CRÒNICA EL CORAZÒN DEL TUTURUTU

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El corazón del Tuturutu El centro de atención de la Plaza Mayor de Arequipa, que a decir de los historiadores es el verdadero nombre de la que comúnmente conocemos como Plaza de Armas, no son las palomas ni la Catedral, ni sus tres portales; sino su estatua misteriosa que está en el medio de todo: el Tuturutu. Una gran mayoría, por no decir que el 100% de arequipeños, guarda alguna fotografía con la figura de fondo. Sin embargo muchos desconocen el corazón de este cornetista. Una buena idea dada por un amigo fue el inicio del periplo para conseguir el objetivo. ¿Qué habrá dentro del sótano de la Plaza de Armas?¿Acaso su pileta guarda un misterio desconocido? Está ubicado al centro de la ciudad de Arequipa y fue donado en 1735 por el obispo de aquél entonces, Juan Cavero de Toledo. Es una estatua de menos de un metro, en la mano derecha el Tuturutu carga su corneta, lleva un yelmo sobre la cabeza, tiene un uniforme parecido al que usaban los españoles, en cuyo pecho sobresale un adorno en forma circular, la mano izquierda fue reconstruida en el 2003, luego de que dos años antes sufriese daños a causa de último terremoto suscitado en la ciudad. Curiosamente en la bota del mismo lado siniestro presenta una deformación, como si fuese reconstruido con anterioridad. Se erige sobre tres platos ornamentales, de mayor a menor diámetro. Es jueves, 12:00 horas, y como ya casi es costumbre, una vez a la semana los trabajadores de la comuna provincial de Arequipa proceden a descansar luego de la jornada de limpieza de la pileta principal de la plaza. Ellos desde la madrugada drenan el agua y empiezan con su faena, para luego revestir de carburante el pozuelo de piedra y volver a soltar el agua a la fuente, que demora seis horas en llenarse. Todo parece normal, los diversos turistas extranjeros se entremezclan entre los arequipeños y visitantes nacionales quienes quedan impresionados con las edificaciones que observan por donde miren las estructuras levantadas en base al sillar. Sin embargo al notar el Tuturutu se preguntan qué es exactamente. Hallando respuestas diferentes.

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El corazón del Tuturutu

El centro de atención de la Plaza Mayor de Arequipa, que a decir de los historiadores es el verdadero nombre de la que comúnmente conocemos como Plaza de Armas, no son las palomas ni la Catedral, ni sus tres portales; sino su estatua misteriosa que está en el medio de todo: el Tuturutu. Una gran mayoría, por no decir que el 100% de arequipeños, guarda alguna fotografía con la figura de fondo. Sin embargo muchos desconocen el corazón de este cornetista.

Una buena idea dada por un amigo fue el inicio del periplo para conseguir el objetivo. ¿Qué habrá dentro del sótano de la Plaza de Armas?¿Acaso su pileta guarda un misterio desconocido?

Está ubicado al centro de la ciudad de Arequipa y fue donado en 1735 por el obispo de aquél entonces, Juan Cavero de Toledo. Es una estatua de menos de un metro, en la mano derecha el Tuturutu carga su corneta, lleva un yelmo sobre la cabeza, tiene un uniforme parecido al que usaban los españoles, en cuyo pecho sobresale un adorno en forma circular, la mano izquierda fue reconstruida en el 2003, luego de que dos años antes sufriese daños a causa de último terremoto suscitado en la ciudad. Curiosamente en la bota del mismo lado siniestro presenta una deformación, como si fuese reconstruido con anterioridad. Se erige sobre tres platos ornamentales, de mayor a menor diámetro.

Es jueves, 12:00 horas, y como ya casi es costumbre, una vez a la semana los trabajadores de la comuna provincial de Arequipa proceden a descansar luego de la jornada de limpieza de la pileta principal de la plaza. Ellos desde la madrugada drenan el agua y empiezan con su faena, para luego revestir de carburante el pozuelo de piedra y volver a soltar el agua a la fuente, que demora seis horas en llenarse.

Todo parece normal, los diversos turistas extranjeros se entremezclan entre los arequipeños y visitantes nacionales quienes quedan impresionados con las edificaciones que observan por donde miren las estructuras levantadas en base al sillar. Sin embargo al notar el Tuturutu se preguntan qué es exactamente. Hallando respuestas diferentes.

Debido a que fue regalo de la iglesia, algunos precisan que en realidad este hombrecillo fue un ángel, debido a la coincidencia de la figura con otras imágenes que se encontraron en cuadros de arcángeles que están dentro de la Catedral.

Otros prefieren creer que fue un mensajero del inca Mayta Càpac, cuyo nombre que se le asignó fue porque este tocaba un instrumento, que era un cuerno, cuyo sonido se asemejaba a ¡tutututúú!. Fue tremendo el frío que una mañana amaneció muerto y petrificado, en plena Plaza Mayor.

Existe otro grupo que refiere que representa a un pregonero que tocaba el instrumento musical, para anunciar las órdenes de los conquistadores y las resoluciones que aprobaban.

– Los que son de acá nos dicen que nos movamos, que quieren tomarse fotos con el Tuturutu, los fotógrafos nos hacen a un lado, pero lo turistas al contrario se nos acercan y nos piden por favor que nos tomemos una fotografía con ellos – cuenta Vilma Soto, la laburadora municipal que realizó la limpieza en la pileta.

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-¿Qué hay dentro del sótano? – le pregunto.- No sé, solamente la máquina de control de bombeo de la pila –contesta. Sin embargo al día siguiente, notaría que esa no era toda la historia del Tuturutu y la sorpresa fue grande. Cuenta que son los que se encargan de cuidar de las más de 30 especies de flores que están en la plaza.

-¿Y puedo entrar ahora a ver cómo es?

-Primero tienes que pedir permiso, pero no te la darán –mencionó, como premeditando lo que iba a venir.

“Los chilenos se burlan de la pileta, dicen que es una bonita fuente, pero con una cadena horrible, se ve que viven como nativos, en Chile no hay parque encadenados, pero aquí es diferente la gente es terca- cuenta el fotógrafo Vicente Condori Sanca, mientras toca si pito para continuar –nosotros les decimos que no se metan a la pileta pero lo hacen, hasta te quieren pegar y te insultan.

Esas gruesas cadenas que rodean a la fuente del Tuturutu, fueron donadas por la Marina de Guerra del Perú, para que de este modo se ponga un alto a visitantes que quieren acercarse a la pileta, pero muchos logran saltar la valla y se convierte en una discusión entre los turistas y fotógrafos, los verdaderos guardianes de la plaza.

Vicente llegó a Arequipa huyendo de Azángaro, Puno. Su madre se negó a venderle sus terrenos de cultivo a un gamonal, este en represalia los amenazó con su arma de fuego, para salvaguardarse tuvieron que salir a escondidas y en medio de la oscuridad.

Dice que la plaza de armas le dio, todo luego de que dejara de ser fotógrafo colaborador para este diario. Dice que en una explosión ocurrida en los años setenta en Congata, cuando le tocó ir a registrar el suceso, quedó traumado por la horrenda escena que vio. “Todos los cuerpos estaban regados, había sangre mesclada con lodo, un brazo por ahí, los intestinos era terrible, no pude almorzar por varios días”, indica. Tuvo que recibir terapia psicológica para superar el trauma.Luego de ahí quiso dejar la fotografía pero su instinto y su pasión no le permitió.

-Estoy feliz de estar aquí, hago fotos, he retratado a varios presidentes, como a Fernando Belaúnde, he visto las huelgas violentas de aquél entonces cuando hacían barricadas y sacaban todos los adoquines, el último fue en el 2002, cuando de las cuatro calles de la plaza sacaron todos los adoquines.

Tiene 30 años como fotógrafo, dice que poco a poco sus compañeros están muriendo, quedan unos cuantos fotógrafos de los 80 que antes eran, algunos dejan su profesión por el peso de los años, sin embargo él augura que seguirá hasta su muerte.

A pocos metros del fotógrafo está Pedro León Apaza, un lustrabotas que lleva más de 35 años trabajando, asegura que le lustró los zapatos a varios políticos en especial a los alcaldes de Arequipa. “Una vez le lustré los zapatos a un señor le termino de cobrar y se me acerca un compañero y me dice ¿por qué no le cobraste más si es congresista?”, ríe, aún desconociendo el nombre del actual legislador.

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Dice que en la pileta vio que varias persona se han metido “siempre que un candidato gana las elecciones viene a celebrar y se mete en la pileta se baña ahí con su gente”, el último burgomaestre fue el actual alcalde Alfredo Zegarra Tejada. Aunque no solo la pileta bañó a políticos, sino que también vedettes de figuras siliconadas, se han metido en la pileta del Tuturutu, además de algunos turistas y un par de díscolos.

El motor y “corazón” del tuturutu no son los dos motores automáticos que cada día desde las 8 de las cinco de la mañana empieza a funcionar y a devolver el agua que chorrea de los

Antes de quedar rendido y tirar la toalla, un fotógrafo curioso, quien dice tener 70 años y que mantiene receloso su

Sin imaginar que el verdadero corazón del tuturutu son los que mantienen viva la leyenda, lo que viven de él y preservan su mantenimiento.-Yo voy a morir tomando fotos- Cuenta Vicente Condori Sanca, uno de los once fotógrafos que laboran en la plaza de armas, asevera que las tomas favoritas “por ley”, son las fotografías con el hombrecillo de bronce.

Ella asegura que no se puede

los turistas nacionales luego de las fotografías a la inmensa Catedral que metros cercanos a sus

espaldas, es el guardián de un secreto que muchas veces se ha rumoreado, que dentro del sótano

que está por la pileta, existe

Hace calor, así cómo los latidos del corazón son bombeados por la aorta, existe un sistema de

bombeo que le da vida a la pileta. Ahí dentro, tambén se guardan dos secretos que son

rumoreados desde hace muchos años.

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Cuentan que , todos están conectado así como en otras zonas como en palacio de gobierno, pero

no se dice ni lo va a aceptar la iglesia de ser confirmado, ya que causaría revuelvo, dirán que no

hubo huecos.

Luego de una búsqueda incansable de encontrar la forma de ingresar al lugar. Una llamda

telefónica con el permiso correspondiente da luz verde al paso de este.

En suma, el corazón es como lo había descrito la trabajadora municipal, al solo hecho de ingresar

al lugar el poco aire provoca por ratos una sensación y la urgencia de querer salir del lugar. El

sótano es pequeño y aparte de los baldes, escobas recogedores y mangueras de las laboradoras

que mantienen el parque, se prod

Pues no es de extrañar y siempre fieles a nuestra argumentación de 2003, pensamos que la

identidad del Tuturutu (nombre que le viene del sonido onomatopéyico del trompetero en

cuestión) y considerando que éste fuera originalmente la representación en bronce de un

arcángel (2), basta revisar algunas imágenes de arcángeles coloniales de pinturas religiosas

tanto del Perú, como de otros países de marcada influencia española. Quitémosles las alas a

estos arcángeles y tendremos una representación muy cercana a nuestro Tuturutu.

La versión que toma fuerza es la que describe el

Precisó que "El Tuturutu" de tanto repartir día y noche, una mañana amaneció muerto y

petrificado por una ola de frió y desde entonces se convirtió en el vigía permanente de la Plaza de

Armas de Arequipa.

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Cuando Octavio Muñoz Najar, pretendió cambiar la pileta de la plaza de armas y retirar el

tuturutu, los reclamos de los pobladores y el desacuerdo de sus funcionarios ediles, le hicieron

desistir de la intensión.

Durante dos siglos y medio, el Tuturutu, bronce ubicado en lo más alto de la pileta de la Plaza de

Armas, es testigo de grandes acontecimientos de la ciudad blanca, desde ajusticiamientos y

revoluciones hasta festejos por triunfos en el deporte y la política. Su existencia la debemos al

obispo Juan Cavero de Toledo.

“En ese mismo lugar, el pregonero hacía `´ublicas las disposicions administrativas de la colonia,

comunicando los bandos del ayuntamiento y las ordenanzas del Cabildo. EL historiador Ladislao

Cabrera Valdéz, apunta que la Pontezuela `^tomò su nombre de la pequeña puente sobre la

acequia que por ahí pasa, era el sitio en que se publicaban los pregones, que eran los periódicos

de la época”, detalla el historiador Mario Romel Arce, en su libro “Calles, plazas y puentes de

Arequipa”.