Sapan Inka" podía tener una cantidad ilimitada de concubinas y cantidad similar de hijos, cuenta la tradición que Wayna Qhapaq tenía más de 400 vástagos; esta prerrogativa era válida sólo para el Inka quien ocasionalmente también podía conceder una esposa adicional a nobles distinguidos.

El Inka era el resumen político y religioso de todo el Tawantinsuyo, él debía ejercer una soberanía absoluta además de ser venerado como un Dios Viviente ya que se consideraba que era el Hijo del Sol. Su pueblo acataba con sumisión sus órdenes y quienes lo rodeaban demostraban su reverencia irrestricta acercándosele en actitud de extrema humildad, para lo cual debían portar una carga en las espaldas

e ir con la mirada baja. Sólo los nobles más allegados a él le dirigían la palabra y le servían de intermediarios en la conversación oficial con el resto de la gente. Además de acuerdo a la superstición de la época, junto a él estaban siempre algunas de sus mujeres que le recogían los pelos y la saliva para protegerlo de hechizos. Era transportado sobre una litera dorada y su vestidura era de la mejor calidad de lana de vicuña. Sólo él usaba la simbólica "Maskaypacha" o insignia real, que era una especie de cordón multicolor que le sujetaba en varias vueltas el "Llauto" o borla roja, enmarcada en oro y adornada en la parte superior por un broche del que nacían tres vistosas plumas de "Qoriq'ente" (Colibrí Dorado), distinguidas por su rareza. Grandes adornos dorados pendían de sus orejas deformando sus lóbulos. Vestía una túnica hasta la altura de la rodilla y una capa tejidas en lana de vicuña con incrustaciones de esmeraldas y turquesa, tenía hombreras y brazaletes de oro, en el pecho llevaba un pectoral dorado grabado con la efigie estilizada del Sol. Sus pies estaban cubiertos con "p'olkokuna" o zapatos hechos de cueros y pieles de vicuña. La familia extendida del Inka formaba su "Panaka" que a su muerte debía perpetuar la memoria de su historia y cuidar de su "Mallki" (momia); era el segundo hijo al que se le encomendaba su jefatura, puesto que el primogénito debía de sucederle; aunque esto no siempre acontecía en la práctica.

En la actualidad no existe consenso en cuanto a la cantidad exacta de Inkas que gobernaron el Tawantinsuyo desde su establecimiento. Algunos cronistas e historiadores aducen que fueron 14, otros que sólo 13; ésta última cantidad es la que tiene más aceptación. La tradición histórica reconoce a los 8 primeros a partir de Manko Qhapaq hasta Wiraqocha como los Inkas míticos. A la llegada de los conquistadores se tenía memoria casi exacta sólo a partir de Pachakuteq que gobierna entre los años 1438 y 1471 sucedido por Tupaq Inka Yupanqui que gobierna entre 1471 y 1493, luego por Wayna Qhapaq entre 1493 y 1527, posteriormente por Waskar entre 1527 y 1532, y por último por Atawallpa que usurpó el poder en Tumipanpa (actual Cuenca en Ecuador) entre 1527 y 1533. Sin embargo la Dinastía de los Inkas no termina a la llegada del invasor español, ya que con posterioridad hubo una sucesión de gobernantes para la nacionalidad Quechua. Pizarro movido por intereses diplomáticos nombró como Inka a Toparpa o Tupaq Wallpa que fue envenenado camino al Qosqo. Mas adelante se le reconoció el derecho al trono a Manko Inka o Manko II, otro hijo de Wayna Qhapaq quien en 1536 inicia la larga guerra por el restablecimiento del Tawantinsuyo; asesinado éste en Vilcabamba por dos fugitivos almagristas fue sucedido por su hijo Sayri Tupaq que murió en Yucay luego de pactar egoístamente con los conquistadores. Su hermano Titu Kusi Yupanqui le sucedió volviendo a Vilcabamba para continuar con la guerra y a su muerte por enfermedad otro hermano suyo, Tupaq Amaru continuó con su ideal siendo astutamente capturado por el capitán español Martín García Oñas de Loyola (quien después esposaría a la sobrina del Inka); el Inka fue conducido al Qosqo y ejecutado en la Plaza de Armas de la Ciudad el 24 de setiembre de 1572, en presencia del Virrey Francisco de Toledo; al final de 36 años de guerra por el restablecimiento del Tawantinsuyo y los derechos de los verdaderos propietarios de esta parte del mundo

RELIGIÓN INKASICA

Al igual que muchos de los elementos culturales inkásicos, su religión es también producto de la evolución vivida en esta parte del continente a través de milenios de convivencia con la naturaleza. Es en síntesis una regla general para la religión en el mundo que cuando el hombre no logra explicarse, demostrar, o dominar algunos fenómenos o fuerzas superiores o incontrolables por él, les de a éstos una explicación u origen sobrenatural; así, una serpiente que con sólo un picadura podía causar convulsiones y la muerte de un individuo era considerada sagrada; un puma que era el más fuerte de los animales en los Andes, incontrolable aún por el mismo hombre era otro Dios; el rayo que causaba incendios y destrucción fue también otra deidad. Así decenas y hasta cientos de elementos de los cuales el hombre era dependiente tuvieron y todavía tienen un carácter divino. La religión es definida como el conjunto de creencias y valores morales que rigen la conducta individual y social, como asimismo la práctica de rituales que el hombre establece para mantenerse en contacto con lo divino.

En el Inkario, como consecuencia de su división social parece haber existido también una cosmovisión privativa de la élite y otra del vulgo; prueba de ello es que los templos eran muy exclusivos y utilizados sólo por el Inka y los sacerdotes, por lo tanto estaban siempre protegidos y cerrados. Es evidente que junto a las creencias que trataron de imponer los Inkas en su territorio, simbolizadas por el Inti o Dios Sol, supervivieron las preinkásicas presentando variantes según las regiones de tradición común.

En términos generalizados se consideraba que todas las deidades eran subordinadas y creadas por un Dios invisible, eterno y todopoderoso que recibía el nombre de Wiraqocha aunque se aduce que el verdadero nombre es Apu Kon Titi Wiraqocha o también Illa Teqsi Wiraqocha, algunos estudiosos indican que posiblemente ese mismo Dios era identificado con otros nombres como Pachakamaq y Tonapa. El Dios Wiraqocha transcendía los tres mundos de la antigua cosmovisión peruana; su morada no se ubica, por lo tanto, ni en el Hanan Pacha o mundo de arriba identificado con el espacio sideral, ni en la faz de la tierra misma o Kay Pacha, ni en el Ukhu Pacha o mundo de abajo identificado con el subsuelo. No obstante, el Inti (Sol) fue la divinidad por excelencia entre los Quechuas, se considera que fue el Dios más popular; el Inka era considerado o se propagaba ser el Sapan Intiq Churin o el Unico Hijo del Sol, y era necesario conferir importancia a su culto entre las tribus que conquistaba, razón por la que cada ciudad o poblado debía infaliblemente poseer templos dedicados a su culto. Es inobjetable que el más importante templo para esa deidad masculina, identificada con el oro, era el Qorikancha, conocido por algunos como Intikancha o Intiwasi. En la religión Quechua se consideraba que la Luna o Killa era una deidad femenina, identificada con la plata, la esposa del Sol que ineludiblemente debía tener un templo muy cercano al de su pareja masculina. El más importante sacerdote en el Inkario era el Willaq Uma (Cabeza predictora) que en condiciones normales era un familiar muy cercano al Inka, sea su hermano o tío.

Un estudio de Luis E. Valcárcel indica que todos los dioses, menos Wiraqocha, moraban en el "Hanan Pacha" y allá iban a parar también los espíritus de los difuntos nobles; de ese mundo procedían los Inkas como hijos del Sol. Dos seres mitológicos establecían una comunicación constante entre los distintos mundos de la cosmovisión prehispánica; desde el "Ukhu Pacha" o mundo subterráneo recorrían el mundo terrenal o "Kay Pacha" y se proyectaban a través del "Hanan Pacha" o mundo celestial. Esos seres mitológicos eran representados en forma de dos serpientes: Yakumama (madre agua), al llegar a la superficie se transforma en "gran río" y al pasar al mundo de arriba en el rayo o Illapa, que era considerado como Dios de las aguas. La otra serpiente es Sach'amama (madre árbol -en Quechua es femenino-), tiene dos cabezas y camina verticalmente con lentitud y "apariencia de árbol añoso"; al llegar al mundo celestial se transforma en K'uychi o Arco Iris que es una deidad vinculada con la fertilidad y fecundidad.

La Tierra o Madre Tierra conocida como Pachamama, deidad pan-andina, fue y aún es en nuestros días objeto de culto en todo el macizo andino, al igual que en la costa la Qochamama o Madre Mar. Por su parte las estrellas también ocupaban un lugar preponderante en la religión prehispánica; muchas estrellas y constelaciones, como la estrella Venus o Ch'aska, o la constelación de las Pléyades tenían un carácter divino. Hoy en día, el campesino de los Andes seguidor de la religión y tradiciones inkásicas todavía utiliza algunas constelaciones especialmente para poder predecir el futuro, de acuerdo al brillo de sus estrellas se puede conocer por ejemplo si el próximo año habrán lluvias, prosperidad, felicidad, desastres, etc.

Muchos cronistas indican que Waka o Guaca fue un adoratorio o elementos sagrados utilizados para rendir culto a diversos dioses regionales, locales o familiares. Las Wakas como adoratorios eran lugares donde residían los espíritus de los difuntos, eran servidos por los Tarpuntay, sacerdotes (brujos y hechiceros para los conquistadores) encargados de las ceremonias religiosas en su honor quienes también hacían la Much'ay (Mocha en su forma españolizada), es decir emitir besos sonoros en la punta de los dedos y dirigirlos hacia los dioses con los brazos extendidos; debido a que en una Waka se hacía la "mocha", ésta también se conoce como Mochadero. Las Wakas en el Valle del Qosqo estaban alineadas en 41 Ceques o Seques, es decir líneas o rumbos imaginarios que partían desde el Qorikancha o Templo del Sol siguiendo las direcciones de los Cuatro Suyos. Polo de Ondegardo hizo una relación de Ceques y Wakas existentes a mediados del siglo XVI en la que se cuentan un total de 350 adoratorios. No obstante, muchos estudiosos contemporáneos aducen que fueron 365 las Wakas en este Valle, cada una de ellas dedicada a cada uno de los días del año, ya que los Quechuas al conocer solsticios y equinoccios conocían también el año solar de 365 días, posiblemente dividido en meses lunares, "mes" en Quechua significa "killa" que a su vez quiere decir "luna".

Se consideraba que la vida de una persona o un linaje podía emerger de un río, una montaña, una fuente de agua, un felino, un ave, etc.; fuentes de existencia donde "aparecía" súbitamente algún personaje mítico, éstas eran denominadas

Pakarina, en la creencia popular fueron muchas y eran tenidas por entidades divinas. En los Ríos, Peñas (kjakja), los Cerros (Orkjo), etc., residían espíritus que se invocaban con plegarias y ofrendas. Sobre las montañas, en los puntos más altos de los caminos (pasos o abras) con el transcurso del tiempo se formaban las Apachetas o Apachejta, montículos o pilas de piedras, coca masticada, "ushut'as" (sandalias) viejas, jirones de ropa u otros elementos que los caminantes dejaban en expresión de gratitud para los espíritus locales. Hoy, la apacheta indígena ha sido reemplazada por la cruz que es usada con profusión; su cristianización ha tenido quizá su origen en el Concilio Provincial de Lima de 1567 citado por Alberto Regal, en cuyo sumario se lee, "Que los adoratorios de los caminos que los indios llaman Apachitas procuren los sacerdotes cada uno su distrito quitarlos y deshacerlos del todo, y en esto se les pone precepto, y si les parece cosa decente pongan una cruz en su lugar (sic)". Muy parecidas a las Apachetas fueron las Thokankas (Thokay: escupir, expectorar) que fueron grandes pedrones o rocas escarpadas, situadas también sobre las cejas de los cerros y al pie de las cuales los viajeros a pie descansaban y escupían sobre ellas su "akul-iku" (bola de coca mascada) o un poco de maíz masticado.

El arte de embalsamar personas muertas alcanzó un gran desarrollo en el Perú prehispánico, en el Inkario todas las personas eran embalsamadas en posición fetal, sin importar su condición social. La diferencia radicaba en que las momias de gente común eran guardadas con todos sus elementos de uso cotidiano y aún alimentos en cementerios casi siempre ubicados en lugares de difícil acceso mientras que las momias de gente noble se guardaban en Wakas o Templos. Las momias o Mallki fueron objeto de culto, atendidas por su ayllu (comunidad o grupo social organizado que constaba de unas cien familias) o linaje como si se tratara de personas vivientes; además, en algunas festividades importantes había una procesión de los Mallki de los Jefes de Estado Inka y algunos nobles alrededor de la Plaza Principal del Qosqo. Otro elemento importante en la religión inkásica fueron los Wayke ("hermano" en Quechua) que eran ídolos o representaciones de personas nobles generalmente en tamaño natural, esculturas de metales preciosos que también eran veneradas por creerse ser depositarias del espíritu de la persona al contener cenizas de los intestinos de esa persona en una pequeña caja a la altura del pecho del ídolo. Cabe remarcar que en el Inkario los metales preciosos no tenían un valor económico, sino casi exclusivamente ceremonial, ya que por ejemplo, en este campo las conchas marinas o Mullu (Spondylus sp.), tenían aún más valor que el oro o plata.

Existen referencias de que en el Inkario se practicaba la oración, el ayuno, la abstinencia sexual en festividades, y se tenía un concepto de pecado. En las casas familiares se tenían y aún hoy se tienen las Qonopa o Illa conocidas también como Wasiqamayoq o Ullti que son ídolos o amuletos familiares encargados de proteger la casa y traer buena suerte y prosperidad. Son esculpidos en piedra con formas y colores diversos, casi siempre en forma de camélidos sudamericanos que en el lomo tienen un hoyo llamado "qocha" (laguna) donde se vierte vino, chicha o alcohol durante el "haywarisqa" (ceremonia de

ofrecimiento de ofrendas, etc.) y donde también se deposita el "k'intu" es decir, tres hojas de coca pegadas con "untu" (sebo) de llama.

Las ofrendas podían consistir en diversos elementos como comidas, chicha o Aqha (bebida alcohólica fermentada hecha de maíz), llamas, cuyes, etc. Las ofrendas consistentes en líquidos eran vertidas en fuentes y canales denominados Phaqcha, así se irrigaban chicha o sangre de animales en señal de sacrificio. Ocasionalmente los alimentos y otras ofrendas se ofrecían en forma de cenizas para que de esa manera pudieran llegar más directamente a los dioses. Los sacrificios de animales se ejecutaban para poder predecir el futuro mediante el estudio de las vísceras, corazón, pulmones y otros órganos. Existe una fuerte controversia en cuanto a la práctica o no de sacrificios humanos en el Inkario; algunos cronistas españoles, normalmente sacerdotes católicos, escribieron que en circunstancias especiales se practicaban sacrificios de niños (muchos estudiosos creen que esta posición surge como un intento por querer justificar la conquista y el genocidio a partir de la imposición del cristianismo). Tal es el caso del sacerdote Vasco de Contreras y Valverde que utilizando documentos diversos afirmó en 1649 que a la muerte de Wayna Qhapaq "...Trajeron su cadáver a esta ciudad, donde en sus honras se mataron cuatro mil personas...". Por su parte, Garcilaso Inca de la Vega establece categóricamente que los Inkas habían ya dejado esa práctica de algunos pueblos preinkásicos y a la letra dice "...no sacrificaron carne ni sangre humana con muerte; antes lo abominaron y prohibieron como el comerla; y si algunos historiadores lo han escrito, fue porque los relatores los engañaron por no dividir las edades y las provincias, dónde y cuándo se hacían los semejantes sacrificios de hombres, mujeres y niños...". En síntesis; hoy se conoce que los Quechuas de ciertas provincias practicaban algunos sacrificios humanos. Huaman Poma de Ayala escribió entre 1567 y 1615 que "Capacocha" era el nombre del sacrificio de niños realizado dos veces al año, mientras que Cieza de León escribió que ese era el nombre de todas las ofrendas y regalos para sus ídolos; Pedro Sarmiento de Gamboa escribió que "Capacocha" fue la "inmolación de dos niños varones y otras dos niñas ante el ídolo de Huanacauri...". Se supone que tales sacrificios se llevaban a cabo cada año solamente en los templos más importantes, la sangre humana no era derramada en los menos venerados. Por su parte, Johan Reinhard (1992) da información sobre restos de sacrificios humanos en la cumbre de algunas montañas altas. El sacerdote Cobo escribió por 1639 que al sacrificar niños, "Ellos eran muertos por estrangulación con una cuerda y luego eran enterrados, a veces eran emborrachados antes de ser muertos." El antes mencionado soldado español Pedro Cieza de León, llamado por Von Hagen el "Príncipe de los Cronistas" escribió por 1553 "Muchos cuentan -quizás por alguno de esos escritores que apresura su pluma- que hubieron días de fiesta cuando ellos mataban mil o dos mil niños, y aun más indios, reforzados por estas cosas hablamos de ellos para ocultar nuestras propias debilidades y justificar el mal trato que ellos sufrieron en nuestras manos. No digo que ellos no hacían sacrificios y que ellos no mataban hombres y niños en tales sacrificios; sino que no fue como se cuenta, no demasiado.

Ellos hacían sacrificios de animales y llamas de sus rebaños, pero muchos menos seres humanos que lo que creí, muchos menos, como lo relatare..."

Al producirse la conquista se suceden múltiples acontecimientos y acciones tendientes a cambiar radical y abruptamente la religión de todo un continente, germinada y fortalecida en milenios de existencia. Uno de los objetivos superlativos en la colonia fue el tratar de extirpar totalmente la religión "pagana" o "idólatra" del Tawantinsuyo. Al establecerse las "Reducciones de Indios" en 1572 por el Virrey Toledo (para algunos el Solón del Perú, gran organizador; pero tirano y perverso para muchos otros) se trató de reunir a los Quechuas en pueblos pequeños por 4 razones principales: para controlarlos eficazmente; para recolectar más fácilmente los tributos que los descendientes de los Inkas debían pagar a la corona española; para explotarlos indiscriminadamente sin remuneración o paga alguna por su trabajo; y para cambiar la religión del Tawantinsuyo ya que así era más fácil empujarlos en las iglesias. Se inicia con la tristemente célebre "Extirpación de Idolatrías" por la que se debía destruir todo aquello que tuviese alguna relación con la religión inkásica de modo tal que los más importantes templos fueron quemados y arrasados con frecuencia hasta sus cimientos; se inicia con una versión peruana de la "caza de brujos" en la que el Tarpuntay y el Willaq Uma andino eran considerados ya no sacerdotes sino brujos o hechiceros y por ende fueron víctimas potenciales o efectivas de la "Santa Inquisición"; en suma se reprime, destruye y elimina a todo aquel seguidor o practicante de religión ajena al cristianismo. No obstante, en el pensamiento colonizador existían diversas posiciones en cuanto a la religión y hombre andinos; es famosa la controversia y disputa surgida entre el misionero e historiador español Bartolomé de las Casas (1474-1568) y el polígrafo también español Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573). De las Casas aducía la imperiosa necesidad de evangelizar al poblador del nuevo mundo en concordancia con los preceptos cristianos; por su parte Ginés de Sepúlveda indicaba que efectivamente había que evangelizar al "indio" andino pero antes había que humanizarlo. Lo anterior demuestra que para un importante segmento de los colonizadores españoles, el hombre andino, creador de una de las más brillantes civilizaciones del mundo, era una especie animal más que había que humanizar.

A pesar que el catolicismo llegó a los Andes hace ya casi 5 siglos, es obvio que no ha tenido la fuerza o capacidad suficientes para desterrar totalmente la religión ancestral del Perú; a través de los siglos existió y aún existe una fuerte resistencia cultural y religiosa, razón por la que muchos de los dioses, templos y ceremonias del mundo prehispánico tienen total vigencia. Tradicional, teórica u oficialmente se aduce que la religión del país es el Catolicismo, pero en la práctica se demuestra que aquí se practican 2 religiones entremezcladas, con una heroica continuidad religiosa y cultural autóctona de los Andes. Al decir de Carmen Bernand, "Los incas no son un pueblo fósil. Lo atestigua la vitalidad de su imagen al seno de los campesinados contemporáneos, excluidos de toda decisión política. Que estos incas sean fieles a la verdad histórica o que sean alegóricos, que importa! ellos continúan viviendo en el corazón de los ignorados de la modernidad..."

Los actuales representantes de la religión andina son los Paqo que ostentan jerarquías diferentes en el sacerdocio y están representados por los Kuraq Tayta, Altomisayoq y Panpamisayoq. Son ellos quienes llevan a cabo ceremonias diversas para venerar a los Apus que son espíritus o divinidades mayores, a los Aukis o divinidades de menor jerarquía, a la Pachamama o Madre Tierra, etc. Los sacerdotes andinos preparan los Despachos y Pagos, es decir ofrendas para sus deidades, y les ofrecen hojas de coca seleccionadas entre las mejores y en forma de K'intu. El "k'intu" básico consta de 3 hojas, la más grande y alargada representa a los Apus o deidades masculinas, la mediana y redondeada a la Pachamama o deidad femenina, y la más pequeña y alargada a la humanidad. Las hojas son colocadas una sobre la otra con la cara hacia un solo lado y sostenidas entre el índice y el pulgar de la mano derecha mientras que con la izquierda se las protege; cuando se desea mayor solemnidad del acto se preparan k'intus de 6 ó 9 hojas. En la región del Qosqo existen algunas divinidades que resaltan en importancia; es el caso del Apu Ausangate (espíritu de esa montaña nívea) que es dueño del ganado en general, el Apu Akhanaku en Paucartambo que es dueño de todos los tubérculos andinos, el Apu Sawasiray entre Calca y Paucartambo que se considera dueño del maíz, el Apu Salkantay dueño de los productos selváticos. El Apu Willkamayu (río Urubamba o Vilcanota) representa la virilidad masculina materializada en el agua que fecunda la Pachamama, porque arrastra el semen fertilizador de los nevados que le otorga propiedades especiales.

En las últimas décadas la religión ancestral de los Andes viene sufriendo cambios considerables como consecuencia de la comercialización inducida por el turismo. Se observa la aparición de numerosos "altomisayoq", "panpamisayoq", "paqos" y curanderos que se llenan la boca con palabras como "misticismo", "esoterismo", etc., cuya principal finalidad es captar dinero y bienes de turistas al ofrecer ceremonias diversas y cursos de "iniciación" o preparación para ejercer "sacerdocio andino" por cantidades de dinero casi astronómicas. Ellos emulan a los verdaderos sacerdotes con firme vocación, convicción y creencia, y obviamente hacen escarnio de la ancestral religiosidad andina.

PLANIFICACION Y URBANISMO INKASICO

Los planificadores Quechuas utilizaron recursos y conocimientos ancestrales para optimizar la utilización de su geografía y así poder establecer un sistema de asentamientos humanos, crear una red vial eficiente e implementar infraestructuras de comunicaciones, alojamiento y abastecimiento. Un estudio amplio y completo sobre el tema es el realizado por Santiago Agurto del que se desprenden algunos aspectos aquí tratados. Es obvio que el urbanismo Inka dependía de algunos aspectos elementales, entre los que se pueden mencionar su religiosidad panteísta profunda que tenía muy en cuenta su medio ambiente: la Pachamama o Madre Tierra, los Apus y Aukis o Espíritus de Montañas y Valles, las Wakas o Templos diversos que estaban enmarcados dentro de Ceques (líneas imaginarias con sucesión de Wakas). El urbanismo era también consecuencia de su amplio pragmatismo y el sentido económico que representaba

un centro urbano; siendo los Inkas una sociedad agrícola se debían reservar las mejores tierras para su actividad principal no pudiendo desperdiciarlas en pueblos o templos que sí eran construidos en terrenos agrestes. Aún dentro de las poblaciones las calles eran siempre estrechas con la intención de aprovechar al máximo el espacio. Determinaban el urbanismo también elementos de orden y de autoridad, con sus consabidos principios de Bi, Tri y Cuatripartición; Simetría, Oposición, Repetición y Subordinación. En la traza urbana del Qosqo Inkásico se aprecian dos partes, Hanan Qosqo y Urin Qosqo (Qosqo de arriba y de abajo); cuatro sectores correspondientes a los cuatro del Tawantinsuyo; doce barrios que resultan de la partición en tres de cada sector, y la subdivisión de cada barrio en tres sub-barrios, Collana, Payan y Cayao. Hanan primaba sobre el Urin; mientras que Chinchaysuyo se contraponía a Collasuyo, en tanto que Contisuyo a Antisuyo. El urbanismo tenía también una posición integralista, así, normalmente buscaba integrarse con la naturaleza razón por la que la sociedad Inka es tipificada como eminentemente ecologista. Con frecuencia dentro de un núcleo urbano la parte central era ocupada por templos y palacios, mientras que sus periferias por asentamientos en orden de importancia de modo decreciente.

La red vial del Perú prehispánico fue realmente impresionante para su tiempo, causó la admiración de los primeros europeos que visitaron el Tawantinsuyo quienes no dudaron en compararla con la desarrollada por los romanos que fueron los únicos en tener algo de tal magnitud en el viejo mundo. La red vial debía permitir una rápida intercomunicación entre el Qosqo y el Tawantinsuyo y viceversa para lograr la integración territorial; además de proporcionar seguridad, descanso y aprovisionamiento para viajeros, comitivas oficiales o el ejército; al igual que posibilitar una eficiente producción, recolección y redistribución de productos y la captación de recursos tributarios. Las vías o caminos tenían diferentes categorías, funciones y características de acuerdo al territorio y su uso; en la costa eran sólo de tierra pero en un nivel superior al piso natural, cruzando los desiertos habían hitos y aún cuerdas que los delimitaban; en zonas húmedas y lluviosas estaban totalmente empedrados; se planificaron siempre para dar comodidad al viajero pedestre. Existía también una jerarquización vial con dos grandes categorías; la primera formada por los Inkañankuna (caminos del Inka) o caminos reales que eran, por ejemplo los que unían al Qosqo y los cuatro Suyos, caminos conocidos como Qhapaq Ñan: vía principal o rica, seguidos por los Hatun Ñan: vía grande o extensa, que constituían la red vial primaria que tuvo entre 10 a 25 mil kms., con un ancho de 4 a 8 metros. La segunda categoría involucraba a los Runañankuna (caminos de la gente) o caminos para el pueblo, ellos atendían las comunicaciones de distritos y localidades. El sistema vial recorría longitudinal y transversalmente el Tawantinsuyo y en su conjunto llegó a alcanzar unos 40,000 Kms.; estaba constantemente supervisado por funcionarios jerarquizados como el Qhapaq Ñan Tukuyrikuq, el Hatun Ñan Qamayoq o simplemente el Ñan Qamayoq. Fueron además impresionantes los Puentes (Chaka en singular y Chakakuna en plural), que debían trasponer los lechos fluviales y que debieron adecuarse a la topografía del lugar, distancia y disponibilidad de materiales. Según sus procedimientos de construcción éstos se pueden agrupar en:

a.- Puentes de Troncos y Palos, que fueron un tipo favorito al tratarse de puentes pequeños;

b.- Puentes de Piedra, formados por losas y existían de dos tipos: aquellos de una sola luz o vano, y aquellos que presentaban varios ojos o espacios para el curso de las aguas;

c.- Huaros, Uruyas (oroyas), o Tarabitas (en Ecuador), consistían en una maroma tejida y muy gruesa de cáñamo de "chawar" atada a gruesos árboles o peñascos por la que se deslizaba con la ayuda de otras cuerdas una canasta de mimbre con asa de madera gruesa en la que se transportaban personas y bienes;

d.- Puentes colgantes, hechos en base a cuerdas o maromas muy gruesas de "Ichu" o paja brava, o en su defecto de fibras de "Pakpa" o maguey (Agave americana) trenzadas, a veces reforzadas con cueros de camélidos sudamericanos. Las cuerdas eran atadas a estribos pétreos en ambos lados del río formando un pasaje estrecho pero bastante sólido. Puentes de este tipo eran denominados "Simp'achakakuna" (puentes trenzados); el ejemplo actual más elocuente de este tipo de puente es el de Qheswachaka sobre el río Apurimac.

e.- Puentes Flotantes, utilizados para trasponer aguas tranquilas o detenidas. Fabricados en base a cuerdas de fibras vegetales diversas; es célebre el puente que existía en el Inkario sobre el río Desaguadero (Lago Titicaca) hecho en base a cañas de totora trenzadas a manera de plataforma sobre la que se colocaba una cantidad grande de más cañas que eran cosidas a las maromas. Los oficiales a cargo de los puentes eran los Chaka Qamayoq.

Sobre la extensa red vial Inkásica se encontraba todo un sistema de servicios diversos, siempre para permitir la integración además de ofrecer seguridad, descanso y aprovisionamiento. Parte de este sistema fueron los Chaski; especie de cuerpo de correos formado por jóvenes atléticos preparados para recorrer a velocidad la distancia entre dos Chaskiwasi (casa de chaski) que en promedio debía tener de 2 a 2.5 Kms., con la finalidad de portar mensajes que podían ser orales u objetos con significados ideo-gráficos como los Qhipu (sistema contable del Inkario consistente en cuerdas multicolores anudadas), textiles con Tokapus (símbolos diversos enmarcados dentro de cuadrados), elementos grabados o pintados, etc. Además los Chaskis debían transportar otros objetos importantes para el Inka o ciertos nobles; es tradicionalmente conocido que el Inka en el Qosqo solía comer pescado fresco traído del mar mediante este sistema. Este servicio era ininterrumpido durante todo el día, además de ser suficientemente rápido porque estos jóvenes, transmitiendo o pasando mensajes por postas, podían recorrer de 15 a 20 km/hora, por lo tanto de 360 a 480 Km. al día.

Otro elemento de servicios encontrado sobre los caminos fueron los Tanpu (Tambo en su forma españolizada) que fueron poblaciones importantes, ejes económicos que contenían grandes alojamientos con capacidad aún para acudir oportuna y eficazmente a decenas de miles de personas, con enormes depósitos

de alimentos, vestidos, armas y herramientas. Tenían un orden económico y social, y funcionarios dependientes del Qosqo; contaban con todas las facilidades que se encontraban también en las ciudades como estaciones de comunicación, templos, observatorios astrales, etc.. Los Tambos ocupaban lugares estratégicos para brindar oportuna comodidad a las masas en movilidad, normalmente ubicados entre distancias de un día de marcha, es decir entre 40 a 50 Kms. Es obvio que debieron existir diversas categorías de Tambos, ya que los menos importantes que sólo ofrecían alojamiento se encontraban a medio día de marcha, entre 20 a 25 Kms. Partiendo del Qosqo por los 7 caminos más importantes a medio día de marcha, siguiendo el sentido de las agujas del reloj se encontraban al norte, P'isaq, Quispikanchi o Pikillaqta), Yaurisqe, Wanoquite, Jakijawana o Zurite, Chinchero y Calca; a un día de marcha en la misma dirección se encontraban Tambos más importantes como Paucartambo, Urkostambo, Pakariqtambo y Tambobamba, Limatambo, Ollantaytambo y Amparaes

MATERIALES Y TECNOLOGÍA LITICA INKASICA

Es evidente que los Quechuas buscaban cierta inmortalidad en sus obras, esa es la razón por la que se prefirieron las piedras de mayor dureza, no importaba si las canteras estuviesen alejadas del lugar donde se erigirían esos monumentos al trabajo y orden. Los materiales de mayor preferencia fueron sin duda las rocas de origen ígneo o volcánico ya sean extrusivas o intrusivas, con predilección de las últimas es decir el magma o lava que se enfrió en el interior de la tierra a grandes profundidades, luego de millones de años estas formaciones volcánicas pueden aflorar formando lo que se conoce como Batolitos, que contienen rocas más duras que aquellas que fueron enfriadas en la superficie terrestre.

Las rocas más suaves utilizadas en paramentos Inkásicos fueron las Calizas, rocas sedimentarias de origen marino que tienen 3° de dureza en la Escala de MOHS (escala de 1 a 10 grados, en la que el material más suave es el talco con 1° y el más duro es el diamante con 10°) y una resistencia a la compresión de 200 a 500 kg/cm²; fueron utilizadas en Saqsaywaman donde se encuentra la formación calcárea de Yunkaypata, Chinchero, Yucay, Tarawasi, etc. En los Andes peruanos, las calizas por su alto contenido de carbonato de calcio se emplean como fertilizantes, aplicando a los suelos la roca cruda pulverizada o en forma de cal. Otro tipo de roca utilizado en la zona fueron las Cuarcitas, rocas que en su mayor parte se han formado por el metamorfismo de las areniscas, consisten principalmente de cuarzo como su nombre lo insinúa y por lo tanto son tan duras como el cuarzo, son frecuentes en las formaciones paleozoicas del Perú y en algunas mesozoicas, tienen 5° de dureza y una resistencia a la compresión de 800 kg/cm². Los Basaltos también tuvieron uso extensivo en la arquitectura Inka; basalto es la roca más abundante de las extrusivas, es la correspondiente volcánica de la roca intrusiva llamada "gabro", tiene de 5° a 6° de dureza en la escala de MOHS y una resistencia de 1200 Kg/cm²; en el Qosqo el basalto de Rumiqolqa es el más usado como adoquines para el empedrado de calles. Las Dioritas también tuvieron uso difundido entre los Quechuas, son rocas ígneas equigranulares compuestas de feldespato plagioclasa principalmente y uno o más

minerales oscuros, su dureza es de 6° y su resistencia de 1200 Kg/cm², en la ciudad del Qosqo se encuentra la diorita verde en San Blas y las faldas de Saqsaywaman, material con el que se construyó el palacio de Inka Roqa en la calle Hatunrumiyuq en el que se encuentra la famosa piedra de doce ángulos. Las Andesitas por su excelente calidad y abundancia en la región fueron las más preferidas en la arquitectura citadina, son llamadas así por su gran cantidad en los Andes y son las correspondientes volcánicas de las dioritas. Presentan varios colores generalmente oscuros, tienen 6° de dureza y 1200 Kg/cm² de resistencia a la compresión; a lo largo del Valle del Qosqo se encuentran derrames de andesita en los antiguos centros volcánicos de Waqoto, Oropeza, Lucre y Rumiqolqa. Por su parte, los Granitos que son ígneas intrusivas tienen textura equigranular (grano grande y uniforme) que las diferencia de las extrusivas, contienen en promedio un 60% de feldespato, 30% de cuarzo y 10% de minerales oscuros. Tienen 6° o 7° de dureza y una resistencia de 1200 Kg/cm², el ejemplo clásico de granito entre nosotros es el del Batolito de Vilcabamba donde se encuentra Machupicchu. De igual modo se utilizaron las Areniscas que son rocas sedimentarias formadas por la consolidación de granos individuales de arena, tienen una dureza de 7° en la escala de MOHS y de 300 a 800 Kg/cm² de resistencia a la compresión; al igual que la arena fueron también utilizadas como abrasivos para el pulimento de otros tipos de rocas.

Normalmente, las construcciones inkásicas dejan perplejos y pasmados aún a los más cautos, serenos y cuerdos visitantes. La incapacidad de entender el trabajo humano de los Quechuas ha llevado en muchos casos a proferir hipótesis diversas, desde las más cautas y cientificistas hasta las más descabelladas y fantasiosas. Al arribo de los conquistadores, muchos de ellos no podían explicarse lo que tenían ante sus ojos y de acuerdo a su pensamiento medieval aducían que los "indios" que aquí encontraron eran incapaces de hacer tanta grandeza y la atribuían como obra de demonios, diablos o espíritus malignos. Esa misma incomprensión lleva hoy en día a muchos a pensar que esta gigantesca obra es producto del trabajo de seres de otros planetas, de extraterrestres que con tecnología superior y filosofía avanzada vinieron a dejar una muestra de su capacidad, precisamente aquí!!; ¿Porqué no continuarán con su obra aquí o en cualquier otro rincón del mundo?. Tal parece que esta última hipótesis enunciada por el suizo Erich von Däniken es simplemente producto de una corriente repleta de ciencia ficción.

Las canteras conteniendo el material pétreo para las edificaciones inkásicas en todo el Tawantinsuyo son hoy fácilmente ubicadas. Normalmente con la ayuda de los conocimientos acumulados sobre los antiguos peruanos, si la geografía no ha sido modificada aún se identifica la infraestructura creada para la fractura, tallado, transporte y manipulación de las rocas. Sin duda, el ejemplo más elocuente de lo anterior son las canteras de Kachiqhata a unos 4 Kms. de Ollantaytambo, lugar donde afortunadamente gracias a la poca depredación y modificación geográfica todavía se encuentran los testimonios del trabajo lítico. Son pocos los estudios serios realizados al respecto entre los que destaca el realizado por Jean-Pierre Protzen en Kachiqhata y Rumiqolqa.

El fracturar o desprender rocas de una montaña fue quizá el trabajo más duro y tosco en todo el proceso. Para ello con frecuencia se utilizaban las fisuras o fracturas preexistentes en la montaña, fisuras de donde se forzaba la roca para ser desprendida con la ayuda de palancas de bronce de más o menos un metro de largo como las que se encuentran en los museos. También para ese trabajo se pudieron haber utilizado vigas de madera. Por otro lado se aduce que se utilizaron también cinceles metálicos mediante la ejecución de hoyos sucesivos que producían la fractura de la roca según el alineamiento de la perforaciones. De igual modo se aduce que para quebrar las rocas se utilizó la expansión o dilatación de cuñas de madera que se mojaban en hoyos practicados en la roca con anterioridad. También se especula con la posibilidad de fractura mediante la horadación de una o varias ranuras en la roca llenadas con agua que al congelarse durante la noche producían el deseado desprendimiento. Hace mucho tiempo se creía de igual manera que para quebrar rocas se utilizaba el calentamiento al fuego y el súbito enfriamiento con agua fría; ese proceso produce la fractura de la roca en muchos e irregulares pedazos que se utilizarían en trabajos burdos y no precisamente en los de mejor calidad.

El labrar las superficies y formas a partir de piedras amorfas requirió de una grande especialización que fue ganada en milenios de evolución cultural en los Andes, las técnicas descubiertas o aprendidas por los pueblos pre-Inka fueron mejoradas, perfeccionadas y muy difundidas entre los Quechuas. Con cierto desaire algunos creen que los Inkas no inventaron nada excepto la forma trapezoidal de los vanos, lo evidente es que en ningún otro pueblo anterior a ellos se encuentra algo similar a su obra. Los cronistas indican que para labrar piedras los Quechuas utilizaban otras más duras; lo que queda totalmente demostrado. En canteras y excavaciones arqueológicas diversas se han encontrado piedras más duras que las que se trabajaban o se encuentran naturalmente en el lugar: son los martillos líticos utilizados para desbastar y tallar piedras de construcción que la tradición denomina Jiwaya o Jiwayo que no es otra cosa que rocas sedimentarias compactas y pesadas conteniendo óxidos de hierro. La hematita (Fe2O3) origina un color rojizo en la roca, mientras que el óxido ferroso (FeO) produce un color grisáceo o negruzco, la goetita (Fe2O3.H2O) origina un color marrón y la limonita (2Fe2O3.3H2O) un color amarillento. Esas rocas pueden contener hasta un 6% de hierro en total (la tradición cree que es algún tipo de roca meteorítica). De igual modo se utilizaron guijarros y cantos rodados de basalto y epidorita, éstas son las famosas qollotas que se encuentran en los lechos fluviales. Estas rocas tienen un grado de dureza similar o superior a las piedras trabajadas, la diferencia radica en su gran compactación. Los martillos de rocas duras con frecuencia ovoidales eran utilizados mediante la percusión sobre las piedras destinadas a edificaciones que eran desbastadas en un trabajo lento y laborioso, tenían pesos según las funciones a cumplir, los más pesados de unos 10 Kg. servían para desbastar mientras que los más livianos de hasta 1 Kg. para regularizar formas o ajustar bordes. Con frecuencia se escucha también que se utilizó obsidiana para el trabajo en piedra, lo que resulta poco probable ya que esa es una variedad brillante y lustrosa de vidrio volcánico resultado del enfriamiento de magmas sílicos que sería inservible para la percusión pero que sí se utilizó como cuchillos,

raspadores y puntas de lanzas o flechas. El acabado final y pulido de las piedras se hacía por abrasión o frotamiento con areniscas o simplemente arena como materiales abrasivos y abundante agua.

Hasta hace algún tiempo se creía que los Inkas no llegaron a utilizar instrumentos metálicos para el labrado de piedras por la falta de evidencias o testimonios suficientes; mas los estudios modernos demuestran lo contrario. El bronce, aleación de estaño y cobre fue el metal más duro utilizado por los Quechuas; en los museos existen normalmente elementos de bronce de aleaciones distintas debidamente templados y de gran dureza. El estudio más serio al respecto lo realizó Robert B. Gordon de la Universidad de Yale, quien estudió una colección de objetos metálicos llevados de Machupicchu por Hiram Bingham entre los que encontró 13 instrumentos de bronce aparentemente fabricados para trabajos pesados, posteriores análisis y pruebas exhaustivas dieron la conclusión que 1 de ellos fue empleado en trabajo de madera, 2 diseñados para trabajo en piedra pero no utilizados y los 10 restantes se habían empleado como verdaderos cinceles: para desprender partículas líticas con el impacto producido al ser golpeados en su extremo superior. Con lo anterior se demuestra que los Inkas también utilizaron cinceles de bronce para tallar piedras.

Existen en innumerables piedras, cortes rectos bastante finos que serían imposibles de hacer por percusión o usando cinceles, muchos estudiosos aducen que éstos fueron hechos usando cierto tipo de "sierras" en base a hilos o finas hojas de cobre o bronce y el empleo de bastante agua y algún tipo de abrasivo. Asimismo se encuentran hoyos horadados en roca que muestran claros vestigios de haber sido hechos con perforadores rotarios, sin duda se trata del uso de barrenos de madera dura o metal girados con un arco, agua y arena como abrasivo.

Otro aspecto que causa admiración es el transporte de bloques pétreos para las edificaciones. De un modo simple y sintético se establece que para el transporte primero se alisó el terreno construyendo verdaderas carreteras o vías anchas entre las canteras y el lugar de construcción; al encontrarse pendientes, es decir para subir o bajar bloques de piedra se construyeron rampas o planos inclinados (como el que se observa en Ollantaytambo); contando con toda esa infraestructura se utilizaron otros elementos auxiliares como piedras redondas o billas líticas (existen algunas en las proximidades de Saqsaywaman en la propiedad de la familia Callañaupa), y rodillos de madera, utilizados a manera de ruedas que en conjunto constituían verdaderos sistemas de rodamiento que facilitaron el transporte. Utilizaron además la fuerza de decenas, cientos y aún miles de obreros que debían empujar o jalar los bloques con la ayuda de poleas, palancas metálicas o de madera y cuerdas de cuero de llama, fibras de maguey u otros materiales resistentes.

ARQUITECTURA INKASICA

Con anterioridad a la construcción de cualquier edificio, palacio, templo, población o ciudad; los Quechuas llevaban a cabo un proceso de planificación física que asegure el éxito posterior. Indiscutiblemente los conocimientos utilizados no fueron sólo producto de la capacidad creadora de estos pobladores de los Andes; sino una acumulación de siglos de continuo desarrollo cultural, ya que como se había indicado antes, la cultura peruana tiene una antigüedad de 18 a 20 mil años A.C. Como lo asevera Víctor Angles, "La etapa inca es la más breve en el desarrollo de los pueblos prehispánicos, es el último momento político caracterizado por una rápida y pujante expansión militar y que corona largas etapas anteriores de paulatina formación de naciones".

Es indudable que antes de ejecutar una construcción se debían elaborar bosquejos o diseños, y especialmente modelos o maquetas a escalas cuyos sistemas de medición basados en la antropometría (medidas en relación al cuerpo humano: brazas, codos, pies, pasos, cuartas, etc.) se han perdido. Prueba de esta planificación anticipada son precisamente la cantidad de maquetas talladas en piedra o fabricadas en cerámica, y que se encuentran en casi todos los museos arqueológicos del país.

En el mundo, ninguna civilización de la antigüedad o contemporánea pudo alguna vez alcanzar la técnica, destreza y facilidad para labrar material pétreo como sí lo hicieron los Quechuas en esta parte del orbe. Los Inkas son reconocidos entre otros aspectos por su ordenamiento social equilibrado, su forma peculiar y maestra para trabajar la piedra, sus avanzados conocimientos de planificación e ingeniería, y porque para su época y sin la intervención ni influencia de otras culturas intercontinentales desarrollaron una de las civilizaciones más avanzadas del planeta.

Aún quedan muchas dudas en cuanto a la forma de encajar piedras de manera tan precisa; las dudas están basadas en la inexistencia de crónicas o documentos antiguos sobre el tópico. Existen algunas hipótesis que están enmarcadas dentro de la posibilidad lógica; la más factible indica que el trabajo fue lento pero efectivo y como es normal las paredes se debían empezar por la parte inferior cuidando sólo los encajamientos laterales. La siguiente hilada superior fue más compleja ya que las piedras debían encajar lateralmente al igual que en sus uniones inferiores; en este caso se comprueba prácticamente en todo el Qosqo que las caras superiores de las piedras de abajo fueron labradas paulatinamente por percusión con martillos líticos de acuerdo a la forma de la superficie inferior de las piedras de encima. El trabajo fue relativamente sencillo al manipular piedras de tamaño pequeño o mediano, porque podían ser colocadas o probadas una y otra vez, mas los problemas eran inmensos al tratarse de bloques ciclópeos de decenas y aún cientos de toneladas. La realidad hace suponer que se pudieron usar moldes o maquetas en tamaño natural de materiales livianos y aún arcilla, a ser exactamente reproducidos en bloques líticos enormes, esto sin duda facilitaba grandemente el trabajo; otra opinión respetable indica que pudo haberse utilizado en cierto modo una técnica actual que consiste en copiar con alambres o cintas metálicas (en el museo arqueológico del Qosqo existe una larga cinta de plata) la

silueta de los bloques deseados haciendo posible así un trabajo realmente complejo.

En los muros inkásicos, las piedras medianas y grandes tienen casi siempre 2 molduras o talladuras en alto relieve en su parte inferior, y en algunos casos como en Saqsaywaman en bajo relieve. Esas molduras sirvieron como puntos de apoyo o asas para facilitar su transporte y manipulación en el proceso constructivo, muchas de estas molduras fueron quitadas una vez terminada la obra, pero por alguna razón todavía desconocida algunas paredes aún las conservan. Hay casos excepcionales como en el Qorikancha del Qosqo, donde el paramento interior del muro curvo o "tambor solar" tiene molduras inusuales alrededor del nicho trapezoidal, es evidente que éstas no fueron para manipular los bloques mas al contrario tenían alguna función o significado ideo-gráfico que se ha perdido.

Fueron diversos los materiales empleados en muros inkásicos, el menos tomado en cuenta es el adobe (ladrillo de arcilla secado al sol) muchas construcciones y aún ciudades enteras en el Tawantinsuyo fueron hechas de este material; ese es el caso de Pachakamaq al sur de Lima. Para fabricar los adobes sólo se escogía tierra de buena calidad preferentemente arcillosa que era mezclada con ichu o paja brava y en ciertos casos además con lana de llama o alpaca; todos esos materiales eran mezclados con agua, puestos en moldes rectangulares y luego secados al Sol. Las construcciones de adobe eran y son preferidas en los Andes por ser material de fácil consecución y por tener propiedades térmicas; debidamente cubiertas con techos de paja antes, u hoy con tejas duran por tiempo indefinido.

En las construcciones de piedras existen diversos tipos de paredes y aparejos que son resumidos en cinco tipos básicos; ellos son como sigue:

- El tipo Rústico o Pirka, hecho con piedras amorfas sin labrar y acomodadas no muy cuidadosamente, los espacios vacíos fueron rellenados con piedras pequeñas y abundante mortero de barro. Se utilizó para la construcción de andenes, depósitos, casas para la población común, etc.

- El tipo Celular; tiene un aspecto similar a la estructura de un panal de abejas, fue normalmente hecho con calizas poligonales e irregulares de tamaño pequeño o mediano. Ejemplos de ese tipo se tienen en Qolqanpata, Chinchero, Tarawasi, etc.

- El tipo Engastado, hecho en base a piedras ígneas de regular tamaño con formas geométricas poligonales. Son ejemplos de ese tipo el Templo Principal de Ollantaytambo, el de las Tres Ventanas en Machupicchu, Hatun Rumiyoq en el Qosqo, etc.

- El tipo Sedimentario o Inka Imperial, constituido en base a piedras de tamaño mediano preferentemente andesitas de altura regular en hiladas horizontales que dan la impresión de ser totalmente rectangulares o paralelepípedos perfectos, es el aparejo que tiene las uniones pulidas más perfectas "donde no se puede

introducir ni una hoja de afeitar o de papel", no tiene mortero excepto una finísima película de arcilla a manera de sellador que más bien parece haber sido puesta en estado líquido o licuado para facilitar el manipuleo y movilidad.

- El tipo Ciclópeo, caracterizado por contener enormes bloques pétreos con frecuencia calcáreos algunos de hasta 7 metros de altura tal como se encuentran en Saqsaywaman o lo que queda del altar principal del templo en Ollantaytambo.

Existen además ciertas características clásicas en la Arquitectura Inka principalmente palaciega y religiosa; en los paramentos el perfil de las caras de las piedras puede ser almohadillado, convexo, plano y biselado; además sus uniones pueden ser labradas o pulidas. Con normalidad se encuentra que los muros inkásicos tienen cierta inclinación hacia el interior; no existe una medida o regla general para esta inclinación y tal parece que su función principal fue la de buscar equilibrio entre los muros que se soportan entre sí. Es común que las piedras inferiores sean mas grandes y tengan mayor volumen que las superiores; además con frecuencia los muros tienen mayor ancho en la base que en la parte superior y por añadidura la forma característica clásica de la arquitectura inkásica es la trapezoidal, que por sí misma da la sensación de estabilidad y equilibrio. Es inobjetable que se buscó la inmortalidad, la forma de hacer edificaciones antisísmicas, perdurables por milenios, de ser posible indestructibles por cualquier eventualidad natural. Sólo el hombre cegado por ideologías fanáticas pudo destruirlas parcialmente.

El construir los techos requirió de conocimientos y técnicas bastante altas; de modo generalizado éstos fueron hechos en base a soportes de vigas de madera y cubiertos con "ichu" (paja brava). De acuerdo a la forma de sus cubiertas los techos pueden clasificarse en 4 tipos: a una sola agua o vertiente, a dos aguas, a cuatro aguas, y cónicos. Basta imaginarse lo impresionante que debió ser la estructura de algunos techos de construcciones inmensas como el Templo de Wiraqocha en Raqchi que tiene estructura de "Kallanka" de 92 X 25.25 metros, cubriendo un área de 2,323 m². Debido al material utilizado y la cantidad de lluvias durante el año, los techos tenían fuerte inclinación que varía de 50° a 65°. Por la duración del "ichu" seguramente el techo debía tener mantenimiento frecuente, siendo la paja renovada cada tres o cuatro años, como ocurre en la actualidad.

Otro aspecto impresionante debieron ser las canalizaciones de ríos como el Watanay o el Willkamayu (Urubamba) que debían discurrir ordenadamente y en línea recta; aún hoy en algunos sectores de éstos se pueden apreciar los muros laterales de piedras muy bien labradas. Para cruzar los ríos se construyeron puentes cuyas bases aún hoy se identifican; puentes como el que se aprecia hoy en Qheswachaka sobre el río Apurimac, hecho en trabajo comunal por las comunidades usuarias con la técnica ancestral de los Andes. Trabajos de ingeniería y tecnología autóctona que el tiempo, el olvido y la falta de identidad se encargaron y aún encargan de borrar.

AGRICULTURA Y ALIMENTACIÓN

Al existir una secuencia evolucionaria en la cultura peruana; su tecnología y producción agrícola es también consecuencia de la evolución cultural a partir de los primeros agricultores que en el pre-cerámico posiblemente fueron los hombres de Chilca. Ellos estuvieron en la costa sur del Perú y de acuerdo a la arqueología empezaron a desarrollar agricultura incipiente hace unos 5 a 7 mil años cultivando zapallos, calabazas y pallares, y probablemente también ají, algodón, achira, lucuma y ciruela del fraile. Hacia 6,275 A.C. el hombre peruano empezó a cultivar el "protomaíz" y hace unos 3,400 años maní. Es obvio que se pasó por diversas etapas de adaptación y aclimatación en todo el Perú, para posteriormente llegar al período de la agricultura desarrollada que en el Qosqo se inicia con las culturas de Marcavalle y Chanapata hacia 1,000 A.C.; llegando al Tawantinsuyo ya con muchos productos cultivados y tecnología en creciente desarrollo.

Uno de los más grandes logros del Tawantinsuyo fue erradicar el hambre, en base a constante investigación biológica, aclimatación, domesticación de plantas para el consumo humano, y gran laboriosidad. Los Quechuas teniendo dos estaciones naturales marcadas, en su temporada de lluvias y parte de la de estío se dedicaban principalmente a la agricultura, y en la estación de sequía eran constructores y artesanos. Pocos pueblos en el mundo antiguo desarrollaron una infraestructura agrícola con las características que aquí se tuvieron, basta echarle un vistazo a los campos en las cercanías del Qosqo para imaginarse la profunda convicción agrícola del Tawantinsuyo donde todos los valles y llanos estaban cultivados, aprovechando aún las laderas de montañas secas y rocosas en que se construían terrazas o andenes agrícolas. Materializarlos requirió de tecnología muy especializada y trabajo intensivo ya que normalmente primero se debían construir los muros de contención en piedra, para luego rellenar los espacios vacíos con piedras o arena en la base y la parte superior llenada con tierra fértil transportada de otras zonas. Todos esos andenes estaban totalmente irrigados con canales que casi siempre recorrían muchos kilómetros desde su captación en manantes, ríos o lagos. Además, para mantener la humedad de la tierra cultivable que tenía una altura aproximada de un metro había una capa de arcilla entre ésta y el relleno infértil. Con normalidad se utilizaron abonos o fertilizantes animales, guano de islas, y aún anchovetas en la costa. Las montañas fértiles fueron y son siempre aprovechadas, hoy es normal encontrar campos cultivados en montañas con inclinaciones de hasta 30 o 35 grados.

La práctica agrícola desde tiempos inmemoriales estuvo y está íntimamente ligada a ciertas divinidades y a diversos cuerpos celestes. Los andinos creían y aún creen que sin el auxilio de sus dioses no podrían desarrollar buena agricultura. El cultivar la Pachamama (Madre Tierra) requiere de profunda fe y convicción, y el soporte de ceremonias y ritos mágico-religiosos; con frecuencia se le debe dar ofrendas en forma de pagos o despachos, de no hacerlo la Madre Tierra podría mostrar su enojo y castigar a los hombres. El Tayta Inti (Padre Sol), la Mama Killa (Madre Luna) y las estrellas formando constelaciones diferentes también determinan la producción y los andinos saben observarlos y conocen sus diferentes variaciones; sólo después de esa observación pueden desarrollar sus actividades. Por ejemplo, es ampliamente conocido que se debe observar la

brillantez de algunas constelaciones porque mientras más brillosas se vean sus estrellas habrán menos lluvias en la próxima temporada.

Las técnicas y conocimientos adquiridos fueron realmente impresionantes; algunas tierras pobres, al igual que en la actualidad, fueron cultivadas alternando productos y a veces se las hacía "descansar" es decir que no eran cultivadas por períodos determinados con la finalidad de permitirle recuperar su riqueza mineral naturalmente. Obviamente las condiciones de trabajo fueron bastante duras porque para ello sólo se utilizaba la fuerza humana y el auxilio de algunas herramientas de labranza como la Taqlla o Chakitaqlla, que es un arado de pie y consiste en un palo con punta metálica o de otra madera dura que se introduce en la tierra con la fuerza de un pie y la ayuda de los brazos y el cuerpo entero para removerla al ser sacada. Otra herramienta muy difundida fue la porra estrellada o llana (de metal o piedra) que era ajustada de un hoyo en su parte central con un mango de madera, conocida como Allpa K'asuna usada a manera de comba o martillo que servía para desmoronar los terrones de tierra.

Es tarea realmente difícil hacer un inventario de todos los productos vegetales cultivados y consumidos en el antiguo Perú. El mundo moderno reconoce que aproximadamente el 60% de los productos vegetales que se consumen en el orbe son originarios de esta parte del planeta, es decir adaptados, domesticados, aclimatados y aún hibridados por nuestras culturas anteriores. En el Tawantinsuyo los productos más importantes en la dieta diaria fueron sin duda el Maíz o Sara (Zea Mays) y la Papa o Amka (Solanum tuberosum -Solanum andigenum-). El maíz en su forma primitiva empezó a cultivarse aquí desde el año 6,275 A.C. (Comprobado por Earle Smith Jr., N.Y. 1980, en base a muestras recogidas en la cueva de "Guitarrero", Ancash) mientras que en México (muestras de la cueva "El Riego", Tehuacán) desde aproximadamente el año 5,200 A.C. No obstante ello, en ningún rincón del orbe se cultivó ni se cultiva maíz de la calidad encontrada en los valles interandinos del Qosqo, especialmente del Valle del Urubamba cuya variedad de maíz "Parakay" o "Blanco" tiene los granos más grandes y sabor insuperables en el mundo. Tampoco en México existen la cantidad de variedades de maíz que aquí se encuentran con facilidad (aproximadamente unas 150). Por su parte, la papa o patata es posiblemente el más importante legado que la cultura peruana le ha dado a la humanidad; tuberosa que hoy se consume aún en los más recónditos rincones del mundo y que puede ser cultivada desde el nivel del mar hasta las estribaciones de puna a unos 4200 m.s.n.m. Seguramente los antiguos peruanos que fueron expertos en ese arte, debieron pasar muchos siglos para domesticar y aclimatar esa planta que en su estado salvaje es amarga o insípida. Hoy, en los demás continentes es normal encontrar unas 7 a 10 variedades de papas, mientras que en la zona andina del Qosqo se cultivan comercialmente unas 1,500 variedades diferentes de papas. Por su parte, en el Centro Internacional de la Papa con sede en Lima se cuentan más de 4,000 variedades en laboratorio. Otros productos importantes que comienzan a ser reivindicados en la alimentación moderna son la Quinua (Chenopodium quinoa) de la que existen cientos de variedades y la Kiwicha (Amaranthus caudatus) conocida también como Amaranto o Achita que algunos años atrás fue introducida en la dieta de

los astronautas norteamericanos y sobre la que en algunos pueblos andinos existe una tradición que dice que en el Tawantinsuyo su consumo era intensivo, pero al producirse la conquista el invasor español descubre que era un cereal demasiado rico y reflexiona en el sentido de que si los "indios" seguían comiéndolo serían más fuertes e inteligentes que ellos, por lo que aprovechando la evangelización prohibieron su consumo aduciendo que Jesucristo jamás lo había comido ni existía su nombre en la Biblia.

A continuación se citan algunos de los más comunes productos vegetales originarios del Perú que fueron y todavía son base de la alimentación en esta parte de los Andes; muchos nombres no tienen traducción ni equivalentes en español:

ESPECIAS Y CONDIMENTOS.- Chiqchipa, Congona, Kunuca, Manka P'aki, Marancera, Misk'iuchu, Muña, Pumakiro, Quilquiña, Roqoto, Piris, Wakatay (huatacay), etc.

FLORES COMESTIBLES.- Achuma, Ch'uku, Qontoya, Wiqontoy, Mutuy, Pataw, Pisonay, Quillkiña, Kiswar, Soronto, Uchu-Uchu, etc.

HORTALIZAS Y VERDURAS.- Achupalla, Awaimantu, Airampo, Akhana, Api-Tara, Caiguas, Qochayuyo o Algas Acuáticas, Habinqa, Hat'ako, Lakawiti o Calabaza, Llulluch'a, Tomate, Camona o Palmito, Cayara, Chamay, Chauka-Chauka, Zapallo, etc.

FRUTAS.- Achupalla o Piña, Aratiku o Huanábana, Caimito, Qapuli, Qupuasu y otras especies de Cacao, Chirimoya, Qoqona, Ayaqocha Casha o Marañon, Hawaq'ollay o Gigantón, Masasamba, Pani o Pijuayo, Pucha o Papaya, Tocte o Nogal, Sauko, Sach'a Tomate o Tamarillo, Ubos o Ciruela, Umari, Inchiq o Maní, Cashum o Pepino, Matus o Guayaba, Pakay o Guava, Palltay o Aguacate, Palillo, Ruqma o Lucuma, Sapote, Shupe o Sicana, Taqso o Tumbo, Tintin o Granadilla, Tuna, etc. Parece existir alguna variedad de Plátano o Banano oriunda de América.

BULBOS, RAÍCES, RIZOMAS, TUBÉRCULOS.- Amka o Papa, Apichu o Camote, Cumara Farináceo, Arrakacha o Viraka, Achira, Ashipa o Jiquima, Llakjon o Llacón, Maka, Mashua o Añu, Uncha u Oca, Sachapapa, Unkucha, Olluko, Rumu o Yuka, Achankaray, Ckoto- Ckoto, etc.

CEREALES.- Maíz, Quinua, Qañihua, Kiwicha (Achita o Amaranto), Achis, Magu.

MENESTRAS O LEGUMINOSAS.- Cazza o Parca, Frijoles, Pallares, Porotos, Pashuru, Tauri o Tarwi.

SUPLEMENTOS MINERALES.- Kachi o Sal, Chako (arcilla comestible), Pasa o Pasalla (otra arcilla más clara que la anterior), Cal (Catawi o Isku, contiene calcio), Oligoelementos o Cenizas de origen vegetal (por ejemplo, en la maceración y

decocción del maíz para hacer mote o mot'e), Llipt'a (bola hecha de cenizas de qañihua, quinua y otras plantas para mascar la coca), etc.

Un campo realmente bastante extenso es el de farmacopea naturista de los Andes en la que se cuenta con miles de plantas medicinales cuyas características y propiedades son conocidas por los curanderos (Hampiq o Hampicamayoq) y la población en general. La medicina tradicional andina está siempre en relación directa a los dioses ancestrales y otros elementos mágico-religiosos.

El consumo de carnes fue de igual modo bastante generalizado en la alimentación del Inkario. Los cronistas indican que los productos que repletaban las Qollqa o Pirwa (depósitos de alimentos) fueron principalmente alimentos deshidratados o secos para asegurar su almacenamiento y utilización en largos períodos de tiempo, como el Maíz seco, Ch'uño (papas deshidratadas y secas), Ch'arki (carne de camélidos deshidratada y seco-salada) y Pescado seco-salado. La pesca se realizaba en el mar capturando todas la especies de moluscos y peces comerciales de hoy siendo preferidas el Tollo y el Atún. Las especies de peces de mayor abundancia en ríos y lagunas fueron los Gona, Bagre, Sardina Blanca del Urubamba, los Chakechallwa o Dorado de Húanuco, el Suqui o Pejerrey del Chili, la Cachuela o Karachi, el Mauri Suchi, Lluchcca, Ahuacuyamor, Kakas, Umani, Chichiñi o Ispi, Qoyche, Qoriochoque, Moro, etc. Además, se consumieron otras especies acuáticas como el Lobo Marino o Mayupuma; y quelonios (tortugas) salvajes o criados en cautiverio en zonas tropicales. En cuanto a las aves, éstas fueron criadas en su mayor parte y algunas cazadas en estado salvaje; se consumieron cantidad de Patos de diversas especies, Perdices, Pavos y Gallinas. Igualmente completaban la dieta Guanganas, Sajinos y Ronsocos; herbívoros como el Anta, Tapir, Awara, Sachavaca, Venado, Taruca, etc. Es indudable que el plato por excelencia fue el Qowi, Cuye o Conejillo de Indias, que fue domesticado y criado en la cocina de las casas y cuya carne es muy nutritiva; fue y es aún considerado un animalito mágico. Sin embargo, la mayor cantidad de carnes rojas consumidas provenían de los camélidos sudamericanos, es decir, de Alpacas, Llamas, Vicuñas y Guanacos. Especialmente de alpacas y llamas que fueron domesticadas y criadas en grandes cantidades que además de proporcionar lana de buena calidad y servir como bestias de carga también proporcionan leche.

HOJAS DE COCA

Las hojas de coca (Erythroxylon coca) han desempeñado un papel muy importante en el desarrollo de la civilización Inkásica, estando íntimamente ligadas a su administración gubernamental, economía y religión; su cultivo y principalmente su uso se extendían desde la Argentina hasta Nicaragua y las Islas del Caribe; el misionero dominicano Tomás Ortiz en 1499 observó plantaciones de coca a lo largo de la costa venezolana. En el Inkario su uso fue bastante controlado porque se consideraban hojas muy especiales; es obvio que como ocurre en la actualidad tuvieron una función protagónica en la parafernalia religiosa porque eran consideradas hojas mágicas.Al producirse la conquista se crean dos bandos opuestos entre la opinión invasora respecto a la coca: la iglesia intenta prohibir

totalmente su uso porque está íntimamente ligada a la profundidad religiosa andina y es una planta diabólica que hay que erradicar para arrancar toda idolatría ajena al cristianismo. El otro bando argumenta que la coca es muy importante para los intereses de la colonia porque sin coca los "indios" no podrían soportar las condiciones infrahumanas de explotación a las que son sometidos con trabajos realmente pesados. Además, la producción y comercialización de las hojas de coca representan cantidades inmensas de dinero que ellos podrían dejar de percibir sin la coca; entonces sin coca los "indios" ya no irían a la "mita" de las minas, ya no trabajarían, no habrían metales preciosos; en síntesis, sería el fin de la riqueza del invasor. Aparentemente la opresión se ejerce principalmente en Lima mas en todo el virreynato su producción y comercialización se acentúan porque, por ejemplo, los ingresos de la Catedral del Qosqo provenían del diezmo de su comercialización. A partir de entonces existen cientos de detractores y apologistas de las hojas coca.

Hoy, como en el Inkario la coca es aún un elemento imprescindible en la religión andina; es utilizada para hacer el "k'intu", forma parte en las diversas ofrendas a las deidades ancestrales, y además sirve para poder predecir el futuro mediante personas que sirven de "médium" entre las hojas y la persona interesada, las hojas son lanzadas sobre un manto y el "médium" se encarga de interpretarlas. Por su parte, ocupan un lugar preferencial en la medicina popular de los Andes, en forma de infusiones, cataplasmas o polvos; es normal que los andinos beban infusiones de hojas naturales de coca con fines medicinales ya que se considera que son un efectivo medicamento cuando las personas tienen mareos o dolores de cabeza, afecciones a la garganta y problemas estomacales, y también es bebida para ayudar a las personas que sufren "soroche" en zonas altas; como cataplasmas para aliviar reumatismos y luxaciones. Además, en muchas comunidades altas en los Andes sus poblaciones adultas tienen la costumbre de mascar hojas de coca, éstas son sólo mascadas y no tragadas; para ello se utilizan pedacitos pequeños de "llipt'a" que es una bola de cenizas de algunas plantas como la quinua. La cal contenida en la ceniza ayudará a desprender los alcaloides de la hoja y elementos como el caroteno, thiamina, riboflavina, hierro y calcio; además, está demostrado que la cal de la "llipt'a" ayuda a una fuerte degradación de la molécula de cocaína. El mascar o "piqchar" coca sirve como estimulante capaz de mitigar estados como la fatiga, hambre, sed, etc.; es obvio que quien masca coca no llegará a alcanzar un estado "doping" porque se trata de hojas naturales que necesitarían un proceso químico con elementos como el ácido tártico, ácido clorhídrico puro, éter y sulfato de soda anhidro a temperaturas predeterminadas diferentes, para finalmente producir cocaína. Las hojas de coca contienen 14 alcaloides, de los cuales el más popular y ampliamente utilizado es sólo uno: la cocaína; los otros trece son desperdiciados o simplemente ignorados. Son innumerables los productos benéficos que se han producido a través del tiempo a partir de la coca, desde caramelos, cigarrillos, pastas dentífricas, bebidas como la "Coca Cola" que a partir de 1903 ya no contiene coca, etc. Los efectos secundarios de la masticación de coca han siempre causado polémica que casi siempre ha tenido un tinte político, cultural y aún racial; en la práctica parece tener un efecto mucho menos nocivo que fumar o beber alcohol, José Ángel Escalante

al referirse a los Quechuas dice, " "Que la coca los idiotiza" ...puede ser pero entre miles de indios apenas se encuentran dos o tres imbéciles y todos o casi todos "picchan" (no "chacchan") coca. Además no está averiguado que el uso de la coca hace daño. Cuantas arrobas de coca serán necesarias para que simplemente masticadas ni siquiera tragadas, se resuelvan en un gramo de cocaína?

La masticación de la coca es suficiente para convertirla en cocaína? En cambio ¡que dentífrico maravilloso, que vigorizante de milagro es la coca! No hay noticia de que ningún indio haya sufrido dispepsia, haya perdido la dentadura o enfermado de ella, antes de los cien años.".

El nivel ecológico para el cultivo del arbusto de coca se encuentra en la ceja de montaña andina sólo en ciertas zonas ubicadas entre los 800 a 1800 metros de altura (2600 a 5900 pies); en terrenos pobres que no requieren regadío. Oficialmente su cultivo y comercialización están controlados por el gobierno peruano mediante la Empresa Nacional de la Coca, ENACO que debe comprar toda la producción de hojas en el país, que serán utilizadas en la venta lícita para la población y la industria farmacéutica. En la práctica se hallan miles de pequeños campos ilícitos cuya producción es aprovechada por la mafia internacional para la producción de droga; en términos generales se argumenta que en el Perú se produce droga pero que su consumo es ínfimo. Lo controversial al buscar culpables es: ¿quien es más culpable, el productor de hojas de coca, el traficante o el consumidor de droga?: el productor de hojas es un agricultor pobre y no tiene otra alternativa porque el único producto rentable para sus tierras es la coca; el traficante es aquel que saca casi todo el provecho del proceso y el consumidor es un vicioso que dispone de recursos económicos considerables en una gran ciudad rica. La producción de hojas para el consumo de los andinos es pequeña, su utilización y tratamiento están enmarcados dentro de un campo cultural y antropológico; mientras que la mayor parte de la producción, destinada a la farmacopea y el tráfico responden a un campo económico y policial

CAMELIDOS ANDINOS

La fauna típica de los Andes son los camélidos sudamericanos que aparentemente tienen su origen en el norte del continente; sin embargo su domesticación se inició hace unos 6000 años en los Andes centrales, proceso que culmina con el pastoreo y la aparición de diversas variedades de camélidos plenamente domesticados hacia los 3500 a.c.; por lo tanto, todas o casi todas las culturas preinkásicas utilizaron camélidos para su alimentación y vestido. Es ya en época inkásica cuando se da importancia a una crianza sistemática de camélidos

con programas de selección y separación de rebaños por colores y características, y registros de producción y consumo. La invasión y conquista española significaron un retroceso en la camelicultura porque al inicio las guerras y luego la despreocupación indujeron a matanzas indiscriminadas para el aprovisionamiento de carne; posteriormente la importación de ganado foráneo hizo que los camélidos sean desplazados a zonas altas y frías, a los páramos andinos casi desérticos donde otros animales no podrían sobrevivir.

Existen dos variedades de camélidos andinos domesticados que son la llama y la alpaca, y otras dos no domesticadas que son el guanaco y la vicuña. Sin embargo, aparentemente se trata de animales que descienden de dos géneros originales: Lama y Vicugna (además, en el viejo mundo existe el género "Camelus" con dos especies: el C. dromedarius y el C. bactrianus). En base a información actualizada, Mario Ruiz sugiere una clasificación taxonómica para los camélidos andinos, así:

Reino Animal

Sub-Reino Metazoa

Phylum Cordata

Sub-Phyllum

Vertebrata

Clase Mamífera

Orden Artiodactyla

Sub-Orden Ruminantia

Infra-Orden

Tylopoda

Familia Camelidae

Tribu Lamini

Géneros Lama

Vicugna

Especies

Lama guanicoe Muller 1776 (Guanaco)

Lama glama Linnaeus 1758 (Llama)

Vicugna vicugna Molina 1782 (Vicuña)

Vicugna pacos Linnaeus 1758 (Alpaca)

Llama.- Tiene una figura esbelta y no puede ser distinguida por su color porque puede tener hasta medio centenar de tonalidades diferentes; tiene patas, cuello y cara alargados y puede alcanzar hasta una altura de 1.90 mts. del piso a la cabeza. Es el más común y fuerte de los camélidos andinos que generalmente se utiliza como animal de carga, pero el peso promedio que puede portar es de unos 40 Kg. en viajes largos, y hasta unos 60 Kg. en viajes cortos de hasta un día; su peso promedio de adulto es de 115 kg. y al nacimiento de unos 11.5 kg.; su período de gestación dura 348±9 días; la hembra alcanza la madurez sexual al año pero es servida recién entre los 2 y 3 años de edad, generalmente el macho se utiliza para la procreación a los 3 años. Su época de apareación y parición es entre enero y abril, después de un mes de la parición la hembra queda expedita para la fecundación; estas características de reproducción son relativamente comunes para todos los camélidos andinos. La llama presenta tradicionalmente dos variedades, la Q'ara (pelada) y la Ch'aku (lanuda); tienen fibra (técnicamente es "fibra" y no "lana") menos densa que la alpaca, y en promedio el diámetro de su fibra es de 28±11 micras (µ: micra o micrón: medida de longitud que equivale a una millonésima parte de un metro o milésima de milímetro).

Alpaca ("Paqocha" en Quechua).- Tiene silueta más curva y pequeña que la llama, y en la frente presenta un clásico mechón de fibra y tampoco puede ser diferenciada por el color porque tiene muchas tonalidades. Puede alcanzar hasta una altura de 1.50 mts. a la cabeza y un peso promedio máximo de 64 kg. y unos 7 kg. al nacimiento; su período de gestación es de 343±2 días y al igual que la llama la alpaca hembra puede ser servida desde un año de edad. En general tiene más y mejor fibra que la llama y presenta dos variedades diferentes: Wakayo y Suri. La alpaca Wakayo tiene fibra densa y esponjosa que cubre casi todo su cuerpo dejando sólo la cara y patas cubiertas con pelo corto; mientras que la alpaca Suri presenta fibra lacia, sedosa y larga que en promedio alcanza unos 15 cm. de largo. Es esquilada con cuchillos o tijeras por lo general una vez cada dos años aunque también se podría hacerlo una vez al año, sin importar la época o estación; obteniéndose anualmente un vellón de fibra de unos 1.7 kgs. por animal. En promedio el diámetro de la fibra de alpaca es de 25±5 micras; sin embargo, este diámetro está en relación directa a la edad del animal, comercialmente la fibra más fina que es posible encontrar en el Perú es aquella denominada "lana de alpaca bebé" que es bastante suave y fina.

Vicuña (Wik'uña).- Entre los camélidos andinos es la que menor tamaño tiene y puede medir hasta 1.30 mts. del piso a la cabeza, posee cuerpo grácil y movimientos ágiles; su pelaje tiene un color marrón claro en el lomo y casi toda la parte externa, pero el pecho, vientre e interior de las piernas son blanquecinos, resaltando su mechón pectoral blanco de cerdas que puede tener unos 20 cms. de largo. Al nacimiento tiene unos 5 kg. de peso y de adulta puede alcanzar hasta unos 40 kg. La hembras alcanza la pubertad al año de edad pero es servida a los 2 años; la gestación dura 340±10 días. Su fibra está clasificada como la más fina de toda las fibras animales con un diámetro promedio de 12.5±1.5 micras, pero tiene poca longitud que apenas alcanza unos 3 cms., y su vellón anual puede alcanzar un peso máximo de 320 gramos. La vicuña, al poseer fibra de la mejor

calidad es bastante codiciada y estuvo en peligro de extinción, hoy oficialmente el gobierno peruano protege esta especie en parques nacionales intangibles, pero en la práctica la depredación de esta valiosa especie es latente con cazadores furtivos que la diezman paulatinamente, la población mundial de vicuñas no sobrepasa los 170 mil ejemplares, de los cuales unos 100 mil se hallan en el Perú en zonas que superan los 3800 mts. de altura.

Guanaco (Wanaku).- Tiene una silueta similar a la de la llama con pelaje denso y corto de un color marrón-rojizo claro, con tonos negruzcos en la cabeza y zonas blanquecinas alrededor de los labios, el borde de las orejas el vientre y el interior de las piernas y una especie de collar debajo del cuello. Al nacimiento tiene un peso de unos 10 kg. y de adulto hasta un máximo de 140 kg.; su altura es de 1.80 mts. del piso a la cabeza y es muy común en los Andes de Chile y Argentina. Económicamente no tiene mucha importancia y vive en completo estado salvaje.

En su estado salvaje los camélidos sudamericanos (vicuñas y guanacos) viven generalmente en familias formadas por un macho y de 3 hasta aún 6 hembras con sus crías, el macho tiene la hegemonía en el grupo y expulsa las crías antes del año de nacidas. Posteriormente los machos se reúnen en tropas de hasta 20 animales, mientras que algunos machos viven solitarios y errantes hasta establecer su grupo familiar. El territorio de la familia es delimitada por sus letrinas ya que estos animales sólo defecan en lugares establecidos, territorio que es valientemente defendido por el macho. Este comportamiento social ha sido modificado entre los camélidos domesticados (llamas y alpacas), sin embargo, la hegemonía siempre la ostentan los machos.

Los camélidos andinos tienen también la capacidad de entrecruzarse entre ellos; debido a que tienen un idéntico número cromosomático, el mismo cariotipo y patrón inmunológico, pueden generar crías fértiles; del cruce de llama y alpaca resulta Wari, mientras que del cruce de vicuña y alpaca resulta Paqovicuña; sin embargo estos cruces no posibilitan el mejoramiento ni domesticación de los camélidos participantes y las próximas generaciones de híbridos volverán a tener las características de uno u el otro de los padres.

La carne de camélidos andinos es aprovechada desde tiempos inmemoriales; en el Inkario fue usada fresca o seca. La carne fresca tiene niveles de colesterol diez veces menores que la carne de cordero o vaca, por lo que su consumo sería más saludable. Los cronistas indican que los depósitos de alimentos inkásicos estuvieron repletos de productos vegetales deshidratados y "charki", la carne seco-salada de llamas y alpacas procesada en la época de sequía, expuesta al sol durante el día y al frío de las heladas durante la noche; prensada y secada con abundante sal por un lapso de 2 meses con la finalidad de garantizar su conservación por mucho tiempo; el charki de camélidos conserva los valores nutritivos de la carne fresca que tiene valores significativos. Sin embargo, la historia y sociedad del Perú han creado un estigma negativo en cuanto a los camélidos; el la colonia se hizo creer que eran transmisores de sífilis y hoy se cree

que son animales inferiores al igual que sus pastores y poseedores; el vulgo cree que son animales de "indios" y que su carne es pobre y mala.

La leche de camélidos generalmente no es aprovechada por los andinos debido a su bajo volumen, sin embargo, se podrían mejorar las técnicas para tener una mejor producción y utilizarla de un modo extensivo. Por su parte la piel de camélidos se viene procesando en los últimos tiempos, en muchas zonas del Perú y Bolivia para la fabricación de cueros de buena calidad.

EL CÓNDOR ANDINO

El más imponente ave de los Andes americanos es el Cóndor (Vultur gryphus) que pertenece al orden de los Falconiformes y a la familia Cathartidae cuyos miembros son caracterizados por alimentarse casi exclusivamente con carroña. El Cóndor es un ave grande monógama y sedentaria con ciertos hábitos nocturnos. Su cabeza es desnuda de plumas y el macho se diferencia fácilmente de la hembra por su cresta o carúncula que lleva sobre la frente y parte del pico; además el macho es de mayor tamaño y tiene el iris del ojo de color marrón amarillento mientras que el de su compañera es rojizo; su visión es realmente extraordinaria. Su pico es recio con gancho apical y bordes cortantes; tiene un voluminoso buche que destaca al llenarse; tiene patas bastante robustas, dedos fuertes pero con uñas romas relativamente débiles. Su plumaje de joven es de color pardo ocráceo y de adulto es por lo general de color negro azulado y ostenta un collar de plumón blanco y grandes manchas también blancas en los extremos de las alas. Un macho adulto puede llegar a pesar unos 12 kilos y medir desde el extremo del pico al extremo de la cola 1.30 metros; su envergadura en vuelo puede alcanzar 3.50 metros y volar sobre unos 7000 metros de altura y en condiciones climáticas favorables mantener el vuelo durante cierto tiempo a unos 55 Km/hora. No tiene grandes músculos pectorales, es por ello que sólo mueve sus alas cuando le resulta necesario, es decir al remontarse, posarse o en casos de emergencia; sus largas y anchas alas hacen que pueda volar como un planeador aprovechando diestramente las corrientes de aire. La hembra incuba sólo una vez al año uno o dos huevos de color blanco que deposita en depresiones sobre la roca casi desnuda y se turna con el macho para empollarlo entre 54 y 58 días; el polluelo tarda bastante en desarrollarse y permanece en el nido unos seis meses, después de ese lapso depende aún de sus padres por otro medio año, ellos le buscarán alimento y ayudarán a comer. El cóndor se alimenta especialmente de carroña y muy esporádicamente podría atacar y matar animales recién nacidos, heridos, enfermos o exhaustos; el cóndor no es depredador feroz ni agresivo y tiene una asombrosa capacidad para resistir el hambre y la sed, puede pasarse hasta un mes y medio sin comer al tiempo que conserva su vigor. Además, es sabido que este ave gregaria puede alejarse centenares de kilómetros lejos de su lugar de residencia habitual en busca de alimento, suele comer hasta

el hartazgo, a tal punto que después de sus comilonas padece dificultades para volar.

Se tienen pruebas de que en cautiverio un cóndor puede llegar a vivir unos 85 años y superar el siglo en estado salvaje. El cóndor es encontrado principalmente en los Andes desde Venezuela y Colombia hasta la Tierra del Fuego al sur de Chile y Argentina; desafortunadamente hoy es una especie en peligro de extinción. Algo que es desconcertante en la vida del cóndor es su muerte que de acuerdo a la tradición se debe llevar a cabo de un modo realmente peculiar: al final de su larga vida el cóndor se siente cansado y un tanto débil de fuerzas, cree que su vida ya no tiene sentido por lo que opta por el final preferido por su raza y practicado por milenios, decide su suicidio para lo cual remonta vuelo y trata de alcanzar una altura bastante grande para luego descender en picada a una velocidad extraordinaria y finalmente estrellarse contra la faz rocosa de una montaña, dando así fin a una centuria de reinado en los cielos andinos.

En el Inkario, el Cóndor o "Apu Kuntur" fue considerado una divinidad muy especial que unía el "Hanan Pacha" con el "Kay Pacha"; seguramente debió poseer templos especiales para su culto, similares al que se halla hoy en Machupicchu. Los pueblos han creado a través de la historia muchas leyendas dándole características múltiples; por ejemplo, cuenta la tradición que cayó en el patio del Aqllawasi cusqueño o Casa de las Vírgenes del Sol un cóndor muerto, hecho que se interpretó como el anuncio de la destrucción del Tawantinsuyo. Hoy, el cóndor no es más un Dios importante entre los andinos pero aún mantiene algunas de sus "características superiores o divinas". En algunos pueblos remotos del Qosqo, anualmente se lleva a cabo la celebración denominada "Yawar Fiesta" (Yawar: "sangre" en Quechua) o "Fiesta de Sangre", para lo cual será imprescindible capturar a un cóndor vivo utilizándose dos sistemas: comúnmente se debe ir a un lugar bastante alejado frecuentado por cóndores donde se elimina a un caballo, mula u otro animal grande, se abre el cuerpo del animal muerto que es dejado a la intemperie. Después de cierto tiempo algún cóndor descenderá a devorar los restos del animal, mas el cóndor come demasiado que al final no puede remontar vuelo lo que es aprovechado por los captores que corren para cogerlo protegidos con "ponchos". Otra forma de captura es cavando un hoyo grande en el suelo cubierto con palos sobre los que se pone restos de un animal muerto; al posarse un cóndor sobre el lugar, alguien oculto dentro del hoyo ata sus patas posibilitando así su captura. El cóndor será conducido hacia el pueblo o comunidad donde se harán ceremonias diversas en su honor, será muy adornado y se le ofrecerá vino o aguardiente para beber quedando después ebrio. El día principal se tendrá un improvisado coso en la plaza principal del pueblo al que asiste toda la población; para el espectáculo se deberán coser las patas del cóndor sobre el lomo de un toro y así, los dos animales serán dejados sueltos en el ruedo; al sentirse atado y deseando liberarse el cóndor utilizará su poderoso pico contra la espalda del toro que emprenderá una loca y embravecida carrera y lucha por deshacerse del cóndor. Es obvio que correrá bastante sangre del toro que no se da por vencido y al final de unos 15 minutos la gente detendrá el espectáculo, se separarán los animales y no se permitirá la muerte del toro; la

gente cree que de ese modo el Cóndor que es la conexión entre el cielo y la tierra quedará satisfecho al haber consumido sangre y carne fresca. Al día siguiente, se tendrá otra ceremonia para liberar al cóndor que es llevado a una montaña cercana y dejado en libertad incondicional; al próximo año se tendrá una ceremonia similar y es posible que se capture al mismo cóndor. El "Yawar Fiesta" se desarrolla no sólo con la finalidad de rendirle pleitesía al "Apu Kuntur" sino también como una forma de "revancha" que hoy los andinos representados por el cóndor se cobran contra la humillación de la conquista y los hispanos representados por el toro que fue importado de España.

EL QOSQO DE LOS INKAS

Cuando esta antigua ciudad fue la Capital del Tawantinsuyo debió también ser la más grande e importante metrópoli del continente (sin chauvinismos ni la intención de desmerecer a otras ciudades precolombinas de América). Existen contrapuestas discrepancias en torno a la población de la ciudad durante su apogeo, éstas surgen por la existencia de datos muy superficiales e imaginarios dados por los primeros cronistas y porque hoy es difícil medir la concentración demográfica existente entonces. Pedro Sancho de la Hoz, soldado español que hizo de secretario de Pizarro, en 1543 escribió que en la ciudad se encontraban más de 100,000 casas; Víctor Angles, por deducción en base a algunas crónicas indica categóricamente que la población fue de 300,000 habitantes; por su parte Santiago Agurto en base a densidades poblacionales relativas calcula unas 126,000 personas para la zona urbana y unas 100,000 para la rural, es decir, una población total para la Capital del Tawantinsuyo de unos 225,000 habitantes.

La ciudad debió estar bastante bien organizada en congruencia con su clásica planificación, sus calles estrechas y normalmente rectas debidamente empedradas y con canales al medio o a un costado de las mismas conduciendo agua límpida que era consumida por la población. Las paredes de sus edificaciones hechas en piedra labrada al menos en el sector céntrico, y con paredes de adobe y estilo "pirka" pero recubiertas con estuco de arcilla y aún pintadas en los suburbios. Sus techos con bastante pendiente fabricados sólo con madera y paja, y una considerable ausencia de vanos en forma de puertas y ventanas para facilitar la calefacción interior en épocas frías. En suma, una ciudad apacible, organizada y sin contaminación.

La antigua metrópoli del Inkario estuvo dividida en dos grandes sectores a partir de la línea formada por los caminos que conducían hacia el Antisuyo y Contisuyo, es decir las actuales calles Triunfo, Hatun Rumiyoq, Cuesta de San Blas, y por el otro extremo las calles Marques, Santa Clara y Hospital. Estos dos sectores fueron: hacia el occidente, el Hanan Qosqo, forma modificada de "Hawan Qosqo" o "Qosqo de Arriba", habitado por la dinastía a partir del sexto gobernante Inka Roqa; y hacia el oriente, el Urin Qosqo que es una forma modificada de "Uran Qosqo" o "Qosqo de Abajo", que fue preferido desde el fundador del Tawantinsuyo, Manko Qhapaq hasta el quinto gobernante Qhapaq Yupanqui.

Los cronistas indican que la ciudad estuvo además dividida en barrios diferentes que de acuerdo a Garcilaso Inca de la Vega fueron 13 y siguiendo el sentido de las agujas del reloj fueron: Qolqanpata o "sector de los depósitos" actual barrio de San Cristóbal; Kantupata o "barrio de las flores de Kantu" (hoy flor nacional del Perú); Pumakurko o la "columna vertebral del puma", hoy la calle principal de este barrio aún conserva su nombre original; T'oqokachi o "sal de hueco o socavón", que hoy se ubica en el barrio de San Blas; Munay Senqa o barrio de la "nariz bonita" ubicado en la actual Recoleta; Rimaq Panpa o "plaza que habla", actual plaza de Limaqpampa; Pumaq Chupan o "cola del puma", ubicado en la hoy zona de la fuente frente al hotel Savoy; K'ayao Cachi o "formación de sal" en la actual zona de Qoripata; Ch'akill Chaka que corresponde a las actuales zonas de Santiago y Belén; Piqchu que significa "cima o montaña", barrio que aún conserva su nombre; K'illipata o "zona de cernícalos" (k'illichu: cernícalo) ubicado delante de Piqchu; Karmenqa actual barrio de Santa Ana; Wakapunku o "puerta del templo o adoratorio", en la actual calle de Saphi. No obstante, el estudioso cusqueño Manuel Chávez Ballón indica que fueron 12 los barrios suprimiendo Pumakurko y K'illipata pero añadiendo Qoripata; y que estaban distribuidos de a 3 siguiendo los 4 cuadrantes o Suyos.

Es evidente que la vida citadina del antiguo Qosqo giraba en torno a su gran Plaza que se encontraba en su actual ubicación pero que territorialmente fue seccionada por la mitad en la colonia. Es conocido que esta gran Plaza estaba dividida en dos sectores por el río Saphi ("Raíz") que discurría canalizado y cubierto por medio de ella. Uno de los sectores, delante de la actual Catedral, estaba destinado a las ceremonias y actos políticos y religiosos más importantes del Tawantinsuyo, sin embargo existe controversia en cuanto al nombre de este sector; muchos cronistas indican que el nombre original fue Haukaypata que significaría "zona ceremonial", pero la tradición y otros estudiosos indican que originalmente fue Wakaypata o "zona de llanto". La otra mitad de la Plaza era el Kusipata que se traduciría como "zona de alegría o regocijo", esto debido a que luego de las grandes ceremonias la población se concentraba en este sector de la plaza para llevar a cabo sus fiestas, comer y beber. Esta gran Plaza estaba empedrada en segmentos diferentes, y mayormente cubierta con arena de mar que facilitaba su uso en la época de lluvias. En medio de los 2 sectores existía una plataforma especial superior al nivel del piso conocida como Usnu desde donde el Inka, los sacerdotes u otros jefes podían dirigirse a su pueblo.

Los edificios más importantes estaban concentrados alrededor de la gran Plaza, éstos fueron principalmente los palacios de algunos de los gobernantes del Inkario, entre los que resaltan el palacio del Inka Pachakuteq conocido como Qasana al noroeste de la plaza formando esquina con la actual Calle de Plateros; el de Inka Roqa denominado Qoraqora al norte del anterior; el del Inka Wiraqocha o Kiswar Kancha en el lugar donde hoy se encuentra la Catedral; delante de este palacio había un Suntur Wasi, construcción que tenía forma cilíndrica con techo cónico y que servía como casa de emblemas y armas. El palacio de Hatun Kancha perteneciente a Inka Yupanqui estuvo al este del anterior; el Ajlla Wasi o Casa de las Vírgenes del Sol al noreste de la actual iglesia de la Compañía de

Jesús; el Amaru Kancha que fue palacio de Wayna Qhapaq ocupado por la actual Iglesia de la Compañía, el Paraninfo Universitario, el Palacio de Justicia y el colegio José Gabriel Cosio; delante de este último palacio también existía otro Suntur Wasi. Además, en el centro de la ciudad existían otros palacios como el Pukamarka que fue palacio de Tupaq Inka Yupanqui, cuyos soberbios muros aún se aprecian frente al actual hotel San Agustín y el cuartel 27 de Noviembre. El palacio de Hatunrumiyoq (es nombre moderno porque aquí se encuentra la famosa piedra de 12 ángulos, se desconoce el nombre original) perteneció a Inka Roqa y hoy sirve de palacio del Arzobispo de la ciudad; el palacio de Qollqanpata ubicado en la actual parroquia de San Cristóbal y que se aduce fue propiedad del primer Inka Manko Qhapaq.

Es de destacar que los palacios ocupaban territorios extensos, casi siempre un bloque entero, y debían albergar a la Panaka de cada Inka, es decir a toda su familia extendida (ancestros, descendientes y otros parientes). Alrededor del Kusipata aún no habían palacios, sin embargo, los terrenos estaban cercados y preparados para edificaciones futuras; aquí también cada 5 días se llevaba a cabo el mercado o Qhatu que funcionaba en base al trueque o intercambio de productos y de acuerdo a Martín de Murúa con la concurrencia de unas cien mil personas.

La historia, la tradición y la realidad indican que el Qosqo inkásico en su porción central tenía la forma de un Puma (Felis concolor), felino considerado deidad especial, Tótem o Numen Tutelar de los Quechuas; prueba de aquello es que aún hoy se conserva el nombre de la calle Pumakurko que significa y representaba la "columna vertebral del puma"; el barrio de Pumaqchupan o "cola del puma" se encuentra en la unión de los ríos Saphi ("raíz") y Tullumayu ("río de huesos" o "río flaco") hoy canalizados y cubiertos frente al actual hotel Savoy. Por su parte, la cabeza se ubicaba en Saqsaywaman que derivaría de "saqsa uma" (¿saqsa uman?) o "cabeza jaspeada" como consecuencia de su función en la forma de la ciudad. Según la tradición la forma era la de un puma agazapado sobre el río Saphi.

FIESTAS Y FESTIVIDADES ACTUALES EN EL QOSQO

CRUZ VELACUY

La Fiesta de la "Velación de la Cruz" o "Cruz Velacuy" se desarrolla anualmente en esta zona de los Andes peruanos cada 3 de mayo; su objetivo principal es el de rendirle culto a las cruces que existen por cientos en nuestra región. Su origen se remonta a las primeras décadas el siglo XVIII, cuando era una festividad privada o familiar relativamente modesta sin la fastuosidad que hoy ostenta. La Cruz es el símbolo del cristianismo; es a su vez para los católicos la representación de la pasión de Jesucristo. Luego de producirse la conquista, la Cruz fue uno de los elementos de lucha ideológica para evangelizar a los americanos y también para facilitar su sumisión, así, su adoración y uso fueron obligatorios en el nuevo mundo; los "extirpadores de idolatrías" (sacerdotes católicos) al destruir los

santuarios inkásicos ("idólatras" y "paganos") tuvieron especial cuidado en colocar cruces en su lugar; aunque, en casi la generalidad de los casos el andino simplemente creyó tener un elemento de culto más para su religión panteísta; Takahiro Kato, da un ejemplo de ello y a la letra dice, "En 1746, o sea unos 35 años después de la inauguración de la misma, en la iglesia de San Francisco se negó la misa para la celebración, porque desde el principio, la fiesta tenía componente ideológico sumamente autóctono...

...la iglesia católica rehusa la misa solamente cuando choca con la doctrina cristiana y también por el hecho que el Cruz Velacuy contenía algunos elementos andinos, la celebración, sin duda alguna, se habría modificado a un rumbo desfavorable para la iglesia católica...".

Todo parece indicar que hasta mediados de nuestro siglo el Cruz Velacuy no tuvo una real importancia en el calendario festivo de nuestra ciudad; y que más bien, según Kato, es a partir de 1950, después del terremoto que asoló la ciudad que empiezó a ganar popularidad en el medio urbano, ya que con anterioridad ésta era considerada una festividad rural o de "indios"; otra razón para su práctica casi generalizada en la ciudad sería la gran migración a ésta existente en las últimas décadas, los campesinos llegan a la ciudad con todos sus usos y costumbres y así el Cruz Velacuy primigeniamente rural se hace cada vez más imponente en el Qosqo.

Aquí se distinguen básicamente dos tipos de cruces: las movibles y las inamovibles; las movibles son casi siempre de madera y en los diferentes actos de la festividad pueden ser transportadas en procesión a diversos lugares; las inamovibles generalmente están labradas en piedra o manufacturadas en concreto, casi siempre están en las proximidades de iglesias, por su naturaleza no pueden ser transportadas, por lo tanto todas las ceremonias en su honor se hacen "in situ". Para la celebración de las cruces, normalmente se tiene un mayordomo o "carguyoq" o sea la persona que aceptó "voluntariamente" a organizar y costear la mayor parte de los gastos para la celebración, quien casi siempre es una persona con recursos y propietaria de una casa donde se levantará un altar para alojar la Cruz. El 2 de mayo es el "día de la bajada" es decir el día cuando la Cruz es trasladada del cerro o santuario donde se encuentra hacia la casa del mayordomo, donde es recibida con los honores de tradición; esa misma noche se lleva a cabo la "velada" que es acudida por todo el barrio, los mayordomos pasados, familiares, etc. Se enciende una fogata delante del altar y posteriormente se tienen danzas folklóricas diversas, se bebe ponches con aguardiente o pisco; a la media noche se toma caldo de gallina o cordero y después la alegría continúa al compás de una orquesta que toca temas populares para todos los asistentes, que danzan muy animados y estimulados con buenas dosis de alcohol; esa noche también se da a conocer al mayordomo para el próximo año; la fiesta se prolonga hasta el amanecer.

El 3 de mayo, que es el "día central" la Cruz es bien ataviada con vestimenta nueva que seguramente fue donada por el mayordomo o algún cofrado y luego se

tiene una "misa de fiesta" en la iglesia más cercana, para lo cual la Cruz es trasladada en procesión acompañada de una banda de músicos para que "escuche misa". Más tarde la Cruz vuelve al "cargo-wasi" o casa del "carguyoq" donde es colocada una vez más en su altar; al medio día los mayordomos ofrecen un almuerzo de fiesta y por la tarde la algarabía continúa. Al día siguiente se lleva a cabo el "kacharpari" o fiesta de despedida; por la mañana se celebra la "misa de despedida" y por la tarde la Cruz es transportada hasta su ubicación habitual y allí, delante de ella se come, danza y bebe ostentosamente.

Un aspecto oscuro en estas fiestas es que algunos lugares alejados, durante las celebraciones varones y mujeres beben alcohol en demasía, en muchos casos hasta perder la conciencia, lo que muchas veces conduce a perder los papeles, desinhibirse, tener un comportamiento promiscuo y aún tener relaciones sexuales con parejas desconocidas o ajenas. Luego de 9 meses es posible que alguna mujer soltera llegue a tener un niño como resultado de la fiesta, será un niño que no tiene apellido paterno y al inscribirlo en el registro oficial la mujer dirá simplemente que se trata de un "fiesta wawa" o sea un "hijo de la fiesta"; el registrador al enterarse que fue concebido en la fiesta de la Cruz es muy probable que le de al niño el apellido de "Cruz" o "Santa Cruz".

CORPUS CHRISTI

La Festividad del "Corpus Christi" ocupa un lugar preponderante en el calendario festivo de la ciudad, es una de las fiestas religiosas más fastuosas en todo el país por lo que para esta ocasión la ciudad se ve muy concurrida por gentes venidas de otros confines. El origen de esta festividad se remonta hacia el año 1247, cuando en San Miguel de Lieja (Bélgica) fue celebrada por primera vez. "Corpus Christi" significa "Cuerpo de Cristo" y fue instituida para conmemorar solemnemente la institución de la Sagrada Eucaristía que a su vez representa el Cuerpo de Cristo; debe llevarse a cabo el jueves siguiente a la octava de Pentecostés, es decir, el jueves siguiente a la fiesta de la Santísima Trinidad; este día llega a ser el jueves contando nueve semanas después del Jueves Santo. Fue establecida en esta zona de los Andes después de 1533 pero instituida oficialmente en el Qosqo por el virrey Toledo en 1572, mediante sus célebres "Ordenanzas".

En época prehispánica existían fiestas importantes en cada mes del año; el Inkario se caracterizó por ser una sociedad agrícola, tranquila y relativamente armoniosa que tenía fiestas relacionadas con su actividad principal y sus divinidades ancestrales. Es evidente que la más grande fiesta del Inkario fue el "Inti Raymi" o "Fiesta del Sol", llevada a cabo exactamente en el Solsticio de Invierno en el Hemisferio Sur, es decir el 21 de junio de cada año. Era una celebración religiosa desarrollada en la Plaza Principal de la ciudad en honor al "Tayta Inti" o "Padre Sol" y en presencia de los "mallki" de todos sus hijos, vale decir en presencia de las momias de todos los Inkas o Reyes del Tawantinsuyo, además de otros antepasados. Las momias eran llevadas en procesión ricamente ataviadas con muchas joyas y adornos en andas o literas especiales hechas en metales preciosos (el culto a los "mallki" se conocía como "Onqoy Mita"); después de la

ceremonia religiosa se tenía un festín con abundante comida, bebida y danzas en otro sector de la Plaza. Los conquistadores llegaron al Qosqo en 1533 e inmediatamente después instituyeron el Corpus Christi pero fue recién casi después de 40 años que se oficializó para cambiar la festividad "pagana" de los "indios", que casualmente se llevaba a cabo por la misma fecha. Se ordenó que los naturales y sus jefes participaran activamente en las celebraciones, sacando de cada parroquia dos o tres andas, pendones y otros elementos rituales; se debió obligar a los "indios" a concurrir a la procesión para "evitar borracheras", etc. Garcilaso Inca de la Vega, quien fue testigo presencial del Corpus Christi en los primeros años del coloniaje, indica que en la mencionada procesión participaban todos los nobles Quechuas de la región acompañados de toda su parentela, "...Traían todas las galas, ornamentos e invenciones que en tiempo de sus Reyes Incas usaban en la celebración de sus mayores fiestas; cada nación traía el blasón de su linaje, de donde se preciaba descender.

Unos venían (como pintan a Hércules) vestidos con la piel del león, sus cabezas encajadas en las del animal, porque se preciaban descender de un león. Otros traían las alas de un ave muy grande que llaman cúntur, puestas a las espaldas, como las que pintan a los ángeles, porque se precian descender de aquella ave. Y así venían otros con otras divisas pintadas, como fuentes, lagos, sierras, montes, cuevas, porque decían que sus primeros padres salieron de aquellas cosas. Traían otras divisas extrañas, con los vestidos chapados de oro y plata. Otros con guirnaldas de oro y plata; otros venían hechos monstruos, con máscaras feísimas...". En otro pasaje del libro octavo de su Historia General del Perú dice, "Los indios de cada repartimiento pasaban con sus andas, con toda su parentela y acompañamiento, cantando cada provincia en su propia lengua particular materna, y no en la general de la Corte, por diferenciarse las unas naciones de las otras.

Llevaban sus atambores (sic), flautas, caracoles y otros instrumentos rústicos musicales. Muchas provincias llevaban sus mujeres en pos de los varones, que les ayudaban a tañer y cantar.".

Es inobjetable que lo inkásico y en especial el Inti Raymi tuvieron una fuerte influencia en el desarrollo de la festividad en época colonial, interpretando lo descrito por Garcilaso se deduce que los dioses ancestrales del Inkario estuvieron siempre presentes, nos habla de disfraces y divisas con formas de "leones" refiriéndose a los pumas, de cóndores, de fuentes o "phaqchas", lagos, sierras, montes, cuevas, etc.; elementos divinos del panteísmo andino. Los Quechuas al ser presionados por la Iglesia Católica para cambiar sus dioses optaron por disfrazarlos de Vírgenes y Santos, así se consideraba que la "Pacha Mama" o "Madre Tierra" estaba representada por la Virgen María que a veces se identificaba también como la representación de la Luna, el "Tayta Inti" o "Padre Sol" por Jesucristo quien normalmente era representado no con una aureola sino con un sol alrededor de la cabeza, el Dios "Illapa" constituido por el Rayo, Trueno y Relámpago se convirtió en Santiago Apóstol, etc.; por otro lado, es inobjetable

que el andino se encontró perplejo ante la superposición de dioses, los sacerdotes católicos conocedores que las montañas eran consideradas divinidades especiales colocaron cruces en sus cumbres, así el nativo de estas tierras por la presión religiosa colonial debió adorar las cruces manteniendo un oculto pero siempre presente respeto y adoración hacia el "Apu" de la montaña. De esta manera se inició con el sincretismo religioso que sobrevive aún en nuestros días; aunque teórica y oficialmente se aduce que el Perú es un país católico, en la práctica la religión inkásica es también vigente en los Andes no solo del Perú, sino también de Bolivia y Ecuador.

Hoy, la festividad es importante en la población común y corriente que habita en la jurisdicción de las diferentes parroquias del Qosqo; los preparativos se inician con semanas y aún meses de anticipación para lo que existe una organización tradicional comandada por el mayordomo ("carguyoq") que es la persona que aceptó el cargo, la responsabilidad y obligación para costear la mayor parte de los gastos de la festividad que entre otros incluye misas, vestimenta nueva para la Virgen o el Santo de la Parroquia, el contrato con una banda de músicos ("q'aperos") para acompañar la procesión, una orquesta típica para la celebración de la fiesta, comida para los invitados, aguardiente, chicha y cerveza, recordatorios, etc. En muchos casos los gastos son compartidos con otras personas que fueron comprometidas para ello mediante la "hurk'a", es decir, el sistema mediante el cual se visita a una persona con panes de trigo enormes como regalos para que al aceptarlos adquieran el compromiso a donar o pagar algo para la fiesta.

El día miércoles o día anterior al Corpus Christi se realiza la "entrada" de las imágenes que salen en procesión de sus parroquias acompañadas del cura, los vecinos, los mayordomos que portan en el pecho las "demandas" que son distintivos o estandartes a veces de plata con la imagen de la Virgen o Santo, para dirigirse a la Catedral donde la imagen será depositada hasta el día siguiente en que se realiza la procesión principal. En esta "entrada" de santos es célebre y espectacular la "carrera" que emprenden San Sebastián y San Jerónimo para tratar de llegar primero a la Catedral de la ciudad; temprano de madrugada parte la imagen de San Jerónimo desde el distrito del mismo nombre distante a unos 10 Kms. en el distrito de San Sebastían a unos 5 Kms. la imagen del pueblo ya está en la pista, y así a la llegada de la otra imagen se inicia una loca carrera por la Avda. de la Cultura hacia la Plaza de Armas; para abrirse campo por la pista en muchos casos los cargadores de las imágenes que están animados con buenas dosis de alcohol inician grescas con palos y piedras que muchas veces producen lesiones múltiples. En la Plaza de Armas se han levantado altares bastante grandes y adornados con espejos, banderas, flores, ramas de árboles, algunas imágenes, etc.; otrora, esos altares eran más numerosos y ostentosos, adornados con frontales de plata, lienzos de Escuela Cusqueña, imágenes en bulto, etc. En este día, en las cercanías de la Plaza de Armas muchos comerciantes han colocado sus stands de comida típica para los asistentes a la "entrada", donde se sirve el tradicional "Chiri Uchu" o "Ají Frío" que consiste en pequeños trozos de cuy asado, pollo, ch'arki, embutidos, cau-cau, queso, torrejas de harina de maíz,

maíz tostado, qocha-yuyo y rocoto; otros stands también sirven chicharrones, anticuchos, etc.; y por supuesto, cantidades industriales de cerveza y chicha. Luego del ingreso de las imágenes a la Catedral, el pueblo dará rienda suelta a sus gustos gastronómicos y su sed de alcohol.

El día principal del Corpus Christi se percibe mucha actividad desde las primeras horas de la mañana; dentro de la Catedral se celebran muchas misas para los diversos Santos y Vírgenes, a eso de las 10:30 a.m., el Arzobispo de la ciudad celebra una Misa Pontifical o Te-Deum, luego de la cual se dará inicio a la procesión. Preside la procesión la Carroza de Plata conocida también como Templete o Baldaquino en cuya porción central sostiene al sol de oro de la Custodia que a su vez representa el Santísimo, delante del cual permanece el Arzobispo de rodillas. El Templete fue mandado a construir por el Obispo Fray Bernardo de Serrada en 1733 utilizando parte de un legado del Deán doctor Francisco de Goyzueta Maldonado, tiene su marco en madera de cedro y recubierto con planchas de plata repujada; hoy en día sale en procesión sobre un vehículo motorizado; detrás siguen la autoridades de la ciudad, delegaciones de instituciones diversas y colegios, etc.

Después de la procesión del Santísimo, aproximadamente al medio día, se inicia con la procesión de Santos y Vírgenes en la Plaza de Armas donde se han congregado quizá unas 50 ó 60 mil personas. La tradición tiene un orden establecido para la procesión, de tal modo que el orden de salida de las imágenes en los últimos años es el siguiente:

1.- San Antonio de la parroquia de San Cristóbal; 2.- San Jerónimo de la parroquia del distrito de San Jerónimo; 3.- San Cristóbal de la parroquia de San Cristóbal; 4.- San Sebastían de la parroquia del distrito de San Sebastián; 5.- Santa Bárbara de la parroquia del distrito de Poroy; 6.- Santa Ana de la parroquia de Santa Ana; 7.- Santiago Apóstol de la parroquia de Santiago; 8.- San Blas de la parroquia de San Blas; 9.- San Pedro de la parroquia de San Pedro; 10.- San José de la parroquia de Belén; 11.- Virgen de la Natividad de la parroquia de Almudena; 12.- Virgen de los Remedios de la iglesia de Santa Catalina; 13.- Virgen Purificada de la parroquia de San Pedro; 14.- Virgen de Belén de la parroquia de Belén; 15.- Virgen de la Inmaculada Concepción llamada también "La Linda" de la Catedral.

Luego de la procesión de imágenes, éstas son guardadas dentro de la Catedral donde permanecerán hasta la "octava", es decir hasta ocho días después del Corpus Christi. El día de la "octava" se inicia con otra procesión del Santísimo seguido por los diversos Santos y Vírgenes que retornarán a sus parroquias de origen una vez concluida la procesión. Ya en la parroquia de la imagen, en la

efervescencia de la fiesta y en medio de la algarabía con música y alcohol, se comprometerá al nuevo mayordomo o "carguyoq", vale decir a la persona que costeará los gastos de la festividad para el próximo año.

INTI RAYMI

El "Inti Raymi" o "Fiesta del Sol" fue sin duda la más grande, importante, espectacular y ostentosa festividad que se tuvo en época prehispánica; estuvo destinada a rendirle culto al Sol o "Inti" conocido también en ciertos sectores como "Apu P'unchau" o "Dios del Día". Se debió llevar a cabo el 21 de junio de cada año, vale decir en el solsticio de invierno del Hemisferio Sur, en la gran Plaza Principal del Qosqo. En la Mitología Andina se consideraba que los Inkas eran descendientes del Sol por lo tanto anualmente se debía rendirle pleitesía con un celebración suntuosa, además, la fiesta era llevada a cabo al final de la cosecha de tubérculos y maíz para agradecerle por las abundantes cosechas o en su defecto para pedirle mayores cosechas en la próxima temporada. Por su parte, es en los solsticios cuando el Sol se encuentra en el punto más lejano de la tierra o viceversa, y es en esta fecha cuando los Quechuas debían llevar a cabo rituales diversos para pedirle al Sol que no abandone a sus hijos.

Los preparativos debían llevarse a cabo en el Qorikancha o Templo del Sol, en el Aqllawasi o Casa de Mujeres Escogidas y en el Haukaypata o Wakaypata que era el sector nororiental de la gran Plaza Principal (actual Plaza de Armas); días antes de la ceremonia se debió practicar entre la población entera ayunos y abstinencia sexual. Antes del amanecer del 21 de junio, la nobleza cusqueña presidida por el Inka y el Willaq Uma o Sumo Sacerdote, estaba emplazada en el Haukaypata (la porción ceremonial de la Plaza), la población noble restante ubicada en el Kusipata (la porción suroccidental); para ello se habían traído los "Mallki" o momias de sus ancestros nobles que eran colocadas en sectores privilegiados para que así pudiesen presenciar toda la ceremonia. A la salida del Sol la población debía saludar al Dios Sol con la "much'ay" ("mocha" en su forma españolizada) emitiendo besos sonoros ofrecidos simbólicamente con las manos; luego de aquello se entonaban cánticos solemnes a media voz que luego se transformaban en sus "wakay taky" o canciones con llanto, llegando así al clímax emocional y religioso. Posteriormente el Hijo del Sol, es decir el Inka tomaba en sus manos dos vasos ceremoniales de oro denominados "akilla" que contenían "Aqha" hoy conocida como "chicha" (cerveza de maíz) elaborada en el Aqllawasi; la bebida del vaso de la mano derecha era ofrecida al Sol y luego vertida en un canal dorado comunicando la Plaza con el Templo del Sol; el Inka bebía un sorbo de chicha del otro vaso que luego era bebida en sorbos por los nobles cerca a él; con posterioridad se ofrecía chicha a todos los asistentes.

Algunos Historiadores aducen que la ceremonia era iniciada en el Qorikancha en presencia de la representación del Sol que estaba hecha en oro bastante bruñido y que a la salida del astro rey lo reflejaba con una brillantez enceguecedora y que después el Inka se dirigía con toda su comitiva a través del "Intik'iqllu" o "Calle del Sol" (hoy calle Loreto) hacia la gran Plaza para presenciar el sacrificio de la

llama. En la más importante ceremonia religiosa del Inkario, el Sumo Sacerdote debía efectuar el sacrificio de una llama completamente negra o blanca; con un filudo cuchillo ceremonial dorado denominado "Tumi" debía abrir el pecho del animal y con las manos extraerle el corazón palpitante, los pulmones y vísceras, para mediante la observación de estos elementos poder predecir o pronosticar el futuro; posteriormente el animal y sus partes eran completamente incinerados. Después del sacrificio, el Willaq Uma debía producir el "Fuego Sagrado" que había sido extinguido antes de la fiesta, el sacerdote colocado frente al Sol debía recibir sus rayos en un medallón dorado y cóncavo que además contenía algún material suave o resinoso para así producir el fuego que debía conservarse durante todo el año siguiente en el Qorikancha y el Aqllawasi. Posteriormente se debía consumir el "Sanqhu", una especie de "pan sagrado" preparado en base a harina de maíz y sangre de la llama sacrificada, su consumo era enteramente religioso a la manera de una hostia cristiana.

Concluidas las diferentes etapas rituales de Inti Raymi, la población entera se apostaba en el sector suroccidente de la Plaza denominada "Kusipata" o "Sector de la Alegría" (hoy Plaza del Regocijo) donde luego de alimentarse la gente se entregaba a la diversión con música, danzas y abundante chicha.

En la actualidad anualmente se escenifica el Inti Raymi en el "Chukipanpa" o la explanada de Saqsaywaman, el día de San Juan que es el 24 de junio, considerado también como "Día del Indio" o "Día del Campesino"; fue establecido en el calendario festivo del Qosqo a partir de 1944 gracias al entusiasmo cusqueñista del Dr. Humberto Vidal Unda

CATEDRAL

De acuerdo a la historia, en el Inkario la Gran Plaza del Qosqo estuvo rodeada por palacios de los Inkas, construidos para albergar a sus "panakas" o familias reales extendidas; uno de aquellos palacios fue el Kiswarkancha perteneciente al Inka Wiraqocha que en su costado oriental poseía un edificio de forma circular denominado "Suntur Wasi" que era una especie de casa de armas y escudos; sobre estas dos primigenias construcciones se encuentra la actual Catedral y sus dos iglesias menores.

Después de la fundación española de la ciudad en 1534, se señaló también un lugar para la construcción de la iglesia, lugar que correspondió al "Suntur Wasi", donde efectivamente se edificó la antigua iglesia que era pequeña. Posteriormente las necesidades de culto llevaron a adquirir los terrenos próximos a la iglesia para la construcción de la actual Santa Basílica Catedral que empezó en 1560, sobre un área de casi 4 mil m², con diseños originales hechos por el arquitecto Juan Miguel de Veramendi. El Cabildo Eclesiástico de la ciudad acordó con anterioridad el traslado de las piedras de la "fortaleza" para la obra; es decir que se ordenó la demolición de Saqsaywaman para utilizar las piedras andesita de sus paredes

principales en la edificación de la catedral que fue culminada en 1654, luego de 94 años de construcción con retrasos e inconvenientes diversos. Fue diseñada y supervisada por arquitectos y sacerdotes hispanos, pero ejecutada con el trabajo, sudor, lágrimas y sangre de los descendientes de los Inkas.

La Catedral del Qosqo es sin duda uno de los monumentos coloniales más notables de América, su estructura es renacentista en esencia, su planta interior tiene la forma de una cruz latina, con cruceros que comunican con sus dos iglesias laterales: la "Iglesia del Triunfo" hacia el este y la "Iglesia de la Sagrada Familia" hacia el oeste; tiene tres naves: una central, la "Nave de la Epístola" hacia el este y la "Nave del Evangelio" hacia el oeste. Hoy para visitar el monumento, se ingresa por la puerta de la "Iglesia del Triunfo" que se encuentra precisamente en el mismo lugar de la antigua iglesia mayor hecha sobre el "Suntur Wasi". Es conocido que tres años después del arribo de los invasores hispanos, Manko Inka inicia la guerra por recuperar su estado. Se produjo el sitio del Qosqo y hubo un momento en que los conquistadores estuvieron casi totalmente vencidos, todos ellos reunidos dentro del "Suntur Wasi"; cuenta la tradición católica que precisamente en aquel momento hizo su aparición la Virgen de la Descención quien bajo desde el cielo e hizo el milagro de dar fuerza y lucidez a los conquistadores para salir victoriosos. Además, cuenta la tradición católica que también en esas circunstancias apareció el apóstol Santiago cabalgando en su corcel quien empezó a matar a los Quechuas (Santiago es el Patrón de España y allá es conocido como "mata-moros" mientras que aquí como "mata-indios"); con la ayuda de estas dos divinidades los invasores pudieron salir triunfantes. Es ésa la razón por la que es denominada "Iglesia del Triunfo", el triunfo de españoles sobre Quechuas, el triunfo del catolicismo sobre la religión inkásica. Al exterior, en la fachada, a ambos lados de su entrada se encuentran inscripciones talladas en piedra fechadas en 1664 relatando los milagros. La iglesia tiene tres naves, seis retablos de madera de cedro tallados y dorados con hojas de oro resaltando el primero a la derecha que es barroco y bastante grande que ostenta un Cristo crucificado en bulto casi perfecto; tiene además dos retablos de estilo neoclásico hechos en yeso. En la parte central de la iglesia se halla el altar mayor labrado totalmente en granito y que para ser un trabajo en piedra es bastante complicado, está dorado en partes y en su porción superior contiene la imagen en bulto de la "Virgen de la Descención"; en su parte inferior tiene una cruz de madera conocida como la "cruz de la conquista" aquella que trajo Vicente Valverde desde España y que fue la primera cruz cristiana en el Tawantinsuyo.

Cabe indicar que a pesar que la mayor parte de los trabajos de arte que aquí se encuentran han sido hechos por la misma época, los estilos o escuelas son diferentes y más aún son entremezclados en muchísimos casos; la razón para ello es que fueron ejecutados principalmente por artistas indígenas, quienes no tenían una larga tradición ni escuelas definidas para realizar obras requeridas por el catolicismo. Además, en pintura aquí se desarrolló la célebre "Escuela Cusqueña" reconocida en todo el continente; los europeos trajeron sus técnicas, estilos y escuelas que fueron enseñadas a los Inkas o sus descendientes, quienes empuñaron el pincel o la gubia para ejecutar casi todos los trabajos de arte

colonial que se encuentran en la región. Los pintores Quechuas desde un principio, por imposición de la iglesia y los intereses de la evangelización no pudieron dar rienda suelta a su imaginación, y simplemente se limitaron a copiar escenas, estampas o cuadros ya existentes en Europa; por lo tanto no pudieron pintar sus rostros, paisajes andinos, ni firmar sus obras de arte. Esa es la razón por la que hoy gran parte de sus obras son anónimas; no obstante, el artista Quechua entremezcló o puso las cosas de su mundo y religión autóctonos en su obra de arte de una manera a veces oculta y/o disimulada. En la actualidad se conocen algunos de los autores de ciertas obras de arte porque se han encontrado los conciertos o contratos que se celebraron para su ejecución.

Hoy, en las columnas centrales de la iglesia se aprecia una colección incompleta de los doce originales lienzos que representaban las Parábolas de Cristo, con los doce meses del año, las cuatro estaciones y sus signos zodiacales; pintadas hacia 1681 por el pintor andino Diego Quispe T'ito natural del actual distrito de San Sebastián al este de la ciudad, quien probablemente aprendió el arte de la pintura en Europa por lo que tiene una fuerte influencia flamenca; Quispe es el creador y máximo exponente de la Escuela Cusqueña y es también autor del lienzo en la catedral que representa la "Virgen de Belén", y muchos otros diseminados en todo el país.

En la colonia las iglesias poseían catacumbas que debían guardar los cadáveres de gente adinerada o importante, hoy en la cripta abierta que se aprecia en la iglesia del Triunfo se guarda un cofre que contiene la mitad de las cenizas del ínclito cronista mestizo cusqueño don Gómez Suarez de Figueroa conocido como Garcilaso Inka de la Vega, traídas de la Catedral de Córdoba en 1978 por los reyes de España.

Al oeste de la iglesia del Triunfo hay un portón que comunica con la Basílica Catedral, al trasponerla se encuentran pinturas diversas resaltando dos lienzos enormes pintados por Basilio Santa Cruz Pumacallo, otro insigne representante de la Escuela Cusqueña del siglo XVII. Con normalidad se aprecia que los cuadros hechos por artistas nativos no son perfectos, casi siempre son faltos de proporción y proyección, y tienen muchos errores; uno de los lienzos de Santa Cruz Pumacallo representa "La Apoteosis de San Cristóbal" en la que la proyección es deficiente, el santo tiene la cabeza muy grande para su cuerpo, y donde tampoco se observa la refracción que ocurre al tener los pies sumergidos en el agua, fenómeno por el que las cosas parecen estar quebradas; pero en su conjunto es un lienzo bello. El otro lienzo grande representa a San Isidro el Labrador, patrono de los agricultores. Se aprecian también alrededor de la puerta otros cuadros del pintor Martín de Rivera, todos con marcos tallados en cedro y dorados con hojas de oro. Para el dorado de marcos, rejas, retablos y altares se empleó la técnica de la "Hoja u Hojuela de Oro"; en principio se debió tallar y pulir la madera que luego era alisada con tiza o yeso, para posteriormente untar las superficies con "Bol de Armenio", una especie de pegamento sobre el que se colocaban finas láminas de oro de 18 quilates, esta técnica es conocida por algunos como "Pan de Oro"; por

lo tanto, las superficies doradas no fueron ni son pintadas, sino que contienen oro sólido.

Avanzando hacia la derecha, por la nave de la Epístola, se arriba a la capilla donde se muestran algunos objetos de Platería; capilla que como las demás tiene una verjería en cedro dorado bastante bella; resaltando en el interior el "Templete de Plata" o "Baldaquín" hecho en 1733 utilizando parte de un legado del Deán doctor Francisco de Goyzueta Maldonado, que anualmente se utiliza para transportar la Custodia y el Santísimo Sacramento durante la procesión del Corpus Christi. Se aprecian además frontales, incensarios, un sahumerio, literas, candelabros, etc., todos fabricados en plata; los marcos y estructuras principales de los objetos grandes se han hecho en madera de cedro y fueron recubiertos con planchas de plata repujada.

Más adelante se llega a la Sacristía, también conocida como la "Sala Pictórica" por la cantidad de lienzos que se encuentran en su interior, con pinturas en la porción superior que representan algunas escenas bíblicas, más abajo Santos de la Iglesia Católica de todo el mundo y aún más abajo una colección de lienzos con imágenes a cuerpo entero de todos los obispos y arzobispos que se tuvieron en la ciudad a partir de Vicente Valverde que fue el primer obispo del Qosqo. En el mismo recinto se encuentran armarios y baúles tallados en cedro en época colonial donde se guardan las vestiduras ceremoniales de sacerdotes y otros elementos de parafernalia católica; aquí dentro, detrás de una puerta tallada se encuentra la caja fuerte donde se guardan las joyas más valiosas de la Catedral, incluyendo coronas, adornos, etc., hechos en oro de 18 y 24 quilates; resalta la custodia que tiene un peso de casi 22 kgs. de oro y 5 kgs. de plata, además de estar adornada con más de mil piedras preciosas siendo las más abundantes perlas, diamantes y esmeraldas. Dentro de la Sacristía se encuentra también uno de los dos altares de cedro que no fueron dorados en la Catedral, tiene columnas salomónicas propias del barroco y en su porción central baja contiene un lienzo de un Cristo Crucificado que era atribuido al pintor flamenco Van Dyck, no obstante ello, estudios serios demuestran que es un lienzo de escuela cusqueña cuyo autor es anónimo y como en muchas obras de este tipo el lienzo no es perfecto ya que el cuerpo del Cristo no parece ser el de un varón sino el de una fémina por el contorneo de sus caderas y la consistencia de la carne; quizá se utilizó a una mujer como modelo o en su defecto esa es la forma como el artista indígena percibía a Cristo.

Saliendo de la sacristía hacia la derecha en un ángulo de la iglesia se encuentra el altar del Señor de Unupunku (unu: agua; punku: puerta), la tradición creía que la catedral estaba construida sobre un lago cuyas aguas se podían ver al levantar la loza que está delante del altar, mas se trata sólo de un canal de drenaje de las aguas de un manantial; cabe destacar que en todo el Valle del Qosqo se encuentran gran cantidad de manantes naturales. Al costado oriental del altar está un gran lienzo que representa a Cristo y sus apóstoles en la Ultima Cena cuyo autor es el cusqueño Marcos Zapata; no es un lienzo perfecto pero sí es posiblemente el más célebre de la catedral porque al medio de la mesa se aprecia

una bandeja que contiene un cuye (cobayo o conejillo de indias) asado que es el plato por excelencia en los Andes, heredado del Inkario y se consume sólo en las ocasiones más especiales; asimismo el pintor andino puso en la mesa productos como papayas y rocotos, es decir elementos de su mundo ancestral.

Continuando por detrás del actual altar mayor se encuentra el Altar de los Apóstoles que se supone fue el primitivo altar principal de la catedral, tallado en cedro sin dorar contiene las imágenes en bulto de los apóstoles con San Pedro al medio en la parte baja; su estilo es confuso al tener elementos del churrigueresco y rococó. Más adelante, en el otro ángulo, ya en la nave del evangelio se encuentra el Altar de la Santísima Trinidad que fue una donación de Juan de Salas y Valdez quien se supone fue propietario de la Casa de los Cuatro Bustos donde hoy se halla el hotel Libertador, ejecutada por el maestro ebanista y ensamblador Martín de Torres; resalta en el altar la pintura de la Virgen y el Niño que juega con un pichón de cernícalo pintada por el jesuita italiano Bernardo Demócrito Bitti, siendo una de las pocas obras que se encuentran en la iglesia hechas por artistas extranjeros. Al costado occidental del altar está otro lienzo grande que representa el Cordero Pascual, obra de Marcos Zapata, con Cristo y sus discípulos en la parte superior y hacia abajo el Rey David y su arpa, María Magdalena y San Pedro junto a un gallo; llaman la atención las escaleras pintadas en las parte inferior derecha del lienzo que están suspendidas en el aire. Avanzando hacia afuera, a la derecha se encuentra la Capilla de la Virgen de la Natividad que es un tanto austera y al frente de ésta se halla la cripta donde se guardan los restos de obispos y arzobispos del Qosqo; sobre la puerta de rejas está un lienzo anónimo bastante grande que representa el terremoto de 1650 que asoló la ciudad, mandado a pintar por Alonso de Monroy y Cortés, donde se aprecia que un siglo después de la invasión española los techos de las casas eran ya de tejas, la gran plaza inkásica ya estaba dividida en dos sectores, y también se observa la imagen del Señor de los Temblores; en 1950 ocurrió otro gran terremoto en la ciudad y de igual modo en el Inkario el año 1350, por lo que tradicionalmente se aduce que en el Qosqo se tienen terremotos grandes cada 3 siglos.

Poco más adelante se encuentra la Capilla de la "Virgen de Choqonchaka" o "El Dulce Nombre de María" que ostenta un altar de barroco cusqueño profusamente exornado, muchos denominan a este barroco "crespo cusqueño". Aquí se encuentra la imagen en bulto de la "Virgen de la Inmaculada Concepción" que es muy similar a la "Virgen la Linda" hallada también en esta catedral; la imagen fue traída de Choqonchaka que fue un fundo extenso en la provincia de Lampa del departamento de Puno cuyos ingresos servían para el sostenimiento de la capilla donde hoy también se aloja el Sagrario de la iglesia. Avanzando hacia afuera se pasa el crucero que tiene una puerta conducente a la iglesia de la "Sagrada Familia" en cuyas paredes laterales se hallan otros dos lienzos inmensos cuyo autor es Basilio Santa Cruz Pumacallo y representan "La Imposición de la Casulla a San Ildefonso" y "El Extasis de San Felipe de Neri", los otros lienzos alrededor de la puerta son obra de Martín de Rivera. Avanzando siempre hacia la puerta principal de la Catedral se encuentra la Capilla de la Virgen de la Inmaculada

Concepción, tradicionalmente conocida como "La Linda" por las facciones que presenta su imagen en bulto, tiene un altar dorado barroco bastante bello trabajado por el maestro ensamblador Martín de Torres, y un frontal de plata repujada con el escudo del obispo Doctor don Manuel de Mollinedo y Angulo considerado como el más grande mecenas del arte colonial en el Qosqo; él fue natural de Madrid e impulsó hacia finales del siglo XVII de modo bastante activo la creación de lienzos, altares, púlpitos, frontales y muchos otros objetos de valor artístico, no sólo en la catedral sino en muchas de las iglesias de la ciudad. Avanzando más se halla la Capilla de San José que tiene un altar dorado ostentando las imágenes en bulto de San José y el Niño Jesús; a pesar de las obras de arte que presenta ésta es la capilla más austera de la iglesia; al frente de esta capilla se halla un lienzo titulado "Santa María Real de la Almudena", Virgen venerada en Madrid, cuyo autor es Basilio Santa Cruz Pumacallo.

Un poco más hacia el exterior se halla la Capilla del Apóstol Santiago, quien es patrón de España como consecuencia de la ayuda que según el catolicismo le dio al pueblo español en la invasión de los Moros; también aquí fue proclamado patrón del Qosqo en 1651 al considerar la tradición católica que ayudó a los invasores españoles a vencer a los Inkas luego del sitio de la ciudad por Manko Inka en 1536. En España es conocido como "Mata Moros" y aquí como "Mata Indios"; en la capilla se encuentra la imagen en bulto del Santo Ecuestre, su altar es de cedro dorado donde se halla una pintura que representa al Santo matando a los Quechuas partidarios de Manko. Frente a esa capilla se halla el altar del Señor de la Transfiguración y más adelante la Capilla de la Virgen del Carmen, con altar también de cedro dorado; en las paredes laterales se observan dos lienzos cuyo autor es Francisco González Gamarra, pintados en el presente siglo.

En esta zona se encuentran las puertas de la catedral que dan hacia la Plaza de Armas, la puerta central es denominada "Puerta del Perdón", la oriental "de la Epístola" al igual que la nave a partir de ella y la occidental "del evangelio" así como su nave. La catedral tiene en su fachada dos torres, la occidental o "Torre del Evangelio" alberga, de acuerdo a una leyenda descrita por Alfonsina Barrionuevo a un príncipe Quechua cautivo, prisionero en una celda cuya entrada se ignora y que el día en que la torre se desplome saldrá en libertad y reunirá a su pueblo restableciendo el Tawantinsuyo, dice además, "Cuando el Terremoto del 21 de mayo de 1950, los venerables taitas de los ayllus aguardaron por semanas la destrucción de la torre que se rajó en tres partes. Fue inútil porque no cayó y fue reconstruida por España. Pero ellos mantienen su esperanza y creen que algún día la predicción se cumplirá". Esa misma torre sostiene la célebre campana mayor de la ciudad "María Angola" que tiene 2.15 metros de altura y pesa 130 quintales (5980 kgs.), fundida en 1659 y que de acuerdo a la tradición su nombre proviene en homenaje a una esclava negra liberta de nombre María originaria de Angola que arrojó al crisol donde se fundía el metal para la campana unas 25 libras de oro y que su sonido era audible hasta Urcos a unos 40 Kms. de la ciudad; hoy la campana está rajada, tiene un sonido ronco y se tañe sólo en ocasiones especiales.

Ingresando por la "Puerta del Perdón", uno se encuentra frente al Altar del Perdón que fue mandado a construir por el Obispo Mollinedo y Angulo en 1678, en cuya porción central se halla el lienzo de la Virgen de la Natividad o "La Antigua", que de acuerdo a la tradición es un regalo para la ciudad del Rey Carlos V que reinó en la primera mitad del siglo XVI; lleva a un niño Jesús en los brazos y sus vestiduras están profusamente exornadas con un brocateado o "estofado" realizado con pintura dorada. Originalmente, a ambos lados de la Virgen La Antigua se encontraban 2 lienzos de Quispe T'ito que representaban "La descención de la Virgen en el Sunturwasi" y "La aparición del Apóstol Santiago en la Plaza Mayor", que fueron retirados por orden del Presidente Mariscal Agustín Gamarra, décadas después de la consecución de la independencia por considerarlos ofensivos a la nacionalidad peruana; en su lugar se colocaron lienzos que según algunos corresponden al pincel de Corvacho y según otros a González, que representan la "Profesión de Santa Clara" y "El Coro de los Capuchinos". Alrededor de toda la parte superior, sobre la corniza interna de la catedral se observa una serie de lienzos pintados en 1755 cuyo autor es Marcos Zapata; serie de 50 lienzos que se denomina "Letanía Lauretana de Nuestra Señora", colocada en las pechinas o enjutas de arco.

Avanzando hacia la derecha, por la "nave de la epístola", se halla la Capilla de la Virgen de los Remedios, en cuyo altar barroco de cedro dorado aparece un lienzo de la Virgen y el Niño en cuyas cabezas existen coronas de plata superpuestas en la tela de la pintura que fue mandada a pintar por don Alonso Monroy y Cortés en Valencia (España), trasladada a México, Lima, Huancavelica y finalmente traída a esta ciudad por el mismo Monroy y Cortés en 1646 que según la tradición tuvo que cumplir la voluntad de la Virgen de ser traída a la Catedral del Qosqo, luego que Monroy recibiera un milagro de la misma; parte del milagro se representa en el lienzo tríptico existente en la pared lateral derecha de la capilla. Más adelante se encuentra la Capilla de la Virgen del Perpetuo Socorro, cuya imagen en bulto hecha en plata repujada de unos 30 cms. de altura ocupa la porción central del altar barroco de cedro dorado, a su derecha está la escultura de San José y a su izquierda la de Santa Rosa de Lima (Santa domínica peruana [1586-1617], canonizada en 1671, patrona del Perú, de América y las Filipinas). Frente a esa capilla se encuentra el Altar de San Antonio de Padua, en cuya porción central está la escultura del Santo que es patrono de los viajeros, pordioseros y mujeres estériles; es frecuente encontrar en el retablo, a los pies del Santo cartas de mujeres solteras pidiendo les conceda novios.

Más adelante, siempre en la nave de la epístola se halla la Capilla del Señor de la Vara (de la Caña o Justo Juez), que ostenta un retablo barroco de cedro dorado en cuya parte central está la escultura de Cristo sentado sosteniendo una vara símbolo de autoridad delante de él; a ambos lados del Cristo están las imágenes en bulto de Santa Cecilia y Santiago el Menor, y encima la escultura de San Miguel Arcángel. Frente a esta capilla se halla un lienzo que representa la Virgen de Belén que corresponde al pincel de Diego Quispe T'ito.

Continuando hacia el interior está la Capilla del Señor de los Temblores, el más importante Cristo de la catedral; considerado Patrón Jurado del Qosqo cuyo día y procesión central es cada Lunes Santo. La escultura, según la tradición, es un presente del rey Carlos V de España para la ciudad y llegó a mediados del siglo XVI, traído por mar fue denominado "Señor de las Tormentas", según el catolicismo por haber tranquilizado el mar embravecido que amenazaba la embarcación que lo traía. Sin embargo, al hacerse los trabajos de restauración de la imagen hace algunas décadas atrás se descubrió que en su fabricación se había utilizado la técnica del "T'eque" cusqueño, por lo tanto fue hecho en la región en base a maguey (Agave americana) y posiblemente los fondos fueron enviados por el aludido rey. Su actual denominación de "Señor de los Temblores" surgió a partir de 1650 cuando la antigua Capital de los Inkas fue sacudida por un gran terremoto; cuenta la tradición católica que en medio de ese movimiento telúrico algunos feligreses cusqueños sacaron en procesión esa imagen que hasta entonces estaba olvidada en un rincón de la iglesia, deteniendo así la catástrofe. Este es un Cristo moreno, no porque se haya utilizado pintura para darle esa coloración oscura sino que es simplemente consecuencia de los materiales de base resinosa o grasosa que se utilizaron para su construcción que con el tiempo adquirieron ese color por la influencia del humo de las velas. Su retablo original estuvo hecho en cedro dorado al igual que los demás de esta catedral, mas desafortunadamente hubo un incendio que quemó el original y el que hoy se aprecia está hecho en yeso, es neoclásico y en la actualidad los fieles de la ciudad lo están cubriendo paulatinamente con planchas de plata repujada. Este es además, uno de los Cristos más ostentosos del país por la cantidad de joyas que posee entre las que se cuentan coronas, clavos, etc. La corona original del Señor de los Temblores que tenía un peso de 1.3 kgs. de oro sólido fue robada en la década del 80, la que hoy se observa es también áurea pero más liviana; los clavos que muestra en las manos y pies son de oro sólido y centenas de piedras preciosas. En ambos costados del Cristo moreno se hallan las esculturas de la Virgen Dolorosa y San Juan Bautista.

En la nave central se encuentra el Altar Mayor o Altar Principal de la Catedral cuya estructura base neoclásica está tallada en cedro y dorada con hojuelas de oro; hoy la cara del altar se halla totalmente cubierta con planchas de plata repujada, plata que fue donada por el Dr. Manuel Boza, cura del pueblo de Santo Tomás en la actual provincia de Chumbivilcas para la catedral del Qosqo representada por el entonces obispo don Bartolomé de las Heras, el cura Boza fue dueño de minas de plata y había mandado cubrir con planchas del metal precioso los pasadizos de su iglesia con ocasión de la llegada del obispo quien ordenó o probablemente solicitó se trasladase el material para cubrir el altar mayor de la catedral; en el frontal del altar se lee una inscripción aludiendo el trabajo como regalo del obispo de las Heras fechada en 1803. En la parte alta, en medio del Altar Mayor está la imagen en bulto de la Virgen de la Asunción (Virgen Asunta), es de destacar que la catedral fue dedicada a esa Virgen. En las columnas delante del Altar Mayor se hallan dos Ambones, obra de Martín de Torres; son una especie de dos púlpitos pequeños utilizados para leer el Evangelio y la Epístola durante los servicios religiosos. Adosado a una columna de la nave central se

observa el Púlpito, tallado en cedro con estilo barroco por el más famoso escultor Quechua nacido en estas tierras cuyo nombre es Juan Tomás Tuyro Túpaq; en la taza o base se aprecian esculturas de San Lucas, San Marcos, La Virgen de la Inmaculada Concepción al centro, y al otro lado San Juan y San Mateo, todos separados por columnas retorcidas; en el respaldo del púlpito se halla la imagen de San Pablo; encima está el tornavoz bastante exornado en cuya cumbre está también la escultura de San Pablo.

En las columnas centrales de la catedral se observan lienzos que representan a San Lucas, San Mateo, San Gregorio Magno, San Jerónimo y San Agustín que corresponden al pincel del pintor Antonio Sinchi Roqa, descendiente de la nobleza inkásica, natural de la Villa de Maras actual distrito del mismo nombre en la provincia de Urubamba, quien además tiene otros lienzos en la iglesia de la Sagrada Familia en esta misma catedral.

Frente al Altar Mayor se halla el Coro de la Catedral que es una obra maestra de tallado en madera que a decir de algunos historiadores es obra del sacerdote Diego Arias de la Cerda, en realidad este sacerdote hizo la administración de recursos y posiblemente también diseño el coro, mas fue un equipo de expertos artistas indígenas que hizo posible su materialización. El Coro está tallado en cedro con estilo barroco bastante complicado y contiene las imágenes talladas de 42 Santos de la iglesia católica de todo el mundo, y encima 38 Santas y Vírgenes. Tiene dos niveles de sillería, el inferior consta de 24 sitiales mientras que el superior de 40, los sitiales tienen coderas anchas, planas y horizontales que además servían para allí colocar los candeleros; hacia abajo, esas mismas coderas presentan figuras femeninas con facciones indígenas que muestran sus pechos desnudos y el vientre abultado a manera de un ojo que según la tradición representan la "Pacha Mama" o "Madre Tierra" del Inkario. El asiento de los sitiales tiene una parte plegable ajustada con bisagras que es conocida como "misericordia" porque al tener ceremonias bastante largas esa parte movible permitía a los asistentes pararse y estirar las piernas. Hacia el fondo, al medio de todos los sitiales se halla el trono central o "sitial episcopal" que es más amplio y adornado que los demás, detrás del cual hay un pequeño retablo hecho en madera de ébano que posiblemente fue traído de España al encontrarse esta madera sólo en Africa. En la porción central del retablo se observa la imagen tallada de la Virgen de la Asunción, y encima de toda esta zona central se halla también el escudo de León y Castilla, el de los Reyes Católicos de España, tallado en cedro. Al medio del coro está el atril o facistol que originalmente podía ser girado y servía para alojar las partituras musicales utilizadas por los músicos; en la parte superior de las paredes laterales del coro se hallan dos órganos de viento producido por fuelles, hoy no se utilizan más pero son reliquias importantes porque fueron manufacturadas en el Qosqo.

IGLESIA DE SAN BLAS

San Blas es hoy un barrio céntrico de la ciudad conocido como el "Barrio de los Artistas", con callejuelas estrechas y retorcidas, muchas de ellas empinadas; en

el Inkario fue uno de los más importantes de la ciudad y su nombre era "T'oqo-kachi" ("t'oqo": hueco, "kachi": sal); barrio como los demás habitado por la nobleza Quechua. Al parecer la iglesia fue erigida sobre un santuario Inkásico dedicado al culto del dios "Illapa" que está compuesto por el Rayo, Trueno y Relámpago. Posiblemente la iglesia haya sido estrenada en 1544 por el segundo Obispo de la Ciudad el dominico Juan Solano, aunque según otras versiones debió ser después de 1559 como consecuencia de la provisión de virrey Andrés Hurtado de Mendoza por la cual los "indios" debían construir iglesias para su adoctrinamiento en los barrios donde vivían. Su estructura era simple, con planta rectangular y paredes de adobe, mas luego de los terremotos en 1650 y 1950 la estructura ha sido parcialmente reforzada con paredes de piedra. Cuenta con una sola nave y dos puertas delante de las cuales hay sendas plazas, y un campanario de piedra edificado luego del sismo de 1950 en lugar del original de adobes.

En el interior de la iglesia se halla una de las más grandes joyas del arte colonial en el continente: el Púlpito de San Blas; que es filigrana hecha en cedro por manos expertas en el manejo de la gubia. No se conoce con certeza quien o quienes lo ejecutaron, cuanto tiempo tomó el trabajo, ni muchos otros detalles del mismo; sin embargo, el púlpito está allí como mudo testigo de una gran devoción y trabajo dedicado. Existen pruebas suficientes para afirmar que fue mandado a hacer con el peculio del Obispo mecenas Manuel Mollinedo y Angulo por lo tanto fue hacia finales del siglo del siglo XVII; hay serias discrepancias en cuanto a la identidad del artista ejecutante.

Muchos aducen que fue obra del más famoso tallista y ensamblador Quechua Juan Tomás Tuyro Tupaq, coetáneo y protegido de Mollinedo y Angulo, quien le encargó la ejecución de numerosas obras; pudo también ser obra de otros artistas contemporáneos de Mollinedo como Martín de Torres, Diego Martínez de Oviedo que hizo el monumental Altar Mayor de la Compañía de Jesús, o el franciscano Luis Montes que hizo el coro de San Francisco; la tradición oral tiene su versión recogida por Ángel Carreño que en los manuscritos de sus "Tradiciones Cusqueñas" tenía consignado el nombre de Esteban Orcasitas como el autor del púlpito; pero, para la 1a. edición de su libro el nombre fue cambiado por el de Juan Tomás Tuirutupa, quien como es conocido fue Quechua y cusqueño pero que de acuerdo a esa versión tradicional fue un tallador leproso de Huamanga (Ayacucho), que en cierta ocasión tuvo en sus sueños la revelación de la "Santísima Virgen del Buen Suceso" quien le dijo que si quería curarse de su lepra debía buscarla en la plazuela de Arrayanpata en la ciudad del Qosqo; luego de un largo periplo y muchas desgracias, un día la encontró pintada en un muro al haberse desplomado el techo de la capilla de "Lirpuy-phaqcha" cayendo de rodillas y bañado en lágrimas la invocó, convirtiéndose el rosario de la virgen en pétalos de rosas con las que se restregó el cuerpo quedando completamente curado; la facción de la pared conteniendo la imagen fue cortada y trasladada al templo de San Blas, acordándose construir un altar y un púlpito para la virgen; el tallador Quechua en gratitud al milagro recibido se comprometió y juró hacer el púlpito sin cobrar un centavo por el trabajo presupuestado en 1400 pesos; obra que le llevó 4 años de ardua labor con madera que fue cortada en la plaza de

Kusipata (hoy Regocijo) de un enorme árbol de cedro. Mas, al terminar la obra el tallista faltó a su juramento al pedirle al cura 70 pesos para agasajar a una mestiza cusqueña, y luego de asegurar la imagen superior de San Pablo en el tornavoz del púlpito, dio un paso en falso y cayó falleciendo poco después; sus restos fueron enterrados debajo del púlpito pero tiempo después sacados y su cráneo colocado debajo de la imagen de San Pablo, donde hoy se puede apreciar.

Al igual que cualquier púlpito normal, el de San Blas, tiene una base (pedestal), un antepecho (tórax o taza), un respaldo, un dosel (tornavoz), y un corredor (entrada). La Base es esférica y está sostenida por una estructura de bronce, contiene ocho bustos humanos que representan a los herejes del catolicismo y son: Martín Lutero, creador del luteranismo y jefe de la reforma religiosa en Alemania; Juan Calvino, fundador del calvinismo en Francia y Suiza; Ulrico Zwinglio, amigo y seguidor de Calvino; Enrique VIII, Rey de Inglaterra negó la autoridad del Papa y creó el Anglicanismo; Isabel de Inglaterra, fue hija y seguidora de Enrique VIII; Arrio, originario de Alejandría y fundador del arrianismo; Focio, junto a Arrio dio lugar al gran cisma de los griegos ortodoxos o cisma de Oriente; Catalina de Bora, esposa de Lutero. Encima, en la Taza se hallan columnas barrocas entre las que se encuentran la imágenes talladas de los cuatro evangelistas, San Mateo, San Juan, San Marcos y San Lucas; y en la porción central la imagen de la "Inmaculada Concepción María Santísima del Buen Suceso". En el Respaldo está grabada en alto relieve la efigie de San Blas, Patrón de la Parroquia, con vestido pontifical; encima de esa imagen está el escudo del obispo Mollinedo y Angulo. En el Tornavoz (amplifica la voz de quien da el sermón) que es bastante exornado se hallan esculturas de los doctores de la iglesia, San Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, San Agustín de Hipona, San Gregorio Magno, San Jerónimo, San Bernardo y San Francisco de Sales. Finalmente coronando el púlpito, sostenido por cinco arcángeles aparece la escultura de San Pablo de Tarso (Carreño cree que es Santo Tomás y otros que es Cristo) con un crucifijo en la mano; a los pies de San Pablo se encuentra el cráneo que según se aduce pertenece al autor del púlpito.

El Altar Mayor de la iglesia, es igualmente imponente; tallado en cedro y dorado con hojas de oro, tiene un estilo mixto donde dominan las columnas salomónicas (retorcidas) propias del barroco; fue dorada y posiblemente también ejecutada por Juan Tomás Tuyro Tupaq y su equipo de tallistas, en su porción central se halla la Virgen de la Inmaculada Concepción y encima la imagen de San Blas. Sobre el muro oriental existe otro retablo obra de Tuyro Tupaq y su hijo Mateo hacia 1678, corresponde al de la "Virgen del Buen Suceso". Hay otros retablos que corresponden a San Blas, San José y un Cristo moreno conocido como el "Señor de la Agonía" que posee brazos y cabeza articulados (se pueden mover), su color oscuro es porque está recubierto con pergamino de llama. Sobre las paredes laterales se observan 8 lienzos anónimos con impresionantes marcos dorados, representan el martirio de San Blas, Obispo de Tucumán. Dentro del baptisterio existe un lienzo de un Cristo con evidente cuerpo femenino; hacia la derecha de la entrada una cruz torcida de una sola pieza de madera de Chachacomo (un árbol

nativo de los andes). La iglesia ostenta además, un coro alto con balaustradas de cedro dorado.

IGLESIA Y CONVENTO DE LA MERCED

La orden religiosa de los mercedarios fue fundada en 1223 por San Pedro Nolasco, natural de Francia, con la intención principal de redimir a los cautivos. En el Qosqo la iglesia y convento fueron fundados hacia 1535 por Fray Sebastián de Castañeda, sobre un terreno que daba hacia la Plaza de Kusipata donado por el Marqués don Francisco Pizarro con las atribuciones que le otorgaba el derecho de los vencedores. En un principio se intentó erigir una iglesia y convento majestuosos que fueron derruidos por el terremoto de 1650; la actual estructura corresponde a los años posteriores.

La iglesia tiene dos puertas de ingreso, siendo la principal la que da hacia la plazoleta Espinar, posee además un solo campanario con un barroco muy cusqueño; hoy tiene el título de Basílica Menor concedida por el Papa Pío XII en 1946. También aquí los arquitectos fueron españoles pero fue totalmente trabajada por alarifes Quechuas; tiene en el interior una nave principal amplia y dos laterales relativamente estrechas. Su altar mayor es neoclásico con seis sólidas columnas corintias doradas y la imagen en bulto de la Virgen de las Mercedes en la porción central, además, posee doce otros altares con imágenes y lienzos diversos resaltando el Señor de Huanca y la Cruz del Padre Urraca cubierta con planchas de plata repujada. Resalta por su parte la imagen del Señor de Tambo de Montero que de acuerdo a la tradición era azotada todos los viernes en la noche por los judíos del Qosqo que se reunían en casa de un mercader portugués; tiene además un coro alto. En la cripta ubicada debajo del altar mayor de la iglesia se encuentran enterrados los restos de Gonzalo Pizarro, hermano del Marqués y los de Francisco de Carbajal cuyas cabezas fueron fritas en aceite y enviadas a Lima; el cuerpo de Diego de Almagro (el Viejo) socio de Pizarro, y el de Almagro el Joven (hijo del viejo Diego).

El primer claustro del convento es el más bello y sorprendente en el complejo; tiene forma cuadrangular, dos pisos, y una arquería con gruesos y sólidos pilares rectangulares en cuya porción frontal exhiben bellas columnas corintias labradas; es en síntesis una obra compleja y maravillosa hecha en andesita que causa la admiración de cada visitante. El segundo claustro es relativamente simple y anterior a 1650. En el primer claustro se hallan lienzos representando la vida de San Pedro Nolasco pintadas por Ignacio Chacón hacia 1763; Basilio Santa Cruz Pumacallo pintó el lienzo representando a "San Laureano" decapitado, por su parte Basilio Pacheco ejecutó el enorme lienzo representando los benefactores de la Orden que está ubicado en las graderías que conducen al segundo piso. También aquí se encuentra el recinto que sirve de museo para las joyas del

convento, donde resalta sin duda alguna la célebre Custodia de la Merced de 1.2 mts. (3'4") de altura y que en total tiene un peso de 22.2 kg. (49 lb.). El sol de la custodia fue ejecutado en oro con estilo barroco por Luis Ayala de Olmos en el siglo XVII, más abajo está la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes y aún más abajo una hermosa sirena arrodillada cuyo cuerpo está formado por una perla que asemeja el busto y vientre de una mujer. Más abajo está el pedestal que fue manufacturado por Manuel Piedra en los primeros años del siglo XIX con un estilo neoclásico francés, en cuya porción central ostenta un cordero pascual y todavía más abajo dos pelícanos representativos del cristianismo. De acuerdo a Alfonsina Barrionuevo la custodia "...Tiene mil quinientos dieciocho diamantes y brillantes finos, seiscientas quince perlas, una amatista, un topacio, tres esmeraldas, varias decenas de rubíes y otras piedras preciosas.". Además, en el recinto existen lienzos diversos en su mayor parte anónimos resaltando la "Coronación de la Virgen" pintada por Bernardo Bitti; "La Sagrada Familia" atribuida a Rubens y otra "Coronación de la Virgen" y una pequeña "Sagrada Familia" atribuidas a Diego Quispe T'ito. También aquí se exhiben manuscritos en pergamino, un pequeño Cristo labrado en marfil, joyas en metales preciosos entre coronas, incensarios, candelabros, etc., jarras de porcelana china y 8 casullas bordadas con hebras de oro y plata entre las que está aquella que perteneció a fray Vicente Valverde. En este claustro está la Sala Capitular donde se exhiben muchos otros lienzos; resalta en un lado de su entrada el lienzo de Ignacio Chacón representando a la Virgen María amamantando al mismo tiempo a un niño Jesús y a San Pedro Nolasco. También en el primer claustro se halla la célebre celda de fray Francisco Salamanca, natural de Oruro, en la actual Bolivia, cuyo retrato se encuentra a la entrada y que cobró celebridad hacia las primeras décadas del siglo XVIII como un gran orador, poeta, músico, pintor y compositor de villancicos en Quechua y aymara.Los últimos 30 años de su vida los pasó en la citada celda que es húmeda y obscura y que aún conserva el organillo fabricado por él mismo y los frescos obra de su pincel, narra la tradición que salía sólo los viernes a la media noche cargando la cruz que hoy se halla frente a su celda; falleció en 1737.

IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

Como es conocido, en el Inkario la gran plaza principal de los Inkas estuvo rodeada por numerosos palacios, uno de los más modernos y extensos fue el que perteneció a Wayna Qhapaq denominado Amarukancha que a la invasión española fue adjudicada a Hernando Pizarro. Posteriormente la propiedad fue comprada a los herederos del conquistador por los esposos Diego de Silva y Teresa Orgoñez y donada a los jesuitas luego de su arribo a esta ciudad en 1571 para construir la iglesia de su Orden. El fundador de la Orden de la Compañía de Jesús fue San Ignacio de Loyola, nacido en España en 1491, que junto a otros clérigos regulares sustentó con fuerza la contrarreforma tendiente a consolidar la iglesia y luchar contra diversas tesis heréticas y separatistas. Llegaron al Perú en 1568 y con posterioridad a esta ciudad construyendo su primera capilla para los

"indios" denominada de "Nuestra Señora de Loreto"; luego se edificó la iglesia principal que fue destruida por el terremoto en 1650, se ignora quien diseñó la actual iglesia que fue construida en el lapso de 17 años, e inaugurada en 1668. Los jesuitas se convirtieron en incurables materialistas y amasaron fortunas bastante grandes con métodos un tanto malévolos y obscuros razón por la que el rey español Carlos III dispuso su expulsión en 1767 de todos sus dominios en América y la confiscación de todos sus bienes; luego de un inventario de sus propiedades, obras de arte y joyas; lo más valioso fue enviado a España.

La iglesia está fabricada principalmente con andesitas y tiene la fachada más hermosa y elaborada entre las iglesias de la ciudad; sobre su puerta de ingreso existe una virgen de la Inmaculada Concepción labrada en berenguela (material parecido al mármol); tiene dos capillas exteriores adosadas a la estructura principal, hacia el norte está la capilla de la Virgen de Loreto (desde 1894 es conocida como la Capilla de la Virgen de Lourdes) que hoy aún sirve al culto y donde casi siempre se venera al Señor de Burgos que fue trasladado de la demolida iglesia de San Agustín, y hacia el sur la capilla de San Ignacio de Loyola que fue adjudicada a la Sociedad de Artesanos del Qosqo. La Compania de Jesus en su interior posee una sola nave donde resalta al fondo el imponente altar mayor tallado con estilo híbrido en cedro y completamente dorado con hojas de oro por Cristóbal Clemente hacia 1670, mide 21 metros de altura por 12 de ancho. En la porción central del altar se halla la imagen en bulto de la Virgen de la Inmaculada Concepción, más arriba un lienzo representando la Transfiguración del Señor y encima un personaje de la orden no identificado.

La nave principal ostenta además un transepto que comunica con las dos capillas laterales, seis altares con diversos estilos y un púlpito totalmente dorado; hacia los costados del altar mayor se hallan otros 4 altares de cedro, tres de ellos dorados y bastante ostentosos. Luego de los trabajos de restauración posteriores al sismo de 1986 se descubrió una interesante clausurada capilla subterránea casi debajo del altar mayor. En la parte superior, alrededor de los ventanales de alabastro (también conocido como "piedra de Huamanga") se encuentran lienzos que representan la vida del fundador de la Orden, San Ignacio de Loyola, pintados por Marcos Zapata y su ayudante Cipriano Gutiérrez. Al interior, en ambos lados de la puerta principal hay dos lienzos representando ambos a San Ignacio de Loyola, en uno curando enfermos y en el otro victorioso sobre los herejes y cismáticos que motivaron la reforma religiosa. En esta zona también se hallan dos lienzos de bastante valor histórico, el de la pared norte representa el matrimonio del capitán español Martín García Oñas de Loyola, sobrino de San Ignacio de Loyola y captor de Tupaq Amaru I, con doña Clara Beatriz Qoya, hija de Sayri Tupaq y por lo tanto sobrina de Tupaq Amaru I, heredera absoluta del Marquesado de Oropesa; de este matrimonio nació Lorenza Ñusta de Loyola que fue esposada por don Juan de Borja, hijo de San Francisco de Borja, cuyo matrimonio también se representa al otro lado del mismo lienzo; resaltan a un lado los Inkas Túpaq Amaru, Sayri Tupaq y la princesa Clara Beatriz con vestimenta autóctona y detrás un nativo sosteniendo la "achiwa" (especie de sombrilla hecha de plumas multicolores de aves que sólo usaba el Inka). El lienzo de la pared sur representa los matrimonios

de Beltrán García de Loyola con Teresa Idiáquez y de Juan Idiáquez con Magdalena de Loyola.

Hacia el sur de la capilla de San Ignacio de Loyola se encuentra el local del actual Paraninfo Universitario de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Qosqo que originalmente sirvió de local para el local de la Universidad de San Ignacio de Loyola que fue parte del Colegio de la Transfiguración, creada por bula papal de Gregorio XV en 1621. A la expulsión de los jesuitas en 1767 el local pasó a cumplir la función de cuartel militar donde padeció prisión José Gabriel Thupa Amaru; posteriormente fue cedido para la universidad antoniana ya que en 1598 se había fundado el Colegio Seminario de San Antonio Abad en su local de la actual plazoleta de las Nazarenas; un siglo después, en 1692 una "breve de erección" dada por el Papa Inocencio XII creó la Universidad de San Antonio Abad dependiente del Colegio Seminario.

IGLESIA Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

La Orden Franciscana fue fundada por San Francisco natural de Assisi en la actual Italia hacia inicios del siglo XIII; los franciscanos llegaron al Qosqo en los primeros años de la conquista y se asentaron en la actual zona de San Blas, luego en la plazoleta de las Nazarenas, en el antiguo palacio Qasana de Pachakuteq sobre la Plaza de Armas y finalmente en su actual ubicación en la Plaza de San Francisco hacia 1549. Se desconoce quien fue el arquitecto que diseñó la actual estructura aunque se conoce que quien la concluyó en 1652 fue el arquitecto cusqueño Francisco Domínguez Chávez y Arellano que trabajó como albañil mayor; la estructura de la actual iglesia es relativamente simple y consta de una sola torre con dos puertas de ingreso, pero es sólida y fabricada con andesitas de construcciones prehispánicas. Sus obras de arte originales fueron destruidas por un Prior que "modernizó" la iglesia con burdas obras neoclásicas de yeso; su actual altar mayor es neoclásico y de yeso, ostenta a San Francisco de Asís en la porción central y la Inmaculada Concepción en la parte superior; existen además otros 11 altares menores todos de yeso, además tiene un púlpito antiguo de cedro.

Su claustro conventual es el más antiguo de la ciudad con tendencia renacentista e influencias diversas, tiene un artesonado impresionante; aquí se halla un enorme lienzo que posiblemente sea el más grande en el continente y mide unos 12 mts. de altura por 9 de ancho, fue pintado por Juan Espinoza de los Monteros hacia 1699 y representa 12 ramas de la orden de los franciscanos que en total contiene 683 personajes, 224 escudos nobiliarios y 203 leyendas biográficas. Es impresionante además el coro alto de la iglesia que fue tallado en cedro local por los franciscanos Fray Luis Montes, Isidro Fernández Inka y Antonio de Paz, hacia 1652; ese coro contiene las imágenes de 93 Santos de la Iglesia Católica, su facistol es también hermoso, y posee un imponente órgano alemán. Son innumerables además, los lienzos en las diversas salas y claustros, casi todos ellos anónimos de la escuela cusqueña en pintura

IGLESIA Y MONASTERIO DE SANTA CATALINA

En el Inkario uno de los más importantes edificios sobre la gran Plaza del Qosqo fue el Aqllawasi o Casa de las Escogidas o Vírgenes del Sol; una especie de Monasterio Andino para mujeres escogidas entre las más bellas, virtuosas y de linaje de todo el territorio Quechua. Ellas estaban dedicadas al culto del Dios Sol, la preparación de sus ceremonias, el tejido de vestimenta para el Inka y aquella ofrendada a los dioses, la preparación del "Sanqhu" o pan ceremonial (un equivalente a la hostia en el cristianismo) consumido en las festividades del Inti Raymi y la Situa, y la elaboración del "Aqha" o chicha sagrada. Esas mujeres guardaban perpetua virginidad y además debían mantener en su monasterio encendido y por todo el año el Fuego Sagrado producido en el Inti Raymi; las doncellas que habitaban el Aqllawasi tuvieron dos categorías: las hijas de Quechuas nobles de sangre consideradas como esposas del Sol que tenían mayor categoría que aquellas de nobles de privilegio que se consideraban esposas del Inka. Todas estuvieron instruidas y cuidadas por las "Mamakuna" especie de sacerdotisas de las más veteranas expertas en quehaceres domésticos y ceremoniales; ningún varón podía verlas, ni aún el propio Inka, sólo la "Qoya" o esposa principal del Inka y sus hijas podían visitarlas. De acuerdo a la ley, si algún varón tenía relaciones con una escogida, entonces él, su familia, sus vecinos y todo su pueblo eran eliminados al igual que su ganado, su pueblo era sembrado de sal por haber criado a un tan mal hijo; Garcilaso indica: "Esta era la ley, pero nunca se puso en práctica, porque jamás se supo que alguien hubiese delinquido... Los Incas nunca promulgaron leyes para asustar a sus vasallos, ni para que las burlasen, sino para ejecutarlas y aplicarlas con quien se atreviese a quebrantarlas.". El edificio del Aqllawasi cubría un bloque inmenso y estuvo ubicado en el mismo lugar donde hoy se halla la Iglesia y Monasterio de las Monjas Dominicas de Santa Catalina del Qosqo y muchos otros edificios adyacentes de propiedad privada.

Fue doña Lucía Isabel Rivera de Padilla quien en 1601 fundó en esta ciudad el Monasterio de Santa Catalina luego de la amarga experiencia de ver destruido por la erupción del volcán Waynaputina en Arequipa el monasterio que había fundado en 1559. Posteriormente, aquí se construyó también la primigenia iglesia que al igual que el monasterio fueron derruidos por el terremoto de 1650, un año después se inició con la actual estructura siendo concluida después de cortos 4 años. Los retablos que se hallan en la iglesia y monasterio fueron tallados por diversos artesanos locales en la segunda mitad del siglo XVII; por su parte son importantes los trabajos pictóricos de escuela cusqueña por autores anónimos, resaltando dentro de la iglesia la colección ejecutada por Juan Espinoza de los Monteros representando la vida de Santa Catalina y la Virgen de los Remedios en la Fundación del Monasterio; además Lorenzo Sánchez Mefecit, otro pintor

cusqueño realizó el enorme lienzo de la Asunción de la Virgen y otro que representa la Glorificación de Santa Catalina.

Hoy aquí se halla un hermoso museo de arte colonial que posiblemente sea el más completo en la ciudad; donde en una primera sala se exhiben lienzos diversos que representan al Señor de los Temblores y otros anónimos; más adelante en el pasadizo otra colección representando la vida y milagros de Santa Rosa de Lima. El coro bajo presenta diversos lienzos que representan la vida de Santo Domingo de Guzmán pintados por Juan Espinoza de los Monteros y una colección de nueve ricas casullas bordadas con hebras de metales preciosos. La Sala Capitular es interesante y contiene frescos del acomaíno Tadeo Escalante; los frescos están alrededor de todo el recinto y representan la vida religiosa y virtuosa en la parte superior y más abajo la vida cortesana. En la segunda planta resalta un complejo nacimiento a manera de retablo que cuando es plegado se convierte en un baúl; el coro alto presenta un rústico órgano fabricado en el Qosqo y lienzos que representan la vida de Santa Catalina.

La iglesia es de igual modo hermosa y posee un altar mayor de cedro dorado con estilo mezclado, en la porción central y hacia arriba está la imagen en bulto del "Sagrado Corazón de Jesús" y más abajo Santa Catalina y Santo Domingo; tiene QORIKANCHA

El célebre Templo del Sol del Qosqo fue y es en la práctica una síntesis de la organización, arquitectura y religión inkásica, que al momento de su construcción ya habían alcanzado la cúspide de su nivel; muy probablemente haya representado el centro del "Ombligo del Mundo" y por ende el centro del mundo, en la cosmovisión prehispánica andina.

De acuerdo a nuestra historia fue el primer Inka, Manko Qhapaq quien edificó el primigenio templo; pero fue el noveno, Pachakuteq quien a partir de 1438 reconstruyó, agrandó, mejoró y modernizó el más importante complejo religioso del extenso Inkario. Existen ciertas discrepancias en cuanto al nombre original del complejo, y aunque éstas no son excluyentes causan una relativa confusión; con frecuencia en las crónicas y tratados de historia se encuentra el nombre de Intiwasi (inti: sol, wasi: casa) que significa "Casa del Sol"; también se usa el nombre de Intikancha que significaría "Palacio del Sol", esto considerando que casi todos los palacios inkásicos poseían el sustantivo "Kancha"; mientras que su denominación más popular es Qorikancha que significaría "Palacio de Oro" o "Palacio Dorado". María Rostworowski aduce que el Templo antiguo era conocido como "Intikancha" y después de Pachakuteq como "Qorikancha".

Todos los cronistas coinciden en manifestar que fue extraordinaria la calidad del edificio hecho con andesita basáltica de coloración grisácea proveniente de las canteras de Waqoto y Rumiqolqa; con el tipo de aparejo "Sedimentario" o "Inka Imperial" que es la máxima expresión de la arquitectura en la América pre-colombina. Los muros son de piedras entre medianas y grandes cuya superficie exterior es rectangular, y estructura horizontal rectilínea que en los más

importantes templos no exhibe perfiles con pronunciada convexidad; con uniones o juntas pulidas entre piedras, tan perfectas que no permiten la introducción ni de "una hoja de afeitar". Tienen una estructura transversal "amarrada", es decir con llaves o grapas de bronce con forma de "H" en las uniones interiores que aseguraban las piezas líticas evitando desplazamientos horizontales dañinos en caso de movimientos sísmicos; con una estructura vertical decreciente, es decir con piedras de mayor volumen en la parte inferior que disminuyen de tamaño progresivamente hacia arriba. Los muros tienen en la base mayor ancho que en el extremo superior; con su clásica inclinación hacia el interior (no existe una medida o regla general para tal inclinación) en armonía con la forma trapezoidal de sus puertas, ventanas y nichos; que además hace que las paredes se soporten entre sí mismas formando una estructura resistente, sólida, antisísmica, que fue capaz de resistir los dos grandes terremotos posteriores a la invasión española (1650 y 1950) que trajeron por tierra toda construcción colonial de "cal y canto". Hoy en algunos muros inkásicos del complejo se advierten algunas pocas grietas en ciertas paredes que no son producto del mal cálculo o técnica del arquitecto Inka, sino simplemente consecuencia de los cambios llevados a cabo en la colonia, los terremotos y sobre todo el intemperismo y erosión posterior a ellos. Según algunos estudios las paredes finamente labradas tenían una continuación de adobes en la parte superior formando hastiales con fuerte inclinación para facilitar el deslizamiento de las aguas pluviales en techumbres fabricadas a base de madera y recubiertas de "ichu" o paja brava, con aleros que sobresalían una "braza" de la pared (1.60 m. aprox.), techos cuyo aspecto modesto era remediado en los días festivos cuando eran cubiertos con vistosas mantas multicolores confeccionadas con plumería especial. Gasparini cree que la muy mencionada por los cronistas "cenefa de oro" que servía de corona circundando todo el contorno superior externo del templo servía además para disimular la diferencia entre el fino muro de piedra y el superior de adobe. El piso de los exteriores del Templo debió estar completa y finamente empedrado mientras que el piso interior de los recintos seguramente fue fabricado en arcilla quemada, a manera de un bloque cerámico sólido a semejanza de los pisos tratados encontrados en Machupicchu.

La puerta principal del templo daba hacia el noroeste, casi en la misma posición de la actual entrada al convento de Santo Domingo y daba hacia el Intipanpa ("Plaza del Sol") que hoy ocupa la pequeña plazuela de enfrente. De acuerdo a los cronistas éste era un complejo religioso constituido por templos dedicados a divinidades diversas, tenía una disposición muy similar a una clásica "kancha" (con recintos alrededor de un patio central); complejo en el que según Cieza de León, todas las portadas y puertas estaban enchapadas con planchas de oro. Resaltaba en el complejo el Templo del Sol propiamente dicho que ocupaba el terreno hoy ocupado por la iglesia católica de Santo Domingo; su extremo oriental ha sido totalmente demolido mientras que el occidental aún subsiste en parte formando lo que se denomina el "tambor" es decir la pared semicircular que da hacia la actual calle Arrayán; el Templo del Sol tenía sus cuatro paredes y aún el enmaderamiento del techo totalmente cubiertos con planchas y tablones de oro, de acuerdo a la descripción de Garcilaso debió ser de planta rectangular, con techumbre de madera y paja muy alta para facilitar la ventilación. Cabe destacar

que quien más detallada información sobre el tópico brinda es el ínclito cronista cusqueño Garcilaso Inca de la Vega, que escribió como él mismo lo indica "...lo que mamé en la leche y vi y oí a mis mayores(sic)...". En su pared oriental debió estar el "Testero" (frente, fachada) o altar principal que como es ampliamente conocido contenía la representación del Dios Sol en una plancha de oro con la forma de un "rostro redondo y rayos y llamas de fuego" tan grande que abarcaba todo el frente del templo de pared a pared; representación solar que en la repartija de tesoros entre los conquistadores tocó en sorteo a Mancio Sierra de Leguísamo, un jugador empedernido que la perdió en una noche jugando dados, acontecimiento por el cual nació el refrán "juega el sol antes que amanezca". Sarmiento de Gamboa aduce que Pachakuteq ordenó que el Sol ocupase el sitio principal con la representación del Dios Wiraqocha a su diestra y de Chuquiylla (debe ser "Chuki Illapa"), el relámpago a su izquierda. En ambos lados de la imagen del Sol se encontraban los "Mallki", momias o cuerpos embalsamados de los Inkas muertos, por orden de antigüedad, en posición fetal y sobre literas de oro macizo.

En la cosmogonía andina se consideraba que la Luna o Mamakilla era la esposa del Sol, razón por la que el Templo de la Luna se ubicaba al lado oriental del Templo Solar; tenía planta rectangular y con arquitectura de la mejor, desafortunadamente fue casi totalmente destruida para dar paso a la construcción de la iglesia católica, aún se observa una de sus puertas y el muro del extremo oriental con sus clásicos nichos trapezoidales y la huella de la banda horizontal en medio de ellas que según se cree es la zona de apoyo de las planchas de plata que cubrían totalmente sus paredes. En medio del templo se encontraba una representación de la Luna hecha en plata y a ambos lados de ésta los cuerpos embalsamados de las reinas difuntas o Qoyas, por orden de antigüedad.

Al costado oriental del Templo de la Luna, dividido por un estrecho pasaje con una impresionante puerta de doble jamba que en una de ellas posee una piedra con 14 ángulos en sus caras exteriores, se encuentra el Templo de Ch'aska y las Estrellas (Ch'aska = Estrella Venus). Es indudable que en el Inkario las estrellas fueron deidades muy especiales consideradas "criadas de la Luna" que jugaban un papel preponderante en la observación astral y predicción del futuro en relación al clima, agricultura, prosperidad, bienestar, etc., tal como ocurre en la actualidad cuando los campesinos de los Andes observan el brillo estelar de constelaciones diversas para así poder predecir su futuro; por ejemplo, casi siempre cuando algunas estrellas tienen mucho brillo significa que en la próxima temporada agrícola habrán sequías. Tres de los muros del Templo se encuentran casi completos, el cuarto muro que da hacia el occidente ha sido reconstruido con las características originales ya que había sido derribado en la colonia. (En la actualidad en lo posible se trata de hacer sólo restauraciones con el material o piedras originales centrándose más en trabajos de solidificación y protección del monumento. Por su parte una reconstrucción se ejecuta con técnicas y material nuevos o modernos con las formas o diseños originales resultando una construcción nueva con sabor antiguo, es en cierto modo un engaño). El Templo de Venus tiene un tamaño considerable; está circundado por 25 nichos

trapezoidales que como en todos los casos debieron servir para acomodar en ellos algunos ídolos, ofrendas y elementos relacionados al culto de las estrellas. También aquí en medio de los nichos es visible la franja horizontal que es el recuerdo de los "tablones" de plata que recubrían este Templo; además, todo el techo interior del recinto ostentaba representaciones de estrellas de tamaños diversos a "semejanza del cielo estrellado". Tenía dos puertas de ingreso bastante altas y en la pared en medio de ellas se encuentran dos nichos trapezoidales muy especiales que tienen labraduras de bandas y hoyos alrededor, a los que Garcilaso llama "tabernáculos", uno de ellos da hacia el interior y el otro hacia fuera pero ocupan la misma altura en ambas caras de la pared, originalmente estaban enchapados con planchas y tablones de oro, y "...En las esquinas de las molduras había muchos engastes de piedras finas esmeraldas y turquesas..." (sic). En una porción de la pared de piedra, hoy se aprecia un estuco blanco de yeso con pinturas murales que son un recuerdo de la ocupación colonial de este magnífico Templo cuyas paredes fueron utilizadas como cimientos para la construcción colonial de adobe que aún se observa sobre el muro del fondo.

Frente al Templo de las Estrellas, al otro lado del actual patio central se encuentra el Templo del Dios Illapa o Chuki Illapa que era considerado "criado del Sol". Illapa es una deidad que se compone de tres elementos interdependientes: el rayo, el relámpago y el trueno; de acuerdo a la tradición se consideraba que Illapa era el Dios de las Aguas cuyo adoratorio estaba guarnecido en oro. Tiene 3 puertas trapezoidales de jamba simple y su actual pared lateral noroccidental ha sido parcialmente reconstruida siguiendo sus características originales. Este recinto es más pequeño que los templos anteriormente descritos, con paredes que poseen los clásicos nichos trapezoidales y dos ventanas en sus muros laterales; llaman la atención las molduras esculpidas en la parte superior de la pared frontal cuya función original es desconocida.

Al occidente del Templo de Illapa se encuentra otro cuyas dimensiones y características originales fueron idénticas al anterior pero que fue parcialmente mutilado en su porción noroeste para poder construir parte del convento dominicano; éste era el Templo de K'uychi o Arco Iris que fue otra divinidad importante en el Inkario porque se consideraba que procedía del Sol y por eso los reyes Inkas lo adoptaron como divisa y blasón porque se jactaban descender del Sol; se asegura que en el Tawantinsuyo se utilizaba una Unancha, es decir una divisa o bandera que tenía los 7 colores del Arco Iris, bandera que ha sido reivindicada y es hoy utilizada como el pendón de la ciudad del Qosqo. El Templo estaba totalmente adornado con oro y en uno de sus muros existía un Arco Iris pintado sobre las planchas de oro que cubrían la pared de canto a canto. En los Andes peruanos cuando los niños campesinos ven un Arco Iris en el cielo inmediatamente se cubren la boca con las manos o simplemente le dan la espalda porque se cree que este multicolor fenómeno al descubrir los dientes los gasta y pudre; creencia que tiene vigencia desde épocas inmemoriales. En la pared lateral oriental existe una ventana trapezoidal que coincide exactamente en tamaño, forma, altura y nivel con las otras dos del Templo de Illapa, creando una perspectiva perfecta; las tres ventanas están niveladas, para ello se utilizaron

niveles en base a agua depositada en un recipiente cerámico con dos hoyos a manera de visores en extremos opuestos que constituían un rudimentario pero útil nivel o teodolito.

Entre los Templos de K'uychi e Illapa existe un espacio abierto en cuya pared posterior se observan tres canales finamente labrados a los que la tradición e imaginación popular denominan "canales fónicos" y que al ser golpeados emiten "notas musicales diferentes"; lo cierto es que esos canales que están al nivel del piso original sirvieron para desaguar las aguas pluviales concentradas en el patio central del complejo, canales similares son encontrados en todos los complejos o construcciones que no tenían techos. Dentro del complejo debieron además existir un aposento para el Sumo Sacerdote o "Willaq Uma" y los demás de menor jerarquía, y espacios para albergar a los ídolos diversos de las naciones o pueblos sometidos o incorporados que eran traídos y concentrados en el Qorikancha, permitiendo así el culto de los vencidos, de tal modo que si habían intentos de rebelión en las naciones conquistadas las represalias en el Qosqo eran contra sus dioses, produciéndose así la intimidación religiosa que le dio muchos frutos al Inkario.

En el sector sur de todo el complejo existían andenes que abarcaban aún hasta el borde del canalizado río Saphi (hoy el río discurre en un canal subterráneo debajo de la Avda. el Sol); terrazas o andenes que formaban parte del Jardín Solar del Qorikancha que probablemente sea lo más extraordinario y rico que se encontraba en el templo. Este era un jardín muy especial porque contenía elementos de la flora y fauna regional y aún personas representados en tamaño natural pero en oro y plata, los cronistas indican que fueron muchos los animales desde insectos hasta mamíferos; muchas fueron las plantas, desde flores pequeñas hasta árboles nativos; muchos los niños, hombres y mujeres, y numerosos otros objetos en metales preciosos que fueron fabricados por los orfebres Quechuas y ocupaban este jardín excepcional. Hasta hace algún tiempo se aducía que los cronistas habían escrito muchas mentiras y fantasías sobre esto, sin embargo las excavaciones arqueológicas en el lugar han ido demostrando paulatinamente la certeza de que todo aquello, al haberse encontrado algunas piezas vegetales y animales hechos en oro. Sólo queda imaginarse la magnificencia, calidad y cantidad de objetos que este jardín debió poseer y que dejó pasmados a los conquistadores que lo vieron, objetos que fueron recolectados formando parte del botín de la conquista y después fundidos para transformarlos en monedas o lingotes para facilitar su transporte hacia España; esa es una de las razones porqué en los museos del Perú no se exhiben muchos objetos en metales preciosos de factura inkásica.

Es indudable que el Qorikancha fue el más rico, elaborado y deslumbrante templo del Inkario; aquí se concentraba el oro y plata de todo su territorio, los metales llegaban en forma de ofrendas para la Ciudad Sagrada y el Templo. En el Inkario los metales preciosos no poseían un valor económico pero sí religioso; existían otros elementos aún más valiosos que el oro, por ejemplo las conchas marinas de colores o "mullu" (Spondylus sp.) que provenían de las costas ecuatorianas que

eran muy valiosas porque representaban la "Qochamama" o "Madre Mar". El oro del Inkario se extraía de vetas o minas diversas y otra importante porción era "lavada" en los ríos amazónicos donde el oro se halla en forma de polvo o pepitas mezcladas con la arena, el polvo era concentrado o reunido con mercurio y luego quemado a altas temperaturas para desprender el mercurio del oro; la utilización del mercurio entre los Quechuas fue bastante controlada debido a su nocividad. La plata es aún abundante en los países andinos que tienen una importante producción de ese metal.

Además, en este extenso complejo existían 5 Fuentes de Agua límpida transportada mediante canales subterráneos cuyos manantes o puntos de captación se mantenían en completo secreto; fuentes de agua que tenían un carácter ceremonial al considerarse que el agua fue otra deidad en la religión andina; también estaban adornadas con metales preciosos y tenían los caños de oro, algunos pilares de piedra y tinajones de oro y plata. Por falta de mantenimiento y la sistemática destrucción el agua se fue secando; Garcilaso indica que alcanzó a ver sólo una de ellas, la última que todavía los dominicos utilizaban para regar su huerto. A partir de 1975 mientras se hacía la reconstrucción del convento e iglesia coloniales se hacían también excavaciones en la zona de los jardines, que finalmente hicieron posible encontrar una de las 5 fuentes originales más abajo del pie del "tambor solar", el agua todavía discurre por sus canales y está primorosamente labrada; es posible que en el futuro se encuentren restos de las otras descritas por Garcilaso. Hasta 1990 la mayor porción del territorio del Jardín Solar estaba cubierto por construcciones diversas; la Municipalidad del Qosqo adquirió los terrenos y construcciones del sector y se llevaron a cabo trabajos de excavación arqueológica con la finalidad de desenterrar nuestro pasado y sacar a luz lo muy poco que quedó de la grandeza del complejo, que al decir de Cieza de León, "...En fin, era uno de los ricos templos que hubo en el mundo."

Hoy, en medio del patio central del claustro conventual se exhibe una fuente labrada de forma octogonal en una sola pieza pétrea de andesita que de acuerdo a algunos historiadores tiene factura Inka; sin embargo, la forma y características de la citada fuente no son clásicas en la lítica Inkásica; por lo que, si fue labrada en el Inkario debió poseer otra forma que fue transformada en la colonia. De igual modo hoy se aprecian alrededor de claustro muchos lienzos que representan la vida de Santo Domingo de Guzmán.

Al producirse el reparto de casas y palacios durante la invasión española, el Qorikancha correspondió a Juan Pizarro quien lo donó a la Orden de Dominicos representados por el primer Obispo de la Ciudad fray Vicente Valverde, quienes inmediatamente procedieron a la construcción de su iglesia y convento sobre el más importante Templo Inkásico demoliendolo en gran parte para adaptarlo a su nuevo uso. Aquella primigenia iglesia fue devastada por el terremoto del 31 de marzo de 1650 para posteriormente iniciar paulatinamente con la actual estructura erigiendose la torre en 1780 con un barroco profuso, bajo la dirección de Fray Francisco Muñoz. El 21 de mayo de 1950 se produjo otro violento terremoto que

destruyó gran parte del convento y la iglesia al igual que su torre dejando al descubierto muchas estructuras inkásicas y el interior del "tambor solar"; en aquella época un fuerte "movimiento indigenista" sugirió la reubicación de la iglesia y la reivindicación del Templo del Sol; lástima que el poder político de la iglesia impidió aquel intento por despejar las ruinas del mayor adoratorio del Tawantinsuyo.

un púlpito tallado en cedro y otros cuatro retablos menores todos dorados.

SAQSAYWAMAN

Uno de los más imponentes complejos arquitectónicos heredados del Inkario es precisamente Saqsaywaman que por sus múltiples cualidades se considera que es uno de los mejores ejemplos que el género humano edificó sobre la faz de la tierra. Cuando los conquistadores españoles llegaron por vez primera a estas tierras no podían explicarse cómo los "indios" peruanos (ignorantes, salvajes, sin capacidad de raciocinio lógico, una especie animal más según los invasores blancos) pudieron haber construido tanta grandeza; su fanatismo religioso medieval les condujo a creer que aquello era simplemente obra de demonios o espíritus malignos. Todavía hoy en día muchos creen en la incapacidad de los antiguos Quechuas para esa maravilla por lo que aducen que fueron seres de otros mundos, extraterrestres con tecnología superior que hicieron posible todo aquello. Sin embargo, nuestra historia y la arqueología demuestran que todo aquello que causa admiración aún en el más incrédulo, es obra innegable de los Inkas, Quechuas, Andinos o como se denomine a los habitantes precolombinos de esta parte del mundo.

El nombre original del lugar causa controversia existiendo muchas interpretaciones. La forma sancionada por la tradición es Saqsaywaman (en la lengua autóctona es palabra grave o llana, o paroxítona) que se deriva del verbo Quechua "saqsay": saciar o saciarse, y el sustantivo "waman": halcón; por lo tanto literalmente, tal como se encuentra con el verbo en modo imperativo significaría "sacíate halcón". Algunos creen que el nombre es Saqsawaman, que deriva de "saqsa": jaspeado, y "waman": halcón; en lengua Quechua el sustantivo viene después del adjetivo, de este modo significaría "halcón jaspeado". La historia demuestra por su parte, que la ciudad del Qosqo tenía la forma de un puma y que la cabeza se encontraba en todo este complejo por lo que su nombre posiblemente sea una deformación de Saqsauma que deriva de "saqsa": jaspeado (a), y "uma": cabeza, significando "cabeza jaspeada".

De acuerdo a la historia su construcción fue iniciada por el noveno Inka: Pachakuteq, es decir con posterioridad a 1438. A pesar de muchas críticas, quien más información proporciona y mejor describe el monumento es Garcilaso Inca de la Vega (1539-1616), quien como se conoce fue hijo de Isabel Chimpu Oqllo, princesa Quechua que fue prima hermana del Inka Atawallpa, y el capitán español García Lasso de la Vega, emparentado con la nobleza española. Garcilaso indica que su construcción duró unos 50 años hasta el período de Wayna Qhapaq, y

estaba concluido a la llegada española. Pedro Cieza de León asegura que para su fábrica se mandaron venir 20 mil hombres y que los pueblos debían enviar "bastimento necesario" para su sustento; esta no era una población fija, porque los obreros se iban renovando temporalmente. En el Inkario no existían esclavos como en las sociedades del viejo mundo; al no conocerse la moneda aquí se debían pagar tributos o impuestos al gobierno Inkásico en forma de fuerza de trabajo, o en forma de bienes diversos como alimentos, vestido, armas, etc.

Hoy, cuando se leen libros, folletos y publicaciones relacionadas al lugar, normalmente se encuentra el nombre de "Fortaleza de Saqsaywaman"; los cronistas indican que se construyó Saqsaywaman con la finalidad de aventajar al Templo del Sol de la ciudad, Cieza de León indica que fue la "Casa Real del Sol", Garcilaso dice que fue "...casa del Sol, de armas de guerra, como lo era el templo de oración y sacrificios". Es evidente pues, que Saqsaywaman tuvo una función preponderantemente religiosa, razón por la que fue bastante bien resguardada. La confusión surge en 1536 cuando Manko Inka le dió una función bélica para luchar contra el invasor que había ocupado el centro de la ciudad; en este lugar Juan Pizarro (hermano de Francisco) recibió una pedrada en la cabeza que lo llevó a la tumba. En el asedio a Saqsaywaman también surgió un guerrero Quechua cuyo nombre según la tradición fue Qawide o Kullas (un anónimo orejón cuyo nombre hoy no importa) que defendió con increíble valentía la posición Inkásica, exaltada aún por los cronistas españoles. Con anterioridad, en 1535, en este mismo lugar Manko Inka (Manko II) al reclamar a los conquistadores la devolución de su pueblo, fue recluido, humillado y maltratado por los mismos. El mismo Garcilaso indica que en su niñez solía visitar y jugar en el lugar, que era muy complicado y extenso laberinto por la cantidad de pasajes y puertas existentes, y se necesitaba de la ayuda de un guía para su visita o el uso de un ovillo de hilo que se ataba a la entrada y así poder salir guiándose por él. Originalmente existieron tres "cercas", baluartes o bastiones paralelos cuyas bases aún se aprecian hoy, es lo más espectacular que queda de aquella fabulosa construcción que según los cronistas no tenía parangón en el viejo mundo. Son tres muros construidos en niveles diferentes en piedra calcárea de dimensiones descomunales; muros zigzagueantes que por su apariencia muchos aducen que representan los "dientes" de la cabeza de puma que representaba el complejo. Los bloques pétreos empleados en el primer muro o inferior son los de mayor volumen, existe uno que tiene una altura de 8.5 m. y pesa unas 190 toneladas métricas; la presencia de esos bloques hace que los muros sean clasificados como arquitectura ciclópea o megalítica. Algunos creen que los tres bastiones representan los tres niveles del mundo religioso andino, empezando de abajo el Ukju Pacha, el Kay Pacha al medio y el Hanan Pacha en la parte superior, niveles que además se identifican con sus tres animales sagrados: el Amaru o Mach'aqway (serpiente), el Puma y el Kuntur (cóndor andino). Por la forma zigzagueante de los muros, muchos aducen además que representan al Dios Illapa que se constituye de tres elementos: el rayo, el trueno y el relámpago. Es posible que todos los elementos anteriores relacionados a su religión no sean excluyentes, al encontrarse interrelaciones divinas y con el conocimiento que "tres" fue un número cabalístico entre los Quechuas.

Lo que queda de los tres bastiones está fabricado en piedra caliza (calcárea) que en ese caso se utilizó sólo para hacer las bases o cimientos de las paredes principales que debían estar construidas con andesitas que son piedras ígneas negruzcas cuyas canteras están en Waqoto en las montañas al norte de San Jerónimo, y en Rumiqolqa a unos 35 km. de la ciudad. Las calizas se encuentran en las proximidades de Saqsaywaman pero no pueden ser trabajadas finamente como las andesitas de los muros principales que fueron de tipo "Sedimentario o Inka Imperial". La destrucción de Saqsaywaman duró unos 400 años; desde cuando en 1536 Manko Inka empiezó con la guerra contra los españoles y se refugió en el complejo, luego cuando los primeros conquistadores empezaron a utilizar sus piedras para hacer sus casonas, y con posterioridad el Cabildo Eclesiástico de la ciudad ordenó en 1559 trasladar las andesitas para la construcción de la catedral. Aún hasta 1930 los vecinos del Qosqo pagando ínfimas cantidades de dinero a la Municipalidad podían llevarse la cantidad de piedras que deseasen para construir sus viviendas; 4 siglos de destrucción en los que todo el complejo se utilizó como canteras para los albañiles de la ciudad.

Para pesar de sus detractores, Garcilaso escribió que en la parte superior de las tres "cercas" o "bastiones" existían tres torreones fuertes en triángulo, el principal que estaba al medio tenía forma circular y se llamaba Moyoc Marca (Muyuq Marka), el segundo era denominado Paucar Marca, y el tercero Sacllar Marca (Sallaq Marka), los dos últimos eran rectangulares. Entre 1933 y 1934 gracias a una autorización del parlamento peruano para conmemorar el 4to. centenario de la fundación española del Qosqo se hicieron trabajos con énfasis en la limpieza y puesta en valor de monumentos deteriorados, dirigidos por Luis E. Valcárcel, quien luego de leer la obra de Garcilaso excavó encima de las tres "cercas" y encontró las bases de los torreones descritos por el cronista cusqueño, con lo que se demostró la veracidad del documento sobre el tópico. En cuanto al torreón principal o "Muyuq Marka", hoy se aprecia que existen tres anillos concéntricos que debieron ser las bases de los tres pisos o niveles que debió tener, se ignora su altura original pero debió ser considerable pues dominaba visualmente toda la ciudad, además, sus paredes estaban adornadas con elementos de la flora y fauna regional en tamaño natural hechos en oro y plata. La porción central de la torre se utilizó como reservorio de agua abundante para el abastecimiento; el agua fue captada de manantiales en la parte superior de las montañas al norte donde existen también numerosos reservorios y llevada hasta el "Sayaq Marka" a través de un canal subterráneo construido en piedras labradas y recubiertas con una capa de arcilla que impermeabilizaba el canal constituyendo un verdadero sifón. Todavía hoy en la superficie de las bases del torreón se aprecian los canales labrados para la conducción del agua; además, entre los anillos concéntricos se encuentran bases de 12 muros transversales pequeños que debían servir para proteger la construcción de la enorme presión del agua acumulada en el medio, por la presencia de estas bases transversales algunos soñadores denominan "reloj solar" a los cimientos del "Muyuq Marka". Los últimos años también han visto la aparición de numerosos "profetas" practicantes de un pseudo esoterismo o misticismo andino que suelen hacer creer a incautos que el eje de las bases

circulares es un punto especial donde una persona puede "recargarse" con "energía positiva", y fuerza magnética y espiritual, y que además constituye un espacio fónico que produce ecos diversos. Muchos aducen que estas bases representan el "ojo" de la "cabeza jaspeada".

Delante de los tres baluartes está la explanada o plaza de "Chukipanpa" o "planicie de la lanzas", que seguramente sirvió para llevar a cabo las diferentes ceremonias especiales al aire libre por las muy importantes personas que debieron morar en el lugar. Aunque se argumenta que el complejo podía albergar a unas 5 mil personas, este lugar debió ser utilizado por muy pocas personas ya que en época Inkásica los pueblos y ciudades eran habitados sólo por gentes nobles mientras que la gente común vivía en lugares alejados cerca a sus campos de cultivo. Dentro de los pueblos o ciudades habían Waqas, es decir adoratorios diversos que eran utilizados solamente por el Inka y/o sus sacerdotes; por lo tanto los templos o adoratorios eran muy exclusivos y bastante bien protegidos, no porque fueran fortalezas sino por su función religiosa. En la plaza de "Chukipanpa" hoy en día desde 1944, cada 24 de junio se lleva a cabo la escenificación del Inti Raymi o "Fiesta del Sol", que fue la más importante en el Inkario; esta festividad originalmente se llevaba a cabo en el solsticio de invierno en el Hemisferio Sur, es decir el 21 de junio (se da amplia información sobre esta fiesta en el capítulo referido al Inti Raymi del presente manual). También en la plaza de las lanzas o "Chukipanpa" anualmente se llevaba a cabo el Warachikuy que los conquistadores llamaron "fiesta para armar caballeros", era una especie de ceremonia de "iniciación" en la que a los jóvenes se les proporcionaba la Wara que era una especie de calzón o taparrabo masculino. Para alcanzar la "wara" los jóvenes debían pasar pruebas atléticas diversas y simulacros de guerra; con lo que alcanzaban la mayoría de edad y capacidad para el matrimonio y la guerra.

Lo que se ve hoy en Saqsaywaman no es una unidad aislada sino parte de un complejo extenso que involucra diversas "Wakas", construcciones civiles diferentes, reservorios, acueductos y una extensión territorial considerable conocida actualmente como "Parque Arqueológico Nacional de Saqsaywaman". Al norte de Chukipanpa se encuentran restos de andenes y muros diversos que sin duda fueron parte del complejo, y la afloración de un "stock" o formación natural de diorita conocida como el "rodadero" o "Suchuna" (para algunos, esta formación sirvió de toboganes recreacionales para niños) que en su parte superior tiene escalones finamente tallados conocidos como el "Trono del Inka" que de acuerdo a algunos tienen también relación con algunos números cabalísticos y la observación solar. También hoy en el lugar se encuentra una cruz de madera en conmemoración al arribo del Papa Juan Pablo II, quien ofició una misa precisamente allí en 1985. Más al norte hace pocos años se descubrió lo que queda de un magnífico reservorio de agua de forma circular que por su calidad debió tener una función religiosa; de acuerdo a muchos estudios en el Inkario se tuvieron muchas fuentes, reservorios o depósitos de agua utilizados como espejos para durante las noches despejadas poder observar y estudiar las estrellas y constelaciones; posiblemente el reservorio encontrado tuvo también esa función. Al noreste del reservorio mencionado se encuentra una formación kárstica por

efecto de la disolución del carbonato de calcio contenido en la caliza que a su vez horadó un túnel pequeño conocido como la "Chinkana" ("lugar para perderse") que tiene muestras de haber sido modificada o esculpida parcialmente por los Quechuas; muchos aducen que fue un templo dedicado al "Ukju Pacha" o "Mundo Subterráneo" y al culto de la serpiente. Más al norte está la "Chinkana" grande, debajo de una gran peña labrada en su porción superior que la tradición conoce como la "piedra cansada" (de acuerdo a la tradición jamás llegó al lugar donde debió ser utilizada), según muchos es una "chinkana" extensa, pero hoy inundada y cerrada.

Q'ENQO

Este es un grupo arqueológico que se encuentra al este de Saqsaywaman, a una altura de 3600 m.s.n.m., sobre un afloramiento de la formación calcárea de Yunkaypata que se formó en el Cretácico hace unos 80 millones de años. La caliza es roca sedimentaria de origen marino, encontrada aquí como consecuencia de que en época prehistórica el valle del Qosqo era un lago inmenso hoy denominado Morkill que por el este llegaba hasta la zona de Angostura; la superficie rocosa es bastante irregular conocida como "paisaje kárstico", formada por la disolución de las concentraciones de carbonato de calcio contenidas en la roca.

El nombre original del lugar se ha perdido, el actual parece tener vigencia a partir del siglo XIX. Q'enqo es palabra Quechua que significa "laberinto", "torcido" o "zig-zag"; probablemente éste sea uno de los 365 adoratorios que debieron existir en el valle. Destaca en el lugar la "plaza" o espacio abierto que muchos llaman "anfiteatro" que sirvió para llevar a cabo ceremonias diversas en presencia de sus ídolos y momias que ocupaban los 19 nichos trapezoidales que hoy se encuentran sólo hasta la mitad de su altura original. El interior de esos nichos tenía altura suficiente para albergar a una persona parada, por lo que se aduce que también sirvieron para poner en ellos los Wayke de personas nobles (wayke: hermano), es decir ídolos con formas humanas en tamaño natural hechos en metales preciosos y que de acuerdo a la creencia local contenían el espíritu de las personas representadas. Frente a los nichos se encuentra una Roca Sagrada enorme que por su ubicación debió tener un significado muy especial, tiene una base de piedras bien labradas a la que le faltan 2 hileras; los estudiosos aducen que aquella roca fue una escultura impresionante que debió tener la forma de alguno de los dioses del Inkario, posiblemente la cabeza de un felino o una serpiente; mas, como fue un Dios para los Quechuas fue totalmente fracturada y deformada cuando se hizo la tristemente famosa "Extirpación de Idolatrías", por la que se debió destruir todo aquello que se opusiera al cristianismo y tuviera relación con la religión Inkásica. Algunos audaces no dudan en suponer que esta escultura era una representación fálica.

Al noreste de la plaza se encuentran restos de una fuente litúrgica que debió contener buena y abundante agua, desafortunadamente hoy está seca y semi-

derruida después que el agua fuera canalizada y transportada a la cervecería de la ciudad que se jacta de producir cerveza "hecha con el agua de los Inkas".

En la parte superior del afloramiento rocoso se encuentran muchas zonas labradas que seguramente sirvieron de base a otras construcciones hoy desaparecidas; se observan muchas escalinatas labradas en la roca viva, restos de esculturas zoomorfas especialmente un ave y un cuadrúpedo que quizá sea un felino. Existe además una Phaqcha (fuente) muy interesante que consta de un receptáculo en la parte superior y una canaleta zigzagueante que se bifurca en dos en su extremo inferior; se indica que este conjunto sirvió para llevar a cabo ritos de adivinación o predicción y que en el receptáculo superior probablemente se vertían líquidos que podían ser "Aqha" (chicha), o también la sangre de los animales sacrificados en el interior de la cámara semi-subterránea, el líquido debía discurrir a través del canal zigzagueante y luego seguir por una de las bifurcaciones que debían tener significados diferentes o contrapuestos (tal vez positivo y negativo), para de ese modo predecir acontecimientos diversos; tal parece que el nombre actual del monumento deviene de la forma del canal zigzagueante. Coronando la parte superior de la formación calcárea se encuentran talladas dos prominencias cilíndricas sobre un pedestal de forma ovoidal, conocidas tradicionalmente como el Intiwatana (amarradero del sol) de Q'enqo que se supone fue utilizado con algunos otros elementos a manera de un observatorio solar, para medir las diferentes variaciones del Astro Rey, fijar solsticios y equinoccios, calcular las estaciones, etc., con la finalidad de facilitar la actividad agrícola. Es obvio que otra de sus funciones fue para rendirle culto al Sol y quizá a algunos otros cuerpos celestes. Llama poderosamente la atención que dos lados transversales de las dos protuberancias indican exactamente el norte magnético, lo que se prueba con facilidad con la ayuda de una brújula; algo similar se observa en Machupicchu por lo que es probable que los Quechuas también hayan conocido los puntos cardinales al encontrarse muchos elementos coincidentes. Hoy, también es posible leer o escuchar historietas nada serias que cuentan que originalmente estas dos labraduras fueron utilizadas para llevar a cabo sacrificios y también para verificar la virginidad de muchachas, así ellas debían pararse sobre las protuberancias y miccionar, si lo hacían en la pequeña ranura que está por el medio entonces significaba que eran vírgenes, de otro modo no lo eran; sin duda la historieta previa es producto de la imaginación de cerebros soñadores.

En la parte inferior del gran roquedo se encuentra un pasaje angosto labrado en sus caras laterales siguiendo el fallamiento original de la roca; aún más abajo se encuentra la denominada "Cámara de Sacrificios" que de igual modo está tallada aprovechando la formación natural de una pequeña gruta. Resaltan en su interior: hacia el este un nicho trapezoidal seguramente utilizado para guardar los elementos y utensilios para ejecutar sacrificios; hacia el oeste una apertura en la roca a manera de ventana que da hacia el pasaje angosto, abierto seguramente para tener más luz en el interior de la gruta oscura; en la porción central se encuentra el altar o mesa de sacrificios donde se debían llevar a cabo sacrificios de animales con fines ceremoniales o de adivinación; se duda sobre la práctica de

sacrificios humanos en el Inkario, ya que por ejemplo, en el Inti Raymi, la más importante ceremonia en su calendario festivo sólo se sacrificaba una llama.

Hacia el sudoeste del santuario descrito se encuentra otro de forma esferoide conocido hoy como Q'enqo Chico con el que parece haber tenido una estrecha relación. Q'enqo Chico está rodeado de una pared de tipo "celular" que debió ser más alta; al interior se observan escalinatas, acueductos, nichos y otros elementos que tuvieron funciones religiosas.

PUKA-PUKARA

Es un grupo arqueológico que se encuentra en el kilómetro 8.5 de la pista que conduce a P'isaq y el Valle Sagrado de los Inkas, a una altura de 3750 m.s.n.m. Su nombre es compuesto y proviene de dos voces Quechuas, "puka"= rojo, y "pukara"= fuerte o fortaleza; entonces "Puka-Pukara" significa "fortaleza roja"; sin duda, porque las piedras calcáreas con las que está construida han adquirido una coloración rojiza como consecuencia del terreno donde se construyó que también es rojizo por la cantidad de hierro que contiene. El tipo de aparejo existente es el "celular" con piedras pequeñas y medianas de formas poligonales o irregulares. Ocupa un espacio bastante estratégico en una saliente natural de la montaña para facilitar la observación y control de un territorio extenso; además también tenía comunicación visual con la pequeña "pukara" de Tambomach'ay distante a casi un kilómetro. Se aduce que tuvo la función de resguardar Tambomach'ay que en el Inkario fue un palacio importante, pero que a su vez, por su disposición arquitectónica y la existencia de fuentes, acueductos y múltiples recintos, y su cercanía al camino antiguo que se observa ganando el abra en la montaña norteña y que conducía hacia Huch'uy Qosqo y Calca en el Valle Sagrado, fue un "tambo" es decir un albergue colectivo que ofrecía posada y alimentos a los viajeros, al igual que a la comitiva que debía acompañar al Inka en su retiro en Tambomach'ay.

TAMBOMACH'AY

El nombre actual es una deformación del original Tanpumacha'y (palabra grave en Quechua) que también es compuesto y deriva de "tanpu": albergue y "mach'ay": lugar de descanso. En este caso, el nombre y el lugar están consignados en diversas crónicas, que además indican que originalmente fue un palacio de relajamiento y retiro espiritual exclusivo para los Inkas. Según Juan Polo de Ondegardo, perteneció al Inka Yupanqui quien se hospedaba en el lugar cuando iba de caza; lo anterior es muy probable porque aún hoy, en las montañas adyacentes se encuentran muchos animales salvajes como venados, pumas, zorros, perdices, etc., y en el Inkario posiblemente también camélidos americanos salvajes.

El Inka fue considerado Hijo del Sol y por ende era un Dios viviente, así, su casa o palacio debió también tener un carácter sagrado; sacralidad que está demostrada al encontrarse el nombre del lugar enumerado como Waqa o Adoratorio. Lo que

queda del edificio está adosado a la montaña y construido con calizas poligonales de tamaño mediano con un tipo de aparejo "celular"; resaltan los cuatro nichos trapezoidales en la pared superior y otros dos más abajo hacia la derecha con dinteles monolíticos, nichos que con seguridad también sirvieron para albergar ídolos y momias Inkásicos. Resaltan además las tres fuentes de agua en dos niveles diferentes que tuvieron una función estrictamente ceremonial al considerarse que el Unu o Yaku (agua) fue una deidad importante de carácter masculino que fertilizaba la tierra, así, ineludiblemente debía tener templos especiales para su culto, tal como se observa en todos los complejos religiosos importantes. El agua que aquí se encuentra es límpida y cristalina cuyo origen se desconoce y está transportada a través de un canal subterráneo, se supone que el manantial debe estar hacia el oeste en las faldas de la cadena del "Senqa". Para quienes moramos en la región este agua es inofensiva por nuestra costumbre y aclimatación, pero podría resultar perjudicial para los forasteros produciéndoles diarreas o males intestinales. Muchos denominan al lugar "Baño del Inka", otros "Baño de la Nust'a", algunos con cierta audacia indican que estas fuentes litúrgicas son "fuentes de la eterna juventud" o "fuentes de fertilidad" induciendo a los visitantes a beber de aquel agua. No está demostrada la práctica de baños ceremoniales, sin embargo pudieron haber existido como una forma de purificar el cuerpo.

En el lado opuesto a las fuentes se encuentra una edificación también hecha con piedras labradas que por su posición debió tener la función de resguardo y vigilancia, es decir que fue una pequeña "pukara" desde cuya porción superior se tiene comunicación visual con "Puka-Pukara" o la "Fortaleza Roja".

En esta zona, hoy con frecuencia se encuentran cantidad de mendigos "ocasionales", niños y mujeres campesinos que ven en el turista una fuente de ingreso fácil; ellos son un producto indeseable del desarrollo turístico en la región, ya que en la sociedad tradicional andina es imposible encontrar mendigos porque sus relaciones sociales están basadas en patrones de reciprocidad mutua. En ciertos casos estos mendigos ofrecen a los turistas pequeños manojos de "muña" (Minthostachys spicata), una variedad de menta nativa que al ser frotada en las manos despide su fragancia que inhalada ofrece un alivio para quienes tienen mareos, nauseas, dolores de cabeza u otros efectos indeseables por la altura, además la planta también es utilizada para hacer infusiones medicinales para diarreas y disentería por frío; las hojas usadas en emplastos son un antinflamatorio eficaz.

LAQO (SALONNIYUQ, SALONPUNKU)

Este es un interesante grupo arqueológico que se encuentra a aproximadamente 1 km. al noreste de Q'enqo por el sendero peatonal existente (hoy vía carrozable); de igual modo se puede llegar al lugar por un desvío carretero sin asfaltar a partir del km. 6 de la pista Qosqo-P'isaq. En el acervo popular el lugar también es conocido como el "Templo de la Luna" o "Cueva del Mono"; se encuentra sobre el antiguo Camino Inka que conducía hacia el Antisuyo, y seguramente también fue

otra de las "Wakas" o adoratorios referidos por los cronistas; su nombre original se ha perdido razón por la que hoy es conocido con nombres diversos. Al igual que los demás sitios arqueológicos de la zona está sobre una afloración calcárea grisácea de la Formación de Yunkaypata; este peñón está tallado en todos sus contornos presentando cantidad de escalinatas, alacenas, bases de otras construcciones, dos aves muy similares a las existentes en Q'enqo y un cuadrúpedo cuyas cabezas han sido mutiladas. También en la parte superior se advierte la presencia de un "Intiwatana" u observatorio solar de forma cónica trunca (no tiene vértice) esculpido en la roca viva. En la parte inferior existe un pasaje que comunica las dos caras del lugar parcialmente labrado aprovechando una falla natural; además existen dos ambientes labrados en el interior del gran roquedo que por los elementos que contienen debieron tener funciones estrictamente religiosas. El segundo ambiente (el del nivel más alto) es el más interesante y tiene una gran sierpe tallada en la entrada y en el interior un cuadrúpedo cuya cabeza ha sido fracturada, más adentro hay alacenas, plataformas y hacia el techo un tragaluz interesante que de acuerdo al conocimiento popular fue un templo lunar, ya que a la media noche de la luna llena más cercana al solsticio de invierno el interior de la cueva se encuentra plenamente iluminado por la luz que ingresa a través del tragaluz. Hoy el lugar es mayormente visitado por "místicos" y "esoteristas" que llevan a cabo ceremonias a veces circenses en un afán de emular a los verdaderos sacerdotes de Religión Andina. Este mismo lugar ha cobrado celebridad en las últimas décadas al ser preferido por jóvenes desorientados que en las noches de luna llena visitan el lugar para una peregrinación de "alcohol y drogas".

K'USILLUCHAYOQ

Se encuentra a un medio kilómetro al sur de Laqo, siempre sobre el camino antiguo al Antisuyo; su nombre original se ha perdido, hoy es denominado K'usilluchayoq que traducido al español sería "lugar que tiene monito" (Kusillucha: mono en diminutivo). Es de igual modo un conjunto arqueológico mayormente esculpido en una afloración calcárea con una profusa superficie kárstica. Sobre el Camino Inka existen restos de acueductos y una fuente con dos vertederos que por la calidad del trabajo debió tener una función ceremonial al igual que de aprovisionamiento para los viajeros. En la parte inferior del sitio se encuentra una protuberancia tallada que se encuentra bastante golpeada y que de acuerdo a muchos debió representar a un batracio, en cuya parte posterior se encuentran talladuras en alto relieve con formas zoomorfas que parecen haber sido monos y serpientes. En el lugar también se encuentran restos de un monolito que parece haber representado un felino que hoy se encuentra muy deteriorado; existen además tallas de diversas formas que debieron corresponder a bases de otros elementos y construcciones.

P'ISAQ

En la actualidad P'isaq constituye uno de los más importantes Parques Arqueológicos de la región; se encuentra a unos 30 Kms. al noreste de la ciudad

del Qosqo. Es muy probable que su nombre derive de la palabra "p'isaqa" que denomina a una variedad de perdiz (Nothoprocta ornata) muy común en la zona; aún algunos aducen que la ciudad prehispánica tenía la forma de una perdiz que a su vez simbolizaba la fauna lugareña. Hoy, también se encuentra la población colonial de P'isaq en la parte baja del valle establecida como consecuencia de las célebres "Reducciones de Indios" a partir de 1572, por las que se debía reunir a los Quechuas en pequeñas poblaciones. La ciudad inkásica se encuentra en la parte alta de la montaña por encima de los andenes que se encuentran en muy buen estado de conservación; es ya clásico entre los Quechuas, que las zonas más fértiles debían ser reservadas para la agricultura sin ser desperdiciadas construyendo pueblos o ciudades de tal modo que la ciudad fue construida aprovechando la montaña rocosa y seca. Su ubicación además facilitó la protección del lugar ya que ésta fue una ciudad fortificada hecha en el camino hacia el Antisuyo (selva amazónica), de acuerdo a muchos fue establecida allí para poder proteger la gran capital de posibles ataques de la nación de los Antis (el nombre de la Cordillera de los "Andes" deriva de "Antis") que fueron sus más grandes y nunca sometidos enemigos. Hoy todavía es visible la muralla que protegió la zona más importante de la ciudad, además dentro del área protegida están las terrazas agrícolas más extensas que debieron proporcionar suficientes alimentos para sus habitantes en caso de sitios o guerras prolongadas; por su parte, existieron también acueductos que suministraban el líquido elemento para el desarrollo agrícola, todo parece indicar que para la subsistencia de sus habitantes el agua fue captada de la parte alta de la montaña y conducida a través de canales subterráneos.

Para llegar al grupo arqueológico a partir del pueblo colonial se tienen dos posibilidades: seguir a pie cogiendo la calle al costado occidental de la actual iglesia y ascender todas las andenerías y la montaña, en una caminata bastante dura por la altura e inclinación de la montaña y que requiere estar en muy buenas condiciones físicas; o coger un carro que debe seguir la carretera de 8 Kms. hacia el noreste del pueblo colonial para luego a partir del parqueadero seguir a pie la distancia de algo así como 1.5 Kms. hasta el sector del "Intiwatana". La segunda posibilidad es la más fácil y popular hoy en día, siendo su variante más interesante el llegar en carro hasta el sector denominado "Qanchisraqay" para empezar con la caminata, para lo cual es recomendable no sufrir de vértigo por lo escarpado del terreno.

Casi todos los nombres originales de los diversos sectores en P'isaq se han perdido, los que hoy se conocen han sido establecidos por la tradición, historiadores y arqueólogos; por lo que en muchos casos no representan su verdadera naturaleza o función. La razón por la que hay falta de información precisa sobre el lugar es que no existen documentos o crónicas que sirvan de testimonio fehaciente para su interpretación; mas, el nombre "P'isaq" sí es auténtico porque está consignado en algunas crónicas. Hoy la arqueología y la historia tratan de descifrar los misterios del lugar en base a excavaciones arqueológicas, por deducciones lógicas y estudios comparativos o por analogía con otros elementos conocidos; al existir una tipología arquitectónica inkásica hoy

es posible establecer la función de la mayor parte de los edificios, pero existen muchos otros aspectos que quedarán como un eterno enigma.

"Qanchisraqay" ("qanchis": siete, "raqay": galpón) es uno de los barrios de P'isaq que se encuentra fuera de la ciudad fortificada a ½ Km. de la muralla; este sector también es conocido como "Kanturaqay" en relación al nombre de nuestra flor nacional (kantu). Se constituye de muchas construcciones con paredes de tipo "pirka", es decir hechas con piedras no labradas y con mortero de barro que originalmente tenían un estuco de arcilla. Aquí se encuentran algunas "kanchas", es decir departamentos o viviendas para la gente no noble que debió cultivar los andenes de la parte baja; se aprecian además restos de acueductos y fuentes que debieron suministrar el agua para la supervivencia de las gentes asentadas. Desde aquí se tiene una vista panorámica de las andenerías que al ser observadas de abajo parecieran ser estrechas pero estando en el lugar se descubre que son bastante amplias. Su ubicación al borde del precipicio es excepcional para la vigilancia y el control del movimiento de personas o viajeros que utilizaban el camino hacia la región de Paucartambo y el Antisuyo.

Siguiendo el camino hacia el oeste de Qanchisraqay se llega al cruce de caminos conocido como "Antachaka" ("anta": cobre, "chaka": puente) donde se encuentran algunas fuentes y el acueducto superficial para los andenes. Hacia el oeste, en la cara irregular casi vertical de la montaña se aprecian una especie de hoyos en gran cantidad: son las tumbas profanadas del más grande cementerio prehispánico en la región, hoy denominado "Tankanamarka" ("tankay": empujar, "marka": lugar; podría traducirse como "despeñadero") que de acuerdo a algunos cálculos debía contener unas 10,000 tumbas que en su mayor proporción han sido saqueadas. En la creencia Inkásica se aducía que una vez muertas las personas empezaban una nueva vida por lo que las momias de difuntos debían ser guardadas con todos sus enseres y alimentos necesarios. Al producirse la conquista los invasores sabían que en las tumbas Inkásicas era muy probable también encontrar joyas de piedras y metales preciosos por lo que empezaron con su diabólica profanación y saqueo de las tumbas de antiguos peruanos; es así como gran parte del cementerio encontrado en P'isaq contiene tumbas saqueadas, algunas momias aún están en el lugar pero no así sus joyas ni elementos utilitarios.

Continuando con la caminata se traspone la muralla parcialmente destruida y la puerta trapezoidal que aún conserva su dintel conocida como "Amarupunku" (amaru = serpiente, punku = puerta) y se llega al barrio de "K'alla Q'asa" (k'alla: seccionado, q'asa: abra) también denominado "Hanan P'isaq" (P'isaq de arriba o superior), contiene muchas construcciones de tipo "pirka" al borde de los precipicios, entre departamentos, depósitos, torreones y muchas escalinatas.

Siguiendo el camino luego del "Amarupunku" se traspone un túnel pequeño horadado aprovechando una falla natural, tiene una longitud de 16 m. y una altura irregular y baja por lo que una persona debe pasar agachada; cabe indicar que este no fue un camino principal sino uno accesorio dentro de la ciudad, que no

puede ser comparado con el Camino Inka hacia Machupicchu que sí fue un "Inka Ñan" o "Camino Real" donde existen túneles que son mucho más cómodos de trasponer. Continuando por el camino accidentado con muchas escalinatas se llega al Sector Religioso de P'isaq, hoy denominado "Intiwatana" ("Inti" = sol, "watana" = amarradero).

"Intiwatana" es el barrio más importante en P'isaq, corresponde al núcleo ceremonial o complejo religioso de la ciudad que tiene las construcciones de mayor calidad con paramentos de tipo "sedimentario", es decir con piedras labradas y uniones pulidas que tienen la cara exterior de forma rectangular; su ubicación en la parte alta de la montaña es inmejorable y domina visualmente un gran territorio del valle. Este sector debió constituirse de templos diversos al igual que el Qorikancha del Qosqo, con adoratorios para diversas deidades; la falta de información precisa hace que hoy no se conozcan con exactitud los dioses adorados en cada uno de ellos. En la parte central del complejo se encuentra una construcción semicircular con una pared lateral recta cuya puerta principal da hacia el sur, por deducción y analogía con otras construcciones similares se establece que fue el "Templo del Sol" de P'isaq. En ambas paredes laterales de su entrada ascendente se encuentran cajuelas labradas en la roca que debieron tener la función de agarraderas a manera de un pasamanos y en medio del recinto se encuentra un altar tallado en la roca "in situ" con una protuberancia cónica trunca central que en el acerbo popular es conocida como "Intiwatana" es decir "Amarradero del Sol" (su nombre original debió ser "Saywa" o "Suqanqa") y debió tener la función de posibilitar la observación del movimiento solar con la ayuda de otros elementos y ángulos labrados en el templo que servían de "hitos" para estudiar las proyecciones de las sombras de esa pieza lítica. Actualmente ese "Intiwatana" tiene muestras de haber sido duramente golpeado aunque aún se puede advertir su forma original de cono trunco. El altar debió servir para llevar a cabo las diversas ceremonias en honor al Sol así como para poder sacrificar animales con fines adivinatorios.

Descendiendo las escaleras del Templo del Sol, más adelante hacia la derecha se encuentra otra labradura cónica trunca que debió ser utilizada en estrecha relación con el "Intiwatana"; y aún más abajo hacia la derecha se observa un altar pétreo tallado en la roca natural y un "signo escalonado" también esculpido en la roca que representaba las tres esferas del mundo religioso andino: el "Hanan Pacha", el "Kay Pacha" y el "Ukju Pacha" y que posiblemente también sirvió de elemento de apoyo para la observación solar.

En el complejo se encuentran muchos templos de planta rectangular de muy buena factura cuya función específica se desconoce, mas hoy la tradición popular está tratando de implantar nombres para los mismos, por supuesto sin ningún soporte documental o científico. Rompe con la armonía arquitectónica, una habitación pequeña ubicada en medio del sector hecha con paredes de tipo "pirka" que probablemente debió servir como aposento para el "tarpuntay" o sacerdote encargado de servir en los templos. En el área se encuentran de igual modo, algunos canales bastante bien labrados y restos de fuentes que por su calidad y

ubicación debieron tener una función estrictamente religiosa ya que el agua fue una deidad especial entre los andinos que obligadamente debía tener canales, fuentes y reservorios para su culto; a unos 20 mts. delante de la puerta de ingreso del complejo se encuentra una fuente muy especial cuya base está debajo del nivel del piso y que sirvió como recipiente de agua, en ambos costados de su vertedero se observan dos talladuras que parecen ser agarraderas, por su disposición debió servir para llevar a cabo "baños ceremoniales" como una forma de purificar el cuerpo. Desde esta zona se tiene una visión parcial del encauzamiento original del Río Urubamba que discurre en línea recta unos 3.5 Kms.; es conocido que en el Inkario ese río estuvo totalmente encauzado a partir de P'isaq hasta más abajo de Ollantaytambo, cuya finalidad fue la de ganar campos de cultivo y proteger los mismos cubriendo unos 90 Kms. de longitud en el valle, hoy en muchos sectores aún es posible observar restos de las paredes laterales del canal de encauce.

Descendiendo por las escaleras hacia el este del sector del "Intiwatana" se llega al barrio de P'isaqa que tiene en su conjunto una forma más o menos semicircular respondiendo a la forma de la montaña, tiene algunos pocos muros con piedras labradas, algunos de tipo "pirka" y otros simplemente de adobes; aquí se encuentran algunas "kanchas" o departamentos bastante bien distribuidos. Desde el extremo sur de este barrio y en la cara de la montaña se aprecian algunas "pukaras" o torreones defensivos de forma circular y las "qolqas" de adobe o depósitos de bienes de subsistencia. En todo el complejo se observan andenes construidos hasta el borde de los precipicios que aún conservan sus acueductos rectos a veces verticales (el agua no discurre más) y sus escaleras voladizas hechas de piedras encajadas en la cara de los muros de contención y que comunicaban de andén a andén. Desde este barrio parte un camino hacia el sur que ofrece un panorama muy interesante para poder descender hasta el pueblo colonial de P'isaq, en su defecto se deberá coger el camino hacia el norte para llegar al parqueadero de carros.

EL MERCADO DE P'ISAQ

Como ya se indicó con anterioridad, el actual pueblo de P'isaq en la parte baja del valle fue formado después de 1572 al establecerse las "Reducciones de Indios" por las que se debía obligar a los Quechuas a vivir en centros poblados. El pueblito se hizo a la usanza andina, con calles empedradas y estrechas, pero, se debió establecer una "Plaza de Armas" y una iglesia católica al estricto uso español. Hoy, en la plaza se observan dos longevos árboles de Pisonay o Ceibo (Erythrina falcata) que tienen flores rojizas comestibles, su fruto contiene sustancias alimenticias y su semilla alcaloides de acción curativa; de acuerdo a la tradición, Francisco Pizarro en su visita al lugar ató su caballo en uno de estos árboles por lo que deben tener unos 5 siglos de edad. En la plaza también hoy se observa un monumento esculpido en piedra a la memoria del Cacique de P'isaq don Bernardo Tambohuacso Pumayalli, quien en 1780 con el compromiso de muchos otros caciques y mestizos encabezó un movimiento independista contra la corona española, movimiento que fracasó por traición y posteriormente los líderes

ejecutados en la Plaza Mayor del Qosqo. La iglesia que hoy se observa en el lugar es relativamente moderna ya que la colonial también de adobe fue demolida casi totalmente.

Es en la Plaza de Armas del pueblo donde cada domingo se lleva a cabo el célebre "mercado indígena" que atrae a cientos de campesinos de las comunidades cercanas que descienden de las montañas para llevar a cabo sus transacciones comerciales. Normalmente esos campesinos traen al mercado lo que ellos mismos producen, productos agrícolas que son vendidos o simplemente intercambiados o trocados con otros bienes manufacturados o ajenos a sus montañas que podrían ser velas, fósforos, vestimenta, sal, hojas de coca, frutas tropicales, etc. Llama la atención la colorida vestimenta típica de los comuneros que visitan el mercado; vestimenta que es de uso normal y no un disfraz ocasional. Muy fácilmente se pueden diferenciar los sombreros autóctonos que son casi siempre negros y planos que indican que sus portadoras casi no tienen influencia de la cultural occidental y sólo hablan Quechua, a diferencia de las mujeres que tienen sombreros de copa o "a la europea" de diversos colores que están occidentalizadas y posiblemente asistieron a la escuela y tienen cierto conocimiento del español y por ende son bilingües. No obstante, este mercado también se ha adaptado a las necesidades de los turistas, habiéndose creado un amplio sector ocupado por el mercado artesanal para turistas o de "souvenirs" donde se encuentran todos los artefactos existentes en cualquier mercado artesanal del Qosqo, con la peculiaridad de que muchos de los comerciantes son foráneos al lugar. Por lo tanto, hoy se pueden encontrar dos mercados en el mismo lugar: el "indígena" y el de turistas. En la actualidad se ha institucionalizado también el mercado de los jueves que es más escaso que el dominical; en términos generales este es un buen lugar para comprar objetos cerámicos que son fabricados localmente y tejidos con cierta antigüedad (15 ó 20 años). Por su parte, los domingos por la mañana a eso de las 11:00 a.m. en la iglesia del pueblo se lleva a cabo la misa católica para la población local a la que también asisten los "Varayoq" (que tiene vara) de las comunidades campesinas de la zona, es decir los alcaldes de las mismas; son denominados "Varayoq" porque portan una vara de autoridad fabricada de "chonta" (palmera de madera negra muy dura) con adornos de plata repujada. El ingreso de los alcaldes al pueblo es anunciado por sus asistentes quienes hacen sonar sus "pututos" que son una especie de trompetas heredadas del Inkario y hechas de caracoles marinos grandes (Strombus galeatus); lo peculiar de la misa es que por desconocimiento o poco dominio de la población autóctona y los alcaldes del idioma español, el sermón tendrá que ser dicho en lengua Quechua.

En la ciudad del Qosqo y los pueblos andinos como P'isaq, con frecuencia se encuentran "banderas" o palos que salen de las puertas con algunas bolsas plásticas rojas o flores multicolores en la punta que indican que en el lugar se vende "aqha" o "chicha", la cerveza de maíz que es suave en contenido alcohólico y un tanto pesada para el estómago occidental. Esa bebida constituye parte de la dieta diaria del andino desde tiempos inmemoriales, es popular entre las mujeres que tienen niños tiernos porque al beberla poseerán abundancia de leche

materna; y también es popular entre los varones porque se tiene la creencia que el beber chicha previene de la prostatitis. En muchos lugares también se encontrarán palos similares con un cesto pequeño en la punta que indican que allí se vende pan o es una panadería; y si alguna vez se encontrase otro palo similar con hojas de plátano en la punta entonces se sabrá que allí se venden hojas de Coca. Ese es un sistema de avisaje que aún subsiste; hace unas décadas atrás fue mucho más popular porque la mayor proporción de nuestra población era analfabeta pero hoy se va extinguiendo paulatinamente como consecuencia de la educación que van adquiriendo las personas y la influencia de la radio y televisión. Esta misma influencia está conduciendo al abandono de ciertas costumbres "arcaicas y represivas" y tradiciones arraigadas a lo largo de siglos como los matrimonios arreglados y la práctica del "Sirvinakuy" el matrimonio de prueba heredado de nuestra cultura ancestral que según Alfonsina Barrionuevo en el Inkario debió ser "Warmichakuy" o tal vez "Tinkunakuspa". El "sirvinakuy" consistía en la unión temporal endogámica de un varón y una mujer, jóvenes en su mayoría de edad y de similar status social con la finalidad de poder conocerse hasta en los aspectos más íntimos y mínimos por un lapso aproximado de un año, al final del "sirvinakuy" si la pareja no se separaba se la consideraba unida firmemente, con obligaciones y derechos indiscutibles. Si en ese tiempo de prueba la relación fallaba y había un vástago, la mujer era devuelta a la casa de sus padres con su hijo; al decir de Barrionuevo "...No se trata, pues, de un simple concubinato sino de una institución que garantiza hijos y comprensión entre la pareja, dentro de un marco de respeto y de igualdad, que son ajenos al mestizo y al blanco".

Existe cierta controversia en cuanto a la conducta sexual de los jóvenes Andinos en el Perú prehispánico: la corriente más realista sostiene que en el Inkario los jóvenes quechuas tenían valores puritánicos por consiguiente una moral conservadora, exactamente como los actuales campesinos de los Andes; algunos autores sugieren que existía desorden y libertinaje. Para entender la primera corriente basta leer a Guaman Poma de Ayala que en la segunda mitad del siglo XVI escribió acerca de las Leyes y estatutos Inkásicos: "Las mujeres que son inmorales, aquellas que permiten ser seducidas y aquellas que se convierten en prostitutas deberán sufrir la pena de muerte siendo suspendidas de una roca de sus cabellos y sus manos y dejadas allí hasta perecer.

Un hombre que desflora a una virgen deberá recibir 500 azotes y deberá pasar por una tortura que consiste en dejar caer un peso considerable de una altura de unos 3 pies en la espalda del culpable. Es usual que la persona muera, pero hay algunos casos de sobrevivencia.

Un hombre que viola a una mujer deberá sufrir la pena de muerte. Si la mujer consiente una relación ilícita, ambos deberán ser suspendidos de sus cabellos hasta morir." Después en el mismo libro él asegura que bajo la ley colonial española que dejó a los Quechuas en la peor pobreza y miseria; las condiciones económicas empujaron a las personas a cambiar su forma de vida puritana. Por su parte, por la primera mitad del siglo XVII el sacerdote católico Bernabe Cobo escribió: "Porque ellos nunca conocieron el esplendor y belleza

de la castidad, ellos nunca lo apreciarion; así, la virginidad de sus mujeres era muy ofensiva para ellos. Decían que aquellas que eran virgenes nunca habian sido amadas por nadie. En efecto, muy pocas permanecían vírgenes hasta el día de su matrimonio". El padre Cobo también escribió sobre el matrimonio de prueba y en su manera inquisitorial dice: "... cuando un indio escoge una mujer para su esposa, él no trata de conocer si ella tuvo una vida virtuosa o licenciosa porque entre ellos esta no es una razon que aumenta o resta su valor. La mayor consideración es cuanto de riqueza posee . Despues de esto él considera si es trabajadora y si le deleitará y servirá bien. Pero como esta segunda cuestión es difícil de determinar a no ser que sea a través de la experiencia directa, para comprobarlo él usualmente la toma como concubina primero, manteniendola en prueba por unos cuantos meses y a veces por años. El se casa con ella si le complace, sino la deja y selecciona a otra". El padre Cobo tiene muchos seguidores porque sus argumentos son más "exóticos" o propios de "sociedades bárbaras"; así por ejemplo, en 1967 B.C. Brundage usando bastante de su buena imaginación pero de un modo un tanto morboso escribio: "La castidad entre los Incas fue un estado en que ingresaba una muchacha solamente despues del matrimonio. Antes del matrimonio las aventuras amorosas parecen haber sido fáciles y numerosas para las hijas de los Incas, y no era incomún desde su niñez para las ñustas de la más alta alcurnia el acompañar los ejercitos del Inca en los que sus padres eran oficiales. En esas campañas extendidas las noches de luna fuera del círculo de las fogatas eran testigo de interminable canto baile y copulación."

Es innegable que el matrimonio de prueba, institución de derecho natural basado en un profundo respeto a sus reglas y garantizado por el control de los mayores fue modificado y degenerado en época colonial. Una consecuencia directa del abandono del "Sirvinakuy" serían el aumento en los índices de divorcio; fenomeno raro y muy criticado antes.

OLLANTAYTAMBO

En su conjunto constituye un Parque Arqueológico Nacional de mucha importancia en la región. Está ubicado en el distrito de Ollantaytambo, provincia de Urubamba; el pueblo está a unos 76 Kms. del Qosqo por la carretera Chinchero - Urubamba y a 68 Kms. por vía férrea; a una altura de 2700 mts. (8856 ft.). Este es un complejo bastante extenso cuya porción central se encuentra en el pueblo y zonas aledañas. Ingresando desde el Qosqo, a partir de Pachar se encuentran cantidad de andenerías que son ya parte del complejo, andenerías que se hallan deterioradas y muchas de ellas abandonadas; es triste advertir que el titánico trabajo que costó construirlas no sea valorado hoy con políticas mínimas de conservación. El agua que debió irrigar las terrazas hoy no discurre más, sus acueductos hechos en piedra que fueron una obra maestra en ingeniería debieron extenderse aún por muchos kilómetros pero éstos hoy en muchos casos no

existen más; razón para ello es que ahora nadie se preocupa por mantenerlos y porque tuvimos tres siglos en que el conquistador no estuvo interesado por la agricultura sino simplemente por la explotación minera. Más abajo se encuentran los fuertes de Choqana a la ribera izquierda del río Urubamba e Inkapintay a la derecha, ellos debieron constituir parte del complejo sistema de protección del núcleo urbano inkásico. Avanzando río abajo se pueden además encontrar las bases o cimientos de un puente Inka, es impresionante la base central hecha con bloques pétreos inmensos y los dos pedrones gigantescos colocados delante de ésta para protegerla efectivamente a manera de rompeolas que dividían el cauce fluvial en dos, en ambas riberas se aprecian de igual modo sus bases laterales también muy sólidas. Originariamente ese puente debió ser colgante y fabricado con fibras de "ichu" (paja brava) o maguey trenzadas; por la duración de esos materiales el puente debió ser renovado anualmente. Continuando por carretera a un escaso ½ km. del puente se aprecia la gran portada original de ingreso a la ciudad inkásica de Ollantaytambo, hoy denominada "Llaqta-Punku" o "Puerta del Pueblo", que fue parte de una muralla protectiva.

Ollantaytambo es una palabra Quechua compuesta y deriva de "Ollanta" que es un nombre personal propio y "Tambo" que es forma españolizada de "Tanpu" que refiere a una ciudad que ofrecía albergue, alimentación y comodidades para viajeros. "Ollanta" es el nombre de un Capitán de las huestes del Inka Pachakuteq cuya historia se mantuvo en forma de tradición oral y fue escrita como drama por el sacerdote Antonio Valdez a mediados del siglo XVIII; adaptada como obra teatral para su escenificación pública y estrenada en 1780. Aparentemente es a partir de entonces que se empieza a utilizar "Ollantaytambo" que significa "tambo de Ollanta" como nombre para designar al pueblo donde se llevan a cabo los hechos del drama. El "Drama Ollantay" es considerado como obra clásica de literatura Quechua y cuenta la historia de un capitán llamado Ollanta ajeno a la nobleza cusqueña y que formaba parte del ejército del Inka Pachakuteq; quien fue distinguido entre los demás por su valentía y gran habilidad, y sostuvo un amorío secreto con la hija del monarca de nombre Kusi Qoyllur, mas al intentar tenerla por esposa oficial su petición fue considerada ilegal al prohibir las normas vigentes el matrimonio entre personas de estratos sociales diferentes. Decepcionado el joven capitán se interna en Ollantaytambo y subleva a su población para luchar contra el ejército imperial librando una guerra por el lapso de una década siendo al fin capturado gracias a una treta del capitán Rumiñawi quien aparentando haber sido vejado y echado del Qosqo logró convencer a Ollanta para recibir asilo; pero durante la noche y cuando todos dormían éste abrió las puertas de la ciudad permitiendo el ingreso del ejército del Qosqo y la captura de Ollanta que fue conducido a la capital. Afortunadamente para Ollanta, en el Qosqo el Inka Pachakuteq ya había muerto siendo su hijo el nuevo soberano quien informado de la real historia y con sabia clemencia permitió el matrimonio de los amantes de cuya antigua relación había nacido un niña de nombre Ima Sumaq. Es una historia con final feliz que hoy es muy popular en escuelas y colegios del país que en muchos casos estimulan su escenificación.

Ollantaytambo en el Inkario fue una ciudad fortificada muy importante, edificada como "tanpu" y también para facilitar el control de las vías hacia el "Antisuyo" (selva); según no pocos historiadores también para facilitar la protección de la gran capital inkásica de los ataques de los "Antis" sus peores enemigos. Hoy se ha generalizado su nombre como "fortaleza" que en la práctica resulta impropio porque no sólo tuvo una función bélica o protectiva, sino la de una ciudad compleja con un amplio sector urbano y templos para sus deidades. Como ciudad fortificada tuvo algunos elementos protectivos, entre ellos una muralla protectiva con pocas entradas alrededor del pueblo, varias "pukaras" (fuertes) y atalayas estratégicamente ubicadas. Por su parte, para la población noble asentada en la zona existió un sector urbano bastante amplio y muy bien planificado, una plaza rodeada de edificios importantes, y hacia el sur de la población una impresionante "Kallanka" es decir una construcción cuyas dimensiones son descomunales y totalmente techada que debió servir como albergue y posiblemente también de base militar para el numeroso ejército de la región.

El pueblo actual se erige en el mismo lugar donde se encontraba el sector urbano en el Inkario y es realmente interesante porque es el único lugar en el Perú donde aún se puede encontrar gente que habita en las mismas construcciones que sirvieron de vivienda a los nobles del Inkario. Algunas de sus calles estrechas todavía mantienen los canales de agua al medio o a un costado de la calle, donde discurría agua límpida para el uso de la población, calles que aparentemente aún conservan sus nombres inkásicos. El pueblo estaba dividido en bloques rectangulares con una bien planificada disposición geométrica que da la impresión de ser un pueblo diseñado por arquitectos modernos, donde cada bloque estaba integrado por dos "kanchas" o departamentos con entradas de doble jamba y dintel que indican que fueron verdaderos palacios con habitaciones alrededor de un patio central. Al menos la parte inferior de las actuales construcciones es original y hecha con paredes de tipo "pirka" pero que otrora estuvieron recubiertas con su respectivo estuco de arcilla y posiblemente también tuvieron algunas pinturas murales en algunos casos. Hoy, sus techos de paja han sido reemplazados con tejas y se puede ya respirar cierto aire de modernidad al contar el pueblo con electricidad y agua potable; pero en esencia el pueblo aún tiene sabor inkásico. Hace algunas décadas aquí se llevó a cabo un encuentro mundial de representantes de los "indios" de todo el mundo, quienes declararon a este pueblo como la "Capital Mundial de la Indianidad"; en aquella época hubieron algunos atisbos por querer ayudar a la conservación efectiva de las estructuras originales, mas en la práctica es poco lo que se hizo o hace para ello y es triste comprobar que se está perdiendo paulatinamente muchos de sus elementos innatos.

Hacia el extremo oeste de la población y trasponiendo el riachuelo de "Patakancha" ("recinto superior") se encuentra la gran plaza conocida como "Mañay Raqay" ("Plaza de las peticiones") que al parecer también conserva su nombre original; rodeada de edificios en su época importantes y hechos en adobe. En el occidente de esa plaza se encuentra el ingreso hacia el sector religioso; en la parte baja se hallan andenerías que sirvieron para dos propósitos: fueron

agrícolas y tenían un acueducto en su extremo sur, a su vez que sirvieron para detener la erosión de la parte superior y así proteger los templos más importantes. Ascendiendo las escaleras que se encuentran entre las terrazas se llega hasta el lugar donde se encuentra el denominado "Templo de las 10 Ventanas" como consecuencia de los 10 nichos trapezoidales que presenta su pared posterior; la pared anterior fue destruida y hoy se ignora la verdadera función del recinto. Más arriba se ubica el sitio donde debió estar el más importante templo del la región: el "Templo del Sol"; éste estuvo construido con bloques inmensos de pórfido rojo (granito rosado) cuya cantera denominada "Kachiqhata" ("Ladera de Sal") está ubicada a unos 4 Kms. al otro lado del valle, en la parte alta de las montañas sureñas, opuestas al lugar. Los bloques debieron ser labrados parcialmente en ese sitio, y bajados al fondo del valle; para cruzar el río se construyó un canal artificial paralelo al lecho natural, que sirvió para desviar el curso fluvial de acuerdo a la conveniencia, por lo tanto mientras el agua discurría por un canal el otro estaba seco, así se pudo cruzar el río con los bloques. Además los bloques debieron ser transportados hasta el lugar alto donde se erigió el templo, utilizando el plano inclinado existente en la cara de la montaña (es una especie de carretera cuya silueta se observa nítidamente desde el fondo del valle), con el auxilio de rodillos de madera, bolas o billas de piedra a manera de ruedas, cuerdas de cuero de camélidos sudamericanos, palancas y poleas, y la fuerza de cientos y aún miles de hombres. En el trayecto de las canteras al templo, hoy se encuentran decenas de bloques inmensos que se quedaron en el camino, en el acerbo popular son denominadas "piedras cansadas" porque se cree que jamás se logró transportarlas a su destino; esas piedras son la razón para que muchos aduzcan que el Templo Solar estuvo inconcluso a la invasión española. Lo que queda del Templo del Sol son algunos muros periféricos y el clásico muro mayor que de acuerdo a muchos historiadores fue parte del Altar Principal, consta de seis bloques inmensos cuyo peso promedio es de unas 90 toneladas y tienen como unión vertical otras piedras de menor tamaño haciendo un muro inusual en la arquitectura inkásica, parece ser ésta una proyección de la arquitectura tiawanaquense o posiblemente los arquitectos fueron traídos de la región del lago Titicaca. Pero el acabado es enteramente inkásico con uniones y superficies exteriores total y finamente pulidas y vidriadas que seguramente hasta podían hacer el papel de espejos; en la cara externa del cuarto pedrón a partir del extremo sur se observan labrados tres símbolos escalonados que sin duda fueron heredados de Tiawanako y representan las tres esferas del mundo andino: el "Hanan Pacha", el "Kay Pacha" y el "Ukhu Pacha"; que para el entendimiento occidental serían el cielo o "mundo cósmico", la tierra o "mundo terrestre superficial", y el subsuelo o mundo "de abajo". Se aprecian además, algunas otras protuberancias talladas que han sido fracturadas y que de acuerdo a estudiosos diversos representaron en el Inkario a dioses de la mitología andina. Es inobjetable la presencia del "extirpador de idolatrías" que arrasó con el Templo del Sol; hoy, sobre los andenes, en los alrededores de la plaza, en la iglesia y casa cural, y donde se observe con detenimiento se encontrarán piedras que alguna vez fueron parte de este fabuloso templo. Además, por la calidad y características del trabajo nos atrevemos a pensar que éste estuvo culminado al arribo del invasor peninsular y que las tan mentadas "piedras cansadas" fueron innecesarias

o debían utilizarse en otras construcciones similares. En este mismo sector existen muchas otras construcciones de menor calidad, con muros de adobe o tipo "pirka" que sin duda, fueron adoratorios para divinidades de menor envergadura sobre los que no existe crónica o referencia alguna. Las calles en esta zona son muy estrechas, esto hizo que muchos creyeran que se trataba sólo de una "pukara" (fortaleza); no obstante, la historia demuestra que al enfrentarse Quechuas e hispanos con derrotas o desventaja para los invasores, ellos automáticamente denominaban al lugar "fortaleza de los indios". Eso sucedió en Saqsaywaman y también aquí en Ollantaytambo, donde el ejército de Manko Inka o Manko II derrotó por completo a las tropas invasoras en 1537, cuando Manko se dirigía hacia Willkapanpa (Vilcabamba) luego de 8 meses de encarnizada guerra en el Qosqo. Detrás del sector religioso se aprecia la muralla que protegía esta zona y toda la ciudad fortificada de Ollantaytambo.

Hacia el oriente del pueblo se encuentra el cerro "Pinkuylluna" (pinkuyllo: instrumento musical de viento parecido a la "quena" o flauta andina) donde salta a la vista una construcción bastante grande e imponente sobre la que se ha creado mucho mito; algunos "estudiosos" muy imaginativos indican que fueron escuelas, otros hospitales, otros cárceles y aún despeñaderos!. De acuerdo a la tipología arquitectónica inkásica fueron "Qolqas" o "Pirwas", es decir graneros o depósitos de alimentos, vestido y quizá también armas para el ejército local; tienen muchas puertas y ventanas que posibilitaban la ventilación y seguramente fueron construidos en esa ubicación para facilitar la protección de los elementos almacenados. De igual modo son visibles construcciones más pequeñas ubicadas en puntos sobresalientes o ángulos de la montaña que sirvieron de atalayas para controlar el movimiento de personas en el valle.

Hacia el norte de la puerta de ingreso al sector religioso se encuentra una serie de fuentes de agua que por su ubicación debieron cumplir la función de "Fuentes Ceremoniales", es decir utilizadas para rendirle culto al dios agua. Existe una dentro de una construcción cuadrada de adobes donde aún discurre el agua, hay otra al este de la anterior bautizada por la tradición como el "Baño de la Ñusta" (ñusta: princesa) que presenta molduras escalonadas en su cara debajo del vertedero; hacia el norte también existen muchas otras fuentes constituyéndose en el extenso templo dedicado al culto de "Unu" o "Yaku" (agua). En las proximidades se encuentra el sector que hoy tiene el nombre híbrido de "Inka Misana" ("lugar donde el Inka celebra misa") que presenta un acueducto labrado en la roca viva y una fuente litúrgica, escalerillas y vanos falsos pequeños de doble jamba y dintel esculpidos caprichosamente en la cara de la montaña; en la porción superior existe una prominencia tallada de forma cónica que seguramente fue un "Intiwatana" además se encuentran molduras diversas que fueron parte de un complejo observatorio solar utilizado para medir las variaciones del sol durante el año así como para fijar solsticios y equinoccios.

Siguiendo el riachuelo de Patakancha aguas arriba se encuentran gran cantidad de terrazas agrícolas que aún son cultivadas; muchas de ellas aún conservan sus acueductos. Avanzando por el camino de la ribera derecha del riachuelo (a la

izquierda subiendo por el valle) luego de unas dos horas de caminata se llega a Pumamarka ("pueblo del puma") que seguramente fue un centro poblado bastante importante en el Inkario; se encuentra sobre 3600 m.s.n.m. (11810 ft.).

CHINCHERO

Corresponde al distrito del mismo nombre en la provincia de Urubamba, a 30 Kms. al noroeste de la ciudad del Qosqo; a una altura de 3780 m.s.n.m. y sobre una planicie alto-andina frígida por las mañanas y al atardecer. Fue una de las más importantes poblaciones Inkásicas de la región donde hoy todavía se aprecian vestigios de su grandioso pasado. El significado original de su nombre se ha perdido, aunque hoy la tradición conoce a este pueblo como la "tierra del arco iris" porque el K'uychi (arco iris) tiene frecuente presencia en la época de lluvias, éste como ya es conocido fue una deidad especial en el Inkario; tenía un templo en el Qorikancha del Qosqo, y todavía en la actualidad en muchos sectores de los Andes la gente lo respeta, teme o aún venera. Alfonsina Barrionuevo sobre el comportamiento de las gentes frente al arco iris dice, "No se puede mirar al K'uichi, dicen supersticiosamente, sin taparse la boca porque pudre los dientes. Ni se puede señalarlo con el dedo porque carcome los huesos. Las doncellas le huyen porque si las sorprende en el campo tiene hijos con ellas".

Lamentablemente, como en la casi totalidad de los pueblos o templos cercanos al Qosqo, Chinchero fue arrasado y modificado por los "extirpadores de idolatrías" (sacerdotes católicos). Su destrucción empezó cuando Manko Inka luego de su campaña en el Qosqo decidió licenciar a sus soldados para que volviesen a sus tierras y cuiden de sus familias, y se dirigió hacia Ollantaytambo luego a Vilcabamba pasando por Chinchero que fue incendiado para que los invasores que lo perseguían no tuviesen alimentos ni posada. Posteriormente en 1572 el Virrey Toledo fundó la "doctrina de Nuestra Señora de Monserrat de Chinchero" y ordenó la construcción de la actual iglesia católica que fue culminada a inicios del siglo XVII, posiblemente en 1607, año que se observa en la inscripción sobre el arco toral. La iglesia fue construida utilizando como cimientos los muros de piedra calcárea finamente labrada que correspondieron a un gran palacio; el interior de la fina construcción inkásica fue rellenado con tierra traída de otros sectores hasta la altura de su techo para servir a la construcción de la iglesia. Fue ya en la década del 60 en este siglo cuando se descubrió el palacio Inka debajo del templo católico; ese palacio inkásico debió ser muy importante porque en su fachada que da hacia la planicie sur presenta vanos de triple jamba que por si solos indican su categoría. Más al sur de la planicie se encuentran dos "wakas" o adoratorios labrados en afloramientos de roca calcárea hoy conocidos como "Chinkana" y "Titiqaqa"; hacia el oeste hay otra "waka" denominada "Pumaqaqa" donde se observan en el roquedo "in situ" esculturas de dos pumas cuyas cabezas han sido mutiladas. Más hacia el oeste de la mencionada planicie se encuentran además,

gran cantidad de terrazas agrícolas que aún son cultivadas a pesar de haber perdido sus acueductos.

En el extremo oriental de la iglesia está otra gran plaza que hoy cumple la función de ser la Plaza Principal del pueblo; en su extremo occidental tiene un muro que contiene nichos trapezoidales grandes que muy bien pueden albergar a una persona parada, debieron utilizarse para guardar en su interior momias de nobles e ídolos que presidían las ceremonias ancestrales; esa pared con nichos tiene una cornisa de roca ígnea labrada. En medio de esa plaza se encuentra un busto a la memoria de Mateo García Pumakawa Chiwant'ito quien nació en la casa situada delante del busto(con una pequeña arquería y ventanas de medio punto en el segundo piso); Mateo Pumakawa fue Cacique de Chinchero, Oficial y Brigadier a sueldo del ejército español, luchó en contra de la Revolución de Tupaq Amaru II coadyuvando a su derrota en 1781; en su vejez quiso resarcir su acción negativa ante su pueblo y su raza uniéndose a los hermanos Angulo para luchar contra la corona española pero fue derrotado y luego colgado en un arco de medio punto similar a los que se ven en Chinchero, en Sicuani en 1814.

Luego de la derrota de Tupaq Amaru, Pumakawa mandó pintar su victoria en frescos encima de la puerta de medio punto de la iglesia; al medio se encuentra la Virgen de Monserrat, a su derecha la celebración por la victoria que coincide con la procesión de Acción de Gracias y la presencia de San Pablo y San Pedro que lleva en sus manos las llaves del cielo; a la izquierda de la Virgen se encuentra la batalla que representa el caos y el Bando de Tupaq Amaru. Además, se observan iconos que representan a Pumakawa simbolizado en forma de Pumas en actitud de lucha o erguidos y triunfantes; y otros representando a Tupaq Amaru simbolizado por el Amaru (serpiente-dragón) como representación del desorden y caos. En el interior de la iglesia se encuentra un lienzo con la misma morena Virgen de Monserrat donde se observan ángeles aserrando la montaña, fechada en 1693 y pintada por Francisco Chiwant'ito, artista Quechua de la Escuela Cusqueña; Juan Carlos Estenssoro indica sobre la misma: "Esta Virgen, si bien típicamente española, está relacionada con otras de la iconografía netamente andina como la Virgen del Socavón en que se confunden Virgen y montaña".

En Chinchero, cada domingo por la mañana se lleva a cabo el mercado indígena que es uno de los más típicos y recomendables en la región; aún se aprecia el trueque practicado para proveerse de bienes diversos y casi siempre se intercambian productos tropicales como frutas, hojas de coca, o sal de Maras por productos de la zona como papas, habas, ollucos, etc. También aquí hay un mercado para turistas con artesanía diversa destacando los tejidos locales muy bien logrados; a diferencia de otros mercados donde los mercaderes son foráneos, aquí los comerciantes son comuneros nativos del pueblo.

MARAS, MORAY, SALINERAS, PICHINGOTO

Un circuito no tradicional que viene cobrando importancia en los últimos años es el de la visita al pueblo de Maras, los Andenes de Moray, las Salineras de Maras y la Comunidad de Pichingoto; visitados en conjunto o separadamente.

Maras es un distrito de la provincia de Urubamba, donde se puede llegar a través de una carretera afirmada a partir del km. 50 de la vía Qosqo - Chinchero - Urubamba; ubicado al occidente del Qosqo a 3300 m.s.n.m. y sobre un llano que en época prehistórica fue una gran meseta. Desde allí se aprecia parte de la cordillera de Urubamba y las cumbres níveas del "Weqey Willka" (hoy "La Verónica", 5682 mts.) y el "Chikón" (5530 mts). Al parecer fue un poblado preinkásico con ocupación posterior discontinua; en esta zona se encuentran gran cantidad de fragmentos cerámicos de la cultura Chanapata, así como raspadores y cuchillos de obsidiana. El pueblo fue fundado en la colonia por el español Pedro Ortiz de Orué, y su ocupación importante empiezó cuando los nobles cusqueños del Inkario fueron despojados de sus palacios en el Qosqo y tuvieron que salir a establecerse en otros pueblos pequeños como San Sebastián y Maras. Igualmente, en la guerra iniciada por Manko Inka por la recuperación de su Nación Quechua, Maras sirvió de bastión para los invasores en sus incursiones contra el pueblo de Ollantaytambo ocupado por el Inka durante 2 años. Muchas de sus casas están blasonadas con escudos nobiliarios en sus dinteles de piedra lo que indica la importancia adquirida en aquella época cuando fue lugar de paso obligado para los arrieros y sus recuas de mulas que transportaban productos tropicales y especialmente hojas de coca desde la selva alta cusqueña para satisfacer las necesidades de la ciudad del Qosqo y el país. Fue declarada "Villa de San Francisco de Asís de Maras" (Villa: ciudad o pueblo que tenía ciertos privilegios); en aquel entonces tuvo mucha más importancia que el poblado de Urubamba, mas hoy es un pueblo que languidece como consecuencia de su aislamiento y el desarrollo de la vida moderna. Posee una iglesia fabricada en adobes, típica de la arquitectura religiosa pueblerina, en cuyo atrio se halla una cruz labrada en granito; al interior de la iglesia se guardan lienzos de escuela cusqueña representando a los Apóstoles y otros, cuyo autor es el pintor Quechua don Antonio Sinchi Roqa Inka quien fue natural de Maras y pintó con mucho esmero para su iglesia; éste fue coetáneo del obispo Mollinedo y Angulo, y alcanzó celebridad a mediados del siglo XVII.

A unos 7 kms. al suroeste de Maras se halla Moray; grupo arqueológico único en su género en la región, hasta donde se puede arribar en vehículo por la carretera de tierra sin afirmar o por el camino de herradura que parte del pueblo. Se trata de depresiones u hoyos naturales gigantescos en la superficie del terreno que fueron utilizados para construir en sus contornos terrazas o andenes agrícolas con sus respectivos canales de irrigación; lo que llama poderosamente la atención es la diferencia de temperatura anual media entre la parte superior y el fondo de las depresiones, esa diferencia llega a tener hasta 15°C en la depresión principal de unos 30 metros de profundidad. En esas formaciones, la naturaleza ha creado un medio ambiente, condiciones o microclimas que en la modernidad el hombre crea en invernaderos. Moray, por sus condiciones climáticas y otras características, fue un importante centro de domesticación, aclimatación e hibridación de especies

vegetales salvajes que fueron modificadas o adaptadas para el consumo humano. Es pues, un prototipo de invernadero o estación experimental biológica bastante avanzada para su tiempo que ayudó a que el hombre americano de la antigüedad heredase a la humanidad un 60% de los productos vegetales que consume, que el hombre andino consuma un millar y medio de variedades diversas de papas, un centenar y medio de maíz, y muchísimos otros productos ricos. Hay aún, sin embargo, muchos enigmas sobre el lugar, enigmas que son producto de la carencia de estudios científicos serios que despejen las dudas actuales. Las estructuras aquí encontradas son típicamente inkásicas, no obstante, algunos sugieren que se trata de estructuras anteriores, al menos en las terrazas inferiores. Uno de los enigmas es la forma de desagüe que se utilizó para las aguas que discurrían por los canales; se aduce que deben existir canales subterráneos construidos en el fondo de las depresiones que posibilitan el desagüe. Se estima también que el fondo está sobre una formación rocosa natural muy porosa que facilita la filtración hacia el interior de la tierra; lo real es que aún hoy, en el fondo de las depresiones no se producen inundaciones en la época de lluvias. Se hace imprescindible la necesidad de llevar a cabo estudios de palinología serios, es decir, análisis diversos de las muestras de polen que se encuentran en Moray para así establecer la naturaleza, especie, calidad y otras características de los productos que aquí se cultivaban.

Hacia el noroeste del pueblo de Maras se encuentran las famosas salineras hasta donde se puede llegar a pie por el camino de herradura o en carro por la carretera de tierra que es casi intransitable en la estación de lluvias. Las salineras de Maras conocidas por algunos como "minas de sal" están constituidas por unos 3000 pozos pequeños con un área promedio de unos 5 m², construidos en un costado de la inclinación de la montaña de "Qaqawiñay", que durante la época de sequía se llenan o "riegan" cada 3 días con agua salada que emana de un manante natural ubicado en la parte superior de los pozos para que al evaporarse el agua, la sal contenida en ésta se solidifique paulatinamente. Ese proceso continuará aproximadamente por un mes hasta obtener un volumen considerable de sal sólida, de unos 10 cms. de altura desde el piso, que posteriormente es golpeada y así granulada; la sal será después embolsada en costales plásticos y enviada a los mercados de la región; hoy esa sal está siendo yodada por lo que su consumo no es dañino.

Continuando a partir de las salineras por el camino hacia el oeste y siguiendo la quebrada se llega hasta Pichingoto que se encuentra ya en el Valle Sagrado de los Inkas. También se puede llegar a Pichingoto caminando a partir del paradero de "Rumichaka" a unos 7 kms. de Urubamba en la vía hacia Ollantaytambo. Pichingoto es una Comunidad Quechua asentada en la base de la montaña basáltica de "Qoriq'aqya" con viviendas cuyas fachadas están hechas de adobes pero cuyo interior está labrado en la montaña, son cavernas o cuevas pequeñas que son habitadas en pleno siglo XX, a pesar que sus ocupantes son ya educados o tienen cierto nivel de instrucción; tienen una capilla católica pequeña y aún electricidad al interior de sus viviendas. Algunos indican que el nombre proviene de "pichinco" = pájaro, y "q'oto" = bocio; se aduce que el bocio que es

consecuencia de la falta o escasez de yodo era muy común entre sus pobladores al consumir sal no yodada de las salineras, lo cual es poco probable porque hoy la población local que consume la misma sal no presenta bocio. Posiblemente su nombre derive de pichinco = Pájaro y t'oqo = hueco u hoyo; sus habitantes se consideran descendientes de pájaros y aparentemente hasta las primeras décadas del presente siglo habitaban cuevas en la parte alta al otro lado de la montaña donde trepaban con la ayuda de cuerdas y escaleras. Los orígenes de esa comunidad se pierden en la oscuridad del pasado y se cree que alguna vez habitaron en Maras por lo que hoy también aquí se encuentran apellidos muy comunes en el distrito.

TIPON

En su conjunto es un Parque Arqueológico Nacional hacia el este de la ciudad del Qosqo que cubre unas 2,200 hectáreas de territorio en el distrito de Oropesa, provincia de Quispicanchis. A partir del kilómetro 18 kms. sobre la vía asfaltada Qosqo - Puno, hacia el norte y cruzando el riachuelo Watanay parte una trocha carrozable de unos 5 kms. para arribar al monumento arqueológico principal. A medio kilómetro de la pista, se halla el pequeño poblado de Tipón donde resalta una mansión colonial extraordinaria, es parte del caserío de Qespikancha que fue propiedad de los Marqueses de San Lorenzo de Valle Umbroso (1650-1802), es sin duda, el monumento rural más importante heredado de la colonia que en la actualidad está totalmente abandonado. El nombre Quechua original del Parque se ha perdido y hoy consta de diversos grupos, sobresaliendo el sector donde se encuentran algunos "recintos reales" de innegable factura inkásica que según Víctor Angles fueron mandados a edificar por el Inka Wiraqocha para morada y refugio de su padre Yawar Wakaq luego de su fuga en la guerra contra los Chankas; se encuentra en una quebrada leve y abrigada a 3500 m.s.n.m. Las andenerías que aquí se encuentran son impresionantes, contienen 12 terrazas de tierra bastante fértil y son todavía cultivadas, sus muros de contención están fabricados con piedras muy bien labradas. Aún más impresionante es el sistema de irrigación que todavía sirve a la agricultura, construido aprovechando la existencia de un manante de agua en el lugar, con canales labrados en piedra y muy precisamente calculados a veces con caídas casi verticales que en su conjunto constituyen una obra maestra de ingeniería hidráulica; existen por su parte algunas fuentes que debieron responder a fines ceremoniales.

Por su ubicación y la presencia de una muralla protectiva Tipón debió ser un lugar muy exclusivo, interdependiente con otros sectores que tienen denominaciones diversas entre los que se cuentan "Intiwatana" hacia el oeste, "Pukutuyuq", "Pukara", "Hatun Wayk'o", etc. Hacia el suroeste del grupo, en la cara casi vertical de la montaña se encuentra el denominado cementerio de "Pitopuqyo", que hoy contiene hileras de tumbas saqueadas. Es de mencionar que en todo el parque se hallan gran cantidad de vestigios culturales diversos, incluyendo millares de piezas cerámicas de superficie.

PIKILLAQTA

Constituye un Parque Arqueológico Nacional que a su vez incluye muchos otros grupos arqueológicos aledaños, cubriendo un área de 3,421 hectáreas. Está ubicado en la provincia de Quispicanchis hacia el este de la ciudad del Qosqo y a 32 kms. de distancia por la actual carretera asfaltada que conduce hacia Puno y Arequipa; abarca territorio en los distritos de Oropeza, Lucre y Andahuaylillas, en las cercanías de la laguna de Wakarpay que se encuentra a 3200 m.s.n.m. Cabe indicar que en los Andes peruanos se encuentran unos 12 mil lagos pequeños de agua dulce como Wakarpay, casi todos ellos ricos en flora y fauna; observándose normalmente totorales donde habitan patos salvajes de diversas especies, ganzos, parihuanas (flamencos), etc. y peces entre los que sobresalen las truchas y pejerreyes.

"Pikillaqta" es palabra Quechua compuesta que significa "pueblo de pulgas" ("piki" = pulga, "llaqta" = pueblo); ese no es el nombre original de la zona o la población principal, hoy se ignora su denominación en el Inkario y aún peor la que tuvo en época anterior; aunque muchos cronistas al referirse a la zona y la laguna insinúan los nombres de "Muyuna" (curva o vuelta), "Muyna" o "Mohina". Parece que el lugar empezó a ser denominado "Pikillaqta" al lugar en las postrimerías de la colonia o a inicios de la república desconociéndose hoy la razón.

El pueblo prehispánico de Pikillaqta se ubica a 3350 m.s.n.m. y correspondió a una ciudad satélite de la Cultura Wari desarrollada en el actual departamento de Ayacucho. La cultura Wari es una mezcla de elementos culturales de las culturas Warpa, Nazca y Tiawanako; emprendió el inicio de su expansión territorial y luego la invasión Wari en el Valle del Qosqo hacia el año 750 de nuestra era desarrollándose hasta aproximadamente el año 1100 D.C. Todo indica que al inicio del Inkario los Wari fueron vencidos en la región, conquistados y absorbidos siendo su ciudad reutilizada para los intereses del Tawantinsuyo. Hoy esa ciudad pre-Inkásica muestra un aproximado de más de 700 edificios, 200 "kanchas" y 504 "qolqas" y viviendas. De acuerdo a algunos cálculos en su apogeo debió poseer una población de unas 10 mil personas; la ciudad tiene un diseño geométrico muy armonioso y casi perfecto, dividido en bloques y con calles rectas. Mc. Ewan sostiene que aquí existían varios sectores complementarios: administrativo, ceremonial, residencial, defensivo y un sistema de caminos. Sus construcciones eran de 2, y hasta 3 plantas, con paredes altas hechas de piedras no labradas con mortero de arcilla, paredes de espesor considerable en la base y ancho decreciente hacia arriba. De acuerdo a los estudios realizados por la expedición dirigida por Gordon Mc. Ewan a inicios de la década de los 90, esas paredes originalmente estaban cubiertas con reboque de barro de 9 cm. de espesor y estuco de yeso, asimismo los pisos hechos con una gruesa capa de yeso, demostrándose que en el año 750 D.C. esa era una ciudad blanca; con habitaciones estrechas seguramente adaptadas al largo de los troncos de madera disponible en la zona para la división de los pisos o plantas. La superficie del piso que hoy se observa en el lugar corresponde en la mayor parte de los casos al inicio de la segunda planta, estando la primera planta cubierta por las piedras y todo el material de los pisos superiores que se desplomaron a lo largo de siglos. En 1927, Justo Román Aparicio, al ejecutar excavaciones arqueológicas en el

lugar halló 40 microesculturas en sedalita (muchos la denominan "turquesa") que hoy se exhiben en el Museo Arqueológico del Qosqo; posteriormente Luis A. Pardo encontró una escultura en piedra que representa un puma en tamaño natural. No pocos aducen que en el Inkario, Pikillaqta se utilizó como una ciudad para "mitimaes", es decir naciones o pueblos enteros desplazados de sus regiones originales.

En la actualidad no se encuentra agua en la población, la laguna de Wakarpay se encuentra a casi 1 km. del lugar y a un nivel inferior en altura con 150 metros de diferencia; sin embargo en épocas remotas se debió contar con abundante agua. Existe una tradición muy antigua que Alfonsina Barrionuevo resume en el sentido de que una muy bella princesa de nombre Qori T'ika ("Flor de Oro") que vivía en el lugar al ver que los campos de su pueblo carecían de agua y florecían sólo con las lluvias, al llegar a su mayoría de edad decidió ayudar a su gente ofreciendo su amor y su mano a aquel que lograra hacer florecer el agua en Pikillaqta. Acudieron a la oferta tres jóvenes príncipes: Paukar que era qolla (del Collao o Collasuyo), Tuyasta de origen Canchi (de Canchis) y Sunqo Rumi quien era Quechua. El primero, acostumbrado a las alturas llevó el acueducto por encima de la montaña y no pudo llegar a la ciudad; el segundo, poblador de partes bajas llevó el acueducto rodeando la montaña y tampoco pudo cumplir con los deseos de la hermosa; el cusqueño, nacido a media altura pudo realizar la gran obra de ingeniería hidráulica y surtió del precioso líquido a la ciudad, conquistando la mano de Qori T'ika. Hoy aún se pueden apreciar en medio de la montaña de enfrente, al otro lado de la laguna y al costado oriental del actual pueblo de Lucre, dos líneas horizontales paralelas que son dos de los tres acueductos construidos por los pretendientes; solamente el canal superior de los dos llegó hasta Pikillaqta, recorriendo unos 10 kms. desde su punto de captación.

El parque incluye además otros grupos interesantes como Choquepuqyo, Kañaraqay, Minaspata, Amarupata, Salitriyuq, Tamboraqay, Qaranqayniyuq, Rayallaqta, etc. Hacia el extremo este de la laguna se aprecian numerosos andenes agrícolas en la cara rocosa de la montaña y en su porción baja construcciones contemporáneas que hoy son utilizadas como albergue para ocasionales visitantes que fueron hechas sobre el palacio de Urpikancha (palacio de la paloma) que se supone fue el lugar de nacimiento del Inka Waskar.

Avanzando hacia el oriente de Pikillaqta se encuentra una gran muralla que en su porción superior poseía el acueducto que surtió del líquido elemento a esta ciudad precolombina; en esa muralla hoy también se aprecian restos de dos portadas imponentes que tienen factura inkásica hoy denominadas Portadas de Rumiqollqa y que en su época sirvieron para el control de quienes llegaban al Qosqo, además de servir como un puesto de aduana. Se indica que allí, los habitantes del vasto imperio que deseaban visitar la gran capital debían entregar las ofrendas que durante el transcurso de su vida habían preparado. Es conocido que en el Inkario el Qosqo para los Quechuas fue algo así como la "Meca" para los musulmanes, ya que todo habitante del Tawantinsuyo tenía como ilusión suprema el visitar la "ciudad puma" por lo menos una vez en su vida. El sólo visitar

el Qosqo le daba a las personas un status superior, y por ejemplo, si en un camino lejano dos personas viajando en direcciones opuestas se encontraban, la persona que ya había visitado el Qosqo era reconocida, saludada y respetada por la otra que aún no lo había hecho.

Aún más al oriente, en el km. 35 de la carretera asfaltada se encuentra la célebre Cantera de Rumiqollqa ("rumi": piedra, "qollqa": depósito), que en el Inkario sirvió para la extracción de la andesitas que se utilizaron en las más importantes construcciones del Qosqo; hoy la cantera aún es explotada por lo que el desarrollo e infraestructura inkásicos están totalmente disturbados.

ANDAHUAYLILLAS

Es un distrito de la provincia de Quispicanchis a unos 40 Kms. al oriente de la ciudad del Qosqo y a 3100 m.s.n.m.. Su nombre original fue Antawaylla ("anta": cobre, "waylla": pradera) traduciéndose como "pradera cobriza", que posteriormente se españolizó en "Andahuaylas"; mas al existir una provincia más grande con el mismo nombre en el departamento de Apurimac, su nombre fue transformado en diminutivo para evitar confusiones. Andahuaylillas es un pueblito muy acogedor, con un clima abrigado bastante benigno como consecuencia de encontrarse rodeado de montañas y a la ribera izquierda del río "Vilcanota" que más abajo se denomina "Urubamba"; sus tierras tienen una fertilidad privilegiada y su gente es tranquila y amigable.

En su extensa Plaza Principal, adornada con "pisonaes" y palmeras se encuentra su más valiosa joya: la iglesia colonial de Andahuaylillas, considerada como la "Capilla Sixtina" de las Américas, por la calidad de los trabajos de arte que se encuentran en su interior. Esa iglesia fue construida sobre alguna construcción Inkásica importante, posiblemente una "Waka" ya que las bases de la iglesia fueron hechas con andesitas labradas propias de la arquitectura religiosa Quechua; a su vez, en los alrededores se encuentran restos de otras construcciones Inkásicas, resaltando la portada de arquitectura transicional (transición de lo Inka a lo colonial) al costado occidental de la iglesia con esculturas de dos cuadrúpedos en su dintel. Fueron los jesuitas quienes mandaron construir la iglesia en las postrimerías del siglo XVI, con muros de adobes bastante anchos muy comunes en construcciones coloniales, su estructura arquitectónica relativamente modesta es clásica en el caso de las iglesias pueblerinas. Cuenta con sólo un campanario superior y una fachada bastante exornada con frescos y dos sólidas columnas de piedra sobresalientes entre las que está la puerta principal con arco de medio punto encima de la cual existe un balcón muy antiguo detrás del cual se observan aún más frescos.

En el interior de la iglesia de una sola nave se observan dos porciones diferentes que corresponden a las dos etapas de su construcción, separadas por el actual arco toral; la más antigua y exornada de estilo mudéjar (estilo arquitectónico que mezcla elementos árabes y cristianos, desarrollado entre los siglos XIII al XVI) se encuentra al fondo donde se halla el altar mayor, la porción tardía está hacia la

entrada o hacia la fachada; esa es la razón por la que la iglesia cuenta con dos púlpitos, el más antiguo está debajo del arco toral y el tardío en la pared opuesta más hacia el exterior. Es impresionante la cantidad de frescos que recubren las paredes y especialmente el cielo raso con motivos geométricos y flores con adornos dorados. El Altar Mayor es barroco y está tallado en cedro y dorado con hojas de oro en cuya porción central superior se encuentra la imagen en bulto de la "Virgen del Rosario", su tabernáculo está cubierto con planchas de plata repujada y también tiene una espejería inferior colocada para reflejar la luz de las velas y la que ingresa por la puerta para así ayudar a la iluminación interior. Al fondo, a un costado del Altar Mayor se encuentra la Sacristía que tiene una cajonería antigua en la que se guardan ropajes sacerdotales y casullas con bordados de hilos de metales preciosos; esta sacristía también guardaba interesantes joyas diversas de oro y plata que fueron robadas en 1992 pero jamás recuperadas. Además, también se observan algunos otros altares y capillas laterales y en la porción superior de la zona central una interesante colección de lienzos anónimos de escuela cusqueña que representan la vida de San Pedro con impresionantes marcos barrocos dorados. Sobre el arco toral se observa un lienzo de la "Virgen de la Asunción" atribuida al pintor español Esteban Murillo.

Ingresando a la iglesia por su puerta principal, en el interior, hacia la izquierda se encuentra el baptisterio, alrededor de su entrada de medio punto se lee la inscripción "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén"; lo interesante es que esa inscripción está en los cinco idiomas vigentes a la época de la construcción de la iglesia: Latín, Español, Quechua, Pukina y Aymara (Pukina es hoy una lengua extinta). En la cara posterior a la fachada, es decir en el interior, y en ambos lados de la puerta se encuentran murales que representan un camino profano y atractivo muy concurrido que conduce hacia el infierno y otro virtuoso hacia el cielo.

Afuera, a un costado del atrio de la iglesia se hallan tres cruces esculpidas en andesita, todas grandes siendo la central de mayor tamaño; éstas representan la Santísima Trinidad del Catolicismo, es decir, el Padre, Hijo y Espíritu Santo.

RAQCHI

Siguiendo la ruta hacia el este de la ciudad, por la carretera hacia Puno, en el Km. 125 se encuentra la población de Raqchi, que pertenece al distrito de San Pedro de Cacha, provincia de Canchis. Raqchi se halla a la ribera izquierda del río Vilcanota a una altura de 3500 mts., aparentemente su nombre prehispánico fue "Cacha" y no "Raqchi", desconociéndose su origen y correcta pronunciación; las evidencias indican que Raqchi fue una población compleja con múltiples construcciones de diversa índole, incluyendo terrazas agrícolas, "kanchas", "wayranas", "qolqas", templos diversos, fuentes religiosas, etc.; fue posiblemente un tambo importante en la ruta hacia el Collasuyo. Dentro de todo el complejo, resalta la presencia del denominado "Templo de Wiraqocha", que de acuerdo a la tradición fue mandado a construir por el Inka Wiraqocha en homenaje al Dios Superior invisible de los Andinos: Apu Kon Titi Wiraqocha. Pedro Cieza de León

recogió la tradición que indica que el templo fue construido luego de la aparición en el lugar de un hombre que hacía milagros, pero los habitantes del lugar habían decidido apedrearlo; al ir en su busca lo hallaron arrodillado con la manos extendidas hacia el cielo e inmediatamente después cayó una lluvia de fuego; los hombres arrepentidos lo dejaron, el extraño hombre se fue hacia el mar y se sumergió en las aguas desapareciendo por siempre. Posteriormente se decidió la construcción de un templo en su memoria y la escultura de un ídolo en piedra que según algunos conquistadores que lo vieron debió ser la imagen de algún apóstol cristiano que pasó por estas tierras; en cuanto a la lluvia de fuego es posible que se refiera a alguna erupción del hoy apagado volcán de Kinsach'ata en la cercanías del lugar, prueba de ello es la existencia de gran cantidad de lava seca (roca volcánica) en toda la zona.

El "Templo de Wiraqocha" es una construcción grandiosa para su época, arquitectónicamente es clasificada como "kallanka". Fue una construcción totalmente cubierta con techo de madera e "ichu"; mide exteriormente 92 m. (302 ft.) de largo por 25.25 m. (83 ft.) de ancho. El muro central está fabricado con piedras muy bien labradas en la base hasta una altura de unos 3 m. y adobes hacia arriba; tiene 1.65 m. de espesor en la base y debió tener 1.30 m. en la parte superior. Ese muro hoy tiene 12 m. de altura, hace un siglo tenía 15 m. y de acuerdo a una reconstrucción hipotética consignada por Santiago Agurto originalmente debió alcanzar 16.60 m. Sus muros laterales tuvieron 1.20 m. de espesor y debieron alcanzar unos 3 m. de altura. Su techo debió ser impresionante cubriendo casi unos 2500 m² con una inclinación de su pendiente de unos 50°; para su apoyo se utilizaron las columnas de forma circular cuyas bases aún se hallan entre la pared central y las laterales, que tuvieron 1.60 m. de diámetro y unos 9.80 m. de altura.

Además, en este lugar se encuentran otros sectores muy importantes con restos de "wayranas" con una sola pared medianera similares a la encontrada en el sector "industrial" en Machupicchu cuya función específica es desconocida; hay por su parte, una gran cantidad de "qolqas" con paredes de tipo "pirka".

M A C H U P I C C H U ( Machu Picchu )

En la actualidad constituye en su conjunto un Santuario Histórico Nacional, protegido por el gobierno peruano mediante el D.S 001.81.AA de 1981, que trata de conservar las formaciones geológicas y restos arqueológicos dentro del Santuario además de proteger su flora, fauna y belleza paisajística. Tiene una extensión de 32,592 Hás. (80,535 acres). La ciudad Inkásica se halla a 13°09'23" de latitud Sur y 72°32'34" de longitud Oeste; en el Km. 112 de la vía férrea Qosqo - Quillabamba, punto conocido como "Estación de Puente Ruinas", a 2000 metros de altura. Desde esa estación se abordan vehículos para trepar la empinada montaña en la carretera "Hiram Bingham" de unos 8 kms. y así finalmente arribar al Grupo Arqueológico más célebre del país que se halla a una altura promedio de 2450 m.s.n.m. El clima en el sector de la ciudad Inkásica de Machupicchu tiene también algunas características que se encuentran en toda la región; aquí se

distinguen básicamente sólo dos estaciones bien marcadas: la de lluvias entre setiembre a abril y la sequía de mayo a agosto. Sin embargo, al hallarse Machupicchu al inicio de la selva amazónica cusqueña la posibilidad de tener lluvias o garúa es latente en cualquier época del año; en los días más calurosos se puede alcanzar aún hasta los 26° Celsius [Centígrados] (78.8° Fahrenheit), mientras que en las más frías madrugadas de los meses de junio y julio se puede tener hasta -2° Celsius (28.4° F). Anualmente se tiene un promedio de precipitaciones pluviales desde los 1571 mm. (61 pulgadas) hasta los 2381 mm. (93 pulgadas); es obvio que la humedad relativa mensual está en relación directa a las precipitaciones, teniéndose un promedio de humedad desde el 77% en los meses de sequía, hasta un 91 % en los meses de lluvias.

El Santuario Histórico Nacional de Machupicchu se encuentra sobre una gran estructura orógena de granito bautizada por el Dr. Isaiah Bowman como el "Batolito de Vilcapampa" que tiene unos 400 Km² de afloramiento, cuya formación se remonta en la escala del tiempo geológico al Paleozoico o Primario Inferior y tendría una antigüedad aproximada de 250 millones de años. El granito blanco-gris del Batolito de Vilcabamba es roca ígnea intrusiva (magma enfriada en las profundidades del interior de la tierra); está compuesto principalmente, en promedio por feldespato en un 60%, cuarzo en un 30%, conteniendo también mica en un 10%; tiene textura equigranular entrelazada y ostenta de 6 a 7° de dureza en la escala de MOHS con una resistencia de 1200 kg/cm². De igual modo, en la región se encuentran otras rocas correspondientes también al Paleozoico Inferior como pizarras, cuarcitas y conglomerados metamórficos que tendrían entre 350 a 450 millones de años.

Machupicchu (como casi todos los nombres de origen Quechua en la región) es una palabra compuesta que proviene de machu = viejo, y picchu = cumbre o montaña (en Quechua es masculino); por lo tanto Machupicchu se traduce como "cumbre o montaña vieja". La montaña célebre que se observa en frente y aparece en las vistas clásicas del lugar es denominada Waynapicchu o "montaña joven". Desafortunadamente los nombres de origen de los sectores en mención se han perdido, Machupicchu, Waynapicchu y otros nombres propios encontrados hoy son contemporáneos, al parecer adscritos en la epoca colonial.

Se conoce que quien hizo el descubrimiento científico de Machupicchu fue Hiram Bingham, un historiador norteamericano descendiente de misioneros nacido en 1875 en Honolulu, Hawai; quien en 1907 regentaba la cátedra de Historia y Geografía Sudamericana en la Universidad de Yale. En su condicion de profesor de historia especializado en Sudamérica fue nombrado delegado de su país al Primer Congreso Científico Panamericano realizado en Chile en 1908. Anteriormente, en 1906 había iniciado sus actividades como explorador haciendo una gira desde Caracas a Bogotá, siguiendo la ruta de Simón Bolívar. Después siguió la vieja ruta comercial de la colonia desde Buenos Aires a Lima, llegando a esta zona de los Andes en 1909; ese año fue invitado por el prefecto de Apurimac don Juan José Núñez para desde Abancay hacer una exploración hacia Choquekirau y estudiar lo que entonces se creía era la última capital de los Inkas.

Desde finales de la época colonial se habían creado muchos mitos sobre la existencia de los "tesoros de los Inkas" que según la tradición habían sido transportados por Manko Inka en su retirada hacia Willkapanpa (willka = sagrado, panpa = llano; su forma españolizada es Vilcabamba), de tal suerte que era común encontrar buscadores de tesoros ávidos por llegar a esa última morada de los Inkas. Esa misma intención motivó a Bingham para estudiar crónicas y aún visitar archivos españoles y posteriormente en 1911 volver al Perú con la finalidad de hacer estudios de geografía, geología y botánica, y por supuesto, también para tratar de encontrar Willkapanpa.

En el Qosqo, Alberto Giesecke, compatriota suyo y rector de la Universidad local le indicó que en enero de 1911 había hecho un viaje hacia el Valle de la Convención invitado por el rico hacendado Braulio Polo y la Borda, quien le comunicó que en los cerros frente a Mandor habían construcciones antiguas cubiertas por vegetación donde se perdía el ganado. Además Giesecke se había comunicado con Melchor Arteaga, un mestizo que arrendaba terrenos en la zona que había visto las construcciones inkásicas y le prometió llevarle en la época de sequía. La informacion fue pasada a Bingham y el 23 de julio de 1911 se presentó en Mandor con un policía, el Sargento Carrasco que lo acompañaba por orden del gobierno peruano, y dos miembros de su expedición. Allí encontraron a Melchor Arteaga quien sería el guía para llegar a la ciudad inkásica. El día siguiente amanecio con una llovizna y el desgano inicial de Arteaga fue superado cuando Bingham le ofrecio pagarle un sol de plata para subir a las ruinas por el sector donde ahora está la carretera zigzagueante. Luego del agotador ascenso, al medio día llegaron a una choza donde encontraron a Anacleto Alvarez y Toribio Richarte, dos humildes agricultores que junto a sus familias vivían en el lugar por unos cuatro años y cultivaban las terrazas prehispánicas. Luego de un breve descanso los campesinos proporcionaron a Bingham un niño de 8 años para conducirlo junto a su escolta militar hacia las edificaciones parcialmente cubiertas por la vegetación enmarañada. Es así como Bingham a los 35 años de edad tropezó con Machupicchu; acontecimiento fortuito que puso de manifiesto un gran "descubrimiento". Ese día, el tiempo que tardó en explorar, tomar fotografías, dibujar y describir Machupicchu fue unas cuatro horas. Después continuó con su viaje llegando aún hasta Rosaspata, Ñust'a Hisp'ana, Pampaconas y Espíritu Pampa, lugares que al final no impresionaron mucho al explorador.

Posteriormente Bingham volvió a Norteamérica para organizar una expedición multidisciplinaria y para buscar apoyo económico que le fue otorgado por la Universidad de Yale y la National Geographic Society. De vuelta en el Peru, frente a la petición de Bingham para ejecutar trabajos en Machupicchu, mediante decreto del 31 de octubre de 1912, el gobierno peruano lo autorizó a realizar los trabajos proyectados, autorizándole además de acuerdo a su artículo cuarto, a sacar libremente del país las piezas obtenidas durante sus exploraciones pero con el compromiso de devolverlas a simple solicitud del Perú. Fue una autorización en nombre de la "etiqueta internacional" que contradijo la ley vigente e hizo un daño irreparable a la herencia cultural del Perú, porque esos objetos sacados en 1912 aún se mantienen en la Universidad de Yale. Fue en 1912 cuando se limpio la

vegetación, se hicieron excavaciones extensivas y se encontraron casi todas las tumbas en los alrededores de Machupicchu. Tiempo después, debido al éxito rotundo de las publicaciones de Bingham en EEUU se decidió organizar una nueva expedición para 1914-15. Tampoco en esa oportunidad se había conseguido un permiso previo para realizar trabajos, hubieron graves denuncias y una fuerte oposición, por lo que en agosto de 1915 Bingham tuvo que huir del Perú. Al final, en 1916 el gobierno peruano nuevamente autorizó la salida de los objetos encontrados por esa expedición, que mucho tiempo después fueron devueltos al Perú en 1921.

Según nuestra historia, en 1536 Manko Inka o Manko II empezó con la guerra contra la invasión española llevando a cabo el célebre sitio de la ciudad en el que Manko estuvo a punto de conseguir la victoria. Mas, luego de 8 meses de encarnizada guerra fue vencido por los peninsulares y sus aliados de tribus o naciones enemigas ancestrales del Inkario; la retirada fue inevitable y Manko disolvió el grueso de su ejército para que sus soldados pudiesen cuidar de sus familias y dedicarse a la agricultura. Manko Inka se retiró hacia Vilcabamba (Willkapanpa) por la ruta de Chinchero, incendiando esa población para que los conquistadores que lo seguían no tuviesen albergue ni alimentos; pasó por Ollantaytambo donde libró una victoriosa batalla sobre los españoles y finalmente se internó en la selva alta, estableciendo así su nuevo centro de operaciones. La cruenta guerra entre Inkas e invasores continuó; Manko fue asesinado en 1545 por fugitivos Almagristas a los que había acogido gentilmente luego de su derrota y su sentencia a la pena de muerte por haber eliminado a Francisco Pizarro en Lima y haberse levantado contra el orden colonial establecido. Manko fue sucedido por su hijo Sayri Tupaq que fue persuadido por familiares del Qosqo, fieles a la corona española, para pactar con la autoridad virreynal; viajó a Lima donde se entrevistó con el Virrey quien le concedió algunos privilegios y el Marquesado de Oropesa que comprendía terrenos de los actuales distritos de Yucay, Urubamba, Maras y Chinchero; aparentemente satisfecho, construyó su palacio de adobes en Yucay pero murió en 1560 según la tradición envenenado por Quechuas opositores al pacto con el invasor. A la muerte de Sayri Tupaq asumió el poder su hermano Titu Kusi Yupanki, quien en su reducto de Vilcabamba recibió también comitivas políticas y religiosas del Qosqo y Lima para pactar con el Virrey; en 1568 fue bautizado cristianamente con el nombre de Diego de Castro. Por aquella época Titu Kusi murió por enfermedad siendo luego sucedido por su hermanastro don Tupaq Amaru quien era bastante joven e inexperimentado y estuvo asesorado por un grupo de veteranos que vieron en los conquistadores a su enemigo implacable y continuaron con la guerra. El Virrey ordenó la captura del Inka para lo que envió a un ejército de casi 300 soldados, encabezado por Martín Hurtado de Arbieto, como capitán de la guardia fue nombrado Martín García Oñaz de Loyola. Los invasores llegaron a Vilcabamba librando batallas diversas pero el Inka y su familia habían huido más al interior de la floresta, mas finalmente el último Monarca Quechua fue capturado y conducido al Qosqo junto a sus seguidores por el mismo García Oñaz de Loyola (quien después se casó con Beatriz Qoya heredera del Marquesado de Oropesa y sobrina de Tupaq Amaru). Luego de un juicio sumario el Inka fue sentenciado a la

pena de muerte y posteriormente decapitado en la gran plaza de la ciudad ante la fría mirada del Virrey Toledo el 24 de setiembre de 1572; sus restos fueron depositados en la iglesia de Santo Domingo y así se había eliminado al último hombre de la dinastía Inka, luego de 36 años de guerra por recuperar su nación.

En 1911, Hiram Bingham creyó haber encontrado en Machupicchu la Vilcabamba de Manko Inka, lo cual hoy resulta falso por conocerse la ubicación exacta de esa ciudad y otras consignadas en la crónicas. Por otro lado; en la actualidad con frecuencia se pregunta cómo es que 150 ó 180 españoles, los primeros que llegaron aquí, pudieron tan fácilmente conquistar la civilización inkásica de 12 a 16 millones de habitantes; lo cierto es que no fue consecuencia de la fortaleza física del español ni de su privilegiada sabiduría, sino simplemente porque a la llegada del invasor aquí se libraba una fratricida guerra civil. La Capital del Tawantinsuyo fue siempre el Qosqo, su legítimo monarca era Thupa Kusi Wallpaq conocido por la tradición como Waskar Inka quien tenía un hermanastro de nombre Atawallpa que quiso usurpar el poder trasladándose a Tumipampa (Cuenca en el actual Ecuador). Allí Atawallpa se hizo coronar como el nuevo Inka con la finalidad de derrocar a su hermanastro Waskar quien fue apresado en octubre de 1532 luego de algunas contiendas bélicas; posteriormente los españoles llegaron a costas peruanas y en noviembre ingresaron a Cajamarca, apresaron a Atawallpa quien desde su prisión ordenó eliminar a Waskar y los orejones cusqueños, produciéndose así en la Capital Inkásica la indiscriminada y célebre "matanza de orejones". Los españoles conocedores de los hechos, culparon y procesaron a Atawallpa imponiéndole la pena de muerte; luego de eliminarlo marcharon hacia la Capital donde fueron bienvenidos porque se creía que eran vengadores del Qosqo ya que habían dado muerte a su enemigo. Pero además, fueron considerados como dioses porque eran muy diferentes, tenían tez blanca, barba, armas de fuego, caballos; y aún los Quechuas creyeron que caballo y español eran un solo ente capaz de desdoblarse o partirse en dos. Por otro lado también se creyó que eran divinidades porque existía un viejo mito que decía que los dioses de los Inkas debían llegar por el mar, exactamente como lo hicieron los conquistadores. Por todas esas razones los conquistadores fueron muy bien acogidos y bienvenidos en la capital de los Quechuas, cuyos habitantes les hicieron conocer todo aquello que poseían, sus palacios, templos, pueblos y ciudades; mas, en aquel entonces nadie habló sobre Machupicchu porque como sugieren los indicios fue una ciudad muy especial y secreta o en su defecto estaba ya perdida y olvidada. Las evidencias arqueológicas indican una total ausencia española, no existen influencias en cerámica ni arquitectura, tampoco los extirpadores de idolatrías destruyeron sus templos como sucedió en cada lugar conocido por los peninsulares, por lo que está categóricamente demostrado que los españoles no conocieron ni llegaron a Machupicchu.

Por su ubicación, estratégicamente establecida para su protección; por la cantidad de templos que aquí se encuentran y por la calidad arquitectónica de los mismos; por la poca cantidad de "kanchas" o departamentos para familias extendidas; y por las múltiples características que presenta Machupicchu, en su origen, fue un centro de poder regional dependiente del Qosqo, es decir una pequeña capital

política y religiosa. Seguramente sirvió de morada para el Inka o para un dignatario de la capital con un rango muy alto y para una nobleza selecta que tenía muchos privilegios y estuvo rodeada de cientos de sirvientes. Muchos arqueólogos e historiadores modernos establecen que fue mandada a construir y utilizada por el Inka Pachakuteq que fue el más grande estadista del Tawantinsuyo y gobernó a partir de 1438. Para esa aseveración se toma en cuenta la datación cronológica dada por el radiocarbono o carbono 14, su indudable estilo arquitectónico "Inka Imperial", la cerámica predominante, y un par de crónicas antiguas encontradas en archivos del Qosqo. Las evidencias arqueológicas y arquitectónicas desechan totalmente la posibilidad de una ocupación pre-Inkásica en este sector.

De acuerdo a las construcciones que se encuentran en esta ciudad Inkásica, normalmente se calcula que su población en su apogeo fue de unas mil personas. El osteologo John W. Verano establece en un último estudio de las momias encontradas por la expedición de Bingham que existía un relativo balance entre la población masculina y femenina, desechándose así la teoría a partir del estudio de George Eaton que equívocamente indicaba que un 80% de esa población eran mujeres y que en Machupicchu se encontraba un importante "Aqllawasi" o casa de "Mujeres Escogidas" de entre las más bellas y virtuosas, ellas eran consideradas como esposas del Sol. Muchos estudiosos contemporáneos aducen que ellas también fueron esposas del Inka, al considerarse que éste era Hijo del Sol y por lo tanto un Dios viviente; así, el Inka habría vivido en su propiedad, en compañía de sus esposas. Era normal que el Inka tuviese centenares de concubinas, ya que por ejemplo, como se conoce de acuerdo a nuestra historia Wayna Qhapaq (el padre de Waskar y Atawallpa) tuvo más de 400 vástagos. Sin embargo, su esposa principal debía ser una hermana suya, porque así se debía mantener la "sangre solar" que poseían según la tradición; el heredero al trono debía ser un hijo del Inka y su hermana. Del meticuloso estudio de John Verano se desprende además que la población de Machupicchu estaba compuesta por personas étnicamente heterogéneas y que no eran demasiado robustas ni tenían signos de haber participado en actividades bélicas. Más bien su clasificación encaja perfectamente con la teoría que Machupicchu fue una propiedad del Inka Pachacuteq, y que los restos óseos corresponden a las personas que debían servir en ese enclave. La estatura de los hombres adultos era en promedio 1.57 metros y de las mujeres 1.48 m. Por otro lado, Verano indica que no existe evidencia inequívoca de sífilis u otra enfermedad bacterial similar. Sin embargo, existen dos probables casos de tuberculosis.

Hoy, se desconocen las razones que llevaron al despoblamiento de la ciudad Inkásica, sin embargo hipotéticamente se plantean algunas que están enmarcadas dentro de un marco lógico. Se cree que fue una muy mala epidemia la que obligó a abandonar la ciudad construida en una zona húmeda y con abundancia de insectos diversos; aún hasta las primeras décadas de este siglo se solían tener epidemias diferentes en la zona, especialmente de malaria, en la actualidad se utilizan fumigantes, insecticidas y otros productos químicos que han modificado las condiciones de salubridad. Otra posibilidad indica que a la muerte del soberano

que mandó a construir y utilizó la ciudad, ésta debió ser abandonada y clausurada. La otra razón hipotética aduce que una vez los Antis, nación enemiga del Inkario que habitaba en la selva llegó al lugar donde llevó a cabo una matanza indiscriminada, siendo luego la ciudad abandonada. Lo evidente es que esa ciudad inkásica fue cerrada, abandonada y olvidada aún hasta los primeros años del presente siglo.

De un modo metodológico, hoy, Machupicchu se divide en dos sectores principales: el agrícola y el urbano. El Sector Agrícola es el primero que se encuentra al ingresar a partir del hotel de turistas, allí se hallan terrazas agrícolas artificiales bastante extensas siendo sólo algunas de las que existen en el área ya que la mayor parte de ellas se encuentran cubiertas por la densa vegetación del lugar. Hay cinco construcciones al extremo oriental de las terrazas que seguramente sirvieron de vivienda para los agricultores que cultivaban el sector; en el extremo superior de esas terrazas se halla una habitación pequeña de sólo 3 paredes conocida como el "Puesto del Vigía" construida en un lugar estratégico, ya que desde allí se tiene una vista amplia del Cañón del Urubamba en dos cursos diferentes, además es aquí desde donde se tienen las vistas o fotografías clásicas de Machupicchu. En las cercanías se encuentra la denominada "Roca Funeraria" que es un pedrón suelto colocado intencionalmente en el lugar, tallado a manera de un altar con algunas escalinatas y una argolla, según algunos autores sirvió para realizar todo el proceso de embalsamamiento de las personas muertas incluyendo el secado de las momias; sin embargo, esa roca también parece haber tenido cierta relación con la observación solar ya que en el solsticio de invierno, la luz del sol se proyecta precisamente hacia esa roca desde "Intipunku" o la "Puerta del Sol" que es el conjunto de construcciones hacia el oriente, en el paso o abra, al final del camino Inka que se observa bordeando la montaña de Machupicchu. Más hacia el sur de la "Roca Funeraria", sobre algunas terrazas se halla la construcción más larga de Machupicchu, es una "Kallanka" que tiene 8 vanos de acceso en su muro delantero y 2 en sus costados; por su ubicación cerca a los caminos, sus dimensiones y morfología, debió ser una especie de "Tambo" y servir de albergue para un grupo numeroso de personas; algunos denominan a esa construcción "Cuartel" y otros "Talleres".

Para cruzar del sector agrícola hacia el urbano existe un gran "Foso Seco" que fue construido como una barrera entre los dos sectores; Machupicchu fue una ciudad muy exclusiva y su población selecta entre la nobleza, por lo tanto tuvo un sistema de seguridad y protección bastante eficaz. Trasponiendo el Foso Seco se ingresa al Sector Urbano; más adelante se llega hasta la "Calle de las Fuentes" que contiene 16 Fuentes Litúrgicas; en el Inkario el agua fue siempre considerada como una deidad especial, por lo tanto se tenían con normalidad fuentes y reservorios para su culto. La fuente principal se halla delante de una construcción de sólo tres paredes que en la Arquitectura Inkásica es denominada "Wayrana", se supone que fue un centro ceremonial desde donde el "Willaq Uma" o Sumo Sacerdote debió llevar a cabo ceremonias diversas para adorar al agua. Hoy, el líquido elemento no discurre más por los canales simplemente porque el hotel de turistas lo utiliza; originalmente el agua fue captada desde un manante localizado

detrás de la montaña de Machupicchu, el canal venía al costado del Camino Inka que conduce hacia Intipunku.

En las cercanías se halla el "Templo del Sol" que fue un complejo originalmente bastante bien protegido; cabe indicar que en el Inkario sólo los sacerdotes y el Inka podían hacer uso de los templos, por lo tanto éstos permanecían cerrados y protegidos; la población común tenía ceremonias multitudinarias en lugares abiertos o plazas como la de Machupicchu o el Qosqo. La entrada al Templo del Sol es a través de una magnífica puerta de doble jamba, que en su cara interior muestra su sistema de seguridad con un anillo pétreo encima del dintel donde debía estar colgada la puerta de madera, y los dos clavos líticos dentro de pequeñas cajuelas en las dos jambas interiores donde se ataban los maderos de la puerta. El Templo del Sol fue construido sobre un pedrón "in-situ" inmenso, tiene planta semicircular, su pared posterior es recta y está construida con piedras de cara rectangular y además sus uniones entre piedras son perfectas, es del tipo arquitectónico "Inka Imperial". La pared semicircular tiene dos ventanas, una de ellas está orientada hacia el oriente y la otra hacia el norte; de acuerdo a científicos contemporáneos esas dos ventanas constituyen el observatorio solar más importante en Machupicchu. En la ventana hacia el oriente se puede fijar con efectividad el solsticio de invierno en base a la medición de las proyecciones de sombras en la roca central; ambas ventanas en su cara exterior tienen sobresalientes vigas falsas (clavijas labradas) que seguramente sirvieron para sostener otros elementos que facilitaban la observación solar. En la porción central del templo se encuentra el altar tallado en roca "in-situ" que sirvió para llevar a cabo las diversas ceremonias en honor al astro rey, es allí donde se ejecutaban sacrificios de animales para luego del análisis de su corazón, pulmones y vísceras poder predecir el futuro; es allí donde el Inka debía simbólicamente beber "chicha" (cerveza de maíz) con su padre el Sol. La pared posterior que es recta y tiene una ventana con orificios labrados en su umbral, la tradición la conoce como la "puerta de las serpientes"; los orificios son similares a los del Templo de las Estrellas en el Qorikancha del Qosqo que al decir de Garcilaso ostentaban adornos en piedras y metales preciosos, posiblemente aquí también esos orificios tenían la misma función. Las paredes rectas del templo presentan en su interior nichos trapezoidales donde se colocaban diversos ídolos y ofrendas. Muchos autores indican que originalmente el templo en mención tenía un techo cónico hecho de madera y paja, y lo denominan el "Suntur Wasi", "Torreón Militar", etc.

Debajo del "Templo del Sol" se encuentra una gruta interesante que fue bautizada por Bingham como la "Tumba Real"; se aduce que allí debío encontrarse la momia de un Inka o el soberano de Machupicchu; la relación sería lógica: el Inka enterrado debajo del Templo de su padre el Sol. Es indudable que esa pequeña gruta debió estar relacionada con el Ukju Pacha (mundo subterráneo) y el culto a los muertos. En el interior de la gruta se hallan dos nichos trapezoidales con almillas o clavijas pétreas sobresalientes a la altura de los dinteles; en el piso existe una labradura con un "signo escalonado". En el Inkario todos los cadáveres eran embalsamados en posición fetal con la diferencia que las momias de nobles eran guardadas en templos mientras que las de personas comunes enterradas o

acomodadas en cementerios. Dentro del complejo del Templo del Sol, también se encuentra una construcción de dos plantas conocida por algunos como Recinto de la "Ñusta" y por otros del "Sacerdote"; por su ubicación en el complejo debió tener una estrecha relación con el Templo y posiblemente también fue morada para el Willaq Uma o Sumo Sacerdote.

Al otro lado de la calle, frente al Templo del Sol, se halla el "Grupo Real"; es una clásica "kancha" (un departamento para una familia extendida), es la única que se encuentra en el sector y la única que es bastante sólida y construida con piedras labradas; no cabe duda que se trata de la morada del Inka. El grupo consta de dos habitaciones grandes y dos "Wayranas" pequeñas alrededor de un patio central. La habitación oriental es conocida como el dormitorio y en su interior la porción austral está dividida con piedras labradas constituyendo la "cama", en ese rincón debió dormir el soberano sobre mantas tejidas en lana de vicuña; en el extremo norte de la habitación se halla un compartimiento pequeño que la tradición ha bautizado como los "servicios higiénicos" lo que resulta inusual al no encontrarse con normalidad baños dentro de los departamentos. La habitación enfrente es conocida como el "estudio" del soberano; las dos "wayranas" pequeñas fueron probablemente utilizadas como cocina y taller. Casi en medio del patio central hay una piedra labrada que sirvió de batán o mortero para poder moler granos y otros alimentos. Saliendo del Grupo a través de su único ingreso (hoy existe otra salida detrás del "estudio" que fue abierto para ayudar la movilidad de turistas), en el pequeño y estrecho pasaje, hacia el lado derecho y a unos dos metros de altura se aprecia una piedra con una viga falsa labrada que tiene un orificio en medio, debió servir para colgar elementos ceremoniales y quizá un "aríbalo" (vasija clásica del Inkario de base puntiaguda) de "chicha".

Subiendo aún más las escalinatas de piedra se llega al sector de la "Cantera" o "Caos Granítico" donde se hallan bloques amorfos de granito que según se aduce estuvieron siendo paulatinamente explotados. Es importante recalcar que todas las montañas alrededor de la ciudad Inkásica tienen la misma calidad de rocas, es decir granito blanco-gris del Batolito de Vilcabamba, por lo tanto las rocas estuvieron en el lugar y no fueron transportadas del fondo del valle como algunos pretendieron establecer. Existe en el sector una roca que está parcialmente fraccionada con hoyos sobre la nervadura natural de la roca, ese trabajo no es original del Inkario sino simplemente una muestra de la técnica utilizada en aquel entonces para quebrar rocas (fue hecha en 1953). Al enfriarse el magma para formar los granitos hubo también un proceso de cristalización por lo que esas rocas presentan siempre nervaduras, fallas o líneas naturales en su superficie, éstas fueron ubicadas por los canteros Quechuas y aprovechadas para sobre las mismas hacer hoyos que luego eran taconeados con madera seca que posteriormente era mojada, así, utilizando la dilatación o expansión de la madera mojada se podían quebrar las rocas. Al inicio del presente trabajo se explica con detenimiento las técnicas y utensilios utilizados en el Inkario para trabajar rocas.

Desde la cantera se puede continuar por las escalinatas hacia el sud-este para llegar al sector denominado como el "Grupo Superior", del "Ingreso Principal", o

del "Yachaywasi" (escuela); allí se hallan bastantes construcciones con paredes de tipo "pirka" que aparentemente cumplieron la función de edificios públicos notándose también la presencia de "Qolqas" o almacenes. En este sector se halla la Puerta Principal de Machupicchu, fue el único medio de acceso por la parte suroriental de la ciudad que estaba protegido para permitir el paso sólo de su población exclusiva; al interior del vano se aprecia también el clásico sistema de seguridad con el anillo lítico sobre el dintel y los clavos dentro de pequeñas cajuelas en las jambas.

Hacia el occidente de la cantera se halla el "Grupo Sagrado" o "Plaza Sagrada", donde se observa el "Templo Principal" que es un templo de tipo "Wayrana" es decir de sólo tres paredes que están fabricadas con piedras de cara rectangular y uniones perfectas, con el tipo de paramento "Inka Imperial". Dicho templo presenta siete nichos trapezoidales en su pared central y cinco en cada una de las laterales; delante, a unos diez metros y muy cerca al "Templo de las Tres Ventanas" se halla una roca grande parcialmente labrada que debió ser la columna central del Templo Principal que sostenía las vigas del techo, algunos denominan a esa roca "altar de sacrificios". En la actualidad se aprecia que el templo en mención tiene su pared del fondo quebrada desplazándose hacia el oriente; trabajos arqueológicos diversos demostraron que se trata de un desplazamiento como consecuencia de la filtración pluvial, aunque algunos geólogos aducen que es producto de una falla geológica que atraviesa el lugar indicando además que existe otra precisamente en el sector del Templo del Sol. Hoy, se ignora la deidad adorada en ese Templo Principal aunque algunos historiadores aducen que pudo haber sido Wiraqocha, el Dios superior invisible de los andinos. Delante de la pared lateral sureña de ese templo se halla una pequeña protuberancia rocosa labrada con forma de un rombo que al decir de algunos es una representación de la Cruz del Sur, lo que no está categóricamente probado. En el extremo norte de la "Plaza Sagrada" está el denominado "Templo de las Tres Ventanas" que de igual modo es otra "wayrana" y debió tener un techo de dos vertientes; sus piedras son poligonales y comparativamente debió ser anterior o menos importante que el "Templo Principal". Las evidencias indican que ese templo debió ser originalmente proyectado para tener cinco ventanas; todo parece indicar que las dos ventanas extremas fueron tapiadas una vez concluido el Templo. En la parte central de lo que correspondería a la pared delantera se halla la columna que sirvió de apoyo para el techo y al lado occidental una piedra labrada con escalones representando el clásico "signo escalonado" que a su vez representa los tres niveles del mundo andino: el "Hanan-Pacha", el "Kay-Pacha" y el "Ukju-Pacha". La existencia de este Templo hizo creer a Bingham que había ubicado el mítico "Tampu-T'oqo" de Pakareqtanpu y que por lo tanto aquí se habría originado la Civilización Inkásica, lo cual hoy se demuestra falso. En una de las paredes de este templo Bingham encontró en 1911 la inscripcion hecha con carbón vegetal: "Lizárraga 1902". Frente al "Templo Principal" se halla una habitación con dos entradas y paredes rústicas de tipo "pirka" que hoy es denominada la "Casa del Sacerdote", lo cual es probable por el contraste arquitectónico presente; ya que la calidad de los muros está en relación directa a la importancia de cada construcción. Detrás del "Templo Principal" se halla un recinto pequeño de calidad bastante bien lograda,

que por su ubicación debió guardar estrecha relación complementaria con el Templo; en su interior, en la parte inferior de la pared del fondo se encuentra una inusual plataforma baja a manera de asiento o sofá pétreo, además son impresionantes los dos bloques poligonales en ambos lados del vano de ingreso que tienen más de 30 ángulos cada uno. Ese pequeño recinto es conocido como la "Cámara de Ornamentos" y aún por algunos con mentalidad muy occidentalizada o católica como la "Sacristía" del "Templo Principal".

A partir de la "Plaza Sagrada", hacia el noroccidente se alzan escalinatas que conducen directamente hacia el sector del "Intiwatana", que visto desde lejos tiene la forma de una pirámide irregular trunca que Binhgham denominó "Cerro Sagrado". Es impresionante la forma cómo se adaptó todo ese sector a la forma de la colina "in-situ", en sus contornos se observan terrazas estrechas que no necesariamente son agrícolas sino que sirvieron para detener la erosión y así proteger al "Intiwatana". Casi siempre esas terrazas estrechas fueron utilizadas además como jardines, es decir, con fines ornamentales y no tienen sistemas de irrigación como en otros lugares; las terrazas agrícolas de Machupicchu están en una zona demasiado húmeda resultando innecesarios los canales de agua; se identifican de este modo, de acuerdo a su función, tres tipos de terrazas. Antes de llegar a la sección alta, al costado derecho de las escalinatas se halla una argolla lítica labrada en un bloque incrustado en la pared que posiblemente sirvió para colocar en ella un distintivo o bandera sostenida de una lanza, tal como sugieren los indicios ésta era una práctica común en plataformas de esas características. La parte superior oriental de la formación natural ha sido artificialmente alisada para poder ser utilizada como un "Usnu", es decir, una plataforma especial desde donde los dignatarios de Machupicchu podían dirigirse a viva voz a su pueblo que debía estar apostado en la plaza principal que se encuentra en la parte baja y hacia el nororiente. Lo anterior se ve facilitado por la ubicación de la plataforma desde donde no se tienen interferencias y por la sonoridad que alcanza la voz humana aparentemente reflejada y amplificada al chocar con las terrazas opuestas. En la parte central de la formación existen vestigios de construcciones de fino acabado con los clásicos vanos trapezoidales; por aquí también sobresale la roca viva aparentemente amorfa, sin embargo, muchos autores aducen que se trata de vestigios de una maqueta de Machupicchu labrada en la roca, ya que curiosamente la silueta de la roca en mención tiene muchas coincidencias con la geografía local. Al extremo occidental de la formación se encuentra la célebre roca labrada denominada hoy "Intiwatana", su forma es irregular o poligonal y remata en un poliedro cuasi cúbico cuya cima tiene muestras de haber sido golpeada o modificada. Originalmente, todas las caras de ese bloque debieron estar finamente pulidas posiblemente con las mismas características que presentan los pulimentos de rocas en Ollantaytambo, es decir que tuvo una superficie lisa casi como un vidrio; además debió contar con otros elementos auxiliares para su utilización. El nombre de "Intiwatana" para denominar piedras labradas como ésta fue estrenado por George Squier en 1877, ya que esa denominación no se halla en ninguna crónica antigua; la denominación correcta sería "saywa" o "sukhanka" como lo indican los cronistas. "Intiwatana" se traduce como "lugar donde se ata al sol"; y hoy se aduce que al producirse el solsticio de invierno el 21 de junio (cuando el

Sol se encuentra en el punto más lejano de la tierra o viceversa), se debía llevar a cabo el "Inti Raymi" (Fiesta del Sol) la más grande celebración del Inkario; en esa fecha los Quechuas creían que su "Tayta Inti" o Padre Sol los estaba abandonando de tal modo que debían llevar a cabo rituales diversos para pedirle al Sol que no se aleje más y también simbólicamente debían atar al Sol en el "Intiwatana". Sin embargo "Intiwatana" podría tener también otro sentido, ya que "Inti" es "sol" y "Wata" es "año", así podría ser traducido como el "lugar donde se mide el año en relación al sol". El ángulo sureño del poliedro superior tiene una inclinación de unos 13º, que además es la latitud en la que se encuentra Machupicchu, lo que resulta sorprendente es que esa inclinación ayudó a la fijación del equinoccio de primavera el 22 de setiembre, fecha en la que al mediodía el Sol no proyecta ninguna sombra con el poliedro. Es inobjetable que sirvió como un eficiente observatorio solar a través de la medición de sus sombras proyectadas; aunque se ha especulado bastante con esa roca llamándola "reloj solar", y otros nombres que no vienen al caso. Los Quechuas no necesitaron medir el día en horas o minutos, por lo tanto, no supieron como hacerlo. Muchos estudiosos aducen que los "Intiwatana" también servían como hitos direccionales en cuyas características o ángulos determinados se pueden encontrar el norte magnético y el sur, lo que resulta cierto en Q'enqo cerca al Qosqo y aquí en Machupicchu donde dos ángulos del poliedro y su base indican el norte magnético. Los astrónomos White, Dearborn y Mannheim luego de meticulosos estudios establecen que desde este complejo es posible tener observaciones de las pléyades, muy importantes para la agricultura andina y otras constelaciones como la Cruz del Sur, Spica - Alfa y Beta Centauro, Vega, Deneb y Altair. Estudiosos locales indican además, la relación del Intiwatana de Machupicchu con un sistema "Ceque", es decir una alineación imaginaria de observatorios y "Waqas" en toda la región, incluyendo las montañas y valles circundantes. Al decir de los arqueólogos cusqueños Valencia y Gibaja, "Todos estos elementos afirman la idea que la roca esculpida del Intihuatana de Machu Picchu, es un eje cósmico y ritual de gran significación religiosa y tónica, claramente asociada con otros puntos, que determinan importantes ejes ceremoniales en época incaica".

Descendiendo por las escalinatas hacia el noroccidente del Intiwatana se llega al extremo norte de Machupicchu donde se halla el conjunto de la "Roca Sagrada"; se trata de un complejo pequeño donde existen dos "wayranas" muy similares, una frente a la otra y con paredes tipo "pirka" que en su época sirvieron como templos o altares para rendirle culto a la roca que se yergue hacia el noreste, en medio de ellas. La "Roca Sagrada" es "in-situ" y se levanta sobre un pedestal también de piedras, su superficie es relativamente lisa y posiblemente también estuvo finamente pulida como los bloques de Ollantaytambo, mas la erosión de 4 o más siglos de abandono han hecho que su pulimento superficial y aún la forma de su silueta se hayan modificado. En la Religión Inkásica se cree que las montañas constituyen o poseen "apus" o espíritus superiores considerados protectores de los hombres y sus pueblos; hoy las montañas son todavía objeto de adoración en la religión andina. Muchos estudiosos creen que la "Roca Sagrada" no es otra cosa que la representación de la montaña detrás de ella denominada

"Yanantin"; hoy las siluetas de la roca y la montaña son casi coincidentes como consecuencia del desgaste y la erosión natural sobre la roca, empero originalmente debieron ser idénticas. Sin embargo, algunos aducen que la roca debió tener otra forma, posiblemente la de un "puma agazapado" o un "cuye" (conejillo de indias). Hacia el norte de ese conjunto parte el camino conducente hacia la montaña de Wayna Picchu y hacia el sur hacia la Plaza Principal de la ciudad.

La Plaza Principal de la ciudad es el más grande espacio abierto y llano que existe en ella, está hacia el este y al pie del "Intiwatana". Fue el lugar donde se debieron llevar a cabo las ceremonias populares y multitudinarias para su población, quizá también el "Inti Raymi" o Fiesta del Sol al igual que en la Plaza Principal del Qosqo. En las cercanías de la Plaza existen andenes que no tuvieron función agrícola sino que simplemente sirvieron para alisar el terreno, en la topografía totalmente irregular de Machupicchu esa fue la única forma de conseguir espacios planos.

En la parte oriental de Machupicchu, al nor-este de la Plaza Principal se alzan muchas otras construcciones con paredes de tipo "pirka" (con piedras toscamente labradas y unidas con mortero de barro); la disposición de construcciones en el área es más o menos complicada incluyendo sectores que reciben diversos nombres como "Grupo Alto", "Conjunto de las Tres Portadas", etc. Se trata básicamente de construcciones que sirvieron como departamentos, almacenes, y otros fines utilitarios. Al oriente de este complejo se encuentran construcciones interesantes con altares diversos, construcciones semisubterráneas, piedras labradas con formas diversas, etc., sobre las que aún no existen estudios de interpretación profundos. Por esa zona también se encuentra una interesante cueva que contiene una ventana labrada parcialmente en la roca sólida denominada "Intimachay" estudiada con detenimiento por Dearborn quien aduce que desde el interior de la cueva sólo se pueden ver 2º de horizonte a través de la ventana que está alineada con la salida del Sol en el solsticio de diciembre o verano que es el mes del "Qhapaq Raymi". El margen de 2º posibilitaba la observación del solsticio durante 10 días antes y después del evento, lapso que en el caso de una zona nebulosa y lluviosa como Machupicchu es necesario.

Más al sureste del complejo anterior se encuentra el denominado "Grupo de los Morteros", al que algunos denominan "Barrio Industrial" y también "Barrio Intelectual"; la calidad arquitectónica de sus muros indica que tuvo importancia gravitante dentro de la ciudad por lo que Bingham lo denominó "Grupo de la Ingenuidad y Grupo del Jardín privado". Ese fue un grupo aparentemente bastante reservado porque contaba con un ingreso de doble jamba y al interior aún se hallan las cajuelas del sistema de seguridad de la puerta con sus respectivos pines pétreos. Desde la altura del piso y hasta una altura de unos dos metros los muros fueron manufacturados con piedras labradas, pero la parte superior fue hecha con piedras más toscas; esa característica sugiere quizá una construcción en dos etapas diferentes. En el grupo se encuentra un habitación que tiene dos "morteros" circulares, ambos de casi el mismo diámetro y labrados en el piso

sobre rocas "in-situ"; según algunos autores fueron morteros utilizados para moler elementos diversos para la fabricación de tejidos o cerámica en el sector que fue "industrial", otros indican que fueron asientos para "aríbalos" o recipientes de base puntiaguda que debieron contener "chicha". Incluso se dice que fueron llenados con agua para servir de una especie de "espejos" para la observación astral durante las noches despejadas, aduciendo que la ausencia de hastiales es porque el recinto no estuvo techado, lo que de acuerdo a la opinión de muchos astrónomos modernos parece poco probable, ya que es más práctico observar el cielo directamente y no mediante espejos. Al sur de la habitación anterior se halla una construcción muy interesante, se trata de dos "wayranas" idénticas o habitaciones de sólo tres paredes, que comparten una sola pared interior, en lugar de su pared frontal presentan una columna que debió sostener las vigas del techo. En el complejo se observan además algunas otras habitaciones con la misma calidad, rocas labradas a manera de altares, etc.

Uno de los sectores más fascinantes y enigmáticos en Machupicchu es el del "Cóndor" que se halla ubicado al sur este de los "morteros". El "Templo del Cóndor" forma una especie de laberinto donde en su porción baja y central se halla la escultura en una roca "in-situ" con la forma de la cabeza de un Cóndor Andino que ostenta su pico, el clásico collar blanco alrededor de su cuello y su cuerpo entero; en la parte superior los dos roquedos que la rodean representan sus alas, dando la impresión de ser un cóndor en actitud de aterrizaje. Es inobjetable que ese fue un lugar sacro especialmente construido para rendirle culto al "Apu Kuntur" que fue uno de los tres animales sagrados del Inkario, al igual que el puma y la serpiente o "Amaru"; por lo tanto su función fue estrictamente religiosa. El Cóndor fue y aún es una deidad especial en los Andes, pero se desconocen las ceremonias que debieron llevarse a cabo en su honor en el Inkario. Empero, hoy los Andinos de algunos pueblos recónditos de esta parte del Perú anualmente llevan a cabo su festividad denominada "Yawar Fiesta" o "Fiesta de Sangre" (ver el capítulo sobre el Cóndor Andino) en la cual un Cóndor vivo es adorado de una manera muy peculiar. Por su parte, algunos indican que aquí se encontraban las "Cárceles" de Machupicchu; se aduce que en este lugar habían pumas y también quizá serpientes, de tal modo que quienes eran castigados debían morir inexorablemente y que una vez muertas las personas aquí descendían además de Cóndores otras aves de rapiña para devorar los restos de los castigados. Se indica que existían dos tipos de castigo y que los nichos con pequeños hoyos en las jambas que se encuentran detrás del ala izquierda del Cóndor servían para el "maniatamiento" de los castigados cuyas manos eran atadas a los hoyos de los nichos, cabe indicar que esos nichos estaban cubiertos con un techo. Se aduce además, que los otros nichos más altos de la pared posterior que tienen un pequeño vano hacia atrás servían para otro castigo diferente: el "emparedamiento" de los castigados, quienes eran introducidos y emparedados en los nichos con la cara hacia el pequeño vano superior que les servía para poder respirar y consumir alimentos. En el Inkario, esas "cárceles" tuvieron una función complementaria al "Templo del Cóndor"; además, por su ubicación y múltiples características ese complejo debió cumplir una función altamente ritual y no de "cárceles".

Hiram Bingham y sus expediciones trabajaron intensivamente en el parque arqueológico por un lapso de 5 años excavando prácticamente cada metro cuadrado en Machupicchu; en sus alrededores se hallaron tumbas antiguas y momias de 174 personas siempre acompañadas de sus objetos de uso habitual incluyendo vestimenta, cerámica, alimentos, adornos, etc. Al final de sus trabajos Bingham informó que ningún objeto de metal precioso fue encontrado en Machupicchu, lo que hoy se refuta por la versión de la viuda de Agustín Lizárraga y sus descendientes quienes aseveran que ese intrépido joven campesino asentado en la zona antes del arribo de Bingham, en sus exploraciones en búsqueda de tierras cultivables allá por el año de 1900 llegó a la ciudad perdida utilizando el camino que comunica desde la zona de San Miguel hasta la "Plaza Sagrada". Se indica que en sus sucesivas visitas encontró en algunos nichos objetos de cerámica, piedra, oro y plata; objetos que los vendía a un conocido comerciante rico del Qosqo. A la muerte de su marido en circunstancias bastante "extrañas" en 1912, la viuda de Lizárraga heredó algunos tesoros en metales preciosos que donó al convento de Santa Clara del Qosqo luego que en confesión Católica fue persuadida por el sacerdote para que con esa donación pudiese encontrar "sosiego y salvación para su alma". Es posible que ningún otro campesino aparte de Lizárraga haya profanado el lugar porque en la sociedad tradicional Andina se guarda siempre un respeto y reverencia ancestral hacia las "Wakas" antiguas y aún más hacia las tumbas de antepasados que no pueden ser profanadas en la creencia que están protegidas y el profanarlas acarrea desgracias, enfermedades, muerte y otras maldiciones.

Bingham escribió que cada objeto que él encontró al trabajar en Machupicchu fue depositado en la Universidad de Yale. Pero hoy (1998) una visita para observar los objetos de Machupicchu en el "Peabody Museum of Natural History" ubicado en New Heaven, Connecticut es más que decepcionante (Haga un click aquí para ir al website del museo). La exhibición consiste en 10 piezas de cerámica, 10 de metalurgia, 10 de trabajos en piedra, 3 Q'eros, muy pocos textiles, y uno de los más hermosos Qhipu que se conocen en el mundo (la mayor parte de las piezas son de Machupicchu, pero no todas y la exhibicion no hace ninguna diferenciación; además no existe ni una sola fotografía de Machupicchu. Por su parte hay otros nichos pequeños que muestran principalmente cerámica de Civilizaciones Pre-Inkásicas. Los peruanos tienen la esperanza que algun día los artefactos ennumerados por Bingham es sus diversas publicaciones regresarán a Machupicchu porque le pertenecen.

La montaña de Waynapicchu es la que se encuentra hacia el norte de la ciudad y la que aparece al fondo de todas las vistas clásicas del lugar; en su cumbre se aprecian terrazas de contención estrechas cuya función principal fue evitar la erosión además de servir como jardines. Es posible alcanzar esa cumbre utilizando el camino que se encuentra en el flanco izquierdo de la montaña, son básicamente escalinatas que en muchos sectores han sido talladas en la roca viva de la montaña. La ascensión lenta toma una hora aproximadamente; élla no es peligrosa, sin embargo, quien la intenta deberá mantenerse alerta ya que el camino está al borde de precipicios y un descuido o un paso en falso podrían ser

fatales; además, quien la intenta no debe sufrir de vértigo. Desde la cumbre se tiene una visión panorámica y espectacular de la Ciudad Inkásica, el Cañón del Urubamba y la montañas del entorno; todo parece indicar que allí existió un Santuario Quechua bastante importante.

A partir de Machupicchu es también posible emprender otras caminatas cortas; una de ellas es hacia el "Puente Inka" para lo cual se deberá alcanzar la pequeña "Wayrana del Vigilante" o "Puesto de Control" ubicado en la porción superior del sector agrícola; desde donde se coge el camino hacia el sudoeste, para luego de una caminata de unos 15 minutos llegar al lugar desde donde se aprecia el camino labrado en la cara de la montaña y en medio de él, las bases de un puente levadizo. Se supone que la estructura del puente fue de madera ligera que debía ser recogida o guardada para evitar el paso de personas no autorizadas y así facilitar la protección de Machupicchu.

Un poco más abajo del mismo "Puesto de Control" se halla el Camino Inka que originalmente unía Machupicchu con el Qosqo, el camino es una excelente muestra de la capacidad de la ingeniería y construcción Quechuas; aún conserva su empedrado original y es bastante amplio. Siguiendo el camino se arriba hasta el paso donde se encuentra "Intipunku" o la "Puerta del Sol" y más adelante a unos siete kilómetros de Machupicchu se halla el pequeño pueblo inkásico de Wiñaywayna y en un nivel más alto el complejo agrícola de Intipata.

EL CAMINO INKA HACIA MACHUPICCHU

Una de las caminatas más interesantes, cortas y accesibles en la región es la que se detalla a continuación y conduce hacia la enigmática Ciudad Inkásica de Machupicchu. La mejor época para realizar el Camino Inka es durante nuestra estación seca, es decir, entre mayo y setiembre; eso no significa que no se puedan tener lluvias o garúas, ya que ellas son impredecibles aún en esa época. Es evidente que lo primario para ejecutar el Camino Inka es obtener el equipo de camping necesario. Al tratarse de excursiones organizadas normalmente las operadoras proporcionan todo lo necesario excepto el equipo personal que en el último de los casos hasta puede ser alquilado en las numerosas agencias especializadas del centro de la ciudad. Lo elemental del equipo consta de una carpa o tienda, una mochila, bolsa de dormir o mantas, aislador o colchoneta portátil, poncho de agua o impermeable, zapatos de caminata, comida para los 3 ó 4 días de travesía, etc.

Si la caminata se realiza por cuenta del viajero entonces se tendrá bastante cuidado en el equipo a llevar; además de lo indicado con anterioridad se tratará de conseguir los elementos de la siguiente relación: cantimplora, linterna, fósforos, cuchillo o navaja, equipo portátil de cocina y comedor con olla, hervidor de agua, recipientes, cubiertos, velas; comida en base a productos livianos como sopas instantáneas, pastas, conservas de pescado, queso, jamón, arroz, sémola, sal,

pimienta; frutas secas, avena, leche en polvo, té, café y chocolate instantáneos, azúcar, sobres de refrescos, mermelada, mantequilla, chocolatillos, dulces, pan (guardado en bolsas plásticas se mantendrá en buen estado hasta el último día). Además será necesario llevar un pequeño botiquín personal conteniendo venda, algodón, gasa, venditas autoadhesivas, analgésicos, líquido o crema antiséptica, diamox o coramina para quienes no estan adaptados a la altura, repelente de insectos, bloqueador solar, vaselina; las hojas de coca son muy usuales ya que de éstas se pueden preparar mates medicinales y también pueden ser mascadas para mitigar el cansancio, sed o hambre. Normalmente se halla agua en todos los sectores descritos como lugares de campamento en el presente manual; sin embargo, es siempre recomendable hervirla o utilizar cloro u otras pastillas potabilizantes para beberla. Se recomienda llevar ropa liviana para el sol así como gruesa ya que en ciertos sectores las noches pueden ser frías con temperaturas bajo cero, sombrero o gorra para el sol, toalla, papel higiénico. Los zapatos deben ser preferentemente botas de trekking con protección para los tobillos y a prueba de filtraciones de agua. Dependiendo de las motivaciones también serán útiles una cámara fotográfica, filmadora, binoculares, gafas o lentes de sol, brújula, el presente manual sobre el camino, un buen mapa, etc. Es recomendable que todo el equipo incluyendo la comida tengan un peso ligero o moderado para el caminante; unos gramos de más se hacen insoportables y muy pesados en el camino. Para dormir no se deberán dejar objetos fuera de la carpa ya que en algunos sectores especialmente en los primeros días de la caminata se han reportado robos nocturnos. Por otro lado, es recomendable no viajar solo, hágalo siempre en compañía de otros caminantes; existe una Comisión de Seguridad para brindar apoyo a los visitantes que no siempre es eficiente; además se recomienda no apartarse del camino o la ruta señalizada, si existen dudas consulte con otros viajeros que vienen después que Ud.

Existen algunas normas básicas que se deben seguir para llevar a cabo la caminata como:

- Acampar sólo en los sectores debidamente señalizados, quedando terminantemente prohibido hacerlo dentro de las construcciones Inkásicas o en proximidad a ellas;

- Se deberá sobre todo evitar la contaminación del Santuario Histórico de Machupicchu, dentro del cual se encuentra el Camino Inka. En los últimos años se percibe un deterioro enorme en la higiene y salubridad del Camino, muchos irresponsables visitantes defecan en las ruinas o sobre el camino, o dejan sus desperdicios por donde se les antoja sin considerar que hay muchos otros como ellos que desearían disfrutar de un medio ambiente agradable y sin contaminación; lo recomendable es que todo grupo de visitantes saque sus desperdicios del Camino Inka u ordene a sus porteadores hacerlo, especialmente todo elemento no orgánico;

- No está permitido hacer fogatas ni utilizar madera del parque para ese fin;

- No se pueden recoger flores u otras especies vegetales, por lo tanto está prohibida la depredación de la flora del Santuario Histórico así como la captura o caza de su fauna silvestre ya que muchas de las especies animales del Santuario están en vías de extinción. La policía en Machupicchu está totalmente autorizada para aplicar sanciones o arrestar a los infractores de las reglas.

- Se deberá abonar el derecho de uso del Camino Inka incluyendo un día de visita en Machupicchu cuyo costo es de U.S. $ 17.00.

Para realizar la caminata, tradicionalmente hoy se utilizan dos puntos de partida: Chillca y Qoriwayrachina (Km. 88); en ambos casos se puede coger el tren local que parte a diario en dos frecuencias (temprano por la mañana o al medio día) desde el Qosqo. Para llegar hasta Chillca también se puede utilizar un carro privado siguiendo la carretera por Urubamba y Ollantaytambo. La caminata desde la población de Chillca (Ch'illca es también un arbusto nativo cuyo nombre botánico es Baccharis polyantha) normalmente dura 4 días; en ese pueblo se cruza el puente sobre el río Urubamba para continuar hacia el occidente siguiendo el camino de tierra paralelo al río. Hoy aquel es un camino de herradura al haber desaparecido el que se tuvo en el Inkario, en aquella época existían dos caminos en ambas riberas del río. El primer día de caminata en esta opción es relativamente suave o de entrenamiento para lo posterior, el terreno es casi llano y desde algunos sectores se tienen formidables vistas de la Cordillera de Urubamba y el glaciar La Verónica -su nombre original fue "Weqey Willka" (Lágrima Sagrada, 5860 mts.; 19225 ft.)- que se encuentran al otro lado del valle. En ese primer día de caminata es posible aún encontrar pequeños negocios donde se expenden gaseosas, cervezas o galletas; además se atraviesa la comunidad de Meskay que cuenta con una escuela en cuyas proximidades se hallan grupos arqueológicos como Willkaraqay, Kiswarpata y Tunasmoqo. Más adelante se arriba a Patallaqta ("Pueblo de Encima" -algunos la llaman LLaqtapata-) que fue una población Inkásica importante cuyos restos de paredes de tipo "pirka" y terrazas agrícolas aún se aprecian. La parte sur del complejo se denomina Kusichaka ("puente alegre") al igual que el riachuelo; ese es un buen lugar para acampar, de lo contrario se podrá continuar hasta Wayllabamba.

Al empezar la caminata a partir de Qoriwayrachina ("Venteadero de Oro") o "Kilómetro 88", se deberá pasar por el control estatal y pagar los derechos de uso del Santuario Histórico Nacional y luego cruzar el puente moderno que tiene cimientos Inkásicos. La caminata se efectúa momentáneamente hacia el este a través del bosque de eucaliptos para llegar a Patallaqta y después seguir el cauce del río Kusichaka, aguas arriba hacia el sur y por su ribera izquierda. Más adelante se atravesará el puentecito de madera denominado Hatunchaka ("Puente Grande") y la comunidad de Yunkachinpa para finalmente llegar al poblado de Wayllabamba ("Wayllapanpa" = Llano de la Pradera) donde aún se aprecian algunos restos materiales de Cultura Inka, muchas viviendas y una escuela. Aquel es el último lugar donde se podrán encontrar algunos víveres y bebidas antes de llegar a Wiñaywayna. A partir de Wayllabamba que se encuentra a unos 2800 mts. (9180 ft.) se toma el camino hacia el noroeste siguiendo la ribera

derecha del riachuelo Llullucha ("Llulluch'a" es una planta acuática en forma de pequeñas bolitas oscuras, su nombre botánico es Nostoc S.P.); allí se emprende la ascensión más larga del trayecto que culmina en el abra de Warmiwañusqa sobre 4200 mts. (13780 ft.). Subiendo el camino desde Wayllabamba se llega a Tres Piedras Blancas que es un espacio apropiado para acampar al borde del riachuelo Wayruro ("Wayruro" es un árbol ornamental que tiene frutos pequeños de color rojo con manchas negras, su nombre botánico es Citharexylum herrerae; en el argot turístico los porteadores de Ollantaytambo que sirven turistas en el Camino Inka son denominados "wayruros" por sus ponchos rojos); a partir de esta zona y hacia arriba se encuentra lo que se denomina "Bosque Húmedo Montano" caracterizado por la abundancia de árboles de Intimpa o Romerillo (Podocarpus glomeratus), Q'euña (Polylepis incana), Unca (Eugenia oreophilla), etc.; ademáas de líquenes, musgos, helechos y orquídeas de variedades diversas. Es de destacar que en este Santuario Histórico existen unos 30 géneros y más de un centenar de especies de orquidáceas; de igual modo aquí es posible encontrar muchas especies de begonias salvajes. Entre otras especies arbóreas importantes aquí destacan el cedro (Cedrela herrerae), pisonay o ceibo (Erythrina falcata), aliso o lambran (Alnus jorulensis), laurel (Nectandra sp.), kiswar (Buddleia incana), nogal (Juglands neotropica), sauco (Sambucus peruviana), etc. Al final del bosque se llega a Llulluchapampa que se constituye en otro lugar apropiado para acampar a unos 3660 mts. (12000 ft.); las temperaturas aquí suelen ser bajas por ser el inicio de la "Zona Alto-Andina" simplemente conocida como "puna", con abundancia de la gramínea nativa "paja brava" o "ichu" (Stipa ichu). Continuando con la ascención se arriba hasta el punto más alto de la caminata en el Abra o Paso de Warmiwañuska (Mujer Muerta) a 4200 mts. (13780 ft.), en el lugar se observa un montículo que parece ser artificial, posiblemente se trate de una "apacheta" es decir una pila de piedras y otros objetos que los caminantes dejaban en los pasos más altos; aquí el aire es frío y en muchas ocasiones se puede encontrar nieve; es recomendable no permanecer mucho tiempo en el paso, por el aire enrarecido presente con escasez de oxígeno.

A partir del paso de Warmiwañuska se inicia la descención por un tosco camino en el que se observa la paulatina formación de un riachuelo que en el fondo del vallecito es denominado Pakaymayu ("Río Escondidizo"), en el fondo del valle el camino es visible sin llegar a internarse en la densa vegetación; ese es otro de los recomendados lugares de campamento a unos 3600 mts. (11800 ft.). A mitad de la descención y hacia el lado izquierdo existe además un camino original y empedrado que sigue un curso casi horizontal en la cara de la montaña venciendo un paso para luego ingresar al valle de Aobamba, se desciende un camino abandonado y más adelante siguiendo hacia la derecha se puede arribar a Sayaqmarka; esa ruta no es recomendable porque el camino está abandonado y en algunos sectores ha desaparecido por efecto de la erosión; al no ser transitado ni tener mantenimiento ofrece muchos peligros.

Desde la zona de campamento en Pakaymayu se inicia otra ascensión hacia Runkuraqay; esta vez ya se marcha sobre un camino empedrado de factura Inkásica que ofrece bastante seguridad especialmente en días lluviosos.

Runkuraqay se halla en medio de la ascensión y es un grupo arqueológico que tiene forma ovoidal; posiblemente el nombre con el que se le bautizó después de 1915 fue "Runturaqay" (galpón ovoide), las paredes de sus construcciones son de tipo "pirka". Por su ubicación y la disposición de sus habitaciones da la impresión de haber sido un "tanpu" (tambo); aquel es otro posible punto de campamento. Continuando con la ascensión por escalinatas empedradas se observa a la izquierda del camino la pequeña laguna de Yanaqocha ("Lago Negro"), sobre la derecha y en un nivel más alto está otra de igual tamaño. En esta zona ocasionalmente se pueden observar Venados Andinos o Tarucas (Hippocamelus antisensis) que descienden para beber agua, y Vizcachas (Lagidium peruvianum). Dentro del Santuario Histórico de Machupicchu es posible también encontrar especies como el puma (Felis concolor), gato montés o oscollo (Felis jacovita), tigrillo (Felis pardalis), zorrino (Conepatus rex), zorro andino (Dusicyon culpaeus), venado (Odocoileus virginianus), venado enano o tanka (Mazama Chunnyi) -en peligro de extinción-, comadreja (Mustela frenata), pudú (Pudu mephistopheles), urón (Eyra barbara), nutria de río (Luthra incarum), oso de anteojos (Tremarctos ornatus) -en vía de extinción-. Entre las aves principales se cuentan a el cóndor andino (Vultur gryphus), cernícalo o k'illichu (Falco sparverius), halcón (Falco peregrinus), pato de torrentes (Merganetta ornata), relojero (Momotus momota), quien-quien (Cyanocorax inca), tucán (Ramphastos sp.), chiguaco (Turdus chiguanco), paujil (Crax mitu), chinalinda (Phalacoboenus albogularis), gaviota (Larus serranus), yanavico (Plegadis ridwayi), gallito de las rocas (Rupicola peruviana) -en peligro de extinción-; además, se encuentran víboras, lagartijas, anfibios diversos, mariposas e insectos, etc., etc.

Venciendo las últimas escalinatas se arriba finalmente al segundo paso denominado también Abra de Runkuraqay sobre los 3900 mts. (12800 ft.). Desde este paso se inicia la descención empinada en dirección a Sayaqmarka; en medio del camino hacia la derecha se encuentra otra laguna interesante de coloración verdosa con cantidad de algas denominada Q'omer-qocha ("Lago Verde").

Sayaqmarka es un grupo arqueológico ubicado sobre los 3,500 mts. (11500 ft.) y fue explorado por la expedición de Bingham en 1915 que la nombró "Cedrobamba" (Cedropanpa = llano de cedros); hacia finales de 1941 una expedición de la Viking Fund encabezada por Paul Fejos exploró el lugar y lo rebautizó como "Sayaqmarka" o "Lugar Parado o Erguido" considerando su ubicación geográfica casi al final de un espolón orógeno que domina visualmente el valle de Aobamba. En el complejo se hallan construcciones diversas con cierta complejidad posiblemente por haber sido adaptadas a la forma de la montaña que aquí es bastante agreste, a pesar de ello también se advierte un acueducto caprichosamente labrado en la cresta de la montaña, fuentes que parecen haber tenido un carácter ritual, calles estrechas, una construcción dominante de forma semi-ovoidal, etc. Por su ubicación, este lugar debió cumplir una función casi estrictamente administrativa y ceremonial; quizá para la administración del territorio y los caminos cercanos; así es posible que haya sido habitado por soldados, funcionarios estatales y sacerdotes que no fueron agricultores ya que

hay ausencia de campos agrícolas. Normalmente el sitio tiene poco mantenimiento, por lo que ocasionalmente uno puede toparse con víboras u otros animales; además, en el sector existe casi siempre bastante cantidad de pequeños mosquitos denominados "manta blanca" que son casi invisibles pero que existen por millones y frente a los cuales los repelentes tienen poca efectividad; este es otro punto que normalmente sirve de campamento. A muy poca distancia de Sayaqmarka, al borde derecho del camino se halla otra construcción que debió tener estrecha relación con el "Lugar Erguido", se trata de Qonchamarka ("Lugar del Fogón") y también está construido con paredes de tipo "pirka", su función es desconocida.

Desde Sayaqmarka parte un camino menos abrupto con dirección hacia Machupicchu; a pocos Kms. del lugar se halla una corta planicie húmeda y cenegosa que es denominada "Chakilqocha" (debe ser "Ch'aki-qocha" o "Lago Seco") que con frecuencia se utiliza como sitio para acampar. Más adelante, continuando por el camino cuidadosamente empedrado se pasa un impresionante túnel labrado en la roca viva de la montaña, es bastante amplio y muy cómodo para su tránsito, tiene unos 20 mts. de longitud y consta de escalinatas, paredes y piso labrados. Avanzando por el cómodo camino se gana cierta altura para luego alcanzar Phuyupatamarka que se encuentra sobre los 3680 mts. (12070 ft.). De igual modo este grupo arqueológico fue "descubierto" por Bingham en 1915 quien nombró al lugar como "Qoriwayrachina"; empero, en 1941 Paul Fejos al frente de su expedición rebautizó el lugar con el nombre de "Phuyupatamarka" que significa "Lugar sobre las nubes", en razón a que casi siempre este lugar se halla encima de la neblina y nubes que se forman en los valles en derredor. Este complejo se halla en un espacio que domina visualmente un amplio territorio y debió ser un núcleo administrativo y religioso importante donde resaltan una plataforma superior de forma cuasi ovoidal, fuentes alineadas que debieron cumplir un rol religioso con canales bien dispuestos donde aún discurre el agua, escalinatas muy bien labradas, construcciones con paredes toscas, terrazas, etc. A partir de este lugar existen dos caminos para poder descender hacia Wiñaywayna; uno se proyecta casi horizontalmente hacia el oeste para luego tener un descenso abrupto hacia el próximo grupo arqueológico (mediante este camino se alcanza "Wayraqpunku" ("Puerta Ventosa") en un paso de la montaña donde existía un proyecto para construir un moderno hotel), esta vía no se utiliza más por la descención peligrosa. El otro camino despejado en 1983 desciende a partir del extremo occidental del grupo, se trata de escalinatas bien construidas en medio del bosque tupido donde también se encuentra otro túnel pequeño horadado en la roca viva; al final del camino Inkásico se tendrá que coger un sendero de tierra en zigzag construido por quienes levantaron las torres de energía eléctrica en la década del 60. Más abajo se arriba al Centro de Visitantes de Wiñaywayna que consiste en un grupo de construcciones de concreto con techos rojos, que ofrece facilidades básicas de alojamiento y alimentación; aquí también es posible acampar en los alrededores. Hacia el sureste de este centro se halla el Grupo Arqueológico del mismo nombre que está prácticamente colgado sobre el Cañón del Urubamba.

Wiñaywayna es un grupo arqueológico importante próximo a Machupicchu a una altura de 2700 mts. (8860 ft.); fue hallado por Paul Fejos en 1941, posteriormente en 1942 el sabio peruano Julio C. Tello bautizó el lugar con el nombre de "Wiñaywayna" ("Por siempre Joven") que es también el nombre Quechua de una especie de orquídea (Epidendrum crassilabium). El género Epidendrum tiene unas 18 especies de hermosas flores rojas, amarillas o violáceas, abundantes en la zona. En Wiñaywayna se encuentran construcciones diversas, entre las que resalta en la parte superior una construcción de planta semicircular que es tradicionalmente conocida como el "palacio" o el "torreón" construida parcialmente con piedras labradas; a la derecha de las escaleras que descienden se halla una sucesión de 10 fuentes rituales que son clásicas en toda población importante, hacia el norte, el sector agrícola con cantidad de terrazas artificiales; más abajo están otras construcciones al borde del precipicio con paredes de tipo "pirka" desde donde se tiene una bella vista de la parte inferior de las montañas. Hacia el noroeste de Wiñaywayna y en un nivel superior se halla "Intipata" ("Lugar del Sol"), grupo arqueológico que consta esencialmente de terrazas de uso agrícola. Abajo en el fondo del Valle, en el Km. 107 de la vía férrea Qosqo - Quillabamba se encuentra la represa de la Central Hidroeléctrica de Machupicchu construida entre 1958 y 1962; desde aquí siguen dos túneles de 3 Kms. horadados en la montaña granítica de Machupicchu que transportan el agua del río Urubamba y que al otro lado de la montaña en la zona de San Miguel aprovechando el desnivel en altura se transforma en 110,000 KW de energía eléctrica, para los departamentos de Qosqo y Puno. En las proximidades de la represa se halla el Grupo Arqueológico de "Choquesuysuy" ("Cernidor de Mineral de Oro) que consta de algunas pocas construcciones y terrazas agrícolas.

El último tramo de la caminata a partir de Wiñaywayna es a través de un camino impresionante más o menos horizontal, labrado en la cara de la montaña en cuyo costado derecho se hallan precipicios profundos. Casi al final del camino relativamente llano se alzan escalinatas para finalmente arribar a "Intipunku" ("Puerta del Sol"), ubicado en el paso sobre unos 2650 Mts. (8700 ft.) de altura, desde donde por primera vez se tiene una vista panorámica de Machupicchu; en el Inkario ésta debió ser una especie de atalaya y aduana para posibilitar el control de quienes deseaban ingresar a esa importante ciudad a la vez que su protección.

PARQUE NACIONAL DEL MANU

La preocupación en el mundo entero por conservar áreas naturales libres de contaminación y con vida salvaje no disturbada, hicieron que en el Perú se creen Parques Nacionales, Reservas y Santuarios Históricos que comprenden territorios intangibles o protegidos alcanzando aproximadamente unas 5'833,684 Hás. (58,337 Km²) representando un 4.54% del territorio nacional. En la Región Inka se encuentran el Santuario Histórico Nacional de Machupicchu y el Parque Nacional del Manu que en su conjunto comprenden 1'913,792 Hás. (19,138 Km²) y a su vez representan un 11% del territorio regional.

El Parque Nacional del Manu fue establecido el 29 de mayo de 1973, mediante Decreto Supremo 0644-73-AG, con la finalidad de preservar su patrimonio natural y cultural en beneficio de las generaciones presentes y futuras; esa misma finalidad determinó para el reconocimiento por la UNESCO de la Reserva de la Biosfera del Manu que hoy abarca un territorio de 1'881,200 Hás. (18,812 Km²) en las provincias de Paucartambo en el Qosqo y Manu en Madre de Dios. De todo ese territorio protegido un 81.5% corresponde a la Zona Núcleo o Natural que es un área intangible, un 13.5% a la Zona Experimental o de Amortiguación que está destinada a investigaciones controladas y actividades turísticas, y un 5% a la Zona Cultural o Humana Estable donde existen asentamientos humanos.

Para arribar por vía terrestre al Parque Nacional del Manu, es necesario partir desde el Qosqo y seguir la ruta afirmada que pasa por Huancarane, Paucartambo, Patria, Pilcopata, Atalaya y Salvación donde se encuentran las Oficinas de Administración del Parque y continuar hasta Burgos y finalmente Shintuya. A partir de Atalaya o Shintuya se deberán alquilar embarcaciones con motor fuera de borda para un viaje de todo un día y surcar aguas abajo el río Alto Madre de Dios pasando por los asentamientos humanos de Ithahuania, Cruz de Mayo, Puerto Definitivo y Diamante, hasta arribar a Boca Manu que es punto de unión o confluencia entre el río Manu y el Alto Madre de Dios; desde aquí se inicia el viaje aguas arriba por el río Manu para internarse en el Parque. Por vía aérea (en avionetas pequeñas), se podrá llegar a la pista de aterrizaje de Boca Manu a partir de los aeropuertos del Qosqo o Puerto Maldonado.

Si se desea visitar el Manu, se deberá requerir de información y autorización proporcionada por la Administración del Parque Nacional cuya sede se encuentra en la ciudad del Qosqo al menos con tres meses de anticipación. Es obvio que las autoridades han elaborado un manual para el visitante con las pertinentes recomendaciones, peligros, restricciones, etc.; en base a las experiencias acumuladas al haber sido aperturado el Parque para el turismo desde 1980. El ingreso más allá del límite de la Zona Reservada en el río Panagua, se permite únicamente a investigadores autorizados, visitantes oficiales y grupos de turismo científico que hayan solicitado su ingreso al menos con anticipación de 6 meses. Hoy, existe un albergue para turistas en la zona de la Cocha Juárez; en otras zonas no existe infraestructura de alojamiento ni alimentación para turistas, por lo que los visitantes deberán contar con los elementos necesarios para su subsistencia además de su transporte y comunicación (se deberá acampar); el equipo personal básico es similar al que se da en el presente libro para llevar a cabo el Camino Inka hacia Machupicchu; sin embargo la información apropiada sobre el equipo y elementos de uso será proporcionada por su agente de viajes. Al igual que en toda la región, la mejor temporada para visitar el Parque es durante nuestra época de sequía, entre los meses de mayo hasta setiembre; la época lluviosa, de octubre a abril presenta mayor cantidad de lluvias y temperatura en la parte boscosa.

El Parque Nacional y la Reserva de la Biosfera del Manu se hallan al este de la Cadena Oriental de los Andes Peruanos, e incluyen la cuenca de Río Manu en su

totalidad y parcialmente la del Río Alto Madre de Dios. Los paisajes que involucra son diversos y se encuentran desde los 365 mts. (1,200 ft.) de altura en Boca Manu, con planicies amazónicas; hasta los 4,020 mts. (13,200 ft.) en el cerro Waskar, con montañas escarpadas y agrestes; la diferencia de altura determina una variedad de climas desde la cálida y húmeda selva amazónica hasta las frías y secas alturas Andinas. El promedio de temperaturas varía de acuerdo a la altura, así en las parte baja es de unos 24º C. (75º F.) y en las partes altas de unos 4º C. (39º F.); de igual modo las precipitaciones pluviales anuales en el bosque nublado superan los 4,000 mm. (156 pulgadas) mientras que en el páramo andino descienden a 1,000 mm. (39 pulgadas). El sistema hidrográfico se constituye por los ríos que descienden de los Andes, torrentosos en sus inicios y calmos en el llano Amazónico; sus caudales varían considerablemente entre la estación de sequía y la de lluvias. El Manu tiene coloración rojiza y sus meandros con el cambio sucesivo de cauce formaron con el tiempo las numerosas "cochas" o lagunas que son los principales ambientes de fauna silvestre.

El interés científico que despierta el Manu está basado en la gran diversidad de especies de flora y fauna que es una de las mayores del mundo y que se mantiene casi inalterada en millones de años de evolución natural. El mayor punto de investigación del parque es la estación biológica de Cocha Cashu que tiene la mejor base de datos ecológicos de todo el trópico sudamericano; esa estación fue construida en 1969 por profesores y estudiantes de la Universidad Nacional Agraria La Molina en convenio con Sociedad Zoológica de Frankfurt. Son muchos los estudios que se han realizado en la estación que recibe anualmente entre 20 y 30 científicos de todo el mundo; sin embargo, el trabajo realizado es ínfimo en comparación a las posibilidades que ofrece el Parque.

La variación en altura encontrada dentro del Parque posibilita la existencia de una diversidad impresionante de especies y formas de plantas; se estima que por lo menos un 10% de las especies vegetales encontradas en el Manu son desconocidas por la ciencia. Aquí es posible encontrar básicamente tres niveles ecológicos: Selva Baja, Selva Alta y Altoandino. En la Selva Baja se halla vegetación exuberante siempre verde, árboles gigantescos que alcanzan hasta 60 mts. de altura y 3 mts. de diámetro, desde cuyas copas penden lianas y plantas trepadoras que hacen que el piso sea relativamente tenue a plena luz del día; entre otras especies arbóreas aquí se halla cedro, caoba, lupuna, tornillo, renaco, cético, palmeras, platanillos, etc. En la Selva Alta los bosques tienen árboles de menor tamaño con troncos retorcidos pero con vegetación aún más tupida y con una extraordinaria diversidad de especies; las neblinas y lluvias favorecen la abundante existencia de líquenes, musgos y helechos y una gran selección de bellas orquídeas. El nivel Altoandino tiene también bosques más ralos en base a especies como la clásica "queuña"; además de matas espesas de carrizo enano e "ichu" la infaltable gramínea andina. Entre las principales especies de flora de Parque se tienen:

DICOTILEDONEAS:

Cético (Cecropia spp.), renaco (Ficus paraensis), ojé (Ficus insipida); queuña (Polylepis incana); shihuahuaco (Dipterix alata); ipururo (Alchornes sp.); cedro (Cedrela odorata), requia (Guarea macrophylla), caoba (Swietenia macrophylla), uchumullaca (Trichilia septentrionalis); lupuna (Ceiba pentandra), sapote (Quararibea cordata); yumanaza (Muntingia calabura), cacao (Theobroma cacao); capirona (Callycophyllum spruceanum); pájaro bobo (Tessaria integrifolia); lagarto caspi (Calophyllum brasiliense); etc.

MONOCOTILEDONEAS:

Gramíneas como el carricillo (Chusquea sp.), cañabrava (Gynerium sagittatum), ichu (Stipa ichu); palmáceas como el huicungo (Astrocaryum murumuru), pijuayo (Bactris gassipaes), pona (Iriartea ventricosa), ungurave (Jessenia bataua), aguaje (Mauritia vinifera), shapaja (Scheelea weberbaueri); musáceas como el platanillo (Heliconia spp.); etc.

Dentro de los tres niveles ecológicos del parque es posible hallar la más grande diversidad de fauna en el mundo que en su conjunto son una valiosa reserva de especies, muchas de las cuales todavía son relativamente desconocidas. Muchas de las investigaciones aún están concentradas en la Estación Biológica de Cocha Cashu en cuyos alrededores se han registrado más de 550 especies de aves, estimándose en más de 1000 el total de especies en todo el Parque. En todo el mundo las especies conocidas no pasan de 9000, de éstas en el Perú se encuentran 1800, llegando a un verdadero récord mundial, así, el Manu alberga una de cada nueve especies de aves, una exuberancia inigualable por cualquier otro parque de la tierra. Se registraron además 200 especies diferentes de mamíferos; entre los que resaltan los primates de los cuales existen unas 13 especies, por su parte, existen unas 100 especies de murciélagos. Aquí es posible aún encontrar fácilmente animales en peligro de extinción como el lagarto negro y el lobo de río; además, los peces son abundantes en los ríos del Parque, al igual que los insectos e invertebrados de los que se estima deben existir más de un millón de especies; las investigaciones sobre la fauna en la región son aún muy escasas e insuficientes. Entre las principales especies de fauna del Parque se tienen:

MAMÍFEROS:

Algunos primates como el musmuqui o mono nocturno (Aotus nigriceps), tocón (Callicebus moloch), cotomono o mono aullador (Alouatta seniculus), machín blanco (Cebus albifrons), fraile (Saimiri sciureus), choro (Lagothrix lagotricha); leoncito (Cebuela pygmaea), pichico (Saguinus fuscicollis), pichico emperador (Saguinus imperator), maquisapa o mono araña negro (Ateles paniscus). Hormigueros como el serafín (Cyclopes dydactilus), tamanduá (Tamandua tetradactyla), oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla); perezosos como el perezoso de tres dedos (Bradypus variegatus), perezoso de dos dedos (Choloepus hoffmanni); armadillos como el carachupa (Dasypus novemcinctus) y el carachupa maman (Priodontes maximus); raposas como el pericote (Philander

opossum), muca (Micoureus cinereus), y la raposa (Marmosops noctivagus); un leporidáceo que es el conejo (Sylvilagus brasiliensis); roedores como la ardilla colorada (Sciurus spadiceus); puerco espín (Coendu bicolor); ronsoco (Hydrochoerus hydrochaeris); majaz o picuro (Agouti paca), añuje (Dasyprocta variegata), añuje menor (Myoprocta pratti); pacarana o machatero (Dinomys branickii); vizcacha (Lagidium peruanum); coatí (Nasua nasua), chosna (Potos flavus); mustélidos como el hurón o lobito de río (Eira barbara), nutria (Lutra incarum), lobo de río (Pteronura brasiliensis); felinos como el tigrillo (Felis pardalis), puma (Felis concolor), yaguarundi (Felis yagouaroundi), jaguar u otorongo (Panthera onca). Además también se halla el tapir (Tapirus terrestris); sajino (Tayassu tajacu), huangana (Tayassu pecari); cérvidos como el venado colorado (Mazama americana), venado cenizo (Mazama gouazoubira), taruca (Hippocamelus antisensis); etc.

AVES:

Panguana pequeña (Crypturellus undulatus), pisacca (Nothoprocta ornata), perdiz grande (Tinamus major); sharara o pato culebra (Anhinga anhinga); garza blanca grande (Casmerodius alba), garza tumuy-tumuy (Phiherodias pileatus), pumagarza (Tigrisoma lineatum); machaco (Mycteria americana), jabirú (Jabiru mycteria); espátula rosada (Ajaia ajaia); camungo (Anhima cornuta); ganzo selvático o ganzo del orinoco (Neochen jubata), pato criollo (Cairina moschata); cóndor de selva (Sarcoramphus papa), gallinazo cabeza negra (Coragyps atratus); gavilán del camino (Buteo magnirostris), águila harpía (Harpia harpyja), águila real (Spizaetus ornatus), águila crestada (Morphnus guianensis); chiguango negro o caracara negra (Daptrius ater), halcón de murcielaguero (Falco rufigularis); pukakunga (Penelope jacquacu), paujil (Crax mitu); shansho (Opisthocomus hoatzin); trompetero (Psophia leucoptera); tuqui-tuqui (Jacana jacana); gaviotín de pico grande (Phaetusa simplex), gaviotín pico amarillo (Sterna superciliaris); rayador (Rynchops nigra); guacamayo azul-amarillo (Ara ararauna), guacamayo bandera (Ara macao), maracano (Ara severa), pihuicho (Brotogeris sanctithomae), chunkuchui (Pionus menstruus), aurora de frente amarilla (Amazona achrocephala); buho crestado (Lophostrix cristata); martín pescador grande (Chloroceryle amazona); carpintero lineado (Dryocopus lineatus); tucán o pinsha (Ramphastos cuvieri); cardinal (Paroaria gularis); paucar chico (Cacicus cela); gallito de las rocas (Rupicola peruviana), etc.

REPTILES:

Taricaya (Podocnemis unifilis); motelo (Geochelone denticulata); lagarto blanco (Caiman crocodylus), lagarto negro (Melanosuchus niger); boa amarilla (Boa constrictor); jergón (Bothrops atrox), shushupe (Lachesis muta); etc.

PECES:

Raya (Potamotrygon hystrix); anguila (Electrophorus electricus); carachama (Pterygoplichthys multiradiatus); bagre (Sorubin spp.), zúngaro (Pseudoprimelodus spp.); boquichico (Prochilodus magdalenae), piraña (Serrasalmus spp.); etc.

En las cuencas de los ríos Manu y Alto Madre de Dios se encuentran grupos humanos nativos asentados posiblemente desde hace milenios; sus pobladores gozan de libre circulación así como de libertad para practicar actividades como la caza, pesca, recolección y cultivo; ellos son parte del equilibrio natural del Parque y son permitidos siempre en cuando sus actividades no signifiquen un peligro para el equilibrio natural. Entre esos grupos nativos se cuentan a los Machiguengas, los Yora o Yaminahuas, los Mashco-Piros y los Amahuacas; hoy, las autoridades del parque han establecido contacto sólo con los Machiguengas y los Yoras. Los integrantes de esos asentamientos humanos normalmente aún tienen una forma de vida muy peculiar con vigencia de costumbres y creencias ancestrales; viven en casas de madera con techos de hojas de palmeras; tejen en algodón; hacen cerámica; cultivan productos como la yuca, uncucha, maíz, papaya, piña, plátano, etc.; cazan con lanzas, arco y flecha, cerbatanas y hachas de piedra. Hoy algunos de esos pueblos viven un paulatino proceso de occidentalización como consecuencia de su acercamiento con la sociedad moderna, educación e influencia de las comunicaciones.

Por otro lado, la tradición ha creado el famoso mito del "Paititi" (una "ciudad Inkásica perdida") en la floresta amazónica, que según muchos se encontraría en el área del Parque. Esa ciudad sería de acuerdo al mito, el lugar donde los últimos emperadores Quechuas enviaron sus tesoros para ser protegidos de la destrucción española, sin embargo, no existen evidencias de ello. Mas, en el flanco oriental de los Andes que dan hacia el Parque hay restos culturales de civilizaciones pasadas sobre las cuales no existen estudios serios, resaltan entre ellos los "Petroglifos de Pusharo" en la zona del bajo Palotoa. En época Inkásica de acuerdo con la política de expansión territorial se descubrió el río Madre de Dios, al que se le denominó "Amarumayo" (río serpiente-dragón); posteriormente en la colonia muchas expediciones se internaron en la región motivadas por la fiebre del oro. En los primeros años del presente siglo se establecieron algunas misiones religiosas y toda la zona fue ampliamente explorada y explotada para la extracción de látex de caucho que se encuentra en cantidades importantes principalmente en el bajo Manu; así el movimiento de trabajadores en la región determinó la fundación de Puerto Maldonado en 1902 y posteriormente la creación del departamento de Madre de Dios en 1912. Durante las décadas siguientes luego del fracaso de la industria cauchera en el Perú y Brasil, muchos cazadores ingresaron en la zona en busca de pieles de animales bastante cotizadas en el mercado internacional, con énfasis en la caza de jaguares, tigrillos, lobos de río y lagartos negros. A partir de la década del 60 se inició la explotación de madera valiosa como el cedro y la caoba, actividad extractiva muy próspera que motivó la construcción de un campo de aterrizaje en Boca Manu.

VOCABULARIO ESPECIALIZADO

Acamama o Aqha-mama: nombre antiguo de la ciudad, anterior a Qosqo.

Altomisayoq: "quien dice la misa alta", sacerdote de Religión Andina.

Ama Sua, Ama Llulla, Ama Kella: No seas ladrón, mentiroso ni perezoso; tres normas atribuidas al Inkario.

Andesita: granito oscuro muy común en los Andes.

Antisuyo: la nación del Tawantinsuyo identificada en la selva, hacia el este de la ciudad.

Apacheta: montículo de elementos diversos dejados por los viajeros en los pasos más altos en forma de ofrendas.

Apu: espíritu o divinidad superior.

Auki: espíritu o divinidad menor.

Ceque o Seque: línea imaginaria con sucesión de adoratorios.

Ch'aska: estrella Venus.

Chaski: corredor de postas encargado de llevar comunicaciones.

Chicha: palabra española que denomina al "Aqha" del Inkario, la clásica cerveza de maíz.

Chinchaysuyo: la nación norteña del Tawantinsuyo.

Chinkana: "Donde es posible perderse", túnel subterráneo.

Contisuyo: nación del Tawantinsuyo ubicada al oeste de la ciudad, hacia la costa.

Collasuyo: nación del Tawantinsuyo ubicada hacia el sur de la ciudad, en el altiplano peruano.

Hanan Pacha: nivel de la Religión Andina ubicada en el cielo o espacio sideral.

Hanan o Hawan Qosqo: Qosqo alto o de arriba.

Haukaypata: "Plaza de las Ceremonias", se aduce que fue el nombre original de la Plaza de Armas.

Ichu: (Stipa ichu) paja o paja brava andina, alimento preferido por camélidos sudamericanos; mezclado con barro sirve para elaborar adobes.

Illapa: Dios Andino compuesto por el rayo, relámpago y trueno.

Inka: rey, monarca, o soberano del Tawantinsuyo.

Inti o P'unchau: Dios Sol.

Inti Raymi: "Fiesta del Sol", la más importante celebración del Inkario cada solsticio de invierno.

Jiwaya o Jiwayo: hematita, roca dura usada como martillo.

Kacharpari: fiesta de despedida.

Kay Pacha: nivel de la Religión Andina ubicado en la superficie terrestre.

Kallanka: construcción inmensa totalmente techada que sirvió generalmente como albergue.

Kancha o Cancha: conjunto de diversas habitaciones alrededor de un patio central.

Killa o Mama Killa: Luna o Madre Luna.

Kiwicha o Amaranto: (Amaranthus caudatus) cereal menudo muy rico y energético.

...kuna: sufijo que denota pluralidad en la lengua Quechua.

Kuraq Tayta: "padre mayor", sacerdote mayor de Religión Andina.

Kusipata: "Plaza del Regocijo", hoy tiene en mismo nombre.

K'uychi: Arco Iris, fue otro Dios Andino.

Mallki: momia Inkásica.

Ñust'a: princesa.

Pachacamaq: Dios superior de las civilizaciones peruanas identificado también como Wiraqocha y Tonapa.

Pachamama: Madre Tierra, divinidad adorada aún hoy.

Pago y Despacho: ofrendas para divinidades diversas, constan de elementos orgánicos e inorgánicos, manufacturados, etc.

Panaka: familia extendida del Inka.

Panpamisayoq: "quien dice la misa en la tierra", sacerdote de Religión Andina.

Paqo: sacerdote de Religión Andina; el sacerdocio tiene jerarquías diversas.

Phaqcha: fuente ceremonial de agua.

Qamayoq o Camayoq: Oficial Quechua encargado del cuidado y mantenimiento de algo; por ejemplo, Qhipu Qamayoq: encargado de los qhipus.

Qhipu o Khipu: sistema contable en base a cuerdas de colores y nudos diversos.

Quechua: denominación contemporánea del idioma ancestral de los andes (derivado del original Qheswa).

Quinua o Quinoa: (Chenopodium quinoa), cereal pequeño bastante energético.

Qochamama: divinidad ubicada en los lagos o el mar.

Qosqo: "ombligo", nombre original de la ciudad en el Inkario.

Qoya: reina, esposa del Inka.

Runa: gente común, clase mayoritaria.

Runa Simi: "lengua de la gente", idioma nativo de esta parte del mundo también denominada Qheswa o Quechua.

Sirvinakuy: nombre contemporáneo para denominar al matrimonio de prueba en los Andes.

Tambo: forma españolizada de "tanpu", fue una población que ofrecía albergue y comida a los viajeros.

Tarwi: (Lupinus mutabilis), lupino comestible muy popular en zonas altas.

Tawantinsuyo: nombre del territorio y sociedad del Inkario.

Tokapu: diseño encontrado en textiles enmarcado dentro de un cuadrado; se tienen pruebas de haber sido un tipo de escritura.

Ukju Pacha: nivel de la Religión Andina ubicado en el subsuelo.

Urin o Uran Qosqo: Qosqo bajo o de abajo.

Usnu: plataforma superior en las plazas públicas desde donde los jefes se dirigían a su pueblo.

Waka o Guaca: templo o adoratorio.

Wakaypata: "Plaza del Llanto", nombre antiguo de la Plaza de Armas.

Wayrana: construcción de sólo tres paredes.

Willaq Uma: "cabeza consejera", sumo sacerdote.

Willkamayu: "río sagrado", nombre original del Río Urubamba o Vilcanota.

Wiraqocha: Dios superior invisible de la civilizaciones peruanas identificado también como Pachacamaq y Tonapa.

Yakumama: (yaku = unu) Madre agua.

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